UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA FACULTAD DE … · 2016-10-14 · Buss-Durkee, el cual...
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UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA FACULTAD DE PSICOLOGÍA
LICENCIATURA EN PSICOLOGÌA
AGRESIVIDAD: UN ESTUDIO COMPARATIVO EN HOMBRES
EMPLEADOS Y DESEMPLEADOS
SANDRA VERA JULISSA GONZÁLEZ BUSTAMANTE
Guatemala, Octubre 2,016
UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA FACULTAD DE PSICOLOGÍA
LICENCIATURA EN PSICOLOGÌA
AGRESIVIDAD: UN ESTUDIO COMPARATIVO EN HOMBRES
EMPLEADOS Y DESEMPLEADOS
TESIS PRESENTADA POR:
SANDRA VERA JULISSA GONZÁLEZ BUSTAMANTE
PREVIO A OPTAR AL GRADO ACADÉMICO DE LICENCIADA EN PSICOLOGÍA
Y AL TÍTULO PROFESIONAL DE PSICÓLOGA
Guatemala, Octubre 2,016
AUTORIDADES DE LA FACULTAD Y DEL TRIBUNAL QUE PRACTICÓ
EL EXAMEN DEL TRABAJO DE GRADUACIÓN
DECANO DE LA FACULTAD:
DR. CARLOS ENRIQUE RAMÍREZ MONTERROSA
SECRETARIO DE LA FACULTAD:
DR. EDGAR ROLANDO VÁSQUEZ TRUJILLO
PRESIDENTE DEL TRIBUNAL EXAMINADOR:
LICDA. MARÍA DE JESUS LEMUS CASTELLANOS
SECRETARIA:
LICDA. JULIA AMANDA CIFUENTES HERRERA
VOCAL:
DR. EDGAR ROLANDO VÁSQUEZ TRUJILLO
REGLAMENTO DE TESIS
Artículo 8o: RESPONSABILIDAD
Solamente el autor es responsable de los conceptos expresados en el trabajo de tesis. Su aprobación en manera alguna implica responsabilidad para la Universidad.
ÍNDICE
Resumen 1
Capítulo I Marco Conceptual 2
1.1 Introducción 2
1.2 Antecedentes 3
Capítulo II Marco Teórico 7
2.1 Agresividad 7
2.1.1 Etiología 7
2.1.2 Tipos de Conductas Agresivas 8
2.1.3 Estados Emocionales Agresivos 9
2.1.4 Consecuencias Problemáticas de la Agresividad 12
2.2 Género Masculino 15
2.3 Empleo 16
2.4 Desempleo 16
Capítulo III Planteamiento del Problema 17
3.1 Justificación 17
3.2 Objetivos 18
3.2.1 General 18
3.2.2 Específicos 18
3.3 Hipótesis de investigación 18
3.4 Variables 18
3.4.1 Definición conceptual de variables 19
3.4.2 Definición operacional de variables 19
3.5 Alcances y limite 20
3.6 Aportes 20
Capítulo IV Método 21
4.1 Sujetos 21
4.2 Instrumento 21
4.3 Procedimientos 22
4.4 Diseño 22
4.5 Metodología estadística 23
Capítulo V Presentación y análisis de resultados 24
Capítulo VI Discusión de resultados 25
Capítulo VII Conclusiones 27
Capítulo VIII Recomendaciones 28
Referencias Bibliográficas 29
Anexo 32
RESUMEN
El estudio sobre agresividad en hombres empleados y desempleados, tuvo por
objetivo determinar la existencia de conductas agresivas para posteriormente
compararlas, utilizó una muestra por conveniencia de 50 hombres, 25 hombres
empleados y 25 hombres desempleados entre 20 y 30 años de edad, el
instrumento que se utilizó para medir la variable fue el Inventario de Hostilidad de
Buss-Durkee, el cual evalúa la agresividad en adultos, se aplicó una boleta de
datos para determinar el estado laboral de cada persona.
El estudio fue de tipo descriptivo comparativo y se utilizó el procedimiento
estadístico de t de Student, se concluyó que los hombres desempleados
presentan mayor agresividad aceptándose la hipótesis de investigación planteada
Hi agresividad, se recomendó implementar talleres y cursos informativos acerca
de la agresividad, sus signos, síntomas y como combatirla.
1
2
CAPÍTULO I
MARCO CONCEPTUAL
1.1 Introducción
La agresividad son aquellos actos verbales o físicos que una persona puede
realizar hacia otra persona, animal u objeto y tiene como resultado un daño
psicológico o físico ya sea de manera voluntaria o involuntaria.
En el género masculino o ser humano varón predominan una serie de
características genéticas tanto físicas, psíquicas y de comportamiento; Se hace
evidente que existan diferencias físicas (marcadas por la genética humana), que
han obligado al hombre como especie a desarrollar una serie de roles
determinados. Los roles desarrollados por los hombres desde los inicios de su
especie son popularmente conocidos por todos y contiene una serie de conductas
determinadas: la fuerza, la valentía, la virilidad, el triunfo, la competición, la
seguridad o el no mostrar afectividad, la voz gruesa, conducta más ruda que
puede llegar a la conducta agresiva ante otras personas y este riesgo puede
aumentar al encontrarse en un estado laboral ya sea empleado o desempleado
debido a la presión que esto le genere; cuando se habla de un estado laboral
empleado se refiere a la acción de una serie de tareas organizadas con un horario
establecido a cambio de una paga y el estado laboral desempleo es la situación de
una persona que se encuentra en condiciones de trabajar pero no tiene empleo o
lo ha perdido.
El objetivo del estudio será determinar quien presenta más agresividad si los
hombres al momento de estar empleados o los hombres estando desempleados
de una universidad privada. Se utilizará una muestra de 50 hombres. El
instrumento a emplear será el Inventario de Hostilidad de Buss-Durkee. Será un
estudio descriptivo comparativo y se utilizará el procedimiento estadístico de t de
Student. Se incluirán datos teóricos relevantes al tema, tesis que se relacionan
con la presente investigación y posteriormente se detallaran los resultados en los
capítulos correspondientes.
3
1.2 Antecedentes
A continuación, se presentan estudios en relación con las variables tratadas.
Muñoz (2013), elaboró un estudio de una aproximación a un modelo teórico de
tipologías de hombres maltratadores. Su objetivo fue establecer si existen
diferencias significativas entre hombres no maltratadores sin historia de violencia
previa y hombres maltratadores y de configurar un perfil de los hombres que
ejercen violencia contra su pareja a partir de la presencia de características
psicopatológicas, de personalidad, creencias en relación a violencia y género,
estilos de apego y estrategias de resolución de conflictos. La muestra constaba
de un total de 300 hombres, de 18 a 78 años de los quince centros de Arica a
Punta Arenas que implementan el programa “Hombres por una vida sin violencia”
(HEPVA) del Servicio Nacional de la Mujer. Los instrumentos que utilizó fue el
Inventario Clínico Multiaxial de Millon III, el Inventario de Expresión de la Ira-
Estado-Rasgo (STAXI-2), el Inventario de creencias en relación a la feminidad y
masculinidad (IMAFE), la Escala de Experiencias Cercanas (ERC), el Inventario
de Tácticas de resolución de conflictos y el cuestionario general sobre violencia.
Su estudio fue de tipo descriptivo correlacional y el procedimiento estadístico que
utilizó fue mediante el análisis correlacional de Pearson. Concluyó que los
maltratadores son un grupos distinguible dentro de la población que se
caracterizan por: a) por un pobre o bajo control de la ira; b) con creencias
machistas y misóginas en relación a la mujer; c) con estilos de apego temeroso y
preocupado, y d) con presencia de un 39% de trastornos de personalidad,
recomendó una intervención psicoeducativa centrada en la incorporación de
estrategias de educación psicosocial sobre formas pacíficas de convivencia y
resolución de problemas con la pareja, y la valoración de la mujer como una igual
y en las mismas condiciones de derechos y no subordinada al hombre.
4
Salazar (2010), realizó un estudio de mediación y violencia de pareja. Su objetivo
fue analizar las características que presenta la violencia de pareja en casos de
mediación familiar. La muestra constaba de 50 parejas con un total de 100
personas constituida por parejas que asistieron a procesos de mediación
reclutadas desde el Centro de Resolución Alternativa de Conflictos. El instrumento
que utilizó fue la prueba Spouse Assault Risk Assesment S.A.R.A. Su estudio fue
de tipo descriptivo transversal y el procedimiento estadístico que utilizó fue la
determinación de frecuencias. Concluyo que la mayor cantidad de parejas que
asistieron a procesos de mediación presentaron indicadores de la existencia de
violencia de pareja en sus diversos tipos y manifestaciones es posible afirmar que
efectivamente en la mayoría de los casos existen o han existido antecedentes de
violencia de pareja, recomendó otorgarle al proceso de mediación mayor
estructura y un tratamiento más especializado que posibilite la distinción de cada
caso y la viabilidad de la mediación en los mismos.
Zeta (2,007), ejecutó un estudio de la influencia de los patrones de crianza en el
contexto cultural y su relación con la agresividad en el niño escolar. Su objetivo fue
identificar las causas y consecuencias del comportamiento agresivo, la relación
que tiene con los patrones de crianza en las que el niño se desarrolla. La muestra
constaba de 10 niños que oscilan entre los 7 y 10 años de edad del colegio Liceo
Renacimiento ubicado en la zona 1 del municipio de Mixco de la ciudad de
Guatemala. El instrumento que utilizó fue el test F.T.T (Test de los cuentos de
hadas). Su estudio fue de tipo descriptivo correlacional y el procedimiento
estadístico que utilizo fue descriptivo. Concluyó que los patrones de crianza
influyen en la conducta agresiva que el niño muestra dentro del colegio,
recomendó organizar y realizar charlas educativas para hacer conciencia a los
padres sobre la importancia de los patrones de crianza y el comportamiento de
sus hijos.
5
Camus (2009), se centró en un estudio de los patrones de comunicación conyugal.
Su objetivo fue poder conocer si existen diferencias o similitudes de los patrones
de comunicación en parejas que manifestaban violencia conyugal, que no
manifestaban violencia conyugal y que se encontraban en psicoterapia para tratar
la violencia conyugal. La muestra constaba de 94 personas, 17 hombres y 77
mujeres con edades fluctuantes de 19 a 68 años de edad, todos con pareja, hijos y
trabajo. El instrumento que utilizó fue el Cuestionario de Comunicación Marital
COMARI. Su estudio fue de tipo descriptivo comparativo y el procedimiento
estadístico que utilizo fue Sociodemográfico. Concluyó que los patrones de
comunicación, la cantidad y frecuencia de información que expresa un conyugue
al otro, muestra la tendencia de ir reduciéndose a medida que se declara la
violencia conyugal y se trata la misma, recomendó ejecutar programas de atención
conyugal con orientación y tratamientos para una efectiva comunicación.
Cubilla (2013), investigó un estudio de agresividad en adolescentes de nivel medio
del colegio nacional Nueva Londres. Su objetivo fue determinar la existencia de
Conductas Agresivas entre los adolescentes del Nivel Medio. La muestra
constaba de un total de 43 adolescentes de sexos masculino y femenino de 16 a
18 años de edad. El instrumento que utilizó fue el Test BULLS, Medida de la
agresividad entre escolares. Su estudio fue de tipo descriptivo de corte trasversal y
el procedimiento estadístico que utilizó fue la determinación de frecuencias.
Concluyó que si existen conductas agresivas y se hallan presente de distintas
formas, recomendó a los profesores que deben estar atentos a: 1. La relación de
los alumnos/as en los pasillos y en el patio. 2. La no participación habitual en
salidas de grupo. 3. A la relación de los alumnos/as en los pasillos y en el patio.
6
Pinto (2006), indagó un estudio de inteligencia emocional para la disminución de
agresividad en niños. El objetivo de esta investigación fue determinar la eficacia
del Programa de inteligencia emocional “De Sapos a Príncipes” para la
disminución de agresividad en un grupo de niños de cuarto primaria. La muestra
constaba de un total de veinte niños que cursan el cuarto en la Escuela República
de Alemania, entre las edades de 9 y 13 años de edad. El instrumento que utilizó
fue la Batería de socialización 3 – BAS – para determinar el nivel de agresividad.
Su estudio fue de tipo descriptivo correlacional y el procedimiento estadístico que
utilizo fue t de Student. Concluyó que los niños que recibieron el Programa de
inteligencia emocional “De Sapos a Príncipes” disminuyeron las manifestaciones
de conductas agresivas, siendo capaces de optar por formas asertivas de
comunicación y manejar dichas conductas para no agredir a sus pares,
recomendó implementar el Programa de inteligencia emocional De Sapos a
Príncipes como tratamiento psicológico de los niños que muestran alto grado de
agresividad, con el fin de ayudar a que estos niños identifiquen sus emociones y
sepan cómo actuar cuando sientan el deseo de agredir a otros.
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CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
2.1 Agresividad
Hidalgo y Abarca (1992), considera que la agresividad es la intencionalidad de la
conducta y que esta intencionalidad hace referencia a las condiciones
antecedente.
González (2009), menciona que aunque la agresividad puede tomar diversas
formas de expresión, siempre tendrá como característica más sobresaliente el
deseo de herir.
Brouwer (2009), define a la agresividad como una conducta motriz. Hace
referencia a una acción física con el propósito de herir o hacer daño a otra
persona, o a veces destruir la propiedad.
Tafate (2009), se refiere a la agresividad como las experiencias internas de una
persona (en su mayor parte aprendidas) tales como pensamientos, fantasías,
imágenes, conductas verbales y reacciones corporales, frente a la conducta
aversiva de otras personas, y que varían en intensidad, frecuencia y duración.
Jesper (2015), afirma que la agresividad es una reacción social que emana de
nuestro cerebro. En ningún caso está genéticamente determinada.
2.1.1 Etiología de Agresividad May (1972), señala que la palabra agresión proviene del latín aggredi, ad (dirigido
a) y gradior (caminar), y significa literalmente "moverse con intención de dañar"
8
2.1.2 Tipos de conductas agresivas
Moyer (1968): propone la siguiente clasificación:
Agresión predatoria (conductas de ataque motivadas).
Agresión inter-machos (violencia física o conducta de sumisión exhibida por
los machos mutuamente).
Agresión inducida por el miedo (respuestas biológicamente programadas de
modo que se actúa de forma agresiva hacia cualquier clase de
confinamiento forzado).
Agresión territorial (conducta de amenaza o ataque que se muestra hacia
una invasión del territorio propio, o conducta de sumisión y retirada tras
enfrentarse con el intruso).
Agresión maternal (conducta agresiva mostrada por las hembras cuando un
intruso se acerca a sus crías).
Agresión irritable (agresión e ira dirigidas hacia un objeto cuando el agresor
se siente frustrado, herido, de privado o estresado).
Agresión relacionada con el sexo (incitada por los mismos estímulos que
disparan la respuesta sexual).
Agresión instrumental (la que conduce al individuo a obtener una
recompensa mediante el acto agresivo).
Robert (2009) Clasifica la agresión de la siguiente manera:
Agresión directa (conducta motriz encaminada a provocar un daño que se
dirige contra el objetivo).
Agresión indirecta (la conducta no está encaminada directamente al
objetivo).
Agresión hostil (no ha sido planificada y es impulsiva).
Agresión instrumental (cuidadosamente planificada y puede incluso estar
aprobada por la sociedad).
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Agresión verbal (chillar, gritar o insultar, específicamente cuando van
dirigidas intencionadamente a otra persona).
Strassberg (1994), diferencia las formas de agresión:
Agresión instrumental (utilizada para obtener o retener un objeto).
Agresión reactiva (utilizada como reacción enfadada de venganza contra un
acto, intencionado o accidental, cometido por un compañero).
Agresión intimidatoria (utilizada en un ataque contra otra persona sin
provocación previa).
Conjuntamente, la agresión reactiva y la agresión intimidatoria constituirían
la denominada agresión hostil.
2.1.3 Estados Emocionales Agresivos
Tafrate (2009), sugiere que a niveles más bajos de intensidad, los estados
emocionales agresivos suelen describirse con palabras tales como “irritado,
enfadado, enojado, ofendido, disgustado, fastidiado (y) molesto”. A un nivel
intermedio la experiencia puede etiquetarse directamente de “airado, agraviado,
enemistado, indignado (o) furioso”. A niveles muy intensos suele tildarse de
“enloquecido, encolerizado, rabioso, trastornado, frenético (o) fuera de sí”. Las
palabras correspondientes al nivel de intensidad más bajo suelen reflejar
únicamente la percepción fenomenológica del estado emocional interno.
Bohn (1863), propone que La agresividad comienza con la locura y acaba con el
arrepentimiento.
Kassinove (2009), el modelo explicativo del episodio de agresividad consta de
cinco partes: desencadenantes, valoraciones, experiencias, estilos de expresión y
consecuencias.
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Los desencadenantes: son los estímulos externos o internos que sientan
las bases de la reacción agresiva. Son las acciones (o no acciones) de
otras personas, o los momentos y lugares, o los recuerdos o pensamientos
actuales, que ponen en marcha la secuencia de la agresividad.
La valoración: la forma en que los pacientes perciben las conductas de los
demás contribuye, pues, en gran medida a decidir si van a experimentar
agresividad o no. A veces la agresividad está asociada a la valoración del
desencadenante como inesperado. Con mayor frecuencia los
desencadenantes son valorados como evitables e intencionados.
Experiencias: se refiere al conocimiento interior de la agresividad por parte
del paciente, como se pone de manifiesto cuando lo comparte verbalmente
con el profesional. Este conocimiento interior constituye un acontecimiento
privado, dado que es conocido únicamente por el paciente. Cuando el
paciente informa del mismo al profesional, lo hace sobre la base de la
percepción de las propias reacciones fisiológicas (el aumento del ritmo
cardíaco), de la autoobservación de las conductas motrices espontáneas
(apretar los puños, gritar) y del autoconocimiento de los pensamientos
relacionados con la agresividad. Obviamente, como acontecimiento privado
que es, la experiencia de la agresividad puede o no compartirse con los
demás. Coincidimos con Berkowitz (1993) en que la experiencia privada de
la agresividad no suele estar dirigida necesariamente a un objetivo. Es
decir, el paciente puede o no tener pensamientos dirigidos específicamente
hacia alguien o hacia algo. Pero independientemente de ello, el
acontecimiento privado de la agresividad casi siempre es desagradable y
tiene consecuencias negativas a corto y a largo plazo para el paciente. Por
contraste, la agresión casi siempre está dirigida a un objetivo y tiene el
propósito de provocar daño a una persona o un objeto específico.
Estilos de Expresión: a su vez, la experiencia subjetiva de la agresividad
suele conducir a unos estilos de expresión verbal y motriz observables.
Estos estilos de expresión pueden consistir en palabras descriptivas
(“¡Estoy de muy mala racha!”), palabras despreciativas y culpabilizadoras
11
(“Esa mujer se comportó como una bruta, me sacó realmente de quicio”), o
expresiones dirigidas directamente a la persona u objetivo (“¡Mantén las
narices fuera de mis asuntos!”). Pueden incluir conductas motrices
manifiestas como, por ejemplo, dar empujones y arrojar objetos, que
también pueden implicar un nivel muy alto de agresión.
El estilo real de expresión de la agresividad que manifiesta un paciente
está determinado por la combinación de (1) factores socio-culturales
generales que prescriben cuáles son las formas apropiadas y aceptadas de
expresar la agresividad y (2) la historia de aprendizaje social única de cada
uno de los pacientes.
Las consecuencias que siguen a la exteriorización de la agresividad tienen
un efecto determinante a la hora de decidir si la experiencia de agresividad
y la reacción expresiva acompañante se repetirán o no en situaciones
similares. Los episodios de agresividad se pueden abordar desde la
perspectiva de sus consecuencias a corto y a largo plazo. Las
consecuencias a corto plazo pueden aparecer durante el transcurso mismo
del episodio de agresividad (como en el caso de un cónyuge que se somete
de inmediato a las exigencias agresivas de su pareja) o en un período de
unas pocas horas a unos pocos días después del episodio de agresividad.
Estas consecuencias a corto plazo tienen la máxima probabilidad de influir
en la conducta agresiva, dado que es más probable que las consecuencias
cercanas en el tiempo ejerzan un efecto controlador ya sea positivo o
negativo. Las consecuencias a largo plazo no aparecen hasta transcurridas
semanas o meses después de que los episodios de agresividad tuvieran
lugar y, por tanto, pueden ejercer un menor efecto controlador. Pero
también existe toda una serie de consecuencias negativas a largo plazo,
muy claras y muy bien documentadas, asociadas a años de vivir una vida
marcada por una agresividad frecuente e intensa.
12
2.1.4 Consecuencias Problemáticas de la Agresividad
Tusquets (2006), afirma que la problemática de la agresividad es la ofuscación,
no es solo el hecho clínico de perder la conciencia o el grado de conciencia, sino
una categoría jurídica; porque perder el estado de conciencia implica la pérdida
del autocontrol y por tanto, ello genera la desculpabilización. La pérdida del
autocontrol coincide con la falta de conciencia mental humana, que es el estado
superior de la actividad cerebral, vigilante, que nos permite darnos cuenta y
reflexionar sobre nosotros mismos y nuestros actos, así como sobre todo lo que
nos rodea. El espacio-temporal es básico para la esencia y existencia de la
conciencia humana. Por ello, si se pierde este contacto con la realidad, el humano
deja de ser consciente de sus actos.
Dundin (2002), refiere que la agresividad puede tener consecuencias clínicamente
significativas a corto plazo, y a pesar de ciertas consecuencias positivas, como la
sumisión de los demás y el sentirse con más energía, la agresividad de los
pacientes elevada va más allá de energizar la conducta: la desorganiza. Su
agresividad está al servicio de algo más que una función de comunicación:
amenaza a los demás. Y también hace algo más que proporcionar una sensación
de control mediante la evocación de fantasías de venganza: promueve las
agresiones físicas. Por estas razones, es probable que los pacientes con
reacciones agresivas frecuentes, intensas y persistentes tengan problemas
relacionados con su agresividad. A largo plazo los aspectos negativos aparecen
durante o inmediatamente después del episodio de agresividad. Algunos emergen
de entre unas pocas horas a unos pocos meses después de los acontecimientos.
Otros, sin embargo, no aparecen sino al cabo de muchos años, estas
consecuencias de la agresividad están en función de años de alteración,
discusiones y discordias. Desgraciadamente, puede que a los ojos de los
pacientes estos resultados no sean relacionados con la agresividad, dado que
tardan tanto tiempo en salir a la superficie.
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Wolbert (1994), considera que las consecuencias negativas asociadas a las
reacciones agresivas incluyen:
Problemas de relación: Los pacientes agresivos son propensos a discutir;
“insisten” con virulencia y no ven la otra cara de la cuestión. Por ello, la
agresividad tiene un efecto distanciador. Es más probable que los pacientes
agresivos culpabilicen de un conflicto interpersonal a los demás y juzguen
sus acciones como “injustas” y “deliberadas”, lo que conduce al deseo de
desquitarse o vengarse.
Problemas laborales: Quedan sentadas las bases para la agresividad cada
vez que los trabajadores experimentan consecuencias indeseadas e
incontrolables provocadas por la conducta aversiva de sus compañeros de
trabajo, sus supervisores o sus subordinados. De forma característica, el
trabajador agresivo suele echarle las culpas a los demás, piensa que lo han
tratado con grosería e injustamente, proyecta la responsabilidad sobre otras
personas y tiene fantasías de venganza. El trabajador agresivo puede
atrincherarse en un aislamiento impuesto por él mismo, disminuyendo su
rendimiento dentro del equipo, o bien puede esforzarse por lograr el
respaldo de los demás con el fin de llegar al acuerdo conjunto de que el
trabajo es “horrible”, la empresa es “avariciosa”, etc. La agresividad puede
conducir a la confrontación, la insubordinación, el menoscabo de la política
de la empresa, el mal uso de las propiedades de la empresa, como los
teléfonos y los ordenadores, o incluso al robo descarado.
Déficit en la capacidad de tomar decisiones y aumento de las actitudes de
riesgo: La agresividad puede hacer que los pacientes se enzarcen en
acciones contraproducentes, rindan por debajo de su capacidad y sean
penalizados en su intento de “ganar” a los demás. Las pautas
características de la toma de decisiones racionales quedan en suspenso,
disminuye la confianza, aumenta la competitividad innecesaria y las
situaciones interpersonales se contemplan como “batallas” que es preciso
ganar a cualquier precio. Se asumen riesgos innecesarios y
14
contraproducentes para alcanzar unos objetivos que más adelante
demuestran ser de poca monta e indignos de tales riesgos.
Abuso de sustancias: La agresividad está relacionada con el consumo de
sustancias psicoactivas y provoca la recaída de los pacientes que habían
logrado superar su dependencia de las drogas o el alcohol.
Desorganización de la conducta motriz: es probable que la agresividad
aumente la dificultad asociada a las tareas motrices complejas, como el
tocar un instrumento musical con una gran habilidad. La agresividad
también está asociada a un rendimiento más bajo en actividades físicas que
requieren “frialdad” ante el peligro, al margen de que podamos ser
extremadamente habilidosos en estas mismas tareas cuando no estamos
agresivos.
Rumiación: fantasías de venganza y desadaptación interpersonal y laboral.
La rumiación de la agresividad consiste en recuerdos insistentes acerca de
un desencadenante de agresividad ya pasado y la focalización de la
atención en la vivencia inmediata de agresividad, además de una serie de
pensamientos distorsionados que son contrarios a lo que realmente sucedió
Sentimientos negativos adicionales: Los sujetos con un nivel elevado de
agresividad confirman que experimentan más sentimientos negativos tales
como depresión, rechazo, ridículo y culpa/vergüenza de resultas de sus
episodios de agresividad.
Agresión: La agresión es una de las consecuencias negativas que pueden
aparecer de resultas de la activación general y de la agresividad. La
agresividad puede sentar las bases para la ocurrencia de muchos tipos de
agresión, desde atentados a la propiedad y ataques físicos de carácter
menor a delitos mayores tales como los asesinatos “pasionales”. El impulso
al desquite y la venganza es sólo una de las razones por la que las
personas pueden recurrir a la agresión cuando se sienten agresivas.
Implica un sentido de la justicia retributiva bajo la forma de “si tú me
ofendes, yo te ofenderé”. La agresividad es un estado subjetivo negativo; es
incómoda y molesta.
15
2.2 Género Masculino
Money (1955), plantea que es el conjunto de atributos que se asignan
culturalmente a los sujetos varones a partir de la diferencia sexual.
Careaga (1996), refiere que la biología determina las características funcionales
de la reproducción de un macho, por otro, el ambiente y el contexto social
determinan las expresiones de los comportamientos asociados a lo que se
acostumbra llamar de masculinidad.
Langman (2004) el hombre produce por cada célula sexual un espermatozoide
con un cromosoma (Y) y un espermatozoide con un cromosoma (X).
Freud (1910) La masculinidad se construye a través de procesos emocionales e
intelectuales, pero sobre todo simbólicos y sociales. Muchos de ellos provienen del
inconsciente y son los que verdaderamente determinan y dan forma a lo que
entendemos como masculinidad.
Núñez (2005), El concepto de masculinidad es un constructo psicosocial que se
expresa en los individuos a través de conductas fijas, las cuales tienen
representaciones mentales y son susceptibles de ser analizadas en sus formas
inconscientes, netamente simbólicas o de representación de deseos y
necesidades humanas, mucho más profundas que el simplemente ser hombre.
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2.3 Empleo
Blanch (1996), describe que el empleo es aquella inversión consciente e
intencional retribuida o no, con o sin cláusulas contractuales de una determinada
cantidad de esfuerzo individual o colectivo en orden a la producción de bienes,
elaboración de productos o realización de servicios con los que satisfacer algún
tipo de necesidades humanas.
Jahoda (1958), se refiere al trabajo realizado en condiciones contractuales por el
que se recibe una remuneración material.
Schlemenson (2007), el empleo es valorado como las oportunidades para salir de
la marginación y la pobreza.
2.4 Desempleo
Contreras (2011) describe que consiste en la utilización incompleta de los factores
productivos, generalmente el trabajo.
Samuelson (2006), afirma que en términos económicos, el desempleo se da
cuando existen trabajadores calificados dispuestos a trabajar a los salarios que
prevalecen pero no pueden encontrar empleo.
Juane (2004), el desempleo nunca es el resultado de la tecnología en sí, sino de la
dinámica de las relaciones sociales capitalistas ya que, tanto el desarrollo
tecnológico como los ritmos de acumulación y las crisis, son parte constitutiva del
proceso de valorización del capital.
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CAPÍTULO III
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
¿Existirá alguna diferencia de agresividad en hombres empleados y
desempleados?
3.1 Justificación
El hombre es un ser social, dominante y proveedor por naturaleza, para la
sobrevivencia de su familia necesita tener un empleo que le permita auto
realizarse y salir adelante, pero al momento de no ser así, cuando el trabajo
genera frustración, incomodidad y no alcanza para sobrevivir puede generar un
malestar significativo y este llevarle a que la persona afectada proyecte su
frustración y su ira en su entorno, provocándole así tener conductas agresivas con
las personas que lo rodean ya sea verbal, psicológica o física. Otra causa de
agresividad puede ser el desempleo, Guatemala es un país en vías de desarrollo
donde se encuentra una tasa de desempleo de 2.9%. Y cada vez incrementa más,
esto causa al hombre un desequilibrio emocional el no poder proveer,
ocasionando rabia, inseguridad, frustración y enojo, pudiendo ocasionar que todos
estos sentimientos se vuelvan en agresividad contra sus seres queridos.
Es importante para el Psicólogo interesarse en temas como la agresividad ya que
esta puede tomar diversas formas de expresión y siempre tendrán como
característica más sobresaliente el deseo de herir, es por esto que es necesario la
intervención de un profesional de la salud mental para poder ayudar a estas
personas a controlar los impulsos de agresividad y dejar de herir a otros ya que si
esto no es tratado puede llegar a causar en la persona un deterioro de la salud
mental y emocional así como causar a otros un daño irremediable.
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3.2 Objetivos
3.2.1 General
Determinar si existe diferencia en las conductas agresivas de hombres
empleados y desempleados.
3.2.2 Específicos
Aplicación del Inventario de Hostilidad de Buss-Durkee para evaluar
conductas agresivas en ambos grupos.
Identificar cuantos sujetos por grupo presentan la variable estudiada.
Comparar los grupos muéstrales.
3.3 Hipótesis de investigación
Hi Existe una diferencia estadísticamente significativa al 0.05% en agresividad
cuando se comparan hombres empleados y hombres desempleados.
Ho No existe una diferencia estadísticamente significativa al 0.05% en
agresividad cuando se comparan hombres empleados y hombres desempleados.
3.4 Variables
3.4.1 Independiente
Hombre empleado
Hombre desempleado
3.4.2 Dependiente
Agresividad
19
3.4.3 Definición conceptual de variables
Variable independiente: hombre empleado y desempleado, es
aquel que desempeña un papel en el cual es remunerado
económicamente por su trabajo o bien no desempeñando ningún rol
de trabajo por lo cual no es remunerado económicamente
encontrándose desempleado.
Variable dependiente: agresividad, es una manifestación deliberada
aprendida o imitada de agresión contra otra persona u objeto, siendo
esta conducta verbal, psicológica o física.
3.4.4 Definición operacional de variables
Independiente
Se determinaron estos datos por medio de una boleta de datos
elaborada por la autora de la aplicación.
Dependiente
Esta variable se obtuvo por medio de la aplicación del Inventario de
Hostilidad de Buss-Durkee.
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3.5 Alcances y límites
Ámbito geográfico: Guatemala
Ámbito institucional: Universidad privada
Ámbito personal: 25 hombres empleados y 25 hombres
desempleados
Ámbito temporal: 2,015 – 2,016
Ámbito temático: Agresividad en hombres empleados
y desempleados.
3.6 Aportes
A la universidad Mariano Gálvez de Guatemala (UMG). Ya que es una
investigación que contribuye a la Psicología general y clínica, por describir y
otorgar información acerca de la existencia de agresividad en hombres
empleados y desempleados adultos jóvenes de una universidad privada.
A la población estudiantil y profesional: como aporte y material de consulta
para los futuros estudiantes de la facultad de Psicología.
Sirve como antecedentes para futuras investigaciones.
21
CAPÍTULO IV METODO
4.1 Sujetos
Para el presente estudio se tomó una muestra de 50 hombres 25 empleados y 25
desempleados que asisten a una Universidad privada comprendidos entre 20 y 30
años de edad. Utilizando el muestreo por conveniencia.
4.2 Instrumentos
Para medir la variable de esta investigación se utilizó el Inventario de Hostilidad,
un instrumento propicio para medir los niveles de agresividad en los hombres,
elaborado por Buss y Durkee, cuyo objetivo es brindar información al clínico
acerca de la existencia de conductas agresividad.
Consta de 75 ítems y mide 8 sub escalas como la violencia, hostilidad indirecta,
irritabilidad, negativismo, resentimiento, recelos, hostilidad verbal y culpabilidad.
Se puede administrar tanto colectiva como individual.
El instrumento puede aplicarse y calificarse de forma manual. Se puede aplicar en
20 minutos, sugiriendo un ambiente cómodo, tranquilo, sin interrupciones, ni
ruidos.
Para su corrección se necesita sumar cada valor obtenido por ítem ya que cada
respuesta afirmativa equivale a 1 punto y cada respuesta negativa equivale a 0
puntos, se encuentran diferentes puntos de corte propuestos para cada sub
escala.
Se utilizó una boleta de datos personales elaborado por la autora de la
investigación.
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4.3 Procedimientos
Se solicitó autorización al Señor Decano de la Facultad de Psicología de la
Universidad Mariano Gálvez para aprobación del anteproyecto de tesis, el
cual se otorgó.
Selección del tema.
Elaboración del pre diseño de investigación.
Investigación en las diferentes bibliotecas nacionales e internacionales por
medio de internet sobre los antecedentes nacionales e
internacionales relacionados con el tema de investigación.
Recopilación de la información para desarrollar el marco teórico.
Determinar el problema.
Establecer el marco metodológico.
Aplicación del Inventario de Hostilidad de Buss-Durkee a los hombres
empleados y desempleados de una universidad privada.
Corrección de las pruebas para obtención de resultados.
Análisis de diferencia de medias por medio del procedimiento de t de
Student.
Interpretación y análisis de los resultados de cada grupo de estudio.
Realización de conclusiones y recomendaciones tomando como base los
resultados obtenidos.
Elaboración de informe final.
Presentación final.
23
4.4 Diseño
La presente investigación es de tipo descriptiva comparativa (Sánchez y Reyes
1996).
La investigación descriptiva comparativa consiste en recolectar en dos o más
muestras con el propósito de observar el comportamiento de una variable,
tratando de controlar estadísticamente otras variables.
4.5 Metodología Estadística
Para obtener los resultados estadísticos se utilizó el programa Microsoft Office
Excel versión 2010 por medio del procedimiento de la estimación del número
adecuado de elementos con la formula t de Student, se basa en una distribución
de probabilidades en donde se estima la media de una población pero que el
tamaño de la muestra es muy pequeño. Su función es la determinación y
comparación de dos medias muéstrales y para la elaboración del intervalo de
confianza para la diferencia entre las medias de dos poblaciones cuando no se
conoce la desviación típica de la población.
24
CAPÍTULO V
PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS
A continuación, se detalla el análisis inferencial que explica los resultados de la
agresividad en hombres empleados y desempleados.
Cuadro # 1
Agresividad en hombres
Sujetos Muestra Media Valor de t Valor
critico de t
Aceptación
de
Hipótesis
Hombres
Empleados
25
28.72
-2.05
1.71
Hi1
Hombres
Desempleados
25
33.02
Fuente: BDHI
Interpretación: Existe una diferencia estadísticamente significativa al 0.05% en
agresividad entre el grupo de hombres empleados en comparación al grupo de
hombres desempleados debido a que el valor t (-2.05) es mayor que el valor critico
t (1.71) por lo que se acepta la hipótesis de investigación Hi.
25
CAPÍTULO VI
DISCUSIÓN DE RESULTADOS
El objetivo de esta investigación fue determinar si existe diferencia en las
conductas agresivas de hombres empleados y hombres desempleados entre 20
y 30 años de edad de una universidad privada y determinar si existe alguna
diferencia estadísticamente significativa a nivel 0.05% para el mismo se utilizó el
instrumento de Inventario de Hostilidad de Buss y Durkee, (1,957).
Luego de haber aplicado la prueba correspondiente a la muestra estudiada se
pudo concluir respecto a la agresividad que si existe diferencia estadísticamente
significativa ya que la t tiene el valor de 2.05 siendo mayor al valor crítico de 1.71
por lo tanto se acepta la hipótesis de investigación. Así mismo se determinó que la
media que corresponde al grupo de hombres empleados es de 28.72 mientras que
la media del grupo de hombres desempleados es de 33.02 siendo el grupo de
hombres desempleados quienes muestran mayor incidencia de agresividad.
Los resultados obtenidos en esta investigación mostraron que existe una
diferencia estadísticamente significativa con respecto al grupo de hombres
empleados y desempleados. Se obtuvo que el grupo de 25 hombres empleados
13 de ellos manifestaron agresividad así también el grupo de 25 hombres
desempleados 20 de ellos presentaron agresividad.
Es evidente que la agresividad en el grupo completo de 50 hombres es alta ya que
se obtuvo que 33 de 50 hombres presentan conductas agresivas. Cumpliéndose
los objetivos planteados, se aplicó la prueba psicométrica así mismo se determinó
la existencia de agresividad seguidamente se analizó que grupo presentó mayor
incidencia de la misma realizándose a su vez una comparación entre la muestra
estudiada y finalmente se determinó la existencia estadísticamente significativa de
la variable descrita en esta investigación.
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Respecto a los antecedentes citados se mencionan a:
Los resultados son similares a los de Zeta (2,007), sin embargo, difieren de la
muestra ya que elaboró un estudio de la influencia de los patrones de crianza y su
relación con la agresividad en el niño escolar. Su objetivo fue identificar las causas
y consecuencias del comportamiento agresivo y concluyó que los patrones de
crianza influyen en las conductas agresivas que el niño muestra dentro del
colegio.
Los resultados son similares a los de Muñoz (2013), no obstante, difieren de la
muestra ya que elaboró un estudio de una aproximación a un modelo teórico de
tipologías de hombres maltratadores. Su objetivo fue establecer si existen
diferencias significativas entre hombres no maltratadores sin historia de violencia
previa y hombres maltratadores y de configurar un perfil de los hombres que
ejercen violencia contra su pareja a partir de la presencia de características
psicopatológicas, de personalidad, creencias en relación a violencia y género,
estilos de apego y estrategias de resolución de conflictos y concluyó que los
maltratadores son un grupo distinguible dentro de la población que se caracterizan
por: a) por un pobre o bajo control de la ira; b) con creencias machistas y
misóginas en relación a la mujer; c) con estilos de apego temeroso y preocupado,
y d) con presencia de un 39% de trastornos de personalidad.
Los resultados son similares a los de Salazar (2010), sin embargo difieren de la
muestra ya que realizó un estudio de mediación y violencia de pareja. Su objetivo
fue analizar las características que presenta la violencia de pareja en casos de
mediación familiar y concluyó que la mayor cantidad de parejas que asistieron a
procesos de mediación presentaron indicadores de la existencia de violencia de
pareja en sus diversos tipos y manifestaciones es posible afirmar que
efectivamente en la mayoría de los casos existen o han existido antecedentes de
violencia de pareja.
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CAPÍTULO VII
CONCLUSIONES
De acuerdo a los resultados se puede observar una diferencia
estadísticamente significativa de agresividad en hombres desempleados en
comparación con el grupo de hombres empleados.
De 50 personas total de la muestra 66% de los hombres presentan
agresividad y 34% no inciden en la conducta agresiva. Siendo la incidencia
alta.
Los hombres desempleados demostraron mayor incidencia de agresividad
siendo un total de 80% hombres de este grupo quienes manifiestan
agresividad.
Se determinó del grupo de hombres empleados 53% demostraron
agresividad.
Se aceptaron las hipótesis de investigación Hi agresividad.
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CAPÍTULO VIII
RECOMENDACIONES
A los profesionales de la salud mental y estudiantes de psicología
implementar talleres y cursos informativos acerca de la agresividad, sus
signos, síntomas y como combatirla.
Promover el tema agresividad en hombres a cualquier persona ya que este
puede ser para mujeres, familia o niños utilizando recursos como talleres o
charlas en centros de estudios como colegios o escuelas y también en
universidades.
A los padres de familia u hombres en general, si en algún momento
identifican en su hijo o en un amigo sintomatología de conductas agresivas,
deben de buscar ayuda profesional psicológica, ya que esto puede tener
consecuencias fatales tanto mentales como físicas para la persona y sus
allegados.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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reflexiones actuales sobre la masculinidad a partir de Freud. México, D.F.,
MX: Instituto Politécnico Nacional, 2005.
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agresividad: manual de tratamiento completo para profesionales. Bilbao,
ES: Editorial Desclée de Brouwer, 2009.
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programa de prevención de conductas agresivas y violentas en el aula.
Bilbao, ES: Editorial Desclée de Brouwer, 2010.
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violencia y la agresividad, y de la sexualidad. Madrid, ES: Ediciones Díaz de
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http://afgarciamier.wikispaces.com/Conceptos+de+Desempleo.
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ANEXO
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