Toda acción, por pequeña que sea, tiene su efecto. Como dice un antiguo proverbio chi-no “el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”. Cons-cientes de esta interconexión quisimos, con este material y otros que forman parte de una serie de módulos informativos, dar nuestro aporte a tantas personas, comunidades, orga-nizaciones e instituciones que también procuran una calidad ambiental para todos/as. Sigamos multiplicando este “efecto mariposa” que, con cada esfuerzo e iniciativa que promovamos, podemos estar seguros/as de que algo impor-tante y positivo está o estará por ocurrir.

No encontramos mejor manera de iniciar este módulo que retomando parte de la reflexión inicial de este folleto de la colección DIGECA.

Toda acción, por pequeña que sea, tiene su efecto. Co-mo dice un antiguo proverbio chino “el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”.

Y es que la información que encontrará a continuación, tendría poco sentido si no estuviéramos convencidos/as de que los esfuerzos individuales, sumados unos con otros y otros hacen la diferencia; provocan cambios.

Piense que todos y todas, en alguna medida, como con-sumidores/as, ciudadanos/as, dueños/as de industrias, trabajadores/as, estudiantes o simplemente habitantes,…. somos responsables de lo que pasa con el medio ambiente, y también, tenemos la posibilidad de hacer algo para mejorar la situación.

Contribuyo a la calidad ambiental

PRESENTACIÓN

Los problemas ambientales, la contaminación y el continuo agotamiento de los recursos no son consecuencia de lo que hacen “otros”; son resultado de las acciones de todos y to-das. Por eso tome en cuenta, dentro de sus posibilidades, algu-nas sugerencias que, en la mayoría de los casos, represen-tan sólo pequeños cambios en la manera de hacer las co-sas y; en otras, enterarnos y tomar conciencia de ciertas prácticas que, quizá, hasta desconocíamos que eran inade-cuadas o perjudiciales para el medio ambiente. No lo piense más y manos a la obra… Recuerde que un medio ambiente sano redundará en salud, bienestar y cali-dad de vida para todos y todas. ¿Qué puedo hacer con los residuos que produzco? ■ Un principio básico en la gestión integral de residuos es evitar la generación de los mismos. Pero como no siempre es posible, se recomienda que asumamos una actitud más consciente y ambientalmente sostenible en el caso de aquello que inevitablemente tenemos que consumir, ya sea reduciendo el consumo en la medida de nuestras posibilida-des o aprovechando al máximo la utilidad los productos, bienes o recursos antes de adquirir otros. ■ Separar los residuos en la fuente u origen, es decir en el mismo lugar donde se generan. En los hogares se puede separar con mayor facilidad lo que son residuos orgánicos (restos de comidas), envases plásticos, vidrio y aluminio, para posteriormente llevarlos a un centro de acopio o cen-

tros de recuperación de materiales.

La Gestión Integral de los Residuos Sólidos pro-pone un orden de acciones que prioriza el evitar, el redu-cir y el reusar como puntos de partida para mini-mizar la cantidad de los residuos que produci-mos. Como dato ilustrativo, se estima que cada uno de nosotros genera diariamente un promedio

de 0.86 kilogramos de residuos, es decir, casi el equivalen-

■ Disminuya o evite el consumo de plástico. Para ello, podría reducir la cantidad de bolsas plásticas que utiliza para traer los productos del supermercado o llevar un bolso de tela o carrito de verduras. También, podría acostumbrar-se a llevar su propio recipiente cuando adquiera alimentos preparados para evitar el uso de contenedores plásticos (o de estereofón); y abstenerse de comprar botellas no retor-nables. ■ Para ahorrar papel, y así no generar residuos innecesa-rios, averigüe si el documento que va imprimir ya está dis-ponible físicamente. Antes de imprimir un documento re-víselo para asegurarse de que no tenga errores y deba im-primirlo de nuevo. Las hojas mal impresas pueden cortarse en segmentos pequeños y funcionar como papeles para recados y/o mensajes, o bien, pueden ser depositadas en bandejas especiales de papel reusable. Disminuya los márgenes para aprovechar al máximo las áreas de impre-sión del papel e imprima por ambos lados, así podría aho-rrarse hasta un 20% del gasto de papel en la ofi cina o cen-tro educativo. Recicle todo el papel usado por ambos lados o aquel al que no puede dársele otro uso. Siempre que sea posible, guarde los documentos en formato digital. Use papel reciclado o libre de cloro en su fabricación. ■ Si va a separar los residuos en su casa o lugar de traba-jo, recuerde que aunque no existe una reglamentación so-bre los colores distintivos para los tipos de materiales recu-perados (excepto en el caso de los bio-infecciosos que es rojo), prevalece una norma implícita que designa el color verde para los residuos orgánicos, el café para papel o cartón, y amarillo para envases plásticos. ■ Los envases plásticos (PET Ó HDPE) son recibidos con o sin etiqueta y tapa. Deben estar completamente vacíos, sin residuos líquidos ni sólidos en el interior. El envase no re-quiere ser lavado en su interior salvo que aún contenga parte del líquido impregnado en sus paredes internas luego de su consumo. El lavado externo del envase es necesario únicamente si tiene tierra o barro en las paredes externas.

■ Las empresas o centros de reciclaje no reciben envases que hayan contenido algún material peligroso (agroquímicos, líquidos inflamables, desatoradores, oxidan-tes, agentes biológicos, etc.). Estos envases deben tratarse con cuidado (por su posible toxicidad) y no mezclarse con los residuos ordinarios que se generan en la casa u ofi cina. ■ En el caso de recuperación de plástico transparente (LDPE) o bolsas plásticas, deben estar secas, sin grapas, cinta adhesiva o etiquetas. No deben contener jabón, líquidos, suciedad, comida o algún otro sólido.

■ El papel que se recupera es el blanco, el periódico, el cartón y el de color. Cualquiera de ellos debe ir sin grapas, arrugas, cinta adhesiva ni goma. Tenga en cuenta que el papel carbón, el papel de fax, las servilletas individuales, las toallas de cocina y los directorios telefónicos, no se reci-clan. ■ El vidrio conviene separarlo por colores: ámbar (café), verde y cristalino. Se recolectan ya sea enteros o quebra-dos, pero preferiblemente sin tapa. En vidrio ubicamos bo-tellas y frascos como los de mayonesa, jaleas, o ger-ber” (comida para bebé).

REUTILIZAR es otro de los principios básicos de la gestión integral de residuos. Por ejemplo, se sugie-re que reparemos objetos deteriorados como ropa, electrodomésticos, maletines, zapatos, colchones y muebles para alargar su utilidad y/o que usemos repetidamente un producto para un fi n similar o distinto al de su origen. Un caso típico es la REUTI-

LIZACIÓN de envases o recipientes de plástico para alma-cenamiento, eso sí, tomando en cuenta las medidas de seguridad necesarias para evitar confusiones o accidentes (al respecto, es importante rotular botellas que antes hayan contenido bebidas y que luego son reutilizadas para guardar otras sustancias, o bien, cerciorarse de que los contenedores plásticos que se reusan para calentar ali-mentos en el horno de microondas no reaccionan negati-vamente a dichas radiaciones liberando sustancias tóxicas

■ Debemos procurar que los fl uorescentes y los bombillos no se quiebren, incluso, es recomendable guardar la caja en que vienen empacados para luego desecharlos. Un dato interesante de anotar es que si, idealmente, se reutilizara todo el mercurio que forma parte de aparatos o artefactos fabricados (algunos ya obsoletos) sería posible detener la minería primaria a nivel mundial. ■ Busque opciones para deshacerse de los residuos electrónicos (monitores, celulares, accesorios de computa-doras, aparatos de juego) o electrodomésticos como refri-geradoras, cocinas o lavadoras. Por ejemplo, existen luga-res que se encargan de desarmar los aparatos electrónicos o eléctricos para aprovechar en otros usos algunos compo-nentes o materiales o, en el caso de las refrigeradoras, al-gunos fabricantes se responsabilizan del producto una vez que resulta inservible para el usuario/a. Al respecto, consul-te en la tienda donde adquiera el equipo o artefacto eléctri-co. ■ Los medicamentos vencidos o innecesarios se convierten en residuos peligrosos dentro de la casa. Lo cierto es que deben separarse de la basura tradicional. Por ejemplo, cuando se quiebra un termómetro de mercurio se reco-mienda recoger con una paleta o cuchara plástica todas “las bolitas” que sean posibles (si se barre con una escoba se fraccionaría y esparciría aún más el mercurio) y luego rociar un poco de azufre para asegurarse que no queden partículas (el azufre se vende en las farmacias). Se sugiere echar esos residuos dentro de una bolsa para que no se mezcle con los otros residuos del cesto de la basura. Por ninguna circunstancia, bote el mercurio por la cañería o el inodoro, ya que fi nalmente iría a parar al mar, donde las bacterias lo transforman en oximercurio, es decir, un com-puesto bioacumulable que podría resultar tóxico para ani-males y humanos mediante la cadena alimenticia. ■ Por su seguridad, no revuelva productos químicos, ya que usted no sabe la reacción que podría ocasionarse. En el mejor de los casos, podrían desbordarse o derramarse.

■ Tenga cuidado cuando utiliza ácido muriático, ácido sulfú-rico o potasa como productos de limpieza. Si va a des-hacerse de ellos, neutralícelos con cal o bicarbonato, es decir, écheles alguno de estos compuestos y asegúrese de que dejen de burbujear. Ahora bien, si va a botarlos por desagüe deje la llave de la tubería abierta para diluirlos suficientemente con el agua. ■ Esté atento de los horarios de recolección de la “basura no tradicional” por parte de las municipalidades. Usted podrá deshacerse de aquellas cosas que le estorban en su casa y, además, estará contribuyendo a la disposición ade-cuada de estos. Tenga por seguro, que otros aprovecharán o reutilizarán lo que usted ya no necesita. ¿Cómo hacer un buen uso del agua y tomar medidas para proteger este recurso? ■ Tenga como regla general utilizar solamente la cantidad de agua que necesite. ■ Durante el baño, cierre la llave de la ducha mientras se enjabona y, de igual forma, mantenga cerrado el tubo del agua mientras se cepilla los dientes o se lava las manos. ■ Al desocupar el agua, cierre bien la llave del tubo y no deje correr el agua durante otros usos. ■ Repare cualquier escape de agua. Sólo recuerde que una fuga de una gota de agua (0.05 mililitros) por segundo equi-vale a 700 litros de agua al mes. También, es importante asegurarse de que el inodoro deja de succionar agua para el llenado cuando la bomba llega a su límite. ■ No utilice el servicio sanitario como basurero. Cada des-carga puede representar de 6 a 13 litros de agua, depen-diendo del tanque. ■ No lave los vegetales o legumbres “al chorro” , mejor use una palangana o recipiente donde pueda sumergir varios de una vez y aprovechar esta agua para otros usos como el riego de plantas.

■ Recuerde que todo lo que tiremos por el inodoro, el desa-güe de la pila o el fregadero y los caños, al fi nal de cuen-tas va a dar a los ríos y al mar. Por eso, no bote aceites de ningún tipo (por ejemplo, de alimentos enlatados como atu-nes o aquel que utiliza para cocinar o freír) por el desagüe, más bien, embotéllelo y encapsúlelo con una tapa herméti-ca para botarlo en el basurero. Tenga en cuenta que un litro de aceite contamina 10 mil litros de agua. ■ Antes de lavar los platos, recoja los desechos que que-dan en los recipientes, utensilios o platos con una servilleta y bótelos en el basurero. ■ No tire el papel higiénico por el inodoro, utilice un basure-ro. Aunque muchas marcas de papel higiénico, toallas sani-tarias o toallas de papel se promocionan como biodegrada-bles, el tiempo que tardan dichos procesos de biodegrada-ción puede ser de decenas o cientos de años. ¿Cómo puedo ahorrar energía? ■ Apague las luces que no está usando, aproveche la luz natural. ■ No refrigere alimentos frescos que va a consumir el mis-mo día, así ahorra energía al disminuir los tiempos de coc-ción o calentamiento en el microondas. ■ Usa el microondas para calentar porciones pequeñas de alimentos, máximo 4 porciones. ■ Trate de mantener el refrigerador lleno de alimentos para optimizar el funcionamiento de dicho artefacto. No abra y cierre la puerta del refrigerador si no es necesario.

Menos del 4% de la población nacional dispone de alcantarilla sanitaria que cuente con tratamiento de las aguas residuales. La infi ltración de esas aguas contaminadas a aguas subterráneas contamina el agua potable que consumimos.

■ Apague los equipos cuando no los esté utilizando y, en la medida de lo posible, desconéctelos. No olvide que los apa-ratos siguen consumiendo energía aún apagados. ■ Para pausas cortas como el almuerzo o el café, apague el monitor de la computadora, ya que este componente consume entre el 70% y 80% de la energía que emplea toda la computadora. ■ Prefiera fluorescentes en vez de incandescentes. ■ Acumule la mayor cantidad de ropa posible para el plan-chado. Además, busque telas que no requieran ser plan-chadas. ■ Considere la posibilidad de utilizar gas para cocinar u otros quehaceres domésticos. Eso sí, sea muy precavido/a en la instalación adecuada y la ubicación de los cilindros. Al respecto, trate de ponerlos fuera de la casa, preferiblemente en una pequeña bodega o encierro. ■ Vigile que las luminarias estén limpias para que la luz fluya, con lo cual mejorará la calidad de la iluminación y ahorrará energía. Además puede emplear los fluorescentes T8 o los compactos para mayor ahorro de electricidad. ■ En cuanto a electricidad tenga estas precauciones: Que las instalaciones eléctricas estén en buen estado,

evitará accidentes y ahorrará electricidad. Que los empaques o uniones de la instalación eléctrica

estén fi rmes, recubiertos con estaño y vinil adhesivo (tape); nunca descubiertos.

Que las instalaciones tengan “breakers” . Que exista cable tierra en las instalaciones. Que la instalación eléctrica esté entubada o aislada. Que no se sobrecargue la instalación eléctrica con contac-

tos múltiples o uso de extensiones. Que los niveles de iluminación en zonas de tránsito

(pasillos) sean los recomendados y estandarizados según la normativa vigente sobre salud ocupacional.

Que el tamaño de la luminaria sea adecuado al espacio o área física que desea iluminarse.

¿Qué puedo hacer para evitar la contaminación del aire? ■ Además de respetar la restricción vehicular que, sin duda, disminuye significativamente la flotilla diaria y, por ende, reduce las emisiones de monóxido de carbono al aire, podr-ían ponerse en práctica otras acciones como viajar en gru-pos hacia el trabajo, caminar si su lugar de destino es cer-cano y/o utilizar otros medios de transporte como las bici-cletas o los autobuses. Por otra parte, si va a adquirir un vehículo considere, dentro de sus posibilidades, uno que emita menos contaminantes. ■ Asegúrese de que los sifones con polvo o materiales gra-nulados estén tapados adecuadamente para evitar que di-cho material particulado llegue a la atmósfera.

■ Evite el uso de aerosoles. ■ No haga fogatas, ya que son una versión pequeña de incendio forestal donde se libera monóxido de carbono. ■ Evite cocinar con leña, ya que además de perjudicar di-rectamente su salud, contamina el aire. ■ No utilice pólvora. ■ Si usted es dueño de una empresa o industria, comparta información que le soliciten las instituciones o aquella que usted crea que sea conveniente. Recuerde que institucio-nes como la Dirección de Gestión de Calidad Ambiental del Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Transportes, las Uni-versidades, centros de investigación, las Municipalidades y otras, hacen monitoreo, levanten inventarios y construyen indicadores que permitan conocer la situación actual de contaminación y sus consecuencia en la salud humana y la naturaleza para tomar acciones pertinentes. Además, bus-que soluciones y denuncie las actividades indebidas.

La contaminación del aire no sólo son nubes negras que opacan el cielo todos los días. Se traduce en enfermedades (principalmente respiratorias, del corazón y alergias) y en serias limitantes que condicio-nan los hábitos y el ritmo de nuestra vida cotidiana.

¿Qué otras acciones puedo realizar para proteger el ambiente? ■ A la hora de comprar prefi era los productos amigables con el ambiente. Los productos amigables con el ambiente traen indicaciones en la etiqueta de que son biodegrada-bles, libres de CFC, fabricados con materiales que no da-ñan el ambiente o la capa de ozono y/o tienen signos distin-tivos de que son reciclables o de gas comprimido; entre otras características. Por ejemplo, opte por jabones, deter-gentes, papeles higiénicos y toallas de cocina biodegradables y utilice sustitutos del cloro u alternativas naturales como el vinagre. Si emplea cloro, recuerde que este producto no debe combinarse con otras sustancias de limpieza o desin-fectantes. ■ Infórmese, tome conciencia, enséñele a otras personas, transmita en su familia y sus compañeros/as de trabajo va-lores para el mejoramiento de la calidad ambiental. ■ Empiece por casa, hay mucho que hacer, desde poner en práctica hábitos saludables para el ambiente relacionados con el consumo, el manejo de los residuos, el cuidado del agua y/o la disposición final de desechos, hasta llevar a cabo proyectos de abono a partir de residuos orgánicos. ■ Únase a otros/as. Participe en iniciativas, comunales o municipales, para que la población tome conciencia de la problemática y buscar soluciones viables al respeto. ■ Demande centros de acopio o centros de recuperación valorizables a las autoridades competentes (municipalidades, instituciones públicas, empresa privada) u organícese con otros/as para proponer y buscar opcio-nes. ■ Apoye y participe en las iniciativas de la empresa privada (cadenas de supermercados, medios de comunicación, fa-bricantes y distribuidores de artefactos eléctricos y otros) que en los últimos años ha organizado importantes campa-ñas de recolección de distintos residuos como papel, plásti-

La problemática del medio ambiente se percibe a todas luces. Se traduce en contaminación del agua y el aire, pro-blemas de las municipalidades en la disposición final y tra-tamiento de los residuos sólidos, enfermedades como as-ma, bronquitis, cardiopatías, limitaciones en las actividades diarias… pero también se está trabajando para cambiar las cosas: se está haciendo investigación, hay preocupación institucional, hay personas o instituciones que están toman-do acciones. Por eso debemos unirnos a estos esfuerzos e incorporar, en nuestra cotidianeidad, prácticas amigables con el ambiente.