Gestion Conservacion Corzo
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5. Gestin y Conservacin
5. Gestin y Conservacin
Manual de Conservacin y Gestin del Corzo Andaluz
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5.1 Evaluacin de poblaciones
5.1.1 Deteccin de rastros en el campo
Como se comentaba
en el apartado 2.4 (Uso
del espacio y comporta-
miento social), los
machos de corzo mar-
can el territorio con la
cuerna, dejando seales
inconfundibles sobre la
vegetacin. Las rascadu-
ras o escodados de corzo
se reconocen en la base
de troncos de rboles y
arbustos de menos de
5cm de dimetro, y en
ramas gruesas de mato-
rral, a una altura que
oscila entre los 20 cm y
1 m.
Las huellas de corzo
son apreciables en sue-
los blandos que permi-
ten su impresin, o
cuando estn cubiertos
de polvo fino o nieve. Se diferencian de las de otros ungulados por el valo mas
agudo que forman por la punta. El tamao medio de esta huella puede situarse en
unos 45 mm de largo por 25 mm de ancho.
Rascadura de corzo sobre un brezo
Tambin es posible encontrar las
camas de los corzos, lugares de des-
canso donde suelen realizar tranquila-
mente su rumia; son fcilmente recono-
cibles en el suelo como un rea de
forma oval de unos 50 cm de largo, lim-
pia de hojarasca, y en donde tambin se
pueden apreciar pelos y huellas de las
pezuas.
En cuanto a los excrementos, se pue-
den identificar fcilmente por su color
negro brillante, textura muy fina, forma
regular cilndrica con extremos redon-
deados, con un tamao medio de
10mm de largo por 6mm de dimetro,
netamente mas pequeos que los de
ciervo.
Gestin y conservacin
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Cama de corzo
Huella de corzo Excremento de corzo
Excremento de ciervo
Manual de Conservacin y Gestin del Corzo Andaluz
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5.1.2 Observacin directa
Dado el comportamiento esqui-
vo y solitario del corzo, su relativa-
mente pequeo tamao (compara-
do con ungulados de mayor enver-
gadura como el ciervo), su preferen-
cia por ambientes boscosos, y las
densidades de poblacin relativa-
mente bajas, la observacin directa
de esta especie en Andaluca no es
fcil.
De todos modos, es posible
detectarlos en los claros prximos al bosque y en las zonas donde se efectan rozas
en la vegetacin, cortafuegos etc., en las horas prximas al amanecer y el atardecer,
y particularmente en el periodo de celo, cuando los corzos se mueven ms y pres-
Corzo en alerta
Observacin con telescopio
Gestin y conservacin
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tan menos atencin a la presencia humana. Durante el periodo territorial, y particu-
larmente durante el periodo de celo, las vocalizaciones emitidas por los machos (la
ladra; ver apartado 2.4.) nos advertirn de la presencia de un corzo, pero en la
mayora de los casos ser difcil observarlo.Tambin en caso de alarma (por ejemplo,
al detectar nuestra propia presencia), los corzos (tanto machos como hembras) nos
pueden advertir de su proximidad mediante un ladrido.
5.1.3 Censos
5.1.3.1 Transectos de conteo de indicios
La base de este mtodo radica en que la abundancia de rastros que dejan los ani-
males en el campo es proporcional al tamao de la poblacin que los produce: a ms
indicios, mayor densidad de poblacin.
Los excrementos son uno de los signos mas evidentes que nos revelan la presencia de
corzo en una determinada zona. Aunque se asume que el grado de defecacin de las
especies es relativamente constante en un hbitat concreto y en la misma poca del
ao, si el hbitat a censar no es homogneo, es esperable que la presencia de indi-
cios vare entre hbitats, y debe planificarse un muestreo estratificado de parcelas en
los diferentes tipos de hbitats, y en diferentes pocas del ao.
El tamao de parcela en los transectos (itinerarios) de especies de caza mayor,
para que pueda ser eficazmente revisada por una sola persona, puede ser circular, con
un radio de 5 m (80 m2). Las parcelas pueden ser distribuidas al azar, o a lo largo de
transectos lineales (situadas cada 100 m) en una direccin que creamos puede ser
atravesada por los corzos que haya en la zona.
La informacin obtenida a partir de la frecuencia de defecacin puede propor-
cionar un ndice de ocupacin por la especie a censar, pero slo se podr obtener
una estima del nmero de individuos cuando la tasa de defecacin sea conocida. La
Manual de Conservacin y Gestin del Corzo Andaluz
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clave que relaciona el conteo de heces
con la abundancia de crvidos es la tasa
de defecacin, estimada en una media de
20 grupos de excrementos por da para el
caso del corzo (13,9 para el ciervo en
Andaluca).
En este mtodo se asume que los ani-
males defecan de forma constante y que
los excrementos se mantienen en el
campo el tiempo suficiente para que
podamos encontrarlos. El intervalo de
tiempo de revisin de las parcelas no puede ser demasiado largo ya que los excre-
mentos irn desapareciendo por accin del clima, y en ocasiones por la actividad de
los escarabajos. Pero tampoco debe ser excesivamente corto ya que podra bajar la
precisin debido a las variaciones en los movimientos circadianos de los corzos. En
base a lo recomendado por diversos autores, se propone un intervalo de 30 das
entre revisin y revisin.Tras cada revisin, se retirarn los excrementos de cada par-
cela y se borrarn las huellas. Adems, la recogida de excrementos debe ser meticu-
losa para evitar confusiones con otras especies, mezclas, o repeticiones.
Una de las limitaciones del censo indirecto por conteo de indicios es que no pro-
porciona informacin sobre el sexo o la edad del ejemplar que produjo el excremen-
to. Por ello se debern recopilar todos los datos posibles de observaciones directas
(aguardos y avistamientos) para conocer la estructura de la poblacin.
5.1.3.2 Transectos lineales de observacin directa
Los censos por observacin directa se pueden realizar a pi o en vehculo, a lo
largo de itinerarios prefijados. Los transectos lineales de observacin directa pueden
considerarse como el mtodo de censo que ms ha evolucionado en los ltimos
Conteo de excrementos
Gestin y conservacin
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tiempos, debido a las bases tericas y estadsticas que lo sustentan, y a las ventajas de
una relativa eficacia frente a un bajo coste econmico. Sin embargo, hay que tener pre-
sentes las limitaciones de este mtodo en terrenos con baja visibilidad, en poblaciones con
baja densidad, y con especies difciles de detectar, como es el caso del corzo en las sie-
rras andaluzas.
El mtodo consiste bsicamente en el
conteo directo de ejemplares a lo largo
de transectos o recorridos lineales, prefi-
jados mediante un muestreo estratifica-
do en funcin de la superficie a censar y
de los diferentes tipos de hbitat. El
recorrido (de una distancia conocida) se
realiza en vehculo, a una velocidad cons-
tante que no supere los 20 km/h. Tam-
bin es posible realizar estos recorridos
a pi, pero para el caso del corzo en
poblaciones de baja densidad no es recomendable, por la dificultad que entraa
detectar los ejemplares y la facilidad de ser previamente advertidos por ellos.
Si anotamos no slo el nmero de ejemplares contactados, sino tambin su posi-
cin con respecto al itinerario de censo
(distancia perpendicular), se puede reali-
zar una estima de la densidad de pobla-
cin, recurriendo al uso de clculos pro-
babilsticos (se puede realizar mediante
programas informticos como el Dis-
tance). El mtodo consiste en asignar
una probabilidad a cada distancia a la
que se puede encontrar un animal. Se
considera que los animales son mas fcil- Ejemplar de corzo en un carril
Censo por carril
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mente avistados mientras ms prximos se encuentren al observador. As, ejempla-
res que estn a cero metros de distancia (es decir, que estn sobre el camino del
transecto), presentarn una probabilidad 1 (mxima) de ser detectados. A medidaque un animal se encuentre ms alejado de la lnea de censo presentar una menor
probabilidad de ser visto, hasta que en animales muy lejanos, la probabilidad se hace
cero. Este mtodo permite calcular ndices de densidad poblacional en grandes
extensiones de terreno; al menos en la extensin que el vehculo sea capaz de reco-
rrer en las mismas condiciones, y a velocidades que permitan con precisin el avista-
miento de todos los animales que se encuentren en condiciones de ser observados.
El momento de realizacin del censo debe planificarse en funcin del ciclo biol-
gico de las especies a censar, y de las condiciones de detectabilidad de los ejempla-
res en los transectos. En el caso del corzo, el amanecer y el atardecer son los momen-
tos idneos para detectarlos, y el verano, durante el periodo de celo, la poca en que
se muestran menos esquivos.
Se parte adems del presupuesto de una distribucin regular de los individuos,
por lo que no se deber realizar este tipo de censo cuando la distribucin de los
ejemplares est condicionada por la presencia de puntos de atraccin, como en el
caso de las siembras y comederos artificiales.
5.2 Actuaciones de mejora en la capacidad de acogidadel hbitat
5.2.1 Mejoras de cobertura