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DISCURSOS ACADEMICOS

En la Academia de Ciencias Políticas... *

Señores:

Motivo de profunda satisfacción y del más vivo recono­cimiento hacia los honorables miembros de esta Academia, cons­tituye para quien os habla, el altísimo honor que me habéis con­ferido, al haberme escogido para ocupar el sillón número 34 deesta Ilustre Corporación.

El hecho, por sí sólo enaltecedor, de abrirme las puertasde esta Corporación, se agrega la circunstancia extraordinaria, deque en el sillón académico que he de ocupar me hayan precedidofiguras de claros timbres en la vía pública nacional: los doctoresRafael Marcano Rodríguez y Antonio Pulido Villafañe.

Marcano Rodríguez, hijo del Oriente de la República, fueescritor y jurista. A comienzos de este siglo representó en lasletras venezolanas, una voz melodiosa, y uno de sus poemas, Vo­ces de Orquesta, caló muy hondo en la sensibilidad de nuestropueblo. Disfrutó del aura popular, como orador de singulares do­tes. Entre sus discursos memorables se cuenta la oración de acen­to profundamente lírico, pronunciada por él, como Mantenedor delos Segundos Juegos Florales, realizados en Cumaná, con oca­sión de la celebración del Centenario de la Batalla de Ayacucho.Posteriormente, su vida intelectual la consagro por entero al De­recho. Fue uno de los más eminentes juristas de su generación.

* Discurso de Incorporación a la Academia de Ciencias Políticas y Sociales,con carácter de Individuo de Número. Agosto de 1975. Separata del Bole­tin de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, Caracas, s/f.

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Desempeñó con brillo durante cinco años, el cargo de Vocal de laCorte Federal y de Casación. Publicó en tres tomos, unas enju­diosas "Apuntaciones Analíticas sobre Materias Fundamentales yGenerales del Código de Procedimiento Civil Venezolano" queson, por la ciencia jurídica que fluye de sus páginas, y por laclaridad y elegancia del estilo, obra magistral del Derecho Pro­cesal en nuestro país.

Mi directo antecesor en esta faena académica, fue el doc­tor Antonio Pulido Villafañe, hijo de Rubio, ciudad de la Cordi­llera Andina. En la personalidad de Pulido Villafañe se juntaronla devoción por la Ciencia del Derecho y la acendrada vocaciónpor la función pública, servidas por un firme carácter. Estimooportuno señalar en esos momentos el primer recuerdo que tengodel doctor.Pulido Villafañe. Formó parte del severo Jurado, juntocon el profesor de la materia, doctor Caracciolo Parra León, ex­positor brillante, prematuramente desaparecido. Desde entoncesseguí su trayectoria de intensa inquietud espiritual a la par de sumeritoria actitud de hombre público.

El doctor Pulido Villafañe, en unión del distinguido ju­risconsulto, doctor Luis Loreto, Miembro electo de esta Corpo­ración, llevó a cabo una obra de extraordinario valor y de utili­dad indiscutible, como es la Compilación Legislativa de Vene­zuela. Publicó, además, el doctor Pulido Villafañe, una obra re­lativa al Código Civil de 1942, con notas explicativas sobre lasreformas que contiene, y con citas de las modificaciones hechas,por iniciativa del Ministro de Relaciones Interiores y de las Comi­siones del Congreso, al proyecto elaborado por la Comisión Co­dificadora Nacional. Publicó también, mi distinguido antecesor, la"Doctrina y Jurisprudencia de la Corte Federal y de Casación",contenida en sus decisiones de 1944 (Selección y Glosas a cargodel doctor Antonio Pulido Villafañe. Revisión por el Vocal Pre­sidente, doctor Alberto Díaz). Todo 10 cual revela su pasión porlas disciplinas jurídicas, su espíritu intensamente laborioso y sumagnífica capacidad intelectual.

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Entre sus actuaciones de mayor relieve en la vida públi­ca, debo mencionar las que realizó en el Congreso, primero comoDiputado, y después como Senador; las que desarrolló en sus la­res nativos, como Presidente del Estado Táchira, sus valiosos ser­vicios como Vocal de la Corte Federal y de Casación, de la cualllegó a ser Presidente y, finalmente, sus importantes funciones enejercicio del cargo de Procurador General de la Nación. Ocupó,pues, posiciones eminentes en las tres ramas del poder público, yen todas ellas sobresalió como servidor idóneo, de reconocidapulcritud, y varón de precisas definiciones.

En el acto de su incorporación, como Individuo de Núme­ro, a esta Academia, presenta su trabajo titulado "Idea dimensio­nal de lo frustráneo en la realidad emancipadora", en el cual ex­pone, las fundamentaciones económicas del proceso emancipador.

Oigamos cómo se afinca su pensamiento de hombre mo­derno, a quien angustian las motivaciones económicas que en elmundo se han desarrollado y se combaten: "Ora se juzguen concriterio tradicionalista, idealista o providencial: Ora mariposee lamente alrededor de postulados racionalistas o de candiles que nie­gan el libre albedrío, y, por tanto, afirmativos del determinismofilosófico, acerca de largos y complicados procesos de la humanahistoria, es de notarse -en incontables circunstancias y aspectos­la preponderancia que el elemento económico se apropia, con fuer­za que caracteriza y ostensiblemente se remonta casi a gradossuperiores en veces desde que ejercita factores de ordinario sinequilibrar, a través de ese mecanismo enrevesado que la cual na­turaleza -racional y corporal- constituye para todos nosotros".

Con estos prolegómenos tallados en el texto del pensareconómico, el doctor Pulido Villafañe se adentra en el proceso deltradicional historicismo de nuestra historia económica.

Veamos dentro de sus tesis las ideas que expone de caráctereconómico o fiscal que le dan novedad a su discurso de incorpo­ración:

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"Es a una Institución de carácter meramente económico yadministrativo como el Ayuntamiento de Caracas a quien se de­ben desde 1808, los primeros pasos de la ansiada libertad". Estees un pensamiento significativo en la historia económica de unpaís que hace nacer su libertad de una Institución que representa­ba, y por ella actuaban los intereses más importantes dentro de laeconomía y régimen fiscal colonial. Así continúa el pensamientoeconómico desentrañando las raíces de la nacionalidad del en­marcado cúmulo de intereses de la burguesía criolla y del régi­men de capitanía peninsular: "Conviene señalar el carácter agrí­cola de esta sociedad (La Sociedad Patriótica) en sus comienzos.lo cual envuelve, en algún grado. el fin económico que en mien­tes se tuviese para elementarla; fin éste que prevalecerá con le­vantadas miras en más de una de las facetas que la agrupacióntendrá: la cual llevando a un plano de culminación ha de con­tribuir al establecimiento casi sin reserva de la más social de lasconquistas de la edad moderna: la igualdad ciudadana".

Después que asienta estas premisas de fundamentación eco­nómica, unas anteriores a la revolución y otras en el mismo me­dio de aquella; recorre los tiempos de la institucionalidad repu­blicana, las guerras civiles, el desangre y la desaparición de lasriquezas en infecunda lucha. nos va señalando con una especie defatalismo. o ideas dimensionales que frustran nuestro desarrolloeconómico, que debería ser ascendente, cierto pesimismo en losalcances del ideal económico; hasta sus días cuando lee su dis­curso (1965).

Después de descubrir o señalar la fuerza de las ideas eco­nómicas en el proceso histórico de nuestra nacionalidad. aplaudea la industrialización y habla con entusiasmo de la ganadería,pero describe sus déficits como lamentables y especialmente enlos productos lácteos; describe la decadencia del café, el con­trabando colombiano de este fruto para alcanzar el cupo expor­table por nuestro país; materias predominantes antes en el rol deexportación. Nada de esto se ha sustituido por otra economía bási­ca, ratifica. Lamenta que el petróleo no se haya sembrado; cree

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que vivimos "en un sub-desarrollo y de los más escuálidos"; seinteresa sobre la eclosión poblacional y apocalípticamente ser­monea "se corre el riesgo de un colapso espantoso". Suelta estasideas "a más abundancia mayor estrechez". Describe la pobla­ción flotante que se va ampliando en vivir sobre los lados de lasgrandes poblaciones.

y señala este pensamiento de donde saca sus fuerzas ydonde habrá material para subsanar nuestras necesidades: "Sonlos hechos económicos los que van aflorando y nos dan a diariocampanadas de alarma". Distingue con singularidad y por ello consinceridad: "No es crítica al gobierno: la culpa es colectiva".

Anuncia que se requiere un cambio de frente. Trata de laplataforma submarina y examina su riqueza alimentaria. La pre­servación del mayor subyacente nos aconseja con insistencia; pa­ra él ha nacido 10 que llama "océano-política" así como la geo­política ha sostenido parte de la historia.

Fue un hombre de señalado amor patrio, para enseñanzade sus semejantes. Y con un buen sentido, ya impreso su discur­so, termina con una página de escolio: como han pasado algunosaños de cuando preparó su discurso a cuando 10 dijo; entoncesrectifica algunos puntos de vista especialmente en producción condatos novísimos. Y aparece la esperanza que la economía puedeenderezar el futuro.

La naturaleza ha querido por un designio inescrutable quevenga a suceder a este distinguido venezolano y que haya todo uncontexto similar en este acto, contexto que acopia el pensar econó­mico de varias generaciones y etapas de nuestro quehacer histó­rico, pensamiento vario como es diferente la persona y su criteriocrítico; por sí una verdad, se complementan en un pensar conti­nuo sus ideas expuestas y la expresión de 10 que hoy vamos a ex­poneros: una estrategia para el desarrollo.

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Con la intención de no abrumar con la lectura de la tota­lidad del estudio que he preparado y consignado en tomo al proble­ma del desarrollo venezolano. séarnc permitido presentar una sín­tesis del mismo.

El esquema de trabajo presenta los siguientes lineamien-tos:

l. Introducción2. La Dinámica del Desarrollo3. Perspectivas a largo plazo de la Economía venezolana4. Características estructurales de la Economía venezolana5. Estrategia para el desarrollo de la Economía venezolana

5.1 Objetivos5.2 Crecimiento per cápita del PTB5.3 Inversión5.4 Empleo5.5 Distribución del Ingreso5.6 Petróleo5.7 Agricultura5.8 Educación y Tecnología5.9 Desarrollo Regional5.10 Transpone5.11 Comercio Exterior5.12 Política Fiscal y Monetaria5.13 Precios y Salarios5.14 Conclusión

Señores:

El mundo actual arriba a un punto crítico, provocado porun conjunto de factores. entre los cuales merece destacarse, deuna parte, la revolución científica y tecnológica que ha influidoconsiderablemente en la capacidad de la sociedad para propor­cionar un volumen creciente de bienes y servicios, y, por la otra,las consecuencias inevitables de este progreso que están llevandoal hombre contemporáneo a una toma de conciencia en cuanto a la

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naturaleza humana del desarrollo industrial. La creencia según lacual el crecimiento económico entrafía un progreso absoluto, estásiendo cuestionada por amplios sectores del ambiente científico,político y empresarial.

La complejidad de los mecanismos económicos de nues­tros días exige que estemos estudiando continuamente el pano­rama de los acontecimientos nacionales e internacionales para pe­netrar en la realidad de los problemas que confronta la sociedaden que vivimos. Una observación de la coyuntura de la economíamundial, pone de relieve la agudización del conflicto entre lospaíses industrializados y la economía en vías de superación. Lareciente reunión de la Comisión de las Naciones Unidas para elComercio y el Desarrollo permitió comprobar las tensiones y ri­validades existentes entre estos grupos de países.

El nacionalismo, como fuerza que cohesiona y a vecesexacerba el espíritu de los pueblos, está cobrando un empuje inusi­tado. Del lado de las economías evolucionadas, el sentimientonacional se encuentra con una estrategia política diseñada parafortalecer los desarrollos internos del sistema productivo. La cre­ciente expansión de las naciones industrializadas ha provocado unproceso de crecimiento hacia afuera de sus economías naciona­les, hilvanando un intrincado entrelanzamiento de espacios econó­micos en un marco mundial. El nacionalismo, para las nacionesen proceso de expansión y modernización de sus estructuras escasi una estrategia para la supervivencia, una voluntad de no de­pendencia, una afirmación de autonomía, un sentimiento de so­beranía y hasta de xenofobia.

En el siglo pasado, una concepción optimista del mundosuponía que los conflictos entre naciones se resolverían satisfac­toriamente, luego de que las sociedades avanzaran hacia proce­sos democráticos y donde cada una pudiera disfrutar de plena li­bertad. Los acontecimientos bélicos de este siglo ponen en tela dejuicio la viabilidad de una coexistencia armoniosa entre las Na­ciones-Estados. La gran guerra de los años catorce tuvo como

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origen los conflictos de nacionalidades y su consecuencia fue laextinción de los decadentes y moribundos imperios multinacion­ales. El triunfo del socialismo en Rusia y la aparición de la URSScomo uno de los centros del poder mundial, con repercusionesulteriores en China y en toda Asia, cambiaron gradualmente lacorrelación de fuerzas de la vieja diplomacia tradicional de Eu­ropa. Sin embargo, el fin de la guerra no puso término a losantagonismos subyacentes puesto que los nuevos Estados que sur­gieron no pudieron evitar una guerra más desvastadora aun, pro­vocada y llevada a su extremo por un régimen totalitario.

No es posible sostener sensatamente que hemos superadoel peligro. La faz del mundo cambió sensiblemente después de lasegunda guerra, no solamente por el advenimiento de EE.UU~ y laURSS como grandes potencias, sino también por el proceso de de­scolonización en Asia y en Africa, que determinó serios quebran­tos para el imperio económico y diplomático de Gran Bretaña yde Francia, Bélgica y Holanda. El enfrentamiento entre países in­dustrializados y economías con crecimiento y desarrollo retra­sados será desde ahora el origen de graves tensiones en el pano­rama político mundial. Como nos asegura el eminente economis­ta F. Perroux "unas economías y unas sociedades en crisis de lospaíses de ultramar: los endurecimientos en las formas habitualesno parecen tener más probabilidades en nuestro caso que el suyo".

Los estudios objetivos de la evolución de la sociedad con­temporánea dan base para sostener que los conflictos señaladosno pueden ser removidos por las voluntades políticas porque susorígenes reflejan diferencias muy profundas en las modalidadesde cada bloque de países. Por ello, la igualdad a mediano plazoentre naciones que partieron unas y otras de situaciones muy di­ferentes, se torna casi imposible de realizar. Es más, las proyeccio­nes que se han hecho sobre las posibilidades de ambos grupospermiten suponer que las disparidades económicas continuaránsiendo asimétricas.

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El progreso social y económico es hoy por hoy el objeti­vo primario de las naciones en vías de superación. Sin embargo,la noción de progreso es un concepto extraordinariamente com­plejo y admite de hecho, diversas interpretaciones válidas parapolíticos, economistas y otros estudiosos de las ciencias sociales.Implica, en una cruda aproximación, un mejoramiento de las con­diciones materiales de la existencia. Para una parte considerablede la humanidad, el progreso social se asimila al nivel de satis­facción de las necesidades más elementales: alimentación, vivien­da, vestido y salud. En los países donde éstas han sido colmadas,el progreso social se identifica en términos de bienestar, de con­fort, de satisfacciones de necesidades cuantitativas y cualitativas.

Las sociedades evolucionadas viven bajo la ilusión de laabundancia prometida y a fuerza de concretar su atención en lacapacidad tecnológica ilimitada de las economías industrializadas,creen romper con el pasado. La difusión de esta filosofía de lahistoria ha tomado carta de ciudadanía después de singular me­joramiento de los niveles de vida en los países del mundo occi­dental iniciado a finales de los años cincuenta. El objeto es pro­ducir más y mejor conforme a la fijación de una tasa de crecimien­to adecuada. Para el logro de este propósito se analizan los me­canismos del desarrollo y se confían a la productividad la po­sibilidad de acelerar la producción de bienes y servicios a nivelescada vez más eficientes. Simultáneamente, se espera de la cien­cia y de la técnica un potencial de progreso casi ilimitado quefacilite la fabricación de máquinas, el aprovechamiento más ra­cional de los recursos naturales, la transformación de la agricul­tura, el desarrollo de nuevos procesos químicos.

Análisis recientes sobre las perspectivas de la humanidadpara finales de este siglo han producido documentos inquietantesque aparentemente intentan fundamentar profecías pesimistas so­bre el devenir económico mundial. En los informes científicosagrupados en el Club de Roma se ha tratado de explorar seria­mente las perspectivas del progreso humano sobre la base de ex­aminar las interrelaciones entre crecimiento de la población, de-

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sarrollo industrial y agrícola, utilización de los recursos naturalesy del deterioro del medio ambiente. Tesis fundamental de estecalificado grupo de trabajo es considerar que las tendencias mun­diales del crecimiento económico apuntan hacia un virtual ago­tamiento de los recursos naturales no renovables y hacia un de­terioro de la calidad de vida; y para evitar el colapso de la eco­nomía mundial es necesario adoptar un conjunto de políticas en­caminadas a lograr un estado de crecimiento nulo de la sociedad.

Un enfoque opuesto al del Club de Roma ha sido la re­spuesta a los pesimistas y desesperanzados vaticinios sobre unposible colapso de la humanidad. El replanteo de la problemáticadel crecimiento económico mundial considera que las crisis noson nada nuevo en la sociedad humana y que más tarde o mástemprano el hombre encontrará las soluciones apropiadas que con­frontará en el futuro. Si en el pasado se confió exageradamente enla abundancia de recursos naturales y materias primas, hoy he­mos cambiado significativamente nuestra apreciación de los he­chos y por ello es posible prever que el progreso podría conti­nuar ininterrumpidamente. La crisis energética que irrumpió abrup­tamente a finales de 1971, ha originado una toma de conciencia anivel mundial acerca de la necesidad de adoptar patrones de con­sumo moderados para preservar por mucho más tiempo este va­lioso recurso natural.

¿Estamos subestimando el problema de la escasez de ali­mentos, energía y materias primas? 0, por el contrario, hemosdramatizado la significación de un problema cuya eventual agu­dización es predecible para los próximos decenios? La crisis dehoyes una crisis global porque afecta la complejidad de los siste­mas que gobiernan el comportamiento de las sociedades humanasy la existencia de la via en la tierra depende del equilibrio de todosistema ecológico. En general, los estudios sobre el futuro pre­suponen consideraciones objetivas y subjetivas. Estas últimas es­tán referidas a la incertidumbre de muchos acontecimientos, espe­cialmente cuanto éstos se refieren a las conductas y preferenciasde grupos humanos de los más diversos patrones culturales.

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El crecimiento acelerado de la población mundial puedeilustrar la viabilidad de las proyecciones que se adoptan basadasen esquemas de comportamiento del pasado. En efecto si las ten­dencias actuales se mantienen, a mediados del próximo siglo seregistraría en un solo afio un aumento de población aún superioral de la población total en los primeros 1.500 años de civiliza­ción cristiana. La proyección de la población a largo plazo es unjuego matemático en abstracto y la comprensión de los fenóme­nos sociales nos sugieren que la tasa de crecimiento demográficono podrá mantenerse por mucho tiempo porque una mejor orga­nización social de la humanidad procurará una reducción deli­berada o espontánea del ritmo de expansión demográfica.

El escrito presentado ante ustedes se propone examinarlos rasgos más característicos de la economía venezolana, así co­mo los complejos problemas que deben El examen de la estrate­gia del desarrollo del país se aborda con el análisis del perfil de laestructurar del sistema productivo con miras a detectar los es­trangulamientos y deformaciones que se observan en el grado deeficiencia de los sectores técnicos de la producción.

Desde un punto de vista doctrinario, el estudio de nuestrodesarrollo social y económico queda enmarcado dentro de un con­cepto dinámico de la sociedad cuya producción material descan­sa sobre dos pivotes fundamentales: el funcionamiento de mer­cados descentralizados y autónomos y la vigencia del régimen depropiedad privada.

Vemos el proceso expansivo de la economía nacional co­mo una secuencia de impulsos propagadores de flujos de actividady el mantenimiento de mecanismos acumulativos. Se considerarelevantes las inversiones del capital fijo para desencadenar in­crementos en la capacidad del sistema productivo, pero al mismotiempo se asigna una alta prioridad a la aptitud de las fuerzas detrabajo para combinar los recursos productivos y obtener nivelessatisfactorios de eficiencia productiva.

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La evolución histórica de la economía de Venezuela y lacircunstancia de que el Estado venezolano ejerce una preeminen­cia considerable como centro de donde fluyen los impulsos econó­micos de mayor alcance espacial y temporal, configuran un mar­co de preferencia que debe ser tomado en cuenta para diseñar einstrumentar el esquema general de la política económica. Cree­mos que es posible y deseable lograr un equilibrio fructífero en laparticipación del Estado, los trabajadores y la empresa privadapara la consecución de los grandes objetivos de la transforma­ción social y económica del país.

Si es necesario destacar el elemento más dinámico paraacelerar el ritmo de desarrollo de Venezuela, tendríamos que men­cionar a la calidad y eficiencia de los recursos humanos que pue­den canalizarse hacia las actividades productivas. En este senti­do, cabe concentrar el mayor de los esfuerzos en capacitar me­diante programas educativos realmente efectivos, e inculcar a losvenezolanos una inclinación al trabajo disciplinado y construc­tivo y una voluntad adecuadamente orientada y estimulada paraencauzar una acción innovadora en todo el ámbito del quehacerhumano. Es igualmente fundamental el diseño en un adecuadomarco jurídico y en estadísticas realmente confiables. Tales sonlas fuerzas motrices y renovadoras que necesitamos para superarla mentalidad del subdesarrollo.

Señores:

A lo largo de la exposición que he preparado trato deesbozar las directrices de una estrategia para el desarrollo a largoplazo de Venezuela.

Del análisis de las condiciones históricas bajo las cualesha evolucionado la economía nacional, se ha destacado los fac­tores que determinaron en el pasado un rápido crecimiento de lasactividades productivas. Por una parte, han sido examinados losobstáculos que en años recientes están impidiendo un ritmo másacelerado de expansión económica. El país no confronta dificul-

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tades con su balanza de pagos y los precios remuneraderes delpetróleo garantizarán durante varios años un ingreso de divisas 10suficientemente alto como para financiar un programa ambicio­so de importación de capital fijo, necesario para ampliar la ca­pacidad del aparato productivo y sufragar los costos de materiasprimas y productos intermedios de origen externo. Sin embargo,las posibilidades de introducir elementos dinámicos para acelerarel desarrollo están supeditados a las mutaciones que se logran enla modernización de la agricultura, en el mejoramiento de la ca­pacitación de los recursos humanos, en la utilización más racio­nal de los factores de producción y en el equilibrio en la dis­tribución regional de la producción.

Se ha considerado que es necesario duplicar la tasa dedesarrollo de años recientes (4,896 anual) a fin de lograr unatransformación a fondo de las características estructurales de laeconomía y procurar una elevación significativa del nivel de vidade la población.

Esa tasa de desarrollo no es una decisión política que pue­de transmitirse a través de las unidades de producción sino quedebe ser el resultado de la acción coordinada del sector público ydel privado que suponga una asignación y combinación de los re­cursos productivos en forma racional y en flujos crecientementeacumulativos.

Las impulsiones dinámicas pueden ser apoyadas en la ha­bilidad para invertir; en un conjunto de inversiones que aumenteel acervo de capital fijo social o bien a través del mecanismo dedespegue de un crecimiento autosostenido, pero es indudable queen el Estado debe recaer la responsabilidad de asegurar una me­jor asignación de los recursos productivos (por la vía del GastoPúblico y de regulaciones sobre el comportamiento de los agen­tes económicos) y encauzar las diversas y complejas acciones eco­nómicas y financieras de sus Entes mediante un efectivo sistemade planificación.

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El peligro que nos acecha es la tentación al derroche quepudiera inducimos la abundancia de divisas proporcionadas por laextracción de un recurso natural no renovable. El torrente de cir­culante monetario que podría provocar una política irresponsablede gasto público puede conducir a una expansión desenfrenadadel consumo por me mecanismo de importación. Si las eroga­ciones del sector público no se planifican racionalmente de modode impulsar aceleradamente la formación de capital básico. en eltérmino de diez años el remanente de las reservas de hidrocar­buros quedará dilapidado, con el agravante de que al final de eseperíodo nuestros problemas fundamentales habrán aumentado enmagnitud y gravedad.

La economía venezolana debe evolucionar inexorablemen­te hacia la modernización de su sistema productivo. Es preciso re­forzar el sector secundario, procurando una expansión conside­rable de las industrias que pueden competir exitosamente en elextranjero y alcanzar, simultáneamente, una diversificación de laproducción manufacturera para hacer menos vulnerable nuestraeconomía a la coyuntura de la industria petrolera mundial y paraque absorba niveles crecientes de mano de obra.

Esta expansión y diversificación industrial debe estar acom­pañada de una modernización de la agricultura.

Si entendemos el desarrollo como el descubrimiento y uti­lización racional de los recursos latentes de la Nación, es ra­zonable asignar una importancia de primer orden a ampliar con­siderablemente las potencialidades creativas de la población.

Programas ambiciosos deberán ser efectuados en el cam­po de la educación y la capacitación profesional de la fuerza detrabajo. tanto en escuelas como dentro de la empresa. Es precisoigualmente aumentar la formación de empresarios y personal di­rigente. a fin de contar con los cuadros especializados que ten­drán a su cargo tareas de responsabilidad en la utilización y com­binación de los factores de producción. Es a través de una ele-

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vación gradual y permanente de la capacitación de la fuerza detrabajo que es posible introducir cambios continuos en el procesoproductivo que proporcionen economías de costos mediante elmejoramiento de la productividad.

La inversión de recursos humanos, sabiamente dirigida yaprovechada, puede inducir a largo plazo una transformación pro­funda en la capacidad de la sociedad venezolana para organizarun proceso eficiente de la producción. La inversión en equipos yen bienes de producción por las expansiones complementarias quesuscita no solamente llevará a expandir la capacidad productivadel país, sino que impulsará las ofertas y las demandas, propor­cionando economías sociales al lograr situaciones de costos de­crecientes en los sectores más dinámicos. Ambos procesos, el deacumulación de capital fijo como el de desarrollo de recursoshumanos deben ser compatibles entre sí, lo que exige un esfuerzoextraordinario de coordinación por parte del Estado para asegu­rar una acumulación de los proyectos públicos y privados en­caminados a tales finalidades.

La propensión a trabajar y la propensión a crear y pro­ducir deben ser estimuladas hasta sus máximas potencíalídadespara que los recursos naturales del país y el acervo de capitalpuedan ser aprovechados racionalmente por los agentes de pro­ducción.

Los gobernantes tendrán una elevada cuota de responsa­bilidad en la orientación y articulación de la nueva etapa de desa­rrollo y progreso que requiere Venezuela. Por ello, en el futuro,los gobiernos serán juzgados por el pueblo, no tanto por los ob­jetivos de su política ni por la ideología sobre la cual se apoyen,sino por los resultados obtenidos en la conducción de la vidasocial y económica de la Nación.

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Contestación a la incorporación en laAcademia de Ciencias Políticas y Sociales... *

La Academia me ha encomendado la misión placentera desaludar en su nombre al distinguido Numerario que a su seno seincorpora esta tarde.

Me liga al nuevo Académico el afecto nacido en tiempoya lejano, en las aulas de la Escuela de Derecho de la Universi­dad Central de Venezuela, ubicadas entonces en la segunda plan­ta de esta histórica casona.

Nacido en suelo aragüeño, José Joaquín González Gorron­dona fue trasladado desde su infancia a Caracas. Siguió los cur­sos de educación primaria y secundaria en el Instituto San Pablo,plantel docente que gozó de amplio prestigio y merecido crédito,dirigido por los ilustres educadores Roberto y Raimundo Martí­nez Centeno, y en donde el recipiendario de hoy fue alumno dealtas calificaciones.

Cuando nos conocimos, ya González Gorrondona tenía his­torias que contar. En los cálidos días del movimiento estudiantilde 1928 había revelado inquietudes cívicas y entusiasmo por lalibertad y el progreso de Venezuela. Había cantado en las calles yplazas de Caracas el Sacapatalajá, y sufrido las incomodidades dela lucha clandestina.

* Discurso de contestación al Dr. J.J. González Gorrondona con motivo desu incorporación a la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, pronun­ciado por el doctor Eloy Lares Martínez, Agosto de 1975. Separata de laRevista de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales. Caracas, s/f.

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Por más de dos años fuimos compañeros en los cursos deDerecho. Fue de los mejores alumnos del numeroso grupo. Era,no sólo un estudiante aplicado en las disciplinas de la carrera queseguíamos, sino también apasionado lector de variada lectura, impe­lido por el propósito de formarse una cultura general. Predicabacon insistencia entre los compafieros el deber de "prepararnos",para servir un día eficientemente al país.

Una mañana se difundió en los patios universitarios lanoticia de la prisión política de González Gorrondona. Aquellofue motivo de hondo pesar para todos los compañeros, entre quie­nes gozaba de general aprecio. Había sido, en unión de su hono­rable padre, sepultado en los calabozos de La Rotunda. Tras va­rios meses de prisión y con motivo de las graves dolencias delpadre, ambos fueron expulsados del país.

Se encaminó entonces a Roma, en cuya Universidad pro­siguió sus estudios jurídicos, hasta terminarlos, y allí recibió en elafio de 1935, el doctorado en la Facultad de Derecho, que al afiosiguiente revalidó en la Universidad Central de Venezuela. EnRoma, oyó lecciones de maestros insignes, entre otros, Chioven­da, Rocco, Scialoja, Vivante, Del Vecchio y Vassalli. En Europadespertó su vocación por los estudios económicos y financieros.En La Sorbona siguió en el afio de 1934 un Curso Libre de Fi­nanzas, yen la Universidad de Roma, entre los afios 1934 y 1935,un Curso de Especialización en finanzas y Política Económica.

Regresa a Venezuela en la segunda quincena de diciem­bre de 1935. Se abre en esos momentos una nueva época en lavida pública venezolana. El doctor González Gorrondona está enlos umbrales de la juventud; trae un puñado de ideas nuevas so­bre Administración Pública, y posee excelentes credenciales po­líticas, en su calidad de adversario definido y perseguido del ré­gimen político que, por la muerte natural de su conductor, acabade concluir.

Asume entonces en el sector público, responsabilidadesdel más alto nivel que a su edad podían serle confiadas. Tiene el

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privilegio de servir al lado de tres venezolanos eminentes, queocupan sucesivamente el Ministerio de Educación: Caracciolo Pa­rra Pérez, Rómulo Gallegos y Alberto Smith. Por corto tiempoocupa la Secretaría General de Gobierno del Estado Aragua. Re­cién nombrado Ministro de Educación el doctor Arturo Uslar Pie­tri, firma la resolución en que designa al doctor González Go­rrondona, Vicerrector de la Universidad Central de Venezuela,cargo que desempeña durante tres años, lapso durante el cual, enejercicio de sus atribuciones legales, ocupa algunas veces, concarácter interino, el cargo de Rector. Además, es fundador y Pri­mer Director ad-honorem, del Instituto de Seminarios de las fa­cultades de Derecho y de Economía. Dentro del período de laSegun-da Guerra Mundial, desempeña sucesivamente los cargosde Presidente de la Comisión de Control de Importaciones y de laComisión Nacional de Abastecimiento. Entre 1943 y 1945, actúacomo Secretario General ad honorem de la Comisión de Estudiosde la Post Guerra, donde organiza el primer conjunto que en elpaís se ocupa científicamente de los problemas nacionales sub­siguientes a la terminación de la crisis bélica, y de los modos desatisfacerlos. En la década comprendida entre 1946 y 1956, actúacomo Primer Vicepresidente y Gerente del Banco Central de Ve­nezuela. Preside por más de 25 años el Consejo de EconomíaNacional, hasta el momento actual. Es diputado al Congreso, ele­gido en las listas del Frente Democrático Nacional, durante elperíodo 1964-1969. y Ministro de Comunicaciones en el Gobier­no del Presidente Leoni durante el tiempo en que el F.N.D. formaparte de la coalición gobernante. Por muchos años actúa comoGobernador de Venezuela del Fondo Monetario Internacional ydel Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento. Concurreen representación de Venezuela, a numerosas reuniones interna­cionales entre otras, a la Conferencia Económica Internacional deAlimentos, celebrada en Hot Springs, en 1943; a la ConferenciaMonetaria Internacional, reunida en Bretton Woods, en 1944; a laConferencia Interamericana de Agricultura. reunida en Caracas,en 1945; a la Novena Reunión del Consejo Económico y social delas Naciones Unidas, celebrada en Ginebra. en 1949; y a nuevereuniones anuales del Fondo Monetario Internacional.

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Debo hacer énfasis en la labor docente cumplida durantevarios afios por el recipiendario en la Universidad Central, yen elimpulso dado por él, a los estudios económicos en Venezuela.

Su labor docente comienza en 1938, en calidad de Pro­fesor de las Doctrinas Económicas en la Escuela Libre de Eco­nomía; continúa como Profesor interino de la Cátedra de Hacien­da Venezolana y Legislación Fiscal. En 1942 obtiene, en con­curso de oposición, la Cátedra de Finanzas y Leyes de Hacienda,en la, Facultad de Derecho y en ese mismo afio principia, comoProfesor titular, a dictar la clase de Finanzas Públicas en la Fa­cultad de Ciencias Económicas.

La Facultad que acabo de mencionar tuvo su origen enuna iniciativa del doctor González Gorrondona y de los doctoresTito Gutiérrez Alfaro, Arturo Uslar Pietri y José Manuel Hemán­dez Ron, este último lamentablemente desaparecido en la pleni­tud de sus energías. Los cuatro profesores nombrados fundaron en1938, sin haber obtenido pronunciamiento alguno de órganos delEstado, la Escuela Libre de Economía. La Universidad Central fa­cilitó el salón de clases; pero los profesores no devengaban re­muneración, y los estudios hechos en dicha Escuela carecieron alprincipio, de valor oficial. Llegado al Ministerio de Educación, alafio siguiente, el doctor Uslar Pietri, procuró mediante decreto,darle reconocimiento oficial a dicha Escuela, y la dotó de parti­das presupuestarias, y en el proyecto de Ley de Educación que in­trodujo al Congreso en 1940, sancionada en ese mismo afio, lo­gró la conversión de la Escuela Libre en Facultad de CienciasEconómicas y Sociales. El doctor González Gorrondona ejerciópor diez años el Decanato de ea Facultad, hasta 1951. Posterior­mente, en reconocimiento a sus méritos como fundador de la Es­cuela Libre, y a sus incesantes esfuerzos, como Decano, por el de­sarrollo y perfeccionamiento de la Facultad, le fue conferido conentera justicia, el título de Profesor Honorario de esa Facultad.

Mientras ejerció el cargo de Gerente del Banco Central deVenezuela, tuvo particular empeño en dar oportunidades de tra-

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bajo en ese Instituto a numerosos alumnos de la Facultad de Cien­cias Económicas, escogidos entre los más brillantes, para que suma­sen en los conocimientos teóricos adquiridos en la Universidad, elresultado de las investigaciones realizadas en el Instituto emi­sor. Muchos de los alumnos, ya graduados, fueron becados por elBanco Central, por iniciativa de González Gorrondona, para se­guir cursos en universidades extranjeras de primera clase. Entreesos antiguos alumnos se cuentan cifras valiosas de la Venezuelaactual que han prestado notables servicios, ya en el sector públi­co o en el privado.

En el tiempo transcurrido desde su separación voluntariade la gerencia del Banco Central de Venezuela hasta hoy, el doc­tor González Gorrondona ha dedicado su mayor tiempo a la ac­tividad privada. Ha promovido, fundado y dirigido numerosas em­presas de gran importancia en la economía del país, y ejercidodurante más de diecisiete años la presidencia del Banco Nacionalde Descuento.

El doctor González Gorrondona es autor de numerosostrabajos, en su mayoría sobre los temas de su predilección, deEconomía y Finanzas, publicados en revistas especializadas, ytambién de unos interesantes Apuntes de Curso de Finanzas PÚ­blicas y de Leyes de Hacienda, que no han llegado a dar a la im­prenta; pero que en forma mimeografiada han circulado por mu­chos años entre los estudiantes, para quienes han sido de granutilidad. Además, en 1938, como Miembro de la Comisión deEstudios de Leyes Administrativas, preparó el volumen titulado"Jurisprudencia Político-Administrativa de la Corte Federal y deCasación", editado por el Ministerio de Relaciones Interiores.

El recipiendario ha presentado, como trabajo de incorpo­ración a esta Academia, un meduloso estudio titulado "Estrategiapara el Desarrollo Económico y Social de Venezuela". En él seña­la que el objetivo primario del desarrollo de la economía ve­nezolana consiste en acelerar la tasa de crecimiento de productosocial por persona, sin que eso signifique el aumento de la explo-

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tación de los hidrocarburos, porque ello traería consigo la liquida­ción de recursos no renovables. Recomienda llevar a cabo un pro­grama de grandes inversiones de capital fijo en la industria, asícomo acometer planes ambiciosos tendientes a ampliar la infraes­tructura física y social; e igualmente llevar a cabo en la agri­cultura el mejoramiento sustancial en el estado de la técnica, y losesfuerzos encaminados a la formación y capacitación del agri­cultor, dada la necesidad que tiene el país, de productores y tra­bajadores agrícolas idóneos para asegurar la expansión del sec­tor. Recomienda que el Estado promueva el cultivo de la ciencia yde la investigación aplicada a fin de facilitar la transferencia detecnología, dada la absoluta necesidad de una infraestructura enciencia y tecnología nacionales para adaptar a Venezuela a losprogresos técnicos extranjeros.

El trabajo presentado es el fruto de largas reflexiones so­bre la realidad económica venezolana por quien ha consagrado lamayor parte de su vida, al estudio de la ciencia económica, yobservado de cerca el hecho económico, ya en el ejercicio defunciones públicas o en el desempeño de cometidos privados. Poreso, ese trabajo deberá ser objeto de análisis detenido por quie­nes ocupan posiciones rectora sen la economía nacional.

Dr. González Gorrondona:

Dentro de breves instantes recibirá usted los símbolos dela investidura académica, los que nada añadirán a sus ejecutorias,por cuanto la consagración como Individuo de Número de estaCorporación no confiere méritos, sino reconoce los valores intrín­secos que decoran la personalidad del elegido. Usted ha sido es­cogido para formar aparte de este Senado, en razón de los méritosindiscutibles derivados de sus faenas universitarias y de sus esfuer­zos y realizaciones cumplidos con la meta de promover, intensifi­car y perfeccionar en Venezuela, los estudios económicos y finan­cieros. Entre usted a esta Casa, que es la suya. La Academia ledice: ¡Bienvenido!

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Al recibir el grado deDoctor Honoris Causa en la U.C.V. *

Señor Rector de la Universidad Centraly demás autoridades universitarias,Señores Miembros del Consejo Académico,Compañeros de la Escuela de Economía,Señoras y Señores:

Hay noticias llegadas al tiempo del hombre que necesitande espacio y ambiente especiales para ser enfrentadas. El anun­cio del doctorado honoris causa de Ciencias Económicas me en­contró en pie entre mis horas de viejo profesor universitario, bajola algarabía lejana de San Francisco, abiertos hacia la calle losañejos portones maternales por donde, alguna vez, pasaron Var­gas y Cajigal a perpetuarse en la luz y en el gesto de los anchospatios tranquilos. Desde entonces la vida de muchos de nosotrosno cerró camino junto a la toga del grado, sino que siguió elejercicio permanente de la Cátedra como testimonio vocacionalde adhesión a la Universidad.

y allá, por los albores de la segunda guerra, cuando pre­cisamente el panorama social ennegrecía sus estampas y cerrabalas rutas de la pacífica convivencia, un reducido grupo de pro­fesores: Arturo Uslar Pietri, J. M. Hernández Ron, Tito Gutiérrezy yo, nos dimos a la tarea de fundar la Escuela Libre de Eco-

* Palabras al recibir el grado de Doctor Honoris Causa en Ciencias Económi­cas y Sociales en la Universidad Central de Venezuela. Facultad de Cien­cias Económicas y Sociales. U.C.V. Instituto de Economía. Sección dePublicaciones, Caracas, s/f.

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nomía, ciencia que -paralela al progreso cada vez más amplio dela humanidad- hacía sentir el peso de sus designios en el devenirde las modernas épocas. Desde entonces a esta parte, como paradamos la razón a quienes pensamos reiteradamente en la impor­tancia de su instalación académica en nuestro primer centro deestudios, la Economía ha ido más allá de lo que sus precursorespensaron. De la última conflagración bélica quedaron flotando,para el paisaje de la historia, las terribles experiencias dejadas porla contingencia internacional. Entre la fundación de la Escuela yesta fecha, hemos visto robustecerse -dentro del campo económi­co- teorías y sistemas que dos décadas atrás hubieran parecidoarriesgados. Con raíz, anterior, el Keynesianismo durante este lap­so se solidifica y con el impulso de Schumpeter, la Ciencia pone ala disposición de los dirigentes de la política económica de lospaíses instrumentos de análisis nuevos, ideados especialmente pa­ra la mejor comprensión de las relaciones dinámicas de la eco­nomía. Dentro de este nuevo enfoque se destaca, como un con­cepto de fundamental importancia, el del Estado como creador deingresos -a través de su política de inversiones- como factor deestabilización del ritmo de la economía y como garante de un al­to nivel de empleo de su fuerza trabajadora. En estos años se ini­ciaron los estudios de los esquemas de consumo y producción quesignifican el paso del análisis cualitativo -de estilo Walrasiano­al análisis cuantitativo de las complicadas relaciones de inter­dependencia que caracterizan las economías modernas. Y, entreotros signos de positiva evolución surge asimismo, dentro del aná­lisis macroeconómíco, la sistematización en el esquema de la con­tabilidad social de una materia de tan primordial interés actualcomo la que se refiere a la renta nacional.

La ciencia económica, en este período, ha hecho progre­sos notables en el camino hacia la síntesis de los estudios teóri­co-económicos, por una parte, y de los estadístico-históricos, porla otra, en beneficio mutuo de los sectores que por tanto iban porcaminos separados. Ha adelantado, además, enormemente en elestudio de las distintas formas estructurales que pueden presen­tarse en un mercado y del comportamiento del individuo frente al

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fenómeno del mismo, sobre todo en la teoría del monopolio, delsemimonopolio y de la competencia monopolística. Finalmente,no tenemos que olvidar en este conjunto, un campo en que nues­tra ciencia ha progresado, que interesa especialmente a nuestropaís y que es el del estudio de los problemas múltiples que sepresentan en el curso de la transformación de países subdesa­rrollados hacia niveles más elevados de su estructura económica.

Del seno de esa Escuela que fue creciendo lentamente has­ta convertirse en Facultad, han salido ya varias promociones pro­fesionales que hacen honra de la carrera por ellos comenzada.Venezuela, país fundamental en la economía de América (y de laque dije ya una vez que su política de desarrollo económico de­bería caracterizarse en el lema de "Invertir y Poblar") debe espe­rar de muchos de ellos la colaboración eficaz y decidida que uncampo tan extenso y complejo necesita. Un buen equipo de eco­nomistas nuestros, animados de patriótico interés por la causaeconómica del país es la mejor respuesta al por qué -hace 18años- un grupo de profesores propiciamos la creación de la Es­cuela Libre de Economía en Venezuela.

Señoras y señores:

En la vida hay situaciones o actos derivados de su propiaimprevisión que el hombre no puede compensar jamás. Porque sibien es cierto que el campo humano -cambiante y contradizo- ca­si siempre enfoca la ardua lucha con el medio de las circunstan­cias, basta de pronto al espíritu le renueve los aires melancólicosde su rutinario arrimo, para que mucha parte de esa contienda seresuelva en nuevo acicate por la labor que nos trazamos algunavez en medio de ella.

Tal sucede, señores, con este acto tan honroso para mí.

Es difícil suponer cuánto encierra para el espíritu univer­sitario la distinción que 10 envuelve a través de casi veinte añosdel comienzo. Porque cuando en 1938 nos trazamos la tarea de

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fundar y echar hacia adelante los estudios económicos de Ve­nezuela, no estaba de por medio esta inesperada y generosa com­pensación. La Universidad era y es el fundamento de ese esfuer­zo; la Universidad era y es la razón de la idea en marcha; laUniversidad era y es el motivo esencial de nuestra común aspi­ración.

Señores:

Será la Universidad también quien recoja este gesto conque los hombres de hoy quieren testimoniar el fruto de esa tra­yectoria, porque somos simples accidentes dentro de su vida máxi­ma y lo que apenas hemos hecho es ayudar un poco a abrir unnuevo camino que ya ella de por sí tenía derecho a transitar.

Agradezco íntimamente al señor Rector de la Universidad,al Consejo de la Escuela y a los Profesores de la Facultad deEconomía, la honrosa distinción de que he sido objeto y deseoexpresar aquí que mi respuesta sentimental es tan o mayor, cuan­to que hace siete años la promoción "Santos Michelena" solicitópara mí idéntico honor, en gesto que entonces también me emo­cionaba, por venir de un grupo de antiguos alumnos, de quienes-al igual que de las otras promociones- fuí en todo momento,dentro de la unidad aglutinadora de la casa universitaria, com­pañero de siempre y desinteresado y consecuente profesor.

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20 años de la FACES-U.C.V....*

De seguidas, en la continuación de este acto, voy a pre­sentarles a nuestro invitado especial y de honor, al .doctor JoséJoaquín González Gorrondona, fundador de la Facultad.

El doctor José Joaquín González Gorrondona ya, desdelos viejos tiempos en que fue perseguido por la dictadura de Gó­mez, cuando hubo de terminar sus estudios en el exilio, comenzóa preocuparse por los estudios económicos, los cuales constitu­yeron su principal inquietud a su regreso hasta que, en 1938, con­juntamente con los doctores Uslar Pietri, Tito Gutiérrez Alfaro yHemández Ron, obtuvieron la creación de la Escuela Libre deEstudios Económicos.

Pero la Escuela Libre de Estudios Económicos no hubierapodido llegar a ser una carrera legal, dentro de la UniversidadCentral, si no es por el doctor González Gorrondona quien, comoVice-Rector en 1939, la impulsó hasta conseguir un status legalde los estudios económicos en Venezuela. Sin embargo, el doctorGonzález Gorrondona no se contenta con eso, se ofrece comoProfesor Ad-honorem, da clases en 1938 de Historia de las Doc­trinas Económicas y, en 1939, adquiere por concurso la cátedrade Finanzas e imparte a todos los estudiantes los conocimientosde finanzas y doctrina de los Principios Teóricos que informannuestra actividad pero, no se contenta con ser Profesor Ad-ho-

... Palabras pronunciadas por el Dr. J. 1. González Gorrondona con motivo decumplirse veinte años de la fundación de la Facultad de Ciencias Económi­cas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela (1938-1958). (Pre­sentación del decano, doctor Atilio RomeroUrdaneta). Facultad de Cieni­cas Económicas y Sociales. Veinte Años de su Fundación. Caracas, 1958.

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norem y vigilar la Facultad, sino que se encarga durante treceaños del Decanato, lo ejerce con la capacidad y el acierto que leson característicos y, ese ejercicio de trece años también lo rea­liza Ad-honorem.

Desgraciadamente el doctor González Gorrondona, tuvoque abandonar el Decanato pero, no fue por su propia voluntad,sino porque en el afio aciago de 1951, el doctor González Go­rrondona firmó, como Profesor de la Escuela de Derecho y comoProfesor de la Escuela de Economía, la carta de protesta por elcierre de la Universidad. No se ha reincorporado a sus cátedras y,es un ruego casi el que yo haría al doctor González Gorrondonapara que se reintegrara a las actividades de la Escuela de Eco­nomía, porque en ella hace falta la palabra del maestro y digomaestro porque fue mi profesor y, muchos de los economistas quehoy tenemos un puesto más o menos destacado en la vida nacio­nal, hemos aprendido de sus labios los principios sobre los cua­les hemos desenvuelto nuestra profesión, es un ruego que tengoque hacerle al doctor González Gorrondona: que vuelva a la cáte­dra porque sus enseñanzas son necesarias, hoy más que nunca,cuando el alumnado ha crecido y la palabra y experiencia delProfesor González Gorrondona nos son imprescindibles.

Pero, aún hay que reconocer algo más, el doctor Gonzá­lez Gorrondona no se contenta sólo con prestar todo su apoyo aldesarrollo de los estudios económicos, nuestras primeras promo­ciones encontraron un ambiente cerrado para el ejercicio de suprofesión y fue él quien, desde cualquier sitio donde estuviera: enel Banco Central, en la Comisión de Abastecimiento, etc., ha­ciendo uso de la influencia que pudiera tener, obtuvo empleo pa­ra los muchachos egresados de la Facultad, para que ejercieranuna profesión a la que se auguraba el fracaso y el hambre.

El doctor González Gorrondona fue quien abrió el campopara los egresados en Estudios Económicos. Al frente del BancoCentral estructuró todo un conjunto de profesores de Economía,los cuales han dado brillo a los estudios y a las actividades del

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Banco Central y aúnn, después de retirado a la actividad privada,continúa ayudando con becas para el extranjero, con trabajos, alos estudiantes que se destaquen y a los profesionales que empie­zan a ejercer su profesión.

Señores:

Hace veinte anos, cuando junto con Arturo Uslar Pietri,J. M. Hemández Ron y Tito Gutiérrez, abrimos la primera puertade la Escuela de Economía, el Estado venezolano vivía aún enmedio de la improvisación y del empirismo, entre ensayos y bal­buceos, sin que la Universidad hubiese podido dar su aporte en lasolución de los grandes problemas planteados al ocurrir la de­saparición de la dictadura feudal de Juan Vicente Gómez, El claus­tro universitario, que había visto sacudir su dormido ambiente enla aguerrida protesta juvenil de 1928 y que pugnaba por hacerseoír en la alborada democrática de 1936, muy poco podía hacer enfavor de la república porque carecía de los elementos y recursosnecesarios para imprimirle un sello de renovación técnica y científi­ca al nuevo Estudio que hacía sobre los despojos del gomecismo.

La Escuela de Derecho, que acaso hubiera podido ser latribuna política y el laboratorio social de los nuevos tiempos,continuaba marchando de espaldas a las palpitaciones colectivas,sin ofrecer una ruta en el clamor de los numerosos problemaseconómicos, sociales, financieros, profesionales y técnicos queafloraron a la superficie de la nación al claudicar el gomezalato.Apenas si se estudiaban en las aulas de Derecho algunas nocio­nes de Economía Política, Sociología y Hacienda Pública, queacaso servían de pasatiempo a los estudiantes de leyes, sin queexistiera en esos estudios la profundidad, la pasión y la mística,que exigía una convulsionada transición entre la dictadura y lanueva era que se iniciaba.

Entonces fue cuando concebimos y pusimos en práctica laidea de crear los estudios económicos en Venezuela. Habíamosescuchado la prédica de los reformistas de Córdoba, en aquella

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Argentina de universitarios que comenzaban a aplicar las ideas deAlfredo Palacios y Gabriel De Mazo, tratando de convertir lasaulas del Plata en la antena que recogiese el vibrar de la nación ydiese al poder público los instrumentos técnicos necesarios paracambiar la fisonomía económica del país. Era el ideal de nacio­nalizar la Universidad en el sentido de ponerla a tono con la vidacolectiva, con el esfuerzo de sacarla de su lánguida existencia,con profesores fuera de la hora que vivía la humanidad y conestudiantes atiborrados de fórmulas escolásticas, ayunos de co­nocimientos científicos y técnicos para comprender a cabalidad eldrama venezolano.

Para 1936 se hablaba ya de reforma petrolera, de reformaagraria, de reforma tributaria, de reforma administrativa, se pedíauna nueva política exterior, se reclamaba una nueva política so­cial, y la Universidad, salvo el caso iluminado de Alberto Adria­ni y de otros brillantes profesionales nada podía hacer por ayudaral Estado, que heredaba problemas sin cuenta y se debatía en eldrama crucial de la inconformidad de la calle al lado de la in­capacidad o impotencia de nuestros hombres públicos.

Al mismo tiempo, por esos años comenzaba a perfilarseuna nueva etapa de nuestro desarrollo económico, en la aspira­ción colectiva, permanente, de diversificar nuestra economía, dehacerla menos vulnerable a los ciclos económicos, y por lo tantomenos dependiente del petróleo, y tratar de levantar el standard ymejorar el poder adquisitivo de las masas venezolanas. Se ini­ciaban nuevos esfuerzos en el sector público aunque con una polí­tica económica vacilante. En el sector privado se emprendían nue­vas empresas, se gestaban nuevas industrias y el comercio en­sanchaba sus ramas por todo el país; y ante tales manifestacionessociales y económicas, la Universidad manteníase también cru­zada de brazos, sin poder auxiliar al capitán de empresas con elaporte de técnicos, economistas, auditores, contables y expertosque pudiesen darle un sentido moderno, ágil y funcional a losnuevos negocios creadores de riqueza para la nación.

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La Escuela de Economía fue creada por nosotros y desdeentonces, poco a poco, venciendo numerosos obstáculos y oyen­do hasta alusiones sangrientas, como aquella de un leído colum­nista de la prensa que decía que en Venezuela en el pasado sigloel flagelo del país habían sido los generales de las revoluciones, yque en el presente siglo lo eran los economistas que propugnabanreformas. Detrás de estecomentario pesimista se adivinaba la Venezue­la que siempre ha pugnado por quedarse rezagada al, progreso delas naciones, en comunión inexplicable con una triste tradición deempirismo, aldeanería y mediocridad. La Escuela de Economíaterminó por imponerse, y si hoy hubiere alguien que dudase so­bre los enormes beneficios que sus estudios han traído a la na­ción, no tendría sino que pasar revista a la actual situación nacio­nal, mirar a los cuadros administrativos del Estado, observar lasdirecciones y gerencias de las empresas privadas, asomarse a laspáginas de orientación económica en las columnas de la prensa,para que salga a su paso un egresado de aquella Escuela Libre deEstudios Económicos que fundamos hace veinte aftoso

y si ha de investigarse cuánto se ha hecho en Venezuelaen los últimos años, a pesar de las adversidades de nuestro dramá­tico proceso político y del menosprecio que la dictadura tuvo porlos valores de la inteligencia y de la técnica; y si se reflexionasobra las grandes tareas que nos plantea el porvenir, deberá acep­tarse como un hecho indiscutible el papel histórico que le cabe anuestra Escuela en la formación de la república moderna y civi­lizada que todos ambicionamos. Hoy nadie duda que la Facultadde Economía, entre las facultades universitarias, e la que debe es­tudiar y ayudar a resolver los grandes problemas económicos na­cionales. Cuando tanto se habla ahora de la planificación y de laorganización, como si fueran temas novedosos o importados deotra latitudes, la Facultad de Economía venía estudiando silen­ciosa,pero fecundamente, los problemas relativos a esa parte dela ciencia económica, haciendo un inventario de nuestras rique­zas y sugiriendo soluciones concretas a nuestra problemática econó­mica, siempre dentro del más riguroso criterio sustentado por ladoctrina y la experiencia histórica.

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En este presente lleno de interrogaciones inquietantes, cuan­do se abren tantas y generosas perspectivas para nuestro pueblo, ala Facultad de Economía le corresponde una singular responsa­bilidad. Son y serán egresados de nuestra Escuela, los más aptospara conocer y recomendar las soluciones al problema petrolero;son y serán estudiantes graduados en Economía los que puedenasomar los remedios técnicos al álgido problema de la reformaagraria; son y serán egresados de nuestras aulas los más llamadosa opinar sobre planificación, empréstitos, revisión del sistema tri­butario, estudios del ingreso nacional, reforma administrativa yprogramas de recuperación económica. A ellos les está tocando yles tocará en el futuro la grave responsabilidad de remozar· lasbases del Estado, de contribuir con sus conocimientos técnicos ycientíficos al complejo del desarrollo económico del país, al in­cremento de la riqueza nacional, al problema del desempleo, alfomento de las actividades que despliegan los bancos, las indus­trias, el comercio y la agricultura, tanto desde las dependenciasdel Estado como al frente de la iniciativa particular.

Allí, en las más altas posiciones del país, ocupando mi­nisterios y dirigiendo institutos autónomos, orientando las orga­nizaciones del crédito y fomentando las empresas privadas, es­tamos viendo a numerosos hombres que una vez se sentaron enlos bancos de nuestra Escuela y egresaron de ella con sus di­plomas universitarios, que no han sido nunca patentes de corsopara iniciarse en la cómoda vida profesional, sino instrumentos detrabajo al servicio de los mejores ideales de Venezuela. Es con feabsoluta en la gran obra cumplida por la Facultad de Economía enveinte años de labores fecundas y con la esperanza puesta en susrealizaciones ulteriores en favor de la nueva nación que estamosempeñados en levantar, como yo saludo hoy al decano, a los di­rectores, profesores y estudiantes de nuestra Facultad, en la se­guridad de que unos u otros habrán de continuar la obra estupen­da cumplida en tan poco tiempo y con tan positivas repercusiones.

Mis votos son porque la Facultad de Economía en estanueva hora que vive Venezuela, transida de reclamos reformistas

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y sacudida por hermosos ideales de renovación social y política,cumpla, con recia, decidida voluntad, su papel histórico comolaboratorio y como herramienta al servicio de la Nación y, almismo tiempo, reivindique a la Uníversídad de Vargas, que ya noserá más el claustro dormido e indiferente, sino la Instituciónalerta y vigorosa que recoja las más sentidas y hondas aspira­ciones colectivas.

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En la Colación de grado de laPromoción de 1951 ... *

Señor Rectory demás Autoridades Universitarias,Promoción de 1951.Señoras, señores:

Hablar desde esta tribuna fue siempre un privilegio, por­que ella ha sido testigo constante de la mejor expresión de nues­tro pensamiento; de la expresión que traduce la angustia e inquie­tud de la Patria venezolana en elesfuerzo silencioso, metódico ysabio del científico, ajena, por igual, a la grita demagógica y altono mesiánico del caudillo.

Mientras a 10 largo de nuestro paisaje fueron quedandomuertas las ansias de superación de este pueblo, deshechas en loshuesos calcinados de los soldados anónimos de todas nuestrascontiendas civiles, en esta casa, bajo las arcadas de sus viejos yfrescos corredores, se refugió el alma, la esencia de Venezuelapara cumplir su más alto y más fructífero esfuerzo en la calladalabor de sus hijos mejores. Y no fue actitud de despego hacia 10que pasaba afuera, pues cada vez que ha sido necesario el gestovaleroso, el espíritu de ella, personificado en los brazos de la no­ble y bulliciosa masa estudiantil, ha tremolado la bandera de ladignidad nacional.

* Discurso pronunciado por el Dr. J.J. González Gorrondona, Decano de laFacultad de Ciencias Econ6micas y Sociales, en el Paraninfo de la Univer­sidad Central de Venezuela, en la colación de grado de la Promici6n de1951. Facultad de Ciencias Econ6micas y Sociales. Instituto de Economía.Secci6n de Publicaciones. Caracas, 1951.

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La Universidad es la síntesis de la Patria en 10 más ele­vado de su espíritu, en 10 más alto de su fuerza; porque es eseespíritu y esa fuerza dentro del molde orientador del conocimien­to científico. La Universidad se nutre de la entraña viva del pue­blo y a ella llegan; buscando alivio, la marejada de dolores y deangustias, de anhelos y necesidades insatisfechas. Y ninguno denosotros, los que nos hemos formado aquí, podrá rehusarse a mar­char en la dirección que imperativamente señalan la mística y elcarácter de la Universidad.

Ante Venezuela, ante su pueblo, debemos estar nosotros-que también somos pueblo- en la perenne actitud de servirla.Particularmente para aquellos que tenemos como campo de ac­ción las ciencias económicas, ese deber se hace más perentorio.

El objeto de nuestra ciencia no es solamente desentrafiarla naturaleza de las leyes que rigen la actividad económica, no esquedarnos en el mero análisis de cómo y por qué se muestran losfactores económicos bajo el empeño de satisfacer nuestras nece­sidades con una determinada cantidad de recursos: el verdaderoobjeto, el fin último de nuestra ciencia debe estar en el de con­seguir para nuestro país la mayor suma de felicidad posible, adap­tando hasta donde nos sea posible, la cuantía de nuestras nece­sidades al volumen de los recursos disponibles.

Durante más de cien afias la República, Venezuela ha ve­nido sorteando los problemas, ayudada por la fuerza de sus in­mensos recursos naturales y por un conjunto de circunstancias fa­vorables, más que por el esfuerzo sabio y la dirección de sushijos. La anarquía que imperó en el campo de nuestras guerrasciviles se reflejó en la Universidad con la ausencia de asigna­turas que contribuyeran al estudio de nuestra estructura econó­mico-social; y, un siglo después de haber sido creada nuestra na­cionalidad en medio del caos tremendo de una guerra que invir­tió casi totalmente los valores sociales de la Colonia, nos en­contrábamos en el plano de enfrentar empíricamente los proble­mas económicos nacionales, dejando que el propio desenvolvi-

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miento de dichos fenómenos económicos improvisara soluciones,las más de las veces equivocadas y perjudiciales.

Nuestra Universidad debía superar esas deficiencias en elcampo de las Ciencias Sociales y proveer el instrumento que ca­pacitará a sus hombres para la inmensa tarea de dirigir, tantodesde el campo de la acción privada, como de la pública, el de­sarrollo de la actividad económica nacional. Por eso, hace treceaños, un grupo de profesores que veíamos la necesidad de supe­rar esa etapa de improvisación en el estudio de los problemas so­ciales, y que comprendíamos la urgencia de abocamos al análisiscientífico de nuestra realidad económica, nos dimos a la tarea defundar una Escuela que viniera a llenar ese vacío en los estudiosuniversitarios. Nació así en 1938 la Escuela Libre de CienciasEconómicas y Sociales, la cual fue transformada un afio más tar­de en Facultad.

En el poco tiempo transcurrido desde su fundación, he­mos logrado, si no la estructuración de una Facultad que llene porcompleto nuestras aspiraciones y que atienda cabalmente la ne­cesidad que de ella tiene Venezuela, sí ya una institución que conpleno derecho, en gracia a los éxitos y adelantos logrados, puederecabar su mayoridad.

La función de nuestra Facultad, dentro de una Universi­dad venezolana y para Venezuela, es la de dotar a los jóvenes enquienes alienta fervorosamente, con hondo sentido de la nacio­nalidad, el deseo de enfrentarse, valerosa y desinteresadamente, alos problemas nacionales, de un instrumental suficiente para ha­cer el diagnóstico de las necesidades del país, el inventario de susrecursos, y, al adecuar éstos a aquéllas, llevar hasta el pueblo,este sufrido y gran pueblo nuestro, la "mayor suma de felicidadposible".

Como Decano de la Facultad de Ciencias Económicas ySociales, no puedo menos de enorgullecerme de la labor rendida;no sólo por la magnífica dedicación de los profesores que han

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colaborado estrechamente en el crecimiento de ella y a quienes sedebe el crédito del éxito logrado; sino del conjunto de jóvenesque, como ustedes, han salido de la Universidad plenos de amorhacia esta tierra, con el propósito de entregarle lo mejor de suscapacidades.

Egresados de la Promoción 1951:

A nombre de la Facultad de Ciencias Económicas y So­ciales, quiero terminar diciendoos: no olvidéis que por la gene­rosidad de este pueblo, podéis salir hoy de aquí preparados para lalucha, la cual no puede ser otra que la de restituirle en buenasobras, a esa misma Nación, lo que de manera gratuita y cons­ciente os ha dado.

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Llave de una Flota Mercante próspera... *

En mi condición de Ministro de Comunicaciones me esgrato asistir a los actos con los cuales culmina el año académicode la Escuela Náutica de Venezuela, y en los que se formaliza elegreso de la Promoción XVIII del plantel.

La actividad escolar toda, de diverso modo, en estable­cimientos de esta índole, se dirige a la formación integral de ci­fras humanas idóneas para participar honrosamente en el queha­cer de la sociedad, pues ella, con el beneficio de la enseñanza dehabilidades que les da, para su provecho y el de la colectividad,les conforma virtudes personales que inciden en la elevación delíndice moral que exige la vida de relación ciudadana.

La diligencia de esta Escuela se prodiga para el logro deesos fines, y ello constituye el hecho trascendente de su pasantíaen aulas, en régimen de internado, para los educandos suyos, quelibran batallas esforzadas y amasan esperanzas bajo la dedicada yhonrada rectoría del grupo de oficiales a quienes el Gobiernonacional encomienda esa tarea ductora, la cual tiene para ellos, allado de la satisfacción del encargo y del cumplimiento de undeber, la responsabilidad del logro del propósito como una proyec­ción ideal.

Los tiempos son difíciles y la sociedad padece quebran­tos en todas las latitudes. Estamos en una hora crucial, afanados

* Discurso del Ministro de Comunicaciones, doctor J.J. González Gorrón­dona, al finalizar el año académico de la Escuela Náutica y egresar laPromoción XVllI "Maquinista de Primera Clase Guillermo Valbuena". OficinaNacional de Información. Caracas, s/f.

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en la búsqueda de rumbos. La patria venezolana necesita de sushijos el mayor esfuerzo, los mejores modos y las miras más ele­vadas para resolver sus problemas vitales y conservar la libertaddel hombre. La privanza de los mezquinos intereses del indivi­duo sobre las necesidades colectivas debe dar paso a una orga­nización social racional dentro de las formulaciones de la civi­lización occidental, que se inspire en nuestras tradiciones máscaras, perennes e innumerables ejemplos esclarecidos de los ana­les de la nación yen la vivencia mantenida en los fueros de la fa­milia, que nos enraiza a la tierra con el grito de la sangre y de lahistoria. Esta es una prédica que ponemos en los oídos y en elcorazón de los que se gradúan hoy en la Escuela Náutica, y re­ciben el espaldarazo que los arma caballeros de un ideal en posdel cual los empujó su vocación hasta la conquista de los laurosque hoy levantan orgullosos delante del gozo de sus efectos y an­te la patria, que les confía faena de brillo y les exige su lealtad.

Del modo propio y recto como los nuevos profesionalesactúen, y hagan su deber, derivarán ellos, la sociedad y los su­yos, los réditos por el esfuerzo y la cuota de sacrificio comúnaportados para el logro de la obra que culminan.

Señores:

El otro signo del trabajo de la Escuela es su aporte para elavance económico del país en un sector de calificada valía, eltransporte acuático, que es resorte singular para el tráfico de bie­nes y servicios, y por ende para la creación de riqueza. Cuandoesa actividad la realizan buques de bandera nacional, que perte­necen a personas venezolanas y los operan titulares nacionales,esa riqueza la capitaliza el país, representada en el rédito de lasinversiones, en el ahorro de divisas y en el trabajo que generapara un sector de la población.

De otra parte, y esto es excepcionalmente importante, laacción del buque nacional influye en la regulación de los fletespara beneficio del usuario criollo, a quien protege de tarifas abu-

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sivas y le proporciona medios propios y seguros" en cuanto sonnacionales, que le brindan modos para un intercambio perma­nente y regular.

Hay muchos otros estamentos que reciben el influjo bien­hechor de la operación ejecutada por el buque nacional, tales co­mo los proveedores comerciales e industriales, y las empresas deservicios, etc.

De ello se ve el alto interés nacional que tiene para unpaís la posesión de una flota mercante próspera, es decir, que searentable, y para ello deben concurrir los factores de posesión yoperación propias que se señalan. La Administración, a través dela Escuela, aporta uno de esos elementos, el factor para la ope­ración, que favorece y afirma la actividad empresarial y gana pa­ra el país los dividendos de la producción, dado que tal actividaden el tráfico exterior significa una exportación de servicios.

Empero, el crecimiento y el auge de la marina mercantenacional es una empresa que pende de una elevada labor común,oficial y privada, en grado que compromete, incluso, el orgullonacional, porque ella agrega prestigio internacional al provechomaterial que proporciona.

Es necesaria una diligencia mancomunada para dar y acre­cer el vigor económico que conviene al mantenimiento de nues­tra flota. La Administración, de su parte, desde antaño, propor­ciona y sostiene su concurso a ese efecto, creando los modos y losmedios empresariales suyos, y favoreciéndolos todos mediante losarbitrios proteccionistas posibles en el escenario internacional, fór­mulas éstas limitadas por compromisos gubernamentales, pero quetratamos de afirmar en la línea de 10 justo.

En la otra parte, en la de los usuarios, a quienes la flotanuestra sirve, protege y defiende, como queda dicho, está aúnpendiente la toma de conciencia para la adopción de una políticadefinitiva de preferencia para el barco nacional. En esa acción

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nacionalista, común, que debe ser proselitista, estaría la clave deuna marina mercante venezolana grande y sólida, de inmenso prove­cho nacional.

Invocamos, pues, en beneficio de ese interés común, lossentimientos patrióticos venezolanos, para que se compre y sevenda en el exterior de modo que la operación utilice al barcovenezolano, que es manera de acrecer el ahorro nacional y con­tribuir al desarrollo del país.

Alumnos de la Escuela Náutica:

Os incorporáis a la faena del quehacer nacional investi­dos de un compromiso; lo hacéis bajo el nombre de "PromociónMaquinista de Primera Clase Guillermo Valbuena", profesionalhonesto y hombre de bien, que dedicó su vida a una labor calla­da, hacendosa, útil a la sociedad, de lo que deriva su ejemplo, querecogéis para elevarlo al reconocimiento público.

En vosotros se cifran ilusiones y anhelos logrados, pro­pios y de vuestras familias, y la Escuela os ha formado hábiles,valientes y generosos. Sed fieles a aquellas ilusiones y leales coneste compromiso, que es vuestro concurso a la grandeza de lapatria, actuando honrados y trabajando responsablemente.

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SE TERMINO DE IMPRIMIR ENLOS TALLERES DE FUNDACION EDITORIAL

UNIVERSITARIA DE VENEZUELA ENCARACAS EN EL MES DE OCTUBRE DE MIL

NOVECIENTOS NOVENTA y TRES