Suplemento Aniversario El Observador

16
del mágico arte del vitraux EL OBSERVADOR Desde 1970 impulsando el desarrollo www.diarioelobservador.cl Suplemento Especial 41 años Viernes 30 de septiembre de 2011 cultura

description

Edición Especial 41 años - Cultura

Transcript of Suplemento Aniversario El Observador

Page 1: Suplemento Aniversario El Observador

del mágico arte del vitraux

EL OBSERVADORDesde 1970 impulsando el desarrollo

www.diarioelobservador.cl Suplemento Especial 41 años Viernes 30 de septiembre de 2011

cultura

Page 2: Suplemento Aniversario El Observador

2 EL OBSERVADOR / Viernes 30 de septiembre de 2011 Suplemento Cultural

EL OBSERVADOREMPRESA PERIODÍSTICA Fundador y Presidente del Directorio:

Roberto Silva BijitDirector: Roberto Silva Binvignat

Editores:Claudio Espejo BórquezGustavo Rodríguez Catalán

Gerente Comercial:Julio Cifuentes Mora

EDICIONES ESPECIALES

Visten de túnica y turbante, guardan el Sabbat, son vegetarianos y dejan a su paso un halo de paz y tranquilidad. Son los Boboshanti, un movimiento rastafari que no tiene nada de nuevo, pero sí mucho de desconocido para la gran mayoría de la sociedad chilena.

Y no es para menos, porque basan sus creencias y su fe de vida en conceptos que están liga-dos a la cultura africana, un lugar del que estamos geográfi camente muy alejados, pero con el que -según explican- compartimos una gran ligazón ancestral.

A pesar de que es un movi-miento que tiene cada vez más adeptos alrededor del mundo, aún no está lo sufi cientemente genera-lizado en el resto de Latinoaméri-ca, donde no hay muchas congre-gaciones.

Villa Alemana es una de las pocas ciudades que alberga una de sus comunidades, por lo que re-sulta de gran importancia para los habitantes de la comuna conocer con un poco más de profundidad cuáles son las bases de la cultura rastafari y cuáles son sus caracte-rísticas de vida.

Rodrigo Calderón, uno de los dos sacerdotes boboshanti que hay en Chile, es una de las perso-nas más capacitadas para explicar sobre la cultura rastafari y para ello conversó con “El Observador”.

FE DE VIDALo primero que hay que saber

La verdad de los Boboshanti: seguidores de Jah Rastafari que viven en Las Vegas

A pesar de que están en Villa Alemana desde hace cinco años, pocos saben realmente quienes son y en qué creen estos hombres y mujeres que han hecho de la fe su forma de vida

sobre los Boboshanti es que no son, como muchos creen, una secta, ni una religión ni una tribu urbana. Según explicó el sacerdote Rodrigo Calderón, “somos una fe de vida. Eso involucra una cultura en sí. La fe de vida rastafari involucra una ma-nera de pensar, de vestir, de alimen-tarse y de alabar a Dios”.

Con respecto a su divinidad, el sacerdote comenta que “existe un solo Dios para toda la humanidad, nosotros le llamamos Jah Rasta-fari y en sí es el mismo Dios de Israel, el que aparece en la Biblia. Es el mismo para toda la humani-dad, sólo que él se manifi esta con distintos nombres”, indica.

El Congreso Negro Internacio-nal Etíope Africano fue fundado en Jamaica en 1958 por el honorable Emmanuel Charles Edwards que, según indica el sacerdote Rodri-go Calderón, es “nuestro digno fundador, nuestro líder espiritual, nuestro dios y nuestro rey”. Este movimiento resurgió en Jamaica y en el año 2006 se estableció aquí en Chile.

“La fe de vida rastafari tiene su raíz en África, pero se manifestó en Jamaica porque fueron traídos millones de esclavos africanos. En-tonces, por esta razón el movimiento resurgió en Jamaica, pero su raíz es-piritual en sí viene de África. Dentro del movimiento rastafari, Bobos-hanti es el orden sacerdotal, por eso nosotros vestimos con túnicas y turbantes. Otros rastafaris no se visten con túnica y turbante, pero son rastas igual”, explica.

Pero, ¿qué es un rastafari?. El sacerdote cuenta que “es una per-sona que reconoce la divinidad im-perial de Haile Selassie como rey y como Dios, que representa también a África como su hogar espiritual y que reconoce la repatriación inter-nacional de los esclavos africanos como propósito fundamental de la fe de vida rastafari”.

EN VILLA ALEMANA Los Boboshanti son un con-greso internacional, cuyo

cuartel central está ubica-do en Jamaica y además tienen ofi cinas en todo el mundo. La ofi cina

central de Sudamé-rica está en Villa Alemana, a pesar de que hay gente en Santiago y en San Felipe, que también comparte esta fe de vida.

Así, en una

loma ubicada en el sector de Las Vegas, se encuentra el Congreso Negro Internacional Etíope Africa-no. Divina Iglesia de Salvación”, el lugar donde las aproximada-mente 50 personas que com-parten esta fe de vida, viven en comunidad. Entre los ras-tafaris existen distintas órde-nes; por ejemplo, están los Nyabinghi, las 12 tribus de Israel, pero en Villa Alemana está sólo la orden rastafari.

Rodrigo Calderón, rela-ta que a esta ciudad llegaron porque, “cuando a los sacer-dotes se nos dio el mandato de establecer una ofi cina en Chile, aquí fue donde nosotros encon-tramos arriendo en un lugar más o menos como el que necesitá-bamos. Aunque nos gusta mucho, nuestra intención no es estar acá para siempre, porque necesitamos irnos a un lugar un poco más gran-de y más retirado”.

“La idea es que sea un lugar que sea idóneo para nuestra vida espiritual, no puede ser un lugar en el centro de la ciudad porque ahí hay mucha bulla y mucho mo-vimiento y eso no es óptimo para la vida espiritual que nosotros tenemos de ayuno de oraciones, de alabanza, por eso buscamos un lugar que esté conectado con la naturaleza. Las Vegas es un lugar si-lencioso y como es alto, tiene un aire limpio. Por eso son básicamente las razones que a nosotros nos llevaron a escoger el lugar, porque de las cosas que había disponibles, era la mejor opción”, explicó.

LEYES Y JERARQUÍASLos Boboshanti se rigen por

una constitución, que establece sus orientaciones de vida principa-les. Dentro de ellas se encuentran situaciones de suma importancia, como el Sabatt. “Este es un día de descanso en el que cesamos de todos los trabajos físicos, es un día de conexión con Dios y de alabanza. Ese día nos vestimos de blanco, ayunamos, no gastamos dinero, no hacemos viajes, no usamos cuchillos, no prendemos fuego y dejamos todo preparado desde que cae el sol del día an-terior hasta que cae el sol del día siguiente”, detalló el sacerdote.

A pesar de que este es el día de recogimiento, los Boboshanti oran todos los días, con un régimen de “tres oraciones diarias, a las que llamamos sacrifi cios espirituales. En ellas leemos siete salmos, a las siete de la mañana, a la una de la tarde y

a las siete de la tarde”. Sobre el casamiento, el sacer-

dote comenta que “cuando uno se une con una sola mujer y se hacen una sola carne, ya se está casado. En nuestro congreso tenemos una ceremonia de casamiento, pero es bastante simbólica. Ahora, si un her-mano quiere casarse por las leyes chilenas, también puede hacerlo, porque nosotros no somos prohibiti-vos, porque no somos una secta”.

ALIMENTACIÓNY VESTIMENTA

Muchas personas se han en-contrado con algunos boboshanti vendiendo hamburguesas de soya y productos integrales en diversas ciudades. Respecto de su trabajo, el sacerdote indica que “el principio que nos guía es ser autosufi cien-tes. Por eso hay hermanos que es-cogieron vender hamburguesas de soya y la mayoría trabaja en eso. Nos organizamos de tal manera que un tiempo te toca vender y un tiempo te toca producir”, cuenta el sacerdote y agrega que “nos va bien, porque hay gente que ya nos conoce, le gusta la comida vegeta-riana y por eso hemos hecho una buena clientela”.

Pero no todos se dedican a eso: “hay algunos hermanos que son electricistas, otros que traba-jan en la agricultura. En mi caso, soy técnico agrícola y tengo un invernadero de fl ores”, cuenta Ro-drigo. “Siempre la idea es ser auto-sufi ciente, porque uno trabaja para uno mismo y no para el sistema. Porque si lo hiciéramos así, sería difícil llevar esta fe de vida, porque en ningún lugar te van a dejar tra-bajar con esta apariencia física o te van a permitir que no vayas a

trabajar el día sábado”, aseguró.Una de las cosas que más lla-

ma la atención de los Boboshanti es su forma de vestir, que no es ca-sual y tiene toda una explicación.

Con respecto al uso de túnica y turbante, el sacerdote Rodrigo

Calderón explica que “es una tradición antigua. Es como una armadura espiritual para esta batalla, es como un uni-forme de trabajo. Nosotros igual sabemos que estamos

en una batalla espiritual con-tra el mal y la túnica y el turban-

te viene a traer ese sello”.El turbante es usado como

parte del voto de nazareo. “No cor-tamos nuestro cabello, no pasa-mos navaja sobre nuestra cabeza ni la punta de la barba y cubrimos nuestra cabeza porque ese es el sello de Cristo en nuestro tiempo. Es un voto de consagración tam-bién, porque nuestra corona está consagrada hacia Dios y por eso la cubrimos, para que se manten-ga pura. Además es un asunto de higiene y comodidad”.

A pesar de que sus vestimen-tas son siempre muy llamativas, lo que más usan son los colores de la bandera de Etiopía, rojo, amarillo y verde, que según explica Rodrigo “representan el evangelio de Cris-to. Dentro de este concepto, el rojo representa la sangre, el amarillo re-presenta la riqueza de África y el ver-de, a los campos. Además, se usa mucho el negro, porque este color representa a la raza negra y porque este movimiento es parte de ellos”.

En cuanto a la alimentación, siguen una dieta vegetariana rigu-rosa, que se debe a cuestiones de salud. “Hay muchas enfermedades que son producidas por mal ali-mentarse, por eso nosotros cuida-mos de nuestro cuerpo, porque es nuestro templo y por ende, la pri-mera iglesia de Dios. Tampoco nos hacemos tatuajes ni transfusiones de sangre, a menos que sean ab-solutamente necesarias”, cuenta.

Para fi nalizar, el sacerdote Rodrigo Calderón detalló cuál es la principal motivación que los une a la congregación. “El mensaje que los rastafari venimos a entregar a la gente es que Dios vive dentro de nuestros corazones y que no está muerto como lo enseñan las religiones. Recuerden las palabras que le dijo Cristo a sus discípulos: ámense unos con otros y hagan a los demás lo que les gustaría que hicieran con ustedes”.

Lo primero que hay que saber y turbantes. Otros rastafaris no se visten con túnica y turbante, pero son rastas igual”, explica.

Pero, ¿qué es un rastafari?. El sacerdote cuenta que “es una per-sona que reconoce la divinidad im-perial de Haile Selassie como rey y como Dios, que representa también a África como su hogar espiritual y que reconoce la repatriación inter-nacional de los esclavos africanos como propósito fundamental de la fe de vida rastafari”.

EN VILLA ALEMANALos Boboshanti son un con-greso internacional, cuyo

cuartel central está ubica-do en Jamaica y además tienen ofi cinas en todo el mundo. La ofi cina

central de Sudamé-rica está en Villa Alemana, a pesar de que hay gente en Santiago y en San Felipe, que también comparte esta fe de vida.

visten con túnica y turbante, pero son rastas igual”, explica.

Pero, ¿qué es un rastafari?. El sacerdote cuenta que “es una per-sona que reconoce la divinidad im-perial de Haile Selassie como rey y como Dios, que representa también a África como su hogar espiritual y que reconoce la repatriación inter-nacional de los esclavos africanos como propósito fundamental de la fe de vida rastafari”.

EN VILLA ALEMANALos Boboshanti son un con-greso internacional, cuyo

cuartel central está ubica-do en Jamaica y además tienen ofi cinas en todo el mundo. La ofi cina

central de Sudamé-rica está en Villa Alemana, a pesar

Rodrigo Calderón, uno de los dos sacerdotes boboshanti

que hay en Chile y que dirige la congregación de Las

Vegas, en Villa Alemana.

establecer una ofi cina en Chile, aquí fue donde nosotros encon-

trabajar el día sábado”, aseguró.Una de las cosas que más lla-

ma la atención de los Boboshanti es su forma de vestir, que no es ca-sual y tiene toda una explicación.

Con respecto al uso de túnica y turbante, el sacerdote Rodrigo

Calderón explica que “es una tradición antigua. Es como una armadura espiritual para esta batalla, es como un uni-forme de trabajo. Nosotros igual sabemos que estamos

en una batalla espiritual con-tra el mal y la túnica y el turban-

te viene a traer ese sello”.El turbante es usado como

parte del voto de nazareo. “No cor-tamos nuestro cabello, no pasa-

loma ubicada en el sector de Las Vegas, se encuentra el Congreso Negro Internacional Etíope Africa-no. Divina Iglesia de Salvación”, el lugar donde las aproximada-mente 50 personas que com-

ta que a esta ciudad llegaron porque, “cuando a los sacer-dotes se nos dio el mandato de establecer una ofi cina en Chile,

loma ubicada en el sector de Las Vegas, se encuentra el Congreso Negro Internacional Etíope Africa-no. Divina Iglesia de Salvación”, el lugar donde las aproximada-mente 50 personas que com-

ta que a esta ciudad llegaron porque, “cuando a los sacer-dotes se nos dio el mandato de establecer una ofi cina en Chile,

trabajar el día sábado”, aseguró.

ma la atención de los Boboshanti es su forma de vestir, que no es ca-sual y tiene toda una explicación.

Con respecto al uso de túnica y turbante, el sacerdote Rodrigo

tra el mal y la túnica y el turban-te viene a traer ese sello”.

parte del voto de nazareo. “No cor-El medallón que lleva el sacerdote incluye varios símbolos vinculados a las creencias y orígenes del movimiento Boboshanti.

Cecilia Castro Mendoza

Page 3: Suplemento Aniversario El Observador

3EL OBSERVADOR / Viernes 30 de septiembre de 2011 Suplemento Cultural

“Amo demasiado las estrellas como para temer a la noche”. Ésta es la cita que suele utilizar María Paz Cornejo Pérez, para firmar sus correos electrónicos, que fue la pri-mera vía de contacto que tuvimos para contar su historia. Aunque con esta frase ya deja en clara su pasión por los astros, al conocerla es posi-ble darse cuenta que cualquier enunciado o expresión es poco para explicar una vida entera de-dicada a mirar más al cielo que hacia el suelo, lo que actualmen-te traspasa a los alumnos de los establecimientos educacionales municipalizados de Hijuelas, con el objetivo de formar nuevos di-vulgadores científicos, a través de inéditos talleres de astronomía. María Paz Cornejo tiene 40 años y gran parte de su vida se desarrolló en Santiago. Nació en la capital y también ahí realizó su enseñanza básica, media y sus estudios superiores, titulándose como analista de sistemas en el Centro de Formación Técnica Acuario Data. Así como se lee hasta el mo-mento, pareciera la historia de al-guien común y corriente. Por eso hay que retroceder junto a María Paz en sus remembranzas para entender su amor por las estrellas,

María Paz: la mujer que traspasa su amor a las estrellas a los niños de Hijuelas

En el Liceo Municipal Luis Laborda se realiza un taller de astronomía, de primero básico a cuarto medio, con tecnología de última generación

como su decisión de olvidar su ca-rrera profesional y cambiar el aje-treo capitalino por la tranquilidad y cielos limpios de Hijuelas. Según recuerda la profesio-nal, su afición por las estrellas se remonta hasta su más tierna edad: “Desde niña me gusta mirar el cie-lo, incluso, mis padres me dicen que desde antes de caminar ya tenía una fijación con él”. Pasaron los años y, cuando aprendió a leer, inició un pro-ceso totalmente autodidacta en cuanto al estudio de temas as-tronómicos y científicos. Revis-tas, notas en periódicos y algu-nos libros fueron sus primeras

fuentes de información. “Recortaba todo donde apa-recían las palabras ‘cielo’ o ‘es-trellas’, le pedía a mis papás que me llevaran a la biblioteca y ellos también me empezaron a comprar libros, acorde a la edad, pero re-lativo a los planetas y temas re-lacionados. Era algo raro que me gustaran tanto cosas de ese tipo, poco habitual”, reveló María Paz. Para su fortuna, en la dé-cada de los ochenta -siendo ya una adolescente- comenzaron a aparecer programas de televi-sión sobre divulgación científica. Uno de ellos fue “Cosmos”, del astrónomo estadounidense Carl Sagan, transmitido por Canal 13. “Hasta ese momento no ha-bía mucha literatura para gente común, era sólo para estudiantes de astronomía, pero no para gente común. Él inició la divulgación de la ciencia, fue el gran inspirador de toda una generación, porque acercó las estrellas a la tierra, de una forma apta para que fuera en-tendido por cualquiera”, explicó la profesional.

Junto con esta revolución de la ciencia, en la misma época Ma-ría Paz descubrió un lugar donde encontró personas con sus mis-mos intereses: la Asociación Chi-lena de Astronomía y Astronáutica (ACHAYA) (Ver recuadro). “Llegué por un aviso apare-cido en un diario. Fue así que pri-mero me acerqué a la biblioteca, luego me hice socia, comencé a ir al observatorio que tiene la institución en el Cerro Pochoco. Ahí también hice amigos, mis mejores amigos, los que manten-go hasta ahora y de los cuales muchos tuvieron la oportunidad de estudiar astronomía”, contó la aficionada. Ya convertida en adulta, co-menzó a ejercer como analista de sistemas, tiempo durante el cual se “encerró” -como señala- dejando de lado la pasión que desde pequeña la acompañaba. De acuerdo a su relato, no tenía tiempo para mirar el cielo, ni para realizar ninguna otra actividad: “Trabajaba todo el día, encerrada en mi casa, que era mi oficina, tenía una colcho-neta donde descansaba a ratos. Perdí el contacto con las perso-nas, estaba casi perdiendo la capacidad de hablar”.

ACERCANDO LAS ESTRELLAS A HIJUELAS

María Paz manifestó que ne-cesitaba escapar de Santiago. Fue en ese momento que recordó la casa de veraneo de sus padres, donde ella vacacionó varias veces, ubicada en la Comuna Capital de las Flores. Averiguó y se interiorizó sobre las ventajas de la zona, especialmente de sus cielos limpios. Por ello, dejó Santiago y se trasladó a Hijuelas, con la

idea de desarrollar un trabajo relacionado a la astronomía, su verdadero amor. Además, ya se había preparado asistiendo como oyente a la carrera de Fí-sica en la Universidad de Chi-le, como también participando de diversos programas acerca de divulgación científica, en la Universidad Católica y en Tele-duc, y en diferentes congresos referentes al tema. En el 2008 se instaló defi-nitivamente en Hijuelas. Intentó efectuar un negocio de turismo as-tronómico rural, como el que se de-sarrolla en La Serena, El Valle del Elqui y que actualmente se está implementando en Santiago. Sin embargo, no le resultó, lo que se tradujo en comenzar a idear nuevas formas de desplegar su conocimiento en la comuna. Su primer acercamiento fue realizado una noche de obser-vación callejera, invitando a los vecinos a mirar las estrellas con su telescopio personal. En esa ocasión conoció a la madre de Fe-lipe Schwartinsky Moraga, alumno del Liceo “Luis Laborda”, quien le aconsejó plantear en la municipali-dad la posibilidad de hacer talleres de astronomía. La propuesta fue bien recibida por el Departamento de Educación Municipal local. De esta mane-ra, junto al profesor de Ciencias, Francisco Fredes Campillay, inició el taller “Curioseando el Universo”, insertado en la unidad “La Tierra y el Universo”, desde Primer Año Básico hasta Cuarto Año Medio. La idea del taller, que ya es parte del programa edu-cativo y que se desarrolla ex-

Sigue en página 4

María Paz Cornejo junto a los alumnos Felipe Schwartinsky y David Tapia.

Asociación Chilena de Astronomía y Astronáutica A principio de 1957, se funda en Santiago la Asociación Chilena de Astronomía. Sin embargo, luego de un par de años de funcionamiento, sus estudios se extendieron, por lo que la Asamblea General Extraordinaria de Socios resolvió -el 6 de diciembre de 1961- constituirla como la Asociación Chilena de Astronomía y Astronáutica (ACHAYA). Se trata de una institución sin fines de lucro, cuyos objetivos son la agrupación de los aficiona-dos a los estudios de la Astronomía, la Astronáutica y ciencias afines, como también a la investiga-ción, divulgación y fomento de estas áreas. ACHAYA nació sólo con doce miembros, entre los que se hallaban astrónomos profesio-nales, quienes contribuyeron valiosamente en el desarrollo de la organización. Con el pasar del tiempo, fue creciendo el interés en el país

en cuanto al estudio y afición a las ciencias que trabaja la asociación, contando actualmente con alrededor de 200 socios activos, de los cuales más de una docena son astrónomos profesiona-les que desarrollan sus actividades tanto dentro como fuera del país, pero de los cuales la mayoría se iniciaron como aficionados en ACHAYA. Para llevar a cabo sus tareas de investiga-ción y divulgación, la Asociación Chilena de Astronomía y Astronáutica desarrolla conferen-cias, charlas, cursos, seminarios, congresos, fiestas estelares y visitas a observatorios astronómicos. Además de boletines, crea-ción de bibliotecas especializadas, fomento a centros astronómicos y astronáuticos, presencia en Internet y edición y publicación de programas radiales de divulgación.

Alonso Aranda Araya

Page 4: Suplemento Aniversario El Observador

4 EL OBSERVADOR / Viernes 30 de septiembre de 2011 Suplemento Cultural

clusivamente en el Liceo “Luis Laborda”, tiene como objetivo preparar a los alumnos como divulgadores científicos, que traspasen sus conocimientos a los estudiantes de los demás establecimientos de la zona.

María Paz: la mujer que traspasa...Viene de página 3

GRAN TECNOLOGÍA Para llevar a cabo el traba-jo, el taller realizado por María Paz ya cuenta con un laborato-rio implementado con tecnología avanzada. Entre los materiales se encuentran tres telescopios:

un Newtoniano, para la observa-ción de la luna, objetos de espa-cio profundo, como nebulosas; un Maksutov-Cassegrain, para observación planetaria y un Dob-son, para observación profunda, de galaxias y estrellas. Además

Page 5: Suplemento Aniversario El Observador

5EL OBSERVADOR / Viernes 30 de septiembre de 2011 Suplemento Cultural

Los alumnos participando de una observación nocturna en la comuna.

Uno de los pequeños divulgadores científicos realizando una charla para estudiantes de los estable-cimientos de la comuna.

se cuenta con un binocular de 15x70 centímetros, para ob-servar nebulosas y cúmulos de estrellas. Todo está avaluado en más de tres millones de pesos, lo que convierte a la comuna en pio-nera en este tipo de talleres. Según cuenta María Paz Cornejo Pérez, cada año se pre-paran diferentes grupos de jóve-nes divulgadores. Actualmente, hay doce alumnos participando del taller, entre los que se en-cuentran Felipe Schwartinsky y David Tapia Aguilera. “Al igual que María Paz, des-de pequeño que me gusta mirar el cielo, su belleza. La mayoría de la gente siempre mira el suelo, o has-ta el horizonte, pero pocos estiran el cuello para mirar el cielo”, mani-festó Felipe. Una opinión parecida tie-ne su compañero David, quien enfatizó que, “gracias al taller he aprendido cosas que an-tes no sabía, me ha servido para saber todo lo que hay en el cielo, y cómo funciona, es maravilloso”. Finalmente, María Paz re-vela que tiene una gran meta a largo plazo, al igual que el pro-fesor Francisco Fredes y todos los alumnos de Hijuelas, que es construir e implementar un Ob-servatorio Comunal en el sector de Las Palmas de Ocoa.

Page 6: Suplemento Aniversario El Observador

6 EL OBSERVADOR / Viernes 30 de septiembre de 2011 Suplemento Cultural

La cultura popular de cada zona siempre se ha caracterizado por nutrirse de costumbres, rasgos o historias, que con el pasar de los años han ido construyendo su propia identidad. En el caso de la comuna de Cabildo, en la Provin-cia de Petorca, distintos cuentos y leyendas sobre personajes típicos de esta ciudad o nuestro país, se han ido transmitiendo de genera-ción en generación, de abuelos a nietos, sobrepasando los lími-tes de la fantasía o la ficción y tomando un lugar en la memoria de cada familia.

Pero ante la velocidad del de-sarrollo en el mundo moderno, la que consigo generalmente arrastra nuevos hábitos y modas, hubo un cabildano que sintió la necesidad de hacer tangible un patrimonio local, que sólo se encontraba vivo entre la oralidad rural. Se trata de Fernando Guajardo Zenteno, un profesor de educación básica, que luego de haber recorrido gran parte de Chile en su faceta de músico folclorista, en el año 1973 regresó a su ciudad natal buscando nuevas fuentes de inspiración para sus canciones, encontrándose con los cuentos y leyendas del Valle de Alicahue.

“Cuando llegué por esta zona, me introduje demasiado entre los faldeos cordilleranos y en ese tiempo se hablaba mucho

de un camino del indio. Lo conocí, pero después en el año 1988, un grupo de arqueó-logos de la Univer-sidad Católica dijo que este sendero era un vestigio del Camino del Inca y que ellos habrían pasado por esta zona”, cuenta el docente a “El Ob-servador”.

LA SIRENA DEL RÍO ALICAHUE

De esta forma, Guajardo conoció su primera leyen-da, una de las más

conocidas de Cabildo: “La sirena del río Alicahue”. Según relata el profesor, “resulta que por ese ca-mino, en un momento bajaron unos indios cobradores de impuestos. Aquí la gente ya los conocía, les entregaron sus riquezas de esos años, como la lana y el charqui y cuando estos indios regresaban a sus tierras, se encontraron con una niña que estaba pastoreando. Trataron de llevársela a la fuerza y justo apareció su amado, quien al tratar de socorrerla, fue golpeado

Fernando Guajardo: el profesor que inmortalizó las leyendas y cuentos de Cabildo

Luego de investigar por décadas las historias que alguna vez las abuelitas de esta comuna narraron a sus nietos durante el invierno, se percató de que ante el avance del mundo moderno era necesario escribirlas y transformarlas en libros

por estos hombres, los que final-mente terminaron por matarlo”.

Agrega que “al ver a su novio muerto, esta niña no paró de llorar en toda la noche, hasta que sus lágrimas formaron el Río Alicahue. También cuentan que ella comen-zó a sufrir algunas transformacio-nes en su cuerpo, desde su cintura hacia abajo aparecieron escamas y finalmente se convirtió en una sirena que, desde ese día, recorrió el río por varias partes. Muchos di-cen que la vieron e incluso, si uno viene de Cabildo hacia el interior, nos encontramos con el paso y el túnel La Sirena, porque dicen que en éste último la han visto sobre una roca, peinándose con un peine de oro y que hasta hoy mantiene la esperanza de que al-gún valiente campesino la pueda liberar de ese hechizo”.

Sobre esta historia, el profe-sor explica que se fue enterando luego de realizar una extensa investigación que, junto a otros relatos, se atrevió a plasmar en el papel. “Desde 1973 hasta el 2000 estamos hablando de mu-cho tiempo. Fue un trabajo de más de 20 años que hice, para ir recopilando las leyendas e his-torias de esta zona, conversando con los abuelitos de esos años. Muchos de ellos ya desaparecieron, pero fueron entregándome esa oralidad tan exqui-

sita de acá y fue así como tuve la valentía de escribirla y que hoy en día siga tan presente a través de mi libro ‘Cuentos y Leyendas del Valle de Alicahue’, publicado en 1999”, comenta el escritor.

EL DIABLO Y SUSCUATRO ESPÍRITUS

Otra de las aristas que desa-rrolló en su primer libro este pro-fesor, son los personajes que en más de una historia se presentan de distintas formas y se han vuel-to los protagonistas de muchas leyendas y cuentos. Uno de es-tos es El Diablo, el que se pue-de materializar como un animal o un ser humano, pero siempre representa la maldad;está en contra de las leyes de Dios y de alguna forma busca conta-giar a los seres humanos con sus malos hábitos, así como la oportunidad de llevarse alguno al infierno.

“Se puede aparecer como un perro, un toro o un huaso bien vestido, que al sonreír muestra un diente de oro, con espuelas brillantes como el sol. El estribo y sus argollas son todas doradas, es muy bueno para bailar cueca y

es muy dicharachero en las fiestas.

¿Para qué? Para enga-ñar a las

personas y tratar de llevárselas a su reino y todo eso va incluido en este libro, en que se plasman algunos cuentos donde El Diablo aparece de estas formas”, relata Guajardo.

Añade que “sin embargo, este personaje sólo puede estar en la tierra hasta la medianoche, porque si no, se hincha y explo-ta. Pero la interrogante es, si el diablo sólo está hasta esa hora, ¿por qué siguen apareciendo co-sas?. Eso fue parte de mi inves-tigación y allí me encontré que aquí hay cuatro seres nocturnos: uno es ‘El Tue-tué’ o ‘Chonchón’, que son los espíritus de los bru-jos que vuelan por las noches; ‘La Cuca’, que emite un grito parecido al de una mula, pero que proviene del cielo; ‘La Lola’, que es cuando uno escucha que lo llaman y se da cuenta que no hay nadie y la última es ‘La Llo-rona’, el llanto de una mujer que irrumpe durante la noche”.

Investigando sobre estos personajes, el profesor cuenta que en muchas ocasiones estas leyendas y cuentos llegan a mez-clarse con la realidad y que más de una vez ha conocido gente que asegura haber visto a estos espíritus, como también él mismo ha tenido algunas experiencias personales al respecto.

“No sé si es una autosuges-tión, pero después de tanto tiem-

Fernando Guajardo Zenteno, profesor y folclorista de Cabildo, recopilador de las leyendas y tradiciones de los campos de esta comuna.

Su historia y escritos El profesor Fernando Guajardo nació el año 1953 y desde los inicios de su carrera ha escrito cuatro libros relacionados a las mágicas historias de su ciudad natal: “Cuentos y le-yendas del Valle Alicahue” en 1999; “A orillas del brasero” el año 2001; las novelas “De rieles y lloviznas” y “De Mariluna y Cordisol”, publicadas el 2002 y el 2007, respectivamente. Además, el docente es miembro de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH), socio de la Agrupación Literaria Regional (ALIRE) e Integrante del Círculo Artístico y Literario de la ciudad de Cabildo.

po, uno como escritor termina por creer que estas historias son ciertas. Así como actualmente por Internet puede ver fotogra-fías de hadas y otras cosas, tal vez estos seres existen o en al-guna época existieron, porque en este mundo tan maravilloso todo puede ser cierto. Además, yo también he escuchado dos veces el llanto de ‘La Llorona’ aquí en el sector de Bartolillo, al igual que en el río escuché el sonido de la mula en el cielo, entonces tam-bién he pasado por esas cosas”, narra el escritor.

EL APEGO A LAS CREENCIAS

Fernando Guajardo cree que la raíz de gran parte de las his-torias y cuentos de Cabildo tiene relación con la vida de las perso-nas en esta comuna años atrás. “En las décadas de los 50 ó 60, la gente era muy apegada a es-tas creencias, todavía no existía la televisión y había luz eléctrica en muy pocas partes. Aún había una sola calle -la avenida Hume-res- y las otras eran de tierra, con algunas casas salpicadas bien lejos. En ese contexto, la abuelita se juntaba con los niños en el in-vierno para capear el frío a orillas del brasero y contaba todas estas cosas”, explica el profesor.

Para este escritor cabildano, ese tipo de instancias que se da-ban en esos años, tanto en la co-muna, como en el país en gene-ral, han ido desapareciendo. “La gente en esos años estaba metida en todas estas historias que son exquisitas, pero actualmente los niños conversan muy poco con sus abuelitas. Ven a estas perso-nas como un ser dejado de lado, pero antes no era así, se les res-petaba, esas cosas eran valores, pero ahora cuesta que los abueli-tos les cuenten algo a sus nietos, porque hay otras diversiones, que prácticamente han destruido estas cosas”, relata Guajardo.

Estas razones llevaron a que el docente decidiera escribir los cuentos y leyendas de su ciudad, al igual que cómo contarlas a otros niños, especialmente a sus alum-nos. Según Fernando Guajardo, “todo esto lo hago porque siento que se está perdiendo y como es-tas historias son parte de la orali-dad, al final, en este mundo globa-lizado y tecnológico, me di cuenta de que podían desaparecer. Ahí nació mi objetivo de rescatar y plasmar estos relatos para que nunca se olviden, por eso hay que seguir escribiendo y salvar este tipo de patrimonios, que no son de uno, sino de la gente”.

Felipe León Díaz

Page 7: Suplemento Aniversario El Observador

7EL OBSERVADOR / Viernes 30 de septiembre de 2011 Suplemento Cultural

Hace más de 4 años que los productos en el mar de Quintero han ido paulatinamente desapa-reciendo, a causa de diversos fac-tores. El más importante de ellos es, sin duda, la contaminación de las costas, que ha impedido la ex-tracción de mariscos, la práctica del buceo y la pesca con red. La desesperanza se apoderó enton-ces de miles de hombres de mar quinteranos.

La situación se arrastró todo este tiempo, sin embargo, en for-ma inesperada llegó hasta las cos-tas de Quintero un nuevo producto del mar, la jibia, que se transformó en la nueva esperanza para mu-chos pescadores, que ahora están dedicados completamente a su pesca, por ser el único producto de extracción masiva de la zona y que tiene una amplia comercialización.

Al ver esta nueva alternativa de extracción, surgió una nueva expectativa para muchos pesca-dores, quienes veían cómo poco a poco su oficio de toda la vida se iba apagando. La jibia, la “Santa Jibia”, como ellos mismos la de-nominaron, apareció en las costas quinteranas de manera masiva como un gran depredador, lo que terminó convirtiéndola en el único alimento a extraer del mar.

Su pesca es arriesgada y estos hombres han tenido que invertir en maquinaria para poder salir de nue-vo a la mar. Además, deben utilizar la fuerza, por el considerable peso que el calamar gigante tiene.

En Quintero hay cuatro ca-letas: El Papagayo, El Embarca-dero, El Manzano y Loncura. En estas zonas de extracción de jibia, los pescadores salen al mar tres veces a la semana, dependiendo de la situación climática, principal-mente del viento y las marejadas. Luego, la mayoría de ellos perma-nece en tierra por un periodo de 15 días, aproximadamente, debido a las condiciones de pesca de esta especie. Entonces, es ahí cuando el negocio se vuelve poco rentable, considerando que lo que ganan en tres días, lo deben extender para los próximos que estarán en tierra.

¿Los costos e inversiones? La mayoría de ellos vende sus productos a mayoristas, que pre-viamente hacen el pedido, además de pequeños comerciantes. La ga-nancia no es mucha, actualmente el kilo de jibia está a 120 pesos, pero hay que considerar que su extracción depende del tipo de em-barcación y cuánto esté solicitado, por lo que a diario se pueden hacer 30 mil pesos o incluso más.

Al existir cuatro caletas en Quintero, quisimos ver la realidad de cada una de ellas y cuál ha sido la trascendencia de la jibia en su

“La Santa Jibia”, único alimento de la pesca artesanal de Quintero

Diversos factores hacen que esta especie de calamar sea el único recurso de extracción masiva en las cuatro caletas. Los pescadores temen que el producto escasee y con ello también desaparezca la pesca artesanal

trabajo, su gran historia, fortalezas, debilidades y miedos que genera.

EL PAPAGAYOLa caleta El Papagayo nació

en 1950, en el sector de La Virgen. En un comienzo era denominada El Fondeadero y constituía el lugar donde se trabajaba a remo en la extracción del congrio colorado. También era un sector apto para pescar con red, por lo que se mo-vilizaron y en 1968 nació como tal la caleta El Papagayo, que actual-mente tiene 38 socios activos.

Uno de los más antiguos en el oficio de la pesca en este lugar es Jaime Fernández, quien -mo-tivado por su padre- se convirtió en un hombre de mar. “Antes acá era otra cosa, se trabajaban di-versos productos, se buceaba en marisco, había merluza, sardinas y ahora no hay prácticamente nada, sólo tenemos la jibia para ir a pescar”, relató.

Corrobora su visión Miguel Va-lencia, presidente de la Caleta El Papagayo, quien afirmó que “todo el producto ha muerto por causa de la contaminación. Después que la cosa se complicó, nos tiramos a la merluza, pero no fue rentable y ahora hace dos años que estamos trabajando en la jibia”.

La situación de pesca se tornó tan caótica, que los trabajadores no salían al mar porque era una pérdida de tiempo. Fue ahí cuando el Gobierno los ayudó con una pe-queña subvención de 120 mil pe-sos mensuales, pero la situación no dio abasto, ya que la mayoría de las familias son numerosas y el dinero no alcanzaba. Muchos incursionaron en otros oficios para complementar su trabajo.

En conversación con los pes-cadores surgió la interrogante de cuánto tiempo será la época dora-da de la jibia. La mayoría se quedó en silencio y su presidente respon-

dió que “ojalá perdure en los tiempos y no entren los barcos, porque sino, se pierde todo”

EN EL MANZANOLa caleta El Man-

zano es la que tiene mayor infraestructura en Quintero y recibe tam-bién a los pescadores de Loncura, quienes lle-gan ahí a descargar su jibia. Existe por más de 40 años y actualmente tiene 48 socios activos, sin embargo, abre las puertas a otros trabaja-dores no sindicados, au-mentando su población

considerablemente a más de 70 trabajadores.

Gerardo Muñoz Cordero, pre-sidente de la Asociación de Pesca-dores de la caleta El Manzano, dijo que “este año ha sido cuando más se ha hecho extracción de jibia”.

La cantidad de dinero que ge-neran con la pesca de esta variedad depende de la cantidad productiva que dé la embarcación, por lo que se organizan si un mayorista les pide cierta cantidad. En El Manzano también hay tres jornadas que los pescadores salen a trabajar, en los que pueden lograr diariamente de 30 a 70 mil pesos, dinero que se debe cuidar para los próximos días que estarán en tierra.

Así explica el dirigente, quien detalla que “se debe considerar que el pescador no sale todos los días. Hay dos semanas que quedan sin trabajar, entonces, en el mes nos hacemos un sueldo aproximado entre 180 a 200 mil

pesos, el que debe complementar con otro oficio”.

El problema se incrementa porque, como comentó Gerardo, aparte de no existir otro recurso, se ven limitados porque las em-presas les quitaron territorio ma-rítimo y hay zonas de fondeo que son para embarcaciones mayores. “Antes la mar era más productiva. En la zona podíamos tener merlu-za, marisco, que ahora hay, pero están contaminados, jurel, sardina o anchoveta. Pero ahora tenemos la jibia”, puntualizó.

CALETA LONCURAEn Loncura la pesca artesanal

se ha desarrollado desde hace más de un siglo. En 1904 apareció el primer lugar para pescar, pero recién el 2003 los pescadores pu-dieron contar con una edificación para desarrollar esta labor. Acom-pañados por San Pedro, quien extiende sus brazos hacia el mar, los pescadores aún conservan la esperanza y agradecen tener la jibia como producto para su co-mercialización.

Como su localidad es peque-ña, en la pesca de jibia tienen que ir a la caleta El Manzano para desem-barcar y hacer los pesajes corres-pondientes, pero los pescadores de Loncura se hacen cargo de sus propios negocios. Actualmente tienen 24 socios activos, entre los que se cuentan tres mujeres, que al igual que los hombres, salen a alta mar con sus botes, cuando el tiempo se los permite.

Marcelo Bernal, presidente de

Sigue en página 8

Pescadores y embarcaciones de caleta El Papagayo.

Katherine Escalona Mancilla

Page 8: Suplemento Aniversario El Observador

8 EL OBSERVADOR / Viernes 30 de septiembre de 2011 Suplemento Cultural

los pescadores de Loncura, decla-ró que “la jibia es el único producto que está rentable y en plenitud, es el único depredador vigente. No hay otro”.

La tónica se repite en toda la costa. No hay mariscos de-bido a la contaminación y la sobreexplotación ha terminado con un número considerable de especies. El miedo permanente es que “mientras más se extrae, a la larga se acaba. Si no estu-viera la jibia, de cien personas que trabajan en la pesca, habría solamente veinte. El impacto es grande y el trabajo disminuye considerablemente. El oficio de la pesca puede llegar a ser una leyenda acá”, manifestó.

“La Santa Jibia”, único alimento...Viene de página 7

EL EMBARCADEROLa caleta El Embarcadero

existe en la localidad desde 1928. Desde entonces en el sector se ha

practicado la pesca artesanal de manera formal, llegando a contar con una gran cantidad de buzos y mariscadores, hasta convertirse

La “Santa Jibia”, calamar que mantiene viva la pesca artesanal de Quintero.

Page 9: Suplemento Aniversario El Observador

9EL OBSERVADOR / Viernes 30 de septiembre de 2011 Suplemento Cultural

Foto del recuerdo de la caleta El Embar-cadero, que da cuenta de su época dorada de extracción.

en lo que es hoy.Con 45 socios activos, hoy re-

cibe a más de 142 pescadores que van al recinto para desarrollar la pesca de jibia. La caleta El Embar-cadero destaca por sus grandes volúmenes de extracción del pro-ducto, que el año pasado alcanzó a mil 425 toneladas y actualmente -en nueve meses del 2011- ya ha superado esa cifra, con 1437 to-neladas de jibia, comercializada a grandes proveedores y también a pequeños vendedores.

Al igual que las otras caletas, este lugar tuvo un tiempo dorado de extracción de diferentes espe-cies, época que finalizó por las complejidades que ya se han dado a conocer.

Luis Ureta, presidente de la caleta El Embarcadero, acentuó la importancia de la jibia para la vida de los trabajadores artesanales de la zona. “En este momento estamos comiendo y viviendo por este recur-so. Hasta el momento nos ha dado buenos ingresos, nos saca del apuro de tener algo de qué vivir”, señaló.

Además, destacó el comer-cio integral que se ha desarrolla-do en la zona gracias a la jibia, que no sólo trae dinero para los pescadores, sino también para los tripulantes de botes, los car-gadores, los vendedores, los transportistas, los vendedores de hielo y el comercio local.

Page 10: Suplemento Aniversario El Observador

10 EL OBSERVADOR / Viernes 30 de septiembre de 2011 Suplemento Cultural

1911 “Al calor del terruño” (versos)1915 “El bordado inconcluso” (teatro)1916 “La música que pasa” (versos)1916 “Cielo de provincia” (cuentos)1917 “Nuestra vida vulgar” (prosa)1917 “Caridad” (versos)1918 “Los momentos” (versos)1919 “Las palabras de Gaspar Max”1919 “Las montañas ardientes” (versos)1920 “La luna enemiga”1921 Revista mensual 1922 “Los horizontes” (versos)1924 “Un año de inquietud” (versos y prosa)1925 “Calumnias” (crónicas)1926 “Las mejores poesías” (selección) 1926 “Manzana prohibida” (crónica)1927 “Memorias de un chiquillo de provincia” 1927 “Las instantáneas” (crónica)1927 “Andanzas de un cronista de teatro” (crónica)1929 “Viento sur” (viajes)1930 “Sus mejores poemas”1931 “Luz de candilejas” (crónicas de teatro)

1931 “Gente solitaria” (comedia)1931 “Tres monólogos” (poemas)1931 “Una selección filosófica” (ensayo)1932 “Holz, Melantuche y otros amigos” (crónicas)1932 “Talagante” (versos)1934 “Caín, Abel y una mujer” (novela)1934 “Romancero” (versos)1935 “La muchedumbre ahora es triste” (cuento)1935 “Marta Lerrou y otras amigas” (cuento)1936 “La Quintrala” (cuento)1938 “El amor eterno dura tres meses” 1939 “Miércoles de ceniza” (poemas)1939 “Reino de angustias” (poemas)1940 ”La sonrisa con lágrimas” (cuento)1942 “Mansión desvanecida” (poema)1945 “La universidad de ojos pardos” (comedia)1946 “El caballero cumple” (comedia)1949 “Fogata de danzas” (crónicas)1958 “Dramatis personae” (apuntes filosóficos)1962 “Confesiones imperdonables” (1ª serie)1963 “Confesiones imperdonables” (2ª serie)

Obras editadas

Hace unos 25 años me fueron a buscar al colegio “Daniel de la Vega” -actual “Poeta Daniel de la Vega”- para ayudar a construir la “Historia de Quilpué”, junto a don Roberto Troncoso Narváez. Era imposible entonces, como lo es ahora, no destacar a este gran escritor quilpueíno y único que obtuvo los tres premios nacionales más importantes: los de Literatura, Periodismo y Teatro. Dónde nació y vivió, sus familiares, amistades y amores fueron revelados en esa ocasión por sus hijos Silvandira y Ramiro, que asistieron a uno de los aniversarios del colegio que lleva su nombre. Silvandira de la Vega de Fanta describió entonces el cuadro a principios de siglo que enmarcaría la vida de este fecundo escritor.

Literaria y artísticamente, este poeta bohemio se destacó. Con su brillante personalidad y gran ingenio, ganó la simpatía de los críticos y del público. Zig-Zag lo consagró como “el poeta más popular de Chile”. Escribió más de cuarenta libros y cultivó todos los géneros literarios. La crónica era su predilecta. De ella diría que “todo lo abarca y resulta ina-gotable”. Según él, “gastamos la vida en buscar en el exterior lo que llevamos dentro. Toda la proeza consiste en ser los des-cubridores de nosotros mismos”.

Nació un 30 de junio de 1892, en la Ciudad del Sol. Su hogar fue una casona que se ubicaba en calle Los Carrera con Portales -donde actualmente se encuentra la Galería El Sol- que posterior a 1958 fue demolida. Sus padres fueron Daniel de la Vega Bravo y Agustina Uribe Valencia. Tenía dos hermanas: Agustina, mayor que él y María Eugenia, menor. Sus abuelos paternos eran cam-pesinos llegados de Asturias, en España y tenían una ferretería en Valparaíso, oficio de comerciante que heredó su padre. Sus abuelos maternos son desconocidos, pero se supone que su abuela fue Pe-tronila Valencia, quien donó el te-rreno donde se construyó la Iglesia Parroquial de Quilpué.

“Oda al mar” fue el título de su primer poema, que escribió con tan sólo seis años. Luego comenzó a enviar sus trabajos a la editorial Zig-Zag, en Santiago, hasta donde emigró a la edad de 17 años. En sus diarios de vida, el escritor re-lata sabrosas crónicas sobre sus andanzas entre Villa Alemana y Quilpué. Los paseos en carreta a sus tiernos once años con su tío

Daniel de la Vega Uribe, el poeta enamorado de la Ciudad del Sol

Autor quilpueíno ha sido el único galardonado con los premios nacionales de Literatura, Periodismo y Teatro

“Señor, no está conmigo. Tu mano me lo debe.Anda distante por el mundo y, ¡es mío!Señor, si él te lo pide, enfríale la nieve,párale el sol y tuércele la carrera del río.”

Estrofa de “Súplica por el hijo ausente”, de Daniel de la Vega.

Salvador Valencia; los partidos de fútbol a comienzos del siglo XX; las primeras exhibiciones cinema-tográficas y otras de carácter histó-rico, podemos encontrarlas en sus “Confesiones imperdonables”.

Esta obra fue apareciendo en el transcurso de los años 1962 y 1966. Está compuesta por cuatro volúmenes y da cuenta de su pro-sa natural, hilarante, clara e iróni-ca. Fue escrita en el transcurso de cuarenta años, mientras algunos medios capitalinos formaban parte de su vida profesional. Raúl Silva Castro diría sobre sus obras que “su reino es el de la gracia alada, algo irónica, sutilmente imprevista, en el que las sugerencias propias del poeta se mezclan con los acen-tos doctrinales del predicador, todo ello asordinado en tono menor, con extrema delicadeza de rasgos”.

Así era Daniel de la Vega, fres-co y sutil. Orillando las anécdotas, la descripción de lo cotidiano, de lo cercano, siempre recordando su querido Quilpué, como podemos observar en sus obras “Memorias de un chiquillo de provincia”, “Caín, Abel y una mujer” y en sus poemas “Los momentos” y “Las montañas ardientes”, influidas por el moder-nismo reflejado en la métrica de sus composiciones.

Pero esta veta venía desde pequeño, desde los empedrados caminos y paisajes quilpueínos de principios del siglo XX. Recuerdo haber husmeado en sus diarios de vida, con el permiso de su hija, Silvandira. Su primer cuaderno es-tilaba de esta forma “16 años, 6 de septiembre de 1908. Por fin hoy es el primer día de las anheladas va-caciones del 18. Esta mañana, al salir de mi casa, me encontré con C.F. y fuimos a Villa Alemana a pie, fue una caminata bastante pesada porque hacía mucho calor. En la cantina de un hotel del pueblo me encontré con varios compañeros

que habían ido en bicicleta. En la tarde asistí al casamiento de la H.P. con V.R. en la iglesia parro-quial. Después me fui a jugar un match de foot-ball por el Quilpué P.B.C. contra el American T.B.C. y ganamos cinco goles contra uno”.

SUS GRANDES AMORESSu primer amor fue su prima,

Eileen Hall de la Vega, también quil-pueína, quien falleció en 1917. Lue-go, en Santiago, conoce a Rebeca Retes, con quien contrae matrimonio y es padre de tres hijos: Rebeca, Da-niel y Ramiro, este último, destacado periodista. Luego se enamora de Sil-vandira Navarrete Herrera, en la Biblio-teca Nacional, con quien tiene a su hija Silvandira. Su tercer amor fue Georgi-na Letelier, cuyos frutos fueron Ximena y Rodrigo, famoso astrónomo.

Autodidacta, Daniel de la Vega no tuvo estudios universitarios. Tam-poco existía en la época una escue-la de Periodismo. Cuando pequeño, estudió en el Colegio Alemán de Quilpué y luego, en el Seminario de los Sagrados Corazones, donde no alcanzó a terminar la secundaria.

En el 75° aniversario del Ins-tituto Alemán de Quilpué (1969), Julio Segundo Fonk Andersen, nieto del científico, arqueólogo y médico, doctor Francisco Fonk Foveaux y por esa época alumno egresado del plantel, recordaba así a sus compañeros: “Había alumnos internos y externos. En-tre mis compañeros de esos años, recuerdo, entre muchos, a Daniel de la Vega, Emilio De Veer, Luis y Carlos Rodríguez, David, Carlos y Alfredo Valencia, Alberto Lubet Vergara, José María y Abel Brito, René Paye, Alejandro Alfaro, Juan y Federico Hepp, Blanca Hurta-do, Eduardo y Alicia Titus, Blanca Hurtado, Eduardo, mis hermanos Ricardo y Roberto”.

Todos ellos dejaron una hella, tenían la misma formación y Da-niel era el más grande. De él, Julio contaba las exigencias que le hacía a don Rudolph Frank en Ciencias Matemáticas, de las que no era adepto y de los clásicos “torpedos” que lanzaba a sus compañeras con inspirados versos de amor. “La luz del diario anarquista”, del cual Da-niel escribió a mano 10 ejemplares, le costó un castigo que consistió en escribir copias en alemán, después de que uno fue a caer a las manos de Frank, su profesor.

EQUILIBRADO Y SOÑADORDaniel de la Vega jamás le dio

importancia al dinero o a los bie-nes materiales. Nunca pasó por períodos económicos críticos, era

más bien un hombre equilibrado. La única vez que salió del país fue en 1953, como agregado cultural a la embajada de España. Jamás dejaba su pipa, era malo para el alcohol y por un tiempo fumó puro. Amaba escribir. Diariamente hacía una crónica llamada “Hoy” en Las Últimas Noticias. Silvandira, su hija, relataba que en una ocasión debió viajar a Argentina. Su padre le dijo que si él moría mientras ella esta-ba afuera, no se afligiera porque él había sido feliz, un hombre realizado en todos los aspectos de la vida y en todo lo que se había propuesto. Es-tando su hija en el país vecino, Da-niel de la Vega falleció en Santiago, un 29 de julio de 1971.

El homenaje más importante que hasta el momento este insigne poeta ha recibido, es que un colegio de nuestra comuna lleve su nom-bre. Este establecimiento está cumpliendo 30 años, los que ce-lebrará con un concurso literario. Que en ese mismo escenario que fue testigo de la emoción de dos de los hijos de Daniel de la Vega años atrás, al oír de boca de niños los poemas que su padre regaló al mundo literario, del periodismo y del teatro, pueda renacer el amor por la pluma y las letras.

Daniel de la Vega Uribe, escritor quilpueíno ga-lardonado con los tres premios nacionales.

En 1914 el escritor y poeta iniciaba su labor teatral.

De la Vega en la época de su romanticismo li-terario.

En su periodo más bohemio en Santiago, fue retratado por el caricaturista CHAO.

Ilustración de la casona donde vivió su infancia el poeta, en Los Carrera con Portales, pleno centro actual de Quilpué.Raquel Concha Prado

Page 11: Suplemento Aniversario El Observador

11EL OBSERVADOR / Viernes 30 de septiembre de 2011 Suplemento Cultural

Una cámara fotográfica puede transformarse en un verdadero “objeto del deseo” para muchos niños y niñas. Por lo general, no es de los artefactos que los adul-tos entreguemos con libertad a estas mentes inquietas y curiosas, sin embargo, han crecido en una sociedad donde el lenguaje audio-visual ejerce su hegemonía y en donde el juego de comunicarse, bajo estos códigos, puede tener sorprendentes resultados.

Así lo entendieron Rodrigo Ogalde-Hoyos, realizador audio-visual y fotógrafo y la diseñadora Paola Valencia, radicados hace cuatro años en Quebrada de Al-varado. Juntos apostaron al entu-siasmo y ganas de expresión de las niñas y niños, les enseñaron el lenguaje fotográfico y a partir de ese conocimiento, los dejaron explorar y comunicar.

Desde marzo del presen-te año dieron inicio al Taller de Fotografía Digital y Diaporama “Fotografiando nuestra identi-dad”, proyecto financiado por el Fondart Regional y que en una primera etapa se dividió en seis exitosos cursos, tres de ellos en la comuna huasa. Niños de Que-brada de Alvarado junto a jóvenes y adultos mayores de Olmué cen-tro fueron los convocados. Ade-más, se realizaron dos talleres en Quillota y uno en Villa Alemana.

NIÑOS PERMEABLESLos únicos participantes in-

fantiles en esta primera etapa del proyecto han sido un grupo de alumnos de la Escuela de Quebra-da de Alvarado, quienes -al igual que el resto de los talleres- han ido aprendiendo el arte fotográfico y a través de él han buscado rescatar su particular entorno e identidad.

“En la primera clase llevamos una cámara oscura, un artilugio de cartón, el principio básico de todas las cámaras y ahí los niños experimentaron cómo se forma una imagen en cualquier cámara. Después vamos trabajando temas específicos como macrofotografía, retrato, blanco y negro…”, cuenta Rodrigo, ejecutor del taller.

Con los niños, la barrera tec-nológica no existe o demora muy poco en desaparecer. “Son súper permeables y aprenden muy rápi-do el uso de la cámara, no así los adultos mayores, que tienen otra dinámica. En los niños aplicamos el concepto de ‘aprender hacien-do’. Se explica un concepto y lo aplican en la práctica; salen a rea-lizar las fotos y adquieren el cono-cimiento, donde el tema lúdico es muy importante”.

Para este realizador, la pro-puesta del proyecto fue siempre trabajar -especialmente con los

Olmué capturado en un disparo… el de la cámara de sus propios niños

niños- en sectores vulnerables, que no tienen la posibilidad de acceder a este tipo de talleres. “Por eso, adquirimos cámaras compactas, de buena calidad, que son las que usan los niños durante las clases”, explica.

Y como en esta etapa del taller se les enseña a realizar sus propios diaporamas, narra-ciones audiovisuales de ima-gen y sonido, se llevaron las cámaras hasta sus hogares, para realizar un trabajo de foto-grafía documental sobre cómo se celebran las Fiestas Patrias en familia y en la comunidad.

miliano Mancilla, de quinto básico.“La fotografía, a diferencia de

otras artes audiovisuales como el cine, es un trabajo más personal. Es el fotógrafo, su cámara y con ello, su medio de expresión, sien-do éste un proceso paulatino. Los niños primero aprenden a mirar con la cámara, a comunicar con la cámara y luego uno ya se va dando cuenta cómo cada uno de ellos tiene una forma particular de mirar y eso es lo interesante. Hay niños que se van más por el retrato, otros por el paisaje, pero están reflejando inmediatamente la realidad. Fotografiar una mon-taña de Quebrada de Alvarado con un paisaje es identidad. Fo-tografiar a un vecino, es rescatar la identidad, porque al final la fotografía va a trascender”, se maravilla el maestro.

“Me gusta fotografiar a mis amigos, a vecinos, es muy entre-tenido” cuenta otra integrante del taller, Canela Guerra, de séptimo año. Un entusiasmo que rescata también el director de la escuela, Williams Rodríguez, quien califica esta iniciativa como tremendamen-

te efectiva. “Veo mucho entusias-mo en los niños, veo que mejora la disciplina y los resultados, los trabajos que han logrado hacer son hermosos, sobre todo porque tienen la capacidad de rescatar con sus miradas nuestro entorno”, comentó el docente.

EXPONIENDO EN EL BELLAS ARTES

Una de las experiencias más enriquecedoras desarrolladas en el marco de este taller de foto-grafía digital fue la impresión que dejaron sus niñas y niños, junto a sus fotografías, nada menos que en el Museo Nacional de Bellas Artes. Este importante centro cultural realizó una convocatoria nacional, seleccionando cien fo-tografías provenientes de todo el país. De estas cien, catorce eran de Quebrada de Alvarado, obras de los integrantes del taller.

Fue el resultado de un día en terreno, caminando entre las calles, caminos y paisajes de la localidad, recorrido que iba siendo capturado por las cámaras fotográficas de los niños. Uno de ellos sacó unas fotos hermosas de los hornos de barro del restaurante “El Rústico”, otros fotografiaron la medialuna o a las señoras que venden pebre en un carrito. Las catorce fueron seleccionadas y expuestas en el Museo Nacional de Bellas Artes.

Viajaron a Santiago el mismo Día del Niño, les entregaron un diploma y un regalo de manos del director del Museo y lo mejor, vie-ron sus fotos exhibidas en el lugar para exponer más importante de todo el país.

Una experiencia que para sus profesores Rodrigo Ogalde-Hoyos y Paola Valencia fue inolvidable. “El área educativa del Museo también nos dio un reconocimiento como taller, por la labor que estamos rea-lizando y ahí comentábamos que la mirada del niño que vive en un entor-no rural es muy distinta a la del niño de la ciudad. Tienen otra forma de mirar, por el entorno en el que cre-

Sigue en página 12

Una experiencia inolvidable fue exponer en el Museo Nacional de Bellas Artes, durante la celebración del Día del Niño.

“Nos encanta sacar fotogra-fías y en mi caso quiero foto-grafiar como un profesional. Es como liberarse, porque tenemos la posibilidad de tomar fotogra-fías de lo que nos gusta o nos llama la atención”, señaló Alonso Miranda, alumno de quinto bási-co de la escuela de Quebrada de Alvarado e integrante del taller.

Ellos ya saben que la creativi-dad, la mirada que ellos tengan de su entorno, es lo que le da valor al arte fotográfico. “Salimos a te-rreno. Nos han enseñado a hacer diaporamas, que es como hacer una película. Es bacán”, dice Maxi-

Integrantes del taller de fotografía digital, en Quebrada de Alvarado.

Un niño, una cámara… y una particular mirada de la realidad. Así de íntimo es el lenguaje fotográfico y así de múltiples son las formas de comunicar a través de este arte audiovisual. “Es un momento de libertad” dicen, a sus once años de edad en promedio, los protagonistas al capturar su entorno en un disparo de sus cámaras, para dar vida al gran álbum fotográfico de Olmué

Paula Aguirre Correa

Page 12: Suplemento Aniversario El Observador

12 EL OBSERVADOR / Viernes 30 de septiembre de 2011 Suplemento Cultural

cen y los chicos estaban súper orgu-llosos. La mayoría nunca había ido a un museo, algunos nunca habían ido a Santiago y ver una fotografía de ellos en ese contexto, rodeados de esculturas, en la nave central del Museo… fue increíble”.

GRAN ÁLBUM FAMILIARNo sólo los niños se convier-

ten en protagonistas de su entorno, también se genera todo un proce-so de integración. Los niños están constantemente hablando con sus

Patiperros se radican en Olmué

Originario de Chuquicamata, Rodrigo Ogalde-Hoyos ha sido bastante “patiperro” en su vida, radicándose en ciudades como Calama, Santiago, Viña del Mar, Valparaíso, Bruselas (Bélgica) y Caracas (Venezuela), hasta lle-gar al valle de Limache y Olmué hace cuatro años.

Es gestor cultural indepen-diente, fotógrafo y comunicador audiovisual con mención en cine, con especialización de cámara y dirección de fotografía en el Ins-titut des Arts de Diffusion, en Lo-vaina, Bélgica.

Ganó una beca en este país como parte del proyecto “5 por 5”, en el que seleccionan cin-co realizadores, uno por cada continente, siendo Rodrigo el representante de América. “La idea era estar cinco semanas y hacer un documental, se hizo, se pasó muy bien y al recontac-tarme con amigos, me invitan a un proyecto documental en Ve-nezuela” comentó.

En el país caribeño, al que llegó por dos meses a traba-jar, se quedó poco más de dos años. Ahí conoció a la diseña-dora Paola Valencia, su señora, de padres colombianos, nacida en Francia, y que entonces vivía en Venezuela.

En Quebrada de Alvarado, crearon su Oficina de Diseño y Gestión Cultural Kambbur, con una interesante actividad cultu-ral en el área del diseño y de la gestión y que les ha servido de apoyo para realizar los talleres de fotografía.

Olmué capturado en un...Viene de página 11

Rodrigo Ogalde-Hoyos y Paola Valen-cia, en una fotografía captada por uno de sus alumnos.

padres y sus familias de fotografía, les piden posar para algunas de sus tareas y de seguro participaron en sus diaporamas dieciocheros.

“El tema de la integración está planteado en el proyecto. El niño le dice a su papá ‘te voy a sacar un retrato para una tarea’. Ese mero hecho ya involucra al retratado. Lue-go viene un segundo ni-vel, de las personas que visitan la exposición y logran reconocer las imágenes” y según el

realizador audiovisual, todo eso genera identidad.

En los otros grupos etáreos hubo una exce-lente convocato-ria y resultados

también. “Los adul-tos mayo-

res estaban muy motivados, iban a todas las clases, hicieron muy bue-nos trabajos. Ellos tienen una mi-rada distinta. Es una mirada más contemplativa, menos documental de la acción, como la tienen los jóvenes y los niños. Los jóvenes también hicieron buenos diapora-mas, trabajos muy interesantes y la gente que fue a la exposición reconocía en aquellas imágenes a las personas y los lugares. Así se crea ese vínculo de identidad, es como un gran álbum familiar de la comuna”, cuenta el olmueíno.

Precisamente, uno de los proyectos que están trabajando para el próximo año es la edición de un libro. Hay muchos trabajos editados, pero el 99 por ciento son libros autorales. “Nosotros queremos hacer un libro como un álbum familiar, que aparezcan las fotografías de todos los alumnos, para dejar algo tangible”, confesó el destacado fotógrafo.

Pero los talleres, al menos el de los niños, podrían seguir el próximo año y de hecho la Escuela de Que-brada de Alvarado analiza la posi-bilidad de instaurarlo dentro de sus actividades de libre elección.

“Los niños nos preguntan ‘y el otro año qué vamos a hacer’. Nosotros adquirimos doce cáma-ras y en el proyecto planteamos que al final las vamos a regalar a los mejores alumnos y lo vamos a enfocar en los dos talleres de niños que tenemos, en Quebra-da Alvarado y Limache, que se inicia ahora”, confiesa Rodrigo Ogalde-Hoyos, para alegría de los integrantes de su taller.

“Es una manera de entregar-les la herramienta y que puedan seguir cultivando este arte. Nos encantaría seguir en un proyecto educacional, porque soy un con-vencido que el colegio, así como enseña a leer y a escribir, debe-

Sesión de fotos de los niños del tallerimágenes” y según el

les piden posar para algunas de sus tareas y de seguro participaron en sus diaporamas dieciocheros.

“El tema de la integración está planteado en el proyecto. El niño le dice a su papá ‘te voy a sacar un retrato para una tarea’. Ese mero hecho ya involucra al retratado. Lue-go viene un segundo ni-vel, de las personas que

genera identidad.En los otros

grupos etáreos hubo una exce-lente convocato-ria y resultados

también. “Los adul-tos mayo-

En el museo, algunas de las fotografías expuestas, y a un costado, la integrante del taller Canela Guerra junto al director del Bellas Artes, Milan Ivelic.

ría enseñar a leer y a escribir en imágenes, enseñar el lenguaje au-diovisual, que es el lenguaje que genera la realidad hoy en día. Si la gente aprende a escribir en ese medio, va a aprender a descifrar los mensajes que están llegando y lo más importante, va a poder ge-nerar sus propios mensajes”, dice.

Otros objetivos transversales se cultivan también a través de este tipo de talleres, como el valor de la responsabilidad. Según cuenta Rodrigo, “éste es un taller de libre elección y nadie obliga al niño a asistir. Deben cumplir además con las tareas, se trabajan dinámicas en equipo y hay conceptos de las mismas asignaturas que se apli-can. Hay muchos conceptos mate-máticos dentro de la fotografía”.

Para el taller de fotografía digi-tal, si bien la adquisición de la téc-nica es un aspecto central, mucho más importante es que expandan su mente. Para Rodrigo Ogalde-Hoyos, “la idea es que tengan una visión crítica de la realidad, que se hagan preguntas. Siempre ha-blamos con los niños que es muy importante la creatividad y que ésta se cultiva siendo curiosos. La persona que se hace preguntas va a ir un paso más allá, para buscar soluciones innovadoras”.

Page 13: Suplemento Aniversario El Observador
Page 14: Suplemento Aniversario El Observador

14 EL OBSERVADOR / Viernes 30 de septiembre de 2011 Suplemento Cultural

Eduardo Chacana Marín es profesor normalista de Educación Musical. Estudió en el Colegio Ber-nardo O’Higgins de Viña del Mar y, de esa época infantil, recuerda con cariño que en sexto año básico le regalaron una armónica. Él mismo cuenta que ese regalo marcó su vida para siempre, convirtiéndose en uno de los maestros más cono-cidos en la formación de agrupa-ciones vocales en Limache.

Con su armónica comenzó a tocar música del Oeste estado-unidense, siendo el primer paso para abrir la curiosidad musical, que fue creciendo, hasta formar el primer grupo de su vida: “First Years Rock”.

Desde ahí, no abandonó más la música. Cuando salió del cole-gio, las semillas del conjunto se propagaron por la provincia, crean-do en Limache “Los Sigmas”, gru-po donde el docente participó en compañía de otros cuatro colegas.

“Al grupo le iba bien. Nos pagaban por presentación, pero, por un tema económico, decidí dedicarme exclusivamente a la do-cencia y dejar de lado el conjunto”, recuerda.

39 AÑOS DE MUSICA ESCOLAREn el año 1972 entró a hacer

clases al Colegio de Las Religiosas Pasionista de Limache (actual Co-legio Inglés Pasionistas). Al hacerlo, se encontró con la situación de que no existía un grupo musical para los actos oficiales del establecimiento, situación que lo motivó a realizar una propuesta a la directora de la época, Sister Eliana, de reunir a integrantes de la comunidad escolar con talento para la música.

Fue así como, en el año 1974, nació el primer conjunto musical del colegio, bautizándolo con el nombre de “Melodía Juvenil”. Lo llamativo es que ya se ha conver-

En la actualidad, “Alborada” lo componen nueve niñas, ya que la competencia estuvo muy pareja y decidió am-pliar el grupo con una integrante más. Estas nueve niñas se sienten privilegiadas de participar en este conjunto.

Una de ellas es Stephania Gajardo, quien comenta que es “gratificante esperar todos los viernes para reunirse, es algo que llena, no es como otras actividades extra programáticas, aquí se conviven penas, alegrías y rabias. Llena un espacio que muy pocas cosas llenan. Además, el profe es una imagen de respeto, me causa admiración todo lo que nos entrega, estar todos los viernes con tantas personas a lo largo de tanto tiempo es impresionante”.

Sofía Silva, otra integrante de Alborada, cuenta que: “uno es parte de algo muy importante que nació hace años. Yo siempre quise postular. En cuarto básico partí con la idea, muy emo-cionada. Yo no lo podía creer. Yo le decía a mi mamá: ‘Quiero llegar al conjunto’. Me moría de ganas y, al fin, lo logré”.

“Cada integrante de Alborada tiene tres familias: la propia; la otra en Melodía Juvenil, donde somos como primos; y en ‘Alborada’, don-de somos hermanas; con un el profe, que es el papá”, comenta Sofía.

Hay más casos de emocionante compromiso: Bár-bara Pezoa, de 16 años, entró el 2010 a “Alborada”. Cuenta que su mamá, Janet Calderón, también integró el grupo, haciendo la primera voz, igual que ella.

Eduardo Chacana: el profesor de música que hasido como un padre para sus alumnas - cantantesEs el director de los grupos “Melodía Juvenil” y “Alborada”, del Colegio Inglés Pasionistas de Limache, proyectos que se niega a dejar después de casi 40 años de trabajo

tido en una institución para el co-legio, como para la comuna, pues existe hasta hoy, integrado por ni-ños de quinto ha octavo básico.

De generación en generación de estudiantes, se han reunido en-tre 35 y 40 alumnas, para interpre-tar un repertorio muy amplio, con canciones infantiles, populares, internacionales y folclore.

Dentro del desarrollo de estos proyectos de vida, Eduardo mu-chas veces fue tentado a dejar el establecimiento.

“Don Jorge Bonilla Vera, profe-sor de música, creo el Colegio Los Niños Cantores de Viña y me invitó a participar como ayudante, pero para mí significaba dejar todo lo de Lima-che, a mis grupos, a mi niñas, mi sueño. La tierra tira y me quedé acá y rechacé la oferta”, relata Eduardo.

“Melodía Juvenil” acumula 37 años de funcionamiento, dirigido

siempre por Eduardo Chacana. En los primeros años de este conjun-to, el profesor notó que el número de niñas inscrita era limitante para participar de actividades fuera del colegio. Por ello, se le ocurrió crear un pequeño grupo paralelo, de ocho integrantes, selecciona-das de “Melodía Juvenil”, que le permitiera viajar. Así fue como, en 1981, creó el proyecto musical más importante de su vida: “Albo-rada”, con el que puede participar en diversos eventos y festivales.

COLECCIÓN “DE ORO”Eduardo cuenta con un regis-

tro exhaustivo de todas las presen-taciones desde el año 1981: un libro de la historia de “Alborada” desde sus orígenes, fotografías, grabaciones de video y recuerdos.

“Uno, siendo profesor, muchas veces se transforma en el papá. Fuera del ámbito musical, conver-samos de temas que las afectan”, comenta.

Para ejemplificar, este profe-sor no olvida el momento en que una alumna que egresó en año 1983, le dijo: “Profesor, usted es un padre para mí”. De hecho, cuando lo cuenta, se emociona.

Según Eduardo, esta relación alumno-profesor se construye con el tiempo en Alborada. De hecho, tras cada ensayo, se genera una instancia para compartir y con-versar de situaciones puntuales y personales, que afectan a las ado-lescentes, incluso muchas veces encontrándoles la solución.

Más que un profesor, en esas instancias es una suerte de psi-cólogo para quienes lo requieran, pues siempre está disponible para atender los problemas que las es-

Eduardo Chacana Marín, director de “Melodía Juvenil” y “Alborada”, es como un padre para las integrantes de los grupos que empezó a crear hace 39 años.

colares, por su edad, a veces no logran resolver con facilidad.

Otro ejemplo del compromiso que Eduardo tiene con las niñas con talento musical se demuestra en las presentaciones en donde él les tiene que buscar ayuda en el vestuario. No han sido pocas las veces en que, con dinero de su bolsillo, lo arrienda, pero él les oculta la realidad, diciéndoles que lo consiguió con conocidos.

A la fecha ya van 70 niñas egre-sadas del conjunto musical. Los días de ensayo son los viernes, de 15 a 17 horas, en “Melodía Juvenil”; y de 17 a 19, con Alborada.

“No sé quién va seguir este le-gado. Yo sólo me dediqué a realizar el sueño de mi vida, este patrimonio es conmovedor”, relata Eduardo.

Al ser consultado en torno a qué va pasar con la permanencia del conjunto una vez que se retire, confiesa que aquello que lo man-tiene en el Colegio es la tristeza de dejar a sus “hijas”, una vez que tome la decisión de marchar. Ya tiene 68 años, está algo cansado, pero esta misión lo mantiene en el aula y los escenarios.

“EX” SE PRESENTAN EN OCTUBRE

Ángela Valenzuela, profesora de Música del colegio, también in-tegró el grupo y estará presente en una actividad en la que se reunirán varias cantantes que integraron “Alborada” alguna vez, en octubre, para el aniversario del colegio.

Gracias al Libro de Nómina que mantiene Eduardo, logró reunir a las ex Alboradas para el evento, en el cual nuevamente se cantará “Partitura del Recuerdo”, canción que escribió la –también- “ex”, Sandra Durán, en 1983 y que que-dó como el himno de este hermoso conjunto familiar e iniciativa de un brillante y apasionado hombre.

Carolina Mena, egresada el año 1983, cuenta que se han reuni-do a ensayar para la presentación, a petición de Ángela Valenzuela.

“Ella nos invitó a compartir Al-borada. Este grupo es una familia, en mis tiempos de juventud era una vía de escape para algunas cosas”, señala, agregando que ella le tiene mucho cariño al profesor Chacana, que para ella también es como un papá.

“Las hace todas, es una de las personas que más quiero del co-legio, lo recuerdo con cariño, an-dábamos días enteros con él en-sayando. Realmente es un hombre increíble”, sentencia.

Las “hijas” de Alborada

Fernanda Rubio Gadaleta

Page 15: Suplemento Aniversario El Observador

15EL OBSERVADOR / Viernes 30 de septiembre de 2011 Suplemento Cultural

“Viejo, noble molino, el de las astas perdidas ¿Dónde quedó la gloria de tus pasados días?”

Con este fragmento del poema incluido en el libro “La Historia de Villa Alemana”, de Belarmino To-rres Vergara, los realizadores del documental “Villa Alemana y sus recuerdos” -Hugo Terán, Fernan-do Gazmuri y Leyco Alcaide- se refieren al evidente descuido y abandono en que se encuentran en la actualidad los molinos de viento de la ciudad.

Porque estas estructuras son tan típicas, que su figura se encuentra incluso en el escudo de la ciudad, junto al ferrocarril y las viñas, otorgándole a la comu-na uno de sus slogans más ca-racterísticos, al ser considerada desde siempre como “La Ciudad de los Molinos”.

Sin embargo, a pesar de esta importancia, hoy estos precia-dos objetos se encuentran en el máximo de los olvidos, quedando la gloria de sus pasados días casi completamente extinguida. La gran mayoría presenta un evidente des-cuido, completamente oxidados y algunos ni siquiera conservan to-das sus piezas.

A pesar del triste panorama, la situación parece estar por cambiar, porque diversas manifestaciones intentan despertar un interés ge-neral por el tema, creando una concientización sobre estas impor-tantes estructuras.

AUGE Y CAÍDAEn el siglo XIX, el país se

conectaba a través del ferrocarril, que iba provocando a su paso el emplazamiento de poblaciones en lugares que se encontraban deshabitados, generando centros de intercambio comercial, que primero dieron origen a pueblos y después a ciudades.

Este fue el caso de Villa Ale-mana, comuna que fue fundada en el año 1894, en un lugar con gran-

Mejores vientos soplan para los tradicionales molinos de Villa Alemana

A pesar de que muchas de estas estructuras han perdido la importancia que tuvieron en otras épocas, algunas personas se han dedicado a darles relevancia nuevamente y están dispuestos a recuperarlos

des condiciones geomorfológicas, sobre una gran napa subterránea, pero donde aún no existía el agua potable ni las cañerías.

El comunicador Hugo Terán es un gran conocedor de la historia de la ciudad, lo que lo llevó a formar parte de la Comisión Museo de la Avanzada Cultural “Gabriela Mis-tral”. El locutor conversó con “El Observador” acerca de este proce-so histórico y explicó que “al prin-cipio Villa Alemana era una aldea que no poseía agua, por lo que se hicieron pozos, que se cubrieron con molinos para que el agua fuera extraída con fuerza”.

“Es así que por casi un si-glo, fueron parte fundamental del funcionamiento de la ciudad. Sin embargo, el auge de la tecnología provocó que estas estructuras fue-ran reemplazadas paulatinamente por el tendido eléctrico y el agua potable y aunque aún muchos habitantes extraen el agua de sus pozos particulares, han sido sustituidos por motobombas que, a pesar de extraer más agua en menor tiempo, representan una nueva forma de contaminación”, explica Terán.

DESDE EL OLVIDO… A pesar del triste panorama

que representa el olvido en el que están quedando estas construc-ciones, hay personas que se han dedicado a no dejar que un aspec-to histórico tan representativo se pierda por completo.

Es por ello que el fotógrafo oriundo de Villa Alemana, Felipe Urquieta, vivió desde muy pequeño alrededor de los molinos, cautivado por la majestuosidad de estas es-tructuras, pero sin encontrar ningún documento que le permitiera interio-rizarse respecto al tema.

Es así que este año, luego de ganar un Fondart, publicó el libro

“Los Molinos de Villa Alemana: símbolos de nuestro crecer”, un catastro fotográfico que se convir-tió en la primera publicación formal acerca de los tradicionales molinos locales. Además, Felipe Urquie-ta pasó a ser uno de los mejores referentes a la hora de obtener información reciente sobre estos históricos elementos.

En conversación con “El Ob-servador”, el fotógrafo y gestor cultural explicó la motivación que lo llevó a concretar esta idea. “No quiero que se crea que la cultura de la ciudad queda enmarcada en los espectáculos de fin de sema-na. No se puede echar al olvido algo que es patrimonio cultural de la ciudad, a pesar de que aún no hayan sido declarados formalmen-te. Por esta razón nació este libro, porque no quiero que le pase a los molinos lo que le está pasando a los ascensores de Valparaíso. Es necesario crear conciencia y ge-nerar admiración por los molinos, antes de que desaparezcan por completo y sea demasiado tarde”, comentó el fotógrafo.

Como resultado de la investi-gación, Felipe descubrió cuál fue el último hito histórico que marcó la presencia de los molinos en la ciudad. Según detalla “estuvieron activos hasta que la ciudad contó con redes de agua potable, sin embargo, para el terremoto del año 85 tomaron actividad para entregar agua a la comunidad, ya que gran parte de ella quedó desabastecida del vital elemento”.

Felipe agrega que “a pesar de que en algún momento existieron 300 molinos en la ciudad, en la ac-tualidad sólo quedan 70, emplaza-dos en toda la comuna y de ellos, sólo el 20 por ciento se encuentra en buen estado. Esto por-que la mayoría sólo repre-senta elementos decorati-vos, otros son sólo fierros parados y el resto están a la espera de ser vendidos por fierros. Por eso hoy en día funcionando como tales hay muy pocos, a la gran parte le han encadenado la corona o no la tienen, se les ha reemplazado por la motobomba, pero sí hay unos pocos que funcio-nan en su estado origi-nal”, afirma el fotógrafo.

UNA VIDA CON EL MOLINO

A pesar de que la gran mayoría de sus dueños los han dejado de lado, aún quedan algunas personas que no se despegan de los beneficios que otorga el te-ner una de estas instalacio-nes en el hogar. Uno de los

pocos molinos que aún se encuen-tra funcionando completamente y en perfectas condiciones es el perteneciente a la familia Luna Ra-mírez, en la población Prat, sector sur de Villa Alemana.

Esta familia compró el molino el año 1973, cuando llegaron a la quinta en la que viven actualmen-te. Óscar Tapia contó a “El Obser-vador” cómo se cuida y se utiliza un molino de viento, detallando que “la clave está en engrasar la rueda. Hay que hacer esto sema-nalmente y revisar que la bomba funcione. Con esto se puede ase-gurar la vida útil del molino y pre-venir su oxidación”.

En el caso del que preside la quinta familiar, Óscar asegura que “en todos estos años lo único que le he reparado ha sido el cigüeñal y lo hice el año pasado. Esto se debe a la mantención que le doy, si no sería imposible. Al resto, sólo hay que pintarle la rueda cada cin-co años, aproximadamente”, expli-ca don Óscar.

A partir de ello, plantea que no es difícil mantener un molino y “sólo hace falta dedicación. Para mí es indispensable, porque lo ocupo siempre y le saco mucho provecho, riego toda la quinta con el molino y hace algún tiempo has-ta llenaba una piscina”.

La estructura está en tan buenas condiciones, que muchas veces se la han querido comprar y a pesar de que debería estar avaluado en más de un millón de pesos, él se resiste a venderlo. “No me conviene venderlo, por-que con agua potable me sería imposible regar un verano ente-ro, porque se gasta mucho con la motobomba en electricidad. Pero con el molino todo se soluciona

En calle Progreso está este molino, que a pesar de verse entero, está completamente cubierto de ramas. Un caso típico del abandono en el que se encuentran estas estructuras.

Molinos sin rueda como éste son otra imagen muy típica en la ciudad (Foto de Mauricio Claro)

Felipe Urquieta decidió rescatar a los molinos del olvido haciendo un catastro fotográfico y una ex-posición que hasta hoy se mantiene en el Hotel Galería de Santiago.

con el viento. Es una maravilla”, cuenta el villalemanino.

MOLINOS MUNICIPALESA pesar de que los molinos

pertenecen a particulares y es res-ponsabilidad de cada dueño man-tenerlos funcionando o dejar que se conviertan en chatarra, la mu-nicipalidad está interesándose en recuperar su carácter patrimonial.

Es así que el alcalde de Villa Alemana, José Sabat, manifestó a “El Observador” la importancia que después de muchos años comienzan a reconocer. “Para nosotros los molinos son parte de la historia de Villa Alemana. Siem-pre nos han vinculado con ellos y como municipalidad es importante no sólo resguardar su historia y su vinculación con la ciudad, sino que también recuperarlos para que las futuras generaciones los puedan disfrutar”, expresó.

El jefe comunal agregó que “por ello he encargado un catastro de los molinos exis-tentes en la comuna, para identificarlos, llegar a un acuerdo con los dueños para que pasen a manos municipales y hacer los análisis técnicos para cuantificar el valor de su restauración. La idea es que a futuro podamos exhi-birlos en distintos lugares de la ciudad”, indicó el edil.

De esta manera, los mo-linos de viento de la ciudad parecen no estar destinados al olvido en el que estuvie-ron en algún momento, ya que, por iniciativas artísticas o municipales, parece que la gloria de sus días está por regresar.

Éste es el molino de la familia Luna Ra-mírez, uno de los pocos que se man-tiene funcionando hasta el día de hoy.

Cecilia Castro Mendoza

Page 16: Suplemento Aniversario El Observador