LOS SECRETOS DE LA ENFERMEDAD DEL BESO · ENFERMEDAD DEL BESO Es causada por el Gammaherpesvirus...

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CULTURA A23 EL UNIVERSAL Viernes 7 de agosto de 20 20 PROYECTO UNAM Presencia humana en América, antes de lo que se creía ::::: Un estudio publicado recientemente en la revista Na tu re —y en el que participaron Co- rina Solís y María Rodríguez, del Instituto de Física de la UNAM, con la datación de mues- tras por radiocarbono— revela que el arribo de seres humanos a América pudo haber ocu- rrido entre 26 mil 500 y 19 mil años atrás, en el Último Máximo Glacial, o incluso antes, y no hace 13 mil años, como se creía. ESPECIAL Amistades a distancia mitigan la ansiedad y depresión ::::: De acuerdo con Hugo Sán- chez Castillo, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, las amistades a distan- cia, cada vez más estimuladas a través de Internet y las redes sociales ( Facebo ok, Twitter, Ins- t a g ra m , etcétera), no sustituyen a las personales, pero sí miti- gan la sensación de ansiedad y depresión que vivimos en el mundo actual, especialmente en esta etapa de distanciamien- to social por la pandemia. “E sta nueva forma de interactuar es algo a lo que nos tenemos que adaptar, pues no habrá una realidad como la conocíamos ante s”, añadió. ESPECIAL Sustancial, el papel de las algas coralinas en la bahía de Akumal ::::: Según un estudio sobre mutua- lismo (interacción biológica benéfi- ca entre individuos de diferentes especies), realizado en la bahía de Akumal, en Quintana Roo, por Bri- gitta Van Tussenbroek, del Institu- to de Ciencias del Mar y Limnolo- gía de la UNAM, las algas coralinas juegan un papel sustancial en el equilibrio del ecosistema, pues han permitido la permanencia de los pastos marinos (plantas marinas con flores), los cuales corren el riesgo de ser arrasados por el so- brepastoreo de la tortuga verde, cu- ya población se ha incrementado en los últimos años debido funda- mentalmente a que es una especie pro te gida. LOS SECRETOS DE LA ENFERMEDAD DEL BESO Es causada por el Gammaherpesvirus humano 4, también conocido como virus de Epstein-Barr, el cual se transmite por medio de la saliva; su principal síntoma es la fatiga Texto: RAFAEL LÓPEZ [email protected] L a enfermedad del beso o mononucleosis infecciosa es causada por el Gamma- herpesvirus humano 4, también conocido como virus de Epstein-Barr, que se transmite por medio de la sa- liva y provoca infecciones pro- ductivas en toda la mucosa de la orofaring e. Tras el contagio, el paciente presenta fiebre elevada, linfade- nopatía (aumento del tamaño de los ganglios linfáticos), faringitis (inflamación de la faringe con crecimiento de las amígdalas) y esplenomegalia (aumento del ta- maño del bazo); también puede presentar hepatomegalia (creci- miento del hígado) y exantema (erupción cutánea). El periodo de incubación es de cuatro a seis semanas contadas a partir del contagio; y el de la en- fermedad en sí, de dos a cuatro semanas. Si ataca a niños, la en- fermedad del beso suele ser asin- tomática o muy leve, mientras que en 25% de los adolescentes y adultos jóvenes es sintomática. Durante su curso puede haber ciertas complicaciones como obstrucción de las vías respira- torias superiores, ocasionada por el crecimiento de las amíg- dalas; ruptura del bazo, por lo cual se recomienda no realizar deportes de contacto; trastornos neurológicos; y alteraciones he- matológicas que es posible de- terminar mediante estudios en sangre periférica. “El principal síntoma de esta enfermedad es la fatiga, que en 10% de los casos puede persistir hasta seis meses después de que desaparece; pero en individuos normales, la recuperación es la n o r m a”, dice Luis Padilla Norie- ga, coordinador del Laboratorio de Virología de la Facultad de Me- dicina de la UNAM. Sin embargo, como el agente infeccioso es un herpesvirus, una proporción de linfocitos B dotados de memoria (células en- cargadas de producir anticuer- pos) queda infectada de manera l a te n te. Latente de por vida La enfermedad del beso es resul- tado de la respuesta inmune del individuo contagiado. Los niños tienen una respuesta inmune ce- lular más leve que los adolescen- tes y adultos jóvenes; de aquí que la infección sea generalmente asintomática en los primeros y frecuentemente sintomática en los segundos. “Esta enfermedad deriva de al- go parecido a una guerra civil en- tre los linfocitos B, productores de anticuerpos, y los linfocitos T, en especial los citotóxicos, encar- gados de destruir células infecta- das por algún virus. Esta guerra entre células del sistema inmune es entonces la principal causante de las manifestaciones clínicas y no la replicación viral, como po- dría suponerse”, apunta el inves- tigador universitario. Cerca de 95% de los adultos muestra evidencia de haber sido infectados por el virus de Eps- tein-Barr, el cual permanece la- tente de por vida. Se le conoce como enferme- dad del beso porque en la adoles- cencia suele incrementarse el riesgo de contagio por esta vía; pero ello no debe alarmar a los jó- venes ni impedir que sigan be- sándose como hasta ahora (bue- no, ahora no, por la pandemia). “No pasa nada. Curiosamente, mientras más temprano ocurra el contagio, las posibilidades de pa- decerla disminuyen”, aclara Pa- dilla Noriega. Enfermedades asociadas El hecho de que el virus de Eps- tein-Barr permanezca latente de por vida no representa ningún riesgo para los individuos sanos, pues su sistema inmune lo man- tiene a raya. El problema surge cuando la infección latente se combina con deficiencias inmunológicas o al- guna inmunosupresión. Incluso en individuos sanos, este virus tiene la capacidad de reactivarse y replicarse en forma asintomá- tica, por lo que aquéllos pueden transmitirlo a otras personas sus- ceptibles por medio de la saliva. “Recuérdese que los linfocitos ESPECIAL Tras el contagio aumenta el tamaño de los ga n gl io s l i n fá t ico s. T son los encargados de controlar la replicación viral, pero si en ellos hay alguna deficiencia es probable que el virus de Eps- tein-Barr desencadene otros pa- decimientos. Algunos pueden ser de origen genético, como los síndromes linfoproliferativos, asociados al cromosoma X, los linfomas de Burkitt (un tipo de cáncer de linfocitos B) y de Hod- gkin (un tipo de cáncer en gan- glios linfáticos), y el carcinoma nasofaríngeo, derivado de las cé- lulas epiteliales. Más aun, hay re- portes relativamente recientes de una variedad de cáncer gás- trico asociado a este virus”, ad- vierte el investigador puma reco- nocido por la Fundación Miguel Alemán en 2017 por sus estudios en virología. Debido a que la infección por el virus de Epstein-Barr perma- nece latente en casi todos los adultos y los linfocitos B circulan por todo el organismo, se requie- ren estudios especializados para descartar la presencia de copias del genoma viral que puede de- rivarse de dichos linfocitos. “En casos de inmunosupre- sión también surgen enferme- dades; así, en pacientes tras- plantados que toman fármacos inmunosupresores aparecen síndromes linfoproliferativos que están relacionados con el vi- rus de Epstein-Barr; y en pacien- tes con padecimientos como el sida, que es causado por el VIH y afecta la respuesta del sistema inmune, puede manifestarse una leucoplasia oral de células vellosas (placas blanquecinas en la mucosa oral), en la que el virus de Epstein-Barr se comporta co- mo un oportunista”, añade Luis Padilla Noriega. Tratamientos En cuanto a las terapias, los lin- focitos B infectados en forma la- tente no pueden ser tratados con antivirales. En el caso específico de la enfermedad del beso, estos fármacos tampoco resultan efi- caces para curarla; no obstante, su uso es eficaz cuando la repli- cación viral se da en células de la mucosa de la orofaringe. “En algunas inmunodeficien- cias, como la enfermedad cróni- co-activa por el virus de Eps- tein-Barr, se recurre a trasplantes de médula ósea que logran curar- las. Sin embargo, antes de aplicar este tratamiento especializado y riesgoso se deben estudiar las ca- racterísticas de cada caso”, señala el investigador. En suma, la infección por el vi- rus de Epstein-Barr puede ser asintomática, lo que, aunado a que algunos pacientes la padecen en forma leve, dificulta su diag- nóstico. En individuos sin ningu- na inmunodeficiencia, la infec- ción latente no detona enferme- dad alguna. Y los niños y adoles- centes con la infección latente en linfocitos B continúan su vida, generalmente, sin consecuencias posteriores. b LUIS PADILLA NORIEGA Coordinador del Laboratorio de Virología de la Facultad de Medicina de la UNAM “Esta enfermedad deriva de algo parecido a una guerra civil entre los linfocitos B y los linfocitos T, en especial los citotóxicos” EL FACTOR HIGIENE Las estadísticas indican que en los países con niveles bajos de higie- ne, la infección aparece en las eta- pas tempranas de la vida, esto es, en la niñez. Y en los países con ni- veles altos de higiene, la propor- ción de adolescentes y adultos jó- venes infectados que desarrollan la enfermedad del beso es mayor.

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CULTURA A23EL UNIVERSAL Viernes 7 de agosto de 20 20

PROYECTO UNAM

Presencia humana en América,antes de lo que se creía::::: Un estudio publicado recientemente en larevista Na tu re —y en el que participaron Co-rina Solís y María Rodríguez, del Instituto deFísica de la UNAM, con la datación de mues-tras por radiocarbono— revela que el arribode seres humanos a América pudo haber ocu-rrido entre 26 mil 500 y 19 mil años atrás, enel Último Máximo Glacial, o incluso antes, yno hace 13 mil años, como se creía.

E S P E

C I A L

Amistades a distanciamitigan la ansiedady depresión::::: De acuerdo con Hugo Sán-chez Castillo, académico de laFacultad de Psicología de laUNAM, las amistades a distan-cia, cada vez más estimuladas através de Internet y las redessociales (Facebo ok, T witter, Ins -t a g ra m , etcétera), no sustituyena las personales, pero sí miti-gan la sensación de ansiedad ydepresión que vivimos en elmundo actual, especialmenteen esta etapa de distanciamien-to social por la pandemia. “E stanueva forma de interactuar esalgo a lo que nos tenemos queadaptar, pues no habrá unarealidad como la conocíamosante s”, añadió.

E S P E

C I A L Sustancial, el papel

de las algas coralinasen la bahía de Akumal::::: Según un estudio sobre mutua-lismo (interacción biológica benéfi-ca entre individuos de diferentesespecies), realizado en la bahía deAkumal, en Quintana Roo, por Bri-gitta Van Tussenbroek, del Institu-to de Ciencias del Mar y Limnolo-gía de la UNAM, las algas coralinasjuegan un papel sustancial en elequilibrio del ecosistema, pues hanpermitido la permanencia de lospastos marinos (plantas marinascon flores), los cuales corren elriesgo de ser arrasados por el so-brepastoreo de la tortuga verde, cu-ya población se ha incrementadoen los últimos años debido funda-mentalmente a que es una especiepro te gida.

LOS SECRETOS DE LAENFERMEDAD DEL BESO

Es causada por el Gammaherpesvirus humano 4, también conocido como virus deEpstein-Barr, el cual se transmite por medio de la saliva; su principal síntoma es la fatiga

Texto: RAFAEL LÓPEZ—rl o p e z g @h o t m a i l.c o m

La enfermedad del beso omononucleosis infecciosaes causada por el Gamma-herpesvirus humano 4,también conocido comovirus de Epstein-Barr, que

se transmite por medio de la sa-liva y provoca infecciones pro-ductivas en toda la mucosa de laorofaring e.

Tras el contagio, el pacientepresenta fiebre elevada, linfade-nopatía (aumento del tamaño delos ganglios linfáticos), faringitis(inflamación de la faringe concrecimiento de las amígdalas) yesplenomegalia (aumento del ta-maño del bazo); también puedepresentar hepatomegalia (creci-miento del hígado) y exantema(erupción cutánea).

El periodo de incubación es decuatro a seis semanas contadas apartir del contagio; y el de la en-fermedad en sí, de dos a cuatrosemanas. Si ataca a niños, la en-fermedad del beso suele ser asin-tomática o muy leve, mientrasque en 25% de los adolescentes yadultos jóvenes es sintomática.

Durante su curso puede haberciertas complicaciones comoobstrucción de las vías respira-torias superiores, ocasionadapor el crecimiento de las amíg-dalas; ruptura del bazo, por locual se recomienda no realizardeportes de contacto; trastornosneurológicos; y alteraciones he-matológicas que es posible de-terminar mediante estudios ensangre periférica.

“El principal síntoma de estaenfermedad es la fatiga, que en10% de los casos puede persistirhasta seis meses después de quedesaparece; pero en individuosnormales, la recuperación es lan o r m a”, dice Luis Padilla Norie-ga, coordinador del Laboratoriode Virología de la Facultad de Me-dicina de la UNAM.

Sin embargo, como el agenteinfeccioso es un herpesvirus,una proporción de linfocitos Bdotados de memoria (células en-cargadas de producir anticuer-pos) queda infectada de maneral a te n te.

Latente de por vidaLa enfermedad del beso es resul-tado de la respuesta inmune delindividuo contagiado. Los niñostienen una respuesta inmune ce-lular más leve que los adolescen-tes y adultos jóvenes; de aquí quela infección sea generalmenteasintomática en los primeros yfrecuentemente sintomática enlos segundos.

“Esta enfermedad deriva de al-go parecido a una guerra civil en-tre los linfocitos B, productoresde anticuerpos, y los linfocitos T,en especial los citotóxicos, encar-gados de destruir células infecta-das por algún virus. Esta guerraentre células del sistema inmunees entonces la principal causante

de las manifestaciones clínicas yno la replicación viral, como po-dría suponerse”, apunta el inves-tigador universitario.

Cerca de 95% de los adultosmuestra evidencia de haber sidoinfectados por el virus de Eps-tein-Barr, el cual permanece la-tente de por vida.

Se le conoce como enferme-dad del beso porque en la adoles-cencia suele incrementarse elriesgo de contagio por esta vía;pero ello no debe alarmar a los jó-venes ni impedir que sigan be-sándose como hasta ahora (bue-no, ahora no, por la pandemia).

“No pasa nada. Curiosamente,mientras más temprano ocurra elcontagio, las posibilidades de pa-decerla disminuyen”, aclara Pa-dilla Noriega.

Enfermedades asociadasEl hecho de que el virus de Eps-tein-Barr permanezca latente depor vida no representa ningúnriesgo para los individuos sanos,pues su sistema inmune lo man-tiene a raya.

El problema surge cuando lainfección latente se combina condeficiencias inmunológicas o al-guna inmunosupresión. Inclusoen individuos sanos, este virustiene la capacidad de reactivarsey replicarse en forma asintomá-tica, por lo que aquéllos puedentransmitirlo a otras personas sus-ceptibles por medio de la saliva.

“Recuérdese que los linfocitos

E S P E

C I A L

Tras el contagioaumenta el

tamaño de losga n gl io s

l i n fá t ico s.

T son los encargados de controlarla replicación viral, pero si enellos hay alguna deficiencia esprobable que el virus de Eps-tein-Barr desencadene otros pa-decimientos. Algunos puedenser de origen genético, como lossíndromes linfoproliferativos,asociados al cromosoma X, loslinfomas de Burkitt (un tipo decáncer de linfocitos B) y de Hod-gkin (un tipo de cáncer en gan-glios linfáticos), y el carcinomanasofaríngeo, derivado de las cé-lulas epiteliales. Más aun, hay re-portes relativamente recientes

de una variedad de cáncer gás-trico asociado a este virus”, ad-vierte el investigador puma reco-nocido por la Fundación MiguelAlemán en 2017 por sus estudiosen virología.

Debido a que la infección porel virus de Epstein-Barr perma-nece latente en casi todos losadultos y los linfocitos B circulanpor todo el organismo, se requie-ren estudios especializados paradescartar la presencia de copiasdel genoma viral que puede de-rivarse de dichos linfocitos.

“En casos de inmunosupre-sión también surgen enferme-dades; así, en pacientes tras-plantados que toman fármacosinmunosupresores aparecensíndromes linfoproliferativosque están relacionados con el vi-rus de Epstein-Barr; y en pacien-tes con padecimientos como elsida, que es causado por el VIHy afecta la respuesta del sistemainmune, puede manifestarse

una leucoplasia oral de célulasvellosas (placas blanquecinas enla mucosa oral), en la que el virusde Epstein-Barr se comporta co-mo un oportunista”, añade LuisPadilla Noriega.

Trata m i e ntosEn cuanto a las terapias, los lin-focitos B infectados en forma la-tente no pueden ser tratados conantivirales. En el caso específicode la enfermedad del beso, estosfármacos tampoco resultan efi-caces para curarla; no obstante,su uso es eficaz cuando la repli-cación viral se da en células de lamucosa de la orofaringe.

“En algunas inmunodeficien-cias, como la enfermedad cróni-co-activa por el virus de Eps-tein-Barr, se recurre a trasplantesde médula ósea que logran curar-las. Sin embargo, antes de aplicareste tratamiento especializado yriesgoso se deben estudiar las ca-racterísticas de cada caso”, señalael investigador.

En suma, la infección por el vi-rus de Epstein-Barr puede serasintomática, lo que, aunado aque algunos pacientes la padecenen forma leve, dificulta su diag-nóstico. En individuos sin ningu-na inmunodeficiencia, la infec-ción latente no detona enferme-dad alguna. Y los niños y adoles-centes con la infección latente enlinfocitos B continúan su vida,generalmente, sin consecuenciasposteriores. b

LUIS PADILLA NORIEGACoordinador del Laboratorio deVirología de la Facultad deMedicina de la UNAM

“Esta enfermedadderiva de algo parecidoa una guerra civil entrelos linfocitos B y loslinfocitos T, en especiallos citotóxicos”

EL FACTOR HIGIENE

Las estadísticas indican que en lospaíses con niveles bajos de higie-ne, la infección aparece en las eta-pas tempranas de la vida, esto es,en la niñez. Y en los países con ni-veles altos de higiene, la propor-ción de adolescentes y adultos jó-venes infectados que desarrollanla enfermedad del beso es mayor.