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N° 176 Relatos del diseño. Hacia un enfoque multidisciplinario de las modalidades de historización de los diseños en la ArgentinaAutor: Verónica Devalle Comentaristas: Dra. Carolina Mera Arq. Horacio Caride Bartrons 29 de Junio de 2012 12:30 hs. SEMINARIO DE CRITICA AÑO 2012

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Nuevos enfoques sobre el diseño. Las modalidades de historización del diseño.

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    N 176

    Relatos del diseo. Hacia un enfoque multidisciplinario de las modalidades de historizacin de los diseos en la Argentina

    Autor: Vernica Devalle

    Comentaristas: Dra. Carolina Mera

    Arq. Horacio Caride Bartrons

    29 de Junio de 2012 12:30 hs. SE

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    Relatos del diseo. Hacia un enfoque multidisciplinario de las modalidades de

    historizacin de los diseos en la Argentina

    Vernica Devalle

    Los ltimos aos han dado a luz una serie de investigaciones sobre el proceso de

    constitucin y profesionalizacin del Diseo como campo genrico en la Argentina

    como as tambin de los diseos como saberes institucionalizados en el mbito

    universitario. Ms all del inters que los propios actores tengan en la reconstruccin

    fidedigna de los acontecimientos que perfilaron y ampliaron el campo de lo

    proyectual en el pas, lo cierto es que una serie de publicaciones producto de diferentes

    trabajos de investigacin- han puesto en evidencia la complejidad y la riqueza que

    presenta la historia de los diseos en la Argentina y de su importancia a la hora de

    analizar su presente como as tambin su proyeccin -en trminos econmicos, sociales

    y polticos- a futuro.

    En los trabajos consultados existen significativas coincidencias. Efectivamente, en

    trminos generales se destaca la importancia que han tenido movimientos como los del

    Arte Concreto Invencin a mediados de los aos 40 (Crispiani, 2011), el auge del

    Movimiento Moderno dentro de la Arquitectura verncula (Aliata y Liernur, 2004;

    Ballent, 1993; Cirvini, 2004), la creacin de la FAU en la UBA en 1948, la

    transformacin de la materia Composicin en Visin, los primeros estudios

    acadmicos sobre la Morfologa en particular, los trabajos de Gastn Breyer y Roberto

    Doberti-, como fundamentalmente la aparicin de revistas como Nueva Visin, el

    nmero 2 del Boletn del CEA, conjuntamente con la conformacin de los primeros

    grupos y estudios de arquitectura y diseo modernos1, todos ellos promediando la

    dcada del 50. Asimismo se subraya la presencia de grupos de profesionales en

    sintona con las transformaciones del mercado industrial econmico del pas, tal es el

    caso del Grupo ONDA; y un lustro despus el desarrollo del Diseo en el Instituto

    Torcuato Di Tella y en AGENS2. En cuanto a la enseanza universitaria, resulta

    llamativo el pionerismo de la Universidad Nacional de Cuyo que de la mano de Csar

    Jannello (Carvajal, 2005) abre la primera carrera de diseo del pas en 1958.

    Paralelamente, en la ciudad de La Plata se inician los cursos especializados sobre

    1 Tal el caso del Grupo Axis y oam 2 Agencia Publicitaria cautiva del Grupo SIAM Di Tella

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    Diseo, establecindose un estrecho vnculo con docentes y estudiantes de la

    Hochschule fr Gestaltung de la ciudad de Ulm, Alemania (1953-1968). Esto permite

    ya en 1963 la elaboracin del plan de estudios de las carreras de Diseo en

    Comunicacin Visual e Industrial siguiendo los lineamientos de aquella Escuela,

    aunque sin desatender una clave local de comprensin y desarrollo del Diseo (Jacob,

    Fernndez, De Ponti, Mangioni, Gaudio, 2002). La labor de profesores como Almeida

    Curth, Fornari, Casas, Berdenave, Rolli y Aizenberg es considerada seera.

    En la misma lnea de intereses debemos tambin mencionar los artculos de Juan

    Manuel Borthagaray (1997, 2004) que reconstruyen el proceso histrico de constitucin

    del campo disciplinario del Diseo en el pas, y los trabajos de Carlos A. Mndez

    Mosquera (1997, 2007) y de Guillermo Gonzlez Ruiz (1994) donde se hace un

    pormenorizado registro cronolgico de los aspectos que signan la emergencia del en

    este caso- Diseo Grfico en la Argentina. Por su parte, y en una lnea histrico-

    conceptual debemos referir a los trabajos de Ricardo Blanco (2004, 2005) donde se

    rastrea el lazo constitutivo entre el DG y el DI en el perodo que va de los aos `40 a los

    `90 y el modo en que luego de un origen comn, las dos disciplinas se perfilan como

    dominios separados. El trabajo de Blanco posee una inflexin interesante pues analiza el

    desempeo y destino de Diseo como genrico- a travs de los ciclos de expansin y

    retroceso del mercado interno. Por ltimo, debe mencionarse un trabajo de mi autora

    (Devalle, 2009) donde analizo la emergencia y consolidacin del Diseo Grfico en la

    Argentina en el perodo 1948-1984 a la luz de acontecimientos sociales, polticos y

    econmicos, y la publicacin del libro sobre la historia del CIDI (Rey, 2009) un texto

    que compila todos los documentos y proyectos implementados por el Centro de

    Investigacin en Diseo Industrial desde su creacin hasta su cierre en 1988. Este

    ltimo material posee una riqueza inusual como fuente histrica.

    A esta lnea de anlisis a escala nacional, debemos sumar los trabajos de Gui Bonsiepe

    y Silvia Fernndez (2008) que, junto al texto de Felipe Taborda (2008) trazan un

    interesante contrapunto entre produccin de piezas y ubicacin espacio temporal en el

    mbito latinoamericano. Ambos libros permiten establecer semejanzas y divergencias

    en el desarrollo de la profesionalizacin de los diseos en Amrica Latina vinculados

    en ambos casos a una historia de los objetos de diseo- y, particularmente en el primero,

    cruzarlo con acontecimientos polticos y econmicos. Asimismo, es de inters el libro

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    de Ricardo Blanco sobre el diseo industrial (Blanco, 2007) donde trabaja

    conceptualmente algunos problemas tericos situados histricamente.

    En materia de teora del Diseo son destacables los trabajos de Gastn Breyer, Roberto

    Doberti, Rafael Iglesia, Horacio Pando, Jorge Sarquis (Breyer, Doberti y Pando, 2000;

    Sarquis, 2003; Sarquis, 2006). Sus trabajos sientan las bases de una reflexin sobre el

    Diseo a la luz de preguntas epistemolgicas, antropolgicas y semiticas que resultan

    claves para comprender el sustrato comn que define el territorio del proyecto (Doberti,

    2004; Doberti, 2008).

    En un registro tambin terico, y desde una visin que atiende la relacin entre lo

    discursivo y lo socio-poltico, resultan centrales los trabajos de Ledesma (2003) y de

    Ledesma y Siganevich (2008) que, partiendo de la dimensin comunicacional del

    Diseo, lo entienden como un mecanismo de construccin de hegemona y su

    contracara: su potencial contrahegemnico. Efectivamente, el trabajo de Ledesma

    analiza el rol de actor social del Diseo Grfico en la reciente crisis del pas, subrayando

    la confluencia del dispositivo visual con el dispositivo poltico, y los colectivos grficos

    que en aquel entonces surgieron. Y un trabajo sobre la dimensin discursiva enunciativa

    del Diseo que lo entiende como un artfice de la cultura visual (Arfuch y Devalle,

    2009).

    En sntesis, la investigacin sobre el Diseo como campo genrico en el pas se

    despliega en dos lneas de trabajo. Por un lado, las producciones tericas y

    metodolgicas que analizan la especificidad del proyecto, por el otro, trabajos histricos

    y crticos donde desde las herramientas de la sociosemitica, el anlisis cultural o la

    teora crtica- se aborda al Diseo en su dilogo con la sociedad. En relacin a estos

    ltimos, se ha investigado el momento de surgimiento y consolidacin del DI (Blanco,

    2005), del DG (Devalle, 2009) en particular el destino de los primeros diseos en la

    UBA (Arfuch y Devalle, 2009), como tambin lo acontecido con los diseos en la

    UNLP (Bonsiepe, De Ponti, Fernndez, Gaudio, Mangioni, 2004) y en la Universidad

    Nacional de Cuyo (Iuvaro, 1987; Tomasiello, 2008), cubriendo las dcadas del `40, `50

    y `60. En forma simultnea se ha abordado al DG en particular como un dispositivo

    socio poltico en la reciente crisis estructural que vivi el pas en el umbral del siglo

    XXI (Ledesma, 2003; Ledesma y Siganevich, 2008). Y se encuentran en proceso de

    culminacin o recientemente culminadas algunas destacadas tesis de maestra y

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    doctorado que analizan la emergencia del Diseo de Indumentaria como carrera

    universitaria, las concepciones del Diseo presentes en la enseanza del Diseo Grfico

    o el modo en que se articula lo visible y lo enunciable al momento de la correccin en

    los talleres de Diseo, entre otros trabajos.

    Si esto sucede en el mbito local, la produccin en teora del Diseo a escala

    internacional tambin es diversa. Efectivamente, y lejos de lo que comnmente se

    presume como ausencia de investigaciones sobre el Diseo, una profusa cantidad de

    papers con diversos enfoques histricos ha venido creciendo en las ltimas dcadas. A

    nivel latinoamericano las investigaciones recientes que provienen de Brasil son

    destacables pues arriesgan nuevas hiptesis sobre las caractersticas que present el

    diseo en Brasil y las filiaciones que reconoce. Tal el caso de los trabajos de Marcos

    Braga da Costa, Rafael Cardoso, Zoy Anastassakis, Mara Luiza Nobre y Priscila

    Farias, entre los ms relevantes. La mayora de ellos fue editada recientemente como

    material de difusin. El dato no es menor pues Brasil as como Chile- ha presentado

    caractersticas similares a las de nuestro pas en cuanto al proceso de constitucin de los

    diseos como disciplina. Efectivamente, si con anterioridad las explicaciones sobre la

    conformacin de los diseos en los tres pases tendieron a asemejarse, con esta nueva

    generacin de trabajos sobre los diseos las conclusiones plantean algunas divergencias.

    Entre otras, se subraya la importancia del campo cultural (Bourdieu, 1995), las

    trayectorias de los actores impulsores del campo (Cirvini, 2004) o las redes

    sociotcnicas (Thomas y Buch, 2008) que no necesariamente coinciden en cada uno de

    los pases.

    Simultneamente, tanto en Mxico, Cuba, Ecuador y Colombia las investigaciones

    sobre diseo tambin han cobrado bros fundacionales (Campi, 2010; Simn Sol, 2009,

    Buitrago). El proceso es similar en ellos y las inquietudes se asemejan. Y es que, a

    diferencia de lo sucedido en el bloque ABC (Argentina, Brasil, Chile) los pases andinos

    presentan rasgos culturales fuertemente marcados por el proceso de la colonia. Una

    lectura de la propia historia que en los ltimos aos ha vuelto a subrayar el modo en que

    las culturas precolombinas fueron avasalladas por el proceso de la conquista. Es lgico,

    entonces, que a la hora de historiar las prcticas sociales se parta de hiptesis sobre la

    dominacin cultural y se busquen huellas de los procesos que fueron dominacin

    mediante- claramente silenciados. El dato no es menor pues en trminos de historia de

    los diseos esta misma inquietud hace que se ubique como punto de referencia aquello

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    que anteriormente haba sido comprendido como artesana. No es menor en tanto, en la

    postura cannica de la historiografa sobre el diseo, ni la artesana ni el arte

    constituyen captulos de diseo, ni siquiera de una protohistoria del mismo.

    Finalmente, a nivel europeo y norteamericano constituyen una referencia obligada la

    serie de debates abiertos temprana y de forma pionera por Design Issue, un journal

    fundado por Victor Margolin en el ao 1984 con una lnea de trabajo heterognea y

    eclctica que lejos de una visin normativa del Diseo apost por la multidisciplina para

    dar cuenta de la multiplicidad de problemas que se tejen en el escenario de los diseos,

    y que represent un verdadero mojn en un territorio que careca de investigaciones. Lo

    novedoso fue sumar al campo del diseo historias que se haban colocado en otros

    campos.

    De este modo, lejos de los que comnmente se pensaba, la historia de los objetos

    comenz a formar parte de los temas del diseo. O para decirlo con mayor precisin: el

    diseo fue incluido como un captulo en la historia de los objetos. Del mismo modo, y

    siguiendo las lneas abiertas por Design Issue, los estudios sobre el consumo fueron

    incorporados como referencia de la historia de los diseos como tambin las historias de

    los libros y desde ya, de la tipografa.

    Nuevas historias, nuevos problemas

    Efectivamente, desde el momento en que consideramos a los diseos como artfices de

    la cultura material el universo de referencia se amplia y gira en una direccin

    inesperada: hacia la relacin del hombre con su entorno. Desde este punto de vista los

    diseos pueden cubrir todos los as llamados artefactos y esto implica,

    necesariamente, rever las formulaciones ms estrictas sobre lo que es diseo

    provenientes en su mayora de una lectura que lo emparenta al universo de la

    Arquitectura Moderna, y como tal que lo vincula al momento en que la Arquitectura

    deja de tener una impronta artstica para adscribir a un modelo socio-tcnico en tanto

    profesin.

    Dicho brevemente y para que no existan ambigedades: de adherir a una visin as de

    amplia del diseo lo estamos alejando de una cercana en trminos de disciplina- con la

    Arquitectura Moderna y de todo lo que ella ha abonado a la constitucin del genrico

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    proyectualidad. En otros trminos, estaramos ubicando al diseo en un punto

    equidistante tanto de la Arquitectura Moderna, como de los estudios de audiencias, de

    la sociologa de la tecnologa, la historia de la cultura material, la historia del arte, la

    antropologa, la semitica. Desde este posicionamiento, el diseo a modo de ejemplo-

    no sera ms tributario de la arquitectura que de la artesana. Y eso, por lo menos para

    quien escribe, resulta discutible.

    Efectivamente, es problemtico pues al equiparar productos se equiparan las

    condiciones sociales de su produccin. Dicho en otros trminos, si nos detenemos en los

    objetos probablemente podamos sumarlos como captulos de una misma historia. En ese

    caso, la historia del diseo resultara igual a la historia de la produccin objetos con

    utilidad. Sin embargo, si nos detenemos en las formas organizacionales, los modos de

    produccin y las concepciones que guan y condicionan los modos de produccin, su

    equiparacin resulta casi imposible porque se torna incompatible con el componente de

    planificacin y de racionalidad en el proceso de produccin que, desde un consenso

    bastante extendido, es considerado inherente al diseo, en particular a las visiones que

    lo acercan al mundo del proyecto.

    Como puede apreciarse, las historias del diseo o de los diseos preferimos esta ltima

    denominacin- se han abierto en trminos de presupuestos y expandido en trminos de

    incorporacin de nuevas fuentes y de nuevos problemas que requieren la apertura de

    discusiones. En particular, interesa discutir los presupuestos sobre los que se asientan

    las historias de los diseos. El inters es doble, por un lado trabajar con inquietudes de

    ndole histrica pero a la vez de ndole terica.

    Sin lugar a dudas, y a la luz de lo desarrollado resulta clara la dificultad por encontrar

    un universo ms o menos consolidado de teora sobre el diseo, y cuando se lo

    encuentra ste no cubre la serie de condiciones que se supone posee una determinada

    disciplina (en particular el establecimiento consensuado de un objeto de estudio y de por

    lo menos una metodologa que oriente el sentido de las acciones en su interior). De ah

    ese sabor pauperizado que produce leer textos que parten de presupuestos

    indemostrables o caen en recetas sobre el norte que debe orientar a la prctica de los

    diseos. Sin embargo, existe mucha riqueza terica en las construcciones histricas.

    Ellas documentan formas de comprensin de los diseos donde se vertebran conceptos

    aceptados como propios del campo.

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    Dos hiptesis guan el desarrollo del ltimo apartado de este trabajo. La primera

    entiende que por el momento la teora del diseo se encuentra formulada en su/s

    historia/s. La siguiente es que la especificidad de los diseos se juega en sus narrativas

    antes que en sus objetos.

    A continuacin un trabajo que ha sido escrito a la luz de estos problemas y que interesa

    discutir en este mbito pues, como puede apreciarse claramente, se encuentra en

    elaboracin.

    Construir a los precursores

    Historiar el diseo representa un desafo. No solo porque las fuentes son recientes y

    recientemente se han comenzado a consolidar, sino porque en muchos casos hay que

    construirlas mediante entrevistas para lograr los testimonios que, eventualmente pueden

    llegar a integrar su historia oral.

    La primera dificultad que es la material no resulta, por cierto, menor. A esta se enfrenta

    quien quiera hacer la historia de los acontecimientos, trayectorias y protagonistas del

    diseo, por lo menos en Argentina, y me animara a sostener que tambin en la mayora

    de Amrica Latina con seguridad en Chile, Brasil, Colombia, Ecuador y Mxico, casos

    que recientemente han comenzado a consolidar sus archivos testimoniales. Pero no se

    trata de la nica dificultad, sino de la ms inmediata o por lo menos, de la ms visible.

    Quien hace historia de los diseos ahora ya no solo en Argentina y Amrica Latina-

    sino en general, se enfrenta al desafo de construir una historia de un objeto en

    construccin. El diseo como genrico, los diseos como singularidades se encuentran

    en plena efervescencia en trminos de definir su especificidad en la que se enmarca no

    solo su proyeccin -como espacios de un particular saber hacer y de un reciente saber

    saber (Foucault, 1969)- sino su historia. De este modo, en un rango que cubre desde el

    diseo multimedia hasta la arquitectura, pasando por la materialidad que an vertebra al

    diseo industrial y al diseo de indumentaria, el diseo como profesin se expande en la

    calle, en la vida y entra en crisis a la hora de ser capturado en una definicin que lo

    contenga como disciplina. En nuestro pas, de hace veinte aos a esta parte el debate

    qued relativamente resuelto al acordar el carcter proyectual de las disciplinas del

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    Diseo (Gonzlez Ruiz, 1994) con la resultante de un cierto paternalismo del discurso

    arquitectnico- pero en otros sitios no es as.

    En particular en pases con una efervescente cultura prehispnica la inclusin de las

    artesanas en el entramado genealgico de los diseos pone en jaque no solo a la

    Arquitectura como rectora de ese dominio, sino tambin a la Modernidad como

    momento fundacional de los diseos (Maldonado, 1993; Devalle, 2009).

    El problema tiene varias aristas de las cuales me interesa retomar algunas. Algunos

    problemas en trminos de constitucin de saberes- y un sinnmero de presupuestos. El

    primer problema se sita en las definiciones tcitas que se manejan. En principio, una

    historia que exhibe al diseo como un gran productor de la cultura material y dentro de

    ella como hacedor de productos con fines utilitarios/ sociales. En consecuencia, la

    misin de la historia sera la de recolectar objetos tiles que, de alguna u otra forma,

    hubieran respondido a las necesidades materiales de una poca. Esto es particularmente

    visible en los manuales clsicos de historia del diseo que, en sucesivas reimpresiones,

    tienen que agregar captulos a una vasta historia de los objetos pues casi

    inevitablemente- omiten alguna cultura en particular o sub ponderan su contribucin a la

    historia de la produccin de objetos funcionales o de la comunicacin visual. Este tema

    ya ha sido trabajado anteriormente y no es preciso retomarlo en esta instancia.

    El caso es que la enumeracin de los objetos tiles como universo de estudio de la

    historia del diseo convive, en no pocas ocasiones con teoras que sostienen que disear

    implica un mayor nivel de especificidad que el entenderlo como aquella disciplina que

    dara cuenta de la capacidad humana de resolucin de problemas. Estas otras teoras,

    habilitan otras historias, a modo de ejemplo, el pasaje del trabajo manual a la

    manufactura, el pasaje desde una perspectiva estrictamente materialista- del modo de

    produccin feudal al capitalista. Desde aqu, antes que interrogar la caracterizacin del

    hombre en tanto un sujeto con capacidad innovativa/transformadora, se estara

    interrogando a la cultura material como producto o emergente de condiciones histricas

    objetivas. Las historias materialistas de la Arquitectura, a modo de ejemplo, hicieron su

    entrada con fuerza en Amrica Latina para los aos `70 con nfasis en la interrogacin

    hacia el desarrollo de la tecnologa entendida como parte de las fuerzas productivas y

    tambin replicaron en las recientes historias del diseo (Selle, 1975). Y no fueron pocas

    las crticas que se les hicieron. En principio la suerte de determinismo tecnolgico que

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    pasaba como aplanadora cualquier explicacin que no partiera de los presupuestos

    clsicos del marxismo clsico: conflictividad en la sociedad, la contradiccin como una

    lgica inherente de la historia y el despliegue histrico hacia un final en el que la

    produccin material resuelva de una vez y para siempre el plano de las necesidades

    humanas. No est de ms recordar la imposibilidad que este tipo de perspectivas

    trasuntan a la hora de abordar fenmenos locales, particulares y centralmente

    explicaciones que buscan reconstruir la dimensin simblica de los procesos

    econmicos e industriales.

    Volviendo a aquel momento, si la historia de las disciplinas proyectuales tena algo para

    capitalizar de una perspectiva marxista no era desde la postura clsica de donde lo

    lograra. Efectivamente, y solo a modo de recordatorio, el constructivismo como

    enfoque de historia de la tecnologa recin llegara una dcada ms tarde,

    problematizando, precisamente, al determinismo tecnolgico en primera instancia su

    universalismo-.

    En el plano de la historia del diseo, el materialismo se afinc de otra forma y fue

    mucho ms contundente. La visin de Maldonado no deja an luego de la crisis al

    ideario marxista- espacio para una comprensin del diseo y de su historia de corte

    idealista (principalmente las posturas que centran las explicaciones y las vicisitudes en

    la caracterizacin de lo humano y su circunstancias, como aquellas que piensan el

    trabajo proyectual como la concrecin de un conjunto de ideas de transformacin de la

    realidad previas a la accin). Sigue siendo materialista en la medida en que busca una

    comprensin histrica de las condiciones y contradicciones histricas que dan el

    puntapi inicial al diseo. Su trabajo, incluso los textos ms recientes en donde es ms

    complejo sostener una perspectiva de anlisis marxista en un territorio el proyectual-

    en donde esta perspectiva no supo recuperar la dimensin crtica (como s lo hizo, a

    modo de ejemplo, en las lecturas culturalistas del marxismo especialmente en los

    Estudios Culturales ingleses) que sigue siendo inherente al proyecto de transformacin

    de la realidad; su trabajo terico supo ubicar en tiempo y espacio las coordenadas de

    comprensin de la actividad proyectual como la gran respuesta de un conjunto de

    disciplinas modernas a las necesidades de las sociedades de masas.

    Esta lectura materialista del diseo, por cierto sumamente interesante, comparte con

    otras historias materialistas el nfasis en la determinacin del desarrollo de las fuerzas

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    productivas como uno de los grandes temas a resolver a la hora de pensar al diseo

    tericamente, pensarlo en su historia y darle entidad como disciplina. De hecho vertebr

    gran parte de las definiciones de la ICSID (International Council of Societies of

    Industrial Design) de 1964 a esta parte, cuando se logr el consenso necesario como

    para resolver el considerarlo como una disciplina de sntesis de aspectos funcionales,

    ergonmicos, econmicos, estticos e industriales que supiera ser una respuesta (la ms

    viable) a los problemas de la vida material.

    Ahora bien, la contundencia en el acuerdo y el modo en que el diseo comienza a ser

    pensado desde una perspectiva materialista trajo una serie de beneficios, considerables

    por cierto la densidad de la definicin, la tradicin en donde se lo inscriba, la ventaja

    en articular una lectura no ingenua de la tecnologa, el nfasis en pivotearlo en el

    registro tcnico y social del mundo-, pero tambin una serie de observaciones a tener en

    cuenta. En principio, corren con esta definicin por cierto amplia e institucionalmente

    acordada- los problemas que, precisamente, conlleva una perspectiva materialista que

    desatiende la dimensin cultural simblica- del hecho proyectual. Esto es: olvidar el

    carcter explicativo y la necesaria recuperacin de los localismos y de los

    particularismos a la hora de comprender tanto el decurso universal del diseo como

    tambin sus anclajes locales. Aquello que, precisamente, impuls la vertiente

    gramsciana del materialismo: restituir desde una lectura poltica y cultural- la potencia

    de la historia para explicar tanto lo general como lo singular. Pero ello es posible, desde

    una perspectiva materialista, solo evitando el determinismo economicista y tecnolgico.

    (De ah la comprensin de la historia como la cristalizacin de formaciones de dominio

    (Weber, 1997; Gramsci, 2004; Williams, 1980) y no ya como un movimiento

    autoexplicado en funcin de un decurso teleolgico (Hegel).

    Este punto ha sido central a la hora de pensar al diseo tericamente y a la hora de

    comprenderlo histricamente. Ms all de la banalidad de las recetas (el diseo es),

    ms all de la continua confusin entre un plano interpretativo y otro prescriptivo que,

    en no pocas ocasiones, dificulta analizar los debates y tensiones que lo surcan como

    disciplina, la imposibilidad de poder articular por lo menos hasta el momento- una

    visin que lo inscriba en la zaga de las disciplinas modernas tcnico sociales pero que

    pueda a la vez iluminar el rostro que adquiere en sus inscripciones regionales, lo ha

    colocado en algunos callejones sin salida. En principio, el problema ms comn que

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    resulta tambin un lugar comn: definir al diseo tericamente surgiendo de la cultura

    moderna pero contabilizar como hechos de diseo a las tradiciones tipogrficas locales,

    las imprentas jesuticas, el mundo artesanal conjuntamente con lo producido por las

    vanguardias arquitectnicas y, ms recientemente, con el giro moderno a partir de las

    vanguardias plsticas que habilitara un discurso de sntesis de las artes de donde

    surge el diseo como un nuevo campo de la produccin objetual y comunicacional. Esta

    ambivalencia entre una delimitacin terica y una suma de casos infinitos en el haber

    del diseo pone en evidencia que el debate sobre lo que implica el diseo sigue siendo

    dinmico y las definiciones siguen siendo porosas. Y deja entrever que la historia del

    diseo se debe un profundo debate que pueda eludir la contabilizacin del inventario

    que, hasta aqu, ha impedido analizar sobre qu historias descansan las historias del

    diseo.

    Quizs sea ese un buen comienzo.

    Efectivamente, si nos detenemos un poco a analizar cmo y de qu forma se ha hecho

    historia del diseo como genrico o de los diseos como especificidades podemos

    encontrar que siempre parten de un guin confeccionado en otra disciplina. Nada nuevo

    por cierto. Es decir, si entendemos que toda disciplina se nutre del aporte de otras

    disciplinas, resulta legtimo que el diseo y su historia recuperen a la vez las formas de

    historiar de aquellas prcticas a partir de las cuales se consolid como tal. Desde aqu,

    la historiografa del diseo debera repensar las tradiciones sobre las que se asienta el

    hacer historia en diseo. Resulta interesante, por lo menos para quien escribe, reconocer

    que al traer como marco de referencia a algunas corrientes historiogrficas de la

    Arquitectura, se legitima como registro de familiaridad a los diseos con el mundo

    arquitectnico en la medida en que se despliegan sobre una narrativa similar. El nfasis

    en el anlisis de las obras y, ms recientemente, la exhibicin del proceso de produccin

    de las piezas como gesto de por s elocuente, reitera quizs- el argumento de la

    exhibicin del proyecto arquitectnico. En nuestro caso, este tipo de cercanas pueden

    ser reconstruidas al momento de su creacin. A modo de ejemplo, la replicabilidad

    arquitectnica que la revista Summa hizo de los proyectos del diseo.

    Pero tambin otras tradiciones, vinculadas a visiones simplificadoras del arte que giran

    en torno a la exhibicin de la pieza y la contextualizacin de su emergencia. Esto es, por

    cierto, bastante ms usual en las historias del diseo. Abundan, en este caso,

  • 13

    ubicaciones espacio- temporales a modo de referencia. La historia parece un receptculo

    donde inscribir los hechos del diseo, antes que una gran perspectiva terica

    interpretativa de su emergencia y cambio.

    Otra vertiente que se hizo presente fue aquella vinculada a una lectura tecnolgica del

    diseo y por ende replicadora de las corrientes ms tradicionales de comprensin de la

    tecnologa. Ellas sufrieron los avatares del evolucionismo implcito en esta perspectiva.

    Es el caso de manuales como Meggs (1983) y Satu (1989).

    Y, finalmente, en una enumeracin que no es exhaustiva, se encuentran un nuevo tipo

    de historias que, gracias a recientes trabajos de investigacin, han comenzado a aflorar.

    Investigaciones que parten de los aportes de la historia oral, la historia cultural, la

    sociologa de la cultura y de las instituciones, la semitica y los estudios visuales. Ellas

    tambin traslucen los marcos en las cuales sus principales argumentos se han afincado y

    muestran aquello que resulta ms legtimo evidenciar en todo este proceso: por un lado

    el carcter tributario de toda disciplina consecuentemente de su historia-, el carcter

    legitimante de la historia como principal argumento genealgico y el carcter

    arqueolgico (Foucault, 1969) de su interpretacin ms vinculada a la comprensin de

    historia como otra narrativa (White, 1992), esto es: como otra forma de puesta en

    sentido.

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