Revista Galería Nº3

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ser feliz 03 18+ EDICIÓN ESPECIAL

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ser feliz 0318+

EDICIÓN ESPECIAL

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www.fedex.com/pe

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Contenido

La felicidad según Ricardo Morán (pág.70)

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www.lordskateboards.com

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Contenido

20Silencio electoral ¡por favor!

24Guía simple para ser feliz

31La Columna: por Bruno Ascenzo

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34De estar a ser

52Expo Arte: Alberto Lama

58Miss Manos en la Masa:Paloma Casanave

65Sin Silenciador: Materialismo

80Entonces… ¿qué es felicidad?

86Edición Especial: ¿Qué te hace feliz?

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JoC EscuderoEditor General

Rafael Urbina FletcherDirector de Contenido

Juan Francisco Melgar Director Creativo

Antonella Román RoccaJefa de Moda

Cayo Navarro Jefe de Arte

Fiorella da Ponte Productora General

Úrsula MatallanaEjecutiva Comercial

Daniel Ángeles Asistente de Arte

Renzo HartogAsistente General

Vilma Ramos Contabilidad

Shirley CaballeroAdministración

Ximena BasadreCorrectora

Sr. GregorioLimpieza

[email protected]

Publicado por:Publicaciones Espec S.A.Av. José Pardo 138 Piso 8 Miraflores, Lima 18, PerúDepósito Legal: 2011-05257

(51-1) 650-3473

Impreso en:QuadGraphics Peru S.A.

www.revistagaleria.pe

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10Colaboradores

Soy fanática del mar, de los animales, de los ve-getales y del sol. Si hay algo que haga falta en la mesa a la hora de comer, siempre será la sal. Me gusta poder capturar momentos, pero me gusta mucho más la captura del movimiento.

Isa Schreyer - PortafolioLimeño, hijo de los noventas, a veces alter ego y a veces antítesis. Le gusta el tacu-tacu y la arquitectura. Resume a las cosas como pun-to de partida para la ilustración y a las expe- riencias de felicidad como consecuencia de la inspiración pura al lado de una mexicana.

Nicolás Castelló - Ilustrador

El universo puso a Mario como colaborador para esta edición y eso nos hizo felices. Vino de Buenos Aires y se hizo parte del proyecto de la forma más improvisada. Su aporte fue, más allá de hacer ‘La calle’ y funcionar como director de arte, llenar la revista con sus ideas revolucionarias y mágicas. Personalmente, esta no fue una despedida, sino el punto en donde vimos que existe un camino por compartir.

Mario Delger - ExtranjeroMe hace feliz: Sentirme libre.Viajar: mientras más raro el destino mejor.Ver el mar.Darme licencia para contemplar.Recibir en un día de sol: un beso, una chela helada y un tiradito de pulpo.Soñar, bailar y trabajar.La adrenalina y un cigarro después.

Denisse Sotomayor - Periodista

Fotógrafa, friolenta, tragona y pegada a unos audífonos a muy alto volumen porque cree que su vida tiene soundtrack. Defensora de los ani-males y misógina confesa. Ex bloggera y nueva (pero no buena) twittera. Fiel chelera, vegeta-riana a medias y adicta a los jelly beans. Hace foto porque no sabe escribir, escribe porque no sabe cantar, pero canta igual.

Zoe Ponce - Redactora

La felicidad no está en llenar el álbum, sino en conseguir las figuritas. ¡Godney sabe cuán-to me he divertido recolectando figuritas desde Lima hasta Coachella! Lo bueno, lo malo, lo robado y lo bailado no me lo quita nadie… y eso me hace feliz.

Luis Cueto - Redactor

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Empiezo esta carta atreviéndome a afirmar, basado totalmente en experiencia personal, que la felicidad no es permanente. Es un nombre que alguien le puso a un determinado estado de ánimo que nos produce, por decirlo de algún modo, un sentimiento intangible de lo que sea: tranquilidad, emoción, despreocu-pación, seguridad o lo que cada uno quiera y/o considere como tal.

No quiero decir con esto que no creo en la felicidad o dudo de su existencia, simplemente me parece que es (nuevamente, en una opi- nión muy personal) un estado sobre el cual uno puede decidir. Es un intangible regido por las percepciones del individuo. Esto hace que sea, sobre todo, relativa para cada uno de nosotros: hay tantas felicidades como personas en el planeta.

Yo estuve feliz en Cusco la semana pasa-da, estuve triste y podrido el martes, y volví a estar feliz ayer. No creo que exista la felicidad absoluta y me parece insensato aspirar a eso. Muchos pueden salir con esto de “hay gente a la que la vida la hace infeliz”, pero la única oportunidad para una persona descontenta con su realidad está en la actitud que adopte al asumir la carga.

Para nosotros, hacer esta edición fue, como lo dice su nombre, especial. No por el contenido extraordinario, sino por la alegría con la que fue hecha. Así que con complica-ciones y todo, esperamos que ustedes sean fe-lices, aunque sea por unos minutos, leyendo la revista.

Carta del Editor

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La Calle

LisaAccesorio favorito: Anillos grandes.Le hace feliz: Bailar.

DanielaEn su iPod: Ratatat.Le hace feliz: La gente que ama.

RominaEs de: Argentina.Le hace feliz: Cenar con sus amigos.

JonathanEn su iPod: Britney Spears.Le hace feliz: Actuar e ir al teatro.

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Querida

Esta sección tiene como objetivo que ustedes, queridos lectores, puedan escribirnos y brindarnos sus comentarios, sugerencias y quejas, de modo que nosotros podamos ver la mejor forma de responderles. No importa si tienen algo bueno o malo que decir, probablemente igual les respondamos.

Nos reservamos el derecho de edición. Es decir, si escribes un papiro de diez caras, vamos a tener que recortarlo para poder diagramarlo en la revista. La brevedad es una virtud cuando se une a la claridad.

Costo fantasmaQuerida Galería:El día de hoy, al llegar a mi depa, me di con la grata (¿?) sorpresa de encontrar bajo mi puerta la segunda edición de Galería. Me sorprendió mucho ya que no recuerdo haberme suscrito y, sobre todo, que posiblemente pueda tener un costo (¿cargado a mi tarjeta de crédito?) sin ha-berlo solicitado. ¿Podrían aclararme un poco el panorama?

Voy rumbo a Trujillo y traje la revista con-migo para verla en el vuelo. Está muy buena, fresca. Felicitaciones.

Saludos,Marco Antonio Pareja

Querido Marco Antonio:No te preocupes por el costo, no ha sido cargado a nin-guna tarjeta. Imagínate, sería el método de estafa más eficiente que se ha visto en años. Estamos repartiendo nuestras primeras ediciones gratuitamente a una base de datos de lectores, luego de los primeros números ya podrás suscribirte si así lo deseas (¡esperamos que sí!). Un gusto que hayas disfrutado la revista y esperamos que siga siendo así para las siguientes ediciones.

Amo a mamáQuerida Galería:Debo confesar que te amo, me encanta leer-te. Es como si conversara con alguien de una forma muy paja y siento que puedo preguntar-te cualquier cosa. Así que acá va: ¿qué hago con mi madre y su menopausia? Últimamente se comporta como una loca desquiciada y de verdad ya no sé cómo controlar la situación. ¡Ayúdame!

Carlos

Querido Carlos:Gracias por los comentarios, qué gusto poder conversar contigo entonces. Respecto a tu madre, nos pones en una situación complicada. Por un lado, sabemos que madre solo hay una y que somos la luz de sus ojos; por el otro, tenemos clarísimo que hay etapas en donde simplemente es un calvario soportar los desfases hormonales. Cree-mos que lo mejor es llevar la fiesta en paz y tratar de no frustrarnos, pero si las cosas se ponen muy insufribles, a ahorrar chibilines y buscar departamento.

Te inventasQuerida Galería:Quisiera que me ayudes a terminar de enten-der algo: ¿por qué la gente se enamora vía Twitter? En estas últimas semanas hemos visto casos de personas que se inventan usuarios que incluyen primos, tíos, mejores amigos y toda una vida que no existe. Hay miles de incautas/incautos que caen.

Una amiga, Jimena, me dijo: “ser famoso en Twitter es como ser millonario en Mono-polio”. ¿Qué ganan con eso? Y, lo más impor-tante, ¿qué hacemos con esta gente? No solo con los que se inventan, sino con los que se enamoran. Auxilio, no quiero terminar con-tagiada y enamorándome de un gorila peludo cuyo avatar es una foto de William Levy.

Bea.

Querida Bea:Como bien expones, hay dos temas a revisar. Por un lado, tienes a los inventores, que ya sea por su soledad, aburrimiento, esquizofrenia o ganas de joder la vida, deciden gastar su tiempo en ser otra persona. Por otro lado, están los pobres y desolados seres que se enamo-ran de alguien inexistente. Podríamos resumir el tema señalando que el anonimato siempre ha sido el mejor camuflaje, permitiéndole a la gente obviar lo que menos le gusta de sí misma; pero si queremos analizar el twist moderno de hacerlo vía Twitter, es claro que se aprove-chan de la onda seudo intelectual que le pueden dar a su gileo cibernauta. Además, es la red social que menos datos (y menos fotos) requiere. Qué conveniente.

Para escucharQuerida Galería:Aunque hasta ahora me gusta mucho la revis-ta, me he dado cuenta que lo único que escri-ben sobre música son recomendaciones sueltas sobre lo que están escuchando ahorita. ¿Han considerado tener una sección de reseñas de discos recientes, especialmente de música pe-ruana o latina? Creo que iría bien con la onda de la revista incluir algo así.

A.

Querido A:Para responderte justamente, las recomendaciones musi-cales que hacemos actualmente son temas (o discos) que consideramos simpático sugerir porque nos transmiten un buen sentimiento y creemos que valen la pena com-partirse. Hacerlo con música que no genere lo mismo podría ocasionar una recomendación fría y menos per-sonal. Sin embargo, hay mucho sentido en lo que dices referente a profundizar y analizar más el tema de la música en el Perú. En próximas y prontas ediciones prometemos que verás más al respecto. 14

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Tuits(sic)

Re

@rodrigov88 Me he subido a la TECNO-combi más necia del Perú#ThisIsTheRhythmOfTheNight

@JurgenGuantes amigos recuerden que la vida nos permite emborracharnos por menos de 15 soles.

@aviondepapel Mala ortografía, el mal aliento de los tuiteros.

@FioresssDe los creadores de “No te llama” y “No te escribe” llega en 3D: No le importas.

@muchovicioEl nuevo Estadio Nacional es como comprarse un televisor HD LCD en 3D sólo para ver el canal del Congreso.

Síguenos en Twitter: @revistagaleria

@ewokisic Calla perra. Eres vieja y juegas solitario.

@rodri17brit Era tan puta pero tan puta que apagaba la luz para que se la comiera el coco...

@UgglytruthElla no es “open mind”, más bien es “open legs”.

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Corazón Marcelo WongLa Folie

Encendedor ZippoVictorinox - C.C. Larcomar

Dispensador de jabón líquido AlessiBloom - C.C. Larcomar

In Red Square DVD Paul McCartneyTwo Music - C.C. Larcomar

Imanes Shape UpVoll Corner - C.C. Larcomar

Cojín de MatrioshkaLa Vie En Rose

Sujetador de libros James The BookendBloom - C.C. Larcomar

Pimientero King Chin AlessiBloom - C.C. Larcomar

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La Compra

La razón de ser de los arcoíris es conocida por casi todos nosotros. Quizá de niños nos dieron la explicación más simplista del mundo (“cuando llueve y luego sale sol, aparece un arcoíris”), pero en la realidad el fenómeno es tan óptico como meteorológico. Lo que en verdad hace memorable al arcoíris es lo colorido y poco habitual que es. Si bien Isaac Newton descubrió tres siglos atrás cómo funciona la refracción y descomposición de la luz bajo el efecto de prismas, lo único que nos importa es lo bonita que se ve esa barra multicolor que decidió aparecer aleatoriamente en el cielo. Es claro que la humanidad ha pensado así por años, ya que el arcoíris se ha llegado a convertir en símbolo de alegría y hermandad: desde haberse establecido como bandera del Tahuantinsuyo, como símbolo pacifista en los años 60, hasta representar los colores oficiales de la comunidad gay internacional..

Elarcoíris

Azucarero AlessiBloom - C.C. Larcomar

Galletero Mary Biscuit AlessiBloom - C.C. Larcomar

Mini cocotte para microondasLa Vie En Rose

Destapador PropagandaVoll Corner - C.C. Larcomar

Blue 2nd Set Music BrokersTwo Music - C.C. Larcomar

Tapón para tina PropagandaVoll Corner- C.C. Larcomar

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La Lista

Gabriela Sologuren es mamá de dos niños, di-rectora y profesora de Lima Yoga. Hace diez años estaba estudiando biología en la univer-sidad y descubrió esta actividad. Ella define este momento como una revelación que le ha permitido encontrarse a sí misma y descubrir la fórmula para vivir feliz y saludable. Hace cinco años abrió el local de Miraflores y desde el 2008, junto a su esposo Alex, forma y traba-ja con profesores de yoga. La escuela ya tiene cuatro estudios en Lima y tienen planificado abrir un quinto salón en el transcurso de este año. Sabiendo que es una experta en entender qué la hace feliz, nos pareció interesante pre-guntarle qué no.

10 cosas que no te hacen feliz

Gabriela Sologuren

Mandar saludos de cum-pleaños por Facebook (es mejor llamar).

Pasar una tarde familiar en fiestas infantiles súper producidas.

Leer libros de autoayuda.

Ver un programa o video de yoga.

Celebrar el Día del pisco o el Día del amigo.

Ir al gimnasio.

Comer en buffets.

Una conversación con al-guien “muy” interesante e intelectual.

Conocer a alguien famo-so y que esté borracho.

Que te ayuden cambián-dole el pañal a tu bebé (es lo máximo hacerlo tú).

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19Foto: JuanFran Melgar

(aunque creerías que sí)

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SILENCIO

¡Por favor!ELECTORAL

Por Luis Cueto

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Estimado lector, está usted en el futuro. Un futuro donde el nuevo presidente del Perú ha sido elegido democrática-mente. Sin duda, es un futuro gris. No necesariamente porque nuestro flamante jefe de Estado sea alguien nefasto o esté res-paldado por un partido político criminal, sino porque, como mínimo, el panorama es incierto. Tome usted un lápiz Mongol #2 y pinte su mapita del Perú, porque, quiéralo o no, vive ahora en un área gris. ¿Qué rayos pasará con este país en los próximos cinco años? Ni Agatha Liz le toca el tema. Hoy más que nunca, el mañana es impredecible.

Yo estoy en el pasado. Bueno, lógicamente, también estoy en el futuro. A menos que haya muerto de forma trágica y terrible-mente prematura. Pero en este momento, cuando me dirijo a usted, estoy en el pasado. Un pasado muy agitado, muy acalo-rado, donde la política es pan de cada día, pues nuestro señor (¿o señora?) presidente aún no ha sido electo. ¿Y sabe qué? Estoy h-a-r-t-o. ¡Sáquenme de aquí! Puedo lidiar con la densa neblina espacio-temporal que implica no saber qué coño ocurrirá con la economía y la estabilidad política nacional en el mediano-largo plazo, ¡pero no soporto la lluvia ácida de porquería que ha empa-pado todos los espacios, públicos y privados, de mi vida!

Si quiere saber en qué momento del pasado me encuentro, le diré que es el día en que tres periodistas de Frecuencia Latina, de dos espacios televisivos diferentes, emboscaron a Ollanta Humala en una entrevista y se confabularon para hacerlo moco. Si lo lograron o no, no lo sé. Apagué el televisor. Usted probable-mente lo recuerda y tiene un juicio propio al respecto. El mío es: qué asco.

Empiezo por decir que no soy partidario ni de Humala ni de Keiko. Gane quien gane, usted obviamente ya lo sabe, me vale gorro. Para mí cualquiera de las dos opciones es una desgracia a la que me veo forzado a otorgar el beneficio de la duda. No obstante, la actitud de los periodistas hacia el candidato de Gana Perú, que claramente no goza de su preferencia, me parece in-madura, ridícula y molesta. Eso es exactamente lo que siento: fastidio. Nunca me había sentido tan incómodo viendo una en-trevista en un espacio político. Peor que ver escenas de sexo con mi mamá. Horrible.

En general, no soy una persona que disfruta de la cháchara políti-ca. Tampoco soy apolítico. No me considero ignorante; si acaso, algo frivolón. Lo que sí soy es impaciente y la poca paciencia que tengo no la desperdicio escuchando pavadas de los pseudo zares de la prensa o de los ultra-entendidos en la materia que pueblan mis redes sociales. Sin embargo, no puedo escapar. Me abrazo a mis retazos de paciencia y corro en todas las direcciones imaginables, ¡pero no puedo escapar! Finalmente, la paciencia se me quema entre los brazos y me veo forzado a escribir artículos como este.

No sé cómo será ese futuro en el que usted se encuentra, am-able lector. No sé si ya paró la modita de ponerse ollitas en la foto de perfil de Facebook, de pintar de naranja tu Twitter, de

Soy un hombre adulto, que se ha informado, que tiene memoria y que ha tomado una decisión consciente. ¡Deja de joderme las redes sociales!

21SILENCIO ELECTORAL ¡Por favor!

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compartir videos del ex presidente Fujimori gritando “soy ino-cente” en los muros de tus amigos, de retuitear artículos sobre los cuatro policías muertos en la revuelta de Andahuaylas, etcétera, etcétera. Quiero pensar que sí. Permítame soñar que esta pesa-dilla ha terminado. Amigos, ya me llueve mierda de la prensa, la radio y la tele. Cuando entro a mi Facebook, quiero relajarme. Quiero saber qué les pasó, a dónde han ido, qué han hecho o si han cambiado su relationship status. No quiero ver qué pasó en Bar-rios Altos hace casi 20 años. Eso ya lo sé, yo también leí Muerte en el Pentagonito.

No me critiquen tan rápido ni me tachen de indolente. Yo res-peto lo sucedido en el pasado, así como su opinión. Pero sucede que yo ya sé por quién voy a votar. Nada de lo que pegues en mi muro o compartas en mi timeline me hará cambiar de parecer. Soy un hombre adulto, que se ha informado, que tiene memoria y que ha tomado una decisión consciente. ¡Deja de joderme las redes sociales! No necesito que me cuenten, paso a paso, cómo va el debate, la entrevista del día, la encuesta del momento y sus impresiones sobre todo ello. Tampoco quiero leer los brillantes apuntes del periodista que acabas de encontrar ni los ingeniosos retuits de un fulano que no conozco. Quiero, por el contrario, desconectarme de ello. ¿Es mucho pedir?

Entiendo que esto es parte de la experiencia de vida en sociedad –y los acérrimos estudiosos de las redes sociales (¡ja!) sostendrán que, por definición, deben utilizarse justamente para fines como estos– pero YA BASTA. La sensación de incomodidad que me invadió viendo ese programa de entrevistas no terminó cuando apagué la tele, porque había invadido todos mis fueros. Es como si los hubiera invitado a todos a mi casa y se hubieran puesto a discutir a gritos. No los puedo botar, así que tengo que irme de mi propia casa. Click en “Cerrar”. No hay derecho.

Infórmate, toma una decisión y asume las consecuencias, ¡pero en silencio, por favor! Nadie te va a dar un premio por encorse-tar tu perspicaz análisis político en 140 caracteres o menos. Tus amigos de Facebook no van a decir “ooh, qué sagaz” por llenarles el news feed de artículos comentados por ti. Pégales un video gra-cioso, pásales una canción chévere, diles que los extrañas… ¡dales algo bueno, no la misma porquería que ven en todas partes! Tú, amigo, puedes hacer la diferencia. Tú puedes ser el refrescante chorro de agua en una garganta irritada de tanta política atibor-rada a la fuerza. ¿Qué es mejor? ¿Hacerle el día a alguien o un ego trip?

Espero honestamente, querido lector, que el futuro esté libre de analistas políticos improvisados, de activistas estacionales y memoriosos parcializados. Bastantes problemas tenemos con este nuevo gobierno, cualquiera que sea.

Nadie te va a dar un premio por encorsetar tu

perspicaz análisis político en 140

caracteres o menos.

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Guía Simple Para Ser Feliz

TEXTO: RUFILUSTRACIÓN: Nicolás Castelló

Sabemos que la felicidad no es una ciencia matemática. Lo que nos alegra a muchos, no nece-sariamente los alegra a todos. No pretendemos afirmar que existen medios mágicos para ser instantáneamente felices, pero es innegable que hay métodos para ocupar nuestro tiempo y darnos cuenta que es posible mejorar nuestro estado de ánimo sin contar necesariamente con dosis interdiarias de Prozac.

Nos damos la licencia, entonces, de brindarles una pequeña guía de consejos e ideas simples y sencillas para distraernos de lo que suele ponernos de mal humor y que, en ocasiones, puede hasta arruinarnos un buen día.

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Tiene que haber una película que te haya encantado. Esa que te pareció lo más gra-cioso que habías visto en años o esa otra que te fascinó porque sentías que el per-sonaje principal era igualito a ti. Quizá ver la parte de una saga que te encanta porque eres un geek frustrado, como Episodio V de Star Wars, o los tres ado-quines completos del Señor de los Anillos. Búscala, compra bastante canchita y dis-ponte a verla una tarde de ocio. Nada es mejor que revivir algo que nos gustó y po-der sentirnos igual.

MIRA UNA

PELíCULA QUE TE GUSTE

Solemos tener un lugar favorito. Puede ser siempre la misma banca de un parque, algún espacio en el malecón de Miraflo-res, la mesa preferida en un restaurante, o un spot cualquiera donde nos guste esta-cionarnos para pensar un rato. Vayamos a visitarlo de nuevo; de hecho existen razo-nes por las que nos gusta ese determinado lugar, así que aprovechemos la familiari-dad de ese sentimiento. Solos o acompa-ñados, todo depende de si queremos pen-sar o conversar.

SAL A PASEAR

No es necesario que sea la gran novela del siglo XXI. Puede ser desde una carta, un cuento, un poema, tus pensamientos o hasta una canción. La cuestión es que escribir es catártico y nos ayuda a proyec-tar y descargar lo que llevamos dentro. No tenemos que mostrárselo a nadie si no nos provoca, el simple hecho de sentarnos a redactar algo que parta de nosotros es suficiente para contar con nuestro propio proyecto creativo.

Escribe

Guía Simple Para Ser Feliz

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No solo por el resultado, sino por la expe-riencia. Cocinar es divertido y podemos elegir lo que sea, dependiendo de nuestro nivel y habilidad culinaria. No tenemos que copiar el croquenbouche navideño de Sandra Plevisani, pero preparar algo sen-cillo, que nos guste, puede ser la solución. En el peor de los casos, busquemos una receta de galletas en Internet, te asegu-ramos que incluso si el proceso te resulta extenuante, vas a disfrutar cuando te las embutas al final del día (a menos que las quemes y te salgan horribles; en tal caso, puedes obviar este punto).

Cocina algo

Escucha música y canta

(o baila)

Este es un tratamiento recomendado por especialistas hace muchísimos años. Bien decía el Quijote bajo la célebre pluma de Miguel de Cervantes: “quien canta, sus males espanta”. Así que busquemos ese disco, esa canción o ese artista que real-mente nos gusta y pongámoslo a todo vo-lumen. Imaginemos la situación: tú, un sábado, cinco de la tarde, nada que hacer. A escuchar esa canción que conocemos de memoria y a cantarla a grito pelado, o brincar por nuestro cuarto mientras desentonamos con furia. No se me hagan los dignos porque bien saben que todos lo hemos hecho en algún momento.

Olvídate de las frustraciones engordan-tes y zámpate tu chocolate favorito. Para validar el supuesto, compartimos la reali-dad química del chocolate: este contiene triptófano y anandamida. El primero es un aminoácido que libera en el cerebro otra sustancia placentera, la serotonina (que determina el grado de impulsividad positiva en nuestros comportamientos). El segundo es un neurotransmisor, una sus-tancia química que afecta la comunica-ción entre neuronas. En conclusión, actúa sobre las mismas zonas cerebrales que el THC, el componente activo del canna-bis. Pero, bueno, calculen que tendríamos que comer casi 25 kilos de chocolate para tener un efecto similar al de un porro de marihuana.

Come un chocolate

Guía Simple Para Ser Feliz

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Recordar es volver a vivir. Esta frase es la huachafería hecha letra, pero es to-talmente cierta. Si bien podríamos decir que simplemente ver antiguos álbumes de fotos es razón suficiente para alegrar-nos, armar uno es un pequeño proyecto que requiere más tiempo, más trabajo, y, por ende, brinda más satisfacción. Ya sea buscar o imprimir fotos antiguas, o armar un álbum digital, cualquiera de las dos al-ternativas hará las veces de máquina del tiempo y nos servirá para darnos cuenta que tuvimos tantos momentos increíbles en el pasado que no hay razón para pen-sar que no los seguiremos teniendo en el futuro. Además, si nos queda bonito, no hay mejor sensación que enseñárselo a alguien para revivir juntos sus épocas de antaño.

Arma un álbum de fotos

Los amigos del pasado son un perfecto es-cape. Si por alguna razón nuestro presen-te nos está perturbando, es completamen-te sano recurrir a alguien que haya sido parte de buenos momentos de nuestro pa-sado. Ver a alguien después de tiempo es genial por varios motivos: deja claro que la relación sigue aunque no se vean tanto, esa persona te cuenta qué ha estado ha-ciendo y en qué va su vida (lo cual es una manera extraordinaria de olvidar nues-tros problemas por un rato) y, finalmente, porque podemos aprovechar a nuestro amigo como un hombro en donde descar-gar los motivos de nuestros días infelices. Podemos aprovechar también la magia de la tecnología para aprovechar comunicar-nos vía Skype u otro programa con algún amigo o pariente que se encuentre en tie-rras lejanas.

Sal con alguien que no

ves hace tiempo

Guía Simple Para Ser Feliz

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Tírate la pera

Antes de alguna queja moralista, vamos a ser correctos y explicar a detalle este pun-to. A veces uno se despierta y sabe que no puede ir a trabajar, que ese día en parti-cular la suerte está echada de un determi-nado modo que nos imposibilita trabajar como queremos. Si es que despiertas en uno de estos días, puedes reportarte en-fermo. Aprovecha el día para hacer las compras que querías y no pudiste, para pasarte el día entero en tu cama viendo tele mientras comes helado, o dedicar-te a tu nueva afición de armar aviones miniatura, no importa. A veces darnos un pequeño day off es necesario y recon-fortante. Ahora bien, para ser coherentes y profesionales, que no se te cruce por la cabeza tomarte esta licencia el día de la presentación importantísima para tu cliente, o cuando tu acumulación de pen-dientes sea tal que haga sentir cercano a tu despido. Si es que aún eres parte del lado joven de las obligaciones, toma en cuenta que esto también se aplica para asistir a clases: no faltes en exámenes o al curso en el que te va pésimo.

Si bien hay gente que con las justas lee la parte trasera de su botella de shampoo, no hay duda acerca de lo terapéutico que puede ser leer un libro. Te sumerges en una historia, en un universo diferente al tuyo que, aunque puede ser mejor o peor, te ayuda a ver las cosas de otra manera. Eso sí, procuremos que sea un libro in-teresante o que por lo menos creamos que nos puede interesar; no recomenda-mos los libros de autoayuda por motivos claramente establecidos en la pág. 69 (ESPAN).

Lee un libro

28Guía Simple Para Ser Feliz

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Organiza un viaje

Ya que desde el título se presenta a esta guía como simple, no planteamos como recomendación el hacer un viaje (lo cual de simple no tendría nada), pero sí pla-nificarlo. No importa para cuándo, no importa si tienes plata o si el destino es Chincha o Bangladesh. Lo que importa es que sea algo que realmente queramos hacer, de modo que podemos empezar en cualquier momento a organizar cómo nos gustaría que sea este viaje. Qué que-remos conocer, qué queremos probar, qué queremos comprar, etc. La lista es amplia. Podemos armar un presupuesto revisan-do nuestra situación actual y analizando cuánto debemos ahorrar y por cuánto tiempo. Planificar un viaje produce un sentimiento increíble que solo es superado por el que se genera en nosotros al empe-zar el viaje mismo.

Así como algunas cosas del pasado o co-nocidas nos pueden poner de mejor hu-mor, es también muy buena idea empezar algunas nuevas para romper el esquema mental al que nos hemos habituado y puede estarnos angustiando. Por favor, que quede clarísimo que por “probar algo nuevo” no nos referimos a experimentar con una porción sabatina de LSD, sino a intentar algo que hasta el momento no hayamos hecho por cualquier motivo: tiempo, ganas, convicción, etc. No im-porta si es meterte a clases de ballet tai-landés, aprender otro idioma, cursos de Photoshop o empezar una pequeña plan- tación casera de tomatitos cherry, la idea es que puedas dedicar tu tiempo a un nue-vo proyecto que te haga sentir mejor con lo que haces, aprovechando para apren-der algo en el camino.

HAZ ALGO NUEVO

Guía Simple Para Ser Feliz

Esperamos de esta manera que consideren los 12 tips que tiene esta guía para poder sacarle a vuelta a esos días grises o a esas etapas de nuestras vidas que muchas veces terminan desperdiciándose en quejas, puteadas, llantos, malos humores o discusiones innecesarias. La idea es que tengamos claro que hay formas, mucho más simples de lo que imaginamos, para salir de nuestras fases amargas y acordarnos de sonreír solo porque se sien-te bien, o de lo sobrecogedor que puede ser el sentimiento de hacer algo diferente y sin ninguna razón aparente.

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SUSCRÍBETE

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La Columna

Soy un mono. El amigo Vargas Llosa, en plena efervescencia de la pasada campaña electoral, me rebautizó y escogió mi nueva especie. La de toda nuestra generación. Pri-mates. Animales peludos, un tanto pensantes, pero no lo suficiente. Monkeys. El primer pelda-ño de la cadena evolutiva si te niegas a creer en Adán y su costilla. Crecimos chateando y vivi-mos hablando con los dedos. Qué le vamos a hacer. A llorar al río. El face to face está dejando de ser nuestro fuerte. Cada vez conversamos menos con una cara real frente a nosotros y empiezo a preguntarme si la tecnología real-mente nos acerca, o si vamos a terminar nues-tros días siendo unos gordos ermitaños, des-panzurrados en nuestros machacados sillones, alimentándonos solo con comida transgénica que llegue por delivery -cuyo restaurante ten-ga página web para hacer el pedido por ahí- y disfrutando de la vida a través de una pantalla. Cero riesgos, todo controlado y a un click del poder.

¿Tanto miedo le tenemos a la vida como para optar por vivirla virtualmente? ¿Tan mal le fue a Mark Zuckerberg, el creador de Facebook, en el colegio que tuvo que cambiarnos las re-glas del juego? ¿Por qué Bill Gates odia tanto el papel? ¿Cómo así la Tigresa del Oriente es la reina de YouTube? ¿Nosotros la elegimos? ¿PPK hubiese tenido PPKausas si no entraba a las redes sociales? ¿Quién se toma la molestia de seguir creando comunidades virtuales para todos los que tenemos tan desarrollado el sen-timiento de no pertenencia?

Yo me opongo a que la pantalla sea la prota-gonista. Y así como soy opositor, soy incon-secuente. Piña, pues; nadie es perfecto. Cada día ando más ciego por las horas que paso frente a la computadora. Con el paso del tiempo el tendón de la mano derecha se va pronunciando. Me duele. Por ahí dicen que vienen apareciendo nuevas clases de tendinitis para todos los adictos a los mensajes de texto.

¿Será cierto eso? Yo creo que sí. ¿Alguien se acuerda cómo escribir a mano? A mí ya no me sale. Puro garabato hago sobre el papel. Ilegi-ble. ¿Letra palmer? Ja. Como decir Betamax. Súper vintage. Los tiempos han cambiado. No debe ser fácil ser el señor Castell o la señora Pilot. RIP. Que Dios los tenga en su gloria.

La cantidad de redes sociales es insólita: Fa-cebook, Twitter, Hi5, Myspace, Tumblr, Só-nico, Me2day, Fotolog, Netlog, Livejournal, Orkut, Metroflog, Bado, Bebo, Linked in, Imeen, Flickr, Formspring, Cyworld, Blaving, Linkdin, Ebuddy, Foursquare, Path y un largo etcétera, etcétera, etcétera. Siguen firmas. Me canso de leerlas. ¿Cómo pueden haber tantas? En algo estamos mal, hay que admitirlo. Es el primer paso. Aceptarlo. Como los alcohólicos. No puede ser que existan tantos mundos de mentira cuando tenemos uno de verdad. ¿Qué tienen de especial? ¿Por qué me llegan mails que dicen que alguien quiere ser mi amigo en Sónico? ¿Qué diablos es Sónico?

Hagamos un mea culpa. Hay que reconocer. Admitamos que por lo menos, repito, por lo menos, usamos una de estas redes sociales. Fa-cebook, por ejemplo. Hoy no puede existir al-guien que no tenga uno. Dicho de otro modo: si no tienes Facebook, no existes. Punto. Así de clara es la cosa. Es como no tener DNI. Inclu-so es más grave, porque hasta los menores de edad tienen una cuenta. Es esencial. Me inmo-lo como ejemplo. A mí, cuando me hablan de alguna persona, automáticamente voy al bus-cador, tipeo el nombre y me pongo a ver las fotos. Si no encuentro un profile que respon-da a ese nombre, no existe. Me es muy difícil aceptar la veracidad del personaje en cuestión. Dudo. Dudo mucho. Y es que para eso existe Facebook. Para ser un voyerista sin culpa. Has-ta Julian Assange, el creador de Wikileaks, lo ha declarado: “Facebook es una máquina de espionaje”. Y si lo dice el Sherlock Holmes del siglo XXI, hay que creerle.

Pero hay algo que sí me preocupa sobrema-nera. Algo que no me deja en paz cuando es-tos temas llegan a mi cabeza. De acá a diez años, cuando andemos aun más adictos a las pantallas, cuando estemos aun más anclados a los discos duros y a los smartphones, y cuan-do no podamos despegarnos ni un segundo de los teclados… ¿Cómo vamos a hacer para tener sexo? Eso es algo que no se va a poder reemplazar, no me vengan. Nada de inventos ni modernidades solitarias. El sexo virtual es una porquería. Todos lo hemos experimenta-do aunque sea una vez, no nos hagamos los tarugos. Yo acepto que puede resultar estimu-lante en ciertas circunstancias, pero no pode-mos permitirlo como modus operandi. No. No lo permito. Me niego. Demasiado tela. Una vida sin contacto de verdad no puede ser lo que nos depare el destino. Te odio Mark. Te odio Bill.

Ahora es poco lo que podemos hacer. Ya es-tamos sobre el caballo. No hay vuelta atrás. Mientras lees esto seguro te acaba de llegar un BBM o te están hablando desde Marrue-cos por WhatsApp. Quizá ya se conectó tu pata en Barcelona y tienen que ponerse al día por Skype o Facetime. De repente tienes va-rias menciones en tu Twitter o hasta un DM que deberías responder. Y no te olvides de co-mentar alguna foto en la que te han taggeado o de poner “me gusta” en cierto comentario virtual. Mucho menos de leer el inbox que te han anunciado en el wall. Tampoco de subir el nuevo álbum de fotos Julio 2011. Por último, ni se te ocurra no meterte al blog de tu mejor amiga, tal vez está al borde del suicidio y acaba de escribir un acróstico en busca de lectores socorristas. La vida virtual está bastante ata-reada y hay que cumplir. La pregunta es: si ya nos es bastante difícil quedar bien con todos en la vida real, ¿cumpliremos teniendo dos vidas? Habla Zuckerberg. Mándame un inbox.

por Bruno Ascenzo

GENERACIÓNPRIMATE

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Especimen #97

La amigagorditaEs imposible que te caiga mal la amiga gordita. Es un personaje siempre sonrien-te y, por lo general, bastante divertido. Su mamá es igualita a ella; sí, igual de gordi-ta. Cocinan juntas y su fiesta favorita es Navidad. Es probable que tenga un her-mano guapo o una hermana bonita, ya que no solo es la amiga, sino también la hermana gordita. Suele hacer chistes que uno no sabe si realmente son graciosos o si lo son porque es ella quien los cuenta.

En comparación a su grupo de amigas, es claro que ha tenido pocos novios; sin embargo, ha logrado chaparse a los más cotizados (cuando están en copas, claro). Cuando hay reuniones, lonchecitos o eventos, es normal que aparezca en la casa de sus amigas con brownies o postres que haya preparado, pero también es normal que se coma casi todos en la repartición. Si bien no es una chica malcriada, puede ser algo chabacana (sabe silbar juntando el dedo pulgar con el índice en la boca). Le encanta juerguear y es conocida en el grupo por ser toda una bebedora. Suele ser la encargada de organizar los eventos

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y conoce los chismes de absolutamente todo el mundo.

Frases recurrentes:“¿Qué es eso? Se ve buenazo”“No sabes lo que me he enterado”“¿Unas chelitas?”

Deseos ocultos:Casarse con Hugh Jackman, conocer a Willy Wonka, descubrir una dieta a base de trufas y milkshakes.

Peores temores:Que se la coma un tiburón, volverse alér-gica al chocolate y llegar a los 36 soltera.

Hobbies:Organizar fondues y despedidas de soltera, ir al supermercado, comprar ropa de invierno, tomar cafecitos y borrar cassette.

Ilustración: Nicolás Castelló

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DE ESTARA SER

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Fotos: JoC Escudero & JuanFran MelgarStyling: Antonella RománProducción: Fiorella Da Ponte

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Página anterior:Alessandro, Giacomo y Daniel: Casaca, polo y zapatillas Nike

Esta páginaAlondra: Vestido y Chalina de Antonella

Doble página anterior (De izq. a der.):Alexia: Chompita de la abuela de Antonella.

Alondra: Blusa de Sirana y boina de El Clóset de mi Hermana.Ana María: Blusa y falda de El Clóset de mi Hermana.

Ximena: Pañuelo y vestido de El Clóset de mi Hermana.Macarena: Sweater y short de El Clóset de mi Hermana,

zapatillas Converse

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Esta página: Mateo

Página siguiente:Kevin: Casaca, polo y zapatillas Puma Marité: Sweater Puma Daphne: Vestido chompa y zapatillas Puma

Doble página siguiente:Marité: Sweater Puma

Kevin: Casaca y polo Puma Daphne: Vestido chompa Puma

Daniel: Casaca y polo Puma Agradecimiento: Bembos

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Esta página: Anillo de compromiso Tanya TrahtembergLentes del centro de LimaAgradecimiento: Gabriela de la Puente

Página siguiente:Jessica: Aretes Gonzalo Palma

Maquillaje: Orana Velarde para Garbo

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Esta página: Migue: Camisa The Powerpop Project

Doble página 50-51:Maria Paz: Sostén Intimoda

Página siguiente:Isabella: Vestido RSVP y tacos Steve Madden

Daniel: Toga de MegaeventosMariana: Enterizo RSVP y tacos Steve Madden

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Alberto LamaLama Perú

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52 Foto: JuanFran Melgar

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Arte

Reencontrándose con sus primeras téc-nicas, Alberto Lama presenta una muestra que nos ofrece un recorrido a través de formas y colores que evocan los primeros recuerdos que carga de nuestro país. Estuvo viviendo en Costa Rica durante dos años, habiendo re-gresado al Perú ya hace uno. Esta exposición busca ser precisamente una forma de manife-star su arte reviviendo aquellos momentos y sensaciones que fueron, de algún modo, parte trascendental de su pasado.

Sus obras son directas y completas. No se sienten recargadas, es claro que el protagoni-sta es ese símbolo o elemento que marcó al artista al crecer en un país como este. Hay una inocencia casi infantil en su obra que logra solidificarse mediante un fuerte e impactante uso del color, el cual enciende a la imagen de modo que permite al espectador sentir la energía y vida que innegablemente son parte medular de esta muestra de Lama.

¿Qué objetivo tiene para ti esta muestra?

Es reconocer, hurgar y a la vez recolectar lo que podrían ser imágenes o recuerdos, entre humanos y hasta infantiles, de lo que para mí significa ser peruano. Puede pasar por temas como la comida o recuerdos de la historia. En general, hay muchas imágenes grabadas que trato de representar de una forma muy sinté-tica e ilustrativa. En los últimos años no viví en Perú, me alejé un poco del mercado, del mundo del arte; entonces, al regresar he po-dido recobrar esas ganas y esa energía que uno logra comunicar al presentar piezas artísticas.

¿Cómo relacionas tu arte con la idea de ser feliz?

Ser feliz para mí es, en cierta forma, poner resistencia a los problemas que te pone la vida adelante. Es una forma de ser flexible o tolerante frente a algunas circunstancias de la vida, que es lo que finalmente me hace una persona feliz. Me acerca a un cierto estado de tranquilidad permanente que yo me encargo de retroalimentar constantemente con mi fa-milia, mis hijos, en mi propia burbuja. El crear, el dibujar o el pintar, representan para mí la máxima expresión del ocio y del juego, que po-drían considerarse como el resultado de la feli-cidad. Son las formas mediante las cuales uno plasma sus emociones y sentimientos, aprove-chando así para mostrárselos al mundo.

Galería DelbarrioCalle Bernardino Cruz 148 (antes Camaná), ChorrillosDel 7 al 31 de julio de 2011Tel. 251 9111www.del-barrio.com

Expo

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recomienda

Youth NovelsLykke Li

Por este álbum cono-cí a quien es hoy mi niña loca favorita. Su álbum nuevo es 101% recomendable, pero les sugiero este, el primero, porque está completa-mente hechizado. - antoinRed

El Baile AlemánSeñor Coconut

Atom Heart nos de-leita con una versión latina y sabrosa de la música de Kraftwerk, recordándonos que lo cerebral y programa-do puede tambien ser emocional y tangible. - vaNyoCA

Turning Down Water For AirJames Yuill

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Crazy For YouBest Coast

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LOVEKazaky

De pronto aparece una banda pop ucraniana de solo chicos, bailando en tacos y además con un nombre tan extraño como la lejana Europa Oriental de donde vie-nen. Si algo podemos decir de ellos, es que es bastante difícil que pasen desapercibidos. Bailan, cantan y se con-torsionan, ¿qué mas?. - La Bebé

Rolling In The DeepAdele

Es imposible escuchar esta canción del último álbum de Adele y no querer cantar con ella a grito pelado. Esta gor-dita espectacular carga una onda de blues, gos-pel y soul en su música; proyecta tanto sen-timiento al cantar que automáticamente la adoras. - FritoLays

Cape Cod Kwassa KwassaHot Chip & Peter Gabriel

Es un placer absoluto escuchar esta canción. La letra no es muy co-herente, pero la música es genial (ideal para ser escuchada mientras se ordena el cuarto). Enjoy. - Fiore

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REW

View-Master Así admitamos que no nos acordábamos de su nombre, un view-master es completamente reconocible y es imposible no recordar alguno que hayamos usado en el pasado. Podíamos pasar horas dando vueltas a la ruedita como si en vez de siete dibujitos hubiesen 60. Era un álbum fotográfico portátil que resultaba diver-tido de usar así las imágenes en él fuesen de una chica sueca caminando por verdes jardi-nes.

Quizá sería el hecho de ver fotos de nues-tros personajes favoritos o de lugares lejanos lo que nos resultaba tan increíble. Era absurdo ver un view-master y no cogerlo para ver qué disco de imágenes estaría colocado. Podíamos encontrar desde Winnie the Pooh hasta fotos de Praga en los años 70. Aunque resulte difícil de creer, su patente se registró en el año 1939 y, si bien es conocido hoy como un simple jugue-te más, empezó su comercialización como un souvenir para turistas, ya que las fotos mostra-das inicialmente eran de atracciones históricas representativas de determinados países. Se le conocía en ese entonces como una herramien-ta de “turismo estereoscópico”. En los años 50 la empresa compró Tru-Vue, su principal com-petencia, que además contaba con la licencia para utilizar a los personajes de Disney en sus

productos. Este suceso convirtió al aparato en todo un éxito en el mundo de los juguetes. Su situación mejoró aun más con la apertura de Disneyland en 1955, pues le permitió colocar fotos del parque recién inaugurado en los nue-vos discos que empezaron a producirse.

En 1987, la marca desarrolló el primer view-master en 3D, que hizo despegar las ven-tas del producto. A fines de los años 90 la mar-ca fue comprada por Mattel, que finalmente usó todos sus conocimientos de la juguetería para poder establecer al view-master como un ícono para coleccionistas y jugueteros. Se sabe, incluso, que en el 2009 Dreamworks estuvo negociando los derechos de la marca para ha-cer una película basada en el clásico juguete.

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FF

Es probable que hayan pasado muchos años desde la primera vez que escuchamos sobre la existencia de la tecnología tridimensional, qui-zá en ese entonces hayamos tenido la suerte de verla en acción en algún viaje o en un par-que de diversiones primermundista. Cuando la industria 3D empezaba a caer al olvido y tomaba un sabor ochentero, se modernizó to-talmente y popularizó su uso en el cine, llegan-do esta tecnología a las salas de nuestro país a fines de la última década. Si bien la televisión comercial en 3D es relativamente nueva, las técnicas de visualización estereoscópica (como las que utiliza el view-master que presentamos en la página anterior) son tan antiguas como los orígenes de la fotografía.

Cada vez la brecha entre nosotros y el má-gico mundo 3D se hace más corta. Ya no ne-cesitamos lejanos viajes o pagar una entrada (carísima) al cine para acceder a él. Pues sí, los mitos eran ciertos: la televisión 3D existe y ya la tenemos a nuestro alcance. Si bien el 2010 fue el año de las revelaciones en lo que respec-ta a la tecnología tridimensional estereoscópi-ca, recién está aterrizando este concepto como algo accesible para el mortal común. Estos televisores funcionan esencialmente con lentes especiales, como en el cine.

Para que tengamos más o menos claro cómo opera el tema 3D, daremos una explicación resumida y simple. En la industria del 3D se cuenta con dos categorías básicas de lentes 3D, los pasivos y los activos (no estamos ha-ciendo ninguna alusión sexual, así se les define en verdad). Los lentes pasivos más conocidos durante décadas fueron los anáglifos; de todas maneras los hemos visto, son aquellos que tie-nen un filtro rojo y otro azul. Estos permiten visualizar imágenes distintas en cada ojo, dan-do así un efecto de profundidad relativamen-te convincente. La versión moderna de estos lentes es la que usamos en las salas de cine 3D. Los lentes activos, por otro lado, son mucho más elaborados, utilizan tecnología de cristal líquido LCD y poseen sensores infrarrojos que permiten conectarse de manera inalámbrica con el televisor 3D.

Lo más impresionante es que se estima que para fines del 2011 se empezarán a vender los primeros televisores 3D que ya no necesita-rán lentes especiales, y que más adelante, más o menos para el 2015, ya estará totalmente masificada la venta de estos. Así que vayan ahorrando, en unos cuantos años el que no se vuelva galáctico va a verse reducido a ser ermi-taño o a vivir en la Isla de Pascua.

Televisión 3D

Imagen: cortesía LG

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Miss Manos en la Masa

FOTOS: JoC Escudero

TEXTO: RUF

Blusa y Pulseras: Sirana

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“Vas a ser millonarísima”, fue lo que le di-jimos a Paloma al probar uno de los cupcakes que había preparado para la sesión de fotos. El bizcocho estaba perfectamente húmedo, el sabor del chocolate espectacular y la combi-nación del frosting con todo lo anterior… otro, por favor.

Paloma Casanave era fan de Utilísima, tenía desde chiquita su recetario escrito a mano. Eventualmente, le dijo a su mamá que quería ser chef, pero decidió irse por algo que en su momento le sonó más seguro. Estudió enton-ces tres años de derecho, pero al ver que la car-rera no la emocionaba, hizo un test vocacional que la colocó entre psicología y educación. Escogió piscología y empezó a practicar en un nido, pero una vez ahí, Miss Paloma se dio cuenta que no quería ser psicóloga, sino profe-sora. Hizo el cambio final a educación. “Even-tualmente, dejé de trabajar en el nido, pero me di cuenta que necesitaba un ingreso; ya era una manganzona, necesitaba vivir de algo”, recuerda. Siempre le gustó cocinar y los cup-cakes no eran un terreno muy explotado en el Perú, no se le había dado mucha vuelta a la idea. Así que aprovechó la situación y empezó este pequeño negocio que luego cambiaría su vida: Miss Cupcakes.

¿Por qué hacer un negocio de cupcakes?

Siempre había preparado cupcakes cuando iba a la casa de mis amigos o si me invitaban a algún lado. Así que dije: “ya pues, probare-mos con esto”. Hice millones de recetas, llamé a mis amigos y les hice probar todo. ¿Qué le cambiarías?, ¿cuál te gusta más? Una vez que tuve esos temas más definidos, me junté con un amigo para revisar el concepto de la marca, el nombre, los colores, hasta que cobró forma, hace ya dos años.

¿De dónde sale Miss Cupcakes?

La idea partió de mi hermana. Me dijo que sería divertido mezclar el tema de mi carrera de profesora con los cupcakes. Pasé de ser Miss Paloma a Miss Cupcakes.

¿Por qué decidiste hacer cupcakes? ¿Por qué no brownies o piononos?

Porque se ven lindos (se ríe), son súper amisto-sos. Siempre me han gustado las grageas, los postres coloridos, usar la manga al cocinar. Además, un cupcake puede ser de cualquier sabor, no solo vainilla o chocolate. Son como una minitorta. Me pareció genial el concepto y podía dedicarme completamente a eso sin preocuparme por vender otro tipo de pro-ducto, porque me daba para preparar sabores infinitos.

¿Cómo trabajas tus recetas? ¿Te las in-ventas?

Tengo mis recetas básicas, pero las he sacado mezclando varias distintas. Por ejemplo, si qui-ero un cupcake de vainilla, hago cinco recetas, veo con cuál me va mejor, los pros y contras de cada una. También me gusta mucho navegar en internet, tengo como 250 blogs de cocina en mi Google Reader, así que ahí es donde reviso qué está de moda, qué técnicas recomiendan. Yo nunca estudié cocina, yo sé hacerlo porque me liga, porque tengo mano. Es por eso que voy investigando, voy probando. A veces me sale y a veces no. Mi receta de vainilla, por ejemplo, fue súper difícil de conseguir; me costó llegar al sabor perfecto que realmente quería. Tengo también un montón de libros, pero me gusta más usar internet porque me da la oportunidad de leer comentarios que los usuarios escriben en los blogs de recetas, si le añaden más de tal ingrediente o de otro. Son detalles súper importantes que es bueno tener en cuenta.

No estudiaste cocina, ¿cómo aprendiste a cocinar?

En mi familia siempre han cocinado. Mi abue-la lo ha hecho toda su vida y tengo una tía que es profesora en el Cordon Bleu, así que siem-pre he estado en contacto con el mundo de la cocina. Igual, yo no como mucho de lo que yo hago. Lo preparo tanto que no provoca com-erlo, pero los postres de otras personas, que vengan no más.

Me cuenta que hace un tiempo viajó a Utah y llevó un curso de preparación y decoración de cupcakes que organizaba la empresa de piezas de cocina Viking. Aprovechó también su viaje para conocer tiendas especializadas y a los respectivos dueños. Muchos le respondi-eron los correos y cuenta que pudo sentir una onda simpática entre la gente que trabaja en la producción de este famoso postrecillo. “Existe todo un submundo de los cupcakes, entonces”, le comento cachosamente. “Pero por supues-to”, me responde convencidísima.

¿Qué te hace feliz?

Me encanta estar con mis amigos. Disfruto un montón ese tiempo para tomar un café y con-versar. También me gusta hacer tiempo para mí, claro. Estar sola en mi casa, viendo series y comiendo helado, o caminar escuchando música.

Blusa y Tacos: Sirana

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le vaya genial. Pero cuando contraté a una última chica - (coge mi grabadora y le habla directamente) si me estás escuchando, te odio - acordamos finalmente que estaría a las 7:30 a.m. en el taller, me dijo: “sí, no te preocupes ahí estoy mañana”. Pero me dejó plantada, ni me llamó. Así que sigo en búsqueda. Cuando trabajo con alguien, tiene que inspirarme mu-cha confianza; soy demasiado meticulosa con la receta y con la presentación de los cupcakes.

Es que buscas ofrecer un producto pre-mium, ¿verdad? No estás vendiendo un kekito cualquiera.

Exacto. La gente no está pagando poquito, yo sé que no son cupcakes baratos. Por lo tanto, si van a pagar entre cinco y seis soles por un cupcake, quiero que valga la pena el gasto que están haciendo. Siempre me dije: no voy a vender algo que yo no comería o que yo no compraría; y yo no voy a comer algo medio misio, pues.

Salimos de Starbucks, donde nos juntamos para la entrevista, para caminar hacia la oficina de la revista, donde Paloma había de-jado algunos mandiles y otros elementos que nos trajo para la sesión de fotos que habíamos tenido en la mañana. Mientras caminamos me cuenta lo importante que es una buena receta, porque además de ser rica debe permitir que el producto dure, que no se seque luego hornear-lo. “No es que tenga a los clientes esperando en la puerta del taller apenas salen del horno”, añade.

Paloma es un claro ejemplo de que si te gusta y te apasiona algo, se puede realmente vivir de eso. Es cuestión de ponernos metas y es-forzarnos por obtener un buen resultado. En el caso de Miss Cupcakes, la respuesta del público ha sido unánime: son espectaculares. Cuando llegamos a la oficina revisamos la caja de cupcakes que Paloma había traído para las fotos y solo quedaban 5, habiendo sido inicial-mente alrededor de 30. El equipo de Galería dejó clarísima su opinión acerca de la mano repostera de Paloma. Me explica lo feliz que está con la reacción de la gente, no solo con el producto mismo sino con la iniciativa de empresa que esto significa. “Es importante ar-riesgarse”, agrega. “Todavía hay espacio para hacer cosas originales”.

¿Fuera de los cupcakes, tienes algún postre favorito?

Muero por el chocolate. Una buena torta de chocolate, con harto fudge. Para el santo de mi hermana le hice una torta que tenía como base masa de brownie, luego capas de mousse de chocolate, todo bañado en ganache también de chocolate y con M&M’s encima. Un escán-dalo.

¿Alguna vez te han pedido un “happy cupcake”?

(Se ríe) Sí, claro. Me han preguntado por Twit-ter si puedo hacerlos “happy”, pero les he teni-do que decir que no. Les dije que si quieren les puedo dar alguna receta, pero a mi cocina déjenme mantenerla virgen de sustancias, por favor.

¿Qué planes tienes para tu negocio? ¿A dónde quieres llevar a Miss Cupcakes?

Quiero poner una tienda. La idea es tener una boutique de Miss Cupcakes. Algo chiquito en donde pueda tener atrás mi taller, pero que a la vez pueda ser un lugar para tomar un café, un chocolate caliente o comer un postre rico. Este plan no solo me gusta, sino que me conviene, porque como trabajo en un taller, me sobra mucha merma, quedo con un stock grande de cupcakes que tengo que regalar. Mis amigos están felices, pero mi bolsillo no tanto.

¿Tienes algo pensado para la tienda? ¿Llevaría el mismo nombre?

Ya estoy buscando local porque quiero verlo de una vez, decorarlo. Tengo un montón de ideas sobre cómo quiero trabajar el trato con el cliente, qué ofertas voy a tener o incluso al-gunas promociones que solo se pueden hacer en tienda. El nombre lo dejaría igual, como Miss Cupcakes. Es una marca, pero a la vez soy yo; creo que la gente ya se identificó con el concepto, y me lo demuestra tanto el público de Facebook como el de Twitter.

Las redes sociales son parte clave del negocio, entonces...

Súper importante. Hasta ahorita no he pagado un sol de publicidad, y no es que no sea nec-esario. Pero las redes sociales te brindan un contacto directo con tu público que te facilita muchísimo las cosas, tanto a ti como a ellos.

¿Cuánta gente trabaja contigo?

En teoría, una chica como asistente de cocina y dos chicos que me ayudan con el delivery, pero ahorita estoy sin asistente. La primera consi-guió otro trabajo y es una linda chica, ojalá

“Seré la cocinera gordita toda la

vida y no me importa.

Es imposible dedicarte a la

cocina y no comer”

– Paloma en las oficinas de la revista

Vestido, Pulsera y Tacos: Sirana Locación: D’Cocina

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www.inkasailing.com

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65Texto: RUF

65Sin Silenciador

“No tengo NADA que ponerme”, dice una chica frente a las puertas abiertas de su clóset. ¿NADA? ¿En serio? Pueden colgar 23 pantalones, 33 pares de zapatos y 47 politos fies-teros, pero ella no tiene nada para ponerse. Lo peor de todo es que no está mintiendo, en realidad, y por varios motivos (válidos en su mun-do) esa ropa ya no cumple los obje-tivos que ella tiene en mente. Si no recurre a comprarse alguna nueva prenda que pueda combinar con las que posee, tendrá que asumir el cos-to de trabajar con lo que tiene.

A veces nos provoca ignorar la pro-cedencia de la pregunta “¿qué te hace realmente feliz?”, tomando en cuenta que muchas veces existen sentimientos que no son necesaria-mente loables y que, sin embargo, invaden nuestro ser con una satis-facción placenteramente familiar. Todos sabemos que querer es poder, pero, ¿no sentimos a veces que tener es poder? No me pongan caras, sea-mos honestos y analicemos la situa-ción a fondo. No deseo entrar en un innecesario y bastante manoseado

MATERIALISMO“Un objeto en posesión rara vez conserva el mismo encanto que tuvo en la búsqueda”

- Plinio el Joven (Roma, 61 d.C. – 113 d.C.)

discurso liberal, así que dejemos de lado por un momento la teoría cons-pirativa del manipulador consu-mismo capitalista, y centrémonos en cada uno de nosotros. Sabemos que dejar nuestro materialismo al descubierto es mal visto, tenemos que manejarlo en un nivel promedio para que no se nos empiece a con-siderar unos engendros codiciosos.

¿Es malo querer cosas? Probable-mente, no. El problema empieza cuando queremos más cosas; cuan-do pasamos ese borroso umbral en el que confundimos deseo con nece-sidad. Una vez que llegamos a ese punto en nuestras vidas en que te-nemos relativamente claro quiénes queremos ser, tratamos de “armar” a nuestra persona de un determi-nado modo que refleje claramente cómo queremos ser percibidos. Es ahí cuando se arma el fandango. Empezamos a darnos cuenta de qué es lo que más queremos: puede ser ese carro (algo caro) con el motor imbatible, el último iPod porque el tuyo ya está viejo y además este filma en HD y se comunica con ex-

traterrestres, el par de zapatos que será la envidia de quien te vea (siem-pre y cuando sea durante la tempo-rada de otoño-invierno 2011), o ese televisor de 200 pulgadas y en ofer-ta, por lo que no podías dejar pasar la oportunidad.

Ahora bien, ¿motivos? No impor-tan. Pueden ser válidos o no, debido a que, como se menciona en líneas anteriores, quizá en nuestro mun-do lo sean. El problema es que ese mundo de un habitante solo existe en nuestras cabezas. Así que en lo que al resto del planeta se refiere, lidiamos con él mediante, esencial-mente, tres opciones: (1) tratamos de explicar nuestro caso con razo-nes semi-coherentes o inútiles excu-sas (“es que esta nueva versión trae muchos más beneficios”, “la bate-ría se me acaba al toque”, “ya fui a dos matrimonios con ese vestido”, etc.); (2) lo cuentas y te vale rata lo que piense el mundo, ya que es tu plata, tu tiempo y tu sobregiro; o (3) mejor no se lo cuentas a nadie y dis-frutas en soledad del olor a nuevo de tu adquisición.

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66 Foto: JuanFran Melgar Anillos, pulseras y copa: Swarovski

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Sin Silenciador

¿Es malo querer cosas? Probablemente, no. El problema empieza cuando queremos más cosas; cuando pasamos ese borroso umbral en el que confundimos deseo con necesidad.

Retomemos el análisis personali-zado del argumento. Qué genera entonces en nosotros la posesión de un objeto, material al fin y al cabo, cuando nadie está poniendo en duda que lo importante en la vida son los logros, las relaciones huma-nas y la capacidad de progresar ha-ciendo un bien a los demás y a noso-tros mismos. Podríamos decir que utilizamos a los objetos materiales como pequeñas metas que premian el final de un arduo camino, sobre todo si hemos trabajado duro o aho-rrado, pero es inevitable que existan también los “autorregalos” esporá-dicos.

Viendo el tema de esta manera, po-dríamos postular que se rige bajo el supuesto de “todo extremo es malo”, que aunque podría ser in-discutible, el problema se presenta al querer saber cuándo estamos en un caso extremo. ¿Hasta qué pun-to es sano o correcto querer algo? ¿Cuándo es que deberíamos sen-tirnos culpables por desear algo que quizá, en el fondo, no necesita-mos? Podríamos decir que nuestro crédito o liquidez son claramente el límite, pero llegar a ese punto es tan preocupante como patético. Ob-viamente, existe también un tema de obligaciones y responsabilidades que debe ser respetado, caso con-trario estamos frente a un desorden prácticamente patológico. Si alguien decide que es buena idea comprarse convertibles en vez de pagar el co-legio de sus hijos, sugerimos trata-miento psiquiátrico. Nos arriesgamos a hacer a conti-nuación una generalización: lo más probable es que fluctuemos siempre entre etapas de no gastar mucho en nosotros, como otras de excesos debidos a algún delirio de superes-

trella que no pudimos evitar. Para defendernos por un momento, po-demos afirmar que todo es culpa del mundo industrial globalizado y de la sociedad. Son ellos quienes nos han impulsado a creer que ne-cesitamos cada vez más cosas por el simple hecho de que están siendo inventadas. Pero al final, la decisión recae en nosotros. No hay pistolas en nuestras cabezas ni existe repro-che social lo suficientemente tras-cendente como para avalar el deseo de poseer algo que finalmente no sa-tisfará una necesidad real.

Que no se malentienda nuestro pun-to. Cuando queramos darnos un gus-tito porque simplemente nos provo-ca, adelante. Lo único que tenemos que hacer es un pequeño mea culpa que nos ayude a definir si realmen-te deberíamos darnos dicho gustito. Es cuestión de seguir una suerte de pasos: primero preguntarnos, ¿ne-cesito X? Si no necesito X, ¿merez-co X? Si merezco X, ¿puedo pagar X? Y, por último, honestamente respondernos: si no necesito, pero merezco y puedo pagar X, ¿debería hacerlo o es un mero capricho? Si la respuesta final es afirmativa, sea-mos felices y compremos X. Eso sí, sin devoluciones ni reembolsos, no sean conchudos.

Si no les provoca seguir nuestro con-sejo, cómprense lo que quieran y no molesten. No queremos que se que-jen cuando los hombrecitos amari-llos llamen a su puerta y vean rebo-tar todas sus solicitudes crediticias por ser los morosos del mes en Info-corp. Lo más importante no es ana-lizar si el dinero hace o no la felici-dad, sino saber qué entendemos por esta y pensar en por qué creeríamos que existe punto de comparación entre ella y lo material.

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Bubblewrap Cuando un producto es inventado con un fin, resulta divertido ver cómo su popularización se debe al descubrimiento que hace la gente de alguna de sus facultades secundarias. Nadie dis-cute el genial invento que resultó ser el bubble wrap o “burbupack”, cuando hablamos de su uso en el empaquetado de objetos frágiles. Pero basta de idioteces: la única razón por la cual nos vemos obsesionados es por el extraño, pero sen-cillo, placer que resulta reventar esas burbujitas de aire repartidas a lo largo de estas tiras de plás-tico. Quizá lo que nos resulta tan adictivo sea el sentimiento de aplastar una, el sonido que se produce al hacerlo o simplemente el hecho de saber que hay muchas más para seguir jugando como niñitos. Qué ansiolíticos, calmantes, ciga-rros, barbitúricos ni qué químicos psicosomáti-cos; lo que todos deberían comprarse es una tira de bubble wrap para tener en sus casas cuando alguna situación los esté poniendo nerviositos. Idea de lo más terapéutica y súper barata. Espec.

ESPEC

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Quizá acá toquemos carne para los esotéricos, pero tenemos que ser objetivos en nuestro aná-lisis del tema. Debemos estar conscientes de los problemas que todos tenemos y saber que sobre-llevarlos es más fácil para unos que para otros. Ahora bien, que alguien (tan humano como nosotros) haya decidido escribir un libro basa-do en analogías que comparan nuestra vida con ratones, quesos o mercaderes del Oriente, no lo convierte en un ser omnisapiente. Pedirle a un lector que repita frases como “soy dueño de mi propio destino”, “soy una persona querible” o “debo encontrar mi leyenda personal” puede hacer que uno se sienta tan ridículo como las palabras del mantra aconsejado. Lo importante es darnos cuenta nosotros mismos de cómo que-remos llevar nuestras vidas: si te esfuerzas por lo que quieres, lo terminarás consiguiendo. De más está pretender que viviremos en mansiones solo porque lo deseamos con todo nuestro ser, así un pelele haya descubierto lo lucrativo que resultó publicar la idea. Espan.

Gurús de autoayuda

ESPAN

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NO ES NECESARIO ESTAR FELIZ

PARA SER FELIZ

FOTOS: JoC EscuderoTEXTO: Denisse Sotomayor

Director, actor, profesor, productor y guio-nista, aunque no lo acepte. Ricardo Morán se reconoce como un pacman de la información, adicto al trabajo, reflexivo antes que impul-sivo, procrastinador, renegón y afortunado. Siente que la vida lo sorprende y que no tener un plan lo ha llevado por el mejor camino. En este momento produce el exitoso programa “El último pasajero”, ensaya una obra con Gian Piero Díaz y Renzo Schuller, y al mismo tiempo anda buscando la felicidad (sospecha que está cerca).

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Saco: Joaquim Miró

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Sale de una reunión. Mira hacia varios la-dos. Suena su teléfono. Me sonríe. “Respira”, leo en las letras blancas sobre su chompa roja.

¿Respiras?

Hasta yo me lo cuestiono. Vivo corriendo todo el día, me levanto temprano y me acues-to tarde. Desde hace más de dos meses todo se intensificó por el programa, que se emite diariamente. Sumemos a eso los ensayos en el teatro y los eventos de por ahí. Siento que seré atropellado por tres buses de colores y que luego me pasearan por Barranco como Túpac Amaru.

Pero, ¿estás feliz?

Hacer el programa me hace sentir contento, sentir la fuerza de la gente y su buena vibra. Ponemos música antes de salir al aire, baila-mos, la pasamos bien y creo que eso se nota en la pantalla.

Su noción de felicidad ha cambiado a lo largo de los años, cree que la vida nos lleva a estar preocupados todo el tiempo y que él es un cla-ro ejemplo de ello. “Parar y darse cuenta que se está siendo feliz es necesario”.

¿Ese es tu ejercicio?

Creo que lo vendo más de lo que lo practico. A veces me olvido de hacerlo durante meses o años, pero me parece importante sentarse, respirar un ratito y pensar en las razones para sonreír. Eso te hace feliz y ese instante basta para poder continuar con lo cotidiano.

¿No es un sentimiento permanente?

No existe la idea de estar todos agarrados de la mano cantando y saltando por un bosque. Creo que nos han vendido una falacia, una ilusión. Uno no debe perseguir la felicidad, ni tenerla como meta. Esta es una idea que nos ha sido impuesta a lo largo de los años y que no coincide con nuestros parámetros reales de vida. Es un paradigma imposible, creado por una sociedad que no nos pertenece.

Entonces, ¿qué es?

Me he dado cuenta que la felicidad es un acto de decisión, lo que la vuelve aun más difícil de alcanzar. Ser feliz no es gratuito, es una actitud

que tú tomas con la vida y hay que hacer un esfuerzo para mantenerla, porque si te relajas, se te olvida.

¿Cómo tomas tal decisión?

No es necesario estar feliz para ser feliz. Uno siempre dice que alcanzará la felicidad cuando se case, cuando tenga hijos, departamento propio, trabajo estable. Cuando, cuando, cu-ando… Y cuando por fin llega, descubres que así no se conseguía o que querías otra cosa. Si te preguntas en qué momento vas a ser feliz, para, observa y date cuenta.

¿El amor es necesario?

Es complicado.

¿Qué cosas te resultan gratificantes?

El último fin de semana de la obra Casi normal fue genial. Tuve la oportunidad de sentarme entre el público y ver la función como especta-dor. Escucharlos cantar, apreciar la puesta en escena y sentir los aplausos, me hizo muy feliz. Diana es una ama de casa bipolar a la cual le han dicho que para alcanzar la felicidad debe renunciar a una serie de cosas, tomar unos medicamentos y someterse a electroshock. Por otro lado, su esposo cree que la felicidad in-volucra tener a toda la familia junta (esposa e hija). En pos de esa idea, los tres hacen miles de sacrificios y luego de múltiples desgracias se dan con que son muy infelices. El momento de quiebre de la obra es cuando descubren que deben separarse para poder alcanzarla.

¿Qué te sedujo de esta obra?

Yo nunca me he medicado, pero conozco a mucha gente a mi alrededor que sí lo hace y es un tema que me llama la atención. Creo que es válido que los compuestos químicos se usen, pues he visto amigos que están tranquilos porque existe un tratamiento detrás, pero tam-bién opino que muchas de esas personas no los necesitan. ¿Cuál es el límite? ¿Quién lo pone? ¿Por qué? ¿Quién decide?

Y ahora que la obra culminó…

No estoy más cerca de la respuesta, pero creo que el teatro debe formular preguntas, no dar conclusiones.

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Saco: Joaquim Miró

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74 Camisa: Joaquim Miró Casaca: Joaquim Miró

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“Ser feliz no es gratuito, es una actitud que tú tomas con la vida y hay que hacer un esfuerzo para mantenerla”

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“Creo que el teatro debe formular preguntas, no dar conclusiones.”

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Lleva más de diez años dirigiendo obras de teatro. No recuerda el número exacto, me ha-bla y va contando con los dedos.

¿Cuál fue la primera?

Tus amigos nunca te harían daño de Santiago Roncangiolo. Yo tenía 23 años y un día Santia-go tocó mi puerta y me dijo que ya tenía sala, pero que andaba buscando un director. Creo que un par de personas lo habían choteado y yo era su último recurso. Sea como sea, acepté y fue una experiencia desde la cual no paro de dirigir.

¿Cómo eliges las obras?

Siempre repito una frase de Peter Brook que dice que un director sabe que tiene que ha-cer una obra por un oscuro presentimiento, la sensación de que debe hacerse aquí y ahora. Cuando dirijo teatro es uno de los momentos en donde más ejerzo mi voluntad como crea-dor, como artista. La obra debe sintonizarse conmigo y si no, busco la manera.

Confiesa que lee teatro como loco, que su mesa de noche está invadida por decenas de rumas de libros y que cada vez que se va de viaje regresa con una maleta llena de guiones. Sus autores favoritos son Christopher Hampton y David Mamet pero no tiene un autor fetiche.

¿Todas son diferentes?

Hedwig era un monólogo con una banda de punk; Recontra Hamlet, un collage de obras; Los números seis fue una obra abstracta/surrealista; Esta obra es un desastre era comedia; La reina de belleza de Leenane fue un thriller psicológico; y Casi normal es un musical dramático. No exis-te una unidad, por eso creo que las obras van reflejando mi estado psicológico en ese mo-mento.

¿Eres metódico al dirigir?

No. Soy un director que llega a ensayar con algunas ideas, pero que no se enamora de ellas. Siento que la obra se descubre en el transcurso de los ensayos, en un proceso de investigación y descubrimiento antes que de repetición y or-denamiento.

¿Cómo describirías tu relación con el guión?

Yo no soy guionista, respeto mucho la elabo-ración del texto y disfruto leerlo.

Escribió durante cinco años el guión de tel-evisión de “Mad science”, uno de los pro-gramas más existosos de inicios de siglo. Con una amplia sonrisa, Ricardo agradece haber tenido la oportunidad de hacer en TV lo que hacía en el jardín de su casa con su padre y su abuelo. Lanzaban cohetes, construían circui-tos eléctricos, robots, manos mecánicas, etc. “Súbitamente estaba haciendo para ganarme la vida, aquello que de niño hacía por diver-sión. Eso era felicidad”.

Imagino que eras el ganador de la Feria de Ciencias del colegio…

Sí (ríe), todos los años. Mi papá es piloto, pero tiene una enorme afición por lo científico, lo electrónico y lo mecánico. Desde chico tenía cajas llenas de baterías, enchufes, tornillos, tuercas, etc.

¿Sigues construyendo?

Hago mis propios muebles. He construido mi cama, mi mesa de noche, repisas, etc. Tengo una mesa de carpintería, una motosierra, un taladro y todas las herramientas. Si no hago yo mismo mis muebles, los compro en Emaús y los mando a retapizar.

¿Te gustaría incursionar en el diseño de muebles?

Haría uno al año.

¿Tanto así?

Hace un par de años Luis Felipe Soto selec-cionó a varias personas con nociones de foto-grafía para hacer una muestra que se llamó Lima me mata. En un año renuncié seis veces al proyecto porque no tenía tiempo. Literal-mente, el día de la exposición corrí para colgar mi foto antes de que se abran las puertas.

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¿Le tienes miedo a algo?

A no poder trabajar. No a quedarme sin traba-jo, sino a sufrir algún accidente que me impida seguir chambeando. Soy un workaholic, un adicto a lo que hago. Caminaría por mi techo un día sin trabajar.

¿Tienes agenda?

Tengo una asistente, Mariana. Ella se encarga de todo, contesta mi teléfono y paga mis cuen-tas. Son innumerables las veces que he llegado a mi casa y no tengo luz, cable o agua. No ten-go ninguna capacidad para saber cuándo ven-ce un recibo. Mis tarjetas de crédito han sido canceladas miles de veces. La llamo por tara-deces: “Mariana, se quemó el foco”, y cuan-do llego a mi departamento esa noche ya está resuelto. Sino, me quedaría seis meses sin luz.

¿Procrastinación sería la palabra que te define?

(Ríe) Siempre dejo todo para el final y siempre son 16 cosas: el diseño de escenografía, el pre-supuesto de tal, el guión del evento, la lista del elenco, etc. Pero antes que eso, soy reflexivo, no tomo decisiones rápidas lo cual a veces no es tan bueno. Soy muy detallista, extremada-mente curioso, pero -sobre todo- creo que finjo muy bien ser una persona racional, ecuánime cuando en el fondo estoy totalmente chiflado.

O sea, esta entrevista es un acto…

Claro.

Estudió fotografía durante tres años, aunque su formación inicial fue dirección de cine en la Universidad de Lima. Antes de cumplir los 18 años decidió viajar a Noruega y vivir una experiencia diferente, aprender un idioma ex-traño y esquiar. “Regresé, seguí estudiando y cuando estuve en sétimo ciclo me retiré para ser fotógrafo. Luego, me fui a Japón, un país a-lu-ci-nan-te, y al regresar me mudé solo. Creo que la constante es que soy muy curioso, me importa todo, quiero saber muchas cosas y no me da el tiempo”.

Pero sí terminaste la carrera de actu-ación…

Estudié en el taller de Roberto Ángeles, quien el día de la graduación me dijo que yo había aprobado no porque él considere que yo sea buen actor, sino porque él pensaba que yo podía ser director. En ese momento lo quería matar, pero ahora siento que es lo mejor que me pudo haber pasado.

A sus 37 años tiene la sensación que en la vida las cosas se le han presentado, pues él nunca tuvo un plan. Se considera con una enorme fortuna porque constantemente se le abren nuevas puertas. Agradece porque todo lo que le tocó hacer le parece interesante.

¿Cómo ingresas a la improvisación?

Por mi gran amiga July Naters. Entré a un curso para aprender y me quedé seis años en Pataclaún dando clases de impro.

El humor y la risa se relacionan con la fe-licidad, ¿crees que es correcto?

Creo que para la salud mental es impor-tante reírse de uno mismo porque aprendes a quererte un poco más y la pasas mejor.

¿Tú de qué te ries?

Soy una de las personas más renegonas que conozco y me burlo mucho de eso. A la mitad del grito empiezo a darme cuenta que estoy renegando y voy introduciendo algún comen-tario burlesco para que la gente me perdone. (Alzando la voz) “¿Por qué sigo gritando aquí como un estúpido mientras todos me miran? Debe ser porque estoy hablando taradeces y a nadie le interesa”. Acto seguido, me voy.

78Camisa: Joaquim Miró

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¿Entonces la felicidad qué es?(Montar bici, sentir el viento en la cara.)

¿Es esa emoción rara que nos sucede entre dos calamidades? ¿Viene en jarras de chela heladita? ¿En unas buenas risas con amigos? ¿En una borrachera criminal con un one night stand included? ¿O simplemente no tiene for-mato alguno y viene y va como le da la gana?

Hoy en día caminamos, manejamos, cor-remos, comemos, dormimos, trabajamos, y vuelta a empezar sin darnos mucha cuenta si realmente estamos contentos con nuestro día a día. Sin parar a pensar ni sentir que en cada día deberíamos tener pequeñas o grandes cuo-tas de felicidad. Esto parecería ser inalcanz-able simplemente por no quererlo ver.

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(Montar bici, sentir el viento en la cara.)

Por Zoe Ponce

81¿Es esa emoción rara que nos sucede entre dos calamidades? ¿Viene en jarras de chela heladita? ¿En unas buenas risas con amigos? ¿En una borrachera criminal con un one night stand included? ¿O simplemente no tiene formato alguno y viene y va como le da la gana?

Hoy en día caminamos, manejamos, corremos, comemos, dormimos, trabajamos y vuelta a empezar, sin darnos mucha cuenta si realmente estamos contentos con nuestro día a día. Sin parar a pensar ni sentir que en cada día deberíamos tener pequeñas o grandes cuotas de felicidad. Esto parecería ser inalcanzable simplemente por no quererlo ver.

Cuando era chica me encantaba jugar con soldaditos, no tanto con muñecas; con mu-ñequitos de Star Wars, no tanto con cocinitas. Pasaba muchos fines de semana jugando con los amigos niños y sus juguetes, me moría de la vergüenza y al final con los años descubrí que a mí lo que me hacía feliz no era tanto jugar con el nerd de Skywalker y sus amigos, sino más bien con el dueño de todos esos persona-jes quienes luego murieron en una mezcla de cemento que hoy seguro forma parte de la casa familiar de ÉL. La felicidad junto al aparecer de las hormonas puede ser casi una tortura. Entonces parece que sí, que toda felicidad es un lapso entre tragedias, entre catástrofes, en-tre roches, entre amores, desamores, hambres, fríos y hormonas.

e chica mi placer más grande era jalar-me mechones de pelo, no comer, jugar en el parque, sacarme algunos mocos,

creer que nadie me miraba, botarlos por ahí. Encerrarme en una carpa improvisada de co-jines, un columpio del jardín. Tirarme panza arriba en el pasto de noche, ver las estrellas y alucinarlas. Meterme en la micropiscina ar-mable con mi tortuga y sentir que estaba en una laguna gigante, flotar en el agua solo con la cara al aire de la tarde, mientras mi mamá hacía el geniograma, esa era su felicidad. Mi sonrisa más grande: cuando ella me regaló mi primera bici, rosada, con cintas a los lados, de segunda mano y de sorpresa. Fue la primera vez que lloré de felicidad. Luego me saqué la mierda en esa bici rosada, en frente de todos los chibolos de la cuadra, lloré nuevamente por primera vez, pero de roche. La felicidad no es eterna.

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ves en un musical de Broadway mientras vas en el Metropolitano en pleno rush hour por el zanjón. Hace unos años, pasando por una no muy endorfinosa época de mi vida, puse en mi CD player (sí… lo sé, pero al menos no dije walkman ya que eso acabaría con mi felicidad actual rápidamente) un disco que llamé “Últi-ma estación esperanza”: todo era Manu Chao, Jarabe de Palo, Pericos y algo más de reggae feliz. Juro haber visto Lima con más colores desde mi propio soundtrack. Pruébalo, saca toda esa música que te hace “pensar” - no seas necio; la línea es muy delgada entre el cool in-teresante y el patético deprimido- y pon Lady Gaga, Shakira (no lo niegues, es el guilty pleasure de varios de nosotros), hasta algo de Rafaella Carrá y baila en la calle mientras la escuchas; si vas en el carro, canta a todo volumen, ríete de los que te miran raro porque eso asegura producir grandes reservas para el resto del día.

Si quieres comer, lamento decir que leí que -contra todo pronóstico-, la gula y la comida chatarra no juegan. Uno debe comer lo que pueda saborear, jugar con sabores, texturas, aromas. Es casi un acto sexual el disfrutar de la comida. Esta puede estimular varias partes de nuestro cuerpo (no solo hacerlas más noto-rias), y ayudar a segregar más endorfinas que una triple whopper con queso, tocino, papas y gaseosa a lo grande. Comer chocolate: yalasa, de hecho todos sabemos cuánto placer puede darnos un rico chocolate. OJO, no te comas el Toblerone gigante de colección limitada, con solo con un par de pedacitos de chocolate la vida puede saberte mejor. Por supuesto que

Nuestro cuerpo produce naturalmente una hormona mágica: la endorfina, que es la res-ponsable de darnos alegrías, eliminar dolores y hasta apaciguar nuestro día, a pesar de cuán lunesdemierdajefebabosocombidelinfiernopo-liciadetransitoporquenotevasacuidarelefante-salzoológico haya sido. Esta maravillosa hor-mona es la encargada de hacer que las flores huelan bien, los jardines se vean verdes, ver niños y te den ganas de tenerlos, que ayudes al viejito a cruzar la calle así él no quiera ir por ahí, que sepas cantar esa canción en tu iPod que está en francés cuando tú a duras penas hablas, escribes y lees en castellano. Endorfi-nas queridas, la vida gracias a ustedes es color de rosa. Y no, no estamos en un rave roleando como los dioses, estamos en nuestros propios cuerpos.

Esta sustancia bioquímica (y sí, lo leí en Google), puede ser tanto un euforizante na-tural como un analgésico autoproducido. Es considerada la verdadera “droga de la felici-dad”, no tiene efectos secundarios (ni bajadón de atracón con munchies, ni te vas a pasar de vueltas por sobredosis); por el contrario, tiene excelentes resultados en nuestro ser.

¿Quieres saber cómo puedes producir más endorfinas y de paso valorar más tu día sin necesidad de comprarte el nuevo celular touch screen wifi mp87 satelital gps mystic drive? Bueno, el secreto es bien simple: mientras más dis-frutas de las cosas que haces, más endorfinas produces. Empieza con cosas simples, como oír música, pon en tu iPod la música que más te haga sonreír, esa que te hace sentir que vi-

Mágica ciencia

Entonces parece que sí, que toda felicidad es un lapso entre tragedias, entre catástro-fes, entre roches, entre amores, desamores, hambres, fríos y hormonas.

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ahí también están los mariscos, de ahí parte su gran mito afrodisíaco (no se lo quitemos que igual nos puede servir), las frutas secas y el pan integral (boooooring, lo sé). La comida de la India, puede dejarte lo más cercano posible a totally wasted después de un buen banquete de sabores y olores. Un ceviche de conchas ne-gras, con una buena dosis extra de fósforo, puede dejarte en un limbo de placer por un buen rato. Disfruta cuando comas, no te atra-gantes.

Para mí comer es uno de los placeres más grandes de la vida, y quienes me conocen des-de hace 15 kilos menos lo pueden confirmar. Puede ser poco o mucho, pero la cosa es que cada sabor te lleve a un trip de deleite, no solo a llenarte la panza. Un poco de champagne y todo en este día puede terminar con una mega sonrisa. Pero no, pues, un poco de champagne dije, ¿qué haces descorchando la tercera bote-lla? La resaca no te augura ratos felices ni de broma.

El deporte, dicen por ahí, también es bue-no para esto, pero esto no lo puedo avalar. Eso sí, el contacto con otros (guarda con la orgía) es básico, nuestro cuerpo arrecho libera más endorfinas que el chocolate gigante antes men-cionado. Que nos hable aquel que nos mueve el piso, que nos susurre algo, que probable-mente nos mande un sms, un Whatsapp, un facebook request, una twiteada, un poke, un mensaje en tu wall, un timbrazo en el msn, una visita por nuestra granja virtual de marihuana, un like en la foto que algún imbécil puso de

nuestro peor ángulo no tan recto y más bien un tanto curvo, etc.; todas esas emociones tontas, señores, segregan endorfinas. Así que no te sientas huachafo por emocionarte, por morderte los labios, por sonreír solito en tu es-critorio, en el paradero mientras lees tu celu, o en el cine cuando todos te odiamos porque suena tu aparatito con la canción “caleta” que le pones a ese calentón de turno. Ni te cuen-to lo que pasa cuando este personaje llega a tocarte, ahí sí empieza la sobreproducción de droguitas de la felicidad. Y bienvenidas sean. Con esto no te estoy diciendo que te revuel-ques al primer baboso que te manda un men-saje de texto, ni al primer stalker de FB que le pone like a todo, que comenta todos tus posts, todos los comentarios que haces en las fotos de amigos en común, que coloca “asistiré” a todos los eventos a los que vas a ir, que es fan de todas las páginas de las que eres fanS, incluso de la de tu mamá, que como no sabe aún usar bien Facebook, en vez de tener perfil tiene, Dios sabe cómo, un fan page, y, mayor misterio, más contactos que tú. Todos hemos pasado por el calentamiento de una noche de verano, invierno, otoño y primavera, nos he-mos dejado llevar por unos tragos de más y todos hemos caído en garras de un maldito, o hemos tenido a un pobre incauto cayendo en las nuestras. Ahí NADA tienen que ver las droguitas felices, chochera, el responsable eres tú. Nada de llorar después por las infelicidades causadas por facilidades de “falicidad”.

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La felicidad es un chela recién destapada, una tarde de sol, un jardín verde, y cero niños gri-tando alrededor. Es encontrarse a uno mismo en el espejo y sentir mariposas en el estóma-go. Es estar tranquilo con quién eres, con lo que pesas, con lo que refleja el espejo y con lo que te grita la balanza (fuck). Es comer miles de sanguchitos triples en mesa de cumpleaños infantil y saltar en el trampolín de la fiesta, un poco en tragos y haciendo el ridículo mientras los niños te odian porque ya no los dejas subir más. Es tener el control remoto de la tele, del DVD y de TODO, sin importar por qué.

Felicidad es esa adrenalina que corre cuan-do te llaman, te miran o te besan y tocan por primera vez. Es ir donde el peluquero y que SÍ te entienda y que NO haga lo que le dé la puta gana y luego ponga cara de culo cuando te quejas sobre tu peinado de Gustavo Cerati en los 80 mientras trata de convencerte que es lo más “audaz” y que estás 14 pasos adelante del resto con este nuevo look. Es maleconear el domingo, con picinic, champagne, sunset, amigos y panza al aire. Es olor a café pasado, a pasto recién cortado, al árbol galán de noche (y un galán de noche y tal vez otro de día); que los perros aprendan a cagar en la calle y que el perro del otro cague en su casa. Comerme el último jelly bean y descubrir uno en mi bolsillo (esperemos que de la misma bolsa), sacarle la lengua a ese chibolo que me mira feo y reírme.

Felicidad es que ese amigo borracho te llame a las 3:00 a.m. para decirte cuánto te quiere aun-que insista en querer venir a tu casa (no con-fundir el amor de un amigo con un booty call, esas son otras sonrisas). Es ir a Polvos Azules y comprar diez películas que, claro, NUN-CA verás. Más feliz puedes ser si no te haces el culto comprando puro cine independiente, checo-serbio-húngaro-malayo y compras una buena huecada en DVD.

Comprar es felicidad frívola, hueca, consu-mista, lo que quieras, pero es felicidad. Zapa-tos, casacas, jeans, bufandas, un saco hermoso, medias de colores y ropa de gimnasio que nun-ca usarás porque en verdad: no lo necesitas, la luz de tu casa no es como la de la tienda, el espejo de tu casa sí es sincero, y, por último, no vas al gimnasio. Es soñar, así no se cumpla, así sea absurdo, así para cumplir tus sueños tengas que irte a Huánuco a pegarle al ganador de los 14 millones de soles de la Tinka. Soñar que viajas, que conoces, que comes, que duermes, que vuelas, que patinas, que ayudas, que das, que te hablan las ballenas. Hay que soñar.

Felicidad es que tu ex te vea sonriente, que lo veas y que no se te mueva ni un pendejo por él (o ella), que quiera acercarse y tú “ni lo veas”. Es beber champagne (ya lo dije, ¿no?), es sudar el sexo hasta que uno no pueda más. Un orgasmo que venga de manos de alguien, no solo de la de uno.

Mis momentos felices:

¿Quieres saber cómo puedes producir más endorfinas y de paso valorar más tu día sin necesidad de comprarte el nuevo celular touch screen wifi mp87 satelital gps mystic drive?

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Hay también risas que no las paga ninguna tarjeta. El niño que corre

descoordinadamente y se cae al piso, el que llega a la orilla del

mar súper cool y se lo lleva una ola dejando ver su no

tan lindo culito al aire, el que está bailando feliz

y bota el trago sobre la chica linda que

quería impresio-nar, su amigo el

fortachón, la BFF y como

a diez per-sonas más ( s i e m p r e es impre-s i o n a n t e

cuánto líqui-do puede entrar

en un vaso de dis-coteca), los bumper stic-

kers de combis, las malas tra-ducciones, los maniquíes muelones.

La felicidad está siendo sobrevaluada, no necesitas irte al Caribe en un all-inclusive-all-you-can-eat-never-gain-weight-party-forever-singles-and-ready-to-mingle-no-clothes-allowed-no-children-on-board-tequila-all-night-caliente-fiesta-cha-cha-cha crucero. Es totalmente válido y divertido, pero qué pasa si en realidad lo que necesitas es si-lencio, leer un libro de esos que hacen que te pierdas del mundo un buen rato. Qué tal si hoy ves una buena película en buena compañía (tú mism@), o si te vas a caminar por el male-cón, respiras aire limpio, tomas un helado o más tarde un emoliente de carretilla, te sientas y ves el mar un rato. Qué tal si sales con tu mejor amig@, que se encuentra en el relego por tu parejita de turno, y bailan juntos toda la noche, así sea en la calle. Qué tal si no dejas de ser niño (aniñado sí, por favor, con eso no pasa nada, es matapasión) y juegas, te diviertes sin roche y sin importarte lo que piensen otros, si te ríes en voz alta o si lloras de la risa por algu-na idiotez. Si con todo esto no te convencí de nada, haz como yo, anda a la farmacia de La Aurora, ahí donde no te piden prescripción y sonríe desde tu visión color de rosa al mundo.

La verdad es que la clave está en mantener-lo simple. Y acá viene la frase más “Deepak-Chopresca” que vaya yo a decir jamás: disfru-tar, aprender y valorar. De lo demás, hay que reírse no más.

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EDICIÓN ESPECIAL

FOTOS: JoC ESCUDERO & JUANFRAN MELGAR

Page 87: Revista Galería Nº3

"Un día soleado, una comida bien hecha, la casa llena de flores y la mirada de los clauns de Bolaroja"

Wendy Ramos – Actriz y claun

Page 88: Revista Galería Nº3

“Poder juntarme con mis 6 hijos y mis 8 nietos,

así salimos a pasear o vamos a un parque”

Elena Altamirano– Comerciante

Page 89: Revista Galería Nº3

Marco Zunino – Actor“Una buena obra de teatro y el primer café del día”

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“El hallazgo inesperado de un objeto o un vinilo

increíble… y comer helado de vainilla

con fudge”

Abel Bentín– Artista plástico

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Jumi Lee– DJ“Haber sido tía y ver sonrisas mientras estoy tocando”

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“Que se cumplan mis objetivos, los de mis hijos y los de mi familia. Me hace feliz regresar a casa luego de haber cumplido una tarea importante y saber que todo ha salido bien”

Gregorio León– Encargado de limpieza

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Jessica Vásquez– Modelo

“Regresar a mi casa y ver que mi hijo ha terminado sus

tareas SOLO”

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“Pasar tiempo con mi familia; ver crecer a mis hijos y sentir que aprenden algo nuevo cada día”

Fabrizio Aguilar– Director y actor

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Sunaime Planas Jean– Asistente Administrativa“Hacer reír a mis amigos. Poder compartir con ellos, salir y divertirme”

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PortafolioIsa Schreyer

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¿Quién Gana?

Hacer deporte Comida chatarra

No existe sensación que se compare a la energía con la que con-tamos después de una rutina de deporte. Puede ser una hora en el gimnasio, un partido de frontón o haber salido a correr alrededor de tu cuadra, el resultado es el mismo: te sientes tan bien contigo mismo que te repites incansablemente que has encontrado tus nuevos hábitos deportivos y que podrías hacer esto siempre. Es más, ya te estás alucinando después de varios meses de arduo tra-bajo físico, luciendo un cuerpo envidiable y sobrellevando el lujo de comer lo que te venga en gana, ya que tu nueva súper rutina quemará todas las calorías por venir.

Mediante la práctica del deporte te asumes mejor persona y en mucho mejor forma que todos esos incautos que han deci-dido ocupar su tiempo con flojera y languidez, así solo estés en tu primera semana de gimnasio. Como ya estás en la posición de decir frases tipo “es que he estado haciendo deporte toda la semana”, o “perdón por no contestarte, estaba entrenando”, te enorgulleces al saber que esa persona con la que hablas podrá llevarse como concepto tuyo que eres alguien disciplinadísimo y bastante fit. Porque, finalmente, haciendo deporte te sientes bien y sintiéndote bien te sientes feliz.

Para votar visítanos en www.revistagaleria.pe

Es barata, es rica y es contundente. Conoces de memoria los sa-bores de cada restaurante, pero el hecho de poder pasear aleato-riamente entre la atractiva variedad de productos en el menú de cada uno es lo que convierte la experiencia de la comida chatarra en ese episodio de tu serie favorita que puedes ver una y otra vez sin aburrirte.

Pedir y comer la comida rápida es siempre un ritual diferen-te: puedes hacerlo directamente en el mismo restaurante, donde probablemente sea inevitable ir comiendo las papas fritas que nos van llegado mientras esperas al protagonista del pedido; puedes también hacerlo vía delivery, donde incluso arriesgándote a que la calidad no sea la óptima, aguardas con cautela y ruegas que los 30 minutos de garantía caduquen porque la comida gratis es más rica; y, finalmente, podemos pasar por el popular drive thru, donde una duendecilla nos hablará en esperanto a través de un inubicable parlante y, aunque a veces no entendamos ni un apio de lo que nos dice, esperaremos con ansias las marrones bolsas de papel reciclado, cuyos aromas nos hacen querer llegar a nues-tro destino más rápido que de costumbre. Disfrutas la comida chatarra porque ya sabes qué pedir, qué te provoca y que al final quedarás satisfecho.

Resultado ¿Quién Gana? edición 02 - iPhone: 63% vs. BlackBerry: 37%

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Cosas para ver

Scream 4

Si bien una película que tenga el número 4 en su título no debería sonarnos interesante, Scream puede claramente ser una de las ex-cepciones. La trilogía inicial significó un hito generacional e histórico para las películas de terror de la época. El cine slasher, en donde un psicópata asesino degüella a jóvenes mu-chachas mientras corren por los techos, busca un regreso triunfal. Elementos clave como una entretenida trama de misterio y personajes aún memorables (Courtney Cox sigue hacien-do de la reportera Gale Weathers la figura es-trella de la película) logran hacer del filme algo que realmente vale la pena ver.

Diez años después de la última entrega de la serie, Sidney Prescott (Neve Campbell) regresa hecha una conocida escritora a su ciudad natal de Woodsboro, lugar donde se desarrolla la primera película y ocurren los asesinatos iniciales. Una serie de muertes que se desatan en el pueblito a raíz del retorno de la protagonista, dan rienda a la nueva historia. Si bien los crímenes y el suspenso siguen el for-mato original, tienen un giro súper 2011 que revalida totalmente la genialidad de la saga.

Director: Wes CravenActores: Neve Campbell, Courtney Cox, David Arquette.

®Warner Bros. Pictures

Harry Potter and the Deathly HallowsPart 2

Tanto para los fanáticos de los libros como de las películas, la entrega final de la saga de Ha-rry Potter es un hito imperdible que marcará sin duda el fin de una era. La irrefutable plu-ma de la autora británica J.K. Rowling cerró la historia del joven mago de la manera más sólida y apoteósica posible, y el director David Yates ha buscado hacerle justicia para poder estar tranquilo sabiendo que los fans no lo lin-charán en la calle con varitas.

Harry Potter está al final de su aventura. No le queda más que enfrentarse al maligno genocida Lord Voldemort para poder, de una vez por todas, acabar con la etapa más catas-trófica que ha vivido el mundo mágico en las últimas décadas. Aunque es la película más corta de toda la saga (solo dura 125 minutos, lo cual es breve en comparación a las otras), la acción y el grado de intensidad de las escenas prometen un final de épicas proporciones.

Director: David YatesActores: Daniel Radcliffe, Emma Watson, Rupert Grint.

®Dimension Films

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Carta Abierta

Estimados amigos de ayer, hoy y mañana:

Siendo esta nuestra primera edición especial y teniendo precisamente como tema central la felicidad, consideramos más que apropiado dirigir nuestra carta abierta a los amigos. No hacemos alusión a alguna amistad puntual, sino a todas esas personas que cada uno de nosotros, por muchísimas razones, puede sentirse libre y feliz de considerar hoy como sus amigos.

Queremos agradecerles, entonces, considerando que -cualquiera que sea el motivo- ustedes decidieron establecer una relación con nosotros y preocuparse en el tiempo de mantenerla vigente. Gracias a los amigos que nos contestaron el teléfono cuando estábamos histéricos y teníamos que desahogarnos rajando un poquillo de aquel personaje que nos jodía la vida; los que nos acompañaron a hacer esos trámites aburridísimos porque les dijimos que sería horrible hacer-los solos; los que se metieron la juerga del año con nosotros y al día siguiente nos llamaron para corroborar si compartíamos el mismo nivel de resaca; los que nos compraron regalos cuando se fueron de viaje; los que conocen nuestro gusto en películas y nos dijeron “esta tengo que verla contigo”; los que nos vieron reír, secar, cantar, bailar, vomitar y llorar, probablemente en ese orden; los que si bien nos saludaron en Facebook por nuestros cumpleaños, escribieron “te veo más tarde”; los que nos perdonaron; los que se llevaron siempre genial con nuestras familias y con ese otro grupo de amigos, aunque no se conocían tanto; a los que les era tan importante darnos su consejo, como escuchar el nuestro; los que se empacharon con nosotros; los que nos dijeron (de corazón) que nues-tro nuevo corte de pelo nos quedaba fatal; los que se amanecieron estudiando con nosotros; y, en general, a todos aquellos amigos que luego de conocernos, decidieron que les gustaría que formáramos parte de sus vidas.

Les agradecemos porque las cosas no hubiesen sido las mismas sin ustedes. Han permitido que nuestras vidas hayan sido, hasta el momento, más divertidas por-que han sido los mejores cómplices, más tranquilas porque han sido inigualables confidentes, más reales porque han estado ahí en las buenas y en las malas, y más completas porque sin ustedes todas las estupideces que hemos hecho juntos no tendrían sentido.

Muchas gracias,

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103Foto: JuanFran Melgar

Pecado RocherLa FolieChef: Andrea y Pilar Balta

Haberle colocado “pecado” en el nombre a este postre no es ningún delirio de grandeza. Empieza con una capa inferior de manjar de yemas, la sigue un praliné de pecanas acarameladas y finaliza una capa de pura Nutella coronada con un bombón Ferrero Rocher. Uno de los postres más ricos que probablemente pruebes en bastante tiempo. No hay nada mejor que ver la cara de la gente cuando da el primer bocado. Chocorgásmico.

Avenida Primavera 1070, Chacarilla.

El Plato

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Porque Sí

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La Cita

Anónimo

“Ser feliz no significa que todo sea perfecto. Significa que has decidido ver más allá de las imperfecciones.”

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El Directorio

Agradecemos a todos aquellos que compartie-ron con nosotros un poco de su felicidad cola-borando con esta edición. Muchísimas gracias a Camila por seguir enseñándonos cositas, a Mario por asumir la revista como suya, a la máxima ejecutiva por creer y confiar, a Die-go por sus datos del arte y a Carlos Abuid que sigue cuidando nuestras espaldas. A Nico Sanseviero por sus rulos de canchita y su pati-neta, a la familia Rodríguez por quererse tan-to, a Anahí Larrañaga por llenarnos la oficina de Burn y bailar sola, a Regina George por su no carbs diet y por tomar MuereTé, a Rubén Mazzini por sus juegos, a Lydia y Charo Lupis por mamás chochas y a Tello por su tecnolo-gía. A Patty Ro por sus manos suavecitas de mamá, a Talía por su hermoso mantel hippie y a la siempre corporativa Señora Valqui de Dawson porque ya es oficial. A Ñaña por su cámara mágica, a Manolo por el arnés (que nunca usamos), a Sebas por sus audífonos gi-gantes, a Migue por su espalda y por comer mucho pollo, a Orana por su maquillaje y a Arturo por sus globos multicolores (aunque se hayan ido volando a los 10 minutos). A Patri-cia Bravo por sus megaeventos. A Pamela y a Blas por haber sido parte de una noche corta pero colorida y a cada uno de los que enten-dieron que si bien esta edición es especial, ser feliz debe siempre ser algo natural.

Si consideras que tienes, o conoces a al-guien que tenga, un trabajo que debería de estar publicado, ya sean textos, fotos, historias, pinturas, diseños o exposiciones caseras de macramé, nos gustaría re-visarlos. Si tienes talento (pero de verdad) para algo en particular, háznoslo [email protected]

BloomC.C. Larcomar Tda. 244, Miraflores444 0882

Converse converse.com.pe

D’ CocinaJorge Chávez 139, Miraflores719 [email protected]

El Closet de mi HermanaColón 380, Miraflores99 428*4588 / 4443649

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Gonzalo Palma Joyas & AccesoriosSan Martín 689, BarrancoGeneral Suárez 450, Miraflores241 0681

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Joaquim MiróC.C. Jockey Plaza Tda. 112, Surco711 9706

La FoliePrimavera 1070, Chacarilla, Surco372 1502

La Vie En RoseConquistadores 904, San Isidro421 3505

Lima Yogalimayoga.com

Miss Cupcakesmisscupcakes.pe

NikeC.C. Jockey Plaza Tda. A2-10, Surco436 1999

Orana Velarde99 405*8412

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RSVPC.C. El Polo II, Surco435 1943

Steve MaddenC.C. Jockey Plaza Tda. 168, Surco435 1619

SiranaDasso 120, San Isidro

Swarovski C.C. Jockey Plaza Tda. 246, Surco 719 5616

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