IV

POSICION FRENTE A LA

INTERVENCION y LIQUIDACION DEL

BANCO NACIONAL DE DESCUENTO

DECLARACIONES SOBRE LA INTERVENCIONy LIQUIDACION DEL

BANCO NACIONAL DE DESCUENTO *

PREFACIO PARA EL CASO BND

No vacilo en abrir este capítulo señalando, antes de en­trar al fondo sobre la verdad del llamado "affaire BND", que laintervención y posterior cierre del Banco Nacional de Descuentoes el reverso de 10 ocurrido con los casos anteriormente referidos-Banco de los Trabajadores, Banco de Comercio, CorporaciónVenezolana de Fomento y RECADI- que constituyeron en las úl­timas dos décadas los hechos más insólitos en el universo de labanca y de las finanzas venezolanas. En el curso de la investiga­ción prolija, de las cifras y las comparaciones entre unos y otroshechos -incluidas las que se deducen de manera irrefutable de losmillonarios recursos esfumados en la gestión de interventores delBND, que fueran aportados por el Estado- se desprende una solaconclusión: el BND nunca debió ser expuesto a la situación a quefue arrasado sin justificación valedera dentro de las técnicas ban­carias de tradicional ocurrencia. Esto, sin considerar el daño mo­ral ocasionado al grupo fundador del sistema financiero BND; nial hecho de haberse privado a Venezuela de ese importante ins­tituto cuyos recursos eran requeridos para el desarrollo económi­co. La campaña pública de desprestigio orquestada durante unprolongado período, con aviesas intenciones, logró crear una fal-

* Tomado de la obra de Pedro R. Miranda titulada La Agon(a del Dinero.Editorial Ccrcom, Santiago, Chile 1990.

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sa imagen de lo que en verdad ocurría y los fines que se escon­dían tras ella a partir de su intervención en los días postreros de1978. A doce años de ese suceso bancario nadie puede llamarse aengaño. Diríase que. como tenía que ser, la verdad resplandecíadespejando dudas hasta en los más incrédulos. La tergiversación,las intencionadamente torcidas interpretaciones de hechos de ocu­rrencia habitual en la banca, malévolamente publicitados, nutríanla maledicencia para un "escándalo" ficticio.

¿Pero, quién mejor que el propio Dr. José Joaquín Gonzá­lez Gorrondona podría descorrer el velo que cubría la trama, re­conociéndose en él una conducta a toda prueba, de invariablerectitud? Para enfrentar verdades a medias, que en la globalidadresultan mentiras absolutas. y la realidad escondida en los in­tersticios de una trama diabólica, obtuvimos finalmente "luz ver­de" para una exhaustiva entrevista, exclusivamente sobre el casoBND. Desde 1978 -año de la intervención-, J.J.G.G. emitió sóloalguna declaración puntual, alguna respuesta necesaria ante de­terminados infundios poniendo en su lugar a publicitarios detrac­tores interesados. Esperó siempre, con paciencia, que la verdadfuera resplandeciendo, resistiéndose a las tentaciones de una en­trevista polémica. Sólo en el ocaso de su fecunda existencia, esteautor lograba lo que parecía imposible. Mi compromiso de noquitar ni poner. que pudiera tergiversar lo dicho, lo cumplo consolemne rigor. Es el único reportaje concedido en once años, co­mo premonitorio de lo humanamente inevitable, su lamentabledeceso ocurrido pocos meses después. Hoy lo hago público cuan­do con este capítulo inicio una historia que con fidelidad teníaque ser reivindicada. I Además de la borrasca generada en torno alBND ¿por qué y en qué circunstancias logré la entrevista?

1. Me limito a lo sustancial, eliminando episodios y relatos que ya en laactualidad, a mi juicio, han superado sus consecuencias más lacerantcs.

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En la Academia

El 26 de abril de 1988 Academia Nacional de CienciasEconómicas de Venezuela incorporó, en sesión solemne como auno de sus integrantes al Dr. José Joaquín González Gorrondonay a otros cuatro eminentes economistas 2 que desde la Cátedra y lainvestigación académica han hecho valiosos aportes a esa ciencia.

En el bronce de la Academia, donde se registran los ilus­tres nombres de los economistas más brillantes de Venezuela des­de su fundación hasta el presente, quedaba inscrito el del Dr.González Gorrondona que, además de académico, había contribui­do como pocos desde 1956 al desarrollo del sector bancario, fi­nanciero, al nacimiento de pequeñas, medianas y grandes em­presas; a la modernización y al progreso del país.

Pocos meses después de haber sido incorporado a la Aca­demia -máxima distinción en ese universo del saber- el Dr. Gon­zález Gorrondona fallecía (15.8.88), en Caracas, tras una breveenfermedad. Su nombre proyectaba una estela que se confundecon el quehacer de un mundo febril del comercio, la construccióny urbanismo, de industrias que fueron florecientes. El resultadofue posible por el particular aliento y ayuda que encontraron hom­bres de empuje en el Banco Nacional de Descuento, el institutobancario de su personal creación. En tomo a sus revolucionariossistemas de asistencia financiera, había surgido un poderoso con­glomerado. Con la colaboración profesional de sus laboriosos com­ponentes en el uso diversificado del dinero, el BND sobresalía conperfil propio. Era el banco que le imprimía dinamismo J.J. Gonzá­lez Gorrondona a un inmenso instituto en desarrollo, proyectán­dose en un conglomerado financiero yen empresas que a su som­bra surgían impetuosas. El desarrollo urbanístico que no se de­tenía. El conglomerado creció desmesuradamente y con él 10 quese señalaba en un comienzo, pequeñas, medianas y grandes em­presas incorporadas al quehacer alentadas por la vitalidad crea-

2. Drs. Bernardo Ferrán, Héctor Malavé Mata, Annando Córdova, Felipe Pazos.

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dora de J.J. González Gorrondona, a quien yo conocí en los acia­gos días cuando con la intervención se intentaba acorralarlo arte­ramente. En el marco de una entrevista "impertinente" -si así sepudiera caracterizar- entre recursos sensibles suyos. y protestasairadas, preguntas y respuestas sin esquives. escuché de él lo queera ni más ni menos que su obsesionante preocupación: reivindi­car su obra. el BND. Y sería la última entrevista periodística. ex­actamente pocos meses antes de extinguirse sus últimos alientos.

Puede decirse que su vida se apagó en plena capacidadcreativa, no obstante su avanzada edad. En su batallar había so­portado con singular entereza toda suerte de desafíos. Se agitabanlas aguas borrascosas del descrédito del BNO con escándalo pu­blicitario que puso a la vista una inequívoca cuanto monstruosaconspiración, inspirada por intereses de sectores económicos ypolíticos poderosos, concertados en una trama diabólica. En lamedida en que el BNO había creado con explosivo éxito unaspolíticas de expansión del crédito, negado éstos hasta entonces alos sectores medios. Estos se incorporaban al área industrial, ra­quítica por esos años. Grupos financieros, heridos por el éxito delBNO, manipulaban su derrumbe. La conspiración financiera notendría límites éticos ni morales.

En ese marco, fue intervenido el 7 de diciembre de 1978,en dudosas circunstancias. el más popular y poderoso banco ve­nezolano. Las acciones bastardas puestas en desarrollo nunca po­drán ser justificadas. Venezuela perdía un colosal banco. pujante.solvente. con cuantiosos recursos y activos propios que, junto asus políticas, le habían dado grandeza y preeminencia dentro delsistema financiero.

Entrevista inédita al Dr. González Gorrondona

Fue categóricamente intransigente en que el reportaje nose lo convirtiera en "una palinodia de acusados". Ni mucho menosdiatriba política o en contra de alguien, ubicado en el sector públi­co o en el privado. Nos comprometimos, así, con su exigencia.

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- Lo que voy a decir -apunta- sólo es la defensa serenay documenta de nuestro nombre en el seno de la familia vene­zolana. Ha llegado el momento de esclarecer las cosas, más alláde procesos y maquinaciones profusamente divulgados y comen­tarios en los medios de comunicación social.

Establecido el compromiso de ceñirme a esta línea exhibeinfmidad de carpetas con documentos: cartas, escritos, precisosanálisis económicos y cifras comparativas. Está entre sus papelesy libros, que lee con avidez diaria, toda la historia del BND, des­de su fundación hasta su intervención y cierre.

Con frases pausadas, toma la iniciativa:

- Es preciso y conveniente el restaurar la verdad históri­ca sobre el caso del Banco Nacional de Descuento, después queel Ejecutivo Nacional resolvió su intervención y liquidación, a finde que la opinión pública y, más tarde la posteridad (este puntoadquiere hoy, ya desaparecido, mayor fuerza) se formen un juicioobjetivo sobre el protagonismo y las responsabilidades en estedeplorable asunto, tan sometido a la más escabrosa publicidad enmedio de grotescas deformaciones de la verdad procesal y de lareal situación bancaria que rodeó el "affaire" promovido acercadel instituto bancario.

-Tu podrás colegir, siempre que estés animado de uninterés desapasionado y alejado de prejuicios -agrega con natu­ral cautela- cual es la verdad que trasciende de la mañana de ale­gatos y cuáles deben ser las conclusiones pertinentes, en el mar­co de la justicia y la equidad, sin caer en los hilos de la tramoyaarmada y desplegada en diversas esferas e instancias, donde semovieron conspicuos y satánicos agentes de una conjura contrael más vigoroso y floreciente complejo financiero del sector pri­vado, levantado al compás de la capacidad y del esfuerzo de ungrupo de empresarios venezolanos.

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Este autor está obsesionado en trabajar en la historia desucesos bancarios y financieros ocurridos en las últimas décadasen Latinoamérica. Así se 10 hago presente. Ya relatamos los su­cesos catastróficos de otros institutos financieros y bancos en­trampados por administraciones que los hundieron con inepcia ofraudes. Comencemos ahora, en este caso del BND, por sus vici­situdes, por su desarrollo y por su íntervencíón-Iíquídacíón.¿ Miinterlocutor esperaba la oportunidad, con prudencia, exogitandomis observaciones, con modestia, cosa poco común en gente adi­nerada que manejó 10 que muchos caracterizaban como un "im­perio",

Un poco de historia

El Dr. González Gorrondona toma pausadamente el hilode la historia:

- Nos correspondió orientar y dirigir, desde que el BNDfue establecido en 1954, un singular movimiento de renovaciónde las estructuras bancarias venezolanas, según la profunda ex­periencia adquirida en el Banco Central de Venezuela y gracias anuestras actividades universitarias. comenzadas en Caracas y cul­minadas en centros de docencia superior en Europa. siempre enlas disciplinas financieras y económicas. Nos sirvió de preciosautilidad el fundamento teórico y la base pedagógica para rege­nerar por muchos años la cátedra de Hacienda Pública en laFacultad de Derecho en la UCV.. asE como también en el seno dela Escuela de Estudios Económicos. en la misma Aula Magna.que nos correspondió fundar en 1939 junto con eminentes vene­zolanos, como Arturo Uslar Pietri, Tito Gutiérrez y J. M. Hernán­dez Ron.

Llegamos al sistema bancario. no por la vta de la simpleaventura comercial, ni por el camino exclusivo del lucro y delbeneficio personal, sino a través de la formación doctrinaria,cientifica y profesional, como asimismo en virtud de una expe­riencia acrisolada al servicio del Estado moderno y democrá-

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tico, cuando fuimos llamados para formar parte del personal di­rectivo del Banco Central de Venezuela.

Desde entonces, durante el gobierno del Presidente Elea­zar López Contreras, ya sosteniamos y defendtamos principiosrenovadores en el campo de la hacienda pública y de la econo­mfa venezolana, sin interrumpir nuestras actividades universita­rias y nuestras inquietudes por ver establecido en Venezuela unorden democrático. Acaso interese resaltar, en la evocación delos años iniciales, la compenetración con el ideal reformador enlas áreas de nuestras finanzas públicas, sobre la base del co­nocimiento y de la divulgación de la legislación comparada y dela experiencia internacional, dando asf acicate e impulso a loscambios pollticos, sociales y económicos, especialmente en rela­ción con la reforma del sistema bancario, cuya imagen y fun­cionamiento incipiente pertenecian al siglo XIX.

Debemos apartar sentimientos proverbiales de modestiapara recordar que por los años 30 y 40, junto con hombres no­tables como Caracciolo Parra Pérez; Arturo Uslar Pietri, Alber­to Adriani, Manuel R. Egaña, Alfredo Machado Hernández, Car­los Mendoza, J. M. Herrera Mendoza, Carlos D'Ascoli, ErnestoPeltzer, y otros que escapan a la memoria, hubimos de colaborardesde la docencia universitaria y la recién creada Escuela deCiencias Económicas y Sociales, ast como a través de la activi­dad profesional y el servicio público, como abogado y financis­ta, en la creación del nuevo régimen bancario y en las más im­portantes reformas fiscales, tributarias y financieras, sin olvidarel crédito público y la regulación de precios, Cámaras de abas­tecimiento, Control de importaciones, todo impuesto por la gue­rra mundial en curso.

Lejos estábamos de la simple tentación utilitaria en aque­llos años germinales del cambio institucional y de la reforma delEstado. Desde entonces ha alentado siempre en vosotros un diáfa­no ideal de servir a Venezuela y una sola vocación de estfmulo alprogreso administrativo y a la eficiencia técnica de nuestras ins-

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tituciones financieras. sin poner nunca reparo alguno en la in­tervención del Estado en el establecimiento de un nuevo sistemabancario presidido por el Banco Central.

En honor a la verdad, el Banco Central de Venezuela nosólo significó un cambio profundo, desde que comenzaron en larepública las actividades específicas de los bancos. allá por 1841,sino también fue la sede de un semillero de iniciativas y de ge­neraciones para imprimirle un sello diferente a las institucionesfinancieras del país .. y debemos decir que en ese febril proceso decreación estuvimos nosotros con el mayor entusiasmo y espíritude servicio patriótico nacionalista.

Acogimos y respaldamos la idea oficial de crear el Ban­co Central y durante muchos años trabajamos en su gerencia ydirectorio, con la radiante convicción de que había un vado ins­titucional en la rama bancaria y de que era menester llenarlo conuna institución seria, responsable y altamente profesional y téc­nica. Sabíamos que desde el BCV - a través de una nueva legis­lación de bancos- se podría impulsar a todo el sistema nacionalde la banca privada. No dejábamos de advertir que ésta con­tinuaba aferrada a tradiciones y mecanismos obsoletos. desde elpunto de vista técnico y científico, con menoscabo del desarrolloeconómico y de la modernización del régimen financiero de lanación.

Acaso porque el ambiente nacional e histórico habla sidodurante muchos años desfavorable y negativo, especialmente enel ámbito estadal, legislativo y administrativo. la situación de labanca privada no era propiamente halagadora y prestigiosa. Ade­más, no habla en Venezuela un verdadero régimen bancario. yaque la dictadura de Gómez no lo había permitido, dando másbien rienda suelta a prácticas de préstamos y de crédito que ha­blan sido superadas por la evolución moderna de la banca mun­dial.

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Asi, el pafs estuvo durante muchos años aferrado a unsistema bancario en el cual prevalecian graves impedimentos pa­ra la extensión y popularización de los servicios. Habia en Ve­nezuela una cierta inquietud permanente, un cierto temor ances­tral, frente al Estado omnipotente que cometfa todo género dedepredaciones al calor de las guerras civiles o de la represióndesde el poder. Ese clima psicológico se prolongó hasta bienentrado el siglo XX.

Posteriormente, la eclosión económica provocada por elpetróleo y el advenimiento del nuevo Estado en 1936, hubieron decoincidir para realizar una renovación importante en el sistemabancario del pafs. Dentro de los parámetros de ese cambio y enel marco general del desarrollo de la economia, nos correspon­dió propiciar la apertura de una nueva vertiente de cambio finan­ciero en el sector privado y en la banca comercial.

Nace el BNO, desarrollándose el primer circuitofinanciero venezolano

- Asf nació en 1954 el Banco Nacional de Descuento,concebido para operar sobre la base de métodos modernos notradicionales. Su desarrollo como institución renovadora dejó pro­fundas huellas ejemplarizantes, cuyos sistemas y métodos se co­rresponden a una nueva filosofía de la función bancaria que hizoescuela en la banca de hoy.

El circuito financiero que se estructuró en el curso de eseperfodo fecundo, con empresas y bancos afiliados, no detendrianuestra pujanza creadora.

Previo acuerdo con la Superintendencia de Bancos se am­plió el circuito financiero del BND mediante la creación de em­presas como CRENCA Sociedadfinanciera, CredimáticoBND, Arren­darca, Inmobiliaria Banconac, Red Nacional de Almacenadoraspor Almacenadora Caracas, etc., y además se fortaleció nuestrosistema con la participación accionaria en sociedades como el

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Banco Hipotecario de Crédito Urbano, Seguros La Previsora,Banco Unión, Ficasa, Crenca Arrendadora y otras empresas me­nores.

El vigor del circuito financiero del BND permitió absor­ber un fuerte contingente de técnicos, personal dirigente y milesde empleados venezolanos. Tal ampliación de actividades se de­bió al esfuerzo tenaz, al trabajo laborioso y al esplritu de em­presa de los hombres del BND que fortalecía la economia pri­vada venezolana y el mercado de trabajo.

Cabe destacar que, al mismo tiempo, se amplió en formainusual la base social del Banco, pues un gran número de em­pleados y trabajadores del BND alcanzaron el status de accio­nistas de él. Este proceso de participación comenzó con una dona­ción de mas de NUEVE MILLONES de bolívares en acciones delBND por parte de mi hijo, José Joaquin, incorporado desde muyjoven a nuestro quehacer en el que puso al servicio de ese im­pulso renovador su creatividad, como esa disciplina autoimpues­ta por formación, que se traducia en una disposición ejemplar enel trabajo.

Una pausa en el relato nos permite hacerle presente que,coincidiendo con él, en que los fuegos de ataque fueron dirigidosal instituto mismo con intenciones destructivas de lo que era unbaluarte competitivo en el quehacer de la intennediación ban­caria, por otra parte la campaña de desprestigio apuntaba consingular virulencia contra su hijo, José Joaquín, que ya por esosaños había ascendido a los cargos de mayor responsabilidad en elBND. E igualmente era cuestionable que la campaña de descali­ficaciones temerarias descansaba en la manipulación de hechosque para el grupo González Gorrondona los obligaba a demos­trar, con la mayor claridad, que tanto el banco como su direc­ción, bajo la presidencia encargada a su hijo, había transitado elcamino correcto -aún aceptando errores operacionales- y en con­cordancia con los objetivos de su fundación. La respuesta delentrevistado es inmediata.

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- No deben parecer fuera del contexto las referenciaselogiosas que hago de mi hijo. A fin de cuentas coincido contigoen que las embestidas destructoras contra el BND pasaron demanera desconsiderada en contra suya. No está de más recordarque él mismo asumió la defensa de su gestión bancaria. Ante laopinión pública, cuyo máximo exponente es el Congreso de laRepública (Comisión de Economia de la Cámara de Diputados),dio cabal respuesta a todos los interrogantes, a todas las even­tuales dudas sobre su gestión. Ah! están los análisis, como igual­mente el relato que hace sobre todos los acontecimientos de este"affaire" prefabricado en que se nos involucró con acciones yreferencias injustas y bastardas, que están contenidos con fide­lidad, no exentas de crudeza, y que avalo, habida consideraciónque de los hechos que se nos imputaran ha habido manipulacióny deformación de la verdad, as( como magnificación de los erro­res. Pero aún más, ¿quién mejor que yo podrta referirse conpropiedad a sus caracteristicas personales, a sus virtudes, pues­to que sus defectos son parte de la critica paternal intima, fami­liar? Sobre su naturaleza generosa, y fervorosa lealtad con ami­gos, no podrán desmentir quienes lo han conocido y tratado. Yme complace tener la oportunidad de dejar estos testimonios cuan­to tu recoges parte de la historia del BND; reconocimiento de suvisión para detectar con precisión las posibilidades en la gran­deza de los negocios que, además de ser económicamente bene­ficiosos deben responder a las exigencias de contribuir de algu­na manera preponderante al desarrollo de nuestro pats tan mal­tratado por desmedidas ambiciones. Esta apreciación podria seratribuida, tal vez, al amor paternal, de ninguna manera desmen­tido. Y es que además, los hechos hablan con elocuencia.

El Dr. González Gorrondona hace acopio de recuerdos delpasado. de las muchas esperanzas cifradas en su hijo único. Susestudios. primeras actividades en quehaceres agrícolas donde re­cogió invalorables experiencias; sus primeros negocios invirtien­do productivamente sus economías. Y. finalmente. su ingreso enla actividad bancaria. con sus vicisitudes. Lo advierto nostálgico.toma nuevo aliento:

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- No me parece exagerado decir que se entregó con de­dicación incomparable a los estudios universitarios en que des­tacó siempre entre los primeros. Esto se me ocurre, sin entrar afondo, para permitir apreciar el temple de su personalidad que lollevó a otras altas responsabilidades en la empresa privada quela conspiración del BND intentó cortar cuando ya era el pre­sidente encargado del Banco.

- Con emoción que creo no alcanzará a recoger sufi­cientemente esta entrevista debo destacar, además, que José Joa­quin, mi hijo único, heredó de la madre su sensibilidad que lohicieron, a su vez, un padre bondadoso. Por naturaleza o porherencia fue y es un lector voraz en quien no escapa la necesariatendencia critica.

Abunda en detalles, privilegiando acciones y hechos con­cretos de la vida del hijo que en síntesis -para él incompleta- lasubica en lo que podría ser el perfil de la estructura consciente yanímica del descendiente único que muy joven asumió grandesresponsabilidades en el mundo de los negocios tradicionalmentereservados a las generaciones maduras de cada época y que sólopor calificaciones muy especiales se puede alcanzar en edad tem­prana. Me agrega con énfasis:

- Ahora -prosigue mi interlocutor- junto a sus múltiplesactividades, José Joaquin González Gorrondona ha asumido consobriedad y ponderación, pero con esa energla que está en sunaturaleza rebeLde y fuerte, La defensa y el rescate de La verdadhistórica de una obra gigantesca que inicié, como Lo fue La crea­ción y desarrollo deL Banco Nacional de Descuento con eL con­curso de relevantes personalidades amigas.

El c1imax de la entrevista se torna cálido de recuerdos. Sesalpica de nombres. de anécdotas revividas. Reflexiona mientrassorbe un ligero café: "No hay nada que pudiera dejarse en eLolvido o en negadas ocultaciones en aras de la verdad que nosexige La historia". Con natural pasión analiza los elementos ob-

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jeuvos y el trasfondo ya inocultable de la intervención que seinició en un día aciago de diciembre de 1978 y que culminó sieteanos después con su liquidación.

- En esta oscura historia hay motivaciones politicas y nopocas razones especificas que muestran el celo y las pasiones devarios circulos competidores del BND. Hay también de bulto lasmaniobras e intrigas para apoderarse de nuestro banco, con laayuda oficial.

Los archivos (centenares de carpetas prolijamente clasifi­cadas) son puestos a disposición del autor.

- Aquf está la historia. Son los testimonios veraces yobjetivos sobre el caso BND. Una historia completa de todas susfases e implicaciones. Para mt -agrega- es también una confe­sión de fe en los destinos de nuestra institución financiera comomarco fundamental de la grandeza de Venezuela. De los hechos ycifras que podrás encontrar y utilizar sin reserva, incluido losanálisis y juicios de mi hijo José Joaqufn, ayudará a reencontrar­nos con episodios fastidiosos y desafortunados con que se nospretendió difamar y a dejar de lado la amnesia orquestada que,no obstante, afecta a muchos que conocieron la grandiosa obraorganizada que impulsamos desde el Banco Nacional de Des­cuento.

En sus últimas frases. con que se ponía fin a la entrevista,el Dr. José Joaquín Gonzálei Gorrondona expresaba su fe en eljuicio absolutorio de la historia para unas conductas que lejos deser motivo de dictámenes de cualquier naturaleza, fueron por so­bre todo presa de maledicencia y la conspiración arteras.

Lo que en los subcapítulos que se suceden, tras la vívidareveladora entrevista concedida por primera vez por el fundadordel BND, permitirá al lector comprobar objetivamente esas apre­ciaciones. Las cifras, las comparaciones técnico-económicas, losabyectos hechos, y los razonamientos de alegatos válidos, lle-

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varán sin equívocos a la conclusión única: El BND nunca debióser sometido al tratamiento que lo conduciría inexorablemente, talcual estuvo planificado, a su liquidación, que sólo beneficiaría ala competencia en acecho. Y, obviamente, como en realidad suce­dió, a algunos de los Interventores, entre los cuales destacó concaracterística irresponsabilidad, el último de ellos, que 10 condu­jo a la quiebra y cierre definitivo.

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