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Contracorriente Proceso revolucionario proletario, periodo de transición, comunismo. Su economía y sociedad. Comunistas de consejos, izquierda comunista internacionalista, consejismo, bolchevismo. [Cien años después de la Revolución en Rusia en 1917] https://edicionesinterrev.wordpress.com/ http://inter-rev.foroactivo.com/ 1

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  • Contracorriente

    Proceso revolucionario proletario,

    periodo de transición, comunismo.

    Su economía y sociedad.

    Comunistas de consejos, izquierda comunista internacionalista,consejismo, bolchevismo.

    [Cien años después de la Revolución en Rusia en 1917]

    https://edicionesinterrev.wordpress.com/ http://inter-rev.foroactivo.com/

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  • Contracorriente

    Proceso revolucionario proletario, periodo de transición, comunismo.Su economía y sociedad.

    Comunistas de consejos, izquierda comunista internacionalista, consejismo, bolchevismo.

    [Cien años después de la Revolución en Rusia en 1917]

    Elaborado por Aníbal y materia

    https://edicionesinterrev.wordpress.com/ http://inter-rev.foroactivo.com/

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    Índice

    Página

    1) Bolcheviques, izquierdas comunistas y lucha de clases tras la revolución de Octubre 1917 en Rusia.

    Observaciones y comentarios críticos en relación al texto de Fredo Corvo sobre comunismo de consejos - consejismo, y algunos textos de Philippe Bourrinet. . . 6

    1.1/ Sobre el concepto “consejismo”. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

    1.2/ Comunismo de consejos y consejismo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

    1.3/ Lucha política y social, partido proletario, centralización revolucionaria internacional. 15

    1.4/ Contradicciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

    1.5/ La crítica al “economismo” del GIC por parte de Ph. Bourrinet. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18

    1.6/ Algunos rasgos de la izquierda comunista germano-holandesa y el consejismo en su contradictorio desarrollo histórico. Hacia el choque con el PCR bolchevique y la IC (Internacional Comunista) sobre la cuestión del partido, los consejos y el Estado. 19

    1.7/ Algunas similitudes y errores comunes de visión histórica. Hacia las derivas posteriores. 36

    1.8/ Democracia social, introducción en el Estado, conquista del poder estatal,espontaneidad, organización, marxismo, bakuninismo, contradicciones. . . . . . . . . . 41

    1.9/ El espartakismo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45

    1.10/ Las ilusiones espontaneistas, federalistas, economistas, unionistas y voluntaristas presentes en el proceso de lucha de clases en Alemania. . . . . . . . . . . . 49

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  • 1.11/ En el marxismo genuino y revolucionario es notoria una falta de previsión y de debate concreto sobre el periodo de transición, y asimismo sobre situaciones similares a la producida en Rusia, en un Estado aislado. . . . . . . . . . . . . . 51

    1.12/ Conviene recordar. Consejos obreros, KAPD. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52

    1.13/ Jalones hacia el consejismo y configuración consejista. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54

    1.14/ Rusia 1917-18. Control obrero unificado, Estado de dictadura proletaria, Comités de fábrica, consejos, sindicatos. Coordinación clasista frente a dispersión empresa por empresa. Planteamientos, luchas y enfrentamientos. . . . . . . . 69

    1.15/ Oscilaciones, incoherencias y errores bolcheviques. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109

    1.16/ La relación Estado-sindicatos-consejos, la NEP y otros síntomas del desarrollo de relaciones capitalistas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118

    1.17/ Evaluación crítica de ese periodo de la lucha de clases en Rusia. . . . . . . . . . . . . . . . . . 123

    1.18/ Sobre los Comités de fábrica en Rusia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128

    1.19/ “Socialismo de Estado”, reemplazamiento del capitalismo privado por capitalismo estatal, permaneciendo la explotación obrera. . . . . . . . . . . . . . . . . . 133

    1.20/ Nacionalizaciones y capitalismo de Estado, expresiones de desarrollo capitalista. El “socialismo de Estado” como su idealización. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136

    1.21/ Contradicciones laborales y caos en los inicios de la revolución en Rusia. Socialización, expropiación, nacionalización. Concepciones y posiciones enfrentadas. 138

    1.22/ Luchas de clase en Italia, las tomas de fábrica, “L´Ordine Nuovo” y la izquierda comunista del PC de Italia. Las posiciones anarquistas. . . . . . . . . . . . . . 154

    1.23/ Consejos de trabajadores incorporados por el capital en sus procesos de control laboral y gestión económica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183

    1.24/ Las diferencias entre Rosa Luxemburg y Lenin. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189

    1.25/ La lucha de clases en Alemania 1918-19, hacia la revolución mal preparada y su sangrienta derrota. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 215

    1.26/ Algunas repercusiones posteriores del modelo socialdemócrata. Concreciones en el capitalismo actual en Alemania. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 234

    1.27/ Las tesis consejistas de Helmut Wagner (“Tesis sobre el bolchevismo”). . . . . . . . . . . 236

    1.28/ Tres consideraciones en relación a las “Tesis sobre el bolchevismo”. Blanquismo y jacobinismo, cuestión agraria, internacionalismo y cuestión nacional. . . . . . . . . . . 287

    1.29/ Acción de marzo 1921 en Alemania. Zig-zags de la Internacional Comunista. Desarrollo del oportunismo en su seno. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 300

    1.30/ En torno al GIC (Grupo de comunistas internacionalistas, de Holanda). . . . . . . . . . . 310

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  • 1.31/ Influencias libertarias, autonomismo de bases y oposición a la autoridad central enlos planteamientos del GIC y en la izquierda comunista germano-holandesa. . . . . . 311

    1.32/ Patrón de medida en el comunismo. ¿Tiempo de trabajo o tiempo disponible al margen del trabajo?. . . . . . . . . . . . . . . . 325

    2) Lucha de clases en Rusia tras Octubre 1917. Posiciones significativas de izquierda comunista. Posiciones de Bujarin, Trotsky y Lenin. . . . . . . . . . . . . . 327

    2.1/ El grupo “Centralismo democrático” (1919-1921). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 327

    2.2/ La Oposición Militar. Marzo 1919 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 333

    2.3/ El grupo “La verdad obrera”. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 333

    2.4/ Posición de los socialistas revolucionarios de izquierda sobre los bolcheviques de izquierda. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 335

    2.5/ La “Plataforma de los 15”. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 335

    2.6/ La Oposición obrera (1921). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 341

    2.7/ La tendencia en torno a la revista “Kommunist”. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 345

    2.8/ Tratado de Brest-Litovsk. Enfrentamiento de un sector de izquierda contra Lenin . . . . . 348

    2.9/ “Declaración de los 46” al Politburó del CC del PCR (b), 15 de octubre de 1923. . . . . . 359

    2.10/ Partido Comunista Obrero de Rusia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 362

    2.11/ El grupo obrero del PCR (bolchevique). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 364

    2.12/ Grupos críticos de oposición trotskista, en 1929. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 405

    2.13/ Críticas de Lenin a la izquierda agrupada en la revista “Kommunist”. . . . . . . . . . . . . . . 406

    2.14/ El proyecto de resolución de Lenin sobre las desviaciones anarquistas y sindicalistas en el partido bolchevique. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 415

    2.15/ Supresión del derecho de tendencia y fracción en el partido comunista ruso. X Congreso del PCR (b). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 418

    2.16/ Trotsky critica a la “Oposición obrera”. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 419

    2.17/ La Oposición de Izquierda y la Oposición Unida. La condena contra los trotskistas. . . . 419

    2.18/ Bujarin, Trotsky y Lenin. Las concepciones fundamentales en el PCR (b) sobre “socialismo nacional”... de hecho capitalismo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 424

    2.19/ Comentarios críticos sobre tendencias de izquierda comunista en Rusia. El Partido Comunista Obrero de Rusia y el proyecto de Internacional Comunista obrera (1928-30) 438

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  • 3) Lenin. Una limitada restauración del marxismo acompañada por perjudiciales posiciones y prácticas objetivamente burguesas. . . . . . . . . . . . . . . 442

    3.1/ Errores e inadecuaciones de fondo sobre el Estado y el socialismo . . . . . . . . . . . . . . . . 447

    3.2/ La cristalización del bolchevismo como tendencia burguesa de izquierda . . . . . . . . . . . 449

    4) Recuerdos del GIC, por Cajo Brendel. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 451

    5) Comentarios críticos sobre los “Principios fundamentales de la producción y distribución comunista” del GIC. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 454

    5.1/ Fragmentos del texto del GIC. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 454

    5.2/ Comentarios críticos. Del “Comunismo de guerra” a la NEP, problemas ingentes ydesarrollo capitalista. No hubo un periodo de transición del capitalismo al socialismo 466

    6) Enfoques y elaboraciones en la izquierda comunista internacionalista. . . . . . . . . . . 483

    7) Errores e insuficiencias de la Izquierda comunista de Italia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 499

    7.1/ Textos significativos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 499

    7.2/ Izquierda comunista de Italia. Sus puntos fuertes y débiles. Afirmaciones positivas, equivocaciones y silencios negativos. . . . . . . . . . . . . . . . . 529

    8) Sobre el KAPD y la KAI. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 541

    9) Consideraciones sobre partido, dictadura y consejos obreros. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 562

    10) Recordando significativos análisis y posiciones marxistas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 569

    11) “El Grupo de Comunistas Internacionales de Holanda” por Anton Pannekoek. . . . 571

    12) K. Marx. Acotaciones a “El Estado y la anarquía” de Bakunin (fragmento). . . . . . . 574

    13) F. Engels. “Carta a Theodor Cuno”, en Milán. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 569

    14) F. Engels. “Del socialismo utópico al socialismo científico” (una selección). . . . . . . 583

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  • 1) Bolcheviques, izquierdas comunistas y lucha de clases tras la revolución de Octubre 1917 en Rusia.

    Observaciones y comentarios críticos en relación al texto de Fredo Corvo sobre comunismo de consejos - consejismo, y algunos textos de Philippe Bourrinet.

    Ese texto de Fredo Corvo está traducido en castellano por nosotros en:

    http://inter-rev.foroactivo.com/t6917-comunismo-de-consejos-o-consejismo-el-periodo-de-transicion-resena-del-libro-de-ph-bourrinet-la-izquierda-comunista-holandesa-y-alemana-1900-68

    1.1/ Sobre el concepto “consejismo”.

    Fredo Corvo afirma que el término “consejismo” fue introducido por la izquierda comunista italiana.No podemos confirmarlo ni negarlo, carecemos de elementos para ello, y no pensamos que sea lo másimportante.

    Hay que considerar que el término “consejismo” no solo lo emplea esa izquierda comunista, sinotambién comunistas de consejos, anarcocomunistas, sindicalistas revolucionari@s, unionistas ylibertari@s (ver siguiente apartado 1.2).

    La izquierda comunista denominada italiana, de hecho propiamente internacionalista, habló de“consejismo” tras advertir que expresiones provenientes mayormente de la izquierda comunistagermano-holandesa negaban una tesis central del marxismo y del programa comunista: la necesidaddel partido político del proletariado. Esta posición de la “sinistra” es válida y verificable. Y explicócríticamente las principales raíces y formalizaciones de esta negación antipartidista.

    Ver, por ejemplo: “Los fundamentos del comunismo revolucionario marxista”

    http://www.sinistra.net/lib/bas/progra/vali/valiidodis.html

    Donde se defiende adecuadamente:

    “Los caracteres de una sociedad no capitalista y no mercantil tal como resultan delverdadero estudio marxista, como resultado de una previsión crítica y científica libre detoda «gota» de utopía, pueden ser alcanzados y poseídos, en su forma programática, sólopor el partido, porque precisamente el partido no está sometido a la esclavitud queconsiste en calcar su organización sobre el encuadramiento que el capitalismo impone ala clase productora. Las vacilaciones frente a la necesidad de la forma-Partido y de laforma-Estado se transforman en la pérdida completa de las conquistas programáticasrespecto a la antítesis total entre las formas comunistas y las formas capitalistas, de laque el partido de la escuela marxista era bien consciente. Basta con pensar en lospostulados del programa marxista: abolición de la división técnica y social del trabajo(lo que significa la ruptura de los limites entre diferentes empresas de producción),abolición del contraste entre la ciudad y el campo, síntesis social de la ciencia y de laactividad práctica humana, para comprender cómo todo esbozo «concreto» de la

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    http://www.sinistra.net/lib/bas/progra/vali/valiidodis.htmlhttp://inter-rev.foroactivo.com/t6917-comunismo-de-consejos-o-consejismo-el-periodo-de-transicion-resena-del-libro-de-ph-bourrinet-la-izquierda-comunista-holandesa-y-alemana-1900-68http://inter-rev.foroactivo.com/t6917-comunismo-de-consejos-o-consejismo-el-periodo-de-transicion-resena-del-libro-de-ph-bourrinet-la-izquierda-comunista-holandesa-y-alemana-1900-68

  • organización y de la acción proletaria que se proponga reflejar en si la estructura actualdel mundo económico, se condena a no superar los caracteres y los limites propios de lasactuales formas capitalistas; y, al mismo tiempo, a no comprender su propia naturalezacontrarrevolucionaria.

    La vía para superar esta situación de inferioridad pasa, a través de una larga serie deconflictos, por órganos constituidos sin ningún material y sin ningún modelo tomado delos órganos del mundo burgués, y que sólo pueden ser el Partido y el Estado proletario,en los cuales se cristaliza la sociedad de mañana antes de existir históricamente. En losórganos que llamamos inmediatos, que reproducen y conservan la impronta de lafisiología de la sociedad actual, no puede virtualmente cristalizarse más que la repeticióny la salvación de esta última”.

    (Tercera parte. Desnaturalización pequeño-burguesa de los caracteres de la sociedad comunista en las concepciones «sindicalistas» y «socialista de empresa» del encuadramiento proletario. El Partido es insustituible)

    “La forma Partido y la forma Estado son puntos esenciales en los primeros textos denuestra doctrina, y son dos etapas fundamentales del desarrollo épico dado en elManifiesto de los Comunistas.

    Son dos los «momentos» revolucionarios del capítulo «Proletarios y Comunistas». Elprimero, ya indicado en el capítulo precedente «Burgueses y Proletarios», es laorganización del proletariado en partido político. Esta afirmación sigue a otra muyconocida: toda lucha de clases es lucha política. Su expresión es aún más precisa yconcuerda con nuestra tesis: el proletariado es históricamente una clase cuando llega adar vida a la lucha política y de partido. En efecto, el texto dice: esta organización de losproletarios en clase y, por consiguiente, en partido político.

    El segundo de los momentos revolucionarios es la organización del proletariado en clasedominante: aquí está planteada la cuestión del poder y del Estado. «Ya hemos visto másarriba que el primer paso en la revolución obrera es la elevación del proletariado a clasedominante».

    Se encuentra un poco más lejos la seca definición del Estado de clase: «El propioproletariado organizado en clase dominante».

    (Id. “Un error desenmascarado desde hace un siglo”)

    “Proudhon aparece como el precursor de los modernisimos neosocialistas de empresa,no solo en su visión incompleta de la sociedad revolucionaria, sino aun en la máscircunspecta de sus posiciones: el rechazo del Partido y del Estado porque creandirigentes, jerarcas, depositarios del poder, y porque la debilidad de la naturalezahumana hace inevitable su transformación en un grupo de privilegiados, en una nuevaclase (¿o casta?) dominante, a cuestas del proletariado.

    Marx ya había hecho tragar estas supersticiones sobre la «naturaleza humana» alparidor de sistemas Proudhon. La frase es tan breve como bien acuñada: El señorProudhon ignora que la historia entera no es mas que una continua transformación de lanaturaleza humana. Bajo esta maciza piedra sepulcral pueden dormir cien batallones deidiotas antimarxistas pasados, presentes y futuros.

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  • Para corroborar nuestra afirmación de que no ponemos ninguna reserva o limitación, nisiquiera secundaria, al «pleno empleo» de las armas Partido y Estado en la revoluciónobrera, para liquidar estos escrúpulos hipócritas, agregaremos que solamente unaorganización está en condición de oponer un remedio eficaz y definitivo a las inevitablesmanifestaciones individuales de la psicopatología que no proviene, en los proletarios ymilitantes comunistas, de la herencia de la naturaleza del hombre, sino de la del súbditode la sociedad capitalista y de su horrible ideología y mitología individualista y de la«dignidad personal». Esta organización es justamente el partido político comunista,tanto durante la lucha revolucionaria como en el ejercicio de la dictadura de clase que lecompete integralmente. Los otros organismos que querrían sustituirlo deben serdescartados, no solo por su impotencia revolucionaria, sino también porque son cienveces más accesibles que el partido político a las influencias disolventes pequeño-burguesas y burguesas. La crítica a tales organismos, que ya han sido propuestos desdedistintos lados y desde tiempo inmemorial, debe ser hecha en el plano histórico más queen el plano «filosófico», siendo sin embargo de primera importancia mostrar cómo losargumentos alegados por sus partidarios revelan fácilmente, bajo nuestra indagación,que éstos están sumergidos en las tinieblas de una ideología de origen y esenciaburgueses, y hasta menos que burgueses, como la de los intelectualoides que infestanpeligrosamente las márgenes del movimiento obrero.

    Poniendo en su organización al no-proletario al mismo nivel del proletario, la forma-partido es la única en la que el primero puede alcanzar la posición teórica e históricaque se apoya en los intereses revolucionarios de la clase trabajadora, y finalmente,aunque después de arduas vicisitudes históricas, servir de mina revolucionaria, y no decontramina burguesa en nuestras filas.

    La superioridad del partido reside justamente en que supera la infección del trade-unionismo, del obrerismo. Se entra en el partido a causa de la propia posición en elcuerpo a cuerpo de las fuerzas históricas en lucha por una nueva forma socialrevolucionaria, no por la copia servil (comúnmente alabada) de la posición personal delmilitante «respecto al mecanismo productivo», o sea, al mecanismo creado por lasociedad burguesa, «fisiológico» sólo para ella y para su clase dominante”.

    (Id. “Resurrección y tenacidad del proudhonismo”)

    “Las doctrinas anarquistas son la expresión de la tesis: el mal es el poder central, ysuponen que todo el problema de la liberación de los oprimidos está en la remoción deese poder. El anarquista sólo llega a la clase como concepto accesorio; lo que quiereliberar es al individuo, al hombre, y en eso hace suyo el programa de la revoluciónliberal y burguesa. Todo lo que le reprocha a ésta es haber instaurado una nueva formade poder, sin observar que esto es la consecuencia necesaria de que la misma no hatenido por contenido y por fuerza motriz la liberación de la persona o del ciudadano,sino la conquista del dominio sobre los medios de producción por parte de una nuevaclase social. El anarquismo, el libertarismo - y, apenas se profundiza el análisis, tambiénel stalinismo tal como es propagado en Occidente - no son más que el clásico liberalismorevolucionario burgués más alguna otra cosa (que llamamos autonomía local, estadoadministrativo, acceso de las clases trabajadoras a los órganos del poder constitucional).Con semejantes tonterías pequeño-burguesas, el liberalismo burgués (que en su periodohistórico fue una cosa real y seria) se vuelve una pura ilusión que castra la revoluciónobrera, la cual ha apurado hoy ese cáliz hasta las heces.

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  • Por el contrario, el marxismo es la negación dialéctica del liberalismo capitalista, al queno quiere conservar en parte para agregarle correctivos, sino aniquilarlo con lasinstituciones que de el han surgido y que, locales y sobre todo centrales, tienen uncarácter de clase. Esta tarea no está confiada a panzadas de autonomía e independencia,sino a la formación de una fuerza destructora central, cuyas formas son justamente elPartido y el Estado revolucionarios, a los que ninguna otra forma, cualquiera que sea,puede sustituir.

    La idea de desvincular y autonomizar al individuo, a la persona, se reduce en primerlugar al criterio ridículo del refractario individualista, que cierra los ojos e ignora lasociedad y su maciza estructura, y a la que no puede romper o en la que sueña colocaruna día una máquina infernal; todo esto para terminar en el existencialismocontemporáneo, socialmente estéril.

    Esta exigencia pequeño-burguesa, que ha nacido de la rabia del pequeño productorautónomo expropiado por el gran capital y, por consiguiente, de una defensa de lapropiedad (la que según Stirner y otros individualistas puros es un «prolongamiento de lapersona» que se debe respetar), se adaptó al gran hecho histórico del avance de lasmasas trabajadoras, reconociendo con el andar del tiempo algunas formas deorganización. Durante la crisis de la I Internacional (después de 1870), los anarquistasse separaron de los marxistas negando todavía las organizaciones económicas y hasta lashuelgas. Desde esa época Engels establece que sindicato económico y huelga no bastanpara resolver la cuestión de la revolución, pero que el partido revolucionario debeapoyarlos puesto que, como lo indicaba ya el «Manifiesto», su valor reside en laextensión de la organización proletaria hacia una forma única y central, que es laorganización política.

    En esta fase, la propuesta de los libertarios es la no bien definida «comuna»revolucionaria local, órgano presentado a veces como fuerza en lucha contra el poderconstituido, que afirma su autonomía rompiendo todo vinculo con el Estado central, aveces como forma que administra una nueva economía. No se trataba más que de unretorno a la primera forma capitalista de las Comunas de fines de la Edad Media enItalia y en la Flandes alemana, donde la joven burguesía luchaba contra el Imperio;como siempre, era entonces un hecho revolucionario respecto al desarrollo de laeconomía productiva, mientras que hoy es un vano resurgimiento encubierto de falsoextremismo.

    Para los anarquistas, en cincuenta años de conmemoraciones, el modelo de este órganolocal había sido la Comuna de París de 1871; por el contrario, en el análisis mucho máspotente e irrevocable de Marx y de Lenin, es el primer ejemplo histórico grandioso de ladictadura del proletariado, de Estado central del proletariado (aunque limitado todavíaterritorialmente).

    El Estado capitalista francés, encarnado en la Tercera República de Thiers, se retiró desu capital para aplastar al París proletario, y se dispuso a hacerlo desde el otro lado delas fuerzas prusianas que le sitiaban; después de la resistencia desesperada y de lamasacre espantosa que siguió, Marx pudo escribir que desde ese día todos los ejércitosnacionales de la burguesía están confederados contra el proletariado.

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  • No se trató de reducir la lucha histórica del marco nacional al comunal (¡piénsese enuna pobre comuna inerme de la periferia!), sino de ampliarla a una lucha internacional.En los años de la Segunda Internacional afloró también una nueva versión del socialismo(que impresionó hasta la mente inquieta del Mussolini de la preguerra) llamada«comunalismo», que quería construir la célula de la sociedad socialista a través de laconquista de la comuna autónoma, ¡desgraciadamente no ya con la dinamita como loquerían los anarquistas, sino por medio de las elecciones municipales! Las objeciones deentonces serian inútiles hoy en día en que el inexorable desarrollo económico, bienconocido por los marxistas, ha envuelto todas las estructuras locales en una red devínculos económicos, administrativos y políticos con el centro cada vez más inextricable:basta con pensar en el ridículo de cada pequeña comuna rebelde que construyese unaestación de radio y televisión, al menos para interferir la de su gran enemigo, el Estadocentral.

    La idea de organizaciones que agrupen a los trabajadores de una comuna, o de unacomuna que se declare políticamente independiente y económicamente autárquica, hamuerto por si misma; pero la ilusión burguesa de la «autonomía» tendrá todavíaoportunidad de embrutecer la mente y paralizar los brazos de los militantes de la claseobrera.

    Las otras formas de organización «inmediata» de los trabajadores, desembocando en elsindicato de profesión o de oficio, en el sindicato de industria, en el consejo de fábrica,tendrán una historia más larga y más compleja. En la medida en que esas formas sonpresentadas como alternativa al predominio del partido político revolucionario, lahistoria de sus movimientos y de las doctrinas que se apoyaron sobre ellas de maneramás o menos desordenada coincide con la historia del oportunismo de la Segunda y de laTercera Internacional; procuraremos limitarnos a una breve reseña, a pesar de ser gravela escasez de conocimiento que las masas de Europa tienen de los inmensos sacrificiossoportados por el proletariado del continente en relación con esta historia, y a pesar deque es necesario que el proletariado llegue un día a asimilar las enseñanzas de estastremendas experiencias.

    La historia del localismo y del llamado comunismo anarquista o libertario es la historiadel oportunismo en el seno de la Primera Internacional, del que Marx debió liberarsetanto con la crítica doctrinal como con la dura lucha organizativa contra Bakunin y sustenaces partidarios en Francia, Suiza, España e Italia.

    A pesar de la historia de la revolución rusa, numerosos «izquierdistas» y enemigosdeclarados del stalinismo consideran todavía a los anarquistas como un punto de apoyoposible; era pues necesario restablecer que el libertarismo es una primera forma deenfermedad del movimiento proletario, que ha precedido a los otros oportunismos(incluso al propio stalinismo) por el hecho de que desplazó las posiciones políticas ehistóricas a un terreno espurio capaz de atraer al lado del proletariado a las capas de lapequeña y aun de la mediana burguesía, en lo que ha residido siempre la causa de todoslos errores y la fuente de todos los fracasos. Lo que se logró no fue la dirección de la«masa popular» por parte del proletariado, sino la destrucción de todo carácterproletario del movimiento general y el sometimiento del proletariado al capital”

    (Id. “La superstición de la «comuna» local”)

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  • ...“Pero durante un decenio quizá, otra escuela se puso en lucha contra el revisionismosocial demócrata, a saber, la del sindicalismo revolucionario, cuyos orígenes sonciertamente más antiguos, pero que tuvo su jefe teórico en Jorge Sorel. Las corrientes deesta escuela fueron fuertes en los países latinos; primero lucharon en las filas de lospartidos socialistas, luego se salieron de ellos sea por las vicisitudes de las luchas, seapor coherencia con su doctrina que excluía al partido como órgano de la revolución declase.

    La forma fundamental de la organización proletaria era para ellos el sindicatoeconómico, que ante todo debía no solo dirigir la lucha de clase por la defensa de losintereses obreros inmediatos, sino también prepararse, sin ninguna sumisión a un partidopolítico, para la dirección de la guerra revolucionaria final con miras a la demolición delsistema capitalista”.

    (Id. “Mito del sindicato revolucionario”)

    “La propuesta de renunciar al partido político proletario para desplazar el baricentro dela lucha política revolucionaria al sindicato de oficio, comporta teóricamente elabandono total de las bases de la doctrina marxista, y sólo puede ser hecha por los queabjuran su credo filosófico y económico - como lo hicieron finalmente los sorelianos ycomo habían hecho los bakuninistas - mientras que en su balance histórico se muestracarente de todo fundamento. El razonamiento de que en el partido pueden entrarelementos que no son de origen estrictamente proletario, quienes terminan asumiendo lospuestos directivos, mientras que esto no sucedería en los sindicatos, lo cual no es cierto,queda reducido a nada por los ejemplos históricos más escandalosos.

    La estrechez del horizonte sindical respecto al político reside en el hecho de que aquél notiene un fundamento de clase, sino apenas de categoría, y sufre de la rígida separaciónmedieval de los oficios. La transformación ulterior del sindicato de oficio (o profesional)en sindicato de industria no representa un paso adelante. En esta forma, por ejemplo, unobrero carpintero que trabaja en la fábrica de automóviles formará parte de laconfederación metalúrgica, y no de la maderera. Pero las dos formas tienen en común elhecho que en la base, el contacto entre los afiliados se establece solamente entreelementos que tienen en común (y por consiguiente tratan) sólo los problemas de unsector productivo limitado, y no todos los problemas sociales. La síntesis de los interesesde los grupos proletarios locales profesionales e industriales se hace solamente por elconducto de un aparato de funcionarios de las organizaciones.

    Por lo tanto, la superación de la estrechez de intereses se realiza únicamente en laorganización de partido, que no separa a los proletarios por profesión ni por sectorproductivo…

    Después de la primera guerra mundial, al ser evidente para todos que la traición a lacausa socialista recaía no solo en los grupos parlamentarios y en los partidos, sinotambién en las grandes organizaciones y confederaciones sindicales, tuvo gran impulsola sobrevaloración de una nueva forma de organismo inmediato de los proletariosindustriales: ¡el consejo de fabrica!.

    Los teóricos de este sistema pretendieron que el mismo podía expresar mejor quecualquier otro la función histórica de la clase trabajadora moderna, a un doble nivel.

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  • Para ellos, la defensa de los intereses de los obreros frente al patrón pasaba delSindicato al Consejo de Fábrica, aunque ligado a los otros en el «Sistema de losConsejos» según la localidad, las regiones y las naciones, y según los sectoresindustriales. Pero surgía una nueva reivindicación: la del control de la producción y, másalejada, la de la gestión. Los consejos habrían debido reivindicar no solo tener voz en eltrato de los obreros por parte de la firma en cuanto a salarios, horarios y toda otracuestión, sino también en las operaciones técnico-económicas dejadas hasta entonces ala decisión de la empresa: programas de producción, compras de materias primas,destino de los productos. La gestión obrera total, es decir, la eliminación efectiva, laexpropiación de los patrones, era puesta como meta de una serie de «conquistas» en estadirección.

    Al menos en Italia, este espejismo, que podía seducir al principio, fue enseguidaconsiderado como totalmente engañoso por los marxistas revolucionarios. La cuestióndel poder central quedaba eliminada en esta perspectiva, porque se admitían comocoexistentes el poder del Estado burgués y un grado avanzado de control obrero y hastaun periodo de gestión obrera ejercidos en cierto número o conjunto de empresas ( ¡unprimer ejemplo de coexistencia del lobo y del cordero!).

    No se trataba sino de un nuevo revisionismo, de una edición empeorada del reformismo,si se tiene en cuenta que en este sistema hipotético se desvanece - en el entrelazarse delas gestiones locales - el plan social de la producción y de la economía, que losrevisionistas clásicos confiaban a un Estado político conquistado pacíficamente por laclase obrera.

    Es fácil establecer desde un punto de vista doctrinario que se trata de un sistema tanantimarxista como el del sindicalismo soreliano. Con procedimientos similares vemoseliminados del desarrollo del drama revolucionario a los personajes que le sonsospechosos: Partido de clase y Estado de clase, mientras que los revisionistas clásicosse limitaban formalmente al sabotaje abierto de la violencia de clase y de la dictadura declase. En ambos casos, lo que desaparece, en substancia, son la revolución y elsocialismo.

    Al continuar en los decenios siguientes dando crédito a la desconfianza banal hacia lasdos formas Partido y Estado, se ha llegado a confundir el «contenido del socialismo» conestos dos postulados: control obrero de la producción, gestión obrera de la producción. Yesta mercancía seria el nuevo marxismo”.

    ...“Si nos referimos al proceso histórico que conduce al socialismo a partir de lasociedad plenamente industrial capitalista, desde hace un siglo hemos indicado cómo lovemos: formación del proletariado, organización del proletariado en partido político declase, organización del proletariado en clase dominante. Sólo a partir de este momentocomienza el control y la gestión de la producción, no en la empresa y por parte delconsejo del personal, sino en la sociedad y por parte del Estado de clase, dirigido por elpartido de clase.

    Si esta búsqueda del risible «contenido» se refiere a la sociedad plenamente socialista,con más razón las fórmulas de control obrero y gestión obrera pierden todo sentido. En elsocialismo ya no existe la sociedad seccionada entre productores y no productores,porque ya no existe una sociedad dividida en clases. El contenido del socialismo (si se

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  • quiere emplear esta pobre expresión) no será la autonomía, el control y la gestión delproletariado, sino la desaparición del proletariado, del asalariado, del intercambio (aundel último, que se efectúa entre moneda y fuerza de trabajo), y, en fin, de la empresa. Allíno habrá nada que controlar y administrar, nadie respecto a quien pedir autonomía.Estos sistemas ideológicos muestran solamente en quienes lo adoptan la total impotenciateórica y práctica para luchar por una sociedad que no sea una mala copia de lasociedad burguesa. Sólo piden la propia autonomía respecto a una ardua tarea, respectoa la fuerza del partido de clase, respecto a la dictadura revolucionaria. El joven Marx,fresco aún de fórmulas hegelianas (en las que esa gente cree todavía hoy), hubierarespondido que quien busca la autonomía del proletariado encuentra la autonomía delburgués, eterno modelo del hombre (cf. “La cuestión judía”).”

    (Id. “La organización de fábrica”)

    “Sindicalistas y anarquistas del mundo entero retiraron sus simpatías a la revoluciónrusa cuando comprendieron que el «control obrero y campesino» de Lenin se derivabadel tronco potente del control del poder, y concernía a las empresas que el Estado ruso nopodía todavía expropiar.

    Las tentativas de gestión autónoma de las fábricas debieron ser reprimidas, algunasveces con la fuerza, para evitar desastres económicos y sin sentido que hubieran sidoantisocialistas por sus mismos efectos políticos y militares sobre la guerra civil.

    Pronto fue disipada la confusión entre el Estado de los Consejos obreros, órganosterritoriales y políticos, y la ficción ordinovista del Estado de los consejos de empresa,autónomos en su propia gestión. A ese respecto, basta con leer las tesis del II Congresode la Internacional Comunista sobre los sindicatos y los consejos de fábrica, que definenla tarea de esos órganos antes y después de la revolución. La clave de la soluciónmarxista reside en la penetración del partido revolucionario en los unos y en los otros, yen su subordinación (y no en su autonomía) al Estado revolucionario. En el trabajo sobrela cuestión rusa hemos expuesto las sucesivas discusiones en el partido al respecto”.

    (Id. “Historia de la fórmula del «socialismo de empresa»”).

    “Para la izquierda comunista de Italia, la raíz del KAPD era “idealista, de la mismacepa de la cual germinaban el anarquismo, el sindicalismo revolucionario, elfabriquismo, el consejismo, el ordinovismo...”

    (“Storia della sinistra comunista, 1919-1920”, p. 490, cap. 12: Noi il KAPD e i suoiteorici Pannekoek e Gorter. Edizioni Il Programmma Comunista. Milano, 1972).

    En relación al GIC, mostraremos en otro apartado el enfoque desarrollado años antes en supublicación “Bilan” (Balance).

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  • 1.2/ Comunismo de consejos y consejismo.

    Podemos leer:

    “El comunismo de consejos fue un movimiento obrero militante que emergió por primeravez en Alemania y los Países Bajos en la década de 1920. Hoy en día continúa siendo unaimportante corriente teórica dentro del comunismo libertario.

    El argumento central (y simple) del comunismo de consejos, en marcado contraste conlos reformistas socialdemócratas y los leninistas, es que los consejos obreros que surgenen los lugares de trabajo y las comunidades durante los periodos de intensa lucha son laforma natural organizativa de la clase trabajadora. Esta visión es completamenteopuesta a los argumentos reformistas o leninistas que hacen hincapié en que la claseobrera es incapaz de hacer nada por si misma y la necesidad de contar con partidos devanguardia, urnas (y las instituciones estatales que ambos conllevan) para solucionar susproblemas.

    Estas conclusiones llevan a los comunistas de consejos a mantener posiciones muysimilares a las sostenidas por los anarco-comunistas con la principal diferencia de queen ocasiones, aunque no siempre, mantienen un compromiso con Marx y sus métodos deanálisis. Como tal, hay momentos históricos y presentes de una estrecha colaboraciónentre las dos corrientes, hasta el punto de que comunistas de consejos se convierten enmiembros de grupos anarco-comunistas”.

    “Sin embargo, estos grupos son a veces designados despectivamente como “consejistas”por los comunistas de consejos, por obsesionarse abiertamente con la espontaneidadobrera y someterse a lo que Mark Shipway describe como “un énfasis vacío, formalísticoen los consejos obreros que descuida completamente el contenido comunista de laecuación del comunismo de consejos.” Esto es percibido como peligroso debido a que esposible que los trabajadores sean capaces de tomar espontáneamente los medios deproducción durante una crisis pero solo para finalmente acabar estableciendo una formade “capitalismo autogestionado” en el que los consejos obreros gobiernen el mundo perodesgraciadamente se conserven las relaciones salariales el capitalismo.

    Los comunistas de consejos, en cambio, piensan que la clase trabajadora debedesarrollarse para poseer una fuerte consciencia política y tener marcados el comunismoy la abolición del capitalismo como fines; los consejos son solo los medios para que estefin pueda ser realizado.

    Esta fue también la crítica hecha por el KAPD/AAUD cuando la AAUD-E se escindió deellos en el rechazo de una organización separada de los comunistas”.

    (“Introducción a las teorías políticas: comunismo de consejos”, de una serie de artículosdel portal lib-com, citado en:

    https://www.regeneracionlibertaria.org/introduccion-a-las-teorias-politicas-comunismo-de-consejos )

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    https://www.regeneracionlibertaria.org/introduccion-a-las-teorias-politicas-comunismo-de-consejoshttps://www.regeneracionlibertaria.org/introduccion-a-las-teorias-politicas-comunismo-de-consejos

  • 1.3/ Lucha política y social, partido proletario, centralización revolucionaria internacional.

    ¿Cuál era la posición clásica del comunismo, expresada por Marx y Engels? Ellos habían defendido, adecuadamente:

    “No digáis que el movimiento social excluye el movimiento político. No hay jamásmovimiento político que, al mismo tiempo, no sea social.” "La organización de estas huelgas, coaliciones y tradeuniones se desenvuelvesimultáneamente con las luchas políticas de los obreros, que constituyen hoy un gran partidopolítico, bajo el nombre de cartistas. (…). Las condiciones económicas transformaronprimero a la masa de la población del país en trabajadores. La dominación del capital hacreado a esta masa una situación común, intereses comunes. Así, pues, esta masa es ya unaclase con respecto al capital, pero aún no es una clase para si. En la lucha, de la que nohemos señalado más que algunas fases, esta masa se une, se constituye como clase para si.Los intereses que defiende se convierten en intereses de clase. Pero la lucha de clase contraclase es una lucha política". (Marx, K. “Miseria de la filosofía”)

    "La misión histórica de esta nueva clase debe ser la conquista del poder político de laburguesía y la expropiación gradual de los medios de producción, allanando así el caminopara una sociedad sin clases, la sociedad comunista”.

    (Marx, K. y Engels, F. “La Ideología alemana”)

    “Los comunistas sólo se distinguen de los demás partidos proletarios en que, por una parte,en las diferentes luchas nacionales de los proletarios, destacan y hacen valer los interesescomunes a todo el proletariado, independientemente de la nacionalidad; y, por otra parte, enque, en las diferentes fases de desarrollo por que pasa la lucha entre el proletariado y laburguesía, representan siempre los intereses del movimiento en su conjunto". Continúan: "...los comunistas son, pues, el sector más resuelto de los partidos obreros de todos los países,el sector que siempre impulsa adelante a los demás; teóricamente, tienen sobre el resto delproletariado la ventaja de su clara visión de las condiciones, de la marcha y de los resultadosgenerales del movimiento proletario."

    (Marx, K. y Engels, F. “Manifiesto del Partido Comunista”, 1848)

    “Solo en un orden de cosas en el que ya no existan clases ni antagonismo de clases, lasevoluciones sociales dejarán de ser revoluciones políticas», entonces «la clase obrerasustituirá, en el curso de su desarrollo, a la antigua sociedad civil con una asociación queexcluirá a las clases y su antagonismo; ya no habrá un poder político propiamente dicho, yaque el poder político es precisamente la concreción oficial del antagonismo en la sociedadcivil”. (Marx, K. “Grundrisse. Tomo II, Capítulo II, La metafísica de la economía política”)

    "A fin de estar en condiciones de oponerse enérgicamente a los demócrataspequeñoburgueses es preciso ante todo que los obreros estén organizados de un modoindependiente y centralizados a través de sus clubs (...), y a la primera oportunidad, elComité Central se trasladará a Alemania, convocará inmediatamente un Congreso, ante elque propondrá las medidas necesarias para la centralización de los clubs obreros bajo ladirección de un organismo establecido en el centro principal del movimiento."

    (Marx, K. y Engels, F. “Mensaje del Comité central a la Liga de los comunistas” https://pensaryhacer.files.wordpress.com/2008/08/mensaje-del-comite-central-a-la-liga-de- los-comunistas.pdf )

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    https://pensaryhacer.files.wordpress.com/2008/08/mensaje-del-comite-central-a-la-liga-de-los-comunistas.pdfhttps://pensaryhacer.files.wordpress.com/2008/08/mensaje-del-comite-central-a-la-liga-de-https://pensaryhacer.files.wordpress.com/2008/08/mensaje-del-comite-central-a-la-liga-de-https://pensaryhacer.files.wordpress.com/2008/08/mensaje-del-comite-central-a-la-

  • En un borrador de su ensayo “La Guerra Civil en Francia” sobre la Comuna de París de 1871, Marx remarcó las tareas de “la forma comunal de organización política”:

    “La clase obrera sabe que debe pasar a través de diferentes fases de la lucha de clases.Ellos saben que el reemplazo de las condiciones económicas de esclavitud del trabajo porlas condiciones de trabajo libre asociado pueden conseguirse solamente mediante eltrabajo progresivo del tiempo (...) que ellos no sólo necesitan un cambio en ladistribución, sino también una nueva organización de la producción, que los libere de laactual organización del trabajo, de su actual carácter de clase, y que permita lacoordinación nacional e internacional. Ellos saben que este trabajo de regeneración serádemorado y resistido por los vestigios de los intereses de clase. Ellos saben que la acciónespontánea de las leyes naturales del capital y la propiedad de la tierra sólo pueden sersuperadas por la acción espontánea de la economía social del trabajo libre asociado pormedio de un largo proceso en el que se desarrollen las nuevas condiciones ... Pero ellossaben al mismo tiempo que grandes progresos pueden hacerse mediante la formacomunal de organización política y que este tiempo esta por llegar para ellos y para lahumanidad”.

    (Citado en: http://www.lrp-cofi.org/esp/documentos/capitulo3_1.html )

    En la Conferencia de Londres de la AIT (1871), fue aprobada una resolución "Sobre la actividad política de la clase obrera":

    "contra el poder colectivo de las clases poseedoras, el proletariado sólo puede actuarcomo clase que constituyéndose en un partido político distinto, opuesto a todos los viejospartidos formados por las clases poseedoras" y que "esta conformación del proletariadoen partido político es indispensable para asegurar el triunfo de la revolución social y suobjetivo final: la abolición de las clases”. Engels, resumiendo la resolución, escribió: “simplemente exige la formación, en todos los países, de un partido independiente de laclase obrera, diferenciado de todos los partidos de la clase media".

    (Buonicore, A. C. “Marx, Engels y la cuestión del Partido”. http://www.jaimelago.org/node/119 )

    En el Congreso de la AIT de la Haya (1872) la resolución final dice:

    "La constitución de la clase obrera en un partido político es indispensable para asegurarel triunfo de la revolución social y su fin último: la abolición de las clases (...). Laconquista del poder político se convierte en el gran deber del proletariado". (id)

    En Septiembre de 1873 Marx afirmó:

    "La actividad internacional de la clase obrera no depende en modo alguno de laexistencia de la Asociación Internacional de los Trabajadores. Éste fue sólo el primerintento de crear un órgano central para esa actividad; un intento cuyo impulso ha tenidoconsecuencias duraderas, pero en su primera forma histórica, no pudo prolongarse mástiempo después de la caída de la Comuna de París". (Buonicore, id)

    Engels afirma en 1893, en la época de la Internacional Socialista:

    "El Partido obrero se basa en la crítica más aguda de la sociedad existente. La crítica esun elemento vital”. (Buonicore, id)

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    http://www.jaimelago.org/node/119http://www.lrp-cofi.org/esp/documentos/capitulo3_1.html

  • 1.4/ Contradicciones.

    Fredo Corvo afirma:

    “Uno podría preguntarse que donde Bourrinet ve contradicciones dentro de la izquierdaholandesa, de hecho podría haber contradicciones en sus análisis”.

    Existieron diversas contradicciones en la izquierda holandesa, y en la alemana y aliados. Algunas delas más destacadas son: sobre el partido comunista, sobre la lucha económica (sindicato, uniones,etc.), sobre el carácter de la revolución en Rusia, sobre las causas de la crisis capitalista, sobre laforma de organización política comunista, etc.

    Ver en el capítulo 4) el texto de Cajo Brendel sobre su experiencia en el GIC.

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  • 1.5/ La crítica al “economismo” del GIC por parte de Ph. Bourrinet.

    En algunos aspectos no está bien fundamentada y expresada. En efecto, el GIC sostiene diferentesconsideraciones políticas internacionalistas y revolucionarias, como señala Fredo Corvo.

    Bourrinet las reconoce:

    “...el antiparlamentarismo, las huelgas salvajes y la lucha antisindical, la denuncia de laideología antifascista, la denuncia del stalinismo y de la socialdemocracia, la luchacontra la guerra eran unos temas políticos constantemente abordados en el GIC. Unapreocupación real de intervención política animaba entonces el GIC quecontrabalanceaba tendencias fuertes al economicismo y a la apología de las huelgasinmediatas. Ladesestimación de la política, entendida como política de partido, que estaba en la líneadel anarquismo, fue más bien una característica del comunismo de los consejos despuésde la segunda guerra mundial, en los años 50 y 60”.

    (“La Gauche Communiste Germano-Hollandaise des origines à 1968”. Tercera parte.Capítulo 6. El GIC de 1927 a 1939. En francés: http://www.left-dis.nl/f/gch/#PDF )

    pero escribe:

    “Finalmente, la propaganda del G.I.C. permanecía como muy general y de espíritubastante economicista: se limitaba a los temas de las organizaciones de fábrica y de lafutura "economía comunista". Esta forma de actividad era mucho más próxima de la delAAU-E que del AAU, la que, ligada al KAPD, desarrollaba una propaganda máspolítica”. (Bourrinet. id)

    Bourrinet sí acierta al considerar que el GIC tiene un punto de vista economicista sobre el fracaso dela revolución en Rusia y la realización del comunismo. En su libro cita al GIC críticamente:

    “Para los “Grund-prinzipien” la causa de la derrota de la revolución en Rusia es elfracaso económico del modelo impulsado:

    “Rusia ha intentado en lo concerniente a la industria edificar la vida económica segúnlos principios comunistas y en ello ha fracasado completamente”.

    (Edición francesa del libro “La Izquierda Holandesa: contribución a una historia del movimiento revolucionario”, capítulo VII).

    ...“ni la ausencia de revolución mundial ni la inadaptación de la empresa agrícola ruralindividual a la gestión estatal se les puede considerar responsables del fracaso de larevolución rusa en el dominio económico”...“se trata sobre todo de que los productorescontrolen y repartan el producto social de forma igualitaria para cada uno de ellos ymediante una autoridad ejercida desde abajo”...“los productos no circularían según suvalor de cambio, sometidos al patrón universal del dinero. Por otro lado, con laedificación de un centro contable y estadístico “neutro”, no separado de los consejospero independiente de todo grupo de personas o de toda instancia de carácter central, lanueva sociedad escaparía al peligro de la formación de una burocracia parásita que seapropiaría de una parte del producto social”. (Bourrinet, id)

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    http://www.left-dis.nl/f/gch/#PDF

  • 1.6/ Algunos rasgos de la izquierda comunista germano-holandesa y el consejismo en su contradictorio desarrollo histórico. Hacia el choque con el PCR bolchevique y la IC (Internacional Comunista) sobre la cuestión del partido, los consejos y el Estado.

    Pannekoek, minusvalorando el papel del Estado en el proceso revolucionario, sostiene un punto devista que marca al consejismo y lo relaciona con el anarquismo y el anarco-comunismo, elsindicalismo revolucionario y tendencias unionistas similares:

    «todo el poder pertenece a los trabajadores mismos. Allí donde el ejercicio del poder sehaga necesario –contra disturbios o ataques al orden existente– el poder emana de lascolectividades obreras en los talleres y permanece bajo su control”...“Lo que los obrerostienen que llevar adelante es la dominación de la política por la economía”.

    (Bourrinet. id)

    La frase final de Pannekoek no es una expresión de economicismo, pero muestra una formulación quepuede inducirlo. La Primera Internacional obrera, en los Estatutos elaborados por Karl Marx en 1864,sostiene que:

    “la emancipación económica de la clase obrera es, por lo tanto, el gran fin al que todomovimiento político debe ser subordinado como medio”.

    https://www.marxists.org/espanol/m-e/1860s/1864-est.htm

    Es en la primera parte de esa expresión de Pannekoek donde vemos esas influencias anarquistas. Esecontrol de las colectividades obreras al que alude Pannekoek ¿cómo se establecería?. ¿Por unafederación de colectividades o una unión federativa?. En tal caso dicha federación necesitará crear ydisponer de organismo de coordinación formado por delegaciones de tales colectividades. Eso suponeun nivel por arriba de la colectividad, y ya estamos centralizando. A su vez ese organismo precisarácrear organismos específicos ante cuestiones o problemas específicos, y sobre todo, asegurar lacontinuidad de si mismo y del esquema de relación con las colectividades. Estamos ante un Comitécentral, y entonces lo lógico es admitir su necesidad, explicitar sus funciones y atribuciones, hacerque sus miembros no sean profesionales especializados-as, burócratas de la dirección, impulsandoque se rote y se rompa cada vez más con la división del trabajo (manual e intelectual) y sus versionescapitalistas. Es decir propiciar desarrollar sus funciones positivas y establecer dispositivospreventivos organizados y conscientes para evitar sus aspectos negativos. Y por ello tambiénlógicamente eso va a depender del nivel de lucidez y capacidad organizativa del proletariado, y de lacapacidad del partido comunista mundial de mostrar en la práctica y en la teoría tales necesidades ylos medios para solventarlas en sentido revolucionario. Pannekoek y el comunismo de consejos solíanquedarse en formulaciones a medio camino y ambigüedades unilaterales. Se resentía la prácticadialéctica.

    En la Primera Internacional obrera los marxistas enfocaban la necesidad y el papel de lacentralización y de su órgano, así:

    “6. El Consejo General funcionará como agencia de enlace internacional entre losdiferentes grupos nacionales y locales de la Asociación, con el fin de que los obreros decada país estén constantemente al corriente de los movimientos de su clase en los demáspaíses; de que se haga simultáneamente y bajo una misma dirección una encuesta sobre

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    https://www.marxists.org/espanol/m-e/1860s/1864-est.htm

  • las condiciones sociales en los diferentes países de Europa; de que las cuestiones deinterés general propuestas por una sociedad sean examinadas por todas las demás y deque, una vez reclamada la acción inmediata, como en el caso de conflictosinternacionales, todos los grupos de la Asociación puedan obrar simultáneamente y deuna manera uniforme. Si el Consejo General lo juzga oportuno, tomará la iniciativa delas proposiciones a someter a las sociedades locales y nacionales. Para facilitar susrelaciones, publicará informes periódicos.

    7. Puesto que el éxito del movimiento obrero en cada país no puede ser asegurado másque por la fuerza resultante de la unión y de la organización, que, por otra parte, lautilidad del Consejo General será mayor si en lugar de tratar con una multitud depequeñas sociedades locales, aisladas unas de otras, puede hacerlo con unos pocoscentros nacionales de las sociedades locales, aisladas unas de otras, puede hacerlo conunos pocos centros nacionales de las sociedades obreras, los miembros de la AsociaciónInternacional deberán hacer todo lo posible por reunir a las sociedades obreras, todavíaaisladas, de sus respectivos países, en organizaciones nacionales representadas porórganos centrales de carácter nacional. Es claro que la aplicación de este artículo estásubordinada a las leyes particulares de cada país, y que, prescindiendo de los obstáculoslegales, toda sociedad local independiente tendrá el derecho de corresponderdirectamente con el Consejo General”.

    https://www.marxists.org/espanol/m-e/1860s/1864-est.htm

    Y luego la insertaban en la necesidad del partido:

    “7 *. En su lucha contra el poder unido de las clases poseedoras, el proletariado nopuede actuar como clase mas que constituyéndose él mismo en partido político distinto yopuesto a todos los antiguos partidos políticos creados por las clases poseedoras. Esta constitución del proletariado en partido político es indispensable para asegurar eltriunfo de la Revolución social y de su fin supremo: la abolición de clases. La coalición de las fuerzas de la clase obrera, lograda ya por la lucha económica debeservirle asimismo de palanca en su lucha contra el Poder político de sus explotadores”.

    * Este artículo, síntesis de la resolución adoptada en 1871, en la Conferencia deLondres, fue incluido en los Estatutos por decisión del Congreso de la I Internacional quese celebró en La Haya en septiembre de 1872.

    https://www.marxists.org/espanol/m-e/1860s/1864-est.htm

    Años antes del citado texto de Pannekoek, Engels criticó el desarrollo del oportunismo en lasocialdemocracia, precisando:

    “Se ponen en primer plano las cuestiones políticas abstractas, generales, ocultando asílas cuestiones concretas e inmediatas que se plantean al ocurrir los primeros grandeseventos y crisis políticas. ¿Qué puede resultar de esto salvo que el Partido se muestreimpotente en el momento decisivo y que esa incertidumbre y discordia en las cuestionesmás decisivas reinen en él por el hecho de que nunca han sido discutidas? (...) Esteolvido de las grandes y principales consideraciones por los intereses cotidianosmomentáneos, esta lucha y esfuerzo por el éxito inmediato independientemente de lasconsecuencias posteriores, este sacrificio del futuro del movimiento por su presente,puede que sea pretendido “honestamente”, pero es y sigue siendo oportunismo, ¡y puedeque el oportunismo “honesto” sea el más peligroso de todos!”. (“Contribución a la crítica del programa del partido socialdemocrata de 1891”.

    http://www.marxists.org/espanol/m-e/1890s/1891criti.htm )

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    http://www.marxists.org/espanol/m-e/1890s/1891criti.htmhttps://www.marxists.org/espanol/m-e/1860s/1864-est.htmhttps://www.marxists.org/espanol/m-e/1860s/1864-est.htm#*https://www.marxists.org/espanol/m-e/1860s/1864-est.htm

  • Hemos visto dos grandes formas revolucionarias de lucha contra el oportunismo:

    Una consistente en enfrentarlo de una forma similar a su propio desarrollo práctico inmediato, lo quemarcaba la inmadurez de la izquierda comunista en la asunción de un programa general y unosprincipios esenciales claros y demarcados, esencialmente ante cuestiones decisivas en la expresión deEngels, evidenciando asimismo una situación bien definida de debilidades de la vanguardia de laclase obrera.

    Por otro lado, en ocasiones en un movimiento de vaivén, otra consistía en centrarse en una crítica aloportunismo basada en numerosas cuestiones políticas y teóricas generales, como observamos en ladesarrollada por el comunismo de consejos y el consejismo ante la revolución en Rusia, basada ennumerosas críticas políticas generales; con lo cual se debilitó o desapareció una necesidad deprecisión en cuestiones concretas e inmediatas, y fueron olvidadas o consideradas como negativasrespuestas concretas anteriormente dadas por el comunismo.

    En el consejismo consideraban que “el viejo” movimiento obrero había llegado a su fin, ya no podríadar más, su pervivencia era una expresión de derrota y de integración en el capitalismo. Habría queempezar de cero y elaborar un nuevo movimiento sobre bases totalmente nuevas y distintivas.Pannekoek lo repite una y otra vez desde la década de 1930, y es una característica esencial delconsejismo en todas sus variedades. Ni partido, ni sindicatos, ni parlamento, los consejos y laorganización consejista sería lo único válido.

    Si el modelo consejista se hubiera producido, y los consejos obreros sin la dirección partidista,estuvieran al mando del Estado, ¿se habría podido pasar al socialismo?. Si no fuese el caso, ¿quépodrían haber hecho?. Si en los consejos solo una minoría bien organizada demostrara capacidaddirectiva y resolutiva en el proceso, ¿que tendría ésta que hacer?. Estas serían las cuestiones clave acontestar, ante las cuales no conocemos respuestas contextualizadas por parte del consejismo, salvolas del tipo GIC (“Principios fundamentales de la producción y distribución comunistas”), las “Tesissobe el bolchevismo” de Helmut Wagner, o similares, que veremos luego.

    El oportunismo daba a muchas de esas cuestiones planteadas ante el movimiento proletario, generaleso particulares, de largo alcance o inmediatas, una alternativa reformista democrática; comoevidenciaban en su momento, en la época de la Internacional Socialista, Rosa Luxemburg, Lenin y elpropio Pannekoek, por ejemplo.

    En la izquierda comunista germano-holandesa ese rasgo es muy apreciable. Por ejemplo, RosaLuxemburg y Karl Liebknecht criticaban la que se conocía en medios obreros radicales como“política de jefes”, la propia de la jefatura socialdemócrata burocratizada y parlamentarista. Pero noextraían como conclusión la negación del partido comunista, y de hecho invirtieron su energía y saberpara organizarlo.

    Rosa Luxemburg critica la revolución rusa en varios aspectos y cuestiones importantes, pero noconcluye que sea una revolución burguesa, y mucho menos atribuye tal caracterización a la ideologíade Lenin y el partido bolchevique, como hará el consejismo reiteradamente.

    Liebknecht sostiene lo que el KAPD defenderá, un partido que lucha por la actividad independienteanticapitalista de las masa obreras, dirigiendo, dando consignas, orientaciones, estableciendo planes

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  • de lucha a desarrollar en la revolución, denunciando con teoría y con acción a los enemigos y a lasilusiones e insuficiencias de la clase explotada, formada por sectores cuyo nivel de actividad,organización, lucidez y radicalidad es bien diferente. Esto se comprobó tristemente en losacontecimientos contrarrevolucionarios favorecidos por la mayoría de los delegados obreros en losConsejos de obreros y soldados hegemonizados por el SPD, su Constituyente y su democracia social,a la que no dudó en defender mediante la represión militarista y policial, y los cuerpos nacionalistasarmados (freikorps).

    Rosa Luxemburg sostuvo:“el más ideal de los ejecutivos de un partido no sería capaz de conseguir nada, sehundiría involuntariamente en la ineficiencia burocrática, si la fuente natural de suenergía, la voluntad del Partido, no se hace sentir, y si el pensamiento crítico, lainiciativa de las masas que pertenecen al Partido, se durmiese. De hecho va más allá quetodo esto. Si su propia energía, la vida intelectual independiente de la masa del Partido,no es lo suficientemente activa, entonces las autoridades centrales tienen la tendencianatural no sólo a oxidarse burocráticamente sino que también a desarrollar una ideacompletamente errónea de su propia autoridad oficial y posición de poder con respectoal Partido. El reciente y así llamado “decreto secreto” del ejecutivo de nuestro Partido alos equipos editoriales del Partido puede servir como una prueba fresca de ello, unintento de tomar decisiones por la prensa del Partido, que no puede ser rechazada con lafuerza necesaria. Sin embargo, aquí también es necesario dejar algo claro: tanto contrala ineficiencia como contra la excesiva ilusión de poder de las autoridades centrales delmovimiento obrero no hay otra vía salvo la iniciativa propia, el pensamiento propio, y larecia y vibrante vida política de las más amplias masas del Partido.” 

    (“Again on the masses and the leaders” [“De nuevo sobre masas y líderes”], Agosto1911, publicado originalmente en el “Leipziger Volkszeitung”http://es.internationalism.org/revista-internacional/201504/4097/1914-el-camino-hacia-la-traicion-de-la-socialdemocracia-alemana )

    Años después reconoce una situación penosa en los Consejos, pero se hace ilusiones: “En la atmósfera encendida de la revolución, la gente y cosas maduran con rapidezincreíble. Hace solamente apena tres semanas, cuando el Congreso de los Consejos deObreros y Soldados terminó, parecía que Ebert y Scheidemann estaban en el cenit de supoder. Los representantes de las masas revolucionarias de obreros y soldados en todaAlemania se habían rendido ciegamente a sus jefes. Con la convocatoria de la AsambleaNacional las manifestaciones en las calles fueron estériles, de esta manera se degradó elConsejo Ejecutivo, y con él los Consejos, impotentes figuras ridículas -¡que triunfo parala contrarrevolución en toda la línea! Los frutos del 9 de noviembre parecían serdesperdiciados y derrochados, así la burguesía dio un suspiro de alivio otra vez, y lasmasas estaban perplejas y desarmadas, amargadas y, efectivamente, dudando. Ebert yScheidemann se imaginaron ellos mismos en el máximo apogeo de su poder.¡Tontos ciegos! Aún no han pasado veinte días desde entonces, y su poder ilusorio haempezado a tambalearse de la noche a la mañana. Las masas son el poder real, el poderverdadero, en virtud de la acerada compulsión de la historia. Se [puede] uno encadenarpor el momento, se puede oficialmente despojar a sus organizaciones de todo poder -pero necesita solamente moverse, solamente enderezar sus espaldas obstinadamente, y latierra temblará bajo los pies de la contrarrevolución”.

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    http://es.internationalism.org/revista-internacional/201504/4097/1914-el-camino-hacia-la-traicion-de-la-socialdemocracia-alemanahttp://es.internationalism.org/revista-internacional/201504/4097/1914-el-camino-hacia-la-traicion-de-la-socialdemocracia-alemana

  • ...Sí, es una revolución con todo su desarrollo caótico exterior, con su alternadadisminución y flujo, con sus oleadas momentáneas hacia la toma del poder y los reflujosigualmente momentáneos de las oleadas revolucionarias. Y esta revolución estácaminando paso a paso a través de todos estos movimientos de zig zag evidentes y estámarchando irresistiblemente hacia adelante.

    Las masas deben aprender a combatir, actuar en la lucha misma. Y hoy uno puede intuirque los trabajadores de Berlín en gran parte han aprendido a actuar; tienen sed de actosdecididos de situación claras, de medidas radicales. No son las mismas de cómo lo eranel 9 de noviembre; saben lo que quieren y lo que deben hacer.

    Sin embargo, ¿sus jefes, los organismos ejecutivos de su voluntad, están bieninformados? ¿Tienen los jefes y delegados revolucionarios los grandes objetivos, y tienenla energía y la resolución de los elementos radicales del USPD que están creciendomientras tanto? ¿Su capacidad para la acción está a la altura de la energía encrecimiento de las masas?

    Tememos no poder responder a estas preguntas con uno fuerte y sencillo SI. Tememos quelos jefes todavía están como lo estaban en el 9 de noviembre, que han aprendido muypoco. Han pasado 24 horas desde que el gobierno de Ebert atacó a Eichhorn [1]. Y Lasmasas respondieron espontánea y entusiastamente al llamado de sus líderes, con supropia fuerza forzaron la reinstalación de Eichhorn. Con su propia iniciativa espontáneatomaron Vorwärts y se apoderaron de las editoriales burguesas y el W.T.B. [La agenciatelegráfica de Wolff] y, tan lejos como les fue posible se armaron ellas mismas. Y están ala espera de instrucciones adicionales y movimientos de sus líderes.

    ¿Y mientras tanto, qué han hecho estos líderes? ¿Qué han decidido? ¿Qué medidas hantomado para proteger la victoria de la revolución en esta situación tensa en que eldestino de la revolución será determinado, por lo menos por la próxima época? ¡Nohemos visto ni escuchado nada! Quizás los delegados de los trabajadores estánconferenciando extremadamente y productivamente. Ahora, sin embargo, la época deactuar ha llegado.

    Ebert, Scheidemann, y cía., con toda certeza no están perdiendo su tiempo enconferencias. Indudablemente no que están dormidos. Están preparando sus intrigassilenciosamente con la energía acostumbrada y circunspección de la contrarrevolución;están afilando sus espadas para tomar la revolución por sorpresa, y asesinarla.

    Mientras tanto los otros elementos débiles ya están diligentemente preparando el terrenopara las "Negociaciones", planteando compromisos, lanzando un puente al otro lado delabismo que se ha abierto entre las masas de trabajadores y los soldados del gobierno deEbert, induciendo a la revolución para establecer un "Acuerdo" con sus enemigosmortales.

    Ahora no hay tiempo que perder. Las medidas radicales deben ser emprendidasinmediatamente. Directivas claras y veloces deben ser dadas a las masas, a los soldadosfieles a la revolución. Su energía, su combatividad debe ser dirigida hacia objetivosclaros. Los elementos vacilantes entre los soldados pueden ser ganados para la causasagrada del pueblo por medio de acciones decididas y claras tomadas por los cuerposrevolucionarios.

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    http://www.marxistsfr.org/espanol/luxem/1919/1/7.htm#n1

  • ¡Actuar! ¡Actuar! Valientemente, resueltamente, conscientemente - ése es el "maldito"deber y la obligación de los líderes revolucionarios y los auténticos líderes de partidosocialista. Desarmar a la contrarrevolución, armar las masas, ocupar todo los puestos depoder. ¡Actuar rápidamente! La revolución obliga. Las horas cuentan como meses, losdías como años en la historia del mundo. ¡Los organismos de la revolución beben tomarconsciencia de sus altas obligaciones!”.

    (“¿Qué están haciendo los jefes?”. “Rote Fahne” (Bandera roja), 07/01/1919. http://www.marxistsfr.org/espanol/luxem/1919/1/7.htm )

    En " A pesar de todo / Trotz alledem" Karl Liebknecht el dirigente comunista espartakista, escribió el14 de Enero de 1919:

    “¡Asalto general contra “Spartakus”! ¡Muerte a los espartaquistas! ¡Atrapadlos,golpeadlos, fusiladlos, pisoteadlos, hacedlos jirones!… En efecto, lo han conseguido,“Spartakus” ha sido aniquilado. ¡Y ahora vienen los gritos de alegría, desde el “Post”hasta el “Vorwaerts”!

    ¡”Spartakus” ha sido aniquilado! Los sables, los revólveres y los mosquetones de la viejapolicía germánica, reconstituida mediante el desarme de los obreros revolucionarios trasla terminación de la guerra, han sido los que han sellado nuestra derrota. ¡”Spartakus”ha sido aniquilado! Bajo la guardia de las bayonetas del coronel Reinhardt, de lasmetralletas y de los lanzaminas del general Lüttwitz, tendrán lugar al fin las eleccionespara la Asamblea Nacional… pero será el plebiscito de Luis-Napoleón Ebert.

    ¡”Spartakus” ha sido aniquilado! Y es cierto. Los obreros revolucionarios de Berlín hansido aplastados. Cientos de los mejores de ellos han sido masacrados. Es cierto. Y unmillar de entre los más fieles arrojados a los calabozos… En efecto, ahí están losvencidos: abandonados por los marineros, por los soldados, por los cuerpos deprotección, por la milicia popular, por todos aquellos en cuya ayuda tan firmementehabían confiado.

    Lo más importante, sin embargo, ha sido que su fuerza y su formidable impulso inicial hasido frenado por la indecisión y la debilidad de sus jefes, de forma que tan solo así hasido posible que la terrible marea de lodo de la contra-revolución haya arrastrado yahogado a unos luchadores tan decididos.

    En efecto, han sido derrotados. Habrá que pensar que su derrota era un mandamiento dela historia. La revolución no estaba madura. Los tiempos no eran los más apropiados…¡Y a pesar de todo la lucha era inevitable! Dejar a los Ernst, Hirsch y demás consortes laposibilidad de retomar la Prefectura de policía, convertida en una especie de palladiumde la revolución, hubiera sido la verdadera derrota y el indiscutible deshonor. La lucha lefue impuesta al proletariado por toda la camarilla de Ebert, y las masas berlinesas selevantaron entonces, con un espontáneo rugido, abatiendo toda clase de dudas eincertidumbres.

    En efecto, los obreros revolucionarios de Berlín han sido aplastados, y los Ebert-Scheidemann-Noske han resultado victoriosos. Se han alzado con la victoria porque losgenerales, la burocracia, los señores de las chimeneas y de los bancales de lechugas, losclérigos, los sacos de dinero y todo lo que es asmático, limitado y retrógrado, les hanayudado apoyándose en las bombas de gas, las metralletas y las granadas.

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    https://diariodeunacolonia.wordpress.com/2013/06/27/a-pesar-de-todotrotz-alledem-karl-liebknecht/https://diariodeunacolonia.wordpress.com/2013/06/27/a-pesar-de-todotrotz-alledem-karl-liebknecht/https://diariodeunacolonia.wordpress.com/2013/06/27/a-pesar-de-todotrotz-alledem-karl-liebknecht/http://www.marxistsfr.org/espanol/luxem/1919/1/7.htm

  • ...Alemania entera ha sido sumida en la vergüenza más absoluta... por ellos. ¡Lostraidores de sus hermanos gobiernan hoy al pueblo alemán! ¡Unos asesinos fraticidaserigidos en gobernantes! Es evidente que su gloria no puede durar mucho. ¡Apenas si uncuarto de hora de gracia! Porque su reino acabará por encender de nuevo en loscorazones la llama de la revolución. En efecto, la revolución del proletariado que elloshan pensado sofocar con la sangre, se alzará por encima de sus cabezas… como ungigante demoledor. Y su primera consigna será la siguiente: “!Abajo los asesinos deobreros Ebert-Scheidemann-Noske!”

    Los vencidos de hoy saben algo que no sabían. Están curados de falsas ilusiones. Hoysaben que no cabe confiar en el apoyo de nadie, salvo en sus propias fuerzas, Ni siquieradeberán confiar en los jefes, posiblemente impotentes o incapaces. Los vencidos de hoyestán curados de toda fe centralizadora, de toda creencia en la sabiduría del partido,sobre todo si este se autotitula de “independiente”. Los revolucionarios han aprendidoque, tan solo confiando en ellos mismos, podrán librar las batallas futuras, consiguiendopor ellos y para ellos las victorias del porvenir. La palabra siguiente a la emancipaciónde la clase obrera no puede ser otra más que la obra de la propia clase obrera. Es elderecho que se habrá ganado a lo largo de numerosas experiencias como la de la últimasemana. Y entonces hasta los soldados, engañados y ofuscados, reconocerán rápidamenteel juego que se ha estado jugando con ellos, lo cual ocurrirá cuando sientan abatirse denuevo el látigo del militarismo sobre ellos, despertando así de la borrachera queactualmente les aturde.

    ¡”Spartakus” ha sido aniquilado! Es cierto. Pero nosotros seguimos aquí. No hemoshuido ni hemos muerto. Y aunque nos encadenen, seguiremos aquí, continuaremosestando aquí... hasta que consigamos alzarnos con la victoria que pretendemos.“Spartakus” significa fuego y espíritu, significa alma y corazón, significa voluntad yacción en favor de la revolución del proletariado. “Spartakus” significa toda la miseriaactual y la natural aspiración a la felicidad, significa y encierra en sí toda la concienciade clase del proletariado y toda su audacia para la lucha. “Spartakus” significasocialismo y revolución mundial.

    El camino de Gólgota para la clase obrera no se ha terminado aún. Pero el día de laliberación esta cada vez más próximo. Será el día del juicio de los Ebert-Scheidemann-Noske y de todos los poderosos del capitalismo que hoy se ocultan tras ellos. Las olas delos acontecimientos se levantan hasta el cielo... y nosotros estamos ya acostumbrados aser arrojados desde lo más alto a lo más profundo, pero también estamos habituados a latrayectoria inversa, lo que no evitará que nuestro navío siga inflexible su ruta hacia eldestino que tiene marcado.

    Que nosotros estemos o no entre los hombres, cuando dicha meta sea conquistada, es lode menos, porque nuestro programa seguirá vivo para regir el mundo de la humanidadliberada... ¡A pesar de todo!

    ¡A pesar de todo! A pesar de todos los fracasos y derrotas previas, el ejércitoaparentemente adormecido de los proletarios se despertará como ante las trompetas deljuicio final, y los cadáveres de todos los luchadores asesinados se pondrán de pie parapedir cuentas a los que sólo se merecen sus maldiciones. Hoy no se oye más que el rumorsubterráneo del volcán, pero mañana estallará en erupción para sepultar a los actualesvencedores entre las cenizas abrasadoras y sus ríos de lava”.

    https://www.marxists.org/espanol/liebknecht/1919/enero/15.htm

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    https://www.marxists.org/espanol/liebknecht/1919/enero/15.htm

  • La denuncia de lo que se denominaba en medios proletarios radicales “política de jefes” está clara enRosa Luxemburg y Karl Liebkncht. No la ligan a posiciones consejistas, sino a su superación por unpartido comunista y un movimiento obrero de masas mejorado y revolucionario. Fueron un pilaresencial en la constitución del KPD, el partido comunista de Alemania.

    Como muchas expresiones popularizadas, “política de jefes” tiene claroscuros, partes positivas ynegativas, expresa una realidad odiada y denostada por el medio más radical pero al mismo tiempoalgunas de sus carencias e ilusiones. Provenía de algo muy real y materialmente actuante en unperiodo histórico: la socialdemocracia se había constituido en un Estado mayor central de la claseobrera, dictaba y aconsejaba, impulsaba y prohibía, levantaba esperanzas... y algunas las realizaba yotras las frustraba. Pero era muy seguida por la clase obrera.

    Eran patentes las luchas entre sus alas, y en particular los choques del ala izquierda contra la derechareformista y revisionista (Vollmar, Bernstein, etc.), y en ocasiones contra el centro (Kautsky, etc.). Ladisciplina era no obstante tan férrea, formalista y seguidista que la propia izquierda reaccionó en basea ella al principio de la votación de los créditos de guerra, y en general esperó y esperó...

    Esa realidad era criticada en medios radicales del movimiento obrero, no una invención de cuatroradicales infantilizados-as, ni una mera expresión de cesión al medio libertario, algo que Lenin,Zinoviev o Trotski apenas consideran o que desconsideran abiertamente.

    Leemos a Alan Woods, trotskista, en el prólogo a una edición de “La enfermedad infantil del´izquierdismo` en el comunismo” de Lenin :

    “En el Segundo Congreso de la Comintern, Lenin y Trotsky lanzaron una lucha contra la“enfermedad infantil” del ultraizquierdismo. El Manifiesto del Segundo Congreso,escrito por Trotsky, declara:

    “La Internacional Comunista es el partido mundial de la rebelión proletaria yde la dictadura del proletariado. No tiene tareas ni objetivos separados ni apartede los propios de la clase obrera. Las pretensiones de las sectas minúsculas,cada una de las cuales quiere salvar a la clase obrera a su manera, son ajenas yhostiles al espíritu de la Internacional Comunista. No posee ningún tipo depanacea ni fórmulas mágicas, sino que se basa en la experiencia internacional,presente y pasada, de la clase obrera; depura esa experiencia de todas lasequivocaciones y desviaciones; generaliza las conquistas alcanzadas y reconocesolamente como fórmulas revolucionarias las fórmulas de acción de masas”(Trotsky, “Los cinco primeros años de la Internacional Comunista”, Vol. 1,énfasis nuestro).

    El mismo documento añade: “Llevando a cabo una lucha sin cuartel contra el reformismo en los sindicatos ycontra el cretinismo parlamentario y el carrerismo, la Internacional Comunistacondena al mismo tiempo todos los llamamientos sectarios para dejar las filasde las organizaciones sindicales que agrupan a millones, o dar la espalda altrabajo en las instituciones parlamentarias y municipales. Los comunistas no seseparan de las masas que están siendo engañadas y traicionadas por losreformistas y los patriotas, sino que se comprometen a un combateirreconciliable dentro de las organizaciones de masas e instituciones

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  • establecidas por la sociedad burguesa, para poder derrocarla lo más segura yrápidamente posible” (ibid.).

    El ultraizquierdismo, reflejo de la impaciencia y la inexperiencia, estaba extendido ensectores de los dirigentes comunistas en Gran Bretaña, Alemania, Holanda e Italia. Lasdeclaraciones más comunes eran de rechazo al trabajo electoral parlamentario, altrabajo en los sindicatos reformistas, y una actitud sectaria hacia los partidos reformistasde masas. Lenin y Trotsky combatieron esas ideas abogando por la táctica del FrenteÚnico para tender un puente hacia las masas de los obreros socialdemócratas. En el casode Gran Bretaña, fueron más lejos y plantearon que el PC británico debería intentarafiliarse al Partido Laborista.

    El libro de Lenin “La enfermedad infantil del ‘izquierdismo’ en el comunismo” fueescrito para responder a los argumentos de los “izquierdistas”, que reaparecen a cadapaso en los escritos de las sectas. Lenin explicó que era un crimen separar a los obrerosavanzados de las masas y que ese tipo de tácticas, lejos de debilitar a la burocraciasindical, en realidad servía para fortalecerla:

    ...“este tipo de postura no tiene nada en común con los auténticos métodos delbolchevismo del cual es una mera caricatura abstracta. Lenin explicó que para ganar alas masas no es suficiente con aprender cómo atacar, sino también cómo retirarseordenadamente, virar, desviarse, maniobrar, evitar dar la batalla en condicionesdesfavorables y demás. Toda la historia del bolchevismo está llena de ejemplos de estetipo de tácticas flexibles y expertas reflejadas en los escritos de Lenin y resumidas en “Laenfermedad infantil”. (...)

    “Lenin y los bolcheviques no eran ni cretinos parlamentarios ni anarquistas. Entendieronque, para poder llevar adelante la revolución socialista, primero es necesario ganar a lasmasas. Por ese motivo, aprendieron a utilizar todas y cada una de las posibilidades parallevar adelante trabajo revolucionario. En general, no tenían fetiches, ni el feticheparlamentario de los reformistas, que piensan que todo se puede reducir a la acciónparlamentaria; ni el fetiche antiparlamentario de los anarquistas, que dicen que no hayque participar en el parlamento bajo ninguna circunstancia. Esta última postura hubieracondenado a los bolcheviques a una existencia sectaria. Boicotear el parlamento y laselecciones cuando no se está en condiciones de ofrecer una alternativa mejor, equivale aboicotearse a uno mismo”. (...)

    “El ‘tercer periodo’.

    La mayoría de los partidos comunistas, al final, se convencieron de la corrección de lapolítica de Lenin y, durante un tiempo, mediante la aplicación de ésta, obtuvieron muybuenos resultados. Por ejemplo, el PC británico logró tener un eco importante en elPartido Laborista e incluso consiguió tener diputados en el Parlamento británico en losaños 20. Los partidos comunistas empezaron a abrirse camino hacia los obrerossocialdemócratas en todas partes y si se hubiesen mantenido en la táctica de Lenin, eléxito de la revolución hubiese estado garantizado. Pero la degeneración estalinista de laUnión Soviética hizo estragos en las direcciones todavía inmaduras de los partidoscomunistas en el exterior. Los zig-zags ultraizquierdistas de la burocracia rusa llevaron ala política del “tercer período” y del “socialfascismo”, con efectos desastrosos para laComintern”.

    http://www.fundacionfedericoengels.net/images/PDF/El_izquierdismo_Lenin.pdf

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    http://www.fundacionfedericoengels.net/images/PDF/El_izquierdismo_Lenin.pdf

  • Lenin critica en 1920 las siguientes posiciones del KAPD:

    “...Hay ahora, por consiguiente, dos partidos comunistas frente a frente: Uno, el partidode los jefes, que trata de organizar y dirigir la lucha revolucionaria desde arriba,aceptando los compromisos y el parlamentarismo con el fin de crear situaciones quepermitan a esos jefes entrar en un gobierno de coalición, en cuyas manos se halle ladictadura. Otro, el partido de las masas, que espera el ascenso de la lucharevolucionaria desde abajo y conoce y aplica para esta lucha un solo método queconduce claramente al fin, rechazando todos los procedimientos parlamentarios yoportunistas; ese método único es el derrocamiento incondicional de la burguesía paraimplantar después la dictadura de clase del proletariado con el objeti