Pensamiento Complejo, hacia una arquitectura epistemológica
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Arquitectura epistemológica
El presente trabajo tratará de mostrar los elementos generales que están detrás de múltiples aportaciones teóricas contemporáneas desde diversas disciplinas. La idea de que el pensamiento complejo es un tipo de cosmovisión en proceso, y para nada clarificada, se dejará ver a través del trabajo. Esto no es una descripción de una teoría particular, sino más bien, la exposición de algunos elementos que han emergido en la investigación social contemporánea de forma reiterada.
Álvaro León Garrido30/11/2010
Pensamiento Complejo
CONTENIDOS
INTRODUCCIÓN.....................................................................................................2
Paradigma reduccionista.......................................................................................3
¿Quién necesita certidumbre?..............................................................................4
Surge la paradoja..................................................................................................4
Cambio de paradigma...........................................................................................5
EL SUJETO..............................................................................................................5
VERDAD, OBJETIVIDAD Y REALIDAD...................................................................6
Realidad................................................................................................................6
Verdad y Objetividad.............................................................................................8
CONSTRUCCIÓN DE CONOCIMIENTO.................................................................9
SISTEMAS SOCIALES..........................................................................................10
Complejidad en los sistemas sociales................................................................10
Sistemas autopoiéticos.......................................................................................12
BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................14
ANEXO: Complejidad y creación (distinción) sistémica.........................................17
1
Pensamiento Complejo
«Pero en realidad ningún ‘yo’, ni siquiera el más ingenuo, es una unidad, sino un mundo altamente multiforme, un pequeño cielo de
estrellas, un caos de formas, de gradaciones y de estados, de herencias y de posibilidades. Que cada uno individualmente se afane por tomar a este caos por una
unidad y hable de su yo como si fuera un fenómeno simple, sólidamente conformado y delimitado claramente: esta ilusión natural a todo hombre (aun al más elevado) parece
ser una necesidad, una exigencia de la vida, lo mismo que el respirar y el comer.»
Lobo estepario, Hermann Hesse, 1927.
INTRODUCCIÓN
Por ese entonces, Hermann Hesse expresaba a través de la novela un sentimiento
que se hacía cada vez más evidente en la atmósfera intelectual: lo múltiple y
complejo de describir al hombre y a la realidad1 –también se reflejó en la omisión
del clasicismo (Simmel, 1984) y emergencia del cubismo (Ibáñez, 1998), por
ejemplo-2. Pero hablar de lo múltiple y complejo que se vuelve el análisis de la
realidad obliga a hacer algunas precisiones. Lo primero es, sin duda, preguntarnos
si efectivamente existe la complejidad. En este sentido, Morin afirma que «hay
complejidad dondequiera se produzca un enmarañamiento de acciones, de
interacciones, de retroacciones» (Morin, 1994-b, pág. 421). Cabe entonces entrar
en acuerdo respecto a qué entenderemos por “complejidad”. La complejidad es,
por un lado, una forma de pensamiento que lleva en sí «la imposibilidad de
unificar, la imposibilidad del logro, (y) una parte de incertidumbre» (Morin, 2004,
pág. 136), pero esto no quiere decir que el pensamiento complejo sea el
1 Como afirma Morín, también en el terreno de la física «la complejidad había surgido sin decir aún su nombre» (Morin, 2004, pág. 58). Esta afirmación puede expresarse en términos de todas las ciencias naturales, las cuales, sobre todo en el siglo XX, han expresado algún elemento característico del pensamiento complejo, considerado en este sentido, como un nuevo paradigma.2 Las variadas representaciones que manifestó y sigue manifestando el arte pueden dar cuenta de ello: la reflexividad y multiplicidad de roles en los protagonistas en la novela (por ejemplo en H. Hesse, M. Kundera, Balzac, Dostoievski y Dickens) o el cine, no como forma de registrar el mundo, sino que como experiencia comprometedora, del mismo E. Morin.
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Pensamiento Complejo
escepticismo absoluto, sino que éste asume la «deficiencia cognitiva del
conocimiento» (Morin, 2004, pág. 144). «Por eso es que la complejidad es
diferente de la completud» (Morin, 2004, pág. 100). Por otro lado, «la complejidad
no es una operación; no es algo que un sistema ejecute ni que suceda en él, sino
que es un concepto de observación y de descripción» (Luhmann, 2006).
El objetivo de éste trabajo será la descripción del concepto de complejidad como
antecedente de un tipo de pensamiento particular y emergente de la actualidad3.
Paradigma reduccionista
En este sentido, ésta nueva cosmovisión se opone a la ciencia clásica, o
pensamiento reduccionista, el cual oculta fundamentalmente dos cosas, «la idea
mágica de Pitágoras de que los números son la realidad última, y la idea religiosa
todavía presente, tanto en descartes como en Newton, de que el entendimiento
divino es el fundamento del orden del mundo» (Morin, 2004, pág. 146); también se
opone tipo de pensamiento clásico que cree encontrar en su reducción –en la
eliminación del “ruido”, es decir, de los elementos singulares de los fenómenos en
desmedro de lo común a una clasificación– un conocimiento fidedigno y completo4:
este nuevo tipo de pensamiento acepta el reduccionismo pero relativizado, esto
es, considerado en su justa medida y con la permanente conciencia de que es una
reducción. En este sentido, el paradigma reduccionista es un paradigma que
necesita verdades absolutas; el nuevo paradigma, abandona esa nostalgia por la
certidumbre5, y avanza en la dirección de los fenómenos emergentes6 (Caro
3 Cabría precisar, a modo de síntesis, que la complejidad es una operación teórica, y no una cualidad de la realidad en tanto tal. La realidad no puede saberse compleja por sí misma, sino que se constituye como tal en un acto de observación.4 En este sentido, la ciencia clásica ha considerado siempre el conocimiento como un producto (Rodriguez Zoya, 2008). Esto queda finalmente invalidado con los aportes de Maturana y Varela, quienes afirman «todo hacer es conocer y todo conocer es hacer» (Maturana R. & Varela G., 2009,pág. 13); así, «pierde sentido la diferenciación usual entre producto y productor» (Varela, 1998,pág. 98).5 Una brillante reflexión respecto a la “certidumbre” se encuentra en una entrevista de Cristian Warnken, en su programa “La belleza de Pensar”, a Humberto Maturana. Disponible en: http://video.google.com/videoplay?docid=-8528097128789351344#6 «La noción de complejidad refiere (…) a la aparición de propiedades emergentes provenientes de la interacción local de un número de componentes (y no simplemente la sumatoria de variables) que pueden ser perfectamente muy modestos» (Miceli, Guerrero, Quinteros, Diaz, Jordan Kristoff,& Castro, pág. 3). Los fenómenos emergentes pueden surgir tanto de distinciones con sentido, como del azar. En el mismo sentido, Morin afirma «podemos llamar emergencia a esas cualidades que nacen a nivel del todo, dado que emergen, que llegan a ser cualidades a partir del momento en que hay un todo. Esas cualidades emergentes pueden retroactuar sobre las partes» (Morin, 1994-b, pág. 428).
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Pensamiento Complejo
Almela, 2002).
¿Quién necesita certidumbre?
Y es que todos los avances científicos apuntaron en una dirección opuesta a la
“producción” de certidumbres, principalmente desde cuatro descubrimientos
distintos: los nuevos modelos atómicos7 (un núcleo con electrones moviéndose a
su alrededor) introdujeron la idea de sistema; el carácter contradictorio de la
materia (comportamiento ondulatorio y crepuscular) significó la irrupción del
postulado de asociación compleja de instancias necesarias para la existencia, el
funcionamiento y el desarrollo de fenómenos organizados (es la unidad compleja
de lógicas contradictorias8); el principio de incertidumbre o indeterminación
(imposibilidad de medir simultáneamente la velocidad y la posición de una
partícula9) trasciende porque significa que el acto de medición (investigación,
teorización, etc.) altera y perturba el objeto observado (Rodriguez Zoya, 2008). A
esto último debe agregársele el aporte de la mecánica relativista que formula que
la observación depende del punto/momento de la observación: el acceso a la
“verdad” de un objeto requiere de intersubjetividad (Ibáñez, 1998). Con ello el
sujeto codificador de una “verdad exterior” (que Kant denominó “subjetividad
trascendental”) pierde su sustento (Ibáñez, 1998). Una última aportación
fundamental es el teorema de incompletitud de Gödel que postula que «una teoría
no puede ser a la vez consistente (todas las proposiciones son verdaderas) y
completa (todas las proposiciones son demostrables)» (Ibáñez, 1998-b, pág. 60).
«Es la renuncia a todas las instancias últimas y a todas las legalidades históricas
invariantes, lo que ha proporcionado un cambio de mentalidad cuya aparición en la
teoría de las ciencias parece inminente» (Luhmann, 1998, pág. 426).
Surge la paradoja
A finales del siglo XIX, cuando toda la ciencia tradicional se afanaba por la
búsqueda de la piedra fundacional sobre la cual establecer sus determinismos,
aparecen de forma casi simultánea El origen de las especies de Darwin, y la
formulación por parte de Clausius de la segunda ley de la termodinámica10. Ambos
aportes suponen lógicas distintas, las cuales resumiré en las siguientes triadas:
7 Desde Rutherford, luego Bohr, hasta llegar el modelo de Schrödinger (Papp, 1996). 8 «La contradicción no es el equivalente al error, (…) sino un aspecto constitutivo de la complejidad de lo real que no puede ser eliminado ni reducido» (Rodriguez Zoya, 2008, pág. 8)9 Aportación de la mecánica cuántica realizada por Heisenberg. El principio postula básicamente: al intentar medir el movimiento, se indetermina la ubicación en el espacio; al intentar medir la posición, se indetermina la velocidad.
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Pensamiento Complejo
por una parte evolución/adaptación/orden; por la otra, entropía/desorden/azar. Las
aclaraciones que caben en éste apartado son dos: lo primero es el concepto de
“adaptación” como elemento de la teoría evolutiva. En éste sentido hace referencia
al proceso de “selección natural” –el cual es, en realidad, un accidente que resulta
selectivo– según el cual los organismos “encajan” en el medio ambiente (von
Glasersfeld, 1994), y que por medio de ello, se conducen a un orden entre el
organismo y el ambiente. Lo segundo es el concepto de “entropía”. La entropía ha
sido generalmente asociada al desorden, pero se ha olvidado que (y esto es lo
novedoso), a partir del desorden, surgen estados ordenados (Prigogine, 1994-a).
Cambio de paradigma
Cuando algo se encuentra tan diluido y desgajado como lo está el antiguo
paradigma de las reducciones y dicotomías, lo único que queda es, partiendo
desde la auto-observación de nuestras vidas, reconocer las nuevas pautas y
valores que nos rigen, y construir desde allí una nueva cosmovisión que se
identifique realmente con lo multidimensional de la existencia, que carece de
fundamentos últimos. En esta nueva cosmovisión el observador juega un rol
fundamental: ya no es separado su contexto de producción de su contexto de
justificación y aplicación; con ello el problema ético (muy en boga en la actualidad)
vuelve a entrar al corazón de la praxis científica (Rodriguez Zoya, 2008). Como se
observa, este cambio de paradigma significa en primer término una transformación
radical de la cultura científica (Rodriguez Zoya, 2008), la cual, como Morin
describe, está pagando los platos rotos por haber excluido sistemáticamente al
sujeto, catalogándolo como fuente de error (Morin, 1994-a).
EL SUJETO
Una pregunta esencial, a mi modo de ver, que abre la posibilidad de una
transformación científica, es la que Luhmann ilumina: «¿existe alguna manera de
garantizar que la observación, si pretende ser conocimiento, o aún más
conocimiento científico, pueda mantener contacto con la realidad?» (Luhmann,
1998, pág. 429). La respuesta desde la ciencia tradicional, en apariencia, resulta
satisfactoria: el observador es un “lector” de las leyes invariantes de la
naturaleza11. El observador cree que cada output está determinado en términos 10 El origen de las especies fue publicado el 22 de noviembre de 1859 por Charles Darwin; por otra parte, Clausius publicó el segundo principio de la termodinámica en el año 1965.11 Está muy documentado que la noción de que el universo (y por supuesto nuestro mundo en él) estaría determinado por leyes, es una idea que aparece en occidente de la mano del cristianismo, y de Dios en particular como legislador omnipotente (Prigogine, 1994-a).
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Pensamiento Complejo
causales por un input, y es ésa relación la que él intenta dilucidar. Pero lo cierto es
que su pretendida posición neutral no ha sido jamás garantizada ni menos
demostrada, sino que más bien, como se mostró en los apartados anteriores,
todas las investigaciones han tendido a mostrar una realidad distinta, sino
contraria a ella. En términos de von Foerster, «de lo que tenemos necesidad ahora
es de una descripción del que describe o, en otros términos, necesitamos una
teoría del observador» (von Foerster, 1998), es decir que, además de hacer una
descripción de sí misma, una teoría debe dar cuenta también de la formulación de
dicha teoría12: una teoría debe ser reflexiva. Esto significa que el conocimiento que
de ella emerja, en vez de constituir una realidad separada del sujeto que la
describe, es una actividad que se define justamente en relación con el
sujeto/observador (Navarro, 1998). El aforismo antes mencionado de Maturana y
Varela, “todo hacer es conocer y todo conocer es hacer”, sintetiza este punto
perfectamente13. Las implicaciones éticas de esta reformulación del proceso
cognitivo son diversas, y se describirán en el transcurso de los siguientes tópicos.
VERDAD, OBJETIVIDAD Y REALIDAD
Cuando el sujeto se hace partícipe del proceso de conocimiento, es decir, cuando
la vieja exterioridad y neutralidad valórica del observador es derrumbada hasta sus
cimientos, una reformulación de los conceptos de verdad, objetividad y realidad es
necesaria.
Realidad
En relación a éste concepto hay una clara diferenciación de sentidos. En términos
de Maturana podemos sintetizarlos:
«Según una perspectiva, el observador ve que el medio está ahí,
afuera, como el mundo en que el organismo tiene que existir y actuar y
que le proporciona la información, los datos, los significados que
12 Cabe destacar que es éste elemento lo que diferencia a la cibernética clásica de la cibernética de segundo orden. Esto eso, una teoría no solo debe ser consciente de la actividad del investigador como elemento perturbador, sino que además, debe dar cuenta en sí misma de proceso por el cual el investigador contamina la investigación. Véase (von Foerster, 1998), (Pask, 1998) y (Navarro,1998).13 Para una formulación empírica de lo expuesto, los trabajos de Maturana, Varela y von Foerster (por mencionar algunos) respecto al campo visual (que ellos caracterizan como el problema “ceguera de segundo orden”) dan cuenta de ello. Véase (Maturana R. & Varela G., 2009, pág. 7), (von Foerster, 1994, pág. 92).
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Pensamiento Complejo
necesita para hacerse una representación de él, y así computar la
conducta adecuada que le permitirá sobrevivir en él (…).
Según otra perspectiva, el observador ve que la conducta de un
organismo (con su sistema nervioso incluido) está determinada en cada
instante por su estructura, y que sólo puede ser adecuada al medio si
esta estructura es congruente con la estructura del medio y su
dinámica de cambio» (Maturana, 2008)
Si bien Maturana hace esta distinción con un propósito distinto a los de éste
trabajo, ella sirve para connotar dos actitudes frente al concepto de realidad que
quisiera extender. Ambas, debo aclarar, parten del supuesto esclarecido en el
apartado anterior respecto a la participación del sujeto/observador en el proceso
cognitivo.
Por un lado, quienes simpatizan con la primera perspectiva, consideran que los
sujetos se adaptan al mundo internalizando elementos preexistentes en el medio
social: los contextos sociales son anteriores y prefiguran el tipo de operaciones
que pueden tener lugar (Barnet Pearce, 1994)14. «Hay una profunda dependencia
energética, informativa y organizativa con respecto al mundo exterior» (Morin,
1994-a, pág. 70). Bajo esta perspectiva también, ciertas cualidades del sujeto,
como la racionalidad, tienen una dimensión ontológica, puesto que, se afirma, el
sujeto no podría dar cuenta de una racionalidad más que desde su punto de vista
particular, es decir, lo que él entiende por racionalidad.
Por otra parte se encuentras los que afirman justamente esto último. E. von
Glasersfeld, por ejemplo, entiende la adaptación15 no como un proceso
representacional del mundo, sino más bien como un mapa de lo que el sujeto
puede hacer en el ambiente en que transcurre la experiencia (von Glasersfeld,
1994). Según este teórico del constructivismo radical, la sola posibilidad de
capturar una realidad del mundo exterior es discutible, ya que para entender lo
que el mundo expresa, hay que conocer el código (el lenguaje) que el mundo
utiliza para expresarse: la información requiere una codificación consensuada, la
cual no poseemos con el mundo (von Glasersfeld, 1994). Además, respecto a los
contextos sociales, nada se puede decir: sólo un observador externo puede
14 Esta perspectiva se familiariza (y en especial el autor citado) con el construccionismo social. Para más exactitud respecto a ésta visión epistemológica véase el artículo antes citado.15 Término que se sintetizó más arriba, en relación a la interpretación de la obra de Charles Darwin realizada por von Glasersfeld.
7
Pensamiento Complejo
describirlo, y la situación del sujeto es totalmente opuesta a ello. «(El
constructivismo) no se propone describir ninguna realidad absoluta sino sólo los
fenómenos de nuestra experiencia» (von Glasersfeld, 1994, pág. 127), en síntesis,
ésta perspectiva cognitiva, «no niega la realidad, lo único que hace es sostener
que uno no puede conocer una realidad independiente. No se formulan
declaraciones ontológicas» (von Glasersfeld, 1994, pág. 127). El concepto de
organismos autopoiéticos, que revisaremos más tarde, también da cuenta de esto.
Para la primera perspectiva, la realidad se constituye de actividades, para la
segunda, la realidad se construye a través del lenguaje16.
Verdad y Objetividad
Tomando uno u otro punto de vista –y con los fundamentos establecidos con
anterioridad respecto a la imbricación entre producto y productor de conocimiento–
el problema de la verdad se restringe a un nivel lingüístico.
Pask señala categóricamente que, aunque algunas hipótesis puedan ser
deducidas de otras, en general, el tema inicial es abducido/distinguido/inventado
en su totalidad (Pask, 1998). En términos de Varela, «en ningún lugar podemos
arrojar el ancla y decir: desde aquí partió esta percepción y de esta manera se
desarrolló» (Varela, 1998, pág. 105). Por ello, la búsqueda de la objetividad, en
términos de Luhmann, se encuentra sólo a nivel de los sistemas autorreferentes,
es decir, a nivel de los sistemas que se condicionan a sí mismos: «lo que (los
sistemas autorreferentes) observan y lo que describen sigue siendo su propia
aportación» (Luhmann, 1998, pág. 430). Con respecto a esto podría hacerse un
vínculo, en su justa medida, con lo que Nietzsche denunció al decir que «las
verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son» (Nietzsche, 1903); y
agrega respecto al conocimiento que «si alguien esconde una cosa detrás de un
matorral, a continuación la busca en ese mismo sitio y, además, la encuentra, no
hay mucho de qué vanagloriarse en esa búsqueda y ese descubrimiento»
(Nietzsche, 1903).
De esta forma, la objetividad se encuentra en el proceso mismo de construcción
de conocimiento. Es decir, la objetividad emerge siguiendo el curso del
conocimiento, el cual siempre tiene en cuenta la relatividad del mismo, su carencia
de fundamento último, y como protagonista al sujeto que abduce. 16 Como es claro, la discusión de este trabajo no ronda en torno a las visiones epistemológicas que caracterizan a estas perspectivas. Para una revisión más profunda de la segunda (constructivista) véase (Maturana R. & Mpodozis M., 2008), (von Glasersfeld, 1994).
8
Pensamiento Complejo
«(El pensamiento complejo) concibe como verdad necesariamente
concernida (y por ello “relativa” en términos absolutos, pero “absoluta”
con relación a dicho concernimiento), por definición referida a la
situación fenoménica compleja que constituye su universo de
referencia y de la que extrae su único sentido posible» (Caro Almela,
2002, pág. 10).
En suma, la verdad no es un fin a capturar, aunque ello no limite su persecución.
La verdad es más bien un «universo a ensanchar» (Ibáñez, 1998, pág. 14). En
términos de Prigogine, «la ciencia cuestiona, interroga al mundo, y lo maravilloso
es que en ese diálogo con la naturaleza se crean nuevas preguntas y nuevas
respuestas. Las respuestas no son, sino que emergen» (Prigogine, 1994-b).
En este sentido es muy importante destacar que «la complejidad es un efecto del
abordaje aplicado a los objetos de estudio concebidos bajo el influjo de un modelo,
no una propiedad ontológica intrínseca de aquello que se analiza: la escala de un
modelo respecto de lo real es indecible» (Miceli, Guerrero, Quinteros, Diaz, Jordan
Kristoff, & Castro, pág. 5). «»
CONSTRUCCIÓN DE CONOCIMIENTO
El problema principal que aparentemente podría aquejar al pensamiento complejo
se ha descrito a lo largo de todo este trabajo, y es que se debe construir
conocimiento sin fundamentos previos a los cuales recurrir. Pero lo cierto es que lo
que caracteriza a los pensadores de esta nueva ciencia, es un cierto sentimiento
socrático de comodidad frente a la incertidumbre (Varela, 1998).
En el fondo, lo que marca una diferencia con respecto a las primeras reflexiones
en torno a la relatividad de todo conocimiento, es que el pensamiento complejo se
enfrenta a él y lo supera. En este sentido, el concepto de complementariedad
proveniente de la física es una pieza clave para esta superación. La mejor manera
de graficar la complementariedad, a mi modo de ver, es la propuesta
transdiciplinar de Edgar Morin17. Esta propuesta apunta a la construcción del
conocimiento de-construyendo las fronteras disciplinarias, es decir, sin tomarlas en
cuenta: los saberes pueden provenir de cualquier fuente, tanto científica como
filosófica (Morin, 2004).
17 Sin duda existen otras implicaciones de lo que éste concepto quiere abarcar. Por ejemplo, la complementariedad virtual/real es fundamental para entender la contingencia en Luhmann. Para más, véase (Ibáñez, 1998-d).
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Pensamiento Complejo
Como se mencionó en la introducción, a comienzos del siglo XIX se manifestó una
paradoja para la comprensión del mundo: por un lado, la teoría de la evolución
hacia notar que los sistemas vivos tendían al orden; por otro, la termodinámica
afirmaba que el universo (cuerpos celestes y sistemas no-vivos) presentaba
mucho desorden. De hecho, mostró que fue necesario mucho desorden (entropía)
para la gestación de nuestro planeta. La idea de “bucle tetralógico” de Morin
sintetiza esta problemática: el orden puede surgir tanto del orden (orden previo,
organización), como del desorden. Esto es lo que las estructuras disipativas han
trazado de teorizar desde los estudios de Prigogine18.
SISTEMAS SOCIALES
Complejidad en los sistemas socialesA todo lo anterior se subscribe la sociología en tanto ciencia que se describe a sí
misma (Luhmann, 2006). La complejidad es incertidumbre, desorden, y los
sistemas sociales se centran en la reducción de aquello a través de mecanismos
selectivos. Los sistemas sociales o socioculturales están funcionalmente
especializados, en base al sentido19, para afrontar esta reducción de complejidad
(Luhmann, 1998). Un ejemplo de la vida diaria, es que si se quiere, por ejemplo,
conseguir un nuevo par de zapatos, para ellos vamos a una zapatería y no a una
carnicería20. Los seres humanos nos hemos, a través de la comunicación,
coordinado de esa forma.
18 Al respecto véase el estudio de las estructuras disipativas –como sistemas que a partir de la incorporación de energía y posterior desestabilización, generan nuevos estados de equilibrio no predichos– en (Manrique, 1998).19 La importancia de éste término es esencial en un estudio sobre el sistema social. Al respecto Luhmann escribe «sin hacer unos del sentido ninguna operación de la sociedad puede surgir» (Luhmann, 2006, pág. 27). Para el análisis extenso del concepto, véase (Luhmann, 2006, págs. 27-40) y (Luhmann, 1998, págs. 37-76). En síntesis afirmaremos, «el sentido se produce exclusivamente como sentido de las operaciones que lo utilizan (operación de distinción) (…); el sentido es (…) un producto de las operaciones que lo usan y no una cualidad del mundo debida a una creación, fundación u origen» (Luhmann, 2006, págs. 27-28). La distinción producida por el sentido se da en el sistema, a través de la comunicación, dos veces: como distinción producida por el sistema, y como distinción observada en el sistema. Cuando una distinción con sentido es entendida en términos sistémicos, la idea de un mundo pre-existente desaparece inmediatamente (Luhmann, 2006, pág. 29).
Organización
Orden Desorden
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Pensamiento Complejo
He mencionado anteriormente tres elementos importantísimos para los sistemas
sociales, estos son: mecanismos selectivos o selección, sentido y comunicación.
El primero de estos, le selección, guarda relación con el proceso de distinción21
que se realiza al afrontar la complejidad para determinar los límites de un sistema.
Esta distinción no elimina las opciones no utilizadas, sino que las deja a la espera
de ser actualizadas (de que si tengan sentido para el sistema, en términos de
quien realiza la distinción).
Por lo tanto el sentido le brinda identidad al sistema, y ésta identidad depende de
la dinámica histórica y social de los procesos de generación de consenso que se
van articulando o desarticulando permanentemente a través de las contingencias22
temporales; en una palabra: de las relaciones entre sistemas (Luhmann, 1998)23.
Por esto el sentido se constituye intersubjetivamente; debe lidiar con la doble
contingencia, que en términos simples, es la diferencia de expectativas de los
sujetos (Arnold & Rodríguez, 1991, pág. 105). Los límites de un sistema social no
son físicos, sino que son límites de sentido. Es así como establece sus diferencias
con el entorno, el cual siempre es más complejo que el sistema (porque deja más
posibilidades fuera. Por tanto el sistema es más “ordenado” que el entorno). El
sentido selecciona cual elemento tiene sentido dentro del sistema, y cual elemento
no. Como queda claro entonces, el sentido es una forma de mantenimiento y
20 Este ejemplo se encuentra en un diálogo respecto al pensamiento luhmanniano en el programa televisado “En Contexto”. Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=6d1Fy8kuaUk21 El concepto aparece constantemente relacionado a la obra de Spencer-Brown, Laws of Forms. En el sentido que nos interesa, es decir, de una distinción sistémica que realiza un observador, podemos citar: «no podemos escapar de la inferencia de que lo que ahora es comúnmente considerado como real consiste, en su verdadera presencia, meramente en fichas o expresiones. (…)Así, no podemos escapar del hecho de que el mundo que conocemos está construido para (y entonces de tal modo que sea capaz de) verse a sí mismo. (…) Pero para hacer eso, debe primero cortarse a sí mismo en al menos un estado que ve y en al menos otro estado que es visto» (Spencer-Brown, 1998, págs. 85-86). También Ibáñez se refiere a éste concepto base a su lectura de la obra de Spencer-Brown, y resumen que «una distinción es trazar disponiendo una frontera con lados separados de tal modo que un punto a un lado no pueda alcanzar al otro lado sin cruzar la frontera (…) Una vez la distinción está trazada, los espacios, estados o contenidos a cada lado de la frontera, siendo distintos, pueden ser indicados. No puede haber distinción sin motivo –sin sentido afirmaría Luhmann-, y no puede haber motivo sin que los contenidos sean considerados como diferiendo en valor» (Ibáñez, 1998-c, pág. 79). También véase (Maturana R. & Varela G.,2009, pág. 24).22 El concepto de contingencia está muy relacionado a los dos anteriores (distinción y sentido), pero en Luhmann tiene una reestructuración en relación a la propuesta de Parsons respecto a la circularidad que conecta el comportamiento de alter con el de ego (doble contingencia). De lo primero, en su relación con la distinción y el sentido, la contingencia resulta ser la forma en que se relacionan los sistemas (diferenciados con sentido), esto es, la relación necesaria que ocurre entre ellos. Por otro lado, la doble contingencia se presenta como el problema del consenso. En Luhmann esto puede ser solucionado también desde el punto de vista de equivalencias funcionales. Para más desarrollo de esto último, véase (Luhmann, 1998, págs. 113-139).23 La nota al pié anterior expande la descripción sucinta de contingencia que expresó este párrafo.
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Pensamiento Complejo
reducción de complejidad al ser un mecanismo selectivo (Arnold & Rodríguez,
1991, pág. 105). El mecanismo de selección de posibilidades, basadas en el
sentido, da cuenta de la opción metodológica hecha por Luhmann, al considerar el
análisis funcional como un método comparativo entre posibilidades (Arnold &
Rodríguez, 1991, pág. 106).
En tercer lugar, mencioné la comunicación, concepto que explicaré posteriormente
en conjunto con el de autopoiesis.
En resumen, la función básica para Luhmann es la construcción del sistema. Ésta
función consiste en la comprensión y reducción de complejidad del mundo. El
sistema se diferencia del entorno por una operación de distinción que establece
límites basados en el sentido. En el caso de la sociedad, por ejemplo, cada
subsistema unido al entorno interno de la sociedad es, por lo tanto, la sociedad
misma; y unido a su entorno (tanto interno como externo a la sociedad) es el
mundo. El mundo por su parte, no tiene límites, sino sólo horizontes que refieren a
otras posibilidades, de tal manera que el mundo no es un sistema (Arnold &
Rodríguez, 1991, pág. 101). El concepto de sistema de Luhmann no es ontológico,
sino que surge de la operación de distinción (selección) en base al sentido (Arnold
& Rodríguez, 1991, pág. 103).
Sistemas autopoiéticos
El término autopoiesis, y sus conceptos relacionados, es adoptado por Luhmann
desde los neurobiólogos Humberto Maturana y Francisco Varela24. Este término se
refiere a una clase particular de unidad compuesta. Las unidades compuestas son
aquellas en las que se pueden identificar elementos constituyentes (un sistema), y
además poseen organización y estructura. «Se entiende por organización a las
relaciones que deben darse entre los componentes de algo para que se lo
reconozca como miembro de una clase especifica. Se entiende estructura de algo
a los componentes y relaciones que concretamente constituyen una unidad
particular realizando su organización» (Maturana R. & Varela G., 2009, pág. 28).
Toda unidad compuesta es un sistema estructuralmente determinado, lo que
quiere decir que «todos los cambios de estado que ocurren en ellos, están
especificados por sus estructuras individuales y no por algún agente perturbado
24 El primer lugar donde ellos describen este concepto de forma concisa, en términos contemporáneos (recordemos que la palabra tiene una etimología muy antigua), es el su artículo “Autopoiesis: The organization of living systems, its characterization and a model” publicado en la revista “Biosystems” en mayo del año 1974. Éste está disponible en ingles en el sitio http://www.sciencedirect.com/science.
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interno o externo» (García, 2008, pág. 20). El sistema se relaciona con el entorno
en una relación complementaria, a la que Maturana denomina acoplamiento
estructural25. Esto significa que el sistema y el entorno se gatillan mutuamente
cambios de estado, sufriendo perturbaciones (cambios estructurales) pero no
destrucciones (cambios en la organización); en consecuencia, Maturana afirma
que la adaptación es una constante, y no una variable (Arnold & Rodríguez, 1991,
pág. 57). De acuerdo a todo lo anterior, los sistemas autopoiéticos pueden
definirse como una red de producción de componentes, los que i) constituyen con
sus interacciones la red de producción que los origina; ii) especifican, como
componentes, los límites de esta red, y iii) constituyen esta red como unidad en su
dominio de existencia. Por lo tanto es cerrado a la información, pero abierto a la
recepción de energía (Arnold & Rodríguez, 1991).
Estas son las características que Luhmann le atribuye a los sistemas sociales, con
las mismas características: una estructura (el sistema limitado por el sentido),
organización (autopoiética con elemento básico la comunicación), acoplamiento
estructural (consenso entre sistemas, y subsistemas dentro del sistema) y
determinismo estructural (contingencia y posibilidades de selección). Un sistema
autopoiético es autorreferente porque produce sus propios elementos
constitutivos, y porque además, realiza operaciones de distinción en su interior.
Para Luhmann, el sistema social se encuentra compuesto por comunicaciones que
van encadenándose unas a otras, y generando -y siendo generadas por- un
sentido intersubjetivo que establece los límites del sistema. Los seres humanos,
en consecuencia, no pertenecen al sistema social, porque de él no se producen
directamente los seres humanos como entidades orgánicas.
25 Véase (Maturana, 2008, págs. 40-44).
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ANEXO: Complejidad y creación (distinción) sistémica.
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La diferenciación involucra selectividad con sentido.
Reducción de complejidad es diferenciación.
Sistema Social
No residual. Sistema y entorno se suponen mutuamente, porque nacen de la misma operación de distinción.
(Siempre más complejo que el sistema)
Entorno
- Límite no físico, dado por el sentido. Diferencia entre lo que tiene sentido dentro del sistema, de lo que no lo tiene. Estrategia selectiva que no elimina las posibilidades desechadas.
Entorno es, por tanto, constituyente del sistema
COMPLEJID
La selectividad involucra contingencia (posibilidades escogidas y desechadas).
La diferenciación genera, a la vez, más complejidad (se abren nuevas posibilidades al limitar el sistema).
Aquí dentro se produce la misma distinción entre sistema y entorno
(subsistemas)
COMUNICACIÓN
Al ser un sistema autopoiético, las relaciones posibilitadas están determinadas estructuralmente.
Reconocimiento de