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EL SINTHOMANALISTA POR PATRICIA APUD * POR ROMINA PATIÑO * PSICOANALISIS PSICOLOGíA / ALCOHOLISMO REFLEXIONES CLíNICAS E l sinthome, es un seminario de Lacan. Como tal, es una lección dada al público, en su mayor parte eran psicoanalistas provenientes también de la medicina, psicología, filosofía, y ciencias en general. Es un seminario atípico, por dos razones: Una de ellas, es que, en éste, pareciera que Lacan se aparta un poco de las nociones clínicas y estructurales del psicoanálisis para dar una definición de lo está fuera de esa esfera: El sintho- me, es el no-síntoma o de síntoma nada, pero es lo que se anuda como si fuera síntoma. Digo atípico, además, porque se en- cuentra en la series de otros seminarios, como el veinte: Encore, Aún, donde comienza a trabajar la topología, que es el estudio de la superficie dentro de la geometría en matemáticas. En el seminario veintitrés, Lacan define la palabra sinthome como, Agu- jerito, hueco, legado, hendidura, falta, falla, falo en su significación. El psicoanalista no es síntoma sino el sinthome, es decir ayuda en ese sen- tido, El analista debe colocarse como Otro del Otro, pero además, como un agujerito si se sabe colocar. (P.133) Él, como sinthome , adviene en ese lugar. Además, previene Lacan, si el psicoanálisis prospera, se puede prescindir del nombre del padre pero a condición de utilizarlo. Entonces, colocarse en el lugar de un agujero, falla, falta o falo, en el sentido de dar un nombre a ello y si ello falta, pues el falo es una falta, la condición es que se pueda hablar de esa falta, más aún, significarla. El seminario Sinthome, también, está dedicado a James Joyce: escritor inglés, de origen irlandés, cuyo estilo de escritura es justamente la descom- posición de las palabras y la unión de ellas en otros idiomas. De allí, que Lacan, señalaba el origen irlandés de la lengua materna en Joyce, y que la misma había quedado subyugada en la Otra lengua, con la cual debía expresarse. Joyce, el goce, lo podríamos tradu- cir por Go(y)ce o por Jouyse (Jouis) en francés. En ingles: Joy, es alegría, gozo Él mismo construyó su nombre; es un nombre del goce. En el no síntoma de Joyce, hay goce, el goce es lo que llena ese agujero. Es la père-versión, no simbolizada. Su padre era un borracho, era un padre ausente para Joyce, este lo nom- bra en su carencia, en su falta. Lo hace presente en sus textos. Y a su vez, Joyce se da un nombre frente a miles de estudiantes que se desviven por “...dibujaban sus palabras en ropas y abanicos. Las manos que los bordaban no eran libres. Los signos, sí...” 1 E. Galeano La palabra sinthomanalista hace referencia al sinthome y al psicoanalista, para especificar el lugar del psicoanalista en relación con el psicoanálisis como síntoma, dentro del malestar en la cultura. P . Bourdieu discute la pertinencia de las prácticas intelectuales que desvirtúan los conocimientos sobre lo social. Construye conceptos y a su vez propone estrategias de investigación; busca explicar la distribución asimétrica de las posiciones de poder, que existen en todas las relaciones sociales. Como estrategia de investigación, nos propone buscar observables empíricos de la vida cotidiana, para proponer la explicación y comprensión de los procesos sociales complejos. El entrecruzamiento institucional, que se produce, en personas que son mandadas por Juzgados para que realicen psicoterapia en un Centro de Salud Mental. Genera lo que el análisis institucional menciona como “analizador”, situa- ciones artificiales o espontáneas que convocan al grupo y a la institución a tener que asumir sus conflictos y principalmente tener que intervenir en ellos. Situaciones de la clínica Hospitalaria actual, nos llevan a tener que realizar comunicaciones con profesionales formados en otras disciplinas, contactamos instituciones tales como: Juzgados, Defensorías, O.N.G... Dos situaciones clínicas me hicieron reflexionar sobre el uso de las pa- labras, dos casos de personas enviadas por Juzgados, intimadas a realizar psicoterapia. La Abogada por teléfono, me dice: “...Necesito saber si el acusado se presentó...” La palabra “acusado”, produce desconcierto, una persona acusada de vio- lencia familiar y alcoholismo, venia a realizar psicoterapia. Luego de varios meses de entrevistas, el acusado se transforma en pa- ciente, quien no tenía problemas de consumo de alcohol, y la situación de violencia era de índole vincular. La Abogada acordaba con que la evaluación psicológica anterior no había sido precisa. El paciente es una persona de muy bajos recursos, a quien le cuesta expresarse. Otro paciente, también enviado por el Juzgado, me cuenta que cuando uno habita detrás del muro las palabras tienen otro significado. “...habían fundado su propio idioma, clandestino, prohibido a los hombres. Nacidas para ser analfabetas, habían inventado su propio al- fabeto...” 2 E. Galeano EL ACUSADO Dos situaciones clínicas me hicieron reflexionar sobre el uso de las palabras, dos casos de personas enviadas por Juzgados, intimadas a realizar psicoterapia. CONTINúA EN PÁG.3 Después de haber cumplido dos años y medio de prisión por “intento de homicidio” se le otorga “libertad asistida en termino condicional”. En su re- lato de la vida detrás del muro comienza a desplegar palabras que delimitan: grupos, lugares, funciones y clase social. Me encuentro preguntándole el sentido de cada palabra, anotando palabras que había que descifrar. Los “ hermanitos” son los practicantes de la religión evangelista, los “refugiados” son los que cometieron el delito de violación. El “gato” es la persona que se rinde en la pelea de bienvenida, por ende va a ser el sirviente de todos. El “buzón” es el calabozo. El “monono” es el que viene de una clase social acomodada, en contra- posición al “negro” que es de menores recursos económicos, él se ubicaba en este grupo. Comenta episodios de su barrio, que yo leo como violencia urbana, es común tener armas de fuego, zonas liberadas, es en este punto en que la escucha aloja lo social. La práctica en las instituciones públicas, implica la pregunta por las marcas sociales, el entrecruzamiento de discursos que operan en el esce- nario social actual. Como hacer un lugar, para así poder incluir lo más rechazado por el con- junto social, lo que el sistema cuantifica, caratula y expulsa. interpretar sus textos: Tales como, el círculo de Jacques Aubert sobre Joyce, en el cual Lacan, entra en este semi- nario y otros más, no para descifrarlo sino para asimilarlo y ubicar su obra, dentro de sus nudos. El Nudo Borromeo Lacan, desarrolla, lo que se ha dado en llamar el nudo Borromeo o Nudo de a tres: un nudo representa lo simbólico, otro, lo imaginario y el tercero, lo real. Ellos se encuentran entrelazados entre si. Es el llamado nudo del síntoma. Su sola escritura sostiene el “hueso” que es el objeto a (o el objeto: hueso y objeto a) en el lugar de la falta. R Esquema que recordado por Miller, izquierda. Forma abierta del nudo tres, derecha. Esquema RSI Esquema de dos empalmes forma abierta del nudo de 3 I S S JФ JФ JA a a sentido sentido El cuarto nudo: el Sinthome o de la reparación Lo simbólico es lo inconsciente, acá está achatado y no hace cadena con lo real. Lo simbólico se distingue como agu- jero, y revela que no hay Otro del Otro. Lo real, lo imaginario, y lo simbólico no se unen por si mismos. Para ello hace falta, un cuarto nudo, que se ha dado en llamar Error, es el sinthome, es el que repara los otros tres. Los tres anillos separados, después unidos por el sinthome, cuarto R R I I S S Tal como Joyce, con su obra, permite hablar de ello, sobre todo de su padre carente pero haciéndolo presente por medios de ellas; restituyéndolo. En una obra de arte ¿a quien se interpreta? Analizar la creación de un persona- je es un chasco, porque la literatura es ficción, es mentira, es decir, algo de la verdad esta allí. Es la ditmansion (de dit, dicho y mentira, mensonge). Ella no se dice toda, sino que a medias. En Borges, su Otro del Otro, di- gámoslo así, fueron las Enciclopedias Británicas, de donde extraía el material para su inspiración. Cortázar, dice que para escribir un cuento hay que saber captar al Otro, “En mi caso, la gran mayoría de mis cuentos fueron escritos —cómo de- cirlo— al margen de mi voluntad, por encima o por debajo de mi consciencia razonante, como si yo no fuera más que un médium por el cual pasaba y se manifestaba una fuerza ajena” Cortázar, no obstante se basó, en aquellos amigos que venían a comen- tarles historias que él las pondría en el papel. Un hecho conocido o un senti- miento que sea capaz de llegar al lector. En cambio, Orhan Pamuk, en El Castillo Blanco, hace una maravillosa descripción como logró hacer su cuento, y de donde provinieron los materiales aportados por los más ancianos del pueblo, enlazando su argumento con la dialéctica del amo y el esclavo, le- yendo a Hegel. El escritor Juan José Millas, en El Mundo, narra desde los personajes de un niño y desde un adulto. El juega en este libro entre el personaje del niño y el del relator e intercambia los capítulos, unos cuyo relator es el niño y otros de narrador adulto. El niño revivió una relación con sus padres, sus recuerdos, sus hazañas. Su búsqueda es sobre la muerte, metoni- mia fantástica que desemboca, como adulto, en el esparcimiento de cenizas de sus padres en la arena de una playa. Refiere que de su padre aprendió, como aficionado a instrumentos qui- rúrgicos, el uso del estilete eléctrico: es un bisturí eléctrico que a medida que corta, sutura las heridas. Y para él, la literatura es eso. Va cu- rando las heridas que duelen al narrarlas. En definitiva, el escrito cierra las heridas producidas, por axial decirlo, al enfrentarse con la herida del aguje- ro, dándole su posterior significación. La escritora Norma Huidobro, En un lugar Perdido, da la noción importante sobre la escritura-pintura: La escritura (en el analfabeto), es como un dibujito donde no se sabe lo que dice pero tiene su significado. La pintura ¿O no es acaso, que los antiguos códigos como los egipcios o mayas, eran una especie de escrituras de imágenes? Cada dibujo, símbolo, tenia una significación. Y sabemos que cada color, tiene una significación para cada cual. Por ejemplo el rojo: rojo de sangre, de pasión, etc. Esto nos lleva a la pintura, como aquello que permite usarlo como un instrumento, CONTINúA EN PÁG.3 Periódico El Øtro del ámbito «Psi» (Reg. Prop. Intelectual nº 419.367) editada por EDICIONES El Øtro (Reg. Nac. Der. de Autor nº 452.270) C.U.I.T 30- 69381315-4 Director: José H. Méndez AÑO XVII Nº 173 ABRIL 2011 PUBLICACIÓN MENSUAL, ESPECIALIZADA EN EL CAMPO DE LA SALUD MENTAL, INDEPENDIENTE, PLURALISTA, PROFESIONAL Y DE OPINIÓN QUE PROMUEVE LA ACTIVIDAD «PSI» PERIÓDICO DE DISTRIBUCIÓN GRATUITA www.psi-elotro.com.ar notas y publicidad del mes archivo de ediciones anteriores

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  • El sinthomanalista

    Por Patricia aPud * Por romina Patio*PSICoANALISIS PSICoLogA / ALCohoLISmo refLexIoNeS CLNICAS

    E l sinthome, es un seminario de Lacan. Como tal, es una leccin dada al pblico, en su mayor parte eran psicoanalistas provenientes tambin de la medicina, psicologa, filosofa, y ciencias en general.

    Es un seminario atpico, por dos razones: Una de ellas, es que, en ste, pareciera que Lacan se aparta un poco de las nociones clnicas y estructurales del psicoanlisis para dar una definicin de lo est fuera de esa esfera: El sintho-me, es el no-sntoma o de sntoma nada, pero es lo que se anuda como si fuera sntoma.

    Digo atpico, adems, porque se en-cuentra en la series de otros seminarios, como el veinte: Encore, An, donde comienza a trabajar la topologa, que es el estudio de la superficie dentro de la geometra en matemticas.

    En el seminario veintitrs, Lacan define la palabra sinthome como, Agu-jerito, hueco, legado, hendidura, falta, falla, falo en su significacin.

    El psicoanalista no es sntoma sino el sinthome, es decir ayuda en ese sen-tido, El analista debe colocarse como Otro del Otro, pero adems, como un agujerito si se sabe colocar. (P.133)

    l, como sinthome, adviene en ese lugar. Adems, previene Lacan, si el psicoanlisis prospera, se puede prescindir del nombre del padre pero a condicin de utilizarlo.

    Entonces, colocarse en el lugar de un agujero, falla, falta o falo, en el sentido de dar un nombre a ello y si ello falta, pues el falo es una falta, la condicin es que se pueda hablar de esa falta, ms an, significarla.

    El seminario Sinthome, tambin, est dedicado a James Joyce: escritor ingls, de origen irlands, cuyo estilo de escritura es justamente la descom-posicin de las palabras y la unin de ellas en otros idiomas. De all, que Lacan, sealaba el origen irlands de la lengua materna en Joyce, y que la misma haba quedado subyugada en la Otra lengua, con la cual deba expresarse.

    Joyce, el goce, lo podramos tradu-cir por Go(y)ce o por Jouyse (Jouis) en francs. En ingles: Joy, es alegra, gozo

    l mismo construy su nombre; es un nombre del goce.

    En el no sntoma de Joyce, hay goce, el goce es lo que llena ese agujero. Es la pre-versin, no simbolizada.

    Su padre era un borracho, era un padre ausente para Joyce, este lo nom-bra en su carencia, en su falta. Lo hace presente en sus textos. Y a su vez, Joyce se da un nombre frente a miles de estudiantes que se desviven por

    ...dibujaban sus palabras en ropas y abanicos. las manos que los bordaban no eran libres. los signos, s...1 E. Galeano

    la palabra sinthomanalista hace referencia al sinthome y al psicoanalista, para especificar el lugar del psicoanalista en relacin con el psicoanlisis como sntoma, dentro del malestar en la cultura.

    P. Bourdieu discute la pertinencia de las prcticas intelectuales que desvirtan los conocimientos sobre lo social. Construye conceptos y a su vez propone estrategias de investigacin; busca explicar la distribucin asimtrica de las posiciones de poder, que existen en todas las relaciones sociales. Como estrategia de investigacin, nos propone buscar observables empricos de la vida cotidiana, para proponer la explicacin y comprensin de los procesos sociales complejos. El entrecruzamiento institucional, que se produce, en personas que son mandadas por Juzgados para que realicen psicoterapia en un Centro de Salud Mental.

    Genera lo que el anlisis institucional menciona como analizador, situa-ciones artificiales o espontneas que convocan al grupo y a la institucin a tener que asumir sus conflictos y principalmente tener que intervenir en ellos. Situaciones de la clnica Hospitalaria actual, nos llevan a tener que realizar comunicaciones con profesionales formados en otras disciplinas, contactamos instituciones tales como: Juzgados, Defensoras, O.N.G...

    Dos situaciones clnicas me hicieron reflexionar sobre el uso de las pa-labras, dos casos de personas enviadas por Juzgados, intimadas a realizar psicoterapia.

    La Abogada por telfono, me dice: ...Necesito saber si el acusado se present...

    La palabra acusado, produce desconcierto, una persona acusada de vio-lencia familiar y alcoholismo, venia a realizar psicoterapia.

    Luego de varios meses de entrevistas, el acusado se transforma en pa-ciente, quien no tena problemas de consumo de alcohol, y la situacin de violencia era de ndole vincular. La Abogada acordaba con que la evaluacin psicolgica anterior no haba sido precisa. El paciente es una persona de muy bajos recursos, a quien le cuesta expresarse.

    Otro paciente, tambin enviado por el Juzgado, me cuenta que cuando uno habita detrs del muro las palabras tienen otro significado.

    ...haban fundado su propio idioma, clandestino, prohibido a los hombres. Nacidas para ser analfabetas, haban inventado su propio al-fabeto...2 E. Galeano

    El acusado

    Dos situaciones clnicas me hicieron reflexionar sobre el uso de las palabras, dos casos de personas enviadas por Juzgados, intimadas a realizar psicoterapia.

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    Despus de haber cumplido dos aos y medio de prisin por intento de homicidio se le otorga libertad asistida en termino condicional. En su re-lato de la vida detrs del muro comienza a desplegar palabras que delimitan: grupos, lugares, funciones y clase social. Me encuentro preguntndole el sentido de cada palabra, anotando palabras que haba que descifrar.

    Los hermanitos son los practicantes de la religin evangelista, los refugiados son los que cometieron el delito de violacin. El gato es la persona que se rinde en la pelea de bienvenida, por ende va a ser el sirviente de todos. El buzn es el calabozo.

    El monono es el que viene de una clase social acomodada, en contra-posicin al negro que es de menores recursos econmicos, l se ubicaba en este grupo.

    Comenta episodios de su barrio, que yo leo como violencia urbana, es comn tener armas de fuego, zonas liberadas, es en este punto en que la escucha aloja lo social.

    La prctica en las instituciones pblicas, implica la pregunta por las marcas sociales, el entrecruzamiento de discursos que operan en el esce-nario social actual.

    Como hacer un lugar, para as poder incluir lo ms rechazado por el con-junto social, lo que el sistema cuantifica, caratula y expulsa.

    interpretar sus textos: Tales como, el crculo de Jacques Aubert sobre Joyce, en el cual Lacan, entra en este semi-nario y otros ms, no para descifrarlo sino para asimilarlo y ubicar su obra, dentro de sus nudos.

    El nudo BorromeoLacan, desarrolla, lo que se ha dado en llamar el nudo Borromeo o Nudo de a tres: un nudo representa lo simblico, otro, lo imaginario y el tercero, lo real. Ellos se encuentran entrelazados entre si. Es el llamado nudo del sntoma. Su sola escritura sostiene el hueso que es el objeto a (o el objeto: hueso y objeto a) en el lugar de la falta.

    r

    esquema que recordado por miller, izquierda. forma abierta del nudo tres, derecha.

    Esquema RSIEsquema de dos empalmesforma abierta del nudo de 3

    I

    S

    S

    J

    JJAa a

    sentido

    sentido

    El cuarto nudo: el Sinthome o de la reparacinLo simblico es lo inconsciente, ac est achatado y no hace cadena con lo real.

    Lo simblico se distingue como agu-jero, y revela que no hay Otro del Otro. Lo real, lo imaginario, y lo simblico no se unen por si mismos.

    Para ello hace falta, un cuarto nudo, que se ha dado en llamar Error, es el sinthome, es el que repara los otros tres.

    Los tres anillos separados, despus unidos por el sinthome, cuarto

    r rI I

    S S

    Tal como Joyce, con su obra, permite hablar de ello, sobre todo de su padre carente pero hacindolo presente por medios de ellas; restituyndolo.

    En una obra de arte a quien se interpreta?

    Analizar la creacin de un persona-je es un chasco, porque la literatura es ficcin, es mentira, es decir, algo de la verdad esta all. Es la ditmansion (de dit, dicho y mentira, mensonge). Ella no se dice toda, sino que a medias.

    En Borges, su Otro del Otro, di-gmoslo as, fueron las Enciclopedias Britnicas, de donde extraa el material para su inspiracin.

    Cortzar, dice que para escribir un cuento hay que saber captar al Otro, En mi caso, la gran mayora de mis cuentos fueron escritos cmo de-cirlo al margen de mi voluntad, por encima o por debajo de mi consciencia razonante, como si yo no fuera ms que un mdium por el cual pasaba y se manifestaba una fuerza ajena

    Cortzar, no obstante se bas, en aquellos amigos que venan a comen-tarles historias que l las pondra en el papel. Un hecho conocido o un senti-miento que sea capaz de llegar al lector.

    En cambio, Orhan Pamuk, en El Castillo Blanco, hace una maravillosa descripcin como logr hacer su cuento, y de donde provinieron los materiales aportados por los ms ancianos del pueblo, enlazando su argumento con la dialctica del amo y el esclavo, le-yendo a Hegel.

    El escritor Juan Jos Millas, en El Mundo, narra desde los personajes de un nio y desde un adulto. El juega en este libro entre el personaje del nio y el del relator e intercambia los captulos, unos cuyo relator es el nio y otros de narrador adulto.

    El nio revivi una relacin con sus padres, sus recuerdos, sus hazaas. Su bsqueda es sobre la muerte, metoni-mia fantstica que desemboca, como adulto, en el esparcimiento de cenizas de sus padres en la arena de una playa.

    Refiere que de su padre aprendi, como aficionado a instrumentos qui-rrgicos, el uso del estilete elctrico: es un bistur elctrico que a medida que corta, sutura las heridas.

    Y para l, la literatura es eso. Va cu-rando las heridas que duelen al narrarlas.

    En definitiva, el escrito cierra las heridas producidas, por axial decirlo, al enfrentarse con la herida del aguje-ro, dndole su posterior significacin.

    La escritora Norma Huidobro, En un lugar Perdido, da la nocin importante sobre la escritura-pintura:La escritura (en el analfabeto), es como un dibujito donde no se sabe lo que dice pero tiene su significado.

    La pinturaO no es acaso, que los antiguos cdigos como los egipcios o mayas, eran una especie de escrituras de imgenes? Cada dibujo, smbolo, tenia una significacin.Y sabemos que cada color, tiene una significacin para cada cual. Por ejemplo el rojo: rojo de sangre, de pasin, etc.Esto nos lleva a la pintura, como aquello que permite usarlo como un instrumento,

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    Por carLoS rEinaLdo miranda *

    Femicidios: Queman a una mujer

    Mujeres quemadas. No se trata de una nueva tendencia. Lo que ocurre es que hay una mayor visibi-lizacin de la Violencia de Gnero, con una modalidad que tiene repercusin meditica a partir del caso de Wanda Taddei, ampliamente cubierto por los medios de comunicacin por la fama de su esposo, integrante de la banda de rock Callejeros vinculada a la trage-dia de Cromaon, donde el fuego dejo un centenar de muertos y heridos. La mayora predominante en la estadstica de Femicidios son las armas de fuego, seguida por los golpes, el apualamien-to y el estrangulamiento, en ese orden. De 260 femicidios registrados en el ao 2010, once fueron por fuego, represen-tando el 4% de los casos.

    *Licenciado en Psicologa ubA/ 1980, Direc-tor del Departamento de Violencia de la APbA,

    Docente de la escuela de especializacion y

    Posgrado, rea Jurdica del Colegios de Psic-

    logos de la Provincia de buenos Aires Distrito

    xII, Perito Psiclogo de oficio en los Tribunales

    de la Nacin y en los Tribunales de la CAb.

    mail: [email protected]

    www.carlosmiranda.com.ar

    No es algo nuevo tampoco. En 1964 Ral Barn Biza, escritor y poltico argentino en medio del trmite de se-paracin de su mujer Clotilde Sabattini, sirve unos vasos de whisky a los abo-gados, luego sirve otro vaso se acerca a su mujer y se lo arroja a la cara. Este vaso contena acido, que le provoca graves quemaduras en el rostro. Barn Biza se suicida el da siguiente. Ella se suicidara aos despus arrojndose por la ventana del departamento en que ocurri la tragedia. Posteriormente sus hijos tambin se suicidaran.

    La finalidad del agresor es dejar una marca en el cuerpo de la vctima para que lo recuerde permanentemente. La victima queda marcada a fuego de la misma manera que el ganado o las vc-timas de los campos de concentracin nazis, imprimiendo un sello de sumisin, dominio y posesin de un modo imborra-ble, que est presente en todo momento.

    En una sociedad que exige a las mu-jeres estereotipos basados en juventud, xito y belleza, las quemaduras en el rostro y la piel lesionan el narcicismo de la mujer y origina un efecto patgeno sobre el psiquismo que estar en directa relacin con el valor significativo de la zona afectada.

    Las caractersticas de personalidad de un quemador son las del hombre

    violento. El perfil del hombre violento no puede ser categorizado por variables tales como: edad, clase social, nivel educacional, ocupacin, religin, lugar de residencia, etc., debido a que puede configurarse con cualquiera de las va-riables mencionadas, lo cual no implica dejar de reconocer que, la asociacin entre algunas de ellas, puede poten-ciar el riesgo de conductas violentas.

    Es un sujeto controlador, celoso que manifiesta agresividad verbal y/o fsica. Presenta una doble fachada: por lo general, en pblico es seductor,

    simptico, amable, pero en la intimidad de su hogar puede llegar a ser muy agresivo y violento. Tiene un discurso seductor, incluso para jueces, policas, profesionales, amigos y parientes. Impo-ne el aislamiento social de su entorno familiar, una vez que se ha cerrado el cerco se acrecienta el dominio sobre su vctima, y no es casual que la mujer exprese que su casa se convierte en una verdadera crcel, se asegura que ella no se ir reduciendo y controlando el manejo del dinero. Tiene cambios s-bitos e impredecibles de humor: en un momento est bien y rpidamente explota. Arroja y rompe objetos: prin-cipalmente aquellos significativos para la mujer y los chicos (Por. ej. romper los ttulos profesionales y juguetes a los hijos/as).

    Emplea tcticas de espionaje re-visando los mensajes y llamadas del celular, la computadora y el correo electrnico de la pareja. Usa el sexo como seal de poder.

    Algunas caractersticas de perso-nalidad del hombre violento incluyen:

    Baja autoestima: se sienten inse-guros, tanto en el papel de hijos como en el de padre, amante y/o esposo.

    Pensamiento mgico: proyectos irreales, faranicos, muchos de los cua-les terminan en frustraciones.

    Expectativas irreales: esperan que sus esposas e hijos cumplan con sus deseos no explicitados, tienen dificulta-des para verbalizar sus sentimientos, y luego estn, como ellos mismos, dicen decepcionados.

    Dificultad para expresar sus sen-timientos.

    Omnipotencia: Lo digo yo y basta. Narcisismo. Obsesivo y controlador. Emocionalmente empobrecido

    y vulnerable. Gran capacidad de persuasin.

    Fondo depresivo: es frecuente que sufran estados depresivos enmascarados.

    Las consecuencias psquicas en las victimas observables predominante-mente son los trastornos de ansiedad, irritabilidad, baja autoestima, repliegue emocional, hipersensibilidad y agrava-

    miento o desarrollo de enfermedades. Tambin se presentan trastornos del sueo (predominantemente insomnio) y de la alimentacin, dificultades para la insercin social y laboral, trastornos de la memoria, la atencin y la concentracin, sentimientos de culpa, dificultades en el aprendizaje. Sentimientos de desva-lorizacin, angustia y depresin. Baja en el rendimiento laboral, incapacidad para concretar objetivos. Sentimiento de falta de reconocimiento y respeto por parte de los otros.

    La prevencin de la Violencia de G-nero se logra con educacin y equidad para nios y nias, con igualdad de oportunidades y con orientacin pro-fesional no sexista. En la pareja hay que valorar y defender el derecho a una relacin de igualdad, as como com-partir decisiones y responsabilidades ya que es una manera ms para conseguir una vida sin violencia. Es importante repartir entre hombres y mujeres el trabajo domstico, el manejo del dinero y el cuidado de las personas a cargo.

    Se debe evitar que el tratamiento de los medios de comunicacin sobre

    las noticias de agresiones contra las mujeres sea morboso y sensacionalis-ta, reforzando mitos que perpetan la violencia contra ellas, y no se debera ilustrar las noticias con las caras de las mujeres golpeadas, quemadas o muer-tas, sino con la cara de los violentos.

    La Violencia de Gnero debe ser un asunto de polticas pblicas y debe tener condena social y penal. Es fun-damental sensibilizar y formar a todas aquellas personas profesionales (po-lica, personal sanitario, pedaggico, asistentes sociales, letrados y letra-das...) que atienden o tengan relacin con mujeres vctimas de malos tratos, para detectar estos casos y actuar de forma que se sientan comprendidas y ayudadas.

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    En una sociedad que exige a las mujeres estereotipos basados en juventud, xito y belleza, las quemaduras en el rostro y la piel lesionan el narcicismo de la mujer y origina un efecto patgeno sobre el psiquismo que estar en directa relacin con el valor significativo de la zona afectada.

    Las consecuencias psquicas en las victimas observables predominantemente son los trastornos de ansiedad, irritabilidad, baja autoestima, repliegue emocional, hipersensibilidad y agravamiento o desarrollo de enfermedades.

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    En las instituciones de encierro, se pierde el nombre propio. Las entrevistas realizadas construyeron el pasaje; de un nmero de expediente a un nombre

    El sinthome, es el no-sntoma o de sntoma nada, pero es lo que se anuda como si fuera sntoma.

    En las instituciones de encierro, se pierde el nombre propio. Las entre-vistas realizadas construyeron el pasaje; de un nmero de expediente a un nombre, en este caso que sea paciente y no acusado, que se pueda presentar ante los otros con su nombre y no con l nmero de expediente, que habite su nombre porque le pertenece.

    El escenario de esa construccin fue el Hospital pblico.Para M. Foucault el saber de la gente o los saberes sujeto son los sa-

    beres que hay que incluir y re-pensar, los saberes que son descalificados, como el del mdico que tiene un saber paralelo, del enfermero que cons-truye en su prctica diaria, y tambin el del delincuente.

    La insurreccin de los saberes negados, ocultados, reprimidos, son los que nos ayudan a re-pensar la historia. Las prcticas discursivas constitu-yen fuerzas cuya direccin es modificable, los saberes ocupan un campo estratgico y son elementos de tcticas variables.

    Los problemas sociales no pueden estudiarse como objetos aislados, tampoco como una totalidad de significacin. Debiendo definirse para cada situacin

    CoNTINA De PG.1

    Por romina Patio *PSICoLogA / ALCohoLISmo refLexIoNeS CLNICAS

    El acusado

    concreta, las categoras que van a dar cuenta de las situaciones problema. Mario Testa reflexiona acerca de la concepcin de salud y la relacin con

    el Estado, si el Estado es el comit de gestin de la burguesa, o el lugar social donde se articulan las diferentes clases y fracciones de clase de una sociedad. La definicin que se elija, determinar si la lucha a favor del cam-bio social se va a realizar dentro del Estado o contra el Estado.

    El Estado pensado como un lugar social, donde se incluye la discusin de las problemticas actuales. El espacio social que constituye el Estado, se conforma por una multitud de espacios institucionales.

    ...Nos preparamos para hacer una guerra, pero sabamos hablar. Final-mente es lo que nos haban legado las comunidades indgenas...

    E.Z.L.N.

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    > e. gALeANo: eSPeJoS. uNA hISTorIA CASI uNIVerSAL. SIgLo VeINTIuNo eDIToreS.

    > m. fouCAuLT: geNeALogA DeL rACISmo. CAroNTe eNSAyoS.

    > mArIo TeSTA: PeNSAr eN SALuD. LugAr eDITorIAL

    * Licenciada en Psicologa, trabaja en la Subsecretaria de fortalecimiento familiar y Comunitario (ministerio de Desarrollo Social g.C.b.A) y becaria honoraria del Servicio

    de Alcoholismo Centro de Salud mental N.3 Dr. A. Ameghino.

    mail: [email protected], [email protected]

    * Psicoanalista, miembro de fArP (foro Analtico del ro de la Plata)

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    1. e. galeano: espejos. una historia casi universal. Siglo Veintiuno editores.

    2. e. galeano: espejos. una historia casi universal. Siglo Veintiuno editores.

    El sinthomanalista

    Por Patricia aPud * PSICoANALISIS

    como la escritura para poder expresar un pensamiento o un sentimiento, una falta, falla, etc.

    Una experiencia en el taller de pintura que se realiza en el servicio de emergencia y rehabilitacin en el hos-pital Borda, para sujetos psicticos y de otras estructuras permite observar como esta viene como creacin en el lugar del hueco, de la falta, para repararlo.

    La Reparacin, entonces, se da principalmente por la elaboracin de la metfora paterna, en tanto crea-cin de una significacin nueva como nombre del padre.

    La metfora paterna, es la elaboracin propia de cada significante para crear una significacin nueva: una poesa, una pintura o bien un mural en conjunto. Si bien, no todas cumplen este objetivo, ellas generan un lazo social. Un ejemplo son las series de pinturas que el sujeto va elaborando atravs del tiempo, ellas

    CoNTINA De PG.1

    CoNTINA eN La wEB

    no son las mismas se van modificando.Toda creacin no es sin goce. El

    goce, o la libido propiamente dicha es como esa laminilla que cubre el agujero. Tampoco es cierto que toda produccin artstica posea el goce del artista.

    El lugar del analista, entonces, es el lugar del testigo, quien lo acompa-a en la creacin artstica, recoge sus comentarios, sus interpretaciones, y da cuerpo al lazo social.

    Con respecto a la metfora, Lacan habla desde la geometra es un pun-to de la recta infinita, se corta en ese punto de la recta.

    La metfora es entonces como corte o detencin en un punto, de la meto-nimia de significantes para dar una significacin.

    En el caso del arte, la obra puede ocupar el lugar de la significacin. En la psicosis, la pintura en este caso viene

    en el lugar del agujero dejado por la forclusin del significante nombre del padre, cubre ese agujero, como otro-ra lo cubrira el delirio, aunque ms reconocido socialmente. Lo real de la Verdad esta all.

    El psicoanalista, como creadorLacan precis en una conferencia, La Tercera, el valor de estos nudos, en-lazados, entorno a un objeto, que el llam objeto a, y es lo que mantiene la consistencia, de estos nudos en tanto, consiste el objeto, consiste el sntoma. Que pasa cuando el objeto a es atra-vesado por un anlisis?

    De all, que el sntoma deviene sinthome. En este sentido, estamos en el lenguaje y ello deja traza, una marca, que esta ligada al saber, al saber sabido. El anlisis no consiste en que uno est liberado de sus sntomas sino en que se sepa por qu se est enredado en

    eso, en tanto hay lo Simblico.De que saber se trata?El saber absoluto de la tercera per-

    sona (El o Ella), es el Otro en tanto Saber absoluto, o Todo Saber, de eso se trata el Inconsciente en tanto es lo simblico y algo ms. En el pase, el inconsciente se reduce al Sinthome. Saber hacer no es lo mismo que Saber absoluto, es saber hacer con. Esa es la tarea del artesano. En realidad es la tarea del analista. (Linsu que sait de lune-bvue saile mourre. (10.5.77))

    El psicoanalista, es el que sostiene el nombre del padre en tanto suplencia de esta falta, l es el cuarto nudo, que sostiene a los otros tres.

    El sinthome de LacanPor otra parte, Lacan, tambin ha ini-ciado otra serie de seminarios donde el juega con las palabras, justamente

    a partir del seminario veintiuno, Les non-dupes errent, le nom du pre. Este seminario, no fue en cierta for-ma continuado, luego sigue RSI y el sinthome, donde retoma la serie de descomposicin de palabras y frases.

    Pero Lacan, da un sentido a cada palabra. Cada una de ellas tiene su sig-nificacin y ha sido muy bien estudiada antes. Tomemos los relatos de su yerno, Jacques Alain Miller, quien estuvo cerca de l y al que le fue encomendado de revisar y establecer sus seminarios, en los que dice que las nociones aportadas en estos han sido trabajadas con an-terioridad y que en este sentido Lacan era muy precavido al dar a conocer un concepto. Aun ms, gran parte de sus vacaciones las ocupaba en trabajarlos. Entonces en Lacan, se trata de un sa-ber y es un saber elaborado y por lo tanto; el escrito, es una produccin, una creacin metafrica.

    Pero sus seminarios son escritos?Segn el relato de quienes estu-

    vieron cerca de l, sus seminarios, son una enseanza, pero desde el punto de vista de su composicin, presenta las caractersticas del escrito, en tanto elaboracin, el mismo Lacan sostiene que La escritura da el sostn al pen-samiento. (p.142, seminario 23)

    Cierto es que hay un pensamiento inconsciente que es el emerge durante los anlisis en el analizante, pero cuan-do me refiero al pensamiento como escritura, me refiero al pensamiento elaborado de Lacan.

    Es decir, es el pensamiento en tanto, como la bsqueda de un saber y trans-mitindolo a travs de sus seminarios.

    Lo que queda de ellos: es su escritura.

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    nicols hochman, a quien entrevistamos, es el director de esta revista digital; anteriormente particip en otra revista grfica Prometevs como editor, nos hemos conocido va Facebook, y manteniendo nuestra lnea de pluralismo y entrecruzamiento nos pareci pertinente difun-dir su esfuerzo que contribuye al pensamiento, la cultura, la escritura y a la actividad psi.

    cmo surge casquivana?Es imposible que uno viva sabindose concluido a s mismo y al acontecimiento; para vivir, es ne-cesario ser inconcluso, abierto a sus posibilidades. La frase es de Mikhail Bakhtin, y en cierto sentido fue un disparador a la hora de armar Casquivana, la revista literaria que estamos haciendo desde el ao pasado y que puede encontrarse en www.casquivana.com.ar.

    Heredera de una larga tradicin de revistas argentinas, quisimos hacer de nuestra publicacin un medio distendido y sin muchos acartona-mientos, donde diferentes expresiones culturales encontraran un espacio de divulgacin y debate. Y aunque los que la integramos venimos de dife-rentes reas acadmicas, preferimos alejarnos de la idea endogmica que implican las disciplinas, trabajando a partir de ideas y prejuicios desde diferentes perspectivas. Lo que se genera a par-tir de eso es una revista de invencin cotidiana, mutante, que parte de la premisa de aceptar el no saber.

    Y el primer nmero?El primer nmero de Casquivana tuvo como ttulo Quin est detrs? Paranoias, complots y teoras conspirativas. Para armarlo, convocamos a escritores de ficcin, analistas, filsofos, poetas, abogados, dramaturgos, humoristas y artistas plsticos. Cada uno aport su texto o su imagen para darle forma a nuestra edicin-debut, que presentamos en diciembre de 2010 en un bar de San Telmo. El evento cont con mucha convocatoria, hubo proyecciones digitales y las imgenes de la revista se hicieron tangibles al ser trasladadas a cuerpos en 3-D. En ese nmero participaron, entre otros, Ariel Bermani, Oliverio Coelho, Esther Cross, Ana Mara Shua, Patricia Surez y Santiago Varela. En este momento estamos preparando los prximos dos nmeros, a salir con muchas sorpresas y novedades en junio y noviembre de este ao.

    Quienes son casquivana?Los que hacemos la revista somos Nicols Hochman (director; profesor y licenciado en histo-ria), Clara Anich (editora; psicloga por la UBA y escritora), Paula Gerena (diseadora; tambin por la UBA) y Leticia Paolantonio (coordinadora de ilustradores; profesora de bellas artes por el IUNA), junto con un equipo muy grande de colaboradores que varan nmero a nmero. El proyecto es consecuencia de otros muchos que empezamos a generar en los ltimos aos, como el ciclo literario Alejandra, la revista Prometheus, la editorial Kazak y los talleres literarios y artsticos que damos durante el ao.

    Qu van a encontrar en casquivana? Cuentos, psicoanlisis, poesa, monlogos teatrales, reseas de libros, ancdotas, humor, his-torietas, una novela por entregas, caricaturas, dibujos, pinturas, fotografa y muchas ganas de mostrar la literatura de una manera simple, sin contracturas, con color, imperfecta e incompleta.

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    Lo escrito se inscribe en el incons-ciente creando el orden de la Cosa (Das Ding). Esto supone delimitar y definir el campo de la cosa y sus implicaciones. El campo de la Cosa est sembrado de letras. Signo del objeto representado, cuyo referente es el cuerpo, antes del advenimiento de la sonoridad. La Cosa ignora la palabra, es una imagen corporal. Junto a la concepcin psicoana-ltica del cuerpo ergeno, se nos impone otro concepto: el cuerpo del lenguaje, un cuerpo segundo, lugar de la lengua. Dit-mansin

    de la verdad. En esta casa (mansion) la verdad est escrita en el cuerpo con signos-objeto letras- cuyo valor significante es necesa-rio descifrar. Lo escrito es el lugar donde se aloja lo real. Lo real est escrito, asimilado junto con el alimento materno, absorbido a travs del seno. En el primer encuentro del nio, en estado de infans, con el Otro maternal lo escrito comienza a delimitar un campo posible de interpretacin. Esta interpretacin es exgida para organizar el campo del discurso.

    La escritura inconsciente no tiene por funcin comunicar o ex-presar, sino conformar, ms all del lenguaje, la historia pulsional del sujeto. Esta escritura es un conjunto de signos sin relacin con las ideas, ni con la lengua, y destinados a definir en su espesura un lenguaje, aquel que estructura el Inconsciente. El Inconsciente est estructurado como un lenguaje, afirma Lacan. Un lenguaje perenne, que hace del inconsciente una dimensin atemporal.

    Lo EScrito En EL inconSciEntE de la letra al significante NORMA ALBERRO LUGAR EDITORIAL | Pgs. 160

    Los problemas institucionales, desde sus inscripciones empricas hasta sus implicaciones poltico-sociales, han generado un creciente inte-rs en el campo de los estudios e investigaciones especializadas. Asi-mismo, las investigaciones de los dispositivos institucionales indican una nueva perspectiva en estudios ms precisos, tales como los de la seguridad ciudadana y acciones precisas del Estado.Las ciencias sociales y las humani-dades ya han ofrecido numerosos

    modos de abordaje a las especificidades de este complejo cruce de experiencias al que denominamos institucin. Mientras que, en la actualidad, la centralidad de los problemas institucionales adquiere la distincin de aquello que no admite slo una alusin terica o, simplemente, el restringido reconocimiento emprico. La dimensin institucional adquiere una eminencia propia y original que alcanza desde las inscripciones inconscientes hasta los procesos globaliza-dos de la organizacin socio-histrica.

    diSPoSitiVoS inStitucionaLES 1 democracia y autoritarismoen los problemas institucionalesGREGORIO G. KAMINSKY LUGAR EDITORIAL | Pgs. 157

    Psicosomtica y Creatividad, Teraputica de la Imaginacin Material-Dinmica (T.I.M.D.) se centra en la investiga-cin y tratamiento de patologas psicosomticas y en especial de los pacientes que padecen de la llama-da alexitimia.

    Susana Rotbard inaugura la T.I.M.D. que ampla la labor psicoanaltica en el abordaje de patologas que exce-den la conflictiva neurtica, y que se desencadenan a partir de situaciones vinculares de atolladero afectando

    los sistemas psico-neuro-hormono-inmunlogicos.La metodologa de trabajo ampla la tcnica de asociacin libre

    con la exploracin de contenidos sensoriales y gestuales que for-man el sustrato de la vida imaginativa y que se descubren a partir de producciones materiales realizadas por los propios pacientes.

    As como Freud emple el anlisis del sueo como la va regia en el abordaje de la psiconeurosis; en los casos en los que hay un olvido de los sueos otra va regia se desarrolla a travs de la T.I.M.D.

    Esta obra, basada en muchos aos de investigacin, ofrece al lector la oportunidad de escla-recer primordiales cuestiones histricas y clnicas respecto de la fundamental importancia que desempea el perodo de la ado-lescencia en la estructuracin de la vida psquica. La historia y el psicoanlisis afrontan en co-mn la ciclpea tarea de escrutar los laberintos del alma humana. Comparten el material y difieren en la metodologa. La confluencia de ambos ha sido

    y resulta ser, como lo atestigua este libro, elocuentemente fecunda. David Levisky coloc en el divn a un monje medieval, Guibert de Nogent, y estableci un puente histrico-psicoanaltico entre am-bas disciplinas. No es una psico-biografa tradicional como la que Freud dedic a Leonardo da Vinci. Levisky valoriza las experiencias de Guibert de Nogent en la infancia y la adolescencia como facto-res relevantes para explicar los sentimientos y los procedimientos del adulto que termin de escribir sus memorias alrededor del ao 1115, con sesenta aos de edad. Lo gua una fascinante aventura: penetrar en la intimindad de un monje del siglo XII para poner en evidencia la importancia ejercida por la etapa de la adolescencia en su proceso de identidad y contra-rrestar la creencia devaluada acerca del adolescente en el Medioevo. En cambio, el anlisis histrico-psicoanaltico de la adolescencia de Guibert evidencia lo contrario. La familia y el propio Guibert confir-man la existencia de una fuerte preocupacin y dedicacin afectiva y educacional en relacin con los adolescentes, no solamente por el hecho de que l fuera a ser monje. En la vida laica, en los castillos y en las ciudades, haba maestros y escuelas, a la manera de la po-ca. Los medievales tenan un sentido de familia, y los adolescentes ocupaban un lugar social en ella y en la sociedad; adems de sea-lar que en esa poca los adolescentes tambin eran irrespetuosos y perturbadores.

    un monJE En EL diVan la trayectoria de un adolescente en la edad mediaDAVID LO LEVISKY LUMEN | Pgs. 315

    Al margen de las noches presenta una particularidad muy especial, ya que no se trata de la trascripcin de una vida o una prctica, sino que encierra una lectura amena y enriquecedora de la poca en que transcurri gran parte de la vida de J. B. Pontalis, psicoanalista que se nutri del cruce de tres grandes pensadores del siglo XX. Jean-Paul Sartre, Maurice Merleau-Ponty y Jacques Lacan. Poseedor de una mirada personal, los fragmentos que conforman este libro presentan a la manera de precisas pinceladas-

    los comentarios y sentimientos que el siglo, con sus avatares, guerras y conflictos despert en el autor y la incidencia de estos acontecimien-tos en la vida de sus contemporneos, entre los cuales se cuentan por supuesto- aquellos que poblaron su consultorio como pacientes o alumnos. Este libro propone un recorrido por las grandes temticas de la humanidad: el ser y la nada, el paso del tiempo, el yo, los mitos (que simbolizan situaciones resueltas por las diferentes culturas), e incluso una bsqueda de las sensaciones que proporciona el pasaje del sueo a la vigilia y sus relaciones con la realidad. Pero tambin se trata de un libro de evocaciones personales, que rememora los cursos que dictara el autor, sus viajes, sus amistades personales y profesionales. Sobre todo, es la realizacin de un sueo compartido con muchos psicoanalistas: narrar las memorias del autor y presentarse como escritor-terapeuta. Y es, adems, un legado, tal vez a Alice, la pequea que representa la posibilidad de trascendencia y continuidad, tal vez a sus alumnos, tal vez a todos los interesados en su trabajo, en su obra. Una forma de de-cir: As veo el mundo hoy, despus de mi pasaje por el psicoanlisis.

    aL marGEn dE LaS nocHESJEAN-BERTRAND PONTALISPAIDOS | Pgs. 122

    Amrica Latina suele ser vista como un conjunto de naciones que comparten una lengua y se comportan de manera parecida, asumiendo que se trata de un todo homogneo. Esta visin -tan estereotipada como este-reotipadora-, ignora que existen cientos de lenguas y culturas que habitan a lo largo y ancho de su vasto territorio. As se invisibiliza nuestra diversidad. En contra de este empobrece-dor panorama, Historias de la

    psicologa comunitaria en Amrica Latina resea con deta-lle y agudeza los pormenores de veinte experiencias nacionales que han auspiciado y definido el desarrollo de la psicologa comunitaria en el subcontinente. El objetivo: registrar cmo se practica, se ensea y se investiga desde la psicologa comunita-ria de cada pas. Esta obra incluye descripciones de programas de muchos aos y sus transformaciones (el caso de Venezuela, Puerto Rico, Brasil), programas recin instrumentados (Para-guay, Per), otros en los cuales la psicologa comunitaria es una asignatura electiva en el pregrado universitario (El Salvador y Venezuela), o en los cuales las problemticas de la psicologa comunitaria se insertan en cursos con ttulos de intervencin psicosocial, en otras ramas de la psicologa o de la psicologa social (Costa Rica, Cuba, Guatemala, Venezuela), o solo a travs de experiencias de pasantas o extensin (Honduras, Ecuador). En cada uno de los captulos aqu reunidos, expertos locales desglosan las peculiaridades, influencias iniciales y posteriores, lneas de pensamiento y accin predominantes en los modos de hacer psicologa comunitaria en Amrica Latina. Es, en este sentido, una mltiple y heterognea historizacin de la disci-plina que ha levantado la bandera de la transformacin social desde la gente en nuestra regin.

    HiStoriaS dE La PSicoLoGa comunitaria En amrica LatinaPArtiCiPACiN Y trANsFOrmACiN MARITzA MONTEROIRMA SERRANO-GARCA (COMPS) PAIDOS | Pgs. 447

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    una nueva profesin surge como nuevas formas de reflexin en la movilidad social actual: la consultora filosfica, aportando conceptos que posibilitan pensar un problema des-de otra perspectiva o, desde diferentes modos posibles. la autora propone un novedoso abordaje de autoayuda, con los problemas cotidianos de la existencia humana, desde la Filosofa como una interrelacin con otras disciplinas para llevar a cabo en forma indivi-dual o empresarial.

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    Los talleres clnicos nacieron de una inquietud generada en el deseo de estudiar e investigar la compleja articulacin entre la teora y la prctica del psicoanlisis. su nombre responde al sintagma talleres porque es lo que se construye, cada vez, en cada caso. conversar sobre la clnica, apoyarse en la lectura de la teora lacaniana, preguntarse por los impases operativos que

    presenta un caso clnico, es nuestra tarea.

    oriEntado a

    L a Filosofa es libertad (con todo lo que ello implica: decido por y para m, pero tambin me hago cargo de). Esta autonoma [= darse cada uno a s mismo sus propias leyes], esta propia filosofa de vida consistir, entre otras cosas, en formularme una primera pregunta existencial bsica: Quin soy? Yo no soy Profesora / Licenciada en Filosofa. stos son tan slo un par de ttulos que obtuve y a travs de los cuales cumplo un rol social especfico en un espacio-tiempo determinados (por ejemplo, aqu y ahora). Sin embargo, tampoco soy Sandra. se es tan slo

    El qu se define a partir de mi relacin con los otros, mientras el quin se descubre a partir de mi relacin conmigo.

    un nombre que me ha sido asignado para distinguirme entre unos cuan-tos individuos Quin soy?, no qu sino quin. El qu se define a partir de mi relacin con los otros, mientras el quin se descubre a partir de mi relacin conmigo. Este correlato de definicin a partir de otros es porque, por ejemplo, el hecho de que yo sea paciente de permite que mi mdico sea mdico, que mi alumno sea mi alumno admite que yo sea docente, que mis padres sean mis padres hace que yo sea hija. Nombramos, entonces, roles determinados definidos por otros que tambin cumplen roles determi-nados que, a su vez, son definidos por nosotros. Sin embargo, el quin soy se descubre a partir de mi relacin conmigo. Este descubrimiento ya no tiene que ver con un rol por y para, sino con un proceso de crecimiento personal a travs del cual inten-tar llegar a mi esencia, es decir, mi ser. La esencia de una cosa es lo que hace que esa cosa sea lo que es y no otra cosa.

    Por mi parte, ojal que ese quin soy lo termine descubriendo un se-gundo antes de mi muerte, lo cual significar que durante toda mi vida habr protagonizado un proceso de crecimiento personal, sin interrup-ciones ni retrocesos (no en el sentido de decir y desdecirse, probar y pro-barse, decidir y revocar la decisin, porque eso s es crecer), me refiero a interrupciones y retrocesos pro-pios del detenimiento a mirar pasar

    la vida, creyendo tener todo claro y nada por hacer.

    Tambin, podremos formularnos otras preguntas, por ejemplo: qu quiero y qu no quiero para m? Es-tamos refirindonos a preguntas, no a respuestas. No es ms importante -y ms difcil- saber hacer -y sobre todo saber hacerse- preguntas? En la medida en que las respuestas en-contradas sean provisorias, nunca definitivas, es decir, en tanto que esas respuestas den paso a nuevas preguntas posiblemente estaremos en el camino del conocimiento de uno mismo, del crecimiento y, por

    supuesto, de la autoayuda. Un ejemplo diario (especialmen-

    te entre quienes cumplen el rol de psicoterapeutas o de pacientes de psicoterapia). Hay quienes sostienen que despus de algunas sesiones de terapia psicoanaltica se sale ms confundido, cierto es y bueno est que as sea. Servira salir con una respuesta, y adems, con una res-puesta dada por otro? Aclaremos: si pregunto a mi analista qu hago? y me respondiera, correra el riesgo de vivir algo que no eleg. O peor an, no sera ni siquiera lo que mi analista elija para m sino para l que es tan sujeto como yo. Me pregunto -y pregunto-: eso es lo que quiero para m, que otro -un otro- (analista, pareja, familia, amigo, sacerdote, docente, jefe, presidente) decida por y para m?, porque si hay alguien con quien voy a tener que convivir por el resto de mi vida, ese alguien soy yo.

    Mi propuesta es concebir a la Filosofa, aparte de como una asig-natura a ensear, como una actividad a compartir. Propongo, entonces que la Filosofa se mezcle entre todos y cada uno de nosotros, escape de los textos, de los congresos especializa-dos, de las aulas, y vuelva al gora.

    Por qu no generar un espacio de encuentro en que la opinin de cada uno sea valorada y respetada? No creo que haya pensamientos correctos o incorrectos: hay pen-samientos; tampoco creo que haya

    gente pensante y no pensante: hay gente. Hay un otro que, al igual que yo, merece ser escuchado y respe-tado, es su derecho y es mi deber.

    La Filosofa -dicho por algunos autores- es la terapia del alma, pero tambin podramos considerarla como una aliada para momentos en que sentimos que el rumbo se pierde. Tampoco estara de ms que otras disciplinas (todas?) recurran a esta disciplina como auxiliar (que no es poco). Otra forma de socorrernos, ayudando a sortear obstculos, lle-nar huecos, escribir las pginas en blanco que dejan el resto de otras disciplinas que tal vez crean completar todas las pginas, seguras de haber dado todas las respuestas posibles.

    La Filosofa nos ensea a relacio-narnos con la duda, nos acompaa en el proceso de saber. Y esto implica cuestionar incluso al propio cono-cimiento y ese proceso implica no creer que hayamos llegado a poseerlo. Comparto la postura que adoptara el filsofo Toms Abraham cuando hace varios aos dijo a sus alumnos de Introduccin a la Filosofa en la Facultad de Psicologa de la U.B.A.:

    La Filosofa no es un texto ni una tradicin. La Filosofa no es un profesor. La Filosofa no es un conjunto de recetas, ni dos par-ciales de un definitivo final. No es una carrera universitaria ni un profesorado. La Filosofa es una actitud ante la vida.

    Las bases de mi propuesta en una consultora filosfica son las siguientes:

    - Una primera instancia en que el consultante describe su inquietud tal y como la percibe.

    - Un segundo momento en que lo acompao a que vislumbre qu actitud adopta frente a ello y qu considera que lo llev a esa situacin.- Finalmente, intercambiar puntos de vista a fin de que el consultante pueda ver su conflicto desde otra perspectiva y vislumbrar las dife-rentes posibilidades de resolucin, acompaado de un cambio en su propia actitud.

    Lic. teresa MaNsiLLa

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fairytail 173

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RUSTOP 68, 173, 173 DW, 175, 179,184 - HP Lubricants

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naruto 173

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Poiésis 173

Poiésis 173

BITplus - registradorescantabria.com plus 173.pdf · En esos supuestos el acreedor público no tiene otro remedio que despojarse el “imperium”, de la autotutela declarativa y

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Vocero 173

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Decreto 173

Decreto 173

RESERVE D1.3 v1 D1.3 v1.0 Page 3 (89) Authors Partner Name Phone/ e-mail EDD Steffen Bretzke Phone: +49 173 5431962 e-mail: Steffen.Bretzke@ericsson.com

RESERVE D1.3 v1 D1.3 v1.0 Page 3 (89) Authors Partner Name Phone/ e-mail EDD Steffen Bretzke Phone: +49 173 5431962 e-mail: [email protected]

173 Intractable & Rare Diseases Research. 2021; 10(3:173 ...

173 Intractable & Rare Diseases Research. 2021; 10(3:173 ...

T305 - 173-08 & 09 TRO T305-173 · Title I:\TNS Schemes\T305-MANGOTSFIELD RURAL\173 - Emerson's Green Area - Bus Route Measures\Drawings\T305 - 173-08 & 09 TRO T305-173 Author raa

T305 - 173-08 & 09 TRO T305-173 · Title I:\TNS Schemes\T305-MANGOTSFIELD RURAL\173 - Emerson's Green Area - Bus Route Measures\Drawings\T305 - 173-08 & 09 TRO T305-173 Author raa

magick-472hCnYtM3eMmyQ · 11 1733408 C} 111733411 111733424 111733437 11 1733440 11 173 3453 11 173 3509 11 173 3512 11 1733525 11 173 3538 11 1733541 11 173 3554 559,— 195x93x50cm

magick-472hCnYtM3eMmyQ · 11 1733408 C} 111733411 111733424 111733437 11 1733440 11 173 3453 11 173 3509 11 173 3512 11 1733525 11 173 3538 11 1733541 11 173 3554 559,— 195x93x50cm

INFOCON #173

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HorstWILLIGMANN:EinführungindieHeim’scheTheorie(II) · Gnostika 173 Basler Psi-Tage 1997 173 Ganzheitliche Heilkunde 173 Naturheilkundliches Symposium 173 Akademie für Medizin

HorstWILLIGMANN:EinführungindieHeim’scheTheorie(II) · Gnostika 173 Basler Psi-Tage 1997 173 Ganzheitliche Heilkunde 173 Naturheilkundliches Symposium 173 Akademie für Medizin

Revista 173

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Confesercenti Venezia NOTIZIE...mail confesercenti.venezia@confve.it SPINEA Via Roma, 173 Tel. 041 5412848-5410844 Fax 041 5088382 mail ufficio.spinea@confve.it NOALE P.zza XX Settembre,

Confesercenti Venezia NOTIZIE...mail [email protected] SPINEA Via Roma, 173 Tel. 041 5412848-5410844 Fax 041 5088382 mail [email protected] NOALE P.zza XX Settembre,

173 PELIDONCHO

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2017hanazono - FC2oganamahage.web.fc2.com/scrap_images/2017/2017_hanazonoakit… · 173 173 78 173 84 99 165 173 3 166 173 3 181 175 170 167 165 163 173 174 160 160 174 176 173 174

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