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    ÍNDICE

    Presentación 5

    Perspectivas narratológicas sobre Josué 2(Primera de dos partes) 9Bernie Vázquez

    Forma y función de Jueces 2:1-5; 6:7-10 y 10:11-16:

    Una comparación literaria y estructural 37Carlos R. Sosa

    Uso del Antiguo Testamento en Mateo 67Jibsam Melgares

    Mateo 15:21-28 como narrativa paradigmáticapara el cuidado interconfesional 85

    Daniel S. SchipaniBases para la formación de una comunidadeducativa transformadora 101Pablo Wright

    Reseñas 119

    Libros recibidos 139

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    COLABORAN EN ESTE NÚMEROBernie VázquezSeminario Teológico Centroamericano, Lic. En Teología,M.A. en Biblia; Universidad Francisco Marroquín, Profesor enPedagogía; University of Cambridge, C.O.T.E.; Universidad Nacional Autónoma de México, Maestría en Lingüística. Editorde Ediciones Las Américas, Puebla, México, y narratólgo.

    Carlos R. SosaSeminario Teológico Centroamericano, Lic. en Teología, M.Th.(Biblia). Profesor de Teología en el SETECA.

    Jibsam MelgaresUniversidad Tecnológica Centroamericana, Ing. en SistemasComputacionales; Seminario Teológico Centroamericano, Lic. en

    Teología. Pastor de la Iglesia Bíblica Comunidad del Reino, SanPedro Sula, Honduras.

    Daniel SchipaniUniversidad de Buenos Aires, Lic. en Psicología; Ponti ciaUniversidad Católica Argentina, Dr. en Psicología; GoshenBiblical Seminary, M.A. (Religión); Princeton TheologicalSeminary, Ph.D. Profesor de Cuidado y Consejo Pastoral en elAssociated Mennonite Biblical Seminary.

    Pablo WrightCalvary Bible College, B.A (Estudios Pastorales); CalvaryTheological Seminary, M.A. (Nuevo Testamento); SeminarioTeológico Centroamericano, Ph.D. (Educación Teológica).Profesor y rector del Instituto Bíblico Evangélico Mendoza(Argentina).

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    PRESENTACIÓN

    Este número de Kairós comienza con dos artículos que presentan análisis literarios de pasajes narrativos del AntiguoTestamento. El primero, por Bernie Vázquez, aplica los conceptosy la metodología de la narratología a la historia de Rahab en Josué2. Después de explicar qué es la narratología y qué pretende hacer

    en general, desglosa en cierto detalle, siempre con aplicación al pasaje mencionado, los conceptos de temporalización (el manejode los tiempos y el ritmo de la narración), espacialización (elmanejo y signi cación de lugares y espacio) y caracterización (lacon guración de personajes y actantes). En la segunda parte delartículo, programada para el próximo número de la revista, el Lic.Vázquez explicará cómo la narratología analiza la trama de unaobra, siempre usando como ilustración la historia de Rahab.

    En los últimos tres números de Kairós hemos publicado sendosanálisis exegéticos y literarios por Carlos Sosa de los pasajes enJueces donde Yahvé confronta a Israel por su in delidad: 2:1-5;6:7-10; y 10:11-16. Ahora él concluye la serie con una detalladacomparación literaria y estructural de los tres pasajes. Despuésde evaluar varias teorías en cuanto a su género literario, concluyeque los tres contienen un pleito pactal, lo cual explica muchasde las similitudes entre ellos. Entre muchas otras cosas, tambiénconsidera la función de cada perícopa en su contexto inmediato ymediato, y la función del conjunto de las tres en el libro completo.Otros ensayos por el Lic. Sosa se hallan en Kairós 37, 39, 40, 41.

    Nuestro tercer artículo es también una especie de secuela. Enel número anterior de la revista Jibsam Melgares desplegó un pa-norama de asuntos relevantes en cuanto al tema complejo de cómolos autores neotestamentarios emplearon el Antiguo Testamento

    en sus escritos. Ahora comenta esos mismos asuntos, pero espe-cí camente en relación con el Evangelio de Mateo: la forma delas citas, el uso delmidrash y el pesher , el impacto del evento jesuánico en la hermenéutica cristiana, y los usos apologético, profético, tipológico, teológico, práctico e ilustrativo del Antiguo

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    Testamento. De especial interés para nuestros lectores serán lassiete páginas al nal del artículo que exponen cómo los principiosy conceptos ya tratados se encarnan en cinco pasajes particulares:Mateo 2:15; 4:8-10; 11:5, 19; y 21:13.

    El siguiente ensayo nos mantiene dentro del Evangeliode Mateo, pero con un enfoque bastante distinto. Parte de unacercamiento a Mateo 15:21-28, el extraño relato del encuentroentre Jesús y la mujer cananea, como un paradigma bíblico paraministerios como el consejo pastoral y la capellanía con personasque no con esan la fe cristiana. En este artículo Daniel Schipanidestaca que en aquel diálogo problemático no es solamente quela cananea recibe de Jesús el socorro que tan desesperada y persistentemente busca, sino también que Jesús, divino pero ala vez plenamente humano, puede haber crecido en reacción aldesafío planteado por esa mujer tan despreciable en el contextoétnico, socio-cultural y religioso en que Jesús se formó. De modo

    que el encuentro puede haber resultado transformador para todoslos participantes. El Dr. Schipani sugiere que mediante el relatoMateo también buscaba transformar a su comunidad de judíoscristianos, especialmente para la misión a los gentiles. Luegoexplaya que en el cuidado pastoral interconfesional, especialmentecon personas o grupos despreciados en nuestra sociedad y cultura, podemos no solamente brindar ayuda, sino también recibirla yser transformados para ver al prójimo con los ojos de Dios yservirlo como representantes de Cristo. El contenido del artículofue enseñado por el autor en julio de 2008 en un Seminario deIntegración para estudiantes doctorales del SETECA. Una serie decinco artículos suyos, presentados en un Seminario de Integraciónanterior bajo el rubro de “Educación desde la fe cristiana: Cinco pistas para nuestro tiempo”, salieron en los números 36-40 de Kairós .

    En el último artículo Pablo Wright se dirige a un problema pro-fundamente perturbador en la educación teológica: que con fre-cuencia el crecimiento en conocimientos no va acompañado de uncrecimiento y madurez espiritual conmensurable. Argumentandode textos bíblicos, de la doctrina de la Trinidad y de la experiencia

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    humana, propone como solución a este problema un cambio de pa-radigma educativo. Aboga por dejar atrás los modelos “bancario”y “pedagógico” de educación y apuntar a la formación integralde los educandos en una comunidad educativa transformadora,caracterizada por con anza y relaciones interpersonales transpa-rentes. Anteriormente, el Dr. Wright ha escrito sobre la educaciónteológica en los números 36 y 39 de Kairós .

    Como de costumbre, este número 46 concluye con una secciónde reseñas de libros importantes. Esta vez es una sección más ex-tensa que lo normal. Entre las doce obras resumidas y evaluadasestán la versión en español de la teología del Antiguo Testamentode Walter Brueggemann, dos libros sobre la cristología de los au-tores neotestamentarios, tres sobre la hermenéutica (uno de ellos,traducido al español, fue diseñado como libro de texto para la en-señanza de la materia en seminarios y universidades) y dos obrasya clásicas en inglés y recientemente traducidas al español: El

    problema del dolor por C. S. Lewis, y Huyendo de la razón porFrancis Schaeffer.

    Gary Williams

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    Perspectivas narratológicas sobre Josué 2(Primera de dos partes)

    Bernie Vázquez Narratólogo

    Puebla, México

    La narratología analiza cómo las narraciones funcionan literariamente. Enfoca sus análisis en los factores que con guran una narración: tiempo,espacio, personajes y trama. Para comprender cómo las narraciones,incluyendo las bíblicas, comunican su mensaje, se debe leerlosnarratológicamente, como se ilustra desde Josué 2. La temporalizaciónincluye la velocidad narrativa (escena, elipsis, resumen, analepsis, prolepsis y pausa), la cuanti cación habitual del tiempo y las circunstancias de

    actualidad, posterioridad, simultaneidad, anticipación y coordinación. Treselementos importantes de la espacialización son los modelos binarios lógico-lingüísticos y taxonómicos, la semiótica del espacio y la iconización. Los personajes por su función se clasi can en extradiegéticos, intradiegéticos y narradores. El análisis de la trama y un glosario se presentarán en la segunda parte del artículo. Palabras clave: Josué 2, narratología, temporalización, espacialización,caracterización, diégesis, universo diegético

    Narratology analyzes how narratives function literarily. It focuses its analysison the factors that con gure a narration: time, space, characters and plot.To understand how narratives, including biblical narratives, communicatetheir message, we should read them narratologically, as illustrated from Joshua 2. Temporalization includes narrative velocity (scene, ellipsis, summary, analepsis, prolepsis, and pause), customary quanti cation oftime, and circumstances of actuality, posteriority, simultaneity, anticipation,and coordination. Three important elements of spatialization are binarylogico-linguistic models and taxonomic models, the semiotics of space, and

    iconization. Characters by their function are classi ed as extradiegetical,intradiegetical, and narrators. An analysis of plot and a glossary will be presented in the second part of the article. Key words: Joshua 2, narratology, temporalization, spatialization,characterization, diegesis, diegetic universe.

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    INTRODUCCIÓN

    La historia no es todo lo que queda del pasado, como a rmabaMaurice Halbwachs.1 En efecto, porque muchos elementos de ese pasado perviven y se mani estan en el arte, la arquitectura, lastradiciones y todas las formas de comunicación, en especial laque se da dentro de la literatura. Gracias a esta, conservamos eintegramos a nuestro acervo los relatos que pueblos y personashan producido a lo largo de su existencia. Esos relatos estánsaturados de signos, imágenes, personajes, acciones, moralejas eintrigas, que llegan a ser parte de nuestra memoria colectiva.

    Todas las manifestaciones culturales antes enumeradas son parte de otra historia, que está viva, perdura y se renueva através del tiempo. Esas obras nos siguen diciendo muchas cosasy mantienen vigentes mensajes y signos de las culturas que nos precedieron y de las que siguen en pie. También nos permitenadentrarnos en la imaginería y pensamiento de mujeres y hombresde letras, así como de los que transitan por la calle. Los relatos sonhistoria viva que resiste la prueba del tiempo y la acometida dela modernidad. Y es que todos los días descubrimos que tenemosalgo que contar a alguien.

    Algo muy parecido ocurre con la Biblia. No hay únicamentehistoria en los textos que típicamente se clasi can dentro deesa categoría (Josué a Ester, los Evangelios, Hechos de los

    Apóstoles y muchos fragmentos históricos contenidos en otroslibros del canon). Su riqueza literaria nos ofrece mucho más queuna recordación, una recapitulación episódica de lo ocurridoen el pasado. Nuestra tarea es, por lo tanto, hallar las rutas o procedimientos adecuados para descubrir ese inmenso caudal deconocimiento.

    Tal es el propósito que anima este trabajo: demostrar cómo losrelatos históricos de la Biblia tienen mucho más que ofrecernos

    y que son en realidad escritos altamente especializados (quellamaremos narraciones) que re ejan el trabajo de las mentesmás preclaras en el antiguo Israel y la Iglesia cristiana, quienes

    1 Maurice Halbwachs, “Memoria colectiva y memoria histórica”, Revista Española de Investigaciones Sociológicas 69 (enero-marzo 1995): 209,http://www.reis.cis.es/REISWeb/PDF/REIS_069_12.pdf (consultado el 1 demarzo de 2010).

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    los codi caron con gran acopio de recursos literarios, textos ymodelos narrativos reconocibles. Además, probaremos cómo esautilización de una gran diversidad y calidad de recursos literariosen los pasajes históricos de la Biblia cumple una función poéticay tiene una clara nalidad conativa o apelativa.

    La función poética es, según Helena Beristáin, la “mássobresaliente y determinante en una obra literaria”,2 “la únicacapaz de producir un placer estético”3 y una transformaciónsigni cativa en el conocimiento y la experiencia del lector. Comoagrega la misma autora, es “el papel que cumple el arte entrelos individuos”.4 Con ella, “los seres humanos manifestamosnuestros pensamientos y sentimientos y cuando el lenguajeactualiza su función poética, adquiere la capacidad de generar unefecto estético, por el que el autor expresa, más que comunica, suinterioridad.5 Su nalidad es atraer la atención del lector sobre laforma de expresión lingüística, es decir, sobre el texto mismo. Enla función poética son igualmente importantes lo que se dice ycómo se dice; por tal motivo, se emplean en ella guras retóricas,ritmo y vocabulario muy connotativo.6 Busca transformar allector, no sólo informarlo.

    La función conativa, por su parte, “constituye un toque deatención para el que escucha, una llamada para que comprenda elmensaje, y así poder actuar sobre él, in uir en su comportamiento”.7 En ella, “el elemento destacado es el receptor, de quien el hablante

    quiere conseguir algo: in uirlo, aconsejarlo, moverlo a actuar enun sentido determinado”.8Otra nalidad de este ensayo es demostrar que las narraciones,

    como productos literarios singulares, también exigen una2 Helena Beristáin, Diccionario de retórica y poética (México, D. F.: Edi-

    torial Porrúa, 2006), 225.3 Ibid., 305.4 Ibid., 227.5 Beatriz Eugenia, “La literatura y el lenguaje poético: El signi cado con-

    notativo del lenguaje”,Suite 101 (10 de marzo de 2010),http://www.suite101.net/content/la-literatura-y-el-lenguaje-poetico-a12165 (consultado el 14 de juliode 2011).

    6 Ibid.7 Beristáin, Diccionario , 225.8 Ana Calzada B., “Las funciones del lenguaje”,Suite 101 (27 de abril

    de 2010), http://www.suite101.net/content/las-funciones-del-lenguaje-como-comunicarse-correctamente-a15613 (consultado el 14 de julio de 2011).

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    hermenéutica particularizada, adaptada o “hecha a la medida”(customized ), que se nutra de la combinación de los principiosestablecidos en los sistemas hermenéuticos ya conocidos y los protocolos o principios nuevos que se plantean y utilizan ennarratología.

    NARRACIÓN Y NARRATOLOGÍA

    La narración es un concepto que ha evolucionado y signi cadoal menos cuatro cosas dentro de la comunicación en general y lasciencias del lenguaje en particular:

    1. La narración como historia o relato simple; es decir, unadescripción, a menudo cronológica, de una secuencia de eventos.En este sentido es un medio expresivo privilegiado en la mayoríade las formas de la comunicación humana.

    2. La narración como parte esencial del género literariodenominado “narrativa”. Se utiliza para presentar historias con personajes que pueden intervenir mediante el diálogo, monólogo,etc. El narrador cuenta y registra la historia y para ello puedeutilizar distintas formas de elocución, como la descripción, laexposición o la argumentación.

    3. La narrativa dentro de la pintura, la escultura, el ballet, elcine, la composición musical y muchas expresiones del arte. Se diceque ellas “cuentan” una determinada historia o narración, como en

    la obra pictórica de “Salomé y la decapitación de San Juan” o enla expresión balletística del “Cascanueces” de Tchaikovski. Sinembargo, no enuncian una narración en sentido estricto (es decir, por escrito y como en la de nición del numeral 4).9

    4. La narración como relato o producto literario altamenteespecializado y codi cado que cuenta una historia en la quecumple una función poética (que es determinada por el empleode diversos recursos literarios para producir placer estético) y

    9 Luz Aurora Pimentel, El relato en perspectiva (México, D.F.: UNAM-Siglo XXI Editores, 2002), 15, 16, habla de diversas manifestaciones de una na-rrativa en el arte y lo ejempli ca con la obra de varios virtuosos. Entre ellos seencuentra el pintor naturalista italiano Caravaggio, cuya pintura “Salomé y ladecapitación de Juan el Bautista”, producida en 1609, es altamente ilustrativa. Laautora nos trata de convencer de que el arte es el entorno particular de la narrativay fuera de éste propiamente no existe. El entorno en el que se mani esta la narra-ción como producción escrita es, por supuesto, el literario.

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    estructura su mensaje con una nalidad conativa (para persuadir alos lectores y moverlos a alguna respuesta conductual, intelectual,emotiva, etc.). Este artículo se fundamenta en esta última acepción,la cual técnicamente guiará el desarrollo y las conclusiones que seobtengan.

    Luego, la siguiente de nición de “narratología” guiará losanálisis y conclusiones en nuestra investigación: es la ciencia proveniente de la teoría literaria que nos sirve para analizarlos relatos a nivel estructural y de contenido, con guracióny signi cación y para descubrir sus propiedades especí cas,así como la incidencia y frecuencia con que aparecen enlas obras literarias. La ciencia de la narratología enfoca susanálisis en los diversos factores que con guran un relato yestructuran su contenido y mensaje: tiempo (temporalización),espacio (espacialización), personajes (caracterización) y trama(con guración del propio relato). Todos estos aspectos incidendirectamente en la estructuración del relato o historia a contar y,cuando son bien empleados, producen notorios efectos de sentidoen los lectores, además de servir de marcas de la calidad de untexto como obra literaria.

    Podemos darnos cuenta, aplicando esta ciencia, que lasnarraciones bíblicas son escritos muy re exionados, diseñados concaracterísticas propias y propósitos conativos (persuasivos). Lanarratología sirve para probar tanto la dimensión estética como la

    universalidad de estos relatos. Para demostrar esto, más adelantese analizará la narración de Josué 2, un caso que proporcionará principios hermenéuticos basados en la narratología que sonaplicables a otros muchos pasajes históricos de la Biblia.

    HISTORIA BREVE DE LA NARRATOLOGÍA

    La narratología es un fenómeno relativamente reciente. Empezó

    a desarrollarse como ciencia en el último cuarto del siglo XX graciasa los trabajos principalmente de los estructuralistas franceses comoGérard Genette (cuyo libro Figures III: Discours du récit , publicadoen 1972,10 es la obra fundacional de la teoría narrativa y de la cual

    10 En español, Gérard Genette, Figuras III: Discurso del relato (Barcelona:Lumen, 1989).

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    se nutre casi toda la bibliografía existente al respecto), Paul Ricœury Roland Barthes; los lingüistas rusos Tzvetan Todorov, RomanJakobson y Mijaíl M. Batjín, que descubrieron muchos deta-lles de la función conativa de la narración; y, más recientemen-te, Gerald Prince de laUniversity of Pennsylvania y Carlos Reisde la Universidade de Coimbra , que en 1987 publicaron sus res- pectivos diccionarios de narratología.11 No podemos omitir a LuzAurora Pimentel, que en la Universidad Nacional Autónoma deMéxico (UNAM) ha creado una gran escuela de narratología y li-teratura comparada, vertiendo muchas de las aportaciones de am- bas ciencias al español, ni tampoco a David Herman, editor deTheCambridge Companion to Narrative , obra exquisita que compilauna gran diversidad de temas narratológicos en una cooperacióninternacional e interdisciplinar de autores de renombre y que sienta precedentes en los estudios literarios a nivel mundial.12

    Todos los autores arriba mencionados tienen o han tenidoel afán de elaborar sistemas y protocolos para estudiar lasnarraciones, porque las consideran manifestaciones de un tipoespecial de literatura, que exige un análisis particular. Además,han podido probar en sus obras que los relatos poseen rasgosdistintivos que los separan de la poesía, la literatura epistolar yotros tipos de producción escrita. Una aportación importante deesos autores se vierte en la ciencia llamada literatura comparada.Por ejemplo, descubrieron que los relatos tienen puntos en común

    con el cuento, que crea rápidamente una gran tensión y muestraun discurso fuertemente connotativo y apelativo, así como conla novela, en la que se urde un gran desarrollo de la trama y delos personajes, que van creciendo a medida que se resuelven loscon ictos inherentes a la historia relatada.

    ¿Es la narratología un componente más o una nueva versiónde los acercamientos histórico-críticos a la Biblia que orecieronen los siglos XIX y XX? No, no lo es. Más bien, trata a los relatos

    bíblicos como productos terminados, sin hacer consideración11 Gerald Price, A Dictionary of Narratology (Lincoln: University of Ne-

    braska Press, 1987); Carlos Reis y Ana Cristina M. Lopes, Dicionário de narra-tologia (Coimbra, Portugal: Livraria Almedina, 1987).

    12 David Herman, ed.,The Cambridge Companion to Narrative (Cambrid-ge: Cambridge University Press, 2007).

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    alguna de los mismos desde el enfoque histórico-crítico. No haceuna crítica a la Biblia para fragmentarla, poniendo en entredichoaspectos como su autoría, composición e integridad, o haciéndoladepender de otras obras (considera, ante todo, que la obra encuestión depende mayormente de sí misma). Simplemente apreciay reconoce su belleza literaria y la explica empleando profusasdescripciones, acudiendo a los términos de la teoría literaria.13 Le interesa describir cómo está narrativizado un relato, cómose llegó a integrar una pieza literaria de in nito valor estético através del uso de los más exquisitos recursos literarios. Se abocaenteramente a la obtención del disfrute estético de la obra literaria(cp. Sal. 19:10). El concepto de diégesis, universo diegético y lanarración como conglomerado formado por una gran cantidadde recursos literarios, narradores, signos, lugares, transcurso deltiempo y desarrollo de personajes y de la trama no se había vistoantes. Es en las últimas tres décadas que se ha dado un desarrollode estos conceptos.

    Así que narratología y los acercamientos histórico-críticosson muy diferentes y podría decirse hasta excluyentes, pues van por rutas distintas y arriban a conclusiones muy diferentes. Lanarratología se preocupa de analizar los textos del canon bíblicocomo se encuentran en su estado nal e interpretarlos sin especularcómo llegaron a componerse a través del tiempo. Ahonda en lascaracterísticas inherentes al producto terminado para prestar un

    servicio muy importante a la labor de entenderlo y comunicarlo.Por otro lado, lo que la narratología hace —explorar las es-tructuras literarias, semióticas y macrolingüísticas de los rela-tos— se daba por sentado desde hace mucho tiempo en muchosacercamientos al texto de la Biblia, pero no se había sistematizadoal nivel y el grado de precisión que propone esta joven ciencia.

    EL PROBLEMA NARRATOLÓGICO

    Por problema narratológico se entiende una serie de con ictosque surgen en la búsqueda del signi cado de los relatos por partede los lectores y, además, para apreciar su calidad artística. Esto

    13 Alfonso Reyes, El deslinde (México, D. F.: Fondo de Cultura Económica,1991): 29-44.

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    es algo que debe encontrar no sólo el especialista, sino tambiénel lector que asiduamente busca el sentido de las narraciones quetiene ante sí mediante un análisis de sus propiedades para poderentender el todo. Desde la óptica de ese análisis, el problema básicoque surge al estudiar e interpretar cualquier texto histórico de laBiblia es determinar qué es una narración y qué características orasgos posee.

    Aunque técnicamente ya se respondió esa cuestión en elnumeral 4 supra , en el resto del artículo se va a detallar e ilustraresa respuesta con algunos ejemplos. El planteamiento del primersubproblema en el ámbito del problema básico (distinguir loscomponentes de una narración), como lo a rma el lingüistay lólogo Roland Barthes, es “o bien el relato es una simplerepetición fatigosa de acontecimientos… o bien posee en comúncon otros relatos una estructura accesible al análisis”.14 ¿Es unasecuencia simple, de tipo episódico y cronológico, de una seriede eventos o, en cambio, posee una estructura determinada por laselección y combinación de símbolos, imágenes, estilos, acciones,enunciados y diversos usos del tiempo narrativo que tienen la

    nalidad de contar y “amueblar” una historia de tal manera quese alcance un propósito conativo o efecto profundo en el lector?

    La ciencia que se ocupa de analizar las narraciones einterpretar su mensaje y riqueza literaria se llama “teoríanarrativa”, “semionarratología” o “narratología”. Ocuparemos

    preferentemente este último término en nuestro ensayo. Lanarratología sirve a dos propósitos prácticos: (1) exponer elcomplicado entramado de ideas, signos, imágenes, gurasretóricas y concepciones del mundo que contiene un textonarrativo y los recursos y elementos literarios que utiliza, y (2)analizar los escritos altamente codi cados —las narraciones—que emplean, además de elementos literarios, una con guraciónespecial del tiempo, el espacio, los personajes y la trama para

    enfatizar su mensaje.14 Roland Barthes, “Introducción al análisis estructural de los relatos”, en El

    análisis estructural , ed. Silvia Niccolini (Buenos Aires: Centro Editor de Amé-rica Latina, 1977), 4, http://musicadelalma. les.wordpress.com/2007/05/barthes-roland-introduccion-al-analisis-estructural-de-los-relatos.pdf (consultado 12 defebrero de 2010).

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    Si podemos analizar un pasaje histórico de la Biblia y encontraren él los distintivos y rasgos que caracterizan a las narracionessegún la narratología, entonces hemos hallado la avenida principal en el mapa de la solución al problema básico (distinguirlos rasgos de una narración). En el caso de este ensayo, el desafíoes dejar constancia de que el relato de Josué 2 puede ser analizadofructíferamente empleando los postulados de la narratología.

    El segundo problema narratológico tiene que ver con cómo,en el desarrollo de un relato, se representan con palabras los personajes, acciones, espacios y objetos que pueblan y amueblanel mundo en el que ocurrieron los eventos que se consignan enuna determinada narración. Este es punto neurálgico en el estadode conocimiento de la narratología. Al resolverlo, se clari ca larelación de la narratología y la Biblia, recuperando ámbitos designi cado más allá de los elementos lingüísticos convencionalesque estudian el sentido de las palabras por su selección (relaciones paradigmáticas) y combinación (relaciones sintagmáticas) para entrar en los signi cados sociolingüísticos, etnográ cos,simbólicos y semánticos del texto bíblico.

    Derivado de lo anterior (de que la riqueza de signi cadosdel texto supera el aspecto denotativo y combinatorio de las palabras), surge para el autor el desafío de mostrar y contar unmundo de manera inteligible. Es una tarea muy difícil aun cuandola distancia en el tiempo entre el mundo narrado y el mundo del

    lector sea mínima, porque exige crear y organizar expresionesde tal manera que los lectores perciban imágenes precisas de loocurrido dentro de un discurso.

    A esta realización monumental de una narración con sus detallesde tiempo, espacio, personajes, acciones, discursos, visiones delmundo y luchas ideológicas en un todo integrado y coherente, sele llama en literatura, “universo diegético”. Este es el segundoconcepto clave de lo que hemos venido explicando. Dicho universo

    es inherente a la narración y, por necesidad humana (porque si no,sería prácticamente imposible entenderlo), tiene diversos puntos decontacto con nuestro mundo y los referentes que nos lo explican.Al proceso de analizar el mundo narrado desde el mundo del lectorse le llama “diégesis”. La diégesis no es otra cosa sino el esfuerzo por ver el mundo de imágenes, signos, conceptos y expresiones

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    del lenguaje de manera que se tenga una comprensión cabal delmensaje y las implicaciones que el autor quiso darle a éste.

    Veremos, por lo tanto, cuatro componentes o factores principales de una narración y de su universo diegético: tiempo,espacio, personajes y trama/discurso. Esto se hace con el nde demostrar dos cosas: (1) que los relatos bíblicos poseen lascaracterísticas que la narratología consigna como propias de un producto literario (es decir, poseen literariedad porque tienentodas las marcas que distinguen a las obras artísticas), y (2) que para extraer su mensaje y conocer el propósito por el cual fueron producidos, los relatos bíblicos deben leerse narrativamente,es decir, enfocando el uso y función que dan a los recursosimaginativos, semióticos y literarios incluidos en ellos.

    Una pregunta válida en este sentido es: ¿qué pasa si undeterminado relato no tiene algunos de los recursos semióticos yliterarios que vamos a explicar? Nada; recuérdese que las cienciasdel lenguaje no son exactas, sino descriptivas. Además, el número(criterio cuantitativo) y clase (criterio cualitativo) de recursosincluidos en una narración determina solamente qué tan lejoso tan cerca se encuentra de los protocolos y características queseparan a una obra de arte del resto de la producción escrita. Demodo que, tal carencia in uiría únicamente en la consideraciónvalorativa del grado de literariedad de una narración en particular.

    Con todo, y para no caer en una serie interminable de

    elucubraciones teóricas, ya es oportuno empezar a demostrar las bondades de la narratología en la labor hermenéutica, por lo quea partir de la próxima sección se explicarán sus procedimientos yaportaciones.

    TEMPORALIZACIÓN: EL MANEJO DELOS TIEMPOS Y EL RITMO DE LA NARRACIÓN

    Sí, hablaremos de “tiempos” en plural. Esto no debe causarnosasombro si consideramos que en la narratología tanto el tiempocomo el espacio son elementos que tienen una importancia muchomayor que servir simplemente como aspectos del trasfondo de

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    la historia.15 Suelen ser parte esencial del relato y, por tanto,no deberíamos considerarlos como circunstancias “dadas” enuna narración, sino como aspectos dinámicos y esenciales deella. Muchas veces incluso participan en la estructuración de sutrama y mensaje. Así que, debemos verlos como componentesactivos que tienen la función de con gurar la temporalización yespacialización del relato y no sólo señalar el cuándo y el dónde ola fecha y lugar de los acontecimientos.16

    Un caso interesante en relación con el tiempo es la narraciónen Josué 10:1-14 de la derrota de los amorreos en Gabaón. Allíel factor tiempo no es un simple elemento de trasfondo, sino parte esencial de la trama y factor primordial en el desenlace ysigni cación de la historia, como ocurre frecuentemente en todaclase de narraciones.

    Comencemos por explicar qué es temporalización. A diferenciade nuestra típica concepción cronológica y lineal del tiempo, enla narrativa este es un elemento plástico y, por tanto, modi cable.Además, se compone de varios elementos y mani esta más deuna forma.

    En primer lugar, se debe notar la velocidad de la narración.Como dice Pimentel, “la realidad narrativa de cualquier relatoestá centrada en eltiempo : no sólo en el que se consume, sino enel tiempo que lo consuma”.17 Por “velocidad narrativa” se debeentender la manera o maneras en que transcurre el tiempo dentro

    de la dinámica particular de una narración. No tiene por qué correrde manera “normal”, lineal o cronológica dentro de la trama; dehecho, el transcurso lineal del tiempo sería atípico en muchasobras de la literatura, incluida la Biblia.

    15 Teresa Bridgeman, “Time and Space”, enThe Cambridge Companion to Narrative , 52-53, sostiene que “en narrativa, tiempo y espacio son más que ele-mentos de trasfondo; son parte de su entramado e impactan nuestra comprensión básica de un texto narrativo y de los protocolos de diversos géneros narrativos.In uyen profundamente en la manera en que construimos imágenes mentales delo que leemos”.

    16 Ibid., 52. Bridgeman establece también que “leer una obra narrativa esadentrarse en un mundo alternativo que posee sus propias estructuras espacio-temporales”.

    17 Luz Aurora Pimentel, El espacio en la cción: Ficciones espaciales; Larepresentación del espacio en los textos narrativos (México, D.F.: UNAM-SigloXXI Editores, 2001): 7.

    Perspectivas narratológicas sobre Josué 2 (Primera de dos partes)

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    el relato.Algunos dicen que la nalidad de la elipsis es producir máxima

    aceleración en el tiempo de la narración, ya que no se detiene enreportar algunos detalles, sea porque los considera innecesarios, o porque los va a retomar más adelante, cuando produzcan máximatensión. Así, la historia del hijo pródigo no menciona lo que pasóantes del con icto entre el padre y el hijo menor (Lc. 15:12), perodespués lo va a ir insinuando en los detalles del relato.

    Hay una elipsis en Josué 2:1 entre el envío de los espías ysu entrada en la casa de Rahab. El relato omite explicar cómollegaron hasta allí, qué incidentes ocurrieron previamente y queobstáculos tuvieron que sortear. Otro detalle que revela una elipsisen Josué 2 es que no se habla de la existencia de un muro hastael v. 15, lo cual se esperaría ver desde los primeros versículos delcapítulo. Es ejemplo de una alteración del orden “normal” en quese supone debería darse una descripción espacio-temporal, ya quelos espías tuvieron que percibir el muro aun antes de su incursiónen Jericó.

    Elipsis es una técnica literaria muy usada en el cine, como enel caso de la película Babel . En una de las escenas iniciales unniño marroquí accidentalmente dispara a un autobús de turistaseuropeos y norteamericanos. Se omiten las consecuencias deldisparo en lo inmediato y luego se retoman a la mitad del lme,cuando nos enteramos que hirió gravemente a una mujer que,

    junto con su esposo, están haciendo un viaje a Marruecos parasalvar su con ictiva relación matrimonial. Con el uso de la elipsisse consigue aumentar la tensión de la historia y el consiguienteinterés por saber si la mujer sobrevivirá y si la pareja va a poderresolver sus con ictos o no.

    Resumen es lo opuesto a la escena. Consiste en condensar enunas cuantas palabras o líneas lo ocurrido en un tiempo más largo,de horas, días, meses o incluso años.19 Hay varios resúmenes en

    el relato de Josué 2. Por ejemplo, cuando Rahab miente a los perseguidores, diciéndoles que los hombres habían estado allí pero se habían ido (vv. 4b-5), resume en unas cuantas expresiones(que toman unos instantes) lo ocurrido en un tiempo algo más

    19 Pimentel, El relato en perspectiva , 48-49.

    Perspectivas narratológicas sobre Josué 2 (Primera de dos partes)

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    extenso. O cuando Rahab a rma que los moradores ya tienen elánimo derrotado por los reportes de las hazañas de Israel en suacometida a la tierra prometida (vv. 9-11), establece en unas pocasfrases lo ocurrido en un periodo de semanas o meses.

    En laanalepsis o retrospectiva, el manejo del tiempo se da enforma de una ruptura (que, sin embargo, no afecta la continuidadnarrativa). Así Rahab, uno de los narradores del relato (otrafunción que puede desempeñar un personaje), cuenta lo que ha pasado en su pueblo en el pasado reciente (vv. 9-11; las palabrasde Rahab aquí constituyen un resumen y una analepsis a la vez).Se trata de un retroceso en el tiempo ( ashback ) para describirlo que ha ocurrido previo al encuentro con los dos espías.20 Loshechos analépticos particular pueden ser causa dinámica, factordeterminante de otros hechos en el presente (o futuro) narrativo.

    Prolepsis o prospectiva es otro tipo de ruptura de lasecuencia cronológica. En este caso los personajes hablan delfuturo ( ashforward ) para adelantar o pre gurar las posiblesconsecuencias de la historia, pero no se dan todos los detalles porrazones obvias y para aumentar la tensión de la trama. Esto ocurre, por ejemplo, cuando Rahab dice: “Sé que Jehová os ha dado estatierra” (v. 9a); y también cuando los espías, convencidos de quetendrán éxito en su misión, declaran: “He aquí, cuando nosotrosentremos a la tierra” (v. 18a).21 Ambas a rmaciones se anticipan alo que va a suceder en la narración para crear expectativa y hacer

    aún más interesante la historia.22

    Pausa es la expresión mínima de velocidad narrativa. Eneste caso el narrador dice algo, pero el tiempo no transcurre;se detiene o “congela” para mencionar ese detalle.23 La pausaintensi ca algún aspecto de la intriga. El detalle mencionado —que parece una interrupción, pero en realidad no lo es— vaa tener una importancia esencial más adelante. Muchas vecesalgunos personajes de la historia desconocen ese detalle, pero el

    narrador lo revela para que los lectores seamos sus cómplices y20 Villanueva,Comentario de textos narrativos , 182.21 A menos que se indique de otra forma, todas las referencias al texto bíbli-

    co serán tomadas de la Versión Reina Valera, revisión de 1960.22 Ibid., 195-96.23 David Herman, “Glossary”, enThe Cambridge Companion to Narrative,

    280.

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    nos involucremos más en la lectura; así se cumple un propósitoconativo.

    Esto ocurre precisamente en el comentario narrativo en el v.4a: “pero la mujer había tomado a los dos hombres y los habíaescondido”. Esta oración hace que la trama alcance niveles detensión inauditos, porque no sabemos, hasta este punto, lo queva a pasar; si los perseguidores no creen lo que escuchan acontinuación, pueden matar a los espías y a Rahab.

    Algo parecido sucede con la pausa que se encuentra en el v.15b para mencionar el muro (lo cual no se había hecho antes):“porque su casa estaba en el muro de la ciudad, y ella vivía en elmuro”. Aquí se da un adelanto de la función que tendrá el murode Jericó como elemento espacial clave en el relato del capítulo6. La pausa es, pues, un freno total en el tempo de la historia peroque lleva también una carga de signi cado fuerte.

    Todo lo visto en el tema de la velocidad narrativa nos indicaque la secuencia textual de los eventos no siempre coincide conla sucesión cronológica de los mismos. Esto produce efectos deaparente discordancia pero que en realidad hacen más interesante ycongruente a la historia, porque promueven en los lectores tensión,suspenso, curiosidad o expectativa acerca de lo ocurrido o lo que puede ocurrir. No son solo elementos estilísticos, sino ingredientesinherentes al relato (porque el autor así lo diseñó) y que tienen la

    nalidad de atraer la atención hacia él. A esta forma de manejar el

    tiempo en la narración se le llama “tiempo diegético”.24

    Los cambios de velocidad narrativa obedecen al énfasis que se lequiere imprimir a las acciones de los personajes o a las expresionesespecí cas que salen de ellos. Cada cambio de velocidad debellamar la atención del lector e invitarlo a descubrir la signi canciaque ese cambio pueda tener en la intriga, la cual se gesta en ununiverso diegético, que, por de nición, es siempre dinámico ycambiante.

    El segundo aspecto del tiempo dentro de una historia se sometea rasgos conocidos del mismo y su cuanti cación habitual, segúnlas necesidades de cada relato. En Josué 2 aparecen expresionesconvencionales del tiempo como “esta noche” (v. 2), “siendoya oscuro” (v. 5) y “tres días” (vv. 16, 22). En diferentes relatos

    24 Pimentel, El relato en perspectiva , 42.

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    pueden emplearse otras muchas, como las que se re eren a lasestaciones del año, las horas o aun instantes.

    El tercer factor de temporalización está de nido por las cir-cunstancias de actualidad, posterioridad, simultaneidad, anticipa-ción y coordinación que están expresadas por medio de las formasverbales y otros vocablos temporales. Así, en Josué hay una va-riedad de palabras que expresan secuencia, como “aprisa” (v. 5),“después” (vv. 7, 16), “antes que” (v. 8), “ya” (v. 9), “cuando” (vv.10, 14, 18), “hasta que” (vv. 16, 22), “luego” (v. 21) y “entonces”(v. 23). Además se hallan las nociones de un antes (v. 1) y un des- pués (v. 24) de los hechos que conforman la trama.

    Como conclusión lógica de una consideración de todos estosaspectos de la temporalización, podemos decir que hay rasgos

    jos de la misma que corresponden con una concepción “lineal”del tiempo, pero también que cada narración posee sus propiasestructuras temporales. No debemos imponerle estructuras desdenuestra perspectiva del tiempo, ni mucho menos ignorar las quele son propias. Solo podemos reconocerlas para descubrir por quéel narrador las utilizó, en qué forma contribuyen a la intriga y quécarga signi cativa contienen.25

    Una narración puede contarse en orden secuencial o en otroorden distinto, omitiendo detalles para retomarlos después, ocortando el tiempo en las dimensiones que mejor convengan alrelato e incluso entremezclando dichas dimensiones. Como ya

    se dijo, el autor puede congelar el tiempo, darle marcha atrás,encogerlo o acelerarlo, todo ello sin afectar el sentido del relato.Al contrario, el cambio de orden, de velocidad o de duración puedecontribuir a enfatizar aún más la signi cación de la historia engeneral o un detalle dentro de la misma, potenciando de esa formasus efectos de sentido. Aunque estén expresadas en términosque podamos comprender y tengan alguna relación con nuestrasnociones convencionales del tiempo, los elementos temporales de

    una narración siempre serán independientes de todo concepto joque se tenga acerca de ellos.Una razón de peso por qué a rmamos que el tiempo dentro

    de una historia está narrativizado, al igual que los otros aspectosa revisar (espacio, personajes y trama), es que son resultado de

    25 Bridgeman, “Time and Space”, 52.

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    una mediación por parte del narrador; es decir, ltran un punto devista, un sistema de valores y creencias, una lucha ideológica o una persuasión acerca del mundo. Según Georges Güntert, semiólogode la Universidad de Zurich:

    Todo proceso de comunicación literaria y, por tanto, de recepción o lecturadepende de un acto de persuasión, es decir, de unhacer persuasivo. Nohay obra literaria cuyo proceso informativo —elhacer saber — no vayaacompañado de otro, consistente en unhacer creer... La literatura es obrano tanto informativa cuanto persuasiva.26

    Y el mismo autor añade que el contenido de esa persuasión es“el discurso social,esto es, las creencias dominantes en la socie-dad de la que el texto (y su autor) proceden”.27 En el caso del librode Josué, el contenido de esa creencia, lucha ideológica o discursose basa en la lealtad a la relación pactada con Jehová y el apegoa los principios de vida derivados del código mosaico (que es unaconstante en toda la obra), lo cual tiene tintes claramente conativos(7:1; 9:22; 11:20; 17:13; 22:11, 12; 23:6, 7; 24:14-15, 20-23). Lalucha principal en el libro tiene que ver con alcanzar la lealtad aeste sistema de creencias y valores para que los israelitas posean latierra y aseguren su permanencia en ella (Dt. 28:1-30:20; Lv. 26:1-46). Los nuevos inquilinos en la tierra prometida debían ser elesa Jehová y no a los dioses de los amorreos. Esta es la razón por laque Josué remarca la necesidad de adoptar los principios de vida

    que enseñan la ley de Moisés y, en especial, la relación pactada.ESPACIALIZACIÓN: EL MANEJO Y

    SIGNIFICACIÓN DE LUGARES Y ESPACIO

    Igual que en el caso del tiempo, el espacio está condicionado por un proceso de narrativización o, para ser más exactos, desemiotización (el texto narrativo mediante recursos literarios muy

    precisos construye signos y símbolos visibles para su circulacióny “consumo” en el colectivo social) llevado a cabo por el autor,26 Georges Güntert. “Vicisitudes de la semiótica y de la narratología en el

    ámbito del hispanismo internacional”, Epos: Revista de Filología 6 (1990): 538-39, http://e-spacio.uned.es:8080/fedora/get/bibliuned:Epos-7693DFA4-8316-A7A0-5FAD-FF8D880C96CC/PDF (consultado 20 de enero de 2010).

    27 Ibid., 541.

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    como lo establece el gran formador de especialistas en el área desemiótica, Manuel Alcides Jofré de la Universidad Católica deChile:

    Hoy día el semiótico es un hermeneuta, un interesado en los signos, pero también un descifrador de ellos, y lo central para él sigue siendo la producción social del signi cado, cómo se realiza esto, cómo se procede ala generación de los sentidos, qué pasa con la circulación de los sentidos…Esto lleva, en realidad, a hablar de la literatura como una producción socialde sentido; como procesos y contratos de transacciones intersubjetivas,a través del objeto de lectura , produciéndose en la composición y en elconsumo del texto literario una fuerte interacción entre signos, textos,discursos, códigos y sujetos de acuerdo a la semiótica (énfasis agregado).28

    El problema a resolver con la espacialización es el mismoque en el caso de la temporalización: ¿cómo generar imágenes precisas, densas, verosímiles, empleando solo palabras? Aun parael autor que es testigo ocular, mediando una mínima distancia

    histórica entre él y los hechos y lugares descritos, esto es algo nadasencillo. La labor del narrador no solo consiste en generar ciertasimágenes de lo ocurrido, sino integrar todo un mundo cargadode signi caciones para que el mensaje que reciba el lector sea plenamente comprensible.

    Además, la construcción del espacio diegético (otro nombredel proceso de espacialización) no sólo depende del empleo preciso de las palabras, sino también de la interacción que estastienen con los signos e indicios que el lector ya posee en su“enciclopedia” cultural. El mundo narrado y el del lector debenmanifestar ciertas similitudes en el plano semiótico-literario; paraque sea posible la comprensión de lo leído, los temas y signos delmundo narrado deben encontrarse en por lo menos un punto de ladeixis espacio-temporal del mundo del lector.

    Si se logra lo anterior, será más probable que los referentes enambos universos o conjuntos semióticos lleguen a fusionarse demanera óptima y, así, se construya el sentido o signi cación enlos lectores. La semiótica de los lugares y espacios dentro de unanarrativa habrá cumplido su misión, que es producir y circular

    28 Manuel Alcides Jofré, “Estado del arte de la semiótica actual”, Literatura y Lingüística 10 (1997): 10, 12, http://redalyc.uaemex.mx/pdf/352/35201010.pdf(consultado 14 abril 2010).

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    signos o símbolos muy connotativos a partir de un texto narrativo.Esa producción de signi cado es también una suerte de

    función paradigmática, como la de ne la lingüística moderna.29 Por ejemplo, de una serie de opciones que tenemos acerca delreferente del vocablo “muro” (una pared interior, una tapia, uncercado, una muralla o baluarte militar) escogemos la que mejorconcuerda con lo descrito en Josué 2:15. Por ello, al integrarun espacio diegético en el que también hay objetos y lugares(vinculados a determinadas acciones y tiempos narrativos), se dandos problemas que el narrador tiene que resolver. (1) ¿Cuántosy qué tipo de detalles se necesitan para producir el efecto de“imagen” o realidad en los lectores? (2) Habiendo contestadola interrogante anterior, ¿cómo se procederá a con gurar oestructurar la signi cación de ese espacio para dar la impresión precisa de lo que ocurrió allí?

    A continuación explicaremos varios elementos para contestarestas dos preguntas fundamentales. Son aspectos del procesode espacialización que deben analizarse dentro de la dinámicadescriptiva de la narración. Describiremos los tres que mayordesarrollo han tenido en narratología.

    Modelos binarios lógico-lingüísticosy modelos taxonómicos

    En una narración la construcción de un espacio depende en buena medida del uso de los llamados modelos binarios lógico-lingüísticos que se expresan en dimensiones como arriba-abajo,dentro-fuera, frente-fondo, izquierda-derecha y verticalidad-horizontalidad.30 Cuando leemos Josué 2, se reproduce en nuestramente una imagen de “realidad” gracias al empleo de estos mo-

    29 La función paradigmática establece que hay una relación vertical o sino-nímica entre las palabras y su signi cado en una cadena discursiva (grosso modo,

    “enunciado”). Así por ejemplo, al concepto de “escuela dominical”, podríamosacomodarle algún otro adjetivo que re eja, en alguna manera, una determinaciónde sentido similar, como “escuela dominguera” o “escuela de n de semana”.Sin embargo, ninguna de ellas nos trae a la mente la imagen o signo preciso quenos haga entender que se re ere a una sesión de enseñanza de la Biblia, en díadomingo, en la que hay maestros y alumnos reunidos en una iglesia con nes deedi cación.

    30 Pimentel, El relato en perspectiva , 26.

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    delos. Esa imagen debe ser congruente con ellos, porque si no,entonces la literariedad de la obra podría ser cuestionada con toda justi cación.

    En Josué 2 se cumplen perfectamente estos modelos, porquese trata de una obra artística (la Biblia), cumbre de todas lasobras de la literatura universal y poseedora de todas las marcasque distinguen a los escritos altamente especializados. He aquílas pruebas del uso de modelos binarios lógico-lingüísticos.Los espías llegan a Jericó y se introducen a la casa de Rahab,que estáencima del muro, y, después de algún tiempo, ella loshace descender al nivel del suelo (dimensión arriba-abajo, vv.15, 18). Los perseguidores se encaminan fuera de la ciudad porinstrucciones de la ramera (v. 7), mientras que los espías quedan asalvo dentro de la casa (v. 6). Siendo la casa de la ramera el lugarde referencia privilegiado en el texto y desde el cual gravita y seorganiza todo el relato, es el frente o primer plano de la narración, pero hay un fondo representado por la puerta de la ciudad (vv. 5, 7),el camino del Jordán (v. 7), los vados (v. 7), la ventana (vv. 15, 18,21), el muro (v. 15), las puertas de la casa (v. 19) y el monte (vv.16, 22, 23), todos aspectos necesarios para darnos la sensación dedensidad, profundidad y organización espaciales. Es como cuandovemos una pintura: siempre hay un tema o referente en primer plano, pero también muchos otros temas de fondo, en distintos planos, que son necesarios para darnos el sentido completo de la

    “narración” que se da en la propia obra.Por su parte, los modelos taxonómicos sirven para describir las partes de un todo: de una casa, del cuerpo humano, de un árbol,de una ciudad, etc.31 Así, en Josué 2 se dan detalles de la casa: susdimensiones son su cientes para alojar a varias personas (v. 1) ytiene un terrado (vv. 6, 8), ventana (vv. 15, 21), puertas (v. 19) y piso (v. 15, el muro). Así también, la ciudad tiene puerta (vv. 5,7), muro (v. 15) y habitantes y un gobierno (v. 2, el rey). El pasaje

    de Josué 2 es taxonómicamente congruente, como ya vimos quelo es a nivel de los modelos lógico-lingüísticos. De nuevo, estoselementos pasan de ser referentes simples en el escenario delrelato para formar parte de un complejo de imágenes verbales biendiseñado y estructurado.

    En una obra de arte como la Biblia que cumple a cabalidad su31 Ibid.

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    función estética, estos modelos lógico-lingüísticos y taxonómicosgarantizan el efecto de realidad, porque ayudan a presentar lasimágenes verbales que conforman el teatro de los acontecimientosy con ello dan un sentido de totalidad y continuidad a losacontecimientos reportados. Sin ellas, la narración de Josué2 quedaría “coja” y acusaría una grave falta de cohesión,inteligibilidad y literariedad.

    Aunado a lo anterior, los narradores tienen también interésen focalizar detalles como el “cordón de grana” (vv. 18, 21), quere eja otra característica importante de la deixis de espacialidad: la precisión. Todos los factores ya explicados en este punto hacen queuna narración sea congruente y completa, idónea para comunicarun discurso convincente y coherente con sus propósitos conativos.

    Semiótica del espacio

    Desde una perspectiva semiótica, un espacio narrativizado noes neutral, ya que suele estar cargado de signi cación y a veceshasta mani esta e intensi ca una lucha ideológica que el autor ola colectividad le han atribuido dentro de los relatos.32

    Así por ejemplo, en la Biblia el tema de desierto re ere al lugarde prueba (He. 3:8, 9), el monte es lugar de encuentro con Dios(Gn. 22:1; Ex. 19:3), poner imágenes en el templo de Dios es señalde ignominia (Jer. 32:34), la mesa es lugar de refrigerio (Sal. 23:5),

    la puerta representa oportunidad (Ap. 3:8), y la viña representaal pueblo de Dios (Is. 5:1-7; Jn. 15:1-5). Todos estos ejemplos pueden variar con cada ocurrencia de los conceptos espaciales conque se asocian pero, al n y al cabo, tienen signi cado altamenteconnotativo porque representan expresiones, extensiones y signosintensamente semióticos.

    Las aguas son lugar o tema con alta expresividad semióticaen el caso de Moisés, y sin este signo no se podría entender gran

    parte de su vida y enseñanza: la separación de la expansión delas aguas (Gn. 1:6-7), el diluvio (Gn. 6:1-9:19), la masacre de losniños hebreos (Ex. 1:22), su propio nombre y odisea (Ex. 2:1-9), la plaga de sangre en las aguas del Nilo (Ex. 7:20), el paso del MarRojo (Ex. 14:21), los con ictos en el desierto (Ex. 15:22-25), el

    32 Pimentel, El espacio en la cción, 31.

    Perspectivas narratológicas sobre Josué 2 (Primera de dos partes)

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    agua de la peña (Ex. 17:6) y su castigo por golpear la peña y nohablarle, factor que lo marginó de entrar a la tierra prometida (Nm.20:7-13). Cada vez que se describen las aguas se intensi ca unaspecto del discurso acerca de Moisés o su enseñanza. El tema estáíntimamente asociado al proceso de espacialidad que se presentaen un buen número de narraciones y en momentos narrativos clavedentro de los libros del Pentateuco.

    En el caso de Josué 2, la casa de Rahab es el punto cero de lanarración, porque a partir de este lugar en particular se organizay gravita toda la historia (en la segunda parte de este artículoexplicaremos las razones por las que esto es así). También es eneste lugar, donde aparentemente prevalecía la promiscuidad, que,irónicamente, se mani esta lo que la Reina Valera 1960 traducecon la palabra “misericordia” pero que debe entenderse más biencomo “amor-lealtad” (vv. 12-14).

    El muro, por otra parte, tiene un valor semiótico; es la concre-ción o resultado de toda una estructura de signi caciones que seerige sobre el espacio urbano de Jericó. Positivamente, el muro esla base rme sobre la cual pactan un compromiso de vida Rahab ylos espías. Allí fraguan también la última parte (y la más importan-te) del complot para tomar la ciudad. Rahab vive sobre el muro y,en alguna manera, eso podría signi car que ella estaba por encimade la sociedad decadente de Jericó. Negativamente, el muro es elobstáculo que debe ser destruido porque impide la conquista de la

    tierra. Además, encierra a una ciudad con una sociedad corruptay corruptora (cp. 6:1). Su eliminación es un paso indispensable para resolver la lucha ideológica entre Israel y el entorno cananeoviciado de idolatría y prácticas inhumanas (cp. 24:14-15, 19-23).

    Iconización

    En la enciclopedia del saber de Israel y en su memoria colectiva,

    el muro de Jericó es signo tanto del inicio de la conquista comode su realización en términos amplios en un episodio infaltableen las charlas de los miembros del pueblo de Israel y también enlos relatos de la iglesia (cp. He. 11:30). En este sentido, el murollega a ser más que un espacio, para transformarse en ícono deun proceso que culminó en victoria, así como una etapa y tema

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    fundamental en la historia de la nación. El relato de su destrucciónes el lugar de convergencia de los elementos temáticos ysimbólicos de un texto narrativo que quiere ayudar a consumarla instauración de un nuevo orden en la nación, un orden basadoen las virtudes de un pueblo que, en última instancia, se debe a laobediencia a la Palabra de Dios (Jos. 1:7-8). A esta convergenciade elementos temáticos y semióticos se le conoce como procesode iconización.33

    Esta iconización en Josué 2 y 6, y en toda narración semejante,tiene la nalidad de servir de sustrato para crear códigos culturalescompartidos que determinen la identidad del pueblo y los valoresque sustentan su existencia. Esos códigos van a perdurar en eltiempo y serán fuente de muchos otros relatos, actualizándosecada vez el valor semiótico del ícono. Es decir, la nalidad de unícono es crear símbolos universales que se guarden en la memoriacolectiva de un pueblo.

    Conclusión

    Los tres puntos anteriores tienen el propósito de explicarque las imágenes verbales requieren del acopio de recursosdescriptivos altamente codi cados para garantizar al lector lacohesión del relato y el efecto de realidad. Sin estas, el mensaje perdería mucha de su fuerza, credibilidad y propósito conativo.

    Un relato llega a ser una narración cuando el autor es capaz deerigir toda una arquitectura de signi caciones, una ciudad verbal,“un centro de imantación semántica en el que convergen toda clasede signi caciones… metonímicamente asociadas.”34 Es decir, laespacialización del relato implica que los lugares representan temasy construyen su signi cado mediante las asociaciones de todos losfactores que integran el universo diegético en un nivel intensamenteconnotativo. Una narración alcanza su nalidad de persuadir a

    los lectores cuando todos esos factores se organizan para no sóloenriquecer, sino coadyuvar a la integración del mensaje del relatoque los contiene, para que sea perfectamente comprensible.

    33 Pimentel, El relato en perspectiva , 30.34 Pimentel, El espacio en la cción, 29.

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    CARACTERIZACIÓN: CONFIGURACIÓNDE PERSONAJES Y ACTANTES

    Los personajes de un relato tampoco están al margen del proceso de narrativización. El autor primero los presenta, perotambién destaca, minimiza, omite, magni ca o enumera aquellascaracterísticas de ellos que consideraad hoc para su historia.Por ejemplo, en el caso de Cornelio no se dice nada de suscaracterísticas como militar, pero para Lucas lo importante esdestacar sus virtudes como hombre piadoso y justo (Hch. 10:1-2).

    En alguna manera, los per les de los personajes bíblicos tam- bién son modi cables o adaptables (sin dejar de ser apegados ala realidad que les da origen). Por ello podemos asumir que cada personaje tiene una o varias funciones particulares dentro de unanarración, y nuestra labor es descubrir cuáles son. Aquí la obra precursora de Genette brinda una ayuda inapreciable. Él estableceque los personajes por su función se clasi can en extradiegéticos,intradiegéticos y narradores.

    Personajes extradiegéticos

    Se llaman “extradiegéticos” los personajes que están fueradel mundo de acción consignado en el relato. Se mencionancomo referentes importantes en la narración pero no participan

    directamente en la secuencia de acciones.En Josué 2 hay dos personajes extradiegéticos: el propioJosué, que se menciona al inicio y al nal (vv. 1, 24), dando laorden y recibiendo el informe de los espías (por lo que sirve como personaje “marco” de la historia), y el rey de Jericó, quien a pesarde tener mucho poder y ser nominalmente antagonista, apareceúnicamente mencionado, y cuyo discurso está mediado en vozde sus emisarios (vv. 2-3). Los personajes de este tipo, aunque

    sean protagonistas en alguna otra parte del libro (como sucede conJosué), en el caso que nos ocupa solo sirven de auxiliares en eldesarrollo de la trama (porque no participan directamente en ella),garantizando con ello la cohesión y continuidad de la narración.

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    Personajes intradiegéticos

    A diferencia de los extradiegéticos, los personajesintradiegéticos sí participan activamente en la secuencia deacciones de la narración y son responsables de las decisionesque marcan el desarrollo, clímax y desenlace de la historia. Estándentro de la narración y, en alguna forma, son más importantesque los personajes extradiegéticos.

    Sin embargo, no son todos iguales. Hay unhéroe, que se lellama así no necesariamente porque realice hazañas (aunque amenudo las hace), sino porque es de quien trata la historia (es elsujeto de la misma). El héroe puede convertirse en otro narrador(homo o autodiegético), si cuenta su propia historia (como eldueño de la viña en Is. 5:1-7). Rahab es héroe en Josué 2 y tambiénuna narradora hipodiegética, porque cuenta una historia que estádentro de otra historia.35

    Hay también unantagonista u opositor, que no siempre tieneque ser un personaje absolutamente perverso, pero sí con ictivo,dividido, complejo e impredecible y quien es absolutamentenecesario para crear —valga la redundancia— el con icto y laconsiguiente tensión que producirá hasta que este se resuelva.36 En Josué 2 el antagonista es el rey de Jericó, pero por ser éste personaje extradiegético, las acciones que mani estan la oposiciónson llevadas a cabo por sus emisarios (vv. 2-7).

    Finalmente, aparecen losactantes . Estos pueden ser personajesde importancia relativamente alta, pero su nalidad principal esactuar en apoyo al desarrollo de la trama y auxiliar a los personajesque están en los extremos de la intriga —al héroe (Rahab, apoyada por los espías) y al antagonista (el rey de Jericó, mediado por losemisarios o perseguidores)—, por lo que no son, en este sentido, los personajes principales de la narración.37 En el caso de Josué 2 el reyde Jericó (personaje extradiegético) y los perseguidores (persona-

    jes intradiegéticos y actantes) contribuyen al desarrollo de la parteantagónica del relato. Sin embargo, el narrador deliberadamenteles resta fuerza a todos ellos hasta el punto de que desaparecen dela historia y sus vidas terminan junto con la decadente ciudad de

    35 Herman, “Glossary”, 278.36 Genette, Figuras III , 291-92.37 Villanueva,Comentario de textos narrativos , 181.

    Perspectivas narratológicas sobre Josué 2 (Primera de dos partes)

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    Jericó. No se les llama personajes “secundarios”, porque esta esuna categorización poco usada en narratología y porque la tras-cendencia de los actantes es variable. A veces se emplean simple-mente para darle cohesión a la trama de la historia, y otras vecestienen una relevancia algo más grande dentro de una narración.

    A los actantes se les puede mencionar o no por nombre (en elcaso de Josué 2 no se les identi ca). Aparte de la posibilidad deno nombrarlos, a menudo se hace referencia a ellos empleando preferentemente expresiones pronominales, marcando de estamanera que su importancia es relativa (cp. “ellos” en vv. 1, 8, 14,17, 22; “los” en vv. 5, 6, 15, 21, 22a, b, c, d, e; “vosotros” en vv.9, 10, 11, 12a, b, 16; “nos” en vv. 14, 17, 18, 20; “nosotros” envv. 14, 17, 18, 19, 20, 24; “les” en v. 16; y “os” en v. 16a, b, c).Por supuesto, no todo pronombre necesariamente se re ere a unactante.

    Narradores

    En el caso de Josué 2, como en muchos otros pasajes de laBiblia, encontramos a un narrador autoral omnisciente. Se llamaasí porque conoce perfectamente la historia y es quien poneel ritmo de la misma, así como el punto de vista dominante y perspectiva del mundo, sean propios o del grupo que representa.38 Sin embargo, puede haber, además, otros narradores dentro de

    un relato, como el narrador homodiegético39

    o interno que, comoocurre con Rahab en Josué 2:9-11, cuenta una parte importante dela historia, desde su punto de vista particular.

    ¿Cómo pueden alojarse varios narradores en una mismahistoria? ¿No causaría esto un con icto? ¿No afectaría a laorganización de la narración? No, porque las obras literarias, precisamente por el uso de varios narradores, mani estan unaorganización óptima y diversi can su valor estético. La pluralidad

    de narradores no necesariamente implica pluralidad de autores,sino la sabiduría de un autor para incorporar creativamente a personajes que nutren su historia o le dan mayor efecto conativo.

    38 Genette, Figuras III , 298.39 Ibid., 299.

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    Por otra parte, no hay ningún coto para emplear diversas vocesnarrativas en un mismo relato, lo cual puede enriquecer el texto li-terariamente, como sucede en muchas obras de la literatura univer -sal. Una segunda razón por incluir otras voces narrativas en el casode Josué 2 fue el gran impacto que causó en los espías oír el valorcon que Rahab los protegió (vv. 4-5) y su confesión de fe (vv. 9-11);ellos hasta prometieron dar su vida si no cumplieran su pacto conella (v. 14). La impresión causada en la memoria colectiva de Israelfue lo que promovió que se incluyera a Rahab como narradora enJosué 2 y que su narración fuese respetada al punto de consignarlaexactamente como se dio.

    Josué, hombre de fe también, modi có su estrategia militar enla toma de Jericó, seguramente por haber recibido la informaciónde inteligencia acerca del estado de cosas en la ciudad, perotambién por haber oído la magní ca confesión de Rahab. Porello, si Josué fue responsable de la autoría del libro, seguramenteordenó darle un espacio privilegiado al testimonio de la rameray citarlo palabra por palabra, lo cual tiene una clara intenciónconativa, como veremos un la segunda parte del artículo. Por lomismo, en la ejecución de la campaña militar de Jericó, Josué diouna orden, y la con rmó, para garantizar la vida de Rahab y sufamilia (6:17, 22).

    En Josué 6 se repite la razón por la que Josué priorizó la protección de Rahab: “por cuanto escondió a los mensajeros”

    (vv. 17, 25). Este factor es el que recogen tanto el escritor deHebreos como Santiago al consignar en sus respectivos escritosla actuación de Rahab (He. 11:31; Stg. 2:25).

    Para tener una imagen clara de los elementos que la narratologíaaporta a la comprensión de los relatos o narraciones bíblicas,conviene que hagamos un cuadro sinóptico que sirva también deresumen de todo lo explicado hasta aquí, y de la parte que nosfalta (la trama), antes de hacerle el análisis literario a la vida de

    Rahab en Josué 2 en la segunda parte del artículo. Además, al nalde la investigación habrá un glosario que de ne los términos másdensos que hasta ahora se han usado.

    Perspectivas narratológicas sobre Josué 2 (Primera de dos partes)

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    Forma y función de Jueces 2:1-5; 6:7-10y 10:11-16: Una comparaciónliteraria y estructural

    Carlos R. Sosa Profesor de Teología

    Seminario Teológico Centroamericano

    Las similitudes estructurales y literarias entre Jueces 2:1-3; 6:8-10 y 10:11-14 obedecen a que pertenecen a un mismo género literario, el pleito pactal. Incluyen introducción, prólogo histórico, acusación de in delidad y, en elcaso de 2:1-3 y 10:11-14, anuncio de castigo, pero las diferencias entre los pasajes muestran que la forma no se usó como un corsé. Se puede clasi car

    2:4-5 y 10:15-16 como liturgias penitenciales. Las tres perícopas compartenterminología, recursos literarios y sintaxis similares. En cuanto a su funciónliteraria en la estructura de Jueces, tienen nexos con su contexto inmediato y mediato, y posiblemente sirvan como introducciones a los tres grupos dehistorias de los jueces libertadores. Además, revelan una progresión en elenojo de Yahvé contra Israel y en la sinceridad del arrepentimiento de Israel. Palabras clave: Jueces 2:1-5; 6:7-10; 10:11-16; pleito pactal, prólogo his-tórico, pacto

    The structural and literary similarities among Judges 2:1-3; 6:8-10, and10:11-14 are due to their belonging to the same literary genre, covenantlawsuit. They include introduction, historical prologue, accusation of un- faithfulness, and, in the case of 6:8-10 and 10:11-14, announcement of pun-ishment, but the differences among the passages show that the form was nota straight jacket. 2:4-5 and 10:15-16 can be classi ed as penitential litur - gies. The three pericopes share similar terminology, literary techniques and syntax. With respect to their literary function in the structure of Judges, theyhave links with their immediate and mediate context, and they may serveas introductions to the three groups of stories of the liberator judges. Theyalso show a progression in Yahweh’s anger with Israel and in the sincerityof Israel’s repentance. Key words: Judges 2:1-5; 6:7-10; 10:11-16; covenant lawsuit, historical prologue, covenant

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    INTRODUCCIÓN

    En su celebérrima obraTeología del Antiguo Testamento Ger -hard von Rad acota: “Por eso la exégesis debe tener un cuidadoespecial, pues muchas cosas dependen de la determinación correc-ta de la forma, y... de la delimitación... de cada unidad literaria”.1 Su recomendación es pertinente para la presente investigación.2 Un entendimiento correcto de la forma de Jueces 2:1-5; 6:7-10 y10:11-16 ha de contribuir a discernir de mejor manera el signi -cado de cada perícopa y su función en el libro de Jueces. Así queen este artículo se tratará de de nir el género y la forma de estostres pasajes y su función en su contexto inmediato y mediato y enla estructura global de Jueces.

    Se iniciará reseñando tres opiniones que han dado los comen-taristas en cuanto al género de los pasajes. En un segundo mo-mento se comparará Jueces 2:1-5; 6:7-10 y 10:11-16 en sus diver-sas partes, señalando semejanzas y disimilitudes. Finalmente, seindagará en la función de las tres unidades en su entorno literarioy en la estructura del libro. Dado que se hará mención constantede las tres perícopas, con frecuencia se designará a 2:1-5 comoP1, a 6:7-10 como P2, y a 10:11-16 como P3.

    GÉNERO LITERARIO

    Básicamente se han propuesto tres opciones tocantes al géneroliterario de P1, P2 y P3: (1) narrativa parenética, (2) liturgia peni-tencial y (3) pleito pactal.

    1 Gerhard von Rad,Teología de las tradiciones proféticas de Israel , tomo2 de Teología del Antiguo Testamento, trad. Victoriano Martín Sánchez (Sala-manca: Ediciones Sígueme, 2000), 58. Además agrega, en la misma página: “Lacuestión de la forma en la que cada mensaje ha sido presentado es importante

    por una razón todavía más poderosa, ya que ninguna forma es solamente algoexterno, ‘formal’; en el fondo, forma y contenido son una totalidad inseparable.Fueron los contenidos quienes determinaron la elección de la forma”.

    2 La investigación para este artículo se llevó a cabo durante el año 2007.Desde entonces han aparecido nuevos comentarios y artículos que están rela-cionados con las tres perícopas estudiadas aquí pero que no he utilizado para laedición nal de este trabajo.

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    Narrativa parenética

    Puesto que la amonestación divina ocupa un lugar importan-te en estas tres unidades, algunos comentaristas opinan que son“narrativas parenéticas”, es decir, narrativas de amonestación.3 Seobserva que P1, P2 y P3 se distinguen de su entorno literario porsu estilo y especialmente por la determinación de Yahvé de comu-nicarse con su pueblo. En realidad, en Jueces hay otras perícopasen que Dios habla a su pueblo (1:1-2; 20:18-28; y tal vez 18:5-6), pero P1, P2 y P3 son las únicas en donde le comunica un mensajenegativo.4

    Además, se sugiere que estos tres pasajes quizá tuvieron suorigen en una colección de documentos proféticos, posiblementecompilados o redactados por Samuel. Así, a pesar de catalogarcomo “narrativa parenética” a las tres perícopas, Daniel Block ex- plica que 2:1-5 es un “oráculo de juicio” dividido en tres partes —introducción del orador (2:1a), discurso divino (2:1b-3) y res- puesta de Israel al discurso (2:4-5)— y que 6:7-10 es un “discurso profético” de reprensión.

    No cabe duda que la amonestación es un elemento destacadoen las tres unidades.5 Pero la designación “narrativa parenética”solamente toma en cuenta ese elemento. El recuerdo histórico dela delidad y misericordia de Yahvé, la resolución divina ante el pecado del pueblo y la respuesta de Israel no encuentran lugar en

    esta categoría. De modo que la misma se queda corta a la hora deintentar clasi car las tres perícopas bajo estudio.3 Daniel I. Block, Judges, Ruth(Nashville: Broadman & Holman Publis-

    hers, 2002), 50. La información para este apartado está tomada de las págs. 50,56, 110, 253-54.

    4 Yahvé comunica un mensaje negativo acerca de Israel en 2:20-22, perono dirigiéndose al pueblo en segunda persona, sino hablando de ellos en tercera persona.

    5 La acusación de in delidad ocupa un lugar destacado en la estructura

    ABCDD’A’B’C’ de 2:1c-3, como línea nal del discurso en 6:7-10 y como partecentral en la estructura de 10:12c-13c. Véanse Carlos R. Sosa, “Análisis exegé-tico y literario de Jueces 2:1-5”, Kairós 43 (julio-diciembre 2008): 21-35; ídem,“Cuando la respuesta al clamor no es la liberación: Análisis de Jueces 6:7-10”,

    Kairós 44 (enero-junio 2009): 53-54; e ídem, “Cuando la paciencia del Señor secolma: Análisis exegético de Jueces 10:11-16”, Kairós 45 (julio-diciembre 2009):25-27.

    Forma y función de Jueces 2:1-5; 6:7-10 y 10:11-16

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    Liturgia penitencial

    Luis Alonso Schökel considera que los tres pasajes son litur -gias penitenciales,6 que se utilizaban en la adoración de Israel yse podían actualizar en las nuevas circunstancias que vivía el pue- blo.7 Es fácil ver la penitencia en P1 y P3; en 2:4-5 Israel alza suvoz, llora y ofrece sacri cios a Yahvé, y en 10:15-16 con esa su pecado, abandona la idolatría y sirve a Yahvé. Sin embargo, nose nota penitencia en 6:8-10. Alonso Schökel explica este vacíoen los siguientes términos: “no se lee la respuesta del pueblo, quedebía ser penitencia y confesión. Quizá falte esta conclusión envista de los sucesos de vv. 25-32”.8

    Como sea, la ausencia de penitencia en P2 obliga a abandonarla idea de que esta perícopa sea una liturgia penitencial. Además,la penitencia es solo el elemento nal de P1 y P3. El discurso quela precede, destacando la delidad histórica de Yahvé, la acusa-ción contra Israel y el anuncio de castigo, no puede considerarseuna simple introducción a la penitencia.

    Pleitos pactales

    Otros comentaristas, al observar el trasfondo pactal quesubyace en la estructura literaria de los tres pasajes y la repri-menda de Yahvé para con su pueblo in el,9 han optado por de-

    nominarlos “controversias pactales”.10

    La estructura del pleito6 Luis Alonso Schökel, Josué y Jueces, Los Libros Sagrados 3 (Madrid:Ediciones Cristiandad, 1973), 134.

    7 Por eso Alonso Schökel opina que en 10:11-12 existe una “deformación”del texto por su constante uso en la liturgia. Ibid., 196.

    8 Ibid., 166.9 John Gray, Joshua, Judges and Ruth(Londres: Thomas Nelson and Sons,

    1967), 254, 295, 329.10 Robert G. Boling, Judges: Introduction, Translation and Commentary,

    Anchor Bible 6A (Garden City, Nueva York: Doubleday & Company, 1975), 62;Barry G. Webb,The Book of the Judges: An Integrated Reading , Journal for theStudy of the Old Testament Supplement Series 46 (Shef eld: JSOT Press, 1987),239, n. 81; Gary Williams, “Jueces”, en Josué, Jueces y Rut , Comentario BíblicoMundo Hispano 4 (El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano, 2001), 203, 236,278-79; ídem, “Notas exegéticas sobre Jueces 2:1-5 (Segunda de dos partes)”,

    Kairós 6 (enero-junio 1990): 58. Parece que Younger sostiene una idea similar

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    pactal (rîb )11 se halla en la literatura profética y en las fuenteselohísta (E) y deuteronómica (D) del Hexateuco, según G. ErnestWright.12 Según el análisis de Claus Westermann, en la literatura profética la estructura del pleito pactal dirigido contra Israel estáformada por: (1) introducción, (2) desarrollo de la introducción(una especie de recuerdo histórico), (3) acusación y (4) resultadode la intervención divina (generalmente un castigo introducido por “por tanto”).13

    Los tres pasajes de Jueces bajo estudio poseen introducción,recuerdo histórico de la acción divina a favor de Israel y acusa-ción de in delidad. Además, P1 y P3 incluyen el anuncio de cas-tigo y la penitencia de Israel ante la confrontación. Solamente P3describe la posterior reacción de Yahvé.

    por lo menos en cuanto a 6:7-10, porque le atribuye “estructura derîb ”, aunqueno da detalles en cuanto a los elementos que constituyen esa estructura; K. Law-son Younger, Jr., Judges and Ruth (Grand Rapids: Zondervan, 2002), 170.

    11 En inglés la frase eslawsuit speech o covenant lawsuit ; en alemán,Ge-richtsrede ; en hebreo,rîb . En el presente trabajo se ha optado por la designación“pleito pactal”, advirtiendo que ni “pactal” ni “pactual” aparece en el Diccionariode la Real Academia Española.

    12 G. Ernest Wright,The Old Testament against Its Environment , en Israel’s Prophetic Heritage, ed. B. W. Anderson y W. Harrelson (Nueva York: 1962), 26-67, citado en Barnabas Lindars, Judges I–5: A New Translation and Commentary,

    International Critical Commentary (Edimburgo: T. & T. Clark, 1995), 74. VonRad denomina esta estructura “discurso judicial” (Gerichtsrede ) en suTeologíade las tradiciones proféticas, 57, y en la misma página, n. 12, lista los pasajes dela literatura profética en donde aparece. Para otros pasajes del Antiguo Testamen-to con estructura derîb véase B. Gemser, “Therîb —or Controversy— Patternin Hebrew Mentality”, enWisdom in Israel and in the Ancient Near East , ed. M. Noth y D. Winton Thomas (Leyden: E. J. Brill, 1969), 120-37; y Hans-JoachimKraus,Teología de los Salmos, trad. Víctor A. Martínez de Lapera (Salamanca:Ediciones Sígueme, 1996), 123.

    13 Claus Westermann, Basic Forms of Prophetic Speech(Filadel a: Wes-

    tminster Press, 1991), 174-75. En estas mismas páginas Westermann mencionaaquellos pasajes proféticos que se acoplan a esta estructura. Una mirada super -cial a ellos corrobora su tesis. Cp. Patrick D. Miller, Jr.,Sin and Judgment in the Prophets (Chico, California: Scholar Press, 1982); James Limburg, “The Rootbyr and the Prophetic Lawsuit Speeches”, Journal of Biblical Literature88 (sep-tiembre 1969): 291-304; Dennis J. McCarthy,Old Testament Covenant: A Surveyof Current Opinions(Oxford: Basil Blackwell, 1973), 38-39.

    Forma y función de Jueces 2:1-5; 6:7-10 y 10:11-16

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    Evaluación de las tres propuestas

    Las primeras dos teorías adolecen de la misma de ciencia: ex- plican solamente uno de los elementos de los pasajes, la amones-tación divina o la penitencia, sin tomar en cuenta otros elementosimportantes. Además, la idea de que 6:8-10 tiene la forma de unaliturgia penitencial no es muy feliz porque no relata ninguna peni-tencia explícita por parte de Israel.

    A la luz del análisis de Westermann ya mencionado, la de-signación más oportuna para P1, P2 y P3 es la de pleito pactal, porque (1) las tres perícopas incluye por lo menos tres elementosde este género (introducción, prólogo histórico y acusación de in-

    delidad) y P1 y P3 también tienen el anuncio de castigo, (2) los pleitos pactales se encuentran en la profecía y por lo menos 6:8-10fue un mensaje entregado por un profeta,14 y (3) las tres períco- pas mencionan elementos pactales —decálogo (10:13), promesade la tierra (2:1; 6:9) y adoración exclusiva a Yahvé (2:2; 6:10;10:13). A la vez, se debe advertir que la categoría de pleito pactales adecuada sólo para 2:1-3; 6:8-10 y 10:11-14; se puede consi-derar 2:4-5 y 10:15-16 como liturgias penitenciales en respuestaal pleito pactal.

    COMPARACIÓN ESTRUCTURAL

    P1 y P3 tienen una extensión similar, P3 siendo un poquitomás largo. P2 es notablemente más corto. Las tres perícopas po-seen introducción (2:1; 6:7-8; 10:11), prólogo histórico (2:1-2;6:8-10; 10:11-12) y acusación de in delidad (2:2; 6:10; 10:13).Solamente P1 y P3 tienen la resolución divina ante el pecado (2:3;10:13-14) seguida por la penitencia del pueblo (2:4-5; 10:15-16),y solamente P3 relata la reacción de Yahvé ante la penitencia(10:16).

    Introducción

    El hecho de que P1, P2 y P3 comparten introducción, prólogo14 En cuanto a la posibilidad de que el mensajero de 2:1 sea un profeta,

    véase L. R. Martin, “From Gilgal to Bochim: The Narrative Signi cance of theAngel of Yahweh in Judges 2.1”, Journal for Semitics18/2 (2009): 2-3.

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    histórico y acusación de in delidad no signi ca que su forma seauniforme. La introducción de P2 está más matizada que la de P1y aun más que la de P3.

    I NTRODUCCIÓN P1 (2:1) P2 (6:8) P3 (10:11)

    Primer verbo l[;Y:w: xl;v.YIw: rm,aYOw: Mensajero hw”hy>-%a;l. m; aybin” vyai hw”hy>Geografía ~ykiBoh;-la, lG”l.GIh;-!mi Audiencia laer”f.yI ynEB. laer”f.yI ynEB. Discurso rm,aYOw: rm,aYOw: Frase hw”hy> rm;a’-hKo

    La introducción de P2 identi ca al portador del mensaje di-vino (aybin” vyai “un hombre profeta”), la audiencia del mensajero(laer”f.yI ynEB. “los hijos de Israel”) y el nombre del que lo envía(laer”f.yI yhel{a/ hw”hy> “Yahvé, el Dios de Israel”), y utiliza una frasetécnica del lenguaje profético (rm;a’-hKo “así ha dicho Yahvé”). Laintroducción de P1 también identi ca el mensajero (hw”hy>-%a;l. m; “elángel de Yahvé”), pero, a diferencia de P2, no dice explícitamentequién lo envía15 ni la audiencia16 y tampoco tiene la frase “asíha dicho Yahvé”.17 Por otro lado, incluye un elemento ausente enP2: la ubicación geográ ca de la confrontación (Boquim). Por su parte, P3 tiene una introducción lacónica: “Y dijo Yahvé a los hi- jos de Israel”. A pesar de estas diferencias, se debe notar que enlos tres textos aparecen los mismos dos interlocutores: Yahvé eIsrael.18

    15 Aunque el nombre “ángel de Yahvé” implica que Yahvé lo envía.16 El texto no la identi ca explícitamente hasta 2:4, pero el lector supone

    que es Israel desde la primera oración del discurso, “yo os saqué de Egipto”, ycada oración siguiente con rma esta suposición.17 Si bien el códice Vaticano de los LXX incluye la frase en 2:1. Sobre este problema textual y las razones por preferir la lectura del Texto Masorético, véaseSosa, “Análisis exegético y literario de Jueces 2:1-5”: 18-19.

    18 Por lo general, la literatura narrativa del Antiguo Testamento se enfocaen dos interlocutores nada más. Es extraño encontrar tres o más personajes inter-viniendo en el diálogo de una narración. Luis Alonso Schökel, “Arte narrativa enJosué-Jueces-Samuel-Reyes”, Estudios Bíblicos 48/2 (1990): 154.

    Forma y función de Jueces 2:1-5; 6:7-10 y 10:11-16

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    Según las tres introducciones, el mensaje divino es entregado por el ángel de Yahvé (2:1), por un hombre profeta (6:8) y porYahvé (10:11). P3 da a entender que Yahvé mismo pronuncia eldiscurso de confrontación. Quizá este cambio del uso de men-sajeros en P1 y P2 a la palabra divina directa en P3 indica algodel estado emocional de Yahvé.19 Al principio envía mensajeros para evaluar la conquista (P1) y para responder al clamor del pue- blo (P2), pero después de varias apostasías decide confrontar di-rectamente al pueblo pecador. Un pecado extremo (la constanteapostasía de Israel) demanda medidas extremas (la confrontacióndirecta).20 A lo largo de la historia bíblica Yahvé ha hablado consu pueblo a través de intermediarios: Moisés, Josué, el ángel deYahvé y un hombre profeta. Pero ahora, la confrontación se tornadirecta, así como Dios mismo co