2009 Monografia Guia Docente Tutor Cardiologia

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Guía docente para el tutor de cardiología C OORDINADORES M.ª Dolores Vicent García Domingo A. Pascual Figal PUBLICACIÓN OFICIAL

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Guia Docente Cardiologia

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  • Gua docente para el tutor de cardiologa

    COORDINADORESM. Dolores Vicent GarcaDomingo A. Pascual Figal

    PUBLICACIN OFICIAL

  • Gua docente para el tutor de cardiologa

    CoordinadoresM. Dolores Vicente GarcaDomingo A. Pascual Figal

  • 2009 Sociedad Espaola de Cardiologa

    Reservados todos los derechos. El contenido de esta publicacin no puede ser reproducido, ni transmitido por ningn procedimiento electrnico o mecnico, incluyendo fotocopia, grabacin magntica, ni registrado por ningn sistema de recuperacin de informacin, en ninguna forma, ni por ningn medio, sin la previa autorizacin por escrito del titular de los derechos de explotacin de la misma.

    ISBN: Depsito legal:

    Publicacin patrocinada por Esteve

  • III

    Presentacin

    Asistimos en el momento actual a un cambio en el modelo organizativo de nuestro sistema de formacin de especialistas. Este cambio ha sido impul-sado por las normativas reguladoras recientemente publicadas, en las que el tutor de residentes emerge como una gura clave, del cual depender en gran medi-da la consecucin de las mejoras buscadas en la formacin de residentes y, por ende, en todo el sistema sanitario. La Sociedad Espaola de Cardiologa, adelantndose a este momento de cambio, constituy ya en el ao 2005 un comit de tutores con per-sonalidad propia en nuestra Sociedad y con el deber de impulsar las actividades de este colectivo.

    Durante estos aos, los tutores de cardiologa han trabajado en la gestin de la formacin de los residentes, de forma voluntariosa y escasamente reconocida. Sin embargo, en el momento actual el foco se ha redirigido hacia el tutor, a quien se demanda que asuma un papel activo en todo el proceso formativo y evaluador del resi-dente. Sin embargo, slo su acreditacin a travs de una adecuada formacin en sus tareas de tutora docente y el simultneo reconocimiento a su labor le permitirn ser pieza clave del engranaje de nuestro sistema de formacin de nuevos especialistas de cardiologa.

    Este libro sale a la luz con la intencin de impulsar la formacin del tutor y su papel de liderazgo en el proceso de formacin de nuevos especialistas. Durante el lti-mo ao, el Comit de Tutores y la Agencia Lan Entralgo han trabajado juntos en la creacin de un curso anual acreditado, cuya primera edicin se celebr recientemen-te en la Casa del Corazn. Ahora, se publica este libro-gua docente para tutores, que esperamos sea utilizado como una herramienta til para todos, en aras de conseguir la capacitacin y formacin necesarias para desarrollar nuestra funcin como tutores de cardiologa.

    Domingo A. Pascual Figal

  • VAna Ballarn Gonzlez Grupo Lex Artis. Sociedad Madrilea de Medicina Familiar y Comunitaria

    Javier Cobo ReinosoJefe de estudios. Hospital Universitario Ramn y Cajal. Madrid

    Fernando Len VzquezGrupo Lex Artis. Sociedad Madrilea de Medicina Familiar y Comunitaria

    Andrs Lpez RomeroGrupo Lex Artis. Sociedad Madrilea de Medicina Familiar y Comunitaria

    Guadalupe Olivera Caadas Grupo Lex Artis. Sociedad Madrilea de Medicina Familiar y Comunitaria

    Domingo A. Pascual FigalTutor docente de cardiologa. Secretario del Comit de Tutores de la SEC. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca. Murcia

    M. Dolores Vicent GarcaAgencia Lan Entralgorea de Formacin de Especialistas

    ndice de autores

    Coordinadores

    Autores

    M. Dolores Vicent GarcaAgencia Lan Entralgorea de Formacin de Especialistas

    Domingo A. Pascual FigalTutor docente de cardiologa. Secretario del Comit de Tutores de la SEC. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca. Murcia

  • VII

    Captulo 1Situacin de la tutora de especialistas de cardiologa . . . . . . . . . . . . . . 1Domingo A. Pascual Figal

    Captulo 2La formacin de especialistas en ciencias de la salud en Espaa. Marco normativo y principios fundamentales . . . . . . . . . . . 7M. Dolores Vicent Garca

    Captulo 3El tutor de la especialidad de cardiologa: funciones, designacin y reconocimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19M. Dolores Vicent Garca

    Captulo 4La planicacin de la formacin del residente de cardiologa: gua o itinerario formativo tipo y plan de formacin individual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29M. Dolores Vicent Garca

    Captulo 5La evaluacin del aprendizaje del residente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39Javier Cobo Reinoso

    Captulo 6Responsabilidad legal del MIR/tutor de cardiologa . . . . . . . . . . . . . . . . 49Guadalupe Olivera Caadas, Ana Ballarn Gonzlez, Fernando Len Vzquez, Andrs Lpez Romero

    ndice de captulos

  • 1Situacin de la tutora de especialistas de cardiologa

    Captulo 1

    Domingo A. Pascual Figal

    Tutor docente de cardiologa. Secretario del Comit de Tutores de la SEC.Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca. Murcia

    OFERTA MIR CARDIOLOGA(1,2)

    En la ltima convocatoria del ao 2009 se ofertaron 153 plazas de cardiologa, que representan un 2,16% del total de 7.111 plazas ofertadas. En el ao 2010, la convoca-toria de cardiologa se elevar a 159 plazas.

    El crecimiento de plazas desde el ao 1998 al 2009 es de 56 plazas, lo que supone un aumento del 58%. La mayora de estas 56 plazas (39, un 70%) fueron incorporadas

    en los ltimos cinco aos, como se mues-tra en la Figura 1.

    En comparacin con el resto de la ofer-ta MIR, este incre-mento es claramente inferior. Tomando en consideracin slo las especialidades MIR, excluyendo medicina familiar, el incremen-to medio fue del 74%, frente al 58% de car-diologa.

    En el anlisis de necesidad y disponi-bilidad de cardilo-

    Figura 1. Oferta anual de plazas MIR de cardiologa.

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    gos en Espaa publicado por la Socie-dad Espaola de Cardiologa en el ao 2005(3), se objetiva un dcit de cardi-logos del 13%, lo que equivale a 253 cardilogos sobre los 1.926 activos.

    Mantener el modelo previo al ao 2004 supondra un dcit mantenido del 14,5% de cardilogos hasta el 2020. En el anlisis se conclua que este dcit podra ser corregido con un incremen-to anual del 4% acumulado en la ofer-ta MIR, hasta alcanzar las 215 plazas en el ao 2020.

    Como reeja la Figura 1, la tenden-cia alcista instaurada en los ltimos cin-co aos, con un incremento del 6,8% anual, se sita en la lnea de correccin del dcit de plazas. Sin embargo, los cambios poblacionales y en la especia-lidad requerirn que el modelo de creci-miento sea de nuevo revisado y actuali-zado en los prximos aos.

    UNIDADES DOCENTES

    El nmero de unidades docentes de cardiologa fue de 68 en la oferta para el ao 2009, repartidas por todo el territo-rio nacional (Tabla 1).

    Desde el ao 2001, de forma parale-la al aumento de la oferta de plazas MIR, se ha incre-mentado tambin el nme-ro de unidades docentes acreditadas desde 50 hasta 68, lo que supone un cre-cimiento del 36%, como muestra la Figura 2.

    El incremento de uni-dades docentes, 36%, es paralelo pero inferior al del nmero de plazas MIR, del 58% en el mismo perio-do. Este hecho viene expli-cado porque el principal incremento se ha debido al

    Tabla 1. Unidades docentes de cardiologa por comunidades autnomas

    Comunidad autnoma

    N unidades docentes

    acreditadas

    Andaluca

    Aragn

    Asturias

    Canarias

    Cantabria

    Castilla-La Mancha

    Castilla y Len

    Catalua

    Comunidad de Madrid

    Comunidad Valenciana

    Extremadura

    Galicia

    Islas Baleares

    La Rioja

    Navarra

    Pas Vasco

    Regin de Murcia

    Ceuta y Melilla

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    Figura 2. Nmero de unidades docentes acreditadas por ao.

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    ogaaumento en el nmero de plazas por unidad docente, que ha pasado de 1,86 plazas/

    unidad docente en el ao 2001 a 2,25 plazas/unidad docente en el ao 2009. La comparativa entre los aos 2000 y 2009 (Figura 3) muestra cmo el nmero de

    unidades docentes que ofertan una o dos plazas MIR anuales se ha mantenido a expen-sas de la acreditacin de nuevas unidades docentes, mientras que el nmero de unida-des con tres o cuatro plazas ha aumentado a expensas del crecimiento de las unidades ya acreditadas con anterioridad.

    En el ao 2000, la mayora de unidades ofertaban uno o dos residentes por ao, mientras que en el 2009 la mayora de las unida-des ofertan dos o tres resi-dentes por ao. As, en el ao 2009 el 44% de uni-dades docentes recibie-ron dos nuevos MIR y el 32% recibieron tres nue-vos MIR.

    Por tanto, como mues-tra la Figura 4, en los lti-mos aos la carga docen-te ha aumentado de forma signicativa en las unida-des docentes de cardiolo-ga, siendo ms de la ter-cera parte, el 38%, las que ofertan tres o cuatro resi-dentes por ao.

    TUTORES

    Los datos sobre la dota-cin de tutores de cardio-loga son escasos. El lti-mo censo actualizado de la Sociedad Espaola de Cardiologa de septiem-bre del ao 2009 consta de 117 tutores de cardio-loga y 646 MIR de car-diologa, lo que supone una relacin de 5,52 resi-dentes por tutor.

    Esta ratio residente/tutor se encuentra cerca-na a la recomendacin de un mximo de 5 residen-

    Figura 3. Comparativa de la capacidad de las unidades docentes de cardiologa, atendiendo al nmero de plazas MIR anuales ofertadas en los aos 2000 y 2009.

    Figura 4. Comparativa de unidades docentes de cardio-loga con 1-2 vs. 3-4 plazas MIR anuales ofertadas, en los aos 2000 y 2009.

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    tes por tutor, recogida en el ltimo Real Decreto (RD183/2008)(4), publicado el ao 2008 y que establece la nueva regu-lacin del sistema de formacin sanitaria especializada.

    En el ao 2008, el censo de la Socie-dad Espaola de Cardiologa mostraba un total de 88 tutores, lo que sugiere una rpida adaptacin de las unidades docen-tes de cardiologa a esta normativa, con un incremento absoluto de 29 tutores, lo

    que supone un crecimiento del 33% en el ltimo ao. La cifra de tutores ha de verse an ms aumentada en los prximos aos, tan-

    to por la tendencia establecida a un aumento progresivo del nmero de plazas MIR y del nmero de unidades docentes acreditadas como por el desarrollo prctico de la nueva normativa reguladora recogida en el RD 183/2008, que impulsa una cultu-ra de ms tutores para menos residentes, con un tutora continuada e individualiza-da (Tabla 2).

    ENCUESTA DE LA SEC A TUTORES DE CARDIOLOGA

    En el primer trimestre del ao 2009, el Comit de Tutores realiz una encuesta an-nima a tutores de cardiologa de todo el territorio nacional, para conocer sus necesi-dades y perspectivas.

    Se encuestaron un total de 51 tutores (58% del total de 88 tutores censados en ese momento), pertenecientes a un total de 35 hospitales/unidades docentes, con un total de 338 residentes adscritos a las mismas. Los resultados obtenidos en la encuesta se recogen en la Tabla 3.

    Del anlisis de estos resultados se ineren diversos problemas en la situacin actual:

    Se conrma que existe un fenmeno de cambio en los tutores de cardiologa por cuanto que, si bien la edad se sita en el intermedio de la carrera profesional, un gran porcentaje de ellos lleva poco tiempo en el cargo de tutor.

    Al mismo tiempo, la gran mayora carece de la acreditacin que certique su capacidad docente, en su labor formativa y evaluadora como tutor y, por tanto, de la formacin especca necesaria.

    En consonancia con dicha deciencia, la inmensa mayora manifest la necesi-dad de disponer de herramientas formativas especcas y, por tanto, carecer de ellas en el momento actual.

    Sin embargo, existe un escaso reconocimiento del sistema formativo y asistencial hacia la gura y el papel del tutor, por cuanto que la inmensa mayora maniesta care-cer de tiempo y/o remuneracin especca.

    Por ltimo, si bien la nueva normativa fortalece la gura del tutor atribuyendo nuevas y mayores responsabilidades, la ausencia de un representante de los tutores en la Comisin de la Especialidad se reconoce como un claro elemento discordante con la nueva situacin planteada, que debera ser corregido.

    Tabla 2. Ratio residente/tutor

    Ao 2009

    Tutores cardiologa

    % incremento 2008

    MIR cardiologa

    Ratio MIR/tutores

    117

    33%

    646

    5,52

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    CONCLUSIONES

    Nos encontramos en un tiempo de cambio, con un aumento del nmero de plazas MIR ofertadas de cardiologa y, de forma paralela, del nmero de unidades docentes y de la carga docente en las unidades.

    En los prximos aos se mantendr este incremento, tanto del nmero de MIR como de la carga docente por unidad, debido a la necesidad asistencial existente en el sistema sanitario.

    De acuerdo con la nueva normativa reguladora, los tutores tienen un papel princi-pal en la formacin MIR, ejerciendo como formadores y evaluadores.

    El incremento del nmero de tutores no ha sido paralelo al de residentes y se ha producido recientemente, a partir de la nueva normativa que establece la necesidad de un tutor por cada cinco residentes.

    El nmero de tutores se est incrementando rpidamente, pero existen claras de-ciencias formativas en su funcin de tutor, careciendo en su mayora de formacin especca y de la consiguiente acreditacin.

    El tutor reconoce sus carencias, pero tambin identica claramente las del sis-tema, en especial la falta de tiempo especco asignado para desarrollar sus fun-ciones.

    Por tanto, se hace necesario que las estructuras docentes y asistenciales reconoz-can al tutor y sus funciones.

    Asimismo, deben ponerse en marcha herramientas formativas especcas para tutores que le acrediten en sus funciones.

    Tabla 3. Hospitales/unidades docentes

    Edad media 45 8 aos Aos de tutor: Mediana: 3 aos Cuartiles: 2 y 6 aos El 50% llevan menos de 3 aos de tutor El 25% superaba los 6 aos de tutor 86% varones 84% no tiene acreditacin docente como tutor 92% no dispone de tiempo especco asignado como tutor 88% no recibe remuneracin especca como tutor 47% ha realizado algn curso previo (acreditado o no) relacionado

    con sus funciones 90% maniesta inters por un curso especco de formacin para tutores

    organizado por la SEC 80% maniesta inters por un curso acreditado 96% maniesta inters por una reunin anual de tutores 93% maniesta inters por la creacin de un anuario 94% por la creacin de un libro-gua para tutores 92% est de acuerdo en la conveniencia de que el tutor participe en la comisin de

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    La participacin del tutor en la Comisin de la Especialidad debera ser contem-plada como un reconocimiento a su papel en la formacin sanitaria especializada.

    Slo desde estas premisas, el tutor puede llegar a ser pieza clave del engranaje del sistema de formacin de nuevos residentes de cardiologa.

    BIBLIOGRAFA

    1. Orden SCO/1259/2007, de 13 de abril, por la que se aprueba y publica el programa formativo de

    la especialidad de Cardiologa.

    2. Orden SCO/2642/2008, de 15 de septiembre, por la que se aprueba la convocatoria de pruebas

    selectivas 2008, para el acceso en el ao 2009 a plazas de formacin sanitaria especializada para

    Mdicos, Farmacuticos, Qumicos, Bilogos, Bioqumicos, Psiclogos y Radio-fsicos Hospi-

    talarios.

    3. Necesidad y disponibilidad de cardilogos en Espaa. Situacin actual, prospectiva y recomen-

    daciones de polticas de recursos humanos. Informe de investigacin para la Sociedad Espaola

    de Cardiologa. Grupo de Economa de la Salud. Departamento de Mtodos Cuantitativos en

    Economa y Gestin. Universidad de Las Palmas de G.C. Marzo 2005.

    4. Real Decreto 183/2008, de 8 de febrero, por el que se determinan y clasican las especialidades

    en Ciencias de la Salud y se desarrollan determinados aspectos del sistema de formacin sani-

    taria especializada.

  • 7La formacin de especialistas en ciencias de la salud en Espaa.

    Marco normativo y principios fundamentales

    Captulo 2

    M. Dolores Vicent Garca

    Agencia Lan Entralgorea de Formacin de Especialistas

    INTRODUCCIN

    Sin duda, el sistema de formacin de especialistas en ciencias de la salud en Espaa se encuentra en pleno proceso de revisin y actualizacin, y ello ha hecho que la gu-ra del tutor de residentes tenga especial relevancia. La formacin de los mdicos espe-cialistas en cardiologa no es ajena a este proceso de renovacin; por tanto, se enfren-ta al gran reto que implica la introduccin de las innovaciones necesarias para formar a los cardilogos que la sociedad necesita, con las garantas de calidad que hoy se exi-gen a nivel internacional. Slo con un fuerte liderazgo, en el que los tutores juegan un papel fundamental, ser posible realizar los cambios necesarios.

    La exigencia sobre el desempeo del tutor es mayor que nunca. Por ello, el ejerci-cio de la tutora camina hacia la profesionalizacin y requiere una formacin espec-ca sobre el sistema de formacin de especialistas, sobre metodologa docente y eva-luacin del aprendizaje, entre otras materias ya incluidas en el nuevo programa de formacin de cardiologa.

    Sin embargo, con mucha frecuencia los cardilogos, al igual que otros especialis-tas en ciencias de la salud, deben iniciar su labor como tutores de residentes sin una formacin previa sobre los diferentes aspectos de la misma, y deben conducirse guia-dos tan slo por su intuicin y por su experiencia personal como residentes. El tutor debe ser consciente de que dicha experiencia no siempre debe ser un modelo a imitar. Son muchos los tutores que han manifestado en distintos foros su falta de formacin y, en ocasiones, su percepcin de falta o inadecuacin de la tutora en su experiencia como residentes, fundamentalmente porque la misma se produjo en un momento his-trico diferente y, con toda probabilidad, el contexto, las normas y el enfoque educa-tivo eran diferentes y, por tanto, el modo de desarrollar la tutora que experiment no

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    necesariamente coincide con el modelo de tutora que se debe implantar en la actuali-dad, ms acorde con los nuevos modelos de educacin mdica internacionales.

    El objetivo de este tema es dar a conocer en unos casos o actualizar en otros los aspectos clave de la normativa que regula la formacin de especialistas en ciencias de la salud, haciendo especial hincapi en la estructura docente que soporta el desarrollo de los programas formativos.

    Podramos denir el sistema de formacin de especialistas como el conjunto de ele-mentos (instituciones, profesionales, tecnologa) que intentan conseguir un prop-sito, que en este caso sera la formacin de especialistas competentes, con una ordena-cin y unas reglas (normativa, convenios) de funcionamiento. Se parte de la premisa de que un mayor conocimiento del sistema formativo de los especialistas en ciencias de la salud debe ser el primer paso en la formacin del tutor. Dicho conocimiento va a ser de gran ayuda para el tutor, puesto que le va a permitir utilizar las instituciones, los recursos, la legislacin, los rganos docentes, etc., como herramientas o instrumentos para el desempeo de su labor y, por tanto, va a favorecer el desarrollo de la tutora de una manera ms efectiva y eciente.

    El captulo se ha estructurado de modo que, tras realizar una breve introduccin de las principales normas que debe conocer el tutor (Tabla 1), se realiza una exposicin de algunos de los aspectos ms relevantes que han sido incorporados o modicados en dichas normas (funciones de las profesiones sanitarias, objeto y caractersticas de la formacin de especialistas, estructura docente: unidades docentes, jefatura de estu-dios, comisin de docencia y tutor).

    ACTUALIZACIN NORMATIVA DE LA FORMACIN DE ESPECIALISTAS EN CIENCIAS DE LA SALUD EN ESPAA

    Aunque existe un amplio consenso sobre la armacin de que el sistema de for-macin de especialistas por el sistema de residencia ha sido clave en la mejora de la

    Tabla 1. Normativa bsica para el manual del tutor

    2003: Ley 44/03, de 21 de noviembre, de ordenacin de las profesiones sanitarias (LOPS) (BOE 22 de noviembre de 2003)

    2006: Real Decreto 1146/06, por el que se regula la relacin laboral especial de residencia para la formacin de especialistas en ciencias de la salud (BOE 7 de octubre de 2006)

    2007: Orden SCO/1259, de 13 de abril, por la que se aprueba y publica el programa formativo de la especialidad de cardiologa (BOE 8 de mayo de 2007)

    2008: Real Decreto 183/08, de 8 de febrero, por el que se determinan y clasican las especialidades en ciencias de la salud y se desarrollan determinados aspectos del sistema de formacin sanitaria especializada (BOE 21 de febrero de 2008)

    2008: Orden SCO/581/08, de 22 de febrero, por la que se jan criterios generales relativos a la composicin y funciones de las comisiones de docencia, a la gura del jefe de estudios de formacin especializada y al nombramiento del tutor (BOE 5 de marzo de 2008)

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    calidad de la formacin de los mdicos especialistas y de la asistencia sanitaria en Espaa(1), no es menos cierto que era necesaria una actualizacin transcurridos 25 aos desde la publicacin del Real Decreto 127/1984, por el que se regulaba la obten-cin del ttulo de mdico especialista(2), la principal normativa vigente para la forma-cin de mdicos especialistas hasta hace muy poco.

    La primera dcada de este siglo es la dcada de la renovacin de la formacin de especialistas, en la cual se producen importantes cambios en el sistema sanitario y se publican leyes especialmente relevantes, como la Ley de cohesin y calidad del Siste-ma Nacional de Salud en el ao 2003.

    En ese mismo ao 2003, se aprueba la Ley de ordenacin de las profesiones sani-tarias (LOPS)(3), que constituye un hito en la formacin de especialistas y debe ser conocida por todos los profesionales sanitarios, especialmente aquellos que son tuto-res. En ella se establecen los principios fundamentales que deben regir la formacin de los profesionales y el ejercicio de las profesiones sanitarias. Esta ley dedica una parte importante de su articulado a la regulacin de la formacin de especialistas en ciencias de la salud, iniciando el proceso de actualizacin y reforma de su sistema de formacin. Tambin en el ao 2003 se pone en marcha el proceso de renovacin de los programas formativos, que a partir de ese momento se publican en el BOE, lo que permite un mayor conocimiento de los mismos por parte de los residentes y de todos los implicados. Adems, se publica el Real Decreto sobre especialidades de enferme-ra, que crea cinco nuevas especialidades (geriatra, pediatra, cuidados mdico-qui-rrgicos y enfermera comunitaria), adems de las dos existentes (matronas y salud mental)(4).

    El siguiente paso es la publicacin del Real Decreto 1146/2006, por el que se regula la relacin laboral especial de residencia para la formacin de especialistas en ciencias de la salud(5). Este RD establece un marco general y homogneo para garantizar pro-gramas formativos similares en todo el Estado, dene los derechos y deberes comu-nes a todos los residentes y regula los criterios para el establecimiento de sus retribu-ciones.

    En el ao 2007 se aprueba y publica el nuevo programa de la especialidad de car-diologa(6), que introduce importantes modicaciones acordes con los cambios gene-rales en desarrollo.

    Posteriormente, en el ao 2008, se publican dos normas especialmente relevantes, el Real Decreto 183/2008 de 8 de febrero, por el que se determinan y clasican las especialidades en ciencias de la salud y se desarrollan determinados aspectos del siste-ma de formacin sanitaria especializada(7), y la Orden SCO/581/2008 de 22 de febre-ro, por la que se jan criterios generales relativos a la composicin y funciones de las comisiones de docencia, a la gura del jefe de estudios de formacin especializada y al nombramiento del tutor(8). El citado Real Decreto 183/2008 es una norma funda-mental que todos los tutores deben conocer, y cuyo desarrollo debe realizarse por par-te de las comunidades autnomas. Este RD intenta responder a algunos retos plantea-dos en la formacin de mdicos y otros especialistas en ciencias de la salud:

    Desarrollar un marco general que permita proseguir con la modernizacin del sis-tema diseado en la LOPS, como por ejemplo la regulacin pendiente de la troncali-dad, la modicacin de las pruebas de acceso y las reas de capacitacin especca, por mencionar las ms importantes.

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    Sistematizar el modelo, para lo cual se ha realizado un esfuerzo de denicin o redenicin de los elementos del sistema, estableciendo conceptos unitarios (deni-cin de unidad docente, de centro sanitario docente).

    Potenciar las estructuras docentes, mejorando los aspectos organizativos y docen-te-asistenciales que inciden en el proceso de enseanza-aprendizaje del residente, como las guras del jefe de estudios y el tutor, la comisin de docencia, etc.

    Garantizar un alto nivel de calidad cientco-tcnica de la formacin de los espe-cialistas, para lo cual dedica una parte importante del articulado a la evaluacin de residentes, as como a la evaluacin y control de calidad de las estructuras docentes, manteniendo la equidad y mejorando la eciencia.

    FUNCIONES DE LOS PROFESIONALES SANITARIOS

    La Ley de ordenacin de las profesiones sanitarias dene lo que considera profe-sin sanitaria (artculo 2), establece los principios del ejercicio de las mismas y las funciones que debe realizar (ttulo I), que con carcter general son las siguientes:

    Asistencia Investigacin Docencia Gestin clnica Prevencin Informacin Educacin sanitaria

    Al tutor le conviene tener ideas claras respecto a las funciones que todo profesio-nal sanitario, por serlo y por ejercer su profesin, debe realizar, sobre todo de cara a la planicacin de las actividades docentes, en la que todos los profesionales deben colaborar, sean o no tutores.

    La gestin clnica entre las funciones del cardilogo

    Entre las funciones de los profesionales, se ha estimado conveniente dedicar espe-cial atencin a la funcin de gestin clnica, ya que se realiza por muchos profesiona-les, entre ellos los tutores, aunque a menudo de modo poco consciente o sin tener el necesario conocimiento de ello, a pesar de la normativa existente y de que se encuen-tra en el programa de formacin de cardiologa como una formacin que debe recibir el residente y que, por tanto, debe tener el tutor.

    La LOPS, en su artculo 10.2, establece que [] tienen la consideracin de fun-ciones de gestin clnica las relativas a [] tutoras y organizacin de la formacin especializada, continua, y las de participacin en los comits internos [nota: como la comisin de docencia] o proyectos institucionales [] dirigidos a asegurar la calidad, seguridad, ecacia.

    Podemos denir las funciones de gestin clnica del tutor de residentes como el conjunto de prcticas de gestin dirigidas a establecer un marco organizativo ptimo, que permita asegurar la calidad de la formacin de los especialistas para garantizar

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    la calidad de los servicios sanitarios para los pacientes a travs del desarrollo de bue-nas prcticas profesionales, incluidas las de los residentes especialistas en formacin (adaptado de L. Ruiz)(9).

    Asimismo, la LOPS establece que para el desarrollo de las funciones de gestin cl-nica ser necesario el establecimiento de un sistema de acceso que permita ocupar pla-zas o puestos en el que se desarrollen dichas funciones y que stas deben estar some-tidas a una evaluacin del desempeo y de los resultados con carcter peridico (lo que dar lugar a la conrmacin en el puesto o remocin), adems de ser reconocidas e incentivadas. Con posterioridad a la LOPS y tras la publicacin del Real Decreto 183/2008 de 8 de febrero y la Orden SCO/581/2008 de 22 de febrero, se estn ponien-do en marcha en las distintas comunidades autnomas los procedimientos para la acreditacin de los tutores (nueva condicin para ser nombrado tutor), as como para su reconocimiento e incentivacin.

    OBJETO DE LA FORMACIN DE ESPECIALISTAS EN CIENCIAS DE LA SALUD

    El objeto de la formacin mdica especializada, tal como se establece en la norma-tiva vigente, es:

    Dotar a los profesionales de los conocimientos, tcnicas, habilidades y actitu-des propios de la correspondiente especialidad, de forma simultnea a la progresiva asuncin de la responsabilidad inherente al ejercicio autnomo de la misma (LOPS, artculo 15.2).

    La adquisicin por parte del especialista en formacin de las competencias pro-fesionales propias de la especialidad que est cursando (RD 183/2008, artculo 1).

    En este contexto, entendemos que la competencia profesional es la aptitud del profesional sanitario para integrar y aplicar los conocimientos, habilidades y acti-tudes asociados a las buenas prcticas de su profesin para resolver los problemas que le plantean (Ley 16 de cohesin y calidad del SNS, artculo 42)(10).

    CARACTERSTICAS DE LA FORMACIN DE ESPECIALISTAS POR EL SISTEMA DE RESIDENCIA

    La formacin de especialistas en Espaa se realiza por el sistema de residencia (LOPS, artculo 20), que se basa en el aprendizaje a partir de una exposicin precoz al medio de trabajo, por medio de una relacin laboral especial en la que se obtie-ne un salario, al tiempo que se desarrollan los programas de formacin terica y prctica.

    La actividad de los residentes ser planicada, programada y supervisada, debe reejarse en el libro del residente y debe ser evaluada segn las normas que se deter-minen. Adems, la residencia es incompatible con otra actividad profesional. Tambin es incompatible con cualquier otra actividad formativa, salvo que se realice fuera del horario laboral (modicacin del artculo 20 de la LOPS en la disposicin adicional segunda de la Ley Orgnica 4/2007 de Universidades)(11). La duracin de la residencia

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    ser de uno a cinco aos segn la especialidad (cinco aos la especialidad de cardio-loga) y teniendo en cuenta las normas comunitarias.

    ESTRUCTURA LOCAL DEL SISTEMA DE FORMACIN DE ESPECIALISTAS

    Para desarrollar la formacin de especialistas se ha diseado una estructura de apo-yo a la docencia a nivel nacional, regional y local. La estructura local, de la que forma parte el tutor, se conforma a partir de:

    Centros y unidades docentes acreditados. Jefe de estudios (hospital, unidades docentes) Comisiones de docencia (hospital, unidades docentes) Tutores Otras guras que puedan establecer las comunidades autnomas: subdirecciones

    de docencia, jefe de residentes

    Unidades docentes

    Es importante que el tutor conozca los recursos con los que cuenta la unidad docen-te para conocer su territorio a la hora de planicar las actividades. La evolucin del sistema asistencial y de los programas formativos hacen necesaria una nueva deni-cin de lo que se entiende por unidad docente. La identicacin de la unidad docen-te con el servicio hospitalario no es vlida ni siquiera para las especialidades tradicio-nalmente consideradas como hospitalarias, ya que la unidad docente contiene tambin los recursos de los diferentes servicios por los que rota el residente (Figura 1). Hoy por hoy, dada la evolucin y complejidad de los programas formativos de los residen-tes, es necesaria una denicin que permita la incorporacin de otro tipo de institu-ciones u organismos, adems de los hospitales, necesarios para el correcto desarro-

    llo de los programas y el aumento de la capacidad docente del pas. Por ello, el RD 183/2008, en su artculo 4, dene la unidad docen-te como: Conjunto de recursos personales y materiales, perte-necientes a los dispositivos asis-tenciales, docentes, de investiga-cin o de cualquier otro carcter que, con independencia de su titu-laridad, se consideren necesarios para impartir formacin regla-da en especialidades en ciencias

    de la salud por el sistema de residencia, de acuerdo a lo establecido en los programas ociales de las distintas especialidades.

    Esta denicin permite una gran exibilidad en la conguracin de las unidades docentes al permitir asociaciones, consorcios, etc., y eliminar algunas de las limitacio-nes existentes con anterioridad para su constitucin (Figura 2).

    Figura 1. Unidad docente de cardiologa.

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    Unidades docentes asociadas

    Con los cambios en el pro-grama formativo, es posible que se necesite complemen-tar los recursos de la unidad docente incorporando algn dispositivo de otro centro, mediante un acuerdo de cola-boracin y la correspondien-te solicitud de acreditacin de una unidad asociada o incre-mento de dispositivos. Esta asociacin permitir que los residentes completen rotaciones que de otro modo deberan realizarse como rotaciones externas. Adems, puede favorecer que hospitales de reducido tamao, que por s mismos no podran alcanzar la acreditacin docente, puedan acreditar nuevas plazas como unidad docen-te asociada (Figura 2).

    Acreditacin de unidades docentes

    En muchas ocasiones el tutor debe participar en la realizacin de las memorias y dems documentos para la acreditacin de la unidad docente, de nuevas plazas, la incorporacin de nuevos dispositivos o la reacreditacin de la unidad docente. Por ello se estima necesario que el tutor tenga unas nociones bsicas al respecto. As pues, la acreditacin para la formacin de especialistas en ciencias de la salud se realiza por el Ministerio de Sanidad y Poltica Social, con sujecin a requisitos bsicos de los cen-tros y especcos de las especialidades, a instancia de la entidad titular del centro, pre-vios informes de la comisin de docencia del centro, el rgano responsable de la for-macin especializada de la comunidad autnoma y la Agencia de Calidad del SNS. La desacreditacin se efecta siguiendo el mismo procedimiento. Adems, cada comu-nidad autnoma debe tener establecido el proceso, formularios, etc., para realizar las solicitudes.

    Oferta de plazas para la formacin de mdicos especialistas

    Las unidades docentes solo podrn ofertar las plazas para la formacin de especia-listas que estn previamente acreditadas. La oferta de plazas que se publica anualmen-te en el BOE y se ja por la Comisin de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud (CRRHH del SNS), previos informes del Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud y del Ministerio de Educacin, atendiendo a:

    Propuestas de las comunidades autnomas. Necesidades de especialistas del sistema sanitario. Disponibilidades presupuestarias.En la ltima convocatoria anual (BOE de 19 de septiembre de 2008)(12) (Tabla 2) se

    ofertaron 151 plazas para la formacin de cardilogos en todo el pas, siendo las comu-

    Figura 2. Unidad docente asociada.

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    nidades de Madrid, Andaluca, Cata-lua y Valencia las que disponan de mayor capacidad docente.

    Control de calidad

    Tal como se coment con ante-rioridad, una de las principales apuestas en la formacin de espe-cialistas es la mejora de la calidad de los procesos y de los resultados obtenidos. Por ello, el RD 183/2008 regula el procedimiento de evalua-cin de especialistas, introducien-do importantes novedades (artcu-los 16 a 28), as como la evaluacin y control de calidad de la estructura

    docente (artculo 29). Respecto a este ltimo aspecto, el RD bsicamente seala que: Las unidades docentes se sometern a medidas de control de calidad y evaluacin

    para comprobar la adecuacin a los requisitos de acreditacin, la correcta imparticin de los programas formativos y el cumplimiento de la normativa en materia de forma-cin especializada.

    Las comisiones de docencia del centro deben elaborar un plan de gestin de la calidad.

    La Agencia de Calidad del SNS coordinar las auditoras, informes y propuestas necesarios para acreditar las unidades docentes y para evaluar, en el marco del Plan de Calidad para el SNS y del Plan Anual de Auditoras Docentes, el funcionamiento y calidad del sistema de formacin.

    Es indudable la importancia de la actividad y responsabilidad del tutor en relacin con la garanta de la calidad de la formacin de los residentes (comenzando por la ela-boracin de la gua o itinerario formativo tipo y el plan de formacin individual), por lo que ste debe conocer las condiciones de acreditacin de la unidad docente en la que ejerce su labor y la normativa sealada, para identicar correctamente su respon-sabilidad y las acciones que debe realizar. Tambin es altamente recomendable que tenga formacin sobre gestin de la calidad.

    Jefe de estudios

    En cada centro hospitalario acreditado para la docencia se nombrar un jefe de estudios, al que corresponde la direccin de las actividades de planicacin, organi-zacin, gestin y supervisin de la docencia. El jefe de estudios presidir la comisin de docencia del centro y debe liderar la docencia del centro, para que tanto los tutores como la comisin de docencia y el resto de profesionales implicados desarrollen ade-cuadamente sus funciones.

    El jefe de estudios debe ser referente y apoyo de los tutores bajo su direccin. Por ello los tutores deben mantener un contacto continuado con el jefe de estudios, para

    Tabla 2. Oferta de plazas de cardiologa convocatoria 2008-2009

    Andaluca: 27

    Aragn: 5

    Asturias: 4

    Canarias: 9

    Cantabria: 2

    Castilla-La Mancha: 7

    Castilla y Len: 9

    Catalua: 21

    Extremadura: 3

    Galicia: 7

    Illes Baleares: 2

    La Rioja: 0

    Madrid: 28

    Murcia: 5

    Navarra: 2

    Pas Vasco: 7

    Valencia: 13

    Ceuta: 0

    Melilla: 0

    TOTAL: 151

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    la denicin de criterios bsicos para la elaboracin de las guas, establecimiento de lneas de actuacin, etc., as como para consulta y asesora sobre distintos temas.

    Comisin de docencia

    Tal como establece el RD 183/2008, la comisin de docencia es el rgano colegia-do responsable de organizar la formacin, supervisar su aplicacin prctica y contro-lar el cumplimiento de objetivos de los programas formativos. Asimismo, correspon-de a la comisin de docencia facilitar la integracin de las actividades formativas de los residentes con la actividad asistencial y ordinaria del centro, planicando su acti-vidad profesional conjuntamente con los rganos de direccin.

    Composicin de la comisin de docencia

    Corresponde a las comunidades autnomas, dentro de los criterios comunes jados por la CRRHH del SNS, determinar la dependencia funcional, composicin y funcio-nes de las comisiones de docencia. Con carcter general, la presidencia recaer sobre el jefe de estudios.

    Habr un amplia representacin de tutores y residentes atendiendo al nmero, titu-lacin y naturaleza de las especialidades y al nmero de residentes. Tambin debe for-mar parte de la comisin de docencia al menos un vocal de las distintas titulaciones que participen en la formacin de residentes en el centro, un representante de la comu-nidad autnoma designado por el rgano con competencias en formacin especializa-da y otro en representacin del rgano de direccin coordinador de la infraestructura asistencial de que se trate.

    La coordinacin entre niveles asistenciales se garantizar mediante la incorpora-cin del jefe de estudios y dos residentes del otro nivel. Adems de un secretario, en los centros que formen especialistas de enfermera se crear una subcomisin espe-cca de enfermera, cuyo presidente ser vocal nato de la comisin de docencia. El total de vocales no podr ser superior a veinte.

    Funciones de la comisin de docencia

    Adems de las que ya se venan realizando sobre organizacin y gestin de activi-dades y control del cumplimiento de los objetivos de los programas, etc., se aaden otras funciones establecidas en la Orden SCO/ 581/2008:

    1. Aprobar la gua o itinerario formativo tipo.2. Garantizar el plan individual de formacin.3. Aprobar el plan de gestin de la calidad docente. 4. Elaborar el protocolo de supervisin de los residentes.5. Aprobar y fomentar la participacin de los residentes en cursos, congresos, etc.6. Facilitar la formacin de los tutores en metodologas docentes.7. Participar en la acreditacin y reacreditacin de tutores.8. Procurar las condiciones necesarias para la formacin.9. Proponer las medidas para que la comisin de docencia y los tutores dispongan

    de los medios necesarios para desarrollar su labor.

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    10. Facilitar la coordinacin docente entre niveles asistenciales. 11. Proponer auditorias docentes. 12. Informar sobre la capacidad docente (oferta de plazas) del centro o unidad

    docente. 13. Remitir al Registro Nacional de Especialistas en Formacin los resultados de

    las evaluaciones.14. Comunicar por escrito dnde se publicarn los avisos o resoluciones de la misma.15. Procurar una adecuada coordinacin entre las enseanzas de grado y de pos-

    grado.16. Cuantas les asignen las comunidades autnomas y otras normas sobre la forma-

    cin de especialistas.Conviene destacar que las funciones 1 a 5 requieren elaboraciones previas de los

    tutores. Asimismo, el tutor debe conocer el resto de las funciones de la comisin de docencia, especialmente de la 6 a la 10, ya que stas son funciones de apoyo a los tuto-res. Por todo ello, los tutores deben implicarse en propiciar y vigilar el buen funciona-miento de las comisiones de docencia.

    Tutor

    El tutor es el elemento clave de la estructura docente en la formacin de especia-listas. En mltiples ocasiones se ha puesto de maniesto la ambigedad existente res-pecto a la responsabilidad de los tutores, jefes de servicio, staff, etc., en el desarrollo del programa formativo. A partir de la publicacin del RD 183/2008 queda claro que el tutor es el primer responsable del proceso de enseanza-aprendizaje del residente, y por ello debe mantener un contacto continuo y estructurado, con independencia del dispositivo donde est formndose el residente.

    Las principales funciones del tutor son planicar, gestionar, supervisar y evaluar todo el proceso de formacin, proponiendo, cuando proceda, medidas de mejora en la imparticin del programa y favoreciendo el autoaprendizaje, la asuncin progresi-va de responsabilidades y la capacidad investigadora del residente (RD 183/2008, artculo 11.2).

    El tutor debe estar acreditado para su nombramiento como tal. Asimismo, se reco-mienda que, salvo causas justicadas, el tutor sea el mismo durante toda la residencia (tutorizacin continua) y que no tenga ms de cinco residentes a su cargo.

    RESUMEN

    En el presente captulo se ha realizado un exposicin de los aspectos clave de la normativa que regula la formacin de especialistas en ciencias de la salud y la estruc-tura docente que soporta el desarrollo de los programas formativos, haciendo especial hincapi en los aspectos que debe conocer el tutor por su implicacin o responsabili-dad. Todo ello, bajo la hiptesis de que un mayor conocimiento de dichos aspectos por parte del tutor puede ser de gran ayuda para el desarrollo de su labor, lo que redundar en una disminucin de la presin que habitualmente soportan los tutores, como resul-tado de su integracin en la comunidad docente del hospital y, en denitiva, en el aumento de su satisfaccin.

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    BIBLIOGRAFA

    1. Cosin Aguilar J. La formacin de especialistas en cardiologa en Espaa. Rev Esp Cardiol 2000;

    53: 159-62.

    2. Real Decreto por el que se regula la obtencin del ttulo de especialidades. RD n 127 (11 de

    enero de 1984).

    3. Ley de ordenacin de las profesiones sanitarias. L. n 44 (21 de noviembre de 2003).

    4. Real Decreto sobre especialidades de enfermera. RD n 450 (22 de abril de 2005).

    5. Real Decreto por el que se regula la relacin laboral especial de residencia para la formacin de

    especialistas en Ciencias de la Salud. RD n 1146 (6 de octubre de 2006).

    6. Orden por la que se aprueba y publica el programa formativo de la especialidad de Cardiologa.

    O. SCO n 1259 (13 de abril de 2007).

    7. Real Decreto por el que se determinan y clasican las especialidades en Ciencias de la Salud y se

    desarrollan determinados aspectos del sistema de formacin sanitaria especializada. RD n 183

    (8 de febrero de 2008).

    8. Orden por la que se publica el acuerdo de la Comisin Recursos Humanos del Sistema Nacional

    de Salud, por el que se jan los criterios generales relativos a la composicin y funciones de las

    comisiones de docencia, a la gura del jefe de estudios de formacin especializada y al nombra-

    miento del tutor. O. SCO n 581 (22 de febrero de 2008).

    9. Ruiz Iglesias L. Claves para la gestin clnica. Madrid: McGraw-Hill Interamericana; 2004. p.

    xviii.

    10. Ley de cohesin y calidad del Sistema Nacional de Salud. L. n 16 (28 de mayo de 2003).

    11. Ley Orgnica por la que se modica la Ley Orgnica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universi-

    dades. LO. 4 (12 de abril de 2007).

    12. Orden por la que se aprueba la convocatoria de pruebas selectivas 2008 para el acceso en el ao

    2009 a plazas de formacin sanitaria especializada para Mdicos, Farmacuticos, Qumicos,

    Bilogos, Bioqumicos, Psiclogos y Radiofsicos Hospitalarios. O. SCO n 2643 (15 de sep-

    tiembre de 2008).

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    El tutor de la especialidad de cardiologa: funciones,

    designacin y reconocimiento

    Captulo 3

    M. Dolores Vicent Garca

    Agencia Lan Entralgorea de Formacin de Especialistas

    INTRODUCCIN

    La evolucin que ha seguido el sistema de formacin de especialistas en Espaa, cuyo mtodo de enseanza se basa en la prctica supervisada con un asuncin progre-siva de responsabilidades profesionales durante la realizacin de la residencia(1) y, por tanto, en la individualizacin del aprendizaje, ha hecho que el tutor se convierta en un elemento esencial del proceso de formacin de los residentes(2).

    A pesar de ello, son muchos los especialistas que deben asumir la tutora de los residentes de su unidad docente, contando tan slo con su buena voluntad, su expe-riencia como residente y su intuicin, sin tener una idea clara de qu es un tutor y con muchas cuestiones que requieren una respuesta, como, por ejemplo, cul es su res-ponsabilidad?, qu se espera de l?, o qu actividades debe realizar para desarro-llar su labor?

    No obstante, si bien es cierta la situacin descrita, tambin es evidente que hoy en da la tutora est evolucionando desde el voluntarismo a la profesionalizacin y las sociedades profesionales(3), y las distintas administraciones estn adoptando medidas para mejorar las condiciones de la labor del tutor, tal como se aprecia tras la publica-cin de la reciente normativa (Real Decreto 183/ 2008, por el que se determinan y cla-sican las especialidades en ciencias de la salud y se desarrollan determinados aspec-tos del sistema de formacin sanitaria especializada(4), y Orden SCO/581/2008, por la que se publica el acuerdo de la Comisin Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud, por el que se jan los criterios generales relativos a la composicin y funcio-nes de las comisiones de docencia, a la gura del jefe de estudios de formacin espe-cializada y al nombramiento del tutor(5)), en la que se regula nuevamente la gura del tutor y se establecen los principios que deben regir su designacin, su desempeo y reconocimiento.

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    El objeto de este texto es contribuir a la formacin y/o actualizacin de los tuto-res de cardiologa, proporcionando a quienes se les ha asignado la responsabilidad de desarrollar la tutora de residentes en formacin o a quienes desean asumirla prxi-mamente algunas respuestas a las cuestiones planteadas, con el n de intentar identi-car cul es su misin, cules son sus funciones y actividades, cmo se debe realizar su designacin y reconocimiento, tal como se ha establecido en Espaa.

    CONCEPTO Y MISIN DEL TUTOR

    Resulta difcil llegar a una denicin del concepto de tutor si no es a travs de la descripcin de su misin. El Diccionario de Uso del Espaol Mara Moliner dene al tutor como la persona a quien est encomendado el cuidado de otra no capaz o inca-pacitada por la ley para administrarse a s misma, y destaca los trminos gua, pro-tector y defensor como parte del ejercicio del tutor sobre su pupilo(6).

    El Real Decreto 183/2008, en su artculo 11, dene al tutor como el profesional especialista en servicio activo que, estando acreditado como tal, tiene la MISIN de planicar y colaborar activamente en el aprendizaje de los conocimientos, habilidades y actitudes del residente a n de garantizar el cumplimiento del pro-grama formativo de la especialidad de que se trate, en este caso del programa o-cial de cardiologa.

    Esta sencilla denicin recoge aspectos novedosos y especialmente ilustrativos sobre el tutor y su labor. Por ello, se estima interesante hacer hincapi en los mismos:

    En primer lugar, se seala que el tutor debe ser un profesional en activo, con todo lo que ello implica, respecto al ejercicio profesional global. El tutor plenamen-te activo gana legitimidad frente al residente; adems, le permite valorar con cono-cimiento de la realidad las dicultades que pueden surgir en el contexto en el que se desarrolla la formacin.

    En segundo lugar, establece que el tutor debe estar acreditado como tal y, por tanto, ste debe prepararse para acreditarse formalmente.

    En tercer lugar, describe la misin del tutor, mencionando explcitamente la fun-cin de planicacin y su colaboracin activa en el aprendizaje del residente, que incluira tanto la gestin, coordinacin, etc., como la docencia directa. Queda clara-mente reejado que la labor del tutor no est centrada en la enseanza del residente (se puede ensear al residente, pero ste puede no aprender), sino en su aprendizaje, que va ms all, puesto que supone una mayor implicacin del tutor en el resultado del proceso formativo en este caso de la residencia para la consecucin de los obje-tivos de aprendizaje a alcanzar, y exige una planicacin especca del programa o-cial de la especialidad, centrada en las necesidades de cada residente (plan individual de formacin), una supervisin y una evaluacin del aprendizaje.

    En cuarto lugar, describe que el aprendizaje del residente incluye no slo los conocimientos y las habilidades, sino tambin de las actitudes, aspecto ste bastan-te olvidado a pesar de que, en general, los programas ociales de especialidad reco-gen los valores y actitudes que deben caracterizar a los profesionales, entre los cuales destaca el tratamiento que de este tema hace el programa de cardiologa(7,8), donde se recogen principios del nuevo ideario del profesionalismo(9,10) y del que el tutor debe ser plenamente conocedor, dado su rol de modelo y gua del residente.

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    Por ltimo, se destaca la importancia de la labor del tutor en la garanta del cumplimiento del programa formativo. Ello exige, en muchos casos, un cambio en el modo de planicar la docencia, que debe centrarse en el programa (objetivos, acti-vidades), y no tanto en los lugares de rotacin de los que dispone la unidad docente. En otras palabras, la formacin del residente no puede reducirse a una lista de lugares de rotacin y de sesiones clnicas a realizar, ya que supone una simplicacin excesi-va del programa y una prdida importante de la calidad de la formacin del residente, que debe tener como modelo a seguir el programa ocial de la especialidad.

    A modo de sntesis de lo anteriormente expuesto, se podra armar que la misin del tutor de cardiologa es colaborar activamente, con todos los recursos a su dis-posicin, en el logro de la capacitacin nal del mdico residente de cardiologa, para que al nalizar su ciclo formativo alcance un nivel de habilidades y destrezas que le permitan estar capacitado para desarrollar una actividad profesional en plena competencia, tal como se expresa en el programa ocial de la especialidad (aparta-do 8.6).

    FUNCIONES Y ACTIVIDADES DEL TUTOR

    Al preguntar a los tutores cmo deniran sus funciones, a menudo recurren a expresiones que demuestran una concepcin bastante acertada: gua, gestor, coordi-nador, supervisor, orientador, instructor, consultor, defensor, modelo, etc. Todos estos trminos recogen distintos aspectos de la funcin de tutor que bsicamente podran resumirse en tres dimensiones: la de gestor de programa, la docente y la de apoyo emocional al residente.

    Las principales funciones que el tutor debe realizar, tal como las dene el Real Decreto 138/2008, en el artculo 11.2, son las de PLANIFICAR, GESTIONAR, SUPERVISAR y EVALUAR todo el proceso de formacin, proponiendo, cuando pro-ceda, medidas de mejora en la imparticin del programa y favoreciendo el autoapren-dizaje, la asuncin progresiva de responsabilidades y la capacidad investigadora del residente.

    Del anlisis del prrafo anterior se desprenden algunas conclusiones que convie-ne comentar. En primer lugar, destacar de entre las cuatro funciones descritas que se desarrollan brevemente en la Tabla 1 la de planicacin, que es una de las que requieren mayor dedicacin por parte de los tutores, como se ha sealado anterior-mente. No es adecuado dejar el aprendizaje al azar, conando en que las estancias formativas en los distintos puntos de rotacin sern sucientes para que el residente alcance las competencias necesarias. En segundo lugar, es interesante resaltar el men-saje de exibilidad que debe existir en el desarrollo de las funciones del tutor, espe-cialmente en la planicacin y gestin del programa, para que ste pueda introducir las modicaciones que considere necesarias para la mejora, partiendo de la evalua-cin del aprendizaje del residente y de la propia prctica de la tutora. En tercer lugar, mencionar el nfasis realizado en el autoaprendizaje(11) como mtodo docente basado en el estudio personal del residente, que debe ser inducido, en muchas ocasio-nes, por el tutor (peticin de presentacin de sesiones, casos). Finalmente, destacar la importancia que se otorga al tutor en el impulso de la adquisicin de la capacidad investigadora del residente(12).

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    Es importante sealar que las funciones de tutora, organizacin de la formacin especializada y participacin en comits internos, como la comisin de docencia, tie-nen la consideracin de funciones de gestin clnica. Podemos denir las funcio-nes de gestin clnica del tutor de residentes como el conjunto de prcticas de gestin dirigidas a establecer un marco organizativo ptimo, que permita asegurar la calidad de la formacin de los especialistas para garantizar la calidad de los servicios sanita-rios para los pacientes a travs del desarrollo de buenas prcticas profesionales, inclui-das las de los residentes especialistas en formacin (adaptado de L. Ruiz(13)) (LOPS, artculo 10.2). Para el desarrollo de las funciones de gestin clnica ser necesario el establecimiento de un sistema de acceso, de evaluacin del desempeo, recono-cimiento e incentivacin. Tras la publicacin del Real Decreto 183/2008 y la Orden SCO/581/2008, se estn poniendo en marcha en las distintas comunidades autnomas los procedimientos para la acreditacin de los tutores, la evaluacin del desempeo e incentivacin de los mismos.

    Desde una perspectiva pedaggica y humanista, siguiendo la propuesta de Miguel ngel Santos Guerra(14), las funciones del tutor se pueden clasicar en tres grupos: las relacionadas con el conocimiento y las destrezas profesionales, las referentes a la for-ma de ser y de estar en la profesin y las relacionadas con su condicin de profesio-nal que trabaja en una institucin. A continuacin se presenta un breve resumen, en el que se han recogido tan slo aquellas funciones que complementan a las anteriormen-te expuestas, con el n de evitar redundancias:

    a) Funciones relativas al conocimiento y las destrezas profesionales. Provoca el deseo de saber.

    Tabla 1. Principales funciones del tutor

    Planicacin Identicar las necesidades formativas Establecer los objetivos en trminos de competencias que se deben

    alcanzar Adaptar el programa ocial de la especialidad al contexto educativo

    (gua o itinerario formativo tipo) y a las necesidades individuales (plan de formacin individual)

    Organizar los contenidos del programa y las actividades

    Gestin Coordinar el programa docente Gestin tcnico-administrativa del programa Promover el entorno educativo adecuado (recursos, clima) Ejercer la autoridad (gestin de conictos)

    Supervisin Delegar actividades en funcin del nivel de habilidad y responsabilidad (compartir la responsabilidad con el residente)

    Orientar y ayudar al residente en la realizacin de determinadas tareas o metas a conseguir

    Asegurar que la actividad del residente se realiza dentro de los criterios tcnicos y ticos del centro

    Evaluacin Evaluacin formativa (proporcionar el feedback(12) al residente) Evaluacin sumativa anual y nal (calicar su competencia)

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    Ayuda a que el residente sea un aprendiz crnico y autnomo. Gua en la bsqueda de conocimiento. Ayuda a formular preguntas. Aprende con y del residente.b) Funciones referentes a la forma de ser y de estar en la profesin. Sirve de referente profesional. Anima en la dicultad. Despierta compromiso e ilusin profesional. Impulsa a la mejora del ejercicio profesional. Cultiva la vivencia tica de la profesin.c) Funciones relacionadas con su condicin de profesional que trabaja en una ins-

    titucin. Se integra en un equipo de profesionales con los que colabora, comparte y se rela-

    ciona personal y profesionalmente. Recaba y exige de las autoridades las condiciones necesarias para cumplir su tarea

    docente. Contribuye a generar buen clima institucional hacia la funcin tutorial. Convierte la experiencia tutorial en una fuente de sabidura y de optimismo.Adems de las funciones descritas, se ha realizado un resumen de las principales

    actividades que debe realizar el tutor, y que se concretan en la produccin de deter-minados documentos y/o en la participacin directa del mismo en determinadas fases del proceso de formacin del residente (Tabla 2).

    TUTORA CONTINUA

    El tutor es el primer responsable del proceso de enseanza-aprendizaje del residente, por lo que mantendr con ste un contacto continuo y estructurado, cualquiera que sea el dispositivo de la unidad docente en el que se desarrolle el proceso formativo (RD 183/2008, artculo 11.1).

    Con esta norma se da por nalizado el debate existente en torno a la gura sobre la que recae la responsabilidad de la formacin del residente, al tiempo que estable-

    Tabla 2. Principales actividades del tutor

    Acogida del residente (orientacin inicial) Elaboracin y propuesta de la gua o itinerario formativo tipo de la unidad docente Elaboracin del plan individual de formacin del residente Informe de propuesta de realizacin de rotaciones externas Planicacin de las actividades docentes (sesiones) Elaboracin del protocolo supervisin Entrevistas de supervisin tutor-residente Entrevistas para la planicacin y supervisin con otros tutores y colaboradores

    docentes Realizacin de los informes de evaluacin formativa Evaluacin anual y nal Otras

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    ce una de las bases sobre la que se asienta el concepto de tutora continua, reforza-do tambin al sealar que el tutor, salvo causa justicada, debe ser el mismo durante todo el periodo formativo.

    Efectivamente, el modelo docente que se ha establecido prima la tutora continua a lo largo de toda la residencia, frente a otros modelos existentes en la actualidad, en los que la tutora se realiza de una forma fragmentada (tutor por cada ao de residen-cia). Es necesario que se realice un esfuerzo para que de modo progresivo se avan-ce en la implantacin de la tutora continua con la designacin de un tutor principal durante toda la residencia, sin perjuicio de que ste pueda contar con la colaboracin de tutores de apoyo o colaboradores docentes.

    La tutora continua permite la asuncin de las nuevas responsabilidades asigna-das al tutor y facilita el establecimiento de una estrecha relacin con el residente, de modo que permita al tutor tener una visin global y continuada del progreso del apren-dizaje del residente.

    La asuncin de la responsabilidad sobre el proceso de aprendizaje del residente implica, sin duda alguna, el uso de la autoridad que el tutor, como gestor clnico, debe ejercer para la implantacin de las acciones dirigidas al logro de los objetivos docen-tes, organizados de manera eciente y efectiva.

    Como se ha ido mostrando, la normativa actual refuerza desde diferentes pers-pectivas la gura del tutor, la dene, provee a travs de las comunidades autnomas recursos para su desarrollo, le otorga la consideracin de funcin de gestin clni-ca y refuerza su autoridad en la organizacin sanitaria para el ejercicio de la tutora continua. Una clara muestra de ello se reeja en el prrafo siguiente: Los responsa-bles de los equipos asistenciales de los distintos dispositivos que integran las unida-des acreditadas [] programarn sus actividades asistenciales en coordinacin con los tutores de las especialidades que se formen en los mismos a n de facili-tar el cumplimiento de los itinerarios formativos de cada residente [] (artculo 14, RD 183/2008).

    Este artculo es de gran importancia e indica con claridad que la planicacin en las organizaciones sanitarias acreditadas para la docencia no debe realizarse sin tener en cuenta la funcin docente y de produccin de los especialistas del futuro (de la que los tutores son los principales responsables) y sin considerar adecuadamente al colectivo de especialistas en formacin, que supone una parte relevante de los recursos huma-nos de los hospitales y otros centros sanitarios.

    Asimismo, con objeto de favorecer el desarrollo de la tutora continua, la norma establece que el tutor no debe tener ms de cinco residentes a su cargo e insta a las comunidades autnomas a que adopten las medidas necesarias para que en el plazo de tres aos (febrero de 2011) se hayan nombrado los tutores necesarios para cumplir con esta indicacin.

    RECURSOS PARA EL DESARROLLO DE LA TUTORIA

    Hasta aqu se ha descrito la misin, funciones y actividades que deben desarrollar los tutores, las cuales reejan los requerimientos que la normativa y el modelo de formacin de especialistas les exige, lo que supone un aumento importante de su responsabilidad y carga laboral. Por ello, es imprescindible ofrecer al tutor herramientas e instrumentos

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    de soporte de la docencia, que estn a su alcance y que le pueden ayudar a acometer tan importante tarea. Bsicamente, para desarrollar su labor, el tutor cuenta con:

    El programa ocial de la especialidad. Los recursos de la unidad docente. La estructura de apoyo de la formacin de especialistas (jefe de estudios, comi-

    sin de docencia, comit de evaluacin) (ver captulo 2. La formacin de especialis-tas en ciencias de la salud en Espaa. Marco normativo y principios fundamen-tales).

    Normas y protocolos. Actividades de apoyo al tutor realizadas por las sociedades cientco-profesiona-

    les (SEC). Oferta de formacin especca para los tutores (del hospital, administracin,

    sociedades cientcas). El tiempo y los recursos que deben facilitar las gerencias de los hospitales en base

    a las propuestas de las comisiones de docencia. La vocacin y profesionalidad del tutor.

    ACREDITACIN DEL TUTOR

    Como se ha indicado anteriormente, el tutor debe acreditarse como tal. Adems, las funciones de tutora tienen la consideracin de funciones de gestin clnica, y como tales deben ser evaluadas y reconocidas. Para ello, las comunidades autnomas deben desarrollar los procedimientos adecuados, teniendo en cuenta el perl profesional que dene el programa ocial de cada especialidad. En general, los procedimientos de acreditacin iniciados en la actualidad establecen que el perl del tutor debe reunir mritos en tres facetas fundamentales: la clnica, la docente y la investigadora.

    Los tutores deben ser conscientes de la importancia de la acreditacin y reacredi-tacin, deben asimismo autoevaluarse y establecer su propio plan de desarrollo profe-sional, a n de reforzar su formacin, experiencia y/o resultados en los aspectos que lo requieran con el n de acreditarse. Para ello, tienen que contar con el apoyo de la jefatura de estudios y de la comisin de docencia.

    Adems, las administraciones sanitarias, con el n de contribuir a la mejora de la competencia clnica, docente e investigadora de los tutores y, en denitiva, de su plan de desarrollo profesional, deben favorecer su participacin en las actividades de for-macin continuada, especialmente las relacionadas con:

    Conocimiento y habilidades en metodologa docente. Tcnicas de comunicacin. Metodologa de investigacin. Gestin de la calidad. Motivacin. Aspectos ticos de la profesin. Aspectos relacionados con los contenidos del programa de la especialidad.En tanto se concluye la puesta en marcha por las comunidades autnomas de los dis-

    tintos procedimientos de acreditacin de tutores, stos pueden autoevaluarse siguien-do unos criterios generales. A modo de gua, para realizar la autoevaluacin se debe-rn tener en cuenta los factores siguientes:

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    Experiencia profesional. Experiencia docente. Actividades de formacin continuada. Actividad investigadora. Actividades de mejora de la calidad. Formacin especca en metodologa docente. Resultado de las evaluaciones de la calidad.

    NOMBRAMIENTO DEL TUTOR

    Siguiendo el criterio establecido por la Comisin de Recursos Humanos del Sis-tema de Nacional de Salud, el nombramiento de los tutores debe efectuarse por el rgano directivo de la entidad titular de la unidad docente, a propuesta de la comisin docencia y previo informe del jefe de la unidad asistencial de la especialidad corres-pondiente entre profesionales previamente acreditados, que presten servicios en los distintos dispositivos integrados en el centro o unidad docente y que ostenten el ttulo de la especialidad (artculo V, Orden SCO/581/2008).

    El nombramiento del tutor debe ir acompaado de las medidas necesarias para que cuente con las condiciones adecuadas para realizar su labor (liberacin de tiempos, reduccin de la carga asistencial, disponibilidad de espacios adecuados y de materia-les docentes).

    RECONOCIMIENTO E INCENTIVACIN DE LA LABOR DEL TUTOR

    Las comunidades autnomas deben regular los sistemas de reconocimiento de la accin tutorial en los servicios de salud. Con carcter general, los tutores demandan el reconocimiento de la tutora a travs de la carrera profesional y son muchas las comu-nidades que ya la han puesto en marcha. La retribucin directa a los tutores es una de las opciones ms controvertidas, y en algunas comunidades autnomas los tutores se inclinan por otras medidas de compensacin(15), que en muchos casos no requieren la elaboracin de complicadas normativas, ya que pueden ser fruto de acuerdos internos realizados con las gerencias de los centros. Algunas de estas medidas pueden ser:

    La liberacin de tiempos y disminucin de la carga asistencial, que suele ser la preferida de los tutores.

    La modicacin de los baremos de mritos para el acceso a determinadas plazas, puestos asistenciales e incluso para las plazas de profesor universitario.

    El apoyo para la realizacin del plan de desarrollo profesional del tutor, la prefe-rencia para la asistencia a congresos, cursos, etc., y la concesin de ayudas econmi-cas para los viajes.

    Preferencia para la obtencin de plaza de aparcamiento en el centro de trabajo, pases de restaurante en los hospitales

    La productividad variable vinculada a la consecucin de objetivos. Concesin de premios, inclusin en los medios de comunicacin del hospital y

    otras medidas que contribuyan a la mejora del prestigio del tutor.Adems de las medidas citadas anteriormente, es necesario seguir explorando des-

    de los centros otras acciones que permitan incentivar al tutor a travs de las retribu-

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    ciones, benecios de distinta naturaleza, clima laboral, formacin y desarrollo profe-sional, contando con las comisiones de docencia, que deben elaborar planes anuales de necesidades.

    CONCLUSIONES

    El tutor es ante todo un modelo para el residente, tanto en el campo asistencial como en el docente e investigador. No basta con ser un buen cardilogo para ser tutor; adems es necesario tener un amplio conocimiento de la misin y las funciones de la tutora y reforzar la formacin desde el punto de vista educativo, para desarrollar las actividades de un modo adecuado y obtener la acreditacin necesaria. Para ello, es imprescindible desarrollar los mecanismos de reconocimiento e incentivacin que ya tienen un respaldo legal, y que deben ponerse en prctica en los centros con el n de mejorar las condiciones en las que se desarrolla la tutora y ofrecer a los tutores una justa compensacin por su dedicacin y esfuerzo.

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    macin de los Mdicos y Farmacuticos especialistas. O. SCO n 15886 (22 de junio de 1995).

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    diologa: Informe y Propuesta de Relacin. Comit de Tutores SEC. Madrid; 2005.

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    se desarrollan determinados aspectos del sistema de formacin sanitaria especializada. RD. n

    183 (8 de febrero de 2008).

    5. Orden por la que se publica el acuerdo de la Comisin Recursos Humanos del Sistema Nacional

    de Salud, por el que se jan los criterios generales relativos a la composicin y funciones de las

    comisiones de docencia, a la gura del jefe de estudios de formacin especializada y al nombra-

    miento del tutor. O. SCO n 581 (22 de febrero de 2008).

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    de la formacin de especialistas sanitarios en la Comunidad de Madrid. EDUC MED 2003; 6

    (2): 100-11.

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    La planicacin de la formacin del residente de cardiologa:

    gua o itinerario formativo tipo y plan de formacin individual

    Captulo 4

    M. Dolores Vicent Garca

    Agencia Lan Entralgorea de Formacin de Especialistas

    INTRODUCCIN

    El programa ocial de la especialidad de cardiologa (POEC)(1) constituye la base fundamental para la formacin de los cardilogos en Espaa. En el POEC se recogen los objetivos cualitativos y cuantitativos y las competencias profesionales que deben alcan-zarse. Adems, orienta sobre los contenidos formativos en trminos de conocimientos, habilidades y actitudes y sobre las rotaciones a realizar, entre otros aspectos.

    El POEC da unas orientaciones generales con el n de garantizar una formacin comn acorde con la validez de los ttulos a los que da derecho y a la libre circulacin de profesionales, por lo que tiene un diseo abierto y exible. El tutor debe tener un conocimiento exhaustivo del POEC, puesto que tiene un papel central en la planica-cin de la formacin del residente(2). Una planicacin adecuada de la formacin del residente implicar la adaptacin del POEC al contexto en el que se desarrolle el pro-grama y al sujeto en formacin.

    El propsito de este captulo es profundizar en la funcin de planicacin que debe desarrollar el tutor, aportando elementos prcticos para su desarrollo. Para ello, des-pus de realizar una introduccin de las bases legales y los principios didcticos que deben regir la planicacin de la formacin de los residentes, se presentan las carac-tersticas bsicas de la gua o itinerario formativo tipo (GIFT) y del plan de formacin individual (PFI) y una propuesta de cmo llevar a cabo su elaboracin.

    Nota: Es necesario tener en cuenta que, al igual que la medicina, la docencia no es una ciencia exacta y, adems, la propuesta realizada tanto de la GIFT como del PFI es producto de una elaboracin personal que pretende apor-tar elementos tiles a los tutores, que deben realizar su propia planicacin. Por tanto, esta gua debe tomarse como una orientacin que puede y debe ser adaptada con las mejoras que cada tutor estime conveniente.

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    BASES LEGALES Y PRINCIPIOS DIDCTICOS

    La Ley de ordenacin de las profesiones sanitarias(3) seala que los residentes debern desarrollar, de forma PROGRAMADA Y TUTELADA, las actividades previstas en el programa [nota: las maysculas y negritas son de la autora], y dichas actividades deben gurar en el libro del residente y ser evaluadas segn el procedi-miento establecido al efecto (LOPS, artculo 20.3.d).

    Posteriormente, el Real Decreto 183/2008(4), en su artculo 11, dene al tutor como el profesional especialista en servicio activo que, estando acreditado como tal, tiene la misin de PLANIFICAR y colaborar activamente en el aprendizaje de los conocimientos, habilidades y actitudes del residente a n de garantizar el cumplimiento del programa formativo de la especialidad de que se trate, en este caso del programa ocial de cardiologa.

    En este contexto se entiende la planicacin como un proceso que conduce a deci-dir qu hacer, cmo hacerlo y cmo evaluar lo que se har, antes de hacerlo(5). Dicho proceso debe conducir, en el caso de la tutora de cardiologa y de otras especialida-des en ciencias de la salud, a la elaboracin de la gua o itinerario formativo tipo y al plan de formacin individual del residente.

    Las principales funciones que el tutor debe realizar, tal como las dene el Real Decreto 138/2008, en el artculo 11.2, son:

    las de PLANIFICAR, gestionar, supervisar y evaluar todo el proceso de for-macin, proponiendo, cuando proceda, medidas de mejora en la imparticin del pro-grama y favoreciendo el autoaprendizaje, la asuncin progresiva de responsabilidades y la capacidad investigadora del residente.

    Si bien la normativa establece que la formacin de especialistas debe realizarse con base a unos programas ociales para todo el Estado, stos requieren una contextuali-zacin y adaptaciones sucesivas, en distintos grados de complejidad y concrecin de los programas, que van desde lo nacional a lo local, de lo general a lo especco y de lo grupal a lo individual(6) y, por tanto, necesitan un posterior proceso de planicacin y programacin, que debe realizarse en los centros y unidades docentes acreditadas para la docencia. Por ello:

    [] Los tutores de cada especialidad deben proponer la GUA o ITINERA-RIO FORMATIVO TIPO [] que aprobar la comisin de docencia con suje-cin a las previsiones del correspondiente programa. La mencionada gua, que ser aplicable a todos los residentes de la especialidad que se formen en la unidad docente de que se trate, se entender sin perjuicio de su adaptacin al PLAN DE FORMACIN INDIVIDUAL de formacin de cada residente, elaborado por el tutor [] (RD 183/2008, artculo 11.2 y O SCO/581/2008(7), artculo I.1).

    La formacin de especialistas sanitarios no es independiente de la evolucin que se produce en el campo de las ciencias de la educacin, para mejorar la calidad de la for-macin. Los nuevos modelos pedaggicos se basan en una serie de principios funda-mentales que reejan un modo diferente de entender la docencia(8):

    Prevalece una visin constructivista del aprendizaje, en la que el conocimiento se construye por la interaccin con el mundo real, en el caso del especialista en forma-cin mediante su exposicin precoz al ejercicio de profesional en una unidad docente acreditada. Adems, el conocimiento es provisional y se deriva de un proceso perma-

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    nente de reexin-accin. La competencia se genera en el proceso de reexin ante-rior, durante y despus de la experiencia. El currculo o programa formativo se entien-de como un proceso abierto y en evolucin.

    La misin de un centro docente, en este caso de la unidad docente de cardiologa, es atender al residente como un sujeto diferente de los dems con formas diferentes de aprender y de comprender. Por ello, es necesario el nfasis en el aprendizaje y no slo en la instruccin. El residente tiene que ser capaz de construir nuevo conocimien-to, de aprender a aprender (analizar, reexionar, procesar). En denitiva, el apren-dizaje est orientado a la calidad y condicionado por dos determinantes fundamenta-les: el contexto (unidad docente) y el sujeto (residente).

    En esta lnea, la World Federation for Medical Education (WFME)(9) ha recopila-do una serie de recomendaciones para la elaboracin de los programas de formacin mdica especializada. Bsicamente, la WFME plantea que los programas de forma-cin de especialistas deben:

    Indicar las COMPETENCIAS FINALES generales y especcas, en trminos de conocimientos, habilidades y actitudes.

    Describir los OBJETIVOS y resultados deseados, basados en TAREAS, as como los componentes opcionales y obligatorios.

    Utilizar metodologas basadas en programas formativos sistemticos que des-criban los componentes genricos y especcos.

    Realizar la evaluacin del aprendizaje, haciendo nfasis en la evaluacin forma-tiva y el feedback constructivo.

    Promover un aprendizaje integrado con la participacin de los residentes en el diseo del programa.

    Estos principios se han tenido en cuenta en el RD 183/2008 y tambin, en mayor o menor medida, en los nuevos programas ociales de especialidad incluido el de car-diologa y, por tanto, deben tenerse en cuenta en la elaboracin de la gua o itinerario formativo tipo y en el plan de formacin individual del residente.

    GUA O ITINERARIO FORMATIVO TIPO

    La gua o itinerario formativo tipo (GIFT) es la adaptacin del programa ocial de la especialidad (POE) al contexto de la unidad docente, que tiene que ser propuesta por el tutor y aprobada por la comisin de docencia del centro. Asimismo, la GIFT debe:

    Ser realizada por el tutor con la colaboracin de los especialistas de los dispositi-vos integrados en la unidad docente, contando con la opinin de los residentes.

    Quedar recogida en un documento escrito que recoja lo establecido en el progra-ma ocial de la especialidad, con las modicaciones posibles y necesarias para garan-tizar los contenidos obligatorios y opcionales.

    Abarcar los cinco aos de duracin de la especialidad, aunque se aconseja su revi-sin cada ao con el n de realizar las actualizaciones necesarias, en su caso, antes de la incorporacin de cada promocin de residentes.

    La GIFT es la previsin del tutor sobre la formacin de los residentes en la unidad docente. En otras palabras: lo que hara el tutor para formar cualquier residente nuevo (residente tipo) que se incorpora a la unidad docente.

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    Una vez realizada, la GIFT constituye un instrumento fundamental, que ser de gran ayuda al tutor. Entre las ventajas que aporta la GIFT se encuentran las siguientes:

    Asegura la continuidad entre el programa ocial de la especialidad y el entorno de la unidad docente en el que se produce la formacin.

    Es una herramienta para sistematizar la formacin para todos los residentes de la unidad docente.

    Constituye una gua para la accin docente de utilidad para los tutores, colabora-dores docentes y residentes.

    Favorece la integracin de los residentes en la unidad docente. Sirve de base para la planicacin de la formacin de los residentes de varias pro-

    mociones, por lo que supone un aumento de la eciencia de la tutora y un ahorro de esfuerzo del tutor a medio y largo plazo.

    Constituye una carta de presentacin de la unidad docente que facilita la comuni-cacin de las fortalezas de la misma, por lo que resulta de utilidad en un entorno com-petitivo entre centros, al facilitar el conocimiento de la unidad y la eleccin de la mis-ma por los residentes.

    Es la base sobre la que se realizar la elaboracin del plan de formacin individual de cada residente de la unidad docente.

    En la Tabla 1 se presenta una relacin de los aspectos a tratar en la gua o itinera-rio formativo tipo, teniendo en cuenta que se trata de una orientacin y, por tanto, pue-de ser adaptada por el tutor.

    PLAN DE FORMACIN INDIVIDUAL

    Elaborar un programa de formacin sistemtico no signica que ste deba ser igual para todos. Por el contrario, la formacin de especialistas por el sistema de residencia es una formacin de adultos(11), cuyo programa debe tener en cuenta las necesidades formativas del residente y su opinin en el diseo nal.

    Los cambios sanitarios, tecnolgicos, culturales, sociales, etc., estn modicando considerablemente el perl de los residentes que acceden a plazas para cursar estu-dios de especializacin en medicina. En las ltimas convocatorias se ha ido incorpo-rando una proporcin cada vez mayor de residentes extranjeros que, a pesar de las medidas adoptadas por la Administracin, presentan dicultades idiomticas y d-cit de conocimientos en algunas reas, debido fundamentalmente a las diferencias culturales, del sistema sanitario o educativo de su pas de origen. Tambin es cada vez ms frecuente el nmero de residentes que cursan su segunda o tercera espe-cialidad, que presentan discapacidades fsicas, problemas de salud o estados sio-lgicos (embarazo) que requieren una adaptacin del programa formativo. Es decir, las circunstancias personales de los residentes hacen necesaria una individualiza-cin del proceso de aprendizaje en un modelo que hace nfasis en la calidad de la docencia.

    El PFI es la adecuacin del programa formativo a las necesidades del residente, partiendo de la gua o itinerario formativo tipo comentado en el apartado anterior. El PFI ser la ejecucin de nuestra previsin (GIFT): lo que vamos a hacer con cada resi-dente en concreto.

    El PFI debe:

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    Tabla 1. Gua o itinerario formativo tipo (GIFT)

    Denicin de la especialidad

    Supuestos tericos sobre el perl profesional, especialidad, persona y sociedad, segn lo previsto en el programa ocial de la especialidad

    Caractersticas de la unidad docente

    Estructurales, asistenciales, de organizacin, recursos humanos, recursos didcticos

    Competencias profesionales a adquirir Generales, especcas y nales

    Objetivos Adaptacin de los objetivos de conocimientos, habilidades y actitudes al contexto del centro/unidad docente, en funcin de las competencias a alcanzar por cada ao de residencia, teniendo en cuenta los niveles de habilidad y responsabilidad

    Rotaciones Seleccin y secuencia de las rotaciones con especicacin de los dispositivos internos y externos (en su caso) donde se realizarn

    Gua general para cada una de ellas: distribucin de objetivos, actividades obligatorias y opcionales, evaluacin formativa, documentos o bibliografa de apoyo (ejemplo: Libro-gua residente de cardiologa(10))

    Atencin continuada (guardias)

    Normas para la realizacin de las guardias, nmero, periodicidad, tipo de guardia

    Actividades especcas Sesiones clnicas generales, de servicio, bibliogrcas, seminarios, etc. Previsin en trminos generales: nmero y periodicidad (ejemplo: una sesin clnica de servicio semanal)

    Informacin logstica para el residente

    En general, informacin que complemente a la que se facilite en la acogida al hospital y que sea de utilidad para su integracin en la unidad docente y el desarrollo del programa (normas internas del servicio, becas para proyectos de investigacin)

    Actividades de formacin general (comn o transversal)

    Previsin de contenidos de los cursos u otras actividades a realizar por los residentes en trminos generales (metodologa de investigacin, lectura crtica)

    Actividades complementarias

    Recomendaciones de participacin en actividades complementarias: doctorado, premios, proyectos, comits

    Fuentes de informac