L´OSSERVATORE ROMANO. 13 Mayo 2012

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    Nmero suelto 1,00. Nmero atrasado

    LO S S E RVATOR E ROMANOEDICIN SEMANAL

    Unicuique suum

    EN LENGUA ESPAOLA

    Non praevalebunt

    Ao XLIV, nmero 20 (2.263) Ciudad del Vaticano 13 de mayo d

    Discurso de Benedicto XVI a un grupo de obispos de Estados Unidos en visita ad limina

    Para el futuro de la sociedadformar a los jvenes en la fe

    Las instituciones educati-vas catlicas pueden daruna gran contribucin ala construccin de unasociedad cada vez msslidamente arraigada enun humanismo autnti-co. Lo subray el Papaen el discurso que dirigia un grupo de obisposde Estados Unidos, conocasin de su visita adlimina Apostolorum. Ensu discurso, BenedictoXVI puso de relieve antetodo la necesidad depreservar el gran patri-monio de las escuelascatlicas, garantizandosobre todo que su accesosiga al alcance de todaslas familias, cualquieraque sea su situacin eco-

    El Pontfice a cinco nuevos embajadores ante la Santa Se

    Polticas socialescontra pobreza y precariedad

    Juramento de los nuevos alabarderos de la Guardia Suiza

    Fidelidad heroica al Papay a la Sede Apostlica

    El Papa al Colegio Esp

    S a c e rd o t e sal servicio depueblo de Dio

    El servicio que cumplela Guardia Suiza Pon-tificia se sita en elsurco de una indiscuti-da fidelidad al Papa ya la Santa Sede. As losubray Benedicto XVIdurante la audiencia enla sala Clementina ellunes 7 de mayo por lamaana. El da ante-rior, veintisis nuevosalabarderos de laGuardia Suiza hicieronsu juramento, en laconmemoracin de laheroica muerte de 147

    soldados helvticos ca-dos en defensa delPontfice durante el sa-queo de Roma en 1527.Ese mismo da, por lamaana, el cardenalBertone presidi paraellos una misa en labaslica de San Pedro,y les propuso comoejemplo la f igura desan Pablo y su valentapara dar testimonio deCristo.

    PGINAS 6-7

    En su itinerario formativo eldote no debe pensar en su pbien personal sino en el cio al pueblo de Dios. Lo dPapa a los formadores y aludel Pontificio Colegio EspaSan Jos, a los que recibi ediencia con ocasin del 50 asario de la construccin de tual sede romana.

    PG

    Para afrontar la crisis econmi-ca mundial hacen falta leyes so-ciales que no acrecienten lasdesigualdades, y permitan quecada uno viva de manera dig-na. Lo dijo el Papa a los nue-vos embajadores extraordinariosy plenipotenciarios de Etiopa,Malasia, Irlanda, Repblica deFiji y Armenia. El Santo Padrereafirm que el desarrollo alque aspira toda nacin debecomprender a cada persona ensu totalidad, y no slo el creci-miento econmico. Y pidiprestar ms atencin a la perso-na que a la poltica financiera.

    PGINA 4

    y a la misin de la Igle-sia al servicio del Evan-gelio. Una cuestin enla que, afirm, quedaan mucho por hacer.De aqu la advertencia ano alimentar divergenciasentre los distintos repre-sentantes de las institu-ciones catlicas y lagua pastoral de la Igle-sia: esas divergencias,de hecho, daan el tes-timonio de la Iglesia ypueden ser fcilmente ex-plotadas para compro-meter su autoridad y sulibertad. En cualquiercaso, para Benedicto XVIla educacin de los jve-nes en la fe representael desafo ms urgenteque los catlicos estadou-

    nmica. Para el Pontfice estas ins-tituciones no son slo un recursofundamental para la nueva evangeli-zacin sino que ofrecen tambinuna importante contribucin a lasociedad estadounidense en gene-

    ral. Contribucin que, indic, de-bera ser ms apreciada y sosteni-da. El Papa subray adems la ne-cesidad de mantener firme la identi-dad catlica de estos centros, en lafidelidad a sus ideales de fundacin

    nidenses deben afrontar. Por eso, nodud en invitar a formar los cora-zones, adems de transmitir cono-cimientos.

    PGINA 3

    Carta de Benedicto XVIsobre la traduccin de las palabras pro multisen las plegarias eucarsticas de la misa

    Responsabilidad y promesa para todosLa carta, enviada a monseor Robert Zollitsch, arzobispo de Fribupresidente de la Conferencia episcopal alemana, quiere ser una ayudla catequesis sobre esta modificacin del texto litrgico.

    P

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    LOSSERVATORE ROMANOEDICIN SEMANAL

    Unicuique suum

    EN LENGUA ESPAOLANon praevalebunt

    00120 Ciudad del Vaticanoe d .es p a n o l a @ o s s rom .v a

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    pgina 2 LOSSERVATORE ROMANO domingo 13 de mayo de 2012, nm

    En el Regina caeli del domingo 6 de mayo el Papa anuncia su presencia en el Encuentro mundial de las familias en Miln

    La unin con Cristo da frutosQueridos hermanos y hermanas:

    El Evangelio de hoy, quinto do-mingo del tiempo pascual, comienzacon la imagen de la via. Jess dijoa sus discpulos: Yo soy la verdade-

    ra vid, y mi Padre es el labrador(Jn 15, 1). A menudo, en la Biblia, aIsrael se le compara con la via fe-cunda cuando es fiel a Dios; pero, sise aleja de l, se vuelve estril, inca-paz de producir el vino que alegrael corazn del hombre, como cantael Salmo 104 (v. 15). La verdadera vi-a de Dios, la vid verdadera, es Je-ss, quien con su sacrificio de amornos da la salvacin, nos abre el ca-mino para ser parte de esta via. Ycomo Cristo permanece en el amorde Dios Padre, as los discpulos, sa-biamente podados por la palabra delMaestro (cf. Jn 15, 2-4), si estn pro-fundamente unidos a l, se convier-ten en sarmientos fecundos que pro-ducen una cosecha abundante. SanFrancisco de Sales escribe: La ramaunida y articulada al tronco da fruto

    no por su propia virtud, sino en vir-tud de la cepa: nosotros estamosunidos por la caridad a nuestro Re-dentor, como los miembros a la ca-beza; por eso las buenas obras, to-mando de l su valor, merecen la vi-da eterna (Trattato dellamore di

    Dio, XI, 6, Roma 2011, 601).En el da de nuestro Bautismo, la

    Iglesia nos injerta como sarmientos

    en el Misterio pascual de Jess, en

    su propia Persona. De esta raz reci-bimos la preciosa savia para partici-par en la vida divina. Como discpu-los, tambin nosotros, con la ayudade los pastores de la Iglesia, crece-mos en la via del Seor unidos porsu amor. Si el fruto que debemosproducir es el amor, una condicinprevia es precisamente este p erma-necer, que tiene que ver profunda-

    mente con esa fe que no se aparta

    del Seor (Jess de Nazaret, Ma-drid 2007, p. 310). Es indispensablepermanecer siempre unidos a Jess,depender de l, porque sin l no po-demos hacer nada (cf. Jn 15, 5). Enuna carta escrita a Juan el Profeta,que vivi en el desierto de Gaza enel siglo V, un creyente hace la si-guiente pregunta: Cmo es posibleconjugar la libertad del hombre y el

    no poder hacer nada sin Diosmonje responde: Si el hombrena su corazn hacia el bien yayuda de Dios, recibe la fuerza saria para llevar a cabo su obr

    eso la libertad humana y el podDios van juntos. Esto es pporque el bien viene del Seorse realiza gracias a sus fieles (763: SC 468, Pars 2002, 206). Edadero permanecer en Cristrantiza la eficacia de la oracimo dice el beato cisterciense Gco dIgny: Oh Seor Jess...,no podemos hacer nada, porqeres el verdadero jardinero, crcultivador y custodio de tu jque plantas con tu palabra, con tu espritu y haces crecer cfuerza (Sermo ad excitandamtionem in psalmodia: SC 202,522).

    Queridos amigos, cada uno dsotros es como un sarmiento, qlo vive si hace crecer cada da oracin, con la participacin e

    sacramentos y con la caridaunin con el Seor. Y quien Jess, la vid verdadera, productos de fe para una abundantecha espiritual. Supliquemos a ldre de Dios que permanezcammemente injertados en Jesstoda nuestra accin tenga en principio y su realizacin.

    Despus del Regina caeli el SantPadre pronunci las siguientes

    p a l a b ra s :

    Queridos hermanos y hermante todo deseo recordar que dde menos de un mes tendr lugMiln el VII Encuentro mundlas familias. Doy las gracias a lcesis ambrosiana y a las demcesis lombardas que estn colab

    do en la preparacin de este acimiento eclesial, organizado pConsejo pontificio para la fapresidido por el cardenal Ennitonelli. Tambin yo, si Dios qtendr la alegra de participar epor eso estar en Miln del 1 ajunio.

    Seguidamente, el Papa salud a peregrinos en varios idiomas. Enespaol dijo:

    El Evangelio de hoy nos prla hermosa imagen de la viasarmientos, con la cual nos mata cmo la unin con Cristo fuente de vida y nos lleva a dacho fruto. Hoy recordamos tael cincuenta aniversario de la nizacin de san Martn de Por

    que pedimos que interceda ptrabajos de la nueva evangelizque haga florecer la santidad Iglesia. Invoquemos a la sanVirgen Mara para que nos acoe en este camino. Feliz domin

    Una exgesis realINOS BIFFI

    Jesucristo encomend a la Iglesia su

    Cuerpo y su Palabra, estrechamenteunidos, de los que recibe la vidaconstantemente. He aqu por quconsidera la Escritura, del Antiguo ydel Nuevo Testamento, como sunico tesoro valioso en donde secustodia la Palabra imperecedera. LaIglesia no termina nunca de medi-tarla con inteligencia, de estudiarlacon amor, de comentarla y explicar-la con una exgesis infalible.

    Jess mismo, dirigindose a losjudos, declar que lo podran en-contrar en las Escrituras: Estudiislas Escrituras pensando encontrar enellas vida eterna; pues ellas estndando testimonio de m (Jn 5, 39).Despus es Jess mismo quien ex-plica a los dos caminantes de Emaslas Escrituras y les muestra lo que serefera a l: Comenzando por Moi-

    ss y siguiendo por todos los profe-tas, les explic lo que se refera a len todas las Escrituras (Lc24, 27).

    Podra decirse que Jess es el ex-geta de la Escritura y, a la vez, elcontenido de la exgesis. l repre-

    senta la unin y la esencia de losdos Testamentos, o mejor dicho, delnico Testamento no revocado, que,

    primero iniciado y prefigurado, en-cuentra en Cristo su cumplimiento.San Ambrosio exhortaba con fervor:Bebe primero el Antiguo Testa-mento, para beber despus tambinel Nuevo Testamento (...). Bebe losdos clices, el del Antiguo y el delNuevo Testamento, porque en am-bos bebes a Cristo. Bebe a Cristo,que es la vid; bebe a Cristo, que esla piedra de la que ha brotado elagua; bebe a Cristo, que es la fuentede vida; bebe a Cristo, que es el rocuya corriente fecunda la ciudad deDios; bebe a Cristo, que es la paz;bebe a Cristo, de cuyas entraasmanan ros de agua viva (cf. Jn 7,38); bebe a Cristo, para beber suspalabras (Explanatio Psalmi, I, 33).Por eso el cristiano, que nace en elNuevo Testamento, no abandona el

    Antiguo, no se deshace de l, sinoque se reencuentra en l: le pertene-ce junto con todos sus eventos.

    Sin embargo, la Iglesia no exponelas Escrituras slo a travs del co-mentario y de la explicacin textual.

    Con esta, la Iglesia realiza habitual-mente una exgesis ulterior, quepodremos definir real, cuando los

    acontecimientos atestiguados en laBiblia no slo se proclaman, sinoque tambin se celebran y conme-moran en la liturgia. Entonces suhistoria vuelve efectivamente, en for-ma de rito y de smbolo, o en lamodalidad de sacramento. Y si estosucede en cada celebracin y espe-cialmente en la eucarstica, se realizacon solemnidad y distensin singu-lares en la Vigilia pascual, que es elcorazn del Triduo sacro y de todoel ao litrgico.

    Durante los ritos de esa larga no-che, el pueblo de Dios obtiene la in-teligencia experimental de todas lasmaravillas de Dios; siente que es-tas son actuales y que el paso deltiempo no las ha descolorido y con-sumido. En esa noche feliz laIglesia advierte que est presente y

    se siente implicada en aquellosacontecimientos santos de los hijosde Israel, nuestros padres (P re g n),que en Cristo, el Hijo de Dios resu-

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    nmero 20, domingo 13 de mayo de 2012 LOSSERVATORE ROMANO pg

    Discurso del Santo Padre a un grupo de obispos de Estados Unidos con ocasin de su visita ad limina Apostolorum

    Para el futuro de la sociedadformar a los jvenes en la fe

    Las instituciones educativas catlicaspueden dar una gran contribucin a laconstruccin de una sociedad cada

    vez ms slidamente arraigada en unhumanismo autntico. Lo subray elPapa en el discurso que dirigi a un

    grupo de obispos de Estados Unidos,con ocasin de su visita ad limina

    Apostolorum, a los que recibi enaudiencia el sbado 5 de mayo por lamaana.

    Queridos hermanos en el episcopa-do:

    Os saludo a todos con afecto enel Seor y os expreso mis mejoresdeseos para una peregrinacin ad li-mina Apostolorum llena de gracia.Durante nuestros encuentros he re-flexionado con vosotros y con vues-tros hermanos en el episcopado so-bre los desafos intelectuales y cultu-rales de la nueva evangelizacin enel contexto de la sociedad estadou-

    nidense contempornea. Hoy deseoafrontar la cuestin de la educacinreligiosa y de la formacin en la fe

    en cuenta la confusin creada porcasos de aparentes divergencias entrealgunos representantes de las institu-

    ciones catlicas y la direccin pasto-ral de la Iglesia: dichas divergenciasperjudican el testimonio de la Iglesiay, como ha demostrado la experien-cia, pueden ser fcilmente aprove-chadas para comprometer su autori-dad y su libertad.

    No es exagerado afirmar que pro-porcionar a los jvenes una slidaeducacin en la fe representa el de-safo interno ms urgente que debeafrontar la comunidad catlica envuestro pas. El depsito de la fe esun tesoro inestimable que cada gene-racin debe transmitir a la sucesiva,conquistando corazones para Jesu-cristo y formando las mentes en elconocimiento, en la comprensin yen el amor a su Iglesia. Es gratifi-cante constatar cmo tambin ennuestros das la visin cristiana, pre-sentada en su amplitud e integridad,

    se demuestra inmensamente atractivapara la imaginacin, el idealismo ylas aspiraciones de los jvenes, que

    pulsar a los estudiantes a reapropiar-se de su fe como parte de los esti-mulantes descubrimientos intelectua-les que caracterizan la experiencia dela educacin superior. El hecho deque muchos nuevos estudiantes seencuentran separados de su familia,de su escuela y de los sistemas deapoyo comunitarios que antes facili-taban la transmisin de la fe, debe-ra impulsar constantemente a lasinstituciones educativas catlicas acrear redes de apoyo nuevas y efica-

    ces. En todos los aspectos de sueducacin, a los estudiantes se losdebe alentar a articular una visin

    en el fondo, un acto de amorDiscurso a los educadores catWashington, 17 de abril de 2008hecho de que la fe reconozca ladad esencial de todo conocimconstituye un baluarte contra lanacin y la fragmentacin quproducen cuando el uso de la rse separa de la bsqueda de ladad y de la virtud; en este senlas instituciones catlicas desean un papel especfico para aya superar la crisis actual de lasversidades. Slidamente arraigen esta visin de la interrelacitrnseca entre fe, razn y bsqde la excelencia humana, todo lectual cristiano y todas las inciones educativas de la Iglesia destar convencidos, y deseososconvencer a otros, de que ningpecto de la realidad permaneceno o no tocado por el misterio redencin y por el dominio deor resucitado sobre toda lacin.

    Durante mi visita pastoral ados Unidos habl de la necesque tiene la Iglesia estadounidde cultivar un modo de peuna cultura intelectual que setnticamente catlica (Homila

    Nationals Stadium de Washingtode abril de 2008: LOsservatoremano, edicin en lengua espaolde abril de 2008, p. 5). Asumirtarea conlleva ciertamente unavacin de la apologtica y un nen los rasgos distintivos catpero, en ltima instancia, orientarse a proclamar la verdaberadora de Cristo y a fomentadilogo y una cooperacin msplios para construir una sociedada vez ms slidamente arraigadun humanismo autntico, insppor el Evangelio y fiel a los vams altos de la herencia cvica ytural estadounidense. En el moto actual de la historia de vunacin, este es el desafo y la otunidad que espera a toda la cnidad catlica y que las instituceducativas de la Iglesia deberalas primeras en reconocer y abra

    Al concluir estas breves reflnes, deseo expresar una vez mgratitud, y la de toda la Iglesiael generoso compromiso, a meacompaado por el sacrificio pnal, demostrado por tantos prores y administradores que traben la vasta red de escuelas caten vuestro pas. A vosotros, quehermanos, y a todos los fieles emendados a vuestra solicitud pral, imparto de corazn mi bcin apostlica como prenda dbidura, alegra y paz en el Seosucitado.

    universitario, implicamucho ms que laenseanza de la reli-

    gin o la mera pre-sencia de una cape-llana en el campus.Con demasiada fre-cuencia, al parecer,las escuelas y las uni-versidades catlicasno han logrado im-

    de la prxima generacinde catlicos en vuestropas.

    Ante todo, quiero ex-presar mi aprecio por losgrandes progresos que sehan logrado en los lti-mos aos para mejorar lacatequesis, revisar lostextos y adecuarlos alCatecismo de la Iglesia ca-tlica. Tambin se hanrealizado importantes es-fuerzos para preservar elgran patrimonio de lasescuelas catlicas prima-rias y secundarias de Es-tados Unidos, que se han

    visto profundamenteafectadas por los cambiosdemogrficos y el au-mento de los costes, aunasegurando que la educa-cin que proporcionansigue estando al alcancede todas las familias, in-dependientemente de susituacin econmica. Co-mo se ha mencionado amenudo en nuestros en-cuentros, estas escuelas

    de la armona entre fe yrazn capaz de guiar unabsqueda del conoci-miento y de la virtud quedure toda la vida. Comosiempre, en este procesodesempean un papelesencial los profesoresque est imulan a otroscon su amor evidente aCristo, su testimonio deslida devocin y sucompromiso por la sa-

    pientia christiana que in-tegra la fe y la vida, lapasin intelectual y elaprecio por el esplendorde la verdad, tanto divi-na como humana.

    De hecho, la fe, por sumisma naturaleza, exigeuna conversin constantee integral a la plenitudde la verdad revelada enCristo. l es el Logoscreador, en el que todaslas cosas han sido crea-das y en el que todas lasrealidades subsisten (cf.Col 1, 17); es el nuevoAdn, que revela la ver-

    siguen siendo un recurso fundamen-tal para la nueva evangelizacin, y lasignificativa contribucin que dan ala sociedad estadounidense en suconjunto debera ser ms apreciada ysostenida con ms generosidad.

    En el mbito de la educacin su-perior, muchos de vosotros habissealado un creciente reconocimien-to, por parte de los institutos y lasuniversidades catlicos, de la necesi-dad de reafirmar su identidad distin-tiva con fidelidad a sus ideales fun-dacionales y a la misin de la Iglesiaal servicio del Evangelio. Pero quedaan mucho por hacer, especialmenteen reas fundamentales como la con-formidad con el mandato estableci-do en el canon 812 para quienes en-sean disciplinas teolgicas. La im-portancia de esta norma cannica,como expresin tangible de comu-nin eclesial y de solidaridad en elapostolado educativo de la Iglesia,resulta an ms evidente si tenemos

    tienen derecho a conocer la fe en to-da su belleza, su riqueza intelectualy sus exigencias radicales.

    Aqu quiero simplemente propo-ner algunos puntos que espero seantiles para vuestro discernimiento alafrontar este desafo.

    Ante todo, como sabemos, la tarea

    fundamental de una educacin au-tntica en todos los niveles no con-siste meramente en transmitir cono-cimientos, aunque eso sea esencial,sino tambin en formar los corazo-nes. Existe la necesidad constante deconjugar el rigor intelectual al co-municar de modo eficaz, atractivo eintegral la riqueza de la fe de laIglesia con la formacin de los jve-nes en el amor a Dios, en la prcticade la moral cristiana y en la vida sa-cramental y, adems, en el cultivo dela oracin personal y litrgica.

    De ah se sigue que la cuestin dela identidad catlica, tambin a nivel

    dad ltima sobre el hombre y sobreel mundo en el que vivimos. En untiempo, semejante al nuestro, degrandes cambios culturales y detransformaciones sociales, san Agus-tn indicaba esta relacin intrnsecaentre fe y empresa intelectual huma-na recurriendo a Platn, el cual afir-maba que, segn l, amar la sabi-

    dura es amar a Dios (De CivitateDei, VIII, 8). El compromiso cristia-no en favor del aprendizaje, que hi-zo nacer las universidades medieva-les, se fundaba en esta conviccin deque el nico Dios, como fuente detoda verdad y bondad, tambin es lafuente del deseo ardiente del intelec-to de conocer y del deseo de la vo-luntad de realizarse en el amor.

    Slo en esta luz podemos apreciarla contribucin peculiar de la educa-cin catlica, que realiza una diako-na de la verdad inspirada por unacaridad intelectual consciente de queguiar a los dems hacia la verdad es,

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    pgina 4 LOSSERVATORE ROMANO domingo 13 de mayo de 2012, nm

    Discurso del Papa a cinco nuevos embajadores acreditados ante la Santa Sede

    Polticas sociales contra pobreza y precariedaPara afrontar la crisis econmicamundial hacen falta leyes sociales queno acrecienten las desigualdades, y

    permitan que cada uno viva demanera digna. Lo dijo el Papa a los

    nuevos embajadores extraordinarios yplenipotenciarios de la Repblicafederal democrtica de Etiopa,

    Malasia, Irlanda, Repblica de Fiji yArmenia, que le presentaron sus cartascredenciales el viernes 4 de mayo en elcurso de la audiencia que tuvo lugaren la sala Clementina del palacioapostlico. Ofrecemos seguidamente eldiscurso que pronunci Benedicto XVI.

    Seora y seores embajadores:

    Con alegra os recibo esta maanapara la presentacin de las cartasque os acreditan como embajadoresextraordinarios y plenipotenciariosde vuestros respectivos pases ante laSanta Sede: Repblica federal de-mocrtica de Etiopa, Malasia, Irlan-da, Repblica de Fiji y Armenia.Acabis de dirigirme palabras ama-

    bles de parte de vuestros jefes de Es-tado, y os lo agradezco. Os ruegoque al volver les transmitis mi salu-do deferente y mis mejores deseospara sus personas y para la elevadamisin que cumplen al servicio desus pases y de su pueblo. De igualmodo, deseo saludar, a travs de vo-sotros, a todas las autoridades civilesy religiosas de vuestras naciones, ascomo a todos vuestros compatriotas.Naturalmente, mi pensamiento va alas comunidades catlicas presentesen vuestros pases, para asegurarlesmi oracin.

    El desarrollo de los medios de co-municacin ha hecho a nuestro pla-neta, en cierto modo, ms pequeo.La posibilidad de conocer casi inme-diatamente los acontecimientos quese producen en todo el mundo, ascomo las necesidades de los pueblos

    y de las personas, es un llamamientourgente a estar cerca de ellos en susalegras y en sus dificultades. Laconstatacin del gran sufrimientoprovocado en el mundo por la po-breza y la miseria, tanto materialescomo espirituales, invita a una nuevamovilizacin para afrontar, con justi-cia y solidaridad, todo lo que ame-naza al hombre, a la sociedad y suambiente.

    El xodo hacia las ciudades, losconflictos armados, el hambre y laspandemias, que afectan a muchaspoblaciones, aumentan de mododramtico la pobreza, que hoy asu-me nuevas formas. La crisis econ-mica mundial arrastra a las familias,cada vez ms numerosas, a una si-tuacin de creciente precariedad.Aunque la creacin y la multiplica-

    cin de las necesidades han hechocreer en la posibilidad ilimitada dedisfrutar y consumir, han aparecidosentimientos de frustracin. La sole-dad debida a la exclusin ha aumen-tado. Y cuando la miseria coexistecon la gran riqueza, nace una impre-sin de injusticia que puede conver-tirse en fuente de revueltas. Por tan-to, es conveniente que los Estadosvigilen para que las leyes sociales noacrecienten las desigualdades, y per-mitan que cada uno viva de maneradigna.

    Por eso, tener en cuenta a las per-sonas que hay que ayudar antes que

    la carencia que hay que colmar sig-nifica devolverles el papel de prota-gonistas sociales, y permitirles quedispongan mejor de su futuro paraocupar el lugar que les correspondeen la sociedad. Porque, el hombrevale ms por lo que es que por lo

    que tiene (Gaudium et spes, 35). Eldesarrollo al que aspira toda nacindebe comprender a cada persona ensu totalidad, y no slo el crecimientoeconmico. Esta conviccin debetransformarse en voluntad eficaz deaccin. Experiencias como el micro-crdito, e iniciativas para crear cola-boraciones equitativas, muestran quees posible armonizar los objetivoseconmicos con el vnculo social, lagestin democrtica y el respeto dela naturaleza. Tambin es bueno,por ejemplo, devolvindoles su dig-nidad, promover el trabajo manual yfavorecer una agricultura que est

    ante todo al servicio de los habitan-tes. Ah se puede encontrar una ayu-da verdadera que, actuada en el m-bito local, nacional e internacional,tenga en cuenta la unicidad, el valory el bien integral de cada persona.La calidad de las relaciones humanas

    y la reparticin de los recursos estnen la base de la sociedad, permitien-do que cada uno tenga su lugar enella y viva dignamente conforme asus aspiraciones.

    Para reforzar la base humana dela realidad sociopoltica es necesarioestar atentos a otra forma de mise-ria: la prdida de referencia a los va-lores espirituales, a Dios. Este vacohace ms difcil el discernimiento delbien y del mal, as como la supera-cin de los intereses personales convistas al bien comn. Facilita la ad-hesin a corrientes de pensamiento

    de moda, evitando el esfuerzosario de reflexin y de crtica.chos jvenes que buscan un iorientan hacia parasos artique los destruyen. Adiccionesumismo, materialismo y bino colman el corazn del h

    creado para lo infinito, puestomayor pobreza es la falta deEn momentos de angustia, lpasin y la escucha desinteson un consuelo. Aunque se esvado de grandes recursos matse puede ser feliz. Debe ser pvivir simplemente en armona que se cree, y debe serlo cams. Animo todos los esfuerzlizados, particularmente en lalias. Adems, la educacinabrir a la dimensin espirituaque el ser humano se decuando crece espiritualmentetas in veritate, 76). Dicha edupermite establecer y fortalecerlos ms autnticos, puesto qua una sociedad ms fraterncontribuye a construir.

    Los Estados tienen el deber

    lorizar su patrimonio cultural gioso, que contribuye a la cin de una nacin, y facilitarceso a todos, ya que cada unoliarizndose con su historia, seimpulsado a descubrir las rasu propia existencia. La religimite reconocer al otro como umano en la humanidad. Darguien la posibilidad de conDios, y esto con plena libertanifica ayudarlo a forjarse unanalidad fuerte interiormente, capacitar para testimoniar el para realizarlo, aun cuando lehacerlo. La disponibilidad paDios provoca la disponibilidacon los hermanos y una vidadida como una tarea solidariazosa (Caritas in veritate, 78). podr edificar una sociedad

    la sobriedad y la fraternidadhagan retroceder la miseria, yren la indiferencia y el egoslucro y el despilfarro, y sobre texclusin.

    Ahora que iniciis vuestra ante la Santa Sede, quiero aros, excelencias, que enconsiempre en mis colaboradoratencin cordial y la ayuda qdis necesitar. Sobre vosotrosvuestras familias, sobre los mide vuestras misiones diplomsobre todas las naciones quesentis, invoco la abundanciabendiciones divinas.

    Audiencia del Papa al presidente

    de la Repblica de Albania

    El sbado 5 de mayo por la maana el Santo Padre recibi en audien-cia al seor Bamir Topi, presidente de la Repblica de Albania, quesucesivamente se encontr con el cardenal Tarcisio Bertone, secretariode Estado, acompaado por el arzobispo Dominique Mamberti, secre-tario para las Relaciones con los Estados.

    En las cordiales conversaciones se destacaron las buenas relacionesexistentes entre la Santa Sede y la Repblica de Albania y se examina-ron temas de inters comn sobre las relaciones entre la comunidadeclesial y la civil, entre ellos el dilogo interreligioso y la contribucinde la Iglesia en el campo educativo y social. Se habl asimismo del ca-mino de Albania hacia la plena integracin en la Unin Europea.

    Por ltimo, se mantuvo un intercambio de puntos de vista sobre laactual coyuntura internacional y regional, con atencin especial a lacrisis econmica.

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    nmero 20, domingo 13 de mayo de 2012 LOSSERVATORE ROMANO p

    Carta de Benedicto XVI sobre la traduccin de las palabras pro multis en las plegarias eucarsticas de la misa

    Responsabilidad y promesa para todoPublicamos una traduccin de la cartaque Benedicto XVI envi a monseor

    Robert Zollitsch, arzobispo de Friburgoy presidente de la Conferencia episcopalalemana, a propsito de la traduccin

    de las palabras pro multis en lasplegarias eucarsticas de la misa.

    Vaticano, 14 de abril de 2012

    Excelencia, venerado y querido arzo-bisp o:

    Con ocasin de su visita del 15 demarzo de 2012, usted me hizo saberque, por lo que se refiere a la tra-duccin de las palabras pro multisen las plegarias eucarsticas de lasanta misa, todava no hay unidadentre los obispos de las reas de len-gua alemana. Al parecer, se corre elriesgo de que, ante la publicacin dela nueva edicin del Gotteslob [li-bro de cantos y oraciones], que seespera en breve, algunos sectores delmbito lingstico alemn deseen

    mantener la traduccin por todos,aun cuando la Conferencia episcopalalemana acordase escribir por mu-chos, tal como ha sido indicadopor la Santa Sede. Le haba prome-tido que me expresara por escritosobre esta importante cuestin, conel fin de prevenir una divisin comoesta en el seno ms ntimo de nues-tra plegaria. Esta carta que ahora di-rijo por medio suyo a los miembrosde la Conferencia episcopal alemana,se enviar tambin a los dems obis-pos de las reas de lengua alemana.

    Ante todo, permtame unas brevespalabras sobre el origen del proble-ma. En los aos sesenta, cuando hu-bo que traducir al alemn el MisalRomano, bajo la responsabilidad delos obispos, haba un consenso exe-gtico en que la palabra los mu-

    chos, muchos, en Isaas 53, 11 s,era una forma de expresin hebreaque indicaba la totalidad, todos.En los relatos de la insti tucin deMateo y de Marcos, la palabra mu-chos sera por tanto un semitis-mo, y debera traducirse por to-dos. Esta idea se aplic tambin ala traduccin directamente del textolatino, donde pro multis hara re-ferencia, a travs de los relatos evan-glicos, a Isaas 53 y, por tanto, de-bera traducirse como por todos.Con el tiempo, este consenso exeg-tico se ha resquebrajado; ya no exis-te. En la narracin de la ltima Ce-na de la traduccin ecumnica ale-mana de la Sagrada Escritura, puedeleerse: Esta es mi sangre de laalianza, que es derramada por mu-chos (Mc 14, 24; cf. Mt 26, 28).Con esto se pone de relieve algomuy importante: el paso del promultis al por todos no era enmodo alguno una simple traduccin,sino una interpretacin, que segura-mente tena y sigue teniendo funda-mento, pero es ciertamente ya unainterpretacin y algo ms que unatraduccin.

    Esta fusin entre traduccin e in-terpretacin pertenece en cierto sen-tido a los principios que, inmediata-mente despus del Concilio, orienta-ron la traduccin de los libros litr-gicos en las lenguas modernas. Se

    gar a su mente y a su corazn preci-samente estas palabras.Hasta un cierto punto, el princi-

    pio de una traduccin del contenidodel texto base, y no necesariamenteliteral, sigue estando justificado.Desde que debo recitar continua-mente las oraciones litrgicas en len-guas diferentes, me doy cuenta deque no es posible encontrar a vecescasi nada en comn entre las diver-sas traducciones, y que el texto ni-co, que est en la base, con frecuen-cia es slo lejanamente reconocible.Adems, hay ciertas banalizacionesque comportan una autntica prdi-da. As, a lo largo de los aos, tam-bin a m personalmente me ha re-sultado cada vez ms claro que elprincipio de la correspondencia noliteral, sino estructural, como gua

    en las traducciones tiene sus lmites.Estas consideraciones han llevado ala Instruccin sobre las traduccionesLiturgiam authenticam, emanadapor la Congregacin para el cultodivino y la disciplina de los sacra-mentos, el 28 de marzo de 2001, aponer de nuevo en primer plano elprincipio de la correspondencia lite-ral, sin prescribir obviamente un ver-balismo unilateral. La contribucinimportante que est en la base de es-ta instruccin consiste en la distin-cin entre traduccin e interpreta-cin, de la que he hablado al princi-pio. Esta es necesaria tanto respecto

    como es, en su forma propia, tal vezextraa para nosotros; la interpreta-cin debe confrontarse con la fideli-dad a la Palabra misma, pero, almismo tiempo, ha de hacerla accesi-ble al oyente de hoy.

    En este contexto, la Santa Sedeha decidido que, en la nueva traduc-cin del Misal, la expresin promultis deba ser t ra d u c i d a tal y co-mo es, y no al mismo tiempo ya in-terpretada. En lugar de la versin in-terpretada por todos, ha de po-nerse la simple traduccin por mu-chos. Quisiera hacer notar aqu queni en Mateo ni en Marcos hay art-culo, as pues, no por los muchos,sino por muchos. Si bien esta de-cisin, como espero, es absolutamen-te comprensible a la luz de la corre-lacin fundamental entre traduccin

    e interpretacin, soy consciente sinembargo de que representa un retoenorme para todos aquellos que tie-nen el cometido de exponer la Pala-bra de Dios en la Iglesia. En efecto,para quienes participan habitual-mente en la santa misa, esto parececasi inevitablemente como una rup-tura precisamente en el corazn delo sagrado. Ellos se dirn: Pero Cris-to, no ha muerto por todos? Hamodificado la Iglesia su doctrina?Puede y est autorizada para hacer-lo? Se est produciendo aqu unareaccin que quiere destruir la he-rencia del Concilio? Por la experien-

    cia de los ltimos 50 aos, todbemos cun profundamente itan en el nimo de las personcambios de formas y textos lcos; lo mucho que puede inq

    una modificacin del texto epunto tan importante. Por estevo, en el momento en que, en de la distincin entre traduccinterpretacin, se opt por la trcin por muchos, se decidmismo tiempo que esta tradufuera precedida en cada rea litica de una esmerada catequesimedio de la cual los obispos ran hacer comprender concrette a sus sacerdotes y, a travellos, a todos los fieles por qhace. Hacer preceder la catequla condicin esencial para la enen vigor de la nueva traduccilo que s, una catequesis comno se ha hecho hasta ahorarea lingstica alemana. El prto de mi carta es pediros con lyor urgencia a todos vosotros,

    dos hermanos, la elaboracin dcatequesis de este tipo, para hdespus de esto con los sacerdhacerlo al mismo tiempo acceslos fieles.

    En dicha catequesis se debeplicar brevemente en primerpor qu, en la traduccin del tras el Concilio, la palabrachos fue sustituida por topara expresar de modo inequen el sentido querido por Jesuniversalidad de la salvacin ql proviene.

    Pero surge inmediatamente lgunta: Si Jess ha muerto por por qu en las palabras de lama Cena l dijo por muchospor qu nosotros ahora nos mos a estas palabras de la in

    cin de Jess? A este punto, es sario aadir ante todo que, Mateo y Marcos, Jess dijomuchos, mientras segn LuPablo dijo por vosotros. Aptemente, as se restringe an mcrculo. Y, sin embargo, es prmente partiendo de esto compuede llegar a la solucin. Lospulos saben que la misin de va ms all de ellos y de su gque l vino para reunir a los hiDios dispersos por el mundo (11, 52). Pero el por vosotrosque la misin de Jess aparezforma absolutamente concretalos presentes. Ellos no son miemcualesquiera de una enorme dad, sino que cada uno sabe Seor ha muerto por m,nosotros. El por vosotros

    tiende al pasado y al futuro, sere a m de manera totalmentenal; nosotros, que estamos aqunidos, somos conocidos y ampor Jess en cuanto tales. Porguiente, este por vosotrosuna restriccin, sino una conccin, que vale para cada comuque celebra la Eucarista y qune concretamente al amor deEn las palabras de la consagrel Canon Romano ha unido lalecturas bblicas y, de acuerdesto, dice: por vosotros y po

    SIGUEEN LAP

    tena conciencia de cun lejos esta-ban la Biblia y los textos litrgicosdel modo de pensar y de hablar delhombre de hoy, de modo que, inclu-so traducidos, seguan siendo en

    buena parte incomprensibles paralos participantes en la liturgia. Erauna tarea novedosa tratar de que, enla traduccin, los textos sagradosfueran asequibles a los participantesen la liturgia, aunque siguieran sien-do muy ajenos a su mundo; es ms,los textos sagrados aparecan preci-samente de este modo en su enormelejana. As, los autores no slo sesentan autorizados, sino incluso enla obligacin de incluir ya la inter-pretacin en la traduccin, y deacortar de esta manera la va hacialos hombres, pretendiendo hacer lle-

    a la palabra de la Escritura, como delos textos litrgicos. Por un lado, lapalabra sagrada debe presentarse loms posible tal como es, incluso enlo que tiene de extrao y con los in-

    terrogantes que comporta; por otrolado, a la Iglesia se le ha encomen-dado el cometido de la interpreta-cin, con el fin de que en los lmi-tes de nuestra comprensin actualnos llegue ese mensaje que el Seornos ha destinado. Ni siquiera la tra-duccin ms esmerada puede susti-tuir a la interpretacin: pertenece ala estructura de la revelacin el quela Palabra de Dios sea leda en lacomunidad interpretativa de la Igle-sia, y que la fidelidad y la actualiza-cin estn enlazadas recprocamente.La Palabra debe estar presente tal y

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    nmero 20, domingo 13 de mayo de 2012

    La audiencia de Benedicto XVI a la Guardia Suiza Pontificia

    Fidelidad heroica al Papa y a la Sede Apostlica

    La homila del cardenal Bertone en la misa para los reclutas

    Como sarmientos de la nica vid

    Juramento de los nuevos alabarderos de la G

    Como sarmientos de la nica vid para testimoniarla pertenencia a Cristo y a su Iglesia. Contenidode las lecturas de la misa del V domingo de Pascuay punto de partida del cardenal Tarcisio Bertone,

    secretario de Estado, para recordar a los nuevos re-clutas de la Guardia Suiza Pontificia el servicioque estn llamados a realizar.

    La ocasin fue la celebracin que presidi el 6de mayo por la maana, en la baslica de San Pe-dro, como apertura de la ceremonia de juramentode los nuevos reclutas, a quienes propuso la figurade san Pablo y su valenta para dar testimonio deCristo. Tambin hoy se necesita valor para dar

    testimonio del Evangelio dijo el purpurado. Lodigo pensando en vosotros, queridos guardias sui-zos, y os exhorto a hacerlo con alegra no slocuando estis de servicio, sino siempre, en todo

    momento y situacin de vuestra vida. Pero cmose puede ser hoy testigos vlidos de Cristo? Cues-tin a la que respondi el cardenal Bertone citan-do una imagen reiterada en el Antiguo Testamen-to: la de la vid y los sarmientos. De hecho se pre-senta a Dios como el dueo de una via figuradel pueblo elegido, explic, y como un buen vi-ador se ocupa mucho de ella para que pueda darfrutos buenos y abundantes. De ah el deseo delpurpurado a los jvenes reclutas para que la ima-gen de la vid y los sarmientos se imprima profun-damente en la conciencia, porque es muy eficaz,muy til para comprender y vivir la unin con elSeor Jess. En el curso de vuestra vida se pre-sentarn situaciones importantes, como las decisio-nes por el futuro p ro s i g u i : la familia, la profe-sin, el compromiso civil o social. En cualquiermomento podis apoyaros en el hecho de que soissarmientos de la vid que es Cristo y unidos a l noos faltar la savia vital para llevar adelante lo me-jor posible vuestras decisiones, para ser personas

    tiles a la sociedad, personas que aman a Dios y alprjimo como Cristo ha enseado.

    En el altar de la Ctedra concelebraron con elsecretario de Estado el cardenal suizo Koch, presi-dente del Consejo pontificio para la promocin dela unidad de los cristianos; el arzobispo Canalini,que fue nuncio apostlico en Suiza; los monseo-res Gmr, obispo de Basilea, y Grampa, obispo deLugano; igualmente los monseores De Raemi, ca-pelln de la Guardia Suiza; Nwachukwu, jefe deprotocolo de la Secretaria de Estado; Piechota yLucchini, de la secretara del cardenal Bertone; yotros treinta sacerdotes. Acompaaron el rito el co-ro y la orquesta de Santa Mara de Ebikon, de Lu-cerna.

    El servicio que cumple laGuardia Suiza Pontificia se

    sita en el surco de una

    indiscutida fidelidad alPapa y a la Santa Sede.

    As lo subray Benedicto XVIdurante la audiencia en la

    sala Clementina el lunes 7 demayo por la maana, al da

    siguiente de la ceremonia dejuramento de los nuevosre c l u t a s .

    Seor comandante, monse-or capelln, queridos ofi-ciales y miembros de laGuardia Suiza, ilustreshuspedes, queridos herma-nos y hermanas:

    Deseo dirigiros a todos vo-sotros un cordial saludo. Enparticular doy mi bienveni-da a los reclutas, hoy rodea-

    sobre todo con los momen-tos de oracin y los encuen-tros que caracterizan esta

    jornada.Las funciones que cumple

    la Guardia Suiza constitu-yen un servicio directo alSumo Pontfice y a la SedeApostlica. Por ello es mo-tivo de vivo aprecio el he-cho de que haya jvenesque elijan consagrar algunosaos de su existencia en to-tal disponibilidad al Suce-sor de Pedro y a sus colabo-radores. Vuestro trabajo sesita en el surco de una in-discutida fidelidad al Papa,que fue heroica en el Sa-queo de Roma en 1527,cuando, el 6 de mayo, vues-tros predecesores sacrifica-ron su vida. El peculiar ser-

    humildad, altruismo yDe estas virtudes debe etro corazn cuando prede honor y de seguridano.

    Sed atentos los unospara sosteneros en el try edificaros recprocamvad el estilo de caridadlas personas que enconEn la Sagrada Escrituramor del prjimo estmandamiento de amar ael corazn, con toda eldas las fuerzas (cf. Mcdar amor a los hermansacarlo de la forja de la gracias a pausas prolocin, a la constante escubra de Dios y a una emente centrada en el micarista.

    El secreto de la efic

    trabajo aqu, en el Vatide cada proyecto vuestroto, la continua referencies tambin el testimonide vuestros predecesoreterizaron no slo en ede su trabajo, sino tambpromiso de vida cristian

    querido compartir con vosotros estosdas de fiesta, han asociado su partici-pacin en la ceremonia de juramento auna peregrinacin a la tumba de losApstoles. A todos deseo que tengisaqu, en Roma, la singular experienciade la universalidad de la Iglesia y queos fortalezcis y profundicis en la fe,

    vicio de la Guardia Suiza no poda en-tonces ni puede tampoco hoy llevarse acabo sin aquellas caractersticas quedistinguen a cada miembro del cuerpo:solidez en la fe catlica, fidelidad yamor hacia la Iglesia de Jesucristo, dili-gencia y perseverancia en las pequeasy grandes tareas cotidianas, valenta y

    dos de sus padres, familiares y amigos;as como a los representantes de las au-toridades suizas, llegados para esta felizcircunstancia. Vosotros, queridos guar-dias, tenis el privilegio de trabajar du-rante algunos aos en el corazn de lacristiandad y vivir en la Ciudad Eter-na. Vuestros familiares, y cuantos han

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    ROMANO pg

    Vspera y da del compromiso pblico

    La lgica del donen un servicio incondicional

    Juro servir fiel, leal y honorablemente alPontfice Benedicto XVIy a sus legtimossucesores, as como dedicarme a ellos con tmis fuerzas, sacrificando, si fuera necesarioincluso mi vida en su defensa

    do llamados a seguir al Seor en elmino del sacerdocio o de la vida con-grada, y han respondido con pronti-d y entusiasmo. Otros coronaron fe-mente con el sacramento del Matri-

    onio su vocacin conyugal. Doy gra-as a Dios, fuente de todo bien, pors diversos dones y las distintas misio-

    es que l os confa, y ruego para quembin vosotros, que iniciis vuestrorvicio, respondis plenamente a la lla-

    mada de Cristo siguindole con fiel ge-n e ro s i d a d .

    Queridos amigos, aprovechad eltiempo que pasis aqu, en Roma, paracrecer en la amistad con Cristo, amarcada vez ms a su Iglesia y caminar ha-cia la meta de toda verdadera vida cris-tiana: la santidad.

    Que os ayude la Virgen Mara, aquien honramos de modo especial en elmes de mayo, a experimentar cada da

    y 485 aos del sacrificio en el Saqueo de Roma

    ms la comunin profunda con Dios,que para nosotros, creyentes, empiezaen la tierra y ser completa en el cielo.

    constante recuerdo en la oracicorazn os imparto a cada unodicin apostlica.

    De hecho estamos lla-mados, como recuerdasan Pablo, a ser con-ciudadanos de los san-tos y miembros de lafamilia de Dios (Ef2, 19). Con estos senti-mientos os aseguro mi

    El arzobispo Becciu,sustituto de la Secretarade Estado, y el capelln,

    monseor De Raemy

    eintisis nuevos alabarderos de la Guardia Suizararon el domingo 6 de mayo por la maana, en ella Pablo VI, fidelidad al Papa. Como cada ao,alizaron este gesto en la conmemoracin de la he-ica muerte de 147 soldados helvticos cados enfensa del Pontfice durante el saqueo de Roma en

    27. El juramento tuvo lugar en presencia del arzo-spo Angelo Becciu, sustituto de la Secretara detado, del comandante Daniel Rudolf Anrig y delpelln monseor Alain de Raemy.

    Fue el capelln quien solicit a los jvenes reclu-

    Guardia Suiza. La disponiblilidad a un servicio in-condicional y total manifest es precisamente elcriterio que caracteriza a un buen Guardia y que de-be tomarse en consideracin para la eventualidad deuna permanencia ms all del tiempo mnimo deservicio.

    Entre los participantes en la ceremonia se conta-ron los cardenales Farina, Koch, Monteiro de Cas-tro, Vegli, Nicora, Coppa, Agustoni y Cottier; elarzobispo Harvey y numerosos prelados, entre ellos

    el presidente de la Conferencia episcopal suizas la reflexin sobre las palabrasonunciadas por Benedicto XVI enhomila del pasado Jueves Santo.

    Durante el servicio dijo existe elligro de perder la motivacin. Pe-esto puede suceder ya maana,

    or razn de la incapacidad de ofre-r completamente la vida. En efec-, existe siempre la tentacin de sa-r de ello algn beneficio perso-

    Brunner, y los monseores Wells,Nwachukwu y Karcher. Estuvierontambin presentes diversas personali-dades del Gobierno federal y de loscantones helvticos. La delegacindel Gobierno cantonal de Lucernafue encabezada por el presidente,Yvonne Schrli. Represent a laConfederacin helvtica el embaja-dor ante la Santa Sede, Paul Wid-

    al. En el caso del servicio al Sucesor de Pedrop ro s i g u i este encerramiento significa permane-r activos no para l, sino para uno mismo. Queos os preserve de esta fatal tentacin. Y se refi-

    igualmente al juramento: Si queris ser autnti-s y conservar la motivacin expresada hoy, enton-

    mer; y al ejrcito suizo, el comandante del Cuerpode armada, Andr Blattmann.

    La vspera, 5 de mayo por la tarde, en la plaza va-ticana de los Protomrtires romanos, el arzobispoBecciu presidi la conmemoracin de los cados,otorgando algunas condecoraciones. Con mucho

    s es necesario buscarta motivacin allonde se encuentrardaderamente, esto, en lo que dono,or qu lo dono y poru lo dono al Suce-r de san Pedro.De forma semejantecomandante Anrig

    bray la dimensindonacin de la

    gusto me hago intr-prete de los sentimien-tos del Santo Padredijo renovando atodos y cada uno laexpresin de la grati-tud ms viva porvuestra lealtad y porla calidad del trabajoque desarrollis, velan-do por el orden y laseguridad en el terri-torio del Vaticano, pe-ro tambin acogiendocon cortesa a los nu-merosos peregrinosque reclaman cada davuestra ayuda.

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    pgina 8 LOSSERVATORE ROMANO domingo 13 de mayo de 2012, nm

    Hace cincuenta aos mora la santa Beretta Molla para salvar a la hija que llevaba en su seno

    La eleccin de Gianna

    Responsabilidad y promesa para todosVIENE DELA PGINA5

    chos. Esta frmula fue retomadaluego por la reforma litrgica en to-das las plegarias eucarsticas.

    Pero, una vez ms: Por qu pormuchos? Acaso el Seor no hamuerto por todos? El hecho de queJesucristo, en cuanto Hijo de Dioshecho hombre, sea el hombre paratodos los hombres, el nuevo Adn,forma parte de las certezas funda-mentales de nuestra fe. Sobre estepunto quisiera recordar solamentetres textos de la Escritura: Dios en-treg a su Hijo por todos, afirmaPablo en la carta a los Romanos(Rm 8, 32). Uno muri por todos,dice en la segunda carta a los Corin-tios, hablando de la muerte de Jess(2 Co 5, 14). Jess se entreg enrescate por todos, escribe en la pri-mera carta a Timoteo (1 Tm 2, 6).Pero entonces, con mayor razn, unavez ms, debemos preguntarnos: siesto es as de claro, por qu en laplegaria eucarstica est escrito pormuchos? Ahora bien, la Iglesia hatomado esta frmula de los relatosde la institucin en el Nuevo Testa-mento. Lo dice as por respeto a lapalabra de Jess, por permanecerfiel a l incluso en las palabras. El

    respeto reverencial por la palabramisma de Jess es la razn de la fr-mula de la plegaria eucarstica. Peroahora nos preguntamos: Por quJess mismo lo dijo precisamenteas? La razn verdadera y propiaconsiste en que, con esto, Jess sehizo reconocer como el Siervo deDios de Isaas 53, mostr ser aquellafigura que la palabra del profeta es-taba esperando. Respeto reverencialde la Iglesia por la palabra de Jess,fidelidad de Jess a la palabra de laEscritura: esta doble fidelidad esla razn concreta de la frmula pormuchos. En esta cadena de reve-rente fidelidad nos insertamos noso-tros con la traduccin literal de las

    palabras de la Escritura.As como hemos visto anterior-mente que el por vosotros de latraduccin lucano-paulina no restrin-ge, sino que concretiza, as podemosreconocer ahora que la dialcticamuchos-todos tiene su propiosignificado. Todos se mueve en elplano ontolgico: el ser y obrar deJess abarca a toda la humanidad, alpasado, al presente y al futuro. Perohistricamente, en la comunidadconcreta de aquellos que celebran laEucarista, l llega de hecho slo amuchos. Entonces es posible reco-nocer un triple significado de la co-

    rrelacin entre muchos y todos.En primer lugar, para nosotros, quepodemos sentarnos a su mesa, debe-ra significar sorpresa, alegra y grati-tud, porque l me ha llamado, por-que puedo estar con l y puedo co-nocerlo. Estoy agradecido al Seor,que por gracia me ha llamado a suIglesia... [Canto religioso Fest sollmein Taufbund immer steen, estrofa1]. En segundo lugar, significa tam-bin responsabilidad. Cmo el Se-or, a su modo, llegue a los otros ato dos es a fin de cuentas unmisterio suyo. Pero, indudablemente,es una responsabilidad el hecho deser llamado por l directamente a sumesa, de manera que puedo or:

    por vosotros, por m, l sufri.Los muchos tienen responsabilidadpor todos. La comunidad de los mu-chos debe ser luz en el candelero,ciudad puesta en lo alto de un mon-te, levadura para todos. Esta es unavocacin que concierne a cada unode manera totalmente personal. Losmuchos, que somos nosotros, debenllevar consigo la responsabilidad porel todo, conscientes de la propia mi-sin. Finalmente, se puede aadirun tercer aspecto. En la sociedad ac-tual tenemos la sensacin de no seren absoluto muchos, sino muypocos, una pequea multitud, que se

    reduce continuamente. Pero nmos muchos: Despus de euna muchedumbre inmensa, qudie podra contar, de todas laciones, razas, pueblos y lenguace el Apocalipsis de Juan (ApNosotros somos muchos y reptamos a todos. As, ambas palmuchos y todos van juntarelacionan una con otra en lponsabilidad y en la promesa.

    Excelencia, queridos hermanel episcopado. Con todo esquerido indicar la lnea del codo fundamental de la catequesimedio de la cual se debe prepsacerdotes y laicos lo ms p

    posible para la nueva traduEspero que pueda servir al mtiempo para una participacinprofunda en la santa Eucaristagrndose en la gran tarea quespera con el Ao de la fe.fo en que dicha catequesis sesente prontamente, y forme pade la renovacin litrgica, a lse comprometi el Concilio deprimera sesin.

    Con la bendicin y el saludocual, me confirmo suyo en el S

    BENEDICTO XVI

    La santa Gianna Beretta, con dos de sus hijos

    GIULIA GALEOTTI

    El 28 de abril de 1962, antes de cumplir cua-renta aos, mora por un tumor en el teroGianna Beretta Molla. Su cuarta hija haba

    nacido pcos das antes.Gianna Beretta Molla que adems eramdica y por tanto estaba perfectamente ca-pacitada para comprender su situacin alcomienzo de su embarazo descubri que esta-ba enferma, pero no dud en rechazar la tera-pia que, aunque probablemente la hubierasalvado, habra tenido como efecto secundarioindirecto la eliminacin del feto. Esta ltimadecisin es absolutamente legtima para laIglesia catlica, pero Gianna la rechaz al se-gundo mes de embarazo por amor al hijo apunto de nacer. Beatificada en 1994 (fue laprimera madre de familia no mrtir en serbeatificada), fue canonizada diez aos des-pus.

    La santidad de Gianna Beretta Molla es,ante todo, el testimonio luminoso de cmo laIglesia catlica, aun considerando que la vidahumana desde su comienzo compromete di-rectamente la accin creadora de Dios (Hu-manae vitae, 13), no acta de ninguna maneracontra las madres (acusacin recurrente deuna parte del feminismo, y no slo), sino que,al contrario, se opone a todo lo que atentacontra la vida. En este sentido, no constitu-yen una violacin del quinto mandamientolas intervenciones indirectas que, si son nece-sarias para salvar la vida de la mujer embara-zada, producen como consecuencia secunda-

    Gianna Beretta Molla est su carcter exdinario.

    Esta decisin consciente, libre y pleconvierte si sabemos y queremos escula en una de las santas ms feministas

    historia. Una de esas santas que, silenmente, han testimoniado la valenta femla capacidad de las mujeres de ser expde gratuidad y amor. La verdadera empacin femenina dijo Pablo VI a la Ude juristas catlicos en 1972 est en elnocimiento de lo que la personalidad fena tiene de esencialmente especfico.

    Sin embargo, muchos no han comprela eleccin de Gianna Beretta Molla.todo (tal vez se trate del dato que mssufrir en su intrnseca misoginia), no lcomprendido numerosas mujeres, catlino catlicas, que se obstinan en considcomo la vctima sacrificial de una mentaretrgrada que pone la condicin femsiempre y slo en segundo plano.

    Gianna fue una ciudadana normamundo y una catlica normal en el mlos estudios de medicina, la Accin cala especializacin en pediatra, la profesiaficin a los viajes, el esqu y la msicaca, el matrimonio a los 32 aos y la madad. Cuando Pablo VI decidi incoar su de canonizacin, su esposo Pietro (que ci en 2010) primero se opuso (nunca la cuenta de vivir con una santa), peropus acept, porque me convencieroque la santidad no consiste nicamensignos extraordinarios, y de que el ejemp

    ria la interrupcin del embarazo. En efecto, en es-tos casos el feto no es el sujeto directo del ataque(semejante acto ya no podra definirse un aten-tado directo contra la vida inocente, dijo Po XIIen 1951) y, por consiguiente, la intervencin no seconsidera aborto directo.

    Es un punto crucial: si Gianna hubiera acepta-do curarse incisivamente es decir, no limitndoseslo a la extirpacin del fibroma, como en cambio

    sucedi, su eleccin habra sido perfectamentelcita tambin para la Iglesia. Humanamente lci-ta.

    En cambio, esta mujer lombarda tom un deci-sin diferente, y en ello reside su carcter excep-cional. Si hubiera elegido lo que era ordinario, nola recordaramos como santa. En realidad, un actode martirio, reconocido como tal, no se puede im-poner, y precisamente en la eleccin libre de

    mi esposa hara mucho bien.A pesar del atroz sufrimiento que tuvo q

    portar (dejar a cuatro hijos pequeos requieamor titnico), la fuerza de su santidad radhaber reconocido (como escribi) que Dipuesto en nosotros el instinto de la vida. Prarse para la propia vocacin es prepararsdar la vida.

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    nmero 20, domingo 13 de mayo de 2012 LOSSERVATORE ROMANO pg

    Un debate que llev a la constitucin conciliar Dei Verbum sobre la divina re v e lac i n

    La noche de los engaosEl historiador del Instituto ecumnicoSan Bernardino de Venecia, Riccardo

    Burigana, y el telogo jesuita ChristophTheobald, director de la revista Re-cherches de science religieuse (Investi-

    gaciones de ciencia religiosa), son losprotagonistas del encuentro dedicado ala constitucin conciliar Dei Verbumque tuvo lugar el jueves 26 de abril enel Centro San Luis de Roma en el m-bito de las conferencias promovidas porel Centro de estudios e investigaciones

    sobre el concilio Vaticano II de la Pon-tificia Universidad Lateranense, en co-laboracin con el Instituto francs Cen-tro San Luis de Francia. Publicamos acontinuacin la parte conclusiva de laintervencin de Burigana, autor de lamonografa fundamental La Bibliadel Concilio.

    RICCARD O BURIGANA

    Repasar las vicisitudes del debate entorno a la Dei Verbum es un observa-

    torio til para reconstruir las din-micas del Vaticano II a partir de lapluralidad de posiciones sobre el pa-pel de la Escritura en la vida de laIglesia, desde la reflexin teolgicasobre la dimensin bblica de la re-velacin, la historicidad de los Evan-gelios y el valor de la inerrancia,hasta la relacin de la Escritura conla cotidianidad de la experienciacristiana, tambin en perspectivaecumnica.

    Precisamente por la relevancia dela constitucin para los temas trata-dos y por su papel en la historia delVa t i c a n o II parece muy oportunopromover todava estudios sobre la

    Dei Verbum, que es una piedra mi-liar en el camino eclesial, como selee en la exhortacin apostlicap ostsinodal Verbum Domini del Papa

    Benedicto XVI.En las propuestas (vota) para elfuturo Concilio formuladas en granparte en latn de los obispos, delos superiores de las rdenes religio-sas, de las universidades e institucio-nes acadmicas y de las Congrega-ciones romanas, se recoge la multi-plicidad de posiciones y de enfoquesque ofrecen un interesante cuadro dela Iglesia. En los vota se dedic unamplio espacio a la definicin de larelacin entre Escritura y tradicinen la trasmisin de la revelacin; so-bre este punto se haba desarrolladoun vivo debate en los ltimos aosdel pontificado de Po XII e n t reaquellos que sostenan la superiori-dad de la tradicin sobre la Escritu-ra y aquellos que consideraban lanecesidad de repensar de manera

    ms unitaria la relacin entre Escri-tura y tradicin en la trasmisin dela revelacin. Precisamente la multi-plicidad y la amplitud de las pro-puestas relacionadas con la Escrituracomo tema para el futuro, no sloremiten a un debate que se habadesarrollado en el curso del siglo XXen el seno de la Iglesia catlica y,ms en general, del cristianismo,provocando tensiones, sobre las cua-les no es necesario detenerse en estemomento, sino que muestran cuntose deseaba la redaccin de un esque-ma para el futuro Concilio en el cualafrontar las cuestiones, en sentido la-

    ciliares. Al repasar esta fase la redac-cin del esquema se ve cmo las po-siciones en el seno de la Comisindoctrinal se haban endurecido hastatal punto que las modificaciones sesometan a continuas votaciones, so-bre las cuales se abran infinitas dis-cusiones sobre el procedimiento.

    En esta situacin comenz a di-fundirse el rumor de que no pocospadres estaban decididos a pedir aPablo VI una intervencin para salirde una situacin que pareca presa-

    giar nuevas fracturas; por eso AlbertPrignon, rector del Colegio Belga,escribi que haba un fuerte temorde que pudiera producirse unanueva semana negra y una nota

    p ra e v i a y con todos los inconve-nientes y dificultades que hemos te-nido el ao pasado, con una evi-dente intencin de forzar una inter-vencin del Papa Montini.

    El 10 de octubre de 1965 Pablo VIse dirigi al cardenal Alfredo Otta-viani, prefecto de la Congregacindel Santo Oficio, para pedirle que lediera la versin aprobada del De di-vina revelatione, antes de enviarla a la

    veritas salutaris en el nmero 11 y,por ltimo, sobre la historicidad delos Evangelios en el nmero 19.

    El Papa envi propuestas de mo-dificacin sobre cada uno de lospuntos, aun dejando libertad a laComisin para considerar otras. Lanoticia de la convocatoria de unanueva reunin se difundi rpida-mente, suscitando varios comenta-rios; ya se preparaba la ltima bata-lla sobre el De divina revelatione.Con el intento de aliviar las tensio-

    nes, la secretara de la Comisindoctrinal decidi reunirse, de unmodo del todo informal, en la ma-ana del 19 de octubre con el fin depreparar la reunin de la tarde. Eneste encuentro preparatorio se deci-di encomendar a Gerard Philips,uno de los dos secretarios de la Co-misin doctrinal, la tarea de presen-tar las frmulas enviadas por el Papapara las modificaciones de los pun-tos a fin de orientar as la discusinhacia una solucin que no alterara eltexto y no fomentara ulteriores pol-micas dentro y fuera de la Comi-sin.

    La reunin del 19 de octubreun desarrollo y un resultado comtamente distinto del imaginadola secretara; de hecho el protagta, seguramente del todo inespe

    en la reunin fue el cardenal Autin Bea, que reapareci de estama en escena despus de que ecretariado hubiera sido excluidproceso de redaccin en la primra de 1964 y despus de que lmo se hubiera quejado, inclusoblicamente, de esta exclusinrealidad, Bea asumi la direccila reunin, desautorizando aPhilips; al final, despus de minables discusiones, tambin drcter de procedimiento, conai re adas amenazas por parte dgunos miembros de considerar iida una votacin apelandoTribunal del Concilio, se aproblas modificaciones al esquema.

    Al trmino de esta reunin, la cual se puede evocar la imageManzoni de la noche de los e

    os, se puede decir, retomandjuicio del obispo de Namur, AMarie Charue, que el texto habdo salvado, dado que las modciones introducidas no alterabestructura ni el contenido delDvina revelatione. Este paso sumuchas perplejidades, algunas grimas y muchas crticas, sobrdo acerca del papel de Bea, qura muchos pareca ser completate distinto del que tuvo duranConcilio; sobre el papel de Beacomo sobre las intenciones de PVI, que de algn modo fueronsentadas de manera oficial pocamanas despus por el jesuitavanni Caprile en un artculo deCivilt Cattolica, sera interedetenerse para comprender la imtancia del De divina revelation

    solo en la historia del Vaticanono tambin para la misin dIglesia, sobre todo en la promde una recuperacin de la cendad de la Escritura en la perspede un renovado compromiso paunidad de la Iglesia.

    El 20 de octubre de 1965, el stario del Concilio, monseor PFelici, pidi a Philips el informla reunin, comunicndole queblo VI ya haba dado su placetnueva versin del texto y habadido imprimirlo cuanto antes. Ede octubre el De divina revelafue entregado a los padres conres y cuatro das despus el reErmenegildo Florit, arzobispoFlorencia, ley su relacin sobrmodi ilustrando las modificaciosubrayando la importancia del

    que los padres se disponan a vlas votaciones confirmaron el senso, casi unnime, alcanzadoel esquema.

    El 18 de noviembre de 1965, octava sesin pblica del conVaticano II, se promulg la concin Dei Verbum, con un concasi unnime: de 2350 votantes, votaron a favor del texto: paque se haba llegado al final dhistoria del itinerario del esqupero precisamente al final ocurrgo inesperado.

    SIGUE ENLA P

    El cardenal Agostino Bea

    to, vinculadas a la lectura y al cono-cimiento de la Sagrada Escritura poruna parte y por otra de la relacinentre esta, la tradicin y el magiste-rio en la trasmisin de la revelacin.

    Cuando dio comienzo la cuartasesin del concilio ecumnico Vati-cano II (14 de septiembre 8 de di-ciembre de 1965), la agenda de lostrabajos pareca tan rica que hacapensar que los padres difcilmenteconseguiran aprobar todos los es-quemas; entre estos estaba tambinel De divina revelatione, que fue vota-do en el aula conciliar en los das20-22 de septiembre de 1965; los re-sultados no dejaban dudas sobre elamplio consenso de que gozaba elesquema, aunque de los 2246 votan-tes haba habido 9 non placet y 354

    placet iuxta modum sobre el segundocaptulo.

    Del 29 de septiembre al 11 de oc-tubre la Comisin doctrinal examinlas propuestas, los modi, para las l-timas modificaciones del esquema,presentadas por los padres, a veces

    firmadas por decenas de padres con-

    imprenta; era un mensaje muy clarosobre la voluntad del Papa de inter-venir, no tanto para secundar lasprotestas de la minora conciliar,cuanto ms bien para no dejar nada

    sin intentar a fin de llegar a un textosobre el cual se pudiera tener la msamplia mayora posible, segn la in-tencin de Pablo VI desde la segun-da sesin del Vaticano II.

    Precisamente por eso, mientras larevisin en la Comisin doctrinal seacercaba a su conclusin, Pablo VIhaba iniciado una serie personal deconsultas para recoger el mayor n-mero de elementos sobre las riquezasy debilidades del esquema, mientrasle seguan llegando peticiones paraque interviniera. El 17 de octubre,concluida formalmente la revisindel De divina revelatione, cuando seesperaba su ltima presentacin enel aula con vistas a su aprobacin,Pablo VI tom la decisin de volvera convocar a la Comisin doctrinalpara examinar tres puntos del esque-ma: sobre la tradicin constitutiva

    en el nmero 9, sobre la expresin

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    pgina 10 LOSSERVATORE ROMANO domingo 13 de mayo de 2012, nm

    Colegio episcopal

    Nombramientosp ontificiosEl Santo Padre ha nombrado vi-cedirector de la Contadura delEstado de la Ciudad del Vatica-no a ANTONIO CH I M I N E L L O,consultor de la Prefectura paralos Asuntos econmicos de laSanta Sede.

    El Santo Padre ha nombradopromotor de justicia sustituto enel Tribunal supremo de la Signa-tura apostlica a monseor PA-WEL MALECHA; y jefe de la Can-cillera del mismo Tribunal al pa-dre JOS FERNAND O MEJA Y-EZ, M.G.

    Audiencias pontificias

    Enviado especialEl Papa ha nombrado enviadoespecial suyo a Rabaul (PapaNueva Guinea), para las celebra-ciones del centenario del naci-miento del beato Peter To Rot,catequista y mrtir de dicho pas,que tendrn lugar el 7 de juliode 2012, al cardenal JOSEPH ZE-KIUN ZEN, S.D.B., obispo emritode Hong Kong.

    Lutos en el episcopado

    Monseor Jos Roberto Ospina Leongmezobispo de Buga, Colombia

    RENUNCIAS:

    El Santo Padre ha aceptado la re-nuncia al gobierno pastoral de laarchidicesis de Sel (Corea del

    Sur) que el cardenal NICHOLASCHEONG JINSUK le haba presenta-do en conformidad con el canon401 1 del Cdigo de derecho ca-nnico.

    Nicholas Cheong Jinsuk naci enSel el 7 de diciembre de 1931. Re-cibi la ordenacin sacerdotal el 18de marzo de 1961. Pablo VI lo nom-br obispo de Choongju el 25 dejunio de 1970; recibi la ordenacinepiscopal el 3 de octubre sucesivo.Juan Pablo II lo promovi a arzo-bispo de Sel el 3 de abril de 1998;y lo nombr administrador apostli-co de Pyng-yang (Corea del Nor-te) el 6 de junio sucesivo. BenedictoXVI lo cre cardenal del ttulo deSanta Mara Inmaculada de Lour-des en Boccea en el consistorio del24 de marzo de 2006.

    El Santo Padre ha aceptado la re-nuncia al gobierno pastoral de ladicesis de Buga (Colombia) quemonseor HERNN GIRALD O JARA-MILLO le haba presentado en con-formidad con el canon 401 1 delCdigo de derecho cannico.

    Hernn Giraldo Jaramillo nacien Manizales el 21 de octubre de1936. Recibi la ordenacin sacerdo-tal el 15 de agosto de 1964. Juan Pa-blo II lo nombr obispo titular deAlessano y auxiliar de Pereira el 27de julio de 1984; recibi la ordena-cin episcopal el 6 de agosto sucesi-vo. El mismo Pontfice lo nombrobispo de Mlaga-Soat el 7 de ju-

    lio de 1987; y obispo de Buga el 19de enero de 2001.

    El Santo Padre ha aceptado la re-nuncia al gobierno pastoral de la

    dicesis de Ecatepec (Mxico) quemonseor ONSIMO CEPEDA SI LVAle haba presentado en conformidadcon el canon 401 1 del Cdigo dederecho cannico.

    Onsimo Cepeda Silva naci enMxico el 25 de marzo de 1937. Re-cibi la ordenacin sacerdotal el 28de octubre de 1970. Juan Pablo II lonombr obispo de Ecatepec el 28de junio de 1995; recibi la ordena-cin episcopal el 12 de agosto suce-sivo.

    EL PA PA HA NOMBRAD O:

    Arzobispo de Sel (Corea delSur) a monseor ANDREW YEOMSO O JUNG, hasta ahora obispo titu-lar de Tibiuca y auxiliar de dichaarchidi cesis.

    Andrew Yeom Soo Jung naci enAnsong, dicesis de Suwon, el 5 dediciembre de 1943. Recibi la orde-nacin sacerdotal el 8 de diciembrede 1973. Juan Pablo II lo nombrobispo titular de Tibiuca y auxiliarde Sel el 1 de diciembre de 2001;recibi la ordenacin episcopal el 25de enero de 2002.

    Obispo de Buga (Colombia) amonseor JOS ROBERTO OSPINALEONGMEZ, hasta ahora obispo ti-tular de Gissaria y auxiliar de Bo-got.

    Jos Roberto Ospina Leongmeznaci en San Miguel de Sema, di-cesis de Chiquinquir, el 20 de mar-zo de 1947. Recibi la ordenacinsacerdotal el 29 de noviembre de

    1972. Juan Pablo II lo nombr obis-po titular de Gissaria y auxiliar deBogot el 19 de abril de 2004; reci-bi la ordenacin episcopal el 29 demayo sucesivo.

    Obispo de Pinsk (Bielorrusia) amonseor ANTONI DZ I E M I A N KO,hasta ahora obispo titular de Lesviy auxiliar de Minsk-Mohilev.

    Antoni Dziemianko naci en Za-brodzie-Derevno, dicesis de Pinsk,el 1 de enero de 1960. Recibi la or-denacin sacerdotal el 28 de octu-bre de 1980. Juan Pablo II lo nom-br obispo titular de Lesvi y auxi-liar de Grodno el 4 de julio de1998; recibi la ordenacin episco-pal el 29 de septiembre sucesivo. Elmismo Papa lo traslad como auxi-liar de Minsk-Mohilev el 14 de di-

    ciembre de 2004.Obispo de Khulna (Bangladesh) amonseor JAMES ROMEN BOIRAGI.

    James Romen Boiragi naci enHoldibunia, dicesis de Khulna, el3 de mayo de 1955. Recibi la orde-nacin sacerdotal el 13 de enero de1985. Se doctor en derecho canni-co en la Pontificia Universidad Ur-baniana de Roma. Ha desempea-do su ministerio pastoral como vica-rio parroquial; prroco; vicario ge-neral; vice-vicario judicial del Tribu-nal diocesano; y administrador dio-cesano de Khulna.

    Monseor JAN BERNARD SZLAGA,obispo de Pelplin, falleci el 25 deabril. Haba nacido en Gdynia, ar-chidicesis de Gdask (Polonia), el24 de mayo de 1940. Era sacerdotedesde el 2 de junio de 1963. JuanPablo II lo nombr obispo titularde Mascula y auxiliar de Chemnoel 13 de junio de 1988; recibi la or-denacin episcopal el 25 de juniosucesivo. Posteriormente la dicesisde Chemno asumi el nombre dePelplin. El Santo Padre lo nombrobispo de dicha dicesis el 25 demarzo de 1992.

    Monseor FRANTIEK TONDRA,obispo emrito de Spi, falleci el 3de mayo. Haba nacido en SpskeVlachy, dicesis de Spi (Eslova-quia), el 4 de junio de 1936. Era sa-cerdote desde el 1 de julio de 1962.Juan Pablo II lo nombr obispo deSpi el 26 de julio de 1989; recibila ordenacin episcopal el 9 de sep-tiembre sucesivo. Benedicto XVIacept su renuncia al gobierno pas-toral de dicha dicesis el 4 de agos-to de 2011.

    Monseor FLIX KO UA D J O,obispo de Bondoukou, falleci el 6

    de mayo. Haba nacido en Bdicesis de Agboville (CosMarfil), en 1939. Era sacerdotde el 16 de marzo de 1969. Juablo II lo nombr obispo dedoukou el 22 de abril de 1996bi la ordenacin episcopal el julio sucesivo.

    Monseor WILLIAM AQUINREW, arzobispo titular de Tnuncio apostlico, falleci elmayo. Naci en St. JNewfounland (Canad) el 23 dtubre de 1922. Era sacerdote

    el 15 de junio de 1947. Entrservicio diplomtico de la Sande en 1953. Pablo VI lo nombzobispo titular de Telde y napostlico en Burundi y Ruan27 de noviembre de 1969; reciordenacin episcopal el 4 dede 1970. El mismo Papa lo nopro-nuncio apostlico en Chdelegado apostlico en PalesIsrael el 10 de mayo de 1974.Pablo II lo traslad como procio apostlico en Japn el agosto de 1983. Concluy sucio diplomtico el 31 de octub1 9 9 7.

    EL SANTO PADRE HA RECIBID O:

    Viernes 4 de mayo

    A los embajadores ante la SantaSede de la Repblica federal demo-crtica de Etiopa, Malasia, Irlanda,Repblica de Fiji y Armenia, conocasin de la presentacin de las

    cartas credenciales.A monseor Luigi Negri, obispode San Marino-Montefeltro (Italia).

    A los obispos de Estados Unidos envisita ad limina Apostolorum:

    Monseor Michael Jarboe Shee-han, arzobispo de Santa Fe.

    Monseor James S. Wall, obispode Gallup.

    Monseor Ricardo Ramrez,C.S.B., obispo de Las Cruces.

    Monseor Thomas James Olms-ted, obispo de Phoenix, con el auxi-liar: monseor Eduardo A. Nevares,obispo titular de Natchez.

    Monseor Gerald Frederick Kica-nas, obispo de Tucson.

    Monseor James Douglas Conley,obispo titular de Cissa, administra-dor apostlico de Denver.

    Monseor Paul D. Etienne, obispode Cheyenne.

    Monseor Michael John Sheridan,obispo de Colorado Springs.

    Monseor Fernando Isern, obispode Pueblo.

    Sbado, da 5

    Al presidente de la Repblica deAlbania, Bamir Topi, con su esposay su squito.

    A monseor Santo Gangemi,bispo titular de Umbritico, napostlico en Papa Nueva Gy en las Islas Salomn, con smi l ia res .

    Al cardenal Marc Ouellet,prefecto de la Congregacinlos obispos.

    Lunes, da 7

    Al embajador de la Repblicmica de Irn ante la Santa SedAkbar Naseri, en visita de deda.

    A los obispos de Estados Unidvisita ad limina Apostolorum

    Monseor Wilton Daniel Grarzobispo de Atlanta, con el liar: monseor Luis Rafael Zaobispo titular de Bararo.

    Monseor Robert E. Gugline, obispo de Charleston, cobispo emrito: monseor

    Bernard Thompson.

    Monseor Peter Joseph obispo de Charlotte.

    Monseor Michael Francis bidge, obispo de Raleigh.

    Monseor Gregory John Hayer, O.F.M., obispo de Savacon el obispo emrito: monJohn Kevin Boland.

    Jueves, da 10

    Al cardenal Angelo Amato,prefecto de la Congregacinlas causas de los santos.

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    Una exgesis re

    citado de entre los muertos, zaron una plenitud inagotainsup erable.

    De este modo, la Iglesia mo en sus sacramentos vuelse renuevan la creacin, la lcin de la esclavitud, la alianAbraham, el sacrificio de Isaanuncio de los profetas.

    Entonces podra decirse qlibros de la Escritura se reavproclaman no tanto algo qrealiz un da, sino la novedaperecedera que est teniendo

    ahora.El trabajo pastoral debe prar introducir a los fieles engracia, en su comprensin y deleite. Por lo dems, el hha sido llamado al ser porCiertamente, hacen falta unaquesis asidua e iluminada y usarrollo ritual perspicuo, bienparado, lineal, no prolijo, sintudes que aburren, apagan lacin y agotan la paciencia.

    Es el camino seguro paradar a descubrir qu inmensomerecido don y qu inespprivilegio es ser cristianos.

    VIENEDE LAPGINA2

    Pocos das despus, cuandava los padres se estaban cando a la revisin y la vode los ltimos esquemas, secaron algunos intentos de in

    nir en el texto y en su traduen italiano, como si fuera pmodificar lo que los padres hvotado. Ante estos intentoshaban pasado desapercibidola mayora, reaccion el subtario, padre Umberto Bettciendo presente, con insistenFlorit y a Charue las consecias que esas intervencionedan tener sobre el contenidotrinal del esquema, adems dalgo profundamente equivoAl final, a pesar de algunacultades, el texto fue restacomo haba sido aprobado ppadres conciliares, aunque fnecesarias rectificaciones y siones: solamente despusconclusin del Concilio se decir que haba concluido d

    dad la historia de la redaccila Dei Verbum que tanto marcado al Vaticano II con tento, en gran parte lograduna recuperacin de lo qIglesia catlica haba pensadcrito y testimoniado durante sobre la centralidad de la Escen su misin, teniendo sipresente que la Tradicin, critura y el Magisterio de lasia, segn el plan prudenDios, estn unidos y ligadmodo que ninguno puede susin los otros; los tres, cada ugn su carcter, y bajo la adel nico Espritu Santo, cbuyen eficazmente a la salvde las almas (Dei Verbum, 10

    VIENEDE LAPGINA9

    Discurso del Santo Padre al Pontificio Colegio Espaol San Jos

    Sacerdotes no para ssino al servicio del pueblo de Dios

    La nochede los engao

    Seores cardenales, venerados her-manos en el episcopado, querido se-or rector, superiores, religiosas,alumnos del Pontificio Colegio Es-paol de San Jos de Roma:

    Es para m un motivo de alegrarecibiros en la conmemoracin delos cincuenta aos de la sede actualdel Pontificio Colegio Espaol deSan Jos, y precisamente en la me-moria litrgica de san Juan de vila,patrono del clero secular espaol, yal que prximamente declarar doc-tor de la Iglesia universal. Saludo alseor cardenal Antonio Mara Rou-co Varela, arzobispo de Madrid ypresidente de la Conferencia episco-pal espaola, al que agradezco sus

    amables palabras, as como a los se-ores arzobispos miembros del Pa-tronato, al seor rector, a los forma-dores, religiosas y a vosotros, queri-dos alumnos.

    Esta efemride marca una relevan-te etapa del ya dilatado itinerario deeste convictorio, que comenz a fi-nales del siglo XIX, cuando el beatoManuel Domingo y Sol, fundadorde la Hermandad de SacerdotesOperarios Diocesanos, se lanz a laaventura de crear un colegio en Ro-ma, con la bendicin de mi venera-do predecesor, Len XIII, y el intersdel Episcopado espaol.

    Por vuestro colegio han pasadomiles de seminaristas y sacerdotesque han servido a la Iglesia en Es-paa con amor entraable y fideli-dad a su misin. La formacin espe-

    cfica de los sacerdotes es siempreuna de las mayores prioridades de laIglesia. Al ser enviados a Roma paraprofundizar en vuestros estudios sa-cerdotales, debis pensar sobre todo,no tanto en vuestro bien particular,cuanto en el servicio al pueblo santode Dios, que necesita pastores quese entreguen al hermoso servicio dela santificacin de los fieles con altapreparacin y competencia.

    Pero recordad que el sacerdote re-nueva su vida y saca fuerzas para suministerio de la contemplacin de ladivina Palabra y del dilogo intensocon el Seor. Es consciente de que

    no podr llevar a Cristo a sus her-manos ni encontrarlo en los pobresy en los enfermos, si no lo descubreantes en la oracin ferviente y cons-tante. Es necesario fomentar el tratopersonal con Aquel al que despusse anuncia, celebra y comunica.Aqu est el fundamento de la espi-ritualidad sacerdotal, hasta llegar aser signo transparente y testimoniovivo del Buen Pastor. El itinerariode la formacin sacerdotal es tam-bin una escuela de comunin mi-sionera: con el Sucesor de Pedro,con el propio obispo, en el propiopresbiterio, y siempre al servicio dela Iglesia particular y universal.

    Queridos sacerdotes, que la vida y

    doctrina del santo maestro Juan devila iluminen y sostengan vuestraestancia en el Pontificio Colegio Es-paol de San Jos. Su profundo co-nocimiento de la Sagrada Escritura,de los Santos Padres, de los conci-lios, de las fuentes litrgicas y de lasana teologa, junto con su amor fiely filial a la Iglesia, hizo de l un au-tntico renovador, en una poca di-fcil de la historia de la Iglesia. Pre-cisamente por ello, fue un esprituclarividente y ardiente, que a la de-nuncia de los males, a la sugerenciade remedios cannicos, ha aadidouna escuela de intensa espirituali-dad (Pablo VI, Homila durante lacanonizacin de san Juan de vila, 31de mayo de 1970).

    La enseanza central del Apstolde Andaluca es el misterio de Cris-

    to, Sacerdote y Buen Pastor, vividoen sintona con los sentimientos delSeor, a imitacin de san Pablo (cf.

    Flp 2, 5). En este espejo sacerdotalse ha de mirar el sacerdote paraconformarse en los deseos y oracincon l (Tratado sobre el sacerdocio,10). El sacerdocio requiere esencial-mente su ayuda y amistad: Esta co-municacin del Seor con el sacer-dote... es trato de amigos, dice elsanto (ib., 9).

    Animados por las virtudes y elejemplo de san Juan de vila, os in-vito, pues, a ejercer vuestro ministe-r io presbiteral con el mismo celo

    apostlico que lo caracterizaba, consu misma austeridad de vida, as co-mo con el mismo afecto filial que te-na a la santsima Virgen Mara, Ma-dre de los sacerdotes.

    Bajo la entraable advocacin deMater clementissima, han sido in-numerables los alumnos que hanconfiado a ella su vocacin, sus es-tudios, sus afanes y proyectos msnobles, como tambin sus tristezas ypreocupaciones. No dejis de invo-carla cada da, ni os cansis de repe-tir su nombre con devocin. Escu-chad a san Juan de vila, cuandoexhortaba a los sacerdotes a imitar-la: Mirmonos, padres, de pies acabeza, alma y cuerpo, y nos vere-

    mos hechos semejables a la sacratsi-ma Virgen Mara, que con sus pala-bras trajo a Dios a su vientre... Y elsacerdote le trae con las palabras dela consagracin (Pltica primera alos sacerdotes). La Madre de Cristoes modelo de aquel amor que lleva adar la vida por el reino de Dios, sinesperar nada a cambio.

    Que, bajo el amparo de NuestraSeora, la comunidad del PontificioColegio Espaol de Roma pueda se-guir cumpliendo sus objetivos deprofundizacin y actualizacin delos estudios eclesisticos, en el climade honda comunin presbiteral y al-to rigor cientfico que lo distingue,con vistas a realizar, ya desde ahora,la ntima fraternidad pedida por elconcilio Vaticano II en virtud de lacomn ordenacin sagrada y de la

    comn misin (Lumen gentium, 28).As se formarn pastores que, comoreflejo de la vida de Dios Amor, unoy trino, sirvan a sus hermanos conrectitud de intencin y total dedica-cin, promoviendo la unidad de laIglesia y el bien de toda la sociedadhumana.

    Con estos sentimientos, os impar-to una especial bendicin apostli-ca, que complacido hago extensiva avuestros familiares, comunidades deorigen y a cuantos colaboran envuestro itinerario formativo durantevuestra estancia en Roma. Muchasgracias.

    En su itinerario formativo el sacerdote no debe pensaren su propio bien personal sino en el servicio al pueblode Dios. Lo dijo el Papa al dirigirse, el jueves 10 de

    mayo por la maana, a formadores y alumnos delPontificio Colegio Espaol de San Jos, a los que recibien audiencia, en la sala Clementina, con ocasin del

    50 aniversario de la construccin de su actual sede

    romana. Al inicio del encuentro pronunci unas palabrasde saludo, en nombre de todos, el cardenal AntonioMara Rouco Varela, arzobispo de Madrid y presidente

    de la Conferencia episcopal espaola. Entre los presentesse hallaban los cardenales Eduardo Martnez Somalo,Santos Abril y Castell, y Antonio Caizares, as comovarios arzobispos y obispos.

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    pgina 12 LOSSERVATORE ROMANO domingo 13 de mayo de 2012, nm

    En la catequesis del 9 de mayo el Papa habla de la liberacin del Apstol de la c rc e l

    Pedro se fa de DiosQueridos hermanos y hermanas:

    Hoy quiero reflexionar sobre elltimo episodio de la vida de sanPedro narrado en los Hechos de los

    Ap s t o l e s: su encarcelamiento por or-

    den de Herodes Agripa y su libera-cin por la intervencin prodigiosadel ngel del Seor, en la vspera desu proceso en Jerusaln (cf. Hch 12,1-17).

    El relato est marcado, una vezms, por la oracin de la Iglesia. Dehecho, san Lucas escribe: MientrasPedro estaba en la crcel bien custo-diado, la Iglesia oraba insistente-mente a Dios por l (Hch 12, 5). Y,despus de salir milagrosamente dela crcel, con ocasin de su visita ala casa de Mara, la madre de Juanllamado Marcos, se afirma que ha-ba muchos reunidos en oracin(Hch 12, 12). Entre estas dos impor-tantes anotaciones que explican laactitud de la comunidad cristianafrente al peligro y a la persecucin,se narra la detencin y la liberacin

    de Pedro, que comprende toda lanoche. La fuerza de la oracin ince-sante de la Iglesia se eleva a Dios yel Seor escucha y realiza una libe-racin inimaginable e inesperada,enviando a su ngel.

    El relato alude a los grandes ele-mentos de la liberacin de Israel dela esclavitud de Egipto, la Pascua ju-da. Como sucedi en aquel aconte-cimiento fundamental, tambin aqurealiza la accin principal el ngeldel Seor que libera a Pedro. Y lasacciones mismas del Apstol al quese le pide que se levante de prisa,que se ponga el cinturn y que seenvuelva en el manto repro ducenlas del pueblo elegido en la nochede la liberacin por intervencin deDios, cuando fue invitado a comerdeprisa el cordero con la cintura ce-

    ida, las sandalias en los pies y unbastn en la mano, listo para salirdel pas (cf. Ex 12, 11). As Pedropuede exclamar: Ahora s realmen-te que el Seor ha enviado a su n-gel para librarme de las manos deHerodes (Hch 12, 11). Pero el ngelno slo recuerda al de la liberacinde Israel de Egipto, sino tambin alde la Resurreccin de Cristo. De he-cho, los Hechos de los Apstoles na-rran: De repente se present el n-gel del Seor y se ilumin la celda.Tocando a Pedro en el costado, lodespert (Hch 12, 7). La luz quellena la celda de la prisin, la accinmisma de despertar al Apstol, remi-ten a la luz liberadora de la Pascuadel Seor que vence las tinieblas dela noche y del mal. Por ltimo, lainvitacin: Envulvete en el manto

    y sgueme (Hch 12, 8), hace resonaren el corazn las palabras de la lla-mada inicial de Jess (cf. Mc 1, 17),repetida despus de la Resurreccinjunto al lago de Tiberades, dondeel Seor dice dos veces a Pedro: S-gueme (Jn 21, 19.22). Es una invita-cin apremiante al seguimiento: slosaliendo de s mismos para ponerseen camino con el Seor y hacer suvoluntad, se vive la verdadera liber-tad.

    Quiero subrayar tambin otro as-pecto de la actitud de Pedro en lacrcel: de hecho, notamos que,mientras la comunidad cristiana ora

    con insistencia por l, Pedro estabadurmiendo (Hch 12, 6). En una si-tuacin tan crtica y de serio peligro,es una actitud que puede parecer ex-traa, pero que en cambio denota

    tranquilidad y confianza; se fa deDios, sabe que est rodeado por lasolidaridad y la oracin de los suyos,y se abandona totalmente en las ma-nos del Seor. As debe ser nuestraoracin: asidua, solidaria con los de-ms, plenamente confiada en Dios,que nos conoce en lo ms ntimo ycuida de nosotros de manera quedice Jess hasta los cabellos dela cabeza tenis contados. Por eso,no tengis miedo (Mt 10, 30-31).Pedro vive la noche de la prisin yde la liberacin de la crcel como unmomento de su seguimiento del Se-or, que vence las tinieblas de la no-che y libra de la esclavitud de las ca-denas y del peligro de muerte. Su li-beracin es prodigiosa, marcada porvarios pasos descritos esmeradamen-te: guiado por el ngel, a pesar de la

    vigilancia de los guardias, atraviesala primera y la segunda guardia,hasta el portn de hierro que daba ala ciudad, el cual se abre solo anteellos (cf. Hch 12, 10). Pedro y el n-gel del Seor avanzan juntos un tra-mo del camino hasta que, vuelto ens, el Apstol se da cuenta de que elSeor lo ha liberado realmente y,despus de reflexionar, se dirige a lacasa de Mara, la madre de Marcos,donde muchos de los discpulos sehallan reunidos en oracin; una vezms la respuesta de la comunidad ala dificultad y al peligro es ponerseen manos de Dios, intensificar la re-lacin con l.

    Aqu me parece til recordar otrasituacin no fcil que vivi la comu-nidad cristiana de los orgenes. Noshabla de ella Santiago en su Carta.

    Es una comunidad en crisis, en difi-cultad, no tanto por las persecucio-nes, cuanto porque en su seno exis-ten celos y disputas (cf. St 3, 14-16).Y el Apstol se pregunta el porqude esta situacin. Encuentra dos mo-tivos principales: el primero es el de-jarse dominar por las pasiones, porla dictadura de sus deseos de placer,de su egosmo (cf. St 4, 1-2a); el se-gundo es la falta de oracin no

    peds (St 4, 2b) o la presencia deuna oracin que no se puede definircomo tal peds y no recibs, por-

    que peds mal, con la intencin desatisfacer vuestras pasiones (St 4,3). Esta situacin cambiara, segnSantiago, si la comunidad unida ha-blara con Dios, si orara realmente demodo asiduo y unnime. Incluso ha-blar sobre Dios, de hech