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    Revista de Informacin y DebatenEspecial junio 2012nN 52www.revistapueblos.org

    Informacin vs. desinformacin>Una mirada social y poltica >Cultura

    NMERO ESPECIAL

    LA CUESTIN

    P A L E S T I N A

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    Soy autodidacta, lo que no me ha facilitado mucho las cosas en un mundo enel que se premia ms un trozo de papel que la experiencia. Aun as, conseguaprender el oficio de pintor escenogrfico, algo que me apasiona, gracias a las

    personas que me dieron la oportunidad de participar en proyectos decierta relevancia como la escultura Splash de la Expo08

    que se celebr en Zaragoza, entre tantas otras.El resto de mi obra slo lo puedo clasificar comopedacitos de m, en los que pongo toda mi alma.

    www.wix.com/antonismo/notnadarling

    Portada del nmero 52

    Oscal Antn Lobato

    Pueblos es una apuesta por la solidaridad que ofrece una mirada crtica sobre las diferentes realidades sociales, polticas, econmicas y culturales del mundo.Editada por Paz con Dignidad, busca consolidar un instrumento de comunicacin que sirva para fortalecer e impulsar nexos entre organizaciones del Norte y delSur que trabajan en procesos de transformacin social. Fundada en 1995 (segunda poca, 2002), cada ao se publican cuatro nmeros ordinarios de Pueblos(enero, abril, julio y octubre) y al menos un especial. Todos o prcticamente todos los artculos publicados en la edicin en papel de Pueblos son originales.Pueblos Revista de Informacin y Debate no se hace responsable de las opiniones de los autores y autoras de los artculos.

    Los contenidos de Pueblos Revista de Informacin y Debate estn bajo una licencia de Creative Commons 3.0 Espaa License. Los contenidos pueden serutilizados de acuerdo a los trminos de la licencia Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Espaa License de Creative Commons.

    PUEBLOS - rEviStadEinfOrmacinydEBatEN 52 (II poca). Especial junio de 2012fUndadaEn 1995. Segunda poca n2002. EditadaPOrPaz con Dignidad (C/Gran Va, 40 n5 nOficina 2 n28013 nMadrid)dEPSitOLEgaL: M.47.658-1999. iSSn: 1577-4376cOOrdinadOr: Luis Nieto Pereira. cOnSEjO EditOriaL: Eugenio Pascual Corua (Asociacin Paz con Dignidad) nElena Nagore Cordn (Centro deIniciativas para la Cooperacin Bat, CIC Bat) nCarmen Sala (Entrepueblos) nInstituto de Promocin de Estudios Sociales Navarra nPuri Prez Rojo(Mugarik Gabe Euskadi) n Organizacin de Cooperacin y Solidaridad Internacional (OCSI) n Patxi Zabalo (Instituto de Estudios sobre Desarrollo y CooperacinInternacional Hegoa - Universidad del Pas Vasco UPV/EHU) nFidel Nieto (Universidad Luterana de El Salvador) nJaume Botey n Carlos Gmez Gil nAdolfo Rodrguez Gil nIsaac Rosa n Pascual Serrano nCarlos Taibo nACSUR - Las Segovias. EntidadEScOLaBOradOraS: Justicia i Pau de Catalua nXulio Ros (Instituto Galego de Anlise e Documentacin Internacional, IGADI) nMikel De La Fuente (Escuela Universitaria de Relaciones Laborales de la

    UPV/EHU) nAmparo Merino (Universidad de Castilla-La Mancha) nEdgardo Mira (Centro de Investigacin Sobre Inversin y Comercio - CEICOM, El Salvador)n Revista Envo (Universidad Centroamericana de Managua, Nicaragua) nMarco Gandarillas, Centro de Documentacin e Informacin CEDIB Bolivia nOlimpoCrdenas (Periferia Prensa Alternativa, Colombia) jEfadErEdaccin: Andrea Gago Menor. cOnSEjOdErEdaccin ([email protected]) :Andrs Cabanas n Beln Cuadrado n Isabel Duque n Jorge Lago Ruiz n Luis Nieto n Susana Prez Snchez nBeatriz Ortiz Martnez. HancOLaBOradOEnEStEnmErO: Alba Onrubia Garca, Sandra Barrilaro, Magali Thill, Pascual Serrano, Vctor Pozas, Teresa Aranguren, Najib Abu-Warda, Hana Cheick Ali,Mara Delgado, Jos Abu-Tarbush, Lidn Soriano, Hanady Muhiar, Laura Galin Hernndez, NaVil, Omar Barghouti. agradEcimiEntOS : A Silvia M. Prez,Sandra Barrilaro, Eneko Calle Garca, Dany Rivas Fernndez y a todas aquellas entidades y personas que han hecho posible la elaboracin de este nmero.diSEO: Andrea Gago y Silvia M. Prez. maqUEtacin: Alba Onrubia Garca. adminiStracin ([email protected] / 915233824): ngela Martn.

    PUEBLOSSErEaLizacOnELaPOyOdELaSSigUiEntESinStitUciOnES :Agencia Andaluza de Cooperacin Internacional para el Desarrollo (AACID) n Agencia Espaola deCooperacin Internacional para el Desarrollo (AECID) n Ajuntament dArt n Ayuntamiento de Rivas-

    Vaciamadrid n Ayuntamiento de Valladolid n Bilboko Udala/Ayuntamiento de Bilbao n Diputacin deBizkaia/Bizkaiko Foru Aldundia n Eusko Jaularitza/Gobierno Vasco n Fondo Andaluz de Municipiospara la Solidaridad Internacional.

    Pueblos 52 se ha realizado con el apoyo especialde la Agencia Vasca de Cooperacin para el

    Desarrollo / Garapenerako LankidetzarenEuskal Agentzia

    www.revistapueblos.org

    El dossiercentral de este nmero ha sido editado tambin ntegramente en euskera.

    Esta publicacin se ha realizado con el apoyo financiero de la Agencia Espaola de CooperacinInternacional para el Desarrollo (AECID) a travs del convenio Apoyo a iniciativas de construccin depaz entre israeles y palestinos a travs del fortalecimiento de organizaciones de ambas sociedadesciviles, del dilogo poltico y social y del conocimiento, proteccin y sensibilizacin sobre el derechointernacional y los derechos humanos. Territorio Palestino Ocupado y refugiados palestinos en paseslimtrofes. El contenido de esta publicacin no refleja necesariamente la opinin de la AECID.

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    Informacin y DebatenPUEBLOSnEspecial junion 2012n3

    OPININ

    Hasta dnde?(Magali Thill)...................................................................................................................................4

    COMUNICACIN: INFORMACIN VS. DESINFORMACINDesinformar sobre el conflicto palestino-israel(Pascual Serrano)........................................................................................................................5

    Hasbar: Estrategias de comunicacin de Israel(Vctor Pozas)..................................................................................................................................9

    Palestina: Imagen y realidad(Teresa Aranguren)...................................................................................................................13

    MIRADAS: SOCIEDAD Y POLTICA

    Reconocimiento del Estado palestino, una responsabilidad de la ONU(Najib Abu-Warda).....................................................................................................................17

    La infancia palestina: 64 aos de Nakba(Hana Cheikh Ali)......................................................................................................................21

    Karameh: Los presos polticos y su batalla por la dignidad(Mara Delgado)........................................................................................................................25

    La cuestin palestina tras la Primavera rabe(Jos Abu-Tarbush)...................................................................................................................28

    La lucha contra el apartheid: Ayer Sudfrica, hoy Palestina(Lidn Soriano)

    .........................................................................................................................32La situacin y la lucha de las mujeres palestinas(Hanady Muhiar).......................................................................................................................35

    CULTURA

    Poltica y potica de la resistencia palestina(Laura Galin Hernndez).........................................................................................................38

    Palestina: La resistencia hecha msica(NaVil).......................................................................................................................................42

    Resistir a ritmo de rap

    (Nacho Prieto y Sandra Barrilaro) .............................................................................................43

    Comunidad versus individuo: El otro nombre de la tribu(Omar Barghouti)......................................................................................................................45

    REPORTAJE FOTOGRFICO

    Algunas impresiones de Gaza(Sandra Barrilaro).....................................................................................................................48

    INFORMES

    1: Crimen de apartheidcontra el pueblo palestino2:Recomendaciones de la sociedad civil para la consecucin de una paz justaen Oriente Medio......................................................................................................................50

    SUMARIO

    4

    5

    17

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    4n2012nEspecial junionPUEBLOSn Informacin y Debate

    Han pasado sesenta y cuatro aos desde lacreacin manu militari del Estado sionista enPalestina. La Asamblea General de NacionesUnidas ha adoptado decenas de resoluciones exi-giendo su retirada de los Territorios Ocupados y el

    retorno de los refugiados. Otro tanto hizo el Parla-mento Europeo. En mltiples ocasiones, el relatorespecial de Naciones Unidas para los TerritoriosPalestinos ha denunciado los crmenes de guerra yde apartheidcometidos por Israel. Incluso se logrque el Tribunal Internacional de Justicia dictara en2004 una histrica sentencia declarando ilegales loque a todas luces era una aberracin desde el pun-to de vista poltico, jurdico y humanitario: el murode anexin, y los asentamientos e infraestructurasisraeles en territorio palestino. Pero stas y otrasmuchas victorias acabaron sepultadas bajo los es-

    combros de nuevos ataques, bajo los cuerpos denuevas matanzas. Y a quienes seguimos sufriendopor la herida abierta en esta franja de tierra, por losolivos que le son arrancados de raz y por la sangreque cclicamente la impregna, nos asaltan unas du-das que, de tanto repetirse, podran haberse conver-tido en escepticismo (como seguro que persigue lamaquinaria sionista) si la perseverancia del pueblo

    palestino no se nos hubiera contagiado.Aunque varias fuentes consideran que los colonos

    israeles que viven ilegalmente en territorio palestinohan superado el medio milln, no se conoce con exac-titud la cifra de unidades habitacionales construidas

    por Israel en Cisjordania y Jerusaln Este. Para acabarcon esta incgnita y documentar los atropellos come-tidos por estas comunidades cuyo fundamentalismo seexpresa de las formas ms crueles, el Consejo de De-rechos Humanos aprob en marzo, con el nico votoen contra de Estados Unidos, lanzar su primera inves-tigacin sobre asentamientos en Palestina, lo que hallevado al gobierno israel a suspender sus relacionesdiplomticas con el rgano de Naciones Unidas. Noes de extraar que a Tel Aviv no le haya agradado ladecisin, porque en los ltimos aos los asentamientosno han cesado de extenderse por el relieve palestino,

    alcanzando un ritmo de edicacin que dejara verdede envidia al mismsimo Pocero. Y nadie sabe pronos-ticar hasta dnde llegar la colonizacin.

    El pasado 17 de abril, unos dos mil presos pa-lestinos iniciaron una masiva huelga de hambre

    para protestar contra las condiciones de reclusin yel aislamiento de prisioneros y prisioneras, y parademandar la abolicin de la detencin administra-

    tiva, una prctica que afecta en la actualidad a msde 320 personas, entre las cuales est el reconocido

    profesor Ahmed Katamesh, recluido sin juicio nicargos desde el 21 de abril 2011. En represalia porla huelga de hambre, se les dej incomunicados ymuchos fueron trasladados hacia otros centros pe-nitenciarios, negndoles hasta la libertad de no ali-mentarse. Despojndoles incluso de la dignidad dela protesta.

    Desde la apertura de la Casa Sefarad en Madridse ha registrado una trepidante actividad de pro-mocin de la ideologa sionista en Espaa. Se han

    nanciado cursos que divulgan la versin ocialisrael del conicto. Se han multiplicado los inter-cambios de alumnas y alumnos espaoles e israe-les. Y hasta se ha inaugurado en la Universidad ReyJuan Carlos de Madrid la primera Ctedra dedicadaa las relaciones entre Espaa e Israel, provocando laindignacin de muchos docentes que, como NoamChomsky, Naomi Klein o Illan Pappe, se adhirie-ron al boicot acadmico. Afortunadamente no todaslas actividades de adoctrinamiento sionista cumplencon su funcin de lavado de imagen, como cuan-do el presidente de la Asociacin de Periodistas deGranada tuvo que dimitir a raz del escndalo que

    provoc al agredir con su cinturn a una activistadel movimiento BDS.

    Y con la que est cayendo, cabe preguntarnoshasta dnde las autoridades espaolas van a tole-rar las ofensas de un Estado que destina millonesde euros en legitimar su ideologa colonial y racistaen nuestro pas, mientras su ejrcito destruye impu-nemente escuelas, hospitales, pozos y otras infraes-tructuras bsicas construidas con ayuda europea parasubvenir a las necesidades de un pueblo oprimidoque tiene y seguir teniendo (lstima para Israel!)toda la solidaridad de la ciudadana espaola.q

    Magali Thill*

    Hasta dnde?

    OPININ

    *Magali Thill es directora de ACSUR-Las Segovias y

    miembro de la RESCOP

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    COMUNICACIN

    Informacin y DebatenPUEBLOSnEspecial junion 2012n5

    Cundo, por qu y con qu aval internacional se crea Israel? Quin viva en esa tierra antes de que se creara eseEstado? Cul es la diferencia entre sionismo y semitismo? Tienen los mismos derechos todos los israeles? Culesson las fronteras de Israel segn la ONU? Cuntos palestinos viven fuera de su tierra? Qu dicen las resoluciones del

    Consejo de Seguridad con respecto al conflicto rabe-israel? Cumple Israel esas resoluciones? Son preguntas bsicasy lgicas que surgen a quienes desean comprender mnimamente el conflicto palestino-israel y a las que no se encon-trar respuesta en los medios de comunicacin a pesar de que todos los das hay noticias sobre la regin.

    Pascual Serrano*

    Desinformarsobre el conflicto palestino-israel

    Paula Cabildo.

    Atentados salvajes.Trmino con el que un editorial se

    refere a un ataque suicida que

    mata a tres personas en Israel.Editorial, El Pas, 30-1-2007.

    Cmulo de errores.Ttulo del editorial al da siguiente

    de que Israel matara a un dirigente

    de Hamas y a diez civiles pales-tinos, entre ellos tres nios y tresmujeres que pasaban la tarde en

    la playa, en un ataque naval contrala franja de Gaza.

    Editorial, El Pas, 10-6-2006.

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    6 n2012nEspecial junionPUEBLOSnInformacin y Debate

    COMUNICACIN

    Las rutinas actuales de los me-dios de comunicacin impidenconocer todos estos anteceden-tes histricos y elementos de contexto

    imprescindibles para comprender elconicto rabe-israel. Con toda se-guridad, si un ciudadano pretendiesemediante la lectura diaria de la prensay el noticiero televisivo de cada nochecomprender lo que sucede en la reginno lo lograra. Asistira a un goteo denoticias mal hilvanadas segn las cua-les ayer supo que hubo una reunin delderes, hoy que mataron a dos palesti-nos, maana que un suicida explosionaen un autobs. Sirven esas informa-ciones para comprender algo?

    En junio de 2007 fue noticia1 es-pordica la difusin de una graba-cin del soldado israel capturado porHamas un ao antes. As pudimosdesempolvar, olvidada casi por losmedios, la detencin que provocque el ejrcito israel destrozara lasinfraestructuras de Gaza y matara a400 palestinos, la mitad civiles. Sloes un ejemplo de cmo la obsesin delos medios por la inmediata actuali-dad y su consiguiente olvido impide

    que ofrezcan la perspectiva necesariapara comprender los acontecimientos.Por otro lado, la confusin que trans-miten los medios hace imposible quelas audiencias entiendan las diferentes

    posiciones de los actores en conicto.

    Si observamos los medios de comu-nicacin, parece que el problema es

    bsicamente de intolerancia y violen-cia entre palestinos y judos, sin mselementos de profundizacin ni con-texto. En otras muchas ocasiones, losmedios se regodean excesivamenteen las cumbres de Jefes de Estado,giras de gobernantes y similares, y endetalles y otras ancdotas sin inters

    pero increblemente muy comentadas.Se trata, en suma, de prestar atencina todo menos a lo esencial del asuntoy que la gente se pierda en detalles2.

    Otra cuestin que afecta mucho alos profesionales es el sentirse cohibi-dos por Israel por una razn incues-tionable: los judos fueron las princi-

    pales vctimas de algo tan atroz como

    el Holocausto. El Estado israel vivede su condicin de vctima (condicinque no le otorga a los palestinos, pese

    a ser sus vctimas) y cataloga a cual-quiera que cuestione la actuacin desus gobernantes de antisemitas3.Los periodistas nunca recurren a la

    rigurosa bibliografa que investiga elcomportamiento de los israeles conlos palestinos. Obras como La lim-

    pieza tnica de Palestina, donde elhistoriador israel y judo Ilan Pappexplica que la deportacin de los pa-lestinos en 1948 form parte de unaestrategia cuidadosamente diseada

    por los dirigentes judos de organiza-ciones armadas (entonces ellos ponan

    bombas en edicios civiles como en

    el Hotel King David de Jerusaln, con

    91 muertos, aunque nadie les caliquede terroristas) para quedarse con lamayor parte de la Palestina histrica.

    Los antecedentes son tan impor-tantes para comprender el conicto

    rabe-israel que uno de los principiosfundamentales del gobierno de Israel(el nico de los dos bandos que tienedinero, poder e inuencia en los me-dios) es intentar manipular la historiaa su favor. La operacin llega inclusohasta Wikipedia. En marzo de 2008 el

    portalElectronic Intifada4, gestionado

    por el periodista estadounidense-pa-lestino Ali Abunimah, denunciaba queel grupo israel Comit para la Preci-sin de la Informacin sobre OrientePrximo en Amrica (CAMERA) re-clutaba voluntarios para editar la enci-clopedia on line e impedir as que los"editores antiisraeles introduzcan todotipo de prejuicios y errores en muchosartculos relacionados con Israel"5.

    dobleraseroSin duda, el conicto rabe-israel esel que ms sufre el fenmeno del doblerasero. Noam Chomsky ha sealado

    la diferente trascendencia mediticadel asesinato de un minusvlido es-tadounidense en el secuestro por uncomando palestino del transatlntico

    Achille Lauro (octubre 1985) que entren los anales del terrorismo, frente a lamuerte acribillado a balazos de un mi-nusvlido palestino cuando hua en susilla de ruedas con una bandera blancaen Yenn en 2001, condenada al silen-cio6. Un colectivo de personalidadesdestacadas en el anlisis y crtica de lasituacin en Israel/Palestina realiz unestudio estadstico de la cobertura de laIntifada palestina durante 20047 en trestelevisiones estadounidenses. Conclu-yeron que exista una cobertura signi-cativamente deformada. Los mediosanalizados informaron de muertes denios israeles con un porcentaje deuna media de diez veces mayores quelas muertes de nios palestinos. Con-siderando que en el periodo estudiadomurieron 22 nios palestinos por cadanio israel, el desequilibrio en la co-

    bertura es evidente.Pero veamos ejemplos ms con-

    cretos. En junio de 2006 un diariotitulaba Hamas rompe la tregua y

    reivindica el lanzamiento de cohetescontra Israel8. En el texto compro-bamos que es la respuesta al ataquenaval del ejrcito israel que ayer aca-

    b con la vida de siete civiles palesti-nos. En conclusin, Israel mata sieteciviles, Hamasresponde con siete co-hetes que no causan ni muertos ni he-ridos y quien ha roto la tregua, los queoriginan violencia, son los palestinos.Podemos leer titulares como Vctimanmero 3.000 de la Intifada palesti-na9. En contra de lo se podra pensar,no haca referencia a un israel muertoa manos de activistas palestinos, sinoque el muerto era un polica palestinoasesinado en Gaza en una incursindel ejrcito israel. Hasta los palesti-nos son vctimas de la Intifada. En elimaginario de la comunidad interna-cional las vctimas se perciben como

    procedentes de los dos bandos, peroestos se presentan uno como terroristay otro como el ejrcito regular de ungobierno democrtico. Desde el ao

    2000 hasta marzo de 2008, el ejrci-to israel haba asesinado a mil nios

    palestinos y desde la Conferencia de

    La confusin que transmitenlos medioshace imposibleque las audienciasentiendan las diferentesposiciones de los actoresen conflicto

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    Informacin y DebatenPUEBLOSnEspecial junion2012n7

    Informacin vs. desinformacinn COMUNICACIN

    Anpolis, en noviembre de 2007, hansido asesinados trescientos 331 pales-tinos, entre ellos 39 nios10. Estara-mos, por lo tanto, ante una situacin

    en la que, en su lucha contra el terro-rismo, Israel mata ms nios que sol-dados mata el terrorismo palestino.

    El doble rasero se aprecia perfec-tamente en el lenguaje utilizado. Y to-dava ms en los artculos de opinin.Podemos leer atentados salvajes11,cuando se reeren a un ataque suici-da palestino que mata a tres personasen Israel, o cmulo de errores12 enel titular del editorial al da siguien-te de que Israel matara a un dirigente

    de Hamas y a diez civiles palestinos,entre ellos tres nios y tres mujeresque pasaban la tarde en la playa. Enel conicto palestino-israel la batalla

    del lenguaje es vital para Israel, nadieduda de que la mayora de los lectoresslo reparan en los titulares y que es-tos suelen ser elegidos por los jefes deredaccin y no por los corresponsales.Un ejemplo es el uso de capturado osecuestrado. En televisin escucha-

    mos hablar de un joven secuestradode 19 aos13. Una forma muy pecu-liar para referirse a un soldado israel

    capturado por las milicias palestinas.Podemos encontrar tambin una no-ticia titulada as: Soldados israelesarrestan al viceprimer ministro pales-

    tino Naser al Shaer. Y subtitulada deesta forma: La operacin se encuadradentro de las acciones de Israel contramiembros de Hams tras el secuestrodel soldado hebreo Gilad Shalit el pa-sado mes de junio14. Obsrvese queen Palestina los ministros civiles yno armados cuya casa allanan los sol-dados hebreos son arrestados y losmilitares israeles armados que soncapturados por las milicias palesti-nas son secuestrados. En la misma

    lnea, el muro no es muro sino vallade seguridad, los radicales judos sonortodoxos mientras que los radicales

    palestinos son terroristas.

    lasfuentesyanalistasEl principal sesgo para la informacinsobre el conicto palestino-israel es

    que los medios norteamericanos utili-zan a periodistas judos recibiendo as,en el 99 por ciento de los casos, una in-

    formacin distorsionada y sesgada. Sibien los corresponsales de los mediosespaoles en la regin son tambin

    espaoles, casi la mitad de ellos tie-nen periodistas judos en sus ocinas.

    Ninguno cuenta con periodistas, ni si-quiera con colaboradores, palestinos,

    y sobra decir que los judos no entranen los territorios palestinos ni tampocoen los pases de la regin15. Por otrolado, la comodidad lleva a la mayorade los corresponsales occidentales a noentrar tampoco en Gaza o en Cisjorda-nia a no ser que sea gravsimo lo queocurre. Gaza es un lugar incmodo,higinicamente cuestionable y de di-fcil trnsito: hay un milln de histo-rias por contar, pero ese argumento nosuele convencer, as que el volumen de

    informacin que se publica sobre lospalestinos es irrisorio en comparacincon las historias sobre israeles16.

    Un mecanismo habitual de los me-dios de comunicacin para deslizar sulnea editorial de forma no explcitaes la seleccin de los analistas. Bajola apariencia de expertos, ms que deopinadores, esas rmas reproducen la

    lnea poltica que se desea, mediantela tcnica de elegir previamente al que

    comparte ideario con el medio. El lo-bby israel en Espaa, como en el restodel mundo, es muy poderoso y ense-

    fotografa: sandra barrilaro.

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    8n 2012nEspecial junionPUEBLOSnInformacin y Debate

    COMUNICACIN

    Si un ciudadanopretendiese mediante lalectura diaria de la prensay el noticiero televisivo decada noche comprenderloque sucede en la regin nolo lograra

    *Pascual Serrano es periodista.Este texto es un extracto del captulo referente a Asia

    de su libro Desinformacin. Cmo los medios ocultan elmundo, Pennsula, 2009.

    1 El Pas, 26-6-2007.2 Agustn Velloso. Entrevista con el autor.3 Mnica G. Prieto. Entrevista con la autora.4 http://www.electronicintifada.net/.5 G. Prieto, M, Se puede reescribir la historia?, El

    Mundo, 23-4-2008.6 Chomsky, N, Piratas y emperadores. Terrorismo inter-

    nacional en el mundo de hoy, Ediciones B, Barcelona,2003.

    7 Verhttp://www.ifamericansknew.org/media/net-report.html.8 El Mundo, 10-6-2006.9 El Pas, 1-3-2003.10 Ramonet, I, Por una resistencia de ma sas no violenta

    contra Israel, entrevista con el lder palestino MustafBarghouti, Le Monde Diplomatique, mayo 2008.

    11 Editorial, El Pas, 30-1-2007.12 Editorial, El Pas, 10-6-2006.13 Tele 5, 26-6-2006.14 El Pas, 19-8-2006.15 Mnica G. Prieto, Entrevista con la autora.16 Ibdem.17 Ibdem.18 Vase nota 10.19 Informe de Amnista Internacional, de 2001: Racism

    and the Administration of Justice (Racismo y el Ministerio de Justicia).

    20 Vase nota 10.21 Se puede encontrar en Rebelion y

    http://www.rebelion.org/noticia.php?id=34982.22 El Pas, 21-7-2006.

    guida congenia con gente afn en lasredacciones (en ocasiones redactores

    jefe, o ms all) para reconducir infor-maciones, cuestionar el vocabularioempleado y vender comentarios de

    expertos, adems de ofrecer viajespagados a Tel Aviv para desde alldemostrar que el muro no es murosino valla, que los palestinos se que-

    jan de vicio y que son un pueblo vcti-ma amenazado por sus desagradablesvecinos rabes, que ya nacieron con elodio corriendo por sus venas17.

    Otro desequilibrio es la seleccinde las personalidades y analistas queeligen cuando abordan determinadosacontecimientos. El Pas, la vspera

    del aniversario de la Nakba,fecha queseala la expulsin de 750.000 pa-lestinos, la cubri con una entrevistacon Daniel Baremboin, un director deorquesta pacista israel, muy respe-table, por supuesto, pero israel; unencuentro digital con el embajador is-rael en Espaa, y la llegada de Busha Israel (que, por cierto, era Jerusaln,no Israel, matiz que nadie hace).

    lademoCraCiaisrael

    Los medios reproducen el discursopoltico de que Israel es la nica de-mocracia de la regin. Pero se tratarade una democracia extraa en la cuallos militares ejercen a menudo fun-ciones claves. Piense, por ejemplo, enAriel Sahron, Ehud Barak, Benjamn

    Netanyahu, Isaac Rabn o MenahemBegn. Todos son militares o procedende organizaciones militares. Y todoshan llegado a ser primeros ministrosde Israel18.

    Amnista Internacional, en el in-forme titulado El racismo y el Minis-terio de Justicia, difundido en 2001,dejaba en evidencia el racismo de lademocracia israel donde varias le-yes son explcitamente discriminato-rias ya que se basan en la premisa deun Estado judo para el pueblo judo.En consecuencia, discriminan a los no

    judos, en concreto a los palestinosque han vivido en estas tierras gene-racin tras generacin. En algunos ca-sos garantizan explcitamente un trato

    preferente a los ciudadanos judos enesferas como la educacin, la vivien-da pblica, la salud y el trabajo19.

    loquenoCuentanActualmente se oculta, al menos, tanta

    informacin como la que trasciende.Las duras condiciones en las que de-ben sobrevivir los palestinos rara vezse reejan en los medios de comunica-cin. Y, menos an, en noticias ligadasa las polticas aplicadas por el gobier-no y el ejrcito israeles. Por ejem-plo, en Cisjordania un palestino slodispone de 50 m3 de agua al ao paracubrir todas sus necesidades: beber,lavarse, cocinar, agricultura, industria,etctera. Sin embargo, cada colonoilegal dispone de 2.400 m3 de agua alao. Pero, adems, son los palestinoslos que nancian el agua, porque pa-gan ms del doble que un israel porla misma cantidad. Con la electricidadsucede algo similar, Israel destruy lanica empresa que produca electrici-dad en Palestina y les impidi comprarnuevos generadores por lo que tienenque comprarla toda a Israel al dobledel precio que paga un israel20.

    El conicto palestino-israel se

    ha enquistado en la agenda mediante

    el formato de difundir lacnicamentepartes de guerra de muertos y heri-dos. Cuando nos llega un protagonistapalestino con nombres y apellidos esporque tenemos las imgenes de vdeoprevias a su martirio, nunca aparecenlos palestinos que luchan para sobrevi-vir mediante la cooperacin y la ayudamutua.

    El silenciamiento tambin seaplica a las voces que se levantandenunciando la poltica israel. En

    julio de 2006, dos premios Nobel deLiteratura, Jos Saramago y HaroldPinter, junto a otros dos escritores de

    prestigio internacional, John Berger yNoam Chomsky, difundieron un es-crito titulado En defensa del pueblopalestino21. En la prensa espaolaslo mereci una carta al director de

    El Pas22. Y ello a pesar de que se hacapblica en plena masacre de un pue-blo, una guerra regional entre Israel yel Lbano que afectaba a varios pasesy a toda la regin, la crisis en el Con-sejo de Seguridad de la ONU y milesde ciudadanos manifestndose en lascalles. La denuncia de estos destaca-dos intelectuales qued como una car-ta al director, como si fuese una quejavecinal por la recogida municipal delas basuras. Esto contrasta con el tra-

    to diferente que tuvo, en 2003, uno deesos Nobel, Jos Saramago, cuandoescribi unas breves lneas criticandounas condenas a muerte en Cuba. En-tonces mereci la portada en ese mis-mo diario y un privilegiado espaciocomo artculo de opinin que ademsfue recogido por todos los medios yagencias.q

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    Informacin vs. desinformacinn COMUNICACIN

    Informacin y DebatenPUEBLOSnEspecial junion2012n9

    Hasbar:Estrategias de comunicacin de IsraelVctor Pozas*

    Hasbar es el nombre hebreo con el que se da a las estrategias de comunicacin, propaganda ypublic relations dirigidas

    a difundir, especialmente en la comunidad internacional, las tesis del gobierno israel y otras entidades judas. Aunquees un concepto relativamente nuevo, usado desde los aos 70, sus contenidos vienen siendo empleados por el sionismodesde principios del siglo XX.

    fotografa: sandra barrilaro.

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    COMUNICACIN

    rri en el pasado, sino que hoy es unaidea activa en la opinin pblica deIsrael, Michel Warschawki, periodistade la izquierda radical israel, en 2002recoga y denunciaba algunos de los

    eslganes vistos en gratisy cartelesen las calles, en los que queda cons-tancia de que hoy sigue presente laidea de la expulsin de los palestinos,en este caso, del territorio actual deIsrael: Traslado = Paz+Seguridad(posteren Jerusaln); Jordania es elEstado palestino; Traslado ya! (ps-ter); Expulsar al enemigo rabe (ps-ter); Nosotros o ellos; Traslado (ps-ter); 300.000 ya se han ido a JordaniaTraslado!(pster); Kahana tena ra-

    zn Expulsen a los rabes! (grati)9

    .Y ms recientemente en, marzo de2008, The Jerusalem Post publicabauna encuesta segn la cual el 76 porciento de los israeles se manifestabana favor del traslado de los rabes is-raeles al Estado palestino10.

    ContextoaCtualLa estrategia de propaganda del go-

    bierno israel se despliega, teniendocomo base una serie de hechos posi-

    tivos (para sus intereses) que facilitansu desarrollo. Una poltica de fuerzaen su relacin con los palestinos y decara a la comunidad internacional: laconstruccin de 800 km del muro deanexin y la ampliacin constante decolonias de ocupacin en los territo-rios de Cisjordania. Israel cuenta, ade-ms, con el apoyo explcito de EstadosUnidos en todos los casos y con todoslos gobiernos, lo mismo republicanosque demcratas. La valoracin de Is-rael es muy alta en la opinin pblicaestadounidense. A esto contribuye la

    posicin mayoritaria de los medios decomunicacin y de las lites norteame-ricanas en pro de las polticas israeles.Y aunque menor, es muy considerableel apoyo europeo (gobiernos, lites ymedios) a Israel. Un hecho que tam-

    bin juega a favor de las estrategias decomunicacin israeles es la divisininterna de los palestinos. El enfrenta-miento entre Hams y la Autoridad Pa-lestina es aprovechado por el gobierno

    israel para proyectar el mensaje deque carece de un interlocutor respon-sable para negociar.

    Una tierra sin pueblo para unpueblo sin tierra. Para el sio-nismo, Palestina estaba de-sierta cuando comenzaron a llegar los

    primeros grupos de emigrantes judosa nales del siglo XIX. Para los diri-gentes y pensadores sionistas, Palesti-na perteneca a los judos expulsadosde all 2000 aos atrs, mientras con-sideraban forasteros a todos los no

    judos que vivan y haban vivido alldesde la conquista de Roma1. El ac-tual primer ministro Benjamin Netan-yahu escriba en 1993 que la llegadade los inmigrantes judos incrementla llegada de inmigrantes rabes a Pa-lestina2. Los datos estadsticos indican

    todo lo contrario: una masiva presen-cia de poblacin palestina y una pre-sencia juda absolutamente minorita-ria. En 1890, la poblacin de Palestinaestaba compuesta por 432.000 musul-manes, 57.000 cristianos y 43.000 ju-dos3. Datos similares pueden verse enlos censos britnicos de 1922 y 19314.

    El mito de un pas desierto y deso-lado ha perdurado, con algunas excep-ciones, entre acadmicos y polticosisraeles, como puede verse en las de-

    claraciones en 1973 del representanteisrael en el Consejo de Seguridad de laONU: La tierra de Israel estaba desier-ta (), los conquistadores que se insta-laron en aquella tierra eran pocos y sus

    poblaciones escasas y dispersas5.

    la nakba,ProvoCadaPorloslderesrabesEl segundo gran mito de la propagan-da israel plantea que la expulsin dela poblacin palestina de sus pueblos

    y ciudades durante la guerra de 1947-1949 fue provocada por la orientacinde sus lderes a huir. Es lo que los pa-lestinos denominan como Nakba, lacatstrofe. Frente a la tesis alternati-va de algunos historiadores israeles,como Beny Morris que plantea que laexpulsin fue producto de la guerra,no de un plan preconcebido ni judo,ni rabe6, otro historiador israel,Ilan Pappe, demuestra que la expul-sin fue producto de un plan de lim-

    pieza tnica (Plan Dalet) por parte delejrcito y de los dirigentes israeles.La aplicacin de este plan provoc la

    expulsin de cerca de 800.000 palesti-nos de sus lugares de residencia (el 85

    por ciento de la poblacin palestina),la destruccin de 531 pueblos (el 75

    por ciento de los existentes) y el va-

    ciamiento de 11 barrios urbanos7.Pappe plantea que la decisin de

    expulsar a la poblacin palestina nofue casual, sino que forma parte dela ideologa sionista de intelectua-les, polticos y militares israeles. En1917, Leo Motzkin, sionista liberalarmaba: Nuestra idea es que la co-lonizacin de Palestina debe procederen dos direcciones: el asentamientode judos en Eretz Israel y el reasen-tamiento de los rabes de Eretz Israel

    en reas fuera del pas. En 1938, elpropio David Ben Gurion, el primerJefe de Estado de Israel manifestabasin ambages: Soy partidario del tras-lado forzoso. No veo nada inmoral enl. Pero son las palabras del Plan Da-let, puesto en prctica por el ejrcitoisrael a partir de marzo de 1948, lasque expresan con rotundidad los obje-tivos de ese plan de limpieza tnica:Estas operaciones pueden llevarse acabo de la siguiente manera: ya sea

    destruyendo las aldeas (prendindolesfuego, volndolas y poniendo minasentre los escombros) y en especialaquellos asentamientos que resultadifcil controlar de forma constante; o

    bien organizando operaciones de pei-nado y control segn estas directrices:se rodea a las aldeas, se realiza una

    bsqueda dentro de ellas. En caso deresistencia, las fuerzas armadas debenser liquidadas y la poblacin expulsa-da fuera de las fronteras del Estado8.

    Como muestra de que la expulsin

    de la poblacin palestina no slo ocu-

    Israel se ve como elpequeo David, pero unabuena parte del mundo locontempla como Goliat,como el matn del barrio enOriente Medio

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    El objetivo estratgicoal que se supeditan los

    objetivos de comunicaciny propaganda del gobiernoisrael es conseguir que si

    se crea una entidad estatalpalestina, sta sea dbil

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    Informacin vs. desinformacinn COMUNICACIN

    Pero la hasbar israel debe en-frentar asimismo problemas gravessobre cmo es percibida la imagende Israel internacionalmente. Unaencuesta de la Comisin Europea en

    2003 arrojaba un resultado sorpren-dente, en ese momento Israel era vistocomo la mayor amenaza para la pazmundial por un 59 por ciento de euro-

    peos11. En 2010, un estudio del Broo-king Institute armaba lo mismo con

    respecto a la opinin pblica rabe:el 80 por ciento vea a Israel como lamayor amenaza para la regin muy

    por encima de Irn12.En Israel, algunos medios de co-

    municacin y centros especializados

    de investigacin son conscientes deesta realidad. El think tank israel,Reut Institute, resume as la imagende Israel13: Israel es presentado comoun pas interesado no en la paz, sinoen perpetuar la ocupacin de los te-rritorios palestinos. Se le identica

    con el rgimen del apartheidde Sud-frica. Se le acusa de discriminar a la

    poblacin palestina y de conculcar losderechos humanos. Se intenta aplicarlas leyes internacionales contra susdirigentes. Su sistema legal es denun-ciado por falta de legitimidad. El tratode Israel a los ciudadanos palestino-israeles es objeto de anlisis y crti-cas internacionales. Y, por ltimo, elhasta ahora todopoderoso lobby israe-l en Estados Unidos comienza a sercuestionado.

    No es extrao que comiencen aorse voces dentro del establishmentisrael que piden reconocer esta rea-lidad para dar una respuesta ms ade-cuada. Este es el caso de Miri Eisen,

    ex portavoz del ejrcito israel, cuan-do en mayo de 2011 admita: Israelahora es Goliat, los palestinos sonDavid y nosotros an nos vemos anosotros mismo como David contraGoliat14.

    legitimarunaPoltiCadeheChosConsumadosEl objetivo estratgico al que se supe-ditan los objetivos de comunicaciny propaganda del gobierno israel es

    conseguir que si se crea una entidadestatal palestina, sta sea dbil, de-

    pendiente y desarticulada. Y en parte

    lo est consiguiendo ante la compli-

    cidad de la comunidad internacional,silenciosa ante la violacin de la lega-lidad internacional por parte de Israel.La construccin del muro que robaterritorio palestino y hace la vida im-

    posible a miles de palestinos es igno-rada por la mayora de los gobiernosoccidentales y por la Unin Europea(UE) y es apoyada, especialmente,

    por Estados Unidos. El crecimientopermanente e implacable de coloniasocupantes en Cisjordania tiene an

    peores consecuencias para el futurode un Estado independiente palestino:ha roto la unidad territorial de esosterritorios e imposibilitar la creacinde un estado viable.

    Entre los objetivos de comunica-cin orientados a apuntalar la metaglobal descrita se pueden citar el man-tener el apoyo de Estados Unidos, desu lite poltica y de sus medios decomunicacin; reforzar el apoyo delos gobiernos de la Unin Europea;mejorar las relaciones con las liteseuropeas y de otros pases como Ca-nad o India; frenar la mala reputa-cin de Israel en todo el mundo; hacerfrente a la opinin pblica adversa enlos pases de la UE; mostrar fortalezay capacidad disuasoria ante el mundomusulmn; destruir la moral de la po-

    blacin palestina y empujarla al exilioo la emigracin.

    Otros dos objetivos primordialeshoy son el frenar los avances de la redde deslegitimacin contra Israel pro-

    movida por el movimiento del BDS(Boycott, Divestment and Sanctions)

    y deslegitimar a los deslegitimadores.

    viejosynuevosmensajesLa estrategia de propaganda israelrepite ideas fuerza que no por viejasdejan de ser estratgicas para sus -nes: Israel est rodeado de gobiernosrabes hostiles; se deende de los ata-ques terroristas; los lderes palestinosno son ables y apoyan el terroris-mo; Israel es la nica democracia deOriente Medio y comparte los valoresde Occidente; el ejrcito israel tieneuna conducta tica ejemplar en loscombates e incluso participa en ac-ciones humanitarias como en Hait.Israel acepta la solucin de los dosEstados y apuesta por la paz.

    Otros mensajes ms coyunturales

    estn presentes en la situacin actual:las negociaciones deben producirseentre el gobierno israel y la Autori-dad Palestina; no se puede negociarmediante terceros (es decir, los palesti-nos no deben acudir a la ONU); en lasnegociaciones nales tiene que estar

    Estados Unidos; en esas negociacionesno puede estar Hamas, y adems, en unalarde democrtico, Israel considerainaceptable que stos formen parte delgobierno palestino.

    Por ltimo, se lanzan nuevos men-sajes que intentan posicionar positiva-mente a Israel en la escena internacio-nal en torno a los logros israeles enhigh-tech, Internet, medicina, cultura,ciencia y agricultura. Es lo que llaman

    proyecto Creative Energy15, que in-tenta desvincular a Israel de la imagende un pas en estado de guerra y mos-trarlo como un pas que contribuyeal bienestar de la humanidad, un pasdemocrtico,normalizado, turstico

    direCCindelasestrategiasLas estrategias de comunicacin y

    propaganda israeles no estn total-mente centralizadas, aunque es evi-dente que muchas de las orientaciones

    provienen tanto de los ministeriosanes a la realidad internacional, el

    Ministerio de Asuntos Exteriores yel Ministerio de Diplomacia Pblicay Asuntos de la Dispora, como delMinisterio de Defensa.

    Otros centros privados y thinktanks israeles participan activamen-te en el desarrollo de actividades de

    propaganda, tales como la Jewish

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    COMUNICACIN

    *Vctor Pozas es profesorde la Facultad de Periodismo de

    la UPV/EHV y experto en comunicacin poltica.

    1 Ilan, P., La limpieza tnica de Palestina, Barcelona, Crtica, 2008. p.12. En el mismo sentido, desmontando el mito de laPalestina desierta, vase Norman G. Finkelstein, Imagen y realidad del conficto palestino-israel, Madrid, Akal, 2003.

    2 Netanyahu, B.,A Place Among the Nat ions, 1993, p. 36.3 Sergio DellaPergola, IUSSP XXIVth General Population Conference in Salvador de Bahia, Brasil, Agosto 1824, 2001.4 J. B. Barron, ed. (1923), Palestine: Report and General Abstracts of the Census of 1922. Government of Palestine y

    E. Mills, Census of Palestine 1931. Population of villages, towns and administrative areas (1932).5 Citado en Finkelstein, p.108.6 Benny MORRIS, The Birth of the Palestinian Refugee Problem,1947-1949, Nueva York, 1988, p. 260.7 Ilan, P., op.cit. (nota 1).8 Las tres citas anteriores estn tomadas de Ilan Papp, p. 27, p.9 y p. 67.9 Michel Warschawki,A tumba abiert a. La crisis de la sociedad is rael, Barcelona, Icaria, 2004, p.42.10 http://www.jpost.com/Israel/Article.aspx?id=96676.11 http://www.guardian.co.uk/world/2003/nov/02/israel.eu.12 http://www.democracynow.org/2010/11/30/noam_chomsky_wikileaks_cables_reveal_profound.13 Building a Political Firewall Against Israels Delegitimization Conceptual Framework, http://reut-institute.org/Publi-

    cation.aspx?PublicationId=3769.14 http://www.theworld.org/2011/04/israel-public-image/.15 http://masbirim.gov.il/eng/i_med.html.16 http:/ /www.aljazeera.com/indepth/opinion/2011/11/2011117151559601957.html.17 http://www.ibtimes.com/articles/241508/20111101/palestine-servers-shut-hackers-unesco-bid-cyber.htm.18 http://www.nytimes.com/2011/12/03/world/middleeast/after-american-outcry-israel-ends-ad-campaign-aimed-at-

    expatriates.html.19 http://www.haaretz.com/print-edition/news/israel-recruits-army-of-bloggers-to-combat-anti-zionist-web-si-

    tes-1.268393.20 http://www.richardsilverstein.com/tikun_olam/2009/01/05/gaza-foreign-ministry-media-manipulation/.21 http://www.commentarymagazine.com/2011/03/07/bbc-poll-israel-ranks-with-iran-north-korea-as-one-of-

    world%E2%80%99s-most-unpopular-countries/.

    Agency, el Israel Citizens Informa-tion Council (ICIC) y, sobre todo, elReut Institute y el Institute for Policyand Strategy (IPS).

    El alto respaldo de la opinin p-blica norteamericana a las polticasisraeles est relacionado con las nu-merosas actividades que diferentesentidades vinculadas directa o indi-rectamente al lobby israel realizanen Estados Unidos: agencias de Re-laciones Pblicas como RubensteinPR, organizaciones sociales comoStandWithUs, y CoHaV, CoalicinInternacional de Voluntarios de la

    Hasbar, as como universidades conprogramas de becas y grupos de acoso

    a personas y organizaciones que ma-niestan posiciones contrarias a las

    polticas de Israel. Sin embargo, elpeso ms importante en este trabajolo desarrollan grupos de presin comoThe Conference of Presidents of Ma-

    jor American Jewish Organizations,The Anti-Defamation League y, sobretodo, AIPAC, American Israel PublicAffairs Committee.

    tCtiCasConCretasLa implementacin de las estrategiasde propaganda pasa por el uso de m-todos de control de la informacincomo la censura, el asesinato de 10

    periodistas desde 1992, la detencinde periodistas, la prohibicin de entra-da de stos en lugares como Gaza, laexpulsin de los Territorios Ocupadosde periodistas, incluso israeles comoAmira Hass en 2008 y 2009 y la de Ja-red Malsin, de Maan News, en 2010,el cierre y destruccin de medios, comoRadio Bethlehem en 2000 y 2009, y la

    prohibicin de entrar en Israel a inte-lectuales crticos como Noam Chom-sky y Norman Finkelstein.

    Mencin aparte merece lo queSawil-Souri ha denominado la ocupa-cin digital16, es decir, el control por par-te de Israel de todas las infraestructurasdigitales palestinas, lo que le permite lalimitacin e incluso el corte de los servi-cios telefnicos, de mviles y de Inter-net en cualquier momento, como ocu-rri en noviembre de 2011 despus de la

    admisin de Palestina en la UNESCO17

    .En Estados Unidos, la perspectivaisrael prevalece sin competencia en

    los medios de comunicacin. El perio-dista E. Alterman en 2002 citaba losnombre de 61 destacados columnistasen los grandes medios de comunica-cin que ensalzaban a Israel frente a

    cinco que criticaban sus polticas.El gobierno israel y organizacio-

    nes anes nancian con regularidad

    campaas de publicidad para promo-ver los intereses de Israel aunque, enocasiones, con resultados negativos

    para la imagen del propio gobierno18.La campaa Brand Israel preten-de posicionar a Israel con los nuevosmensajes en torno a temas como turis-mo (incluso turismo gay, lo que ha pro-vocado reportajes crticos en medios

    de referencia), arqueologa, tecnologay cultura, realizando festivales de m-sica y exposiciones de gastronoma enciudades como Toronto, Tokio, Lon-dres, Boston y Nueva York, pero confrecuencia sus eventos se ven contra-rrestados por la presencia de activis-tas defensores de la causa palestina y

    promotores de la campaa de boicot ysanciones a Israel.

    Especialmente desde la invasinde Gaza en 2008, el gobierno de Is-rael utiliza, de forma masiva, Internety las redes sociales para defender sus

    posiciones y polticas en el mundo. Enaquel momento Israel puso en marchaun ejrcito de bloggers para defen-der, sin xito, la actuacin del ejrcitoisrael19. El propio Ministerio israel

    de Asuntos Exteriores suministraba alos bloggers talking points, un ar-gumentario con los puntos principalesque deban exponer en sus blogs20.

    ConClusinPese a las millonarias campaas de

    propaganda del gobierno y del lobbyisrael en Estados Unidos, pese a laslcidas conferencias del Reut Insti-tute, el prestigio de Israel en el mundosigue por los suelos. En 2011, aunquehaba mejorado, la imagen mundial deIsrael slo era mejor que la de Irn,Corea del Norte y Pakistan segn unaencuesta de la BBC21.

    Israel se encontrara de esta manera

    ante una contradiccin. Tiene el apoyoexplcito o implcito de las lites occi-dentales, pero su credibilidad est des-truida ante la opinin pblica mundialcon muy pocas excepciones. Qu otracosa poda esperar tras las invasionesisraeles de Lbano en 2006 y la deGaza en 2008-2009, el asalto a la oti-lla en 2010 y el informe Goldstone quedenuncia las atrocidades del ejrcitoisrael? Extrapolando el espritu de las

    palabras citadas de Miri Eisen, Israelse ve como el pequeo David, pero una

    buena parte del mundo lo contemplacomo Goliat, como el matn del barrioen Oriente Medio.q

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    Pocos conflictos han generado tantas noticias y durante tan continuado espacio de tiempo como el palestino-israel.Los trminos campo de refugiados, Estado judo, OLP, Intifada, asentamiento, territorio ocupado, proceso de paz,forman parte del paisaje informativo en el que la mayora de nosotros hemos crecido. De modo que no es precisoser una persona especialmente leda, viajada o simplemente interesada en el tema, para tener una opinin de lo queocurre all, en ese rincn del mundo, al otro lado del Mediterrneo. En la mayora de los casos esa opinin, basta hacer

    la prueba y preguntar, se traduce en un eso no hay quien lo entienda, eso no tiene arreglo o, siguiendo el modelo decomentario con pretensiones histricas, eso lleva as desde tiempo inmemorial yno hay quien lo arregle, no hay quien lo entienda.

    Teresa Aranguren*

    Palestina: Imageny realidad

    Informacin y DebatenPUEBLOSnEspecial junion2012n13

    Informacin vs. desinformacinn COMUNICACIN

    FotograFa: gladys Martnez (Flickr.coM).

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    El lenguaje sirve tanto para des-cribir la realidad como paraescamotearla, eso es algo quesiempre han sabido los gabinetes de

    prensa y los expertos en comunica-cin. Los hechos se ocultan mejor trasmuros de palabras que con el silencio.

    imPortanCiadeldisCursoEl drama de Palestina que no tienenada de inmemorial; sino que tienefecha de origen y responsabilidadesconcretas, comenz, antes de con losfusiles y las bombas, con el lenguaje.Primero se cre el discurso, la narrati-va de la historia el expolio y la ocupa-cin de la tierra vino despus.

    Las razones econmicas y estrat-gicas o, dicho de otro modo, los inte-reses coloniales, que sin duda fueroncausa determinante de la catstrofeque se abati sobre la poblacin dePalestina, no bastan para explicarloen toda su dimensin. A veces, paraentender lo que ocurre, no basta con

    preguntarse el porqu, hay que pre-guntarse tambin el cmo.

    Y el cmo tiene mucho que vercon el caldo de cultivo histrico y

    cultural de Occidente en el que eldiscurso negacionista de la realidady la existencia de Palestina prenditan fcilmente. Dicho de otro modo,el caldo de cultivo fue el pensamien-to colonial que despoja al otro (los

    palestinos eran y son rabes, nuestrootro por excelencia) de humanidado al menos del mismo tipo de huma-nidad a la que pertenecemos nosotros.O que nos pertenece a nosotros. Esamirada colonial que cosica al otro y

    lo despoja de su condicin de sujetopermiti convertir la realidad de Pa-lestina en un simple obstculo paralos intereses estratgicos de las gran-des potencias del momento. Palestina,su existencia, se convirti en cuestina resolver.

    Un reclamo bblico y dos esl-ganes publicitarios presidieron los

    primeros pasos del avance sionista ysu contraparte, el expolio palestino:La tierra prometida por Yahve erael mito; una tierra sin pueblo para un

    pueblo sin tierra e Israel har ore-cer el desierto, los ejes de la campa-a propagandstica.

    Resulta signicativa la naturalidad

    con la que un mito y dos falsedadesfcilmente comprobables como tales,adquirieron categora de hechos y suecacia para ocultar la realidad de la

    Palestina de entonces y congurar lapercepcin de lo que vino despus.

    Palestina no era una tierra ignota ydesconocida, su historia estaba docu-mentada y hasta se podra decir que demanera mucho ms rigurosa que la deotras zonas del mundo. Se saba quehaba un pueblo en Palestina, habacensos de sus habitantes, registros dela propiedad, contratos comerciales,

    peridicos; sus gentes y sus paisajeshaban sido descritos por escritores

    y viajeros, se saba que Palestina noera un desierto ni un espacio vaco. Sesaba que haba una sociedad de co-merciantes, campesinos, hombres denegocios, escritores, poetas, ricos y

    pobres, conservadores y progresistas,con memoria histrica y aspiracionesde futuro. Un pueblo en n. Y sin em-

    bargo...

    asaltoalahistoriaEl primer robo de Palestina fue el

    robo de su historia, y su sustitucinpor un relato bblico que nos resul-ta afn y que en forma de historiasagrada (trmino contradictorio deraz, la historia por denicin no

    puede ser sagrada) hemos aprendidoen la escuela. La necesidad de esta-

    blecer una continuidad de sentidoentre el mtico tiempo bblico y eltiempo actual requiri borrar la his-toria real de Palestina ya que el rela-to de su pasado cuadraba mal con eldiscurso excluyente del movimientosionista. De ah el sentido radical-mente poltico que la arqueologaadquiere en Israel y el escaso inters,

    por no decir la voluntad de ignorarlos vestigios del legado histrico dePalestina, sea griego, fenicio, roma-no, bizantino y, por supuesto, rabe.Tambin explica la extrema y airadareaccin del gobierno israel y de suincondicional valedor Estados Uni-dos a la reciente admisin de Pales-tina como miembro de pleno derecho

    en la Organizacin de Naciones Uni-das para la Educacin, la Ciencia y laCultura (UNESCO).

    En la operacin de limpieza tni-ca que se llev a cabo en los meses

    previos y posteriores a la creacin delEstado de Israel no slo se trataba devaciar el territorio de poblacin ra-

    be, sino de eliminar las huellas de supresencia y su pasado, por eso, tras laexpulsin de sus habitantes se proce-da a destruir los pueblos y borrar susnombres del mapa. Como la arqueolo-ga, la toponimia es tambin cuestin

    poltica en Israel.Se puede aducir que todo esto es

    cosa del pasado y que la realidad dePalestina ahora es otra: la de los terri-torios ocupados, el muro, los asenta-mientos, las negociaciones, el proceso

    de paz, el bloqueo de Gaza, la divisininterna. Y es cierto, no es cuestin dequedarse anclados en la atroz injusti-cia que se cometi y que ya no podrser reparada del todo, sino de buscarsoluciones al menos medianamente

    justas para el futuro. Pero, si pensamosque la ms reciente condicin que elgobierno israel trata de imponer a la

    parte palestina es el reconocimiento,no ya de su legitimidad como Estado,sino como Estado judo, y que talreclamacin no ha provocado alarma

    ni apenas reaccin en los estamentospolticos y en los medios de comu-nicacin occidentales, advertimoshasta qu punto perduran los mismosmecanismos de percepcin que en sumomento favorecieron la lgica de lalimpieza tnica y la eliminacin de la

    poblacin no juda de Palestina enaras de la creacin de Israel.

    La pretensin de que se reconoz-ca a Israel como Estado judo quearrambla con el concepto de ciuda-

    dana al margen de la condicin reli-giosa o racial que desde la revolucinfrancesa se fue asentando en Europa,

    Es cierto que laocupacin no siempre matapero siempre nos

    impide vivir

    14n2012nEspecial junionPUEBLOSnInformacin y Debate

    COMUNICACIN

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    Informacin vs. desinformacinn COMUNICACIN

    no suscita escndalo ni se denunciacomo un atentado contra la base mis-ma de la democracia. Como tampocoen su momento provoc escndalo

    el absurdo argumento de la prome-sa bblica o la falacia de una tierrasin pueblo. No estamos en terrenovirgen, el terreno est contaminado.

    ellenguajeComoarmaEn el caso de Palestina el lenguajeha sido siempre un arma de primera.

    Hay que preguntarse cmo se ha con-seguido que al hablar de violenciay , en el discurso diplomtico, de la

    necesidad de acabar con la violencia,est sobrentendido que se habla deviolencia palestina (tanto la del te-rrorista suicida como la del nio que

    lanza piedras al ejrcito israel) pese aque los datos y las cifras de la realidadreejen que la violencia cotidiana de

    la ocupacin es incomparablemente

    ms mortfera y atroz. Claro que esaviolencia, que se traduce en un goteode muertos constante, rara vez, a no

    ser que sean ms de 10 muertos deuna sola vez, merece un titular desta-cado en la prensa o la apertura de un

    informativo. Y hay que preguntarsetambin por qu el termino ocupa-cin aparece en contadas ocasiones yel trmino fuerzas de ocupacin est

    prcticamente desaparecido, o por quse habla de colonias ilegales como sihubiera algunas legales, asumiendo ellenguaje del ocupante y desechando

    el lenguaje no del ocupado, sino de lalegalidad internacional.

    Si en una crnica sobre una opera-

    cin militar en Cisjordania encontra-mos, en vez de ejrcito o fuerzas dedefensa israeles, que es lo habitual,

    FotograFa:Jos

    M.

    ruibr

    riz

    (Flickr.c

    oM).

  • 7/30/2019 Pueblos52 Jun2012 Palest

    16/52

    tema con aquello de que la objeti-vidad no existe, que es una maneramuy socorrida de lavarse las manosy dejar que las cosas sigan su curso.Es cierto, puede que, como la justiciao la democracia, no exista en sentidoabsoluto, existe la bsqueda, el es-fuerzo de ser ms objetivos, ms de-mocrticos, ms justos. Y ah s quehay responsabilidad. Y razones paraexigirla.

    Objetividad no es lo mismo queimparcialidad, tampoco es equidis-tancia, no se resuelve equiparandolas razones o las versiones de unos yotros. La realidad no es cuestin deversiones. Hay versiones elaboradaspara falsear los hechos, para ocultar-los, para justicarlos y que, adems

    de falsas, son muy poderosas, cuen-tan con grandes tribunas y mediospara difundirse y asentarse en la con-ciencia de las gentes. En el caso dePalestina, la objetividad o el intentode objetividad requiere atravesar latelaraa tejida con silencios, mediasverdades y mentiras redondas con laque se ha intentado borrar su pasa-do y ocultar su presente y mirar loshechos tal como ocurrieron y como

    ocurren.No es cierto que lo que no apa-

    rece en los medios de comunicacinno existe. Lo que ocurre es que sloexiste para quienes lo viven. Pareceque slo les importa a ellos. La rea-lidad del muro, la violencia de loscolonos, los controles, el bloqueo,los registros, las detenciones, lasincursiones militares diarias, la rea-lidad de la ocupacin y, el paulatinoe imparable robo de la tierra que da

    a da tiene lugar en los territorios pa-lestinos, apenas ocupa espacio en losmedios de comunicacin, as que su

    existencia es percibida dbilmente,casi como un elemento colateral deuna realidad que, para nosotros, sedene en trminos de titulares que

    hablan de retomar las negociaciones,relanzar el proceso de paz, de la nece-sidad de acabar con la violencia, en elsentido de que la violencia que obs-taculiza la deseada paz es la violen-cia palestina. No es que los mediosmientan a conciencia, al menos notodos y no siempre, lo que ocurre esque la propia dinmica informativaen la que nos movemos nos llevaa quedarnos en el terreno de los dis-cursos ociales y ningunear aquello

    que ocurre da a da en el terreno dela vida. Pero informar es tratar decontar lo que pasa, buscar los he-chos, no las palabras con las que seenvuelven. Y en Palestina desde hacemucho tiempo las palabras sirven develo que oculta la atrocidad cotidia-na, la dimensin de la tragedia.

    Una cineasta y amiga palestiname dijo un da: Es cierto que la ocu-

    pacin no siempre mata pero siemprenos impide vivir.

    Hay pocos casos en la historia enlos que la tergiversacin y la ocul-tacin de la realidad hayan sido tanecaces como en el conicto pales-tino-israel. Pero, la realidad es muyterca, lo dijo no s quin y, aunque nola veamos o no queramos verla, ac-ta. Sigue su curso. Hasta que un danos sorprende, plantndose delantede nuestras narices.q

    Informares tratar de contarlo que pasa, buscar loshechos,no las palabras conlas que se envuelven

    el trmino fuerzas de ocupacin is-raeles, inmediatamente deducimosque el periodista es propalestino.No digamos si en referencia a Jerusa-ln oriental alguien se atreve a decir:Jerusaln ocupada. Y, sin embargo,segn la legislacin internacional,Jerusaln oriental es territorio ocupa-do y el ejrcito israel en Cisjordaniaes una fuerza de ocupacin. La meradescripcin de los hechos nos extra-a, suena a parcial. Y provocar, se-guramente, una airada protesta de laembajada israel ante la direccin delmedio y la consiguiente acusacinde antisemitismo contra el audazperiodista quien, muy probablemen-

    te, se lo pensar dos veces antes deemplear en la prxima crnica, si hayprxima crnica, trminos que, porprecisos y ajustados a la legalidad, sesalen de la corriente habitual.

    En el mundo occidental, las crti-cas a Israel, incluso en momentos enlos que las imgenes de las atrocida-des cometidas por su ejrcito golpeanla sensibilidad y la conciencia de laopinin pblica, suelen mantenerseen el terreno de denunciar el abuso,

    no el uso. Y as se habla de respues-ta desproporcionada cuando se trata,por ejemplo, del ataque contra Gazade diciembre de 2008-enero 2009o la invasin de Lbano de julio de2006 con sus atroces cifras de muertey destruccin, lo que lleva implcitola asuncin de la versin israel porla que todas sus acciones ofensivas,desde el bombardeo masivo de uncampo de refugiados a la invasin deun pas vecino, son defensivas. La

    perversin del lenguaje es ms peli-grosa cuando se produce natural-mente sin conciencia de que se per-vierte. Cuando simplemente sigue lacorriente. Y la corriente, aunque hayasaltos y turbulencias espordicas, vaen la direccin marcada por el discur-so israel que, an con diferencias degrado y matiz, es tambin la versinde Occidente.

    objetividad, CuestinClave

    Y llegamos a una cuestin crucial enla informacin y la comunicacin: laobjetividad. Lo ms fcil es zanjar el

    16n2012nEspecial junionPUEBLOSn Informacin y Debate

    COMUNICACIN nInformacin vs. desinformacin

    * Teresa Aranguren es p eriodista y escritora.Ha sido enviada especial a Oriente Medio

    para v arios medios de com unicac in.

    Hay versioneselaboradas para falsearloshechos, para ocultarlos,para justificarlos y que

    adems de falsas,son muy poderosas

  • 7/30/2019 Pueblos52 Jun2012 Palest

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    Informacin y DebatenPUEBLOSnEspecial junio n2012n17

    MIRADAS

    Palestina, como todo Oriente Prximo es, en su plano poltico actual, un producto de laPrimera Guerra Mundial, es decir, el reparto del ltimo imperio universal oriental, la Turqua

    Otomana, por las potencias occidentales. La Organizacin de las Naciones Unidas esel actor internacional de mxima responsabilidad en la cuestin de Palestina. Tras la

    Segunda Guerra Mundial, cuando la ONU fue fundada (en 1945) Palestina era un territorioadministrado por el Reino Unido por un mandato encomendado por la Sociedad de las

    Naciones en 1922. La situacin actual de Palestina, en gran medida,

    es responsabilidad fundamental de la ONU, ya que su resolucin181 de 1947 permiti el injusto y asimtrico plan de particin de

    Palestina y la creacin del Estado de Israel.

    Reconocimiento delEstado palestino,una responsabilidad de la ONU

    Najib Abu-Warda*

    Paula Cabildo

  • 7/30/2019 Pueblos52 Jun2012 Palest

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    MIRADAS

    18n 2012nEspecial junionPUEBLOSn Informacin y Debate

    como haban sido enunciados por laAsamblea en 1974.

    En 1975, la Asamblea General es-tableci el comit para el ejercicio delos derechos inalienables del pueblo

    palestino, tambin conocido comoComit de Derechos de los Palestinos.Se pidi al Comit que preparara un

    programa destinado a que los palesti-nos pudiesen ejercer sus derechos. En1976, el Comit formul dos tipos de

    recomendaciones: uno relativoal derecho de los palestinos aregresar a sus hogares y recupe-rar sus bienes, y el otro relativo

    a los derechos a la libre deter-minacin, a la independencianacional y a la soberana. ElConsejo de Seguridad exami-n el informe del Comit perono pudo adoptar una decisinal respecto a causa del voto encontra de los Estados Unidos.El Consejo volvi a ocuparsedel asunto en otras ocasiones,

    pero siempre sin llegar a adop-tar una decisin. La Asamblea

    General, sin embargo, respaldlas recomendaciones del Comi-t de Derechos de los Palestinostanto en 1976 como en los aossubsiguientes.

    lavozdelPuebloEn diciembre de 1987 se ini-ci la Intifadao levantamiento

    popular que surgi como ex-presin de la crisis acumuladadurante tantos aos de ocu-

    pacin, encontr su principalrazn en la propia ocupacin y en lasmedidas represivas que se han practi-cado en Palestina durante esos aos.El levantamiento palestino no fue unhecho aislado, sino el producto deldesarrollo de una lucha sin cuartelcontra la ocupacin israel. La Inti-fada ha producido importantes cam-

    bios en el terreno poltico de la OLP,una mayor cohesin a nivel regionaly unas claras expectativas en la pol-tica internacional en relacin al con-icto rabe-israel. El levantamiento

    palestino modic la correlacin de

    fuerzas y el status quo en la regin.

    T

    ras dcadas de enfrentamientorabe-israel, se reconoce uni-

    versalmente la necesidad deun arreglo pacco. Todas las partesimplicadas en el conicto coinciden

    en que cualquier solucin debe teneren cuenta los legtimos derechos del

    pueblo palestino, no slo porque lacuestin de Palestina constituye elncleo de la controversia, sino tam-

    bin porque su falta de arreglo plan-tea una amenaza constante a la

    paz y a la seguridad regional einternacional. La falta de unasolucin al conicto palestino-

    israel, despus de 60 aos deocupacin, seguir afectandola reputacin de la ONU y des-

    pertando dudas sobre su impar-cialidad.

    Por ello, esta cuestin hasido objeto de creciente aten-cin en los esfuerzos para lograrla paz en Oriente Medio y espe-cialmente desde el proceso de

    paz iniciado en la Conferenciade Madrid a nales de 1991.

    En su gnesis, desarrollo yexpectativas de futuro, Palesti-na qued condicionada por lasResoluciones de la ONU. El29 de noviembre de 1947 esteorganismo aprob la Resolu-cin 181 sobre la particin dePalestina en dos Estados. Estehecho marc el comienzo delxodo palestino. El 15 de mayode 1948 se produjo el n o-cial del mandato britnico y, almismo tiempo, la creacin delEstado de Israel sobre ms de la mitaddel territorio palestino. La segunda

    parte de la Resolucin referente al Es-tado palestino nunca se cumpli. LaResolucin de la ONU entraa unagran responsabilidad poltica y moralde esta organizacin hacia los palesti-nos, que debe asumirse en ese mismomarco internacional. Desde entonces,el pueblo palestino ha enfrentado lausurpacin de su patria, la consca-cin de sus tierras, la expulsin de

    sus gentes y no olvida ni un instantela responsabilidad de la ONU; pero,al mismo tiempo, comenz a movili-

    zarse para alcanzar su independencia,en correspondencia con los derechos

    que le coneren las leyes internacio-nales y los propios principios de dichaorganizacin.

    objetivo, elestadoPalestinoEn 1974, la OLP adopt un progra-ma basado en la creacin del Estado

    palestino por etapas, se declaraba dis-puesta a crear el Estado provisional

    sobre cualquier parte del territorio li-berado. Este programa desemboc enla adhesin de la OLP a las NacionesUnidas como observador. En la Reso-lucin 3236 (XXIX) de la Asamblea

    General, de 22 de noviembre de 1974,se rearmaron los derechos inaliena-

    bles del pueblo palestino, que incluanel derecho a la libre determinacin sininjerencia del exterior, el derecho a laindependencia y a la soberana nacio-nales y el derecho a regresar a sus ho-

    gares y a recuperar sus bienes. Desdeentonces, se han rearmado cada ao

    los derechos del pueblo palestino, tal

    fotografa:sandra

    barrilaro

  • 7/30/2019 Pueblos52 Jun2012 Palest

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    Sociedad y polticanMIRADAS

    Informacin y DebatenPUEBLOSnEspecial junion2012 n19

    La falta de una solucinal conflicto, despus de60 aos de ocupacin,seguir afectando lareputacin de la ONU ydespertando dudas sobresu imparcialidad

    esta Conferencia se estanc en 1993,israeles y palestinos llevaron a caboconversaciones secretas en Noruegaque a nales de 1993 llegaron a la con-certacin del Acuerdo de Oslo entreIsrael y la OLP.

    El Acuerdo contena un punto re-ferido a la retirada de las tropas israe-les de Cisjordania y Gaza en tres eta-

    pas; adems, convocaba a eleccionesdemocrticas en los territorios pales-tinos, lo cual conducira a la creacinde un Estado palestino independiente.

    En 1994, la OLP retorn a Gaza,para iniciar la construccin de las ba-

    ses del futuro estado independiente.Sin embargo, Israel comenz a ponertrabas a tales acuerdos. Los sucesivosgobiernos israeles violaron sistemti-camente las disposiciones de paz.

    Tras aos de estancamiento, en1999 se reactiv el proceso de paz atravs de la rma de un acuerdo pro-visional que dara lugar a un nuevorepliegue de las tropas israeles en laRibera Occidental y Gaza y la reanuda-cin de las negociaciones sobre cues-

    tiones relativas al estatuto permanente.Sin embargo, debido a que no se

    haban solucionado los grandes pro-blemas entre Israel y Palestina, co-menzaron nuevas protestas y actos deviolencia en los territorios ocupadosa nales de septiembre del 2000, co-menzando una Segunda Intifada queno ha terminado.

    miembrodePlenodereChoDos dcadas despus, en medio de

    un profundo silencio internacional,el fracaso de todas las iniciativas de

    paz, las reiteradas decepciones sufri-das por los negociadores palestinos, elestancamiento en el que se encuentrael proceso de paz para Oriente Medio,as como la falta de respuestas inter-nacionales y la necesidad de concluircon una situacin de bloqueo impues-to sobre Palestina respaldan la idea dedirigirse a las Naciones Unidas para

    proclamar el Estado palestino y con-

    vertirse en miembro de pleno derecho.En esta nueva etapa histrica de

    transiciones polticas en toda la re-

    gin, el pueblo palestino, a travs desus instituciones polticas y sociales,tiene que dirigirse a la comunidadinternacional y reclamar un papelefectivo de las Naciones Unidas. Endenitiva, exigir la creacin de un Es-tado independiente de acuerdo con lasresoluciones de la ONU.

    La decisin palestina de recurrir ala ONU nuevamente es un paso avan-zado dentro del propio proceso de pazy no debe considerarse como un actounilateral, tal como lo calica Israel.

    No es una proclamacin de indepen-dencia, es una iniciativa que busca la

    integracin del Estado palestino en lacomunidad internacional. Su recono-cimiento aportar un nuevo dinamis-mo a la solucin del conicto, es un

    primer paso hacia la reactivacin delas negociaciones de paz.

    Conforme a la Carta de NacionesUnidas, la aceptacin como miembrode un nuevo Estado necesita de la de-cisin de la Asamblea General basadaen la recomendacin del Consejo deSeguridad. Si alguno de sus miembros

    ejercitase su veto, debera convocarseuna sesin extraordinaria de la Asam-blea General. Esto es posible en virtudde la Resolucin 377 de 1959, paraque en caso de bloqueo por veto sesalvaguarde la paz.

    La iniciativa palestina requiere elreconocimiento previo del mayor n-mero de pases del mundo. Hasta la fe-cha, ms de 120 Estados reconocen dehecho o maniestan su reconocimien-to al Estado palestino. El reconoci-miento ser pleno con el apoyo de los

    pases occidentales, en particular losmiembros de la Unin Europea. Debe-mos recordar que el 24 de septiembrede 2010 el presidente Obama propusoque la Asamblea General de la ONUdebera reunirse otra vez el prximoao con un acuerdo que llevase a lacreacin de un nuevo miembro de laONU, un Estado soberano indepen-diente palestino que viviese en paz conIsrael. El 21 de abril de 2011, el pre-sidente francs Nicolas Sarkozy infor-

    m al presidente palestino MahmoudAbbas de su claro apoyo a los esfuer-zos por crear un Estado palestino.

    El 15 de noviembre 1988, la OLP,aceptando la solucin de dos Estadosen la Palestina histrica, declaraba laindependencia del Estado palestino.En su Resolucin 43/177, de 15 de di-ciembre de 1988, la Asamblea Gene-ral de la ONU tom conocimiento dela proclamacin del Estado de palesti-na hecha por el Consejo Nacional dePalestina. La Asamblea arm la ne-cesidad de que se permitiera al pueblo

    palestino ejercer su soberana sobre supropio territorio ocupado desde 1967.

    La Asamblea decidi, asimismo,que se utilizara la designacin Pales-tina en vez de la de Organizacin deLiberacin de Palestina, sin perjuiciode las funciones y la condicin de ob-servadora de la OLP dentro del siste-ma de las Naciones Unidas. Diez aosms tarde, en 1998, por su Resolucin52/250, de 7 de julio, la Asamblea Ge-neral decidi conceder a Palestina, en

    su calidad de observadora, derechos yprerrogativas adicionales respecto a laparticipacin en los perodos de sesio-nes y en los trabajos de la AsambleaGeneral, as como en las NacionesUnidas y en sus conferencias interna-cionales.

    En 1991, los cambios mundialestales como el n de la guerra fra,

    el reajuste de la poltica exterior delas grandes potencias y la guerra delGolfo inuyeron en la situacin de

    Oriente Medio. Esto dio lugar a laConferencia de Paz sobre el OrienteMedio en Madrid en 1991. Aunque

  • 7/30/2019 Pueblos52 Jun2012 Palest

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    El Comit de Admisiones, queagrupa a los 15 miembros del consejo,est encargado de la admisin de nue-vos miembros a la ONU. La decisindel Consejo, requerida por sus normas

    de procedimiento, es el primer pasoocial del rgano de 15 naciones para

    considerar la peticin de Palestina deser reconocida como Estado.

    Estados Unidos, miembro per-manente del Consejo de Seguridad yestrecho aliado de Israel, anticip quevetar cualquier accin para recono-cer a Palestina como Estado miembrode la ONU. Estados Unidos e Israelse oponen con rmeza a la solicitud

    palestina argumentando que un Esta-

    do palestino debe ser resultado de lasconversaciones directas entre israelesy palestinos.

    fuerzas armadas cuando fuere necesa-rio a n de mantener o restaurar la paz

    y la seguridad internacionales.Este mecanismo fue ideado en

    los aos 50 para prevenir cualquierveto sovitico durante el conicto enCorea y ha generado la convocatoriade algunas sesiones extraordinariasde la Asamblea General. Sin embar-go, el propio texto de la Resolucinse reere exclusivamente a temas de

    paz y seguridad internacionales y,por supuesto, la solucin del conic-to palestino-israel es un asunto queconcierne a la paz y seguridad inter-nacionales.

    Por otro lado, la Asamblea Gene-

    ral podra optar por reconocer a Pa-lestina como un Estado Observador

    No Parte. Actualmente, Palestina esreconocida como una entidad ob-servadora, darle el ttulo de EstadoObservador lo pondra en la mismacategora que la detentada hoy porel Estado vaticano y por Suiza hasta2002. Esta opcin, si bien no le brin-da membresa a Palestina, es un pasolimitado, y su importancia radica endotar a Palestina del status de esta-

    do lo que le otorgara la potestad dedenunciar las acciones israeles antelos tribunales internacionales y actuardentro de otro nivel de escenarios in-ternacionales.

    Mientras el Comit de Admisionesest analizando si los palestinos cum-

    plen las condiciones estipuladas en laCarta Magna de la ONU para su ad-misin, la UNESCO, Organizacin de

    Naciones Unidas para la Educacin,la Ciencia y la Cultura, en su confe-rencia 36, admiti a Palestina comomiembro de pleno derecho. ste esun momento histrico que le devuelvea Palestina algunos de sus derechos,arm al trmino de la votacin el

    ministro palestino de Relaciones Ex-teriores, Riyad al Malki, que haba

    pedido el apoyo de las delegacionescomo la principal contribucin que

    puedan aportar a la paz.A diferencia de la ONU, donde la

    adhesin requiere la recomendacindel Consejo de Seguridad en el que

    existe el derecho de veto, la admisinen la UNESCO necesita, adems de larecomendacin del Consejo Ejecuti-

    vo, obtenida por la Autoridad Palesti-

    na ya a principios de octubre, la vali-dacin por parte de los dos tercios delos votantes que asisten a la Conferen-cia General, compuesta por todos losestados miembros. En su 36 reunin,que se celebr en Pars en noviembrede 2011, la Conferencia General apro-

    b la peticin en una votacin abiertaa la que asistieron 173 pases.

    Se trata de un momento histri-co que le devuelve a Palestina ciertosderechos, dijo nada ms conocerse la

    decisin el ministro de Asuntos Exte-riores palestino, Riyad al-Malki, quese desplaz hasta Pars para defenderla adhesin en la Unesco. Es el iniciode un camino duro que nos permitirliberarnos de la ocupacin, aadi.

    La entrada en la UNESCO suponeuna victoria diplomtica de conside-racin para Palestina que aspira a quetoda la ONU, no slo uno de sus or-ganismos, la reconozca como Estadosoberano.

    No hay duda de que la paz en laregin depende, en gran medida, de lanormalizacin de la situacin en Pa-lestina y su admisin incondicional enla comunidad de estados. La iniciati-va palestina debe ser bienvenida y lacomunidad internacional debe actuarcon responsabilidad. Ahora corres-

    ponde a las Naciones Unidas asegurarun acuerdo denitivo y justo basado

    en el derecho internacional para reco-nocer el status de Estado para la nacinms antigua del mundo, Palestina.q

    Corresponde a lasNaciones Unidas asegurarun acuerdo definitivoy justo basado en el

    derecho internacional parareconocer el estatus de

    Estado para la nacin msantigua del mundo

    El reconocimiento delEstado palestino aportarun nuevo dinamismo ala solucin del conflicto,

    es un primer paso haciala reactivacin de lasnegociaciones de paz

    20n2012nEspecial junionPUEBLOSn Informacin y Debate

    MIRADAS

    *Najib Abu-Warda es profesor deRelaciones Internacionales (UCM).

    La Autoridad Palestina, frente alposible veto de Estados Unidos en elConsejo de Seguridad, tiene la opcinde recurrir al mecanismo de la Reso-lucin 377 (V) de 1950 Unin proPaz que seala que: Si el Consejode Seguridad, por falta de unanimidadentre sus miembros permanentes, dejade cumplir con su responsabilidad

    primordial de mantener la paz y la se-guridad internacionales en todo casoen que resulte haber una amenaza a la

    paz, un quebrantamiento de la paz o unacto de agresin, la Asamblea Generalexaminar inmediatamente el asunto,con miras a dirigir a los miembrosrecomendaciones apropiadas para la

    adopcin de medidas colectivas, in-clusive, en caso de quebrantamientode la paz o acto de agresin, el uso de

  • 7/30/2019 Pueblos52 Jun2012 Palest

    21/52

    Informacin y DebatenPUEBLOSnEspecial junion 2012n21

    Sociedad y polticanMIRADAS

    el Estado de Israel cuando se dict laley. As mismo, Israel contina ejer-ciendo control sobre el movimientode los palestinos, desde y hacia losTPO, prohibiendo a los refugiados de1967 retornar a esas reas.

    Segn el informe de ACNUR,Tendencias Globales 2010, a nales

    de 2010, 43,7 millones de personas es-taban en situacin de desplazamientoforzado en todo el mundo, la cifra ms

    alta de los ltimos 15 aos. De stas,15,4 millones eran refugiadas; 10,55millones estaban bajo la responsabili-

    La autoproclamacin del Estado deIsrael en 1948 supuso la instauracin

    sistemtica del proyecto sionista delimpieza tnica y el desplazamiento

    masivo de la poblacin palestinaautctona. Desde entonces, varias

    generaciones de refugiados yrefugiadas han nacido y se han criadoen el exilio, estimndose que, a da de

    hoy, hay alrededor de 11,2 millones1

    ,incluyendo alrededor de 6 millonesde refugiados desplazados en 1948y sus descendientes. La mayora de

    esta poblacin, 4,82 millones, estregistrada en la UNRWA y viven en uno

    de los 58 campos ofciales existentes

    en las cinco zonas de operaciones:Jordania, Lbano, Siria, Cisjordania y

    Gaza, recibiendo asistencia2. Adems,unos 830.000 refugiados y sus familias

    fueron desplazados la primera vez en

    1967 y alrededor de 400.000 palestinos,cuyo estatus legal no es claro, fueron

    igualmente desplazados de los TerritoriosPalestinos Ocupados (TPO) como

    consecuencia de la ocupacinmilitar israel en 1967.

    La infancia palestina:64 aos de Nakba

    Hana Cheikh Ali*

    fotografa: sandra barrilaro

    Hoy en da, Israel tiene sobe-rana sobre el territorio en elque se encuentran los hogaresde origen de los palestinos refugiadosdesde 1948, negando su derecho al re-torno e impidiendo incluso el accesoal mismo. En 1952, Israel desnacio-naliz a los palestinos originarios ya sus descendientes de los territoriosde 1948 a travs de la Ley de la Ciu-dadana, estableciendo como criterio

    para conceder la ciudadana una con-dicin imposible de cumplir para losrefugiados palestinos: la presencia en

  • 7/30/2019 Pueblos52 Jun2012 Palest

    22/52

    22n2012nEspecial junionPUEBLOSnInformacin y Debate

    dad constante y problemas de com-portamiento y comunicacin.

    Las malas condiciones de vida enla mayora de los campamentos derefugiados (es decir, el hacinamiento

    en los hogares, la falta de espaciosde recreo, la mala calidad del agua yel saneamiento, y la insuciencia de

    iluminacin y ventilacin) afectan engeneral al bienestar psicosocial de losnios refugiados que viven en ellos.

    Las y los nios refugiados palesti-nos que residen en el Lbano, Jordaniay Siria tambin estn expuestos a unavariedad de factores y acontecimien-tos que afectan negativamente a su

    bienestar psicosocial general.

    y miPaPmsLos juegos de nios revelan muchascaractersticas del entorno en el que vi-ven, sus frases, sus gestos son inocen-tes indicadores de sus vivencias. Losnios palestinos, como todos, tambin

    juegan y compiten por ser los mejores,tener la mejor madre, el mejor padre yas, una frase que quiz todas las per-sonas hemos dicho en nuestra infanciaes y mi pap ms. Esta frase puededecirnos muchas cosas cuando por loque se compite es por el nmero decondenas vitales que la entidad sionistale ha impuesto a tu padre, a tu madre oa ambos y quieres ser el nmero uno enesa competicin para demostrar que tu

    padre, tu madre, son los ms valientesen la defensa de tu tierra y de tu pue-

    dad de ACNUR y 4,82 millones eranrefugiados palestinos bajo el manda-to de UNRWA. La cifra total incluyeigualmente a 837.500 solicitantes deasilo y 27,5 millones de desplazados in-

    ternos. El 44 por ciento de los refugia-dos y el 31 por ciento de los solicitantesde asilo eran menores de 18 aos3.

    ACNUR dene una situacin de

    refugiado prolongado como aquellasituacin en la que 25.000 o ms re-fugiados de una misma nacionalidadhan estado en el exilio durante un m-nimo de cinco aos en cualquier pasde asilo. Segn esta denicin, se

    calcula que, a nales de 2010, unos

    7,2 millones de refugiados estaban en

    esta situacin.De acuerdo con lo anterior, la si-tuacin de los refugiados palestinoses una de las ms prolongadas en eltiempo, y constituyen un tercio detoda la poblacin de refugiados delmundo y slo estn incluidos parcial-mente en las estadsticas del ACNUR.

    El mayor problema al que se en-frentan los refugiados palestinos, es-

    pecialmente los nios y nias, es elrechazo a soluciones duraderas, en

    particular, la negativa a hacer efectivoel derecho al retorno.

    En la Franja de Gaza, los niosrepresentan cerca de la mitad de la

    poblacin refugiada registrada en laUNRWA y aproximadamente el 40

    por ciento, entre las poblaciones derefugiados de la Ribera Occidental,Jordania y Siria. Su porcentaje es in-ferior en el Lbano, donde menos deun tercio de la poblacin refugiadaest inscrita.

    Sin embargo, una encuesta de los

    refugiados de 1967 en Jordania mues-tra que el 40 por ciento tiene 15 aosde edad o menos. En Egipto, Iraq, Li-

    bia y Arabia Saud, donde los pales-tinos son una poblacin importante

    para el ACNUR, los nios represen-tan entre el 30 y el 42 por ciento de la

    poblacin refugiada.

    ProblemasPsiColgiCosLos nios palestinos refugiados en losTPO se encuentran en una difcil si-

    tuacin de agotamiento nervioso a ni-vel psicolgico debido a una multitudde factores relacionados con su da a

    da y con la incertidumbre en cuantoa su futuro. En distintos grados, el

    temor por su seguridad personal o eldestino de los miembros de la familiay la frecuente exposicin a la violen-cia y amenazas ha dado lugar a unageneralizada sensacin de inseguri-dad entre los nios. Son el grupo msvulnerable frente al riesgo de sufrirlos efectos nocivos que a largo plazo

    produce la continua exposicin a laviolencia y al estrs.

    En los TPO, los cierres, los toquesde queda, los combates espordicos,

    los ataques militares, el muro delapartheid, el robo de tierras, la cons-truccin de asentamientos, los asesi-natos selectivos, el encarcelamientocontinuo, dejan un profundo impacto

    psicolgico en los nios palestinos.Desde que en 1948 se autoprocla-

    mara el Estado de Israel instaurandodenitivamente su estrategia de lim-

    pieza tnica, los nios son asesinadosa tiros, golpeados, hostigados e inti-midados en el camino hacia o desde laescuela, cerca de sus casas, o mientrasse renen con amigos o ayudan a sufamilia en el campo.

    En la Ribera Occidental y la Fran-ja de Gaza, se estima que ms del 90por ciento de los nios palestinos nose sienten seguros y estn convenci-dos de que son vulnerables a los ata-ques. Como consecuencia directa delconicto, el 95 por ciento de los nios

    palestinos sufre varios y serios trau-mas fsicos y psicolgicos. La mayo-ra presenta miedos constantes, estrs

    postraumtico, ansiedad, depresionesprofundas, desrdenes en el sueo yen la conducta, frustracin, inseguri-

    Los nios palestinos se vensometidos a su retencinpara serusadoscomoescudos humanos en

    operaciones militares delas fuerzas de ocupacin

    o informantes

    Ali, de 11 aos, vive consu abuela en el campo de

    refugiados de Balata, Ribera

    Occidental de Palestina (TPO1967). Su padre y su madre

    fueron sentenciados a trescondenas vitales y sometidos

    a aislamiento en crcelessituadas en la entidad

    sionista. De mayor quiere serabogado para poder sacarles

    de la crcel.Su hermana Nemrn, de 12aos, quiere ser periodista

    para contarle al mundo lo quepasa en Palestina.

    MIRADAS

  • 7/30/2019 Pueblos52 Jun2012 Palest

    23/52

    Israel (IPS, en sus siglas en ingls) yde las instalaciones de detencin tem-

    poral del ejrcito israel, haba 220nios palestinos (12 a 17 aos) dete-nidos por Israel a nales de abril de

    2012. Esto representa un incrementode 14 nios (siete por ciento) respectoal mes anterior. Cada ao, aproxi-madamente, entre 500-700 nios

    palestinos, algunos de 12 aos, sondetenidos y condenados por el siste-ma judicial militar israel. La acusa-cin ms comn es tirar piedras. Lamayora de estos nios son detenidosdentro de Israel en violacin del art-culo 76 de la Cuarta Convencin deGinebra4.

    Esta Convencin prohbe la trans-ferencia de prisioneros fuera de losTerritorios Palestinos Ocupados. Sinembargo, Israel contina reteniendoa los nios fuera, lejos de sus fami-lias, que la mayora de las veces noconsiguen el permiso para salir, lo queconstituye un crimen de guerra. Lasfamilias de los territorios ocupados en1948 tardan entre 7 y 9 horas en lle-gar, las familias de Cisjordania entre14 y 17 y las familias de Gaza tienen

    Informacin y DebatenPUEBLOSnEspecial junion2012n23

    prohibidas las visitas desde septiem-bre de 2007.

    El constante hostigamiento de lasfuerzas de ocupacin contra la infan-cia palestina no se agota con su en-

    carcelamiento y las condiciones en lasque ste se produce. Los nios pales-tinos se ven sometidos a su retencin

    para ser usados como escudos huma-nos en operaciones militares de lasfuerzas de ocupacin y para ser infor-mantes. As lo ha constatado Defensefor Children International/PalestineSection en su informe Recruitmentand Use of Palestinian Children