Revista BCV Vol. XVI. N°1

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Revista BCV • Vol. XVI. N∞ 1. Caracas, enero-junio 2002 • ISSN: 0005-4720

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Revista BCV, 1941-Caracas, Banco Central de VenezuelaSemestralISSN: 0005-47201. Política monetaria y cambiaria 2. Bancos centrales3. Economía y finanzas, Venezuela 4. Economía y sociedad

© Banco Central de Venezuela, 2002Hecho el Depósito de LeyDepósito Legal: pp198602CS937

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Diagramación: Elena Roosen

Corrección: María Enriqueta Gallegos

Impresión: Fundación La Casa de Bello

Tiraje: 1.000 ejemplares

Las opiniones expresadas en esta revista

son responsabilidad exclusiva de los autores

y no representan el criterio del Banco Central de Venezuela.

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ÍndiceÍndice

Revista BCV • Vol. XVI. N∞ 1. Caracas, enero-junio 2002 • ISSN: 0005-4720

Presentación 9

Artículos 13La configuración constitucionaldel Banco Central de Venezuela

Rubén Martínez Dalmau

39Trayectoria de la política cambiariaen Venezuela

José Guerra y Julio Pineda

73Comportamiento diario del tipode cambio en Venezuela (1996-1999):algunos hechos estilizados

Manuel E. Toledo

99Comercio internacional agrícolaen Venezuela (1980-1998)

Carlos E. Machado Allison

133Principales uniones comercialesde América: revisiónde sus características y logros

J. Ramoni Perazziy G. Orlandoni Merli

Documentos 189Ley del Banco Central de Venezuela2001

229Mensaje de fin de añodel Presidente del BCV

253IV Conferencia Ministerial de laOrganización Mundial del Comercio

PresentaciónRafael Rangel

275El Consenso de Monterrey sobre la Financiación para el Desarrollo

PresentaciónRafael Rangel

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Obras reseñadas 305Oswaldo Rodríguez Larralde (comp.)

Ensayos de macroeconomíavenezolana

309Gastón Parra Luzardo

Condiciones y perspectivas decrecimiento económico en Venezuela

311Héctor Valecillos y Omar Bello (eds.)

La economía contemporáneade Venezuela

Información editorial 317Normas para colaboradores

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ContentsTable of contents

Revista BCV • Vol. XVI. N∞ 1. Caracas, enero-junio 2002 • ISSN: 0005-4720

Introductory note 9

Articles 13The constitutional configurationof the Central Bank of Venezuela

Rubén Martínez Dalmau

39History of exchange rate policiesin Venezuela

José Guerra and Julio Pineda

73Daily behaviour of the exchangerate in Venezuela (1996-1999):Some stylized facts

Manuel E. Toledo

99Foreign agricultural tradein Venezuela (1980-1998)

Carlos E. Machado Allison

133The principal trade alliancesin America: A revision of theircharacteristics and achievements

J. Ramoni Perazziand G. Orlandoni Merli

Documents 189Law of the Central Bankof Venezuela 2001

229End of year message fromthe President of the BCV

253Ministerial Conferenceof the World Trade Organization

PresentationRafael Rangel

275Monterrey’s Consensus aboutDevelopment Financing

PresentationRafael Rangel

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Reviews 305Oswaldo Rodríguez Larralde (comp.)

Essays on Venezuelanmacroeconomics

309Gastón Parra Luzardo

Conditions and perspectivesfor economic growth in Venezuela

311Héctor Valecillos and Omar Bello (eds.)

The Venezuelan contemporaryeconomy

Editorial information 317Editorial normas for contributorsto the Revista BCV

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PresentaciónPresentación

Revista BCV • Vol. XVI. N∞ 1. Caracas, enero-junio 2002 • ISSN: 0005-4720

El contenido de esta entrega de la Revista BCV correspondiente al volumen XVIN∞ 1, 2002, está conformado por un material –artículos y documentos– esencial-mente referido a distintos aspectos de las áreas bancaria, monetaria y cambiariade la economía venezolana, alternando con temas y acontecimientos vinculadosal comercio regional e internacional y a la problemática de la financiación deldesarrollo. La sección de reseñas bibliográficas incluye comentarios de títuloseditados recientemente por el Departamento de Publicaciones de la Gerencia deComunicaciones del Banco Central de Venezuela.

La edición de este número comprende, como es ya tradicional, el suplementoBiblioteca del Pensamiento Económico, en el cual se presenta la traducción nues-tra del artículo “Teoría general del empleo” escrito por John Maynard Keynes. Laversión en español se basó en la aparecida en The Quarterly Journal of Economic,MIT-USA en 1937 y se publica con autorización de Macmillan Publishers.

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ArtículosArtículos

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Revista BCV • Vol. XVI. N∞ 1. Caracas, enero-junio 2002, pp. 13-38 • ISSN: 0005-4720

La configuración constitucionaldel Banco Central de Venezuela

Martínez D.Rubén Martínez Dalmau*

Resumen

El presente artículo propone destacar los aspectos más relevantes de la nuevaconfiguración constitucional del Banco Central de Venezuela, fundamentándo-se en el análisis jurídico de la Constitución de 1999, e intenta aportar elementosal debate jurídico en aquellos aspectos particularmente complejos o confusosde la regulación constitucional de la banca central venezolana.

El trabajo comienza con un breve recorrido histórico del Banco Central deVenezuela como institución, necesario para comprender el calado de los cam-bios introducidos por la Constituyente de 1999. Por otra parte, se pone demanifiesto la importancia de la discusión sobre la configuración del BancoCentral de Venezuela durante los debates constituyentes, y cómo la voluntad dela Constituyente fue que el perfil de banca central estuviera en consonancia conel resto del entramado jurídico-económico en la nueva Constitución. Asimismose desarrollan los objetivos, competencias y funciones que, de acuerdo con laConstitución, corresponden al Banco Central de Venezuela.

* Rubén Martínez Dalmau es investigador en el Departamento de Derecho Constitucional yCiencia Política de la Universidad de Valencia (España) e investigador del Instituto Mediterráneode Estudios Europeos (IMEE). Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia, y enCiencias Políticas por la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Diplomado en Or-denamiento e Instituciones Comunitarias por la Universidad de Valencia, y Diplomado enDerecho Constitucional por la Academia Internacional de Derecho Constitucional.Correo electrónico: [email protected]

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El artículo analiza uno de los aspectos más problemáticos de la configuraciónconstitucional de la banca central venezolana: la relativa al sentido de su auto-nomía, garantizada en la Constitución, lo que supone un gran avance en lalegislación venezolana. Hasta el momento, la autonomía de la banca centralvenezolana sólo en cierta medida y tardíamente fue consagrada por ley y, porlo tanto, carecía de la protección constitucional; el instrumento legal ordinariopodía ser derogado por el Parlamento y se acabaría así con la configuración deuna banca autónoma.

Palabras clave: Autonomía de la banca central/Banco Central de Venezuela/Ley del Banco Central de Venezuela.

Abstract

This article intends to highlight the most relevant aspects of the new constitutionalconfiguration of Central Bank of Venezuela (Banco Central de Venezuela) it isbased on the legal analysis of the Constitution of 1999. It also tends to contributeby bringing forth elements to the legal debate on those aspects which areparticularly complex related to the constitutional regulation of the Venezuelancentral banking system.

The article starts with a brief historical review of the Central Bank of Venezuelaas an institution. This review is necessary in order to understand the depth ofthe changes introduced by the group who wrote the Constitution of 1999. Onthe other hand, the importance of the argument on the configuration of theCentral Bank of Venezuela throughout the constitutional debates is made evident.Also, it revealed the disposition of the group of people in change of writing theConstitution, which was to have a central banking system closely related to therest of the legal and economic make up in the new Constitution.

Likewise, objectives, responsibilities or competences and functions, whichaccording to the Constitution correspond to the Central Bank of Venezuela, aredeveloped.

This article analyses one of the most difficult aspects of the constitutionalconfiguration of the Venezuelan banking system. This aspect is related to itsautonomy, guaranteed in the Constitution, bringing a great advance inVenezuelan legislation. Up to now, the autonomy of the Venezuelan bankingsystem has been authorized by law only to a certain point and much too late.Therefore, it has lacked constitutional protection and the ordinary legalinstrument could be abolished by the Parliament, doing away with theconfiguration of an autonomous banking system.

Key words: Central bank autonomy/ Central Bank of Venezuela/ Law of Cen-tral Bank.

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Introducción*

Por primera vez en la historia constitucional venezolana, la Carta Magna de 1999se ocupa del Banco Central de Venezuela, y lo hace de forma detallada. EstaConstitución, resultado de los debates realizados en el seno de la Asamblea Na-cional Constituyente y del voto mayoritariamente afirmativo del pueblo venezola-no en el referéndum del 15 de diciembre de 1999, sustituyó a la Constitución de1961. Parca en la materia, la Constitución de 1961 regulaba un modelo económicoflexible (Brewer-Carías, 1991:62-63) en quince artículos, reunidos en un capítulobajo el epígrafe “Derechos económicos”.1 Frente a la anterior regulación, las dis-posiciones en materia económica que incorpora la Constitución de 1999 son,como afirma Combellas (2001:219), más avanzadas y ambiciosas.

La Constitución de 1999 se ocupa minuciosamente, tanto de los principios gene-rales como de los pormenores del modelo económico que rige, a partir de suentrada en vigor, en Venezuela. Para ello destina, además de otras normas disper-sas en el texto, los siete artículos que componen el capítulo dedicado a los dere-chos económicos2 y, principalmente, los dos capítulos que conforman el título VI,Del sistema socioeconómico, integrado por veintitrés artículos,3 varios de ellosdestinados a la configuración constitucional del Banco Central de Venezuela y a lacoordinación macroeconómica entre esta institución, única formuladora y ejecutorade la política monetaria, y el Ejecutivo, competente en la política fiscal. Con laregulación de la banca central, la Constitución de 1999 reconoce la relevancia dela institución responsable de la política monetaria y determina su imbricada situa-ción en el complejo sistema de relaciones entre las llamadas administracionesindependientes y el Estado.

El presente trabajo desea perfilar los aspectos más relevantes de la nueva configu-ración constitucional del Banco Central de Venezuela, fundamentándose en elanálisis jurídico de la Constitución de 1999, e intenta aportar elementos al debatejurídico en aquellos aspectos particularmente complejos o confusos de la regula-ción constitucional de la banca central venezolana.4

* El autor desea agradecer sus sugerencias al doctor Roberto Viciano Pastor y a D. LinoValencia i Montes, de la Universitat de València, que han servido para mejorar notablementeel texto del presente artículo.1 Capítulo V del título III, De los deberes, derechos y garantías, artículos 95-109, Constituciónde 1961.2 Capítulo VII del título III, De los derechos humanos y garantías, y de los deberes, artículos299-310, CRB.3 Artículos 299-321, CRB.4 En el momento de finalizar el presente trabajo, se encuentra en discusión en la AsambleaNacional el Proyecto de Ley de Banco Central de Venezuela, norma a la que no se hará aquíreferencia.

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Antecedentes

La primera Ley del Banco Central de Venezuela fue aprobada por el CongresoNacional el 13 de julio de 1939.5 Con la creación del Banco Central, Venezuela sesumaba a los numerosos países –varios de ellos sudamericanos– que, debido a lasnecesidades que iban derivándose de las políticas monetarias que el Estado debíaejecutar, fundaron sus bancos centrales en las primeras décadas del siglo XX.6

Como era común en los primeros bancos centrales, el Banco Central de Venezue-la se perfiló como una sociedad anónima7 de propiedad mixta, donde la mitad delas acciones estaban en manos del gobierno y el resto se ofrecía a los accionistasparticulares, a través de suscripción pública.8 El Presidente del Banco Central deVenezuela era elegido por la Asamblea General de Accionistas, de una terna quele debía someter el Presidente de la República. Los ocho miembros que confor-maban, con el Presidente, el Directorio del Banco Central de Venezuela, eranelegidos del siguiente modo: cuatro por el Ejecutivo Nacional, tres por la Asam-blea General de Accionistas y uno por el Consejo Bancario Nacional.9 El objetodel Banco Central de Venezuela, lógicamente menos desarrollado que el actual,consistía fundamentalmente en centralizar la emisión de billetes, regular la circu-lación monetaria, centralizar las reservas monetarias del país, vigilar el valor de launidad monetaria, vigilar y regular el crédito e interés bancarios, y actuar comoagente financiero del Gobierno Nacional en todas sus operaciones de crédito.10

La primera Ley de Banco Central fue objeto de una reforma poco relevante en1943.11 La Ley de Banco Central de 1960,12 recién inaugurado el gobierno demo-crático tras la caída de Pérez Jiménez y con Rómulo Betancourt en la Presidencia

5 La ley fue promulgada por el general Eleazar López Contreras el 8 de septiembre de 1939y publicada en la Gaceta Oficial de los Estados Unidos de Venezuela nº 19.974, de 8 dediciembre de 1939. Su título exacto fue Ley de Banco Central. Tanto el texto de esta leycomo el del resto de leyes citadas, hasta la reforma de 1987, están publicadas en BANCO

CENTRAL DE VENEZUELA, Compilación de leyes del Banco Central de Venezuela. Caracas, 1990.6 En Sudamérica, antes de Venezuela se crearon los bancos centrales de Perú (1922), Colom-bia (1923), Uruguay (1924), Chile (1925), Ecuador (1927), Bolivia (1929), Argentina (1935) yParaguay (1936), aunque, en este último caso, no obtendría su forma definitiva como bancocentral hasta 1944.7 Artículo 1, Ley de Banco Central de 1939.8 Artículo 6, Ley de Banco Central de 1939.9 Artículos 22-24, Ley de Banco Central de 1939.10 Artículo 2, Ley de Banco Central de 1939.11 Aprobada por el Congreso Nacional el 10 de julio de 1943, publicada en la Gaceta Oficialde los Estados Unidos de Venezuela nº 21.149, de la misma fecha.12 Aprobada por el Congreso Nacional el 5 de diciembre de 1960, publicada en la GacetaOficial de la República de Venezuela de 18 de enero de 1961.

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de la República, mantenía la propiedad mixta del Banco Central de Venezuela.Además de cambiar la composición del Directorio, en cuya nueva estructura salie-ron desfavorecidos los accionistas particulares,13 otorgaba la posibilidad al BancoCentral de conceder al Gobierno, dentro de los límites que la propia ley expresa-ba, “préstamos destinados a cubrir deficiencias transitorias en la Caja de TesoreríaNacional”, los cuales debían ser cancelados a través de los pagos autorizados enla Ley de Presupuesto.14

En 1974, cuando la economía rentista petrolera estaba en pleno auge, se aprobóla Ley del Banco Central de Venezuela,15 que derogó expresamente la Ley de196016 y nacionalizó el Banco. La forma jurídica del Banco Central de Venezuelacontinuaba siendo la de compañía anónima, si bien pasaba a conformarse comopersona jurídica pública17 y el propietario, finalizado el período de transiciónpara la venta de las acciones por parte de los suscriptores individuales,18 seríaexclusivamente el Estado. Por razón de su forma jurídica, el Banco mantenía laAsamblea General, si bien cuando la institución fuera totalmente pública, con laúnica representación de su solo propietario, el Estado. Por otra parte, la Ley de1974 reguló una compleja elección del Directorio donde participaban los entescon intereses sectoriales, las patronales y los sindicatos.19 La ley fue modificada en

13 El Directorio, formado por el Presidente y seis directores, era elegido de la siguientemanera: el Presidente, de la forma establecida en la ley anterior (vid. supra); tres de losdirectores eran elegidos por el Ejecutivo Nacional, uno por la Asamblea General de Accio-nistas, uno por la banca privada y uno por los sectores del Comercio y de la Producción.Artículos 20-22, Ley de Banco Central de 1960.14 Artículo 42, Ley de Banco Central de 1960.15 Aprobada por el Decreto nº 507, de 30 de octubre de 1974, y publicada en la GacetaOficial de la República de Venezuela nº 1.711 extraordinario de 30 de diciembre de 1974. Elhecho de que fuese aprobada por decreto del Ejecutivo –firmado por el presidente de laRepública, Carlos Andrés Pérez– y no, como en los casos anteriores, por el Congreso Nacio-nal, se debe a que fue fruto de una ley habilitante, por la cual el Legislativo delegaba en elEjecutivo la sanción de determinadas leyes.16 Artículo 109, Ley del Banco Central de Venezuela de 1974.17 Artículo 1, Ley del Banco Central de Venezuela de 1974.18 La Ley concedía un plazo de dos años para que todas las personas, naturales o jurídicas,distintas de la República, titulares de acciones del Banco Central de Venezuela, las ofrecie-ran al Ministerio de Hacienda, que pagaría por ellas el promedio del valor de mercado enlos seis meses anteriores al 30 de septiembre de 1974. Las acciones que no hubieren sidoofrecidas tras la finalización del período concedido serían expropiadas por el Estado.19 El Directorio del Banco Central estaría compuesto por un Presidente y siete directoresdesignados por el Presidente de la República; en el caso de los directores, de la siguientemanera: cuatro de ellos escogidos entre los funcionarios de los ministerios de Hacienda,Fomento, Agricultura y Cría, y Minas e Hidrocarburos, de la Oficina Central de Coordinacióny Planificación de la Presidencia de la República, del Fondo de Inversiones de Venezuela, del

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tres ocasiones durante la década de los ochenta,20 si bien las reformas fueronpuntuales y no alteraron sustancialmente el contenido de la norma.

En 1992 se publicó una nueva Ley del Banco Central de Venezuela,21 que aunquemantuvo la estructura y la mayoría del articulado de la Ley de 1974,22 incorporóalgunos cambios sustanciales. La Ley de 1992 terminó acertadamente con laconfiguración del Banco Central de Venezuela como compañía anónima, reminis-cencia que se había mantenido desde su creación en 1939, y que era impropia delas nuevas competencias y características de la banca central. No obstante, ellegislador de 1992 no quiso –o no supo– definir convenientemente la formajurídica del Banco Central ni aplicar los cambios que conllevaba el abandono delos elementos propios de una empresa mercantil, una vez tomada la decisión deque dejase de constituirse como sociedad anónima.

Por una parte, se mantuvo la existencia de la Asamblea General, formada exclusi-vamente por los representantes de la República, estructura que determina la legis-

Instituto de Comercio Exterior y de los bancos e institutos de crédito del Estado; un directorescogido entre los presidentes de los bancos e institutos de crédito miembros del ConsejoBancario Nacional, con excepción de los bancos o institutos de crédito del Estado, de unaterna sometida a consideración del Presidente de la República; un director escogido de unaterna sometida a consideración del Presidente de la República por la Federación Venezolanade Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción; y un director escogido de una ternasometida a la consideración del Presidente de la República por la Confederación de Traba-jadores de Venezuela (artículos 19 y 20, Ley del Banco Central de Venezuela de 1974).20 En 1983 (Gaceta Oficial de la República de Venezuela nº 3.252 extraordinario, de 12 deseptiembre de 1983), 1984 (Gaceta Oficial de la República de Venezuela nº 3.413 extraordi-nario, de 18 de julio de 1984) y 1987 (Gaceta Oficial de la República de Venezuela nº 3.998extraordinario, de 21 de agosto de 1987). Esta última modificaba la elección del Directorioen el sentido de que eran tres los directores elegidos “entre los funcionarios de mayorjerarquía de los Ministerios, Institutos Autónomos y Empresas de los sectores Económicos oFinancieros del Estado”, se mantenía la representación sectorial, y se incluía un director “dela libre escogencia y remoción del Presidente de la República” (artículo 5, Ley de ReformaParcial de la Ley del Banco Central de Venezuela, de 1987).21 Aprobada por el Congreso Nacional el 30 de noviembre de 1992, y publicada en laGaceta Oficial de la República de Venezuela nº 35.106, de 4 de diciembre de 1992. La Ley de1992 no derogó expresamente la anterior, como en general habían hecho sus antecesoras,sino que se decidió por la recurrente derogación tácita, que facilita la inseguridad jurídica.De esta forma, el artículo 120 de la Ley de 1992 señala que “se derogan todas las disposicio-nes de otras leyes que colidan con las normas de la presente Ley”, lo que deja en suspensola posibilidad de que normas de la ley anterior, diferentes de la actual pero que no colidancon ésta, puedan resultar todavía vigentes.22 Al permanecer comunes en la mayoría de los aspectos, materialmente la Ley del BancoCentral de Venezuela de 1992 significó una reforma de la sancionada en 1974, si bien másprofunda que las reformas que habían modificado ésta durante la década de los ochenta.Formalmente, no obstante, se aprobó como una nueva ley.

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lación mercantil para las compañías anónimas, y que, por lo tanto, había perdidosu razón en la nueva configuración del Banco Central. En la práctica sirvió comométodo de rendición de cuentas al Ejecutivo, lo que cercenaría notablemente laautonomía que la Ley de 1992 hizo gala en otorgar al Banco Central de Venezuela.Se mantuvo asimismo la elección por parte de la Asamblea General de dos comi-sarios y sus suplentes “conforme a lo dispuesto en el Código de Comercio”.23

Por otra parte, el artículo 1 de la Ley de 1992 definió al Banco Central de Venezue-la como “persona jurídica pública de naturaleza única”. A todas luces se trataba deuna definición insuficiente y defectuosa. La calificación de “naturaleza única”, quecuenta con su correspondiente en la legislación colombiana, coetánea de la vene-zolana,24 es en el mejor de los casos innecesaria –no aporta nada sustancial a ladefinición del Banco Central, por cuanto no existen normas que se apliquen a losentes “únicos”– y en el peor atenta contra la seguridad jurídica, ya que la lagunaen el contenido de la expresión puede llevar al juez intérprete a defender, a travésde la “naturaleza única”, un significado cuyo conocimiento previo no se ha dado.25

Las conclusiones a las que ha llegado la doctrina sobre la “naturaleza única” delBanco Central de Venezuela no ofrecen respuesta satisfactoria a dicho conflicto.26

23 Artículos 5 y 9, Ley del Banco Central de Venezuela de 1992.24 La Ley del Banco de la República de 29 de diciembre de 1992 (Diario Oficial de laRepública de Colombia nº 40.707, de 4 de enero de 1993), desarrollando los artículos 371 y372 de la Constitución Política de Colombia de 1991, señala en su artículo 1 que “el Bancode la República es una persona jurídica de derecho público (…), de naturaleza propia yespecial (…)”. La misma expresión se reproduce en el artículo 1 de los Estatutos del Bancode la República (Diario Oficial de la República de Colombia nº 41.142, de 17 de diciembrede 1993).25 En contra, cfr. Escobar Ch., José Benjamín, Jurisprudencia del máximo tribunal de laRepública relacionada con el Banco Central de Venezuela (1940-1993), tomo I (Comenta-rios introductorios). Banco Central de Venezuela, Caracas, 1994, pp. IV y 170. Para el autor,las condiciones que envuelven la regulación del Banco Central de Venezuela ya daban pie,incluso con anterioridad a la aprobación de la Ley de 1992, “a la determinación del Bancocomo una persona pública de naturaleza única que no tiene parangón entre las personasasociativas que integran la administración pública venezolana” (sic) (idem). El autor afirmaque “esta tesis la propuse y fue aceptada para ser incluida en el Proyecto de Ley Orgánicadel Banco Central de Venezuela” (ibidem, nota 288, p. 367), que más tarde daría forma a laLey del Banco Central de Venezuela de 1992.26 La “naturaleza única” del Banco Central de Venezuela significa para Lares que “el BancoCentral no es actualmente una empresa del Estado, como lo fue durante muchos años, ni estampoco un instituto autónomo, ni un organismo de desarrollo económico y social. Es, porlo tanto, una entidad jurídica pública de naturaleza singular, que no encuadra en ninguna delas figuras creadas por el derecho venezolano para la definición de los entes públicos”(Lares Martínez, 1997:671).

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La Ley del Banco Central de Venezuela eliminó la conformación sectorial delDirectorio del Banco Central. Aumentó la libertad de elección de los miembrosdel Directorio, por cuanto éste quedaba formado por el Presidente y seis directo-res designados por el Presidente de la República, con la autorización del Senado,emitida por el voto de las dos terceras partes de sus miembros.27 La eliminación dela representación sectorial del órgano de gobierno del Banco Central supuso unimportante avance en la autonomía de la institución. Los representantes sectoria-les entraron a formar parte de un órgano de consulta, el Consejo Asesor del BancoCentral de Venezuela,28 que en la práctica no tuvo mucho éxito.

La constitucionalización del Banco Central de Venezuela

La preocupación por la incorporación al texto constitucional del Banco Central deVenezuela estuvo presente desde los primeros trabajos de la Comisión de loEconómico y Social de la Asamblea Nacional Constituyente,29 que agregó la pro-puesta de articulado en el Anteproyecto de Constitución. El hecho de que lacomisión encargada del modelo constitucional de banca central fuera la mismabajo cuya responsabilidad estribaba la propuesta de régimen socioeconómico,ayudó notablemente a la integración del Banco Central de Venezuela en la estruc-tura y características del sistema económico diseñado por la Comisión de lo Eco-nómico y Social que, en términos de su Presidente, no aceptó “ninguna de lasvisiones extremas, ni estatismo a ultranza, ni tampoco el neoliberalismo a ultranza.Se buscó un punto intermedio entre el mercado y el Estado”.30

27 Artículos 10 y 11, Ley del Banco Central de Venezuela de 1992.28 Formado por cinco asesores escogidos, a través de un complejo proceso, entre el propioBanco Central de Venezuela, los bancos e instituciones financieras miembros del ConsejoBancario Nacional, la Federación Venezolana de Cámaras y Asociaciones de Comercio yProducción, el Consejo de Economía Nacional, y la Confederación de Trabajadores de Vene-zuela (artículo 23, Ley del Banco Central de Venezuela de 1992).29 Elegida por el pueblo venezolano en la cita a las urnas del 25 de julio de 1999, previo votomayoritariamente afirmativo del electorado en el referéndum de 25 de abril, por el cual sedecidió convocar a la Asamblea Nacional Constituyente.30 Palabras de Alfredo Peña ante la Asamblea Nacional Constituyente, durante la presenta-ción del trabajo sobre el sistema socioeconómico que iba a comenzar a someterse a discu-sión en la Plenaria de la Asamblea. La afirmación la realizó el Presidente de la Comisión delo Económico y Social, rechazando la propuesta que había recibido por escrito la Comisión,proveniente del propio Banco Central de Venezuela, “en la cual proponía que esta Comi-sión declarara la economía de mercado” (Gaceta Constituyente de 7 de noviembre de 1999,p. 2). Para Combellas, “la Constitución económica venezolana se enmarca, al igual que la de1961, dentro del modelo de economía mixta, es decir, promueve la libertad económica y lainiciativa privada empresarial, conjuntamente con sanos principios de intervencionismoestatal, tal como se expresa en la promoción conjunta del desarrollo armónico de la econo-mía nacional” (Combellas, cit., p. 219). Para Badell, no obstante, la Constitución de 1999 es

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En el intermedio que tuvo lugar entre la aprobación del Anteproyecto de Constitu-ción y la discusión en Plenaria de la propuesta referente al Banco Central de Vene-zuela, el texto presentado se integró y mejoró notablemente.31 La referencia directaa la organización del Banco Central de Venezuela pasó, en su versión definitiva, aformar parte del proyecto de Constitución que se presentó ante el pueblo venezo-lano, y que éste aprobó en el referéndum del 15 de diciembre de 1999.

Como se ha indicado, por primera vez en la historia constitucional venezolana elBanco Central de Venezuela aparece regulado en la Carta Magna de 1999, y seconvierte, por ello, en órgano constitucionalizado. Esta preocupación de la nue-va Constitución por incorporar al órgano responsable de la banca central respon-de a las últimas tendencias del derecho constitucional que, asumiendo la impor-tancia de incluir en su parte orgánica al ente responsable de la política monetaria,tiende a incluir en las constituciones de los estados algunas regulaciones sobre elbanco central correspondiente.32

estatista “porque establece mecanismos de intervención del Estado en la economía quemenoscaban el principio de libertad económica que ella misma consagra” (Badell Madrid,2000:280-281). De opinión diferente es Rondón de Sansó, quien señala que la Constituciónapuesta por una búsqueda de equilibrios entre las grandes corrientes económicas existentesen el mundo actual, la economía dirigida y la economía de mercado. La ubicación de laplanificación enunciada en la Constitución de 1999 “no es posible en alguna de las dos tesistradicionales, sino que se trata indudablemente de una tercera vía, de la búsqueda de unnuevo método para enfrentar y resolver los problemas fundamentales de la economía”(Rondón de Sansó, 2000:237-239).31 Según el Presidente de la Comisión de lo Económico y Social, para la elaboración de lapropuesta de articulado se tuvo en cuenta el parecer de varios constituyentes, el Ministeriode Finanzas, el Banco Central de Venezuela, economistas independientes y organizacionesde la sociedad civil (Gaceta Constituyente de 7 de noviembre de 1999, p. 2). Por su parte, enel Dictamen sobre el Anteproyecto de Constitución que realizó el Centro de Estudios Políti-cos y Sociales (CEPS) de Valencia (España), y que recogió las propuestas de más de veinteprofesores de varias universidades españolas, se sugería principalmente, además de la me-jora en la redacción, la inclusión de la posibilidad de remover a las autoridades del BancoCentral con el objeto de que la ley no pudiera blindar la permanencia en los cargos; elmantenimiento de la participación de la Asamblea Nacional en la ratificación de las autori-dades del Banco Central, así como de la supervisión de la Contraloría General de la Repú-blica; y la inclusión explícita del “apoyo” a las políticas del Gobierno (Centro de EstudiosPolíticos y Sociales-CEPS, 1999, Dictamen sobre el Proyecto de Constitución de la Repúblicade Venezuela. Valencia, noviembre, pp. 110-111, disponible en Internet en abril de 2001,http://www.analitica.com/biblioteca/ceps/dictamen.asp). Todos estos aspectos fueron in-corporados a la versión definitiva del articulado sobre el Banco Central de Venezuela, segúnla última propuesta en la forma de “coordinación con la política económica general”.32 En Sudamérica, la constitucionalización de la banca central ha tenido ya lugar en Brasil,Colombia, Chile, Ecuador y Perú.

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La citada constitucionalización implica, principalmente, dos efectos de forma di-recta: por una parte, dota a la institución de la categoría de órgano de relevanciaconstitucional. La doctrina ha diferenciado entre órganos constitucionales y órga-nos de relevancia constitucional: en ambos casos, como señala López Guerra(1994:70-71), se prevé su existencia en la Constitución y son, por tanto, insuprimiblespor el legislador. Respecto a los órganos constitucionales, al ser esenciales a lapropia configuración del Estado, la Constitución se ocupa asimismo de su compo-sición, procedimiento y funciones principales. Los órganos de relevancia constitu-cional, si bien no son consustanciales a la forma de gobierno, coadyuvan demanera importante al cumplimiento de los objetivos del Estado. Esta función, enreferencia al Banco Central de Venezuela, viene reconocida en el propio estatutoconstitucional del órgano.33

Por ello, aun cuando el Banco Central de Venezuela goza de una dilatada existen-cia, de acuerdo con los parámetros de organización de la Constitución de 1961,nada hubiera impedido la supresión de este órgano como responsable último dela política monetaria del Estado, o haber alterado notablemente sus características,si ésa hubiera sido la voluntad del legislador. A pesar de que cuando fue promul-gada la Constitución de 1961 el Banco Central de Venezuela contaba con más deveinte años realizando funciones de banca central, el texto constitucional, como,por otra parte, era habitual en derecho comparado,34 únicamente hacía referenciaen esta sede a la existencia de dos competencias del Poder Nacional: el sistemamonetario y la circulación de la moneda extranjera,35 y la legislación de bancos ydemás instituciones de crédito.36 Ninguna de ellas requería de forma necesaria lapresencia de un banco central. De hecho, como se ha dicho, importantes cambiosen la configuración legal de la institución tuvieron lugar durante mucho tiempodespués de la aprobación de la Constitución de 1961.

Por otra parte, la constitucionalización del Banco Central de Venezuela, tal comotiene lugar en la Carta Magna de 1999, no sólo implica la necesidad de la existen-cia del órgano, sino la regulación de una parte de su estructura y funciones que laley no podrá obviar y, en todo caso, deberá desarrollar dentro del principio de

33 Vid. infra.34 Como señala Badell, no puede calificarse como una omisión del constituyente de 1961 lafalta de un desarrollo más acabado del régimen monetario, pues no fue hasta época bienreciente que esta cuestión comenzó a interesar a los foros constitucionales (Badell Madrid,cit., p. 259).35 Artículo 136.7, Constitución 1961.36 Artículo 136.24, Constitución 1961. Debe tenerse en cuenta, además, que el Banco Centralde Venezuela, por la naturaleza de sus funciones y su organización como banca central, nopuede considerarse como una institución de crédito al uso, ni siquiera dentro de la bancapública comercial.

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jerarquía normativa. La formación del Directorio, las competencias del BancoCentral, el control, son algunas de las características que la Constitución determi-na para la nueva configuración del Banco Central de Venezuela. El desarrollo porparte de la ley de esta regulación básica y esencial que confiere la Constitucióndebe realizarse con el respeto absoluto a las normas del máximo rango dentro delordenamiento jurídico venezolano. Esta ley, de acuerdo con la disposición transi-toria cuarta de la Constitución, debe fijar obligatoriamente los siguientes aspectos,entre otros que se comentarán posteriormente: el alcance de las funciones yforma de organización del Banco Central; el funcionamiento, período, forma deelección, remoción, régimen de incompatibilidades y requisitos para la designa-ción del Presidente y Directorio del Banco Central; y las reglas contables para laconstitución de sus reservas y el destino de sus utilidades.

La Constitución de 1999 señala que es competencia del Poder Público Nacional laregulación de la banca central, del sistema monetario, del régimen cambiario, delsistema financiero, del mercado de capitales, así como la emisión y acuñación demoneda.37 La ejecución de estas competencias corresponden, en su mayor parte,al Banco Central de Venezuela, a cuya regulación la Constitución consagra, prin-cipalmente, la sección tercera (Del sistema monetario nacional) del capítulo II(Del régimen fiscal y monetario) del título VI (Del sistema socioeconómico).38

Objetivos, competencias y funciones

El objetivo principal que la Constitución de 1999 consagra para el Banco Centralde Venezuela es el logro de la estabilidad de precios, con el fin de preservar losvalores interno y externo de la moneda.39 El hecho de que la Constitución deter-

37 Artículo 156.11, CRB.38 Asimismo la Constitución se ocupa del Banco Central de Venezuela en el artículo 320–sobre la coordinación macroeconómica–, y en las disposiciones transitorias cuarta, aparta-do 8 –sobre la Ley del Banco Central de Venezuela– y decimoséptima –sobre la transiciónen la emisión de los billetes a la denominación “República Bolivariana de Venezuela”.39 Artículo 318, CRB. El artículo, textualmente, señala que “el objetivo fundamental delBanco Central de Venezuela es lograr la estabilidad de precios y preservar el valor interno yexterno de la unidad monetaria”. Lógicamente, debe entenderse la estabilidad de preciospara la preservación del valor de la moneda como un objetivo, el fundamental de la institu-ción, por cuanto el artículo habla en todo caso de “el objetivo”, en singular. Es éste elsentido de la exposición de motivos cuando señala que el Banco Central de Venezuela debe“alcanzar un objetivo único y exclusivo. Éste se precisa como el de estabilizar el nivel deprecios para preservar el valor de la moneda”. Por otra parte, el artículo 318 indica que launidad monetaria de la República Bolivariana de Venezuela es el bolívar. Esta aseveración,con la regulación de las competencias monetarias del Banco Central, que debe ejercer deforma “exclusiva y obligatoria” según el mismo artículo, supondría la inconstitucionali-dad de cualquier decisión de dolarización de la economía, fenómeno que ha acontecido en

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mine la existencia de un “objetivo fundamental” significa que existen otros obje-tivos generales, a cuyo logro el Banco Central de Venezuela debe coadyuvar en elejercicio de sus competencias. Éstos son los fines esenciales del Estado –según elartículo 3 de la CRB, se trata de la defensa y el desarrollo de la persona y el res-peto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construc-ción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad ybienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos ydeberes reconocidos y consagrados en la Constitución– y, en particular, los finesdel régimen socioeconómico –citados en el artículo 299 de la CRB: asegurar eldesarrollo humano integral y una existencia digna y provechosa para la colectivi-dad. Debe hacerse notar que la existencia de varios objetivos, además del funda-mental, propio de la naturaleza y función del Banco Central de Venezuela y de suinserción entre los órganos del Estado, no puede verse mermada por la literalidadde la exposición de motivos, cuando habla de “un objetivo único y exclusivo”. Laexpresión sólo puede entenderse referida al objetivo principal, en el sentido indi-cado en la cita anterior.40

Por otra parte, más directamente, a través de la coordinación macroeconómicaentre el Banco Central de Venezuela y el Ejecutivo, debe cumplirse la labor delEstado señalada en el artículo 320 de la CRB: promover y defender la estabilidadeconómica, evitar la vulnerabilidad de la economía y velar por la estabilidad mone-taria y de precios, para asegurar el bienestar social. A estos fines son los que serefiere el propio artículo 318 de la CRB, cuando determina que el Banco Central deVenezuela debe ejercer sus funciones en coordinación con la política económicageneral, “para alcanzar los objetivos superiores del Estado y la Nación”. Todos losmedios y los recursos que el Estado, por mandato constitucional, pone en manosdel Banco Central de Venezuela están destinados a cumplir con estas metas.

De acuerdo con la Constitución, las competencias monetarias del Poder Nacionaldeben ejercerse de manera exclusiva y obligatoria por el Banco Central de Vene-

países del entorno geopolítico de Venezuela, como Ecuador. La única excepción posible alcambio del bolívar por una unidad monetaria diferente la prevé el propio artículo, cuandoseñala que “en caso de que se instituya una moneda común en el marco de la integraciónlatinoamericana y caribeña, podrá adoptarse la moneda que sea objeto de un tratado quesuscriba la República”. La norma está en consonancia con el espíritu de integración que sederiva de la Constitución de 1999, desde el mismo preámbulo. Vid. infra.40 El artículo 299 de la CRB continúa: “El Estado, conjuntamente con la iniciativa privada,promoverá el desarrollo armónico de la economía nacional con el fin de generar fuentes detrabajo, alto valor agregado nacional, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer lasoberanía económica del país, garantizando la seguridad jurídica, solidez, dinamismo,sustentabilidad, permanencia y equidad del crecimiento de la economía, para lograr unajusta distribución de la riqueza mediante una planificación estratégica democrática, participativay de consulta abierta”.

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zuela.41 El artículo se refiere, como se ha dicho, a las competencias monetariascitadas en el numeral 11 del artículo 156 de la CRB: la regulación del sistemamonetario, del régimen cambiario, del sistema financiero y del mercado de capi-tales, además de la emisión y acuñación de moneda, competencias que deben serejercidas teniendo en cuenta aspectos particulares que la Constitución regule.42 Laexclusividad en el ejercicio de las competencias supone la prohibición de ladelegación, propia o por parte de terceros, a través de la ley o de cualquier otromecanismo, de las competencias del Banco Central de Venezuela a un órganodiferente; por su parte, la obligación del ejercicio implica la imposibilidad dedejación o inhibición en sus competencias por parte del Banco Central de Vene-zuela, a instancia propia o de terceros, a través de la ley o de otro mecanismo.Sólo el Banco Central puede realizar las competencias monetarias del Poder Na-cional, y las debe ejercer de forma indispensable. La Constitución determina unnúcleo de funciones al respecto, de las que se puede referir la citada exclusividady obligación en su ejercicio.

En efecto, el artículo 318 de la CRB señala algunas funciones que el Banco Centralde Venezuela debe ejercer, dentro de las competencias que le han sido conferi-das: formular y ejecutar la política monetaria, participar en el diseño y ejecutar lapolítica cambiaria, regular la moneda, el crédito y las tasas de interés y administrarlas reservas internacionales. No se trata de un numerus clausus de funciones, porcuanto el citado artículo remite a la ley la posibilidad de establecer otras. Noobstante, el mandato constitucional determina en esta sede un listado mínimo defunciones, aquellas que el Banco Central de Venezuela no puede dejar de realizar,ni pueden ser realizadas por otros organismos. Por otra parte, la ley cuenta conuna limitación importante a la hora de aumentar el catálogo de funciones delBanco Central de Venezuela: no puede conceder a esta institución la función desupervisión bancaria –que, por otra parte, es común en la regulación de la bancacentral en derecho comparado–, por cuanto la propia Constitución nombra enalgunas ocasiones a un “organismo público de supervisión bancaria”,43 que debeser diferente del Banco Central de Venezuela por cuanto participa en los mecanis-mos de control de éste, de acuerdo con el artículo 319 de la CRB.

41 Artículo 318, CRB.42 En concreto, al indicar el artículo 318 que corresponde al Banco Central de Venezuela“participar en el diseño y ejecutar la política cambiaria”, la Constitución reconoce la partici-pación del Ejecutivo en la formulación de las políticas cambiarias.43 No hay dudas respecto a que esta alusión al organismo público de supervisión bancariahaga referencia directa a la Superintendencia de Bancos y otras Instituciones Financieras uorganismo que la sustituya, pues los debates constituyentes al respecto giraron en torno aesta institución (cfr., vgr., Gaceta Constituyente de 8 de noviembre de 1999, p. 23).

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Autonomía y organización

La configuración constitucional del Banco Central de Venezuela garantiza la auto-nomía de la institución. A la expresa mención de la autonomía en el artículo 318(“El Banco Central de Venezuela es persona jurídica de derecho público conautonomía para la formulación y el ejercicio de las políticas de su competencia”)se suma la no subordinación, en el ejercicio de sus funciones, del Banco Centrala “directivas del Ejecutivo”, y la prohibición de que convalide o financie políticasfiscales deficitarias (artículo 320, CRB); la previsión de un régimen de incompati-bilidades aplicable a las autoridades del Banco Central, que la ley debe desarro-llar; y la mención en el texto constitucional del explícito deber del Presidente ydirectores del Banco Central de Venezuela de representar exclusivamente el inte-rés de la nación (disposición transitoria cuarta).

La consagración de la autonomía del Banco Central de Venezuela en la Constitu-ción de 1999 supone un importante avance en la legislación venezolana.44 Elartículo 22 de la Ley del Banco Central de Venezuela de 1992 determina que elDirectorio del Banco Central de Venezuela tiene autonomía en lo concerniente alejercicio de sus atribuciones, a la definición de las políticas de la institución y a laejecución de sus operaciones, “en función de los cometidos que le asigne estaley”. Algunos autores quisieron ver en esta sede la legalización de la autonomíadel Banco Central de Venezuela,45 cuando la disposición se refería exclusivamente–y de una forma vaga e inconcreta– a algunas funciones de su Directorio. Contodo, la disposición era de rango legal, y podría haber sido modificada con pos-terioridad por una norma de igual o superior rango. Con la inclusión de la auto-nomía en la Constitución de 1999, como ocurre con la organización y objetivosdel Banco Central de Venezuela, se dota a esta cualidad de la máxima protecciónen el sistema de normas del Estado.

En Venezuela, algunas voces han abogado por la independencia del Banco Cen-tral, afirmando que la Constitución de 1999 deja las puertas abiertas a la“minimización” de la autonomía de la institución (Brewer-Carías, 2000:220). Elpropio Banco Central de Venezuela, cuando conoció la propuesta del Antepro-yecto de Constitución en noviembre de 1999, publicó en varios periódicos degran difusión un alerta sobre el peligro de que la nueva Constitución acabara con

44 A las puertas de la aprobación de la Constitución de 1999, Junguito escribió que el marcojurídico de los bancos centrales “es mucho más sólido cuando se incorpora dentro de laConstitución de un país, en contraposición a que la autonomía se otorgue simplemente pormedio de una ley, como es el caso de Venezuela” (Junguito, 1999:59).45 Vgr. Lares Martínez, cit., pp. 675-676. Por otra parte, en la común confusión entre auto-nomía e independencia, el autor señala que “fuera de las situaciones excepcionales previs-tas en la ley, el Banco Central disfruta de independencia frente al Gobierno Nacional”.

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su autonomía. Algunos constituyentes, durante el debate en la Asamblea NacionalConstituyente, criticaron severamente la iniciativa del Banco Central de Venezue-la,46 donde se partía de la idea de que la función del Banco Central de Venezuelaera meramente técnica, y la supuesta neutralidad que se desprendería de la con-sagración de la independencia del Banco Central quedaría empañada por loselementos de control y legitimidad que incorporaría la Constitución de 1999. Éstees el fundamento de la crítica que realiza Brewer-Carías a la configuración delBanco Central de Venezuela en la Constitución de 1999, cuando afirma que laautonomía de la institución “se encuentra limitada por las regulaciones que lapropia Constitución establece con la previsión de responsabilidades y de normasde control; y además, por la remisión a la Ley, a tal punto que puede neutralizarsecompletamente, politizándose la gestión de la institución” (Brewer-Carías, 2000:220-221). Esta supuesta neutralidad de la técnica también fue duramente criticada porlos constituyentes.47

Lo cierto es que, como parte del Estado, un banco central no debería configurarsecomo un órgano independiente. En primer lugar, porque el mito de la técnicaneutra en el ámbito de funcionamiento de la banca central se ha manifestadocomo absolutamente falso. García-Pelayo no podía ser más claro al respecto:“Para que el Estado cumpla sus funciones en el campo económico se precisa,desde luego, que opere con arreglo a criterios técnicos; pero, de un lado, ladecisión sobre los fines (…) cae más allá de la racionalidad técnica y, de otro, esingenuo suponer que en la mayoría de los casos el instrumentario técnico esté encondiciones de proporcionar la única, mejor y, por tanto, indiscutida vía posible.Lo cierto es que las políticas económicas favorecen a unos intereses y lesionan aotros y que (…) en la mayoría de los casos, los costos de las soluciones dadas sereparten desigualmente entre los distintos grupos o estratos de la población”(García-Pelayo, 1990:74).

46 Así, los constituyentes Freddy Gutiérrez, Froilán Barrios y Alfredo Peña. Gaceta Constitu-yente de 8 de noviembre de 1999, pp. 20-21.47 El constituyente Froilán Barrios declaró que “no existe técnica neutra. La técnica estáperfectamente subordinada a los elementos generales de política y si algo ha ocurrido enlos últimos veinte años en el Banco Central de Venezuela, es que esa técnica estuvo subor-dinada a dos elementos importantes. Uno, a las políticas generales que fijaron Acción De-mocrática y Copei, como partidos políticos, y en segundo término, al sistema bancarioprivado nacional”. El constituyente Froilán Barrios, por su parte, afirmó que “se plantea, enpocas palabras, que los bancos centrales tengan una autonomía absoluta frente a los gobier-nos nacionales, porque precisamente es la vía como se cede ante la presión internacional yse cede ante la presión de la Reserva Federal norteamericana, y de esta manera nosotros,con una autonomía del Banco Central, pudiéramos decir quién lo controla” (Gaceta Consti-tuyente de 8 de noviembre de 1999, p. 20).

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En segundo lugar, no puede concebirse la existencia de órgano independiente –enel estricto significado del término– en un Estado democrático. La democracia,como ha afirmado Aragón Reyes (1989:98-99), es un principio jurídico; su inclu-sión en el contenido de la Constitución obliga a dotar a la democracia de unsignificado jurídico. Por lo tanto, el principio democrático, como principio generaldel ordenamiento, es derecho positivo, como lo es todo precepto constitucional.Y el control de las instituciones es, como se ha defendido en la doctrina (MartínezDalmau, 2000:73), consustancial al propio concepto de Estado constitucional y,en similar orden, de Estado social y democrático de Derecho.48 Por el respeto alprincipio democrático, una Constitución de un Estado democrático no podríagarantizar la independencia de un banco central sino, en todo caso, si ésa es lavoluntad del pueblo, su autonomía.

En el caso que nos ocupa, la autonomía del Banco Central de Venezuela, portodo lo dicho, no puede confundirse con la independencia de esta institución. Ladefensa del término independencia aplicado a los bancos centrales supone undesconocimiento –real o intencionado– del funcionamiento del sistema financie-ro, quizás soportado, como señala Simões Patrício (1998:12), en la errónea traduc-ción del término inglés independence a las lenguas latinas.

No sólo ninguna institución pública debe ser independiente del Estado en unanación democrática, sino que la configuración constitucional del Banco Centralde Venezuela cuestiona decisivamente cualquier defensa de la independencia delBanco Central de Venezuela, principalmente por dos motivos: los elementos decontrol político, por parte de la Asamblea Nacional, del Banco Central, que laConstitución incorpora (artículo 319, CRB); y la coordinación a la que obliga laConstitución entre el Banco Central de Venezuela y el Gobierno, con el fin dearmonizar la política fiscal y la monetaria (artículo 320, CRB). Tanto el controlpolítico sobre las acciones del Banco Central de Venezuela, como la coordinaciónmacroeconómica necesaria entre esta institución y el Ejecutivo, son claras razonesindicativas de que el Banco Central no se configura en la Constitución como unórgano independiente.

No obstante, la exposición de motivos de la Constitución de 1999 utiliza el térmi-no “independiente” respecto a esta institución: “la autonomía del Banco Centralimplica que la autoridad monetaria debe ser independiente del Gobierno (…)”.La mayor laxitud que se permite en la redacción de las exposiciones de motivos,

48 Como define al Estado la Constitución de 1999 en su artículo 2. Como señala Aragón–refiriéndose a la misma expresión en el artículo 1 de la Constitución española de 1978–, setrata de un enunciado constitucionalmente formalizado, lo que significa que no sólo tienerelevancia para el derecho, sino que es derecho positivo, como lo es todo precepto consti-tucional (Aragón Reyes, cit., p. 99).

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así como el hecho de que en la Constitución de 1999 se esté dotando de conteni-do a la autonomía del Banco Central, justifica que se utilice, en este caso, eltérmino independencia como síntesis de la prohibición constitucional de que elBanco Central esté subordinado al Ejecutivo, y no en otro sentido. Con todo, unaconcepción amplia del término “independiente” utilizado que fuera más allá deeste significado, produciría una colisión entre la exposición de motivos y el con-tenido dispositivo de la Constitución, en cuyo caso prevalecería el texto normati-vo constitucional, esto es, la autonomía del Banco Central de Venezuela frente ala independencia que señala en la misma.49

La disposición transitoria cuarta establece algunas indicaciones sobre cómo debeconfigurarse la organización del Banco Central de Venezuela, delegando en laley el desarrollo de dichos preceptos. La norma mantiene el órgano de gobiernoclásico de la institución, formado por un presidente y varios directores, cuyonúmero debe establecer la ley. Al efecto, la Constitución, velando por la capaci-dad y adecuación de las personas que ocupen el cargo, obliga a que la elecciónde las autoridades del Banco Central tenga lugar a través de un procedimientopúblico de evaluación de los méritos y credenciales de los candidatos al órganode gobierno.

En la elección de estos cargos intervienen el Ejecutivo y el Parlamento. La Constitu-ción garantiza al Gobierno la designación del Presidente y la mitad de los directoresdel Banco Central.50 El hecho de que la Constitución señale que el Legislativo debe

49 Las exposiciones de motivos son un sólido criterio de interpretación legal, pero no elúnico. De su texto no pueden extraerse normas –supuestos de hecho con las respectivasconsecuencias jurídicas– por cuanto no forman parte del texto dispositivo de la ley. En estecaso, no se trata del hecho de que no hayan pasado por el tamiz de la voluntad popular através del referéndum, como sí ocurrió con el texto dispositivo de la Constitución, porcuanto, en caso de haber sido votada, no hubiera cambiado su naturaleza de exposición demotivos. Cfr. Tajadura Tejada (1998:141-153). Es más, en la doctrina se ha defendido inclusosu supresión del texto definitivo de la norma, pues las exposiciones de motivos presentangraves inconvenientes cuando se publican con la ley correspondiente, debido, entre otrasrazones, a la ausencia en las exposiciones de motivos de carácter normativo, a su superfluoaporte interpretativo y al inadecuado uso didáctico, divulgador o propagandístico (SantaolallaLópez, 1991:47-64). Por otro lado, durante los debates constituyentes siempre se trató de laautonomía del Banco Central de Venezuela, y nunca de su independencia, expresión que,en este sentido, no se utiliza ni una sola vez.50 En el caso, como el que preveía la Ley del Banco Central de Venezuela de 1992 y susantecesoras, de que un ministro forme parte del Directorio del Banco Central, éste deberíafigurar entre los que son designados por el Ejecutivo. Por otra parte, la Constitución noincorpora el período de mandato de las autoridades del Banco Central, delegando el esta-blecimiento de este importante período a la ley. En aras de fortalecer la autonomía delBanco Central, hubiera sido preferible la constitucionalización de un período largo de man-dato para los miembros del Directorio, con el mantenimiento de la posibilidad de remociónen los casos legalmente instituidos.

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participar en la “designación y ratificación de estas autoridades” parece apuntar aque el resto del Directorio está designado y ratificado por la Asamblea Nacional, asícomo que a ésta le corresponde la ratificación de los candidatos propuestos por elEjecutivo, y ofrece de esta manera al Parlamento un estrecho pero relevante margende maniobra en la selección definitiva de los cargos.

Con independencia del análisis que se pueda realizar de la organización delBanco Central de Venezuela en la Constitución de 1999, debe hacerse notar quefue desafortunada la inclusión de estos importantes detalles en una disposicióntransitoria, cuando su lugar correcto, por el contenido material de las normasaplicable en todo caso, debía haber sido el articulado principal del texto constitu-cional. La inclusión de contenidos válidos en todo momento, mientras la Consti-tución esté en vigor, en una disposición transitoria –y el caso de la previsión querealiza la Constitución sobre la Ley del Banco Central de Venezuela en la disposi-ción transitoria cuarta no es el único–, abre las puertas a la duda acerca de laposibilidad de que, una vez aprobada la ley que solicita la disposición transitoriaen los términos por ésta indicada, pueda modificarse posteriormente en términosdiferentes. Esto, en caso de producirse, se situaría en contra de la voluntad de laCarta Magna y constituiría fraude de ley. No obstante, una correcta técnica legis-lativa aplicada al caso hubiera evitado las dudas expuestas.

Funcionamiento y control

La Constitución inaugura un procedimiento, que denomina coordinaciónmacroeconómica,51 a través del cual el Ejecutivo y el Banco Central deben coor-dinar las políticas en el ámbito de sus respectivas competencias para conseguir lapromoción y defensa de la estabilidad económica, evitar la vulnerabilidad de laeconomía y velar por la estabilidad monetaria y de precios, para asegurar elbienestar social. La coordinación macroeconómica –en opinión de Combellas,una de las secciones más originales de la Constitución (Combellas, 2001:217)–implica la armonización de la política fiscal, a cargo del Gobierno, con la políticamonetaria, responsabilidad del Banco Central. Como se ha comentado, el articu-lado incorpora una cláusula de defensa de la autonomía del Banco Central, alestablecer expresamente que en el ejercicio de sus funciones no estará subordina-do a las directivas del Poder Ejecutivo,52 y no podrá convalidar o financiar políti-cas fiscales.

51 Sección cuarta del título VI, artículos 320 y 321.52 La garantía de autonomía que incorpora el artículo 318 se refiere a todos los actores,públicos o privados, y no sólo al Poder Ejecutivo. La referencia expresa al Gobierno en elartículo 320 guarda relación con el ámbito reducido de relaciones de las que trata el artícu-lo, que tienen lugar en exclusiva entre el Ejecutivo y el Banco Central.

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La coordinación macroeconómica debe contar con su plasmación en un acuerdoanual de políticas, “en el cual se establecerán los objetivos fiscales de crecimientoy sus repercusiones sociales, balance externo e inflación, concernientes a la polí-tica fiscal, cambiaria y monetaria; así como los niveles de las variables intermediase instrumentales requeridos para alcanzar dichos objetivos finales”.53 Asimismodebe incluir los resultados esperados y las acciones dirigidas a lograrlos, quedeben aplicar ambas instituciones.

Los firmantes del documento resultado de la coordinación macroeconómica sonel Presidente del Banco Central de Venezuela y el Ministro de Finanzas, y elacuerdo debe “divulgarse” en el momento de aprobación del presupuesto por laAsamblea Nacional.54 Las dos instituciones participantes deben responsabilizarsede que “las acciones de política sean consistentes con sus objetivos”. La Constitu-ción delega en la ley las características del acuerdo anual de políticas, así como losmecanismos de rendición de cuentas.55 Por lo tanto, debe existir una rendición decuentas que, aunque la Constitución nada dice al respecto, deberá ser conjunta–con la participación de las dos instituciones responsables del acuerdo–, limitadaa las competencias del acuerdo anual de políticas –y no a las funciones privativasde cada institución, que cuentan con sus particulares mecanismos de controlpolítico–, y ante la Asamblea Nacional, pues el Parlamento es, como veremos, elúnico órgano legítimo de control político del Banco Central de Venezuela.

La coordinación macroeconómica, tal como lo determina la Constitución, se con-vierte en un mecanismo de encaje y acción conjunta entre la política monetaria yla política financiera, necesario para la correcta dirección pública de la economía.Como ha escrito Simões Patricio (1998:38), “la política monetaria es una partenada más de la política económica, la cual en todos los países compete constitu-cionalmente al Gobierno, y por eso lo que se nos muestra en la práctica es elnecesario diálogo, la cooperación (interdependencia) entre los bancos centrales yel poder específicamente político. La política monetaria y en especial la políticafinanciera están en efectiva dependencia recíproca, no pudiendo ser cada unaconducida y formulada de modo indiferente al modo en que lo sea la otra”. Conel recién estrenado sistema de coordinación macroeconómica, este diálogo entredos aspectos de la política económica del Estado deben mantener obligatoria-mente un diálogo permanente.

53 Artículo 320, CRB.54 Se refiere el artículo al presupuesto del Estado, citado en el artículo 313 de la CRB, dondedebe incluirse el presupuesto del Banco Central de Venezuela, con aquellas cautelas que laley correspondiente estime necesarias.55 Artículo 320, CRB.

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Debe tenerse en cuenta, con vistas al futuro, que la Constitución de 1999 apuestaclaramente por la integración regional. El artículo 153 de la CRB señala que “laRepública promoverá y favorecerá la integración latinoamericana y caribeña, enaras de avanzar hacia la creación de una comunidad de naciones, defendiendolos intereses económicos, sociales, culturales, políticos y ambientales de la región(…). Para estos fines, la República podrá atribuir a organizaciones supranacionales,mediante tratados, el ejercicio de las competencias necesarias para llevar a caboestos procesos de integración (…). Las normas que se adopten en el marco de losacuerdos de integración serán consideradas parte integrante del ordenamientolegal vigente y de aplicación directa y preferente a la legislación interna”.

Por lo tanto, dentro del citado proceso de integración, el Banco Central de Vene-zuela puede ceder competencias a favor de la organización supranacional que sedetermine, para lo cual no sería necesaria la reforma constitucional. De hecho,como se ha indicado, el propio artículo 319 de la CRB, al tiempo que determina elobjetivo fundamental del Banco Central de Venezuela y que la unidad monetariade la República Bolivariana de Venezuela es el bolívar, señala que “en caso deque se instituya una moneda común en el marco de la integración latinoamerica-na y caribeña, podrá adoptarse la moneda que sea objeto de un tratado quesuscriba la República”. No sería posible la instauración de una moneda común delos países de la región sin cambios profundos en la organización y funcionamien-to de los bancos centrales del área correspondiente. La Constitución, por lo tanto,prevé la posibilidad de importantes modificaciones, dentro del caso expuesto, enla configuración del Banco Central de Venezuela. No obstante, debe entenderseque la organización supranacional que se beneficie de las competencias de labanca central venezolana deberá contar con los suficientes mecanismos de fun-cionamiento, control y garantías con que dota la Constitución de 1999 al BancoCentral de Venezuela. En otro caso, se necesitaría reforma constitucional paralegitimar democráticamente la cesión de competencias. Lo contrario sería vulnerarla norma constitucional al amparo aparente de otra norma, esto es, fraude de ley.

El Banco Central de Venezuela está, tal como lo configura la Constitución, sujetoa dos tipos de control: el control político, destinado a evaluar los resultados de lasacciones del Banco Central de acuerdo con el mandato constitucional, y el controltécnico, cuyo objeto es supervisar la administración del Banco Central y compro-bar si el ejercicio de sus actos se ha adaptado a la legalidad. Ambas modalidadesde control deben ser respetuosas con la autonomía del Banco Central de Vene-zuela en el ejercicio de sus funciones y, por ello, deben obstaculizar lo menosposible la labor del Banco Central, y no deben incluir órdenes, instrucciones oindicaciones acerca de las políticas del Banco Central de Venezuela en el ámbitode sus competencias.

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El control político del Banco Central de Venezuela está en manos de la AsambleaNacional,56 que lo ejerce de dos maneras: una anterior a las acciones de la institu-ción, durante la aprobación de su presupuesto de gastos operativos, y otra poste-rior a aquéllas, en la rendición de cuentas a la que está obligado el Banco Central.El presupuesto de gastos operativos –aquellos que guardan relación con la directaadministración del Banco Central57– debe someterse anualmente58 a discusión yaprobación de la Asamblea Nacional. Al hablar únicamente de gastos operativos,la Constitución excluye expresamente las previsiones de inversión financiera ypolítica monetaria,59 por lo que la aprobación del presupuesto del Banco Centralse constituye más como una posibilidad de regulación de sus gastos corrientesque como una verdadera instancia de control.

Por otra parte, según la Constitución, el Banco Central de Venezuela se rige por elprincipio de responsabilidad pública, por lo que debe rendir cuentas ante laAsamblea Nacional “de las actuaciones, metas y resultados de sus políticas”. ElBanco Central, para facilitar la labor de control de la Asamblea Nacional en unamateria de carácter tan especializado, está obligado a rendir informes periódicos“sobre el comportamiento de las variables macroeconómicas del país y sobre losdemás asuntos que se le soliciten”, reportes que deben incluir “los análisis quepermitan su evaluación”. La Carta Magna prevé consecuencias políticas y adminis-trativas, derivadas del principio de responsabilidad pública al que hemos hechoreferencia, para aquellos casos en que el Banco Central incumpla, por causasinjustificadas, sus objetivos. La gravedad de las consecuencias –la remoción delDirectorio y la posibilidad de imposición de sanciones administrativas citadas enel artículo 319, además de las responsabilidades civil y administrativa que predica

56 Artículo 319, CRB.57 Esto es, los gastos corrientes y de capital que necesita la institución. La exposición demotivos, temiendo quizá por una interpretación demasiado estricta del concepto, es innece-sariamente detallista cuando señala que los gastos operativos incluyen, tanto los gastoscorrientes como los de capital, así como los gastos por acuñación y emisión de especiesmonetarias, proyectos de inversión y otros gastos administrativos especiales. La exposiciónde motivos aclara, a continuación, que “no se considera sujeto al Parlamento lo relativo alpresupuesto de política monetaria y a las inversiones financieras del Banco Central”.58 Por cuanto, de acuerdo con la Constitución, los presupuestos del Estado deben ser apro-bados anualmente por ley, con independencia de la existencia de un marco plurianual parala formulación presupuestaria (artículos 311 y 313, CRB).59 La exposición de motivos incide en esta aclaración: “No se considera sujeto al Parlamentolo relativo al presupuesto de política monetaria y a las inversiones financieras del BancoCentral”.

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la Constitución de todos los funcionarios públicos que atenten contra la legali-dad60– obliga a entender en un sentido restrictivo su ejecución, por cuanto locontrario significaría de facto la ingobernabilidad del Banco Central, al estar ase-gurado, tanto el excesivo relevo de los directores como la incapacidad en la tomade decisiones comprometidas.

El control técnico corresponde principalmente a dos instituciones públicas: laContraloría General de la República y el organismo público de supervisión banca-ria. Asimismo la Constitución prevé unas funciones de control más limitadas a unaauditoría externa.

La disposición transitoria cuarta de la Constitución se refiere al control posteriorejercido por la Contraloría General de la República, que debe abarcar “la legali-dad, sinceridad, oportunidad, eficacia y eficiencia de la gestión administrativa delBanco Central de Venezuela”. La exposición de motivos de la Constitución, por suparte, profundiza en el carácter técnico del control que ejerce esta institución alindicar que su labor “se ceñirá al control posterior y tan sólo de la gestión ad-ministrativa”. No puede entenderse, pues, que las competencias de control alcan-cen otros ámbitos que los de gestión ordinaria del Banco Central, por cuanto, porotra parte, escaparía a las competencias de la Contraloría General de la República,a la que el mandato constitucional la convierte en “el órgano de control, vigilanciay fiscalización de los ingresos, gastos, bienes públicos y bienes nacionales, asícomo de las operaciones relativas a los mismos”.61

Por todo ello, deben entenderse en un sentido adecuado, limitados a su significa-do en el contexto descrito, los términos de legalidad, sinceridad, oportunidad,eficacia y eficiencia. La legalidad debe referirse a la adecuación al ordenamientojurídico de las actuaciones del Banco Central; la sinceridad, a la comprobación deque las operaciones alegadas se han efectuado realmente, así como a la transpa-rencia en las cuentas de gestión del Banco Central; sobre la oportunidad, lamisma exposición de motivos señala que se refiere a la correcta ejecución tempo-ral del gasto en cada ejercicio; la eficacia y la eficiencia deben referirse al alcancede los propósitos del Banco Central de Venezuela con la mayor economía demedios posible.

60 Así lo señala el artículo 25, CRB: “Todo acto dictado en ejercicio del Poder Público queviole o menoscabe los derechos garantizados por esta Constitución y la ley es nulo; y losfuncionarios públicos y funcionarias públicas que lo ordenen o ejecuten incurren en res-ponsabilidad penal, civil y administrativa, según los casos, sin que les sirvan de excusa susórdenes superiores”.61 Artículo 287, CRB.

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Actualmente, el organismo público de supervisión bancaria a que se refiere elartículo 319 es la Superintendencia de Bancos y otras Instituciones Financieras.62

Su ámbito de control técnico es más limitado que el de la Contraloría; el artículono menciona el término control, sino “inspección y vigilancia”; además, la inspec-ción y vigilancia sólo pueden abarcar aquellas cuestiones de carácter bancarioconvencional que afecten el Banco Central de Venezuela, y no aquellas otras quedesarrolle por su carácter de banca central. Este principio de división por la ma-teria de la competencia de control entre la Superintendencia de Bancos y la Con-traloría de la República evita la jerarquización entre ellas –que no establece laConstitución– y limita notablemente la posibilidad de conflictos de competenciasque puedan darse entre las dos instituciones públicas. Por otra parte, únicamenteel organismo público de supervisión bancaria está obligado constitucionalmente ainformar a la Asamblea Nacional de las inspecciones que realice.

Por último, la Constitución establece que las cuentas y balances del Banco Centralde Venezuela deben ser objeto de una auditoría externa. Debe entenderse, por eltenor del artículo, que se trata de una auditoría anual y accesoria respecto a lasanteriores, pues la auditoría no se atribuye a ningún organismo de la administra-ción pública, sino a “firmas especializadas” que, para no desvirtuar su función yrealizar un informe sin posibilidad de influencia del Banco Central, deben serseleccionadas por el Ejecutivo Nacional.63 Asimismo se limita notablemente elobjeto que debe ser auditado, esto es, las cuentas y balances del Banco Central,no pudiendo extenderse a ningún otro ámbito de acción de esta institución.

Conclusiones

La consideración del Banco Central de Venezuela, a partir de la Constitución de1999, como un órgano de relevancia constitucional, reconoce la importancia dela institución responsable de la política monetaria en la vida económica del país,y aparta de la ley ordinaria la posibilidad de modificar sustancialmente la organi-zación y características de la institución. La Constitución de 1999 inserta al BancoCentral de Venezuela en los poderes del Estado, le solicita un fin específico, altiempo que lo incorpora en los objetivos del Estado, y le confiere los requisitossuficientes de legitimidad democrática.

Al mismo tiempo, la constitucionalización del Banco Central de Venezuela se alzacomo un aval de su autonomía, adecuadamente protegida en el texto de la CartaMagna. La Constitución organiza una banca central autónoma –no independiente–

62 Regulada en la Ley General de Bancos y otras Instituciones Financieras, de 28 de octubrede 1993 (Gaceta Oficial de la República de Venezuela, nº 4.649 extraordinario, de 19 denoviembre de 1993).63 Así consta en la misma disposición transitoria cuarta.

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para la formulación y ejercicio de las políticas de su competencia, que no puedesubordinarse a directivas del Ejecutivo y que no puede convalidar ni financiarpolíticas fiscales deficitarias. A través de la coordinación macroeconómica, laConstitución exige una actuación conjunta del Ejecutivo, responsable de la políti-ca fiscal, y el Banco Central, encargado de la política monetaria, cuyo objetivocomún es asegurar el bienestar social de los ciudadanos.

El texto constitucional, asimismo, incorpora el principio de responsabilidad públi-ca, que se hace efectivo a través de los mecanismos de control político –en manosde la Asamblea Nacional, órgano al que debe remitir informes periódicos y rendircuenta de sus resultados y políticas– o técnico –encargado a organismos públicoso instituciones privadas bajo la supervisión de aquéllos–, y por medio de la posi-bilidad de remoción de los miembros del órgano máximo de gobierno en caso decumplimiento injustificado de los objetivos trazados, si bien en este apartado laConstitución es excesivamente laxa, y la posibilidad de remoción debe interpretarsede forma restringida para facilitar el gobierno de la institución.

El principio de responsabilidad pública del Banco Central de Venezuela y elcorrespondiente rendimiento de cuentas ante el Parlamento, que constituye unavance desde el prisma de la legitimidad y el control democrático, cuenta natural-mente con sus detractores, principalmente entre los defensores de la funda-mentación exclusivamente técnica de la labor de la banca central. Junguito (1999:63)afirmó que “resulta claro que este mecanismo es ajeno al buen funcionamiento delas funciones de un banco central independiente creado con propósitos técnicosy con objetivos de largo plazo precisamente para sustraerlo de la discusión polí-tica”. Como hemos visto, el Banco Central de Venezuela no se conforma comouna institución independiente, ni puede concebirse cabalmente que los propósi-tos de cualquier banco central puedan ser puramente técnicos y no deban, porello, formar parte de la discusión política. Por ello, son legítimos y necesarios enuna democracia avanzada los suficientes controles que, correctamente ejecutadospor los órganos responsables, no menoscaban la autonomía del Banco Central.64

64 Como escribe Rondón de Sansó, “podemos llegar a la conclusión de que ha sido recono-cida la autonomía del Banco Central de Venezuela, pero debidamente controlada a travésde sistemas inhibidores y establecedores de responsabilidades” (Rondón de Sansó, 2000:255).En contra, Badell, quien asegura que “el sistema de control previsto en la Constituciónprácticamente anula la autonomía que le fuera conferida al Banco”, pues “a la par que leconfiere autonomía, ésta es sin embargo menoscabada en forma significativa al preverse unrégimen de control que además de escapar del ámbito de un texto constitucional, conspiracontra las nociones de autonomía técnica, administrativa, funcional y patrimonial que co-rresponde por su naturaleza a los bancos centrales” (Badell Madrid, 2000:278-279). En estemismo sentido, Combellas, quien opina que “se le resta autonomía al BCV al exigírsele larendición exhaustiva de cuentas ante la Asamblea Nacional, y la inspección y vigilancia porparte del organismo público de supervisión bancaria” (Combellas, 2001:222).

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Por último, la Constitución materializa la participación, directa o indirecta, de laAsamblea Nacional en la elección de los miembros del Directorio del BancoCentral, tanto a través de la posibilidad de que algunos de los directores seandesignados por el Legislativo, como la posible inclusión de mecanismos de con-trol en la ratificación de los directores nombrados por el Ejecutivo; asimismo,prevé la posibilidad de realizar modificaciones profundas en la configuración delBanco Central de Venezuela dentro del proceso de integración latinoamericana ycaribeña que la propia Carta Magna motiva.

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Trayectoria de la política cambiaria en Venezuela

GuerraJosé Guerra*

PinedaJulio Pineda**

Resumen

Este trabajo analiza los diferentes arreglos cambiarios en Venezuela a partir de lainstrumentación del esquema de tipo de cambio fijo a comienzos de los sesenta,tras el abandono del control de cambio. Se argumenta que en gran medida elabandono de los regímenes cambiarios ha ocurrido en medio de una crisis debalanza de pagos causada, principalmente, por la incompatibilidad de las políti-cas fiscal y monetaria con la política cambiaria, como es evidente en los episodiosde 1982-83 y 1988-89. Las bandas de fluctuación puestas en práctica a partir dejulio de 1996 constituyeron un intento por mejorar la credibilidad en el esquemacambiario luego de los resultados desfavorables del control de cambio adoptadoen junio de 1994. Sin embargo, las pruebas estadísticas sobre credibilidad de labanda cambiaria, basadas en la metodología de Svensson y Bertola, ponen demanifiesto lo que parece ser una regularidad empírica en otras economías dondeexiste este tipo de arreglo cambiario: su falta de credibilidad.

Palabras clave: Banda cambiaria / Credibilidad / Tasas de interés.

* José Guerra es subgerente de Investigaciones Económicas del BCV. Economista, UniversidadCentral de Venezuela y M.Sc. en Economía, Universidad de Illinois, Urbana-Champaign.Correo electrónico: [email protected]

** Julio Pineda es Investigador de Economía III del BCV. Economista, M.Sc. en Economía,Universidad Central de Venezuela y M.Sc. en Política Económica, Universidad Central deVenezuela.Correo electrónico: [email protected]

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Abstract

This paper analyzes the exchange rate regimes implemented in Venezuela,beginning with the fixed exchange rate policy after the abandonment of theexchange control system in the early sixties. It is argued that the abandonmentof several exchange rate arrangements took place due, mainly, to the mismatchbetween fiscal and monetary policy and the exchange rate policy. Such amismatch led, in turn, to balance of payment crises, as it is clear from the 1982-83 and 1988-89 experiences. The exchange rate band implemented since July1996 was a policy intended to gain credibility after the collapse of the exchangecontrol implemented in June 1994. However, some tests based on the work ofSvensson and Bertola to examine the credibility of the exchange rate band,reveal lack of credibility in the exchange rate band in Venezuela. This stylizedfact can be observed in other economies with exchange rate bands.

Key words: Exchange rate band / Credibility / Interest rates.

Introducción1

En este trabajo se analiza el desenvolvimiento de la política cambiaria en Vene-zuela, haciendo énfasis en su relación con la política macroeconómicainstrumentada.

Se consideran todas las modalidades de arreglos cambiarios que se han adoptadoen Venezuela, al tiempo que se evalúan sus principales resultados en términos deactividad económica, inflación y cuenta corriente. Se concluye que la incompati-bilidad entre políticas de demanda expansionistas y arreglos cambiarios quepropenden a la estabilidad o fijación del tipo de cambio, se han traducido en crisisde balanza de pagos y rebrotes inflacionarios.

El documento se ha estructurado de la siguiente manera. En la primera parte seesbozan algunos elementos relacionados con los criterios de selección del esque-ma cambiario apropiado para una economía y, posteriormente, se pasa revista alas principales características de los esquemas de tipo de cambio fijo, flexible y debandas cambiarias.

En la segunda parte se elabora con algún grado de detalle los rasgos esenciales dela política cambiaria puesta en marcha en Venezuela desde que se retomó lafijación del tipo de cambio sin restricciones a las transacciones externas en 1964.

La tercera parte se aboca al estudio de la credibilidad del sistema de bandas defluctuación de Venezuela, para lo cual se aplica un conjunto de pruebas ampliamen-te utilizadas en la literatura. Finalmente, se exponen las conclusiones del trabajo.

1 Se agradecen los comentarios de Adriana Arreaza, Oswaldo Rodríguez, Jesús Bianco, HermesPérez y demás participantes en el Seminario del BCV, donde este trabajo fue presentado.Cualquier omisión es de la exclusiva responsabilidad de los autores.

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Regímenes cambiarios: aspectos conceptuales

Como regla general, no existe un criterio único que sirva para seleccionar elesquema cambiario más apropiado para una economía. Limitaciones importantespara tal escogencia las impone el objetivo al cual las autoridades económicas leotorguen prioridad, los shocks que afectan la economía y sus características es-tructurales (Aghevli et al., 1991; Guitián, 1994). Si de lo que se trata es de estabi-lizar el producto en torno a su tendencia, la selección del arreglo cambiario debeconsiderar la naturaleza de los shocks que experimenta la economía.

Cuando predominan los monetarios, la fijación del tipo de cambio es la opciónmás recomendable toda vez que las perturbaciones del mercado de dinero secanalizarán vía variación de reservas internacionales, sin ninguna consecuenciavisible sobre la demanda agregada, en virtud de la endogeneidad de la oferta dedinero. En este caso, los cambios en la posición de los activos externos actuaríancomo mecanismo de ajuste de la oferta y la demanda de dinero sin que se alterela tasa de interés. Contrariamente, si la economía está expuesta en mayor medidaa shocks en el mercado de bienes, se recomienda la flexibilidad del tipo de cam-bio, para compensar mediante variaciones del tipo de cambio el aumento o dis-minución de la demanda interna.

Esta orientación general enfrenta la dificultad de poder discernir con algún gradode precisión la predominancia de un tipo de shock sobre otro, dado el hecho deque la economía puede enfrentar dislocaciones simultáneas en ambos mercadoso que en algunas coyunturas prevalezca uno y en otra cambie el sentido de laperturbación.

Tipo de cambio fijo

No obstante las consideraciones anteriores, se reconoce que un régimen de tipode cambio fijo exhibe un conjunto de atributos que pueden resultar muy eficien-tes en la lucha contra la inflación (Mishkin, 1999; Frankel, 1999). Entre estosatributos destacan, en primer lugar, que el mismo representa un ancla nominalpoderosa que ayuda a resolver el problema de la inconsistencia temporal, típicade los esquemas de política donde predomina la discrecionalidad. Al estar com-prometido el Banco Central a mantener la estabilidad del tipo de cambio, enprincipio, la política monetaria actúa automáticamente remonetizando odesmonetizando la economía a través de la variación de las reservas internaciona-les, según se comporten la expansión del crédito interno y la demanda de dinero.Como el Banco Central no tiene espacio para una política monetaria discrecional,las sorpresas inflacionarias y las consiguientes ganancias de producción, no sonposibles, con lo cual se emiten las señales que hacen de la estabilidad de preciosel compromiso único de la autoridad monetaria.

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En segundo lugar, el tipo de cambio como instrumento de estabilización tiene labondad de que es simple de entender por el público. Generalmente, la asociacióntipo de cambio y nivel de precios interno funciona en favor de la estabilidadcuando los agentes suponen que la fijación del tipo de cambio tiene bases sólidasy perdurables, lo que se expresa en una disminución de las expectativas deinflación. Si la política de fijación del tipo de cambio es creíble, en realidad lo quesucede es que la economía asume la política monetaria del país cuya monedaactúa como ancla, bajan las expectativas de inflación y los precios tenderían aconverger a la inflación internacional (Mishkin, 1997).

Finalmente, una política de cambio fijo creíble genera certidumbre sobre la sendade la economía y ayuda a controlar los efectos de la volatilidad de los mercadosinternacionales, mejora las expectativas de los inversionistas e incentiva los flujoscomerciales.

Las desventajas fundamentales del tipo de cambio fijo son, en primer lugar, lapérdida de independencia de la política monetaria para estabilizar la economía y,en segundo término, la exposición de ésta al tener que depender principalmentede la política fiscal, sin descartar el uso de la política comercial, para enfrentarcualquier perturbación, real o monetaria. Ciertamente, fijar el tipo de cambioimplica que el Banco Central pierde el control sobre los agregados monetarios yen un entorno de movilidad de capital la tasa de interés tiende a determinarse porla ecuación de arbitraje. En tales circunstancias, las autoridades monetarias venconstreñidos los grados de libertad para actuar ante algún elemento que modifi-que el equilibrio de la economía. Como ejemplo podría mencionarse un aumentoexógeno de los salarios; en este caso, el Banco Central no puede hacer frente aesta alteración en el mercado laboral modificando las condiciones del mercadomonetario y, con ello, la tasa de interés, para neutralizar el impacto inflacionariodel alza salarial.

La fijación del tipo de cambio implica que las autoridades económicas pierdendos instrumentos de política: la cambiaria y la monetaria, aunque esta últimapuede utilizarse para defender las reservas internacionales. La limitación de ins-trumentos de política a la disposición de las autoridades se traduce en un esfuerzosignificativo de la política fiscal, el cual no siempre es posible en la magnitud yoportunidad requeridos para encarar algún desequilibrio. Adicionalmente, frente,por ejemplo, a un shock adverso en los términos de intercambio, la economíapuede demandar una política fiscal restrictiva, lo cual puede profundizar la rece-sión e incluso comprometer la vigencia misma del arreglo cambiario.

Uno de los elementos comunes en un entorno internacional donde predominan losflujos de capital, lo constituyen los constantes ataques especulativos a los cualesestán sometidas las monedas; especialmente aquellas en las cuales el compromiso

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cambiario de las autoridades no es lo suficientemente creíble o donde los fundamen-tos de la economía no están completamente en orden (Obstfeld y Rogoff, 1995).

Por ello y como resultado de la falta de credibilidad que suelen generar losesquemas de “tipo de cambio fijo pero ajustable”, es cada vez mayor la orienta-ción hacia la fijación irreversible del tipo de cambio, aunque la adopción de juntasmonetarias o cajas de conversión para restituir la credibilidad supone decisionesextraordinarias en materia institucional y de ordenamiento de la políticamacroeconómica que algunas veces resultan difíciles de aplicar, tanto por la ca-rencia del consenso político necesario como por la falta de convencimiento porparte de los diseñadores de la política económica.

Tipo de cambio flexible

En un esquema de tipo de cambio flexible, en su versión más pura, el BancoCentral no interviene en el mercado cambiario para regular el curso de la cotiza-ción. Es la confluencia de oferentes y demandantes de divisas la que finalmentedetermina el precio final de una moneda en términos de otra. En realidad, estamodalidad ha sido la excepción antes que la regla, por cuanto la actuación de losbancos centrales, aun en las economías menos reguladas, ha procurado moderar,mediante intervención en el mercado, las amplias fluctuaciones de los tipos decambio que suelen acompañar a monedas cuyos fundamentos no están totalmen-te alineados e, incluso, las que estándolo, son objeto de ataques especulativos.

Al adoptarse un esquema de flotación del tipo de cambio, el Banco Central estáen capacidad de hacer una política monetaria activa capaz de influir sobre el cicloeconómico mediante cambios en la tasa de interés. Sin embargo, este control queahora ejercería la autoridad monetaria está condicionado y restringido por elgrado de movilidad de capital, por cuanto el efecto de cambios en la tasa deinterés incide directamente sobre los flujos de capital, los tipos de cambio nomi-nal y real y, en consecuencia, sobre la demanda agregada. Así, el impacto de unapolítica monetaria restrictiva que propicie un aumento de la tasa de interés puedeser total o parcialmente anulado por una entrada de capital que reponga losniveles de liquidez y con ello una caída de la tasa de interés.

Cuando impera un sistema de tipo de cambio flexible, los agregados monetariosson la variable que el Banco Central administra para alcanzar las metas de infla-ción. No obstante, la evolución de los agregados está determinada por el compor-tamiento de la gestión fiscal, la cual tiende a ser la principal fuente de perturba-ción monetaria y de desvío de la inflación respecto al nivel objetivo de lasautoridades.

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Bandas de fluctuación

El sistema de bandas representa un híbrido que intenta acotar la volatilidad del tipode cambio dentro de una banda, al tiempo que esa relativa flexibilidad del tipo decambio otorga un margen mayor de autonomía a la política monetaria. De estaforma, bajo un régimen de bandas se procura, por una parte, retener la principalventaja del esquema de tipo de cambio fijo al minimizar las oscilaciones del tipo decambio nominal, con lo cual se conservarían las propiedades de ancla del tipo de cam-bio y, por la otra, contar con instrumentos de política monetaria para instrumentarmedidas contracíclicas.

La amplitud de la banda define las propiedades que se desean obtener del siste-ma. Así, para amplitudes grandes, se privilegia una mayor independencia de lapolítica monetaria y consecuentemente un mayor rol estabilizador a los agrega-dos monetarios. Contrariamente, una amplitud pequeña es sinónimo de que eltipo de cambio nominal funge como ancla del sistema de precios.

En aquellas economías donde por primera vez se adoptó este esquema, elloobedeció a la necesidad de enfrentar excesivas volatilidades del tipo de cambionominal y los permanentes desalineamientos de los tipos de cambio reales. Por suparte, la puesta en práctica de las bandas de fluctuación en los países menosdesarrollados se fundamentó en la necesidad de tener un ancla para las expecta-tivas de inflación después de que en estos países habían fracasado los programasde estabilización basados en el anclaje del tipo de cambio (Helman et al., 1994;Vergara, 1994; Le Fort, 1995).

Experiencia venezolana con diferentes regímenes cambiarios

Tipo de cambio fijo: 1964-1983 (febrero)

Tras la remoción del control de cambio impuesto a finales de 1960, entre enero de1964 y febrero de 1983, Venezuela mantuvo un régimen de tipo de cambio fijocon libertad irrestricta a los movimientos de capital. Durante la mayor parte deeste período, la economía disfrutó de tasas de inflación excepcionalmente bajas,alto crecimiento económico y una balanza en cuenta corriente relativamente favo-rable, como se evidencia del cuadro 1.

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Cuadro 1Indicadores macroeconómicos

PIB Tasa de inflación Saldo en cuenta(variación %) (%) corriente (mill. US$)

1965 5,9 1,7 44

1966 2,3 1,8 26

1967 4,0 0,0 169

1968 5,2 1,3 -193

1969 4,5 2,4 -220

1970 7,1 1,0 -104

1971 3,3 3,2 -11

1972 3,0 2,8 -101

1973 6,7 4,1 877

1974 5,8 8,3 5.760

1975 5,2 10,2 2.272

1976 7,8 7,6 254

1977 6,7 7,8 -3.179

1978 2,1 7,1 -5.735

1979 1,3 12,4 350

1980 -2,0 21,5 4.728

1981 -0,3 16,0 4.000

1982 -0,7 9,7 -4.246

Fuente: BCV.

Cabe apuntar que si bien es cierto que en promedio los indicadores citadosmostraron signos positivos, después de 1974 se aprecia un deterioro importanteen términos de inflación, en tanto que la cuenta corriente experimenta un déficitde 15 por ciento del PIB en 1978. A comienzos de los ochenta era evidente eldesmejoramiento de la situación macroeconómica, en particular del sector exter-no, no obstante los extraordinarios aumentos de los ingresos petroleros, a raíz dela revolución iraní.

A la luz del desempeño de la economía durante el lapso de vigencia de la fijacióndel tipo de cambio, resulta conveniente analizar si el comportamiento de algunasvariables replicó los efectos atribuibles al régimen de cambio fijo y las razonesque condujeron al abandono del esquema de paridad fija en febrero de 1983.

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Una de las principales virtudes que se atribuye al esquema de tipo de cambio fijoes que la tasa de inflación doméstica tiende a coincidir con la del país con el cualse determina el tipo de cambio. Desde una perspectiva de largo plazo, según seaprecia en el gráfico 1, hasta 1979 las tasas de inflación de Venezuela y EstadosUnidos tendieron a moverse de manera conjunta con índices inflacionarios pro-medio entre 1951 y 1979 de 2,98 por ciento y 3,98 por ciento, respectivamente.Esto sugiere que no solamente la economía venezolana reflejaba la disciplinafinanciera de Estados Unidos, sino también que internamente prevalecía en algu-na medida un compromiso por mantener los precios bajo control, con todas lassalvedades del caso, dado el tono de la política macroeconómica a partir de 1974,cuando las autoridades económicas privilegiaron la consecución de altas tasas decrecimiento como objetivo fundamental de la política económica.

Gráfico 1Tasas de inflación en Estados Unidos y Venezuela

Durante 1974-78 el tipo de cambio continuó fungiendo como ancla nominal delos precios y la inflación interna permaneció en el entorno de la internacional, acosta de la acumulación de un nivel de deuda externa cada vez mayor que hacíaposible que las reservas internacionales no reflejaran totalmente el desequilibriosubyacente entre la expansión monetaria y la demanda por dinero. A pesar deque parte importante de ese desequilibrio se drenaba a través del sector externo,la inflación se aceleró durante ese período debido al efecto real del gasto sobre elingreso y los precios, y además por la considerable participación de los bienes notransables en el gasto del gobierno.

%

1952

1954

1956

1958

1960

1962

1964

1966

1968

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1972

1974

1976

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5

0

-5

Inflación Venezuela

Inflación EE UU

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Las presiones de demanda sobre los precios se hicieron evidentes a partir de1979, cuando se avanzó hacia un esquema de desregulación de la economía.Luego del salto inflacionario de 1980, la variación de precios tendió a seguir lapauta de la inflación estadounidense, con tasas decrecientes hasta 1982, lo cualera posible por la filtración de los desequilibrios monetarios mediante una pérdi-da sostenida de reservas internacionales, no obstante los influjos de deuda exter-na que recibió la economía venezolana entre 1979 y 1982. Esto sugiere que ladiferencia observada entre las tasas de inflación de Venezuela y Estados Unidoscomienza a gestarse durante el lapso de vigencia del tipo de cambio fijo y seprofundiza luego de su colapso, cuando las reservas no pudieron continuar apo-yando el anclaje cambiario.

En lo relativo a las tasas de interés, a pesar de las fuertes regulaciones en elmercado financiero venezolano, la información disponible permite concluir quemientras estuvo en vigencia el esquema de tipo de cambio fijo, las tasas de interésinternas y externas guardaron una estrecha correlación, aunque desde los ochen-ta el diferencial de tasas se amplía considerablemente, resultado, tanto de losefectos de la política antiinflacionaria de Estados Unidos como de la liberación delas tasas en el mercado monetario interno y la persistencia de los desequilibriosinternos, reflejados en altas expectativas de devaluación.

Gráfico 2Tasas de interés de Estados Unidos y Venezuela

%

1970

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Tasa de interés en Venezuela

Tasa de interés en EE UU

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Uno de los aspectos cruciales en el diseño de un esquema de tipo de cambio fijoes el referido al comportamiento de las cuentas fiscales. Se ha argumentado queuna de las propiedades del sistema de cambio fijo es que su instrumentación tieneun efecto disciplinante sobre las políticas monetaria y fiscal, por cuanto gestionesmacroeconómicas expansivas resultan inconsistentes con el sostenimiento deltipo de cambio fijo. Una forma de evaluar la calidad de la política macroeconómicaes observando la trayectoria del déficit fiscal, medido respecto al tamaño de laeconomía. La inspección del gráfico 3 permite aseverar que la existencia delrégimen de tipo de cambio fijo no evitó que el sector público incurriera en des-equilibrio fiscal; para una muestra de trece años, 1970-1982, en nueve de ellos lasfinanzas públicas cerraron con cifras negativas y en los años en los cuales no sereflejaron déficit, 1974, 1975, 1979 y 1980, ello obedeció al auge petrolero causa-do por una coyuntura internacional favorable antes que a un manejo prudente dela política fiscal.

Gráfico 3Déficit del sector público como porcentaje del PIB

Conceptos de déficit fiscal más pertinentes para el caso de Venezuela, como eldéficit interno, arrojan resultados que ponen en evidencia la naturaleza y magni-tud del problema fiscal. Entre 1970 y 1982 el déficit interno siempre se situó enniveles elevados, según los patrones de comparación internacional, alcanzandosu menor valor en 1970 (9,3 por ciento del PIB) y su cota superior en 1981 (23,2por ciento del PIB), tal como se exhibe en el gráfico 4.

%

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1971

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-10

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Gráfico 4Déficit interno como porcentaje del PIB

En síntesis, de la información relativa a las finanzas públicas anteriormente co-mentada, puede inferirse que la inconsistencia de la política fiscal con el manteni-miento del tipo de cambio fijo se ocultaba mediante influjos de capital, productodel endeudamiento del sector público que hacía posible mantener una posiciónde activos externos aparentemente holgada. Cuando esos flujos se detuvieron orevirtieron, se hizo evidente la fragilidad de la política cambiaria seguida hastaentonces.

Como soporte adicional a la afirmación del carácter expansivo de la política fiscal,puede citarse que las tasas de crecimiento promedio de la demanda agregada delsector público durante esos períodos sobrepasaron con creces, tanto las del creci-miento tendencial de la economía como las del producto efectivo. Esto sugiereque, en efecto, se estaba en presencia de una política fiscal claramente expansionistaque en algún momento comprometería la estabilidad cambiaria.

La crisis de balanza de pagos que se gestó entre 1979 y 1982 se expresó con todasu intensidad en febrero de 1983. La combinación de altos niveles de inflacióninternos, considerablemente superiores a los internacionales durante tres añosconsecutivos, la disminución de las reservas internacionales, no obstante la cen-tralización de los activos externos de Pdvsa y el FIV en el BCV, así como larevalorización de las tenencias de oro para fortalecer las reservas y, en general,una política fiscal y monetaria de corte expansivo, le restaron credibilidad alsostenimiento del tipo de cambio fijo, lo cual desató un ataque especulativodurante el segundo semestre de 1982, que culminó en el colapso del arreglo

%

1970

1971

1972

1973

1974

1975

1976

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1980

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0

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-25

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cambiario, una vez que el BCV había perdido más del 40 por ciento de su acervode reservas internacionales. A lo anterior se adicionaron como agravantes el esta-llido de la crisis de la deuda mexicana y la reducción de los precios del petróleo,lo que profundizó las salidas de capital y exacerbó las expectativas de devalua-ción y que finalmente se tradujo en un abandono del esquema de tipo de cambiofijo y en la adopción de un sistema de control de cambio en febrero de 1983.

Queda como experiencia de las reflexiones y de las evidencias anteriormenteexpuestas, que el tipo de cambio fijo per se no es un aval para la consecución delequilibrio fiscal ni para que las tasas de inflación internas y externas converjan.Antes bien, puede inferirse que arreglos institucionales en el área fiscal que atien-dan el asunto de la solvencia intertemporal de las cuentas del sector público sondeterminantes para que un esquema cambiario de paridad fija sea sostenible. Lacredibilidad requerida para fijar el tipo de cambio debe elaborarse con base en ladisciplina financiera interna, con cambios estructurales que remuevan el sesgo alendeudamiento y al déficit en la gestión presupuestaria y reforzando la misión delBCV como garante de la estabilidad de precios, y no exclusivamente intentandoimportar la reputación antiinflacionaria de la Reserva Federal o de cualquier otroBanco Central adverso a la inflación.

Control de cambio: 1983-1989 (febrero)

Durante 1983, una vez instaurado el control de cambio, la política económicaconsistió en una combinación de expansión fiscal con laxitud monetaria paraevitar una mayor contracción de la economía y preservar los niveles de empleo(BCV, 1983). De esta manera, los objetivos antiinflacionarios y de restauración delequilibrio externo se remitieron a la imposición de medidas administrativas deracionamiento de divisas y control de precios.

El control de cambio se basó en la definición de dos tipos preferenciales, Bs./US$4,30 y Bs./US$ 6,00, y una tasa de cambio libre. Las dos primeras tasas cubrían lasimportaciones calificadas como esenciales y el servicio de deuda externa, mien-tras que a la tasa del mercado libre tenían lugar el resto de las transacciones de laeconomía. El sostenimiento de la paridad sobrevaluada de Bs./US$ 4,30 fue con-cebido como el principal instrumento antiinflacionario, toda vez que el tono de lapolítica fiscal y monetaria no permitía anticipar una contribución contra la infla-ción. Como soporte al tipo de cambio, se decretó un control de precios duranteseis meses, para posteriormente poner en marcha un sistema de precios adminis-trados que reconocía los ajustes derivados del cambio en la paridad preferencial.

1983 fue un año de transición debido a la realización de las elecciones nacionalesy a las expectativas de un cambio de política económica dado, los resultadosdesfavorables en términos de actividad económica y expectativas de devaluación,

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José Guerra, Julio Pineda / Trayectoria de la política cambiaria en Venezuela 51

no obstante que la inflación disminuyó ligeramente y la cuenta corriente mostróun saldo superavitario, atribuible a los efectos iniciales restrictivos del control decambio sobre los egresos de divisas.

En el cuadro 2 se resumen los principales indicadores macroeconómicos delperíodo. Se puede inferir la pérdida de eficacia de los controles para mantener lainflación, al tiempo que se aprecia un importante deterioro de la cuenta corriente.

Cuadro 2Indicadores macroeconómicos

PIB Tasa de Cuenta corriente Déficit fiscal Diferencial(variación %) inflación (mill. US$) (% del PIB) cambiario (%)

1983 -5.6 7.20 4427 -5.8 130

1984 -1.1 19.2 4651 2.1 81

1985 0.2 11.4 3327 0.0 96

1986 5.6 12.7 -2245 -7.5 37

1987 3.6 40.3 -1390 -5.9 93

1988 5.8 35.5 -5809 -9.3 132

Fuente: BCV. Informes económicos.

La administración que se inaugura en 1984 mantiene las bases de la políticacambiaria diseñada en febrero de 1983, introduciendo rigidez o flexibilidad segúnla disponibilidad de divisas. Durante el lapso marzo 1984-diciembre 1988 se pue-den distinguir dos períodos: el comprendido entre 1984 y 1985 y el que va desde1986 a 1988. El primero se caracterizó por un intento de aplicar medidas deajustes encaminadas a eliminar el déficit de la gestión financiera del sector públi-co, mejorar la competitividad de la economía y mitigar el impacto de la devalua-ción sobre los precios. Ello implicó la realización de una devaluación de 41 porciento al definirse una nueva tasa de cambio preferencial de Bs./US$ 7,50 y tras-pasarse a esa nueva cotización la gran mayoría de las importaciones que antes senegociaban a la tasa de Bs./US$ 4,30 y la totalidad de las efectuadas a Bs./US$6,00. Paralelamente, el gobierno realizó una reducción importante de gastos que,en conjunción con la mejoría de los ingresos fiscales producto de la devaluación,se tradujeron en un superávit fiscal de 2,1 del PIB en 1984.

El sistema de precios administrados adquirió una nueva dimensión con la sanciónde la Ley de Costos, Precios y Salarios, mediante la cual se establecía un compli-cado sistema de corrección de los precios de los bienes y los salarios. En loreferente a la política monetaria, el evento más importante lo constituyó la deci-sión de retomar la fijación de la tasa de interés por parte del BCV, lo que permitióinstrumentar una política monetaria de corte expansivo.

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Durante el segundo lapso, 1986-1988, las políticas fiscal y monetaria se orientan alobjetivo de reanimar la economía, para lo cual se comenzó a instrumentar el plannacional de inversiones y se disminuyeron la tasa de redescuento del BCV y lastasas de interés del mercado monetario. El intento de reactivar la economía en-frentó en 1986 la disminución del precio del petróleo (47 por ciento), lo que llevóa las autoridades a devaluar el tipo de cambio preferencial a finales de 1986 desdeBs./US$ 7,50 hasta Bs./US$ 14,50 y trasladar hacia esa cotización las importacio-nes que anteriormente se transaban a la tasa de Bs./US$ 7,50.

Durante 1986, 1987 y 1988, ciertamente, la economía refleja tasas de crecimientoconsiderables, particularmente en el sector no petrolero, aunque esa expansiónestaba acompañada de déficit crecientes en las cuentas externas, aceleración de lainflación y expectativas de devaluación, todo lo cual comprometería a futuro lasposibilidades de crecimiento.

Los efectos de la corrección del tipo de cambio en diciembre de 1986 se expresa-ron en 1987 al triplicarse la inflación. El carácter expansivo de la política fiscalprofundizaba las expectativas inflacionarias, a lo cual las autoridades respondie-ron reforzando los controles mediante la ampliación de la lista de bienes cubier-tos por el sistema de precios administrados. En 1988 se acrecentó la demanda porlas divisas otorgadas a la tasa preferencial de Bs./US$ 14,50, como consecuenciadel amplio diferencial cambiario que reflejaba la percepción del mercado acercadel verdadero valor del tipo de cambio. Los compromisos de otorgamiento dedivisas a la tasa preferencial y el reconocimiento de la deuda externa privadacomprometieron severamente la posición de activos externos.

La concurrencia de un déficit fiscal de 7,8 por ciento del PIB y de cuenta corrienteequivalente a 9,1 por ciento del PIB, conjuntamente con la ampliación del dife-rencial cambiario hasta 132 por ciento, permitían anticipar un colapso de balanzade pagos a finales de 1988 con el consecuente cambio de régimen. Este cambio sematerializó en febrero de 1989, cuando se instrumentó un programa de ajuste conel FMI que implicó la adopción de un esquema de flotación del tipo de cambio.

Flotación cambiaria: 1989-1992 (septiembre)

La flotación del tipo de cambio fue apoyada con medidas de restricción monetariay fiscal encaminadas a moderar los efectos inflacionarios del levantamiento de loscontroles cambiario y de precios. Durante 1989, tanto la base monetaria como M2acusaron disminuciones, producto de la contracción monetaria que propició elBCV mediante un alza importante de la tasa de interés. La mejora sustancial de lascuentas fiscales es atribuible fundamentalmente a las ganancias de ingresos queprodujo la devaluación (10,4 por ciento del PIB) y en menor medida a una reduc-ción del gasto. Sin embargo, el marcado retardo en la aprobación de leyes fiscales

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como la que creaba el IVA, por ejemplo, restringieron considerablemente lasposibilidades de emprender un ajuste fiscal de la magnitud requerida y con ellodescargar la política monetaria de todo el peso del ajuste que implicaba aumentospermanentes de la tasa de interés.

Al cierre de 1989 la economía mostró un salto de la inflación conjuntamente deuna fuerte recesión, causada en parte por el shock de oferta que representó lacorrección instantánea de los desajustes cambiarios y la consiguiente devalua-ción. Posteriormente, la economía retomó una senda de expansión acompañadade un descenso de la inflación, como se deduce del cuadro 3.

Cuadro 3Indicadores macroeconómicos

PIB Tasa de inflación Cuenta corriente Déficit fiscal(variación %) (%) (mill. US$) (% del PIB)

1989 -8.6 84.6 2.161 -1.1

1990 6.5 40.7 8.279 0.2

1991 9.7 34.2 1.736 0.6

1992 6.1 31.4 -3.365 -5.8

Fuente: BCV.

La fuerte contracción de la economía en 1989 propició un viraje de la políticafiscal en 1990 procurando estimular el crecimiento económico, en tanto la políticamonetaria conservaba su perfil contractivo intentando controlar las presionesinflacionarias. La mejora en la situación fiscal y en las cuentas externas se debióen esta ocasión a las condiciones favorables del mercado petrolero a raíz de laGuerra del Golfo Pérsico. Ello abrió espacios para aumentar el gasto público que,conjuntamente con los incrementos del gasto privado, movió la economía de lafase recesiva en que se encontraba.

La política cambiaria se mantuvo sin modificaciones importantes durante 1991. Laacción expansiva del gasto prosiguió durante ese año, lo que llevó al BancoCentral a profundizar su política restrictiva con el objeto de evitar un rebroteinflacionario, todo lo cual se tradujo en aumentos de la tasa de interés que en uncontexto de aumento importante del crédito, significaba un deterioro para lacartera del sistema financiero.

En 1992 tiene lugar un shock político fundamental que repercutió en la políticamacroeconómica. En primer lugar, la política fiscal se tornó aún más expansivacomo resultado de la presión social creada tras el intento de golpe de Estado enfebrero. En segundo lugar, la política monetaria profundizó su carácter restrictivointentando que la inflación no se acelerara por el efecto de la gestión fiscal. Como

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resultado de lo anterior, la tasa real de interés activa acusó un aumento pronuncia-do, situándose en el entorno de 10 por ciento. Finalmente, la política cambiariaprivilegió el sostenimiento del tipo de cambio para que éste evolucionara sinsobresaltos, dada la gran incertidumbre política existente.

El viraje en política cambiaria ocurrió en octubre de 1992 al adoptarse un esque-ma de minidevaluaciones para permitir un deslizamiento suave del tipo de cam-bio que preservara la competitividad del sector transable. Sin embargo, otro shockpolítico en noviembre de 1992 motivó que el Banco Central defendiera la políticade ajuste gradual del tipo de cambio mediante fuertes intervenciones en el merca-do cambiario y alzas de la tasa de interés. Al concluir 1992 reaparecieron losdéficit fiscal y de cuenta corriente, en tanto el crecimiento de la economía dismi-nuyó en buena parte debido a la incertidumbre política.

En 1993 se profundizó el clima de inestabilidad y, aunque se mantiene el esque-ma de minidevaluaciones, el BCV se ve forzado a acentuar su intervención en losmercados cambiario y monetario, lo que se expresó en aumentos de la tasa deinterés real, lo cual, en un nuevo ciclo caracterizado por la recesión, repercutiósobre la calidad de la cartera del sistema financiero.

Minidevaluaciones: 1992 (octubre)-1994 (junio)

Aunque a lo largo de 1993 la política cambiaria de minidevaluaciones requirióque el Banco Central interviniera activamente en los mercados monetario ycambiario para mantener la estabilidad de la cotización, fue durante los primeroscinco meses de 1994 cuando la incertidumbre, la irrupción de la crisis financieray la falta de definiciones precisas en materia de política económica por parte de laadministración que asumió en febrero de 1994, se hicieron sentir sobre las cuen-tas externas.

La situación fiscal a comienzos de 1994 lucía muy comprometida por la disminu-ción de los precios del petróleo y por el anuncio del nuevo gobierno de suspen-der la aplicación del IVA, que había empezado en 1993 como parte de las medi-das de emergencia aprobadas ese año. Cuentas fiscales deficitarias, el efecto sobrela economía de tasas de interés reales pronunciadamente positivas y el cierre delsegundo banco comercial más importante que luego desencadenaría una crisisbancaria, exacerbaron las expectativas negativas sobre la sostenibilidad del acuer-do cambiario. Adicionalmente, la inestabilidad del sistema bancario y elfinanciamiento monetario de la crisis financiera, propiciaron una corrida de depó-sitos que cuestionó la capacidad del instituto emisor para defender el sistema deminidevaluaciones.

El BCV, en defensa del tipo de cambio, aplicó una política monetaria restrictiva,intentando absorber el exceso de dinero con motivo del rescate de los bancos con

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problemas de liquidez. Ello complementó la introducción de un esquema desubasta que pretendía calmar el exceso de demanda de divisas en el mercado.Así, el 3 de mayo se implanta el sistema de subasta simple, que posteriormentedio paso a la subasta holandesa, con el objeto de preservar el sistema deminidevaluaciones. Estas modalidades de política cambiaria resultaban totalmen-te inefectivas ante la magnitud de la crisis financiera, la cual se profundizó amediados de junio de 1994 con la intervención de ocho bancos que abarcabanaproximadamente el 25 por ciento de los depósitos.

Las presiones inflacionarias se potenciaron alcanzando 9 por ciento la tasa deinflación mensual en junio de 1994, lo que significaba que la economía podíaafrontar el inicio de un proceso hiperinflacionario.

Como resultado de la crisis financiera, se potenció la demanda de activos exter-nos en medio de un esquema de política que priorizaba un deslizamiento suavedel tipo de cambio, lo que causó al BCV una pérdida de reservas internacionalesde más de US$ 3.790 millones, equivalente al 45 por ciento del acervo total. Enese contexto, se abandonó el esquema de minidevaluaciones y se adoptó unconjunto de medidas de emergencia en los aspectos cambiarios y de precios quellevaron a la aplicación de un control de cambio integral en julio de 1994.

Control de cambio2: 1994 (julio)-1996 (julio)

La continua pérdida de reservas internacionales durante junio motivó el cierre delmercado cambiario entre el 27 de junio y el 9 de julio de 1994, una vez agotadoslos esfuerzos por detener las salidas de capital en el contexto del esquema deminidevaluaciones. Conviene destacar que el anuncio de control de cambio nofue hecho como parte de un programa económico para restituir los equilibrios, enparticular el de las cuentas fiscales, sino más bien como medidas de urgencia paraganar tiempo, vista la agudización de la crisis financiera y la situación desfavora-ble de las expectativas.

Se instrumentó un control de cambio integral, según el cual todas las transacciones,tanto corrientes como financieras, estaban cubiertas por una tasa de cambio única yla asignación de las divisas quedó a cargo de una junta donde participaban el BCVy el Gobierno Nacional. Este organismo suministraba divisas para las transaccionescorrientes, el servicio de la deuda pública y privada, gastos de viajeros y remesas.Quedaron fuera de la asignación de divisas las transacciones de capital vinculadas ala adquisición de activos financieros por parte del sector privado.

2 Para detalles, ver Guerra y Sáez (1997).

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La tasa de cambio oficial fue de Bs./US$ 170, lo que significó una devaluación de23 por ciento respecto al tipo de cambio promedio de mayo de 1994. No secontempló la posibilidad de un mercado de cambio paralelo para quienes nopudiesen acceder a las divisas oficiales. Como era de esperar, fue apareciendo unmercado paralelo no oficial en el cual el tipo de cambio expresaba todas lasdistorsiones de un mercado excesivamente regulado. Dadas las dificultades que alprincipio se presentaron para obtener las divisas, el mercado paralelo fue adqui-riendo cada vez más importancia, lo que llevó a las autoridades a permitir sufuncionamiento basado en la negociación de bonos Brady. Estas operacionescomenzaron a finales de junio de 1995 y el precio de la divisa estadounidenseresultante reflejó un diferencial cambiario de 39 por ciento, el cual continuóampliándose hasta alcanzar el 92 por ciento en noviembre.

Una vez que los demandantes de divisas se fueron ajustando a los requerimientosadministrativos que exigía la Junta de Administración Cambiaria, las reservas co-menzaron a disminuir, lo que determinó que las autoridades devaluaran el tipo decambio oficial en 70 por ciento el 11 de diciembre de 1995, hasta Bs./US$ 290. Enbuena medida lo que propició esta decisión de las autoridades fue el fuerte dife-rencial cambiario entre el tipo de cambio oficial y el del mercado paralelo, lo cualexpresaba un permanente exceso de demanda sobre las reservas internacionales.

Los indicadores macroeconómicos del período sugieren que la economía tuvo unpobre desempeño en términos de actividad económica, inflación y cuenta corriente.

Cuadro 4Indicadores macroeconómicos

PIB Inflación trimestral Cuenta corriente Diferencial cambiario(variación %) (%) (mill. US$) (% del PIB)

1994.III -2.6 15.1 1.541 -

1994.IV 3.5 12.6 698 -

1995.I -1.7 8.6 1.087 -

1995.II 0.8 11.3 285 47

1995.III 3.1 9.1 16 40

1995.IV -1.9 15.8 216 51

1996.I -2.6 21.5 1.751 156

Fuente: BCV.

El deterioro de la cuenta corriente a partir del segundo trimestre de 1995 y eldecrecimiento de la economía refleja que estaban operando importantes salidasde capital encubiertas a través de las transacciones comerciales, al tiempo quehabía un fuerte incentivo a importar, dados la sobrevaluación de la tasa de cambio

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oficial y el considerable diferencial cambiario, lo cual hacía suponer que la tasa decambio paralela expresaba un valor de la divisa más cercano a las verdaderascondiciones del mercado.

A comienzos de 1996 se hizo evidente que el sistema de control de cambio sehabía agotado y que la economía estaba en una situación igual o peor que cuan-do el mismo se instrumentó. En abril se anunciaron un conjunto de medidas depolítica económica, entre las cuales estaba el desmantelamiento del control decambio y la adopción de un esquema de flotación entre bandas.

Bandas cambiarias: 1996 (julio)-2002

Venezuela comenzó a instrumentar el sistema de bandas cambiarias en julio de1996, luego de desmantelar el esquema de control de cambio que estuvo vigentedesde junio de 1994. La puesta en marcha de las bandas cambiarias estuvo prece-dida por un lapso de transición, comprendido entre abril y comienzos de julio de1996, donde la moneda flotó limpiamente con el propósito de que el mercadoapuntara hacia un tipo de cambio que indicara una posición de equilibrio dado,que la aplicación del esquema de control de cambio integral no consideró laexistencia de un mercado paralelo, sino exclusivamente transacciones realizadasa la tasa de cambio oficial, la cual no necesariamente reflejaba condiciones deoferta y demanda.

La definición de los parámetros de la banda, en particular la pendiente, estuvocondicionada por el uso que se le asignó al tipo de cambio como ancla de losprecios. En efecto, se valoró que el abatimiento de la inflación, la cual se habíaacelerado considerablemente a partir de 1994, demandaba un empleo más inten-so del tipo de cambio nominal como referente del sistema de precios.

La tasa de deslizamiento de la paridad central fue establecida en 1,5 por cientomensual, conforme a la meta de inflación negociada con el FMI. Ello implicaba unaapreciación real, toda vez que se esperaba un importante repunte de la inflaciónpor los efectos del desmantelamiento del control de cambio y de la devaluación,que significó el movimiento del tipo de cambio de Bs./US$ 290 a Bs./US$ 470,donde finalmente se ubicó la cotización, una vez que se levantaron los controlescambiarios. Al cierre de 1996, la inflación se cifró en 103,2 por ciento, mientras quepara el subperíodo diciembre 1996-agosto 1996 las tasas de inflación y devaluaciónalcanzaron 18,0 por ciento y 0,9 por ciento, respectivamente.

La paridad central seleccionada correspondió a la del tipo de cambio observadoel último día de la flotación (Bs./US$ 470), en tanto que la amplitud de la bandafue ± 7,5 por ciento de acuerdo con el impacto promedio de los shocks en cuentacorriente que suelen afectar a la economía venezolana. Por su parte, la pendientese estableció en 1,5 por ciento mensual conforme al objetivo de inflación.

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Durante la primera fase de la banda, del 8 de julio de 1996 al 31 de diciembre de1996, el tipo de cambio se depreció en apenas 1,4 por ciento, que para todos losefectos prácticos puede interpretarse como un signo de estabilidad, dada la incer-tidumbre que acompañó a la política cambiaria desde el abandono del sistema deminidevaluaciones a raíz de la crisis financiera del primer semestre de 1994.

Cabe apuntar, sin embargo, que parte importante de esa relativa estabilidad deltipo de cambio puede explicarse, tanto por la política de intervención intramarginaldel BCV como por las entradas de capital que se registraron, debido al aumentode las tasas de interés que siguió al anuncio del sistema de bandas y a la política deapertura petrolera que implicó considerables inversiones en el sector energético.

La banda cambiaria ha sido objeto de cinco realineaciones (cuadro 5). En tres deellas se ha ajustado la paridad central hacia la baja, se ha disminuido la tasa dedeslizamiento y se ha conservado la amplitud, aunque la última, enero de 2002,ha implicado un moderado ajuste al alza, tanto en la paridad central de iniciocomo en la tasa de deslizamiento de la misma. El primer cambio ocurrió en enerode 1997 y la razón fundamental que lo motivó fue el hecho de que el tipo decambio observado estaba literalmente pegado a la paridad inferior de la banda yse estimaba que, de continuar la tendencia observada, podría perforarla.

Cuadro 5Realineaciones de la banda de fluctuación del tipo de cambio

Fecha del Magnitud del realineamiento Cambio en el deslizamientorealineamiento de la paridad central (%) (puntos porcentuales)

02-1-97 -8.15 -2.5

31-7-97 -3.85 -2.8

13-1-98 -3.67 1.7

02-1-01 -7.52 -8.0

02-1-02 0.93 3.0

La explicación de la segunda, tercera y cuarta realineaciones se asienta en lasmismas causas que la anterior: el continuo acercamiento del tipo de cambio demercado a la paridad inferior, donde seguían privando las condiciones favorablesdel mercado petrolero y el consiguiente influjo de reservas internacionales. Final-mente, la última realineación obedeció al relativo deterioro del panorama petrole-ro internacional, así como el shock que experimenta la demanda de dinero, quese expresó en una caída de depósitos y una exacerbación de las presionescambiarias.

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La información contenida en el cuadro 6 sugiere que el anclaje cambiario que labanda ha propiciado ha contribuido a la disminución de la inflación, aunque éstamuestra un importante componente inercial3 que no ha permitido una des-aceleración más pronunciada del crecimiento de los precios. Sin embargo, losresultados en términos de actividad económica no parecieran ser del todo favora-bles, a juzgar por la alternancia de los períodos de recesión durante el esquemade bandas. Estos resultados parecieran estar en sintonía con la evidencia empíricainternacional, según la cual los regímenes de tipo de cambio fijo a más establestienden a asociarse con menores tasas de crecimiento.4

Cuadro 6Indicadores macroeconómicos

PIB Inflación Cuenta corriente Déficit fiscal(variación %) (%) (mill. US$) (% del PIB)

1996 -0,2 103,2 8.824 0,6

1997 6,4 38,2 6.739 1,9

1998 -0,1 31,0 -2.562 -4,1

1999 -6,1 20,1 3.557 -2,6

2000 3,2 14,2 13.111 -1,7

2001 2,7 12,3 4.395 -4,0

Fuente: BCV. Informes económicos.

El comportamiento de la cotización al interior de la banda, tal como se muestra enel gráfico 5, pareciera indicar que la banda ha logrado imprimirle estabilidad altipo de cambio. No obstante esta conducta del tipo de cambio en la banda defluctuación, vale interrogarse acerca de un hecho empíricamente verificado encasi todas las experiencias donde han operado las bandas de fluctuación: su faltade credibilidad.5

3 Dorta et al. (1998).4 Para mayores detalles, ver Levy-Yeyati y Sturzenegger (2000).5 Ver Licandro (1993) y Svensson (1992),

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60 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Gráfico 5Bandas cambiarias, julio 1996-diciembre 2001

6 El modelo de Krugman (1991) se fundamenta en los supuestos de credibilidad perfecta delos agentes en la autoridad monetaria y en que ésta sólo defiende el sistema medianteintervenciones en los márgenes de la banda.

Fuente: BCV y cálculos propios.

Credibilidad del sistema de bandas

El objetivo de esta parte del trabajo es aproximarse a una medición del grado decredibilidad del sistema de bandas cambiarias. La credibilidad se define, en estecaso, como la estimación que hacen los agentes económicos acerca del compro-miso de la autoridad monetaria con los parámetros de la banda, en particular laparidad central.

La necesidad de mantener la autonomía de las políticas monetaria y cambiaria enun ambiente caracterizado por shocks de demanda y, simultáneamente, la preocu-pación por proveer un ancla nominal a los precios, constituyen la justificaciónpráctica para la adopción de un sistema de bandas cambiarias. En el plano teóri-co, la argumentación clásica tiene que ver con el papel estabilizador del sistemade bandas a través del proceso de formación de expectativas, las cuales estánmodeladas por la regla de intervención en los márgenes y por la capacidad de laautoridad monetaria de defender la banda.

El fundamento de los métodos aplicados para medir la credibilidad se encuentranen Svensson (1991) y en Bertola y Svensson (1993), y constituye un marco ade-cuado para analizar credibilidad imperfecta e intervenciones intramarginales. Laaceptación de estas desviaciones del modelo básico de Krugman6 le confierenmayor realismo al análisis y no necesariamente implican un juicio negativo sobrelas ventajas de mantener un sistema de bandas.

800,00

750,00

700,00

650,00

600,00

550,00

500,00

450,00

400,00

8/6/96al

31/12/96

2/1/97al

31/7/97

1/8/97al

12/1/98

11/1/98al

29/12/00

2/1/01al

31/12/01

Bs./$

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José Guerra, Julio Pineda / Trayectoria de la política cambiaria en Venezuela 61

Los métodos empleados poseen una simplicidad extrema y se basan en la paridadno cubierta de intereses. Sin embargo, la utilización de esta paridad internacionalpresenta algunos inconvenientes, entre los que destacan:

a. El grado de movilidad de capital tiene que ser elevado para que los mecanis-mos de mercado garanticen la paridad de intereses. En este sentido, los resul-tados de Guerra y Zavarce (1993) indican que Venezuela exhibió un alto gradode inmovilidad de capitales durante el período 1968-1992. Sin embargo, hayrazones para considerar que el diferencial de intereses es relevante para medirexpectativas de devaluación y presiones sobre el mercado de divisas. En pri-mer lugar, se puede argumentar que el sistema de bandas ha estado en vigen-cia en un período muy posterior al analizado en el citado estudio.7 Por otraparte, en una economía con superávit estructural en la cuenta corriente8 puededarse el fenómeno de movilidad perfecta a la salida de capitales.9 Por último, sise toma en cuenta que, tanto la inversión como la intermediación financierapresentan tendencias decrecientes desde 1977, la decisión relevante para losahorristas venezolanos10 será la de realizar inversiones financieras en activosdenominados en bolívares o en dólares.

b. La existencia de una prima de riesgo dificulta derivar las expectativas de depre-ciación a partir del diferencial de intereses. No obstante, el tema de los determi-nantes teóricos y los métodos prácticos para medir la prima de riesgo no estánexentos de controversias y dificultades. Adicionalmente, la periodicidad diariade los datos utilizados en este trabajo dificulta su medición. Esta decisión impli-ca que es posible que se esté sobrestimando las expectativas de depreciación,por lo que no se puede obviar este factor en las conclusiones.

7 En particular, desde 1996 no se han presentado episodios de controles sobre la cuenta decapital.8 En efecto, a partir de 1974, la cuenta corriente se ha mantenido estacionaria con unsuperávit promedio de US$ 1.100 millones.9 Véase Ramos (1989), para una definición más precisa de “movilidad en un solo sentido”.Con relación a la movilidad “bidireccional”, Rojas y Rodríguez (1997) sugieren que la movi-lidad de capital ha venido aumentando en los últimos años, como consecuencia de laentrada de la banca extranjera, limitando el control del BCV sobre las tasas de interés.10 Una de las implicaciones más interesantes del trabajo de Rodríguez, Hernández y Silva(1998) es que el sistema financiero es un sector recurrentemente superavitario. Este factor,junto a la existencia del fenómeno de desintermediación financiera, convierte a los agentesdel sector financiero en potenciales especuladores en el mercado de divisas.

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Algunas propiedades de la distribución del tipo de cambio dentro de la banda

Al tomar el logaritmo de la posición relativa del tipo de cambio respecto de laparidad central, se tiene una medida de desviación, en tanto por uno, del tipo decambio respecto al centro de la banda. Si se observa la distribución de esta desvia-ción (llamada “X” en la literatura) para el caso venezolano, se apreciará que eltipo de cambio se mantuvo, en promedio, 3,18 por ciento por debajo de la pari-dad central y, como puede deducirse del gráfico 6, los valores no se encuentranconcentrados alrededor de ese valor.11

Gráfico 6Distribución del tipo de cambio

11 El coeficiente de Pearson para esta muestra es de 0,073.

Esta observación puede ser explicada sobre la base de las conclusiones de Zerpaet al. (1997), donde se plantea la posible existencia de una “minibanda” determi-nada por la estrategia de intervención de la autoridad monetaria.

El test más simple para medir credibilidad

Siguiendo a Svensson (1991), se puede visualizar el problema de la credibilidad através de la consideración de cuál es el rendimiento, expresado en bolívares, deun instrumento denominado en dólares. Si i

t* es la tasa de interés pasiva externa

a 90 días, el rendimiento máximo, en bolívares, que un agente puede esperar es

-0.0

8

-0.0

6

-0.0

4

-0.0

2

0.00

0.02

0.04

120

100

80

60

40

20

0

Serie: XMuestra 1 800Observaciones 800

Media -0.031875Mediana -0.038893Máximo -0.039744Mínimo -0.084286Des. Est 0.028576Skewness 0.329567Kurtosis 2.183396

Jarque-Bera 36.71003Probabilidad 0.000000

%

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José Guerra, Julio Pineda / Trayectoria de la política cambiaria en Venezuela 63

igual a it*, más la depreciación máxima que puede tener el bolívar (( i

t*)+ TMAX)).

Si el tipo de cambio se encuentra dentro de una banda de flotación y ésta es creíble,entonces la depreciación máxima es la que se corresponde con un tipo de cambioubicado en el límite superior de la banda dentro de 90 días. De la misma forma secalcula una rentabilidad mínima correspondiente a la depreciación que ubique altipo de cambio en el borde inferior de la banda dentro de 90 días: (( i

t*)+ TMIN)),

con lo cual la tasa de interés interna (it) debe moverse en el rango, si la banda es

creíble:

(( it*)+ TMIN) £ i

t £ ((i

t*)+ TMAX)

Si la tasa de interés pasiva doméstica a 90 días se encuentra por encima delrendimiento máximo calculado para el instrumento externo, entonces la bandano es completamente creíble. Esto se debe a que los agentes, para mantener susposiciones en moneda local, tendrían que ser compensados por el riesgo de unadevaluación mayor a la implícita en los parámetros de la banda,12 lo que llevaríaa esperar la redefinición de al menos un parámetro.13

12 Si se aplica la paridad no cubierta de intereses, entonces la tasa de interés doméstica esmayor que la suma de la tasa de interés externa y la devaluación máxima permitida por labanda actual; luego la expectativa de devaluación (que equivale al diferencial de intereses)es mayor que la devaluación máxima, por lo que los agentes esperan que el tipo de cambioperfore el techo de la banda dentro de 90 días.13 En la literatura sobre credibilidad generalmente se asumen posibles realineamientos de laparidad central; sin embargo, podría argumentarse que los cambios esperados en el anchode la banda o en la tasa de deslizamiento de la paridad central pueden ser causas para laformación de expectativas de depreciación por encima de las permitidas según los parámetrosactuales. Pero hay que admitir que la razón fundamental de que se privilegie el realineamientode la paridad central en los modelos teóricos reside en la importancia de la reversión a lamedia como elemento dinamizador del tipo de cambio dentro de la banda.

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Gráfico 7Banda de credibilidad para la tasa de interés pasiva a 90 días

Del gráfico 7 se desprende que durante el último trimestre de 1996 y todo el año1997, la banda fue creíble. Sin embargo, desde febrero de 1998 hasta principiosde 1999, la tasa de interés doméstica estuvo por encima del rendimiento máximodel instrumento denominado en dólares. Este comportamiento reflejó una falta decredibilidad en el sistema de bandas bajo la forma de expectativas de devalua-ción. Sin embargo, la tendencia decreciente de la tasa de interés doméstica a partirde octubre de 1998, puede interpretarse como una muestra de mayor credibilidaden el arreglo cambiario vigente.

Cálculo de las expectativas de realineamiento: modelode Bertola y Svensson

Un método más sofisticado, y aplicado en una mayor cantidad de trabajos empí-ricos, que el test más simple para detectar la existencia de falta de credibilidad esel desarrollado por Bertola y Svensson (1993). El procedimiento de Bertola ySvensson para estimar la credibilidad se basa en la propiedad de “reversión alinterior de la banda”, la cual establece que el tipo de cambio tenderá a moversehacia el centro de la banda con una fuerza que es mayor a medida que está másalejado de la paridad central. Si hay credibilidad perfecta, entonces los efectos

%

28/6

/96

28/8

/96

28/1

0/96

28/1

2/96

28/2

/97

28/4

/97

28/6

/97

28/8

/97

28/1

0/97

28/1

2/97

28/2

/98

28/4

/98

28/6

/98

28/8

/98

28/1

0/98

28/1

2/98

28/2

/99

28/4

/99

28/6

/99

28/8

/99

70

60

50

40

30

20

10

0

-10

TID

TMAX

TMIN

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José Guerra, Julio Pineda / Trayectoria de la política cambiaria en Venezuela 65

honeymoon y smooth pasting14 aseguran la reversión. Por otra parte, si hay credi-bilidad imperfecta el movimiento aparente del tipo de cambio será motorizadopor una combinación de dos fuerzas: la que lo mueve hacia el centro de la bandaactual y la que lo moviliza hacia el centro de la banda esperada luego de laprobable redefinición de los parámetros.15

Con fines exclusivamente ilustrativos se expone de seguida el modelo de Bertolay Svensson. Según la paridad no cubierta de intereses, la relación entre el diferen-cial de intereses y las expectativas de depreciación se representan de la siguientemanera:

(it-i

t*)= E

t (ds

t)/d� (1)

donde it es la tasa de interés doméstica, i

t* es la tasa de interés externa, s es el tipo

de cambio nominal, d� es el tiempo de maduración de los activos asociados a lastasas de interés, y E es el operador de expectativas condicionadas a la informacióndisponible en el momento t.

La expectativa de depreciación puede descomponerse, a su vez, de la siguienteforma:

Et(ds) = E

t(dx) + E

t(dc) (2)

Donde x es la posición relativa del tipo de cambio dentro de la banda y c es laparidad central, luego E

t(dc) puede ser interpretada como la expectativa de

realineamiento de la banda, que es la variable que recoge el grado de credibilidaden el sistema cambiario. Sustituyendo (1) en (2) y despejando la expectativa derealineamiento, se tiene:

Et(dc)/d� = (i

t - i

t*) - E

t(dx)/d� (3)

Como el diferencial de intereses es observable, sólo falta por estimar Et(dx), la

expectativa de depreciación al interior de la banda, para poder calcular la credibi-lidad del sistema de bandas. Bertola y Svensson sugieren, sobre la base de laspropiedades matemáticas del modelo, que una regresión entre la posición deltipo de cambio dentro de la banda y la variación del tipo de cambio puede servirpara realizar estimaciones de la expectativa de depreciación dentro de la banda.Así, el modelo a estimar tendría la siguiente forma:

14 En el trabajo de Zerpa et al., citado anteriormente, se realizaron pruebas que evidencianque el efecto smooth pasting es limitado en el caso venezolano, lo cual es consistente conuna política de intervenciones intramarginales. Sin embargo, es importante destacar que unapolítica de intervenciones intramarginales no elimina la capacidad estabilizadora de la ban-da respecto al tipo de cambio (Svensson, 1992).15 Esta idea fue desarrollada por Bertola y Caballero (1992).

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66 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

(4)

Donde Et(dx)

es la variación esperada de la posición del tipo de cambio respecto

de la paridad central, durante un período de 90 días, Ri (i= 1,2,3) es el intercepto

asociado a cada régimen, D es una variable dummy y Xt es el nivel de la posición

relativa del tipo de cambio respecto a la paridad central al comienzo del período.Una vez obtenidos los valores estimados de la expectativa de depreciación dentrode la banda, se sustituyen en la ecuación (3) y así se obtienen estimaciones de laexpectativa de realineamiento como medida de credibilidad.

La regresión entre la variación del tipo de cambio y el nivel de la posición relativadel mismo en la banda permite contrastar la hipótesis de reversión a la paridadcentral si el coeficiente que relaciona ambas variables es negativo. Para el lapsocomprendido entre el 28 de junio de 1996 y el 31 de julio de 1999,16 con datosdiarios, la estimación del modelo arrojó los siguientes resultados:17

Cuadro 7Modelo de expectativa de depreciación del tipo de cambio dentro de la banda

Parámetro estimado Estadístico t

�1 -0,04 (-1,80)

�2 -0,03 (-2,19)

�3 -0,04 (-2,19)

� -0,02 (-8,82)

� -1,04 (-11,3)

N= 735 (del 8/6/96 al 9/9/99) R2= 0,97 DW=1,83

Es de destacar que el signo negativo del coeficiente de xt muestra la existencia de

reversión al interior de la banda, lo cual verifica una propiedad general de lasbandas de fluctuación. El signo negativo del intercepto sugiere que hay un sesgohacia la apreciación dentro de la banda, posiblemente ligado a una mejora de losfundamentos debido a shocks reales favorables, asociados a la mejora de los

16 Se consideran tres subperíodos o regímenes cada uno entre dos realineamientos.17 En este trabajo se utilizó una regresión por mínimos cuadrados ordinarios corregida porNewey-West. Es posible que en ciertos casos sea necesario añadir potencias de x comoregresores, como en Rose y Svensson (1991), pero éste no es el caso del modelo estimado.

Et(dx) = � �1

R1 + �

1X

t + �D

t

n

I = 1

Et(dx) = � �1

R1 + �

1X

t + �D

t

n

I = 1

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José Guerra, Julio Pineda / Trayectoria de la política cambiaria en Venezuela 67

términos de intercambio en la mayor parte del período de vigencia de la banday/o a la existencia de intervenciones intramarginales.

Expectativas de realineamiento

A partir del diferencial de intereses e incorporando el efecto de reversión a laparidad central estimado anteriormente (ecuaciones 3 y 4), se calculó la variableque en este trabajo se identifica con la expectativa de devaluación o derealineamiento de la banda, E

t(dc)/d�, la cual se presenta en el gráfico 8. Es decir,

a partir de Et(dc)/d� se puede contrastar la hipótesis de credibilidad del sistema de

bandas.

Gráfico 8Expectativas de realineamiento

Con el modelo que se formula de seguida, básicamente se intenta medir el efectode un incremento de la posición relativa del tipo de cambio sobre las expectativasde realineamiento de la banda. En otras palabras, un acercamiento del tipo decambio al tope superior de la banda aumenta las expectativas de devaluación.Conviene enfatizar que el hecho de que se valide el supuesto de reversión a laparidad central no implica necesariamente que la banda sea creíble, sino que eltipo de cambio converge a la paridad central de una nueva banda, después de larealineación.

El modelo a ser estimado se basa en Caramazza (1993), Thomas (1994) y Helmanet al. (1994):

(5)

%

28/6

/96

28/8

/96

28/1

0/96

28/1

2/96

28/2

/97

28/4

/97

28/6

/97

28/8

/97

28/1

0/97

28/1

2/97

28/2

/98

28/4

/98

28/6

/98

28/8

/98

28/1

0/98

28/1

2/98

28/2

/99

28/4

/99

28/6

/99

28/8

/99

100

90

80

70

60

50

40

30

20

10

0

Et(dc)/d� = � �1

R1 + �

1X

t + �

1X2

t + �

1X3

t + �

tZ

t

n

I = 1

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68 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

donde: Et(dc)/d� mide las expectativas de devaluación o realineación, R

i son los

interceptos, correspondientes a las tres realineaciones de la banda, Xt es la posi-

ción, respecto de la paridad central, del tipo de cambio dentro de la banda y Zt

corresponde a un vector de variables que inciden sobre las expectativas de deva-luación que, para los fines de este trabajo y dada la frecuencia diaria de la infor-mación utilizada, se redujo a la variación de las reservas internacionales.

La prueba fundamental sobre la credibilidad de la banda se basa sobre losestimadores de �

i , particularmente sobre �

1: si su valor es positivo, es decir, que

la distancia entre el tipo de cambio y la paridad central se ensancha, aumentaránlas expectativas de realineación de la banda. Contrariamente, si su valor es nega-tivo o estadísticamente igual a cero, la banda será creíble por cuanto aumentos dela posición relativa del tipo de cambio en la banda no se expresarán en mayoresexpectativas de realineación.

Los resultados del modelo son los siguientes:

Cuadro 8Estimación de la credibilidad de la banda

Parámetro estimado Estadístico t

�1 1,08 3,71

�2 0,98 3,06

�3 1,05 3,36

�1 5,62 21,27

�2 134 8,15

�3 933 4,59

� -26,9 -2,33

N= 735 ( del 8/6/96 al 9/9/99) R2= 0,70

Estos resultados sugieren que las expectativas de realineación de la banda au-mentan en la medida en que el tipo de cambio observado se aleja de la paridadcentral. Debe destacarse el efecto de las reservas internacionales: un incrementodel acervo de activos externos del Banco Central se traduce en menores expecta-tivas de realineamiento o en expectativas de apreciación, como cabría esperar.Ello pone de relieve dos aspectos de la banda de fluctuación en Venezuela. Poruna parte, se confirma el hecho empíricamente verificable en la mayoría de lasexperiencias de bandas de fluctuación, la falta de credibilidad. Por la otra, esa falta

Et(dc)/dt = � �1

R1 + �

1X

t + �

1X2

t + �

1X3

t + �

tZ

t

n

I = 1

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José Guerra, Julio Pineda / Trayectoria de la política cambiaria en Venezuela 69

de credibilidad es compensada por la fortaleza que adquiere la banda con unaposición sólida de activos externos, como la que ha tenido Venezuela desde queeste esquema cambiario entró en vigencia.

En este contexto, es perfectamente entendible que la banda no haya sido objetode importantes ataques especulativos, no obstante el cambio brusco de signo quehan experimentado los términos de intercambio, de acuerdo con el desenvolvi-miento del mercado petrolero internacional.

Conclusiones

La escogencia del régimen cambiario más apropiado para una economía es unaasignación de por sí difícil. La complejidad aumenta al considerar los rasgos par-ticulares de una economía petrolera como la venezolana, donde los cambios designo en los términos de intercambio siempre están en la agenda de la políticaeconómica. Esos shocks reales que suelen acompañar a Venezuela no se disipancon rapidez, sino más bien tienden a traducirse en perturbaciones fiscales y mone-tarias en virtud del particular mecanismo de conformación de la estructura fiscal yde los mecanismos de creación y destrucción de dinero.

La valoración del período de tipo de cambio fijo (enero 1964-febrero 1983) consi-derada en la segunda parte de este artículo, apunta a que la economía mostró unexcelente desempeño durante parte importante de ese lapso, en virtud de queuna política fiscal conservadora respaldaba el anclaje del tipo de cambio. Sinembargo, una vez que las cuentas fiscales perdieron la senda del equilibrio quelas había caracterizado, el esquema de fijación del tipo de cambio comenzó aconfrontar problemas de credibilidad, toda vez que la inflación se aceleró, el tipode cambio real se apreció y se produjo fuga de capitales. Al final, ello se tradujoen un ataque especulativo que terminó con el más prolongado ciclo de estabili-dad que ha conocido la economía venezolana.

Es claro de la experiencia analizada que el tono de la política fiscal ha determina-do los resultados esperados de los distintos arreglos cambiarios instrumentadosen Venezuela. Ante una actuación fiscal que no apoya la reducción de la inflación,el esfuerzo de la política monetaria y cambiaria se magnifica, lo que no necesaria-mente resulta conveniente para la solvencia del sistema financiero o la viabilidaddel sector externo.

Ante incontables intentos fallidos por estabilizar la economía, en unos casos basa-dos en la fijación del tipo de cambio y en otros mediante el control de los agrega-dos monetarios, el sistema de bandas vino a representar un esfuerzo por prefigu-rar una trayectoria de estabilidad para el tipo de cambio, sin que ello comprometieraen exceso la independencia de la política monetaria. Ciertamente, su contribucióna la reducción de la inflación está a la vista. No obstante, ese aporte es limitado

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por la falta de una reforma fiscal que confiera solvencia a las cuentas públicas yreduzca significativamente el sesgo al endeudamiento y al déficit de la gestiónpresupuestaria.

La evidencia empírica reportada en este documento apunta a que la banda cambiariaexhibe la propiedad de reversión a la paridad central que la teoría pronostica. Sinembargo, las pruebas de credibilidad de la banda ratifican que existen expectati-vas de realineamiento endógenas, hecho por lo demás observable en otras eco-nomías, donde su manejo ha sido más flexible y donde el mercado cambiariopresenta una gran cantidad de instrumentos que facilitan la intervención de laautoridad monetaria.

Cabe advertir que esta conclusión está matizada por dos factores, uno relacionadocon las favorables condiciones del mercado petrolero que, al posibilitar un au-mento de las reservas internacionales, compensa en parte el señalamiento ante-rior relativo a la falta de credibilidad de la banda; el otro tiene que ver con las muyserias limitaciones que impone trabajar con datos diarios, dada la ausencia devariables relevantes para el estudio que mantengan esa frecuencia.

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Revista BCV • Vol. XVI. N∞1. Caracas, enero-junio 2002, pp. 73-97 • ISSN: 0005-4720

Comportamiento diario del tipo de cambioen Venezuela (1996-1999): algunos hechos estilizados

ToledoManuel E. Toledo*

Resumen

El presente trabajo intenta establecer algunas regularidades empíricas del com-portamiento del tipo de cambio del bolívar frente al dólar estadounidense através del estudio de sus propiedades estadísticas y del proceso estocástico quelo genera. Específicamente, se estudiará el tipo de cambio diario en el períodoque va desde abril de 1996, al iniciarse el régimen de bandas, a noviembre de1999. En este trabajo se encuentra que la depreciación diaria del tipo de cambiono es una variable independiente e idénticamente distribuida debido a quepresenta cambios de media y varianza, lo cual se traduce en dependencia nolineal.

Palabras clave: Tipo de cambio / Depreciación / Volatilidad.

Abstract

This paper tries to establish some empirical regularities of the Venezuelan foreignexchange rate (Bs./US$) by studying its statistical properties and the stochasticprocess that generate it. Specifically, I analyze the period from April 1996 toNovember 1999. This work finds that the daily exchange rate depreciation isnot an independent and identical distributed variable because it presents changesin mean and variance, which means that it has a nonlinear dependence.

Key words: Exchange rate / Depreciation / Volatility.

* Manuel E. Toledo es Economista II del Banco Central de Venezuela. Actualmente cursa unDoctorado en Economía en la Universidad de Rochester, EE UU. Es economista y Magisteren Matemáticas, Universidad Central de Venezuela.Correo electrónico: [email protected]

Page 72: Revista BCV Vol. XVI. N°1

74 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Introducción**

Este trabajo pretende establecer algunas regularidades empíricas en el comporta-miento diario del tipo de cambio en Venezuela (Bs./US$), luego del abandono delcontrol de cambio en abril de 1996, a través del análisis de sus propiedadesestadísticas y del proceso estocástico que lo genera.

Ello podría contribuir a precisar algunos elementos que sirvan de referencia paraotros estudios que estén interesados en caracterizar el mercado cambiario o esta-blecer su relación con otras variables de interés. En este sentido, la identificaciónde dichas propiedades estadísticas y hechos estilizados asociados que de allí sederivan tienen importantes aplicaciones e implicaciones económicas. Levich (1985)encuentra al menos tres razones para investigar las propiedades estadísticas deltipo de cambio: determinar qué tan volátil es éste, examinar la eficiencia delmercado cambiario y estimar el riesgo de un portafolio con activos en monedaextranjera. Hsieh (1988) agrega que conocer la distribución de la tasa de variacióndiaria del tipo de cambio tiene aplicación en el estudio de los efectos que tienendichos movimientos en el comercio internacional y los flujos de capitales, asícomo en la valoración de opciones de monedas. De igual forma, se puede pensarque algunas de las regularidades empíricas encontradas tienen implicaciones enla predictibilidad de la tasa de cambio y en la determinación del modelo adecua-do que lo explica.

Aun cuando para el caso venezolano existe una escasa literatura con respecto alas características estadísticas del tipo de cambio, debido probablemente a queéste ha permanecido fijo y/o sometido a controles la mayor parte de la historiacontemporánea, para otras monedas, especialmente las más transadas (dólar esta-dounidense, marco alemán, libra esterlina, yen japonés, etc.), existe una grancantidad de estudios que evidencian ciertas características comunes en el com-portamiento de los tipos de cambio.

La mayor coincidencia que presentan estos trabajos se encuentra en que la distri-bución de probabilidad de la variación del tipo de cambio es unimodal yleptokúrtica,1 siendo esta segunda característica la que más ha sido objeto deatención y estudio. En general, se esgrimen dos explicaciones contrarias a estehecho. Por un lado se sugiere que los datos efectivamente provienen de una

** El autor agradece a Carenne Ludeña, Omar Bello y Ramón Pineda sus consejos y comentariosa este trabajo.

1 Una distribución leptokúrtica tiene como característica que los datos están muy concentra-dos alrededor de su media, lo que se traduce en una distribución de colas anchas.

Page 73: Revista BCV Vol. XVI. N°1

Manuel E. Toledo / Comportamiento diario del tipo de cambio… 75

distribución de colas anchas que permanece fija en el tiempo, mientras que por elotro se propone que los datos vienen de una distribución que varía en el tiempo.

En este sentido, Meese y Singleton (1982) y otros han encontrado que los tipos decambio con una frecuencia diaria o semanal siguen un proceso estocástico que seaproxima bien a una martingala, es decir, a un proceso que tiene como propiedadque la mejor predicción que podemos hacer del valor que tomará la variablealeatoria en t es el valor que tomó en t-1. Así, Meese y Rogoff (1983) plantean queel logaritmo natural del tipo de cambio sigue un paseo aleatorio, siendo éste unmejor predictor que modelos lineales de series temporales y modelos estructura-les. Esto sugiere claramente que la tasa de depreciación del tipo de cambio es unavariable aleatoria independiente e idénticamente distribuida o, al menos, es nocorrelacionada, lo cual significa que la desviación del tipo de cambio en t conrespecto a su valor esperado no depende de las desviaciones observadas en t-n,n=1,2,.... De acuerdo con Sims (1984),2 todo lo anterior resultaría en que tanto eltipo de cambio como su tasa de variación fueran impredecibles.

Sin embargo, “hasta ahora no ha habido evidencia estadística fuerte confirmandoel modelo de paseo aleatorio”.3 De hecho, Hsieh (1988) encuentra pruebas paraconcluir que la primera diferencia del logaritmo del tipo de cambio (log-retornodel tipo de cambio) no es independiente e idénticamente distribuida (i.i.d.) en unestudio para cinco monedas entre 1974 y 1983. En el mejor de los casos se hahallado que la depreciación del tipo de cambio es no correlacionada, lo cual noes suficiente para probar independencia.4 Al mismo tiempo, ésta exhibe cambiosde media y varianza en el tiempo, lo cual pareciera explicar no sólo el rechazo dela hipótesis de que es una variable aleatoria i.i.d., sino también la leptokurtosisque presenta y los cambios periódicos en la volatilidad, definida como la varianzacondicional del proceso, todo lo cual se expresa en dependencia temporal nolineal, tal como lo han demostrado Hsieh (1989), Bollerslev (1990), Brooks (1996),Fernandes (1988), entre otros.

En este trabajo se encuentra evidencia de que los log-retorno del tipo de cambiodiario del bolívar frente al dólar no son i.i.d., debido principalmente a que presen-tan cambios de media y varianza a través del tiempo. Los cambios de varianza(heterocedasticidad) se pueden traducir como cambios de volatilidad en el movi-miento del tipo de cambio, lo cual significa que existe dependencia no lineal en losdatos. Otra implicación importante de este hecho es que variaciones grandes (pe-

2 Para un resumen, ver Brock, Hsieh y LeBaron (1991:24-25).3 Hsieh (1989:340).4 Ver Hsieh (1989).

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76 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

queñas) del tipo de cambio tienden a ser seguidas por variaciones grandes (peque-ñas) en cualquier dirección, observándose de esa manera lo que se conoce comovolatilidad agrupada. Todo ello pareciera explicar la leptokurtosis que caracterizala distribución de los log-retornos del tipo de cambio venezolano.

El trabajo está organizado como sigue: en la sección II exponemos todo el trabajoempírico realizado y en la sección III presentamos a manera de conclusión loshechos estilizados encontrados a partir de los resultados obtenidos en la sección II.

Resultados empíricos

La serie del tipo de cambio aquí analizada está conformada por los cierres diariosregistrados por el Banco Central de Venezuela en el mercado interbancario desdeel 23 de abril de 1996 hasta el 16 de noviembre de 1999, para un total de 876observaciones. A partir de allí calculamos su tasa de variación r

t, tomando la

diferencia del logaritmo natural de los cierres de jornadas sucesivas, es decir,r

t= log(P

t) - log(P

t-1), donde P

t es el tipo de cambio en t. Para pequeñas variacio-

nes, la tasa de depreciación de la moneda es aproximadamente igual a rt. En

cualquier caso, rt representa la tasa de retorno en tiempo continuo. Al mismo

tiempo, esta transformación de los datos es la más común en estudios de tipo decambio debido a su claro significado económico, puesto que representa la depre-ciación diaria de la moneda.

Análisis preliminar de los datos

Al analizar las series Pt y log(P

t) encontramos que son no estacionarias, a diferen-

cia de rt que parece ser estacionaria, lo cual resulta ser una razón suficiente para

trabajar con esta última. Para probar esto se utilizaron los tests de raíz unitaria deDickey-Fuller aumentado (ADF) y Phillips-Perron (PP),5 incluyendo una constan-te y variando la estructura de rezagos de cero hasta seis. En todos los casos, lahipótesis nula de raíz unitaria fue aceptada para la serie del tipo de cambio y sulogaritmo. Con respecto a r

t, H

0 fue siempre fuertemente rechazada. En el cuadro

1 se presentan los resultados del estadístico ADF correspondientes a la estructuramínima de rezagos para eliminar correlación serial en los residuos, y del estadís-tico PP con seis rezagos truncados de acuerdo con la selección sugerida porNewey-West.6

5 Ver Dickey y Fuller (1979) y Phillips y Perron (1988), respectivamente. Para una brevedescripción, ver apéndice.6 Newey y West (1994).

Page 75: Revista BCV Vol. XVI. N°1

Manuel E. Toledo / Comportamiento diario del tipo de cambio… 77

Cuadro 1Prueba ADF y PP de raíz unitaria para Pt , log(Pt ) y rt

Pt

Log(Pt) r

t

ADF 1,77 1,42 -16,70

PP 1,85 1,49 -29,06

Nota: Los valores críticos de MacKinnon para rechazar H0 son -3.44, -2.86 y -2.56 para unasignificancia de 1, 5 y 10 por ciento, respectivamente.

Gráfico 1Pt , log(Pt ), abril 96–noviembre 99

En el cuadro 2 se muestra el resumen estadístico de rt, donde lo más relevante es

la fuerte evidencia de no gaussianidad en la serie, debido principalmente alelevado coeficiente de kurtosis obtenido, siendo esto confirmado por el test denormalidad de Jarque-Bera (ver apéndice). Esta observación concuerda con lohallado en la literatura para la serie de los log-retornos, tanto del tipo de cambiocomo para la mayoría de los datos financieros. Otro elemento que indica no-normalidad es la clara asimetría en la distribución de r

t. Además, al ser negativo el

coeficiente de asimetría y al existir una fuerte correlación negativa entre rt2 y r

t-1,

podemos decir que existen indicios de asimetrías en la volatilidad.7

Bs./$

23/0

4/96

30/0

6/96

15/0

7/96

23/0

8/96

01/1

0/96

08/1

1/96

17/1

2/96

28/0

1/97

10/0

3/97

21/0

4/97

30/0

5/97

10/0

7/97

20/0

8/97

26/0

9/97

04/1

1/97

12/1

2/97

23/0

1/98

05/0

3/98

16/0

4/98

27/0

5/98

08/0

7/09

17/0

8/98

23/0

9/98

02/1

1/98

10/1

2/98

21/0

1/99

03/0

3/99

14/0

4/99

25/0

5/99

07/0

7/99

13/0

8/99

21/0

9/99

29/1

0/99

650.00

625.00

600.00

575.00

550.00

525.00

500.00

475.00

450.00

logP(t)

P (t)

logP(t)

6.48

6.42

6.36

6.30

6.24

6.18

6.12

6.06

6.00

7 El coeficiente de correlación entre rt2 y rt-1 es de -0,2739, el cual es significativamente

diferente de cero.

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78 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Cuadro 2Resumen estadístico de rt

Media 0,000339

Mediana 0,000438

Desviación estándar 0,001898

Coeficiente de asimetría -1,652912

Kurtosis 34,5569

Máximo 0,016977

Mínimo -0,018742

Estadístico Jarque-Bera 36705,03(0,0000)

QLB(10) 36,934

(0,0000)

Nota: Entre paréntesis los p-valores del estadístico respectivo.

Gráfico 2rt , abril 96-noviembre 99

Por otro lado, también podemos señalar que pareciera existir autocorrelación alobservar el estadístico Q

LB(k) de Ljung-Box con los primeros diez rezagos (k=10).

Dicho estadístico tiene una distribución chi-cuadrado con k grados de libertadbajo la hipótesis nula de que los primeros k coeficientes de autocorrelación soncero. De esta manera, para Q

LB(10) podemos rechazar ampliamente H

0.

r(t)

23/0

4/96

30/0

6/96

09/0

7/96

14/0

8/96

19/0

9/96

24/1

0/96

29/1

1/96

08/0

1/97

14/0

2/97

24/0

3/97

30/0

4/97

09/0

6/97

15/0

7/97

21/0

8/97

25/0

9/97

30/1

0/97

04/1

2/97

14/0

1/98

18/0

2/98

30/0

3/98

07/0

5/09

12/0

6/98

22/0

7/98

27/0

8/98

01/1

0/98

06/1

1/98

14/1

2/98

21/0

1/99

01/0

3/99

08/0

4/99

14/0

5/99

22/0

6/99

30/0

7/99

03/0

9/99

08/1

0/99

16/1

1/99

0.020

0.015

0.010

0.005

0.000

-0.005

-0.010

-0.015

-0.020

-0.025

Page 77: Revista BCV Vol. XVI. N°1

Manuel E. Toledo / Comportamiento diario del tipo de cambio… 79

Sin embargo, al analizar QLB

(k) y los coeficientes de autocorrelación individualesp

r(k) de orden uno hasta siete (k=1,…,7) mostrados en el cuadro 3, podemos

percatarnos de que la correlación serial para estos rezagos es débil. Adicionalmente,tal como advierte Hsieh (1988), se debe tener cuidado al rechazar la independenciaserial, puesto que podríamos estar subestimando el error estándar de cada coefi-ciente de autocorrelación medido por 1/n debido a la presencia de he-terocedasticidad. En tal caso, el estimador del error estándar, según Diebold,8 es:

donde �r2(k) es la autocovarianza de orden k del cuadrado de los datos y � es la

desviación estándar estimada de los datos.

Utilizando S(k) podemos realizar pruebas de hipótesis individuales para cadarezago k mediante el estadístico z=�

r(k)/S(k), que dado el tamaño de la muestra

es aproximadamente normal bajo H0: �

r(k)=0. Procediendo de esta manera, obte-

nemos que para ningún k la autocorrelación es significativamente diferente decero a un nivel del 1 por ciento, sólo para k=9 es significativa a un nivel del 5 porciento y para k=4 y 8 es significativa al 10 por ciento (prueba de dos colas). Deaquí podemos concluir que r

t presenta correlación serial estadísticamente débil.

Cuadro 3Coeficientes de autocorrelación �r(k) para rt

k �r(k) S(k) z Q2

LB(k) p-valor

1 0,0667 0,1191 0,5600 3,9035 (0,0480)

2 0,0015 0,0818 0,0183 3,9056 (0,1420)

3 0,0022 0,0425 0,0518 3,9100 (0,2710)

4 0,0969 0,0503 1,9264 12,133 (0,0160)

5 0,0021 0,0531 0,0395 12,137 (0,0330)

6 -0,0645 0,0721 -0,8946 15,773 (0,0150)

7 0,0105 0,0476 0,2206 15,869 (0,0260)

8 0,1227 0,0696 1,7629 28,982 (0,0000)

9 0,0807 0,0408 1,9779 34,643 (0,0000)

10 -0,0513 0,0434 -1,1820 36,934 (0,0000)

15 0,0121 0,0465 0,2602 63,978 (0,0000)

20 0,0437 0,0280 1,5607 72,005 (0,0000)

S(k) = (1/n)(1 + �r2 (k)/�

4),�

8 Citado por Hsieh (1988:134).

Page 78: Revista BCV Vol. XVI. N°1

80 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Si bien no es concluyente la existencia de dependencia lineal en los datos, cuan-do analizamos el cuadrado de los datos observamos una clara autocorrelaciónevidenciada por el elevado valor del estadístico de Ljung-Box, Q2

LB(k), rechazan-

do la hipótesis nula de independencia serial para todo k y para cualquier nivel designificancia relevante (cuadro 4). La sustancial correlación de segundo ordenencontrada en r

t es un fuerte indicativo de heterocedasticidad, revelando depen-

dencia no lineal en los datos.

Cuadro 4Coeficientes de autocorrelación �

(k) para rt

2

k �(k) Q2

LB(k) p-valor

1 0,352 108,52 (0,0000)

2 0,149 128,10 (0,0000)

3 0,018 128,38 (0,0000)

4 0,037 129,60 (0,0000)

5 0,045 131,37 (0,0000)

6 0,108 141,76 (0,0000)

7 0,030 142,57 (0,0000)

8 0,099 151,23 (0,0000)

9 0,014 151,40 (0,0000)

10 0,020 151,75 (0,0000)

15 0,027 205,60 (0,0000)

20 -0,010 207,23 (0,0000)

Por otro lado, al aplicar los tests BDS y de Tsay (1986)9 sobre los datos crudos (rt),

encontramos que claramente se rechazan las hipótesis nulas de i.i.d. y linealidaden los datos, respectivamente. Debido a la casi ausencia de correlación serial parar

t establecida anteriormente, podemos decir que el rechazo de H

0 para el test BDS

es consistente con la evidencia hallada en relación con la presencia de hete-rocedasticidad, lo cual explicaría al mismo tiempo los resultados obtenidos en laprueba de no-linealidad de Tsay.

9 Para una descripción detallada de estos tests, ver apéndice.

Page 79: Revista BCV Vol. XVI. N°1

Manuel E. Toledo / Comportamiento diario del tipo de cambio… 81

Cuadro 5Tests BDS (� = �) y de Tsay sobre rt

m/p BDS(m) �(�) p-valor

2 14,22* 23,64 (0,0000)

3 14,20* 10,52 (0,0000)

4 14,18* 7,90 (0,0000)

5 14,21* 7,68 (0,0000)

6 14,70* 10,26 (0,0000)

7 15,02* 11,74 (0,0000)

8 15,25* 10,23 (0,0000)

9 15,53* 8,73 (0,0000)

10 15,85* 7,64 (0,0000)

* Rechazo H0: i.i.d. al 1 por ciento de significancia (prueba de dos colas).

Determinando la fuente de no-linealidad

A pesar de la pequeña correlación serial de los datos, es necesario remover cual-quier dependencia lineal en éstos, así como eliminar la posible estacionalidadasociada a los días de la semana y el efecto de los feriados, con el fin de determi-nar la fuente de no-linealidad. Ello lo podemos lograr filtrando la serie a través deun modelo ARMA que incluya variables artificiales para los días de la semana yferiados. Es decir:

donde LU, MAR, MI, JU y FE son las variables artificiales para los días de la semanade lunes a jueves10 y feriados. Dichas variables se construyen de la siguientemanera: para los días de la semana, cada una de las variables tomará el valor 1cuando t coincida con el día que representa y 0 en cualquier otro caso. En cuantoa los feriados, FE será igual al número de días feriados sucesivos entre jornadas,excluyendo sábados y domingos.

Al intentar modelar nuestra serie bajo este esquema, encontramos que el ARMA quemejor se ajusta, de acuerdo con el criterio de Akaike y la significancia de los coefi-cientes estimados,11 es un ARMA(1,1), incluyendo la constante. De igual manera,

10 Se obvia la variable artificial para el día viernes para evitar multicolinealidad perfecta.11 Los errores estándar fueron corregidos por la presencia de heterocedasticidad de formadesconocida, de acuerdo con Newey y West (1987).

rt = �

0 +

1LU +

2MAR +

3MI +

4 JU +

5FE + � �

i r

t-i + � �

j �

t-j + �

t

q p

i = 1 j = 1

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82 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

hallamos que ninguna de las variables artificiales, excepto MAR, es significativa al5 por ciento. No obstante, al remover dichas variables, MAR ya no es relevante nisiquiera al 10 por ciento. Sin embargo, al seguir explorando el efecto de los díasde la semana determinamos que una variable artificial conjunta para los días mar-tes, miércoles y jueves (MMJ) es estadísticamente significativa. En definitiva, la re-gresión ajustada fue:12

r^

t = 0,000511 – 0,000257MMJ – 0,438294r

t-1 + 0,571148�^

t-1

(7,76x10-5) (0,000124) (0,065541) (0,072277)

Al analizar los residuos del modelo ajustado concluimos que, tal como lo esperá-bamos, se rechaza la hipótesis nula de i.i.d. al aplicar la prueba BDS. Los elevadosvalores del estadístico BDS, semejantes a los obtenidos sobre los datos crudos,revelan una fuerte no-linealidad en los datos, ya que una vez filtrada la serie sedebe haber eliminado cualquier dependencia lineal. Esto es confirmado por eltest de Tsay, el cual rechaza sustancialmente H

0 (cuadro 6).

Cuadro 6Tests BDS (� = �) y de Tsay sobre los datos filtrados (�t)

m/p BDS(m) �(�) p-valor

2 11,62* 19,34 (0,0000)

3 12,54* 11,48 (0,0000)

4 12,80* 7,60 (0,0000)

5 13,05* 6,20 (0,0000)

6 13,63* 10,93 (0,0000)

7 13,97* 10,83 (0,0000)

8 14,23* 10,03 (0,0000)

9 14,48* 8,99 (0,0000)

10 14,74* 8,17 (0,0000)

* Rechazo H0: i.i.d. al 1 por ciento de significancia (prueba de dos colas).

Al estudiar un poco más los residuos, corroboramos la existencia de hete-rocedasticidad al observar el estadístico Ljung-Box, Q2

LB (k), para los residuos al

cuadrado. Para todo k, la hipótesis nula de residuos al cuadrado no correlacionadosse rechaza. Aplicando el contraste de Engle (1982) para heterocedasticidad, tam-bién encontramos fuerte evidencia en el mismo sentido.

Para finalmente confirmar la fuente de no-linealidad, implementamos el test deltercer momento (r

��� (i,j))

sobre los residuos del modelo ARMA(1,1) ajustado. De

12 Errores estándar entre paréntesis.

Page 81: Revista BCV Vol. XVI. N°1

Manuel E. Toledo / Comportamiento diario del tipo de cambio… 83

allí es razonable pensar que la no-linealidad se introduce a través de la varianza,descartando dependencia no lineal en la media condicional del modelo. Igual-mente, descartamos modelos híbridos, donde la no-linealidad está presente, tantoen la varianza como en la media, puesto que los valores del estadístico son bajos,lo cual contrarresta la relativamente baja potencia de la prueba en contra de estetipo de modelos. Por lo tanto, podemos decir que la heterocedasticidad es clara-mente la fuente de no-linealidad.

Cuadro 7Otras pruebas sobre los datos filtrados (�t)

Test de Engle Test del tercer momentoQ2

LB(10) Estadístico-F r

��� (1,1) r

���(1,2) r

��� (2,2)

184,06 171,70 -0,489 0,951 -0,480(0,0000) (0,0000) (0,3124) (0,1708) (0,3156)

Nota: Entre paréntesis los p-valores.

Por otro lado, al investigar la dependencia no simétrica en los datos, encontramosevidencias de asimetrías, aunque no definitivamente concluyentes. Al analizar lasfunciones de autocorrelación de �–

t = min(�

t,0) y �+

t = max(�

t,0), observamos que

la correlación serial de orden uno de �–

t supera sustancialmente la de �+

t . Adi-

cionalmente, la correlación cruzada entre �2t y �

t-k es negativa y significativamente

diferente de cero para k=1,2. No obstante dichos resultados, no podemos decirque existe indudablemente efecto de palanca. Ello será determinado en definitivapor los resultados de los modelos que explican y revelan asimetría en la volatilidad.

Cuadro 8Autocorrelación de �+

t , �–t y correlación cruzada entre �2

t y �t-k

k �+(k) �-- (k) �cruz

(k)

1 0,072 0,332 -0,2593

2 0,149 0,141 -0,0659

3 0,019 0,073 -0,0276

4 0,164 0,064 0,0473

5 0,044 0,065 -0,0144

6 0,074 0,004 -0,0872

7 0,069 0,049 0,0029

8 0,117 0,072 0,0510

9 0,103 0,046 0,0506

10 0,008 0,012 -0,0067

Page 82: Revista BCV Vol. XVI. N°1

84 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Modelos de varianza condicional

Una vez establecida la presencia de heterocedasticidad, debemos intentar mode-lar la varianza condicional de manera de obtener una mejor estimación de lamedia condicional. Para tales efectos utilizaremos los modelos tipo ARCH, másespecíficamente, GARCH y EGARCH. La selección del modelo se hizo de acuerdocon tres criterios: la significación de los coeficientes de interés de acuerdo con elerror estándar consistente con la no-normalidad de los residuos,13 el estadístico deAkaike para observar la bondad de ajuste alrededor del primer momento, y el R2

de la regresión para cada modelo ARCH ajustado, con el fin de evaluar qué tanbien es explicada la varianza condicional.14

Basados en este conjunto de criterios, el mejor modelo ajustado fue un EGARCH(1,1)sin efecto de palanca en el que la media condicional está representada por unARMA(1,1) con constante (sin la variable artificial MMJ):

r^

t = 0,000349 – 0,430744r

t-1 + 0,544962�^

t-1

(4,17x10-5) (0,092920) (0,083565)

ln�2t = -3,235368 + 0,741939 – 0,072281 + 0,798804ln�2

t-1

(0,969168) (0,106423) (0,079274) (0,070732)

Nótese que el estadístico t del coeficiente de es igual a –0,91, lo que muestra

definitivamente que no hay asimetría en la volatilidad, como habíamos pensadohasta ahora. Ello lo podemos verificar al estimar la correlación cruzada entre elcuadrado de los residuos estandarizados y rezagos de los mismos residuos

, la cual es estadísticamente igual a cero para todo k>0.

Al analizar los residuos estandarizados para comprobar que éstos son i.i.d. y quetoda la no-linealidad de los datos está recogida en el modelo ajustado, encontra-mos que según los tests BDS y de Tsay los residuos parecieran seguir teniendouna ligera dependencia no lineal. El cuadro 9 muestra que para m ≥ 4, el estadís-tico BDS nos permite rechazar la hipótesis de residuos estandarizados i.i.d.15 Deigual manera, para p≥4 rechazamos la hipótesis de linealidad de acuerdo con el

13 Ver Bollerslev y Wooldridge (1992), quienes estiman el error estándar mediante un méto-do de cuasimáxima verosimilitud.14 Ver Pagan y Schwert (1990), quienes son citados por McKenzie (1997).15 Los valores críticos para residuos estandarizados de modelos EGARCH se encuentran enHsieh (1991).

�^t-1

�t-1

�^t-1

�t-1

�^t-1

�t-1

�^t

�t

( )2

�^t-k

�t-k

( )

Page 83: Revista BCV Vol. XVI. N°1

Manuel E. Toledo / Comportamiento diario del tipo de cambio… 85

contraste de Tsay. Sin embargo, al obtener unos valores para ambos estadísticosconsiderablemente menores que los obtenidos para los residuos del modelo ARMAen la sección anterior, podemos decir que la mayor parte de la no-linealidad, o almenos la proveniente de errores heterocedásticos, está recogida en nuestro mo-delo EGARCH.

Cuadro 9Tests BDS (� = �) y de Tsay sobre los residuos estandarizados

m/p BDS(m) �(�) p-valor

2 -0,5730 1,60 (0,1873)

3 -1,1533 1,00 (0,4206)

4 -1,6974* 1,11 (0,3451)

5 -2,0877* 0,96 (0,4927)

6 -1,8963* 2,16 (0,0018)

7 -1,8779* 2,11 (0,0006)

8 -1,9430* 2,31 (0,0000)

9 -2,0744* 1,91 (0,0003)

10 -2,0890* 1,81 (0,0003)

* Rechazo H0: i.i.d. al 2,5 por ciento de significancia (prueba de dos colas).

Igualmente, al observar la correlación de los residuos estandarizados al cuadradoy su estadístico Ljung-Box, Q2

LB(k), así como al aplicar la prueba de Engle, pode-

mos corroborar que dichos residuos no presentan heterocedasticidad.

Cuadro 10Otras pruebas sobre los residuos estandarizados

Test de EngleQ2

LB(5) Estadístico-F

1,001 0,0859

(0,799) (0,7694)

Nota: Entre paréntesis los p-valores.

Si el modelo EGARCH(1,1) ajustado recoge toda la heterocedasticidad, entoncesdebemos preguntarnos de dónde proviene la no-linealidad en los residuos. Unade las respuestas pudiera ser que surge de saltos repentinos en la varianza pro-ducto de algún cambio “exógeno” que introduzca (o elimine) factores generado-res de incertidumbre en el mercado cambiario. Para estudiar esta posibilidad

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86 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

aplicamos el algoritmo de la suma acumulativa iterada de los cuadrados16 (ICSS –si-glas en inglés) a los residuos estandarizados, tal como propone Fernandes (1998).Dicho algoritmo sugiere que existen tres grandes saltos en las fechas 03/03/97,10/06/98 y 10/12/98, que dividen nuestra muestra en cuatro segmentos.

Al analizar rt en cada uno de esos períodos, hallamos que las desviaciones estándar

muestrales en el primer y tercer segmentos son aproximadamente iguales (0,002771y 0,002780, respectivamente) y más que duplican las varianzas del segundo ycuarto, las cuales también se encuentran bastante cerca (0,001054 y 0,000942).Con base en tal observación, construimos cuatro variables artificiales D1, D2, D3y D4, con valor uno para el primer, segundo, tercer y cuarto período, respectiva-mente, y cero en cualquier otro caso.

Cabe destacar que los períodos representados por las variables ficticias D1 y D3,donde se presenta una mayor volatilidad, como notamos anteriormente, coinci-den, en primer lugar, con los primeros diez meses, aproximadamente, despuésdel abandono del régimen de tipo de cambio fijo en abril de 1996, lapso en el cualse instaura el actual régimen de bandas de flotación que rige actualmente nuestrapolítica cambiaria; y, en segundo lugar, con los seis meses previos a las eleccionesde 1998. Adicionalmente, estos períodos coincidieron con una alta volatilidad delas tasas de interés domésticas debido a fuertes expectativas de cambios en laestructura de la banda, tal como lo señalan Guerra y Pineda (2000) en un estudioen el que utilizan datos mensuales.

Por otro lado, encontramos que la media de rt para la cuarta submuestra asociada

a D4 es significativamente mayor a las medias de los demás períodos. En otraspalabras, la tasa de depreciación diaria promedio fue claramente superior en ellapso del 10/12/98 al 10/11/99 con respecto al resto de la muestra.

En este sentido, introdujimos las variables artificiales antes mencionadas, tanto enla estimación de la media condicional como en la ecuación de la varianza condi-cional del modelo EGARCH(1,1), ajustado anteriormente, con el fin de controlarlos saltos en la media de los log-retornos y en su varianza. Al reestimar nuestromodelo obtuvimos el siguiente resultado:

r^

t = 0,000332 – 0,43636r

t-1 + 0,5519�^

t-1 + 0,000217D4

(5,26x10-5) (0,060486) (0,063359) (6,84x10-5)

ln�2t=-7,1859+0,6649 –0,053 +0,5312ln�2

t -1+0,83D1+ 0,2074D2+0,8203D3

(0,7189) (0,0604) (0,0360) (0,0486) (0,1195) (0,0726) (0,1148)

16 Inclán y Tiao (1994).

�^t-1

�t-1

�^t-1

�t-1

Page 85: Revista BCV Vol. XVI. N°1

Manuel E. Toledo / Comportamiento diario del tipo de cambio… 87

Allí observamos que todos los coeficientes son significativamente diferentes decero, excepto el que pertenece al término que define la asimetría en la varianza

condicional estimada .

Al analizar los residuos estandarizados, encontramos que son i.i.d., según la prue-ba BDS, al aceptar la H

0 para todo m=2,...,10. Sin embargo, de acuerdo con el test

de Tsay aún quedan estructuras no lineales que no han sido recogidas en lavarianza condicional. Esto pareciera confirmar la idea generalizada en la literaturade que los modelos de “heterocedasticidad condicional capturan sustancialmente,pero no completamente, la no-linealidad en los datos”.17

Cuadro 11Tests BDS (� = �) y de Tsay sobre los residuos estandarizados

m/p BDS(m) �(�) p-valor

2 -0,0977 2,06 (0,1026)

3 -0,0668 1,21 (0,2939)

4 -0,2207 1,05 (0,3967)

5 -0,4809 0,95 (0,4969)

6 -0,1308 1,70 (0,0252)

7 0,0935 1,96 (0,0021)

8 0,0646 2,10 (0,0001)

9 -0,1351 1,80 (0,0012)

10 -0,1542 1,64 (0,0029)

* Rechazo H0: i.i.d. al 2,5 por ciento de significancia (prueba de dos colas).

Conclusiones

A lo largo de este trabajo hemos investigado el comportamiento diario del tipo decambio venezolano y, en particular, de la tasa de depreciación del mismo o suslog-retornos, con el objeto de establecer algunas regularidades empíricas. En estesentido, estudiamos la distribución de los mismos y su estructura de dependencia.Asimismo observamos si los datos podían ser ajustados satisfactoriamente por unmodelo lineal o si un modelo de varianza condicional era capaz de explicar elproceso generador de los log-retornos.

17 Fernandes (1998:509).

�^t-1

�t-1

( )2

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88 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

A partir de este análisis hallamos los siguientes hechos estilizados:

1. La tasa de depreciación diaria no es una variable aleatoria i.i.d. Por tanto, serechaza la hipótesis de que el proceso estocástico que rige el precio de lamoneda sea una martingala.

2. La correlación serial entre los log-retornos del tipo de cambio es débil.

3. Existen cambios de volatilidad en el movimiento del tipo de cambio que setraduce fundamentalmente en datos heterocedásticos y, en consecuencia, endependencia no lineal. Adicionalmente, la varianza condicional de los log-retornos, aun cuando tiende a revertir las desviaciones hacia su media, no esestacionaria en el sentido que exhibe saltos en la media, tal como se evidencialuego de aplicar el algoritmo ICSS a los residuos del modelo EGARCH prelimi-nar. No obstante, podemos decir que es estacionaria por tramos, es decir, enaquellos períodos que no presentan dichos saltos discretos.

4. La distribución de los log-retornos diarios no es gaussiana, lo cual concuerdacon la evidencia empírica generalizada, tanto para otras monedas como paraotros activos financieros. De hecho, la distribución es leptokúrtica, es decir, losdatos se encuentran muy concentrados alrededor de la media y posee colasanchas. Esto se puede explicar de dos maneras: (1) que los datos son tomadosindependientemente de una distribución de colas anchas que permanece inva-riable en el tiempo o (2) que los datos provienen de una distribución quecambia en el tiempo. Esta segunda explicación es la que pareciera contar conmayor apoyo en la literatura, ya que se ha encontrado, tal como se evidencióen este trabajo, que los retornos diarios del tipo de cambio no son i.i.d. Almismo tiempo, se ha hallado evidencia de cambios de media y varianza en eltiempo.

5. Los dos puntos anteriores (cambios de volatilidad y leptokurtosis) se resumenen que dichos log-retornos exhiben volatilidad por grupos o agrupada (volatilityclustering), lo que significa que variaciones grandes del tipo de cambio sonseguidas generalmente por variaciones igualmente grandes en cualquier direc-ción, y viceversa, para variaciones pequeñas. De esta manera, períodos detranquilidad se alternan con lapsos de alta volatilidad.

6. Dados los coeficientes de la ecuación estimada de la varianza condicional delmodelo EGARCH finalmente ajustado, los shocks sobre ésta no son permanentes.

7. Pareciera que no hay significativas diferencias en las distribuciones de los log-retornos condicionadas por el día de la semana.

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Manuel E. Toledo / Comportamiento diario del tipo de cambio… 89

Apéndice

Modelos heterocedásticos

La dependencia no lineal que se traduce, en general, en una varianza que cambiaen el tiempo para la mayoría de las series de datos financieros, incluyendo el tipode cambio, ha incentivado el estudio de modelos econométricos que introduzcandicha propiedad. En este sentido, los modelos de heterocedasticidad condicionaldesarrollados inicialmente por Engle (1982) resultan apropiados para analizar elcomportamiento de los tipos de cambio. Los modelos ARCH (siglas en inglés deautorregresivo con heterocedasticidad condicional) propuestos por Engle consi-deran que la varianza del proceso es dependiente del cuadrado de los residuospasados. Formalmente, un modelo ARCH(q) está descrito por:

yt = g(x

t-1;b) + �

t

�t = z

t�

t , z

t i.i.d., E [z

t] = 0, Var(z

t) = 1

�2t = �

0 + ��

i �2

t-i

donde g es una función que depende de la información disponible hasta t-1 (xt-1)

y de un vector de parámetros b. Para la varianza condicional se debe cumplir�

0> 0 y �

i ≥ 0. Estos modelos permiten capturar los períodos de alta y baja volatilidad

que caracterizan los datos financieros, es decir, grandes (pequeñas) variacionesde los precios tienden a ser seguidas por otra variación grande (pequeña) encualquier dirección. Igualmente, son capaces de recoger la leptokurtosis que ex-hiben estas series y, en particular, las innovaciones �

t.

Dentro de la familia de modelos heterocedásticos se encuentran también los ARCHgeneralizados o GARCH introducidos por Bollerslev (1986). Estos modelos permi-ten una mayor flexibilidad en la estructura de rezagos de la varianza condicionaly una memoria más extensa, lo cual significa una descripción más parsimoniosade los datos. La especificación de la media condicional permanece igual conrespecto a los modelos ARCH; la diferencia radica en la varianza condicional,donde se incluye como variable rezagos de ella misma, es decir, para un modeloGARCH(q,p):

�2t = �

0 + ��

i �2

t-i + ��

j �2

t-j

donde p ≥ 0, q > 0, �0> 0, �

i≥ 0 y �

j≥ 0. Si p=0, el modelo se reduce a un ARCH(q).

De esta forma, los procesos GARCH contienen una especie de mecanismo deaprendizaje adaptativo en la varianza condicional.

q

p

q

i=1

p

j=1

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90 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Otros modelos que consideran procesos heterocedásticos que han sido utilizadospara el estudio econométrico de datos financieros son los modelos GARCHexponenciales o EGARCH desarrollados por Nelson (1991), donde la varianzacondicional se expresa de la siguiente manera:

ln�2t = �

0 + �(�i

��2t-i � -1

t-i�+ �i�

t-i� -1

t-i )+ ��

j ln�2

t-j

Estos modelos superan algunas limitaciones inherentes a los modelos GARCH y,adicionalmente, introducen la noción de asimetría en la volatilidad. Una de lasprincipales ventajas de los modelos EGARCH es que no restringen a los coeficien-tes �

i y �

j, a ser no negativos para evitar varianzas negativas. Al mismo tiempo,

estos modelos permiten que la varianza condicional responda asimétricamente aresiduos negativos y positivos, a diferencia de los GARCH, que suponen que sólola magnitud de los errores, y no el signo, afecta �2

t.

Este fenómeno, llamado efecto de palanca, pareciera estar presente en el comporta-miento de los precios de algunos activos financieros, tales como acciones bursátilesy monedas.18 Existen evidencias de que en el mundo financiero especulativo lavolatilidad resulta ser mayor después de una caída del precio que luego de unaumento en la misma magnitud. No obstante, para los tipos de cambio la direcciónde la asimetría no está bien definida; de hecho, ésta depende de las estructurasparticulares de los mercados cambiarios. Esto hace de los modelos EGARCH uninstrumento adecuado para el estudio de datos financieros y, en particular, del tipode cambio. En los casos donde existan asimetrías en la volatilidad, el coeficiente �

i

de la ecuación de la varianza debería ser estadísticamente diferente de cero.

Los modelos heterocedásticos como los presentados arriba, donde se puedenhallar estructuras de dependencia temporal en los momentos de orden mayor auno, se pueden considerar no lineales puesto que, siguiendo a Granger y Terasvirta(1994), la media condicional estaría representada en definitiva por:

yt = g (I

t-1) + �

tz

t

donde It-1 es el conjunto de información disponible hasta t-1. Como �

t no es cons-

tante, entonces yt tiene una representación no lineal.

Pruebas de raíz unitaria

El test de Dickey-Fuller aumentado (ADF) sobre yt se basa en la estimación por

mínimos cuadrados de

�yt = � + �y

t-1 + � j

�yt-j + �

t

q

i=1

p

j=1

18 Ver Black (1976), Rabemananjara y Zakoian (1993), Wang y Fawson (1996), entre otros.

k

j=1

Page 89: Revista BCV Vol. XVI. N°1

Manuel E. Toledo / Comportamiento diario del tipo de cambio… 91

El contraste de raíz unitaria consiste en verificar el valor que toma � estimadomediante una prueba t. De esta forma, bajo la hipótesis nula de raíz unitaria � esigual a cero. Es importante señalar que bajo H

0 el estadístico t no posee una

distribución t convencional. Por esa razón, estos mismos autores y, más reciente-mente MacKinnon (1991), hallaron mediante simulaciones los valores críticos parael estadístico t de la prueba ADF. El fallo en el rechazo de H

0 nos lleva al modelo

AR(k) en primeras diferencias de yt (�y

t).

Por su parte, el test de Phillips-Perron se fundamenta en la estimación de laregresión

�yt = � + �y

t-1 + �

t, t=1,...,T

donde no se supone que el término de error �t sea necesariamente i.i.d. A partir

de allí se construye el estadístico de contraste.

PP = (�̂ 0 / �̂2)1/2 (�̂ / �̂

�̂) – T�̂

�̂(�̂

2 – �̂

0) / 2�̂�̂

y

donde �̂2 es un estimador consistente de la autocorrelación de los residuos, talcomo el estimador de Newey-West �̂2 = �̂

0 + 2� (1- j

q+1)�̂

j , siendo �̂

j = T-1� �̂

t�̂

t-j

y q suficientemente grande, de modo que la autocorrelación de los residuos seacero para cualquier rezago mayor que q. Phillips y Perron demostraron que elestadístico PP posee la misma distribución asintótica que el ADF bajo H

0. Por lo

tanto, se emplean los mismos valores críticos de MacKinnon.

Otros estadísticos de contraste

La prueba de normalidad de Jarque-Bera se basa en las diferencias entre el coefi-ciente de asimetría (S) y la kurtosis (K) con respecto a aquellos de la distribuciónnormal. El estadístico de contraste es

JB = T- c (S2 + 1 (K - 3)2 )6 4

donde T es el número de observaciones y c es la cantidad de coeficientes estima-dos para crear la serie. Bajo la hipótesis nula de normalidad JB se distribuye chi-cuadrado con 2 grados de libertad.

El estadístico de Ljung-Box para el rezago k está definido por

QLB(k) = T (T+2) � (T-k)-1 r2

j

donde T es nuevamente el número de observaciones y r2j es el cuadrado de la

autocorrelación de orden j. Bajo la hipótesis nula de que los primeros k coeficien-tes de autocorrelación son cero, Q

LB(k) tiene una distribución chi-cuadrado con k

grados de libertad.

p

j=1

T

t=j+1

k

j=1

Page 90: Revista BCV Vol. XVI. N°1

92 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Pruebas de no-linealidad

Para explorar la no-linealidad en series de tiempo existen algunas potentes prue-bas que nos pueden ayudar a determinar la clase de relación no lineal presente enlos datos. En primer lugar, encontramos el test desarrollado por Brock, Dechert yScheinkman (1987), llamado estadístico de prueba BDS, que se basa en el con-cepto de correlación integral y está distribuido asintóticamente normal estándarbajo la hipótesis nula de que la serie es i.i.d. La correlación integral nos da laproporción de puntos que están dentro de una distancia � uno de otro en unespacio m-dimensional, por lo que se dice que es una medida de correlación es-pacial entre vectores. Para una serie {x

t: t=1,...,T} establecemos xm

t = (x

t,x

t-1,…,x

t+m-1)

y definimos la correlación integral como:

Cm(�) = 2 � I (��xm

i - xm

j �� <�)

(T-m+1)(T-m)i<j

donde I(˙) es la función indicatriz y �� . �� es la norma del supremo. A partir de allíobtenemos el estadístico BDS como

BDSm (�) = TC

m(�) - C

1(�)m

�m(�)

donde

�m(�) = 4[Km + 2�(Km-j C(�)2j)+(m+1)2C(�)2m-m2KC(�)2m-2]

K es estimado por:

K(�) = 6 � I (�xi - x

j �<�)I (�x

j - x

k �<�)

(T-m+1)(T-m)(T-m-1)i<j<k

y C1(�) es un estimador consistente de C(�).

La hipótesis alternativa no está especificada, pudiendo ser la existencia de depen-dencia lineal, procesos aleatorios no lineales, dinámicas caóticas o procesos noestacionarios causas del rechazo de H

0. Para identificar la fuente específica del

rechazo es necesario realizar algunos otros tests y trabajar con los residuos, unavez filtrados los datos.

Otra de las pruebas de no-linealidad utilizada en este trabajo es el contraste deTsay (1986), el cual es calculado siguiendo tres pasos. En primer lugar, se guardanlos residuos u

t de la regresión de x

t sobre una constante y p rezagos de ella

misma, es decir, sobre wt=(1 x

t-1…x

t-p ). Luego, guardamos los residuos v

t de la

regresión multivariable de zt=(x2

t-1 x

t-1 x

t-2 …

x

t-p ) sobre w

t . Como z

t está conforma-

da por todos los productos cruzados de los p rezagos de xt, contando x

t-ix

t-j y x

t-jx

t-i una

sola vez, vt será un vector de p(p+1)/2 componentes. Por último, guardamos los

m-1

j=1

Page 91: Revista BCV Vol. XVI. N°1

Manuel E. Toledo / Comportamiento diario del tipo de cambio… 93

residuos et de la regresión de u

t sobre v

t. A partir de estos residuos calculamos el

estadístico:

�(p)=(�v

t u

t )(�v

t’v

t )-1(�v

t’u

t )/(p(p+1)/2

�e2t /(T- p -(p (p +1)/2)-1

donde las sumatorias van desde t=p+1 hasta T. Dicho estadístico de prueba poseeuna distribución límite chi-cuadrado con p(p+1)/2 grados de libertad bajo la hipó-tesis nula de linealidad. Sin embargo, Tsay recomienda utilizar la aproximaciónF(p(p+1)/2, T – p – (p(p+1)/2) – 1).

Por otro lado, encontramos el test de Engle (1982), el cual es una prueba contra lapresencia de residuos heterocedásticos, suponiendo que la media condicional eslineal. Primero, estimamos una regresión lineal de x

t y calculamos la suma de los

residuos al cuadrado SRC0=�u 2

t. Luego, calculamos la suma de los residuos al

cuadrado (SRC) de la regresión de sobre una constante y q rezagos de ella misma.Finalmente, construimos el estadístico

F =(SCR

0 - SRC)/q

SRC / (T-q-1)

el cual tiene una distribución F(q, T-q-1) bajo la hipótesis nula de residuoshomocedásticos.

Por último, empleamos el test del tercer momento propuesto por Hsieh (1989)para determinar si la no-linealidad es multiplicativa o aditiva. En el primer caso, ladependencia no lineal sería consecuencia de la varianza condicional, lo que bási-camente indicaría la existencia de heterocedasticidad. En el caso aditivo, la no-linealidad estaría presente en la media condicional. Esta prueba se basa en que laesperanza condicional de los datos filtrados u

t, en general, es diferente de cero

para procesos con dependencia no lineal aditiva, mientras que es cero en el casomultiplicativo. A partir de aquí puede ser probado que si

E [ut = x

t-1,…x

t-k ,u

t-1,…u

t-k] = 0 ➱ �

uuu(i,j) =

E [utu

t-iu

t-j ]

= 0 i,j�3

u

Ello se puede demostrar suponiendo que la esperanza condicional de ut es al

menos dos veces diferenciable y, luego, aproximando ésta por su expansión deTaylor, con términos de hasta segundo orden, alrededor de cero. Bajo la hipótesisnula de no-linealidad multiplicativa, �

uuu puede ser estimado por

ruuu

(i,j) =�u

tu

t-iu

t-j /T

(�u2t / T)3/2

��

Page 92: Revista BCV Vol. XVI. N°1

94 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

el cual está asintóticamente distribuido normal con media cero y varianzaconsistentemente estimada por

w(i,j) = T 2=�u2

t u2

t-i u2

t-j

(�u2t )3

Algoritmo ICSS

Este algoritmo, que nos sirve para hallar múltiples puntos de cambio de varianza,se basa en la suma acumulada del cuadrado de una serie de variables aleatoriasno correlacionadas {a

t } con media cero y varianza �2

t ,C

k=� a2

t , t=1,...T. A partir de

Ck se construye la suma acumulada de cuadrados centrada y normalizada

Dk =

Ck - k

. Antes de explicar el algoritmo, introduzcamos la notación a[t1,t

2] para

representar la serie at1,a

t1+1,…,a

t2,t

1< t

2 y D

k(a[t

1,t

2]) para indicar el rango sobre el

cual la suma acumulada se realiza. El algoritmo, siguiendo a Inclán y Tiao (1994),es:

1. Sea t1=1.

2. Calcular Dk(a[t

1,T]). Sea k*(a[t

1 ,T]) el punto en el cual el valor absoluto de

Dk(a[t

1,T]) se maximiza y sea M(t

1,T ) = max�(T - t

1+1)/2 � D

k(a[t

1,T ] )�. Si M(t

1,T)>D*,

se considera que hay un punto de cambio en k*(a[t1,T]) y se pasa al paso 3. D*

es tomado del cuadro A para un p-valor deseado, normalmente 0,05. SiM(t

1,T)<D*, no existe evidencia de cambio de varianza en la serie y el algoritmo

para.

Cuadro AValores críticos D*

p-valor D*

0,10 1,224

0,05 1,358

0,01 1,628

3. A. Sea t2=k*(a[t

1,T]). Calcular D

k(a[t

1,t

2]). Si M(t

1,t

2)>D*, se tiene un nuevo punto

de cambio y se repite el paso 3 hasta que M(t1,t

2)<D*. Cuando ello ocurre se

toma k1=t

2 como el primer punto de cambio.

B. Luego se realiza lo mismo con la segunda parte de la serie, es decir, desde elprimer punto de quiebre hallado en el paso 2 hasta T. De ese modo, se defineun nuevo valor para t

1=k*(a[t

1,T])+1 y se determina D

k(a[t

1,T]). Se repite el paso

3.A. hasta que M(t1,T)<D* y se denota k

n=t

1-1.

k

t-1

CT - T

t1 £ k £ T

Page 93: Revista BCV Vol. XVI. N°1

Manuel E. Toledo / Comportamiento diario del tipo de cambio… 95

C. Si k1=k

n, existe sólo un punto de cambio y el algoritmo para. Si k

1<k

n, se

mantienen ambos valores como posibles puntos de cambio y se repiten lospasos 2 y 3 en la parte media de la serie, esto es, t

1=k

1+1 y T=k

n.

4. Si existen dos o más posibles puntos de cambio (N>1), se definen los valoresextremos cp

0=0 y cp

N+1=T. Se revisa cada uno de los posibles puntos de cambio

calculando Dk(a[cp

j-1+1,cp

j+1]), j=1,...,N. Si M(cp

j-1+1,cp

j+1)>D*, entonces se man-

tiene el punto; si no, se elimina. Se repite este paso hasta que el número depuntos de quiebre no varíe y los nuevos puntos encontrados en cada repeti-ción estén suficientemente cerca de los anteriores.

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Revista BCV • Vol. XVI. N∞1. Caracas, enero-junio 2002, pp. 99-132• ISSN: 0005-4720

Comercio internacional agrícola en Venezuela (1980-1998)

Machado A.Carlos E. Machado Allison*

Resumen

Se analiza el comercio internacional agrícola de Venezuela entre 1980 y 1998,en el contexto de la excepcionalidad del sector. La balanza comercial agrícolaes consistentemente negativa de acuerdo con datos anuales en dólares nomina-les. Parece más adecuado emplear unidades monetarias por habitante, tantovalores nominales como reales. Un reducido número de rubros o productosrepresentan, en valor, cerca del 70 por ciento de todas las importaciones: trigo,maíz amarillo para alimentación animal, leche y quesos, leguminosas, oleaginosasy sus derivados (tortas y aceites), frutas y preparados de las mismas, bebidasalcohólicas destiladas y materias primas para la elaboración de cerveza.

El valor de las importaciones agrícolas ha oscilado (1961-1998) entre el 5,7 y 22por ciento del total. Éstas, en dólares nominales per cápita, crecieron a partir de1961 y alcanzaron su máximo histórico a inicios de la década de los ochenta.Entre 1980 y 1998 disminuyen casi continuamente, oscilando con la paridadcambiaria, a pesar de políticas sectoriales caracterizadas por prohibiciones olimitaciones a la importación y lapsos con restricciones temporales en la dispo-nibilidad de divisas. Entre 1989 y 1998, lapso de mayor apertura comercial, semantuvo la tendencia a la disminución. La varianza fue mayor durante el lapsode restricciones severas al comercio que durante los períodos de mayor libertadcomercial. En dólares constantes este patrón es menos nítido y probablementerelacionado con el ingreso per cápita y las oscilaciones del PIB.

* Carlos E. Machado Allison es profesor titular y coordinador de los centros de Agronegociosy Estrategia y Competitividad del IESA. Es Licenciado en Biología por la Universidad NacionalAutónoma de México; Especialista en Entomología por la Universidade de São Paulo, Brasily Ph.D. Genética y Ecología por la University of Notre Dame, EE UU. Es director o integrantede las comisiones editoriales de Acta Biológica, Acta Científica y otras revistas.Correo electrónico: [email protected]

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100 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

La apertura comercial recíproca entre Venezuela y los demás países de la Co-munidad Andina a partir de 1989-90 no tuvo influencia sobre el valor de lasimportaciones, pero sí sobre las exportaciones agrícolas ya que, a partir de1992, son los destinatarios de más del 50 por ciento del total.

Palabras clave: Balanza comercial agrícola / Venezuela / Importaciones y ex-portaciones agrícolas / Venezuela.

Abstract

Venezuela´s international agricultural trade between 1980 and 1998 is analizedwithin the exceptional context of the sector. According to annual data in nomi-nal dollars, the agricultural balance of trade is consistently negative. It wouldseem more appropiate to use monetary units per inhabitant and real values aswell as nominal values. A small number of categories or products representsalmost 70 per cent of the value of imports: wheat, yellow maize for animalfodder, milk and cheese, legumes, oils and derived foodstuffs (cakes and oils)fruits and fruit preparations, distilled alcoholic drinks and raw materials formaking beer.

From 1961 to 1998, the value of agricultural imports varied between 5,7 percent and 22 per cent of total imports. In nominal US$ per capita, they grew from1961 on and reached their maximum value at the beginning of the eighties.Between 1980 and 1998, such imports fell continuously and varied with thevalue of the dollar, in spite of policies which emphasized import prohibitions orrestrictions and restrictions on the availability of foreign currency. Between1989 and 1998, a period of greater freedom of trade, the downward trendcontinued. There was greater variation during the period of severe traderestrictions than in the periods of free trade. This pattern is not so clear forconstant dollars and is probably related to per capita income and variations inthe GIP.

It can be seen that the reciprocal freedom of trade between Venezuela and theother Andean Community countries between 1980 and 1990 had no influenceon the value of imports, but did have an influence on agricultural exports whichwere more than 50 per cent of the total from 1992 onwards.

Key words: Agricultural balance of trade in Venezuela / Agricultural importsand exports in Venezuela.

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Carlos Machado Allison / Comercio internacional agrícola en… 101

Introducción

El valor del comercio agrícola internacional (sin incluir pesca y acuicultura) au-mentó de 100 mil millones de dólares en 1970 a 456 mil millones en 1998 en tér–minos nominales y el total general registrado para 1997 fue de 580 mil millones dedólares (FAO, 1999; 2000a) incluyendo productos de la pesca y forestales. Para elaño 2001, dadas las tasas anuales de crecimiento recientes, este valor debe estarpróximo a 700 mil millones de dólares.

Las exportaciones de base agrícola, incluyendo las forestales, representan, para el25 por ciento de los países en desarrollo, más de dos tercios de sus exportaciones(FAO, 1999). La creciente interdependencia y comercio internacional contribuye aque una proporción importante de las divisas obtenidas por esos países seanempleadas en la adquisición de alimentos en el mercado internacional. Por otraparte, aunque el comercio agrícola no constituye un componente de gran impor-tancia en los países de altos ingresos, sigue teniendo mucho peso en algunoscomo Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos de Norteamérica.

El comercio internacional agrícola, años atrás dominado por los cereales y otroscommodities se ha diversificado en los últimos años. Se estima que el 65 porciento del mismo corresponde a productos elaborados (Albisu, 1999) que debencompetir en mercados cada vez más especializados y exigentes en materia sanita-ria y ambiental. En efecto, la FAO (2000b) estima para los años 2000 y 2001 uncomercio de commodities ligeramente abatido debido a buenas cosechas en mu-chos países y con un valor cercano a 150 mil millones de dólares.

El comercio internacional agrícola ha estado marcado por la misma «excepcio-nalidad» que los países le han otorgado al sector, es decir, importantes barreras noarancelarias y subsidios. Pero la configuración de nuevos bloques económicos(Nafta, Unión Europea, Asean, CAN, Mercosur y otros) y acuerdos internaciona-les, en particular la creación de la Organización Mundial del Comercio en 1994están cambiando las reglas tradicionales. Con los acuerdos sobre Agricultura,Medidas Sanitarias y Barreras Técnicas (Caro, 1999) se van definiendo nuevasreglas de juego en el comercio agrícola global. La tendencia dominante es tratar ala agricultura con las mismas reglas que a cualquier otro sector, eliminando prohi-biciones y limitando las barreras a los aranceles y normas sanitarias o ambientalesal margen de las dificultades que se presentarán en el futuro inmediato de lasnegociaciones internacionales (Kerr, 2000).

En América Latina, entre 1985 y 1995 el promedio de los aranceles disminuyó de41,6 por ciento a 13,7 (Lora y Londoño, 1998). La Comunidad Andina estableció,además, aranceles comunes que, en promedio, alcanzan a 13,6 por ciento. Porotra parte, algunos productos agrícolas, cuyos precios internacionales se caracte-rizan por grandes oscilaciones, reciben trato especial en muchos países o grupos

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102 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

de países. Los integrantes de la CAN utilizan las llamadas franjas de precios queestablecen aranceles superiores. En efecto, para noviembre del año 2000, enrelación con el precio de referencia CIF establecido, se aplicaban aranceles entre28 y 148 por ciento a estos productos (arroz, azúcar, maíz amarillo y blanco,cebada, soya, aceites y leche).

Tanto la tasa de crecimiento de la producción mundial de alimentos como lacorrespondiente al crecimiento interanual de la población, han venido disminu-yendo gradualmente en los últimos años. En efecto, para fines de la década de losnoventa la producción agrícola creció a un promedio de 2 por ciento, mientrasque la población lo hizo a 1,34 por ciento (FAO, 1999). Por otra parte, desde 1960,la tasa global de producción de alimentos ha superado a la correspondiente alcrecimiento poblacional. Esto tiene, entre otras, dos consecuencias: reducción dela proporción de la población mundial sometida a inseguridad alimentaria y estí-mulo al intercambio de rubros y productos.

Existen grandes asimetrías globales en las tasas de crecimiento de la producciónprimaria, desarrollo agroindustrial, crecimiento poblacional, comercio agrícola ydemanda de productos agrícolas. En efecto, en algunas zonas el crecimiento de laagricultura ha sido notable. Por ejemplo, los países del Sureste y Este de Asia,entre 1970 y fines de la década de los noventa, duplicaron su producción decereales, triplicaron la correspondiente a animales y multiplicaron por cinco la deoleaginosas. Sin embargo, debido a su crecimiento poblacional, aún tienen escasapresencia en los mercados internacionales. En el otro extremo los países desarro-llados han abatido, tanto su producción (a tasas interanuales de 0,68 por ciento encomparación con 1,8 por ciento en 1970), como el consumo y el crecimientopoblacional.

América Latina y el Caribe, con algunas excepciones, ha tenido un crecimientoagrícola sostenido por treinta años, al punto de aumentar su participación en elmercado internacional de los aceites de nueve a 13 por ciento y en frutas yvegetales de 20 a 32 por ciento. En dicho lapso aumentó en forma importante lapoblación, la demanda y el consumo. Por el contrario, el África subsahariana seha caracterizado por escaso éxito en aumentar la producción, consumo, importa-ciones y exportaciones (FAO, 1999).

Page 101: Revista BCV Vol. XVI. N°1

Carlos Machado Allison / Comercio internacional agrícola en… 103

Cuadro 1Importaciones y exportaciones agrícolas en el continente americanoUS$ total y por habitante (1980 y 1998)*

1980 1998

Importaciones Exportaciones Importaciones Exportaciones

Total Per Total Per Total Per Total Per(millones cápita (millones cápita (millones cápita (millones cápitade US$) (US$) de US$) (US$) de US$) (US$) de US$) (US$)

América del Sur 7.486 30,9 20.367 84,1 16.048 47,8 39.745 118,4

América Central 4.078 45,4 5.625 62,2 11.025 84,5 12.252 93,9

Caribe 3.020 103,2 6.016 205,7 3.158 84,6 2.112 56,6

América Centraly Caribe 7.098 59,6 11.602 97,7 14.184 84,5 14.365 85,6

América Latinay Caribe 14.585 40,4 32.010 85,5 30.232 60,0 54.111 107,4

EE UU y Canadá 23.013 90,2 49.992 196,1 52.710 173,1 72.745 238,8

México 3168 46,9 1.833 27,1 8.501 88,7 6.863 71,6

Total 37.598 ** 82.002 ** 82.942 ** 126.856 **

*No incluye productos de la pesca y acuicultura** No estimado

Fuente: FAO (2000).

Estas tendencias parecen indicar que Asia y América van a ser importantes esce-narios en la producción e intercambio de productos agrícolas en los próximosaños. En efecto, las importaciones y exportaciones agrícolas en el continenteamericano aumentaron en 120,6 y 54,7 por ciento, respectivamente, entre 1980 y1998 (cuadros 1 y 2). Sin embargo, el crecimiento no fue simétrico y en las islasdel Caribe ocurrió una contracción del comercio agrícola durante ese lapso, sien-do sustituido, en algunos casos, por el turismo como actividad económica domi-nante. Las estadísticas de esta zona se encuentran sin duda afectadas por el fuertedescenso de las exportaciones de tres de los cuatro países con mayor población:Cuba (499 US$ por habitante en 1980 y 65,6 en 1998), Haití (20,6 a 3,2) y Repúbli-ca Dominicana (94,1 a 57,3). Pero en las restantes regiones del continente las tasasde crecimiento del comercio agrícola superaron a las correspondientes al creci-miento de la población, determinando valores per cápita en 1998 (en importacio-nes y exportaciones) superiores a los registrados en 1980.

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104 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Cuadro 2Cambios porcentuales del comercio agrícola en el continente americano(1980-1998)*

Región o grupo de países Importaciones Exportaciones

Total Per cápita Total Per cápita

América del Sur 53,3 54,7 95,1 40,8

América Central 63,0 86,1 117,8 50,9

Caribe 4,3 -18,0 -64,9 -72,4

América Central y Caribe 49,9 41,8 23,8 -12,4

América Latina y Caribe 51,7 48,5 69,0 25,6

Canadá y EE UU 56,3 91,9 45,5 21,7

México 62,7 89,1 274,4 164,2

* Sin incluir productos de la pesca y acuicultura

Fuente: FAO (2000).

Así, las exportaciones de América Latina y el Caribe aumentaron en 69 por cientoen dicho lapso y el mismo se tradujo en un incremento de 25,6 por ciento percápita (cuadro 2). Las cifras correspondientes a América del Sur fueron, respecti-vamente, de 95,1 y 40,8 por ciento, mayores a las registradas para la zona desarro-llada de América del Norte que registró, respectivamente, 45,5 y 21,7 por ciento.En la zona norte del continente destaca el crecimiento del tercer socio del Nafta,México, que aumentó sus exportaciones brutas agrícolas en 274,4 por ciento, querepresenta a su vez un incremento del 164,2 por ciento per cápita.

Los cambios per cápita en esos diecinueve años en los distintos países y territoriosdel continente se ilustran en el cuadro 3.

Page 103: Revista BCV Vol. XVI. N°1

Carlos Machado Allison / Comercio internacional agrícola en… 105

Cuadro 3Importaciones y exportaciones agrícolas (1980-1998)1en el continente americano en US$ nominales por habitante

País Importaciones Exportaciones País Importaciones Exportaciones

1980 1998 1980 1998 1980 1998 1980 1998

Ant. & Bar 346,7 522,1 11,4 21,0 Guay. Fr. 719,2 964,2** 11,0 71,7**

Argentina 24,3 45,9 196,4 344,1 Guyana 68,2 66,5 222,5 275,7

Aruba 805,6* 851,2 160,9* 137,6 Haití 22,0 34,4 20,6 3,2

Bahamas 718,4 757,7 50,8 271,8 Honduras 38,8 49,3 175,4 121,0

Barbados 362,7 318,9 290,7 289,1 Jamaica 105,4 174,6 61,6 115,9

Belice 248,2 250,6 464,5 457,7 Martinica 508,3 913,6** 137,2 395,4**

Bermuda 1140,3 1645,8 6,1 0 México 46,9 88,7 27,1 71,6

Bolivia 22,6 23,1 19,1 48,2 Monserrat 232,9 632,0 5,6*** 1,7

Brasil 20,3 35,1 76,6 91,7 Nicaragua 46,7 50,9 117,7 58,0

Canadá 187,1 354,8 287,5 503,7 Panamá 71,1 138,5 117,9 106,2

Caimán 1.116,2 1534,2 0 0 Paraguay 25,7 144,1 74,0 145,9

Chile 72,8 88,3 35,3 186,2 Perú 33,7 58,6 18,5 25,8

Colombia 18,8 43,2 107,0 92,7 R. Domin. 38,1 66,6 94,1 57,3

Costa Rica 62,7 89,8 288,7 469,3 St. K. y N. 187,3 619,4 345,2 312,7

Cuba 122,8 59,0 499,9 65,6 St. Lucia 207,2 500,2 167,8 258,0

Dominica 169,0 429,8 57,7 329,8 St. Vinc. 190,6 276,7 136,1 376,6

Ecuador 22,8 57,9 78,3 128,5 Suriname 140,4 315,2 145,3 69,1

El Salvador 37,2 90,1 181,2 90,2 Tri. & Tob. 319,5 253,2 74,6 177,2

Grenada 175,1 382,9 174,6 170,4 Uruguay 52,8 136,5 174,3 423,1

Guadalupe 525,4 876,1** 291,1 197,9** USA 79,9 152,7 186,3 209,3

Guatemala 21,5 59,9 151,4 149,9 Venezuela 113,7 77,4 5,1 23,51 No incluye productos de la pesca y acuicultura.Los datos con asteriscos corresponden a *1986, **1995 y ***1981.

Fuente: FAO (2000).

En general, el valor de las importaciones y exportaciones agrícolas de la mayoríade los países del continente superan a la media mundial de 1998 (77,0 dólares porhabitante y año) y lo hacen ampliamente en relación con los países en vías dedesarrollo que usualmente transan, en ambos casos, menos de 30 dólares porhabitante y año. Por otra parte, es importante destacar que las zonas de librecomercio y los acuerdos bi o multilaterales de comercio constituyen una novedad

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106 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

en el continente. Más aún en el caso de los productos agrícolas que con frecuen-cia fueron obviados en los acuerdos iniciales de algunos bloques, como fue elcaso de la Comunidad Andina, o sometidos a restricciones específicas como haocurrido en el Mercosur, Nafta, Caricom y Mercado Común Centroamericano, loscuatro grupos económicos más importantes de la región.

Los valores per cápita (FAO, 2000) más elevados para las exportaciones (todos endólares por habitante) corresponden a Canadá (503,7), Belice (457,7), Costa Rica(469,3), Uruguay (423,1), Martinica (395,4), St. Vincent (376,6) Argentina (344,1) ySt. Kitts y Nevis (312,3). En el caso de las importaciones, como es de esperar, lasmayores cifras se ubican en las islas del Caribe y en la Guayana Francesa: Bermuda(1645,8), Islas Caimán (1.534,2), Guayana Francesa (964,2), Martinica (913,6),Guadalupe (876,1), Aruba (851,2) y Bahamas (757,4).

Cinco países, Argentina, Brasil, Canadá, México y Estados Unidos de Norteaméricaacumulan, para 1998, el 82,8 por ciento (68.690 millones de dólares) de las impor-taciones agrícolas y el 84,5 de las exportaciones (107.253 millones).

Barreras al comercio agrícola y condiciones del entorno

En Venezuela, como en muchos otros países, se aplicaron políticas para proteger,tanto a la producción primaria como a la agroindustria, a medida que la produc-ción nacional aumentaba. Los criterios fueron similares a los empleados en otrossectores durante los años en que la política de sustitución de importaciones tuvovigencia. La intensidad de las mismas ha variado en el tiempo, pero fue mayor enla década de los ochenta. La agricultura y la agroindustria quedaron fuera de losacuerdos regionales de integración ensayados entre 1960 y 1990 (Gutiérrez, 1998;Coles, 1999), pero a partir de 1988 se estableció un cambio en las políticas conmayor apertura comercial y eliminación de controles sobre los precios.

El impacto de esas nuevas políticas ha sido analizado en diversos aspectos(Gutiérrez, 1997; Nielsen, 1997). Entre las consecuencias destacan reducción en lacartelización de precios, incremento en la competencia, desaparición de empre-sas o grupos económicos e ingreso de nuevas empresas internacionales. Tambiénocurre aumento de las exportaciones agrícolas, incremento en los rendimientos,eliminación de productores primarios poco eficientes, conflictos en algunas cade-nas agroproductivas y crecimiento de la producción de frutas, hortalizas y algunostubérculos (Coles, 1999).

Así mismo, se registra incremento en la diversidad en la producción y cambios enlos hábitos de consumo (Machado Allison, 2000). Estos procesos ocurren a lolargo de dos décadas de pobre desempeño económico con crecimiento de lapobreza e iniquidad del ingreso que contribuyen al abatimiento del mercadointerno. Finalmente, pero no menos importante, es indicar que en las últimas dos

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Carlos Machado Allison / Comercio internacional agrícola en… 107

décadas se ensayaron diversas políticas cambiarias (cambio fijo, cambio múltiple,devaluaciones graduales) con grandes oscilaciones en la tasa real de cambio(Baptista, 1997, 2000; FMI, 2000), acompañadas por elevada inflación en varios años.

En relación con la apertura comercial, diversos grupos de productores a través dedistintos medios han criticado el abatimiento de los aranceles y el desmontaje dela compleja “permisología” previa a 1989, utilizando con frecuencia el término“agricultura de puertos” para calificar el impacto negativo de la apertura comercialsobre algunos sectores. Por otra parte, dichas políticas suelen limitar (Cadot ycols., 2000) las prácticas anticompetitivas que resultan en precios muy elevadospara los consumidores. Las compensaciones y estrategias, necesarias para promo-ver la producción nacional con potencial competitivo, deben, en consecuencia,centrarse en otros factores, como la infraestructura y los servicios rurales, sanidadagropecuaria, formación de recursos humanos, inteligencia de mercados y desa-rrollo de las cadenas y circuitos agrícolas (Machado-Allison, 1999).

Tendencias recientes del intercambio comercial agrícola en Venezuela

Venezuela ha tenido, por muchos años, una balanza comercial agrícola negativa.Con frecuencia la misma es documentada como una colección de datos con unaestimación anual y puntual del balance en dólares nominales. Sin embargo, enuna primera aproximación parece más adecuado, dada la dinámica poblacional,transformar estos valores en unidades monetarias por habitante y año, así comoemplear, tanto los valores nominales como su transformación de acuerdo con lastasas reales de cambio.

La balanza comercial ha tenido marcadas oscilaciones (gráfico 1). Entre 1961 y1971 las importaciones se encuentran alrededor de 20 dólares nominales al añopor habitante, pero luego aumentan rápidamente en la década de los setentahasta alcanzar su máximo histórico a inicios de la década de los ochenta. Eseincremento puede ser vinculado al rápido aumento de la capacidad adquisitivadel consumidor derivada de la creciente renta petrolera (Baptista, 1997), el creci-miento del mercado urbano que demanda productos procesados (Machado-Allison,2000), la expansión agroindustrial y la apreciación de la tasa de cambio.

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Gráfico 1Importaciones, exportaciones y comercio agrícola total per cápita

Fuente: FAO (2000); Agroplan (1999).

Las políticas proteccionistas activas combinadas con años de bajo ingreso dedivisas determinan un breve abatimiento de las importaciones a mediados de ladécada de los ochenta, luego las mismas aumentan, en términos nominales, en lasiguiente década con menores oscilaciones y sin alcanzar los elevados valoresprevios. Éstos son muy bajos cuando se les compara con los correspondientes alos países industrializados (cuadro 4) y se aproximan a la media mundial (77,4dólares nominales en 1998) de acuerdo con las estadísticas de la FAO (2000).

Cuadro 4Importaciones agrícolas por habitante en grupos de países

Grupo Importaciones US$/hab/año (1998)

Unión Europea 519,4

Europa y países del Báltico 419,2

Europa 313,4

Estados Unidos de Norteamérica 152,7

Nafta 152,8

América del Sur 47,8

América Latina y el Caribe 60,0

Oceanía 153,1

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Carlos Machado Allison / Comercio internacional agrícola en… 109

Asia 33,4

África 28,2

Países de bajo ingreso y déficit alimentario 13,7

Países desarrollados 250,7

Países en desarrollo 28,5

Países menos desarrollados 12,1

Promedio mundial 77,4

Fuente: FAO (2000).

Las importaciones, a partir de 1980 y expresadas en dólares nominales muestranrelación con la tasa de cambio real (sensu Baptista, 1997; 2000) y oscilan ensintonía con la paridad, a pesar de la supuesta influencia de las políticas sectoria-les. Aunque éstas pueden ser puntualmente reconocidas a lo largo del gráfico 2,como por ejemplo, el fuerte descenso en las importaciones (1985-86), productode prohibiciones y restricciones en la disponibilidad de divisas, los resultados seajustan a las conclusiones de Gutiérrez (1997), quien señala que la discriminacióncontra la agricultura deriva de la apreciación del tipo de cambio, excesiva protec-ción a otros sectores y políticas sectoriales que deterioran los términos de inter-cambio entre el campo y la ciudad.

Sin embargo, también es evidente que tras esos lapsos de restricciones a la impor-tación sobreviene un incremento inmediato, como ocurrió en 1988, destinado arestituir inventarios de commodities o como reacción ante esperadas devaluaciones.

El valor per cápita promedio de las importaciones entre 1980 y 1989, lapso defuerte intervención estatal sobre el comercio agrícola, fue de 83,6 dólares nomina-les, mientras que el correspondiente a 1990-1998, período de liberalización delcomercio y reducción arancelaria, alcanzó 62,1 dólares. El coeficiente de correla-ción entre las importaciones por habitante/año y la paridad real es muy elevado(0,809), lo que sugiere una relación entre ambas variables y a pesar de que elnúmero de valores empleados es relativamente bajo es posible postular que lainfluencia de las políticas sectoriales en la determinación de las importaciones fuemenor que el ejercido por la tasa de cambio.

Por otra parte, en el período marcado por la fuerte intervención del Estado, lavarianza fue 2,62 veces mayor (28,3) que en el lapso posterior de liberalizacióndel comercio (10,8). En efecto, entre 1980 y 1990 se observó, con cierta frecuen-cia, episodios de desabastecimiento de algunos alimentos básicos.

Las exportaciones agrícolas, casi inexistentes entre 1980 y 1990, aumentan vigoro-samente en los años posteriores a las reformas comerciales (gráfico 3) y pasan aconstituir parte importante del comercio venezolano con la Comunidad Andina

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110 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

(Gutiérrez, 1998). En efecto, las mismas oscilan entre 4,1 y 9,6 dólares nominalespor habitante/año entre 1980 y 1989, mientras que entre 1990 y 1998 los valoresestán comprendidos entre 12,5 y 23,5. En 1980 las exportaciones representaban el4,3 por ciento del intercambio comercial agrícola y en 1998 alcanzan 23,9 porciento, es decir, cinco veces más.

Gráfico 2Importaciones agrícolas y tasa de cambio real 1980-1998

Fuente: FAO (2000); Baptista (2000).

Sin embargo, es importante indicar que estamos manejando, en el caso de Vene-zuela, cifras muy modestas en relación con las correspondientes a países queparticipan intensamente en el comercio agrícola internacional.

Pareciera paradójico que el valor per cápita de las importaciones haya sido mayorprecisamente cuando el Estado colocó más énfasis en controlar y sustituir a lasmismas. Sin embargo, es necesario tomar en consideración la evolución del PIB,disponibilidad de divisas, paridad cambiaria y otras variables macroeconómicas,así como aspectos que afectan directamente la capacidad adquisitiva o preferen-cias por ciertos alimentos. El gradual abatimiento de las importaciones per cápita(1980-98) también va acompañado por menor consumo y producción por habi-tante (Machado-Allison y cols., 1999) de ciertos rubros locales, así como mayoriniquidad en el ingreso y otras variables empleadas para construir el índice dedesarrollo humano (PNUD, 2000).

Índice 1936 = 100

80

Tasa de cambio real

Importaciones

300

250

200

150

100

50

08481 82 83 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98

US$/hab./año

140

120

100

80

60

40

20

0

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Carlos Machado Allison / Comercio internacional agrícola en… 111

Gráfico 3Tasa de cambio real y exportaciones agrícolas de Venezuela

Fuente: Baptista (1997, 2000); FAO (2000).

También es interesante observar que en los últimos años (1996-98) las exportacio-nes agrícolas han perdido impulso (gráfico 3). El mayor crecimiento interanualocurrió en el lapso 1990-96, cuando la tasa de cambio real (sensu Baptista, 1997;2000) y la tasa real efectiva de cambio (FMI, 2000) fue la menor registrada en lasúltimas dos décadas y disminuye en la medida en que el cambio real se ha idoapreciando. Situación análoga a la registrada en Colombia en el lapso 1996-99(Ochoa, 2000).

El coeficiente de correlación entre la tasa de cambio real y el valor de las expor-taciones agrícolas en dólares nominales para el lapso 1980-1998 es, como sepodría esperar, negativo (-0,582) y la varianza total de las exportaciones mayorque la correspondiente a las importaciones.

Índice 1936 = 100

80

Tasa de cambio real

Exportaciones agrícolas

300

250

200

150

100

50

08481 82 83 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98

US$/hab/año

2522.52017.51512.5107.552.50

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Gráfico 4Tasas de cambio real, exportaciones e importaciones (1980-1998)en US$ constantes

Fuente: FAO (2000); Baptista (2000); FMI (2000).

Sin embargo, ese patrón se altera al expresar las importaciones y exportacionesen dólares constantes utilizando 1980 como año de referencia (gráfico 4). Así, poruna parte el valor de las importaciones por habitante/año desciende abruptamenteentre 1981 y 1986, se recupera levemente en 1987-88, desciende bruscamente en1989 y luego oscila alrededor de 30 dólares constantes entre 1990 y 1998. En esteúltimo lapso el valor de las importaciones, en dólares constantes, crece en 1991 y1992, declina en 1993 y 1994, aumenta en 1995 y luego disminuye en los tresúltimos años. A diferencia del estimado efectuado en dólares nominales, la corre-lación entre las distintas tasas de cambio, bastante estables entre 1989 y 1994, y lasimportaciones desaparece. Por otra parte parece posible postular que las mismaspasan a depender más del ingreso per cápita de los habitantes que de las tasas decambio en años recientes y bajo la doble influencia de una moneda menos apre-ciada (1992-1996) y fuertes oscilaciones en el PIB.

En el caso de las exportaciones la tasa de cambio parece haber sido un factor deestímulo a comienzos de la década de los noventa al mejorar la competitividadexterna, pero la misma se reduce en la misma medida en que la apreciación de lamoneda aumenta a partir de 1996.

Es importante tomar en consideración otros factores, entre ellos destaca la apertu-ra comercial recíproca entre Venezuela y los demás países de la ComunidadAndina a partir de 1989-90. Dicha apertura no parece haber tenido mayor influen-cia sobre el valor de las importaciones, pero sí sobre las exportaciones. En efecto,

US$ constantes (1980)/hab/año

80

Exportación

TECR (FMI, 2000)

130.00120.00110.00100.00

90.0080.0070.0060.0050.0040.0030.0020.0010.00

0.008481 82 83 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98

TECR base 1990; TCR base 1936

275

250

225

200

175

150

125

100

75

50

25

0

Importación

TCR (Baptista, 2000)

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Carlos Machado Allison / Comercio internacional agrícola en… 113

si observamos el origen de las importaciones que más pesan sobre el total, vemosque las mismas no proceden del área andina, mientras que en el destino de lasexportaciones agrícolas, los países de la CAN sí son importantes. Gutiérrez (1999)indica que las exportaciones agroalimentarias de Venezuela hacia los países de laCAN aumentaron de 75 millones de dólares en 1992 a 305 millones en 1996 y quedichos países fueron el destino del 57 por ciento de las exportaciones agroali-mentarias en ese lapso.

Las principales importaciones (trigo, maíz amarillo, semillas, tortas oleaginosas yaceites, bebidas alcohólicas destiladas, leche en polvo, frutas y derivados) proce-den de Canadá, Argentina, Estados Unidos de Norteamérica, Nueva Zelanda, Chi-le y otros países subtropicales o templados.

Principales importaciones agrícolas (1980-1998)

En los diecinueve años de este estudio (1980-1998) ha ocurrido una importantediversificación de las importaciones agrícolas. En efecto, 137 rubros o productosrepresentaban en 1980 más del 99 por ciento del valor de las importaciones quepara dicho año alcanzaron 1.738,8 millones de dólares, equivalentes a 115,2 dóla-res por habitante. Para 1997, los rubros y productos sumaron 222 y el valor totalde las importaciones fue de 1.611,1 millones, equivalentes a 70,7 dólares porhabitante, es decir, una reducción del 38,6 por ciento por habitante y año endólares nominales.

En 1998, año para el cual todavía la FAO (2000) no ha publicado los datos sobrepesca, Venezuela importó 1.780,5 dólares de productos agrícolas (216 rubros yproductos) equivalentes a 74,6 dólares por persona. Es importante aclarar que laclasificación de la FAO se refiere, en el caso de los productos, a una tipologíageneral y no a la variedad de marcas o presentaciones que las acompañan. Así,por ejemplo, “preparados de frutas” es una categoría y “aceitunas” es otra, aunqueevidentemente en cada caso hay una gran diversidad de marcas y presentaciones.En este trabajo hemos seleccionado las cifras y la tipología de la FAO debido a sucontinuidad en el tiempo y amplia cobertura mundial.

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114 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Gráfico 5Número de rubros o productos agrícolas importados entre 1980 y 1998

Fuente: FAO (2000).

En efecto, ha ocurrido un proceso de diversificación en las importaciones que haenriquecido significativamente las opciones alimentarias y otros usos de los pro-ductos de base agrícola (gráfico 5). Este proceso ocurre con rapidez después de laapertura comercial de 1989-90 y luego tiende a estabilizarse. Más aún, esa tenden-cia a la diversificación se inició a comienzos de la década de los ochenta, cuandose aplicaron políticas algo más liberales a las precedentes, pero luego se atenuódurante el lapso 1984-88, que se caracterizó por limitaciones a las importaciones,bien por el otorgamiento selectivo de divisas o debido a prohibiciones para laimportación de ciertos rubros o productos.

Como se indicó previamente, la diversificación reciente ha generado una distribu-ción más equitativa entre el valor de las materias primas tradicionales y dominan-tes en las importaciones (maíz amarillo, trigo, leche en polvo, oleaginosas, etc.),un elevado número de productos elaborados y nuevas materias primas.

Por ejemplo, el trigo que encabeza la lista de las importaciones en casi todos losaños, desciende de 11,8 dólares por habitante en 1980 a 7,6 en 1998, es decir, unareducción del 35,6 por ciento en términos nominales. La reducción en el caso delmaíz fue aún mayor (de 17,7 a 6,0), es decir, 65,9 por ciento y en algunos años(1986-89) la cifra, para este rubro, estuvo por debajo de 1,0 dólares por habitante.En términos reales la reducción es casi 50 por ciento mayor y las importaciones detrigo, en dólares constantes de 1980, apenas supera 3,5.

Entre los primeros 30 rubros en orden de importancia (en dólares por habitante/año) 21 permanecen en el listado a lo largo de estos diecinueve años (cuadro 5).De ellos 12 son materias primas empleadas por la industria nacional, 7 son pro-ductos elaborados con valor agregado y los 2 restantes son alimentos para consu-mo directo o uso como materia prima (papas y manzanas). El incremento en la

Número de productos importados

80

250

225

200

175

150

125

1008481 82 83 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98

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Carlos Machado Allison / Comercio internacional agrícola en… 115

diversificación también se hace evidente al observar que la suma de los 30 prime-ros rubros representa, en 1980, el 87,1 por ciento de todas las importacionesagrícolas, mientras que para 1998 la proporción de los mismos desciende a 78,9por ciento.

Cuadro 5Principales rubros y productos ordenados por su valor de importación(en US$ nominales por habitante/año)

1980 1998

Rango Rubro o producto US$/hab Rango Rubro o producto US$/hab

1 Maíz 17,7 1 Trigo 7,6

2 Trigo 11,7 2 Leche entera en polvo 6,9

3 Azúcar en bruto 9,9 3 Torta de soya 5,2

4 Bebidas alcohólicas destiladas 7,8 4 Maíz 5,2

5 Torta de soya 6,5 5 Bebidas alcohólicas destiladas 5,1

6 Sorgo 5,7 6 Aceite de soya 4,9

7 Leche entera en polvo 4,6 7 Azúcar en bruto 3,6

8 Azúcar refinada 4,4 8 Malta de cebada 3,1

9 Aceite de girasol 4,2 9 Frijoles secos 2,0

10 Aceite de algodón 3,2 10 Semilla de soya 1,7

11 Malta de cebada 3,1 11 Quesos 1,4

12 Vinos y Vermouth 2,0 12 Dulces*** 1,3

13 Leche descremada en polvo 2,0 13 Sebo 1,2

14 Preparados de frutas 1,6 14 Manzanas 1,1

15 Carne de cerdo** 1,6 15 Fibra de algodón*** 1,1

16 Frijoles secos 1,5 16 Aceite de girasol 0,9

17 Caucho natural 1,4 17 Papas 0,8

18 Semilla de soya 1,2 18 Vinos y Vermouth 0,8

19 Sebo 0,9 19 Caucho natural 0,8

20 Quesos 0,9 20 Chocolate y preparados*** 0,7

21 Aceite de soya 0,8 21 Harina de pescado(*) *** 0,6

22 Carne de aves** 0,8 22 Tabaco en hojas*** 0,6

23 Papas 0,8 23 Azúcar refinada 0,4

24 Manzanas 0,7 24 Pescado no comestible*** 0,4

25 Mariscos en conserva** 0,7 25 Uvas*** 0,4

26 Carne bovina** 0,6 26 Preparados de frutas 0,4

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116 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

27 Vegetales preparados** 0,6 27 Pastelería y galletas*** 0,3

28 Leche condensada** 0,5 28 Leche descremada en polvo 0,3

29 Guisantes secos 0,4 29 Guisantes secos 0,2

30 Vegetales deshidratados** 0,4 30 Lentejas*** 0,2

Total 95,2 Total 58,9

* Valor correspondiente a 1997.** No figuran entre los 30 primeros en 1998.*** No figuran entre los 30 primeros en 1980.

Fuente: FAO (2000).

Como puede observarse, existe un grupo de rubros y productos importados muyconstante que encabezan ambas listas. La mayoría son materias primas esencialespara el funcionamiento de la agroindustria y la seguridad alimentaria de la pobla-ción. Para varios de ellos, Venezuela ha tenido serias dificultades para desarrollaruna producción interna competitiva, bien por la fortaleza de la moneda, portratarse de rubros poco adaptados a las características climáticas del país o por sucondición de commodities que demandan grandes escalas de producción o trans-formación dirigida a mercados de mayor tamaño.

Entre esos rubros destacan, por existir una producción nacional limitada, maízpara alimentación animal, leche y quesos, leguminosas para consumo humano,oleaginosas y sus derivados (aceites). Por otra parte, esta sección poco móvil delas importaciones se complementa con trigo, que no se produce en Venezuela,frutas y preparados de las mismas de origen subtropical, bebidas alcohólicasdestiladas y materias primas para la elaboración de cerveza.

Para 1998, nuevos productos ocupan cierto espacio en el 15 por ciento superiorde todos los rubros (cuadro 5). Se trata, bien de productos con alto valor agrega-do (dulces, chocolates, pastelería y galletas) o nuevas materias primas tambiéndirigidas a satisfacer la demanda industrial. Entre estas últimas destacan la fibra dealgodón y el tabaco en hojas. En ambos casos se registró un abatimiento gradualen el volumen y valor de la producción nacional (Anuarios estadísticos agro–pecuarios, MAC 1992-1997). En el caso del tabaco una proporción de esas importa-ciones de materia prima se traducen en exportaciones con valor agregado.

Finalmente, los rubros y productos que ocupan, por valor de sus importacionesrecientes (1997-98) las posiciones 31 a 60 son algunas materias primas (pasta detomate, diversas grasas vegetales y vegetales deshidratados), frutas frescas o secas(peras, pasas y ciruelas), una hortaliza (cebolla) y un grupo de productos dirigi-dos a segmentos particulares del mercado, como vegetales procesados, papascongeladas, mariscos en conserva o congelados, aceite de oliva, alimentos paraniños, cereales para desayuno, avena, aceites esenciales, aceitunas en conserva,alimentos para animales domésticos y aceites elaborados de diverso origen.

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Carlos Machado Allison / Comercio internacional agrícola en… 117

Los 164 rubros y productos restantes tienen un valor muy bajo, tanto que elpromedio de la suma de los mismos (lapso 1980-98) es de apenas 2,72 dólarespor habitante/año, apenas el 4,07 por ciento del total, mientras que el valor de losprimeros 60 es de 95,9 por ciento y de los primeros 30 oscila en torno al 80 porciento. La distribución de los valores medios se ilustra en el gráfico 6 y la mismaindica la importación selectiva de los mismos rubros y productos sobre el tiempo, alextremo que sólo 16 de ellos superan, en promedio, un dólar por habitante/año.

Gráfico 6Distribución del valor promedio de las importaciones agrícolas por habitanteen el lapso 1980-1998

Fuente: FAO. Cálculos propios.

Por otra parte, la varianza en el valor anual de las importaciones permite hacerinferencias sobre la regularidad de la demanda interna. La desviación estándarcubre un rango muy amplio y dada la diferencia de magnitudes existente entre lasmedias hemos empleado el coeficiente de variación (CV) para normalizar la com-paración entre rubros y productos (Sokal y Rohlf, 1969).

El rango del CV se encuentra entre 9,9 y 420 por ciento, con una distribucióncomo la expuesta en el gráfico 7. En la misma se observa que el número de rubroso productos con un CV inferior a 50 por ciento es reducido (24) y apenas 70tienen un coeficiente de variación inferior a 100 por ciento. En el cuadro 6 sepresentan los 30 rubros y productos con el CV más bajo y es interesante observarque 15 de ellos coinciden con aquellos de mayor valor (cuadro 5), en particular11 de los primeros 15. La combinación de elevado valor y baja variación ilustra laregularidad de la demanda interna y, por consiguiente, la importancia de esosrubros o productos para el mercado nacional.

US$ por habitante/año

1 9 17 25 33 41 49 57 65 73 81 89 97 105

113

121

129

137

145

153

161

169

177

185

193

201

209

217

225

10

9

8

7

6

5

4

3

2

1

0

Rubros y productos importados

Page 116: Revista BCV Vol. XVI. N°1

118 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Gráfico 7Distribución de coeficiente de variación de las importaciones agrícolas

Fuente: Cálculos propios.

En efecto, la regularidad sobre diecinueve años no sólo ilustra la existencia deuna demanda constante, sino que en algunos casos, también, la inexistencia en elpaís de producción competitiva de esos rubros o productos o sus análogos. Enotros se trata bien de rubros que no pueden ser producidos bajo las condicionesclimáticas locales, variedades o «especialidades» con propiedades particulares oproductos sólidamente inscritos en la cultura del consumidor en Venezuela.

Cuadro 6Los treinta rubros o productos importados con coeficientes de variación de la mediade los valores de importación más reducidos entre 1980 y 1998

Rango Rubro o producto CV Rango Rubro o producto CV

1 Trigo 9,9 16 Pimentón 44,8

2 Malta de cebada 25,4 17 Papas 44,9

3 Canela 28,2 18 Garbanzos 45,9

4 Torta de soya 29,8 19 Cera de abejas 46,2

5 Caucho natural 29,9 20 Aceitunas 46,9

6 Especies diversas 30,8 21 Semilla de soya 47,2

7 Leche entera en polvo 36,7 22 Frijoles secos 47,4

8 Bebidas alcohólicas destiladas 36,7 23 Uvas pasas 50,2

9 Almendras sin cáscara 36,9 24 Pimienta negra y blanca 52,5

10 Sebo 37,9 25 Aceite de soya 53,3

11 Aceite de girasol 39,4 26 Aceite de castor 53,9

Coeficiente de variación

1 12 23 34 45 56 67 78 89 100

111

122

133

144

155

166

177

188

199

210

221

232

450

400

350

300

250

200

150

100

50

0

Rubros y productos

Page 117: Revista BCV Vol. XVI. N°1

Carlos Machado Allison / Comercio internacional agrícola en… 119

12 Guisantes secos 40,0 27 Puros 54,7

13 Lentejas 41,8 28 Vegetales congelados 56,4

14 Vinos y Vermouth 42,1 29 Aceite de oliva 57,2

15 Semilla de anís 43,1 30 Cigarrillos 57,2

Fuente: FAO. Cálculos propios.

Por otra parte, algunos rubros, con un valor de importación consistentementeelevado desde 1980, presentan a su vez coeficientes de variación mayores a losexpuestos en el cuadro 6, pero ubicados en el tercio superior de la distribución, esdecir, entre aquellos de menor variación. Destacan maíz amarillo (77,6), quesos(71,6), azúcar (77,6), manzanas (86,5), peras (86,9) y preparados de frutas (93,4).Estos rubros han sido sujetos, en distintos lapsos y con diferente intensidad, amedidas especiales como prohibiciones de importación o “contingentamiento”destinados a proteger a los productores nacionales, lo que explica su mayorvarianza.

La regularidad de las importaciones debería constituir un criterio (a) para el dise-ño de políticas públicas asociadas a la capacidad de compra, en particular deproductos de consumo masivo considerados como esenciales para los sectoresmenos favorecidos de la población y (b) para estimular las exportaciones deproductos procesados basadas en commodities y otras materias primas de bajovalor en el mercado internacional.

En la actualidad algunos aranceles, a pesar de los ajustes y acuerdos internaciona-les, aún son muy altos, determinando que el precio final al consumidor de losderivados del trigo, leche, aceites y ciertas carnes sean muy elevados.

Principales exportaciones agrícolas

Gutiérrez (1998; 1999) ha analizado la evolución reciente de las exportacionesagroalimentarias de Venezuela. Las mismas, muy limitadas en la década de losochenta, crecen vigorosamente en la primera mitad de la siguiente década y luegose atenúan. El valor máximo en la década de los ochenta, para los rubros yproductos seleccionados, de acuerdo con la metodología empleada por Gutiérrez(rubros y productos agroalimentarios), apenas alcanzó 166 millones de dólares en1986. Si incluimos todos los productos de base agrícola (alimentarios más bebi-das, tabaco, fibras y otros) las cifras oscilan entre 75 millones de dólares al iniciode la década de los ochenta y más de 500 millones desde mediados de la décadade los noventa.

El valor de las exportaciones por habitante/año y la tasa de cambio real (Baptista,1997; 2000) se ilustran en el gráfico 8.

Page 118: Revista BCV Vol. XVI. N°1

120 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Gráfico 8Exportaciones por habitante y tasa de cambio real (1980-1998)

Fuente: Baptista (2000). Cálculos propios.

El coeficiente de correlación entre ambas es negativo (r= -0,58) aunque, tal comose indicó previamente, el número de datos es muy reducido para que dichascorrelaciones permitan conclusiones estadísticamente sólidas. Como puede ob-servarse, las mismas poseen una tendencia inversa a la de las importaciones que,como se indicó previamente, tienen una correlación positiva en dólares nominales.

Esta diferencia entre las tendencias de las importaciones y exportaciones ocurrepor la ruptura entre 1984 y 1986, lapso en el cual a pesar de una elevada paridad,aumentan las exportaciones de algunos rubros y productos. Aunque no existendatos precisos sobre esta anomalía (ver gráfico 8) es posible especular en dossentidos: (a) algunas empresas realizaron un esfuerzo exportador mayor paraasegurarse divisas en el exterior, dadas las restricciones establecidas por el régi-men diferencial de cambio y la escasez de divisas, y (b) el estímulo derivado debonos de exportación basados en valor agregado.

Si analizamos los rubros y productos responsables por ese fuerte incrementopuntual (exportaciones por dólares 6,9 por habitante y año en 1983 a 19,7 en 1986y retorno a 6,0 en 1987) encontramos que apenas 7, entre los 50 a 60 productosque fueron exportados entre 1984 y 1987, dan cuenta del 70 por ciento del incre-mento: café (incluyendo cierta cantidad de café procesado), peces pelágicos,crustáceos congelados, peces marinos frescos, cigarrillos, crustáceos enlatados ypeces enteros. También aparecen las primeras exportaciones de mango y patilla(sandía) y aumentan ligeramente las correspondientes a plátanos y bananos. Engeneral dominan las exportaciones de productos de la pesca y acuicultura, por lo

Índice 1936 = 100

80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98

300

250

200

150

100

50

0

Tasa de cambio real (Baptista, 2000)

Exportaciones por habitante

Exportaciones por habitante (US$)30.00

25.00

20.00

15.00

10.00

5.00

0.00

Page 119: Revista BCV Vol. XVI. N°1

Carlos Machado Allison / Comercio internacional agrícola en… 121

que, en algunos casos, también debió influir el bajo precio del combustible enVenezuela en relación con los precios internacionales.

El crecimiento de las exportaciones se atenúa y disminuye a finales de la décadadebido a las crisis económicas de Colombia y Venezuela, así como posiblementepor el incremento en la tasa de cambio real observado a partir de 1994. El valorper cápita de las exportaciones, a pesar de su notable crecimiento reciente (másde 300 por ciento entre 1988 y 1998) es muy bajo. Alcanzó su valor máximo en1995 (26 dólares), pero esa cifra es muy inferior a la media mundial, aproximada-mente 77 dólares por habitante/año. Esta situación indica que la persistencia deuna balanza comercial agrícola negativa es más el resultado de un pobre desem-peño exportador que de grandes importaciones.

Gráfico 9Número de rubros o productos agrícolas exportados entre 1980 y 1998

Fuente: FAO (2000).

Al referirnos a las importaciones, colocamos énfasis en la diversificación de lasmismas a partir de 1990. Un fenómeno análogo caracteriza a las exportaciones yde apenas 45 rubros y productos exportados en 1980 se alcanzan cifras superioresa 100 a lo largo de la década de los noventa. También, como en el caso de lasimportaciones, tras un lapso de intenso crecimiento (1987-91) las mismas seestabilizan y oscilan entre 100 y 115 a lo largo del resto de la década (gráfico 9).Este proceso se encuentra, sin duda, animado por los acuerdos en el seno de laComunidad Andina de Naciones y Colombia es el destinatario de una proporciónimportante de las exportaciones agrícolas (Gutiérrez, 1999).

Número de productos exportados

80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98

125

115

105

95

85

75

65

55

45

35

25

Page 120: Revista BCV Vol. XVI. N°1

122 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Cuadro 7Cambios en la importancia de rubros y productos exportados, 1980 y 1998(cifras en US$ nominales)

1980 1997Rango Rubro o producto US$ por habitante Rango Rubro o producto US$ por habitante1 Cacao en grano 1,52 1. Cigarrillos 5,152 Café verde 0,53 2. Crustáceos congelados* 3,153 Arroz elaborado 0,43 3. Bebidas no alcohólicas 2,234 Cigarrillos 0,35 4. Semilla de ajonjolí** 1,525 Hortalizas frescas* 0,29 5. Cerveza 1,406 Patilla* 0,28 6. Arroz sin cáscara** 0,997 Manteca de cacao* 0,23 7. Alimentos preparados nes 0,968 Peces pelágicos enteros 0,20 8. Banano y plátano 0,929 Alimentos preparados nes 0,19 9. Café verde 0,7210 Frutas frescas nes* 0,16 10. Pastelería** 0,6711 Cacao en pasta* 0,15 11. Alimentos para animales** 0,6412 Naranjas y mandarinas 0,12 12. Harina de maíz** 0,6213 Banano y plátano 0,11 13. Peces enlatados** 0,6114 Crustáceos frescos* 0,09 14. Carne de aves** 0,5815 Tubérculos y raíces nes* 0,05 15. Cacao en grano 0,5316 Despojos comestibles* 0,04 16. Bebidas alcohólicas destiladas 0,5217 Piña fresca* 0,03 17. Cereales para desayuno** 0,4318 Preparados de fruta* 0,03 18. Arroz partido** 0,3319 Tabaco en bruto 0,03 19. Mango** 0,3020 Aguacate* 0,02 20. Arroz elaborado 0,2821 Cebolla* 0,02 21. Quesos** 0,2522 Crustáceos enlatados 0,02 22. Leche en polvo** 0,2423 Bebidas alcohólicas destiladas 0,02 23. Peces pelágicos enteros 0,2424 Bebidas no alcohólicas 0,01 24. Pastas alimenticias** 0,2425 Borra de algodón* 0,01 25. Azúcar centrifugada bruta** 0,2226 Cerveza 0,01 26. Peces marinos frescos 0,2227 Limones y limas* 0,01 27. Crustáceos enlatados 0,2228 Chocolate y preparados* >0,01 28. Tabaco en bruto 0,2129 Peces marinos frescos >0,01 29. Alimentos para niños** 0,1730 Peces curados* >0,01 30. Naranja y mandarina 0,15

* No figuran entre los 30 primeros en 1997** No figuran entre los 30 primeros en 1980; nes=no especificado

Fuente: FAO (2000).

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Carlos Machado Allison / Comercio internacional agrícola en… 123

Como puede observarse, los cambios en las exportaciones han sido profundos yse alejan considerablemente del patrón conservador de las importaciones. Entrelos 30 rubros y productos más importantes, en lo que al valor concierne (1997), 16no estaban presentes en 1980. Estos rubros y productos (semilla de ajonjolí, crus-táceos congelados, arroz sin cáscara, alimentos para animales, harina de maíz,peces enlatados, carne de aves, cereales para desayuno, arroz partido, mangos,quesos, leche en polvo, pastas alimenticias, azúcar centrifugada y alimentos paraniños) poseen, en promedio, mayor valor agregado que los sustituidos (hortali-zas, patilla, manteca de cacao, frutas frescas, cacao en pasta, crustáceos frescos,tubérculos y raíces, piña, preparados de frutas, aguacate, cebolla, borra de algo-dón, limones, chocolate y preparados, y peces curados). De estos últimos, algu-nos siguen estando en la lista de las exportaciones y otros, incluso, preservan unvalor similar, pero han sido desplazados a posiciones más bajas en el registro deexportaciones.

Catorce rubros y productos se mantienen entre los primeros 30 y entre los cam-bios de posición en el rango destacan los cigarrillos que pasan de la cuarta posi-ción en 1980 a la primera en 1997; bebidas no alcohólicas (24 y 3, respectivamen-te); cerveza (26 y 5), bebidas alcohólicas destiladas (23 a 16) y bananos y plátanos(13 a 8). Por otra parte, 14 rubros y productos destacan por su constancia y ellosson cacao en grano, café verde, arroz en sus distintas formas, peces pelágicosenteros, alimentos preparados no especificados, naranjas, banano y plátano, taba-co en bruto, crustáceos enlatados, bebidas alcohólicas destiladas, bebidas no al-cohólicas, cerveza y peces marinos frescos.

Importaciones y exportaciones: su relación con algunas variables

Los cambios en la tasa de cambio real sobre lapsos prolongados pueden generar,de acuerdo con la metodología empleada, percepciones distintas sobre la evolu-ción del valor de las importaciones y exportaciones. Sin embargo, en el gráfico 10podemos observar que las tendencias de las dos formas de estimación de la tasa(Baptista, 1997, 2000; FMI, 2000), cuyos año base son, respectivamente, 1936 y1995, son similares. Tal parecido hace más confiables las conclusiones.

Page 122: Revista BCV Vol. XVI. N°1

124 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Gráfico 10Tasas de cambio real con años base y metodologías diferentes (1980-1998)

Fuente: Cálculos propios.

En efecto, el valor de las exportaciones per cápita, en dólares constantes de 1995,desciende ligeramente (12,0 a 11,0 dólares) en el lapso 1995-98, así como tambiénel número de rubros o productos exportados. En el caso de las importacionespareciera que la apreciación del tipo de cambio no ha logrado compensar eldescenso en la capacidad adquisitiva de la población y si bien se registra un ligeroaumento en el número de productos importados, no ocurre lo mismo con el valorde los mismos, que en términos reales oscila entre 40,8 en 1995 y 35,2 dólares porhabitante en 1998. En 1999, las importaciones totales disminuyeron para luegoaumentar en el año 2000, acompañando a los mayores ingresos de este último año.

Las importaciones y exportaciones recientes, en dólares constantes (1990-1998),no parecen ser muy sensibles a los cambios en el índice internacional de preciosagrícolas de la FAO (gráfico 11). En efecto, las erogaciones más elevadas para laimportación de productos agrícolas en los últimos años se registran en 1992 y1995, los más bajos en 1990 y 1997, sin coincidir con las alzas o bajas de dichoíndice.

Índices: Baptista, 1936 = 100; IFS 1995 =100

80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98

300

250

200

150

100

50

0

Tasa efectiva de cambio real (FMI, 2000)

Tasa de cambio real (Baptista, 2000)

Page 123: Revista BCV Vol. XVI. N°1

Carlos Machado Allison / Comercio internacional agrícola en… 125

Gráfico 11Índice de precios internacionales de alimentos y valor de las exportaciones eimportaciones por habitante (dólares constantes)

Fuente: FAO (1999).

Sin embargo, en dólares nominales parece haber cierta relación (gráfico 12) en1997 y 1998, años en los cuales ocurre un descenso del índice y un incrementoen las importaciones. Sin embargo, es necesario apuntar que en ese períodotambién se aprecia en forma importante la moneda nacional y, en 1997, aumenta,tanto el PIB per cápita como los ingresos en divisas.

Índices: Baptista, 1936 = 100;IFS, 1995 =100

90 91 92 93 94 95 96 97 98

45.00

40.00

35.00

30.00

25.00

20.00

15.00

10.00

5.00

0.00

Exportaciones (US$ constantes)

Importaciones (US$ constantes)

Índice internacional de precios

Índice internacional de precios

140

120

100

80

60

40

20

0

Page 124: Revista BCV Vol. XVI. N°1

126 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Gráfico 12Índice de precios internacionales de alimentos y valor de las exportacionese importaciones por habitante (dólares nominales)

Fuente: FAO (1999).

Así mismo, es importante establecer la relación existente entre las importacionesy el consumo nacional de alimentos por habitante. El mismo muestra un gradualdeterioro en los últimos años (Abreu y Ablán, 1996; INN, 1996, 1997). En efecto,en el gráfico 13 se puede apreciar la reducción en el consumo per cápita de lasuma de carbohidratos, leche, queso, frutas y grasas (rubros y productos queconcentran buena parte de las importaciones) y el descenso en el gasto per cápitaen importaciones.

US$ nominales por habitante

90 91 92 93 94 95 96 97 98

80

70

60

50

40

30

20

10

0

Exportaciones (US$ nominales)

Importaciones (US$ nominales)

Índice internacional de precios

Índice internacional de precios140

120

100

80

60

40

20

0

Page 125: Revista BCV Vol. XVI. N°1

Carlos Machado Allison / Comercio internacional agrícola en… 127

Gráfico 13Consumo total (kg/persona/año) de carbohidratos, leche, frutas y grasasy valor de las importaciones por habitante

Fuente: Abreu y Ablán (1996). Cálculos propios.

Con Abreu y Ablán (1996) coincidimos en señalar que los años en que se observauna recuperación en el consumo (1984, 1988, 1991 y 1992) también aumentan lasimportaciones (gráfico 14) y además suelen ser años, con excepción de 1984, enque el PIB per cápita ha mostrado valores positivos. Estos autores llaman la aten-ción sobre la importancia de los carbohidratos importados (trigo y maíz amarillo)en la dieta de los venezolanos.

kg/hab/año

1980

1982

1984

1986

1988

1990

1992

1994

1996

300.00

250.00

200.00

150.00

100.00

50.00

0.00

Consumo

Importaciones

US$ hab/año140.00

120.00

100.00

80.00

60.00

40.00

20.00

0.00

Page 126: Revista BCV Vol. XVI. N°1

128 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Gráfico 14Cambios interanuales (%) del PIB per cápita e importaciones y exportacionesen dólares constantes

Fuente: BCV (2000). Cálculos propios.

Más recientemente, la persistente pérdida en la capacidad adquisitiva de la pobla-ción y desigual distribución del ingreso pueden estar determinando una relaciónmenos marcada entre las importaciones y los aumentos del PIB (1995 y 1997). Porel contrario, no parece existir relación alguna entre las exportaciones agrícolascon los cambios en el PIB, las tendencias del consumo o el índice internacionalde precios agrícolas. Éstas, como se estableció previamente, parecen dependermucho más de la tasa de cambio real.

Es relevante destacar que las importaciones agrícolas per cápita han sido menosvariables que las importaciones totales y el valor de las exportaciones (gráfico 15)por habitante. En el gráfico puede observarse que el valor per cápita de los tres havenido descendiendo a partir de 1980, en dólares nominales, y así como disminu-yen las importaciones agrícolas de 113 a 74 dólares, también lo hacen las expor-taciones totales de 1.273 a 739 y las importaciones totales de 705 a 517.

US$ constantes de 1980

84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98

90.00

80.00

70.00

60.00

50.00

40.00

30.00

20.00

10.00

0.00

Exportaciones per cápita

Importaciones per cápita

PIB per cápita

Cambios en el PIB per cápita (%)10

8

6

4

2

0

-2

-4

-6

-8

-10

-12

Page 127: Revista BCV Vol. XVI. N°1

Carlos Machado Allison / Comercio internacional agrícola en… 129

Gráfico 15Importaciones y exportaciones totales de Venezuela e importaciones agrícolas porhabitante (1980-1998)

Fuente: BCV (2000).

El valor de las importaciones agrícolas entre 1980 y 1998 constituye el 13,2 porciento del total de las importaciones. Las proporciones más elevadas se registranen los años 83, 84, 85 y 88 (17,4 a 22,2 por ciento), los mismos en que lasimportaciones totales fueron inferiores a 500 dólares por habitante y ademáscorresponden a lapsos en los cuales los ingresos por exportaciones de petróleofueron muy bajos. Lo opuesto ocurre en los años 89, 90, 91, 96 y 97, cuando lasimportaciones agrícolas representaban entre el 5,7 y el 9,2 por ciento de las im-portaciones totales que se ubicaron entre 525 y 830 dólares por habitante enlapsos dominados por elevados ingresos petroleros.

Conclusiones

1. Las políticas de apertura comercial, así como las previas basadas en restriccio-nes al comercio, poco han influido en el valor de las importaciones agrícolas.Éstas dependen en mayor grado de la demanda interna y, por consiguiente, delos factores que la determinan, entre ellos la tasa de cambio, las oscilacionesdel PIB y la disponibilidad de divisas generadas por las exportaciones de petró-leo. La búsqueda de una balanza comercial agrícola más equilibrada depende-rá en mayor medida del estímulo a las exportaciones que del control sobre lasimportaciones.

US$/hab80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98

1.4001.3001.2001.1001.000

900800700600500400300200100

0

Importaciones totales (US$/hab)

Importaciones agrícolas (US$/hab)

Exportaciones totales

Page 128: Revista BCV Vol. XVI. N°1

130 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

2. Las importaciones agrícolas se encuentran dominadas, en valor, por un gruporelativamente reducido de rubros y productos que no se producen en Venezuelao los productores nacionales de los mismos no son competitivos ante los preciosdel mercado internacional. Estas importaciones, expresadas en unidades mone-tarias por habitante y año, se han reducido en forma continua. Para 1980 seutilizaron 113 dólares nominales y en 1998 apenas 74. En dólares constantes de1980 el valor de las importaciones agrícolas en 1998 es apenas 35,2.

3. Tanto las importaciones como las exportaciones agrícolas se han diversificadoen forma notable en los últimos diez años, pero las primeras han disminuidoen términos reales y las segundas, tras un lapso de intenso crecimiento, se hanatenuado.

4. La regularidad de las importaciones debería constituir criterio, tanto para eldiseño de políticas públicas asociadas a la capacidad de compra de productosde consumo masivo considerados como esenciales para los sectores menosfavorecidos de la población, así como para estimular las exportaciones convalor agregado basadas en commodities y otras materias primas.

5. Entre los rubros y productos con menor varianza, mayor continuidad y elevadovalor de importación destacan trigo, maíz amarillo para alimentación animal,leche y quesos, leguminosas, oleaginosas y sus derivados (tortas y aceites),frutas de origen subtropical y preparados de las mismas, bebidas alcohólicasdestiladas y materias primas para la elaboración de cerveza.

6. La varianza en las importaciones fue 2,62 veces mayor (28,3) durante el perío-do de restricciones al comercio que a partir de 1990 (10,8), cuando se eliminanmuchas barreras. La liberalización de comercio ha reducido la incertidumbreen la industria procesadora y ha aumentado la regularidad en el suministro deciertos alimentos a los consumidores.

7. Es relevante destacar que las importaciones agrícolas per cápita han sido me-nos variables que el valor de las importaciones y exportaciones totales porhabitante. El valor per cápita, en los tres casos, ha venido descendiendo enforma continua a partir de 1980. El valor de las importaciones agrícolas entre1980 y 1998 constituye el 13,2 por ciento del total de las importaciones. Lasproporciones más elevadas (17 a 22 por ciento) se registraron en los años 83,84, 85 y 88, lapsos en los cuales los ingresos petroleros fueron muy bajos. Loopuesto ocurre en los años 89, 90, 91, 96 y 97, cuando las importacionesagrícolas se ubican entre el 5,7 y el 9,2 por ciento de las importaciones totales.

Page 129: Revista BCV Vol. XVI. N°1

Carlos Machado Allison / Comercio internacional agrícola en… 131

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Revista BCV • Vol. XVI. N∞1. Caracas, enero-junio 2002, pp. 133-186 • ISSN: 0005-4720

Principales uniones comerciales de América:revisión de sus características y logros

Ramoni P.J. Ramoni Perazzi*

Orlandoni M.G. Orlandoni Merli**

Resumen

América Latina participa en un proceso de apertura comercial orientado haciala conformación de subgrupos caracterizados por una fragmentación del mer-cado hemisférico, con la firma de numerosos acuerdos comerciales bilaterales ymultilaterales, los cuales carecen de una orientación común. A través del análi-sis multivariante aplicado a variables macroeconómicas básicas para el período1988-1997, referidas a los países del Mercosur, CAN, México y Estados Unidos,este trabajo busca definir grupos de países y funciones de variables que permi-tan ubicar los países en los distintos grupos económicos. La falta de correspon-dencia entre acuerdos, las fuertes desigualdades sociales y económicas entrepaíses y los prevalecientes problemas económicos en la mayoría de ellos, obs-taculizan la integración del hemisferio.

Palabras clave: Integración / América Latina / Estadística multivariante / Des-igualdades sociales.

* Josefa Ramoni Perazzi, profesora agregada del Departamento de Economía de la Facultadde Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Los Andes. Economista y M.Sc. enEstadística Aplicada, Universidad de Los Andes. M.Sc. en Economía, University of SouthFlorida, EE UU. Actualmente cursa un Ph.D en esa misma universidad.

Correo electrónico: [email protected]

** Giampaolo Orlandoni Merli, director del IEAC de la Facultad de Ciencias Económicas ySociales de la Universidad de Los Andes y coordinador de la Maestría en Estadística Aplica-da de esa misma universidad. Economista de la Universidad de Los Andes, Especialista enAdministración de Proyectos Públicos por la OEA-Cicap-Enap, M.Sc. en Economía, IowaState University, Ames, EE UU, donde también realizó cursos de doctorado.

Correo electrónico: [email protected]

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Abstract

Latin America is oriented toward the creation of subgroups that generate afragmentation of the market with the creation of numerous bilateral andmultilateral commercial agreements, which lack a common and specificorientation. Through multivariate statistical analysis applied to the mainmacroeconomic variables for the period 1988-1997, referred to the countriesgrouped in the Mercosur, CAN, Mexico and United States, this paper attempts todefine groups of countries and functions of variables that allow us to classifythese countries by economic group and development level. The lack ofcorrespondence among agreements, along with strong economic and socialinequalities across countries and the prevailing macroeconomic problems inthe majority of them, seems to be an obstacle to the integration of the westernhemisphere.

Key words: Integration / Latin America / Multivariate analysis / Social inequalities.

Introducción

En el ámbito mundial, la segunda mitad del siglo XX ha sido prolífica en cuanto ala conformación de alianzas comerciales de mayor o menor alcance, muchas delas cuales han sido relegadas a buenas intenciones, a la par que otras han preva-lecido o han sido rescatadas luego de prolongados letargos, producto de proble-mas internos en los países que ameritaron especial atención. La necesidad deconformar bloques económicos obliga a las naciones a abrirse a los mercados yexponer sus economías a las fuerzas internacionales. Sin embargo, en la prácticala globalización se estructura sobre las bases de un proceso de regionalización,caracterizado por la disminución de las barreras comerciales entre sus miembrosy un incremento de dichas barreras para terceros países.

La tendencia a la creación de grupos o uniones comerciales tiene manifiestasimplicaciones en la estructuración de las políticas económicas de los países inte-resados en participar en dichos bloques, las cuales pueden enmarcarse dentro delos actuales programas de crecimiento hacia fuera. El establecimiento de acuerdosde integración regional obedece a la necesidad de creación de un espacio comúnsobre el cual sentar las bases del desarrollo económico, aun cuando favorece lasegmentación de los mercados y reduce la posibilidad de generalizar los resulta-dos de dichos acuerdos a las restantes naciones, dado su creciente número ycomplejidad.

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En el caso particular de América Latina, la década de los sesenta fue escenario dela creación de diversos acuerdos con miras a conformar mercados regionales másamplios que tenían como objetivo propiciar el desarrollo económico y fortalecerla posición de los países miembro frente al mundo. Sin embargo, estos acuerdosestuvieron desde un principio destinados al fracaso, dadas su incompatibilidadcon la política proteccionista de desarrollo hacia adentro y la sustitución de im-portaciones prevaleciente en la mayoría de las naciones latinoamericanas para laépoca. No obstante, muchos de las actuales agrupaciones vigentes tuvieron susraíces en los tratados firmados en ese período.

Durante los años ochenta, América Latina llevó a cabo serios intentos por rescatarsu política de apertura internacional. Sin embargo, los fuertes desequilibriosmacroeconómicos internos por los que pasaban la mayoría de los países hicieronimposible avanzar en el plano de la integración económica que debió ser diferidahasta los noventa, década que se ha visto favorecida con fuertes avances en lamateria. Surgen así agrupaciones como el Mercado Común del Cono Sur –Mercosur,1991–, Tratado de Libre Comercio de América del Norte –TLCAN, 1994–, Grupode los Tres –G-3, 1995–, Comunidad Andina de Naciones –CAN, 1996–, llegandoincluso a plantearse en 1994 la posibilidad de creación de un área de libre comer-cio que abarque todos los países americanos (excepto Cuba). Adicionalmente, sehan firmado una serie de acuerdos de carácter bilateral que contribuyen a hacermás compleja la intrincada trama de negociaciones internacionales del continentey denotan la ausencia de un norte definido.

La falta de correspondencia entre acuerdos, aunado a las fuertes desigualdadessociales y económicas entre países y los prevalecientes problemas económicos enla mayoría de las naciones, parecen hacer inviable la integración del hemisferio ypropiciar aún más la conformación de subregiones. No es posible pensar enintegración en un ambiente de marcada inestabilidad macroeconómica. Dichainestabilidad, manifestada principalmente en la alta volatilidad de precios, tantode bienes como del dinero y de las divisas con la cual se enfrentan aún nuestrospaíses, puede detener los avances de la integración, en parte por el desvío deesfuerzos hacia la búsqueda de la necesaria estabilidad, y en parte por el temor delos socios comerciales a “contagiarse”.

Basados en estas consideraciones, se busca entonces definir grupos de países yfunciones de variables que permitan explicar las condiciones bajo las cuales seubican los países en los distintos niveles de desarrollo y grupos económicos, asícomo analizar la especialización comercial de los mismos, a fin de conocer lasposibilidades de conformar uniones más allá de las que naturalmente, por razo-nes históricas y geográficas, pueden darse entre América Latina y Estados Unidos.Para tal efecto se incluyen en el presente estudio las principales agrupaciones co-merciales, como lo son Mercosur, CAN y G-3, además de ciertas consideracionescon respecto al TLCAN, excluido Canadá. Las variables incorporadas al estudio

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reflejan datos anuales de los principales agregados macroeconómicos para losaños 1988-1997, estadísticas sociales puntuales y datos, también puntuales, decomercio exterior. Para el análisis de las mismas se recurre a técnicas de análisisestadístico multivariante (análisis de componentes principales, análisis de corres-pondencias, análisis cluster).

El trabajo está estructurado en tres unidades o capítulos, en el primero de loscuales se analizan brevemente los aspectos fundamentales de los acuerdos consi-derados. El segundo capítulo revisa la situación económica y social interna, porpaíses y por grupos, dejando para el tercer capítulo el análisis estadístico de laestructura de datos y el intercambio comercial en la subregión.

Proceso de subregionalización

Los procesos de integración económica, entendida ésta como un instrumento através del cual un grupo de países busca mejoras en su bienestar, no son de datareciente. Incluso Estados Unidos y la República Federal de Alemania nacen comoresultado de acuerdos de integración.

Puede distinguirse entre diferentes niveles de integración, en función del gradode libertad de movimiento entre países concedido a los bienes, servicios y facto-res, el nivel de compromiso que exista entre ellos y el grado de interdependenciaque se plantea alcanzar. Así, básicamente, se tienen:

Acuerdos preferenciales (AP). Compromiso de reducir las barreras al comercio debienes y servicios entre los países que lo suscriben.

Área de Libre Comercio (ALC). Eliminación de todas las restricciones cuantitativasal flujo de bienes y servicios entre los países miembro, manteniendo la indepen-dencia para definir la política a seguir con respecto al comercio entre países nomiembro.

Uniones aduaneras (UA). Constituye un paso adelante en el ALC, donde se con-creta la unificación de políticas que rigen el comercio con países ajenos a laagrupación, a través del establecimiento de un arancel externo común (AEC).

Mercado Común (MC). Unión aduanera donde además se permite la libre movili-dad de factores productivos (trabajo y capital).

Unión Económica (UE). Mercado común donde además se unifican criterios encuanto a políticas macroeconómicas y sociales.

En los años cincuenta y sesenta surgieron, en América Latina, algunos acuerdosorientados siempre al logro de mercados regionales más amplios, que permitieranuna posición más fuerte frente al mundo. Dichos acuerdos se trataron deimplementar en un marco económico caracterizado por un elevado proteccionis-mo y participación del Estado, que oponía resistencia a los esfuerzos de apertura

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(cuotas e impuestos a la importación, diferentes escalas tarifarias, tipos de cambiomúltiples, control de cambio, etc.). Este mismo proteccionismo y las fuertes crisisde los años setenta dieron al traste con la mayoría de dichos acuerdos: inseguri-dad económica y política, inestable permanencia de los miembros dentro de losgrupos, poca proyección de los mismos y fuertes problemas internos que relega-ron a un segundo plano los intentos de integración. Los acuerdos que lograronmantenerse, aun cuando en forma latente, tenían en común:

• Proximidad fronteriza entre miembros, probablemente debido a las mayoresventajas (menor costo) en el transporte de mercancías.

• Imposibilidad de concretar acuerdos más allá de tratos preferenciales.

Ya para los años setenta se inició una tendencia a relajar las restricciones alcomercio entre algunos países de la región, particularmente entre países al sur delcontinente: Chile, Argentina y Uruguay. Nuevamente, problemas internos no per-mitirían avanzar mucho en esta dirección: el enorme peso de la deuda externa yfuertes desequilibrios en la balanza de pagos obligaron a la aplicación de fuertesbarreras arancelarias y no arancelarias al comercio, así como controles de cambio.

En la década de los ochenta, América Latina y el Caribe fueron escenarios deprofundas transformaciones en materia de política comercial externa. La evolu-ción del comercio internacional y la creciente tendencia hacia la globalizaciónobligaron a la búsqueda de soluciones a las barreras del intercambio económico.Los principales esfuerzos se encaminaron hacia la integración económica regio-nal, tratando con ello de alcanzar cierta capacidad de negociación regional frenteal resto del mundo, nuevas vías para el crecimiento económico sostenido y lasolución a los traumas de la recesión e inflación de esta década. Pero fueron estosmismos problemas económicos los que impidieron el avance en el plano de laintegración económica, ante la imperiosa necesidad de hacer frente a problemasinternos más urgentes.

Los años noventa se han caracterizado por un renovado interés hacia la integra-ción, que se ha visto favorecido por la expansión del comercio intrarregional,interés que al decir de algunos autores resulta de los profundos desequilibrios dela década anterior, en un intento por reconducir los países hacia la senda deldesarrollo económico.

Surgen así múltiples acuerdos de liberación comercial, cuya convergencia mutuaparece poner en peligro la posibilidad de alcanzar acuerdos ampliados a unmayor número de países e incluso la América toda. Efectivamente, para esteperíodo nacen o resurgen agrupaciones como el Mercosur (Argentina, Brasil,Paraguay y Uruguay), CAN (Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y, parcialmen-te, Perú), MCCA (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua),Caricom (Antigua-Bermudas, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada,

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Guyana, Jamaica, Montserrat, St. Kitts-Nevis, Sta. Lucia, St. Vincent-Granada, Trini-dad y Tobago), G-3 (México, Colombia y Venezuela), además de muchos acuer-dos bilaterales. Asimismo, podemos extender la revisión a los restantes países deAmérica, lo que permitiría la inclusión del TLCAN (México, Estados Unidos yCanadá).

Breve revisión de los principales acuerdos comerciales de América

Como bien se dijo, los países de América están participando ahora en innumera-bles acuerdos comerciales, no necesariamente entre países vecinos (aun cuandopredomina esta idea) y con diferentes niveles de compromiso y de proyección enel futuro. Revisemos aquí brevemente aquellos que engloban los mayores volú-menes de comercio y que, por ese motivo, se incluyen en este estudio.

Mercado común del Cono Sur (Mercosur)

El Mercosur es por el momento, una Unión Aduanera establecida el 1∞ de enerode 1995, entre Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, que engloba aproximada-mente el 50 por ciento del producto y de los habitantes de América Latina, el 59por ciento de su superficie y el 33 por ciento de su comercio exterior.

Su origen se remonta al año 1985, con la firma de la Declaración de Iguazú entreArgentina y Brasil, lo que dio origen a la Comisión Mixta de Cooperación eIntegración entre ambos países. El éxito alcanzado por dicha Comisión, particu-larmente en lo que se refiere a la cooperación en las áreas de energía, transporte,comunicaciones e investigación técnico-científica, propiciaron en 1988 la firmadel Tratado de Integración, Cooperación y Desarrollo, con miras a suprimir losaranceles comerciales entre ambos países (en un plazo de 5 años) y formalizaruna unión aduanera en 10 años.

En 1990, Paraguay y Uruguay entraron a formar parte de estos acuerdos. Enmarzo de 1991, los cuatro países suscribieron el Tratado de Asunción en el cual secontempla:

1. Un período de transición de tres años para la aplicación paulatina de un pro-grama de liberación comercial a través de la eliminación progresiva de todaslas restricciones para el intercambio de bienes entre los miembros.

2. Adopción de un arancel externo común (AEC) que incentive la competitividadexterna de los miembros y hacia el cual se harían converger las tarifas vigentespara algunos productos importados de terceros países; los productos sujetos alAEC podrán circular libremente dentro del bloque.

3. Fijación de las normas generales de origen, que definirían el comercio entre losmiembros del bloque mientras se alcancen las metas fijadas. La circulación de

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productos no sujetos al AEC se somete a reglas especiales, tales como el por-centaje mínimo de valor agregado (60 por ciento).

4. Coordinación gradual y convergente de políticas macroeconómicas, referidas aáreas clave de comercio, agricultura, industria, servicios, asuntos fiscales ymonetarios, transporte y comunicaciones.

5. Se otorgan preferencias a Paraguay y Uruguay, en cuanto a la aplicación menosrígida de las normas de origen y al cumplimiento del cronograma.

Una vez concluido el período de transición, los países miembro suscribieron endiciembre de 1994 el Protocolo de Ouro Preto, a través del cual entró en vigenciael AEC y la liberación del intercambio mutuo de bienes, servicios y factores (estosúltimos aún en discusión), dando origen propiamente al Mercosur a partir deenero de 1995.

Adhesión: Si bien el Mercosur contempla la posibilidad de abrirse a otros países,prioritariamente del Aladi, sus formas de vinculación no son tan directas. En esteproceso, los mayores avances corresponden a Chile (1996) y Bolivia (1997), loscuales han firmado acuerdos de asociación con el grupo. Estos acuerdos, que noconstituyen una incorporación plena al bloque y no otorga los derechos de inte-gración, se considera una etapa previa a la adhesión total. Esta última requiere dela aceptación plena por parte de los países miembro, una vez analizada las venta-jas que dicha adhesión implica.

Otra forma de vinculación al Mercosur es la creación de zonas de libre comercio,previa aprobación de acuerdos parciales o de Preferencia Arancelaria Regional,para lo cual se fija un horizonte de 10 a 15 años. A este respecto, los países de laComunidad Andina acordaron en 1994 negociar una zona de libre comercio entrelos dos bloques. En abril de 1998 se suscribió un acuerdo entre Mercosur y elCAN, para completar las negociaciones tendentes a la creación de dicha área delibre comercio entre ambas a partir del año 2000. Sin embargo, actualmente di-chas negociaciones se encuentran estancadas debido a la falta de consenso de lospaíses andinos sobre la forma de negociación (en bloque o país por país) y a losproblemas internos por los que actualmente atraviesa el bloque (fuerte inestabili-dad económica en Brasil a principios de 99 y crisis política en Paraguay).

Comunidad Andina de Naciones (CAN)

La CAN es el resultado de uno de los acuerdos de integración de mayor data enAmérica Latina. Su origen se remonta al año 1969, cuando Bolivia, Chile, Colom-bia, Ecuador y Perú firmaron el Acuerdo sobre Integración Subregional Andina oAcuerdo de Cartagena. Al mismo se anexaría posteriormente Venezuela (1972) yse retiraría Chile (1976). Los objetivos iniciales del acuerdo, orientados hacia elimi-nación de barreras al comercio entre sus miembros, fueron prontamente dejados de

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lado. Luego de un largo período de revisión interna en cuanto a las normas deadhesión, de reactivación y negociación, entra realmente en vigor el acuerdo conla firma del Protocolo de Quito en 1988.

En esta primera etapa del acuerdo se buscaba reducir la vulnerabilidad externa ymejorar la posición de los países miembro en el contexto internacional, así comoeliminar progresivamente las barreras al comercio dentro del grupo, con miras aconsolidar en el futuro una unión aduanera.

En 1991 se firmó en Cartagena el Acta de Barahona, en la que se estableció el áreade libre comercio entre Venezuela, Colombia, Ecuador y Bolivia y se estructuró elarancel externo común (AEC) que Venezuela y Colombia pusieron en práctica en1992. Ecuador y Bolivia no adoptaron el AEC hasta 1995, sino con cierta flexibili-dad. Los desacuerdos entre Perú y otros miembros del grupo, así como la inesta-bilidad macroeconómica interna de ese país, obligaron en 1992 a la toma de laDecisión 321 del Acuerdo de Cartagena, que le permite a Perú suspender suparticipación en el grupo, entrando éste a firmar acuerdos bilaterales con cadauno de los miembros del mismo, a fin de lograr su gradual reintegro.

En 1996, con la firma del Acta de Trujillo, se creó la CAN, contando además conla participación parcial de Perú. Entre sus objetivos fundamentales se cuentan laprofundización de la integración subregional andina, promover su participaciónexterna y consolidar acciones relacionadas con la integración orientadas a la for-mación gradual de un mercado común latinoamericano.

Para alcanzar algunos de dichos objetivos se establecieron medidas como lassiguientes:

• Fijación de un AEC, cuya estructura se aprueba sobre la base de cuatro niveles(5, 10, 15, 20 por ciento), con cronogramas de integración flexibles, extensibleshasta el año 2005, el cual está siendo aplicado por Colombia, Ecuador y Vene-zuela. Se espera que Perú y Bolivia se incorporen progresivamente al mismo.

• Armonización gradual de las políticas económicas (cambiarias, monetarias, fi-nancieras y fiscales, incluyendo el tratamiento a los capitales de la subregión ofuera de ella) y sociales.

• Agilizar la movilidad de factores y servicios dentro de la comunidad.

• Se otorgan preferencias a Ecuador y Bolivia, en cuanto a la aplicación menosrígida de las normas y al cumplimiento del cronograma.

Adhesión: La adhesión al CAN es particularmente sencilla, puesto que el acuerdopuede ser suscrito sin reservas y por tiempo indefinido por cualquier país deAmérica Latina y el Caribe que así lo desee, dando libertad a los nuevos miembrosrelativamente menos desarrollados, de acogerse al derecho de trato preferencialdel que gozan Bolivia y Ecuador.

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Grupo de los Tres (G-3)

El G-3 es un tratado de libre comercio suscrito por los gobiernos de Venezuela,Colombia y México en junio de 1994, con vigencia a partir de enero de 1995. Dichotratado, a diferencia de los demás, no se restringe al ámbito de las relaciones comer-ciales, sino que también abarca lo que se conoce como los nuevos temas delcomercio internacional (propiedad intelectual, medio ambiente, servicios, etc.).

El acuerdo se caracteriza por un tratamiento asimétrico entre los participantes encuanto al comercio de bienes: México extiende a Venezuela la preferencia arance-laria regional que mantiene con Colombia, mientras que se compromete a pro-fundizar los acuerdos de alcance parcial suscrito con este último. Por su parte, elcomercio entre Venezuela y Colombia seguirá regido por los acuerdos firmadosen la CAN. De hecho, en la negociación del tratado, los países tuvieron especialcuidado en respetar los compromisos internacionales adquiridos por cada unocon otros esquemas de integración, tomando como parámetros los compromisossuscritos por Venezuela y Colombia en el Pacto Andino; los de México con Esta-dos Unidos y Canadá, en el marco del Tratado de Libre Comercio de América delNorte (TLCAN) y por último, los de los tres países con la OMC.

El objetivo fundamental del Tratado es liberar el comercio recíproco con unadesgravación lineal y automática de los bienes originarios de los tres países en unlapso de diez años, con algunas excepciones (a una tasa de reducción del 10 porciento anual), particularmente en la rama de textiles, petroquímica y agricultura.

Este acuerdo no contempla avanzar más allá de la creación de la zona de librecomercio, ni considera dentro de sus estatutos la posibilidad de adhesión de otrosmiembros.

Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)

El TLCAN es una zona de libre comercio creada en 1992 y puesta en marcha apartir de 1994, entre México, Estados Unidos y Canadá, con miras a facilitar elintercambio comercial, particularmente en las ramas automotriz y textil, entre lospaíses miembro a través de un cronograma de reducción y eliminación de regu-laciones que ha sido llevado a cabo exitosamente. En efecto, para 1998 se habíaeliminado la casi totalidad de las restricciones arancelarias al comercio entre Esta-dos Unidos y Canadá. Para el año 2003 deberá suceder lo mismo para el intercam-bio de dichos países con México, aunque algunos aranceles pudieran permanecerhasta 2008.

El Tratado no solamente engloba la eliminación gradual de las barreras arancela-rias al comercio de bienes, sino que cubre también el intercambio de servicios, laprotección de la propiedad intelectual, la promoción de la inversión y el desarrollode infraestructura, particularmente en las áreas de transporte, telecomunicaciones y

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servicios financieros. Sin embargo, el mismo no contempla la coordinación depolíticas ni la adopción de un AEC.

Adhesión: El Tratado está abierto a cualquier país o grupo de países que deseeadherirse, bajo condiciones de aprobación interna. Para ello, se eleva la solicituda la Comisión de Comercio, paso que ya ha sido adelantado por Chile en 1996.

Problemas en la consolidación de la integración

El proceso de integración debe afrontar problemas de diversa índole. Particular-mente, en nuestro continente existen fuentes de conflicto que van desde la exis-tencia de demasiados acuerdos, hasta la excesiva disparidad entre los miembrosinteresados en impulsarla.

La configuración del actual sistema económico internacional contrapone dos ten-dencias que dificultan el avance del mismo: por un lado, la fuerte presión de laglobalización que obliga a abrir los mercados y las economías y exponerlas a lasfuerzas del mercado internacional; por el otro, la presencia cada vez más marcadade actores y factores regionales y subregionales con limitado alcance geográfico.Así, la economía mundial se debate entre la apertura global y el regionalismo y,dentro de éste, entre el regionalismo abierto y el regionalismo cerrado, en unmarco donde la globalización económica ha hecho menos gobernable la econo-mía mundial, y la ha tornado más vulnerable a los desequilibrios que puedanpresentarse en un mercado y región dados. Las crisis financieras de México y deAsia son prueba de ello.

La globalización implica la rápida y amplia difusión de producción, consumo,inversión y factores. Así, la economía internacional ha sufrido cambios al nivel decomercio entre economías nacionales interrelacionadas y economías mundialesintegradas. También los patrones de producción han sufrido estos cambios quehan obligado, tanto a ajustes hacia adentro como entre economías nacionales. Porsupuesto, en este nuevo esquema mundial surgen elementos (nuevos temas) aconsiderar, como lo son la atención del ambiente, el mercado laboral, la compe-tencia desleal, etc., que generan toda una normativa tendente a “equilibrar lasreglas de juego” en los acuerdos comerciales.

Sin embargo, a medida que aumenta la globalización, la competencia se hace másfuerte y los mercados tienden a integrarse, permitiéndose alianzas que favorecena las economías en particular, pero que pueden segmentar el mercado. En estesentido, es preocupante la proliferación de acuerdos regionales y el hecho de quelos mismos discriminen contra terceros países. Además, existen dudas en cuantoa la viabilidad de generalizar al resto del continente acuerdos cada vez más com-plejos y numerosos y en qué medida estas iniciativas parciales entrarán en conflic-to con la idea de la OMC de incentivar una zona de libre comercio que abarque

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la América toda para antes del año 2005 (TLCA), tal como se propuso en laCumbre Presidencial de las Américas, reunión que se llevó a cabo en Miami endiciembre de 1994, con la aprobación de 34 países.

Paradójicamente, a pesar de que la integración económica fue concebida con laidea de facilitar la inserción de los países en la economía internacional, tal comoconsta en los objetivos de la mayoría de los tratados firmados, los resultadosmuestran una mayor dinamización del comercio intrarregional, antes que delcomercio con terceros países. Efectivamente, durante los años 1990-1995, las ex-portaciones totales de América Latina y el Caribe crecieron a una tasa promediode 11,84 por ciento (8,95 por ciento en el hemisferio occidental), mientras que susexportaciones intrarregionales lo hicieron a una tasa promedio de 21,23 por cien-to (11,67 por ciento en el hemisferio). Igualmente, el comercio intragrupos crecióa una tasa superior a la del comercio con el resto del mundo. Así, las exportacio-nes de Mercosur y CAN hacia otros países del mismo grupo crecieron a una tasade 28,39 por ciento y 29,07 por ciento, respectivamente, contra el 8,49 por cientoy 4,44 por ciento promedio para sus exportaciones totales (cuadro 1).

Cuadro 1Exportaciones totales e intrarregionales de América (MM $)

1990 1991 1992 1993 1994 1995

América Latina y el CaribeExportaciones totales 121.480 119.628 124.944 149.008 174.668 212.600Exportaciones intrarregionales 15.885 18.768 23.518 27.058 29.936 41.600

Hemisferio OccidentalExportaciones totales 639.228 662.551 697.655 749.908 814.685 981.500Exportaciones intrarregionales 295.011 307.501 337.900 388.629 541.782 512.400

Comunidad Andina de NacionesExportaciones totales 31.299 29.416 28.352 33.471 38.900 1.312Exportaciones intrarregionales 1.312 1.769 2.210 2.929 3.264 4.700

MercosurExportaciones totales 46.837 46.323 50.911 55.285 62.950 70.400Exportaciones intrarregionales 4.127 5.103 7.214 9.423 10.735 14.400

NaftaExportaciones totales 544.915 569.862 599.877 648.075 723.913 848.700Exportaciones intrarregionales 226.273 233.672 254.668 296.578 347.826 390.200

Fuente: Banco Interamericano de Desarrollo.

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144 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

La propuesta de integración hacia afuera, entendiendo ésta como la capacidad dela región de explotar mercados externos en lugar de las limitadas potencialidadesque brinda el mercado regional (integración hacia adentro), más acorde con laidea de globalización, facilita la cooperación necesaria para conquistar mercadosexternos, probablemente más competitivos, resolver problemas externos, accedera avances tecnológicos y el aprovechamiento de economías de escala.

Aun cuando la integración natural que ocurre entre economías que ocupan unmismo espacio geográfico sigue siendo predominante, ésta puede compaginarcon la integración hacia afuera, siempre que sirva como elemento dinamizador dela misma. Sin embargo, si bien para muchos la idea del regionalismo es compati-ble con la del multilateralismo, este complejo tramado de acuerdos definitivamen-te complica las relaciones comerciales, especialmente para el caso de las econo-mías pequeñas, incapaces de mantenerse al tanto de la evolución del proceso yde la normativa que con él se genera. De allí la necesidad de desarrollar normasuniversales: un régimen global para un comercio global.

El avance hacia la integración en América no sólo puede verse imposibilitada porla multiplicidad de acuerdos, sino también por la no existencia de un criterioúnico hacia el cual encaminar los esfuerzos.

Por un lado, el Aladi1 surge con la idea de promover la integración económica enAmérica Latina, impulsando el establecimiento de uniones y asociacionesmultilaterales entre los países miembro y permitiendo a éstos suspender tempo-ralmente sus obligaciones con los demás miembros del Aladi, a favor del afianza-miento de sus relaciones con terceros, tal como lo hiciera México a raíz de suparticipación en el TLCAN. Así, el Aladi trata de imponer un cierto orden dentrode la complicada trama de uniones comerciales de América, buscando hacerconverger todos estos acuerdos bilaterales, plurilaterales y subregionales hacia ellogro de un futuro Mercado Común Latinoamericano. También ha sido sugeridoun tratado de libre comercio sudamericano (Alcsa), basado en las reglas que rigenel Mercosur y Aladi.

Por otro lado, como ya se dijo, en 1994 se presentó en Miami una propuesta paraencaminar los esfuerzos hacia el logro de un área de libre comercio que abarquela América toda (ALCA), para cuyo logro está llamada la Organización Mundial de

1 En 1960, con la firma del Tratado de Montevideo, se estableció la Asociación Latinoamerica-na de Libre Comercio (Aladi), con el objeto de eliminar las barreras comerciales entre lospaíses miembro. Este tratado fue reestructurado, lo que dio lugar a la Asociación Latinoameri-cana de Integración (Aladi), en agosto de 1980. Sus miembros son: Argentina, Bolivia, Brasil,Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. Al igual que algunosde los acuerdos ya revisados, éste da acceso únicamente a los países latinoamericanos.

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Comercio (OMC).2 Esta propuesta pone de manifiesto el interés por el regionalis-mo que ha adoptado Estados Unidos como parte de su actual política, aun cuan-do en realidad sólo se han estrechado lazos comerciales con México, quien por suparte ha ido concentrando su intercambio comercial con Estados Unidos en detri-mento de sus relaciones con los países latinoamericanos. De hecho, con la entra-da en vigor del TLCAN, México tuvo que dejar de lado lo establecido en el artículo44 del Aladi en cuanto a la extensión a los restantes miembros de la Asociación decualquier ventaja o privilegio alcanzado en sus negociaciones particulares conEstados Unidos y Canadá.

Así, los esfuerzos de integración no tienen aún un norte definido hacia el cualdirigirse, combinando anuncios que van desde comercio continental hasta blo-ques muy cerrados, pasando por acuerdos exclusivamente latinoamericanos eincluso suramericanos. Sin embargo, pareciera que la integración del hemisferiocomo un todo e, incluso, considerando solamente las economías más fuertes, estámuy lejos de ser realidad. Cabría pensar que el avance del Mercosur, por un lado,y del TLCAN por el otro, pudieran ir abonando el terreno, a través de la amplia-ción de la zona geográfica que los mismos abarcan, lo que facilitaría en un futurola conjunción de ambos. Sin embargo, ello no es muy sencillo. El proceso deadhesión al Mercosur es lento y actualmente sus países están enfrentando fuertesproblemas macroeconómicos. Por otro lado, habría que analizar cuán interesadopuede estar Estados Unidos en conceder a otros países el mismo trato otorgado aMéxico, y qué tan capaces son esos países de soportar una relación entre miem-bros tan desiguales, sobre todo si se toma en cuenta que solamente el primeroaporta más del 20 por ciento del producto total mundial, mientras que las diezrestantes economías más importantes del continente (incluyendo Canadá), distanmucho de alcanzar en conjunto el 10 por ciento del total.

Finalmente, los problemas económicos internos que deben afrontar la casi totali-dad de los países latinoamericanos son otro obstáculo en el avance de la integra-ción. La actitud de Latinoamérica hacia el comercio internacional ha dependidosiempre de la situación interna de cada país, siendo relegada a un segundo plano

2 La OMC fue creada en 1994, con el acuerdo de todos los siguientes países: Antigua,Argentina, Barbados, Belice, Brasil, Canadá, Colombia, Chile, Costa Rica, Dominica, El Sal-vador, Estados Unidos, Guyana, Honduras, Jamaica, México, Paraguay, Perú, RepúblicaDominicana, Santa Lucía, San Vicente, Las Granadinas, Suriname, Trinidad y Tobago, Uru-guay y Venezuela. Sus objetivos siguen la ruta marcada por su predecesor, el GATT, encuanto a la búsqueda de la liberalización comercial, favoreciendo la creación de zonas delibre comercio y las uniones aduaneras, y buscando establecer arreglos comercialesmultilaterales permanentes a través de una serie de rondas. Sin embargo, la OMC tiene uncarácter más amplio que el GATT, puesto que incluye no sólo el comercio de bienes, sinotambién servicios, inversión y propiedad intelectual.

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cada vez que la inestabilidad económica nacional amerita especial atención. Y losproblemas de inestabilidad, ya sea política o económica, siempre están presentes.

El proceso de integración abarca más allá de la liberalización comercial, quecomo dijimos, puede resultar difícil de coordinar. La integración requiere, ade-más, de la liberalización financiera, de la apertura al capital extranjero y, sobretodo, de estabilidad macroeconómica.

La primera es un hecho cierto. Los países se están abriendo al mercado internacio-nal como puente para el logro del desarrollo económico, a través de no sólo laeliminación de barreras arancelarias y paraarancelarias; también han adelantadouna fuerte política de promoción industrial, lo que le ha permitido a AméricaLatina ampliar su producción y exportación, perder el temor de lidiar en el merca-do internacional y poder pensar en alianzas y eliminación de barreras al libre flujode bienes. En cuanto a la apertura financiera, si bien es cierto que ésta puedecontribuir al logro de la estabilidad macroeconómica y el desmantelamiento debarreras al intercambio comercial, las débiles condiciones de este sector en lamayoría de los países latinos no han permitido avances en la misma y muchasveces las reformas emprendidas han desembocado en crisis financieras.

La apertura al capital extranjero también ha tenido que enfrentar, con poco éxito,una serie de inconvenientes basados en el poder de las transnacionales, ante laconcentración de las mismas en los mercados y países más atractivos, desplazandoa las demás industrias del sector y haciendo inequitativo el reparto de los beneficiosde la integración. Probablemente por este hecho, la inversión extranjera en AméricaLatina se ha visto prácticamente limitada al sector financiero que, si bien permitefinanciar déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, crea efectos negativosen los agregados monetarios, dada la volatilidad de estos capitales.

Existe consenso, y la experiencia así lo demuestra, que el proceso de integraciónpuede seguir adelante, lentamente, aun cuando no estén dadas las condicionespara el libre flujo de capitales extranjeros. Sin embargo ésta, no puede avanzar yescasamente podrá subsistir en condiciones de inestabilidad económica. Como yase dijo anteriormente, ante una situación macroeconómica desfavorable, los go-biernos deben aplicar (muchas veces involuntariamente) programas de estabiliza-ción que soslayan la apertura económica, son frecuentemente difíciles de conti-nuar y pueden desembocar en crisis más graves que las iniciales. La integraciónimplica también una mayor propensión al «contagio» con los problemas que en-frentan los socios comerciales. Así, los problemas que afectan a una o más econo-mías tienden a propagarse al resto de los países involucrados en la apertura.

La principal expresión de inestabilidad macroeconómica se manifiesta en el gradode variabilidad del tipo de cambio. En un contexto de alta inflación y elevadafluctuación de la paridad cambiaria, se hace imposible armonizar las políticasmonetaria, fiscal y cambiaria. Esta inestabilidad genera incertidumbre acerca de la

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evolución de los precios relativos, lo que implica mayores riesgos para la inver-sión, distorsión en la asignación de recursos entre bienes transables y no transablese inestabilidad financiera.

La magnitud de los efectos de la inestabilidad sobre los socios comerciales depen-derá del grado de integración que exista entre ellos y de la forma como los paísesreaccionen. Por un lado, a medida que el proceso de integración avance, la mayorapertura entre socios implica también mayor vulnerabilidad a cualquier alteracióninesperada de las principales variables macroeconómicas. De allí que dicha esta-bilidad sea tan importante: en los primeros estadios del proceso, su ausenciapuede revertir o detener el avance de la integración (como es el caso deCentroamérica); en las etapas finales, puede derrumbarlo arrastrando consigovarias economías. Por otro lado, mientras mayor resistencia opongan los países autilizar aranceles para compensar los efectos de la inestabilidad de uno de sussocios, mayor será la magnitud de los mismos.

La inestabilidad cambiaria en América Latina durante la década de los ochenta yparte de los noventa ha sido impresionante. Las principales economías de laregión, Brasil, México y Argentina, amén de otras economías como Perú y Bolivia,tuvieron que modificar, incluso varias veces, sus patrones monetarios en sus in-tentos por corregir los fuertes problemas inflacionarios y cambiarios que veníanpresentando. Chile ha logrado la relativa estabilidad de su moneda a costa de unarevaluación relativa de su poder de compra, mientras que Venezuela ha estadointentando diferentes esquemas cambiarios para tratar de controlar la fuerte ten-dencia devaluacionista de su moneda. El mismo Brasil ha visto regresar sus pro-blemas cambiarios a principios de este año.3

Como consta en el Acta Final de la Ronda de Uruguay, “La mayor estabilidad deltipo de cambio basada en unas condiciones económicas y financieras de fondomás ordenadas, ha de contribuir a la expansión del comercio, a un crecimiento ya un desarrollo sostenidos y a la corrección de desequilibrios externos”.4

Así, tasas de inflación y de cambio dentro de límites manejables son requisitosindispensables para la integración, y en ello coinciden los intereses nacionales ylos de la apertura económica. Los tratados de libre comercio constituyen sólo elprimer paso para la integración. Son los países miembro los encargados de gene-rar las condiciones para el avance del proceso, a pesar de los inconvenientes queinicialmente éste pueda generar en cada una de las economías individuales. Elcosto del aislamiento es siempre mayor.

3 En los siguientes capítulos se analizará la evolución de las principales variables macro-económicas de los países en estudio.4 Citado por SELA (1995d).

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148 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Situación socioeconómica interna

Las dos últimas décadas han sido para América Latina un constante reto parasuperar los desequilibrios que en su mayoría tuvieron origen en los años setenta.Durante este período, los países de la región han tenido que enfrentar y ensayardiferentes fórmulas para combatir tendencias crecientes en el nivel general deprecios, inestabilidad cambiaria, crisis financieras y desempleo, por citar sólo al-gunos, a la par de retomar el rumbo de la globalización. La dificultad que implicacorregir las distorsiones de las economías internas, reducir los problemas socialesy abrirse al resto del mundo, no le ha permitido a muchos de los países latino-americanos salir adelante con todos sus propósitos.

Para muchos, los años ochenta representaron un paso atrás en el proceso dedesarrollo económico de la región, una “década perdida”. El desalentador desem-peño de las economías de la región durante ese período puede atribuirse princi-palmente a desacertadas políticas externas: elevado endeudamiento y consiguien-te repliegue del financiamiento externo; desequilibrio interno, producto del pesode la deuda, lo que trajo consigo hiperinflación e inestabilidad cambiaria; tardíosensayos en cuanto a la orientación de la economía y efectos negativos de planesde ajuste, que obligaron a posponer la temática del desarrollo socioeconómico.

Durante los años noventa la mayoría de los países latinoamericanos han logradouna cierta recuperación económica, gracias a una relativa estabilidad macro-económica, un mayor dinamismo industrial (caracterizado tanto por la ampliacióncomo por la diversificación de las exportaciones) y a un mayor acceso a fuentesde financiamiento externo. Todos estos factores han ido de la mano con losadelantos en la integración económica, de la cual son, a la vez, causa y efecto.

Sin embargo, los problemas sociales siguen presentes, sin que los mismos hayanvisto significativas mejoras. Ello pone de manifiesto, por un lado, la ausencia depolíticas sociales, y por el otro, la desvinculación de las políticas económicas conlas realidades sociales de la región. Se dice que una buena política económicapuede ser también una buena política social, dado que el crecimiento establefavorece la reducción del desempleo, el aumento real de los salarios y la mayorrecaudación tributaria capaz de financiar el gasto social. Sin embargo, problemastales como la mayor equidad en la distribución de la riqueza y la mejora en lacalidad de vida de los ciudadanos deben ser focalizados a partir de apropiadaspolíticas sociales y no ser considerados un subproducto de políticas económicas.

Sociología de la región

La persistencia de la pobreza y la inequitativa distribución de la renta imprimensignificativos desniveles dentro y entre sociedades, dificultando la integración delas mismas. Una sociedad internamente no integrada tendrá menos posibilidades

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de encarar los fenómenos que surgen a partir de la globalización. Muchos econo-mistas ven con asombro cómo a pesar de que muchos países han logrado estable-cer equilibrios macroeconómicos, sus niveles de bienestar han disminuido e in-cluso han aumentado los índices de pobreza.

Algunos organismos, como el SELA y la Cepal, entre otros, han logrado identificaralgunas causas de la persistencia de los problemas sociales por encima de loseconómicos:

• La ausencia o indefinición de un proyecto social nacional. Lo social se confun-de muchas veces con lo político, sin que estén claramente definidas las respon-sabilidades en este campo. Más aún, las políticas sociales usualmente son im-provisadas y obedecen a particulares conflictos sociales.

• Uso regresivo del gasto social. El personal administrativo encargado de diseñar,aplicar y evaluar los programas no está capacitado y no existen los mecanismosadecuados para llevar a cabo el control de los proyectos a seguir.

• Desarticulación de los entes pertinentes. Hace falta un plan integral, donde laspolíticas sociales se diseñen tomando en consideración el contexto económico,y viceversa. La separación entre lo político, lo económico y lo social sólo puedehacerse con fines didácticos, buscando siempre al final la interrelación de laspartes. Como bien lo señala North, “lo económico”, “lo político” y “lo social”están tan estrechamente unidos que se debe crear una disciplina económico-política verdadera (North, 1993).

Principales indicadores sociales

A fin de visualizar la situación social de los países en estudio, y sin pretenderllevar a cabo un estudio profundo al respecto, se han tomado en cuenta lassiguientes variables que abarcan aspectos demográficos, de educación, de salud yalgunos indicadores económicos (cuadro 2). Salvo que se indique lo contrario, lasobservaciones corresponden al año 1995.

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150 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002C

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0.1

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J. Ramoni Perazzi, G. Orlandoni Merli / Principales uniones comerciales de… 151

Demografía:PO-RU: Población rural como porcentaje de la población total.DEN: Densidad poblacional medida como número de habitantes por kilómetro cuadrado.NAT: Tasa de natalidad en tanto por mil.MO-IN: Mortalidad infantil medida por cada 1.000 nacimientos vivos.EV: Esperanza de vida (años).Educación:AL-MS: Número de alumnos por cada maestro.ANA: Tasa porcentual de analfabetismo.ESC: Escolaridad como porcentaje de la población (1996).PR-ES: Número de años de estudios promedio para la población mayor de 25 años.Salud (1993):AC-AG: Porcentaje de la población con acceso al agua potable.ME-MH: Número de médicos por cada mil habitantes.CAL: Ingesta promedio diaria de calorías.Economía:PIBpc: Producto interno bruto anual per cápita, medido en dólares (1994).DES: Tasa porcentual de desempleo.GINI: Coeficiente de Gini de equidad en la distribución de la renta (1994).IDH: Índice de desarrollo humano.

(-): No disponible.Fuente: SELA. Cálculos propios.

Las mayores desigualdades entre países constituyen un obstáculo inicial al proce-so de integración, dado que los términos de los acuerdos no tendrán los mismosefectos sobre la población; los intereses pueden variar de una economía a otra yel nivel de sacrificio o de beneficio puede no ser el mismo en todos los casos. Delas naciones en estudio, Bolivia y Perú, seguidas de Colombia, se destacan comolas de mayor porcentaje de población rural, mientras que Venezuela muestra unpredominio de la población urbana como resultado del éxodo campesino induci-do por el boom petrolero de los setenta. Estados Unidos también muestra unaelevada tasa de población rural; sin embargo, ambas situaciones no son compara-bles. La población rural de los países latinoamericanos vive generalmente en condi-ciones muy por debajo de los estándares de la población rural norteamericana.

Las tasas de natalidad y de mortalidad infantil son en general muy altas, como seespera ver en los países en vías de desarrollo, y con mucha dispersión entre ellas,lo que denota marcadas diferencias no sólo de los países con respecto a EstadosUnidos, sino entre ellos mismos. Al respecto, destaca particularmente Bolivia, conuna tasa de mortalidad infantil cercana a 70 por ciento. Con respecto a la esperan-za de vida, la mayoría de las naciones rondan los 70 años, siendo nuevamenteBolivia la menos favorecida y la de mayor disimilitud, no sólo ante Estados Uni-dos, sino también frente al promedio de las naciones. De hecho, excluyendoEstados Unidos, los más altos niveles de esperanza de vida y bajas tasas de nata-lidad corresponden a Chile, Uruguay y Argentina (gráfico 2).

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152 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Gráfico 1Natalidad/esperanza de vida por país

Fuente: Cálculos propios.

En materia educativa se observan nuevamente grandes disparidades entre lasnaciones estudiadas, siendo Bolivia, Brasil, Perú y México los países de mayoresniveles de analfabetismo y, junto a Colombia y Paraguay, los de más bajos nivelesde población escolarizada. Como lo muestra el siguiente gráfico, Argentina, Chiley Uruguay son los países con menos problemas de analfabetismo y mayor prome-dio de años de escolaridad (gráfico 2).

Gráfico 2Analfabetismo/promedio escolar por país

Esperanza de vida

10,0

15,0

20,0

25,0

30,0

35,0

40,0

76

74

72

70

68

66

64

62

60

Tasa de natalidad (%)

URUGUAY

ARGENTINA

COLOMBIA

BRASILPERÚ

ECUADORPARAGUAY

MÉXICOVENEZUELA

CHILE

PR sin USA

BOLIVIA

Fuente: Cálculos propios.

Promedio de escolaridad

0,0

2,0

4,0

6,0

8,0

10,0

12,0

14,0

16,0

18,0

8,0

7,0

6,0

5,0

4,0

3,0

2,0

Analfabetismo (%)

URUGUAYARGENTINA

COLOMBIA

BRASIL

PERÚECUADOR

PARAGUAY MÉXICO

VENEZUELACHILE

PR sin USA

BOLIVIA

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J. Ramoni Perazzi, G. Orlandoni Merli / Principales uniones comerciales de… 153

En materia de salud, la situación no dista mucho de lo descrito hasta ahora. Lospaíses de más bajos recursos, como lo son Bolivia y Paraguay, cuentan con insu-ficientes servicios médicos, escaso acceso de la población al agua potable y, juntoa Perú, muy bajos niveles de ingesta diaria de calorías (gráfico 3).

El panorama social aquí descrito obedece obviamente a una situación económicano muy favorable. Por un lado, el producto interno bruto per cápita promediopara el grupo se ubica cerca de los 6.000 dólares anuales per cápita; el de Boliviaapenas alcanza la tercera parte de esta cifra, mientras el de Perú es poco más dela mitad. Destacan Chile, Argentina y México como los de mayor nivel de rentaper cápita. Sin embargo, aún ellos están muy por debajo de los casi 27 mil dólaresanuales per cápita para Estados Unidos (cuatro veces el promedio del grupo)(gráfico 4).

Gráfico 3Médico-habitantes e ingesta de calorías por país

Fuente: Cálculos propios.

Ingesta de calorías

0,0

1,0

2,0

3,0

4,0

3.400

3.200

3.000

2.800

2.600

2.400

2.200

2.000

Médico por 1.000 habitantes

URUGUAY

ARGENTINA

COLOMBIA

BRASIL

PERÚ

ECUADORPARAGUAY

MÉXICO

VENEZUELA

CHILE

PR sin USA

BOLIVIA

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154 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Gráfico 4PIB/desempleo por país

5 Para una revisión completa de la forma de cálculo del IDH y su valor para cada uno de lospaíses al nivel mundial, véase El estado del mundo (1998).

Fuente: Cálculos propios.

Finalmente, los coeficientes de Gini y el índice de desarrollo humano no hacensino corroborar la problemática social existente en la zona y la profunda dispari-dad entre los países en estudio. El coeficiente de Gini, como indicador del gradode equidad en el reparto de la renta, se espera sea lo menor posible. Sin embargo,este índice es muy elevado en el caso de Brasil, seguido de Colombia y Chile,superiores al promedio del grupo, ya de por sí demasiado grande. El IDH, por suparte, es un indicador compuesto que viene calculando las Naciones Unidas des-de 1990. El mismo trata de complementar la deficiencia presente en otros indicadorestradicionalmente utilizados, como es el caso del producto per cápita. Para ello, elIDH incorpora en el numerador tres elementos fundamentales: esperanza de vidaal nacer, nivel de instrucción y la renta per cápita, ponderados todos por igual. Esde esperar, por tanto, que un mayor IDH (con rango entre 0 y 1) es señal de unmayor nivel de bienestar socioeconómico. Para 1994, Canadá ocupaba la primeraposición al nivel mundial, con un coeficiente cercano a 1 (0,960), mientras que aEstados Unidos correspondió el cuarto lugar (0,942). De los demás países consi-derados en este estudio, sólo Chile (0,891) está entre los treinta primeros, precisa-mente en la posición número 30, mientras que Bolivia (0,589) es apenas el núme-ro 113.5 El gráfico siguiente resume en parte estas ideas.

Tasa de desempleo (%)

2000

4000

6000

8000

1000

0

18,00

16,00

14,00

12,00

10,00

8,00

6,00

4,00

2,00

0,00

PIB per cápita

URUGUAY

ARGENTINACOLOMBIA

BRASIL

PERÚ ECUADOR

PARAGUAY

MÉXICO

VENEZUELA

CHILE

PR sin USA

BOLIVIA

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Gráfico 5Coeficiente de GINI/IDH por país

Fuente: Cálculos propios.

Los indicadores aquí expuestos dan una breve referencia acerca del grado dedesintegración y desigualdad social entre los países latinoamericanos y entre éstosy Estados Unidos. La persistencia de la pobreza y la imposibilidad de alcanzar unamayor equidad distributiva seguirá entorpeciendo el proceso de integración delas sociedades y, por ende, el de la integración económica. Así, a los esfuerzospara el logro de la apertura económica deben sumárseles los esfuerzos para la noexclusión social, para lo cual se han propuesto diferentes fórmulas que involucranmejoras en la productividad, a fin de elevar el grado de competitividad de lasnaciones. Pero, ¿qué implica elevar la productividad? Esta idea es muy fácil dedecir, pero sumamente complicada de ejecutar. El incremento de la productividadincluye capacitación para el trabajo, inversión en capital humano desde el puntode vista de la educación y salud, además de desarrollo tecnológico y de estabili-dad en las principales variables macroeconómicas, principalmente inflación y tipode cambio.

El Estado debe tener una participación importante en el logro de estas metas,tanto a través de la implementación de acertadas políticas macroeconómicas comodel apropiado uso del gasto social. En promedio, los países industrializados des-tinan al gasto social cerca del 22 por ciento del PIB, mientras que en Latinoaméricael promedio está entre 5 y 10 por ciento y la mayoría de las veces repartidoinequitativamente, de tal manera que el mismo no llega a los estratos más bajosde la población. Así, la medida no es reducir el gasto social, sino hacerlo máseficiente.

Índice de desarrollo humano0,

4

0,45 0,

5

0,55 0,

6

0,65 0,

7

1

0,9

0,8

0,7

0,6

0,5

Coeficiente de Gini

BOLIVIA

PERÚ

PARAGUAY

ECUADORBRASIL

PR sin USA COLOMBIA

URUGUAY

MÉXICOVENEZUELA

ARGENTINACHILE

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Panorama económico general

La estabilidad económica es un elemento clave para el avance del proceso deintegración. Los problemas económicos que son causa y efecto de la inestabilidadmacroeconómica distraen los esfuerzos internos de integración de los países;desalienta a terceros a participar en el proceso por el temor, no mal fundado, averse afectados o “contaminados” por dicha inestabilidad; debilita las bases degrupos ya constituidos y, por supuesto, inhibe el avance hacia niveles más altosde integración, como es el caso de los mercados comunes y uniones económicas,los cuales requieren de la coordinación macroeconómica entre naciones.

El principal elemento dentro de la política macroeconómica es la gestión moneta-rio-financiera, la cual incluye el diseño y puesta en marcha de políticas destinadasa controlar las variables más volátiles, como son las tasas de inflación, de cambioy de interés. Si bien estas variables son determinantes en el comportamiento delos flujos monetario-financieros internacionales, la integración financiera no seráconsiderada en este estudio y nos limitaremos a analizar la situación macro-económica general, con énfasis en las variables monetarias, como elemento deter-minante en el proceso de globalización.

Las bases de la integración europea descansa en el logro de un régimen moneta-rio común, que permitiera dictar las pautas para el diseño de políticas macro-económicas en los países miembro de la unión. Este proceso partió del controlinterno de las variables macrofundamentales, el establecimiento de patrones oniveles básicos a alcanzar y la creación de condiciones necesarias para la puestaen marcha de un conjunto de políticas destinadas a alcanzar las metaspreestablecidas.

En este aspecto, el proceso de integración en América Latina tiene mucho caminopor recorrer, puesto que los países aún no alcanzan ni siquiera el control internode su situación económica. Más aún, como ya hemos venido hablando, existe unaserie de elementos que dificultan el camino de la globalización: la falta de consen-so, las profundas asimetrías socioeconómicas entre países y la presencia de pro-fundos conflictos internos, los cuales son sin duda prioritarios. He allí que laintegración latinoamericana, más que integración, es esencialmente una amplia-ción del comercio intrarregional. En lo que respecta a la falta de consenso novolveremos a hablar. Ya hemos dejado en claro que América Latina no vive unúnico proceso de integración, sino varios experimentos subregionales con carac-terísticas y objetivos particulares. Asimismo ya hemos resaltado las diferenciasque desde el punto de vista social existen entre los países en estudio. Revisemosahora la heterogeneidad interna desde el ámbito meramente económico.

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Como lo señala el SELA,6 el nuevo modelo de desarrollo de la región ante elproceso de globalización debe incluir:

• Modernización de las estructuras productivas

• Inversión en desarrollo social

• Análisis de la contribución del Estado al desarrollo

• Equilibrio macroeconómico

Situación interna por países: breve descripción

Argentina. En un ambiente de inestabilidad política, con continuos y abruptoscambios en la orientación de las medidas gubernamentales y excesivo nacionalis-mo peronista, Argentina comenzó desde los sesenta a manifestar fuertes proble-mas de balanza de pagos, que hicieron obligante la adopción de severos planes,diseñados inicialmente para favorecer el crecimiento hacia adentro.

La estanflación resultante de estos planes lleva al país a experimentar en 1978 suprimera apertura irrestricta a los fondos externos, abandonada posteriormente en1981, en un marco de fuertes corridas de capital, tras una larga serie demaxidevaluaciones regidas por la “tablita”.

En 1985 se pone en marcha el Plan Austral que, entre otras, contemplaba elcongelamiento de precios y el cambio de moneda de pesos a australes, en unaproporción de 1 por 1.000. Este plan, inicialmente, logró controlar la inflación,reduciéndola casi a cero, y reactivó la economía, mejorando además la balanza depagos. Pero, los reajustes introducidos en 1986, tales como incrementos de pre-cios, devaluación austral y control salarial, generaron un clima de descontentosocial que dieron al traste los logros alcanzados y dejaron tras de sí desequilibriosmás acentuados, un clima de hiperinflación (principalmente entre 1989 y 1990) yamplia dolarización de la economía.

La inestabilidad macroeconómica fue drásticamente reducida en la década actual,con la implementación del Plan de Convertibilidad en 1991 y el proceso de refor-ma estructural, con miras a desregularizar los mercados. En estas circunstancias serevirtió la dinámica de los capitales, que comenzaron a sentirse atraídos hacia elpaís, alivió presiones de deuda y detuvo la caída de los intereses reales y el alzade los precios. La proporción de argedólares en los portafolios fue impulsada porel establecimiento de un tipo de cambio fijo y la legalización del curso de cual-quier moneda, así como el anclaje nominal al dólar de una nueva moneda (elnuevo peso argentino, equivalente a mil australes), en una paridad de uno a uno.

6 SELA (1995). “Las nuevas pautas de la coordinación macroeconómica internacional”.

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Bolivia. El avance en el proceso de capitalización y la expansión de ciertos secto-res productivos, tales como servicios básicos, comunicaciones, hidrocarburos yconstrucción, le han permitido a Bolivia alcanzar un cierto nivel de crecimientodel producto cercano a 4 por ciento anual, principalmente hacia finales del perío-do. Esta expansión de la inversión obedeció en parte a la recuperación del ahorroexterno, con un considerable ingreso de recursos externos de corto y largo plazos.

La inflación tampoco fue problema para Bolivia. El bajo ritmo de crecimiento deprecios y la relativa estabilidad cambiaria obedecieron fundamentalmente a laspolíticas monetarias restrictivas prevalecientes. No obstante este favorable pano-rama, Bolivia presentó durante todo el período uno de los niveles más altos dedeuda externa como porcentaje del PIB.

Brasil. Los efectos adversos de la inestabilidad política que vivió Brasil desde lasdécadas de los sesenta a los ochenta, pudieron ser atenuados gracias a la conti-nuidad de las políticas a través de los diferentes regímenes, lo que le permitió alpaís llevar a cabo un modelo de sustitución de importaciones y prolongar suexpansión económica, con el apoyo de capitales extranjeros.

Pero fue precisamente su ambicioso plan de promoción de manufacturas, indus-trias pesadas y de bienes durables de los años sesenta, el que le dejó una fuertedeuda externa y elevada inflación. Se ensayaron diferentes políticas de estabiliza-ción y planes de devaluación como incentivo a las exportaciones, seguidos deprogramas de crecimiento hacia adentro que, si bien permitieron un aceleradocrecimiento económico, ahondaron los desequilibrios existentes y generaron pro-cesos hiperinflacionarios.

A principios de 1986 se implementa el Plan Cruzado que, entre otras cosas, con-templa la congelación de precios y reforma monetaria, sustituyendo el cruceiropor el cruzado real, en una proporción de uno por mil. En un principio, esteprograma logra reducir a un dígito la inflación y permite un mayor crecimiento dela economía, así como mejoras en su balanza de pagos. Sin embargo, la demandaagregada creció con mayor rapidez que el producto, lo que dio lugar a un déficitde oferta que fue compensado con importaciones y mayores impuestos al consu-mo, en lo que se llamó el Plan Cruzandinho.

Ese mismo año 1986 fue escenario de un tercer plan: el Cruzado II. Éste establecíaincrementos en las tarifas de los servicios públicos, elevación de las tasas deinterés a cifras de tres dígitos y más, minidevaluaciones y flexibilización gradualde precios. Como consecuencia de ello se generó de nuevo un proceso altamenteinflacionario, con acentuada pérdida de reservas internacionales, que obligaron amayores impuestos y congelación provisional de precios.

En la década de los noventa, Brasil intenta una política más amplia de estabiliza-ción, acompañada de planes de integración económica basados en el compromiso

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interno de mejorar y ampliar sus exportaciones. Para ello, reforma nuevamente sumoneda, introduciendo en 1993 el real, equivalente a mil cruceiros reales.

Chile. Chile es considerado como el país de Latinoamérica que aplicara con ma-yor éxito el más amplio y drástico programa de liberalización de la economía, noobstante la inestabilidad política de las décadas sesenta al ochenta.

Luego de una serie de intentos por corregir los desequilibrios macroeconómicosheredados de las divergencias políticas, frecuentes solicitudes de préstamos, ago-tamiento de la política de sustitución de importaciones y excesivo proteccionis-mo, a través de planes FMI que siempre desembocaban en una profundización delos mismos a pesar de su aparente efectividad inicial, en 1985 el nuevo gabinetede Pinochet propone e implementa un agresivo plan de ajustes que brindó por finlos resultados esperados. Este plan contemplaba, entre otros:

• Disciplina fiscal, con políticas fiscales restrictivas (para controlar la inflación) ypolíticas monetarias contractivas, con intervención de la tasa de interés.

• Estímulo a la inversión y a la exportación, con el apoyo del empresariadodoméstico.

• Devaluación constante y paulatina, que contribuyó a mejorar la balanza comercial.• Privatización.

Una vez alcanzada la estabilidad económica se dio inicio a la apertura del merca-do de capitales y a la liberalización del mercado financiero interno, amén delincentivo a la inversión directa extranjera.

En el ámbito de la política cambiaria chilena, ésta se ha caracterizado por unapermanente intervención gubernamental. Durante la década de los setenta seutilizó infructuosamente el tipo de cambio nominal para combatir la inflación;esta tendencia a la revaluación se detuvo en 1982, cuando se fijó el tipo decambio en 19,82 pesos por dólar. Entre 1983 y 1988 se mantuvo una paridadreptante, política que fue sustituida por la devaluación diaria en función del dife-rencial entre la inflación interna y la externa, para dar paso posteriormente a unabanda de fluctuación de 10 por ciento. En 1990 el tipo de cambio comenzó apresionar el piso de la banda, obligando al gobierno a realizar fuertes compras dedólares, optando por introducir ruido en el mercado cambiario a través de espo-rádicas devaluaciones seguidas de revaluaciones. La política de bandas y la ten-dencia a la apreciación se mantiene actualmente.

Colombia. El entorno político-económico de Colombia se ha caracterizado por lacontinuidad de las políticas a través de los diferentes gobiernos democráticos y laconvicción de la conveniencia de recibir capitales extranjeros, sujetos siempre aciertas restricciones. Ello le ha permitido alcanzar una tasa de crecimiento modes-ta pero constante, no obstante sus graves problemas de violencia de motivaciónpolítica, que ya han dejado de ser un fenómeno meramente rural.

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Sin embargo, su alta dependencia de los precios del café, primer rubro de expor-tación, le ha llevado a enfrentar ciertos episodios de inestabilidad macroeconómica,referidos a déficit fiscales y de balanza de pagos y desempleo. Estos desequilibriosse derivaron, en su mayoría, del programa de liberalización de importaciones yrevaluación de la moneda implementado entre 1979 y 1981, lo que mermó consi-derablemente sus reservas internacionales. En 1985 el gobierno logra retomar lasriendas de su economía a través de un programa de ajustes tipo FMI que, entreotras cosas, propició la devaluación del peso y, por ende, las exportaciones, tantocafetaleras como no tradicionales, mejorando con ello la balanza comercial. A suvez, la masiva entrada de capitales a partir de mediados de 1990 elevó sus reser-vas y mejoró la cuenta capital. Sin embargo, este flujo tuvo que ser controladodebido a los efectos monetarios negativos que comenzaban a manifestarse.

La orientación de Colombia es, desde 1990, la apertura comercial a través de unaprograma de internacionalización y modernización de su economía, en un marcode reformas estructurales y ajustes macroeconómicos, con énfasis en el control dela inflación. Su política cambiaria está enmarcada en una fluctuación intervenida.

Ecuador. La economía ecuatoriana sufrió las secuelas de los problemas económi-cos de principios del período: inestabilidad en el mercado cambiario, altas tasasde interés, una difícil situación de las finanzas públicas y debilidades del sectorfinanciero. Si bien las autoridades lograron controlar los efectos negativos dealgunos de estos factores adversos y los indicadores comenzaron a mejorar, eldesempeño de la economía hacia al final del período no fue favorable, ya que seagregaron la incertidumbre política y el descontento social. Esta situación se refle-jó en un bajo dinamismo del producto, con una ligera declinación de la inflación,acompañada de una moderada depreciación de la moneda a raíz del incrementode la demanda de divisas, alimentado por expectativas desfavorables, déficit fiscaly pérdida de reservas internacionales.

México. México se presenta como uno de los países latinoamericanos con mayorestabilidad política, no obstante las presiones de la guerrilla, cuya economía halogrado mantenerse dentro de lo que podría definirse como un desarrollo estable,caracterizado por una moderada pero sostenida tasa de crecimiento y baja infla-ción. Pero para lograrlo, recurrió muy frecuentemente al financiamiento externo,cuya composición ha variado a lo largo del tiempo, tornándose cada vez másriesgoso.

Los flujos que inicialmente emigraron al país provenían en su mayoría de inver-sión extranjera directa, lo que le permitió desarrollar un amplio aparato industrialorientado hacia la sustitución de importaciones. El cambio de las concepcionespolíticas hacia la promoción de la inversión nacional durante los setenta, frenóestos flujos. Este hecho, aunado al fácil acceso a los préstamos europeos, dioinicio en México a una larga historia de desequilibrios fiscales y de balanza de

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pagos, que condujeron a procesos inflacionarios y devaluaciones (pero con tasasde interés reales positivas), que si bien nunca alcanzaron las magnitudes de las deBrasil y Argentina, significaron mucho para un país acostumbrado a mantener susvariables macroeconómicas bajo control.

La masiva fuga de capitales que los desajustes generaron, logró ser controlada porlas políticas monetaria y cambiaria de 1983-1987 e incluso se revirtieron en 1989,cuando México se convierte en un importador de capitales externos por excelencia.Estos nuevos capitales ya no estaban orientados exclusivamente a la inversión di-recta, sino que una mayor proporción se destinó a inversiones de cartera y especu-lación, lo que colocó al mercado de valores de ese país entre los más importantes.No fue sino hasta finales de 1994, que la combinación del aumento de las tasas deinterés internacionales y la incertidumbre entre los inversionistas debido a ciertosfactores políticos y económicos, provocaron una considerable reducción de lasreservas internacionales por la salida de los capitales golondrina.

Así, la tendencia creciente del tipo de cambio mexicano no ha sido sino un reflejode los desajustes experimentados en balanza de pagos y que lo llevaron a mante-ner desde 1982 hasta 1991, un régimen de cambio dual, con deslizamientos pro-gresivos o esporádicos controlados. En 1993 se modifica el sistema monetario,introduciendo una nueva moneda (nuevos pesos) en una proporción de 1 por1.000 y se deja fluctuar el precio de la divisa en una banda de 9 por ciento.

Paraguay. La economía paraguaya parece haber resentido poco los efectos de lacrisis financiera argentina. El dinamismo que el Mercosur pudo aplicar al produc-to de Paraguay se vio afectado por condiciones climáticas desfavorables en ciertosaños del período (principalmente en 1996), lo que permitió un bajo de nivel decrecimiento promedio. Asimismo, los sectores industria manufacturera, comercioy servicios básicos no presentaron mayor dinamismo.

Paraguay tampoco experimentó fuertes problemas inflacionarios. Más aún, las me-joras de la recaudación impositiva y el control del gasto público facilitaron situacio-nes superavitarias de sus cuentas públicas, acompañadas de una ligera apreciacióndel tipo de cambio, favorecidas a su vez por la captación de importantes contingen-tes de recursos externos e incrementos en sus reservas internacionales.

Perú. En medio de fuertes problemas políticos y sociales, la evolución que laeconomía peruana presentó durante el período está caracterizada por uno de losmayores desequilibrios, tanto al nivel real como monetario. Fuertes caídas en elcrecimiento del producto fueron a su vez compensadas con también elevadaspero inconstantes tasas de crecimiento del mismo, lo que resultó en una reduc-ción del producto del orden de 13 por ciento durante la primera mitad de losnoventa, con respecto al decenio anterior, período durante el cual había venidocreciendo a una tasa promedio anual de 6 por ciento. Esta situación, fiel reflejodel recalentamiento de la economía, obligó a la aplicación de combinaciones de

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políticas monetarias y fiscales restrictivas que permitieron cierta recuperación eco-nómica hacia finales del período estudiado, orientándose fundamentalmente ha-cia la reducción del elevado déficit de balanza de pagos. La expansión de lasexportaciones fue probablemente el motor fundamental que contribuyó a la recu-peración de la economía peruana, compensando además la caída en la ya escasademanda interna.

Medidas similares debieron ser aplicadas exitosamente a principios de los añosnoventa, a fin de controlar la hiperinflación entre 1988 y 1991 y los problemascambiarios que de ella derivaron. El ingreso de recursos externos, producto de laamplia captación de capitales foráneos para la inversión fija, le permitió al Perúrecomponer sus niveles de reservas internacionales y estabilizar su moneda. Sinembargo, los problemas de desempleo estuvieron presentes a lo largo de todo elperíodo, con tendencia a profundizarse.

Es importante destacar el precedente que marcó Perú en 1996, cuando alcanzó lacasi total reprogramación de su deuda con la banca comercial en el marco delPlan Brady. Ya en julio había reestructurado sus compromisos con el Club deParís, después de varios años de moratoria.

Uruguay. El mejor desempeño de la actividad económica en Argentina y Brasilinfluyeron positivamente en sus menores socios comerciales del Mercosur. Particu-larmente, Uruguay experimentó a lo largo del período una tendencia hacia laexpansión sostenida del producto (entre 3 y 5 por ciento anual), comportamientoeste que sólo parece haber sido afectado por la crisis de capitales de Argentina en1994. De esta manera, Uruguay logró crecer 14 por ciento durante los primerosseis años de los noventa, con respecto a la década anterior, basando su desarrolloen la expansión de las exportaciones y de la inversión, así como en un moderadopero estable incremento de la demanda interna.

No obstante esta situación, los precios mantuvieron una tendencia creciente cer-cana a 20 por ciento anual, debido probablemente a la expansión monetariaimplementada para financiar el déficit fiscal de los últimos años del período. Laapreciación real de la moneda brasileña tuvo un impacto negativo sobre la divisauruguaya, presionándola hacia la devaluación. Sin embargo, la paridad frente aldólar se mantuvo casi invariable debido al ajuste de las bandas cambiarias confor-me el ritmo de crecimiento de los precios.

Venezuela. A raíz del boom petrolero de 1973 y, principalmente de 1979, que leinyectó al país grandes cantidades de recursos cuando ni el gobierno ni los em-presarios estaban en condiciones de manejarlos, Venezuela se sumergió en unproceso de desajustes económicos que persisten hoy día.

Inicialmente, los desequilibrios que comenzaban a manifestarse no fueron atendi-dos, e incluso se ignoraron, ante la afluencia de capitales y las expectativas de un

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mercado petrolero con precios crecientes. Es así, que durante los años setenta yprincipios de los ochenta, el principal problema que experimenta el país es unacreciente deuda externa, tanto pública como privada, adquirida a objeto de llevara cabo grandes planes de inversión que, en su mayoría quedaron inconclusos oresultaron inoperantes. La expansión de la base monetaria resultante no produjoefectos inflacionarios, debido a los controles y subsidios, ni tampoco tuvo efectosreales, debido al incentivo a importar y al desestímulo de la exportación no petro-lera, ante un tipo de cambio fijo sobrevaluado. Esta estabilidad ficticia también sereflejó en las tasas de interés. Al caer los precios del crudo en el mercado interna-cional y agotarse los recursos disponibles, los desequilibrios represados comien-zan a manifestarse, principalmente a partir de 1989, e intentan ser corregidos através de diferentes programas de ajuste bajo la dirección del FMI.

En materia cambiaria, Venezuela ha experimentado una amplia gama de políticas,buscando corregir las presiones al alza en el precio de las divisas. Luego de lamaxidevaluación de 1983, tras varios años de fuga de capitales y de un tipo decambio fijo, se establece un régimen trial en el que coexisten tres tipos de cambio:dos de ellos para importaciones prioritarias y pagos de deuda, y un tercero libre,lo que introdujo una serie de distorsiones en el mercado cambiario.

El año 1994 fue un año que pudiera catalogarse de ensayo para la política cambiariade nuestro país, dada la rapidez con que fueron implementadas y posteriormentederogadas diferentes medidas que pretendieron controlar el deterioro aceleradoque nuestra moneda venía experimentando, aun antes de 1989.

El régimen de crawling peg, que fuera adoptado desde octubre de 1992, con el finde frenar la tendencia especulativa que había generado la liberación cambiaria de1989 en un clima de fuertes presiones inflacionarias y expectativas devaluacionistasy que consistía en pequeñas devaluaciones (entre 10 y 15 céntimos diarios) suce-sivas anunciadas en función del diferencial inflacionario, fue sustituido el 29 deabril de 1994 por un esquema de subastas que entró en operación el 4 de mayo,partiendo con un TC de 118,2 bolívares por dólar.

Según este nuevo esquema, el Banco Central de Venezuela adjudicaba a los ban-cos un porcentaje de las divisas solicitadas por éstos, estableciendo un precio decotización equivalente al promedio ponderado de los precios ofrecidos por lasinstituciones financieras participantes en la subasta. Tal medida, que fue vistacomo un control de cambio encubierto, no tardó en revelarse inoperante, lo quepropició el surgimiento de un mercado paralelo con un precio para la divisa hasta20 bolívares por encima del de subasta. Por esta razón, fue modificada apenasveinte días después de su implementación.

El nuevo esquema, también de subasta, permitía que el precio del mercado para-lelo fuese el marcador para la cotización de divisas, sobreviniendo una rápida yacentuada devaluación del TC, que llevó el precio de la divisa más allá de los 200

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bolívares por dólar. Ante estas circunstancias, el gobierno, luego de intentar inter-venir en el mercado expandiendo la oferta de dólares, con lo que logró reducirficticiamente el precio del dólar a 180 bolívares, se vio obligado a establecer defacto un control de cambio y fijar el TC en 170 bolívares, circunstancia que semantuvo hasta diciembre de 1995, cuando nuestra moneda fue objeto de unanueva devaluación, esta vez a 290 bolívares por dólar. En 1996 se deja al tipo decambio fluctuar dentro de una banda, alcanzando ese mismo año el techo de lamisma y manteniéndose esta presión hasta el presente.

En lo que respecta a las tasas de interés, el programa económico global de 1989acabaría con la tradicional regulación directa de las tasas de interés por parte delBanco Central de Venezuela. Dicho programa de ajuste estructural contemplaba,entre otros, la liberalización de las tasas de interés, lo cual fue llevado a cabo enun ambiente de fuertes desequilibrios y expectativas desfavorables en torno alfuturo económico y político del país, circunstancia que derivó en un debilitamien-to del sistema financiero y en la profundización de los desequilibrios macroe-conómicos que este programa debía corregir.

Las expectativas en torno a la evolución del mercado cambiario y de la inflaciónanunciados por el elevado déficit fiscal y los problemas de balanza de pagos,propiciaron una desenfrenada carrera por parte de las instituciones financieraspor captar recursos, impulsando un alza progresiva de las tasas de interés nomi-nales, las cuales pasaron de 28,9 por ciento promedio en 1989 a 53,75 por cientoen 1993, lo que, en un clima de escasa supervisión, puso en peligro la estabilidaddel sistema mismo e hizo inevitable la caída de algunos bancos.

Lo elevado de estas tasas agudizó el proceso inflacionario, tornándolas negativasen términos reales. La rentabilidad ofrecida internamente se hizo inferior a la delos depósitos en Estados Unidos, desincentivando el ahorro en moneda nacionaly propiciando la colocación de capitales en el exterior, amparada por la políticade libre cambio existente para el momento, lo que acentuó aún más el deterioro denuestra moneda. Se genera un círculo vicioso en el que el crecimiento del tipo decambio, producto del reflejo de estas presiones en el mercado cambiario, con-tribuye a expandir aún más los precios, dado el alto componente importado delos insumos para la producción nacional o el consumo directo, lo que a su vez setraduce en mayor devaluación.

Análisis macroeconómico general

El análisis de la situación económica de los países involucrados en el estudioincluye datos acerca de las principales variables económicas para el período 1988-1997 (cuadro 2). Dichas variables son:

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PIB: Tasa de variación porcentual del producto interno brutoIBF: Inversión bruta fija como porcentaje del PIBTDES: Tasa de desempleo (por ciento)IPC: Tasa de variación porcentual del índice general de precios al nivel delconsumidorDEFF: Déficit fiscal como porcentaje del PIBININ: Índice de intercambio comercial medido como la relación entre la tasa deinflación doméstica y la de Estados Unidos.CCTE: Saldo en cuenta corriente (millones de dólares)CCAP: Saldo en cuenta capital (millones de dólares)DEXT: Deuda pública externa como porcentaje del PIBM2: Tasa de variación de la liquidez monetariaTIRP: Tasa de interés real pasiva promedio (por ciento)AHN: Ahorro nacional como porcentaje del PIBAEX: Ahorro externo como porcentaje del PIBREINT: Tasa de variación de las reservas internacionalesTC: Tasa de variación del tipo de cambio.

El paso de la simple apertura comercial a la integración requiere estabilidadcambiaria y ésta, a su vez, está ligada con la situación macrogeneral. El ahorrointerno es la principal fuente de desarrollo, ya sea porque brinda los recursosnecesarios para emprender los planes de inversión, como porque sirve de refe-rencia para las decisiones de inversión extranjera. Al nivel mundial, América Lati-na tiene una de las tasas de ahorro interno más bajas del mundo –cerca del 18 porciento del PIB (similar a la del grupo estudiado)–, contra, por ejemplo, 38 porciento en Asia. Particularmente, Chile muestra la más elevada tasa de ahorronacional (AHN), superior al 26 por ciento en promedio para el período, seguidode Colombia (23,4 por ciento del PIB) y Brasil (21 por ciento); el último escalafónes para Bolivia, con apenas 9,2 por ciento del PIB destinado al ahorro. Al nivel degrupos, el G-3 es la agrupación con mayor nivel de ahorro nacional, cerca del 21por ciento del PIB (cuadro 3).

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Cuadro 3Principales promedios por país

País PIB IBF TDE IPC DEFF DEXT M2 TIRP AHN REIN TC

Argentina 3.3 20.9 10.5 677.0 -1.9 38.3 359.7 -2.2 18.4 24.1 79.5

Bolivia 4.0 14.4 6.1 12.6 -4.1 69.2 15.7 7.9 9.2 39.0 9.6

Brasil 1.9 20.9 4.9 956.2 -1.1 28.3 813.4 22.6 21.0 25.1 486.2

Chile 7.6 26.2 6.2 13.5 1.7 49.5 27.4 5.7 26.1 29.8 6.8

Colombia 4.0 20.5 10.2 24.2 -0.7 37.7 29.3 5.2 23.4 18.7 17.1

Ecuador 3.9 20.0 8.3 43.4 -1.6 103.2 46.4 0.5 16.2 58.3 39.3

México 3.0 18.9 3.8 24.3 -1.7 44.2 32.2 2.8 19.2 46.7 15.2

Paraguay 3.4 21.4 5.6 18.3 0.7 26.3 27.6 7.7 9.9 16.8 8.6

Perú 1.2 24.2 8.5 550.9 -0.9 49.8 618.0 -107.0 19.7 329.1 746.3

Uruguay 3.1 13.8 9.7 60.0 -0.9 71.6 53.4 -2.7 13.2 67.5 46.8

Venezuela 2.8 17.1 9.5 53.0 -1.7 66.9 39.9 -9.5 19.3 67.6 48.1

Fuente: Cálculos propios.

Por su parte, la inversión interna en capital fijo (IBF) en los países de la región,ronda el 20 por ciento del capital fijo, siendo Uruguay (13,8 por ciento) y Bolivia(14,4 por ciento) los de menor porcentaje del PIB destinado a este rubro, encontraposición con Chile (26,2 por ciento) y Perú (24,2 por ciento). Mercosurdestaca como la organización con mayor nivel de inversión interna bruta. Sinembargo, la inversión interna como fuente de financiamiento del desarrollo debeser complementada por la inversión extranjera. Lamentablemente, cerca del 75por ciento del capital extranjero que recibe América Latina llega con fines especu-lativos, lo cual, antes que contribuir al proceso de desarrollo, conlleva fuertesdesequilibrios macroeconómicos. La inversión extranjera sólo puede ser atraídahacia la formación de capital en una situación de estabilidad económica.

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Sin embargo, la situación macroeconómica general de los países en estudio pre-senta una considerable mejoría a lo largo del período analizado, sin que ellopueda atribuirse directamente a su participación en las diferentes agrupaciones.Efectivamente, dentro del Mercosur (ampliado, incluyendo Chile), el PIB creció auna tasa promedio de 3,9 por ciento, superior a la de la CAN y G-3, destacandoChile con una tasa de 7,6 por ciento promedio. Por su parte, Perú experimentó lamayor caída en la tasa de crecimiento del PIB, llegando ésta al 12,9 por ciento en1989. Sin embargo, la misma fue compensada en 1994 con un crecimiento cerca-no al 14 por ciento.

Si bien como se dijo, la tasa de inversión en capital fijo es relativamente baja, sutendencia es creciente. Particularmente destaca el caso de Perú, con una inversiónpor el orden del 29 por ciento del PIB durante el período 1994-1997. De losgrupos considerados, Mercosur cuenta con el menor porcentaje promedio dedéficit fiscal (0,3 por ciento); los mayores problemas al respecto han sido enArgentina y México, si bien se han logrado grandes mejoras a raíz de laimplementación de los fuertes controles como parte de la política antiinflacionaria.Chile, por su parte, ha logrado mantener una posición superavitaria de aproxima-damente 1,7 por ciento del PIB a lo largo del período.

Los problemas de deuda externa han estado presentes en todos estos países, aligual que en la casi totalidad de las naciones latinoamericanas. Particularmente,en la CAN el porcentaje promedio del PIB comprometido por la deuda es del 65,4por ciento, y dentro de éste, Ecuador ha llegado a superar el 100 por ciento. Eldesempleo, por su parte, parece ser un problema prevaleciente en toda la subregión,ubicándose en el 8,5 por ciento promedio en la CAN, 7,8 por ciento en el G-3 y7,4 por ciento en el Mercosur. Particularmente, Argentina experimentó el nivelmás alto en 1996 con 17,2 por ciento.

Así vemos que la inestabilidad macroeconómica es uno de los principales impe-dimentos para el avance económico de las naciones latinoamericanas y su inser-ción en el proceso de globalización. De hecho, si tomamos en cuenta la experien-cia europea, el primer paso fue el establecimiento de políticas internas tendentesa estabilizar el tipo de cambio, las tasas de interés y las tasas de inflación enniveles preestablecidos. América Latina, además de la búsqueda del control deestas variables, debe hacer frente a sus propios desequilibrios estructurales.

De las organizaciones estudiadas, sólo Mercosur se propone llegar a consolidaruna unión económica, lo cual amerita la coordinación de políticas macroeconómicasentre los países miembro. Si consideramos que es precisamente esta agrupaciónla que parece estar llamada a liderar el proceso de integración de Suramérica,entonces el problema de la estabilización económica adquiere mayor importan-cia. Nuevamente, el interés de los gobiernos por la coordinación de políticasdepende de su situación interna. Los países con mayores problemas cambiarios,

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de inflación y de balanza de pagos tienen mayor interés por dicha coordinación,pero a su vez tienen menor poder para influir sobre ellas.

Los problemas cambiarios tienen un impacto generalizado en los flujos monetarios(y financieros), que se extienden rápidamente a los demás sectores de la economíay pueden afectar las naciones vinculadas. La mayoría de los países en estudio hantenido durante la década de los ochenta y noventa graves problemas con el controldel tipo de cambio, problemas estos que en algunos casos persisten hoy día. Tal esel caso de la crisis brasileña a principios de 1999 y la persistente presión hacia ladevaluación del bolívar en Venezuela. Los diferentes regímenes cambiarios adopta-dos durante el período estuvieron determinados por la situación de balanza depagos, inflación y panorama económico en general. Si bien el tipo de cambio fijoprevaleció durante los ochenta, se experimentaron todo tipo de políticas cambiarias.El caso más extremo fue el de Venezuela que entre 1992 y 1996 ensayó diferentespolíticas cambiarias, tales como deslizamiento diario controlado, subastas, controlescambiarios y fijación de bandas (Ramoni y Orlandoni, 1998). Países como Argenti-na, Perú, Brasil y México tuvieron, incluso, que modificar sus signos monetarios yreajustar sus patrones cambiarios, debido a profundos problemas inflacionarios quepor supuesto tuvieron su impacto en las tasas de interés.

Los cuadros 2 y 3 muestran cómo las tasas de variación del tipo de cambio (TC) sesitúan alrededor del 85,7 por ciento, con una amplia dispersión. En efecto, mien-tras Perú y Brasil llegaron a tasas de inflación de hasta cuatro dígitos y, por ende,profundas devaluaciones, Chile y Bolivia, ya habiendo recuperado relativamentesu estabilidad, apenas devaluaron en menos del 10 por ciento durante el período.Al nivel de grupo, Mercosur es quien obviamente muestra los mayores índices deinflación y devaluación, tanto a consecuencia de la crisis de Brasil como por losefectos finales de la crisis argentina.

Comparando estos resultados con el comportamiento de las variables en EstadosUnidos para el mismo período, se observa que si bien la unión americana muestramás bajos niveles de crecimiento del PIB, menor porcentaje del mismo destinadoa inversión fija y más alto déficit fiscal, también es el país con menor nivel prome-dio de inflación (apenas 3 por ciento), muy baja proporción del PIB comprome-tido en deuda (10,4 por ciento), baja expansión monetaria (apenas 3,6 por cientopromedio) y una de las tasas de interés reales positivas más bajas, pero estable.He aquí de nuevo uno de los factores que se han venido estableciendo comobase fundamental del proceso de crecimiento e integración, como lo es la estabi-lidad de los agregados económicos, y al respecto, Estados Unidos muestra lasmenores tasas de fluctuación en la mayoría de ellos.

Recientemente, los países han venido adoptando esquemas cambiarios más libe-rales que van desde libre fluctuación, hasta ajuste entre bandas, a fin de mantenerla competitividad de sus productos en los mercados internacionales. Pero aún

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existen dudas en cuanto a qué tan libres estén fluctuando estos mercados y quétan estables sean realmente. Lo que sí está claro es que mientras estén presentesproblemas de este tipo, las posibilidades de integración se verán limitadas por eltemor de las restantes naciones a verse afectadas por los efectos de dichosdesequilibrios, cuyo impacto dependerá de cuán avanzado esté el proceso deintegración.

Análisis estadístico

La simple comparación entre países del comportamiento promedio de variablessólo permite una idea general acerca de la situación de los mismos y algunareferencia sobre diferencias y similitudes entre ellos. Sin embargo, este trabajobusca ir más allá y trata de determinar (si existen) las condiciones necesarias a finde clasificar los países en los diferentes grupos económicos y, por ende, determi-nar las agrupaciones naturales a las que estas condiciones podrían dar origen,como un indicador de las posibilidades de profundización en el proceso de inte-gración de América Latina.

Lo hecho hasta ahora es simplemente dibujar un panorama de la situación en quese encuentran los países desde el punto de vista socioeconómico y de los acuer-dos signados entre ellos. Se requiere ahora del análisis de la estructura interna delos datos considerados, a fin de determinar las relaciones entre las variables quepermita, tanto la clasificación de las mismas como la de los países a los quepertenecen. Para ello, se recurre aquí a herramientas de estadística multivariante,tales como análisis de componentes principales, análisis de correspondencias yanálisis cluster. Asimismo se lleva a cabo la revisión de la estructura comercial delos diferentes países y grupos, a fin de contrastar sus vocaciones de comercio y suefecto sobre el proceso de integración.

Análisis de la estructura de datos

Análisis por países

La principal aplicación del análisis de componentes principales es reducir el nú-mero de variables y determinar la estructura de relación entre ellas, lo cual partedel análisis de la correlación entre variables y su variabilidad. A tal efecto, si bienla correlación entre las variables es en general significativa, su variabilidad esmayor que la deseada. En efecto, existe una excesiva volatilidad, principalmenteentre las variables monetarias, a lo largo del período en estudio. Si bien esto erade esperarse, debido a los fuertes problemas para controlar la inflación y el tipode cambio en muchos de los países considerados, la elevada varianza de estasvariables obligó a la exclusión del tipo de cambio en algunos de los análisis quese muestran a continuación, debido a la distorsión que incorpora al estudio. Dicha

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exclusión será indicada en su debido momento. Asimismo cabe destacar que amenos que se indique lo contrario, Estados Unidos no se incluye en el análisis.

El análisis de componentes principales nos muestra cuatro componentes funda-mentales que explican poco más del 60 por ciento de la varianza total de lasvariables.7 El primero de ellos, con una capacidad explicativa del 21,2 por ciento,es un componente de crecimiento y estabilidad, que contrapone las variables demayor fluctuación a lo largo del estudio, tipo de cambio, índice de precios, liqui-dez monetaria y reservas internacionales, con variables reales como lo son el PIB,la inversión, el déficit fiscal y el ahorro. Este resultado muestra que a mayorvolatilidad de precios y tipo de cambio, mayores dificultades para encaminar laeconomía hacia el crecimiento del producto, el estímulo de la inversión y delahorro, lo que se traduce en déficit fiscales y, por ende, una menor capacidad decompetitividad en el mercado mundial.

El segundo componente explica el 17,3 por ciento de la varianza total. En él secontraponen deuda externa, con ahorro nacional e índice de intercambio, funda-mentalmente, con lo que podría definírsele como un componente de comercioexterior y formación de capital. De esta forma, países con alto ahorro interno einversión tienen también alto índice de intercambio y bajos niveles de deuda. Eltercer componente, por su parte, participa explicando el 13,5 por ciento de lavariabilidad y contrapone elementos de balanza de pagos: cuenta capital con cuen-ta corriente y deuda externa. Igualmente opone ahorro externo versus ahorro inter-no y desempleo, por lo que se le puede definir como un componente de balanza yestructura de ahorro. Así, países con elevados saldos superavitarios de cuenta co-rriente y ahorro nacional parecen tener bajos niveles de ahorro externo, mayoresdéficit en cuenta capital y tasas de desempleo moderadamente altas. El cuarto de loscomponentes considerados explica algo más del 9 por ciento de la variabilidad totaly en él se contraponen principalmente tasas de interés y nivel de precios.

Analizando la evolución de los países en el primer plano factorial y considerandolos años extremos del período en estudio, observamos que durante 1988, paísescomo Argentina, Perú, Brasil, que originalmente presentaban bajas tasas de creci-miento, elevados niveles de inflación, inestabilidad cambiaria, pérdida de reservasy fuertes desequilibrios monetarios, pasaron a ser países con alta tasa de creci-miento y estabilidad económica, comportamiento este que pudiera atribuirse alcreciente intercambio comercial, entre otros. Para ese mismo año, Colombia, Pa-raguay, Ecuador y Venezuela mostraron un comportamiento promedio, sin mayo-res desequilibrios. Así, para el año 1997, sin embargo, la estructura macroeconómicaentre Brasil, Argentina, Chile, México, y si se quiere Perú y Colombia, es más

7 Todos los cuadros y gráficos de los análisis correspondientes a este capítulo están disponi-bles a solicitud del lector, contactando a cualquiera de los autores.

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similar entre sí, con mayores niveles de crecimiento del producto, aunque tam-bién con mayor movimiento en su cuenta capital de balanza de pagos. Esto seexplica por el logro de la estabilización monetaria de dichas naciones con respec-to a su situación en el año 1988, y la mayor utilización de estos países comodestino de capitales foráneos. Dentro del marco analizado, sólo Venezuela pareceempeorar su situación, ubicándose en 1997 en un plano de mayor desempleo ymayor inestabilidad monetaria con respecto a 1988. La similitud en la estructurade las variables entre Argentina, Brasil, Perú y Chile, por un lado, y entre Venezue-la, Ecuador, Colombia y Bolivia por otro, se mantiene generalmente para los añosconsiderados, sobre los restantes componentes principales.

Ubicando los países en el segundo plano factorial, se observa que éstos tienen uncomportamiento similar en el tercer componente, a excepción de Venezuela yBrasil en 1997 y Perú en 1988. Particularmente, Venezuela aparece ese año en elprimer cuadrante, con altas tasas de desempleo, elevado déficit fiscal y superáviten cuenta corriente debido a los ingresos petroleros. Brasil, por su parte, refleja sumayor estabilidad y elevado crecimiento, con altos niveles de ahorro externo ybajas tasas de desempleo y déficit fiscal.

Como ya se ha dicho, las distintas agrupaciones económicas analizadas tienen encomún el hecho de obedecer principalmente a razones de proximidad geográfica,circunstancia esta que les permitió sobrevivir las etapas en las que la idea de integra-ción fue relegada. El hecho geográfico y las circunstancias históricas se mezclan conuna serie de factores políticos y económicos para dar así origen a estos grupos. Sinembargo, la estructura interna de las variables económicas también puede sugerirlos “grupos naturales”. A través del análisis cluster podemos determinar los paísesmás próximos entre sí, en cuanto a realidad económica se refiere.

Siguiendo la misma metodología de analizar las agrupaciones para los años extre-mos, podemos observar que si bien algunos países varían su posición con respec-to a los grupos, los grupos naturales conformados se mantienen, a pesar de queéstos no coinciden necesariamente con las agrupaciones reales existentes. Efecti-vamente, los resultados para el año 1988 muestran que, para una distancia relati-vamente próxima, Argentina, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Chile, Ecuador y Co-lombia se encuentran agrupados. México y Venezuela, conjuntamente, podríanformar parte de la misma agrupación pero a una distancia mayor, mientras queBrasil y Perú se encuentran bastante alejados entre sí y con respecto a los demás.Esto puede deberse a la poca iniciativa inicial de Perú de mantenerse dentro delos acuerdos, y a la grave situación macroeconómica de Brasil. En el año 1997,Perú, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay y Bolivia se encuentran muy próximos,alejándose Venezuela, México y Argentina, y manteniéndose Brasil muy distantede los grupos.

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Cuadro 5Resumen de resultados de componentes principales

Componente Variables Interpretación Descripción de países

N∞ 1 (21,2%) TC, IPC, M2, REINT Variables reales vs. variables Países con elevado nivelCrecimiento- vs. monetarias. Relación inversa de crecimiento del productoestabilidad PIB, CCAP, IBF entre volatilidad de precios se contraponen con paíseseconómica y TC, con variables reales de fuerte inestabilidad

de crecimiento. en variables volátiles.

N∞ 2 (17,3%) DEXT Ahorro nacional se relaciona Países con elevado ahorroComercio vs. positivamente con ININ nacional y alto índiceexterior– AHN, ININ, IBF e IBF, pero se contrapone de intercambio, así como bajaFormación con deuda externa. deuda, quienes además tienende capital un alto nivel de inversión.

N∞ 3 (13,5%) CCTE, AHN, TDES Relación positiva entre Países con elevados nivelesBalanza vs. ahorro externo y saldo de ahorro interno parecende pagos- AEX, CCAP en cuenta capital, que presentar también las mayoresAhorro se contraponen a su vez tasas de desempleo y saldos

con saldo en cuenta corriente, superavitarios en cuentaahorro nacional y desempleo. corriente, pero deficitarios

en cuenta capital.

N∞ 4 (9%) TIRP Contraposición del precio Países con las tasas de interésTasas vs. del capital y de la tasa de reales positivas tienen bajosde interés- IPC crecimiento del índice niveles de inflación.Precios de precios.

Fuente: Cálculos propios.

Análisis por grupos

Al igual que en el análisis de componentes principales, el análisis de correspon-dencias busca reducir el número de variables y determinar la estructura interna delas mismas. La metodología a seguir será el análisis de los resultados de las corres-pondencias simples para algunas de las principales variables macroeconómicas,para luego pasar a revisar el caso múltiple, considerando ya no los países, sino losgrupos que éstos conforman, incluyendo Estados Unidos.

El análisis de los planos factoriales formados por el PIB y la inversión muestra queMercosur se asocia con las características altas tasas de crecimiento del PIB y altaparticipación de la inversión. La CAN, por su parte, está más asociada con bajosniveles de dichas variables, mientras que el G-3 y Estados Unidos tienen modera-dos niveles de las mismas. Ello tiene su lógica, puesto que en el período estudia-do, Estados Unidos experimentó bajos pero constantes niveles de crecimiento,

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mientras que los países del Mercosur evidenciaron las mayores tasas de expan-sión del producto. Las restantes naciones presentaron comportamientos máserráticos.

Incorporando al análisis la tasa de desempleo, se observa que los países delMercosur también están asociados a moderadas tasas de desempleo, correspon-diendo al Grupo Andino los niveles más altos de la misma. Estados Unidos, comosiempre, se muestra poco relacionado con el comportamiento general de losgrupos considerados. Por otro lado, Mercosur está asociado a tasas de inflaciónmás elevadas, correspondiendo las más bajas el cuadrante dos, donde se sitúanEstados Unidos y el G-3.

En el análisis multivariante por grupos (excluyendo Estados Unidos), a través delos planos factoriales uno y dos, los cuales tienen una capacidad explicativa del20,1 por ciento de la inercia total, se puede observar que el cuadrante I estácaracterizado por la presencia de dos grupos, el primero de los cuales presentaelevados niveles de ahorro nacional e inversión, un elevado índice de intercam-bio comercial, elevado superávit en cuenta capital de balanza de pagos acompa-ñado de un también elevado déficit en cuenta corriente y un tipo de cambiobastante estable. Se asocia a este grupo el G-3. Un segundo grupo, al que seasocia Mercosur, está caracterizado por saldos fiscales superavitarios, con fuertecrecimiento del producto, amplia participación del ahorro nacional, alto índice deintercambio, tasas de interés reales positivas acompañadas de una relativamentealta variación de la liquidez monetaria y elevadas tasas de desempleo.

La CAN, por su parte, se ubica en el tercer cuadrante, el cual se caracteriza portasas de desempleo relativamente altas, inflación y devaluación, acompañadas debajas tasas de inversión y ahorro nacional, fuertes déficit fiscales y elevada deudaexterna, así como un bajo índice de intercambio.

Para incorporar los Estados Unidos al estudio y considerar además el hecho de quealgunos países pertenecen a más de un grupo, fue necesario excluir del estudio lavariable tipo de cambio, dadas las distorsiones que causaba. Así observamos quepara los dos primeros planos factoriales, con capacidad explicativa del 21,72 porciento, nuevamente se tienen dos subgrupos dentro del primer cuadrante.

El primero de ellos se caracteriza por baja deuda externa, moderada expansiónmonetaria e inflación, con fuertes déficit en cuenta corriente. Este grupo se rela-ciona con Estados Unidos y México. Una segunda agrupación, relacionada conMercosur, se caracteriza por moderadas a altas tasas de crecimiento del producto,amplia participación de la inversión en el mismo, tasas de interés reales positivas,moderado superávit en cuenta capital y un no despreciable crecimiento promediode las reservas internacionales.

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Los países de la CAN y del G-3 que además pertenecen a otros grupos, se ubicanen el cuadrante III (próximos al II), y se caracterizan por moderadamente altosniveles de desempleo e inflación, altos niveles de deuda externa, baja inversión,amplio crecimiento de la liquidez monetaria y tasas de interés reales negativas.

Los planos III y II, los cuales explican el 20,83 por ciento de la inercia total,muestra un efecto herradura, indicativo de comportamientos similares en los ex-tremos y diferentes en los valores medios, ordenamiento este que no puede sercaptado por los componentes principales. De esta manera, si bien los resultadosson similares a los de los planos anteriores, la ubicación de las agrupaciones y lasvariables asociadas a los grupos se hace más clara.

Intercambio comercial en la subregión

El interés de los países en la integración económica tiene su razón de ser en elprincipio de que la apertura comercial, como parte fundamental de este procesode globalización, permitirá a los países involucrados ampliar las bases para eldesarrollo a través de la mejora en la productividad. Si bien es cierto que sonmuchos los factores que influyen en la orientación de la política comercial de lasnaciones –factores externos, condiciones internas de los países, políticas públi-cas– los acuerdos de apertura comercial están basados en el aprovechamiento delas economías a escala y la especialización de cada país en el área de mayorventaja competitiva.

La apertura comercial incluye una serie de reformas a las relaciones comercialescon los demás países, reformas estas que van desde la eliminación de restriccio-nes al intercambio de bienes, hasta la liberación de los mercados cambiarios. Conrelación a este último punto, ya hemos visto que a pesar de los graves problemasde tipo de cambio que han experimentado la mayoría de las naciones en estudio,la política cambiaria parece estar orientada hacia la desregulación del mercado dedivisas. Sin embargo, este proceso es lento debido en parte a la alta volatilidad deesta variable, producto de la persistente inestabilidad macroeconómica y, por otrolado, a la magnitud de las crisis cambiarias que han obligado a la adopción desistemas de cambio mixtos.

La reducción de aranceles y la eliminación progresiva de barreras al libre flujo deproductos entre naciones es considerada en todos los acuerdos firmados en lasdiferentes agrupaciones estudiadas y varía dependiendo de las características yobjetivos de dichos acuerdos. Sin embargo, ya sea que se trate de un acuerdogeneral o de alcance parcial, de un simple acuerdo comercial o un mercadocomún, la idea subyacente es facilitar el flujo de bienes entre naciones, a fin deexpandir el mercado de productos no competitivos y asegurar fuentes de abaste-cimiento para bienes no producidos internamente en cada país.

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La complejidad de los procesos productivos y la expansión de las industrias haciaterceros países, dentro de este esquema de regionalización, han obligado a la adop-ción de normas a fin de determinar el origen de las exportaciones y, por ende, quétipo de trato debe dársele a las mismas. Si bien existen diferentes metodologías parala especificación de las normas de origen, la más comúnmente aceptada es la deCambio en la Clasificación Arancelaria (CCA), la cual confiere el origen en funciónde los materiales o insumos empleados en la producción. Existen, además, normaspreferenciales que rigen acuerdos particulares entre países específicos, incluso den-tro de los mismos tratados firmados. Dichas normas tienden a disminuir a medidaque el proceso de apertura avance y disminuya así el proteccionismo.

La preocupación inicial en cuanto a que el proceso de integración que se estállevando a cabo en América Latina actualmente constituye una atomización de laregión en diferentes subgrupos, puede verse a través del análisis de los estructu-ras de intercambio de los diferentes países.8

Para el caso de Argentina, el principal origen de sus importaciones y de susexportaciones son Estados Unidos y Brasil. Particularmente, sus relaciones deintercambio con respecto a Brasil se han incrementado a raíz de la creación delMercosur, lo que ubica actualmente a Brasil como el principal origen y destino delos productos argentinos. Efectivamente, Brasil cubrió en 1996 más del 20 porciento de las importaciones de Argentina y recibió ese mismo año casi el 30 porciento de las exportaciones de ese país, aun cuando estas últimas no llegaban al7 por ciento en 1988. El comercio con los restantes miembros del Mercosur,incluyendo Chile, no llega al 5 por ciento de sus importaciones y al 13 por cientode sus exportaciones. En general, Argentina parece tener mayor actividad comer-cial con Europa que con América Latina. Los principales rubros de exportación deArgentina están referidos a cereales, aceites, petróleo y carnes, lo que constituyeaproximadamente el 50 por ciento de las exportaciones totales de ese país. Estosproductos, a excepción de las carnes, son producidos y exportados por la mayo-ría de las restantes naciones en estudio.

Bolivia, por su parte, mantiene un fuerte intercambio con Estados Unidos, Japóny Brasil, quienes son sus principales abastecedores, especialmente los dos prime-ros, que han ido desplazando a Brasil y Argentina y absorben casi el 40 por cientode las exportaciones de ese país. La escasa diversificación de las exportaciones deBolivia, constituidas en casi 60 por ciento por minerales no ferrosos, metalespreciosos, aceites y petróleo, están dirigidas hacia Estados Unidos, el Reino Unidoy Argentina, aun cuando recientemente se ha incrementado el intercambio conPerú y Colombia. El comercio con las restantes naciones de la CAN y del Mercosures insignificante.

8 Tablas de origen y destino de importaciones y exportaciones por países y rubros estándisponibles a solicitud del lector, contactando a cualquiera de los autores.

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La situación de Brasil no difiere mucho de la de Argentina. El mayor volumen delas importaciones brasileñas procede de Estados Unidos y Argentina, países a loscuales también se dirige el grueso de sus exportaciones, aun cuando tambiénexiste un considerable comercio con Japón, Alemania y los Países Bajos.

Al igual que Argentina, Brasil pareciera mantener mayor intercambio comercialcon Asia y Europa que con la misma América Latina. Particularmente, su comerciocon el resto del Mercosur tiene un saldo superavitario promedio inferior a 2 porciento. Brasil concentra sus colocaciones en el mercado externo en productos dehierro, aceites, metales preciosos, frutas y cereales, los cuales también son ofreci-dos por muchos otros países de la región, aun cuando Brasil guarda una de lasestructuras más diversificadas de producción para exportación en América latina.

Chile, por su parte, mantiene un intenso intercambio comercial con Estados Uni-dos, del cual recibe más del 24 por ciento de sus importaciones, mientras queBrasil y Argentina han ido perdiendo espacio como abastecedores de ese país.Esto pudiera justificar el reciente interés de Chile de participar en el TLCAN ycontradice sus expectativas de adhesión al Mercosur. Igualmente, los principalesdestinos de los productos chilenos son Japón y Estados Unidos. Chile se caracte-riza por sus exportaciones de metales preciosos y no ferrosos y de productos depescado, rubros estos que ocupan más del 60 por ciento de sus exportaciones.

Colombia es el país de América Latina que, después de México, mantiene mayorintercambio comercial con Estados Unidos, de quien recibe el 36 por ciento desus importaciones y a quien destina más del 38 por ciento de sus exportaciones.El intercambio con Venezuela ha venido creciendo en los últimos años, aun cuan-do su intercambio con los demás países de América Latina es bastante bajo.Particularmente, Colombia exporta al resto de la CAN menos del 13 por ciento desus productos e importa de ella poco más del 17 por ciento del total. Colombia secaracteriza por la producción para exportación de crudos y frutas, que constituyecasi el 50 por ciento de sus exportaciones.

El mercado ecuatoriano también se caracteriza por una baja diversificación de suproducción para exportación, la cual se compone en más del 75 por ciento decrudos, frutas y productos de pescado. Estos productos se destinan básicamente aEstados Unidos (34,9 por ciento), del cual recibe, a su vez, la mayoría de susproductos importados (38,7 por ciento). El comercio de Ecuador con el resto deAmérica Latina es incipiente, siendo sus socios latinos más importantes Venezue-la, Colombia, Perú y Chile.

México, como es de esperarse, tiene la casi totalidad de su intercambio comercialconcentrado en Estados Unidos, de quien recibe el 75,5 por ciento de sus impor-taciones y a quien dedica casi el 85 por ciento de sus exportaciones, las cuales se

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componen de vehículos automotores, petróleo y otros productos manufactura-dos. Ningún país latinoamericano contribuye con más del 1 por ciento de lasimportaciones o exportaciones mexicanas.

El comercio de Paraguay gravita en torno a Brasil, Argentina y Estados Unidos, dequienes recibe el 63 por ciento de sus importaciones. Sólo Brasil absorbe casi lamitad de las exportaciones de este país, seguido de los Países Bajos y Argentina,exportaciones estas que están constituidas en más de 65 por ciento por cereales yaceites.

El caso peruano sigue un comportamiento similar al de las restantes naciones,manteniendo a Estados Unidos como su principal socio comercial y con escasaparticipación porcentual de las restantes naciones latinoamericanas en su comer-cio exterior. Colombia, Venezuela y Brasil parecen ser sus principales proveedo-res latinos, aun cuando estos países reciben muy pocas importaciones proceden-tes del Perú, las cuales constan fundamentalmente de metales preciosos y noferrosos y productos de pescado.

La estructura de comercio exterior de Uruguay es muy similar a la de Paraguay,orientando su intercambio hacia Brasil, Argentina y Estados Unidos, países estosque suplen más del 55 por ciento de sus importaciones y absorben cerca del 53por ciento de sus exportaciones, constituidas principalmente por productos decarne y fibras textiles.

Los datos para Venezuela reflejan su tradicional estructura monoproductiva, don-de el petróleo y sus derivados constituyen más del 80 por ciento de sus exporta-ciones, las cuales se destinan básicamente a Estados Unidos, aun cuando su co-mercio con Colombia ha ido en aumento. Sin embargo, tanto sus importacionescomo sus exportaciones a la CAN no sobrepasan el 9 por ciento del total.

Finalmente, la ampliamente diversificada estructura de exportaciones de EstadosUnidos, constituida por productos con alto valor agregado, tiene como principa-les socios comerciales a Canadá y Japón, los cuales, a su vez, son sus principalesproveedores. La relación de intercambio de estados con América Latina es bastan-te exigua, donde la creciente participación de México en las importaciones yexportaciones de Estados Unidos no llega a 10 por ciento del total.

Estas cifras permiten concluir que efectivamente existe un proceso de atomiza-ción de las economías latinoamericanas hacia la conformación de pequeños gru-pos, los cuales no necesariamente se compaginan con los tratados. De los gruposanalizados, sólo los miembros del Mercosur ampliado (incluyendo Chile) mantie-nen una estrecha y prioritaria relación entre todos sus miembros, con predominiode las dos principales potencias dentro de esa unión: Brasil y Argentina.

Los países del G-3 parecieran mantener también un fuerte intercambio comercial.Sin embargo, dicho intercambio es asimétrico, pues sólo se lleva a cabo entre

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Venezuela y Colombia y de estos dos países hacia México, sin que haya por partede este último la misma respuesta. En efecto, el comercio de México está orienta-do hacia el TLCAN y es, entre los países estudiados, el que menor contactocomercial tiene con el resto de América Latina. Podría decirse entonces, quedentro del G-3 sólo están participando Colombia y Venezuela, relación esta quese enmarca también en la CAN, por lo que el Grupo de los Tres parece no estarcumpliendo sus objetivos. Dentro de la Comunidad Andina destaca, además, elhecho de la fuerte similitud en la estructura de intercambio comercial de Perú yEcuador, que si bien mantienen relaciones comerciales con algunos socios de laCAN (Venezuela y Colombia, específicamente), se inclinan más hacia el comerciocon Chile y miembros del Mercosur.

Estas circunstancias nos hacen pensar que Chile se comporta como un socionatural del Mercosur, al cual también podría agregárseles Ecuador, Bolivia y Perú,situación esta que no es del todo respaldada por las características macroeconómicasde estos dos últimos países. Sin embargo, en el caso del Mercosur existe fuerteasimetría en la macroeconomía de sus miembros, polarizándose en dos grupos:Brasil y Argentina, Paraguay y Uruguay. El inestable y débil intercambio entre lospaíses de la Comunidad Andina pareciera favorecer la movilización de sus miem-bros hacia otras organizaciones, como es el caso de Ecuador, Perú y Bolivia.Efectivamente, Bolivia ya ha solicitado su adhesión al Mercosur, mientras queColombia y Venezuela han manifestado la misma intención. Esto pareciera indicaruna fuerte polarización del comercio exterior suramericano hacia el Mercosur.

Por su parte, el TLCAN parece acaparar el comercio del lado norte del continente,con poco interés en extender su intercambio hacia América del Sur. En efecto, comoya se dijo, México concentra sus esfuerzos en mantenerse dentro del TLCAN, orga-nización que también parece estar bien consolidada y constituye el único sociolatinoamericano con que Estados Unidos mantiene un significativo intercambio.

La comparación de los productos objeto de intercambio también arroja resultadosinteresantes. En el sector agrícola, la mayoría de los países estudiados tienen unafuerte vocación hacia la exportación de cereales, a excepción de México y Vene-zuela. El petróleo es también un elemento presente en las exportaciones de lamayoría de los países. La mayor diversificación se encuentra en el sector indus-trial, aun cuando existen también productos comunes, como los son los hilados,los químicos, la madera y el papel. Destaca el hecho de que sólo Brasil y México,al igual que Estados Unidos, cuentan entre sus principales productos de exporta-ciones manufacturas con un alto componente industrial (cuadro 6).

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Cuadro 6Rubros de exportación por sector y por país

Agrícola Petróleo y minerales Manufactura

Argentina Cereales, frutas y nueces. Petróleo y gas. Aceite y grasa vegetal.Productos de carne y pescado.Vehículos automotores. Cueros.Productos básicos de hierroy acero. Refinación depetróleo. Químicos.

Bolivia Cereales, frutas y nueces, Cinc, plata, estaño, Aceite y grasa vegetal. Madera.petróleo y gas. Azúcar. Hilados. Joyas.

Brasil Cereales, frutas y nueces. Hierro. Productos básicos de hierroy acero. Aceite y grasa vegetal.Vehículos y accesorios. Papel.Calzado. Azúcar.

Chile Frutas y nueces. Cobre y metales Preparados de pescado. Papelno ferrosos. y madera. Conservas de frutas

y legumbres. Sustanciasquímicas. Vinos.

Colombia Frutas y nueces. Petróleo y gas. Carbón. Refinación de petróleo.Café. Flores. Hilados. Plástico. Azúcar.

Productos básicos de hierroy acero. Preparados de pescado.

Ecuador Frutas y nueces. Petróleo y gas. Refinación de petróleo. Chocolate.Hortalizas y legumbres. Conservas de frutas. Madera.

Vehículos automotores.

Estados Cereales. Petróleo y gas. Equipos de oficina y electrónicos.Unidos Derivados. Aeronaves. Vehículos automotores.

Sustancias químicas. Madera y papel.

México Petróleo y gas. Vehículos automotores. Aparatos deradio y televisión. Equipos de oficinay electrónicos. Productos básicosde hierro y acero. Vestidos. Motores.Químicos.

Paraguay Cereales. Ganado Aceite vegetal. Madera. Preparadosvacuno, cabras y caballos. de carne y cuero. Hilados y vestidos.

Productos químicos.

Perú Frutas, nueces y café. Cobre, cinc, plomo. Preparados de pescado. Hilados.Petróleo y gas. Derivados. Conservas. Tejidos y joyas.

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Uruguay Cereales, frutas y nueces. Preparados de carne y pescado.Hilados y vestidos. Cueros. Productoslácteos. Bebidas malteadas. Cueros.

Venezuela Petróleo y gas. Productos básicos de hierro y acero.Derivados. Hierro. Sustancias químicas. Automóviles.

Plásticos. Cemento, cal y yeso.

Fuente: Cálculos propios.

Conclusiones

América Latina está participando en un proceso de apertura comercial orientadohacia la conformación de subgrupos que generan una fragmentación del merca-do hemisférico, con la firma de numerosos acuerdos comerciales bilaterales ymultilaterales, no necesariamente entre países vecinos (aun cuando predominaesta idea) y con diferentes niveles de compromiso y de proyección en el futuro,los cuales carecen de una orientación específica y común. En efecto, a pesar deque la integración económica fue concebida con la idea de facilitar la inserción delos países en la economía internacional, tal como consta en los objetivos de lamayoría de los tratados firmados, los resultados muestran una mayor dinamizacióndel comercio intrarregional, antes que del comercio con terceros países.

Si bien los diferentes tratados comerciales firmados no imponen mayores impedi-mentos a la incorporación de otras naciones a los mismos, la falta de un nortedefinido, así como factores de índole económica y social, pudieran truncar lapropuesta de la creación de un mercado económico ampliado a toda América. Elavance del Mercosur, por un lado y del TLCAN por el otro, pudieran ir abonandoel terreno, a través de la ampliación de la zona geográfica que los mismos abar-can, lo que facilitaría en un futuro la conjunción de ambos. Sin embargo, ello noes muy sencillo. El proceso de adhesión al Mercosur es lento y actualmente suspaíses están enfrentando fuertes problemas macroeconómicos. Por otro lado, parecehaber poco interés por parte de las naciones que conforman el TLCAN a extendersus horizontes hacia otros países de Latinoamérica, lo que lleva a pensar en lapolarización de la economía hacia esos dos fuertes grupos.

Los problemas económicos internos que deben afrontar la casi totalidad de lospaíses latinoamericanos, son un gran obstáculo en el avance de la integración. Laactitud de Latinoamérica hacia el comercio internacional ha dependido siemprede la situación interna de cada país, siendo relegada a un segundo plano cada vezque la inestabilidad económica nacional amerita especial atención. Y los problemasde inestabilidad, ya sea política o económica, siempre están presentes. Efectivamen-te, la mayoría de los países en estudio han tenido durante la década de los ochentay noventa graves problemas con el control del tipo de cambio, problemas estos que

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en algunos casos persisten hoy día. De las organizaciones estudiadas, sólo Mercosurse propone llegar a consolidar una unión económica, lo cual amerita la coordina-ción de políticas macroeconómicas entre los países miembro. Si consideramosque es precisamente esta agrupación la que parece estar llamada a liderar elproceso de integración de Suramérica, entonces el problema de la estabilizacióneconómica adquiere mayor importancia.

En el ámbito social destacan la ausencia o indefinición de un proyecto socialnacional, donde las políticas sociales obedecen a situaciones coyunturales, usoregresivo del gasto social y la desarticulación de los entes pertinentes con lo quelas políticas sociales se diseñen tomando en consideración el contexto económi-co, y viceversa. La revisión de los principales indicadores socioeconómicos poneen evidencia el grado de desintegración y desigualdad social entre los paíseslatinoamericanos y entre éstos y Estados Unidos. La persistencia de la pobreza y laimposibilidad de alcanzar una mayor equidad distributiva seguirán entorpeciendoel proceso de integración de las sociedades y, por ende, el de la integracióneconómica. Así, a los esfuerzos para el logro de la apertura económica debensumárseles los esfuerzos para la no exclusión social, para lo cual se han propues-to diferentes fórmulas que involucran mejoras en la productividad, a fin de elevarel grado de competitividad de las naciones.

El análisis de componentes principales mostró cuatro ejes fundamentales que expli-can poco más del 60 por ciento de la varianza total de las variables. El primero deellos fue definido como un componente de crecimiento y estabilidad, que contra-pone las variables de mayor fluctuación a lo largo del estudio, tipo de cambio,índice de precios, liquidez monetaria y reservas internacionales, con variables realescomo lo son el PIB, la inversión, el déficit fiscal y el ahorro. El segundo componentecontrapone deuda externa con ahorro nacional e índice de intercambio, fundamen-talmente, con lo que fue definido como un componente de comercio exterior yformación de capital. De esta forma, países con alto ahorro interno e inversióntienen también alto índice de intercambio y bajos niveles de deuda. El tercer com-ponente, por su parte, se consideró como un componente de balanza y estructurade ahorro, en el que países con elevados saldos superavitarios de cuenta corrientey ahorro nacional parecen tener bajos niveles de ahorro externo, mayores déficit encuenta de capital y tasas de desempleo moderadamente altas. El cuarto y últimocomponente es un componente de tasas de interés y nivel de precios.

La evolución de los países en el primer plano factorial muestra que durante 1988,países como Argentina, Perú, Brasil, que originalmente presentaban bajas tasas decrecimiento, elevados niveles de inflación, inestabilidad cambiaria, pérdida de re-servas y fuertes desequilibrios monetarios, pasaron a ser países con alta tasa decrecimiento y estabilidad económica, comportamiento este que pudiera atribuirseal creciente intercambio comercial, entre otros. Para ese mismo año, Colombia,

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Paraguay, Ecuador y Venezuela mostraron un comportamiento promedio, sinmayores desequilibrios. Para el año 1997, la estructura macroeconómica entreBrasil, Argentina, Chile, México, y si se quiere Perú y Colombia, es más similarentre sí, con mayores niveles de crecimiento del producto, aunque también conmayor movimiento en su cuenta capital de balanza de pagos. Venezuela pareceempeorar su situación, ubicándose en 1997 en un plano de mayor desempleo ymayor inestabilidad monetaria con respecto a 1988.

El análisis por agrupación llevado a cabo a través del análisis de correspondenciaspermite observar en los dos primeros planos factoriales dos subgrupos dentro delprimer cuadrante. El primero de ellos se caracteriza por baja deuda externa, mo-derada expansión monetaria e inflación, con fuertes déficit en cuenta corriente.Este grupo se relaciona con Estados Unidos y México. Una segunda agrupación,relacionada con Mercosur, se caracteriza por moderadas a altas tasas de creci-miento del producto, amplia participación de la inversión en el mismo, tasas deinterés reales positivas, moderado superávit en cuenta capital y un no desprecia-ble crecimiento promedio de las reservas internacionales. Los países de la CAN ydel G-3 que además pertenecen a otros grupos, se ubican en el cuadrante III(próximos al II), y se caracterizan por moderadamente altos niveles de desempleoe inflación, altos niveles de deuda externa, baja inversión, amplio crecimiento dela liquidez monetaria y tasas de interés reales negativas.

El análisis de los flujos comerciales entre países permiten concluir que efectiva-mente existe un proceso de atomización de las economías latinoamericanas haciala conformación de pequeños grupos, los cuales no necesariamente se compagi-nan con los tratados. De los grupos analizados, sólo los miembros del Mercosurampliado (incluyendo Chile) mantienen una estrecha y prioritaria relación entretodos sus miembros, con predominio de las dos principales potencias dentro deesa unión: Brasil y Argentina.

Los países del G-3 parecieran mantener también un fuerte intercambio comercial.Sin embargo, dicho intercambio es asimétrico, pues sólo se lleva a cabo entreVenezuela y Colombia y de estos dos países hacia México, sin que haya por partede este último la misma respuesta. En efecto, el comercio de México está orienta-do hacia el TLCAN y es, entre los países estudiados, el que menor contactocomercial tiene con el resto de América latina. Podría decirse entonces, que den-tro del G-3 sólo están participando Colombia y Venezuela, relación esta que seenmarca también en la CAN, por lo que el Grupo de los Tres parece no estarcumpliendo sus objetivos. Dentro de la Comunidad Andina destaca, además, elhecho de la fuerte similitud en la estructura de intercambio comercial de Perú yEcuador, que si bien mantienen relaciones comerciales con algunos socios de laCAN (Venezuela y Colombia, específicamente), se inclinan más hacia el comerciocon Chile y miembros del Mercosur.

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Estas circunstancias nos hacen pensar que Chile se comporta como un socionatural del Mercosur, al cual también podría agregárseles Ecuador, Bolivia y Perú,situación esta que no es del todo respaldada por las características macroeconómicasde estos dos últimos países. Sin embargo, en el caso del Mercosur existe fuerteasimetría en la macroeconomía de sus miembros, polarizándose en dos grupos:Brasil y Argentina, Paraguay y Uruguay. El inestable y débil intercambio entre lospaíses de la Comunidad Andina pareciera favorecer la movilización de sus miem-bros hacia otras organizaciones, como es el caso de Ecuador, Perú y Bolivia.Efectivamente, Bolivia ya ha solicitado su adhesión al Mercosur, mientras queColombia y Venezuela han manifestado la misma intención. Esto pareciera indicaruna fuerte polarización del comercio exterior suramericano hacia el Mercosur.

Por su parte, el TLCAN parece acaparar el comercio del lado norte del continente,con poco interés en extender su intercambio hacia América del Sur. En efecto, comoya se dijo, México concentra sus esfuerzos en mantenerse dentro del TLCAN, orga-nización que también parece estar bien consolidada y constituye el único sociolatinoamericano con quien Estados Unidos mantiene un significativo intercambio.

La comparación de los productos objeto de intercambio también arroja resultadosinteresantes. En el sector agrícola, la mayoría de los países estudiados tienen unafuerte vocación hacia la exportación de cereales, a excepción de México y Vene-zuela. El petróleo es también un elemento presente en las exportaciones de lamayoría de los países. La mayor diversificación se encuentra en el sector indus-trial, aun cuando existen también productos comunes, como los son los hilados,los químicos, la madera y el papel.

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DocumentosDocumentos

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Revista BCV • Vol. XVI. N∞1. Caracas, enero-junio 2002, pp. 189-228 • ISSN: 0005-4720

Ley del BCVLey del Banco Central de Venezuela 2001

Exposición de motivos*

En su exposición de motivos, el proyecto de Ley precisa que la Constitución de1999 incorpora una serie de cambios que afectan no sólo formalmente, sino enlos fundamentos, a la misma noción de Estado y sociedad en Venezuela. La nuevanorma fundamental determina notables modificaciones en la estructura de go-bierno, un amplio conjunto de derechos y libertades propio de todos los ciudada-nos, nuevas responsabilidades para los servidores públicos, un paso más en laprofundización de la descentralización política y administrativa y, lo que quizá esla gran innovación constitucional, un cambio de concepción en las funciones quecorresponden a un Estado democrático, responsable, procurador del bienestar delos ciudadanos.

En tal sentido, al Banco Central de Venezuela se le otorgan competencias mone-tarias, de acuerdo con la Constitución, que son ejercidas por éste de maneraexclusiva, obligatoria y autónoma, con el propósito fundamental de lograr laestabilidad de los precios y preservar el valor de la moneda. Para la consecuciónde su objetivo, la Constitución le asigna una serie de funciones relevantes, entreotras, formular y ejecutar la política monetaria, participar en el diseño y ejecutar lapolítica cambiaria, regular la moneda, el crédito y las tasas de interés y administrarlas reservas internacionales.

* Resumen de la “Exposición de motivos” contenido en el proyecto de Ley del BancoCentral de Venezuela, tomado del informe de la Comisión Especial de la Comisión Permanentede Finanzas, preparado para su discusión en la Asamblea Nacional.

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Por otra parte, una de las exigencias de la Ley del Banco Central de Venezuela escompaginar adecuadamente la autonomía del Banco con su incorporación a lasfunciones del Estado y al papel que del Banco se espera en la realización de éstas.La propia Constitución, en su artículo 320, señala que las actividades del Bancodeben encauzarse a través de un acuerdo de políticas firmado con el EjecutivoNacional, por medio del cual los responsables de las políticas fiscal y monetariadeberán actuar coordinadamente, de acuerdo con el artículo 318 de la Constitu-ción, para alcanzar los objetivos superiores del Estado y la nación.

En síntesis, la Constitución configura un nuevo modelo de Banco Central deVenezuela que debe tener en cuenta, en su adopción de decisiones, las necesida-des del país y los fines del Estado.

Así mismo, el proyecto de Ley del Banco Central de Venezuela recoge el espírituconstitucional y, desde ese punto de vista, regula una institución inserta en elproyecto de Estado y de sociedad que perfiló el pueblo soberano al dotarse deuna norma fundamental de organización, funcionamiento y desarrollo.

La función de equilibrar la autonomía del Banco Central de Venezuela con suinserción en la construcción de un modelo diferente de sociedad que correspon-de a esta institución de acuerdo con la Constitución, es uno de los retos asumidosy resueltos en el presente proyecto de Ley. Éste consagra la autonomía del BancoCentral de Venezuela y la no subordinación a directivas del Ejecutivo Nacional yprohíbe la posibilidad de que esta institución, en el ejercicio de sus funciones,convalide o financie políticas fiscales deficitarias. Asimismo se incorpora un razo-nable período de mandato a las autoridades del Banco Central de Venezuela y seregula una importante lista de incompatibilidades para las autoridades del Bancoque se extienden, con las debidas garantías, más allá del mero lapso en queejercen sus funciones. También se incorporan una serie de condiciones que de-ben reunir los candidatos a integrar el Directorio del Banco Central de Venezuela.

No podría entenderse la relación entre la autonomía del Banco Central de Vene-zuela y la coordinación con la política general, sin una regulación adecuada de lasresponsabilidades de sus autoridades y de un sistema de control de sus actuacio-nes, suficiente y efectivo, propio de la concepción constitucional de responsabili-dad pública.

El control de la institución se encuentra principalmente a cargo de la AsambleaNacional, la cual decidirá acerca de la procedencia de la designación y remociónde las autoridades del Banco a que tiene derecho y será la encargada de conocery evaluar los resultados de las políticas ejecutadas por el Banco Central de Vene-zuela en el ámbito de sus competencias, a través de los informes que semestral-mente debe presentar el Banco; la posibilidad de requerir las informaciones que

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Ley del Banco Central de Venezuela 2001 191

considere convenientes y la capacidad para solicitar la comparecencia del Presi-dente o Presidenta del Banco. Por otra parte, la Asamblea Nacional deberá apro-bar el presupuesto de gastos operativos de esta institución.

El control posterior de la gestión administrativa del Banco Central de Venezuelacorresponde a la Contraloría General de la República y la ley define los campos alos que exclusivamente se ciñe la competencia del ente contralor al respecto.Asimismo se prevé la competencia propia de la Superintendencia de Bancos yotras Instituciones Financieras y la obligación de que una firma especializada eindependiente realice una auditoría anual de los estados financieros del BancoCentral de Venezuela.

A su vez, el proyecto de Ley define con mayor precisión el Estatuto del BancoCentral de Venezuela, insertando a esta institución en el derecho público. En laactualización de la institución se concreta la eliminación del Consejo Asesor queincorporó la reforma de 1992, por cuanto un órgano consultivo de estas caracte-rísticas no concuerda con las funciones y las responsabilidades que se asignan alBanco Central de Venezuela en la nueva ley. Así mismo, actualiza el patrimoniodel Banco y el sistema monetario, determina claramente el régimen de las utilida-des, incorpora un mayor control de las divisas provenientes de la exportación dehidrocarburos y reconsidera el régimen de sanciones.

El proyecto de Ley involucra la colaboración del Banco Central de Venezuela enel proceso de integración latinoamericana y caribeña, y abre posibilidades departicipación en procesos más amplios que suscriba válidamente la República.

La seguridad y protección del propio Banco Central de Venezuela, así como lanaturaleza de la información manejada por esta institución, cuentan con unaregulación concreta en el proyecto de Ley. Por lo que se refiere a la informaciónconfidencial, se legaliza el deber de secreto en los términos planteados por laConstitución y se incorpora una innovadora clasificación de la documentacióndepositada o emanada por el Banco, que favorecerá su protección.

El proyecto de Ley contempla al Tribunal Supremo de Justicia como el órganojurisdiccional competente para conocer las acciones que se intenten en contra delas decisiones dictadas por el Directorio del Banco Central de Venezuela, incorpo-rando también un nuevo capítulo dedicado exclusivamente al domicilio del Banco.

En síntesis, el referido proyecto representa un útil instrumento para el progresodel Banco Central de Venezuela y ha sido estructurado de manera tal que puedacumplir la adaptación del Banco a las normas constitucionales y al nuevo papeldel Estado en la sociedad que éstas incorporan, y la modernización del Banco convistas a favorecer las funciones que tiene asignadas.

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La Ley del Banco Central de Venezuela fue publicada en la Gaceta Oficial de la RepúblicaBolivariana de Venezuela N∞ 37.296 de fecha miércoles 3 de octubre de 2001.

Título IEstatuto del Banco Central de Venezuela

Capítulo IDe la naturaleza jurídica

Artículo 1∞ El Banco Central de Venezuela es una persona jurídica de derechopúblico, de rango constitucional, de naturaleza única, con plena capacidad públi-ca y privada, integrante del Poder Público Nacional.

Artículo 2∞ El Banco Central de Venezuela es autónomo para la formulación y elejercicio de las políticas de su competencia, y ejerce sus funciones en coordina-ción con la política económica general, para alcanzar los objetivos superiores delEstado y la Nación. En el ejercicio de sus funciones, el Banco Central de Venezue-la no está subordinado a directrices del Poder Ejecutivo.

Artículo 3∞ El patrimonio del Banco Central de Venezuela está formado por elcapital inicial, el Fondo General de Reserva, las utilidades no distribuidas y cual-quier otra cuenta patrimonial.

El patrimonio del Banco Central de Venezuela es inalienable.

Capítulo IIDel domicilio

Artículo 4∞ El Banco Central de Venezuela está domiciliado en la ciudad de Caracas.

Capítulo IIIDel objetivo y funciones

Artículo 5∞ El objetivo fundamental del Banco Central de Venezuela es lograr laestabilidad de precios y preservar el valor de la moneda.

El Banco Central de Venezuela contribuirá al desarrollo armónico de la economíanacional, atendiendo a los fundamentos del régimen socioeconómico de la República.

Artículo 6∞ El Banco Central de Venezuela colaborará a la integración latinoame-ricana y caribeña, estableciendo los mecanismos necesarios para facilitar la coor-dinación de políticas macroeconómicas.

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Artículo 7∞ Para el adecuado cumplimiento de su objetivo, el Banco Central deVenezuela tendrá a su cargo las siguientes funciones:

1. Formular y ejecutar la política monetaria.

2. Participar en el diseño y ejecutar la política cambiaria.

3. Regular el crédito y las tasas de interés del sistema financiero.

4. Regular la moneda y promover la adecuada liquidez del sistema financiero.

5. Centralizar y administrar las reservas monetarias internacionales de la República.

6. Participar en el mercado de divisas y ejercer la vigilancia y regulación delmismo, en los términos en que convenga con el Ejecutivo Nacional.

7. Velar por el correcto funcionamiento del sistema de pagos del país y estable-cer sus normas de operación.

8. Ejercer, con carácter exclusivo, la facultad de emitir especies monetarias.

9. Asesorar a los poderes públicos nacionales en materia de su competencia.

10. Ejercer los derechos y asumir las obligaciones de la República en el FondoMonetario Internacional, según lo previsto en los acuerdos correspondientes yen la ley.

11. Participar, regular y efectuar operaciones en el mercado del oro.

12. Compilar y publicar las principales estadísticas económicas, monetarias,financieras, cambiarias, de precios y balanza de pagos.

13. Efectuar las demás operaciones y servicios propios de la banca central, deacuerdo con la ley.

Título IIDe la dirección y administración del Banco Central de Venezuela

Capítulo IDe los órganos directivos y ejecutivos

Artículo 8∞ La dirección y administración del Banco Central de Venezuela estarána cargo del Presidente o Presidenta, quien ejercerá, además, la presidencia delDirectorio y la representación legal del Banco.

Artículo 9∞ El Presidente o Presidenta del Banco Central de Venezuela es la prime-ra autoridad representativa y ejecutiva del Banco. Su cargo es a dedicación exclu-siva. Es designado por el Presidente o Presidenta de la República para un período

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de siete (7) años, siguiendo el procedimiento previsto en esta Ley para la integra-ción del Directorio, y deberá ser ratificado por el voto de la mayoría de losmiembros de la Asamblea Nacional. En caso de que la Asamblea Nacional recha-ce sucesivamente a dos (2) candidatos, el Presidente o Presidenta de la Repúblicaescogerá al Presidente o Presidenta del Banco, designación que la AsambleaNacional ratificará.

Artículo 10 Son funciones del Presidente o Presidenta del Banco Central de Venezuela:

1. Dirigir el Banco, administrar sus negocios y ser su vocero autorizado. Lavocería del Banco y del Directorio puede ser ejercida por un director, previaautorización del Presidente.

2. Representar al Directorio y convocar y presidir sus reuniones.

3. Ejercer la representación legal del Banco, salvo para los asuntos judiciales,caso en el cual la representación corresponde al representante o representan-tes judiciales, así como a los apoderados designados por el Directorio. Noobstante, la citación o notificación judicial al Banco podrá ser realizada en lapersona de su Presidente o Presidenta.

4. Representar al Banco Central de Venezuela en las instituciones y organismosnacionales e internacionales en los que se prevea su participación, sin perjuiciode que pueda delegar temporalmente esta representación en el PrimerVicepresidente(a) Gerente o en alguno de los directores(as) o Vicepresidentes(as).

5. Velar por el cumplimiento de la Ley del Banco Central de Venezuela, lalegislación relacionada con el Banco y las decisiones del Directorio.

Artículo 11 El Primer Vicepresidente(a) Gerente asiste al Presidente o Presidentadel Banco Central de Venezuela, ejerce las funciones que éste o el Directorioexpresamente le deleguen y acude a las reuniones del Directorio, con derecho avoz y sin voto, donde cumple la función de Secretario(a) del Directorio. Su cargoes a dedicación exclusiva.

Artículo 12 El Primer Vicepresidente Gerente o la Primera Vicepresidenta Gerentees designado(a) por el Directorio a proposición del Presidente o Presidenta delBanco Central de Venezuela para un período de seis (6) años, y podrá serremovido(a) de su cargo por decisión motivada del Directorio, a proposición delPresidente(a) del Banco.

Artículo 13 Los Vicepresidentes o Vicepresidentas de área serán propuestos(as) alDirectorio para su designación por el Presidente o Presidenta del Banco Centralde Venezuela y sólo podrán ser separados(as) de sus cargos por decisión razona-da, emanada del Directorio. Los Vicepresidentes(as) tienen a su cargo las diferen-tes áreas técnicas que les asigne el Reglamento. Rinden cuenta y asesoran al

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Primer Vicepresidente(a) Gerente en sus respectivas competencias y, en su caso,al Presidente o Presidenta y al Directorio. Sus cargos son a dedicación exclusiva.

El Primer Vicepresidente(a) Gerente y los Vicepresidentes(as) deben reunir losrequisitos de elegibilidad establecidos en el artículo 18 y no incurrir en las incom-patibilidades determinadas en el artículo 19.

Artículo 14 Las faltas temporales del Presidente o Presidenta serán cubiertas por elPrimer Vicepresidente Gerente o Primera Vicepresidenta Gerente. En caso deausencia del Primer Vicepresidente(a) Gerente o falta temporal de éste, el Direc-torio nombrará a un Vicepresidente(a) de Área que lo suplirá.

La falta absoluta del Presidente será cubierta provisionalmente por el PrimerVicepresidente(a) Gerente hasta nueva designación, la cual deberá realizarse den-tro de los noventa (90) días siguientes de ocurrida dicha falta. En los primerostreinta (30) días de este lapso, el Presidente de la República someterá a la consi-deración de la Asamblea Nacional la nueva designación en los términos previstosen esta Ley.

A los efectos de esta Ley se entiende por falta temporal la vacancia en el cargoque no exceda de cuatro (4) meses ininterrumpidos o seis (6) meses acumuladosen el período de un (1) año, y por falta absoluta la que exceda de ese lapso.

En todo caso las suplencias incluyen el ejercicio de las atribuciones, responsabili-dades, facultades y deberes del titular ausente.

Capítulo IIDel Directorio

Artículo 15 El Directorio del Banco Central de Venezuela está integrado por elPresidente o Presidenta del Banco y seis (6) Directores(as), cinco (5) de los cualesserán a dedicación exclusiva y se designarán para un período de siete (7) años.Uno de los Directores(as) será un Ministro(a) del área económica, designado porel Presidente o Presidenta de la República, con su suplente. El ministro o laministra que tenga bajo su competencia las finanzas públicas no podrá ser miem-bro del Directorio. Los miembros del Directorio, así como el Primer Vicepresiden-te Gerente o la Primera Vicepresidenta Gerente representarán únicamente el inte-rés de la Nación.

Los miembros del Directorio, incluyendo al Presidente o Presidenta del Banco,podrán ser ratificados en sus cargos. Una vez culminado su período sin que se hayaefectuado su ratificación, el Presidente o Presidenta y los miembros del Directoriopermanecerán en sus cargos hasta que se designen sus respectivos sustitutos. Dichadesignación tendrá lugar en un plazo no mayor de noventa (90) días.

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En los primeros treinta (30) días de este lapso, el Presidente(a) de la Repúblicasometerá a la consideración de la Asamblea Nacional la respectiva designaciónpara el cargo de Presidente o Presidenta del Banco, para lo cual se procederá conarreglo a lo dispuesto en el artículo 9.

Artículo 16 Corresponde al Presidente o Presidenta de la República la designacióndel Presidente o Presidenta y de cuatro (4) Directores o Directoras del BancoCentral de Venezuela, uno de los cuales será el Ministro mencionado en el artículoanterior. Por su parte, corresponde a la Asamblea Nacional la designación de losdos (2) Directores o Directoras restantes, mediante el voto de la mayoría de susmiembros.

Los miembros del Directorio del Banco Central de Venezuela, a excepción delministro, serán designados previo cumplimiento del procedimiento público deevaluación de méritos y credenciales. Para aquellos Directores(as) designados(as)por la Asamblea Nacional, el procedimiento contemplará un registro de por lomenos el triple de los cargos vacantes que deban cubrirse.

Artículo 17 La Asamblea Nacional deberá conformar un comité de evaluación deméritos y credenciales, encargado de verificar y evaluar las credenciales y losrequisitos de idoneidad de los candidatos al Directorio. Dicho comité debe estarintegrado por dos (2) representantes electos por la Asamblea Nacional, dos (2)representantes designados por el Ejecutivo Nacional, y un (1) representante esco-gido por la Academia Nacional de Ciencias Económicas.

El comité de evaluación de méritos y credenciales, en su procedimiento público,deberá cumplir al menos con las siguientes etapas:

a. Elaborar una lista de candidatos elegibles, en la cual deberá haber por lomenos el triple de los cargos vacantes.

b. Recabar información de cada candidato mediante una hoja de vida, quepermita verificar de manera clara e inequívoca el cumplimiento de los requisi-tos para el cargo, y detectar posibles conflictos de intereses que interfieran conel cumplimiento de la función.

c. Publicar un resumen de la hoja de vida de los candidatos, en por lo menosun (1) diario de circulación nacional, dentro de un lapso de diez (10) díashábiles posterior a la fecha de cierre del proceso de postulaciones.

Artículo 18 Los requisitos que deben reunir los candidatos a integrar el Directoriodel Banco Central de Venezuela son los siguientes:

1. Ser de nacionalidad venezolana y gozar plenamente de sus derechos civilesy políticos.

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2. Ser personas de reconocida competencia en materia económica, financiera,bancaria o afines a la naturaleza de las funciones por desempeñar; con almenos diez (10) años de experiencia.

3. No haber sido declarados o declaradas en quiebra ni condenados o conde-nadas por delitos contra la fe pública, contra la propiedad o contra el fisco, niinhabilitados para ejercer el comercio o para desempeñar servicio público.

4. No tener parentesco hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo deafinidad con el Presidente o Presidenta de la República o su cónyuge, o con elMinistro(a) encargado de las Finanzas o su cónyuge, o con el Presidente oPresidenta de la Asamblea Nacional o su cónyuge, o con un miembro delDirectorio o su cónyuge.

Artículo 19 Es incompatible con el cargo de Presidente o Presidenta y de Directoro Directora:

1. Desarrollar labores de activismo político o desempeñar funciones directivasen organizaciones políticas, gremiales, sindicales o corporaciones académicas.

2. Celebrar, por sí o por interpuesta persona, contratos mercantiles con el Ban-co y gestionar ante éste negocios propios o ajenos con tales fines, mientrasduren en su cargo y durante los dos (2) años siguientes al cese del mismo.

3. Ser accionista o directivo de sociedades mercantiles de carácter financiero,poseer acciones o títulos valores del mercado financiero o de institucionesfinancieras o empresas relacionadas.

4. Realizar actividades que puedan menoscabar su independencia e imparciali-dad en el ejercicio de sus funciones, producir conflictos de intereses o permitirel uso de información privilegiada.

Artículo 20 Durante los dos (2) años posteriores al cese en sus funciones, elPresidente o Presidenta del Banco, el Primer Vicepresidente(a) Gerente y losmiembros del Directorio, no podrán realizar actividades de dirección, asesoría orepresentación legal alguna en las entidades de carácter privado, cuyo ejerciciosea incompatible con el cargo desempeñado, y permanecerán sujetos a la obliga-ción de guardar secreto y al régimen de incompatibilidades previstos en esta Ley.Durante dicho período el Banco Central de Venezuela ofrecerá a los (las) cesantesuna indemnización equivalente al ochenta por ciento (80%) del salario básicocorrespondiente a su última remuneración. El derecho a la indemnización previs-to en este artículo no será extensible al Ministro(a) miembro del Directorio ni a losmiembros de éste en los casos de jubilación, remoción o renuncia, si ésta últimase produce en un lapso menor de tres (3) años en el desempeño del cargo.

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Artículo 21 Corresponde al Directorio ejercer la suprema dirección del BancoCentral de Venezuela. En particular, tendrá las siguientes atribuciones:

1. Velar por el cumplimiento de los fines y objetivos del Banco Central deVenezuela.

2. Formular y ejecutar las directrices de la política monetaria y establecer losmecanismos para su ejecución, así como realizar los ajustes que resulten de suseguimiento y evaluación. En este sentido ejercerá las facultades atribuidas alBanco Central de Venezuela en materia de encajes y otros instrumentos depolítica monetaria. En el ejercicio de esta facultad podrá establecer distincionesa los efectos de la determinación de los requisitos de encaje u otros instrumen-tos de regulación, aplicables a los bancos y demás instituciones financieras, deacuerdo con los criterios selectivos que determine al efecto, así como encajesespeciales en los casos que considere convenientes.

3. Reglamentar la organización y funciones del Banco de conformidad con estaLey.

4. Aprobar las políticas administrativas y de personal y su correspondientereglamentación para el mejor funcionamiento del Banco y el régimen internodel Directorio.

5. Aprobar la política contable del Instituto.

6. Designar y remover de sus cargos mediante decisión razonada a losVicepresidentes(as) de área, con cumplimiento de los requisitos del debidoproceso.

7. Establecer la política de remuneraciones del personal del Banco, incluido losmiembros del Directorio, el Primer Vicepresidente(a) Gerente y los Vicepre-sidentes(as) de área, sujeta al presupuesto operativo que apruebe la AsambleaNacional.

8. Designar apoderados generales o especiales.

9. Aprobar el plan estratégico institucional y el proyecto de presupuesto anualde ingresos y gastos del Banco Central de Venezuela, que se regirán por lapresente Ley y, en general, por las leyes sobre la materia. El Directorio remitiráa la Asamblea Nacional, para su aprobación, el presupuesto de ingresos ygastos operativos. Corresponderá asimismo al Directorio el seguimiento y laevaluación de la ejecución del presupuesto.

10. Establecer los sistemas de control interno y de gestión del Banco Central deVenezuela y velar por su adecuado funcionamiento.

11. Fijar los tipos de descuento, redescuento o interés que han de regir para lasoperaciones del Banco Central de Venezuela.

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12. Ejercer la facultad de regulación en materia de tasas de interés del sistemafinanciero, de acuerdo con lo previsto en esta Ley.

13. Prorrogar por más de una vez los términos enunciados en los documentosque haya descontado o redescontado o sobre los cuales haya hecho anticipo opréstamo.

14. Autorizar la impresión, emisión, desmonetización y destrucción de las espe-cies monetarias.

15. Participar en el diseño de la política cambiaria de acuerdo con los corres-pondientes convenios que se suscriban con el Ejecutivo Nacional, así comoestablecer los mecanismos para su ejecución.

16. Fijar, por acuerdo con el Ejecutivo Nacional, los precios en bolívares quehabrán de regir la compra-venta de divisas.

17. Ejercer la supervisión y dictar las reglas de funcionamiento de los distintossistemas de pagos del país, sean operados o no por el Banco Central de Vene-zuela con el objeto de asegurar que los mismos funcionen de manera eficientedentro de los más altos niveles de seguridad para los participantes y el públicoen general. El Banco Central de Venezuela será el único ente autorizado parasuscribir acuerdos que establezcan normas de funcionamiento de sistemas depagos de carácter bilateral e internacional.

18. Establecer y clausurar subsedes, sucursales y agencias. Disponer la creaciónde organizaciones con personalidad jurídica.

19. Autorizar la adquisición o venta de los inmuebles que se requieran para eldesarrollo de las actividades del Banco Central de Venezuela.

20. Revisar, selectiva y periódicamente, al menos cada tres (3) meses, los acti-vos y pasivos mantenidos por el Banco Central de Venezuela.

21. Crear y disolver comisiones necesarias y comités de trabajo para el buenfuncionamiento del Banco, así como realizar su seguimiento.

22. Nombrar a las personas que han de administrar aquellas instituciones en lascuales el Banco Central de Venezuela tenga intereses y en aquellas otras quedisponga la ley.

23. Calificar, en su caso, el grado de confidencialidad de la información delBanco Central de Venezuela a la que pudieran tener acceso otras instituciones,así como autorizar su publicidad en los casos en que sea estrictamente necesa-rio, de acuerdo con la presente Ley. El grado de confidencialidad se limitará alos casos en que objetivamente exista amenaza a la seguridad y a la estabilidadmonetaria u otro perjuicio al interés público.

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24. Rendir cuenta a la Asamblea Nacional mediante el envío de un informeanual de políticas y de las actuaciones, metas y resultados del Banco Central deVenezuela, así como informes periódicos sobre el comportamiento de las varia-bles macroeconómicas del país y de los demás temas que se le soliciten, en lostérminos previstos en esta Ley. El Presidente o Presidenta del Banco Central deVenezuela acudirá a las interpelaciones o invitaciones que se realicen sobreesta materia.

25. Asegurar el desempeño de los servicios de su competencia y ejercer lasdemás atribuciones que le acuerde la ley.

26. Aprobar los estados financieros y el informe anual y de políticas del Banco,así como los informes de los Comisarios.

27. Elegir los dos (2) Comisarios y sus suplentes y fijar su remuneración.

Artículo 22 Las reuniones ordinarias del Directorio tendrán lugar al menos unavez a la semana, previa convocatoria del Presidente o Presidenta del Banco yserán de obligada realización cuando tres (3) Directores(as) así lo soliciten. Lasreuniones extraordinarias serán convocadas cuando así lo decida el Directorio.

Artículo 23 Para que el Directorio pueda sesionar válidamente debe contar con lapresencia del Presidente o Presidenta del Banco o de aquel que lo represente y detres (3) Directores(as). Cuando la ley no disponga lo contrario, las decisiones seadoptarán por mayoría simple de los presentes. En caso de empate, decide elvoto del Presidente o Presidenta.

Artículo 24 El Directorio del Banco Central de Venezuela disfruta de autonomía encuanto al ejercicio de sus funciones, la definición de las políticas del Banco y laejecución de sus operaciones, en los términos establecidos en la Ley. Quedan asalvo las materias en las cuales la presente Ley exige la concurrencia o la aproba-ción del Ejecutivo Nacional.

Artículo 25 Serán removidos de sus cargos, previa audiencia del afectado, el Pre-sidente o Presidenta del Banco y los Directores o Directoras elegidos o elegidas,que incurran en alguno de los siguientes supuestos:

1. Dejar de cumplir con los requisitos para integrar el Directorio, consagradosen esta Ley.

2. Realizar alguna de las acciones incompatibles determinadas en esta Ley.

3. Dejar de concurrir tres (3) veces consecutivas, sin causa justificada, a lasreuniones ordinarias del Directorio.

4. Falta de probidad, injuria o acto lesivo al buen nombre o a los intereses delBanco Central de Venezuela o de la República.

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5. Incumplir los actos o acuerdos del Directorio.

6. Perjuicio grave, causado intencionalmente o por negligencia manifiesta, alpatrimonio del Banco Central de Venezuela o de la República.

Artículo 26 En los casos establecidos en el artículo anterior, el Presidente o Presi-denta de la República, el Presidente o Presidenta del Banco Central de Venezuelao por lo menos, dos (2) de sus Directores podrán iniciar el procedimiento deremoción de cualquiera de los miembros del Directorio. A tal efecto, la solicitudde remoción será enviada al Directorio, el cual, previo cumplimiento y sustanciacióndel procedimiento y en un lapso no mayor de sesenta (60) días, remitirá lasactuaciones a la Asamblea Nacional para su correspondiente decisión. La remo-ción deberá adoptarse con el voto de las dos terceras (2/3) partes de los integran-tes de la Asamblea Nacional.

Artículo 27 Los miembros del Directorio son responsables de los actos que adop-ten en el ejercicio de sus funciones. Asimismo, responderán de los actos emana-dos del Directorio, a menos que hayan salvado el voto o votado negativamente lacorrespondiente decisión. Los votos negativos o salvados deberán constar en actacon su debida fundamentación.

El incumplimiento sin causa justificada del objetivo y las metas del Banco darálugar a la remoción del Directorio, mediante decisión adoptada por la AsambleaNacional con el voto de las dos terceras (2/3) partes de sus integrantes. En todocaso, la remoción no afectará a aquellos miembros del Directorio que hubieranhecho constar su voto negativo o salvado en las decisiones que hubieren dadolugar al incumplimiento.

Capítulo IIIDe los trabajadores del Banco

Artículo 28 El personal al servicio del Banco Central de Venezuela, de acuerdocon la Ley, estatuto o contrato que regule su prestación de servicio, está integradopor funcionarios o empleados públicos, personal de protección, custodia y segu-ridad, contratados y obreros.

Los funcionarios o empleados públicos al servicio del Banco Central de Venezuelaestarán regidos por los estatutos que al efecto dicte el Directorio y, supletoriamente,por la Ley de Carrera Administrativa o por la ley que la sustituya.

En los Estatutos que dicte el Directorio se establecerá el régimen de carrera de losfuncionarios o empleados del Banco Central de Venezuela, mediante las normasde ingreso, ascenso, traslado, suspensión, extinción de la relación de empleopúblico y las demás que se consideren pertinentes. Dichos Estatutos otorgarán a

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los empleados del Banco, como mínimo, los derechos relativos a preaviso, pres-taciones sociales, vacaciones, participación en las utilidades e indemnización pordespido injustificado, establecidos en la Ley Orgánica del Trabajo.

Las previsiones del presente artículo no se aplicarán al Director Ministro del Ban-co Central de Venezuela escogido por el Presidente de la República.

El personal de protección, custodia y seguridad del Banco Central de Venezuela,en atención a la naturaleza de las funciones a su cargo, estará regulado por elestatuto especial que dicte el Directorio.

El personal contratado para realizar o desarrollar trabajos o actividades especialesdistintas de las ordinarias a cargo de los funcionarios públicos, no de carácterpermanente o aquellos que realicen suplencias de funcionarios o empleados pú-blicos, estarán regidos por el contrato respectivo y supletoriamente por la LeyOrgánica del Trabajo.

Los obreros al servicio del Banco Central de Venezuela se regirán por la LeyOrgánica del Trabajo.

Artículo 29 El personal del Banco Central de Venezuela goza de los derechos ahuelga, a sindicalización y a contratación colectiva reconocidos en la Constituciónde la República Bolivariana de Venezuela y en la Ley Orgánica del Trabajo.

A los fines de la no-interrupción de las actividades y servicios indispensablescumplidos por el Banco Central de Venezuela, su Directorio fijará mediante acuer-do, oída la opinión de la representación sindical correspondiente, las laboresespecíficas no susceptibles de suspensión como consecuencia de huelgas o con-flictos de trabajo, de acuerdo con la legislación laboral vigente.

Artículo 30 La administración del personal del Banco Central de Venezuela corres-ponde al Presidente o Presidenta del Banco, quien podrá ejercerla por medio delPrimer Vicepresidente Gerente(a).

Título IIIFUNCIONAMIENTO DEL BANCO CENTRAL DE VENEZUELA

Capítulo IDe las disposiciones generales

Artículo 31 La gestión del Banco Central de Venezuela se guiará por el principiode la transparencia. En tal sentido, y sin menoscabo de sus responsabilidadesinstitucionales, deberá mantener informado, de manera oportuna y confiable alEjecutivo Nacional y demás instancias del Estado, a los agentes económicos públi-cos y privados, nacionales y extranjeros y a la población acerca de la ejecución de

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sus políticas, las decisiones y acuerdos de su Directorio, los informes, publicacio-nes, investigaciones y estadísticas que permitan disponer de la mejor informaciónsobre la evolución de la economía venezolana, sin menoscabo de las normas deconfidencialidad que procedan, conforme a la Constitución.

En el cumplimiento del mandato señalado, el Banco Central de Venezuela realiza-rá reuniones periódicas de política monetaria y publicará las actas de dichasreuniones a través de los medios que mejor estime apropiados, incluyendo el usode los servicios informáticos más avanzados.

Artículo 32 Durante el primer mes de cada semestre, el Directorio del BancoCentral de Venezuela aprobará las directrices de la política monetaria, con lasmetas y estrategias que orientarán su acción, atendiendo a los objetivos que fije elBanco.

En tal sentido, el Directorio deberá conocer y evaluar las proyecciones y escena-rios de mediano y largo plazo, referidos a las diferentes opciones de desarrollo dela economía venezolana y el entorno internacional que permitan fundamentar suestrategia de actuación, recabando de los entes públicos y privados la informa-ción requerida para esos propósitos.

Artículo 33 El diseño del régimen cambiario será regulado por medio de loscorrespondientes convenios cambiarios que acuerden el Ejecutivo Nacional, através del Ministro o Ministra encargado(a) de las Finanzas y el Banco Central deVenezuela, por intermedio de su Presidente o Presidenta.

Artículo 34 Sin perjuicio de lo establecido en el numeral 3 del artículo 10 de estaLey, el Banco Central de Venezuela designará uno (1) o más representantes judi-ciales, de libre nombramiento y remoción por el Directorio. Los representantesjudiciales son los únicos funcionarios, salvo los apoderados debidamente consti-tuidos, facultados para representar judicialmente al Banco Central de Venezuela y,en consecuencia, toda citación o notificación judicial al Banco deberá practicarseen cualquiera de las personas que desempeñe dicho cargo.

Los representantes judiciales están facultados para realizar todos los actos que con-sideren más convenientes para la defensa de los derechos e intereses del BancoCentral de Venezuela, sin otro límite que el deber de rendir cuentas de su gestión.Necesitarán la previa autorización escrita del Presidente o Presidenta del BancoCentral de Venezuela para convenir, transigir, desistir, comprometer en árbitros,arbitradores o de derecho, así como hacer posturas en remate y afianzarlas.

Artículo 35 El Banco Central de Venezuela está exento de todo impuesto, tasa,arancel o contribución nacional, salvo lo que respecta a los impuestos indirectosque se apliquen a la comercialización de bienes producidos por el Instituto. Asi-mismo, el Banco goza de inmunidad fiscal con respecto a los tributos que esta-blezcan los estados, el Distrito Metropolitano de Caracas y los municipios.

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En general, el Banco Central de Venezuela queda equiparado a la Oficina Nacio-nal del Tesoro y goza de las franquicias y privilegios de que disfruta dicha oficina.

Artículo 36 Está prohibido al Banco Central de Venezuela:

1. Acordar la convalidación o financiamiento monetario de políticas fiscalesdeficitarias.

2. Otorgar créditos directos al Gobierno Nacional, así como garantizar las obli-gaciones de la República, estados, municipios, institutos autónomos, empresasdel Estado o cualquier otro ente de carácter público o mixto.

3. Hacer préstamos o anticipos sin garantía especial, salvo en los casos deconvenios recíprocos con otros bancos centrales, cámaras de compensaciónregionales o bancos regionales latinoamericanos.

4. Conceder créditos en cuenta corriente.

5. Conceder préstamos destinados a inversiones a largo plazo, aun con garantíahipotecaria, o a la formación o aumento del capital permanente de bancos,cajas, otras instituciones que existan o se establezcan en el país o de empresasde cualquier otra índole.

6. Conceder cualquier anticipo o préstamo o hacer descuento o redescuentoalguno sobre títulos de crédito vencidos o prorrogados.

7. Descontar o redescontar títulos de crédito o hacer anticipos sobre éstos,cuando no se tengan estados financieros de los deudores que en ellos figuren,formulados con no más de un (1) año de antelación. Sin embargo, cuando eltítulo haya sido presentado por un banco u otra institución financiera, bastaráel balance general de éste y el estado financiero del librador o del últimoendosante, formulado con no más de un (1) año de antelación.

8. Prorrogar por más de una vez los términos enunciados en los documentosque haya descontado o redescontado o sobre los cuales haya hecho anticipo opréstamo.

9. Garantizar la colocación de los títulos valores.

10. Ser titular de acciones en sociedades de cualquier naturaleza, tener interésalguno en ellas o participar, directa o indirectamente, en la administración delas mismas, salvo el caso de empresas cuyo objeto principal esté directamenterelacionado con las actividades específicas o necesarias para las operacionesdel Banco, así como cuando se trate de empresas que el Banco Central deVenezuela, en resguardo de su patrimonio, reciba en pago de créditos quehubiere concedido o adquiera en virtud de ejecución de garantías.

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11. Conceder préstamos o adelantos al Presidente o Presidenta, Directores(as),Primer Vicepresidente(a) Gerente, Vicepresidentes(as), trabajadores del BancoCentral de Venezuela, así como a sus respectivos cónyuges o adquirir títulos decrédito a cargo del Presidente o Presidenta de la República o de los Ministros(as).Se exceptúan de esta disposición los préstamos que el Banco Central de Vene-zuela otorgue a sus funcionarios como parte de la política de asistencia crediticiaque debe desarrollar a través del Fondo de Previsión, Pensiones y Jubilacionesde Empleados, previsto en esta Ley.

12. Conceder préstamos a cualquier Instituto bancario, firma o empresa de lacual sea accionista o tenga interés cualquiera de los miembros del Directorio, elPrimer Vicepresidente(a) Gerente, alguno(a) de los Vicepresidentes(as) del Ban-co Central de Venezuela o sus respectivos cónyuges.

13. Adquirir bienes inmuebles, con excepción de aquellos que se requieranpara el desarrollo de las actividades propias del Banco Central de Venezuela,los que necesite para sus propias oficinas, para autoridades ejecutivas del Ban-co y otros usos afines, así como los que en resguardo de su patrimonio recibaen pago de créditos que hubiere concedido y los adquiridos en virtud deejecución de garantías.

14. Aceptar bienes o derechos propiedad de terceros en fideicomiso, adminis-tración o para la realización de cualquier otra operación de naturaleza similar.

Artículo 37 Los bienes que el Banco Central de Venezuela reciba en resguardo desu patrimonio, en pago de créditos que hubiere concedido o adquiera en virtudde la ejecución de garantías, deberán ser vendidos dentro del plazo de tres (3)años, los cuales se contarán a partir de la fecha de adquisición.

Si dentro del referido plazo el Banco Central de Venezuela no hubiere podidoefectuar las operaciones de venta, el Ejecutivo Nacional podrá prorrogar por iguallapso el plazo antes indicado, previa presentación por parte del Banco de uninforme en el que se razonen las causas por las cuales no se hubiesen podidollevar a cabo las operaciones de venta en cuestión. En dicha prórroga, el BancoCentral de Venezuela tendrá que liquidar los citados bienes.

La liquidación de los bienes a que se refiere este artículo podrá ser realizada porel Banco Central de Venezuela mediante oferta pública, para lo cual el Directoriodictará las disposiciones correspondientes.

Capítulo IIInformación, seguridad y protección

Artículo 38 El personal del Banco Central de Venezuela, aun cuando hubieracesado en sus funciones, debe guardar secreto de las informaciones reservadas y

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confidenciales de las que pudiera tener conocimiento. La infracción de dichodeber se sancionará, en el caso de los funcionarios y empleados del Banco, deacuerdo con lo que disponga el Estatuto de Personal de la Institución o la legisla-ción nacional sobre función pública, y en el caso de los miembros del Directoriodel Banco, de acuerdo con el artículo 25 de esta Ley.

El deber de secreto alcanza asimismo a todas las personas que, por cualquiermotivo, tengan acceso a la información clasificada y, en particular, a aquellas quedesempeñen funciones de control o asistan, por derecho o invitación, a reunionescon la Administración del Banco.

Artículo 39 El Directorio del Banco Central de Venezuela podrá clasificar determi-nada información como secreta o confidencial, cuando de la divulgación o cono-cimiento público anticipado de las actuaciones sobre política monetaria, fiscal ofinanciera pudieren derivarse perjuicios para los intereses generales o en su caso,para la propia efectividad y eficacia de las medidas adoptadas.

El Banco Central de Venezuela deberá satisfacer las peticiones formuladas por losciudadanos en ejercicio del derecho de acceso a los registros y archivos adminis-trativos previstos en el artículo 143 de la Constitución, salvo por lo que respecta alos documentos e informaciones calificados como secretos o confidenciales.

Artículo 40 El Directorio del Banco Central de Venezuela dictará normas sobre eltratamiento automatizado de datos personales, a fin de salvaguardar los derechosde las personas previstos en la Constitución.

Artículo 41 La Asamblea Nacional o sus Comisiones podrán acceder a las informa-ciones y documentos calificados como secretos o confidenciales, mediante solici-tud cursada al Presidente(a) del Banco Central de Venezuela. El Presidente(a) dela Asamblea Nacional podrá solicitar motivadamente la observancia del procedi-miento y el cumplimiento de los deberes previstos reglamentariamente para lassesiones secretas.

Artículo 42 El Banco Central de Venezuela contará con un sistema integral deprotección y seguridad propios, responsable de la custodia del personal, bienes einstalaciones del Banco.

De acuerdo con esta Ley y su Reglamento, el Cuerpo de Protección, Custodia ySeguridad contará con su propio Estatuto, que aprobará el Directorio del BancoCentral de Venezuela.

Artículo 43 Sin menoscabo de las competencias propias de la Fiscalía General dela República y de los correspondientes órganos del orden público, el personal deseguridad del Banco Central de Venezuela colaborará en la investigación de loshechos delictivos que pudieren tener lugar en las instalaciones objeto de su vigi-lancia. Corresponderá al juez competente determinar la validez de los actos pro-batorios instruidos por el Cuerpo de Protección, Custodia y Seguridad del Banco.

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Ley del Banco Central de Venezuela 2001 207

Capítulo IIIDe las operaciones del Banco Central de Venezuela con el gobierno

Artículo 44 El Banco Central de Venezuela podrá ser depositario de los fondos delTesoro Nacional, en la forma que convenga con el Ejecutivo Nacional.

El Banco Central de Venezuela podrá abrir y mantener subcuentas en divisas afavor del Tesoro Nacional, conforme a la ley y a los convenios que se celebrencon el Ejecutivo Nacional.

Artículo 45 El Banco Central de Venezuela podrá ser agente financiero del Ejecu-tivo Nacional en sus operaciones de crédito, tanto internas como externas.

El Banco Central de Venezuela, en su carácter de agente financiero, asesorará enla planificación y programación de las operaciones de crédito público previstas eneste artículo, y gestionará la colocación, recompra y compra con pacto de reventade títulos valores, contratación y servicio, de tales créditos, según sea el caso.Estos servicios serán gratuitos, sin ninguna otra obligación para el Ejecutivo Na-cional que la de reembolsar los gastos en los cuales incurra el Banco con ocasiónde dichas gestiones.

El Ejecutivo Nacional, por órgano del Ministro o Ministra encargado(a) de lasFinanzas, convendrá con el Banco Central de Venezuela los términos en que ésteefectuará los servicios aquí previstos y las operaciones que queden exceptuadasde la aplicación de este artículo.

Artículo 46 El Banco Central de Venezuela deberá:

1. Elevar al Ejecutivo Nacional informes periódicos acerca de la situación mo-netaria y financiera, interna y externa, y hacer las recomendaciones pertinentescuando lo juzgue oportuno.

2. Coordinar con el Ejecutivo Nacional las políticas fiscales, monetarias ycambiarias en función de los objetivos previstos en los acuerdos que se cele-bren con el Ejecutivo Nacional.

3. Emitir opinión financiera razonada al Ministerio encargado de las Finanzas,cuando la República y los proyectos de operaciones de crédito público así lorequieran, en los términos y condiciones señaladas en la Ley.

4. Emitir dictámenes en los casos previstos en la Ley.

Artículo 147 El Banco Central de Venezuela podrá recibir ingresos y ejecutarpagos de los entes integrados en el sistema de Tesorería, de conformidad con losconvenios que al efecto se celebren con la República. Asimismo, podrá recibirdepósitos del Gobierno Nacional, los estados, los municipios, los institutos autó-nomos, las empresas oficiales y los organismos internacionales, en las condicio-nes y términos que se convengan.

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Capítulo IVDe las operaciones del Banco Central de Venezuela con los bancose instituciones financieras

Artículo 148 El Banco Central de Venezuela podrá efectuar las siguientes opera-ciones con los bancos e instituciones financieras:

1. Recibir depósitos a la vista y a plazo y, necesariamente, la parte de losencajes que se determine de conformidad con la Ley. Los depósitos a la vista ylos encajes formarán la base del sistema de cámaras de compensación quefuncionará de acuerdo con las reglas que dicte el Banco Central de Venezuela.

2. Aceptar la custodia de títulos valores físicos y/o desmaterializados, en lostérminos que convenga con ellos.

3. Comprar y vender oro y divisas.

4. Comprar y vender, en mercado abierto, títulos valores u otros instrumentosfinancieros, según lo previsto en esta Ley.

5. Hacer anticipos sobre oro amonedado o en barras, en las condiciones queestablezca el Banco Central de Venezuela.

6. Otorgar créditos de hasta treinta (30) días, prorrogables por una sola vez hastapor el mismo período, con garantía de títulos de crédito relacionados con opera-ciones de legítimo carácter comercial y otros títulos valores, cuya adquisición estépermitida a los bancos e instituciones financieras. Los referidos créditos podránadoptar la forma de descuento, redescuento, anticipo o reporto, en las condicio-nes que determine el Directorio del Banco Central de Venezuela. El Directoriopodrá establecer condiciones especiales para las operaciones aquí previstas, cuandose celebren con garantía de títulos de crédito provenientes de operaciones desti-nadas al financiamiento de programas agrícolas, pecuarios, forestales y pesqueros,determinados por el Ejecutivo Nacional.

7. Celebrar operaciones de reporto, actuando como reportador o reportado, enlas condiciones que determine el Directorio del Banco Central de Venezuela.

8. Descontar y redescontar letras de cambio, pagarés u otros títulos provenien-tes de operaciones, en virtud de las actividades agrícolas que determine elEjecutivo Nacional, considerando para ello los respectivos términos de venci-miento, prescripción y caducidad. A este fin, el Banco Central de Venezuelapodrá establecer cupos de redescuento de los títulos de crédito anteriormenteseñalados para atender programas agrícola-vegetal, agrícola-animal, forestal ypesquero; pagos de cosechas y planes especiales que el Ejecutivo Nacionalhaya determinado.

9. Realizar otras operaciones expresamente autorizadas en esta Ley.

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Ley del Banco Central de Venezuela 2001 209

El Directorio del Banco Central de Venezuela establecerá las bases para la deter-minación del valor de mercado o su equivalente, cuando los títulos que serviránde garantía a los créditos indicados en el numeral 6 de este artículo no sean objeto decotización. Asimismo, establecerá el límite máximo de dicho valor, que servirá de ba-se para fijar el monto de los créditos.

En casos excepcionales, previo el voto favorable de seis (6) de los miembros delDirectorio, el plazo establecido en el numeral 6 de este artículo podrá ser elevadohasta noventa (90) días, prorrogable por una (1) sola vez por igual período,cuando estrictos requerimientos de liquidez inmediata del respectivo banco oinstitución financiera así lo justifiquen.

Artículo 49 El Banco Central de Venezuela es el único organismo facultado pararegular las tasas de interés del sistema financiero. En el ejercicio de tal facultadpodrá fijar las tasas máximas y mínimas que los bancos y demás institucionesfinancieras, privados o públicos, regidos por la Ley General de Bancos y otrasInstituciones Financieras o por otras leyes, pueden cobrar y pagar por las distintasclases de operaciones activas y pasivas que realicen.

El Banco Central de Venezuela queda facultado para fijar las comisiones o recar-gos máximos y mínimos causados por las operaciones accesorias y los distintosservicios a los cuales califique como relacionados, directa o indirectamente, conlas mencionadas operaciones activas y pasivas. El Banco podrá efectuar esta fija-ción aun cuando los servicios u operaciones accesorias sean realizados por perso-nas naturales o jurídicas distintas de los bancos e instituciones de crédito. Quedaigualmente facultado para fijar las tarifas que podrán cobrar dichos bancos oInstitutos de crédito por los distintos servicios que presten. Las modificaciones enlas tasas de interés y en las tarifas regirán únicamente para operaciones futuras.

Artículo 50 Con el objeto de regular el volumen general de crédito bancario y deevitar que se acentúen tendencias inflacionarias, el Banco Central de Venezuelapodrá fijar los porcentajes máximos de crecimiento de los préstamos e inversionespara períodos determinados, así como topes o límites de cartera para tales présta-mos e inversiones.

Estas medidas podrán ser establecidas, en forma selectiva, por sectores, zonas,bancos e instituciones financieras o por cualquier otro criterio idóneo de selec-ción que determine el Directorio.

Artículo 51 Los bancos e instituciones financieras están en la obligación de sumi-nistrar al Banco Central de Venezuela, los informes que les sean requeridos sobresu estado financiero o sobre cualquiera de sus operaciones. Esta obligación seextiende a aquellas personas naturales y jurídicas que, por la naturaleza de susactividades y la correspondiente relación con las funciones del Banco, determineel Directorio.

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Artículo 52 Los montos correspondientes al encaje legal, que mantengan en elBanco Central de Venezuela los bancos u otras instituciones financieras, soninembargables.

Artículo 53 Los bancos y demás instituciones financieras deberán mantener elencaje que determine el Banco Central de Venezuela, en función de su políticamonetaria.

Dicho encaje estará constituido por moneda de curso legal, salvo que se trate delencaje por obligaciones en moneda extranjera, en cuyo caso deberá estar consti-tuido por el tipo de moneda que apruebe el Banco Central de Venezuela.

Artículo 54 La porción del encaje depositada en el Banco Central de Venezuelapodrá ser remunerada por razones de política monetaria y financiera, en lostérminos y condiciones que, a tal efecto, establezca el Directorio del Banco Cen-tral de Venezuela.

Artículo 55 El Banco Central de Venezuela establecerá la forma de cálculo, aefectos de determinar la posición del encaje, las exenciones y partidas no compu-tables, así como la tasa de interés que deberán pagar los bancos y demás institu-ciones financieras por el monto no cubierto de dicho encaje.

Capítulo VDe las operaciones del Banco Central de Venezuela con el público

Artículo 56 El Banco Central de Venezuela puede efectuar directamente con elpúblico, dentro de los límites que fije el Directorio, las operaciones siguientes:

1. Recibir depósitos de cualquier clase.

2. Ejecutar las operaciones especificadas en los numerales 2, 3, 4, 6, 7, 8 y 9 delartículo 48.

Artículo 57 El Banco Central de Venezuela podrá emitir títulos valores y negociar-los, conforme con lo que establezcan los reglamentos de cada emisión. Los títulosa que se refiere este artículo podrán ser objeto de recompra por el Banco Central deVenezuela, y colocados nuevamente en el mercado antes de su vencimiento. Hastatanto sean nuevamente colocados o mientras se produzca su vencimiento, segúnsea el caso, dichos títulos permanecerán registrados en una cuenta transitoria enla contabilidad del Banco.

Artículo 58 Con el fin de cumplir las directrices de la política monetaria, el BancoCentral de Venezuela podrá comprar y vender en mercado abierto los títulosvalores y otros instrumentos financieros emitidos en masa que determine a estepropósito el Directorio.

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Ley del Banco Central de Venezuela 2001 211

Las operaciones aquí previstas se celebrarán en condiciones de mercado y, enningún caso, se realizarán como medio de financiamiento directo. Los títulosdeberán ser ofrecidos por terceros, distintos del emisor, salvo los que haya emiti-do el Banco Central de Venezuela.

Título IVDel régimen económico del Banco Central de Venezuela

Capítulo IDel plan y presupuesto del Banco Central de Venezuela

Artículo 59 La dirección y la gestión interna del Banco Central de Venezueladeben estar regidas por un Plan Estratégico Institucional plurianual, que al tomaren consideración los objetivos consagrados en el artículo 5 de esta Ley, formule elmarco estratégico del Instituto, evalúe y proponga el perfeccionamiento de suscapacidades internas y establezca el conjunto de medidas operativas para la eje-cución y seguimiento anual del plan.

A estos efectos, aplicará las técnicas y procedimientos metodológicos de mayorvigencia con vistas a garantizar la incorporación sistemática de los procesos deautomatización, la mayor participación de las unidades organizativas del Banco,el seguimiento del entorno nacional e internacional y la actualización permanentede las nuevas tendencias en la teoría y la práctica de la banca central y su inciden-cia interna.

En la formulación del Plan Estratégico del Banco Central de Venezuela, deberáasegurarse que el presupuesto del Banco se corresponda con la expresión finan-ciera del plan.

Artículo 60 El ejercicio presupuestario del Banco Central de Venezuela se inicia el1∞ de enero y termina el 31 de diciembre de cada año.

Artículo 61 El presupuesto anual del Banco Central de Venezuela estará formadopor el presupuesto de ingresos y gastos de la política monetaria e inversionesfinancieras y el presupuesto de ingresos y gastos operativos.

A los fines previstos en esta Ley, se entenderá por gastos operativos los gastoscorrientes y de capital relacionados con la administración del Instituto.

Artículo 62 Corresponde al Directorio aprobar las instrucciones a las que deberá ate-nerse la administración del Banco para la formulación y ejecución del presupuesto.

Artículo 63 El proyecto de presupuesto de ingresos y gastos operativos del BancoCentral de Venezuela se remitirá, para su discusión y aprobación, a la AsambleaNacional durante la primera quincena de octubre del ejercicio inmediatamenteanterior al que se refiere el proyecto de presupuesto.

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No estará sujeto al examen de la Asamblea Nacional el presupuesto de ingresos ygastos de la política monetaria e inversiones financieras del Banco Central deVenezuela.

Cuando en el presupuesto de gastos operativos se contemplen algunas partidasque excedan del ejercicio presupuestario, se incluirá la información oportuna a suejecución en el ejercicio del año correspondiente y sucesivos.

Artículo 64 Durante la discusión del presupuesto del Banco Central de Venezuela,la Asamblea Nacional no podrá modificar directamente las partidas o asignacio-nes previstas en el proyecto de presupuesto. Si lo estima oportuno, la AsambleaNacional devolverá el proyecto de presupuesto al Directorio del Banco Central deVenezuela con las recomendaciones sobre su modificación.

En el caso de que la Asamblea Nacional no apruebe el presupuesto del BancoCentral de Venezuela con anterioridad al 15 de diciembre del ejercicio correspon-diente, se reconducirá el presupuesto del año anterior a dicho ejercicio.

Capítulo IIDel ejercicio económico, estados financieros e informes

Artículo 65 El Banco Central de Venezuela iniciará su ejercicio económico el 1º deenero de cada año y finalizará el día 31 de diciembre del mismo año.

Artículo 66 Dentro de los treinta (30) días hábiles siguientes al cierre de cadaejercicio, el Banco Central de Venezuela publicará los estados financieros del añofinalizado.

Artículo 67 Dentro de los primeros quince (15) días hábiles de cada mes, el BancoCentral de Venezuela publicará los estados financieros correspondientes al mesfinalizado.

Artículo 68 Los estados financieros del Banco, tanto anuales, semestrales comomensuales, se publicarán en un (1) diario de circulación nacional y se facilitará elacceso a los datos a través de los recursos electrónicos del Banco. Los estadosfinancieros anuales se publicarán en la Gaceta Oficial de la República Bolivarianade Venezuela.

En la formación de dichos estados, el Banco deberá ajustarse a las normas yprincipios contables que dicte la Superintendencia de Bancos y otras InstitucionesFinancieras.

Artículo 69 Con independencia de su publicación, el Directorio remitirá a la Asam-blea Nacional y al Ejecutivo Nacional, los estados financieros y los informes de losComisarios, dentro de los noventa (90) días siguientes al cierre de su ejercicioanual.

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Ley del Banco Central de Venezuela 2001 213

El Banco Central de Venezuela deberá elaborar y publicar, dentro de los seis (6)primeros meses de cada año, el Informe Económico anual correspondiente al añoinmediatamente anterior, el cual deberá contener las series estadísticas y su res-pectivo análisis y demás datos que permitan obtener informaciones actualizadasdel estado de la economía nacional y de sus variables más importantes. Esteinforme deberá ser aprobado por el Directorio del Banco Central de Venezuela.

Capítulo IIIDe los Comisarios

Artículo 70 Los Comisarios designados conforme a la presente Ley, elaborarán yrendirán sus informes y actuaciones dentro de los cuarenta y cinco (45) díassiguientes al cierre de cada ejercicio, los cuales serán enviados al Ejecutivo Nacio-nal y a la Asamblea Nacional conjuntamente con los estados financieros.

Capítulo IVDe las utilidades y reservas

Artículo 71 De las utilidades netas anuales del Banco Central de Venezuela, cual-quiera sea su origen o naturaleza, se destinará el diez por ciento (10%) al FondoGeneral de Reserva, cuyo límite cuantitativo será fijado razonadamente por elDirectorio.

El Directorio del Banco, mediante decisión motivada, acordará que el remanentede las utilidades netas anuales, una vez deducidas las reservas determinadas en elpárrafo anterior y las voluntarias, las cuales en todo caso no excederán el cincopor ciento (5%) de dichas utilidades, serán entregadas al Fisco Nacional en laoportunidad que decida el Directorio dentro de los seis (6) meses siguientes alcierre del ejercicio económico correspondiente.

El cálculo de las utilidades por entregar al Fisco Nacional se hará sobre las utilida-des netas anuales realizadas y recaudadas con arreglo a las normas de laSuperintendencia de Bancos y otras Instituciones Financieras. El remanente deutilidad del Banco Central de Venezuela será entregado al Ejecutivo Nacional enforma programada y en concordancia con los objetivos y metas fijados en elAcuerdo de Coordinación Macroeconómica.

Artículo 72 En el caso de que el saldo de las cuentas de utilidades no distribuidasy reservas de capital, mencionado en el artículo anterior, resultare insuficientepara cubrir los desequilibrios financieros de un ejercicio económico, correspon-derá a la República realizar los aportes que sean necesarios para su reposición.

A los fines previstos en este artículo, los referidos aportes se realizarán mediantela asignación de los créditos correspondientes en el presupuesto del ejercicio

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fiscal siguiente al de aquel en que se hubiera determinado el monto requerido. Encaso de que la situación de las cuentas fiscales no permitiere la realización de laasignación presupuestaria, la Asamblea Nacional autorizará una emisión especialde títulos de la deuda pública nacional, en condiciones de mercado y con unvencimiento que no exceda de cinco (5) años.

Título VDel control y relaciones del Banco Central de Venezuela con los poderes públicos

Capítulo IDe las relaciones con el Poder Ejecutivo

Artículo 73 Las relaciones entre el Ejecutivo Nacional y el Banco Central de Vene-zuela se sostendrán por intermedio del Ministro o Ministra encargado(a) de lasFinanzas.

Artículo 74 El Ministro o Ministra encargado(a) de las Finanzas, por órgano delTesorero(a) Nacional, deberá enviar al Banco Central de Venezuela la siguienteinformación:

1. Movimiento diario de ingresos y egresos, ordinarios y extraordinarios, delTesoro Nacional.

2. Al inicio de cada semana, una programación relativa a los ingresos y egresosordinarios y extraordinarios, previstos para las siguientes cuatro (4) semanas. ElTesorero(a) Nacional deberá revisar diariamente esta programación y participaral Banco Central de Venezuela cualquier cambio que se produzca en la misma.

3. Dentro de los primeros quince (15) días del año fiscal, una programación delos citados ingresos y egresos para los cuatro (4) trimestres del ejercicio respec-tivo, la cual deberá ser actualizada dentro de las dos (2) primeras semanas decada mes, respecto del período no ejecutado.

Por su parte, el Ministerio encargado de la Planificación y Desarrollo informarásobre el proceso de elaboración y ejecución del Plan de la Nación al BancoCentral de Venezuela, a fin de recabar opinión sobre cuestiones de su competen-cia. El mencionado Ministerio suministrará al Banco la información que éste re-quiera, de conformidad con la Ley.

Artículo 75 El Banco Central de Venezuela informará oportunamente al EjecutivoNacional o a su requerimiento, sobre el comportamiento de la economía y sobrelas medidas adoptadas en el ámbito de sus competencias, con independencia dela publicación de los informes en los términos establecidos en esta Ley.

Artículo 76 El Directorio del Banco Central de Venezuela o su Presidente o Presi-denta en caso de necesidad, por iniciativa propia o a solicitud del Ministro o

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Ley del Banco Central de Venezuela 2001 215

Ministra encargado(a) de las Finanzas, recomendará al Ejecutivo Nacional lasmedidas que estime oportunas para alcanzar las metas y objetivos del acuerdo depolíticas y los fines esenciales del Estado.

Capítulo IIDe las relaciones con la Asamblea Nacional

Artículo 77 Corresponde al Banco Central de Venezuela rendir cuenta de susactuaciones, metas y resultados de sus políticas ante la Asamblea Nacional, deacuerdo con los términos de esta Ley.

Artículo 78 El Directorio deberá enviar una síntesis de sus decisiones a la Asam-blea Nacional, con un diferimiento no mayor de treinta (30) días, salvo que solici-te y obtenga un lapso mayor de parte de la Asamblea Nacional.

Artículo 79 Durante los primeros cuarenta y cinco (45) días de cada año, el Direc-torio del Banco Central de Venezuela, a través de su Presidente o Presidenta,presentará un informe a la Asamblea Nacional sobre los resultados obtenidos, elcumplimiento de sus metas y políticas, así como del comportamiento de las varia-bles macroeconómicas del país y las circunstancias que influyeron en la obten-ción de los mismos y un análisis que facilite su evaluación.

Artículo 80 Con independencia de los informes periódicos, la Asamblea Nacionalpodrá requerir del Banco Central de Venezuela aquellas informaciones que esti-me conveniente, así como solicitar la comparecencia del Presidente o Presidentadel Banco.

Cuando, en los casos en que sea absolutamente necesario para el ejercicio de susatribuciones, la Asamblea Nacional necesite informaciones confidenciales, éstas seharán llegar directamente al Presidente o Presidenta de la Asamblea Nacional, quienserá responsable de su difusión. Los miembros de la Asamblea Nacional que tenganacceso a esta información deben cumplir con el deber de secreto consagrado en lapresente Ley.

Capítulo IIIDe las relaciones con la Contraloría General de la República

Artículo 81 La Contraloría General de la República es el órgano responsable del con-trol posterior del Banco Central de Venezuela. En este sentido, la actividad decontrol nunca tendrá lugar con anterioridad a la ejecución de las decisiones delBanco.

Artículo 82 La Contraloría General de la República podrá ejercer sus funcionesbasada en los principios de sinceridad, oportunidad, eficacia y eficiencia de lagestión administrativa del Banco Central de Venezuela, y sólo se referirá a lacorrecta ejecución del presupuesto operativo.

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Los principios a los que se refiere el aparte anterior implican el adecuado cumpli-miento de la función contralora, sin menoscabo de los objetivos, metas y resulta-dos de la gestión del Banco Central de Venezuela.

Artículo 83 En el ejercicio de sus facultades, la Contraloría General de la Repúblicatendrá acceso a las informaciones confidenciales cuando sea de absoluta necesi-dad para el cumplimiento de sus competencias, de acuerdo con la Ley.

Los funcionarios de la Contraloría General de la República que tengan acceso aesta información deben cumplir con el deber de secreto consagrado en la presen-te Ley.

Artículo 84 La Contraloría General de la República no podrá incluir dentro de susinformes de gestión datos confidenciales relativos al Banco Central de Venezuela, nipodrá hacerlos públicos ni entregarlos, salvo en aquellos casos que así lo requieranla Asamblea Nacional o el Ejecutivo Nacional, oída la opinión del Banco.

Capítulo IVDe otras instancias de control

Artículo 85 Corresponde a la Superintendencia de Bancos y otras InstitucionesFinancieras la inspección y vigilancia de las actividades de su competencia querealice el Banco Central de Venezuela; por lo tanto, para el mejor cumplimientode sus funciones, el Superintendente de Bancos podrá asistir a las reuniones delDirectorio, donde tendrá derecho a voz, pero no a voto.

Son de aplicación a la Superintendencia de Bancos y otras Instituciones Financie-ras las garantías en el ejercicio de sus funciones determinadas en los artículos 83y 84 de esta Ley.

Artículo 86 Las instituciones públicas que participen en el control del Banco Cen-tral de Venezuela podrán dirigir al Presidente o Presidenta del Banco aquellasrecomendaciones que consideren convenientes para mejorar el funcionamientode este organismo, de acuerdo con sus ámbitos de competencia.

Las firmas auditoras darán a conocer estas recomendaciones exclusivamente enlos informes finales que remitan al Ejecutivo Nacional.

Capítulo VDe la auditoría externa

Artículo 87 Los estados financieros del Banco Central de Venezuela serán exami-nados anualmente a través de una auditoría externa, la cual versará sobre lascuentas operativas y administrativas del Banco, quedando exceptuados el presu-puesto de política monetaria y las inversiones financieras que realice el Banco.

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Ley del Banco Central de Venezuela 2001 217

Los auditores externos serán independientes. Corresponde al Ejecutivo Nacional,oído el Banco Central de Venezuela, la selección mediante concurso público de lafirma especializada, nacional o extranjera, que realizará la auditoría. La firma nopodrá ser contratada para la realización de más de tres (3) auditorías durante eltrienio siguiente y esta limitación se extenderá a cualquier otra empresa quepueda reemplazarla o guarde relación directa con la firma por medio de suspropietarios o directivos.

El costo de la auditoría externa se incorporará en el presupuesto del Banco Cen-tral de Venezuela.

Artículo 88 Los auditores externos en ningún caso tendrán acceso a las informa-ciones que revistan naturaleza confidencial, de acuerdo con la Constitución de laRepública Bolivariana de Venezuela y las leyes sobre la materia o que hayan sidocalificadas como tales por el Directorio del Banco. Los auditores deben guardarsecreto con respecto a todas las informaciones que hayan sido de su conocimien-to durante el proceso de auditoría del Banco Central de Venezuela, y sus informesson asimismo confidenciales.

Título VIDe la coordinación macroeconómica

Artículo 89 El Banco Central de Venezuela y el Ejecutivo Nacional actuarán coor-dinadamente con el fin de promover y defender la estabilidad económica delpaís, evitar la vulnerabilidad de la economía y velar por la estabilidad monetaria yde precios, para asegurar el bienestar social y el desarrollo humano, consistentecon las metas trazadas en el contexto de la política económica y en particular conlas líneas generales del plan de desarrollo económico y social de la nación.

La coordinación macroeconómica entre el Banco Central de Venezuela y el Ejecu-tivo Nacional se regulará según lo previsto en la presente Ley, en las disposicionesque señalen otras normas y en las que se establezcan en materia de coordinaciónmacroeconómica.

Artículo 90 La coordinación macroeconómica se concertará sobre la base de unAcuerdo Anual de Políticas, suscrito por el Ejecutivo Nacional por medio delMinistro o Ministra responsable de las Finanzas, y el Presidente o Presidenta delBanco Central de Venezuela. El Acuerdo deberá ser riguroso y consistente con lasmetas trazadas en el contexto de la política económica.

El Acuerdo Anual de Políticas deberá contribuir a la armonización de las políticasde la competencia de ambos organismos, con el fin de lograr los objetivos ma-croeconómicos que se establezcan.

El Acuerdo contendrá, entre otros aspectos, los rangos de los objetivos macro-económicos que deben ser asegurados, los cuales deberán estar dirigidos a garantizar

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el crecimiento de la economía, la estabilidad de precios a través de una meta deinflación, el balance fiscal y el balance externo. Asimismo, evaluará las repercu-siones sociales de las políticas económicas que deberán ser utilizadas para alcan-zar los objetivos mencionados.

El Banco Central de Venezuela dispondrá de autonomía para la definición y apli-cación del conjunto de instrumentos y variables de políticas, las cuales deberánasegurar la más estrecha relación entre las gestiones fiscales, monetarias y cambiarias.

El Acuerdo establecerá la responsabilidad de cada organismo en la definición desus objetivos, así como la metodología y mecanismos para la medición de losobjetivos macroeconómicos que deberán ser cumplidos.

El Acuerdo Anual de Políticas no podrá incluir en ningún caso políticas moneta-rias que convaliden o financien políticas fiscales deficitarias.

La divulgación del Acuerdo deberá hacerse en el momento de la aprobación delpresupuesto nacional por la Asamblea Nacional.

Artículo 91 Las diferencias que pudieren surgir entre el Banco Central de Vene-zuela y el Ministerio responsable de las Finanzas en la elaboración y suscripcióndel acuerdo serán resueltas por la Asamblea Nacional, incluyendo el estableci-miento de un régimen especial de asignación de responsabilidades entre los orga-nismos involucrados.

Artículo 92 Los máximos responsables del Acuerdo Anual de Políticas informarána la Asamblea Nacional durante los primeros cuarenta y cinco (45) días hábiles decada semestre, acerca de la ejecución de las políticas y acciones previstas en elAcuerdo y del alcance de los objetivos planteados, explicando y evaluando, se-gún le corresponda a cada organismo, el efecto sobre el cumplimiento del Acuer-do de las desviaciones relacionadas con las influencias de variables exógenas a laeconomía venezolana. Asimismo, con anterioridad a la presentación del nuevoAcuerdo, rendirán cuenta a la Asamblea Nacional sobre la efectividad de losinstrumentos utilizados, las condiciones de la economía en que se ha desarrolladoel Acuerdo y la obtención de los resultados previstos.

Artículo 93 Los entes del sector público y privado tienen la obligación de suminis-trar en forma oportuna al Banco Central de Venezuela toda la información estadís-tica que requiera para el diseño de la participación del Banco en el AcuerdoAnual de Políticas, así como para la elaboración de los informes contemplados enesta Ley.

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Título VIIDel Sistema Monetario Nacional

Capítulo IDe la emisión y circulación de las especies monetarias

Artículo 94 La unidad monetaria de la República Bolivariana de Venezuela es elbolívar. En caso de que se instituya una moneda común, en el marco de laintegración latinoamericana y caribeña, podrá adoptarse la moneda que sea obje-to de un tratado que suscriba la República.

Artículo 95 Corresponde al Banco Central de Venezuela el derecho exclusivo deemitir billetes y de acuñar monedas de curso legal en todo el territorio de laRepública. Ninguna institución, pública o privada, cualquiera que sea su naturale-za, podrá emitir especies monetarias.

Artículo 96 Las monedas y los billetes emitidos por el Banco Central de Venezuelatendrán las denominaciones, dimensiones, diseños y colores que acuerde el Directorio.

Para la acuñación de las monedas, el Banco Central de Venezuela queda facultadopara emplear el metal o la aleación de metales que considere más apropiados yconvenientes, de acuerdo con su valor, resistencia y demás propiedades intrínse-cas, así como para fijar el peso y ley de las mismas.

Artículo 97 Los elementos originales usados en los procesos de producción debilletes y monedas del Banco Central de Venezuela serán inventariados y poste-riormente destruidos, según los procedimientos y respetando las medidas de se-guridad que a tal efecto se establezcan. No tendrá lugar esta destrucción cuando,para su archivo y posible exhibición, así lo decida el Directorio del Banco Centralde Venezuela. En estos casos se guardarán con la custodia necesaria.

Artículo 98 El Banco Central de Venezuela podrá acuñar monedas con finesnumismáticos o conmemorativos, a cuyo efecto queda en libertad de establecerlas características de la emisión y su forma de distribución o comercialización.

Artículo 99 El Banco Central de Venezuela regulará la acuñación y el comercio delas monedas con fines numismáticos, conmemorativos o de otro carácter.

Artículo 100 El Banco Central de Venezuela podrá producir especies valoradas nomonetarias y otros instrumentos de seguridad, cuyo diseño y demás característi-cas provendrán de la propia institución o de terceros.

Artículo 101 El Banco Central de Venezuela sólo podrá poner en circulaciónbilletes y monedas metálicas a través de la compra de oro, divisas y la realizaciónde las demás operaciones autorizadas por la presente Ley.

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Artículo 102 Las monedas y billetes que regresen al Banco por la venta de oro, dedivisas o de otros activos o en pago de créditos, quedarán retirados de la circula-ción y no podrán volver a ella sino en virtud de nuevas operaciones especificadasen el artículo anterior.

Artículo 103 El Banco Central de Venezuela deberá organizar en todo el territorionacional los servicios necesarios para asegurar la provisión de billetes y monedas,y para facilitar al público el canje de las especies monetarias de curso legal porcualesquiera otras que representen igual valor.

Los bancos y demás instituciones financieras autorizados para recibir depósitos enmoneda nacional estarán obligados a la prestación, en sus distintas oficinas, su-cursales o agencias, del servicio de canje de especies monetarias, de acuerdo conlas normas que al efecto dicte el Banco Central de Venezuela.

Con el fin de prevenir la escasez de monedas fraccionarias y garantizar el adecua-do servicio, el Banco Central de Venezuela podrá requerir que los bancos e insti-tuciones financieras mantengan a disposición del público, en sus distintas ofici-nas, sucursales o agencias, existencias mínimas de monedas metálicas en lascantidades que el Banco Central de Venezuela determine para cada clase demoneda, entendiéndose que dichos bancos o instituciones deberán restablecerinmediatamente las existencias mínimas requeridas para satisfacer la demanda delpúblico, que deberá, en todo caso, ser atendida.

Artículo 104 Las monedas y billetes emitidos por el Banco Central de Venezuelatendrán poder liberatorio sin limitación alguna en el pago de cualquier obligaciónpública o privada, sin perjuicio de disposiciones especiales, de las leyes queprescriban pago de impuestos, contribuciones u obligaciones en determinadaforma y del derecho de estipular modos especiales de pago.

Artículo 105 El Banco Central de Venezuela puede disponer la desmonetizaciónde toda o parte de las emisiones de moneda en circulación, reembolsando a lostenedores el valor de las especies objeto de la medida.

Artículo 106 La importación, exportación o comercio de monedas venezolanas oextranjeras de curso legal en sus respectivos países, están sujetas a las regulacio-nes que establezca el Banco Central de Venezuela.

Artículo 107 No son de obligatorio recibo las monedas y los billetes perforados oalterados, ni los desgastados por el uso hasta haber perdido por ambas caras surespectiva impresión.

Artículo 108 Sin perjuicio de las disposiciones penales aplicables, las monedas ylos billetes falsificados, dondequiera que se encuentren, serán incautados y pues-tos a disposición de la autoridad competente para que siga el juicio penal corres-pondiente. En la sentencia respectiva, el Tribunal mandará a destruir los instru-mentos empleados para ejecutar el delito y entregará las monedas y los billetes

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Ley del Banco Central de Venezuela 2001 221

falsificados al Banco Central de Venezuela para su inutilización y, en su caso,aprovechamiento de los materiales.

Capítulo IIDe la convertibilidad externa, transacciones cambiarias,y reservas internacionales

Artículo 109 Las monedas y los billetes de curso legal serán libremente converti-bles al portador y a la vista, y su pago será efectuado por el Banco Central deVenezuela mediante cheques, giros o transferencias sobre fondos depositados enbancos de primera clase del exterior y denominados en moneda extranjera, de loscuales se puede disponer libremente.

Artículo 110 El Banco Central de Venezuela regulará, en los términos que conven-ga con el Ejecutivo Nacional, la negociación y el comercio de divisas en el país;las transferencias o traslados de fondos, tanto en moneda nacional como en divi-sas, del país hacia el exterior o desde el exterior hacia el país, así como losconvenios internacionales de pago.

En la regulación que dicte al efecto, el Banco Central de Venezuela podrá estable-cer requisitos, condiciones y procedimientos en relación con las materias a que serefiere el presente artículo.

El Banco Central de Venezuela deberá estar representado en las comisiones espe-ciales que el Ejecutivo Nacional creare para conocer y decidir aquellos asuntosque determinen los convenios cambiarios.

Artículo 111 En los convenios cambiarios que suscriban el Banco Central deVenezuela y el Ejecutivo Nacional, se establecerán los márgenes de utilidad quepodrán obtener, tanto el Banco Central de Venezuela como los bancos e institu-ciones financieras que participen en la compra-venta de divisas.

Artículo 112 Los convenios cambiarios que celebren el Ejecutivo Nacional y elBanco Central de Venezuela regularán todo lo correspondiente al sistema cambiariodel país. Éstos podrán establecer limitaciones o restricciones a la libre convertibilidadde la moneda nacional cuando se considere necesario para su estabilidad, asícomo para la continuidad de los pagos internacionales del país o para contrarres-tar movimientos inconvenientes de capital.

Artículo 113 Las divisas que se obtengan por concepto de las exportaciones dehidrocarburos deberán ser vendidas exclusivamente al Banco Central de Vene-zuela, al tipo de cambio que rija para cada operación. El contravalor en bolívaresde las divisas provenientes de estas exportaciones se depositará en la cuentarespectiva en el Banco.

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222 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

El Banco Central de Venezuela debe suministrar a Petróleos de Venezuela, S.A., oal ente creado para el manejo de la industria petrolera, las divisas que esta empre-sa solicite para la cobertura de sus necesidades, de acuerdo con el presupuesto dedivisas aprobado por la Asamblea de dicha empresa para el respectivo ejercicio,así como con la programación trimestral que deberá ésta presentar al Banco,dentro de los últimos quince (15) días de cada trimestre.

Petróleos de Venezuela, S.A., o el ente creado para el manejo de la industriapetrolera, no mantendrá fondos en divisas por encima del límite que le hayaautorizado el Directorio del Banco Central de Venezuela, a los efectos de suspagos operativos en el exterior y que aparecerá reflejado en los balances de laempresa. Asimismo, informará trimestralmente o a requerimiento del Banco sobreel uso y destino de los referidos fondos.

Artículo 114 Las reservas internacionales en poder del Banco Central de Venezue-la estarán representadas, en la proporción que el Directorio estime conveniente,de la siguiente forma:

1. Oro amonedado y en barras, depositado en sus propias bóvedas y en insti-tuciones financieras del exterior calificadas de primera clase, según criteriosreconocidos internacionalmente.

2. Depósitos en divisas a la vista o a plazo y títulos valores en divisas emitidospor instituciones financieras del exterior calificadas de primera clase, segúncriterios reconocidos internacionalmente.

3. Depósitos en divisas a la vista o a plazo y títulos valores en divisas emitidospor entes públicos extranjeros e instituciones financieras internacionales, en lascuales la República tenga participación o interés y que sean de fácil realizacióno negociabilidad.

4. Derechos especiales de giro u otra moneda fiduciaria internacional.

5. Posición crediticia neta en el Fondo Monetario Internacional.

El Banco Central de Venezuela podrá realizar operaciones que procuren atenuarlos riesgos existentes en los mercados financieros internacionales, donde se in-vierten las reservas del país.

Capítulo IIIDe las obligaciones, cuentas y documentos en monedas extranjeras

Artículo 115 Los pagos estipulados en monedas extranjeras se cancelan, salvoconvención especial, con la entrega de lo equivalente en moneda de curso legal,al tipo de cambio corriente en el lugar de la fecha de pago.

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Ley del Banco Central de Venezuela 2001 223

Artículo 116 En la contabilidad de las oficinas públicas o privadas y en los libroscuyo empleo es obligatorio, de acuerdo con el Código de Comercio, los valoresse expresarán en bolívares. No obstante, pueden asentarse operaciones de inter-cambio internacional contratadas en monedas extranjeras, cuya mención puedehacerse, aunque llevando a la contabilidad el respectivo contravalor en bolívares.Igualmente, pueden llevarse libros auxiliares para la misma clase de operación,con indicaciones y asientos en monedas extranjeras.

Artículo 117 Todos los memoriales, escritos, asientos o documentos que se pre-senten a los tribunales y otras oficinas públicas, relativos a operaciones de inter-cambio internacional en que se expresen valores en moneda extranjera, deberáncontener al mismo tiempo su equivalencia en bolívares.

Artículo 118 Las citas o referencias de documentos otorgados o que hayan deproducir efecto fuera de la República, pueden contener expresión de cantidadespecuniarias en monedas extranjeras, sin necesidad de indicación de su equivalen-cia en bolívares.

Título VIIIDel régimen de sanciones

Artículo 119 Están sujetos a la presente Ley todas las personas naturales y jurídi-cas. La alusión a bancos y otras instituciones financieras se entenderá en sentidoamplio y, en todo caso, incluirá a los organismos regulados por la Ley General deBancos y otras Instituciones Financieras.

Artículo 120 El Banco Central de Venezuela tiene la facultad de sancionaradministrativamente, por medio de resoluciones, a quienes transgredan las obli-gaciones determinadas en la presente Ley y en dichas resoluciones.

Artículo 121 Las sanciones indicadas en esta Ley se aplicarán sin menoscabo delas acciones penales y civiles a que hubiere lugar, así como solicitar la indemniza-ción por daños y perjuicios que pudieran determinarse.

Las sanciones establecidas en la presente Ley serán impuestas y liquidadas por elBanco Central de Venezuela, de acuerdo con el procedimiento establecido en la ley.Las resoluciones al respecto podrán recurrirse en los términos indicados en la ley.

Artículo 122 Los bancos y demás instituciones financieras que infrinjan las resolu-ciones del Banco Central de Venezuela en materia de tasas de interés serán san-cionados hasta con el uno por ciento (1%) de su capital pagado y reservas, asícomo con un medio por ciento (0,5%) por no suministrar oportunamente losinformes sobre su estado financiero o cualesquiera de sus operaciones. Asimis-mo, cuando se demuestre la falsedad de la información, las sanciones previstas eneste artículo deberán elevarse hasta en un uno por ciento (1%) adicional.

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224 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Artículo 123 El incumplimiento de las normas prudenciales generales o sobremoneda extranjera que dicte el Banco Central de Venezuela para garantizar loestablecido en la Ley General de Bancos y otras Instituciones Financieras, estarásujeto a las sanciones que previamente establezca el Directorio, las cuales nopodrán ser superiores al monto del valor correspondiente a cada operación.

Artículo 124 Quienes, sin el previo cumplimiento de las regulaciones dictadas porel Banco Central de Venezuela, realicen operaciones de importación o comerciode moneda venezolana o extranjera de curso legal en sus respectivos países,serán sancionados con multa equivalente al valor de la respectiva operación.

Estarán sujetos a la misma sanción quienes, en contravención de las regulacionesdictadas por el Banco Central de Venezuela, acuñen o comercialicen monedascon fines numismáticos, conmemorativos o de cualquier otro carácter. Las mone-das objeto de dicha ilicitud serán decomisadas.

Artículo 125 Serán sancionados hasta con el monto del valor correspondiente acada operación, quienes realicen operaciones de negociación y comercio de divi-sas en el país, de transferencia o traslado de fondos o de importación, exporta-ción, compra-venta y gravamen de oro y sus aleaciones, tanto amonedado comoen barras, fundido, manufacturado o en cualquier otra forma, sin haber cumplidocon las regulaciones establecidas por el Banco Central de Venezuela.

Artículo 126 Los que se nieguen a recibir la moneda legal en concepto de libera-ción de obligaciones pecuniarias, en los términos establecidos en esta Ley, seránsancionados con el triple de la cantidad cuya aceptación hayan rehusado.

Artículo 127 Sin menoscabo de otras responsabilidades que pudieran tener lugar,aquel que infrinja el deber de secreto establecido en la presente Ley será sancio-nado por una cantidad de hasta cuatro mil (4.000) unidades tributarias.

En caso de que el infractor sea personal al servicio del Banco Central de Venezue-la, la transgresión será además causal de destitución o despido, según el caso.

Si la infracción es debida a la actuación de la firma encargada de la auditoríaexterna prevista en esta Ley, dicha empresa quedará además inhabilitada pararealizar auditorías en el Banco Central de Venezuela durante los diez (10) añossiguientes a la realización de aquélla.

En estos casos, el Directorio del Banco Central de Venezuela será el competente paradeterminar la cuantía de la sanción y proveer su liquidación. De la respectiva san-ción se notificará al Ejecutivo Nacional, a la Asamblea Nacional y a la Superintendenciade Bancos y otras Instituciones Financieras para los fines pertinentes.

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Ley del Banco Central de Venezuela 2001 225

Título IXDel fuero judicial especial

Artículo 128 El órgano jurisdiccional competente para conocer las acciones que seintenten en contra de las decisiones dictadas por el Directorio del Banco Centralde Venezuela será el Tribunal Supremo de Justicia.

Disposiciones transitorias

Primera: Las normas contenidas en la presente Ley serán de inmediata aplicacióndesde su entrada en vigencia, pero los procedimientos administrativos en marchaseguirán su curso hasta su conclusión definitiva. Asimismo, se ratifican el Estatutode Personal y demás disposiciones dictadas por el Directorio en el ámbito de sucompetencia.

Segunda: Dentro del año siguiente a la entrada en vigencia de esta Ley deberá seraprobado el Reglamento previsto en el numeral 3 del artículo 21 de esta Ley.

Tercera: El Presidente y los Directores del Banco Central de Venezuela actual-mente en ejercicio, continuarán desempeñando sus funciones hasta cumplirse elperíodo para el cual fueron designados por el Presidente de la República.

Cuarta: Al vencimiento del período de los actuales miembros del Directorio, seprocederá a la nueva designación dentro de los noventa (90) días siguientes, en laforma señalada a continuación:

1. La Asamblea Nacional designará los dos (2) miembros del Directorio cuyoperíodo se venza primero.

2. El Presidente de la República designará a los tres (3) miembros restantes delDirectorio, en la oportunidad en que se venza el período de cada uno de ellos.

Quinta: El Estatuto de Personal de los Empleados del Banco Central de Venezue-la y el Reglamento de administración de personal para los integrantes del Cuerpode Protección, Custodia y Seguridad, mantendrán su vigencia, en lo que no colidacon esta Ley. En el lapso de ocho (8) meses desde la entrada en vigencia de estaLey se aprobará la adaptación de ambos documentos al nuevo régimen legal.

Hasta tanto se dicte la legislación en materia de pensiones y jubilaciones, aplica-ble al personal del Banco Central de Venezuela, el Directorio determinará unporcentaje del total de los sueldos del personal pagados en el semestre anteriorrespectivo, que se destinará al Fondo de Previsión, Pensiones y Jubilaciones deEmpleados. Dicha suma se registrará con cargo a los gastos corrientes del Banco.

Sexta: Se mantienen en vigencia los convenios cambiarios suscritos por el Ejecu-tivo Nacional y el Banco Central de Venezuela, en todo aquello que no colida conla presente Ley y mientras no sean reemplazados por nuevos convenios.

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226 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Séptima: En el plazo de tres (3) meses desde la entrada en vigencia de esta Ley,el Directorio elaborará el registro de informaciones clasificadas como confidencia-les, de acuerdo con lo determinado en la presente Ley.

Octava: Lo dispuesto en el Título VI, de la Coordinación Macroeconómica, artícu-los 89, 90, 91, 92 y 93 de esta Ley, se aplicará hasta tanto sea promulgada por lacorrespondiente Ley de Coordinación Macroeconómica.

Disposición derogatoria

Queda derogada la Ley del Banco Central de Venezuela del 4 de diciembre de1992, publicada en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela N∞ 35.106, asícomo todas las normas contrarias a la presente Ley.

Dada, firmada y sellada en el Palacio Federal Legislativo, sede de la AsambleaNacional, en Caracas, a los cuatro días del mes de septiembre de dos mil uno. Año191∞ de la Independencia y 142∞ de la Federación.

WILLIAN LARAPresidente

LEOPOLDO PUCHIPrimer Vicepresidente

GERARDO SAERSegundo Vicepresidente

EUSTOQUIO CONTRERASSecretario

VLADIMIR VILLEGASSubsecretario

Palacio de Miraflores, en Caracas, a los tres días del mes de octubre de dos miluno. Año 191∞ de la Independencia y 142∞ de la Federación.

Cúmplase(L.S.)

HUGO CHÁVEZ FRÍAS

Refrendado

La Vicepresidenta Ejecutiva

(L.S.)

ADINA MERCEDES BASTIDAS CASTILLO

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Ley del Banco Central de Venezuela 2001 227

Refrendado

El Ministro del Interior y Justicia

(L.S.)

LUIS MIQUILENA

Refrendado

El Ministro de Relaciones Exteriores

(L.S.)

LUIS ALFONSO DÁVILA GARCÍA

Refrendado

El Ministro de Finanzas

(L.S.)

NELSON JOSÉ MERENTES DÍAZ

Refrendado

El Ministro de la Defensa

(L.S.)

JOSÉ VICENTE RANGEL

Refrendado

La Ministra de la Producción y el Comercio

(L.S.)

LUISA ROMERO BERMÚDEZ

Refrendado

El Ministro de Educación, Cultura y Deportes

(L.S.)

HÉCTOR NAVARRO DÍAZ

Refrendado

La Ministra de Salud y Desarrollo Social

(L.S.)

MARÍA URBANEJA DURANT

Refrendado

La Ministra del Trabajo

(L.S.)

BLANCANIEVE PORTOCARRERO

Refrendado

Page 226: Revista BCV Vol. XVI. N°1

228 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

El Ministro de Infraestructura

(L.S.)

ISMAEL ELIÉZER HURTADO SOUCRE

Refrendado

El Ministro de Energía y Minas

(L.S.)

ÁLVARO SILVA CALDERÓN

Refrendado

La Ministra del Ambiente y de los Recursos Naturales

(L.S.)

ANA ELISA OSORIO GRANADO

Refrendado

El Ministro de Planificación y Desarrollo

(L.S.)

JORGE GIORDANI

Refrendado

El Ministro de Ciencia y Tecnología

(L.S.)

CARLOS GENATIOS SEQUERA

Refrendado

El Ministro de la Secretaría de la Presidencia

(L.S.)

DIOSDADO CABELLO RONDÓN

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Revista BCV • Vol. XVI. N∞1. Caracas, enero-junio 2002, pp. 229-252 • ISSN: 0005-4720

Mensaje de fin de año del Presidente del BCV

CastellanosDiego Luis Castellanos E.

Presentación

Al concluir el año 2001, parece indispensable una reflexión acerca de la evoluciónespecial que ha experimentado, tanto la economía como la política y la sociedadmundiales y sus efectos sobre las mismas categorías en América Latina y en Venezuela.

En lo económico y contradiciendo de alguna manera los pronósticos realizadospor las instituciones públicas y privadas internacionales, se produjo la recesión dela economía estadounidense y el consecuente arrastre sobre otras economías delmundo, con el agravante de que acciones terroristas inéditas contribuyeron aprofundizar el deterioro económico y a fortalecer la unipolaridad bajo el liderazgode la superpotencia agraviada, todo ello con consecuencias importantes en lascondiciones sociales y culturales de las naciones del mundo.

Son evidentes los efectos sobre los países en desarrollo, tanto en lo que respectaa sus economías, cuya dependencia de exportaciones primarias sigue gravitandosobre sus posibilidades de desarrollo, como en lo político, en la medida en queprácticamente se han visto sometidas a mayores presiones determinadas por elenfrentamiento al terrorismo. Del mismo modo, muchos países en desarrollo cuyatradición cultural se fundamenta en creencias religiosas arraigadas, se han sentidode alguna manera amenazados de exclusión y cuyos pueblos han tenido quemarcar diferencias con sus respectivos gobiernos.

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230 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Venezuela no ha escapado a los efectos de la declinación del crecimiento de laeconomía mundial en virtud de que su economía, aún dependiente de los vaivenesde la coyuntura petrolera, sigue siendo muy vulnerable –por esa misma razón– a ladesaceleración en las economías industrializadas y a los efectos de ello sobre laseconomías emergentes. Por otra parte, si bien no ha sido afectada en lo político y enlo social, no ha dejado de estar de alguna manera presionada, particularmente porlas acciones mediáticas producto de la incomprensión de su proceso político einstitucional que responde al ejercicio de su soberanía, que obedece al modelodemocrático y participativo establecido en la Constitución Bolivariana.

La economía y la sociedad venezolanas están en proceso de transición, en mediode expectativas e incertidumbres de variada índole y urgida de decisiones trascen-dentes, que exigen consensos que promuevan acciones participativas y permitanalcanzar la estabilidad en un sentido suficientemente amplio, que tome en cuentaque la inestabilidad real tiene costos elevados y, por lo tanto, exige lograr equili-brios para asegurar las confianzas y credibilidades, indispensables para crecer conequidad y superar la heterogeneidad estructural.

Los retos del entorno internacional

La situación económica mundial

A finales de 2000, las proyecciones sobre el comportamiento de la economíamundial para 2001 mostraban un optimismo moderado, debido a las repercusio-nes que tendría la desaceleración del ritmo de crecimiento de la economía estado-unidense. El escenario dominante era el de un aterrizaje suave de la principaleconomía desarrollada, una probable recuperación de la actividad económica enJapón y una disminución del ritmo de crecimiento en la eurozona. En el ámbitode los países menos avanzados se preveía una desaceleración de su ciclo expan-sivo, estimándose, sin embargo, tasas de crecimiento mayores a las esperadas enlos países industrializados.

Como expresión de estas tendencias, en 2001 el volumen del comercio mundialaumentó en 1,4%, mientras que la producción mundial de bienes y servicioscreció 2,4%, cifras que muestran menor expansión respecto al año previo (12,4%y 4,7%, respectivamente).

En el año 2001, la economía de Estados Unidos presentará un crecimiento estima-do de 1,0%, sensiblemente inferior al de 2000 (4,1%), comportamiento atribuible,en buena medida, al derrumbe del optimismo de los sectores privados en lasbondades asociadas a la nueva economía, la sobreinversión durante la últimadécada y al fuerte impacto psicológico que sobre los consumidores tuvieron losataques terroristas del 11 de septiembre en New York y Washington.

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Mensaje de fin de año del Presidente del BCV 231

Con el fin de contrarrestar la fuerte caída de la demanda interna, las autoridadesmonetarias estadounidenses redujeron, en once oportunidades durante el año, sutasa de fondos federales, la cual pasó de 6,50%, a principios de 2001, a 1,75% endiciembre, su menor nivel en 40 años. Estas medidas estuvieron acompañadaspor programas de estímulo fiscal, cuyos resultados se espera que se materialicenen 2002. Este desempeño adverso de la economía de Estados Unidos se reflejó enla eurozona y en Japón, así como en las naciones de reciente industrialización delSudeste asiático (Hong Kong, Taiwan, Singapur y Corea), las cuales se vieronseriamente afectadas por la recesión japonesa y el derrumbe de la demanda delmercado de productos electrónicos.

Las economías de los países en desarrollo también fueron golpeadas por el com-portamiento de los flujos de capital neto que, por primera vez en casi una década,se tornaron negativos. Este último elemento se agudizó después del 11 de sep-tiembre, al aumentar la aversión al riesgo por parte de los inversionistas. Comoconsecuencia –entre otras cosas– del menor financiamiento, el PIB de los paísesen desarrollo aumentó 4,0% en 2001 respecto a 5,8% el año previo, destacandoAmérica Latina como la región donde se observó la mayor desaceleración, alcrecer solamente 1,0% en 2001 en comparación con 4,1% en 2000.

En la región, las condiciones externas desfavorables en conjunción con situacio-nes internas adversas, como los problemas de abastecimiento de energía eléctricaen Brasil y la crisis financiera en Argentina, acarrearon una fuerte desaceleracióneconómica, en lo que destacan las recesiones de México y Argentina y la pérdidade dinamismo de la economía brasileña.

El principal reto de la economía mundial para 2002 será el de remontar la recesióny propiciar un crecimiento mucho más equitativo, que permita superar los desfa-vorables efectos que la situación económica tuvo sobre los sectores más débilesde la población, en virtud de su indefensión ante la inestabilidad de los cicloseconómicos y el aumento de las iniquidades en todo el mundo, como consecuen-cia del sistema económico dominante.

En este contexto, los esfuerzos integracionistas en la región, como mecanismoque debe fortalecer a los países latinoamericanos, constituye un reto fundamentala enfrentar en los años inmediatos, lo que supone realizar esfuerzos, en lo políti-co, hacia hacer vigente la democracia participativa.

La geopolítica petrolera y el papel de Venezuela

En el año 2000, la consolidación del precio durante el primer semestre, seguidapor una fuerte tendencia hacia el alza del mismo en el tercer trimestre, generóconfusión entre los productores en la interpretación de la relación real entre laoferta y la demanda, con miras a las expectativas en 2001.

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En realidad, ya desde mediados de 2000, el mencionado equilibrio entre oferta ydemanda de crudos se había establecido en virtud de los importantes incremen-tos en la producción acordados por la OPEP, además de un suministro mayorproveniente de los demás productores. Los inventarios en los países de la OCDEse encontraban en niveles objetivamente satisfactorios. No obstante, el mercadoestadounidense atravesó, en algunas regiones específicas de su geografía, ciertonerviosismo, producto de la ineficiencia de la red de oleoductos y de la insuficien-cia del sistema de refinación.

Fueron así los precios de algunos productos refinados en una parte de EstadosUnidos, los que orientaron el comportamiento de los precios de los crudos en elmundo entero. El debate electoral en Estados Unidos por su parte, sin dudaalguna, ejerció un efecto que enturbió la transparencia de los fundamentos delmercado.

Al efectuar la OPEP su último incremento en la producción en el año 2000, la sobreofertafue la herencia que recibió el año 2001. Efectivamente, ya en octubre de 2000, elprecio inicia una curva declinante similar a la experimentada en 1996 y 1997.

Aunque con mayor intensidad, el declive del precio desde el cuarto trimestre del2000, hasta finales de 2001, es bastante parecido a la experiencia de 1997-1998. Enlo que se evidencia el carácter estructural del desbalance entre una sobreoferta,por una parte, acompañada por inventarios adecuadamente suplidos, y una inne-cesaria expansión de la capacidad de producción en todos los países exportadores,frente a un insignificante crecimiento de la demanda.

El efecto shock producido el 11 de septiembre en Estados Unidos, con la reticen-cia al gasto y a la inversión, la crisis de la industria de aviación y del turismo, elcrecimiento del desempleo y las señales de recesión comentadas, proyecta haciael mundo el mensaje de que la demanda petrolera del año 2001 ha sido amplia-mente excedida por la oferta. Más serio todavía es el hecho que mundialmente lascapacidades fueron incrementadas en forma desproporcionada con respecto a lasnecesidades reales del mercado, lo cual generó una capacidad de produccióncerrada, cuyo efecto sobre el precio es hacia la baja en el año 2002.

A fin de contrarrestar esta tendencia, sería indispensable un alto nivel de discipli-na entre los productores para reglamentar la oferta, racionalizar los planes deexpansión y esperar la reanimación de la demanda en forma ordenada y concer-tada. No es ocioso señalar que el papel que le corresponderá desempeñar aVenezuela es decisivo.

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Mensaje de fin de año del Presidente del BCV 233

La evolución de la economía venezolana

Producto, precios y empleo

Durante el año 2001, la actividad económica, medida a través del producto inter-no bruto (PIB), se desaceleró con respecto al año 2000. En efecto, cifras prelimi-nares apuntan que la economía habría crecido 2,7%, como consecuencia, funda-mentalmente, del impacto recesivo de la economía mundial y la caída de losprecios del petróleo.

El desvío con respecto a la meta que inicialmente se trazó el Ejecutivo es atribui-ble en su totalidad al desempeño de la actividad del sector público, que se contra-jo en 1,3%. El sector privado, en cambio, mostró un significativo empuje al creceren 5,1%. Los recortes de producción acordados por la OPEP que determinaronuna caída del PIB del sector público, la concomitante reducción de ingresospetroleros y la subsecuente desaceleración en el gasto del gobierno, se identificancomo los elementos esenciales que alejaron la trayectoria del producto de la metaestimada (4,5%).

Cuadro 1Producto interno bruto (variación %)

A precios de 1984

2001 /2000 (*) 2000 /1999(*) 1999 / 1998

Actividades petroleras (0,9) 3,2 (7,4)

Actividades no petroleras 3,8 3,0 (5,4)

Transables 3,0 3,6 (6,9)

No transables 4,2 2,8 (4,8)

Derechos de importación 8,5 10,9 (10,4)

Total 2,7 3,2 (6,1)

(*) Cifras provisionales

Fuente: BCV.

En este contexto, el PIB petrolero descendió 0,9%, lo que influyó en la comentadadebilidad del sector público. Por su parte, la casi totalidad de las ramas de activi-dad económica del sector no petrolero experimentaron crecimientos significati-vos: Construcción (13,0%); Comercio (4,2%); Manufactura (3,2%); Comunicacio-nes (11,5%); y Electricidad y Agua (3,0%), entre otras.

Page 232: Revista BCV Vol. XVI. N°1

234 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

La importante expansión experimentada por los sectores de Construcción, Co-mercio, Comunicaciones y Electricidad y Agua, determinaron un mayor creci-miento de las actividades productoras de bienes no transables respecto a las detransables.

La demanda agregada interna mantuvo su dinamismo, expandiéndose en 4,7%,en tanto que la demanda externa, incluida la de petróleo, creció en 2,2%, eviden-ciando una desaceleración respecto al año anterior, todo ello medido a preciosconstantes de 1984. Se observó que el consumo final privado y el consumo finalpúblico se elevaron en 4,7% y 5,9%, respectivamente, acelerando sus tasas decrecimiento respecto al año previo. Por su parte, la inversión bruta fija repuntósignificativamente en 12,0%, luego de crecer 1,1% en 2000. Estos tres componen-tes experimentaron, en conjunto, un incremento de 6,1%, superior en 2,7 puntosporcentuales respecto al aumento registrado el año anterior. Dicho incrementofue cubierto en 42,8% vía importaciones, en 37,5% a través de una mayor produc-ción interna y en 19,7% por medio de una desacumulación de inventarios.

Cuadro 2Demanda agregada (variación %)

A precios de 1984

2001 / 2000(*) 2000 / 1999 (*) 1999 / 1998

1) Consumo final 4,9 3,9 (3,2)

Sector público 5,9 5,0 3,0

Sector privado 4,7 3,7 (4,3)

2) Inversión bruta fija 12,0 1,1 (16,4)

3) Demanda agregada interna 1/ 4,7 5,0 (5,9)

4) Exportaciones 2,2 5,5 (10,8)

5) Menos: importaciones 9,4 15,4 (14,6)

6) Demanda agregada (3+4-5) 2,7 3,2 (6,1)

(*) Cifras provisionales1/ Incluye variación de existencias

Fuente: BCV.

Para noviembre de 2001, la tasa de inflación, de acuerdo con la variación anualdel índice de precios al consumidor del área metropolitana de Caracas (IPC), sesituó en 12,7%, nivel inferior en 1,5 puntos porcentuales al registrado en noviem-bre de 2000, pero ligeramente mayor que la meta anunciada por las autoridadeseconómicas (entre 10,0% y 12,0%).

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Mensaje de fin de año del Presidente del BCV 235

Gráfico 1Tasa de variación anualizada del IPC

Fuente: BCV.

A diferencia del proceso de desaceleración de la inflación observado en los cuatroaños anteriores, en 2001 se evidencia un estancamiento, el cual ha ocurrido noobstante la existencia de una política cambiaria que ha favorecido la estabilidaddel tipo de cambio. La comparación entre la inflación observada y la meta, puedeevaluarse también mediante lo que suele denominarse núcleo inflacionario.1 Esteindicador alternativo revela que la variación anualizada de los precios a noviem-bre de 2001 se ubica en 11,8%, cifra que, además de situarse por debajo de lavariación del IPC general, se encuentra dentro del rango de inflación objetivoanunciado para el cierre del año.

Por su parte, los índices de precios al mayor (IPM) y al productor de la industriamanufacturera privada (IPP) presentaron un menor crecimiento con variacionesanualizadas al cierre de noviembre, de 11,3% y 6,2%, respectivamente, por debajode las registradas en noviembre del año previo (16,0% y 10,9%, en cada caso).

Finalmente, en lo tocante al empleo, cifras preliminares suministradas por el Ins-tituto Nacional de Estadísticas (INE) indican que en el mes de septiembre la tasa dedesempleo se ubicó en 13,5%, superior a la observada, tanto en el mismo mesde 2000 como en diciembre del año anterior (13,0% y 10,2%, respectivamente). Esde destacar que, a pesar del mayor nivel de actividad económica, se observa un

(%)

Ener

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Febr

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Mar

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Abril

May

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Juni

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Julio

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Sept

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18,0

17,0

16,0

15,0

14,0

13,0

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11,0

10,0

9,0

8,0

Meta inflacionaria

12,6 12,7

1 Este indicador aísla de la canasta del IPC aquellos bienes y servicios cuyos precios presen-tan gran volatilidad, como es el caso de los bienes agrícolas y los bienes y servicios conprecios administrados.

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236 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

descenso en la tasa de ocupación, la cual pasó de 87,0% en septiembre de 2000 a86,5% en septiembre de 2001. Los empleos generados se canalizaron totalmentehacia el segmento formal, siendo absorbidos por el sector privado en 60%.

Mercado petrolero

Si bien ha sido establecido el contexto más general de la economía petroleramundial, valdría precisar la evolución de algunos de sus indicadores, por el altoimpacto en la economía venezolana. Así, el precio de los principales marcadoresWTI, Brent y cesta OPEP acusó una disminución promedio estimada de US$/b 4,1para el año. Sin embargo, este valor promedio no expresa adecuadamente ladrástica caída que sucedió en el cuarto trimestre y que llevó las cotizaciones delWTI a US$/b 20,33, el Brent a US$/b 19,29 y la cesta OPEP a US$/b 18,03, desdelos valores promedios de US$/b 32,0; US$/b 29,5 y US$/b 28,6, respectivamente,registrados en el cuarto trimestre del año 2000.

Como ha sido mencionado, las estimaciones de crecimiento de la demanda mun-dial de petróleo se ajustaron sucesivamente a la baja, conforme se hizo evidenteel deterioro de la economía mundial, hasta registrar sendas contraccionesanualizadas de 0,3% y 0,5% en el tercer y cuarto trimestres del año, resultados queno se observaban desde la crisis asiática del año 1998. Por el lado de la oferta, losesfuerzos realizados por la OPEP para equilibrar el mercado, a través de tresacuerdos de reducción de la producción, en los meses de enero, marzo y julio,que totalizaron 3.499 mil barriles diarios, no resultaron del todo eficaces, en vistadel importante incremento (580 mil barriles diarios), exhibido por la producciónde los productores no OPEP. En particular, Rusia y las ex repúblicas soviéticasreportaron una significativa expansión (6,6%) de su actividad petrolera, lo quepermitió a este bloque de países ubicar su producción para el año 2001 en 8,4millones de barriles diarios, nivel superior al del año 2000 (7,9 millones de barrilesdiarios), desplazando a Arabia Saudita como principal productor mundial.

Ante estos hechos, la estrategia de la OPEP de reducir su producción se expresóen un debilitamiento de su posición de mercado, por lo que se hizo necesarioinvolucrar a los productores no OPEP en un recorte adicional de la producción de1,5 millones de barriles diarios, efectivo a partir del primero de enero del año2002, en el cual los productores no OPEP se comprometerían a reducir su produc-ción en 500 mil barriles diarios.

Como era de esperarse, la economía interna resultó afectada por el cambio desfa-vorable en las condiciones del mercado petrolero. De los cuatro acuerdos dereducción de producción establecidos por la OPEP, en el transcurso del año 2001,tres de ellos se hicieron efectivos en los meses de febrero, abril y septiembre,correspondiéndole a Venezuela un recorte total de 407 mil barriles diarios. El

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Mensaje de fin de año del Presidente del BCV 237

último recorte de producción acordado entrará en vigencia el primero de enerodel año 2002 y supondrá una reducción adicional de la producción de 175 milbarriles diarios.

El precio promedio de la cesta petrolera venezolana registró un progresivo des-censo desde US$/b 23,19 en enero hasta US$/b 15,50 en noviembre, estimándoseque el promedio del año alcance a US$/b 20,50, lo que significa una disminuciónde US$/b 5,40 con respecto al precio promedio del año 2000.

Sector externo

Cifras preliminares indican que al cierre de 2001 la balanza de pagos registraría undéficit de US$ 2.434 millones, explicado, principalmente, por el retroceso de lasexportaciones petroleras. Con este resultado, las reservas internacionales brutasdel país (BCV y FIEM) se ubicarían por encima de los US$ 18.000 millones.

La cuenta corriente acusaría una reducción de su superávit, desde US$ 13.111 enel año 2000 a US$ 4.395 millones en 2001, la cual se explica por la contracción delvalor de las exportaciones petroleras y el incremento de las importaciones delsector privado.

La caída en el valor de las exportaciones petroleras de US$ 6.175 millones obede-ció a la conjunción de las reducciones del precio de la cesta petrolera (20,9%) y delos volúmenes exportados (2,4%). A pesar de que el resultado en cuenta corrienteestuvo dominado por la dinámica petrolera, es de destacar el desempeño de lasexportaciones privadas, las cuales experimentaron un incremento de US$ 325millones, para cerrar en US$ 5.270 millones. Por su parte, otra variable que contri-buyó al deterioro de la cuenta corriente fue la expansión de las importaciones,que registraron un incremento de US$ 1.791 millones (11,6%), para cerrar en US$17.282 millones.

La cuenta de servicios presentó un déficit de US$ 3.253 millones, superior en US$235 millones al registrado en el año 2000 y el saldo en renta resultó deficitario enUS$ 1.516 millones, lo que reflejó un incremento respecto al del año 2000.

En contraposición con el resultado en cuenta corriente, durante 2001 la cuentacapital y financiera mostraría una notable mejora, toda vez que el saldo deficitariose tornó menos negativo que el año anterior en US$ 843 millones. Ella provino delfavorable comportamiento de la inversión de cartera y la otra inversión, ya que elsaldo de la cuenta de inversión directa mostró una reducción de US$ 1.762 millo-nes, evidenciando una reversión a los niveles de 1999.

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238 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

Cuadro 3Balanza de pagos 1/

Resumen general (millones de US$)

2001 (*) 2000 *

Cuenta corriente 4.395 13.111

Saldo en mercancías 9.774 17.544

Exportaciones FOB 27.056 33.035

Petroleras 21.710 27.885

No petroleras 5.346 5.150

Importaciones FOB (17.282) (15.491)

Saldo en servicios (3.253) (3.018)

Saldo en renta (1.516) (1.204)

Transferencias corrientes (610) (211)

Cuenta capital y financiera 2/ (1.947) (2.790)

Inversión directa 2,595 4.357

Inversión de cartera 329 (2.418)

Otra inversión (4.871) (4.729)

Errores y omisiones (4.882) (4.503)

Balanza global (2.434) 5.818

Variación neta de reservas 2/ 2.434 (5.818)

Banco Central de Venezuela 3/ 4.215 (1.064)

Fondo de Inversiones de Venezuela (140) (381)

Fondo de Inversión para laEstabilización Macroeconómica (1,641) (4,373)

(*) Cifras provisionales* Cifras revisadas1/ Elaborada según los lineamientos de la quinta edición del Manual de Balanza de Pagosdel FMI.2/ Un signo positivo indica una disminución del activo o aumento del pasivo correspondien-te y viceversa.3/ Excluye ajustes por variaciones de tipos de cambio, precios y actualización contable enlos balances del BCV.

Fuente: BCV.

Al cierre de la tercera semana de diciembre, el tipo de cambio nominal se ubicóen Bs./US$ 756.25, lo que implica una depreciación acumulada de 8%, en lo que

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Mensaje de fin de año del Presidente del BCV 239

ha sido determinante la fuerte demanda ocurrida durante el mes en curso asocia-da a las expectativas desfavorables de varios agentes económicos en un entornode mayor conflictividad política.

Políticas macroeconómicas: política fiscal

La política económica diseñada por el Ejecutivo Nacional para el año 2001 le asignóa la política fiscal el papel de coadyuvar al crecimiento de la actividad económicamediante la ejecución de un nivel de gasto que, al tiempo que contribuyera progre-sivamente a subsanar los déficit de bienes públicos, resultara consistente con lameta de inflación fijada y con la sostenibilidad de las cuentas fiscales.

La gestión financiera del gobierno central durante el año 2001 transcurrió en uncontexto económico externo e interno menos favorable que el proyectado, altiempo que enfrentó una situación inicial de tesorería caracterizada por una im-portante falta de recursos para atender el significativo monto de obligacionespendientes de pago correspondientes al ejercicio fiscal del año 2000.

En este contexto, según cifras preliminares del BCV,2 la gestión financiera delgobierno central cerraría el ejercicio fiscal con un déficit equivalente a 4,0% delproducto, el cual refleja un alejamiento con respecto a la meta prevista en la Leyde Presupuesto 2001 (3,0% del PIB).

Cuadro 4Gobierno centralGestión financiera (% del PIB)

2001(*) 2000* 1999

Ingresos totales 20,4 19,6 16,6

Petroleros 9,8 10,0 6,3

No petroleros 10,6 9,6 10,3

Gastos totales 24,5 21,2 19,1

Gasto corriente 18,6 17,2 15,7

Capital 4,1 2,8 2,8

Extrapresupuestarios 1,0 0,5 0,3

Concesión neta de préstamos 0,8 0,8 0,3

Superávit o déficit (-) global (4,0) (1,7) (2,6)

(*) Cifras provisionales* Cifras revisadas

Fuente: BCV.

2 Cifras provisionales enero-octubre, estimadas en noviembre-diciembre.

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Los ingresos totales del gobierno central estarían ubicados en 20,4% de PIB, supe-rior en 0,9% al nivel registrado en el año precedente. Esta evolución se asocia,fundamentalmente, con el aumento de la recaudación de origen interno (1,0% delPIB), dado que los ingresos petroleros disminuyeron en 0,2% del PIB, situándoseen un nivel equivalente a 9,8%.

El gasto pagado del gobierno central se situó en 24,5% del producto, lo querepresenta una aceleración en su crecimiento equivalente a 3% del PIB con res-pecto al año 2000.

Las necesidades de endeudamiento del gobierno central fueron cubiertas, princi-palmente, acudiendo a fuentes internas de financiamiento y, en menor medida, arecursos provenientes del sector externo, tanto por la vía de los mercados volun-tarios de crédito como por préstamos provenientes de organismos multilaterales.Asimismo, como fuente complementaria de financiamiento, se utilizaron recursosdel FIEM por US$ 894,0 millones, de acuerdo con la previsión hecha en la Ley dePresupuesto.

Gráfico 2Saldo de la deuda pública interna y costo de financiamiento 1/

(% del PIB)

1/Incluye deuda de la República y entes.

Fuente: BCV y Ministerio de Finanzas.

E1

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

14,0

12,0

10,0

8,0

6,0

4,0

2,0

0,0

Deuda externa (E1)

Pago de intereses (E2)

E2

5,0

4,5

4,0

3,5

3,0

2,5

2,0

1,5

1,0

0,5

0,0

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Mensaje de fin de año del Presidente del BCV 241

En este sentido, el Gobierno colocó bonos de la deuda pública nacional (DPN) enel mercado interno por un monto equivalente a 5,0 puntos del producto, en tantoque los pagos por amortización alcanzaron 2,0% del PIB, con lo cual el endeuda-miento interno neto resultó positivo en 3,0% del PIB. Las condiciones financieraspresentes en el mercado interno determinaron que el costo promedio delfinanciamiento público resultara mayor al del año anterior. En cuanto al finan-ciamiento externo, el gobierno central colocó bonos en el largo plazo por unmonto de Bs. 896,5 millardos (1,0% del PIB) en los mercados de Europa y Japóny continuó recibiendo préstamos de los organismos multilaterales y bilaterales porBs. 655 millardos. La amortización de deuda externa alcanzó Bs. 1.332 millardos,con lo cual el financiamiento externo neto resultó positivo en 0,2 puntos delproducto.

Políticas macroeconómicas: políticas monetaria y cambiaria

Durante el año 2001, la estrategia de las políticas monetaria y cambiaria estuvoorientada a la consecución del objetivo de inflación programado. Para ello, a lapolítica cambiaria se le asignó la estabilización del tipo de cambio como anclanominal de los precios, mientras que la política monetaria debió generar las con-diciones adecuadas para mantener un nivel de reservas internacionales consisten-te con dicha estabilidad del tipo de cambio.

Con este propósito, la política cambiaria se sustentó en el mantenimiento delsistema de bandas de flotación, previéndose la tasa de deslizamiento de la pari-dad central en 7,0% anual.

Bajo estas condiciones, la política monetaria se tornó más activa durante el año2001, con el objeto de procurar una evolución ordenada del mercado cambiario.Efectivamente, la actuación más dinámica del BCV en el mercado monetario sedesarrolló fundamentalmente a partir del mes de mayo, mediante la realizaciónde operaciones de mercado abierto al colocarse títulos de la deuda pública nacio-nal, perteneciente a la cartera del BCV, por vía de acuerdos de venta con pacto derecompra (REPO). Las modalidades de colocación adoptadas condujo en los he-chos a que la tasa de rendimiento de los REPO, a la vez de convertirse en una tasade interés de referencia del mercado de dinero, estimulara el incremento de laremuneración al ahorro interno.

La realización de operaciones de mercado abierto mediante la modalidad deREPO forma parte del proceso de modernización y redefinición de los instrumen-tos de política monetaria, dirigido a elevar la eficiencia, flexibilidad y transparen-cia de las decisiones de política monetaria. En la búsqueda de estos objetivos, elInstituto modificó el criterio para establecer la tasa de interés cobrada en lasoperaciones de asistencia crediticia, aplicando una metodología de seguimientoque considera las condiciones del mercado interbancario de fondos, así como la

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242 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

orientación de la política monetaria. El resultado de esta revisión determinó unadisminución en la tasa de redescuento en el mes de abril, para ubicarse en 32,0%de interés anual, lo cual asignó un mayor dinamismo a las operaciones realizadasa través de este instrumento a lo largo de 2001.

Adicionalmente, el Banco Central de Venezuela, con el propósito de mejorar laeficiencia de las operaciones que realiza el sistema financiero, así como propiciarla modernización de este sector, acordó poner en marcha el “Sistema de tasas dereferencias del mercado monetario e interbancario” y el “Sistema de transferenciade fondos por préstamos interbancarios”. De esa manera se procura generar, enforma periódica, tasas de interés de referencia para distintos plazos, al tiempo quepermitir, en forma organizada y transparente, la realización de las transaccionesde fondos a préstamo.

Los avances en la modernización de los instrumentos de política monetaria contri-buyeron a defender la estabilidad del tipo de cambio y enfrentar los ataquesespeculativos contra la moneda durante buena parte del tercer trimestre. La ma-yor venta de divisas en el mercado cambiario, a fin de preservar la función de estavariable como ancla nominal de los precios, se reflejó en el comportamiento delos agregados monetarios, en particular de la base monetaria.

Con la misma finalidad de atemperar las presiones sobre el tipo de cambio, enagosto el BCV incrementó el coeficiente de encaje legal para los depósitos delsector público de 17,0% a 30,0%. Asimismo, a partir de septiembre, el Institutoreabrió la mesa de dinero colocando certificados de depósitos con la finalidad deofrecer alternativas de inversión en activos financieros domésticos. Similarmente,el Instituto aumentó la tasa de redescuento a 37,0%. Esta medida se orientó aencarecer el acceso a la liquidez de corto plazo a los fines de desestimular laadquisición de divisas y propiciar un manejo de tesorería más adecuado por partede las instituciones financieras.

La aplicación de los mecanismos señalados, junto con la incertidumbre financieragenerada por los acontecimientos de septiembre en los Estados Unidos, se expre-só en una disminución importante de la demanda de divisas desde la segundaquincena del citado mes, permitiendo un desenvolvimiento más estable del mer-cado cambiario. La inusitada demanda de divisas ocurrida durante el presentemes de diciembre, obligó al Banco a reabrir su mesa de dinero y aumentar la tasade redescuento, lo que indujo una elevación de las tasas de interés.

En cuanto al comportamiento de los principales agregados monetarios, cifraspreliminares hasta noviembre indican que la liquidez monetaria (M2), en térmi-nos nominales, registró una disminución de 5,1% con respecto al nivel de diciem-bre de 2000, en tanto que la base monetaria presentó una disminución nominalde 4,6% durante el mismo período.

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Mensaje de fin de año del Presidente del BCV 243

Al observar la liquidez monetaria a través de sus componentes, se aprecia la caídadel efectivo en poder del público (12,5%), vinculada con la corrección estacionalen el mes de enero de la importante acumulación ocurrida a finales del año 2000.De igual forma, los depósitos de ahorro registraron una reducción de 12,1% conrespecto al nivel de diciembre del año anterior, comportamiento atribuible a lasrigideces al alza que mostró la tasa de interés que remunera este tipo de instru-mento financiero. Los depósitos a plazo, por su parte, mostraron un comporta-miento más estable, beneficiándose del incremento experimentado por la tasa deinterés de estos instrumentos a partir del mes de julio.

Gráfico 3Índice de liquidez monetaria(diciembre de 2000 = 100)

Fuente: BCV.

La demanda de dinero medida por el comportamiento de la liquidez monetaria entérminos reales desestacionalizada3 experimentó una caída acumulada de 11,3%,lo que puede ser asociado a la recomposición de cartera a favor de activos exter-nos, toda vez que la fracción transaccional de la demanda de dinero se vio favo-recida por el crecimiento de la actividad económica privada a lo largo del año.

Durante el año 2001, las tasas de interés nominales mostraron un comportamientodisímil, caracterizado por un período de estabilidad en el primer semestre; un

(%)

Ener

o

Febr

ero

Mar

zo

Abril

May

o

Juni

o

Julio

Agos

to

Sept

iembr

e

Octu

bre

Novie

mbr

e

100,0

95,0

90,0

85,0

80,0

Nominal

Real

2001

3 Esta metodología aísla el componente estacional de la serie haciendo comparables perío-dos consecutivos sin incurrir en errores de sesgo en la medición.

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244 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

importante incremento en el tercer trimestre como reacción a la política restrictivapromovida por el BCV; un reajuste a la baja en el último trimestre y un nuevocomportamiento alcista al cierre del año.

La trayectoria de las tasas de interés reales presentó el mismo comportamiento delas tasas nominales, dada la estabilidad mostrada por la tasa de inflación esperadadurante el año.

Gráfico 4Evolución de las tasas de interés de los seis principales bancoscon cobertura nacional

Fuente: BCV.

Sistema financiero

Según cifras de octubre de 2001, el sistema financiero continúa afectado por unaestructura de tasas de interés activas elevadas, un nivel de actividad económicamenor al del año anterior y por presiones en el mercado cambiario que afectaronlos depósitos de la banca. Esta situación se expresó en un moderado aumento dela cartera de créditos en términos nominales, un incremento de la morosidad de labanca, cierta estabilidad de los depósitos totales en relación con los saldos adiciembre de 2000 y menores montos transados en el mercado de capitales. Noobstante, deben destacarse las fortalezas que el sistema ha desarrollado, entre lasque figuran un nivel de capitalización adecuado, incluso superior al exigido ac-tualmente por la Superintendencia de Bancos y otras Instituciones Financieras(Sudeban) y un grado de cobertura relativamente amplio de los créditos vencidosy en litigio que enfrentan eventualidades de insolvencias.

(%)

Ener

o

Febr

ero

Mar

zo

Abril

May

o

Juni

o

Julio

Agos

to

Sept

iem

bre

Octu

bre

Novi

embr

e

40,0

35,0

30,0

25,0

20,0

15,0

10,0

5,0

Activa

Pasiva

2001

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Mensaje de fin de año del Presidente del BCV 245

En este contexto, las operaciones activas del sistema bancario experimentaron uncrecimiento nominal de 3,6% asociado a una gradual recuperación del ritmo decrecimiento de la cartera de créditos. Sin embargo, tasas de interés activas relativa-mente elevadas y la existencia de expectativas desfavorables en torno a la evolu-ción futura de los precios del petróleo estarían incidiendo en las decisiones deinversión de los agentes económicos, restándole impulso a la actividad crediticia.Ello además ha provocado el deterioro de otros indicadores del funcionamientodel sistema financiero.

No obstante se aprecia una ligera mejoría en el índice de intermediación crediticiaque se ubicó en 60,6%, lo que representa un incremento de 3,6 puntos porcentua-les con respecto a diciembre de 2000, mientras que el índice de intermediaciónfinanciera, que incluye además de la cartera de créditos a las inversiones envalores, aumentó 0,6 puntos porcentuales en el mismo período.

Por su parte, la posición patrimonial de la banca registró un moderado fortaleci-miento, lo que se explica por el efecto de la aplicación de la norma dirigida aaumentar la capitalización de las instituciones financieras y los ajustes del capitalque han efectuado los bancos, para anticiparse a los nuevos requerimientos decapital mínimo que contempla la nueva Ley General de Bancos y otras Institucio-nes Financieras.

Los resultados financieros de la banca comercial y universal continúan eviden-ciando la importante participación de los otros ingresos operativos en los ingresostotales (22,4%), lo cual ha incidido de manera importante en las ganancias de labanca, medida a través del margen del negocio.

En lo que respecta a las transacciones efectuadas en el mercado de capitales,según cifras disponibles a octubre de 2001, éstas se desenvolvieron en un contex-to caracterizado por la escasa presencia de inversionistas, el mantenimiento de unrelativo elevado riesgo-país y una estructura de mercado poco competitiva entérminos de tamaño, costos transaccionales, liquidez y títulos atractivos. Al anali-zar las transacciones realizadas en la Bolsa de Valores de Caracas (BVC), se obser-va que continuaron registrando bajos niveles, al disminuir en 75,5% con respectoa diciembre de 2000.

El papel del BCV en la integración económica

En el contexto económico internacional descrito precedentemente se están llevan-do a cabo negociaciones comerciales en varios ámbitos y con distintos alcances: alnivel subregional, los países andinos tienen la meta de llegar a un mercado comúnpara 2005; al nivel hemisférico, las negociaciones para conformar el Área de LibreComercio de las Américas siguen su curso; finalmente, al nivel multilateral, la Re-unión Ministerial de Doha adoptó un programa de trabajo que pretende mejorar elacceso a los mercados y, por ende, dinamizar el comercio internacional.

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246 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

El Banco Central de Venezuela ha venido participando activamente en asesorar alEjecutivo Nacional en las áreas de su competencia. Dada las dificultades que lossistemas financieros han atravesado en los últimos años, causadas entre otros, poruna alta volatilidad en los movimientos de capital a escala mundial, en un marcode liberalización profunda de los mercados financieros, el reto es importante. Entodos los foros anteriormente señalados las negociaciones van dirigidas a unamayor apertura en el comercio de servicios, donde los financieros juegan unpapel central por sus características particulares. Esto lleva a que, en general, laliberalización del comercio de servicios financieros sea negociada de maneraparticular, atendiendo a las ventajas y a las amenazas que podría engendrar unaapertura acelerada y profunda de esos mercados. Los riesgos de crisis sistémicasde los sistemas financieros son reales y muy costosos en términos económicos,sociales y políticos para cada país, por lo que su liberalización debe ser un proce-so donde se tomen en consideración, tanto los aspectos prudenciales y de regu-lación como los flujos de capitales y el impacto, positivo y/o negativo que éstospueden tener en las economías de los países en desarrollo.

Esto último fue reflejado muy claramente en las últimas reuniones del Consejo delComercio de Servicios realizadas en el marco de la Organización Mundial delComercio (OMC), en las cuales participó el BCV en octubre pasado. De acuerdocon las disposiciones del Acuerdo General sobre Comercio de Servicios de laOMC, la nueva ronda de negociaciones comenzó en el año 2000, por lo quevarios países miembro han presentado propuestas que conducirían a una mayorliberalización del comercio de servicios financieros en el ámbito multilateral, me-diante la eliminación progresiva de las restricciones existentes en las legislacionesnacionales al acceso a mercados y trato nacional. En los debates surgió una con-frontación de dos elementos que es importante destacar: las propuestas presenta-das por los países desarrollados son muy ambiciosas desde el punto de vista de laapertura de los mercados, en tanto la reacción de los países en desarrollo fuecautelosa, pues las recientes crisis financieras han golpeado duramente sus eco-nomías y sufren en mayor medida los efectos del contagio.

En el marco de la Comunidad Andina, también se ha avanzado en estos aspectos,pero el objetivo a la vista es la creación de un mercado intrasubregional deservicios, por lo cual el nivel de compromisos de los socios es mucho más profun-do. En octubre de 2001, los ministros de Comercio de los países andinos lograronun consenso que permite este avance, al aprobar la instrumentación de la elimi-nación gradual de las medidas restrictivas al comercio de servicios, objetivo, porcierto, que debió alcanzarse antes del 31 de diciembre de 1999.

Dado el tamaño de los mercados financieros de la subregión y las similitudes quepresentan, así como los esfuerzos para armonizar las normas prudenciales exis-tentes en los países miembro, la integración financiera de la Comunidad Andinaapoyaría significativamente otros aspectos de la profundización que se busca eneste esquema de integración.

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Mensaje de fin de año del Presidente del BCV 247

Aunado a los esfuerzos anteriormente señalados, se están llevando a cabo accio-nes tendentes a la armonización de sus políticas macroeconómicas, que conduci-rían a eliminar las distorsiones en el comercio internacional y apuntalarían sucrecimiento, apoyando la libre circulación de bienes, servicios, personas y capita-les, el perfeccionamiento del mercado común andino, así como a una mayorinterdependencia y estabilidad, lo cual aumentaría la credibilidad y la confianzaen el conjunto de países de la subregión. En ese sentido, en la V Reunión Ordina-ria del Consejo Asesor de Ministros de Hacienda o Finanzas, Bancos Centrales yResponsables de Planeación Económica de la Comunidad Andina, realizada enCaracas, en junio de 2001, se llegó al compromiso, no vinculante, y para aquellospaíses que aún no lo han hecho, de alcanzar para el 31 de diciembre de 2002 unainflación anual de un dígito. En materia fiscal, el déficit del sector público nofinanciero no excedería del 3% del PIB, y deberá incluir metas relativas al prome-dio móvil del resultado económico global del sector público no financiero, a sucomponente estructural y a la relación deuda pública/PIB. Asimismo, el saldo dela deuda pública explícita (externa e interna) del sector público consolidado, noexcedería del 50% del PIB al final de cada ejercicio económico.

Adicionalmente, se aceptó la propuesta de Cepal para la creación de una red deespecialistas gubernamentales para promover el tema de armonización de polí-ticas macroeconómicas (Redima), que en el caso andino estará dirigida es-pecíficamente a apoyar la agenda de trabajo del Consejo Asesor y en general apromover el proceso de armonización de políticas macroeconómicas de lasubregión. Venezuela está representada en el Redima por funcionarios del Minis-terio de Finanzas y del Banco Central.

Relacionado con lo anterior, y en el marco de las reuniones de Directorio delFondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) celebradas durante el año 2001, elBanco reforzó sus acciones en favor del fortalecimiento y mayor proyección deeste organismo subregional en el ámbito latinoamericano. Ello incluye, entre otros,aspectos sustanciales para el futuro del Fondo, como son los referentes a sufortalecimiento patrimonial y la búsqueda de nuevas fuentes de financiamientopara la atención oportuna de crisis, promoción y ampliación hacia otros países dela región y perfeccionamiento de los procesos para la adopción de decisiones.

Por otro lado, en septiembre de 2001, los países integrantes del Tratado de LibreComercio del G-3 (Colombia, México y Venezuela) suscribieron el Protocolo deServicios Financieros, instrumento que permite la liberalización de ese comerciomediante la eliminación de las restricciones en dicho sector económico. El meca-nismo de apertura adoptado en el Tratado es el de listas negativas; en el caso delos servicios financieros, los miembros negociaron las condiciones en que seotorgarían acceso a sus mercados y las reservas que cada uno de ellos mantendríacon respecto a los compromisos asumidos en el Acuerdo.

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248 Revista BCV / Vol. XVI / N∞ 1 / 2002

En el plano hemisférico, el Banco Central ha apoyado al Ejecutivo Nacional en lasreuniones del Grupo de Negociación sobre Comercio de Servicios e Inversionesen el marco del ALCA, en particular en los temas relacionados con las transferen-cias de capital, reservas y excepciones.

Aunque se ha logrado cumplir con el cronograma de negociaciones y las pautasfijadas por los ministros del ALCA, la etapa más complicada del proceso ya co-menzó. Las decisiones sobre temas, tales como las modalidades y procedimientosde negociación, sentarán el grado de compromiso a que se quiere llegar en esteacuerdo hemisférico; y si bien son difíciles de adoptar y asumir, habida cuenta deque las diferencias de tamaño, economía e intereses de los países son muy pro-fundas, llegar a un consenso sobre las posiciones individuales de los países re-querirá un esfuerzo importante.

A la luz de las consideraciones expuestas, se hace evidente la necesidad de es-fuerzos concertados y decisiones importantes, que deberán enmarcar el curso deVenezuela en el proceso integracionista latinoamericano y mundial.

Los retos del BCV en la nueva sociedad venezolana

La nueva configuración constitucional en lo atinente al sistema socioeconómicovenezolano, incorpora una serie de innovaciones al papel regulador del Estadoen la economía y le establece como función, promover y defender la estabilidadmacroeconómica para asegurar el crecimiento y el bienestar social.

El Estado, para cumplir con dicho principio constitucional, debe orientar las polí-ticas macroeconómicas y sectoriales; se reserva, promueve y protege determina-das actividades económicas y crea un marco normativo para garantizar la coordi-nación y consistencia de dichas políticas.

Esta concepción del Estado establece como uno de los principios fundamentalesdel régimen fiscal y monetario (además del equilibrio fiscal y un nivel prudente dedeuda pública) la autonomía del Banco Central de Venezuela en el cumplimientode sus funciones.

En el ejercicio exclusivo y obligatorio de las competencias monetarias del PoderPúblico en el sistema monetario nacional, el BCV tiene como objetivo fundamen-tal lograr la estabilidad de precios y preservar el valor de la moneda atendiendo alos fundamentos del régimen socioeconómico de la República y, en consecuen-cia, a los fines de asegurar el desarrollo humano integral y promover el desarrolloarmónico de la economía nacional.

Asumir esas responsabilidades, sobre la base del principio de coordinación, supo-ne la necesidad de establecer reglas de transparencia y cooperación, que garanti-cen el desarrollo armónico de la política macroeconómica; en lo institucional,

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procurar un marco adecuado para el ejercicio de las políticas específicas y creardispositivos apropiados para conservar el equilibrio del sistema, asegurar su esta-bilidad y, al mismo tiempo, generar y garantizar la confianza.

En este contexto, los propósitos de contribuir con los objetivos superiores delEstado y la nación, dar respuesta acertada a las nuevas realidades y necesidadesvinculadas con la formulación y ejercicio de las políticas de su competencia yvelar por la continuidad institucional para responder al nuevo papel que del BCVse espera de cara a la sociedad y el país, han significado impulsar un proceso decambio institucional para enfrentar los retos que se derivan del orden constitucio-nal y de la propia Ley, como lo son:

• El ejercicio de las funciones de coordinación con la política económica en elámbito más general.

• La ejecución eficiente y efectiva de las operaciones vinculadas con sus compe-tencias, relacionadas con el Acuerdo Anual de Políticas de actuación coordina-da con el Poder Ejecutivo.

• La preservación de la estabilidad del sistema de pago y contribución con losorganismos competentes a la estabilidad del sistema bancario y financiero.

• La profundización en el conocimiento de los fenómenos económicos relacio-nados con las políticas monetaria y cambiaria, que es responsabilidad del Ins-tituto, garantizando la calidad de la información que sirve de fuente para elproceso de formulación de dichas políticas.

Alcanzar el objetivo único y exclusivo del BCV en el sistema monetario nacionalimplica, del mismo modo, adoptar y profundizar en un modelo de comportamientoque muestre la necesaria articulación entre la autonomía para la formulación yejercicio de las políticas que son competencia del organismo, la transparencia de suactuación y el proceso de rendición de cuentas. Las autoridades del Banco estánconscientes de que la adecuada instrumentación de estos procesos redundará en lacredibilidad de la actuación y en la reputación y prestigio institucional.

Junto a la articulación de las variables de comportamiento antes mencionadas, elejercicio del nuevo papel en el marco de su misión, plantea al Banco otro retofundamental frente a la sociedad, vinculado con la efectividad interna de la ges-tión, como lo es el aseguramiento y vigilancia de la gerencia integrada de losmacroprocesos, la administración eficiente de los gastos operativos y la transpa-rencia de las cuentas y balances en consonancia con el requerimiento legal derendición de cuenta ante la Asamblea Nacional.

Dado el conjunto de funciones y responsabilidades que integran al BCV con elEstado y la sociedad, y que se derivan de los cambios en el nuevo contexto, sesientan las bases para transformar la relación de coherencia entre el papel delInstituto y su modelo de gestión, condición necesaria para asegurar la sostenibilidady viabilidad de la organización.

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En esta dirección, la planificación se ha utilizado como un mecanismo para orien-tar los esfuerzos de direccionalidad y redimensionamiento. Asimismo, se hainstitucionalizado como un dispositivo que crea el ambiente donde se expresan,entre otros, los principios de responsabilidad pública en el cumplimiento de loscompromisos que le corresponden como organización, la participación en la ges-tión y el deber ciudadano en el ejercicio de la función pública, con lo cual eldesempeño del Banco Central de Venezuela se coloca a tono con las normasconstitucionales para cumplir con el nuevo y trascendente papel que le corres-ponde desempeñar frente a la sociedad y el país.

Los retos del año 2002

El año 2001 evidencia con fuerza cómo la economía venezolana sigue muy estre-chamente relacionada con la economía internacional mediante el comercio exte-rior y los movimientos de capital, principalmente. El eje de esa relación es laexportación de hidrocarburos, que provee las divisas necesarias para atender losrequerimientos de importaciones, el servicio de la deuda externa y otros pagos alexterior y también genera ingresos al fisco nacional en proporción sustancial. Lavariación de los precios del petróleo y del volumen de exportación comunica aesta economía una especial vulnerabilidad, que afecta a las variables macro-económicas y hace indispensable una estrategia de estabilización, la que debebasarse en una coordinación efectiva entre las políticas públicas pertinentes y losactores de éstas, particularmente el Ejecutivo Nacional y el BCV, como lo ordenanla Constitución y las leyes. Lo previsible para el año 2002 es que las circunstanciascoyunturales y accidentales que afectan a la economía mundial, manifestadas enun movimiento recesivo global, continuarán teniendo una influencia acentuadaen el curso de los precios del petróleo, cuya trayectoria en el presente año ha sidodeclinante. Como ha sido explicado, los sucesivos reajustes de la producciónacordados por la OPEP y los esfuerzos realizados por la organización –en lo queVenezuela ha desempeñado un papel fundamental– para evitar un descenso ma-yor de los precios, no han asegurado una satisfactoria estabilidad. Ello obliga atomar decisiones oportunas para evitar, en la perspectiva del nuevo año, unainestabilidad que pueda reflejarse en la viabilidad fiscal, en la balanza de pagos,en las tasas de inflación y de crecimiento económico, entre otras variables, particu-larmente las relacionadas con lo macrosocial.

En el presente año, a pesar de los efectos antes mencionados, la economía nosolamente registra adelantos significativos, cuyos indicadores han sido explica-dos, sino que, sobre todo, pone en evidencia potenciales posibilidades de creci-miento económico que deberán ser maximizadas. Cabe anotar, al respecto, queproducimos menos de lo que somos capaces, habida cuenta de esas posibilidadesy de que, en la medida en que podamos crecer económicamente, podremosestimular nuestro desarrollo humano y conformar el círculo virtuoso del creci-miento con equidad y desarrollo humano.

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En tal sentido, la sostenibilidad del crecimiento económico representa un proble-ma de inaplazable atención. Hay fuerzas o factores que lo impulsan, localizadosen sectores importantes como la industria manufacturera, incluidas la pequeña ymediana industria, la construcción, las telecomunicaciones, la electrificación, lasfinanzas, algunos servicios y ramas de la agricultura; pero otras actúan en sentidocontrario, como las expectativas contradictorias de sectores empresariales einversionistas y el desaliento que ocasiona la declinación de la economía petrole-ra. En particular alienta el crecimiento de las exportaciones no petroleras observa-do en 2001, aunque con la modalidad de que en buena medida consisten enbienes de insumo y algunos de capital fijo. Por ello conviene fortalecer la políticade fomento de estas exportaciones a la par que procurar una cierta protecciónselectiva y condicional, a la producción nacional de bienes transables, lo queexige la formulación, diseño y ejecución de una política comercial dinámica,dentro de los compromisos contraídos en tratados y convenios internacionales.

No obstante lo expuesto, es menester llamar la atención hacia lo que podríaocurrir en el nuevo año. Si bien la estrategia antiinflacionaria ha dado hasta ahorabuenos resultados, las presiones subyacentes no han sido enteramente abatidas yen un escenario de dificultades fiscales, de menores ingresos externos y en unentorno internacional incierto, podría tener lugar una emergencia de impulsosinflacionarios, simultáneamente con un debilitamiento del crecimiento económicoy sus correlativos efectos sobre el desarrollo humano, particularmente en sus com-ponentes de educación, salud e ingresos, así como repercusiones en el empleo.

La política monetaria deberá desempeñar un papel importante el próximo año,para alcanzar una estabilidad razonable de precios. Es importante el abatimientode la inflación, pero es igualmente conveniente la estabilización del nivel deprecios en lugar de la inestabilidad de éste. La responsabilidad principal del BCV,como lo ordenan las disposiciones constitucionales y legales, es la estabilidad deprecios, que es expresión de la estabilidad del valor de la moneda; sin embargo,esa responsabilidad está condicionada por múltiples factores, entre los cuales seencuentran una adecuada política fiscal y una política cambiaria que coadyuve allogro de aquellos objetivos que son indispensables. No puede omitirse, por cier-to, la necesidad de asegurar un importante crecimiento de la economía. El Institu-to estima que el año 2002, por su complejidad coyuntural y su elevado grado deincertidumbre económica internacional, será el escenario temporal de una combi-nación ponderada de objetivos y metas. Así, es posible que las tasas de interés sedesenvuelvan en niveles relativamente elevados, tanto para facilitar la colocaciónde importantes cantidades de deuda pública como para estimular la preferencia ala moneda nacional por parte de ahorristas e inversionistas, aunque ello afectaríaen alguna medida a los productores y consumidores por el costo financiero de sustransacciones. En tal sentido, es posible lograr una tasa de inflación adecuada enrelación con el resultado del año 2001, que además, podría ser compensada poruna mayor tasa de crecimiento económico.

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Es oportuno insistir en la convicción de que las reformas asociadas al exclusivologro de los equilibrios macroeconómicos no son suficientes por sí mismos pararesolver los problemas de las iniquidades, por lo que son indispensables otrastransformaciones que permitan alcanzar tasas sostenibles y mayores de desarrollohumano y significativa reducción de la pobreza. Estas transformaciones hacenreferencia a lo institucional, para viabilizar la estructuración de un sistema dereglas que definan el comportamiento de los individuos y de las organizaciones.De esta manera se lograría mayor eficiencia de los mercados y de las administra-ciones, para crear condiciones favorables a la inversión productiva.

Todo ello pasa, necesariamente, por el efectivo y celoso ejercicio democrático yde respeto mutuo.

La viabilidad económica y social del país dependen en muy buena medida de lastransformaciones institucionales referidas. No es posible ignorar que su imple-mentación genera costos en el corto plazo, pero su postergación seguramentegeneraría efectos indeseables. En tal sentido, se requiere un esfuerzo ciudadanode canalización racional de las divergencias, habida cuenta de que es ésa unacondición básica del ejercicio de la ciudadanía, para adoptar actitudes positivas deconjunción de voluntades y de solidaridad, en procura del bien común, que sefundamenta en el ejercicio de las responsabilidades individuales y colectivas.

El Banco Central de Venezuela reitera su firme propósito de ejercer la autonomíaque le atribuye la Constitución Bolivariana y la Ley recientemente promulgada,para mantener la dirección establecida en la estabilidad de los precios y la con-fianza en nuestro signo monetario, considerados en el presente como bien públi-co fundamental, con lo que se asegura su apoyo a una mejor fluidez de la activi-dad económica y el logro de los objetivos sociales, que constituyen valoresfundamentales de nuestra democracia.

Diego Luis Castellanos E.

Caracas, 28 de diciembre de 2001

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Revista BCV • Vol. XVI. N∞1. Caracas, enero-junio 2002, pp. 253-274 • ISSN: 0005-4720

* Rafael Rangel Vargas es asesor para Asuntos Internacionales de la Presidencia del BancoCentral de Venezuela. Licenciado en Estudios Internacionales, Universidad Central deVenezuela. Certificat d’Études Supérieures en Ciencias Políticas, Instituto de EstudiosInternacionales de la Universidad de Ginebra, Suiza.Correo electrónico: [email protected]

IV ConferenciaIV Conferencia Ministerialde la Organización Mundial del Comercio

Presentación / Rafael Rangel*

Al circular este número de la Revista BCV habrán transcurrido varios meses desdeque se celebró la IV Conferencia Ministerial de la OMC en Doha, Qatar, en no-viembre de 2001. El contexto internacional que rodeó este evento no fue el máspropicio, no sólo por los conflictos que sacudían al mundo en distintas partes delplaneta, destacando la situación bélica en el Golfo Pérsico, a causa de la ofensivamilitar de Israel contra Palestina, sino porque apenas dos meses antes, el 11 deseptiembre, había ocurrido un ataque terrorista en las ciudades de Nueva York yWashington, D.C., provocando cuantiosos daños humanos y materiales, y el 7 deoctubre Estados Unidos, liderando una alianza militar, lanzaron un ataque masivocontra Afganistán, país al cual atribuyeron la responsabilidad de albergar y prote-ger a los grupos que cometieron los actos terroristas del 11 de septiembre. Sehabía iniciado la primera guerra del siglo XXI.

La IV Conferencia Ministerial de la OMC había sufrido varios tropiezos en añosanteriores, comenzando por el fracaso de la Reunión en Seattle, a finales de 1999,debido al poco entusiasmo de los países del Norte industrializado y a las diferen-cias entre países y bloques de comercio importantes, caso de Estados Unidos,Unión Europea y Japón, pero también de un gran número de países del Sur en

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desarrollo, que habían perdido interés en el lanzamiento de una nueva ronda denegociaciones comerciales multilaterales en el seno de la OMC. Las frustrantesexperiencias de las Rondas de Tokio y Uruguay, en el marco del Acuerdo Generalde Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), organismo que precedió a la actualOMC, no habían mejorado en forma sustancial el acceso de los bienes y serviciosde los países en desarrollo a los mercados de los países industrializados. Estosúltimos insistían en sus prácticas restrictivas al comercio, no sólo mediante latradicional política de imponer aranceles, sino también con medidas paraaran-celarias, los subsidios a los bienes agrícolas y las leyes antidumping.

Adicionalmente, la Ministerial de la OMC en Seattle había fracasado debido a laaparición de un fenómeno inusual, desconocido hasta ese momento en el sistemainternacional, caracterizado por manifestaciones y protestas, que en algunos ca-sos se tornaron violentas, de grupos identificados como Organizaciones no Gu-bernamentales (ONG) de distintas partes del mundo, pero en especial de lospaíses desarrollados del Norte, que rechazaban la globalización y el neoliberalismo.Estas manifestaciones, sin ideología específica ni dirigidas por líderes mesiánicos,habían escogido como blancos de sus protestas a organizaciones internacionalescomo el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la OrganizaciónMundial del Comercio, a las cuales atribuían la responsabilidad de haber contri-buido a ampliar la brecha entre los países ricos y los países pobres, y planteaban–entre otras cosas– la condonación de la deuda de los países más pobres y eldesmantelamiento de todas las restricciones que impedían el ingreso de los bie-nes de los países del Sur a los mercados de las naciones industrializadas. En otraspalabras, este nuevo fenómeno de las protestas antiglobalización, que se organi-zaron en forma voluntaria al interior mismo de los países ricos, parecía inspiradoen profundos sentimientos de solidaridad y humanitarismo, conmovidos por latragedia que afecta a millones de seres humanos, en su gran mayoría mujeres,niños y ancianos que viven en África, Asia, América Latina y el Caribe. Es así comoen Seattle, los grupos antiglobalizadores cuestionaron a las organizaciones inter-nacionales citadas, porque durante sus cincuenta años de existencia no habíanlogrado articular políticas a favor de los países más pobres y endeudados, exi-giendo profundas transformaciones a las instituciones creadas en Bretton Woodsy la introducción de cambios urgentes para atender los problemas del hambre, lamiseria y la pobreza.

Con posterioridad a la fracasada Reunión Ministerial de Seattle, los esfuerzos de laOMC se dirigieron a crear las condiciones para lanzar la nueva Ronda del Milenio,como también se ha dado en llamar, pero el consenso era difícil de lograr entrelos distintos grupos de países y bloques comerciales para entrar en nuevas nego-ciaciones comerciales multilaterales, y persistían las diferencias entre los paísesindustrializados del Norte, las llamadas economías emergentes y la mayoría de lospaíses en desarrollo. Durante todo el año 2000 y parte de 2001, las discrepancias

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IV Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio 255

fueron de diversa naturaleza, entre otras las siguientes: (a) Los países industrializados,antes que abrir sus mercados, habían cerrados sus puertas a los nuevos productosexportados por los países en desarrollo, en especial los de economías emergen-tes; (b) Subsistían, incluso se habían reforzado, las políticas y prácticas proteccionis-tas en los centros industrializados del Norte, en particular los subsidios, bloqueandoel acceso de los bienes agrícolas exportados por los países del Sur; (c) Los mayoresvolúmenes del comercio mundial se concentraban entre los países y bloques depaíses desarrollados, quedando los países del Sur en desarrollo reducidos a unaparticipación cada vez menor en el intercambio comercial global; (d) Que luego delas crisis económicas y financieras que afectaron a los mercados emergentes [ti-gres asiáticos, México, Brasil, etc., se pasaba por un proceso de recuperación demercados internos y no había condiciones para iniciar una nueva liberalizacióndel comercio; y (e) Finalmente, que la globalización había dado muy pocos resul-tados positivos a los países del Sur, sobre todo porque sus industrias nacionaleshabían sido destruidas o estaban en proceso de liquidación, lo que restabacompetitividad a sus productos y limitaba su acceso a nuevos mercados, aumen-tando los niveles de desempleo y de pobreza.

Igualmente, entre los propios países industrializados había diferencias, por ejem-plo, entre Estados Unidos y la Unión Europea, debido a que esta última iniciabasu proceso de ampliación hacia los países de Europa del Este, por lo cual discre-paban sobre el lanzamiento de una nueva ronda de negociaciones comercialesmultilaterales. Japón también tenía dificultades, sobre todo por la reticencia de lospaíses asiáticos –sus principales socios comerciales– en favorecer la apertura de laRonda del Milenio. Como prueba de las reservas de Asia, en el Foro de Coopera-ción Asia-Pacífico, celebrado en noviembre de 2000, en cuanto al tema de lasnegociaciones en el seno de la OMC coincidieron en que: “Hay más de un caminoque lleva al mundo al libre comercio, debido a que las negociaciones comercialesmultilaterales son demasiado lentas; además que, de persistir las diferencias, noera de extrañar que se avanzara hacia un comercio más libre al margen de laOMC”. El propio director general de la OMC, Mike Moore, quien visitó variospaíses de América Latina (Chile, Argentina, Brasil y Uruguay) a finales del año2000, indicó lo siguiente: “Se trabaja para crear las condiciones que permitanlanzar una nueva ronda, pero ésta no se iniciará sino a finales del próximo año odespués en 2002”. Es decir que, un año después del fracaso de Seattle, las nego-ciaciones sobre comercio se concentraban al interior de las regiones o subregionesy bloques de países integrados, incluso al nivel bilateral, logrando progresos en laliberalización comercial por fuera de la OMC.

En los primeros meses de 2001, ante el auge del proteccionismo y el riesgo deperder la opción que ofrecía una nueva ronda de negociaciones comercialesmultilaterales, estando prevista la IV Conferencia Ministerial de la OMC en Doha,comenzaron a superarse las discrepancias. Es así como, en el caso de los países

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de la Comunidad Andina, los ministros de Comercio reunidos en Lima en febrerode ese año apoyaron el lanzamiento de una nueva ronda de negociacionesmultilaterales, expresando lo siguiente: “Los Ministros de la Comunidad Andinadesean reiterar el pleno respaldo de sus países miembros al sistema multilateralde comercio y manifiestan su apoyo a las gestiones que viene realizando el Direc-tor General de la OMC para el lanzamiento de una nueva ronda de negociacionescomerciales multilaterales, con ocasión de la Cuarta Conferencia Ministerial arealizarse del 9 al 13 de noviembre del presente año en Doha, Qatar. Esta nuevaronda (…) debe tener por objetivo el desarrollo, la generación de empleo y elmayor bienestar de todos los Miembros a través de la progresiva liberalización delcomercio de bienes y servicios. Para la Comunidad Andina, uno de los temas másimportantes (…) es el Trato Especial y Diferenciado que vaya más allá del otorga-miento de plazos más amplios y permita mantener por tiempo indefinido algunosinstrumentos de política productiva vigentes en cada país”. Terminaba la declara-ción andina señalando: “Debe asegurarse que la nueva Ronda redunde en bene-ficio para todos los Miembros y contribuya a reducir las diferencias en los nivelesde desarrollo”.

Avanzado el año 2001, América Latina había tomado la vanguardia en los pronun-ciamientos a favor de la celebración de la IV Conferencia Ministerial de la OMC yel lanzamiento de una nueva ronda de negociaciones comerciales multilaterales.Al respecto, destaca la Declaración de Santiago, emitida en agosto de ese año conocasión de la XV Cumbre Presidencial del Grupo de Río, en la cual se expresó losiguiente: “Reafirmamos la necesidad de fortalecer el sistema multilateral de co-mercio, especialmente en un momento de desaceleración de la economía mun-dial en que las presiones proteccionistas emergen con mayor fuerza. Es por elloque renovamos nuestro compromiso de seguir trabajando para lograr los consen-sos necesarios que permitan el éxito de la IV Conferencia Ministerial de la OMC,a celebrarse en Doha, Qatar, en noviembre próximo. Concretamente, los paísesdel Grupo de Río manifestamos nuestro apoyo a que se lance la nueva ronda quecuente con una agenda equilibrada y bien definida, que tome en cuenta losintereses de todos los participantes y cuyos resultados beneficien a todos losMiembros, en particular a los países en desarrollo y de los menos adelantados. Laagenda de una nueva ronda debe abordar adecuadamente las preocupaciones delos países en desarrollo en materia de implementación de los Acuerdos de laRonda Uruguay, así como incluir un mandato ambicioso orientado a completar elproceso de liberalización del comercio agrícola iniciado durante dicha Ronda”.

Poco antes de los actos terroristas del 11 de septiembre, por invitación del presi-dente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, se celebró en Brasilia la Reunión dePresidentes de América del Sur, al final de la cual emitieron el Comunicado deBrasilia, de fecha 1∞ de septiembre de 2001, que al referirse a la IV ReuniónMinisterial de la OMC señaló lo siguiente: “Es vital que las negociaciones comer-

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ciales multilaterales empiecen a ser orientadas por un mayor grado de equilibrioy de simetría entre los derechos y compromisos de los países desarrollados y envías de desarrollo. (…) Persisten importantes barreras impuestas por los paísesdesarrollados a las exportaciones de productos suramericanos. La ejecución delos acuerdos de la Ronda Uruguay no fue suficiente para corregir los actualesdesequilibrios en los flujos económicos y comerciales internacionales. El sistemamultilateral de comercio aún padece de distorsiones provocadas por medidasproteccionistas y otras medidas de apoyo a su producción por parte de los prin-cipales socios”. Seguidamente, luego de reafirmar su compromiso con la OMC yla necesidad de un perfeccionamiento del sistema multilateral de comercio enbases equitativas, justas y no discriminatorias, los presidentes solicitaron que “lasfuturas negociaciones comerciales multilaterales deberán basarse en una agendapositiva y tomar en consideración la relación entre comercio y desarrollo, asícomo las necesidades y preocupaciones específicas de los países en vías de desa-rrollo. Es prioritario para América del Sur el lanzamiento de una nueva rondamultilateral de negociaciones comerciales, que incluya un compromiso claro so-bre acceso y liberalización de los mercados agrícolas, así como sobre la elimina-ción de las distorsiones de dichos mercados y los subsidios en este campo. Estambién prioritaria la inclusión de fórmulas de tratamiento especial y diferenciadoque tengan en cuenta las diferencias estructurales y respondan con instrumentosadecuados a las necesidades de los países en desarrollo”.

Al precipitarse los dramáticos hechos del 11 de septiembre, se pensó que la IVConferencia Ministerial de la OMC sería aplazada sine-die, pero ante el agravamien-to de la situación económica se mantuvo la convocatoria. La importancia de cele-brar la Ministerial de Doha se basó en los siguientes factores: (a) El fuerte impactode los actos terroristas del 11 de septiembre en la economía mundial, que acentuóla desaceleración en el crecimiento económico y aproximó a las principales econo-mías a una peligrosa recesión; (b) Como consecuencia, los flujos del comercio mun-dial resultaron muy afectados, tanto entre los países del Norte desarrollado comoentre los países en desarrollo del Sur, y de estos últimos con los primeros; (c) Se debíaaprovechar el momento, ya que se habían limado las diferencias entre los paísesindustrializados (EE UU, Europa y Japón) y el Tercer Mundo aceptaba la necesidadde corregir los desajustes de las rondas anteriores (Tokio y Uruguay); y (d) La OMCrequería fortalecerse como instancia de negociación, no sólo con la entrada deChina y el anunciado ingreso de Rusia, con lo cual avanzaría en su universalización,sino porque se recuperaría del fracaso de Seattle en 1999.

En concreto se había llegado al consenso, tantas veces buscado en los añosanteriores, para celebrar la Ministerial de la OMC y lanzar la nueva Ronda delMilenio sobre negociaciones comerciales multilaterales: primero, porque se esti-maba que una reactivación del comercio mundial sería uno de los medios másimportantes para iniciar una nueva etapa de crecimiento económico; y segundo,

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se temía que un estancamiento de las negociaciones comerciales multilateralesconduciría a un auge mayor de los acuerdos regionales, subregionales y bilatera-les de libre comercio, amenazando la existencia misma de la OMC, uno de lospilares fundamentales de la globalización. Por consiguiente, ante el riesgo de unhundimiento del sistema multilateral de comercio y de una ampliación del protec-cionismo, se celebró la Conferencia de Doha que debía superar –entre otros–cuatro grandes retos: [1] Reducir las tendencias hacia el proteccionismo, que conmayor énfasis se observaba en los países desarrollados; [2] Avanzar hacia una realliberalización del comercio, garantizando en especial un total acceso de los bie-nes exportados por el Sur a los mercados del Norte; [3] Lograr que los paísesdesarrollados se hicieran concesiones recíprocas, sobre todo la Unión Europea,que debía aceptar una negociación sobre el tema agrícola y, por supuesto, queesas concesiones favorecieran las exportaciones de bienes agrícolas de los paísesen desarrollo; y [4] Estados Unidos, y otros países industrializados, debían modifi-car sus políticas proteccionistas y sus prácticas antidumping, que afectan el co-mercio de muchos países en desarrollo.

Sin pronunciarnos sobre el contenido de la Declaración Ministerial de Doha, quese acompaña a esta presentación sobre los pormenores que rodearon este eventode importancia mundial, dejamos a criterio de los lectores de la Revista BCVevaluar los resultados de la IV Conferencia Ministerial de la OMC, en la cual sedecidió lanzar una nueva ronda de negociaciones comerciales multilaterales, ape-nas a seis años de haber concluido la Ronda Uruguay y sin que la mayoría de susacuerdos se hayan cumplido. Llama la atención que todos los países participantes,más de 150 miembros de la OMC, hayan celebrado la decisión de convocar laRonda del Milenio. Los países del Norte, en especial EE UU, Unión Europea,Japón, Canadá, etc., sacaron sus cuentas y se mostraron complacidos con losresultados de Doha, ya que están seguros que obtendrán los mayores beneficiosde una más amplia liberalización del comercio, además están felices porque salefortalecida la OMC, columna vertebral del proceso de globalización. Por su parte,los países del Sur en desarrollo también se mostraron satisfechos por los logrosalcanzados, sobre todo por las aparentes concesiones del Norte en cuanto a lossubsidios agrícolas, la promesa de disminuir los aranceles a los textiles, la modifi-cación de las leyes antidumping, las posibilidades para permitir la venta de medi-cinas genéricas, etc.

En todo caso, no nos atrevemos a pronosticar el éxito de la nueva Ronda delMilenio, y tampoco que sus resultados puedan beneficiar de manera sustancial alos países en desarrollo, luego de lo ocurrido con las Rondas de Tokio y Uruguay.Por supuesto habrá que esperar que concluya para hacer una nueva evaluación,confiados en que se tengan en cuenta los nuevos retos del desarrollo y las nece-sidades apremiantes de los países del Sur, y que se consolide un nuevo sistemamultilateral de comercio, más justo, transparente y equilibrado. En fin, esperamos

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que al concluir la Ronda del Milenio exista el mismo consenso que se observó enla Ministerial de Doha sobre las posibilidades de una mayor liberalización delcomercio y, sobre todo, que los países en desarrollo –en particular de Latinoamérica,entre ellos Venezuela– se sientan satisfechos de las ventajas que deriven paranuestros productos de exportación. Como lo dijeron los países andinos al aprobarla Declaración de Doha, luego de “constatar que no están reflejadas en ella todasnuestras legítimas aspiraciones (…) abogamos porque en esta nueva etapa, decomplejos desafíos para la Organización [OMC], el objetivo del desarrollo seacolocado en el centro mismo del sistema multilateral de comercio, sólo así estesistema resultará fortalecido”.

A manera de reflexión final, estamos convencidos de que el desarrollo integral,que incluye lo económico y social, no se logrará simplemente con más comercio,pero también debemos admitir que un comercio más libre, sin barreras ni obstáculos,y favorable a los países del Tercer Mundo, puede convertirse en un instrumentoque beneficie el desarrollo. Esto es muy importante, sobre todo cuando observa-mos el resurgimiento de medidas proteccionistas de algunos países del Norteindustrializado, en particular de Estados Unidos que en fecha reciente impuso unarancel del 30 por ciento a las importaciones de acero, medida que desmiente eldiscurso a favor de una mayor liberalización del comercio.

Declaración MinisterialIV Conferencia Ministerial de la OMCDoha, 14 de noviembre de 2001

1. El sistema multilateral de comercio plasmado en la Organización Mundial delComercio ha contribuido de manera significativa al crecimiento económico, eldesarrollo y el empleo a lo largo de los últimos 50 años. Estamos resueltos, enparticular ante la desaceleración de la economía mundial, a mantener el procesode reforma y liberalización de las políticas comerciales, para garantizar así que elsistema cumpla plenamente la parte que le corresponde en la tarea de favorecerla recuperación, el crecimiento y el desarrollo. En consecuencia, reafirmamosenérgicamente los principios y objetivos enunciados en el Acuerdo de Marrakechpor el que se establece la Organización Mundial del Comercio, y nos comprome-temos a rechazar todo recurso al proteccionismo.

2. El comercio internacional puede desempeñar una función de importancia en lapromoción del desarrollo económico y el alivio de la pobreza. Reconocemos lanecesidad de que todos nuestros pueblos se beneficien del aumento de las opor-tunidades y los avances del bienestar que genera el sistema multilateral de comer-cio. La mayoría de los miembros de la OMC son países en desarrollo. Pretende-mos poner sus necesidades e intereses en el centro del Programa de Trabajo

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adoptado en la presente Declaración. Recordando el preámbulo del Acuerdo deMarrakech, continuaremos realizando esfuerzos positivos para que los países endesarrollo, y especialmente los menos adelantados, obtengan una parte del incre-mento del comercio internacional que corresponda a las necesidades de su desa-rrollo económico. A ese respecto, serán factores importantes el acceso mejoradoa los mercados, las normas equilibradas y los programas de asistencia técnica y decreación de capacidad con objetivos bien definidos y financiación sostenible.

3. Reconocemos la particular vulnerabilidad de los países menos adelantados ylas dificultades estructurales especiales con que tropiezan en la economía mun-dial. Estamos comprometidos a hacer frente a la marginación de los países menosadelantados en el comercio internacional y a mejorar su participación efectiva enel sistema multilateral de comercio. Recordamos los compromisos asumidos porlos ministros en nuestras reuniones de Marrakech, Singapur y Ginebra, y por lacomunidad internacional en la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobrelos Países Menos Adelantados celebrada en Bruselas, para ayudar a los paísesmenos adelantados a lograr una integración provechosa y significativa en el siste-ma multilateral de comercio y en la economía mundial. Estamos resueltos a que laOMC cumpla su cometido desarrollando eficazmente esos compromisos en elmarco del Programa de Trabajo que establecemos.

4. Recalcamos nuestra fidelidad a la OMC como único foro para la elaboración denormas comerciales y la liberalización del comercio a escala mundial, reconocien-do asimismo que los acuerdos comerciales regionales pueden desempeñar unpapel importante en la promoción de la liberalización y expansión del comercioy en el fomento del desarrollo.

5. Somos conscientes de que no es posible hacer frente sólo con medidas adop-tadas en el campo del comercio a los desafíos que se plantean a los miembros enun entorno internacional en rápida evolución. Continuaremos trabajando juntocon las instituciones de Bretton Woods en pro de una mayor coherencia en laformulación de la política económica a escala mundial.

6. Reafirmamos decididamente nuestro compromiso con el objetivo del desarrollosostenible, enunciado en el preámbulo del Acuerdo de Marrakech. Estamos con-vencidos de que los objetivos de respaldar y salvaguardar un sistema multilateralde comercio abierto y no discriminatorio y de actuar para la protección del medioambiente y la promoción del desarrollo sostenible pueden y deben apoyarsemutuamente. Tomamos nota de los esfuerzos de los miembros por realizar, sobreuna base voluntaria, evaluaciones ambientales a nivel nacional de las políticascomerciales. Reconocemos que, en virtud de las normas de la OMC, no deberáimpedirse a ningún país que adopte medidas para la protección de la salud y lavida de las personas y los animales o la preservación de los vegetales o para laprotección del medio ambiente, a los niveles que considere apropiados, a reserva

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de la prescripción de que esas medidas no se apliquen de manera que constituyaun medio de discriminación arbitrario o injustificable entre los países en queprevalezcan las mismas condiciones o una restricción encubierta del comerciointernacional, y de que en lo demás sean conformes a las disposiciones de losAcuerdos de la OMC. Acogemos favorablemente la continuación de la coopera-ción con el Pnuma y otras organizaciones intergubernamentales que se ocupandel medio ambiente. Alentamos los esfuerzos destinados a promover la coopera-ción entre la OMC y las organizaciones internacionales pertinentes que se ocupandel medio ambiente y del desarrollo, especialmente en la preparación de la Cum-bre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible que se celebrará en Johannesburgo,Sudáfrica, en septiembre de 2002.

7. Reafirmamos el derecho que asiste a los miembros en virtud del AcuerdoGeneral sobre el Comercio de Servicios de reglamentar el suministro de serviciosy establecer nuevas reglamentaciones al respecto.

8. Reafirmamos la declaración que formulamos en la Conferencia Ministerial deSingapur con respecto a las normas fundamentales del trabajo internacionalmentereconocidas. Tomamos nota de la labor en curso en la Organización Internacionaldel Trabajo (OIT) acerca de la dimensión social de la globalización.

9. Tomamos nota con particular satisfacción de que la presente Conferencia hallevado a término los procedimientos de adhesión a la OMC de China y el Taipeichino. También acogemos con satisfacción la adhesión como nuevos miembros,desde nuestro pasado período de sesiones, de Albania, Croacia, Georgia, Jordania,Lituania, Moldavia y Omán, y tomando nota de los amplios compromisos enmateria de acceso a los mercados ya contraídos por esos países en el momento dela adhesión. Estas adhesiones fortalecerán en alto grado el sistema multilateral decomercio, como lo harán las de los 28 países que actualmente negocian la suya.Atribuimos, por consiguiente, gran importancia a que los procedimientos de ad-hesión se concluyan lo más rápidamente posible. En particular, estamos compro-metidos a acelerar la adhesión de los países menos adelantados.

10. Reconociendo los desafíos que plantea el número cada vez mayor de miem-bros de la OMC, confirmamos nuestra responsabilidad colectiva de velar por latransparencia interna y por la participación efectiva de todos los miembros. Altiempo que subrayamos el carácter intergubernamental de la Organización, esta-mos comprometidos a hacer más transparentes las actividades de la OMC, inclusomediante la difusión más eficaz y rápida de la información, y a mejorar el diálogocon el público. Por lo tanto, continuaremos promoviendo al nivel nacional ymultilateral una mejor comprensión pública de la OMC y dando a conocer losbeneficios de un sistema multilateral de comercio liberal y basado en normas.

11. En vista de estas consideraciones, convenimos en emprender el Programa deTrabajo amplio y equilibrado que se enuncia a continuación. Éste comprende un

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programa de negociación ampliado y otras decisiones y actividades importantes,necesarias para hacer frente a los desafíos que tiene ante sí el sistema multilateralde comercio.

Programa de trabajo

Cuestiones y preocupaciones relativas a la aplicación

12. Atribuimos la máxima importancia a las cuestiones y preocupaciones relativasa la aplicación planteadas por los miembros y estamos resueltos a hallar solucio-nes apropiadas para ellas. A este respecto, y teniendo en cuenta las decisiones delConsejo General de 3 de mayo y 15 de diciembre de 2000, adoptamos además ladecisión sobre las cuestiones y preocupaciones relativas a la aplicación que figuraen el documento WT/MIN(01)/W/10, con objeto de abordar cierto número deproblemas de aplicación con que tropiezan los miembros. Convenimos en que lasnegociaciones sobre las cuestiones pendientes relativas a la aplicación serán parteintegrante del programa de trabajo que establecemos, y en que los acuerdos aque se llegue en una etapa inicial de dichas negociaciones se tratarán de confor-midad con las disposiciones del párrafo 47 infra. A tal efecto, procederemos delmodo siguiente: a) en los casos en que establecemos un mandato de negociaciónespecífico en la presente Declaración, las cuestiones de aplicación pertinentes setratarán con arreglo a ese mandato; b) las demás cuestiones pendientes relativas ala aplicación serán tratadas con carácter prioritario por los órganos competentesde la OMC, que, no más tarde del final de 2002, presentarán informe al Comité deNegociaciones Comerciales, establecido en virtud del párrafo 46 infra, con mirasa una acción apropiada.

Agricultura

13. Reconocemos la labor ya realizada en las negociaciones iniciadas a principiosde 2000 en virtud del artículo 20 del Acuerdo sobre la Agricultura, incluido el grannúmero de propuestas de negociación presentadas en nombre de un total de 121miembros. Recordamos el objetivo de largo plazo, mencionado en el Acuerdo, deestablecer un sistema de comercio equitativo y orientado al mercado mediante unprograma de reforma fundamental que abarque normas reforzadas y compromi-sos específicos sobre la ayuda y la protección para corregir y prevenir las restric-ciones y distorsiones en los mercados agropecuarios mundiales. Reconfirmamosnuestra adhesión a dicho programa. Basándonos en la labor llevada a cabo hastala fecha y sin prejuzgar el resultado de las negociaciones nos comprometemos acelebrar negociaciones globales encaminadas a lograr: mejoras sustanciales delacceso a los mercados; reducciones de todas las formas de subvenciones a laexportación, con miras a su remoción progresiva; y reducciones sustanciales de laayuda interna causante de distorsión del comercio. Convenimos en que el trato

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especial y diferenciado para los países en desarrollo será parte integrante de todoslos elementos de las negociaciones y se incorporará a las listas de concesiones ycompromisos y, según proceda, a las normas y disciplinas que han de negociarse,de modo que sea operacionalmente efectivo y permita a los países en desarrollotener efectivamente en cuenta sus necesidades en materia de desarrollo, coninclusión de la seguridad alimentaria y el desarrollo rural. Tomamos nota de laspreocupaciones no comerciales recogidas en las propuestas de negociación pre-sentadas por los miembros y confirmamos que en las negociaciones se tendrán encuenta las preocupaciones no comerciales conforme a lo previsto en el Acuerdosobre la Agricultura.

14. Las modalidades para los nuevos compromisos, con inclusión de disposicionesen materia de trato especial y diferenciado, se establecerán no más tarde del 31 demarzo de 2003. Los participantes presentarán sus proyectos de listas globales basa-das en esas modalidades no más tarde de la fecha del quinto período de sesiones dela Conferencia Ministerial. Las negociaciones, con inclusión de las relativas a lasnormas y disciplinas y los textos jurídicos conexos, se concluirán como parte y en lafecha de conclusión del programa de negociación en su conjunto.

Servicios

15. Las negociaciones sobre el comercio de servicios se llevarán a cabo con elpropósito de promover el crecimiento económico de todos los interlocutorescomerciales y el desarrollo de los países en desarrollo y menos adelantados.Reconocemos la labor ya realizada en las negociaciones, iniciadas en enero de2000 en virtud del artículo XIX del Acuerdo General sobre el Comercio de Servi-cios, y el gran número de propuestas presentadas por los miembros sobre unaamplia variedad de sectores y varias cuestiones horizontales, así como sobre elmovimiento de personas físicas. Reafirmamos que las directrices y procedimien-tos para las negociaciones sobre el comercio de servicios, adoptadas por el Con-sejo del Comercio de Servicios el 28 de marzo de 2001, constituyen la base para lacontinuación de las negociaciones con miras a la consecución de los objetivos delAcuerdo General sobre el Comercio de Servicios, establecidos en el preámbulo yen los artículos IV y XIX de dicho acuerdo. Los participantes presentarán laspeticiones iniciales de compromisos específicos no más tarde del 30 de junio de2002 y las ofertas iniciales no más tarde del 31 de marzo de 2003.

Acceso a los mercados para los productos no agrícolas

16. Convenimos en celebrar negociaciones que tendrán por finalidad, según mo-dalidades que se acordarán, reducir o, según proceda, eliminar los aranceles,incluida la reducción o eliminación de las crestas arancelarias, los aranceles eleva-dos y la progresividad arancelaria, así como los obstáculos no arancelarios, enparticular respecto de los productos cuya exportación interesa a los países endesarrollo. La cobertura de productos será amplia y sin exclusiones a priori. En las

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negociaciones se tendrán plenamente en cuenta las necesidades e intereses espe-ciales de los países en desarrollo y menos adelantados participantes, previendo,entre otras cosas, que no haya una reciprocidad plena en los compromisos dereducción, de conformidad con las disposiciones pertinentes del artículo XXVIIIbis del GATT de 1994 y las disposiciones citadas en el párrafo 50 infra. A tal fin,las modalidades que se acuerden incluirán estudios y medidas de creación decapacidad apropiados destinados a ayudar a los países menos adelantados aparticipar efectivamente en las negociaciones.

Aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionadoscon el comercio

17. Recalcamos la importancia que atribuimos a que el Acuerdo relativo a losAspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio(Acuerdo sobre los ADPIC) se interprete y aplique de manera que apoye la saludpública, promoviendo tanto el acceso a los medicamentos existentes como lainvestigación y desarrollo de nuevos medicamentos y, a este respecto, adoptamosuna declaración aparte.

18. Con miras a completar la labor iniciada en el Consejo de los Aspectos de los De-rechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (Consejo de losADPIC) sobre la aplicación del párrafo 4 del artículo 23, convenimos en negociarel establecimiento de un sistema multilateral de notificación y registro de lasindicaciones geográficas de vinos y bebidas espirituosas para el quinto períodode sesiones de la Conferencia Ministerial. Tomamos nota de que las cuestionesrelativas a la extensión de la protección de las indicaciones geográficas previstasen el artículo 23 a productos distintos de los vinos y las bebidas espirituosas seabordarán en el Consejo de los ADPIC de conformidad con el párrafo 12 de lapresente declaración.

19. Encomendamos al Consejo de los ADPIC que, al llevar adelante su programade trabajo, incluso en el marco del examen previsto en el párrafo 3 b) del artículo27, del examen de la aplicación del Acuerdo sobre los ADPIC previsto en elpárrafo 1 del artículo 71 y de la labor prevista en cumplimiento del párrafo 12 dela presente declaración, examine, entre otras cosas, la relación entre el Acuerdosobre los ADPIC y el Convenio sobre la Diversidad Biológica, la protección de losconocimientos tradicionales y el folclore, y otros nuevos acontecimientos perti-nentes señalados por los miembros, de conformidad con el párrafo 1 del artículo71. Al realizar esta labor, el Consejo de los ADPIC se regirá por los objetivos yprincipios enunciados en los artículos 7 y 8 del Acuerdo sobre los ADPIC y tendráplenamente en cuenta la dimensión de desarrollo.

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Relación entre comercio e inversiones

20. Reconociendo las razones en favor de un marco multilateral destinado a ase-gurar condiciones transparentes, estables y previsibles para las inversionestransfronterizas de largo plazo, en particular las inversiones extranjeras directas,que contribuirá a la expansión del comercio, y la necesidad de potenciar la asis-tencia técnica y la creación de capacidad en esta esfera, como se indica en elpárrafo 21, convenimos en que después del quinto período de sesiones de laConferencia Ministerial se celebrarán negociaciones sobre la base de una decisiónque se ha de adoptar, por consenso explícito, en ese período de sesiones respectode las modalidades de las negociaciones.

21. Reconocemos las necesidades de los países en desarrollo y menos adelanta-dos de potenciar el apoyo a la asistencia técnica y la creación de capacidad enesta esfera, incluidos el análisis y la formulación de políticas para que puedanevaluar mejor las consecuencias de una cooperación multilateral más estrechapara sus políticas y objetivos de desarrollo, y el desarrollo institucional y humano.A tal fin, trabajaremos en cooperación con otras organizaciones interguberna-mentales pertinentes, incluida la Unctad, y por conducto de los canales regionalesy bilaterales apropiados, para facilitar una asistencia reforzada y dotada de recur-sos suficientes en respuesta a dichas necesidades.

22. En el período que transcurra hasta el quinto período de sesiones, la laborulterior en el Grupo de Trabajo sobre la Relación entre Comercio e Inversiones secentrará en la aclaración de lo siguiente: alcance y definición; transparencia; nodiscriminación; modalidades de compromisos previos al establecimiento basadosen un enfoque de listas positivas del tipo previsto en el AGCS; disposicionessobre el desarrollo; excepciones y salvaguardias por razones de balanza de pa-gos; y celebración de consultas y solución de diferencias entre los miembros.Cualquier marco posible deberá reflejar de forma equilibrada los intereses de lospaíses de origen y los países receptores, y tener debidamente en cuenta las polí-ticas y objetivos de desarrollo de los gobiernos receptores, así como su derecho areglamentar en función del interés público. Deberán tenerse en cuenta comoparte integrante de cualquier marco posible las necesidades especiales de desa-rrollo, comercio y finanzas de los países en desarrollo y menos adelantados, loque deberá hacer posible que los miembros contraigan obligaciones y compromi-sos proporcionales a sus necesidades y circunstancias individuales. Deberá pres-tarse la debida consideración a otras disposiciones pertinentes de la OMC. Debe-rán tenerse en cuenta, según proceda, los acuerdos bilaterales y regionales vigentessobre inversiones.

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Interacción entre comercio y política de competencia

23. Reconociendo las razones en favor de un marco multilateral destinado a mejorarla contribución de la política de competencia al comercio internacional y al desarro-llo, y la necesidad de potenciar la asistencia técnica y la creación de capacidad enesta esfera, como se indica en el párrafo 24, convenimos en que después del quintoperíodo de sesiones de la Conferencia Ministerial se celebrarán negociaciones sobrela base de una decisión que se ha de adoptar, por consenso explícito, en eseperíodo de sesiones respecto de las modalidades de las negociaciones.

24. Reconocemos las necesidades de los países en desarrollo y menos adelanta-dos de potenciar el apoyo a la asistencia técnica y la creación de capacidad enesta esfera, incluidos el análisis y la formulación de políticas para que puedanevaluar mejor las consecuencias de una cooperación multilateral más estrechapara sus políticas y objetivos de desarrollo, y el desarrollo institucional y humano.A tal fin, trabajaremos en cooperación con otras organizaciones interguberna-mentales pertinentes, incluida la Unctad, y por conducto de los canales regionalesy bilaterales apropiados, para facilitar una asistencia reforzada y dotada de recur-sos suficientes en respuesta a dichas necesidades.

25. En el período que transcurra hasta el quinto período de sesiones, la laborulterior en el Grupo de Trabajo sobre la Interacción entre Comercio y Política deCompetencia se centrará en la aclaración de lo siguiente: principios fundamenta-les, incluidas la transparencia, la no discriminación y la equidad procesal, y dispo-siciones sobre los cárteles intrínsecamente nocivos; modalidades de cooperaciónvoluntaria; y apoyo para el fortalecimiento progresivo de las instituciones encar-gadas de la competencia en los países en desarrollo mediante la creación decapacidad. Se tendrán plenamente en cuenta las necesidades de los países endesarrollo y menos adelantados participantes y se preverá la flexibilidad apropia-da para tratarlas.

Transparencia de la contratación pública

26. Reconociendo las razones en favor de un acuerdo multilateral relativo a latransparencia de la contratación pública y la necesidad de potenciar la asistenciatécnica y la creación de capacidad en esta esfera, convenimos en que después delquinto período de sesiones de la Conferencia Ministerial se celebrarán negocia-ciones sobre la base de una decisión que se ha de adoptar, por consenso explíci-to, en ese período de sesiones respecto de las modalidades de las negociaciones.En dichas negociaciones se desarrollarán los progresos realizados hasta ese mo-mento en el Grupo de Trabajo sobre la Transparencia de la Contratación Públicay se tendrán en cuenta las prioridades de los participantes en materia de desarro-llo, especialmente las de los países menos adelantados participantes. Las negocia-ciones se limitarán a los aspectos relativos a la transparencia y por consiguienteno restringirán las posibilidades de los países de dar preferencia a los suministros

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y proveedores nacionales. Nos comprometemos a asegurar la asistencia técnica yel apoyo a la creación de capacidad adecuados, durante las negociaciones ydespués de su conclusión.

Facilitación del comercio

27. Reconociendo las razones en favor de agilizar aún más el movimiento, eldespacho de aduana y la puesta en circulación de mercancías, incluidas las mer-cancías en tránsito, y la necesidad de potenciar la asistencia técnica y la creaciónde capacidad en esta esfera, convenimos en que después del quinto período desesiones de la Conferencia Ministerial se celebrarán negociaciones sobre la basede una decisión que se ha de adoptar, por consenso explícito, en ese período desesiones respecto de las modalidades de las negociaciones. En el período quetranscurra hasta el quinto período de sesiones, el Consejo del Comercio de Mer-cancías examinará y, según proceda, aclarará y mejorará los aspectos pertinentesde los artículos V, VIII y X del GATT de 1994 e identificará las necesidades yprioridades de los miembros, en particular los que son países en desarrollo ymenos adelantados, en materia de facilitación del comercio. Nos comprometemosa asegurar la asistencia técnica y el apoyo a la creación de capacidad adecuadosen esta esfera.

Normas de la OMC

28. A la luz de la experiencia y de la creciente aplicación de estos instrumentospor los miembros, convenimos en celebrar negociaciones encaminadas a aclarary mejorar las disciplinas previstas en el Acuerdo relativo a la Aplicación del Artícu-lo VI del GATT de 1994 y el Acuerdo sobre Subvenciones y Medidas Compen-satorias, preservando al mismo tiempo los conceptos y principios básicos y laeficacia de estos acuerdos, y de sus instrumentos y objetivos, y teniendo en cuen-ta las necesidades de los países en desarrollo y menos adelantados participantes.En la fase inicial de las negociaciones, los participantes indicarán qué disposicio-nes, incluidas las disciplinas sobre prácticas que distorsionan el comercio, preten-den aclarar y mejorar en la fase siguiente. En el contexto de estas negociaciones,los participantes también procurarán aclarar y mejorar las disciplinas de la OMCcon respecto a las subvenciones a la pesca, habida cuenta de la importancia deeste sector para los países en desarrollo. Observamos que también se hace refe-rencia a las subvenciones a la pesca en el párrafo 31.

29. Convenimos también en celebrar negociaciones encaminadas a aclarar y me-jorar las disciplinas y procedimientos previstos en las disposiciones vigentes de laOMC aplicables a los acuerdos comerciales regionales. En las negociaciones setendrán en cuenta los aspectos de los acuerdos comerciales regionales relativos aldesarrollo.

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Entendimiento sobre Solución de Diferencias

30. Convenimos en celebrar negociaciones sobre mejoras y aclaraciones del En-tendimiento sobre Solución de Diferencias. Las negociaciones deberán basarse enla labor realizada hasta ahora, así como en las propuestas adicionales que presen-ten los miembros, e ir encaminadas a acordar mejoras y aclaraciones no más tardede mayo de 2003, momento en el que adoptaremos disposiciones para asegurar-nos de que los resultados entren en vigor en el más breve plazo posible.

Comercio y medio ambiente

31. Con miras a potenciar el apoyo mutuo del comercio y el medio ambiente,convenimos en celebrar negociaciones, sin prejuzgar su resultado, sobre:

i) La relación entre las normas vigentes de la OMC y las obligaciones comercialesespecíficas establecidas en los acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente(AMUMA). El ámbito de las negociaciones se limitará a la aplicabilidad de esasnormas vigentes de la OMC entre las partes en el AMUMA de que se trate. Lasnegociaciones se harán sin perjuicio de los derechos que corresponden en elmarco de la OMC a todo miembro que no sea parte en ese AMUMA;

ii) Procedimientos para el intercambio regular de información entre las secretaríasde los AMUMA y los comités pertinentes de la OMC, y los criterios para concederla condición de observador;

iii) La reducción o, según proceda, la eliminación de los obstáculos arancelarios yno arancelarios a los bienes y servicios ecológicos.

Tomamos nota de que las subvenciones a la pesca forman parte de las negocia-ciones previstas en el párrafo 28.

32. Encomendamos al Comité de Comercio y Medio Ambiente que, al proseguir lalabor sobre todos los puntos de su orden del día en el marco de su mandatoactual, preste particular atención a lo siguiente:

i) El efecto de las medidas medioambientales en el acceso a los mercados, espe-cialmente en relación con los países en desarrollo y en particular los menosadelantados, y aquellas situaciones en que la eliminación o reducción de lasrestricciones y distorsiones del comercio pueda beneficiar al comercio, al medioambiente y al desarrollo;

ii) Las disposiciones pertinentes del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechosde Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio; y

iii) Las prescripciones relativas al etiquetado para fines medioambientales.

La labor sobre estas cuestiones deberá incluir la identificación de cualquier nece-sidad de aclarar las normas pertinentes de la OMC. El Comité presentará uninforme al quinto período de sesiones de la Conferencia Ministerial y formulará

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recomendaciones, según proceda, con respecto a la acción futura, incluida laconveniencia de celebrar negociaciones. Los resultados de esta labor, así como lasnegociaciones llevadas a cabo de conformidad con los apartados i) y ii) del párra-fo 31, serán compatibles con el carácter abierto y no discriminatorio del sistemamultilateral de comercio, no aumentarán ni disminuirán los derechos y obligacio-nes de los miembros en el marco de los acuerdos vigentes de la OMC, en particu-lar el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, ni altera-rán el equilibrio de estos derechos y obligaciones, y tendrán en cuenta lasnecesidades de los países en desarrollo y menos adelantados.

33. Reconocemos la importancia de la asistencia técnica y la creación de capaci-dad en la esfera del comercio y el medio ambiente para los países en desarrollo,en particular los menos adelantados. También propugnamos que se compartanlos conocimientos técnicos y la experiencia con los miembros que deseen llevar acabo exámenes medioambientales al nivel nacional. Se preparará un informesobre estas actividades para el quinto período de sesiones.

Comercio electrónico

34. Tomamos nota de la labor realizada en el Consejo General y otros órganospertinentes desde la Declaración Ministerial de 20 de mayo de 1998 y convenimosen continuar el Programa de Trabajo sobre el Comercio Electrónico. La laborrealizada hasta la fecha demuestra que el comercio electrónico plantea nuevosdesafíos y crea nuevas oportunidades de comercio para los miembros en todas lasetapas de desarrollo, y reconocemos la importancia de crear y mantener un entor-no favorable al futuro desarrollo del comercio electrónico. Encomendamos alConsejo General que considere las disposiciones institucionales más apropiadaspara ocuparse del Programa de Trabajo, y que informe al quinto período de sesio-nes de la Conferencia Ministerial sobre los nuevos progresos que se realicen. Decla-ramos que los miembros mantendrán hasta el quinto período de sesiones su prác-tica actual de no imponer derechos de aduana a las transmisiones electrónicas.

Pequeñas economías

35. Convenimos en establecer un programa de trabajo, bajo los auspicios delConsejo General, para examinar cuestiones relativas al comercio de las pequeñaseconomías. El objetivo de esta labor es formular respuestas a las cuestiones rela-tivas al comercio identificadas con miras a una mayor integración de las econo-mías pequeñas y vulnerables en el sistema multilateral de comercio, y no crearuna subcategoría de miembros de la OMC. El Consejo General examinará elprograma de trabajo y formulará al quinto período de sesiones de la ConferenciaMinisterial recomendaciones encaminadas a la acción.

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Comercio, deuda y finanzas

36. Convenimos en que se lleve a cabo, en un grupo de trabajo bajo los auspiciosdel Consejo General, un examen de la relación entre comercio, deuda y finanzas,y de posibles recomendaciones sobre las medidas que cabría adoptar en el marcodel mandato y la competencia de la OMC, a fin de mejorar la capacidad delsistema multilateral de comercio para contribuir a una solución duradera del pro-blema del endeudamiento externo de los países en desarrollo y menos adelanta-dos y de reforzar la coherencia de las políticas comerciales y financieras interna-cionales, con miras a salvaguardar el sistema multilateral de comercio frente a losefectos de la inestabilidad financiera y monetaria. El Consejo General informará alquinto período de sesiones de la Conferencia Ministerial sobre los progresosrealizados en el examen.

Comercio y transferencia de tecnología

37. Convenimos en que se lleve a cabo, en un grupo de trabajo bajo los auspiciosdel Consejo General, un examen de la relación existente entre el comercio y latransferencia de tecnología, y de posibles recomendaciones sobre las medidasque cabría adoptar en el marco del mandato de la OMC para incrementar lascorrientes de tecnología hacia los países en desarrollo. El Consejo General infor-mará al quinto período de sesiones de la Conferencia Ministerial sobre los progre-sos realizados en el examen.

Cooperación técnica y creación de capacidad

38. Confirmamos que la cooperación técnica y la creación de capacidad son ele-mentos básicos de la dimensión de desarrollo del sistema multilateral de comercio,y acogemos con satisfacción y respaldamos la Nueva Estrategia de CooperaciónTécnica de la OMC para la Creación de Capacidad, el Crecimiento y la Integración.Encomendamos a la Secretaría que, en coordinación con los demás organismoscompetentes, apoye los esfuerzos internos de incorporación del comercio a losplanes nacionales de desarrollo económico y a las estrategias de reducción de lapobreza. La prestación de asistencia técnica de la OMC estará encaminada a ayudara los países en desarrollo y menos adelantados, así como a los países en transiciónde ingreso bajo, a ajustarse a las normas y disciplinas de la OMC y cumplir lasobligaciones y ejercer los derechos que corresponden a los miembros, incluido elde aprovechar los beneficios de un sistema multilateral de comercio abierto y basa-do en normas. Se atribuirá prioridad a las economías pequeñas y vulnerables y laseconomías en transición, así como a los miembros y observadores que no tienenrepresentación en Ginebra. Reafirmamos nuestro apoyo al valioso trabajo del Cen-tro de Comercio Internacional, que se debería potenciar.

39. Subrayamos la urgente necesidad de coordinar de forma eficaz la prestación deasistencia técnica con los donantes bilaterales, en el Comité de Asistencia para el

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Desarrollo de la OCDE y las instituciones intergubernamentales internacionales yregionales competentes dentro de un marco de políticas y un calendario coherentes.En la prestación coordinada de asistencia técnica, encomendamos al Director Generalque celebre consultas con los organismos competentes, los donantes bilaterales y losbeneficiarios para identificar formas de mejorar y racionalizar el Marco Integrado parala Asistencia Técnica relacionada con el Comercio en apoyo de los países menosadelantados y el Programa Integrado Conjunto de Asistencia Técnica (JITAP).

40. Convenimos en que es necesario que esta asistencia se beneficie de unafinanciación segura y previsible. Por consiguiente, encomendamos al Comité deAsuntos Presupuestarios, Financieros y Administrativos que elabore un plan, parasu adopción por el Consejo General en diciembre de 2001, que garantice lafinanciación de largo plazo de la asistencia técnica de la OMC a un nivel generalno inferior al del año en curso y acorde con las actividades mencionadas supra.

41. Hemos establecido compromisos firmes en materia de cooperación técnica yde creación de capacidad en diversos párrafos de la presente Declaración Minis-terial. Reafirmamos esos compromisos específicos contenidos en los párrafos 16,22, 25-27, 33, 38-40, 42 y 43, y también reafirmamos el entendimiento del párrafo2 acerca de la importante función de los programas de asistencia técnica y decreación de capacidad con financiación sostenible. Encomendamos al DirectorGeneral que informe al quinto período de sesiones de la Conferencia Ministerial,mediante un informe provisional al Consejo General en diciembre de 2002 sobrela aplicación y la adecuación de esos compromisos en los párrafos identificados.

Países menos adelantados

42. Reconocemos la gravedad de las preocupaciones expresadas por los países me-nos adelantados (PMA) en la Declaración de Zanzíbar adoptada por sus ministros enjulio de 2001. Reconocemos que la integración de los PMA en el sistema multilateralde comercio exige un acceso significativo a los mercados, ayuda para la diversifica-ción de su base de producción y de exportación, así como asistencia técnica relacio-nada con el comercio y creación de capacidad. Coincidimos en que la integraciónsignificativa de los PMA en el sistema de comercio y la economía mundial conllevaráesfuerzos por parte de todos los miembros de la OMC. Nos comprometemos con elobjetivo del acceso a los mercados libre de derechos y de contingentes para losproductos originarios de los PMA. A este respecto, acogemos con agrado las mejorassignificativas del acceso a los mercados logradas por los miembros de la OMC conanterioridad a la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los PMA (PMA-III),celebrada en Bruselas en mayo de 2001. Nos comprometemos además a considerarmedidas adicionales para obtener mejoras progresivas en el acceso a los mercadospara los PMA. La adhesión de los PMA sigue siendo una prioridad para los miembrosde la OMC. Convenimos en esforzarnos por facilitar y acelerar las negociaciones conlos PMA en proceso de adhesión. Encomendamos a la Secretaría que refleje en los

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planes anuales de asistencia técnica la prioridad que atribuimos a las adhesiones delos PMA. Reafirmamos los compromisos que asumimos en la PMA-III, y convenimosen que la OMC deberá tener en cuenta, al formular su programa de trabajo relativo alos PMA, los elementos relacionados con el comercio de la Declaración y Programade Acción de Bruselas aprobados en la PMA-III, acordes con el mandato de la OMC.Encomendamos al Subcomité de Países Menos Adelantados que formule ese progra-ma de trabajo e informe sobre el programa de trabajo convenido al Consejo Generalen su primera reunión de 2002.

43. Respaldamos el Marco Integrado para la Asistencia Técnica relacionada con elComercio en apoyo de los países menos adelantados (MI) como modelo viablepara el desarrollo del comercio de los PMA. Exhortamos a los asociados para eldesarrollo a que aumenten significativamente sus contribuciones al Fondo Fiducia-rio del MI y a los fondos fiduciarios extrapresupuestarios de la OMC en favor de losPMA. Instamos a los organismos participantes a que, en coordinación con los aso-ciados para el desarrollo, estudien la mejora del MI con miras a atender las limitacio-nes de los PMA en relación con la oferta y la ampliación del modelo a todos losPMA, tras el examen del MI y la evaluación del Programa Piloto en curso en deter-minados PMA. Pedimos al Director General que, previa coordinación con los jefesde los demás organismos, presente un informe provisional al Consejo General endiciembre de 2002 y un informe completo en el quinto período de sesiones de laConferencia Ministerial sobre todas las cuestiones que afectan a los PMA.

Trato especial y diferenciado

44. Reafirmamos que las disposiciones sobre trato especial y diferenciado sonparte integrante de los acuerdos de la OMC. Tomamos nota de las preocupacio-nes expresadas con respecto a su funcionamiento a la hora de hacer frente a laslimitaciones específicas con que tropiezan los países en desarrollo, en particularlos países menos adelantados. En relación con ello también tomamos nota de quealgunos miembros han propuesto un acuerdo marco sobre trato especial y dife-renciado (WT/GC/W/442). Por consiguiente, convenimos en que se examinarántodas las disposiciones sobre trato especial y diferenciado con miras a reforzarlasy hacerlas más precisas, eficaces y operativas. A este respecto, respaldamos elprograma de trabajo sobre trato especial y diferenciado establecido en la decisiónsobre las cuestiones y preocupaciones relativas a la aplicación.

Organización y gestión del programa de trabajo

45. Las negociaciones que se han de llevar a cabo en virtud de la presente decla-ración se concluirán no más tarde del 1º de enero de 2005. La Conferencia Minis-terial, en su quinto período de sesiones, hará un balance de los progresos realiza-dos en las negociaciones, impartirá la orientación política que se requiera y adoptarálas decisiones que sean necesarias. Cuando se hayan establecido los resultados de

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las negociaciones en todas las esferas, se celebrará un período extraordinario desesiones de la Conferencia Ministerial para adoptar decisiones con respecto a laadopción y aplicación de dichos resultados.

46. Supervisará el desarrollo general de las negociaciones un Comité de Negocia-ciones Comerciales, bajo la autoridad del Consejo General. El Comité de Nego-ciaciones Comerciales celebrará su primera reunión no más tarde del 31 de enerode 2002. Establecerá los mecanismos de negociación apropiados que sean nece-sarios y supervisará la marcha de las negociaciones.

47. Excepción hecha de las mejoras y aclaraciones relativas al Entendimientosobre Solución de Diferencias, el desarrollo y la conclusión de las negociacionesy la entrada en vigor de sus resultados se considerarán partes de un todo único.No obstante, los acuerdos a que se llegue en una etapa inicial podrán aplicarsecon carácter provisional o definitivo. Se tendrán en cuenta los acuerdos inicialesal evaluar el equilibrio general de las negociaciones.

48. Podrán participar en las negociaciones:

i) Todos los miembros de la OMC; y

ii) Los estados y territorios aduaneros distintos actualmente en proceso de adhe-sión y aquellos que informen a los miembros, en una reunión ordinaria del Con-sejo General, de su intención de negociar las condiciones de su adhesión y paralos cuales se establezca un grupo de trabajo sobre la adhesión.

Las decisiones sobre los resultados de las negociaciones serán adoptadas por losmiembros de la OMC únicamente.

49. Las negociaciones se desarrollarán de manera transparente entre los partici-pantes, con objeto de facilitar la participación efectiva de todos. Se llevarán a cabocon miras a asegurar beneficios para todos los participantes y lograr un equilibriogeneral en los resultados de las negociaciones.

50. Las negociaciones y los demás aspectos del Programa de Trabajo tendránplenamente en cuenta el principio del trato especial y diferenciado para los paísesen desarrollo y los países menos adelantados consagrado en: la Parte IV del GATTde 1994; la Decisión de 28 de noviembre de 1979 sobre trato diferenciado y másfavorable, reciprocidad y mayor participación de los países en desarrollo; la Deci-sión de la Ronda Uruguay relativa a las medidas en favor de los países menosadelantados, y todas las demás disposiciones pertinentes de la OMC.

51. El Comité de Comercio y Desarrollo y el Comité de Comercio y Medio Am-biente actuarán, cada uno en el marco de su respectivo mandato, como foro paraidentificar y debatir los aspectos de las negociaciones relacionados con el desarro-llo y el medio ambiente, a fin de contribuir al logro del objetivo de hacer que enlas negociaciones se refleje de manera adecuada el desarrollo sostenible.

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52. También se atribuye alta prioridad a los elementos del Programa de Trabajoque no conllevan negociaciones. Éstos se tratarán bajo la supervisión general delConsejo General, que informará al quinto período de sesiones de la ConferenciaMinisterial sobre los progresos realizados.

Declaración de la Comunidad Andina

Declaración efectuada por la Viceministro de Relaciones Económicas Internacionales deBolivia, licenciada Ana María Solares, en la IV Conferencia Ministerial de la OrganizaciónMundial del Comercio

Señor Presidente:

Hago uso de la palabra en nombre de la Comunidad Andina conformada porcinco países sudamericanos: Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela y mi país Boli-via, en primer lugar, para expresar nuestro reconocimiento por los esfuerzos quehan realizado usted, sus colaboradores y el Director General, en procura de pre-sentarnos una nueva versión de la Declaración Ministerial, así como por los es-fuerzos desplegados por todos los países miembro para acomodar sus intereses alos del conjunto.

Los países andinos hemos revisado con detenimiento el alcance de la Declaracióny constatamos que no están reflejadas en ella todas las legítimas aspiraciones conlas que hemos venido a Doha.

Estamos conscientes que asumiremos costos adicionales con la inclusión de nue-vos temas en la agenda de la OMC. Nos preocupa también el curso que seguiránlas negociaciones en aspectos de gran prioridad para nosotros, como son losvinculados con agricultura.

Sin embargo, ante la posibilidad de que repitamos el fracaso de Seattle, en cir-cunstancias mucho más difíciles que en aquella ocasión, en las que el mundorequiere de acciones concretas que propicien un clima de mayor entendimiento,la Comunidad Andina está en condiciones de apoyar el nuevo texto de la Decla-ración Ministerial y con ello el lanzamiento del Programa de Negociaciones am-pliado, para la Organización Mundial del Comercio.

Abogamos porque en esta nueva etapa, de complejos desafíos para la Organiza-ción, el objetivo del desarrollo sea colocado en el centro mismo del sistemaMultilateral de Comercio, sólo así este sistema resultará fortalecido.

Muchas gracias.

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Revista BCV • Vol. XVI. N∞1. Caracas, enero-junio 2002, pp. 275-302 • ISSN: 0005-4720

El Consenso de Monterreysobre la Financiación para el Desarrollo

MonterreyConsenso de Monterrey

Presentación / Rafael Rangel *

“Verdaderas decisiones que cambienal mundo aún no se han tomado”**

El documento que se anexa, llamado Consenso de Monterrey, fue el resultado de laConferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, realizada entreel 18 y el 22 de marzo de 2002, en Monterrey, México, en la cual participarondelegaciones de cerca de 180 países miembro de la Organización de las NacionesUnidas (ONU) y que, en su fase final, contó con la asistencia de 52 jefes de Estadoy de Gobierno, entre ellos los mandatarios de Estados Unidos, George Bush; Espa-ña, José María Aznar, quien además actuó como Presidente de la Unión Europea;Francia, Jacques Chirac; Bélgica, Guy Verhofstadt; el Presidente de la ComisiónEuropea, Romano Prodi; y el Secretario General de la ONU, Kofi Annan. En cuantoa la América Latina, además del presidente Vicente Fox de México, país anfitrión dela Cumbre, asistieron los mandatarios de Argentina, Eduardo Duhalde; Colombia,Andrés Pastrana; Cuba, Fidel Castro; Perú, Alejandro Toledo; República Dominica-na, Hipólito Mejía; y Venezuela, Hugo Chávez Frías, quien habló en su condición dePresidente del Grupo de los 77 y del Grupo de los 15.

* Rafael Rangel Vargas es asesor para Asuntos Internacionales de la Presidencia del BancoCentral de Venezuela. Licenciado en Estudios Internacionales, Universidad Central deVenezuela. Estudios de Doctorado en Ciencias Políticas, Instituto de Estudios Internacionalesde la Universidad de Ginebra, Suiza.Correo electrónico: [email protected]

** Frase extraída del discurso del presidente Hugo Chávez Frías en la sesión inaugural de laCumbre de Monterrey el 21 de marzo de 2002.

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Entre las propuestas que contiene el documento aprobado en Monterrey, quederivan de los compromisos asumidos en la Declaración del Milenio, destacan lassiguientes: [a] Movilizar el ahorro interno, reducir la fuga de capitales y atraer yutilizar eficazmente la inversión, en el marco de una adecuada, coherente y coor-dinada estrategia nacional; [b] Mejorar la gestión pública interna, que implica unconjunto de políticas desarrolladas por el Estado y que deben estar basadas en latransparencia, la eficiencia y la responsabilidad; [c] Políticas macroeconómicasnacionales, orientadas a evitar distorsiones inflacionarias y fluctuaciones econó-micas que no afecten la distribución del ingreso y la asignación de recursos, y sedisponga de un sistema adecuado de tipos de cambio y políticas fiscales y mone-tarias prudentes; [d] Asegurar la sostenibilidad fiscal, mediante sistemas tributariosjustos y eficaces, y mejoras del gasto público que no desplacen a la inversiónprivada productiva; [e] Redes de protección y seguridad social, que prioricenprogramas de educación, salud, nutrición y protección social, con atención espe-cial a los niños, las mujeres y las personas de la tercera edad; [f] Fortalecimientodel sector financiero, que obliga a promover el desarrollo ordenado de los merca-dos de capital, con el fin de que permitan canalizar el ahorro y estimular lasinversiones productivas; y [g] Fomento de la capacidad y eficiencia de las institu-ciones del Estado, que compromete a mejorar la asistencia técnica para reforzar lacapacidad en campos de la administración y las finanzas públicas, análisis presu-puestario, supervisión y reglamentación financiera, alerta temprana y prevenciónde crisis, y gestión de la deuda.

Como todo documento aprobado en una reunión multilateral de la ONU, que esobjeto de intensas negociaciones y de compromisos previos entre los países miem-bro y bloques de países, el Consenso de Monterrey no es una excepción y reflejaun equilibrio entre las posiciones de los países industrializados del Norte, aunquecon algunas diferencias entre ellos, y los países en desarrollo del Sur, que debidoa la fragmentación se presentaron bastante divididos en cuanto a las demandas,objetivos y metas que deseaban lograr en la Cumbre. Esta diferencia de interesescondujo a que la reunión de Monterrey fuera percibida como una ocasión quedebían aprovechar los países subdesarrollados para obtener más recursos finan-cieros de los países desarrollados, con el propósito de avanzar en su desarrolloeconómico; en tanto que los países industrializados aprovecharían el evento paraimponer condiciones –políticas, económicas, sociales y culturales– a los países endesarrollo, entre ellas un libre comercio, profundizar la democracia, celebrar elec-ciones, respetar los derechos humanos, condenar el terrorismo y luchar contra elnarcotráfico, y aceptar un mayor control sobre el destino final de los fondosotorgados, disimulado con frases como transparencia, optimización, eficiencia,resultados concretos, etc.

Sin abundar mucho en la cuestión de la condicionalidad, basta con citar lo dichopor el Secretario General de la ONU Koffi Annan en su discurso ante la Conferen-

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cia, al expresar: “A los reacios a comprometerse porque no están convencidos deque la asistencia oficial para el desarrollo sirva, a ellos les digo que repasen lahistoria. Abundan las pruebas que la asistencia sirve, trae consigo mejoras espec-taculares en la alfabetización y la disminución de la mortalidad infantil, cuando esencausada a países transparentes e instituciones eficientes. Por ello exhorto a lospaíses donantes que entreguen más asistencia financiera y dejen a los receptoresla libertad de elegir a los proveedores y los contratistas que mejor respondan a susnecesidades”. Por su parte, el presidente Hugo Chávez Frías, al referirse al temaseñaló: “Es necesario cambiar el condicionamiento. El Fondo Monetario Interna-cional, por ejemplo, está en revisión dice su presidente, lo celebramos. Los pa-quetes estructurales del Fondo Monetario Internacional han sido muchas vecesveneno mortal para nuestros pueblos. Los llamados ajustes estructurales han pro-ducido rebeliones, guerras, golpes de Estado, incertidumbre y muerte a los pue-blos del Tercer Mundo y a los pueblos del Cuarto Mundo. Eso hay que revisarlourgente y hay que darle tratamiento diferenciado a los países del mundo enfunción de su grado de desarrollo o de subdesarrollo”.

En cuanto a Latinoamérica, durante la XV Cumbre Presidencial del Grupo de Río,celebrada en Santiago de Chile en agosto de 2001, con miras a la Conferencia deMonterrey, la posición de la región fue la siguiente: “La Conferencia representauna oportunidad privilegiada para definir, desde la perspectiva del financiamiento,una nueva alianza mundial que apoye decididamente al desarrollo, especialmen-te en los países en desarrollo. Esta alianza mundial deberá comprender: la movi-lización adecuada de recursos internos crecientes, mayores y más estables co-rrientes financieras internacionales, tales como flujos de asistencia oficial aldesarrollo, otras corrientes de fondos públicos y la inversión extranjera directa; unsistema de comercio internacional que ofrezca condiciones de acceso a los mer-cados para los bienes y servicios de los países en desarrollo; soluciones efectivasy duraderas al problema que representa la carga de la deuda externa; un enfoqueintegral de las cuestiones sistémicas, que incluya una mayor y más efectiva parti-cipación de los países en desarrollo en la toma de decisiones en asuntos económi-cos internacionales y que promueva la construcción de una nueva arquitecturafinanciera internacional, que permita prevenir, evitar y, en su caso, enfrentar lascrisis y favorezca decididamente el desarrollo”. En otras palabras, América Latinapresentó una propuesta de cuatro grandes bloques de temas, estableciendo unaestrecha relación entre ellos: [a] Disponibilidad de recursos apropiados y suficien-tes para apuntalar el desarrollo de los países del Sur; [b] Apertura de los mercadosde los países del Norte a los bienes y servicios de los países del Sur; [c] Soluciónurgente al problema de la deuda externa de los países en desarrollo; y [d] Cons-truir una nueva arquitectura financiera internacional, lo que implica examinar lasinstituciones financieras nacidas en la Conferencia de Bretton Woods, caso delFMI y el Banco Mundial.

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Sin embargo, la Conferencia de Monterrey no podía ser un escenario de confron-tación de intereses entre dos grupos de países, los ricos versus los pobres, sinomás bien la oportunidad para encontrar nuevos instrumentos, mecanismos y mediospara mejorar la asistencia al desarrollo y dar cumplimiento a los compromisosasumidos en la Declaración del Milenio. Es así como, en el Consenso de Monterrey,se reconoce que “será necesario aumentar sustancialmente la asistencia oficialpara el desarrollo (AOD) y otros recursos para que los países en desarrollo pue-dan alcanzar las metas y objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente,incluso los consignados en la Declaración del Milenio”. Prosigue el documentoafirmando: “En ese contexto, instamos a los países desarrollados que aún no lohayan hecho a que adopten medidas concretas para dedicar el 0,7% de su pro-ducto interno bruto (PIB) como AOD para los países en desarrollo y, destinarentre el 0,15% y el 0,20% de su PIB a los países menos adelantados”.

Antes y durante la Conferencia, el tema de la AOD fue uno de los más polémicos,ya que el incumplimiento de la meta del 0,7 por ciento del PIB por parte de lospaíses industrializados coloca en una posición difícil a las naciones ricas, inclusoa la propia ONU, debido a que esta iniciativa tiene más de tres décadas de habersido lanzada y son pocos los países del Norte que la han honrado. Como muestrabasta con citar un reciente documento de la Unión Europea (UE), en el cual seindica lo siguiente: “En el año 2000, el volumen de la AOD hacia los países endesarrollo proveniente de los países de la OCDE cayó al nivel más bajo nuncavisto, al pasar de 56 billones de dólares en 1999 a 53 billones en 2000. A la fecha(febrero-2002), los países miembro de la UE aportan 0,33% del PIB como AOD, ysólo cuatro países (Dinamarca, Holanda, Suecia y Luxemburgo) cumplieron conla meta del 7% del PIB”. En Monterrey la UE anunció que había decidido incre-mentar su AOD de 0,33 por ciento a 0,39 por ciento de su PIB y que seguiríaaumentándola de forma progresiva hasta alcanzar la meta del 0,7 por ciento.

Ahora bien, si modesto e insuficiente fue el anuncio de los 15 países miembro dela Unión Europea, qué se podrá decir del paquete anunciado por Estados Unidos,que consistirá en una ayuda suplementaria a los países en desarrollo, en especiallos más pobres, a partir de 2004 y durante tres años, equivalente a 5.000 millonesde dólares. Al parecer, según los expertos en las estadísticas sobre la AOD, “lacontribución prometida por el presidente George Bush llevará a los EE UU aocupar el último lugar de los países de la OCDE, porque su aporte apenas repre-senta el 0,10% de su PIB, muy lejos de lo que se viene de aceptar en el Consensode Monterrey”. El anuncio de la administración republicana en Washington mere-ció muchas críticas, destacando, entre otras, las hechas por el financista interna-cional George Soros, quien exhortó al presidente Bush a reconsiderar el monto dela ayuda anunciada antes de viajar a Monterrey, expresando: “La promesa de unaayuda de US$ 5.000 millones a los países pobres, simplemente no es suficiente.Constituye un bonito envoltorio, pero con muy poco adentro”.

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Por su parte, el presidente del Banco Mundial, James D. Wolfensohn, en unacharla en el Centro Internacional Woodrow Wilson, días antes de la Conferenciade Monterrey, cuestionó la posición de EE UU, en particular al secretario delTesoro, Paul O’Neill, quien sostiene que: “La ayuda financiera no ha sido losuficientemente efectiva para justificar un incremento mayor, considerando espe-cialmente la persistencia de condiciones de miseria en muchos países que hanrecibido sustanciales cantidades de recursos de donantes extranjeros”. Wolfensohncensuró esta posición y expresó: “Nosotros no crearemos un mundo más segurocon bombas y brigadas únicamente. Mientras la pobreza en sí misma no conducea la violencia, ella puede ser caldo de cultivo para las ideas y acciones de aquellosque promueven el conflicto y el terror”. Al referirse a la Conferencia de Monterrey,Wolfensohn dijo: “Es nuestra oportunidad para dar el próximo paso importante”;y agregó: “Mientras ciertas realidades presupuestarias pueden hacer imposibleduplicar la ayuda de la noche a la mañana, sería conveniente que los países ricosapoyaran un incremento por fases con una ayuda adicional de 10 billones dedólares en los próximos cinco años. Esto costaría apenas una quinta parte del 1%del ingreso de los países ricos”.

Pero hay otros asuntos importantes que se plantean en el Consenso de Monterrey,caso de las recomendaciones para la liberalización del comercio mundial comomotor del desarrollo; abrir un debate mundial sobre las fórmulas para solucionarel excesivo endeudamiento de los países en desarrollo, en especial los de econo-mías intermedias y los países pobres altamente endeudados. Al respecto, citare-mos algunas frases del discurso del Secretario General de la ONU, quien al hablardel comercio afirmó: “La ayuda internacional no es suficiente y el desarrollo selogra, además, mediante la integración en los mercados mundiales. Los paísespobres están pidiendo que les den la posibilidad de salir de la pobreza medianteel comercio, lo cual significa que los mercados del mundo desarrollado debenestar completa y verdaderamente abiertos a sus productos, y que deben eliminar-se los subsidios injustos que desequilibran la competencia. El compromiso deDoha debe ser cumplido”. Por su parte, el presidente Hugo Chávez, al dar suopinión sobre el tema de la deuda, indicó: “Ciertamente para muchos pueblos delmundo la deuda externa es impagable. Venezuela ha pagado en tres años, trecemil millones de dólares, a pesar de nuestra pobreza, de nuestro desastre, y esta-mos pagando la deuda y la asumimos; pero no es igual para muchos pueblos delmundo. El Sur ha pagado en los últimos años 800 mil millones de dólares endeuda al Norte, en intereses, y en capital 800 mil millones más, y la deuda siguecreciendo igual, no desciende, más bien se ha incrementado. Es un monto extra-ño éste de la deuda, paga y paga y no baja sino que sigue creciendo”.

Para Venezuela, la Conferencia Internacional sobre la Financiación el Desarrollorepresentó una jornada importante en la lucha que ha librado el país por obtenermejores condiciones para su desarrollo económico y social, así como una mayor

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inserción en el sistema económico mundial. En este contexto, aunque no somosun país receptor neto de asistencia financiera ni tener tratamiento especial respec-to del pago de nuestra deuda externa, los compromisos contenidos en el Consen-so de Monterrey, en particular en lo que concierne a la liberalización del comercioy las posibilidades de lograr un mayor acceso de nuestros bienes y servicios a losmercados de los países desarrollados, representan una opción que bien podría-mos aprovechar, siempre y cuando se cumplan los objetivos establecidos, y másconcretamente los compromisos de la Declaración de Doha sobre negociacionescomerciales multilaterales en el marco de la OMC.

Más importante aún, la Cumbre de Monterrrey ofreció una oportunidad única aVenezuela, toda vez que en nuestra condición de presidente del Grupo de los 77,que agrupa a todos los países en desarrollo de Asia, África, América Latina y elCaribe, nos correspondió armonizar los intereses y posiciones de esas tres regio-nes, dando una contribución excepcional a lo que hoy se llama Consenso deMonterrey. No sólo se puso a prueba nuestra solidaridad con las causas del TercerMundo, sino que demostramos a la comunidad internacional nuestra capacidadde liderazgo, en especial el presidente Hugo Chávez Frías, quien con su discursopuso en alto el nombre de Venezuela e hizo honor a otros ilustres venezolanos,entre ellos Manuel Pérez Guerrero, cuyo nombre pasó a la historia por su incan-sable labor en defensa de las luchas del mundo en desarrollo. Como muestra delliderazgo de Venezuela en Monterrey, cabe resaltar la propuesta del presidenteHugo Chávez –entre muchos otros planteamientos y reflexiones– para establecerun Fondo Humanitario Internacional, sugiriendo su discusión urgente como nuevaherramienta para atender la grave emergencia social que vive el mundo. El Fondopropuesto se nutriría con 10% de los recursos provenientes de la deuda externade los países en desarrollo; otro porcentaje similar de los gastos militares yarmamentistas; un porcentaje adicional de los bienes confiscados al narcotráfico,a la corrupción internacional; y un impuesto mundial a las transacciones especu-lativas y a los paraísos fiscales. Se trata de una propuesta realista y factible, queencaja perfectamente dentro del espíritu del Consenso de Monterrey y que, talcomo lo afirmó el Presidente de Venezuela, “contribuiría ahora mismo a salvarmiles de millones de vidas”. La idea de crear un Fondo Humanitario Internacionalse convirtió en uno de los planteamientos más serios en la Cumbre de Monterrey,que debe ser objeto de estudio y de debate en el seno de las Naciones Unidas, aobjeto de convertirlo en realidad en el marco de la Declaración del Milenio.

Por supuesto, el Consenso de Monterrey, con todos sus aciertos y errores, seconvierte en un documento histórico en la larga lucha de los países del mundo endesarrollo, en especial de los más pobres y endeudados, por obtener un aumentode la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) y mayores facilidades de acceso a lamisma, eliminando las cláusulas de condicionalidad que han impuesto los paísesdesarrollados. Es así como en Monterrey, si bien se lograron algunos avances y el

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mundo está más sensibilizado frente a los reclamos de los países del Sur, lo másimportante es que se cumpla lo pactado y que no se desperdicie esta oportunidadpara dar un viraje en la tendencia seguida por la ayuda oficial al desarrollo en losúltimos treinta años. Como lo dijo el Secretario General de la ONU, Koffi Annan,en su discurso en el acto inaugural del evento: “El Consenso de Monterrey no esun mal documento, como algunos lo señalan. Será malo si fracasamos enimplementarlo. Pero si nosotros cumplimos las promesas que contiene, y conti-nuamos trabajando juntos para lograrlo, podría representar un auténtico cambioen las vidas de los pobres en todo el mundo”.

Finalmente, invitamos a los lectores de la Revista BCV a reflexionar sobre elConsenso de Monterrey y llegar a sus propias conclusiones, sin perder de vistaque Venezuela es un país en desarrollo que históricamente se ha identificado conlas causas del Tercer Mundo. Asia, África, América Latina y el Caribe seguiránluchando por un mundo más humano, más justo, más equilibrado, y con mayoresoportunidades para los más pobres, en fin, por la imperiosa necesidad de estable-cer un Nuevo Orden Internacional, distinto a la globalización o mundializaciónque promueven los países del Norte industrializado.

Conferencia Internacional sobre la Financiación para el DesarrolloMonterrey (México)18 a 22 de marzo de 2002Consenso de Monterrey

I. Cómo hacer frente a los problemas de la financiación para el desarrollo:una respuesta mundial

1. Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Monterrey (México)los días 21 y 22 de marzo de 2002, hemos resuelto hacer frente a los problemas dela financiación para el desarrollo en el mundo, en particular en los países endesarrollo. Nuestra meta es erradicar la pobreza, lograr un crecimiento económicosostenido y promover un desarrollo sostenible al tiempo que avanzamos hacia unsistema económico mundial basado en la equidad y que incluya a todos.

2. Tomamos nota con preocupación de que, según las estimaciones actuales,disminuirá marcadamente el volumen de recursos disponibles para alcanzar lasmetas de desarrollo convenidas internacionalmente, incluso las fijadas en la De-claración del Milenio.1

1 Resolución 55/2 de la Asamblea General.

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3. La movilización de recursos financieros, el aprovechamiento de esos recursos yel logro al nivel nacional e internacional de las condiciones económicas necesa-rias para alcanzar las metas de desarrollo convenidas internacionalmente, en par-ticular las consignadas en la Declaración del Milenio, de eliminar la pobreza,mejorar las condiciones sociales, y los niveles de vida y proteger el medio am-biente, será el primer paso que daremos para asegurar que el siglo XXI sea el siglodel desarrollo para todos.

4. El logro de las metas de desarrollo convenidas internacionalmente, incluso lasestablecidas en la Declaración del Milenio, requieren una nueva alianza entre lospaíses desarrollados y en desarrollo. Nos comprometemos a adoptar políticas racio-nales, promover una buena gestión pública en todos los niveles y respetar el Estadode derecho. También nos comprometemos a movilizar nuestros recursos internos,atraer corrientes financieras internacionales, fomentar el comercio internacional comomotor del desarrollo, incrementar la cooperación financiera y técnica internacionalen pro del desarrollo, promover una financiación sostenible de la deuda, adoptarmedidas para el alivio de la deuda externa y aumentar la coherencia y cohesión delos sistemas monetarios, financieros y comerciales internacionales.

5. Tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, la desaceleracióneconómica mundial se intensificó y se redujeron aún más las tasas de crecimiento.Es ahora aún más apremiante la necesidad de que mejore la colaboración entretodas las partes interesadas para promover un crecimiento económico sostenido yhacer frente a los problemas de largo plazo de la financiación para el desarrollo.Nuestra determinación de actuar concertadamente es más firme que nunca.

6. Cada país es el principal responsable de su propio desarrollo económico ysocial, y nunca se insistirá lo suficiente en la importancia de las políticas y estrate-gias nacionales de desarrollo. No obstante, las economías nacionales están ahorainterrelacionadas con el sistema económico mundial; entre otras cosas, las opor-tunidades de comercio e inversión pueden ser una ayuda para los países en sulucha contra la pobreza. La labor de desarrollo nacional debe apoyarse en unentorno económico internacional favorable. Alentamos y apoyamos los progra-mas de desarrollo emprendidos a nivel regional, tales como la Nueva Alianza parael Desarrollo de África y las actividades análogas emprendidas en otras regiones.

7. La mundialización ofrece oportunidades pero plantea problemas. Ante esos pro-blemas y oportunidades, los países en desarrollo y los países con economías entransición se enfrentan con dificultades especiales. El proceso de mundializacióndebe basarse en la equidad e incluir a todos; hay una gran necesidad de formulary aplicar políticas y medidas en los planos nacional e internacional, con la plena yactiva participación de los países en desarrollo y los países con economías en transi-ción, para ayudarlos a superar esos problemas y aprovechar esas oportunidades.

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8. En una economía mundial cada vez más interdependiente, es indispensableadoptar un enfoque integral con respecto a los problemas nacionales, internacio-nales y sistémicos, relacionados entre sí, de la financiación para el desarrollo: undesarrollo sostenible que promueva la igualdad entre hombres y mujeres y tengauna dimensión humana en todas partes del mundo. Se deben crear oportunida-des para todos, generar recursos –que se deben utilizar productivamente– y esta-blecer instituciones sólidas y responsables en todos los niveles. Para ello es nece-sario adoptar medidas conjuntas y coherentes en cada uno de los ámbitosinterrelacionados de nuestro programa, con la activa participación de todos losinteresados.

9. Reconociendo que la paz y el desarrollo se refuerzan mutuamente, uniremosnuestras fuerzas en el marco de un multilateralismo dinámico para promovernuestra visión común de un futuro mejor. Resueltos a defender y respetar la Cartade las Naciones Unidas y apoyándonos en los valores de la Declaración delMilenio, nos comprometemos a promover sistemas económicos nacionales ymundiales basados en los principios de justicia, equidad, democracia, participa-ción, transparencia, responsabilidad e inclusión.

II. Principales medidas

Movilización de recursos financieros nacionales para el desarrollo

10. En nuestra búsqueda común del crecimiento, la eliminación de la pobreza y eldesarrollo sostenible, nos enfrentamos con la imperiosa necesidad de crear lascondiciones internas necesarias para movilizar el ahorro interno, público y priva-do, mantener un nivel adecuado de inversiones productivas y mejorar el capitalhumano. Una tarea esencial es aumentar la eficacia, coherencia y compatibilidadde las políticas macroeconómicas. Un entorno nacional propicio es fundamentalpara movilizar los recursos internos, aumentar la productividad, reducir la fuga decapitales, estimular al sector privado y atraer y utilizar productivamente las inver-siones y la asistencia internacionales. La comunidad internacional debe apoyar losesfuerzos por crear ese entorno.

11. La buena gestión de los asuntos públicos es indispensable para un desarrollosostenible. La aplicación de políticas económicas racionales, la existencia de ins-tituciones democráticas sólidas que sepan responder a las necesidades de la po-blación y el mejoramiento de la infraestructura constituyen la base de un creci-miento económico sostenido, de la eliminación de la pobreza y la creación depuestos de trabajo. La libertad, la paz y la seguridad, la estabilidad interna, elrespeto de los derechos humanos, incluido el derecho al desarrollo, y el Estadode derecho, la igualdad entre los géneros, las políticas con orientación de merca-

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do y el compromiso general de crear sociedades justas y democráticas son tam-bién condiciones esenciales que se refuerzan mutuamente.

12. Estableceremos marcos normativos y reglamentarios apropiados en nuestrosrespectivos países y en conformidad con las leyes nacionales para fomentar lainiciativa pública y privada, incluso en el plano local, y promover un sector em-presarial dinámico y eficiente; al mismo tiempo, estimularemos el aumento de losingresos y mejoraremos su distribución, aumentaremos la productividad, daremospoder de decisión a las mujeres y protegeremos los derechos de los trabajadoresy el medio ambiente. Reconocemos que la función apropiada del Estado en laseconomías con orientación de mercado variará de un país a otro.

13. Una de nuestras prioridades es la lucha contra la corrupción en todos losniveles. La corrupción es un grave obstáculo que entorpece la movilización yasignación eficientes de recursos que deberían destinarse a actividades indispen-sables para erradicar la pobreza y promover un desarrollo económico sostenible.

14. Reconocemos la necesidad de aplicar políticas macroeconómicas racionalesencaminadas a mantener índices altos de crecimiento económico, el pleno empleo,la erradicación de la pobreza, la estabilidad de los precios y saldos fiscales y exter-nos sostenibles, a fin de que el crecimiento beneficie a todos, en particular lospobres. Los gobiernos deben asignar prioridad a la prevención de distorsionesinflacionarias y fluctuaciones económicas bruscas que repercuten negativamente enla distribución del ingreso y la asignación de recursos. Es necesario contar con unsistema cambiario apropiado y aplicar políticas fiscales y monetarias prudentes.

15. Para movilizar los recursos públicos y administrar su uso, es fundamental quelos gobiernos cuenten con un sistema que se caracterice por su eficacia, eficien-cia, transparencia y sentido de responsabilidad. Reconocemos la necesidad deasegurar la sostenibilidad fiscal y de contar con sistemas tributarios y de adminis-tración de impuestos que sean equitativos y eficientes, así como de reestructurarel gasto público de modo que no desplace las inversiones privadas productivas.También reconocemos la contribución que puedan hacer a este respecto los pro-gramas fiscales de mediano plazo.

16. Las inversiones en servicios básicos de infraestructura económica y social,servicios sociales y protección social, incluidos los de educación, salud, nutrición,vivienda y seguridad social, que permitan atender debidamente a los niños y laspersonas de edad, tengan en cuenta la perspectiva de género y abarquen al sectorrural y a todas las comunidades desfavorecidas, son fundamentales para lograrque la población, en particular la que vive en la pobreza, se adapte mejor a loscambios de la situación económica y pueda aprovechar las oportunidades quesurjan. Una política laboral activa que prevea la capacitación de los trabajadorespuede ayudar a aumentar el empleo y mejorar las condiciones de trabajo. Tam-

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bién es necesario ampliar la cobertura y el alcance de los programas de protec-ción social. Las crisis económicas ponen de manifiesto la importancia de contarcon sistemas de seguridad social eficaces.

17. Reconocemos la necesidad de fortalecer y promover el sector financiero inter-no, estimulando el desarrollo sin tropiezos de los mercados de capital por mediode sistemas bancarios sólidos y otros mecanismos institucionales destinados aatender las necesidades de financiación para el desarrollo, en particular el sectorde los seguros y los mercados de bonos y valores, que promueven y canalizan elahorro y fomentan las inversiones productivas. Para ello se requiere un buensistema de intermediación financiera, marcos reglamentarios transparentes y me-canismos de supervisión eficaces, respaldados por un banco central sólido. Sedeberían elaborar planes de garantías y establecer servicios de fomento empresa-rial para facilitar el acceso de las pequeñas y medianas empresas a los recursosfinancieros locales.

18. La microfinanciación y el crédito para las pequeñas y medianas empresas,incluso en las zonas rurales y en particular para las mujeres, así como los planesnacionales de ahorro, son importantes para realzar la influencia social y económi-ca del sector financiero. Los bancos de desarrollo, los bancos comerciales y otrasinstituciones financieras, en forma independiente o colaborando entre sí, puedenser instrumentos eficaces para facilitar el acceso de esas empresas a los medios definanciación, incluso a inversiones en capital social y a una oferta adecuada decrédito a mediano y a largo plazo. Además, la promoción de innovaciones finan-cieras en el sector privado y de la colaboración entre éste y el sector públicotambién puede ampliar los mercados financieros internos y contribuir al desarro-llo del sector financiero en cada país. El objetivo primordial de los planes depensión es la protección social, pero si están plenamente capitalizados, esos pla-nes también pueden ser una fuente de ahorro. Teniendo en cuenta consideracio-nes de índole económica y social, se debería tratar de incorporar el sector infor-mal en la economía estructurada, siempre que fuera posible; también es importantereducir los gastos de transferencia de las remesas de dinero de los trabajadoresmigrantes y crear oportunidades de inversión orientadas al desarrollo, en particu-lar en el sector de la vivienda.

19. Es fundamental reforzar la labor nacional de fomento de la capacidad en lospaíses en desarrollo y con economías en transición, entre otras, las siguientesesferas: infraestructura institucional, desarrollo de los recursos humanos, finanzaspúblicas, créditos hipotecarios, reglamentación y supervisión financieras, educa-ción básica en particular, administración pública, formulación de políticas presu-puestarias con una perspectiva de género y teniendo en cuenta sus repercusionessociales, sistemas de alerta temprana y prevención de crisis y gestión de la deuda.A este respecto, es necesario prestar particular atención a las necesidades especia-

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les de África, los países menos adelantados, los pequeños estados insulares endesarrollo y los países en desarrollo sin litoral. Reafirmamos nuestra adhesión alPrograma de Acción para los países menos adelantados en el decenio de 2001-2010, aprobado por la Tercera Conferencia sobre los Países Menos Adelantados,celebrada en Bruselas del 14 al 20 de mayo de 2001,2 y al Programa de Acción dela Conferencia Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de los Pequeños EstadosInsulares en Desarrollo.3 El apoyo de la comunidad internacional a estos progra-mas, incluida la asistencia técnica, y en el marco de las actividades operacionalesde las Naciones Unidas para el desarrollo, es indispensable. Alentamos la coope-ración Sur-Sur, incluida la cooperación triangular, para facilitar el intercambio deopiniones sobre estrategias y métodos que han tenido éxito, así como sobre laexperiencia adquirida y la repetición de proyectos.

Movilización de recursos internacionales para el desarrollo: la inversiónextranjera directa y otras corrientes de capitales privados

20. Las corrientes internacionales de capitales privados, en particular las de inver-siones extranjeras directas, así como la estabilidad financiera internacional, cons-tituyen un complemento fundamental de las actividades nacionales e internacio-nales de desarrollo. Las inversiones extranjeras directas contribuyen a financiar elcrecimiento económico sostenido de largo plazo. Son particularmente importan-tes por las posibilidades que ofrecen de transferir conocimientos y tecnologías,crear puestos de trabajo, aumentar la productividad general, estimular lacompetitividad y el espíritu de empresa y, en última instancia, erradicar la pobre-za mediante el fomento del desarrollo y el crecimiento económico. Por lo tanto,un gran desafío es crear las condiciones internas e internacionales necesarias parafacilitar las corrientes de inversiones directas –que contribuyan al logro de losobjetivos prioritarios de desarrollo de los países– hacia los países en desarrollo, enparticular de África, así como a los países menos adelantados, los pequeños esta-dos insulares en desarrollo, los países en desarrollo sin litoral y los países coneconomías en transición.

21. Para atraer corrientes de capital productivo y estimularlas, es necesario que lospaíses perseveren en sus esfuerzos por crear condiciones transparentes, estables yprevisibles para la inversión, con disposiciones para hacer cumplir los contratos yhacer valer los derechos de propiedad, en el marco de políticas macroeconómicas

2 A/CONF.191/113 Informe de la Conferencia Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de los Pequeños EstadosInsulares en Desarrollo, Bridgetown, Barbados, 25 de abril a 6 de mayo de 1994 (publica-ción de las Naciones Unidas, número de venta: S.94.I.18 y correcciones), cap. I, resolución1, anexo II.

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racionales e instituciones que permitan que las empresas, tanto nacionales comointernacionales, funcionen de manera eficiente y rentable y tengan la máximarepercusión en el desarrollo. Es preciso tomar medidas especiales en esferas prio-ritarias, como la política económica y los mecanismos de reglamentación parapromover y proteger las inversiones, y en lo que respecta al desarrollo de losrecursos humanos, las disposiciones para evitar la doble tributación, la buenaadministración empresarial, las normas de contabilidad y la promoción de condi-ciones que fomenten la competencia. También pueden ser importantes otrosmecanismos, como las asociaciones entre el sector público y el privado y losconvenios de inversión. Subrayamos la necesidad de reforzar los programas deasistencia técnica y fomento de la capacidad productiva, a solicitud de los intere-sados, y de asignar a esos programas recursos suficientes.

22. A fin de complementar la labor nacional, es necesario que las institucionesinternacionales y regionales pertinentes y las instituciones apropiadas de los paí-ses de origen aumenten su apoyo a la inversión extranjera privada en el desarrollode la infraestructura y otras esferas prioritarias, incluso en proyectos para cerrar labrecha en materia de tecnología informática, tanto en los países en desarrollocomo los países con economías en transición. Con ese fin, es importante propor-cionar créditos de exportación, servicios de cofinanciación, capital de riesgo yotros medios de financiación, garantías contra riesgos, servicios de movilizaciónde asistencia, información sobre oportunidades de inversión, servicios de desa-rrollo empresarial, foros para facilitar los contactos comerciales y empresariales yla colaboración entre empresas de países desarrollados y en desarrollo, así comofondos para financiar estudios de viabilidad. La colaboración entre empresas esun poderoso instrumento para la transferencia y difusión de tecnologías. A esterespecto, conviene fortalecer las instituciones financieras y de desarrollomultilaterales y regionales. En los países de origen también deberían adoptarseotras medidas para estimular y facilitar las corrientes de fondos de inversión hacialos países en desarrollo.

23. Si bien los gobiernos son quienes establecen el marco en que se desenvuelvenlas actividades comerciales, las empresas, por su parte, tienen la responsabilidad departicipar en el proceso de desarrollo de manera que inspiren confianza y se puedacontar con ellas. Instamos a las empresas a que tengan en cuenta no sólo lasconsecuencias económicas y financieras de sus actividades, sino también los aspec-tos sociales, ambientales, de desarrollo y de género. En este espíritu, invitamos a losbancos y a otras instituciones financieras de los países en desarrollo y desarrolladosa que promuevan enfoques innovadores de financiación para el desarrollo. Acoge-mos con beneplácito todos los esfuerzos que se hagan por promover el espíritucívico en los círculos empresariales y tomamos nota de la Iniciativa de las NacionesUnidas tendente a promover asociaciones a nivel mundial.

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24. Apoyaremos la creación de nuevos mecanismos de financiación en los queparticipen los sectores público y privado y en que se utilicen instrumentos dedeuda y valores, tanto en los países desarrollados como en los países con econo-mías en transición, y que beneficien en particular, a los pequeños empresarios, lasempresas pequeña y mediana y los servicios de infraestructura. Una de esas ini-ciativas público-privadas podría ser el establecimiento de mecanismos de consul-ta entre las organizaciones financieras internacionales y regionales y los gobier-nos nacionales, por un lado, y el sector privado, por otro, en los países de dondeproceden los fondos y en los países receptores, con miras a crear condicionesfavorables para la actividad empresarial.

25. Subrayamos la necesidad de que las corrientes de recursos financieros priva-dos hacia los países en desarrollo y los países con economías en transición semantengan a un nivel adecuado y estable. Es importante promover medidas enlos países de origen y de destino para aumentar la transparencia de esas corrien-tes y mejorar la información al respecto. Asimismo, tienen importancia las medi-das para atenuar el impacto de la excesiva inestabilidad de las corrientes decapital en el corto plazo. Dadas las diferencias de capacidad de los países, tam-bién es importante tener en cuenta las características de la gestión nacional de ladeuda externa; prestar suma atención a los riesgos cambiarios y de liquidez;fortalecer las normas de disciplina y control y la supervisión de todas las institu-ciones financieras, incluidas las que tienen un alto nivel de endeudamiento; libe-ralizar las corrientes de capital en forma ordenada y bien escalonada, de confor-midad con los objetivos de desarrollo, y aplicar en forma progresiva y voluntarialos códigos y normas convenidos internacionalmente. Estamos a favor de iniciati-vas público-privadas que faciliten el acceso a la información sobre los países y losmercados financieros, así como la exactitud, la puntualidad y el alcance de esainformación, lo cual fortalece la capacidad de evaluar los riesgos. Las institucionesfinancieras multilaterales podrían prestar más asistencia para todos estos fines.

El comercio internacional como promotor del desarrollo

26. Un sistema comercial multilateral abierto a la participación de todos basado ennormas, no discriminatorio y equitativo, junto con una liberalización real del co-mercio puede estimular apreciablemente el desarrollo en todo el mundo y bene-ficiar a los países en todas las etapas de desarrollo. A este respecto, reafirmamosnuestro compromiso de fomentar la liberalización del comercio y asegurarnos deque el comercio contribuya plenamente a promover el crecimiento económico, elempleo y el desarrollo de todos los países. Por lo tanto, acogemos con satisfac-ción las decisiones de la Organización Mundial del Comercio en el sentido de quelas necesidades y los intereses de los países en desarrollo constituyen el elementocentral de su programa de trabajo, y nos comprometemos a ponerlas en práctica.

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27. El comercio es en muchos casos la fuente externa más importante de financia-ción para el desarrollo, pero para que los beneficie verdaderamente, los países endesarrollo y los países con economías en transición deben establecer institucionesy políticas apropiadas o mejorar los existentes. La liberalización efectiva del co-mercio es un elemento importante de la estrategia de desarrollo sostenible de unpaís. La expansión del comercio y de la inversión extranjera directa podría estimu-lar el crecimiento económico y ser una importante fuente de empleo.

28. Tenemos presentes las cuestiones relativas al comercio internacional que inte-resan particularmente a los países en desarrollo y a los países con economías entransición, en lo que se refiere a aumentar su capacidad de financiar su propiodesarrollo. Estas cuestiones son, entre otras, las siguientes: las barreras comercia-les, los subsidios y otras medidas que distorsionan el comercio, en particular ensectores de especial interés para las exportaciones de los países en desarrollo,incluida la agricultura; la aplicación indebida de medidas antidumping; las barre-ras técnicas y las medidas sanitarias y fitosanitarias; la liberalización del comercioen industrias manufactureras de gran densidad de mano de obra; la liberalizacióndel comercio de productos agrícolas; el comercio de servicios; las crestas arance-larias, y la elevada cuantía y la escalada de aranceles y las barreras no arancelarias;la circulación de personas; la falta de reconocimiento de los derechos de propie-dad intelectual para la protección de los conocimientos tradicionales y el folclore;la transferencia de conocimientos y tecnologías; la aplicación e interpretación delAcuerdo sobre los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionadoscon el comercio4 de manera que sirvan de apoyo a la salud pública, y la necesi-dad de incluir en los convenios comerciales disposiciones que prevean un tratoespecial y diferente para los países en desarrollo, para que esos instrumentos seanmás precisos y eficaces y tengan aplicación en la práctica.

29. Para que el comercio mundial apoye el desarrollo en beneficio de todos lospaíses, instamos a los miembros de la Organización Mundial del Comercio a quepongan en práctica los resultados de la Cuarta Conferencia Ministerial de la Orga-nización, celebrada en Doha (Qatar) del 9 al 14 de noviembre de 2001.

30. También nos comprometemos a facilitar el ingreso de todos los países endesarrollo, en particular de los países menos adelantados y de los países coneconomías en transición que soliciten su admisión a la Organización Mundial delComercio.

4 Los resultados de la Ronda Uruguay de negociaciones comerciales multilaterales: los textosjurídicos (Ginebra, Secretaría del GATT, 1994), anexo 1C.

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31. Cumpliremos los compromisos contraídos en Doha de abordar el problemade la marginalización de los países menos adelantados en el comercio internacio-nal, así como el programa de trabajo aprobado para examinar cuestiones relativasal comercio de las economías de pequeño tamaño.

32. Como parte de nuestros esfuerzos por crear un mejor sistema de comerciomundial, también nos comprometemos a promover la importancia de los acuer-dos regionales y subregionales y de las zonas de libre comercio, en conformidadcon el sistema de comercio multilateral. Instamos a las instituciones financierasinternacionales, en particular a los bancos regionales de desarrollo, a que siganapoyando proyectos que fomenten la integración subregional y regional de lospaíses en desarrollo y los países con economías en transición.

33. Reconocemos la importancia de que mejore y sea previsible el acceso de lasexportaciones de los países en desarrollo a todos los mercados, en particular lasde los pequeños estados insulares en desarrollo, los países en desarrollo sin lito-ral, los países en desarrollo de tránsito y los países africanos, así como las de lospaíses con economías en transición.

34. Hacemos un llamamiento a los países desarrollados que aún no lo hayanhecho para que procuren alcanzar el objetivo de permitir el acceso libre de dere-chos y cupos de las exportaciones de todos los países menos adelantados, comose prevé en el Programa de Acción en favor de los Países Menos Adelantadosaprobado en Bruselas. También sería útil examinar las propuestas de que lospaíses en desarrollo contribuyan a mejorar el acceso de los países menos adelan-tados a sus mercados.

35. Reconocemos asimismo la importancia de que los países en desarrollo y lospaíses con economías en transición consideren la posibilidad de reducir las barre-ras comerciales que existen entre ellos.

36. En cooperación con los gobiernos interesados y sus instituciones financieras ycon miras a apoyar más firmemente las medidas adoptadas por los países paraaprovechar las oportunidades de comercio e integrarse eficazmente en el sistemacomercial multilateral, invitamos a las instituciones financieras y de desarrollomultilaterales y bilaterales a que amplíen y coordinen su labor para eliminargradualmente las limitaciones de la oferta y destinen más recursos a ese fin;mejoren la infraestructura del comercio; diversifiquen la capacidad de exporta-ción y apoyen un aumento del contenido tecnológico de las exportaciones; forta-lezcan el desarrollo institucional y estimulen la productividad y la competitividaden general. Con ese fin, invitamos también a los donantes bilaterales y a lasinstituciones financieras internacionales y regionales, así como a los organismos,fondos y programas pertinentes de las Naciones Unidas, a que redoblen su apoyoa los servicios de capacitación, desarrollo de la capacidad, fortalecimiento

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institucional y apoyo al comercio. Se debería dar un trato especial a los paísesmenos adelantados, los países en desarrollo sin litoral, los pequeños estadosinsulares en desarrollo, los países en desarrollo de África, los países en desarrollode tránsito y los países con economías en transición, en particular por medio delMarco Integrado para la Asistencia Técnica en Materia de Comercio para losPaíses Menos Adelantados y las correspondientes actividades de seguimiento, elPrograma Integrado Conjunto de Asistencia Técnica, el Fondo Fiduciario Globaldel Programa de Doha para el Desarrollo, de la Organización Mundial del Comer-cio, y las actividades del Centro de Comercio Internacional.

37. También es necesaria la ayuda multilateral para mitigar las consecuencias delestancamiento de los ingresos de exportación de los países que aún dependenconsiderablemente de las exportaciones de productos básicos. Por esa razón, noscomplace el reciente examen del servicio de financiamiento compensatorio delFondo Monetario Internacional, y seguiremos evaluando su eficacia en el futuro.Asimismo, es importante proporcionar a los productores de productos básicos delos países en desarrollo los medios necesarios para asegurarse contra posiblesriesgos, incluidos los desastres naturales. Invitamos además a los donantes bilate-rales y a los organismos multilaterales de ayuda a que redoblen su apoyo a losprogramas de diversificación de las exportaciones de esos países.

38. En apoyo del proceso iniciado en Doha, se debería prestar atención inmediataal fomento y fortalecimiento de la participación plena y activa de los países endesarrollo en las negociaciones comerciales multilaterales, sobre todo la de lospaíses menos adelantados. En particular, los países en desarrollo necesitan asis-tencia para participar eficazmente en el nuevo programa de trabajo de la OMC yen el proceso de negociación, para lo cual se requiere una mayor cooperación detodas las partes interesadas que corresponda, incluidas la Conferencia de las Nacio-nes Unidas sobre Comercio y Desarrollo, la Organización Mundial del Comercioy el Banco Mundial. Con ese fin, destacamos la importancia de que la financiaciónde la asistencia técnica y del fortalecimiento de la capacidad en relación con elcomercio sea eficaz, segura y previsible.

Aumento de la cooperación financiera y técnica internacionalpara el desarrollo

39. La asistencia oficial para el desarrollo (AOD) desempeña un papel esencialcomo complemento de otras fuentes de financiación para el desarrollo, en particularen los países cuya capacidad de atraer inversiones directas privadas es mínima. LaAOD puede ayudar a los países a movilizar un volumen adecuado de recursosinternos en un plazo apropiado, y a la vez a mejorar su capital humano y aumen-tar su capacidad productiva y de exportación. También puede contribuir de ma-nera decisiva a mejorar el entorno para las actividades del sector privado, y de

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este modo, preparar el terreno para un crecimiento vigoroso. Asimismo, es uninstrumento de apoyo de importancia crítica para la educación, la salud, el desa-rrollo de la infraestructura pública, la agricultura, el desarrollo rural y el aumentode la seguridad alimentaria. Para muchos países de África, países menos adelan-tados, pequeños estados insulares en desarrollo y países en desarrollo sin litoral,la AOD sigue representando el grueso de la financiación externa y es indispensa-ble para alcanzar las metas y objetivos de desarrollo enunciados en la Declaracióndel Milenio y otros objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente.

40. Para ser eficaces, las asociaciones entre donantes y receptores debe basarse enel reconocimiento de que los países deben identificarse con los planes de desa-rrollo y hacerse cargo de su dirección; en ese marco, se necesitan políticas racio-nales y una buena gestión pública en todos los niveles para garantizar la eficaciade la AOD. Una prioridad importante es establecer esas asociaciones, en particu-lar en apoyo de los más necesitados, y procurar que la AOD contribuya en lamayor medida posible a la reducción de la pobreza. Las metas, objetivos y com-promisos estipulados en la Declaración del Milenio y otros objetivos de desarrolloconvenidos internacionalmente puedan ayudar a los países a fijar prioridadesnacionales a corto y a mediano plazo que sirvan de base para establecer asocia-ciones de apoyo externo. En este contexto, subrayamos la importancia de losfondos, programas y organismos especializados de las Naciones Unidas y estamosdecididos a apoyarlos firmemente.

41. Reconocemos que será necesario aumentar sustancialmente la AOD y otrosrecursos para que los países en desarrollo puedan alcanzar las metas y objetivosde desarrollo convenidos internacionalmente, incluso los consignados en la De-claración del Milenio. Para incrementar el apoyo a la AOD, colaboraremos paramejorar más las políticas y estrategias de desarrollo, tanto en el plano nacionalcomo internacional, a fin de aumentar la eficacia de esa ayuda.

42. En este contexto, instamos a los países desarrollados que aún no lo hayanhecho a que adopten medidas concretas para dedicar el 0,7% de su productointerno bruto (PIB) como AOD para los países en desarrollo y, destinar entre el0,15% y el 0,20% de su PIB a los países menos adelantados, objetivos reafirmadosen la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países Menos Adelan-tados. Alentamos a los países en desarrollo a que consoliden los progresos logra-dos para utilizar eficazmente la AOD, a fin de alcanzar sus metas y objetivos dedesarrollo. Expresamos nuestro reconocimiento a todos los donantes, por losesfuerzos desplegados, encomiamos a aquellos cuyas contribuciones a la AODestán aumentando, han alcanzado objetivos fijados o los han sobrepasado, ysubrayamos la importancia de que se comprometan a considerar los medios y losplazos para alcanzar esos objetivos y metas.

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43. Los países receptores y los países donantes, así como las instituciones interna-cionales, deberían tratar de aumentar la eficacia de la AOD. En particular, esnecesario que las instituciones financieras y de desarrollo multilaterales y bilatera-les intensifiquen sus esfuerzos a fin de:

• Armonizar sus procedimientos operacionales al más alto nivel, a fin de reducirlos costos de las transacciones y hacer más flexibles los desembolsos y lasentregas de AOD, teniendo en cuenta las necesidades y los objetivos de desa-rrollo que haya determinado el propio país receptor;

• Apoyar y respaldar las medidas e iniciativas tomadas últimamente, como lasmedidas para hacer más favorables las condiciones de la ayuda, en particular lapuesta en práctica de la recomendación del Comité de Asistencia para el Desa-rrollo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos sobre laliberalización de la ayuda a los países menos adelantados, aprobada en laOECD en mayo de 2001. Se deberían redoblar los esfuerzos por abordar elproblema de las restricciones gravosas;

• Mejorar la capacidad de absorción y la gestión financiera de los países receptoresen lo que respecta a la utilización de la ayuda, a fin de promover el uso de losinstrumentos más apropiados para el suministro de asistencia que permitan teneren cuenta las necesidades de los países en desarrollo y la necesidad de que lascorrientes de recursos sean previsibles, en particular mecanismos de apoyo pre-supuestario, cuando corresponda y sobre la base de consultas exhaustivas;

• Utilizar los planes de desarrollo que los propios países en desarrollo hayandeterminado y con los cuales se hayan identificado, que prevean estrategiaspara reducir la pobreza, así como los documentos de estrategia de lucha contrala pobreza, como medios para suministrar la ayuda solicitada;

• Proceder de modo que los países receptores puedan contribuir más a la elabo-ración de los programas de asistencia técnica, incluidas las adquisiciones, ytengan más influencia en ese proceso, y utilizar más y mejor los recursos deasistencia técnica locales;

• Promover la utilización de la AOD con miras a movilizar recursos financierosadicionales para el desarrollo, como las inversiones extranjeras, el comercio ylos recursos internos;

• Fortalecer la cooperación triangular, incluidos los países con economías entransición, y la cooperación Sur-Sur como instrumentos para la prestación deasistencia;

• Centrar más la AOD en los grupos pobres y mejorar la coordinación de laayuda y la medición de los resultados.

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Invitamos a los donantes a que procedan a poner en práctica estas medidas enapoyo de todos los países en desarrollo, incluso en forma inmediata para respaldarla estrategia general incorporada en la Nueva Alianza para el Desarrollo de África,así como actividades análogas en otras regiones, y en apoyo de los países menosadelantados, los pequeños estados insulares en desarrollo y los países en desarrollosin litoral. Expresamos nuestro aprecio y reconocimiento por las deliberaciones quetienen lugar en otros foros sobre las propuestas para liberalizar las condiciones de lafinanciación para el desarrollo, incluido un mayor uso de las donaciones.

44. Reconocemos la utilidad de considerar fuentes innovadoras de financiación,siempre que esas fuentes no constituyan una carga excesiva para los países endesarrollo. A este respecto, convenimos en examinar, en los foros apropiados, losresultados del análisis solicitado por el Secretario General sobre nuevas fuentesposibles de financiación, tomando nota de la propuesta de utilizar la asignaciónde derechos especiales de giro (DEG) para el desarrollo. Consideramos que encualquier evaluación de las asignaciones de DEG que se lleve a cabo es precisorespetar el Convenio Constitutivo del Fondo Monetario Internacional y las normasy procedimientos establecidos del Fondo, que exigen que se tenga en cuenta lanecesidad mundial de liquidez a nivel internacional.

45. Los bancos de desarrollo multilaterales y regionales continúan desempeñandoun papel indispensable para atender las necesidades de desarrollo de los paísesen desarrollo y con economías en transición. Esos bancos deberían contribuir aasegurar un volumen adecuado de recursos financieros a los países sumidos en lapobreza que han adoptado políticas económicas racionales pero que no tienensuficiente acceso a los mercados de capital. También deberían atenuar las reper-cusiones de la inestabilidad excesiva de los mercados financieros. El fortaleci-miento de los bancos regionales de desarrollo y de las instituciones financierassubregionales permite a estas entidades prestar un apoyo financiero flexible quecomplementa la labor de desarrollo en los planos nacional y regional, lo cualfacilita la identificación de los países receptores con los programas de ayuda yaumenta la eficiencia en general. Asimismo, para los países en desarrollo que sonmiembros, constituyen una fuente indispensable de información y conocimientosespecializados sobre el crecimiento económico y el desarrollo.

46. Nos aseguraremos de que los recursos con que cuenta en el largo plazo elsistema financiero internacional, incluidas las instituciones y fondos regionales ysubregionales, sirvan para apoyar adecuadamente el desarrollo económico y so-cial, la asistencia técnica para el desarrollo de la capacidad y los sistemas deprotección social y ambiental. Seguiremos tratando de aumentar la eficacia gene-ral de esa financiación procediendo de manera que los países asuman más res-ponsabilidad, promoviendo operaciones que aumenten la productividad y rindanresultados tangibles en la lucha contra la pobreza y estrechando la coordinacióncon los donantes y con el sector privado.

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La deuda externa

47. La financiación sostenible de la deuda es un instrumento importante paramovilizar recursos destinados a la inversión pública y privada. La formulación deestrategias nacionales generales para supervisar y gestionar las obligaciones exter-nas en que se tengan en cuenta las condiciones para la sostenibilidad de la deudaen cada país, incluida la existencia de políticas macroeconómicas racionales y unabuena gestión de los recursos públicos, es fundamental para reducir la vulnerabi-lidad de los países. Los deudores y los acreedores deben compartir la responsabi-lidad de evitar y resolver situaciones en que el nivel de endeudamiento es insos-tenible. La asistencia técnica para la gestión de la deuda externa y el seguimientode la deuda puede ser importante y debe reforzarse.

48. El alivio de la deuda externa puede ser un factor crítico para liberar recursosque pueden entonces encauzarse hacia actividades que promuevan un crecimien-to y un desarrollo sostenibles; por lo tanto, cuando corresponda, se deberían consi-derar activamente y sin tardanza medidas para el alivio de la deuda, incluso en losclubes de París y Londres y otros foros pertinentes. Dada la importancia de restable-cer la viabilidad financiera de los países en desarrollo con un nivel insostenible deendeudamiento, expresamos nuestra satisfacción ante las iniciativas tomadas parareducir la deuda pendiente e invitamos a que se adopten medidas adicionales a esterespecto, en los planos nacional e internacional, incluso, cuando corresponda, medidaspara la cancelación de la deuda y disposiciones de otra índole.

49. La Iniciativa reforzada para la reducción de la deuda de los países pobres muyendeudados ofrece la oportunidad de mejorar las perspectivas económicas y for-talecer las medidas adoptadas por los países beneficiarios para reducir la pobreza.La aplicación rápida y efectiva de la Iniciativa reforzada en todos sus aspectos,que debería financiarse íntegramente con recursos adicionales, tiene importanciacrítica. Los países pobres muy endeudados deberían adoptar las medidas de po-lítica necesarias para poder recibir asistencia en el marco de la Iniciativa. En losanálisis futuros de la sostenibilidad de la deuda, también se debería tener encuenta cuánto influye el alivio de la deuda en el avance del logro de las metas dedesarrollo de la Declaración del Milenio. Destacamos la importancia que se sigaactuando con flexibilidad con respecto a los criterios para el suministro de laayuda. Es necesario redoblar los esfuerzos para reducir la carga de la deuda deesos países a niveles sostenibles. También es necesario mantener en estudio losmétodos de cálculo y las hipótesis en que se basan los análisis de la sostenibilidadde la deuda. En la etapa de culminación es necesario considerar en esos análisissi las perspectivas de crecimiento mundial y las relaciones de intercambio hanempeorado. Habría que tratar de evitar que las disposiciones para el alivio de ladeuda impusieran una carga excesiva a otros países en desarrollo.

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50. Subrayamos la necesidad de que el Fondo Monetario Internacional y el BancoMundial, al formular recomendaciones sobre cuestiones normativas y, en particu-lar, cuando corresponda, sobre el alivio de la deuda, tengan en cuenta cualquiercambio que haya alterado de manera fundamental la sostenibilidad de la deudade un país como consecuencia de catástrofes naturales, trastornos graves de larelación de intercambio o conflictos.

51. Si bien reconocemos que es necesaria una combinación flexible de instrumen-tos para tener en cuenta adecuadamente las diferentes circunstancias económicasy capacidades de los países, destacamos la importancia de establecer un conjuntode principios claros para la gestión y solución de crisis financieras que prevea unadistribución equitativa de la carga entre el sector público y el privado, y entredeudores, acreedores e inversores. Alentamos a los países donantes a que tomenmedidas para asegurarse de que los recursos que suministren para el alivio de ladeuda no menoscaben los de AOD destinados a los países en desarrollo. Tambiéninstamos a la búsqueda de mecanismos innovadores para hacer frente a los pro-blemas de la deuda de los países en desarrollo, incluidos los de ingresos medios,y los países con economías en transición.

Tratamiento de cuestiones sistémicas: fomento de la coherenciay cohesión de los sistemas monetarios, financieros y comercialesinternacionales en apoyo del desarrollo

52. Reconocemos la urgente necesidad de aumentar la coherencia, buena gestión ycohesión de los sistemas monetarios, financieros y comerciales internacionales a finde complementar la labor de desarrollo a nivel nacional. Con este fin, subrayamosla importancia de que siga mejorando la gestión de la economía mundial y se sigafortaleciendo el liderazgo de las Naciones Unidas en el fomento del desarrollo. Conese mismo propósito, se deberían redoblar los esfuerzos en el plano nacional paramejorar la coordinación entre todos los ministerios e instituciones pertinentes. Deigual modo, deberíamos promover la coordinación de las políticas y programas delas instituciones internacionales y la coherencia a nivel operacional e internacionala fin de alcanzar las metas de desarrollo de la Declaración del Milenio, a saber, uncrecimiento sostenido, la erradicación de la pobreza y un desarrollo sostenible.

53. Se está llevando una importante labor internacional para reformar la arquitec-tura financiera internacional. Es necesario que esta labor continúe y se caractericepor una mayor transparencia y por la activa participación de los países en desa-rrollo y con economías en transición. Uno de los principales objetivos de la refor-ma es aumentar la financiación para el desarrollo y la erradicación de la pobreza.Reafirmamos nuestro compromiso de mantener sectores financieros sólidos ennuestros respectivos países, que hacen una gran contribución a la labor de desa-rrollo nacional, como elemento importante de una arquitectura financiera interna-cional que respalde el desarrollo.

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54. La firme coordinación de las políticas macroeconómicas de los principales paí-ses industriales tiene importancia crítica para aumentar la estabilidad mundial yreducir la inestabilidad de los tipos de cambio, que son indispensables para estimu-lar el crecimiento económico y contar de manera previsible con más recursos finan-cieros para los países en desarrollo y los países con economías en transición.

55. Las instituciones financieras multilaterales, en particular el Fondo MonetarioInternacional, deben seguir asignando alta prioridad a la determinación y preven-ción de posibles crisis y al fortalecimiento de los cimientos de la estabilidadfinanciera internacional. A este respecto, recalcamos la necesidad de que el Fon-do refuerce más sus actividades de vigilancia de todas las economías, prestandoespecial atención a las corrientes de capitales de corto plazo y sus consecuencias.Alentamos al Fondo Monetario Internacional a que establezca sistemas de vigilan-cia y alerta temprana bien estructurados para facilitar la detección oportuna desíntomas de vulnerabilidad externa y a que coordine estrechamente su labor conlas instituciones u organizaciones regionales pertinentes, incluidas las comisionesregionales de las Naciones Unidas.

56. Subrayamos la necesidad de que las instituciones financieras multilaterales, alproporcionar asesoramiento sobre cuestiones normativas y apoyo financiero, to-men como base los programas nacionales de reforma que estén bien fundados ycon los cuales se hayan identificado los países respectivos, que tengan en cuentalas necesidades de los pobres e incluyan medidas para reducir la pobreza; asimis-mo, esas instituciones deben tomar en consideración las necesidades especiales yla capacidad de ejecución de los países en desarrollo y los países con economíasen transición, con miras a fomentar el crecimiento económico y un desarrollosostenible. Al prestar ese asesoramiento, deben tener presentes los costos socialesde los programas de ajuste, que deberían diseñarse de manera de reducir almínimo sus repercusiones negativas en los segmentos vulnerables de la sociedad.

57. Es indispensable asegurar la participación eficaz y equitativa de los países endesarrollo en la formulación de normas y códigos financieros. También es indis-pensable asegurar el cumplimiento de esas normas y códigos de manera progre-siva y voluntaria, a fin de reducir la vulnerabilidad de los países a las crisis finan-cieras y al efecto de contagio.

58. Al evaluar el riesgo soberano, el sector privado debería aplicar en la mayormedida posible parámetros rigurosos, objetivos y transparentes. La disponibilidadde datos y análisis de buena calidad puede facilitar esta labor.

59. En vista de las consecuencias de las crisis financieras o el riesgo de contagiopara los países en desarrollo y con economías en transición, sea cual fuere sutamaño, subrayamos la necesidad de que las instituciones financieras internacio-nales, en particular el Fondo Monetario Internacional, cuenten con un conjuntoadecuado de servicios y recursos financieros para responder oportunamente y en

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forma apropiada, de conformidad con sus respectivas políticas. El Fondo Moneta-rio Internacional dispone de una serie de instrumentos adecuados y su situaciónfinanciera es sólida. La línea de crédito para imprevistos es un importante indica-dor de la fortaleza de las políticas nacionales y una salvaguardia contra el conta-gio en los mercados financieros. Se debería seguir estudiando la necesidad deasignar derechos especiales de giro. A este respecto, también destacamos que espreciso la influencia estabilizadora de los fondos de reserva regionales ysubregionales, las disposiciones sobre canjes (swaps) y mecanismos análogos quecomplementen la labor de las instituciones financieras.

60. A fin de promover una distribución equitativa de la carga y reducir al mínimolos riesgos morales, acogeríamos complacidos el examen, por todas las partesinteresadas, de un mecanismo internacional de renegociación de la deuda en losforos apropiados, que permitiera que los deudores y los acreedores se reunieranpara reestructurar las deudas insostenibles oportunamente y en forma eficiente. Elestablecimiento de tal mecanismo no debería excluir la financiación de emergen-cia en épocas de crisis.

61. La buena gestión pública a todos los niveles es también fundamental para uncrecimiento económico sostenido, la erradicación de la pobreza y un desarrollosostenible en todo el mundo. A fin de reflejar mejor el aumento de la interdepen-dencia y aumentar la legitimidad, la gestión económica debe desarrollarse en dosámbitos: se debe ampliar la base para la adopción de decisiones sobre cuestionesrelativas al desarrollo y se deben subsanar las deficiencias de organización. Paracomplementar y consolidar los avances en estos dos ámbitos, debemos fortalecerel sistema de las Naciones Unidas y de otras instituciones multilaterales. Alenta-mos a todas las organizaciones internacionales a que procuren mejorar constante-mente sus operaciones y sus relaciones mutuas.

62. Subrayamos la necesidad de ampliar y fortalecer la participación de los paísesdesarrollados y con economías en transición en el proceso de adopción de deci-siones y el establecimiento de normas sobre cuestiones económicas a nivel inter-nacional. Con ese fin, acogemos favorablemente la adopción de nuevas medidaspara ayudar a los países en desarrollo y con economías en transición a desarrollarsu capacidad de participar eficazmente en los foros multilaterales.

63. Una de las primeras prioridades es encontrar nuevas formas prácticas paraque los países en desarrollo y los países con economías en transición participenmás eficazmente en los diálogos y procesos internacionales de adopción de deci-siones. En conformidad con los mandatos de las respectivas instituciones y forosy los medios de que disponen, instamos a que se adopten las medidas siguientes:

• Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial: deberían seguir promovien-do la participación de todos los países en desarrollo y con economías en tran-

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El Consenso de Monterrey sobre la Financiación para… 299

sición en sus procesos de adopción de decisiones; de este modo se fortaleceríael diálogo internacional y la labor de estas instituciones cuando se examinenlas necesidades de desarrollo de esos países y las cuestiones que les interesan;

• Organización Mundial del Comercio: debería asegurarse de que en todas lasconsultas estuvieran representados todos los miembros de la OMC y que laparticipación se basara en criterios claros, sencillos y objetivos;

• Banco de Pagos Internacionales, Comité de Supervisión Bancaria de Basilea yForo sobre Estabilidad Financiera: deberían seguir mejorando sus actividadesde promoción y consulta con los países en desarrollo y con economías entransición en el plano regional y examinar, cuando correspondiera, su respec-tiva composición para permitir que esos países participaran adecuadamente;

• Agrupaciones especiales encargadas de formular recomendaciones normativascon repercusiones de alcance mundial: deberían seguir mejorando sus activida-des de promoción dirigidas a los países en desarrollo que no son miembros yaumentar la colaboración con las instituciones multilaterales que tuvieran man-datos intergubernamentales claramente definidos y de amplia base.

64. A fin de que el apoyo del sistema económico mundial al desarrollo sea máseficaz, recomendamos que:

• Se mejore la relación entre las Naciones Unidas y la Organización Mundial delComercio en la esfera del desarrollo y se fortalezca la capacidad de ambasorganizaciones de prestar asistencia técnica a todos los países que la necesiten;

• Se apoye a la Organización Internacional del Trabajo y se promueva su laboractual sobre las dimensiones sociales de la mundialización;

• Se fortalezca la coordinación del sistema de las Naciones Unidas y todas lasdemás instituciones financieras, de comercio y de desarrollo de caráctermultilateral, a fin de apoyar el crecimiento económico, la erradicación de lapobreza y un desarrollo sostenible en todo el mundo;

• Se integre la perspectiva de género en las políticas de desarrollo en todos losniveles y todos los sectores;

• Se fortalezca la cooperación internacional en cuestiones tributarias, mejorandoel diálogo entre las autoridades tributarias nacionales y aumentando la coordi-nación de la labor de los órganos multilaterales competentes y las organizacio-nes regionales pertinentes, prestando especial atención a las necesidades delos países en desarrollo y los países con economías en transición;

• Se promueva el papel de las comisiones regionales y los bancos regionales dedesarrollo en apoyo del diálogo sobre cuestiones macroeconómicas, financie-ras, comerciales y de desarrollo entre los países a nivel regional.

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65. Nos comprometemos a negociar y finalizar lo antes posible una convenciónde las Naciones Unidas contra la corrupción en todos sus aspectos, incluida lacuestión de la repatriación de los fondos adquiridos ilícitamente a los países deorigen, y también reforzar la cooperación para eliminar el lavado de dinero. Alen-tamos a los Estados que aún no lo hayan hecho a que consideren la posibilidadde firmar y ratificar la Convención de las Naciones Unidas contra la DelincuenciaOrganizada Transnacional.5

66. Como cuestión prioritaria, instamos a todos los estados que aún no lo hayanhecho a que consideren la posibilidad de ser partes en el Convenio internacionalpara la represión de la financiación del terrorismo,6 y hacemos un llamamientopara que aumente la cooperación con ese objetivo.

67. La revitalización del sistema de las Naciones Unidas es una cuestión prioritariay tiene importancia fundamental para promover la cooperación internacional enpro del desarrollo y un sistema económico mundial que beneficie a todos. Reafir-mamos nuestro compromiso de lograr que la Asamblea General desempeñe coneficacia su papel central como principal órgano deliberante, normativo y repre-sentativo de las Naciones Unidas, y de fortalecer más el Consejo Económico ySocial a fin de ayudarlo a desempeñar la función que se le ha asignado en la Cartade las Naciones Unidas.

Mantenimiento del compromiso

68. Para establecer una alianza mundial en pro del desarrollo, será necesario desple-gar esfuerzos sin tregua. Por lo tanto, nos comprometemos a seguir dedicados delleno a esta labor, a nivel nacional, regional e internacional, a asegurar un segui-miento apropiado del cumplimiento de los acuerdos y compromisos contraídos enesta Conferencia y a seguir promoviendo lazos de unión entre las organizaciones dedesarrollo, financiación y comercio y las iniciativas que se tomen en esas esferas, enel marco del programa global de la Conferencia. Es necesario que aumente lacooperación entre las instituciones existentes, sobre la base del respeto y de unaclara comprensión de sus respectivos mandatos y estructuras de gestión.

69. Tomando como base la experiencia fructífera de esta Conferencia y del proce-so preparatorio, fortaleceremos la Asamblea General y el Consejo Económico ySocial y recurriremos más a ellos y a los órganos intergubernamentales pertinen-tes de otras instituciones interesadas, con miras al seguimiento de la Conferenciay la coordinación de actividades, estableciendo nexos sustantivos en orden ascen-dente, como se indica a continuación:

5 Resolución 55/25 de la Asamblea General.6 Resolución 54/109 de la Asamblea General, anexo.

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a) La interacción de los representantes del Consejo Económico y Social y losdirectores ejecutivos del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacionalpuede servir para un intercambio preliminar de opiniones sobre cuestionesrelativas al seguimiento de la Conferencia y los preparativos para la reuniónanual de primavera de esas instituciones. También puede haber una interacciónanáloga con representantes del órgano intergubernamental apropiado de laOrganización Internacional del Comercio;

b) Alentamos a las Naciones Unidas, al Banco Mundial y al Fondo MonetarioInternacional a que, conjuntamente con la Organización Mundial del Comer-cio, traten las cuestiones de la coherencia, la coordinación y la cooperacióncomo parte del seguimiento de la Conferencia, en la reunión de primavera delConsejo Económico y Social y las instituciones de Bretton Woods. Esa reunióndebería incluir una serie de sesiones a nivel intergubernamental para examinarun programa que decidirían de común acuerdo las organizaciones participan-tes, así como un intercambio de ideas con representantes de la sociedad civil yel sector privado;

c) Durante el diálogo de alto nivel sobre el fortalecimiento de la cooperacióninternacional para el desarrollo mediante la asociación, que tiene lugar cadados años en la Asamblea General, se examinarían los informes sobre la finan-ciación para el desarrollo presentados por el Consejo Económico y Social yotros órganos, así como otras cuestiones conexas. El diálogo de alto nivel sereestructuraría para convertirse en el centro de coordinación intergubernamentaldel seguimiento general de la Conferencia y las cuestiones conexas. Incluiríadeliberaciones de carácter normativo, con la participación de las partes intere-sadas que correspondiera, sobre la aplicación de los resultados de la Conferen-cia, incluido el tema de la coherencia y cohesión de los sistemas monetarios,financieros y comerciales internacionales en apoyo del desarrollo;

d) Se examinarán las modalidades apropiadas para que todas las partes interesa-das que corresponda puedan participar, según sea necesario, en el diálogoreestructurado de alto nivel.

70. En apoyo de lo que antecede a nivel nacional, regional e internacional, decidimos:

• Seguir promoviendo la interacción de los ministerios de desarrollo, finanzas,comercio y relaciones exteriores, así como de los bancos centrales para aumen-tar la coherencia de nuestras políticas internas;

• Recabar el apoyo activo de las comisiones regionales de las Naciones Unidas yde los bancos regionales de desarrollo;

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• Mantener el proceso de financiación para el desarrollo en el programa de todaslas principales entidades interesadas, en particular todos los fondos, programasy organismos de las Naciones Unidas, incluida la Conferencia de las NacionesUnidas sobre Comercio y Desarrollo.

71. Reconocemos el nexo que existe entre la financiación del desarrollo y el logrode las metas y objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidoslos que figuran en la Declaración del Milenio, al evaluar los progresos en la esferadel desarrollo y al ayudar a fijar prioridades en esa esfera. A este respecto, noscomplace la intención de las Naciones Unidas de preparar un informe anual, yalentamos a las Naciones Unidas, al Banco Mundial, al Fondo Monetario Interna-cional y a la Organización Mundial del Comercio a cooperar estrechamente en lapreparación de dicho informe. Apoyaremos a las Naciones Unidas en la ejecuciónde una campaña mundial de información sobre las metas y objetivos de desarro-llo convenidos internacionalmente, incluidos los consignados en la Declaracióndel Milenio. A este respecto, deseamos alentar a todas las partes interesadas quecorresponda, en particular a las organizaciones de la sociedad civil y el sectorprivado, a que participen activamente.

72. Para apoyar esta labor, pedimos al Secretario General de las Naciones Unidasque, con la colaboración de las secretarías de las principales instituciones intere-sadas pertinentes y utilizando plenamente el mecanismo de la Junta de JefesEjecutivos del Sistema de las Naciones Unidas para la Coordinación, preste todo elapoyo necesario, en el marco del sistema de las Naciones Unidas, al seguimientode la aplicación de los acuerdos y compromisos contraídos en esta Conferencia yse asegure de que se disponga del apoyo de Secretaría necesario. Este apoyo sebasará en las nuevas modalidades de participación y las disposiciones de coordi-nación conexas que se aplicaron en los preparativos de la Conferencia. Tambiénpedimos al Secretario General de las Naciones Unidas que presente un informeanual sobre esta labor de seguimiento.

73. Llamamos a la celebración de una conferencia internacional de seguimientoencargada de examinar la aplicación del Consenso de Monterrey, cuyas modali-dades se decidirán a más tardar en 2005.

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Obras reseñadasObras reseñadas

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Revista BCV • Vol. XVI. N∞1. Caracas, enero-junio 2002, pp. 305-307 • ISSN: 0005-4720

Oswaldo Rodríguez Larralde (compilador)

Ensayos de macroeconomía venezolanaCaracas: Banco Central de Venezuela, Colección Económico-Financiera, 2001, 405 p.

La obra reseñada contiene un prólogo escrito por Oswaldo Rodríguez Larralde y tresmedulosos textos –en la práctica tres libros–, cuyos títulos y autores son los siguien-tes: Rentas petroleras, tipo de cambio y desarrollo en Venezuela, por Humberto GarcíaLarralde (149 p.); Determinantes y asignación del ahorro en Venezuela, por OswaldoRodríguez Larralde, María Fernanda Hernández y José Ignacio Silva (129 p.) y Laevolución macroeconómica, la salud de los bancos y las crisis financieras: el casoVenezuela, 1960-1995, por Leonardo Vera y Raúl González (120 p.).

La unidad de los mencionados trabajos se basa en que todos y cada uno de ellosabordan el análisis de la realidad macroeconómica de Venezuela de las últimascuatro décadas del siglo XX, etapa histórica que se considera de gran interés eimportancia en virtud de la variedad de hechos, procesos y escenarios que hancaracterizado los distintos hitos coyunturales de ese período, así como por loselementos causales que han operado en la dinámica del sistema económico na-cional y en los efectos morfológicos ocasionados en la estructura social.

El resto del prefacio destaca los principales asuntos en los ensayos que confor-man el libro y resume las líneas argumentales de cada trabajo.

El primer ensayo, Rentas petroleras, tipo de cambio y desarrollo en Venezuela, sepercibe como el de más amplio espectro analítico, dado que relaciona los proble-mas monetarios y cambiarios con el proceso de desenvolvimiento económicoconcreto, histórico y presente, en el cual destaca la valuación artificial de la mone-da y de la tasa cambiaria, consideradas por el autor elementos distorsionadoresque afectan a la economía real en su eficacia y desarrollo equilibrado. Ello condu-ce a un sistemático análisis crítico que podría resumirse en expresiones, talescomo la paradoja cambiaria de la renta petrolera; la insuficiencia del ajuste orto-doxo; la subabsorción externa de la economía venezolana; la necesidad ineludi-ble de reformar el Estado, etc.

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El examen de esos aspectos de la economía del país viene precedido por doscapítulos: “Introducción y aspectos teóricos”, en los cuales se exponen los funda-mentos y las categorías instrumentales que se emplean para acercarse al objeto deestudio: “El caso Venezuela” (III capítulo), y para elaborar un diagnóstico queservirá de fundamento a la parte prospectiva contenida en los capítulos IV y V,cuyos títulos respectivos se registran aquí: “Proyecciones sobre el tipo de cambioreal y la productividad; Conclusiones y recomendaciones”.

Finalmente se incluyen dos anexos, uno acerca de la caja de conversión y otroreferente a la metodología para estimar el incremento de la productividad en unasituación de apreciación del tipo de cambio. El trabajo en sus distintas partescuenta con apoyo estadístico, cuantitativo y metodológico de gran utilidad.

El texto reseñado contiene una apretada conjunción de asuntos que son, sinduda, claves para la comprensión del reciente proceso económico en Venezuela.

El segundo ensayo, Determinantes y asignación del ahorro en Venezuela, no esmenos relevante. Constituye el resultado de una investigación en equipo queprofundiza el análisis de una variable estratégica básica para el impulso de unaeconomía nacional y los planes de desarrollo.

En los últimos veinticinco años se ha observado una importante tendencia a lacaída de la tasa de ahorro en Venezuela, por lo que los investigadores se propu-sieron determinar los fenómenos básicos que están detrás de la tendencia y, entérminos más generales, desentrañar las características y los determinantes delahorro en el país.

Luego del capítulo introductorio en el cual se delinean brevemente los supuestosteóricos y los caminos metodológicos, se avanza en el tratamiento de ciertosaspectos contables y de medición del ahorro, los hechos estilizados del mismo, sucomportamiento en América Latina y se profundiza en la caracterización del aho-rro y su desenvolvimiento en Venezuela, así como la interrelación con el ahorro yel crecimiento.

El trabajo cuenta con el soporte de una sólida información estadística y un consisten-te respaldo metodológico que lo hace un texto imprescindible para los estudiosos.

El tercer ensayo, La evolución macroeconómica, la salud de los bancos y las crisisfinancieras: el caso Venezuela, 1960-1995, es, de acuerdo con lo expresado porsus autores Vera y González, la versión modificada y ampliada de una investiga-ción ya publicada. Al igual que el segundo ensayo, éste se concentra en el estudiodel sector financiero, aplicando para ello un enfoque macroeconómico que seinterna en el análisis del comportamiento de dicho sector y del bancario en particular,considerándolo no aisladamente, sino dentro del complejo proceso por el cual haatravesado la economía de Venezuela, acontecer lleno de desencuentros y pertur-

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baciones entre el sector nominal y el sector real, así como de agitados y convulsivosacontecimientos económicos, políticos y sociales, exacerbados durante la crisisfinanciera y bancaria ocurrida entre 1994-1995.

El texto se inicia con un capítulo de fundamentación teórica, en el cual se revisanmétodos cuantitativos en general y econométricos en particular, que luego seránaplicados en las partes subsiguientes al tratar el desempeño del sistema financieroen Venezuela y la evolución de la economía durante el lapso comprendido entre1958 y 1994. Seguidamente, se examina el ciclo económico y la tensión financieraen el país para posteriormente referirse a las crisis financieras acaecidas, tomandoen cuenta tres condicionantes: el entorno macroeconómico, el contexto institucionaly la orientación de política económica.

El acercamiento al objeto de estudio parte del reconocimiento de la relevancia yrepercusión que tienen el marco y la dinámica macroeconómica en el comporta-miento del sector financiero, para así entrar a señalar los posibles factores quegeneran deterioro en la calidad de los activos de los bancos y en su conducta, araíz de la ocurrencia de desarreglos macroeconómicos.

Un cuerpo de conclusiones culmina el estudio y fija los lineamientos de la apre-ciación evaluadora que los autores tienen de las causas, efectos y repercusionesadvertidos en el comportamiento del sector financiero y sus coyunturas críticas enlos últimos cuarenta años del siglo XX en Venezuela.

Los tres textos objeto de esta reseña constituyen un valioso aporte para la com-prensión de los logros y procesos económicos de ese tiempo. Sus contenidos secomplementan para ofrecer una visión en la cual, además de la unidad enfoque,existe un campo de estudio y un instrumental de análisis con grandes afinidades.

J.M.C.

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Revista BCV • Vol. XVI. N∞1. Caracas, enero-junio 2002, pp. 309-310 • ISSN: 0005-4720

Gastón Parra Luzardo

Condiciones y perspectivas del crecimiento económico en VenezuelaCaracas: Banco Central de Venezuela, Colección Ediciones Especiales, 2002, 86 p.

El crecimiento económico y la conversión de éste en desarrollo con todas lasimplicaciones que ello supone, han sido el centro de investigaciones, teorías ypolíticas públicas en los últimos sesenta años, lo que se ha traducido en la exis-tencia de una copiosa literatura sobre la materia, así como en la aplicación de unaestrategia global de planes, programas y proyectos destinados a conseguir nivelesde bienestar y equilibrio social en las sociedades no desarrolladas.

El ensayo Condiciones y perspectivas del crecimiento económico en Venezuela,escrito por Gastón Parra Luzardo, tiene como objeto de estudio el examen de losrasgos más significativos del proceso económico venezolano en los últimos cin-cuenta años, las condiciones estructurales que han determinado su orientación ylas perspectivas de crecimiento y desarrollo para el país que avizora al autor en laactual coyuntura internacional.

Los primeros capítulos se destinan a revisar y contraponer apreciaciones de dife-rentes autores acerca del tema del desarrollo, entre los cuales se mencionan nom-bres vinculados a la escuela del pensamiento latinoamericano, cuyo origen estáasociado a las instancias de la Comisión Económica para América Latina (Cepal).

Los capítulos siguientes se dedican al análisis de los principales indicadoressocioeconómicos de Venezuela, mediante la comparación de cifras correspon-dientes a los años 1950, 1960, 1970, 1980, 1990 y 2000, lo que permite seguir losaltibajos experimentados por la economía nacional durante ese lapso de cincuen-ta años, en la cual se distinguen dos tendencias: una creciente que se expresa enlos datos de los años cincuenta, sesenta, setenta y ochenta, al lado de otra decre-ciente reflejada en los números de 1990 y 2000.

Parra Luzardo formula observaciones puntuales basadas en fuentes de informa-ción estadística desagregada, vertidas en cuadros y representada en gráficos refe-rentes en cada caso al producto bruto interno, a la inversión bruta, al ingreso

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nacional, a los bienes capital, a la población, a la ocupación, al desempleo y alahorro, respecto al cual se pregunta si puede hablarse realmente de insuficienciadel mismo o si no sería más adecuado considerar que ha tenido un uso infecundoagravado con una magnitud en el consumo de más del 70 por ciento del ingresonacional disponible.

La abundante información estadística sirve al autor para apoyar sus comentarios yfacilitar el seguimiento de las tendencias experimentadas por los distintosindicadores, pero también resulta útil para intentar otras lecturas potencialmenteenriquecedoras del análisis y del enfoque.

La problemática del desarrollo, su doctrina y la transmisión de ella en las políticaspúblicas conlleva, además de aspectos técnicos, un contenido ideológico polémi-co y controversial, pero en este caso lo ideológico no turba la serenidad de estaexposición ni la ponderación del análisis crítico del desenvolvimiento de la eco-nomía venezolana durante la segunda mitad del siglo XX. Es conocido que el findel siglo estimuló la redacción de balances como una mirada retrospectiva yenjuiciadora de lo que se hizo en Venezuela durante los cincuenta años inmedia-tos a 2001, visiones comprometidas con escuelas de pensamiento disímiles y po-siciones políticas diferentes. Éste es uno de esos ensayos que abonará la discusiónpara enriquecer el futuro y encontrar el camino.

En el campo de las perspectivas, Parra Luzardo sostiene que la economía venezola-na se encuentra en un período de recuperación y alerta que ella no será fácil porquelos efectos de la prolongada y profunda recesión que asoló a la nación reforzó lasdeformaciones estructurales provocadas por un crecimiento sin desarrollo. Parasuperarlas, Parra Luzardo sugiere la aplicación de medidas que promuevan uncrecimiento equilibrado e incidan favorablemente en “…la tasa de ahorro e inver-sión, la tasa de aumento del insumo trabajo, la tasa de progreso tecnológico… etc.”,para lo cual será importante “definir con precisión y suficiente claridad el papel delEstado y del sector privado” (p. 52). Finalmente, deja planteado como un reto lainterrogante siguiente: ¿Cómo diseñar una estrategia de desarrollo nacional frente alproceso globalizador?… “en una etapa de plena incertidumbre y de graves riesgos,pero al mismo tiempo de promesas y posibilidades. No perdamos la esperanza deabrir caminos, de encontrar opciones” (p. 60).

J.M.C.

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Revista BCV • Vol. XVI. N∞1. Caracas, enero-junio 2002, pp. 311-313 • ISSN: 0005-4720

Héctor Valecillos T. y Omar Bello Rodríguez (compiladores)

La economía contemporánea de VenezuelaCaracas: Banco Central de Venezuela. Colección Económico-Financiera, 2 tomos.

La obra que se reseña es el resultado de una investigación concebida, dirigida yconducida por los economistas Valecillos y Bello, quienes ya habían emprendidoun trabajo antológico del pensamiento económico venezolano correspondiente acinco décadas (1940-1990), que fue publicado en cuatro tomos por el BancoCentral de Venezuela en 1990 bajo el mismo título de La economía contemporá-nea de Venezuela, ensayos escogidos, dentro de las ediciones puestas en circula-ción con ocasión de celebrarse el quincuagésimo aniversario del inicio de activi-dades del instituto emisor.

De allí que estos dos tomos a cuyo contenido se referirá esta nota, no son másque la continuación de aquella inicial recopilación que ahora incorpora, en granparte, una muestra de los escritos aparecidos en publicaciones periódicas venezo-lanas de naturaleza económica que circularon entre los años 1990 y 1999.

La selección de textos está precedida por un ensayo introductorio acerca de lainvestigación económica en la Venezuela de los noventa, redactado por los coor-dinadores y compiladores de la obra, quienes perciben que el tiempo histórico dela década estuvo marcado “por la turbulencia y la pérdida del rumbo como na-ción”, consecuencia de la agudización de la crisis global desestabilizadora delsistema económico y social de los países periféricos, que ha ocasionado bancarro-ta en el plano financiero, desajustes político-institucionales y focos de tensión enel seno de colectividades que presentan segmentos crecientes de pobreza.

Venezuela no ha sido librada de ésas y otras calamidades, sino que por el contra-rio es percibida en el ensayo presa de condiciones de profundo deterioro, som-brías perspectivas y complejidades que han obligado a la profundización de lainvestigación, a la diversificación de los campos de indagación, a la acentuaciónde la controversia, al enjuiciamiento de las políticas económicas y a la búsquedade alternativas para enrumbar la recuperación, así como a una mayor participa-ción de los economistas en la gestión pública.

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Tal circunstancia histórica ha incidido, de acuerdo con la opinión de Valecillos yBello, en el enriquecimiento de la literatura económica, en la elevación de sunivel técnico y en el empleo cada vez mayor del rigor metodológico, del usocreciente de modelos matemáticos, del instrumental econométrico y de recursosinformáticos.

El ensayo, en realidad, desborda para bien del lector, límites que podrían inferirsedel título que lo encabeza, por cuanto al caracterizar el proceso evolutivo de lalabor de investigación, paralelamente se le vincula con los desenvolvimientos,atascos y debilidades que ocurren en el acontecer de la economía venezolana yen el del marco político. Pero además, también en paralelo se registran y mencio-nan los autores, las teorías y los enfoques del pensamiento económico mundialque sirven de fuentes a los economistas del medio nacional.

El estudio introductorio termina con resúmenes argumentales del contenido delos trabajos incluidos en los dos tomos de la publicación y algunas formulacionesconclusivas. Dentro de estas últimas se menciona que el tema o “macrotema demayor trascendencia” en el lapso, ha sido el de la estabilización y reajuste estruc-tural de la economía, que conduce de la mano a otra gran área de estudioscomprendida alrededor de la necesaria reforma del Estado, que implica en lateoría y en la práctica la transformación del estatus, así como el enfrentamiento devisiones, posiciones y estrategias teñidas por lo ideológico y a la confrontación delas diferentes formas con que se puede asumir el cambio o resistirse a él.

Dada la intención primordialmente informativa que se otorga a estas reseñas depublicaciones, se ha considerado útil transcribir textualmente el índice de los dostomos de la obra para que los potenciales lectores conozcan en detalle los títulosde los ensayos y el nombre de los autores seleccionados en la antología.

Primer tomo:

La investigación económica en la Venezuela de los 90, Héctor Valecillos Toro,Omar Bello Rodríguez; Ajuste latinoamericano. ¿Qué tanto ha ocurrido?, Vene-zuela, Ricardo Hausmann; Salarios, ingresos y estabilización en Venezuela, Fran-cisco Vivancos; Reajuste estructural de la economía y desindustrialización enVenezuela, Héctor Valecillos Toro; Venezuela, política y petróleo, Bernard Mommer;Resumen de la gestión de Pdvsa en el quinquenio 1994-1998, Luis Giusti C.; Aná-lisis de la actividad petrolera en el lapso 1994-1998, Gastón Parra Luzardo; Elmarco fiscal petrolero venezolano: evolución y propuestas, Ramón Espinasa Vendrell;La crisis bancaria en Venezuela: tendencias y determinantes, Luis Zambrano S.,Matías Riutort, Rafael Muñoz, Juan Carlos Guevara; Experiencia cambiaria recien-te en Venezuela, José Guerra y Francisco Sáez; Elementos para la aplicación depolíticas de competencia en economías en transición: la experiencia en Venezue-la, Claudia Curiel Léydenz.

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Héctor Valecillos T. y Omar Bello R. / La economía contemporánea de Venezuela 313

Segundo tomo:

Crecimiento, apertura comercial y desempeño sectorial, Lino A. Clemente R.; Ve-nezuela y Colombia en el proceso de integración económica, Armando Córdova;La sostenibilidad de la política fiscal en Venezuela, Gustavo García O., RafaelRodríguez B.; Luis Marcano, Ricardo Penfold y Gustavo Sánchez; Efectosmacroeconómicos del déficit fiscal interior: cambio estructural y pérdida de efec-tividad del multiplicador real, Irene Layrisse de Niculescu; Volatilidad de la polí-tica fiscal, Matías Riutort y Luis Zambrano S.; El mecanismo de transmisión de lapolítica monetaria, José Guerra, Pedro César Rodríguez y Gustavo Sánchez; Lacaja de conversión: aportes para el debate en Venezuela, Guillermo Ortega y TobíasNóbrega; Venezuela: crisis, reformas económicas y reestructuración del sectoragrícola, Alejandro Gutiérrez; El neoinstitucionalismo y la cuestión agroalimentariaen Venezuela, Agustín Morales Espinoza; Impactos socioambientales de la nuevaminería del oro en Venezuela, Miguel Ángel Lacabana.

J.M.C.

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• Las notas deben colocarse numeradas a pie de página y separadas de las refe-rencias bibliográficas.

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CLEMENTE, L. (2001): “Crecimiento, apertura comercial y desempeño sectorial”, en Valecillos, H.

y Bello, O., coords., La economía contemporánea de Venezuela, Caracas, BCV.

GONZÁLEZ FABRe, R. (1998): Justicia en el mercado. La fundamentación ética del mercado según

Francisco de Vitoria, Caracas, Conicit/Universidad Católica Andrés Bello.

OCAMPO, J.A. (2001): “Retomar la agenda del desarrollo”, Cuadernos del Cendes, año 18, n∞ 46,

enero-abril, pp. 1-20, Caracas.

• Una vez que se verifique el cumplimiento de estas normas, el Consejo Editorialsometerá las propuestas al menos a dos árbitros, de manera anónima, entreotros especialistas o pares investigadores. Las sugerencias de éstos, cuando lashubiere, serán dadas a conocer, con la confidencialidad del caso, a cada autor.

• Los autores recibirán un ejemplar de la Revista BCV en la cual se ha publicadosu artículo y diez separatas del mismo.