FilmotecadeAndalucía Programación Noviembre 2008Sala Val Del Omar

Título original: ¡Ay, Carmela!.País: España. Año: 1990.Director: Carlos Saura.Guión: Rafael Azcona, Carlos Saura.Producción: Coproducción España-Italia:Iberoamericana Films / Ellepi.Montaje: Pablo G. del Amo.Fotografía: José Luis Alcaine.Música: Alejandro Massó.Intérpretes: Carmen Maura, Andrés Pajares, GabinoDiego, Mauricio de Raza, Miguel Rellán, EdwardZantara, José Sancho, Antonio Fuentes, SilviaCasanova, Manuel Millán, Rafael Checa, Mario deCandia, Mario Martín, Chema Mazo, Alfonso Guirao,Felipe Vélez.Premios: 1990: 13 premios Goya: incluyendo mejorpelícula, director, actor y actriz.Duración: 105 min. Versión: v.o.e. Color.

FICHA TÉCNICA

SINOPSIS

Un grupo de cómicos ameniza como puede a los soldadosrepublicanos durante la Guerra Civil, pero están cansadosya de pasar penalidades en el frente. Carmela, Paulino yGustavete se dirigen a Valencia pero, por error, van a dar ala zona nacional. Allí, son hechos prisioneros. La únicamanera de salvar sus vidas es interpretando una comediaque choca de lleno contra las ideas de los cómicos.

La última película realizada por Carlos Saura presenta tal can-tidad de innovaciones respecto a sus films precedentes, queno quedan más que dos opciones: o bien se considera ¡Ay,Carmela! como un film atípico dentro de la carrera del realiza-dor aragonés –lo cual no quiere decir que no fuera representa-tivo- o hay que concluir que es el inicio de una nueva etapa,bastante distinta de lo rodado hasta este momento.(...) En esta ocasión, y por voluntad propia, [Saura] se ha ins-pirado en una obra de teatro del escritor valenciano SanchosSinisterra. Igualmente y desde la época de Cría cuervos –conlas excepciones ya dichas puesto que coinciden exactamentecon la trilogía y el encargo mexicano- el propio director escri-bía en solitario sus guiones. De nuevo esta costumbre demásde quince años se rompe, ya que en esta oportunidad vuelve ala colaboración con Azcona, que años atrás cristalizó en cincofilms: Peppermint frappé, La madriguera, El jardín de las deli-cias, Ana y los lobos y La prima Angélica. Azcona, seis añosmayor que Saura, y más traumatizado por la guerra que éste,pese a su innegable desigualdad es probablemente el mejorguionista del cine español, y sobre todo si trabaja con directo-res que aportan un buen material de partida –casos deBerlanga fundamentalmente y de Saura-, su trabajo se dejaver en los diálogos y en la estructura del guión, que acostum-braba a ser mucho más rigurosa. Si a esto añadimos que, tam-bién por primera vez en muchos años, ha sustituido a TeoEscamilla por José Luis Alcaine, habremos de convenir en queson bastantes las novedades que nos depara ¡Ay, Carmela!.(...) La estructura resulta sorprendente. Con el paso de losaños Saura se ha ido acostumbrando a que la estructura tem-poral de sus films fuera complejizándose paulatinamente, mez-cla de tiempos pasados y presentes llegaron casi a convertirseen su marca de fábrica. Y en ¡Ay, Carmela! nos encontramoscon una estructura lineal pese a que en la obra teatral sesucedían los “flash-back”, en gran parte como fórmula parahacer más digerible una obra que únicamente contaba con dospersonajes.(...) Pese a lo que se ha dicho en ocasiones, la filmografíaespañola sobre la Guerra Civil es muy corta y de muy escuáli-da entidad. En este sentido, la película de Saura es una apor-tación de primer orden (...)El film podría definirse como una tragicomedia, en la que a tra-vés de las peripecias de los cómicos echamos un vistazo a lasactuaciones de ambos bandos en la Guerra Civil. De algunamanera las experiencias son similares y dobles, primero en elcampo republicano y luego en el franquista (...)Las nueve semanas de rodaje y las tres de ensayo previos–esto es una novedad dentro del cine español- han contribuidopoderosamente a esa sensación de verdad que rezuma el film,como consecuencia del excelente trabajo de Rafael Palmero,reforzado por la funcional música de Alejandro Massó.Antonio Castro, “¡Ay, Carmela!: un film atípico de Carlos Saura, Dirigido por... nº 178, Marzo 1990

COMENTARIO

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Rafael Azcona

¡Ay, Carmela!Carlos Saura. España, 1990. 105 min. v.o.e. Color.

Jueves18:00 h.06Miércoles

21:00 h.05

transiciones de un estilo a otro no se pro-ducen arritmias ni vacíos intermedios, ninada chirría en su engarce recíproco.Saura da una lección de encadenamientoarmonioso de elementos dispares y haydesgarro, buenas caricias a la sentimenta-lidad, radicalidad ética, ternura, emociónen el resultado. El segundo elemento queeleva la película por encima de los peli-gros que le acechan, está en el notableejercicio de elaboración de ambientes y enla dirección de los actores. Estos en con-junto actúan con una precisión y unacomodidad envidiables; y cuatro de ellos,Gabino diego, Miguel Rellán, CarmenMaura y Andrés Pajares, con genuinasnobles artes de captura, que nos atrapanliteralmente en su redes. Esto se percibesobre todo en la composición de Pajares,tal vez porque su sorprendente dominio delo indirecto y lo delicado proviene en estecaso de quien hasta ahora ha cimentadosu celebridad sobre derroches de brochagorda y grano cómico tosco, sin cribar. Sucriba de oro en la ganga es aquí, como lade Carmen Maura, cosa de maestros desu oficio (...) (Ángel Fernández Santos, ElPaís, 18-3-90)Alberto Sánchez, Carlos Saura, Diputación Provincial deHuesca, Diputación de Zaragoza y Festival de Cine deHuesca, Zaragoza, 1991

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“¡Ay, Carmela”! es un trabajo que llegópor casualidad. Es un poco de magia por-que la casualidad nunca viene sola. Undía, Andrés Vicente Gómez me dijo quehabía una obra muy interesante con esetítulo, y me la dio para que la leyera. Y laverdad es que en principio no me interesédemasiado por ella, sinceramente. Perome animó a verla en el teatro y allí, sí, enaquel momento vi ya la película ordenaday vi el argumento y todos los elementosque tenían que tenían que salir en la pelí-cula. Vi también claramente que tenía quetrabajar de nuevo con Rafael Azcona. Asíque lo llamamos y nos pusimos de acuer-do. Así de fácil.En el film incluí también cosas y recuer-dos de la niñez, del ambiente que viví deniño con las canciones de la guerra, lamúsica, acontecimientos, vivencias...Como tengo experiencia con los actores,he ido conociendo muy bien a todos los

que llegan del mundo de la comedia y delvodevil. Por ejemplo López Vázquez enPeppermint frappé. Sólo había hechocomedia. Incluso en El pisito, de Ferreri,hacía de chistoso. Son actores tan comple-tos que junto a la faceta cómica, puedenencontrar fácilmente la dramática; hacende todo. Por eso pensé inmediatamente enPajares, porque canta, baila, hace deshowman y tenía la experiencia de cuaren-ta o cincuenta películas. (C. Saura).Hay dos causas de la bondad del filme.Una es la poderosa reconstrucción queSaura consigue de un pequeño ámbito dela guerra civil española hasta convertirloen gran espacio metafórico de aquel pan-tano de nuestra historia. La confluencia enel filme de pronunciados rasgos de come-dia, farsa arrepistada, esperpento, docu-mento y finalmente epopeya trágica, seproduce sin artificio, con suave y elegantecadencia, de manera que en las violentas