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    Editorial Inter-Médica S.A.I.C.I. • Junín 917 – Piso 1º “A” • C1113AAC • Ciudad Autónoma de Buenos Aires – República ArgentinaTels.: (54-11) 4961-7249 – 4961-9234 – 4962-3145 • FAX: (54-11) 4961-5572E-mail: [email protected] • E-mail: [email protected] • http://www.inter-medica. com.ar

    PEQUEÑOS ANIMALES

    Autor: Nélida Gómez,Nora Guida

    Presentación: tapa duraFormato: 20 x 28 cmPáginas: 600Ilustraciones: en colorEdición: 2010ISBN: 978-950-555-360-0

    Esta obra aporta información novedosa tanto a losfundamentos teóricos como a la metodología diag-nóstica y la terapéutica, facilitando la compresión ydando respuestas claras a las inquietudes del veteri-nario clínico.

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    Editorial Inter-Médica S.A.I.C.I. • Junín 917 – Piso 1º “A” • C1113AAC • Ciudad Autónoma de Buenos Aires – República ArgentinaTels.: (54-11) 4961-7249 – 4961-9234 – 4962-3145 • FAX: (54-11) 4961-5572E-mail: [email protected] • E-mail: [email protected] • http://www.inter-medica. com.ar

    Sección I Introducción

    Capítulo 1. Las enfermedades infecciosas en los perros y gatos

    Capítulo 2. Regulación de la respuesta inmune

    Capítulo 3. Inmunidad en mucosas

    Capítulo 4. Inmunidad y nutrición

    Capítulo 5. Valor diagnóstico de las pruebas de laboratorio de rutina

    Capítulo 6. Diagnóstico de las enfermedades micóticas

    Capítulo 7. Diagnóstico de las enfermedades virales

    Capítulo 8. Diagnóstico de las enfermedades bacterianas

    Capítulo 9. Vacunación

    Capítulo 10. Perspectivas en inmunoterapia

    Sección II Enfermedades infecciosas de los caninos

    Enfermedades virales

    Capítulo 11. Moquillo canino

    Capítulo 12. Hepatitis infecciosa canina

    Capítulo 13. Traqueobronquitis infecciosa canina

    Capítulo 14. Parvovirosis canina

    Capítulo 15. Rabia

    Enfermedades bacterianas

    Capítulo 16. Leptospirosis

    Capítulo 17. Brucelosis

    Capítulo 18. Tuberculosis

    Capítulo 19. Estreptococosis

    Capítulo 20. Enfermedades entéricas bacterianas (enterotoxe-

    mias)

    Capítulo 21. Tétanos

    Capítulo 22. Bordetelosis

    Enfermedades rickettsiales

    Capítulo 23. Ehrlichiosis

    Capítulo 24. Fiebre maculosa de las Montañas Rocosas

    Capítulo 25. Fiebre Q 

    Enfermedades micóticas

    Capítulo 26. Dermatotosis

    Capítulo 27. Malassezias. introducción

    Capítulo 28. Malassezias como agentes de otitis externas

    Capítulo 29. Malassezias como agentes de dermatitis

    Capítulo 30. Criptococosis

    Capítulo 31. Coccidioidomicosis

    Capítulo 32. Aspergilosis

    Capítulo 33. HistoplasmosisEnfermedades producidas por protozoos

    Capítulo 34. Toxoplasmosis

    Capítulo 35. Neosporosis

    Capítulo 36. Coccidiosis

    Capítulo 37. Leishmaniasis

    Capítulo 38. Tripanosomiasis americana (enfermedad de Chagas-Mazza)

    Capítulo 39. Babesiosis

    Capítulo 40. Hepatozoonosis

    Capítulo 41. Giardiasis, tricomoniasis e infección por Entamoeba

    Capítulo 42. Criptosporidiosis

    Sección III Enfermedades infecciosas de los felinos

    Enfermedades virales

    Capítulo 43. Complejo respiratorio felino

    Capítulo 44. Virus de inmunodeciencia felina

    Capítulo 45. Virus de leucemia felina

    Capítulo 46. Peritonitis infecciosa felina

    Capítulo 47. Panleucopenia

    Enfermedades bacterianas

    Capítulo 48. Tuberculosis

    Capítulo 49. Clamidiasis

    Capítulo 50. Otras enfermedades bacterianas

    Enfermedades rickettsiales y micoplasmales

    Capítulo 51. Ehrlichiosis

    Capítulo 52. Hemobartonelosis

    Enfermedades micóticas

    Capítulo 53. Dermatomicosis

    Capítulo 54. Malassezias

    Capítulo 55. Criptococosis

    Capítulo 56. Esporotricosis

    Enfermedades producidas por protozoos

    Capítulo 57. Toxoplasmosis

    Capítulo 58. Coccidiosis

    Capítulo 59. Leishmaniasis

    Capítulo 60. Tripanosomiasis

    Capítulo 61. Babesiosis

    Capítulo 62. Hepatozoonosis

    Capítulo 63. Criptosporidiosis

    Sección IV Zoonosis

    Capítulo 64. Alcances del término, clasicación y zoonosis

    Capítulo 65. Zoonosis parasitarias

    Capítulo 66. Leishmaniasis

    Capítulo 67. Patología zoonótica provocada por agresión con-

    tacto con animales

    Capítulo 68. Recomendaciones para personas inmunocomprometidas

    Sección V Apéndices

    Apéndice 1. Plan de vacunación para perros

    Apéndice 2. Plan de vacunación para gatos

    Apéndice 3. Vademecum infectológico

    Apéndice 4. Enfermedades transmitidas por vectores

    Apéndice 5. Leptospirosis. consideraciones epidemiológicas

    Contenido

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    estos hialinos tabicados) provee una muy cierta infor-

    mación diagnóstica, a partir de la cual es posible ini-

    ciar el tratamiento antes de obtener los cultivos. Por

    ejemplo, se pueden observar levaduras monogeman-tes de Malassezia en escamas de piel o exudados óti-

    cos y levaduras intracelulares las cuales, con tinción

    con Giemsa, presentan una morfología en casquete

    que sugiere Histoplasma capsulatum. Asimismo, el

    LCR montado con tinta china permite observar leva-

    duras capsuladas de Criptococcus neoformans. La

    presencia de micelio cenocítico (sin tabiques) en se-

    creciones nasales o en biopsias indicaría mucormico-

    sis, y la de micelio pigmentado y tabicado hace

    referencia a feohifomicosis.

    CULTIVOS DE MUESTRAS

    Éste es un procedimiento diagnóstico lento, peroespecífico, que permite establecer con certeza elagente etiológico (género y especie) para iniciar el

    DIAGNÓSTICO DE LAS ENFERMEDADES MICÓTICAS

    65

       S   E   C   C   I    Ó

       N

       I  :

       I  n   t  r  o   d  u  c

      c   i   ó  n

    Tabla 6-4. Técnicas para observación microscópica

    EN FRESCO

    Dermatofitosis, candidiasis, pitiriasis, cromomicosis o

    granos de micetomas. KOH 20-40%

    Criptococosis. LCR con tinta china

    Feohifomicosis, hialohifomicosis, aspergilosis, mucormi-

    cosis coccidioidomicosis, levaduras de Paracoccidiodes 

    brasiliensis. Frotis montado con agua destilada

    TINCIONES

    Giemsa. Esporotricosis, histoplasmosis, coccidioidomi-

    cosis, neumocistosisZiehl-Neelsen o Kinyoun. Micetomas por Nocardia  spp

    u otras bacterias filamentosas

    PAS, Gomori. Paracoccidioidomicosis, histoplasmosis

    Figura 6-1. Malassezia, estado fresco, 40X. Figura 6-3. Criptococcus neoformans,estado fresco, 40X.

    Figura 6-2. Actinomycetales, coloración de Kinyoun, 100X.

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    tratamiento específico y conocer la epidemiología

    de la micosis.

    El medio habitual para el desarrollo fúngico es el agar

    glucosado de Sabouraud con antibióticos de amplio es-

    pectro. Se coloca en tubos de ensayo y se deja solidificarinclinado para que se constituya en “pico de flauta”. Se

    recomienda sembrar 4 tubos por muestra e incubar a 28

    y 37 ºC en aerobiosis durante 15 a 21 días. Se observa el

    desarrollo de las colonias y se describe sus aspecto ma-

    cromorfológico (textura, color, presencia de pigmentos,

    etc.) y micromorfológico (hifas y fructificación asexuada).

    Una vez que se ha aislado el hongo en cultivo, se

    realiza la identificación a nivel de especie. Existen dife-

    rencias importantes en el tiempo requerido para el re-

    conocimiento de los hongos filamentosos y los leva-

     duriformes.

    La determinación de los hongos filamentosos se

    basa, fundamentalmente, en criterios morfológicos, y la

    rapidez con que se la puede alcanzar depende del

    tiempo que tarda el hongo en formar las estructuras que

    se utilizan para su identificación. Las levaduras se re-

    conocen mediante criterios morfológicos y fisiológicos,

    por lo que este proceso suele ser más rápido que el re-

    ferido a los hongos filamentosos. Las pruebas más uti-

    lizadas son las que se basan en la asimilación de

    azúcares y otros compuestos que inducen el creci-

    miento fúngico y que tardan en dar resultados entre 15

    y 72 horas. Sin embargo, están comercializándose prue-bas basadas en la detección de actividades enzimáti-

    cas y estudios inmunológicos, que permiten identificar

    rápidamente las levaduras en medio cromogénico

    (CHROMagar) y posteriormente realizar la determinación

    por microcultivo en agar leche y pruebas bioquímicas de

    asimilación de azúcares (API36) (figs. 6-4 a 6-5).

    La mayoría de las infecciones fúngicas del tracto uri-

    nario causadas por levaduras son asintomáticas, y se

    considera significativo un valor mayor que 100.000 uni-dades formadoras de colonias (UFC).

    Para los hemocultivos, se utiliza la técnica de lisis y

    centrifugación. En ésta, la muestra de sangre debe

    tomar contacto con una solución de lisis que destruye

    todas las células sanguíneas; luego, por centrifugación,

    se obtiene un sedimento que se siembra en agar cho-

    colate a 35 °C por 3 días (para el diagnóstico bacte-

    riano) y en agar glucosado de Sabouraud, a 30 °C,

    hasta 14 días.

    Consideraciones sobre los medios de cultivo

    La elección del medio depende de la muestra y del pa-

    tógeno sospechado, y muchas veces está orientada por

    el resultado del examen directo. La observación de Ma-

    lassezia lleva a cultivar en medio de Sabouraud con

    aceite de oliva o medio de Dixon. Actualmente, el medio

    Lactrimel (leche, harina de trigo, miel) se ha convertido

    en el ideal para el aislamiento de dermatófitos. El uso

    de la infusión cerebro-corazón a 37 ºC es recomenda-

    ble para el crecimiento de levaduras de Paracoccidioi-

    des brasiliensis y de Histoplasma capsulatum. Losmedios agar papa y Czapek resultan de utilidad para fo-

    mentar la fructificación asexuada.

    Una vez obtenido el cultivo, se procede a la obser-

    vación macro y micromorfológica de las colonias, y el

    estudio de las características bioquímicas

    en el caso de las levaduras (Candida, Crypto-

    coccus).

    BÚSQUEDA DE ANTÍGENOS

    Este estudio consiste en la identificación demetabolitos del agente etiológico, (por ej.,

    mucopolisacáridos capsulares), mediante

    técnicas como aglutinación en látex y ELISA

    (criptococosis). El glucano es un componente

    de la pared celular fúngica que se libera du-

    rante la infección y puede detectarse en el

    suero de pacientes con varias micosis (can-

    didiasis, aspergilosis y neumocistosis), utili-

    zando dos sistemas comercializados. El

    resultado positivo de esta prueba puede em-

    plearse como marcador de infección fúngica,

    pero no permite identificar la especie.

    ENFERMEDADES INFECCIOSAS DE LOS CANINOS Y FELINOS

    66

    Figura 6-4. Microsporum canis, cultivo en Lactrimel.

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    Otra alternativa es la detección de com-

    ponentes no antigénicos, como el lD-arabi-

    nitol, el (1-3)-β-D-glucano y el ADN. Sin

    embargo, ésta se encuentra en estudio y las

    pruebas comercializadas que existen parala detección de algunos de estos compo-

    nentes son muy poco utilizadas en la actua-

    lidad.

    La detección de ADN en la muestra clínica

    se realiza por amplificación mediante la reac-

    ción en cadena de la polimerasa (PCR) de se-

    cuencias conservadas en todos los hongos

    (PCR panfúngica) o de secuencias específi-

    cas de una especie (PCR específica), y son-

    das de ADN.

    Se han desarrollado técnicas para la de-

    tección de antígenos para aspergilosis, can-

    didiasis, criptococosis e histoplasmosis, entre

    otras. La biología molecular se ha utilizado principal-

    mente en genotipificación, en epidemiología para de-

    tectar si hay brotes y en estudios epidemiológicos para

    la identificación de género y especie.

    BÚSQUEDA DE ANTICUERPOS

    Este proceso se utiliza con el fin de identificar la pre-

    sencia de anticuerpos e inmunoglobulinas (IgM, IgG).Existen distintos métodos:

    inmunodifusión, contrainmunoe-

    lectroforesis.

    fijación de complemento, ELISA.

    aglutinación de partículas de

    látex, ELISA, radioinmunoensayo.

    La detección de anticuerpos es útil para el diag-

    nóstico y requiere del funcionamiento apropiado de

    la respuesta humoral, por lo cual es aplicable en pa-

    cientes inmunocompetentes. Independientemente dela técnica utilizada, el diagnóstico serológico para la

    DIAGNÓSTICO DE LAS ENFERMEDADES MICÓTICAS

    67

       S   E   C   C   I    Ó

       N

       I  :

       I  n   t  r  o   d  u  c

      c   i   ó  n

    Tabla 6-5. Diagnóstico

    EXAMEN CLÍNICO. Reseña. Anamnesis. Examen objetivo general. Examen objetivo particular. Examen de aparatosy sistemas

    DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES

    PRUEBAS COMPLEMENTARIAS

    LABORATORIO DE ANÁLISIS CLÍNICOS Sangre, orina, líquidos cavitarios, otrosDIAGNÓSTICO POR IMÁGENES Radiología, ecografía, resonancia magnética, otros

    FrescoEtiológico

    LESIÓNColoración

    CitológicoDIAGNÓSTICO MICOLÓGICO Histopatológico

    AntígenosSEROLOGÍA

    Anticuerpos

    {

      {   {

    {

    Figura 6-5. Aspergillus fumigatus,conidios, en azul de lactofenol, 40X.

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    mia o sin ella, anorexia y pérdida de

    peso marcada.

    También es posible, aunque menos

    frecuente, la localización digestiva. En

    este caso, los signos son síndrome fe-bril, anorexia, pérdida de peso, vómitos,

    diarrea, aumento de los ganglios linfáti-

    cos mesentéricos, hepato y esplenome-

    galia y, a veces, colecta abdominal. Se

    han reportado muy esporádicamente lo-

    calizaciones cutánea, ósea, articular y

    genital.

    En la rutina de laboratorio pueden

    detectarse anemia arregenerativa, leu-

    cocitosis, hiperglobulinemia y altera-

    ción de otros parámetros bioquímicos,

    según el órgano afectado.

    DIAGNÓSTICO

    Desde el punto de vista clínico, el diagnóstico de esta

    enfermedad debe tenerse presente en los pacientes con

    los signos antes mencionados, y puede ser muy orien-

    tadora la toma de muestras para citología y coloración

    de Ziehl-Neelsen.

    Si el perro presenta una neumonía,

    por ejemplo, se puede optar por la reali-

    zación de una punción de tórax o de un

    lavado traqueal, a fin de obtener una

    muestra para citología (y de ser posiblepara cultivo), con el objeto de identificar

    al agente causal. Si hay tuberculosis, la

    citología revela una población inflamato-

    ria compuesta por leucocitos polimorfo-

    nucleares, neutrófilos y macrófagos. La

    coloración de Ziehl-Neelsen demuestra

    microorganismos bacilares ácido-alcohol

    resistentes, pero debe tenerse en cuen-

    ta que algunas micobacterias atípicas

    pueden dar positiva esta coloración. Por

    ello, ésta es una prueba presuntiva y no

    confirmativa. Del mismo modo, la histo-patología aporta evidencias presuntivas,

    pues, por su intermedio, se observan los

    típicos granulomas y en su periferia se

    detectan los bacilos ácido-alcohol resis-

    tentes.

    Las muestras para citología pueden

    obtenerse por medio de abdominocen-

    tesis, toracocentesis, lavado traqueal,

    punción de tórax, punción y aspiración

    con aguja fina de granulomas (guiada o

    no con ecografía, según el tejido que se

    estudie).

    ENFERMEDADES INFECCIOSAS DE LOS CANINOS Y FELINOS

    178

    Figura 18-2. Ganglios mediastínicos con granulomas y pulmones con TBCmiliar en un felino.

    Figura 18-3. Ganglios mesentéricos infartados por tuberculosis en un perro.

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    Diagnóstico de laboratorio

    El diagnóstico de laboratorio en los caninos es relativa-

    mente complejo.

    Las técnicas serológicas como ELISA o Western blotno son confiables; esto se apoya en que la inmunidad

    contra la tuberculosis es mayoritariamente de tipo celu-

    lar. En los casos crónicos con una evolución muy pro-

    longada, pueden dar resultados valorables, siempre y

    cuando se acompañen de un diagnóstico clínico riguroso.

    Las pruebas alérgicas en los carnívoros no tienen el

    valor diagnóstico relevante que se les atribuye para los

    bovinos. Ponen en evidencia una respuesta inmunoló-

    gica específica mediada por células de hipersensibili-

    dad retarda de tipo IV. Se utiliza la tuberculina bovina,

    pero en diferente concentración que en bovinos.

    En la Argentina, la Resolución 115/99 que regla-

    menta el Plan Nacional de Control y Erradicación de la

    Tuberculosis Bovina indica que no debe emplearse la

    prueba tuberculínica en perros y gatos debido a los re-

    sultados erráticos que tiene en estas especies.

    La inoculación por vía subcutánea o intravenosa pro-

    duce una reacción general en el enfermo, manifestada

    por un aumento de la temperatura corporal y gran aba-

    timiento. La inoculación intradérmica se realiza con PPD

    o BCG en el pliegue interno del flanco del muslo o en la

    cara interna de la oreja. Los resultados positivos se in-

    terpretan por una reacción local en el punto de inocula-ción que causa calor, elevación e induración y que

    puede llegar a necrosarse. Lamentablemente, los re-

    sultados son variables.

    El diagnóstico molecular permite identificar y carac-

    terizar organismos mediante el análisis de sus ácidos

    nucleicos, sin diferenciar entre vivos y muertos. La PCR

    es el método de identificación más utilizado, rápido,

    sencillo, y tiene altos niveles de sensibilidad y especifi-

    cidad. Se lo puede usar directamente en muestras de

    biopsias, líquidos de punción, lavados traqueobron-

    queales, etc., o sobre aislamientos desarrollados en cul-

    tivos.Finalmente, ante la sospecha de TBC en un canino,

    los métodos objetivos como el citológico y el histopa-

    tológico, ya comentados, brindan un reconocimiento

    efectivo que, confrontado con los datos clínicos y epi-

    demiológicos, puede orientar cómodamente el diag-

    nóstico de tuberculosis.

    Los métodos subjetivos como las técnicas serológi-

    cas o alérgicas no son confiables ni se deben utilizar

    como rutina para el diagnóstico de la TBC en perros y

    gatos.

    Las técnicas de biología molecular aplicadas al diag-

    nóstico permiten definir aquellas situaciones dudosas

    o sospechosas que pueden generarse en algunos casos

    con los métodos convencionales, pero aún no los rem-

    plazan.

    Sin embargo, en vista de que esta enfermedad es

    una zoonosis, resulta relevante su confirmación defini-tiva. Para ello, el aislamiento mediante el cultivo bacte-

    riológico continúa siendo el método de excelencia. Se

    utilizan medios que deben contener glicerol o piruvato,

    como el de Lowenstein-Jensen o el de Stonebrink, res-

    pectivamente. También se puede usar un medio sinté-

    tico de agar como el de Middlebrook 7H10 o 7H11. Los

    cultivos se incuban durante 8 semanas a 37 ºC y se exa-

    minan a intervalos semanales durante el período de in-

    cubación.

    Como los perros y gatos son susceptibles a los com-

    plejos M. tuberculosis, M. bovis y M. avium, los aislados

    deben tipificarse, ya sea por métodos bacteriológicos o

    moleculares. Los primeros se basan en el tiempo y la

    temperatura de crecimiento, la morfología de colonias y

    la evaluación enzimática y bioquímica.

    Diferentes técnicas basadas en la PCR han simplifi-

    cado notoriamente los estudios de tipificación mole-

    cular. Para diferenciar genéticamente el complejo

    Mycobacterium tuberculosis del resto de las micobac-

    terias que integran el género, se pueden utilizar técnicas

    basadas en el estudio del polimorfismo de la región de

    repeticiones directas (DR, del inglés direct repeat),

    como el Spoligotyping. Asimismo, se puede recurrir a latécnica de PRA (del inglés PCR-restriction fragment

    length polymorphism analysis), aunque ésta se usa prin-

    cipalmente para la identificación de las micobacterias

    “atípicas”.

    RIESGOS PARA LA SALUD PÚBLICA

    Los animales infectados pueden actuar como disemina-

    dores de la bacteria en el medio. Las recomendaciones

    relativas a los pacientes deben realizarse en función de

    la legislación vigente en cada país. En términos genera-les, puede decirse que existen dos opciones: la eutana-

    sia del paciente y el tratamiento.

    No hay casos informados de contagio del perro al

    hombre, pero sí a la inversa. De todos modos, el riesgo

    potencial de zoonosis existe y deben extremarse los cui-

    dados, especialmente en las personas inmunocompro-

    metidas en contacto con estos animales, y promover

    una consulta en el centro de referencia humano.

    En la Argentina, la Ley Nº 15.465 establece la obli-

    gatoriedad, en todo el territorio de la Nación, de notificar

    los casos de tuberculosis a las autoridades sanitarias

    más próximas. La denuncia debe ser hecha por el vete-

    TUBERCULOSIS

    179

       S   E   C   C

       I    Ó   N   I   I  :

       E  n   f  e  r  m  e   d  a   d

      e  s   i  n   f  e  c  c   i  o  s  a  s

       d  e   l  o  s

      c  a  n   i  n  o  s

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    PATOGENIA

    El CoVF ingresa al organismo generalmente por vía oral (a

    veces por inhalación) e infecta las células mononucleares

    del tejido linfoide reticular en la zona de penetración.Entre la penetración y la primera viremia, transcurre

    1 semana durante la cual se distribuye en hígado, bazo,

    ganglios linfáticos, sistema de monocitos-macrófagos

    (los macrófagos son las células blanco) y células de pe-

    queños vasos sanguíneos. Luego, se produce una se-

    gunda viremia, que resulta en una mayor distribución

    en el organismo.

    El virus, unido a los mononucleares infectados y a

    las células inflamatorias, se deposita en las paredes de

    los vasos, donde produce una hipersensibilidad de tipo

    III con daño vascular (vasculitis) por acción del comple-

    mento. Esto causa escape de componentes ricos en fi-

    brina hacia los espacios intercelulares, con acumulación

    de líquido en las cavidades corporales.

    Los anticuerpos séricos producirían una aceleración

    del proceso por formación de complejos inmunes, que

    perpetuarían la reacción de hipersensibilidad. Así, la res-

    puesta inmune misma es la que contribuye al proceso

    destructivo progresivo de la enfermedad.

    SIGNOS CLÍNICOS

    La incidencia es mayor entre los 6 meses y 2 años, es

    esporádica entre los 5 y 13 años, y vuelve a aumentar

    a partir de los 14 años. Los gatitos son susceptibles de

    infectarse a partir de las 5-7 semanas de vida, cuando

    descienden los anticuerpos maternos.

    La enfermedad tiene un período de incubación va-

    riable, por lo general de 1 a 2 semanas, aunque en al-

    gunos casos puede durar varios meses o incluso años.

    Tradicionalmente, se ha considerado la existencia de

    dos presentaciones:

    La forma efusiva o húmeda. La forma no efusiva o seca.

    Ambas formas pueden combinarse a lo largo del

    curso de la enfermedad; estos cambios se correlacio-

    nan con las alteraciones que sufre la inmunidad del pa-

    ciente.

    Tanto la forma húmeda como la seca comparten una

    serie de signos inespecíficos, que se presentan al co-

    mienzo del proceso:

    Fiebre crónica fluctuante que no responde a anti-bióticos.

    Anorexia.

    Depresión.

    Pérdida de peso.

    Ictericia.

    Posteriormente, aparecen los síntomas que van a

    definir la presentación de la enfermedad.

    Es la presentación aguda de la enfer-medad. Su principal característica es la acumula-

    ción de un exudado no séptico en la cavidad pe-

     ritoneal o pleural (o ambas), que produce, respecti-

    vamente, distensión abdominal (75% de los casos)

    o disnea (25% de los casos). Pueden palparse

    masas en abdomen por adherencias epiploicas y

    viscerales, y aumento de los ganglios linfáticos me-

    sentéricos. (Figs. 46-1 y 46-2.)

    Es un proceso de desarrollo máslento, en el que se ven implicados diferentes órga-

    nos, con reacciones inflamatorias, granulomatosas

    y necrosis. Los órganos abdominales son los que

    con más frecuencia presentan granulomas, funda-

    mentalmente el riñón y los ganglios linfáticos me-

    sentéricos, y, en menor grado, el hígado, bazo o

    ciego. Los síntomas dependen de la capacidad que

    tengan los órganos afectados para realizar su fun-

    ción. (Figs. 46-3 a 46-5.)

    Puede verse afectado el sistema nervioso cen-tral. Así, la parálisis del tren posterior (el signo

    neurológico más frecuente) está asociada a le-

    siones medulares, y las lesiones centrales (me-

    ningitis e hidrocefalia por la acción viral) pueden

    ENFERMEDADES INFECCIOSAS DE LOS CANINOS Y FELINOS

    380

    Figura 46-1. Colecta abdominal.

  • 8/18/2019 ENFERM. INFECC. EN CANINOS Y FEL..pdf

    9/9

    provocar demencia, tics nerviosos, cambios de

    personalidad y convulsiones. Debe recordarse

    que la PIF es la causa infecciosa más frecuente

    de signos neurológicos en los felinos y, según

    nuestra experiencia, de los casos de evolución

    más desfavorables y de peor respuesta al trata-

    miento.10

    Las lesiones oculares son frecuentes y afectan el

    tracto uveal, con iridociclitis, hipopión, hipema, si-

    nequias anteriores, precipitados queratínicos,

    edema y vascularización corneal. Al fondo de ojo,pueden observarse manguitos vasculares retinia-

    nos. Un 15% de los gatos con PIF presentan, exclu-

    sivamente, lesiones oculares.

    En la cavidad torácica hay una sintomatología

    más difusa, debida a pleuritis, infiltrados peribron-

    quiales o pericarditis relacionada. Los procesos

    no suelen ser evidentes, pero sí pueden apre-

    ciarse esporádicamente los síntomas de una neu-

    monía piogranulomatosa.

    También se describe una PIF colónica o intestinal,con lesiones en el colon, cerca de la unión ileocólica y,

    a veces, en el intestino delgado. Por lo general, los sig-

    nos son estreñimiento, diarrea crónica o vómitos.

    DIAGNÓSTICO

    El diagnóstico de la PIF es difícil de lograr, dada la su-

    perposición de signos con muchas otras patologías, y

    por no existir una única prueba específica. La presen-

    cia del virus en un animal o la determinación de los an-

    ticuerpos no necesariamente implican que ese individuo

    vaya a padecer la enfermedad.

    Debe tenerse en cuenta que los pacientes con PIF,

    en general, provienen de ambientes donde conviven

    muchos gatos (criaderos, refugios, guarderías) y suele

    haber un antecedente de estrés en los meses previos a

    la aparición del cuadro.

    El diagnóstico se basa en varios elementos: signolo-

    gía clínica; hematología y bioquímica; relación albú-

    mina/globulina en suero o en la efusión; medición de la

    glucoproteína ácida (GPA); citología del líquido de de-

    rrame; titulación de anticuerpos anticoronavirus; y PCR.Todos estos datos deben interpretarse en su conjunto,

    priorizando el criterio clínico. El único diagnóstico defi-

    nitivo es el histopatológico.

    Hematología

    El hemograma muestra una anemia no regenerativa

    (hematócrito de 30 o menor) y, a veces, neutrofilia

    con desvío a la izquierda. Este patrón suele darse

    también en las infecciones crónicas. El frotis sanguí-

    neo también sirve para diferenciar la enfermedad deaquella causada por Haemobartonella, ya que en

    esta última se puede ver el parásito, y la anemia es

    regenerativa.

    Relación albúmina/globulina (A/G)

    En la PIF efusiva, este parámetro se mide en el exu-

    dado. La proteína total es mayor que 3,5 g/dl, con mayor

    cantidad de globulinas que albúminas (lo que disminuye

    la relación A/G). Para la PIF no efusiva se mide en suero

    o plasma, y, en general, da un valor de globulinas mayor

    que 4 g/dl. La electroforesis de proteínas séricas revela

    PERITONITIS INFECCIOSA FELINA

       S   E   C   C   I    Ó   N   I   I   I  :

       E  n   f  e  r  m  e   d

      a   d  e  s   i  n   f  e  c  c   i  o  s  a  s

       d  e

       l  o  s   f  e   l   i  n  o  s

    381

    Figura 46-2. Vasculitis y perivasculitis.

    Figura 46-3. Granulomas en un riñón.