CIEGO: SAT~RICA DEL

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I+ILOS DE CIEGO: LAVETA SAT~RICA DE FRAY FRANCISCO DEL CASTILLO Javier de Navascués U17ivcrsidad de -\óvarra L3 vida excepcionalmente rica de la Lima de los sigios xvii y xviii iiivo necesariamente que generar una copiosa producción satirica que CI rieiripo ha ido desdibujando. Sin embargo. una mirada que rebase el nombre devalle y Caviedrs nos oblisa a detenernos en la notable figu- ra de Francisco del Castillo, cuya actividad se desarrolla justamente en la mitad cronológica entre Caviedes y Esteban de Terralla y Landa. el autor de Lima por dentro y fuera. A pesar de su indudable interés. lo cierto es que a día de hoy el conocimiento de su obra es patrimonio de unos pocos especialistas. Las palabras que s i~en tienen el propósito. siquiera parcial, de paliar esta situación. Fray Francisco De I>auia del Castillo y Tamayo fue conocido en 'jda como «El Ciego de la Merced.. Nació en Lima el 2 de abril de 1716 y murió eii la iiiisiiia ciiidnd en diciembre de 1770'. Según parece, quedó ciego, o cnsi ciego, dc niiio2. Al quedar huérfano dc

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I+ILOS DE CIEGO: LAVETA SAT~RICA DE FRAY FRANCISCO DEL CASTILLO

Javier de Navascués U17ivcrsidad de -\óvarra

L3 vida excepcionalmente rica de la Lima de los sigios xvii y xviii iiivo necesariamente que generar una copiosa producción satirica que CI rieiripo ha ido desdibujando. Sin embargo. una mirada que rebase el nombre devalle y Caviedrs nos oblisa a detenernos en la notable figu- ra de Francisco del Castillo, cuya actividad se desarrolla justamente en la mitad cronológica entre Caviedes y Esteban de Terralla y Landa. el autor de Lima por dentro y fuera. A pesar de su indudable interés. lo cierto es que a día de hoy el conocimiento de su obra es patrimonio de unos pocos especialistas. Las palabras que s i ~ e n tienen el propósito. siquiera parcial, de paliar esta situación.

Fray Francisco De I>auia del Castillo y Tamayo fue conocido en 'jda como «El Ciego de la Merced.. Nació en Lima el 2 de abril de 1716 y murió eii la iiiisiiia ciiidnd en diciembre de 1770'. Según parece, quedó ciego, o cnsi ciego, dc niiio2. Al quedar huérfano dc

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esc:isas y poco ascquiblcs las edicioiies iiioderiias que tenemos d h2 cn distiiitos s rupos según sil orieritación teniática: de ? su

obra. Auliquc I>aliiia habid transcrito varias coiiiposiciones suyas ?, iii,riienaje a personalidades. circunstanciales. costuinbristas. religiosos c 2,

tradicioiies. hay qiie esperar a que RubtilVarsas Ugarte publiqui u,l, hisróricos". En menor número se encuentran los morales y los galan-

selección en 1 Y l S de las Ohrai dc Fray Fraiidsro del Castillo. r,s.,jcniis de dos tradi~ccioi~es del latín. una d e Horacio y otra d e san

de inaniiscritos de la Biblioteca Naciorial d e Espaiia y delArchivo H ~ ~ - 4,11hr«rio y san Asustin. Entre los d e homenaje se encuentran, por

tórico dc Santiago de Chile'.'. Más tarde. Coiicepción Reverti li, ,J,- c,ciiiFlo. unas octavas al niarqu&s de Moiirerrico y los asuntos históri-

cado cu tcatro y Cksar Debarbieri realiza una iiieritoria. pero iiirloil. <,,, sc. viertcii en un puiiado de sonetos dedicados a los eniperadores

blc. edición de sii obra coriipleta. ,,,,,i.l,i«s y 13 reiiiitic.a relisio.;a está representado. aparte de por alsiiii

Hoy en dia las historias literarias se fijaii. .111te todo. en su t:?ccta ,{, i ,k,L. , , , .~ \ i ~e i to . po r 1111 larso roinance sobre «L:i I 'xió~i y Muer te de . .

draiiiatiir;.o.+. Hasta nosotros han Uegado u n p u i i ~ d o de obras dc tcatri, , i c s t n > Señor Jesucristo.. l l c acuerdo con esta clasificación. la vena

de diverso :isiiriro: :\.lirridarci, rey del Puriio, Z d o ci iiiy~irio lo allaiza (coiIic. ,.rtir~i.i del niercedario. tal vcz sil cuerda más iiltercsanre y actual. 2tra-

di3 incoinplcta). Cuerra cs la vida del liorrihre. La iowquista del I'crii. I:I v i c ~ . i lo.; poemas ecostuinbrisrasn (los nueve roinaliccs dedicados a dis-

Redcriror rio iiacido. lnáriir. coilfeior y vir<~rr!: Saii Raiiión, aderiiás de tiii riiiri>r personajes tipicos de Liiiia), los d e <~circunstancias~~ (la disputa

Baile de-firl dc~firsta. dos entreiiieses. un sairiete para El Redentor rio rioo. rritre e1 clkrigo y la abuela de la Tinajita) y los mnorales,> (la Fábula del

do. una loa a Pedro delVillar y la loa a la riiencionada La cor~qukra d ~ l b,~rriio. Jrípirer y la Foriuna).

Perz.í. Una lectura de las composiciones satíricas de Castillo nos propor-

Sin embargo. la fania d e improvisador que tuvo en su día es uno dc ~111113 una mirada aniplia y, al mismo tiempo, muy interesada ideológi-

los elementos centrales d e la caracterización que resaltaron sus primr- c3nieiite, de la Lima de la s e ~ n d a mitad del siglo xviii. Los romances

ros estudiosos, desde Palma hasta Lohma~inVillena o V a r p s Uprte.Y. Iiacrii hablar. sobre todo. a personajes procedentes de las castas inferio-

de hecho. su innata facilidad para el verso lo llevó a concebir un gran rcs. negros. inularos. zambos, indios.Y, d e ahí q u e algún critico haya

número de piezas de ocasión. La obra poética del Ciego que ha llegado qcñalado que *a través de su discurso presenta elementos marginales de

hasta nosotros es muy extensa, más de ciento veinte co~nposiciones. Se 13 sociedad limeña. coino la corrupción administrativa, el caos urbano. 13 prostitución, los problenias raciales. la incapacidad profesional u otros problemas más, que hacen que su obra se convierta en u n discurso

" Hasra 11 fecha sólo he ~ o d i d o consultar las ediciones modernas sobre 12 alternativo a los mostrados por el discurso oficial^>'! Creo que de estas por si:^ de <:astillo. NO obsrnnrc. se hace necesaria una edición critica fiable, da& líneas no se debiera deducir que la posición del Ciego fuera la d e un 12s liiiiit~cionci dc las versiones disponibles. Los iiianuscriros de la obra dramática colitcstatario, aspecto que el crítico n o aclara allí, sino que, como satíri- sc C I I C I I C ~ T T ~ I I c11 el nis. 16283 la Uibliorrca Nacional dc E ? p ñ z y la en '1 Fondo ni i r i~uo . vol. 6 y cri Fondos \arios. vol. 805. del Archivo General de Chile. 'O3 elige la vía retórica corisagrada durante siglos. Cuando se trata dc

donde .idcniis se iricluycii dos piczas tentrilcs,Miiridarei rcy dcl Poxto y ~ntremésde! Un discurso satírico clisico, explorar los espacios iilargiriales de la ciu- jwriiio 1, iii&uiires.V~rgas Ug~rtc cdiró los tcsros del Fondo 31iriguo y Debarbieri . . dad. Y criticarlos. no iiiiplica necesariamente una diatriba en profundi- : i i i x i i i > lor dc Foiidos varios. :ip:irrc de los ya puhlicadoi por su 3 i i tecesorA~i~- dad contra la estructui-3 social y la ideología que la sustcilta. En reali- ni<>. c ~ i i.1 Lc5-i" 257 I>ocuiiiciiro 3606 dcl Archivo Nnciri~inl de ~urnosAir6 se dad, castillo n o cs uii escritor de «discursos alternativos~,,sino un firiiic cric~icliri-.i cl Jijro ~arr:inielirnl dc Ciicira dc.1 hoiiibrc. l'ara uri cxudio dc lar localiza- rtiiiir\ d~ l o s ii,:irinscritr>s. piicdc vcrsr ci rnhdo dc i<cvcrrc. lCJ9l. Por úIrimO. convencido d c la vcrdad de los discursos oficiales, como se deduce dc

:i<ii.iii.i\ ,ic ~ . t t< , \ d:iros Ihay t ~ i i p<ie~ii;i olvidado rii cl hiido Ey: i~i i i r rc dcl Archivo la lectura de textos draináricos suyos c o m o Mitridates". Fue aniigo de N.icioii:il dc (:liilc. toilio 4.3. pl izn priiiirr:i. cit:ido por Ilic:irdi, I>onoso. LOS poe- ,,,.,\ r i t . i i i< i \ I'Lr I > : I I z ~ ~ : ~ ~<>11, :i l l ~ i 111<><10 LIC VI.r, <Ic iluliO\:i :i~r~I>uci<>~i ya que no ae- 15

1 1 ~ 1 , L V S ~ ~ Z ~ I < ) ~ K > S ~ n : l > i ~ l s ~ r i t < > < . Revcrrr. I ' J ~ J ~ , l,l,. ~7.43

" A\i./. i~i ics 1-liKgiiir cri ~ i i r c r i t v i ~ c vcr\iÍ i i i iIc 1.1 lliii~,r~il dc ln ~ i l ? r a l r r r a p ~ ~ ~ 1: v ~ s ~ l ~ ~ c z S.~l<>jtj C. 21!1111, ~ , ~ ~ . l?i1-I2l \;>di> s , , < , i i t i i > > i . t q i i ilii:rtn di. <i>iii<~<iiiigr:iiu ( 1 ilSgt~l\. 2iifir,. ~q ' . 87-U')). I Rrvritc. i f i< i i l , ,, .ii(,.

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p.idres taiiihiCii 3 niuy tciiiprali.1 ed:id. siis tios io destinaron a ed UCar- se con los fr.iiles i i ic rcrd~r ios . eii ciiy:i oi-dcii ingresó conlo

0vicio cri 1734.

Su p.idre habia sido el corregidor do11 Luis del Castillo y su iiiadR

doñajordanaTaniayo y Sosa. D o n Luis es citado como poeta por pcdrii I'er3lta y Barii~ievo en su Lima triunfante (170S).Al parecer, h e ducno de iinii imprenta -que luego heredaría su hijc Francisco-, ericoiitraba en la calle Mercaderes. a pOC3 dist31icid del convento d, 1 , Merced. donde vivió el fariloso Ciego. Se sabe que Psta fue inotivo ,d, cicrta disputa ent re el propietario y sus heriiianos de la Merced. !,, que. en iin principio. Castillo n o dispuso eri su testamento que fucsc, pari1r a iiianos de la orden. El negocio de la inipreiita debía de ser golo- so. piicsto que d e allí salían cuadernos de prinieras letras para los iiiiio, eii edad escolar. La coiitro\~ersia dio lu&?r I la i ie~ariva d e la Ordcn ;, que Francisco del Castillo pio6sase detinitivanieiite en '1738, cuaiidii contaba veintidós años. N o obstaiite. al final debió d e llegarse a un arreglo porque el interesado crnitió los votos solemnes tres años nijs tarde'.

A pesar d e su or igen elevado, Fray Francisco n o alcanzó lugares preeniinentes en el estado religioso debido a su ce,rruera. Siempre fuc hermano lego, lo que n o le impidió. por cierto. disponer de esclavos. c o m o era costumbrr en la &poca (scis dice tener en su testamento de 1737). Según se deduce d e los escasos comentarios de cronistas e histo- riadores. c o n s i ~ i ó ser u n personaje muy popular eri la Lima d e media- dos del siglo svrii. Su vida pintoresca fue evocada, y acaso exagerada, po r l i icardo Palma, quien Ic dedicó una tradición peruana e incluyó algin:is coplas suyas, bastante procaces. en sus Tradi~ione5 en salsa verde'. Sin duda Castillo debía d e ser iiiiiy conocido en la Ciudad delos Reya por c i i tñcilidnd para la iiiipr«\~isacii>ii poGtic3, sii talento musical y su srnrido del huiiior. Durante iiiiicho tieiiipo la tipira del fraile ciego. p0et3 y f i~s t c ro <e adornó d c iiii:i aureola casi legcn&aria. Borges recor- d&:~ d e Maccdoiiio Feriiáiidcz s u coiivcrsaci6ri y su personalidad por crii-iiii:i dc sus ~scri tos.Acaso 13 i i i i : ~ g ~ ~ i del frailr cicgo, irnproYisadorY

jiistictí>i~ sc Ic ;isciiicjc. cii iii iiic~ii<i:i Liiic \ i i ~>roiiiiccióii escrita haya

p.71iijecido t iente a su puesta en escena ante sus c ~ n t e i n ~ o r i n e o s . De i,,;ho. su personalidad seductora ha seguido encandilando 3 algunos ,rtLi'{,o.;os con rl paso de los sislos. LohmannVillen3. por cjempio. le tjc~;i,, UII.I wniblanza tan vivida que parece haberlo tratado de cerca. lL, .lut~ ~ S C C C ' poco probable:

.;ir> r11 i~ artc po6tica que 13 que le deparó la Natur~leza. disertaba cii iirs<i tlii~do. suclro y copioso. repcnrizarido en todos lo$ metros cn ~iii raii-

,l.,l iii.igor:ihlc.. No Iiubo concurso festivo en que nq liiciesz i.1 prinicr i,,,,,,.I y .i Ir. Ilcvnban dc ~ 3 5 3 e11 Casa, en donde se9611 Ic pidicsr rcci-

ri[l.i iaiiiio~ics I C T I ~ S o b i ~ r l e s c ~ ~ : despuis de mil juesoc (quc sahia niu? ,,r,,,,>rri».;o\) y de diversioncr siii cuenro en que sin c c s x iba hablando cii

i~rsc, . cori rojo5 los concurrentes. despu6s de mil sale¡ que repartía al son ,ti. ~iistiiic«s instrumtntor que taÍiÍ~ con la mayor pcricccióri. ~ r 3 SU COI-

riiiiihrc cerrar CI sarao cogiendo un instrumento rnusicd y, sin detenerse. cori uria bcllisinia y entonada voz. cantaba la descripción. no sólo de todos los aTiirciitcs a los que idcnrificaba desde la primera cspreiióri que les oyex). sino rambi6n de las más mrnudai ci~cunstancias del día'.

N o fue seguramente u n fraile ejemplar. Palma lo retrata c o m o u n religioso goliardesco, amigo d e tabernas y chistes verdes, aunque los poemas que cita c o m o de pluma original d e Castillo sean d e atribu- ción dudosa". Pero también debe advertirse que Lima, en el siglo xvrir, a pesar del enorme número de conventos y monasterios que la embe- ilccian, llamaba la atención por la vida disipada d e bastantes religiosos. El estamento d e vida consagrada formaba alrededor del cuatro p o r ciento d e la población, que a su vez rondaba ent re los cincuenta y menta niil habitantcs. Jorge Juan y Antonio Ulloa dedican un extenso capitulo de su fa~iloso libro a la relajación d e costumbres en el entre los religiosos del virreiiiato7.

Es cierto qiic fuc aficionado a los juegos d e cartas y a las corridas d e toros. EII uiia letrilla satirica replica airado a una szñora. =la abuela de la

Lohiiiai,i,. 1'1.15. pp. 417-418. e Aparii-io. IC!6 1,1>. 458. ' Juan y Uil,i.t, 21102. p p 412-503 Uii vi:Gcro fr3nci.s. Frkzicr. ciicnra q u c rio

Pocos fraile\ ,,. l,.,,'.:,~,:,,, lil,rc,iic,itc por I:, ciiidl<l i i i<- l i i \< , freciicritniinn iugarcs . .

Sariri<is. Fri.lii.r L.q <-oli<,ciilo, ,,o i,h5t:irirc. por ~ i i aricicsp:iiii>li~iiio. Urja verrioll

más poi>d~~.,<i., , xi.iii.r:ii , < > I , ~ ~ rclii.i pll l .<~c Ycr,C CtiUlr~ii\ UK:IT~C. 1 4 h l . PP. 2 6 7 . 2 ~ ~ .

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p.~rn ior i i ixr di. i i i i i~li.11 c<>iii-cpto. I ' L , c ~ si h.,y L,,,,C!, \!,, ,112 wp.1 c<>p,sr r,,, scr pcdi.c[~,.

,,,.is c,L.g<>h S< Ll'~<.!.lr.,!l

lo\ quc coi, v i m ii,, ~ i i t , coiioiiei-on"

1 3 r;ibiduria del cieso es. piies. u i i t i , i i in ccnrrd en la sátira linlCt2 d r <:~.;tillo. Eqr.1 1c ,1i1~0g3. p31-.1d¿~.iii.llll~llrc. U113 ~~2uc to r i t a s~> q u r v ~ . r i ~ av.113d3 por sus esfuerzos de ,~li:iiizar nororiednd elirre siis ri,i,. tciiip«r.ine«r. Lejos dc wnrirrc diiiiiiiiuido. C:.isrilio i c sirvz ,ic

c~ .g ic l r~ par3 p1lhlic.ir sil vale^. Otru p u ~ i t c furr tc d c su poe3i.i satíric3 reside e11 11 ateiicióli lllIc

d c d i c ~ JI c:irirri,r iiiiilri6tnico d e la sociedad de su ;poca. Eii ,,,, Roiii¿iriii.s i i i n l ~ ~ , ~ ~ < i o ~ 13s con\,ers3ii»nc~ eiltre los persoriajes daii pis(> ., uiia crÍcic~ de 13 vida cotidiana. en 1.i que los misi~ios personajes prorr. iiciites de niiiy diferetires castas $011 objcro de irrisión. Cabe decir qiic IJ 1en;ua hablada d e negros y iii~il.iro.;. cri absoluto pretende ser veriso. A los chisres y jiiegos de pzlabras iio les r i g ~ e r i las iniitaciones paródi- cas del habla. ~ l g o que había sido recurso practicado por poetas dcl barroco español y por satiricos dc Liiiia conio Rosas de Oquendo o

Valle y Caviedcs. Por el contrario. siti ser sobreabundantes, no son pocn las alusiones cultas. d e forma que e1 poeta n o pretende servirse dcl efecto córiiico derivado del reiiiedo burlesco del habla de jents dc baja condicióii. coiiio si puede sucedcr en sus antecesores. Castillo. cn

cambio, se dirige .I uii público culro de su entorno y utiliza un rejistm más elevado. lo que le lleva a decentendcrse del uerismo lingüistico. Podenios destacar cii el siguieiire pac,~!c un buen puñado de referencis iiiitológicas qiir i-csiiltan sohrciiiniiera csrrañas en boca de una mujer riegra y habir:inre d e un sucio cillC>On linieño. Cuarido el tiene que describir el lugar cri (ioiidc .;e <,cree la prostitución, C a s a o Ic hace decir los sigiiienres verso.;:

, :<>i i~ i ,~ i c.: cnpm dc cicyr

cs.1~ c ~ i c i n ~ s horribles e11 cuyos cciirros se riiiraii cuaririis cspccies ~ i c di~blos Iiiieqrro dano s«~icirnzi?"

i s i . c1 hablr iir la geiirc riiodesu (no sólo negros. sino t3nibi;~ri iiidioi. .illih<ii. iiiesrizoi o ci-iollos ciiipobrecidos) se subii~iia v prcreiidc ~iio<r,-.,~ . .

y,, ,jii<ir> dcl csp.iñol o de1 criollo acoiiiodados, la clase 3 1.1 que p,3teiie- , , (:.irtillo y sobre roda. 13 que coi~sriruia el público receptor de riir p«<- , ,.

En csre .;crirido. es iriteresxitc. 3 nii iiiodo de \:er. I J 1eic~ir.i dr.] l:,>,;i.iiice 5 que pone en conversación a L I I ~ alcalde indio. Nic«l.ii Qiiir-

con 1111 niayordoiiio negro. Miguel Torres. Allí el priniero. iiiontndo iiiia i i~ula tl.ica y llcv3rido un riinl avio. se queja ante e1 seLpndo del

ii1.11 rr:ito que recibe de los esp3ñoles: <'Pues despuGs de cincuerio años. / riitrc. españoles viviendo. / le han pagado Gstos tan mal. / que ticne a su iiiiiiibrr: iniedon'. De ahí que sufra las injusticias de los amos eti distintos ~oticioi y profesiones col? los que trata de servir recumente a sii ieñor. El rrriilrado sicnipre acaba en el desenpño. ya sea como pastor. recaudador dc iiiipuestos. cantor. soldado, sastre. zapatero. alcalde electo. etc.

Eii alguna ocasióri se ha señalado la indiferencia del autor con res- pecto a la situación de la casta indígena". N o obstanre. sin quc pueda. cii absoluto. darse una iniagen redentora del indigena en nuestrg poeta. '.i cabe pensar en una visión más compleja acerca de la rea1id:A niul- Cibica del entorno. En realidad. Castillo proporciona una imagen \uperior del iiidio frente al cinismo del negro. La explicación. a mi "'odo de ver. reside en que el indígena. 3 diferencia del negro. n o es "'la amenaza perriinriente para la clase doriiiiiante limrña. Se sabe, por "'rte. que el porcciitqc de indios ircntc 3 los negros. zambos o rnula- [o'. era rnuy irifcrior eri loi ccnros de la ciudad. Por otra partc. la pre- 'cl l~ia de ciiiiarrones. c~cl;ivos Fugados que vivían del bandidaje en los ~~rededores, era uti:i aiiicriaza uermanente.

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Todo c,\rir p i~~ ,c i c . r.11 v e r . crplic:ir qi ir cii c.1 I<otiiarice. L~~~~~~ Quispe sr q i iqc con rzoi ies de peso de lns iiijiiscici:!s siifi-idas por pJ

r r ~ iie los csp.!fiolcs. cciiiii cjiie. por <)ti-n p31-te. tcriiil I.!i-$i descerideilci, ,,: 1.1s 1etr.i~ r«loiii;iles. ~i iic indio.; si. ti-ataba:

Eiiiyrcridi iiicrcrmc f r ~ l c ). r.li d / t 3 \ v0ce.i dijeron qiic yo i i i c 1h3 1 Icvñnrni- orro Fray C:nlixro sicndo2'

Fr.?? (:slixto de Snn Jose Tupac 111~3 h e u11 icso knnciscario qilC hizo iaiiioso por su iiefeiis~ iie los indios apoyaiio por alcaldes y rcc,. dores iridigcnas. Llcgó 3 vi+r 3 Españ3. aunque 21 ti1131 fue obligado ,l

recractxse y se lo desterró d e por vida a u n convento en A n d a l ~ c i ~ . Los p13nteainientos reforriiisras y paciiicos de Fr- Calir to pudicroii ser vistos por la 3-ristocracia lirneña como un .~levantaniientoc y. de alii. que su iiiteiito ac3-b:ise nial. Castillo. aquí. presenta a u n indio suiiiis<~ que, iiijustaiiience. es obligado a dejar el estado religioso cuando cii ningún inoniento pretende cortar con las autoridades. Eso sí, esro no Ic iriipidc al personaje refutar la niala fama que tieiicii sus hermanos enrrr espaiioles y criollos:

Sólo 3 ~l los sc ICS ilmp~lta el deliro dc scr cbrios. vicio quc sc Ics atribuye :il iiiutido. segúii su tic~iipo.

)',.. p~iiiicr«s coiiq~iistndores ernii curopcos puros v podiail jactarse de ;,,,b<i. derrotado n 13 civilización incn. TI<) se puede decir lo illjcillo de +,lcI~es. dc foriir:~ iriicua. re b~11-1a11 del i r~d io cualido no llaIl h e c ~ i o .,,,i.] v rieiien la s3rigrc niezcl3-d~: ' .

Esta prcs~~r~cióll P N \ ' ~ C I I C

jiistxiicntc eii los priiiicros dc una ciiiul~ciózi gloriosa. propia di. <u hcsoico :ilicnro. pcro cii l i i r ipi. h ~ i i \iiccdido chnnipurrcador col, ~iiczcln. n cstor es una ~ccióii vci-soiizo\~

1lcn;i de viliPclidio"

i>c ahí q u e *es niejor ser perro piiro / que monst ruo d e gato y l,r.rro,)'? La solución que Miguel d s 3 su compadre resulta u n t m r o C-iriica. Los negros. le dice. reciben iiiejor trato porque son con~placiell- rcr y alegres cori sus anios. d e n iodo que. en realidad. ,<aun cuando csclavos 110s vernos. / y nuestro color al blanco. / diametraliiiente es opucsro / ino ~ ó l o soinos tratados/ sir1 rigor. nias somos dueños / d e haciendas y coniianzas / y aun de su honor tesoreros*"'. Más aún. su suerte es tal. que el negro Miguel asegura que va a casar con .una blan- ca / que se acuiió en un convento^^"'. Al fin, los dos personajes se sepa- ran. el negro montado en un bello alazári y alegre como unas pascuas.

el indio, triste y desamparado con su b0rrico.A fin de leer con una niejor compl-eiisióii del problema tratado conviene tener en cuenta su contexto. Indios y ncgros iio crsii conceptuados igual en el virreinato Por la clase doiiiiii:iiite, y este p o ~ 1 i i 3 d.> fe de ello. Los primeros conta- ban con u113 histórica protcccióii legal. al menos sobre e1 papel, d e la que carecían los ~ c ~ i i r i d o s . Al protioiicr una visión cínica del negro

al indic cii rclacióii roii lo* podci-osos, el poeta alerta del trato Presuntariiericc cicsigu:iI ~ L I C C ~ C I I C I I 11110s y otros cii la realidad. Los '"dios debci-i;iii se]- protegidos poi- Icy. riiie~itras q u e los negros eran

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reconocidos c o m o esclavos o libertos de muy baja condición. p e n . 4

mismo tiempo, éstos últimos solíaii trabajar d e esclavos domésticos y tenían. sin duda, una mayor prosiniidad a la vida cotidiana del criouo o el peninsular. casti l lo tuvo a su cargo seis esclavos y m u y probable- mente alswno de ellos fuera su lazarillo. Frente a los negros, el indigc- iia. que gozaba d e una mejor consider~ción e incluso d e un cierto d,- ahogo en a l p n o s casos", muchas veces n o formaba parte del entorno limefio -en el poema el indio es alcalde de alguna comunidad- desde la óptica del poeta. n o era fuente de inquietud frente al estado d, cosas en la ciudad. Así, la mayor felicidad de uno y la desgracia de o m ponen de relieve una c h i c a implícita a u n estado d e cosas que no sc

condice con lo que debiera ser el orden virreinal. Naturalmente t.g2

interpretación, lejos de ser un indicio d e subversiva. n o hace sino re&- mar todo lo contrario: una niayor atención en el receptor para que sc

cumplan las disposiciones del orden vigente.

APARICIO, S., *Vida y obra po&tica del El Circo de la Merced de Limau,&lu- dios,vol. 17,54.1961,pp.457-479.

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