Facultad Ciencias Agropecuarias.

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1 Facultad Ciencias Agropecuarias. Tesis para aspirar al grado de Ingeniero Agrónomo. Título: Manejo de Pseudacysta perseae (Heid.) (Heteroptera: Tingidae) mediante el empleo de hongos entomopatógenos en plantaciones de aguacateros de fomento en la Empresa de Cultivos Varios La Cuba. Autor: Vániert Ventura Chávez Tutora: Dra. Lilián M. Morales Romero Consultante: Dr. Horacio Grillo Ravelo. Santa Clara 2008

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IntroducciónTítulo: Manejo de Pseudacysta perseae (Heid.) (Heteroptera: Tingidae) mediante el
empleo de hongos entomopatógenos en plantaciones de aguacateros de fomento en la
Empresa de Cultivos Varios La Cuba.
Autor: Vániert Ventura Chávez Tutora: Dra. Lilián M. Morales Romero Consultante: Dr. Horacio Grillo Ravelo.
Santa Clara
2008
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RESUMEN Pseudacysta perseae (Heid.) se ha convertido en un problema serio para los productores
de aguacateros en nuestro país. Aportes significativos al conocimiento de esta plaga
acerca de la biología, morfología, ecología, daños y enemigos naturales, dados a conocer
recientemente, por primera vez en Cuba, sirvieron como base teórica para la realización
del presente trabajo con el objetivo de evaluar la susceptibilidad de los diferentes estados
de desarrollo de P. perseae a hongos entomopatógenos en condiciones de plantaciones
de aguacateros en fomento en la Empresa de Cultivos Varios La Cuba, en el período de
enero a mayo del 2008. Aplicaciones de B. bassiana, M. anisopliae, L. lecanii, y B.
bassiana + M. anisopliae + L. lecanii (1 L/árbol y 1x1013 esporas/árbol) brindaron
protección 65 dda con más de 70% de efectividad técnica, manifestándose de forma
ascendente entre los 16 y 50 dda cuando todos los tratamientos mostraron ET superiores
a 90%. Las poblaciones de adultos más ninfas fueron menores en los árboles tratados
con hongos entomopatógenos respecto a las del Testigo. El mejor tratamiento con
entomopatógenos resultó ser el correspondiente a (Bb + Ll + Ma), pues su ET se
mantuvo por encima del 60% a los 95 dda. Se establecieron correlaciones entre las
variables climáticas, las poblaciones de adultos más ninfas en los tratamientos y las ET.
Se detectaron los hongos entomapatógenos B. bassiana e Hirsutella sp. parasitando de
forma natural ninfas y adultos de P. perseae en el ecosistema estudiado.
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1. INTRODUCCIÓN
El aguacate, Persea americana Mill., cuya sinonimia más conocida es Persea
gratissima Gaertn., es sin dudas, la especie más valiosa como fruta dentro de su género
(Cañizares, 1974). Catalogada por Peña et al. (1996) como el “Rey de los frutos”, pues de
las frutas conocidas es la que posee más elementos nutritivos, tales como glúcidos,
vitaminas, minerales, además de tener un agradable sabor. Estas cualidades afirman su
uso cada vez mayor en la dieta humana, pudiendo consumirse como fruta fresca
preferentemente en ensaladas y usarse en la industria de jabonería y perfumería.
Según FAO (2008) en el año 2006 las áreas cosechadas en América Latina ascendieron a
206 399 ha con una producción de 2 094 348 Mt, con un rendimiento promedio de
9903.50 Kg/ha. Los principales países productores de nuestra área geográfica son México
con 1 136 646.00 Mt y República Dominicana con 113 621.00 Mt.
Como todos los cultivos tropicales, los aguacateros son susceptibles a una cantidad
extraordinaria de enemigos, y se señala un número considerable de insectos y otros
animales que se alimentan en los diversos órganos de las plantas de las especies
hortícolas del género Persea.
Bruner et al. (1975) reportan 40 especies de insectos que atacan al cultivo del aguacatero
en Cuba.
La sanidad del cultivo comercial del aguacate es una actividad importante, ya que
generalmente los ataques por insectos, ácaros y hongos, inciden en todas las etapas de
la vida del árbol, como son: crecimiento, desarrollo y producción, con una mayor
repercusión de los daños en la madurez fisiológica de los frutos (Rodríguez, 1987; Peña
et al., 1996).
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En el año 1996, se diagnosticó por primera vez en Cuba la presencia de Pseudacysta
perseae (Heidemann) (Heteroptera: Tingidae) (Almaguel et al., 1997).
Durante casi un siglo esta plaga estuvo limitada en su distribución fundamentalmente a la
península de La Florida y México, donde se catalogó como plaga de menor importancia
en las plantaciones de aguacateros. Hasta el momento se señala la presencia de P.
perseae en el sur de Estados Unidos (1908), México (Brailovsky y Torre, 1986), Bermuda
(Henry y Hiburn, 1990), Puerto Rico (Medina-Gaud et al., 1991), República Dominicana
(Abud Antun, 1991), Venezuela (Sandoval, 2004) y Cuba (Almaguel et al., 1997).
A partir de 1991, P. perseae comenzó a tomar importancia para los productores de
aguacateros en La Florida. De igual forma en Puerto Rico y República Dominicana se
reportan serios daños de esta plaga (Abud Antun, 1991).
Morales (2005) señala que los daños ocasionados por la chinche se describen como
evidentes signos de decoloración por el haz y el envés de la hoja, los que coinciden con la
ubicación de la colonia, que se incrementan, formando áreas de formas irregulares,
necróticas, de color carmelitoso. El tamaño de estas lesiones es muy variable, es
frecuente encontrar varias en una sola hoja, las cuales llegan a coalecer y se forman
manchas que cubren casi toda la superficie de la hoja, disminuyendo notablemente el
área útil de la actividad fotonsintética. Las hojas maduras de aguacateros son preferidas
por las chinches para su alimentación, por lo que la infección se produce desde los planos
inferiores del follaje, avanzando hacia planos superiores. En plantas severamente
atacadas, se observa la caída masiva de las hojas.
Blanco et al. (1997) expresan que las afectaciones que produce P. perseae en las
plantaciones de aguacateros están vinculadas a los daños físicos que ocasiona en el
follaje de las plantas y consecuentemente en los rendimientos, constituyendo hoy día la
causa de mayor importancia dentro de los factores que inciden en el decrecimiento de los
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mismos en el cultivo. Hasta el presente, el daño es abundante e intenso en todas las
áreas de viveros, fomento y plantación.
Cuba (1999), reporta 100% de distribución de la plaga en Provincia La Habana, donde el
37% de las áreas presentó ataques intensos, y niveles más bajos en Alquízar, Güira de
Melena, y otros territorios de la provincia.
Almaguel et al. (1999) revelan que durante el año 1996 se produjeron severas
afectaciones en los rendimientos, indicadas por algunos productores como superiores al
50% con respecto a cosechas normales.
Morales y Grillo (2004) señalan que se ha convertido en la peor plaga, a tal punto que se
puede afirmar que no es posible encontrar un aguacatero que no presente daños por la
misma.
Morales (2005), realizó aportes significativos al conocimiento de esta plaga acerca de la
biología, morfología, ecología, daños y enemigos naturales, dados a conocer por primera
vez en Cuba e instituye aspectos importantes para su manejo, de un valor inestimable
para establecer las estrategias y tácticas de defensa fitosanitaria.
La autora establece aspectos positivos para el manejo de poblaciones de la chinche
mediante el empleo de hongos entomopatógenos, manifestando que el hecho de que
esas poblaciones se encuentren establecidas invariablemente en el envés de las hojas de
los aguacateros, facilita en extremo que las aplicaciones de hongos entomopatógenos
pueda realizarse de abajo hacia arriba, cubriendo fácilmente esta cara de las hojas, al
tiempo que el producto queda protegido de la acción degradante de la luz solar y el agua
de lluvia, y se logra así una mayor persistencia de los propágulos en la zona en que se
desarrolla la plaga.
Otro aspecto positivo según Morales (2005), lo constituye el hecho que los hongos
entomopatógenos encuentran sustrato apropiado en las excretas depositadas por la
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chinche, desarrollándose y esporulando con abundancia, lo que hace posible que las
aplicaciones en campo de estos hongos pueden encontrar en dicho material un soporte
apropiado para mantener sus poblaciones.
Los resultados de susceptibilidad de poblaciones de P. perseae a los hongos
entomopatógenos, brindan pautas para la posible implantación de una estrategia
ecológica para el control de la chinche, reportando en gran medida ventajas de carácter
ecológico, económico y de protección a la salud humana, y más aún tratándose de un
cultivo cuya producción está concentrada fundamentalmente en estructuras que
conforman el sector privado (fincas, arboledas, patios, etc.) donde el desconocimiento y
empleo de químicos sería de un alto riesgo para personas y animales.
A pesar de estos avances y resultados alentadores en el manejo de poblaciones de la
chinche, aún no existen experiencias prácticas en plantaciones de aguacateros a gran
escala, por lo que los aportes en ese campo resultarán de mucho interés y constituirán un
buen punto de partida para seguir con la tarea de sentar bases sólidas y encontrar una
salida ecológica concreta a este problema fitosanitario en favor de la agricultura
sostenible.
A partir de estas premisas, se formuló la hipótesis de este trabajo:
Los resultados prácticos del manejo de P. perseae en condiciones de plantaciones
comerciales de aguacateros en la Empresa de Cultivos Varios La Cuba, permitirán
diseñar un programa o sistema de lucha basado en principios ecológicos.
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Para el cumplimiento de esta hipótesis se trazaron los siguientes objetivos:
1. Evaluar la susceptibilidad de los diferentes estados de desarrollo de P. perseae a
hongos entomopatógenos en condiciones de campo.
2. Determinar la efectividad técnica de los hongos entomopatógenos en el combate
de P. perseae.
3. Correlacionar los factores bióticos y abióticos en la incidencia de poblaciones de P.
perseae.
4. Identificar enemigos naturales de la plaga en el ecosistema evaluado.
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2.1. Importancia de los aguacateros en Cuba y Mesoamérica.
El nombre de Aguacate deriva de la palabra nativa “aoacatl” o “ahuacatl” y recibe otros
nombres como palta en Sudamérica, avocado o avocado pear en la lengua inglesa,
avocatier en francés y abacate en Portugués (Rodríguez, 1987; Garriga et al., 2000).
Albizu (2008) refiere que este fruto es de origen antiquísimo, proviene de regiones
tropicales y según el autor es originario de México y Perú.
Rodríguez (1987), señala que es un árbol originario de América Central y destaca a
México como centro de expansión del cultivo, el cual fue distribuyéndose en el Centro y
hacia el Sur de América y muy posteriormente a la colonización llegó a otros puntos fuera
del continente.
Los primeros datos de este árbol se encuentran en México, Colombia, Venezuela,
Ecuador y Perú. Se han hallado fósiles de aguacate en el Valle de Tehuacán en el Estado
de Puebla (México) con una antigüedad de 8 000 años (Téliz, 2000).
Crane et al. (2001) señalan que el primer record de existencia en La Florida data de 1833
y en California de 1856.
Después de la conquista, los españoles llevaron el aguacate a España en el año 1600 y
posteriormente comenzó su distribución a escala mundial (Díaz, 1997).
Los españoles lo introdujeron en Las Antillas en el siglo XVII, en La Florida en 1833, y en
California en 1871. Se considera que puede haber sido introducido en Cuba por los
españoles en 1492, o haber existido ya desde mucho antes (Rodríguez, 1987).
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En Cuba el aguacate constituye el frutal de mayor valor nutritivo de los cultivados hasta el
presente, por ello y por su agradable sabor, se ha convertido en una de las frutas más
apetecidas por nuestra población (Cuba, 1995).
Este cultivo según Cañizares (1974), ha encontrado en nuestro país un hábitat por
naturalización tan grande, que se le considera el paraíso de los aguacates antillanos,
convirtiéndose en una fruta muy popular a través de generaciones de cubanos.
En Cuba en 1904 se plantaron los primeros cultivares procedentes de La Florida y
California en la antigua Estación Experimental de Santiago de Las Vegas, y se iniciaron
los primeros trabajos de selección.
Este cultivo se desarrolló fundamentalmente en la provincia de La Habana, y no fue hasta
el triunfo de la Revolución, que se logró mayor incremento en el resto del país,
contándose con alrededor de 4 000 ha sembradas.
Según Popenoe (1925) el aguacate se ha extendido desde su tierra nativa hacia lugares
donde se cultiva, siendo todavía más abundante y de mayor importancia como alimento
en la América Tropical. Por todo México, Centroamérica y Las Antillas son comunes las
plantas de semilla en los patios, que crecen sin cuidados y dando generosamente sus
deliciosos y nutritivos frutos.
A escala mundial comienza la explotación intensiva del aguacate, con perspectivas
comerciales y de mercado hace 50 años, principalmente en California y Florida,
extendiéndose posteriormente a Israel, Sudáfrica, Argentina, etc., es decir a regiones
tropicales y subtropicales ecológicamente típicas de este cultivo.
Rem y Espig (1991) señalan que el aguacate ha sido cultivado fuera de su lugar de origen
desde el comienzo del siglo XX. Después de la segunda guerra mundial comienza la
exportación de esta fruta.
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Según FAO (2008) las áreas, rendimientos y producciones mundiales de aguacate en los
años 2004 al 2006 fueron:
TABLA 1: Área cosechada por países en el área de América Central y el Caribe.
Países 2004 2005 2006 Barbados 110.00 115.00 115.00
Costa Rica 4826.00 4847.00 4847.00 Cuba 0.00 2.00 2.00
Dominica 130.00 121.00 121.00 Rep. Dominicana 2348.00 1226.00 1226.00
El Salvador 983.00 1046.00 1046.00 Granada 236.00 237.00 237.00
Guatemala 3431.00 3513.00 3513.00 Haití 7334.00 7169.00 7169.00
Honduras 330.00 355.00 355.00 Jamaica 530.00 530.00 530.00 México 100000 103119 105807 Panamá 890.00 900.00 900.00
Puerto Rico 880.00 880.00 880.00
TABLA 2: Producciones (Mt) por países en el área de América Central y el Caribe.
Países. 2004 2005 2006 Barbados 530.00 550.00 550.00
Costa Rica 24535.00 24521.00 24521.00 Cuba 0.00 17.00 17.00
Dominica 543.00 499.00 499.00 Rep. Dominicana 218790.00 113621.00 113621.00
El Salvador 8442.00 8976.00 8976.00 Granada 1459.00 1436.00 1436.00
Guatemala 27166.00 27150.00 27150.00 Haití 42857.00 41391.00 41391.00
Honduras 1124.00 1241.00 1241.00 Jamaica 4156.00 4239.00 4239.00 México 987000.00 1021515.00 1136646.00
Panamá 3695.70 2731.80 2731.80 Puerto Rico 4780.00 1879.00 1879.00 Santa Lucía 250.00 215.00
Trinidad y Tobago 430.00 460.00 460.00
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TABLA 3: Rendimiento Kg/ha por países en el área del América Central y el Caribe.
Países. 2004 2005 2006 Barbados 4818.18 4782.61 4782.61
Costa Rica 5083.92 5059.01 5059.01 Cuba 8500.00 8500.00
Dominica 4176.92 4123.97 4123.97 Rep. Dominicana 93181.43 92676.18 92676.18
El Salvador 8588.00 8581.26 8581.26 Granada 6182.20 6059.07 6059.07
Guatemala 7917.81 7728.44 7728.44 Haití 5843.61 5773.61 5773.61
Honduras 3406.06 3495.78 3495.78 Jamaica 7841.51 7998.11 7998.11 México 9870.00 9906.18 10742.64
Panamá 4152.47 3035.33 3035.33 Puerto Rico 5431.82 2135.23 2135.23 Santa Lucía 7142.86 7166.67 7166.67 T. Tobago 5375.00 5411.77 5411.77
Es significativo señalar que la producción de aguacate en Cuba está concentrada
fundamentalmente en las diferentes estructuras productivas que conforman el Sector
Privado (fincas, arboledas, patios, etc.), tanto en zonas rurales como urbanas, y su
comercialización se realiza en gran medida a través de las diversas manifestaciones del
mercado informal de productos agrícolas, el cual por supuesto adolece de cualquier forma
de control estadístico. Es por todo lo anterior que consideramos que las cifras reales de
producción de esta fruta en Cuba son muy superiores a las referidas por FAO.
En el contexto actual, el cultivo debe ser valorado adecuadamente, pues es una fruta con
gran aceptación en la población cubana, y la más balanceada y completa desde el punto
de vista nutricional (Samson, 1991 y Rodríguez, 1998)
Son muchos los que entienden las amplias posibilidades existentes en el país para
incrementar la producción de este frutal (Jiménez et al., 2001).
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Rodríguez (1998), citado por Jiménez et al. (2001) señala que entre los años 2001 y 2002
debió ocurrir un notable incremento de las áreas de cultivo para este frutal como
consecuencia del vertiginoso crecimiento del turismo internacional hacia Cuba que
demanda con avidez frutas tropicales.
Proexant (2004) señala que el comercio mundial está especialmente dirigido a los
mercados europeos, encabezados por Francia, Alemania, Reino Unido e Italia, los
principales productores son México, Estados Unidos, Chile, China, Indochina, Filipinas,
Israel, Argelia, Kenya, Sudáfrica y España.
Albizu (2008) expresa que este frutal ha comenzado a ser llamado “Oro Verde” en México,
debido al alto nivel de ingresos que su exportación genera actualmente para el país, con
un envío a más de 20 países de Europa, Asia, América y Oceanía, exportando unas 200
mil toneladas anuales (el 80 por ciento proveniente de Michoacán) e ingreso de unos 400
millones de dólares.
2.2. Limitaciones impuestas por plagas de insectos.
Las plagas que atacan al cultivo del aguacate son variadas, muchas veces similares a las
que inciden en otros cultivos como el plátano y los cítricos (Arteaga, 1991).
Rodríguez (1987) señala que la sanidad del cultivo es un renglón muy importante, que
debe controlarse, pues generalmente la presencia de insectos o ácaros (así como
bacterias, virus y hongos) inciden en todas las etapas de la vida del árbol (crecimiento,
desarrollo, y producción), y son más evidentes los daños en la madurez fisiológica de los
frutos.
En lugares de cultivo más tradicionales como México, Guatemala, el Caribe, y también
California las plagas son mayores (Fersini, 1975).
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Cardín (1912) aporta unas de las primeras informaciones sobre las plagas y
enfermedades de los aguacateros en el país. Este autor en ese momento expresó que los
cóccidos tienen a un hongo y las cotorritas como controles naturales.
Cañizares (1974) reporta un número considerable de insectos y otros animales que se
alimentan en los diversos órganos de las plantas de las especies hortícolas del género
Persea.
Este autor menciona a las bibijaguas, trips, cóccidos, ácaros, mosca blanca, enrollador de
las hojas, perforadores de la madera, hormiga brava, comejenes de la madera verde,
gusano de cartucho, picudo verde azul, chinches, nemátodos y roedores como los
enemigos más frecuentes en Cuba.
La bibijagua Atta insularis Guér. se alimenta de primordios florales y flores, porciones de
pedúnculos, hojas y brotes tiernos. El mayor daño se hace sentir en las plantaciones
jóvenes.
Los trips Heliothrips haemorrhoidalis (Bouché) y el trips de cinta roja Selenothrips
rubrocinctus (Giard.), afectan el follaje, no solo por la succión de savia sino también por
la acumulación de excretas que producen y acumulan sobre las hojas, las que toman un
aspecto ruinoso y acaban desprendiéndose.
El cóccido Coccus viridis (Green) se nutre de la savia de la planta y viene acompañado
de grandes colonias de hormigas bravas.
Chrysomphalus dictyospermi Morg., es el cóccido más dañino en aguacate, concentra
sus daños en ramas jóvenes, y en ataques intensos éstas pueden morir.
Protopulvinaria pyriformis (Cockerell), se alimenta de la savia, preferentemente
desde la superficie inferior de las hojas y ocasionalmente en los frutos, en los que crea un
aspecto desagradable debido al desarrollo de fumagina.
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El ácaro Paratetranychus yothersi Mc.G., se conoce con el nombre común de araña
roja del aguacatero, sus daños los produce en períodos prolongados de sequía y
normalmente en el envés de las hojas, succionando la savia de las plantas atacadas.
Cuando el ataque es severo, produce gran afectación en las hojas, las que se tornan
cloróticas y pueden llegar a morir.
Trialeurodes floridensis (Quaint.), vive en el envés de las hojas, sus daños no han sido
considerados de importancia económica.
El enrollador de las hojas Gracillaria persea Busk., es una pequeña mariposa de color
gris cuyas larvas se alimentan de las hojas, flores y en ocasiones de la corteza de los
frutos.
Apate monachus (F.), conocido comúnmente como “negro libre” abre galerías en
troncos y ramas, esto favorece la entrada de agentes patógenos que pueden provocar
otros trastornos, hace más frágiles las ramas atacadas a la acción del viento
El comején de la madera verde Kolotermes angustoculos (Snyder) (= Neotermes
castaneus (Znyder) invade los árboles, abriendo profundas redes de galerías,
iniciándolas desde las raíces y llevándolas a través del fuste hasta las ramas más lejanas
y debilita la plantación y haciéndola más susceptible al viento y otros factores mecánicos.
Oiketicus kirbyi Guild. conocido como gusano de cartucho, devora grandes cantidades
de hojas en las cuales produce infinidad de perforaciones de diversos diámetros.
Pachnaeus litus (Germ.) y Pachnaeus azurescens Gyll. ofrecen la mayor peligrosidad
en estado larval, donde se alimentan de la corteza radicular, provocando una clorosis
general y la muerte posteriormente.
La chinche Nezara viridula L., ataca primordios florales y foliares, brotes tiernos y frutos
pequeños en los cuales provoca su caída.
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Este autor señala que a pesar de reportarse más de 10 especies en diferentes géneros de
nematodos hospedándose sobre raíces del género Persea, hasta ese momento no
constituyen motivo de preocupación.
Varios autores coinciden en señalar como plagas que normalmente inciden sobre el
cultivo a: G. perseae, O. Kirbyi, P. yothersi, S. rubrocinctus, P. pyriformis, T.
floridensis, A. gossypii, A. spiraecola, S. hemisphaerica, P. nipae, C. viridis, P. litus
y A. monachus (Mendoza y Gómez 1982; Cuba, 1984 y Peña et al., 1996).
En los últimos años los trips se han incrementado en las plantaciones a partir del mes de
octubre, ocasionado fuertes defoliaciones (Simón, 1993).
Crane et al. (2001) refieren a “Epimecis detexta, P. pyriformis, C. dictyospermi,
Oligonychus yothersi, e.g., Ambrosia beetles (= Scolytidae), Xylosandrus sp., Acysta
perseae y S. rubrocinctus como las plagas más importantes del aguacate en La
Florida”.
Gordillo et al. (1988) refiriéndose al control de las principales plagas señalan, que cuando
no existe el control natural necesario, se recomienda la aplicación de productos
insecticidas apropiados para cada una de ellas.
2.3. P. perseae en Cuba.
A mediados de 1996, se informó la presencia de altas poblaciones de P. perseae por
primera vez en Cuba (Almaguel et al., 1997).
Blanco et al. (1997) señalan que el insecto vive en colonias que producen daños con
síntomas iniciales de clorosis alrededor del nervio central, que posteriormente se
necrosan y provocan la caída masiva de las hojas. En relación con la distribución en
Cuba, el daño es abundante e intenso en todas las áreas.
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Los síntomas de decoloración de las hojas asociados a la alimentación de las chinches
aparecen a las 24 horas de implantadas las colonias. Cuando el ataque de la chinche es
muy intenso, las plantas se defolian completamente (Morales, 2000).
Según Blanco et al. (1997), se observaron daños severos en el follaje del aguacatero en
diversas zonas de Ciudad de La Habana, tanto en huertos urbanos como en plantaciones
de producción.
Actualmente esta plaga mantiene altos niveles de población y se ha distribuido en otras
localidades de la región occidental del país (Almaguel et al., 1999).
Morales et al. (2008) asegura que P. perseae constituye un problema de alcance nacional
para los productores de aguacateros en Cuba.
La chinche de encaje P. perseae, fue descrita en La Florida en 1908 como Acysta
perseae.
Blatchley (1926), estableció que Acysta perseae (Heidemann) difiere ampliamente de
Acysta Champion (1897 - 1901) y creó el género Pseudacysta para A. perseae.
Por más de 83 años desde su descripción, la Chinche de Encaje del Aguacatero ha sido
registrada teniendo una distribución limitada, primeramente a la península de La Florida,
ocasionando daños de importancia económica ocasionales.
Recientemente el número de registros sobre el daño en hojas de aguacateros se
incrementó en La Florida (Mead and Peña, 1991).
En Puerto Rico, Medina - Gaud et al., (1991); Abud Antun (1991) en República
Dominicana y Mead and Peña, (1991) en Bermúdas, reportan poblaciones de esta
chinche dañando a los aguacateros. MacGregor y Gutiérrez (1983) la reportan como
plaga en México. Cruz y Segarra (1996) la señalan entre las plagas más importantes que
han sido introducidas en Puerto Rico y otras islas del Caribe, Almaguel et al., (1997),
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reportan altas poblaciones de P. perseae en Cuba y Sandoval (2004) reporta su presencia
en Venezuela.
2.4. Descripción del ciclo de vida de P. perseae.
Brailovsky y Torre (1986) señalan que el género Pseudacysta es monotípico y la única
especie, P. perseae se caracteriza por la reducción del paranoto, confinado a los ángulos
humerales y formado por una o dos células pequeñas y por el área discoidal abierta
apicalmente. Acysta tiene el área discoidal cerrada posteriormente y los paranotos
desarrollados.
Morales (2005) y Morales y Grillo (2006a) señala que los huevos de P. perseae son
depositados en la superficie de las hojas y por el envés. Las puestas están constituidas
por un número variable de 1 a 67 huevos, dispuestos en hileras o pequeños grupos.
Están cubiertos por las excretas de las hembras, lo que parece protegerles de la
desecación y enemigos naturales.
El hongo Penicillium sp. se encuentra invariablemente asociado a las puestas de P.
perseae, utilizando como sustrato las excretas que las recubren. Los adultos de la
chinche son portadores de propágulos de este hongo, lo que sugiere una relación de tipo
simbiosis en que los huevos son protegidos de enemigos naturales y el hongo encuentra
sustrato en las excretas y un medio de dispersión a través de los adultos. Los excretas de
la chinche pueden servir de sustrato apropiado para que los hongos entomopatógenos
estudiados desarrollen sus colonias en condiciones de campo, debido al efecto no
antagonista de Penicillium sp. sobre ellos. (Morales y Grillo, 2004; Morales, 2005).
Morales et al. (2000) ; Morales et al. (2002) y Morales (2005) señalan que los cinco
instares ninfales de P. perseae se diferencian morfológica y morfométricamente, y
ofrecen ilustraciones de los mismos, además de brindar una clave dicotómica para la
diferenciación de los mismos.
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El adulto de P. perseae según Blatchley (1926) tiene el cuerpo alargado - oval, lado
ventral del cuerpo, cabeza, pronoto, excepto el borde anterior y el ápice del tercio
posterior y una barra transversa en el tercio basal de los hemiélitros, que llega solo
ligeramente fuera del área discoidal, de color carmelita oscuro o negruzco; el resto del
dorso blanco – amarillento; patas y antenas amarillo pálido; las garras y mitad apical del
cuarto antenito negruzcos. Pronoto subpentagonal, con el margen anterior obtuso y
fuertemente convergente hacia el ápice; porción posterior plana, triangular, agudamente
puntiagudo; zona discal fina y densamente punteada, con una carina medial baja.
Hemiélitros extendidos mucho más allá de extremo del abdomen, ampliamente
redondeados en sus ápices. El área discoidal larga y estrecha, no cerrada
posteriormente. Segmento genital del macho oblongo con una pequeña fovea a cada
lado. Longitud total del cuerpo 2 mm.
Brailovsky y Torre (1986) indican que la metamorfosis de esta especie es gradual,
iniciándose con el huevecillo, al que seguirán cinco estadios ninfales consecutivos y
separados uno de otro por la muda y finalmente el adulto. En las zonas templadas son
univoltinos o bivoltinos y en las zonas tropicales poco se conoce de la biología de la
especie.
Estos autores señalan que las ninfas son generalmente arborescentes, con una escultura
muy llamativa, con grandes espinas, tubérculos, pelos, y espinas glandulares. Las ninfas y
adultos suelen presionar su cuerpo contra la superficie foliar, exhibiendo un movimiento
lento y cadencioso.
Moznette (1922) refiere que el insecto vive en colonias, depositando los huevos
verticalmente en hileras irregulares en agrupaciones por el envés de las hojas y cubiertos
por una secreción oscura y pegajosa.
22
Abud Antum (1991) señala que el ciclo de vida de esta chinche desde huevo hasta
adulto, en República Dominicana, es de 22 días.
Mead and Peña (1991) compilan los principales datos existentes relativos a esta especie.
Morales (2005) da a conocer los primeros datos de biología para las condiciones de Cuba,
la autora refiere que el ciclo biológico de P. perseae a 20oC, 22oC, 25o C, 28oC, y 30oC es
de 42, 34, 28, 24, y 21 días respectivamente. Las unidades calor para completar el ciclo
(Huevo – Adulto) son 434,8oC, y el Cero Biológico o Temperatura Umbral de Desarrollo
es 9,9oC. En la región de Villa Clara, esta chinche completa 11,27 generaciones al año,
con el mayor número de ellas entre mayo y septiembre, lo que coincide con la época de
cuajado y desarrollo acelerado de los frutos de aguacate.
2.5. Enemigos naturales de P. perseae.
Abud Antun (1991) reporta al trip Frankliniella vespiformis (Crawford) como el predador
más importante de la chinche de encaje en la República Dominicana.
Peña et al. (1998) refiere a Hyaliodes vitripennis (Say) (Miridae) y Chrysoperla carnea
(Steph.) (Neuroptera) predando ninfas de la chinche de encaje en Estados Unidos, y a la
especie nativa Oligosita sp. (Hymenoptera: Trichogrammatidae) parasitando huevos,
según este autor H. vitripennis es el enemigo natural más importante de P. perseae,
encontrado con más frecuencia en colonias de la plaga.
Peña et al. (2008) se refieren a los depredadores, Chrysoperla rufilabris (Neuroptera:
Chrysopidae) y un mirido, identificado posiblemente como Hyaliodes vitripennis
(Heteroptera: Miridae). Tanto C. rufilabris y el depredador mirido redujeron en un 30% las
densidades de ninfas y huevos de P. persea. Durante 1996-1998 el parasitoide Oligosita
spp., fue el más frecuente durante los puntos poblacionales más altos de P. perseae. Sin
embargo, estudios recientes realizados entre 2005 y 2007 sugieren que el mimarido,
Erythmelus sp., puede ser más importante que Oligosita sp. Además de estos
23
parasitoides, los depredadores actuales, Paracarniella cubana (Heteroptera: Miridae),
Sthetoconus praefectus (Heteroptera: Miridae) y un nuevo género y especies de
Cecidomyiidae son los mayores depredadores de esta plaga en Florida.
De la Torre et al. (1999) refieren que a P. perseae se encuentran asociadas especies de
insectos de la familia Chrysopidae (Chrysopa exterior Navas, Nodita cerverai Navas,
Nodita vegana Navas); Coccinellidae (Cycloneda sanguinea L., Psyllobora nana
Muls.), Miridae (Paracarnus cubanus Brun.); ácaros de la familia Phytoseiidae (Euseius
hibisci Chant) y Cunaxidae (Cunaxa sp.), así como dos especies de arañas
(Lyssomanes sp. y Theridula sp.). Estos autores sólo confirman la actividad predadora
de las larvas de Crisopas y las arañas del género Theridula.
Álvarez y Grillo (2000) encontraron en la Finca Mádam, Jovellanos, Matanzas adultos de
Pseudacysta parasitados por los hongos: Hirsutella sp., Fusarium sp., Beauveria
bassiana (Bals.) Vuill., Lecanicillium (=Verticillium) lecanii (Zimm.) Zare & Gams,
Aspergillus flavus Link., Metarrhizium anisopliae (Metsch.) Sorok., y Beauveria
brongniartii (Sacc.) Petch.
Durante la revisión de hojas colectadas en campo se encontraron varios adultos de P.
perseae parasitados por B. bassiana e Hirsutella sp. y un acaro fiitoseido predando
huevos de la chinche. (Morales et al., 2002a; Morales 2005a y Morales y Grillo 2006).
Rijo y Acosta (2003) evaluaron la capacidad predadora de Nodita firmini Navás sobre P.
perseae en condiciones de laboratorio, las autoras refirieron que N. firmini predó 166,9
estadios juveniles de la chinche como promedio.
Estos valores deben variar en condiciones naturales debido a que los crisópidos suelen
ser polífagos y sus larvas se desplazan a largas distancias, caracterizándose por
prospectar varias zonas de la planta sin exterminar totalmente las colonias de las presas,
como son huevos, ninfas y adultos de moscas blancas, pulgones, escamas, trips, y gran
variedad de chinches entre otros. (García et al., 1991; Agrobiosol, 1997).
24
Paracarnus myersi China (Heteroptera:Miridae), y Termathophylidea gisselleae Grillo
(Heteroptera: Termatophylidae) predando ninfas y adultos de P. perseae en condiciones
de campo.
Morales (2005) y Morales y Grillo (2006b) reportaron ninfas y adultos de la plaga
parasitados por Hirsutella verticillioides Charles (Estación Experimental Agrícola
“Álvaro Barba Machado”, Universidad Central de Las Villas; Finca El Vaquerito, Santa
Clara, Villa Clara; Río Seibabo, Escambray), e Hirsutella guyana Minter y Brady
(Estación Experimental Agrícola “Álvaro Barba Machado”, Universidad Central de Las
Villas. Las especies de Hirsutella constituyen los primeros reportes para Cuba y los
primeros como entomopatógenos para P. perseae.
2.6 Manejo de P. perseae.
En México el control se realiza con asperjaciones de Malathion y Dimetoato (4 ó 5
tratamientos con intervalos de 15 días (Rodríguez, 1987).
Moznette (1922) recomendó en La Florida sulfato de nicotina para el control de la chinche
del aguacate. Peña (1992) señala que todos los insecticidas usados en el cultivo del
aguacate controlan la chinche. Las aspersiones deben ser dirigidas al envés de las hojas
y repetidas a intervalos aproximadamente de 2 semanas hasta que se logre el control.
Carbaryl, Chlorpyritos, Malathion y Permethrin son recomendados para el control de la
chinche (USA, 2004). Cheminova (2008) recomienda la aplicación de Fyfanon 1000 a una
dosis de 125 mg/100 L de agua para el control de esta plaga.
El Instituto de Sanidad Vegetal, Cuba (1999) recomienda un sistema de suero, como
medida de control. Este sistema consiste en un embudo (u otro frasco) con una
manguera, la cual tiene acoplado en su extremo libre un tubo plástico o de metal, este
25
tubo se introduce en un agujero practicado en el tronco a una altura no menor de 1m. El
recipiente es fijado al árbol, para la aplicación de producto, se colocan 50 mL de agua, se
ajusta el sistema para evitar salideros y se vierten 50 mL / árbol, de metamidofos
(Tamarón CS 60). Se recomienda repetir el tratamiento transcurrido un mes y medio.
Almaguel et al. (1999) señalan que en plantaciones de vivero el control más efectivo de la
chinche se obtuvo con disulfoton G 10 a 0,5 y 1g i.a. /planta en una aplicación, y
dimetoato CS 38 a 0.04 % ia con dos aplicaciones en 21 días. La Tabaquina, según los
autores, fue efectiva en ambas aplicaciones con índices de población de la chinche muy
bajos, a partir de los 21 días de iniciadas las aplicaciones. En plantaciones de fomento
estos autores refieren a dimetoato CS 38 a 0,04% i.a. como el mejor control de la
chinche. Los referidos autores aseveran que en plantaciones en producción el control de
la chinche fue efectivo con una aplicación por inyección al tallo principal del árbol con 50
mL p.c./árbol de metamidofos CS 60, y con disulfoton G 10 a 1,2 y 3 g i.a./m de altura.
Ellos constatan que Dimetoato CS 38 a 0,04% i. a. y diazinon CE 60 a 0,06% i.a. no
fueron efectivos por el sistema de inyección al árbol.
Morales (2005) y Morales et al. (2006) manifestaron que aplicaciones de B. bassiana, M.
anisopliae y L. lecanii (4 L/árbol y 4x1011 esporas/árbol) en condiciones de campo
brindaron protección 92 días después del tratamiento (dda) con más de 70% de
efectividad técnica. Según la autora, la efectividad técnica de las aplicaciones (ET) se
manifestó de forma ascendente entre los 16 y los 30 dda. A los 30 días dda todos los
tratamientos mostraron ET superiores a 90%. Las poblaciones de adultos más ninfas
fueron menores en los árboles tratados con hongos entomopatógenos respecto a las del
Testigo.
26
27
3. MATERIALES Y METODOS
3.1. Aplicación de B. bassiana, L. lecanii, M. anisopliae y B. bassiana + L.
lecanii + M. anisopliae para el control de P. perseae en condiciones de plantaciones de aguacateros en fomento.
El experimento comenzó en el mes de enero del año 2008, en la Empresa Cultivos Varios
La Cuba, ubicada en el municipio Baraguá, provincia de Ciego de Ávila.
Se establecieron cinco tratamientos:
1. B. bassiana (Bb)
2. L. lecanii (Ll)
3. M. anisopliae (Ma)
4. Mezcla de B. bassiana + L. lecanii + M. anisopliae (Bb+Ll+Ma)
5. Testigo (T)
Cada uno representado por 10 árboles distribuidos completamente al azar.
Los árboles se encontraban en etapa de fomento, con 1,50 a 2,00 m de altura, y de dos
a tres años de edad, con un marco de plantación de 8,0 X 10,0 m, sobre un suelo
ferralítico rojo, sin sistema de riego.
Las evaluaciones consistieron en tomar seis hojas por cada árbol, la toma de las mismas
se realizó al azar y homogéneamente distribuidas en todo el árbol.
Estas hojas se colocaban en bolsas de papel, se trasladaban al Laboratorio de Manejo de
Plagas en el Instituto de Investigaciones en Viandas Tropicales (INIVIT), ubicado en el
municipio Santo Domingo, provincia Villa Clara, y con ayuda de un microscopio
28
estereoscópico se inspeccionaba el envés de las mismas y se evaluaban los siguientes
parámetros:
Total de adultos + ninfas /hoja = A +N
Promedio de A/hoja
Promedio de N/hoja
Promedio de A+N/ hoja
Se realizaron un total de siete muestreos, desde enero del 2008 hasta la primera
quincena correspondiente al mes mayo del 2008, con una frecuencia quincenal.
Se realizaron dos aplicaciones de los hongos entomopatógenos, la primera el mismo día
que el primer conteo (31 de enero de 2008) y la segunda 15 días después.
Los biopreparados procedían de:
B. bassiana Producto comercial procedente del CREE MINAG Empresa Cultivos
Varios Manacas, municipio Santo Domingo, provincia Villa Clara.
Con una concentración de 6,7 x 108 esp/gramo y viabilidad 95,0%.
L. lecanii Producto comercial procedente del CREE MINAG Empresa Cultivos
Varios Manacas, municipio Santo Domingo, provincia Villa Clara.
Con una concentración de 6,3 x 108 esp/gramo y viabilidad 95,0%.
M. anisopliae Producto comercial procedente de la Unidad Provincial de Control
Biológico. Carretera del Jíbaro km ½, Sancti Spíritus. Con una
concentración de 3,8 x 109 esp/gramo y viabilidad 95,8%.
29
A partir de estos productos se prepararon suspensiones acuosas a una concentración de
1 x 1010 esporas/ mL y se adicionó 0,5% de producto tensoactivo.
Con el objetivo de lograr una buena cobertura del envés de las hojas, se aplicó 1,0 L/árbol
de solución final resultando así 1 x 1013 esporas/árbol. Para ello se utilizó una
Asperjadora Manual “Solo 425 – 475 Kleinmotoren GMBH” de fabricación Alemana, con
capacidad de 15 litros.
Se utilizó una asperjadora para cada especie de hongo entomopatógeno empleado, así
como para la combinación de ellos.
A los diez árboles correspondientes al tratamiento Testigo se le aplicó solamente agua +
tensoactivo. La aplicación se realizó en horas de la tarde, cuando estaba declinando el
sol.
3.2. Determinación de las Efectividades Técnicas de los hongos entomopatógenos empleados en el control de P. perseae en condiciones de campo.
Las Efectividades Técnicas (ET), se determinaron sobre la base de la reducción de las
poblaciones, siguiendo el modelo que se basa en el nivel de la población de la plaga en el
campo antes y después de la aplicación de hongos entomopatógenos, y además se tomó
como referencia los árboles correspondientes al tratamiento Testigo, y fueron calculadas
por la Fórmula Henderson-Tilton (1955). Para la selección de dicha fórmula se tuvieron
en cuenta dos factores: evaluación de individuos vivos y poblaciones no uniformes,
entendiéndose por esto cuando las poblaciones en el testigo varían.
n en Co antes del tratamiento x n en T después del tratamiento ET (%) = 1 – x 100 n en Co después del tratamiento x n en T antes del tratamiento
30
T= Tratamiento
Co= Testigo
La evaluación referida a cantidad de insectos (A/hoja; N/hojas y A +N/hoja) y cálculo de la
(ET) se realizó 15 días después de la aplicación (dda), y se expresaron los resultados de
la misma como porcentaje (%).
Los valores de las variables climáticas: temperatura máxima, mínima, media, humedad
relativa y lluvia acumulada 15 días antes de la fecha en que se realizaron los conteos, se
obtuvieron de la Estación Meteorológica Camilo Cienfuegos ubicada en Circuito Norte
municipio Chambas.
Los datos computados en todos los muestreos fueron analizados estadísticamente
mediante criterios de Estadística Inferencial para análisis de varianza de clasificación
doble (bifactorial).
Se correlacionaron las poblaciones de A+N y las efectividades técnicas de la aplicación
de hongos entomopatógenos con las variables climáticas: promedio de temperatura
máxima, media y mínima, humedad relativa y lluvia acumulada 15 días antes de la fecha
en que se realizaron los conteos o evaluaciones, se tuvo en cuenta correlaciones no
paramétricas según coeficiente de Tau b de Kendall.
El uso general de técnicas estadísticas no paramétricas en lugar de técnicas paramétricas
correspondientes se justifica por la naturaleza de las variables, la mayoría de ellas con
nivel de medición ordinal, e incluso las que pudieran considerarse continuas, no tienen por
que tener distribución normal ni hay posibilidades de comprobarlo con un test
suficientemente potente.
31
Todo el procesamiento estadístico fue realizado en el Departamento de Biometría y
Diseño del INIVIT y el Centro de Estudios de Informática de la UCLV en un Pentium IV
con ayuda del paquete SPSS (Statistical Package for the Social Sciences) para Windows.
3.3. Detección de agentes de control natural
Durante el proceso de conteo de poblaciones, se colectaron hojas de aguacateros
infestadas por la chinche en áreas correspondientes al municipio Baraguá (Consejo
Popular Pesquería y comunidad La Carrera) provincia Ciego de Ávila, con la finalidad de
estudiar en estas colonias de P. perseae los agentes de control natural asociados a los
diferentes estados de desarrollo. Estas muestras se colectaron entre los meses de enero
a mayo del 2008, las mismas se colocaron en bolsas de papel “Craft” para su traslado al
laboratorio de Manejo de Plagas del INIVIT y Laboratorio de Taxonomía del Centro de
Investigaciones Agropecuarias (CIAP) perteneciente a la Universidad Central de Las
Villas.
Se inspeccionó el envés de las hojas con ayuda de un microscopio de disección con
aumentos adecuados a las necesidades de cada caso.
Los especímenes de interés fueron separados de la colonia y mantenidos en recipientes
individuales para su posterior estudio.
En las localidades anteriormente mencionadas se inspeccionaron aguacateros infestados
por la chinche para detectar enemigos naturales en las colonias, los que se colectaron
con un aspirador. Los insectos se mantuvieron en alcohol al 70% hasta su estudio en el
laboratorio.
32
Se aislaron varias puestas para detectar algún parasitismo en huevos. Se recortaron
secciones de hojas en que se encontraban las puestas (n = 50) y se colocaron en
recipientes de tamaño adecuado para detectar la emergencia de parasitoides de huevo.
33
34
4.1. Aplicación de B. bassiana (Bb), L. lecanii (Ll), M. anisopliae (Ma), y B.
bassiana + L. lecanii + M. anisopliae (Bb + Ll + Ma) para el control de P.
perseae en condiciones de plantaciones en fomento.
Con la solución final de 1 L/árbol se logró una cobertura completa del envés de las hojas
y también del tronco y ramas principales, ya que anteriormente se observaron varios
adultos de la chinche caminando sobre éstos órganos.
Los resultados de los conteos se dispusieron en una base de datos en Excel y servían de
guía para monitorear el desarrollo de la población en el tiempo.
En el conteo 1 las poblaciones de de adultos más ninfas (A+N) no mostraron diferencias
estadísticas significativas entre los tratamientos (Bb), (Ll), (Ma), y (Bb + Ll + Ma), como se
puede apreciar en la Tabla 4,
En el conteo 2 (15 días después de la primera aplicación), solo mostraron diferencias
estadísticas significativas los tratamientos (Bb), y (Ma) respecto al (T).
En los conteos 3, 4, y 5 (15, 36, y 50 días después de la segunda aplicación) como se
puede observar en la tabla referida, las poblaciones (A+N) fueron menores en los árboles
de los tratamientos (Bb), (Ll), (Ma), y (Bb + Ll + Ma) respecto a las del (T), con diferencias
estadísticas significativas, no existiendo diferencias estadísticas entre los tratamientos
(Bb), (Ll), (Ma), y (Bb + Ll + Ma).
A partir del conteo 2 y hasta el 7 (15 a 95 dda), las poblaciones de adultos más ninfas
fueron menores en los árboles tratados con hongos entomopatógenos respecto a las del
Testigo.
Resultados similares fueron obtenidos por Morales (2005) quien señala que las
poblaciones de adultos más ninfas a los 36, 46, y 61 días después de aplicados los
35
tratamientos correspondientes a B. bassiana, L. lecanii, y M. anisopliae fueron menores
respecto a la de los árboles sin tratar.
Almaguel et al. (1999) señalan que una sola aplicación de B. bassiana a 100g/L (108 UfC/
mL) a los 30 días, redujo considerablemente la infestación por la chinche en plantaciones
de fomento de un año.
En el conteo 7 (95 dda) existió diferencia estadística significativa en los cuatro
tratamientos, (Bb), (Ll), (Ma), y (Bb + Ll + Ma) con relación a (T).
Aunque no se evidenciaron diferencias estadísticas significativas entre tratamientos es
necesario destacar que si hubo diferencias numéricas entre ellos en el caso de todos los
conteos o evaluaciones. Haciendo mención solamente al conteo 7 (95 dda) resulta
destacable el hecho de que las poblaciones (A + N) en el tratamiento (Bb + Ll + Ma)
fueron menores (139) respecto al resto de los tratamientos: Bb (185), Ll (242), Ma (148).
Para el caso del tratamiento (Bb + Ll + Ma) no se reporta en la literatura ninguna
experiencia anterior en el manejo de P. perseae.
El control biológico tuvo y tiene éxitos en el control de numerosas plagas en diferentes
partes del mundo, el número de especies bajo control total o parcial asciende a más de
200 (Van den Bosh y Mesenger, 1973; Caltagirone, 1981; De Bach y Rosen, 1991;
Greathead y Greathead, 1992)
En Cuba se han obtenido resultados muy importantes con el empleo de hongos
entompatógenos para el combate de insectos nocivos en cultivos de importancia
económica (Pérez, 1996; Fernández Larrea, 2003; Pérez, 2004).
En nuestro país se reproducen y aplican micoinsecticidas a base de esos hongos para el
control de coleópteros, lepidópteros, y otros grupos de insectos, e incluso nematodos del
36
género Meloidogyne spp. También se realiza control biológico de un hemíptero en arroz
con preparados a base de M. anisopliae (López, 1996).
Los resultados prácticos obtenidos con el manejo de poblaciones de la chinche en
condiciones de plantaciones comerciales de aguacateros en la Empresa de Cultivos
Varios La Cuba constituyen una experiencia de gran importancia y factibilidad para los
productores de aguacateros en nuestro país, ya que unos de los aspectos más notables
del manejo de plagas en Cuba es la producción artesanal de microorganismos para el
control biológico. La reproducción masiva de entomopatógenos permite disponer de
cantidades apreciables de agentes de control biológico, en la propia localidad agrícola,
pues los Centros Reproductores de Entomófagos y Entomopatógenos se encuentran
distribuidos por todo el país y tienen una capacidad de producción que puede garantizar,
cada año, la aplicación de medios biológicos en más del 60% de la superficie cultivada.
(Pérez, 2004).
4.2. Determinación de las Efectividades Técnicas de los hongos entomopatógenos empleados en el control de P. perseae en condiciones de campo.
En la Figura 1 se puede observar que con la primera aplicación no se alcanzaron
Efectividades Técnicas (ET) por encima de 60%: Bb (37%), Ll (32%), Ma (55%) y Bb + Ll
+ Ma (37%). Se consideran como causas fundamentales de estos resultados la deficiente
preparación de la solución final y la inexperiencia de los obreros que realizaron la labor,
aspectos que tienen marcada influencia en el éxito final y que en condiciones de
producción es notable que no se realizan con el rigor necesario. Por lo que se decidió
efectuar otra aplicación donde se tomaron todas las medidas de carácter técnico que
garantizaran la confiabilidad de los resultados finales.
37
A los 15 días después de realizada la segunda aplicación se observó que todos los
tratamientos mostraron ET superiores al 60%. La ET del tratamiento Ma fue superior
(70%) a la ET de Bb (66%), Ll (68%) y Bb+Ll+ Ma (67%).
Cuando la efectividad técnica en campo oscila entre 60 - 70 % los resultados son
aceptables, sobre todo para los hongos entomopatógenos, los cuales pueden causar
epizotias, si las condiciones ambientales son óptimas. Efectividades mayores son indicios
de un magnífico preparado, con alta virulencia (Vázquez, 2003).
La ET de todos los tratamientos se manifestó de forma ascendente entre los 15 y los 50
dda (conteos 3,4, y 5).
Estos resultados coinciden con los obtenidos por Morales (2005) y Morales et al. (2006)
en estudios similares en la provincia Villa Clara.
Los mayores valores de ET se mostraron a los 50 dda (conteo 5), para el caso de Bb
(92%), Ll (91%), Ma (87) y Bb+Ll+ Ma (92%).
Estos resultados difieren con los obtenidos por Morales (2005) y Morales et al. (2006) en
cuanto a valores de la efectividad técnica en relación a los días después de la aplicación.
En el caso de la citada autora, las aplicaciones de B. bassiana, M. anisopliae y V.
lecanii (4 L/árbol y 4x1011 esporas/árbol) en condiciones de campo en la Finca de un
productor privado perteneciente a la CCS “El Vaquerito” en el municipio Santa Clara, los
valores más altos de efectividades técnicas se alcanzaron a los 30 dda donde todos los
tratamientos mostraron ET superiores a 90%.
La ET de todos los tratamientos a los 65 dda (conteo 6) todavía mostraba valores por
encima del 69%. A partir de esta fecha comienza a disminuir la ET para los tratamientos y
aumentar las poblaciones de (A + N).
38
En el conteo 7 (95 dda), cuando las ET de (Bb), (Ll), (Ma) y (Bb+Ll+ Ma) eran de 37%,
50%, 54% y 66% respectivamente se manifiesta un incremento notable de las poblaciones
de la chinche en los árboles tratados.
Es necesario destacar el hecho que el tratamiento correspondiente a la mezcla de los tres
hongos entomopatógenos (Bb + Ll + Ma) resultó el tratamiento cuya efectividad técnica
tuvo mayor duración en días después de la aplicación, pues todavía a los 95 dda
manifestaba 66%, efectividad aceptable en condiciones de campo. En cambio, en los
otros tratamientos correspondientes al empleo de los entomopatógenos de forma
independiente las efectividades técnicas en ese momento no alcanzaron el 60%.
Almaguel et al. (1999) refieren a dimetoato 38CE a 0,04% i.a. como el mejor control de la
chinche en plantaciones de fomento de un año, seguido por aplicaciones de B. bassiana
a 100 g/L (108 UfC/mL).
En la Tabla 5 se expresan las Correlaciones Tiempo (en días), Temperatura máxima,
Temperatura media, Temperatura mínima, Humedad relativa, Lluvia acumulada, y (ET) de
las aplicaciones de (Bb), (Ll), (Ma) y (Bb + Ll + Ma) en el período de 0 a 95 dda (conteo
1- 7), según Coeficientes Tau - b de Kendall.
Cuando se analizan estas correlaciones en el tratamiento Testigo, se observa que las
poblaciones de (A + N) aumentan a medida que transcurre el tiempo lo que evidencia una
correlación directa y significativa para p < 0.01. Existe la tendencia a que las poblaciones
(A + N) en el Testigo también aumenten cuando la temperatura mínima muestre valores
altos, al existir una correlación directa y significativa para p < 0.05.
Para el caso de las demás variables climáticas (temperatura máxima y media, humedad
relativa y lluvia acumulada) no se establecieron correlaciones en el tratamiento testigo.
39
En el análisis de estas correlaciones en los tratamientos Bb, Ll, Ma, y Bb + Ll + Ma
(Tablas 5) se pudo observar como la temperatura mínima correlaciona de forma directa y
significativa (p < 0.05) con (A +N), en los tratamientos (Ll), y (Ma), o sea que existe la
tendencia a que cuando aumente la temperatura mínima aumenten las poblaciones de
adultos más ninfas en esos tratamientos.
Para el caso de las poblaciones tratadas con (Bb), (Ll), (Ma), y (Bb + Ll + Ma) no se
establecieron correlaciones con las variables climáticas (temperatura media, máxima,
humedad relativa y lluvia acumulada) en el período de 0 – 95 dda.
En otros ecosistemas evaluados Morales (2005) refiere, que cuando se correlacionaron
las variables climáticas (temperatura media, máxima, humedad relativa y lluvia
acumulada) con el comportamiento de poblaciones (A + N) en tratamientos con
entomopatógenos (B. bassiana, L. lecanii y M. anisopliae) fue posible establecer
correlaciones directas y significativas con la temperatura máxima.
Se establecieron correlaciones entre la ET de los tratamientos estudiados y la variable
climática Temperatura mínima. Para el caso de (Bb), (Ll), y (Bb + Vl + Ma) estas
correlaciones fueron significativas ((p < 0.05) y para el caso del tratamiento (Ma) esa
correlación fue significativa (p< 0.01).
Además, se refleja una correlación negativa y significativa para p< 0.01 entre la ET y (A
+ N) de todos los tratamientos. Existe la tendencia que cuando la ET disminuye aumentan
las poblaciones del insecto en los tratamientos (Bb), (Ll), (Ma), y (Bb + Ll + Ma).
La respuesta a los tratamientos expresada en términos de efectividad técnica es una
función del tiempo ( ) y pudo ser demostrada matemáticamente
mediante un análisis de ajuste de curvas lo cual exhibe coeficientes de determinación
altos.
( ) −= 22
Expay
B. bassiana L.lecanii M. anisopliae Bb + Ll + Ma
Tratamiento (Bb): Gaussian Model: y=a*exp((-(b-x)^2)/(2*c^2)). R = 0,91
Tratamiento (Ll): Gaussian Model: y=a*exp((-(b-x)^2)/(2*c^2)). R = 0,83
Tratamiento (Ma): Gaussian Model: y=a*exp((-(b-x)^2)/(2*c^2)). R = 0,79
Tratamiento (Bb + Ll + Ma): Gaussian Model: y=a*exp((-(b-x)^2)/(2*c^2)). R = 0,86.
A nivel de agroecosistema, son diversos los factores que pueden afectar la actividad de
los biorreguladores de plagas, sean estos los que habitan en dichos ecosistemas o los
que se liberan o aplican masivamente en programas de control biológico.
41
Como cualquier organismo, los hongos están limitados por factores bióticos o abióticos,
siendo estos últimos muy importantes, principalmente la temperatura, la humedad relativa
y la iluminación (Vázquez, 2003).
El referido autor expresa que los factores climáticos, temperatura y humedad extremos, lo
que puede estar influenciado por la lluvia y el viento y las radiaciones solares influyen
directamente en la actividad de los microorganismos que se emplean en el control
biológico.
La planta hospedante del insecto plaga constituye otro factor que puede afectar de
manera importante la actividad de los microorganismos que se emplean en su control
biológico (Vázquez, 2003).
En la Figura 3 se aprecia el porcentaje de parasitismo de adultos más ninfas en los cinco
tratamientos estudiados. Es destacable como a partir del conteo 2 fue incrementándose la
cifra de parasitismo. Los mayores valores se alcanzan para todos los tratamientos en los
conteos 4, 5 y 6 [Bb (28,8; 48,1; 25,7); Ll (16,7; 43,8; 7,4); Ma (40,2; 50,0; 15,0) y Bb + Ll
+ Ma (40,0, 63,6; 34,6)], coincidiendo con los mayores valores porcentuales de las
Efectividades Técnicas. [Bb (74,0; 92,0; 69,0); Ll (69,0; 91,0; 74,0); Ma (68,0; 87,0; 83,0)
y Bb + Ll + Ma (70,0; 92,0; 82,0)]
42
0
Número de conteos
)
B. bassiana L. lecanii M. anisopliae Bb+Ll+Ma B. bassiana L. lecanii M. anisopliae Bb+Ll+Ma
Figura 3: Porcentaje de parasitismo encontrado durante los conteos de poblaciones (A +
N) después de aplicados los tratamientos.
Estadísticamente se detectaron correlaciones positivas y significativas con ET y % de
parasitismo de los tratamientos (Bb, Ll, Bb + Ll + Ma). (Figuras 4,5 y 6)
43
0
20
40
60
80
100
120
Efectividad Técnica (%)
Y = - 2,36 + 0,42 x R = 0,88**
Figura 4: Correlaciones entre la Efectividad Técnica (%) y el % de parasitismo en
el tratamiento (Bb).
Efectividad técnica
Y = - 3,85 + 0,33 x R = 0,74*
Figura 5: Correlaciones ente la Efectividad Técnica (%) y el % de parasitismo en el
tratamiento (Ll).
Efectividad técnica (%)
Y = - 7,39 + 0,59 x R = 0,80*
Figura 6: Correlaciones ente la Efectividad Técnica (%) y el % de parasitismo en el
tratamiento (Bb + Ll + Ma).
4.3. Detección de agentes de control natural
Durante la revisión de las hojas de aguacateros colectadas en el campo se encontraron
varios adultos y ninfas de P. perseae parasitados por hongos entomopatógenos. Estos
:
Figura 7: Crecimiento de los hongos Hirsutella sp. y B. bassiana en medio de cultivo
PDA.
Las especies fueron identificadas como: B. bassiana, e Hirsutella sp. (Consejo Popular
Pesquería, casa de visita ECV La Cuba, Ciego de Ávila). (Figura 8 y 9).
46
Figura 8: Adulto de P. perseae parasitado por B. bassiana en condiciones de
aguacateros en fomento en la Empresa de Cultivos Varios La Cuba. Ciego de Ávila.
Figura 9: Ninfas de P. perseae parasitadas por Hirsutella sp. en condiciones de
aguacateros en fomento en la Empresa de Cultivos Varios La Cuba. Ciego de Ávila.
47
Estos resultados coinciden con lo expresado por Morales (2005) y Morales et al. (2002a),
que destacan a estos hongos entomopatógenos parasitando de forma natural a la chinche
en condiciones de campo.
Morales (2005) reportó ninfas y adultos de la plaga parasitados por Hirsutella
verticillioides Charles (Estación Experimental Agrícola “Álvaro Barba Machado”,
Universidad Central de Las Villas; Finca El Vaquerito, Santa Clara, Villa Clara; Río
Seibabo, Escambray), e Hirsutella guyana Minter y Brady (Estación Experimental
Agrícola “Álvaro Barba Machado”, Universidad Central de Las Villas.
Coincidiendo con lo señalado por Morales (2005; 2006), los insectos parasitados por
Hirsutella spp. estaban cubiertos por un micelio de color castaño claro que irradia a partir
del insecto formando un césped casi circular, alrededor de los mismos, se corroboró que
el insecto parasitado queda firmemente unido al sustrato.
En las puestas estudiadas no fue detectado parasitismo en huevos de la chinche ni se
reporta la presencia de insectos predando a P. perseae en condiciones de campo. Es
necesario destacar la presencia en todos los muestreos de Cycloneda sanguínea L.
(Coleoptera: Coccinellidae) sobre las colonias de la plaga (Figura 8), aunque no se
confirma actividad predadora.
Figura 10: Cycloneda sanguinea L. sobre colonias de P. perseae.
De la Torre et al. (1999) refieren que a P. perseae se encuentran asociadas especies de
insectos de la familia Chrysopidae (Chrysopa exterior Navas, Nodita cerverai Navas,
Nodita vegana Navas) y Coccinellidae (Cycloneda sanguinea L.
Abud Antun (1991) reporta al trip Frankliniella vespiformis (Crawford) como el predador
más importante de la chinche de encaje en la República Dominicana.
Peña et al. (2008) se refieren a los depredadores, Chrysoperla rufilabris (Neuroptera:
Chrysopidae) y un mirido, identificado posiblemente como Hyaliodes vitripennis
(Heteroptera: Miridae). Tanto C. rufilabris y el depredador mirido redujeron en un 30% las
densidades de ninfas y huevos de P. perseae. Durante 1996-1998 el parasitoide
Oligosita spp., fue el más frecuente durante los puntos poblacionales más altos de P.
perseae. Sin embargo, estudios recientes realizados entre 2005 y 2007 sugieren que el
mimárido, Erythmelus sp., puede ser más importante que Oligosita sp. Además de estos
parasitoides, los depredadores actuales, Paracarniella cubana (Heteroptera: Miridae),
Sthetoconus praefectus (Heteroptera: Miridae) y un nuevo género y especies de
Cecidomyiidae son los mayores depredadores de esta plaga en Florida.
49
Álvarez y Grillo (2000) encontraron en la Finca Mádam, Jovellanos, Matanzas adultos de
Pseudacysta parasitados por los hongos: Hirsutella sp., Fusarium sp., Beauveria
bassiana (Bals.) Vuill., Aspergillus flavus Link., Metarrhizium anisopliae (Metsch.)
Sorok., y Beauveria brongniartii (Sacc.) Petch.
Rijo y Acosta (2003) evaluaron la capacidad predadora de Nodita firmini Navás sobre P.
perseae en condiciones de laboratorio, las autoras refirieron que N. firmini predó 166,9
estadios juveniles de la chinche como promedio.
Grillo et al. (2004) detectaron a Paracarnus cubanus Bruner (Heteroptera:Miridae),
Paracarnus myersi China (Heteroptera:Miridae), y Termathophylidea gisselleae Grillo
(Heteroptera: Termatophylidae) predando ninfas y adultos de P. perseae en condiciones
de campo.
5. RECOMENDACIONES
1. Aplicaciones de B. bassiana, M. anisopliae, L. lecanii, y B. bassiana + M.
anisopliae + L. lecanii (1 L/árbol y 1x1013 esporas/árbol) en condiciones de
plantaciones de aguacateros en fomento brindaron protección 65 dda con más de
70% de efectividad técnica, manifestándose de forma ascendente entre los 16 y
50 dda cuando todos los tratamientos mostraron ET superiores a 90%. Las
poblaciones de adultos más ninfas fueron menores en los árboles tratados con
hongos entomopatógenos respecto a las del Testigo.
2. El mejor tratamiento con entomopatógenos, a pesar de no existir diferencias
estadísticamente significativas entre ellos, resultó ser el correspondiente a (Bb +
Ll + Ma), pues su ET se mantuvo por encima del 60% a los 95 dda.
3. Los mayores valores de parasitismos se alcanzaron para todos los tratamientos a
los 50 dda.
4. Se establecieron correlaciones positivas entre la temperatura mínima y las
poblaciones de adultos más ninfas en todos los tratamientos estudiados,
incluyendo el Testigo.
5. Entre las efectividades técnicas y las poblaciones de los tratamientos Bb, Ll, Ma, y
Bb + Ll + Ma se establecieron correlaciones negativas y significativas.
6. Se detectaron los hongos entomapatógenos B. bassiana e Hirsutella sp.
parasitando ninfas y adultos de P. perseae en localidades de la Empresa de
Cultivos Varios La Cuba.
6. RECOMENDACIONES
1. Generalizar la experiencia de los resultados de este estudio a la totalidad de las
áreas de plantaciones de aguacateros comerciales en la Empresa de Cultivos
Varios La Cuba.
2. Desarrollar estudios con la cepa de B. bassiana aislada en la propia localidad, con
el objetivo de comprobar su efectividad en el manejo de poblaciones de P.
perseae.
54
55
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63
TÇxåÉá
64
Día T. mín T. med T. máx HR Lluvia acumulada
1 17,2 22.6 28.9 86 0 2 16,5 19.5 23.2 90 14,1 3 15 17.1 19.1 64 0 4 16,8 19.6 24.3 74 0 5 13,3 18.9 25 85 0 6 14,4 19.6 26.5 86 0 7 15,8 20,9 27 85 0 8 13,4 20,2 25,6 81 0 9 13 19,4 26,4 87 1
10 16 20,3 24,9 92 3,8 11 15,5 21,3 27,3 85 0 12 15,4 21,7 29 82 0 13 16 21 28,2 86 0 14 15,6 21,5 29,4 86 0 15 16,3 21,1 27,2 85 0,4
Promedio 15,3 20,8 27,0 84 19,3 16 15,8 20,7 25 90 7,2 17 15,6 22,3 30 84 0 18 15 22,1 29,6 85 0 19 17,3 23,7 31 85 0 20 18,3 24,1 31,2 82 2,9 21 21 23,5 27,5 86 1,2 22 20,2 23,7 27,7 82 0 23 18,5 23,4 29,3 84 0 24 18,3 23,5 29,5 85 0 25 19 22,6 28,4 81 3 26 17,4 22 27 86 0 27 16,9 22 28,2 81 2,4 28 13 19,3 24 71 0 29 10 17,3 24,6 77 0 30 11,2 18,6 26,2 75 0 31 12 19,5 27,2 79 0
PROMEDIO 16,2 21,8 27,9 82 16,7
Tabla 6: Variables climáticas: T. mínima, T. media, T. máxima, Humedad
Relativa, y lluvia acumulada correspondientes al mes de enero del 2008,
suministrados por la Estación “Camilo Cienfuegos”.
65
Día Tmin Tmed Tmax HR R24H 1 12,7 19,3 26,4 77 0 2 14,9 20,2 26,2 84 0,9 3 19,5 23,4 27,7 86 0 4 17,4 23,4 28,1 83 0,2 5 14,6 21,3 29 84 0 6 14,6 21,3 29 84 0 7 17,1 22,7 30,9 78 0 8 17 22,3 30 76 0 9 16,8 22,9 30,7 82 0 10 17,2 22,7 29,2 82 0 11 18 22,1 27 84 11,6 12 17,9 23,1 30,2 81 0 13 17,7 23,4 30 79 0 14 17,9 22,8 29,1 85 1,8 15 19,4 24,1 29,5 79 1,8
Promedio 16,8 22,3 28,9 82 16,3 16 19,9 24,1 29,2 78 2,3 17 17,9 23,3 31,2 81 0,6 18 19,4 24 30,6 80 0 19 17,8 23,6 30 82 1,4 20 18,5 23,5 30,1 79 0 21 16,4 22,8 28,6 77 0 22 17,7 24 32,4 73 0 23 16,5 23,5 31,4 77 0 24 17,5 23,7 30,8 77 0 25 16,8 23,6 31 74 0 26 16,4 23,4 31,3 74 0 27 18,5 24 31,5 74 0,8 28 15,8 20,3 24,2 68 0 29 14,3 21,2 27,4 75 1,4
Promedio 17,4 23,2 30,0 76 6,5
Tabla 7: Variables climáticas: T. mínima, T. media, T. máxima, Humedad
Relativa, y lluvia acumulada correspondientes al mes de febrero del 2008,
suministrados por la Estación “Camilo Cienfuegos”.
66
Día T. mín T. med T. máx HR Lluvia acumulada
1 20,8 24 28,6 73 0,7 2 17,6 21.8 26 80 10 3 17,8 23.1 28,4 79 0 4 17 23.3 30,5 78 2,5 5 17,2 23.5 30,2 76 0 6 18,1 23.8 30,8 79 0 7 18,3 24.4 31 76 0 8 18,1 22.8 29,8 85 28,6 9 16,2 21.1 29,1 95 6,4 10 16,9 23.3 30,1 80 0 11 16,3 22.5 29,7 79 0 12 17,5 22.3 28,9 82 1,8 13 18,1 23 29,4 84 29,4 14 19,2 24.2 30,2 75 0 15 18,2 24,7 30 80 0
Promedio 17,8 23,9 29,5 80 79,4 16 19,1 24 30,5 80 0 17 19 23,6 30 80 0 18 18,2 23,2 31 74 0 19 19,6 23 30,5 74 0 20 20,1 23,7 30,2 73 0 21 17,1 22,5 29,8 76 0 22 18,6 23 30,1 77 0 23 19,4 23,7 30 76 0 24 17,2 21,3 29,5 91 11,2 25 16,5 21,1 28,6 80 0 26 16,8 21,1 28,4 71 0 27 18,1 22,3 28,9 78 0 28 18 22,5 29,5 83 0 29 18,9 23,7 30,4 81 0 30 19,9 24,5 31 78 0 31 19 22,7 30,8 82 0
Promedio 18,5 22,9 30,0 78 11,2
Tabla 8: Variables climáticas: T. mínima, T. media, T. máxima, Humedad
Relativa, y lluvia acumulada correspondientes al mes de marzo del 2008,
suministrados por la Estación “Camilo Cienfuegos”.
32
Día T. min T. med T máx HR Lluvia acumulada
1 18,5 23,3 30,2 81 0 2 18,9 23,5 30 79 0 3 18 23,6 30,5 84 5,6 4 18,2 23,8 30,9 79 0 5 19,1 24 31 82 1,6 6 18,2 24,7 31,5 82 0 7 18,1 23,9 31,2 81 0 8 18 24,6 31 78 0,4 9 19 24,4 30,4 77 0 10 18 24,2 30,6 79 0 11 18,4 24,5 31,4 75 0 12 19 25,5 32 73 0 13 19,6 25 33,4 79 0 14 19,9 24,4 30 77 2 15 18 22,5 27,3 77 0
Promedio 18,6 24,1 30,8 79 9,6 16 15 20,1 25,1 67 0 17 14,8 20,7 27 68 0 18 12,7 21,7 28,6 71 0 19 19,1 24,5 30,6 74 0 20 15,7 22,6 30,2 69 0 21 15,5 22,6 30,4 72 0 22 16 23,8 32,6 71 0 23 16,6 23 30 65 0 24 15,7 22,6 29 69 0 25 17,1 23,3 29,6 70 0 26 17,2 23,8 29,9 73 1,8 27 19,4 25 30,2 72 0 28 18,2 25,2 32,6 73 0 29 20,1 24,9 33,3 82 30 20 25,5 31 78
Promedio 16,9 23,3 30,0 72
10,5 0
12,3
Tabla 9: Variables climáticas: T. mínima, T. media, T. máxima, Humedad
Relativa, y lluvia acumulada correspondientes al mes de abril del 2008,
suministrados por la Estación “Camilo Cienfuegos”.
32
TABLA 4: Comparación del número de (A + N) entre los cinco tratamientos utilizando un análisis de varianza de
clasificación doble (Bifactorial).
Bb + Ll+ Ma Bb Ll Ma Testigo X
1 48,10 cdefghi 35,00 bcdefgh 54,00 defghi 46,80 cdefghi 55,10 efghi 47,80 c
2 36,80 bcdefg 26,70 abcde 44,20 cdefghi 28,90 abcdef 66,40 fghi 40,60 bc
3 24,60 abcde 18,70 abcde 31,90 acdefg 21,30 abcde 70,30 ghi 33,36 abc