David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profecía

download David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profecía

of 216

Transcript of David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profecía

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    1/216

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    2/216

    La senda de la profeca(Crnicas de Belgarath I)

    David Eddings

    Ttulo de la edicin original: Pawn of Prophecy

    Traduccin: Ciruelo CabralDiseo: Bhrle/MutterIlustracin: Xavier MartnezFoto de solapa: Richard Heinzen 1982 by David Eddings Editorial Timun Mas, S.A., 1989Depsito legal: B. 31348-1996ISBN 84-226-5921-2 Tomo I)ISBN 84-226-5924-7 (Obra completa)Edicin digital de Elfowar. Correccin de Cymoril. 2003.

    2

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    3/216

    Contraportada

    Belgarath el Hechicero atraves la tenebrosa Ciudad de la Noche bajo la formade un gran lobo, y gui a Cherek y a sus hijos hacia la torre de hierro de Torak, el diosMaldito. Una vez all, Belgarath se transform de nuevo en hombre y condujo a todoshasta los oxidados peldaos de una escalera por la que ningn hombre haba subidodesde haca dos mil aos.

    Llegaron a la cmara donde Torak, el dios mutilado, permaneca adormecido yatormentado por el dolor, con su rostro horriblemente marcado y oculto tras unamscara de hierro, porque al principio de la existencia haba querido dominar todo elmundo y para ello se apoder del Orbe creado por Aldur.

    Pasaron ante el dios y llegaron a la estancia donde el Orbe se hallaba oculto yprotegido dentro de una urna tambin de hierro. Cherek urgi a Belgarath a tomar elOrbe, pero el Hechicero se neg. "Yo no puedo tocarlo. Si cualquier hombre con el msleve asomo de maldad en su interior trata de hacerlo, el Orbe lo destruir de la mismamanera que quem a Torak. Slo un ser de corazn puro podr cogerlo paraprotegernos a todos del dios Maldito".

    3

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    4/216

    Para Theone,

    que me cont historiasy no pudo quedarse a leer las mas,

    y para Arthur,

    que me mostr el camino

    para convertirme en un hombre...

    y an sigue hacindolo.

    4

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    5/216

    5

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    6/216

    Prlogo

    Sobre la Historia de la Guerra de los Dioses y los Actos de Belgarath el Hechicero, adaptado de El Libra de Alorn

    Cuando el mundo era nuevo, los siete dioses vivan en armona y las razas del

    hombre eran un solo pueblo. Belar, el mas joven de los dioses, era amado por losalorn. El se instal entre ellos y los estim, y los alorn prosperaron bajo su cuidado.Los dems dioses tambin reunieron gente en torno a ellos y cada dios estim a supueblo.

    Pero Aldur, el hermano mayor de Belar, era un dios sin pueblo. Aldur viviapartado de hombres y dioses hasta el da en que un nio vagabundo lo busc y sepresent ante l. Aldur acept al nio como discpulo y lo llam Belgarath. Belgarathaprendi el secreto de la Voluntad y del Mundo y se convirti en hechicero. En los aossiguientes, hubo otros que acudieron tambin en busca del dios solitario. Estos secongregaron en hermandad a los pies de Aldur para aprender de l y el tiempo no lostoco.

    Sucedi entonces que Aldur tom del suelo una piedra con la forma de unglobo, no mayor que el corazn de un nio, y le dio vueltas en su mano hasta que lapiedra se convirti en un espritu vivo. El poder de la joya viviente, que los hombresllamaron el Orbe de Aldur, era muy grande, y Aldur obr maravillas con ella.

    De todos los dioses, Torak era el mas hermoso y su pueblo eran los angaraks.Estos quemaban sacrificios ante l y lo llamaban Seor de Seores. Torak encontrabadulces el olor de los sacrificios y las palabras de adoracin. Lleg el da, sin embargo,en que supo de la existencia del Orbe de Aldur y, desde aquel momento, no conoci lapaz.

    Por ultimo, disimulando sus sentimientos, acudi a ver a Aldur.Hermano mo dijo Torak, no est bien que te mantengas apartado de

    nuestra compaa y consejo. Desprndete de esa joya que ha seducido tu mente y laha enajenado de nuestra camaradera.

    Aldur mir en el interior del alma de su hermano y lo increp:Por qu buscas el poder y el dominio, Torak? No te basta con los angaraks?

    No permitas que tu orgullo te lleve a desear la posesin del Orbe, o ste acabarcontigo.

    Grande fue la vergenza que sinti Torak ante las palabras de Aldur. Alz elpuo, lo golpe, y, tras apoderarse de la piedra, huy.

    Los dems dioses le suplicaron que devolviera el Orbe, pero Torak se neg.Entonces, las razas del hombre se levantaron y se dirigieron contra las huestes de losangaraks y les declararon la guerra. Las guerras de los dioses y de los hombres sesucedieron con saa por la tierra hasta que, cerca de las alturas de Korim, Toraklevant el Orbe y le impuso su voluntad y lo oblig a partir la tierra en dos. Lasmontaas se derrumbaron y el mar penetr en los terrenos bajos, pero Belar y Aldurunieron sus voluntades y lograron poner lmites al mar. No obstante, las razas de loshombres quedaron separadas unas de otras y lo mismo sucedi a los dioses.

    6

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    7/216

    Pero cuando Torak levant el Orbe viviente y lo descarg contra la tierra, sumadre, la piedra despert y empez a arder con una llama sagrada cuyo fuego azulquem el rostro de Torak. Presa del dolor, el dios desmoron los montes;atormentado, abri grietas en la tierra envuelto en extrema afliccin e hizo penetrar elmar. Las llamas prendieron en su mano izquierda y la redujeron a cenizas, la carne dellado izquierdo de su rostro se fundi como si fuera cera y su ojo izquierdo hirvi en su

    cuenca. Con un gran alarido el dios se lanz al mar para mitigar sus quemaduras, perosu tormento no tuvo fin.Cuando Torak surgi de las aguas, su costado derecho segua en bastante buen

    estado, pero la otra mitad de su cuerpo estaba quemada y terriblemente marcada porel fuego del Orbe. Bajo la carga de su infinito dolor, Torak condujo a su pueblo hacia eleste, donde los angaraks edificaron en las llanuras de Mallorea una gran ciudad a laque llamaron Cthol Mishrak, Ciudad de la Noche, pues Torak ocult sus mutilaciones enla oscuridad. Los angaraks alzaron una torre de hierro para su dios y colocaron el Orbeen una urna de hierro en la cmara ms alta de la torre. Con frecuencia, Torak acudaante la urna y luego, llorando, se marchaba deprisa para evitar que lo venciera el ansiade contemplar de nuevo el Orbe, lo cual poda costarle su completa aniquilacin.

    Los siglos transcurrieron en las tierras de los angaraks, quienes pasaron adenominar a su mutilado dios Kal Torak, rey y dios a la vez.

    Belar haba conducido a los alorn hacia el norte. De todos los hombres, stoseran los ms resistentes y aguerridos y Belar insufl en sus corazones un odio eterno alos angaraks. Con crueles espadas y hachas, los alorn fueron incursionando hacia elnorte, incluso hasta las extensiones de hielos perennes, en busca de un camino que loscondujera a sus enemigos ancestrales.

    As transcurri el tiempo hasta que Cherek-Hombros de Oso, el rey ms grandede los alorn, viaj al valle de Aldur en busca de Belgarath el Hechicero.

    La ruta al norte est abierta anunci. Los augurios y las seales sonpropicios. Ha llegado el momento de descubrir el camino a la Ciudad de la Noche yrecuperar el Orbe en poder del Tuerto.

    Polendra, la esposa de Belgarath, esperaba un hijo, y el Hechicero era reacio aabandonarla; sin embargo, Cherek lo convenci, y una noche los dos se marcharonpara unirse a los hijos de Cherek: Dras-Cuello de Toro, Algar-Pies Ligeros y Riva-Puode Hierro.

    Un invierno inclemente se abati sobre las tierras del norte, cuyos paramosrelucieron bajo las estrellas con la escarcha y el hielo de color gris acerado. Paraencontrar el camino, Belgarath formul un encantamiento y adopt la forma de granlobo. Con paso silencioso, se desliz a travs de los bosques alfombrados de nievedonde los rboles crujan y se astillaban bajo el fro. Una escarcha siniestra plate loslomos y los cuartos delanteros del lobo e, incluso ms tarde, el cabello y la barba deBelgarath conservaron el tono plateado.

    Bajo la nieve y la bruma, el grupo avanz hasta Mallorea y lleg por fin a CtholMishrak. Tras encontrar un camino secreto de acceso a la ciudad, Belgarath condujo alos dems al pie de la torre de hierro. Ascendieron en silencio los oxidados peldaos deuna escalera que nadie haba pisado en veinte siglos. Con gran temor, atravesaron lacmara en la que Torak yaca sumido en un letargo causado por el dolor y con surostro oculto bajo una mascara de acero. El grupo pas con sigilo ante el dios dormidoy avanz en la oscuridad hasta alcanzar por fin la cmara donde se hallaba la urna dehierro que guardaba el Orbe viviente.

    7

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    8/216

    Con un gesto, Cherek indic a Belgarath que cogiera el Orbe, pero Belgarath seneg.

    No debo tocarlo dijo o me destruir. En otro tiempo, el Orbe aceptabacon gusto el contacto con el hombre o con un dios, pero su voluntad se endurecicuando Torak lo alz contra su madre. Nunca ms volver a ser usado de este modo.El Orbe puede leer nuestros pensamientos. Ahora, slo podr tocarlo quien carezca dela menor malicia, quien sea lo bastante puro como para tomarlo y llevarlo con riesgode su vida y sin dejarse tentar por ambiciones de poder o de posesiones.

    Qu hombre est totalmente libre de malicia en el silencio de su corazn? pregunt Cherek, pero Riva-Puo de Hierro abri la urna y tom en sus manos el Orbe.El fuego brill entre sus dedos, pero no lo quem.

    Ah lo tienes, Cherek dijo entonces Belgarath . Tu hijo menor es puro. Sudestino y el de todos quienes le sigan ser portar el Orbe y protegerlo.

    Y Belgarath suspir, sabedor de la carga que haba colocado sobre los hombrosde Riva.

    Entonces, sus hermanos y yo lo apoyaremos mientras tenga sobre s esta

    responsabilidad declar Cherek.Riva envolvi el Orbe en su capa y lo guard luego bajo la tnica. Los intrusos

    volvieron sobre sus pasos a travs de las cmaras del dios mutilado, descendieron losherrumbrosos peldaos de la escalera, recorrieron el camino secreto hasta dejar atrslas puertas de la ciudad y se internaron en los pramos.

    Poco despus, Torak despert y como siempre, acudi a la cmara del Orbe.Pero la urna estaba abierta y el Orbe haba desaparecido. Terrible fue la clera de KalTorak. Empu su gran espada, baj de la torre de hierro y con un solo golpe de suarma la derrib. Despus, grit a los angaraks con voz atronadora:

    Por haberos vuelto indolentes y descuidados y haber permitido que un ladrnme robe esa piedra que tan cara me ha costado, arrasar vuestra ciudad y os

    dispersar. Los angaraks vagarn por la tierra hasta que me sea devuelto el CthragYaska, la piedra ardiente.Tras esto, convirti la Ciudad de la Noche en un montn de ruinas y expuls a

    los angaraks a las tierras vrgenes. Cthol Mishrak dej de existir.Tres leguas al norte, Belgarath escuch el lamento de la ciudad y supo que

    Torak haba despertado.Ahora, Kal Torak vendr tras nosotros y slo el poder del Orbe podr

    salvarnos murmur Belgarath. Cuando los angaraks nos acosen, Puo de Hierro,toma el Orbe y lzalo para que puedan verlo.

    Las huestes de los angaraks se presentaron con Torak a la cabeza, pero Rivasostuvo el Orbe en alto de modo que el dios mutilado y su pueblo pudierancontemplarlo. El Orbe reconoci a su enemigo. Su odio estall de nuevo en llamas y elfirmamento se ilumin con su furia. Torak lanz un grito y dio media vuelta. Lasprimeras filas de las huestes de angaraks fueron consumidas por el fuego y lossupervivientes huyeron presa del terror.

    De este modo, Belgarath y sus compaeros escaparon de Mallorea por lasfronteras del norte, trasladando de nuevo el Orbe de Aldur hasta los reinos del Oeste.

    Los dioses, enterados de todo lo sucedido, celebraron un consejo durante elcual Aldur les advirti:

    8

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    9/216

    Si emprendemos una nueva guerra contra nuestro hermano Torak, elenfrentamiento causar la destruccin del mundo. As pues, es necesario que nosausentemos del mundo para que nuestro hermano no pueda encontrarnos. Debemosprescindir de nuestros cuerpos y permanecer slo en espritu para guiar y proteger anuestros pueblos. Debemos hacerlo por el bien del mundo. El da que emprendamosuna nueva guerra, el mundo ser deshecho.

    Los dioses lloraron al escuchar que deban partir. Chaldan, dios toro de losarendianos, intervino para preguntar:

    En nuestra ausencia, no impondr Torak su dominio? No lo har replicAldur. Mientras el Orbe siga en poder del linaje de Riva-Puo de Hierro, Torak nopodr imponerse.

    Y as fue como se marcharon los dioses y solo Torak permaneci en el mundo.Pero el saber que el Orbe en manos de Riva le negaba el dominio corroa su alma.

    Entonces, Belgarath habl con Cherek y sus hijos.Aqu debemos separarnos para proteger el Orbe y prepararnos para la llegada

    de Torak. Dividmonos segn he planteado y hagamos los preparativos.

    As ser, Belgarath prometi Cherek-Hombros de Oso . A partir de hoy,Aloria deja de existir pero los alorn seguirn resistindose al dominio de Torakmientras quede uno solo de ellos.

    Belgarath levant la cabeza al cielo y grit:Escchame, Torak el Tuerto! El Orbe viviente est a salvo de ti y no

    prevalecers contra l. El da que vengas contra nosotros, har la guerra contra ti. Temantendr vigilado da y noche y estar prevenido ante tus maniobras hasta el final delos tiempos.

    En los paramos de Mallorea, Kal Torak escuch la voz de Belgarath y serevolvi, furioso, pues comprendi que el Orbe viviente haba quedado fuera de sualcance para siempre.

    A continuacin, Cherek abraz a sus hijos y se alej, para no volver a verlos.Dras fue al norte y habit las tierras regadas por el ro Mrin. Construy una ciudad enBoktor y llam a sus tierras Drasnia. Y l y sus descendientes se apostaron en lasfronteras del norte y las protegieron del enemigo. Algar se dirigi al sur con su puebloy encontr caballos en las amplias llanuras baadas por el ro Aldur. Los hombresaprendieron a domar y a montar los caballos y, por primera vez en la historia delhombre, aparecieron guerreros jinetes. Su pas recibi el nombre de Algaria y su gentese hizo nmada que viajaba con sus rebaos. Cherek regres con tristeza a Val Alorn yrebautiz su reino con su propio nombre, pues Cherek estaba ahora solo y sin hijos.Con voluntad y determinacin, construy unas grandes naves de guerra para patrullarlos mares y dominar en ellos al enemigo.

    La carga del viaje ms largo recay, no obstante, en el portador del Orbe. Alfrente de su pueblo, Riva lleg hasta la costa occidental de Sendaria. All construyunas embarcaciones y, con toda su gente, cruz las aguas hasta la isla de los Vientos.A su llegada, los hombres quemaron las naves y levantaron una fortaleza y una ciudadamurallada en torno a ella. Pusieron a la ciudad el nombre de Riva y llamaron a lafortaleza Mansin del Rey Rivano. Belar, dios de los alorn, hizo que cayeran del cielodos estrellas de hierro. Riva tom las estrellas, forj una hoja de espada con una y unaempuadura con la otra, en la que instal el Orbe en su extremo como pomo. Tangrande era la espada que nadie salvo Riva era capaz de blandirla. En los paramos de

    9

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    10/216

    Mallorea, Kal Torak supo en su alma que se haba forjado aquella espada y, porprimera vez, conoci el sabor del miedo.

    La espada fue incrustada en la roca negra que se alzaba tras el trono de Riva,con el Orbe en su punto ms elevado, y la hoja qued sujeta a la roca con tal firmezaque slo Riva poda extraerla. El Orbe despeda un fuego fro cuando Riva se instalabaen el trono. Y cuando sacaba la espada de la roca y la blanda, la hoja se converta enuna gran lengua de fuego helado.

    El mas admirable de todos los fenmenos era la marca del heredero de Riva. Encada generacin, naca un nio de la estirpe de Riva con la marca del Orbe en la palmade la mano. El nio as marcado era conducido a la cmara del trono, donde se le hacaponer la mano sobre el Orbe para que ste lo conociera. Cada recin nacido quetocaba el Orbe provocaba en ste un centelleante fulgor y, con cada nuevo contacto, elvnculo entre el Orbe viviente y la estirpe de Riva se haca ms fuerte.

    Cuando Belgarath se separ de sus compaeros regres apresuradamente alvalle de Aldur. Pero all descubri que Polendra, su esposa, haba muerto despus dedar a luz a gemelas. Abrumado por la pena, puso por nombre Polgara a la mayor, quetena el cabello negro como el ala de un cuervo. Segn los usos de los hechiceros,

    extendi la mano hasta posarla sobre la frente de la nia y, con slo rozarlo, unmechn de su cabello qued blanco como la escarcha. Belgarath observ el hecho conpreocupacin, pues el mechn blanco era la marca de los hechiceros y Polgara era laprimera nia en nacer con ella.

    La segunda de las mellizas, de piel blanca y cabello dorado, no posea la marca.Su padre la llam Beldarn y tanto l como su hermana de cabello azabache la amaronmas que a nadie y compitieron entre ellos por su afecto.

    Y cuando Polgara y Beldarn cumplieron diecisis aos, el espritu de Aldur sepresent ante Belgarath en un sueo y le dijo:

    Mi amado discpulo, me propongo unir tu casa a la del guardin del Orbe.Escoge, pues, cul de tus hijas quieres entregar al rey rivano para que sea su esposa y

    la madre de su linaje: en l reside la esperanza de la humanidad, pues contra l nopodr imponerse el oscuro poder de Torak.En el profundo silencio de su alma, Belgarath estuvo tentado de escoger a

    Polgara; pero, conocedor de la carga que el rey rivano deba soportar, decidi enviar aBeldarn y, cuando sta se hubo marchado, llor de pena. Polgara derram tambinabundantes y amargas lgrimas, pues saba que su hermana languidecera y moriralejos de ella. No obstante, las dos hermanas tuvieron tiempo de consolarse y deconocerse por fin en profundidad.

    Las dos juntaron sus poderes para mantener bajo vigilancia a Torak. Y hayquien dice que todava siguen as, manteniendo su vigilia a lo largo de incontablessiglos.

    10

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    11/216

    PRIMERA PARTESendaria

    11

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    12/216

    1

    El primer recuerdo que tena el pequeo Garion era el de la cocina de lahacienda de Faldor. Durante el resto de su vida, Garion iba a mostrar una especial yclida preferencia por las cocinas y por aquellos sonidos y olores tan peculiares queparecan combinarse en una bulliciosa seriedad evocadora de amor, alimento,comodidad y seguridad y, sobre todo, evocadora del hogar. Por muy alto que Garionllegara en la vida, jams olvidara que todos sus recuerdos se iniciaban en aquellacocina.

    La cocina de la hacienda de Faldor era una sala alargada de techo bajo llena dehornos y cacharros y grandes asadores que giraban lentos en unos hogares de formaarqueada parecidos a cavernas. Haba en la estancia largas mesas de trabajo slidas ypesadas donde se amasaban las tortas de pan, se partan los pollos y se cortaban adados las zanahorias y el apio con grandes cuchillos curvos en movimientos rpidos yprecisos. Cuando Garion era muy pequeo, jugaba debajo de aquellas mesas; y prontoaprendi a apartar sus manos y sus pececitos de los pies de los pinches quetrabajaban en torno a ellas. A veces, a ltima hora de la tarde, cuando lo venca elcansancio, se echaba en un rincn y contemplaba alguno de los fuegos parpadeantesque brillaba y se reflejaba en un centenar de cazos y ollas y cuchillos y cucharones delargos mangos colgados de los ganchos en las paredes encaladas, y all, boquiabiertode asombro, caa dormido en perfecta paz y armona con el mundo que lo rodeaba.

    El centro de la cocina y de todo cuanto suceda en ella era la ta Pol, quienpareca capaz de estar al mismo tiempo en todas partes. Siempre era suyo el toquefinal que volva rollizo un pato en su fuente de asar, que daba forma con habilidad auna hogaza con levadura o que adornaba un jamn ahumado recin sacado del horno.Aunque en la cocina trabajaban varias personas ms, no haba hogaza de pan,estofado, sopa, asado o verdura que saliera de ella y no hubiera sido tocado al menosuna vez por la ta Pol. Ella saba por el aroma, por el sabor o por algn instintosuperior, qu era lo que necesitaba cada plato y los sazonaba uno a uno con unpellizco, una pizca o una sacudida casi negligente de especias que guardaba en unostarros de arcilla. Era como si estuviera dotada de una especie de magia, unconocimiento y un poder superiores a los de la gente normal. Y, sin embargo, inclusocuando estaba ms atareada, ta Pol saba siempre dnde estaba Garion exactamente.En el momento culminante de darle la vuelta a una empanada o de decorar un pastelespecial o de coser un pollo recin rellenado, era capaz de alargar la pierna sin mirarsiquiera y sacar al pequeo de entre los pies de los dems, enganchndolo con eltobillo o con el taln.

    Cuando Garion fue un poco mayor, aquello se convirti incluso en un juego. Elchiquillo esperaba hasta que ta Pol estuviera demasiado atareada como paraacordarse de su presencia; entonces, entre risas, echaba a correr con sus robustaspieriecitas hacia una puerta. Pero ella siempre lo alcanzaba. El pequeo se echaba arer, pasaba sus bracitos en torno al cuello de la mujer, le daba un beso, y luego volvaa montar guardia a la espera de la siguiente oportunidad para escapar.

    En esos primeros aos de su vida, estaba convencido de que su ta Pol era lamujer ms hermosa y ms importante del mundo. Desde luego, era ms alta que lasdems mujeres de la hacienda de Faldor casi tanto como un hombre y suexpresin era siempre seria, incluso severa, salvo con l, naturalmente. Tena elcabello largo y muy oscuro, casi negro, con un nico mechn de canas blancas como lanieve sobre la ceja izquierda. Por la noche, cuando ta Pol lo arropaba en la camita,

    12

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    13/216

    muy prxima a la de ella en su alcoba privada sobre la cocina, Garion alargaba lamano y tocaba aquel mechn blanco; ella le sonrea y le rozaba el rostro con lassuaves yemas de sus dedos. Entonces, el pequeo se dorma tranquilo con la certezade que ella estaba all, velndolo.

    La hacienda de Faldor estaba muy cerca del centro de Sendaria, un reinobrumoso limitado al oeste por el mar de los Vientos y al este por el golfo de Cherek.Como todas las casas de campo de aquel tiempo y lugar, la hacienda de Faldor noconstaba de uno o dos edificios, sino que estaba compuesta por un complejo decobertizos, establos, gallineros y palomares, todos ellos de slida construccin yabiertos a un patio central con una puerta resistente en la entrada. A lo largo de lagalera que recorra el piso superior se hallaban las habitaciones, algunas de ellasespaciosas y otras muy pequeas, en las que vivan los mozos de labranza que araban,sembraban y quitaban las malas hierbas de los extensos campos al otro lado de losmuros. Faldor viva en las habitaciones de una torre cuadrada que se alzaba encimadel comedor principal, donde los trabajadores se reunan tres veces al da enocasiones hasta cuatro, en la temporada de la cosecha para gozar de la abundanciade la cocina de la ta Pol.

    En conjunto, era un lugar bastante feliz y armonioso. El hacendado Faldor eraun buen amo. Era un hombre alto y serio de nariz prominente y mandbula msprominente an. Aunque rara vez rea o siquiera sonrea, trataba con amabilidad aquienes trabajaban para l y pareca ms interesado en mantenerlos a todos sanos ysatisfechos que en extraerles hasta la ultima gota de sudor que pudiera. En muchosaspectos, era ms un padre que un amo para las algo ms de sesenta personas quevivan en su propiedad. Faldor coma con ellos lo cual era inhabitual, ya que muchoshacendados de la zona preferan mantenerse apartados de sus trabajadores y supresencia en la cabecera de la mesa central ejerca una influencia moderadora enalgunos de los jvenes, que en ocasiones tendan a alborotarse en exceso. El amoFaldor era un hombre devoto: antes de cada comida, invariablemente, invocaba consencilla elocuencia la bendicin de los dioses. Los campesinos de sus campos,acostumbrados a ello, entraban con cierto recato en el comedor antes de cada colacin

    y aguardaban sentados con aire piadoso, cuanto menos, antes de atacar las bandejasy cazuelas de comida que la ta Pol y sus ayudantes haban colocado ante ellos.Debido al buen corazn de Faldor y a la magia de los hbiles dedos de ta Pol, la

    hacienda tena fama en toda la comarca de ser el mejor lugar para vivir y trabajar enveinte leguas a la redonda. En la taberna del pueblo cercano de Gralt, los parroquianospasaban veladas enteras en minuciosas descripciones de las comidas casi milagrosasque se servan con regularidad en el comedor de Faldor. Era frecuente ver a los peonesde otras fincas, menos afortunados, llorar abiertamente tras consumir algunas jarrasde cerveza al escuchar la descripcin de uno de los patos asados de la ta Pol, y lafama de la hacienda de Faldor se extenda a lo largo y ancho de la comarca.

    El hombre ms importante de la casa, despus del propio Faldor, era Durnik, elherrero. Cuando Garion creci un poco ms y se le permiti escapar a la vigilantemirada de ta Pol, los pasos del pequeo lo conducan inevitablemente a la herrera. Elhierro refulgente que surga de la forja de Durnik ejerca una atraccin casi hipnticasobre el nio. Durnik era un hombre de aspecto normal, con el cabello castao y unasfacciones vulgares, enrojecidas por el calor de la forja. No era alto ni bajo, ni tampocodelgado u obeso. Era una persona sobria y tranquila y, como la mayora de quienes sededicaban a su oficio, posea una fuerza descomunal. Llevaba un chaleco de cuerobasto y un delantal del mismo material. Ambas prendas estaban salpicadas dequemaduras por las chispas que volaban de su forja. Tambin llevaba calzones y unasbotas blandas de piel como era costumbre en aquella parte de Sendaria. Al principio,

    13

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    14/216

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    15/216

    Qu? pregunt.Creo que sera una idea magnfica.Eso crees? La voz de la mujer tena un tonillo extrao y Garion se dio

    cuenta de que haba pisado un terreno peligroso.T le gustas insisti el pequeo, a la defensiva.Y supongo que ya habrs hablado de esto con l, verdad?No replic Garion. He pensado que era mejor comentarlo antes contigo.Al menos, en eso s has tenido una buena idea.Si quieres, puedo hablar con l maana por la maana.Un firme tirn de orejas le oblig a volver la cabeza. La ta Pol, se dijo Garion,

    tena una especial mana con sus orejas.No te atrevas a decir una sola palabra de este disparate a Durnik ni a nadie

    ms le advirti ella mirndolo fijamente con un fuego en los ojos como el pequeono haba visto nunca hasta entonces.

    Slo era una idea se apresur a replicar Garion.Una idea muy mala. En adelante, djalas para los adultos insisti ta Pol sin

    soltarle la oreja.Como t digas asinti el chiquillo.Sin embargo, un rato ms tarde, ya en el silencio de la noche, cuando los dos

    estaban acostados, Garion volvi a plantear el tema de forma indirecta.Ta Pol?S?Ya que no quieres casarte con Durnik, con quin te propones hacerlo?

    Garion... dijo ella.S?Cierra la boca y durmete.Creo que tengo derecho a saberlo insisti l en tono ofendido.Garion!Est bien. Me voy a dormir, pero creo que no eres muy justa conmigo.La mujer exhal un profundo suspiro y replic:Muy bien, voy a contrtelo: no pienso casarme. Nunca he pensado en hacerlo

    y dudo mucho que vaya a casarme en el futuro. Tengo demasiadas cosas importantes

    que atender para ocuparme de una cuestin como sa.No te preocupes, ta Pol murmur Garion, tratando de consolarla. Cuando

    sea mayor, yo me casar contigo.La mujer se echo a rer al escucharlo, con una risa profunda y cantarina, y

    alarg la mano para acariciarle el rostro en la oscuridad.Oh, no, mi querido Garion! murmur. A ti te aguarda otra esposa en el

    futuro.

    15

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    16/216

    Quin?Ya lo descubrirs respondi ella, misteriosa. Ahora, durmete. Ta Pol?

    S?Dnde est mi madre?Era una pregunta que Garion haca bastante tiempo que tena ganas de hacer.

    Se produjo una larga pausa; por ultimo la ta Pol suspiro.Tu madre muri respondi escuetamente.Garion not un sbito acceso de pena, una angustia insoportable que se

    levantaba en su interior, y rompi a llorar.Al momento, la mujer apareci al lado de su cama, se arrodill en el suelo y

    pas sus manos en torno al nio. Un rato ms tarde, cuando hubo llevado al pequeoa su propia cama y lo hubo tenido entre sus brazos hasta que la sensacin depesadumbre cedi, Garion pregunt con voz entrecortada:

    Cmo era mi madre? Qu aspecto tena?Tena el cabello rubio respondi ta Pol y era muy joven y hermosa. Tena

    una voz suave y melodiosa y era muy feliz.Me quera?Ms de lo que puedas imaginar.Y entonces el pequeo se puso a llorar de nuevo, pero esta vez sus sollozos

    fueron ms contenidos, ms apenados que angustiados.La ta Pol continu abrazndolo con fuerza hasta que Garion pas de las

    lgrimas al sueo. En la hacienda de Faldor, como era de esperar en una comunidad de ms de

    sesenta personas, haba otros nios. Los mayores trabajaban en los campos, perohaba tres chiquillos de la edad de Garion y stos se convirtieron en compaeros de juego y amigos del pequeo.

    El mayor de ellos se llamaba Rundorig. Tena un par de aos ms que Garion yera un poco ms alto. En circunstancias normales, al ser el mayor, Rundorig hubierasido el jefe del grupo; sin embargo, dado que era un arendiano, su inteligencia era unpoco limitada y delegaba con gusto el mando en sus compaeros menores. El reino deSendaria, al contrario de otros, estaba habitado por una amplia variedad de gruposraciales. Chereks, algarios, drasnianos, arendianos e incluso un nmero considerablede tolnedranos se haban mezclado para formar el pueblo sendario. Los arendianoseran, desde luego, muy valientes, pero tambin notoriamente torpes.

    El segundo compaero de juegos de Garion era Doroon, un nio menudo yvivaracho cuya ascendencia era tan variada que slo poda catalogrselo de sendario.Lo ms notable de Doroon era que siempre corra; nunca caminaba, si poda ir a lacarrera. Igual que sus pies, su mente siempre pareca atropellarse, y su lenguatambin. Hablaba muy deprisa y mostraba un continuo estado de gran excitacin.

    La lder indiscutible del pequeo cuarteto era Zubrette, una rubita encantadoraque inventaba sus juegos, imaginaba historias para contar a los nios e incitaba astos a robar para ella manzanas y ciruelas del huerto de Faldor. La nia los dominabacomo una pequea reina, los incitaba a pelearse y los empujaba a competir entre ellos.Zubrette sola mostrar una absoluta falta de corazn y cada uno de los tres chicos la

    16

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    17/216

    odiaba en ciertos momentos, aunque seguan siendo absolutos esclavos de sus msmnimos deseos.

    En invierno se deslizaban sobre anchos tableros por la pendiente de la laderanevada detrs de la hacienda y luego regresaban, mojados y cubiertos de nieve, conlas manos cuarteadas y las mejillas ardientes, cuando las sombras prpura delatardecer empezaban a arrastrarse sobre la nieve. Y, si Durnik declaraba seguro elhielo, los pequeos patinaban incansablemente por el lago helado que se extenda consu plateado fulgor en un pequeo valle a escasa distancia de los edificios de lahacienda, en direccin este por el camino de Gralt. Si el tiempo era excesivamente froo hacia la primavera, cuando las lluvias y los vientos clidos hacan acuosa la nieve einseguro el lago, los nios se reunan en el granero y pasaban horas saltando desde elaltillo al blando colchn de heno que cubra el suelo, llenndose el pelo de paja y lanariz de un polvillo que ola a verano. Ya en primavera, cazaban renacuajos en lasorillas fangosas del lago o se encaramaban a los rboles para contemplar, admirados,los pequeos huevos azules que los pjaros ponan en los nidos de ramitas junto a lascopas.

    Fue Doroon, naturalmente, quien se cay de un rbol y se rompi un brazo unaesplndida maana de primavera en que Zubrette lo desafi a trepar a las ramas msaltas de un rbol prximo a la ribera del lago. Como fuera que Rundorig se quedparalizado y boquiabierto en la contemplacin de su amiguito herido y que Zubrettehuy del lugar antes casi de que Doroon tocara el suelo, le correspondi a Gariontomar las decisiones que juzg necesarias. Con sus jvenes facciones graves yconcentradas bajo la mata de cabello color arena, el chiquillo estudi con seriedad lasituacin durante unos instantes. Doroon tena el brazo roto, sin ninguna duda; plidoy asustado, el pequeo se morda los labios para contener las lgrimas de dolor.

    Un movimiento llam la atencin de Garion alz los ojos con rapidez; no lejosde l, un hombre envuelto en una capa oscura a lomos de un gran caballo negroobservaba la escena con atencin. Cuando sus miradas se cruzaron, Garion sinti unmomentneo escalofro y supo que ya haba visto a aquel hombre con anterioridad:que, de hecho, la figura oscura haba rondado en el borde de su campo de visin desdeque guardaba recuerdo, sin hablarle jams pero observndolo en todo instante. Enaquella silenciosa contemplacin haba una especie de fra animosidad, curiosamentemezclada con algo que casi pareca miedo, aunque no lo era. Entonces, Doroon soltun gemido y Garion se dio la vuelta.

    At con cuidado el brazo herido al pecho de Doroon con su cinturn y, entre l yRundorig, ayudaron a incorporarse al lesionado.

    Por lo menos, podra habernos echado una mano murmur Garion conresentimiento.

    Quin? pregunt Rundorig mirando a su alrededor. Garion se volvi parasealar al hombre de capa oscura, pero

    el jinete haba desaparecido.No veo a nadie aadi Rundorig.Me duele se quej Doroon.No te preocupes respondi Garion . Ta Pol te curar.Y as fue. Cuando los tres aparecieron en la cocina, la mujer se hizo cargo de la

    situacin al primer vistazo.

    17

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    18/216

    Traedlo aqu les indic sin la menor muestra de nerviosismo en la voz.Coloc al chiquillo, plido y presa de violentos temblores, en un taburete cerca de unode los hornos, y prepar un t de varias hierbas que tom de unos tarros de loza queguardaba en una estantera alta del fondo de una de las despensas.

    Bbete esto orden a Doroon acercndole un tazn humeante.

    Eso va a ponerme bien el brazo? pregunt el chiquillo al tiempo quelanzaba una mirada suspicaz a la infusin, de olor nauseabundo.Bbetelo y basta insisti ella mientras preparaba unas tablillas y unas

    vendas de lino.Puaj! Tiene un sabor horrible! exclam Doroon con una mueca.El que debe tener replic ta Pol. Bbetelo todo. Creo que no voy a dar

    un trago ms afirm el pequeo. Muy bien asinti ella. Apart las tablillas ydescolg un largo cuchillo muy afilado de un gancho de la pared.

    Qu vas a hacer con eso? pregunt Doroon con voz temblorosa.

    Ya que no quieres tomar la medicina dijo la ta Pol, imperturbable, metemo que tendr que amputar.Amputar? gimi Doroon con los ojos salidos de las rbitas.Mas o menos por aqu asinti ella, y le toc el brazo herido a la altura del

    codo con la punta del cuchillo.Con lgrimas en los ojos, Doroon trag el resto del lquido y, a los pocos

    minutos, entr en una especie de sopor, con la cabeza cada hacia delante en eltaburete. No obstante, lanz un grito cuando ta Pol encaj el hueso roto pero, una vezvendado y entablillado, el chiquillo volvi a caer en el amodorramiento. Ta Pol hablunos instantes con la asustada madre del herido y luego hizo que Durnik llevara aDoroon a la cama.

    No le habras cortado el brazo de verdad... murmur Garion.Ta Pol lo mir con expresin imperturbable.Ah, no? murmur, y el chiquillo ya no estuvo tan seguro . Ahora me

    gustara tener unas palabras con la seorita Zubrette aadi de inmediato.Sali a toda carrera cuando Doroon se cay del rbol dijo Garion.Encuntrala.Est escondida protest Garion. Siempre se esconde cuando algo va mal.

    No sabra dnde buscarla.Garion replic ta Pol, no te he preguntado si sabas dnde buscarla. Te he

    dicho que la encuentres y me la traigas aqu.Y si no quiere venir? insisti el chico.Garion!En la voz de ta Pol haba un tono rotundo y concluyente. Garion sali a toda

    prisa.

    18

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    19/216

    Yo no he tenido nada que ver en eso minti Zubrette nada ms entrar en lacocina de ta Pol, conducida por Garion.

    T! dijo la mujer, sealando el taburete. Sintate!Zubrette se sent boquiabierta y con los ojos como platos.T! dijo ta Pol a Garion, indicndole la puerta de la cocina. Fuera!Garion sali de inmediato.Diez minutos ms tarde, una chiquilla sollozante dejaba la cocina. Ta Pol

    apareci tras ella y se qued en el quicio de la puerta contemplando a la nia con ojosduros y fros como el hielo.

    Le has pegado? pregunt Garion con voz esperanzada. Ta Pol lo fulmincon una mirada.

    Claro que no respondi. A las nias no hay que pegarles.Yo lo habra hecho dijo Garion, disgustado. Qu le has dicho, entonces?No tienes nada que hacer? pregunt ta Pol.

    No respondi Garion: en realidad, no.Naturalmente, eso fue un error.Muy bien dijo entonces la mujer, mientras lo coga de una de sus orejas.

    Es hora de que empieces a ganarte el pan. Encontrars unas ollas sucias en elfregadero. Me gustara que las limpiaras a fondo.

    No s por que te enfadas conmigo protest Garion, en un intento deescabullirse. No tengo la culpa de que Doroon se subiera al rbol.

    El fregadero, Garion insisti ella: Ahora.El resto de la primavera y el principio del verano transcurrieron con

    tranquilidad. Doroon, como es lgico, no pudo jugar hasta que se le curo por completoel brazo, y Zubrette haba quedado tan afectada por lo que ta Pol le haba dicho queevitaba la presencia de los chicos. Garion slo tena a Rundorig como compaero de

    juegos, y su amigo no era lo bastante despierto para mantenerlo entretenido. Como notenan nada ms que hacer, los chicos solan salir a los campos para ver trabajar a lospeones y para escuchar sus historias.

    Casualmente, durante aquel verano los hombres de la hacienda de Faldorhablaban de la batalla de Vo Mimbre, el suceso ms catastrfico en la historia de lastierras del oeste. Garion y Rundorig escuchaban embelesados los relatos de cmo,haca unos quinientos aos, las hordas de Kal Torak haban invadido repentinamente eloeste.

    Todo haba empezado en 4865, segn el cmputo del tiempo en vigor en esaparte del mundo, cuando multitudes de murgos, nadraks y thulls haban irrumpido enDrasnia a travs de las montaas de la sierra oriental y detrs de ellos, habanaparecido las masas incontables de malloreanos.

    Tras aplastar brutalmente Drasnia, los angaraks se haban dirigido hacia el surpor las inmensas praderas de Algaria y haban puesto sitio a la enorme plaza fuertellamada la Fortaleza de Algaria. El sitio haba durado ocho aos hasta que por fin, aregaadientes, Kal Torak lo haba levantado. Pero hasta que volvi sus ejrcitos haciael oeste y penetr en Ulgoland, los otros reinos no se dieron cuenta de que la invasinangarak iba dirigida no solo contra los alorn, sino contra todo el oeste. En el verano de

    19

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    20/216

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    21/216

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    22/216

    Un juego muy estpido replic ta Pol. Podras haber matado a Rundorig.Y yo, qu? protest Garion.T no has corrido peligro en ningn momento asegur la mujer. Y ahora,

    ve a acostarte.Mientras dormitaba a intervalos, mareado a causa de la herida y por el efecto

    de aquella extraa pcima amarga que le haba dado su ta, le pareci escuchar la vozprofunda y melodiosa de sta, que deca: Garion, Garion, eres demasiado joventodava. Y luego, surgiendo de un profundo sueo como un pez se acerca a lasuperficie plateada del agua, crey orla invocar: Padre, te necesito!. Despus,Garion cay de nuevo en un sueo agitado, visitado por la figura oscura de un hombremontado en un caballo negro que observaba cada uno de sus movimientos con una fraanimosidad y con otro sentimiento que bordeaba el miedo; y, detrs de la figuraoscura cuya presencia siempre haba conocido el pequeo pero nunca habamencionado abiertamente, ni siquiera a su ta Pol, cobr forma oscura y amenazadora,como el fruto espantoso de un abominable rbol malfico, el rostro mutilado y horribleque haba visto o imaginado por unos instantes durante su lucha con Rundorig.

    22

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    23/216

    2

    No mucho despus en el interminable medioda de la infancia de Garion, elnarrador de historias apareci de nuevo a la puerta de la hacienda de Faldor. Elnarrador de historias, que no pareca tener un nombre propio como los demshombres, era un viejo que gozaba de indiscutible mala fama. Las rodillas de suscalzones estaban llenas de remiendos y los dedos le asomaban por las punteras de suszapatos desparejados. Llevaba ceida con un cordn su tnica de lana de mangasanchas y su capucha una prenda curiosa que no se usaba normalmente en aquellaparte de Sendaria y que Garion consideraba muy adecuada, con sus extremoscubrindole los hombros, la espalda y el pecho estaba llena de manchas y sucia derestos de comida y bebida. Slo la capa que luca pareca relativamente nueva. El viejonarrador llevaba sus cabellos canos muy cortos, igual que la barba. Sus faccionesmarcadas, casi angulosas, no proporcionaban ninguna pista sobre su procedenciaracial. No pareca arendiano ni cherek, algario ni drasniano, rivano ni tolnedrano, sinoms bien un descendiente de algn tronco racial desaparecido mucho tiempo atrs.Sus ojos eran de un azul intenso y alegre, eternamente juveniles y siempre llenos demalicia.

    El narrador de historias apareca de vez en cuando por la hacienda de Faldor yera siempre bien recibido. En realidad, era un vagabundo desarraigado que se ganabael sustento contando historias y leyendas por el mundo. Sus narraciones no siempreeran nuevas, pero su modo de relatarlas le otorgaba una especie de magia especial. Suvoz poda resonar como un trueno o susurrar como un cfiro. El viejo era capaz deimitar las voces de una decena de hombres a la vez y de silbar como un pjaro con talfidelidad que las propias aves acudan a l para escuchar lo que tena que decir. Y,cuando imitaba el aullido de un lobo, el sonido era capaz de erizar el pelo de la nuca alos oyentes y atenazarles los corazones como si hubiera llegado lo ms crudo delinvierno drasniano. El viejo era capaz de imitar el ruido de la lluvia y del viento y, loms asombroso de todo, el sonido de la nieve al caer. Sus narraciones estaban llenasde sonidos que les daban vida y, a travs de ellos y de las palabras con que urda susrelatos, parecan cobrar vida tambin para sus arrebatados oyentes las imgenes, losolores e incluso el tacto de unos tiempos y lugares remotos y extraos.

    El narrador ofreca gratis todas estas maravillas a cambio de unos platos decomida, unas jarras de cerveza y un rincn clido del cobertizo del heno donde poderdormir. El hombre vagaba por el mundo tan libre de posesiones materiales como lospjaros.

    Entre el narrador de historias y la ta Pol pareci producirse una especie deoculto reconocimiento. La mujer siempre se tomaba la llegada del viejo con una suerte

    de disgustada aceptacin; sabedora, al parecer, de que los tesoros ms recnditos desu cocina corran peligro mientras l rondara por la vecindad. Pasteles y panes solandesaparecer como por arte de magia cuando el viejo estaba en las proximidades, y elrpido cuchillo de ste, siempre a punto, era capaz de despojar de los muslos al patoms laboriosamente preparado y aduearse de una buena loncha de pechuga con tresrpidos y precisos cortes aprovechando los breves instantes en que la cocinera le dabala espalda. Ta Pol llamaba al narrador Viejo Lobo, y la aparicin de ste a la puertade la hacienda de Faldor marcaba la reanudacin de una disputa que, segn todos losindicios, se prolongaba desde haca muchos aos. El narrador adulaba de maneraultrajante a la mujer incluso mientras le robaba. Si se le ofrecan galletas o pan

    23

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    24/216

    moreno, los rechazaba con un gesto educado y luego hurtaba la mitad de una bandejaantes de que la llevaran fuera de su alcance. Las reservas de cerveza y la bodega devinos de la cocina parecan quedar en sus manos nada ms presentarse en la casa decampo. El viejo pareca disfrutar con sus rateras y, si ta Pol lo observaba con miradaacerada, no le costaba encontrar una decena de aliados dispuestos a saquear la cocinaa cambio de una nueva narracin.

    Como era de lamentar, entre sus discpulos ms hbiles se contaba el pequeoGarion. A menudo, obligada a dividir su atencin ante la necesidad de vigilar a unladrn viejo y a otro que aprenda con rapidez a serlo, ta Pol terminaba por agarrar laescoba y expulsar a ambos de la cocina entre gritos y golpes resonantes. Entonces, elviejo narrador se echaba a rer y hua con el muchachito a algn rincn apartadodonde daban cuenta del fruto de sus rateras; all, entre repetidos tientos de la jarra devino o de cerveza, el viejo deleitaba a su alumno con relatos del brumoso pasado.

    Las mejores historias, desde luego, quedaban reservadas para el comedor,cuando, terminada la cena y retirados los platos, el viejo se incorporaba de su asientoy transportaba a sus oyentes a un mundo de mgico encanto.

    Hblanos de los principios, mi viejo amigo pidi Faldor una noche. Y de

    los dioses aadi, siempre piadoso.De los principios y de los dioses... repiti el viejo narrador en un murmullo

    . Un tema digno y respetable, Faldor, pero rido y lleno de polvo.He advertido que todos los relatos te parecen siempre ridos y llenos de

    polvo, Viejo Lobo intervino ta Pol, mientras se diriga hacia el barril y llenaba una jarra de espumosa cerveza para l.

    El narrador acept la gran jarra con una ceremoniosa inclinacin de cabeza.Es uno de los riesgos de mi profesin, seora Pol replic el viejo.Tras dar un largo trago, dej la cerveza a un lado. Baj la cabeza un instante

    en actitud pensativa y luego mir a Garion directamente, o as le pareci al chiquillo. A

    continuacin, hizo algo extrao que jams le haban visto efectuar en el comedor deFaldor mientras narraba sus historias: se envolvi en su capa y se incorpor hastaquedar totalmente erguido.

    Hete aqu empez a decir con su voz rica y melodiosa que en el principiode los tiempos los dioses hicieron el mundo y los mares y tambin las tierrasemergidas. Y colocaron las estrellas en el cielo nocturno e instalaron el sol y su esposa,la luna, en el firmamento para que iluminara el mundo.

    Y los dioses hicieron que la tierra pariera a los animales que la pueblan, y quelas aguas florecieran de peces y que los cielos se llenaran de aves. E hicieron tambina los hombres y luego los dividieron en pueblos.

    Los dioses eran siete y todos iguales en rango, y sus nombres eran Belar,Chaldan, Nedra, Issa, Mara, Aldur y Torak.

    Garion conoca la historia; todo el mundo en aquella regin de Sendaria laconoca, pues era un relato originario de los alorn, y las tierras que rodeaban Sendariaen tres direcciones eran reinos alorn. No obstante, pese a estar familiarizado con elrelato, el pequeo no lo haba odo contar nunca de aquella manera. Su mente se elevy, en su imaginacin, los dioses recorrieron de nuevo el mundo en esos das nebulososy mortecinos de su creacin, y un escalofro lo estremeci a cada mencin del nombreprohibido de Torak.

    24

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    25/216

    El nio prest gran atencin mientras el narrador describa cmo cada dioshaba seleccionado un pueblo: los alorn para Belar, los nyissanos para Issa, losarendianos para Chaldan, los tolnedranos para Nedra, los maragos que ya noexistan para Mara y, para Torak, los angaraks. Y oy explicar tambin que el diosAldur viva apartado de los dems, dedicado en su soledad al estudio de las estrellas, yque aceptaba a un reducidsimo nmero de hombres como alumnos y discpulos.

    Garion observ a los dems oyentes. Sus rostros estaban arrebatados deatencin. Durnik tena los ojos como platos y las manos del viejo Cralto estabanentrelazadas con fuerza sobre la mesa. Faldor estaba plido y unas lgrimas asomabana sus ojos. La ta Pol permaneca de pie al fondo de la sala. Aunque no haca fro,tambin ella se haba cubierto con un chal y estaba muy erguida, con los ojos fijos enel narrador.

    Y sucedi continu ste que el dios Aldur elabor una joya en forma deglobo y he aqu que en el interior de la joya se encerraba la luz de ciertas estrellas quebrillaban en el cielo septentrional. Grande fue el hechizo de la joya, que los hombresllamaron el Orbe de Aldur, pues con el Orbe poda ver Aldur lo pasado, lo existente y loque an tena que suceder.

    Garion advirti que estaba conteniendo la respiracin, completamente absortoen la historia. Escuch con admiracin el episodio del robo del Orbe por parte de Toraky la guerra que le haban hecho los otros dioses. Torak utiliz el Orbe para romper latierra y abrir paso al mar para que la anegara, hasta que el Orbe respondi al mal usoque haca de sus poderes y le quem la mitad izquierda del rostro y lo dej sin la manozurda y sin el ojo del mismo costado.

    El viejo hizo all una pausa y apur la jarra de cerveza. Ta Pol, todava con elchal en torno a los hombros, le trajo otra con movimientos casi majestuosos y los ojosardientes.

    Jams haba odo la historia contada de ese modo musit Durnik.Es el Libro de Alorn(1). Slo se cuenta en presencia de reyes coment Cralto,

    tambin en un susurro. Cierta vez conoc a un hombre que la haba escuchado en lacorte del rey, en Sendar, y que recordaba una parte de ella pero nunca la haba odoentera.

    La narracin continuaba con el relato de cmo, dos mil aos ms tarde,Belgarath el Hechicero condujo a Cherek y a sus tres hijos para recuperar el Orbe y decmo las tierras occidentales fueron colonizadas y protegidas contra las huestes deTorak. Los dioses se retiraron del mundo y dejaron a Riva para proteger el Orbe en sufortaleza de la isla de los Vientos; all, Riva forj una gran espada y engarz el Orbe ensu empuadura. Mientras el Orbe siguiera all y la estirpe de Riva ocupara el trono,Torak no podra vencer.

    Despus, Belgarath envi a su hija predilecta a Riva para que fuera madre dereyes, mientras su otra hija se quedaba con l y aprenda su arte, pues estaba dotadacon la marca de los hechiceros.

    La voz del viejo narrador era ahora un cuchicheo mientras el relato se acercabaa su final.

    Y entre Belgarath y su hija, la hechicera Polgara, formularon encantamientospara mantener la vigilancia contra la llegada de Torak. Algunos hombres dicen que11. Existan otras versiones ms cortas y menos formales de esta historia, parecidas a la adaptacin utilizadaaqu en el Prlogo. Incluso el propio Libro de Alorn era se deca un resumen de un documento muchoms antiguo.

    25

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    26/216

    estos hechizos impedirn su llegada hasta el mismo fin de los tiempos, pues estprofetizado que un da el mutilado Torak atacar los reinos del oeste para reclamar elOrbe por el que tan alto precio pag y se librar un combate entre Torak y eldescendiente del linaje de Riva, y en ese duelo se decidir el destino del mundo.

    Tras esto, el narrador guard silencio y dej caer la capa de sus hombros enseal de que el relato haba concluido.

    Hubo un largo silencio en la sala, roto nicamente por el dbil chisporroteo delos troncos en el fuego casi apagado y la eterna cantinela de ranas y grillos en la nocheveraniega.

    Finalmente, Faldor carraspe y se puso en pie, retirando su asiento con unsonoro chirrido sobre el suelo de madera.

    Esta noche nos has hecho un gran honor, mi viejo amigodijo el amo de la casa con voz temblorosa de emocin. Es un

    acontecimiento que recordaremos mientras vivamos. Nos has contado una historia quesuele explicarse a los reyes pero que rara vez se narra a la gente normal.

    El viejo sonri entonces, alzando sus ojos azules con un pestaeo.No me he juntado con muchos reyes ltimamente, Faldor dijo con una

    carcajada. Todos parecen demasiado ocupados para escuchar viejos relatos, pero lashistorias deben ser contadas de vez en cuando para evitar que se pierdan... Adems,quin sabe en estos tiempos dnde pueda ocultarse un rey?

    Todos se echaron a rer al escuchar estas palabras y empezaron a retirar losbancos en los que estaban sentados, pues ya empezaba a hacerse tarde y era hora deacostarse para aquellos que deban levantarse con las primeras luces.

    Quieres llevarme una linterna al lugar donde voy a dormir, muchacho? pregunt el narrador a Garion.

    Con mucho gusto asinti Garion, quien se levant de un brinco y echo a

    correr hacia la cocina. Tom una lmpara de vidrio cuadrada, encendi la vela de suinterior en uno de los fuegos de la cocina y regres al comedor.Faldor estaba conversando con el narrador. Cuando se volvi, Garion advirti

    que el viejo cruzaba una extraa mirada con la ta Pol, que segua de pie al fondo de lasala.

    Ya estamos listos, muchacho? pregunt el narrador a Garion cuando stese le acerc.

    Cuando gustes respondi Garion, y los dos dieron media vuelta y salierondel comedor.

    Por que est inacabada tu historia? pregunt el chiquillo, incapaz decontener su curiosidad. Por que has terminado la narracin antes de revelar quesucedi cuando Torak y el rey rivano se enfrentaron?

    sa es otra historia explic el viejo.Me la contars alguna vez? insisti Garion. El narrador se echo a rer.Torak y el rey rivano todava no se han enfrentado, de modo que mal puedo

    contarte su encuentro, no crees?... Al menos, hasta que ste se haya producido.Pero no es ms que un cuento, verdad?quiso saber Garion.

    26

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    27/216

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    28/216

    Es un consuelo, pequeo dijo el viejo. Ahora, ve a acostarte. Tu ta Polestar preocupada por ti.

    Ms tarde, cuando se durmi, Garion tuvo sueos agitados. La figura oscura delmutilado Torak lo acech en las sombras y unos seres monstruosos lo persiguieron porunos terrenos tortuosos donde lo posible y lo imposible se confundan y se mezclabanmientras aquel otro mundo se extenda hacia l para atraparlo.

    28

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    29/216

    3

    Algunas maanas ms tarde, cuando la ta Pol ya empezaba a fruncir elentrecejo con aire amenazador ante su continuo merodear por la cocina, el viejonarrador busc la excusa de hacer algn recado para dirigirse a la aldea cercana deGralt.

    Bueno dijo ta Pol, con cierta displicencia. Al menos, mis despensasestarn a salvo mientras ests fuera.

    El viejo hizo una reverencia burlona con un guio en los ojos:La seora Pol precisa algo? pregunt. Hay alguna frivolidad que pueda

    traerte, ya que voy al pueblo?Tras pensarlo un momento, ta Pol respondi: Algunos tarros de especias

    empiezan a estar vacos y hay un mercader tolnedrano que las vende en la calle delHinojo, cerca de la taberna del pueblo. Estoy segura de que no tendrs problemas para

    encontrar la taberna.Seguro que el viaje me da sed asinti el viejo narrador, complacido ante la

    perspectiva. Y seguro que ser solitario. Diez leguas sin nadie con quien charlar seharn interminables.

    Habla con los pjaros sugiri ta Pol con brusquedad. Los pjaros sabenescuchar muy bien respondi l, pero

    sus frases son repetitivas y uno se cansa pronto de ellas. Por qu no dejas queme acompae el muchacho?

    Garion contuvo el aliento.Ya est adquiriendo suficientes malas costumbres por s mismo replic la

    mujer con acritud. Prefiero que no acabe de instruirlo un experto.Vamos, seora Pol! protest el viejo, al tiempo que robaba un buuelo casisin darse cuenta. No eres justa conmigo. Adems, al chico le conviene un cambio...,ensanchar sus horizontes, podramos decir.

    Sus horizontes ya son lo bastante anchos, muchas gracias replic ella.A Garion se le cay el alma a los pies.De todos modos continu la mujer, al menos puedo confiar en que no se

    olvidar de las especias ni se embriagar de cerveza hasta el punto de confundir losgranos de pimienta con el clavo o la canela con la nuez moscada. Est bien, llvate almuchacho, pero ten cuidado: no quiero que lo lleves a ningn antro de mala fama.

    Seora Pol! continu la broma el viejo, fingindose escandalizado. Nopensar usted que frecuento tales sitios!

    Te conozco muy bien, Viejo Lobo replic ella en tono seco. Te zambullesen el vicio y la corrupcin con la misma naturalidad que un pato en las aguas de unestanque. Si me entero de que has llevado al chico a algn lugar inconveniente,tendremos unas palabras, t y yo.

    Entonces, debo asegurarme de que no te enteres de nada parecido, no eseso?

    29

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    30/216

    Ta Pol le dirigi una severa mirada.Ir a ver qu especias necesito.Y yo ir a pedir prestado un carro a Faldor aadi el viejo, al tiempo que se

    apoderaba de otro buuelo.Al cabo de un rato sorprendentemente breve, Garion y el viejo narrador iban

    dando botes en el pescante de un carro detrs de un caballo al trote por el caminolleno de profundas rodadas que conduca a Gralt. Era una maana de verano luminosa,en el cielo haba algunas nubes como flores de diente de len y los setos formabandensas sombras azules. Al cabo de algunas horas, sin embargo, el sol empez aapretar y el traqueteante viaje empez a hacerse fatigoso.

    Ya estamos cerca? pregunt Garion por tercera vez.Todava falta un rato respondi el viejo. Diez leguas es una distancia

    considerable.Yo estuve una vez all le inform Garion, tratando de aparentar

    despreocupacin. Por supuesto, entonces no era ms que un nio y no recuerdo casinada, pero me pareci que era un lugar estupendo.

    El viejo se encogi de hombros y, con un aire de ligera afliccin, respondi:No es ms que un pueblo como tantos.Garion empez a dirigirle preguntas con el propsito de inducir al viejo a narrar

    otra de sus historias que hiciera ms corto el camino.Cmo es que no tienes nombre..., si no consideras impertinente la pregunta?Tengo muchos nombres respondi el viejo mientras se mesaba su barba

    canosa. Casi tantos como aos.Yo solo tengo uno. De momento.Qu?Slo tienes un nombre hasta el momento explic el viejo. Con el tiempo,

    tal vez tengas otro... o varios ms. Algunas personas van coleccionndolos a lo largode sus vidas. A veces, los nombres se gastan, igual que la ropa.

    La ta Pol te llama Viejo Lobo apunt Garion.Ya lo s respondi el narrador. Tu ta y yo nos conocemos desde hace

    mucho tiempo.Por qu te llama as?Quin puede saber por qu una mujer como tu ta hace las cosas?Puedo llamarte seor Lobo? pregunt el pequeo.

    Los nombres eran muy importantes para l y el hecho de que el viejo narradorno pareciera tener ninguno siempre le haba preocupado. De algn modo, su carenciade nombre lo haca parecer una persona incompleta, inacabada.

    El viejo lo mir con aire serio un instante y luego estall en carcajadas.Seor Lobo me parece muy bien. Es muy adecuado. Creo que me gusta ms

    ese nombre que cualquiera de los que he tenido en aos.Puedo, entonces, llamarte seor Lobo?

    30

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    31/216

    Creo que me gusta la idea, Garion. Creo que me gusta mucho.Entonces, no querras contarme alguna historia, por favor?El tiempo y la distancia pasaron mucho ms deprisa desde ese instante,

    mientras el seor Lobo narraba a Garion relatos de gloriosas aventuras y oscurastraiciones extrados de los siglos lbregos e interminables de las guerras civiles

    arendianas.Por qu son as los arendianos? pregunt Garion despus de un relato ms

    bien siniestro.Los arendianos son muy nobles respondi Lobo, echndose hacia atrs en el

    pescante del carro con las riendas colgadas negligentemente en una mano. Lanobleza es un rasgo que no siempre resulta de fiar, pues a veces provoca que loshombres obren por oscuras razones.

    Rundorig es un arendiano dijo Garion. A veces parece..., en fin, no parecemuy despierto, sabes a qu me refiero?

    Es el efecto de toda esa nobleza respondi Lobo. Los arendianos pierdentanto tiempo concentrndose en ser nobles que no tienen tiempo de pensar en otrascosas.

    Llegaron a lo alto de la cresta de una larga colina y ante ellos, en el siguientevalle, se extendi el pueblo de Gralt. El pequeo conglomerado de casas de piedra griscon techos de pizarra decepcion a Garion por su pequeez, Dos caminos, polvorientosy blanquecinos, se cruzaban en el pueblo, que tena adems algunas callejas estrechasy tortuosas. Las casas eran cuadradas y slidas, pero casi parecan juguetes colocadosal fondo del valle. Ms all, en el horizonte, se divisaban las crestas de las montaasdel este de Sendaria y, aunque era verano, las cumbres estaban todava cubiertas denieve.

    El caballo, cansado, descendi al paso por la ladera hacia el pueblo, levantandonubecillas de polvo con sus pezuas, y pronto se encontraron traqueteando por las

    calles empedradas en direccin al centro del pueblo. Los habitantes, como es lgico, sesentan demasiado importantes para prestar atencin a un viejo y a un chiquillo en uncarro de granja. Las mujeres llevaban vestidos largos y sombreros altos y puntiagudosy los hombres lucan jubones y gorros de suave terciopelo. Sus ademanes parecanaltivos y contemplaban con evidente desdn a los contados campesinos que habanbajado al pueblo, quienes se hacan a un lado con respeto para dejarles paso.

    Son muy elegantes, verdad? apunt Garion.As parecen creerlo ellos asinti Lobo con aire divertido. Creo que ya es

    hora de encontrar algo que comer, no te parece?Aunque no se haba dado cuenta hasta el momento en que el viejo lo haba

    mencionado, Garion sinti de pronto un hambre voraz.

    Y dnde iremos? pregunt. Toda esta gente parece tan esplndida... Aceptarn que unos extraos se sienten a su mesa?Lobo se echo a rer e hizo tintinear una bolsa que llevaba al cinto.No tendremos problemas para hacer relaciones asegur . Hay lugares

    donde se puede comprar comida.Comprar comida? Garion no haba odo nunca algo parecido. Cualquiera que

    apareciera a la puerta de la casa de Faldor a la hora de comer tena un plato en la

    31

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    32/216

    mesa por costumbre. El mundo de los campesinos era, estaba claro, muy distinto delque viva la gente del pueblo.

    Pero yo no tengo dinero protest.Yo tengo suficiente para los dos le asegur Lobo, y detuvo el carro frente a

    un gran edificio de escasa altura con un letrero colgado justo encima de la puerta, en

    el que haba un dibujo de un racimo de uvas. Haba unas palabras escritas en el rtulo,pero Garion no supo descifrarlas.Qu dicen esas palabras, seor Lobo? pregunt.Dicen que dentro se puede comprar comida y bebida respondi Lobo

    mientras bajaba del carro.Debe de ser estupendo saber leer coment Garion, pensativo. El viejo lo

    observ con aparente sorpresa.No sabes leer? pregunt, incrdulo.No he encontrado nunca nadie que me enseara dijo Garion. Faldor sabe

    leer, creo, pero es el nico en la hacienda.

    Tonteras resopl Lobo. Hablar de ello con tu ta Pol. Creo que descuidasus responsabilidades. Debera haberte enseado ya hace aos.Ta Pol sabe leer? pregunt Garion, desconcertado.Pues claro asinti Lobo, en marcha hacia la taberna. Dice que no le

    encuentra ninguna utilidad, pero ella y yo ya discutimos ese asunto hace aos y lodejamos aclarado.

    El viejo narrador pareca muy molesto por la falta de conocimientos de Garion.El muchachito, no obstante, estaba mucho ms interesado en el ambiente cargado dehumo de la taberna y no le presto atencin.

    El local era grande y tena poca luz, con un techo bajo de vigas y un suelo de

    piedra cubierto de esteras de esparto. Aunque no haca fro, haba un fuego encendidoen un asador situado en el centro de la estancia, del cual se alzaba una errticacolumna de humo hacia una chimenea colocada encima sobre cuatro pilares de piedracuadrados. Unas velas de sebo colocadas en platillos de barro en varias de las mesaslargas llenas de mugre iluminaban la taberna, que heda a vino y a cerveza rancia.

    Qu tienen de comer? pregunt Lobo a un hombre de aspecto agrio ybarba descuidada que luca un delantal manchado de grasa.

    Nos queda un poco de asado dijo el hombre sealando un espetn situadocerca del asador. Est hecho apenas anteayer, y una sopa con carne recin hechaayer por la maana, y pan que an no tiene una semana.

    Muy bien dijo Lobo, tomando asiento. Yo beber una jarra de su mejorcerveza y traiga un vaso de leche para el chico.

    Leche? protest Garion.Leche asinti Lobo con firmeza.Tiene dinero? exigi saber el hombre de aspecto avinagrado.Lobo hizo tintinear la bolsa y el individuo pareci, de pronto, mucho menos

    desabrido.

    32

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    33/216

    Por qu ese hombre est durmiendo ah? pregunt Garion, sealando a unvecino del pueblo que roncaba con la cabeza cada en una de las mesas.

    Est bebido explic Lobo, sin apenas volver la mirada hacia el hombre.No debera ocuparse alguien de l? Seguro que l prefiere que no se

    ocupen.

    Lo conoces?Lo conozco a l respondi Lobo y a muchos como l. A veces, yo mismo

    me he encontrado en ese estado.Por qu?En su momento, me pareci oportuno.El asado estaba seco y demasiado hecho, la sopa era aguada y sin sustancia y

    el pan estaba rancio, pero Garion tena demasiada hambre para advertirlo. Rebameticulosamente el plato como le haban enseado y luego aguard mientras el seorLobo daba cuenta con tranquilidad de una segunda jarra de cerveza.

    Todo esplndido coment, ms por decir algo que por autntica conviccin.En conjunto, Gralt no responda ni mucho menos a sus expectativas.

    Slo normal replic el narrador encogindose de hombros. Las tabernasde pueblo son muy parecidas en todas partes. Rara vez he encontrado una que mehaya dejado ganas de volver. Nos vamos?

    Dej unas monedas sobre la mesa, que el hombre de aspecto avinagrado seapresur a recoger, condujo a Garion hacia la puerta y salieron bajo el sol de la tarde.

    Vamos a buscar a ese comerciante de especias que mencion tu ta: despusnos ocuparemos de encontrar alojamiento para est noche... y un establo para elcaballo.

    El viejo y el chiquillo dejaron el carro y el caballo junto a la taberna y echaron a

    andar por la calle.La casa del comerciante tolnedrano era un edificio alto y estrecho situado en lacalle siguiente. Dos hombres de tez morena y cuerpo rechoncho vestidos con tnicascortas haraganeaban junto a la puerta de la tienda, cerca de un caballo negro deaspecto feroz que llevaba una curiosa silla de montar acorazada. Los dos hombresobservaron con aburrido desinters a los viandantes.

    Al verlos, el viejo narrador se detuvo.Sucede algo? inquiri Garion.Son thulls murmur Lobo, lanzando una penetrante mirada a los dos

    hombres.Qu?Esos hombres son thulls repiti el viejo. En general trabajan de

    porteadores para los murgos.Qu son los murgos?Son el pueblo que habita Cthol Murgos dijo lacnico Lobo. Angaraks del

    sur.Los que derrotamos en la batalla de Vo Mimbre? pregunt el muchacho .

    Qu pueden estar haciendo aqu?

    33

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    34/216

    Los murgos se han dedicado al comercio desde hace un tiempo dijo Lobo,con el entrecejo fruncido. No esperaba encontrarlos en un pueblo tan remoto. Sermejor que entremos. Los thulls nos han visto y podran extraarse si ahora damosmedia vuelta y nos alejamos. No te apartes de mi lado, muchacho, y permanececallado.

    Pasaron ante los dos robustos individuos de la puerta y penetraron en la tiendadel comerciante de especias.

    El tolnedrano era un hombre calvo y delgado que llevaba una tnica parda,larga hasta el suelo, con un cinturn. El hombre pesaba con gesto nervioso variospaquetes de un polvo de olor penetrante colocados en el mostrador.

    Buenos das tenga usted dijo a Lobo. Le ruego un poco de paciencia.Enseguida lo atender.

    El comerciante hablaba con un ligero ceceo que a Garion le pareci muycurioso.

    No tengo prisa replic Lobo con una voz gangosa y vacilante. Garion lo mircon expresin de extraeza y le asombr ver que su amigo andaba encorvado y mova

    la cabeza de un lado a otro como un bobo.Ocpate de ellos dijo con brusquedad el otro hombre que haba en la

    tienda. Era un tipo corpulento de piel atezada que llevaba una cota de malla y unaespada corta al cinto. Tena altos los pmulos y varias cicatrices de horrible aspectocruzaban su rostro. Sus ojos eran curiosamente rasgados y su voz spera hablaba conun pronunciado acento.

    No tengo prisa repiti Lobo con su voz gangosa.Mis obligaciones aqu me llevarn algn tiempo y prefiero no ir con prisas

    replic el murgo con frialdad. Dile al comerciante qu necesitas, viejo.Muchas gracias, pues balbuci Lobo. He trado una lista conmigo. La

    tengo por alguna parte se puso a rebuscar en los bolsillos con gestos torpes. Miamo la escribi. Espero que puedas leerla t, amigo comerciante, pues yo no s.

    Encontr por fin la lista y la entreg al tolnedrano.El comerciante le echo una ojeada.Solo tardar un momento con esto asegur al murgo.ste asinti y se qued mirando a Lobo y a Garion rgidamente. Sus ojos se

    entrecerraron y su expresin cambi.Pareces un muchachito muy despierto dijo a Garion. Cmo te llamas?Hasta aquel instante, Garion haba sido durante toda su vida un nio sincero y

    honrado, pero la actuacin de Lobo haba abierto ante sus ojos todo un mundo nuevode engaos y subterfugios. Le pareci escuchar en algn rincn de su mente una vozde aviso, una voz seca y tranquila que le adverta que la situacin era peligrosa y quedeba adoptar medidas para protegerse. Apenas vacil un segundo antes de pronunciarsu primera mentira consciente. Abri la boca y adopt una expresin ausente yestpida.

    Rundorig, excelencia murmur. se es un nombre arendiano coment el murgo entrecerrando todava ms

    los ojos. Pero no tienes aspecto de arendiano.

    34

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    35/216

    Garion lo mir boquiabierto.Eres un arendiano, Rundorig? insisti el murgo.Garion frunci el entrecejo como si luchara con una idea, mientras su mente

    corra para encontrar una respuesta. La voz seca y tranquila le sugiri variasalternativas.

    Mi padre lo fue respondi por fin, pero mi madre es sendaria y la gentedice que he salido a ella.

    Has dicho lo fue apunt con rapidez el murgo. Ha muerto tu padre,entonces?

    Su rostro cosido de cicatrices lo miraba con expresin torva. Garion asinti congesto estpido.

    Estaba talando un rbol y le cay encima minti. Fue hace mucho tiempo.El murgo pareci perder el inters de repente.Ah tienes una moneda, muchacho dijo, y arroj una pequea moneda a los

    pies de Garion con gesto de indiferencia. Tiene la imagen del dios Torak en una desus caras. Tal vez te traiga suerte... o al menos un poco ms de inteligencia.

    Lobo se agach rpidamente y recogi la moneda, pero la que entreg a Garionfue otra: un penique ordinario de Sendaria.

    Da las gracias al gentil caballero, Rundorig dijo con su voz fingida.Muchas gracias, excelencia dijo Garion y escondi la moneda en su puo

    cerrado.El murgo se encogi de hombros y les dio la espalda.Lobo pag las especias al comerciante tolnedrano y sali de la tienda con

    Garion pegado a sus talones.

    Te has metido en un juego muy peligroso, muchacho murmur Lobo cuandoestuvieron a suficiente distancia de los dos thulls de la entrada.Me ha parecido que no queras que ese hombre supiera quines ramos

    explic Garion. No saba muy bien por qu, pero he credo que tena que actuar de lamisma manera. He obrado mal, tal vez?

    Eres muy despierto asinti Lobo con un gesto de aprobacin. Creo quehemos conseguido engaar al murgo.

    Por que has cambiado las monedas?A veces, las monedas angaraks no son lo que parecen dijo Lobo. Es mejor

    para ti que no tengas ninguna. Vamos a buscar el carro y el caballo. Tenemos un buentrecho hasta la hacienda de Faldor.

    Pensaba que bamos a buscar alojamiento para pasar la noche.Los planes han cambiado ahora. Vamos, muchacho. Es hora de irse.El caballo estaba muy fatigado y ascendi con lentitud la ladera de la colina; las

    casas de Gralt quedaron atrs mientras el sol se pona ante ellos.Por que no me has dejado guardar el penique angarak, seor Lobo?

    insisti Garion. El asunto an lo tena desconcertado.

    35

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    36/216

    Muchas veces sucede en este mundo que algo parece ser una cosa cuando,en realidad, es otra coment Lobo con aire un tanto sombro. No me fo de losangaraks y, sobre todo, desconfo de los murgos. Me parece que ser ms convenienteque no tengas nunca en tu posesin nada que lleve la efigie de Torak.

    Pero la guerra entre el oeste y los angaraks termin hace quinientos aos protest Garion. Todo el mundo lo dice.

    No todo el mundo replic Lobo. Ahora, toma esa ropa de la parte de atrsdel carro y tpate. Tu ta no me perdonara nunca si pillaras un resfriado.

    Lo har si t crees que debo respondi Garion, pero no tengo nada de froy estoy muy despierto. Te har compaa mientras volvemos.

    Ser un consuelo, muchacho afirm el viejo.Seor Lobo pregunt Garion al cabo de un rato, conociste a mi padre y a

    mi madre?Si respondi el narrador, lacnico. Mi padre tambin est muerto,

    verdad? Me temo que s. Garion emiti un profundo suspiro.

    Es lo que yo pensaba murmur. Ojal los hubiera conocido. Ta Pol diceque no era ms que un beb cuando... El chiquillo no se atrevi a pronunciar lapalabra. He tratado de recordar a mi madre, pero no puedo.

    Eras muy pequeo dijo Lobo.Cmo eran? quiso saber Garion. Lobo se mes la barba y respondi:Normales. Tan normales que nadie se fijaba en ellos. Garion tom el

    comentario como una ofensa. Ta Pol dice que mi madre era muy guapa protest.Lo era.

    Entonces, cmo puedes decir que era tan normal? Me refiero a que no erauna persona destacada o importante

    dijo Lobo. Lo mismo que tu padre. Cualquiera que los viera slo podapensar que eran simples aldeanos. Un hombre joven con su esposa y su hijo: eso eralo nico que poda ver la gente. Y precisamente era as como se supone que deban serlas cosas. No te comprendo.

    Es muy complicado de explicar.Cmo era mi padre?De estatura mediana y cabello oscuro respondi Lobo . Era un hombre

    muy serio. Me caa bien. Quera a mi madre? Ms que a nada en el mundo. Y ami? Desde luego que s.

    Dnde vivan?En un lugar muy pequeo respondi Lobo, una aldea cercana a las

    montaas apartada de todas las rutas importantes. Tenan una casita al final de unacalle, una cabaa pequea pero slida. La construy tu padre con sus propias manos,pues era cantero. Yo sola detenerme en su casa en ocasiones cuando estaba en lacomarca.

    La voz del viejo narrador sigui su descripcin de la aldea y la casa en la quevivi la pareja. Garion lo escuch y poco a poco, sin advertirlo, se qued dormido.

    Deba de ser muy tarde, casi la hora del amanecer. Adormilado, el muchachonot cmo lo levantaban del carro y lo transportaban en volandas escaleras arriba. El

    36

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    37/216

    viejo Lobo resultaba sorprendentemente fuerte. La ta Pol estaba presente: Garion notuvo necesidad de abrir los ojos para saberlo. El pequeo habra sido capaz deencontrarla en una habitacin a oscuras gracias a aquel aroma especial que emanaba.

    Cbrelo bien dijo el seor Lobo a ta Pol en un cuchicheo. Ser mejor nodespertarlo ahora.

    Qu ha sucedido? pregunt ta Pol en voz tan baja como la del viejo.Haba un murgo en el pueblo, en la tienda de tu mercader de especias. Hizo

    muchas preguntas e intent darle al muchacho una moneda angarak.En Gralt? Ests seguro de que slo era un murgo? No hay manera de

    estar seguro. Ni siquiera yo soy capaz dedistinguir con claridad a un murgo de un grolim. Qu sucedi con la

    moneda?Reaccion con la rapidez suficiente para cogerla yo, y se la cambi al chico

    por un penique de Sendaria. Si ese murgo era un grolim, dejaremos que me siga.Estoy seguro de poder darle varios meses de entretenimiento.

    Entonces, piensas irte? La voz de ta Pol pareci un tanto triste.Es hora de hacerlo asinti Lobo. De momento, el chico est a salvo aqu yyo debo viajar muy lejos. Existen asuntos en vas de realizarse que debo atender.Cuando empiezan a aparecer murgos por lugares remotos como ste, empiezo apreocuparme. Tenemos una gran responsabilidad y una gran tarea sobre nuestroshombros y no debemos permitirnos el menor descuido.

    Estars ausente mucho tiempo? pregunt la ta Pol.Varios aos, calculo. Hay muchas cosas que debo investigar y mucha gente a

    la que he de ver.Te echar de menos dijo ta Pol en un susurro.

    El seor Lobo se echo a rer.Sentimentalismos, Pol? pregunt con voz seca. Eso no cuadra muchocontigo.

    Ya sabes a qu me refiero replic la mujer. No estoy preparada para latarea que t y los dems me habis encomendado. Qu s yo cmo se educa a unnio?

    Pues lo haces bien la tranquiliz Lobo. talo corto y no permitas que sucarcter te ponga histrica. Ten cuidado, Pol: ese chico miente como un campen.

    Garion? dijo la mujer con voz de desconcierto.Le minti al murgo con tal perfeccin que incluso yo qued impresionado.

    Garion?Tambin ha empezado a hacerme preguntas acerca de sus padres. Hasta

    dnde le has contado? quiso saber el viejo.Le he hablado muy poco del tema. Slo le he dicho que estaban muertos.Dejmoslo as de momento. No tiene sentido explicarle cosas cuando no tiene

    la edad suficiente para comprenderlas.

    37

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    38/216

    Las voces siguieron pero Garion volvi a sumirse en el sueo y casi lleg aconvencerse de que la conversacin de los dos adultos formaba parte de sus sueos.

    Pero a la maana siguiente, cuando despert, el seor Lobo se haba marchado.

    38

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    39/216

    4

    Las estaciones del ao se sucedieron una tras otra. El verano se convirti enotoo, el fuego otoal se apag dando entrada al invierno, ste retrocedi aregaadientes ante el impulso de la primavera, que volvi a florecer en el verano. Conel paso de las estaciones transcurrieron tambin los aos y Garion fue hacindosemayor casi sin darse cuenta.

    Mientras l creca, los dems nios tambin se hacan mayores... Todos exceptoel pobre Doroon, que pareca condenado a ser bajo y delgado toda su vida. Rundorigbrot como un rbol joven y pronto fue alto y fuerte como cualquier adulto de lahacienda. Zubrette, por supuesto, no se hizo tan alta como l, pero se desarroll deotras maneras que los muchachos empezaron a encontrar interesantes.

    A principios de agosto, justo antes de cumplir catorce aos, Garion estuvo apunto de sufrir un trgico final. Durante el verano, respondiendo a algn impulsoprimordial que poseen los chicos cuando tienen cerca una charca y unos troncosadecuados, haban construido una balsa. No era muy grande ni estaba especialmentebien construida: mostraba una tendencia a hundirse por un extremo si el peso a bordono se distribua de forma adecuada y presentaba la alarmante costumbre dedesmontarse en el momento menos pensado.

    Como era de esperar, fue Garion quien se encontraba a bordo de la balsa,luciendo sus habilidades en un excelente da de otoo, cuando la balsa decidi de unavez por todas y en un abrir y cerrar de ojos volver a su estado original. Todas lasataduras se deshicieron y los troncos empezaron a flotar cada uno por su lado.

    Garion, que no advirti el peligro de la situacin hasta el ltimo instante, hizoun esfuerzo desesperado por alcanzar la orilla utilizando la prtiga; pero sus prisas

    slo hicieron ms rpida la desintegracin de la nave. Por ultimo, se encontr de piesobre un tronco solitario, agitando los brazos como aspas de molino en un ftil intentopor mantener el equilibrio. Sus ojos barrieron la orilla pantanosa en la bsquedadesesperada de alguna ayuda. A cierta distancia, en mitad de la ladera y detrs de suscompaeros de juego, el muchacho vio la familiar figura del hombre sobre el caballonegro. El jinete llevaba una tnica oscura y sus ojos flameantes observaban los apurosdel muchacho. Entonces, el tronco solitario rod bajo los pies de Garion y ste terminpor caer al agua con un sonoro chapoteo.

    Por desgracia, la educacin de Garion no haba incluido el aprendizaje del artede la natacin y, aunque la charca no era excesivamente honda, si tena la profundidadsuficiente para resultar peligrosa.

    El fondo de la charca era repulsivo: consista en una especie de limo oscuro ylleno de algas, habitado por ranas, tortugas y una anguila de desagradable aspectoque se escabull serpenteante cuando Garion cay como una roca entre las matas dealgas. El muchacho se debati, trag agua y se impuls con las piernas de nuevo haciala superficie. Como una ballena resoplante, se alz de las profundidades, solt un parde jadeos para expulsar el agua de su interior y oy los gritos de sus compaeros de

    juegos. La figura oscura de la ladera no se haba movido y, por un breve instante,qued grabado en la mente de Garion hasta el menor detalle de la luminosa tarde enla charca. Tambin advirti otra cosa: aunque el jinete estaba en campo abierto y bieniluminado bajo el sol otoal, ni hombre ni caballo dejaban sombra alguna en la colina.

    39

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    40/216

    Mientras su mente luchaba por entender aquella incongruencia, el chico se hundi denuevo en el fondo fangoso.

    Mientras pugnaba contra las algas, ahogndose, Garion se dijo que, siconsegua impulsarse hacia la vecindad del tronco, tal vez pudiera agarrarse a l ymantenerse a flote. Ahuyent a una rana que lo miraba sobresaltada y se lanz denuevo hacia arriba. Desgraciadamente, emergi justo debajo del tronco. Not unpoderoso golpe en la parte superior del crneo, una fuerte luz estall en sus ojos yescuch un potente rugido. Volvi a hundirse, esta vez sin oponerse, cayendo hacia lasalgas que parecan extenderse para asirlo.

    Fue en ese instante cuando apareci Durnik. Garion not que una mano loagarraba del pelo, tiraba de l hacia la superficie y luego lo arrastraba siguiendo elmismo sistema, llevndolo hacia la orilla mediante poderosas brazadas. El herreroconsigui sacar del agua al muchacho semiinconsciente, lo puso boca abajo en el sueloy le pis varias veces la espalda para hacerle expulsar el agua de los pulmones.

    A Garion le crujieron las costillas.Ya basta, Durnik jade por fin.

    Se incorpor hasta quedar sentado y, de inmediato, le gote ante los ojos lasangre procedente del tremendo corte que se haba hecho en la cabeza. Apart lasangre con la mano y busc con la mirada al jinete sin sombra, pero la figura habadesaparecido.

    Intent ponerse en pie pero, de pronto, el mundo empez a dar vueltas a sualrededor y se desmay.

    Cuando recuper el sentido, Garion se encontr en su propia cama, con lacabeza envuelta en vendas.

    La ta Pol estaba a su lado con ojos flameantes.Pareces tonto! exclam la mujer. Qu hacas en esa charca?

    Iba en balsa respondi Garion tratando de que su voz sonara con todanormalidad.En balsa? dijo ella. En balsa? Quin te ha dado permiso?Bueno... titube l. Nosotros solo...Vosotros slo qu?El muchacho la mir, con aire desvalido.Y entonces ella, con un grito sordo, tom al muchacho en sus brazos y lo

    estrech contra ella hasta casi ahogarlo.Garion pens por un instante en hablarle de la extraa figura sin sombra que

    haba observado sus torpes chapoteos en la charca, pero la voz seca que a veces lehablaba desde el fondo de su mente le dijo que no era el mejor momento para hacerlo.De algn modo, el muchacho pareca saber que el asunto entre l y el hombre delcaballo negro era muy privado y que, inevitablemente, llegara el momento en que losdos se enfrentaran en una especie de lucha de voluntades o acciones. Hablarle de elloahora a ta Pol la involucrara en el asunto y Garion no lo deseaba. No estaba muyseguro de por que, pero tena la certeza de que la figura oscura era un enemigo y,aunque tal pensamiento le produca cierto temor, tambin le resultaba excitante. Nocaba la menor duda de que ta Pol poda enfrentarse a aquel extrao pero Garion saba

    40

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    41/216

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la Profeca

    42/216

    En realidad, hasta aquel momento no se haba molestado en estudiar la manchacon detenimiento. Cubra casi toda la palma y, bajo ciertas condiciones de luz,despeda una ligera luminosidad plateada.

    Tal vez sea una marca de nacimiento acot Zubrette.Apuesto a que lo es se apresur a decir Doroon. Una vez vi a un hombre

    que tena una gran mancha prpura en un lado de la cara. Era uno de esos carreterosque vienen en otoo a recoger la cosecha de nabos. El hombre tena la marca en todoel costado de la cara y al principio cre que era un gran morado y pens que deba dehaber participado en una pelea terrible (ya sabis, esos carreteros siempre se metenen peleas), pero en realidad no era un morado, sino una marca de nacimiento, comoha dicho Zubrette. Me pregunto cul ser la causa de que aparezcan.

    Esa noche, cuando ya se dispona a acostarse, Garion pregunto a su ta sobre elasunto.

    Qu es esta marca, ta Pol? pregunto, con la mano alzada hacia ella.La mujer, que se peinaba ante un espejo, apart la vista de su larga melena de

    oscuros cabellos.

    No es nada que deba preocuparte le dijo.No me preocupa replic el muchacho. Slo me gustara saber qu es.

    Zubrette y Doroon creen que es una mancha de nacimiento. Se trata de eso, ta?Si, de algo as.Tena alguno de mis padres una mancha como sta?Tu padre la tena. La familia la ha llevado durante mucho tiempo.Un sbito y extrao pensamiento acudi a la mente de Garion. Sin saber por

    qu, alarg la mano y toc el mechn blanco de la frente de su ta.Es como ese mechn blanco que tienes en el pelo? pregunt.

    De pronto, not un escozor en la mano y le pareci como si se abriera unaventana en su mente. Al principio slo percibi la sensacin del transcurrir deincontables aos como un vasto mar de nubes hinchadas y masivas; a continuacin ms aguda que el filo de cuchillo alguno le embargo una sensacin de prdida, depesadumbre, repetida infinitas veces. Luego percibi su propio rostro y, detrs de l,muchos otros semblantes viejos y jvenes, majestuosos y muy vulgares y, detrs detodos ellos, las facciones del seor Lobo, carentes de aquel aire bobalicn que a vecesadoptaba. Sin embargo, por encima de todo, le embargo el conocimiento de un podersobrenatural, ms que humano. Y la certeza de una voluntad inquebrantable.

    Ta Pol sacudi la cabeza con gesto casi ausente.No hagas eso, Garion murmur, y la ventana de su mente se cerr.

    Qu ha sido esto? pregunt el muchacho, lleno de curiosidad y deseoso deabrir de nuevo la ventana.Un simple truco respondi ella.Ensame a hacerlo.Todava no, mi querido Garion replic ella, tomndole la cabeza entre sus

    manos. Todava no. An no ests preparado. Ahora, ve a acostarte.Vendrs pronto? pregunt Garion, un poco asustado ahora.

    42

  • 8/14/2019 David Eddings - Cronicas de Belgarath 1 - La Senda de la P