Jessica Steele - Luces de Bohemia

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Jessica Steele

Luces de Praga (1995) En Harmex: Luces de bohemia (1994) Ttulo Original: West of Bohemia (1993) Editorial: Harlequin Ibrica Sello / Coleccin: Julia 697/Jazmn Gnero: Contemporneo Protagonistas: Ven Gajdusek y Fabia Kingsale

Argumento: Cara Kingsdale, una reportera muy experimentada, haba conseguido que el hermtico Ven Gajdusek le concediera una entrevista. Pero ahora, debido a un imprevisto, no poda ir y le pidi a su hermana que viajara a Checoslovaquia en su lugar. Fabia saba que no iba ser sencillo engaar a un hombre como Ven. Y menos aun si se enamoraba de el

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Captulo 1 Fabia cambi de posicin al despertar en su habitacin del hotel ese lunes y al

empezar a recordar, volvi a cerrar sus hermosos ojos verdes y dese por un momento estar de regreso en Inglaterra. Un segundo o dos despus volvi a abrirlos, se senta agitada. Deba ver la situacin por el lado optimista, pero el nico problema era, se dijo con desaliento, qu aparte del lugar en el que estaba, el encantador balneario de Marinsk Lzne, en Checoslovaquia, un pas que siempre haba querido visitar, no haba ninguna otra cosa interesante.

Debi estar loca, total y ridculamente loca, pens, para haberse dejado convencer por su hermana y hacer ese viaje, sola. Sin duda, en las mismas circunstancias, a Cara le hubiera ido mucho mejor.

Su hermana era ms sofisticada que ella, pero a los veintiocho aos de edad, seis ms de los que Fabia tena, era de esperarse que lo fuera. Y, de todas maneras, Cara no habra durado ms de dos minutos en su trabajo como periodista si no hubiera madurado.

Madurado o no, Fabia siempre defenda a su hermana incluso con el pensamiento, sta tena un gran e importante taln de Aquiles, Barnaby Stewart, quien era una gran persona y era brillante como cientfico, pero por otro lado distrado y en general bastante intil. Haba ocasiones, y Fabia lo saba muy bien, en que Barnaby conduca a su ordenada y eficiente hermana a una total confusin. De todas maneras, Cara estaba profundamente enamorada de l y haca un ao que se haban casado.

La chica estir la mano hacia la mesa de noche para tomar su reloj. Era temprano y no tena prisa en empezar un da que podra caer en la misma categora desafortunada que el anterior, el anterior, repiti incorporndose en el lecho y recargndose en la cabecera.

Los acontecimientos no haban resultado como los haba planeado. Cmo deseaba que su hermana estuviera all! Deba estar con ella, de hecho era Cara la que iba a hacer el viaje a Checoslovaquia sola.

Sin querer, Fabia record su hogar en Gluocestershire donde viva con sus padres en el pueblo de Hawk Lacey. Su familia tena una pequea empresa y una instalacin para cuidar perros mientras sus dueos salan de vacaciones. A Fabia le encantaban los canes y los gatos, y haba pensado estudiar para veterinaria. Estaba estudiando para el examen de admisin cuando su padre descubri que se haba estado durmiendo con un atractivo spaniel lo que hizo al seor expresar sus dudas en palabras.

S que alguien tiene que dedicarse a ello, cario declar con sensibilidad, pero creo que no tienes el carcter para soportar el lado triste de esa profesin.

No te sentirs desilusionada si no entro a estudiar esa carrera? le haba ella preguntado, y se sinti ms contenta que haca semanas cuando le respondi.

No seas tonta brome l.



Cuando Fabia dej la escuela, pareca estar hecha para dedicarse a darles de comer y ejercitar a los perros proporcionndoles todo el amor y la atencin que tanto necesitaban.

A su hermana tambin le gustaban los animales, pero nunca haba tenido nada que ver con ellos, se haba salido de su casa al cumplir los dieciocho aos. Cara se haba casado y viva con Barney en Londres, pero iba a visitarlos a Hawk Lacey siempre que poda. A veces Barney la acompaaba, pero, como a menudo ella poda coordinar las visitas con algn reportaje en esa rea, iba sola.

Fue en una de esas ocasiones, en febrero, dos meses atrs, cuando, habiendo manejado a Cheltenham para hacer una entrevista, se desvi para verlos. Fabia sinti que estaba muy emocionada y comprendi que no era la nica cuando apenas se sentaron a tomar el t, su padre le pregunt ya que era muy observador:

Nos lo vas a contar o es un secreto?

Adivinen quinempez Cara a decir.

Vas a tener un nio! trat de adivinar su madre, aflorando un nietecito.

Mam! exclam Cara, exasperada. Ya tengo bastante tratando de cumplir con mi profesin y tener que limpiar todo el tiradero que deja Barney para todava aadir un nio a mi carga de trabajo!

A Norma Kingsdale le mortificaba que su hija mayor no tuviera ninguna intencin de abandonar su carrera, pero esperaba que lo hiciera cuando se decidiera a tener familia. Como no haban visto a Cara desde Navidad, y como podran pasar otras cinco semanas o ms, antes que la volvieran a ver, no discuti ms y la anim para gozar del momento que tenan.

Dijiste, "adivinen quin"

Cara no necesitaba que la motivaran y sus ojos volvieron a brillarle de emocin.

Adivinen a quin le acaban de otorgar la entrevista del ao.

Despus de un periodo de trabajo por su cuenta, la joven estaba trabajando para la connotada revista bimestral Verity. Para Fabia, que pensaba que su hermana era lo mximo, la entrevista era una prueba ms de que era una excelente profesionista.

La que acabas de hacer en Cheltenham? le pregunt emocionada mientras esperaba que le diera ms detalles.

No, vlgame Dios! neg Cara. Esa entrevista casi no tiene importancia comparada con esto.

Aja!, se trata de una entrevista que an no has realizado dijo Godfrey Kingsdale.

Cara asinti con la cabeza y prosigui a decirles que haba escuchado decir, esa maana cuando entr a su oficina para ver si haba recibido correspondencia, antes de irse a Cheltenham, que le haban asignado la entrevista con el famoso Vendelin Gajdusek.



El escritor checo? pregunt Fabia. Aunque no haba ledo ninguno de sus libros, saba que lo tenan en alta estima dentro del mundo literario.

El mismo! exclam Cara. Casi no puedo creerlo. Me pellizco, para saber si estoy dormida o despierta.

Pero, cre que l nunca otorgaba entrevistas? record Godfrey Kingsdale.

As es asinti Cara. Por eso mismo es tan extraordinario que despus de semanas y semanas de acaramelar a su secretaria por fin logr convencerlo. Todava no lo puedo creer, aunque tenga yo aqu la carta para probarlo.

Los siguientes minutos todos la felicitaron ya que comprendan que haba sido un gran logro. Luego la seora Kingsdale pregunt:

Tendrs que ir a su hotel a entrevistarlo?

Hotel? dijo Cara, pero de inmediato comprendi. Ah, l no vendr a Inglaterra, yo debo ir a Checoslovaquia.

Checoslovaquia! exclam la seora.

Est en Europa Oriental, mam, no en Marte Cara se ri, todava muy entusiasmada por las noticias de esa maana.

Y Barney est de acuerdo con que vayas? pregunt Norma.

l est ms emocionado que yo respondi Cara, revelando que le haba llamado por telfono cuando se enter de la noticia. Y no, mam, no le importa. Mientras yo est feliz en mi profesin, l me apoyar sonri para no dar la impresin de que le fastidiaba el hecho de que su madre pensara que debera dedicarse ms a su hogar, porque ya estaba casada. Adems, como lo ms pronto que me puede recibir el seor Gajdusek es la primera semana de abril, todo ha resultado perfecto.

No tena Barney que ir a los Estados Unidos a finales de marzo? intercal Fabia.

Te acordaste Cara sonri y le revel. En realidad estaba preocupada al pensar en qu iba a hacer durante las cuatro semanas que l estara de viaje, ya me acostumbr a tenerlo en casa admiti, aunque todos pensaban lo contrario. Ahora ya hice planes para pasar con l las dos ltimas semanas, juntos, como en una especie de vacaciones, pero las dos primeras semanas se qued pensando y mir a Fabia. Acabo de tener una maravillosa idea, por qu no me acompaas a Checoslovaquia?

No hablas en serio! exclam la joven, emocionndose de inmediato.

Claro que s replic Cara. Sers la mejor compaa y te fascinar, estoy segura.

Creo que ests recordando la poca en que todos los chicos estaban volviendo a sus padres locos con la msica pop, Fabia tocaba da y noche obras de Smetana, Jancvek y Dvorvk murmur su padre a secas.



Ests exagerando Fabia solt una carcajada, pero no pudo negar que haba sido una gran aficionada de los compositores checos y todava lo era.

Entonces, qu opinas? pregunt Cara y Fabia se volvi para preguntarles a sus padres.

Creen que puedo? No me necesitarn?

Hace mucho que debiste tomarte unas vacaciones declar de inmediato su madre.

Podemos estar solos una semana y luego mir intrigado a Cara, o dos?pregunt.

El seor Gajdusek vive en la regin de Checoslovaquia llamada Bohemia Occidental y quera llegar en avin, encontrar Marinsk Lzne donde tiene su casa y volar de regreso a Inglaterra respondi Cara. Pero si Fabia me acompaa podemos ir manejando, tomar el transbordador a Blgica, cruzar Alemania y cuando su padre la mir frunciendo el ceo dijo. Podemos tomar turnos para manejar y parar en algunos lugares en Alemania corrigi mirando de reojo a Fabia que sonrea, y una vez que haya concluido mi entrevista tomarlo como vacaciones, quedarnos unos das y conocer los alrededores. Incluso podramos ir a Praga.

Podemos? pregunt entusiasmada Fabia y quedaron de acuerdo.

Durante los dos meses que quedaban Fabia hizo varias veces el equipaje, y adquiri un libro de frases checoslovacas traducidas al ingls. Cuando su padre opin que el auto que l y su madre le haban reglado para sus cumpleaos era ms confiable en carretera que el elegante auto de Cara, que no tena un motor tan potente, decidieron que utilizaran su cuidado Volkswagen para el viaje.

Las hermanas hablaban por telfono muy seguido. Y mientras creca el entusiasmo de Fabia ante la perspectiva de ir a conocer el pas de sus compositores favoritos, creca tambin la alegra de Cara ante la idea de ir a hacerle una entrevista a Vendelin Gajdusek. Era como si todava no quisiera creer que era tan afortunada, que ella, entre tantos afamados periodistas que buscaban entrevistarlo, haba sido aceptada por l. Era obvio que estaba en la cspide de su carrera!

Para cuando lleg la semana en que emprenderan el viaje, Fabia haba conseguido y ledo una de las obras de Vendelin Gajdusek traducida al ingls y senta tanta admiracin por el escritor como por su hermana. Aunque prefera el estilo suave y poco agresivo de escribir, no poda dejar de admirar la afilada narrativa del checoslovaco.

Deba ser una emocin increble poder conocer al hombre que era autor de esa obra, pensaba cuando cerraba la maleta por ltima vez, el martes en la maana, aunque saba que eso iba a ser imposible. Haban planeado con mucho cuidado el primer da de lo que llamaban su "experiencia checoslovaca", as que Fabia saba por adelantado que nunca llegara a conocer a Vendelin Gajdusek.

De nuevo, Cara repas los primeros das de su itinerario en su memoria. Barney haba volado a los Estados Unidos el jueves anterior, y ella deba llegar manejando al apartamento donde vivan en Londres, el martes por la tarde. De all, Cara lo tena ya



todo meticulosamente planeado; ella y Fabia iran conduciendo a Dover y tomar el transbordador a Ostend el mircoles en la maana. Cruzaran Blgica y entraran tranquilas en Alemania donde pasaran la noche. El jueves deban llegar a la frontera Checa. De acuerdo a los planes de Cara, quien haba hecho reservaciones en el hotel en Marinsk Lzne, deban llegar a su destino ese da en la tarde.

Tenan bastante tiempo, haba declarado, para descansar antes de salir, un poco antes de las once de la maana, para acudir a su valiosa cita con el seor Gajdusek el viernes en la maana. Despus de eso, tendran vacaciones.

Fabia no poda pensar ms que en la "Experiencia Checoslovaca", cuando se despidi de sus padres junto a su auto.

Recuerda hija que debes

No te preocupes, mam Fabia sonri a su madre que estaba preocupada. Ya conoces a Cara, es de lo ms eficiente, todo saldr a la perfeccin.

Slo unas horas despus Fabia dese, con todo su corazn, haber tocado madera cuando hizo esa declaracin. Porque algo haba salido mal. Muy mal y todava antes de salir de Londres!

Contenta, sonriente y confiada, haba quitado de su frente unos cabellos, largos y rubios y los haba puesto detrs de la oreja y esperaba que su hermana fuera a abrirle la puerta.

La sonrisa en su rostro se desvaneci de pronto en el momento en que Cara abri la puerta y contempl la desusual palidez de su rostro y las seales, casi inequvocas, de que haba estado llorando.

Cara! Cario! Qu te pasa? entr al apartamento con ella.

No puedo ir! exclam a secas.

Fabia se estremeci, pero estaba ms interesada en ese momento en averiguar qu poda hacer para ayudar en lo que fuera y por lo que fuera, que preocupada porque pareca que su anticipado y emocionante viaje a Checoslovaquia no se llevara a cabo.

Por qu? Qu ha sucedido?

Barney est enfermo respondi con angustia; haba llorado bastante, pero ya estaba ms controlada.

No! No, cario! se lament Fabia y abraz a la joven, luego ambas tomaron asiento. Qu le pasa? pregunt rogando a Dios que no fuera algo grave.

Todava no lo saben. Me llamaron por telfono hace como tres cuartos de hora. Ha contrado algn virus y est delirando de fiebre mientras los doctores hacen lo imposible por averiguar qu es lo que tiene.

Vas a ir con l? era ms una declaracin que una pregunta.



Llam de inmediato al aeropuerto, ya reserv en el primer vuelo que sale hacia all. Podras llevarme? Me siento demasiado nerviosa para manejar confes Cara.

Claro que s respondi Fabia sin titubear, y estaba a punto de aadir que se ira en el mismo vuelo cuando not un cambio en la expresin de su hermana. Conocindola bien, Fabia se maravillaba de que a pesar de que Barney estaba por lo visto, bastante grave, Cara haca un gran esfuerzo para sobreponerse a la noticia que haba recibido haca menos de una hora.

Se maravill todava ms cuando la eficiencia de su hermana sali a flote al declarar:

Segn mis clculos tendrs tiempo todava de llegar a Dover despus de dejarme en el aeropuerto y continuando en la misma lnea antes de que Fabia la convenciera de que no ira a Checoslovaquia sin ella. Te tardars como cuatro horas en cruzar de modo que podrs dormir y descansar antes de se call, pero pareca tratar con desesperacin de no pensar en la gravedad de su adorado marido hablando de su trabajo. Es increble que tenga que perder la oportunidad de entrevistas a Gajdusek suspir temblorosa. Era la entrevista de una vida.

Fabia haba olvidado todo acerca de la cita de su hermana para el viernes a las once, pero sinti lstima por ella.

Cunto lo siento le dijo con ternura, consciente de todo lo que significaba para Cara. Por lo tanto slo pudo amar y admirar ms a su hermana porque al tener que escoger entre la entrevista ms importante de su carrera y volar para estar junto al lecho del enfermo haba elegido, sin titubear, adonde estaba su esposo. Fabia sinti que las lgrimas la iban a traicionar, comprendi que estaba en peligro de mostrarse abrumada y eso no ayudara en nada. De modo que, reprimiendo el llanto, trat de ofrecer alguna ayuda ms prctica. Quizs sugiri tentativamente, otra persona pueda hacer esa entrevista en tu lugar.

Tienes razn Cara se volvi para verla, daba gusto que estuviera sonriendo con valenta. Fabia le sonri a su vez, pero la sonrisa desapareci cuando un segundo despus declar, con claridad. T.

Yo! exclam Fabia, sabiendo que en una situacin como esa, su hermana no bromeaba.

Eres la ms indicada para hacerlo dijo e ignorando que su hermana la miraba con incredulidad, prosigui. He tenido tiempo para pensarlo bien y con cuidado, han sido los tres cuartos de hora ms largos de mi vida, entre la llamada y tu llegada y tienes que ser t. Ya hice la lista de las preguntas que debes hacerle

Cara! protest, tratando de detenerla antes que fuera demasiado tarde. No puedo hacerlo! tuvo que decirle y cuando su hermana, de pronto, la mir con hostilidad expres: Estoy segura de que le puedes escribir o llamar por telfono al seor Gajdusek, si quieres yo puedo hacerlo por ti se ofreci apresurada, no queriendo contrariarla. El seor Gajdusek comprender, sin duda te dar otra cita si



Claro que no! la interrumpi Cara con hostilidad. Sud sangre para conseguir que aceptara verme. Te aseguro que yo no voy a arruinarlo todo dicindole que no puedo acudir a la nica cita que me ha concedido. Adems, su secretaria, Milada Pankracova, me mand decir en su carta que su jefe no tena deseos de repetir dos veces las cosas, y que esa era la ltima vez que trataban el asunto. Lo nico que tena que hacer era presentarme en la fecha mencionada, y l cumplira con su promesa. Slo que Cara se detuvo y mir con seriedad a su hermana, esta vez, no ser yo quien lo vea, sino t.

Pero Fabia empezaba a sentir desesperacin, recordando que cuando su hermana tena algo en mente era difcil disuadirla, no puedes llamarle a alguno de tus colegas para que asista a la entrevista? Ellos son profesionales y

Has de estar loca! Ya te expliqu todo lo que tuve que hacer para conseguir esta entrevista. Si crees que voy a dejar escapar esta preciosa joya por la que he trabajado toda mi vida, y que otra persona de la revista Verity firme ests completamente

No aceptaran, dadas las circunstancias, poner tu nombre?

Vlgame Dios, cunto te falta aprender! le grit. Pero al mismo tiempo se le llenaron de lgrimas los ojos y Fabia se conmovi. Le costaba trabajo controlar su propio llanto y la periodista le pidi con voz temblorosa: No podras hacerme este gran favor? Slo te estoy pidiendo una hora de tu vida eso es todo.

Ay, Cara! llor, sintindose el ser ms malvado de la tierra. Qu significaba una hora en toda una vida, por amor de Dios?

No te estoy pidiendo que escribas la entrevista. Yo puedo hacerlo cuando t me entregues tus anotaciones. Lo nico que te estoy pidindoles que consigas algunos datos relevantes, respuestas que yo pueda redactar explic con voz temblorosa. Haras eso por m, cario?

Claro que s cmo poda rehusarse?, y desde ese momento hasta que lleg la hora de ir al aeropuerto estuvo escuchando intensamente todas las instrucciones que Cara tena que darle.

Para cuando estaban en camino, Fabia ya conoca la direccin de Vendelin Gajdusek y se devanaba los sesos pensando en qu otra cosa debera saber.

Llegaron al aeropuerto con bastante tiempo de anticipacin, y Fabia le sugiri a su hermana que llamara a sus padres para avisarles de Barney.

No, no lo creo declar Cara. Adems ya se habrn acostado a dormir. Si Barney empeora prosigui y se le quebr la voz, los llamar. Por lo pronto me hars un gran favor si t tampoco les avisas. Tratarn de desanimarte para que no vayas a Checoslovaquia a hacer mi trabajo, ya sabes como son.

No puedo decirles mentiras! replic Fabia reacia, aunque en vista de lo qu estaba pasando su hermana, se resign.

No tendrs que hacerlo. Ellos saben que ambas manejaremos durante estas vacaciones de trabajo. No esperarn que enviemos tarjetas postales separadas, as que cuando quieras enviarles alguna sera conveniente que aadieras mi nombre. Y



hablando de tarjetas prosigui mientras Fabia pensaba que aadir su nombre era mentir, llvate un par de mis tarjetas profesionales busc en su bolsa, las sac de su cartera y se las entreg a su hermana, quin saba que ella usaba su nombre de soltera en su trabajo; ley las tarjetas: "Cara Kingsdale, Revista Verity". La periodista sigui dndoles instrucciones. Gurdalas en caso de que el seor Gajdusek quiera pruebas de que t representas a Verity. Oh! exclam de pronto al ver un sobre con el sello de Checoslovaquia en su bolsa. Llvate tambin esto. Es la importante carta donde me avisan de la fecha y de la hora de la entrevista.

No se ofender el seor Gajdusek de que lo entreviste una persona que no es periodista profesional? pregunt con inocencia y qued horrorizada no slo ante la expresin de ira en el rostro de su hermana sino por su respuesta.

En serio! explot con impaciencia, no le puedes revelar que t no eres una profesional! grit, y murmurando algo que sonaba desagradable agreg: Tienes que fingir que eres yo Cara Kingsdale! insisti.

Yo no puedo hacer eso! exclam Fabia asombrada.

Por amor de Dios! No es como si ya nos conociera a ambas o si fuera a volvernos a ver silb Cara y cuando las personas empezaban a mirarlas, su tono cambi por completo. Te avergonzara tanto fingir que eres yo por una hora? pregunt lamentndose. Y, jugando su ltima carta. Me defraudaras ahora?

Fabia condujo el auto hasta Dover, disgustada consigo misma porque en lugar de cooperar cuando Cara tena tanto de qu preocuparse, haba puesto obstculos. Trat de animarse cuando subi al transbordador porque habindose rendido de inmediato y completamente le haba asegurado a su hermana que poda irse al lado de su marido con toda tranquilidad y que habindole dado su palabra, jams la defraudara si de ella dependiera.

El cruce a Ostend fue rpido y Fabia cuando no rezaba para que se aliviara Barney, trataba de enfrentarse al hecho de que, a pesar de tener aversin innata al engao y a las mentiras, acababa de aceptar practicar ambos. Tena que mentir al escribir el nombre de Cara en las tarjetas postales que enviara a sus padres. Y no era un engao presentarse en el hogar de Vendelin Gajdusek fingiendo que era su hermana?

Fabia condujo el auto a travs de Blgica y entr a Alemania deseando con toda su alma que llegara el sbado y que pasara la tan mentada entrevista con el famoso escritor.

De pronto se percat de que no le haba preguntado a su hermana una cosa fundamental, cundo debera regresar a Inglaterra?

Debido a todo lo acontecido haba disminuido su emocin ante la perspectiva de conocer Checoslovaquia. Sin embargo, tena la impresin, por la sugerencia de Cara, de que mandar tarjetas postales a casa, quera decir permanecer fuera las dos semanas como haban planeado. Qu era lo que la periodista quera que hiciera? Para Fabia la idea de terminar con la entrevista, sin arruinarla, y regresar de inmediato a Ostend, era muy atractiva. Por otro lado, algo la llamaba y le deca todava no.



Comprendi entonces que estaba fatigada y confundida. Mir su reloj, al que le haba aumentado una hora por el cambio de horario desde Ostend, y vio que eran ms de las seis de la tarde y que, aparte de tomar gasolina y detenerse en Aachen para tomar caf, haba estado manejando sin parar desde las nueve de la maana.

Un poco despus se detuvo frente a un hotel en esa ciudad que tena mil aos de antigedad, Bamberg. Al da siguiente atravesara las fronteras de Alemania y de Checoslovaquia hasta llegar a su destino en Marinsk Lzne. Ya haba adelantado bastante.

Fabia despert en la habitacin del hotel en Bamberg y pens que si Cara estuviera con ella, y como ya no estaran lejos de su destino, hubieran aprovechado la oportunidad de conocer la ciudad. Le habra encantado conocer la plaza de la catedral y ver el castillo de Bamberg. Pero estaba sola, y mientras rezaba porque se aliviara Barney, se puso nerviosa, y sinti que tena que seguir su camino.

Detenindose slo para llenar el tanque de gasolina de nuevo, cruz la frontera de Alemania y seis millas despus se detuvo en Cheb, cerca de la frontera de Checoslovaquia, donde cambi libras esterlinas por coronas checas, y sigui manejando pensando si su nerviosismo seguira hasta despus del almuerzo del da siguiente. Para entonces tendra ya las respuestas a todas las preguntas que haba escrito Cara, y podra relajarse y respirar tranquila. Desafortunadamente, no todo result como lo haba planeado. Es decir, hasta cierto punto. Lleg al hotel en Marinsk Lzne el jueves en la tarde, donde tom un bocadillo en su habitacin mientras estudiaba la lista de preguntas que le entreg su hermana y trat de memorizarlas bien antes de presentarse ante el seor Vendelin Gajdusek al da siguiente. Luego, sintindose tensa, sali del hotel para pasear por Hlavn Trida, la avenida principal. Pero eso no alivi su ansiedad y sintiendo que le era imposible vivir con la conciencia sucia y la culpa, regres al hotel pensando que no le volviera a suceder tener que suplir a su hermana.

No tena mucha hambre, pero baj al comedor del hotel como a las ocho de la noche y fuego regres a su habitacin para pasar una noche inquieta.

Al da siguiente, se asom a la ventana de la habitacin del hotel, en el rea forestal Slavkosky, hacia las colinas cubiertas de rboles que rodeaban Marinsk Lzne, y tampoco tuvo apetito. Tom caf y yogur, y despus fue a la recepcin a pedir informes de cmo llegar a la casa del seor Gajdusek. De all regres a su habitacin, luego sali con bastante anticipacin, dado que la casa quedaba en las afueras de Marinsk Lzne, vestida con su mejor traje sastre, en lana verde de cuello redondo y saco largo y habiendo peinado con cuidado su cabello rubio.

Pero para entonces estaba tan tensa, por el engao que por amor y lealtad se vea forzada a realizar que no vio los imponentes edificios que dejaba atrs, conduciendo rumbo al valle donde terminaba el pueblo y empezaba una carretera a travs de los bosques.

Era en el rea boscosa donde se divida la carretera en una muy amplia y en otra secundaria, sta era la que, le haban dado instrucciones, deba tomar. Al final dio vuelta a la derecha, y a unos cuantos metros se encontr frente al ms elegante edificio de cuatro pisos. Ella saba que ah viva el hombre que entrevistara.



Consult su reloj, sintiendo gran nerviosismo. No tena el carcter para hacer esas cosas! Y lo comprob, adems, por las nuseas que senta. Faltaban an quince minutos para que fuera la hora convenida.

Durante un momento trat de calmarse y de aparentar seguridad en s misma, luego, ms tranquila, sali del auto y se acerc a la imponente puerta principal del edificio.

De pronto un ataque de pnico casi la hizo retroceder, pero sin hacer caso a sus emociones presion el timbre de porcelana. Era demasiado tarde para huir, y empez a luchar, desesperada por mantener la calma repasando de nuevo toda la lista de preguntas, pero no recordaba ni una.

En ese momento, con el corazn en los pies, escuch que alguien se acercaba. Si haba pensado que era el hombre que all viva, habra sentido desilusin. No era un hombre quien abri la puerta, sino una mujer regordeta como de cincuenta aos.

Buenos das dijo Fabia sonriendo a la seora.

Dobryden respondi la mujer con sus propios "buenos das".

Por el bien de su hermana, Fabia continu sonriendo, pero se desanim al comprender que esa seora fuera su esposa, ama de llaves o ambas cosas, no saba hablar ingls. Y tampoco, por la expresin de intriga en su rostro, estaba informada de su visita.

Me llamo Fa hmm tosi para encubrir su primer error, y todava no haba empezado!. Me llamo Cara Kingsdale volvi a sonrer, y como vio que no obtena respuesta, continu. Vine a ver al seor Gajdusek sin embargo, aparte de parpadear al reconocer el nombre, la mujer tampoco respondi. Fabia empez a devanarse los sesos, pensando en como derribar la barrera del idioma. De alguna manera record las tarjetas de presentacin que le haba dado Cara y con la esperanza de que la mujer se la entregara al dueo de la casa, busc en su bolsa y la sac de su cartera para entregrsela a la mujer.

Sinti alivio cuando, despus de mirar el pedazo de papel, que de seguro no significaba nada para ella, la mujer dijo con amabilidad.

Prosm za prominut y desapareci.

Fabia no entenda ni una palabra de checo; slo haba averiguado que prosm significaba "por favor", esperaba que la cordial mujer se hubiera disculpado para ir a entregarle su tarjeta a Vendelin Gajdusek.

Cuando Fabia volvi a escuchar pisadas que se acercaban adonde estaba ella, se estremeci de nervios. Pero la mujer a quien le haba entregado la tarjeta apareci acompaada de otra seora, de uniforme, con un plumero en la mano y de la misma edad, a quien haba distrado de sus labores de limpieza.

Buenos das le dijo la seora en ingls, con acento extranjero.

Con acento o no, Fabia sinti aminorar su tensin al or a alguien hablando ingls. Pero un minuto despus se senta igual de tensa. Porque, despus de volver a



repetir su ritual de presentacin y de sealar el motivo de su visita, se enter, si entendi bien, que el hombre con quien tena la cita, no estaba all!

Sali por un momento? Fabia pregunt despacio, tratando de aclarar su situacin. Luego, cuando comprendi que no le haban entendido, repiti la pregunta todava ms despacio.

Esper un momento y, cuando vio que se ilumin el rostro de la otra mujer, empez a creer que por fin le responderan.

Praga anunci la mujer de uniforme.

Praga? repiti Fabia esperando haber entendido. Dice usted que el seor Gajdusek est en Praga?

All est fue la increble respuesta.

All est! exclam Fabia, y todava no lo quera creer, pese a que la mujer asenta con la cabeza.

Ano, s tradujo.

Pero si yo tengo cita con l! protest Fabia y comprendi que la mujer desconoca la palabra "cita". Como el hecho de encontrar otra palabra no iba a cambiar la situacin, se pregunt si el escritor regresara para cumplir con el compromiso o si se habra retrasado por algn motivo imprevisto. De modo que les pregunt:

Esperan que regrese hoy el seor Gajdusek? y como vio que no comprendieron, seal su reloj y volvi a preguntar. A qu hora lo esperan de regreso?

Una semana le inform la mujer dejndola atnita.

Diez minutos despus, Fabia iba conduciendo de regreso al hotel, sintiendo incredulidad y asombro. Haba insistido a la recamarera que le confirmara si haba comprendido su ltima pregunta y de nuevo le haba repetido "una semana". Fue en ese momento que Fabia record a Milada Pankracova con quien se haba comunicado su hermana.

Est la secretaria del seor Gajdusek? haba preguntado.

Secretaria?

Milada Pankracova.

Ah! haban reconocido el nombre, pens Fabia, animada. No est haba aadido la mujer y Fabia crey que eso quera decir que el seor Gajdusek haba ido a Praga para un asunto de negocios y se haba llevado a su secretaria con l. Y entonces qu iba a pasar?

Qu poda hacer?, se pregunt y comprendi cuando lleg al hotel y entr al bar a tomar caf, que tendra que regresar a Inglaterra cuanto antes. Haba intentado hacer lo que le pidi Cara. De hecho, estuvo a punto de cumplir con ella desde el momento en que lleg a la casa de Vendelin Gajdusek a tiempo para la cita y adems haba tocado el timbre.



Con toda calma, Fabia beba su caf. S, decidi, lo haba intentado, haba hecho todo lo posible por Cara, pero irritada empez a cuestionarse. Todo lo posible? Era la verdad?

En ese momento no necesitaba la pesadilla de su conciencia, pero al continuar los sondeos, se pregunt en serio si en verdad era suficiente haberse presentado en la casa de Vendelin Gajdusek y nada ms. Empez a pensar en su querida hermana y todo lo que deba estar pasando, y, aunados el amor y los remordimientos, empez a convencerse de que poda hacer algo ms.

Para empezar se supona que estaba de vacaciones, por amor de Dios, de modo que no tena prisa alguna por regresar a su casa. Y adems, teniendo en cuenta todo lo que esa entrevista significaba para su hermana, no poda quedarse una semana ms en Marinsk Lzne?

Fabia decidi esperar a que regresara Gajdusek, aun cuando no tena ninguna garanta de que el escritor le concedera entonces la entrevista. Pero considerando la carta que, con las instrucciones, le haba enviado Milada Pankracova a Cara, tal vez cumplira con su promesa de verla a ella o a su hermana.

La joven trataba de contrarrestar los sentimientos de miseria, al pensar que estaba mal, de parte del escritor, estar ausente cuando saba que alguien ira desde Inglaterra slo para verlo. De acuerdo, la cita se haba acordado haca dos meses, y era posible, supona, que l o su secretaria hubieran llamado a la revista Verity, el mircoles, para dejar el recado de que haba tenido que salir de viaje. No hubiera podido adivinar que la periodista que estaba esperando haba decidido tomar el camino largo por carretera en vez de abordar un avin el jueves.

Se molest con Vendelin Gajdusek, pero el enfado dur poco y desapareci, dejndola preocupada por Cara y Barney, y por la entrevista que ya deba haber concluido, pero que no haba siquiera iniciado. Cualquiera le hubiera podido decir que tendra otra semana para sufrir agonas como la de ese da.

Fabia crea, sin embargo, que no deba pensar en eso, aunque era ms fcil decirlo que hacerlo; iba a tratar y disfrutar todo lo que pudiera la siguiente semana, pasando cada da como si realmente estuviera de vacaciones y sin preocupaciones.

Al final, Fabia, muy buena para caminar, abandon el hotel para explorar las avenidas y caminos de Marinsk Lzne. Se detuvo un par de veces a tomar algo, regres al hotel como a las seis de la tarde, contenta de que el poblado fuera tan encantador.

El sbado volvi a caminar, durante varias horas, alrededor de las amplias y limpias avenidas y por las calles bordeadas de rboles del balneario con sus artsticas columnas y sus manantiales curativos. Haba ledo que el balneario formaba parte de lo que se conoca como el Tringulo de Balnearios de Bohemia Occidental, los otros dos eran Karlovy Vary y Frantiscovy Lzne.

Pas frente a hermosos edificios del siglo XIX, de cuatro pisos, con techos amarillos, blancos, rojos y verdes, con prados bien cuidados y regres al hotel. Faltaban todava cinco das para que pudiera entrevistarse con Vendelin Gajdusek y



se le ocurri, entusiasmada de pronto ir a conocer los otros dos balnearios, ya que tena el auto, si no quedaban muy lejos.

Podra informarme a qu distancia estn Karlovy Vary y Frantiscovy Lzne? le pregunt al recepcionista del hotel.

Con mucho gusto el hombre sonri disfrutando sus hermosos rasgos y su cutis exquisito.

Cuando se despert el domingo en la maana, pens en Cara, en Barney y en el hombre que an no conoca, pero que esperaba conocer, y luego intent eliminar, su ansiedad recordando que Frantiscovy Lzne estaba a menos de veinticinco millas y que ah pasara el da.

Un poco despus del desayuno, Fabia condujo su Volkswagen hacia el otro balneario y cincuenta minutos despus estaba paseando por el parque del pueblo, entre rboles, bancas y un escenario para una banda de msica. Durante ms de una hora camin por el lugar que el dramaturgo Goethe llam "un paraso terrenal", y dese tener ms vacaciones para poder explorar mejor la zona.

Estaba en el mejor estado de nimo que recordaba desde haca mucho tiempo cuando regres, ms tarde a su auto. Haba conducido muy poco cuando tuvo que detenerse a consultar el mapa, y luego, para su asombro, ya no pudo encender el motor.

En un principio se qued all sentada, incapaz de creer que su auto no arrancara. Pero, cuando comprendi totalmente que no podra hacerlo, pens que dados sus escasos conocimientos de mecnica, tena un serio problema.

Bajarse y levantar la tapa del motor no le servira de mucho, dado que la falla poda estar frente a sus ojos y ella jams la reconocera.

En un estado de suprema ansiedad, mir distrada por el espejo retrovisor y, santo Dios, pens al percatarse de que estaba en un sendero estrecho bloqueando el paso por completo y que haba un Mercedes negro detrs de ella, esperando pacientemente que lo dejara pasar.

Entendi que no poda hacer otra cosa que ir a disculparse y, de ser posible, explicar que su auto no arrancaba, puso la mano en el picaporte de la puerta y supo que no tena necesidad de moverse. Desde su espejo vio que abran la puerta del Mercedes y que bajaba de all un hombre alto y aristocrtico.

Dios me ayude, se dijo mientras bajaba el vidrio de su ventana al ver que l se acercaba No tuvo ni oportunidad de preocuparse de que no la entendiera, porque en el instante en que el hombre, vestido en forma elegante aunque informal, se inclin y le pregunt en perfecto ingls.

Algn problema?

S. Mi auto no arranca! respondi de prisa, sintiendo latir con fuerza su corazn al mirar los ojos negros, penetrantes e inteligentes, que contemplaban su largo cabello rubio, sus ojos verdes, sus rasgos y su cutis delicado. No haba fallado, pero ahora de repente no quiere arrancar aadi ella con mayor lentitud,



tratando de controlarse y comprendiendo que con la placa de Gran Bretaa nadie tendra que ser un genio para adivinar que ella era inglesa.

Ya debe haber intentado todo supongo? pregunt el hombre de cabello negro con tono cordial y agradable ganndose un buen trato debido a que no le hablaba con prepotencia.

Me falta ver el motor. Aunque a m no me ayudara hacerlo le confes al hombre alto y delgado que le pareci de unos treinta y cinco aos.

No significara mucho tampoco para m respondi con cierto encanto y, mientras dio un brinco el corazn de la joven, l se encarg del problema sealando un recodo hacia la derecha. Mueva el volante hacia all. Yo lo empujar hasta un taller mecnico.

Fabia estaba todava sorprendida de que su Volkswagen iba a ser empujado por un Mercedes, cuando el extrao camin hacia su auto y ella tuvo que recuperarse y mover el volante.

Todava estaba incrdula cuando media hora despus estaba en un taller.

Muchas gracias por traerme hasta aqu le dijo al hombre que haba terminado de hablar con un mecnico. Espero no haberle quitado su tiempo se disculp pensando en que quiz tena alguna cita y tena que irse.

No tengo prisa respondi l hacindola sentirse bien y aadi con encanto natural. Estoy de vacaciones.

Quera decir que estaba de vacaciones por ser domingo o que estaba pasando algunos das en la zona? A Fabia le hubiera gustado preguntarle, pero no se conocan lo suficiente para ningn comentario que fuese ms que superficial.

De todas maneras se lo agradezco mucho insisti ella y sonri. Not que l fijaba la vista en su boca y luego el mecnico se acerc a ellos.

Mientras los dos hombres discutan en un idioma que no entenda, Fabia se qued escuchando, rezando porque el problema no fuese muy serio. Cuando los dos terminaron de hablar, contempl al alto y encantador hombre.

Me temo que no tengo buenas noticias empez l a decir. Su auto necesita un nuevo alternador.

Vlgame Dios! musit la joven, tratando de aparentar que comprenda, aunque un alternador no significaba nada para ella. Sin embargo, como pareca que no podra llevar su auto a ningn sitio, pregunt: Podra poner uno el mecnico, lo ms pronto posible? mostr ansiedad y se percat de que l ya haba hecho esa pregunta.

Podra hacerlo si tuviera uno en existencia especial para la marca de su auto respondi l.

Con un demonio, pens Fabia, y por un momento no supo qu hacer. De alguna manera tuvo la incmoda sensacin de que los alternadores para Volkswagen Polo no abundaban en Checoslovaquia.



Este cunto tiempo necesitara para conseguir ese accesorio? dijo ella temiendo lo peor.

Varios das respondi el extrao.

No puedo llevarme hoy el auto? pregunt ella rpidamente haciendo lo imposible por no mostrar pnico y l neg con la cabeza. Cmo demonios iba a regresar a Marinsk Lzne?

Adnde est usted hospedada? pregunt l como si le hubiera ledo el pensamiento y supiera que estaba esforzndose por controlar el miedo.

No en Frantiskovy Lzne replic ella. Vine conduciendo desde Marinsk Lzne.

Descubri que el hombre, aunque encantador, se rea poco. Sin embargo, la favoreci con un gesto tranquilizador y le dijo:

Yo voy camino a Marinsk Lzne, as que eso ya no sera un problema y mientras senta alivio al saber que ese amable extrao le ofreca llevarla de regreso a su hotel, l le dio instrucciones al mecnico y luego ste le inform:

Tratarn de conseguir la pieza lo ms pronto posible, pero mientras tanto, tendr que dejar aqu su auto.

Despus Fabia estaba sentada al lado del extrao, y su auto se deslizaba a toda velocidad, por la carretera, y en media hora haciendo algunos comentarios impersonales, Fabia empez a recuperarse de su ltima calamidad.

Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo y continuaba pensando en su auto descompuesto, en los mecnicos que podan arreglarlo y en que tena que dejrselos all, comprendi que no iba a ser posible recorrer la zona como lo haba planeado y que poda olvidarse de ir a conocer Karlovy Vary. Sin embargo, a pesar de que Vendelin Gajdusek estaba muy lejos y que tena pendiente la entrevista, no poder conocer el otro balneario era su menor preocupacin.

Vino de vacaciones a Checoslovaquia? pregunt de pronto el extrao, y Fabia sinti simpata hacia l. Le pareci que se percataba de sus pensamientos y de sus preocupaciones y, aunque no tena ninguna necesidad de molestarse, haba decidido distraerla.

S respondi ella.

Est disfrutando del viaje?

Mucho respondi, bueno le haba gustado mucho Marinsk Lzne, y l pareca un hombre demasiado sofisticado para aburrirlo con sus problemas.

Vino sola?

S respondi Fabia y como estaba a punto de confesarle que iba a acompaarla su hermana y luego aburrirlo a morir con el resto de los detalles, aadi. Completamente sola y fingi alegra.

Y a sus padres no les importa que viaje sola?



Tengo veintids aos! declar Fabia, un poco molesta de que l pensara que era una nia.

Perdn se disculp, se ve usted tan jovencita y ella lo perdon al instante por su encanto, y por su tono de voz. Ya le haba preguntado cmo se llama? dijo l y la chica sonri, pensando que era obvio que a ese hombre no se le poda olvidar nada.

No, todava no. Me llamo Fabia K en ese momento salt un venado frente al auto y le dio el susto de su vida antes de poder terminar. Por suerte, y gracias claro al buen conductor no le pas nada a ella, ni al venado, ni al Mercedes. Estuvo cerca murmur viendo al animal desaparecer detrs de los arbustos al otro lado de la carretera.

Eso es lo que llaman subestimacin britnica? coment l con tono burln a medida que se acercaban a las afueras de Marinsk Lzne y Fabia tuvo que rer.

l se volvi para mirarla, el sonido de su risa fue agradable a sus odos. Luego le pregunt el nombre del hotel y en un momento estaban all y Fabia sinti que uno de los ms fascinantes pasajes de su vida excepto por el alternador haba terminado, l se baj del auto para abrirle la puerta y luego se qued parado en la acera con ella.

Na shledanou, Fabia.

Muchas gracias por toda su ayuda expres con sinceridad, pero cuando sinti un verdadero deseo de saber cmo se llamaba, comprendi que hara un papel de tonta si se lo preguntaba en el momento de despedirse. Adis dijo, entonces sonriendo entr al hotel.

Era extrao, pero no dej de pensar en ese hombre el resto del da. Pareca ser una persona bastante sofisticada. De inmediato haba encontrado un taller con un mecnico que trabajaba los domingos. Era tan encantador!

Fabia baj a cenar dicindose que era obvio que no estaba alojado en ese hotel de ser as se lo hubiera mencionado, quiz decidiera cenar all, haba posibilidades ya que estaba en Marinsk Lzne de vacaciones. Incluso era probable que estuviera visitando los balnearios.

Fabia se acost era noche a dormir sin haber visto al hombre que la haba llevado al hotel, pero con una preocupacin ms seria en mente. A pesar de que no haba podido olvidar al extrao, record de pronto que no saba el nombre del taller donde haba dejado su auto, ni la direccin! Por Dios cmo poda llamar para averiguar si haban conseguido la pieza!

Durmi poco, tuvo pesadillas donde Barney se iba en su auto y Cara la culpaba de haberlo dejado llevrselo.

Por lo tanto le dio gusto que amaneciera Luego, mientras un coche afuera haca ruido, olvid su sueo y regres al presente dndose cuenta de que era lunes, qu iba a quedarse todo el da en cama?

Con poco entusiasmo, Fabia sali del lecho obsesionada por sus problemas y por el hecho de que donde quiera que fuera tendra que hacerlo a pie, entr al bao para darse una ducha.



Bajo la regadera se le ocurri, cruzando los dedos, que quizs no hubiera muchos talleres mecnicos en un permetro de digamos diez millas en Frantiskovy Lzne. Pero, aunque llegase a encontrar el nombre y la direccin, no tena sentido tratar de localizarlos ese da ya que haban dicho que les tomara tiempo conseguir el alternador.

Por lo visto, se dijo con optimismo, tena todo el da para pasear con tranquilidad por Marinsk Lzne. El problema era que, estaba tan inquieta, que no poda tomar las cosas con calma.

Muy bien, decidi el lado positivo de su personalidad, ya que no iba a poder hacer nada respecto a su principal problema: el auto, qu tal si se ocupaba de su otro gran problema, la entrevista?

Cmo? se pregunt cuando baj a desayunar. A menos que no hubiese entendido bien a la seora uniformada en casa de Vendelin Gajdusek, no esperaban que regresara antes del jueves.

Fabia haba empezado a cortar un pedazo de queso cuando de pronto tuvo una idea. Habra malentendido? Estaba equivocada? Regres de nuevo a la conversacin con la mujer uniformada. Haba dicho definitivamente, una semana. Pero la verdad era que no hablaba bien ingls. De pronto, Fabia sinti la misma agitacin interior de cada vez que la entrevista estaba cerca.

Por un momento pens en llamar por telfono a la casa del seor Gajdusek y preguntar por l. La desanim el hecho de que, si l y su secretaria estaban fuera todava, corra el riesgo de tener la misma conversacin insatisfactoria con la seora que no hablaba ingls. Y si l y su secretaria ya haban regresado, senta que tena ms posibilidades de lograr la entrevista si se presentaba all en vez de llamar.

Regres a su habitacin dicindose que de todas maneras no tena nada ms que hacer en todo el da. Ya haba dado largas caminatas alrededor de Marinsk Lzne, de modo que caminar unas tres millas hasta la casa de Vendelin Gajdusek no debera ser difcil, o s?

Durante la siguiente media hora, Fabia luch con su conciencia, su sentido comn le adverta que no quera hacerlo y que adems, sera un esfuerzo intil.

Cinco minutos despus haba aplacado sus nervios y concluido dos cosas. Una era que ya que iba a ser intil su caminata, no iba a vestirse de modo elegante. Dej a un lado su mejor traje, opt por cubrirse sus largas y torneadas piernas con un pantaln y eligi unos zapatos cmodos, una blusa y un suter. La otra decisin era que, siendo que tena cierto porcentaje de posibilidades de encontrarlo y como era cuesta arriba casi todo el camino y no quera llegar all fatigada y sudando, tomara un taxi de ida y regresara a pie.

Faltaba un minuto para las diez cuando la recepcionista la llam para avisarle que ya la esperaba su taxi. Sintiendo las conocidas mariposas en el estmago, Fabia se puso una chaqueta y sali de su habitacin. Mucho antes que estuviera preparada, la dejaron frente a la casa de Vendelin Gajdusek, y aunque tuvo la intencin de ordenar al taxista que regresara, ya no lo alcanz.



Respir profundamente, contempl la elegante mansin y enderez sus hombros. Cuando estaba a punto de caminar y subir hasta la puerta principal para presionar el timbre un ruido proveniente de un rincn de la casa llam su atencin. Un segundo despus supo que lo que haba escuchado era el ladrido de un hermoso dobermann que de pronto se le ech encima.

Hasta ese momento Fabia se percat de cunto extraaba a sus perros.

Hola le dijo y como agradecimiento el perro le mordi el tobillo. Un error, reconoci ella; la agresin era una advertencia, nada ms. Acostumbrada como estaba a los animales, no le dio miedo, pero se qued inmvil. Cosa que de haberlo pensado, debi hacer en el instante en que vio al can acercarse, en vez de responder como lo haba hecho.

Otro ruido llam su atencin y levant la vista para ver quin iba a ayudarla. Pero tuvo que volverse a estremecer, y slo pudo mirar atnita, al alto hombre delgado y de porte aristocrtico que caminaba hacia ella.

En silencio, con los ojos bien abiertos, incrdula, lo contempl. Una persona que, por segunda vez en dos das, iba a ayudarla! Y, claro lo reconoci y l a ella tambin.

El hombre llam al perro en checo y el animal obedeci de inmediato, la olvid y fue hacia su amo, pero ya no era el individuo encantador que la ayud, sino una persona iracunda que le gritaba en perfecto ingls:

No tiene usted sentido comn?

No! respondi Fabia. Debi preguntarle su nombre el da anterior, pero en ese momento crea que ya lo saba. Santo Cielo!, se dijo en su interior, si l era Vendelin Gajdusek, tena el triste presentimiento de que haban empezado muy mal.



Captulo 2 La joven senta que le lata muy fuerte el corazn, al observar que el hombre

tena la correa del perro en una mano y que haba sacado a pasear al animal o que iba a hacerlo. El perro estaba sentado junto a su amo y bajo estricto control. Sin embargo Fabia saba que no tena excusas por su torpeza.

Yo trat de explicar, pero la interrumpieron.

Siempre acta as! exclam el hombre de ojos negros, iracundo. No se percat de que el perro no la conoce, de que no saba cules eran sus intenciones cuando se le ech encima?

No sucedi as! ella intent discutir, pero de inmediato se dio cuenta de que no deba hacerlo. Con trabajo control su nimo y le dijo honestamente: Fue culpa ma, no la de l. El perro me indicaba que me quedara inmvil, pero

Enseme su tobillo la interrumpi el alto checoslovaco.

No tengodebi ahorrarse la saliva ya que, sin importarle sus protestas, le seal un lugar, en una columna, junto a la puerta donde ella deba poner su pie y se qued parado esperando con impaciencia.

Ella iba a protestar, pero, como tena otros asuntos ms importantes en qu pensar, obedeci y coloc su pie en el borde, subindose un poco el pantaln, le permiti que estudiara su media de color beige que no tena ni un hilo corrido.

No hay herida coment Fabia mientras el hombre alto se inclinaba ms.

Qutese la media!le orden l.

En serio! protest ella, enfadada, pero l la mir en tal forma que accedi. Est bien, est bien murmur rpidamente mientras comprenda que si l era quien pensaba que era, entonces se estaba comportando de forma equivocada si es que esperaba le concediera la entrevista. Sin decir ms se quit la media.

Para su asombro, a pesar de que el dobermann apenas si la haba rozado con los dientes, pudo notar pequeas seales de rasguos en ambos lados de su tobillo.

La mano del hombre era tibia, agradable y tersa sobre su piel mientras la examinaba inclinado, ella mova el pie de un lado a otro. Escuch que l musitaba algo que pudo haber sido una maldicin mientras analizaba la obra del perro, pero cuando termin, Fabia se puso de inmediato la media y puso el pie junto al otro.

l ya se haba enderezado y entonces ella, ansiosa de cambiar de tema, y a pesar de su torpeza y del endemoniado animal, decidi que sera conveniente explicarle el motivo de su visita. Sin embargo, iba a hacerlo con tacto.

No sabe usted si la seorita Milada Pankracova ya regres de?

Es amiga de ella! se apresur el hombre a concluir sin dejarla terminar.

Por Dios, dnde haba quedado el encanto del da anterior? Empezaba a creer que se lo haba imaginado.



No la conozco respondi calmada y decidi que era el momento de decir la verdad, aunque saba que estaba diciendo mentiras. Ella, la seorita Pankracova logr darme una cita para hacerle una entrevista al seor Vendelin Gajdusek el viernes pasado, slo que

Una palabra an ms feroz que la que haba musitado l antes vibr en el aire. Luego el hombre empez a hacer preguntas, practicando su ingls.

Se la concedi, eh? Eso hizo? coment con frialdad. Y luego en voz alta: Entrevista? pregunt y entrecerrando los ojos, aadi: Para qu quiere usted entrevistarlo?

Yo trabajo para la revista Verity minti para aclarar la situacin.

Es usted periodista!

l estaba enterado de que ella, o ms bien Cara, era periodista, pens disgustada, intuyendo que l era el hombre al que haba estado buscando. Siendo que l concedi la entrevista a la revista Verity, deba estar al tanto! pero como si se lo deca lo irritara ms, slo respondi:

S minti cordialmente, pero sintindose incmoda al hacerlo a pesar de su tono y aadi de inmediato, este, usted, de casualidad, conoce al seor Gajdusek?

Mejor que muchos le confirm y a Fabia le dio un brinco el corazn de emocin.

Estaba ah, de pie, hablando con el famoso Vendelin Gajdusek. De alguna manera control su entusiasmo y se concentr lo ms que pudo en lo que tena que hacer. Aunque antes que pudiera pedirle de nuevo la entrevista, Vendelin Gajdusek revel que no haba olvidado, ni por un momento, cmo el dobermann le haba mordido el tobillo.

Sera conveniente que entrara a la casa para ponerle antisptico en esa herida.

Ah, no tiene importancia respondi ella, aadiendo sin pensar. En mi profesin no es nada nuevo recibir uno o dos rasguos de algn can exuberante Santo Cielo, pens cuando vio cmo la estaba observando l, se supona que era periodista. Mis padres aparte de su pequea empresa tienen una perrera explic rpidamente. Siempre los ayudo cuando voy a visitarlos esperando con toda su alma cubrir su error, prosigui. Mi padre insiste que me ponga la vacuna antitetnica cada ao.

Para su alivio, la explicacin haba sido, aparentemente, satisfactoria. De todas maneras, Vendelin Gajdusek no la interrog ms, aunque segua insistiendo en el antisptico.

Por aqu le seal y movi la cabeza para darle instrucciones al dobermann que no se haba movido de su lado. Con el perro ms cerca caminaron rodeando la casa hasta el fondo.

Una vez que entraron por la puerta trasera le dio otra orden al animal y mientras sala disparado, sin duda, a su lugar favorito dentro de la casa, el hombre, agresivo y sin encanto, la gui hasta la cocina.



Mi ama de llaves sabr dnde est el equipo de primeros auxilios la inform y luego la condujo por un pasillo y entr por una puerta de madera slida.

De inmediato reconoci a la mujer fornida, que torn a mirarlos desde el fregadero, que le haba abierto la puerta el viernes anterior. Fabia observ cmo el hombre dej la correa del perro en la enorme mesa de la cocina, luego le dijo algo a la mujer quien abri un cajn y sac de all una caja de estao y se la entreg. l la tom y luego present a su ama de llaves.

La seora Edita Novakova.

Mucho gusto murmur Fabia, aunque saba que la mujer no entenda ingls.

Pero el ama de llaves le sonri con afecto, y luego le dijo algo a su patrn, quiz deba hacer otra cosa fuera de all y sali de la cocina.

Sintese aqu le orden Vendelin Gajdusek tornando hacia Fabia. Luego, cuando pareca que l era quien le iba a aplicar el antisptico, cosa que ella poda hacer sola, le pregunt de nuevo su nombre.

Esa vez Fabia estaba preparada y no iba a cometer ningn error.

Cara Kingsdale respondi y, aunque al parecer l haba ignorado el hecho de que el da anterior le haba dicho que se llamaba Fabia, de nuevo sinti una sensacin desagradable al tener que mentirle.

Para contrarrestar el sentimiento y mientras l colocaba el pie en un taburete y atenda el rasguo, ella abri su bolsa y sac de all el sobre que le haba entregado Cara. Como medio de presentacin y dado que la cita haba sido dada dos meses atrs y el seor Gajdusek pudiera necesitar un recordatorio, sac la carta del sobre mientras l aplicaba una crema sobre sus heridas con manos suaves y sensuales.

Le puso de nuevo su media, coloc el pie en el taburete y fue a quitarse al fregadero el antisptico de las manos. Pero le pareci ms alto que nunca cuando se par a su lado, y mir dentro de sus verdes y grandes ojos.

Muchas gracias, fue muy amable de su parte murmur ella cortsmente, pero sintindose intimidada o sera su sensacin de culpa de nuevo, se puso de pie y le entreg la prueba de que ella era quien deca ser.

Usted ha de tener una copia en el expediente, claro seal con amabilidad, pero call cuando l abri la carta y empez a leerla.

Lo vio fruncir el ceo con enojo mientras lea la pgina y se pregunt que quizs, a pesar de que hablaba tan bien el ingls, no lo lea con la misma facilidad.

Esas ideas desaparecieron de inmediato cuando la mir con un gesto penetrante.

Segn esta carta, usted debi presentarse aqu el viernes pasado! la acus.

Yo me present replic ella, pero comprendi que no le estaba haciendo ningn favor a Cara reclamando y ya no emiti el: "pero usted no estaba aqu", que



hubiera sido necesario aadir. Era obvio que el imbcil haba olvidado la entrevista y tambin Milada Pankracova o se la hubiera recordado.

Si Fabia haba esperado una disculpa, hubiera quedado desilusionada.

Hmm fue todo lo que respondi y entregndole la carta la contempl de forma dura y la chica tuvo la sensacin de que era ella la que haba cometido el error.

Empezando a sentirse bastante fastidiada por el hecho de que l haba estado en Praga cuando ella haba ido a buscarlo el da y a la hora correcta, se esforz por disimular sus sentimientos. Pero no era justo, se dijo en silencio. Ella haba estado all el viernes y l no.

Estaba recordando que el da anterior haba pensado que Vendelin Gajdusek estaba en Praga, cuando de hecho, de haberlo sabido, haba estado sentada junto a l en su auto, camino a Marinsk Lzne. De pronto casi le da un ataque al corazn.

Cre que usted dijo que se llamaba Fabia?

As es replic ella, sin saber qu responder. As me llaman en mi casa se disculp. Y tambin mis amigos.

Debo agradecerle que ayer me considerara uno de sus amigos? le pregunt l con tono seco, y por un momento ella crey notar algo del encanto conocido en su rostro.

Ayer usted fue un muy buen samaritano ella sonri, y tom la oportunidad, ya que pareca ms amigable, para preguntar. Cree usted que sera conveniente que lo entrevistara ahora, seor Gajdusek?

Durante un momento l la contempl desde su superior altura. Luego, mientras ella trataba con desesperacin de recordar la cuarta parte de las preguntas que deba hacerle, l respondi:

No, no sera conveniente y mientras sus esperanzas se le fueron a los pies, aadi. Ahora quiero llevar a Azor a pasear.

Oh! murmur Fabia sintindose abrumada. Sin embargo tena bastantes energas como para acompaarlos en el paseo. De nuevo, no tena la confianza para mencionrselo, porque ya saba quin era su hroe del da anterior. De modo que, colocndose la bolsa en su hombro, con algo de orgullo que por un instante le hizo perder de vista, pens lo importante que era atraparlo para una entrevista y se dirigi hacia la puerta. Sin embargo su voz la detuvo antes de llegar.

Quiere caminar conmigo? una enorme sonrisa ilumin el rostro de Fabia, incluso sus ojos.

Podra? acept ansiosa.

l mir sus labios bien formados, luego sus ojos y mantuvo la mirada antes de parpadear y observar que llevaba zapatos para caminar, Fabia opin que l los aprobaba, pero de todas maneras le advirti con algo de severidad:

No pienso regresarme en cinco minutos.



Qu bueno! exclam ella de inmediato. Algunos de los perros en mi casa, digo, en casa de mis padres, cuando voy de visita corrigi de prisa, tienen que caminar millas.

Vendelin Gajdusek la mir de nuevo, dejndola intrigada, la aprobaba o no?, y detenindose slo a recoger la correa, se dirigi a la cocina.

Como Fabia haba sospechado, no le cost trabajo encontrar a Azor. De hecho, pareca que el dobermann tena un sentido del odo tan agudo que, incluso con la puerta cerrada, poda escuchar el ruido de su correa en la mano de su amo. Porque, tan pronto el hombre abri la puerta de la cocina, ya estaba parado esperndolo ansiosamente.

Abandonaron la mansin por el mismo camino por donde ella haba entrado y no estaban lejos cuando l se detuvo a intercambiar unas palabras con un trabajador que estaba haciendo reparaciones en una construccin anexa.

Fabia decidi continuar caminando para cuidar a Azor quin, an suelto, brincaba alrededor husmendolo todo.

Ese era Ivo, el esposo de mi ama de llaves le explic Vendelin Gajdusek alcanzndola y ella apresur el paso para ir a su lado.

Ah, el seor Novakova pronunci Fabia pensando que el nombre le daba risa.

Sospechaba que a Vendelin le pasaba lo mismo y cuando lo mir de reojo, not que estaba esbozando una sonrisa. Descubri que no rea del nombre del trabajador sino que se estaba riendo de ella!

Seor Novak la corrigi, y aadi. En la mayora de los nombres checos, "ova" se aade al final del apellido que el hombre dar a su esposa, al casarse.

No se me olvidar coment Fabia contenta al mirarlo sonrer.

Despus de eso el paseo progres de manera esplndida para ella. Disfrut caminar, el aire fresco y cada paso que dio por los senderos viejos bordeados de rboles.

Sin embargo, una milla ms adelante, las ideas bailaban en su cabeza. No poda dejar de pensar, que era conocida por ir a comprar la leche a la esquina de su casa, en coche, all ya se hubiera dado por vencida. Quizs era mejor que estuviera ella ah en lugar de su hermana, pensaba, y luego comprendi que era ridculo. Aparte del hecho de que Cara sabra desarrollar la entrevista como una profesional, jams hubiera usado zapatos bajos, para empezar. De modo que no hubiera podido caminar cinco millas por terreno a menudo escabroso.

De lo que s se percat en ese momento fue de que, como supuestamente ella era la periodista, no lo estaba haciendo muy bien. Ya le haba resultado difcil convencer a su acompaante, durante la caminata, de que le concediera la entrevista y, por lo visto, poda seguir teniendo dificultades en ese aspecto. Entonces por qu, por amor de Dios, estaba dejando escapar esa oportunidad mandada del cielo sin preguntar algunas cuestiones pertinentes?



Saca usted a pasear a Azor todos los das, seor Gajdusek?pregunt con inocencia.

Es obvio que a usted le fascina caminar replic l y la contempl, notando sus mejillas sonrosadas en su cutis de porcelana. Un segundo despus sus miradas se encontraron y Fabia sinti confusin olvidando que l no le haba respondido.

Yo crec en el campo murmur ella, sin saber por qu le estaba diciendo eso ya que no tena que ver con el tema. Cara tambin haba crecido en el campo y no caminara ni diez pasos cuando poda evitarlo.

En qu parte de Inglaterra? pregunt l.

Gloucestershire no dud al decrselo y comprendi entonces que haba olvidado su meta, la entrevista.

Dgame seor Gajdusek empez a decir Fabia cuando salan del bosque a un claro asoleado, suele?

Es un da demasiado encantador para que usted insista en llamarme seor Gajdusek la interrumpi con facilidad.

Ella contuvo el aliento y lo mir asombrada, y su corazn se estremeci, emocionado, al notar que sus ojos negros, muy negros y alegres, volvan a mirarla.

Me est sugiriendo que lo llame Vendelin? se atrevi ella a preguntar con incredulidad.

Mis amigos me llaman Ven le advirti l y aadi con solemnidad, Fabia ella not su atractiva sonrisa y la respondi.

Entonces sinti que su mundo se enderezaba y que volva a ser feliz. El hombre que haba buscado tanto acababa de pedirle que lo llamara Ven, incluso, aunque en broma, haba sugerido que fueran amigos. Pareca que acababan de desaparecer todas sus preocupaciones y sus dudas.

Pronto se percat de que su euforia no poda durar. Para empezar, estaba all para hacer el trabajo de su hermana y adems todava estaba preocupada por Barney. Y su coche!, cmo haba podido olvidar lo de su auto?

Interrumpi la corriente de sus pensamientos al descubrir que Vendelin todava la estaba observando, como si hubiera disfrutado del sonido de su risa. Ella mir en otra direccin, sintindose de pronto insegura, como si todo estuviese fuera de su control.

En ese momento comprendi que Vendelin Gajdusek era de tomarse en cuenta y que ella se haba impuesto severas obligaciones. Unos segundos despus decidi que l no tena nada que ver con sus peculiares pensamientos y emociones. Por amor de Dios, haba estado bajo bastante tensin ltimamente, de modo que, qu era ms natural, habiendo ya conocido al hombre a quien tanto trabajo le cost encontrar y estar paseando en un da tan hermoso y asoleado con l, que relajarse un poco?

Seor Gajdusekdecidi hacer otra de las preguntas para la entrevista, aunque cometi el error de mirarlo y call al ver que levantaba una ceja. Digo Ven tartamude.



Dime Fabia la interrumpi, hay ms en casa como t?

Perdn? dijo ella sin comprender qu le estaba preguntando.

Tienes veintids, creo que dijiste le record cuando ella hubiera preferido que lo olvidara, deseando con todo su corazn que no la obligara a darle tanta informacin. Fabia no quera que pensara que por su edad no poda ser una periodista de experiencia. Pero su comentario se refera a otra cosa, por lo visto. Eres hija nica?

Tengo una hermana mayor ella estaba contenta de que dejaran el tema de su edad y le respondi con sinceridad, aunque luego aadi, pero por lo pronto est en Norteamrica se apresur a cambiar el tema, pero l le gano.

Me imagino que tienes que viajar mucho por tu profesin sigui l preguntando cuando debera ser ella la que preguntara.

Me gustara viajar ms respondi diplomticamente y se apresur. Y usted? Viaja mucho?

No respondi porque en ese momento apareci otra pareja a lo lejos y Vendelin orden a Azor que se detuviera para ponerle la correa.

Regresaremos a la casa por este camino le inform luego a Fabia y la gui en otra direccin.

Haban caminado muchas millas, pens ella, cuando iniciaron el regreso, y haba pasado bastante tiempo en su compaa, de modo que no se sorprendi al percatarse de que no serva para el trabajo que haba ido a realizar. Cualquier periodista que valiera, hubiera sacado mucha informacin del alto checoslovaco, se dijo con tristeza.

Unos segundos despus se preguntaba si en verdad hubiera podido sacarle informacin. Por lo visto Ven Gajdusek estaba ms interesado en disfrutar el paseo que en responderle.

Con eso en mente Fabia comprendi, sintindose culpable, que l deba pasar encerrado muchas horas en su oficina, y que por lo tanto tena todo el derecho de disfrutar de sus caminatas sin tener que soportar a una curiosa periodista preguntndole el por qu y el cmo de toda su vida.

Claro que l haba aceptado conceder la entrevista, argument para s. S, pero no exactamente Cuando estaba descansando. Al diablo, pens irritada sin llegar a nada con sus argumentos y decidi no volver a hacer ni una pregunta durante la caminata, aunque, una vez que llegaran a la casa, le pedira que cumpliera con su promesa.

Aclarado eso, regresaron a la construccin anexa, cerca de la casa y en ese momento ella record su auto y pens que sera bueno averiguar dnde quedaba el taller antes que se le olvidara.

Quera pedirle empez a decir, incrdula ante el hecho de que esa maana su auto haba sido motivo de tanta preocupacin y luego no haba vuelto a pensar en l, que me hiciera favor de darme el nombre del taller donde qued mi auto ya



la empezaba a fastidiar su costumbre de interrumpirla cada vez que empezaba una oracin.

Por qu?

Por qu? exclam ella sorprendida. Pues para llamar por telfono y preguntar

Disclpeme volvi l a interrumpirla. No saba que usted dominaba mi idioma.

No, no lo domino musit enfadada porque era verdad, y sin comprender de qu estaba hablando

Entonces cmo intenta preguntar acerca de su auto? explic l.

No hablan ingls en el taller?

Temo que no replic l y hubiera aadido algo ms, pero en ese momento, un auto, Skoda, manejado por un hombre de unos treinta aos, lleg hasta la parte trasera de la mansin y se detuvo all en el rea de estacionamiento.

Estaban cerca cuando el hombre de cabello castao y mediana estatura baj del coche y Ven Gajdusek se detuvo a intercambiar con l unas palabras en checo. Luego, siendo sus modales en sociedad impecables, Ven cambi a ingls y le present a Lubor Ondrus.

Lubor, la seorita Kingsdale, una visita de Inglaterra termin con la presentacin.

Ah, la seorita Cara Kingsdale Lubor sonri y le estrech la mano mientras la miraba con admiracin.

Conoce a la seorita? pregunt Ven, incisivamente.

Slo por la tarjeta de presentacin que encontr en mi escritorio replic el hombre en perfecto ingls. Le pregunt a Edita y me dijo que ella la puso all.

Vine el viernes pasado mencion Fabia soltando la mano de Lubor Ondrus quien pareca disfrutar del contacto. Como el escritorio estaba en la casa, quizs l era su investigador y asistente, pens ella y Edita coloc all por error su tarjeta en vez de ponerla en el de Milada Pankracova.

Qu pena que no estuve aqu! dijo Ondrus con sinceridad y explic. Acabo de regresar anoche, tom unos das de vacaciones y mientras Fabia se percataba de que deba ser un mujeriego de marca, le pregunt. Podra ser que, a pesar de su tarjeta, est usted de vacaciones en mi pas?

Espero conocer algo de Checoslovaquia durante mi estancia respondi la joven, pero en ese momento sinti que el silencio de Ven Gajdusek estaba congelado y como lo ltimo que deseaba era enemistarse con l si es que desaprobaba el coqueteo de Lubor Ondrus, declar. Ahora necesito regresar a mi hotel.

Me permitira llevarla? Lubor aprovech la ocasin antes que ella pudiera decir algo. Ven le evit tener que dar alguna excusa cuando sin mayores ceremonias le entreg la correa del perro a Lubor y le orden:



T puedes llevar a Azor, yo tengo que salir y llevar de paso a la seorita Kingsdale a su hotel.

Yo puedo ir caminando musit Fabia, mirndolos y no queriendo ofender a ninguno y hubiera podido aadir que lo disfrutara si le dieran la oportunidad de hacerlo.

Ya caminaste bastante! la inform Ven Gajdusek, demasiado autoritario en opinin de ella. Sin embargo, cuando le iba a aclarar que ya estaba grandecita para tomar sus propias decisiones y que muchas gracias, record que todava tena pendiente la entrevista. Por aqu seal l, y sin darle oportunidad de despedirse de Lubor la gui hasta donde tena estacionado su auto.

Ni por un momento lleg ella a imaginar que la llevaran de nuevo en el Mercedes. Pero mientras estaba sentada al lado de Ven Gajdusek cuando bajaban la colina rumbo a Marinsk Lzne, y ella recobraba su acostumbrado buen humor, no poda decir que le incomodaba la experiencia.

Ya estaban a la entrada del balneario y esperaban que un autobs pasara, cuando a ella se le ocurri hacer una pregunta bastante natural.

Es Lubor Ondrus su asistente e investigador? de inmediato se arrepinti.

No! replic l y concentr su atencin en el volante.

Oh! murmur Fabia.

Es mi secretario ella sinti alivio y confusin ante esa explicacin.

Oh! musit de nuevo y tuvo que preguntar entonces lo que pareca lgico. Entonces tiene dos secretarios?

No repiti l y no dijo ms, dejndola en duda.

Quiere decir qu la seorita Pankracova ya no trabaja con usted? pregunt asombrada despus de repasar su ltimo "NO" sin conseguir esclarecerlo.

Me dio gusto haberla despedido! replic y a Fabia no le gust para nada el tono en que lo dijo.

Le pidi que tomara su costal?

Costal? repiti sin ubicar la palabra en el contexto.

La corri, la despidi ella trat de explicarle con sinnimos, pero l sigui interesado en la primera palabra.

Costal volvi a decir y pregunt. De dnde se origin ese significado?

No lo s! exclam exasperada, sintiendo ansiedad al reconocer que ya estaban llegando al hotel y que todava no tena cita para la entrevista. Aunque cuando lo mir, not que haba levantado una ceja ante el tono elevado de su voz al responder y comprendi que no conseguira nada si no se controlaba ante la falta de respuesta a todas sus preguntas. Trag su ira y suspir. Por lo que s, y puedo estar equivocada, creo que tiene que ver con una vieja costumbre. Cuando despedan a un artesano, empacaba sus herramientas en un costal y dejaba el trabajo y habiendo aclarado el asunto, a menos que Ven Gajdusek pidiera ms, que era



posible, tuvo que preguntarle: El hecho de que Milada Pankracova haya dejado su puesto de secretaria no afectar en nada?

Afectar? dijo l, enfurecindola ms porque esa vez, estaba segura, l comprenda el contexto de la palabra. Sin embargo, cuando l estacion el auto frente al hotel y se volvi para verla, Fabia comprendi que no poda darse el lujo de enfurecerse. Pronto se ira ese ltimo minuto y lo tena que contar.

Me conceder, por fin, la entrevista que me ha prometido? le pregunt sin ms prembulos y pens por un segundo, viendo que la miraba con severidad, que haba hecho mal en recordarle su promesa.

Mantuvo su expresin y Fabia, tratando de adivinar sus pensamientos, empez a inquietarse. Casi estaba segura de que deba estar pensando que si ella era en verdad una buena periodista poda escribir bastante despus del largo rato que pasaron juntos caminando. Era eso, o quiz que ella no haba sabido preguntar acertadamente. Cmo hubiera podido? Quizs ese era el problema, haba cuidado demasiado los buenos modales. Aunque no crea que hubiera alguien en el mundo que consiguiera que ese hombre respondiera a alguna pregunta.

Vendelin sali del auto para abrirle la puerta a Fabia, quien tena el horrible presentimiento de que haba arruinado su oportunidad; ella sali del auto y se qued parada en la acera con l.

Fabia levant la vista y percibi que los ojos negros no revelaban nada, luchaba contra su orgullo que le impeda repetir la pregunta, de pronto sinti que sala el sol porque en el momento en que dio unos pasos alejndose, l murmur:

Sera conveniente que maana cenemos juntos.

A qu hora? no era el momento para falsas modestias. Vio que esbozaba una sonrisa como si le hubiera divertido, su pronta reaccin.

Enviar a Ivo por ti como a las siete.

Fabia no quera dar la impresin de que estaba nada ms esperando sus rdenes y se dirigi a la entrada del hotel. En ese momento escuch cmo arrancaba el motor del Mercedes y sigui caminando.

Era extrao, pero la sonrisa que iluminaba su rostro, sinceramente, no se deba slo al hecho de haber logrado que ese hombre le concediera una entrevista.



Captulo 3 Habiendo dormido mucho mejor, Fabia despert el martes y pens en Ven, en

Cara y en Barney y le hubiera gustado llamar por telfono a sus padres para preguntar si saban algo de su hermana. Pero dado que Cara debera estar con ella en Checoslovaquia y que le haba advertido que le hara un favor si no los llamaba, Fabia se resign. Despus de desayunar fue a comprar una tarjeta postal para mandarla a su casa. Luego, pasando por entre las columnas del Marinsk Lzne, sigui adelante hasta el rea cubierta de csped y, con toda tranquilidad, se ubic en una de las bancas y empez a escribir a sus padres.

Diez minutos despus haba llenado todos los espacios posibles de la tarjeta con noticias sobre su viaje y las impresiones del hermoso balneario, de modo que cuando tuvo que firmar apenas cupo su nombre, no hubiera podido aadir el de Cara.

Dej la banca y volvi a pasear por el pueblo que tanto le fascinaba. Camin por calles residenciales, y luego observ interesada que entregaron carbn en una casa y lo depositaron afuera, en la calle, y que era de color caf. Nunca lo haba visto de ese tono, supuso que el dueo lo metera con su pala en el stano cuando pudiera. Se le qued el recuerdo junto con la imagen del bosque en el trasfondo mientras continuaban su camino.

Pronto lleg al gimnasio local, luego a la oficina de turismo, despus camin hacia una parte que le era conocida y pronto descubri que estaba de nuevo en el rea de las columnas.

Ya se acercaba la hora del almuerzo, pero paseando por all, no pudo resistir la curiosidad de subir unos escalones para admirar los hermosos objetos de cristal de Bohemia en un aparador.

Veinte minutos despus, sali de la tienda cargando un hermoso jarrn de cristal, bien envuelto, que saba que les fascinara a sus padres, al menos a su madre, volvi a descender los escalones y all se top con Lubor Ondrus.

Hola! l la salud entusiasmado y contento de verla.

Hola! respondi ella descubriendo que era delicioso encontrarse a alguien a quin conoca.

De compras? l sonri y mir su paquete.

Un regalo para mis padres.

Debe estar exhausta indic l de inmediato, aunque ella no lo estaba. Pero, Lubor no sola perder oportunidad. Insisto en que me permita invitarla a almorzar esper su respuesta sonriendo.

Qu deba hacer?, se pregunt Fabia. l era transparente, pero amable. Un mujeriego, pero agradable. Adems era amigable y le simpatizaba.

Le puedo mostrar un panorama excelente del pueblo insisti sonriente como si fuera una tragedia, si ella lo rechazaba.



Este gracias ella acept y tuvo que sonrer al ver la felicidad en el rostro del hombre.

Mi auto est cerca le dijo, tomando el paquete de sus manos y cargndolo hasta donde estaba su coche estacionado.

Ese lugar a dnde vamos est dentro de Marinsk Lzne? quera averiguar ya que pareca que no iran a almorzar a pie.

Claro respondi mientras le abra caballerosamente la puerta de su Skoda. Tengo mucha correspondencia que atender esta tarde y debo regresar a trabajar.

Fabia subi al auto y pens por un momento en el patrn de l. El da anterior se haba tomado la maana para pasear a Azor y a ella. Qu Ven Gajdusek slo trabajaba en las tardes? O quiz en las tardes y en las noches? O slo paseaba al perro una que otra maana?

Comprendi entonces que, a pesar de haber pasado tantas horas en su compaa, todava no saba nada de Ven. De hecho saba tanto de l como antes de conocerlo. Cara jams le perdonara si lo llegase a saber!

Primero vamos a comer Lubor sonri al estacionar el auto y luego la condujo dentro de un elegante hotel.

Considerando que la haban invitado a almorzar Fabia orden un omelette y ensalada, y pronto descubri que una vez que Lubor abandon su actitud oportunista inicial resultaba ser una agradable compaa.

Permitira que le dijera Cara? pregunt, despus de pedirle que lo llamara por su primer nombre.

Claro respondi ella, pero call, no se senta a gusto con ese nombre que no era el de ella.

Es demasiado atrevido de mi parte? indic Lubor y pronto la vio sonrer de nuevo.

No, no es eso ella lo tranquiliz y sintindose culpable, explic: Es que la mayora usa el nombre que usa mi familia, Fabia.

Fabia repiti l y pareci disfrutar al pronunciarlo. Aceptndolo de inmediato. Entonces viniste a Checoslovaquia de vacaciones y de negocios, verdad?

S asinti y aunque se senta que no era correcto preguntarle por su patrn, no vea razn alguna que le impidiera mencionarle la entrevista, ya que l debera estar al tanto de su libro de citas. Vine especficamente aqu el viernes pasado para entrevistar al seor Gajdusek, pero

El seor Gajdusek acept dar una entrevista! exclam Lubor sorprendido.

S respondi la joven, un poco sorprendida a su vez por la actitud de Lubor. No lo saba usted? pregunt.



No existe ninguna anotacin y l nunca concede entrevistas su acompaante la mir con seriedad.

Ya lo s. Mi her call habiendo estado a punto de delatar a Cara. Por eso es tan maravilloso que me haya concedido declar ella.

Ests segura que acept?

No le dej alguna nota Milada Pankracova? expres Fabia empezando a desear, no haber mencionado el tema. Era obvio que la secretaria anterior no haba sido muy eficiente, quiz por ello la haba despedido Ven.

No, pero call, pareci pensarlo y luego volvi a su acostumbrada sonrisa. Me pregunt por qu me hizo revisar ayer el seor Gajdusek lo que Milada haba dejado. Creo que ahora lo entiendo.

Ella este haba cometido algunos errores?

Ms que ninguna otra, le aseguro. Pero ahora mejor vamos a hablar de ti.

Pero mi entrevista para el viernes pasado insisti, est anotada en el diario del seor Gajdusek?

Claro que s, pero desafortunadamente lo pasamos por alto respondi con sinceridad y cuando sospech que deba haberse burlado de ella con su actitud anterior, l pregunt: Te gustara tomar una copa de vino?

Una pequea, gracias acept sin pnico y decidida a no volver a preguntarle de su trabajo, y menos de su patrn, se entreg de lleno a gozar del almuerzo y de la compaa.

Y los disfrut, aunque cuando terminaron y salieron de all descubrieron que haba empezado a lloviznar.

Me temo que el panorama no ser tan hermoso como lo haba yo prometido se disculp Lubor. Pero de todas maneras iremos a verlo decidi y tomndola del brazo, la condujo al frente del edificio y se quedaron bajo un techo. Debimos venir aqu primero? declar l desilusionado ya que lo nico que vean eran los techos y el bosque cubierto de niebla y lluvia. Podemos venir maana otra vez? sugiri entusiasmado, tomado al mismo tiempo la oportunidad de colocarle el brazo sobre sus hombros.

No s todava que voy a hacer maana Fabia no acept la invitacin. Le simpatizaba, pero sinti que su familiaridad requera tcticas de rechazo.

Si l pens que ella le estaba mostrando luces de semforo debi ver la luz verde, porque la apret ms fuerte, la contempl con un brillo amoroso en los ojos y la acerc mientras murmuraba seductoramente:

Me gustas tanto, Fabia.

En cualquier otra circunstancia, ella se hubiera sentido preocupada, no todos los das estaba en el extranjero con un hombre desconocido quien, despus de haberla invitado a almorzar estaba tratando de seducirla. Pero tampoco todos los das, a plena luz del da, se encontraba empapada mientras su enamorado esperaba



alguna respuesta. Comprendi que l confiaba que hara algn comentario o algn gesto correspondindole, pero lo nico que poda hacer, as fuera imperdonable o no, era rerse y exclamar:

Lubor! Estoy empapada!

De inmediato l se mostr preocupado y en unos segundos corran hacia el auto. En el fondo, donde la entrada al hotel se juntaba con la carretera, Lubor se detuvo a observar el paisaje a su izquierda, y ella todava alegre, mir hacia la derecha y su felicidad se desvaneci porque dirigindose hacia ellos iba Ven conduciendo su Mercedes. Un Ven Gajdusek que haba reconocido no slo el Skoda sino a sus ocupantes tambin y ella entendi por la expresin en su rostro iracundo que no le haba dado gusto verlos.

"Dios santo!", pens Fabia y trat de ignorar el atroz presentimiento de que no estaba furioso tanto con su secretario como con ella, pero antes que siguiera especulando Lubor, que no haba visto pasar a su jefe, se volvi para declarar:

Te ves an ms hermosa con el rostro lavado por la lluvia.

Un minuto antes ella hubiera emitido una carcajada por lo que consideraba un halago exagerado, pero habiendo visto a Gajdusek, ya no tena el humor para rer.

Gracias, Lubor acept en voz baja, recibiendo otra de sus enormes sonrisas antes de que atendiera el fluir de los otros autos.

En unos minutos llegaron a su hotel y cuando Fabia le agradeci el almuerzo y l le entreg su paquete, le dijo:

Para m tambin fue divertido y no perdi tiempo en preguntar: Te gustara cenar y divertirnos juntos esta noche?

Temo que no puedo replic ella sonriendo apenada, ya que estaba segura de que l era bastante inofensivo. Tengo un compromiso de negocios admiti disculpndose y se pregunt si Lubor habra adivinado que el compromiso para esa noche era con su jefe. Hizo a un lado esa idea pensando que si hubiera sabido no la hubiera invitado a cenar con l.

Se despidieron y para cuando entr al hotel ya haba dejado de pensar en Lubor. Record de nuevo la expresin de ira en el rostro de Ven hacia un rato y mientras esperaba la llave de su habitacin empez a preocuparse en serio.

Fabia subi a su dormitorio sin comprender el motivo de aquella ira. Por un momento angustiante se pregunt si, siendo el ingls su segundo idioma, no habra querido decir que la invitaba a almorzar en vez de a cenar. Eso explicara su furia, cualquiera se hubiera sentido as al verla salir con otro de un hotel a esa hora. Un momento despus, borraba esa teora al recordar que Ven le haba avisado al despedirse que mandara a Ivo a recogerla a las siete de la noche y no a la hora del almuerzo.

Entonces a qu vena tanto enfado?, se angusti y luego empez a dudar si realmente ira a cenar con l o no esa noche. Sera posible que le hubiera avisado a Lubor que tena un compromiso esa noche, simplemente porque no consideraba la cita con ella?



Ser mejor que cenemos juntos maana le haba dicho, de manera muy clara, ayer, y no iba a quedar mal, o s? Ya se senta bastante mal de modo que no era momento para indagar si haba pasado por alto la cita del viernes.

Cuando ya no pudo tolerar ms su inquietud en caso de que Ven Gajdusek decidiera no cenar con ella, Fabia se despoj de la ropa mojada y fue a tomar una ducha.

Intranquila, y ya con el cabello seco, se puso una blusa y un pantaln y fue a mandar la tarjeta postal que haba escrito para sus padres.

Dejuki dijo gracias e

Jessica Steele - Luces de Bohemia

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