Exploraciones Psicoanaliticas 11-18

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    11. EL DESTINO DEL OBJETO TRANSICIONALTrabajo preliminar para una charla pronunciada en la Asociación de Psicologíay Psiquiatría Infantil, de Glasgow, el de diciembre de !""

     Aunque ya muchos de ustedes est#n bien familiari$ados con lo que he dicho

    acerca de los objetos transicionales, quisiera ante todo %ol%er a enunciar miconcepción al respecto, para luego pasar a mi tema principal de hoy, que es lacuestión de su destineo& 'nunciar(, pues, cu#l es a mi parecer la significaciónde los objetos transicionales& A mi entender, a estos objetos los encontramos en di%ersos procesos detransición& )no de ellos se %incula con las relaciones de objeto* el beb( se lle%ael pu+o a la boca, luego el pulgar, luego hay una me$cla del uso del pulgar y delos dem#s dedos, y escoge algn objeto para manipularlo& Poco a pococomien$a a usar objetos que no son parte de (l ni de la madre&-tra clase de transición tiene que %er con el pasaje de un objeto que essubjeti%o para el beb( a otro que es objeti%amente percibido o e.terno& Al

    principio, cualquier objeto que entabla relación con el beb( es creado por (ste/o al menos (sa es la teoría a la que yo adhiero/& 's como una alucinación&0e da cierto enga+o y un objeto que est# a mano se superpone con unaalucinación& 1omo es ob%io, aquí tiene suprema importancia la forma en que seconduce la madre o su sustituto& 2abr# madres que son buenas y otras queson malas en lo que ata+e a posibilitar que un objeto real est( e.actamente allídonde el beb( alucina un objeto, de modo tal que el beb( se haga la ilusión deque el mundo puede ser creado y de que lo que es creado es el mundo&'n este punto, ustedes estar#n pensando en la e.presión de la se+ora0echehaye, 3reali$ación simbólica3, 4!5 o sea, el con%ertir al símbolo en algo

    real* sólo que desde nuestro punto de %ista, al ocuparnos de la primerainfancia, pensamos que lo que se con%ierte en real es la alucinación& 6e hecho,esto pone en marcha la capacidad del beb( para el uso de símbolos, y si elcrecimiento prosigue su marcha el objeto transicional resulta ser el primersímbolo& 'n este caso el símbolo es al mismo tiempo la alucinación y una parteobjeti%amente percibida de la realidad e.terna&6e todo esto se deduce que estamos describiendo la %ida de un beb( quesignifica asimismo la relación que el ambiente tiene con (l, a tra%(s de la madreo de su sustituto& 7os estamos refiriendo a una 3pareja de crian$a3, paraemplear la e.presión de 8errill 8iddlemore&495 7os referimos al hecho de queno e.iste eso denominado beb(, pues cuando %emos a un beb( en esta

    temprana etapa sabemos que %amos a encontrar los cuidados del beb(,cuidados de los cuales el beb( forma parte&'sta manera de enunciar el significado del objeto transicional nos fuer$a autili$ar la palabra 3ilusión3& :a madre posibilita al beb( tener la ilusión de quelos objetos de la realidad e.terna pueden ser reales para (l, %ale decir, puedenser alucinaciones, ya que sólo a las alucinaciones las siente reales& Para que aun objeto e.terior se lo sienta real, la relación con (l debe ser la relación conuna alucinación& )stedes coincidir#n conmigo en que esto hace estallar unantigno enigma filosófico, y tal %e$ ya est(n pensando en esos dos tercetos,uno de ;onald :a piedra y el #rbol siguen e.istiendo

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    cuando no hay nadie en el patio?

    y la r(plica=

    :a piedra y el #rbol

    siguen e.istiendomientras los obser%a su seguro ser%idor,&&&

    'l hecho es que un objeto e.terior carece de ser para ustedes o para mí sal%oen la medida en que ustedes o yo lo alucinamos, pero si somos cuerdospondremos cuidado en no alucinarlo sal%o en los casos en que sabemos qu(se tiene que %er& Por supuesto, si estamos cansados o anochece,cometeremos algunas equi%ocaciones& 'n mi opinión, con su objetotransicional el beb( se halla todo el tiempo en ese estado en que leposibilitamos ser, y aunque es algo loco, no lo calificamos asi& 0i el beb(pudiera hablar, diría= 3'ste objeto es parte de la realidad e.terna y yo lo cre(3&

    0i alguno de ustedes o yo dij(ramos esto, nos encerrarían, o tal %e$ nospracticarían una leucotomia&'sto nos da un significado de la palabra 3omnipotencia3 que realmentenecesitamos, porque cuando hablamos de la omnipotencia de la primeraintancia no sólo queremos decir omnipotencia del pensamiento= pretendemosse+alar tambi(n que el beb( cree en una omnipotencia que se e.tiende aciertos objetos, y qui$#s abarque a la madre y a algunos otros integrantes delambiente inmediato& )na de las transiciones es la que %a del controlomnipotente de los objetos e.ternos a la renuncia a ese control, ye%entualmente al reconocimiento de que hay fenómenos que est#n fuera delcontrol personal& 'l objeto transicional que forma parte tanto del beb( como de

    su madre adquiere un nue%o car#cter, el de una 3posesión3&1reo que durante el período en que el beb( utili$a objetos transicionales seprocesan otras transiciones& Por ejemplo, la que corresponde a lascapacidades en desarrollo del ni+o, su creciente coordinación y el paulatinoenriquecimiento de su sensibilidad& 'l sentido del olfato est# entonces en suapogeo y probablemente nunca en la %ida alcance otra %e$ esa intensidad,e.cepto qui$#s en el curso de episodios psicóticos& Tambi(n la te.tura tiene elmayor significado que jam#s pueda alcan$ar, y lo seco y lo hmedo y tambi(nlo frío y lo c#lido poseen un significado tremendo&@unto a ello, debe mencionarse la e.trema sensibilidad de los labios infantiles y,sin duda, del sentido del gusto& :a palabra 3repugnante3 nada significa toda%ía

    para el ni+o, y al principio ni siquiera le preocupan sus e.creciones& 'l babeo ybaboseo característicos de la primera infancia cubren al objeto, haci(ndonosacordar del león en su jaula del $oológico, que casi parece ablandar al huesocon su sali%a antes de poner fin a su e.istencia mediante un mordisco ycom(rselo& Bu( f#cil resulta imaginar los muy tiernos y acariciadoressentimientos del león hacia ese hueso que est# a punto de aniquilarC Así pues,en los fenómenos transicionales %emos surgir la capacidad para lossentimientos tiernos, al por que la relación instinti%a directa sucumbe a larepresión primaria&6e esta manera, apreciamos que el uso que hace el beb( de un objeto puedearticularse, de una forma o de otra, con el funcionamiento corporal, y en %erdades inimaginable que un objeto tenga significado para un beb( si no est# asiarticulado& 'ste es otro modo de decir que el yo se basa en un yo corporal&

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    2e dado algunos ejemplos con el nico propósito de recordarles todas lasposibilidades que e.isten, segn ilustra el caso de sus propios hijos y de losni+os que ustedes atienden& A %eces %emos que la madre misma es utili$adacomo si fuese un objeto transicional, lo cual si persiste puede dar origen agrandes perturbaciones* por ejemplo, un paciente del que me ocup( recienD

    temente utili$aba el lóbalo de la oreja de la madre& 1omo ustedes conjeturar#n,en estos casos en que es utili$ada la madre, es casi seguro que hay algo en lamadre misma/una necesidad inconsciente de su hijo o hija/a cuya pauta seamolda el ni+o&Tenemos luego el uso del pulgar o de otros dedos, que puede perdurar, ypuede haber o no simult#neamente un acariciarse con cari+o una parte delrostro o alguna parte de la madre o de un objeto& 'n algunos casos estascaricias continan y se pierde de %ista el chupeteo del pulgar o de otros dedos&1on frecuencia sucede, asimismo, que un beb( que no empleaba la mano o elpulgar para la gratificación autoerótica use, sin embargo, un objeto de algunaclase& 'n tales casos, habitualmente el inter(s del beb( se hace e.tensi%o y

    pronto otros objetos se %uel%en importantes para (l& Por alguna ra$ón, las ni+astienden a persistir con los objetos sua%es hasta que usan mu+ecas, y los%arones tienden a adoptar m#s prontamente objetos duros& Tal %e$ sería m#sapropiado decir que el %arón que hay en los ni+os de ambos se.os pasa a losobjetos duros, y la ni+a que hay en los ni+os de ambos se.os tiende aconser%ar su inter(s por la blandura y la te.tura, que a la larga se articular# conla identificación materna& A menudo, cuando hay un neto objeto transicionaldesde (poca temprana, (ste persiste aunque el ni+o de hecho se aplique enmayor medida a nue%os objetos, menos importantes* tal %e$ en momentos degran congoja, triste$a o depri%ación %uel%a al objeto original o al pulgar, opierda por completo la capacidad de utili$ar símbolos y sustitutos&Buisiera dejar el tema en este punto& 'l cuadro clínico muestra una %ariedadinfinita, y sólo podemos hablar fructíferamente de las consecuencias teóricas&

    ': T;A70IT- 6': -E@'T- T;A70I1I-7A:

    2ay dos enfoques de este tema= A& :os %iejos soldados nunca mueren, sólo desaparecen& 'l objeto transicionaltiende a ser relegado al limbo de las cosas a medias ol%idadas que seamontonan en el fondo del cajón o en la parte posterior del estante de los juguetes& 0in embargo, lo usual es que el ni+o lo sepa& Por ejemplo, un

    %aroncito que ya ha ol%idado su objeto transicional tiene una fase regresi%aluego de padecer una depri%ación, y %uel%e a (l& 8#s tarde habr# un retornogradual a las otras posesiones, adquiridas con posterioridad& 'l objetotransicional puede ser, entonces,

    i& suplantado pero conser%adoii& gastadoiii& entregado 4lo cual no resulta satisfactorio5i%& conser%ado por la madre/como reliquia de una preciosa (poca de su

    %ida 4identificación5/%& etc&

    Todo esto se %incula con el destino del objeto en sí&

    E& :lego ahora al punto principal que quiero e.poner para su debate& 7o es unaidea nue%a, aunque creo que lo era cuando la referí en mi artículo original&

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    4Ahora que me ocupo de esto, temo que ustedes lo encuentren demasiadoob%io, sal%o, por supuesto, que no est(n de acuerdo conmigo&50i es cierto que el objeto transicional y los fenómenos transicionales est#n en labase misma del simbolismo, creo que podemos sostener con derecho queestos fenómenos marcan el origen, en la %ida del beb( y el ni+o, de una tercera

    $ona de e.istencia, tercera $ona que, segn creo, ha side dificil acomodardentro de la teoría psicoan alítica, la cual tu%o que edificar se en forma gradualsegn el m(todo de la ciencia, que es el de poner piedra sobre piedra&Puede resultar que esta tercera $ona sea la %ida cultural del indi%iduo&>1u#les son estas tres $onas? )na, la fundamental, es la realidad psíquica ointerior del indi%iduo, el inconsciente si ustedes prefieren 4no el inconscientereprimido, que sobre%iene muy pronto pero, decididamente, m#s tarde5& A partir de esta realidad psíquica personal es que el indi%iduo 3alucina3 o 3crea3 o3piensa3 cosas o las 3concibe3& 6e ella est#n hechos :os sue+os, aunque (stosse re%isten de materiales recogidos en la realidad e.terior&:a segunda $ona es la realidad e.terior, el mundo que paulatinamente es

    reconocido como 6I0TI7T- 6' 8I por el beb( sano en desarrollo que haestablecido un self, con una membrana limítrofe y un adentro y un afuera* eluni%erso en e.pansión, a partir del cual el hombre se contrae Fcontracts, pordecirlo así& Ahora bien, los beb(s y los ni+os y los adultos traen hacia dentro suyo larealidad e.terior, como ropaje para re%estir sus sue+os, y se proyectan en losobjetos y personas e.ternos enriqueciendo la realidad e.terior mediante suspercepciones imaginati%as&Pero pienso que encontramos en %erdad una tercera $ona, una $ona del %i%irque corresponde a los fenómenos transicionales del beb( y en %erdad deri%ede (stos& 'n la medida en que el beb( no haya llegado a los fenómenostransicionales, pienso que su aceptación de los símbolos ser# deficiente y su%ida cultural quedar# empobrecida&0in dada, ustedes apreciar#n lo que quiero decir& 'n t(rminos algo burdos=%amos a un concierto y escuchamos uno de los ltimos cuartetos de cuerdasde Eeetho%en 4como %en, soy una persona refinada5& 'ste cuarteto no es unmero hecho e.terno producido por Eeetho%en y ejecutado por los musicos* nitampoco es un sue+o mío, que a decir %erdad jam#s habria sido tan bueno & :ae.periencia, sumada a mi manera de prepararme para alla, me permite crearun hecho glorioso& :o disfruto porque, como digo, yo lo he creado, lo alucin(, yes real y estaría de todos modos allí aunque yo no hubiese sido concebido&

    'sto es loco& Pero en nuestra %ida cultural aceptamos la locura, e.actamentecomo aceptamos la locura del ni+o que afirma 4annque no pueda e.presarlocon sus balbuceos5= Ho lo alucin( y es parte de mi madre, que estaba ahíantes de que yo %iniese al mundo3&6e ello inferir#n por qu( pienso que el objeto transicional es esencialmentedistinto del objeto interno de la terminologia de 8elanie

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    objeto transicional es simbólico del objeto interno, al que la presencia %i%a de lamadre mantiene %i%a&6e igual manera, qui$#s, un adulto puede hacer el duelo por alguien, y en elcurso de su duelo deja de disfrutar de las acti%idades culturales* larecuperación ser# acompa+ada de un retorno a todos los intereses intermedios

    incluidas las e.periencias religiosas que enriquecen la %ida de un indi%iduosano&Pienso, entonces, que los fenómenos transicionales no 3pasan3, al menos nocuando hay salud& Pueden con%ertirse en un arte perdido, pero esto formaparte de la enfermedad de un paciente, de una depresión, y es algo equi%alentea la reacción frente a la depri%ación en la infancia, cuando el objeto y losfenómenos transicionales pierden en forma temporaria 4o a %eces permanente5su sentido o son ine.istentes&8e gustaría mucho conocer sus reacciones frente a esta idea de una tercera$ona del e.perienciar, su relación con la %ida cultural y, segn he sugerido, elhecho de que deri%e de los fenómenos transicionales de la infancia&

    Notas:

    !5 8& A& 0echehaye, 0ymbolic ;eali$ation, 7ue%a orJ, International)ni%ersities Press, !"!

    95 8& P& 8iddlemore, The 7ursing 1ouple, :ondres, 2amish 2amilton, !"K!&

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    12. NOTAS SOBRE EL JUEGO0in fecha 4!5

    I

     :o característico del juego es el placer 

    -bser%aciones con crías de animates, incluido el ser humano&

    II

    :a satisfacción en el juego depende del uso de símbolos, aunque, en la base,la moción Fdri%e pro%iene del instinto Finstinct&0ímbolos= 'sto hace las %eces de aquello&Si aquello es amado, esto puede ser usado y disfrutado&Si aquello es odiado, esto puede ser golpeado, da+ado, matado, etc&, yrestaurado, y %uelto a da+ar&- sea= la capacidad de jugar es un logro en el desarrollo emocional de cadani+o&

    III

    El juego como logro en el desarrollo emocional indi%idual A& :a tendencia heredada que impulse al ni+o hacia adelante,y 4a raí$ de la e.trema dependencia del beb( humano5

    E& Ia pro%isión ambiental de condiciones que atiendan a las necesidades delbeb( y el ni+o peque+o, de modo tal que el desarrollo no se interrumpa por lasreacciones frente a cualquier intrusión 4frío, color, sost(n deficiente, maniDpulación defectuosa, hambre no satisfecha, etc&5,

    y

    1& el juego se inicia como símbolo de la confian$a del beb( y del ni+o peque+oen su madre 4o madre sustituta5&

    IV

    'l juego es una elaboración imaginati%a en torno de las funciones corporales,relacionada con los objetos y con la angustia&Gradualmente, a medida que el ni+o se %uel%e m#s complejo comopersonalidad y tiene una realidad personal o interior, el juego pasa a e.presarmediante materiales e.ternos :as relaciones y angustias internas& 'stoconduce a la idea de que el juego es e.presión de identificaciones conpersonas, animates y objetos del ambiente inanimado&

    V

    'l juego es primordialmente una acti%idad creadora 4como en el sue+o5, que sereali$a

    !& en función de lo que efecti%amente e.iste 4el propio cuerpo y losobjetos que est#n a mano59& en condiciones en que el ni+o tiene confian$a en alguien, o se ha%uelto confiado en general gracias a que ha tenido una e.periencia

    adecuada de buenos cuidados&

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    'n cambio, los cuidados inadecuados, al generar desconfian$a, reducenla capacidad para el juego&

    VI

    Productos del juego

     Adem#s del elemento esencial del placer, el juego le permite al ni+opracticar 

    a& Ia manipulación de objetosb& el manejo de la capacidad de coordinación, :as habilidades, juicios,etc& el control sobre una $ona limitada* si bien el ni+o comprueba que supoder para autocontrolarse es limitado, al mismo tiempo descubre losiimitados alcances de su imaginación& A tra%(s del juego el ni+o se ocupa en forma creati%a de la realidad

    e.terna& A la postre esto produce un %i%ir creador y lle%a a la capacidad desentirse real, y de sentir que la %ida puede ser usada y enriquecida& 0in el juego, el ni+o es incapa$ de %er creati%amente el mundo, y en consecuencia se

    %e arrojado de %uelta al sometimiento y a un sentimiento de futilidad, o bien a lae.plotación de las satisfacciones instinti%as directas&

    'l juego cumple una función %ital, especialmente para el manejo de laagresión y la destructi%idad, cuando el ni+o tiene la capacidad de disfrutar lamanipulación de símbolos& 'n el juego un objeto puede ser destruido y restauradoda+ado y arregladoensuciado y %uelto a limpiarmatado y re%i%idocon el logro adicional de la ambi%alencia en lugar de la escisión del objeto 4ydel self5 en bueno y malo&

    VII

    Desarrollo de la capacidad para el juego 4sociali$ación56el juego precede

    a& el jugar junta con otros, benefici#ndose en el ejercicio deb& el jugar respetando reglas, ya sean las del propio ni+o, las de otros, onormas compartidasc& el jugar juegos reglados de antemanod& una mayor complejidad permisible en lo que respecta a dirigir y ser

    dirigido&

    VIII

    Psicopatología del juego A& Ia p(rdida de la capacidad asociada a la desconfian$a, la angustiaasociada a la inseguridad*E& esterectipia en las pautas de juego 4angustia en lo tocante a la libre

    fantasia5*1& huida hacia el ensue+o diurno 4un estado manipulable que se halla amitad de camino entre el sue+o genuino y el juego5*6& Ia sensuali$ación, en la cual el instinto se manifiesta en formaelemental junta con la incapacidad de simboli$ar*

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    '& Ia dominación, en la que un ni+o sólo es capa$ de jugar a juegoscuyas reglas fija (l mismo, annque incluya a otros ni+os que debensomet(rsele*L& Ia imposibilidad de jugar a un juego reglado 4ni+os inquietos,depri%ados5 a menos que est( regido por reglas estrictas y haya un

    conductor*G& Ia huida hacia el ejercicio físico, desde la gimnasia haste la necesidadde una pr#ctica repetiti%a, aunque sólo sea para e%itar la inercia&

    IX

    Relación con la masturbación en la adolescencia'n la fase correspondiente a esta edad puede ser may delgada la línea

    que separa la masturbación física con fantasia inconsciente y la actuacióncompulsi%e de una fantasia masturbatoria como parte de la tentati%e 4en granmedida inconsciente5 de %encer el conflicto o la culpa que produce lamasturbación real&

    X

    1erca de la adolescencia'l juego ayuda en esta fase de se.ualidad indeterminada porque en el

    actuar y el %estirse de di%ersas maneras hay infinitas posibilidades para lasidentificaciones cru$adas 4tra%estismo legítimo5&

    Tambi(n, e.pres#ndolo en tipos de car#cter,marimacho 4ni+a5tipo maternal o idólatra 4%arón5

    XI

     Adolescencia 4temprana5:as tensiones instinti%as se %uel%en intensas, a punto tal que puede

    perderse la capacidad de juego, siendo reempla$ada por la masturbacióncompulsi%a 4sobre todo en los %arones5&

    'n esta fase, en particular, hay una procli%idad a la actuación compulsi%ade la fantasia masturbatoria que despla$a al juego&'n la cultura propia de las escuelas pblicas, lo típico es que se e.ploten los juegos reglados para distraer a los %arones de los conflictos que emanan de lastensiones se.uales y de la compulsión masturbatoria& 1on las ni+as esta tretano tiene tanto (.ito, ya que sólo funciona con aquellas que est#n identificadas

    con el %arón & :as ni+as identificadas con la mujer han sido comparati%amentedescuidadas en el suministro social , y atra%iesan períodos de intensadepresión 4a los catorce a+os, por ejemplo5, tal %e$ compitiendoinfructuosamente con las que siguen una carrera profesional, que parecengo$ar de aceptación general y de (.ito&'n el caso de los %arones maternales en cuanto al car#cter de susidentificaciones típicas, es pre%isible que sufran bastante allí donde la culturalocal les tiene reser%ada la participación en juegos reglados y en torneos, perono acepta que tengan una %ida personal& :os que protestan se con%ierten enfracasos clínicos a esta edad, y deber#n esfor$arse luego para obtener elreconocimiento social* a modo de compensación se juntan en grupos que los

    aíslan de la sociedad&

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    XII

     Adolescencia:o característico del juego de la adolescencia es que los 3juguetes3 son

    los asuntos mundiales&!& 3@uegan3 con la política mundial, y se posesionan, y hacen a%ergon$ar a

    los adultos preocup#ndose %erdaderamente, o bien9& 3juegan3 a que son padres y madres, en el sentido de mantener

    relaciones amorosas y qui$# casarse y tener hijos, o bienM& 3juegan3 mediante construcciones imaginati%as en las que se con%ierten,

    o aprenden lo necesario para con%ertirse, en artistas, msicos, filósofos,arquitectos, fan#ticos religiosos, etc&, o bien

    K& 3juegan3 a juegos reglados, %ol%i(ndose profesionales en ellos ocompitiendo por campeonatos mundiales, o bien

    & 3juegan3 a la guerra yendo a pelear o haciendo cosas que terminanen%ol%i(ndolos en %erdaderos riesgos* si son delincuentes, 3juegan3 alos ladrones con%irti(ndose en ladrones, o bien

    N& no consiguen jugar por haber perdido la capacidad para ello, y entoncesrecaen en

    i. Ia par#lisis 4intro%ersión o noD%i%ir esqui$oide5, incluidos el permanecer en la cama, ingerir drogas, :os estallidos maníacos o los impulsossuicidasii. Ia e.plotación del instinto y una intensa %ida de fantasía 4en el mayorde los casos, es la %ida e.tra%ertida5&

    Notas:

    !5 'stas notas manuscritas fueron halladas en un archi%o que Oinnicott habíatitulado 3Ideas3& 's probable que sean anteriores a la (poca 4fines de la d(cadade !"N5 en la cual se %ol%ió habitual en (l el uso del deri%ado %erbal 3playing3F4el5 jugar en lugar del sustanti%o 3play3 F4el5 juego, que es el t(rmino queutili$a aquí preponderantemente& F1omps&

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    13. PSICONEUROSIS EN LA NIÑEZTrabajo presentado en el 1ongreso -rtopsiqui#tricode 'scandina%ia, 2elsinJi, Q de setiembre de !"N!

    -riginalmente anunci( que el título de mi trabajo sería 3'l ni+o neurótico3&

    Pensamos, sin embargo, que estas palabras 4al menos en la lengua inglesa5son una e.presión popular pero no una terminología diagnóstica& 'n %erdad,con frecuencia se comprueba en el tratamiento analítico que los denominados3ni+os neuróticos3 son en parte psicóticos & 2ay un elemento psicótico oculto enel ni+o neurótico, y puede ser indispensable alcan$ar y tratar dicho elementopsicótico si se quiere corregir el estado clínico del ni+o&Para que mi tarea fuese un poco m#s sencilla, decidimos modificar el título dela charla y optar por 3Psiconeurosis en la ni+e$3& 6e manera, entonces, quetratar( de formular para ustedes algo que es distinto de la psicosis& 7oobstante, queda en pie una dificultad, y es que hay dos modos posibles deabordar la cuestión incluso con este título simplificado& >2ablar( sobre los

    orígenes de la psiconeurosis, orígenes que siempre se encuentran en la ni+e$del indi%iduo sometido a estudio, o sobre el estado clínico de los ni+os que ensí mismos, en ese momento, durante su ni+e$, son psiconeuróticos? 1reo queno tengo que ser demasiado meticuloso en lo que respecta a este dilema&Roy a describir, pues, la psiconeurosis, y a diferenciarla de otros estadospsiqui#tricos& Por supuesto, en psiquiatría no e.isten claras fronteras entre losdistintos estados clínicos, pero si queremos llegar a alguna parte necesitamossimular que e.isten :a alternati%a principal frente a la psiconeurosis es lapsicosis& 6igamos que en la psicosis hay un trastorno que afecta la estructurade la personalidad& Puede mostrarse que el paciente est# desintegrado o irreal,

    o desconectado de su propio cuerpo o de lo que los obser%adores llamamos3realidad e.terna3& :as perturbaciones psicóticas pertenecen a este orden& Porcontraste con ellas, en la psiconeurosis el paciente e.iste como persona, esuna persona total que reconoce objetos totales, est# bien alojada dentro de suproplo cuerpo y tiene bien establecida la capacidad para :as relacionesobjetales& Pero aun hall#ndose en esta %entajosa situnción, el indi%iduo se hallaen dificultades, y estas dificultades surgen de los conflictos resultantes de sue.periencia de relaciones objetales& 7aturalmente, los conflictos m#s gra%esson los %inculados con la %ida instinti%a, %ale decir, con las di%ersase.citaciones y concomitantes corporales que tienen como fuente la capacidad4general y local5 de e.citación del cuerpo&

    Tenemos, por lo tanto, dos series de ni+os, aquellos cuyos primeros estadiosde desarrollo fueron satisfactorios y han padecido perturbaciones quellamamos psiconeuróticas, y aquellos otros cuyos primeros estadios dedesarrollo fueron incompletos, y esa incompletud domina el cuadro clínico& Asíque lo que ocurre con la psiconeurosis es que se trata de un trastorno de losni+os suficientemente sanos como para no %ol%erse psicóticos&6esde luego, esta di%isión de los estadios clínicos en dos categorías esdemasiado simple& 2ay tres complicaciones que debo mencionar si ustedeshan de quedar satisfechos con mi e.posición&

    !& 'n algn punto entre la psicosis y la psiconeurosis est# la depresión&'n la depresión, la estructura de la personalidad se encuentra relati%amente

    bien establecida& Podemos abordar esta complicación diciendo que haydepresiones m#s bien psicóticas, en las que forman parte del cuadro ciertos

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    estados como los de despersonali$ación, y otras depresiones que son, a losfines pr#cticos, psiconeurosis& 'n cualquiera de los dos casos, el paciente se%e en aprietos en lo tocante a los impulsos e ideas destructi%os conectados a lae.periencia de las relaciones objetales& 8e refiero a la e.periencia derelaciones objetales en las que se producen e.citaciones, o sea, aquellas m#s

    %itales e intensas que los sentimientos que pueden describirse como tiernos, yen las que se incluye el clima. u orgasmo&

    9& :a segunda complicación pro%iene de que en algunos pacientes hayuna e.pectati%a persecutoria, que puede dater incluso de la primerisimainfancia&

    M& :a tercera complicación tiene que %er con el estado al que a%eces sedenomina 3psicopatía3& Buiero decir que los ni+os con una tendencia antisocialmerecen una clasificación propia, ya que pueden ser en esencia normales, opsiconeuróticos, o depresi%os, o psicóticos& :o cierto es que su sintomatologiadebe considerarse en función de su capacidad de causar fastidio& :a tendenciaantisocial representa el 0&-&0& o cri de cceur del ni+o que, en una u otra etapa,

    ha side depri%ado del suministro ambiental correspondiente a la edad en queno le fue brindado& 'sa depri%ación alteró la %ida del ni+o caus#ndole unacongoja intolerable, y tiene ra$ón en clamor por que se recono$ca el hecho deque 3las cosas iban bien, y luego empe$aron a dejar de ir bien3 para (l, y queesto constituye un factor e.terno, ajeno al control del ni+o&)n ni+o así se empe+ar# en retornar, a tra%(s de la depri%ación y de esacongoja intolerable, al estado pree.istente a la depri%ación, cuando las cosasno iban tan mal para (l& 7o podemos clasificar este estado/que puedeconducir a la delincuencia o a la reincidencia en el delito/junta con los dem#sque hemos rotulado psicosis, depresión y psiconeurosis&1onfio en que coincidir#n conmigo en que ante todo yo debía tra$ar este mapapsiqui#trico, para luego proceder a enunciar mi tesis de que la psiconeurosis esun estado de los ni+os 4o adultos5 que han alcan$ado, en su desarrolloemocional, una relati%a salud mental& 'l indi%iduo ha sido criado a lo largo delas primeras etapas que corresponden a la dependencia e.trema, y haatra%esado las otras, algo posteriores, en que la depri%ación pro%oca traumas,y ahora est# en condiciones de tener sus propias dificultades& 'stas dificultadesson en esencia propias de la %ida y de las relaciones interpersonales, y engeneral la gente no se lamenta de ellas porque constituyen sus dificultadespropias, %ale decir, no son el resultado de fallas ambientales o de lanegligencia&

     Así concebida, la psiconeurosis cobra forma y puede describirsela con bastanteclaridad& o diria que Anna Lreud brinda un buen cuadro en The 'go and the8echanisms of 6efence,4!5 libro que probablemente todos ustedes cono$can&Tal %e$ se pregunten en qu( edades estoy pensando cuando hablo de losorígenes de la psicosis y de la psiconeurosis& ;especto a la psicosis, pienso enla primerísima infancia como etapa de e.tremada dependencia, cuando apenastiene sentido en psicología hablar de un beb(, pares la presencia y actitud de lamadre forman parte %i%a de lo que podría denominarse el 3beb( potencial3 enproceso de con%ertirse en beb(& Al referirme a los origenes de las angustiasdepresi%as, pienso en la etapa posterior de la infancia, cuando la dependenciase %uel%e menos gra%e& Al referirme a la edad en que la depri%ación lle%a al

    establecimiento de la tendencia anti social pienso apro.imadamente en elperiodo que %a de los ! meses a los 9DM a+os, y en esto coincide con @ohn

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    Eowlby, cuya obra todos ustedes conocen& :uego, cuando llego al punto en queaparece la psiconeurosis, me refiero a la edad del deambulador, a la (poca enque el peque+o a%an$a a toda m#quina dentro de la familia en dirección alcomplejo de 'dipo/siempre y cuando sea lo bastante sano como para llegar a(l/&

    Pero no quiero que ustedes me hagan aferrarme demasiadorigurosamente a estas edades& 'stamos hablando de etapas, m#s bien que deedades& :as etapas de la infancia y la dependencia reaparecen luego, y lomismo ocurre con todas :as etapas posteriores* de modo tal que no e.iste unaedad que se corresponda e.actamente con una etapa, y en la pubertad esmucho lo que tiene que %ol%er a ponerse sobre el tapete si el ni+o o ni+a ha delle%ar adelante su temprano desarrollo hasta llegar a la %ida adulta&'stamos, pares, en los MDKD a+os de edad& 'l %aroncito o la ni+a se hadesarrollado bien, en sus juegos y sue+os es capa$ de identificarse concualquiera de sus progenitores, y junto al juego o al sue+o est# la %ida de losinstintos y las e.citaciones corporales& 6amos por sentada una e%olución

    satisfactoria del uso de simbolos& Gran parte de la %ida del ni+o permaneceinconsciente, pero en tanto el ni+o se %uel%e m#s y m#s autoconsciente, en esamisma medida la diferencia entre lo consciente y lo inconsciente se torna m#sneta& :a %ida inconsciente, o la realidad psiquica del ni+o, se manifiestaprincipalmente medíante la representación simbólica&Tenemos que hacer ahora una formulación general sobre los ni+os en la edadde la deambalación, referida a aquellos que %i%en en su hogar, y en un hogarbueno&0abr#n ustedes que (sta es la edad en que, en caso de ser el ni+o sano, seestablece y forma su pauta la psiconeurosis& Anali$ando pacientes de todaedad, encontramos que los origenes de la psiconeurosis se hallan en esteperíodo de los 9DMDKD a+os& Ahora bien, >qu( pasa si obser%amosdirectamente al deambolador mismo?6ebemos decir con claridad que el deambulador sano, ni+o o ni+a, presentatodos los síntomas psiconeuróticos posibles& 4Para no tener que aclarar en todomomento si es 3(l3 o 3ella3, me referir( al ni+o&5 0e muestra %ital y fisicamenteacti%o, pero a la %e$ se lo %e p#lido y decaído, apunto tal que su madre piensaque se le fue toda la %ida que tenía& 's dulce y cari+oso, pero tambi(n cruelcon el gato, y con los insectos puede conducirse como el peor de lostorturadores del mundo& 's tierno pero tambi(n da+ino, le pega una patada a lapan$a de la madre si %e que empie$a a crecer de tama+o, le dice al pap# que

    se %aya de la casa, o qui$#s se complete con (l para despreciar a las mujeres&Tiene rabietas que pueden resultar muy embara$osas si se producen en mediade una elegante a%enida* tiene pesadillas, y cuando la madre se acerca aconsolarlo le espeta= 3SRete de aquí, bruja, quiero que %enga mam#C3& Tienemiedo de esto y de aquello, aunque es muy osado, temerario& 0i encuentra unpelo en la comida, o (sta no tiene el color acostumbrado, o no ha sido cocinadapor su madre, despertar# en (l grandes sospechas&&& y hasta es posible que serehse a comer en casa y en cambio engulla %ora$mente todo lo que le ofrecensu tía o su abuela&'s muy probable que %ea toda clase de personas o animales imaginarios en elcorredor del departamento, o de ni+os imaginarios a los que hay que acechar al

    sentarse a comer& 's m#s f#cil aceptar estas ideas delirantes que procurar quealcance la cordura&

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    6e %e$ en cuando, el ni+o nos dice que nos quiere, o hace un gestoespont#neo que lo indica& )na me$cla de todo&'n esta etapa del desarrollo, el ni+o est# elaborando unarelación entre su capacidad de so+ar, o su %ida imaginati%a total, y el ambienteconfiable disponible& Por ejemplo, si a la ma+ana siguiente el padre est#

    presente en la mesa en el momento del desayuno 4me refiero a Inglaterra5, sesentir# seguro como para so+ar que a pap# lo atropella un auto o que,simbólicamente, el ladrón le pega un tiro al marido de la acandalada dama paraquedarse con su cofre de joyas& Pero si el padre no estu%iese presente, unsue+o así le resulta demasiado aterrador y genera en (l sentimientos de culpao un estado depresi%o& asi sucesi%amente&6ebo ahora procurar enunciar qu( es lo que pasa en estos casos& Aun en el m#s satisfactorio de los ambientes posibles, el ni+o tiene impulsos,ideas y sue+os en los que se plantea un intolerable conflicto= entre el amor y elodio, entre el deseo de preser%ar y el deseo de destruir, y, de un modo m#scomplejo, entre las posiciones heterose.ual y homose.ual respecto de la

    identificación con los padres& 'stas angustias son pre%isibles= forman parte dela historia e implican que el ni+o est# %i%o&7o obstante, (l halla insoportables algunos aspectos de dichas angustias, y por lo tanto comien$a a erigir defensas& 'stas defensas se organi$an, y hablamosentonces de psiconeurosis& :a psiconeurosis es la organi$ación de lasdefensas contra la angustia del tipo que estoy mencionando&6esde luego, el chico puede regresar a la dependencia infantil y a pautasinfantiles, perder las características f#licas y genitales propias de la fantasia yel juego que se den con e.citación, o %ol%er a una e.istencia oral o del tractoalimentario, y hasta perder sus tempranos logros en materia de integración y sucapacidad para las relaciones objetales* puede incluso llegar a perder el íntimocontacto establecido entre su psique y su cuerpo& 7o hablaremos entonces depsiconeurosis&8anteni(ndonos estrictamente dentro de nuestro tema, diremos que en lapsiconeurosis el ni+o no pierde nada de su temprano desarrollo integrador,pero se defiende de la angustia de di%ersas maneras, que la se+orita Lreud hadescrito con claridad en el libro que he mencionado&'n primer lugar, est# la represión= surge un tipo especial de inconsciente, elinconsciente reprimido& Gran parte de la %ida del deambulador tiene lugar bajola represión y se torna inconsciente& 'l inconsciente reprimido es, por supuesto,molesto, ya que la represión implica un oneroso e.pendio de energía, y

    adem#s lo reprimido siempre es procli%e a reaparecer en una u otra forma, enun sue+o o tal %e$ proyectado en fenómenos e.teriores& 0ea como fuere, elbeneficio debe medirse por la menor procli%idad del ni+o a la angustia clínica omanifiesta& )n aspecto particular de la represión es la inhibición del instinto,una p(rdida de una parte de la moción instinti%a en relación con los objetos,que equi%ale a un serio empobrecimiento de la e.periencia %ital del ni+o&'n segundo lugar, pueden aparecer fantasías reprimidas y crear perturbacionesen la forma de un trastorno psicosom#tico, :os llamados 3síntomas decon%ersión3, cuyo contenido fantaseado se ha perdido* o bien en la forma deangustias hipocondriacas sobre ciertas partes del cuerpo, o del alma* y no haysolución frente a tal sintomatología a no ser que se recupere el contenido

    fantaseado perdido&495

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    'n tercer lugar, se organi$an ciertas fobias& Por ejemplo, el temor a los lobos, obien a las ratas si (stas se encuentran m#s cerca de casa& )na fobia de estaíndole puede resguardar muy bien al ni+o de la ri%alidad con sus hermanos, por ejemplo, y del temor a los odiados hermanos&'n cuarto lugar, puede organi$arse una tendencia obsesi%a para hacer frente a

    la confusión e impedir el peligroso retorno del impulso destructi%o& 'n elperfeccionismo, el odio contra el mundo es el que lle%a a querer dar %ueltatodas las cosas& 'ste es un pobre sustituto de la secuencia sana/!5 impulso eidea destructi%os* 95 sentimiento de culpa* M5 reparación o acti%idadconstructi%a/, pero al neurótico tiene que ser%irle&Tal %e$ ustedes puedan agregar a esta lista %arios tipos m#s de formación depautas psiconeuróticas& 'n cada casa, la pauta de las defensas %a dirigidacontra la angustia en el ni%el del complejo de 'dipo y est# determinada, enalguna medida, por las caracteristicas del ambiente* pero la moción que lle%a ala formación del síntoma psiconeurótico pro%iene de los conflictosfundamentales del indi%iduo entre el amor y el odio, conflictos que indican un

    desarrollo emocional sano en cuanto a la estructuración y la fuer$a del yo, ytambi(n indican un fracaso del yo en cuanto a tolerar las consecuencias de lastensiones del ello o instinti%as& la principal defensa es la represión& 'sta es la ra$ón de que el psicoan#lisis,en su forma cl#sica, sea el tratamiento de pacientes con un yo sano, en lamedida en que han enfrentado la ambi%alencia mediante la represión y sin unquebrantamiento de la estructura yoica* y la labor principal en el an#lisis delpaciente con síntomas psiconeuróticos consiste en traer a la conciencia elinconsciente reprimido& 'sto se logra a tra%(s de la interpretación, día tras día,de la relación del paciente con el analista en tanto esta relación %ae%olucionando gradualmente y, al hacerlo, re%ela la pauta de la propia historiadel paciente en el plano del complejo de 'dipo, y a los 9DMDK a+os de edad&>Bu( papel cumple el ambiente en estas cuestiones? a he indicado el papel%ital que cumple en el comien$o de la etapa de la m#.ima dependencia* me hereferido a ese período especial en que el ni+o peque+o puede f#cilmentecon%ertirse en un ni+o depri%ado, y confío en haber podido mostrar, de %ariasmaneras, que en la etapa del complejo de 'dipo tiene un %alor inmenso que elni+o pueda seguir %i%iendo en un ambiente hogare+o estable, en el cual sesienta seguro para jugar y so+ar, y pueda con%ertir su impulso de amor en ungesto efecti%o en el momento apropiado&'l ambiente es algo que damos por sentado& 'n esta etapa de las primeras

    relaciones triangulares la tarea del ni+o alojado en una institución es distintaque la del ni+o que %i%e en su hogar, con sus padres y hermanos& Adem#s, unbuen hogar absorbe gran cantidad de dificultades, lo cual se %uel%e patentecuando el hogar se destruye o lo perturba alguna enfermedad, en especial unaanormalidad psiqui#trica de los padres& 7o obstante, para remitirmeestrictamente a mi tema, que es el estudio de las psiconeurosis, necesitodestacar que es aqui, precisamente aquí, cuando abordamos las tensiones ytiranteces internas, los conflictos, sobre todo inconscientes, que pertenecen alos reinos de la realidad psiquica personal de cada indi%iduo&'l paciente que padece una psiconeurosis requiere asistencia personal de unaíndole tal que %uel%a posible el aminoramiento de las fuer$as de la represión y

    la liberación de la energía personal para el impulso no premeditado&

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    :a enfermedad psiconeurótica puede calibrarse segn la rigide$ de lasdefensas, de las defensas contra la angustia correspondientes a la e.perienciareal e imaginaria de las relaciones triangulares, así como entre personastotales&1omo saben, el ambiente se suma al cuadro de la psiconeurosis determinando

    en parte la naturale$a de la pauta defensi%a& 0in embargo, la psiconeurosis notiene su etiologia en la condición ambiental sino en los conflictos personalesque son peculiares del indi%iduo& 'n contraste con ello, el ni+o antisocial lo esclaramente como resultado de la depri%ación& Asimismo, comprobamos paranuestra sorpresa que en la etiología del m#s gra%e de los trastornospsiqui#tricos, la esqui$ofrenia, una falla en los cuidados brindados en laprimerísima etapa de la dependencia infantil absoluta es aun m#s importanteque el factor hereditario&'n la pr#ctica, esta concepción de la psiconeurosis se %e desdibujada por elhecho de que corrientemente no atendemos pacientes que sean, por así decir,casos 3puros3 de psiconeurosis& Por otra parte, como nos ense+ó 8elanie

    qu( es la normalidad? Eueno, podemos decir que elindi%iduo sano ha podido organi$ar sus defensas contra los intolerablesconflictos de su realidad psíquica interna, pero en contraste con la personaafectada de psiconeurosis la sana se halla relati%amente libre de una represiónmasi%a y de la inhibición del instinto& Adem#s, en la salud el indi%iduo puederecurrir a toda clase de defensas y pasar de una clase a otra, y de hecho nomanifiesta en su organi$ación defensi%a la rigide$ propia de la personaenferma&6icho esto, quisiera sugerir que clínicamente el indi%iduo realmente sano est#m#s cerca de la depresión y la locura que de la psiconeurosis& :a psiconeurosises aburrida& 's un ali%io que un indi%iduo pueda ponerse loco y ponerse serio,y disfrutar del ali%io que brinda el sentido del humor, y poder flirtear con lapsicosis, por decirlo así& 'n el arte moderno e.perimentamos la anulaciónretroacti%a de los procesos que constituyen la cordura y las organi$acionesdefensi%as psiconeuróticas, y el principio de que lo m#s importante es laseguridad&

    Permítaseme agregar unas palabras acerca del %asto tema de la adolescencia&'n el período de la adolescencia, la pubertad es una amena$a que luego crecey domino la escena& )na descripción del adolescente se parecería a la de unni+o de 9DMKD a+os= un conjunto de tendencias contradictorias entre si& A raí$de la maduración gradual de los instintos, por unos a+os el adolescente sehalla en un estado en que no puede aceptar soluciones falsas& 'sto pone demanifiesto nuestra dificultad para tratar adolescentes, el hecho de quedebamos tolerar su negati%a a salir de las dudas y dilemas& :a nica soluciónpara la adolescencia es la maduración que trae el tiempo y que con%ierte aladolescente en un adulto&6e modo que la psiconeurosis entra en el cuadro de la adolescencia como una

    amena$a de soluciones falsas procedentes del interior del indi%iduo,inhibiciones, rituales obsesi%os, fobias y smtomas de con%ersión, defenses

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    contra la angustia asociadas a la %ida instinti%a que ahora amena$a de otramanera& Lorma parte del problema mundial que hay presenta la adolescenciael hecho de que debamos %er cómo cada ni+o defiende resueltamente suderecho a no encontrar una solución falsa, ya sea mediante la psiconeurosis ola aceptación de los di%ersos tipos de ayuda que nosotros impotentemente les

    ofrecemos&:a psiconeurosis que persiste en la %ida adulta es claramente considerada ysentida como una molestia y una anormalidad, y lo nico que aquí necesitodecir sobre la psiconeurosis adulta es que su etiología se remonta al períodode la ni+e$ que %a de los 9 a los a+os, en que por primera %e$ se establecenrelaciones interpersonales y se desarrolla la capacidad del ni+o paraidentificarse con la %ida instinti%a de sus padres&

    Notas:

    !5 :ondres, 2ogarth Press, !"M Ftrad& asp&= 'l yo y los mecanismos de

    defensa, Euenos Aires, Paidós, !"&

    95 0e me ocurre que qui$#s est( usando la palabra Hfantasía3 Ffantasy de unmodo que no les resultar# familiar a algunos de ustedes& 7o estoy hablando delfantasear Ufantasying, ni de una fantasia imaginada Fcontri%ed fantasy 2ablodel conjunto de la realidad personal o psíquica del ni+o, que en parte esconsciente pero en su mayoría es inconsciente, incluido aquello que no se%erbali$e ni se figura ni se escucha de un modo estructurado porque esprimiti%o y se halla pró.imo a la raí$ casi fisiológica& 6&O&O&

    M5 3The -edipus 1omple. in the :ight of 'arly An.ieties3 4!"K5, en 8elanie

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    14. NUEAS OBSERACIONES SOBRE LA TEORIA DE LA

    RELACION PARENTO!"ILIALParte de un debate sobre articulos de Phyllis Greenacre y Oinnicott que tu%olugar en el 99V 1ongreso Psicoanalítico Internacional, 'dimburgo, !"N! 4!5

    2e aguardado con entusiasmo el debate de estos dos artículos y el ampliotema que ellos introducen&Por supuesto, es importante para mí que haya un cierto grado de acuerdo entrela 6ra& Greenacre y yo& Por ejemplo, ambos damos por sentados los procesosmadurati%os innatos del beb(, y los %emos dentro del marco de sudependencia& Aquí no seguir( ocup#ndome de la contribución de la 6ra&Greenacre& 'lla ha desarrollado en forma muy interesante la amplísimatem#tica de los procesos de maduración, dentro de la cual yo he elegidoocuparme del tema de la dependencia&1on repecto a mi propia contribución, lo que me interesa es que el tema no seael psicoan#lisis, sino 3psicoanalistas que debaten algo muy importante paraellos3& 1uando %emos madres con sus beb(s en una clínica de atención infantil,algunos de los beb(s que %emos ya est#n enfermos, en el sentido de quecuando cre$can no podr#n ser aceptados para un tratamiento psicoanalíticocl#sico& 6esde luego, puede ser que fisicamente sean sanos& Tal %e$ elproblema, tal como yo lo planteo con mis limitaciones, sea (ste= >es el beb( unfenómeno que pueda aislarse, al menos hipot(ticamente, para su obser%acióny conceptuali$ación? 0ugiero que la respuesta es negati%a& 1uando repasamosnuestros an#lisis de ni+os y de adultos, tendemos a %er mecanismos m#s quebeb(s* si contemplamos un beb(, %emos un beb( mientras es cuidado yatendido& :os procesos de integración y de separación, de llegar a %i%ir en el

    cuerpo y de relacionarse con objetos, son todas cuestiones de maduración ylogro& A la in%ersa, el estado de no estar separado, de no estar integrado, de norelacionarse con las funciones corporales o con los objetos, es un estado muyreal* debemos creer en estos estados que corresponden a la inmadure$& 'lproblema es= >cómo hace el beb( para sobre%i%ir a ellos?8ientras preparaba este comentario, alcanc( una comprensión m#s profundaque antes sobre la función parental en lo tocante a este problema de cómosobre%i%en los ni+os a la inmadure$& Ri con mayor claridad que antes que alpresentarle al ni+o el mundo en peque+as dosis, %ale decir, al adaptarse a lasnecesidades yoicas de su beb(, la madre le da tiempo para que amplíe suscapacidades, con el desarrollo que trae la maduración& 'n un debate como

    (ste, donde hay que conferir un importante lugar al estado de dependencia delni+o, debemos por cierto hab(rnoslas con lo paradójico& Por ejemplo, el beb(sólo sabe cómo permitir, o no permitir, la unión parental que produjo su propiaconcepción& 7o sabe al principio cómo suponer que el coito parental podohaber precedido a su e.istencia& Pero a la larga el esquema corporal del beb(llega a incluirlo todo& 'n un ambiente suficientemente bueno, el beb( paulatiDnamente comien$a a encontrar la manera de incluir dentro de su esquemacorporal a los objetos y fenómenos que no son 3parte de mí3, y así e%itar lasheridas narcisistas& 0i el crecimiento se %e facilitado en forma estable , seconser%an la omnipotencia y la omnisciencia junto con la aceptación intelectualdel principio de realidad& 'n una formulación teórica psicoanalítica, decimos

    que el beb( e.perimenta una angustia insoportable de la que se recuperamediante la organi$ación de defensas& 6e ello se desprende que el buen

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    desenlace de un an#lisis no depende de que el paciente comprenda elsignificado de las defensas, sino de que mediante el an#lisis, y en latransferencia, pueda ree.perimentar esa angustia insoportable a raí$ de la cualse organi$aron las defensas&'n los llamados casos fronteri$os tiene que descubrirse no sólo la angustia

    insoportable sino adem#s el efecti%o derrumbe clínico de la infancia, lae.tensión indebida de la omnipotencia, la aniquilación que instauró la heridanarcisista& Todo esto confiere, a mi juicio, un %i%a colorido al cuadro de larelación parentoDfilial y a nuestra manera de %er el cuidado efecti%o de un beb(&:a palabra 3amor3 no es lo bastante específica, y la palabra 3separación3 esmuy burda para el uso que pretendemos darle& 'l progenitor se ocupa todo eltiempo, segn la edad y el estado de maduración del beb(, de impedir elderrumbe clínico, a partir del cual sólo puede haber recuperación mediante laorgani$ación y reorgani$ación de las defensas& 1on su cuidado de cadaminuto, sienta las bases de la futura salud mental del beb(& 2e ahí la tremendatarea parental& 0u magnitud queda reflejada en la duración de un tratamiento

    psicoanalítico y en el tiempo durante el cual se e.tiende la enfermedad mentalpor m#s que el paciente reciba el mejor cuidado psíquico posible& , en líneasgenerales, :os padres siempre han tenido (.ito en esta tarea esencial yenorme que les incumbe, y el moti%o de ello reside en que a tal fin lo nico quenecesitan es ser ellos mismos, ser y hacer e.actamente lo que quieren ser yhacer* hacienda esto, sal%an a sus hijos de las reorgani$aciones espasmódicasde las defensas y de la congoja clínica que yace por detr#s de dichasreorgani$aciones&'n el psicoan#lisis del caso que ha sido bien seleccionado para un an#lisiscl#sico, el sufrimiento clínico aparece bajo la forma de angustia, asociado conrecuerdos y sue+os y fantasias& Pero como analistas tratamos pacientes quenecesitan que los derrumbes clinicos de su infancia sean recordadosre%i%i(ndolos en la transferencia& 'n todos los casos, el ali%io sólo se obtienere%i%iendo la angustia insoportable original o el derrumbe psíquico original& 'lderrumbe est# asociado a un factor ambiental que, como yo digo, no pudo ensu momento ser recogido dentro del #rea de la omnipotencia infantil& 'l beb(no conoce ningn factor e.terno, bueno o malo, y de lo que padece es de laamena$a de aniquilación& 0i el tratamiento tiene (.ito, el paciente se %uel%ecapa$ de locali$ar el trauma o falla ambiental y e.perienciarlo dentro del #reade la omnipotencia personal, disminuyendo así la herida narcisista& 6e estemodo, como analistas nos %emos en%ueltos repetidamente en la función de

    fallar, y no nos es f#cil aceptar esta función si no consideramos sus aspectospositi%es& 0ólo con%irti(ndonos en padres que les fallen a sus hijos alcan$amosel (.ito terap(utico& 'ste no es sine un ejemplo m#s de las mltiples paradojasde la relación parentoDfilial&8e gusta recordarme a mí mismo que si alguien tiene un hijo enfermo y lascosas no %an bien, podemos sugerirle a ese padre cómo conducirse en formaterap(utica, mientras que no podemos decirle cómo debe actuar en sucondición de padre si todo anda bien& 0i todo anda bien, simplemente las cosassuceden como deben suceder& :o que podemos hacer entonces es estudiar loque sucede y e%aluar como corresponde esta función parental, reconocerla yapoyarla, y tomar los recaudos para que nada interfiera con ella si es que

    e.iste&

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    Pens( en hacer este comentario en lugar de un resumen de mi artículo, y dejarel tema en ese punto&

    Notas:

    !5 :os dos trabajos que fueron objeto de debate durante el 1ongreso sehallar#n en International @ournal of PsychoDAnalysis, %ol& K! 4!"N5& 'l deOinnicott tambi(n figura, con el título 3The Theory of the ParentDInfant;elationship3, en The 8aturational Processes and the Lacilitating 'noironment,:ondres, 2ogarth Press, 7ue%a orJ, Iternational )ni%ersities Press !"N&FTrad& cast&= 'l proceso de maduración en el ni+o, Earcelona, :aia, !"&* 'ldebate del cual han sido e.traídas estas obser%aciones contiene comentariosde Greenacre y de muchos otros analistas, y culmina con una r(plica deOinnicott no publicada aquí, que se puede hallar en International @ournal ofPsychoDAnalysis, %ol& KM 4!"N95&

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    1#. NOTA SOBRE UN CASO INCULADO A LA ENIDIALechado en enero de !"NM

    'l paciente al que %oy a referirme est# en an#lisis conmigo desde hacealrededor de tres a+os, despu(s de tres tratamientos anteriores con otros

    terapentas* en total lle%a en an#lisis alrededor de %einticinco a+os& 0e a%i$orael fin del tratamiento, aunque toda%ía no hemos fijado la fecha&Tendido en el di%#n como de costumbre, dijo= 3Eueno, hoy es un día en el queno s( qu( %a a pasar3& :a sesión del día anterior fue importante, porque en ellano hubo sentimientos& :uego comen$ó a contarme, con mucha emoción, laconducta de un colega mío que a menudo aparece en el material que trae asesión& :o llamar( el 6r& W& 's un pediatra que odia la psicología& 'l paciente lodescribió/correctamente, por lo que s(/ como una persona arrogante,presuntuosa, insustancial, demasiado segura de si misma, autoritaria, etc&, ydijo= 3:o en%idio3& 0e sorprendió un poco por esto, ya que (l, segn sus propiaspalabras, era una persona que carece de confian$a en sí misma, modesta y

    sensible&6espu(s que dedicara algunos minutos a e.presar sus sentimientos hacia el6r& W&, le interpret( que lo estaba utili$ando para manifestarme sentimientos amí& A pesar de que a esta altura del an#lisis ya el paciente tenía un grado deinsight considerable, no se había dado cuenta de eso, pero/dijo/creía que miinterpretación era correcta& Pasó otros %arios minutos cont#ndome lo contentoque estaba por haber dejado de autoanali$arse y haber puesto la tarea en mismanos& 'sto sólo lo había podido conseguir en los ltimos tiempos& 8e recordóque hacía poco que había llegado a sentirse contento por comprobar que yoera algo m#s que una proyección de sus propias capacidades&

    :e interpret(, adem#s, que me odiaba por ser la persona en la que (ldepositaba toda su seguridad y comprensión& ;eaccionó frente a estasinterpretaciones reiter#ndome que sentía ali%io de poder dejar el an#lisis en mismanos, y continuó hablando de su odio hacia mí, pero luego interrumpió estopara decirme= 3Tango la nari$ tapada y me duele el estómago, y estoy luchandocon la idea de le%antarme e ir hasta donde dej( el saco, para sacar el frasco deefedrina3& Tambi(n lle%a en el saco píldoras para la indigestión y otras cosasm#s& A fin de lo que relato resulte inteligible, es preciso acotar que en la sesión deldía anterior había hecho referencia a todo esto como parte de su hipocondría,que est# muy asociada a una identificación materna muy desarrollada& A su

    %e$, esto debió desprenderse de una %asta idea delirante que siempre tu%o,segn la cual (l era en realidad una mujer& 'l hecho de jugar a ser mujer conuna identificación femenina que es mucho m#s fle.ible se hi$o presente en elan#lisis, y yo le interpret( que su hipocondría era precursora de la fantasia defecundación&'n esta ocasión tu%e que hacer uso de la interrupción, en la que (l aludió aestas cuestiones que nos lle%aron a la sesión anterior, interpret#ndole que alhablar estaba tratando de destruirme como %arón, pero se encontraba en elcamino con esa hipocondría, %inculada a la posibilidad de que (l estu%ieraenamorado de mí como hombre& 'sto tenía detr#s una larga historia& Adem#s,en la primera parte de la sesión el paciente me había mencionado que en el

    manejo de su hija adoptaba un rol maternal&

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    1ontinue interpret#ndole que con su identificación con la mujer y su busquedade un hombre 4que en su caso nunca lo había lle%ado a una pr#cticahomose.ual franca, pero sí lo había apro.imado bastante5, e%identementeestaba en busca del hombre al que quería castrar& 'sta interpretación le resultóinteresante pero no pudo sentirla en profundidad& 2ablamos del factor tiempo

    en la reacción ante la interpretación, que tiene que ir de la mano de esa otracosa que es el tami$ar las interpretaciones que pueden estar equi%ocadas ysepararlas de las correctas& 8e arriesgu( a repetir la interpretación en funciónde su padre& :e dije que si ahora (l comprobase que su padre había sido fuertey til, eso lo complacería tanto que el descubrimiento de que a ese padre (l loquería castrar, por ser el padre potente del tri#ngulo edípico, no le haríaninguna gracia&6urante un rato dijo que esto era intelectualmente ra$onable, pero en loprofundo no lo aceptó& 8#s adelante manifestó que lo cierto es que el 6r& W& eraarrogante, presuntuoso y %anidoso, y aunque eso era e.actamente lo que a (lle disgustaba en la gente, en realidad lo admiraba& A continuación elaboramos

     juntos lo siguiente= era for$oso admitir que el 6r& W& había side introducido paradar empuje a la idea de la potencia del analista& 'l 6r& W&, un hombre jo%en,daba la impresión de ser potente, y el paciente temía que yo fuese un %iejocansado y d(bil, que precisaba ese empuje& A fin de llegar a en%idiarme teníaque con%ertir a su analista en un 6r& W& analista& 'ra e%idente que (l admirabaal 6r& W& analista, y en esto se basaban la identificación materna, la posiciónhomose.ual y la hipocondría que, en potencia, era una fantasia de embara$o&6escubrí entonces que mi interpretación anterior había producido en (l todauna serie de ideas secundarias frente a las cuales había reaccionado& 'ntreellas estaba la noción de que (l debía atra%esar una fase homose.ual enrelación conmigo, %ale decir, una nue%a fase homose.ual, haciendo caso omisode los ejemplos anteriores de ello en el an#lisis, y esta perspecti%a lo llenabade tedio& 6escubrí esto al interpretarle que para (l era penoso sentir amor y laurgencia de castrar al 6r& W analista, ya que allí la ambi%alencia era grosera&'sto lo lle%ó a comentar que, segn (l pensaba, iba a tener que sobrelle%ar unafase de homose.ualidad en la transferencia& a era casi capa$ de aceptar elhecho de que (l estaba buscando un 6r& W& analista potente con el fin de teneruna figura paterna para castrarla, y que en su huida del conflicto que esto lecausaba era probable que organi$ara una fase homose.ual&'sto arrojó una lu$ considerable sobre su pauta de comportamiento en laadolescencia y los comien$os de la %irilidad, así como sobre gran parte del

    material de su %ida posterior, en que se empe+ó en ser heterose.ual paraescapar a la homose.ualidad& 4:a desesperan$a acerca de todo ello lo habíalle%ado a la mayor e.plotación posible de su idea delirante fundamental, la deser una mujer, que parece haber tenido precoces raíces en su desarrolloemocional&5 Así pues, la en%idia que este paciente sentía hacia mí tenía muchos aspectos&1orrespondía al e.tremo placer que le causó al fin entregar el an#lisis a otrapersona distinta de (l mismo, y obtener las interpretaciones necesarias sintener que decirle al analista lo que debía enunciar& Adem#s, correspondía alhecho de que pocos meses atr#s había reconocido mi e.istencia como personaseparada, sobre la que (l podía proyectar su propia capacidad analítica, su

    funcionamiento maternal y paternal, y sus facultades intelectuales& 'n relacióncon todo esto, (l me odiaba por serle necesario y porque, a su juicio, yo era el

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    nico al que podía usar de este modo, hasta llegar finalmente a dejar en mismanos toda la responsabilidad como analista suyo &Para que su en%idia alcan$ase su apogeo me tenía que dar el empuje del 6r&W&, y luego estaba la trampa en la que (l podía haber caído sin lasinterpretaciones adecuadas, de que e%itaba la castración o el odio apelando a

    ese #mbito intermedio en el que encontraba complacido un analista potente yse enamoraba de (l&

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    !N& :A0 P';R';0I-7'0 :A LA7TA0IA P;'G'7ITA:Trabajo inconcluso escrito en !"NM

    'l principal propósito de este trabajo es puntuali$ar el ne.o que parece haberentre la fantasia pregenital de fecundación y las per%ersiones&

    'n cierta oportunidad un estudiante me dijo= 3'l conferencista Lulano %uel%eaburridas incluso las per%ersiones3& 8e resultó muy gracioso& 'ste chiste puedeser%ir para introducirnos en un tema que es en algunos aspectos irritante, porcuanto nos lle%a a discutir cuestiones cotidianas que en realidad nos in%olucrana todos, y que es mejor hacer a un lado sal%o cuando su e.amen puedecontribuir al inter(s de la ciencia&'l postulado es que si en la genitalidad madura hay una relación directa entrela potencia y la fecundación, en la inmadura hay innumerables fantasias que ala postre se transforman en una idea de fecundación* adem#s, estas fantasiaspregenitales son las que en el estado de salud proporcionan el margenimaginati%o en torno del hecho contundente del beb( en el tero&

    6e este postulado emana la idea de que en el indi%iduo inmaduro puedenpersistir las fantasias pregenitales de fecundación con car#cter sintom#tico, ye.ageradas por un bloqueo relati%o en el proceso de desarrollo* ellas sonentonces, hasta cierto punto, sustitutos de la cosa real& Por otra parte, en lahomose.ualidad masculina se e.plotan estas fijaciones pregenitales ya querepresentan lo m#s pró.imo al embara$o a que puede llegar un hombre&'n cierta medida, esta idea ya ha sido bien formulada en la literatura, peroparecería que an queda espacio para un ulterior desarrollo del tema& Porejemplo,

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    1$. DOS NOTAS SOBRE EL USO DEL SILENCIO'scritas en !"NM

    I'n el caso que tratar( aquí no estoy tomando notas, aunque me doy cuenta de

    que un día mi paciente me manifestar# su deseo de que lo hubiese hecho&Intent( tomarlas en las primeras etapas, pero comprob( que interferían en mian#lisis de esta mujer al hacer que se enfati$aran demasiado los detalles en lamente consciente& :a reacción inconsciente, o menos consciente, quedaba asidistorsionada&;epasando las dos ltimas semanas del tratamiento, pienso que unadescripción podría ser %aliosa como referencia para una fecha posterior, y quela clase de cosas que sucedieron ilustran la pauta de este an#lisis& Adem#s, lasreacciones de la paciente son menos %iolentas que en una etapa anterior, demodo tal que yo puedo incluso cometer errores o 3manchones3, como se losllama en este tratamiento, sin correr gran riesgo de que la paciente tenga una

    reacción %erdaderamente seria o se busque otro analista&'n la actualidad, la base del tratamiento es mi silencio& Toda la semana pasadapermanecí en un silencio absoluto, sal%o por un comentario que hice muy alprincipio& A la paciente esto le parece un logro suyo, mantenerme silencioso&2ay muchos lenguajes para describir esto, y uno de ellos consiste en que unainterpretación es un pene atra%esando sbitamente el campo, y el campo es elpecho con un beb( incapa$ de hab(rselas con la idea de un pane& 'l pecho esaquí un campo m#s que un objeto para chupar o comer, y en las asociacionesde la paciente estaría representado por un almohadón en %e$ de estarlo poruna fuente de alimento o de gratificación instinti%a&

    :a semana pasada fue qui$#s, en este aspecto, la m#s 3e.itosa3 de todas, y lapaciente se mostró encantada de que yo desempe+ara ese rol, quecontrarresta con su meticuloso estudio de 2enry @ames& 'n 2enry @amesencuentra un analista %arón que se ocupa de palabras y tiene una comprensiónmuy particular y abarcadora, pero es soltero&'sta semana casi perfecta concluyó de una manera e.tra+a& o no tenía ideaalguna de que hubiese habido alguna perturbación, pero el lunes la pacienteme informó que lo que yo había hecho al final de la sesión del %iernes lamolestó mucho& 'n consecuencia, durante el fin de semana habían retornado,moderadamente, todas sus %iejas defensas& Parece ser que en el momento enque ella se le%antaba se produjo un sonido como el de un papel que alguien

    arruga& 'l lunes pudo hablarme de esto y de su reacción, pero no antes dehaber encontrado la manera, menos delirante, de quejarse de mí& 6esde mipunto de %ista, resulta clarísimo que ella no puede creer en mi conductaperfecta durante la semana, y al final tu%o una idea delirante de algn tipo queindicaba que yo me pongo sumamente impaciente en este rol de no hablar& 'lladice que al conseguir que yo no hable me con%ierte en una mujer, me castra,me %uel%e impotente, etc&, etc&, y entiende muy bien que yo no puedasoportarlo* incluso llegó a pensar que yo estoy celoso de ella al darle lo quenecesita, porque jam#s lo tu%e para mí&'n otro ni%el, ese ruido significó para ella que yo me estaba masturbando, locual era otra prueba de mi incapacidad para tolerar el permanecer sin hacer

    nada& :a nica base real de esa delusión que yo puedo descubrir sería que alfinal de la hora a %eces me mete en el bolsillo el pa+uelo que tengo entre las

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    manos& 7o obstante, no estoy seguro de que en esta ocasión haya habidoalguna base real para esa idea delirante&'l lunes sí dije dos cosas, y las dije no porque me fuera difícil mantenerme ensilencio, sino porque creía que debían ser dichas& 'lla me pidió que le hicierasaber lo que yo pensaba hacer durante el %erano y las pró.imas 7a%idades,

    por las modificaciones que debían introducirse en los horarios, e insistió en querealmente quería tener una respuesta& 8i intención fue contestarle= 37o estoyen condiciones de darle la respuesta que usted me pide3, pero en cambio ledije= 3)sted quiere una respuesta a algo que no estoy en condiciones de dar3&1omo lo formul( así, ella entendió que la estaba reprendiendo, que le estabadiciendo que no debía preguntar esa clase de cosas& Rol%í a interpretarlecuando me dijo que se creía capa$ de tolerar al menos un pedacito deinterpretación de mí& 2ice referencia a un sue+o de la semana anterior y lepuntualic( que un objeto sólido de gran tama+o en media de un material%inculado a una delicada decoración ornamental representaba los hechos o larealidad e.terna estallando en la fantasia& 'sta era otra %ersión del pene a

    tra%(s del pecho y de otros modos de hablar similares& 'l problema de estainterpretación es que con ella yo no hacía sine repetir una interpretación que lapaciente misma había formulado& Ahora ella disponía de dos 3manchones3, y ellunes sintió que se encontraba en la misma situación en que había estadocerca de los comien$os del an#lisis, cuando no regresó& 2abía %uelto a estudiar mis artículos sobre la madre comn y corriente subrayando los pasajesrele%antes, y sabía que yo realmente comprendía lo que ella necesitaba& 3:anica e.plicación/dijo/es que usted no es capa$ de hacer lo que sabenecesario, y todo el asunto es false& 'l moti%e/continuó diciendo/debe serque usted no soporta que se lo con%ierta en mujer, o cualquier otra cosa que elsilencio signifique para usted3& ya me había manifestado que en esemomento 2enry @ames había asumido todo el funcionamiento masculino y queen el an#lisis lo que ella necesitaba era pura y absolutamente un quehacermaterno& Para atender a ello, se muestra e.tremadamente regresi%a ydependiente en la sesión analítica, aunque en su trabajo puede funcionar bienla mayor parte del tiempo& 'n esta etapa su %ida pri%ada se limita casie.clusi%amente a la gran acti%idad que despliega en su cuarto, y que incluye sulectura y estudio de 2enry @ames, cuya biografía est# leyendo con %oracidad&'n primer t(rmino, yo debía aceptar mi situación como alguien que no dicenada& 'sto me fue e.tremadamente difícil en la ma+ana del martes, no porqueme importase estar callado sino porque podía entender lo que estaba

    sucediendo, y no hay nada m#s difícil de soportar para un analista que latransferencia delirante del paciente& 'sto surgió en mí el efecto de producirmeun cosquilleo en la garganta que, empero, pude ocultar* y admito que sihubiese podido pronunciar tres palabras el cosquilleo habría desaparecido& 'lno poder hablar produce en mí un efecto curioso, al demandarme una escuchadistinta de la habitual& 2asta cierto punto, yo siempre escucho con la garganta,y mi laringe %a siguiendo los sonidos que oigo en el mundo y, en particular, la%o$ de alguien que me habla& 'sta ha sido siempre una característica mía, y enuna (poca fue un síntoma serio6espu(s de media hora la paciente me dijo= 38e siento muy diferente ahoraque pude decir todo eso, y estoy en condiciones de soportar que usted diga

    algo* m#s an, creo que lo necesito3& 'l ali%io que esto me trajo fue grande, yyo tenía bien en claro que ello no se debía a mi silencio, del cual m#s bien yo

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    estaba disfrutando& :a ra$ón de mi ali%io fue que pude empe$ar a hacer algocon respecto a la idea delirante de la paciente, aunque desde luego no pudehacer mucho& 'n esta clase de an#lisis es esencial aceptar ciertas ideas no%erdaderas sobre uno mismo&'ste permiso para hablar me dio la oportunidad de interpretar que el problema

    estaba en lo acontecido al final de la sesión del %iernes, con muy poca basereal* para la paciente había resultado m#s sencillo hablar acerca de los dos3manchones3 del lunes, que destruían el an#lisis, por lo dem#s bueno, duranteel cual yo permanecía en silencio& 1orrí un riesgo y dije que la forma en que yohabía transmitido mi información acerca de las %acaciones le dio a entenderque la estaba censurando& Adem#s, no hay muchos moti%os %#lidos paraformular una interpretación que ya había formulado la propia paciente& Porconsiguiente, estas dos cosas tenían una base real, en comparación con locual lo sucedido al final del %iernes aparecía endeble y casi por completo unproducto de sus e.pectati%as& 8ediante la t(cnica del silencio yo podría haberestablecido las condiciones para que la paciente misma resol%iese el problema

    del %iernes* todo lo que ella precisaba era tiempo y oportunidad, sin que 3elpene se cru$ase en el campo de su pecho3& A la sa$ón, la paciente ya casihabía %uelto a poder considerar mi silencio como algo que yo podía darle a raí$de su necesidad& 6ebe subrayarse, empero, que conser%ó la fuerte ideadelirante de que en realidad no soy capa$ de permanecer en silencio& A lapostre, con el fin de ayudarme, formuló una interpretación sobre mi incapacidadpara estar callado, consistente en que si yo hacía algo bueno por ella me poníaceloso, ya que nadie lo había hecho jam#s por mí& 'n el curso de estos quincedías sucedieron muchísimas cosas, y confío mucho en la t(cnica del silencio*estoy dispuesto a seguir emple#ndola, sal%o en la medida en que la pacienteno pueda creer en ella&-curre que cono$co, con un grado ra$onable de certe$a, una interpretaciónaplicable a toda esta fase& 7o obstante, es necesario que espere hasta que lapropia paciente la formula& 1omo ella ha dicho= 31on mi historia, en la que unpadre e.citable interrumpía constantemente lo que hubiese entre la madre y elbeb( en su e.periencia mutua, necesito llegar por mí misma a lainterpretación3& 6esde luego, coincide con esto que en ciertos momentos unainterpretación es necesaria porque la paciente precisa algo m#s de lo que enella misma tiene para %er& 0ea como fuere, en esta fase es perfectamentecapa$ de llegar a comprender lo que necesita, y de hecho casi lo ha alcan$adola ltima semana& Intentar( enunciar esta interpretación=

    :a paciente se halla en un punto de transición muy delicado entre el comer y elser comida, esto ltimo como reacción taliónica* y en tal comer y ser comida,dicha dualidad es simplemente una e.presión de la identificación matua delbeb( y la madre/o de la falta de diferenciación de (sta respecto del beb(/&Ligura en mis escritos 4y la paciente :os ha leído5 la etapa en que el beb( dedoce semanas alimenta a la madre con el dedo mientras toma el pecho* y lapaciente me ha dicho que siente como si me trajera algo para alimentarme& 0inembargo, pienso que ella est# tratando de alcan$ar la idea de ser comida por lamadre, y siente que su madre le falló en esta #rea de e.periencia& Tu%o, porsupuesto, la e.periencia del temor a ser comida taliónicamente, pero faltó labase de esto, que es ser comida simplemente porque cualquier cosa que siente

    un beb(, tambi(n la madre lo siente&

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    II'n general, hay %arios problemas pendientes& Por debajo de todo lo dem#sest# el problema que surge del no hablar& o rara %e$ hago una interpretación,y el an#lisis prosigue mayor sobre la base de que no diga nada en absoluto&0in embargo, esto trae complicaciones, porque se %uel%e cada %e$ m#s

    e%idente que uno de los propósitos de la interpretación es plantear los límitesde la comprensión del analista& 'l fundamento para no interpretar, y de hechopara no emitir ningn sonido, es la premisa teórica de que el analista realmentesabe lo que est# aconteciendo& Probablemente, hasta la fecha puedo decir ques( lo que est# aconteciendo en este an#lisis, y por tal ra$ón contino con mipolítica de no hablar, que es por cierto lo que la paciente me pide&6entro de este marco, hay dos tem#ticas& 8#s en la superficie est# toda lacuestión de las relaciones triangulares, como entre personas totales* elcomplejo de 'dipo, 'lectra, etc& 'sta tem#tica se inició con 3cabello rubio3, etc&,e incluyó la idea de que yo estaba celoso de las relaciones se.uales de lapaciente con hombres, y tambi(n que mi esposa est# celosa de su relación

    conmigo 4:os paraguas en el pórtico* mi esposa puede lle%arse su paraguaspor error, etc&5& 2ay en torno de este tema gran cantidad de material y muchaactuación, que ha formado parte cuantiosa de este an#lisis&Todo esto se %e alterado por el hecho de la otra tem#tica, que podríadesignarse como la de la fatalidad o el destino& 6e este modo, todo lo denaturale$a edípica queda dentro o fuera del #mbito de la fatalidad& :a principalenunciación acerca de la fatalidad sobre%ino antes de los feriados de Pascuas,cuando el problema interpersonal en su conjunto fue formulado en t(rminos dela mitología griega, hasta tal punto que yo estudi( :a tragedia en 0ópocles, deEowra, para ester preparado& :a frase operati%a fue 3no un peón del destinosino un agente del destino3& 6espu(s de Pascuas la misma tem#tica reapareciócon otro lenguaje= 30iempre fui un objeto parcial3, 3Por primera %e$ puedo decirque soy una persona muy neurótica* el acento recae en la palabra persona3& Aquí la interpretación, en caso de haberla formulado, tendría que haber sidoque un objeto parcial no puede e.perimenter la omnipotencia& 7o obstante, lapaciente no est# preparada para ser una persona total que e.perimenta laomnipotencia, y no tiene suficiente confian$a en el ambiente facilitador comopara e.traer fuer$a del yo materno& Aquí inter%iene el analista de muy buenosmodales de quien, sin embargo, no se puede esperar confiablemente que secondu$ca bien, sal%o en un sentido negati%o, o sea, que no se condu$ca mal&:a principal interpretación, que no puede formularse a raí$ de las

    circunstancias, es que la omnipotencia infantil que e%identemente la pacienteno e.perimenta en relación con la madre ha sido íntegramente proyectada enla mitología griega y ahora, desde el feriado, en la historia antigua de Irlanda,los druidas, las raíces del cristianismo en Irlanda, la cru$ irlandesa que es uncírculo& ;eformul(moslo= para esta paciente, que ha tenido una e.perienciainsuficiente de %i%ir omnipotente, el complejo de 'dipo y todas las relacionestriangulares/y de hecho, todas las relaciones/quedan fuera de laomnipotencia proyectada 4objetos parciales interrelacionados5 o de lo contrarioson %ictimas de la fatalidad, est#n atrapadas por el destino, o sea, hay en ellasuna total proyección de la omnipotencia infantil de la paciente&

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    1%. EL &IEDO AL DERRU&BE>'scrito en !"NM? X

    L-;8):A1I-7 P;':I8I7A;

    8is e.periencias clínicas me han lle%ado en los ltimos tiempos a una nue%acomprensión, segn creo, del significado del miedo al derrumbe&8i propósito aquí es enunciar con la mayor simplicidad posible esto que esnue%o para mí y qui$# para otros que trabajan en psicoterapia& 7aturalmente, sihay alguna %erdad en lo que he de decir, ya los poetas del mundo se hanocupado de ella* pero los destellos de inteligencia que nos brinda la poesía nonos absuel%en de la penosa tarea de ir apart#ndonos paso a paso de laignorancia en dirección a nuestra meta& 'n mi opinión, un estudio de estelimitado #mbito lle%a a reformular %arios otros problemas que nos intrigan porcuanto no logramos en la clínica el (.ito que quisi(ramos& Al final se+alar( lasampliaciones de la teoría que propongo para su discusión&

    RA;IA1I-7'0 I76IRI6)A:'0

    'l miedo al derrumbe es un rasgo significati%o en algunos de nuestrospacientes, pero no en otros& 0i esta obser%ación es correcta, de ella puedee.traerse la conclusión de que el miedo al derrumbe se %incula con lae.periencia pre%ia del indi%iduo y con factores ambientales aleatorios& Al mismotiempo, cabe suponer que hay en este miedo un comn denominador queindicaría la e.istencia de fenómenos uni%ersales, son (stos, en %erdad, los que%uel%en posible para cualquiera de nosotros conocer emp#ticamente lo que

    siente un paciente cuando presenta este miedo en forma aguda& 46e hecho, lomismo puede decirse de cada detalle de la locura de una persona loco& Todoslo conocemos, aunque tal %e$ ese detalle particular no nos moleste& 5

     APA;I1I-7 6': 0I7T-8A

    7o todos los pacientes nuestros que presentan este miedo lo manifiestan alcomien$o del tratamiento& Algunos sí lo hacen, pero otros tienen tan bienorgani$adas sus defensas que sólo cuando ya se han hecho progresosconsiderables en el tratamiento el miedo al derrumbe pasa a primer plano comofactor dominante&

    Por ejemplo, un paciente puede presentar di%ersas fobias y una organi$acióncompleja para tramitarlas, de manera tal que la dependencia no surgeprontamente en la transferencia& A la larga la dependencia pasa a ser laprotagonista principal, en cuyo caso los errores y fallas del analista se %uel%enla causa directa de fobias locali$adas, y por ello del estallido del miedo alderrumbe&

    0IG7ILI1A6- 6' H6';;)8E'3

    2e empleado deliberadamente el t(rmino Hderrumbe3 FbreaJdown porque esbastante %ago y puede significar %arias cosas&4X5 'n general, dentro de este

    conte.to puede entend(rselo como una falla de la organi$ación de lasdefensas& Pero de inmediato nos preguntamos= >defensas contra qu(? esto

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    nos lle%a a un significado m#s profundo del t(rmino, ya que necesitamosemplear la palabra 3derrumbe3 para describir ese estado de cosas impensableque est# por debajo de la organi$ación de las defensas&0e ad%ertir# que si bien es til pensar que en el #mbito de las psiconeurosis loque subyace en las defensas es la angustia de castración, en el #mbito de los

    fenómenos m#s psicóticos que estamos e.aminando lo que se aprecia es underrumbe del establecimiento del self unitario& 'l yo organi$a defensas contrael derrumbe de la organi$ación yoica, que es la amena$ada, pero nada puedeorgani$er contra la falla ambiental, en tanto y en cuanto la dependencia es unhecho %i%iente&'n otras palabras, lo que estamos e.aminando es una in%ersión del proceso demaduración del indi%iduo& 'sto me e.ige reformular bre%emente las primerasetapas del crecimiento emocional&

    1;'1I8I'7T- '8-1I-7A:, P;I8';A0 'TAPA0

    'l indi%iduo hereda un proceso de maduración & 'sto lo lle%a adelante en lamedida en que e.ista un ambiente facilitador, y sólo en esa medida& 'lambiente facilitador es en sí mismo un fenómeno complejo que demanda unestudio por sí* lo esencial es que tiene una suerte de crecimiento propio, y quese adapta a las cambiantes necesidades del indi%iduo en crecimiento&'l indi%iduo pasa de la dependencia absoluta a la dependencia relati%a y de(sta a%an$a hacia la independencia& 'n la salud, esta e%olución tiene lugar aun ritmo tal que no deja a la $aga al desarrollo de la complejidad de losmecanismos psíquicos, ligado al desarrollo neurofisiológico&Puede describirse el ambiente facilitador como un sost(n que e%oluciona haciauna manipulación Fhandling, a la que se le agrega la presentación del objeto&'n un ambiente tal, el indi%iduo tiene un desarrollo que puede ser clasificadocomo una integración a la que se agrega una residencia Findwelling 4o relaciónpsicosom#tica 5, seguida de la relación con el objeto&'sta es una grosera y e.agerada simplificación, pero puede bastar en esteconte.to&0e obser%ar# que en esta de scripción el a%ance en el desarrollo secorresponde estrechamente con la amena$a de un mo%imiento retrógrado 4ylas defensas contra esta amena$a5 en la enfermedad esqui$ofr(nica&

    6'P'76'71IA AE0-:)TA

    6ebe recordarse que en la (poca de la dependencia absoluta, en que la madrecumple la función de yo au.iliar, el beb( an no ha separado lo 3distinto de miSde lo que es 3parte de mí3/lo cual es imposible que suceda en formaindependiente del establecimiento del 3mí3/&

     AG-7IA0 P;I8ITIRA0

     A partir de este esquema es posible enumerar las agonías primiti%as 4la palabra3angustia3 no es suficientemente intensa en este caso5& 2e aquí algunas=!& ;etorno a un estado de noDintegración& 46efensa= desintegración&5

    9& 1aer para siempre& 46efensa= autosost(n&5

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    M& P(rdida de la relación psicosom#tica, falla de residencia& 46efensa=despersonali$ación&5K& P(rdida del sentido de lo real& 46efensa= e.plotación del narcisismo primario,etc&5& P(rdida de la capacidad para relacionarse con los objetos& 46efensa=

    estados autistas, relación e.clusi%a con los fenómenos del self&5 así sucesi%amente&

    :A '7L';8'6A6 P0I1-TI1A 1-8- 6'L'70A

    's mi intención mostrar aquí que lo que %emos en la clínica es siempre unaorgani$ación defensi%a, incluso en el autismo de la esqui$ofrenia infantil& :aagonía subyacente resulta impensable&'s erróneo pensar en la enfermedad psicótica como en un derrumbe= es unaorgani$ación defensi%a relacionada con una agonía primiti%a, y quehabitualmente logra su propósito 4e.cepto cuando el ambiente facilitador ha

    sido, no deficiente, sino atormentador, que es qui$# lo peor que le puedesuceder a un beb( humano5&

    '7)71IA1I-7 6' :A T'8ATI1A L)76A8'7TA:

    'stoy ya en condiciones de enunciar mi principal afirmación, que resulta muysimple& 0ostengo que el miedo clínico al derrumbe es el miedo a un derrumbeya e.perienciado& 's el miedo a la agonía original que dio lugar a laorgani$ación defensi%a desplegada por el paciente como síndrome mórbido&'sta idea puede serle o no de utilidad inmediata al clínico& 7o podemosapresurar a nuestros pacientes& 0in embargo, podemos detener su a%ance araí$ de una ignorancia genuine* cualquier peque+o fragmento de comprensióntal %e$ nos ayude a mantener el ritmo de las necesidades de un paciente&6e acuerdo con mi e.periencia, hay momentos en que el paciente necesita quese le diga que el derrumbe, el miedo, el cual est# destruyendo su %ida, ya tu%olugar& 's un hecho escondido en el inconsciente, que se lle%a de aquí para all#&'n este caso el inconsciente no es el inconsciente reprimido de lapsiconeurosis, ni el inconsciente de la formulación freudiana acerca de esaparte de la psique que est# muy pró.ima al funcionamiento neurofisiológico&Tampoco es el inconsciente de @ung, que yo designaría así= todas las cosasque pasan en ca%ernas subterr#neas, o 4en otras palabras5 la mitología del

    mundo, donde se produce una conni%encia entre las realidades psíquicasinternas del indi%iduo y de la madre& 'n este conte.to particular, inconscientesignifica que la integración yoica no es capa$ de abarcar alga& 'l yo esdemasiado inmaduro como para recoger todos los fenómenos dentro del#mbito de la omnipotencia personal& Aquí podría preguntarse= >por qu( sigue preocup#ndose el paciente por estoque pertenece al pasado? :a respuesta ha de ser que la e.periencia original dela agonía primiti%a no puede con%ertirse en tiempo pasado a menos que el yosea capa$ primero de recogerla dentro de su e.periencia presente y su controlomnipotente actual 4presumiendo que la madreYanalista cumpla la función deau.iliar de soporte del yo5&

  • 8/18/2019 Exploraciones Psicoanaliticas 11-18

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    'n otros t(rminos, el paciente debe seguir persiguiendo ese detalle del pasadoque toda%ía no fue e.perienciado, que adquiere la forma de una bsqueda deese detalle en el futuro& A menos que el terapeuta pueda operar con (.ito sobre la base de que esedetalle es ya