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Mayo - Junio de 1937. MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE Publicación bimestral Se publica bajo la Dirección del Estado Mayor del Ejército Oficinas: Moneda 1356—Teléf. Auto 85193 Año XXX. l.er Semestre. SUMARIO: SECCION EDITORIAL. Pág. 1.—General en retiro Sr, Quintiliano Barboza Urrutia 349 2.—Al señor Francisco W. Proschle 353 3.—21 de mayo............................................................................................... ......... 355 4.—El Regimiento de Artillería N.º 1 " T a c n a " 357 SECCION GENERAL. Organización 5.—Importancia y organización del Servicio de Publicaciones en el Ejército.—Por el Coronel Sr. Roberto Larraín G 361 6.—La insuficiencia de la Planta de Oficiales.—Por el Coronel Sr. Bo- berto Larraín G 367 Instrucción, doctrinas militares: 7.—El ejercicio del Mando Superior.—Por el Coronel Dn. Osvaldo Va- lencia 371 8.—Relación y experiencias del Concurso de Patrullas del año 1937.— Por el Mayor Sr. Edgardo Portales 393 9.—Estudios y comentarios sobre nuestro Reglamento.—Traducido por el Cap. Sr. Oscar Soriano B.—(Continuación) 397 (a la vuelta)

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Mayo - Junio de 1937.

MEMORIALDEL

EJERCITO DE CHILEPublicación bimestral

Se publica bajo la Dirección del Estado Mayor del Ejército

Oficinas: Moneda 1356—Teléf. Auto 85193

Año XXX. l.er Semestre.

SUMARIO:SECCION EDITORIAL.

Pág.

1.—General en retiro Sr, Quintiliano Barboza Urrutia 3492.—Al señor Francisco W. Proschle 3533.—21 de mayo............................................................................................... ......... 3554.—El Regimiento de Artillería N.º 1 "Tacna" 357

SECCION GENERAL.Organización

5.—Importancia y organización del Servicio de Publicaciones en elEjército.—Por el Coronel Sr. Roberto Larraín G 361

6.—La insuficiencia de la Planta de Oficiales.—Por el Coronel Sr. Bo-berto Larraín G 367

Instrucción, doctrinas militares:

7.—El ejercicio del Mando Superior.—Por el Coronel Dn. Osvaldo Va-lencia 371

8.—Relación y experiencias del Concurso de Patrullas del año 1937.—Por el Mayor Sr. Edgardo Portales 393

9.—Estudios y comentarios sobre nuestro Reglamento.—Traducido porel Cap. Sr. Oscar Soriano B.—(Continuación) 397

(a la vuelta)

SUMARIO:( de la vuelta)

Táctica:

10.—La ofensiva y la defensiva con las máquinas de guerra blindadas.—Por el Coronel Mainie (Traducción de la "Revue Militaire Ge-nérale") — II — 1937.—Por Arturo Fuentes Rabé 403

11.—La conquista de Etiopía.—Traducción de Arturo Fuentes Rabé .............. 425

Cultura General:

12.—Curso de Economía Política.—Por el Dr. Daniel Martner 45513.—Actitud práctica ante la guerra.—"Refutaciones a las teorías pa-

cifistas.—Por el Cap. Sr. Bernardino Parada.— (Conclusión)...... 47114.—Sobre la supresión de la guerra.—Por Albert Einstein y Sigmund

Freud 491

Historia y Geografía:

15.—Esquema para el estudio de la Geografía Militar.—Por el Cap. Sr.Romeo Barrientos 505

SECCION INFORMATIVA.

Informaciones nacionales.

16.—Aniversario de la Batalla de Maipú 50917.—Celebración del Día del Reservista 51018.—Concurso de Arrastre 51019.—Entrega de la 2.» Brigada de Caballería 51220.—Condecoración "Al Mérito", al Sr. Wilfred R. Baseden . . . . .. 51221.—Centenario del nacimiento del heroico Comandante Eleuterio Ra-

mírez, del 2.' de línea 51322.—Homenaje a los caídos en Actos del Servicio 51323.—Condecoración a diversos Jefes del Ejército 514

Informaciones extranjeras.

24.—Argentina, Alemania, Francia 517

MEMORIAL DEL EJERCITOAVISO

Condiciones de Suscripción

Interior (por un año) $ 24. 00Interior (por un semestre) 12. 00Para los Alféreces y Suboficiales de Ejército:Por un año 12. 00Número suelto del año 4. 00Número atrasado 5. 00Extranjero 50. 00

El valor puede enviarse en sellos de correo chilenos de $ 0. 20o menores o por giro postal, letra o giro internacional, etc., a laDIRECCION DEL MEMORIAL DEL EJERCITO en el EstadoMayor del Ejército.

Advertencias

El Memorial publicará semestralmente una obra para la bi-blioteca del oficial a la cual tendrán derecho gratuitamente lossuscriptores del Ejército.

No se hace responsable de las ideas emitidas por los autoresbajo su firma.

Se ruega a los colaboradores que envíen sus trabajos antes del20 de cada mes. La publicación se hará, por regla general, según elorden de precedencia en que aquellos lleguen.

No se devuelven originales.Rogamos se nos avise todo cambio de dirección y pedimos muy

encarecidamente que se nos indique cualquiera falta en la recepcióndel MEMORIAL, para remediarla en el acto.

Se hace presente la conveniencia que habría en remitir con ladebida oportunidad, las suscripciones a la Revista (enero y juniode cada año), de acuerdo con la Orden Comando en Jefe Sec. I.N. º 8, de 3. I. 934., (B|O. 2, pág. 62). Se formula esta petición,para saber con qué número de suscriptores se cuenta, y según ello,hacer el tiraje correspondiente

General en retiro don QUINTILIANO BARBOZA URRUTIA.

General en retiro Sr. Quintiliano Barboza.Urrutia.

(Fallecido el 6 de abril de 1987).

La oficialidad del Ejército rinde un sentido homenaje al re-cuerdo y un tributo de reconocimiento, a los valiosos serviciosprestados a la Institución por el General Sr. Q. Barboza U. du-rante los 31 años de su permanencia en las filas.

Perteneció a una ilustre familia de soldados, que se remontahasta las gestas heroicas de la Independencia. Barboza y Urrutiason nombres esclarecidos a través de las páginas más bellas denuestra Historia Militar.

Es por esto, que su férrea y esmerada educación de soldado,se inició en el ambiente propicio de los recuerdos militares, quefueron siempre conservados, como fuego perennemente encendi-do en el seno de su hogar, y que cimentaron con mayor fuerza,sus aptitudes innatas para la carrera de las armas.

Se incorporó al servicio del Ejército, como Subteniente de1894, y años más tarde, después de espléndidos estudios en laAcademia de Guerra, obtuvo el título de oficial de Estado Mayor.

Actuó con brillo el año 1907 en una comisión de altos estu-dios militares en Europa, los cuales, sirvieron a su regreso, paradar nuevos rumbos a la reglamentación táctica del Ejército.

350 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Adquirió cada uno de los grados de la jerarquía militar, has-ta alcanzar a General de Brigada el año 1925, después de innume-rables estudios e incansable dedicación, al mejor desempeño decada uno de los comandos o misiones especiales con que la Supe-rioridad del Ejército lo distinguiera.

Se acogió al retiro el año 1927.El largo trayecto de la brillante carrera militar del General

Quintiliano Barboza U., es una bella lección que muestra, cómouna vida dedicada con dignidad, pundonor e inteligencia al ser-vicio de la Institución, logra contribuir eficazmente a mantener yacrecentar la solidez de sus tradiciones.

DON FRANCISCO PROSCHLE.

Al Sr. Francisco W. Proschle.

El sensible fallecimiento del Sr. Francisco W. Proschle, harepercutido dolorosamente a través de las filas de la oficialidaddel Ejército, por cuanto, todos han conservado intacto un cariño-so recuerdo hacia el eximio catedrático de matemáticas de la Es-cuela Militar, que llegó a ser un símbolo del apostolado de su altamisión educativa.

Su personalidad vigorosa, con severidades que atenuaba decontinuo con un gracejo cuerdo y bondadosamente medido, dejóentrever siempre una infinitamente variada gama de recursos me-todológicos, que lo señalarán como profesor modelo, digno deimitar por los futuros oficiales-profesores del Ejército.

Si la ciencia de los números orientó su vida a lo medido, tan-gible, preciso y definitivo, ello cristalizó creando en su espíritu,nobles orientaciones que concordaron con la disciplina impuestaa los cadetes. Es por esto, que en su recuerdo aparecen semblan-zas que lo identifican con aquellos superiores que modelaban enlos futuros oficiales, el alma militar.

Durante varias generaciones miles de cadetes, recibieron ensus clases, una cultura de trascendencia para su porvenir en lasfilas del Ejército. Pero la acción de este verdadero cultor de suoficio, fue más allá y se extendió a través de los libros de ense-ñanza que dedicó especialmente para sus alumnos de la EscuelaMilitar.

Como un homenaje de reconocimiento y cariño, asistieron asus funerales el Director, oficialidad y delegación de cadetes dela Escuela Militar.

21 de Mayo.

El Memorial del Ejército rinde un cálido homenaje a los in-mortales héroes del 21 de Mayo y envía un saludo a la brillanteArmada Nacional en el día de tan fausto aniversario.

LA EPOPEYA.

La implacable rueda del tiempo, en vertiginoso correr, vasepultando los años, pero guarda latente el espíritu de los acon-tecimientos que hablan de grandezas y de inmortalidad.

Existen acontecimientos que nacen para ser olvidados. Sedestacan como accidentes dentro del concierto de las sociedades

356 MEMORIAL DEL EJERCITO.

y desaparecen junto con la penumbra que deja el correr de lavida.

Las Epopeyas que escriben las Naciones, lejos del camino dela muerte, se agigantan con el barniz de los años y los pueblosrobustecen su vitalidad, saturando sus sentimientos con la gran-deza que emana de estos hechos y con el civismo que irradia delmonumento.

En ellos nace la Historia.Los países adquieren su personalidad y destacan los relie-

ves que deben ser juzgados por la Humanidad.El Destino depara los acontecimientos; los predestinados se

encargan de darles forma y presentarlos a la faz del Mundo.Existen fechas que marcan épocas y existen épocas que ha-

blan de inmortalidad.Estas fechas y estas épocas, representan la vida de los pue-

blos, dignifican a sus hijos y levantan el monumento que engran-dece a las Naciones.

Nuestra joven y vigorosa República se agita periódicamente,impulsada por el heroísmo de sus hijos. De los labios de la Na-ción entera surge el Himno que canta a la Inmortalidad

Y el creador de tanta gloria vuelve a empuñar el mando delviejo y noble barco, para repetir el grito sublime que debe es-tremecer la majestad del Océano!...

Sobre la toldilla de la heroica Esmeralda, junto a los caba-lleros del deber y del honor, Prat escribe la fecha que inmorta-lizó a ese grupo de valientes y que debía marcar la cúspide delhonor en la Historia de la Patria.

Cincuenta y ocho años han pasado y aún vive radiante la no-ble figura del joven Capitán, junto a la heroica hueste que lo se-cunda, al abrir las verdosas aguas del inmenso mar para depositaren el fondo del Océano, la Bandera de la Patria; la reliquia máspreciada que se confió a su corazón de gigante y a su férrea almade soldado.

Y la vieja nave, orgullosa del tesoro inmenso que guarda ensus entrañas, va a recostar su dolorido vientre, despedazado ysangrante, pero altivo y augusto, sobre las tranquilas y húmedasarenas que deben acariciarla eternamente.

Es el término de la noble jornada. El Destino deparó losacontecimientos; la hueste heroica se encargó de darles formaescribiendo la Epopeya y, el sublime Capitán, levantó el Monu-mento destinado a irradiar el Deber, el Honor y el Heroísmo.

El Regimiento de Artillería N. º 1 "Tacna".

El Comandante y Oficialidad.

El 26 de mayo, ha agregado un año más a los 120 de exis-tencia de esta histórica unidad, que cubre guarnición en la ciudad deSantiago.

Organizado en la época de las heroicas acciones de la luchapor la independencia nacional, obtuvo renombre ya en los albo-res de su existencia, pues actuó en la Batalla de Maipú.

358 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Desde entonces, ha sido uno de los baluartes de la Repúbli-ca, defendiendo su honra e integridad en la expedición liberta-dora del Perú, en las rudas campañas de Chiloé y por último,contra la Confederación Perú-Boliviana en 1879.

No menos importantes han sido sus trabajos durante el lar-go período de medio siglo de paz. Es por esto, que sus tradicio-nes históricas y su prestigio continúan siendo brillantemente man-tenidos por su digna oficialidad y personal de planta.

Han dirigido sus destinos en los últimos años los siguientesComandantes:

El Cuartel de la Unidad.

Mayor don Vitalicio López. —1898-1908.Coronel don Emilio Sotomayor. —1908-1910.Mayor don Basilio Maturana—1910-1918.Mayor don Roberto Concha. —1918-1919.Mayor don Arturo Puga. —1919-1925.Mayor don Víctor Tirado. —1925-1926.Tte. Coronel don Rene Ponce. —1926-1928.Tte. Coronel don Carlos Garfias. —1928-1931.Coronel don Oscar Novoa. —1931.Tte. Coronel don Adolfo Andrade. —1932.Tte. Coronel don Luis Soza. —1932-1934.Tte. Coronel don Arnaldo Carrasco. —1934-1935.

EL REGTO. DE ART. N. º 1 "TACNA" 359

Por intermedio de su actual Comandante el Tte. Coronel Sr.Rafael Fernández Reyes, felicitamos a la Unidad en el memora-ble día de su aniversario.

Una Batería en instrucción.

Importancia y organización del Serviciode Publicaciones en el Ejército.

Por el Coronel Sr. Roberto Larraín G.

CAPITULO I.

Importancia de la prensa y de las publicaciones militares.

Es de todos conocida la importancia que dentro de la vidadel país, desempeña la prensa y ha llegado a tal punto su in-fuencia y desarrollo que, con razón se la llama el Cuarto Poderdel Estado. Y es así, como todas las instituciones, sean públicaso privadas, de carácter político, administrativo o comercial, com-prendiendo la importancia que la prensa tiene para su propio de-sarrollo, mantienen con ella un estrecho enlace y tratan por todoslos medios a su alcance, de obtener su adhesión, sus simpatías opor lo menos su neutralidad.

A esta necesidad de las instituciones, que en fuerza de la cos-tumbre ha pasado a ser una ley en la vida institucional del país,sólo han podido substraerse, en cierto modo y entre otras, las ins-tituciones armadas del país que, por razones especiales de su ín-dole particular, por tradición y patriotismo, siguen gozando delfavor del público y del cariño y respeto de la inmensa mayoría dela masa ciudadana, sin necesidad, hasta el momento, de una pro-paganda organizada de prensa. Pero es menester tener presente,que si bien es cierto, que las instituciones Armadas han vivido un

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tanto al margen de toda propaganda de prensa, ello se comprendesi recordamos, que en toda la prensa del país, existen directores ycolaboradores que con claro y desinteresado patriotismo, compren-diendo la importancia que las instituciones armadas representandentro de los organismos del Estado, son defensores ardientes,cariñosos y desinteresados de todos sus problemas y necesidades.

Empero, a pesar de esa situación privilegiada de que gozanlas instituciones armadas, preciso es reconocer, que a menudo nosvemos sorprendidos por artículos de redacción, de colaboracióno de simples noticias de crónica, contrarios a los intereses de ladefensa nacional o perjudiciales en particular a organismos ymiembros de ellas. Es así, cómo han visto la luz pública, polémi-cas de prensa sobre temas de carácter secreto o confidencial, so-bre órdenes superiores también de ese carácter, o la inclusión denoticias falsas o maliciosamente mal interpretadas y artículos condatos contrarios a los intereses de las fuerzas armadas, los quede seguro, hubieran podido evitarse, si éstas mantuvieran un en-lace más estrecho con la prensa.

Aún más, es conocida de todos, la campaña tenaz que reali-zan los gremios y entidades políticas extremistas, para subvertirel orden y la disciplina dentro de las instituciones armadas. Estambién conocida, la prédica sistemática y malévola que dichasentidades desarrollan entre la masa trabajadora de campos y ciu-dades, en contra del servicio militar, del amor a la Patria, del res-peto y cariño a la Bandera y a las instituciones armadas, sin queéstas a su vez, cuenten con los medios necesarios de publicidad ypropaganda para combatirlas.

Existen, además, otras razones fundamentales de doctrina mi-litar, que nos hacen pensar en la necesidad imperiosa que, hoytienen las instituciones armadas, para tener establecidos, desdela paz, organismos de publicidad que, hoy por hoy, son indispen-sables para la preparación de la guerra. En este sentido, bástenosrecordar lo que significan los conceptos modernos y universalesde "la nación en armas" y de "la guerra total". Fácilmentecomprendemos entonces, que el Ejército de paz, no es más queel esqueleto del gran ejército Movilizado.

Todos sabemos que en la guerra moderna, toman parte to-dos los elementos constitutivos del país y que, directa o indirec-tamente, sin exceptuar mujeres ni ancianos, cada cual dentrode sus posibilidades, deberá aportar su colaboración en las innu-merables actividades que impone la guerra. Empero, para queeste complejo mecanismo pueda marchar con alguna regularidad, esmenester una previa preparación desde el tiempo de paz, que en re-sumen, se traducen en una ardua labor de propaganda y difusiónde doctrinas y en un sin número de trabajos preparatorios de todo

IMPORTANCIA Y ORGANIZACION DEL. . . 363

orden. Esta labor, la deben realizar las instituciones armadas portodos los medios de propaganda a su alcance, entre los cuales,deberían destacarse en primer término, la prensa, la radio, elcine, y tantos otros recursos modernos de difusión, como folle-tos, conferencias, etc.

Por otra parte, si consideramos el importantísimo papel quela prensa y las publicaciones en general, juegan durante la gue-rra, si recordamos la influencia que ellas ejercieron en pro o encontra de los beligerantes en la pasada conflagración europea,no podemos menos que pensar, en la importancia que para lasinstituciones tiene el hecho que desde tiempo de paz, existan or-ganismos suficientemente preparados para que en caso de guerrapueda obtenerse todo el fruto de tan importantes elementos. Abun-dando en este mismo sentido, debemos recordar que a las institu-ciones armadas les está encomendada, en caso de guerra o deconmoción interior, la difícil tarea de la censura de prensa. Estamisión no es fácil de improvisar, sino por el contrario, es precisotenerla preparada desde la paz, a fin de no correr el riesgo defracasar en el momento oportuno y tener que sufrir las fatalesconsecuencias a que están condenados, desde el primer momentodel conflicto, todos los organismos improvisados.

Por otra parte, se deja sentir entre nosotros, la necesidad deun organismo que asuma la responsabilidad de las noticias mili-tares, que a diario se publican en la prensa del país, sin mayorcontrol. Hay categorías de noticias, que a la simple vista no tienenninguna importancia y que sin embargo, para los profesionales,suelen ser de inestimable valor y aún, llegan a constituir una pre-ciosa fuente de informaciones, para los organismos captadoresde noticias de nuestros posibles contendores.

Además, dentro del marco de las publicaciones exclusivamen-te militares: "Memorial del Ejército", revistas de las distintasarmas, "Memorial Técnico", revistas de los servicios, revista "LaBandera", y aún, en algunas otras de carácter patriótico, editadaspor particulares; se deja sentir la necesidad de un organismo quelas controle y las dirija desde un punto de vista superior, a finde obtener un mayor rendimiento de ellas y de mantener la uni-dad de doctrina indispensable, en todos los organismos de la de-fensa nacional. Aún más, este organismo de publicaciones queauspiciamos para el Ejército, tendría además a su cargo, la im-portante labor de estimular a los escritores militares, por mediode concursos y premios como también, estimular la buena lectu-ra. Esta labor de gran importancia, se deja sentir en nuestro Ejér-cito cada día con mayor fuerza.

M.. del E. 2.

364 MEMORIAL DEL EJERCITO

Esta sola importante labor, que llenaría una gran necesidad,justificaría ampliamente a nuestro juicio, el sacrificio que de-mande la organización del servicio de publicaciones, con todaslas atribuciones y con toda la amplitud de miras que dejamosestablecidas.

Por último, debemos dejar constancia que este organismo depublicaciones, con toda la extensión que deseamos para nuestroEjército, no es cuestión antojadiza ni que pueda siquiera desper-tar curiosidad como algo nuevo entre profesionales; ya que setrata de un organismo que funciona en todos los ejércitos europeosy aún, nos atrevemos a decir, que figura orgánicamente en casi to-dos los ejércitos sud-americanos, en forma muchísimo más ampliay regular que en el nuestro y en algunos de ellos, con óptimosresultados.

CAPITULO II.

Deficiencias del servicio actual de publicaciones, censura ypropaganda y organización que deberá dársele.

Son ya notorias, entre nosotros, las deficiencias del funcio-namiento de nuestros servicios de publicaciones, censura y pro-paganda y en el capítulo precedente, al tratar de la importanciade ellos, hemos dejado de manifiesto algunas de las necesidadesal respecto. Creemos inoficioso seguir insistiendo en ellas y sólonos limitaremos a dejar constancia, de que a nuestro juicio, talesservicios, o no funcionan o son tan rudimentarios, que casi nopueden considerarse como verdaderamente organizados.

En lo que a publicaciones de prensa se refiere, hoy por hoy,no hay más enlace ni control, que el que voluntariamente estable-cen los propios representantes de los diarios o revistas, los que sinestar sujetos a ninguna directiva ni control, van a buscar sus no-ticias a las oficinas de las altas reparticiones del Ejército y aúnen ocasiones, se dirigen al personal de oficiales y tropa subal-ternos.

Tampoco existe en la actualidad un organismo que funcio-ne con la debida regularidad para la censura y propaganda, queson indispensables a todas las publicaciones de índole netamentemilitar. La Sección Publicaciones del Estado Mayor del Ejército,aunque tiene facultades para ello, carece de los medios necesa-rios para efectuarlas.

Creemos de rigor, que cuanto antes, debe dotarse a la Sec-ción Publicaciones del Estado Mayor del Ejército, de los organis-mos que en líneas generales indicaremos más adelante, los que se-rán las bases indispensables, para que pueda desarrollar la impor-tante labor que señalamos como una necesidad impostergable.

IMPORTANCIA Y ORGANIZACION DEL. . . 365

Organización del servicio.

De lo expuesto podemos deducir que la Sección Publicacio-nes debe desarrollar cuatro funciones bien definidas:

a) Publicaciones del Memorial del Ejército y de la Bibliote-ca del Oficial. Control y dirección superior de todas las publica-ciones de índole netamente militar que se editan dentro del Ejér-cito.

b) Enlace y pontrol de las publicaciones civiles en la parteque tienen relación con las noticias militares o con artículos quetengan relación directa con la defensa nacional.

c) Control y organización de la propaganda militar a basede los diferentes medios: Estaciones radio-difusoras, Cines, Tea-tros, Afiches, Conferencias, Folletos, etc.

d) Estimular a los escritores civiles o militares en retiro o enservicio y estimular la buena lectura y la difusión de la culturaprofesional.

De estas cuatro funciones fundamentales que dejamos ex-puestas, podemos fácilmente deducir la organización de la Sec-eión misma, la cual quedaría subdividida en tres oficinas o Sub-secciones, correspondiendo cada una a las funciones señaladas enlas letras a), b) y c ) ; quedando las actividades correspondientesa la letra d) directamente a cargo del Jefe de la Sección.

También, es fácil establecer, que al frente de cada una de es-tas Oficinas o Sub-Secciones, deberá haber por lo menos un Ofi-cial de E. M., asesorado por uno o más Oficiales de las tropas uOficial en retiro, que tengan aptitudes y gustos especiales parael cargo. En esta situación, a más que se desarrollaría una ampliay bien organizada labor, se abrirían nuevos vínculos espiritualesentre los servicios del E. M. y los Oficiales de las tropas y entrelos Oficiales en servicio activo y los en retiro.

Estas vinculaciones que han perdido consistencia a causa dela sistematización de las organizaciones militares, es necesario re-validarlas, por cuanto forman una de las bases de la cohesiónen que descansarán las fuerzas de la Defensa Nacional.

Claro está, que dada la importancia de la Sección Publica-ciones que auspiciamos, bien podría, en razón de su desarrollo ymúltiples funciones, pasar a ser con el tiempo, un nuevo Depar-tamento del Estado Mayor del Ejército. En esta forma, manten-dría naturalmente, diversas relaciones de servicios con el Depar-tamento de Informaciones, pero desenvolviéndose con cierta in-dependencia, en beneficio del mejor rendimiento de ambos.

Para llevar a feliz término esta nueva y más amplia organi-zación del servicio de publicaciones del Ejército, que en sí mismono demanda desembolsos de mucha consideración, en relación con

366 MEMORIAL DEL EJERCITO

los grandes beneficios que de ella podría esperarse, sólo se tro-pieza con la dificultad de la escasez de Oficiales, la que se dejasentir por otra parte, en todas las actividades de las unidades yreparticiones del Ejército. Pero esta dificultad material, cuya so-lución corresponde a la Superioridad Militar, a base de las posi-bilidades del Presupuesto Nacional, no puede ser óbice, para quehagamos llegar al conocimiento y espíritu de nuestra oficialidadestudiosa, esta necesidad material y espiritual en beneficio de lamejor preparación de nuestra defensa nacional.

Antes de terminar, séanos permitido hacer presente que, conabsoluta sinceridad, estimamos que una Sección o Departamen-to de Publicaciones organizados y funcionando en la forma quehemos propuesto, acarrearía para el Ejército, grandes beneficiosde orden espiritual y material, ya que de seguro, contarían conel apoyo y colaboración decidida, de un buen número de escrito-res civiles de reconocido mérito, que se interesarían por los gran-des y complicados problemas de la defensa nacional. Obtendríantambién, el apoyo y colaboración de muchos Jefes en retiro, quese encontrarían a través de este nuevo servicio, nuevamente vin-culados con la institución que tanto han querido y hacia la cualquisieran seguir sirviendo con renovados bríos.

Demás está decir, que en estas publicaciones de orden militar,bien orientadas, controladas y dirigidas con sano criterio, no ten-drían cabida las polémicas personalistas o las discusiones estériles.Tampoco se publicarían o discutirían temas con datos o docu-mentos de carácter secreto los que, lejos de acarrear beneficiosa la institución, podrían ser motivo de disensiones entre sus miem-bros y colaboradores, o servir de fuentes de información a nues-tros posibles contendores. En cambio, podrían ser ampliamenteconsideradas las polémicas o discusiones sobre materias netamen-te profesionales de interés a la institución, las que en este caso,darían una buena oportunidad para alcanzar la luz y la verdad.

La insuficiencia de la Planta de Oficiales.Por el Coronel sr. Roberto Larraín G.

Hablar de la insuficiencia de nuestra actual Planta de Ofi-ciales, en circunstancias que se acaba de aumentar su número enforma considerable en casi todos los grados del Escalafón y en losmomentos en que, de todos los sectores de la opinión pública, se ha-ce ver la necesidad de hacer economías en los presupuestos y dismi-nuir cuanto sea posible, los empleados de la Administración Pú-blica, puede aparecer sin duda, como fuera de lugar, improce-dente y hasta si se quiere, audaz. Pero, la necesidad tiene cara dehereje y la verdad debe establecerse en todo momento y en cua-lesquier circunstancia, ya que ella, debe ser siempre digna de todonuestro respeto y consideración.

Después de no pocos esfuerzos de la superioridad militar y deno escasa labor defensiva realizada por la prensa y en las Cáma-ras, fue aprobada hace apenas unos cuantos meses, la ley que au-mentó la planta de Oficiales del Ejército, en dos Generales deDivisión, tres Generales de Brigada, cinco Coroneles, algunos Ma-yores, Capitanes y Tenientes y unos pocos oficiales en los dife-rentes servicios.

Dicho aumento que, naturalmente, fue jubilosamente recibidoen las filas del Ejército, no ha significado para la Institución, sinola solución momentánea de una necesidad que se hacía sentir conla fuerza de la justicia dentro de la oficialidad. Se aspiraba porotra parte, a un equilibrio más equitativo, más preciso más cien-tífico, entre los diferentes grados del Escalafón, desde que éste,se había perdido con las reducciones desmensuradas que se produ-jeron en años pasados y con algunos aumentos desproporcionadoshechos posteriormente en el grado de Teniente Coronel. Precisoes también anotar que, junto con el regocijo manifestado por laoficialidad, se ha dejado sentir en toda ella, un sentimiento de

368 MEMORIAL DEL EJERCITO

gratitud hacia la Superioridad Militar y Supremo Gobierno, queauspiciaron y obtuvieron el aumento de planta, como también, unreconocimiento al Poder Legislativo que prestó su aprobación ya la prensa del país, que en general, contribuyó con su concursoa la formación de una opinión, que le fue favorable.

Empero, preciso es recordar que, durante el proceso de ges-tación de la Ley, se dejaron oír opiniones que por el prestigio yautoridad de quienes las emitieron, estuvo a punto casi de fraca-sar. Entre ellas, debemos recordar una que, por estar basada enprincipios de alta técnica profesional, casi estimada como una ver-dad que no admitía discusión al analizar el proyecto de ley de au-mento de planta, (sin combatirlo directamente) expresaba concierta fuerza convincente, que la mayor necesidad del Ejércitono era el aumento de planta de Oficiales, sino un aumento de laconscripción anual, pues éste, era el fin fundamental de la Ins-titución. Hacía presente además el polemista en referencia, queen épocas pasadas, el Ejército con una planta de Oficiales igualo semejante a la actual, mantenía en sus filas un contingente dosveces mayor y que a pesar de ello, la instrucción podía realizar-se en condiciones tan óptimas, que siempre fue un orgullo parala Institución.

Nada tendríamos que agregar a la profunda verdad y aún,a la sana intención de las ideas manifestadas en el artículo a quenos referimos, pero, sí, mucho podemos decir sobre la compara-ción que se hace respecto al esfuerzo y provecho obtenido en lasdistintas épocas analizadas.

Por de pronto, si bien es cierto que, una de las fundamenta-les tareas del Ejército es la instrucción de los ciudadanos para laguerra, también debemos reconocer que, la Superioridad Militarno ha olvidado en ningún momento esta finalidad, y es así que,junto con pedir el aumento de planta de Oficiales por razonesque estimaba de necesidad y justicia, ha solicitado también, unmayor contingente, el que ha sido concedido por el Supremo Go-bierno, dentro de las justas proporciones y de las posibilidadesdel Presupuesto Nacional.

Por otra parte, es preciso considerar que las InstitucionesArmadas son organismos que viven en constante evolución debi-do a los progresos de la técnica y a las transformaciones que sonimpuestas por las experiencias de guerra y las permanentes va-riantes de las necesidades y condiciones propias del país. Así pues,no es extraño que una planta de Oficiales que ayer pudo ser laque correspondía a las necesidades de la instrucción, llegue a serhoy insuficiente para llenar las múltiples necesidades de los nue-vos organismos, que el progreso va imponiendo con caracteres deindispensables,

LA INSUFICIENCIA DE LA PLANTA DE. . . 369

Sin ir más lejos, en los últimos años, ha habido que crear oagrandar muchas reparticiones, que no existían o que figurabanen forma rudimentaria y que el elevado juicio de la SuperioridadMilitar, ha considerado como elementos indispensables para elbuen funcionamiento del Ejército de paz y como consecuencia parala preparación de la Nación en Armas. Bástenos recordar, el altogrado de preparación y eficiencia que han alcanzado en el últimotiempo, algunos de nuestros organismos técnicos, planteles edu-cacionales, escuelas de armas, servicios de reclutamiento, etc.Ello justifica ampliamente la escasez de Oficiales que hoy se dejasentir en todas las actividades del Ejército. Y no se diga comodeducción, que el Ejército tiende a burocratizarse con grave per-juicio para la instrucción de las tropas, por cuanto esta disper-sión de Oficiales ocasionada por los nuevos organismos técnicosya creados y por el aumento considerable que han tenido los plan-teles educacionales, los prepara científica y técnicamente paradevolverlos a las tropas con mejores bases para su educación ypreparación táctica, etc.

Si además, recordamos que ha sido necesaria la recientecreación de la IV. División de Ejército, que existe la convenien-cia de reforzar nuestros destacamentos fronterizos, que aún fal-tan por completar algunos organismos como la Sección Publica-ciones del E. M. del Ejército y a que nos referimos en otro ar-tículo que publica el Memorial; llegaremos a la conclusión que,está ampliamente justificado un aumento de planta de Oficialesen todos los grados, en la proporción que aconsejen los organis-mos encargados de su estudio.

Por nuestra parte, sólo hemos querido dejar de manifiestoen este simple artículo de colaboración, la necesidad que existe,de aumentar la planta y las razones fundamentales que a nues-tro juicio la justifican.

El ejercicio del Mando Superior.Por el Coronel don Osvaldo Valencia Z.

La Dirección del Memorial ha solicitado de su autor, la publi-cación del presente trabajo que es un artículo de altos estudios, des-tinado a poner en relieve las relaciones que deben existir entre unComandante en Jefe (de Ejército, División, Agrupación, etc., ) y suEstado Mayor, y el método de mando y de trabajo que debe regir lasactividades de un alto Comando en campaña. Este estudio no sola-mente es de importancia para la oficialidad de Estado Mayor, sinoque, tiene a nuestro juicio, un interés particular para la oficialidadllamada a actuar en el mando superior o a desempeñar funciones decolaboración con los Estados Mayores y que, no ha tenido oportuni-dad de seguir los cursos de la Academia de Guerra.

La Dirección.

INTRODUCCION.

I.

El ejercicio general del mando en tiempo de guerra, es un ver-dadero encadenamiento de apreciaciones de situación y de resolu-ciones, basadas en la misión que se debe ejecutar y en la situacióndel momento. Ni los comandos inferiores, encuadrados, que recibenórdenes y misiones bien concretas, se escapan a este proceso inte-lectual.

En tiempo de paz (maniobras, grandes ejercicios, trabajos enla carta, etc. ) donde deben plantearse situaciones muy similares alas de guerra, el proceso de apreciar y resolver es relativamentefácil, por cuanto, las consecuencias, errores, transgresión a los prin-cipios tácticos y estratégicos, no pasan más allá de la crítica y delmayor o menor desprestigio para el Comando responsable. Pero en

372 MEMORIAL DEL EJERCITO.

tiempo de guerra, la cuestión cambia radicalmente; pues la cuali-dad más noble del Comandante — (el amor a las responsabilida-des) — en la víspera de una resolución, atraviesa por una duracrisis. Las consecuencias de la resolución pesan sobre el Jefe en unaforma aplastante y sólo serán capaces de dominar los acontecimien-tos, aquellos (hombres de recia estructura moral, intelectual y física.

"La base para el mando la constituyen la misión y la situa-ción" (Reglamento Serie B. N. º 1. (C. 1) N. º 6, 7 y 8) lo que equi-vale a decir: la base para el mando, es la correcta apreciación dela situación. De aquí se desprende la necesidad de exigir a todaslas jerarquías del alto mando, un entrenamiento constante en estaclase de actividades que constituyen — por así decirlo — el a, b, c,del arte del mando.

La falta de técnica y práctica en este sentido, suelen pasardesapercibidas en los ejercicios en la carta, gracias a los convencio-nalismos de paz; pero en los grandes ejercicios con tropas y particu-lamente en las maniobras, es donde se perfilan los fracasos, loserrores y la falta de principios que deben guiar al Comandante ensituaciones de guerra.

En los ejércitos de nuestra época, no basta con disponer de Je-fes de gran aptitud personal, capaces de prever y resolverlo todo alestilo del genio napoleónico. Tales Jefes serían impotentes para re-solver con conocimiento de causa las situaciones tan múltiples ycomplicadas de la guerra moderna.

EL sistema autocrático en el alto mando, en la forma que lo hanejercido los grandes capitanes de la antigüedad hasta Napoleón, se-ría absolutamente ineficaz en nuestros días, por cuanto, experimen-talmente se ha probado que un solo hombre es físicamente incapazde preocuparse en persona de todos los resortes y detalles de un ejér-cito o gran unidad. La organización, funcionamiento y emplea desus diversos elementos constitutivos, requiere la formación de espe-cialidades, exige la repartición racional del trabajo regida por launidad de principios y procedimientos. Cuando en maniobras (conefectivos reducidos, servicios rudimentarios y duración de dos o tresdías) se revelan Comandos capaces de anular la acción de su EstadoMayor, e invaden sus atribuciones y realizan un mando meramentepersonal descendiendo al detalle de dictar ellos mismos sus órdenes,se trata de un caso absolutamente anormal, cuyo procedimiento essólo un artificio del tiempo de paz que, desaparecería desde el pri-trúer día de movilización.

Lo lógico y real, es la adopción del método racional que la doc-trina moderna reconoce por el nombre de "sistema de mundo colec-tivo", es decir, el ejercicio del Comando mediante el binomio: Co-mkmdante en Jefe—Estado Mayor.

Por consiguiente, es imperiosa la necesidad de hacer trabajardesde el tiempo de paz, en forma metódica y técnica a estas dos en-

EL EJERCICIO DEL MANDO SUPERIOR 373

tidades; que están llamadas a desempeñar en tiempo de guerra, mi-siones y afrontar responsabilidades de gran trascendencia nacional.Estas mismas razones determinan a los Comandos que desde la pazdisponen de un Estado Mayor, el deber de preocuparse personal-mente de la instrucción teórica y práctica de este organismo que loayudará a resolver sus tareas en campaña. Desgraciadamente, existeel peligro de emplear a los Estados Mayores del tiempo de paz, enjunciones burocráticas, en trabajos de carácter material, que sonostensiblemente iguales todos los días, y por lo tanto, de escaso va-ler espiritual. (Estas funciones pasivas incitan a la pereza intelectual,a la especulación filosófica y a la formación de falsas doctrinas(deformaciones del espíritu). Por eso no es raro que en ambientesemejante, oficiales de Estado Mayor de grandes condiciones, pier-den insensiblemente sus verdaderos valores y características.

Las funciones burocráticas y los trabajos monótonos, transfor-man al mejor Jefe en un elemento rutinario, incapaz de asumir ta-reas y funciones elevadas, torpe para ejercitar el raciocinio y el aná-lisis y además, mediocre para actuar en organismos directivos comoson las funciones de Estado Mayor (Nota 1).

"El servicio de oficina y el papeleo son el peor enemigo delOficial de Estado Mayor".

Por su parte, los superiores responsables, tienen la obligaciónde estimular la actividad autodidáctica de su Estado Mayor; cimen-tar la unidad de doctrina por medio de estudios teórico-práctico.De todo 'ésto, fluye la necesidad de que los altos Jefes conozcan afondo el servicio de Estado Mayor, para que puedan explotar enbuena forma el rendimiento de este delicado y complejo organismo.En efecto, es una cuestión fundamental para la vida y progreso deun Estado Mayor, la realización anual de un ciclo de trabajos en elGabinete y en el terreno, donde pueda ejercitarse y experimentar-se el funcionamiento de cada uno de sus Departamentos y Seccio-nes en las diferentes situaciones tácticas, en viajes de Estado Ma-yor, y ejercicios de cuadros, etc., a fin de doctrinar a todos sus com-ponentes en una sana escuela y habituarlos a trabajos colectivos.(En otra oportunidad haré una exposición sobre un ejercicio de

(1) Para los Oficiales de las tropas y aquellos del E. M. que han perdidoel contacto con nuestro E. M. del E., es necesario manifestarles que desde ha-ce algunos años a esta parte, el Instituto, ha orientado sus actividades en elsentido de estimular las enseñanzas superiores bajo un excelente método-prác-tico. Sus Juegos de Guerra estratégicos y demás trabajos de alto perfecciona-miento han formado una nueva mentalidad y una sana doctrina de guerra,cuya influencia benéfica se hará sentir muy pronto en todos los organismosde la Defensa Nacional.

374 MEMORIAL DEL EJERCITO.

cuadros, realizado durante mi estada en la Escuela Superior deGuerra de Francia, donde se hacía trabajar a un Estado Mayor Di-visionario en la marcha de aproximación, toma de contacto y ataque).

LA RESOLUCION DEL COMANDO.

I I .

En virtud del aforismo "que la principal actividad del Coman-do consiste en adoptar resoluciones", me propongo analizar y dilu-cidar algunos conceptos sobre la manera como entiendo la participa-ción que le corresponde a un Comandante en Jefe y la que a su vezdebe asumir su Estado Mayor a fin de abordar en buena forma elestudio y resolución de una situación de guerra.

Podemos distinguir en el estudio enunciado, dos series de traba-jos a ejecutar:

A. —Trabajos que podríamos llamar materiales o mecánicos.

Su realización no requiere un gran esfuerzo espiritual, ya quees más bien, un trabajo de recopilación, clasificación, síntesis, ten-diente a mostrar objetiva y gráficamente, los elementos de juicionecesarios para apreciar y resolver la situación. Esta labor incumbeespecialmente a los órganos del mando: Estado Mayor, Plana Ma-yor, etc. Las misiones en lo que respecta al primero de estos orga-nismos, están claramente determinadas en el Reglamento Serie B.N. º 2, Capítulo II. En líneas generales, este trabajo material con-siste en "mantener al día" y con todos los detalles la situación delmomento: sintetizada en los siguientes documentos primarios:

1) La carta de la situación de guerra.2) Síntesis de las informaciones del enemigo y su interpreta-

ción, (incluso informaciones secretas).3) Cuadros de efectivos y dotaciones.4) Síntesis de las últimas órdenes de operaciones, haciendo re-

saltar la misión asignada por el escalón superior a la pro-pia unidad y las misiones dadas a las unidades subordina-das (2).

5) Cuadro Resumen de Existencia y dotación de material deguerra (especialmente municiones).

(2) Todos los miembros de un Estado Mayor deben tener gravadas en sumente, las ideas fundamentales del plan de operaciones que se ejecuta; las mi.siones u objetivos que de él se desprenden, deben tenerse presente en el cursode todos los trabajos y actividades y, por así decirlo, deberán subrayarse derojo en el espíritu de cada oficial. Esto asegura la unidad, facilita la colabo-ración e interpretación de los pensamientos del Jefe; pero exige la discrecióny el secreto como garantía esencial del éxito,

EL EJERCICIO DEL MANDO SUPERIOR 375

6) Gráfico que muestre la situación de acarreo de la gran uni-dad; de acuerdo con los documentos y datos que debenobrar en poder del Departamento IV. "Servicios". (En elcuadro sinóptico anexo, viene la enumeración en detallede todos estos documentos).

Los documentos que se acaban de enunciar, constituyen el ver-dadero exponente de la capacidad y competencia del conjunto deun Estado Mayor y de cada uno de sus miembros en particular;deben mostrar en forma sencilla y objetiva la situación del momen-to. Por otra parte cuanto mayor veracidad y exactitud se refleje enellos, tanto mayores serán las probabilidades de éxito de la futuraresolución. Estos documentos deben estar permanentemente en elsitio reservado para el Comandante en Jefe en el Puesto de Mandoy aún, si éste por razones de cualquiera índole, cambia de coloca-ción o abandona temporalmente su P. C., uno de sus colaboradores osu Ayudante personal (oficial ordenanza) debe llevar consigo unareproducción manuable de ellos para presentarlos cada vez que suconsulta sea necesaria.

Los documentos señalados, contienen en sí todos los elementosque permiten la apreciación correcta de la situación: Es indispen-sable que todos los miembros de un Estado Mayor y del Cuartel Ge-neral los tengan a mano, salvo aquellos que puedan revelar el secre-to de las operaciones. Mediante este procedimiento, se podrá seguirpaso a paso la marcha de los acontecimientos, estudiar personalmen-te la situación del momento, a fin de poder responder a cualquierapregunta que se les haga, emitir una opinión, si se les pide y formu-lar las proposiciones que son propias de la función, que cada cualdesempeña.

B. —Trabajo intelectual.

Es la obra personal del Jefe y el verdadero ejercicio del altomando. Sus órganos auxiliares (Estado Mayor, Plana Mayor, etc. )aportan a esta labor intelectual su máxima cooperación, presentan-do a su Comandante, los documentos e informes ilustrativos que seacaban de mencionar, juntamente con los estudios y deduccionescaptadas o realizadas por el propio Jefe de Estado Mayor que seestimaron oportunas.

En virtud de antecedentes de origen insospechable (*), como

(*) Esta condición debe interpretarse en el sentido de la fe y confianzaque deben merecer las conclusiones de un E. M. por la profundidad y compe-tencia de sus Oficiales. "Pero de ninguna manera podría exigírsele a un E. M." el conocimiento exacto de las circunstancias en que el enemigo se encuen-" tra. La incertidumbre es lo más común en la guerra". (Ver Nos. 8 y 9Reglto. Serie B. N. º 1).

MEMORIAL DEL EJERCITO.

deben ser todos los trabajos de Estado Mayor, el Jefe se encontraráen condiciones muy ventajosas para abordar personalmente el análi-sis de la situación. Aunque sea redundancia advertirlo, debe tenersepresente, que por lo general, muchos de estos antecedentes ya obra-rían en poder del Comandante, en razón de la lógica con que se desa-rrollan los hechos en la guerra, pues los acontecimientos se sucedenen forma de expedientes que guardan un cierto orden cronológico(tiempo y espacio). Por otra parte, un Comando hábil y ejercitado,mantendrá en todo momento un estrecho contacto personal con susComandantes subalternos; como un medio de apreciar en todo mo-mento por conocimiento propio, la situación de sus tropas, sus ne-cesidades, aptitud, posibilidades, etc. Por consecuencia, un Comandan-te atento de las actividades del enemigo, previsor, ambientado en lascircunstancias del momento, que reúne las condiciones de un ver-dadero hombre de guerra, (3), no se dejará sorprender por losacontecimientos. En cada caso particular, él ya habrá estudiado yreflexionado sobre las diversas alternativas que pudieren presen-társele, ya tendré ordenadas y clasificadas en su mente las ideasfundamentales, que van a servir de base para su futura resolución.

A este respecto, viene el caso citar los conceptos de Napoleón:"Yo trabajo siempre, medito mucho. Si estoy siempre listo a respon-" der a todo, a hacer frente a todo, es que antes de emprender na-" da, he meditado largo tiempo y he previsto lo que puede suce-" der". "No es un genio quien me revela de repente, lo que debo'' decir o hacer en una circunstancia imprevista para los demás, es" el fruto de mi reflexión, de la meditación"1... "Yo trabajo siem-'' pre, en la mesa, en el teatro.. En la noche me despierto para tra-" bajar".

Si recurrimos a los ejemplos históricos, llegamos a la conclusiónque en la realización del proceso que hemos llamado intelectual, sepresentan serias objeciones que hacen peligrar la fórmula del man-do colectivo, anteriormente expresada.

a) Primera objeción. —¿Es conveniente que un Comandante enJefe aprecie y resuelva una situación, sin haber oído antes las insi-nuaciones de su Jefe de Estado Mayor, como un medio de no dejar-se influenciar por este organismo? Esto depende de las condicionesde carácter, voluntad, preparación y prestigio de las personalida-des en juego. Un Comandante en Jefe autoritario, de voluntad in-dependiente, de principios claros, consciente de su capacidad, tendráen toda circunstancia su apreciación y resolución original (vr. gr.

(3) En la interesante obra "Introducción a la Historia Militar" del Ma-yor Vicente Martínez, aparece un notable estudio sobre las condiciones de losaltos Jefes Militares. La oficialidad joven que tiene en sus manos el porvenirdel ejército debe leer, inspirar sus actos y dirigir su propia educación en laconsecución de los ideales expuestos en dicha obra.

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EL EJERCICIO DEL MANDO SUPERIOR 377

Moltke el viejo). Su orgullo personal, su gran prestigio, le permitirámantener el dominio espiritual sobre el conjunto de su Estado Ma-yor, sin tener que recurrir a ningún subterfugio, ni expediente deque se valen a menudo las mediocridades.

Ante personalidades tan superiores, nadie se siente capaz deenmendar la plana; fenómeno psicológico, que le ocurría a Federicoy a ¡Napoleón y que le sucederá siempre a las grandes personalida-des, que rodeados de colaboradores que se sienten aplastados por elbrillo del genio, (lo que inevitablemente genera actos de adulo y decortesana complacencia) hace qué el Jefe se sitúe en un estrechocírculo de meros ayudantes que en vez de obra de colaboración ejer-citan la crítica negativa. Pero, como se ha dicho anteriormente, estemétodo de mando, se ha mostrado 'históricamente ineficaz en ejérci-tos modernos que luchan en extensas y profundas zonas de acción,provistos de medios y elementos por lo demás heterogéneos.

Sin embargo, si se analiza profundamente la actividad y el man-do de los grandes capitanes ya nombrados, se llega a la conclusión,de que ambos aceptaron de acuerdo con su personalidad y con laépoca en que actuaron, la colaboración directa de sus Jefes de Esta-do Mayor y oyeron a su modo, sus proposiciones antes de tomaruna decisión de transcendencia.

Napoleón, que todo lo dominaba y absorbía y que centralizabaen su persona todos los resortes del mando, asignó siempre a su Jefede E. M. (Berthier), las funciones que corresponderían más bien alas de un "Secretario general", asistido por numerosos "Ayudan-tes", entre los cuales, se repartían las diversas labores y actividades.El Emperador, mediante su singular sistema de organización e im-ponderable capacidad de trabajo, anulaba completamente la acciónde sus colaboradores. No obstante, en el ocaso de su gloriosa y triun-fal carrera — "obsesionado según lo expresa el Mariscal Foch por" esa irresistible pasión del jugador, que ama el riesgo y desestima" el verdadero sentido de las proporciones" — el genio se ve obli-gado a considerar el consejo de sus colaboradoras, a pesar de su granorgullo personal. Ante la evidencia de los hechos, el general máspersonalista de su tiempo, acepta las insinuaciones leales y experi-mentadas de un Berthier, de un Caulaincourt, de un Rapp, queapreciaban los acontecimientos desde un plano inferior al de lasresponsabilidades supremas y auscultaban el estado psíquico y ma-terial de los eternos gruñones.

En el caso de hombres tan excepcionales como Federico, Napo-león, Moltke y otros grandes capitanes contemporáneos, es inoficio-so presumir el peligro de que hubiesen podido dejarse influenciarpor las ideas determinadas o preconcebidas de sus Estados Mayores.La historia nos dice, que todos ellos, — aún los dos primeros queal lado de la dignidad monárquica, ostentaban las prerrogativas delgenio — en víspera de dictar una resolución, cambiaban ideas con

378 MEMORIAL DEL EJERCITO.

sus colaboradores inmediatos y a menudo también sondeaban a losComandantes de las grandes unidades y aún, a Jefes subalternos.De esta manera, conocían mejor los últimos informes del enemigo,del terreno, la psicología de sus inferiores, los estados de fuerza,la distribución de las propias tropas y demás antecedentes que desdelos tiempos más remotos, han sido la preocupación del Jefe y delpersonal afecto a su Comando. Por lo general, estos grandes con-ductores de ejércitos, mantenían invariables las ideas fundamenta-les en que cifraban sus resoluciones; sin embargo, como poseían enalto grado el don de "la flexibilidad de espíritu y adaptación de suspensamientos a las circunstancias", muchos detalles complementa-rios debían modificarlos muy a menudo, en virtud de un mejor co-nocimiéto de la situación. En esta forma, los autócratas por excelen-cia, cuya voluntad era la ley suprema, aceptaban en cierto modo, laacción sugerente de sus colaboradores inmediatos.

b) Segunda objeción. —Es el caso de un Estado Mayor {Jefede E. M. ) que invade el campo de acción, las atribuciones y prerro-gativas del Comandante en Jefe y vice-versa. Lo primero sucedefatalmente cuando la personalidad de este Jefe no corresponde alos atributos profesionales propios de tan alta investidura. Un ejem-plo genuino de esta naturaleza es la posición de Moltke el viejo (Je-fe del Gran E. Mayor) con respecto de su soberano (Comandanteen Jefe por derecho propio). Este monarca tuvo el tino y la gran-deza de alma, de reconocer en este gran General, el cerebro conduc-tor de los Ejércitos vencedores en las contiendas que determinaronla unidad alemana. En efecto, el rey ejerció un Gomando sólo nomi-nal, concediendo a Molke la más amplia autoridad ejecutiva de talmodo, que este general centralizó, en su manos las verdaderas fun-ciones de Comandante y de Jefe de Estado Mayor a la vez (**).Su gran ascendiente, la fama conquistada en guerras anteriores, suscondiciones escepcionales, de carácter, de preparación e inteligen-cia; la unidad de doctrina cimentada y predicada por el mismo,"hicieron posible la realización de la fórmula del miando colectivo",que ha sido imitada y perfeccionada más tarde por los mejores ejér-citos del mundo.

Muy diversa es la actitud del Emperador con relación a Moltkeel joven. Ambos desempeñaban las misma funciones que sus antece-

(**) No se crea que por esta circunstancia, von Moltke ejercía un mandopersonal; en la guerra del 70, él fue colaborado por un E. M. en el cual figu-raban verdaderas capacidades, a saber: Tte. General von Podbieski, como Sub-jefe de E. M. Jefes de Sección: I oper. Tte. Corl. Bronsart von Schellendorf.II . Inf. y Org. Tte. Corl. von Verdy du Vernois y III . Transp. y Abast. Tte.Corl. von Brandenstein. En las Secciones figuraban von Holleben, Krause, Blu-me, Bülow, Zingler y muchos otros que llegaron a ser exponentes de la inte-lectualidad militar alemana.

EL EJERCITO DEL MANDO SUPERIOR

sores; pero sus personalidades eran diametralmente opuestas a lasde aquellos. El soberano: "orgulloso, engañado y adulado sobre sucapacidad militar, preocupado en aparentar dotes de estrategia, dé-bil de carácter, obedeciendo a sugestiones de un pequeño círculo(Gabinete privado) ", (4) quiso conservar las prerrogativas de man-do que le concedía la Constitución y no dejarse supeditar por su co-laborador inmediato; más bien dicho, quiso aparentar que él ejer-cía el mando Supremo. Con su actitud entrabó, e influyó en las re-soluciones proyectadas por el G. E. M., lo cual dio margen a nu-merosas fricciones y medidas ineficaces que hicieron perder toda laeficiencia del mando y brillante trabajo del G. E. M. alemán. Novaldría la pena describir la personalidad del General que se acabade citar, ni tampoco insistir en las consecuencias desastrosas queambos dirigentes, determinaron en el resultado final de la guerra;ellas son umversalmente conocidas. Solamente habría que hacer re-saltar la suerte y las desgracias que pueden acarrear a un país, unabuena o mala elección en el "diunvirato": Comandante. Jefe deE. M.: como asimismo, el complemento espiritual que debe existirentre estas dos personalidades.

LA VERDADERA GESTACION DE UNA RESOLUCION ENEL CONCEPTO MODERNO Y ACTUAL.

III.

A Moltke (el viejo) se le atribuye la creación del sistema quehemos designado con el nombre de mando colectivo. Sus sucesoresperseveraron (particularmente von Schlieffen) en su obra, hastaobtener un máximo de perfeccionamiento.

Según la doctrina de Moltke, un Comando (de Ejto. Cuerpo deE. División) constituye una agrupación cuyas jerarquías, prerro-gativas y responsabilidades, deben ser perfectamente determinadas.(Nuestro Reglamento Serie R. N. º 1 concuerda en absoluto con di-cha doctrina). (5). En el centro de esta organización se encuentra

(4) Conceptos tomados de las Memorias del Canciller príncipe von Bülow.(5) El Reglamento francés sobre "Organización y funcionamiento de los

Estados Mayores en Campaña", notable por su precisión, claridad y método,sintetiza muy bien el rol general del Estado Mayor, su art. 5 que dice así:"Para llenar su rol el E. M. debe:

'' 1. º Recoger y preparar por sus reconocimientos y estudios los elemen-tos de la decisión del Jefe.

2. º Traducir las decisiones del Jefe en forma de órdenes y de instruccio-nes dirigidas a las tropas y a los Servicios.

3. º Seguir especialmente en el cumplimiento de misiones de enlace, la eje-cución de las órdenes en vista de informar al Comandante".

M. del E. 3.

379

MEMORIAL DEL EJERCITO.

el Comandante en Jefe, que es la-única persona facultada para adop-tar Resoluciones. En un plano inmediatamente inferior, viene elJefe de Estado Mayor, que es el "confidente de las intenciones desu Jefe", cuya obligación es prever y preparar oportunamente losmateriales para las resoluciones. Esta posición del Comandante conrespecto a su Jefe de Estado Mayor (6) presume una educación ycultura militar homogénea, un complemento mutuo de facultadesespirituales y morales y, un permanente cambio de ideas y opinio-nes tendientes a uniformar los criterios, para transmitir en seguidaa los colaboradores inmediatos, la idea única que analizaremos másadelante.

De esta suerte, los términos Comandante responsable y Jefede Estado Mayor, forman "la unidad espiritual" que Ludendorffdescribe magistralmente en sus Memorias. Por su parte, el Jefe deEstado Mayor, en contacto íntimo con sus Jefes de repartición, alproponer sus ideas y proyectos al Comandante en Jefe, obra comopersonero e intérprete de la expresión de su Estado Mayor o mejordicho, lleva al Comandante aquella sola opinión, que es fruto de losestudios y discusiones doctrinadas del "estrecho círculo de colabora-dores inmediatos".

Este sistema de trabajo, lo vemos funcionar admirablementeen el Cuartel General del 8. 0 Ejército alemán durante el período,en el que, el binomio Hindenburg-Ludendorff, dirigía la campañade Prusia Oriental (7).

No es este el caso de esbozar las cualidades y atributos de losgrandes jefes que se citan como ejemplo, ellas son umversalmenteconocidas. Sin embargo, es necesario recalcar, que Hindenburg ensu puesto de 'Comandante, mantuvo su independencia y sus atribu-ciones en forma ejemplar. Sus resoluciones llevan el sello de su per-sonalidad. Su método, equilibrio mental, dominio de si mismo au-dacia y previsión; su enorme prestigio y respetabilidad, lo pusierona cubierto de "todo predominio del Estado Mayor"; sus decisioneseran acatadas sin vacilaciones, aun por aquellos generales que se ha-bían manifestado altaneros y desconfiados' con su antecesor, y su in-fluencia personal, se hacía sentir en todos los escalones del mando.Su Jefe de Estado Mayor, genial, audaz, fogoso, impulsivo, de ex-traordinarias dotes de trabajo, de gran capacidad intelectual, (tal-

(6) von Hinderbunrg en su obra "Aus Meinem Leben" dice al respecto:"Siempre he comparado las relaciones que yo tenía con el General Ludendorffcon las de un matrimonio bien avenido" "¿Cómo repartir rigurosamen-te en semejante unión los méritos de cada uno? Ambos se encuentran en suspensamientos y en sus actos, y las palabras de uno no son sino la expresión delos pensamientos e impresiones del otro".

(7) Y más tarde al frente del Gran Cuartel Gral. a raíz de la reorgani-zación determinada por el fracaso de sus antecesores.

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EL EJERCITO DEL MANDO SUPERIOR 381

vez superior a su Comandante); de iniciativas superiores, graciasa su gran elevación moral, sentimiento del deber y lealtad al Jefe,supo mantenerse en sus justos límites; encuadrado en las ideas deaquel.

Cuando se estudia la gestación de la operación de Tanneniberg,puede evidenciarse el valor inmenso de la unidad de doctrina, en loque se refiere al servicio de Estado Mayor. Se produce un cambioen el Comando del 8. º Ejército, sin embargo, las reparticiones delEstado Mayor y del C. G. continúan pensando y obrando al unisonocon sus nuevos Jefes y desarrollando una obra de continuidad yde unidad directiva, asegurada por un cuerpo de Oficiales de primeratalla, embebidos de una doctrina de guerra predicada y perfeccio-nada a través de muchas generaciones (8). Del mismo modo, los Co-mandos y Estados Mayores subalternos del 8. º Ejército, evidencia-ron en esa memorable campaña una gran iniciativa, una instrucciónperfecta en el sentido orgánico, estratégico y táctico, que favorecióla acción del Comando en circunstancias tan difíciles. Gracias a ésto,el binomio Hindenburg-Ludendorff, pudo realizar de una maneraideal, la fórmula que hemos designado anteriormente con el nombrede mando colectivo. Aquí se constata una vez más, la importanciadel método o sistema de mando predilecto de Moltke, experimentadopor el mismo en tres guerras consecutivas; perfeccionado, definido ydifundido principalmente por el Conde von Swhlieffen (9).

(8) Como medio de ampliar algunos conceptos, inserto un párrafo de laobra de de von Hinderburg citada anteriormente que dice así: '' Durante lar-" gos años yo mismo he desempeñado las funciones de Jefe de E. M. Este rol," con respeto al Jefe responsable, no ha sido precisado en el Ejército alemán" en la forma como yo lo he constatado por experiencia propia y reglas teó-'' ricas. La naturaleza de su colaboración y la medida como ellas se comple-" mentan mutuamente depende más bien de las personalidades. Los límites'' de sus zonas de acción recíprocas no han sido pues reglamentadas riguro-" mente. Si las relaciones del superior con su Jefe de E. M. son las que co-" rresponde, esos límites son trazados por el tacto personal y por la persona-" lidad de cada «no de ellos".

Esto prueba que los E. M. alemanes funcionaban en virtud de una doctrinatradicional, adquirida en la Kriegsakademie y disciplinada después en los E. M.,sin estar debidamente reglamentada como en el ejército francés. Sin embargo,los alemanes disponían del "Manual Rojo" reservado para el servicio de E. M.en el cual, aparecían las actividades propias de estos organismos en campaña.

(9) Muchos autores atribuyen a Moltke la creación de la doctrina de Es-tado Mayor tal como acaba de esbozar, pero a mi juicio, en ésto hay ciertaexageración, por cuanto, al estudiar las guerras de la antigüedad hasta lostiempos modernos, uno encuentra antecedentes que le permiten comprobar, quelos grandes capitanes, genios en todo sentido, ya se habían anticipado a crear

382 MEMORIAL DEL EJERCITO.

METODO RACIONAL DE ABORDAR EL ESTUDIO DE UNASITUACION DE GUERRA, CONSIDERADA DESDE LOSPUNTOS DE VISTA QUE INTERESAN AL MANDO SU-PERIOR Y ESTADO MAYOR.

IV.

Según la doctrina universalmente aceptada, el Jefe de EstadoMayor, como elemento integrante de un Comando, tiene el deber depresentar "sin reticencias a su Jefe inmediato, sus opiniones, pro-posiciones y sugerencias que se desprenden de los estudios realiza-dos por su Estado Mayor". Asimismo, debe hacer presente a su Co-mandante, todos los argumentos básicos de sus proposiciones, todavez que nadie debe conocer mejor que él los detalles de la situación.

Aún admitiendo que la unidad de la doctrina, espiritual y mo-ralmente enlace a ambos Jefes, es inevitable que personalidades tanelevadas, posean ideas propias para apreciar una misma situacióny cada cual, adopte su propia resolución que sostenga con tenacidady que considere la mejor.

Este mismo fenómeno tiene que suscitarse también, en menorgrado, entre todos los demás miembros de un Estado Mayor. Perola educación militar común, las diferencias jerárquicas, las consi-deraciones recíprocas, el prestigio, la selección de cada grado y lafe que por su preparación deben inspirar los altos puestos, evitatodas las elucubraciones estériles y todos estos elementos concurrena formar "la idea única", que refleje el sentimiento unánime delEstado Mayor. De esta suerte, todos los componentes de un Coman-do, unifican el pensamiento y su acción individual, para plasmarseo transmutarse en la idea o resolución del conjunto. Esta idea-sínte-sis, como podríamos llamarla, en el intelecto del ¡Comandante res-ponsable, adquiere la forma y todos los contornos del mando perso-nal de otros tiempos. Este método aceptado en la reglamentación detodos los ejércitos, asegura el mando único, mantiene incólume elprestigio del Comandante e impide que el Estado Mayor invada lasfacultades que no le son propias.

organismos similares a los E. M. de nuestros días, cuyas funciones estabanperfectamente delineadas, ver. gr. Aníbal, César, Federico, Napoleón, etc., serodeaban de un séquito de colaboradores. "Ni l nobi sub sole".

Asimismo, hay que reconocer que otros ejércitos europeos, como el fran-cés, el español y el italiano, han contribuido grandemente a la formación dela doctrina de E. M. la que se comprueba por la reglamentación dictada antesde la gran guerra.

EL EJERCICIO DEL MANDO SUPERIOR 383

En el estudio de una situación de guerra se distinguen dos par-tes bien marcadas: a) La apreciación o análisis de la situación pro-piawiente dicha. b) La Resolución o Decisión del Comandante res-ponsable.

La primera parte, es el proceso intelectual para analizar enforma profunda y racional los diferentes factores que intervienen enla situación del momento; o sea el estudio lógico y concluyente dela misión, de las noticias del enemigo, del balance de las fuerzasmorales, materiales y físicas, propias y adversarias, de las condi-ciones del terreno, de las probabilidades e hipótesis sobre el ene-migo, etc.

La segunda parte, es la consecuencia lógica del análisis que an-tecede o sea, la conclusión o síntesis que determina el objetivo o losobjetivos que deben alcanzarse; los procedimientos que deben em-plearse, forma y modalidades para obtener dichos objetivos.

a) La apreciación de la situación, mirada desde el punto devista que interesa al Comando y al Estado Mayor, debe analizarseen orden de importancia y en virtud de un método racional de tra-bajo. Los diferentes factores que intervienen en ella, podrían agru-parse según su índole, en la siguiente forma:

I) Análisis (síntesis) de los factores conocidos.

Entendiéndose por tales, todos aquellos elementos verdaderosde la situación, que un Comando asistido por un Estado Mayor, in-teligente y previsor debe conocer con toda precisión o al menos,procurarse los datos que revelen un máximo de exactitud. Estos fac-tores son de importancia capital.

II) Análisis (síntesis) de los factores probables.

O sea el estudio de aquellos elementos que tengan aparienciasde verdad o que deben o pueden suceder bajo ciertas condiciones.Estos factores son de menor importancia que los anteriores; perorequieren un estudio muy profundo, por cuanto, son ellos los quemotivan las grandes vacilaciones y crean en la guerra, un ambientede dudas e incertidumbres. Aunque estos factores están sometidosal cálculo y son susceptibles de previsiones, la historia nos enseña,que siempre están dominados por el azar.

III) Estudio de la hipótesis.

O mejor dicho, la suposición de todo lo que podría suceder ba-sándose en consecuencias lógicas. Por medio de este análisis, se pue-den deducir las circunstancias y las posibles intenciones del enemi-go; la capacidad de sus Comandantes y sus tropas, y hasta que pun-to, sus medidas pueden oponerse a nuestras propias resoluciones.

384 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Estos factores son de un valor muy relativo; pero un "Coman-do atento y ejercitado, sacará a menudo, importantes deduccionesde indicios de escasa valor".

(En el cuadro anexo se presenta una sipnosis que permitiráabrazar de conjunto, las partes capitales del proceso intelectual pa-ra estudiar y resolver una situación; — por otra parte, estas ideasfueron analizadas por el que suscribe, en un artículo del Memorial,institulado, "Ayuda — Memoria para el estudio y desarrollo de unasituación táctica " ) .

b) La Resolución o Decisión, mirada desde el punto de vistadel Comando y del Estado Mayor además de ser corta, precisa ycompleta, debe contener Todas las ideas y elementos fundamentalesque permitan a este complejo organismo, la iniciación simultánea yrápida de la redacción de órdenes, directivas, disposiciones corres-pondiente a la resolución adoptada. Por principio, la resolución delos Comandos superiores y medios deberá ser escrita; el ideal sería,que este importante acto de Comando, fuese redactado personalmen-te por el Comando responsable o bien dictado a su Ayudante perso-nal, como un medio de precisar las responsabilidades históricas. Sinembargo, lo común será que el Jefe de Estado Mayor en persona, seencargue de su redacción, después de oír las directivas del Coman-cfanfe en Jefe.

Los principios para determinar una resolución o decisión, estáncontenidos en el Reglamento Serie 33. N. º 1 en diversos acápites delos artículos 5 al 34.

A nuestro juicio, una resolución ideal desde el punto de vistaComando y Estado Mayor, debería contener los siguientes puntos.

1). PROCEDIMIENTO OPERATIVO O TACTICO ELEGI-DO y determinación del centro de gravedad. MISION RECIBIDAO INTENCION QUE DEBE PERSEGUIRSE. CONCEPCIONDE UN PLAN DE CONJUNTO A OBJETO DE REALIZAR LOSPROPOSITOS DECIDIDOS O SEA LA DETERMINACION DEUN ESQUEMA DE LO QUE DEBE HACERSE, en vista de ase-gurar la unidad de pensamiento y de acción entre todos los compo-nentes del Estado Mayor, con respecto de la operación o acción de-cidida. En dicho plan, es necesario concebir y sintetizar las ideasde conjunto, cuya modalidad y condiciones, servirán de base pararealizar con unidad la acción estratégica o táctica; es decir, la com-binación armónica de los diversos factores analizados en la aprecia-ción (vr. gr. enemigo, medios, terreno, espacio y circunstanciasdel momento). (10).

(10) En Francia a esto se le llama en la ofensiva, idea general de manio-bras y en la defensiva: Concepto general de la defensa. La escuela alemana noprecisa bien este concepto y confía más bien en la unidad de doctrina, inicia-tiva y uniformidad de la instrucción del cuerpo de oficiales,

EL EJERCICIO DEL MANDO SUPERIOR 385

2) DISPOSITIVO GENERAL DE LAS TROPAS Y DISTRI-BUCION DE LAS MISIONES CAPITALES. En este capítulo de-ben considerarse sólo aquellas previsiones que tienen un alto inte-rés desde el punto de vista del Comando, tales como la aplicaciónde los principios de la economía de fuerzas, (colocación de la Reser-va General; fuegos de artillería a disposición del Comando): Dis-positivo de seguridad para garantir la libertad de acción del Jefe yseguridad táctica, Asimismo, es necesario determinar el apoyo ycooperación entre las diversas unidades; prever las modificacionesque debe sufrir el dispositivo inicial en el transcurso de la opera-ción, de la batalla o del combate, etc.

3) Previsiones pata aseguran la unidad de acción, en aquellosórganos o servidlos cuya actividad, pueda tener influencia decisivaen el éxito y eficacia del plan proyectado; como por ejemplo, en laexploración, búsqueda de informaciones, transmisiones, etc.

Sería inoficioso extenderse en el axioma que prescribe que elJefe de elevada categoría "no debe perderse en detalles sin impor-tancia, que le harían perder la dirección del don junto". Un jefe há-bil y conocedor de su misión, sabrá mantenerse en su justo límite.No obstante, conviene anotar el (hecho de que los grandes fracasosmilitares se deben a la omisión o desprecio por los detalles. "A los" grandes conductores: ningún detalle les ha parecido demasiado" ínfimo, pues el mundo es hecho por millones de ellos" (Ludwig).

Una resolución redactada conforme a las ideas que se acabande exponer, constituye una directiva completa y esquema precisoque permite al Jefe de Estado Mayor, dirigir con toda rapidez eltrabajo de sus diferentes Departamentos en el sentido de estudiar yreglar los detalles propios de cada especialidad; proponer y redactarlas diferentes órdenes y medidas que se desprenden de la resoluciónya adoptada.

Una vez ¡dictada la resolución o decisión, puede decirse quetermina para el Comandante una etapa intelectual de gran fatigay agitación (el acto divino del mando según Foch), que implicaun desgaste nervioso abrumador (11). Por eso, es necesario que elJefe pase a otra actividad que le permita conservar su lucidez de

(11) Estas frases de Napoleón nos darán una idea precisa sobre el par-ticular: '' Cuando determino un plan militar, no hay hombre más pusilánime" que yo. Me agrando todos los peligros y todos los males posibles dentro de" las circunstancias. Estoy en una agitación terrible. Eso no me impide mos-" trarme sereno ante las personas que me rodean". . . "

El Mariscal Foch, Hindenburg, Ludendorff y todos los grandes jefes de laguerra mundial abundan en los mismos conceptos napoleónicos, cuando descri-ben el estado psicológico porque atraviesa un General a raíz de una decisiónque puede comprometer la suerte de un país,

386 MEMORIAL DEL EJERCITO.

espíritu, economizar su vigor físico y moral, para hacer frente alos acontecimientos que en la guerra se suceden en forma avasa-lladora.

Mientras el Estado Mayor despliega toda su capacidad en tra-ducir su resolución en órdenes de ejecución, el Comandante debeordenar su mente y buscar el equilibrio de sus facultades que hansido sometidas a una dura prueba, para dominar el cuadro del con-junto desde un plano superior. Si las circunstancias lo permitenbusca el contacto personal o telefónico con los Comandantes subor-dinados (especialmente con aquellos que llevan el eje del esfuerzo).En situaciones normales, tomará contacto personal con las tropaspara ver por sus propios ojos su verdadero estado moral y físico.La presencia del Jefe en la primera línea, aparte de tonificar lamoral de las tropas, le permite dar a conocer a los Comandos su-bordinados, las líneas generales de sus propósitos; con lo cual, seafianza la unidad de acción y mejor comprensión de las misiones.En situaciones de combate, el Comando se cuidará especialmentede no dejarse influenciar por hechos locales (ver Reglamento Se-rie B. N. º 1 art. 5).

El acto de recibir la ¡Resolución del Comandante, marca la ini-ciación del trabajo intelectual del Jefe de Estado Mayor y sus or-ganismos colaboradores. Un Estado Mayor preparado y doctrinado,debe estar en condiciones de efectuar su trabajo de inmediato ysimultáneamente, sin tener que distraer la atención del Jefe conpreguntas o consultas inoportunas.

En un próximo trabajo estudiaré la actividad de un Estado Mayor en latécnica de la redacción de una orden.

Osvaldo Valencia Z.Coronel y Jefe del Departamento de Transportes del

Estado Mayor del Ejto.

EL EJERCICIO DEL MANDO SUPERIOR 387

OBSERVACIONES AL CUADRO SINOPTICO ANEXO.

La organización del trabajo tal como se presenta en el cuadrosinóptico, es una idea personal del autor. Indudablemente, cualquieroficial con más experiencia y conocimientos sobre la materia, podríaobtener una fórmula ideal.

Los profesores del ramo de Servicio de E. M. de nuestra Aca-demia de Guerra, encargados de perfeccionar y difundir la buenadoctrina, tienen la palabra. Estimo que es necesario uniformar losmétodos y procedimientos.

1) Para la confección de los diversos documentos y anteceden-tes, no podrían darse esquemas por tratarse de asuntos tan variadosy complejos; su calidad depende de la selección, instrucción, expe-riencia y unidad de doctrina de los Oficiales de E. M. Solamentepodría recomendarse:

a) Que ellos deben hacerse en forma de síntesis a objeto depermitir rápidamente las, deducciones y conclusiones del caso.

b) Que a primera vista den una idea clara, de lo que se trata ypermitan establecer balances, deducciones comparativas, conclusio-nes precisas, etc.

c) Que sean sencillos, manuables y sin detalles innecesarios; fá-ciles de retener en la memoria efe. para lo cual, deben ser objetivos(gráficos, cuadros, signos y colores llamativos).

d) Finalmente, es necesario archivar los diferentes documentosy elementos de las decisiones, de manera, que sea fácil establecercomparaciones con las situaciones anteriores.

2) Para obtener antecedentes de valor real y efectivo, se re-quiere un trabajo bien organizado, dirigido y coordinado personal-mente por el Jefe de E. M. Es indispensable asimismo, el intercam-bio permanente de ideas entre los Departamentos y Secciones y lasrelaciones directas entre oficial y oficial. Así puede obtenerse launidad en todo el trabajo, la precisión de conceptos, las posibilida-des de realización de ciertas concepciones, etc. El método para ase-gurar esta coordinación, es cuestión personal de cada Jefe de EstadoMayor,

388 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Cuadro sinóptico que permite abarcar de un golpe, los diferen-tes factores que intervienen en el estudio de una situación;complementado por los documentos más importantes que de-ben ilustrar el criterio del propio Jefe de E. M. y el de suComandante en Jefe. Se especifica además, la reparticiónresponsable de mantenerlos al día, estudiarlos y clasificarlos.

Documentos y antecedentes que se requieren.Repartición que debemantenerlos al día.

I. —FACTORES CONOCIDOS.

A) Plan de operaciones. —Tarea. —Objetivo.

A. ) Plan de Operaciones. —Tarea—Objetivo.Resumen del Plan de operaciones en vigen-

cia, en ejecución o en proyecto. Resumen delas Directivas de la Dirección Suprema, si setrata del Ejto. o unidades independientes.Resumen de las últimas órdenes de operacio-nes, si se trata de Divisiones o unidades en-cuadradas. Proyecto de plan (operativo o tác-tico, según las circunstancias) o bien. Pro-posiciones al respecto, en virtud de la situa-ción del momento. (Ofensiva. Defensiva. Pun-to débil del adversario. Objetivos que se pro-ponen para la gran unidad y unidades subor-dinadas. Zona donde conviene llevar el es-fuerzo principal; gravedad, reservas, masade la artillería, etc. ) (5).

B) Terreno.

Cartas, fotografías aéreas y croquis ilus-trados haciendo resaltar en ellas los acciden-tes capitales del terreno, las obras de arte,trabajos de fortificación, organizaciones de-trás de las líneas contrarias. Síntesis de to-dos los reconocimientos y conclusiones de in-terés para el Comando correspondiente.

Sección I. a.

Sección I. b.

EL EJERCICIO DEL MANDO SUPERIOR 389

Documentos y antecedentes que se requieren.Repartición que debemantenerlos al día.

C) Situación de las propias fuerzas.

Formación de Guerra del Ejército o granunidad. Cuadro resumen de los efectivos dis-ponibles: hombres, bocas de fuego, carros decombate, caballos, aviones, etc. (2). Unida-des en transporte. Estado de los reemplazos. Sección I. c.Carta a escala conveniente señalando el dis-positivo (general propio en el momento de ladecisión(3). Resumen sobre el estado físicoy moral en el conjunto del Ejército o granunidad.

D) Situación de abastecimiento y acarreo.

Carta de la situación general de abasteci-miento y acarreo confeccionada de maneraque de un golpe de vista pueda verse la orga-nización de conjunto de todos los servicios.Cuadro demostrativo de las disponibilidadesde los diversos aprovisionamientos. Munición,combustible, víveres, forraje, etc., ganado ydemás elementos. Resumen de los Planes deAbastecimiento y Acarreo en ejecución o enproyecto. Cuadro demostrativo de las evacua-ciones en todo género (heridos, enfermos,prisioneros, poblaciones civiles, botín, etc. ).Carta de la red caminera y de la circuyeron.Previsiones o proposiciones que se estimarennecesarias para asegurar las operaciones encurso o en vía de ejecución, este.

Depart. IV. PlanaMayor del C. Maes-tre.

II. (1) FACTORES PROBABLES.

A) Informaciones del enemigo.

Formación de guerra, composición de lasunidades y organización que se atribuye alenemigo. Cuadro Resumen de los efectivosprobables del contrario: hombres, boca de fue-go, carros de combate, caballos, aviones, etc.,unidades en transporte, estado de los reem-

390 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Documentos y antecedentes que se requieren.Repartición que debemantenerlos al día.

Sección I. b.

plazos, etc. (2). Carta a escala convenienteseñalando el dispositivo que se atribuye alenemigo en el momento de decisión (3). Re-sumen sobre la actividad táctica, enemigo,aviación, artillería, gases de combate, depó-sitos de materiales, víveres, actividad en loscaminos, vía férreas; probables concentracio-nes de tropas; antecedentes sobre los Coman-dos y estado físico y moral de las tropas.

Síntesis de informaciones (resumiendo enun solo cuerpo todos los antecedentes ante-riormente citados) de manera que el Jefe pue-da formarse un cuadro preciso de la situacióngeneral y particular contraria (4).

B) Climatología.

Previsiones del tiempo y climatología: vi-sibilidad, transitabilidad, lluvia, nieve, etc. yacción probable de otros factores climatélicos.Condiciones probables de los caminos, campode batalla, del aire, etc. Previsiones tendien-tes a neutralizar la influencia de estos facto-res en la consecución de los planes en ejecu-ción o en proyecto.

C) Cálculo del espacio y del tiempo.

Gráfico que muestre el cálculo del tiempoy espacio: en situaciones operativas, determi-nar con precisión el tiempo necesario para lapropia concentración, despliegue, ramifica-ción y alistamiento para la batalla (duraciónde los transportes, marchas, contratiempos,etc. ). En situaciones tácticas calcular el tiem-po que necesitan las diferentes armas y ele-mentos y el conjunta del Ejército o gran uni-dad para entrar en acción, a saber: tiempoque requiere la ocupación de la posición departida para el ataque: la que demorará unaacción envolvente, una organización defensi-va, una retirada, el repliegue del material, loscambios de posición, etc. (7).

Sección I. b.

Sección I. a. en co-laboración con IV. e.

EL EJERCICIO DEL MANDO SUPERIOR 391

Documentos y antecedentes que se requieren.Repartición que debemantenerlos al día.

Previsiones y proposiciones para que estosfactores favorezcan los propios designios:marchas nocturnas, empleo del ferrocarril,transportes de tropas en automóviles, etc.Proyecto de dispositivo general de las tropastendiente a ganar tiempo y satisfacer los prin-cipios de sorpresa, seguridad y economía defuerzas (5).

III. (1) HIPOTESIS DEL ENEMIGO.

En este capítulo hay que analizar los mis-mas antecedentes del anterior en lo que se re-fiere al enemigo (4). Además deben efectuar-se los siguientes estudios: Posible plan deoperaciones enemigo. Las medidas que posi-blemente tomará y que pueden entorpecer ohacer fracazar los propios planes. En situa-ciones tácticas analizar las posibles reaccio-nes del contrario en los diversos sectores delcombate.

Sección I. b. en co-laboración con I. a.

Notas. — (1) La teoría sobre estos factores está desarrollada en el "Ayu-da-Memoria para el estudio y desarrollo de la apreciación de una situación",publicado por el autor en el "Memorial".

(2). Estos trabajos deben guardar absoluta relación entre sí.(3). Pueden confeccionarse en un mismo plano.(4). En ambos documentos se requiere la Mayor secuencia.(5). Estos documentos son recíprocos.

Relación y experiencias del Concursode Patrullas del año 1937.

P o r el Mayor Edgardo Porta les .

Como en años anteriores, se efectuó, días después del Raid deArrastre, el Concurso de Patrullas para unidades de caballería. To-maron parte en esta competencia 5 equipos de 11 hombres con 1 Ofi-cial. Las unidades que participaron fueron las siguientes: Escuelade Caballería, Regimiento de Caballería N. º 2 "Cazadores", Regi-miento de Caballería N. º 3 "Húsares", Regimiento de CaballeríaN. º 4 "Coraceros", y Regimiento de Caballería N. º 5 "Guías". An-tes de la partida, fue sometido a un minucioso examen, el ganado,el equipo y enfardamiento. Además, el personal debió rendir unaprueba oral y escrita, y las notas obtenidas fueron tomadas muy encuenta para el puntaje final.

La partida se realizó el 21 de abril, llegando ese día las patru-llas a vivaquear a Peñaflor. La marcha se efectuó con un términomedio de 7 a 8 Km. por hora. Se hizo un tiro de combate en laCuesta de Pelvín, y el porcentaje de impactos alcanzado fue de22%, en día nublado, a pesar que la visibilidad de los blancos nofue muy fácil, dado lo accidentado del terreno y lo espeso de lavegetación. Desde Pelvín se continuó por Baracaldo a Melipilla,en donde las tropas usaron la lanza en el Concurso de Estocadas,contra 10 objetivos por estocar. El término medio fue de 7, 6 deblancos tocados. Se continuó desde ese punto por Chocalán-Pa-yaeave, Cuesta de Rangüe hasta el vínculo, donde vivaquearon lanoche del 23. Tanto los Oficiales como los Comandantes reempla-zantes de las patrullas, recibieron en ese lugar una nueva situaciónde guerra, en dirección a San Bernardo. En este punto se había pre-parado un recorrido de 2. 000 metros de extensión con obstáculosy saltos naturales, y que fue realizado en más o menos 6 minutos

394 MEMORIAL DEL EJERCITO.

por cada hombre. De regreso se llegó, a Santiago el día 24, despuésde un recorrido de 300 kilómetros y que demoró 4 días.

En la revista efectuada al regreso, a los hombres, ganado yequipo, se constató, como en ningún año anterior, la absoluta ca-rencia de ¡ganado inutilizado, jinetes afectados o pérdidas de es-pecies, a pesar que das jornadas fueron de 70 kilómetros, más o me-nos, por cada día. Se empleó el yatagán, pero se pudo evidenciarla ineludible necesidad de seguir usando el sable, por cuanto lacaballería, como es lógico suponer, se empleará en la exploración yen el combate de encuentro. Es decir, continuará siendo un armamóvil por excelencia y no se amarrará al terreno en combates defondo, donde tenga que preparar zanjas o pasar al asalto. En esteúltimo caso, creo que usurparíamos los honores que le correspondena la Infantería y su cooperadora, la Artillería. A ellas les perte-nece la gloria de aferrarse a los puntos alcanzados, y a la Caba-Hería, como dice nuestro General F. J. Días, siempre le correspon-derá actuar a los flancos o en misiones de exploración o encubri-miento. Pero echará pie a tierra para abrir paso al cumplimientode su misión por medio del fuego, sólo en casos muy justificados.

¿Cuál es, entonces, la saludable experiencia del Concurso dePatrullas? La de aligerar la caballería o reemplazarla por una ca-ballería ligera ágil, capaz de cumplir su misión con viveza y sinque leve sobre un caballo el peso muerto de su enfardamiento.Esto le dificulta su acción y la fatiga prematuramente. Tambiénse puede mantener una caballería pesada que logre llevar estemuestrario de armas, equipos y accesorios, pero su empleo serálimitado por su peso, a pesar que la calidad del ganado pueda serapta para este enfardamiento. Las patrullas consumieron su por-ción de reserva, la que se les reponía en los vivacs; pero recibíancomida caliente sólo una vez al día. Todo esto dio buen resultado.Se comprobó que la misión de campaña para el ganado era insu-ficiente, pues el desgaste va en relación a la nutrición. Bebe au-nuentarse en un kilo más, el grano y el pasto. El falso-jaquimónes muy cómodo y sería de utilidad estudiar, de una vez por todas,un freno y cabezada standard para el Ejército, pues el tipo Rein-hardt es complicado y tiene mucho bocado para un caballo corrien-te, de 1. 52 de alzada. La frazada sobre la manta pelero dio exce-lentes resultados. La forma de llevar la carabina en el "Húsares",es muy práctica, por cuanto el jinete monta con gran facilidad, y,en cambio, su espalda va libre de su peso. Puede ser que el añopróximo, una unidad presente la carabina en un medio estuche,colgado al lado derecho de la montura, lo que es una forma muymoderna y práctica.

¡La lanza es débil, pues el coligue no resiste una estocada conenergía. Por esto se quebraron varias en la moharra. Deben serforradas o bien tubulares de metal.

RELACION Y EXPERIENCIA DEL. . . 395

Este raid ha dejado muchas experiencias que no es del casoexponer en todos sus detalles, pero, por sobre todo, ha demostradoque el personal ha progresado mucho en cuanto a performances,energía moral y disciplina de marcha, ya que no ha habido unanota que haya empañado la nitidez de la acción personal y delconjunto que tomó parte.

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M. del E. 4.

Estudios y comentarios sobre nuestroReglamento.

(Traducido del N. º 531 de la Revue d'Infanterie).

Por el Capitán Sr. Oscar Soriano Besoaín.

(Continuación).

Ensayo sobre organización de las pequeñas unidades deInfantería.

El problema puede plantearse de la manera siguiente: orga-nizar las pequeñas unidades tomando en cuenta las enseñanzas dela guerra y los progresos del armamento,, sin provocar un aumentode los efectivos.

Ante todo, recordemos, a manera de preámbulo, este párrafodel "Manual del Comandante de Sección", de 1918: "El combateno puede siempre ser conducido hasta el final por unidades regu-lares: es conducido muy a menudo por grupos de fuerza aproxi-mada a una media sección"; y este otro, extractado del Informeal Ministro sobre el Reglamento de 1920: "La experiencia de finesde la guerra ha demostrado que la media sección de veinte hom-bres era todavía demasiado pesada y vulnerable".

El Reglamento de 1920 era sabio, cuando quería crear "unacélula elemental de la Infantería", dividida en dos cuadrillas:una de fuego, una de movimiento y, además, dotada de un lanza-granadas V. B. Desgraciadamente, esta célula era demasiado débil;se hacía necesario doblar su efectivo y confiar su mando a unoficial (o asimilado); se obtenía así una unidad de fuerza superiora veinte hombres, es cierto, pero que podía ser fácilmente divididaen dos para disminuir su vulnerabilidad.

398 MEMORIAL DEL EJERCITO.

El Reglamento de 192. 8, al querer reaccionar "contra la in-significancia aparente de la misión del comandante de sección ylas posibilidades de maniobra del grupo", ha agravado el mal alprivar de su comandante a la cuadrilla de movimiento y al reducira los tiradores al sencillo papel de "coristas".

Es de esperar que la refundición de nuestro Reglamento, ine-vitable a consecuencia de la adopción de nuevos materiales para lainstrucción, considerará el hecho de que:

—La sección debe ser la unidad elemental de la Infantería.—El lanza-granadas V. B., claramente insuficiente, debe ser

reemplazado por un lanza-granadas;—Las unidades de ametralladoras de los regimientos de Infan-

tería, demasiado numerosas, deben ser reducidas en prove-cho de los tiradores y de las unidades de máquinas de tirocurvo, armas esencialmente ofensivas.

La sección de fusileros-tiradores podría estar compuesta dedos medias secciones que tuvieran misiones diferentes:

1 media sección de fusileros.1 media sección de tiradores más un suboficial reemplazan-

te, 1 observador, 1 mensajero.

La media sección de fusileros compuesta de:

2 cuadrillas de fusileros de: 1 tirador, 1 cargador, 1 alimen-tador.

1 cuadrilla de 3 alimentadores.

La inedia sección de tiradores, compuesta de:

2 cuadrillas de 3 tiradores.1 cuadrilla de 3 lanzadores de granadas de fusil.

Lo que daría en total:

3 suboficiales (i2 comandantes de medias secciones, 1 subofi-cial reemplazante);

4 Cabos, comandantes de cuadrilla;20 soldados.

Esta sección podría reunirse: en hilera simple, los fusileroso tiradores a la cabeza; en hilera doble, por medias secciones reu-nidas o por medias secciones sucesivas en hilera doble.

ESTUDIOS Y COMENTARIOS SOBRE... 399

Comandante de Sección Comandante de Sección

Sargento Sargento Sargento CaboApuntador Tirador Apuntador TiradorCargador Tirador Cargador CargadorAlimentador Tirador Alimentador AlimentadorCabo Cabo Cabo AlimentadorApuntador Tirador Alimentador AlimentadorCargador Tirador Sargento CaboAlimentador Tirador Tirador TiradorCabo Cabo Tirador TiradorAlimentador Granadero Tirador TiradorAlimentador Granadero Cabo GranaderoAlimentador Granadero Granadero GranaderoObservador Mensajero Observador MensajeroSuboficial reemplazante Suboficial reemplazante

El fraccionamiento de la sección en 2, 3, 4 o 5 partes, permi-tiría adoptar las formaciones que más convinieran a las diversascircunstancias del combate y disminuirían su vulnerabilidad. Lasprincipales podrían ser, además de la hilera simple o la hileradoble:

a) La formación "en triángulo", los tiradores y los granaderosen los ángulos, los fusileros al centro:

Tirador Tirador Tirador Fusilero Tirador

Fusilero FusileroFusilero Alimentador

Alimentador GranaderoGranadero

Sección encuadrada. Toma de contacto. Ataque.

b) La formación "de batalla" (fin del ataque y asalto):

Fusilero Fusilero Tirador Tirador

Alimentador Granadero

e) La formación "en cuadro", los tiradores, granaderos y ali-mentadores en los ángulos, los fusileros en el centro; o bien losfusileros en una diagonal y los tiradores en la otra:

Nota. —Los fusileros están generalmente agrupados y en lamano del comandante de sección.

La organización de la compañía no sería cambiada; compren-dería siempre 4 secciones de combate y 1 sección de comando, más1 o 2 morteros de 60, lo que daría un efectivo de 147 hombres,aproximadamente.

J . R.

400 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Composición y armamento de la sección.

Todo el mundo está de acuerdo sobre la pesadez de la sección,tal como la constituyó el Reglamento de 1928, y sobre sus escasasaptitudes maniobreras (1).

Se ha cometido un error. Insistir en él sería un verdadero de-lito. Por otra parte, se ha dicho ya —y en mejor forma que yo—lo que convendría hacer para devolver a los tiradores la autonomíay la aptitud maniobrera que su subordinación al arma automáticale ha hecho perder.

Aún más grave que este amontonamiento de rebaño del grupo,alrededor de su F. A., es la casi imposibilidad para el Coman-dante de Sección de ejercer una acción cualquiera en el curso delcombate. El Suboficial es rey y el comandante de sección no tieneya, cuando ha asignado una misión a sus sargentos, otro papel quedesempeñar que el de "cabo de fila". El no puede, a causa de laidentidad de sus tres grupos, ni dosificar sus medios de fuego, nimaniobrar verdaderamente para hacer caer resistencias. Su laborse hace brutal y simplista: atacar directamente delante de él.

Será inútil dotarlo de un aparato de T. S. H. que, por redu-cido que sea, no hará —aunque no se descomponga— sino estor-barlo y entorpecerlo, sin remediar su achaque congénito: se sufremenos siendo mudo que siendo manco.

'Si me fuera permitido formular, a mi vez, una opinión, dedi-caría una especialísima preferencia a la vuelta al sistema de lasdos medias secciones, mandadas cada una por un sargento; pero—y es en esto en lo que difiero de los autores que han preconi-zado esta solución—( de dos medias secciones no idénticas.

Ellas estarían constituidas así:

1. ª media sección:

1 suboficial;1 escuadra de tiradores (1 cabo y 9 hombres);1 escuadra de fusileros dotada de 2 F. As. (1 cabo, 2 tira-

dores, 2 cargadores, 2 alimentadores).

(1) El grupo de combate, formación adecuada para un ejército profesionalde largo servicio militar, no tiene aplicación, vive Dios! en un ejército compuestocasi en su totalidad de reservistas y donde los sub-oficiales, formados en pocosmeses, no tienen ya, cuando acaban de cumplir un período de reserva, ni instruc-ción, ni Iniciativa, como si nunca la hubieran poseído. En la maniobra, el infortu-nado comandante de sección está obligado a desempeñar el papel del perro delpastor, corriendo de un grupo a otro, para explicar su misión a los sargentos.¿Qué pasaría en el combate?

ESTUDIOS Y COMENTARIOS SOBRE... 401

2. ª media sección:

1 suboficial;1 escuadra de fusileros dotada de 2 F. As. (1 cabo, 2 tira-

dores, 2 cargadores, 4 alimentadores);1 escuadra de tromblón (1 cabo, 5 granaderos, el observador,

el mensajero).

O sea, en total, para la sección:

1 Comandante de sección;3 suboficiales (incluso un suboficial reemplazante);4 cabos;32 tiradores.

En lugar de:

1 Comandante de sección;4 suboficiales;4 cabos;32 soldados.

Se tendrá, pues, el mismo número de cabos y soldados, unfusil- ametrallador más, la misma dotación de munición (4. 000 enlugar de 3. 975 cartuchos), y lo que, según mi opinión, es esencial,un suboficial más.

Desiré J. ToupanceTeniente de Reserva.

404 MEMORIAL DEL EJERCITO.

El fin que persigue el presente artículo no es el de fijar nor-mas o rumbos definidos, es, más bien, un gran punto de interroga-ción que lanzamos hacia el porvenir, a fin de llamar la atenciónsobre nuevos y delicados problemas.

Puede que el lector nos considere demasiado prudentes y pue-de, también, que estime que nos concentramos exclusivamente enel solo dominio terrestre, sin hacer intervenir en la batalla, contodo su peso, la acción en conjunto de todas las fuerzas del aire.No habrá que sacar de, este procedimiento la conclusión de que des-conocemos el importante valor de las fuerzas del espacio; pero,no debe olvidarse que nuestro interés se dirige a un sólo objetivo:¿Qué modificaciones pueden sufrir las habituales formas de com-bate', ofensiva y defensiva, en razón directa con el desenvolvimientoa que han llegado las máquinas blindadas de combate?

Si extendiéramos este estudio hasta otros puntos, según nues-tro modo de ver, nos saldríamos del cuadro táctico, a la vez con-creto y objetivo, que nos hemos trazado. Abarcando un objetivomucho más complejo, correríamos el riesgo de lanzarnos por un ca-mino incierto.

En un artículo de reciente publicación en la "Revue Mili-taire Francaise", el Teniente Coronel Perré, después de presentarun cuadro de conjunto de los diferentes modelos de los carros deasalto construidos en distintos países, establece una racional cla-sificación de estas máquinas de guerra. Basándose en las fechasde construcción y en sus características generales, tanto mecáni-cas como tácticas, los agrupa en "familias" y llega a las siguien-tes conclusiones:

No pueden existir "carros que sirven para todo", cada mo-delo de aparato tiene sus características bien determinadas y queson propias al rol que debe llenar en el campo de batalla.

Por analogía con los buques de guerra, sus característicasesenciales, armamento y personal, blindaje, potencia motriz y ve-locidad, radio de acción, están unidas por una ecuación de peso,lo que hace que los diversos tipos de máquinas blindadas puedanclasificarse según su tonelaje. En tales condiciones, no sólo debe-mos clasificar algunos modelos especiales de carros de combate,sino también el sistema de su concepción general, el cual ya cono-cemos en el dominio de la artillería, en las fuerzas navales y enlas aéreas.

Igual que en el mar tenemos acorazados de 25. 000 a 30. 000toneladas, buques avisos, destroyers y torpederos, también tene-mos en tierra, según la nomenclatura dada por el Teniente CoronelPerré, carros pesados de 30 a 60 toneladas, carros medios de 10 a20 toneladas, carros medio-livianos de 6 a 10 toneladas y carroslivianos de 2 a 6 toneladas. Cada carro destinado a cumplir unamisión bien definida sobre el campo de batalla.

LA OFENSIVA Y LA DEFENSIVA CON... 405Por lo demás, este sistema engloba tanto a las máquinas que

pertenecen al arma de infantería llamadas "carros de asalto", co-mo también a las pertenecientes a la caballería y que se les deno-mina "autos ametralladores de reconocimiento y de combate". Enesta materia no cabría señalar una particularidad individual paracada caso, pués para nuestra organización militar y táctica modernadebe incorporarse el sistema completo de estas máquinas blinda-das.

Para evitar el estudio de la evolución de las ideas que se re-fieren al empleo de los carros de combate, recordemos que, segúnla definición del Teniente Coronel Perré, estos carros constituyenesencialmente máquinas acorazadas que se desplazan por mediode una oruga integral y transportan un armamento destinado alataque y al combate en las proximidades de los medios de fuego de-fensivos del adversario.

Su método de acción, aun en la defensiva, es siempre ofen-sivo. Utilizar los carros empleando defensivamente las armas defuego de que están equipados es, simplemente, una herejía. Sicircunstancias especiales y muy calificadas obligan a que sean em-pleados defensivamente, ellas deben ser consideradas como absolu-tamente excepcionales y, en todo caso, como momentáneas.

No quisiéramos comentar en detalle las reglas generales delempleo de los carros; sin embargo, se imponen algunas reflexionesal respecto:

1) La capacidad de visión que el ocupante tiene sobre el te-rreno que lo rodea, durante el combate, es siempre muy restrin-gida. Los aparatos ópticos de que dispone, estrechas aberturas devisibilidad, periscopios, etc., dominan un campo relativamente es-trecho, campo que puede ser fácilmente obscurecido por el humode las explosiones. Por lo demás, esta visión es tanto más fragmen-taria, cuanto que ella se ve limitada con la mayor rapidez de mar-cha de la máquina.

Por lo tanto, durante la acción, el Jefe del carro no está encondiciones de descubrir personalmente los puntos sobre los cualesdebe obrar. Antes de iniciar el avance, deberá orientarse, en formaabsolutamente segura, sobre la ubicación de los objetivos que debeatacar. Sólo entonces se dirigirá recto a su objetivo, tratando deesquivar el tiro de frente de las armas "anti-carros" enemigas,a fin de dificultar su puntería, y observando, como mejor pueda,lo que ocurre a su derecha e izquierda.

Si el terreno es cubierto y está ocupado, a cada instante co-rrerá el riesgo de caer en una emboscada.

Será tanto más fácil de dirigir y conducir la acción de los ca-rros de combate, cuanto más claro se presente el terreno y cuantomás libre se vea de toda máscara o accidente susceptible de ocultararmas '' anti-carros''.

406 MEMORIAL DEL EJERCITO.

2) La velocidad del carro es una cualidad manifiesta; le per-mite llegar rápidamente sobre su objetivo, escapar al ataque deladversario, poder desprenderse y escapar en caso de no alcanzarsu objetivo. Pero tiene el grave inconveniente de permitirle atrave-sar rápidamente un terreno que previamente no ha sido despejadode tropas enemigas defensoras de esa región. La misma rapidez demarcha va creando fatalmente una separación progresiva que au-menta rápidamente, entre el carro que avanza y la tropa de infan-tería que lo sigue, quien, en realidad, es la única realmente capazde conquistar y ocupar el terreno.

Por último, esta velocidad, que para un carro moderno es de15 a 20 kilómetros por ¡hora en terreno plano y unido, disminuyeen proporción importante cuando se trata de un terreno malo yaccidentado, y se reduce casi a cero cuando el carro debe franquearun obstáculo cualquiera, taludes, fosos, etc...

Podemos agregar que en estos momentos la máquina blindadase hace en extremo vulnerable, pues se presenta como un blancomuy propicio, aun para el tiro indirecto de la artillería.

No es, pues, la velocidad, una cualidad absoluta del carro;parece que mejor es considerarla como la marca de un excedentede potencia motriz que muchas veces tendrá que utilizar y que esindispensable en una máquina de combate.

Contando con esta velocidad de desplazamiento que los dife-rencia sensiblemente de la infantería, los carros modernos de acom-pañamiento no pueden quedar ligados de una manera rígida a lalínea de combate. Ellos se adelantan para neutralizar los objetivosque le son designados. Después, despejando el campo, esperan quela infantería se les reúna. La liberan, también, de aquellas partesdel terreno y del enemigo que la pueda molestar, por medio de sal-tos sucesivos, tan pronto precediéndola como también esperándola,pero siempre quedando a su alcance inmediato.

De una manera análoga obran los "carros en maniobra de con-junto", pero sus saltos son de mayor alcance que los carros deacompañamiento.

Por último, la protección de un primer escalón de carros porun segundo escalón, sólo se obtiene mediante una articulación muyflexible del dispositivo. Las secciones o compañías que constitu-yen este segundo escalón deben tener, cada una, un sector de vi-gilancia y de intervención bien determinados.

Si, en un momento dado, descubren en estos sectores armas"anti-carros" en acción, procederán con toda rapidez y se lanza-rán contra ellas a fin de neutralizarlas o destruirlas por medio desus fuegos. Terminado este rol, las unidades de carros vuelven atomar su colocación dentro del dispositivo general que les ha sidoasignado.

LA OFENSIVA Y LA DEFENSIVA CON... 407

Debemos anotar que esta misión de protección dada a unoscarros en beneficio de otros, es una misión que se aparta de surol general y que no guarda relación con la tarea que deben desa-rrollar en su unión con la infantería. Por lo tanto, las máquinasque reciban tal misión serán incapaces de asegurar, mientras cum-plen esta nueva misión, la neutralización del terreno que debebeneficiar a la infantería.

De lo manifestado resulta que: la velocidad media de marchaal combate, de una fuerza blindada será siempre sensiblemente menora la velocidad que en un momento dado puedan desarrollar losaparatos.

Por último, debemos tener presente que será posible procederen forma diferente si, en el caso de protección de un escalón porun segundo escalón, éste último está dotado con armamento espe-cialmente adaptado a la tarea que debe cumplir (cañones auto-motores blindados) susceptibles de emplear sus fuegos con buenéxito a distancias de 1. 500 a '2. 000 metros. En tal caso, el conjuntopodría desplazarse de una manera sensiblemente uniforme y sinmodificación de su dispositivo.

Cualquiera que sea el grado de protección de las máquinasblindadas e independientes del tiro que su artillería haya ejecu-tado para despejarle el camino al frente, en vista del progreso delas armas "anti-carros'', será siempre necesario asegurar el ataquede las máquinas blindadas por medio de un sistema de fuego des-tinado a protegerlas, neutralizando el efecto de las armas deladversario.

A continuación estudiaremos como puede ser conducido estetiro de artillería y de infantería.

Sin embargo, anotemos desde luego que, este sistema de apoyo,por medio del fuego deberá ser más flexible y de un estudio mása fondo que el simple tiro de barrera progresivo o del tiro de bom-bardeo sucesivo que acompaña el a/taque de la infantería. En efecto,es necesario que no se prive a los carros, de desarrollar su granvelocidad en los momentos en que les sea necesaria, como yalo hemos indicado. Por el contrario, la unión entre los carros y laartillería, podrá ser simplificada por las siguientes razones: un ata-que de máquinas blindadas podrá ser seguido con mucho mayor fa-cilidad por los observadores (desde los observatorios) que un ata-que de la infantería; las uniones radio-eléctricas podrán realizarsecon mayor facilidad entre los carros y la artillería que entre la in-fantería y la artillería. Por último, puede esperarse para el futuro,el empleo de observatorios acorazados de artillería, montados sobreorugas, dotados de aparatos telemétricos y transmisores necesarios,que sigan inmediatamente detrás de los primeros escalones de ca-rros de combate, que les permita el reglaje rápido del tiro y su exac-ta adaptación a las exigencias y necesidades de los carros.

408 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Por lo demás, no debemos olvidar que, fuera de las necesidadesdel empleo táctico que dejamos señaladas muy sucintamente, es in-

dos, el Comandante de todos los escalones, considere en forma abso-luta las necesidades técnicas que guardan estrecha relación con estosaparatos mecánicos y considere en forma especia, para que kss ssáft,construidos, en la mejor forma en que pueden ser reabastecidos, enla conservación de todos sus detalles mecánicos y en la oportuna re-paración de sus desperfectos.

Tales son las reflexiones generales que, actualmente pueden ha-cerse sobre el empleo de los carros en la batalla.

Antes de entrar a un estudio más detallado de este empleo, esindispensable recordar los medios de que actualmente dispone la de-fensa, para oponerse a la acción de las máquinas blindadas.

Evitando una nomenclatura un poco compleja, distinguiremos:—LOS MEDIOS PASIVOS DE DEFENSA, obstáculos nata-

rales o artificiales susceptibles, sea de dificultar o de detener el mo-vimiento de los carros.

Entre ellos podemos citar:—Los fosos y taludes naturales o artificiales que, según su per-

fil, presentan dificultad o detienen, en absoluto, la marcha.—Las pendientes rocosas, los muros sólidos, los bosques espesos,

los ríos profundos y de bordes barrancosos, son obstáculos absolutos.Las mallas de redes de fierros también constituyen obstáculos

absolutos.A este respecto debemos anotar:—Que todo obstáculo, por pequeño que sea, retarda considera-

blemente la velocidad del carro, él que es susceptible de ser toma-do bajo los fuegos del adversario, de una manera particularmenteeficaz, en el momento en que lo franquea.

—Que los obstáculos naturales simplemente retardadores de lamarcha, taludes, fosos, etc., con un pequeño trabajo pueden trans-formarse en obstáculos absolutos. Ejemplo: un talud de camino ode vía férrea cuya base se corte verticalmente.

Por su parte, los medios activos de defensa son utilizados, en loposible, para destruir los carros y cuando no se pueda alcanzar esteobjetivo, es necesario causarles averías de tal magnitud que, los in-movilice definitivamente. Para este objeto, la defensa dispone de dosmedios diferentes: las MINAS y las ARMAS ANTI-CARROS.

Las minas son proyectiles formidables pues ellas, atacan direc-tamente las orugas que constituyen la parte más delicada de la má-quina blindada; débiles cargas de explosivos, son suficientes paradejarlos fuera de servicio o para inutilizar el tren de rodamiento.

Pueden considerarse dos sistemas en el empleo de las minas:el primero se aproxima bastante al que vimos poner en práctica du-rante la última guerra. Se entierran las minas en el terreno a pro-

LA OFENSIVA Y LA DEFENSIVA CON... 409

fundidades que llegan hasta 50 y 60 centímetros, lo que depende delvolumen del proyectil y de la carga de explosivo que contiene. Elsegundo sistema consiste en colocar las minas en la superficie delsuelo, al descubierto o disimuladas en los accidentes del terreno.

Según su peso y según la profundidad a que debe ser enterra-da, el manejo de las minas se hace más o menos fácil, y se colocancon mayor o menor rapidez en razón directa con los trabajos de tie-rra que deban efectuarse. De todas maneras, su disimulo se hacefácil. Su sencilla construcción permite fabricarlas en cantidades con-siderables, sin tener que recurrir a herramientas especiales; única-mente, el transporte hasta el sitio donde deben ser empleadas, exigemedios importantes, especialmente, si hay que distribuirlas en unextenso frente.

Como término medio, debe considerarse que estas minas pue-den tener un peso de 10 a 15 kilos y que encierran alrededor de 3 a4 kilos de explosivos. Que se necesitan de 2 a 2, 500 minas para es-tablecer un fuego de barrera en una sola línea y sobre un frente de1 kilómetro; lo que da un peso total de 20 a 30 toneladas por kiló-metro. 25 a 30 hombres son capaces de efectuar este trabajo de ba-rrera en ocho o nueve horas, sin que haya de efectuarse trabajos enel terreno y siempre que el material necesario sea puesto junto a lalínea donde se le va emplear.

Según la expuesto, las minas constituyen uno de los más efica-ces medios de defensa contra los carros. No obstante, su empleo exigealgún tiempo; es necesario llevarlas sobre el terreno, colocarlas ydisimularlas a la vista. Lógicamente, que ellas no aseguran la abso-luta defensa contra los ataques de los carros blindados, pero son deinmensa utilidad, si se las emplea para completar y hacer más for-midable la defensa.

Si se las coloca en forma discontinua, pero juiciosamente re-partidas, especialmente en los puntos de pasaje obligados, serviránpara canalizar y, entorpecer la acción de los carros. De todas ma-neras, llevarán la intranquilidad a los que los manejan y causarándeterioros de consideración en el material.

Distribuidas en forma densa y continua, a fin de formar cam-pos iniciados, constituyen un obstáculo infranqueable para los ca-rros, hasta el momento en que la artillería no les abra brechas o pa-sajes o mientras ellos mismos no se procuren los medios para pro-seguir el avance.

Este obstáculo será tan formidable para los carros blindados,como para la infantería lo fueron las redes de alambradas de púasen la última guerra.

El empleo de las ''MINAS ANTI-CARROS" como defensa ac-cesoria, tendrá consecuencias análogas a aquellas que resultaron delempleo de las redes alambradas o redes metálicas durante la guerrade 1914-1918.

410 MEMORIAL DEL EJERCITO.

El defensor sentirá crecer su seguridad desde el momento enque se vea protegido contra toda sorpresa de los carros blindados,por uno o muchos campos de minas debidamente disimulados.

El asaltante sentirá la necesidad de abrir pasos con su artille-ría a través de los campos de minas, a fin de quedar en situación dehacer intervenir sus carros en provecho de un ataque.

Observemos también, al pasar, dos puntos de detalle:1) Es mucho más difícil a la artillería abrir brechas en un cam-

po minado que en un terreno visible, a causa de las dificultades enla observación del objetivo. El campo minado que puede muy bienser ubicado desde un avión por medio de la fotografía, se presentamuy difícil para ser localizado desde los observatorios terrestres.

2) Se cometería un grave error al colocar sistemáticamente cam-pos de manas junto a las redes de alambradas, puesto que la artille-ría destruiría simultáneamente este doble obstáculo.

Simplemente, es necesario colocar algunas minas en estas redesalambradas, a fin de impedir que los carros blindados abran bre-chas en ellas, pero, por regla general, deben separarse en forma ní-tida los campos de minas de las redes alambradas de púas.

LAS ARMAS ESPECIALES ANTI-CARROS son de construc-ción bastante delicada en razón de las cualidades particulares queles son indispensables. Su calibre y velocidad inicial deben ser sufi-cientes, para que les den un poder apreciable de perforación; el me-canismo debe permitirles una gran rapidez de tiro. En definitiva,es necesario que sean de fácil manejo, de mucha movilidad, que suempleo no sea embarazoso, y que sean fáciles de ocultar.

, En el servicio de los diferentes Ejércitos, hay actualmente enuso materiales cuyo calibre varía entre 20 y 40 milímetros; es el co-mienzo de la lucha que, en tierra se inicia, entre el cañón y la coraza.

Mientras en el mar parece llegar la posible limitación de la ca-rrera paralela de los calibres, alcance de tiro y corazas; en tierra,esta carrera progresiva, sólo está en sus comienzos.

En la actualidad, es muy difícil prever la forma que esta lu-cha tomará en el porvenir y cuál será su punto final.

Sin embargo, puede decirse que las "armas anti-carros", talcomo las concebimos en la actualidad, deben llegar muy pronto allímite de su poder práctico en razón de la movilidad, fácil manejo ytransporte sin mayores exigencias que se imponen a la rapidez desu empleo.

Por el contrario, el carro tiene todavía ante sí, amplias posibi-lidades de aumentar su potencia y su blindaje.

Sin pretender entrar al camino de las predicciones, puede acep-tarse desde luego, que es muy realizable la construcción de una má-quina blindada de cien toneladas. (De paso veamos la importanciadel factor presupuesto y finanza: un solo carro de cien toneladascostaría alrededor de 5 a 6 millones de francos).

LA OFENSIVA Y LA DEFENSIVA CON... 411

Puede existir la razón suficiente para que tal carro blindado sepresente en el campo de batalla y, a pesar de su peso, tenga libertadde acción, (una locomotora de tren rápido pesa una centena de to-neladas). Tal consideración da serio margen para considerar loscarros blindados de uso corriente y que, según la nomenclatura deHeigl, tomada por el Teniente Coronel Perré, no sube de 30 a 40toneladas.

Sin anticiparnos a lo que vendrá y a fin de encuadrar este es-tudio dentro del cuadro de realización inmediata, debemos admitir,en los casos concretos que trataremos, que las piezas "anti-carros"en actual servicio, tienen la suficiente eficacia para dejar fuera decombate a las máquinas blindadas y que el tonelaje de éstos, no ex-cede al de los carros normales en servicio, o sea una treintena de to-neladas.

Fuera del material especialmente adaptado para la lucha "an-ti-carros", también debemos considerar el armamento de la infante-ría y de la artillería. Pero este armamento, en verdad, tiene sólouna eficacia muy restringida contra los carros blindados modernos.El poder de los proyectiles, aun perforantes, de calibre inferior a8 o 9 milímetros, es insuficiente para atravesar el blindaje de loscarros actuales. Es indudable que el tiro contra las ventanillas deobservación y las partes abiertas del carro es susceptible de molestaro herir a los ocupantes del carro, pero no será factor capaz de pro-ducir una avería que inmovilice la máquina. Es, pues, prudenteconsiderarlo sólo en tal forma.

Respecto a la artillería, empleando el tiro directo de batería ode grupo, especialmente con su material pesado, es capaz de causarpérdidas de consideración en los carros blindados cuando éstos seencuentran inmovilizados, sea que los sorprenda en formación com-pacta antes del ataque o sea que hayan sido detenidos por algúnobstáculo imprevisto. También puede intervenir eficazmente sobreformaciones en masa de carros que se desplazan lentamente, perosiempre que el fuego de barrera que se les haga, sea en extremo den-so. Su eficacia se hará ilusoria, desde el momento en que los carroshayan tomado una velocidad de marcha suficiente y que se hayanescalonado, tanto a lo ancho como en profundidad.

En tales condiciones, debemos considerar que las principalesarmas de la defensa son:

—La mina.—La pieza "anti-carro".Las otras armas, tanto de la infantería como de la artillería,

solo son armas de apoyo.Es indispensable agregar a esta nomenclatura, que el propio

carro es uno de los elementos más apropiados para la lucha "ant i -M. del E. 5.

412 MEMORIAL DEL EJERCITO.

carro", siempre que disponga de un armamento suficientementepoderoso que le permita perforar la coraza del blindado contrario.

Sobre esta materia, debe aplicarse una regla adoptada en lamarina de guerra y que se refiere a que, un navio debe tener unarmamento que le permita luchar con buen éxito contra un navioadversario de su misma calidad. Tal principio debe también apli-carse a las máquinas acorazadas terrestres.

La distancia de combate, está en relación directa con el calibrey la velocidad inicial del armamento de que dispone el carro. Sinentrar en detalles sobre la influencia de la velocidad inicial, basteconsiderar que, el poder de perforación de un cañón de 75 milíme-tros, puede ser eficaz hasta los 1, 600 y 2, 000 metros sobre un blin-daje de 50 a 60 milímetros; y que, un cañón de 20 a 30 milímetrospuede ser eficaz hasta los 800 metros sobre un blindaje de 30 a 40milímetros. Sobre esta materia, todo está ligado al poder del arma-mento, espesor del blindaje, etc. y, por consiguiente, al tonelaje delcarro blindado.

De lo que se desprende que, en tales condiciones, las distanciasde combate serán tanto más grandes, cuanto mejor armados y máspesados sean los carros de combate.

Aunque la última guerra no haya ofrecido sino muy pocos ejem-plos de esta lucha entre carros de combate, debemos considerarlaseriamente para el futuro, puesto que, sin duda alguna, tendrá queproducirse en las contiendas armadas del porvenir. Es natural pensarque, dentro del tópico que tratamos, la máquina con menor arma-mento y menos protegida se verá en la absoluta necesidad de cederel paso a todo adversario mejor armado y protegido, salvo en aque-llas circunstancias imprevistas que le sean favorables (sorpresas,superioridad numérica, etc. ).

Estudiando el problema de la defensa contra las máquinas blin-dadas, muchas veces se ha. pensado si no sería oportuno crear unamáquina motorizada sobre orugas, dotada de un cañón "anti-carro"'y, especialmente adaptado para la lucha contra los carros del ad-versario.

Tales "cazadores de carros", (Panzerjager: término con quelos alemanes denominan estos carros) tendrían que estar dotadosde una gran movilidad y armados con una o dos piezas de granvelocidad inicial y rapidez en el tiro e intervendrían en el combatedefensivo, para contraatacar los carros que hubieran franqueado,sea los campos de minas, sea el fuego de las piezas anti-carros.

Por lo tanto, tendrían que ser blindados.Tal blindaje podría ser inferior en espesor al de las máquinas

de guerra contra las cuales debe luchar. Esta diferencia de corazase vería garantida por el mayor alcance útil del armamento pode-roso de que están dotadas y que les permite atacar a su adversariodesde mayores distancias.

LA OFENSIVA Y LA DEFENSIVA CON... 413

Sin embargo, no pensamos de igual manera. El. blindaje y elarmamento son dos factores que se complementan y deben marcharcompletamente unidos. No es suficiente tener los brazos largos;también es necesario tener una sólida coraza.

Por lo tanto, el "cazador de carros" debe ser un verdaderocarro en todo el sentido de sus necesidades.

A partir del momento en que el arma "anti-carro" toma colo-cación sobre una plataforma blindada automotor, las dificultadesque se relacionan con la movilidad, con el fácil manejo y con elemplazamiento de las. piezas "'anti-carros", que temos presentadoy que limitan las condiciones de su fácil empleo o su poder deperforación, desaparecen y nos hace pensar que, aparte de lasminas, la defensa contra las máquinas blindadas se hará:

—por armas "anti-carros" portátiles o móviles, contra loscarros livianos o de blindaje ligero;

—por carros armados especialmente para el asalto, posible-mente denominados "cazadores de carras", capaces de lu-char contra los carros más pesados y poderosamente aco-razados.

Paralelamente al sistema de máquinas blindadas de que hemoshablado al comienzo de este artículo, tenemos un sistema de armas"anti-carros". Como lo acabábamos de manifestar, posiblemente,estos dos sistemas se juntan, en un momento dado, bajo la formade una máquina única adaptada, tanto para el ataque como carrode asalto, como para la defensa contra los carros del adversario.

Con lo manifestado, podríamos decir que se ha dicho lo su-ficiente respecto al progreso que han alcanzado las máquinas blin-dadas y las armas "anti-carros", pero estimamos no haberlo dichotodo y, si el lector lo desea quedaremos dentro del cuadro de lasrealidades inmediatas que hemos definido.

Deben hacerse todavía algunas reflexiones teóricas que nospermitan abordar el estudio concreto de las situaciones tácticas.

Ellas se relacionan con el número de piezas "anti-carros"que es necesario colocar en línea, para detener un ataque en masade máquinas blindadas enemigas, sobre un terreno plano y sin obs-táculos.

En verdad, tales terrenos son muy particulares y se presen-tan en Francia en las grandes planicies de la Beauce y de laChampagne; y en las mesetas de Soissonnais y de Santerre. Pero-cualquiera que sea la región que se considere, de una manera ge-neral, pueden distinguirse siempre ciertas peculiaridades que, máso menos, reúnen las mismas características. Por lo tanto, la cues-tión merece ser estudiada, puesto que ella puede encontrar apli-

414 MEMORIAL DEL EJERCITO.

cación, si no sobre la totalidad desde el sector en que una granunidad se encuentre empeñada, por lo menos en un parte impor-tante de él.

Tomemos un frente de un kilómetro de ancho, donde queramosimpedir el acceso a los blindados enemigos. Tendremos que rem-plazar en él 3, 6, 12 piezas "anti-carros", si es necesario. En tirosujeto a base móvil, las piezas no pueden disparar más de 6 a 7tiros por minuto. La profundidad eficaz de su zona de acción seráde 800 m., los que los carros sólo podrán franquear en 8, 5, 4minutos, según que su velocidad de marcha sea de 6, 10, 12 kiló-metros por hora, lo que permitirá que cada pieza pueda dispararen este tiempo, 48, 30.. . tiros, etc.

Pero no todos los tiros darán en el blanco; debe contarse unode cada cuatro tiros, como capaz de causar una avería grave sobreun carro, para obligarlo a detenerse. Tal es un término medioadmisible, especialmente si se considera:

—Que los carros pueden ser de difícil visibilidad o que se pre-senten de improviso y aprovechando su rapidez.

—Que los apuntadores tendrán una tarea muy difícil quecumplir si, después de una preparación de artillería, enmedio de los estallidos de los proyectiles, con el enervamien-to del combate, ven de improviso surgir ante ellos, a cor-ta distancia, un considerable número de máquinas blinda-das.

Tales son las bases de cálculo que hemos tomado y que corres-ponden, en conjunto, a las que otros autores han presentado altratar sobre este mismo problema. Decir que ellas están exacta-mente adaptadas a las realidades futuras del combate, sin dudaque sería exagerado, pero, por lo menos, permiten el estudio delcuadro comparativo que insertamos más abajo. En él se indicacuantos carros pueden ser puestos fuera de combate cuando seencuentran frente a un número determinado de piezas "anti-ca-rros, en batería, sobre un kilómetro de frente. El cálculo se hahecho, además, considerando la velocidad de marcha de los ca-rros.

El punto esencial que resulta de este cuadro es que: sobreun frente de un kilómetro todo carro, fuera del número indicado,franqueará indemne la barrera establecida.

LA OFENSIVA Y LA DEFENSIVA CON... 415

A pesar de su carácter en extremo teórico, este cuadro pre-senta muchos puntos interesantes. Las cifras que en él figuran,caracterizan de hecho "el poder de choque" de las máquinas blin-dadas, en el sentido como se le pudo concebir en los gloriosos tiem-pos de la caballería napoleónica.

El Teniente Coronel Fuller, apóstol de la mecanización enInglaterra, escribió: "La suprema lección táctica de la guerra, esaquella que ¡ha permitido, en principio, el renacimiento de la co-raza y a la coraza el poder ofensivo. " Su expresión no nos parecedel todo exacta, pues en lugar de ofensiva, según nuestro enten-der, más valdría decir "poder de choque".

En el moderno campo de batalla, el carro vuelve a encontraresta cualidad, que la caballería había perdido a causa del desarro-llo de las armas automáticas. El carro blindado ataca desde muypróximo al adversario y puede tener sobre sus armas efectos desas-trosos. Su coraza obliga a que la defensa emplee sus armas degrueso calibre, de lo que resulta una reducción en la rapidez deltiro. Su movilidad obliga a que el tiro se ajuste cada vez, lo quedisminuye el rendimiento de las armas, anulando casi el tiro porráfagas.

En tales condiciones y a causa de su movilidad y blindaje, elcarro se encuentra en igualdad de condiciones al antiguo caballerofrente a un infante armado con fusil de tiro lento. Su acción obedeceal mismo principio: rapidez y energía, pero ambas de acción pasajeray estrechamente ligadas a la forma y a los accidentes del terreno.

Todo terreno abierto, sin obstáculos, sin zanjas y que tengauna pendiente favorable, se presta a un ataque de carros.

Todo terreno de vista limitada, cortado por obstáculos, porpequeños que sean, facilita la defensa.

416 MEMORIAL DEL EJERCITO.

El estudio del terreno y, en su defecto, el análisis de la cartatopográfica, presenta una importancia capital tanto para los ca-rros que atacan como para la defensa que se desee hacer contra susincursiones. Los reconocimientos, las fotografías desde avión (vis-tas verticales, panorámicas o estereoscópicas) permiten fijar Jaszonas fácilmente utilizables por los carros y aquellas que les sonfrancamente desfavorables.

Todo plan de empleo de carros, como todo plan de defensacontra ellos, descansa en el profundo conocimiento del terreno.

Por lo demás, un examen más atento del cuadro anterior, per-mite llegar a las siguientes conclusiones:

Desde el punto de vista de la defensa.

Hay necesidad de un número considerable de armas "anti-carros" para realizar una resistencia eficaz contra los ataques enmasa de máquinas blindadas, en un terreno libre de obstáculos.

Si nos fijamos en los números del cuadro precedente, cons-tatamos que 3 armas "anti-carros" por kilómetro, representa lacifra más baja que es posible considerar. En un terreno corriente,esta densidad permite la realización de un fuego de barrera, sinque queden lagunas o claros sin dominar.

La densidad de 6 armas por kilómetro, permite detener unataque de carros efectuado con un efectivo de importancia, 40 a50 carros por kilómetro, pero hay que contar con que una. pre-paración de artillería puede dejar fuera de combate cierto núme-ro de piezas y que puede haber fallas en el servicio de cañones"anti-carros". Por lo tanto, esta cifra resulta deficiente si debehacerse frente a un ataque en masa de blindados y se les debedetener con un solo fuego de barrera (actualmente se estudia elproblema en que se dispone de cien carros para atacar en un ki-lómetro.

Sin embargo, debe considerarse que para el procedimientoque se indica en el punto anterior, se necesita una densidad defuego bastante apreciable.

Por último, una dotación de doce armas por kilómetro, o sea,un arma por cada ochenta metros de frente, es la que, por el mo-mento, parece ser la densidad necesaria para quedar en condi-ciones de detener en terreno libre de obstáculos este ataque de lasarmas blindadas, que es una de las eventualidades más probablesde la ¡guerra moderna.

Constataremos que esta cifra no tiene nada de exagerado cuan-do se la compara con el número de armas automáticas (50 por ki-lómetro) que hay necesidad de poner en batería, para efectuarun fuego de barrera lo suficientemente denso y profundo, capazde detener un ataque de infantería.

LA OFENSIVA Y LA DEFENSIVA CON... 417

De lo dicho resulta que existe la necesidad absoluta de cu-brirse contra los ataques de las máquinas blindadas, echando ma-no a todo aquello que robustezca la defensa, sea aprovechando losobstáculos naturales si se les encuentra, sea levantando obstáculosartificiales o sembrando el campo con minas.

En tales condiciones, si la defensa no cuenta con un obstáculocontinuo y absoluto, como un río importante, donde apoyarse,debe buscar la protección que le brinde el terreno, los linderos delas ciudades, los bosques, etc., etc., que constituyen otros tantoscentros de resistencia que, por lo menos, le darán un abrigo parcialcontra los ataques de los blindados.

En las partes abiertas del campo de batalla colocará sus pie-zas "anti-carros", de manera que pueda combinar sus fuegos conlos obstáculos destinados a retardar la marcha del adversario. Porúltimo, y tanto como le sea posible, sembrará con minas los espa-cios libres de obstáculos naturales y donde los carros puedan obraren masa y rápidamente.

La organización de la defensa contra las máquinas blindadasdebe ser objeto del estudio de un plan de conjunto y que abarquelos distintos escalones que entran en función. Particularmente debeestudiarse lo que se refiere a la división de este plan, en que en-tran en acción todos los medias de defensa, obstáculos naturales yartificiales, campos de minas, armas anti-carros, etc. La combina-ción de unos y otros debe estar estrechamente unida, como tambiénla densidad de las armas, que deben colocarse en cada una de laspartes del frente defensivo y que están en razón inversa al valorde los obstáculos que los carros deban franquear.

La aplicación de tal sistema por parte de la defensa, no debetener un carácter rígido o esquemático; deberá ser flexible y deacuerdo con el terreno, con los medios con que cuente y con el tiem-po de que disponga, para organizar y llevar a cabo los obstáculosque deba establecer, colocando campos de minas continuos y cadavez más numerosos.

A pesar de todo y considerando el interés y cuidado que eldefensor pondrá para asegurar sobre el terreno su organizaciónprotectora, debe aceptarse que una sola barrera establecida contrael ataque de los carros será insuficiente para detener un ataqueen masa de las máquinas blindadas; las cifras del cuadro presen-tado más arriba, nos demuestran cuantos carros son susceptiblesde cruzar indemnes por esta línea.

Hay, pues, necesidad de organizar la defensa en el sentido dela profundidad.

Si los medios lo permiten, deben establecerse detrás de la pri-mera línea muchas barreras continuas y entrecruzadas, a fin dedetener en su avance a aquellos carros que hayan podido franquearla primera defensa.

418 MEMORIAL DEL EJERCITO.

En aquellos casos en que los medios no sean suficientes, ha-brá que contentarse con organizar la defensa en zonas determina-das, donde se concentrarán los órganos que deban protegerse: re-servas, puestos de comando, baterías, etc., etc. Es el momento enque se hace interesante el empleo de los carros "anti-carros" y"cazadores de carros", destinados a limpiar rápidamente las zonasdonde pudieran penetrar los carros adversarios y evitar que estainfiltración se extienda y se haga peligrosa.

Por lo tanto, la defensa anti-carro debe organizarse en todala profundidad del terreno que está ocupado por las grandes uni-dades.

Por último, debemos tener presente que todo dispositivo dedefensa "anti-carro", a menos que se base en el empleo de "carrosanti-carros" o "cazadores de carros", es esencialmente estático(inmóvil), y para que resulte eficaz debe ser organizado y empla-zado con tiempo. '

Debe, pues, contarse con estos plazas, que son necesarios. Siestos plazos no se respetan y si la defensa no dispone de la se-guridad y del tiempo indispensables para efectuar sus reconoci-mientos, emplazar el material en batería, organizar sus planes defuego, será barrida como un montón de paja bajo el impulso delas máquinas blindadas.

Por lo demás, si tal dispositivo está emplazado, sólo podrá des-plazarse progresivamente y por escalones.

Desde el punto de vista del ataque por las máquinas blindadas.

Todo empleo y reunión de carros debe ser precedido por un re-conocimiento anticipado, hecho según el estudio de la carta o, me-jor, por fotografías de avión, estudio que se encaminará a las po-sibilidades del empleo y reunión de carros.

Tal reconocimiento tendrá por objeto:

1) Examinar el terreno donde posiblemente se desarrollará laacción; la conformación superior de su suelo; los obstáculos quelos carros encontrarán en su avance, obstáculos naturales, artifi-ciales, campos de minas, etc.

2) Estudiar los medios de que dispone el enemigo, a fin deoponerse a su progresión por medio de armas, carros de reserva,etc.

Solamente cuando haya sido efectuado este reconocimiento pre-liminar, se estará en condición de comprometer los carros, estable-cer su acción en combinación con la infantería y la artillería yentrar al estudio de todas aquellas cuestiones técnicas que se de-rivan de la operación.

LA OFENSIVA Y LA DEFENSIVA CON... 419

Sin el estudio preciso de lo que queda indicado, es imposiblelanzar, desde lejos, un ataque importante de carros. Proceder enotra forma, sería exponer a que los carros sufrieran pérdidas tandolorosas como las experimentadas por la infantería en 1914.

Desde el momento en que el enemigo logre emplazar o poneren práctica un dispositivo de defensa "anti-carro", que se refiere,como ya lo hemos manifestado, a los obstáculos, campos de minas,armas "anti-carros" (lo que sólo puede exigir algunas horas) seránecesario preparar y apoyar la acción de los carros, por la artille-ría, mediante una acción que se refiera tanto al ataque mismo co-mo al momento anterior a él:

—abrir brechas en los obstáculos y campos de minas;—neutralizar y destruir las armas "anti-carros" enemigas.

En estas condiciones, la operación entra en el cuadro generalde las acciones ofensivas a base de infantería, de artillería y decarros. Sólo la estrecha cooperación de estas tres armas puede darun resultado feliz.

Estudiaremos la ejecución ulterior sobre un caso concreto.Si realmente es como queda manifestado, no es posible con-

cebir la acción de una fuerza blindada autónoma sin la coopera-ción importante de la infantería o de la artillería, sino contra unenemigo que no es dueño del terreno en un espacio del campo debatalla, sobre un flanco no protegido o en la explotación del éxitodespués de la ruptura del dispositivo enemigo.

En tal caso, la acción deberá ser llevada con toda rapidez, ala vez en fuerza y por sorpresa.

Si la acción se ejecuta previo estudio, seguramente será efi-caz, pero esta eficacia será siempre pasajera y habrá que sacar deella todo el beneficio posible.

En uno como en el otro caso, los carros deberán ser empleadosen masa, lo que obligará a prever la importante densidad de losaparatos que deberán entrar en juego sobre frentes restringidos deataque.

El cuadro que va a continuación da el número medio de ca-rros empleados (comprometidos) por kilómetro, en numerosas ope-raciones ofensivas de la última guerra.

420 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Fecha de laoperación

20-XI-1917

ll-VI-1918

18-VII-1918

8-VIII-I918

Lugar del ataque

Batalla de Cambrai(Ejército Británico)

Batalla de Metzcontra - ataque

Mangin

Contra-ofensiva en-tre Aisne y Marnedel X. º y VI Ejto.

Batalla de Montdi-dier (Ej. Británico)

Número do carrosprevistos

378. —(210 para elataque propiamentedicho.

168 para la explo-tación del ataque).

162

548

420

Frente deataque

12 Klm.

7 Klm.

34 Klm.

18 Klm.

Densidad por km;

20 o 30 carros se-gún se considere laforma del empleode los carros.

23 Carros

15 Carros

23 Carros

Estas cifras serán sensiblemente superadas en el futuro. Unsólo escalón de carros con 50 metros de intervalo, representa veintecarros por kilómetro.

Como es muy probable que nos veamos obligados a emplear3 o 4 escalones sucesivos, ello eleva de inmediato a la cifra de 60 a 80carros por kilómetro.

Por último, es indispensable que el carro utilice en todas susmanifestaciones la velocidad de que está dotado. Sin contempla-ciones deberá marchar recto hacia el objetivo, sin detenerse a cum-plir misiones intermediarias que deberán dejarse a los escalonessucesivos.

Tales son las principales reflexiones que es posible hacer, deuna manera teórica, sobre los nuevos problemas que la mecaniza-ción presenta sobre el campo de batalla.

LA OFENSIVA Y LA DEFENSIVA CON... 421

NOTA DEL TRADUCTOR

Terminado el estudio anterior, encontramos en autorizadas pu-blicaciones extranjeras de origen militar, interesantes observacio-nes derivadas de la actual guerra española y que, por tener estre-cha relación con el tópico que hemos abordado, bien podrían ser-vir como conclusiones lógicas al estudio precedente.

Ellas no se refieren en forma exclusiva a las máquinas blin-dadas terrestres, sino que, junto a los tanques de combate, pre-sentan él estudio y muestran las experiencias que han dejado lasmáquinas aéreas de combate y las armas destinadas a destruirlas.

En esta "Escuela de fuego" han tomado parte distintos paí-ses, enviando y puesto a prueba y en estudio los elementos de gue-rra que han perfeccionado después de la conflagración mundial,y entre estos elementos se destaca en primera línea el progresosorprendente a que ha alcanzado la artillería, especialmente loscañones anti-aéreos y anti-tanques, los pesados aviones de bombar-deo y los ligeros aviones de caza.

Aunque el estudio precedente sólo se refiere a las máquinasblindadas terrestres, estimamos de interés cerrar estas conclusionescon el breve extracto de las claras y autorizadas opiniones que vie-nen a continuación, las que, junto al empleo, éxito y fracaso delos distintos tipos de carros de combate, presentan también la ac-ción desarrollada por las modernas máquinas del aire que tan im-portante rol han desempeñado durante la campaña.

El General francés Víctor Maurin Duval, Jefe de la aviaciónmilitar francesa en la Guerra Mundial y varias veces Jefe de losEstados Mayores del V y VI Cuerpos de Ejército, se esfuerza endesvirtuar la teoría, tan arraigada en tiempo de paz y que se re-fiere a la invulnerabilidad de los tanques y aviones de bombardeo.En un reciente estudio que hace sobre la materia, refiriéndose alas experiencias recogidas después de ocho meses de guerra en Es-paña, critica la táctica, tanto de Franco como de Mola, de disponersus fuerzas en ofensivas de menor importancia, lo que sólo ha traí-do como resultado una prolongación innecesaria de la guerra.

El autor sostiene que de estas mismas experiencias se des-prende que, ni los tanques ni los aviones pueden eliminar al ene-migo y que la victoria sólo será del Jefe que sepa coordinar la ac-ción de estas máquinas de combate con la artillería y la infante-ría, empleándolas en masas concentradas y rápidamente sobre ob-jetivos importantes y muy limitados.

Agrega que los modernos aviones de bombardeo, pesados y len-tos y dotados de varios motores, son presa fácil y demasiado vul-nerables para los rápidos aviones de caza mono-motores.

La artillería ha mejorado en forma prodigiosa después de laGuerra; por parte de Franco, el empleo de cañones anti-aéreos

422 MEMORIAL DEL EJERCITO.

al Oeste de Madrid, ha demostrado que en aquella región se ha le-vantado un verdadero muro o cortina de fuego que ha sido inca-paz de ser pasada por los aviones contrarios.

Siempre que una ciudad ha tenido tiempo para preparar yorganizar su defensa antiaérea, ha logrado mantener alejados aúna los mejores aviones de bombardeo. Los aviones de caza, rápidos yprovistos de cañones aéreos modernos, se han demostrado temiblesy eficientes adversarios de las pesadas y lentas máquinas de bom-bardeo.

"Los expertos militares, termina el General Duval, han llegadoa la conclusión que estaban equivocados y que deben modificarsus modernas teorías, por cuanto los grandes aviones de bombar-deo, con una carga enorme de bombas, no desempeñarán por mástiempo el papel que se les había señalado. "

De fuente también francesa, extractamos lo siguiente: La efi-cacia de los cañones antiaéreos es indiscutible: en cambio, los tan-ques livianos y débilmente blindados han causado una decepción.Su blindaje es netamente insuficiente para resistir el tiro de lasarmas antincarros. La famosa "División blindada", orgullo de al-gunos centros militares de reconocido dominio en el arte de la gue-rra y que es considerada como un arma formidable de ruptura,parece haber fracasado aun antes de haber servido.

'Sin embargo, esta misma fuente de informaciones consideraque el cañón alemán de 35 mm., contra tanques, ha dado brillantespruebas de eficacia contra los carros de asalto rusos ''pesados pe-ro demasiado vulnerables todavía".

Estima que el mejor carro de combate es actualmente el tan-que francés, más lento que el vehículo similar alemán, pero muchomejor protegido.

En cambio, afirma que puede juzgarse sistemáticamente laacción de los tanques rápidos y de ligero blindaje como una verda-dera decepción para los propios peritos militares que los conci-bieron.

El blindaje de estas máquinas es absolutamente insuficiente alextremo que los proyectiles de las armas de mano y de las ametra-lladoras, los perforan fácilmente. La gran velocidad de que dispo-nen les resulta contraproducente, ya que los aleja de la infanteríay, aislados, no pueden alcanzar el éxito que persiguen.

De una autorizada opinión británica, que hace un extenso es-tudio militar del conflicto español, extractamos las lecciones espe-cíficas que se refieren a los equipos militares puestos en juego enla península.

Ellas están condensadas en los puntos siguientes:1) Los modernos cañones antiaéreos, debidamente manejados,

pueden proporcionar una defensa eficaz; especialmente en el méto-

LA OFENSIVA Y LA DEFENSIVA CON... 423

do de fuego paralelo, en el cual los cañones, dirigidos y sincroniza-dos eléctricamente, ponen una cortina de fuego frente a los aero-planos atacantes.

2) Que los tanques son comparativamente inútiles, a menos quese les emplee en cantidad y en buena conformidad con el ataque dela infantería. También que los tanques modernos necesitan muchomejor blindaje.

3) Que los modernos cañones contra tanques de 37 mm. quepueden actuar a 200 metros, son eficaces.

4) Que el transporte mecanizado será punto de creciente" im-portancia en la guerra moderna.

5) Que no puede pasarse por alto la buena puntería.6) Que los aviones de bombardeo de alta velocidad, bien arma-

dos, hasta el punto de ser fortalezas voladoras, son de valor cadavez mayor; que los aviones de combate deben tener mayor velocidad;que la velocidad en los aviones militares no disminuye la necesidadde pilotos bien adiestrados.

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La conquista de Etiopía.De Henry Bidou. Traducción de Arturo Fuentes Rabé.

(De la Revista "Deux Mondes", del 15 de julio de 1936).

El conflicto que comenzó el 17 de enero de 1934 por el ataquedel Consulado italiano en Góndar, terminó el 9 de mayo de 1936,con la proclamación de Víctor Manuel III como Emperador d e .Etiopía.

Se ha visto como un gran Ejército, acompañado de todo sumaterial, pudo desenvolverse, a 5, 000 kilómetros de su base, consu artillería, tanques y aviones, por sobre mesetas elevadas hastados mil metros, cubiertas de rocas volcánicas hechas pedazos odesmenuzadas.

Se ha visto también, como miles de hombres han podido vivir,reaprovisionarse, combatir y avanzar 600 kilómetros por esas de-soladas tierras, donde los caminos nacían y comenzaban su avancejunto con el paso de las tropas.

Se ha visto, por fin, como un país dos veces más grande que laEuropa, poblado por diez millones de hombres, fue conquistado alcabo de algunos meses y después de una campaña saturada de vic-torias".

¿Bajo qué prisma debe mirarse el desarrollo de estos aconte-cimientos?

En tiempos de Menelik.

¡Hacía doce años que la Compañía de navegación Rubattinousufructuaba la posesión de la Bahía de Assab, cuando el Gobiernoitaliano, en 1881, volvió a recuperarla. Al año siguiente, un acuerdocelebrado con Inglaterra, confirmó este dominio por parte de Italiay dio mayor amplitud al plazo de su duración.

426 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Para apoyar tal dominio, Gran Bretaña consideró que los Der-viches eran dueños del Sudán amotinado y que la presencia deItalia en Assab, dominando el Mar 'Rojo, los relegaba dentro de suspropios dominios.

Fue en esta forma como comenzó a dejarse sentir la políticaitaliana en el Africa oriental, política a la que no fue ajeno el des-contento que provocó la presencia y establecimiento de Francia enTúnez.

En 1885, Massaoua fue evacuada por los ejipcios y ocupadapor los italianos, a pesar de que una parte de la opinión de la pe-nínsula se manifestaba contraria a esta ocupación.

De mayor importancia que las bajas y febriles playas de Massa-oua, los nuevos ocupantes veían elevarse ante ellos el bastión mon-tañoso de la Etiopía, de donde se presentía venir un choque casiinminente.

En 1887, en Dogali, un vasallo del Negus, el Ras Aloula hizopedazos un destacamento italiano.

Sin embargo, la mayoría de los italianos aceptó al principioel principio de que, puesto de que se había llegado hasta ese punto,era necesario que allí se quedara.

El Negus en persona, el Emperador Johannés, bloqueóMassaoua desde sus posiciones de Saati. Una expedición comandadapor el General Asinari di San Marzano se encargó de desalojarlo.El Negus se retiró el 3 de abril de 1888, con una marcha tan hábily rápida, que a los italianos les fue imposible dificultar.

En 1889, el General Baldissera extiende la ocupación hastaKieren y Asmara, organiza la colonia y forma una milicia indígena.En 1890, se da a la región el nombre de Erythréa y el General Otero,sucesor de Baldissera, avanza una punta de la colonia hastaAdoua.

—Crispi, que estaba en el poder desde 1887, era un hombreque abrigaba vastos proyectos. El Negus Johannés había perecidoen sus combates con los Derviches. El Ras de Choa, Menelik, con laayuda italiana había ocupado el trono del Negus.

—Crispi soñaba con un Imperio Etíope cuya corona hubierallevado el Rey Humberto y, el 2 de mayo de 1889, firmó con Mene-lik el tratado de "Ucciali, según el cual el nuevo Negus aceptaba elprotectorado italiano.

Por lo menos, Crispi creyó que Menelik había aceptado esteprotectorado; historia muy oscura; el texto italiano decía SI, eltexto amárico decía NO.

Consecuente con ello, una misión abisinia se trasladó a Italiay se hizo representar por ella en el Congreso contra la esclavitudque se celebró en Bruselas. Pero, desde fines de 1890 Menelik, im-pulsado sin duda por los Agentes de las Potencias extranjeras, pre-sentó las dudas que le ofrecía la interpretación del tratado deUcciali.

L A C O N Q U I S T A D E E T I O P I A 427

El nuevo Comando del Cuerpo de ocupación de Erytréa, elGeneral Gandolfi, respondió negociando con los vasallos rebeldesdel Negus. La Cámara italiana se inquietó por la amplitud que to-maban los asuntos de Erythréa y, en 1891, envió a la colonia unacomisión parlamentaria.

Al mismo tiempo, la Cámara votaba la delimitación de la co-lonia circunscribiéndola dentro del triángulo Massaoua—Asmara—Keren.

Mientras tanto, en la parte sur de Abisinia, Italia comenzabaa organizar una segunda colonia. En 1889, adquiría el protectoradosobre los sultanatos de Obbia y Metjertins; también ocupaba elBénadir.

Crispi notificaba a Europa del protectorado que ejercía sobretodas las costas de los Somalíes.

En esta forma comenzaba a cercar a Etiopía en sus dosfrentes.

Todavía no era conveniente avanzar hacia el oeste, desde Eritrea, a través del valle del Nilo.

Se ha visto como Inglaterra aceptaba sin disgusto que los italíanos combatieran a los Derviches; pero no estaba dispuesta adejarlos llegar muy lejos. Por los protocolos' de marzo y abril de1891 limitaba la posiciones italianas; hacia el oeste hasta el grado35 de longitud Este de Greenwich.

Sin embargo, el 23 de diciembre de 1893, el General Arimondiderrotaba a los Derviches en Agordat. Al año siguiente, Kassala sereunía a la Eritrea.

Todo esto terminó por un desastre. Los tratados de 1891 ofrecían a Italia una verdadera manzana de la discordia. Estos tratadoscolocaban a Etiopía en la zona de la influencia. Las ambiciones ita-lianas se habían reconocido por un acto internacional. Para reali-zarlas, los italianos pensaban contar con el apoyo del ras del Tigre.Pero este se reveló contra ellos; fue derrotado por Baratieri a prin-cipios de 1895, quien avanzó hasta Adoua y Axoum, la ciudad santa.Desde allí extendió su acción hasta el lago Ascianghi.

Todos estos nombres los encontramos en la guerra actual.Menelik, desde el fondo de su Choa, consigue agrupar a todos

los ras y se lanza contra los italianos con un fuerte Ejército. Des-truye la columna Toselli en Amba-Alagi, toma el fuerte italianode Makallé y marcha sobre Adoua.

Baratieri lo ataca el 1.º de marzo de 1896. Dos Generales y4, 600 soldados italianos fueron muertos; en poder de Menelik que-daron 1, 500 prisioneros.

Hace cuarenta años que este rudo fracaso ha esperado servengado.

M. del E. 6.

MEMORIAL DEL EJERCITO

Preparativos de guerra.

Jamás hubo reconciliación. Todos los años, Etiopía celebrabala acción de Adoua como una fiesta nacional.

Sin resultados fueron los tratados de delimitación que se cele-bró el 16 de mayo de 1908 y el tratado de amistad y de arbitrajedel 2 de agosto de 1928. También resultaron vanas las pretencionesde Italia que parecía solo ejercitar su acción únicamente en lascuestiones de índole comercial.

Etiopía le reprochaba no haber cumplido la promesa de darleun puerto libre en Assab.

Por su parte, los italianos acusaban a los etíopes de haber for-tificado la frontera de Somalí a Dolo el año 1910.

La admisión de los Japoneses en Etiopía, quienes recibieronimportantes concesiones el año 1933, alarmó tanto más a los ita-lianos, cuanto que, bajo la influencia de los amarillos se notó unvivo movimiento de odio y de horror contra los blancos. Este movi-miento xenofobo amarillo-etíope tenía como jefe al hijo del Minis-tro de Relaciones Exteriores.

Al mismo tiempo, el Negus buscaba de rebustecer él poder sobresus vasallos, construyendo caminos y organizando un Ejército. LaMisión militar belga que llamó en 1930 organizó las milicias y unaguardia especial al estilo europeo. Tentó, sin éxito, de organizar unapolicía con la gendarmería belga.

Para 1934 se había anunciado compra y adquisición de arma-mento, para cuyo objeto se envió a Europa la comisión correspon-diente. En las zonas vecinas a las fronteras se establecieron camposde munición y reaprovisionamiento; armamento pesado destinadocontra el Somalí se concentró en Bari. En Addis-Abeba se fundóuna fábrica de municiones. Por último, se contrataron cinco ins-tructores Suecos que llegaron a hacerse cargo de sus puestos enenero de 1935.

La apreciación de los italianos estimaba que los etíopes podíanponer sobre las armas a 500, 000 hombres, los que podrían disponerde 5 a 600, 000 fusiles, 250 ametralladoras, 180 cañones, 5 autosblindados y una pequeña flotilla aérea de tipos diversos.

El peligro comenzó a dejarse sentir por alarmantes artículosque publicó en la "Tribuna", en 1932, el antiguo Gobernador delSomalí, C. Zoli.

Inglaterra, Francia e Italia en julio de 1906, habían garantido,diplomáticamente, la integridad de Etiopía. Estas potencias habíanhecho las reservas correspondientes para el caso de disturbios in-teriores, si tales disturbios estallaban, el país sería dividido en tresporciones que consultarían el interés de cada nación. A Inglaterrale interesaba particularmente el Lago Tana, que es el receptáculodel Nilo. Por lo demás, había visto con muy malos ojos la llegadade los japoneses y estaba dispuesta a ayudar a Italia, pero sólo

428

LA CONQUISTA DE ETIOPIA

hasta cierto límite. En 1930 se opuso al proyecto de aprovecha-miento del Lago Tana por parte de una firma Americana y difi-cultó e1 desarrollo del algodón de este mismo país. Sin embargo,esto hubiera sido el medio mejor para asegurar la independenciade Etiopía.

Etiopía formaba parte de la Sociedad de las Naciones desde1933.

Mussolini consideraba ya el problema de la necesidad que sele presentaba a Italia de ampliar el área de sus colonias. El Reyvisitó la Eritrea en 1933 y, en el Otoño de 1934 el Somalí.

Al regreso de su viaje, el General de Bono, Ministro de lasColonias y que como Teniente había ya servido en Etiopía el año1896, fue nombrado Alto Comisario en Africa oriental, con poderesplenos y reuniendo así, por primera vez las dos colonias bajo susola autoridad. El Ministerio vacante lo ocupó el propio Mussolini.

En 1934 se acordó que la línea férrea de trocha angosta quelleva de Massaoua a Asmara y de esta a Biscia, no se prolongarahasta la frontera; sería suplida por un camino para camiones, víamucho más rápida de establecer.

En cuanto a la vía férrea, fue dotada con coches motrices nue-vos que, en tres horas y a lo sumo en seis, hacían el recorrido deciento veinte kilómetros que separan a Massaoua a Asmara, alcan-zando así las alturas de 2, 400 metros.

En esta forma, a los preparativos de Etiopía y a los incidentesde las fronteras, Italia respondía con sus contra-preparativos. Afines de 1934, enormes aprovisionamientos habían sido desembar-cados, tanto en Somalí como en Eritrea. Al año siguiente, se de-jaba sentir la presencia de tanques y aviones en Massaoua. En loque se refiere a tropas blancas en Eritrea, había, con excepciónde un batallón de milicias blancas y de tropas especiales, sólo unainfantería indígena, cuyos cuadros los componían graduados blan-cos. El Gobernador De Vecchi comenzó la ocupación interior delSomalí en 1923, la que terminó, no sin combates, en 1927.

De Vecchi tenía organizada una milicia: Los Dubats (nombreproveniente de sus turbantes blancos), 50 secciones de 60 hombresal mando de oficiales blancos. Su misión era la de cubrir la fron-tera y la construcción de caminos. De estos, en 1934, estaban ter-minados 10. 000 kilómetros, de los cuales 200 podían ser utilizadospor camiones.

Una sola línea férrea conducía de la capital, Mogadiscio, hasta115 kilómetros hacia el interior.

El país.

Las ¡hostilidades se presentaban listas para estallar, a fines de1934. La incertitud existente en las fronteras favorecía los inciden-tes. La frontera fijada para el Somalí en el tratado de 1908 era,

429

430 MEMORIAL DEL EJERCITO.

por demás, imprecisa. Sólo se había establecido que ella debía co-rrer a 300 kilómetros de la costa y que el establecimiento de tribusque hubieran tenido su asiento principal en Etiopía, quedaríanetíopes, aún más allá de esta línea. Condición por lo demás ambiguapara estas tribus nómades. Fue así como se promovió un incidenteen el Oasis de Oual-Oual, el 5 de diciembre de 1934, a pesar deque el Atlas lo colocaba en Etiopía, a más de cien kilómetros dela frontera. Un grupo de etíopes con ametralladoras atacó sorpre-sivamente la guarnición de los Dubats, pero fue rechazado.

Otro incidente se suscitó el 29 de enero de 1935 en Afdoub.Italia procedió a movilizar. Era el comienzo de la guerra.El país donde se iba a llevar a efecto es un fragmento de la

enorme meseta de terrenos quebradizos como el cristal, que cons-tituyen la gran masa del Africa. Tal fragmento había sido ele-vado a 2. 000 metros de altura. Pero esta inmensa masa, al elevarse,se trizó en el esfuerzo, dando lugar a la formación de una inmensaquebrada cuyo fondo, sembrado de lagos, desciende hasta dos mildoscientos metros. Esta rasgadura corta al país en dos, separandola meseta de Abisinia, hacia el Norte de la meseta del Somalí,hacia el Sur.

Se ha dicho que el suelo de Etiopía está formado por rocasvolcánicas quebradizas y desmenuzables. Este revestimiento del

terreno aparece al desnudo, al Norte, y forma las montañas deEritrea. Por todas partes aparece, también, un manto de terrenossecundarios, cubierto de rocas calcáreas y greda, y por sobre estemanto se extiende una cobertura poderosa de lavas basálticas otraquíticas (roca volcánica parecida al pórfido).

Bien se comprenderá que un compartimento entero de cortezaque no se rompe, no se ha podido cortar en paquetes para llevar-los a la altura, a miles de metros de elevación, sin que el fondo deesta corteza quebrada no haya hecho irrupción un absceso de la in-mensa masa volcánica que debe constituir la base de la composiciónde este suelo que sale a flote. Esta nata de erupción ha cubiertoel país. Ella es la que forma la superficie y que, disecada por laerosión, determina los puntos transitables; la estepa, el debilitadofollaje de las acacias y, en el fondo, esas chimeneas que se levantande la propia sábana, y a las que se da el nombre de "ambas".

El país queda comprendido entre el 3. º y el 15. ' grado delatitud Norte, en la región donde el sol pasa por el zenit dos vecesen el año, y arrastra tras sí dos veces el manto de lluvias quedeja caer en la región. Por otra parte, la misma altitud se en-carga de provocar lluvias más o menos intensas que, unidas a lasanteriores, casi no permiten distinguir en forma precisa las esta-ciones húmedas de las estaciones secas. Por fin, los vientos perió-dicos que soplan desde el Sur y que atraviesan todo el Sedán, lle-van hacia el Suroeste una recrudescencia en la precipitación de las

LA CONQUISTA DE ETIOPIA 431

lluvias, donde deja caer basta 2. 50 m. de aguas. En las altas me-setas, las lluvias se precipitan en volúmenes que fluctúan entre1. 20 y 1. 50 m. Las regiones expuestas al Este, son más secas. Lacaída de las aguas lluvias determina la temperatura. Como debede esperarse en un país ecuatorial, la diferencia entre las distin-tas estaciones está muy poco marcada, y la diferencia entre el mesmás cálido y el más frío apenas alcanza a un máximum de 7 gra-dos y, muchas veces, solamente a 4.

La temperatura más alta no marcha junto con el sol, y sepresenta cuando éste está en el zenit; en este punto de su carrera,las nubes lo cubren completamente e impiden que sus rayos lle-guen a tierra. En cambio, en la alta temperatura, preceden ysiguen al sol en su carrera hacia la cúspide; por esta causa, en elinvierno, siendo seco, es tan cálido como el lluvioso verano.

Aun en Addis-Abeba, en el mes de julio, que es regado porla lluvia, es más frío que el mes de diciembre, en que brilla elsol. Es verdad que, a causa de la rareza de las capas atmosféricasy de la altitud, la temperatura fresca de la noche se hace más sen-sible en invierno, y es esta corrección la que mantiene en la mayorparte de los puntas de la región, una temperatura de verano másbaja que la temperatura de invierno.

La marcha de estos fenómenos es la misma en las regiones ba-jas, y aumenta solamente en diez grados.

En la costa, el calor es terrible; las lluvias que vienen delSuroeste no alcanzan a llegar porque se interpone a su paso lainmensa masa que se levanta en el país; en el islote de Perin ape-nas caen 0. 06 m. de agua. En Massaoua, en los cuatro meses com-prendidos de julio a setiembre, el mínimum matinal tiene un valormedio de más 30º 6, y el máximum cotidiano es de más 38*. Lapiel se cubre con una erupción que denominan "perro colorado"(Dermatitis hidrótica). La estación llamada fría tiene una tempera-tura media de más 25º 9, intolerable en Europa. La costa del So-malí, a partir del Cabo Gardafui, es un poco menos ardiente. Laextremidad meridional, Kismaya, que queda bajo el Ecuador, mar-ca, en el mes más calido, más 28º 1. En esta región, las diferen-cias de caída de las aguas son insignificantes: 0. 38 m. en Kismaya,0. 32 m. en Mogadiscio; pero aumentan rápidamente hacia el in-terior.

En resumen, visto a vuelo de pájaro, el país, nos presentaseis regiones, del norte al sur: la ardiente costa de Massaoua; lasmontañas quebradizas de Eritrea, la alta meseta volcánica de Abi-sinia, la larga depresión con sus lagos, la alta meseta volcánica delSomalí, la costa del Somalí, húmeda en su contacto con la mesetay seca e inhospitalaria en sus riveras y playas.

432 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Movilizaciones italianas.

Las dificultades que presentaba la operación, hacía dudar alos incrédulos; sin embargo, el Sr. Mussolini había tomado ya suresolución. Ha sido él el instigador, el autor y el animador de talempresa, para la que dio a sus dos hijos mayores, que se batieronbravamente en la aviación.

¿Cuál era la amplitud de sus designios?Es difícil decirlo; pero, en vista de la grandeza de los pre-

parativos, parece que ya estaba resuelto a emprender una con-quista de enormes proporciones.

Bien se sabe que para llevar adelante una operación de estanaturaleza, el rol esencial descansa en la preparación. El primerproblema que se presentaba era el reclutamiento de los hombres.No se podía pensar en. una movilización general; por otra parte,la fuerza militar de Italia se reducía al mínimum en la prima-vera.

Hasta el 1. º de abril del año 35, contando con el servicio de18 meses, el país tenía bajo las banderas las clases nacidas en1912 y 1913. Un tercio de ella fue licenciado normalmente, el 1. ºde abril, época en que se llamaba contingente nacido en 1914.

El Gobierno decidió el inmediato envío de tres batallones de"camisas negras" (debe dejarse constancia que se presentaron70. 000 voluntarios de la milicia faciste) y el de dos Divisiones delEjército.

Pero, ¿cómo elevar estas tropas a sus efectivos de guerra, osea, alrededor de diez mil hombres por División?

Se resolvió llamar por convocación individual a una veintenade miles de hombres del contingente nacido en 1911. Las Divisio-nes escogidas fueron: la 29ª, llamada Peloritana, de Messina, fácilpara embarcar y compuesta por sicilianos acostumbrados a losgrandes calores, y la División 19. ª, llamada Gavinana, de Floren-cia, cuyo contingente se apreciaba como excelente.

El contingente llamado, sin mayores dificultades, se presentóentre el 5 y el 11 de febrero, demostrando bastante entusiasmo.Había necesidad de equiparlos y de armarlos; ¿cómo hacerlo sinrecurrir a los medios de movilización? No quedaba otro recursoque solicitar de las otras unidades el préstamo del material, delaprovisionamiento y ganado. Era el método que se había adop-tado para la campaña de Libia, en 1912, y que había acarreadoconsecuencias bien molestas y que se dejaron sentir hasta 1914.

Junto al entusiasmo se presentaban dudas e irresoluciones. ElGeneral Vaccari, Comandante de la División Peloritana, se declaróincapaz de conducir una guerra de esta naturaleza, y fue inmedia-tamente cambiado por el General Pavone, el "Diablo Negro", delos libios,

LA CONQUISTA DE ETIOPIA 433

Al mando de las tropas se colocó el General Graziani, quienquedó bajo el comando del General De Bono, alto Comisario quese encontraba en Asmara.

Hay necesidad de decir una palabra respecto a cada uno deestos hombres.

El General de Bono era uno de los fundadores de la Colonia.En 1887 combatió en Eritrea como Subteniente de Bersaglieri.Durante la Gran Guerra fue Jefe del Estado Mayor del SegundoCuerpo y Comandante del Tercero. Desde el primer momento sedeclaró facista y fue uno de los cuatro dirigentes que comandólas legiones en su marcha sobre Roma. Después gobernó la Tripo-litania.

Hombre de sesenta y siete años, era el tipo del viejo oficialgaribaldino, partidario fanático de la restauración del ImperioRomano y un sólido soldado. Encaró con energía los preparativos;se preocupó de reabastecer de agua suficiente a la ciudad de As-mara, cuyo población se componía de cinco mil italianos y de veintemil indígenas.

El General Graziani, que tomó el comando de las tropas delSomalí, sólo tenía cuarenta y nueve años. Su primer timbre degloria fue la conquista de Libia, que efectuó en 1911-1912.

Los embarques se efectuaron en Messina, Siracusa, Nápolesy Génova.

El transporte de Messina a Massaoua, por el Canal de Suez,demora alrededor de seis días. La operación se efectuó en tresescalones; el primero, que partió de Nápoles, entre el 1S y 22 defebrero, utilizando cuatro barcos, comprendía los tres batallonesde camisas negras (dos romanos y uno napolitano), y un batallónde Ingenieros, zapadores, radios, material y obreros especiales. Elsegundo escalón, de nueve barcos, salió de Nápoles entre el 22 defebrero y el 6 de marzo, llevando el Estado Mayor del GeneralGraziani y la 29. ª División (3. 9, 4. º y 75. º Regimientos de infan-tería, artillería de montaña del 24. º Regimiento, elementos del 3. ºy del 10. º Regto. de art., 163. º Regto. de artillería pesada, elementosdel 12. º Batallón de Ingenieros y tropas especiales).

Entre el 5 y 7 de marzo, partieron de Nápoles, otrostres barcos que transportaban material y debían embarcar en Trí-poli 2. 000 ascaris libios. El tercer escalón transportaba la 19. » Di-visión (General Maravigna, 70. º 83. º y 84. º Regtos. de Inf. ). Es-tando lista la División el primero de marzo, fue revistada el día2 en Florencia, e inmediatamente embarcada para Nápoles.

Esta primera y parcial movilización de dos Divisiones y tresbatallones de camisas negras, terminada al comienzo de marzo, fueseguida de muchas otras.

A principios de mayo fueron movilizadas: una División deEjército, la División Sabauda, de la Cerdeña (General Babbini)

434 MEMORIAL DEL EJERCITO.

y dos Divisiones de milicia, la del 23 de marzo (fecha de fundacióndel primer Fascio) y la del 28 de octubre (fecha del MinisterioMussolini); a continuación, cuatro batallones de milicia (Paler-mo, Cuneo, Ravena y Forli). En Eritrea se formó una segundaDivisión de ascaris.

A fines de mayo, tercera movilización: la División Gran Sasso(General Terziani: 13. º 14. º y 221. º R. I., 18- A. R., cuyas guarni-ciones quedan en la Italia Central, y dos Divisiones de Milicia:la del 21 de abril (la fundación de Roma) y la del 23 de enero(fecha de un discurso de Mussolini en 1926).

Estas nuevas movilizaciones no se podían efectuar sin un nue-vo llamado: el 4 de marzo fueron retirados todos los permisos;el 1. º de abril se incorporó a la clase nacida en 1914; el 24 deabril se llamó a los Suboficiales y a los especialistas de la Clase12 (contingente) y a principios de abril a los del contingente 13que no habían hecho sino seis meses de servicio activo. En estaforma, los contingentes' del 11, 13 y 14, de 220, 000 hombres cada uno,con un total de 660, 000 hombres, quedaron bajo las armas. Respectoal contingente del 12, no se hicieron públicas las medidas que setomaron, pero es probable que también fueron llamadas al servi-cio.

En mayo de 1935, es indudable que Italia disponía de 900. 000hombres bajo sus banderas.

A mediadas de julio, el Gobierno dio a conocer la movilizaciónde la División Calabresa, de Sila, bajo el comando del General Ber-tini (16. º, 20. º R. I. ) y la formación de una 5. ª División de Mi-licia, la del 1. º de Febrero (aniversario de la creación de la mi-licia).

En consecuencia, a fines de julio de 1935, había bajo las ar-mas: 10 Divisiones metropolitanas: cinco del Ejército y cinco dela milicia. Quedaba una dificultad por llenar: ¿Con qué tropas ibaa reemplazar Italia en la patria a estas Divisiones del Ejército re-gular, enviadas al Africa?

Se pensó en crear el "bis" de estas Divisiones, organizandolos Regimientos disueltos después de la Guerra, a los que se lesdevolvería sus estandartes.

De esta suerte, en Sicilia quedó una Peloritana II (146. º,222. º, 224. º I., y 52. º A. R. ), en Toscama, una Gavinana II (1 27. º,128. º, 213. º R. I., 43. º A. R, ), en Cerdeña, una Sabauda II (239.º,240. º R. I.; 18. º Regimientos Bersaglieri, 42. º A. R.; General Por-ta). En Italia Central, una Gran Sasso II (95. º, 96. º, 97. º R. L,44. º A. R. General Torrieri), por último, en Calabria, mientrasse movilizaba la División Sila, se procedía a la formación de unaSila II (132. º, 243. º-244. º R. I.; 45. º A. R. ).

En esta forma, la posición militar de Italia en Europa no sehabía debilitado en nada,

LA CONQUISTA DE ETIOPIA 435

Los transportes.

La movilización de los transportes se prosiguió lentamente. He-mos visto cómo la Gavinana dejó Florencia a comienzos de marzo.Comenzó su desembarque en Nápoles, a mediados del mes; perosus últimos elementos no se hicieron al mar sino el 10 de mayo.El embarque había demorado diez semanas.

El 6 de junio se inició la partida de la Sabauda, en Cagliaria.Junto con los soldados era necesario enviar a los obreros. A co-mienzos de junio se habían embarcado 30. 000 hombres.

La División Peloritana fue enviada al Somalí bajo el alto co-mando del General Graziani. La División Gavinana a Eritrea, bajolas órdenes del General De Bono. Este, desde la creación de laSegunda División de Ascaris, disponía de un Cuerpo de Ejércitoindígena, que más tarde debía llamarse Cuerpo de Ejército Eri-treano.

La División Gavinana terminó su desembarque a fines de ma-yo de 1935. Se reunió una poderosa aviación; el Conde Ciano, Mi-nistro de la prensa y de la propaganda, comandó una escua-drilla.

En el puerto de Massaoua reinaba una febril actividad; acos-tumbrado a una descarga de 2. 000 toneladas por mes, debía ahorahacer frente a una descarga de 3, 000 toneladas por día. Para ha-cer frente a este nuevo problema, se había acondicionado el puertode manera que permitiera la descarga simultánea de quince bar-cos; con este fin se echó mano de los dos puntos vecinos: Archicoy Dachilia.

Se trataba ahora de transportar hacia el interior el materialdescargado.

El camino y la vía férrea que en julio sólo daban un rendi-miento de 500 toneladas por día, sobrepasó de las 2. 000 en agosto.Los cuatro trenes que semanalmente corrían de Massaoua a As-mara, se aumentaron a siete por día; además, se construyó unfunicular de Asmara a Ghinda. La capacidad de descarga se elevóa 600 toneladas por día.

30. 000 hombres se echaron sobre los caminos, con un programade construcción de 814 kilómetros, que debían terminarse en octu-bre. De estos 814, ciento cincuenta con puentes betonados (mezclade cal, arena y grava) para el camino principal Massaoua-Nefasit-Asmara; además, cuatro paralelas y dos puentes suspendidos.

Se hizo perforación en las fuentes de agua, a las que se dotóde sus correspondientes conductores hasta los recipientes que de-bían almacenarla, y que estaban consultados para guardar diezlitros de agua por hombre, cada día, y veinte litros por animal.Se dobló la fuerza eléctrica, que era de 1. 500 kilowatts. Se esta-bleció una red telefónica. Se establecieron fábricas de hielo en As-

436 MEMORIAL DEL EJERCITO.

niara y en otros dos puntos; Massaoua proporcionaba cien tone-ladas por día. Doscientos camiones-cisterna, con capacidad para dosmil litros de agua cada uno, se aprestaron para seguir las opera-ciones.

Análogos preparativos se hicieron en el Somalí.

Se inicia el avance italiano.

En junio del mismo año 1935, el Comando italiano hacía apa-recer una nueva edición del "Reglamento para la conducción delas Grandes Unidades". Los lectores de la "Revista" conocíanya sus principios, puesto que son los mismos que manifiesta elGeneral Visconti-Prasca en su obra sobre "La Guerra Decisiva",que es una rehabilitación de la doctrina ofensiva que, como se sabe,había sufrido una crisis.

Después de una reparación minuciosa, el Reglamento preco-niza una ofensiva a outrance, con fuerzas cada vez mayores. Elsegundo principio, es la unión estrecha de las operaciones con la"logística", como se le llama en Italia, con los distintos "servi-cios", como se les denomina en otros ejército. (En Francia, es lacolaboración constante que debe existir entre la III. ª y la IV. ªSección).

Sobre estas bases se iba a llevar la campaña de Etiopía.Por un comunicado del 4 de octubre se daba el siguiente anun-

cio: "Ayer a las 5 de la mañana, las Divisiones de Ejército, lasDivisiones de camisas negras y las Divisiones indígenas han.. .franqueado la frontera entre Bar-Rakib y Méghek. Habiendo re-chazado los elementos de cubertura enemigos... las columnas ita-lianas han avanzado por un terreno áspero y difícil, hasta una líneasituada alrededor de 20 kilómetros de la frontera. La resistenciade las fuerzas etíopes ha sido de poca importancia.

El Ejército italiano avanzaba en Etiopía con frente al Sur,teniendo en el frente tres Cuerpos de Ejército, distribuidos deEste a Oeste, en la siguiente forma: a la izquierda, el Primer Cuer-po, al mando del General Santini, y que comprendía la DivisiónSabauda, la División Camisas Negras "28 de Octubre", y una Bri-gada de Ascaris a 7 batallones; en el centro, el Cuerpo de Ejér-cito indígena, compuesto de dos Divisiones de ascaris (28 bata-llones), y dos Grupos' (10 Batallones) de camisas negras, no en-cuadradas en las Divisiones, Dalmazzo y Damianti; a la derecha,el Segundo Cuerpo, compuesto de la División Gavinana, la Divi-sión de camisas negras "23 de marzo" y una brigada de ascaris.

En reserva hacia Adi-Ugri, la División Gran Sasso y la Divisiónde camisas negras "21 de Abril".

El I Cuerpo protegía su flanco izquierdo con una columnasalida de la base de Assao y que estableció el contacto el 13 de

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noviembre, en Dessa. Esta columna, comandada por el GeneralMariotti, estaba compuesta por guerreros dankalis, que habíanabandonado al Negus, y por batallones meharistas indígenas.

En esta forma, cada Cuerpo de Ejército estaba compuesto conuna División y una División de la milicia fascista.

La intención que se tuvo para reunir estas unidades resultaevidente; el General De Bono ya la había manifestado al hacer laelección. -

El avance italiano se efectuó en dos saltos. El primero, del3 al 6 de octubre, llevó al primer Cuerpo a Adigrat, el Cuerpoindígena a Entiscio, el II Cuerpo a Adoua.

La toma de Adoua suscita en Italia un entusiasmo inmenso:"Después de cuarenta años, escribe la Gazefcta del Popolo", lostres colores flamean sobre Adoua. Los muertos están todos de pie.¡ Saludan nuestros colores presentando armas como lo hicieron an-tes de caer!"

Se hizo en seguida una pausa de un mes, para preparar elterreno y poner de acuerdo la "logística" (*) de las operaciones.

No se podría enumerar el trabajo de estos servicios sin tenerque entrar en infinidad de detalles; pero el lector debe pensar enellos para llegar a comprender el carácter de la campaña. Bastaráindicar que, habiéndose alcanzado la base Adigrat-Adoua-Axoum,había necesidad de vaciar los primeros almacenes de municionesy pertrechos de guerra establecidos al Sur de Saganeiti y en Te-ramni, y organizar estos mismos almacenes en las secciones avan-zadas de Senafi y de Adigrat. Establecer una base de víveres, mu-niciones, medios de transporte y establecimientos sanitarios, tantoen Adigrat como en Adoua.

El almacén de Senafi, por ejemplo, tuvo que recibir veintedías de víveres ordinarios y diez días de víveres de reserva para40. 000 soldados europeos, 60. 000 indígenas y 40. 000 cuadrúpedos.Proporcionalmente, se hizo igual cosa en los otros dos sectores.

Se habían creado tres centros hospitalarios: el de Adigrat con-taba con seis hospitales de campaña y una ambulancia quirúr-gica.

Para el servicio de la artillería se crearon dos inmensos de-pósitos: uno para la línea de operaciones de la izquierda (1. 750toneladas de munición, transportadas en varios días por 500 auto-

Nota del traductor.* Logística: parte del arte militar que sirve de base a la estrategia, y

tiene por objeto el estudio de las vías y medios de trasladar lo más prontoposible las tropas movilizadas, con su material y convoyes, o sea toda la im-pedimenta, de los sitios de guarnición a los puntos de concentración, y de és-tos al teatro o campos de operaciones militares, (adjetivo militar: logístico).Del Griego logísticos: logizesthai-calcular; y logos-razon.

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camiones) y otra para la línea de la derecha (264 toneladas trans-portadas por cien autocamiones). En Senafi se instaló un labora-torio con una sección avanzada en Adigrat.

El servicio de ingenieros transportó, sobre la meseta, 1. 500toneladas de material, en 450 auto-camiones, y 38 carros; además,a las tropas les fueron distribuidas directamente, 158 toneladasde material.

Para el ala izquierda: la base de Adigrat recibió un total de5. 000 toneladas de Víveres, 5. 000 toneladas de. municiones y 3. 000de material de ingenieros.

Para estos transportes se necesitaron 2. 500 viajes de los ca-miones, siendo cada viaje de 180 kilómetros, cubiertas en das otres etapas diarias, a una velocidad media de 15 kilómetros. Elconsumo diario de carburantes fue de 150 toneladas, y el númerode vehículos, superior a 1. 100.

Como el número de transportes automóviles no llenaba las ne-cesidades, en Adigrat se reunieron 4. 000 mulares, 2. 600 camellosy 1. 600 asnos.

Tales son las necesidades de una campaña moderna, y apenasestamos en la primera etapa de la guerra.

El segundo salto se inició el 3 de" noviembre con un avancede 40 kilómetros. El día 4, un nuevo impulso, bajo una lluvia to-rrencial a pesar de estar en plena estación seca, marcó un avan-ce de 30 kilómetros. El día 7, la aviación dio la noticia de que elantiguo Fuerte de Makallé parecía estar evacúalo. El día 8, Ma-kallé fue ocupado por el I. er Cuerpo y el Cuerpo indígena; mien-tras que el II. º Cuerpo, a la derecha, ocupaba los vados del ríoTacazzé. El día 12, el I. 9 Cuerpo enviaba una descubierta hastaDessa, a 30 kilómetros al Este de Makallé.

Situación difícil.

Estos dos saltos constituyen la primera fase del avance ita-liano. Se había efectuado sin otras resistencias que ligeras esca-ramuzas, a este propósito, un comunicado oficial dice: "sin nin-guna reacción por parte del adversario". ¿ Dónde estaban, enton-ces, las fuerzas etíopes?

En este país feudal, debe considerarse que cada Príncipe con-duce su Ejército, sus huestes.

A fines de octubre, la situación era la siguiente: el Ras Se-youm, príncipe del Tigre, tenía el Ejército del Norte, que fue elque provocó los combates de octubre. Los italianos se vanaglo-riaban de haber reducido a 5. 000, los 20. 000 hombres con que esteEjército contaba; ¿era una apreciación exacta? Seyoum se habíaretirado al sur de Adoua, en la provincia de Tembien,

LA CONQUISTA DE ETIOPIA 439

Un segundo Ejército, el del Ras Kassa, había corrido en susocorro. Frente a la línea italiana del sur, en la región de Harrar,se sabía de otro agrupamiento comandado por el Ras Nasibú ydirigido contra, el General Grazianí.

Más tarde trataremos este frente del Somalí porque consti-tuye un teatro de operaciones separado y distinto en el conjun-to de las operaciones.

El grueso de las fuerzas etíopes se encontraba en vías deconcentración en la región de Addis-Abeba. Los guerreros de lasprovincias del sur y oeste llegaban por destacamentos enviadospor los Gobernadores, con sus mujeres y sus niños. El Négus per-manecía en Addis-Abeba para recibir a sus soldados. Se tenía laintención de concentrarlos en la región de Dessié y de Magdala.

La fuerza principal de los etíopes descansaba en su bravuray en el desconocimiento que tenían de las armas modernas. Endiciembre, en el incidente de Oual-Oual, no dieron demostraciónalguna de temerle a los aviones y a los tanques.

Su país se prestaba admirablemente para las guerrillas y eraventaja para ellos explotarla y saberla aprovechar.

El avance de los italianos efectuado en noviembre había sidotan rápido, que les fue imposible limpiar el terreno a sus espal-das, por lo que quedaron huestes etíopes en las provincias de Tem-bien y de Gheralta. Estas son dos grandes mesetas de lava conprofundos cortes hechos por los ríos. Regiones de cultivo y pro-picias para las emboscadas, se encontraban infestadas por las ban-das del Ras Seyoum.

Un artículo muy bien inspirado de Cario Romano en la Ga-zzetta del Popolo del 20 de noviembre, presenta esta infiltraciónbajo un aspecto inquietante: "Junto a las informaciones contra-dictorias que dan por cierto la presencia de 15. 000 abisinios enTembien y aquellas que estiman que esta región ha sido evacuadapor las fuerzas enemigas, sólo una cosa es verídica: que fuertesdestacamentos se ocultan en las montañas y en los bosques con elobjeto de molestar el flanco derecho del Cuerpo indígena".

También aparecía como cierto, que desde el Sur, los dos hi-jos del Ras Kassa marchaban de Socota por Avergallé a fin depasar por el Gheva y llegar a dar la mano a los guerreros deTembien. En otras palabras, el adversario amenazaba formar unrincón entre el centro italiano (Cuerpo indígena), y la derecha(II. º Cuerpo).

La situación se hacia tanto más delicada, cuanto que la au-sencia de camiones, hacia muy difíciles las comunicaciones; elCuerpo de Ejército indígena no contaba con ninguna. Su Jefe, elGeneral Pirzio Biroli, había tenido que seguir a sus tropas, ca-ballero sobre una mula. Para su artillería pesada y sus camiones,

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se había visto obligado a usar la zona de marcha de su vecino, elI. º Cuerpo, que disponía del camino imperial Adigrat-Makallé-Quoran-Dessié. Aún, sobre este mismo camino, se veía obligadoa alargar las profundidades de marcha. En el avance sobre Ma-kallé, los ingenieros no pudieron hacer pasar los camiones en eldesfiladero de Antifos y únicamente la artillería de montaña pu-do acompañar a las tropas.

Era preciso, si no se quería correr el riesgo de tener sorpre-sas graves en la retaguardia (el enemigo ya había intentado unael día 5, en el monte Gundi), proceder a efectuar una enérgicalimpieza. A ella se dio comienzo el 12 de noviembre y fue prac-ticada por dos columnas, una que salió de Makallé y la otra deHauzien. Sólo se constatan dos insignificantes escaramuzas.

Pero, al mismo tiempo que el Ras Seyoum se deslizaba sobrelas espaldas del adversario, trataba también de rebalsar su de-recha.

Como se ha visto, la izquierda de los italianos estaba cubier-ta por una columna indígena, meharista y guerreros dankalis yla columna Mariotti que operaba en el llano; pero el ala derechasobre el Tacazzé, estaba mucho más expuesta y tal situación nohabía escapado a los etíopes.

Sobre el flanco exterior del II. 9 Cuerpo, según se apreciaba,había 20. 000 guerreros etíopes bajo el comando de uno de sus me-jores jefes, el Ras Immrú. Era una amenaza grave; el Cuerpo deEjército se había detenido para llenar la necesidad de protegersu flanco.

Por último, una correspondencia del "Lavoro Facista" del19, publica el fracaso de una tentativa enemiga sobre Seelicot,en la unión del Cuerpo indígena y del I. » Cuerpo.

En esta forma los Cuerpos italianos se encontraban rodeadosde enemigos, generalmente invisibles, empecinados en separarloso en envolverlos. Pero, antes de que esta situación se agravara,el Ejército italiano había cambiado de Jefe.

La llegada del Mariscal Badoglio.

Por razones que no fueron publicadas, el Mariscal de Bonofue reemplazado por el Mariscal Badoglio, cuya primera comuni-cación lleva fecha 30 de noviembre.

El nuevo Comando en Jefe tenía sesenta y cuatro años. Des-pués de haber combatido en Etiopía como joven Oficial y en Li-bia en 1912, durante la Guerra, permaneció como Jefe de EstadoMayor de un Cuerpo de Ejército, de donde pasó a prestar impor-tantes servicios al Gran Cuartel General.

Jefe de Estado Mayor después de la Guerra, Embajador enBrasil, Mariscal en 1926, Gobernador General de Libia donde ter-

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minó la pacificación y la conquista en 1929-1934; Jefe de Esta-do Mayor de todas las fuerzas de la Defensa Nacional y desig-nado Comandante en Jefe para una Guerra futura; era la másalta personalidad militar de Italia.

Apenas llegaba el nuevo Jefe, cuando los etíopes tomaban laofensiva.

En el ala occidental se ha visto la difícil situación del II. ºCuerpo que tenía en su frente el río Tacazzé, vadeable en muchaspartes, al mismo tiempo que tenía la obligación de guardar suflanco derecho. En su frente, al otro lado del río, estaba el Ejér-cito del Ras Immrú. A fin de "canalizar" el ataque que presen-tían venir, los italianos habían, voluntariamente evacuado unode los vados, el que está al sur de Mai-Timchet; pero esta precau-ción se volvió contra ellos. El 15 de diciembre, la vanguardia delRas Iminrú, 3. 000 hombres con armas automáticas y granadas,pasó el Tacazzé y después de un vivo combate, rechazó a los ita-lianos hacia el Norte sobre el desfiladero de Dembeguina. Pero,durante este tiempo otro destacamento etíope de 2. 000 hombreshabía vadeado el río aguas abajo y se encontraba ya en Dembe-guina, de manera que las fuerzas italianas, encontrando cortadasu retirada, tuvieron que abrirse camino con ayuda del arma blan-ca. En esta forma llegaron a Dembeguina donde se encontraroncasi completamente rodeadas.

El día 17 lograron desprenderse de su adversario al que, asu vez pudieron rodear.

Las tentativas etíopes en el frente del Tacazzé terminan enun fracaso. Pero el ataque se reanuda en el centro, sobre el frentede Tembien.

Abbi-Addi, la capital de esta provincia, es un nudo importan-te de comunicaciones. Un río; el Tanquá, que corre de Este a Oeste,a la altura de la ciudad presenta una cortadura que se encargabade proteger las posiciones italianas.

Los etíopes atacaron en la mañana del 20, al sur de Abbi-Addi, y fueron vigorosamente rechazados.

Se trataba de un preludio; el ataque recomenzó el 22 a lasnueve de la mañana. Por primera vez, la artillería italiana, ennúmero importante, se encontró sobre el campo de batalla; perosu acción se vio paralizada por la astucia del adversario que su-po aprovechar las ventajas que le ofrecía un terreno tan quebra-dizo como accidentado. Mientras que por su izquierda los etíopesatacaban de frente las posiciones de Tanquá, su derecha, corrién-dose por un terreno espeso, cerrado de árboles, desbordaba laciudad de Abbi-Addi por el Este y llegaba sobre la extrema iz-quierda de los italianos, a la Iglesia Enda Mariam Quarar, edifi-cada a 2. 555 metros de altura.

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A la una de la tarde, la situación de los italianos era por de-más crítica; pero esta vez, como la anterior, lograron despren-derse de sus atacantes envolviendo a su vez el ala que trataba deenvolverlos.

A las trece horas y cuarenta y cinco minutos, toda la arti-llería concentró sus fuegos sobre la maniobra enemiga; la infan-tería, apoyada por una acción aérea, recibió la orden de pasaral contra-ataque. Después de un vivo combate al arma blanca,fueron derrotados y puestos en fuga los etíopes, que resistíanfuriosamente asidos a las rocas.

La primera Batalla de Tembien.

El doble fracaso de diciembre no descorazonó, en forma al-guna, a los etíopes.

A comienzos de enero el Mariscal Badoglio tenía por delante:frente a Abbi-Addi el Ejército del Ras Kassa comandado por susdos 'hijos mayores, más al Este, frente al Monte Andino, un Ejér-cito compuesto de los restos de las tropas del Ras Seyoum y delos elementos del Choa, comandado por el tercer hijo del RasKassa; más el Este aún, frente a Makallé el Ejército del RasMulughieta, Ministro de la Guerra. Los etíopes habían concentra-do la caballería a retaguardia para explotar los éxitos de la ofen-siva proyectada.

En cuanto al terreno, la mesta volcánica, se presentaba conlas profundas incisiones causadas por la eroción y disimulada-mente envuelta por el espinoso manto de las acacias. Salvo losdifíciles senderos, no se presentaba ningún otro camino.

El plan de los etíopes era el de perforar el centro italianohacia Abbi-Addi en dirección a Hauziem, con los Ejércitos delRas Kassa y del Ras Seyoum, aislando así la izquierda que se-ría atacada en Makallé por el Ras Mulughieta.

El Mariscal Badoglio resolvió prevenir la ofensiva enemiga.El frente se había reforzado con el III. º Cuerpo, compuesto de laDivisión Sila y de la División Camisas Negras 23 de marzo, queel General había empleado en el Sur-oeste de Makallé, entre elI. º Cuerpo y el Cuerpo indígena. Estas tropas de refresco fueronechadas hacia adelante el 19 de febrero; la División 23 de marzoa la izquierda y la División Sila a la derecha. Un foso de Este aOeste se extendía ante el frente de las tropas; la quebrada deGabat que prolonga hacia el oeste el Gheva; como el propio Ghe-va prolonga hacia el Este el Tacazzé.

Era sobre este inmenso foso que se jugaba el destino de laguerra. El Gabat está dominado hacia el Norte por una línea dealturas que los italianos escalaron sin encontrar resistencia; pero

LA CONQUISTA DE ETIOPIA 443

apenas aparecieron sobre las crestas fueron saludados por los fue-gos organizados de la contra-pendiente.

¿Según este hecho, cómo era dable dudar que los etíopes noestuvieran dirigidos por instructores europeos?

Sin embrago, la División 23 de marzo, comandada por S. A.R., el Duque de Pistoia, daba razón de estas defensas. La DivisiónSila hacia la derecha, alcanzaba la confluencia del Calamino y¿el Babat y pasaba al sur de este último.

El 21, la posición enemiga estaba completamente conquista-da. Esto no era sino la primera fase de la maniobra. La segundaconsistía, después de haber hecho avanzar la izquierda con fren-te al sur, hacer converger el centro, o sea el Cuerpo indígena,con frente al oeste a fin de desprender al adversario de las ribe-ras del Tanquá.

Necesariamente, esta acción comprendía dos ataques: uno,pronunciándose desde el Norte (División 28 de octubre), y ata-cando de frente al enemigo; era puramente demostrativo; el otro,viniendo desde el Este, (2. º División eritreana), lo tomaba por suflanco derecho.

Después de haberse apoderado del estrecho paso, de la gar-ganta de Uarien, al norte de Abbi-Addi, la División 28 de octu-bre, destacó hacia el sur el l. er Grupo de los Batallones de Cami-sas negras de la Eritrea, sobre una altura situada al este de Abbi-Addi, llamada Debra-Amba; pero, al ser blanco del fuego que sele hizo de todas direcciones, el Destacamento se vio obligado areplegarse al grueso.

Durante este tiempo, la 2. º División Eritreana que venía delEste, avanzaba victoriosamente y tomaba los montes Lata y Cuit.

Atacadas por el Norte y por el Este, las tropas europeashubieran, sin duda, optado por la retirada. Los etíopes no sóloresistieron con encarnizamiento, sino que trataron de ganar lapartida en el norte, tratando de rechazar a los intalianos de lagarganta de Uarien. Por la reconquista de este paso se batieronfuriosamente durante toda la jornada del 22 de enero. El día 23,el ataque italiano que cada vez se dejaba sentir con más fuerzaen el flanco derecho etíope, los obligó a abandonar su empresa.Al abandonar Abbi-Addi, se retiraron hacia el sur y el oeste; seles atribuye 5. 000 muertos. Los italianos tuvieron una baja de25 Oficiales.

Estas operaciones (19-23 enero) recibieron la denominaciónde "primera batalla de Tembien".

El centro etíope, Ejércitos del Ras Kassa y del Ras Seyoum,quedaba momentáneamente fuera de acción.

M. del E. 7.

444 MEMORIAL DEL EJERCITO

Pero al este quedaba el Ejército del Ras Mulughieta frentea Makallé con 80. 000 hombres. Hacia el oeste, en el Chiré, elEjército del Ras Immrú con 30. 000 hombres amenazaba la dere-cha italiana.

Es contra estas dos alas, que el Mariscal Badoglio va a di-rigirse después de haber roto el centro del enemigo.

Dejémosle un intervalo de quince días para el trabajo delos caminos y del reaprovisionamiento. El 10 de febrero estostrabajos se terminan y Badoglio inicia la ofensiva.

En esta forma, se da comienzo a la fase decisiva de la guerra;en tres semanas y con tres batallas se habrán aniquilado comple-tamente las fuerzas del enemigo.

Tres batallas decisivas.

A 16 kilómetros al sur de Makallé se eleva el maciso deAmba-Aradam, de 8 kilómetros de ancho y tres de profundidad,nudo rocoso que culmina 2, 756 metros de altura y que está de-fendido por 30. 000 etíopes. No se podía pensar en atacarlo defrente, y el plan del Mariscal Badoglio consistió en envolverlopor sus dos flancos; al este por el l. er Cuerpo; al oeste por el III. '.

El extremo derecho estaba cubierto por las tropas indígenasllamadas Destacamento del Enderta, bajo el mando del DegiacGugsá.

El 10 de febrero, los dos Cuerpos de Ejército acortaron lasdistancias hacia los puntos de partida sobre la ribera norte delGrabat y fuera de la vista del enemigo.

El 11, mientras el III. er Cuerpo permanecía en sus posicio-nes, el I. º llegaba a establecerse en las alturas más próximas alsur del río y el 12 avanzaba, de altura en altura hasta la planiciedel Buie.

Pero este ataque de la izquierda era sólo una acción simula-da, destinada a llamar la atención de las fuerzas del enemigo ha-cia este sector. Mientras esta acción se ejecutaba, hacia le dere-cha, el III. er Cuerpo con sus dos Divisiones, una en pos de laotra, atravezaba el río y comenzaba a escalar las pendientes nor-oeste del Amba-Aradam.

El enemigo trató vanamente de dejar sentir su acción ya seasobre el frente del III. er Cuerpo o sobre el ala interior del I. º. Elperíodo de preparación se había terminado. Trascurrieron dos díasque fueran empleados en emplazar la artillería y sus servicios.

El 15, a las siete de la mañana se dio comienzo al ataque de-cisivo en medio de bruma y sin encontrar mayor resistencia. Ape-nas el sol alumbró el campo de batalla, los etíopes se defendieroncon toda energía. Como en el día 12, sus contra-ataques fueron

LA CONQUISTA DE ETIOPIA 445

llevados de preferencia sobre las alas interiores de los dos Cuer-pos que eran los puntos débiles de la línea.

Durante este tiempo, los italianos extendieron sus alas exte-riores, en tal forma, que lograron juntarlas en la región de An-tolo. El encierro de Amba-Aradam era completo. Un destacamen-to de camisas negras del III. er Cuerpo escaló valientemente has-ta la cima y allí plantó e hizo flamear el tricolor italiano.

El Ejército del Ras Mulughieta huyó en dirección al sur.Se ha dado a esta acción el nombre de "Batalla de Enderta",

nombre tomado de la provincia donde se llevó a efecto.La artillería de Ejército que fue oportunamente emplazada

y la aviación que hizo volar hasta ciento cincuenta aparatos, ayu-daron poderosamente a la infantería.

Pero la batalla misma, con su envolvimiento decisivo, se pre-senta y queda como una batalla de maniobra, conforme a los prin-cipios adoptados después de la Gran Guerra por la estrategia ita-liana.

Las pérdidas de los etíopes fueron considerables: 20. 000 hom-bres fuera de combate, de los cuales 5. 000 muertos.

Los italianos perdieron: 12 muertos y 24 oficiales heridos;122 muertos y 499 heridos en las tropas metropolitanas, 62 muer-tos y 83 heridos en las tropas indígenas.

La victoria de la izquierda, en Enderta, permitió a los ita-lianos atacar el centro etíope, es decir, a los Ejércitos del RasKassa y del Ras Seyoum en Tembien, ataque que se efectuó defrente y de flanco por el norte y el este.

Mientras que el I. er Cuerpo se dirigía al sur para contenerlos restos del Ras Mulughieta, el III. er Cuerpo hacía una con-versión hacia el Oeste sobre Gaela para formar la rama sur dela tenaza cuyo antiguo Cuerpo indígena, ahora Cuerpo Eritrea-no, formaba la rama norte.

La persecución del I. er Cuerpo hacia el sur, se efectuó entres columnas, dentro del tiempo previsto y sin encontrar resis-tencias.. El 28 de febrero, los colores italianos flameaban en lacúspide del Amba-Alagi, a 3, 438 metros de altura.

Durante este tiempo, la batalla se desarrollaba en Tembien.El III. º Cuerpo, operando con frentes invertidos, marchaba des-de el sur hacia el norte, en dirección a Gheva. El Cuerpo eritrea-no reforzaba sus posiciones en forma de poderlas defender con elmenor número de tropas" posible, a fin de dejar disponible una granmasa de hombres que le permitiera maniobrar.

El 26 en la tarde, todo quedaba listo.El Ras Kassa y el Ras Seyoum contaban en conjunto, con

treinta mil hombres, distribuidos en tres frentes: al norte, al este

446 MEMORIAL DEL EJERCITO

y al sur entre el Debra-Amba (frente al norte), Melfa (frente aleste), Amba-Tzelleré (frente al sur).

En tales condiciones, la batalla se presentaba perdida paraellos. El día comenzó con una heroica hazaña realizada por elCuerpo eritreano. Un destacamento de alpinos y de camisas ne-gras con valentía temeraria, ayudados con un gancho para es-calar muros, el 27 en la mañana se apoderaron de Amba-Doré(Norc-Amba) y del cañón que allí estaba emplazado. A pesar delos vivos contra-ataques enemigos, la posición quedó en poder delos italianos.

Entre tanto, el III. er Cuerpo pasaba el Gheva de sur a nortey llegaba a Dibbac sin encontrar resistencia. La maniobra italia-na era, evidentemente, la de completar por el oeste el sitio delenemigo ya cercado por tres frentes.

El 28, el Cuerpo eritreano atacó desde el norte el Debra-Amba y comenzó a ganar terreno hacia el oeste; por el sur elIII. er Cuerpo hizo la misma maniobra sobre el Tzelleré, ganando,en la misma forma las pendientes occidentales. El 29, los dosCuerpos de Ejército se dieron la mano al oeste de Abbi-Addi, conlo que lograban encerrar al enemigo.

La batalla lleva el nombre de "segunda Batalla del Tem-bien". Sólo quedaba por efectuar la destrucción de la izquierdaetíope; es decir, el Ejército del Ras Immrú reforzado con los ele-mentos comandados por Aialeu-Burrú, fuerte en treinta mil hom-bres más o menos. Se recordaran los peligros que estas tropas hi-cieron correr al II. 9 Cuerpo de Ejército italiano que se vio obli-gado a replegarse hasta las proximidades de Axoum.

Por lo pronto, el Mariscal Badoglio pudo reforzar esta aladerecha, que se encontraba en peligro. De Italia se había conti-nuado enviando Divisiones movilizadas. Dos Divisiones de Ejér-cito fueron sacadas de las fronteras de los Alpes: la DivisiónCosseria de guarnición frente a Niza y la División Assiette deguarnición frente a Modena.

Era indudable que el Sr. Mussolini tomaba una decisión apo-yada en muy buenas razones, al dar a Francia una prueba de con-fianza, que lo llevaba hasta desguarnecer completamente sus fron-teras.

Los servicios italianos hicieron un verdadero "tout de forcé"al embarcar estas dos Divisiones en dos días. La División delMetauro fue puesta en pie de guerra pero embarcada, parece,para la Libia. En diciembre partió la División de camisas negrasTevere, formada con voluntarios regresados del extranjero. Enenero tocó el turno a la División alpina Val Pusteria.

Con los refuerzos llegados más la División Cosseria y la Di-visión de camisas negras el I. º de febrero, el Mariscal Badoglio

LA CONQUISTA DE ETIOPIA 447

pudo formar un nuevo Cuerpo de Ejército, el IV., que lo concen-tré al nor-oeste de Axoum, detrás de Mareb, hacia Debri-Mariam.

El IV. º Cuerpo de Ejército, avanzando hacia el sur, atacaríaal Ras Immrú por el norte. El II. º Cuerpo, que ahora comprendíatres Divisiones (Gavinana, Gran Sasso y 21 de abril) dejandouna pequeña guarnición en los campos de Axoum y Adoua, mar-charía con el resto de sus tropas en forma de atacar al Ras Immrúpor el este.

Una vez más, los etíopes serían tomados por una maniobraen forma de tenaza.

El 29 de febrero, los dos Cuerpos de Ejército se pusieron enmarcha. El IV. º pasó el Mareb sin resistencia y avanzando por unterreno difícil y sin agua, llegó en la tarde ante Aa-Nebrid, queera su objetivo. El II. » tuvo una jornada mucho más agitada; laDivisión Gavinana que marchaba a la cabeza fue atacada por unenemigo numeroso y tenaz, que libró hasta la noche, un duro com-bate. Fue entonces, cuando se decidió que la División Gran Sassomarchara a la derecha de la Gavinana.

La jornada del 1. º de marzo, el II. » Cuerpo la empleó en re-chazar los ataques que se dirigían a su flanco; mientras que elIV. º continó la marcha. El día 2, los dos Cuerpos avanzan a pesarde los violentos ataques que los etíopes efectúan sobre el II. »Cuerpo y que se rechazan con la ayuda de poderosas concentracio-nes de artillería. Al alba del día 3, los dos Cuerpos italianos sehan aproximado lo suficiente para poder combinar sus acciones.

El enemigo, quebrantado por estos tres días de combates yamenazado en sus dos frentes, renuncia a la lucha y se retirahacia Tacazzé, perseguido por la aviación.

Como en los casos precedentes, esta batalla recibe el nombrede la provincia donde se llevó a cabo: "Batalla de Chiré".

En la segunda Batalla de Tembien y en la de Chiré, los ita-lianos estiman que los etíopes han perdido 15, 000 hombres. Por suparte, acusan las siguientes bajas: 19 oficiales muertos y 67 heri-dos; 236 muertos, 831 heridos y 23 desaparecidos en las tropas me-tropolitanas; 36 muertos, 149 heridos y 13 desaparecidos en lastropas indígenas.

Ultimas operaciones.

En la forma descrita y por una serie de maniobras llevadas conla más firme decisión, con 150, 000 hombres y sobre un frente de 250kilómetros, el Mariscal Badoglio había batido sucesivamente desdeel Este hacia el Oeste, loa Ejércitos del Ras Mulughieta, Seyoum,e Immrú.

La partida estaba virtualmente ganada; sin embargo, aún noestaba terminada. El Ejército italiano tenía a la fecha, un frente

448 MEMORIAL DEL EJERCITO.

que se extendía del Tacazzé por la derecha, hasta el Amba-Alagipor la izquierda, pasando por Fenaroa. Una semana se consagróa la reorganización y establecimiento de los servicios.

El 10 de marzo, siete días después de la Batalla de Chiré, lamarcha adelante se comenzó en toda la línea. La aviación, que habíatomado parte activa en las batallas de febrero, volaba ahora de-lante del frente. Seis aparatos enemigos fueron distribuidos, dosde ellos en el mismo Addis-Abeba; pérdida irreparable para losetíopes.

La aviación extendía su radio de acción estudiando tambiénel terreno de rocas basálticas de que están formadas las mesetassobre las cuales iban a ser lanzadas las columnas de persecusiónitalianas al mismo tiempo, que escoltaba a estas columnas.

Fue en esta forma, como la columna de la izquierda, que apartir de las bases de Beitul y Assab, debía recorrer 150 kilómetrospor las planicies de Dancalié, en una región inhospitalaria; pudoseguir el avance acompañada de 25 aviones que la aprovisionaronde municiones, víveres, forraje y agua, al mismo tiempo, que ex-ploraban para evitar las1 posibles emboscadas.

Para cumplir tal tarea, las aviones efectuaban un verdaderoservicio aéreo de seguridad alrededor de la columna, Acolando de-lante de ella, o en escalones, sobre su flanco o retaguardia, man-teniendo una constante comunicación con las tropas en marcha, pormedio de radios y, cuando alguna tropa abisinia era descubierta,descendiendo hasta bajas alturas para ametrallarlas. Tal trabajo,no podía efectuarse sin que numerosos (noventa y siete) aterrizajesafortunados se llevaran a cabo sobre este erizado terreno.

El 11 de marzo la columna llegaba a Sardo y amenazaba elflanco derecho de las fuerzas etíopes agrapadas hacia Quoram.

Tal cosa pasaba en la extrema izquierda. En la derecha, por elcontrario, el II Cuerpo franqueando el Tacazzé bordeaba por elOeste el formidable Semien, macizo inexplorado, cuya cima está a4, 620 metros de altura, y el 29 de marzo llegaba a Debarech.

El III. º Cuerpo salido de Fenaroa, progresaba a través' de unterreno blando y cubierto de barrizales, donde los automóviles nopodían avanzar y donde las municiones, eran llevadas a lomo deanimal y los víveres a espaldas de los soldados1; 2, 000 hombres hi-cieron treinta y seis kilómetros en dos días llevando cada unotreinta kilos más que la carga reglamentaria, o sea un total de 60toneladas. En esta forma, el Cuerpo alcanzó el nudo de caravanasde Socota.

Por último, una columna enteramente motorizada bajo las ór-denes del General Starace, partió de Asmara el 15 de marzo. Estacolumna comprendía el 3. º Regimiento de Bersaglieri, un Batallónde ¡camisas negras (El Bat, Benito Mussolini), un Grupo de Art.automóvil, un Grupo moto-ametrallador, un Escuadrón de autos

LA CONQUISTA DE ETIOPIA 449

blindados, una Compañía de ingenieros y servicios, en total unamasa de 5, 000 hombres y 500 máquinas organizadas para moversey vivir con sus propios medios durante un mes.

Una columna de operaciones organizada en tal forma, fuerte,rápida y poderosa, es una novedad en esta guerra.

El 19 alcanzó Settit y el 20, al alba volvió a emprender la mar-cha; recorrió 300 kilómetros en doce días sobre un territorio desco-nocido, y llegó a Góndar el 1. ' de abril a medio día, en contacto conuna columna indígena salida de Debarech.

Los restos de las tropas del Ras Immrú se dispersaron haciael sur, sin presentar combate.

Durante este tiempo, el I. º Cuerpo que avanzaba por la rutaimperial al sur de Amba-Alagi, encontraba en su frente al últimoEjército de Etiopía. El Negus en persona lo comandaba; contabacon cuarenta a sesenta mil hombres, más la guardia imperial arma-da a la europea. Se suponía que el Negus se mantuviera a la de-fensiva cerrando a los italianos el camino de Dessié.

Gesto desesperado: el Negus sentía ya la amenaza del adver-sario sobre sus flancos; al oeste, en Socota; al este en Sardo. Lasola esperanza de éxito que le quedaba entre estos dos puntos erala de arrojarse sobre los italianos, sorprenderlos en plena organiza-ción y aniquilarlos. Jugó, pues, esta última alternativa.

Desgraciadamente para él, el Mariscal Badoglio conocía susdesignios. El Grupo amenazado, 1. Cuerpo y Cuerpo eritreano es-peró el choque manteniendo escalonada su derecha al norte del to-rrente Mécan, en un pasaje de cadena y de, valles paralelos de uncarácter parecido al de los alpes. A la derecha, el I. Cuerpo teníatres Divisiones en el sentido de la profundidad; el Cuerpo eritrea-no, a la izquierda tenía sus dos Divisiones colocadas en primeralínea.

A las seis de la mañana del 31 de marzo, los ataques etíopes alala derecha dieron comienzo a la batalla, ataques que se estrellarony quebraron contra los alpinos del I. Cuerpo, dueños del monteBohorá. Más tarde, un segundo ataque apoyado por cuarenta ca-ñones de pequeño calibre y morteros se dirigió al centro hacia lagarganta o paso de Mécan, contra la unión del I. Cuerpo y el Cuer-po eritreano, táctica etíope bastante conocida ya.

A las catorce horas, el Cuerpo eritreano pasó al contra-ataquey rechazó al enemigo hacia el valle del Mécan.

A las diez y seis horas, nuevas masas etíopes, reaccionando conenergía, emprendieron un nuevo asalto, esta vez, contra las dos alasitalianas; de una parte, contra lo alpinos del monte Bohorá y dela otra, sobre el ala del Cuerpo eritreano, ala exterior en el monteCorbeta.

Sobre todo el frente, desde Bohorá a Corbeta, se multiplicanlos furiosos asaltos que son recibidos con una resistencia encarnizadamezclada de contra-ataques; mezcla tan estrecha, que la artillería

450 MEMORIAL DEL EJERCITO.

se ve en la necesidad de suspender sus fuegos y limitarse a abrirel tiro de contra batería.

A las diez y siete horas, los etíopes comienzan a dar demostra-ciones de cansancio; inmediatamente, los alpinos se lanzan al con-tra-ataque y arrojan al enemigo sobre Saefti. Es la señal de laderrota.

Deshechos por las ametralladoras, martillados por la aviación,despedazados por la artillería, con las bayonetas en los ríñones, losetíopes son perseguidos hacia el punto desde donde partieron, másallá de Mécan, dejando siete mil muertos sobre el «ampo de com-bate.

El I. º de abril hacen demostraciones de un ataque que no essino un disimulo para cubrir su retirada y que inmediatamente esdetenida por la artillería. El 2 los italianos atacan sobre un anchofrente, el Cuerpo eritreano amenazando el ala derecha enemiga,mientras el I. Cuerpo ataca con dos Divisiones desplegadas; perosólo encuentra en su frente las retaguardias del adversario. El 3,el enemigo se encuentra en plena retirada; al alba del 4, en plenaderrota.

El lago Ascianghi dio su nombre a esta batalla.Los italianos tienen en su poder la línea Gondar-Soeota, lago

Ascianghi-Sardo. El último Ejército del Negus está deshecho, des-truido. La victoria es completa en toda la línea. La campaña estávirtualmente terminada. La persecusión se inicia en todo el frente,la derecha marchando sobre el lago Tana, la izquierda sobreDessié.

Sobre el frente del Somalí.

¿ Qué pasaba en el sur, en el frente del Somalí mientras la gue-rra se decidía en el frente norte

No se podían esperar grandes operaciones en este sector. ElGeneral Graziani tenía delante de él, una ancha y baja banda deterreno donde la lluvia imperó constantemente en forma mortal. Elseñor Monfreid ha descrito con verba especial, la marcha de unacolumna que él siguió en estos lagos de barro.

Una ojeada al mapa demuestra que las operaciones están liga-das a los tres caminos que de Somalí penetran en Etiopía. El de laderecha conduce a Harrar; el del centro a Addis-Abeba, el dé laizquierda, partiendo de la región de Dolo, llega también a la capi-tal. Estos tres caminos remontan los ríos, Fafán por la derecha,Chébele en el centro y Giuba a la izquierda, Después de atravesarla planicie se llega, siguiendo estos ríos, a la montaña, o mejor di-cho a la meseta meridional del maciso abisinio. Se la escala y sellega a los bordes de la gran hondonada, cuyos fondos están ocupa-dos por una serie de lagos. Se desciende hasta el fondo de esta hon-donada y se trepan los muros del otro costado; allí se encuentraAddis-Abeba.

LA CONQUISTA DE ETIOPIA 451

De las tres columnas, la de la derecha, tiene por delante el ca-mino más corto y el objetivo más tentador: Harrar, en el costadosur de la gran hondonada, la que no es necesario franquear.

A pequeña distancia de este importante punto, en Dire-Daoua,se cruza la línea férrea francesa de Addis-Abeba a Djibouti.

Al comenzar las operaciones, el General Grazziani había ocu-pado (5 de octubre), Gherlogubi sobre el camino de la derecha; Da-guerri (18 de octubre) en el camino del centro y, en los primerosdías de octubre, Dolo en el camino de la izquierda. Estaba listopara iniciar su plan.

A principios de noviembre, poniendo en movimiento su colum-na de la derecha (Coronel Matetti) desde Gherlogubi; su columnadel centro ('General Frusci) desde Ferfer; sobre el Chébeli; pormedio de un ataque convergente había alcanzado Gorrahei que seconsideraba como la llave del Ogaden. En efecto, las sumisionescontinuaron.

Los etíopes se replegaron sobre Dagabour; ellos tenían sobreeste frente los Ejércitos del Ras Desta a la derecha; del Ras Ghie-taoeino al centro y del Ras Nasibu a la izquierda cubriendo Harrar.El comando supremo estaba confiado a un aventurero turco denombre Wehib pachá.

EL Ras Desta, con 30, 000 hombres tomó la iniciativa de envol-ver la izquierda italiana en la región de Dolo. Pero perdió tiempo;la aviación italiana descubrió el movimiento de sus cuatro colum-nas, las ametralló y las obligó a buscar refugio en los montes.

Durante este tiempo, el propio General Graziani Se decidió aobrar ofensivamente a fondo.

El 12 comenzó la operación en dos columnas, la de la derechaa lo largo de Ganalé Doria, la de la izquierda a lo largo de DaouaParma.

Llegada el 13 a Gogora, la columna de la derecha se ramificóen dos; una parte, formando flanco-guardia remontó el GanaléDoria hacia Bander la otra parte, formando desde este momento elcentro del dispositivo y enteramente motorizada, tomó derechosobre Neghelli que era el Cuartel General del Ras Desta; en lamisma tarde llegó a Ddei-Ddei, al borde de una vasta meseta endonde se continuó batiendo hasta el 14 en la mañana, hora en queel enemigo emprendió la huida perseguido por los autos blindados.

Durante este tiempo, la columna de la izquierda que remontabael Daoua Parma, después de duros combates alcanzaba Galgallo;el 15, los etíopes completamente batidos comenzaron a rendirse porgrupos.

Ya no existían las fuerzas de primera línea del Ras Desta; solole quedaban agrupamientos de segunda línea en Negheli y Uedará.Pero le faltó corazón, huyó abandonando su radio, sus bagajes, lostambores, los "negharit" que eran las insignias de su comando. Enel botín recogido, los italianos encontraron los papeles, el bagaje y

452 MEMORIAL DEL EJERCITO.

las condecoraciones del Sub-Teniente belga Frere, su consejerotécnico.

Es una de las más bellas victorias de la guerra. El 19 de enero,en Neghelli, los italianos se encontraban a 380 kilómetros de la basede Dolo; aún quedaban para los hombres 9 días de víveres y aguapara 6 días. Habían alcanzado más allá de la planicie cenagosa, yahora se encontraban sobre un terreno alto y seco.

En el Somalí la guerra estaba resuelta.Los meses siguientes se ocuparon en organizar políticamente

el país conquistado, en la construcción de caminos, puentes y aero-puertos en Neghelli y Gorrahei, desde donde, partieron las expe-diciones para los bombardeamientos en masa que se efectuaron so-bre los centros etíopes.

El 23 de marzo 33 aviones parten a bombardear Harrar, yefectúan un recorrido de más de 1, 000 kilómetros en el día.

La marcha sobre Addis-Abeba.

La acción que se prosigue, no es sino una explotación de lavictoria.

El Mariscal Badoglio ha hecho la exposición consiguiente quefue publicada en los diarios del 12 de mayo.

Después de la batalla del lago Ascianghi, el I. Cuerpo recibela orden de permanecer en la región de Kuoram para organizar lascomunicaciones, mientras el Cuerpo Eritreano, marchando sobreDessié, comienza su movimiento el 9 y llega a Desde el 15 cubrien-do los 250 kilómetros en siete días. El Estado Mayor llegó al mismopunto el día 20.

Pero el Mariscal se había forjado un segundo plan, que era, elde enviar una columna rápida sobre Addis-Abeba. Ya se había hechoun primer ensayo con estas columnas rápidas, ensayo que tuvo unéxito completo, como se ha visto, durante la batalla de Chiré.

Era temerario tentar una operación más considerable todavíay sin precedentes en la historia de la guerra.

A partir del día 6, el Mariscal convocó al Comando de la In-tendencia y al Comando de Ingenieros y lee presentó su proyecto.Se trataba de concentrar en Dessié, del 20 al 22 de abril, 1, 300 au-tomóviles que partiendo de ese punto desde el 23 al 25, debían lle-gar a la capital enemiga el día 30.

El 23, el Mariscal Badoglio tomó personalmente el comandode las tropas que debían marchar sobre Addis-Abeba.

"Mi fin principal, dijo, es el de dar a conocer a todos cual esel verdadero valor de nuestro poder y nuestra fuerza".

El avance se efectuaría en tres columnas: dos columnas eri-treanas a pie y una columna principal, que marcharía por el cami-no imperial; (una Brigada eritreana, comprendiendo la División

LA CONQUISTA DE ETIOPIA 453

Sabauda, tres Grupos de artillería y un Destacamento de inge-nieros).

El total de las tres columnas ¡ 10, 000 italianos, 10, 000 indígenas,11 Baterías, 1 Escuadrón de carros rápidos, 1, 600 coches automó-viles que debían efectuar esta marcha triunfal de 400 kilómetros,a la que se dio comienzo el día 24.

El camino imperial, escribe el Marical, es una mala pista com-parable a esos senderos mediocres que traza el paso de las carretas,con pendientes violentas cuyo radio es minúsculo, sendero que escalamontañas por gargantas o desfiladeros impracticables, uno de loscuales, el Termaber, se encuentra a 3, 200 metros de altura, rutaque, sin puentes atraviesa ríos encajonados y cenagosos; región quecae bajo la acción de una lluvia mortificante.

El 4 de mayo, los vehículos habían franqueado el Termaber;en la tarde, las vanguardias estaban a la vista de Addis-Abeba,abandonada y saqueada. El 5, a las diez y seis horas, el MariscalBadoglio entró a la capital.

i Asombrosa conclusión de esta temeraria campaña!Desde el fin de diciembre, han sido transportados al África,

en trescientos sesenta viajes, 15, 000 oficiales, 300, 000 individuos detropa, 60, 000 obreros, 56, 000 animales de silla o de carga, 10, 000coches automóviles, 5 millones de quintales de víveres, 11 millonesde cajas de conservas, 4 millones de botellas de agua mineral, 8, 000aparatos de radio, aparatos ópticos, teléfonos, 500 unidades sani-tarias?

Maniobrar con esta masa enorme en un país sin recursos y sincaminos, parecía imposible. Tal cosa no podía efectuarse sino quepor acuerdo estrecho de los servicios y de las operaciones, sobre loque insiste el nuevo reglamentó.

Los ingenieros han tenido que vencer dificultades increíbles,acrecentadas por la rapidez de las operaciones. Sobre el solo ríoGerrer, entre Gorrahei y Dagabour, fueron construidos diez y seispuentes en el plazo de algunos días. Un Ejército de obreros ha du-plicado al Ejército de los soldados, los autos de transportes hanformado columnas de miles de coches. La aviación ha jugado unrol importante en el reaprovisionamiento de víveres, municiones,agua y material sanitario.

Se ha visto el rol capital de la maniobra y contra ella, los etíopesno se han podido mantener. Se han dejado cercar, tomar por los dosfrancos, rebasar sus alas. La situación táctica ha sido siemprepreparada por una maniobra estratégica de gran estilo.

En la segunda batalla de Tembien se ha visto como el III.Cuerpo se ha batido con frente invertido de cara a las bases ita-lianas.

A la inversa, las concepciones estratégicas, ejecutadas con deci-sión, siempre fueron servidas por una táctica extremadamenteflexible adaptada al terreno y variando según las exigencias de las

454 MEMORIAL DEL EJERCITO.

circunstancias. La infantería pasaba de las formaciones espaciosasque exige el fuego, a las formaciones compactas que demanda elempleo del arma blanca; la artillería tomando posiciones en la pri-mera línea para ejecutar el tiro horizontal que se imponía.

Aún antes que las armas fueran depuestas, la pacificación sehabía ya comenzado. La victoria se había hecho más fácil a causade la sumisión en masa de los abisinios. Inmediatamente el Ejércitovictorioso emprendió la transformación del país. En siete meses elTigre quedó desconocido. El soldado se transforma en colono. Esuna verdadera campaña romana.

Henry Bidou.

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Curso de Economía Política.Dr. don Daniel Martner.

Profesor de Ciencias Económicasen la Universidad de Chile

El presente artículo es el inicial de un curso quesobre la materia, ha sido redactado especialmentepara los oficiales del Ejército. Por lo tanto, se hanincluido en él, aquellos asuntos que mas directa,mente deben interesarles.

De antemano, el Memorial se complace en agra-decer al distinguido catedrático Dr. Daniel Martner,este importantísimo aporte a la cultura general dela oficialidad.

INTRODUCCION.

Importancia de los estudios económicos. —Quien se dé cuen-ta de que los fenómenos económicos ocupan hoy el primer lugaren el pensamiento y en las discusiones diarias de todo país civi-lizado, vive al margen de la cultura contemporánea.

En efecto, el aumento creciente de la población a través delos siglos, ha debido intensificar cada vez más la lucha por laexistencia, y con ello el desarrollo de la cultura en sus manifes-taciones de orden material, intelectual y moral. Este es el funda-mento de la complicación que se observa en los asuntos económicosy sociales de los tiempos en que vivimos.

Para resolver de modo ordenado los problemas matrices dela vida moderna, es menester hacer un análisis sistemático de loselementos que constituyen la Economía, estableciendo una rela-ción de causa y efecto entre ellos. De otra manera, las solucionesadolecerán de falta de base científica y, por lo tanto, de falta desolidez. Sólo cuando se reconoce tal relación, se puede tener con-fianza en la acción que se ejerza sobre ellos. No se debe olvidar

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que en la naturaleza dominan leyes que no pueden violarse sincorrer el riesgo de sufrir las consecuencias derivadas de su per-severante imperio.

La utilidad de los conocimientos económicos es cada día másreal, y ya no se concibe la existencia de una sociedad en que cadauno de sus miembros no posea un cuantum de preparación en talsentido, en medio de la lucha sin tregua que es menester sostenerpara colocarse en situación de triunfar en la vida económica.

La Economía Política ofrece un conjunto de conocimientosde importancia trascendental, no superable por otra ciencia, sitenemos en cuenta la necesidad de vivir. De ahí que su estudioha de hacerse en forma concienzuda; de otra manera no se lo-grará adquirir en buena forma los conocimientos que se necesi-tan para resolver adecuadamente los complejos problemas de na-turaleza material que es menester resolver en la vida del Estado.

La Economía Política tiene por fin estudiar en su relación decausa y efecto la variedad de fenómenos que se manifiesta en laactividad desplegada por un pueblo para satisfacer las necesida-des comunes, así materiales como inmateriales, tratando de deter-minar con precisión esos hechos. Su esfera de acción es la colec-tividad en general, no el individuo en particular. Sin embargo,nos da a conocer la relación íntima que guarda la actividad delparticular con la de la colectividad, ya que en gran manera estaúltima resulta de la suma de las actividades económicas de todosy cada uno de sus miembros.

La Economía Política no se ocupa, por lo tanto, de investi-gar la manera de conducir a un particular a la fortuna, ni ense-ña materias del dominio de la técnica en sus ilimitadas manifes-taciones. Pero se ocupa en poner de manifiesto las circunstanciasen que una labor es productiva, o los casos en que suben los cos-tos de la vida y se desprecia el valor de la moneda y es menesteralzar el nivel de los salarios. El estudio de la Economía Políticaproyecta una luz bienhechora sobre todos los fenómenos de natu-raleza material que se presentan en la vida de las sociedades. Elhombre que ha estudiado sus principios está en condiciones deentrar con acierto a la discusión de las medidas que pueden to-marse para modificar los efectos y llegar a soluciones que se ar-monicen con los bien entendidos intereses de la colectividad.

Los estudios económicos no son, como pudiera creerse, denaturaleza meramente abstracta. Esta ciencia, relativamente nue-va, es cada día más realista. Su utilidad práctica es tan recono-cida, su campo de acción tan vasto, que nuestros más importantesorganismos administrativos no podrían llenar sus altos fines sibuen número de sus miembros no fuesen hombres que poseyesenpor lo menos algunos conocimientos económicos.

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El concepto de la Economía Política. —Etimológicamente, elconcepto de Economía entraña la idea del "orden de la casa".Los elementos griegos de que se compone la expresión así lo in-dican, pues "OIKOS" significa "casa y "NOMOS" es el "or-den, la ley, la regla" La palabra incluye necesariamente el con-cepto de una administración correcta y prudente de los bienes,pues se refiere al orden económico de la familia, condición funda-mental en la vida del hombre.

La Economía se formó en los tiempos en que la cultura esta-ba en sus pañales. Se concretó en un principio al individuo enparticular o a su familia. Más tarde, con el aumento de la pobla-ción, se extendió también a la sociedad, y hoy podemos distinguirentre Economía Privada y Economía Política. En contraposicióna la Economía Privada o Particular, que comprende el conjuntode las actividades económicas del individuo en especial, la Eco-nomía Política o Pública está constituida por la suma, encade-namiento y fusión de las economías particulares, que se unen ydeterminan por mutuo intercambio y dependencia. En casi todoslos productos de que a diario tenemos menester, podemos recono-cer una variedad de elementos que han actuado en su prepara-ción, y en que, desde la particular intervención del individuo quese afana por la obtención de los medios con que satisface sus ne-cesidades de vida, se mueve en larga sucesión una serie de suje-tos o de actos que tienden a la formación completa del bien eco-nómico respectivo. En la economía de un pueblo hay un princi-pio regulador de las actividades individuales, las cuales se suje-tan a normas que conducen a un mayor éxito, a un mejor resul-tado: es el principio del ahorro de fuerzas, el principio racionalque aconseja actuar de modo que con los medios de que se dis-pone se obtenga el máximum de beneficio en la aspiración y ten-dencias propias de todo ser de sustentar la vida con los menoressacrificios posibles. Este es el principio económico por excelencia.

Sin embargo, la economía de un pueblo o Economía Nacio-nal, no es tan sólo la suma de las economías particulares. Es,también, algo más complejo, algo que guarda íntima relacióncon el papel que desempeñan tales economías dentro de las varia-ciones y alternativas económicas de la nación. La suma de los re-sultados obtenidos por las economías particulares no es igual ala suma de los resultados obtenidos por la economía nacional.

En cuanto a la técnica, debemos decir que aunque la reali-zación de una idea para obtener bienes materiales con que satis-facer necesidades no pertenece propiamente al dominio de laEconomía, el hombre ha menester de conocimientos de su domi-nio que le posibiliten ver con claridad si los medios escogidosguardan armonía y proporción en el proceso con los fines pro-

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puestos, y si el camino seguido es el que demanda menores sa-crificios.

Los tratadistas más avanzados de esta ciencia, los que paranosotros tienen el valor de haberla organizado, clasifican de di-versos modos las etapas por que ha pasado la Economía a travésde los siglos. La división que se acepta en general es aquella quereconoce una economía de la casa, una economía de la ciudad yuna economía nacional. Como se ve, el Prof. Blücher, a quien per-tenece esta clasificación, ha tomado en cuenta el medio en quese desarrollan los fenómenos económicos.

La "economía de la casa" es la forma de la economía pri-mitiva o incipiente, en que el proceso económico total, desde laproducción hasta el consumo de las riquezas, se realiza en el senode una misma familia. Era, pues, una economía independiente,sin intercambio de bienes, ya que la producción se destinaba to-talmente al consumo propio.

Con el trascurso del tiempo y el consiguiente avance de lacultura, el concepto de la economía fue experimentando su evo-lución. Así vemos que en la Edad Media se formó la "economíade la ciudad". La producción se dividió aquí en urbana y rural,habiéndose concretado esta última a la obtención de los mediosde alimentación y de materia prima, y la primera a la elabora-ción de los productos, con lo cual se formó el artesano y se diolugar a una industria de intercambio más o menos activo, aunquedirecto.

El concepto de la economía se amplió más aún en las postri-merías de la Edad Media y en los tiempos modernos con la for-mación de la ''economía nacional". Se caracteriza esta evoluciónen el hecho de que el intercambio ya existente de la producciónllega a hacerse de modo indirecto, formándose la "mercadería"que va al mercado, en que el artículo correspondiente puede pa-sar por muchas manos antes de llegar al consumidor. Ahora na-cen y se desarrollan las grandes fábricas. La magnitud de la nue-va faz de la producción crea, con las crisis que provoca, problemascomplejos, no sólo de orden económico, sino que de orden social.La formación del capitalismo moderno, a que regularmente seatribuye la causa primordial de la crisis, tiene sus raíces en estaetapa de la evolución.

Pero el rodar incesante de los acontecimientos históricos hacreado por fin, la "economía universal". El temperamento esen-cialmente social del hombre, que se manifiesta en todas las razas,fue robusteciendo más y más las relaciones internacionales, así enel orden material como en el intelectual y moral. El aislamientoeconómico y social no ha podido perdurar. Por el contrario, todoslos pueblos de hoy penetran, o por lo menos, tienden a penetrar

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con intensidad siempre creciente en las economías extrañas, tantoen la producción como en el consumo, sin poder impedir, a su vez,la intromisión del extranjero. Las relaciones económicas son confrecuencia tan íntimas, que basta el hecho de que un país modi-fique simplemente una tarifa en sus negocios internos, para queen otro queden, por esta circunstancia, poderosas industrias pa-ralizadas y miles de obreros cesantes. La economía universal, lade mayor complejidad, es la resultante de las economías de cadaEstado en sus mutuas e indispensables relaciones. Ha nacido conel desarrollo del transporte, del comercio y de la banca. Ha tra-tado de asegurar su existencia jurídica con el desarrollo del De-recho Internacional mediante tratados de comercio y modus vi-vendi.

Sin embargo, en rigor, no se puede hablar de una economíauniversal como organización económica independiente, pues laseconomías que la forman se unen sólo por el tráfico y el inter-cambio, y no por la vigencia de unas mismas leyes o de una solaConstitución o por el imperio de un solo Gobierno como ocurreen los diversos Estados.

He aquí, pues, la evolución experimentada por el conceptode la economía a través de los siglos: empezando por el estrechomarco del individuo o de la familia de un solo tronco, fue am-pliándose, hasta llegar a comprender a todas las naciones en susmutuas relaciones.

El concepto de la Economía Privada—Como ya lo hemos in-sinuado, la economía privada es la actividad económica indivi-dual desplegada con el fin de satisfacer necesidades propias. Elconcepto de ella comprende el trabajo económico regular o sistemá-tico del individuo para obtener los bienes con qué satisfacer menes-teres. La economía privada puede compararse con la célula deun organismo animal, que desarrolla actividad vital independien-te por exosmosis y endosmosis, que se alimenta a sí misma y pro-porciona alimento a células vecinas mediante un intercambio per-manente. Sólo en combinación con las demás, y como parte de unorganismo vivo, es capaz de realizar fines superiores. La granmayoría de los hombres está acostumbrada a pensar en armoníacon los preceptos de la economía privada, que mira sólo a los in-tereses personales. Así obran el agricultor, el industrial y el co-merciante. Las escuelas profesionales no desarrollan otro aspec-to de la vida, pues no se ocupan en preparar a los estudiantespara la lucha por la existencia, proveyéndoles del mayor númeroposible de conocimientos de importancia práctica, que habrán deutilizar en beneficio propio. El agricultor cuida de obtener la ma-yor ganancia posible en sus cosechas y en la crianza de ganado.

M. del E. 8.

460 MEMORIAL DEL EJERCITO.

El comerciante trata de comprar a los más bajos precios y devender a los más altos, lograr la diferencia. El banquero

a uno más alto.Pero estas actividades, por la propia naturaleza de las co-

sas, tienen también su efecto económico-político. Desde el puntode vista de la economía nacional, el agricultor con sus activida-des contribuye a la alimentación de la población, proveyéndolade cantidades más o menos suficientes de artículos de buena cali-dad y a bajos precios. El comerciante se encarga de distribuirlas mercaderías de modo que llegen a todos los individuos, bene-ficiándolos en la forma correspondiente; las toma donde se pre-sentan con exceso y las lleva a donde faltan. El banquero recogeel dinero en donde no, rinde muchos intereses y lo coloca en don-de deja mayores utilidades.

No siempre, por lo demás, se concilian los intereses del par-ticular con los de la comunidad. En la conveniencia del arrenda-tario temporal de un predio estará el cultivar el terreno de modoque obtenga el máximum de utilidades con el mínimum de sacri-ficios. Pero el interés de la colectividad está dirigido en el sen-tido de que no se ejerza allí un cultivo de rapiña, sino que seproceda de manera que devuelva 'a la tierra su poder de produc-ción prodigándola de abonos y haciendo un cultivo racional, paraque su capacidad se mantenga y sirva de garantía a la produc-ción ulterior. Cuando aquello ocurre, es menester que los repre-sentantes de la comunidad intervengan y eviten que se enriquez-can unos pocos a costa de todos.

La gran mayoría de los individuos juzga los hechos de laeconomía pública con el criterio de la economía privada. Nadamás peligroso para la vida económica de un país que el preva-lecimiento de este criterio, que es en general el criterio del prác-tico individualista en la solución de los problemas de interés ge-neral. El ve de ordinario lo que pasa en el círculo de su expe-riencia personal. Su juicio adolece del efecto de estar localizadode no moverse dentro de las esferas superiores de acción. El co-nocimiento de la economía privada no ofrece en sí mismo nin-guna garantía para el conocimiento de la economía nacional.

En realidad, una de las principales tareas de la enseñanzamoderna es dar a la población una educación que se armonicecon los principios de la Economía Política, y una de las princi-pales tareas de los Gobiernos es velar por que el desarrollo de'trabajo se encuadre en los intereses de la comunidad. El Estadocomo legítimo representante de ésta, puede y debe tomar medidasconducentes a tal fin.

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La Economía Dirigida. —En los últimos años se ha formadouna tendencia conocida con el nombre de "Economía dirigida",como consecuencia de los regímenes económicos puestos en prác-tica a través de la Historia, especialmente del libre-cambio y delproteccionismo. Sabemos, y más adelante lo estudiaremos en de-talle, que el régimen del libre-cambio, propiciado por los inglesesdesde fines del siglo XVIII, en que apareció la obra de AdamSmith, intitulada "Una investigación sobre la naturaleza y causa dela riqueza de las naciones", y cuyas teorías se fueron poniendo enpráctica en Inglaterra en la primera mitad del siglo XIX, produ-jo el efecto de una lucha sin cuartel entre el trabajador y el em-presario, lucha en que debió triunfar el más fuerte, o sea, el pa-trón. Esta situación ocasionó luego después, a mediados del siglopasado, la formación de un sistema económico tendiente a contra-rrestar el acaparamiento de la riqueza en pocas manos. Este es elsistema socialista, que propicia, desde luego, la idea de que el Es-tado tome para sí los medios de producción con el fin de conseguirel objeto indicado.

Hoy día nos encontramos, como consecuencia de todo esto,en una época de la Historia de gran lucha ideológica en materiaeconómica, de gran confusión y desorientación en el terreno delos intereses materiales de los pueblos. Se dice que es menesterque de una vez por todas intervenga la colectividad en formaeficaz para regular los acontecimientos económicos, de modo quese concillen los intereses del individuo con los de la sociedad. Estaes la génesis de la llamada "economía dirigida", o planificada,u organizada, o intervenida.

Buscando una definición de ella, diremos, parodiando a PaulAlpert, que la economía dirigida es la tendencia que de debe com-binar la iniciativa individual con la acción coordinadora de lacolectividad, de manera que se establezca el equilibrio en la eco-nomía nacional y se asegure la continuidad regular del progreso.

Para los que conozcan el desarrollo paulatino de las ideaseconómicas desde el siglo XVI adelante y tengan presentes lasmedidas que tomaron los pueblos con el fin de regular los fenó-menos económicos, en defensa de los intereses nacionales, la eco-nomía dirigida ha existido siempre, si hacemos en cierto sentidouna excepción del régimen del libre-cambio, que rechaza la inter-vención del Estado en la vida económica. Los mercantilistas or-ganizaron en Francia con Colbert toda una Política Económicaintervencionista. En efecto, ese hombre de Estado fomentó el de-sarrollo de la industria francesa en aquellos artículos que pudie-ran ser exportados como materia elaborada, fomentó la construc-ción de caminos y canales, favoreció el aumento de la poblaciónmediante el matrimonio y la inmigración, abolió las aduanas in-

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ternas, fomentó la marina mercante nacional con, la "Ordenanzade 1681" (que tuvo para Francia casi la trascendencia del Actade Navegación de Cronwell, en Inglaterra), organizó la Hacien-da Pública mediante un estricto control financiero y tratando deevitar en lo posible los derroches de la Corona, se esforzó porque la balanza comercial (la relación de los valores de importa-ción con los de exportación) fuesen siempre activa o favorable,etc.

¿Es esto el resultado de un simple capricho de Colbert, oes el resultado de un plan sistemático, organizado, dirigido, oplaneado del gran estadista? ¿No es esto economía dirigida? ¿Sepodrá decir que todas estas medidas no estaban destinadas a ar-monizar los intereses del individuo en particular con los de lasociedad en general?

Aún el propio régimen del libre-cambio, propiciado por In-glaterra, ¿no estaba destinado a conciliar los intereses individua-les con los intereses de la colectividad? El mismo Adam Smithlo corrobora, pues dice que los intereses económicos del particu-lar se concilian con los intereses económicos de la colectividad,porque la economía pública no es otra cosa que la suma de laseconomías individuales. Como vemos, hasta el régimen liberalencierra una economía dirigida. Nosotros hacíamos la excepciónde este régimen a causa de la falta de intervención del Estadoen la vida económica nacional; pero si observamos el fin perse-guido en el régimen del libre-cambio, tenemos que reconocer queen él se encierra también la economía dirigida.

De todo esto resulta que se ha dado una nueva denominacióna una manifestación de la Política Económica, especialmente deaquella que aconseja la intervención del Estado en la vida eco-nómica. La economía dirigida es una especie de renacimiento denormas y proceder para conciliar los intereses de los particula-res con los de la colectividad, que de una o de otra manera setrató de conseguir en el mundo en las diversas épocas y en losdiversos países. Es una expresión nueva para un fenómeno viejo.

Uno de los países que más trascendencia ha dado a esta cues-tión es el de los EE. UU. de Norteamérica con el proyecto de laNRA y animado del buen propósito de poner orden en el desarro-llo de los acontecimientos económicos nacionales. También la Ru-sia, dentro de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas,ha tratado de organizar con la Nep y el Plan Quinquenal, su eco-nomía sobre la base de que aquí hablamos. Igualmente Méxicocon su Plan Sexenal, y podríamos decir Italia y Alemania, puestodos estos países han dispuesto que sea el Estado el que dirijalas actividades de orden económico dentro del ideal de concilia-ción de los intereses individuales con los colectivos.

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El hombre y sus necesidades. —Es menester, desde luego, de-finir al hombre en la situación que ocupa frente a la economía.La formación de toda economía depende de tres condiciones fun-damentales: del hombre, que es sujeto esencial; de la natura-leza, que es el campo de acción del hombre; y de los medios deproducción, que es lo de que se vale éste para actuar en aquella.

El hombre, en la escasa población de los primeros tiempos,y en su semi-desnudez, pudo vivir con sólo las frutas que espon-táneamente le ofrecía la naturaleza. Pero con el aumento de lapoblación fue expulsado poco a poco de esa especie de paraíso,en que no necesitaba trabajar, y le fue menester hacer uso desus fuerzas físicas e intelectuales para vivir. Adiestró su mano,vigorizó su brazo y aguzó su inteligencia para construir sus vi-viendas, para confeccionar sus vestidos y para cazar y domesti-car animales salvajes con qué satisfacer sus necesidades de ali-mentación, vestido y habitación. Tuvo que preparar herramientasy armas, se reunió en grupos de producción común y se estre-chó en colectividad compacta para proteger sus dominios, susbienes y sus actividades. Con ello aumentaron más y más sus preo-cupaciones. En la satisfacción de su primordiales necesidades fueexperimentando nuevos goces, que tomaron a su vez el carácterde necesidades y constituyeron estímulos poderosos para la crea-ción de otros medios de producción. Con ello, a su vez, se acen-tuó la especialización y se formaron las vocaciones, hasta llegaral vasto desarrollo cultural y a la complicada organización socialde nuestros días.

Así, pues, la actividad que en esta situación despliega elhombre para obtener los bienes que ha menester, encuentran suorigen en la propia naturaleza, en las necesidades. "Necesidad"es la noción de una falta unida al deseo de satisfacerla, y cons-tituye el punto de partida de. la actividad económica del hom-bre, formando la palanca que la mueve en su vida. Toda la vidahumana descansa en la satisfacción de las necesidades, y en elaumento y refinamiento de éstas se apoya el desarrollo y progresode la cultura.

Las necesidades se clasifican, en armonía con la urgencia conque se presentan, en dos categorías: materiales e inmateriales, se-gún sean de orden corporal y de orden espiritual y moral. Seles dan también otros nombres, a saber: naturales y artificiales,fisiológicos y psicológicos, absolutas y relativas, objetivas y sub-jetivas, de la existencia y de la cultura. A las primeras pertene-cen la alimentación y el vestido, y en los países de la zona tem-plada, además de éstas, la habitación y el fuego. Algunos econo-mistas dicen "techo", "pan" y "abrigo". A las segundas perte-nece el estudio de las ciencias, de las artes y todo aquel conjunto

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de menesteres de naturaleza intelectual y moral de la vida civi-lizada; ellas constituyen, podríamos decir, el ropaje y el alimen-to del espíritu. En verdad, la intensidad, la dirección y la formade la actividad económica del hombre son reguladas por sus ne-cesidades.

En el desarrollo de la cultura, el hombre ejerció influenciapositiva sobre ellas, llegando no sólo a aumentarlas, sino que amodificarlas. Así, el mejoramiento de los cañones trajo comoconsecuencia el uso de las corazas, y cuanto más fuertes se hi-cieron éstas, tanto más potentes se fabricaron aquéllos.

El aumento y desarrollo de las necesidades constituyen enla mayor parte de los casos el aliciente más seguro y eficaz delespíritu de trabajo, y mientras algunos pueblos se muestren sa-tisfechos con sus escasas y primitivas necesidades, no estarán ap-tos para realizar un progreso cultural.

La formación y el desarrollo de las diversas necesidades va-ría en las distintas partes. Las causas de tal variación puedenser muchas: entre las principales están la diversidad de climas,la diversidad de razas, y especialmente la diversidad de cultura.El conocimiento de las necesidades de un pueblo es útil para laeconomía general, pues sirve de orientación a la producción. Delmayor o menor conocimiento que se adquiera de ellas, dependeráel mayor o menor éxito del productor.

Por otra parte, la medida de las necesidades que tiene quesatisfacer un pueblo depende de la magnitud y composición de

. la colectividad, como igualmente del grado de cultura que hayaalcanzado. Estas circunstancias determinan, por un lado, la su-ma de trabajo que se puede aportar, y por el otro, la forma enque se pueden utilizar los dones de la naturaleza. Si la cantidadde población es muy reducida frente a las posibilidades de ali-mentación, como ocurre, por ejemplo, en los países sudamerica-nos, se ofrece el problema de la despoblación. Si, por el contra-rio, los medios de alimentación son escasos para el mantenimien-to de los habitantes, como ocurrió en Alemania después de laguerra de 1914, se presentan los problemas de la sobrepoblación,que son más complicados que los anteriores. El ideal es, sin duda,el equilibrio. El número de. habitantes es en tal caso lo necesaria-mente grande para que se puedan utilizar las fuerzas naturales enforma que correspondan al estado de adelanto de la economía yde la técnica, sin ser demasiado excesivo para que pueda produ-cirse la escasez y la miseria. De aquí se deduce que a una inten-sidad dada de población corresponde un grado dado de culturaeconómica, y que a una situación económica determinada corres-ponde una cantidad también determinada de población,

CURSO DE ECONOMIA POLITICA 465

De importancia en la apreciación del papel que desempeñael factor hombre en la economía, es también la composición queofrece la comunidad con respecto al número de individuos hábi-les y al de individuos inhábiles para el trabajo. Cuanto mayor esel porcentaje de los primeros, mayor base tiene la economía. Comola guerra lleva por delante precisamente a los hábiles (entre loscuales se considera a los que tienen de 15 a 60 años de edad),nada puede haber tan perjudicial como ella para la economía yla riqueza, considerando la cuestión nada más que del punto devista del factor hombre productor. Así, pues, el país que man-tenga el más alto porcentaje de individuos hábiles para el tra-bajo estará en condiciones económicas relativamente superioresa los demás.

La composición en cuanto a la edad de los habitantes de-pende de las relaciones de natalidad, de emigración e inmigra-ción y de mortalidad en los distintos grupos de edades y de sexo.Los pueblos presentan, a este respecto, cifras diversas i la pobla-ción de Francia en el año 1900 tenía el 25, 98% de niños hasta de15 años, el 61, 52% de población hábil de 15 a 60 años, y el 12, 50%de más de 60 años. Distinto era el cuadro de la población de Ale-mania en ese mismo año, pues tenía el 34, 80% de niños, el 57, 40%de 15 a 60 años y el 7, 80% de gente de más de 60 años.

El efecto que produce la distinta composición de la pobla-

por diferentes economistas. El Dr. Carlos Ballos, partiendo de labase de que los jóvenes de 15 a 20 años de edad y los viejos de.60 a 70 pueden en general mantenerse con el producto de su tra-bajo, y considerando a los niños de menos de 15 años y ancianos

relación de éstos y de aquéllos, es decir, de hábiles e inhábilesen 100: 59 para Francia, 100: 76, 3 para EE. UU., en 100: 78, 6 paraAlemania, y en 100: 83, 6 para Italia. El coeficiente de la cargaera, pues, menor para la Francia y mayor para la Italia, paíseste último que, con buena cifra de niños, sufría fuerte emigra-ción de hombres hábiles.

También es importante en esta materia considerar la com-posición de la población según el sexo. La participación de lamujer en la producción de la riqueza es esencialmente menor quela del hombre. Por eso no puede ser indiferente, para apreciar eldesarrollo de la economía, el tomar en cuenta la relación queexista entre el número de hombres y el de mujeres. Sin embargo,la constatación de esta relación será de trascendencia para laeconomía sólo cuando no se pierde de vista la relación de las eda-des. Nada significa, en efecto, que entre los ancianos, por ejemplo,haya mayor número del género femenino que del masculino, ya

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que se los considera como inhábiles. De trascendencia es, empero,el hecho de que entre los individuos de 15 a 60 años haya máshombres que mujeres. Y esta relación aparece generalmente des-favorecida. La propia naturaleza se encarga de ello: se ha com-probado que, por razones de orden fisiológico, el hombre en suprimera edad es más sensible a la muerte que la mujer. En lamayor parte de los países europeos se observa en tiempos norma-les que nacen más hombres que mujeres; ahora bien, por muerterápida de varones, la relación de hombres y mujeres llega a serigual a los 18 años más o menos, conservándose esta proporciónhasta los 30 años por término medio. Desde esta edad comienzaun descenso del contingente masculino, de manera que a los 50o 60 años de edad existen por cada 15 a 20 mujeres sólo 10 hom-bres. De esta observación se desprende el alcance que tiene parala economía de un país el educar al pueblo en los dominios de lahigiene para combatir la mortalidad infantil. En Chile la pobla-ción, según el sexo es de 2. 122, 709 hombres y 2. 164, 736 mujeres(censo de 1930). La mortalidad infantil es demasiado elevada:en ese año alcanzó a 377, 6 por mil en los menores de un año, co-rrespondiendo 21. 091 a los hombres y 18. 615 a las mujeres.

Circunstancias extraordinarias alteran en algunos países larelación que hemos descrito. Estas circunstancias son la emigra-ción y la inmigración. Los pueblos de fuerte inmigración, comolos EE. UU. y la República Argentina, tienen de ordinario unexceso de hombres sobre mujeres, y debemos tener presente quelos que emigran son ordinariamente hombres hábiles para el tra-bajo. Los países de emigración, como España y en épocas pasadasItalia, han tenido, por el contrario, un excedente de mujeres.

También influye en la economía de un país la disminucióngeneral de la mortalidad, ya que tal hecho se traduce en una pro-longación de la duración media de la vida, dando mayores fuer-zas a la economía. El adelanto de la higiene, los progresos de laciencia médica, el mejoramiento económico y los avances de laeducación son causas de que se prolongue el tiempo hábil en lapoblación. Así, en Alemania los jóvenes de 15 años que en el de-cenio de 1870 a 1880 actuaron 36, 19 años más, trabajaron en eldecenio siguiente 38, 72 años más por término medio; hubo unaumento de dos y medio años de trabajo por cabeza. En una po-blación de 665. 000 jóvenes de 15 años en 1913, significó ello unrobustecimiento de un 1, 650. 000 años de labor.

Pero el factor de mayor importancia en el aumento de la po-blación es el exceso de nacidos sobre muertos, caso en que losEstados modernos concentran más y más su atención. En 1930 na-cían en Chile por cada mil habitantes 39, 8 y morían 24, 3 de locual resultaba un excedente de nacimientos sobre defunciones as-

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cendente a 15, 5 por mil. Si comparamos estas cifras con las de lospaíses europeos, resulta un considerable aumento de las de Chile;pero el aumento disminuye y casi desaparece en el excedente quequeda de nacimientos sobre defunciones, lo que quiere decir quela mayor fecundidad está contrarrestada por la mayor mortali-dad.

Finalmente, determinan el grado de capacidad económica deun pueblo factores como la raza, la instrucción y la educación.Por lo que respecta a la primera, hay que aceptar, desde luego,que las aptitudes de los hombres son diferentes en las distintasrazas: los latinos se caracterizan, en general, por la rapidez conque aprenden las artes industriales y por el buen gusto que or-dinariamente muestran en sus producciones; los germanos se ca-racterizan por la tenacidad con que ejecutan sus trabajos, porsu espíritu de disciplina y por la facilidad con que organizan susfaenas; los judíos se caracterizan por sus dotes comerciales; losmongoles se caracterizan por su capacidad y facilidad de acli-matación en cualquier territorio, por su paciencia ilimitada y porsu refinado espíritu de imitación. Todas estas condiciones se con-vierten en mayores o menores ventajas para una economía. Noson, por cierto, exclusivas. La educación puede realizar cambiostrascendentales al respecto, y los realiza, de manera que la com-prensión por el trabajo económico es, en general, el efecto prin-cipal de ella en los pueblos civilizados.

El concepto de la propiedad. —Aquí trataremos de la propie-dad principalmente en cuanto guarda relación con la vida econó-mica. En el derecho actual, propiedad es el dominio legal de unapersona sobre un bien. La legislación ha restringido ese derecho,en consideración a terceros o a la sociedad. Así, nuestro CódigoCivil define en su artículo 582 la propiedad diciendo que es elderecho real en una cosa corporal para gozar y disponer de ellaarbitrariamente, no siendo contra ley o contra derecho ajeno.

A través de la Historia encontramos cuatro doctrinas prin-cipales sobre el origen de la propiedad, a saber: la doctrina deDerecho Natural, la doctrina de la ocupación, la teoría del tra-bajo y la teoría legal.

Con respecto a la "doctrina del Derecho Natural", ya enel siglo IV. antes de Jesucristo aparece el filósofo Aristótelesdiciendo que la posesión de bienes está fundada en la naturalezamisma del hombre. Los padres de la Iglesia de los primeros si-glos después de Jesucristo, están influenciados por la ideologíaaristotélica, y sostienen que la propiedad privada está ligada ala naturaleza del hombre, en la cual encuentra su legítima jus-tificación, aunque con la restricción de que ha de hacerse de ellaun uso legítimo, Sólo excepcional mente se desconoce la propiedad

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por aquellos tiempos. Interesantes son las ideas de Santo Tomásde Aquino sobre el particular: al afirmar que la posesión de bie-nes corresponde a la naturaleza del hombre, dice que ellos debenser considerados en su esencia, la que no pertenece al poder delhombre, sino de Dios; deben ser considerados también en su uso.El hombre, afirma, tiene un poder sobre las cosas o los bienes,pues con su voluntad puede hacerlos útiles, como si hubiesen sidocreados para él, teniendo en cuenta que lo incompleto o imper-fecto existe por la razón misma de lo completo o perfecto. Diosejerce el poder superior sobre todas las cosas, pero ha destinadociertos bienes para el mantenimiento del hombre. De ahí, dice SantoTomás, que el hombre, mientras tenga fuerza para usar de esascosas, posee un poder natural sobre ellas. Así, el hombre tiene elderecho de adquirir las cosas y administrarlas; le es permitido,en consecuencia, ejercer la propiedad sobre ellas. Y esto, segúneste autor, es necesario para la vida humana por tres razones:1. *) porque cada cual pone más cuidado en lo que exclusivamen-te le pertenece, que en lo que es de todos o de muchos, ya que pornaturaleza el individuo deja con más inclinación al prójimo elvelar por el bienestar común; 2. º) porque los asuntos humanosse resuelven mejor cuando cada cual se encarga de una cosa de-terminada que le pertenece exclusivamente, que cuando tiene quecuidar, sin derecho a elegir, lo que le está subordinado; 3. º) por-que las relaciones humanas se mantienen en mayor armonía cuan-do cada cual está satisfecho con su propiedad.

Santo Tomás dice que el derecho humano no puede prevale-cer sobre el derecho natural y el derecho divino; pero, según elorden de la naturaleza, determinado por Dios, todas las cosas in-feriores están destinadas a satisfacer las necesidades del hom-bre; por eso ninguna repartición de bienes o de derecho de pro-piedad emanado del poder humano, puede impedir que estas co-sas sirvan en el sentido indicado. De ahí, también, que los bienesque otros posean en exceso deban destinarse, por derecho natu-ral, al mantenimiento de los pobres.

Como en concepto de Santo Tomás la posesión no es el únicofin de la propiedad, impone la obligación de la ofrenda de cari-dad, de la limosna, y en casos de suma urgencia permite, por larazón apuntada, hasta el robo.

En cuanto a la "doctrina de la ocupación", hay que saberque la justificación de la propiedad no aparece siendo objeto demayor preocupación científica hasta principios de la edad mo-derna, en que se forma la nueva teoría, basada en la concepcióndel Derecho Romano, de que la propiedad ha nacido por la po-sesión de cosas que no pertenecían a nadie, en cierto modo me-diante la fuerza, La doctrina de la ocupación fue formulada prin-

CURSO DE ECONOMIA POLITICA 469

cipalmente por Hugo Grotius en sus libros del "Derecho de gue-rra y de paz", de 1625. Grotius acepta también que en la adqui-sición de la propiedad ha tenido influencia el acuerdo tácito delos hombres. Dice que Dios, al crear el mundo, dio al hombre elderecho a hacer uso de todos los bienes inferiores, lo que ocurrió,también, después del diluvio. Todo pertenecía a todos, como sitodos hubiesen tenido una sola fortuna. De aquí que cada cualpudiera en un principio tomar para sí lo que quisiera, en el de-seo de satisfacer sus necesidades. Lo que uno se había apropiadono podía ser quitado por otro sin contravenir un derecho. Claroestá que tal situación podría perdurar sólo mientras el hombreviviese con la primitiva sencillez de los tiempos antiguos o conun sentimiento de amor al prójimo muy desarrollado.

Continuará.

Actitud práctica ante la guerra.(Refutaciones a las teorías pacifistas).

Por el Capitán Sr. Bernardino Parada M.

(Conclusión).

II. PARTE.

INEVITABILIDAD DE LAS GUERRAS.

1. —Tentativa de inhibir el instinto guerrero.

" L a naturaleza humana hace la guerra inevitable.La lucha armada no desaparecerá de la tierra, entanto que no haya cambiado la naturaleza humana".

(Gral. Storey. —Cit. por Normann Angell).

Al desarrollar la primera parte de este ensayo, habíamosconcluido, con los psicólogos, que toda tendencia instintiva, pre-sentaba ciertas características que la diferenciaban, evidente-mente de los hábitos adquiridos durante la experiencia. Resu-mimos dichas características en cuatro y luego verificamos, quela tendencia combativa calzaba bien dentro del concepto generalde instinto.

En efecto, hasta aquí, hemos podido comprobar que elafán de luchar es común a toda la especie viviente y que, a lavez, es una tendencia que nace con el ser y que se manifiestadesde los primeros años, sufriendo una evolución paralela conel desarrollo orgánico.

Pero eso no es todo. La conclusión importante que pode-mos recabar de la I. Parte, es que si la tendencia combativa.

472 MEMORIAL DEL EJERCITO.

constituye un instinto, quiere decir, evidentemente, que es ina-rraigable, es decir, que pertenece a la gerencia y tradiciones bio-lógica de cada ser.

Y en verdad ¿ cómo concebir la inhibición completa de unareacción innata y universal cuando, por otra parte, va ligadaindiscutiblemente a otras no menos arraigadas en la especie?El instinto de conservación procura, a menudo, motivos de lu-cha por preservar la especie; el instinto de poseer ha suscitadofrecuentemente las innumerables guerras de conquista; el ins-tinto dominador ha sido y será talvez el causante de la formi-dable contienda entre razas que se ve venir, y, en fin, hastael instinto: gregario, ese instinto que el prof. Nicolai explota parademostrar que los hombres, en su afán de asociarse son, pornaturaleza, pacíficos ¿no se ha puesto siempre al servicio delinstinto guerrero para afrontar una agresión o parla empren-derla ?

El mismo autor se contradice en esta tesis, cuando en su«Biología de la Guerra», pág. 32, dice: «Si el nombre hubiesesido entonces, cuando quería abandonar el ramaje protectorde la copa de los árboles, un animal solitario, no habría po-dido dar ese paso (ise refiere a la conquista de la tierra), pueshabría sido indefectiblemente aniquilado por sus enemigos, mu-cho más fuertes y armados. El hecho de que haya dado el pasodecisivo y que, en consecuencia, haya conquistado la tierra, de-muestra que ya entonces ha debido poseer un arma, y como lapiedra que se convirtió en hacha la encontró primero en latierra, la fuerte arma sólo pudo haber consistido en el hechode que la debilidad del individuo se hizo fuerte por la ayudamutua. Sólo por su calidad de ser social, ha podido vencer».

¿Hay algo menos elocuente que esta frase de Nicolai paracomprobar, «que el hombre de acuerdo a su verdadera natu-raleza es, por su origen, un animal social y pacífico? (pág. 31).¿Hay algo más elocuente, por el contrario, para verificar laestrecha hermandad que existe entre los instintos guerrero ygregario? que el siguiente: el hombre «es fuerte por la ayu-da mutua». «Sólo por su facultad de asociación, ha podidovencer».

¿Cómo creer, entonces, en la posibilidad de inhibir el ins-tinto combativo, sin perjuicio de rozar los fundamentos de todavida organizada: la sociedad?

Bajo este aspecto, se comprende bien, pues, la imposibi-lidad de detener completamente las manifestaciones del instintode lucha, so pena, de estrellarse contra la ley natural inamo-vible, «de que el hombre es esclavo de todos sus instintos, losque jamás podrán abandonarlo». Si tratáramos de obstaculizar

ACTITUD PRACTICA ANTE LA GUERRA 473

completamente las tendencias innatas que rigen toda la vida ve-getativa las consecuencias no podrían ser menos que irrepa-rables ya que los instintos, inarraigables por principio, insis-tiendo en su afán de hacerse presentes, degenerarían en verda-deras calamidades humanas. Cuando las reacciones de los ins-tintos son obstaculizadas, rompen los diques que los aprisio-nan o buscan una salida degenerada de inesperadas consecuen-nes. Es que las ebulliciones instintivas son como un gas enconstante formación, que deberá tener siempre un escape, sise quiere evitar la explosión. Las desviaciones sexuales, sonconsecuencias frecuentes de la tentativa de inhibir el instinto.Por otra parte, el robo no es otra cosa, que una degeneracióndel instinto de posesión, suscitado por la propia desconfianzaen las condiciones naturales para la lucha por la existencia.

En el presente capítulo, trataremos sucintamente las trans-formaciones que es capaz de sufrir el instinto luchador frente alas trabas exageradas y constantes a su desenvolvimiento na-tural. En él, trataremos de probar que el instinto guerrero, essusceptible, en verdad, de ser desviado; pero anotaremos tam-bién, a la vez, tres advertencias:

1. °—Que es imposible pretender hacerlo desaparecer;2. °—Que si se obstaculiza su desenvolvimiento, tratando

de detener sus manifestaciones naturales, este instinto, lejos desometerse, se desvía la mayoría de las veces, hacia tendenciasperfectamente anti-sociales: se degenera; y

3. °—Que el instinto guerrero es necesario en su manifes-tación generosa; pero que, para explotarlo así, es preciso con-ducirlo por el camino de la conveniencia social, sin tratar deinhibirlo.

a) La objetivación del instinto guerrero.

El lugar de los Generales.

Existe un instinto que no hemos nombrado hasta aquí,cuyas manifestaciones se descubren ya desde la edad infantily que marcha muy íntimamente relacionado con el de lucha:el instinto de espectador.

Desde que los niños juegan, les vemos ya aglomerarsealrededor de los espectáculos de combate. «Si dos escolares seponen a comer, toda la clase correrá; si echan piedras en unlago, o se suben a los árboles, todos los que los vean, haránotro tanto inmediatamente. Pero si se vienen a las manos, bienlejos de imitarlos, sus cantaradas, gravemente, harán coro paramirarlos hacer. Esto no es indiferencia, neutralidad moral, ni

474 MEMORIAL DEL EJERCITO.

preocupación de imparcialidad. Esto no les impide, de modoalguno, tomar partido por uno u otro adversario, de animar yaplaudir con el gesto y la voz, pero no descienden ellos mismosa la pelea». (13).

Podremos decir entonces, sin temor a equivocarnos, queel instinto de espectador, es una tendencia encargada de reunirpúblico para una sola clase de espectáculos: el combate. Todolo demás, invita más bien, a imitar que a mirar.

En efecto, las observaciones más corrientes, demuestranque los espectadores constituyen un complemento de la luchamisma. Desde los tiempos más remotos hasta los nuestros, todoespectáculo de esta naturaleza, reúne un numeroso público,ávido de satisfacer una especie de curiosidad innata. Los cir-cos en los que fieras devoraban a seres humanos, eran tantomás aplaudidos, mientras más vano esfuerzo hacía la víctimapor salvar su existencia, y un ahorcado que no oponía resis-tencia a su ejecución, no presentaba un verdadero espectáculo.

Todo esto vía ligado, es cierto, a una crueldad que no |seconcibe hoy día; pero no por eso, el instinto de espectador me-rece ser mirado con indiferencia, cuando se trata de guerras,pues está muy probado que, a veces, se presenta como la sa-tisfacción de un instinto luchador que se ha objetivado por lainhibición. Dicho de otro modo, si al instinto combativo se leobstaculiza desde sus primeras manifestaciones, en vez de in-ducir al hombre a arrojarse personalmente a la lucha, le in-vita más bien a contemplarla desde fuera. Miles de experien-cias, de las que es probable nosotros mismos seamos testi-

tgos, ponen de manifiesto, las consecuencias de educar niños enambientes exclusivamente pacíficos, aislándolos completamentede sus compañeros de edad. Todo obstáculo opuesto al desen-volvimiento natural del instinto, no basta para impedir que éstese manifieste, en la alegría de ver pelear sin correr riesgos per-sonales. Un individuo que se ha desarrollado en un ambientesemejante, gusta de imaginar batallas, pero jamás, decide des-cender él mismo al campo de la lucha, donde se corre el riesgode recibir golpes.

Bovet llama la atención en este sentido, y justifica estasconsecuencias con la siguiente frase: «El niño que no ha pe-leado a la edad en que los otros niños pelean, no lo hace mástarde.. Sin embargo, el espíritu no ha desaparecido; pero seha alterado profundamente». Para el gran psicólogo, la obje-tivación del instinto luchador, es la causa del éxito de la lite-ratura «criminal» y. de todas las obras en que se leen «escenas

(13) Bovet. —Obr. cit.

ACTITUD PRACTICA ANTE LA GUERRA 475

de destrucción» y compara estos resultados con la alteraciónque ha sufrido el instinto sexual en el caso degenerado de los«mirones». Ambos efectos, obedecen a una causa común: setrata de un desbordamiento del instinto obstaculizado.

Por cierto, que esta manifestación indirecta del instintoguerrero, resulta en tal caso, más perjudicial que útil para lahumanidad, pues, ya lo hemos dicho, que no es convenientepara la paz, que el hombre exagere su placer instintivo de vercomo otros se aniquilan. La verdadera Justicia Universal, comolo veremos más adelante, será posible, sólo el día en que lospaíses neutrales en una contienda armada, dejen de ser simples«mirones» y se lancen, por el contrario, con verdadero placerde lucha sobre el agresor injusto.

Pero el día en que la humanidad ostente un instinto lu-chador objetivado, no sucederá así. La paz estará menos se-gura y, aunque parezca paradójico, la guerra encontrará másoportunidades para prosperar, puesto que un instinto guerreroque no ha podido seguir su curso normal, por haber sido apri-sionado en su raíz, podría llegar hasta inducir a los hombres a«echar a pelearse» a otros para poder satisfacerse indirecta-mente.

Este desbordamiento del instinto luchador, tan fácil deobservar entre aquellos pueblos que viven largos períodos depaz, es perfectamente comparable, al que presenta la manifes-tación del amor, en aquellas muchachas desgraciadas que os-tentan graves defectos físicos de nacimiento. Incapacitadas des-de pequeñas para interesar al sexo opuesto, crecen en un am-biente, en que el amor no ha surgido sino para mirarlo hacer.Como jamás alguien ha querido oír el grito de sus instintos,lentamente va modelándose en estos seres, una personalidadanormal, humilde y resignada ai desprecio de los que lasrodean.

Pero no por culpa de una causa física, el instinto sexual hadesaparecido en estos seres; tan sólo busca una salida parasatisfacerse: se objetiva. En tales casos, la paciente se con-forma con ver el amor en los demás, y su goce mayor consis-te entonces, en «armar» casamientos entre sus amistades.

Tal estado de la manifestación amorosa, calza exactamen-te al análogo del instinto luchador. Sólo que, en el primercaso, la satisfacción del instinto consiste en «armar casamien-tos», mientras que, para el segundo, en «armar guerras».

Los match de box, las riñas de toda especie y las compe-tencias deportivas son, por lo general, espectáculos a los queno faltan los tarados por la naturaleza. Más aún: un tarado

M. del E. 9.

476 MEMORIAL DEL EJERCITO

de nacimiento es, comunmente, el mejor organizador de com-petencias deportivas., Y es, que quien carece de condiciones parala lucha, no es que carezca del instinto luchador, sino que, alobjetivarse, éste se manifiesta en el placer de ver luchar.

Resultados tan funestos como éstos, no son raros. Unpueblo de escasa experiencia guerrera, no es capaz de respon-der ante una demanda generosa 'de esfuerzo común. El gritode angustia de la Patria en peligro, el llamado clamoroso de ladébil víctima de un abuso manifiesto, de un robo a mano ar-mada y descarado ante sus propios ojos, no logran despertarese afán de correr tras la verdadera justicia, que debiera ins-pirar a toda gran Nación. Y es que ese placer de ver luchar,que degenera hasta en el afán de «armar guerras», suple muybien la necesidad de descender al combate.

Este argumento, bastaría por si sólo, para refutar aque-lla creencia—tan absurdamente explotada en los programas depaz, —de que las guerras podrían abolirse por medio de unaeducación pacifista, a base de la supresión de los «soldados deplomo» y de todo juego de lucha entre niños.

Pretender crear la paz perpetua, atacando la manifesta-ción natural de un instinto, que es básico para la vida, no sóloes impracticable, sino perfectamente contraproducente. Ningúninstinto acepta la represión hermética y cuando la educacióninsiste en cohibir sus manifestaciones, se desborda o se en-quista en el ser; pero jamás desaparece.

Y, lo que es peor, el instinto luchador objetivado, lejos deoponerse a la guerra, la azuza y la estimula entre los demás;sólo así logra satisfacerse.

Muy lejos está tal solución del ideal pacifista; pero esasí. Lo experimentamos en carne propia. Estamos cansadosde oír los ecos de las voces de protesta que suceden a cadacatástrofe armada; pero apenas ha pasado el tiempo necesariopara tomar aliento, el flagelo reaparece con nueva vida. Si laguerra tarda en llegar, una inquietud de lucha roe la tranquili-dad de la post-guerra y, entonces, empiezan los pueblos a go-zar indirectamente de su instinto: ver, ser testigo aunque seadesde lejos, la desgracia de otras naciones: he aquí, la formacómo se desborda su sed de lucha.

Dura es la conclusión; pero es la consecuencia conmo-vedora de una mala campaña pacifista, de una campaña quepretende acabar con las guerras atacando al instinto básico,para hacerlo desaparecer, en lugar de encausarlo hacia las con-conveniencias sociales y estimular sus manifestaciones gene-rosas.

ACTITUD PRACTICA ANTE LA GUERRA 477

No es de extrañar, bajo esta visión, la apatía—por no decirel goce, —con que el mundo presencia hoy, guerras crueles yperfectamente evitables.

Alguien ha dicho, que la mejor manera de terminar conlas guerras, sería hacer descender a los Generales al frente decombate. Esta receta no deja de ser científica en el fondo, aúncuando no es acertada en la forma. En realidad, aquellos quesólo gustan «mirar las guerras» (objetivación del instinto lu-chador) las estimulan para satisfacer su instinto degenerado, yencuentran sus mejores aliados entre los instintos del expec-tador, curioso y cruel. El día en que esos «mirones» corrie-ran los riesgos del combatiente, la guerra no sería para ellostan divertida, por lo que no so atreverían a provocarla. Perono por eso, el instinto luchador alterado quedaría satisfecho enellos: mirar como otros países se baten sin hacer siquiera in-tento de insinuar, una mediación amistosa; aún más, hacerarder la guerra entre otros, he ahí la dirección que tomaríansus instintos de lucha.

La historia nos corrobora claramente esta acusación. EmilLudwig, en su prólogo de «Julio 1914», dice: «Demuestroaquí, de un modo internacional, como una masa pacífica, tra-bajadora y cuerda, de 500 millones de hombres, fue azuzadapor una veintena de personajes ineptos, que se valieron parasu obra de documentos falsificados y de toda clase de embus-tes y patrioterías, hacia una guerra perfectamente innecesaria».Y cuando más adelante tilda a los culpables de esa guerra de

seductores que permanecen al abrigo», y los hombres de lacalle de «seducidos, que caen», deja bien al descubierto, enlos primeros, una alianza de instintos alterados: deseos de veruna guerra, espíritu de crueldad e infantil curiosidad.

La receta de «hacer descender a los Generales al frente»,para terminar con las guerras, obedece, pues, a un diagnósticobien hecho; pero desgraciadamente el médico, al suministrarla,se ha equivocado de enfermo, pues aparte de que no es el Ejér-cito el culpable de las guerras, el instinto luchador de los Ge-nerales no ha tenido oportunidad de objetivarse. Sus primerosaños no pueden compararse con los de un niño que no hajugado a las guerras. Por el contrario, desde su niñez Ja vidadel general se ha desenvuelto en experiencias personales sobrélos combates, etc..

Por lo demás, el hecho de que los altos Comandos de unEjército en Campaña, no sean hombres de primera línea, noautoriza para que pueda arrebatárseles el mérito de ser verda-deros combatientes. Sentir la responsabilidad de una derrotano prevista, vivir en permanente vigilia y tener que trabajardurante la noche para poder operar al día siguiente, son preo-

478 MEMORIAL DEL EJERCITO.

capaciones qué pueden alterar y destruir el organismo mejorconstituido. . .

Justamente, hay ciertos factores que hacen pensar en queel instinto luchador del soldado, ha sufrido una canalizaciónfavorable, más bien que una objetivación, pues nadie menosque él, gusta de ser «sólo espectador de batallas» y nadie es,por otra parte, menos cruel que el Oficial. ¿ Cómo imaginarque el Jefe, que sabe de privaciones por experiencia personal,vaya a desearlas para sus propios servidores? Así como quienno sabe de tempestades, es incapaz de apreciar la quietud delpuerto, aquel que no ha experimentado jamás un dolor ajeno,Pero aquel que los ha sentido alguna vez, como los ha experi-mentada el Oficial, no los puede desear ni para sus enemigos.

Por lo demás, el Ejército en Campaña, constituye un sóloorganismo, cuya cabeza es el Jefe que manda; cualquier de-bilitamiento en la tropa, es para el Jefe, lo que sería una en-fermedad en su propio cuerpo. ¿Y quien desea echarse encimauna dolencia? La crueldad consigo mismo, no se concibe sinoen algunos casos de degenerados sexuales. Entre ellos no mi-lita el Oficial.

b) Los guerreros platónicos.

El lugar de los pacifistas.

Pero la objeción no es el único resultado de la represióninstintiva. Las desviaciones que puede provocar la mala educa-ción son tan variadas y complejas, que no caben en un trabajode esta magnitud. Sin embargo, he de referirme a una de ellas,cuya consideración es tan importante para deducir consecuen-cias, como las que acabamos de plantear. Me refiero a la plato-nización del instinto combativo.

La expresión más simple de esta forma de desviación, esla correspondiente a aquellos seres, que llegan a considerar lavida como una guerra, y todos los obstáculos que en ella en-cuentran los consideran «de facto» como enemigos, a los que espreciso vencer.

En otros casos, el instinto de lucha «desviado» se dirigehacia enemigos más ¡singularizados que la «vida», como por ej.:cruzar a nado un río; dominar un picacho de cordillera; sal-var una muralla, etc. sector éstos que son considerados a veces,como verdaderos combates, ya que contra ellos se escurre laactitud de un verdadero combatiente.

En tales casos, como en el de la objetivación, el instintomismo se satisface; pero de una manera indirecta., Bovet, alcomparar estos casos con los que 'presenta el instinto sexual,

ACTITUD PRACTICA ANTE LA GUERRA 479

nos da una explicación que nos ahorrará tiempo, gracias a laelocuencia que encierra: «No recordemos más que un ejem-plo, dice: el lugar que ocupan los animales en los hogares sinhijos, así como en la casa de los solteros».

Ahora bien, esta forma de «desviación» del instinto lu-chador, se encuentra muy próxima a otra, de las que debensoportarse cuando se han puesto trabas tenaces a su desarrollonormal. En vez que el adversario sea un objeto como en loscasos recién citados «puede suceder que se encuentre allí mis-mo de carne y hueso; pero que la lucha entablada contra él, notenga ya nada de común, en sus manifestaciones exteriores,, conla batalla, de la cual toma su metamorfosis». (14).

Esto es lo que Bovet llama: «platonización del instintoluchador». El individuo se encuentra ante un adversario alcual no ataca sino mentalmente, y espera imaginariamente elresultado. Esto equivale a ¡suponer una especie de cobardía yal mismo tiempo poca confianza en las condiciones naturalespara la lucha. Ante el ataque de un adversario, el guerreroplatónico prefiere esquivar los golpes con un contraataque men-tal; a consecuencias que el cuerpo a cuerpo del combate, le ho-rroriza, así como en el cuerpo a cuerpo del amor, desilusiona alenamorado platónico.

La causa de tales efectos, en uno y otro caso, es la inhi-bición de los respectivos instintos. Cuando Marañón escribesobre la timidez para el amor que caracterizó la vida de Amiel,concluye, rotundamente, en que ella se debió al ambiente pu-ritano en que se desarrolló su infancia, ambiente en el que lapráctica del amor—a decir de Madame Petterson Bonaparte—no sólo se hacía imposible, sino que era necesario «excluirlohasta de la conversación. (15).

Y allí tenemos la consecuencia de este estado de cosas: encierto modo, el amor de Amiel se platonizó. El «expresa una yotra vez el miedo a la convivencia conyugal»... «Lo cierto esque le aterraba y casi le asqueaba la idea del contacto físicotemiendo una posible desilusión.

La tragedia de Amiel no tuvo por causa la carencia de ap-titud sexual. Sólo que su instinto se había platonizado, hastael extremo de procurarle una desagradable desilusión si el seramado se mostraba humanamente materialista. También, aque-llos seres cuyo instinto luchador se ha platonizado, por causa deuna errada educación pacifista, huyen de todo motivo justo deguerra, no por falta de aptitudes para la lucha, sino, porque

(14) Bovet. —Obr. cit.(15) Marañón. —Amiel. —Un estudio sobre la timidez.

480 MEMORIAL DEL EJERCITO

una fuerza interior les dice, que para lograr el triunfo del hom-bre superior y digno, sobre la bestia, no hay necesidad de ata-carla, sino al mal que de ella irradia.

El pacifista a quien coloco entre los guerreros platónicos,merece el aplauso y el reconocimiento sincero del mundo culto,a causa de la cruzada de paz que emprende y estimula con BUejemplo. La obra pacifista, es el freno benefactor destinado afrustrar gran parte de las luchas. Su riesgo, es pues, beneficio-so; todavía más: es necesario.

Pero desgraciadamente, así como el amor platónico no co-noce frutos, porque repudia «la refriega física», las luchas pla-tónicas son también infructíferas, por la falta de decisión parala «refriega» contra la mitad inmoral de la humanidad.

Si el mundo estuviera organizado para la convivencia dehombres y mujeres platónicos, que se amaran sin unirse, laespecie se habría extinguido ya en el primer siglo de su exis-tencia. De allí la inutilidad que significaría pretender plato-nizar el instinto sexual de todos los seres, persiguiendo eseideal estéril que tanto se ensalza por las bellezas espiritualesque envuelve.

¿Hay filosofía más práctica y más aconsejable que ésta,para emparentarla con la represión del instinto de lucha ? ¿ Có-mo desear guerreros platónicos, si la paz no es posible sinoluchando contra quien la viola y no contra el montón de rui-nas que deja la guerra?

No se trata aquí de mostrarse pesimista al reconocerla lejanía de una paz ansiada por la humanidad. Sólo que elhombre no se puede convencer que la paz absoluta es unateoría impracticable y que la verdadera paz, esa paz que noes estéril porque acepta «la guerra por la justicia» y «por idea-les generosos», estaría muy próxima, si los hombres ostenta-ran un instinto luchador, que supiera responder a sus llamados.

2. —RUMBO PRACTICO DE LA TEORIA PACIFISTA.

a) La necesidad del conflicto biológico." S i la torpeza, abandono y miopía de los Estados,

no originaran ocasionalmente choques, sería difícilpensar hasta qué grado de corrupción caerían loshombres''.

(Renan).

La guerra es instintiva, hemos concluido. Su raíz está pro-funda y fuertemente atada a lo más íntimo de la especie. Obs-tacular completamente la acción, natural del instinto guerre-ro, es dirigir una marcha recta, hacia degeneraciones más fu-

ACTITUD PRACTICA ANTE LA GUERRA 481

nestas que la guerra misma; puesto, que tanto un estado «ob-jetivado» como uno «platonizado» de lucha, no sólo no es practi-cable por la dificultad que existiría en hacerlo universal, pinoque además, pasaría a ser un serio obstáculo para la paz y paratoda tentativa de progreso en general.

Y comprobada la irregularidad de toda tendencia comba-tiva, es lógico, que deba llegarse a la conclusión que las gue-rras son inevitables.

Los seres humanos son imperfectos y, por tanto, mien-tras haya contra quienes rebelarse, será necesaria la capacidadde rebelión.

Pero vamos a abordar ahora todo este problema, desde unplano más general. Cuando pensamos en las leyes biológicasque rigen la vida, nos asalta la certidumbre, de no poder violarla necesidad de los conflictos, base de la célula viva, y condi-ción primordial de todo progreso. El avance de la humanidadhacia una realización superior de la vida, que aún no es-calamos del todo, se ha debido a ellos. Cataclismos han ido des-truyendo periódicamente, las generaciones y con ellos, todo locreado a su paso. Pero han aparecido después, seres cada vezmás inteligentes y mejor adaptados a las condiciones del am-biente, hasta llegar a nuestros días, en que casi no se concibela vida ancestral y primaria, pudo estar representada por seresde condiciones étnicas tan inferiores, como los primeros pobla-dores humanos.

La ley biológica de Jos opuestos, que hizo necesario el in-vierno en oposición al verano, ha hecho que los hombres cho-quen siempre entre ellos, en pos de sus ideales. Las grandescruzadas religiosas, las guerras de conquista, la emancipaciónde las naciones recién formadas, todo ello, ha debido necesitarespíritus guerreros bien inspirados y potentes, en los cuales, noha podido caber el estado de platonismo.

Obedeciendo, pues, a la inviolable ley de los conflictos,(opuestos y armonías recíprocas; Kant), todos los contrastesque deben provocar necesariamente roces, son indispensables.Siguiendo este principio, apreciamos la luz, por la obscuridad, loduro por lo blando y lo frío por lo caliente. De estas oposicio-nes, se obtiene una realidad a los justos términos medios quebuscamos. Es por eso también, que se necesitan los genios fren-te a los ignorantes, los conservadores y rebeldes y los guerre-ros y pacifistas; a más de ésto: si se quiere el progreso enuna justa medida, es preciso que estos contrastes fundamenta-les sean sostenidos por personalidades firmes y originales. Poreso creemos a Ingenieros cuando dice, que «no es posible un

482 MEMORIAL DEL EJERCITO

vivir inmóvil de gentes todas conservadoras, ni lo es un instableajetreo de rebeldes e insumisos, para quienes nada existente esbueno y ningún sendero digno de imitarse. Es verosímil queambas fuerzas sean igualmente imprescindibles». (16).

Es por lo tanto justo, que para la marcha regular y uni-forme hacia una vida superior, exista un antagonismo entredos corrientes poderosas y equilibradas en fuerza, (se sustenteel principio de ipolaridad) como para que baje «planamente»una carreta por la pendiente, se hace necesario oponer prolon-gas a la yunta que arrastra. Si no fuera por los espíritus re-beldes que dan rienda suelta al instinto luchador, la corrienteconservadora y pacifista nos arrastraría a una vida rutinaria,cada vez menos altruista y pobre en ideales. Por el contrario,si no fuera por los espíritus reposados y pacifistas, la vida setransformaría en una eterna riña, que llegaría a destruir cadacreación. En cambio, los poderosos ideales de ambos bandos,puestos en pugna uno contra el otro, nos conducen hacia elplano del progreso, cuyo clima está siempre donde existe unjusto término medio.

Sin divagaciones concluiremos que, obedeciendo a la leynatural del conflicto biológico que ha hecho necesario el rocepara crear la luz, el choque entre los hombres no sólo se haceinevitable sino también necesario. He aquí que, sin quererlo,nos hemos aproximado seguramente a una receta para el pro-greso de la humanidad: cada hombre debe tener su enemigo.(Nietzsche).

b) La canalización del instinto luchador.

La verdadera Justicia Universal.

Pero lo principal no es todo esto. Con lo dicho, hemos que-rido sólo dejar en claro una verdad: la guerra, como conflictobiológico que obedece a un instinto inarraigable, no se puedeevitar. Tratar de suprimirla es imposible. Tratar de hacerlacada vez más humana, es una manifestación que la cultura delhombre, se ha encausado a nobles propósitos, que lo honraránsiempre.

Sin duda, que esta actitud práctica ante lo inevitable delas guerras, no sería posible conseguiría, si se tratara de ce-rrar el paso a toda manifestación del instinto luchador. Lospeligros de la objetivación y platonización saldrían al camine.

(16) José Ingenieros. —"El hombre mediocre".

ACTITUD PRACTICA ANTE LA GUERRA 483

¿ Qué hacer, con este instinto causante de la espantosa ca-lamidad de la guerra, que ha preocupado siempre a la huma-nidad? ¿Le dejaremos actuar con entera y natural libertad?

Continuaremos nuestra comparación con las manifestacio-nes del instinto sexual, a fin de obtener algunas deducciones.

Existe una manifestación sexual que obedece al instinto«al natural» como podríamos decir, esto es, aquella expresiónque supone sólo el anhelo orgánico de posesión para la satis-facción puramente natural En esta forma de amar, la personaamada desciende a la categoría de objeto o de cosa completa-menteria, por cuanto, el sexo opuesto, se ha dirigido hacia ella,sólo material e intelectualmente.

Esta forma del amor, es comparable con aquellas luchasque surgen de las reacciones del instinto combativo no educado.Un pueblo de instinto semejante busca, para satisfacerse, motivosde lucha que nos recuerdan evidentemente sus egoísmos ins-tintivos. El deseo de poseer, suscita las guerras de conquista,las que podrían calificarse, sin temor a errores, como simplesrobos a mano armada: el anhelo de ostentación, tan común enlos colegiales influye poderosamente en las causales de guerraentre los Estados, por cuanto, esta característica del niño per-dura en el hombre. En fin, el espíritu de revancha que surgeen el vencido después de una guerra, es por lo general, otromotivo próximo para una nueva guerra.

En todos estos casos, el hombre satisface su egoísmo comoel amante su deseo, y este impulso primario y hostil, lo llevacomo fuerza irresistible hacia la lucha.

Poseer, dominar al vecino, vengarse de las antiguas de-rrotas, aumentar sus dominios económicos, lucirse ante los de-más, en fin, trepar sobre el mundo para dirigirlo cual maestrode orquesta, he ahí, el 80 o/o de los motivos de guerra. Y espreciso reconocer, que todas estas causales encierran un egoís-mo del que aún no se pueden convencer los detractores de laguerra, que esperan con optimismo, una evolución completa enlos instintos del hombre.

Y así como el egoísmo no ha sido jamás un símbolo deperfección humana, las guerras suscitadas por causas egoístas,tendrán que ser eternamente repudiadas por la civilización. Poreso, es tan perjudicial, dejar en libertad al instinto luchadorpara que haga «de las suyas», como tratar de inhibirlo porcompleto.

El afán de socializar el instinto luchador, debería absor-ver la preocupación principal de los pacifistas, ya que es evi-dente que esta fuerza debe ser puesta al servicio de altos inte-reses.

484 MEMORIAL DEL EJERCITO

La lucha en defensa de los débiles, será siempre una ma-nifestación generosa, que debería estimularse desde la infanciade los futuros ciudadanos y soldados, para que la sociedad evo-lucionara positivamente. Si al pequeñuelo se le enseña, desdetemprano, que no se debe pegar a los débiles, pronto llegaría acomprender, que por e1 contrario, es un deber el defenderlos;pero si se le enseña que los niños no deben pelearse: jamás, yse insiste en una educación que obstaculice completamente todatendencia a la lucha, el niño, una vez hombre, permanecerá in-diferente cuando otro hombre atrepelle a un inválido en supresencia: he ahí, un instinto que no llegaría a reaccionar comodebería.

Habrá una justicia universal, cuando puedan armonizarselos altos intereses e ideales pacifistas y militaristas, de cuyaconcordancia saldrá canalizado el instinto combativo, pero nototalmente reprimido ni inhibido.

Si el hombre fuerte comprende que no se debe pegar aldébil, no por temor a la condena moral ni material, sino por-que de una ojeada mide la injusticia que con ello se comete,entonces no podrá haber guerras injustas. Todavía más: cuan-do los pueblos, unidos, sean arrastrados por la sangre mismade sus hombres a luchar por defender al débil; cuando estose haga instintivamente, sin que deba discutirse y llevarse avotación en el seno de una asamblea y sin la intervención decosechar aplausos ni ventajas, sólo entonces la Justicia seráverdaderamente Universal, porque una vez canalizado el ins-tinto guerrero, cada hombre en un pueblo sobre las armasluchará exclusivamente por un alto y noble ideal.

La condenación moral de los países neutrales sobre elagresor, con la que los pacifistas pretenden detener las guerras,no podrá jamás tener éxito, porque, así como el ladrón ocul-ta su delito, el pendenciero injusto lo disfraza, también, ennombre de la civilización y de nobles causas. El ladrón nodejará de practicar sus robos en vista de la queja moral conque el mundo entero le condena; ni porque vea a todos los la-drones en la cárcel; ni porque se guarde bajo llave lo que nole pertenece. El hombre honrado lo es, porque su instinto deposeer, bien canalizado, le induce a aspirar y a tener siempremás; pero por vías nobles y bien inspiradas. Y no, porquehaya robos, el moralista debe pretender evitarlos obstaculizandoel instinto de poseer y que es un verdadero estímulo del pro-greso.

En igual forma, debemos argumentar con respecto al ins-tinto luchador, esa tendencia a salir adelante cueste lo quecueste, a superar, a guerrear, si es posible, por nobles causas.

ACTITUD PRACTICA ANTE LA GUERRA 485

No porque se hayan hecho guerras injustas e inmorales, elinstinto luchador es inservible; y para educar bien a aquel quehace por hábito un mal empleo de él, no basta una Sociedadde las Naciones, ni la condena moral de los neutrales, ni unapena material; lo esencial para lograr la justicia, es que elinstinto luchador de los hombres se rebele contra sí mismo,cada vez que trate de convertirse en pendenciero, y que estalleespontáneamente para castigar las injusticias de otros. Sólode esta manera, con un instinto luchador, bien canalizado, sesiente vergüenza de emplearlo mal y satisfacción de emplear-lo bien. Sólo así se concibe la Justicia Universal.

El falso concepto que predica Nicolai sobre el instinto lu-chador, cuando lo califica de «instinto rudimentario», signifi-cando con ello, que lo considera ya inútil, aún cuando reconocesu primordial necesidad. Todo esto es perfectamente refutable.

Todo instinto existe para prestar alguna utilidad a la es-pecie», habíamos concluido con los psicólogos, de cuyas defi-niciones nos valimos al iniciar este estudio. Y, en verdad, losinstintos no han sido jamás inútiles ni malos, pues en el mundopuro, considerado como naturaleza, nada hay de moral o in-moral. La moralidad ha surgido de la organización de la vida ci-vilizada, mientras que los instintos, por el contrario, son innatosen el hombre. Sin duda, que según el rumbo que imprima elhombre a las tendencias instintivas, para enrostrarlas despuéscon los principios sociales establecidos por él mismo, se halogrado determinar la moralidad o inmoralidad. Canalice elhombre sus instintos según lo establezcan esos acuerdos mo-rales; pero no los crea inútiles ¿porque presentan, a veces, ca-racteres que no cuadran dentro de su organización social. Cuan-do antiguamente las madres sacrificaban a sus hijos raquíti-cos, por mal dotados para luchar por la vida, no cometían unamala acción; a pesar que este procedimiento eugenésico no estáen vigencia en la actualidad, ello no nos induce a considerarque el instinto maternal de aquellas madres era malo. En prin-cipio, en la actualidad, lejos de ser una fuerza reguladora dela vida moderna, pasa a ser el elemento regulado por ella.

De esto podemos deducir lógicamente, que ninguna de lasinfinitas y múltiples formas, en que se manifiesta el instintoen los seres vivientes, carece de determinados valores, ni pue-de ser reemplazado por otra fuerza.

Considerar el instinto luchador como rudimentario y per-judicial, porque se han hecho guerras injustas, es pues, unerror tan grave como si dijéramos lo mismo del instinto sexual,porque la moral no acepta el amor libre. Luchar por causasegoístas y brutales, es tan inmoral como la vida de prostitución;

486 MEMORIAL DEL EJERCITO

pero condenar por esto al instinto luchador, es tan injusto comonacerlo con el instinto sexual por la causa también citada.

Persiguiendo bellos ideales, como la belleza moral, la ver-dad, la justicia y la libertad, el hombre encontrará siemprecontra quien chocar, lo que equivale a reconocer la inevitabilidadde las guerras y, por tanto, la necesidad para un pueblo deposeer el instinto luchador bien canalizado, fuerte y latente.

CAPITULO FINAL.

La pequeña ilusión.

Pretender encontrar la fórmula de una paz absoluta entrelos hombres, es pues, creer en la probabilidad de una sublima-ción total de sus instintos, condición ilusoria, que al menos porel momento, está muy lejos de poder convertirse en realidad.Con mayor razón, si hemos concluido en que los que creen edu-car a la juventud para la paz, al embestir directamente contrael instinto luchador, no hacen otra cosa que cultivar reaccio-nes degeneradas—como la objetivación o platonización—y que ala postre resultan de consecuencias perfectamente anti-pacifistas.El afán de ver cómo otros se aniquilan, sin descender personal-mente al combate, no puede ser admirado como ideal pacifista,así como no es honrado el que, sin practicar robos, ampara ladelincuencia ajena.

La irrefutable conclusión que pone en evidencia la inevi-tabilidad de las guerras ¿nos sugiere, acaso, la idea de cruzar-nos de brazos y renunciar a la solución del problema de la pazque, no obstante, la exige cada día con mayor apremio?

Muy lejos de eso. El problema tiene solución, siempreque la busquemos en el campo de las concesiones. Porquehasta aquí, nos hemos aferrado a una excesiva pretensión hu-mana, a una concepción demasiado teórica, exageradamenteidealista, que entorpece todo buen final.

Nuestro ideal, por ser práctico, es más pequeño: renun-cia al logro de la paz eterna y absoluta. Más aún: tolera yhasta llega a creer necesaria la guerra que se hace en pos delos ideales altruistas: belleza, verdad, justicia y libertad.

El ideal pacifista hasta hoy perseguido, es demasiado ilu-sorio, pues cree próximo el día en que las palomas de la paz,construirán definitivamente sus nidos en la boca de los cañones,Y por la misma razón de su grandeza, este ideal corre el riesgode no ser alcanzado. La vida, numéricamente hablando, es unafracción cuyo numerador lo constituyen las realidades y el de-nominador las ilusiones: a más grande ilusión, más dudosocuociente.

ACTITUD PRACTICA ANTE LA GUERRA 487

Los pacifistas que se aferran a la ilusión de la paz abso-luta, me recuerdan a aquel enamorado platónico, sublimado,cuyo amor es infructífero; dada su repulsión habitual hacia lamateria.

Creo que estas manifestaciones, obedientes a un manda-to instintivo, deben tomarse más humanamente, de modo quetras la posesión completa, se logran los frutos. Un sentimien-to así no puede, por cierto, ser tildado de platónico; pero tam-poco de materialista; es el sentimiento normal, término medio:fructífero.

Por eso encuentro acertada las conclusiones de Marañón,cuando, junto con rendir un homenaje a la pureza da senti-mientos de Amiel, nos aconseja no imitarle ni envidiarle. Yes que, en verdad, Marañón ha descubierto que «la eficaciade la acción está siempre en razón inversa con la idealizaciónde su fin. El instinto ennoblece la especificación de su objetivo.Pero también le embota. Sólo el instinto de los hombres me-dios, normales, eficaces, sabe jugar su destino, valientemente,«a cara o cruz».

No hemos incurrido en un error al pretender aprovecharlos estudios practicados sobre un instinto para profundizar enotro. Están estos tan ligados entre sí, que, indudablemente,podemos someterlos a una base experimental común y aplicar-les la misma medida científica.

Es la teoría sustentada por Bovet y aquí explotada en sujusta medida.

Ya lo hemos dicho: la naturaleza ha puesto en el hombreun instinto combativo, que como todos, está destinado a prestarutilidades bien definidas a la especie: gracias a él, el ser hu-mano se ha atrevido a abordar la enorme escala del progreso,desafiando los más serios peligros. Si no fuera por el ins-tinto luchador, nuestros actos serían todos refrenados por elde conservación y nadie se habría afiebrado corriendo tras unideal o en pos de un adelanto de cualquiera naturaleza, por elsólo temor al peligro. Es el instinto combativo, el que se poneen juego, cuando el hombre quiere innovar y embestir contralo rutinario, para lo cual, ha de chocar con la corriente con-servadora, que se opone a lo nuevo. De allí nacen, a veces, lasguerras de carácter social, político o religioso, que no son otracosa, que una lucha natural por imponer un modo de pensar aun grupo de ideales antagónicos.

Y no debemos olvidar una conclusión psicológica, ya bienconocida que establece que un acuerdo genial proveniente deuna asamblea, rara vez nace de la unanimidad de opiniones,aún cuando todos los asientos estén ocupados por genios. Y es

488 MEMORIAL DEL EJERCITO

que las concepciones geniales, surgen, se perfeccionan y se man-tienen con mayor firmeza, cuando existe también una corrienteopositora.

El antagonismo es, pues, necesario para el progreso, comolo es el roce para obtener la luz. Mírese así a las guerras, exa-mínelas englobadas, escudríñense sus causas profundas y nose considere, para el análisis, la grosera máscara de causasinmedidas.

Comportémonos ante la historia tal cual lo haríamos anteuna exposición de cuadros, examinándolos desde lejos, para no'ser víctimas de ilusiones ópticas. El vistazo global nos harásurgir ¡así, con toda claridad, la corroboración de esta irrefu-table verdad. Parece como si la humanidad no progresara sinoa fuerza de desenvolverse en una atmósfera de sangre, y comosi la guerra, no fuera; sino uno de los medios de dar densidad,periódicamente, a esa atmósfera.

Tan efectivo es eso de que los espolonazos sangrientos,deben figurar en todo camino hacia la perfección, que hastala paz exige a los hombres un tributo de sangre a veces tanelevado como en las guerras más cruentas. Cada actividad hu-mana, cada profesión u oficio, cada paso en busca de lo des-conocido, acarrean calamidades que han de servir de nuevopeldaño, de nuevo punto de apoyo, para alcanzar la cima deperfección ansiada.

Y la guerra, con todo su cortejo de sacrificios, no es sinouno de esos puntos de apoyo, que necesita el progreso.

Idea, es ésta, de raíz Darwiniana, porque supone un procesoprevio de elección sin el cual no se originan los adelantos pre-vistos.

El Prof. Nicolai—y con él muchos adeptos, —insisten, con-tinuamente en presentarnos la guerra moderna como un me-dio de exterminio de los más capaces. En su «Biología de laGuerra», nos habla extensamente de esa «raza casera, idiota yenfermiza» que queda detrás del frente, para engendrar su ba-gaje de calamidades, mientras «los más valientes y sensatosson utilizados... para tareas más difíciles y, por consiguiente,más peligrosas».

Todo ello es cierto; pero el que sostiene que la guerralogra violar la ley de la selección natural, revela claramenteel error fundamental, de pretender verificar que la tierra esesférica, trepándose a la cima de una montaña.

Es la miopía vulgar que pretende verlo todo a través delagujero de la llave. Si pudiéramos transportarnos a otro pla-neta y observar desde allí, de un sólo vistazo general, todo loque ha pasado en nuestra tierra a través de los siglos, podría-

ACTITUD PRACTICA ANTE LA GUERRA 489

mos comprobar que los grandes avances de la civilización, hansido sólo posibles después del exterminio total de lo existente,fuera ello bueno o malo. Como consecuencia, es corrientementeaceptada la premisa que establece, «que la vida obtiene sus mo-dificaciones más rápidas, durante los períodos de convulsiones,y aprende del sufrimiento, sus mayores lecciones para el pro-greso ».

¿Qué se han hecho malas guerras? Absurdo sería negar-lo. Nadie pone en duda, en verdad, que el instinto guerrero nopuede dejarse a su real albedrío. Ningún instinto, por demás,está libre de errar el camino, porque las pasiones humanas, pordesgracia abundantes, espían el momento propicio para hacerde las suyas. Pero sería también absurdo suponer, que el ins-tinto luchador es perjudicial porque, a veces, sirve de arma alas imperfecciones humanas; como en el caso de las guerrasinjustas, etc..

Concluyamos: la guerra, justa o injusta, es instintiva, yes por esta causa, inevitable. Si hemos de estar de acuerdo enello, no podremos, entonces, desconocer la necesidad de tenerbuenos guerreros, para afrontarla cuando haya sonado su hora.En nuestro inquieto mundo moderno de incesantes preparativosbélicos, contra los que se oponen vastos esfuerzos para sosteneruna posible paz, que no es otra cosa, que una guerra latente, denada sirven los guerreros platónicos, pues con luchas mentales,no se logran triunfos materiales. Noble es el fin pacifista; peroinfructífero. No olvidemos que «la eficacia de la acción estásiempre en razón inversa con la idealización de su fin».

Esforcémonos, pues, sin temor a ser mal interpretados,en formar un pueblo guerrero del tipo caballeroso, un pueblode tendencias combativas bien canalizadas, que rechace instin-tivamente la guerra injusta; pero que no se detenga siquieraa meditar, para resolverse a una lucha que se la sabe irre-parable.

Para conformidad del mundo pacifista, digamos que paraconservar la paz, hasta la buena voluntad de los hombres degobierno. Tras ellos, calladamente, existe el deber de prepararuna masa fuerte, luchadora, destinada a ser accionada cuandoaquellos lo estimen necesario.

Y si hemos de estar de acuerdo en que el Ejército es elalma del pueblo, sobre nosotros recae, pues, el deber de for-jarlo guerrero.

Nada puede detenernos ante tal divisa. Nadie podría ob-jetarnos una actitud semejante, pues la guerra estalla cuando

490 MEMORIAL DEL EJERCITO

ya se ha consumido en muchos estériles esfuerzos, el deber po-lítico de evitarla.

Y ese deber no es nuestro.Responsabilizar al Ejército de haber roto la paz, porque

luce buenos soldados, es como si condenáramos al fusil, porqueun hombre comprime su disparador. Ante el hecho consumadoque ha seguido a la política defensiva, ya no queda otra cosaque tomar la ofensiva en el campo militar.

Y para ello, repitámoslo, no nos sirven los guerreros pla-tónicos, porque su sangre esquiva la refriega física. Por el con-trario, a partir del momento decisivo, el Ejército—valga decirel pueblo—tiene el deber de ejecutar su misión con toda ener-gía y, lealtad. Terminada su misión, su honor quedará tantomás inmaculado, cuanta mayor tenacidad haya puesto en ellogro de la victoria, lo que equivale a decir, mientras mayorespíritu y aptitudes guerreras haya lucido.

Forjemos, pues, en nuestro pueblo, esa mezcla de ovejay de león: hagámoslo amigo de la Paz, sin que sea enemigode la Guerra.

Sobre la supresión de la guerra.Albert Einstein

y Sigmund Freud

(Entregamos a la consideración de los ilustrados lectoresde esta Revista, dos cartas de estos notables hombres deciencia de fama mundial, fisico y matemático el primero, ypsicólogo el segundo, quienes dedican por un instante, susaltos pensamientos a considerar el problema de la guerra.

Estimado Profesor Freud:

La Liga de las Naciones y su Instituto Internacional deCooperación Intelectual en París, me han propuesto que in-vite a otra persona a un intercambio franco de opiniones sobralalgún tema de mi elección, y de este modo se me ha brindadouna grata oportunidad de conferenciar con Ud. sobre el proble-ma que, en los momentos actuales, me parece el más insistentede todos los que debe encarar la civilización: ¿Existe algúnmedio que permita liberar al hombre de la amenaza de laguerra? Nadie ignora que, con el avance de la ciencia moderna,este punto ha llegado a ser cuestión de vida o ¡muerte parala civilización que conocemos; no obstante lo cual, a pesar delcelo desplegado, cada tentativa de llegar a una solución, haterminado en lastimosos fracasos.

Es más, llego a creer que aquellas personas en quienesrecae la obligación de preocuparse de la solución de este pro-blema, tanto desde el punto de vista profesional, como práctica-mente, empiezan a adquirir un convencimiento excesivo de supropia impotencia, y sienten un anhelo sincero de conocer laopinión de aquellos hombres que, abstraídos en la investigacióncientífica, logran ver los problemas mundiales en la perspec-

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tiva que da la distancia. En cuanto a mí mismo, el objetivonormal de mi pensamiento no me permite interinarme en lasnebulosas regiones del querer y del sentir humano y, en ¡eltema propuesto, poco puedo hacer que no sea despejar elcampo de las soluciones más evidentes para que Ud. lo iluminecon sus vastos conocimientos de la vida Instintiva del hombre.Hay ciertos obstáculos psicológicos cuya existencia vislumbrahasta el lego en ciencias mentales, incapaz de sondear sus inter-relaciones y sutilezas. Pero, estoy seguro de que Ud. podrásugerir métodos educativos, más o menos fuera del campode la política, que sirvan para eliminar dichos obstáculos.

Por mi parte, libre como estoy de prejuicios {nacionalistas,veo un medio sencillo de tratar el especio superficial (admi-nistrativo) del problema, o sea el establecimiento por con-senso internacional, de un cuerpo legislativo y judicial queresuelva los conflictos que se presenten entre las ilaciones;.Todas ellas se comprometerían a respetar las órdenes (emanadasde este cuerpo legislativo y a invocar sus decisiones en ca-da desacuerdo; aceptar sus fallos sin reservas y a llevara la práctica toda medida que el tribunal considerara indispen-sable para el cumplimiento de sus decisiones. Pero, ya alempezar tropiezo con una dificultad: un tribunal es una ins-titución humana susceptible de permitir que sus decisiones, seandesvirtuadas por presión extra judicial, en la misma proporciónen que las fuerzas con que cuenta son incapaces de hacerlasrespetar.

Este es un hecho, que debemos tomar en cuenta; la ra-zón y la fuerza van inevitablemente de la mano, y las deci-siones jurídicas se aproximan al ideal de justicia exigido porla colectividad (en cuyo nombre e interés son dictadas) enla misma medida en que la colectividad tiene fuerzas paraimponer respeto por su ideal jurídico. Pero en Ja actualidadestamos lejos de contar con una organización supranacionalque sea capaz de dictar fallos incontestables y de imponerobediencia absoluta a sus dictados. Esto me lleva a miprimer axioma: no hay duda alguna de que el establecimientode la tranquilidad internacional requiere, hasta cierto punto, larenuncia incondicional a la libertad de acción, es decir, a lasoberanía, de parte de cada una de las paciones, único me-dio de producir dicha tranquilidad.

La falta de éxito de todos los esfuerzos que se han hechoen el último decenio por alcanzar este fin, a pesar de suevidente sinceridad, no nos deja duda alguna de que existenpoderosos factores psicológicos que naturalizan estos esfuerzos.Algunos de estos factores no están demasiado lejos. El ansia

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de poder, que caracteriza a la clase dirigente en todas lasnaciones, se opone a toda limitación de la (soberanía nacionaly suele aprovecharse de las actividades de otro grupo, cuyasaspiraciones se orientan en un sentido puramente económico,mercenario. Me refiero especialmente a ese grupo que en to-das las naciones es reducido, pero decidido y activo, compuestode individuos indiferentes a las consideraciones y, a tas li-mitaciones que impone la sociedad, que consideran la guerra,la manufactura y la venta de armamentos, " como simples opor-tunidades para incrementar su autoridad y sus intereses persona-nales.

Pero, el reconocimiento de este hecho evidente es ape-nas el primer paso hacia una avaluación de la situación ac-tual. Debemos preguntarnos en seguida cómo es posible queeste pequeño grupo doblegue la voluntad de la mayoría quesoporta las pérdidas y. sufre los dolores, imponiendo guerrasal servicio de sus ambiciones. (En el término «mayoría» in-cluyo a los soldados de todas las categorías que han elegidola milicia como profesión porque creen que la guerra sirvelos más altos intereses de la raza, y que el ataque es a me-nudo la mejor forma de defensa). Podría parecer respuesta«evidente, que la minoría, la clase dirigente actual, tiene lasescuelas, la poesía y a menudo la iglesia, bajo su control, loque le permite organizar y arrastrar las emociones de las

masas, haciendo de ella su juguete.Sin embargo, ni siquiera esta respuesta nos da la solución

entera, porque nos lleva a preguntarnos. ¿ Cómo es posible queestas maquinaciones tengan tanto éxito y despierten tan Jocoentusiasmo entre los hombres llevándolos hasta el sacrificiode sus propias vidas ? Sólo hay una contestación aceptable: elhombre lleva en si la sed del odio y de la destrucción. Entiempos normales esta, pasión existe en estado latente y se re-vela sólo en circunstancias inusitadas; pero es tarea com-parativamente fácil ponerla en juego y colocarla al nivel deuna psicosis colectiva. Aquí está, tal vez, el crux de todoslos complejos factores que estamos estudiando, enigma quesólo puede resolver un experto conocedor de los instintoshumanos.

Así llegamos a la última pregunta: ¿Es posible controlarla evolución mental del hombre y hacerlo a prueba contra)las psicosis del odio y la destructividad? No me refiero sóloa las llamadas masas incultas. La experiencia prueba que estasdesastrosas sugestiones colectivas se producen con mayor faci-lidad entre la llamada «Intelligentzia» porque el intelectual nomantiene contacto directo con la vida primitiva, sino con la

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vida que conoce en su forma más fácil y sintética — laque encuentra en la hoja impresa.

En conclusión: hasta aquí he hablado sólo de guerras entrenaciones, o sea, lo que se conoce por conflictos internacionales.Pero bien sé que el instinto de agresión se presenta, bajootras formas y circunstancias (me refiero a las guerras civiles,por ejemplo, que en otros tiempos se debieron a celo reli-gioso y. hoy se debe a factores sociales; y también a laspersecuciones de las minorías raciales). Pero he insistido deli-beradamente en la forma más típica, más cruel y extravagantede conflicto entre los hombres, porque ella nos indica los mediosde hacer impracticables los conflictos armados.

Bien sé que en sus obras se encuentra en forma, explíci-ta o indirecta todo lo que se refiere a este problema urgente.y. apasionante. Pero sería de gran utilidad que Ud. presentaríael problema de la paz mundial a la luz de sus descubrimientosrecientes, porque su presentación bien pudiera servir como unaantorcha para iluminar la senda hacia una actitud más modernay fructífera.

Sinceramente,A. Einstein.

Estimador Profesor Einstein:

Al tener conocimiento de que intentaba invitarme a uninteresante cambio de opiniones sobre un tema que, ademásde atraerle personalmente merecería también el interés general,consentí gustoso creyendo que elegiría usted un problema queestuviera dentro de los límites de lo que es hoy conocible,y que podríamos discutir, como físico y psicólogo respec-tivamente, para encontrarnos por fin en terreno común, aunquepartiendo de premisas diferentes. De modo, pues, que su pre-gunta «¿ qué debemos hacer para liberar a la humanidadde la amenaza de la guerra?», fue una sorpresa para mí.Me confundía, por otra parte, pensando en mi (casi habíaescrito nuestra) incompetencia; pues el tema propuesto mepareció de política práctica, más apropiado para un estadista:.Pero me he dado cuenta de que al presentar este problemano lo ha hecho Ud. en su capacidad de físico y hombre deciencia, sino como un individuo a quien el amor a sus seme-jantes lo lleva a responder al llamado de la Liga de lasNaciones, en la misma forma en que Fridjof Nansen, el ex-plorador polar, aceptó la tarea de socorrer a las víctimas ham-brientas y desamparadas de la Guerra Mundial. No se mepedía, tampoco, que formulara proposiciones prácticas, sino

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más bien, que manifestara la reacción de un psicólogo anteel problema de la prevención de las guerras.

Pero su carta, que ha tocado el fondo mismo de la cues-tión, ha quitado el viento a mis velas, a pesar de lo cualseguiré con agrado su estela contentándome con hacer míassus conclusiones, ampliándolas, eso sí, hasta donde lo permitanmis conocimientos o mis conjeturas.

Se refiere Ud. al comenzar, a las relaciones que existenentre la Fuerza y el Derecho, que constituyen, por cierto,el punto de partida de nuestra discusión. Pero, en vez de¡la expresión «fuerza» usaría yo otra más ruda y expresiva:«violencia». Derecho y violencia son hoy una paradoja evi-dente. Es fácil probar que el derecho ha resultado de la evo-lución de la violencia y, retrocediendo hasta los «orígenes yexaminando las condiciones primitivas, la solución del pro-blema llega con bastante facilidad. Perdone si en adelantehago referencia a hechos bien conocidos y aceptados tratán-dolos como si fueran informaciones novedosas, pues el temaasí lo requiere.

En principio, los conflictos de intereses entre los hom-bres se resuelven recurriendo a la violencia. Lo mismo ocurreen el reino animal, del cual el hombre forma parte aunquepretenda ser excluido. No obstante, los hombres son tam-bién propensos a conflictos de opinión, que tocan a veces lasmás altas cumbres del pensamiento abstracto y que requierenen apariencia, decisiones según métodos muy diversas. Enel comienzo, la fuerza bruta era el factor que decidía en lascolectividades pequeñas, a quien correspondía la propiedad y.qué opiniones debían prevalecer. Pronto la fuerza física fueampliada y luego reemplazada por diversos artefactos; el quedisponía de las mejores armas o sabía usarlas con mayor des-treza era el vencedor. Con la aparición de las armas, loscerebros superiores empezaron a imponerse a la fuerza bruta,pero la finalidad de los conflictos se mantuvo igual; conse-guir que una de las partes se retractara de una reclamacióno negativa, obligada a ello por daños inferidos o por el menos-cabo de sus fuerzas. Si el oponente queda definitivamentefuera de acción — muerto — se ha conseguido totalmente loque se quería. Este procedimiento tiene dos ventajas: el ene-migo no puede volver a iniciar las hostilidades, y su suertesirve de escarmiento a otros que quisieran seguir su ejemplo.La muerte de un enemigo, por otra parte, satisface un anhelo!instintivo, al cual me referiré más adelante. Sin embargo,ciertas consideraciones suelen oponerse a este deseo de matar,como la posibilidad de utilizar al enemigo, destinándolo a tareas

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serviles, si se le perdona la vida y se doblega su personalidad.La violencia encuentra expresión en la esclavitud y no en lamatanza, originando la costumbre de dar cuartel. Pero, el ven-cedor, que debe tener presente en el futuro el anhelo devenganza que alienta en su víctima, pierde en cierta medida suseguridad personal.

En las condiciones primitivas domina, pues, la fuerza supe-rior, la violencia bruta o ayudada por las armas.

Sabemos que en el curso de la evolución este estado de co-sas se ha modificado marcándose un sendero que lleva de laviolencia a la ley. Pero este camino ha partido de un sim-ple axioma que establece que un hombre fuerte puede sersuperado por la alianza de muchos débiles, que L'unión fait laforcé. La fuerza bruta cede a la unión, a la alianza de uni-dades aisladas que imponen su derecho contra el gigante solita-rio. De modo que podemos definir el término «derecho» (osea, ley) diciendo que es la fuerza de una colectividad. Locual, no es otra cosa que violencia, pronta a atacar al indivi-duo que le sale ai paso, a emplear los mismísimos mediosy a perseguir idénticos fines, con la única diferencia de quees la violencia colectiva y no la violencia individual, la quese impone. Pero para que se pueda efectuar la transiciónde la violencia a la ley, debe prevalecer primero cierto estadopsicológico. La unión de la mayoría debe ser sólida y perma-nente. Si la única raison d'etre de esta unión consiste en ase-gurar la derrota de algún individuo dominador y. desaparece unavez conseguido su objeto, a nada ha conducido.

Otro vendrá confiado en su poder superior, buscando losmedios de restaurar el reinado de la violencia y el ciclo serepetirá sin fin. La unión debe ser, pues, permanente y bien!organizada. Debe fijar normas para evitar el riesgo de posiblesrevueltas; debe contar con medios para asegurarse de quesus normas — las leyes — sean obedecidas y de que secumplan los actos de violencia que ellas imponen. El reconoci-miento de que existen intereses comunes engendra entre losmiembros del grupo un sentimiento de unión y de solidaridadfraternal que constituye su fuerza efectiva.

Hasta aquí sólo he tratado de lo que me parece la médulade este asunto: la supresión de la fuerza bruta por la trans-ferencia del poder a una combinación más vasta, basada enla comunidad de sentimientos que une a sus miembros. Todolo demás es simple tautología y glosas. Pues bien, la situa-ción se complica muy poco mientras la colectividad permaneceformada por individuos equipolentes. Las leyes de un grupo deesta especie pueden determinar hasta qué punto el individuo

SOBRE LA SUPRESION DE LA GUERRA 497

debe renunciar a su libertad personal, al derecho de usar supropia fuerza, como instrumento de violencia, para mantenerla solidaridad del grupo. Pero éste es posible sólo en la teoría;en la práctica la cuestión se complica por el hecho de que,desde el comienzo, el grupo incluye elementos de distintas cate-gorías, hombres y mujeres, viejos y niños, y como resultado deguerras y conquistas, vencedores y vencidos, amos y esclavos.Desde ese momento, la ley común, toma en cuenta estas desi-gualdades del poder, las leyes son hechas por y para losdirigentes y otorgan menos derechos a las clases serviles. Enadelante existen dentro del estado, dos factores que contribuyena la inestabilidad legal y a la evolución legislativa: primero,las tentativas de los miembros de las clases dirigentespor colocarse fuera de las restricciones de la ley, y segundo,el esfuerzo constante de los gobernados por aumentar sus pri-vilegios y por dejar cada triunfo incorporado en los códigos,reemplazando así las incapacidades legales por leyes que recono-cen la igualdad de todos. La segunda de estas tendencias serevela especialmente cuando se efectúa una mutación positivadel balance del poder en una colectividad, resultado frecuente deciertas situaciones históricas. En tales casos, puede ocurrir quelas leyes se adapten gradualmente a las nuevas situaciones, o(como pasa con mayor frecuencia), que la clase dirigente seniegue a reconocer los desarrollos recientes, produciéndose in-surrecciones y guerras civiles. Es decir, sobreviene un períodoen que la ley. está en suspenso y la fuerza es el arbitro,seguido de otro período legal.

Otro factor de cambio constitucional que obra en una for-ma totalmente pacífica, es la evolución cultural de las masas.Este factor, sin embargo, es de distinto orden, y, de él trata-remos más adelante.

Vemos, pues, que aún dentro del grupo mismo es imposibleevitar la violencia cuando hay conflicto de intereses. Perolas necesidades y las costumbres que son comunes a los hombresque viven en sociedad bajo un mismo cielo, favorecen la rápidasolución de tales conflictos y aumentan las posibilidades dellegar a soluciones pacíficas sin embargo, una ligera miradaa la historia mundial, nos muestra una serie interminable deconflictos entre una colectividad y otra, o un grupo de otras. ',entre unidades grandes y pequeñas, entre ciudades, países,razas, tribus, reinos; la mayoría de los cuales fueron soluciona-dos sometiéndolos a la prueba de la guerra.

Estas guerras terminan ya en saqueos o en conquistas ysus frutos son siempre la ruina del vencido. Pero no se puedeformular un juicio único que abarque todas estas guerras de

498 MEMORIAL DEL EJERCITO.

expansión. Algunas de ellas, como la guerra entre los mongolesy, los turcos, han producido sufrimientos inenarrables; otras, sinembargo, han hecho más fácil la transición de la violenciaa la legalidad, permitiendo la formación de unidades de mayorextensión, dentro de cuyos límites quedaba excluida la violen-cia, gracias a un nuevo régimen que permitía solucionar todaslas disputas. Así, las conquistas romanas trajeron esa bendición,la fax romana, a los países del Mediterráneo, y la codicia delos reyes franceses, creó una Francia nueva, que floreció enpaz y en unión. Aunque parezca paradójico, debemos admitirque la guerra podría preparar el camino hacia esa paz in-quebrantable que tanto anhelamos, porque gracias a ella seforman vastos imperios dentro de cuyas fronteras un gobiernocentral poderoso impide todo conflicto. En la práctica, sin em-bargo, no se consigue este fin porque por regla general losfrutos de la victoria son poco duraderos y la unidad reciéncreada se desmembra nuevamente debido a que no puede existirverdadera cohesión entre elementos reunidos por la fuerza.

Sin embargo, si no tomáramos en cuenta el hecho de quela Liga de las Naciones es un experimento que ha sido in-tentado sólo en raras ocasiones — y nunca en las proporcionesactuales — juzgaríamos con gran parcialidad. Es un ensayoque tiende a conseguir el poder, o sea la influencia coercitiva,que hasta ese momento descansaba exclusivamente en la au-toridad, poniendo en juego ciertas actitudes mentales idealistas.Hemos visto que en una colectividad existen dos factores decohesión entre los miembros del grupo: las convulsiones vio-lentas y los lazos del sentimiento (llamados también «iden-tificaciones» en lenguaje técnico).

En caso de que uno de estos factores desaparezca, el otropuede bastar para mantener la cohesión del grupo, pero esevidente que ambos tienen significación solo, cuando exterio-rizan un sentimiento de unidad profundamente arraigado ycompartido por todos. Es necesario, por lo tanto, conocer elalcance de estos sentimientos que, según la historia, son efica-ces de vez en cuando. Así, el concepto Pan-helénico, la con-ciencia que tenían los griegos de su propia superioridad sobresus vecinos bárbaros, que encontró expresión en los Amphictyo -nies, los Oráculos y los Juegos, bastó para humanizar losmétodos de guerra entre los griegos, aunque fracasó sin excep-ción cuando trató de impedir conflictos entre elementos dife-rentes de la raza helénica o aun de oponerse a que una ciudado un grupo de ciudades unieran fuerzas con sus enemigos racia-les, los persas, con el objeto de humillar a un rival. La solida-ridad del Cristianismo durante el Renacimiento, a pesar de

S O B R E L A S U P R E S I O N D E L A G U E R R A 499

su vasta autoridad, tampoco consiguió impedir que las nacionescristianas, grandes y pequeñas, solicitaran la ayuda del Sultán.Y en nuestros días buscamos en vano una idea unificadoracuya autoridad sea incuestionable. No hay duda alguna de quelas ideas nacionalistas que hoy predominan en todos los paí-ses, influyen en sentido opuesto. Hay quienes creen que losideales bolcheviques pueden marcar el fin de la guerra; perosiendo las cosas como son, para que esto se consiga tal vezhaya que pasar primero por un período de brutales guerras in-testinas. Parecería, pues, que todo esfuerzo por reemplazar lafuerza bruta por un ideal, está condenado al fracaso en lascondiciones actuales. Nuestra lógica será defectuosa si no re-conociéramos que el derecho se basa en la fuerza bruta y.que, aún hoy día, necesita recurrir a la violencia para mante-nerse.

Ahora paso a comentar otra de sus declaraciones. Semaravilla Ud. de que sea tan fácil contagiar al hombre conla fiebre guerrera y presume que existe en él un instinto acti-vo de odio y destrucción susceptible a tales estímulos, en locual estamos de acuerdo. Creo en la existencia de dicho ins-tinto y, en los últimos tiempos, me he impuesto sacrificiospara estudiar sus manifestaciones. En relación con lo expuesto,me permito presentar un resumen de lo que los psico-analistashemos llegado a descubrir acerca de los instintos después demuchos ensayos en la obscuridad. Partimos de la base de quelos instintos humanos son de dos clases: los que conservan y¡unifican, que llamamos «eróticos» (en el sentido que Platónda a Eros en su Simposium) o bien «sexuales» (entendiendoexplícitamente el significado popular que se da a «sexo»); ylos que nos llevan a destruir y matar y que clasificamos como«instinto de agresión o destrucción» Se trata, como Ud. ve,de los desconocidos antagonistas, el Amor y el Odio, presentadoscomo entidades teóricas; otro aspecto quizá, de esas eternaspolaridades, atracción y. repulsión, que quedan dentro del cam-po de sus investigaciones. Pero evitemos llegar con demasiadaprecipitación a la noción del bien y del mal. Cada uno deestos instintos es tan indispensable como el opuesto y todoslos fenómenos de la vida se derivan de la actividad de ellos,ya sea que obren de acuerdo o en oposición. Parece que losinstintos de cualquiera de estas categorías pueden funcionarsólo raras veces aislados; siempre aparecen combinados («amal-gamados» como decimos) con cierta cantidad del instinto opues-to, que modifica su finalidad y que, en ciertas circunstancias,es condición imprescindible de éxito. Así, por ejemplo, el ins-tinto de conservación es, por cierto, de naturaleza erótica, peropara conseguir sus fines, necesita acción agresiva. Del mismo

500 MEMORIAL DEL EJERCITO.

modo, el instinto amoroso que se dirige a un objeto específiconecesita combinarse con el instinto adquisitivo para llegar a laposesión efectiva de su objeto. La dificultad de aislar en susmanifestaciones los instintos de los dos tipos es lo que haimpedido por tanto tiempo que llegáramos a reconocerlos.

Siguiendo por este mismo camino encontramos que losasuntos humanos se complican todavía de otra manera. Sólopor excepción sigue la acción al estímulo de un instinto aisla-do, que es ya per se, una mezcla de Eros y del afán destructor.Por lo general concurren diversos motivos de naturaleza análo-ga para producir la acción. Este hecho fue observado porun colega suyo, el Profesor G. C. Lichtenberg, que fue enun tiempo Profesor de Física en Góttingen, más prominente!,tal vez, como psicólogo que como físico. El desarrolló el con-cepto de una «Brújula de Motivos», diciendo: «Podemos cla-sificar los motivos que impulsan a obrar al hombre, comolos 32-Vientos y describirlos en la misma forma; por ejemplo:Alimento -Alimento-Renombre, o Renombre-lienombre-Alimerí-to. Así, cuando una nación se ve intimidada a participar enuna guerra, puede responder al llamado toda la gama de losmotivos humanos, ya sean elevados o bajos, confesados al-gunos abiertamente y otros pasados rápidamente en silencio.Por cierto que el anhelo de agresión y de destrucción está in-cluido; las innumerables crueldades de la historia y de la vidadiaria del hombre, confirman su prevalencia y su fuerza. Sise estimulan estos impulsos destructivos por un llamado al idea-lismo y. al instinto erótico, se facilita naturalmente su libera-ción. Meditando acerca de las atrocidades de la historia, nosdamos cuenta de que un motivo ideal ha servido a menudo paradisfrazar el ansia de destrucción. A veces, como ocurría enlas crueldades de la Inquisición, los motivos ideales ocupabanel primer plano de la conciencia, pero parece que derivabansu fuerza de los instintos de destrucción que estaban sumergi-dos en el inconciente. Ambas interpretaciones son posibles.

Sé que su interés consiste en prevenir las guerras y, noen teorizar y trato de tener esto bien presente. Sin embargo,quisiera profundizar un tanto más en este instinto de destruc-ción, que rara vez recibe la atención que merece. Casi sin es-fuerzo podemos convencernos de que este instinto funciona entodos los seres vivientes, esforzándose por causar su ruina y re-ducir la vida a su testado primitivo de materia inerte. En verdad,podríamos llamarlo «el instinto de la muerte», mientras que losinstintos eróticos responden del esfuerzo por seguir viviendo. Elinstinto de muerte se transforma en "impulso de destruccióncuando, con la ayuda de ciertos órganos, dirige su acción hacia

SOBRE LA SUPRESION DE LA GUERRA 501

afuera, contra objetos externos. Es decir, el ser vivo defiendesu propia existencia destruyendo organismos extraños. Peroen una de sus actividades el instinto de muerte obra dentro delser vivo y. hemos tratado de encontrar el origen de ciertosfenómenos normales y patológicos en esta introversión del ins-tinto destructivo. Hasta hemos llegado a cometer la herejíade explicar el origen de la conciencia humana por una de estasintroversiones del impulso agresivo. Es evidente que si esa ten-dencia interna obra en una escala demasiado grande, no esun asunto trivial, pasa más bien a ser un estado francamentemórbido; mientras que la desviación del impulso destructivohacia el mundo externo debe tener efectos benéficos. Aqui te-nemos, pues, la justificación biológica de todas aquellas viles yperniciosas inclinaciones que estamos combatiendo. Pero no po-demos dejar de reconocer que son en realidad más naturalesesta resistencia nuestra, la cual sí que requiere explicación.

(Todo esto puede dejarle a Ud. la impresión de que nues-tras teorías no pasan de ser una especie de mitología, bastantetétrica por lo demás. Pero es posible que cada una de lasramas de las ciencias naturales nos lleve en el último términoa esto mismo, — a una especie de mitología. ¿No ocurre igual-cosa en el campo de la física?

El resultado de estas observaciones en lo que se refiereal tema que discutimos, es que no existe la posibilidad desuprimir las tendencias agresivas de la humanidad. Se dice queen ciertos rincones afortunados del mundo, donde la naturalezaproduce en abundancia todo lo que el hombre desea, prosperanrazas cuyos individuos viven dulcemente, sin conocer la agre-sión ni la represión. Me es imposible creerlo, aunque quisieratener más detalles de estas afortunadas naciones. Los bolchevi-ques aspiran también a suprimir la agresividad humana y ase-guran para esto la satisfacción de las necesidades materiales im-poniendo la igualdad entre ios hombres, lo que me parece unavana esperanza. Entretanto, se esfuerzan por perfeccionar susarmamentos y el odio por los extranjeros no es el más insigni-ficante de los factores de cohesión entre ellos mismos. En todocaso, como Ud. lo ha hecho notar, no se trata de la supresióncompleta de las tendencias agresivas del hombre. Lo único quepodemos ensayar e n c a u s a r l a por otro camino que no seael de la guerra.

De nuestra «mitología» de los instintos podemos deducircon facilidad la fórmula de un método indirecto para eliminarla guerra. Si es verdad que la propensidad a la guerra se debeal instinto destructivo, siempre tenemos a mano su contra-agenteEros. Todo lo que produce lazos de sentimiento entre los hom-

502 MEMORIAL DEL EJERCITO.

bres, debe servirnos como antídoto contra la guerra.Estos lazos son de dos clases. Primero, aquellos que creanlas relaciones hacia un objeto amado, aunque desprovistas deintención sexual. El psicoanalista no debe sentir remordimientospor el uso de la palabra «amor» en este caso; la religión seexpresa en lenguaje idéntico: ama a tu prójimo como a tímismo. ¡ Consejo piadoso, fácil de repetir pero difícil de llevara la práctica! El otro lazo de sentimiento es la identificación:.Todo lo que hace resaltar las semejanzas importantes entre loshombres despierta este sentimiento de comunidad; de identi-ficación, en el cual se funda en gran parte el edificio enterode la sociedad humana.

En su crítica sobre el abuso de la autoridad, sugiere Ud.otro ataque indirecto contra el impulso guerrero. El hecho deque los hombres estén divididos en dirigentes y subordinadoses sólo una manifestación más de su desigualdad innata eirremediable. Los de esta última clase constituyen la gran mayo-ría; éstos necesitan de jefes que decidan por ellos y ante pusdecisiones generalmente se inclinan sin protesta. A propósito deesto, quisiera hacer notar que deberíamos preocuparnos muchomás que antes de formar una clase superior de pensadores!independientes, a quienes sea imposible intimidar, investigadoresfervientes de la verdad, cuya función sería guiar las masasque de ellos dependen. No hay necesidad de insistir en que laslimitaciones que establecen la iglesia y los políticos sobre lalibertad de pensamiento muy poco estimulan esta nueva crea-ción. Las condiciones ideales se encontrarían evidentementeen una colectividad en que todos subordinaran su vida instin-tiva a los dictados de la razón. Esto, y sólo esto sería capazde producir una unión completa y duradera entre los hombresaun cuando necesitara la destrucción de lazos mutuos de senti-miento. Pero, estas esperanzas son absolutamente utópicas enlos momentos actuales. Los otros métodos indirectos de impedirla guerra son por cierto más factibles, pero no aseguran resulta-dos inmediatos. Hacen pensar en molinos tan lentos que los.hombres se mueren de hambre antes de que la harina esté lista.

Como Ud. ve, se saca poco provecho de consultar a unteórico alejado de los contactos mundanos, acerca de problemasprácticos y urgentes. Mejor sería solucionar cada crisis sucesivacon los medios que tenemos a nuestro alcance. Sin embargo,me gustaría referirme a un punto que me interesa especial-mente, aun cuando no ha sido incluido en su carta: ¿Por quéprotestamos Ud., yo y tantos otros contra la guerra, en vezde aceptarla simplemente como importunidades de la vida? Pa-rece que la guerra es cosa natural, sana desde el punto de

SOBRE LA SUPRESION DE LA GUERRA 503

vista biológico, e inevitable en la práctica. Espero que Ud. nose molestará por esta pregunta mía, pues para el éxito dela encuesta tal vez hubiera sido mejor una máscara de pre-tendida indiferencia. La contestación pudiera ser como sigue:todo hombre tiene derecho sobre su propia existencia y laguerra destruye vidas llenas de promesa; obliga al individuo aparticipar de situaciones que humillan su virilidad, forzándoloa asesinar a sus semejantes en contra de su propia voluntad;acaba con amenidades materiales de la vida, destruye losfrutos del trabajo, y mucho más. Por otra parte, las guerrasen su forma actual no dan oportunidad para practicar actosde heroísmo según los antiguos ideales y, dada la gran perfec-ción de los armamentos modernos, la guerra podría significarhoy el 'exterminio absoluto de uno de los combatientes, si-no de ambos. Esto es tan verdadero, tan evidente que no pode-mos menos de maravillarnos de que no se proscriba la guerrapor voluntad general. No hay duda de que los puntos que hepropuesto se prestan a discusión. Se puede preguntar si la colec-tividad a su vez no puede alegar derecho sobre la vida indi-dual de sus miembros. Por otra parte, no es posible condenarsin discernimiento a la guerra en todas formas: mientrashaya naciones e imperios preparados para exterminar sin com-pasión a sus rivales, todos por igual deben estar listos parala guerra. Pero no me detendré en ninguno de estos problemasque quedan fuera del tema propuesto por Ud. Paso a otrapunto que me parece ser la base de nuestro odio común porla guerra: pacifista somos porque nuestra naturaleza orgánicanos lo impone. No podemos dejar de odiarla. Por lo tanto,se nos presentan con facilidad aquellos argumentos que justifi-can nuestra actitud.

Este (punto, sin embargo, exige explicación y a mí meparece que basta la siguiente: el desarrollo cultural de lahumanidad (que algunos prefieren llamar civilización), vienedesde tiempos inmemoriales. A este proceso debemos todo loque hay de bueno en nosotros como así también gran partede lo que origina sufrimiento al hombre. Sus orígenes ysus causas son obscuras, sus resultados inciertos; pero algu-nas de sus características son fáciles de percibir. Puede lle-var a la extinción de la humanidad porque menoscaba la fun-ción sexual en más de un sentido y, aun en nuestros días,las razas no civilizadas y las clases atrasadas de todas lasnaciones se multiplican con mayor rapidez que los elementoscultos. Este proceso puede, tal vez, ser comparado con losefectos de la domesticación en ciertos animales (cambios físi-cos de estructura); pero la opinión de que el dasarrollo cul-

504 MEMORIAL DEL EJERCITO.

tural es un proceso orgánico de esta especie no se ha popu-larizado aún. Los cambios psíquicos que acompañan a esteproceso de cambio cultural son sorprendentes e innegables.Consiste en el rechazo progresivo de finalidades instintivasy en una reducción paulatina de las reacciones instintivas.Las sensaciones que deleitaban a nuestros antepasados hanllegado a sernos indiferentes si no francamente insoportables;y si nuestros ideales éticos y estéticos han sufrido un cambio,éste se debe en último término a causas orgánicas. En elaspecto psicológico, dos de los fenómenos más importantesde la cultura son, en primer lugar, un robustecimiento delintelecto, que tiende a dominar nuestra vida instintiva y,en segundo lugar, una introversión del impulso agresivo contodos sus beneficios y peligros inherentes. Pues bien, la guerrava abiertamente contra la naturaleza psíquica que nos haimpuesto el desarrollo de la cultura; por lo tanto, estamosforzados a sentirnos molestos por la guerra, a encontrarla in-tolerable. En el caso de pacifistas como nosotros, no se tratasólo de una repulsión intelectual y afectiva sino de una into-lerancia constitucional, una idiosincrasia en su forma más ab-soluta. Parecería además que las ignominias estéticas de la,guerra influyen igualmente en esta repugnancia contra susatrocidades.

¿Tendremos que esperar todavía largo tiempo antes deque todos los hombres sean pacifistas? Esto es imposible depredecir, pero tal vez no sea del todo quimérica nuestra espe-ranza de que en un tiempo cercano la índole cultural delhombre y un temor bien fundado de los futuros conflictos,pondrán fin a la guerra del futuro. Pero no es posible adivinarpor qué medios directos o indirectos se llegará a este fin.Entretanto podemos descansar en la seguridad de que todoaquello que tienda al desarrollo cultural va también en con-tra de la guerra.

Con mis cordiales saludos y con mis excusas más sincerasen caso de que este exposé sea para Ud. una desilusión, quedode Ud.,

Sigmund Freud.

Esquema para el estudio de la Geografía Militar.Por el Cap. Sr. Romeo Barrientos Rosas.

Notables son las dificultades que se presentan para ensayaruna delimitación lógica de las materias que debe comprender cadauno de los ramos que en conjunto constituyen la base mínima cul-tural que profesionalmente debe poseer un oficial de Estado Mayor.Quienes han hecho el curso Regular o el de Informaciones de laAcademia de Guerra, notaron desde un banco de estudiante, el he-cho mencionado, el cual muestra que hay grupos de materias cuyanaturaleza permite incluirlos racionalmente en éste o en aquel ra-mo. Así es como la Historia Militar, el Servicio de Estado Mayor,la Organización Militar y la Geografía Militar tienen obligadamen-

te ramificaciones y puntos de contacto tan estrechos que fácilmen-te producen desviaciones, por decir así, del cauce que guía lasaguas inquietas del pensamiento aplicado a buscar la verdad. Unejemplo: el Estado Social del propio país y de los vecinos podríaser incluido, al estudiarlo, ya sea en Organización o en GeografíaMilitar; lo mismo podría decirse del Estado Político y del Econó-mico. Los ejemplos podrían multiplicarse. Este asunto, relativo ala delimitación lógica de las materias que cada ramo debe com-prender, requiere un análisis ponderado; no es mi propósito abor-darlo en esta insignificante colaboración. Si lo he mencionado, hasido únicamente con el propósito de justificar el espíritu que meha guiado al confeccionar un "Esquema para el estudio de la Geo-grafía Militar", el cual debe considerarse como un simple ensayoque como tal expongo al sano criterio de quienes se interesen porel ramo.

A. —Geografía física.

I. —Situación geográfica relativa.II. —Límites.

1) Longitud.2) Naturaleza:

506 MEMORIAL DEL EJERCITO.

a) reales o naturales:—terrestres (o fronteras);—acuáticos (marítimos, lacustres,

fluviales).b) imaginarios o artificiales.

3) Posición relativa de los límites.

III. —Extensión o superficie.IV. —Forma o configuración.

1) De tendencia geométrica o regular.2)' De tendencia asimétrica o irregular.

V. —Orografía.

1) (Cordilleras y montañas (altas, medias y bajas), altipla-nicies y dunas.

2) Llanuras, desiertos, valles.

VI. —Hidrografía.

1) Mares.2) Lagos.

3) Ríos.

VII—Comunicaciones:

1) Vías de comunicación:a) terrestres:

—caminos;—ferrocarriles;

b) acuáticas:.—marítimas;—lacustres;—fluviales;

c) aéreas.Todas pueden clasificarse también en: nacionales

e internacionales.

2) Medios de comunicación:

(Según la clasificación que se hace en Servicio de Es-tado Mayor).

ESQUEMA PARA EL ESTUDIO DE LA. . . 507

VIII. —Climatología.

1) Temperatura;2) Vientos.3) Fenómenos acuosos:

a) Lluvias.b) Nebulosidad.c) Nieve.d) Humedad.

4) Tipo de clima.5) Salubridad (desde el punto de vista militar).

IX. —Varios.

1) Obras de arte de interés estratégico.2) Otros factores no considerados de carácter particular.

B—Geografía humana.

I. —Estado social.

1) Población:

a) Cantidad;b) Crecimiento;c) Inmigración;d) (Repartición;e) ¡Densidad.

2) Etnografía:

a) Condiciones físicas;b) Condiciones morales;c) Condiciones intelectuales;d)' ¡Cultura;e) Clases sociales;f) Homogeneidad;g) Problemas sociales.

3) Influencia militar del estado social.

II. —Estado económico.

1) Producción natural:

a) reino animal;b) reino vegetal;c) reino mineral.

M. del E. 11.

508 MEMORIAL DEL EJERCITO.

2) Industrias:

a) ganadera;b) agrícola;c) minera;d) fabril o manufacturera;e) bélica.

3) Comercio:

a) interior;b) exterior;c) de tránsito.

4) Moneda:

a) sistema monetario;b) valor de la moneda.

5) Riqueza:a) pública;b) privada.

6) Finanzas:

a) presupuesto;b) deuda:

—externa;—interna.

7) Crédito.8) Capitales extranjeros.9) Capacidad económica nacional, posible en caso de guerra.

III. —Estado político.

1) Constitución política;2) Situación política:

a) interna;b) externa;

3) Influencia de la situación política:a) en la paz, con respecto al ejército.b) en la guerra.

IV. —Estado Militar.

(Según el esquema con que estudia este aspecto el ramo deOrganización Militar).

Informaciones nacionales.

MAIPU:

Aniversario de la Batalla de Maipú.

El 5 de Abril fue celebrado en la localidad de ese nombre,el 119 aniversario de la Batalla de Maipú.

Este acontecimiento que se encuentra fuertemente vinculadocon el alma nacional, fue rememorado con patriótico fervory, es por eso, que asistió a las ceremonias una enorme masaciudadana, con lo cual, el desarrollo del programa tuvo inu-sitada lucidez.

Concurrieron delegaciones que representaron a todas lasunidades y reparticiones de la guarnición de Santiago, y ade-más especialmente invitadas delegaciones de la Marina y Avia-ción.

El monumento a los héroes profusamente adornado y conuna guardia de honor de subalféreces de la Escuela Militar,recibió el homenaje de flores y coronas del Ejército, etc.

El brillante programa de festejos se desarrolló en el siguien-te orden:

Izamiento de la Bandera, frente al Monumento a los Héroesde Maipú.

Colocación de coronas y flores;Misa de campaña, oficiada por el capellán de Ejército Julio

T. Ramírez, con acompañamiento de la Banda del R. I. «Buin».Alocución patriótica por el Mayor Vicente Martínez;Desfile ante el monumento;

510 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Festival de Bandas, en la plaza de Maipú, bajo la Direc-ción del Mayor Director de Bandas, D. Juan Casanova V.;

Almuerzo ofrecido por la I. Municipalidad de Maipú alas delegaciones.

Por lo demás estas festividades han acercado el espíritupatrio al glorioso hecho de armas que consolidó la Indepen-dencia nacional y que es una de las más bellas herencias delpasado, militar del Ejército. :

SANTIAGO:

Celebración del Día del Reservista.

Bajo los auspicios de la Dirección de Reclutamiento y.Tiro Nacional, cuyo Director es el General Sr. Julio Carvallo,se realizó el 10 de Abril en el Stadium Militar, la tradicionalfiesta del reservista.

Los actos fueron solemnizados por representantes de la Ar-mada, Aviación, Veteranos del 79, Ejército, Carabineros yBoys-scouts.

Asistió en calidad de invitado de honor, el General Veteranodel 79 Sr. Roberto A. Goñi, quien pronunció una brillante alo-cución patriótica.

En el desarrollo del programa, figuraron actos ecuestres,cantos corales por establecimientos de Instrucción Pública yEscuela Militar, concursos atléticos y Deportivos.

La alta significación de esta fiesta fue manifestada a tra-vés de dos hermosas conferencias dictadas por el Mayor Sr.Ricardo Porter y Teniente Sr. Antonio Quezada.

La concurrencia, que alcanzó a 5. 000 personas, estabaformada en su mayoría por estudiantes y público de todas lascategorías. En general, podemos decir, que la fiesta se desarrollóen medio de un gran entusiasmo, y los asistentes vivieron]bellos instantes de cariñosas dedicaciones a la Patria y susdefensores; los reservistas.

Concurso de arrastre.

El 12 de Abril se inició el Concurso de Arrastre orga-nizado por la Dirección de Remonta, para unidades de laII y III División de Ejército, en cuya prueba participaronocho equipos pertenecientes a los Regimientos Tacna y Ma-turana de Santiago, Chorrillos de Talca, Miraflores de Traiguén,

INFORMACIONES NACIONALES 511

Silva Renard de Concepción, Escuela de Artillería de Linares,Batallón Tren y. Comunicaciones de Santiago.

Cada carro fue equipado con su dotación completa de cargacon munición de guerra y seis hombres de tropas, al mandode un teniente de la respectiva unidad.

El recorrido completo sobre 400 kilómetros comprendióocho etapas como sigue: primera, a l, a Cuesta de Lo Barriga,a 45 kilómetros de la capital; segunda, Casablancai; tercera,Viña del Mar; cuarta, Quillota; quinta, San Felipe; sexta,Los Baños, cuesta de Chacabuco; séptima, Hacienda Chaca-buco y última Regimiento Tacna.

El día 19 se dio término a este interesante torneo, llegando,los carros al regimiento de artillería N. ° 1 Tacna.

En esta unidad se procedió, al día siguiente, a la repar-tición de los premios a los vencedores. El acto alcanzó unespecial brillo, y fue precidido por los Generales señores Con-treras, Escudero y. Vergara Luco, y los jefes de la Inspecciónde Artillería.

Antes de precederse a la distribución de los premios y.trofeos a las unidades que alcanzaron estas altas distinciones,el coronel Sr. O. Fuentes P. jefe de ]a Inspección de Remonta,en un conceptuoso discurso dió a conocer las finalidades técnicasdel concurso de arrastre, como asimismo, el reconocimiento delarma por los resultados altamente satisfactorios alcanzados enel concurso, donde tanto la oficialidad como la tropa, eviden-ciaron especial estado de preparación y disciplina para respon-der a la dura jornada.

A continuación usó de la palabra el jefe de la División,General don Juan 2. ° Contreras, quién felicitó a los equiposcomo igualmente a los suboficiales que con todo entusiasmocontribuyeron al mejor éxito del Concurso de Arrastre.

Los premios fueron distribuidos en la siguiente forma.Primer puesto. —Grupo de Artillería a Caballo N. ° 2 «Ma-

turana», que además del premio anual del concurso, se haganado el premio «Ministro de Defensa».

Segundo puesto. —Regimiento de Artillería N. ° 4 «Mira-flores», que era poseedor de la Copa. Se gana el premio«Dirección de Establecimientos de Instrucción Militar».

Tercer puesto. — «Grupo de Comunicaciones».V

Premios Especiales.

En los premios especiales obtuvieron figuración las siguien-tes unidades.

Premio «Comando en Jefe del Ejército». — Para el tiroque hiciera su recorrido en forma más regular, fue adjudicadoa la «Escuela de Artillería»,

512 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Premio « Dirección de Establecimientos de Instrucción Mi-litar». —

Para la mejor pareja del raid, fue ganado por el Regimien-to de Artillería N. °3 «Chorrillos». —

Premio «Consejo Superior de Fomento Equino». — Parael tiro más definido en el tipo arrastre del Ejército; fue ganadopor el Regimiento de Artillería N. ° 4 «Miraflores», de Traiguén.

El departamento de Remonta del Ejército, dio ademásdos premios; uno para el oficial da tiro ganador y otro alSargento 2. ° Prado que viene con el Equipo del Grupo deArtillería a Caballo N. °3 «Silva Renard». —

El Comando en Jefe de la II División de Ejército y elDirector de los Servicios, obsequiaron premios en dinero quefueron repartidos en forma equitativa entre los conductoresy sirvientes de los equipos ganadores. —

Entrega de la 2: ª Brigada de Caballería.

Con una sencilla ceremonia oficial se verificó el 13 deAbril en la Comandancia de la II División de Ejército la entre-ga de la 2 a . Brigada de Caballería, por el General Sr. Juan,2°. Contreras al Comandante en Jefe de División de CaballeríaGeneral Sr. Germán Vergara Luco. Ya que esta unidad, pordisposición de la superioridad militar, deberá formar parte dela División de Caballería.

En esta ocasión, el General Contreras reiteró sus expresio-nes de sentimiento con que veía alejarse estas unidades deCaballería del seno de la División de su mando y que, ensu oportunidad, fueron dadas a conocer por la Orden del Díade la División. Manifestó asimismo, su complacencia por laforma correcta en que siempre habían actuado, debido a lapreocupación constante de sus Comandantes, Jefes, Oficialesy tropa.

Condecoración "Al Mérito" al Sr. Wilfred R. Baseden.

(El 16 de abril)

Con motivo de haber concedido nuestro Gobierno la con-decoración «Al Mérito» al señor Wilfred R. Baseden, perso-na que cuenta con todas las simpatías de las Fuerzas Armadas,

INFORMACIONES NACIONALES 513

debido a las atenciones que siempre ha tenido para sus miem-bros, el Director del Club Militar le ofreció anoche una comida,durante la cual se hizo entrega de esta condecoración.

Pronunció el discurso de ofrecimiento el Comandante enJefe del Ejército y presidente del Club, General de Divisióndon Oscar Novoa, y contestó el festejado agradeciendo, enfrases llenas de efecto para el Ejército y Chile, manifestando queel honor era inmerecido, porque no creía haber hecho nadaque mereciera un homenaje de esta naturaleza.

El General Novoa terminó su discurso colocando al señorBaseden la condecoración que se le ha otorgado.

VALPARAISO:

Centenario del nacimiento del heroico ComandanteEleuterio Ramírez. —Del 2. ª de línea.

Este fausto aniversario, fue celebrado con especial solemni-dad el 18 de Abril en el Regimiento de Infantería N°2«Maipo»que comanda el Tte. Corl. Sr. Guillermo Aldana S.

A mediado del mes de febrero, fueron colocados sus restosen la hermosa cripta construida en el Cuartel de esa unidad.A las grandes y. patrióticas fiestas que aquel acontecimiento diolugar, ha venido a sumarse la correspondiente al aniversariadel nacimiento del héroe.

En esta ocasión, se desarrolló un programa lucido y memo-rable por los altos valeres culturales y patrióticos que compren-dió cada una de sus partes.

Especialmente invitados asistieron las autoridades locales,miembros de la Armada, Ejército y Establecimientos de Ins-trucción etc.

PUENTE ALTO:

Homenaje a los caídos en actos del servicio.

En el Batallón de Ferrocarrileros se llevó a efecto el 22 deAbril, la inauguración de la «Plaza de Honor» en la cualse han erigido pedestales que ostentan placas en homenaje a los«Caídos en el Cumplimiento del Deber».

Asistieron al acto especialmente invitadas, las autoridadeslocales y. altos Jefes y oficiales de las fuerzas armadas.

514 MEMORIAL DEL EJERCITÓ.

El brillante programa desarrollado fue el siguiente: 9. 30.Presentación del Batallón al Comando de Ingenieros, Cdo. dela División y Comandante en Jefe del Ejército.

10. — Conferencia sobre el «Aniversario del Batallón»,por el Capitán don Carlos Adaro Didier.

10. 30. Himno de Ferrocarrileros, cantado por el personalde la unidad.

10. 35. Izamiento de la bandera obsequiada por los Ca-rabineros de Puente Alto en el bastión de la «Plaza de Honor. »

10. 40 Ofrecimiento y Colocación de una placa conmemo-rativa, por la. Compañía de Bomberos de Puente Alto.

10. 50. Breve elocución por el comandante de la unidad.Mayor don Alberto Polloni R., e inauguración de la Plaza deHonor, descubriendo las placas correspondientes al personalmuerto en actos del servicio, en las maniobras de 1936.

11. Bendición de La Plaza por el Capellán honorario de launidad, Prebístero don Alfredo Alvarado y «Gran retreta» porla banda de músicos.

11. 15. Desfile del Batallón ante el monumento de los«Caídos en Actos del Servicio».

SANTIAGO:

Condecoración a diversos Jefes del Ejército.

El 26 de Abril se efectuó en la Legación de Francia, lasceremonia de la entrega de las condecoraciones con que elGobierno francés ha distinguido a varios altos jefes de nues-tro Ejército.

Los jefes condecorados fueron: el General Sr. Carlos Fuen-tes Rabe, Jefe del Estado Mayor del Ejército, que se encontrabaformando parte de la Comisión Neutral de Limitación de Fron-teras en el Chaco; el general Juan 2o Contreras, Comandantede la II División del Ejército y el Coronel Sr. Ramón Díaz, aquienes se les otorgó el Grado de Oficial de la Legión de Ho-nor; a los Coroneles señores Alfredo Portales y. Jorge Tagle seles condecoró con el Grado de Caballeros de la Legión deHonor, y. al Comandante don Juan Retamal Díaz se le otorgóla condecoración de Comendador de la «Estrella Negra».

El Adicto Militar de Francia, comandante Henri de Boyve,en su carácter de Oficial de la Legión de Honor, hizo entregade las condecoraciones con el ritual de estilo usado por elEjército de su patria.

INFORMACIONES NACIONALES 515

Hicieron uso de la palabra el Encargado de Negocios Ba-rón de Beausse y el comandante de Boyve.

Finalizado el acto, el General Contreras agradeció las con-decoraciones otorgadas a los jefes allí presente, teniendo tér-minos felices para subrayar el placer y el orgullo con querecibían esas distinciones, especialmente, por haberlas recibidode manos de uno de los más distinguidos y valientes jefes delEjército francés, que actuaron en la Gran Guerra.

Después de la ceremonia, los jefes condecorados fueron fes-tejados con un cocktail, ofrecido por el Encargado de Negociosde Francia y el Adicto Militar, Comandante de Boyve.

Informaciones extranjeras.

ARGENTINA:

En Buenos Aires fue colocada la piedra fundamental delmonumento que habrá de levantarse en recuerdo y homenajedel Teniente General Julio A. Roca, ilustre militar y Presidentede la República Argentina en las postrimerías del siglo pasado.

Fue un estadista de prendas notables que impulsó por to-dos los medios a su alcance las buenas relaciones con lospaíses limítrofes, dentro de una concepción exacta del ameri-canismo y de la política del «buen vecino», hoy concretadapor Roosevelt en oportunidad memorable.

Aunque hombre de armas, cimentó sobre bases inamovible»la amistad chileno-argentina, sellada con el célebre «abrazo delEstrecho» y en el cual Errázuriz y Roca, dieron al mundo, 1apauta para la solución pacífica de los diferendos internacio-nales, prefiriendo los métodos jurídicos a los expedientes defuerza y reafirmando la noción que más tarde se ha abiertopaso victoriosamente en la conciencia de estas jóvenes naciona-lidades.

ALEMANIA:

Servicio militar obligatorio para los alemanes residentes enel extranjero.

Alemania ha comenzado en este año, a atraer a sus subditospara que efectúen el servicio militar y al mismo tiempo, elservicio de trabajo en la patria.

Según una publicación de la gazeta oficial del Reich, hansido llamados para la primavera del año 1937 los pertene-cientes a la clase de 1917. Intervienen en el cumplimientode esta disposición los Cónsules acreditados por el Reich enlas diferentes naciones.

518 MEMORIAL DEL EJERCITO.

El servicio del trabajo, de duración de seis meses, conque se cumple primeramente el servicio militar, comenzaráel 1o. de Abril de 1938 y el servicio militar activo por dosaños, el primero de octubre de 1938.

Señalero alemán emplea discos en lugar de las clásicas banderolasde semáfora.

INFORMACIONES EXTRANJERAS 519

Cierre del canal de Kiel a naves de guerra extranjeras.

Por una comunicación inserta en la gazeta de la Marinadel 16 de enero de 1937, no se permite la entrada de navesde guerra extranjeras al Kaiser Wilhelm. canal que une el Nor-dsee con Ostsee, salvo que por vía diplomática se hubieraobtenido una especial autorización. Rusia, que después de Ale-mania posee la mas fuerte marina de Guerra en el Ostsee,ha encontrado muy restringida su acción, por cuanto esta dis-posición coloca a esta nación en la situación que tenía antesde 1914.

FRANCIA:

Construcciones navales.

El Ministro de Marina ha comunicado a la Comisión deMarina de la Cámara el 2 de diciembre de 1936, que lasoficinas respectivas, elaboran en la actualidad un plan que com-prende la construcción da tres nuevos acorazados de 35 tonela-das cada uno y de diez cruceros de 8000 toneladas. Estasunidades están destinadas al reemplazo de las naves antiguasde la marina de guerra francesa. Ellas deberán estar terminadasen el año 1943. El costo anual de estas construcciones seráde 2. 500 millones de francos.

Máscaras contra gases asfixiantes para París.

La población de París debe ser provista, en breve tiempo,de máscaras contra gases asfixiantes. El gobierno ha destinadopara este efecto, diez millones de francos. Todas las personasde escasos recursos y los que pagan un mínimo de impuesto,recibirán las máscaras sin costo alguno. El resto de los habi-tantes, pagará una cuota anual que cubra el precio de costo y.la conservación, pues las máscaras quedarán almacenadas bajoel control del gobierno, hasta que sea imprescindible su empleo.

ITALIA:

La gazeta oficial ha publicado un decreto con fuerza deley, que dispone que todos los soldados de la clase de 1914que prestan sus servicios en la aviación, deben continuar has-ta nueva orden bajo las armas.

Estos ciudadanos fueron llamados al servicio en el año1935 y deberían ser licenciados en Diciembre de 1936.