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White Pearl, Black Oceans

Fragile as a leaf in autumn, just falling to the ground without a sound

Una fresca y hmeda brisa nocturna se encuentra con ella esa noche. Lleva largo rato

all y la decisin ya est tomada. Se agita su dorado pelo por el viento, como querindoselo

llevar consigo a la oscuridad del mar. Ella gira su cabeza para enfrentarlo. Sus mejillas se

sonrojan por el fro en tan plido rostro y de sus cerrados ojos azules se desprenden sendas

lgrimas de sal, que iran a parar al agua.

Con la delicadeza con que cae al suelo una hoja de un rbol en otoo, se inclina para

apoyarse contra la baranda del risco. La luna llena como tapndose para no ver, o quiz para

aumentar lo ttrico del paisaje, se esconde tmidamente detrs de las nubes que cubren el

cielo, quedando de ella tan solo un tenue resplandor amarillento. El viento, temeroso e

impaciente por lo que va a ocurrir, o quiz tratando de acelerar la fatdica escena que tiene

lugar; comienza a soplar con ms furia. El mar embiste contra las rocas con toda la fuerza de

una estampida de agua que impotente se rebela y revienta. Ella mira hacia abajo, donde van a

morir las olas. La bruma salpica su cara ya hmeda de lgrimas, hacindose parte de ellas. La

naturaleza entera pareciera manifestarse en ese eterno momento con todo su poder pero ella

apenas lo nota.

Busca entre la negrura e inmensidad del paisaje al horizonte, apenas puede ver ms

all de los pocos metros de agua que el dbil y oxidado farol alcanzan a iluminar. Y se sinti

reconfortada, a gusto. Quiz porque solo la negra espesura de aquella noche era comparable

con la de su alma.

Y luego de unos cuantos instantes, secndose las lgrimas e incorporndose, gira hacia

atrs para asegurarse que no haya nadie. Es sincero el dolor de quien llora en soledad. Y

jams se perdonara que alguien la viera haciendo lo que estaba a punto de hacer.

Trepa entonces por la baranda y hace equilibrio unos segundos que parecen horas.

Con su cabello de oro y su vestido del blanco ms plateado y puro, agitndose incontenibles;

quiebra en llanto, gime y grita. El viento hace su ltimo embate con suavidad, como

acaricindola y dejndola caer. Vuela unos instantes sobre la bruma y la oscuridad, con sus

brazos extendidos y en silencio, hacia el abismo. Hasta que finalmente consigue acurrucarse

para siempre sobre su lecho de rocas y mar.

Y al amanecer el sol brillar con ms fuerza que nunca. Quiz para despedir este alma,

quiz desear calentar con la fuerza de su brillo todas las dems almas sobre esta tierra.

Ral J. Ferrer Justo