Es Tiempo de Alabar a Dios 072113

4
Iglesia CASA DE PAN 21 de julio de 2013 asesinadas en razón de su género. O, co- nocemos, directa e indirectamente, los casos de adolescentes, y aún de niños, que son forzados a la prostitución. Sabe- mos de no pocos trabajadores que son explotados por sus patrones. Y, ante estas y muchas otras situaciones que demandan de nuestro compromiso, guardamos silen- cio. Se lo buscaron, por algo será, andaban en malos pasos, etc., son los prejuicios con los que calmamos nuestra conciencia. El hecho es que Jesucristo está en ellos. El enfermo, el preso, quien ha sido violada y/o asesinada, son los pequeñitos en los que habita Cristo. Y nosotros somos lla- mados a servirlos a ellos, a ocuparnos de ellos, como nos ocupamos de Cristo. Oración intercesora, expresiones de cari- dad, son elementos con los que podemos bendecirlos. Pero, si sumamos a estos la El Poder de los Prejuicios Administrar Correctamente la Vida La manera en que estamos administrando nuestra vida exhibe quién y qué está en el centro de la misma. Nos demos cuenta o no de ello, nuestro quehacer cotidiano eviden- cia quién es el señor de nuestra vida y para quien vivimos. Entenderemos mejor esto si conocemos el significado de la palabra ad- ministrar: Ordenar, disponer, organizar, en especial la hacienda o los bienes. Administrar correctamente nuestra vida significa hacer todo en acuerdo con el carác- ter santo, amoroso y justo de Dios. Es decir, tomando en cuenta quien él es y lo que él ha determinado como correcto. La clave, la sencilla clave para lograr esto consiste en pregun- tarnos si lo que hacemos agrada a Dios. Si, al elegir y actuar, estamos siendo animados por el deseo y el interés de que Dios se sienta bien. Pero, al lado de esta clave, también tenemos otro recurso para saber si lo que hacemos es acorde al propó- sito divino. Este recurso es el sentido de satisfacción, de plenitud, en nuestra vida. La satisfacción es fruto del equilibrio. Quien vive para Dios encuentra que su vida está en equilibrio, que le satisface; en lo general y en lo particular. Podemos aventurar la propuesta de que aquello que no nos satis- face: relaciones, trabajo, formas de vida, etc., es porque, probablemente, no reúne las condiciones para que podamos ofrecer- lo al Señor como una ofrenda pura, santa y agradable a él. Opinión previa y tenaz, por lo general des- favorable, acerca de algo que se conoce mal. Es así como el diccionario define el término prejuicio. Basados en la experien- cia podríamos agregar que la tenacidad con la que se defiende aquello que se des- conoce conduce a los prejuiciosos a la parálisis espiritual y ética. Quien se convence a sí mismo de que lo que pasa con su próji- mo no es asunto suyo, se paraliza. Quizá no haga nada malo en contra del prójimo, pero sí deja de hacer lo bueno, aquello que le es propio hacer. La dinámica social que vivimos hace evidente el poder destructivo de los prejuicios. Día a día leemos, por ejemplo, que cada vez más mujeres son

description

Boletín informativo de la Iglesia CASA DE PAN

Transcript of Es Tiempo de Alabar a Dios 072113

Page 1: Es Tiempo de Alabar a Dios 072113

Iglesia CASA DE PAN 21 de julio de 2013

asesinadas en razón de su género. O, co-nocemos, directa e indirectamente, los casos de adolescentes, y aún de niños, que son forzados a la prostitución. Sabe-mos de no pocos trabajadores que son explotados por sus patrones. Y, ante estas y muchas otras situaciones que demandan de nuestro compromiso, guardamos silen-cio.

Se lo buscaron, por algo será, andaban en malos pasos, etc., son los prejuicios con los que calmamos nuestra conciencia.

El hecho es que Jesucristo está en ellos. El enfermo, el preso, quien ha sido violada y/o asesinada, son los pequeñitos en los que habita Cristo. Y nosotros somos lla-mados a servirlos a ellos, a ocuparnos de ellos, como nos ocupamos de Cristo.

Oración intercesora, expresiones de cari-dad, son elementos con los que podemos bendecirlos. Pero, si sumamos a estos la

El Poder de los Prejuicios

Administrar Correctamente la Vida La manera en que estamos administrando nuestra vida exhibe quién y qué está en el centro de la misma. Nos demos cuenta o no de ello, nuestro quehacer cotidiano eviden-cia quién es el señor de nuestra vida y para quien vivimos. Entenderemos mejor esto si conocemos el significado de la palabra ad-ministrar: Ordenar, disponer, organizar, en especial la hacienda o los bienes.

Administrar correctamente nuestra vida significa hacer todo en acuerdo con el carác-ter santo, amoroso y justo de Dios. Es decir, tomando en cuenta quien él es y lo que él

ha determinado como correcto.

La clave, la sencilla clave para lograr esto consiste en pregun-tarnos si lo que hacemos agrada

a Dios. Si, al elegir y actuar, estamos siendo animados por el deseo y el interés de que Dios se sienta bien. Pero, al lado de esta clave, también tenemos otro recurso para saber si lo que hacemos es acorde al propó-sito divino. Este recurso es el sentido de satisfacción, de plenitud, en nuestra vida.

La satisfacción es fruto del equilibrio. Quien vive para Dios encuentra que su vida está en equilibrio, que le satisface; en lo general y en lo particular. Podemos aventurar la propuesta de que aquello que no nos satis-face: relaciones, trabajo, formas de vida, etc., es porque, probablemente, no reúne las condiciones para que podamos ofrecer-lo al Señor como una ofrenda pura, santa y agradable a él.

Opinión previa y tenaz, por lo general des-favorable, acerca de algo que se conoce mal. Es así como el diccionario define el término prejuicio. Basados en la experien-cia podríamos agregar que la tenacidad con la que se defiende aquello que se des-conoce conduce a los prejuiciosos a la parálisis espiritual y ética.

Quien se convence a sí mismo de que lo que pasa con su próji-mo no es asunto suyo, se paraliza. Quizá no haga nada malo en contra del prójimo, pero sí deja de hacer lo bueno, aquello que le es propio hacer.

La dinámica social que vivimos hace evidente el poder destructivo de los prejuicios. Día a día leemos, por ejemplo, que cada vez más mujeres son

Page 2: Es Tiempo de Alabar a Dios 072113

Reta a tus papás para ver quién encuentra más rápi-do las siguientes palabras:

Amar a mi Esposa, Amarme a mí Mismo Conozco y amo a una pareja que está enfrentando serias dificultades. Aunque no los veo con frecuencia, sé que no hay día en el que no aparezca la desgastante combinación: menosprecio-lágrimas. El menosprecio está a cargo del hombre y las lágrimas, desde luego, de la mujer. Hace poco, alguien que también conoce y ama a esta pareja, impre-sionada por las abundantes lágrimas que habían seguido a una agresión, verbal y públi-ca del marido, me hizo una pregunta retórica: ¿No será que fulano la trata así porque no la ama?

Creo que quien me hizo tal pregunta se quedó confundida e impresiona-da por mi respuesta. Creo [le dije] que el problema es que fulano no se ama a sí mismo, por eso trata como lo hace a su esposa. La Biblia dice: Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuer-pos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Por eso pienso que quien

se lastima a sí mismo, como el fulano de referencia, sólo hace evidente que no se ama a sí mismo. Es decir, ni se aprecia, ni se respeta. Por eso puede tratarse a sí mismo con tal falta de dignidad y consideración en su propia esposa. La Biblia dice que cuando Cristo ama a la iglesia, está amando a su propio cuerpo, se está amando a sí mismo. De ahí que la entrega amorosa de Cristo persigue un bien para su iglesia: que esta no tenga mancha, ni arruga ni cosa semejante, sino que sea santa y sin mancha. Hay cosas que a Cristo no le gustan de su esposa la iglesia. A diferencia de nosotros los maridos, Cristo siempre tiene la razón. Pero, no por ello, actúa con prepo-tencia ni menospreciando a su cuerpo. Porque ama a su iglesia, la trata con considera-ción, con caridad, con misericordia y hasta con esperanza. Quienes lastiman y destruyen a sus esposas terminan destruyéndose a sí mismos. Por ello, los exhorto a la conversión, a volverse a Cristo. A amarlas al estilo de Cristo.

Pastor Adoniram Gaxiola

Antes de poner en duda el buen juicio de tu mujer, fíjate con quien se ha casado ella. Proverbio egipcio

El Rincón de los Niños

Buen Padre

Pastor Redil

Vida Voz

Ovejas Rebaño

Lobo Escuchar

Abandonar Amar

Huir Volver

Conozco Recibir

Page 3: Es Tiempo de Alabar a Dios 072113

No Dejes de Leer la Historia

CAPÍTULO VEINTITRES

Un Tiempo a Solas con Dios Una vez que hemos comprendido la importancia de dedicar tiempos a estar a solas con Dios nos preguntamos

cómo podemos lograrlo. Aquí encontrarás cuatro propuestas que pueden serte de utilidad.

Comenzar con las actitudes apropiadas. Estas son: expectativa de lo que Dios quiere para ti. Reverencia, permanecer a la espera. Atención, permanecer concentrado y alerta. Obediencia, disposición a obedecer a Dios.

Escoger un momento específico. Este es el momento en el que puedas tener mayor tranquilidad y estar fresco y alerta.

Seleccionar un lugar especial. Elige un espacio de oración que te permita permanecer aislado y concentrado.

Seguir un plan sencillo. Determina el modelo de oración que habrás de seguir. Si es de intercesión o de acción de gracias, necesitarás una lista. Si es de adoración, quizá necesites preparar música adecuada, como apoyo a tu oración. Si es de confesión y búsqueda de perdón, también será conveniente que hagas una lista.

Adaptado de Rick Warren

Iglesia CASA DE PAN Pastor Adoniram Gaxiola

Tels. 5528-8650 y 01 800 719-2272

Cel. 044 55 4822-9024

Email. [email protected]

WWW. www.vidaypalabra.com

Lugar de Encuentro Calzada de Tlalpan 1112

Col. Nativitas

35000 México, D.F.

Una cuadra al Sur del Metro Nativitas

Cultos: Domingos 16:30 hrs.

Concurso Bíblico Con motivo de la celebración de Agosto,

Mes de la Biblia, celebraremos un concur-so de conocimientos bíblicos generales el domingo primero de septiembre. El pre-mio será una tableta electrónica marca

HACER. El domingo próximo publicaremos las reglas del concurso.

Prepárate, todos pueden participar.

15 Minutos Antes es Tarde Si llegas al templo siquiera quince minu-tos antes de que empiece el culto, harás bien. Podrás dedicar unos momentos a la

oración y a la meditación. Te concen-trarás en el propósito de estar en comu-

nión con Dios y con tus hermanos. Así que, haz lo que tengas que hacer para

gozar de estos quince minutos que pue-den hacer de tu vida algo diferente.

Taller de Identidad El Taller de Identidad te permite compro-bar quién eres, cuál es tu propósito en la vida y cómo conviene que te relaciones con otras personas. El sábado 3 de agos-to, de diez a las dieciocho horas, podrás participar de tan importante actividad.

Informes e inscripciones con Lulú Varela. Tenemos algunas becas disponibles.

ServiDoulos Si necesitas u ofreces servi-

cios domésticos, llama a: Lulú Varela (5426-2921 y

044 55 1257-3295), y Esther Arteaga (3612-7214 y 044

55 2503-6217).

Toma Nota

15 15 15 --- 17 de noviembre de 201317 de noviembre de 201317 de noviembre de 2013

Page 4: Es Tiempo de Alabar a Dios 072113

Cantemos Somos el Pueblo de Dios Somos el pueblo de Dios, Somos un pueblo especial, Llamados para anunciar Las virtudes de aquel que nos llamó a su luz. Somos el pueblo de Dios, Su sangre nos redimió, Y su Espíritu dio para darnos poder, Y ser testigos de él.

Y llevaremos su gloria A cada pueblo y nación, Trayéndoles esperanza Y nuevas de salvación. Y su amor nos impulsa, Mo nos podemos callar, Anunciaremos al mundo De su amor y verdad.

Alabad a Jehová Alabad a Jehová, él es bueno, Alabad a Jehová, él es bueno, Para siempre es su misericordia, Alabad a Jehová, él es bueno.

Heme Aquí Heme aquí, yo iré, Señor. Heme aquí, yo iré, Señor. Envíame a mí, que dispuesto estoy, Llevaré tu gloria a las naciones.

Al Estar Aquí Al estar en la presencia de tu divinidad, Y al contemplar la hermosura De tu santidad; Mi espíritu se alegra en tu majestad, Te adoro a ti, te adoro a ti.

Cuando veo la grandeza de tu dulce amor, Y compruebo la pureza de tu corazón; Mi espíritu se alegra en tu Majestad, Te adoro a ti, te adoro a ti.

Y al estar aquí, delante de ti, te adoraré, Postrado ante ti, mi corazón te adora, Oh Dios; Y siempre quiero estar para adorar Y contemplar tu santidad, Te adoro a ti, Señor, te adoro a ti.

Dame Más de Ti Vengo a ti, hoy Señor, a rendir mi corazón, Quiero más de ti. Toma mi necesidad, dame tu preciosa paz, Quiero más de ti. Dame, dame, dame más de ti, Bendito Señor; Dame, dame, dame más de ti, Quiero más de ti.

Prefiero a Cristo No busco una herencia ni cruzar el Jordán, No voy tras fortuna ni prosperidad. No anhelo tesoros ni la bendición, No busco más dones, no busco la unción. Si tú quieres todo esto lo puedes tener, Más no saciará para siempre tu ser.

Prefiero a Cristo, antes que tener, Todos los reinos del mundo, No se comparan con él. Prefiero a Cristo, me quedo con él, Es el tesoro escondido que tanto busqué.

No busco una herencia ni cruzar el Jordán, No voy tras fortuna ni prosperidad. No anhelo tesoros ni la bendición, No busco más dones, no busco la unción.