Contracorriente #29

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Un Balance del proyecto del NPA francés a la luz de las lecciones de la lucha de clases Reforma laboral Mientras Rajoy lanza el mayor ataque a los trabajadores Toxo y Méndez siguen de brazos cruzados por la reconstrucción de la cuarta internacional / ó rgano de Número 29 // Enero 2012 www.clasecontraclase.org // [email protected] Precio 1 € // Apoyo 1,50 € DVD + Periódico: 5€ Desde este número publicaremos de forma opcional con nuestro periódico diversos documentales y películas en formato DVD Las primeras medidas de Rajoy EL GOBIERNO DE LAS 200 FAMILIAS MÁS RICAS

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Contracorriente #29 | Periódico de Clase contra Clase - Estado Español

Transcript of Contracorriente #29

Un Balance del proyecto del NPA francés a la luz de las lecciones de la lucha de clases

Reforma laboral

Mientras Rajoy lanza el mayor ataque a los trabajadores Toxo y Méndez siguen de brazos cruzados

por la reconst rucc ión de la cuar ta in ternac iona l / órgano de

Número 29 // Enero 2012 www.clasecontraclase.org // [email protected] Precio 1 € // Apoyo 1,50 €

DVD + Periódico: 5€ Desde este número publicaremos de forma opcional con nuestro periódico diversos documentales y películas en formato DVD

Las primeras medidas de Rajoy

EL GOBIERNO DE LAS 200 FAMILIAS MÁS RICAS

2 EDITORIAL

El gobierno de las 200 familias más ricas de España -que suman un patrimonio estimado de 135.000 millones de euros (como señala El Mundo, 31-12-2011)-, está dispuesto a profundizar la guerra contra los trabajadores y las clases populares con más paro, más precariedad y pobreza . Mientras, como anuncia este periódico: “(...) los potentados españoles no pierden, incluso ganan. De hecho, los 10 más ricos de la Bolsa española han incrementado su fortuna un 8% este año.” De ellos, casi 24.000 millones pertenecen a Amancio Ortega, el dueño de Zara, el hombre más rico del país, cuya fortuna equivale a la de sus 15 in-mediatos perseguidores juntos y que ha redondeado el año cerrando la operación inmobiliaria más jugo-sa desde 2008.

La composición del Gobierno, con un Ministro de Economía, Luis de Guin-dos, que fue el responsable de Leman Brother para Europa, o uno de Defensa, ex-directivo de la industria armamen-tística, es una prueba palpable de para quien se va a gobernar. Algo parecido a los gestos descarados de Zapatero, cuando reunía a las 37 grandes fortunas en la Moncloa antes de anunciar sus pa-quetes de ajuste. El anuncio de recortes de 40.000 millones en un año no les causa empacho anunciarlo, a la vez que todavía no descartan más ayudas públi-cas a la banca para la recapitalización que necesitan para absorver las pérdidas del ladrillo, con un coste que algunos estiman que podría llegar a los 50.000 millones de euros de dinero público. O la medida de subida de impuestos apro-bada recientemente -todo un incumpli-miento flagrante de una “bandera” de su programa- no les sonrroja reconocer que ha sido exigida en una conversación telefónica con Merkel.

La guerra contra los trabajadores declarada por Zapatero se promete redoblar con Rajoy

Dentro de lo previsible, pero no por esperado menos terrible. Así es como

podemos definir los primeros pasos de Mariano Rajoy y el PP es sus prime-ros días de Gobierno. Que en 2012 se va a redoblar la guerra, que ya declaró el PSOE y Zapatero contra los traba-jadores, queda más que claro con la formación del nuevo Gobierno y la aprobación de sus primeras medidas de ajuste draconiano.

Como telón de fondo una crisis capitalista mundial que empeora día tras día. Arrecian los aires de des-aceleración y vuelta a la recesión en regiones como Europa, y especial-mente en el Estado español. La cri-sis de la deuda pública está lejos de cerrarse. A pesar de la imposición de Gobiernos técnicos y bonapartirtas, como el italiano y el griego, de las “reconfiguraciones a la alemana” de la UE por medio de las últimas cumbres -que dejan al desnudo la de-bilidad del euro y la misma UE, de la que ya se empiezan a bajar “pesos pesados” como Gran Bretaña-, de las promesas de refuerzo del fondo de rescate... las posibilidades de quie-bra de alguno de los Estado del sur de Europa, de una oleada de quiebras bancarias y otro escenario peor que la misma quiebra de Leman Brother en 2008 -punto de arranque de la ac-tual crisis- sigue abierta.

Así pues a la voluntad del PP -como hasta el 20N del PSOE- y del conjun-to de los pilares del Régimen del 78 -empezando por el Rey- de salvar los muebles de la patronal y la banca a costa de descargar con toda la crude-za la crisis sobre los hombros de los trabajadores, se le suma la cada vez mayor presión de los mercados que han de refinanciar la deuda pública, la UE, el BCE y el FMI (la llamada “troika”), para que esto se haga de la manera más rápida y brutal posi-ble. Cualquier “titubeo” del nuevo Gobierno será “castigado” con es-caladas de la prima de riesgo y otras “sanciones” al estilo (sin descartar quedarse fuera de la nueva UE “en construcción”). Sin duda una “pre-sión” para quien gestiona los asuntos de la burguesía española -aceptada con sumiso entusiasmo por otra par-te-, y toda una alerta para los traba-jadores y sectores populares, que de-bemos ser conscientes de la dureza y ofensividad de lo que se avecina.

Lo histórico de la ofensiva que pre-para el nuevo Gobierno queda refleja-do en que ni tan siquiera se cuidan las formas. Algo así estamos viendo ya, con más descaro si cabe, en las degra-dadas democracias griega e italiana. Ante las “dificultades” que podían ver

El Gobierno de las 200 familias más ricas de España

Las primeras medidas de Rajoy

Editorial

- El Gobierno de las 200 familias más ricas de España - pág. 2

Estado español

- Las joyas del PP - pág. 4

- La crisis del PSOE y su intento de recomposición - pág. 5

- El capitalismo español, el Rey y las libertades del pueblo vasco - pág. 6

- Una democracia burguesa tutelada y degradada - pág. 7

- Histórica Manifestación por los derechos de los presos políticos vascos - pág. 7

- Toxo y Méndez siguen de brazos cruzados - pág. 9

Mov. Obrero- Nuevos ajustes a los funcionarios públicos en Catalunya - pág. 10

- La patronal hostelera prepara una ofensiva brutal contra el salario y las condiciones - pág. 11

Juventud

- Avancemos hacia una primavera caliente - pág. 12

- ¿Qué es la CEEM de Zaragoza? - pág. 13

Internacional

- Un Balance del proyecto del NPA francés a la luz de las lecciones de la lucha de clases - pág. 14

- Chile: Segunda vuelta de Elecciones Feusach - pág. 21

Contraportada

- Mediometraje “Mi nombre es Trotsky” - Continúa en pág. 22

SUMARIO

Número 29 // Enero 2012

3EDITORIAL

los mercados y la “troika” para que Berlusconi y Papandreu pasasen sus planes -por la debilidad política del primero, y la fortísima lucha de clases que estaba enfrentando el segundo- no dudaron en imponer sendos “golpes constitucionales” que han dado como resultado Gobiernos técnicos de ca-rácter inicialmente bonapartista. Ellos serán quienes impongan los planes, sin contar siquiera con el respaldo formal de unas elecciones, y con un Parlamento que le sirve de comparsa, obligado a votar todas las leyes y re-cortes que se le presenten.

En el Estado español, el adelanto de las elecciones al 20N, evitó un escena-rio como éste. Sin embargo la mayoría absoluta del PP, su control de la ma-yoría de comunidades, diputaciones y grandes ayuntamientos, del poder judicial, la televisión pública... son la base para un “Gobierno fuerte” que va a emplear estos cuatro años para, como diría Primo de Rivera, actuar cual “cirujano de hierro”, e imponer caiga quien caiga todos los ataques que se le demanden por la patronal y la banca. Esta visión de sí mismo hace que el PP tire para adelante sin escon-der sus intenciones, a diferencia de la campaña electoral, cuando ni nombra-ba que iba a hacer concretamente.

Frente a la criminal política de la burocracia sindical de CCOO y UGT...Plan de lucha desde las bases

La política de los dirigentes de CCOO y UGT sigue en la misma lí-nea que con el anterior Gobierno. Si bien la concordia con el PP no es por el momento como con el PSOE, no se cansan de intentar que así sea, llamando a que se cuente con ellos, a sentarse a negociar... y sobre todo no moviendo ni un dedo para intentar fre-nar ninguno de los ataques que ya se están implementando y anunciando. Tal vez el ataque que el Gobierno tam-bién quiere llevar contra las mismas organizaciones sindicales -que ya ha empezado con la retirada del 20% de las subvenciones- les haga reaccionar, pero lo que por el momento prima es su “responsabilidad” de “sindicalistas de Estado”, que les lleva a preocupar-se mucho más por la estabilidad del Gobierno y el Régimen -al cual se han integrado- que por los derechos de los trabajadores.

Esta criminal política no hace más que continuar debilitando la capa-cidad de respuesta de la clase traba-jadora, en contra de prepararla para poder enfrentar como se merece la

ofensiva planteada para los próximos meses. El terror que causa el desem-pleo de masas en quien todavía con-serva el trabajo, la creciente división entre diferentes sectores de trabaja-dores (fijos, temporales, subcontra-tados, precarios...), el crecimiento de las ideas racistas y xenófobas en los trabajadores y otros sectores popula-res... son efectos reaccionarios de la crisis promovidos y mantenidos tam-bién por la misma burocracia sindical que mantiene al grueso de la clase tra-bajadora fuera de la escena.

Esto hace que incluso cuando sec-tores de la misma clase -como los tra-bajadores públicos en muchas comu-nidades- o la juventud -como con el 15M o con el movimiento estudiantil- salen a luchar, el impacto y la fuerza de las protestas termine diluyéndose, provocándose el desgaste por aisla-miento (como tratan de hacer con los profesores madrileños o la sanidad, y a hora los funcionarios en general, en Catalunya) o la dispersión por no poder confluir con la clase que pue-de paralizar y golpear el corazón del sistema capitalista, como le está ocu-rriendo al 15M.

Acabar con el control que esta bu-rocracia sindical mantiene sobre los principales sectores de nuestra clase es pues una tarea primordial para po-der avanzar en que los trabajadores se pongan a la cabeza de la respuesta al actual Gobierno, se puedan organizar aquellos sectores con peores condi-ciones de trabajo o privados de él, y puedan confluir con el conjunto de las luchas que ya están siendo protagoni-zadas por trabajadores públicos, jóve-nes, estudiantes y sectores populares.

En esta tarea debe jugar un papel clave el sindicalismo alternativo y de clase, tanto la izquierda sindical como los sectores opuestos a la política de Toxo y Méndez dentro de CCOO y UGT, promoviendo asambleas en los centros de trabajo, paros, acciones, elección de delegados de base, esta-bleciendo coordinaciones entre los sectores en lucha... y de esta manera ir discutiendo e imponiendo desde abajo un plan de lucha para derrotar al Gobierno de Rajoy y la batería de ataques que prepara. También en el movimiento 15M y en el estudiantil debemos aportar en esta dirección, poniendo en pie un potente movi-miento de la juventud contra la degra-dación de la educación y por nuestro futuro, y tratando de que nuestra lucha sirva de aliento para los trabajadores, apoyando sus luchas, sumándonos a la denuncia de la burocracia sindical

y preparando una verdadera unidad obrero-estudiantil, la única forma de que las reivindicaciones de la juven-tud y los estudiantes puedan tener la resonancia suficiente.

Por una estrategia revolucionaria

En el enorme movimiento del 15M, grandes sectores de jóvenes y traba-jadores venimos haciendo una expe-riencia con el Régimen del 78 y sus gobiernos, que nos demuestran que la perspectiva para las actuales y futuras generaciones es negra; por lo cual una salida revolucionaria hoy es menos “utópica” que la reforma de un sistema que se demuestra putrefacto. La cara del mismo son los 135.000 millones de euros de las 200 familias más ricas, equivalentes a los más de 5 millones de parados, miles de desahucios, pre-cariedad laboral, y mayor hundimiento en la pobreza para nuestra clase. Ante esto, es necesario que los trabajadores y los jóvenes que han luchado en el 15M, en las asambleas, en las expe-diciones a las fábricas y centros de trabajo, que también lo están hacien-do en el movimiento estudiantil o las luchas que se dan contra los ajustes y despidos en el sector público, desper-tando así a la militancia política, abra-cen una perspectiva revolucionaria para poder avanzar en construir una organización revolucionaria. Los mi-litantes de Clase contra Clase estamos siendo parte de un proceso que va pre-cisamente en esta dirección, poniendo

en pie junto con otros jóvenes y traba-jadores la Agrupación Revolucionaria No Pasarán, lo que constituye una valiosa experiencia común con estos luchadores que abrazan la estrategia de la revolución.

La perspectiva revolucionaria está borrada en la mayoría de las organi-zaciones de izquierda, que tras déca-das de retroceso y ataque a las clase trabajadora, se han vueltos escépticos de la potencialidad de la misma. El escepticismo hacia la posibilidad de una salida revolucionaria ha llevado a la izquierda española a plantear sali-das de reformas del sistema y sin una perspectiva estratégica de clase. Todo esto en un momento en el que los jóve-nes y trabajadores comienzan a salir a luchar contra los ajustes en gran parte de Europa, el proceso revolucionario de Egipto se revitaliza con mayor par-ticipación de la clase trabajadora y el movimiento obrero de China y otros países asiáticos empieza a despertar. Hoy más que nunca es necesario que los revolucionarios planteemos un programa que ayude a recuperar la perspectiva de la pelea revolucionaria por un Gobierno de los trabajadores, que sobre las ruinas de la Monarquía de Juan Carlos I y su Constitución re-suelva los grandes problemas de los trabajadores y sectores populares. Un programa que plantee la expropiación y confiscación de los capitalistas, de solución a todos los problemas de la clase obrera y los sectores populares.

Declaración de balance sobre el resultado electoral del 20N

http://www.clasecontraclase.org/spip.php?article764

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4 ESTADO ESPAÑOL

Las joyas del PP

Para gestionar la crisis Mariano Rajoy ha elegido “muy bien” a sus ministros. Analizando los nombres, sobre todo de los que están al cargo de las carteras claves, nos damos cuenta de que nos enfrentamos a un Gobierno de lobbies, represores, fervientes católicos y economistas cafres. Podemos hacernos una idea de las directrices que seguirán en sus respectivas tareas conociendo un poco la trayectoria y las líneas a favor de banqueros, empresarios e Iglesia de los nuevos ministros. Con seguridad serán continuadores de ésta, es decir seguirán actuando en beneficio de ellos mismos y los suyos.

El nuevo Ministro de Asuntos Exte-riores, José Manuel García-Margallo, entre otras actividades, fue durante 6 años Secretario de las Relaciones In-ternacionales de la Democracia Cris-tiana, algo que no nos sorprende vi-niendo del PP.

Otro ultracatólico, perteneciente al Opus Dei, acérrimo defensor de de-rogar la reforma de la ley del aborto; alguien que integra la religión en la política será quién ocupe la cartera de Interior. Sin duda Rajoy también lo ha sabido elegir bien porque debe-rá mantener el “orden”, ya que Jorge Fernández Díaz es un perro viejo en lo que a represión se refiere. Ya que fue Gobernador Civil en Barcelona y As-turias en los 80. Ya se ha dirigido a las Fuerzas de Seguridad del Estado exi-giendo “eficacia, eficiencia y lealtad institucional”, así advirtió que estos cuerpos “velarán por que se cumplan las leyes y se puedan ejercer derechos fundamentales como el de manifesta-ción, pero haciéndolos compatibles con los derechos de otros ciudadanos de vivir en libertad y de circular por la calle con normalidad”.

También buen conocedor de su ofi-cio es Pedro Morenés, actual Minis-tro de Defensa, quien fue durante el gobierno de Aznar Secretario de Es-tado de Defensa y a partir del 2000 Secretario de Estado de Seguridad del Ministerio de Interior, dejando como regalo una deuda de más de 30.000 millones de euros debido a sus pro-gramas de armamento y derroche en el gasto militar. Posteriormente ha

ido engordando su curriculum con cargos como consejero, representan-te y director ejecutivo de diferentes empresas fabricantes de todo tipo de material armamentístico, incluidas las prohibidas bombas de racimo.

No sabemos los ataques concretos que el PP lanzará en materia de educa-ción pero nos podemos hacer una idea haciendo repaso de lo que Lucía Figar, Consejera de Educación de la Comuni-dad de Madrid, ha privatizado desde el 2007, y los brutales ataques a las con-diciones laborales de los pocos profe-sores a los que ha dejado con trabajo. Con larga experiencia empresarial, quién estará al frente de la Educación es José Ignació Wert, que tiene tras de sí una gran actividad en diferentes empresas, ya que fue director de rela-ciones corporativas del BBVA; cargo que abandonó para dirigir Inspire Con-sultores, una sociedad que se encarga de gestionar y administrar a empresas. Ademas, en los últimos tiempos, ha sido un asiduo tertuliano televisivo, donde ha defendido enérgicamente, los recortes educativos llevados a cabo en Madrid y en otras regiones.

Paradójico es que el Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente tenga miles de acciones en diferentes petroleras, como también que Cristobal Montoro, el Ministro de Hacienda encargado de administrar los ingresos del Estado, fuera socio fundador de Equipo económico; una asesoría que entre otras actividades, ayudaba fiscalmente a empresas a re-ducir sus pagos a Hacienda. No hay duda de a quién le tocara “contribuir” más para que cuadren las cuentas.

La Ministra de Empleo no se queda atrás, uno de sus objetivos será llevar a cabo la nueva reforma laboral. Según ella es inaplazable y ya ha dado algu-nas pistas de lo que serán los nuevos ataques en el ámbito laboral y de las pensiones. Como los 67 años le pare-cen pocos para que nos jubilemos, su intención es incentivar la prolonga-ción “voluntaria” de la vida laboral, según sus palabras.

Otro ejemplo es el de la Ministra de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad, Ana Mato, una acérrima opositora al aborto y al matrimonio homosexual,

implicada en el caso Gürtel a través de su ex marido (llegó a afirmar que desconocía la existencia de un porsche en la casa familiar) y que minusvalora la “violencia de género”, al recortarles ayudas y al calificarla de “violencia en el ámbito doméstico”.

Pero uno de los mejores “aciertos” de Rajoy y de quien dependerá Eco-nomía es Luis de Guindos, “fue uno de los tres miembros del consejo de administración del BMN fruto de la integración de Cajamurcia, Caixa Penedès, CajaGranada y SA Nostra, ha percibido 915 millones de euros de ayudas públicas a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB)”1 por lo que perecibió un sa-lario que ascendió a 65.000 euros en el 2011. No sabemos si tendrá el mis-mo ojo para los mercados como cuan-do fue Consejero Asesor para Europa, además de Presidente para España y Portugal, de Lehman Brothers hasta el momento de su quiebra.

por C. NERI Y N. VALLEJO

NOTAS 1 El economista.es, 30/12/ 2011

Vicepresidenta

Hacienda

Economía

Interior

Industria

Exteriores

Fomento

Agricultura

Justicia

Educación

Sanidad

Defensa

Empleo

5ESTADO ESPAÑOL

Rubalcaba o Chacón: esa no es la cuestión

La crisis del PSOE y su intento de recomposición

Las elecciones legislativas del 20N han supuesto el mayor varapalo para el PSOE de toda la democracia, con la pérdida de cuatro millones de votantes con respecto a las eleccio-nes del 2008. Esto era de suponer después del primer resbalón en las municipales del 22 de mayo, donde perdieron cientos de municipios y todas las Comunidades Autónomas en las que se celebraron los comicios.

Es la hora, para los que vuelven a denominarse “socialdemócratas”, de hacer reflotar el PSOE, hacerle un “la-vado de cara” y volver a ganar la con-fianza perdida entre millones de tra-bajadores y jóvenes. Esta difícil tarea la encabeza por un lado precisamente una de la amigas de ZP, Carmen Cha-cón, apoyada por absolutamente to-dos los que estaban en la Nueva Vía; excepto Trinidad Jiménez que se ha decantado por la otra opción. Rubal-caba ha optado por rodearse, después de la derrota, de caras nuevas como María González Veracruz (diputada por Murcia, miembro de la Ejecutiva y responsable de las redes sociales en el partido); y Juan Moscoso, diputado por Navarra, experto en cooperación y política internacional.

La política del “talante” que hizo despegar a ZP, junto con los denomi-nados como Nueva Vía en el PSOE, dio su pistoletazo de salida con la reti-rada de las tropas de Irak (mientras las re alojaban en Afganistán), o la con-cesión del matrimonio homosexual, entre otras. Sin embargo la conciencia de millones de votantes “ilusionados” con un Gobierno que prometía hasta la saciedad ser el Gobierno del diálo-go y de las transformaciones sociales, chocó bruscamente con los últimos años de ZP. Ellos, los de la Nueva Vía “del neoliberalismo”, son los que han gobernado para y por la patronal y la banca y en contra de la clase obrera y la juventud, han sido hasta antes de ayer, el Gobierno de la Reforma Labo-ral, del Pensionazo, de los recortes... El gobierno de PSOE ha implementa-do los mayores ataques contra la clase obrera de toda la democracia, con la colaboración de la burocracia de los sindicatos mayoritarios. Estas políticas

han desenmascarado al PSOE, que ha descargado conscientemente la crisis sobre las espaldas de los trabajadores, lo que le ha llevado a la mayor crisis de su historia.

Rubalcaba y Chacón: El mismo perro con distinto collar

Ha comenzado la carrera por el li-derazgo del PSOE. Los dos candida-tos que hasta ahora se han presentado, han entrado en un sin fin de mítines, declaraciones y recolección de los avales necesarios para presentarse al 38 congreso del PSOE, que se cele-brará a principios del mes de febrero en Sevilla. Tanto Chacón como Rub-alcaba, que han sido parte integral del Gobierno de ZP, ahora levantan dos tácticas con un mismo fin, ganar ha-cia dentro del PSOE el liderazgo del partido y por fuera tratar de ganar la credibilidad perdida entre sus votan-tes o simpatizantes asqueados de su política neoliberal.

Dos reyes de la demagogia que lu-chan por llevar la batuta de la opo-sición al Gobierno de Rajoy. En este sentido Carmen Chacón se presen-ta como el cambio necesario en el PSOE, que con su documento pre-sentado para el 38 congreso -“mucho PSOE hacer”- promete ser la renova-ción dentro del partido. Dice apostar por la máxima participación tanto dentro del partido como fuera, la co-laboración con los movimientos so-ciales y los sindicatos mayoritarios,

la participación ciudadana... nada que ver con la política del Gobierno del que fue Ministra. Ahora reniega de su maestro para ganarse la con-fianza de todos aquellos apoyos que han ido perdiendo. En la otra cara de la misma moneda se encuentra Rubalcaba. Éste ofrece a sus mili-tantes lo que llaman la fuerza y la estabilidad de la una figura histórica del “socialismo español”. Ya desde la campaña electoral comenzó un giro demagógico en favor de la sanidad y la educación pública y por la ne-cesidad de implementar medidas de ayuda social frente al programa del PP. Dos alternativas para hacer re-surgir a la “socialdemocracia” con un discurso que nada tiene que ver con las medidas anti-obreras que sí llevo adelante el Gobierno del que fueron parte. Dos alternativas que en definitiva son la misma y que pretenden recomponer del varapalo al PSOE para que siga siendo la me-diación de izquierdas del Régimen, ahora jugando desde la oposición.

Ahora que están en la oposición tra-tarán de ganar con sus discursos “pro-gres”, sobre la necesidad de reformar el sistema electoral, contra la corrup-ción, en favor de los servicios públi-cos, contra los abusos de la banca... a esos cientos de miles de jóvenes que salieron el 15M a luchar y comenzaron a cuestionarse el sistema bipartidista y el Régimen podrido que lo sustenta. Ahora cambian de canción con sus dis-cursos de salvadores contra las políti-cas antisociales de la derecha.

Pero somos la clase obrera y la ju-ventud los que hemos sufrido los ataques del Gobierno del PSOE, y no debemos dejarnos engañar con la palabrería de aquellos que nos recor-taron con sus reformas, que nos repri-mieron cuando salimos a luchar, que practicaron una política imperialista en las semicolonias, que encarcelaron y apresaron a luchadores. En defini-tiva hoy el PSOE, lo lidere quien lo lidere, pretende aparecer como la al-ternativa frente a la derecha, pero sus políticas neoliberales dejan constancia de lo que realmente son y van a seguir siendo; un partido de la patronal y la banca, totalmente anti-obrero.

Contra los ataques del Gobierno de Rajoy y de la derecha no nos sirven los discursos ni la oposición de la otra pata del Régimen podrido del 78. La recomposición del PSOE solo signifi-ca la recomposición de la mediación de izquierdas del Régimen y el forta-lecimiento del bipartidismo. La única alternativa que tenemos la clase obrera y la juventud contra los recortes y los ataques es la de los luchadores, es la de la organización desde las bases, es la de la recomposición de la clase obrera y su capacidad de organización y com-bate, empezando por arrebatar los sin-dicatos mayoritarios de las manos de la burocracia sindical y la de levantar un partido obrero con un programa re-volucionario por y para la clase obrera que comience a socavar las bases del sistema capitalista.

por SARA POVO

6 ESTADO ESPAÑOL

El capitalismo español, el Rey y las libertades del pueblo vasco

Desde hace ya muchos meses den-tro de la Izquierda Abertzale y de ETA se está imponiendo el ala que busca el diálogo y el entendimiento con el Gobierno central para “re-solver” políticamente la opresión nacional de Euskadi i Nafarroa. El desmarque en relación a la antigua dirección de ETA, la reunión in-ternacional de San Sebastián y las declaraciones de los presos políticos vascos fueron algunos primeros pasos. La constitución de Bildu y de Amaiur y los espectaculares resulta-dos electorales fueron otro salto que dieron alas a la nueva táctica dia-loguista. Tanto es así que la misma noche de las presidenciales ya le ten-dían la mano a Rajoy. Y, unos días después, llegaba una carta al Palacio de la Zarzuela buscando también el entendimiento con el Rey.

Todo esto obliga a reflexionar y re-debatir sobre cómo hemos llegado a la actual situación en Euskadi y sobre si es posible conseguir el derecho de au-todeterminación en los marcos del Ré-gimen actual y el capitalismo español.

Las nacionalidadesy la Transición

La burguesía española, a través de la mal llamada Transición Democrática, se encargó de mantener “atado y bien atado” el dominio político y económi-co del que gozó bajo la Dictadura fran-quista. Para ello conservó una pieza política clave impuesta por Franco: el Rey. Este, gracias a los pactos alcan-zados por los franquistas reciclados y el PCE-PSOE, fue nombrado Jefe de Estado en la reaccionaria Constitución del ’78 y la figura que “cristaliza” la unidad de España (una, grande y libre). Es decir, la negación del más elemental derecho democrático a la autodetermi-nación. Las diferentes legislaturas del PSOE y el PP se encargaron de hacer-lo cumplir como vimos con Zapatero limitando el nuevo Estatuto catalán o ahora con Rajoy con el control central de los presupuestos autonómicos.

En la actualidad, Euskadi continúa viviendo en un Estado de excepción y

represivo brutal. La Policía Nacional, la Ertzaintza, y el Poder Judicial, gra-cias a la Ley de Partidos y a la Anti-terrorista, se encargan de realizar una cacería de brujas sobre la juventud abertzale. Torturas, secretas infiltra-dos y persecución política es el pan de cada día. Otegi sigue preso por sus declaraciones, partidos ilegalizados a granel, etc. El terrorismo de Estado ejercido como si fueran víctimas.

En síntesis, ni los partidos de la de-recha post-franquista, ni la “izquierda” del nuevo Régimen quisieron otorgar a las nacionalidades el derecho de au-todeterminación, y sólo ofrecieron la mayor de las manos duras contra los luchadores vascos. Sobre ello se basa el actual Régimen del ’78 y de ahí salió el “café para todos”. Entonces, ¿cómo es posible sostener que dialo-gando con las instituciones y partidos de éste Régimen podemos entender-nos y conseguir el derecho de autode-terminación?

La utopía del diálogo con el Rey y la autodeterminación

Por todo lo anterior, los militantes de Clase contra Clase, afirmamos que es una utopía completa pretender que el diálogo, ya sea con bombas o en una mesa, con el Rey o Rajoy (o Rubalcaba) se resolverá la cuestión nacional. Juan Carlos fue quien dijo que el castellano es la única lengua que no se impuso o quien ordenó un ejercicio militar imprevisto en el País Vasco cuando mantenía un pulso con Ibarretxe. La burguesía centralista y

también las vasca y catalana, no tie-nen el más mínimo interés.

Amaiur está siguiendo el ejemplo del “diálogo” del IRA y el Sinn Féin irlan-deses con el imperialismo británico. Sin embargo ese “diálogo” no resolvió en absoluto el problema nacional, sino que sumó al Sinn Féin al juego político del capitalismo británico, integrándose en el Régimen de Isabel II por medio de la autonomía mutilada del Ulster. Ahora se encuentran en un Gobierno de Unidad con los Unionistas aplican-do durísimos planes de ajustes ¿Es eso lo que quiere Amaiur, Otegi y la iz-quierda abertzale?, ¿terminar integra-dos en el Régimen del 78 y gobernar, junto al PNV o el PSE, para las grandes empresas vascas? Es en esa dirección hacia donde conducirá la vía del diá-logo que quieren mantener con Rajoy y el Rey. De ese diálogo no saldrá la resolución de ningún problema demo-crático, ni una consulta democrática sobre el derecho de autodeterminación. Como máximo saldrá algún pacto para que Amaiur quede finalmente integra-da como un partido del Régimen más, e incluso pueda participar en responsa-bilidades de gobierno (respetando, cla-ro está, la Monarquía y la reaccionaria Constitución del ’78). La Monarquía es un anacronismo que se retomó con la Dictadura de Franco y la Transición. No tiene nada de democrático.

Sin embargo, la táctica del Estado y la Monarquía, por ahora, no es muy “dialogante”. Tanto es así que en el Parlamento español -con el PP a la cabeza- no les han dejado conformar

grupo propio, aún teniendo más del mínimo de diputados. Rajoy, ni les re-cibió. Y aún peor, a pesar del fin de la lucha armada, el nuevo Gobierno ya anuncia que ni siquiera va a conceder ni la más mínima concesión en mate-ria de presos o de fin de la persecución policial y judicial.

Solo con una estrategia obrera y revolucionaria

La única fuerza social que tiene in-terés en desarrollar todas las tareas democráticas que afecten a los traba-jadores y el pueblo, es la clase obrera y el pueblo pobre. Es que las masas laboriosas, sean de la nacionalidad que fueren, comparten el mismo ene-migo: el capitalismo. La burguesía centralista ya dio sobradas muestras que se opone con todas sus fuerzas y mucho más ahora en el marco de una gravísima crisis económica capitalis-ta. Por esto es que la estrategia de la izquierda abertzale de negociar con la burguesía es completamente utópica y reaccionaria.

Solo se podrá acabar con el dominio de la burguesía y sus reaccionarias ins-tituciones a través de la lucha revolu-cionaria mancomunada de los trabaja-dores de todo el Estado y así conformar un Gobierno de los trabajadores y el pueblo pobre. En la Revolución Rusa de 1917 y mientras aún vivía Lenin, la clase obrera demostró que es capaz de aplicar el derecho a la autodetermina-ción incluida la secesión si hubiera una mayoría que lo quisiere, como pasó en Finlandia en esos primeros años del Estado Obrero y desarrollar todas las tareas democráticas que la cobarde burguesía rusa no acometió jamás.

En el Estado Español un Gobierno Obrero ha de permitir que los traba-jadores y el pueblo pobre de Euskadi, Catalunya y Galicia, si quisieren, deli-beren qué relaciones quieren mantener con el resto del Estado. Los revolucio-narios, en esa situación propondremos, fórmulas democráticas que permitan la mantención de una Federación de Re-públicas Obreras y Socialistas que dé cabida a todas las nacionalidades con una amplia autonomía, en el marco de la lucha por los Estados Unidos Socia-listas de Europa.

por GUILLERMO FERRARI

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Desde Bilbao

Como cada año, las calles de Bilbao por estas fechas dejan atrás las luces y decorados típicos de la época, y se visten con un tinte más amargo que rescata del olvido, el dolor y la realidad de los presos políticos vascos y de sus familiares y amigos. Las calles se tiñen con el blanco y negro de pañuelos y banderas reivindicativas del lema “Euskal presoak, Euskal Herrira” (Presos Vascos, al País Vasco).

Y este 2012, no iba a ser menos. Así pues, Egin Dezagun Bidea (Ha-gamos el camino), plataforma que surgió del entorno cercano de los familiares y amigos de los presos políticos, y que lucha contra la dis-persión de los presos políticos vas-cos por el Estado español y francés, convocaron el pasado sábado 7 de enero una manifestación silenciosa en Bilbao.

La manifestación comenzaba a las 17.30hs en el pabellón de deportes de La Casilla, punto de encuentro habitual de estas concentraciones, y seguía su recorrido como de cos-tumbre por la calle Autonomía, para finalizar frente al Ayuntamiento con un acto político en el que se reivin-dicó una vez más los derechos de los presos políticos vascos.

En esta ocasión con intención de que la movilización fuera “colosal,

amplia y plural” Egin Dezagun Bi-dea, facilitó unos 300 autobuses para acercar a Bilbao, a las familias y amigos de los presos políticos vas-cos desde diferentes puntos de Eus-kal Herria. Igualmente, Euskal Preso Politikoen Kolektiboa (El Colectivo de Presos Políticos Vascos), había hecho un llamamiento a los presos, para que no solicitaran visitas fami-liares para el día 7, con el fin de que se asegurara la máxima asistencia.

Estas facilidades, confluyen con una realidad política muy presente y de especial sensibilidad para el pue-blo vasco, que se ha visto potenciada con el reciente fin de la lucha armada de ETA. Este hecho, más allá de las diferencias que desde CcC venimos sosteniendo con el rumbo de la di-rección de la izquierda abertzale, sin duda ha alentado la esperanza de poder avanzar en la lucha por solucionar el conflicto vasco entre amplios sectores del pueblo vasco. La extraordinaria participación en la manifestación fue síntoma de ello.

Esta realidad, se une al hecho de que la convocatoria ha sido fuerte-mente secundada y respaldada no sólo por organizaciones políticas vascas como Amaiur, Bildu, Aralar, Alternatiba, Eusko Alkartasuna, la izquierda abertzale, sino también por sindicatos como ELA, LAB, EHNE e HIRU, así como por formaciones independentistas y de izquierdas de otros lugares del Estado español y otros países, como Catalunya Nació Independencia, el Partido Comunista de Argentina, el Breizhistance de la

Bretaña francesa o la Coordinadora Simón Bolívar de Venezuela.

Como resultado la manifestación fue una de las mayores, sino la mayor, manifestacion realizada en Euskal Herria por este motivo. Antes de la hora del inicio de la convocatoria los manifestantes habían abarrotado las calles, colindantes y una vez comen-zó, la cantidad masiva de gente había desbordado el recorrido. La marcha transcurrió lenta debido al volumen de personas concentradas, pero sin incidentes. Eso sí, acompañados en todo momento, por la presencia ex-cesiva, represiva y provocadora de los dispositivos anti-disturbios de la Ertzaintza que en lugar de “escoltar” la movilización como es costumbre, paseó sus furgones por medio de la multitud que se manifestaba.

El sin duda éxito de esta convocato-ria, constituye un soplo de aire fresco, que vuelve a revitalizar las reivindi-caciones de un conflicto que se lleva arrastrando desde hace más de 40 años. Y que lejos de solucionarse, ha continuado alimentándose: alejando, aislando, torturando y privando de sus derechos a presos, represaliados y exiliados políticos vascos.

Reivindicaciones por las que año tras año el pueblo vasco y concreta-mente los familiares de los detenidos han luchado por conseguir, cayendo con el paso del tiempo en saco roto. Apoyamos la histórica demanda de amnistía para todos los presos políti-cos, y no creemos que esta deba apla-zarse o dejarse de lado. Igualmente también rescatamos y apoyamos

todas las reivindicaciones contra la política especial y diferenciada que sufren los presos políticos vascos: Como es que se abra el camino para el regreso a casa del conjunto de repre-saliados políticos; que los Gobiernos de España y Francia trasladen a Eus-kal Herria a todos los presos; que se derogue la ‘doctrina Parot’ que posi-bilita el alargamiento de la condena, así como la aplicación de la cadena perpetua; y que se ponga en libertad a los reclusos enfermos, así como de todos los que hayan cumplido las tres cuartas partes de la condena.

La realidad que denunciamos des-de Contracorriente, es la violencia política a la que es sometida, el Co-lectivo de Presos Políticos Vascos al que se le aplica una política especial y diferenciada. Y la base de dicha diferenciación se encuentra en el ca-rácter político del Colectivo, aunque no se reconozca oficialmente. Hecho que también queremos denunciar, ya que a pesar de que judicialmente esté prohibido llamar presos políticos a las personas presas por esta causa, nosotros y el pueblo vasco, como de-mostró en la manifestación del pasa-do sábado los reconoce como tales. Por este motivo queremos mostrar nuestra solidaridad con los familia-res y amigos de los presos políticos vascos, apoyando sus reivindicacio-nes, y defendiendo la libertad de los presos políticos.

¡Libertad, libertad, a los presos por luchar!

por LEIRE IZAR BELTZA

Histórica Manifestación por los derechos de los presos políticos vascos

Una democracia burguesa tutelada y degradada

El rey Juan Carlos admitía en su 36º discurso navideño la preocupación que sentía ante el daño que el “caso Urdangarin” puede hacer a la imagen de la Monarquía española. El yerno del Rey y esposo de la infanta Cristina está envuelto en una investigación judicial por apropiación indebida de fondos públicos por varios millones de euros y fraude a la Administración por parte de sus empresas.

“Don” Juan Carlos aprovechó su intervención televisada para recordar

que “la justicia es igual para todos” y que “las conductas censurables de-ben ser sancionadas” como forma de

quedar despegado del embrollo; “Me preocupa enormemente la descon-fianza que parece extenderse en al-

gunos sectores de la opinión pública respecto a la credibilidad y prestigio de algunas de nuestras instituciones” sentenciaba.

El miedo que en realidad aterra a “Don” Juan Carlos, es que este caso destape el conjunto de la imbricada trama entre la Familia Real y el capi-talismo español, de la cual el escanda-loso y mediático “caso Urdangarin” no es más que la punta del iceberg; y de ésta forma se vea dañada la imagen de una de las instituciones fundamen-tales del régimen español como apun-ta que está ocurriendo ya, el diario alemán Der Tagesspiegel.

por FEDERICO GROM

ESTADO ESPAÑOL

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¿Cuánto cuesta el Borbón?

Dentro de tanto secretismo y discre-ción, las únicas cifras oficiales sobre el coste de la Monarquía española son las que se recogen en los Presupuestos Generales del Estado desde el primer año del Rey al frente de la Jefatura de Estado, en 1976, designado por Fran-co a dedo como su sucesor. Desde en-tonces, la partida destinada a la Casa del Rey ha crecido aproximadamente el doble que la inflación, recibiendo hoy de forma directa 8,4 millones de las arcas públicas.

Pero en esta cifra no se incluyen los gastos de seguridad, de los via-jes al exterior, de vehículos oficiales, conductores y de personal funciona-rio, entre otros, incluido en distintas partidas distribuidas entre varios mi-nisterios como los 5,8 millones que el Ministerio Presidencia dentro del apartado “Apoyo a la gestión admi-nistrativa de la Jefatura del Estado”, destina a pagar a los 139 funcionarios a su servicio. Defensa, Economía y Hacienda e Interior junto a Patrimonio pagan los salarios de 369 trabajadores de la Casa del Rey. Mas de 10 millo-nes en “Servicios a la Corona y actos del Estado” repartidos entre actos, re-cepciones, cenas de gala y actos sin especificar. Interior, responsable de la seguridad de la Familia Real, no des-glosa dentro de su partida cuanto des-tina a la tarea. Los viajes de la Familia Real corren a cargo del Ministerio de Exteriores por un valor aproximado de 400.000 euros. Dependiendo de Presidencia, “Patrimonio Nacional”, destina 120 millones al mantenimien-to, conservación y rehabilitación de la Zarzuela y demás palacios incluido el personal de limpieza, servicio y jardi-nería junto a la factura de luz y gas de la residencia de los reyes. Algunas fuentes como el diario Público cifran

el coste total que supone la monarquía en más de 59 millones de euros.

A cuánto se eleva la fortuna de la Fa-milia Real española es, posiblemente, uno de los secretos mejor guardados del Estado desde la llegada de la de-mocracia. Hace cinco años, la revista británica EuroBusiness publicó que Juan Carlos I tenía un patrimonio es-timado de 1.790 millones de euros, a pesar de esforzarse en dar la imagen de un Rey campechano. Del total, 545 millones corresponderían a su “fortu-na personal” y el resto a bienes fami-liares heredados junto a palacios de propiedad del Estado de los que dis-fruta la Casa Real junto a terrenos en distintas provincias. De acuerdo con estos cálculos, el Rey figuraba enton-ces en el puesto 115 en la lista de los 400 europeos más ricos. Aquélla no era la primera vez que EuroBusiness, realizaba un cálculo semejante y datos similares manejan fuentes como la re-vista Forbes en la actualidad.

¿Quién sostiene a la monarquía?

Hoy mientras los políticos del régi-men defienden en sus discursos que hay que achicar las cuentas frente a la crisis, justificando los ataques más profundos y lesivos a las condiciones y derechos de los trabajadores y los sectores populares, no se cuestionan ni si quiera el enorme gasto que su-pone la casta parasitaria, anacrónica históricamente y reaccionaria en su contenido, que supone la monarquía.

Las palabras de Trotsky de Junio de 1930 siguen siendo frescas para descri-bir la escena. Si en el pasado, teniendo en cuenta las tendencias centrífugas tanto económicas como políticas, “La monarquía era doblemente indispen-sable a las clases dominantes desuni-das y descentralizadas, incapaces de dirigir el país en su propio nombre.” en la actualidad, donde estas ten-dencias no sólo no desaparecen sino que tienden a acentuarse con la crisis económica, esto se expresa en el rol bonapartista que le reserva la Consti-tución a la figura del Monarca. Es de-cir para ubicarse como árbitro frente a una pugna abierta entre las clases o entre fracciones de la clase dirigente y que la crisis le puede obligar a desem-peñar, como lo demuestra embriona-riamente, sus intensas gestiones para poner de acuerdo al PP y al PSOE en su discurso navideño. Sin olvidar, su rol de representante en el extranjero y su posición efectiva de Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas como ámbitos exclusivos de su figura.

Una institución anacrónica y reaccionaria

La sobrevivencia feudal de la Mo-narquía es la expresión de la debilidad histórica de la burguesía en el Estado español y las enormes tareas demo-cráticas que dejó inconclusas.

Es la expresión de la relativa debi-lidad del régimen burgués del Esta-do español, pero a su vez, uno de sus principales pilares y fusible de seguri-dad del capitalismo frente a las turbu-lencias de la lucha de clases.

Así como en su momento fue una de las instituciones que garantizaron en la Transición democrática, plasmada en la Constitución de 1978, no sólo todos los privilegios de su casta, sino también la continuidad del dominio de la burguesía bajo un régimen par-lamentario profundamente antidemo-crático, tutelado por una Monarquía. El Monarca, como Jefe de Estado es en última instancia el garante de los negocios capitalistas del Estado espa-ñol y de los negocios e intereses co-munes de la burguesía de las distintas regiones de la cual se compone.

El Rey mismo mantiene nume-

rosos negocios en todo el mundo y relaciones con famosos empre-sarios corruptos del Estado espa-ñol, como el gallego Mario Conde conocido por el “caso Banesto”, el catalán Javier de la Rosa responsa-ble de la estafa millonaria de KIO, o Ruiz Mateos quienes han obtenido favores del monarca. Incluso la Fa-milia Real, desde la Infanta Elena, que dirige el área de Acción Social en la Fundación MAPFRE, -una de las cinco áreas de la Fundación que preside el empresario José Manuel Martínez Martínez-, pasando por el Príncipe Felipe y el célebre Urdan-garin obtienen dinero con suculentos

negocios más allá de las abultadas partidas asignadas por el Estado

Por una República Obrera

Tareas democráticas, como el fin de la Monarquía y la nobleza, la expropia-ción de sus tierras y privilegios, lo mis-mo que los de la Iglesia, separándola efectivamente del Estado, la imposición de cargas fiscales sobre las grandes for-tunas, el reconocimiento del derecho de autodeterminación de las distintas naciones que componen el Estado espa-ñol, no van a ser llevadas adelante por ningún sector de la burguesía, ni siquie-ra los que se visten de republicanos para después ir al “besamanos” del Rey.

Los que nos reclamamos revolucio-narios debemos poner a estos sectores burgueses al descubierto en su incon-secuencia y su carácter reaccionario y combatir las ilusiones en ésta de-mocracia y sus representantes políti-cos. La conquista de éstas demandas democráticas estructurales pasará por desplegar el frente único más amplio, en una sólida alianza de todos los tra-bajadores del Estado y los sectores populares, y al mismo tiempo mante-niendo la más estricta independencia política de cualquier partido del régi-men o sector burgués.

Para arrancárselas a la burguesía es-pañola habrá que derribar revoluciona-riamente el actual régimen político a través del cual nos las sigue negando. Sólo un gobierno de los trabajadores puede dar por tierra con esta super-vivencia del pasado, resolviendo las tareas democráticas inconclusas. Una república obrera que junto a estas me-didas lleve adelante la expropiación de los capitalistas como la única vía de una salida favorable para las amplias masas frente a la debacle capitalista y sus ca-tastróficas consecuencias en los aspec-tos económicos, políticos y sociales.

ESTADO ESPAÑOL

9MOV. OBRERO

Mientras Rajoy lanza el mayor ataque a los trabajadores

Toxo y Méndez siguen de brazos cruzados

Profesor de secundaria, afiliado al Sin-dicato de Enseñanza de CGT-Aragón

Han pasado las elecciones, Rajoy y los suyos ya están en el Gobierno, y después del “trabajo sucio” hecho por ZP, especialmente en el último año y medio de mandato, llega la “caballe-ría pesada” del PP a “arrastrarnos a todos a los pies de los caballos”.

Una contra-reforma laboral que nos quiere devolver al S.XIX...

Llevamos varios días y semanas oyendo y viendo cómo están negocian-do la CEOE y la burocracia sindical de UGT y CCOO una nueva reforma laboral. Desde el primer momento, el nuevo Gobierno dijo que esta era una de sus prioridades, e incluso que debe-ría estar aprobada antes de mediados de enero. Al cierre de esta edición se estaba hablando del 13 de enero como posible fecha límite, aunque parece que la misma se va a retrasar. La buro-cracia sindical, como buena lacaya del Gobierno que le paga -aunque éste le haya recortado un 20% del dinero que le daba- se ha puesto a negociar de for-ma intensiva con la patronal. De esta negociación vamos sabiendo partes. Y cada una que conocemos es peor que la anterior. Algunos ya han sido acep-tados por Toxo y Méndez, a otros se resisten, pero en ningún caso piensan enfrentarlos como se merecen en caso de que el Gobierno y la patronal tiren adelante con ellos sin su firma. Vamos a intentar resumir estos puntos.

Traslados de los festivos a los lunes: La burocracia acepta esta supresión de los puentes, se trasladarían al lunes los festivos del 15 de agosto, 1 de noviem-bre y 6 de diciembre; una demanda his-tórica de la patronal. Con esta medida, tal como está planteada, se aumentarán varios días de trabajo al año para el conjunto de los trabajadores.

Descuelgue de los convenios: La patronal pretende que los convenios, tanto de empresa como provinciales, dejen de tener validez; ya que la em-presa podría descolgarse del mismo, es decir, no cumplirlo simplemente con la idea que pueda ver reducido su volu-

men de producción en un futuro. Esto es como decir, que en cualquier situa-ción. Aunque esto no ha sido aceptado todavía por la burocracia, es uno de las asuntos mas graves, que están dispues-tos a negociar con la patronal.

Moderación Salarial: La CEOE pretende imponer el congelamiento de los salarios para 2012 y 2013 y para el 2014, aumento solo ligados al IPC. Toxo y Méndez se oponen a la conge-lación, aunque estarían dispuestos a aceptar una pérdida de poder adquisiti-vo más moderada, con subidas siempre inferiores al IPC, como ya están firman-do en varios convenios. A esto se uniría la bajada de sueldo que los funcionarios públicos ya sufrieron el año pasado, y otras medidas como el aumento del IRPF, con lo que la pérdida de poder ad-quisitivo para el trabajador es abismal.

Trabajo Precario: Méndez, ya se ha mostrado partidario de convertir trabajos a tiempo completo en par-cial, con la excusa de evitar el des-pido. “No es ningún minijob, tienen derecho a pensiones, paro y no es una condena eterna, se aplicaría excep-cionalmente y sería reversible”, han sido las declaraciones del Secretario General de UGT, aunque parezcan las de un dirigente de la CEOE.

Despido: La patronal quiere un úni-co contrato con un despido de 20 días. Es decir extender esta indemnización a todos los trabajadores. La reforma labo-ral de ZP en 2010 -que desembocó en la huelga del 29S- redujo cuantiosamente los contratos y sectores que aún mantie-nen indemnizaciones entre 45 o 33 días, según el caso. Esto a lo que siempre se ha negado la burocracia, parece que se-gún sus últimas declaraciones estarían dispuestos a estudiarlo, aunque de mo-mento no lo han aceptado.

Negociación Colectiva: La CEOE, quiere una norma que liquidará defini-tivamente los convenios como “suelo mínimo” para garantizar unos derechos mínimos a todos los trabajadores de un sector. Con esta medida se abre la veda para que los patrones puedan imponer con el chantaje del despido recortes brutales de salario y derechos adquiri-dos. Rajoy nos pretende devolver a las negociaciones casi individuales entre el patrón y el empleado -sobre todo en las PYMEs- desligando a las empresas de tener que respetar lo establecido en los convenios provinciales o de rango superior. Una reforma que en nombre de la flexibilidad pretende cumplir la demanda de la patronal, que en los próximos años el salario real caiga un 25% aproximadamente. De hecho, aún sin reforma, los planes del PP están envalentonando a muchas patronales que ahora sí quieren negociar la re-novación de los convenios, pero para dejarlos casi a la altura del Estatuto de los Trabajadores.

Resolución Extrajudicial de los de los conflictos laborales: Han pactado adaptar las soluciones extrajudiciales de los conflictos laborales a la refor-ma laboral que hizo el pasado junio el Gobierno de Zapatero. Esto supone dar “manga ancha” a la administración para que si un conflicto laboral se alarga y no hay acuerdo, pueda imponer un ár-bitro externo, que imponga un “laudo” o acuerdo de obligatorio cumplimiento para ambas partes. Por recientes ejem-plos, como el los controladores, nos podemos imaginar hacia que parte se inclinara este arbitro externo.

... el mayor tijeretazo desde la Dictadura

Además de esta profunda reforma la-boral, las medidas del gobierno del PP

contra el conjunto de los trabajadores, van mucho mas alla. Por más que el cálculo electoral haya hecho retrasar el grueso del ajuste a los Presupuestos de 2012 -que se aprobarán en marzo, tras las elecciones andaluzas-, la previsión de un déficit del 8% -2 puntos más de lo comprometido- ha llevado a Rajoy a anunciar sus primeros recortes. Un total de 16.500 millones que saldrán de la congelación de los salarios de los funcionarios, el fin de la oferta de em-pleo público, incluida la reposición de los que se jubilen (excepto las fuerzas represivas, y un ridículo 10% para sa-nidad, educación y fraude fiscal), dejar en el 1% la subida de las pensiones, y congelar el miserable salario mínimo interprofesional, recortes de las ayudas a las personas dependientes, al alquiler para jóvenes... Todo un mazazo para los trabajadores.

Otra parte la quiere obtener vía la su-bida del IRPF y el IBI, una reforma fis-cal que gravará especialmente a las ren-tas del trabajo, es decir a aquellos que viven de su salario. El impuesto de so-ciedades -patronal- y patrimonio -gran-des fortunas- se quedan como estaban. Telefónica seguirá pagando un tipo me-nor que algunos de sus trabajadores.

Ante la pasividad cómplice de Toxo y Médez, lucha desde las bases

Como vemos, con la que “nos están preparando” la patronal y el Gobierno, la política de la burocracia sindical de UGT y CCOO -negociaciones secre-tas, aceptación de algunos ataques y oposición sin lucha a otros- sólo con-tribuye a desarmarnos y facilitar una derrota sin lucha. Tras hacer de “perri-to faldero” de ZP, como se vio en el Pensionazo que retrasaba hasta los 67 la edad de jubilación y otras tantas me-didas aceptadas sin rechistar o recha-zadas sin mover un dedo, Toxo y Mén-dez están dispuestos a continuar por la misma senda, siendo así “leales” con la patronal y el Gobierno del PP.

¿Tendrá algo que ver el hecho del que el Gobierno les haya recortando el nú-mero de liberados sindicales y les haya quitado un 20% del dinero público que reciben? -medida que ya ha provocado despidos y, por ejemplo, un ERE tempo-ral para la casi toda la plantilla de CCOO

por JORGE CALDERÓN

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Aragón- ¿Estará la burocracia sindical aceptando estos recortes en derechos brutales con tal de salvar sus despachos, sus sedes, sus cursos, sus liberados, en definitiva su puesto de poltrona?, ¿Qué podemos esperar de un dirigente sindi-cal como Méndez que afirma que está dispuesto a aceptar cualquier cosa, la que sea, con la excusa de que no se des-truya más empleo?. El PP quiere desple-gar una política anti-sindical, liquidar -aprovechando el desprestigio ganado a pulso que tienen los dirigentes sindica-les actualmente- los sindicatos, Comités de Empresa, derechos sindicales... Los ataques contra los liberados y otros van en esta dirección. La burocracia sindical sólo es capaz de enfrentar esta ofensiva -que a la larga busca debilitar la capa-cidad de lucha de los trabajadores- au-mentando su integración en el Régimen y desplegando una política servil, con-traria a los intereses de los trabajadores.

Para ponerle freno al PP y sus medidas anti-sindicales tendremos que barrer a la misma burocracia sindical, recuperar nuestros sindicatos y organismos de lu-cha y desde ahí levantar un dique para que ni los ataques contra el salario y nuestras condiciones de vida y trabajo, ni los intentos de liquidar nuestros dere-chos sindicales puedan pasar.

Las repuestas a estas preguntas las te-nemos muy claras. Por ello ha llegado el momento de no resignarnos, de dar la batalla contra esta traición histórica. En el ultimo año se han dado y se están dando importantes luchas de funciona-rios públicos, de estudiantes, de otros sectores de trabajadores. Hoy es más necesario que nunca que nos unamos todos para hacer frente a este ataque histórico. Debemos convocar asambleas democráticas y de base en los centros de trabajo, que elijan delegados de base y

revocables, para imponer un plan de lu-cha al Comité de Empresa. Y si este no lo acepta, lo “pase” por encima al que-dar este deslegitimado con esa actitud. Se trata de ir recomponiendo nuestra ca-pacidad de lucha desde abajo, en pelea contra quienes están hoy en la dirección de nuestras sindicatos, en la perspectiva de lograr recuperarlos como verdaderas herramientas de lucha y defensa de los trabajadores.

Para conseguir esto, la izquierda sindical debe tomar una actitud más ofensiva. Sindicatos como la CGT, las Intersindicales y otros alternativos o de clase, que tienen una importante pre-sencia en sectores claves, como la edu-cación, sanidad, el transporte urbano u otros, deben ser parte impulsora funda-mental de estas asambleas y proceso de organización desde abajo. Además creemos que deben apostar por la con-

vocatoria de huelgas sectoriales por comunidades y a nivel estatal, manifes-taciones, cortes de carretera... y otras acciones. En definitiva desplegar toda una campaña de organización y acción para lograr imponer a la burocracia de UGT y CCOO el fin del diálogo y las negociaciones secretas y un plan de lu-cha hasta derrotar a Rajoy y la CEOE.

Nos vienen tiempos muy complica-dos, tiempos duros y difíciles, de ata-ques y como estamos viendo, también de traiciones históricas. Pero si nos unimos todos los sectores en lucha, to-dos los trabajadores seamos del sector, sindicato o país que seamos, podremos hacer frente a esta grave crisis histórica, apostando por una salida revoluciona-ria a la misma, que impida que seamos los trabajadores los que salgamos “ani-quilados” por las consecuencias de una crisis que han provocado otros.

MOV. OBRERO

Nuevos ajustes impondrá Artur Mas en Catalunya durante el nuevo año, -apoyado y a tono con las me-didas del PP- como particularmente están sufriendo los empleados de la Administración catalana. En Cata-luña las y los trabajadores públicos que ya han sufrido el año pasado un recorte de su nómina de un 5%.

Las nuevas medidas anunciadas implican un recorte de gastos de 625 millones de euros a través de: la re-ducción de un tercio de jornada y sueldo a 8.000 interinos -administra-ción y servicios técnicos-; la rebaja de las pagas dobles -en la proporción que corresponde a las Administracio-nes autonómicas, un ahorro estimado de 306 millones-; la no convocatoria de nuevas plazas públicas; la conge-lación de las aportaciones al plan de pensiones y al fondo de acción social; la desaparición del tíquet comedor las tardes que se trabaja; la suspen-sión de las pagas de productividad o asistencia; la reducción de los días de asuntos propios de nueve a seis; y la eliminación de los permisos por anti-güedad. Como anuncian los medios: “Algunas de las medidas son tempo-rales (como la reducción de las pagas dobles, complementos y la suspensión del plan de pensiones y el FAS), pero la mayoría son cambios estructurales que marcarán un antes y un después en las condiciones salariales y labo-

rales de los empleados públicos cata-lanes. Por ejemplo, las trabajadoras públicas eran las únicas que tenían derecho a percibir el 100% del sala-rio durante el primer año de vida de sus hijos aunque se redujeran la jor-nada. Este derecho se elimina. Otro de los huesos que toca esta reforma son el derecho a percibir el 100% del sueldo en casos de largas bajas mé-dicas (lo que se llaman mejoras por incapacidad temporal).” (El País, 16-12-2011).

Después de siete reuniones entre la Generalitat y los sindicatos de CCOO, UGT y IAC, no se ha llegado a ninguna negociación. Además, según denuncia CCOO, el Gobierno intentará prescin-dir de interinos, convocará concursos de traslado y amortizará las plazas que cambien de lugar geográfico. Sin du-das, es un ataque sin precedentes tal como lo denuncia CCOO, como una “agresión sin precedentes” que “pue-den hacer retroceder 30 años” las ac-tuales condiciones laborales y socia-les de la plantilla de la Administración catalana.(El País, 16-12-2011)

Una vez más: inmovilismo de los sindicatos

Sin embargo, a pesar de estas de-nuncias los sindicatos no han tomado ninguna medida contundente a este duro ajuste. Ante el anuncio sorpresi-vo de que el Govern aplazaría a enero el abono de un 20% de la paga extra de Navidad, 10.000 trabajadores y trabajadoras del sector han respondi-

do concentrándose en la Plaza Sant Jaume. Pero los sindicatos no han anunciado más medidas de lucha.

A pesar de que después de acaba-das las reuniones de negociación, los portavoces de los sindicatos, Josefi-na Pujol (CCOO), Ricardo Rodilla (IAC) y Xavier Casas (UGT) denun-ciaron en declaraciones a los medios la falta de voluntad negociadora por parte de la Generalitat, no han plan-teado ni una medida de lucha, como podría ser un paro en todo el sector, más allá de anunciar alguna lejana movilización sin fecha. E incluso, el CSI-F (Central Sindical Independien-te de Funcionarios) si bien se opone a las rebajas salariales, propone recor-tar en otros ámbitos ya que el proble-ma está en el “exagerado número de empresas públicas y el problema del endeudamiento autonómico” (http://www.csi-f.es, 5-01-2012).

Contra los ajustes: plan de lucha hacia una Huelga General del Sector Público

Estos recortes no son aislados, sino que se suman a los que ya ha anun-ciado Artur Mas inmediatamente des-pués de las elecciones: recortes de más de mil millones (16%) en Educación, de los cuales ya han sido pasados un 8,77%, siendo de un 7,4% para 2012; lo que implicaría aumento de las ma-trículas, recorte de personal docente, entre otros. Lo mismo en Sanidad, con más de mil millones en 2011, y

se esperan unos 425 millones (4,8%) para el 2012; esto ya se hace visible en hospitales cerrados, y personas que mueren por falta de atención, cuestión que los medios ocultan.

Por todo esto, se hace necesario más que nunca un Plan de Lucha contundente contra un ajuste que, como los mismos sindicatos denun-cian, son una agresión sin prece-dentes y 30 años de retroceso en las conquistas de las y los trabajadores. Pero, ¿podemos frenar estos ataques con tibias movilizaciones?. Ya no hay más excusas para que los sin-dicatos aleguen que “la gente no se mueve”, las manifestaciones y con-centraciones dan muestra de todo lo contrario. Incluso el surgimiento del 15M y los encuentros de traba-jadores ayudó a las movilizaciones y protestas del sector de la sanidad, con expediciones a los hospitales. Es necesario que los sindicatos convo-quen un plan de lucha con moviliza-ciones, asambleas de trabajadores y trabajadoras, paros, en la perspectiva de convocar una Huelga General del Sector Público. Sindicatos que se di-cen combativos como la IAC -que ha sido parte de la mesa de negociación- deberían exigir críticamente a los sindicatos mayoritarios de CCOO, UGT y CSI-F un plan de lucha, ya que de nada sirven las manifestacio-nes simbólicas; además de convocar asambleas con las y los trabajadores que discutan democráticamente des-de las bases, cómo imponer un plan de lucha y movilizaciones.

Nuevos ajustes a los funcionarios públicos en Catalunya

por CYNTHIA LUB

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La patronal hostelera prepara una ofensiva brutal contra el salario y las condiciones

Organicémonos para enfrentarla

Delegado de CGT en Telepizza

El convenio DELIVERY, el con-venio que hemos estado soportando los trabajadores de empresas como Telepizza durante estos últimos tres años, tocó a su fin debido a la cadu-cidad del mismo. De este modo, los trabajadores del Telepizza volvemos a tener la posibilidad de mejorar nuestras condiciones salariales y de trabajo frente a una crisis que nos quieren hacer pagar las 200 familias más ricas del Estado. Sin embargo, nos enfrentamos a viejos y nuevos obstáculos que es necesario que los trabajadores veamos, si no quere-mos volver a ser carne de cañón de esta mafiosa patronal que tiene a miles de jóvenes y no tan jóvenes en la precariedad. Nuestro convenio fue creado por la patronal del sector con el aval y la firma de las Federa-ciones de CCOO y UGT en el 94 sin lucha alguna por parte de los sin-dicatos, y buscaba segregarnos del convenio de Hostelería para rebajar y eliminar sueldos y pluses econó-micos. Este convenio nació en un contexto de crisis y paro, cuestión que se utilizó de excusa para acabar con nuestras conquistas.

Hoy en día la patronal, junto al nue-vo Gobierno del Partido Popular, quie-re redoblar la ofensiva contra la clase obrera ya iniciada por el Gobierno del PSOE. La nueva Reforma laboral se-guramente supondrá eliminar y conge-lar salarios, así como el inventarse otro contrato con despido mucho más bara-to y por vía express. Esto unido a los ataques a nuestro sueldo a través de la imposición de mini-contratos a tiempo parcial para los trabajadores de jorna-da completa, más la posibilidad de que los empresarios puedan acabar con los convenios y acuerdos ya firmados con los sindicatos, será la nueva receta que querrán imponer al conjunto de los tra-bajadores del Estado español.

La patronal y su Gobierno, con el acuerdo de los Toxo y Méndez, querrán aplicar el programa de la poderosa fa-milia de los Ballvé (una de las dueñas de Telepizza) que en el 2000 ya inició la ofensiva contra nuestros pluses eco-

nómicos, y hacia el 2011 comenzó una ofensiva en base a los mini-contratos de 24 horas por 130 euros al mes. ¿Por qué decimos que las direcciones de CCOO y UGT no se preparan para enfrentar esta ofensiva y se sitúan como cómplices de la ofensiva patronal?, un buen ejemplo lo acabamos de ver en la Hostelería za-ragozana. En diciembre del pasado año, la patronal hostelera en Zaragoza, en medio de la re-negociación del conve-nio provincial, logró imponer una baja-da salarial en los hechos por medio de la subida salarial anual muy por debajo del IPC. Las Federaciones de Hostelería de UGT y CCOO amenazaron con una Huelga del sector para el día de Noche-vieja, que fue finalmente paralizada para alcanzar un irrisorio acuerdo de 0,25% de incremento salarial. Estos ataques no serán los últimos. Los empresarios, en-valentonados con el nuevo Gobierno del PP y su reforma sobre la negociación colectiva, querrán arrasar tarde o tem-prano contra las conquistas del plus de festividad, de nocturnidad, sobre la paga extra de octubre y otros tantos que a los precarios del Telepizza ya nos quitaron de un plumazo. Este era el “programa” que presentaron en la mesa negociado-ra del convenio, y que simplemente han aplazado temporalmente.

Una realidad que vamos a empezar a ver en otros muchos sectores. El me-tal zaragozano o el transporte de mer-cancías, son sólo dos ejemplos más de esto. La patronal quiere imponer con-gelaciones salariales, incluso reduccio-nes brutas, liquidar antigüedad y otras conquistas... Pero por el momento las direcciones de CCOO y UGT se niegan a plantear un plan de lucha serio, dis-cutido, organizado y dirigido desde las bases, uniendo a todos los trabajadores del sector (fijos, temporales, subcontra-tados...) y sus reivindicaciones... Las ac-ciones y paros convocados por las Fede-raciones respectivas, como el del metal provincial de finales de enero, debemos convertirlas en el trampolín que permita imponer a estos burócratas un plan de lucha hasta derrotar a la patronal.

Los trabajadores del sector de hos-telería también tendremos que romper con esta política de negociaciones se-cretas y aislamiento total a la que nos llevan las direcciones sindicales de CCOO y UGT. Será necesario para revertir la pérdida de salario recien-

temente pactada y los futuros ataques que anuncia la patronal.

Desde los trabajadores que estamos organizados en la sección sindical de CGT Telepizza, defendemos volver a incorporarnos a nuestro antiguo conve-nio, el de Hostelería. Éste fue logrado fruto de una fuerte huelga en los 70, que, en el caso de la ciudad de Zarago-za, llevó al sector a un mes de cierre de restaurantes y bares para conseguirlo. Ahora la patronal pretende arrancárselo al resto de trabajadores del sector liqui-dando un montón de conquistas, como ya nos lo había eliminado a los traba-jadores del Telepizza. Y como también ocurriera en nuestra empresa, las direc-ciones de CCOO y UGT no se preparan para otra cosa que para una “entrega sin lucha”, como hemos visto en la ne-gociación salarial. Para enfrentar este nuevo ataque creemos que debemos partir de recuperar la unidad de todos los trabajadores del sector para enfren-tar los planes de la patronal. Es por eso que desde la sección sindical llamamos a apoyar las movilizaciones de los tra-bajadores de la Hostelería en Zaragoza en contra de las reducciones salariales que les quería imponer la patronal.

Así mismo, denunciamos la política de las Federaciones de Hostelería de UGT y CCOO -y los delegados sindicales de los mismos en el Comité de Empresa del Telepizza Zaragoza-, que se negaron a exigir incorporar las demandas de los trabajadores del Telepizza por la vuelta al Convenio de Hostelería -que permiti-ría recuperar nuestros antiguos sueldos y pluses económicos perdidos durante estos años, y además dejar de ser un sec-tor “segregado”; lo cual debilita nues-tra capacidad de organización y lucha y la del sector-. De este modo, frente a la división objetiva que viven cientos de trabajadores distribuidos en bares y restaurantes, los cientos de precarios del Telepizza hubiéramos podido soldar una alianza con el resto de trabajadores de la Hosteleria; y así golpear con fuerza para echar abajo estos y futuros ataques contra el sector, y romper con la divi-sión que nos imponen a los trabajadores a través de convenios de “segregación”1 -como es el Delivery- que degradan aun más las condiciones de trabajo de quie-nes los sufrimos, con el fin de imponerle a la larga al resto peores o las mismas condiciones laborales .

Estas recetas patronales son la tónica que nos querrá imponer el Gobierno del PP y la CEOE en los próximos meses al conjunto de la clase trabajadora. Hay que levantar una alternativa de lucha y organización a la política de pasividad y complicidad de las direcciones de CCOO y UGT. Para ello los trabajado-res combativos, y sobre todo la izquier-da sindical como muchos compañeros en nuestro sindicato la CGT, tendrá que romper con ciertos sectarismos con los trabajadores de base de CCOO y UGT. Debemos confluir con todos los traba-jadores dispuestos a acabar con las ne-gociaciones secretas, la entrega de con-quistas... y estén dispuestos a promover y organizar en las empresas asambleas de base que impongan un plan de lu-cha a los históricos ataques que están por venir. Asambleas para organizar y unificar la lucha contras los ajustes que preparan nuestras empresas, y los que cocinan el Gobierno, la CEOE y la burocracia sindical, para imponer un programa que unifique las filas de la clase obrera, dividida en convenios de “segregación” , en subcontratados, precarios, etc.. y que haga que la crisis la paguen los capitalistas.

¡Todos al convenio de Hostelería! ¡Por la unidad de los trabajadores de Hostelería!

¡Levantemos asambleas en todos los centros de trabajo! ¡Basta de negociaciones y acuerdos traidores!

¡Paremos la ofensiva patronal contra la ofensiva de los convenios!

¡Derrotemos todos los ajustes y recortes del Gobierno del PP!

por ASIER UBICO

MOV. OBRERO

NOTAS 1 Un convenio de “segregación” es distinto a uno de empresa. En la actualidad un convenio de empresa solo puede mejorar el provincial o el de rango superior, por ejemplo el convenio de OPEL mejora el provincial del Metal de Zaragoza. Con la Reforma laboral del este es uno de los aspectos que se quieren cargar, per-mitiendo que el de empresa pueda ser peor que el provincial. Un convenio de “segregación” es un convenio que se impone a una rama entera de un sector determinado para dejarlo fuera del convenio del sector e imponerle peores con-diciones. Es una especie de subcontratación a lo bestia, por ejemplo el “Delivery” sacó las pizzas del de Hostelería, o el de Telemarketing hizo lo mismo respecto al de Telefónica con muchas mejores condiciones y salario.

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Lucha estudiantil

Avancemos hacia una primavera caliente

La actual crisis del capitalismo está mostrando cómo los capitalistas y sus siervos en el Parlamento espa-ñol deshacen lo que se hacía llamar el limitadísimo Estado de Bienestar. La educación es uno de los pilares -además de la sanidad- que quie-ren ir cargándose poco a poco; y la juventud ha actuado históricamente como una caja de resonancia de las contradicciones sociales.

El PP se prepara para atacar a los estudiantes, profesores y personal no docente

Ya se veían venir los recortes desde los primeros años de legislatura del Gobierno del PSOE con la LOE y des-pués con el Plan Bolonia, y han empe-zado a ser contestados con las fuertes movilizaciones y las convocatorias de huelga general de estudiantes que se celebraron en el primer trimestre. Luchas estudiantiles que estuvieron precedidas por las movilizaciones de los profesores ante los recortes, prin-cipalmente en Madrid contra la señora Thatcher, la señora Aguirre. El Go-bierno del Partido Popular se prepara para anunciar una batería de medidas que puede suponer un fuerte retroceso en la calidad de la enseñanza de los estudiantes, un ataque al futuro labo-ral de la juventud y un empeoramien-to de las condiciones laborales de los profesores y personal no docente.

Se han ido anunciando cuáles po-drían ser las medidas que trataría de aprobar. En primer lugar se pretende crear un bachillerato a partir de los 16 años que dure tres años. Los estudian-tes tendrán que decidir si quieren pa-sar todos los obstáculos para llegar a la universidad mediante el bachillerato de tres cursos, la formación profesio-nal o entrar directamente al mercado laboral. Esto supone un proceso de eli-tización de los alumnos concediendo menos oportunidades y dando menor apoyo escolar. Los profesores se verán obligados con los escasísimos recursos que tienen a pasar rápidamente las ma-terias. La masificación de las aulas, el menor tiempo disponible para la prepa-

ración de las clases, la nula ayuda para estudiantes extranjeros que necesitan una ayuda para aprender la lengua, una selectividad cada vez más dura -como con el endurecimiento en la última ley aprobada por el PSOE-... Esta división de los alumnos a temprana edad va a suponer que desde el comienzo de la ESO (con tan solo 12 años) se segre-guen en distintos itinerarios “basura” a los alumnos en función de las nece-sidades del mercado, expulsando tem-pranamente a los jóvenes.

Este modelo que pretenden instau-rar va a forzar a muchos jóvenes a una fuerte desmoralización. A pesar de lo insuficiente de la educación pú-blica del Régimen del 78, estos pasos de la burguesía son en la práctica un “crash” del modelo actual pasando a un modelo mucho más neoliberal. Au-mentarán las grandes dificultades para llegar a obtener un título universitario, sean dificultades académicas -como las maratonianas jornadas de estudio que supone el Plan Bolonia, sin tener en cuenta si a la vez tienes un traba-jo-, o sean dificultades económicas. El coste de matriculación supone este año un 7% más que otros años, a lo que hay que sumar la imposición del aumento de multas de segundas o ter-ceras matrículas. No sólo tenemos que soportar estas condiciones sino que al salir de la universidad vemos como prácticamente no hay trabajo, con casi un 50% de paro juvenil o con la reno-vación de sólo uno de cada 10 puestos de la oferta pública de empleo.

En concreto en Aragón la Consejera de Educación, Universidad, Cultura y

Deporte, Dolores Serrat, afirmaba sin ningún complejo que “estamos buscan-do nuevas fórmulas para poder afron-tar la construcción de los nuevos cen-tros. Fórmulas de colaboración incluso público-privada” (Heraldo de Aragón). Esto supondría un ataque frontal a los estudiantes y trabajadores que debe ser respondido, ya que desde que la Conse-jera tomó posesión de su cargo se ha de-clarado en beneficio de la escuela con-certada y privada. Está beneficiando la matriculación en la red privada con me-didas como la de la red única de matri-culación, o aumentando los conciertos en los tramos de 0-3 años, favoreciendo así a la privada y concertada en detri-mento de la pública. El Partido Popu-lar ya tiene bastante experiencia en la privatización de las enseñanzas medias, Madrid es un claro ejemplo con 488 centros privados y concertados frente a los 325 de los centros públicos.

El movimiento estudiantil comienza a resurgir

Desde que comenzó del curso, tanto en Universidad como en enseñanzas medias los estudiantes han comenza-do a movilizarse después de un tiempo de parálisis. El 15M ha permitido que el movimiento estudiantil surja más crítico contra la democracia burguesa actual, que se ve como la responsable de la degradación de la educación pú-blica. Mientras la Monarquía, con es-cándalos de corrupción, y la Iglesia se siguen llevando millones que podrían ser destinados a la educación pública.

El despertar de las movilizaciones de los profesores en Madrid impulsó

las movilizaciones y las huelgas estu-diantiles. Al mismo tiempo avanzaba la organización estudiantil, surgiendo asambleas en las principales universi-dades como en Madrid y en Barcelona. El proceso de lucha de los profesores en Madrid, con 9 jornadas de huelga hasta el momento, supone un aire fres-co para la lucha contra los ataques a los trabajadores de la enseñanza. Con encierros, concentraciones, manifesta-ciones multitudinarias, huelgas donde confluían profesores con estudiantes... La burocracia de CCOO y UGT tuvo que asumir estas medidas de fuerza por la presión de las protestas, pero evitó que el movimiento se desarrollase. Le-jos estuvieron de organizar asambleas de profesores en los distintos centros, proponer un plan de lucha escalonado empalmando con los estudiantes que empezaron a salir a luchar... y sobre todo sin plantear una huelga general estatal de todo el sector educativo.

En Barcelona también se han or-ganizado varias acciones contra los recortes en la educación y por la de-fensa de la pública. Los estudiantes han levantado asambleas tanto en la UAB como en la UB, se paralizaron todas las universidades catalanas el pasado 17N y se realizó una multi-tudinaria manifestación. También se han realizado ocupaciones de facultad y de algunos institutos de enseñanzas medias, y en algunas facultades como la UB-Raval, se están levantando las primeras plataformas reivindicativas que pretenden no sólo oponerse a los ataques, sino cuestionar la universidad tal cual existe y luchar por una univer-sidad al servicio de los trabajadores y el pueblo.

En el caso de Aragón se ha dado un importante proceso de organiza-ción estudiantil con la creación de la CEEM (ver recuadro), que tiene pre-sencia en casi la mitad de institutos de Zaragoza. Un primer paso adelante fue la huelga estudiantil de institutos convocada el 20 de octubre; impul-sando después la Asamblea General de Educación, junto con la Asamblea Universitaria y la Plataforma en De-fensa de la Educación Pública.

Las perspectivas que tenemos los estudiantes no son nada buenas, la ba-tería de medidas que está aprobando

por CECILIA VARGAS

JUVENTUD

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el Gobierno contra los trabajadores y los futuros recortes nos deben poner en alerta. Los pasos dados en el pri-mer trimestre deben ser sólo los pri-meros. Con la vuelta de las clases tras las navidades y los exámenes de ene-ro y febrero en la universidad tenemos que intentar retomar las asambleas en los institutos y facultades. Tratemos de que éstas sean lo más masivas po-sibles, y establecer una coordinación entre todas ellas. En primavera los estudiantes tenemos que prepararnos para combatir al Gobierno del PP y los autonómicos, y para esto la unidad con el resto de los sectores de la comu-nidad educativa -profesores, personal no docente, PAS...- y los trabajadores en lucha puede dar mucha más fuerza a nuestro combate.

Los estudiantes de Clase contra Clase venimos siendo parte del pro-ceso de reórganización estudiantil y nos proponemos seguir haciéndolo, contribuyéndo a que gane fuerza. Al mismo tiempo creemos que debemos empezar a debatir un programa que parta de la defensa contra los ataques

que se están lanzando, y a la vez cues-tione la educación tal y como existe hoy en día.

Queremos derrotar todas las leyes y planes privatizadores de la educa-ción: las leyes de FP y la LOE para la educación no universitaria, la LOU, la aplicación del Plan Bolonia y ahora de la Estrategia 2015 para la univer-sidad. Paralizar los recortes, despidos de profesores y aulas masificadas, así como los cada vez mayores trasvases de dinero público a la privada: ¡Ni un euro más a la privada!. Conquistar una educación pública, laica y total-mente gratuita, consiguiendo la anu-lación de tasas y matrículas y aumen-to de las becas. ¡Fuera las empresas de la universidad!, queremos que los planes de estudio, de investigación y todo lo referido a la educación sea decidido por órganos de gobierno con mayoría estudiantil.

Defender la universidad pública, laica y totalmente gratuita, no signifi-ca defenderla tal cual está, sino cues-tionar sus bases cada vez más elitistas

donde la educación privada- concerta-da tiene tanto o más peso que la públi-ca. Para ello es necesario pelear en la perspectiva de la expropiación de los centros privados y concertados y su paso a la red pública. Fuera la religión de las escuelas! Y si en la educación pública ya es elitista, como lo son las universidades, totalmente veda-das para los hijos de los trabajadores, debemos pelear por una educación al servicio de la clase obrera y el pueblo, con la perspectiva de cuestionar esta educación de clases para cuestionar la sociedad de clases.

Pero los recortes no son sólo para nosotros, es por eso que nuestra lucha debe estar unida a todos los sectores de la educación desde las bases y exi-gir contundentemente la convocatoria de una huelga general de toda la co-munidad educativa, a la burocracia de los sindicatos mayoritarios que man-tienen la paz social mientras pactan los recortes. El ataque a la educación es parte de todo el ataque al sector público como los duros ajustes en sa-nidad. Por eso debemos unir nuestras

reivindicaciones al conjunto de los trabajadores, sellando en la lucha una verdadera unidad obrero- estudiantil que enfrente estos planes, junto a los sindicatos combativos y de izquierda. Como mostró el despertar del 15M, y la crisis del capitalismo, la consigna gritada en las manifestaciones de que “nos han quitado todo, y ahora lo que-remos todo” debe ser el espíritu para salir a las calles. El actual Régimen del 78 ha mostrado desde su naci-miento que nos concedió con la mano izquierda una limitada educación y que ahora nos la quita descaradamente con la mano derecha. El actual Régi-men sólo sirve a las 200 familias más ricas de este país, para que sigan man-teniendo sus beneficios. Un Régimen que ha estado casado con la iglesia…y que tiene la mitad de los centros edu-cativos. Es necesario una salida revo-lucionaria para la juventud que tenga cómo norte derrumbar el capitalismo y el actual Régimen, expropiando y nacionalizando todos los bienes de la burguesía y de la Iglesia, y poder es-tablecer una educación al servicio de la juventud y los trabajadores.

JUVENTUD

La coordinadora que hemos levantado los estudiantes de secundaria y bachillerato como forma de auto organización se formó a partir de las asambleas que habíamos retomado en varios institutos al principio de este curso, que empezaron a surgir a finales del anterior como forma de coodinarlas entre ellas.

Impulsamos su surgimiento a tra-vés de la Comisión de Estudiantes del 15M, de la que son parte los compa-ñeros de la Agrupación Revoluciona-ria No Pasarán, integrada por Clase Contra Clase e independientes. Cada asamblea tiene autonomía y libertad de decisión y se llegó a unos puntos en común entre todas, que en la CEEM asumimos y defendemos (educación pública, laica, gratuita…). Nos orga-nizamos en forma de asambleas desde las bases, libre de tendencias, pelea-mos por unificar las reivindicaciones de los profesores, de los trabajadores no docentes, estudiantes universita-rios y de secundaria, es decir, unificar el sector educativo para luchar juntos contra los recortes.

Hemos protagonizado ya impor-tantes movilizaciones en Zaragoza, como la huelga de enseñanzas me-dias el 20 de Octubre, donde unos 1500 jóvenes salimos a la calle cor-tando el tráfico en solidaridad con la lucha contra los recortes de los profesores en Madrid, o el impulso de la Asamblea General de Educa-ción, donde acudieron más de 200 personas; estudiantes de secundaria (CEEM), universitarios (Asamblea Universitaria), profesores (Plata-forma en Defensa de la Educación Pública de Aragón, donde participan diferentes sindicatos de la enseñan-

za) y trabajadores educativos no docentes, como una forma de orga-nización y lucha dentro del sector educativo. Organizarnos desde las bases también para exigir a la buro-cracia de los sindicatos mayoritarios la convocatoria de una huelga gene-ral de todo la educación y también a la izquierda sindical que tiene un gran peso en este sector.

El 13 de enero la CEEM convoca una asamblea donde los compañe-ros de No Pasarán defenderemos la necesidad de levantar un programa más radical y un plan de lucha ofen-

sivo contra el nuevo Gobierno del PP, los ataques que se prevén para esta primavera, la defensa de una huelga general educativa… Y llevar estas propuestas a la próxima asam-blea del sector educativo que será el próximo mes de febrero.

Un organismo como la CEEM, que se organiza desde las bases, es crucial para la organización de los estudiantes, por lo que es importante que este modelo se extienda a otras ciudades, para la coordinación de movilizaciones y para derrotar los planes del Gobierno.

por CECILIA VARGAS

¿Qué es la CEEM de Zaragoza?

14 INTERNACIONAL

A tres años del Congreso de Fundación

Un Balance del proyecto del NPA francés a la luz de las lecciones políticas y estratégicas de la lucha de clases

Militante de la FT-CI y de la Corriente Comunista Revolucionaria del NPA

Cuando se recuerda el entusiasmo suscitado por la fundación del NPA en enero de 2009 y se ve la terrible crisis en la que se encuentra hoy, más que legítima, es indispensa-ble preguntarse qué ha sucedido para que se llegue a esta situación. Durante mucho tiempo, la cuestión de un balance de conjunto del NPA, incluso de su proyecto original, era un gran tabú dentro del partido.

Es en este contexto, que nos propo-nemos en este artículo adelantar algu-nos primeros elementos de balance de estos tres años de existencia del NPA, partiendo de algunas afirmaciones de los camaradas que firmaron el texto “Algunos elementos…” e intentando responder a ellas.

Problemas de método y conclusiones erróneas

Estos camaradas parten de una relec-tura del contexto en el cual se lanzó el proyecto del NPA afirmando que “des-pués de la derrota del PS en la elec-ción presidencial del 2007, de forma bastante artificial Olivier Besancenot

y el NPA en constitución, aparecían casi como la única fuerza de oposi-ción”. Según ellos, esta situación ex-tremadamente transitoria contribuyó a negar las contradicciones del proyecto fundador y a pasar “del entusiasmo a la arrogancia”1.

Este diagnóstico a posteriori tiene, ciertamente, una parte de verdad. El éxito electoral de Olivier Besancenot y su popularidad crearon la ilusión que la antigua LCR, caracterizada por los firmantes del texto como “una peque-ña oranización, con una implantación precaria”, podía de un día para el otro « superarse » para convertirse en « un partido de masas » a través de la ad-hesión individual de « personas anóni-mas » y algunas personalidades de la izquierda antiliberal.

Sin embargo, esta constatación está puesta al servicio de una explicación muy superficial del fracaso del NPA. En un primer momento, “la arrogan-cia” nos habría impedido tomar ven-taja teniendo en cuenta la necesidad de buscar alianzas con una “izquierda radical” que “a fines de 2008 y prin-cipios de 2009, teníamos a mano, la posibilidad de hegemonizarla”. Y, en un segundo momento, el NPA habría derivado para convertirse en “una or-ganización aislada y propagandista” bajo la dirección de una nueva mayo-ría caricaturizada como “bolchevique”

de manera bastante ridícula como para que ni ellos mismos puedan creérsela verdaderamente.

Antes de empezar a debatir con es-tas conclusiones que nosotros estamos evidentemente muy lejos de compartir, una cuestión de método que nos parece primordial. ¿A partir de qué criterio se puede esbozar un balance correcto de estos tres años de existencia del NPA? Los firmantes del texto eligen medirlo esencialmente en función de los movi-mientos en la superestructura, es decir, la posición del NPA con respecto a otras fuerzas de la “izquierda radical”. A pesar de la crítica hecha al NPA so-bre su incapacidad para “enfrentarse al mundo tal cual es”, aparentemente, en “el mundo tal cual es” de estos ca-maradas los fenómenos de la lucha de clases aparecen como un elemento se-cundario, al punto de no merecer más que una referencia muy breve en cuan-to al movimiento contra la reforma de las jubilaciones.

Nos parece, por el contrario, que el método correcto es el de confrontar nuestras orientaciones políticas con una realidad que ha sido bastante rica desde el punto de vista de la lucha de clases nacional e internacional para, a partir de allí, verificar la validez o no de las elecciones del pasado y, sobre todo, para encontrar una orientación correcta para el presente y el futuro.

Cuando se creó el NPA, su proyecto se apoyaba en un análisis del período, consideraciones sobre la estrategia y el tipo de partido a construir. Frente a una crisis que cuestiona objetivamen-te el lugar del partido, en lugar de in-terrogarse a partir de las lecciones de la lucha de clases estos fundamentos, los firmantes del texto se contentan con reafirmarlos, incluso exacerbarlos para justificar su orientación. Noso-tros intentaremos aportar elementos de nuestro propio balance a partir de un método radicalmente opuesto.

“Nuevo período, nuevo programa, nuevo partido”

El lanzamiento del NPA se apoya-ba primero y ante todo, en un análisis

por DANIELA COBET

En el año 2009 tuvo lugar la fun-dación del Nuevo Partido Anticapi-talista en Francia. La antigua Liga Comunista Revolucionaria francesa había decidido disolverse en pos de construir un partido amplio, sin una estrategia para la revolución y sin una estrategia de clase. Este proyecto cau-só un gran impacto en la izquierda eu-ropea y del Estado español. Muchos de los grupos de la extrema izquierda lo veían como un ejemplo a tratar de imitar en sus respectivos países.

Aquí, En Lucha e Izquierda An-ticapitalista vienen defendiendo la necesidad de avanzar en la construc-ción de una organización sobre es-tos mismos pilares. En el caso de la segunda, su propio nacimiento, des-pués de años en los que buena parte de la corriente hermana de la LCR francesa permaneciera dentro de IU, recibió un impulso decisivo a raíz de la fundación del NPA.

Después de tres años el NPA se en-cuentra hoy por hoy en una impor-tante crisis. Compañeros de la FT-CI en Francia vienen militando en el NPA e impulsando, junto con otros compañeros, la Corriente Comunista Revolucionaria (CCR), que defiende la necesidad de construir un partido con una clara delimitación progra-mática y estratégica revolucionaria y de clase, que se prepare para interve-nir en los acontecimientos de la lu-cha de clases que se vienen dando.

Publicamos a continuación un artí-culo estractado escrito por nuestra ca-marada Daniela Cobet para la revista del CCR, en el que se debate con el balance presentado por la corriente del NPA llamada “Izquierda Antica-pitalista” -el documento “Algunos elementos para un balance del NPA”- y al mismo tiempo se trata de estable-cer un balance del mismo proyecto y sus principios fundadores al calor de los principales acontecimiento de la lucha de clases que han atravesado los tres años de existencia del NPA.

Creemos que la discusión abier-ta en el seno del NPA puede servir para la discusión también en el Es-tado español, donde buena parte de la extrema izquierda es partidaria de levantar un modelo de organización y una estrategia que, como seña-la este artículo, se están mostrando completamente impotentes para po-der levantar una alternativa revolu-cionaria a las primeras convulsiones y procesos revolucionarios que está generando la crisis capitalista.

Introducción

15INTERNACIONAL

del período que consistía en decir que la caía del Muro de Berlín y la extin-ción de la URSS habrían puesto fin a un período histórico abierto con la re-volución rusa de 1917, abriendo otro, nuevo y con rasgos relativamente im-previsibles. Nadie puede negar que estos acontecimientos tienen una gran importancia y que cambiaron conside-rablemente el escenario mundial y que merecerían ser estudiados y explicados por todos aquellos que creen defender la idea de una transformación social radical. La extensión del modo de pro-ducción capitalista a toda una serie de regiones, que habían estado por fuera de ella durante décadas, la ofensiva contra las condiciones de vida y de trabajo de los explotados a escala mundial, que le siguieron al triunfalismo capitalista que pretendía que la historia había llegado a su fin, el hundimiento del stalinismo como aparato contrarrevolucionario presentaba nuevos desafíos para un análisis marxista del período actual.

Sin embargo, es indispensable preci-sar en qué consisten estas transforma-ciones y cuáles son sus implicancias reales para la estrategia revoluciona-ria. Y aún más, cuando el momento en que se fundó el NPA y por lo tanto, la materialización de este análisis en una nueva organización sensata correspon-diente al nuevo período, coincide con el inicio de la crisis capitalista en las proporciones históricas que estamos viviendo. En este sentido, nos parece que algunas afirmaciones que aparecie-ron en el “debate estratégico” abierto en la LCR antes de la creación del NPA se equivocaron en su interpretación de este movimiento. Especialmente, cuan-do preveían una recomposición lenta y evolutiva del movimiento obrero en la que era necesario admitir, como prego-naba Francis Sitel, que la actualización de la cuestión de la conquista del po-der “hoy está por debajo de la línea de nuestro horizonte político”2.

Ya que después de los años de ofensi-va capitalista y un inicio de la resistencia a partir de mediados de los años ’90, el “nuevo período” dentro del cual el NPA tendría que desarrollarse volvía a poner, por el contrario, delante de la escena toda una serie de elementos que pare-cían haber desaparecido del “horizonte político”. Desde 2009 –como luego lo veremos más ampliamente– varios ele-mentos señalaban tendencias a una ma-yor polarización entre, por un lado, la radicalidad del movimiento de masas y, por otro, la radicalización de las salidas burguesas frente a las crisis o, dicho de otra manera, de las tendencias iniciales a la revolución y la contrarrevolución. Posteriormnete, el desencadenamiento

de procesos revolucionarios en el mun-do árabe, la situación pre-insurrecional en Grecia (para retomar el término utili-zado por Kuvelakis ), el despertar de la juventud en el Estado Español y, enfren-te, las respuestas contrarrevolucionarias de la burguesía y el imperialismo, así como las tendencias a la bonapartiza-ción de los regímenes en Europa y los fenómenos nacionalistas y de ultradere-cha por el otro, son una demostración indiscutible de esto.

En este sentido, bajo el aspecto de importantes transformaciones de la si-tuación política lo que estaba en cami-no de reactualizarse era precisamente el carácter de un “período” mucho más amplio, definido por Lenin a principios de siglo como el de “las guerras, crisis y revoluciones”, al que toda la historia del siglo XX no dio solución, precisa-mente debido a las derrotas de las que fue víctima nuestro movimiento.

En lugar de borrar las divergencias del pasado, desterradas por falta de actualidad, habría sido necesario enri-quecer el proyecto fundador del NPA con las lecciones estratégicas de esta historia. Esto era capital para prepa-rar al partido para intervenir en una situación que volvía a ser convulsiva y, en la que, inevitablemente se iban a replantear problemas del movimiento revolucionario, bajo una forma nueva. Esto también era indispensable para re-habilitar la idea misma de la revolución en un momento en que se encontraba desacreditada, pues sufrimos aún las consecuencias de la ofensiva burguesa y de las derrotas del pasado, sin que la nueva situación pueda aún aportar de-mostraciones claras de la actualidad de nuestro proyecto. Por otra parte, habría sido también fundamental para comba-tir los prejuicios de los que pretendían que la burocratización es una conse-cuencia inevitable de toda revolución, como el ejemplo de la URSS, haciendo del proyecto revolucionario una pers-pectiva no sólo imposible sino también indeseable. Esta rehabilitación, era en-tonces reivindicar bien arriba y bien fuerte, la herencia de aquellos que, en el movimiento revolucionario, siempre combatieron al stalinismo y levantaron la bandera de una revolución interna-cional basada en la democracia obrera.

Lamentablemente, se hizo más bien lo contrario. Bajo la influencia de la si-tuación anterior, de reflujo ideológico generalizado, numerosos camaradas creyeron que para crecer era necesa-rio diluir el programa, la estrategia, las referencias ideológicas para adaptarse mejor al medio al que se quería llegar. La palabra “revolución” fue entonces

considerada como “muy divisoria”, el trotskismo una referencia muy pasa-da de moda, reemplazando todo esto con fórmulas confusas tales como “la transformación revolucionaria de la sociedad” y el “socialismo del siglo XXI”. En la actualidad, estamos pagan-do la consecuencia de no haber sabido mantener una continuidad revolucio-naria a contracorriente durante este período de reflujo, de haber desertado de nuestras posiciones ideológicas en búsqueda de falsas “nuevas verdades”. Y esto es aun más dramático en la me-dida que esta crisis y esta parálisis nos afecta precisamente en el momento en que la situación permitiría dar una sal-to hacia delante.

Sobre cómo la tesis de la “orfandad estratégica” desarmó al NPA

Una de las tesis fundadoras del proyecto del NPA fue aquella según la cual las hipótesis estratégicas con las que habíamos actuado hasta el momento perderían actualidad luego de la caída del Muro de Berlín y que entonces estaríamos “huérfanos de hipótesis estratégica”3. Se trataba, en adelante, de repensar la cuestión es-tratégica por fuera del marco de estas hipótesis y de retomar elementos de “lo mejor” de las diferentes tradicio-nes y corrientes del movimiento obre-ro y revolucionario4.

Así, apoyándose en el análisis del ca-rácter imprevisible del período que se abría, nació la idea que se podía cons-truir un partido desprovisto de estrate-gia y que, en todo caso, las referencias al pasado sólo eran operatorias. Los ca-maradas firmantes del texto “Algunos elementos…” no inventan la pólvora cuando afirman que “la nueva época, en la que es necesario por otra parte renovar constantemente el trabajo de análisis y decodificación, implica una redefinición del programa, la estrate-gia y, sin duda, del tipo de partido que hay que construir. En ningún caso, el tartamudeo de los modelos revolucio-narios del siglo XIX y XX, que en la actualidad ya no son operatorios [sic]. Un proceso de transformación revolu-cionaria de una sociedad capitalista como la sociedad francesa no se pare-cerá a la revolución rusa, sino sin nin-guna duda, tampoco a un mayo del ’68 que fuera hasta el final”.

Veremos más adelante, hasta qué punto esta idea se choca con sus límites cuando tomamos como criterio la reali-dad Pero es necesario decir enseguida que este pretendido “vacío” estratégico le impidió al NPA estar a la altura de

los acontecimientos que debe enfrentar, siempre dejando la puerta abierta a las derivas electoralistas y reformistas ya que, como se dice frecuentemente, la política tiene terror al “vacío”…

Un pequeño llamado de atención: la huelga general en Guadalupe

Como si hubiese estado arreglado, en el momento exacto en que se rea-lizaba el Congreso fundador, en enero de 2009, un mensaje nos era enviado desde el terreno de la lucha de clases. En pleno territorio colonial francés, en Guadalupe, esta “reliquia del pasado” en que se había convertido la huelga general para algunos camaradas, de-mostraba que todavía tenía algo por decir. Una huelga general de verdad, con la casi totalidad de la isla paraliza-da, al borde de la escasez. La patronal y el gobierno rechazaban negociar, por temor a un efecto contagio, no sólo ha-cia las otras islas (lo que efectivamente ocurrió) sino también a la metrópoli, donde el descontento popular subía frente a los primeros efectos de la cri-sis. Aún más teniendo en cuenta que el 78% de la población en Francia metro-politana apoyaba este movimiento y que la Jornada de acción llamada por las Confederaciones sindicales de fines de enero habían sido un éxito. Esto no podía pasar desapercibido para los de-legados reunidos en Saint Denis para fundar un nuevo partido.

Frente a la intransigencia, el movi-miento se radicalizó. Para limitar las privaciones de las masas, los huelguis-tas decían caso por caso con respecto a la producción y la distribución de cier-tos bienes y servicios, especialmente el petróleo, el gas, la electricidad, en una forma embrionaria de control obrero. Frente a la represión, se formaron co-mités de autodefensa y los jóvenes de los barrios populares se unían a los en-frentamientos y levantaban barricadas. En definitiva, estaban reunidos todos los ingredientes de una huelga general que por su propia dinámica, conduce al conjunto de la población detrás de los trabajadores en lucha, se vuelve cada vez más política, adquiere rasgos insu-rreccionales y comienza a plantear de hecho el problema de quién gobierna.

Este era un primer síntoma, un ape-ritivo, una anticipación de la dinámi-ca que iba a tomar la lucha de clases internacional frente a la crisis. Pero, para aquellos que se disponían a fun-dar entonces una organización a partir de la idea que “la famosa huelga ge-neral insurreccional” se había vuelto obsoleta, esto debía ser un llamado de

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atención. Ya que, no sólo se trataba de una huelga general como en el ’68, sino que se plantearon problemas políticos similares, especialmente el desvío del movimiento a través de un aumento de salarios, así como la traición del PCF.

Más aún. Si el NPA le hubiera dado la importancia necesaria a este hecho a principios de 2009, ¿no se habría llega-do mejor preparado al otoño de 2010? ¿No hubiera podido sacar especialmen-te la lección que la falta de organismos de autodeterminación, combinado con una política seguidista de las direccio-nes sindicales5 (reformistas combativos en Guadalupe, abiertamente concilia-dores en la metrópoli) de parte de los revolucionarios llevaría inevitablemen-te a una derrota?

La oportunidad perdida de las huelgas obreras de 2008-10

Pero no era sólo en los DOM-TOM donde la dinámica de la dinámica de la lucha de clases estaba por cambiar. Desde fines de 2008, frente a los pri-meros efectos de la crisis en Francia, una serie de huelgas obreras contra los cierres de empresas y los despidos se desarrollaron en todas partes del país. Este resurgir de conflictos obreros muy duros llegaba después de años de transformaciones reales y profundas en la división mundial del trabajo con una reducción del número de obreros industriales en los países avanzados en beneficio de los servicios y las desloca-lizaciones de las fábricas. Constituían un principio de ruptura con las derro-tas sufridas durante varias décadas. Finalmente, se diferenciaba de ante-riores fenómenos de la lucha de clases en los que más bien los campesinos (movimiento zapatista), los jóvenes (movimiento altermundialista) o la po-blación urbana en general (Argentina 2001) estuvieron en el centro de la es-cena, contribuyendo a difundir la idea que la clase obrera ya no era el sujeto principal de la transformación social. Con la oleada de luchas de 2009-10, ésta estaba definitivamente de regreso en el centro de la escena política.

Durante varios meses, decenas de huelgas duras han sido la portada de varios diarios. Retomar el método radi-cal de secuestrar a los patrones y a los cuadros de las empresas se extendió rá-pidamente como una mancha de aceite, a pesar del programa limitado de las in-

demnizaciones. En la historia del mo-vimiento obrero francés, los obreros sólo recurrieron a este tipo de acción en forma más o menos frecuente du-rante los períodos más revolucionarios de la historia del siglo XX. Como deci-mos en un artículo publicado en 2010: “Por un lado, la extensión de este tipo de acción en diferentes momentos de la historia no es nueva. Xavier Vigna, a propósito de los secuestros de los años ’60 y ’70, explica que ‘estas formas de violencia no son nuevas y nos hacen emitir la hipótesis de un repertorio de acciones violentas casi subterráneo, que camina más allá de una pacifica-ción general de las relaciones sociales, que se manifiesta a través de ‘retoños’. O, para decirlo de otra manera, la institucionalización y difusión de la práctica huelguista no impiden que permanezcan entre los obreros, prác-ticas conflictivas más vivas, más agu-das, cuya expresión está facilitada por la memoria de las grandes huelgas an-teriores, especialmente las de 1947-48 y que se manifestó durante el ‘68’6”. ¿Estaremos por vivir el mismo fenó-meno, de manera diferida, como una memoria subterránea de la oleada de los años ’60 y ’70 que quizá está por anunciar una nueva oleada obrera que vaya más allá de las profundas limita-ciones subjetivas actuales […]?” 7

Nos parece que el movimiento histó-rico contra la reforma de las jubilacio-nes y el rol central que han jugado allí sectores estratégicos de la clase obrera responde positivamente al planteo que hacemos en este momento, incluso aunque la coyuntura electoral que atra-vesamos actualmente constituye una especie de interregno más reformista. Esta oleada de 2009-10 tenía además un componente muy interesante de anti-burocratismo en la medida que estos conflictos se llevaban adelan-te por fuera y a veces en oposición a las políticas de las confederaciones. Incluso hubo intentos de coordina-ción independiente de esta vanguardia radical, como el encuentro de Cham-phol a fines de 2008, la manifestación en París en octubre de 2009, la apari-ción del Colectivo contra los Patrones Canallas, la reunión en Blanquefort, el envío de delegaciones obreras a Châtellerault para apoyar a los New Fabris en julio de 2010. En definitiva, lo mínimo que puede decirse es que la situación en el movimiento obrero era

más bien favorable a la construcción de un partido anticapitalista…

Sin embargo, la falta de implanta-ción inicial del NPA en el movimiento obrero industrial ha sido agravada por la inmersión del partido en discusiones electorales mientras que incluso este proceso huelguista estaba en pleno de-sarrollo. Para ilustrar hasta qué punto el partido no estuvo a la altura de lo necesario, es suficiente citar el caso de la huelga de la refinería de Flandres en Dunkerque, donde el principal diri-gente, Philippe Wullens, tenía una gran simpatía por el discurso de Olivier Be-sancenot. Lo invitó varias veces a ir para llevar su apoyo, sin éxito, incluso cuando se trataba del principal conflic-to en curso a escala nacional, que in-cluso desencadenó una huelga general de las refinerías. Segundo ejemplo, el conflicto de Philips en Dreux, donde el secretario del sindicato de la CGT, Manu Georget, que estaba a la cabeza del sector combativo de la empresa y que incluso intentó aplicar el control obrero de la producción, era miembro del NPA y cabeza de la lista electoral en su departamento. La dirección del NPA lo dejó absolutamente solo, inclu-so cuando el conflicto había tomado una amplitud nacional, con la cuestión del lockout patronal y la intervención del Ministro de Industria Christian Es-trosi, quien debió salir en defensa de la patronal de Philips diciendo que no eran patrones canallas.

Una vez más, si el NPA se hubiera implicado a fondo en estas huelgas, considerando a cada una como “escue-la de guerra” (Lenin dixit), si hubiera apoyado resueltamente la realización de una coordinación de estos conflictos, en forma independiente de la burocra-cia de Cherèque y Thibault, si hubiera hecho todo para ganar para sus filas a los mejores elementos de esta vanguar-dia al mismo tiempo que aportaba a to-dos aquellos que estaban por luchar un poco de confianza en su capacidad de ganar si ellos luchaban todos juntos... ¿no habría llegado en mejores condi-ciones al otoño de 2010? El “vacío” estratégico y la ilusión de ocupar espa-cios superestructurales especialmente en las elecciones, ¿no habrán sido el origen de la incapacidad del NPA para jugar un rol en el marco de esta ocasión de oro ofrecida por la lucha de clases? Ya que, cuando sólo se piensa en que

la transformación revolucionaria pasa-rá por una insurrección dirigida por los trabajadores y conduciendo al conjun-to de los sectores populares, lo que está en tela de juicio es la cuestión misma del sujeto de la transformación social y las prioridades de construcción.

El movimiento del otoño y la capacidad de los traba-jadores de paralizar el país

Finalmente llegamos al movimiento de las jubilaciones, que fue significa-tivo, no solo por el importante rol que jugaron sectores estratégicos de la cla-se obrera, como los trabajadores de la energía y de los transportes, sino tam-bién por las relaciones que se estable-cieron entre el conjunto de los trabaja-dores en lucha. Los costos de todas las faltas estratégicas del NPA se pusieron en evidencia explícitamente.

Cuando comenzó el movimiento, los trabajadores de las refinerías acaban de terminar otra lucha contra el cierre de la refinería de Flandes que llevo a parali-zar todas las refinerías de Francia. Muy rápidamente la huelga de las refinerías se declaró renovable y los trabajadores se dirigieron al conjunto de los que pe-leaban contra la reforma de las jubila-ciones, planteándoles que tenían la fuer-za para paralizar el país y que estaban decididos a hacerlo, pidiendo a quienes no tenían los mismos medios de presio-nar que contribuyeran con un fondo de huelga para compensar los descuentos a sus salarios al finalizar el movimiento.

Si bien esto escondía una cierta auto-suficiencia, que luego se topó con sus límites cuando las direcciones sindica-les dejaron aislados a estos sectores, la subjetividad de los trabajadores de las refinerías que proponían utilizar su lu-gar central en la producción para que se oiga la voz de todos los explotados, era un hecho completamente nuevo. Y esto más aún, cuando la respuesta de la población fue más que favorable: los aportes al fondo de huelga fueron tan importantes que superaron ampliamen-te lo necesario para compensar los des-cuentos salariales y fueron utilizados para otros sectores. Cuando, frente a una escasez inminente, el Estado deci-dió, con la complicidad de la Intersin-dical, desalojar los piquetes de huelga, miles de trabajadores de otros sectores y de jóvenes fueron a defender junto a

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los trabajadores de las refinerías los pi-quetes que consideraban propios.

Más en general, hay que destacar la capacidad que tuvo el movimiento de otoño de 2010, con su dinámica que tendía claramente a la huelga general, a atraer la simpatía y la movilización de los sectores más diversos, especialmen-te con la entrada de los secundarios y de los jóvenes de los suburbios, eviden-ciando claramente la gran capacidad de la clase obrera a volverse hegemónica cuando se pone al servicio de los intere-ses del conjunto de los explotados. Sin los servicios prestados por las direccio-nes sindicales a la burguesía, el desa-rrollo de estas tendencias habría podido llegar a un umbral abiertamente políti-co, planteando el problema del poder, como quedo claro en el momento en que la escasez de combustible fue con-creta, y los trabajadores de las refinerías contaban con el apoyo del 75 % de la población, mientras que el Presidente de la República tenía su mas baja tasa de popularidad del 29 %.

Desgraciadamente nuestro partido se preparó muy mal para eso. Hasta antes de la creación del NPA, la LCR, que había hecho un esfuerzo durante las dos primeras décadas de su existencia para implantarse en la clase obrera (aunque con resultados relativos) se había adap-tado de un modo para nada desprecia-ble a lo que Daniel Bensaïd llamaba “la ilusión de lo social”, es decir a la idea de una multitud de movimientos par-ciales cuya simple suma sería el motor de la transformación social.

La lógica de los “sectores de inter-vención” materializó esta concepción desde un punto de vista organizativo. Movimiento feminista, movimiento so-bre las cuestiones del medio ambiente, los movimientos de los desocupados, el movimiento LGTB, el movimiento para la vivienda, el movimiento estu-diantil, universitario, secundario, de los barrios populares, etc. Al contrario de LO, que en forma sectaria desatiende el combate contra las opresiones e in-cluso la intervención en el movimien-to estudiantil, la LCR y luego el NPA se dispersaron en diversos frentes, sin ninguna jerarquía.

Así es como el NPA nació, no sólo sin delimitación estratégica, sino con una muy débil delimitación de clase, y con una composición social donde los docentes y los estatales representa-ban la mayoría del partido y con una estructuración muy débil en los secto-res estratégicos del proletariado que no pudo revertir desde los primeros años de existencia.

Es por eso que cuando los compa-ñeros de la corriente Izquierda An-ticapitalista afirman que durante el movimiento contra la reforma, “la consigna de huelga general también sirvió de biombo ante la ausencia de propuestas concretas en el curso de la movilización”8, si bien esta afirmación es en parte verdadera, la respuesta al problema no puede encontrarse en la orientación política del NPA.

El NPA llegó muy mal preparado a este movimiento cuya dinámica era cla-ramente hacia una huelga general polí-tica. La falta de acumulación previa y la incapacidad del NPA de construir frac-ciones radicales al calor de la lucha de clase, de combatir concretamente a la burocracia sindical y de presentar una alternativa de dirección al movimiento, anclado en los embriones de organis-mos de autoorganización que eran las AG interprofesionales, condenó al NPA a una simple propaganda de la huelga general (además vacilante y desviándo-se a veces hacia la ambigua consigna de “bloqueo de la economía”), sin tener la capacidad de ser un factor de peso en el destino de la lucha, aunque sólo sea desde algunos sectores.

Finalmente, y a pesar de las acusa-ciones de “propagandismo sectario” llevadas por estos compañeros con respecto a la mayoría actual, fue la política de construcción ocupando es-pacios superestructurales y electorales, la que llevó al NPA a esta situación de impotencia en el terreno de la lucha de clase. Ahora bien, ésta es compartida por toda la antigua dirección, y los fun-dadores de la Izquierda Anticapitalista son sus más fieles defensores.

La primavera árabe y las “revoluciones clásicas”

Sin embargo, lo más importante to-davía estaba por venir. Contra todas las previsiones de algunos camaradas, las primeras revoluciones del siglo XXI llegaron bastante rápido. Esta vez las cosas han cambiado en el atrasado co-razón colonial francés, el Magreb. La palabra “revolución”, deshabilitada en el momento de la fundación del NPA, repentinamente, estaba en boca de to-dos. La caída de los dictadores en Tú-nez y en Egipto –el caso libio es el más contradictorio producto de la interven-ción imperialista– por la acción de las masas todavía no era, desde luego, el resultado de una revolución social vic-toriosa. Pero el proceso esta abierto, y esto nadie se atreve a negarlo.

En este nuevo contexto, toda una se-rie de cuestiones y problemas se plan-

tearon de un modo muy concreto. El primero fue el de la dinámica y de la alianza de clases que puede llevar a la revolución. Como ya sucedió en varias oportunidades a lo largo de la historia, los primeros estallidos surgieron en los eslabones débiles de la cadena capita-lista mundial, en países que vivían bajo regímenes autocráticos y sufrían las peores consecuencias de la crisis, más particularmente de la juventud y de los sectores populares más oprimidos de estos países. Pero en Túnez y sobre todo en Egipto, fue la convergencia entre la “plaza” y las fábricas (con el anuncio de una huelga general en vísperas de la caída de Mubarak) la que fue capaz de tirar abajo al dictador y que es aún hoy decisiva para que la revolución pueda avanzar en sus objetivos.

El segundo es la necesidad de cons-truir organismos de autoorganización de las masas9 que sean verdaderos embriones de un doble poder, sin los que las clases dominantes encontrarán siempre los medios de retomar el poder, a veces incluso desviando aspiraciones legítimas como la de la Asamblea Cons-tituyente en Túnez para llevar a cabo un cambio superficial, sin tocar las raíces del sistema de opresión y explotación.

El tercero es el de la combinación entre las tareas democráticas y socia-les, que puso en el orden del día la cuestión de la articulación entra la lu-cha contra los regímenes autocráticos y por resolver tareas democráticas es-tructurales en países en los países se-micoloniales y la lucha contra el capi-talismo como sistema de explotación.

De esta manera, en Túnez el proceso revolucionario hizo la relación entre la dictadura de Ben Ali y la de los “pe-queños Ben Ali”10 en particular de los patrones atados al régimen que eran echados de las empresas en el momen-to más explosivo de la movilización. En Egipto una de las primeras medi-das de la Junta militar en respuesta a la caída de Mubarak fue prohibir el derecho de huelga para impedir a los

trabajadores que habían desempeñado un papel determinante en la caída del dictador empujar más lejos el proceso, lo que llevó a acelerar la experiencia de las masas con el Ejército como vi-mos en la movilización que precedió las elecciones parlamentarias y que continúa hasta ahora.

Lo que muestran estos procesos y los intentos de desviarlos que están en curso, es que la satisfacción de las rei-vindicaciones democráticas, comen-zando por la liberación de la opresión imperialista sólo podrá hacerse si los trabajadores y las capas populares lle-van hasta el final la revolución, es decir si avanzan sobre la propiedad privada de los medios de producción y co-mienzan a crear las bases de su propio poder bajo un programa de transición que responda a las aspiraciones demo-cráticas y sociales de todas las capas populares. Porque si la clase obrera no es capaz de ofrecer un programa y una perspectiva al conjunto de las capas populares, una parte de estos sectores será trágicamente atraída por los parti-dos musulmanes y su política asisten-cialista, como ya sucede en parte tanto en Egipto como en Túnez.

En este sentido, debemos subrayar hasta qué punto el salto actual en la intervención de la clale obrera egipcia en el proceso es alentador, y podría ser un primer paso. La universitaria ingle-sa Anne Alexander escribe a propósito de la segunda oleada que se desarrolla frente a nuestros ojos: “Esta serie com-pleja de acontecimientos no puede ser comprendida sin tomar en cuenta el profundo cambio en la naturaleza y el alcance de la acción colectiva de los trabajadores egipcios desde fines de agosto de 2011. Una oleada de huel-gas y manifestaciones coordinadas en todo el territorio, como las organiza-das por los trabajadores del correo y los docentes, junto con la industria y el conjunto del sector del azúcar y los trabajadores de la administración pública de los transportes del Cairo, es la principal causa de una parálisis

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que se apoderó del régimen militar en septiembre y que abrió el camino para el levantamiento de noviembre. Las luchas sociales y políticas continuas, que profundizan cada vez más la re-volución en Egipto, aún se encuentran en un estadio precoz de su desarrollo. Sin embargo, varias características de la oleada de huelgas de septiem-bre de 2011 indican que el grado en el que los trabajadores se organizan, reintrodujo a la clase obrera como un factor importante en la política nacio-nal, a un nivel desconocido en Egipto desde hace más de sesenta años”11.

Se entiende entonces cómo la situa-ción podría haber cambiado radical-mente en este país. Sería suficiente que estas movilizaciones, que son cada vez más ofensivas y coordinadas, pero que se concentran en las consecuencias de las reformas liberales de los últimos años, sobrepasan el carácter sectorial de sus reivindicaciones y se vuelvan abiertamente hacia la lucha por la caí-da de la dictadura militar.

Es una expresión clara y viva de lo que explicaba la Teoría de la Revolu-ción Permanente, sistematizada por Trotsky en base a la experiencia de las revoluciones rusas y chinas. Con-tra toda concepción que pretenda res-tringir las revoluciones árabes a una primera etapa puramente democrática para dejar para el día del juicio final la expropiación de los capitalistas y una independencia verdadera frente al pi-llaje imperialista, tiene una actualidad enorme para pensar y prepararse para intervenir en los procesos en curso.

También podríamos citar un gran número de problemas “clásicos” resu-citados por la primavera árabe. Como, por ejemplo, la cuestión del armamen-to de los trabajadores frente a la repre-sión sanguinaria que se desarrolla bajo nuestros ojos en Egipto.

Nos guste o no, las revoluciones ára-bes vuelven a poner sobre el tapete toda una serie de cuestiones que conciernen a la estrategia y la táctica revoluciona-rias y para reflexionarlas, las experien-cias revoluciones pasadas son de una enorme utilidad. Cual es el sentido de un partido revolucionario si no es el de sintetizar las experiencias históricas de nuestro movimiento para no condenar a nuestra clase a comenzar siempre de cero y a cometer los mismos erro-res. ¿Cuál es el sentido de un partido revolucionario si no es el de sintetizar las experiencias históricas de nuestro movimiento, con el objetivo de evitar a nuestra clase partir siempre desde cero y cometer los mismos errores?

¿Acaso los camaradas que proclama-ron nuestra ausencia total de referencias estratégicas y la “muerte del modelo de 1917” consideran que la necesidad de una alianza entre los obreros y las clases populares o campesinas, de un programa de transición capaz de res-ponder a las aspiraciones y de unificar todos estos sectores, de la autoorgani-zación como base del nuevo poder, la dinámica permanente de la revolución son problemas perfectamente nuevos e imprevisibles?

Si por “modelo de 1917” se entien-de un esquema inmutable condenado a repetirse exactamente del mismo modo, desde luego se trata de una ton-tería. Cada revolución tiene una diná-mica propia y se desarrolla según las condiciones concretas del país, las re-laciones entre las clases, del momento histórico, etc. Por otro lado, uno de los grandes méritos de los revolucionarios rusos mismos fue de haberse concen-trado en la cuestión teórica y práctica de pensar en una estrategia para la re-volución en las condiciones concretas de Rusia a principios del siglo.

¿Pero cómo explicar al mismo tiem-po la pertinencia de todos estos aspec-tos que estaban planteados tanto en aquel lejano 1917 como hoy en día? Pensamos que esto es así, porque la revolución rusa fue en su época terri-blemente moderna, en el sentido en que anticipó, en las condiciones muy particulares de existencia de un país atrasado y con una clase obrera muy concentrada y educada en un sentido revolucionario, gran parte de los pro-blemas de las revoluciones de nuestra época en un sentido amplio, es decir de la revolución socialista.

Esto no significa, desde luego, que en Egipto las cosas se sucederán como en Rusia. La caída de Mubarak no es un tipo de revolución de febrero. En Egipto el ejército no se dividió com-pletamente entre soldados solidarios con la revolución y oficiales atados al antiguo régimen, la clase obrera todavía no desempeñó un papel he-gemónico y todavía no surgieron or-ganismos de doble poder obrero (los soviets). Es en gran parte debido a la ausencia de estos elementos que los regímenes pudieron mantenerse sacándose de encima solamente a la persona del dictador. Podríamos afir-mar en este sentido que la política de contrarrevolución democrática que en Túnez comenzó con la convoca-toria a una Asamblea Constituyente en el marco del régimen y en Egipto por la puerta en pie de un gobierno de la Junta militar, tuvo precisamente

como objeto evitar una dinámica del tipo “febrero del ‘17”.

Es probable por otra parte que el de-sarrollo de la revolución egipcia sea más lento que el de la revolución del ‘17 donde la guerra y las experiencias previas del movimiento de masas –par-ticularmente 1905– pudieron acelerar el proceso. Estamos así posiblemente fren-te a una dinámica más próxima de la de la revolución española, que empezó en 1931 con la caída del rey Alfonso y que se terminó con la derrota en la guerra civil en 1939. Esta analogía sirve sobre todo para subrayar que frente a una de-bilidad subjetiva (los trabajadores y los jóvenes egipcios, por el momento, tie-nen poca conciencia de los mecanismos reales de su explotación y de la posibili-dad de terminar con ella) y en ausencia de un partido revolucionario que pueda atenuar esto de manera organizada, el proceso puede tener ritmos más prolon-gados, atravesando situaciones diversas (electorales, de retroceso, etc.) antes de poder resolverse en el sentido de la re-volución o de la contrarrevolución. Al mismo tiempo este desarrollo más len-to puede tener la ventaja de dejar más tiempo para la construcción de una or-ganización revolucionaria.

¿Cómo intervenir correctamente en un proceso revolucionario abierto sin haber reflexionado sobre estos proble-mas? El desarme político-estratégico del NPA le impidió incluso tener una política consecuente de solidaridad con respecto a estas revoluciones y ser consecuentemente antiimperialista frente a una intervención militar con-tra-revolucionaria dirigida por Fran-cia en Libia12. Imaginemos solamente un instante si se deberíamos intervenir allí directamente...

¿Revolución o «gobierno anticapitalista»?

Como acabamos de ver ampliamen-te, los elementos de la situación con-creta desde la fundación del NPA, no hacen más que reactualizar la pertinen-cia de una estrategia revolucionaria. Y sin embargo el NPA caminaba en sen-tido inverso. Ciertamente, se delimitó en su origen de las adaptaciones más abiertas de las corrientes del SU-QI13 a una estrategia reformista tales como la participación de la corriente brasi-leña Democracia Socialista en el go-bierno de Lula, o la participación de la corriente italiana en Rifondazione Comunista comprometido en el apoyo al gobierno Prodi y a la intervención militar en Afganistán. Pero la idea de la ausencia de hipótesis estratégica nos llevó a escatimar las perspectivas

y a bajar nuestro nivel de compren-sión de los procesos revolucionarios, como lo atestigua la fórmula ambigua de “transformación revolucionaria de la sociedad”.

Tomando la contradicción nacida del hecho de que el NPA no se pronuncia-ba abiertamente por una revolución, la cuestión que estaba en boca de cada periodista y adversario político era: ¿acaso el NPA estará dispuesto a go-bernar, a “tomar responsabilidades”?. La cuestión tenía un sentido preciso, el de saber si la transformación de la LCR en NPA implicaba la sustitución de una estrategia revolucionaria por otra que pueda “integrarse” al régimen y a las instituciones tal cual son. Al mismo tiempo que fijábamos en nuestro dis-curso nuestra independencia con res-pecto a estas instituciones, los princi-pios fundadores decían: “es la relación de fuerza nacida de la movilización la que puede permitir la colocación de un gobierno que impondrá medidas radi-cales en ruptura con el sistema y que emprenda una transformación revolu-cionaria de la sociedad”. ¿Como este “gobierno” llegaría al poder? ¿Qué relación establecería con las institu-ciones del sistema capitalista? Nada de esto fue precisado.

En el mismo sentido, Alain Krivi-ne planteaba la cuestión del modo si-guiente: “hoy, los revolucionarios son escuchados por millones de personas y se esfuerzan, sin renegar del todo a su combate, en construir un partido popular que va a obligarnos a cam-biar, en común, nuestro vocabulario, nuestros métodos, nuestro funciona-miento. Un partido que también va a obligarnos a escuchar y a aprender. Un movimiento útil en las luchas, útil para plantear una alternativa política y por qué no mañana, en ciertas con-diciones que todavía no existen, útil para el ejercicio del poder.”.

¿Cuáles serían entonces estas “condi-ciones”? En un chat de Monde, Olivier Besancenot respondía a un internauta que le preguntaba si podría “entrar en un gobierno de izquierda, para hacer peso para lograr un aumento de los sa-larios, de las asignaciones familiares, y las jubilaciones”: “en un gobierno anticapitalista que tomaría tales medi-das, y otras más, como la prohibición de los despidos, o que se pelearía para un reparto efectivo y igualitario de las riquezas, sin problema. Evidentemen-te hasta, en tal gobierno, implicaría grandes movilizaciones sociales para que el poder mismo sea compartido. Tal gobierno, seria evidentemente con-tradictorio con programa del Partido

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Socialista y de los que proponen acom-pañar los daños del capitalismo.”

La idea de un “verdadero gobierno de izquierda”, apoyado por la movili-zación ganaba terreno con la casi úni-ca condición de no sea con el Partido Socialista. Este gobierno no tendría por objeto expropiar el conjunto de la clase capitalista para socializar los medios de producción, sino simple-mente pelearse por un “reparto igua-litario de las riquezas”.

Esta idea de una combinación entre un “gobierno anticapitalista” y la mo-vilización de masas se apoyaba por un lado en una reflexión teórica empezada en el seno del LCR particularmente por Antoine Artous que decía que “por lo menos en países como los de Europa del oeste (y también en otros países), no se podía creer que este nuevo po-der surgiría en oposición completa con ciertas instituciones políticas instala-das, especialmente las asambleas ele-gidas teniendo como base el sufragio universal. Es por eso que, y esto desde ahora, hay que llevar batalla para su democratización radical”14. Así, los mismos compañeros que consideraban que las formas de emergencia del do-ble poder con sus características eran altamente imprevisibles (hipótesis es-tratégica), parecían tener por lo menos una certeza: que las instituciones del régimen democrático burgués son lla-madas a desempeñar un papel central en la emergencia de este poder doble.

Se apoyaba por otra parte en la emer-gencia de un cierto número de gobier-nos con una retórica “revolucionaria” en América Latina, como Chavez y Evo Morales. La misma fórmula de “socialismo del siglo XXI”, repetida por el NPA, había sido tomada de Cha-vez para quien, sin embargo, se trataba de un “socialismo con empresarios”.

François Sabado hasta llegó incluso a contemplar en nombre de su corrien-te internacional, el SU-QI la posibili-dad de una Internacional común con Chavez: “Chavez sitúa la constitución de una Vª Internacional en la conti-nuidad de la IVª. Ya lo hemos decla-rado repetidas veces: qué importan las etiquetas, si hay convergencia en el contenido. […] Hay, efectivamente, un nuevo período histórico, donde las diferencias entre diferentes corrientes revolucionarias pueden ser superadas teniendo como base una “ nueva com-prensión común de los acontecimien-tos y de las tareas”. […] Una vez más, este llamado crea las condiciones de una nueva discusión internacional, inseparable de la solidaridad con la revolución bolivariana. ¡Es con este

espíritu que la IVª Internacional, sus organizaciones y sus militantes, res-ponderán “presente”!” 15

Una vez más, la experiencia concre-ta demostró los límites de la “revolu-ción bolivariana”. A pesar del “apoyo de la movilización de masas” contra el golpe de Estado en 2002, Chavez no emprendió –desde hace más de 10 años que está en el gobierno– una ruptura con el sistema capitalista. Y los procesos más avanzados de la lu-cha de clases vinieron por otra parte y bajo una forma mucho más “clásica” con las revoluciones árabes, a las que el NPA, como mencionábamos más arriba, le prestó escasa atención.

Además, esta ambigüedad sobre la cuestión del poder dejó desarmado al NPA para enfrentarse con la compe-tencia de la Frente de Izquierda, que tenía la ventaja de responder a una aspiración a la unidad de la izquierda presente entre los trabajadores y los jóvenes que simpatizaban con el NPA. No pudiendo diferenciarse claramente de la estrategia de “revolución por me-dio de las urnas” de Mélenchon para justificar su existencia independiente, el NPA fue inaudible y apareció como sectario. Esta impotencia derivó en el fortalecimiento de la tendencia “unita-ria” en el seno del partido, culminando en numerosas rupturas hacia el Frente de Izquierda y en la constitución de la corriente Izquierda Anticapitalista.

En este sentido mientras que los que fir-maron el texto “Algunos elementos...”16 hablan de la capacidad del NPA a “he-gemonizar la izquierda radical”17, lo que sucedió es que la ilusión de influen-ciar sobre las corrientes de la izquierda antiliberal y reformista, en ausencia de una estrategia propia se transformó en su contrario, en un aumento importan-te de la influencia de los reformistas en sus filas, como lo demuestran las nume-rosas partidas de camaradas del NPA hacia el Frente de Izquierda.

Grecia y el trágico papel de la extrema izquierda

Siendo la primera víctima de la crisis de la deuda de los Estados, Grecia se convirtió desde hace varios meses en el punto más avanzado de la lucha de cla-se en el continente europeo. Las luchas de resistencia de los trabajadores grie-gos y del pueblo contra la política de austeridad impuesta por la troica con acuerdo del gobierno del PASOK, die-ron un salto cualitativo con la huelga general del 19 y 20 de octubre último, trayendo como consecuencia una crisis abierta del gobierno de Papandreu y

su imposibilidad de continuar gober-nando. Detrás del último acto de su presidencia con la propuesta y luego la retirada en pocas horas de un proyecto de referéndum, así como la puesta en pie de un “gobierno de unidad nacio-nal” con Papademos a la cabeza, hay que ver por un lado el poder de la mo-vilización, y por el otro la presión a una semicolonización del país por las prin-cipales burguesías europeas.

Como señala Stathis Kuvelakis: “¿cómo comprender de modo más profundo este trastorno espectacular del panorama político, que vio en una decena de días al ex primer ministro Papandréou anunciar un referéndum, retractarse, ganar un voto de confian-za en el Parlamento para dimitir final-mente y dejarle el sitio a un gobierno de “unidad nacional” a las órdenes de los financieros y de la UE? Precisemos desde el principio esto: contrariamen-te a una impresión ampliamente difun-dida en y por los medios de comunica-ción internacionales, no fue el anuncio de un referéndum acerca de las deci-siones de la cumbre europea del 27 de octubre que precipitó los aconteci-mientos, sino la situación pre-insurrec-cional en la cual Grecia se zambulló desde los días del 19 y 20 de octubre y, de modo todavía más claro, desde las revueltas que acompañaron las con-memoraciones de la fiesta nacional del 28 de octubre. Es precisamente a esta situación que respondía la iniciativa de Papandreu de alto riesgo, y que se reveló fatal para su suerte” 18

Frente a tal situación de convulsión social, frente a los sufrimientos inaudi-tos a los cuales estaban sometidos los trabajadores y el pueblo, a la bonapar-tización del régimen, a la entrada de la extrema derecha al gobierno, etc. la po-lítica de la izquierda griega, que tiene un peso considerable, fue una verdade-ra catástrofe. Sea el Partido Comunista griego (KKE) o la coalición Syriza en la cual participan corrientes de extrema izquierda de origen trotskista y maoís-ta, manejan “un discurso radical, pero desencarnado, teniendo como princi-pal objetivo sobre las encuestas [elec-torales], que le dan a la izquierda radi-cal las más elevadas encuestas desde los años 1970. Parecen contentarse con este papel de receptáculo pasivo de la cólera popular” 19.

Intentar canalizar por la vía electoral la resistencia a la ofensiva más grande contra el pueblo griego desde el fin de la dictadura de los coroneles en 1974, esa es la política de la “izquierda unitaria” en Grecia. Mas alla de las diferencias, esto hace pensar en la política trágica

llevada adelante por el Partido Comu-nista alemán, que frente al ascenso de Hitler, estaba tranquilo y no organizó ninguna resistencia “porque el partido aumentaba en número de votos…”.

Cuando los compañeros de la co-rriente Izquierda Anticapitalista nos explican que para prepararse para esce-narios de este tipo en Francia hay que constituir un “bloque anticrisis”, buscar la unidad política y electoral con todos aquellos que, en palabras, están contra el ajuste, tenemos el derecho a pregun-tarnos si es el ejemplo de esta izquierda el que nos proponen como alternativa. ¿O posiblemente el del Bloque de Iz-quierda en Portugal (según ellos uno de los únicos partidos amplios que hoy no esta en crisis) que votó los planes de austeridad para Grecia?

¿Partido amplio o partido revolucionario para la lucha de clases?

El conjunto de los elementos ca-talogados a lo largo de este artículo muestra que la lógica que presidió la fundación del NPA, la de un partido proceso cuyas delimitaciones se cons-truirían “marchando” (para retomar la expresión del poeta español Antonio Machado que fue citada en las prime-ras reuniones del partido20) se topó con límites muy concretos. Una interven-ción correcta en la lucha de clases en el contexto de una situación política que cambia muy rápidamente y es cada vez más convulsiva exige una preparación. Esta preparación pasa por la elabora-ción de una estrategia y de un progra-ma que saca las lecciones de la lucha de clase y de las experiencias pasadas, así como por un trabajo de estructura-ción efectiva entre los trabajadores y los jóvenes radicalizados.

El eco de un vocero carismático no podía sustituirse en este trabajo y, al contrario, en su ausencia desde la últi-ma primavera, tendió a profundizar esta contradicción. El viejo revolucionario ruso León Trotsky decía a propósito de la “desproporción” entre los militantes efectivos del Partido Comunista fran-cés de los años 1930 y su influencia: “la experiencia del movimiento obrero demuestra que la diferencia entre el ta-maño de la organización y el tamaño de la influencia del partido, es tanto más grande cuanto menos revolucio-nario y más “parlamentario es el ca-rácter del partido. El oportunismo se apoya mucho más fácilmente que el marxismo en masas dispersas. […] El crecimiento sistemático de la ‘despro-porción’, junto con la disminución del número de comunistas organizados,

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sólo puede significar que el Partido Comu¬nista Francés se está transfor-mando de revolucionario en parlamen-tario y municipalista”21.

El NPA fue en cierto modo víctima de la misma trampa. La desproporción entre el peso superestructural “artifi-cial” de Besancenot y la capacidad militante efectiva del partido creó la ilusión de que no eran necesarios ni los debates estratégicos ni la construc-ción de fracciones importantes entre los trabajadores y estudiantes al calor de la lucha de clase. Si durante los años 1930, cuando las organizaciones del movimiento obrero reagrupaban decenas de miles de militantes, en-tre ellos numerosos obreros, Trotsky consideraba la “desproporción” entre la influencia electoral de un partido y su realidad militante en la lucha de clase como un peligro, hoy cuando la militancia misma esta cuestionada, la presión electoralista sobre los partidos de extrema izquierda se vuelve cada vez más fuerte. Sin una militancia im-plantada en las principales fábricas, servicios, hospitales, universidades, etc. ninguna lucha seria puede ser contemplada, y todavía menos la lu-cha por un gobierno de los trabajado-res llegando al poder por una revolu-ción socialista.

Pero entonces, ¿cómo respondemos a la pregunta de si era necesario o no fundar el NPA? Desde nuestro punto de vista, era correcto por parte de la ex LCR querer utilizar el eco encontrado por Olivier Besancenot en las elec-ciones presidenciales de 2007 para ampliarse como organización, aunque este eco correspondía más a un espa-cio electoral en una coyuntura políti-ca precisa que a un fenómeno real de radicalización política. ¿Habría sido conservador de no tratar de convertir este eco en fuerza militante, y si para esto había que evitar un vocabula-rio y costumbres demasiado atadas a la tradición de la extrema izquierda post-sesentiochesca, por qué no? Sin embargo, no era necesario abandonar la estrategia y el programa revolucio-narios, la intervención en la lucha de clases, la estructuración en los prin-cipales batallones del movimiento obrero, etc. Miles de trabajadores y jóvenes que habían votado por Olivier en 2007 lo hicieron en nombre de una lista que se llamaba comunista et re-volucionaria.

Si durante los primeros años de exis-tencia del partido hubiéramos llevado con estos camaradas los debates estra-tégicos cruciales, procurando conven-cer y avanzar juntos, sin miedo a las

“diferencias”, al mismo tiempo que hacíamos con ellos una experiencia en común en el seno de la lucha de clase habría sido seguramente posible man-tener a número de compañeros que han sido atraídos por el lanzamiento del NPA y de ganar otros.

Algunas propuestas concretas para avanzar

Sin embargo, e incluso si ya hemos perdido mucho tiempo, aún es posible evitar que el partido continúe retroce-diendo hasta una explosión, dramática ya que llevaría a la desmoralización de varios militantes. Para esto, necesitamos llevar adelante estos debates, y refundar el NPA sobre nuevas bases, revolucio-narias. Lo que implica que la dirección actual deje de jugar a las escondidas y haga un balance serio y profundo de los tres años que se vinieron abajo.

Este balance estratégico debería ir a la par de una serie de medidas inme-diatas para volver a poner al partido a la ofensiva y cambiar el curso actual:

- Acelerando el ritmo de la búsque-da de patrocinios administrativos, sería necesario tomar seriamente la cuestión del cierre de los sitios del PSA, que constituye un ataque central al conjun-to de la clase obrera. Si movilizamos la cantidad de militantes que teneos en la región parisina, podremos hacer una gran campaña de solidaridad con los obreros de Aulnay. También po-dríamos utilizar el espacio mediático abierto a Philipppe Poutou al servicio de esta batalla de clase.

- En el plano del internacionalismo, deberíamos desde ahora lanzar una campaña de apoyo a la revolución egip-cia, que en estos momentos da nuevos pasos, y al mismo tiempo sufre nuevos golpes, con la represión feroz del go-bierno militar. Habría que hacer un lla-mado de atención particular al impulso obrero en curso y la estructuración de los sindicatos independientes. Sin ol-vidar la movilización en Mayotte que toma un segundo impulso y es silencia-da en la metrópoli y la solidaridad de los trabajadores y el pueblo griego.

- La juventud del partido y, en particular, los estudiantes jugarían un papel fundamental dando un giro resuelto hacia las luchas del mundo del trabajo, para recrear una tradición de unidad entre la juventud y la clase obrera. Lo mismo que frente a la cri-sis capitalista y dada una cierta recu-peración de las ideas marxistas en los medios universitarios, debería llevar a un combate ideológico frontal contra

la ideología dominante, para rehabili-tar al marxismo vivo y ganar a nuevos intelectuales y estudiantes para la mi-litancia revolucionaria.

Avanzar en el relanzamiento de una dinámica de intervención en dirección de los principales fenómenos de la lucha obrera, del internacionalismo activo y de la lucha ideológica ofensiva, es el paso adelante necesario para corregir los erro-res pasados y comenzar a ponernos a la altura de los desafíos de la situación.

NOTAS 1 BORRAS Frédéric, GROND Pierre-François, HAYES Ingrid, LECLERC Anne,LIEGARD Guillaume, MARTIN Myriam, WAWRZYNIAK Coralie. « Quelques éléments pour un bilan du NPA ». Disponible en http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article23334 2 SITEL, Francis. « Stratégie révolutionnai-re: résurgences et cours nouveaux ». Dispo-nible en http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article25413 En el marco de este mismo “debate estraté-gico” que tuvo lugar dentro de la LCR duran-te 2007 (poco antes de la fundación del NPA), Daniel Bensaid hablaba de un retorno a la cuestión político-estratégica después de déca-das en que las polémicas y las discusiones entre corrientes de la extrema izquierda alrededor de los problemas también centrales como la auto-organización, la participación o no en los go-biernos de frente popular, etc. habían desapare-cido. Si la oleada revolucionaria de los ’60-’70 había actualizado el debate sobre las estrate-gias de la toma del poder –con una divergencia especialmente entre los partidarios de la toma del poder sobre la auto-organización de la cla-se obrera y los partidarios de la guerrilla–, la derrota de estas experiencias suprimió de un plumazo este debate estratégico, y en la medida que ninguna de las dos estrategias triunfó sobre la otra, pero más trágicamente en la medida en las dos han sido aplastadas o desviadas.A partir de esta constatación, Daniel Bensaid vuelve sobre los debates que habían marcado los años ’70 donde según él las dos grandes hi-pótesis estratégicas se habrían enfrentado. La primera es la que llama a “la huelga general insurreccional”, en referencia a la estrategia revolucionaria elaborada según el “modelo” ruso de 1917, es decir, el de una revolución di-rigida por la clase obrera en alianza con las clases populares, con hegemonía de los cen-tros urbanos sobre el campo, estableciendo un poder de los trabajadores basados en organis-mos de autodeterminación y tomando el poder por la vía de una insurrección armada dirigida por un partido marxista revolucionario. La se-gunda hipótesis, que él llama “guerra popular prolongada”, se apoya esencialmente en el campesinado en tanto que clase revoluciona-ria y sobre direcciones pequeñoburguesas, en regla general, populistas o stalinistas, cuya orientación política se articula alrededor de la guerra de guerrilla y una estrategia de colabo-ración de clases con sectores de la burguesía nacional. (BENSAID, Daniel, « Sur le retour de la question politico-stratégique ». Dispo-nible en http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article3122

4 En este sentido, era significativo que en octubre de 2007, apenas dos meses después del anuncio del lanzamiento del proyecto del NPA, la Liga no había organizado ninguna actividad alrededor de los 90 años de la revo-lución rusa… sino más bien por los 40 años de la muerte del Che Guevara.5 Es bueno recordar que el segundo dirigente más importante del LKP, Nomertin, es miem-bro de la corriente Combate obrero, ligada a LO y que esta corriente no constituyó de nin-guna manera una alternativa política al pro-grama de Domota, restringido a las reivindi-caciones de tipo económico y que no iba hasta el final con el enfrentamiento con el imperia-lismo francés opresor y la burguesía béké.6 VIGNA X., L’insubordination ouvrière dans les années 68: essai d’histoire politique des usines, Presses universitaires de Rennes, 2007, p. 378.7 COBET, Daniela, « La classe ouvrière en France face à la crise capitaliste: bilan et pers-pectives de la vague de luttes de 2009-2010 et les tâches des marxistes révolutionnaires »8 BORRAS Frédéric, GROND Pierre-François, HAYES Ingrid, LECLERC Anne, LIEGARD Guillaume, MARTIN Myriam, WAWRZYNIAK Coralie. Op cit.9 La creación de sindicatos independientes (ver el artículo en el dossier de Egipto de ese número) es testimonio de los primeros pasos en este sentido y de la necesidad objetiva de la autoorganización para hacer avanzar la revolución.10 También es el caso de Egipto donde se ha-bla mucho en estos momentos de atrapar a los “pequeños Mubarak”.11 ALEXANDER, Anne. “La vague de grèves de septembre 2011”.12 Con respecto a nuestro balance de la au-sencia de política del NPA con relación a la intervención militar en Libia, ver CLECH, J.P. « L’extrême gauche et la guerre en Lybie: chronique d’une démission scandaleuse ».13 Corriente internacional de la que formaba parte la LCR. Frecuentemente, es nombrada por sus militantes como “la Cuarta”.14 ARTOUS, Antoine. « Orphelins d’une stra-tégie révolutionnaire? » Critique Communiste numéro 179. Disponible en http://www.euro-pe-solidaire.org/spip.php?article254215 SABADO, François. « Chavez: Pourt une V Internationale! ». Disponible sur http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article15660 16 BORRAS Frédéric, GROND Pierre-François, HAYES Ingrid, LECLERC Anne, LIEGARD Guillaume, MARTIN Myriam, WAWRZYNIAK Coralie. Op cit.17 Idem18 KUVELAKIS, Stathis. « Grèce: coup d’État européen face au soulèvement populaire ». Disponible en http://www.contretemps.eu/in-terventions/gr%C3%A8ce-coup-%C3%A9tat-europ%C3%A9en-face-soul%C3%A8vement-populaire 19 Idem20 Se trata del poema « Caminante » cuyos versos dicen «Caminante, son tus huellas / el camino, y nada más; / caminante, no hay camino, / se hace camino al andar./ Al andar se hace camino, / y al volver la vista atrás / se ve la senda que nunca / se ha de pisar. / Caminante, no hay camino, / sino estelas en la mar. »21 TROTSKY, León. « La ‘troisième période’ d’erreurs de l’Internationale Communiste », 3ème chapitre, disponible en http://www.marxists.org/francais/trotsky/oeuvres/1930/01/300108_3.htm

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Chile: Lista D: Una Alternativa de los estudiantes, trabajadores y sectores populares

Segunda vuelta de Elecciones Feusach

Partido de los Trabajadores Revolucionaris - Clase contra Clase, desde Chile

Elecciones de federación en medio del retroceso tras el desvío parlamentario y la ofensiva del gobierno y las rectorías

Hoy en Chile a nivel nacional el movimiento estudiantil respira un am-biente de retroceso luego de que las direcciones del CONFECH (JJCC, Concertación y colectivos Populares) llevaran esta lucha nacional de más de 7 meses al pantano estéril del par-lamento, dando espacio para que el gobierno derechista pudiera cambiar la correlación de fuerzas a su favor, des-viando nuestra pelea contra la educa-ción de Pinochet y la educación gratui-ta por la miserable oferta que salieron a defender las direcciones, más becas y la inyección de más recursos.

Incluso la Derecha aprovecha hoy para impulsar la llamada la ley anti-movilizaciones, que criminaliza bajo cárcel la toma de liceos y universida-des, el uso de capuchas, la “falta de respeto” a carabineros y vincula más las fuerzas represivas con la justicia. Parte de esta línea ofensiva del gobier-no es el nuevo ministro de educación, Beyer, un ideólogo de la educación privada, que participó en la creación del programa de gobierno de Sebas-tian Piñera. En este periodo, las recto-rías, los francos aliados del Gobierno, impulsan a nivel nacional aumentos de aranceles además de sumarios. En la Usach la rectoría, aprovechando el retroceso, el cierre del semestre y la despolitización, impulsa un plan de restructuración completamente neo-liberal, con despidos, preparando la total desarticulación de la planta de funcionarios, flexibilización y preca-rización laboral, avanzar con externa-lizaciones y autofinanciamiento.

Las elecciones después del desvío y las distintas listas en la USACH

Las elecciones de federación actual-mente adquieren un carácter histórico,

tomando en cuenta que se ubican des-pués del desvío de la lucha más gran-de desde la vuelta a la democracia. En cada universidad las elecciones han estado marcadas por este aspecto, cada lista responde en buena manera a la lu-cha y perspectivas que se trazan para los próximos años, pues lo cierto es que ha surgido en Chile un ala comba-tiva que se prepara y está dispuesta a seguir esta lucha en los próximos me-ses. En la USACH, las elecciones no podían ser distintas. En primera vuelta se presentaron 4 listas, cada una encar-naba las principales posturas que se en-frentaron en la lucha:

La lista A, UTE (JJCC) era la lista que tachaba al movimiento de inma-duro para conquistar sus demandas y estaba ultradesprestigiada, por su rol traidor en las movilizaciones y su historial recubierto de maniobras burocráticas a cargo de la ex –Feusa-ch. La lista B, el concertacionismo PPD junto a independientes, era un mal intento por desmarcarse de sus ex aliados JJCC que cogobernaron la Feusach en el periodo de lucha. La lista C Impulsa Usach, es la lis-ta del bloque de Ingenerias y el PS, una lista compuesta por dirigentes estudiantiles conocidos por ser Anti Paro, Anti Toma, por defender los intereses de la rectoría, criminalizar la lucha callejera y por querer fuer-temente desvincular a la Usach del escenario nacional, evitando que se levante como un referente de lucha para los estudiantes, trabajadores y sectores populares.

En cambio la Lista D “Seguimos en Pie”, es una lista que se organizó en pie de guerra contra la política desmo-vilizadora de las JJCC del Paro con clases, es la lista que reunió a gran parte de los estudiantes combativos de la Usach, que se enfrentaron a la burocracia estudiantil demostrando el convencimiento genuino que era po-sible haber conquistado nuestras de-mandas, como la educación gratuita 100% estatal, que no hubo ninguna inmadurez salvo la incapacidad de poder haber barrido hasta el final con las direcciones traidoras que nos me-tieron en “la boca del lobo”. En la Lis-ta D participan decenas de activistas que fueron parte viva de este proceso, es la lista que impulsamos militantes

por PTR-CcC

A lo largo de 2011 los estudiantes chi-lenos han protagonizado una gran lucha en contra de la educación del Régimen heredero de Pinochet, una de las más privatizadas y neoliberales del mundo.

La pelea por una educación gratuita ha motorizado la irrupción de cientos de miles de universitarios, estudiantes de secundaria y colegios industria-les, que han protagonizado numerosas ocupaciones de facultades e institutos, masivas movilizaciones en las calles, barricadas y enfrentamientos con los “pacos” -policía antidisturbios-...

Este proceso ha hecho emerger a la militancia política a miles de jóvenes, que cuestionando la educación pino-chetista están cuestionando también al mismo Régimen político (nacido de una Transición inspirada en la españo-la, con el compromiso de la Dictadura y las principales fuerzas de la oposición, como el Partido Socialista, la Demo-cracia Cristiana -coaligados en la Con-certación- y el Partido Comunista) y al capitalismo chileno.

Las direcciones del movimiento es-tudiantil, sobre todo las Juventudes Comunistas (JJCC), han utilizado los cargos en las distintas federaciones es-tudiantiles para tratar de dirigir este movimiento hacia la desmovilización y el diálogo trampa con el Gobierno -pri-mero- y el Parlamento -después-. Esta política fue respondida en varias facul-tades y universidades por el activismo. Uno de los casos de mayor importancia tuvo lugar en la Universidad de Santiago de Chile (USACH), donde los dirigentes estalinistas trataron de imponer buro-craticamente la vuelta a las clases. Esto

generó que surgiera un movimiento anti-burocrático entre el activismo, del que nuestros compañeros del PTR han sido en todo momento parte, que evitó que se pudiera consumar esta política del PC.

Como expresión de esto en las elec-ciones para renovar la Federación estudiantil de la USACH la lista que impulsaban las JJCC quedó derrotada por la Lista D, impulsada por el PTR, la agrupación por una juventud combativa y revolucionaria de la que forma parte, y otros estudiantes independientes. En la segunda vuelta se están enfrentando esta lista -la de los luchadores contra-rios a las políticas desmovilizadoras y que combaten el desvío hacia una mesa de negociación con la Concertación- y otra lista impulsada por la Concertación y el rectorado, formada por dirigentes estudiantiles directamente opuestos a la lucha y las ocupaciones.

Publicamos en este número este ar-tículo escrito por nuestros compañeros del PTR, como parte de la cobertura que venimos haciendo a la gran lucha de los estudiantes chilenos. La última ac-tividad realizada en este sentido fue una teleconferencia con Barbara Brito, mili-tante del PTR y de la agrupación por una juventud combativa y reevolucionaria, en la UB-Raval, de la que participaron 40 estudiantes, muchos de ellos activis-tas del movimiento estudiantil catalán. Este acto -cargado de preguntas, discu-sión...- sacaba a la luz las similitudes y las lecciones que nos puede dejar esta importante lucha que está teniendo lu-gar al otro lado del Atlántico, para en-carar la recomposición del movimiento estudiantil en el estado español.

Un ejemplo para los estudiantes del Estado español

22 INTERNACIONAL

vadores. Pero a la que también se le ofrece un mundo en crisis, un tiempo que no le pertenece. Esa contradicción explosiva, en un marco de agudización de la lucha de clases, traerá el cuestio-namiento de los valores imperantes. Y los sectores más lúcidos de las nuevas

generaciones tenderán a buscar las res-puestas para modificar el presente en las mejores tradiciones del pasado.

En épocas como la actual, gran parte de las personas, incluso muchas que se consideran revolucionarias, suelen aho-garse en un vaso de agua o buscan el ca-mino más cómodo, el de adaptación al sistema. La entereza moral de Trotsky que, incluso cuando todas las puertas se

le van cerrando, hace que no pierda de vista ni por un instante la perspectiva estratégica que guía su vida - el triun-fo mundial de la revolución proletaria -, no puede dejar se de ser una fuente de inspiración para todos aquellos que pretendan tener un espíritu crítico.

La respuesta final que Trotsky da a la pregunta de Julieta golpea precisamen-te contra dos sentimientos de época: el

escepticismo y el conformismo: “los que sean conformistas pueden apar-tarse”; “será sobre nuestros huesos, pero abriremos el camino”.

En esas dos frases finales está el es-píritu que nosotros reivindicamos e in-tentamos imprimirle al mediometraje.

Viene de contraportada

del PTR con Javiera Márquez como candidata a presidencia, compañeros de la Agrupación Combativa y Re-volucionaria (ACR) junto a decenas de compañeros luchadores, indepen-dientes de distintas sensibilidades y posiciones. Juntos creímos que era una tarea central poder levantar una alternativa en estas elecciones, pues se hacia inconcebible que siguieran los mismos que traicionaron la lucha y pusieron nuestros organismos al servicio de la rectoría y no de nues-tros intereses. Así mismo esto es parte de la lucha para poder decirle al mo-vimiento estudiantil que a diferencia del Electo Presidente Gabriel Boric en la FECH (Universidad de Chile) de Vallejo o Ballesteros (ex presiden-te de la FEUSACH) los estudiantes sí podíamos haber conquistado nuestras demandas y no existe tal inmadurez y que esto es parte también de la lucha por la recuperación de nuestros orga-nismos y herramientas.

En la Segunda vuelta una alternativa de los estudiantes de izquierda, combativos y anti burocrá-ticos, contra la lista C de “Rectoría”

La segunda vuelta comenzó en la USACH con la campaña el lunes 2 y concluirá con las elecciones los días 11, 12 y 13 de enero. Las listas en com-petencia son la C, la lista de Rectoría y la D, Seguimos en Pie. El resultado de la primera vuelta es expresión de un proceso de polarización en frío que existe en la Usach, por un lado la lista D busca que las principales conquistas y el norte correcto que se había plan-teando el movimiento estudiantil no se entierren en el olvido, y por otro lado la lista C, la lista anti paro, Pro rectoría y que busca echar abajo la organiza-ción del movimiento. Para esta segun-da vuelta se mantiene la tendencia a la polarización, pero el clima es más ad-

verso debido al retroceso y las circuns-tancias en que se da a 3 semanas de cerrar el segundo semestre. Al mismo tiempo estas semanas han estado sig-nadas por el inicio incipiente del plan de restructuración que prepara recto-ría. Se han mostrado ciertos hitos que demuestran el intento aún muy tenue de parte de los funcionarios de la uni-versidad por oponerse a los despidos, que ya empezaron a correr, de forma parcelada, por secciones, aun contra la voluntad de la direcciones del sindica-to que mantienen una “unidad estraté-gica” con las autoridades.

La lista D ha mantenido en alto sus banderas de lucha, contra este plan de restructuración en cada sala a sala, propaganda, haciéndonos parte activa de las concentraciones y asambleas, buscando hacer de estas elecciones una herramienta de amplificación de la política contra los autoridades que quieren hacer avanzar al mercado muchos más sobre los escombros que quedan de la “educación publica”, esto ha generado incluso que se empiece a gestar el apoyo de algunos académi-cos que ven en la lista D una alterna-tiva real contra la política neoliberal de las autoridades, la Lista D también se ha hecho parte de la lucha contra el cierre del liceo A-90, junto con estre-

charle la mano a los trabajadores de la pasada huelga de Complemento, que encontraron apoyo de los estudiantes. La lista D Seguimos en Pie, es un paso adelante en la organización y unidad con los trabajadores y los sectores populares. No como la lista C, que implicaría profundizar el retroceso y blindar a rectoría allanando el camino para que el plan de restructuración se implante de tomo y lomo.

Y desde el PTR junto a los com-pañeros de la ACR creemos que el avance de esta lista es un paso a delante y una conquista para todo el movimiento estudiantil, abriéndose seriamente la posibilidad de que la “izquierda consecuente” y los es-tudiantes combativos y luchadores puedan avanzar en la recuperación de nuestros organismos para la or-ganización y la lucha y lograr poner en pie un referente nacional para los distintos sectores. Así mismo este proceso ha logrado también lograr empezar a posicionar al trotskismo en la prensa en Chile planteándolo como una alternativa, donde como PTR planteamos como indispensable dar pasos serios en la construcción de una fuerte corriente del movimiento estudiantil en todas las universidades y liceos que se ponga en pie para ter-minar con la herencia del pinochetis-mo en la educación y en toda la so-ciedad como en la recuperación de lo mejor de la tradición del movimiento estudiantil junto a los trabajadores y pobladores en la lucha por poner una Universidad y una educación al ser-vicio del pueblo trabajador.

05-01-2012

Europa: Entre la desintegración o un mayor dominio alemánhttp://www.clasecontraclase.org/spip.php?article767

Mira en nuestra Web www.clasecontraclase.org

http://www.ft-ci.org/article.php3?id_article=5095?lang=esMira en nuestra Web

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Órgano de expres ión mensua l de C lase con t ra C lase - Po r l a recons t rucc ión de l a cua r ta i n te r nac iona l

El capitalismo está inmerso en una grave crisis desde hace algo más de tres años. EEUU y la UE rescatan a la banca al mismo tiempo que hunden en la miseria a millones de trabajadores mediante el aumento del paro, los desahucios, los más duros recortes y despidos en sanidad y educación, etc. En el Estado español la clase obrera lentamente se está poniendo en pie y la juventud indignada del 15M se movilizó masivamente durante el año pasado. El 29S demostró su voluntad de lucha: grandes manifestaciones y piquetes masivos. Sin embargo, las direcciones sindicales cortaron todo tipo de continuidad de una lu-cha del conjunto de los trabajadores y tampoco aprovecharon el 15M para que trabajadores y jóvenes combativos confluyeran en las calles para derrotar los terribles ajustes que padecemos. Es que los jerarcas de CCOO y UGT están más cómodos sentados con la patronal de la CEOE que con los jóvenes combativos del 15M.

En este marco hemos decidido fortalecer nuestro órgano de prensa, Contracorriente, para la batalla política e ideológica. Aumentaremos la tirada para hacer llegar a más trabajadores, activistas y jóvenes que lu-chan contra los ataques de Zapatero, nuestros aportes desde una pers-pectiva marxista y revolucionaria. Notas más cortas y ágiles, con otras de reflexión más estratégica, teóricas y de debate que ayuden a pensar los retos que los trabajadores y la juventud tenemos por delante. Inclui-remos en las ediciones material audiovisual preparado por los grupos hermanos de nuestra corriente internacional, la Fracción Trotskista. En síntesis, un periódico trotskista que aporte una orientación y una prác-tica revolucionarias ante tanta ideología de hacer lo “posible” o que tratan de construir una “sociedad al margen del capitalismo”.

Clase contra Clase es un grupo revolucionario que plantea la nece-sidad de construir un partido revolucionario basado en la clase obrera y la juventud combativa con el norte de la lucha revolucionaria por un Gobierno de los trabajadores y el pueblo en el Estado Español en el proceso de la revolución internacional. Por eso es que somos parte de la Fracción Trotskista – Cuarta Internacional en la perspectiva de construir un Estado mayor revolucionario, un partido de la re-volución mundial. Por todo ello, os pedimos que ayudéis a divulgar ésta prensa, que nos acerquéis vuestras opiniones, críticas y ayudéis a financiarla solidariamente.

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Con este numero de Contraco-rriente presentamos en DVD el estre-no del cortometraje “Mi nombre es Trotsky”, de los realizadores argen-tinos Hernán Aragón y Javier Gabi-no, una co-producción del Grupo de cineastas Contraimagen y TVPTS.

La película combina de forma crea-tiva la ficción con la mirada histórica sobre la figura del gran revolucionario ruso León Trotsky, entregándonos un film atrapante para el espectador.

Una joven estudiante, Julieta, encar-na al personaje que desde el presente decide investigar sobre los hechos que ocurrieron hace más de 70 años, cuan-do León Trotsky, dirigente de la revo-lución rusa de 1917, vivía exiliado en México enfrentando las persecuciones brutales del estalinismo.

En 1940 un enviado de Stalin ase-sinó a Leon Trotsky para intentar acallar para siempre su voz y su le-gado. Porque Trotsky encarnaba la experiencia viva de la revolución de Octubre, y postulaba la lucha abierta y sin cuartel contra la burocracia que se había apropiado de las conquistas de esa revolución, ensuciando el nombre del marxismo.

Trotsky era, junto con Lenin, el más importante teórico y estratega marxis-ta del siglo XX. Como continuador de la tradición revolucionaria de Marx y Engels, planteó una perspectiva revo-lucionaria para enfrentar la crisis del capitalismo en los años 30, enfrenta-do tanto los golpes del fascismo como los engaños del Frente Popular.

En la actualidad, ante el desarrollo de la crisis capitalista más profunda desde los años 30, hoy con epicentro en Europa, y el comienzo de un nue-vo ciclo de la lucha de clases a nivel

mundial, la teoría y obra de Trotsky cobra más vigencia que nunca.

Esto es lo que nos decían los realiza-dores de la película sobre la misma:

Hace poco más de un año nos pro-pusimos hacer una ficción.

Es normal que en un rodaje haya incertidumbre, pero ésta se agudizó cuando caímos en la cuenta de la res-ponsabilidad y el riesgo que implica-ba ficcionar a Trotsky. Aún así preva-leció el deseo de contar una historia que valiera la pena.

El libro “El caso León Trotsky” fue el disparador. No solo por su profun-didad, sino por el contexto en que se dio la Comisión Dewey: al hombre que había dirigido, junto a Lenin, la revolución más grande de la his-toria ahora se le ofrecía el “planeta sin visado”. La imagen de Trotsky sentando frente a desconocidos para

desmentir todas las acusaciones fa-bricadas por Stalin, hablando en un idioma que manejaba con dificultad y aclarando cuál era su nombre, “solo para que conste en actas”, encerraba de por sí un gran dramatismo.

Pero lo más importante fue que no quisimos hacer un cortometraje his-tórico, sino uno cuya perspectiva es-tuviese puesta en el futuro. La altera-ción entre pasado y presente, la idea de la confluencia de los tiempos, la hipótesis de un “encuentro” entre el personaje de Julieta y el de Trotsky, además de recurso narrativo opera como metáfora política que el espec-tador tiene que descifrar.

Julieta, de modo simbólico, viene a representar a una generación aún muy poco revolucionaria, en la que abun-dan valores individualistas y conser-

por CONTRACORRIENTE

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MEDIOMETRAJE “MI NOMBRE ES TROTSKY”

“Los que sean conformistas pueden apartarse”

Por HERNAN ARAGON y JAVIER GABINO (Contraimagen-TVPTS)