El tabaquismo

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El Tabaquismo (Adicción al tabaco) El tabaquismo es una enfermedad donde los individuos manifiestan una dependencia compulsiva, física y/o psicológica hacia la nicotina, que es la sustancia adictiva que contienen productos hechos de tabaco como los cigarros o puros. Fumar cigarrillo es la principal causa prevenible de muerte prematura. Se estima que el fumador reduce su expectativa de vida entre cinco y ocho años; en otras palabras, por cada cigarrillo fumado, se pierden aproximadamente 5 y ½ minutos de vida. El aumento de la mortalidad puede ser tan grande que una de cada seis muertes se produce como consecuencia de fumar. El hábito se refleja también en un incremento de una buena variedad de enfermedades agudas y crónicas, que propician más días de ausentismo escolar, laboral, y mayor utilización de servicios hospitalarios. La mayoría de los fumadores utilizan el tabaco regularmente porque están adictos a la nicotina. La adicción se caracteriza por la búsqueda y el consumo compulsivo de la droga, a pesar de las consecuencias negativas para la salud. Está bien documentado que la mayoría de los fumadores consideran el uso del tabaco un hábito dañino y expresan el deseo de reducir o descontinuar su uso. Cada año casi 35 millones de fumadores tratan de romper el hábito, pero desgraciadamente, más del 85 por ciento de los que tratan de dejar el hábito sin ayuda recaen, la mayoría en una semana. El tabaquismo sigue siendo la primera causa de muerte prevenible. Cada año, más de 440,000 personas mueren sólo en Estados Unidos de enfermedades relacionadas con el tabaco. De hecho, los fumadores tienen una expectativa de vida 7 a 10 años menor que los no fumadores. . El hábito se refleja también en un incremento de una buena variedad de enfermedades agudas y crónicas, que propician más días de ausentismo escolar, laboral, y mayor utilización de servicios hospitalarios. El tabaquismo está vinculado a enfermedades cardíacas, respiratorias y a varios cánceres. La mayoría de las personas no son conscientes del efecto negativo grave que tiene el tabaquismo en los huesos y las articulaciones. Cada tejido en el cuerpo humano es afectado por el tabaquismo, pero muchos efectos son reversibles. Si usted evita fumar o deja de fumar, puede reducir su riesgo de contraer muchas enfermedades. Dejar de fumar también puede ayudar a que su cuerpo recupere algo de su funcionamiento saludable normal. El tabaquismo aumenta su riesgo de desarrollar osteoporosis, una debilidad de los huesos que causa fracturas. Los adultos mayores fumadores tienen 30% a 40% más de probabilidad de fracturarse la cadera que los no fumadores de la misma edad. El tabaquismo debilita los huesos de varias maneras, incluyendo: Algunos estudios han demostrado que fumar reduce el aporte de oxígeno a los huesos, y también a muchos otros tejidos del cuerpo. La nicotina en los cigarrillos enlentece la producción de células formadoras de hueso (osteoblastos), y como resultado éstas generan menos hueso. Fumar disminuye la absorción del calcio de la dieta. El calcio es necesario para la mineralización del hueso, y con menos mineral en sus huesos, los fumadores desarrollan huesos frágiles (osteoporosis). Fumar aparentemente descompone el estrógeno en el cuerpo más rápidamente. El estrógeno es importante para construir y mantener un esqueleto fuerte en mujeres y hombres. Fumar tiene un efecto perjudicial en la cicatrización de heridas y consolidación de fracturas. Las fracturas demoran más tiempo en soldar en los fumadores debido a los efectos nocivos de la nicotina en la producción de células formadoras de hueso.

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El Tabaquismo

(Adicción al tabaco)

El tabaquismo es una enfermedad donde los individuos manifiestan una dependencia compulsiva, física y/o

psicológica hacia la nicotina, que es la sustancia adictiva que contienen productos hechos de tabaco como los

cigarros o puros.

Fumar cigarrillo es la principal causa prevenible de muerte prematura. Se estima que el fumador reduce su

expectativa de vida entre cinco y ocho años; en otras palabras, por cada cigarrillo fumado, se pierden

aproximadamente 5 y ½ minutos de vida. El aumento de la mortalidad puede ser tan grande que una de cada

seis muertes se produce como consecuencia de fumar. El hábito se refleja también en un incremento de una

buena variedad de enfermedades agudas y crónicas, que propician más días de ausentismo escolar, laboral,

y mayor utilización de servicios hospitalarios.

La mayoría de los fumadores utilizan el tabaco regularmente porque están adictos a la nicotina. La adicción se

caracteriza por la búsqueda y el consumo compulsivo de la droga, a pesar de las consecuencias negativas

para la salud. Está bien documentado que la mayoría de los fumadores consideran el uso del tabaco un hábito

dañino y expresan el deseo de reducir o descontinuar su uso. Cada año casi 35 millones de fumadores tratan

de romper el hábito, pero desgraciadamente, más del 85 por ciento de los que tratan de dejar el hábito sin

ayuda recaen, la mayoría en una semana.

El tabaquismo sigue siendo la primera causa de muerte prevenible. Cada año, más de 440,000 personas mueren

sólo en Estados Unidos de enfermedades relacionadas con el tabaco. De hecho, los fumadores tienen una

expectativa de vida 7 a 10 años menor que los no fumadores. . El hábito se refleja también en un incremento

de una buena variedad de enfermedades agudas y crónicas, que propician más días de ausentismo escolar,

laboral, y mayor utilización de servicios hospitalarios.

El tabaquismo está vinculado a enfermedades cardíacas, respiratorias y a varios cánceres. La mayoría de las

personas no son conscientes del efecto negativo grave que tiene el tabaquismo en los huesos y las

articulaciones.

Cada tejido en el cuerpo humano es afectado por el tabaquismo, pero muchos efectos son reversibles. Si usted

evita fumar o deja de fumar, puede reducir su riesgo de contraer muchas enfermedades. Dejar de fumar también

puede ayudar a que su cuerpo recupere algo de su funcionamiento saludable normal.

El tabaquismo aumenta su riesgo de desarrollar osteoporosis, una debilidad de los huesos que causa fracturas.

Los adultos mayores fumadores tienen 30% a 40% más de probabilidad de fracturarse la cadera que los no

fumadores de la misma edad. El tabaquismo debilita los huesos de varias maneras, incluyendo:

Algunos estudios han demostrado que fumar reduce el aporte de oxígeno a los huesos, y también a muchos otros

tejidos del cuerpo.

La nicotina en los cigarrillos enlentece la producción de células formadoras de hueso (osteoblastos), y como

resultado éstas generan menos hueso.

Fumar disminuye la absorción del calcio de la dieta. El calcio es necesario para la mineralización del hueso, y con

menos mineral en sus huesos, los fumadores desarrollan huesos frágiles (osteoporosis).

Fumar aparentemente descompone el estrógeno en el cuerpo más rápidamente. El estrógeno es importante para

construir y mantener un esqueleto fuerte en mujeres y hombres.

Fumar tiene un efecto perjudicial en la cicatrización de heridas y consolidación de fracturas.

Las fracturas demoran más tiempo en soldar en los fumadores debido a los efectos nocivos de la nicotina en la

producción de células formadoras de hueso.

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Los fumadores también tienen una tasa más alta de complicaciones después de la cirugía que los no fumadores -

como mala cicatrización de heridas e infecciones- y los resultados son menos satisfactorios. Esto está vinculado a

un menor aporte de sangre a los tejidos.

Fumar tiene un efecto perjudicial en el desempeño atlético.

Debido a que fumar enlentece el crecimiento de los pulmones y altera la función pulmonar, hay menos oxígeno

disponible para los músculos que se usan en los deportes. Los fumadores sufren de respiración fatigosa casi tres

veces más que los no fumadores. Los fumadores no pueden correr ni caminar con la misma velocidad que los no

fumadores.

Fumar puede provocar delgadez excesiva y generarle a usted riesgos de fracturas. La nicotina envía señales al

cerebro de comer menos y puede impedir que el cuerpo obtenga la nutrición adecuada. Tener un buen peso

corporal es importante para la salud general.

La adicción al tabaco es una enfermedad crónica y con frecuencia la persona adicta al tabaco requiere numerosos

intentos para dejar de fumar. A pesar de que algunos fumadores pueden dejar de fumar sin apoyo, hay muchos

otros que necesitan ayuda. En general, las tasas de recaída al tratar de dejar de fumar son más altas en las

primeras semanas y meses, y disminuyen considerablemente después de unos tres meses. Aunque tanto las

intervenciones conductuales (consejería) como los medicamentos pueden ayudar a los fumadores a dejar el

hábito, la combinación de los medicamentos con la consejería es más eficaz que cualquiera de los dos métodos

por separado.

Tratamientos conductuales:

Los tratamientos conductuales emplean una variedad de métodos para ayudar a los fumadores a dejar de fumar.

Estos métodos van desde el uso de materiales de autoayuda hasta la consejería individual. Este tipo de

intervenciones enseñan a reconocer cuáles situaciones son de alto riesgo y a desarrollar estrategias para

enfrentar estas situaciones

Los tratamientos de reemplazo de la nicotina:

Las terapias de reemplazo de la nicotina (las NRT, por sus siglas en inglés), tales como el chicle o goma de mascar

con nicotina y el parche de nicotina, fueron los primeros tratamientos farmacológicos que la Administración de

Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó para usarse en tratamientos

para dejar de fumar. Las NRT entregan una dosis controlada de nicotina al fumador con el fin de aliviar los

síntomas del síndrome de abstinencia durante el proceso de dejar el hábito de fumar. Este tratamiento tiene

más éxito cuando se utiliza en combinación con los tratamientos conductuales. Los productos para las NRT

aprobados por la FDA incluyen el chicle o goma de mascar de nicotina, el parche transdérmico de nicotina, los

sprays o rociadores nasales, inhaladores y pastillas para chupar.

Investigaciones actuales sobre tratamiento:

Actualmente los científicos están siguiendo muchas otras vías de investigación para desarrollar nuevas terapias

para dejar de fumar. Una intervención prometedora es una vacuna contra la nicotina que bloquea su acceso al

cerebro, evitando sus efectos de refuerzo. Los ensayos preliminares de esta vacuna han dado resultados

prometedores.