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El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2008) Maizels, Ana Laura Narvaja de Arnoux, Elvira 2017 Tesis presentada con el n de cumplimentar con los requisitos nales para la obtención del título Magister de la Universidad de Buenos Aires en Análisis del Discurso

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El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2008)

Maizels, Ana Laura

Narvaja de Arnoux, Elvira

2017

Tesis presentada con el fin de cumplimentar con los requisitos finales para la obtención del título Magister de la Universidad de Buenos Aires en Análisis del Discurso

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Universidad de Buenos Aires

Facultad de Filosofía y Letras

Maestría en Análisis del Discurso

EL ETHOS EN LOS DISCURSOS POLÍTICOS DE CRISTINA

FERNÁNDEZ DE KIRCHNER (2007-2008)

Tesis de Maestría

Ana Laura Maizels

Directora: Dra. Elvira B. Narvaja de Arnoux

Buenos Aires, julio 2017

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2

Agradecimientos

La realización de esta tesis no hubiera sido posible sin el aporte de muchas

personas a quienes quiero expresar mi agradecimiento:

En primer lugar, a mi Directora, Elvira Arnoux, por la posibilidad de realizar

este trabajo; por la paciente guía durante el proceso de investigación; por sus lecturas

atentas y comentarios precisos; por su generosidad y su invaluable contribución a mi

formación.

A los profesores de los seminarios de la Maestría en Análisis del Discurso, por

sus sugerencias expresadas durante los intercambios en clase y en la corrección de mis

trabajos muchas de las cuales se ven reflejadas en esta tesis.

A mis compañeros del Instituto de Lingüística de la Facultad de Filosofía y

Letras de la Universidad de Buenos Aires y de la Maestría en Análisis de Discurso. Las

charlas y debates fueron valiosos aportes durante la investigación y la elaboración de

esta tesis. En especial, a Daniela Lauría, María Florencia Rizzo, Juan Eduardo Bonnin,

Andrés Buisán y Mariano Dagatti, por sus atentas lecturas y sus generosos consejos.

A los amigos que apoyaron y acompañaron el proceso, especialmente, a Ione de

Jesús y Nadia de Pablo.

A mi familia, mis papás Oscar y Lucy, por el apoyo y la contención que me

dieron siempre. A Maxi, por su amor constante y su acompañamiento, y a Marco, mi

amor más grande. Sin ellos, esto no hubiera sido posible; a ellos, mi agradecimiento

eterno y todo mi amor.

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3

INDICE

AGRADECIMIENTOS……..……………………………………………………………... 1

PRESENTACIÓN……………………………………………………………………….…… 5

CAPÍTULO 1. CONTEXTO SOCIO-HISTÓRICO, ANTECEDENTES Y

MARCO TEÓRICO

1. Introducción…………………………………………………………………………… 13

2. Contexto socio-histórico……………………………………………………………… 13

3. Antecedentes………………………………………………………………………….. 23

3.1 La Ciencia Política……………………………………………………………….. 23

3.2 Las Ciencias de la Comunicación………………………………………………… 27

3.3 Las Ciencias del Lenguaje………………………………………………………... 34

3.3.1 La Imagen de Cristina Fernández……………………………………..… 40

4. Marco teórico de la investigación……………………………………………………. 47

4.1 La categoría de ethos……………………………………………………………... 47

4.1.1 La tradición retórica………………………………………………………47

4.1.2 La renovación de la retórica………………………………………………49

4.1.3 La lingüística de la enunciación…………………………………………. 51

4.1.4 El análisis del discurso contemporáneo…………………………………. 53

CAPÍTULO 2. LA LLEGADA AL PODER. LA LEGITIMIDAD, LA

AUTORIDAD Y LA CONSTRUCCIÓN DE LIDERAZGO

1. Introducción…………………………………………………………………………... 59

2. La construcción de legitimidad: “nosotros gobierno” y el Proyecto………………….. 61

2.1 El presente: “El periodo más fructífero de nuestros doscientos años”…………… 67

3. La legitimidad por mandato…………………………………………………………… 72

4. La construcción de “la persona”. Un relato de ascenso social y de

participación política…………………………………………………………………. 78

4.1 El relato de vida………………………………………………………………….. 79

4.2 La trayectoria política y la vida en Santa Cruz…………………………………… 82

5. La figura de Néstor Kirchner…………………………………………………………. 91

6. A modo de cierre……………………………………………………………………... 96

CAPÍTULO 3. LA MUJER PRESIDENTE

1. Introducción………………………………………………………………………….. 98

2. Cristina, mujer………………………………………………………………………. 100

3. Los antecedentes y el linaje………………………………………………………….. 103

4. El colectivo de identificación: “Nosotras, las mujeres”. Estereotipos de

la mujer en el discurso de Cristina Fernández………………………………….…… 111

4.1 El discurso de la diferencia……………………………………………………… 115

5. A modo de cierre……………………………………………………………………. 122

CAPÍTULO 4. LA CREDIBILIDAD. LA ENUNCIACIÓN POLÍTICA Y LA

IMAGEN PEDAGÓGICO -EXPERTA

1. Introducción ………………………………………………………………………… 125

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4

2. La enunciación política……………………………………………………………… 128

2.1 La credibilidad dicha. La sinceridad: “La sinceridad es uno de mis datos

proverbiales”………………………………………………………………………… 130

2.2 La coherencia intradiscursiva: “Como siempre he dicho”……………………… 137

2.3 Cuestiones de registro: el control sobre el lenguaje y la apelación a la

lengua popular…………………………...……………………………………… 139

3. La presidenta pedagoga………………………………………………………………146

3.1 La escenografía profesoral .…………………………………………………….. 149

3.1.1 La circulación de la palabra ajena: la puesta en escena de “otras

voces”……………………………………………………………………………… 154

4. La presidenta experta. Idoneidad y competencia…………………………………… 161

4.1 La producción de sentido y el desplazamiento del lugar de enunciación ……… 162

4.2 Los medios probatorios………………………………………………………… 170

4.2.1 La retórica de las cifras: “Los números son los números,

como digo yo”………………………………………………………….. 171

5. A modo de cierre …………………………………………………………………. .. 173

CONCLUSIONES…………………………………………………………………... 176

ANEXO….…………………………………….…………………………………….. 183

BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………… 191

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5

Presentación

El discurso de los políticos, -y el de los jefes de Estado en particular- ha sido y

sigue siendo objeto de estudio y reflexión de diversos campos disciplinares. Las

ciencias del lenguaje en general y el análisis del discurso en particular no han escapado

a este interés1. Como sostiene Charaudeau (2002), el análisis del discurso se interroga

sobre los discursos que posibilitan tanto el surgimiento de una racionalidad política

como la regulación de los hechos políticos. De esta manera se ve cómo se articulan

lenguaje y acción, en el sentido de que la actividad del lenguaje apunta a construir

juicios y opiniones sobre la vida y el comportamiento humanos y de que la acción se

orienta hacia objetivos que transforman el estado de los seres, de los fenómenos y de

las situaciones.

Para Arnoux (2008) el análisis de los discursos políticos permite entender cómo

las subjetividades que se construyen facilitan procesos de identificación que dan forma

al cuerpo social y lo movilizan en torno de objetivos, propuestas o consignas. Es por

esto que es interesante el análisis de las instancias mediadoras de las prácticas políticas

1 En el ámbito anglosajón, la propuesta del Análisis Crítico del Discurso (ACD) se ha interesado por el

discurso político en el marco de su interés por los procesos sociales referidos al poder. Chilton y

Schäffner (2001) sostienen que el análisis de discurso político “se ocupa de relacionar las particularidades

del comportamiento lingüístico con lo que normalmente entendemos por “política” o “comportamiento

político”. Estos autores definen como potencialmente políticas aquellas acciones (lingüísticas o no) que

involucran el poder o su opuesto, la resistencia. Por otro lado, relacionan procesos políticos y tipos

discursivos y niveles de organización del discurso mediante una categoría intermedia, a la que denominan

funciones estratégicas. Se destacan las propuestas de Fairclough (1992, 1995, 2003); Chilton y Schäffner

(2001); Woodak y Meyer (2003); Chilton (2006).

En Francia, el análisis del discurso, en su etapa inicial, se ha desarrollado a partir de un corpus

específicamente político. Ciertas nociones, como las de “enunciación, “corpus de textos”, ”contextos”,

“condiciones de producción”, han permitido a los estudios lingüísticos descubrir y determinar un nuevo

campo de análisis del lenguaje que ya no se refería a la lengua, al estudio de los sistemas de la lengua,

sino al discurso, es decir, a los discursos que circulan en el mundo social y que revelan ellos mismos lo

que son universos de pensamiento y de valores que se imponen a un tiempo histórico dado. Este análisis

del discurso político, que reclamaba su filiación con el “materialismo histórico” y con una teoría de las

ideologías, tal como fue definida por Althusser (1970), se apropió posteriormente, al término de cierto

trabajo crítico (Pêcheux, 1977), del concepto de “formación discursiva” propuesto por Foucault (1969).

De esta manera dio lugar a trabajos que perseguían el objetivo de revelar ciertos presupuestos ideológicos

bajo el lenguaje, al mismo tiempo que recurrían a distintos métodos de análisis (…) (Charaudeau, 2002:

122). Dentro de esta perspectiva, encontramos la propuesta de Marcellesi, citada por Courtine (1981)

quien define al discurso político como aquel “discurso mantenido por un colectivo intelectual en vistas a

la hegemonía”. Se destaca la revista Langages como ámbito de circulación de estos trabajos señeros (13,

23, 33, 55, 62, 81, 144), y los trabajos de Pecheux y Gadet (1981); Courtine (1981); Landowski (1982);

Maldidier (1992), Sériot (1986) entre otros. En el ámbito argentino podemos destacar los trabajos de

Verón (1987); Sigal y Verón (1986); De Ipola (1983 y 1987); Raiter y Menéndez (1986); García Negroni

(1988); Arnoux, (2001, 2008), entre otros.

Para un abordaje detallado de las principales perspectivas y líneas de investigación contemporáneas

sobre política y discurso en español, (cfr. Arnoux y Bonnin, 2014).

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así como la indagación acerca de sus vínculos con los procesos sociales en marcha que

le dan su sentido histórico. El análisis de los discursos de un político cuya palabra tiene

incidencia en sectores amplios de la población o ha producido transformaciones en los

modos de percibir y evaluar el universo social puede darnos claves para comprender su

capacidad de movilización, de construcción de nuevas subjetividades o de conformación

de grupos de pertenencia. O, por el contrario, puede ayudarnos a comprender el fracaso

de una estrategia o la incapacidad de generar una corriente de aceptación a las medidas

que propone.

La tesis que presentamos se inscribe en la perspectiva del análisis del discurso

interesada por la palabra política y se enmarca particularmente en los estudios sobre el

ethos, es decir, la imagen de sí que construye el orador en su discurso para ejercer

influencia sobre el auditorio. Nos interesamos, específicamente, en la construcción de la

imagen pública de Fernández en el complejo cruce entre su ethos previo (Maingueneau,

1999), es decir, la imagen que como política –senadora, diputada- y primera dama tenía

al momento de su candidatura; las características discursivas que le son propias –su

estilo- y sus comportamientos, atendiendo especialmente a los imaginarios

sociodiscursivos que los valoran positiva o negativamente, y las condiciones

sociohistóricas que permitieron su llegada a la presidencia.

Ha habido, en los últimos tiempos, trabajos interesados en la discursividad de

Cristina Fernández; sin embargo, nuestra tesis propone el análisis exhaustivo de la

construcción de la imagen de sí de Fernández en sus alocuciones públicas en el período

de su primera campaña política (19 de julio 2007- 28 octubre de 2007) y los primeros

meses de su presidencia (12 diciembre de 2007-19 de julio de 2008). El interés en la

discursividad de este periodo radica en dos razones que hacen particularmente relevante

su abordaje como objeto de análisis. En primer lugar, en sus particularidades socio-

históricas. En su origen, nuestra investigación se pregunta acerca de las condiciones que

permitieron que Cristina Fernández accediera a la Presidencia de la Nación en

diciembre de 2007. Estas, como veremos, le imponían desafíos en la construcción

discursiva de la imagen pública que radicaban, tanto en el alto índice de popularidad de

Néstor Kirchner que le “exigía” justificar su candidatura frente a quienes preferirían que

él aspirara a un segundo mandato presidencial, como a la ausencia en el Partido

Justicialista de internas abiertas para elegir el candidato presidencial lo que generaba

suspicacias en relación a la legitimidad de su candidatura. Asimismo, Fernández era la

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esposa del presidente saliente y compartía el mismo espacio político, lo que le impedía

oponerse a su gestión y activaba la memoria discursiva de los “matrimonios

presidenciales” del Peronismo. Sin embargo, para cobrar una identidad propia, debía

proponer cierta diferenciación en relación con esa gestión, independizarse de la figura

política de Néstor Kirchner, y, particularmente, de la identidad política que Néstor

Kirchner había construido a lo largo de cuatro años de mandato, es decir, debía

contrarrestar la percepción de que era una candidata y sería una presidenta vicaria.

Además, durante este periodo se produjo una crisis política muy profunda, quizá la más

profunda que Fernández debió afrontar en su primer mandato, la crisis con el sector

agropecuario que incidió de manera crucial en la configuración de su imagen pública.

En segundo lugar, hemos elegido este recorte porque consideramos que desde el

inicio de su campaña política y, especialmente, en los primeros meses de su presidencia

se construye una “matriz de discursividad”2 (cfr. Beacco, 1988; Arnoux, 2004, 2008)

cuya definición estuvo vinculada a los desafíos afrontados. Hemos considerado los

componentes en relación con el ethos que incluyen diversos rasgos lingüístico-

discursivos que se acentuarán o atenuarán de acuerdo con las circunstancias. Los

componentes identificados son aquellos que hemos elegido para organizar nuestra

exposición: la legitimidad; la condición de mujer y la credibilidad, cuyos rasgos

desarrollaremos en cada caso.

De acuerdo con Arnoux y Bonnin (2014) la articulación entre política y discurso

implica la consideración de una esfera de la actividad social (donde el ejercicio de la

palabra pública es regulada por la definición de lugares, temas, estilos y sujetos

legítimos, y al mismo tiempo confrontan diversas estrategias de poder) y los discursos

que allí se producen, así como la manera en que circulan, con sus restricciones

inherentes. También implica abordar la orientación ideológica revelada por las opciones

2 La noción de matriz discursiva propuesta por Beacco (2005 [1988]) proviene de la comprobación de que

ciertos textos presentan afinidades de diversa índole y que estas afinidades se manifiestan en

convergencias estructurales y sobre todo enunciativas que confirman su pertenencia a una misma serie

discursiva. Se llama matriz discursiva a esos rasgos comunes o ampliamente compartidos propios de un

conjunto de textos postulados como tributarios de un mismo discurso. Se define como “un “marco, con

valor modelizante, de que proceden, en variables grados de conformidad los textos observables incluidos

en una misma serie” ([1988:37]; 2005:376-377). Las regularidades constitutivas de una matriz discursiva

son del orden del inventario de las marcas (representación) o del de la descripción de sus localizaciones y

combinatorias (configuración). Este concepto, sostiene Arnoux, “remite tanto a un espacio de

regularidades generador de discursividad como a un molde que permite dar forma discursiva a datos

diversos e, incluso, funcionar como grilla interpretativa de lo social” (Arnoux, 2008:42).

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lingüísticas utilizadas en discursos asociados a prácticas sociales y vinculados con

ciertas posiciones dentro de sus respectivos campos sociales.3

La definición misma de discurso político y su especificidad4 es objeto de debate

entre los especialistas. También son diversas las formas que puede tomar la

comunicación política.5 No soslayamos aquí la importancia que tienen las múltiples

3 La traducción es nuestra.

4 El discurso político puede definirse de acuerdo con diversas perspectivas. Mangone y Warley (1994)

agrupan las definiciones en dos grandes grupos: aquellas de corte institucional-funcionalista y las que se

recuestan en una teoría de las ideologías. Las primeras, consideran como discurso político a todo aquel

enunciado o conjunto de enunciados producidos por las instituciones en las que la sociedad encierra en un

momento determinado la función dominante de la política, desde un congreso partidario hasta la

confrontación de las campañas presidenciales de los diferentes partidos. Esta mirada se interesa por

establecer una clasificación del discurso político en el marco de los discursos sociales. Las segundas,

escapan a lo específicamente discursivo. El discurso político aquí se convierte en una forma más, aunque

privilegiada, donde emergen las ideologías sociales, y, por lo tanto, se subordina a la hora del análisis al

concepto de formación discursiva. Esta perspectiva, por su parte, hace imposible cualquier clasificación

del discurso político. (cfr. Mangone y Warley, 1994:16-19). Entre las primeras, encontramos la definición

propuesta por Verón (1987): “está claro que el hablar sobre discurso político supone necesariamente que

existen discursos que no son políticos: dicho de otro modo, la noción de discurso político presupone, de

manera implícita o explícita, ciertas hipótesis sobre una tipología de discursos sociales. Ahora bien, es

igualmente claro que esa tipología no existe todavía. El trabajo sobre discurso político se ha desarrollado

entonces sobre la base de ciertas intuiciones –con frecuencia correctas- y a partir de la identificación de

sentido común, como por ejemplo la que consiste en analizar como “discurso político” textos producidos

por líderes o por partidos políticos.” (Verón, 1987)

Más recientemente, Arnoux y Bonnin (2014) determinan dos grandes campos de estudio que vinculan

discurso y política. El primero es el estudio de los discursos políticos; el segundo se centra en el análisis

político de otros discursos. El primer caso, se interesa en una conjunción de diversos aspectos tales

como las circunstancias en las que los discursos son producidos (por ejemplo, procesos electorales,

manifestaciones populares, tributos a figuras públicas, etc.); los marcos institucionales, (partidos

políticos, el Parlamento, agencias gubernamentales, etc.); sus géneros discursivos (discursos en el

Congreso, propaganda política de radio o televisión, evaluación ante la población de la gestión

gubernamental, discursos a miembros del partido o agencias internacionales, debates de candidatos, entre

otros), los temas (incluidos en una serie de agendas propuestas por diversos sectores, en especial, el

Gobierno y los medios de comunicación, tales como vivienda, salud, corrupción, etc.), los hablantes

(Jefes de Estado, Ministros, líderes políticos, miembros de partidos o movimientos, Senadores, etc.).

El segundo aborda discursos jurídicos, gramaticales, ensayísticos, lexicográficos, publicitarios, entre otros

e indaga no solamente en sus posiciones en relación con sus propios campos sino también cómo

dimensionan el conflicto, configuran representaciones sociales, construyen identidades, regulan el espacio

lingüístico o intervienen en la conformación, reproducción o transformación de entidades políticas y

relaciones de poder. Parten de la idea de que todo discurso se vincula con la dinámica de campo en el que

se producen y con amplios procesos sociales y aspectos contextuales que permiten comprender las

posiciones desde las que son enunciados. Esto permite reconocer en los materiales analizados trazos del

contexto así como memorias discursivas de diferentes periodos históricos. 5 Sobre las formas de la comunicación política Martínez Pandiani (2001) distingue las más tradicionales,

como los actos políticos, actos públicos, caravanas, marchas y movilizaciones, conferencias, etc. que

promueven un contacto directo o proximidad entre el candidato y los votantes; y las nuevas formas de

comunicación que propician un “contacto virtual” entre el candidato y el electorado, tales como,

comerciales televisivos, diversas formas de publicidad (afiches, folletos y volantes, jingles, etc.);

entrevistas y notas periodísticas, conferencias de prensa, debates televisivos, aparición en programas

televisivos no políticos, páginas de Internet, marketing directo (postal, telefónico, electrónico) y

gacetillas de prensa, entre otras. (Cfr. también, García Beaudoux, D` Adamo; Slavinsky, 2005,

especialmente para las formas de comunicación de la campañas políticas). De manera más reciente,

podemos agregar, otros canales de comunicación política propios de las nuevas tecnologías ya sean estos

oficiales o no. Por ejemplo, Cristina Fernández tiene una cuenta de Twitter (@CFKArgentina) y de

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9

formas de comunicación propias de la actividad política, o las múltiples formas de

comunicación verbal mediática en la construcción de la imagen de sí de los políticos; en

esta tesis, sin embargo, nuestro interés se centra en los discursos orales producidos por

Fernández, con motivo de diversos actos y encuentros nacionales e internacionales tanto

en el periodo electoral como en los primeros meses de su Presidencia. En este sentido,

nos centraremos en aquellos géneros propios de la práctica política de un candidato

presidencial6 y de un Jefe de Estado que tienen a Fernández como productora pública.

Hemos relevado como materiales todos los discursos7 pronunciados durante el

periodo propuesto y conformamos, finalmente, el corpus con alocuciones pronunciadas

en actos masivos, reuniones de mandatarios regionales, encuentros con dirigentes

sectoriales, actos partidarios, actos institucionales y protocolares, y discursos ante

organismos internacionales tanto en la Argentina como en el exterior. Estas alocuciones

han sido, entonces, pronunciadas en diversas situaciones comunicativas y ante

auditorios heterogéneos (Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1989). Esto nos ha permitido

identificar diferentes regularidades al momento de caracterizar las imágenes de sí

ligadas a las condiciones de producción de los discursos y a su finalidad persuasiva.

Hemos establecido como cierre al corpus de trabajo, la fecha de “finalización oficial”

del conflicto con el sector agropecuario, el 17 de julio de 2008.

Como hemos adelantado, nos enmarcamos en el análisis del discurso entendido

como disciplina interdisciplinaria (Arnoux, 2006, 2016). Esto quiere decir que nuestro

Facebook (https://es-es.facebook.com/CFKArgentina), y su sitio web personal (www.cfkargentina.com).

La Casa Rosada también, así como un canal de Youtube.

6Los analistas de la comunicación política definen el discurso político de campaña como “cualquier

manifestación, mensaje o expresión codificada en imágenes, gestos y/o palabras, dirigida de modo

intencional a una audiencia – los votantes –, con la finalidad de persuadirla mediante la

recomendación explícita o implícita de votar por una opción política y/o de no votar por otra, para

favorecer a un candidato y/o partido en el proceso electoral” (cfr. García Beaudoux; D`Adamo;

Slavinsky, 2005, p. 32).

7La disponibilidad de los materiales de la campaña política es limitada. Además de los discursos que

conforman nuestro corpus de trabajo, no hay un archivo donde queden registrados estos materiales. En

efecto, la página web oficial de la campaña de Cristina Fernández (“www.cristina.com.ar”) dejó de

funcionar poco después de las elecciones de octubre de 2007. En este sitio se incluían videos, fotos de la

candidata junto a figuras internacionales como los presidentes Nicolás Sarkozy, José Luis Rodríguez

Zapatero, Evo Morales y Michelle Bachelet, entre otros. En la sección de videos se tenía acceso a los

discursos recientes de la candidata presidencial y grabaciones de figuras de la cultura apoyando la

postulación de Cristina Fernández. Con respecto a los discursos del periodo presidencial, hemos utilizado

como fuente de información la página web oficial de Presidencia de la Nación (www.casarosada.gob.ar)

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análisis incorpora la articulación de saberes de diferentes disciplinas y ramas del estudio

del lenguaje y también saberes provenientes de otros campos de las Ciencias Sociales y

Humanas.8 Partimos del supuesto de que el discurso es un objeto no solo lingüístico

sino también histórico (Courtine, 1981; Orlandi, 1999)9 y abordamos nuestro objeto de

análisis atendiendo a las condiciones sociohistóricas de producción y circulación de los

discursos y considerando el interdiscurso (Courtine, 1981) ya que es el espacio con el

cual dialogan los textos.

El ethos, como reconocen diversos investigadores, se compone a través de

numerosos índices de naturaleza muy diversa, como sostiene Declerq (1992):

[M] oviliza todo lo que la enunciación discursiva contribuye a emitir una imagen del

orador con destino a su auditorio. El tono de voz, la facilidad de palabra, la elección de

las palabras y de los argumentos, gestos, mímicas, mirada, postura, adornos, etc. son

igualmente signos, elocutorios y oratorios, de la vestimenta y simbólicos, por los cuales

el orador da de sí mismo un imagen psicológica y sociológica (1992:48).

Además, como propone Charaudeau (2008), cada uno de estos procedimientos

“cuentan” combinados con los otros. En cambio, un único procedimiento puede

producir, al mismo tiempo, efectos diversos. En esta tesis nos interesamos únicamente

en los aspectos verbales que contribuyen a la construcción de una imagen de sí por parte

de Fernández. La perspectiva metodológica de nuestro trabajo implicó la adopción de

los principios del análisis cualitativo. Hemos aplicado técnicas y procedimientos

exploratorios del análisis del discurso que nos permitieron identificar imágenes

recurrentes en la construcción del ethos de Cristina Fernández a partir de la

identificación de índices discursivos de diversa naturaleza y de su vinculación con las

condiciones de producción de los discursos. Es así que, por ejemplo, hemos descubierto

que no se producen grandes desplazamientos en su construcción discursiva del periodo

electoral y la del periodo presidencial y, por ello, hemos optado por no dividir nuestro

trabajo a partir de este eje.

Por último, somos conscientes de que el análisis del discurso en tanto disciplina

interpretativa implica la toma de decisiones por parte del analista y el recorrido

8 Al respecto del desarrollo del Análisis del discurso Arnoux (2016) plantea que “se presenta, en primer

lugar, como un campo académico que nuclea, por un lado, las disciplinas lingüísticas que se interesan

por la discursividad y que integra, por el otro, los aportes de las corrientes en las ciencias sociales y

humanas que focalizan o atienden a lo discursivo. Esta situación de campo académico heterogéneo en el

que conviven diversos enfoque teóricos y que recortan para su estudio diferentes fenómenos discursivos

impulsa al diálogo interdisciplinario para afinar las descripciones o definir nuevos problemas.”(2016:4) 9En la tradición del Análisis del Discurso, la noción de “discurso” es generalmente definida como un

enunciado emitido bajo condiciones de producción definidas (Courtine, 1981). Para Orlandi (1999) las

condiciones de producción, en un sentido estricto, comprenden a los sujetos y a la situación aunque en un

sentido más amplio, incluyen el contexto socio-histórico e ideológico.

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propuesto privilegia una mirada sobre otras posibles, por lo tanto, sus conclusiones

podrán ser contrastadas con nuevos datos.

Deseamos que nuestro trabajo constituya un aporte al conocimiento del discurso

político argentino en general y a la construcción de las identidades políticas, en

particular. Asimismo, que contribuya al conocimiento del funcionamiento del ethos

dentro del discurso político y a los vínculos entre esta construcción y las limitaciones

impuestas por las prácticas políticas en las que se inscriben los discursos y las

situaciones comunicativas particulares de las que forman parte. Por otro lado, de manera

específica, es un aporte al conocimiento de la imagen discursiva -el ethos- de Cristina

Fernández en el período histórico que constituye su primera campaña electoral y el

inicio de su primer mandato constitucional.

Esta tesis tiene cuatro capítulos y cuenta con la siguiente organización. El capítulo

1 es de carácter introductorio. Presentamos, en primer lugar, el contexto socio-histórico

en el que surge la candidatura de Cristina Fernández y el de los primeros meses de su

presidencia, hacemos referencia a los principales sucesos de la política nacional y

regional a partir de las interpretaciones de especialistas del ámbito de las Ciencias

Sociales y Humanas. Luego, referimos a los principales antecedentes investigativos de

esta tesis. Allí reseñamos los trabajos de investigadores del ámbito de la Ciencia

Política, las Ciencias de la Comunicación y las Ciencias del Lenguaje, que han

abordado nuestro objeto de estudio desde diversas perspectivas y constituyeron una

referencia ineludible durante el desarrollo de nuestra investigación. Por último,

referimos al marco teórico de nuestra investigación, especialmente a la noción de ethos

que constituye el interés central de este trabajo. Abordamos el concepto a partir de una

mirada histórica desde sus orígenes en la Antigua Retórica y sus posteriores

reformulaciones.

Los siguientes capítulos son analíticos. En el capítulo 2 “La llegada al poder. La

legitimidad, la autoridad y la construcción de liderazgo”, en primer lugar, analizamos la

construcción del colectivo de identificación “nosotros”, las referencias discursivas al

presente y la apelación a la legitimidad por mandato. En segundo lugar, referimos a la

construcción de un relato de vida como forma de legitimación: sus orígenes familiares,

los comienzos de actuación política y la vida y militancia compartida con Néstor

Kirchner.

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12

En el capítulo 3 “La mujer presidente” nos centramos en el ethos femenino de

Fernández. Allí abordamos, por un lado, la construcción de la imagen de Cristina

Fernández como mujer política. En segundo lugar, la configuración de un linaje de

mujeres con las cuales se identifica. Por último, hacemos referencia a los diferentes

estereotipos de mujer que atraviesan la discursividad de Fernández

En el capítulo 4 “La credibilidad. La enunciación política y la imagen

pedagógico-experta” analizamos la construcción del ethos de la credibilidad.

Abordamos, por un lado, la enunciación política a partir de la identificación de un haz

de rasgos estilísticos propios de Fernández. Luego, estudiamos la construcción de la

imagen pedagógica y proponemos la noción de “escenografía profesoral” y, por

último, la construcción de una figura de idoneidad y competencia, y los diversos

recursos que ponen en escena una imagen experta.

Finalmente, exponemos las conclusiones de este trabajo.

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13

Capítulo 1

Contexto Socio-Histórico, Antecedentes y Marco Teórico

1. Introducción

En este capítulo expondremos, en primer lugar, el contexto socio-histórico del

período abordado, es decir, la coyuntura política y social en la que se decide la

candidatura de Fernández y la de los primeros meses de su primer mandato. Luego,

haremos referencia a los antecedentes investigativos de esta tesis, los trabajos que han

abordado nuestro objeto de estudio desde diversas disciplinas, tales como la Ciencia

Política, las Ciencias de la Comunicación, las Ciencias del Lenguaje y el Análisis del

Discurso para centrarnos, finalmente, en aquellos que adoptan una perspectiva retórica y

analizan la categoría de ethos. Por último, presentaremos la noción teórica de ethos, a

partir de un recorrido histórico que pone énfasis en la actualización y las

reformulaciones del concepto, especialmente, dentro del Análisis del Discurso

contemporáneo.

2. Contexto Socio-histórico

La posible candidatura de Cristina Fernández como sucesora de su marido, Néstor

Kirchner, en la Presidencia de la Nación se evaluaba como posibilidad ya desde

mediados del año 200610

. Esta idea tomó más fuerza en los medios de comunicación

luego de la derrota que sufrió a fines del año 2006, el gobernador de Misiones y

candidato kirchnerista, Carlos Rovira, en el plebiscito que proponía una reforma en la

constitución provincial que le permitiría acceder a la reelección ilimitada. A partir de

este hecho se dijo que Néstor Kirchner no aprobaba las reelecciones- en efecto Felipe

Solá, en la Provincia de Buenos Aires desistió también de la reelección-.Y,

posteriormente, con la derrota del kirchnerismo en la Capital Federal y en Tierra del

Fuego, en junio de 2007, se empezó a dar por hecho la necesidad de un cambio y, en

consecuencia, la candidatura de Cristina Fernández.11

Sin embargo, el lanzamiento

10

Cfr. por ejemplo, http://www.lanacion.com.ar/815806-evalua-cristina-kirchner-ser-candidata-a-

presidente). Y http://www.lanacion.com.ar/857193-se-multiplican-las-voces-por-la-candidatura-de-

cristina). 11

El entonces Presidente Néstor Kirchner era reticente a hablar explícitamente del escenario electoral de

2007. Si bien había certezas de la continuidad del espacio político no despejaba las dudas acerca de su

reelección. Cuando era interrogado sostenía: “Nuestro espacio tendrá su candidato, será un argentino o

una argentina, será un pingüino o una pingüina” aludiendo a su esposa, Cristina Fernández, y al origen

Page 15: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

14

“oficial” se llevó a cabo recién a mediados de julio de 2007, muy cerca del vencimiento

para la presentación de las candidaturas, a fines de agosto de ese año. Luego de la

dilatada decisión, el 19 de julio de 2007, en un acto en el Teatro Argentino de La Plata,

Cristina Fernández lanzó oficialmente su candidatura a la Presidencia de la Nación con

miras a presentarse en las elecciones previstas para el 28 de octubre de 2007. El 14 de

agosto del mismo año, en el estadio Luna Park, se presentó públicamente la fórmula

representante de la alianza Frente para la Victoria (FPV) integrada por Cristina

Fernández de Kirchner y Julio Cobos que, finalmente, saldría victoriosa en las

elecciones del 28 de octubre de 2007 en las que obtuvo el 44,92 % de los votos12

.

Néstor Kirchner, su marido, había conducido al país luego de una de las crisis más

grandes de su historia, la de 2001. Kirchner, que había llegado a la Presidencia en

condiciones desfavorables (en las elecciones había obtenido solo un 22% de los votos) y

en el contexto de una crisis social, económica y de representatividad, logró una amplia

adhesión de la opinión pública a pocos meses de asumido su mandato y durante su

presidencia se produjo una relegitimación, particularmente de la figura presidencial,

consecuencia de cierto pragmatismo para la resolución de conflictos y la continuidad del

proceso de recuperación económica iniciado durante el gobierno de Eduardo Duhalde.

Sin embargo, según coinciden diversos investigadores, fue instalando un sistema de

poder vertical y concentrado que denominaron un “estilo decisionista” (Quiroga, 2010).

Según Cheresky para el kirchnerismo, tanto la reticencia a la argumentación pública en

el ámbito en el que se había generado inicialmente el sustento del gobierno –la opinión

ciudadana informada por los medios– como la disminución del debate parlamentario y

de las atribuciones del Congreso se justificaban sosteniendo que el voto popular al

consagrar gobernantes exime a estos de renovaciones de su legitimidad que no sean las

patagónico de ambos. Estas expresiones también instalaron el debate acerca de una posible sucesión de

mandato ilimitada entre el matrimonio. Fernández tampoco era más explícita al respecto. 12

El sociólogo Humberto Cuchetti afirma que los resultados de las elecciones parecían renovar una

coyuntura concreta, y con todos los cambios necesarios, una fuerte tradición en la política. Marcan el

histórico predominio justicialista en los sectores medios y bajos y la reticencia que sigue generando en los

grandes núcleos urbanos y los sectores medios altos y altos. Pero, además, se produjo la revitalización del

imaginario que hace hincapié en los orígenes plebeyos de dicho movimiento político justificando el apoyo

social y popular que recibe, generalmente, en las contiendas electorales. Estas elecciones muestran “el

retorno de cierta utopía que indica el poder popular contenido en el voto peronista, lo cual indica que una

construcción memorial no se construye sobre un vacío histórico sino que retoma del pasado la fuerza que

le permite significar un presente” (Cucchetti, 2007: 12)

Page 16: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

15

requeridas en los plazos electorales (2010: 339). Esta forma personalista de ejercicio del

poder que había llevado adelante Néstor Kirchner generaba malestar en cada vez más

sectores de la opinión pública y las denuncias de corrupción empezaban a surgir.

Entonces, si bien, como hemos dicho, podía aspirar a un segundo mandato presidencial

y sus todavía altos índices de popularidad lo favorecían, optó por no hacerlo.

En el año 2007, Cristina Fernández tenía una larga trayectoria en la política

argentina. Había ocupado diversos cargos legislativos13

, lo que resultaban antecedentes

favorables para su aspiración a la presidencia. Se sabía que ella integraba el entorno del

Presidente y participaba en la toma de decisiones más importantes pero no concedía

entrevistas, ni asistía a grandes reuniones públicas ni privadas, ni cultivaba relaciones

con la dirigencia peronista, sindical o empresarial, ni siquiera con el periodismo

político. Tenía un fuerte protagonismo pero un bajo perfil. En relación con ello, algunos

investigadores sostienen que, incluso desde comienzos de la Presidencia de Kirchner,

hubo una estrategia de instalación de Fernández que consistió en evitar su exposición en

la primera línea de batalla cotidiana del gobierno. (cfr. Novaro, Bonvechy & Cherny,

2014)

Sin embargo, Cristina Fernández “fue proclamada (…) con la promesa del cambio

en la continuidad”14

(Cheresky, 2010: 339). Su campaña gráfica giró en torno al slogan:

“Cristina, Cobos y Vos. Sabemos lo que falta. Sabemos cómo hacerlo” y, en los afiches

de la vía pública, al igual que en sus discursos electorales, se rescatan los logros del

gobierno saliente. Los siguientes son algunos ejemplos: “Logramos un récord de

13

Entre ellos se destacan los siguientes: en 1989 fue electa Diputada Provincial en la provincia de Santa

Cruz y se desempeñó como Presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Poderes y

Reglamentos de la Honorable Cámara de Diputados de la provincia de Santa Cruz hasta 1995. En 1994

fue Convencional Nacional Constituyente por Santa Cruz. Entre 1995 y 1997 se desempeñó como

Senadora Nacional por la provincia de Santa Cruz, cargo al que renunció para asumir como Diputada

Nacional. Entre 1997 y 2001 se desempeñó como Diputada Nacional por la provincia de Santa Cruz y

Vicepresidenta de la Comisión de Educación de la H. Cámara de Diputados de la Nación. Entre 2001 y

2005 fue Senadora Nacional por la provincia de Santa Cruz. Y entre 2005 y 2007 fue Senadora Nacional

por la Provincia de Buenos Aires, donde se desempeñó como presidenta de la Comisión de Asuntos

Constitucionales del H. Senado de la Nación. (Fuente: www.presidencia.gov.ar)

14 En relación con las nociones de continuidad y cambio, en el gobierno de Fernández, según Godio y

Robles, serían principales dos componentes que en el gobierno de Néstor Kirchner habían sido

secundarios: la movilización y la institucionalización. La movilización porque dado que el nuevo poder

contaba con gran apoyo popular, el interés principal del gobierno no era movilizar sino canalizar y

encontrar soluciones para demandas segmentadas económicas, políticas y sociolaborales que habían

eclosionado durante la crisis global de diciembre de 2001. La “revolución desde arriba” -como estos

autores evalúan al gobierno kirchnerista- requiere adhesiones, pero no movilizaciones, porque estas ya se

produjeron y su permanencia crea inestabilidad (2008:17)

Page 17: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

16

exportación nunca antes visto. Ahora falta agregarle más valor a cada producto que

exportamos”; “Logramos que un gobierno pueda trabajar conjuntamente con los

gobernantes de otros partidos. Ahora hace falta concertar entre todos un plan a largo

plazo”; “Recuperamos la dignidad de tener un trabajo. Ahora falta que tu sueldo cada

vez rinda más”15

. Sus discursos políticos de campaña desarrollaron, también, la idea de

“profundizar el cambio”16

(idea que, luego, derivaría en la noción de “Profundizar el

modelo”). Con este lema Cristina Fernández dejaba en claro el grado de importancia

que la continuidad del proyecto iniciado en 2003, tendría en sus aspiraciones a futuro y,

a la vez, le permitía capitalizar como propios lo que se consideraban logros sociales,

políticos y económicos de la gestión de Néstor Kirchner (por ejemplo, la disminución de

la desocupación, el desendeudamiento con organismos internacionales de crédito, la

reestructuración de la Corte Suprema de Justicia, el crecimiento sostenido de la

actividad económica, entre otros). Si bien el gobierno de Cristina Fernández se

planteaba la profundización del modelo llevado adelante por Kirchner, este tenía el

compromiso implícito de que los rasgos autoritarios y poco apegados al arreglo

institucional llevado adelante durante la presidencia de su marido, serían soliviantados

por un fortalecimiento de las instituciones durante su gestión. También con una mayor

apertura internacional (cfr. Barry, 2011).

Cheresky (2010) señala, que la candidata oficialista no hizo una campaña tradicional

debido a que buena parte del tramo final de la misma estuvo de gira en el exterior del

país (Francia, México, España, entre otros) sin embargo, rescata que en los días previos

a la elección cambió las prácticas de comunicación propias del gobierno de su marido y

dio entrevistas a los medios de comunicación gráficos y televisivos, quizá buscando

suplir los desaciertos comunicacionales de Néstor Kirchner.

15

Fuente: http://lapublicidadpolitica.blogspot.com/2007/11/campaa-2007-cristina-fernandez.html 16

En relación el slogan de la campaña política, Donot (2011), quien estudia los spots televisivos de la

campaña de Cristina Fernández, sostiene: “El realineamiento más importante de la campaña se refiere al

eslogan oficial, elemento central del contexto propio de una campaña electoral. El primero (…) fue “El

cambio recién empieza” y no fue bien visto, ya sea por los defensores o adversarios de Cristina Kirchner.

Un gran número de personas leales al Partido Justicialista no lo entendieron; para ellos, el cambio había

comenzado con Néstor Kirchner en el 2003. Mientras que para los demás era fácil criticarlo; en efecto, el

cambio no había ocurrido todavía porque el gobierno de Kirchner no había hecho nada. Por lo tanto, es

claro que el rechazo a este eslogan fue unánime y revelador al mismo tiempo del error inicial en la

estrategia del equipo de comunicación de Cristina Kirchner. Se modificó, pues, y se convirtió en:

“Cristina, Cobos y vos”. Este slogan buscaba generar una mayor cercanía en relación con la figura de la

candidata, siempre con el objetivo de transformar la imagen política de Cristina Kirchner en la de una

mujer que está cerca de la gente. (…).” (Donot, 2011: 10-11)

Page 18: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

17

Durante su campaña se destacaron pocos rasgos de una candidata que había

cultivado el bajo perfil: “una oratoria más articulada que la de su marido; una mayor

aptitud para integrar en ella conceptos y datos duros; una mayor disposición a escuchar

y hacer circular ideas producidas por intelectuales y académicos; una reticencia a votar

legislación que concentrara facultades en el Poder Ejecutivo Nacional; la mayor

distancia con la dirigencia peronista, el sindicalismo y los partidos en general; y mayor

cercanía con la opinión pública políticamente independiente que había emergido con la

crisis de 2001 (Novaro, Bonvecchi & Cherny, 2014: 259). Estas atribuciones la

habilitaban a encarar con facilidad la “profundización del cambio” y aspirar a encarar el

papel de outsider17

(cfr. Dagatti, 2011) del que en 2003 había sacado provecho Néstor

Kirchner.

Los desafíos políticos que estaban pendientes para el kirchnerismo, entonces, eran

dotar de mayor “institucionalidad”18

al gobierno; profundizar el modelo económico y

social definido como “un modelo de acumulación con inclusión social” y el cambio

cultural, una recuperación de la confianza en el país, tal como lo indica Fernández en el

discurso de lanzamiento de su candidatura. Además, para Godio y Robles (2008)

Fernández debía enfrentar cinco demandas centrales de parte de la ciudadanía: la

inflación contenida, la insuficiente inversión, la crisis energética, la necesidad de

reequilibrar progresivamente la injusta distribución del ingreso y el malestar en el

campo por la retenciones en las exportaciones de soja y otras commodities. Habiéndose

cumplido los objetivos políticos, económicos y sociolaborales fundacionales de un

nuevo sistema económico-social nacionalista desarrollista, el nuevo gobierno deberá

llevar adelante nuevas reformas económicas, políticas y sociales, llamadas en diferentes

discursos de CFK de “segunda generación” (Godio y Robles, 2008:213)

17

Si bien Kirchner tenía trayectoria en la política, para el conjunto de los argentinos era casi un

desconocido. Para este investigador el carácter de outsider de Kirchner se basa en su condición de

patagónico. Esto le permitió, a partir de la idea de postergación (había gobernado un territorio difícil en

situaciones adversas), ostentar liderazgo en situaciones difíciles.

18

Luego de la derrota de Rovira en Misiones en las elecciones de Constituyentes (ante una coalición de

fuerzas opositoras), se advirtió la necesidad de poner atención a la demanda de “calidad institucional” de

parte de la ciudadanía poco afecta a la idea de reelección. En efecto, la calidad institucional fue uno de los

temas recurrentes en la campaña presidencial de Cristina Fernández cuya imagen se impulsaba a través

del proyecto de reforma de la Corte Suprema de Justicia presentado e impulsado por la entonces senadora

y su proyección en el ámbito internacional

Page 19: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

18

La promesa de profundización de la calidad institucional, sin embargo, fue

tempranamente puesta en cuestión19

: la campaña política de Fernández estuvo teñida

por las sospechas de corrupción que involucraron la entrada al país en un vuelo oficial

contratado por ENARSA, la empresa pública de combustibles, de un empresario

venezolano-estadounidense, Antonini Wilson, con una valija con dólares que, se dijo,

era para la campaña política de Cristina Fernández. Si bien Kirchner echó rápidamente a

Uberti, el funcionario involucrado, eso no impidió que los candidatos de oposición,

especialmente Elisa Carrió, enfocaran su campaña política en este hecho apelando a un

discurso que había movilizado la opinión de las clases medias contra el menemismo y

contra la dirigencia política en general desde 2001: todos eran corruptos, lo habían sido

siempre y lo seguirían siendo por lo cual un gobierno decente solo podría llegar de la

mando de una nueva generación y una nueva fuerza política. (cfr. Novaro, Bonvechi y

Cherny, 2014).

La candidata se presentaba como cabeza de fórmula de un gobierno de coalición.

Esta coalición era la reformulación de la idea de transversalidad de Néstor Kirchner que

tomó la forma política de la Concertación Plural. El proyecto de Concertación Plural

fue lanzado unos meses después de las elecciones legislativas de 2005 (en las que el

kirchnerismo venció al duhaldismo) mediante un acto en la Plaza de Mayo. La

Concertación Plural abarcaba distintas organizaciones políticas como el Partido

Justicialista (PJ), el radicalismo K, socialistas kirchneristas, demócrata-cristianos K y

partidos provinciales. Este proyecto incorporaría a estos sectores y a sus seguidores al

abanico oficialista sin que mediaran acuerdos institucionales. Si el FPV era el “partido

de Kirchner”; la concertación plural era una convergencia de fuerzas políticas no

peronistas identificadas con el kirchnerismo que funcionaron de acuerdo al sistema de

19

El conflicto con el campo, con los medios de prensa y la inseguridad entre otros problemas enfriarían

también esa promesa inicial. Para Cuchetti (2007) si el nivel de inflación generaba una expectativa

negativa en cualquier fracción social, el cuestionamiento del caudillismo territorial, la corrupción estatal y

la falta de seguridad se sumaban a acusaciones hacia un gobierno tildado de autoritario, nepotista,

transgresor de las normas republicanas, y a una presidente electa poco sensible a dialogar con la prensa y

la oposición, y proclive a atuendos lujosos y poco austeros. En relación con otras problemáticas

arrastradas del gobierno de Kirchner (la inflación y la intervención del INDEC; los problemas energéticos

y los incipientes hechos de corrupción –Skanska, Antonini Wilson- la candidata seguía la “estrategia

discursiva” similar a la de Néstor Kirchner: persistencia en una mentira, la negación de la problemática y

la postulación de una verdad bajo los ataques de la mentira de “los mentirosos enemigos de la nación”

asociados a intereses que quieren volver del pasado (cfr. Novaro, Bonvecchi y Cherny). A esto se sumó

un estado de crispación e intolerancia cada vez más marcada.

Page 20: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

19

“colectoras” (varias listas que se sumaban para apoyar una misma candidatura) (Godio y

Robles, 2008). Según Isidoro Cheresky (2010), se buscaba con esto la ampliación del

área de influencia social y territorial dificultando la eventual vigorización del

radicalismo20

. Esta estrategia culminó, como hemos dicho, con la presentación de Julio

Cobos, un gobernador radical, que acompañaría como candidato a vicepresidente a

Cristina Kirchner en la fórmula presidencial.

Finalmente, el día 10 de diciembre de 2007 Cristina Fernández asume la

Presidencia de la Argentina. Había ganado las elecciones con casi 45 % de los votos21

,

lo que significaba un amplio consenso social que le confería legitimidad, sin embargo su

llegada al poder no estuvo exenta de desafíos. La notoriedad de Néstor Kirchner en la

escena pública le dificultaba la construcción de una figura de liderazgo independiente.

Los cuestionamientos pasaban también por el hecho de que su elección era interpretada

como una estrategia que permitiría la perpetuación del kirchnerismo en el poder22

. Una

vez electa, Cristina Fernández tuvo que afrontar críticas en relación con dónde radicaba

el “poder real”, si en ella o en su marido. En efecto, se acuñaron las nociones de “doble

20

Cucchetti (2007) analiza la configuración y reconfiguración de los distintos espacios políticos y los

actores que los conforman. Especialmente, el cambio de la idea de la “transversalidad” (que permitía

generar un espacio político autónomo en el que confluyeran tanto peronistas como no peronistas, presente

en las elecciones legislativas de 2005), a la idea de una “concertación plural” generada a partir de la

buena relación con gobernadores radicales y que generó una acumulación política interna, esto es, una

sumatoria de figuras sin peso histórico en los partidos. Según este autor: “La proclamación de una

transversalidad, en primer lugar, y de una concertación, posteriormente, ha realimentado una concepción

particular que se tiene sobre el partido justicialista. El cálculo político pasa por “rescatar”, es decir,

aprovechar, un abanico de actores justicialistas, justamente aquellos que pueden garantizar cierto orden

territorial y acumulación electoral, definiendo igualmente un justicialismo al cual se desplaza o se

margina en el manejo de poder. Desde ya esto se efectúa construyendo un imaginario para la opinión

pública en la cual la gestión se presenta una contra-agenda del neoliberalismo de la década pasada.”

(Cucchetti, 2007: 7)

21

Al analizar las coyunturas económica, política, social e internacional en relación con la victoria de la

coalición electoral oficialista en las elecciones de 2007, Alejandro Bonvecchi y Agustina Giraudy (2008)

consideran que “la naturaleza de la coalición electoral puede explicarse por una específica combinación

de éxitos y fracasos de la gestión kirchnerista. Entre las primeras se encuentran el crecimiento económico

y la disminución de la pobreza y el desempleo –que beneficiaron proporcionalmente más a los sectores de

menores ingresos. Entre los segundos deben contarse los traspiés electorales y políticos en que el

gobierno incurrió desde 2005 y que lo fueron distanciando de los sectores medios”. (Bonvecchi y

Giraudy, 2008:2)

22 Al respecto Godio y Robles (2008) muestran la manera en que la prensa liberal conservadora del diario

La Nación, marcadamente opositora al kirchnerismo desde sus comienzos advierte acerca de esta

situación aún antes de la victoria de Fernández. Particularmente a través de sus editorialistas oficiales,

Mariano Grondona y Joaquín Morales Solá. Para Grondona una eventual elección de CFK inauguraría

una serie ilimitada de reelecciones ya sea bajo el nombre de Néstor, Cristina o, eventualmente, algún

miembro de su “círculo íntimo”. Entonces tendríamos una especie de “monarquía bicéfala” detrás de la

fachada de “una república”. Para Morales Solá, de prevalecer las intenciones “reeleccionistas” estaríamos

en estas elecciones no y frente a un nuevo periodo de gobierno constitucional, sino frente a un nuevo

sistema político con reelecciones indefinidas.

Page 21: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

20

comando” y “matrimonio presidencial”, utilizadas por los opositores y por la prensa

para referir a la particular situación. Mariano Grondona, editorialista del diario La

Nación, advertía acerca del nacimiento de un nuevo “sistema de poder” político

institucional (La Nación, 21/19/2007)23

.Por otro lado, Quiroga (2010) advierte, que en

efecto, desde la victoria legislativa de 2005, el sistema presidencialista se había visto

modificado en los hechos. Un nuevo proyecto de poder legitimado por las urnas se puso

de manifiesto cuyo epicentro fue ubicado en la figura presidencial, mediante un

liderazgo decisionista. Después del triunfo de Cristina Kirchner, y hasta la muerte de

Néstor Kirchner el 27 de octubre de 2010, ese proyecto se convirtió en un sistema

político con “dos motores”. Para este autor, el cambio de autoridad (a partir de la

asunción de Cristina Kirchner) reforzó esta lógica política. Asomó un liderazgo bicéfalo

que transformó la esfera del ejecutivo en una entidad dual: por un lado, una especie de

“Jefe de Estado”, con reconocimiento público, Néstor Kirchner y, por el otro, un “jefe

de gobierno”, con todas las facultades constitucionales, la presidenta Cristina Kirchner

(Quiroga, 2010: 160-161). En este mismo sentido se expresa Carolina Barry:

Se podría sugerir, que se implementó una suerte de gobierno parlamentario, no por la

fuerza del Congreso, sino por la división de roles entre un Primer Ministro y un

Presidente de gobierno. Kirchner no se apartó nunca de la gestión, lo cual no quiere

decir, tampoco, que Cristina no gobernase. La relación política de esta pareja

gobernante pareciera seguir la lógica tradicional de marido y mujer. (Barry, 2011:85)

Los discursos de Fernández tampoco despejaban las dudas: “Para dejar en claro

que el nuevo gobierno sería “bicéfalo” (es decir, presidido por ella pero compartido con

su esposo Néstor), destacó la importancia de Kirchner en la política argentina.” (Godio

y Robles, 2008:111).

Los medios de comunicación no estuvieron ajenos a las dificultades encontradas

por Fernández24

. Hugo Hortiguera (2010) analiza la representación que los medios

hicieron de Fernández– y del poder que ella representaba- especialmente a partir de las

fotografías desde el lanzamiento de su fórmula presidencial y concluye que se apuntó

siempre a mostrarla a partir de tres características: 1) copia distorsionada, 2)

subordinación y 3) frivolidad. El autor sostiene que estas ideas se instalaron en el

imaginario social de forma muy temprana y a ellas se acudió cada vez que algunos

23

La Nación, 21/19/2007 ( http://www.lanacion.com.ar/955089-kirchner-no-es-un-periodo-es-un-sistema) 24

En efecto, Fernández tuvo una relación con los medios más difícil que Néstor Kirchner. Desde el

comienzo de su mandato, e incluso antes de la asunción, pusieron el ojo crítico en la mandataria.

Page 22: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

21

medios intentaron analizar y desacreditar cualquiera de sus medidas políticas. El

imaginario de superficialidad y de subordinación a su esposo que fueron construyendo

los medios generó así un modo particular de percibir, entender e interpretar la imagen

presidencial, y por extensión su reputación y credibilidad. En este sentido, se puede

advertir la influencia de los medios en la comunicación política imponiendo condiciones

discursivas a la inserción de los discursos de los políticos, además de contribuir a crear

climas de opinión que tornan más o menos plausible la ocurrencia de determinados

discursos.

Sin embargo, la dificultad más importante de este primer periodo fue, sin lugar a

dudas, el conflicto con el sector agropecuario. A escasos meses de su asunción, a partir

de la resolución N° 125/08 del Ministerio de Economía se desató un profundo y

prolongado conflicto político, la crisis con el sector agropecuario, cuyo desarrollo

marcó el rumbo del gobierno y de la política argentina, y cuyas consecuencias se

perciben en la actualidad. Este conflicto que se extendió por un periodo de tres meses25

,

cambió el mapa político del país y tuvo un profundo impacto en la opinión pública y el

gobierno de Cristina Fernández: repercutió en sucesivos realineamientos tanto en el

oficialismo como en la oposición (Aronskind y Vommaro, 2010); su desenlace

“rompió” la fórmula presidencial y el proyecto de Concertación Plural (cuando el

vicepresidente, Julio Cobos, votó en contra de la medida en el Parlamento y por este

voto se decidió su derogación); identificó claramente los principales adversarios

políticos (el campo y los medios de comunicación concentrados, definidos como “las

corporaciones”); le valió al kirchnerismo la derrota en la elecciones legislativas llevadas

a cabo en 2009 por la cual perdió la mayoría parlamentaria; y tuvo importantes

consecuencias en la construcción de la imagen presidencial, en tanto se acentuó un

“estilo confrontativo” que había sido característico de Néstor Kirchner y objeto de duras

críticas de parte de la opinión pública.

El día 11 de marzo de 2008, el entonces Ministro de Economía

argentino, Martín Lousteau, presentó la resolución N° 125/2008 que proponía -entre

otras medidas- un aumento de la alícuota de los derechos a la exportación (conocidos

25

El paro y bloqueo de rutas dispuesto en forma conjunta por las cuatro asociaciones empresariales del

campo fue el más extenso de la historia argentina y uno de los más extensos de la historia mundial. (cfr.

Godio y Robles, 2008)

Page 23: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

22

como “retenciones”) de granos, especialmente de la soja y el girasol, y la indicación de

que fueran móviles, es decir, ligadas a la variación de los precios internacionales.26

La resolución en cuestión fue fuertemente resistida por los sectores

agropecuarios y las entidades que los representan27

(quienes sostenían que debía ser

modificada o derogada) a través de diversas medidas, entre ellas, la declaración de un

paro o lock out patronal, el bloqueo de las rutas y el impedimento de la circulación y

comercialización de la producción con el consecuente desabastecimiento de las

ciudades. A medida que el conflicto se profundizaba, la posición de los agropecuarios

ganó el apoyo de diversos sectores de la sociedad y de la oposición política argentina

generando una fuerte división de la opinión pública nacional. En este sentido, Para

Godio y Robles “más allá del reclamo puntual de los ruralistas por una disminución de

las retenciones (en parte impuesto, en parte regulación del dólar de exportación, en parte

colchón frente a la inflación internacional), el paro agropecuario se convirtió en un

factor de reaglutinación política de la sociedad, en sus diferentes tendencias y sectores

sociales, y un elemento central para el debate sobre el modelo de desarrollo económico

del país.” (2008:148). Por otro lado, los métodos de protesta (bloqueo de rutas

nacionales e internacionales, afectando el abastecimiento de alimentos y combustibles

necesarios para la población y la producción, profundizó un debate sobre las

consecuencias políticas de la acción directa prolongada y la tenue línea divisoria que la

separa de los procesos de desestabilización y de los mecanismos modernos de golpe de

estado, o “golpes de mercado”. En efecto, durante todo este periodo Fernández quiso

instalar la lectura28

de que el país estaba ante un inminente golpe institucional llevado

adelante por una serie de actores que de manera metonímica se vinculaban a la tradición

26

Para una cronología detallada del conflicto, cfr. Comelli, et. al. “La trama de un conflicto extendido. El

conflicto agragrio marzo-julio 2008,” En Giarraca y Teubal (Coords.). Del paro agrario a las elecciones

de 2009. Tramas, reflexiones y debates. Buenos Aires: Antropofagia (13-191).

27En el marco de este conflicto se formó la denominada “Mesa de Enlace” que nucleaba a los

representantes de las cuatro principales entidades agropecuarias de la Argentina: Sociedad Rural

Argentina-SRA-; Federación Agraria Argentina -FAA- ; Confederaciones Rurales Argentinas-CRA- y

CONINAGRO.

28 En el marco de este enfrentamiento la Presidenta asumió la iniciativa discursiva y pronunció una serie

de actos masivos en los que, por un lado, se reconfiguran y se acentúan ciertas características de su

imagen discursiva y, por otro lado, lejos de “resolver el conflicto”, lo profundizaron. (cfr. Marafioti,

2010, Bitonte, 2010, Raiter, 2009, Carrizo, 2009)

Page 24: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

23

golpista nacional29

. En este sentido, se produjo un desplazamiento del conflicto del

plano económico al político y la vinculación de la protesta con el cuestionamiento a

determinadas formas de representación política (Yabkowsi, 2010). Sin embargo, las

propuestas de Fernández no pudieron instalarse de manera exitosa en los medios de

comunicación (cfr. Cremonte, 2010), especialmente en los conglomerados de medios

hegemónicos.

El sostenido conflicto, finalmente, derivó en el envío de la medida al Congreso

Nacional el día 17 de junio de 2008 donde, un mes después, el 17 de julio, luego de

arduos debates, fue derogada debido a la decisión del entonces Vicepresidente de la

Nación, Julio Cobos, de votar en su contra cuando se vio en la necesidad de

“desempatar” ante una votación dividida. Esta decisión que dio por “oficialmente”

terminada la disputa.

3. Antecedentes

El discurso político de Cristina Fernández ha suscitado el interés de diversos

campos disciplinares, entre ellos se destacan la Ciencia Política, las Ciencias de la

Comunicación y las Ciencias del Lenguaje, en especial, la perspectiva del Análisis del

Discurso.

3.1 La Ciencia Política

La Ciencia Política ha abordado la discursividad de Fernández como exponente

de una racionalidad política. Couso (2008) analiza la manera en que los discursos de

Fernández construyen un relato, el del “modelo de país”, en el que confluyen diversas

tradiciones. La autora refiere, como condición previa a la construcción de dicho relato, a

la base de apoyo social e ideológico sobre la que se sustenta el kirchnerismo y sostiene

que la articulación de poder que se configura (es decir, qué organizaciones sociales y

económicas y qué parte de la clase política queda adentro y cuál por fuera e incluso

confronta con él)30

permite contextualizar el” modelo de país” propuesto. Explica,

29

La identificación de los actores en protesta –sector económico afectado por la medida, defensores de los

genocidas, oposición política que había perdido las elecciones y también los medios de comunicación que

reproducían ese discurso– a través del proceso metonímico que los asimila por el reclamo compartido

refuerza el peligro del retorno al pasado evocando la responsabilidad de sectores civiles en la dictadura

militar. 30

En este sentido, la autora indica que la base de poder que fue construyendo Néstor Kirchner desde su

asunción estaba integrada tanto por diversos movimientos sociales liderados por dirigentes afines y

destinatarios de planes y subsidios del Estado destinados a paliar la situación social; por organismos de

Derechos Humanos y figuras de amplia trayectoria en el área que contaban con un amplio consenso lo

Page 25: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

24

además, que esa configuración de poder debe entenderse en un contexto de

revalorización de la política frente a la economía en la toma de decisiones y una

disminución de poder real de operatoria de los grandes sectores económicos que en este

momento debían reconstruirse financieramente por las consecuencias de la crisis de

2001.

En relación a las diferentes ideologías y corrientes de pensamiento que lo

antecedieron y de los cuales se nutre la autora expone la manera en que Fernández

retoma una tradición discursiva peronista particularmente vinculada al rol del sector

rural que aparece en el discurso de la mandataria después de desatado el conflicto con el

sector. Advierte que la propuesta de “un modelo económico de matriz diversificada e

inclusión social” que Fernández propone y que asocia a la cercanía del bicentenario de

la Revolución de Mayo le permite formular el ideario de país alejado del modelo

agroexportador del Centenario: el campo no está en entre los sectores privilegiados del

modelo de país deseado por Fernández así como tampoco expone (en las primeras

etapas) las diferencias internas y complejidades propias del sector. Por otro lado, dentro

de la misma tradición ideológica, los discursos remiten a la generación de empleo como

objetivo principal y, de esta manera Fernández coloca, al igual que el peronismo, al

trabajador como actor social destacado en el relato político y refiere al rol facilitador del

Estado en el proceso industrializador.

Couso concluye que la estrategia de Fernández frente al sector rural fue

confrontativa y los alcances de la medida fueron comunicados de manera tardía cuando

ya había grandes diferencias sociales en torno a esta y con los medios de comunicación

también en una abierta disputa. Para esta autora, la figura de pueblo, basada en la vieja

tradición peronista fue convocada de manera tardía como base de apoyo. En cuanto a las

adhesiones que había sabido acumular Néstor Kirchner si bien la mayor parte de ellas se

mantuvieron y apoyaron la medida adoptada, hubo oposición dentro del Partido

Justicialista (de acuerdo a la lealtad a las necesidades de sus lugares de origen) y de

ciertos sectores urbanos que habían apoyado anteriormente con el voto al kirchnernismo

y de sectores del interior vinculados económicamente al sector rural. Esta oposición

que generaba un efecto positivo en la sociedad en general; y, progresivamente, con el apoyo de los

intendentes del conurbano bonaerense cuyo sostén se diputó a Duhalde. Además, las organizaciones

sindicales, particularmente las nucleadas en la CGT (reunificada en 2004) se transformaron en sectores

afines y funcionales, favorecidos por una situación macro económica que les permitió adquirir mayor

capacidad de reclamo y participación, mejoras en los ingresos y la participación en la negociación en los

convenios colectivos de trabajo.

Page 26: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

25

también puede ser pensada en la estructuración del discurso presidencial a partir de su

constante apelación a su autoridad para tomar decisiones “en nombre de los intereses de

la nación” que desautorizan otras posiciones opuestas a la oficial y tienden a alinearlas

como opositoras a estos intereses.

Dentro de este mismo campo de estudio, Yabkowski (2010) ha estudiado las

estrategias discursivas empleadas durante la crisis con el sector agrario debido a que

encarnan formas particulares de representación y legitimidad política. Rastrea los

sentidos y las formas de constitución del lazo representativo en los discursos de

Fernández pronunciados durante dicho conflicto. La autora concluye que en la posición

oficial existe una ambivalencia en aquello que se comprende por representación.

Explica que uno de los sentidos refiere a una clara “perspectiva de la autorización”,

donde la Presidenta (el soberano) es representante legítima porque a través del

procedimiento electoral llega a ocupar un lugar institucional. Esto se puede ver en la

insistencia en la idea de que la voluntad del pueblo es una e inapelable y, como no

existe más que a través de sus representantes que deciden, deliberan y ejecutan (es decir,

que la representación es un acto creador) se concluye que no existe la posibilidad de que

el representante se equivoque. La decisión soberana sería entonces el eje de la

legitimidad. Sin embargo, otro de los sentidos responde a una perspectiva más

sustantiva, comprende al representante no sólo como un autorizado sino también, y

sobre todo, como alguien que actúa en lugar de otro. Así, cuando el eje está puesto en el

actuar, y no en la autorización, se abre la posibilidad de preguntarse por las

características de ese accionar. Es lo que se expresa cuando no se apela tanto al acto

eleccionario como legitmante de las medidas del Gobierno sino más bien en la

necesidad de velar por el interés de todos. Es una legitimidad que se construye, se

pretende y se sostiene más allá del acto institucional eleccionario, aunque comience con

este. En relación con quién define ese interés la autora sostiene que, exceptuando el

primer discurso, donde se intentaba conferirle una característica objetivo-económica al

conflicto, jamás se planteó desde el Gobierno que ese interés pueda ser definido

técnicamente por una elite poseedora de conocimiento, sino que más bien se trataba de

una decisión y definición política, lo que conjugaba bien con la idea política que

trasciende la lucha partidaria que ayudaba a la construcción de un todos, encarnación

del lugar vacío de lo universal.

Page 27: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

26

También desde la Ciencia Política diversos autores han abordado la carrera

política de Cristina Fernández poniendo especial foco en su condición de género. Estos

trabajos se preguntan también por las similitudes y diferencias entre Fernández y otras

mujeres políticas, principalmente con otras mujeres del peronismo, y por cómo opera el

vínculo político-afectivo con Néstor Kirchner en la constitución de poder.

Valdez (2009) plantea que, a pesar de que Fernández tiene una concepción

progresista del rol femenino en política porque es un caso de participación femenina que

no precisa recurrir a imágenes femeninas o racionalizaciones sobre su rol en respuesta a

prejuicios misóginos sobre el tema, su posición en temas políticos de alta relevancia

para las mujeres (por ejemplo, el aborto), en la mayoría de los casos no sigue una lógica

feminista. Por otro lado, esta autora ha revelado que “su lugar en la arena política

guarda pocas similitudes con los espacios que el partido peronista suele reservar a las

mujeres.” (2009:44)

Grandis y Patrouilleau (2010), por su parte, analizan la figura política de

Fernández a partir de su condición de género y de la noción de “matrimonio político”,

tradicional en el peronismo. Se interesan, además, por las representaciones de la prensa,

sobre el “matrimonio presidencial” que menoscaban los méritos políticos de Fernández

a partir representarla como dependiente de los pensamientos y acciones políticas de su

esposo. Según concluyen, en la “zona de intersección entre normatividad de género y

matrimonio político reside su aspecto más controvertido y la impugnación “populista” a

la forma de gobierno que de ese vínculo emana.” (2010:40)

Carolina Barry (2011) se interesa por la práctica política de “matrimonio

gobernante” instalada por el peronismo (Perón-Eva; Perón-Isabel; Kirchner-Fernández)

como “singularidad política”. En ese marco, establece que Fernández no se ha apartado

de esta práctica implementando en los hechos (hasta la muerte de su esposo) “una suerte

de gobierno parlamentario no por la fuerza del Congreso, sino por la división de roles

entre un Primer Ministro y un Presidente de gobierno” (2011:85) debido a que Kirchner

no se apartó de la gestión lo que no quiere decir que Fernández no gobernase.

Page 28: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

27

3.2 Las Ciencias de la Comunicación

Desde las Ciencias de la Comunicación, se han estudiado las relaciones entre el

discurso político de Cristina Fernández y los dispositivos de mediatización (Cingolani,

2009) y su rol en la gestión de identidades (Fernández Constantinides, 2011).

Cingolani se interesa por la mediatización de la figura presidencial y analiza el

caso de Cristina Fernández en tanto representa un cambio en los usos de las cadenas

nacionales (y sus estrategias canonizadas) en la historia argentina a partir de los

discursos pronunciados durante la crisis con el sector agrario (25, 27 y 31 de marzo de

2008).

Para este autor, los cambios en las cadenas nacionales durante ese periodo

suponen tanto una “agregación” como una “supresión” frente a la historia del género. La

primera, en la configuración y disposición de la escena que plantean (la presencia de la

multitud y de las personalidades que tiene enfrente, el espacio amplio) que resulta en

una puesta en escena de agregación de identidades. La segunda: la de la mirada a

cámara- ya que solo se mira a los presentes- lo que supone la ausencia de “inmediatez”,

el contacto directo con los televidentes a través de la mirada, típica de la cadena

nacional para adoptar una escena más cercana a la ficción. Se cambia, entonces, el

estatuto del televidente frente al mensaje presidencial (la interpelación a través del tú

remite a la escena intramediática, es decir a los presentes, y no al vínculo presidente-

telespectadores). Este cambio en la estrategia presidencial supone también

modificaciones en las estrategias de los medios que son también actores políticos. Esta

fue la “reducción” de la figura presidencial a un sector parcial en pugna con otro: por

ejemplo, a partir de la inclusión de textos (el videograph) que enmarcaron, comentaron,

citaron fragmentos de lo dicho por la oradora a modo de titular periodístico y el recurso

de pantalla en pantalla en el que se pudo ver la “escucha” del colectivo sector rural y

sus gestos y reacciones. La primera estrategia fue la preferida por los medios afines al

gobierno nacional y la segunda por aquellos opositores. La estratega presidencial

propuso una figuración de contacto con la realidad y la sociedad, donde dos espacios

discursivos mutuamente excluyentes para la historia discursiva de Argentina entraron en

tensión: un espacio en el que se figura la contigüidad con los representados pero

situados en el ámbito del propio gobierno y a través del uso de la Cadena Nacional para

dirigirse a la ciudadanía. Esta configuración dejó resquicios para la contra-estrategia

Page 29: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

28

mediática, por ejemplo, la construcción de esas escenas como actos partidarias, la

contraposición de los colectivos invocados (los ruralistas) cuyas figuraciones se

intercalan. De acuerdo con Cingolani esto fue posible debido a al menos, tres factores:

“- uno facilitado por ciertos aspectos de la estrategia presidencial, a saber, la figuración

de un auditorio compuesto por representantes sociales, localizado en Casa de Gobierno,

la mención de sectores en tercera persona, y la modalización que implica sobre su

discurso verbal el cambio de la mirada a cámara por la dirección de su contacto e

interpelación con el auditorio presente; - otro originado en contra-estrategias mediáticas

que hacen hincapié en la dimensión de la representación parcial (entiéndase

“partidaria”, “ideológica”, “de modelo de país”, etc.) de la figura presidencial, por

encima de la representación global de sus connacionales, lo que es subrayado a través

de la selección de fragmentos verbales, y de la figuración de sectores aludidos que, o

bien demuestran su descontento frente a medidas anunciadas, o bien tensionan

icónicamente los imaginarios de los colectivos nombrados; - y un tercer factor,

situacionalmente contingente, ajeno a las estrategias como tales, que es la “visibilidad”

del colectivo figurado: el sector rural se patentiza en individuos y grupos que han

cortado las rutas o se manifiestan en diferentes puntos del país, lo que no siempre es

factible.” (2009:10)

En esta misma línea de investigación, Fernández Constantinides se interesa por

las relaciones entre política y periodismo a partir del análisis de las relaciones que se

establecen entre discurso político y discurso periodístico. Para ello, trabaja también el

periodo de la crisis agraria, con artículos publicados en Clarín y Página/12 entre el 25

de marzo y el 1 de abril de 2008. Puntualiza que ese periodo estuvo marcado por la

televisación de las cuatro intervenciones de Fernández de modo que los artículos

seleccionados son ejemplares del intercambio discursivo entre eventos televisados y su

posterior registro en la prensa escrita. La hipótesis de Fernández Constantinides es que

“el sistema mediático y el sistema político se pueden estudiar como regímenes

discursivos que trabajan en la gestión de identidades del imaginario político, por lo

tanto en la creación y recreación incesante de agregados sociales.” Entonces, el discurso

político y el discurso periodístico pueden concebirse como mediadores de identidades

colectivas.

De acuerdo con este investigador, las intervenciones presidenciales estudiadas

implicaron dos modalidades de intervención sobre el espacio público político, una en la

que prevalece el protocolo institucional-legal y otra que remite a la movilización de

masas. Las apariciones televisivas de Fernández durante el conflicto se pueden

considerar estrategias de construcción del vínculo entre el líder, el público presente y-

Page 30: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

29

televisación mediante- con un público ausente31

y muestran la necesidad de integrar en

el análisis la complejidad del entramado semiótico que incluye la palabra presidencial

pero también la organización del espacio, la presencia de personalidades, el público

partidario y estrategias de mediatización en tanto la palabra se encuentra inserta en un

régimen de visibilidad: un dispositivo de escenificación, organizado como una situación

de intercambio entre presentes pero dispuesto para una instancia testigo- el público de la

televisión-. En este sentido, para el autor

(…) en los actos en Parque Norte y en Plaza de Mayo, la Presidenta asume el rol del

líder político (la figuración de la escena, corresponde al tipo de vínculo líder-masa),

cuya legitimidad ya no emana sólo de la regla institucional, sino que es el efecto de la

capacidad de conducción y del carisma. El apoyo de la movilización refuerza y actualiza

el liderazgo. Es precisamente en estos actos cuando la figura del pueblo (como gran

metacolectivo con mayor consistencia política que la “ciudadanía”) emerge por dos

vías: aparece como entidad corporizada (es el interlocutor directo de la Presidenta, ya

que se ha hecho presente en la Plaza) y como entidad del imaginario político (el

“pueblo” como gran víctima del paro agropecuario). (2011:10)

De acuerdo con Fernández Contantinides, al mismo tiempo que un conflicto de

intereses económicos, el enfrentamiento entre sector agropecuario y Gobierno nacional

fue, también, una disputa en torno a la actividad identificante. Los medios de

comunicación son mediadores equivalentes en la gestión de entidades del imaginario

político lo que se pudo ver en cómo cada medio retomó- o evitó hacerlo- los diferentes

problemas planteados por el discurso presidencial (la legitimidad, la composición social

de la protesta, por ejemplo).

Juan Pablo Cremonte (2010) analiza de manera comparativa la construcción que

realizan tres matutinos de tirada nacional del conflicto entre el gobierno nacional y las

entidades representantes de los sectores agropecuarios durante el primer semestre de

2008. El texto tiene como objetivo exponer tres modos diferentes de construir el

fenómeno para reconocer las diferencias y coincidencias que tienen esas lecturas para

mostrar algunas de las formas del real social de Verón (1987). Para ello hace una

exhaustiva descripción de los rasgos retóricos, temáticos y enunciativos de los textos

31

Esto ha sido característica de la comunicación gubernamental kirchnerista – que se transformó en regla-

la aparición “directa” audiovisual (sin mediaciones periodísticas) cuyo paradigma es la cadena nacional y

el uso de variantes enunciativas que posibilita la televisión.

Page 31: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

30

analizados y compara las modalidades que cada uno de ellos adopta para construir el

fenómeno teniendo en cuenta los contratos de lectura propuestos por cada matutino.

En cuanto al contrato de lectura sostenido por los matutinos, Clarín y Página/12

mantienen un contrato casi sin variantes (aunque Clarín, cuyos lectores privilegiados

son las clases medias urbanas que habían apoyado a los ruralistas hizo ajustes en al

momento del enfrentamiento directo con el gobierno nacional). La Nación, por su parte,

cambia su contrato de lectura, al colocarse en una posición de mayor cercanía del

conflicto y de las entidades agropecuarias visibilizando de manera particular a los

pequeños productores, participantes activos en las manifestaciones, lo que puede

explicar la legitimidad que adquirió su posición en las clases medias urbanas.

Por otro lado, en relación al discurso político de Fernández, Cremonte sostiene

que tuvo dificultades para instalar en los medios su lectura de las “retenciones” como

una medida antiinflacionaria, tesis defendida por Página/12: La “forma de ejercer la

enunciación política [de Fernández] ha encontrado dificultades para instalar en los

medios sus propios términos de argumentación” (2010:263). En este sentido, la

estrategia de comunicación del gobierno fue una de las principales críticas que recibió.

Sus características, que Cremonte define como de “un estilo personal” y una oratoria

clásica de argumentaciones complejas, por lo general extensas con uso de subordinadas

y aclaraciones incluidas” encuentran dificultades para adecuarse en el esquema propio

de la TV para transmitir información lo que lleva a descontextualizaciones que, de

acuerdo con Cremonte, pueden tener incidencia en la construcción del sentido.

En el marco de la Teoría Social de la Comunicación, Hugo Hortiguera (2010) se

interesa por la representación de la figura de Cristina Fernández en la prensa gráfica

argentina durante la campaña presidencial de 2007. Estudia artículos de prensa e

imágenes fotográficas publicados durante el 27 agosto y el 9 de diciembre de 2007 en

La Nación y Clarín atendiendo a los modos en que gobierno y algunos medios de

comunicación interactuaron en el espacio social “conformando una gramática de

producción que terminó por alimentar una ideología de la sospecha” (2010:3), una

desconfianza mutua. Se interesa, entonces, en estudiar, a partir de la comprensión,

alcance y fijación de sentidos como tanto el discurso institucional como el mediático se

articularon y colaboraron al provocar y difundir incertidumbres sociales que terminaron

produciendo la incredulidad en las instituciones públicas.

Page 32: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

31

En primera instancia sostiene que algunos sectores de la prensa argentina fueron

construyendo sobre la candidata “un imaginario de superficialidad y de subordinación a

su esposo” desde el comienzo de su candidatura. De esta manera influyeron

ideológicamente en el perfil que los lectores hicieron sobre Fernández incluso

contradiciendo lo que años anteriores habían transmitido sobre ella. Los medios

resaltaron cierta opacidad de la presidencia que socavaba la confianza en ella y en su

verdadero poder y contribuyeron a crear una idea conspirativa del estado.

Por otro lado, el discurso de la candidata apeló a una retórica de la victimización

por su rol de mujer que acentuó la debilidad. De acuerdo con el autor, sus intentos por

instalar la noción de un “plan conspirativo, desestabilizador y destituyente” tampoco

dio resultado apoyado en una idea extendida en la tradición argentina por la cual “será

el estado quien ocupará el papel conspirador y los medios aparecerán como los

encargados siempre de desenmascararlo” (2010:14).

Dentro de las Ciencias de la Comunicación, de manera específica en el campo

interesado por la comunicación de la gestión gubernamental, Damián Fernández

Pedemonte (2016), por un lado, y Rocío Annunziata (2016), por otro, analizan el “relato

de gobierno” del kirchnerismo.

En “Matices de un relato con pocos matices: comunicación gubernamental en los

gobiernos kirchneristas” Fernández Pedemonte recurre a conceptos de la teoría literaria

en torno a la categoría de “Relato” que fueron retomados por la comunicación política,

el campo de investigación interesado en las estrategias del discurso que preparan el

consenso de las medidas y que gestionan el disenso. El autor considera las expresiones

de los años kirchneristas como un texto continuado, consistente, estructurado y trabaja

con las huellas de las operaciones narrativas sobre la superficie textual. Para esta

perspectiva el concepto de relato será ordenador del discurso político y constituye la

puesta en escena narrativa, es decir, la actualización (el Rito) de un proyecto de

gobierno (el Mito) que se expone desde la campaña electoral.

Fernández Pedemonte sostiene que quien tiene el poder, tiene el poder de

enunciar y desde el inicio cuenta con una serie de prerrogativas: la posibilidad de

enmarcar el debate; la de definir la próxima agenda y la de construir al enemigo. En

relación con estas prerrogativas, para el autor, el origen mítico del relato kirchnerista es

la crisis de 2001 que es recordada de manera constante en el discurso. Es allí donde se

Page 33: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

32

sitúa el enemigo-los intereses poderosos- como un fantasma que amenaza con volver, y

se ubica al Estado como protagonista en todas las áreas polemizando con ese enemigo

que se opone a la recuperación y será responsable de las crisis que sobrevienen.

En este relato, Néstor Kirchner se configura como el héroe del mito. Luego de su

muerte, que inviste al discurso de componentes emocionales y simbólicos, Cristina se

consagra como heroína- al principio una heroína débil- supeditada al ataque de los

poderosos, especialmente por su condición de género, tópica recurrente en su discurso.

Otra tópica del discurso será la política de derechos humanos, lo que le permite definir

enemigos antagonistas. Para el autor, los enemigos del kirchnerismo se van sucediendo

como encarnaciones de un mismo enemigo abstracto: “la corporación”.

En cuanto a la agenda, Fernández Pedemonte sostiene que, a partir del 2008,

será definida a través de la batalla con los medios de comunicación por el “frame”, es

decir, cómo se cuenta la gestión de una problemática determinada. A partir de la

categoría de “plot” o estructura de la trama, uno de los modos en los que toma cuerpo e

impulsa la agenda pública del gobierno (supeditada tanto a la adhesión del público, los

conflictos con opositores como al azar), el autor sostiene que la estrategia kirhnerista de

posicionamiento de temas estuvo orientada a neutralizar la influencia de posibles

detractores apropiándose de sus banderas. Por ejemplo, los líderes piqueteros a partir de

la política de no represión de la protesta social; el acercamiento a profesores

universitarios e intelectuales debido a la discusión y promulgación de la ley de medios;

las organizaciones de DDHH por su política de DDHH, y los sectores medios por la ley

de matrimonio igualitario, entre otras, aunque cada una de las medidas haya tenido

detractores y discrepancias dentro de los grupos. Sin embargo, el plot tiene puntos de

giro imprevistos que pueden atentar contra la coherencia del relato (que pueden darse

también para renovar la propuesta electoral, por nuevas intrigas narrativas propuestas

desde el poder o para retomar la iniciativa después de una derrota). Un ejemplo de ello

ha sido el realineamiento que hubo en el gobierno de Fernández detrás del Papa (Jorge

Bergoglio) de quien el kirchnerismo había estado distanciado cuando era cardenal de

Buenos Aires y que había constituido un adversario blanco de denuncias de parte de

aliados del poder.

El autor concluye que la coherencia prolongada del relato y su eficacia radica en

un estilo de liderazgo autoritario, inasequible a la crítica que concentra el monopolio de

Page 34: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

33

la enunciación (reprimiendo filtraciones y disidencia interna), y una enorme inversión

en comunicación en todos sus aspectos. Esta comunicación, sostiene, persigue la

finalidad de la mantención en el poder para darle continuidad al modelo a partir de la

idea de “gobierno popular amenazado por las corporaciones”, y encuentra en el relato

mediático su principal resistencia en tanto el relato gubernamental ha crecido refutando

al relato de los medios.

En “´El candidato es el proyecto´: la construcción de la narrativa kirchnerista”

Annunziatta trabaja con la categoría de relato en los discursos electorales del periodo

kirchnerista (2003-2015) en el marco de las transformaciones en las modalidades de

representación política a partir de la categoría de “formas de representación

pospromisorias” (Annunziatta, 2014).

La autora sostiene que la narrativa de un proyecto o modelo de país está presente

desde el inicio del gobierno de Néstor Kirchner. Este se construye desde una perspectiva

retrospectiva basada en la enumeración de decisiones que constituyeron los principales

actos de gobierno. Esta narrativa tiene dos rasgos adicionales: en primer lugar, no se

pude definir “hacia adelante”, es decir, no es inteligible en cuanto a medidas

proyectadas –no se puede saber el próximo paso de su desarrollo-sino tomadas. En

segundo lugar, adquiere centralidad la noción de “defender” -a través de diversos

sintagmas- la serie constitutiva del proyecto y, así, la identidad kirchnerista asociada a

este (y la de sus adversarios por oposición). Para la autora, es en los discursos

electorales, que es el espacio de la expresión de los proyectos, donde mejor manifiestan

los rasgos de “proyecto no proyectado y apelación defensiva”.

En el marco de las transformaciones en los vínculos y las representaciones

políticas de más largo alcance donde la idea de “promesa electoral” – central en el

modelo de representación tradicional- está en declive, aparecen nuevas formas de

representación que la autora denomina “pospromisorias”. Para caracterizarlas,

Annunziatta apela a la propuesta de Mansbridge (2013) quien propone el modelo de

representación anticipatoria que deriva de la idea del voto retrospectivo que representa

la voluntad que el votante tendrá, es decir, lo que avalará en las elecciones futuras y

plantea un modelo de comunicación más intenso entre gobierno y electorado durante el

periodo de gobierno. Y también propone el modelo de representación giroscópica por

el cual los electores eligen representantes brújula, es decir, personas cuyo carácter y

Page 35: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

34

cualidades personales los haría capaces de orientarse en las situaciones contingentes de

gobierno.

En base a estas propuestas la autora concluye que el kirchnerismo apeló al voto

retrospectivo buscando ser reconocido por los logros de la gestión, ajustándose a un

modelo de representación anticipatoria por su narrativa del proyecto “vivido” y

“presupuesto” en lugar de proyectado; sin embargo, la construcción de una identidad

política en crecimiento y el rol clave de los líderes en este proceso favorecieron la

conjunción con un modo de representación giroscópico y de “representantes brújula”.

La autora concluye que la forma del lazo representativo “pospromisorio” del

kirhcnerismo fue paradójica ya que la ausencia de promesas electorales no se combinó

con un argumento deliberativo-argumentativo sino que apeló a únicamente a la

legitimidad electoral como sostén de las decisiones del electorado.

3.3 Las Ciencias del Lenguaje

En el marco de las Ciencias del Lenguaje en general, y el análisis del discurso en

particular, ha habido diversos acercamientos a la discursividad de Cristina Fernández.

Víctor Armony ha publicado en revistas de circulación masiva (2007, 2008) y

especializadas (2009) sobre este tema. El autor utiliza un método de recolección de los

datos a través de un apoyo informático y aborda el análisis desde una perspectiva

cuantitativa.

En su artículo de 2007 analiza particularidades de la retórica presidencial en el

discurso de asunción presidencial y los pone en relación con el mismo discurso de otros

mandatarios argentinos y latinoamericanos. Este autor explica las características

discursivas de la primera mandataria a partir de particularidades de la coyuntura

nacional, especialmente de la opinión pública argentina en relación con los políticos y la

política. También pone en relación el discurso de la presidenta con el discurso político

internacional, especialmente con las características comunicacionales de otras mujeres,

tales como Hillary Clinton o Ségolène Royal, de las que, sostiene “han hecho de su

´femineidad post-feminista´-liberadas del yugo machista pero cómodas con su

sensibilidad femenina- un elemento clave del discurso político”.

Page 36: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

35

En 2008 y 2009, Armony analiza los cien primeros discursos de Cristina

Fernández de Kirchner y caracteriza su estilo a partir de variaciones clave en el léxico

utilizado (recurrencia o ausencia) y el uso de pronombres, y los pone en relación con el

discurso de otros mandatarios argentinos, tales como Juan Domingo Perón (de quien

menciona la unión e independencia característica del primer mandato), Ricardo

Alfonsín (rechazo al autoritarismo y adhesión a valores como democracia y libertad),

Carlos Menem (mensaje economicista del primer mandato) y Fernando De La Rúa

(discurso tecnocrático). En este sentido, sostiene que sus discursos marcan una

continuidad con los de su antecesor, Néstor Kirchner, quien había marcado una ruptura

frente a sus antecesores ya que invoca en menor medida a valores clásicos (libertad,

democracia y justicia) y abandona el discurso de grandeza hasta entonces característico

para proponer la construcción de una Argentina distinta.

Por otro lado, a partir de una comparación estadística con el discurso de otros

mandatarios latinoamericanos caracteriza el discurso de la presidenta argentina por usar

un lenguaje subjetivo. Menciona la inclusión del afecto e identifica un lenguaje más

personal que protocolar y un estilo “conversacional e intimista”, sugiriendo la operación

de marcas de género; un estilo argumentativo y la ausencia de vocabulario de la gestión

pública, característica de los discursos “tecnocráticos”. Además, observa que se acerca

comunicacionalmente a los usos políticos norteamericanos y que proyecta autenticidad,

sentido común y cercanía con la gente. Al respecto de estas características sostiene:

La presidenta pone el énfasis en el “mensaje” y en la “visión” que intenta transmitir,

pero como bien lo saben los asesores de imagen del norte, esta estrategia comporta un

riesgo: cuando los ciudadanos pueden percibir la espontaneidad calculada como

oportunismo, la calidez programada como hipocresía y la importancia del “mensaje”

como ausencia de verdadero contenido.

En nuestro país, también ha habido un interés por el discurso político de Cristina

Fernández, especialmente por aquellos discursos pronunciados durante la crisis con el

sector agropecuario.

Carrizo (2008) analiza las estrategias de persuasión por empatía en el armado de

la estructura argumental del discurso pronunciado el 25 de marzo de 2008 desde la

perspectiva teórica de la Lingüística Sistémico Funcional y los aportes de la Teoría de la

Argumentación de Toulmin (1958). Se detiene en el estudio del efecto comunicativo de

las premisas y la garantía o ley de pasaje, que funcionan como presuposiciones

Page 37: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

36

verdaderas. Realiza un análisis de los recursos retóricos y concluye que la

argumentación en el discurso de la Presidenta está centrada en el ataque a los medios de

prensa que se construyen como los “verdaderos opositores” y son interpelados a través

del recurso de la pregunta retórica. Por otro lado, los recursos de persuasión por empatía

están orientados a la opinión pública en general. Al receptor lo incluye en la posición

pragmática ideativa del hablante a través de la utilización del nosotros “inclusivo” que

deja afuera a los opositores-los ruralistas- a quienes invita a una reflexión. En este

sentido, sostiene que , [la Presidenta] “no entiende a esta práctica [la argumentación]

como un mecanismo social en el marco de una ética del debate-como quería Habermas,

ni la utiliza para construir consenso político con la oposición- en contra de la visión de

la Nueva Retórica de Perelman, ni para resolver disputas – como sugiere la

Pragmadialéctica” (Carrizo, 2008: 5).

Coviello y Orce de Roig (2009) también analizan los discursos pronunciados

durante la crisis con el sector agropecuario y se centran en las características del

dispositivo enunciativo y de la destinación a partir de las categorías propuestas por

Verón (1987). Las autoras concluyen que

[E]l discurso de CFK rediseña la Argentina, la del Bicentenario, como espacio de la

democracia, de la justicia social, del diálogo y de la tolerancia, y en lo que constituye un

gesto de signo inverso, en su construcción de la relación con el contradestinatario

establece una confrontación que no condice con la exhortación al diálogo que reitera en

cada discurso. El diálogo y la democracia son usados como mantos bajo los cuales se

esconde la imposibilidad de aceptar el disenso, lo que constituye una de las caras del

autoritarismo. (2009:8)

En “Yo hablo, ustedes entiendan. Interdiscurso y presuposición en los discursos

de Cristina Fernández de Kirchner” (2009) Raiter aborda los discursos políticos de

Cristina Fernández de Kirchner en relación con las nociones de interdiscurso como

estrategia discursiva de persuasión. Especialmente, se centra en las invocaciones a los

discursos del pasado ligados a los golpes de estado y la relación que Cristina Fernández

de Kirchner intenta hacer de estos con la situación del presente [las diversas

manifestaciones de los ruralistas]. Este autor sostiene que el análisis de estas estrategias

persuasivas y de la noción de interdiscurso no son productivas en el análisis de discursos

políticos si no se ponen en relación con los efectos que estos generan en los destinatarios

a partir de la incorporación de qué sucede en sus mentes, lo podría relevarse a partir de

un análisis de la Agenda.

Page 38: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

37

En ¿Existe una lógica discursiva kircknerista? Constancias y alternancias

(2013) este investigador se detiene en la búsqueda de estrategias de los discursos

políticos K (de Néstor Kirchner y Cristina Fernández) para discutir si existe una

especificidad que permita hablar de discurso kirchnerista. Por otro lado, se centra, en las

formas de tratamiento del pasado para observar el lugar histórico que Fernández

pretende ocupar.

En relación con el primer aspecto, Raiter sostiene que el discurso K (como él lo

denomina) propone una ruptura con el pasado “que comienza como inevitable, como

necesidad de cambio, que lentamente se transforma en una ruptura total, radical y

acusatoria hacia personajes, conductas y sucesos del pasado, sobre todo en los campos

semánticos de la política, de la economía y de los derechos humanos” (2013:102). Estos

sentidos, no tan evidentes al principio del gobierno de Kirchner, se empiezan a percibir,

según el investigador, luego de dos hechos que tuvieron lugar el 24 de marzo de 2004 y

que influyen en la producción semiótico-discursiva posterior: la bajada del cuadro de

Videla y la inauguración del Museo de la Memoria en la ex ESMA. En el discurso

kirchnerista se produce también una resignficación del sujeto “joven”.

Por otro lado, Raiter percibe que en los mandatos de Fernández la confrontación

(categoría constitutiva del discurso político) se exacerba, lo que se percibe desde los

comienzos del primer mandato y, particularmente, en el marco de la crisis con el sector

agropecuario, que considera la “primera gran disputa discursiva” cuyo sentido se

estructura en cuatro ejes temáticos: las acciones y posiciones de la patronal del campo

son golpistas; la separación entre pequeños productores y grandes propietarios; la

patronal del campo ganó mucho dinero y debe devolverlo a la sociedad y la

redistribución del ingreso. También se observa una estrategia discursiva de reafirmación

del “Yo”. En relación con el pasado en el discurso de Fernández, “el relato histórico se

introduce dentro de una polémica permanente con sus contradestinatarios” (2013:122).

A partir del establecimiento de la topología, es decir de los tópicos recorridos,

establecidos para armar el discurso propio, Raiter encuentra que Fernández apela

fuertemente a la confrontación con el pasado reciente y remoto y se esfuerza por

configurarse como “liderazgo refundador de la nación” a partir de las referencias a la

historia en general y a su historia personal que le permiten introducir una versión

particular de la historia donde quedan pocos personajes fuera del oprobio.

Page 39: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

38

Al igual que Raiter, Fabiana Martínez (2013) se interesa en abordar el

kirchnerismo como fenómeno discursivo. En este sentido, en Aproximación a algunos

tópicos del “discurso kirchnerista” no diferencia los discursos de Kirchner y Fernández.

La perspectiva adoptada será el Análisis del Discurso y la Sociosemiótica, a partir de la

noción de “novedad discursiva” de Angenot. La autora identifica tres dimensiones

constitutivas del discurso kirchnerista desde su emergencia: la recuperación de la

dimensión adversativa y los efectos de sentido derivados; la configuración de un

dispositivo de enunciación vinculado a la valorización de la política y la constitución de

un “paradigma discursivo de los derechos”.

En relación con el primer aspecto, aparecen el adversario militar, que sustenta la

política de la memoria, politiza a las víctimas e introduce la categoría de “genocidio”

rompiendo con la teoría de los dos demonios y el adversario neoliberal, que había

sostenido la política de destrucción y es enemigo del modelo de la patria.

El segundo aspecto se vincula a la configuración de un “modelo de llegada”,

relacionado con la militancia política y la experiencia setentista que produce nuevas

interpelaciones vinculadas a la lucha (trabajadores, Madres de Plaza de Mayo y la

“militancia de base”) y se articula con campos semánticos que “tematizan una axiología

teleológica de la política” e introducen oposiciones discursivas frente a otras formas de

la política propias del neoliberalismo (por ejemplo, “la política no es el gobierno de las

corporaciones, ni pura administración económica, ni determinación desde poderes

extranjeros”).

Por último, el discurso kirchnerista “constituye frente a la doxa neoliberal, una

lengua profundamente política” en la medida que produce una semantización progresiva

de diferentes derechos- correlativa de la politización de las cuestiones sociales- y la

restitución del Estado como garante y agente de control y promoción económica. La

lógica instaurada por este discurso permite, además, la interpelación del sujeto en

términos de demanda. Esto aparece en el campo semántico desplegado en torno al

término “derecho” y a la aparición recurrente de este lexema vinculado a la ida de

“inclusión, que recupera la trama simbólica del Estado de Bienestar. Martínez sostiene

que se organiza en estos discursos una escena interpelativa en torno al Estado: este es

capaz de nominar y de establecer su capacidad performativa de establecer nuevas reglas.

En muchos procesos se categoriza un derecho, se constata su ausencia y se performa un

Page 40: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

39

pueblo dañado; inmediatamente se postula un programático de reparación, señalando un

adversario.

Marcelo Díaz (2011) se interesa en el “dispositivo de enunciación K” como

dispositivo discursivo del Estado argentino durante los primeros años de la presidencia

de Fernández. Desarrolla su análisis siguiendo, particularmente, las categorías

propuestas por Eliseo Verón (1987) para el discurso político. Concluye que este se sitúa

en coordenadas diferentes de otros discursos políticos: “(…) se edifica a través de

tradiciones discursivas subalternas a lo largo de todo el bicentenario de nuestro país y de

la historia mundial del siglo pasado” (2011:54). Para este autor los tópicos de la

coexistencia pacífica y solidaria (desde lo cultural y lo laboral) desarrollados en el

discurso de Fernández son ejemplos de cómo construye sentido desde la periferia. Sobre

la presencia de los componentes del discurso político evidencia un predominio del

didáctico/explicativo. En relación con ello, concluye: “Las fuerzas de las instituciones

del Estado, además de facilitar el rasgo autoexplicativo / autolegitimado del discurso

político, se integran con el saber como práctica discursiva y social y como fuente de

legitimación de contenido discursivo.” (2011:72)

Por otro lado, Quiroga y Bosch (2012) se interesan por lo religioso y la

enunciación oficial tras la muerte de Néstor Kirchner. Analizan el dispositivo de

enunciación y, además, los fundamentos teológicos que sostienen dicha enunciación. En

este sentido, los autores reconocen el surgimiento de un nuevo dispositivo enunciativo

tras la muerte del expresidente Kirchner en el que emerge la subjetividad y se

incrementa la intensidad pática. De esta manera, aparecen referencias de orden personal,

estados emocionales, y las anécdotas familiares se ponen en el mismo nivel que el

discurso político “ambos subsumidos a la emotividad del enunciador”. Por otro lado, los

autores reconocen que afloran otras trasgresiones: la emotividad no surge sólo en lo

dicho sino que es actuada, puesta en escena, lo que supone un cambio en el estatus del

cuerpo significante del enunciador- presidente que ya no se funda en la distancia, como

cuerpo del Estado, sino que se empieza a mostrar como positividad (como individuo,

como madre, jefa de hogar y Jefa de Estado); y sostienen que la invasión de la vida

íntima y familiar en la esfera del discurso político altera la constitución misma del

discurso político.

Page 41: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

40

Además -agregan- la muerte de Kirchner trae aparejada una serie de operaciones

de articulación de su figura con la distintos personajes histórico-políticos del panteón de

próceres nacionales tendientes a igualar su figura con la de aquellos a través de un

interjuego entre lo religioso y lo político.

3.3.1 La imagen de Cristina Fernández

En relación con la construcción discursiva de la imagen de Cristina Fernández,

Sara Pérez (2013) se ha interesado en el discurso de la Presidenta en relación con la

constitución de identidades de género vinculadas a identidades políticas. Pérez estudia

el primer mandato de Fernández articulando la perspectiva del Análisis Crítico del

Discurso (ACD) y la lingüística funcional. La autora identifica rasgos propios del

fenómeno de conversacionalización propuesto por Fairclough y aspectos vinculados a la

heteroglosia, y los vincula a la construcción de la identidad de Fernández,

esencialmente, con la construcción de su liderazgo en tanto mujer política.

Pérez sostiene, entonces, que los primeros discursos están centrados en la

configuración de la imagen de “experta”; luego, durante el conflicto con el sector

agropecuario se acentúa la construcción de “política militante”. Identifica una serie de

cambios discursivos importantes a partir del año 2010 cuando se intensifica la

construcción de líder-dirigente-militante tanto como de “militante común” Además, hay

un avance de expresiones vinculadas al dominio del afecto exacerbadas a partir de la

muerte de Néstor Kirchner. Por otro lado, se interesa por analizar cómo manifiesta la

tensión público/privado en relación con su condición de género. Pérez sostiene que, por

un lado, emerge un “yo mujer común”; por otro lado, a partir de la muerte de Kirchner,

la autora muestra cómo “el rol de madre, de la vida privada, es puesto a la par del rol

público de Presidenta y del de mujer; propone una relación posible, no conflictiva sino

simultánea y compleja. (Pérez 2013: 167)

Encontramos también una serie estudios enmarcados en una perspectiva retórica

que recupera la noción de ethos.

Siguiendo la perspectiva metodológica del estudio lexicométrico de análisis de

correspondencias e interesados en la reflexión en torno a la argumentación, Pedrazini et

al. (2012) analizan 1087 discursos del primer mandato de Cristina Fernández de

Kirchner (2007-2011) y, de forma complementaria, el discurso de reasunción de su

Page 42: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

41

segundo mandato. A partir del análisis estadístico, identifican regularidades y

variaciones en el corpus. Estos autores, se proponen “aportar al conocimiento de la

variabilidad en las formas en que la Jefa de Estado estructura léxicamente, organiza

temáticamente y articula enunciativamente sus discursos, prestando especial atención a

las estrategias discursivas de persuasión adoptadas por la oradora.” (2013: 139) Para

ello, identifican “ejes factoriales”, con sus palabras asociadas, en los que reside la

máxima variabilidad léxica: el primer eje contrapone la dimensión afectiva y valorativa

a la dimensión económico-productiva y financiera; el segundo organiza los discursos

según la dimensión nacional e internacional; mientras que el tercero contrapone los

desafíos a los logros. En el primer eje el foco está puesto en el destinatario, en el

segundo eje en una perspectiva geopolítica y en el tercer eje en la problemática de

gobierno.

Los autores observan la construcción de un ethos híbrido o compuesto, este

combina lo emocional con lo racional con preponderancia de uno u otro dependiendo de

los auditorios a los que se dirige32

. Al respecto, sostienen que la mandataria busca

satisfacer las expectativas de diversos sectores: intenta mostrarse a la vez como una

dirigente “que se ocupa de la gente”, que está comprometida y a la escucha, que forma

parte de un grupo con valores propios, que es eficiente y conocedora.

María Elena Bitonte reflexiona acerca de la retórica de Fernández en dos textos.

En primer lugar, en “Ni unidos ni dominados, sencillamente sordos. Algunas

particularidades de la retórica de Cristina Fernández” (2010) Bitonte se pregunta por

qué el discurso de Fernández parece convencer pero no persuadir a las audiencias y

busca analizar las causas de esta dificultad. Aborda una serie de discursos que tienen

como tema el Bicentenario y se pregunta por la construcción del lugar del otro en el

contexto de los 200 años de la independencia argentina. Allí, la autora analiza el ethos

32

En la dimensión afectiva y valorativa, asociada a discursos pronunciados principalmente en diferentes

partidos de la provincia de Buenos Aires, la oradora se involucra personalmente en su discurso, dando

cuenta de sus sentimientos. Se muestra a la escucha, comprensiva y comprometida con las necesidades

del pueblo. Aquí predominan un ethos de humanidad y solidaridad. En cambio, en la dimensión

económico-productiva y financiera, donde abundan los discursos ante autoridades extranjeras y/o

empresarios argentinos y extranjeros, así como en la dimensión local y de logros –asociada a discursos de

inauguración de obras en diferentes provincias argentinas–, la estrategia de persuasión de Fernández se

construye apoyándose en el logos, al tomar distancia, dando cuenta de los resultados alcanzados mediante

cifras. Construye un ethos de la eficacia tanto en el nivel nacional como internacional. Se destaca una

visión pragmática de la tarea de gobernar, que apunta a obtener la adhesión –tanto de la ciudadanía como

de inversores y autoridades del país y del mundo– fundamentalmente a través de los resultados de la

acción.

Page 43: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

42

de Fernández en el marco de la propuesta de circuito retórico de Michel Meyer (2004).

Asume una posición de la argumentación que explica que las pasiones, lejos de estar

ausentes, están expresadas en forma de agonismo “la dimensión de las pasiones que

remiten a las diversas fuerzas efectivas que están en el origen de las formas colectivas

de identificación (Mouffe, 2007)”. Este tiende al establecimiento de vínculos sociales

basados en que las posiciones en pugna reconocen la legitimidad de sus oponentes: es lo

que denomina “pluralismo agonístico”.

La hipótesis de Bitonte es que “el orden pathémico se ve degradado en su

dimensión emotiva y crece por la inflación del otro como enemigo. En este escenario la

argumentación deviene una argumentación sin diálogo o un diálogo de sordos

(Angenot, 2008).” Para la autora el circuito retórico que construye Fernández, el pathos

no está ausente pero se debilita en la construcción de antagonismos. Para Bitonte,

debido a “la configuración de un ethos docto y paternalista (distante), su discurso no se

dirige tanto a motivar a un auditorio de pro-destinatarios militantes sino, antes bien, al

señalamiento de otro siempre en disidencia y fuera del juego político por ser construido,

precisamente, como una amenaza a dicho orden.” (2010: 5). Identifica el uso de la

explicación como crucial en la configuración del ethos de Fernández. Esta maniobra

estratégica explicaría, de acuerdo a la autora, por qué la economía del discurso retórico,

dirige sus mayores esfuerzos al desarrollo de estrategias explicativas que tienden a

construir dos espacios cerrados, enfrentados y exentos de diálogo que atraviesa el tópico

del Bicentenario. Estos fenómenos no contribuyen a promover emociones centradas en

el pathos.

Por otro lado, “Algunas peculiaridades de la retórica de Cristina Fernández. Post

Scriptum: el uso de índices de co-enunciación como maniobra estratégica” (2011)

retoma las propuestas planteadas en el texto anteriormente referido que proponían una

argumentación sin diálogo y da lugar a nuevos interrogantes al respecto tendientes a

explicar la configuración del vínculo intersubjetivo en el discurso de Fernández. La

autora aborda un corpus contrastivo de dos periodos 2008/2009 y 2010/2011 a partir de

la Teoría de las Operaciones Enunciativas de Culioli, especialmente, el recurso a la

interpelación a un co-enunciador cómplice y de la noción de maniobra estratégica de

van Eemeren y Houtlosser (2002).

Page 44: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

43

Bitonte concluye que durante el primer periodo estudiado la dimensión

pathémica creció por la inflación del otro como enemigo. La palabra del otro no abona

un diálogo constructivo y tampoco espera ser refutada sino que el contra-destinatario era

concebido como una amenaza y queda en el terreno de lo delocutivo. De esa manera se

construye el circuito retórico cerrado sobre sí mismo que cohesiona y da identidad a un

colectivo en virtud de un enemigo común que discursivamente se realiza a través del

apóstrofe y otros índices de co-enunciación. Desde una perspectiva retórica estas

operaciones de co-enunciación son maniobras estratégicas que alimentan lo pathémico

del discurso ya que “el co-enunciador se vuelve co-responsable de la validación del

punto de vista de la oradora, oficiando de garante de la verdad de lo dicho o

convirtiéndose en su anclaje afectivo” (2011: 11). En cambio, en el segundo periodo

abordado, que es posterior a la muerte de Néstor Kirchner se extreman operaciones que

manifiestan la reversibilidad de la interacción y ponen en contacto a enunciador y co-

enunciador. La oradora refuerza el contacto con el auditorio maximizando la

indexicalidad e introduciendo el diálogo.

En “Argumentation, debate and refutation in contemporary Argentine political

discourse” (2010) Marafioti evalúa que durante la crisis con el sector agropecuario

Cristina Fernández tuvo problemas para convencer/persuadir a las audiencias acerca de

su propuesta debido a una construcción errática del ethos que atribuye a la fuerte

presencia de su marido, Néstor Kirchner, en la arena política nacional que produjo una

debilidad de la figura de la Presidenta y el consecuente cuestionamiento acerca del

poder real y, especialmente, la “división de trabajo” en la pareja política. (2010:8).

En trabajos previos hemos analizado la construcción del ethos, especialmente, en

los discursos electorales de Cristina Fernández.

En Maizels (2010) hemos propuesto como una de las imágenes de sí que se

configuran en la campaña política lo que hemos denominado un ethos pedagógico

caracterizado por la construcción de una figura enunciativa poseedora de saber y

productora de conocimiento que, en ocasiones, se acerca a la figura de un experto. En

este trabajo hemos demostrado cómo el discurso político de la candidata apela a la

construcción de idoneidad a través del despliegue de saberes que abarcan distintos

ámbitos de conocimiento y de la demostración de un saber–hacer, que se sustenta en la

Page 45: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

44

experiencia adquirida en las funciones ejercidas en el ámbito de la política y hemos

abordado diversos mecanismos lingüísticos y discursivos que lo sustentan.

En Vitale y Maizels (2011) hemos analizado una serie de discursos electorales

de Fernández (2007) y hemos planteado que esbozan lo que hemos denominado ethos

híbrido no convergente debido a que la candidata construye más de una imagen de sí

preponderante, estas son el ethos pedagógico-experto y el ethos femenino, pero estas

imágenes no orientan hacia la misma conclusión en ese caso que ella era mejor

candidata a la presidencia que Néstor Kirchner. Esto lo hemos vinculado a las

particularidades de la coyuntura en la que Fernández presenta su candidatura que le

impiden una estrategia de diferenciación clara con su antecesor, Néstor Kirchner.

En Maizels (2012) hemos abordado un rasgo característico de los discursos de

Cristina Fernández de Kirchner, el uso de la negación, a partir del marco teórico de la

Teoría de la Argumentación de Plantin. En este análisis hemos indagado en la relación

que el sujeto establece con “otras voces” u otros saberes a través del discurso y de qué

manera estas relaciones inciden en la construcción del ethos.

Los discursos de asunción de mando han sido estudiados también en el marco

del interés por la construcción del ethos por María Belén Romano (2011) y Alejandra

Vitale (2013 y 2014).

Romano (2011) analiza la construcción del ethos en el primer discurso de

asunción de Fernández El marco teórico y metodológico es el análisis crítico del

discurso y el estudio de la argumentación desde la perspectiva de la Nueva Retórica, y

los postulados de Maingueneau y Charaudeau en relación con el ethos. Romano se

centra en las técnicas argumentativas y estrategias lingüísticas utilizadas en la

construcción del ethos político de Fernández.

Al igual que otros investigadores reconoce que, al contrario de lo que puede

ocurrir en otros discursos inaugurales, el de Fernández no implica una ruptura con la

política anterior, sino la continuación de un proceso, y sostiene que este hecho le

imprime algunas características que lo diferencian de otros pronunciados en ocasiones

similares. Entre ellas menciona la permanente asimilación del ethos de la mandataria al

de Néstor Kirchner, lo que interpreta como una estrategia para generar confianza en el

auditorio. Por otro lado, la asunción de diversos lugares de enunciación: Fernández

Page 46: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

45

habla como “ciudadana”, como miembro de una generación y como mujer. Para

Romano, así intenta vincularse al conjunto de la sociedad, los grupos menos favorecidos

históricamente y posicionarse tanto como miembro del grupo dominante como del

dominado. Romano indica que, además, Fernández se muestra ejerciendo control por

medio de la palabra, selecciona los temas, construye al otro (como aliado o adversario)

de acuerdo al objetivo ideológico que persigue: mostrarse como una mandataria eficaz,

segura, fuerte, inquebrantable y humana. En este sentido, su discurso no solo apela a la

razón sino también a los afectos.

La autora, concluye que existe una relación entre la interacción razón-emoción,

los argumentos utilizados (pertenecientes tanto al ámbito de lo asociativo como al de

lo disociativo) y las imágenes que Fernández busca transmitir. Para Romano, la

mandataria busca un equilibrio entre la imagen de una presidenta segura, fuerte y

autosuficiente, y la de una mujer débil, sensible y tolerante.

En “Ethos y legitimación política en los discursos de asunción de la presidente

argentina Cristina Fernández de Kirchner” (2013) Vitale compara los dos discursos de

asunción de Fernández (2007 y 2011) e indaga en la construcción del ethos como forma

de legitimación de su liderazgo político. En el análisis, retoma la noción de ethos

pedagógico experto analizada en trabajos anteriores a propósito del discurso electoral de

Fernández y la de ethos militante acuñada por Montero (2007) en investigaciones sobre

la construcción del ethos en Néstor Kirchner y luego retomada por Dagatti (2011). En

relación con el ethos pedagógico-experto, sostiene que despliega características del

discurso explicativo y una escena de habla asimétrica, lo que la distancia de su

auditorio. Por otro lado, Vitale identifica a construcción de un ethos militante que

recupera “la militancia de la década del setenta y se presenta con convicciones que

llevan a cuestionar el orden establecido, lo que a nivel discursivo la llevan a la violación

de ciertas convenciones que rigen el género de la retórica presidencial discurso de

asunción” (2013:19). Estas violaciones se presentan más claramente en 2011 y radican

en cuestiones protocolares (por ejemplo, que haya recibido la banda presidencial de su

hija) y discursivas tales como su correspondencia con una escena de habla informal que

se puede caracterizar como un “diálogo entre amigos” en la que se atenúan las

jerarquías y, por otro lado, la presencia de la emoción a través del recuerdo del

expresidente fallecido. En este sentido, se aleja de lo institucionalista y pragmático y se

muestra dotada de valores y convicciones que guían la acción. Este ethos le permite

Page 47: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

46

presentarse como continuación de Néstor Kirchner; mientras que la construcción del

ethos pedagógico- experta le permitiría diferenciarse de él, si bien para la autora ambos

comportan un lugar del saber y la verdad sin fisuras.

En 2014, Vitale retoma los planteos de Bonnafous y Vassy sobre el ethos

femenino de las mujeres políticas y el modelo pragmatique- emphatique33

. Hace un

análisis contrastivo de la construcción del ethos femenino en los discursos de asunción

de las tres primeras presidentas mujeres de América del Sur, Michelle Bachelet (2006,

Chile), Cristina Fernández (2007, Argentina) y Dilma Rousseff (2011, Brasil). Se

propone caracterizar la imagen de sí como medio de legitimación de liderazgo político e

indagar en la presencia de un ethos femenino centrándose en el estudio de tres

dimensiones: la retórica, la enunciativa y la cognitiva. En relación con ello concluye que

las tres presidentes utilizan el hecho de ser mujeres como estrategia de legitimación, sin

embargo, no construyen un mismo ethos femenino debido a que no presentan un mismo

grado de confrontación, no apelan a los mismos estereotipos sobre las mujeres ni

articulan de igual modo el ethos con el logos y el pathos.

En el caso de Fernández sostiene que la estrategia utilizada será la de enmarcarse

en una serie de figuras modélicas de la historia. Por otro lado, destaca que construye un

ethos de la competencia y que, en su discurso, predomina el logos; el pathos, por el

contrario, no tiene peso considerable. Para Vitale, de las tres presidentes analizadas,

Fernández es la que más alejada se encuentra del modelo pragmatique-emphatique.

Entre las razones que la autora esgrime se encuentra que su discurso tiene mayor

agresividad y es el más confrontativo. Además, que emplea un vocativo que marca

distancia con su auditorio y que no utiliza el léxico del amor, del afecto o la compasión

y no tiende a provocar la emoción en su auditorio. Finalmente, entre los estereotipos de

33

Este modelo de comunicación propuesto por Simone Bonnafous (2002, 2003) a partir de la forma en

que las políticas mencionan su feminidad y la relación de esto con la imagen que ellas dan de sí en sus

discursos mediante un análisis de la enunciación, y del estilo. Este modelo presenta cinco características

principales entrelazadas: el rechazo explícito del maniqueísmo de la simplificación y la valoración de los

matices; el uso de expresiones muy concretas y poco metafóricas que anclan en la vida cotidiana; el

empleo limitado de la ironía y la agresividad contra los adversarios o detractores, junto con la voluntad

explícita de no entablar ni alimentar polémicas; la manifestación de benevolencia y solidaridad que se

traduce en un léxico del amor, del afecto y la compasión, encontrado menos regularmente en los hombres

políticos; el recurso al diálogo más o menos ficticio, que contribuye a tornar más perceptibles las

situaciones evocadas.

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47

mujer que emplea (por ejemplo, el de víctima), es la única presidente que no apela al de

la mujer como madre.

Entre estos antecedentes, sin embargo, no hay trabajos que sistematicen la

construcción de la imagen de sí o ethos durante el período propuesto atendiendo a las

condiciones sociohistóricas y que se aboquen a caracterizar la matriz de rasgos

lingüístico- discursivos que componen la presentación de sí de Fernández durante el

primer periodo de su mandato.

4. Marco teórico de la investigación

4.1. La categoría de ethos

4.1.1 La tradición retórica

El ethos puede ser definido como la imagen que en el discurso construye el

orador de su propia persona para asegurar su credibilidad y, así, ejercer influencia sobre

su auditorio. La noción de ethos tiene una larga tradición, proviene de la Antigua

Retórica y recientemente ha sido retomada y reformulada en el marco de los estudios

del discurso. Aristóteles fue el primero en otorgarle a esta noción un lugar privilegiado

en los discursos persuasivos.

En Retórica clasifica el ethos o carácter moral -junto al logos y al pathos- como

un tipo de prueba técnica obtenida mediante el discurso del orador34

. Para el autor, esta

tiene una de las mayores fuerzas probatorias siempre que proceda por medio del

discurso y no por un juicio previo acerca del orador35

. En efecto, su eficacia radica en

34

Aristóteles en Retórica plantea la distinción clases de pruebas obtenidas por medio del discurso. El

autor sostiene, “las pruebas obtenidas por medio del discurso son de tres clases: las primeras están en el

carácter moral del orador; las segundas, en disponer de alguna manera al oyente, y las últimas se refieren

al discurso mismo, a saber, que demuestre o parezca que demuestra” (Aristóteles, 2007:44). Al respecto

Barthes indica que de la inventio parten dos grandes líneas, una lógica (convencer) y una psicológica

(emocionar). “Convencer (fidem facere) requiere de un aparato lógico o pseudo-lógico que se llama en

general, la Probatio (campo de las “Pruebas”): se trata de ejercer una violencia justa mediante el

razonamiento sobre el espíritu del oyente cuyo carácter, disposiciones psicológicas, no se tienen en este

momento en cuenta; las pruebas tienen su propia fuerza. Emocionar (animos impellere) consiste, por el

contrario, en pensar el mensaje probatorio, no en sí, sino según su destino, según el humor de quien debe

recibirlo, en movilizar pruebas subjetivas, morales.” (1970: 44-45)

35 De esta manera, el estagirita prefigura una de las grandes distinciones teóricas en relación con esta

noción: la diferencia entre ethos discursivo y prediscursivo. En relación con esto Aristóteles se aparta de

Page 49: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

48

que “se persuade por medio del carácter moral cuando se pronuncia el discurso de tal

manera, que haga al orador digno de ser creído, porque a las personas buenas les

creemos más y con mayor rapidez, en general, en todos los asuntos, pero principalmente

en aquello en que no hay evidencia, sino una opinión dudosa.”(2007:44-45).

Para Barthes, intérprete de Aristóteles, el ethos: “(…) son los atributos del orador

(…): son los rasgos de carácter que el orador debe mostrar al auditorio (poco importa su

sinceridad) para causar buena impresión: son sus aires.” ([1970] 1982: 63). Se trata,

además, de un decir metafórico: “significar lo que quiero ser para el otro”. En este

sentido, el ethos es una connotación: el orador enuncia información y al mismo tiempo

dice: “soy esto, no soy aquello.” Esta definición, permite poner el foco en la distinción

entre lo “dicho” y lo “mostrado” a través del discurso.36

Por otro lado, Aristóteles esboza también una “primera tipología” del ethos

(Maingueneau, 1996) al proponer que será conformado por tres características que

hacen al orador digno de ser creído, estas son, frónesis, areté y eunoia: “Tres son las

causas de que los oradores sean dignos de fe (…) la prudencia, la virtud y la

benevolencia.” (2007:158). En relación con las virtudes que constituyen la autoridad

moral del orador, Barthes sostiene: 1) frónesis: es la cualidad de quien delibera bien, que

pesa bien el pro y el contra; es una sabiduría objetiva, un buen sentido expuesto; 2)

areté: es la exposición de una franqueza que no teme a sus consecuencias y se expresa

mediante frases directas, selladas de una lealtad teatral; 3) eunoia: se trata de no chocar,

de no provocar, de ser simpático (…) de entrar en una complicidad, de ser complaciente

con el auditorio. En suma, mientras habla y desarrolla el protocolo de las pruebas

lógicas, el orador debe decir sin cesar: síganme (frónesis), estímenme (areté) y

sus antecesores, Platón e Isócrates, quienes hacían hincapié en la importancia de la influencia que ejercen

la vida real del orador y su consideración social - la autoridad individual e institucional del orador, la

reputación de su familia, se estatus social, lo que se sabe de su modo de vida, etc- sobre la fuerza

persuasiva de su discurso que será retomada por la tradición latina. Según Amossy (2000), Isócrates (436-

338 a.C.) en Antídosis se pregunta “¿Quién puede ignorar, en efecto, que el discurso de un hombre bien

considerado inspira más confianza que el de un hombre desprestigiado y que las pruebas de su

sinceridad que resultan de toda la conducta de un orador tienen más peso que las que provienen del

discurso?”

36En cuanto a “lo dicho” por el orador de sí mismo, es decir, los casos en los que se autorrepresenta

explícitamente con ciertas cualidades, Aristóteles había advertido en contra, en particular sosteniendo

que decir algunas cosas acerca de uno mismo suscita la envidia (Retórica III, 17). En relación con

ello, los estudios modernos de la noción de ethos introducirán dos conceptos que diferencian la imagen

que se “desprende” de la enunciación (ethos mostrado) y la autorrepresentación que los oradores hacen de

su persona al atribuirse ciertas cualidades (ethos dicho).

Page 50: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

49

quiéranme (eunoia) ([1970]1982:64). En Aristóteles el ethos parece tener tanto un

sentido moral o ético, debido a que remite a atributos y virtudes que contribuyen a

garantizar el éxito del orador, como también tiene un sentido “neutro” que remite al

carácter, costumbres y disposiciones que deben ser acordes con los temas y estilo del

discurso. Sin embargo, la definición de estos términos ha despertado debate dentro de

los estudiosos de la retórica, especialmente, acerca de los alcances de la dimensión

moral o axiológica del ethos37

(cfr. Maingueneau, 2002).

A partir del Renacimiento se produce lo que Albaladejo (1989) describe como

una “retorización de la Poética y poetización de la Retórica”: la Retórica se centra en la

elocutio y se reduce a una teoría de los tropos, desligados de su valor persuasivo38

. Es

en la segunda mitad del siglo XX, con la renovación de los estudios sobre

argumentación39

y a partir de la obra de Chaïm Perelman y Lucie Olbrechts-Tyteca,

cuando la Retórica vuelve a ser pensada en función de la persuasión.

4.1.2 La renovación de la retórica

Perelman y Olbrechts-Tyteca se ocupan de los medios discursivos que sirven

para obtener y acrecentar la adhesión del auditorio a las tesis que se presentan para su

asentimiento. Así, examinarán las técnicas que emplea el lenguaje para persuadir y

convencer. En su obra capital Tratado de la argumentación. La nueva retórica ([1958]

37

Por ejemplo, desde una perspectiva pragmática, Eggs (1999) señala la doble dimensión del ethos: moral

y estratégica. Para Eggs, la conjunción de estos dos aspectos permite, en la perspectiva de Aristóteles,

convencer en el discurso e indica la importancia de considerar tanto las virtudes reconocidas del orador

como su representación en el discurso. Ambas constituyen dos caras necesarias de toda actividad

argumentativa.

38Barthes sostiene que Aristóteles escribió dos tratados que conciernen a los fenómenos del discurso: la

Tejné retoriké trata de un arte de la comunicación cotidiana, del discurso en público; la Tejné poietiké

trata de un arte de la evocación imaginaria; en el primer caso, se trata de regular la progresión del

discurso de idea en idea; en el segundo, la progresión de la obra de imagen en imagen. Estas son, para

Aristóteles, dos “tejnai” autónomas; y es la oposición de estos dos sistemas, uno retórico, el otro poético,

lo que de hecho define a la retórica aristotélica. Todos los autores que reconozcan esta oposición podrán

ser alineados en la retórica aristotélica: ésta desaparecerá cuando se neutralice esta oposición, cuando

Retórica y Poética se fusionen, cuando la Retórica se transforme en una tejné poética (“de creación”): esto

sucede aproximadamente en la época de Augusto (con Ovidio y Horacio y un poco después (Plutarco y

Tácito) aunque Quintiliano practique aún retórica aristotélica. Para Barthes, sin embargo, “la fusión de la

Retórica y la Poética es consagrada por el vocabulario de la Edad Media en que las artes poéticas son

artes retóricas y donde los grandes retóricos son poetas.” (1970:17) Esta fusión está en el origen mismo

de literatura: la retórica aristotélica pone el acento sobre el razonamiento; la elocutio (o departamento de

las figuras) es sólo aquel (menor en Aristóteles mismo); más tarde se da lo contrario: la retórica se

identifica con los problemas, no de “prueba” sino de composición y de estilo: la literatura (acto total de la

escritura) se define por el escribir bien. 39

Recordemos que en este momento también se publica en el ámbito anglosajón la obra de Toulmin The

uses of argument.

Page 51: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

50

1989), rescatan como concepto esencial de la retórica tradicional la noción de auditorio,

es decir, “el conjunto de aquellos en quienes el orador quiere influir con su

argumentación” (1989: 55) sobre la cual esbozan una tipología. Este aporte ha permitido

la reactualización del ethos como instrumento de análisis en tanto la noción de auditorio

es entendida como una construcción del orador, quien debe adaptarse a él disponiendo

así los medios apropiados para generar su adhesión. De acuerdo con Amossy (1999)

este aspecto es el aporte esencial de Perelman y Olbrechts-Tyteca a los estudios

contemporáneos sobre la noción de ethos: la necesidad del orador de adaptarse al

auditorio, o sea, de hacerse una imagen de él y, correlativamente, de construir una

imagen fiable de su propia persona en función de las creencias y valores que él brinde a

su auditorio, dinamismo que pone en primer plano la construcción de una imagen de sí

mismo a la que, sin embargo, le reservan un lugar muy limitado.

Al reflexionar acerca de los vínculos entre orador y discurso, estos autores

sostienen que el discurso es la manifestación, por excelencia, de la persona. En este

sentido, el orador es contexto del discurso, “es el contexto más valioso para apreciar el

sentido y alcance de una afirmación”40

([1958] 1989:498). Acerca del orador, afirman:

Normalmente, es necesario tener cierta calidad para tomar la palabra y ser escuchado.

(…) La calidad del orador, sin la cual no lo escucharían, y, muy a menudo, ni siquiera lo

autorizarían a tomar la palabra, puede variar según las circunstancias: unas veces,

bastará con presentarse como un ser humano, decentemente vestido; otras, será preciso

ser adulto; otras, miembro de un grupo constituido; otras, portavoz de este grupo. Hay

funciones que, solas, autorizan a tomar la palabra en ciertos casos o ante ciertos

auditorios; existen campos en los que se reglamentan con minuciosidad estos problemas

de habilitación. El contacto que se produce entre el orador y el auditorio no se refiere

únicamente a las condiciones previas a la argumentación: también es esencial para todo

su desarrollo. En efecto, como la argumentación pretende obtener la adhesión de

aquellos a quienes se dirige, alude, por completo al auditorio en el que trata de influir.

([1958]1989:54)

Aquí, se hace hincapié tanto en la importancia de la figura del orador, en el

funcionamiento de los datos previos al discurso así como el vínculo establecido entre

orador y auditorio a través de este. El orador, en efecto, ha de inspirar confianza, sin ella

el discurso no merece crédito. Asimismo, si la persona del orador da un contexto al

40

Esta será, incluso, uno de los rasgos que distinguen a la argumentación de la demostración ya que el

contexto, las intenciones y los fines adquieren importancia en el discurso persuasivo.

Page 52: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

51

discurso, este último, por otra parte, determina la opinión que se tendrá de ella: “Esto es

lo que los antiguos llaman ethos oratorio, es decir, la impresión que el orador, por sus

propósitos, da de sí mismo.”([1958] 1989:490).

4.1.3 La lingüística de la enunciación

Es el desarrollo de la lingüística de la enunciación lo que permitirá el abordaje

posterior de la noción de ethos dentro de las ciencias del lenguaje ya que brinda

herramientas para estudiar las modalidades verbales de la presentación de sí en el marco

del intercambio verbal. La expresión de la subjetividad y la inscripción de sujeto en el

discurso han sido exploradas, especialmente a partir de los aportes de Benveniste (1966

y 1974) y, posteriormente, de Catherine Kerbrat-Orecchioni (1980), aunque estos

autores no abordan la noción de ethos ni vinculan la expresión de subjetividad con la

persuasión.

En “La subjetividad en el lenguaje” (1958), Benveniste postula que el lenguaje

es la posibilidad de la subjetividad en tanto contiene las formas lingüísticas apropiadas

para su expresión. Para el autor, “el lenguaje propone, en cierto modo formas ´vacias´

que cada locutor en ejercicio de discurso se apropia, y que refiere a su ´persona´,

definiendo al mismo tiempo él mismo como yo y una pareja como tú. La instancia de

discurso es así constitutiva de todas las coordenadas que definen al sujeto (…).”

(1966:184)

Luego, en “El aparato formal de la enunciación” (1970) Benveniste postula que

en el acto de enunciación,

el locutor se apropia del aparato formal de la lengua y enuncia su posición de locutor

mediante indicios específicos, por una parte y por medio de procedimientos accesorios,

por otra. Pero inmediatamente, en cuanto se declara locutor y asume la lengua, implanta

al otro delante de él, cualquiera sea el grado de presencia que atribuya a este otro. Toda

enunciación es, explícita o implícita, una alocución, postula un alocutario. (1974: 84-

85).

Es Kerbrat-Orecchioni (1980) quien enfatiza en la naturaleza representacional y

especular de estas imágenes que formarán parte de la competencia cultural de los

participantes de la comunicación. Para ello retomará la propuesta de Pecheux (1969)

quien define las formaciones imaginarias de todo proceso discursivo como el lugar que

tanto A (el locutor) como B (el interlocutor) se atribuyen a sí mismos y al otro, es decir,

la imagen que se hacen de su propio lugar y del lugar del otro.

Page 53: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

52

La lingüística de la enunciación proveerá, entonces, los instrumentos

metodológicos para un primer abordaje lingüístico de la noción retórica de ethos en

tanto las marcas concretas de subjetividad dibujan la imagen de aquel que habla. Son

estos postulados, que muestran un sujeto construido por la lengua y no preexistente, los

que permiten que el análisis de la presentación de sí mismo comience necesariamente

por el análisis de las personas gramaticales que lejos de ser un análisis puramente

formal revela la presencia de un locutor que ha dejado su “huella” en el discurso.

Entonces, el uso de la primera persona de singular permite, al mismo tiempo, tanto la

emergencia de la subjetividad como la de una imagen de sí que es también una

construcción identitaria. Por otro lado, el conjunto “yo/tu”, implica que el locutor no

puede emerger y configurarse como sujeto más que en relación con un otro. Modelada

por la “doxa”, por las expectativas, las reacciones del auditorio, toda presentación de sí

emerge como una negociación de identidad cuyo éxito depende en gran parte de su

funcionalidad y su fuerza de persuasión (cfr. Amossy, 2010).

Dentro de las ciencias del lenguaje, sin embargo, ha sido Oswald Ducrot (1984)

el primero en considerar la noción de ethos cuando postula su teoría polifónica de la

enunciación. No obstante, el autor no desarrolla el concepto sino que lo retoma para

explicar las diferencias entre el locutor como “ser en el mundo” (λ) y el locutor como

sujeto hablante (L). En este marco, definirá al ethos como las costumbres que el orador

se atribuye a sí mismo por la manera en que ejerce su actividad oratoria:

No se trata de las afirmaciones jactanciosas que puede emitir sobre su propia persona

dentro del contenido de su discurso, afirmaciones que por el contrario arriesgan chocar

al oyente, son de la apariencia que le confieren la cadencia, la calidez o severidad de la

entonación, la elección de las palabras, de los argumentos (…).” (…) el ethos es

atribuido a L, el locutor como tal: por ser fuente de la enunciación se ve ataviado con

ciertos caracteres que, por contragolpe, tornan aceptable o rechazable esa enunciación.

Lo que el orador podría decir de sí mismo en cuanto objeto de la enunciación,

concierne, en cambio a λ, el ser del mundo (…)” (1984: 205)

Desde entonces, el ethos ha despertado un creciente interés en el análisis del

discurso que no sólo ha revitalizado la noción sino que ha abierto debates acerca de sus

alcances.

Page 54: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

53

4.1.4 El análisis del discurso contemporáneo

A partir de los años ´80 del siglo XX en el análisis del discurso ha habido un

interés creciente en la noción de ethos. De los múltiples aportes y los numerosos

estudios que han abordado esta noción, destacamos las propuestas de Dominique

Maingueneau (1987, 1993, 1996, 1998, 1999, 2002, 2008, 2010) y de Ruth Amossy

(1999, 2000, 2001, 2010).

Maingueneau introduce dos grandes desplazamientos en relación con la noción

de ethos de la retórica clásica. En primer lugar lo aleja del “arte oratorio”, es decir, no lo

considera intrínsecamente ligado a la oralidad. Este autor vincula el ethos con la

construcción de la identidad del enunciador en el acto de enunciación, por lo tanto, nos

permite reflexionar sobre la adhesión de los sujetos a cierta postura discursiva. Para

Maingueneau, “el ethos está ligado a la enunciación y no a un saber extradiscursivo

sobre la enunciación” (1999:76). Sin embargo, reconoce la existencia de un ethos

prediscursivo en tanto “el público construye también las representaciones del ethos del

enunciador incluso antes de que este empiece a hablar.” Esto le permite establecer

expectativas, lo que es particularmente relevante en el caso de la política cuyos

locutores están constantemente expuestos en la arena mediática asociados a un ethos que

cada enunciación podrá confirmar o refutar.

La distinción propuesta por Ducrot será retomada por Maingueneau para quien la

eficacia del ethos reside en que “envuelve la enunciación sin estar explícito en el

enunciado.” (1999:77). El autor establece la diferencia entre “ethos dicho” (aquello que

el locutor dice de sí mismo, las cualidades que se atribuye o con las que se

autorepresenta) y “ethos mostrado” (los rasgos que se infieren de la enunciación a través

de signos tanto verbales como no verbales). El primero se vinculará a λ y el segundo a

L. Los rasgos que el destinatario atribuye a un locutor no son únicamente intra -

discursivos sino que intervienen también en su elaboración datos exteriores a la palabra,

tales como mímicas, vestimentas, etc41

. Este aspecto será enfatizado por Kerbrat-

41

En relación con los aspectos no verbales en la constitución de la imagen de sí del locutor, la

preocupación por los signos que acompañan la alocución tiene su origen en Antigua Retórica. Quintiliano

en Instituciones Oratorias (libro undécimo, dedicado a la actio o pronuntiatio) presenta apartados que

tratan en detalle tanto la voz (cantidad y cualidad) como los gestos (de la cara, del cuerpo, de las manos) y

el vestuario. La denominada prueba por el ethos moviliza todo lo que en la enunciación discursiva

contribuye a constituir una imagen del orador con destino al auditorio. El tono de voz, la facilidad de

palabra, la elección de las palabras y de los argumentos, gestos, mímicas, mirada, postura, adornos, etc.

Page 55: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

54

Orcchioni (2008) quien, interesada en los debates televisivos de sujetos políticos,

sostiene que en la construcción de las imágenes del orador intervienen

marcadores e índices que son multimodales (verbales, paraverbales y no verbales)

y polisémicos (su valor se determina sólo en el contexto y en su interpretación

interviene siempre en parte la subjetividad).

Por otro lado, para este autor, si bien el enunciador debe legitimar su decir -en su

discurso se otorga una posición institucional y marca su relación con un saber-, no se

manifiesta claramente como un rol y un estatuto, sino que también se deja aprehender

como una voz y un cuerpo que participan de un comportamiento global. Todo texto

implica la representación de la instancia subjetiva que es considerada como “voz”,

“carácter” (conjunto de rasgos psicológicos) y, aún más, como “cuerpo enunciante”

(conjunto de rasgos físicos y de vestimenta), históricamente especificado e inscripto en

una situación. En este sentido, Maingueneau (2002) sostiene que el ethos se elabora a

través de una percepción compleja que moviliza la afectividad del intérprete que obtiene

sus informaciones, como ya hemos dicho, del material lingüístico y del ambiente. Esta

representación remite a la figura de un garante, aquella subjetividad que es reconstruida

mediante indicios discursivos por el lector u oyente y que certifica y asume

responsabilidad con su tono y modo de decir lo que es dicho. Asimismo, la noción de

incorporación designa la manera en que la enunciación le da un cuerpo al garante, la

manera en que el intérprete se apropia de este ethos, es decir cómo incorpora los rasgos

y cómo construye el cuerpo de un grupo. Al respecto, el autor especifica:

Apelando de un modo poco ortodoxo a la etimología, podemos en efecto poner en juego

esta “incorporación” en tres registros: • La enunciación de la obra le confiere una

“corporalidad” al garante, le da cuerpo. • El destinatario incorpora, asimila así un

conjunto de esquemas que corresponden a una manera específica de remitirse al mundo

habitando su propio cuerpo. • Estas dos primeras incorporaciones permiten la

constitución de un cuerpo, de una comunidad imaginaria de quienes adhieren al mismo

discurso (2010:8).

El otro desplazamiento operado sobre la tradición retórica es que no limitará el

ethos a la persuasión o a la credibilidad del locutor sino que lo considera indisociable

del uso del lenguaje por un sujeto hablante. Para Maingueneau, toda producción

son igualmente signos, elocutorios y oratorios, de la vestimenta y simbólicos, por los cuales el orador da

de sí mismo una imagen psicológica y sociológica (Declercq, 1992: 48).

Page 56: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

55

participa de una actividad social regulada y forma parte de una escena de enunciación.

Esta se descompone, a su vez, en tres escenas: la escena englobante, la escena genérica

y la escenografía (Maingueneau, 1993). La escena englobante integra el texto en un

tipo: el publicitario, el filosófico, el político, etc. La escena genérica es el contrato

ligado a un género o a un subgénero de discurso, por ejemplo, el discurso electoral. La

escenografía, es la escena del habla que presupone el discurso para poder ser enunciado

y que a su vez debe validar a través de la misma enunciación: todo discurso, en su

mismo despliegue, pretende instituir la situación de enunciación que lo hace pertinente,

es aquello que la enunciación instaura progresivamente como su propio dispositivo de

habla. El espacio de la “libre elección” del locutor, entonces, se manifestará en la

selección de una escenografía en el interior del género, lo que le permitirá modular su

imagen. La imagen de sí, entonces, estará doblemente determinada, a la vez, por las

reglas de la institución discursiva y por un imaginario social.

Amossy prefiere adoptar el sintagma “presentación de sí” para referir a lo que la

tradición retórica clásica llama ethos. Esta autora sostiene que la noción se ubica en una

“intersección de disciplinas” (la sociología, la pragmática, el análisis del discurso, la

retórica) de las que recibe influencia. Destaca el aporte de la propuesta de Erving

Goffman cuya obra, La presentación de la persona en la vida cotidiana (1959) ha

tenido una influencia capital. Este autor considera el hecho de que en la interacción

social los individuos proyectan ciertas imágenes de sí mismos buscando impresionar y

“controlar la conducta” de los otros, ya sea mediante expresiones de índole discursiva

(voluntarias), ya sea a través de medios teatrales o contextuales (involuntarias y,

generalmente, no intencionales). A partir de estas proyecciones se construye una

definición de la situación que, habitualmente tiende a la cooperación y debe contribuir

al buen desempeño del intercambio. La actividad de los participantes, entonces, es

definida a través de una metáfora teatral, como una “actuación” o performance: “la

actividad total de un participante dado en una ocasión dada que sirve para influir de

algún modo sobre los otros participantes” (2012:30). Cada participante asume un rol

que es realizado en una representación de manera comparable a un actor que debe

Page 57: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

56

manifestar aquello que él es y aquello que el pretende ser, en un juego teatral que puede

ser programado o espontáneo e inconsciente42

.

En el marco de la Teoría de la Argumentación en el Discurso (TAD), Amossy

(1999, 2010) considera que la presentación de sí es una dimensión constitutiva del

discurso -así como el dialogismo, la enunciación o la argumentatividad-. Para esta

autora, toda toma de palabra implica una presentación de sí que se orienta al destinatario

y es por definición, un ethos retórico en tanto quiere tener un impacto sobre el otro. El

intercambio verbal es un espacio dinámico en el cual se configuran identidades sociales

ligadas a pertenencias grupales, e identidades individuales ligadas a la diferenciación en

relación con los colectivos. La presentación de sí es un fenómeno universal pero se

efectúa dentro de marcos sociales e institucionales que “imponen” sus modalidades

particulares.

Para Amossy, el ethos es, a la vez, una construcción discursiva y un efecto de la

posición social, política e institucional del locutor. La eficacia del discurso está ligada,

entonces, tanto al estatus social, a su autoridad y a su posicionamiento, como a la escena

de enunciación y a la construcción discursiva del orador y del auditorio. En este sentido,

la autora considera la noción de ethos previo (en oposición a la de prediscursivo), “la

imagen que el auditorio se hace del locutor en el momento que este último toma la

palabra” que remite tanto a la posición en el campo intelectual que un locutor tiene

como a la noción de estereotipo que la autora desarrolla en propuestas anteriores43

. El

orador debe tener la habilidad de captar, recuperar, movilizar, y generalizar un sustrato

de ideas y representaciones comunes, mediante un “trabajo sobre la doxa” que articula

la palabra con las premisas y lugares comunes compartidos con su auditorio.

Especialmente en relación con el discurso político, destacamos la propuesta de

Charaudeau (2008) quien desde la perspectiva interdisciplinar del Análisis del Discurso,

concibe el ethos político como resultante de una alquimia compleja compuesta de rasgos

42

Goffman, sin embargo, no se interesa por el aspecto verbal de los intercambios y no se centra sólo en la

figura del locutor sino en los comportamientos en todas sus dimensiones en las interacciones cara a cara

de todos los participantes.

43 Para Amossy, para fundarse como verdad, el discurso se apoya sobre los elementos de estereotipia que

intervienen en el funcionamiento argumentativo como los “esquemas culturales cristalizados” y las

opiniones admitidas de la comunidad. Amossy y Herschberg Pierrot (2001) sostienen que la estereotipia

resulta necesaria para el buen funcionamiento de la argumentación. Según estas autoras, en sus diversas

formas, constituye la base de todo discurso con fines persuasivos (2001:.111).

Page 58: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

57

de características personales, corporalidad, comportamientos y declaraciones verbales

en relación con las imprecisas expectativas de los ciudadanos relativas a imaginarios

que atribuyen valores positivos o negativos a las maneras de ser. El autor distingue tres

espacios en los cuales se implementan las estrategias discursivas: la captación, la

legitimación y la credibilidad. La estrategia de credibilidad consiste en determinar una

posición de verdad para el sujeto hablante de modo que pueda ser creído; la de

legitimación tiene por objeto determinar la posición de autoridad que permite al sujeto

tomar la palabra; y la de captación intenta persuadir al otro para que comparta

determinado universo de pensamiento. A partir de ellas, este autor definirá una serie de

ethos políticos agrupados de acuerdo a dos grandes categorías: los ethé de la

credibilidad y los ethé de la identificación.

Los ethé de la credibilidad están basados en el discurso de la razón y

fundamentados en tres condiciones: la sinceridad (cualidad de hacer creer que se dice la

verdad), la performatividad (cualidad de concretizar las promesas) y la eficacia

(cualidad de hacer creer que sus acciones tienen o tendrán efectos positivos), que

definen los ethos de la seriedad, ethos de la virtud y ethos de la competencia44

.

En los ethé de la identificación, la figura del orador está fundada en el discurso

del afecto. Las imágenes que los caracterizan son polivalentes debido a que intentan

llegar a las mayorías que son heterogéneas. A partir de esto Charaudeau explica el juego

que hacen los políticos con valores opuestos. Sus imágenes recurrentes son el ethos de

la potencia, ethos del carácter, ethos de la inteligencia, ethos de la humanidad, ethos del

jefe, ethos de la solidaridad45

.

44

La imagen de seriedad se construye a partir de ciertos índices corporales, mímicos, comportamentales y

verbales. La imagen de la virtud se relaciona con la honestidad personal, la fidelidad a los principios, la

capacidad de reconocer la validez del juicio del otro. Por último, el ethos de competencia implica la

construcción de alguien que no solo posea un saber sino también un saber hacer. Estos dos últimos

pueden sustentarse en estudios previos, funciones ejercidas y experiencia adquirida. De esta manera, los

políticos buscan demostrar que conocen el mundo de la política y que pueden actuar eficazmente dentro

de él. 45

El ethos de la potencia o del poder se expresa a través de la figura de virilidad sexual, por medio de la

violencia verbal contra adversarios o -de manera más atenuada- mostrándose como hombre de acción. El

ethos del carácter busca construir una personalidad fuerte. El de la inteligencia se manifiesta en dos

figuras opuestas que conviven en un mismo individuo: por un lado, el honesto hombre cultivado y, por

otro, el hombre de espíritu astuto. El ethos de humanidad se relaciona con la capacidad de expresar los

sentimientos, confesar debilidades, mostrar sus gustos, es decir, con la capacidad de reflejar la intimidad.

El ethos del jefe, dirigido hacia el ciudadano, se manifiesta a través de distintas figuras como las del guía

o conductor. Finalmente, el ethos de solidaridad: el político se construye como capaz de escuchar al

pueblo, atender sus necesidades, defender su grupo, sus intereses, sus decisiones y valores.

Page 59: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

58

En las perspectivas modernas que han reactualizado la noción de ethos, las

dimensiones de convicción y persuasión del discurso que la retórica clásica distingue,

encarnadas en la separación entre las pruebas del logos -que apelan a mecanismos

lógicos-, por un lado, y las del ethos y pathos -que apelan a mecanismos psicológicos-,

por otro lado, serían inseparables y sólo relativamente autónomas. Es decir, la

utilización de ciertas técnicas o argumentos por el sujeto para justificar su posición es

inseparable de la construcción de una imagen de sí en el discurso y del intento de influir

en su auditorio46

.

En los siguientes tres capítulos analizaremos tres aspectos de la construcción de

la imagen de sí o ethos de Cristina Fernández, la legitimidad, autoridad y construcción

de liderazgo; la imagen femenina y la credibilidad.

46

Al respecto, Patrick Charaudeau (2008) sostiene que el discurso político se relaciona con la pasión, con

la razón y con la imagen porque no hay adhesión que no pase por los hombres. Para este autor el discurso

político tenderá más a incitar a la opinión que a argumentar. Se trata menos de establecer una verdad

racional que de procurar transformar (o reforzar) opiniones impregnadas de emoción, mediante la

construcción identitaria de los actores del mundo político (2008:94).

Page 60: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

59

Capítulo 2

La llegada al poder

La legitimidad, la autoridad y la construcción de liderazgo

1. Introducción

La política es un campo en el que se dan relaciones de fuerza simbólica por la

conquista y manejo de un poder que no puede ejercerse sino cuando éste se basa en una

legitimidad adquirida y atribuida (Charaudeau, 2008: 283). Una de las dificultades que

tuvo que afrontar Cristina Fernández durante el periodo analizado fue, como señalamos,

la construcción de legitimidad y la configuración de su imagen como la de un líder

político independiente. Por un lado, su antecesor, Néstor Kirchner, poseía gran

notoriedad en la escena pública ya que era un líder político carismático que terminaba su

gestión con altos índices de popularidad y la posibilidad constitucional de presentarse a

un segundo mandato. Ante un electorado favorable a Néstor Kirchner, esta razón

dificultaba su presentación como candidata: ¿por qué habrían de optar por Cristina

Fernández? La situación de Cristina Fernández tenía otra particularidad: no sólo

pertenecía al mismo partido político que su antecesor (el FPV) sino que este era su

marido47

. En este sentido, no podía apelar a una estrategia de diferenciación marcada,

típica de los discursos electorales, sino que debía mostrarse como continuadora de la

línea iniciada por él pero, a la vez, mostrar cualidades diferenciales para justificar una

sucesión. Y, frente a la oposición, debía afrontar (y neutralizar) las críticas acerca de las

intenciones de perpetuación del kirchnerismo en el poder a partir de una sucesión de

47

La idea de “pareja política gobernante” (o doble poder conyugal) tiene tradición en Argentina (cfr.

Barry, 2011; Grandis y Patroilleau, 2010; Halperín, 2009; Valdez, 2009).

El peronismo tiene antecedentes en los casos de Perón – Evita y Perón- Isabel. Si bien Evita no llegó a

ocupar cargos electivos construyó un enorme poder fundado en su vínculo con las masas y su accionar a

través de la Fundación Eva Perón dedicada a la asistencia social. Isabel, por el contrario, fue

vicepresidenta de Perón (cargo que a Evita le fuera negado) y, al momento de su muerte, asumió la

Presidencia. Durante los años de exilio de Perón en España tuvo un rol destacado en la gestión, ante las

distintas facciones del peronismo, de la vuelta del General a la Argentina y su afirmación ante estas como

máximo referente del movimiento peronista. Durante la presidencia de Perón su rol fue acotado y

protocolar y a la muerte del General su gestión presidencial (que duró menos de dos años) estuvo cargada

de dificultades. En primer lugar, era una tarea para la que no estaba preparada, lo que se manifestó en una

imagen de debilidad y dependencia de sus colaboradores, especialmente López Rega. Además, le tocó

suceder a Perón en una época agitada, y su gobierno generó las circunstancias que derivaron en los

hechos de la última dictadura cívico-militar.

Page 61: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

60

mandatos entre Néstor Kirchner y Cristina Fernández48

y los cuestionamientos acerca de

quien detentaría el “poder real” de resultar electa. Difícil y delicada tarea la de mantener

el equilibrio entre la continuidad y el contraste; entre la configuración de un “yo”

político y un “nosotros” político. En efecto, la locutora debía conjugar la referencia a

las transformaciones hechas por Néstor Kirchner (la idea de que el país del presente es

mejor que el de antes fruto de las transformaciones realizadas por Kirchner) con la idea

de que este era un proyecto incompleto que ella venía a continuar.

No hay consenso acerca de la incidencia de la figura de Néstor Kirchner en la

imagen de sí de Cristina Fernández. A partir del análisis de su discurso de investidura,

algunos investigadores sostienen que a través de las formas lingüísticas de interpelarlo,

por ejemplo, referir a él con el cargo de Presidente (cuando ya no lo era) y la alabanza

de su figura, Fernández se construye en una situación de menor poder que Néstor

Kirchner lo que no orientaría hacia la conclusión de que pueda llevar a cabo la

presidencia con autonomía (Vitale, 2014). Sin embargo, otros consideran que una de las

formas a las que Cristina Fernández apela para contrarrestar las críticas vertidas acerca

de la situación “partido matrimonial” que cuestionaban su legitimidad de origen por el

vínculo compartido con Néstor Kirchner es mostrarse en una situación de “paridad

política” con él (Grandis y Patrouilleau, 2010).

En efecto, lejos de neutralizar el vínculo que la une al exmandatario- por las posibles

consecuencias negativas en la construcción de legitimidad-, este tiene un espacio

destacado en los discursos de Fernández. La locutora capitaliza este vínculo a partir de

la construcción de un “nosotros gobierno” y enfatiza la noción de proyecto político, las

ideas, las convicciones y la trayectoria política que comparten. Sin embargo, no soslaya

la referencia a su trayectoria política individual y al mandato popular que la llevó a la

primera magistratura.

En los siguientes apartados veremos cómo se manifiesta discursivamente esta

tensión entre la afirmación de una singularidad política, una imagen de sí legítima, y la

necesidad del sostenimiento y la continuidad de un proyecto político. Finalmente,

abordaremos otras formas de legitimación política sustentadas en el relato de una vida

de ascenso social.

48

Como sostienen Grandis y Patrouilleau “desde su postulación CFK, fue cuestionada por considerarse su

candidatura una estrategia de su esposo para extenderse en el poder incluso por más de tres períodos

consecutivos”. (2010:31-32)

Page 62: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

61

2. La construcción de la legitimidad: “nosotros gobierno” y el proyecto

Como hemos dicho, Cristina Fernández no contrasta con el gobierno que la precedió

como estrategia de legitimación y esto se evidencia desde el lanzamiento de su

candidatura. Allí sostiene:

No quiero venir a hablarles de cifras, quiero venir a hablarles de lo que considero las

tres construcciones basales, casi fundacionales de estos cuatro años y sobre las que

vamos a construir la Argentina que viene, la Argentina del Bicentenario. Sobre esas tres

construcciones quiero hablarles esta tarde en esta mi querida ciudad de La Plata. Quiero

hablar de la primera construcción que más que construcción es una reconstrucción del

Estado constitucional democrático en la República Argentina (...). Y de esta primera

construcción de carácter institucional e instrumental, quiero pasar a lo que considero una

construcción esencial: la del modelo económico y social (...). Y este modelo de

construcción económica y social que defino como un modelo de acumulación y de

inclusión social es la contracara de la economía y modelo de transferencia de recursos y

riquezas que operó durante el modelo neoliberal de los años 90: acumulación contra

transferencia. (...) la tercera construcción, tal vez la más importante, porque es la más

difícil, lo que denomino la construcción cultural, esa autoestima que los argentinos

habíamos perdido, (...) esa cultura del fracaso. (19/7/2007)49

De acuerdo con la enunciadora, su responsabilidad y los desafíos políticos

pendientes sería, continuar y profundizar las tres construcciones en marcha durante el

primer periodo kirchnerista: dotar de mayor “institucionalidad” al gobierno; profundizar

el modelo económico y social, y el cambio cultural, la recuperación de la confianza en

el país. Y ella podría llevarlas a cabo sustentada en la credibilidad construida a través de

su larga trayectoria legislativa (su ethos previo). Es así que la construcción de su imagen

y su gobierno se vinculará a la de su antecesor y al proceso de “reconstrucción

nacional” iniciado por él a partir de la idea de “proyecto político” que, más adelante, se

transformará en la noción de “modelo de país”. La idea de “profundización”, además, le

permite referir tanto al camino recorrido por Néstor Kirchner, cuyos logros capitalizará,

como a lo que todavía queda por hacer, el aspecto programático de su gestión.

En efecto, la continuidad del modelo político kirchnerista es presentada como

una necesidad para la continuidad del bienestar del país a partir de una argumentación

que apela al pathos, a producir miedo en su auditorio:

Esta Argentina que hoy tiene nuevas esperanzas de que una vida mejor es posible, y

entonces se necesita que este modelo en esta Argentina que viene también sea

institucionalizado. Las elecciones a presidente no pueden ser más una ruleta rusa para

los argentinos, donde si gana uno vamos para allá, y si gana el otro vamos para el otro

lado. Esto no lo tolera más ni el país, ni la sociedad, ni la historia. Necesitamos no

jugar más a la ruleta rusa, necesitamos darle un rumbo perseverante y ahondar nuestros

esfuerzos y nuestro trabajo en ello. (19/07/2007)

49

En todos los casos, salvo indicación contraria, el destacado es nuestro.

Page 63: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

62

Quería contarles estas ideas, fuertes, estos ejes de lo que creo que debe ser esta nueva

etapa, no nueva porque vayamos a hacer cosas diferentes, porque además creo que en

mi país estamos en una etapa también histórica. Ustedes tienen una continuidad que la

Argentina no ha tenido precisamente, siempre en la Argentina cada elección era algo así

como una ruleta rusa, según como disparaba uno podía salir ileso o moría en el intento.

(07/08/2007)

Nadie puede hacer las cosas en dos o tres años. Se trata entonces de poder sentar las

bases de acumulación para que luego las elecciones democráticas que marca la

Constitución no signifiquen que cada cuatro años los argentinos cambiamos de modelo

económico y en una política pendular terminamos frustrando todo. Nadie puede vivir

cada cuatro años cambiando absolutamente todo. Siempre hay que cambiar las cosas

que se han hecho mal o hacer las que no se han podido hacer, pero rescatando y

profundizando las que se hicieron bien. Este tipo de discusión, este tipo de debate es, el

que creo, nos debemos todos los argentinos. (10/12/2007)

A partir de la metáfora del juego a la ruleta rusa, en el primer caso, o de la

posibilidad de una nueva frustración histórica, en el segundo, Fernández asocia las

elecciones presidenciales a la amenaza que significaría un cambio de rumbo.

En relación con la construcción del dispositivo enunciativo50

, los discursos

políticos de Cristina Fernández revisten una particularidad derivada de la situación

singular que los hace posibles. Las formas de referirse a su propio gobierno muestran la

tensión entre una afirmación de su singularidad política y proyección como líder político

independiente51

, y su participación en un proyecto mayor. Veamos cómo se manifiesta

en el discurso de asunción:

El Presidente, que está sentado a mi izquierda, junto a todos los Argentinos cambió en

estos 4 años y medio ese escenario que teníamos aquel 25 de Mayo. Lo hizo en nombre

de sus convicciones que son las mías y las de muchísimos Argentinos que siempre

creímos en el país y en sus hombres y en sus mujeres, en el Pueblo y en la Nación [...]

Ninguno de los dos mandatos constitucionales pudo cumplir los tiempos de la

Constitución y usted pudo junto a todos los Argentinos, revertir aquella sensación de

frustración, de fracaso, de no poder que millones de argentinos sentíamos en esos días

que corrían. Lo hizo en nombre de un proyecto político. Usted, después de todo, nunca

fue un posmoderno; en tiempos de la posmodernidad, usted es un Presidente de la

modernidad y me parece que yo también. Creemos firmemente en los proyectos

políticos; creemos que es posible superar las individualidades que muchas veces con una

frase pretendidamente escandalizadora pretenden ocupar, claro, lugares que demandan

50

Amossy (2010) sostiene que la lingüística de la enunciación permite hacer un abordaje lingüístico de la

noción retórica de ethos. En este sentido, las marcas concretas de subjetividad dibujan la imagen de aquel

que habla. Si bien las huellas en las que se puede reconocer la inscripción de la subjetividad en el

enunciado son diversas (cfr. Kerbrat- Orecchioni, 1980), una de ellas, la deixis personal, es

particularmente interesante en el discurso político. De acuerdo con Verón (1987) a través de la deixis

personal, de manera particular la primera persona del plural, se configuran los “colectivos de

identificación” que para el autor son una de las entidades presentes en el enunciado. Estas son elementos

del imaginario político, construcciones semióticas que definen los horizontes semánticos sociales. 51

No queremos decir con esto que Cristina Fernández no asuma la primera persona del singular, lo que

hace de manera enfática especialmente ligada a verbos de actitud proposicional (creer, considerar).

Page 64: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

63

mucho más lugar si son ideas. Siempre digo, una idea, una propuesta alternativa, seria,

viable, realizable lleva mucho más que 2 minutos de televisión o 5 centímetros en las

columnas de los diarios. (10/12/2007)

En el fragmento anterior, la oscilación entre el uso de la primera persona del plural

(“creemos”) y el de la primera persona del singular (“yo no me engaño, nunca he

creído…”) muestra esta tensión que postulamos mientras que por otro lado la referencia a

las “convicciones compartidas” (“lo hizo en nombre de sus convicciones que son las

mías”) acentúa la idea de “continuidad” política entre los dos gobiernos, el suyo y el de

Néstor Kirchner a la vez que le permite referir al ethos del exmandatario como punto de

partida para la construcción del suyo. La noción de “proyecto político” le permite también

diferenciarse de sus adversarios vinculados en este fragmento a la idea de “individualidad”

(personalismo) y a las “frases escandalizadoras” vertidas en radio y televisión. Y

distanciarse de otros modelos de político caracterizados negativamente por el pragmatismo

o la especulación, como se sugiere en la siguientes citas: (“No estamos aquí con discursos

vacíos de promesa, estamos aquí con el testimonio del compromiso de lo hecho”

(25/10/07); “Tengo mi compromiso con el pueblo, con mis ideas, a las que expuse

libremente en elecciones democráticas, donde compulsamos con otras ideas, con otros

proyectos que tal vez no dijeron lo que después hicieron. (01/04/08)”.

La primera persona del plural refiere a la “pareja política”, como en el caso

anterior (“Creemos firmemente en los proyectos políticos”) y también el siguiente

(“creemos firmemente en la transformación”). El uso del lexema “gestión”,

perteneciente más al ámbito administrativo que al político, le permite también sugerir la

continuidad de los dos gobiernos (mostrando el traspaso como un cambio administrativo

y no esencialmente político o de ideas):

Creo que esta gestión ha dado muestra suficiente de que no ha reparado cuál era el

origen partidario o ideológico del gobernador o del intendente. Creemos profundamente

en la transformación, en el hacer y en el trabajar y hemos fructificado uniéndonos a

hombres y mujeres de distinta pertenencia partidaria con un solo objetivo: cumplir con

el mandato popular. (10/12/2007)

En otros casos, la primera persona del plural refiere de manera más amplia al

“proyecto kirchnerista”. De esta manera puede capitalizar las conquistas del gobierno de

Kirchner (“como lo hemos hecho en estos últimos cuatro años y medio donde estamos

transformando el País”):

Un Estado también que coloque a la infraestructura económica y social como otro de los

ejes de la inversión y del desarrollo de la actividad económica, como lo hemos hecho en

Page 65: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

64

estos últimos cuatro años y medio donde estamos transformando el País. Pueden dar fe

de ello los Gobernadores que hoy nos acompañan, de todos los partidos políticos y el

Presidente que está sentado a mi izquierda. (10/12/2007)

Incluso, en algunas oportunidades es el proyecto mismo, a través de un proceso

de agentivación, el responsable de los logros obtenidos: (“Este proyecto político, que ha

logrado reconstruir un período de crecimiento inédito en nuestra historia”, 28/4/2008), o

se opera un deslizamiento metonímico en el que se enuncia la consecuencia – “el

período más fructífero”– en lugar de la causa –el kirchnerismo–: (“Si este año,

argentinos y argentinas, volvemos a crecer vamos a ser el período más fructífero de

nuestros 200 años”, 1/4/2008).

Como vemos hay una fluctuación permanente entre un colectivo de

identificación restringido (Néstor Kirchner + Cristina Fernández, como miembros de un

partido y representantes de un gobierno) y otro más amplio (nosotros: los ciudadanos

argentinos). (“El Presidente que está sentado a mi izquierda cambió en estos cuatro años

y medio la sensación que teníamos aquel 25 de mayo. Lo hizo en nombre de sus

convicciones, que son las mías y las de muchísimos argentinos que creímos en el país”

10/12/07).

Por otro lado, en algunas oportunidades, Fernández elije ubicarse en otra

posición de enunciación, y le habla tanto a los argentinos como a un auditorio

internacional “como una ciudadana más”:

Cuando digo nuestro gobierno no lo hago desde una posición institucional de senadora

de la República o de un espacio político determinado, cuando hablo de nuestro gobierno

lo hago desde mi condición de ciudadana argentina porque siento que es el gobierno que

durante tanto tiempo millones de argentinos y argentinas anhelamos. Sentíamos la

necesidad de tener un Gobierno que volviera a representarnos en nuestras necesidades,

nuestras ilusiones, en nuestros sueños. (17/09/2007)

Quiero contarles también que siento un inmenso orgullo de representar a la República

Argentina, no sólo en el carácter de primera Presidenta electa, sino esencialmente como

ciudadana argentina poder mostrar a mi país como ejemplo en materia de vigencia de

los derechos humanos. (07/04/2008)

A mí me gusta llamarme ciudadana porque nos da una categorización universal, la del

respeto por las libertades, por las igualdades y por la defensa irrestricta de los derechos

humanos, que es nada más y nada menos que respetar la condición humana.

(18/12/2007)

Todas estas estrategias enunciativas tienden a conformar la idea de un proyecto

Page 66: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

65

superador de individualidades52

definido como “construcción colectiva”, que es el que

predomina en esta primera etapa.

Esto se vincula también a una presentación de la figura de Cristina Fernández

útil a la transmisión de la idea de “proyecto”: una “minimización”53

(o lítote) que se

manifiesta en enunciados como los siguientes:

(…) esta es la concertación de la Argentina, no es un proyecto individual, no es el

proyecto “Cristina Presidente”, es el proyecto de Argentina, de los argentinos, de los

que me siento su representante y por ellos voy a luchar como lo hice desde muy joven,

creyendo en lo que pienso y creyendo en la Patria que es lo mejor que tenemos.

(14/08/2007)

Las ideas, los proyectos es lo que triunfaron este 28 de octubre. Yo no me engaño,

nunca he creído en los triunfos personales e individuales, descreo profundamente de

ellos, porque creo en las construcciones colectivas y la sociedad. Este último 28 de

octubre precisamente convalidó, ratificó una construcción política, social y económica

diferente, lo hicimos con todos los argentinos (10/12/2007).

(...) debemos ir atrás no de un hombre y una mujer, sino de un proyecto y de un país que

es lo que nosotros estamos pidiendo para todos los argentinos (4/2/2008).

Pero creo tener la fuerza para poder hacerlo y además el ejemplo, el ejemplo no

solamente de Eva que no pudo, no pudo, tal vez ella lo merecía más que yo (...)

(10/12/2007).

(...) vengo a agradecer a todos los santiagueños, a todos sus hombres y sus mujeres el

apoyo que el 28 de octubre, del año pasado, le dieron no a esta mujer, sino a un

proyecto político, que ha vuelto a poner de pie a la Patria y a todos los argentinos

(28/04/2008).

Recordemos también que Fernández encabezó la fórmula de un gobierno de

coalición y el hecho de formar parte de una fórmula presidencial compuesta por

integrantes de dos partidos políticos -Fernández como representante del FPV, de origen

justicialista, y Julio Cobos, de origen Radical- le permitió a la locutora, especialmente

durante su campaña electoral, aunque no únicamente, capitalizar una imagen política

conciliadora y la idea de un espacio superador “más amplio” (“hemos fructificado

uniéndonos a hombres y mujeres de distinta pertenencia partidaria con un solo objetivo:

cumplir con el mandato popular” 10/12/07) que tomó una forma política que se

52

Esto puede resultar paradójico en tanto las condiciones de su llegada al poder dan cuenta del proceso de

personalización de la política propio de las últimas décadas que tiene como característica la operación por

fuera de las estructuras de los partidos tradicionales y los mecanismos de elección de los candidatos, y a

elección de líderes carismáticos. 53

En otras ocasiones, sin embargo, Cristina Fernández apela a diversas estrategias de construcción de su

legitimidad, tales como en su trayectoria política, su demostración de saber (cfr. capítulo 4).

Page 67: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

66

denominó “Concertación” 54

, necesario para enfrentar los desafíos del futuro:

(…) la construcción de un espacio más amplio: la Concertación, junto a hombres de la

Unión Cívica Radical, hombres del socialismo, hombres independientes (14/08/2007).

Hemos aprendido duramente que es necesario convocar a un espacio más amplio,

porque son profundos los cambios que restan y, entonces, es cuando más unido debe

estar el pueblo argentino (14/07/2008).

La conformación misma de la fórmula representó la idea de transversalidad que

devino en “concertación plural” que Fernández desarrolla en sus discursos. La

“concertación” se construye, entonces, como el espacio superador que permitirá dejar

atrás estas “viejas antinomias, falsos dilemas, falsas contradicciones” y Cristina

Fernández, la política capaz de llevarlas a cabo. En este mismo sentido, apela también a

la articulación de los intereses de “los trabajadores, clases medias, empresarios,

intelectuales” (25/10/07)55

. Esta imagen es ratificada en otros pasajes del corpus, como

el que sigue, donde la locutora expone el deseo de unión de los argentinos, de poner los

intereses de todos los argentinos (“Pero nos debe unir a todos por sobre todas cosas, la

condición de argentinos, en el compromiso de construir un país diferente una patria

mejor”) por sobre los individuales (“divisas partidarias”, “historias diferentes”):

Yo sueño con un país en donde las divisas partidarias o las historias diferentes que cada

uno de nosotros hemos tenido no nos divida, al contrario. Quiero que nos sirva de

experiencia, de historias, individuales tal vez, de acuerdo a la militancia que cada uno

de nosotros haya tenido, así no haya tenido ninguna. Pero nos debe unir a todos por

54

La Concertación plural empieza a desarticularse una vez que se desata la crisis con el sector

agropecuario, y se quiebra definitivamente cuando el vicepresidente, Julio Cobos, vota en contra de la

medida enviada al Congreso, el 17 de julio de 2008. 55

Como podemos ver en el primer ejemplo, Cristina Fernández se dirige al auditorio particular del

Radicalismo, partido al que pertenece su compañero de fórmula: “(...) cuando veía banderas radicales en

aquella tribuna –gracias por estar aquí”; “Hoy, hay allí sentados también gobernadores que no son de mi

partido, del partido en el que he militado toda mi vida (…)”. En este mismo sentido apunta la anécdota

del encuentro entre Perón y Balbín que la oradora relata en el discurso que presenta la fórmula oficialista:

“Cuando veía en las imágenes del primer corto, ese que hacía referencia a la historia reciente de los

argentinos y cuando veía banderas radicales en aquella tribuna –gracias por estar aquí-, no pude sino

recordar otras imágenes que tal vez los muy jóvenes no las recuerden. Corría el año 1972, el general

Perón había retornado a la Patria, era el primer retorno antes de las elecciones, todavía estaba la dictadura

militar, y en su casa de Gaspar Campos, miles de jóvenes que acampaban en la puerta se enteraron que

por el patio de atrás –porque era imposible ingresar por el frente-, un hombre, un dirigente, que había sido

histórico opositor al peronismo, había saltado la tapia trasera para encontrarse con el líder de

todos los trabajadores argentinos (…)”. (14/08/07) En efecto, el relato de esta anécdota -y el hecho de

que en la fórmula del Frente para la Victoria el candidato a la vicepresidencia sea un político de la Unión

Cívica Radical - Julio Cobos- y la mención, en el discurso de la presencia de banderas radicales en la

tribuna,- orienta implícitamente a asimilar la alianza electoral entre sectores justicialistas y radicales que

integran dicho Frente con el acercamiento en 1972 entre Juan Domingo Perón y Ricardo Balbín, el líder

de la Unión Cívica Radical, que había saltado la tapia trasera de la residencia de la calle Gaspar Campos

para verlo. Ambos hechos particulares son ejemplos de unión entre peronistas y radicales, pero lo más

importante desde el punto de vista de la construcción del ethos de Cristina Fernández, es que su figura se

asimila a la de Perón (y Julio Cobos en el de Ricardo Balbín).

Page 68: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

67

sobre todas cosas, la condición de argentinos, en el compromiso de construir un país

diferente, una patria mejor (17/09/2007).

La postulación de una serie de pares opuestos: “las ideas” por sobre “las

personalidades”, lo “colectivo” por sobre “lo individual”; el “proyecto”, las ideas serias

y viables por sobre la “estrategia electoral” y las “frases escandalizadoras”, la invisten a

ella y al espacio del que forma parte, de valores políticos positivos y la diferencian de

sus opositores identificados con el par negativo.

La resultante es una imagen de sí de autoridad fundada en un “nosotros

gobierno” construido como un proyecto político exitoso (en tanto llevaba 4 años y

medio de gestión) que le permite capitalizar los logros de Néstor Kirchner. Ese proyecto,

que se define como “modelo de acumulación”; “modelo de matriz diversificada con

inclusión social”, como una “construcción política, económica y social”; “superador de

antinomias” que viene a “resolver problemas largamente postergados”; “que ha roto

tabúes” y “está transformando el país”, rinde sus frutos en un presente que descripto

como un periodo excepcional, como veremos a continuación.

2.1 El presente: “El período más fructífero de nuestros doscientos años”

Como consecuencia de la capitalización de la relación con el gobierno anterior se

configura un ethos de la autoridad y la eficiencia a partir de, en el ámbito del logos, una

insistente argumentación por los resultados (argumento pragmático) y de la construcción

del tiempo presente como un periodo excepcional (en relación con un pasado denostado

y que propone un futuro venturoso-que implica la necesidad de continuación del

proyecto kirchnerista). El presente al que refiere Cristina Fernández se abre el 25 de

mayo de 2003, fecha de la asunción presidencial de Néstor Kirchner:

¿Qué es lo que sucede a partir del 25 de mayo de 2003? Fue un punto de inflexión, no

porque el espacio político al cual represento haya tomado la iniciativa política a partir

del proceso electoral en aquella oportunidad, puto de inflexión porque en realidad

estábamos en un punto , tal vez el más bajo de nuestra historia, tal vez el más trágico, tal

vez el más dramático. (03/10/2007)

Pero quiero en esta tarde y en este lugar en el que estuve tantos años, reflexionar con

ustedes acerca de lo que para mí son los 4 capítulos fundamentales de este proceso que

hemos iniciado el 25 de mayo de 2003 y que tiene en las instituciones, en la sociedad, en

un modelo económico de acumulación con matriz diversificada e inclusión social y en

nuestra inserción en el mundo, los 4 ítems fundamentales (...). (10/12/2007)

Page 69: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

68

Creo que en lo que nosotros pudimos ver, en estos días, hemos visto la transformación

tan importante, que ha tenido la Argentina, desde el año 2003, a la fecha. (25/3/2008)

Sabía que como Presidenta de la República iba a tener que dar alguna otra gran batalla,

lo supe cuando me comprometí, ante todos ustedes, a profundizar la transformación y el

cambio que ese hombre que está aquí junto a mí, mi compañero de toda la vida,

comenzó el 25 de mayo del año 2003. Sabía que la profundización de ese proceso venía

por la redistribución del ingreso porque si bien millones de argentinos han vuelto a

recuperar el trabajo, productores y empresarios su rentabilidad, comerciantes pudieron

volver a abrir sus negocios, profesionales volver a trabajar, jóvenes volver a tener

esperanzas, sabía que todavía falta mucho y siempre va a faltar. (18/06/2008)

Hemos logrado argentinos iniciar un proceso de transformación que no es propiedad de

un gobierno ni de un partido, es patrimonio de todos los argentinos, esto hay que tenerlo

muy claro. Debemos defender esto, no porque nos guste más o menos el Gobierno, los

gobiernos pasan en definitiva y se resuelven en elecciones democráticas. Lo que hay que

defender esencialmente es un modelo de acumulación, un modelo de crecimiento

económico y social que viene a quebrar la cultura que se quiso instalar a partir del

Consenso de Washington. (18/01/2008)

Este proyecto político, que ha logrado reconstruir un período de crecimiento inédito en

nuestra historia, y que recoge, por primera vez, la identidad, la integración y el pueblo

(...). (28/04/2008)

Esta fecha se muestra como el punto de inflexión en la historia Argentina que

inicia un “proceso de transformación y de cambio” en diversos ámbitos: institucional,

económico, social y cultural. En estos casos el uso de nominalizaciones56

(“la

transformación tan importante”; “la trasformación y el cambio”, “un proceso de

trasformación”) permite destacar el agente de esa transformación (el kirchnerismo) a

través de la insistente referencia temporal a la asunción de Néstor Kirchner (“iniciado el

25 de mayo de 2003”; “desde el año 2003”; “comenzó el 25 de mayo del año 2003”) y

por efecto de preconstruído57

muestran al kirchnerismo como el inicio de una nueva

etapa. Actúan como un ya dicho en torno al proceso referido que se impone como un

saber preexistente y compartido con los destinatarios generando lo que se denomina

“efecto de evidencia”, el de transmitir un “discurso verdadero”. Esta idea se transmite

56

Una nominalización surge de un proceso de derivación morfológica de un sustantivo a partir de un

verbo o un adjetivo. 57

Las nominalizaciones, entre otros elementos discursivos, vehiculizan elementos preconstruidos,

preasertados, producidos antes y en otro lugar. Por ello provocan un efecto de realidad, de evidencia, de

un ya ahí del que se apropia el sujeto que enuncia. La noción de preconstruido fue introducida por Henry

y luego desarrollada por Pêcheux. Este autor lo define, según Mainguenau, como “las huellas en el

discurso de elementos discursivos anteriores cuyo enunciador ha sido olvidado” (1990: 43). La noción de

preconstruido fue luego reformulada como huella del interdiscurso en el intradiscurso (Maingueneau,

2003: 81).

Page 70: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

69

también a partir del uso del pretérito perfecto compuesto “hemos iniciado”; “hemos

logrado iniciar” que muestra la acción como un proceso ya comenzado e, incluso,

concluido en algunos aspectos, por ejemplo: “ha logrado reconstruir un período de

crecimiento inédito en nuestra historia”.

En otros pasajes, además, a través del uso de la construcción perifrástica de presente

(verbo “estar” + gerundio) para referir a la idea de “(re)construcción” se transmite la

noción de proceso en marcha, en desarrollo, afín a la representación de continuación

política que propone Fernández para su gobierno:

(...) creo que estamos reconstruyendo el sistema de decisión. (10/12/2007)

(...) nos estamos reencontrando nuevamente en esta Argentina que estamos

construyendo, de trabajo, de esperanza, de futuro, que de eso se trata. (010/2/2008)

Hoy quiero decirles que siento, humilde pero orgullosamente, que estamos rindiendo

homenaje a esos hombres que construyeron la Patria, no de los discursos, sino porque

estamos reconstruyendo un país que nos habían robado. (25/05/2008)

Argentinos, argentinas y veteranos, oficiales y suboficiales, soldados de la Nación: hoy

hemos reconstruido la democracia y estamos reconstruyendo la Nación con el esfuerzo

de todos los argentinos. Sabemos del desafío de seguir con la gesta irrenunciable e

indeclinable de nuestras Islas Malvinas. (02/4/2008)

Frente al pasado trágico y cargado de frustraciones que se concibe como

“doscientos años de fracasos y frustraciones”58

que Cristina Fernández propone, el

kirchnerismo permite escribir una nueva historia que se vincula a la reconstrucción y

transformación del país:

Es una historia diferente, es la que hemos sabido construir todos los argentinos desde

aquel 25 de mayo de 2003 donde empezamos a recuperar las esperanzas, los sueños, las

ilusiones, de que un país diferente era posible, de que podíamos volver a soñar con el

trabajo y el esfuerzo como motor del progreso, con la educación para tener la esperanza

y la ilusión de progresar no solamente con el trabajo, sino junto al trabajo y la

educación, que fue lo que hizo grande a este país, que fue lo que permitió que hijos de

trabajadores pudiéramos llegar, hoy, a la Presidencia de la República y con el coraje, que

nos da la historia, la identidad, nuestras ideas comenzar a devolverle a la Patria todo lo

que le habían quitado, durante décadas. Le estamos haciendo honor a una historia, que

sabemos nadie construirá si no la hacemos nosotros mismos (02/7/2008).

A través de la descripción se propone una caracterización altamente valorativa

del presente59

donde, como vemos, los trabajadores tienen trabajo y los empresarios

58

Al respecto de la construcción del pasado en los discursos de Fernández, cfr. Raiter, 2013 y Maizels,

2015. 59

La lectura de la situación actual –y del pasado también– se articula, de acuerdo con Verón (1987), por

medio del saber colectivo o bien a través de la imagen del propio enunciador en tanto líder como fuente

de su coherencia y racionalidad.

Page 71: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

70

rentabilidad, las fábricas se encuentran abiertas, los jóvenes estudian, la gente accede a

la vivienda, los consumidores gastan, los restaurantes están llenos. De los discursos

surge, entonces, una cronotopía, el presente, que define una topografía asociada60

(una

argentina diferente) garantizada por sus protagonistas (tanto el kirchnerismo, su

posibilitador, como por sus destinatarios, “todos los argentinos” que deben defenderla):

(...) trabajadores con trabajo, empresarios con sus fábricas abiertas, comerciantes con

sus comercios, estudiantes estudiando en las universidades públicas y en las

universidades privadas (...) (1/4/2008).

Después de años, volvimos a construir viviendas sociales como nunca antes lo había

hecho un gobierno y, también, pudimos, las instituciones de la Nación, derribar el muro

de impunidad y más tarde o más temprano la Justicia está alumbrando aquí, en nuestro

país. (...) Hoy tenemos todos los argentinos la suerte de que nuestros trabajadores han

vuelto a tener trabajo y salario, los empresarios han vuelto a tener rentabilidad porque

hay mercado interno, porque hay argentinos que consumen, que gastan, también

exportaciones, nuestros productores han vuelto a ver el horizonte de tener rentabilidades

como nunca en la historia se habían conocido. Este es el esfuerzo de todos los argentinos

por un país mejor (25/05/2008).

No vivimos una crisis en estos 90 días, lo pueden observar todos los ciudadanos de

Buenos Aires, que podían recorrer, ¿si es que se puede todavía recorrer, con tantos autos

las calles de la Ciudad? Los restaurantes estaban llenos, el consumo creciendo, las

exportaciones creciendo, las ventas creciendo, el consumo popular, millones de

argentinos que han podido acceder a un auto nuevo, a un auto usado o a una moto, o a

un plasma. En fin, a mejorar la calidad de vida (09/06/2008).

Esta valoración es transmitida por el uso de adjetivos evaluativos (“recuperación

inédita”; “profunda transformación que ha tenido nuestro país”, 25/3/2008);

construcciones adverbiales (“el período más fructífero de nuestros 200 años”; “Lo más

importante hecho en los últimos 100 años. No es poca cosa”, 1/3/2008) y construcciones

comparativas (“como nunca antes lo había hecho un gobierno”; “como nunca en la

historia se habían conocido”, 25/5/2008) que hiperbolizan la situación presente. En este

sentido, para Raiter (2013) a través de la confrontación con el pasado reciente y lejano,

Fernández pretende construir un lugar de enunciación que resulta fundacional en lugar

de asumirse como continuadora de un proceso complejo iniciado en 1983. Se evidencia

un claro esfuerzo discursivo por crear un liderazgo refundador de la nación, en un nuevo

capítulo de la historia. Al respecto, afirma: “La distinción entre nuevo y viejo, entre

pasado oprobioso y presente venturoso es la llegada K” (Raiter, 2013: 131).

El presente es, entonces, una “oportunidad histórica” que debe ser defendida de

60

Cfr. Maingueneau, 1996.

Page 72: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

71

aquellos que pretenden “arrebatarla”:

Creo entonces argentinos que estamos en un momento histórico muy importante.

(31/1/2008)

Hoy estamos aquí y siento, argentinas y argentinos, que estamos en un momento

histórico de la Patria. (...) No desaprovechemos la oportunidad, que no nos arrebaten el

presente y el futuro, sepamos defender con inteligencia, con democracia y con

tolerancia, sin hacer caso a las provocaciones, las conquistas sociales, políticas y

económicas que hemos logrado en estos 5 años. (01/4/2008)

Y este país que ha vuelto a recuperar la fuerza del trabajo, que ha vuelto a recuperar sus

fábricas, que ha vuelto a recuperar la autoestima nacional y que tiene una oportunidad

histórica no la puede desaprovechar. (01/4/2008)

Yo quiero hoy convocar para que hablemos de los problemas pendientes que tenemos

todos los argentinos. Estamos ante una oportunidad histórica compatriotas, en cuanto a

números, en cuanto a posibilidades, a lograr mercados (09/6/2008).

Argumentativamente, las descripciones propuestas son útiles al refuerzo de la

creencia del destinatario afín (el prodestinatario en términos de Verón) y a la vez se

proponen como “recordatorio” o “advertencia” al adversario (o contradestinatario)61

:

(...) porque, tal vez, no sé si por cuestiones electorales o por lo que fuere no importa los

motivos lo importante son los resultados, quiso instalarse tal vez que el problema de la

energía era una cosa que sucedía únicamente en la República Argentina y esto no es así;

el problema de la energía, lo he dicho sustancialmente en muchas oportunidades, es un

problema del mundo y de la región y nosotros estamos en el mundo y en la región.

(1/3/2008)

Creo, entonces, que se nos plantea a todos los argentinos, independientemente del lugar

o del sector político en el cual militen o al cual pertenezcan, porque creo que además de

la ratificación electoral por parte de la sociedad a este modelo de crecimiento, hay por

sobre todas las cosas resultados concretos y objetivos que también podemos exhibir.

(01/03/2008)

Aquí está, entonces, el testimonio del Estado nacional argentino a través de su Banco

Nación como sustento para seguir creciendo en este modelo de acumulación, de

inclusión social que tantos buenos resultados ha dado y que estoy convencida de que

vamos a seguir sosteniendo para lograr aún mejores resultados sociales y económicos y

también, modificando comportamientos culturales. (05/03/2008)

Resguardar esa soberanía alimentaria sin afectar la rentabilidad de los sectores

productivos es algo en lo que estamos trabajando y lo estamos haciendo todos los días.

Podemos exhibir resultados en estos cinco años donde todos han podido ganar algo,

trabajo, salario, rentabilidad. (09/06/2008)

Han probado de todo pero solamente ahora llevamos en 100 años, 5 años de crecimiento

61

Como sostienen diversos investigadores una de las particularidades del discurso político es su múltiple

destinación. Cfr. Verón (1987), García Negroni (1988).

Page 73: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

72

sostenido y este año, si crecemos, argentinos y argentinas, va a ser el crecimiento más

importante de los últimos 200 años, toda nuestra vida. ¿No les parece un buen motivo

para discutir, para dialogar, para debatir? (27/3/2008).

(...) los argentinos tenemos la obligación de reflexionar en este Bicentenario, luego de

por primera vez en 100 años, cuatro-cinco años de crecimiento sostenido. Y si este año

2008 volvemos a crecer va a ser en toda nuestra historia el período de mayor

crecimiento en los 200 años de historia de los argentinos. Díganme si no vale la pena

insistir en el camino y en el sendero que emprendimos el 25 de mayo del 2003. Que no

es de ningún sector, de ningún partido, más allá de la afiliación clara y pública que

pueda tener quien presida la República Argentina (28/3/2008).

Frente a ellos, el discurso de Cristina Fernández despliega una argumentación

pragmática62

que evalúa el gobierno (la causa) a partir de los resultados y los logros

obtenidos, como sustento de su legitimidad y como su defensa: (“¿No les parece un

buen motivo para discutir, para dialogar, para debatir?”; “Díganme si no vale la pena

insistir en el camino y en el sendero que emprendimos el 25 de mayo de 2003”).

3. La legitimidad por mandato

Para Charaudeau (2008) la legitimidad social es importante porque es la que da a

toda instancia de palabra la autoridad de decir. El mecanismo por el cual se es

legitimado es el reconocimiento de un sujeto por otros sujetos, realizado en nombre de

un valor que es aceptado por todos. Si bien, como hemos visto, Cristina Fernández se

proyecta como candidata y, luego, como Presidenta ligada a un proyecto y a un espacio

político mayor y construye un “nosotros gobierno”, es en la identidad individual de un

sujeto político donde se cimienta su legitimidad. Para ello, la locutora apela a diversas

estrategias que ponen en escena esta legitimidad para que sea reconocida. Por un lado,

su trayectoria política y la elección popular; por otro lado, la construcción de un relato

de vida que evoca la figura del ascenso social.

Si bien-como ya hemos advertido- la legitimación política de Fernández tuvo

obstáculos para consolidarse en la opinión pública de diversos sectores sociales y,

especialmente, en los medios de comunicación, había consenso en la consideración de

62

Este tipo de argumento expresa un nexo de causalidad. En términos de Perelman y Olbrechts-Tyteca

(1989), en el argumento pragmático se produce una “transferencia en la causa del valor de las

consecuencias” que “permite apreciar algo con arreglo a sus consecuencias presentes o futuras” (1989:

405-406). Las consecuencias son, entonces, fuente del valor del acontecimiento que las produce y según

estos autores uno de los usos de este argumento es proponer el éxito como criterio de objetividad, de

validez.

Page 74: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

73

que la locutora poseía una larga carrera política independiente de la de su esposo. En

efecto, eran conocidos los inicios de su militancia universitaria en la ciudad de La Plata

y su extensa trayectoria legislativa tanto a nivel provincial, en Santa Cruz, como en el

ámbito nacional. Es entonces durante el periodo electoral, que la locutora recuerda su

trayectoria política lo que le permite evocar en el auditorio su actuación como diputada

y senadora y, así, contrarrestar posibles cuestionamientos a su figura política. Por

ejemplo, durante su campaña electoral la locutora se define como “una militante política

del Peronismo” (14/08/07) y recuerda que “ha ingresado hace muchos años a la

política” (14/08/07). Al evocar su pertenencia al Peronismo refiere a sus banderas

políticas a partir de caracterizaciones estereotipadas (Cfr. Amossy, 1999; Amossy y

Herschberg Pierrot, 2001), tales como su condición de representantes de los

trabajadores y de la incorporación de la mujer en la política, que propician la

identificación del auditorio en tanto son parte de la doxa, de los imaginarios sociales y

fácilmente reconocibles por sus interlocutores. Como muestra el primer fragmento, sin

embargo, la locutora no es ajena al carácter de “representación social” de esas

caracterizaciones, al igual que las que remiten al Radicalismo (“representantes de la

clase media argentina”) a las que atribuye las frustraciones y desencuentros de los

argentinos en las últimas décadas. El discurso de presentación de la fórmula oficialista

(14/08/07) es especialmente interesante para ver la aparición de esas imágenes:

“(…) porque lo cierto es que frente a las representaciones políticas del que es tu

partido, Julio, y de lo que ha sido históricamente el partido en el que he militado toda la

vida, hay también representaciones sociales históricas en el imaginario colectivo.

Ustedes, representando tal vez a muchas de las clases medias argentinas, nosotros, los

trabajadores, la incorporación de la mujer, muchas veces, yo diría que en no pocas, el

desencuentro de estas representaciones políticas y sociales sirvió para frustrar a los

argentinos en esta historia que nos vio vivir tan trágicamente durante las últimas

décadas”. (14/08/2007)

“(…) y nosotros los peronistas, que estamos aquí, como siempre en la historia, como

siempre poniendo el hombro, como siempre dando testimonio de nuestros aciertos y de

nuestros errores, pero siempre comprometidos con los intereses de la Patria”.

(14/08/2007)

En este sentido, construye su ethos como una líder política crítica, superadora

de esas representaciones responsables de los fracasos del pasado.

Una vez electa, las referencias a su trayectoria legislativa no desaparecen, como

vemos en los siguientes ejemplos: “Yo he pertenecido durante doce años a este

Parlamento. He estado sentada como ustedes, como Diputada y Senadora. Recuerdo

Page 75: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

74

madrugadas…” (10/12/07). La finalidad de estas referencias no sólo apunta a señalar la

legitimidad de su posición institucional sino también a establecer lazos de identificación

con una parte del espectro político, los legisladores, a quienes interpela también de

manera afectiva como amigos (“amigos”). La recuperación de su militancia política

también le permitirá construcción discursiva de un pasado que legitima su

posicionamiento63

como heredera de la tradición de la “justicia social” del Peronismo

(aquella que la diferencia de sus adversarios) con la cual se identifica explícitamente.

Por otro lado, la elección de la denominación “Justicialismo” sobre “Peronismo” va en

el mismo sentido de la preferencia -ya establecida por la locutora en otros momentos- de

una política “de ideas” sobre una “de hombres o individualidades”:

Yo que toda mi vida he militado en este partido, el Peronismo – a mí me gusta decirle

Peronismo, a otros les gusta decirle Justicialismo- que siempre he creído en la justicia

social, en la distribución del ingreso (…) quiero convocar a todos los argentinos, a

aquellos que tal vez no les guste este modelo que a partir del 25 de mayo de 2003

devolvió a los argentinos esperanza, trabajo, tal vez porque piensan que es bueno que

por ejemplo pueda haber pobres y ricos, y que tienen derecho a pensarlo y a sentirlo así

(…). (17/06/2008) 64

En otros momentos, cuando la legitimidad ya ha sido atribuida a través del voto

popular, la recordación de su trayectoria legislativa, tiene otras funciones. En el caso

que vemos a continuación, Fernández enumera hitos de su trayectoria legislativa que

“hablan” de su actuación política y construyen su figura política ligada al compromiso y

a la defensa de causas vinculadas con el interés nacional, así apela a una argumentación

a través de la técnica que destaca la relación que hay entre la persona y sus actos o

conductas65

, es decir, la idea de que los actos “hablan”, son manifestaciones de las

personas: las causas que ha defendido hablan acerca de sus convicciones y su

compromiso y de esta manera se legitima su accionar en el presente a través de la

construcción de un ethos de compromiso:

63

Tomamos la noción de posicionamiento en el sentido en el que propone Charaudeau quien la considera

como “…la posición que ocupa un locutor en un campo de discusión, a los valores que defiende (de

manera consciente o inconsciente) y que caracterizan a la vez su identidad social e ideológica. Estos

valores puede estar organizados en sistemas de pensamiento (doctrinas) o pueden estar simplemente

organizados en normas de comportamiento social que son entonces más o menos conscientemente

adoptados por los sujetos sociales y que los caracterizan en lo identitario.” (Mainguenenau y Charaudeau,

2005: 453). 64

Es interesante notar en este punto que si bien Fernández se define explícitamente como Peronista en sus

discursos las referencias o citas a Perón son muy escasas. Además, debemos destacar que en sus actos

políticos tampoco despliega la liturgia tradicional peronista (por ejemplo, la marcha peronista o las

imágenes de Perón o Evita). (Cfr. Quiroga, 2010) 65

Perelman y Olbrechts-Tyteca ([1958] 1989) reconocen a la persona y sus actos como

una de las técnicas argumentativas basadas en la estructura de lo real. Consideran esta relación como

un enlace de coexistencia, es más, como la relación coexistencial prototípica.

Page 76: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

75

Gracias, muchas gracias a todos por estar hoy aquí, en esta Plaza de Mayo, la plaza de

todos los argentinos. Muchos de ustedes me conocen antes de ser Presidenta de la

República Argentina, me conocieron como senadora, defendiendo la soberanía nacional

de nuestros Hielos Continentales; me conocieron también los ex combatientes de

Malvinas, cuando los acompañé en el Senado en sus luchas para lograr la ley que

reconociera sus derechos; me vieron también los argentinos sentada en mi banca de

diputada, junto a ese gran socialista, que fue Alfredo Bravo, reclamando la anulación

de las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final; me vieron los trabajadores y sus

dirigentes sindicales negarme a votar, allá en el 98', la Ley de Flexibilización Laboral y

más tarde la Ley de la desvergüenza y de la Banelco; me han visto en muchas batallas,

dadas con la convicción, con la pasión de mis ideas, que sé son también las de millones

de argentinos. (01/04/2008)

Quiero frente a todos ustedes, en este día tan especial, comprometerme como siempre lo

he hecho. Muchos de ustedes me conocieron defendiendo los hielos continentales,

cuando millones de argentinos tal vez miraban hacia el sur escépticos, porque no se

sabía bien que era eso de los hielos continentales. Un puñado de argentinos y argentinas

levantamos la voz para defender no el patrimonio de una provincia y de una región, sino

lo que es y será siempre el patrimonio de todos los argentinos. (07/09/2007)

Sepan, todos los que tengan que saber, que siempre he cumplido mi deber como

ciudadana, como legisladora y lo voy a volver a hacer como Presidenta de todos los

argentinos. (01/04/2008)

Y, de esta manera, los actos definirán también a sus opositores:

Porque uno escucha muchas veces discursos, expresiones, valoraciones, de gente que

ha tenido la oportunidad de gobernar la República Argentina por el voto popular, y han

fracasado estrepitosamente. Eso no los convierte en parias de la política, o que no

puedan opinar. Pero por favor, humildad y reconocimiento desde el lugar de donde se

opina, porque la historia lo merece, y los argentinos también. (19/07/2007)

Creo que hemos recorrido un largo camino en estos años de democracia y espero

profundizar este rol del Congreso, donde podamos discutir y debatir sin adjetivaciones,

sin agravios, con propuestas alternativas y viables, con memoria histórica de dónde

viene cada uno, qué hizo cada uno y qué representó cada uno que es lo que nos da

legitimidad para poder plantear una propuesta. (10/12/2007)

Las referencias a “el lugar de donde se opina”, “con memoria histórica de dónde

viene cada uno”, qué hizo cada uno y qué representó cada uno” tienden, sin precisiones,

a destacar la legitimidad de la locutora frente a la no-legitimidad de sus críticos: ella ha

tenido coherencia en su práctica política que ha sido motivada por convicciones; sus

opositores representan el fracasado de las políticas del pasado y, por lo tanto, no son

legítimos.

Como la legitimidad resulta de una atribución y es un derecho adquirido por el

político, en momentos de conflicto político, la legitimidad de los políticos para

gobernar puede ser cuestionada. Durante el conflicto con el sector agropecuario la

Page 77: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

76

autoridad y legitimidad de Fernández fueron seriamente cuestionadas por parte de la

opinión pública; es en estos momentos en los que Fernández apela de manera explícita

al imaginario de la legitimidad por mandato (cfr. Charaudeau, 2008). En diversas

alocuciones públicas, enfatiza su carácter legítimo a partir de las referencias a su

condición de “electa por el voto popular”66

y “representante de todos los argentinos” y

la vincula a la responsabilidad y a los resultados obtenidos:

Por eso, con la legitimidad que en este país, por suerte a partir de 1983, tenemos

quienes hemos sido electos por el voto popular, con la legitimidad que también nos da

haber llevado adelante una política que va a empezar su quinto año de crecimiento

consecutivo en el mejor ciclo económico que recuerda la historia, con la legitimidad

que nos da que en este proyecto económico, social, político y cultural han crecido

todos, ha crecido el campo, ha crecido la industria, los trabajadores han recuperado el

trabajo perdido, el salario, estamos recuperando de vuelta un lugar en la Tierra,

argentinos, un lugar en el mundo, nuestro lugar, la República Argentina (…)67

(…) y yo quiero decirles que desde la alta responsabilidad que tengo como Presidenta

de la República Argentina, voy a hacer lo que le prometí a los argentinos antes de que

emitieran su voto: representar los intereses de todos (…).

Yo represento los intereses, no solamente de los que me votaron, que fueron muchos,

sino también de los que no me votaron.

Yo represento, además los intereses de lo que dije en la campaña electoral, porque hay

otra cosa de la que nadie habla. Si hoy un dirigente rural tiene la representación de su

sector, yo también tengo la representación de lo que dije que iba a hacer como

Presidenta de la República Argentina, porque eso es calidad institucional. Yo dije en mi

campaña que el eje era la inclusión social, que íbamos a trabajar por la distribución del

ingreso. Me preguntaron muchísimas veces acerca de las retenciones y dije que no se

podían modificar porque no solamente eran redistributivas, sino porque ayudaban a

sostener los precios de los principales alimentos de los argentinos.

Es una cuestión no de respeto a la Presidenta, de respeto a la democracia, a las reglas de

la democracia, sobre todo con gobiernos que hemos sido elegidos por el voto popular.

(01/04/2008)

66

Presentamos aquí otros ejemplos; “Gobiernos que hemos sido elegidos por el voto popular”,

“electos por el voto popular” (27/03/08) “Un gobierno surgido del voto popular”, “(…) la primera

[mujer] que gobierna la República Argentina en nombre del voto popular” (01/04/08)

“Y allí, con esa representación que da el voto popular, hacer homenaje a la democracia y a todas las

víctimas que ha tenido este país” (17/06/08) Pero no importa, la voluntad del pueblo siempre es

inapelable, nos guste o no nos guste el resultado, y a eso me remito, argentinos y argentinas.

(01/04/08)

67

Es interesante notar en este fragmento cómo la locutora construye su argumentación: su legitimidad se

sustenta en el sistema el sistema político democrático imperante desde 1983 en la Argentina por el cual el

pueblo elige a sus representantes a través de voto y, por otro lado, de ciertos resultados económico-

sociales alcanzados tales como el crecimiento económico y la tasa de empleo, por ejemplo, que para la

locutora actúan como sustento empírico de esa legitimidad ya que, de alguna manera, se propone que un

dirigente votado por el pueblo pero que no hubiera conseguido mejoras económico-sociales o no hubiera

respetado sus promesas de campaña– vería disminuida legitimidad en este segundo sentido.

Page 78: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

77

Quiero decirte, Jorge, que hoy con toda la responsabilidad que te ha conferido el pueblo

del Chaco, como la que me ha conferido a mí el pueblo argentino; en nombre de ese

voto popular que el Chaco tuvo ese 28 de octubre, en nombre de esa voluntad del

pueblo de seguir adelante profundizando el cambio, la transformación que comenzamos

un 25 de Mayo del año 2003, quiero venir a decirles a todos ustedes aquí, con un

compromiso de hierro, de fuego, de corazón, de patria, que seguiremos en este camino

de la reconstrucción de nuestras instituciones, que también es la reconstrucción de la

confianza del pueblo en las instituciones, porque aquellos que creen que se puede

debilitar a un proyecto económico o a un proyecto político atacando las instituciones les

vamos a demostrar que no tienen ni la fuerza ni el coraje ni la valentía para vencer al

pueblo argentino. Quiero decirles, finalmente, que mi compromiso con el pueblo, mi

compromiso con el voto popular es indestructible. Ese es el deber que siempre cumpliré

como argentina por sobre todas las cosas, como Presidenta de todos los argentinos y

para todos los argentinos. (17/07/2008)

El sujeto que está legitimado (la instancia política) sabe que esa legitimidad le es

acordada por los mismos individuos (la instancia ciudadana) que son el objetivo de sus

actos de discurso. En este sentido, ser consecuente con las promesas de campaña;

representar a todos los sectores sociales; haber sido elegida por el voto popular; el

respeto por las reglas de la democracia, y el llamado al diálogo a los sectores en

conflicto, apuntan a la construcción de una imagen de sí de la locutora como

responsable, guardiana de la calidad institucional y respetuosa de las obligaciones que

como Presidenta de la Nación le exige su cargo, esto es, la representación de la totalidad

de los argentinos –aquellos que la han votado como aquellos que no lo han hecho–. Ese

compromiso que se califica de “indestructible” y se metaforiza a través de una

gradación que va de lo concreto a lo abstracto (de hierro, de fuego, de corazón, de

patria) se vincula con la construcción de un sujeto que prioriza el “deber” y la

responsabilidad como inspiradoras de confianza apelando a la dimensión pathémica del

discurso.

De la misma manera, por oposición, deslegitima a los dirigentes sectoriales68

que

llevan adelante el reclamo y les “pide” que se sometan al proceso democrático que la ha

legitimado:

(…)Yo les pido a aquellos que, tal vez equivocados por la propia dinámica sectorial,

creo que estuvieron confundidos, en nombre de la democracia, de la Constitución, que

liberen las rutas y dejen que los argentinos volvamos a producir y trabajar (…)

68

La locutora refiere en este caso a los integrantes de la denominada “Mesa de Enlace” que nucleaba a los

representantes de las cuatro principales entidades agropecuarias de la Argentina: Sociedad Rural

Argentina-SRA-; Federación Agraria Argentina –FAA–; Confederaciones Rurales Argentinas-CRA- y

CONINAGRO.

Page 79: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

78

No tengan miedo ni dudas para ejercer su representación sectorial, porque si son

representativos seguramente no será necesario que corten rutas para que no se

comercialicen granos. (…) Cuatro personas a las que nadie votó y nadie eligió nos

decían a los argentinos quién podía andar por las rutas. (18/06/2008)

4. La construcción de “la persona”. Un relato de ascenso social y de participación

política

Muchas veces, los políticos juegan con imágenes de sí que remiten tanto a la vida

política, - que los definen como personajes públicos-, como a la vida privada -que los

definen como personas-, y estas dos imágenes se refuerzan mutuamente. La

incorporación de microrrelatos o referencias personales en el discurso político-

institucional de Cristina Fernández introduce un ámbito que no es propio del discurso

político, el de la vida privada, que permite configurar un carácter, una “personalidad”,

que surge de las experiencias vividas –familiares y personales- y que actúa, en el

proceso de identificación, como garante (Maingueneau, 2008) de un modo de ser y

propicia la vinculación con el auditorio en tanto tiende a producir la identificación a

través de la “humanización” de la figura de la locutora. Estos relatos de la historia

personal que suelen vincularse a las temáticas de los discursos van configurando un

“relato de vida” que apunta a mostrar al sujeto social (antes que político) y van

construyendo un sujeto “modelo” cuya historia personal lo legitima para la posición

institucional a que aspira y que, luego, ocupa. Un sujeto cuya vida que no sólo ha estado

atravesada por experiencias que le permitieron un aprendizaje sino que se propone,

además, como fuente de aprendizaje para la Nación en su conjunto.

A partir de un ejercicio de la memoria, la locutora desplaza su lugar de enunciación

de la locutora –política (candidata presidencial, jefa de Estado), a locutora- esposa y

compañera en algunos casos y a locutora-madre: la memoria de vida y la memoria

política se solapan. Los recuerdos introducen el ámbito de la vida privada y, de esta

manera, la dimensión emocional porque convocan, en muchos casos, estados afectivos

asociados a ellos (la emoción, la tristeza, el orgullo). En este sentido, la locutora

“contrarresta” una imagen asociada a ella (su ethos previo) de mujer fría, cerebral que

invierte los roles de género sobre la que trabajaremos en el capítulo 3.

Page 80: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

79

4.1 El relato de vida

El relato de infancia y adolescencia de Fernández está atravesado por el

imaginario sociodiscursivo de la “movilidad social ascendente” como estructurante de la

sociedad argentina. Los recuerdos familiares69

ponen en primer plano el esfuerzo, tanto

familiar como personal y se anclan en una constelación de ideas y valores en torno a la

noción de ascenso social, tales como la cultura del esfuerzo y el valor del trabajo. Así,

en los siguientes fragmentos que remiten a la niñez se enfatizan las particularidades

propias de la vida cotidiana de la clase trabajadora:

Quiero, en principio, decirle que sé lo que es un tambo, no tal vez un tambo moderno;

mi abuelo fue tambero, fue tambero y fue agricultor, no lo que es ahora, cuando no

habían las maquinarias modernas de ordeño, sino que ordeñaban a mano. Mi padre, en

un primer momento, le ayudaba a su padre, junto a su hermano a ordeñar y se

levantaban de madrugada. Recuerdo todavía sus manos, que siempre tuvieron

sabañones porque, al levantarse, muy temprano, se ordeñaba de madrugada, con

muchísimo frío, él me contaba, que terminó provocándole toda su vida sabañones en

sus manos, que nunca pudo curar. No era la época de la modernización, no había

tambero mediero, tampoco en esa época, eran ellos lo que con un tambo pequeño se

ocupaban de eso. Además fui criada con leche de tambo porque por razones científicas

mi madre no pudo darnos leche a mi hermana ni a mí; no sé si será bueno o malo, y si

con leche de tambo he llegado a Presidenta. Yo sé que la ministra de Salud se va a

enojar mucho porque hay una campaña, además, de amamantamiento, pero lo cierto es

que fui criada con leche de tambo. (02/07/2008)

La referencia a la historia familiar transmitida a través del relato del padre (“él

me contaba”) está vinculada a la producción láctea y al esfuerzo que deja marcas en el

cuerpo. El recuerdo de las manos del padre (“Recuerdo todavía sus manos, que siempre

tuvieron sabañones porque, al levantarse, muy temprano, se ordeñaba de madrugada,

con muchísimo frío, él me contaba, que terminó provocándole toda su vida sabañones

en sus manos, que nunca pudo curar”) introduce la intimidad aunque ligada a una

posición de enunciación pedagógica, en este caso expresada a través de diversos

comentarios evaluativos o glosas aclaratorias (“cuando no habían –sic- las maquinarias

modernas de ordeño sino que ordeñaban a mano”; “se ordeñaba de madrugada”; “No

era la época de la modernización, no había tambero mediero, tampoco en esa época”).

Esta historia configura la imagen de sus orígenes: una familia “trabajadora” (no

69

Diversas fórmulas introductorias (“También recuerdo”, Me acuerdo cuando”, “Me acuerdo que”, “Me

acuerdo de una anécdota”, “Quiero contarles que”, Voy a confesarles”, “Todavía lo recuerdo como hoy”,

“Si mal no recuerdo”, “Me acordaba también de mi juventud”) dan paso, a través del ejercicio de la

memoria y el recuerdo, al anecdotario personal y familiar.

Page 81: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

80

privilegiada) que contrarresta el imaginario del político argentino y encarna la figura de

ascenso social.

Lo mismo sucede en las siguientes citas en las que hace referencia a su niñez y

juventud en La Plata. La cotidianeidad atravesada por la carencia del asfalto y la falta de

gas natural y su incidencia en la calidad de vida, se vincula con la temática de su

discurso: (“la mejora en la calidad de vida que significa poder ir al colegio, todavía yo

iba al colegio, era muy chiquita, sin tener que embarrarme los zapatos, como recién

decía Alejandro”; “lo difícil que es la vida cuando no se tiene el gas y la modificación

en la vida cotidiana de la gente por estas obras”):

Nada quería estar aquí hoy, acompañando la firma de este convenio por 390 cuadras de

pavimento, que en realidad son 400, con las 90, que pone la “muni” y decirles que yo

recién cuando escuchaba a Alejandro contar el tema de lo que significa el asfalto me

acordaba cuando nos mudamos a la casa en la que todavía hoy vive mi madre, en La

Plata, que fue cuando yo era muy chica, tenía como diez u once años, así que

imagínense que son unos cuantos años. Y me acuerdo que la calle era de tierra, y me

acuerdo que la calle 7, que estaba en la esquina, porque nosotros vivimos entre la 7 y

la 8, en La Plata, era muy angostita, casi sin veredas de un lado y del otro y la casa

nuestra estaba, son unas calles de tierra y me acuerdo que fueron los vecinos, los que

entre todos juntaron fondos, para tirar el asfalto. Pero recuerdo la transformación que

significó ese asfalto que permitió hacer la vereda, después, porque si no hay asfalto

prácticamente no hay vereda y la mejora en la calidad de vida que significa poder ir al

colegio, todavía yo iba al colegio, era muy chiquita, sin tener que embarrarme los

zapatos, como recién decía Alejandro. No es una cuestión de metáfora, ni de

construcciones literarias, es una construcción de vida cotidiana, que uno necesita

mejorar con pavimentos, con cloacas, con alumbrados, con vivienda, con educación,

con salud. (28/07/2008)

Hoy también quiero decirles a todos los habitantes de aquí, de Villa Carlos Paz, que

vamos a trabajar fuertemente para darle el gas natural a toda la Villa, señor

Intendente. Sé que el 45 por ciento de la Villa recibe el gas en tubos o en garrafas. Yo

lo escuchaba decir recién que muchas veces en los grandes centros urbanos que siempre

han tenido todo, tal vez no puedan valorar estas cosas, de lo difícil que es la vida

cuando no se tiene el gas y la modificación en la vida cotidiana de la gente por estas

obras y me acordaba también de mi juventud, cuando nos mudamos a un sector de la

ciudad de La Plata con mis padres donde tampoco había gas natural y teníamos el gas

en tubos. Tal vez, aquellos que siempre han tenido la suerte de tener todas las ventajas

que puede dar la vida moderna, no alcanzan muchas veces a valorar la dignidad y la

transformación que en la vida cotidiana de la gente tienen estas cuestiones. (24/01/2008)

Estas autorreferencias construyen un relato de vida asociado a las carencias y,

especialmente, al esfuerzo. Y en su dimensión argumentativa muestran a Cristina

Fernández como un sujeto preocupado por la vida cotidiana de las personas a partir del

aprendizaje que su experiencia personal de tales problemas implica.

Page 82: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

81

De la misma manera, Fernández refiere en diversas oportunidades a su

formación en la educación pública. La construcción de su infancia y juventud como una

estudiante abnegada que “pasaba horas sentada estudiando” se vincula a la idea del

esfuerzo y el sacrificio (que no sólo es familiar sino también es personal), a una vida de

obligaciones, orden y cumplimiento que dan frutos en un presente destacado:

La universidad - ustedes saben soy hija, como muchos de ustedes, de la universidad

pública y gratuita- y hoy cuando la recorría, cuando recorría esta universidad pública

impecable. (19/12/2007)

Siendo hija de trabajadores he podido llegar acá por el tipo de formación e instrucción

que recibí, y quiero que todos los argentinos tengan esa oportunidad que tuvimos

nosotros. (01/03/2008)

El Presidente que está a mi izquierda y yo somos hijos de la escuela pública y de la

universidad pública y gratuita. No es casualidad, no somos hijos de personas con

mucho dinero, somos hijos de trabajadores y él es Presidente y yo soy Presidenta;

somos eso, producto de la educación pública. (…) Yo me eduqué en una escuela donde

había clases todos los días, donde los maestros sabían más que los alumnos, donde

nosotros teníamos que estudiar todo el día para poder aprobar y pasar, porque

creíamos en el esfuerzo, porque creíamos en el sacrificio. Lo recuerdo como si fuera

hoy, seguramente mi madre aquí también me recuerda, horas sentada estudiando (…)

si la familia no se hace cargo, en fin si todos no trabajamos y nos esforzamos y

cooperamos en lograr el bien común, va a ser muy difícil no solamente lograr una mejor

calidad de educación sino también seguramente un mejor país. Y a eso los convoco a

todos, a los padres, a los alumnos, a los docentes, a una escuela pública diferente. (…)

Nosotros tenemos generaciones de chicos que nunca han visto trabajar a sus padres, por

ejemplo. Yo quiero que nosotros hagamos un ejercicio y pensemos en cuando éramos

chicos, todos tenemos más o menos la misma edad; todos veíamos en algún momento

del día entrar y salir a nuestro padre que iba y venía del trabajo o a nuestra madre, en

mi caso trabajaban los dos y nosotros teníamos que ir al colegio a cumplir horarios,

veíamos una vida de orden, de horario, de obligaciones, de cumplimientos. Hay

aproximadamente dos generaciones de argentinos que (no) han visto trabajar a sus

padres. (01/03/2008)

Es una historia diferente, es la que hemos sabido construir todos los argentinos desde

aquel 25 de mayo de 2003 donde empezamos a recuperar las esperanzas, los sueños,

las ilusiones, de que un país diferente era posible, de que podíamos volver a soñar con

el trabajo y el esfuerzo como motor del progreso, con la educación para tener la

esperanza y la ilusión de progresar no solamente con el trabajo, sino junto al trabajo y

la educación, que fue lo que hizo grande a este país, que fue lo que permitió que hijos

de trabajadores pudiéramos llegar, hoy, a la Presidencia de la República y con el

coraje, que nos da la historia, la identidad, nuestras ideas comenzar a devolverle a la

Patria todo lo que le habían quitado, durante décadas. Le estamos haciendo honor a una

historia, que sabemos nadie construirá si no la hacemos nosotros mismos. (02/07/2008)

La vinculación entre la educación pública y la proveniencia social de “una

familia trabajadora” tanto de Fernández como de Néstor Kirchner muestra a la pareja

política como la encarnación del ascenso social, bandera política del justicialismo a la

que se hace referencia en diversos pasajes de sus alocuciones:

Page 83: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

82

Esto creo, es lo que también tenemos que hacer para mejorar la movilidad social

ascendente que ha sido precisamente lo que ha caracterizado a este país dándonos una

poderosa clase media y que permite que hijos de trabajadores puedan llegar a la Primera

Magistratura del país.(10/12/2007)

Por otro lado, enfatiza su condición de “hombres comunes” en circunstancias

excepcionales producto de un sistema político que vienen a reestablecer.

4.2 La trayectoria política y la vida en Santa Cruz

El recuerdo de los comienzos de la militancia y su pertenencia a la generación de

los ´70 también imprimen su huella en el carácter de Fernández y le han dejado un

aprendizaje.

Cristina Fernández construye el despertar a la vida y participación política

asociado a su vínculo afectivo con Néstor Kirchner y a un interés por el prójimo

compartido por ambos, de esta manera construye un ethos de la humanidad:

También quiero en esta tarde tan especial, convocar a los jóvenes en la República

Argentina. Déjenme contarles que en muchos de los sueños de estos cuatro años y

medio, fueron los sueños de este hombre que está sentado ahí y míos cuando éramos

muy jóvenes y nos conocimos. Ninguno de los dos tenía necesidades, ambos éramos

muy jóvenes, teníamos una familia que nos cobijaba, techo donde vivir, comida,

estudios, podríamos haber sido, tal vez, como tantos otros y, sin embargo, hubo algo

que movilizaba y convocaba a interesarse no solamente por lo que le pasaba a uno, no

solamente por lo que uno necesitaba. Uno comienza a participar al ver que el otro

también necesita y, a partir de esta convicción, a partir de esta comprensión

comenzamos a vivir una vida en donde comprometerse con el otro era, ante todo, una

actitud de cambio y de transformación, de concebirse no solo una persona aislada, sino

concebirse como parte de una sociedad. (25/10/2007)

Quiero contarles que, como ustedes saben, me incorporé a la vida política junto a él, mi

compañero de toda la vida Néstor Kirchner, desde muy jóvenes abrazamos esos ideales,

esas convicciones con la pasión, el amor y la entrega de luchar por un mundo y una

patria mejor. (08/10/2007)

Quería contarlo, casi lo sentía como una necesidad personal frente a tantos pibes como

ustedes. Yo tenía la misma edad de muchos de ustedes cuando decidí incorporarme a la

política militando allá en los años ´70 tal vez con valores diferentes a los de ustedes. La

contaminación ambiental, por ejemplo, no era un tema de aquellos años, pero sí lo era la

ayuda a quien no había podido ir a la escuela, al que no podía acceder a la universidad,

al que no ganaba el salario suficiente, al que vivía en una villa, al que no había logrado

tener salud y educación; eran también valores solidarios, valores que en el fondo son

políticos pero no políticos porque tengan que ver con lo partidario o con los partidos

políticos; políticos, porque son los que cambian y transforman la realidad cuando

pueden ejercerse colectiva y mancomunadamente. (06/05/2008)

Page 84: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

83

Estas referencias, que se dan particularmente en el discurso electoral, apuntan a

generar en el auditorio la imagen de política guiada no sólo por una fuerte convicción

sino también por el compromiso y la solidaridad con el prójimo. En estos casos,

predomina la tópica70

de la política como “vocación”, que se opone a la construcción

que Fernández hace de sus opositores guiados por la especulación y pragmatismo (cfr.

supra). La construcción romántica de los jóvenes que se alejan de una vida de

comodidades guiados por el llamado de la vocación política asociado al interés por el

prójimo e interesados en el “bien común” (“comenzamos a vivir una vida en donde

comprometerse con el otro era, ante todo, una actitud de cambio y de transformación, de

concebirse no solo una persona aislada, sino concebirse como parte de una sociedad”;

“abrazamos esas convicciones con la pasión, el amor, y la entrega de luchar por un

mundo y una patria mejor”; “(…) la ayuda a quien no había podido ir a la escuela, al que

no podía acceder a la universidad, al que no ganaba el salario suficiente, al que vivía en

una villa, al que no había logrado tener salud y educación; eran también valores

solidarios”) tiene también una dimensión prescriptiva. En el primer y el tercer

fragmento, en el que Fernández convoca e interpela particularmente al auditorio de “los

jóvenes” -auditorio privilegiado del discurso político kirchnerista-71

moldea, además, la

imagen de “militante político” del kirchnerismo. En el segundo vemos la aparición clara

de la dimensión emocional a partir del despliegue de un léxico vinculado a lo afectivo

(“pasión”, “amor”, “entrega”) que caracteriza a la pareja tanto como prescribe los

atributos del militante juvenil.

El comienzo de la sociedad política está vinculado también a su pertenencia a la

generación de los ´70 y atravesado por la experiencia trágica de la dictadura cívico-

militar que imprime su huella en el carácter de Fernández y deja un aprendizaje que la

locutora capitaliza en su presente político: el “aprendizaje histórico”, la valoración

70

Nos referimos a los temas consagrados, ideas fijas confinadas a un repertorio que son elementos

dóxicos presentes en el discurso y permiten relevar los saberes compartidos sobre los que se apoya la

argumentación. (Cfr. Amossy, 1999) 71

Este vínculo discursivo propuesto con los jóvenes se verifica también en otros pasajes del corpus, como

el que sigue:

“Quiero decirles a tantos jóvenes que están aquí con nosotros y a ustedes, nuestros representantes en

Beijing, dos cosas: una, que los admiro profundamente, y la otra es que los envidio. Quiero confesarles

algo, cuando yo era muy joven como ustedes no me gustaban los deportes, no hacía deportes, leía todo el

día y la verdad que si de algo me arrepiento en la vida es de no haber hecho deportes desde chica. Ahora

hago gimnasia, corro, camino y hace 20 años que dejé de fumar también como una contribución a la vida

sana y a la salud. Quiero decirles a todos los jóvenes argentinos que además de leer y estudiar hay que

hacer mucho deporte porque oxigena la cabeza, porque ayuda a pensar mejor y porque además

constituye lazos de solidaridad y de unidad entre quienes hacen deportes”. (04/07/08)

En otras oportunidades la interpelación a los jóvenes es la oportunidad para asumir una posición de

enunciación pedagógica. Particularmente a través del relato de la historia.

Page 85: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

84

de la democracia y las convicciones se postulan como sus principales legados. Estas

experiencias de juventud le permitieron adquirir modestia y humildad política en la

madurez. Por otro lado, el recuerdo de la “militancia setentista”72

se hace a partir de

una mirada despojada de conflicto sobre esta generación (cfr. Raiter, 2013) y le

permite también establecer lazos de identificación con sus interlocutores,

contemporáneos (“muchos de ustedes, también de los que están aquí sentados…”):

Para terminar, quiero convocar a todos los hombres y mujeres de mi país, a los jóvenes,

a los ciudadanos, a las ciudadanas, a las que nos votaron y a los que no lo hicieron,

porque en definitiva hoy estamos representando los intereses de todos, quiero hacerlo

también desde mis convicciones, Uds. lo saben, como quien se va, como el Presidente

formamos parte y muchos de Uds. también de los que están aquí sentados, que no

somos marcianos ni Kirchner ni yo, somos miembros de una generación que creyó en

ideales y en convicciones y que ni aún, ante el fracaso y la muerte perdimos las

ilusiones y las fuerzas para cambiar al mundo. Tal vez, estemos un poco más modestos

y humildes. En aquellos años soñábamos con cambiar el mundo, ahora nos

conformamos con cambiar este nuestro País, nuestra casa. (10/12/2007)

La imagen de político humilde y reflexivo que ha aprendido de sus experiencias

pasadas -y no de cualquier experiencia sino de la más trágica que ha vivido nuestro

país-, se evoca en el discurso de Fernández como legitimadora de su persona. Es esa

experiencia la que le ha otorgado la valoración de la democracia y de los mecanismos

propios de la compulsa democrática. En este sentido, construye también una figura

política alejada de la improvisación, ella ha pasado por todas las instancias de la vida

política democrática de una nación: ha competido, ha perdido, ha ganado, ha aprendido

y estas instancias no solo la han preparado para ocupar el cargo sino que, a la vez, la

legitiman en el ejercicio del mismo:

Quiero decirles finalmente que he sido una militante política toda mi vida y la verdad

que cuando comenzó la democracia, allá por 1983, con una nueva valorización que

también hicimos nosotros, desde la juventud, que tal vez teníamos una visión de la

democracia allá por los años 70 lábil, desdeñosa casi, tal vez porque corrían tiempos en

el mundo y en el país de cambios y revoluciones, pero la historia nos enseñó a valorar

a la democracia. ¿Saben por qué? Por todas las cosas que nos pasaron, por todo lo que

perdimos y todas las vidas que se perdieron de argentinos que ya no están. Este

72

Montero (2007) introduce la noción de “ethos militante” para referir a la recuperación de la tradición

discursiva de la militancia revolucionaria de la década del setenta en el discurso de Néstor Kirchner. De

acuerdo con Montero, el ethos militante evoca el valor de la juventud asociado a la lucha contra el orden

establecido. En este sentido, los discursos de Cristina Fernández poseen similitudes con el discurso

político de su marido. En el ámbito de lo dicho, Fernández se integra con Néstor Kirchner en la

generación revolucionaria de los setenta a través del ethos dicho marcado por la deixis personal de

primera persona del plural (yo + Néstor Kirchner): “somos miembros de una generación que creyó en

ideales y en convicciones”. Como ya hemos visto, en el discurso de asunción construye la imagen de sí de

una política que tiene convicciones que guían su accionar, lo que también le permite equipararse

explícitamente con Néstor Kirchner cuando, refiriéndose a él, afirma: “sus convicciones que son las

mías”.

Page 86: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

85

aprendizaje de puesta en escena en el centro de la democracia nos significó, por lo

menos en lo personal, un aprendizaje fuerte. Primero comenzamos a competir en

internas en nuestro propio partido y empezamos perdiendo, dos veces antes de ganar.

Será que tal vez para aprender a ganar primero hay que saber perder. Y me parece que

tal vez esta suerte de pequeña historia personal de quien es hoy Primera Mandataria de

los argentinos, ayude a que todos podamos reflexionar un poco sobre este país que

queremos. (17/06/2008)

Las referencias personales tienen, además, una función “ejemplificadora”: el

relato de la experiencia personal constituye a la locutora como un modelo de conducta a

seguir73

, especialmente para el auditorio particular de jóvenes y, por otro lado, le

permite establecer lazos de identificación con los compañeros de generación, como

sucede en el caso de las citas anteriores en el que se expone un proceso de aprendizaje

personal del sujeto que pretende extender a toda la Nación74

explicita la voluntad de que

su historia personal se transforme en aprendizaje nacional.

Luego de sus años de juventud llega la vida política y familiar en Santa Cruz.

Los discursos pronunciados en la Provincia de Santa Cruz (o sobre ella) propician la

incorporación de anécdotas personales75

debido a que Fernández residió 27 años allí,

donde Néstor Kirchner fue Gobernador por tres mandatos consecutivos (1991-

73

Cuando se argumenta proponiendo una conducta como aquella que se debe imitar, se trata de un

modelo. Éste supone un prestigio social o autoridad (cf. Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1989). 74

La idea de “aprendizaje histórico” recorre la discursividad de Cristina Fernández. En relación con ello,

a veces mitigada a través del uso del infinitivo o de la enálage de primera persona del plural, la locutora

se posiciona en un lugar de mayor saber y, por lo tanto de poder, que sus destinatarios y contribuye a su

presentación pedagógica (cfr. capítulo 4). Aquí presentamos algunos ejemplos de los múltiples que

podemos encontrar en el corpus: “(…) Parecía que los malos de la película en la República Argentina

iban a ser los trabajadores que iban a pedir salarios para que se derrumbara el crecimiento, la producción,

la actividad económica. Nada de eso está pasando. Por el contrario, en un formidable aprendizaje

histórico; los trabajadores argentinos y sus dirigentes sindicales, han comprendido que el país está

primero por sobre todas las cosas (...)” (27/03/08). “Y examinar esa historia no es para hacerlo con el

dedo fiscal de señalar o de ponerse de un lado o del otro, sino para ver los argentinos en qué parte de

nuestra historia, cuál fue el punto de inflexión donde nos equivocamos […]. Vemos que muchas

veces nos hemos equivocado, no importa si fue de buena fe, de mala fe, por intereses, lo importante es

examinar esa historia para no volver a cometer los mismos errores. No con el ánimo fiscal como les dije”

(28/03/08). “Hemos aprendido, hemos hecho un duro aprendizaje, que necesitamos esa mirada del largo

plazo, unida al esfuerzo, al trabajo y al sacrificio. Y por sobre todas las cosas, a la unidad de todos los

argentinos para lograr esos objetivos.” (14/12/07). Lo mismo encontramos en el siguiente ejemplo del

discurso electoral: “La descripción de lo que fue un país, aunque no quiero cargar las tintas en ningún

espacio político ni siquiera en ningún modelo, simplemente fue la historia, es bueno recordarla para no

cometer las mismos errores, para hacer aprendizaje” y “Tenemos que aprender los argentinos de nuestra

propia historia, no para trasladar experiencias que normalmente son intransferibles, pero sí para aprender

cómo podemos desde nuestra propia idiosincrasia, desde nuestra propia entidad, desde nuestra propia

estructura económico social plantearle un modelo de vida a los argentinos” (19/07/07) 75

Fernández enfatiza su pertenencia al interior del país al que denomina “el país profundo” (“¡Gracias La

Pampa, gracias hombres y mujeres de esta querida provincia, del país profundo al que quiero porque

pertenezco a él y que hoy, desde La Quiaca hasta la Patagonia y desde los Andes hasta el mar, estamos

construyendo un nuevo país! (08/10/07); “No me gusta hablar del interior, ya lo saben, me gusta hablar

del país profundo, de ese país que late” (17/09/07)”.

Page 87: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

86

1995/1995-1999/1999-2003) y donde Fernández obtuvo sus primeros cargos

legislativos antes de dar el salto a la escena política nacional en 1994.76

En estos relatos, el recuerdo (propio y ajeno) le permite referir a la trayectoria

política llevada a cabo en esa provincia junto con Néstor Kirchner. Estas referencias se

centran en mostrarla como su acompañante política y compañera. Allí, se destaca el

esfuerzo de la construcción paulatina de un espacio político. Por otro lado, el sur

imprime huellas no sólo en la experiencia política sino en el carácter de Fernández. La

locutora construye un “nosotros patagónico”- un colectivo de identificación- que se

define a partir de rasgos de carácter y de experiencias compartidas con aquellos que

habitan la Patagonia. Estas experiencias se recuperan en tanto operan como aprendizaje

personal y los saberes que de ellas se desprenden se proponen de modo prescriptivo

como valores políticos. De esta manera enfatiza una imagen conciliadora, superadora de

las diferencias en pos de un bien común (“se necesita la mirada de largo plazo, el

esfuerzo el trabajo y el sacrificio. Y por sobre todas las cosas, a la unidad de todos los

argentinos para lograr esos objetivos”; “estar unidos frente a la adversidad para poder

vencerla”):

Hemos aprendido, hemos hecho un duro aprendizaje, que necesitamos esa mirada del

largo plazo, unida al esfuerzo, al trabajo y al sacrificio. Y por sobre todas las cosas, a

la unidad de todos los argentinos para lograr esos objetivos. Eso yo lo aprendí aquí en

Santa Cruz, donde éramos muy pocos. Me acuerdo que me decían en Buenos Aires por

qué peleábamos y gritábamos tanto, y yo decía que como allá éramos tan pocos, si no

gritábamos no nos escuchaban. Pero aquí aprendí, en esta tierra en la que hay que hay

que pelear contra la adversidad del clima, contra la extensión sin límite del territorio,

donde todo es lejos, donde todo es con esfuerzo, con sacrificio, hasta caminar para ir al

76

Su primer cargo electivo lo obtuvo en 1898 cuando fue electa Diputada Provincial en la provincia de

Santa Cruz, cargo para el que fue reelecta en 1993 y 1995, mientras Néstor Kirchner era gobernador. En

la Cámara baja santacruceña ocupó el cargo de Presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales,

Poderes y Reglamentos y fue electa Vicepresidenta 1ª del cuerpo legislativo en 1990. En 1994, fue electa

representante por Santa Cruz a la Convención Nacional Constituyente de Santa Fe. En el año 1995

ingresó al Senado Nacional en representación de Santa Cruz. En 1997 renunció a su cargo de senadora

para ser electa diputada nacional y en 2001 fue electa otra vez senadora, siempre por la misma provincia.

En 1998 fue Convencional Provincial Constituyente en Santa Cruz. Durante su extensa tarea legislativa

ocupó la presidencia de la Comisión Bicameral Especial de Seguimiento de los Atentados a la Embajada

de Israel y al Edificio de la AMIA, entre septiembre y diciembre de 1999, y la vicepresidencia segunda de

la Comisión Especial Investigadora sobre hechos ilícitos vinculados con el lavado de dinero de la Cámara

de Diputados en el año 2000. En las elecciones legislativas del 23 de octubre de 2005 fue elegida

senadora de la provincia de Buenos Aires por el Frente para la Victoria, mandato durante el cual se

desempeñó como presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado. (Fuente:

http://www.presidencia.gob.ar/la-presidenta/biografia). En este período, si bien pertenecía a la bancada

oficialista, se opuso a varios proyectos del gobierno menemista, entre ellos el proyecto presentado durante

el litigio del Campo de Hielo Patagónico Sur, la privatización de Aerolíneas Argentinas, el Pacto Fiscal

II, la Reforma Laboral y la Ley de Hidrocarburos.

Page 88: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

87

trabajo porque hay que pelearle al viento, a la nieve para no caerse, al frío, a la

soledad. Acá ustedes me enseñaron que debíamos estar unidos frente a la adversidad

para poder vencerla. Y lo estamos logrando. (14/12/2007)

Muchos de ustedes, casi todos ustedes, nos conocieron mucho antes de ese 25 de mayo

de 2003. Nos conocíamos por nuestra condición de patagónicos, de vecinos, sabían de

ese hombre que gobernaba con una concepción en la cual el pueblo, los intereses de la

sociedad, estaban por sobre los demás sectores. (17/09/2007)

Es esa formación de carácter y este aprendizaje el que la habilitan a la

superación de las adversidades y la superación de las diferencias por una causa superior

lo que legitiman su posición de enunciación como representante de una coalición

política (cfr. supra).

Su llegada a la provincia como un joven matrimonio que retorna al lugar de

origen (en este caso, de Néstor Kirchner) en busca de una mejora en la calidad de vida

(“porque en La Plata había mucha humedad y nos afectaba los bronquios") evita la

referencia al contexto político en el que el desembarco en Santa Cruz se produce y las

controversias en torno a sus primeros años allí:

Otra vez aquí, como tantas veces, claro que sí, la primera vez que vine aquí a Río

Turbio fue, si mal no recuerdo, en 1978. Hacía dos años que con Kirchner habíamos

vuelto de La Plata, recibido él de abogado, yo todavía no me había recibido, habíamos

venido aquí a Santa Cruz, porque en La Plata había mucha humedad y nos afectaba los

bronquios y entonces decidimos venir, aquí a su tierra, a Santa Cruz. (14/12/2007)

En el siguiente fragmento en el Acto en memoria de los caídos en Malvinas

(02/04/08), el discurso de un excombatiente es retomado por Fernández y da paso al

recuerdo personal de su vida en Río Gallegos durante la guerra:

Recién escuchaba las palabras del brigadier Chevalier; hablaba de imágenes

imborrables, son las que tengo de aquel 1982. Yo no vivía aquí en Buenos Aires, vivía

junto a mi familia en el Sur, 27 años de mi vida en la Patagonia, en Río Gallegos; a

poco más de 700 kilómetros, la ciudad más cercana a nuestras Islas Malvinas. Y tengo

la imagen de aquellos días de los operativos oscurecimiento. Ustedes saben, en aquellos

tiempos la mayoría de las casas en la Patagonia no tenían persianas y entonces todas las

noches debíamos colgar mantas en nuestras ventanas para que la ciudad quedara

totalmente a oscuras, pero además también, blindar los faroles de los autos para que

apenas con un hilo de ellos pudiéramos circular por la calle. Constantemente había

rumores de que la aviación inglesa bombardearía Río Gallegos para, precisamente,

terminar con la guerra como efecto disuasorio. (02/04/2008)

La introducción del recuerdo personal de su vida en la Patagonia (“Yo no vivía

aquí en Buenos Aires, vivía junto a mi familia en el Sur, 27 años de mi vida en la

Patagonia, en Río Gallegos; a poco más de 700 kilómetros, la ciudad más cercana a

Page 89: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

88

nuestras Islas Malvinas”) da paso a una enunciación pedagógica a partir de la fórmula

(“ustedes saben…”) y el recuerdo, imborrable, de los operativos- oscurecimiento. La

enunciadora política y la enunciadora madre se solapan a partir de la incorporación de la

escena intimista, donde se describe el juego de su hijo, Máximo Kirchner, durante la

Guerra de Malvinas. La imagen del hijo jugando con los soldados de plomo, los aviones

y los barcos introduce una comparación entre el juego de niños y la jugada militar y

política de la Guerra de Malvinas, y la evaluación del significado de la misma.

También recuerdo la imagen de mi hijo Máximo, tenía 5 años, jugando todo el tiempo

sentado frente al televisor, en la mesa de nuestra cocina de Río Gallegos, siguiendo la

guerra con pasión con sus soldaditos de plomo, con sus avioncitos y sus barquitos. Para

él era un juego de chicos, para otros, había sido una jugada militar, una jugada política

y, en el medio, estábamos los millones de argentinos que supimos diferenciar lo que era

una gesta histórica de lo que nunca habíamos aceptado que era la violación de la

democracia. Esto habla de la claridad y de la nobleza de nuestro pueblo. (02/04/2008)

En otros fragmentos, aparecen también las referencias familiares y las anécdotas

que refieren a las particularidades de la vida cotidiana en el sur del país:

Y en el 78 me acuerdo, una noche terrible, de nevada, vinimos en camioneta aquí.

Alicia vivía aquí con su familia, vinimos a verla a ella y a conocer, yo, a Río Turbio. Me

acuerdo que aquí, como en toda Santa Cruz, habían sueños e ilusiones: la ruta

asfaltada; la usina no se decía, se hablaba de la central termoeléctrica a carbón, la

usina; al norte de Santa Cruz los de Caleta hablaban del puerto; en Calafate hablaban

del aeropuerto; todos los santacruceños hablaban de la ruta 40 ó de la represa sobre el

Río Santa Cruz, ilusiones; Turbio, 28 de noviembre, que también lo conocí en ese

momento, sin una calle asfaltada, chapoteando entre la nieve y el barro; algunas casas

calefaccionadas a carbón; otras a kerosén porque tampoco teníamos gas. Y hablábamos

y soñábamos de las cosas y de la vida, que podíamos tener, si esas cosas algún día se

pudieran construir. (14/12/2007)

El relato de la dura cotidianeidad de los pueblos del sur (“una noche terrible, de

nevada, vinimos en camioneta aquí”; “Turbio, 28 de noviembre, que también lo conocí

en ese momento, sin una calle asfaltada, chapoteando entre la nieve y el barro; algunas

casas calefaccionadas a carbón; otras a kerosén porque tampoco teníamos gas.”) le

permite enlazar el recuerdo con la temática de su discurso y enfatizar las soluciones que

el gobierno viene a proponer: lo que antes eran “sueños e ilusiones” (“hablábamos y

soñábamos de las cosas y de la vida, que podíamos tener, si esas cosas algún día se

pudieran construir”), de los que los habitantes hablaban y soñaban, empieza a hacerse

realidad a partir del kirchnerismo: la pista del aeropuerto, el pavimento de la ruta 40 en

Santa Cruz, la represa del Río Santa Cruz, que se enumeran a través del relato del

recorrido en su visita.

Page 90: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

89

Recién aterrizábamos en el avión en lo que va a ser la pista del aeropuerto, que

permitirá bajar a un 737 aquí; podemos ver los zeppelines con el gas. Recién veníamos

charlando con Daniel (se refiere al Gobernador de Santa Cruz, Don Daniel Peralta) en el

avión que están faltando apenas 140 kilómetros para terminar la ruta 40, que no tenía un

centímetro de pavimento, en la provincia de Santa Cruz, un centímetro.

La ruta 40, que me acuerdo era también la ilusión de Germán Sopeña, un periodista,

enamorado también de Santa Cruz y de esa ruta 40, por la cual no había vez que no

publicara una nota reclamando, precisamente, la construcción de eso.

Salí, también, hacía acá del aeropuerto del Calafate, está en marcha también la Represa

del Río Santa Cruz, el viejo anhelo de todos los santacruceños y que permitirá

incorporar al sistema energético nacional casi 2 mil megas. Hoy también estamos

abriendo el interconectado, porque tal allá en Buenos Aires, en esa maravillosa y

hermosa ciudad, que todo lo tiene, tal vez, no se sabía que aquí en Santa Cruz no había

llegado el cable que permitía interconectarnos a nosotros al sistema energético nacional.

(…)

Y entonces en esta Santa Cruz que alguna vez soñó, con tantas cosas que hoy podemos

disfrutar, hacer planificar, la clave es entender que para realizarlo lo hicimos con mucho

esfuerzo, con mucho trabajo, que confiamos en nosotros mismos, son las razones

principales del éxito: el esfuerzo, el trabajo, el sacrificio, la fe y la perseverancia.

Nada es en el corto plazo. Los argentinos nos hemos acostumbrado, tal vez porque nada

duraba demasiado, a que las cosas las teníamos que obtener enseguida, ya y ahora.

Hemos aprendido, hemos hecho un duro aprendizaje, que necesitamos esa mirada del

largo plazo, unida al esfuerzo, al trabajo y al sacrificio. Y por sobre todas las cosas, a la

unidad de todos los argentinos para lograr esos objetivos. (14/12/2007)

En otro discurso, Fernández relata sus primeras visitas a El Calafate, ciudad de

residencia de la familia Kirchner. Allí se ve la construcción de una vida atravesada por

las obligaciones políticas, la primera vez que Fernández conoce la ciudad es en campaña

electoral, en el momento de la apertura política posterior a la dictadura cívico-militar:

Quiero confesarles algo, este amor no fue a primera vista, por primera vez pisé El

Calafate en 1982, con Kirchner y un grupo de compañeros. No veníamos por motivos

turísticos, voy a confesarles, sino por asuntos estrictamente políticos. La dictadura,

luego de la tragedia de Malvinas, había decretado la apertura política y veníamos a

trabajar políticamente por el peronismo; comenzaba la campaña de afiliación y allí

vinimos unos cuatro o cinco con Kirchner, me acuerdo como si fuera hoy. Ahí conocí El

Calafate. (…).(15/02/2008)

Los comienzos de la actuación política en Santa Cruz posteriores a la

finalización de la dictadura cívico-militar la muestran recorriendo la provincia en la

campaña de afiliación al peronismo. Luego, sus visitas posteriores, están vinculadas al

acompañamiento a Néstor Kirchner, Gobernador de la Provincia, en la reconstrucción

de una Santa Cruz devastada por la crisis económica: “la provincia ardía, nos la habían

dejado ardiendo”.

Luego vine la segunda vez, lo había hecho otras veces en campaña política pero

siempre casi como de paso. En el año 91, cuando el ex presidente Kirchner es electo

gobernador de la provincia de Santa Cruz, no había tiempo para irse de vacaciones, la

provincia ardía, nos la habían dejado ardiendo. Los chicos en el año 90 habían pasado

Page 91: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

90

de grado por decreto luego de 100 días de huelga. Fuimos la primera provincia en

donde los pibes tuvieron que aprobar pasar de grado por resolución del Consejo

Provincial de Educación. Todavía lo recuerdo como hoy, sueldos atrasados, en fin.

Entonces no había lugar ni espacio para irse de vacaciones y vine aquí, a El Calafate,

con Florencia, mi pequeña hija que entonces tenía un año y meses, recién se largaba a

caminar. (15/02/2008)

La realidad política atraviesa la realidad familiar y se enfatizan los sacrificios

personales asociados a la vida política, especialmente desde su lugar de enunciadora-

madre: (“En el año 91, cuando el ex presidente Kirchner es electo gobernador de la

provincia de Santa Cruz, no había tiempo para irse de vacaciones; Entonces no había

lugar ni espacio para irse de vacaciones y vine aquí, a El Calafate, con Florencia, mi

pequeña hija que entonces tenía un año y meses, recién se largaba a caminar…”).

El recuerdo de la vida política en Santa Cruz es fuente de anécdotas con una

fuerte carga emocional:

Juan recién se acordaba y me decía: “Yo me acordaba cuando vino Kirchner, cuando lo

conocí por primera vez”. Casi se me llenan los ojos de lágrimas porque me dice “venía

en un Renault rojo con Cacho Vázquez”. Y yo me acuerdo de aquel auto que era

nuestro auto, uno de nuestros autos, con el cual Néstor recorrió toda la provincia, de

punta a punta para hablar con todos y cada uno de los santacruceños, para decirles

que una provincia diferente era posible. Me acuerdo cuando asumió la gobernación en

el año 1991, el nivel de endeudamiento de la provincia, las crisis en la educación, en la

salud, me acuerdo de todo el trabajo mancomunado durante esos doce años de todos

los santacruceños. Porque si de algo me enorgullecía era de pertenecer a aquella fuerza

política que era algo más que el peronismo, era, precisamente, la de convocar a todos

los santacruceños, pensaran cómo pensaran, estuvieran en el lugar que estuvieran para

construir una provincia deferente. (19/03/2008)

La locutora retoma, emocionada “se me llenan los ojos de lágrimas”, el recuerdo

de “Juan”. Allí enfatiza la construcción política de Néstor Kirchner recorriendo toda la

provincia de Santa Cruz en el Renault Rojo (“recorrió toda la provincia de punta a

punta”) donde se resalta la perseverancia del exmandatario en la exposición de un

proyecto político: “para decirles que una provincia diferente era posible”. Además, se

enfatiza la noción de construcción colectiva, la superación de individualidades en la

reconstrucción de la provincia (“me acuerdo de todo el trabajo mancomunado durante

esos doce años de todos los santacruceños”). A partir de esta referencia a Néstor

Kirchner, Fernández construye también su ethos como partícipe de esa construcción

colectiva que la enorgullece: (“Porque si de algo me enorgullecía era de pertenecer a

aquella fuerza política que era algo más que el peronismo, era, precisamente, la de

convocar a todos los santacruceños, pensaran cómo pensaran, estuvieran en el lugar que

estuvieran para construir una provincia diferente.”).

Page 92: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

91

5. La figura de Néstor Kirchner

La figura de Néstor Kirchner tiene un espacio destacado en los discursos de

Fernández. Junto a la excepcionalidad del fenómeno de reconstrucción kirchnerista

llevado adelante a partir del 2003, encontramos una construcción hiperbolizada de la

figura de Néstor como su artífice. Si bien, como hemos visto, “el proyecto” es el gran

protagonista del discurso, el exmandatario se torna tanto un interlocutor privilegiado

como tema de los discursos de Fernández quien lo interpela en numerosas

oportunidades e introduce referencias a su persona que contribuyen a la magnificación

de su figura. Los años de la gobernación de Kirchner, al igual que los de su presidencia

se refieren con el fin de construir la figura política del exmandatario, que hasta el

momento de su presidencia tenía poca proyección nacional, como “buen gobernante”,

especialmente como un buen administrador de una provincia con serias dificultades77

:

Algún día vamos a necesitar también energía, yo recuerdo –en esto de los ciclos

eternos- que cuando el ex presidente Kirchner gobernaba hace 10 años nada más la

provincia de Santa Cruz, un lugar en la Patagonia que es productor de hidrocarburos, el

barril de petróleo estaba a 9 dólares. Recuerdo que en una oportunidad cayó a 8,50 y la

industria petrolera despidió en todo el norte de nuestra provincia a 3.000 operarios y

levantó equipos. Con los dineros que la provincia tenía colocados en el exterior,

producto de una correcta administración, tuvimos que traer fondos para pagar por

ejemplo al sector público. ¿Pero cuál es la anécdota? Que hace tan sólo 10 años el barril

de petróleo estaba a 8 dólares, no sé la última cotización pero hoy está a unos 122 y

algunos preanuncian que puede llegar a 200 dólares. Lo mismo sucede con otros

commodities de los cuales también somos nosotros productores. (16/05/2008)

Al igual que hemos visto en citas anteriores que refieren a la realidad de Santa

Cruz, vemos que Kirchner recibe una provincia devastada, que recupera producto de

“una buena administración”, esa buena administración que reproduce como Presidente y

que Fernández ratifica una y otra vez refiriendo a las conquistas del kirchnerismo en los

“4 años y medio de gestión” (cfr. supra).

También a través de las interpelaciones78

, se construye su figura como la de un

77

Mariano Dagatti (2011) reconoce que en el discurso de Kirchner, las referencias a su procedencia del

sur del país funcionan constituyendo la figura de un hombre que ostenta liderazgo en condiciones

difíciles, un líder postergado (de un territorio postergado). Ser “pingüino” define para Kirchner la

pertenencia a un territorio y también la pericia de un cierto tipo de liderazgo, ejercido a la luz de la

experiencia colectiva de la postergación, la de los sureños, la de los provincianos. (Dagatti 2011:98). 78

La utilización del apelativo “Presidente” en su interpelación al exmandatario puede remitir a la

costumbre norteamericana que mantiene el uso del apelativo para referir a quienes hayan ocupado la

primera magistratura aún luego de haber terminado su mandato. En este sentido podría estar asociado a

otras prácticas de Fernández que emulan las costumbres norteamericanas tal como la de llevarse la mano

derecha al corazón durante la representación del himno nacional. Por otro lado, sin embargo, es necesario

destacar que durante el periodo estudiado Fernández oscila en un primer momento entre la utilización del

Page 93: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

92

político fuera de lo común, veamos el caso del discurso de presentación de la

candidatura y luego, el de asunción:

Presidente, acaba de dar un gesto personal y político sin precedentes ni en la Argentina

ni en el mundo en los tiempos que corren. Que alguien con el 70 por ciento de imagen

positiva y con 50 por ciento de intención de voto decida no presentarse no es común.

Usted no es común" (...) "Usted tiene autoridad no porque se enoje, sino por lo que dice

y lo que hace" (…) "Tampoco se la crea. No es un héroe. Y permítame un ejercicio de

egoísmo personal: espero que no lo extrañen demasiado" (19/07/2007)

El “gesto sin precedentes” que ha tenido Kirchner, (el de rechazar presentarse a

una reelección) es presentado por Fernández como un ejercicio de grandeza política,

obviando la referencia a sus justificaciones políticas a las que ya hemos referido. La

repetición enfática de “no es común”, de naturaleza exaltatoria, orienta en la

construcción magnificada de la figura del mandatario. Sus rasgos políticos (“Usted tiene

autoridad”) y la posterior negación (“no porque se enoje”) rechazan la construcción de

Kirchner como alguien exaltado, con exabruptos y la reemplazan por la de un político

“coherente” (“tiene autoridad por lo que dice y por lo que hace”). Aquí, como veremos

en otras oportunidades (cfr. capítulo 4), aparece la dicotomía (y la necesidad de

coincidencia) entre dichos y hechos; palabras y acciones; discursos y realidad del

imaginario político.

Tal construcción podría dificultar la instalación de Fernández como candidata, de

ahí que la locutora, inmediatamente, realice la siguiente afirmación en la que mitiga la

construcción anteriormente hecha y, a la vez, postula un escenario donde sale victoriosa:

("Tampoco se la crea. No es un héroe. Y permítame un ejercicio de egoísmo personal:

espero que no lo extrañen demasiado”). Si los argentinos han de extrañarlo, aunque no

sea demasiado, es porque ella ha ganado las elecciones.

Veamos las interpelaciones en el discurso de asunción:

Usted, sentado en este mismo lugar, con más desocupados que votos, se propuso dar

término a 2 mandatos constitucionales (...) Ninguno de los dos mandatos

constitucionales pudo cumplir los tiempos de la Constitución y Usted pudo junto a

todos los Argentinos, revertir aquella sensación de frustración, de fracaso, de no poder

que millones de argentinos sentíamos en esos días que corrían (…)

(…) pero la diferencia de 22,25 puntos porcentuales que nuestra fuerza obtuvo con la

que salió en segundo término, son casi los mismos 22,24 puntos que Ud., Presidente,

obtuvo por todo concepto en las elecciones de abril de 2003 (…)

apelativo Presidente y la del apelativo expresidente para inclinarse únicamente por esta última hacia el

final del periodo.

Page 94: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

93

Ud., después de todo, nunca fue un posmoderno; en tiempos de la posmodernidad, Ud.

es un Presidente de la modernidad y me parece que yo también. (10/12/2007)

La referencia a las condiciones adversas de su llegada a la Presidencia (“con

más desocupados que votos”; “… casi los mismos 22,24 puntos que Ud., Presidente,

obtuvo por todo concepto en las elecciones de abril de 2003”) y los logros que lo

separan de los mandatarios que lo precedieron (“…se propuso dar término a 2 mandatos

constitucionales (...) Ninguno de los dos mandatos constitucionales pudo cumplir los

tiempos de la Constitución…”) reivindican la figura de Kirchner para afrontar su

desfavorable legado y su capacidad para la superación de adversidades. Su definición

como un “Presidente de la Modernidad” le permite a partir de la modalización (“y me

parece que yo también”) compararse con su figura a quien define como un intelectual

guiado por ideas y convicciones en un tiempo donde escasean (“la Posmodernidad”) lo

que lo hace aún más destacable. De esta manera, la figura del exmandatario funciona

como punto de referencia para la configuración de la imagen de Fernández. Esta

utilización de la figura de Kirchner en la construcción del ethos de Fernández se

encuentra también en otros pasajes, como vemos a continuación, especialmente

vinculada a la noción de convicción política y la postulación de una política guiada por

“ideas”, es decir, un “ethos militante”79

, como ya hemos advertido:

Lo hizo en nombre de sus convicciones que son las mías y las de muchísimos argentinos

que siempre creímos en el país y en sus hombres y en sus mujeres, en el pueblo y en la

Nación, palabras que tal vez en tiempos de la globalización no suenen bien o suenen

raro al menos, pero a poco de conocer a los países con más desarrollo económico y

social e indagar en las claves de su crecimiento y de su desarrollo, uno puede encontrar

en la defensa irrestricta de sus propios intereses, como Estados y sociedades, la clave

de ese avance, la clave de ese desarrollo. Por eso, pueblo y nación en tiempos de

globalización siguen más vigentes que nunca, representar los intereses de los argentinos.

(10/12/2007)

79

Esta expresión fue acuñada por Ana Sol Montero y retomada por Mariano Dagatti en sus trabajos sobre

el ethos de Néstor Kirchner. A este le corresponde un tipo de liderazgo que se presenta alejado de lo

institucionalista y pragmático y que se muestra dotado de valores y convicciones que guían su acción.

Este modo de ejercer la política se manifiesta con la capacidad de “pensar diferente” y está vinculado con

la transgresión contra lo instituido. Esta idea se encontraría resumida en la frase: "No he venido a dejar

mis convicciones en la puerta de la Casa Rosada” (25/05/03) de su discurso de asunción presidencial. (cfr.

Montero, 2011; Dagatti, 2011)

Page 95: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

94

El comienzo difícil, sin legitimidad popular, es recordado por Fernández para

destacar las habilidades de Kirchner en su gestión y las bondades de la propuesta

kirchnerista. El sintagma “con más desocupados que votos” y sus variantes, que

Fernández repite incesantemente, actúan como poderosa síntesis de la transformación

kirchnerista: (“Ustedes recordarán que el presidente Kirchner asumió con el 22 por

ciento de los votos y había casi un 23 por ciento de desocupados”(16/05/08) que, al

igual que las dificultades que tuvo que afrontar durante su gestión (“Me acuerdo que

cuando Kirchner empezó la presidencia estaba en 150 pesos la jubilación mínima”); (“Y

los números de los cuales les hablaba no son números que se produjeron hace un siglo

sino hace apenas 5 años, en el 2003”) y le permiten introducir las argumentación por los

resultados que ya hemos visto y a partir de los cuales el contraste con el presente

construido se hace más evidente.

Pese a estas adversidades, la figura de Néstor Kirchner surge como la de un

hombre dotado de “fortaleza política” y “moral” para enfrentar presiones:

Y por ello, desde aquí, desde la solidez que da el poder estar frente a ustedes,

trabajadores organizados, es que les estamos diciendo que hemos cumplido con lo que

habíamos prometido, es decir, gobernar con convicciones, defender los intereses del

país, volver a reconstruir la confianza en las instituciones, desde allí, desde este país que

hoy hemos conquistado entre todos sin violencias, a pesar de que a usted presidente

durante los primeros años, cuando todavía había argentinos sin trabajo, desesperados y

desesperanzados que cortaban calles, a usted cuando le querían hacer paros y tuvo la

fortaleza política y moral de negarse a levantar la mano contra todo otro argentino.

(22/05/2008)

Fernández destaca no sólo la recuperación económica de la Argentina operada

por Kirchner sino la recuperación de valores: “revertir aquella sensación de frustración,

de fracaso, de no poder que millones de argentinos sentíamos en esos días que corrían”

(10/12/07); “reconstruir la autoestima de los argentinos, la confianza en nosotros

mismos y en el país, que eso era lo que necesitábamos” (4/2/2008); “El Presidente que

está a mi izquierda lo hizo en la Casa Rosada, volvió a resituar la política como el

instrumento válido para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y para torcer un

destino que parecía incierto, que parecía casi maldito por momentos.” (10/12/07). Tanto

los importantes logros de su gestión, caracterizados como “históricos” como la

modificación de la Corte Suprema de Justicia: “Porque usted, ex presidente Kirchner,

tuvo un logro que fue fundamental en nuestra historia, logró cambiar una Corte

Suprema de Justicia que era una vergüenza para los argentinos.” (17/06/08) Diferentes

Page 96: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

95

figuras de Kirchner político surgen en el corpus de análisis: el Kirchner- fuerte, el

Kirchner- ideólogo, Kirchner-estadista, Kirchner- buen administrador.

Finalmente, en relación con el dispositivo enunciativo, las referencias a Néstor

Kirchner a partir del apellido y de su condición de Presidente y, luego, expresidente.

Las interpelaciones a partir de pronombre formal “Usted” (que evoca la interpelación

pública, además, el vínculo entre Eva Perón y Juan Domingo Perón) y la recuperación

de su actuación política antes que personal muestran una voluntad de Fernández de

poner en primer plano los vínculos institucionales (por sobre los personales). Esta forma

de vinculación discursiva de Fernández con Kirchner puede producir efectos de sentido

variados de acuerdo a los valores del auditorio. Por un lado, el efecto de sentido de un

traspaso de poder no consumado por el cual el poder real recaería en Néstor Kirchner.

En este sentido, su proyección como figura política independiente de su marido se vería

disminuida; ya que estas formas de interpelación la ubicarían en un lugar de menor

poder que el de Kirchner. A la vez, la omnipresencia del exmandatario, la insistencia en

el uso de taxemas80

, y las referencias exaltatorias a él magnifican su figura y socavan la

construcción de una imagen de liderazgo independiente y, en este sentido, muestran el

peso de Néstor Kirchner en el vínculo de poder. Esto se ve ratificado en la construcción

del gobierno kirchnerista como “una oportunidad histórica” que hiperbolizan tanto su

figura política como los logros de su gobierno. Y a la construcción de su figura como

como un político excepcional que prefiguran la construcción de un prócer81

.

Sin embargo, para un auditorio afín, la referencia a Kirchner en términos políticos

(y no personales) puede significar la paridad y equivalencia política entre ambos. A

sostener esta lectura apuntan, la voluntad de poner en primer plano la trayectoria política

propia y la legitmidad conferida por el voto popular.

80

De acuerdo a Kerbrat-Orecchioni un taxema es un hecho semiótico que contribuye a marcar una

jerarquía entre los interactuantes. 81

En relación con ello Juan Pablo Quiroga y Marcela Bosch (2012) analizan el proceso de configuración

de Néstor Kirchner como un mito a partir de la muerte del exmandatario. Estos autores reconocen una

serie de operaciones de articulación, tendientes a equivaler distintas figuras histórico-políticas de la

historia “real”, tomadas a préstamo del Panteón de Próceres, con la figura de Néstor Kirchner (2012:51).

Partiendo de la idea de que un mito remite siempre al pasado pero su valor deviene en que forman una

estructura permanente, que refiere de forma constante al pasado, al presente y al futuro, tal es el caso de

lo que sucede con Rosas, Monteagudo, San Martín, Belgrano, Moreno, Castelli, los militantes anónimos

y Kirchner en los discursos de Fernández posteriores a la muerte del expresidente.

Page 97: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

96

6. A modo de cierre

A lo largo de este capítulo hemos abordado las diferentes estrategias utilizadas

por Fernández para afrontar las condiciones en que presenta su candidatura y llega a la

primera magistratura que supusieron desafíos en la construcción de su legitimidad

política.

Hemos visto que, debido a la imposibilidad de confrontar con la gestión anterior,

en su discurso electoral, se enfatiza la noción de continuidad entre los dos mandatos.

Debe equilibrar las referencias a las transformaciones de Néstor Kirchner con la idea de

que ese proyecto está incompleto y es ella quien está capacitada para continuarlo y

profundizarlo: “el cambio en la continuidad”; “la profundización del modelo” y “un

modelo de país” serán los sintagmas que cristalicen la propuesta. Así, los logros de la

gestión de Néstor Kirchner son capitalizados por la locutora y son el argumento para

evaluar la continuidad del proyecto y la legitimidad del mismo. Su rol será el trabajar

sobre las deudas pendientes. En este sentido, la locutora apela a la noción de proyecto

político superador de las individualidades: al poner en primer plano el proyecto, los

hombres dejan de ser importantes Es el proyecto el que habla a partir de los hechos a

través del despliegue de la argumentación pragmática.

Si bien la legitimidad se construye principalmente a partir de los logros

obtenidos, la locutora apela también a las referencias a su trayectoria política. Estas

tienen la finalidad principal de neutralizar las críticas acerca del manejo del poder en la

pareja política. Fernández demuestra que está capacitada para ejercer el poder y su larga

trayectoria política (tanto en su pasado de militancia como en el ejercicio de cargos

legislativos) así lo demuestra. Esto también la diferencia de otras mujeres peronistas. Su

legitimidad está fundada tanto en la experiencia como en el mandato popular.

Sin embargo, su vinculación con Néstor Kirchner, es puesta en primer plano.

Como hemos adelantado, los efectos de sentido y la incidencia de la omnipresencia de

la figura del exmandatario en la imagen discursiva de Fernández pueden ser diversos.

Por un lado, la construcción magnificada de su figura que lo acerca a la de un prócer de

la patria hace difícil la superación en términos políticos de su gestión y, en este sentido,

la figura de Fernández quedaría desde el comienzo y desde su propio discurso en

inferioridad de condiciones para sucederlo. Por otro lado, sin embargo, la asociación

entre las dos figuras políticas que comparten un proyecto político y una vida común

Page 98: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

97

permite la construcción del ethos de Fernández a partir del punto de referencia del

exmandatario y la interpretación de que las características de Néstor Kirchner están

presentes también en Fernández, como sugiere a partir de su asociación como “políticos

de la Modernidad” y de la evocación a las convicciones compartidas por ambos. Así

destaca: “Sus convicciones que son las mías” o “no somos marcianos ni Kirchner no

yo.” E, incluso, habla en nombre de los dos:

Esta ayuda que hoy traemos, más las obras, son solamente el inicio. Sé que toda la

Argentina tiene una inmensa deuda con el NOA y el NEA argentinos, históricamente

postergados y que desde el primer día de gestión, de aquel 25 de mayo de 2003, ha

desvelado permanentemente al ex Presidente Kirchner y también a mí. (13/03/2008)

La política ha vuelto a ser, hermanos y hermanas, en la Argentina un instrumento de

cambio, de poder cambiar las cosas para mejor, para bien, para adelante, que es donde

debemos ir todos los argentinos. Por eso, con todo el cariño, con toda la gratitud vengo

yo hoy, pueblo de José C. Paz, en nombre mío y del compañero presidente, a darles las

gracias a ustedes por haber confiado, por haber acompañado, por estar por una

Argentina y por un país mejor para todos y para todas. (17/01/2008)

Aquí es donde queda en evidencia la complejidad y la difícil disociación del

vínculo entre la vida pública y la vida privada a la que se enfrentó Fernández. En

relación con la vinculación discursiva entre ambas figuras, de manera particular en los

primeros discursos presidenciales, se produce, como señalamos, una oscilación entre el

uso de los vocativos “Presidente” y “expresidente” y el uso del pronombre de segunda

persona “Usted” que orientan a la interpretación de un traspaso de poder no consumado.

De la misma manera operan la magnificación de su figura política como un hombre

responsable de cambios y logros excepcionales. Por otro lado, la “pesada” memoria

discursiva del peronismo, especialmente, del vínculo discursivo entre Eva Perón y Juan

Domingo Perón, orienta a interpretar esta dinámica discursiva en términos de la relación

entre un líder poderoso (como sugiere la magnificación de la figura de Kirchner que

evocaría la de Perón) y la de sumisión al líder por parte de Fernández (quién en esta

configuración evocaría la figura de Eva). Sobre estas consideraciones volveremos en el

capítulo 3.

Page 99: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

98

Capítulo 3

La mujer presidente

1. Introducción

En este capítulo abordaremos otro aspecto sobre el que Cristina Fernández

construye su imagen discursiva en el período estudiado. Este es su ethos femenino, en

otras palabras, la imagen que construye como mujer, especialmente, como mujer

política y su incidencia en su legitimación y construcción de liderazgo político propio.

Tradicionalmente, la mujer ha estado excluida de la esfera pública. Según postula Irene

Meler (2008):

Existe una tradición milenaria que asigna a las mujeres al ámbito privado, mientras que

el ámbito público ha sido el espacio de circulación y de actividad social reservado para

los varones. Esta tendencia ha permanecido constante a través del tiempo y solo ha

comenzado a modificarse en las sociedades modernas de Occidente.

Hoy en día el acceso y la actuación de las mujeres en el ámbito público está

garantizado y evidenciamos una creciente participación de la mujer en la esfera política,

sin embargo, esta participación no deja de percibirse y señalarse como “extraña” 82

.

Numerosos han sido los cuestionamientos a la figura de Cristina Fernández antes de

lanzarse como candidata presidencial, durante su campaña electoral y una vez electa

como Presidenta de la Nación. Como ya hemos hecho referencia en el capítulo anterior,

muchos de estos cuestionamientos radicaban en su vínculo conyugal con Néstor

Kirchner lo que de alguna manera la posicionaba en una relación de inferioridad de

poder frente a su marido en tanto solapaban su carrera política propia (y, por ende, su

idoneidad) bajo la sugerencia de un manejo nepotista del poder y una “confusión

institucional de lo público con lo privado” sugerida en la noción de “matrimonio

presidencial” que se acuñó para referir a la situación (cfr. Quiroga, 2010). Su condición

de mujer, creemos, está en la base de esos cuestionamientos.

En el caso de Cristina Fernández, la feminidad tiene un lugar destacado en sus

discursos públicos en los que hace de su condición de mujer una tópica recurrente que

instala el espacio para un proceso de identificación (Charaudeau, 2008) por un lado, y se

82

Para Lipovetsky (1999) la desvitalización del ideal de la mujer de su casa, la legitimidad de los estudios

y el trabajo femeninos, el derecho al sufragio, el “descasamiento”, la libertad sexual, el control sobre la

procreación son manifestaciones del acceso de las mujeres a la completa disposición de sí mismas en

todas las esferas de la existencia y construyen el modelo de la “tercera mujer”. Sin embargo, aun cuando

instituye una ruptura fundamental en la historia de las mujeres, el modelo de la tercera mujer no coincide

en modo alguno con la desaparición de las desigualdades entre los sexos, sobre todo en materia de

orientación escolar, de relación con la vida familiar, de empleo, de remuneración (1999: 218-219).

Page 100: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

99

vuelve un argumento a favor de su imagen en tanto este atributo diferencial está

investido de valores positivos.

De acuerdo con Amossy (2010) todo proceso de construcción de identidad se

basa en un proceso de estereotipización. En la construcción de la identidad discursiva de

un político operan numerosos estereotipos que intervienen en el funcionamiento

argumentativo haciendo aceptables las imágenes propuestas a partir de las opiniones

admitidas en una comunidad. En este sentido, una candidata presidencial mujer deberá

establecer el equilibrio entre la necesidad de autopromoción y los criterios de

aceptabilidad del auditorio -su posibilidad de imaginar una mujer presidente- apelando a

conocimientos y creencias más o menos compartidos socialmente (la doxa) basados en

los estereotipos de mujer83

, por un lado, y al “funcionamiento” de ciertos antecedentes

presentes en el imaginario social84

.

En este capítulo, en primer lugar, abordaremos la imagen de Cristina Fernández

como mujer; luego, haremos una breve referencia a los antecedentes de las mujeres

políticas en la Argentina y al linaje que Fernández construye para sí; por último,

abordaremos la construcción del colectivo de identificación “nosotras, las mujeres”

para centrarnos en los estereotipos de la mujer presentes en los discursos de Cristina

Fernández.

83

Por ejemplo, en el ámbito político habría esferas de acción (roles políticos) típicamente femeninos,

como las asistenciales, y hay formas de ejercicio del poder que se conciben como típicamente masculinas

(la confrontación, el ataque, etc.). En este sentido, Simone Bonnafous (2003/4) analiza la forma en que las

políticas mencionan su feminidad y la relación que establece con la imagen que ellas dan de sí en sus

discursos. Mediante un análisis de la enunciación y del estilo plantea la noción de “ethos femenino”,

definido como la imagen específica que dan de sí las políticas mujeres a la que le es inherente un modelo

de comunicación calificado de pragmatique –empathique. Este modelo presenta cinco características

principales entrelazadas: el rechazo explícito del maniqueísmo de la simplificación y la valoración de los

matices; el uso de expresiones muy concretas y poco metafóricas que anclan en la vida cotidiana; el

empleo limitado de la ironía y la agresividad contra los adversarios o detractores, junto con la voluntad

explícita de no entablar ni alimentar polémicas; la manifestación de benevolencia y solidaridad que se

traduce en un léxico del amor, del afecto y la compasión, encontrado menos regularmente en los hombres

políticos; el recurso al diálogo más o menos ficticio, que contribuye a tornar más perceptibles las

situaciones evocadas. Las características identificadas por Bonnafous se adecuan de manera parcial al

discurso de Cristina Fernández. De nuestro análisis se desprende que, de manera particular, la dimensión

polémica, atenuada en el modelo de Bonnafous se encuentra enfatizada en el discurso de la mandataria y,

por otro lado, la presencia de un léxico del amor, del afecto y la compasión, si bien no está ausente, no

resulta una característica determinante en la discursividad de Fernández. 84

Por ejemplo, en relación con la candidatura presidencial de Ségolène Royal de 2007, Amossy (2010)

sostiene que frente a los electores franceses, privados de un modelo previo de mujer presidente y frente a

la imagen de su rival Nicolás Sarkozy, Royal negocia su ethos integrando en una misma imagen la

autoridad (se inviste de un estereotipo de autoridad masculina) y la sensibilidad (el corazón). La

oposición tradicional entre la izquierda y la derecha se (re) carga en la dicotomía estereotipada de lo

masculino y lo femenino. De acuerdo con la autora, esta imagen es necesaria por dos razones: como ella

es una mujer debe, para compensar la imagen de sexo débil, afirmar la fuerza de su personalidad, por un

lado. Y, por el otro, ofrecer una imagen susceptible de rivalizar con la personalidad voluntarista y

autoritaria de Sarkozy.

Page 101: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

100

2. Cristina, mujer

En tanto mujer Cristina Fernández proyecta una imagen compleja. Hay un

aspecto de la construcción de su imagen pública que se manifiesta a través de signos no

verbales y acentúa su feminidad85

(por ejemplo, su forma de vestir, los accesorios que

utiliza, su manera de maquillarse, etc.) que ha sido objeto de numerosas críticas tanto en

el ámbito nacional como en el internacional como manifestación de frivolidad.86

En

efecto, Hortiguera sostiene que los sectores mediáticos argentinos han insistido en su

“dedicación casi obsesiva por el arreglo personal”, y la oponían al estilo sobrio de la

entonces senadora norteamericana Hillary Clinton, la presidenta chilena Michelle

Bachelet y la candidata socialista francesa Ségolène Royal. Así, sectores de la prensa

cuestionaban el discurso y la imagen que Fernández quería dar de sí. Desde la prensa

parecía sugerirse, para este autor, que si dedicaba mucho tiempo a su arreglo personal

poco tiempo tenía para dedicarse a las cuestiones del Estado (Hortiguera, 2010).

Esta “imagen de feminidad generacional” (Grandis y Patrouilleau, 2010) ha sido

85

Al ser interrogada acerca de este aspecto, Cristina Fernández ha sostenido su afición por la

“coquetería” en tanto manifestación de su condición de mujer. En la biografía Reina Cristina, Olga

Wornat, dice: “Cristina es coqueta, siempre lo fue, pero detesta que hablen de su ropa o su maquillaje y

reproduce: “-Creo que se trata de un intento de deformación de la personalidad de cada uno. Como he

dicho en infinidad de oportunidades, yo no empecé mi carrera política el 25 de mayo de 2003. No aparecí

pintada el 25 de mayo, no sufrí ninguna transformación en cuanto a pintura. Me gusta arreglarme como

cualquier mujer. Desde los 15 años me pinto como una puerta, me encanta ser mujer, me arreglo como

cualquier mujer y siempre fue así (2010:277).

86

Numerosas son las voces que hacen referencia a este aspecto de la imagen de Cristina Fernández. En

múltiples artículos periodísticos de diarios nacionales e internacionales se hace referencia total o

parcialmente a la apariencia y al vestuario de la entonces candidata y luego Presidenta de la Nación. (cfr.

http://www.lanacion.com.ar/970055-el-look-presidencial-se-saco-un-aprobado

http://opencms04.editorialperfil.com.ar/politica/Los-100-vestidos-de-Cristina-Kirchner-20080421-

0045.html

http://elpais.com/diario/2007/07/03/internacional/1183413610_850215.html). La revista Noticias publicó

un número entero dedicado al guardarropa de la candidata y, en el ámbito internacional, por ejemplo,

durante el encuentro de la entonces senadora Cristina Fernández con la candidata presidencial francesa

Ségolène Royal, se destaca también la vestimenta y accesorios de ambas (Cfr.

http://edant.clarin.com/diario/2007/02/06/elpais/p-00801.htm). Estas consideraciones, impensadas si los

personajes fueran hombres, manifiestan una realidad en relación con las mujeres en la política, y es que

estas son todavía consideradas como seres exteriores o “extraños” a este mundo. Esto se manifiesta en la

necesidad de explicar este fenómeno, o preguntarse acerca de las mujeres candidatas y las posibilidades

de tener una presidenta mujer (Cfr.http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/elpais/1-87801-2007-07-

08.html) y en la proliferación de comentarios que reproducen discursos misóginos, por ejemplo, durante

la crisis con el sector agropecuario se multiplicaron las referencias insultantes a la condición de mujer de

Cristina Fernández y también las referencias por parte de los ruralistas acerca del dinero que la Presidenta

dedicaba a su imagen.

Ya sea por “demasiado” femenina (como podría ser el caso de Fernández) o por poner su feminidad en

segundo plano (como ha sido el caso de Elisa Carrió, de Michele Bachelet y Angela Merkel) la mujer

política se expone a cuestionamientos basados en su condición genérica que se manifiestan en la

reproducción de diversas formas de discursos de exclusión.

Page 102: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

101

interpretada por algunos investigadores interesados por los estudios de género como una

“performance (heteronormativa) de género”, es decir, como la repetición compulsiva de

la norma genérica social (Butler, 2005)87

. En este sentido, en relación con su género,

Fernández proyecta una imagen femenina “esperable” de acuerdo con las normas

sociales.

Sin embargo, por otro lado, en sus alocuciones construye una identidad pública alejada

de los estereotipos88

de la feminidad dominantes en el discurso hegemónico (Angenot,

2010) que, según sostienen los investigadores:

(…) suele incluir creencias al estilo de que las mujeres, en comparación con los

hombres, son más emocionales, débiles, sumisas, dependientes, comprensivas,

afectuosas, sensibles a las necesidades de los otros y preocupadas por el mantenimiento

de la cohesión grupal (Cuadrado Guirado, 2007). Entre los rasgos atribuidos a las

mujeres, sobresalen aquellos que abonan a su sentido de ´comunalidad´ por la supuesta

inclinación hacia lo afectivo, emocional y relacional que les es adjudicada (Bakan,

1966). (D’Adamo; García Beaudoux; Ferrari; Slavinsky, 2008:2)

Tal como hemos visto, al momento de la presentación de su candidatura y a

partir de su trayectoria legislativa, la identidad política de Cristina Fernández estaba

muy alejada de estas imágenes. En palabras de Morgan Donot:

Cristina Kirchner tuvo que cargar con la imagen de una mujer dura, cerebral. Magnífica

oradora, ella parecía muy cómoda en el discurso político-constitucional, pero de cara a

la opinión pública transmitía la imagen de una mujer fría, autoritaria, alejada de la

gente. (Donot 2011:9)

En este mismo sentido, Beatriz Sarlo sostiene en relación con las alocuciones

públicas de Néstor Kirchner y Cristina Fernández que en los primeros años de gobierno

parecen haberse ´invertido los roles tradicionales de los géneros´: “La retórica de la

razón y la retórica de la pasión habían cambiado sus lugares tradicionales. La mujer

argumentaba, mientras el hombre se enojaba, se ponía nervioso, mostraba sus pasiones”

(2010: 148).

Por otro lado, en sus discursos Fernández tampoco había apelado a las imágenes más

87

Para Butler (2005) la performatividad está vinculada a la idea derridiana de “iterabilidad” que designa a

la vez la repetición de lo mismo y la alteración, considerando que todo acto es en sí mismo una recitación.

Es decir, la cita de una cadena previa de actos que están implícitos en un acto presente y que

permanentemente le quitan a todo acto “presente” su condición de “actualidad”. Para Butler, la norma del

sexo ejerce su influencia en la medida en que se la cite como norma, haciendo derivar también su poder

de las normas que impone. La política de la performatividad presupone, entonces, el poder iterativo del

discurso para producir el fenómeno del sexo binario al que regula y constriñe ya que el “sexo” se produce

siempre como una iteración de normas hegemónicas. 88

Para Amossy (2001) estos son representaciones cristalizadas, esquemas culturales preexistentes que

expresan un imaginario social. En tanto esquematizan y categorizan estos procedimientos serían

indispensables para la cognición.

Page 103: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

102

estereotipadas de la mujer política, por ejemplo, la de proponerse como protectora de la

ciudadanía89

ni vehiculizó reclamos asociados a cuestiones de género90

(Valdez, 2009),

lo que ha sido muy cuestionado por diversas agrupaciones vinculadas a la militancia de

género (cfr. Hortiguera, 2010; Barry, 2011). Por el contrario, su imagen era la de una

mujer de carácter fuerte, que expresaba sus convicciones con firmeza y autoridad,

poseedora de un alto capital cultural que ostentaba a través de su habilidad oratoria y su

actitud pedagógica. Barry sostiene: “Los sectores feministas no han visto en Cristina

Fernández a una aliada. Una de sus principales referentes señala que la presidenta no ha

querido ser Eva Perón, sino que quiere ser Perón pues su modelo de identificación es

con el liderazgo del primer conductor justicialista. Es decir una práctica política

masculina, no femenina pese al cuidado meticuloso en su estética” (Barry, 2011:85).91

De manera progresiva, a partir del lanzamiento de su candidatura presidencial

empiezan a manifestarse con recurrencia referencias a su condición de mujer, por un

lado, y una identificación con posiciones de género, por el otro. Será interesante notar

cómo estas referencias muestran tensiones entre diversas imágenes de la mujer y de la

89

En las elecciones presidenciales del año 2007, “(...) ni Cristina Fernández ni Elisa Carrió ni Vilma Ripol

han convertido su papel como madres o los asuntos relacionados con la integración de la mujer en sus

“caballitos de batalla” o temas más centrales o altamente recurrentes de sus respectivas agendas de

campaña (D’Adamo; García Beaudoux; Ferrari; Slavinsky, 2008: 20). Tampoco lo había hecho durante la

campaña para las elecciones legislativas nacionales (2005) en las que Fernández venció a Hilda “Chiche”

González de Duhalde y obtuvo una banca como senadora nacional por la Provincia de Buenos Aires. En

relación con su condición de mujer, Víctor Armony (2007) dice que el discurso político de Cristina

Fernández se acerca a los de Hillary Clinton o Ségolène Royal, de las que sostiene “han hecho de su

´femineidad post-feminista´-liberadas del yugo machista pero cómodas con su sensibilidad femenina- un

elemento clave del discurso político.” 90

En efecto, se conoce que Fernández es opositora a la despenalización del aborto, uno de los reclamos

asociados a la militancia de género. Es preciso destacar también que Cristina Fernández no se dice a sí

misma “feminista”. En el libro Cristina Olga Wornat reproduce la siguiente declaración: “No me

considero feminista -le respondió Cristina a Joseph Contreras, editor para Latinoamerica del semanario

Newsweek-. Es más, ¿cuál es la diferencia? Creo que si uno reconoce como categoría política al

feminismo, estás dando validez como categoría política al machismo. El machismo no existe, lo que

existe es la mediocridad. (…) Por lo tanto, no creo en el feminismo como un ejercicio militante. Creo que

la defensa de los derechos de la mujer, en la representación de los derechos del niño, en la defensa de las

minorías, pero no bajo el rótulo de las feministas. Al contrario, tenemos que plantear como

discriminadores y como mediocres a todo aquel que intente relegar a la mujer por el solo hecho del

género.” (2010:219-220) 91

Esta imagen llevó, incluso, a referencias acerca de la “masculinización” de la figura de Fernández y a la

consideración de su ejercicio de poder como típicamente masculino. Al respecto, Pérez advierte que el

concepto mismo de liderazgo es un concepto generizado. Los rasgos que se atribuyen al liderazgo de las

actividades profesionales y públicas coinciden en muchos aspectos con los asociados al estereotipo de

masculinidad (por ejemplo el habla asertiva y directa). En este sentido, si una mujer habla como líder

estaría transgrediendo el estereotipo de femineidad y si habla como mujer, no se representa a sí misma

como líder. (Sara Pérez, 2013: 158-159)

El periodista Jorge Halperín cita al psicoanalista Juan Carlos Volnovich quien sostiene que la imagen de

Cristina Fernández responde, en la fantasmagoría masculina, al estereotipo de la mujer “fálica-

castradora“, es la mujer mandona, autoritaria (…) que seduce, en todo caso por una sobreactuación de sus

gestos de autoridad. (cfr. Halperín, 2009)

Page 104: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

103

mujer política que expresan la naturaleza disruptiva de la misma en el mundo de la

política.

3. Los antecedentes y el linaje

Si bien Cristina Fernández no fue la primera mujer Presidenta de la República

Argentina, fue la primera en acceder a la Presidencia de la Nación por elección

popular92

. En el contexto latinoamericano es parte de una participación y protagonismo

creciente de las mujeres en la política que consagró las tres primeras mujeres

presidentes en América del Sur: en Chile, Michelle Bachelet (2006-2010 - reelecta en

2013) y más tarde, en Brasil, Dilma Rousseff, (2011-reelecta en 2014 y destituida en

2016).

En los últimos tiempos, en el contexto argentino también se destaca un avance

de las mujeres en la política93

. Por ejemplo, Fernández disputó (y venció) a Hilda

“Chiche” Duhalde (mujer con trayectoria dentro del peronismo y esposa del histórico

dirigente y expresidente, Eduardo Duhalde) en las elecciones legislativas de 2005 para

una banca de senadora por la provincia de Buenos Aires. Durante la contienda

presidencial de 2007 se enfrentó a la actual diputada nacional, Elisa Carrió (candidata

por la Coalición Cívica quien obtuvo el segundo lugar, con 23, 04 % de los votos) en la

cual también disputó la candidata por la izquierda Vilma Ripoll (quien obtuvo el 0,

76 %).

Como mujeres destacadas dentro del peronismo la anteceden el caso

paradigmático de Eva Duarte de Perón (Evita) y la débil María Estela Martínez de Perón

(Isabelita), mujeres que “accedieron” a la política – a diferencia de Fernández94

- de la

mano de su marido, es decir como una proyección de su vínculo conyugal (de la misma

manera que otras mujeres del peronismo, como Chiche Duhalde). 92

Como vicepresidenta, María Estela Martínez de Perón (Isabel) asumió la Presidencia de la Nación el 1°

de julio de 1974, luego de la muerte de Juan Domingo Perón. Fue depuesta el 24 de marzo de 1976.

93

En efecto, Godio y Robes (2008) señalan como novedad y como muestra de la importancia creciente de

las mujeres en la vida política y social argentina el hecho de que en las elecciones de 2007 los dos

candidatos con mayor intención de votos fueran mujeres, Cristina Fernández y Elisa Carrió,

respectivamente. 94

Por su actuación en el ámbito legislativo, antes de la presidencia de Kirchner Fernández era, incluso,

más conocida a nivel nacional que su marido. Al respecto, Carolina Barry sostiene: “Cristina, a diferencia

de Isabel y Eva no se formó a la luz de su marido, sino que ya tenía un peso político propio y, ambos

parte de un mismo proyecto político. Durante la presidencia de su marido cultivó un bajo perfil llamativo,

no obstante ocupó un lugar preponderante dentro de la estructura de poder Kirchnerista, siguiendo la

lógica implementada por el peronismo inaugural. Ella formaba parte de la mesa chica de toma de

decisiones, mientras continuaba con su cargo de senadora y contaba con su propio despacho en la Casa de

Gobierno.” (Barry, 2011: 84)

Page 105: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

104

Como mujer política, sin embargo, la figura de Eva Perón95

- mito del imaginario

peronista- tiene un espacio central. En efecto, la notoriedad de la figura de Cristina

Fernández en la escena pública, incluso durante de la Presidencia de Néstor Kirchner

(2003-2007), produjo en la opinión pública las inevitables comparaciones con la figura

de Eva Perón tanto en el ámbito nacional como en el internacional96

. Sin embargo,

muchas son las características que las diferencian. En primer lugar, como hemos visto

en el capítulo anterior, si bien su trayectoria política está ligada a la de su marido- a

quien define como “su compañero de todas las luchas”- sus orígenes políticos y su

recorrido son, a la vez, independientes y tienen peso propio. En efecto, durante la

presidencia de su marido, Cristina Fernández, no asumió las funciones “femeninas”

ligadas tradicionalmente al rol de Primera Dama97

(por ejemplo, las sociales y

asistenciales) sino que siguió ejerciendo su cargo legislativo.

Por otro lado, durante el mandato de Kirchner tampoco cumplió una función

política cercana a la que se asigna a la figura de Eva Perón98

, es decir, la mediación

entre Perón y los miembros del movimiento a partir de vínculo privilegiado con el

Líder99

(Domínguez, 2004). Al respecto, Sigal y Verón (2004) sostienen que

la palabra de Evita es el discurso ´segundo´ por excelencia; su excepcionalidad no

radicó en la posibilidad de emitir enunciados diferentes de los de Perón sino,

justamente, en el hecho de que los discursos de Evita no fueron jamás otra cosa que la

explicitación de la intransferibilidad. Evita no dijo jamás otra cosa: que la única palabra

peronista es la del General Perón. (203-204)

Además, la imagen de sí y el vínculo discursivo con su marido, también están

alejados del que Eva Perón construyera para sí (Valdéz, 2009). De acuerdo con los

investigadores Evita se proyectaba a partir de una metáfora familiar, como un sujeto

maternal en tanto madre de la Patria (los descamisados) e hija/esposa de Perón

(Domínguez, 2004) poniendo en primer plano la afectividad por la figura del General.

95

Eva Perón fue promovida como candidata a la vicepresidencia en 1951. Sin embargo renunció a la

candidatura -en el famoso discurso del “renunciamiento histórico”- debido al avanzado estado de su

enfermedad terminal y a las presiones el Ejército que no aprobaba su candidatura, aunque este

renunciamiento fue presentado como una decisión personal que le permitiría proseguir su lucha cotidiana

al servicio del pueblo y fuera de todo protocolo. Su muerte, poco tiempo después, se transformó en el

sacrificio final por Perón y por el Pueblo (Sigal y Verón, 2004 [1986]: 203). 96

En la prensa británica, por ejemplo, la llamaban “The new Evita” o Modern Evita”. (cfr. por ejemplo,

Sunday Times, en sus ediciones 11/02/07; 03/07/07 y 08/07/07) 97

Una vez que Néstor Kirchner asume la Presidencia dela Nación Fernández declaró que ella no sería

Primera Dama sino Primera Ciudadana (Wornat 2010: 249) 98

Si bien Eva Perón, por momentos, estuvo políticamente a la par de Perón (por su carácter de gran

oradora popular y socia política del General), invocaba el poder de Perón para ejercer el suyo. 99

Al respecto, Domínguez (2004) en el análisis La razón de mi vida, la autobiografía de Eva Perón,

sostiene que Eva se ubica como la “intermediaria” en el nuevo contrato social que el líder establece con

el pueblo peronista.

Page 106: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

105

Esta metáfora familiar que también propone para el resto de las mujeres de la Nación

constituyó al sujeto mujer a partir de una lógica diferencial del sexo cuyo papel

fundamental era el ámbito privado de la familia -como “guardianas del hogar”-, desde el

cual deberán operar a partir de su identificación con la causa. El peronismo configura,

entonces, una “politización del sujeto maternal” (cfr. Bianchi, 2000; Perrig, 2008). Por

otro lado, el colectivo interpelado por Eva Perón estaba compuesto por “las mujeres

peronistas” definidas como “la mujer auténtica que vive en el pueblo y que va creando

todos los días un poco de pueblo”; de esta manera, las mujeres de lo que el discurso

peronista define como “oligarquía”, privadas de identidad, quedaron excluidas del

colectivo femenino (Bianchi, 2000: 771).

Como veremos, esa imagen de mujer no es la que Fernández construye para sí

misma y para el sujeto mujer. En primera instancia no apela a las metáforas familiares

ni propone para las mujeres una actuación política desde el ámbito de acción privado.

Además, interpela a un colectivo femenino amplio. Aun así, su discurso político no se

aleja de la construcción de la mujer desde un discurso de la diferencia.

Cristina Fernández establece claramente su linaje en su discurso de asunción

cuando configura su “ethos femenino”:

Sé que faltan muchas cosas, sé que tendremos que corregir otras. Estoy convencida de

que lo vamos a poder hacer con el esfuerzo y el trabajo de todos los argentinos. También

-porque saben, que la sinceridad es uno de mis datos proverbiales- sé que tal vez me

cueste más porque soy mujer, porque siempre se puede ser obrera, se puede ser

profesional o empresaria, pero siempre nos va a costar más. Estoy absolutamente

convencida. Pero creo tener la fuerza para poder hacerlo y además el ejemplo, el

ejemplo no solamente de Eva que no pudo, no pudo, tal vez ella lo merecía más que yo,

el ejemplo de unas mujeres que con pañuelo blanco se atrevieron donde nadie se atrevía

y lo hicieron. Ese era el ejemplo de ellas, de las Madres y de las Abuelas, de las Madres

y de las Abuelas de la Patria. (10/12/2007)

Sabe que todo le costará más pero tiene fuerza propia y tiene ejemplos. Desde

una posición de humildad le rinde tributo a Eva Perón quien “tal vez se lo merecía más

que ella”100

y reconoce en las mujeres de pañuelo blanco un coraje inusitado (“se

100

En este mismo sentido actúa la referencia a Eva Perón en Ecuador:

Muy buenos días a todos y todas. Presidente: antes que nada quiero agradecerle al honor que me

ha dispensado el gobierno y el pueblo del Ecuador con este collar que tiene para nosotros, los

argentinos, un doble valor. Primero, la demostración del afecto, de los lazos de amistad políticos

e históricos que unen ambos pueblos, pero además este collar entregado por segunda vez a una

mujer en toda la historia del Ecuador, reviste para nosotros los argentinos tiene un valor muy

especial, porque ha sido otorgado solamente a dos mujeres. Yo he tenido el honor, el inmenso

honor, tal vez el inmerecido honor de ser la segunda mujer y la primera María Eva Duarte de

Perón. Hay cosas que constituyen verdaderos golpes al corazón y este es uno de ellos. En el día

de hoy, Presidente, creo que estamos inaugurando una nueva forma de relacionarnos aquí en

América Latina. (21/04/08)

Page 107: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

106

atrevieron donde nadie se atrevía y lo hicieron”), imagen que tiende a llevar al auditorio

a la conclusión de que ella también podrá enfrentar las adversidades que le esperan.

En cuanto a su identificación con la figura de Eva Perón es preciso notar que

aunque Evita no tiene una presencia recurrente101

en la discursividad de Cristina

Fernández del periodo analizado, las pocas referencias a esta mujer emblemática

muestran una interesante apropiación de su figura. Como ya ha sido advertido por Sara

Pérez (2005) en relación con la campaña legislativa de 2005, Fernández establece

estrategias de identificación innovadoras, propone nuevas lecturas y significaciones de

la figura de Eva, cercanas a las lecturas de los años ´70. Esto se puede apreciar en el

Acto en conmemoración del 56° aniversario del fallecimiento de Evita. La lectura de

Eva Perón y de su posible actuación en la actualidad se hace a partir de la referencia a la

pertenencia de Fernández a la generación de los ´70 y su carácter de profundamente

“evitistas”102

. Es a través de la idea de “convencimiento” y “compromiso” donde su

figura se asocia con la construcción que Fernández hace de los jóvenes idealistas de la

generación ´70 de la que los Kirchner forman parte:

Siempre recordar a Eva Perón es un desafío. Mi generación, la que se incorporó a la

política en los años duros en los que no había democracia, en los que no se podía elegir

quien iba a ser su intendente, su gobernador. (…) Éramos profundamente “evitistas”

había discusiones también acerca de estas cuestiones. (…) Porque Perón enseñaba, pero

Evita conmovía, y sigue conmoviendo y conmocionando, es algo diferente. Es la

sensación que uno siente cuándo la ve, frágil en apariencia, pero tal vez con la fortaleza

que sólo dan quienes están absolutamente convencidos de cuál es el camino, de cuáles

son los ideales, de cuáles son los intereses que debemos representar. (25/07/2008)

Además, en este mismo discurso se la configura como “guía espiritual”

acompañando y aprobando “las grandes transformaciones” y “los grandes

compromisos” asumidos por el kirchnerismo (la política de derechos humanos, la

política de integración regional y la política de inclusión social que retoma la noción de

justicia social y el cumplimiento de la movilidad social ascendente del peronismo):

Cuando desde aquel 25 de mayo del 2003, uno de los nuestros, uno de aquella

generación, mi compañero de tantos años, llegó a la presidencia de la República, yo

101

En efecto se la menciona cuatro veces en nuestro corpus: en su discurso de asunción (10/12/07);

durante su visita a Quito, Ecuador, en el acto de firma de convenios bilaterales (21/04/08); en el acto de

inauguración del hospital Federico Abete en el Municipio de Malvinas Argentinas (06/05/08) y en el acto

en conmemoración de su fallecimiento (25/07/08). 102

En esta misma línea, podemos destacar que, durante su campaña electoral para la presidencia, al ser

interrogada acerca de la figura de Eva Perón por el diario español El País (reproducido en Página 12 on

line), Cristina Fernández sostiene que se identifica con “la Evita de puño crispado”, que hoy en día

estaría al lado de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo. (http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-

88786-2007-07-27.html). Así, se distancia explícitamente de otras construcciones de Eva Perón como la

del “Hada buena”.

Page 108: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

107

comencé a sentir la necesidad de imaginar en cada uno de nuestros actos, en cada una de

nuestras políticas, en cada uno de nuestros compromisos, en dónde hubiera estado ella.

Y me la imaginaba junto a miles pidiendo memoria, verdad y justicia, junto a las

Madres y a las Abuelas. Porque ella sabía que sólo la justicia y la verdad traen la paz;

me la imaginaba diciéndonos a todos que nuestro lugar era aquí, en América Latina,

junto a los países vecinos, hermanos, comprometidos en un mismo camino de

transformación; me la imaginaba junto a nosotros, cuando volvimos a poner a nuestros

jubilados, a sus jubilados, otra vez en la dignificación del reconocimiento; la imaginaba

y la imagino junto a nosotros, en cada lucha, en cada combate, en cada acción por la

cual logramos que un argentino vuelva a tener trabajo, vuelva a tener educación, vuelva

a tener salud, vuelva a tener seguridad, allí la imagino, junto a las grandes

transformaciones, con los grandes compromisos. Pero también la imagino pidiéndonos a

todos la fuerza que los argentinos debemos poner, los argentinos, todos, en la

reconstrucción de un país más justo, más equitativo, más igual. (25/07/2008)

La idea de entrega, compromiso y sacrificio destacada en Eva Perón

103 (“frágil

en apariencia, pero tal vez con la fortaleza que sólo dan quienes están absolutamente

convencidos de cuál es el camino, de cuáles son los ideales, de cuáles son los intereses

que debemos representar”; “entendamos que necesitamos tenderle la mano solidaria,

ella lo hizo y nos dejó, por sobre todas las cosas, el ejemplo de la entrega y del

sacrificio. Muy pocos en nuestra historia pueden exhibir ese grado de compromiso, de

entrega y de lealtad para con un país, con una idea, con una convicción”) debe ser leída

también atendiendo a las particularidades de la coyuntura socio-política. El discurso

pronunciado en esta ocasión, el 25 de julio de 2008, a solo una semana de la derogación

de la resolución n° 125 asocia sutilmente la figura de Fernández a la de Eva. Sin

establecer una comparación explicita entre su figura y la de la líder peronista permite

establecer la inferencia de que ella no sólo está comprometida con las mismas causas

sino que también es capaz de exhibir el mismo compromiso. La noción de “lealtad al

país” la diferenciará de los opositores, que anteponen intereses personales al bien

común y la realización del ideal de justicia social:

Su breve vida marcó una forma de entender y hacer la política, el compromiso

definitivo con los que menos tienen, con los que más necesitan. Yo quiero en esta tarde

de vísperas pedirles a todos los argentinos, a todos, sin distinciones, que me ayuden y

nos ayudemos a construir un país mejor, con todos y para cada uno de nosotros que

imaginamos una Argentina mejor. Quiero convocarlos a esa tarea, a que nos sintamos

cada día más hermanos (…).

Yo la siento hoy más cerca y más viva que nunca en un mundo que necesita dosis cada

vez más fuertes de entrega, de solidaridad para poder cambiar las cosas, no solamente

aquí, sino en todas partes.

103

Estas imágenes de Eva Perón no se apartan de la construcción del imaginario peronista. Como sostiene

Sara Perrig: “El sacrificio de Evita, como paso de lo profano a lo sagrado, se convierte en el referente de

identificación con la causa peronista. Evita- objeto de culto político personificado-se da al servicio de la

comunidad y deja su existencia en ello, lo que hace que sea sublimada – mediante la atribución de

caracteres divinos- y ubicada en una dimensión superior y celestial. (Perrig 2008: 76)

Page 109: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

108

Y siento, sinceramente, hoy, junto a todos ustedes, que estamos dando cumplimiento a

eso que alguna vez, cuando abrazamos la política, nos comprometimos: a pensar más en

el otro que en uno mismo. (…)

Cuando nos incorporábamos allá, tal vez nosotros, en términos personales, no

necesitábamos, estábamos bien, pertenecíamos a esas clases medias hijas del peronismo,

tal vez, sin advertirlo, tal vez sin saberlo por la transformación que había hecho el

peronismo en el país dando esa movilidad social ascendente, permitiendo que los hijos

de los trabajadores fuéramos a la universidad y, tal vez, también, llegáramos a la

Presidencia. Éramos, sin darnos cuenta, hijos de la transformación, y en nombre de ese

compromiso, de esa transformación, es que hoy tenemos la responsabilidad de que

aquello que nosotros logramos lo puedan hacer también miles de pibes, miles de jóvenes

que, tal vez, no tuvieron nuestra suerte de nacer en una Argentina en donde tener

vivienda y trabajo era un derecho y lo tenían. (25/07/2008)

Quiero contarle al resto de los argentinos que he recorrido el hospital que hace a la

dignidad de pueblo. No es un hospital más, es un hospital en el que tal vez, la persona

más rica podría sentirse igual que en su casa. Una mujer que hace muchos años

construyó para los argentinos un ideal de justicia social, siempre decía que cuando los

ricos pensaban en los pobres, pensaban en pobre, en hacer cosas así nomás, que era

parte de la dignidad de un pueblo y de una nación darle lo mejor al pueblo. Usted hoy, al

inaugurar este hospital, no lo dude Intendente, está cumpliendo con esa idea de justicia

social. (06/05/2008)

Entonces, Fernández refiere a la figura de Eva a la cual rescatará a partir de su

compromiso ideológico y de la idea de justicia social, valor estructurante de proyecto

peronista y de la que el kirchnerismo se manifiesta heredero.

Sin embargo, los modelos femeninos104

que destaca Cristina Fernández serán,

sin duda alguna, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo -presentes tanto en su discurso

como en los hechos105

:

No es casualidad que durante la dictadura hayan sido mujeres las que se pusieron

pañuelos blancos en la cabeza para buscar a los desaparecidos políticos. No es

casualidad que luego, cuando los desaparecidos eran los desaparecidos sociales, hayan

sido mayoría los hogares con mujeres solas al frente de las jefaturas del hogar, porque

los hombres se habían ido. (19/07/2007)

Estas mujeres que “no venían de la política” -como destaca Fernández- llevaron

adelante la búsqueda, primero y el reclamo, después, de sus hijos y nietos durante la

última dictadura cívico-militar y encarnan una “fuerza del carácter” atribuido al género

femenino, especialmente, a la maternidad. En este sentido, reconvierten la maternidad y

104

Cuando se argumenta proponiendo una conducta como aquella que se debe imitar, se trata de un

modelo. Este supone un prestigio social o autoridad. (Cfr. Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1989) 105

En efecto, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo acompañaron frecuentemente los actos del

kirchnerismo desde los primeros momentos del gobierno de Néstor Kirchner quien, como perteneciente a

la generación de los `70, se había identificado con su lucha desde el momento de su asunción

presidencial y hecho de la defensa de los derechos humanos y el esclarecimiento de los crímenes

cometidos durante la última dictadura cívico-militar uno de los ejes centrales de su agenda política.

Page 110: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

109

la lucha individual y personal (incansable e inclaudicable) en una responsabilidad

social:

Pudimos llegar a este instante en la República Argentina precisamente por la tarea de

mujeres que con un pañuelo blanco en la cabeza enfrentaron lo que nadie se había

atrevido en la República Argentina, la dictadura más sangrienta que tuvo lugar. Y lo

hicieron mujeres que no venían de la política, mujeres como Estela, como Marta, la

mayoría de ellas que nunca habían participado en ninguna actividad política y, sin

embargo, con la fuerza que solemos tener las mujeres cuando sentimos la agresión, no

ya solamente sobre nuestros hijos sino sobre toda la sociedad, con una fortaleza y un

valor inclaudicable salieron a la calle cuando nadie lo hacía. El Presidente Kirchner

sostuvo alguna vez que nosotros los argentinos y nuestra democracia somos hijos de las

Madres de Plaza de Mayo y también de la Abuelas. (07/04/2008)

No ha sido fácil llegar aquí, no ha sido la obra de los tres poderes del Estado únicamente

la que ha permitido derrumbar el muro de impunidad; no ha sido el rol del Poder

Ejecutivo, del Legislativo o el Judicial, que han tenido una participación importante en

lo que ha sido el derrumbe legal de este estatuto de la impunidad, pero previo a ese

derrumbe legal hubo un derrumbe cultural, ético y moral que lo llevaron adelante

mujeres -en este año consagrado para la mujer- que con un pañuelo blanco en la cabeza,

sin militancia ni experiencia política, salieron a la calle para reclamar primero por sus

hijos y después por todos los demás. Creo que es en definitiva la experiencia más

importante que podemos ofrecer, no sólo de democratización sino también de empezar

por un reclamo individual para finalmente confluir, como no puede ser de otra manera

en lo colectivo, que es precisamente lo que distingue a los hombres y a las mujeres

cuando a partir de experiencias e historias personales construyen en conjunto la historia

de los pueblos, que es en definitiva la que perdura y la que tiene trascendencia histórica

y moral. (07/04/2008)

Fernández, además, simbolizará a través de estas mujeres una forma de actuación

política pacífica, apegada al Derecho:

…reconocer en ellas el valor humano que luego de décadas de pedir, de pedir y de pedir,

nunca haber caído en un solo gesto de violencia, nunca un gesto de venganza; jamás,

sólo pedir inclaudicablemente, tenazmente: memoria, verdad y justicia. (07/04/2008)

La lucha de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo se vinculará a la de otras

madres, por ejemplo Yolanda Pulecio, -madre de Ingrid Betancourt-106

. Su presencia en

el acto de asunción Presidencial y luego el acompañamiento de Fernández a la hermana

de Ingrid, Astrid Betancourt, en las marchas en París107

pidiendo su liberación, vinculan

ambas causas que la locutora relaciona a partir de la defensa de los derechos humanos y

las cuestiones humanitarias:

106

De la misma manea, Cristina Fernández apoyará la lucha de, Susana Trimarco, madre de Marita

Verón, desaparecida en el año 2002 en Tucumán, víctima de la trata de personas.

(Cfr. http://www.clarin.com/politica/Cristina-Trimarco-ejemplo-irreparable-

convertirse_0_1116488776.html) 107

Durante su visita a París en abril de 2008 con motivo de la inauguración de la Plaza de las Abuelas y

Madres de Plaza de Mayo y de su participación ante la sede de UNESCO, Fernández participó de una

marcha llevada a cabo pidiendo la liberación de Ingrid Betancourt.

Page 111: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

110

Quiero también hacerme eco del llamado al Presidente de la República Argentina por

parte del señor Presidente de la República de Francia, Nicolás Sarkozy, para que

colaboremos en la negociación o en lo que podamos hacer en cuanto a lograr la

liberación de la ciudadana franco-colombiana Ingrid Betancourt cuya madre hoy

también nos acompaña aquí. Quiero comprometer el esfuerzo de nuestra diplomacia, el

esfuerzo de nuestro país y también solicitar a Dios ilumine al señor Presidente de la

hermana y querida República de Colombia para poder alumbrar a una solución que

exige el derecho humanitario internacional, sin que esto signifique inmiscuirnos de

ningún modo en cuestiones internas de otro país. Pero creo que hay un derecho

humanitario internacional que amerita que pongamos todo el esfuerzo, toda la voluntad

posible para no llegar demasiado tarde. Allí estará la Argentina ayudando en todo lo

que sea posible para lograr una solución.

Finalmente, queremos en este mundo global también fijar nuestra posición en cuanto a

una necesidad imperiosa, la reconstrucción del multilateralismo. Un mundo unilateral es

un mundo más inseguro, más injusto. (10/12/2007)

Quiero contarles que ayer, amigas y amigos de París; que cuando acompañaba a Astrid

Betancourt recorriendo las calles reclamando la libertad de Ingrid y los demás rehenes

en Colombia, sentí más allá de las convicciones personales que me mueven

personalmente a hacerlo que estaba devolviendo algo de todo lo que Francia y París

habían hecho por los argentinos durante la dictadura. (07/04/2008)

Estas figuras “maternales” asocian lo femenino a la tragedia, la perseverancia y

la lucha pacífica. A través de su ejemplo, Fernández construye para sí un ethos

conciliador y humanitario que se manifestará en sus discursos, de manera particular ante

la presencia de auditorios internacionales y en su participación como mediadora en

conflictos políticos de la región (por ejemplo, durante la denominada Crisis Andina108

)

que asocia al género femenino con una forma de “hacer política”, que se explicita en el

siguiente fragmento:

No nos apartemos nunca del derecho y menos aún para combatir a los ilegales. Porque a

los ilegales se los combate con más derecho, con más justicia y con más aplicación de

los acuerdos que tenemos entre todos los Estados que formamos parte de estos espacios.

Esto es lo que quería decir y pedir, además, porque siempre nos han acusado –y

discúlpenme un planteo de género- a las mujeres se nos vuelan los pájaros y que por allí

tenemos cierto grado de histerismo cuando tenemos algunas cuestiones pero quiero

108

La crisis diplomática de Colombia con Ecuador y Venezuela se desarrolló luego de que fuerzas

militares y policiales de Colombia ejecutaran, en la madrigada del 1 de marzo de 2008, la Operación

Fénix, una incursión en territorio ecuatoriano en una misión contra la guerrilla. Durante la operación

murieron miembros de las FARC, 4 estudiantes mexicanos y un ciudadano ecuatoriano, quienes se

encontraban en un campamento fronterizo. Los gobiernos ecuatoriano y venezolano reclamaron al

gobierno colombiano por violar la soberanía del Ecuador al ejecutar allí una operación militar sin

autorización y vulnerar tratados internacionales; el gobierno colombiano dijo haber encontrado, en la

incursión, material que comprometía a dichos gobiernos con el apoyo a las FARC. Los gobiernos de

Ecuador y Venezuela explicaron que mantenían contactos con las FARC como parte de las negociaciones,

junto con Francia, para liberar rehenes y avanzar hacia la paz en el conflicto armado colombiano. La

crisis provocó la ruptura de las relaciones diplomáticas de los gobiernos de Ecuador y Venezuela con

Colombia y el anuncio del envío de tropas militares por parte de los dos primeros países a sus respectivos

límites fronterizos con Colombia. El 7 de marzo de 2008 las tensiones se aliviaron durante la cumbre del

Grupo de Río.

Page 112: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

111

decirles que a raíz de algunas escenas que por allí nos tocan ver, nos convierten a las

mujeres en los seres más racionales del planeta. Discúlpenme con la cuestión de género,

pero nos lo debíamos porque siempre nos están poniendo a prueba y siempre tenemos

que dar muestras y pruebas de que podemos ser mejores que los hombres. Creo que, en

algunas cosas estamos demostrando que, en alguna cosas, somos un poco mejores que

algunos hombres. (07/03/2008)

Entonces, al mostrar a Eva asociada a la lucha de Madres y Abuelas de Plaza de

Mayo enlaza los eslabones de un linaje femenino que culmina en las destinatarias

privilegiadas de esa política, las mujeres “jefas de hogar”, víctimas de la denominada

“tragedia social” (la crisis generada por el neoliberalismo) que ha producido los

desaparecidos sociales, sus maridos, que se configuran en destinatarios destacados del

discurso pedagógico de Cristina Fernández109

(“No es casualidad que luego, cuando los

desaparecidos eran los desaparecidos sociales, hayan sido mayoría los hogares con

mujeres solas al frente de las jefaturas del hogar, porque los hombres se habían ido”

19/07/07).

4. El colectivo de identificación: “Nosotras, las mujeres”. Estereotipos de la mujer

en el discurso de Cristina Fernández

En el capítulo 2 hemos visto que Fernández configura un colectivo que refiere al

kirchnerismo: “nosotros” o “este proyecto político” que se acompaña de diversos

fenómenos enunciativos. Hemos explicado que las características particulares de su

llegada al poder privilegian la construcción de un proyecto colectivo en tanto no puede

confrontar con su antecesor y la idea de “proyecto político” resulta una estrategia útil a

la capitalización de los logros de la gestión de Néstor Kirchner de la cual la locutora se

construye como continuadora.

Otro colectivo de identificación, “las mujeres”, al que la locutora remite a partir

del empleo de la primera persona del plural (y de otras expresiones), se define en sus

109

Es interesante notar en este sentido que tanto Madres y Abuelas de Plaza de Mayo como las “mujeres

Jefas de hogar” son producto de aquellos períodos de la historia argentina que para Fernández

representan el continuo de fracasos y tragedias iniciados a partir de la última dictadura militar. Al

respecto, Ana Soledad Montero sostiene que “el discurso de Néstor Kirchner se ha caracterizado por

instalar una lectura del pasado reciente que identifica una continuidad y una identidad política,

económica, ideológica y simbólica entre la última dictadura militar y la instauración y desarrollo de un

régimen económico –el neoliberalismo– cuyo corolario y máxima expresión se habrían manifestado en la

década del noventa y en el estallido del año 2001” (Montero, 2012: 81-82). El discurso de Cristina

Fernández sigue esta misma línea: la política neoliberal de la década de 1990 y la crisis de 2001 como su

máxima expresión y su saldo, entran en la línea trágica iniciada por la última dictadura militar. La

tragedia política de la dictadura se transformará en la “tragedia social” consecuencia de las políticas del

neoliberalismo.

Page 113: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

112

discursos y, a través del cual, Fernández establece un vínculo particular con el auditorio

femenino. Este colectivo, sin embargo, lejos de ser homogéneo, es complejo en tanto

está compuesto por individuos con marcos valorativos diversos. Es en el discurso de

lanzamiento de su candidatura (19/09/07) que Cristina Fernández empieza a construir

un espacio de identificación a partir de la interpelación específica al auditorio particular

(Perelman y Olbrechts- Tyteca, 1989) de las mujeres a quienes convoca especialmente

y de su autorrepresentación como integrante de ese colectivo definido por el género. De

esta manera, propone una forma de establecer lazos con una parte de su auditorio -tanto

a nivel nacional como en el ámbito internacional- y se presenta investida de ciertas

características atribuidas al género que no se apartan de representaciones

“heteronormativas”, es decir, reproductoras de una doxa y transmisoras de estereotipos

tradicionales sobre la mujer y el rol femenino.

El vínculo que Fernández establece con el auditorio femenino está marcado por

la afectividad. La relación de camaradería y hermandad que atribuye a la pertenencia

compartida al género femenino se manifiesta en expresiones tales como “mis

compañeras de género” y “mis hermanas de género” que la locutora utiliza en repetidas

oportunidades al interpelar a este auditorio particular. En el ámbito internacional, como

es el caso de la siguiente cita que pertenece a la reunión del MERCOSUR (18/12/07) se

vincula la hermandad definida por el género a un colectivo mayor, la “hermandad

latinoamericana”. El vínculo del colectivo genérico a un colectivo geográfico e

ideológico propicia también lazos de identificación más amplios apelando a una

memoria discursiva de larga data y al sentirse una “ciudadana” dentro de Latinoamérica

apela al imaginario discursivo de la gran nación latinoamericana:

Quiero decirles además que me siento no una argentina aquí en el MERCOSUR, me

siento una latinoamericana, hermana de mis hermanas uruguayas, brasileras,

paraguayas, bolivianas, mexicanas, chilenas, en fin, una ciudadana. A mí me gusta

llamarme ciudadana porque nos da una categorización universal, la del respeto por las

libertades, por las igualdades y por la defensa irrestricta de los derechos humanos, que

es nada más y nada menos que respetar la condición humana. (18/12/2007).

En este mismo sentido en su discurso de asunción Fernández dirá:

Ayer, en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno tuve la fotografía que creo que es la

fotografía de nuestra historia, de nuestros orígenes, de nuestros intereses. Allí, el

Presidente del Brasil que hoy nos acompaña, el Presidente de Ecuador, el Presidente de

Paraguay, el Presidente de Bolivia, el Presidente de Venezuela junto a nuestro

Presidente firmaban el Acta Fundacional de lo que espero sea un instrumento para la

Page 114: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

113

transformación económica y social de nuestros pueblos. Esta es nuestra Casa la

América latina que también tiene nombre de mujer y que no significa que nos

neguemos al mundo, el MERCOSUR, nuestro espacio al que esperamos que se

incorpore a la brevedad Venezuela para cerrar la ecuación energética de América latina,

porque alimentos y energía serán la clave de un futuro que ya está aquí en la puerta,

que no es tan lejano. (10/12/2007)

Al referirse a la “foto” de la reunión previa a su asunción presidencial entre

distintos mandatarios de la región donde se firma la creación del Banco del Sur,

Fernández asocia la idea de hermandad latinoamericana a la feminidad: “Latinoamérica

tiene nombre de mujer” cuando reivindica la historia, el origen y los intereses comunes

de Latinoamérica y la defensa y fortalecimiento de los intereses de la región como

agenda principal de la política internacional del kirchnerismo.

Por otro lado, como vemos en las siguientes citas, el colectivo genérico interpelado

es amplio, conformado por individuos definidos tanto por su rol social “mujeres que tal

vez se han quedado solas frente al hogar”, “a las que están en los barrios”; por su

actividad “a las estudiantes en las universidades”; y por su trabajo “en oficinas”, “en

talleres”, “a las obreras de una fábrica”, “a las profesionales”, “a las empresarias”, en

tanto comparten un esencialismo de lo femenino que opera sobre las diferencias

socioeconómicas:

Quiero en esta tarde convocar muy especialmente a mis compañeras de género, a las

mujeres argentinas, quiero convocarlas hermanas a las mujeres que están en los barrios,

las necesitamos organizadas, las necesitamos participando fuertemente en la lucha por la

salud de nuestros hijos. Es un compromiso de honor, es un compromiso de historia que

vamos a abordar también a partir de la salud y educación. Quiero convocar a aquellas

otras, en universidades, en oficinas o en talleres, organizarnos en una participación

diferente, no importa si es en un partido político, en una organización barrial, en una

cooperativa, lo importante es un nuevo protagonismo de la sociedad donde, entonces,

además de buen gobierno podamos tener buena sociedad para transformar la patria.

(25/10/2007)

Permítanme, precisamente, dirigirme a mis hermanas de género para convocarlas a

todas, a las mujeres que tal vez se han quedado solas frente al hogar, a las obreras de

una fábrica, a las estudiantes en las universidades, a las profesionales, a las mujeres

empresarias. (28/10/2007)

Por su lugar institucional destacado la función que Fernández se otorga para sí

dentro de ese colectivo será el de portavoz de su género, en nombre del cual realiza

actos de habla como “pedir” y “agradecer” y al cual espera “representar bien”, como

vemos en las siguientes citas que provienen de discursos pronunciados en situaciones

comunicativas muy diversas:

Page 115: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

114

Así que, muchas gracias por la bienvenida, me siento muy honrada de ser la primera

socia mujer del MERCOSUR, realmente espero representar bien al género y quiero,

en este sentido, decir que no me siento representante únicamente de las mujeres

argentinas, sino de las uruguayas, de las brasileras, de las paraguayas y también de las

venezolanas. (18/12/2007)

Por favor, en nombre del género les pido que cambien esa consigna, acuérdense que

tienen una compañera Presidenta. Así que es hora de que actualicen consignas,

compañeros y compañeras. Pero bueno, vale la intención. (1/04/2008)110

Porque hay también en las sociedades de los países emergentes, en segmentos muy

importantes de las sociedades de los países emergentes, una percepción de que hay una

suerte siempre de aprovechamiento de los más fuertes o los más desarrollados, en

detrimento de los que somos más débiles o países emergentes. Presidente, usted viene a

desmitificar esto de que somos las mujeres las que llegamos siempre tarde, nuestro

agradecimiento por el género. (Riendo) Creo que la ayuda, la forma de articular entre la

Comunidad Europea y precisamente América latina es advertir que las próximas

alianzas tienen que ser alianzas y articulaciones que sirvan a ambos. Pero que no

solamente sean percibidos de esa manera por las élites dirigenciales o porque tenemos

responsabilidades al frente de nuestros países; para que esta articulación sea virtuosa

tiene que ser también aceptada, comprendida y vivida como exitosa por nuestras

sociedades. (16/05/2008)

Si bien, como hemos visto, Cristina Fernández se ubica en el colectivo “las

mujeres” en algunos momentos en los que se dirige a este auditorio particular, asume

otra posición enunciativa. Desde este lugar de enunciación, el del portavoz, entabla un

vínculo asimétrico determinado por su lugar de privilegio institucional y por el saber,

como veremos a continuación. Entonces, la relación que Fernández establece con el

colectivo de las mujeres es ambivalente: es una más de ellas y es diferente de ellas;

oscila entre una relación de pares y una asimétrica. En este último caso, en consonancia

con los lineamientos de otro aspecto de la construcción de su imagen discursiva- que

veremos en el capítulo próximo-, la asimetría se manifiesta en la configuración de su

imagen como la de una “maestra”111

. Veamos, a modo de ejemplo, un caso del discurso

de lanzamiento de su candidatura en el que se dirige a las mujeres “que han quedado

solas”. A través de una escenografía (Maingueneau, 2008) pedagógica introduce una

explicación sobre la descomposición familiar producida por la crisis de 2001 y el

comportamiento masculino en ese contexto. Allí les explica la causa por la que suelen

ser abandonadas por los hombres:

110

Las afirmaciones de la locutora hacen referencia al cántico: “ponga huevos” expresado por los

asistentes al acto. 111

En este sentido, es interesante notar que frecuentemente el auditorio femenino es interpelado junto con

el auditorio de los jóvenes y es construido como víctima, por ejemplo, de las políticas neoliberales, lo

que puede resultar también en una construcción infantil del mismo.

Page 116: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

115

Pero también quiero decir algo, esos millones de mujeres que han quedado solas al

frente de sus familias, no es porque el hombre que se fue sea malo, es la miseria lo que

ha disuelto muchas veces a la familia en la República Argentina, el hombre está

preparado culturalmente para proveer, para mantener, para proteger. Cuando queda sin

trabajo se quiebra culturalmente, y entonces se va. (19/07/2007)

La refutación se opone a una idea de masculinidad que naturaliza la relación entre

los hombres y las funciones que se les adjudican (“proveer”, “mantener”, “proteger”), es

decir la asociación entre género y sexo. La refutación propuesta por Fernández, el

rechazo del lexema “malo”, transmite una explicación que no se basa en lo moral

(connotado por dicho lexema) sino en lo cultural. La idea de masculinidad y feminidad

atravesada por mandatos culturales volverá a aparecer en otros enunciados de

Fernández, como el siguiente: “…aún en la Primera Magistratura, aún en el Rectorado

de una universidad, cosa que a los hombres muchas veces no les sucede, para suerte de

ellos, porque, bueno, no es que sean malos, es toda una pauta cultural.” Y, como

veremos, en otros que reproducen un discurso de la diferencia.

4.1 El discurso de la diferencia

Además de la interpelación directa al auditorio femenino y su convocatoria

particular a la participación, a desarrollar una gran tarea “cada una desde su lugar”, los

discursos de Cristina Fernández hablan de la mujer poniendo en juego saberes que se

manifiestan a través de estereotipos sobre la misma que circulan en el discurso social112

y que son reproductores de discursos de exclusión y de diferencia.

En los siguientes fragmentos vemos que Fernández define –y de esta manera se

define- a las mujeres a partir de una característica que remite a uno de los imaginarios

sociodiscursivos preponderantes sobre la mujer: las aptitudes especiales que le otorgan

la articulación de los mundos público y privado. La vinculación de las mujeres con un

“doble mundo” se funda en la tradición que les asigna el ámbito privado (la casa, la

familia) y de los cambios que devienen con el paulatino ingreso de la mujer al mundo

público (del estudio, del trabajo, de la política) que, sin embargo, no implicaron una

igualación plena de sus oportunidades (cfr. Lipovetsky, 1999) ni la ruptura frente a la

asociación de la mujer a “tareas” propias del género femenino, por ejemplo, la

112

Para Angenot (2010) los enunciados no deben tratarse como “cosas”, como mónadas sino como

“eslabones” de cadenas dialógicas; no se bastan a sí mismos, son reflejos unos de otros, están “llenos de

ecos y de recuerdos”, penetrados por “visiones del mundo, tendencias, teorías” de una época.

Page 117: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

116

educación de los hijos, el cuidado de la familia y las tareas domésticas (una

identificación entre género y sexo).113

Así se puede ver en el discurso de lanzamiento de

su candidatura:

Estamos preparadas además funcionalmente para desarrollar actividades en simultáneo,

en lo público y en lo privado, aún en las más altas esferas de decisión, siempre, en

simultáneo. (19/07/2007)

Y en el de presentación de la fórmula presidencial,

Nosotras, ciudadanas de dos mundos, como digo yo, siempre en el mundo de lo

privado, para el cual fuimos educadas, la familia, la protección, los hijos, y en el mundo

de lo público, al cual hemos decidido acceder para trabajar, para representar o para

dirigir, pero siempre con un pie en un mundo y con un pie en el otro, nos da una visión,

no solamente de lo grande que es lo público, sino de lo pequeño, del detalle que es la

familia, lo privado. (14/08/2007)114

El funcionamiento en ambas esferas propio del género femenino y la visión de

conjunto que le otorgan: “lo grande” y “el detalle”, metáforas de lo público y lo

privado, serán convertidos en atributos diferenciales que distinguen a las mujeres de los

hombres y a Cristina Fernández como política:

…sé que podemos desarrollar una gran tarea, una gran tarea porque estamos tal vez con

las aptitudes que yo siempre digo especiales, no diferentes ni mejores, especiales de

poder haber sido ciudadanas de lo privado y ciudadanas de lo público, poder articular

el mundo de la familia y el mundo de la política y de la militancia y haber hecho las dos

cosas bien, que eso es lo importante. Lo uno sin lo otro no vale, la política sin la familia

no vale y la familia sin lo que uno piensa como modelo de país tampoco. Las dos cosas

van unidas de la mano, por lo menos es mi experiencia personal, no pretendo dar

cátedra ni brindar fórmulas, nunca lo quise hacer. (28/10/2007)

Las mujeres, tal vez, tenemos algo que es, no el pragmatismo que siempre me sonó a

cierto cinismo, pues en nombre del pragmatismo se han hecho demasiadas cosas en la

historia de nuestro país, sino que somos esencialmente prácticas; tenemos que serlo por

esta doble obligación que tenemos de responsabilidad institucional pero al mismo

tiempo de las otras del género, puntales, concretas, aún en la Primera Magistratura,

aún en el Rectorado de una universidad, cosa que a los hombres muchas veces no les

sucede, para suerte de ellos, porque, bueno, no es que sean malos, es toda una pauta

cultural. Tenemos que ocuparnos en ambos casos nosotras, nos sobran las espaldas para

hacerlo y acá estamos. Acá estamos, argentinos y argentinas, poniéndole esfuerzo,

113

Aun cuando instituye una ruptura fundamental en la historia de las mujeres, el modelo de la tercera

mujer no coincide en modo alguno (…) con la desaparición de las desigualdades entre los sexos, sobre

todo en materia de orientación escolar, de relación con la vida familiar, de empleo, de remuneración

(Lipovetsky, 1999, 218-219). 114

Es interesante notar en la última cita como, en el primer caso, la mujer se construye como paciente /

afectada por la educación; sin embargo cuando refiere al acceso al mundo público se considera como

agente de decisión. Vemos que se delinea una imagen de mujer signada por los mandatos sociales y a la

vez sujeto de decisión. Estos serían atributos de lo que Lipovetsky (1999) denomina tercera mujer que se

caracteriza por la desvitalización del ideal de la mujer de su casa, la legitimidad de los estudios y el

trabajo femeninos, el derecho al sufragio, el “descasamiento”, la libertad sexual, el control sobre la

procreación que son manifestaciones del acceso de las mujeres a la completa disposición de sí mismas en

todas las esferas de la existencia (Lipovetsky, 1999: 218-219).

Page 118: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

117

coraje, voluntad, conocimiento y, por sobre todas las cosas, apuntando a la unidad de

todos los argentinos y de todas las argentinas. (12/02/2008)

Cristina Fernández encarna esa dualidad lo que explicita al hacer referencia a su

experiencia personal (como militante, política exitosa, esposa y madre) que considera

necesaria para el buen desempeño de sus funciones y pasadas y futuras) en tanto son

habilidades necesarias para la construcción de un “modelo de país”: (“Lo uno sin lo

otro no vale, la política sin la familia no vale y la familia sin lo que uno piensa como

modelo de país tampoco. Las dos cosas van unidas de la mano, por lo menos es mi

experiencia personal”). En efecto, el “doble mundo” de Cristina Fernández es

recuperado positivamente porque, además, es presentado como causa de una cualidad

diferencial de las mujeres respecto de los varones: percibir cosas que los hombres no

perciben: “Por eso vemos cosas que ellos no ven, por eso podemos distinguir y percibir,

no porque seamos mejores, sino porque tenemos ese mundo dual que debemos

compartir, articular” (14/08/07). En este sentido la imagen de mujer que conforma el

ethos dicho, tematiza la propia situación de enunciación porque remite a su situación

personal y a la imagen previa que el auditorio tiene de ella, como esposa del presidente

saliente y madre de dos hijos, y a la vez política exitosa y de larga trayectoria (ex

diputada y senadora justicialista) lo que opera como legitimación de su candidatura y

como argumento a favor de su posterior desempeño frente a la expectativas -y la

posible aceptación- del auditorio general de tener una Presidenta mujer.

Cristina Fernández habla desde la perspectiva de la diferencia y hace de ello un

argumento en su favor en tanto destaca que “las mujeres tenemos algunas aptitudes

diferentes, propias, no mejores ni peores, propias, diferentes” (19/07/07); sin embargo

en cuanto al vínculo ente los géneros, la locutora se aleja de discursos feministas de

tipo confrontativo y sostiene la idea de una relación de tipo cooperativa entre ellos y la

propuesta de una mirada superadora de antinomias en torno a las relaciones entre los

mismos:

Ustedes saben que nunca he concebido al género como un espacio de confrontación, lo

considero ridículo eso, yo creo en el espacio del género como en un espacio de

articulación y cooperación del otro. Ya la vida es demasiado dura y difícil como para

buscar en quien es el compañero casi un contrincante. Nunca he concebido al género en

estos términos. (19/07/2007)

La imagen de la mujer como compañera del varón que entabla con él una

Page 119: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

118

relación cooperativa se propone como una “conciliación de contarios” 115

y a la vez

remite al ethos previo en tanto activa en el auditorio los conocimientos acerca de la

“pareja política” que entabla con su marido, Néstor Kirchner, y es útil a la presentación

de su figura política como continuadora de un proyecto común (cfr. capítulo 2).

Si bien en algunos casos Cristina Fernández se construye como mujer investida

de atributos genéricos diferenciales que se presentan positivamente, sus discursos

también despliegan el imaginario de la dificultad. Al construir su ethos femenino

reproduce el estereotipo de la mujer como víctima116

y la tópica de la desigualdad

social que proviene de esta condición de género:

(…) formadas culturalmente para enfrentar la adversidad. Todas sabemos que la vida es

difícil, pero cuando se es mujer es mucho más difícil todavía, en la profesión, en la

política, en la empresa, en el trabajo, en todo siempre es más difícil. (19/07/2007)

Esta idea es ratificada en el discurso de investidura presidencial y en otros

pronunciados durante su presidencia:

Sé que faltan muchas cosas, sé que tendremos que corregir otras. Estoy convencida de

que lo vamos a poder hacer con el esfuerzo y el trabajo de todos los Argentinos.

También -porque saben, que la sinceridad es uno de mis datos proverbiales- sé que tal

vez me cueste más porque soy mujer, porque siempre se puede ser obrera, se puede ser

profesional o empresaria, pero siempre nos va a costar más. Estoy absolutamente

convencida. (10/12/2007)

Las críticas y los insultos recibidos durante el conflicto con el sector

agropecuario serán interpretados (al menos en parte) como una consecuencia de su

115

En el discurso pronunciado en el acto de presentación de la fórmula oficialista, el tramo en el que la

oradora construye el “nosotras, las mujeres” comienza tematizando su propuesta de concertación para

superar “viejas antinomias, falsos dilemas, falsas contradicciones” y finaliza con una apelación a la

articulación de los intereses de “los trabajadores, clases medias, empresarios, intelectuales”. De esta

manera, la imagen que Cristina Fernández construye de sí en ese discurso como parte de las mujeres que

son articuladoras de mundos diferentes, funciona como reaseguro de que ella es capaz de llevar a la

práctica la superación de falsos dilemas y lograr la concertación y la unión de los diversos sectores que

componen la sociedad argentina. En el discurso de cierre de campaña, por último, el tramo en el que se

manifiesta el “nosotras, las mujeres” se ubica a continuación de la convocatoria de la oradora a la unidad

de todos los argentinos “sin agravios, sin rencores, sin descalificaciones”. La autorrepresentación de

Cristina Fernández en cuanto mujer con la capacidad de articular mundos diferentes funciona como

garante de que ella puede alcanzar ese objetivo de unidad.

116 En relación con el estereotipo de la mujer como víctima, desde los estudios de género, Cháneton

(2007:56) recuerda que la hegemonía es continuamente resignificada, desviada y desafiada por las formas

de tensión que anidan en la vida social, por ello advierte sobre la siempre latente “visión conspirativa de

la ´discriminación´ con sus correlativos efectos de victimización de las mujeres y la esquematización de

los fenómenos sociales que desembocan en enfoques reproductivitas del poder”.

En relación con ello, Hortiguera (2010) afirma que la estrategia de victimización por su condición de

mujer que siguió Fernández para contrarrestar muchas de las insinuaciones acerca de su honorabilidad y

honestidad vertidas desde los medios buscaban justificar en parte los errores que se descubrían en su

administración y tenían un “efecto perlocutorio no previsto”: registraban limitaciones serias de su

autoridad y su incapacidad para hacer frente a las circunstancias adversas.

Page 120: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

119

condición de género que es denunciada como una capitis diminutio, un concepto del

ámbito jurídico que remite a una “disminución de derecho”117

, es decir, la diminución

de sus capacidades por el hecho de ser mujer:

Escuché, también invocaciones, por no decir insultos, a mi condición de mujer, ustedes

saben no necesito explicarlo, pero eso siempre nos pasa a todos las mujeres, se puede

ser Presidenta de la República, jardinera, médica, que si tienen que criticarte y sos mujer

lo hacen por el género, no por si sos buena Presidenta, mala Presidenta, buena jardinera

o mala jardinera, es casi una capitis diminutio el género, pero bueno no dolió.

(27/03/2008)

E, incluso, la locutora vincula el hecho de ser mujer a la idea de pecado:

Quiero decirles, argentinos y argentinas, hace apenas dos días que se cumplieron cien

días desde que juré como Presidenta de todos los argentinos y créanme, hermanos y

hermanas, que nunca había visto en tan corto tiempo tantos ataques a un gobierno

surgido del voto popular, nunca tantas ofensas, nunca tantos insultos. ¿Y por qué?

Parece que sólo he cometido un pecado: haber sido votada por la mayoría de los

argentinos en elecciones libres, populares y democráticas. Tal vez, además de ser

votada, tenga otro pecado: el ser mujer, pero de los dos me siento orgullosa, de ser

mujer, la primera que gobierna la República Argentina en nombre del voto popular. Tal

vez muchos que hablan de institucionalidad y de cultura democrática deberían

practicarla, pero practicarla en las acciones concretas en lugar de los discursos.

(1/04/2008)

La vinculación de su legitimidad (su elección popular, libre y democrática) y su

condición de género a la noción religiosa de pecado como argumento de sus detractores

activa un saber propio de las consideraciones de la mujer en tanto “ser peligroso” (cfr.

Lipovetsky, 1999; Lima, 2011). Esto le permite asumir una posición polémica y

distanciarse de sus detractores, que no la poseen. La sugerencia de que estas serían las

razones por las cuáles habría un ensañamiento con su figura en los discursos opositores

en tanto para ciertos sectores sociales el hecho de que sea mujer y presidenta sería

inaceptable, evoca en el imaginario nacional a la figura de Isabel. Y el énfasis puesto en

la noción de legitimidad se vincula también con la desactivación de la idea de

usurpación de un espacio de poder que no le corresponde que la locutora lee en estos

cuestionamientos asociados también a esta figura.

El reconocimiento y la reflexividad acerca de la dificultad de ser mujer, que

evoca la noción de sexo débil, puede resultar perjudicial para su representación de un

117

En este caso Fernández asimila el concepto de capitis diminutio a la capitis diminutio mínima, que

significa “un cambio en el estatus de la persona”.

Page 121: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

120

lugar de liderazgo. Además, esta idea de debilidad o fragilidad118

de la mujer presidente

(que, como hemos dicho, en el imaginario discursivo nacional está asociada a la figura

de Isabel Perón) se hace presente de manera particular en situaciones conflictivas, por

ejemplo, cuando salió a la luz el affaire Antonini Wilson y durante el conflicto con los

ruralistas119

:

Como les dije el 10 de diciembre, sé que siendo mujer me va a costar un poco más, pero

que no se confundan con mi aparente fragilidad, tengo ejemplos de mujeres que

vencieron a lo que ningún hombre podía vencer. Allí están, a un costado, con sus

pañuelos blancos en la cabeza, ellas son el ejemplo de que las mujeres, con objetivos,

con ideales y con valentía, son capaces de vencer las adversidades más terribles.

(1/04/2008)

En esta forma de operar muchas veces en la política regional, quiero decirles que no van

a tener resultados. Esta Presidenta puede ser mujer pero no se va a dejar presionar.

(13/12/2007)

Estos tramos discursivos donde Fernández explicita las asociaciones de su figura

política con el estereotipo de la mujer como “sexo débil” son reconvertidos en un ethos

del carácter (Charaudeau, 2008) que se acompaña de una performance discursiva (tono,

gestualidad y repeticiones enfáticas tendientes a construirla como una mujer fuerte) que

ratifica en otros pasajes (a modo de ejemplo, en su discurso de asunción sostiene: “Yo

no he venido a ser Presidenta de la República para convertirme en gendarme de la

rentabilidad de los empresarios; que se olviden. Tampoco he venido a ser Presidenta

para convertirme en parte de alguna interna sindical o política. Tampoco, tampoco”) y a

desestimar las posibles asociaciones del auditorio de su imagen con la de una mujer

“influenciable”, “manejable” o débil.

Además, en todas las ocasiones, el reconocimiento de la condición de género

como una aparente debilidad se vincula con valores positivos, tales como la

perseverancia y la fortaleza, tendientes a cuestionar y desarticular este estereotipo de

género:

El 10 de diciembre, cuando por primera vez como Presidenta electa de todos los

argentinos, en elecciones libres y democráticas, me dirigí a todos los argentinos y

argentinas, tal vez algunos no recuerden, les dije que por ser mujer me iba a costar más

y no me equivocaba a las mujeres siempre todo nos ha costado más, pero también

somos las mujeres las que jamás abandonamos nuestro puesto y nuestro lugar de lucha.

(27/03/2008)

118

Según sostiene Helcira Lima (2011) en todo Occidente hay una cultura que el miedo que las mujeres

inspiraran a lo largo de la historia al sexo opuesto. Este miedo ha suscitado un proceso de elaboración de

la imagen salvaje, de irracionalidad y, más tarde, de fragilidad, de debilidad.

119 Recordemos que la justicia norteamericana vinculó la entrada al país del empresario venezolano,

Antonini Wilson, con una valija de dólares con aportes espurios a la campaña presidencial de Fernández.

Page 122: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

121

(...) porque en esto de trabajar y ser perseverantes [las mujeres] hemos dado muestras

sobradas. (19/07/2007)

Gracias pueblo de José C. Paz. Ya sé que están ahí las mujeres, siempre estamos

presentes las mujeres. (25/07/2008)

En 2003, cuando Kirchner se hizo cargo de la República Argentina como presidente por

el voto popular, 44.000 establecimientos agropecuarios en la Argentina estaban

prácticamente con bandera de remate. Había surgido inclusive una agrupación de

mujeres -siempre las mujeres, perdónenme el tema del género- llamado “Mujeres en

lucha” que cantaban el himno y se paraban frente a las tranqueras cuando los distintos

bancos querían ir a rematar los campos. (17/04/2008)

Yo me acuerdo –la veo aquí con nosotros– de Lucy de Cornelis y de las mujeres

agropecuarias cuando allá, en 2001, estaban paradas frente a las tranqueras en los

campos y cantaban el himno para parar los remates. (25/05/2008)

Las distintas referencias de las mujeres “siempre presentes”; defendiendo lo

suyo en momentos de extrema necesidad; que no abandonan su puesto “de lucha”

configuran una idea de mujer guiada por la fuerza del carácter que polemiza con la idea

de “sexo débil” asociada a lo femenino.

Finalmente, Fernández remite al estereotipo de la mujer- madre que es retomado

en los siguientes fragmentos: “(…) a las mujeres, formadoras de valores, la primera

formadora de valores junto a su hijo” (19/07/07); “Quiero en esta tarde convocar muy

especialmente a mis compañeras de género, a las mujeres argentinas, quiero

convocarlas hermanas a las mujeres que están en los barrios, las necesitamos

organizadas, las necesitamos participando fuertemente en la lucha por la salud de

nuestros hijos” (25/10/07)120

. La idea de mujer-madre y su función educadora

(transmisora de valores) y protectora de la salud de sus hijos tiene tradición en las

representaciones de mujer en el discurso peronista. De acuerdo con Susana Bianchi “el

peronismo transformó a la maternidad en una función política impuesta por el Estado

(2000: 769)121

. En esta misma línea, para Sara Perrig (2008), tanto en los discursos de

Eva Perón como los de las primeras legisladoras peronistas hay una politización del

sujeto maternal cuyas funciones eran operar desde el ámbito privado del hogar. Como

120 Especialmente a partir del siglo XIX se sacraliza a la esposa-madre-educadora. Esta, junto con otras

imágenes de la “mujer exaltada”-tales como la potencia civilizadora de las costumbres- son propias de la

denominada “segunda mujer” que ostenta ciertos poderes específicos que son venerados. (cfr. Lipovetsky,

1999) 121

Para Bianchi (2000), Eva Perón construyó una imagen de “madre nutricia” que vela por los sectores

más débiles del cuerpo social a través de la asistencia directa que ejercía en la Fundación Eva Perón.

Page 123: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

122

hemos visto, Cristina Fernández interpela a un sujeto mujer amplio y las llama a actuar

“cada una desde su lugar”; sin embargo la función de madre-educadora que sostiene

para la mujer un rol biológico y social específico no está ausente en sus discursos. Y si

bien Cristina Fernández no enfatiza su condición de madre, -en efecto, las referencias a

sus hijos en sus discursos son muy escasas y estos no tuvieron un rol público

destacado122

- así como no se construye a sí misma a partir de metáforas familiares, sí

destaca el rol de la maternidad de la mujer a través de la responsabilidad social. Como

ya hemos indicado, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo son sujetos maternales que

han reconvertido esa maternidad signada por la tragedia en lucha pacífica. En la lucha

incansable e irrenunciable de estos sujetos por la justicia Fernández interpreta un rasgo

de género -asociado a la maternidad-que se convierte en un atributo positivo (“con la

fuerza que solemos tener las mujeres cuando sentimos la agresión, no ya solamente

sobre nuestros hijos sino sobre toda la sociedad”; “con un pañuelo blanco en la cabeza,

sin militancia ni experiencia política, salieron a la calle para reclamar primero por sus

hijos y después por todos los demás”) la reconversión del dolor y la lucha personal e

individual en responsabilidad social transformadora de la realidad.

4. A modo de cierre

En este capítulo hemos analizado la construcción de la identidad de género como

parte de la construcción de la identidad política de Cristina Fernández. Las imágenes

que emergen en los discursos analizados remiten a diversos espacios de la doxa, a

saberes y posiciones en relación con la mujer que se manifiestan a través de estereotipos

sobre la misma que circulan en el discurso social.

Hemos visto que la locutora debió construir su identidad femenina en relación

con dos modelos previos de mujeres políticas presentes en el imaginario nacional, Eva e

Isabel.

Fernández hace una lectura de Eva Perón atravesada por valores que a este personaje se

asignan durante de los años ´70, especialmente por los movimientos de jóvenes que la

asocian a la entrega, a la lucha y al compromiso. Isabel, por otro lado, como mujer

presidente encarna el estereotipo de la mujer débil y manejable que ocupa un lugar

“usurpado” en tanto no tenía formación ni había construido un camino propio en la

122

Recordemos, por ejemplo, el rol central que ocupó Zulemita Menem, la hija del expresidente,

acompañando a su padre y cumpliendo de facto el rol de primera dama.

Page 124: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

123

política. En oposición con este referente Fernández construye una imagen de sí que,

como hemos visto en el capítulo anterior, si bien recupera la trayectoria compartida con

Néstor Kirchner, también enfatiza la suya propia lo que la legitima para ocupar el cargo

al que aspira, primero, y que ocupa, luego y que le permite afrontar los desafíos en la

construcción de una identidad política independiente de la de su marido, Presidente al

momento de su candidatura.

En tanto ella se construye como una mujer que viene a continuar con un proyecto

político que se gestó entre dos (en el marco de un hogar y una carrera política

compartidas) su imagen de mujer se torna ambivalente ya que, por un lado, su figura

encarna el avance de las mujeres en el ámbito público -detenta el cargo político de más

alta responsabilidad en la conducción de un país, la presidencia-; y por otro lado,

refuerza la imagen femenina tradicional –su figura política se asocia a la de su marido,

apela a la noción de la mujer compañera del varón y remite a la idea del poder

“delegado”-.

En relación con los estereotipos sobre la mujer, hemos visto que su discurso

político es reproductor de ideas tradicionales sobre la mujer. Retoma la idea de

desigualdad entre los géneros y así, la victimización de la mujer y la fragilidad de la

misma (que en relación con su presentación, no están entre los atributos deseables de un

político); sin embargo se relaciona a la mujer a la idea de perseverancia y superación de

adversidades configurando una imagen femenina vinculada con un tipo de actuación

política: la lucha pacífica y la defensa de los derechos humanos. Así opera la

identificación con otras mujeres en lucha, como las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo

y la madre de Ingrid Betancourt. Esto le permite reconfigurar la idea de sexo débil sin

romper con el discurso de la desigualdad ya que es por su condición de mujer que su

actuación política tiene más valor: a la mujer todo le cuesta más. La fuerza de lo

femenino, entonces, se construye sobre la debilidad.

Si bien la condición de género es identificada en muchas oportunidades por

Fernández como un obstáculo, esta es también considerada un atributo diferencial que

funcionará como reaseguro de su propia capacidad de gobernar el país. La (auto)

presentación que la locutora construye en cuanto mujer, formadora de valores,

trabajadora y perseverante, con la capacidad de articular mundos diferentes, delinea la

figura de un garante de lo dicho (Maingueneau, 2008) dado que por ser mujer aventaja a

los varones para llevar a la práctica la continuación del proyecto político kirchnerista y

su propuesta de “superación de falsos dilemas”, “concertación” y “unión de los diversos

Page 125: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

124

sectores que componen la sociedad argentina”.

Por último, es interesante destacar que la representación que hace Fernández

vincula a la mujer a un mundo que no puede ni debe relegar: el hogar y, así, no se aleja

de la representación tradicional de la mujer del discurso peronista instaurada, como

hemos visto, desde el discurso de Eva Perón. En el discurso de Fernández, el rol de la

mujer- madre no hace más que perpetuar un discurso biologicista en relación con la

mujer. La mujer superadora de obstáculos que hace frente a los conflictos y las

dificultades no relega, sin embargo, la familia, su lugar de madre y su hogar. En este

sentido, no hay una ruptura con el discurso patriarcal ni una problematización de las

características de lo femenino y lo masculino.

Entonces, al enunciarse como parte del colectivo de identificación “nosotras, las

mujeres” y hablar desde una perspectiva de género, Cristina Fernández propone lazos

con el auditorio femenino. Durante su campaña electoral su condición de mujer se torna

una estrategia de identificación que volverá a emerger en momentos de conflicto. Para

definir el colectivo del que forma parte, la locutora apela a un esencialismo de lo

femenino, es decir, su definición a partir de características que son propias de la mujer

que celebran -y enfatizan- su diferencia y que opera, por ejemplo, sobre las diferencias

socioeconómicas. Como recurso de identificación la construcción de un ethos femenino

y la apelación a las mujeres apuntan tanto a generar empatía en el auditorio particular de

mujeres y a que mujeres identificadas con discursos y posicionamientos se incorporen al

proyecto kirchnerista, aunque la locutora se distancia explícitamente de los discursos

feministas radicales o confrontativos buscando la incorporación de un auditorio más

amplio a la comunidad imaginaria de sus adeptos mediante la construcción de una

imagen de sí que, por ser una mujer, tiene ciertas virtudes de la que carecen los varones

y a partir de estas características especiales, el colectivo será también llamado a la

acción, a desarrollar una “gran tarea”.

En el próximo capítulo abordaremos otro aspecto de la construcción discursiva de

la imagen de Cristina Fernández vinculado particularmente a la generación de

credibilidad.

Page 126: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

125

Capítulo 4

La credibilidad

La enunciación política y la imagen pedagógico-experta

1. Introducción

Para Charaudeau (2008) la credibilidad no es una cualidad vinculada con la

identidad social de los sujetos; por el contrario, es el resultado de la construcción de una

identidad discursiva por el sujeto hablante, realizada de tal modo que los otros sean

llevados a considerarlo “digno de crédito”. Para este autor, la credibilidad debe satisfacer

tres condiciones: la condición de sinceridad que “obliga a decir la verdad”; la condición de

performance que -por ser un discurso que anuncia decisiones y está hecho de promesas-

obliga a cumplir lo que se promete y la condición de eficacia, que obliga a probar que el

sujeto tiene los medios de hacer lo que promete y que los resultados serán positivos.

(2008:120). En el mismo sentido, Courtine afirma ([1990] 2003) al respecto del discurso

político contemporáneo, que este se encuentra sometido a una doble exigencia. Por un

lado, una obligación a la verdad: esto es, un “hablar verdadero” que, en su transparencia,

expresaría las cosas tal cual son. Por otro lado, un imperativo de simplicidad: esto es, un

“hablar francamente”, una lengua común, una banalización cotidiana de las ideas

políticas123

.

La construcción de imágenes discursivas que propicien la generación de la

credibilidad en el auditorio implica tener en cuenta las representaciones vigentes en torno a

los políticos y a la política en general en cada grupo social y los valores que esos grupos

en quienes se pretende generar la adhesión sostienen en un periodo determinado. De esta

manera, su éxito estará vinculado a las percepciones que los distintos grupos que

conforman una sociedad, que no son homogéneos124

(cfr. Amossy, 2010), tienen acerca de

esas cualidades que pone en escena el locutor125

.

123

La traducción es nuestra. 124

Amossy (2010) afirma que en las democracias parlamentarias los auditorios tienden a ser compuestos

y en este sentido la construcción del ethos es una operación delicada y peligrosa en la que los políticos

debe conciliar imágenes heterogéneas susceptibles de satisfacer a los diversos grupos que los componen.

De modo similar, Charaudeau (2008) sostiene que a veces las imágenes que conforman el ethos son

contradictorias entre sí y que por ello un político debe saber conciliar los contrarios. 125

Esto se vincula, a la vez, a fenómenos de más largo alcance, por ejemplo, el descrédito de la figura del

político en general y del discurso político en particular desde mediados del siglo XX, fenómeno que ha sido

Page 127: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

126

En relación con estas percepciones, para nuestro caso particular, hay que tener en

cuenta que Argentina, particularmente, vivió una crisis de representatividad política junto

el desgaste de los modos de representación de los partidos políticos tradicionales, a partir

de los sucesos de 2001 que se cristalizó en el enunciado “que se vayan todos” como

síntesis del descontento de la ciudadanía con la clase política. Como hemos visto, la figura

presidencial había sido, en parte, relegitimada, durante la gestión de Néstor Kirchner; sin

embargo, comenzaban a surgir cuestionamientos y esos cuestionamientos se fundaban

identificado por numerosos investigadores. Al respecto, J.J. Courtine ([1990] 2003) afirma que la crisis del

discurso político en las sociedades occidentales no sólo se evidencia en la declinación de los niveles de

participación política sino también en el descrédito de los enunciados políticos. El declive de los monólogos

cede su lugar a estilos de comunicación nuevos, impuestos por las prácticas de escritura y de lectura de

técnicas de comunicación de masas. En el ámbito local Oscar Landi (1992), por ejemplo, ha sido un pionero

en postular la influencia del lenguaje de la TV y los formatos televisivos en el lenguaje de la política. El autor

sostiene: “El formato televisivo impone reglas del juego muy determinadas a partir de la cual el político

podrá innovar o generar variaciones que lo distingan positivamente en el continuo del flujo audiovisual. Al

respecto cabría distinguir dos aspectos distintos involucrados en el manejo de la imagen del cuerpo político.

Por una parte, supone el aprendizaje del lenguaje del medio del mismo modo que se aprenden las reglas de la

conversación cotidiana, de una prueba escolar o de la señalización puesta en juego al cruzar una avenida en

una ciudad. Se trata de la entrada en las reglas de un lenguaje, en este caso con un importante componente

gestual. Por otra parte, pone en funcionamiento diversas estrategias de posicionamiento de los políticos y de

construcción deliberada de sus imágenes ante la opinión pública. Entre ambos aspectos hay una zona borrosa,

en la que no se sabe cuándo termina el respeto por ciertas reglas del lenguaje del medio y cuándo empieza la

producción de un artificio destinado a ganar votos, como las operaciones publicitarias destinadas a dar a

conocer, consolidar, difundir, rectificar, sanear, recrear, etc., la imagen de un político.” (1992:90)

En general, desde diversos ámbitos de la investigación – tanto aquellos interesados por el análisis del

discurso como por la comunicación política en general- hay acuerdo en vincular estos a otros fenómenos

sociales y comunicacionales (tales como la mediatización de la política a través de la televisión, primero, y

las nuevas tecnologías después, por ejemplo) que produjeron cambios, tanto en el discurso político como en

los vínculos que los políticos establecen con la ciudadanía debido a que los nuevos medios tienden a dejar

obsoletas a formas más tradicionales de la comunicación política (Gerstlé, 2005) y a producir cambios

sustanciales en la formas tradicionales y las características del discurso político. Para Priess, los medios se

convierten cada vez más en condición para que la información y la comunicación política puedan funcionar

en la práctica. Los medios influyen notablemente en la opinión pública de las sociedades modernas,

determinando en el plano político su estructura, los contenidos y los procesos. La mayor penetración de los

medios en la comunicación política es una consecuencia de ese cambio. Dentro del contexto de la

comunicación política, este proceso (medialización) define tres cosas diferentes: 1) la creciente superposición

de la realidad mediática con la realidad política y social; 2) la percepción de la política a través de los

medios; 3) la adaptación de los actores y la conducta políticos a las leyes propias del sistema mediático.

Chanay y Turbide (2011) también se detienen en la manera en que la evolución de las prácticas

comunicativas comunicacionales mediáticas lleva a acentuar la función del público como participante, al que

se considera y cuyas inquietudes e interrogantes se atienden. En este sentido, señalan la importancia del

empleo de “puestas en escena interactivas para presentar la información política (entrevistas, discusiones,

paneles, debates, conferencias de prensa) en detrimento del formato tradicional (impersonal, monológico,

estático) lo que remite a un cuadro en el que el discurso resulta de ajustes permanentes y de negociaciones

continuas. (2011:6)

Page 128: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

127

tanto en razones políticas (su manejo discrecional del poder, la falta de institucionalidad)

como comunicacionales (el estilo confrontativo de Néstor Kirchner, la reticencia al debate

y argumentación pública, el enfrentamiento con los medios de comunicación) (cfr,

Quiroga, 2010; Barry, 2011).

Como ya hemos explicado, las condiciones en que Cristina Fernández enfrentó su

campaña electoral plantearon desafíos en la construcción de su imagen frente a la opinión

pública en general y, de manera particular, frente a la porción que no veía con buenos ojos

el traspaso de poder entre el matrimonio Kirchner. Si bien Cristina Fernández no era un

personaje desconocido para la opinión pública debido a su amplia trayectoria legislativa,

debía construir una imagen de sí que contrarrestara los cuestionamientos a su legitimidad

de origen producto de la falta de internas abiertas en la decisión de su candidatura y de su

vínculo con Néstor Kirchner, y que la hiciera creíble como candidata presidencial, en

primer lugar y, luego, como Presidenta de la Nación126

. Es decir, que fuese capaz de

producir la incorporación de su figura como garante de la continuidad y profundización

del proyecto político.

En capítulos anteriores hemos visto que la legitimación de Fernández se funda en la

idea de “proyecto político” compartido y que la locutora apela a su ethos femenino para

establecer lazos de identificación y poner de relieve atributos diferenciales como mujer

política que garantizarían su desempeño. Otra estrategia, como veremos en este capítulo,

será construir la imagen discursiva de un sujeto sincero, por un lado, y dotado de atributos

y saberes necesarios para la conducción de un país, por el otro y, de esta manera propiciar

la credibilidad y, por lo tanto, la adhesión en el auditorio.

Algunos investigadores han identificado que, particularmente los primeros

discursos de Fernández, están caracterizados por “la construcción de la figura de “experta”

o el ethos de la competencia (cfr. Sara Pérez, 2013; Maizels, 2010, Maizels y Vitale, 2011;

Vitale, 2013 y 2014) tendiente a contrarrestar la imagen frívola y de debilidad e

incapacidad femenina en el “matrimonio presidencial”. Sin embargo, advierten de efectos

peligrosos de su exhibición de saber y del vínculo pedagógico con sus destinatarios. En

126

Para Charaudeau (2008) no debe confundirse credibilidad con legitimidad. La legitimidad es el

resultado de un reconocimiento, de los otros, de aquello que da poder a alguien para hacer o decir en

nombre de un estatuto (ser reconocido en función de un cargo institucional), en nombre de un saber (ser

reconocido como sabio); en nombre de un saber -hacer (ser reconocido como especialista). No se

confundirá, entonces, con la credibilidad. La primera determina “un derecho del sujeto a decir o de

hacer”, la segunda, “una capacidad del sujeto de decir o de hacer.”

Page 129: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

128

efecto la “racionalidad invasiva” y la distancia moral que emerge de ellos no contribuirían

a promover las emociones centradas en el pathos (cfr. Bitonte, 2010).

Este capítulo tendrá el propósito de indagar en las imágenes de sí tendientes a la

construcción de credibilidad. Diversos son los mecanismos y estrategias a los que un

locutor político puede apelar en su intento por ganar la credibilidad del auditorio (cfr.

Chraudeau, 2008). En primer lugar, veremos las principales características de su

enunciación política tendientes a la construcción de una imagen de política creíble; luego,

analizaremos la construcción de la imagen pedagógica y una escena de habla profesoral e

indagaremos en la construcción de idoneidad a partir de la imagen de experta. Por otro

lado, en estos casos, pondremos atención a los recursos que tienden a mitigar las distancias

generadas por esas imágenes que emergen de sus discursos.

2. La enunciación política

Una parte importante de la imagen de sí que un político proyecta se relaciona

con el “modo de decir” que lo caracteriza. En el caso de Cristina Fernández, sus

características discursivas y oratorias constituyen parte relevante de su identidad

política; en efecto, es un lugar común, en la Argentina, la referencia a las

particularidades de Fernández como oradora política. Además de su abundante

producción discursiva (durante su primer año de gobierno pronunció 310 discursos), “el

estilo” y “las formas” de su enunciación política han despertado el interés de la opinión

pública. Sus discursos, bien articulados y organizados -de manera particular las

alocuciones públicas masivas y aquellos pronunciados en ámbitos formales- proponen

extensas exposiciones y argumentaciones pero son también confrontativos y polémicos.

En relación con ello, si bien cada locutor tiene una manera de hablar que le es propia, al

mismo tiempo, los efectos de ethos que produzca dependerán de comportamientos y de

papeles sociales bien definidos127

que se corresponderán tanto con juicios intuitivos

como con representaciones que están fundadas en diversos factores. Para Charaudeau,

uno de ellos es lo que denomina vocalidad128

. De acuerdo con esos juicios se puede

caracterizar la vocalidad de los políticos distinguiendo: el “hablar bien”, “el hablar

fuerte”, el “hablar tranquilo”, el “hablar regional”. Puede decirse que Fernández se

127

Así, se puede escuchar decir que alguien habla con un tono “autoritario”, “doctoral”, “azucarado” o

“seductor”, o como “profesor”, “militar”, “campesino”, “jurista”, etc. 128

El carácter vocal de las producciones verbales incluye tono, dicción, ritmo, articulación y

pronunciación (Cfr, Charaudeau, 2008:170).

Page 130: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

129

ajusta a las características del “hablar bien” 129

: ejerce el dominio de la palabra pública,

hace uso de una sintaxis clara, de un léxico variado, con un tono de voz firme y seguro

(cfr. Romano, 2010) lo que la diferenciaba notablemente de su antecesor, más torpe para

la exposición pública. Por otro lado, es también indicio de un buen manejo de la palabra

pública el hecho, destacable, de que la locutora no lee sus discursos (lo que la hace

proclive a cierta improvisación) y es de conocimiento público que son elaborados por

ella a partir de la información facilitada por sus asesores. Sin embargo, los efectos de

esas características discursivas de la imagen de Cristina Fernández en la opinión pública

han sido dispares e, incluso, contradictorios: han despertado tanto admiración como

rechazo; ha sido objeto de elogios y críticas por igual130

.

129

Entre los modos de expresión capaces de producir efectos de ethos, el “bien hablar” resulta de la idea

que posee un grupo lingüístico sobre lo que debería ser una manera de hablar elegante, culta, que tiene

estilo. Este designa al mismo tiempo, las cualidades del orador y su posición elevada en la jerarquía

social. El efecto, sin embargo, puede ser variable: puede ser percibido como un testimonio de un elevado

“capital cultural”, pero también de manera negativa como una forma de manipulación (honestidad), o

denotando a una clase social con la que se lucha, o como una marca de impotencia, entre otras. 130

Aquí reproducimos algunas de las consideraciones circulantes acerca de la retórica presidencial que

corresponden tanto a textos periodísticos como a textos de reconocidos intelectuales. Nuestra intención,

lejos de recoger de manera exhaustiva los comentarios suscitados, es mostrar que la palabra de Fernández,

en especial, las características de su oratoria política no han pasado desapercibidas y han sido objeto de

comentario y debate en el espacio público.

Sobre el discurso político de Cristina como candidata presidencial, Gabriela Azzoni, especialista en

discurso político, sostiene en una columna de opinión en el diario Los Andes (22/08/07): “Su estilo

premioso, frío, distante, autoritario y soberbio no hace permeables sus palabras en la ciudadanía, es decir,

dificulta la penetración de su mensaje en la mente y en el corazón de los electores. No se puede intentar

lograr la adhesión de la ciudadanía generando en esta la percepción de estar siendo amonestada desde un

atril de campaña.” (http://www.losandes.com.ar/noticia/opinion-239655)

También en relación con la expresión de Fernández, Casullo sostiene en Página 12 (12/12/07):“Cristina

Fernández de Kirchner juró a su cargo, recibió el bastón y la banda de su marido, Néstor Kirchner, e inició su

gobierno con una decisión impactante: no leer su discurso de asunción. Así, se inscribió en una tradición de oratoria

política que contó en Argentina con grandes exponentes (Perón, Eva, Alfonsín), pero que se pensaba enterrada

definitivamente en esta época de soundbites y ghostwriters. Esta decisión implica que la nueva presidenta tiene una

dosis grande de autoconfianza (muchos se pondrían muy nerviosos hablando sin red frente a la Asamblea Legislativa

y los medios), y también, posiblemente, una idea romántica, fundacional, de la palabra política. El discurso fue

articulado, bien dicho, digno de una tribuna como la Asamblea Legislativa

(…)”(http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/96055-30372-2007-12-12.html)

Al respecto, Jorge Halperín en “Las muchachas peronistas” (2009) cita diversas fuentes que identifican

las características discursivas de Fernández como una de las marca estilísticas que generaron más rechazo

en la opinión pública. Para este autor, entre los “vicios” personales que le atribuyen quienes la rechazan

podríamos incluir se presunta “soberbia”, el “tono de mujer superada” y de “maestra” que parece elegir al

hablar en público, su carácter supuestamente “autoritario”, su personalidad “distante” (2009: 206). Por

otro lado, introduce la afirmaciones de un “peronólogo” que sostiene también que “Cristina suscita

rechazo por el estilo de presentación y por la forma didáctica en que habla (…) el problema radica en

querer demostrar que ella es más culta que su auditorio, sostiene, creo que sirvió para discutir y debatir

como senadora, pero no ahora (2009: 210). En el mismo texto es citado Oscar Steimberg quien sostiene

“A Cristina le critican la intensidad o la elevación del tono del discurso: pero no se trata de determinar y

definir el estilo de Cristina. El peronismo siempre ha suscitado rechazo estilístico.”

En relación con ello, la ensayista argentina, Beatriz Sarlo en La audacia y el cálculo, sostiene que el

género retórico de Cristina Kirchner es el argumentativo, cuyo fin es persuadir a una asamblea sobre la

conveniencia de adoptar tal acción o evitar tal otra. En otros pasajes del texto refiere al estilo

comunicacional de la entonces senadora Fernández en relación con el de Kirchner: “En aquel 2005,

Page 131: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

130

En este apartado, abordaremos el aspecto metadiscursivo de su enunciación: la

reflexión, el retome y la valoración sobre el “decir” propio y ajeno. Estos aspectos de la

heterogeneidad mostrada131

(Authier Revuz, 1984), manifestación explícita de la

condición dialógica del discurso, muestran el interés del locutor por ofrecer el ethos de

un hombre que se debate con su lengua, con su propio discurso y con el de otros y su

intento de establecer las pautas de aceptabilidad del discurso político. Esto se manifiesta

en una serie de rasgos estilísticos propios de la producción discursiva de la locutora,

tales como: 1) un énfasis en la sinceridad de su decir; 2) la insistencia en exponer lo que

aquí denominamos “coherencia intradiscursiva” y 3) la preocupación por el registro: el

control del lenguaje y la adecuación de las palabras frente a la naturaleza de la situación

comunicativa, y la apelación al lenguaje popular que tiende a acortar distancias entre la

locutora y sus alocutarios. Este último aspecto se vincula, también, con la construcción

de una imagen pedagógica, que abordaremos más adelante. Estas características

delinean la lengua política de la locutora y contribuyen, cada una a su manera, a la

construcción de credibilidad.

2.1 La credibilidad dicha. La sinceridad: “La sinceridad es uno de mis datos

proverbiales”

Para generar la adhesión, todo orador político debe movilizar al auditorio de manera

tal que este crea en sus palabras, especialmente, en el contexto de descrédito de la política

en general y del discurso político, en particular (cfr. Courtine, 1990; Gerstlé, 2005). En

Cristina era senadora y hablaba como una abogada o como una jefa de trabajos prácticos en ciencias

sociales que había preparado bien la clase; y Néstor gruñía, insultaba, repetía oraciones breves.”

(2011:138).

Horacio González también se expresa en relación con la oratoria de Cristina Fernández en Kirchnerismo:

una controversia cultural (2011) a la que describe de la siguiente manera: “El don de la Presidenta, la

oratoria fluida y articulada, con rápidos vaivenes hacia áreas de interpelación irónica permite realizar una

reflexión entre escritura, oralidad y textos. Por un lado, historias personales, cuestiones de la memoria

histórica, menciones genéricas sobre el mundo político, desafíos, advertencias, definiciones de carácter

amplio, junto a menciones irónicas o personalizadas dirigidas a los asistentes de algún acto, todo pasa a

través de la oratoria. No de los textos que por ventura hubieran sido preparados. Sostenida en derivas

permanentes hacia zonas cáusticas, palabras que se engarzan con otras a modo de rápidas comparaciones

y metáforas, la oratoria presidencial es reconocida por su destreza: va desde el tono épico al divertimento,

de las cifras desarrollistas a una libre asociación de ideas, a la que se ve continuamente tentada.”

(2011:190-191)

131 Según Authier Revuz (1984), la heterogeneidad mostrada corresponde con la presencia localizable de

un discurso que no corresponde con el hilo del texto. Cuando estas son identificables sobre la base de

índices textuales, esta investigadora las denomina formas marcadas de la heterogeneidad mostrada. Entre

estas reconoce el discurso directo o indirecto, las comillas, y las glosas que indican una no coincidencia

del enunciador y lo que dice dentro de las que reconoce cuatro tipos. Covadonga Pendones (1992) retoma

estas consideraciones y clasifica una serie de glosas en función metadiscursiva que permiten la

corrección, rectificación o exaltación del discurso de L.

Page 132: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

131

relación con ello, la sinceridad es parte de la identidad reivindicada132

de Cristina

Fernández, uno de los atributos de la representación explícita que la locutora hace de sí, su

ethos dicho, al advertir a su auditorio en su discurso de asunción: “la sinceridad es uno de

mis datos proverbiales” (10/12/07). La locutora se representa como una persona sincera y

asocia esta cualidad a su condición de género – que, como ya hemos analizado en el

capítulo 3, es uno de los pilares sobre los que Cristina Fernández construye su identidad

discursiva-, junto con otras (la capacidad y la pasión), que la definirían como política y que

presenta como sus atributos diferenciales: “comprometerme, como siempre lo he hecho en

mi vida y en mi práctica política a hacer las cosas con toda la capacidad, con toda la

sinceridad y con toda la pasión de que somos capaces nosotras las mujeres (17/12/07)”.

Además de la auto-atribución, el carácter sincero de la locutora se manifiesta en el

ámbito de lo mostrado, a través de recursos lingüísticos tales como modalizadores133

, por

ejemplo el adverbio “sinceramente”, y de otras expresiones metalingüísticas134

, tales como

“en honor a la verdad” y “con la sinceridad absoluta”, que caracterizan su modalidad del

decir como un “decir sincero”:

Creo sinceramente que hemos recorrido un largo camino en estos años de democracia y

espero profundizar este rol del Congreso, donde podamos discutir y debatir (…).

(10/12/2007)

He escuchado con mucha alegría, sinceramente, con mucha alegría la declaración del señor

Presidente de la República Oriental del Uruguay (…). (18/12/2007)

Pero creo sinceramente y en honor a la verdad, que muchas veces desde sectores que

tienen un fuerte compromiso y una fuerte vocación también se desalientan. (01/03/2008)

Cuando vine aquí el 1º de abril, a hablar con todos ustedes, yo creía que realmente estaba

ante la batalla por la redistribución del ingreso porque, tal vez, quienes tenían que resignar

una pequeña parte de su renta extraordinaria disputaban y discutían; creía - les juro

sinceramente - que estaba ante esa batalla, la de la redistribución del ingreso, la de la lucha

de los intereses naturales en toda democracia donde hay conflicto social. (18/06/2008)

132

El sintagma corresponde a Catherine Kerbrat- Orecchioni (2008) quien llamará identidad proyectada o

auto-atribuída (por A a A) a la imagen o presentación de sí –en términos goffmanianos- que un sujeto

construye en un intercambio comunicativo (a la que opone la identidad atribuida por sus interlocutores -

por B a A-) y considera que se puede hablar de “identidad reivindicada” cuando el proceso es consciente

y deliberado (2008:238). 133

Castilho y Castilho (1993) clasifica este tipo de modalizador como “afectivo intersubjetivo”. Estos

expresan una predicación simple a propósito de P asumida por el hablante frente a su interlocutor. Tienen

alcance sobre todo el acto de habla realizado por el hablante y muestran el sentimiento frente al

interlocutor. 134

Estas glosas son denominadas glosas modales de enunciación. De acuerdo con Covadonga Pendones

(1992), quien retoma la clasificación propuesta por Authier, las marcas metadiscursivas dejan en

evidencia la consciencia de L sobre su propio discurso y su capacidad para ajustarlo continuamente a la

situación comunicativa, comentando sus palabras con sus mismas palabras.

Page 133: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

132

Los fragmentos anteriores exteriorizan sentimientos y pensamientos de un locutor

comprometido enfáticamente con la exposición de la verdad (“Pero creo sinceramente y en

honor a la verdad, que muchas veces desde sectores que tienen un fuerte compromiso y una

fuerte vocación también se desalientan”; “creía realmente que estaba ante la batalla por la

distribución del ingreso”). Un locutor que se autodenomina sincero propone además un

tipo de vinculación con sus alocutarios atravesada por el compromiso de la exposición de

la verdad y, a la vez, de modo prescriptivo instaura una “manera de ser político” que le

permitirá diferenciarse de sus adversarios. Esta diferenciación acentúa la dimensión

polémica del discurso político ya que construye su imagen diferenciándose de ellos en

términos axiológicos: la locutora dice la verdad y sus adversarios la ocultan.

Ahora quiero hablarles de la sinceridad, este Gobierno no está en contra de los hombres y

de las mujeres, pequeños productores que trabajan con sus manos en el campo. No, no, les

quieren hacer creer a los pequeños productores que queremos ir por ellos. Pero no piden

por los pequeños productores, piden por la totalidad de la eliminación de las retenciones, la

de los pooles sojeros también, los de los grandes productores también. Entonces, el primer

ejercicio que debemos hacer todos: la Presidenta de la República y los dirigentes

sectoriales es entonces decir la verdad a todos. Este Gobierno otorga compensaciones a

tamberos, a productores trigueros, invernadores, uno lo puede ver en internet, basta con

ingresar a ONCCA, que es el organismo que integra la Secretaría de Agricultura y

Ganadería de la Nación, compensaciones para poder sostener el precio interno de la carne,

de la leche, del pan. ¿Cómo vamos a estar en contra de abordar el problema del pequeño

productor, pero detrás de los pequeños productores se esconden otros intereses, los de los

grandes pooles, que son los que están diciendo que es el Estado el que se quiere llevar toda

la ganancia. Quiero hablarle con la sinceridad absoluta y no estoy tampoco en contra de

que alguien arme un fideicomiso financiero, un pool y trabaje, este es el capitalismo y esta

es la rentabilidad. Pero, por favor, hablemos con sinceridad, hablemos con transparencia

porque es, entonces, la manera como seguramente todos nos vamos a entender. No es,

entonces, un problema de los pequeños productores. (27/03/2008)

Cuando uno escucha a algunos dirigentes que dicen pertenecer al campo del pueblo y

representar a los pequeños productores, digo yo, ¿se puede representar al pueblo y

enorgullecerse de desabastecerlo? ¿Se puede pertenecer y representar a los pequeños

productores que todos los días luchan contra los pools y las grandes concentraciones

económicas? Hablemos claro los argentinos, porque si hablamos claro y con el corazón en

la mano vamos a poder construir un país diferente, un país sin falsos enfrentamientos.

(01/04/2008)

En los fragmentos anteriores pronunciados durante el conflicto con el sector agrario

vemos que la sinceridad se representa a partir de un “hablar verdadero” que en su

transparencia permite acceder a las cosas como son. “Hablar claro” implica decir la verdad

y en términos coyunturales le permite resituar el conflicto en su verdadera naturaleza: la

diferencia entre Fernández y los ruralistas no gira en torno a una idea económica sino que

Page 134: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

133

se presenta como una diferencia de actitudes y valores en la relación entre el pueblo y los

intereses sectoriales que se resume en dos prácticas políticas distintas: la sinceridad y el

ocultamiento.

En estos casos, a través de la metáfora de la transparencia (“Pero, por favor,

hablemos con sinceridad, hablemos con transparencia porque es, entonces, la manera como

seguramente todos nos vamos a entender” 27/03/08); la de la claridad y la de “hablar con el

corazón en la mano” (“Hablemos claro los argentinos, porque si hablamos claro y con el

corazón en la mano vamos a poder construir un país diferente, un país sin falsos

enfrentamientos” 1/04/08) la locutora instaura un modo de ser político a través de un modo

de vinculación discursiva con la ciudadanía y define lo que la lengua política debe ser: “la

expresión de la verdad”. La verdad representa, desde la perspectiva semántica, al

conocimiento de las cosas tal como son y que se revelan como “realidades”, dotando de

confianza y fiabilidad al interlocutor. La tergiversación de la misma desfigura el

conocimiento de los hechos o de las cosas y hace susceptibles a los sujetos a la

manipulación. Escenifica así un ethos del compromiso, configura un sujeto comprometido

con el bien común y protector de la ciudadanía ya que la sinceridad se vincula a la

posibilidad del entendimiento y la resolución de conflictos y, a la vez, define a los

adversarios, a partir de la práctica del ocultamiento, la mentira y la manipulación (“les

quieren hacer creer a los pequeños productores que queremos ir por ellos””) en pos de la

defensa de sus intereses particulares: (“Cuando uno escucha a algunos dirigentes que dicen

pertenecer al campo del pueblo y representar a los pequeños productores, digo yo, ¿se

puede representar al pueblo y enorgullecerse de desabastecerlo?”).

Este “verismo” se vincula en el discurso con la introducción de medios que

permiten corroborar su decir: “Este Gobierno otorga compensaciones a tamberos, a

productores trigueros, invernadores, uno lo puede ver en internet, basta con ingresar a

ONCCA, que es el organismo que integra la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la

Nación, compensaciones para poder sostener el precio interno de la carne, de la leche, del

pan.” De esta manera el discurso demuestra la correspondencia con una realidad exterior a

él, y a la vez, reenvía ideológicamente al peronismo a través de la célebre frase atribuida a

Perón: “la única verdad es la realidad”. Sobre esto volveremos más adelante a propósito de

los medios probatorios, como la retórica de las cifras.

Page 135: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

134

De la misma manera, funcionan otros medios probatorios, tales como el “testimonio”, la

palabra ajena que “da fe” de la veracidad de los dichos de la locutora:

Lo sostienen el peor pagado y el que más trabajo en negro hay, de esto puede dar fe,

también, el Ministerio de Trabajo, pese a las constantes inspecciones y contralor que se

hace desde el Ministerio de Trabajo.(25/03/2008)

Los fragmentos anteriores exponen una clara voluntad de desenmascaramiento y

plantean una disputa por la verdad que subvierte las características del contrato de

comunicación política. Es la instancia política la que, a través de un contacto directo (no

mediatizado) con la ciudadanía, señala las contradicciones entre palabras y acciones de sus

adversarios porque lo que se establece es que un sujeto sincero es un sujeto que no solo

dice lo que piensa sino que sostiene lo que dice con las acciones. Entonces, este modo de

decir veraz es puesto en relación con una forma de hacer política, opera como su garante:

la sinceridad en el decir se vincula a la “sinceridad en el hacer”. Así lo expone en su

discurso de asunción, en el momento en que se dirige al entonces Presidente del Uruguay,

Tabaré Vázquez. En relación con el conflicto que mantienen los países en torno a la

instalación de la pastera Botnia en las márgenes del Río Uruguay, dice:

Quiero también agradecer la presencia del Presidente de la República Oriental del

Uruguay, el doctor Tabaré Vázquez. Quiero decirle con toda la sinceridad que siempre he

tenido en toda mi práctica política, que no va a tener de esta Presidenta un solo gesto que

profundice las diferencias que tenemos, pero también con la misma sinceridad quiero

decirle que esta situación que hoy atravesamos no nos es imputable. Porque más allá de

medidas que muchas veces podemos no compartir, lo cierto es que nosotros nos hemos

presentado en la Corte Internacional de La Haya porque se ha violado el Tratado del Río

Uruguay al instalar las pasteras. Este y no otro es el conflicto; resituar el conflicto requiere

también un ejercicio de sinceridad por parte de todos nosotros que no significa ahondar la

diferencia; simplemente saber cuál es la diferencia para darle gobernabilidad a esa

conflictividad hasta tanto resuelva como corresponde a los Estados de derecho el Tribunal

Jurídico Internacional que ambos pactamos en el caso de controversias. Esta es hoy la

situación pero sepan compatriotas del Uruguay, de la Patria Grande, que lo sentimos los

argentinos y lo vamos a sentir siempre nuestros hermanos. Que de esto no haya ninguna

duda. (10/12/2007)

Frente a la violencia institucional que implica la violación de un tratado

internacional, la locutora opta por la actitud política de exponer la verdad sobre el asunto.

En este sentido, surge la imagen de un parresiasta, la locutora asume “el coraje que

implica decir la verdad” al afirmar que la responsabilidad en el conflicto le corresponde a

Uruguay. Para Foucault (2010) la parrhesía es una manera de decir la verdad de tal modo

que por el hecho de decirla nos exponemos a un riesgo. En relación con esto, sostiene:

Page 136: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

135

“Para que haya parrehsía es menester que, al decir la verdad, abramos, instauremos, o

afrontemos el riesgo de ofender al otro, irritarlo, encolerizarlo suscitar de su parte una serie

de conductas que pueden llegar a la más extrema de las violencias. Es, pues, la verdad con

el riesgo de la violencia (2010:30). El que expone la verdad se arriesga y arriesga su

relación con el otro al amenazar su imagen pública135

. El ejemplo anterior se inicia con el

agradecimiento específico (notable en tanto hay otros primeros mandatarios a quienes no

se nombra) por la presencia a Tabaré Vasquez que anticipa la exposición de una

enunciación polémica. El operador argumentativo “pero” opone dos orientaciones

argumentativas: el postulado acerca de la no profundización de las diferencias, sostenida en

la primera parte del fragmento y ratificada luego (“no va a tener de esta Presidenta un solo

gesto que profundice las diferencias que tenemos”; “que no significa ahondar la diferencia

sino saber cuál es la diferencia para darle gobernabilidad a esa conflictividad…”) y su

necesidad de “decir la verdad” al reivindicar la posición tomada por la Argentina (“esta

situación que hoy atravesamos no nos es imputable”; “nos hemos presentado en la Corte

Internacional de La Haya porque se ha violado el Tratado del Río Uruguay al instalar las

pasteras la violación del tratado del Río Uruguay”) expresada, también, a través de la

contundencia de sus afirmaciones. En el caso de este discurso particular, la actitud política

de la locutora entra en tensión con las pautas de cortesía136

propias de la situación de

comunicación -un discurso institucional de carácter formal137

- y con las funciones de

“conciliación” o reconciliación de las diferencias que la locutora explicita y que algunos

investigadores asignan al discurso político138

, especialmente a uno con características

135

En este caso particular, la necesidad de destacar en repetidas oportunidades la sinceridad con la que habla

-y la que rige su práctica política- evidencia el peligro que exponer “la verdad” tiene para la locutora en la

construcción de su imagen pública.

136 La teoría de la cortesía (Brown y Levinson, 1987) propone un principio que regula el equilibrio en la

interacción social en función de la racionalidad de los participantes (que planifican los medios que

consideran más adecuados para lograr determinados fines) y de la imagen pública (face) propia y de su

interlocutor, que se busca preservar. Para Kerbrat-Orecchioni (2005: 189), la cortesía es el conjunto de

procedimientos conversacionales que tiene por función preservar el carácter armonioso de la relación

interpersonal, a pesar de los riesgos de fricción que implica todo encentro social.” Lakoff (1989), por su

parte, introduce el concepto de descortesía que no sólo designa un error pragmático sino que puede

indicar un carácter estratégico, instrumental en el marco de una estrategia discursiva más amplia.

137

Al respecto, Alexandra Álvarez (s/f) sostiene que el discurso de investidura o asunción presidencial

tiene características muy singulares y como parte del ceremonial del acto de toma de posesión del

presidente, está muy relacionado con la cortesía.

138

Por ejemplo, para Campbell y Jamieson (2008) los discurso de asunción tienden a dar unidad al

pueblo, a construir la audiencia como comunidad nacional, afirmando valores que unen y evitando

polémica. Si bien Chilton define a la política como la lucha por el poder entre aquellos que

buscan definirlo y mantenerlo y quienes buscan resistirlo, considera que una función importante es la de

Page 137: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

136

ritualizadas (cfr. Alvarez) con un papel “modelador” en la construcción de la subjetividad

(cfr. Arnoux, 2008) como el de asunción. En este sentido, pone en riesgo la construcción

de la imagen del interlocutor al que se dirige (un Primer Mandatario de un país vecino

invitado a dicha ceremonia) frente a un auditorio internacional. De allí que, como veremos,

la oradora opte por la utilización de recursos mitigadores como formas de atenuación, por

ejemplo: el paso de la interpelación directa a Tabaré Vásquez (a través de la segunda

persona del singular) a la interpelación a todos los uruguayos (a partir de la segunda

persona del plural), el paso al uso de la primera persona del plural “nosotros, los

argentinos” que le permite hablar en nombre del conjunto de la población apelando a la

memoria discursiva de la “Patria Grande”, el uso del apelativo afectivo “compatriotas” y el

señalmiento del carácter de “hermanos” de los uruguayos que se cierra con la afirmación

en tono determinante (“Que de esto no haya ninguna duda”).

La necesidad de decir la propia verdad que parece regir el discurso, la muestra

como un político comprometido, que asume el riesgo de decir la “verdad que ofende” y

pone en evidencia otra característica del locutor: la valentía de un sujeto que expresa lo que

piensa y “lo que siente”. Esto se evidencia en la siguiente expresión en relación con la

educación pública y con el vínculo que establecerá con los distintos sectores de poder,

desde lo dicho o lo mostrado. Fernández se asume un sujeto valiente que no teme exponer

sus convicciones y las consecuencias que de ellas se desprendan, en estos casos, se

configura un ethos polémico, un sujeto que no teme a la confrontación139

:

(…) somos eso, producto de la educación pública. Pero también quiero decir que aquella

educación pública no es la de hoy. Quiero decirlo con valentía porque lo

siento. (10/12/2007)

Yo no he venido a ser Presidenta de la República para convertirme en gendarme de la

rentabilidad de los empresarios; que se olviden. Tampoco he venido a ser Presidenta para

convertirme en parte de alguna interna sindical o política. Tampoco, tampoco. (10/12/2007)

reconciliar diferencias a través de la discusión y la persuasión (2004: 3-4) Este aspecto lo retoman

Álvarez y Chumaceiro cuando sostienen como función del discurso político también la conciliación

(Alvarez y Chumaceiro, 2007:16).

139

En relación con la confrontación como característica discursiva de Fernández, cfr. Raiter, 2013 y

Vitale, 2014.

Page 138: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

137

2.2 La coherencia intradiscursiva: “Como siempre he dicho”

Junto con la sinceridad, la coherencia es otro valor que apunta a construir la figura

política de Fernández como creíble y confiable. Temáticas y enunciados son retomados a

lo largo del corpus constituyendo una red discursiva que teje la coherencia interna del

discurso de la Presidenta. El intradiscurso140

se irá conformando a partir de estos

comentarios o glosas metadiscursivas de anaforización141

(Covadonga Pendones: 16), a

través de los cuales la locutora reenvía a alocuciones y a enunciados previos. (“La primera

cuestión, lo dije en otra oportunidad, la defensa de la institucionalidad argentina,

entendiendo no solamente la institucionalidad pública sino todas las instituciones

(…)”;“Yo dije aquí, el 10 de diciembre, que mientras haya un pobre, nadie podrá estar

conforme… (01/03/08); “Yo les dije alguna vez… (09/06/08)”; “como les dije el 10 de

diciembre (01/04/08)”; “...lo he dicho en reiteradas oportunidades. (31/03/08); (“Yo he

definido muchas veces que este va a ser el siglo de los alimentos, la energía y el

conocimiento. (01/03/08); “Siempre digo, me encantaría vivir en un país donde los

mayores ingresos tal vez los produjera la industria. (12/10/07)”; “Es un poco la Argentina

dual de la que yo hablo tanto muchas veces... (30/01/08)”); “No me gusta hablar del país

del interior, ya lo saben, me gusta hablar del país profundo, de ese país que late

(17/09/07)”, “…del país profundo, como me gusta decirle a mí, la querida provincia de

Catamarca” (30/01/08).

Estos comentarios conforman un continuum discursivo entre las alocuciones de

Fernández y van, progresivamente, construyendo un acervo, una “memoria

conversacional” integrada por los dichos de la locutora; memoria que pretenden activar

en sus interlocutores. A través de este ejercicio de memoria se convierten en

participantes ratificados142

del intercambio porque el locutor los identifica (y los

legitima) como integrantes de una interlocución más amplia. Se moldea así una

140

Intradiscurso es un concepto que refiere a las relaciones entre los constituyentes discursivos. No se

debe oponer esta noción a la de Interdiscurso que refiere a las relaciones de discurso con otros discursos,

como si fueran universos independientes. A los fines de nuestro análisis, interesado en el análisis de la

construcción de la imagen de sí de Cristina Fernández y de las diferentes estrategias retórico- discursivas

que intervienen en él, consideramos la producción discursiva de Fernández como un discurso que

establece tanto vínculos internos como con otros discursos. 141

De acuerdo con la clasificación de Covadonga Pendones, pueden ser consideradas glosas metadiscursivas

de anaforización.

142 El sintagma pertenece a Goffman ([1959/1971] 2012). Para este autor los participantes ratificados son

aquellos quienes son interpelados, estos es, orientados por el hablante de manera de sugerir que sus

palabras son particularmente para ellos y que alguna respuesta es, por lo tanto, esperada de parte de ellos.

Page 139: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

138

comunidad de destinatarios, testigos de sus dichos, de sus promesas y que, en definitiva,

son testigos de la coherencia enunciativa de la locutora y pueden dar cuenta de la

veracidad de sus palabras. Esta comunidad, sin embargo, no debe ser interpretada en el

sentido de sus prodestinatarios, es decir, el otro positivo que constituye todo discurso

político de quien se presupone la creencia y a quien se dirige su refuerzo (Verón, 1987)

sino que es la ciudadanía toda frente a la cual Fernández atestigua su coherencia e

instaura de esta manera un vínculo, un contacto directo con ella, sin mediatizaciones.

Algunas veces, estas glosas están insertas en una estrategia argumentativa

específica, por ejemplo, la justificación de decisiones económicas y políticas:

Yo dije en mi campaña que el eje era la inclusión social, que íbamos a trabajar por la

distribución del ingreso. Me preguntaron muchísimas veces acerca de las retenciones y

dije que no se podían modificar porque no solamente eran redistributivas, sino porque

ayudaban a sostener los precios de los principales alimentos de los argentinos.

(27/03/2008)

Este no es sólo un proyecto en el cual podemos mencionar trabajo, fábricas y producción,

es por sobre todas las cosas de inclusión social, de redistribución del ingreso. Lo dije a lo

largo y a lo ancho de la campaña, yo no soy de los dirigentes políticos que han tenido un

discurso en la campaña para luego venir a hacer otra cosa en la gestión de gobierno.

Tengo mi compromiso con el pueblo, con mis ideas, a las que expuse libremente en

elecciones democráticas. (01/04/2008)

Los enunciados “Yo dije en mi campaña que el eje era la distribución del ingreso

(…) me preguntaron muchísimas veces sobre las retenciones y dije que no se podían

modificar” y “Lo dije a lo largo y a lo ancho de la campaña” funcionan como prueba de

cumplimiento de sus promesas de campaña y como justificación de sus acciones en el

presente. Esto se vincula con el rechazo explícito a los “discursos electoralistas” que

reenvían a la figura de políticos que “dicen una cosa en la campaña para después hacer

otra” (cfr. capítulo 2). Y con la valoración de la responsabilidad que tienden a reforzar una

construcción de sí que vincula la credibilidad con la coherencia entre discurso y hechos,

que ya hemos analizado. De esta manera, se proyecta un ethos de la virtud: un sujeto que

demuestra sinceridad y fidelidad como índices de honestidad personal (Charaudeau, 2008).

Sin embargo, el constante recurso a la autorreferencia (a partir de la “autocita”) puede

Page 140: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

139

producir la imagen de autosuficiencia y soberbia, y suscitar el rechazo en sectores de la

población143

.

2.3 Cuestiones de registro: el control sobre el lenguaje y la apelación a la

lengua popular

Entre las observaciones que Fernández hace acerca de los usos de la lengua,

encontramos también aquellas de tipo prescriptivo que refieren a un comportamiento

lingüístico apropiado. Desde su lugar de enunciación de locutor político legitimado

Fernández instaura las reglas lingüísticas en que deben desarrollarse los intercambios; en

efecto en actos masivos frente a las reacciones del público ante temas polémicos o la

alusión a personas cuyo accionar es repudiado, Cristina Fernández se posiciona como

garante del “buen trato”144

, como sucede en numerosos actos masivos cuando el auditorio

reacciona al referir a personajes o acciones repudiados: “Sin agravios”; “Sin silbidos, aquí

se los respeta a todos”. De esta manera, garantiza las formas de tratamiento para sus

adversarios y establece los límites de la aceptabilidad en la circulación de la palabra

política. Al respecto el siguiente ejemplo es ilustrativo145

:

Pero también quería referirme a dos cuestiones que hacen a la formación ciudadana.

Recién escuchaba a Juan Carlos Tedesco hablar del compromiso de los ciudadanos, el

143

Cfr. Barry (2009) 144

Arnoux et al. (2012), en el análisis de la II Cumbre Extraordinaria de UNASUR realizada en la ciudad

de Bariloche el 28 de agosto de 2009, destacan que Cristina Fernández, como anfitriona de la reunión,

asume el rol de establecer las pautas que se debían seguir para no afectar el desarrollo del encuentro. Por

ejemplo, en relación con el lenguaje, y teniendo en cuenta la cortesía, insistió en la necesidad de

controlar los tonos y los adjetivos y apeló a la objetividad lingüística (ausencia de marcas evaluativas en

relación con los hechos que se trataran), además insistió en la importancia de atender al lenguaje

proponiendo el ideal político de un lenguaje “desnudo”, sin modalizaciones que expusieran la

subjetividad. (2012:73-74)

145

En relación con ello Fernández también refiere a las formas de tratamiento que, desde distintos sectores,

ha sido dirigidas a su persona y al expresidente Néstor Kirchner: “Escuché, también invocaciones, por no

decir insultos, a mi condición de mujer, ustedes saben no necesito explicarlo… pero bueno no dolió”

(27/03/08); “Yo convoco a todos, a todos, aún a los que agravian e insultan, sólo les pido, si les hace feliz

agraviarme síganlo haciendo, pero por favor no agravien más al pueblo dejen las rutas para que se despejen

y los argentinos puedan acceder a los alimentos, las fábricas a los insumos, los comercios a las mercaderías. ”

(01/04/08); “Vi también escrito, lo vi fotografiado en un diario un cartel que decía: “Kirchner montonero”, no

fue eso lo que más me preocupó, han dicho otras cosas también del ex presidente”( 27/03/08). Tal como ya

hemos visto, estas observaciones que refieren a los ataques a su persona son muestra de la preocupación que

la locutora expresa por el lenguaje. La locutora opera un desplazamiento de la noción de agravio de ámbito

de lo verbal al campo de las acciones que instaura una distancia moral frente a sus adversarios (“si les hace

feliz”) a partir de su posicionamiento desde el lugar de víctima pero que la eleva en tanto la preocupación que

muestra no es por su persona sino por el principal perjudicado, es decir, el pueblo), ya no por los dichos sino

las acciones de sus adversarios que transmiten, a la vez, un ethos de la solidaridad y de la responsabilidad.

Page 141: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

140

compromiso del respeto a las instituciones, el compromiso con el orden democrático.

Me tocó vivir ayer un episodio en el desarrollo de un acto público en la Casa de

Gobierno, donde desde un medio acreditado -como están tantísimos medios acreditados

aquí desde hace muchísimos años- se me agredió verbalmente. No a mí, no a Cristina

Fernández de Kirchner que es una ciudadana más, en todo caso a quien en este estrado y

en estos ámbitos es la Presidenta de la República, quien dirigía una alocución en un acto

oficial. Cuando nosotros vemos este tipo de actitudes que revelan, creo, cierto grado de

crispación o de agresión en quienes deben informar a toda la ciudadanía y tal vez dar

ejemplos de tolerancia y de acceso a la información para todos, nos preocupa. No por

nosotros, no en lo personal, sino en definitiva por el mensaje que recibe toda una

sociedad demasiado acostumbrada durante mucho tiempo a la agresión verbal, a la

agresión personal, a la descalificación del otro, al agravio, cosas que también van

minando de a poco el alma y el corazón de una sociedad. (06/05/2008)

Este ejemplo resulta interesante en tanto, la denuncia pública de la agresión

verbal146

, se enmarca en una reflexión acerca de la formación ciudadana y el respeto a

las instituciones con las que Fernández busca identificarse. En un momento de escalada

verbal (como fue durante el conflicto con el sector agropecuario) desde el espacio

institucional de quien comanda la nación se reflexiona en un tono de preocupación por

la circulación de la palabra pública, especialmente, el rol de los medios de

comunicación- de los periodistas-. Reflexión acusatoria: los periodistas deben dar

ejemplo de tolerancia. La separación entre persona e investidura remite también a la

salvaguarda de las instituciones democráticas de la Nación que como hemos visto

protege desde su lugar institucional y así evita exponerse como víctima: (“No a mí, no a

Cristina Fernández de Kirchner que es una ciudadana más, en todo caso a quien en este

estrado y en estos ámbitos es la Presidenta de la República, quien dirigía una alocución

en un acto oficial.”). Es la investidura presidencial la que ha sido agraviada y no la

persona de Fernández. En el mismo sentido actúa la siguiente observación a los medios

de comunicación acerca de las prácticas del lenguaje en el ejercicio de la información:

Quiero decirles también a quienes tienen la inmensa responsabilidad, la respetabilísima

profesión de informar a la sociedad, que lo hagan sin crear antagonismos, sin diferenciar en

los colores de piel, por favor, no dividan a los argentinos porque los argentinos queremos

estar unidos, solidarios y trabajando. (01/04/2008)

De la misma manera, hace referencia al debate y la discusión política. Propone

una “lengua política” despojada de marcas valorativas (“discutir y debatir sin

adjetivaciones, sin agravios”; “despersonalizando la discusión”; “abandonando la

146

El episodio al que refiere Fernández ocurrió el 04 de mayo de 2008, cuando un periodista de radio

interrumpió el discurso de la Presidenta en la Salón Sur, para reclamarle por los importantes aumentos en

los colegios privados, que en este momento estaban siendo relativizados por la jefa de Estado.

Page 142: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

141

competencia de agravios”) privilegiando un debate que pase por las ideas, como indicio de

calidad institucional. Estos comentarios metadiscursivos que exponen una sobrevaloración

de lo discursivo frente a otros tipos de violencia serían índice de honestidad de la locutora.

Creo que hemos recorrido un largo camino en estos años de democracia y espero

profundizar este rol del Congreso, donde podamos discutir y debatir sin adjetivaciones,

sin agravios, con propuestas alternativas y viables. (10/12/2007)

(…) un Poder Legislativo que también deberá calificar el debate, despersonalizando la

discusión, abandonando la competencia de agravios, y poniendo ideas, programas, y

fundamentalmente la responsabilidad de dónde habla cada uno. (19/07/2007)

El hecho de ser político, de ser Gobernador o Presidente no nos convierte en seres

inasibles, al contrario, somos tan de carne y hueso como cualquiera de los otros y con

las vivencias, los dolores, las angustias y muchas veces el no poder tal vez expresarse

con la libertad que si lo hace otro ciudadano común, porque muchas veces tenemos,

además, el deber de la responsabilidad institucional cuando nos expresamos.

(26/12/2007)

La preocupación por el registro147

, es decir, la adecuación de los usos lingüísticos al

contexto inmediato de producción, se manifiesta no sólo en el ámbito de lo dicho a través

de las reflexiones acerca de la palabra política sino también en el de lo mostrado. Cabe en

este punto hacer una distinción entre los discursos con características estilísticas y retóricas

más pautadas (tales como el discurso de lanzamiento de su candidatura, el discurso de

asunción presidencial, el discurso de apertura de sesiones legislativas) así como los

discursos en reuniones de distintos organismos internacionales, y aquellas alocuciones

pronunciadas en ocasión de actos propios de la gestión, tales como la inauguración de obra

pública, celebraciones cívicas, etc. Especialmente en los primeros, se observa una

147

La noción de registro se entiende como el uso lingüístico determinado por el contexto inmediato de

producción de un discurso. Fue formulada por la sociolingüística y la lingüística sistémico-funcional

anglosajona en los años 60 del siglo XX. Según Halliday (1978), la lengua se adecua a la situación en

función de tres categorías o parámetros contextuales: 1) El campo, en el sentido tanto del marco social en

que se desarrollan las prácticas comunicativas, como en el sentido del tema tratado. El campo determina

el grado de especificidad de un texto, estableciendo una gradación desde textos técnicos o de especialidad

a textos más corrientes. 2) El modo, entendido como el medio o canal escogido para la comunicación

(oral, escrito, audiovisual, comunicación mediatizada por ordenador, dialogado o monologado).Este

factor determina el grado de planificación y espontaneidad de un discurso. 3) El tenor, como factor de la

situación relacionado con los interlocutores y con la función perseguida en la comunicación.

Page 143: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

142

preocupación por las formas de expresión, y el registro apropiado del discurso político que

se manifiesta en una preocupación por la “formas de decir”. Los segundos, en cambio,

dejan espacio a la ruptura, como veremos a través de la aparición de formas y expresiones

de la lengua popular.

En el siguiente caso, ante un auditorio de primeros mandatarios, a los que interpela

como “amigos y amigas presidentes”, -anteponiendo el apelativo afectivo a la forma de

tratamiento institucional- Fernández hace el siguiente comentario en relación con la

política internacional:

En esto no tenemos que ser ingenuos, amigos y amigas presidentes, creo que muchas veces

vamos a sufrir, como lo estamos sufriendo en estos momentos “interferencias”, por

llamarlo de algún modo en términos diplomáticos o eufemísticamente, “interferencias” de

los que parecen ser que solamente quieren países empleados y subordinados y no entienden

la política de amistad que sí entendemos los pueblos de Latinoamérica. (18/12/2007)

La preferencia por la utilización del término “interferencias” que es evaluado como

un uso “diplomático” o “eufemístico” frente a otros posibles que no se dicen pero se

sugieren (como podría ser “intromisiones”) muestra la preocupación del sujeto por respetar

las pautas de formalidad de la lengua propias del ámbito en el que se lleva a cabo el

discurso y de la investidura de sus interlocutores (antes que las de la claridad o

transparencia). De esta manera proyecta, una imagen de sí moderada atenta a la situación

de comunicativa y el auditorio al que se dirige. Sin embargo, la caracterización de la

situación a la que hace referencia el discurso148

y la alusión a los responsables de la misma

(“los que parece ser que solamente quieren países empleados y subordinados y no

entienden la política de amistad que sí entendemos los pueblos de Latinoamérica”) ponen

en cuestión el carácter “diplomático” de sus declaraciones. En el mismo sentido, la

locutora introduce la siguiente evaluación en relación con las pautas retóricas de la

situación de formalidad del discurso ante la Asamblea Legislativa tendientes a proyectar

una imagen de seriedad:

148

El comentario retoma expresiones del discurso de Evo Morales acerca de los hechos de violencia

sucedidos en noviembre de 2007 en Sucre en el marco de protestas luego de que la Asamblea

Constituyente aprobara la nueva Constitución. Según Morales, los opositores a su gobierno "infiltran

gente para matar. Buscan muertos como bandera política": "Nosotros no somos violadores a los derechos

humanos, pero nos acusan de asesinos y quieren enfrentarnos con el pueblo"; "No sabía que la politica era

tan sucia. Me acusan de asesino por los hechos de Sucre, pero quiero que sepan que no hay un informe,

una autopsia"; "jamás desde el gobierno ni del alto mando militar ni policial se dieron instrucciones de

usar balas contra el pueblo. Y no habrá”.

Page 144: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

143

Tengo mucha confianza en Graciela, es tal vez un comentario poco institucional, pero me

lo voy a permitir, tengo gran confianza en que Graciela lo pueda hacer no solamente

porque sea mujer, sino porque además es una gran trabajadora y tiene un gran compromiso

con todo lo que hace en su vida (01/03/2008)

Este comentario muestra la tensión entre la utilización de un discurso

“institucional” y el contenido de un comentario, evaluado como “poco institucional”

debido a que la capacidad de la Graciela Ocaña para llevar a delante su tarea no se evalúa

en sus habilidades políticas sino en otros valores (su condición de mujer, su capacidad de

trabajo y compromiso). Este comentario, como otros que hemos visto, pone en evidencia

su presentación como un sujeto atento y preocupado por una lengua política que

funcionaría como índice de seriedad.

Un lenguaje llano, trasparente que se aleja del “hablar difícil”149

y garantiza la

comprensión de los destinatarios es índice de sinceridad y, por lo tanto, credibilidad de la

locutora. El discurso de Fernández expone diversos registros (unidades léxicas,

expresiones y frases provenientes de diversos sociolectos) y saberes de lo popular que

conviven junto al vocabulario técnico de la Economía o el Derecho (campos diferentes del

político institucional) y el registro formal del discurso político-institucional presidencial.

Estas contribuyen a acercar distancias con sus destinatarios, quiebran el “efecto

monofónico”150

de los discursos institucionales, exponen la heterogeneidad constitutiva del

lenguaje. Podemos considerar la aparición de estas expresiones como casos de ruptura de

la isotopía estilística (cfr. Rastier, 2005)151

o de interferencias léxicas (Maingueneau,

149

Al respecto de estas particularidades de la palabra política, en “Reflexiones para el análisis del

discurso populista”, P. Charaudeau (2009) sostiene: “El líder populista debe ser un <maestro de la palabra

> por el manejo de un lenguaje y de una retórica que forman parte de la dramaturgia política. Una vez

más, lleva al exceso las características del discurso político. Su lenguaje debe ser particularmente sencillo

y comprensible, tanto más cuanto pretende erigirse contra el lenguaje estereotipado” (2009:270). En

relación con lo que se denomina registro de la lengua utiliza a menudo un vocabulario familiar, a veces

vulgar, incluso escatológico o insultante respecto de sus adversarios, a veces aguerrido, que se permite

exabruptos, juegos de palabras, reflexiones irónicas que actúan como flechas envenenadas. 150

En relación con el concepto de monofonía, Diana Pessoa de Barros (2006) opone el texto monofónico

al texto polifónico. La monofonía y la polifonía son dos efectos de sentido derivados de procedimientos

discursivos, de discursos por definición y constitución dialógicos. Para esta autora los textos polifónicos

son aquellos en los que el dialogismo se deja ver, aquellos donde son percibidas muchas voces. Los textos

monofónicos, por oposición son aquellos que esconden los diálogos que los constituyen. Estos se ocultan

bajo la apariencia de un discurso único, de una única voz. Narvaja de Arnoux (2008) prefiere considerar

lo polifónico y lo monofónico como como extremos de un eje a lo largo de cual se pueden ubicar los

textos y dónde inciden los géneros en tanto privilegian uno de los dos extremos. En relación con el

discurso político, sostiene: “Los discursos políticos institucionales pueden orientarse a la monofonía o

apelar a diversos procedimientos discursivos <polifónicos>” (2008:108)

151 El término polifonía recubre las variadas formas que adopta la interacción de voces dentro de una

secuencia discursiva o de un enunciado. La isotopía estilística es la pertenencia de un discurso o lengua a un

determinado lecto, estilo o género. El concepto de ruptura de la isotopía estilística refiere a los casos en que

Page 145: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

144

1987) de tipo diastrático y pueden producir el efecto de sentido de acercamiento entre la

figura en posición de poder, el líder, y los destinatarios que se da, tanto a partir de una

humanización de la figura de la locutora como también porque estas expresiones son

facilitadoras de la comprensión de los destinatarios152

.

El registro de lo popular tiende a acortar las distancias producidas también por

otros aspectos de la construcción discursiva de Fernández y manifiesta el principio de

simpleza (como lo opuesto a un “hablar difícil” o retorización del discurso asociado al

ocultamiento). Esto se manifiesta claramente en el siguiente caso en el que la locutora

opone dos registros:

Hoy, esas mismas voces que fueron responsables, tal vez, de las tragedias que hemos

vivido en las últimas décadas los argentinos, hoy vuelven a decirnos que en realidad lo que

debemos hacer, tal vez, es enfriar la economía. Yo les pregunto qué es enfriar la economía.

Se los traduzco en popular: bajar el consumo, pero cuando uno habla de bajar el consumo,

habla de menos trabajo y menos salario para millones de argentinos que han vuelto a

consumir. (24/04/2008)

La identificación de la locutora con el “registro popular” y la de los adversarios

con el registro económico expone la tensión entre la práctica del ocultamiento y la práctica

de la sinceridad, con la que se identifica. La escenificación de un hombre de expresión

sincera legitima a un enunciado que en su contenido se opone al habla “difícil”, a la

tecnocracia alejada de la realidad. En este sentido, al denunciar lo que ocultan las palabras

de los políticos- y a sus portadores- “que fueron responsables, tal vez, de las tragedias que

hemos vivido en las últimas décadas los argentinos” define el discurso político legítimo y,

en el mismo acto, aquello que no debe ser el discurso político, un discurso de

ocultamiento153

. El lugar de Fernández no sólo será el de la protección de la ciudadanía a

partir de la interpretación de la palabra ajena sino, una vez más, el del desenmascaramiento

de las ocultas intenciones de sus adversarios que se escudan detrás de un registro que el

pueblo no puede comprender.

esta es “quebrada” por la aparición de rasgos (fónicos, gráficos, léxicos, etc.) que remiten a variedades

distintas. Puede ser a parir de la inclusión de características que evocan grupos geográficos (o dialectos),

sociales (o sociolectos), por edad (o cronolectos), o bien según actividades, profesiones o grupos políticos.

Este procedimiento puede generar efectos de sentido diversos, los cuales dependerán del funcionamiento

global del texto.

152Sara Pérez (2013) interpreta estas expresiones de Fernández como rasgos de conversacionalización que

exponen el aspecto de “persona común” que la locutora administra junto con la figura del líder político, de

militante y de mujer.

153 Cfr. Maingueneau, 1996.

Page 146: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

145

Los cambios en el registro, en otras oportunidades, se vinculan con una proyección

pedagógica. Veamos unos ejemplos donde se manifiesta claramente:

Pero cuando no hay objetivos, cuando uno ve un país que va a los bandazos, para decirlo

generosamente, podríamos decirlo más académicamente a través de la ´política del

péndulo´, como se lo ha dado en llamar, de un lado para el otro, lo cierto que es muy

difícil, entonces, tomar decisiones de la propia vida. (17/03/2008)

En el caso anterior la locutora señala esta tensión entre la utilización de una

expresión que propicie la comprensión de los destinatarios a través de la elección de la

expresión coloquial (“un país que va a los bandazos”) - puesta de relieve a partir de la

glosa metadiscursiva “por decirlo generosamente”- y la necesidad de adecuación

terminológica y formalidad propia de la situación comunicativa de un discurso político

institucional pronunciado en Casa de Gobierno (a partir del comentario “para decirlo más

académicamente” que remite a un modo de decir y su ámbito, el académico, que se asocia

a la formalidad). Sin embargo, la necesidad de claridad se antepone, a través de un nuevo

procedimiento de reformulación (“de un lado para el otro”) y expone la modalidad

pedagógica que veremos más adelante.

El siguiente caso, muestra también la tensión entre el vocabulario propio de la

economía: “competitividad”; “condiciones macroeconómicas”; “rentabilidad”; “voracidad

fiscal” y la frase propia del registro coloquial “la verían por televisión” que ilustra al

conjunto de la población la imposibilidad de adquirir los productos básicos si no hubiera

retenciones:

Entonces esta competitividad que tiene el sector y que le ha agregado tecnología, inversión

y que está muy bien que lo haga, pero que en las condiciones macroeconómicas del modelo

que tanto critican y que se instauró desde el 25 de mayo de 2003, es el que los ha tornado

absolutamente competitivos y con una rentabilidad nunca vista. Por esto digo, es bueno

explica estas cosas, qué pasaría, además, porque se habla también de voracidad fiscal. En

principio, si no hubiera retenciones, quiero decirles a los argentinos, que el pollo, la carne,

la leche la verían por televisión. (25/03/2008)

Las particularidades que ilustran los casos seleccionados muestran la complejidad

de proyectar una imagen discursiva que aúne la transparencia, propia de la proyección de

una figura de “político sincero y honesto” y la proyección de una imagen competente.

En los discursos masivos pronunciados durante la crisis con el sector agropecuario,

se acentúa la aparición de expresiones “populares” que, suelen estar vinculadas a aspectos

temáticos de los discursos. Así, encontramos expresiones como: “los malos de la película”

Page 147: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

146

para referir a los trabajadores; “no tienen gran cantidad de hectáreas, son quinteros, están

todo el día con el lomo al sol para sacar sus hortalizas” para referir al trabajo de los

pequeños agricultores; "(el Banco Nación) hizo el aguante a todos los productores" para

ilustrar la actitud del Banco Nación luego de la debacle de 2001. Además, la metáfora "las

exportaciones siguen viento en popa" para hablar del comportamiento del mercado durante

la crisis con el sector agropecuario; el uso del término “esquilmaban” para referir a los

altos arriendos que los terratenientes les cobraban a los inmigrantes. Asimismo, “Yo me

acuerdo, año 2003, 2004, como pedían al Gobierno que diera palos y pusiera orden en la

República Argentina” para referir al reclamos de “mano dura” ante la protesta social; y

“Así que no quiero darles más la “lata” hablando y hablando, simplemente quiero

agradecer el esfuerzo que hacen ustedes porque tienen ocupaciones, tienen trabajo, tienen

familia y un pedacito de ese tiempo, un pedacito de esa vida no es para uno o los de uno

sino para los demás y eso es muy importante.” (18/09/07) para disculparse por la

extensión de su alocución, entre muchos otros casos.

La apelación al registro informal muestra una tensión que, consideramos, es

característica del discurso político de Fernández y que se acentuará con el tiempo pero

también expone particularidades del discurso político contemporáneo que tiende a

incorporar pautas de “informalidad” en los discursos donde las asimetrías de poder son

más nítidas154

. Este fenómeno ha sido identificado por Norman Fairclough (1992, 2008)

como parte de un proceso de “informalización de las identidades”.

3. La presidenta pedagoga

Una de las particularidades propias de la coyuntura histórica del periodo analizado

es el creciente enfrentamiento del kirchnerismo con una parte de los medios de

comunicación, de manera particular, aunque no únicamente, con el “Grupo Clarín”155

. Este

enfrentamiento, creemos, incide de manera central en la construcción de la imagen pública

de Fernández en tanto una de las finalidades de sus alocuciones públicas será la de 154

En Discurso y Cambio Social (1992), Faiclough reconoce como uno de los cambios en progreso en los

órdenes del discurso, una tendencia a la “informalidad” en los discursos institucionales donde las asimetrías

de poder y estatus son más nítidas. Una de las formas que toma este cambio es la aparición de características

propias de la conversación -el discurso conversacional- propias de la esfera privada hacia la esfera pública

que el autor denomina la “conversacionalización”. Esto se manifiesta en un cambio en la relación entre

discurso hablado y escrito.

155 Este enfrentamiento derivará en la propuesta del oficialismo de una nueva Ley de servicios de

comunicación audiovisual cuya sanción dio lugar a una larga disputa judicial en torno a la

constitucionalidad de algunos artículos de la misma entre el gobierno y el multimedio. Dicha disputa

llegó a la Corte Suprema de Justicia.

Page 148: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

147

“informar” a la ciudadanía (función típica de los medios masivos de comunicación) y de

esa manera intentará construir un vínculo directo con ella tratando de evitar la mediación

de los medios masivos e, incluso, polemizando con ellos. Al respecto, es pertinente

recordar aquí que para Charaudeau (2008), por ejemplo, el “contrato de comunicación

política” se compone de un dispositivo de interacción que consta de tres instancias. La

instancia política y su contrapartida o antagonista, la instancia adversaria; la instancia

ciudadana (el lugar de la opinión e interpelación) y la instancia mediática que funciona

como mediadora e interpretadora de la instancia política y que a la vez está inscripta en una

lógica democrática. Para el caso de Cristina Fernández los medios masivos de

comunicación serán identificados a la instancia adversaria y un aspecto fundamental de la

construcción de la imagen de sí de Cristina Fernández se vinculará, entonces, a una

voluntad por “hacer saber” a la ciudadanía asumiendo una posición enunciativa pedagógica

y desplegando diversas estrategias didácticas.156

Esta construcción cumple la doble función

de disputar a los medios masivos una lectura sobre la “realidad” y, por otro lado, otorga

credibilidad a la figura Cristina Fernández al poner en marcha una serie de mecanismos

retóricos y discursivos tendientes a mostrarla como una política competente con capacidad

interpretativa y evaluativa sobre la realidad. Por otro lado, sin embargo, como ya hemos

advertido, una posición de enunciación pedagógica o profesoral puede resultar peligrosa

para tender lazos de identificación con el auditorio en tanto instaura una distancia, una

verticalidad, marcada por la posesión de saber y la construcción del auditorio como

“alumnos” puede ser interpretada como una infantilización del mismo. En efecto, la

locutora se hace eco de estas consideraciones que estaban en circulación en el interdiscurso

y dificultaban la aceptación de su imagen en ciertos sectores de la sociedad, y en

numerosas oportunidades formula comentarios que tienden a negar sus intenciones de

“enseñar”. En el mismo sentido, funcionan los numerosos recursos mitigadores que

despliega en sus fragmentos explicativos:

Quiero, fundamentalmente, dividir esta charla o esta pequeña introducción, porque no voy

a dar ninguna conferencia ni ninguna charla magistral, simplemente dividir esta charla en

dos aspectos fundamentales (…) (03/10/2007)

156

Recordemos que Eliseo Verón reconoce en el plano del enunciado el nivel de los componentes que

operan como articulación entre el enunciado y la enunciación puesto que definen las modalidades a

través de las cuales el enunciador construye su red de relaciones con las entidades del imaginario. Esas

actúan como zonas discursivas. El componente didáctico corresponde a la modalidad del saber. Allí, el

enunciador enuncia un principio general, formula una verdad universal. (1987: 7-8)

Page 149: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

148

Esto puede sonar a un intento de clase de economía, no tiene nada que ver con eso (…)

(19/07/2007)

No pretendo dar esta tarde una lección de Derecho Constitucional, pero simplemente quiero

hablar de cuestiones que tienen que ver con la calidad institucional en serio de un país.

(19/07/2007)

Por Dios, no pretendo darles una clase, sino van a decir que estoy como maestra ciruela

dando clases de cómo se desarrolla o cómo se implementa un plan. Es simplemente para

aventar algunas preocupaciones que he leído en letra de molde, acerca de las dudas de

cómo y cuándo se va a implementar. Simplemente eso, disipar dudas que pueden haber

precisamente como se da en cualquier plan. (11/01/2008)

Entonces, en el marco de la finalidad persuasiva propia del discurso político157

(cfr.

Fabbri y Marcarino (2002 [1985]); Charaudeau, 2009; Verón, 1987) tanto en alocuciones

electorales como en las presidenciales y ante distintos auditorios, en los discursos de

Cristina Fernández se observan extensos tramos expositivo-explicativos en los que la

locutora asume una posición enunciativa pedagógica con la finalidad de exponer al

auditorio aquello que no puede entender o aquello que otros le ocultan. Si bien esta imagen

de sí atraviesa toda la discursividad del periodo analizado vemos que es más acentuada en

los discursos con pautas retóricas más estabilizadas, como por ejemplo, el de lanzamiento

de su candidatura presidencial, el discurso de asunción o toma de posesión, el discurso de

apertura de sesiones del Congreso de la Nación en tanto le permiten a la locutora un

desarrollo más extenso de los temas. Esta imagen aparece también en los discursos en

actos masivos pronunciados durante la crisis con el sector agropecuario donde la locutora

entabla la disputa abierta con sectores económicos, mediáticos y de la opinión pública en

torno a los alcances de la medida económica conocida como “resolución N° 125”. Los

tramos discursivos en los que la locutora construye esta imagen de sí se manifiestan en lo

157

Con respecto a las relaciones entre discurso político y persuasión, Verón (1987), interesado por una

caracterización del discurso político, reconoce como característica de este campo discursivo el

desdoblamiento de la destinación. El discurso político está habitado por un otro negativo y a la vez

constituye un otro positivo. Estos son denominados contradestinatario y prodestinatario, respectivamente.

Además, postula un tercer destinatario existente en las democracias parlamentarias occidentales, el

paradestinatario, el indeciso. Si la figura del contradestinatario está caracterizada por una suspensión de la

creencia y por ello hacia este se dirige el aspecto polémico del discurso y la del prodestinatario por una

presuposición de creencia, y hacia él se dirige el aspecto de refuerzo, es a la figura del paradestinatario

hacia la cual está dirigido el aspecto persuasivo en el discurso político.

Desde una perspectiva semiodiscursiva, según Fabbri y Marcarino (2002 [1985]) “El discurso político no

es un discurso “representativo”. No se lo puede describir como un conjunto de enunciados en relación

cognitiva con lo real, sino que puede ser caracterizado como un discurso de campo, destinado a llamar y a

responder, a disuadir y a convencer; un discurso de hombres para transformar hombres, no sólo un medio

para re-producir lo real”. (2002: 17-18)

Page 150: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

149

que Charaudeau (2009) denomina contextos de explicación. Para este autor, el contexto de

explicación pone al sujeto en una posición en la que debe elucidar el porqué y el cómo de

un fenómeno particular del cual ya se conocen la causa y el funcionamiento. Dicho de otro

modo, la verdad ya está establecida fuera del sujeto.

3.1 La escenografía profesoral

Para la caracterización de la imagen de sí pedagógica seguimos a Maingueneau

(2008) quien propone una vinculación entre la construcción del ethos con los tipos y los

géneros discursivos. En este marco, la noción de escenografía es la escena de habla que el

texto presupone y que debe estar validada por la enunciación misma. Sostenemos que a

esta imagen de sí le corresponde la configuración de una escenografía profesoral en la que

Cristina Fernández ocupa el lugar de una profesora que da clases a sus alumnos. Estas

escenas de habla posicionan a Cristina Fernández en una relación asimétrica con su

auditorio, en tanto la sitúan jerárquicamente en un lugar superior y de mayor poder porque

posee un saber del que aquel carece158

. En la construcción de esta escenografía y de

Cristina Fernández como una oradora pedagógica intervienen diversos procedimientos

retórico-discursivos, orientados a facilitar la comprensión por parte de los destinatarios y

dar sustento a la relación asimétrica que la locutora entabla con su auditorio. Estos recursos

son, principalmente, el uso de marcadores metadiscursivos, la reformulación, los vínculos

de causalidad, el ejemplo, la puesta en escena de voces ajenas a través del recurso al

diálogo ficticio o la negación, y la introducción de situaciones hipotéticas con el fin de

imaginar escenario adversos. Los discursos donde se despliegan los tramos expositivo-

explicativos cuentan con una dispositio (organización discursiva) cuidada y esquemática

que, además de facilitar la comprensión en tanto organizan los temas de manera tal que

permiten al auditorio el seguimiento de la alocución, proyectan la imagen de una oradora

competente y preparada, alejada de la improvisación.

Como vemos en los casos que siguen, del discurso electoral, la voluntad explicativa

de Cristina Fernández se hace explícita a través del uso del verbo realizativo explícito

“explicar” y los pronombres interrogativos “cuál es”, “¿por qué?” y “cómo”, que funcionan

como marcadores metadiscursivos de una explicación en la que transmite al auditorio un

158

A propósito del discurso explicativo, Calsamiglia Blancafort y Tusón Valls (2007) hacen hincapié en

que la relación que se establece entre el locutor y su interlocutor es asimétrica, porque hay un desfase

entre quien posee un saber y tiene acceso a diversas fuentes de información, el experto, y el que no tiene

ese saber ni tiene acceso a las fuentes de información, el lego.

Page 151: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

150

saber acerca de la causa de lo que evalúa como una favorable situación económica de la

Argentina: “el modelo de claro perfil industrialista”, en el primer caso, y la “economía de

matriz diversificada”, en el segundo:

Esto puede sonar a un intento de clase de economía, no tiene nada que ver con eso, es

simplemente tratar de explicarles a todos los argentinos, a todas las argentinas cuál es la

razón por la cual han descendido drásticamente los índices de desocupación, cómo hemos

podido desendeudarnos, cómo hemos podido otorgar mejoras salariales, cómo ha podido

mejorarse la situación de los jubilados, cómo hemos podido desembarazarnos del Fondo

Monetario Internacional. No hay misterios, argentinos, es el modelo económico de claro

perfil industrialista (…). (19/07/2007)

Creo, entonces, que hemos podido, junto a esta superación de falsos dilemas, de falsas

contradicciones, que necesariamente impacta no solamente en la calidad de vida de los

argentinos, sino también en los intereses de quienes deciden lo que quieren en la República

Argentina. ¿Y por qué? Porque creo que una economía que tiene una matriz diversificada

de acumulación también presenta menos rasgos de vulnerabilidad ante los cambios de los

ciclos internacionales. (07/08/2007)

¿Cuál fue, tal vez, el error que cometió el Gobierno? Y digo que, el error que cometió el

Gobierno, tal vez, haya sido la ingenuidad política de no advertir que tocar una parte de la

renta extraordinaria de un sector para redistribuir mejor el ingreso. Para que realmente lo

que muchas veces leemos en letra de molde, o escuchamos recitar en liturgias, o pronunciar

dialécticamente acerca de los pobres, la distribución del ingreso y la riqueza, tal vez,

pensamos que todo eso que se escribe y se dice se había hecho carne en dirigentes y en la

sociedad. Ese fue el error: creer que la distribución del ingreso se hace, tal vez, con una

política, que pese a haber sido revalidada en las urnas requería, tal vez, de una mayor

explicación, de una mayor comunicación o tal vez de un mayor ejercicio de

responsabilidad por parte de todos. (09/06/2008)

El desarrollo de estas explicaciones funciona, en los primeros casos, vinculando la

elección de un modelo económico (la causa) con la mejora de la calidad de vida de los

argentinos (la consecuencia) a través de vínculos de causalidad que tienden a naturalizar la

relación propuesta por la locutora. En el último, le permite explicar y atribuir la

responsabilidad del dilatado conflicto agropecuario a la voracidad de los sectores

económicos que no aceptan ver modificada su renta “extraordinaria”, minimizando la

responsabilidad gubernamental, que se atribuye a “ingenuidad política” o “fallas

comunicacionales”.

Esta escenografía es propia también de múltiples pasajes del discurso presidencial

donde largos tramos expositivos se enmarcan en argumentaciones más amplias. Veamos el

Page 152: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

151

siguiente fragmento- al que parcialmente hemos referido- en el que se justifica la medida

económica de las retenciones móviles a partir de un extenso desarrollo explicativo:

Bueno, uno puede ser peronista, antiperonista, no peronista, comunista, puede ser cualquier

cosa, en política se puede ser cualquier cosa, pero en economía hay que tratar de ser lo

más sensato y racional posible. (…)

Es precisamente a partir del gobierno que se inicia en el año 2003, donde realmente

comienza a tener competitividad el sector, no es solamente un problema de alza de las

commodities. Para los brasileros también subió el precio internacional, sin embargo el

sector agropecuario brasilero, que no tiene retenciones, tiene un 16 ó 17 por ciento menos

de rentabilidad que el sector agropecuario argentino. Y ¿por qué? Muy simple, por el tipo

de cambio; sostener un tipo de cambio competitivo, como lo hace el Estado argentino a

través de un sistema, no de regulación cambiaria, sino de administración cambiaria, es

decir, absorbemos dólares cuando entra y se liquida toda la cosecha para que se mantenga

el valor porque sino el dólar se cae, se hace con una política que está siendo sustentada por

el Gobierno y que también forma parte de la utilización del superávit fiscal. Pero además

del tipo de cambio, imaginen por un instante, todos los hombres y mujeres que dedican su

vida con pasión al trabajo en el campo, que este dólar no estuviera más a 3,17 o 3,18, que

de repente estuviera a un tipo similar al que está la relación del real, por ejemplo, con el

dólar, qué sucedería, si realmente el Estado no se dedica a comprar dólares, que también

lo hace con el superávit fiscal. Pero imaginemos, por un momento, que tampoco

hubiéramos desacoplado los precios del combustible; el campo consume aproximadamente

4 mil millones de litros de gasoil, 4 mil millones de litros de gasoil, que no tienen a un

precio internacional, sino a un precio argentino subsidiado por todos los argentinos,

subsidiado por todos los argentinos. Pero sigamos imaginando, además, que los salarios no

fueran en pesos argentinos o las tarifas no fueran en pesos argentinos, es el sector que

exporta prácticamente todo. La soja se exporta, prácticamente, en un 95 por ciento, no se

exporta en pesos argentinos, se exporta en euros, en dólares, pero los costos son argentinos

que sostiene el peón rural, que es el peor pagado de toda la escala salarial. (…)

Entonces esta competitividad que tiene el sector y que le ha agregado tecnología, inversión

y que está muy bien que lo haga, pero que las condiciones macroeconómicas del modelo

que tanto critican y que es instauró desde el 25 de mayo de 2003, es el que los ha tornado

absolutamente competitivos y con una rentabilidad nunca vista. Por eso digo, es bueno

explicar estas cosas, qué pasaría, además, porque se habla también de la voracidad fiscal.

En principio, si no hubiera retenciones, quiero decirles a los argentinos, que el pollo, la

carne, la leche la verían por televisión (…), siempre tiene que ver cuando se adquiere un

tipo de cambio competitivo, precisamente porque al ser un sector muy vinculado con la

exportación, la retención actúa como un efecto redistributivo que permite también,

mediante el pago de compensaciones, porque quiero decirles que también pagamos

compensaciones al sector lechero para que el precio de la leche pueda estar accesible para

todos los argentinos. Si no pagáramos ese subsidio que se reconoce por cada litro de leche,

el precio de la leche, que es uno de los que más ha crecido en el mercado internacional,

estaría francamente a precios prohibitivos. (…)

Las retenciones que contribuyen a conformar el ingreso fiscal en aproximadamente un 10

por ciento, no solamente se utilizan entonces para sustentar estas condiciones

macroeconómicas del sector y que sigan siendo competitivo, sino también, por ejemplo,

para infraestructura. (25/03/2008)

Page 153: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

152

En el principio del fragmento, la apelación a la racionalidad que deben seguir las

decisiones económicas prepara el terreno para el desarrollo de una explicación que tenderá

mostrar que la medida se ajusta a ese criterio, por lo tanto, su no aceptación vincula a los

sectores en conflicto con lo “irracional”. El caso expuesto muestra una voluntad de

plantear el conflicto en términos de una realidad objetiva que comprendida en su

profundidad haría imposible su no aceptación ya que la decisión económica tomada se

justifica por la alta rentabilidad del sector agropecuario (razón que apunta a construir a los

sectores en conflicto de manera negativa), por un lado; y se justifica debido a su carácter

redistributivo, por el otro (razón que tornaría inaceptable el rechazo en tanto apela al bien

común).

La exposición se inicia postulando que el sector económico en conflicto inició su

época de “competitividad” con el inicio de la presidencia de Kirchner. Este punto de

partida tiene la finalidad de exponer la situación actual del sector y de oponerse a otras

explicaciones que lo vinculan con el alza de precios internacionales de commodities, que

Fernández rechaza a partir de la negación polifónica. Justifica esta lectura de la situación a

través de la comparación con Brasil, cuyo sector agropecuario no tiene retenciones y tiene

rentabilidades más bajas. La explicación propiamente dicha, como en muchos de los casos,

se introduce a partir del uso de la pregunta como marcador metadiscursivo (“¿Y por

qué…”). Esta desencadena la explicación causal: la causa radica en la política cambiaria

que sostiene el Estado argentino (la administración del tipo de cambio que se vincula al

superávit fiscal). Esta explicación avanza a partir de diversos marcadores, como el

conector causal (“por…”), las construcciones explicativas (“como lo hace el Estado

argentino”), la reformulación intradiscursiva (“es decir”), adverbios y frases adverbiales

(“precisamente”, “muy simple”). Estos recursos que refuerzan el carácter explicativo del

discurso orientan también al destinatario a la aceptación de la posición. Las negaciones

polifónicas, introducen una voz ajena (“no de regulación cambiaria sino de administración

cambiaria; no es solamente…) manifiestan, además, el carácter polémico de la explicación

en tanto deslegitiman el punto de vista ajeno.

La apelación a un ejercicio de imaginación compartida con el auditorio que simula

la escena de construcción del conocimiento compartida como podría ser la de una clase,

orienta argumentativamente a la defensa de la posición asumida por la locutora al permitir

imaginar escenarios adversos a través del uso de frases condicionales: si el Estado no

Page 154: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

153

administrara el mercado cambiario y no hubiera desacoplado los precios del combustible

(“qué sucedería, si realmente el Estado no se dedica a comprar dólares, que también lo

hace con el superávit fiscal. Pero imaginemos, por un momento, que tampoco hubiéramos

desacoplado los precios del combustible”); si los salarios (bajos que paga el sector) no se

pagaran en pesos en un sector que exporta casi la totalidad de su producción (“Pero

sigamos imaginando, además, que los salarios no fueran en pesos argentinos o las tarifas

no fueran en pesos argentinos, es el sector que exporta prácticamente todo”); si no se

subsidiaran actividades asociadas (“Si no pagáramos ese subsidio que se reconoce por cada

litro de leche, el precio de la leche, que es uno de los que más ha crecido en el mercado

internacional, estaría francamente a precios prohibitivos”). La conclusión propuesta es que

esos escenarios harían subir el precio del mercado interno de manera que los alimentos

serían inaccesibles a los argentinos lo que enfatiza la conveniencia de aceptar la decisión, a

través del uso de una expresión metafórica que, en su contundencia, impone la aceptación

de la posición: (“En principio, si no hubiera retenciones, quiero decirles a los argentinos,

que el pollo, la carne, la leche la verían por televisión.”) que será reformulada de manera

enfática: (“Si no pagáramos ese subsidio que se reconoce por cada litro de leche, el precio

de la leche, que es uno de los que más ha crecido en el mercado internacional, estaría

francamente a precios prohibitivos.”). Los distintos nexos de causalidad (“entonces…. es el

que”; “precisamente porque”, “actúa como”, “que permite también”) tienden a naturalizar

estos vínculos propuestos (cfr. Perelman, 1989).

De la construcción discursiva de una imagen pedagógica o profesoral como forma

de justificación de sus posiciones forma parte también la presentación de sí como un sujeto

racional, reflexivo, inteligente y sensato, tanto en el ámbito de lo mostrado como hemos

visto, como en el de lo dicho. Además del párrafo que inicia el fragmento analizado

anteriormente (“pero en economía hay que tratar de ser lo más sensato y racional posible”),

veamos el siguiente:

Hemos vivido los argentinos dos veces, en 1992 y 1994, los ataques del terrorismo global.

La lucha en la que estamos comprometidos contra ese terrorismo tampoco nos debe llevar a

justificar que por temor al terrorismo global incurramos en la violación global de los

derechos humanos. No creo en esa ecuación. No lo creo por convicción y no lo creo por

estrategia política en la lucha contra el terrorismo. Creo que, por el contrario, es una

estrategia que abona y que es absolutamente funcional a los objetivos que ellos pretenden

lograr.

Por eso creo que es no solamente de gente sensible ante la condición humana, sino

Page 155: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

154

inteligente adoptar metodologías que precisamente no conlleven ningún tipo de violación a

los derechos humanos. (10/12/2007)

Esta reflexión que en muchos casos se presenta como un ejercicio compartido con los

destinatarios, tiende a acortar las distancias impuestas por el discurso pedagógico:

Pero quiero en esta tarde y en este lugar en el que estuve tantos años, reflexionar con ustedes

acerca de lo que para mí son los 4 capítulos fundamentales de este proceso que hemos iniciado

el 25 de mayo de 2003… (10/12/2007)

(…) es importante no ocultar las ideas con los gritos, es importante poder escucharnos, es

importante poder reflexionar no solamente para nosotros los que estamos aquí, sino para

todos los argentinos. Por favor, quiero que reflexionemos, no estoy hablando para el grito ni

para el aplauso, quiero que reflexionemos”. (27/03/2008)

Yo quiero aportar, porque siempre es bueno aportar reflexión y pensamiento. (25/03/2008)

Y me parece que tal vez esta suerte de pequeña historia personal de quien es hoy Primera

Mandataria de los argentinos, ayude a que todos podamos reflexionar un poco sobre este país

que queremos. (17/06/2008)

3.1.1 La circulación de la palabra ajena: la puesta en escena de “otras

voces”

Las distintas formas de circulación de la palabra ajena a través de la puesta en escena

de “otras” voces o puntos de vista; anónimas o más precisas, contribuyen también a la

configuración de la escena pedagógica de una clase o exposición didáctica159

. Este género

discursivo, que tiende al dialogismo, es propenso a la mostración de la heterogeneidad de

voces constitutivas de toda producción verbal. Como estrategia didáctica, muestran un

locutor atento a las necesidades del otro, y son útiles a los fines argumentativos y a la

exposición de sus posiciones.

A través de preguntas polifónicas o didácticas (Ducrot, 1984; Escandell Vidal, 1988)160

la locutora expone el punto de vista de su auditorio al que atribuye el desconocimiento

sobre ciertos temas, tanto a través de la forma de la interrogación indirecta atribuida al

159

Junto con otros fenómenos de “conversacionalización”, es decir, la introducción de recursos típicos de los

contextos informales y la conversación cara a cara en ámbitos formales, son una muestra de la “colonización

del discurso público” por ciertas prácticas del dominio privado (cfr. Fairclough, 1992, 2008).

160 Para Escandell Vidal (1988) las estructuras interrogativas, frecuentemente son el soporte material sado por

el hablante para marcar un “cambio de personalidad” y dar entrada a la parte de su enunciado

correspondiente al otro interlocutor, por eso polifónicas.

Page 156: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

155

público (Y ustedes se preguntan…); (se preguntarán ustedes…), como de la interrogación

directa (¿Por qué?). Se introducen con el fin de anticipar una exposición, la respuesta, que

la locutora desarrolla:

Por eso a un productor de leche, por eso a un productor de carne, por eso a un productor de

trigo y maíz le cuesta tanto, por eso es una medida absolutamente racional. Y ustedes se

preguntan, pero y entonces si esto es así porqué un paro empresarial, un lock out patronal

por tiempo indeterminado para privar de alimentos a los argentinos, ¿Por qué? No y acá

viene el segundo atributo, que es el de la sinceridad, antes les hablaba del primero, de la

racionalidad de las medidas y las decisiones. (…) Pero, entonces, Presidenta, qué es lo que

se está discutiendo, entonces, en la República Argentina. Y yo creo que en la República

Argentina se está discutiendo la distribución del ingreso y un modelo de país. (27/03/2008)

La medida tuvo por objeto dos finalidades esenciales: la primera y principal, la seguridad

alimentaria en la mesa de todos los argentinos. ¿Por qué? Se preguntarán ustedes, qué

tiene que ver la soja. Los argentinos no comemos soja. Precisamente, la totalidad

prácticamente de este producto se exporta casi el 95 por ciento y para que ustedes se den

una idea de cada 10 kilos de soja, 9 kilos y medio van al exterior, sin embargo, de cada 10

litros de leche solo podemos exportar 1 y medio; de cada 10 kilos de carne solamente

podemos exportar 2 kilos. Es que los argentinos, compatriotas y amigos, toman leche,

comen carne, comen pan y ahora pueden hacerlo más, inclusive, porque muchos han

conseguido trabajo y todos han mejorado su salario, con lo cual el consumo ha crecido.

(09/06/2008)

Esta estrategia le permite asumir la posición de enseñanza al explicar y desarrollar

aquellas inquietudes escenificadas en los discursos atribuidas a su auditorio que queda

identificado como sujeto de aprendizaje: en primer lugar, la “verdaderas” razones del lock

out patronal de las entidades del campo; en segundo lugar el porqué de las retenciones a la

soja. Además, en un sentido más general contribuyen a la orientación argumentativa del

discurso en tanto guían la interpretación de los destinatarios proponiendo un modo de

razonamiento.

El recurso al diálogo ficticio161

, como sucede en el primer caso, (“Pero, entonces,

Presidenta qué es lo que se está discutiendo, entonces, en la República Argentina?” Y yo

creo que lo que se está discutiendo…”), contribuye también a hacer más perceptibles la

situación evocada en el discurso, es decir, la discusión “de fondo” como perteneciente al

ámbito político (y no económico) imponiendo el criterio de lectura de la situación162

,

161

Para Bonnafous (2003/4) este recurso contribuye a hacer más perceptibles las situaciones evocadas.

La autora lo identifica como como parte del modelo pragmatique- empathique propio del ethos de las

políticas femeninas de Francia y apuntaría a generar empatía y, por lo tanto, identificación. 162

Para un análisis político de las alocuciones presidenciales durante el conflicto con el sector agropecuario,

cfr, Yabkowsi, 2010.

Page 157: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

156

estrategia que está inmersa en una finalidad más amplia, la de la configuración de una

imagen pedagógica dotada de ciertos saberes (una “verdad en disputa”) que transmite a los

destinatarios de sus discursos.

Otras veces, lo que se escenifica son las posiciones de sus adversarios que se

introducen para ser refutadas acentuando así la dimensión polémica constitutiva de todo

discurso político:

¿Y por qué hago esta señalación tan exclusiva de fechas o de períodos? Porque alguien

desprevenido que viera la imagen diría, “bueno, este es un sector que siempre fue

rentable, que tuvo una altísima rentabilidad, de repente viene un Gobierno, el ´Gobierno

malo´ del Presidente Kirchner o la ´Presidenta mala´ Cristina Fernández de Kirchner, que

quiere apropiarse de a rentabilidad que venía de mucho tiempo en el sector”. Pero es

exactamente a la inversa, porque junto con aquellos desocupados, junto con aquellos

ahorristas, también captados en sus depósitos, los productores del campo se debatían,

también, entre el remate de sus campos y la falta de competitividad que la economía

argentina, como tal, como sistema macroeconómico los había llevado al fondo del pozo.

Eso sí, allá por 1991, cuando se instaura la convertibilidad, el uno a uno, se eliminaron las

retenciones. No había retenciones en la República Argentina, eso sí casi nos quedamos sin

productores con el uno a uno. (25/03/2008).

En el primer caso, se introduce la posición de un posible observador del conflicto

“alguien desprevenido que viera la imagen diría” y sus posibles observaciones de los

acontecimientos a través de la exposición de sus probables palabras: (“bueno, este es un

sector que siempre fue rentable, que tuvo una altísima rentabilidad, de repente viene un

Gobierno, el ´Gobierno malo´ del Presidente Kirchner o la ´Presidenta mala´ Cristina

Fernández de Kirchner, que quiere apropiarse de a rentabilidad que venía de mucho tiempo

en el sector”). La introducción del punto de vista ajeno da paso a la refutación “pero es

exactamente a la inversa…” a través de la explicación de la situación de los productores

del campo en la era de la convertibilidad en la que no había retenciones. A través de la

comparación con la situación pasada, la locutora deslegitima el reclamo: lo productores

estaban “en el fondo del pozo” y ahora están mucho mejor. Por lo tanto, no tienen derecho

al reclamo, que implica volver al pasado.

En el siguiente fragmento también se hacen presentes otras voces, en este caso,

alude a “esas mismas voces que fueron responsables, tal vez, de las tragedias que hemos

vivido en las últimas décadas los argentinos”. A través de una especie de argumentum ad

hominem se deslegitima la propuesta (“enfriar la economía”) refiriendo a sus impulsores,

Page 158: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

157

los economistas y políticos referentes de la década neoliberal, responsables de las tragedias

económicas argentinas, a los que se alude a través de un sintagma propio de su

pensamiento político-económico que permite identificarlos:

Hoy, esas mismas voces que fueron responsables, tal vez, de las tragedias que hemos

vivido en las últimas décadas los argentinos, hoy vuelven a decirnos que en realidad lo que

debemos hacer, tal vez, es enfriar la economía. (24/04/2008)

En el mismo sentido encontramos las voces escenificadas en el siguiente ejemplo:

Yo leía el otro día en algunos diarios que algunos “expertos”, así fueron calificados en

algún medio, pronosticaban que íbamos a tener problemas en el invierno, los mismos que

pronosticaban que íbamos a tener problemas en el verano y en el invierno pasado.

Curiosamente, ambos expertos fueron protagonistas de los cortes en los años ´80 cuando el

crecimiento del país era negativo. No era que no teníamos energía porque crecíamos o no

nos alcanzaba por el tipo de crecimiento en la energía que teníamos. No, no, crecíamos a

tasas negativas, decrecíamos y no teníamos energía. Los expertos, cuyas opiniones hoy se

publican, eran los responsables institucionales y políticos en ese momento de darle energía

a los argentinos y una buena economía. Ni lo uno ni lo otro, mala economía y nula energía.

Sin embargo, pronostican, pontifican y, por supuesto, terminan generando comentarios

que creo que no le hacen bien a los argentinos, porque yo creo que el deber que tenemos

todos, cada uno en el rol que le cabe, es el de informar y no el de asustar. Me parece que la

diferencia es notable entre informar, asustar y preocupar. La obligación es la de informar

correctamente.(01/03/2008)

La locutora no solo cuestiona su carácter de expertos a partir del cuestionamiento a

la calificación que le otorga el medio de comunicación citante (“así fueron calificados por

algún medio”) sino que deslegitima su posición a partir de su participación fallida en la

política energética argentina (“Curiosamente, ambos expertos fueron protagonistas de los

cortes en los años ´80 cuando el crecimiento del país era negativo”; “Los expertos, cuyas

opiniones hoy se publican, eran los responsables institucionales y políticos en ese

momento de darle energía a los argentinos y una buena economía”). Su evaluación,

calificada como “pronosticación” y “pontificación” tiende, nuevamente a deslegitimar el

punto de vista ajeno a partir de la descalificación de su portador.

En el ejemplo que sigue se acentúa aún más la polémica y se evocan las palabras de

un personaje puntual, un productor de Santa Fe, con el fin de desmentirlo (“cuando se nos

inundaba el campo en La Picasa nadie nos vino a dar una ayuda”). Esta igualación de voces

en el discurso institucional a partir de la estrategia de particularizar a un destinatario (uno

con una marcada asimetría institucional) puede resultar en un ethos polémico. En relación

con la construcción de verosimilitud, sin embargo, es una estrategia eficaz en tanto

Page 159: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

158

desmentir dichos puntuales permite moverse del terreno de la especulación a los casos

concretos, sostenido con datos precisos:

Yo escuchaba el otro día a un productor que decía "cuando se nos inundaba el campo en La

Picasa nadie nos vino a dar una ayuda". La laguna La Picasa es una laguna ubicada en la

provincia de Santa Fe, en zona limítrofe también con Entre Ríos, que inundaba toda la zona

y yo me preguntaba dónde estaba este hombre el día que yo fui a inaugurar con el

presidente Kirchner La Picasa donde el Estado argentino, los argentinos invirtieron 62

millones de pesos. ¿Saben cuánto hemos invertido, argentinos, en obras hídricas que han

permitido recuperar 8 millones de hectáreas que se anegaban? 3.600 millones de pesos.

También es parte del superávit fiscal. Hectáreas que, bueno es decirlo, cuando se

recuperaron estaban en el orden, no sé, de los 500, 800 dólares la hectárea, hoy, están a

precios siderables, se han quintuplicado, sextuplicado los precios. Esto lo saben todos,

pero lo saben también todos y cada uno de los habitantes que tienen un vecino o un amigo

o un conocido en el pueblo en la ciudad que lo vieron siendo propietario, dueño de campo

en el 2001, en 1999 y lo ven hoy, han visto cómo han podido reconstituir y recuperar su

nivel de vida. Está bien, nadie critica que puedan comprarse una 4 por 4 o que vivan bien y

que tengan lo que tantísimos argentinos querrían tener; lo que no me parece bien es que

además quieran hacerlo a costa de que otros argentinos no puedan acceder a las cuestiones

más elementales (25/03/2008).

Sin embargo, el saber que expone Fernández es de conocimiento público (“esto lo

saben todos”) lo que deja en evidencia las intenciones de sus adversarios a quienes además

identifica con un poder adquisitivo que deslegitimaría su reclamo (“puedan comprarse una

cuatro por cuatro”).

Estos casos anteriormente citados, como muchos otros de nuestro corpus, muestran

una voluntad de regulación de la circulación de la palabra ajena dentro del propio discurso

por parte de Fernández; estas formas de heterogeneidad mostrada manifiestan también la

disputa por la realidad que la locutora entabla con sus adversarios. La interpretación,

corrección y refutación de la palabra del otro apunta a la construcción de un sujeto que

debate por el sentido que no sólo que conoce la realidad sino que debate acerca de ella.

Esta regulación de la palabra ajena a la que hacíamos referencia puede tomar otra

forma: la negación. Las negaciones163

(especialmente aquellas que ofician como corrección

163

En el marco del discurso político, y de acuerdo con una mirada que concibe a la política desde un

modelo adversarial, como el lugar de la lucha antagónica, y al antagonismo como constitutivo de la

política democrática, tal como lo propone Chantal Mouffe (2007), el estudio de la negación es un lugar

privilegiado para evidenciar y observar la irrupción, la presencia del discurso “otro” en el discurso de

Cristina Fernández, ese otro que es constitutivo y condición de ser del discurso político (cfr.

Maingueneau, 1984). En este sentido, de acuerdo con Maingueneau (1984) consideramos que el discurso,

ante todo polémica que se revela, está a menudo construido en respuesta anticipada a las objeciones más

previsibles, en este caso la naturaleza de su candidatura, el lugar de la economía en el marco de la

política, entre otros. Sin embargo, según este autor el secreto de la invulnerabilidad del discurso no está

Page 160: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

159

de palabras de otros) ocupan un lugar central en la construcción de la imagen de sí

pedagógico y la escenografía profesoral.

El recurso a la negación forma parte de una estrategia discursiva de persuasión a

través de la cual la locutora reacciona a afirmaciones reales o virtuales (Perelman y

Olbrechts-Tyteca, 1989) atribuidas implícita o explícitamente a su adversario con el fin de

refutarlas. Una de las formas en que el sujeto define su identidad discursiva es en relación

con otros discursos, es decir, las palabras de “otros” que circulan en el espacio discursivo o

interdiscurso164

. La negación165

es uno de los lugares privilegiados que le permiten a la

locutora construir su figura enunciativa a partir de un doble mecanismo: la descalificación

del discurso del otro, un otro construido como un antagonista, invisibilizado en tanto no es

explicitado pero que, sin embargo, se hace presente a partir de la negación -el mecanismo

de invisibilización produce a la vez una presencia- y la afirmación de su posición como

sujeto enunciante a través de la refutación que la acompaña. Este mecanismo de refutación

posiciona a Cristina Fernández en un lugar particular, la configura como un sujeto que

construye y polemiza por el sentido y la posiciona en el lugar del saber a partir de la

descalificación de la palabra del otro. Por otro lado, la negación contribuye al

allí; reside simplemente en el hecho de que el discurso del otro le provee los medios para producir los

enunciados que pongan de manifiesto su propia posición discursiva y, en este sentido, le permite construir

su ethos.

164El interdiscurso, es el conjunto de unidades discursivas (correspondientes a discursos anteriores del

mismo género, a discursos contemporáneos de otros géneros, etc.) con las cuales un discurso particular

entra en relación implícita o explícita” (Charaudeau y Maingueneau, 2005: 334). 165

Aquí consideramos la negación desde una concepción polifónica; en particular dos de los tipos

reconocidos por Ducrot, las denominadas negación polémica y negación metalingüística.

Ducrot (1984) distingue tres tipos de negación: la descriptiva, la polémica y la metalingüística. La

primera “sirve para representar un estado de cosas, sin que su autor presente su palabra como

oponiéndose a un discurso adverso” (Ducrot, 1984:216). La negación polémica muestra su enunciación

como el choque de dos actitudes antagonistas (una positiva y una negativa). Presenta al Locutor

asimilándose a un Enunciador (2) -el negativo- que refuta a un Enunciador (1) -el punto de vista positivo-

que el Locutor pone en escena en su discurso y que puede no asimilarse al autor de algún discurso

efectivo. La negación metalingüística, considerada primero como una forma de la negación polémica, se

caracteriza, según este autor, por contradecir los términos de una palabra efectiva que pretende refutar y,

en este sentido, siempre opone dos locutores diferentes o un mismo locutor en momentos diferentes. En

esta misma línea, para Anscombre (1990) este tipo de negación le permite al locutor negarse a situarse en

el marco de un espacio discursivo evocado por la palabra anterior (otro locutor o el mismo en otra

oportunidad). En tanto que para García Negroni (1998), la negación metalingüística, siempre

descalificadora de un marco de discurso previo o de un discurso presentado como tal, tiene la función

fundamental de instaurar un nuevo espacio de discurso presentado por el locutor como el único adecuado

para la caracterización argumentativa de la situación de la que habla. El efecto de su enunciación podrá

ser ya contrastivo, ya amplificador, ya diferente (García Negroni, 2007).

Page 161: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

160

establecimiento de la relación asimétrica con los destinatarios marcada fuertemente por un

discurso pedagógico. Veamos algunos ejemplos166

presentes en el corpus167

:

La situación, la vida de los argentinos se arregla o se desarregla desde la economía, es la

triste historia, trágica y reciente. No es concepción dogmática, no es idea extravagante, es

dato empírico de la realidad, experiencia trágica de todos los argentinos. (19/07/2007)

* Esta es una concepción dogmática, es una idea extravagante.

(…) esta es la concertación de la Argentina, no es un proyecto individual, no es el

proyecto “Cristina Presidente”, es el proyecto de Argentina, de los argentinos, de los que

me siento su representante y por ellos voy a luchar como lo hice desde muy joven,

creyendo en lo que pienso y creyendo en la Patria que es lo mejor que tenemos.

(14/08/2007)

* La Concertación plural es el proyecto “Cristina Presidente”.

Estoy convencida (sic) que lo podemos hacer [un mercado regional] porque tenemos

recursos humanos con una actitud muy calificada, tenemos en ambos países industrias que

pueden ser comunes y que muchas veces las vimos competitivas los unos con los otros.

Tenemos que superar esto y advertir que el crecimiento del vecino no significa

necesariamente un decrecimiento de lo que yo produzco, de lo que yo vendo, sino que

precisamente me ayuda a instalarme en ese país vecino para seguir vendiéndole también a

ese mercado, y con la ampliación de mercado regional salir a conquistar otros mercados.

(3/10/2007)

* El crecimiento del vecino significa un decrecimiento de la propia

producción.

La calidad institucional no solo es responsabilidad de un gobierno, es responsabilidad

también de la oposición y en el sector privado también, esa calidad institucional se expresa

en sus dirigentes sociales, en las empresas periodísticas. Calidad institucional en todos los

mostradores y a todas las puntas, no de un solo lado. Esto es lo que significa la

profundización de ese estado democrático y constitucional.(19/07/2007)

* La calidad institucional es responsabilidad únicamente del gobierno.

166

Los ejemplos que tratamos pueden considerarse negaciones polémicas debido a que la fuente de las

palabras refutadas no está explícita en el discurso, aunque el mecanismo de la rectificación que

introducen posteriormente, típico de la negación metalingüística (García Negroni, 1998; 2007), la

descalificación de palabras ajenas y el hecho de que lo negado puede tener fundamento en enunciados

reales que circulaban en el momento (sostenemos que, en la mayoría de los casos, esta es la manera en

que la oradora pretende presentar la situación) nos permiten también proponer que se trataría de

negaciones metalingüísticas. Aquí, sin embargo, no pretendemos establecer distinciones entre estos dos

tipos de negación sino evaluar su incidencia en la construcción del ethos discursivo de Cristina

Fernández.

167 Reproducimos, a continuación de cada cita, una posible reconstrucción de la voz o posición

negada.

Page 162: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

161

Estas negaciones que ponen en tela de juicio el decir del “otro”, operan por

oposición y contribuyen a la construcción de una imagen en la que se privilegia el saber

propio frente al que proponen las palabras o frases negadas de un “otro” que no tienen

fuente explícita en el discurso pero que pueden ser atribuidas, en algunas ocasiones, al

interdiscurso político, el adversario, el opositor y, en otras, a manifestaciones que

representan un saber popular, una doxa (cfr. Amossy, 2000), la “opinión pública” o los

valores o intereses (cfr. Plantin, 1998) de una posición que se contrapone con la posición

ideológica del sujeto.

Fernández niega y corrige y es a partir de este recurso que queda identificada con el

lugar del conocimiento y en una posición asimétrica frente a aquellos que son corregidos y

frente a los alocutarios. La corrección la posiciona doblemente en un lugar privilegiado

pues no sólo “descalifica” al otro como poseedor de saberes a partir de su rectificación sino

que, a la vez, se posiciona como poseedor de la “verdad”.

4. La presidenta experta. Idoneidad y competencia

Como ya hemos analizado en el capítulo 2, Fernández legitima su posición como

candidata presidencial primero y, Presidenta después, exponiendo su extensa trayectoria

política y su pasado de militante del justicialismo. De esta manera contrarresta posibles

cuestionamientos en relación a su falta de experiencia en cargos ejecutivos y la

improvisación en la decisión de su candidatura. Sin embargo, la experiencia en el ámbito

legislativo no es argumento suficiente para generar en la opinión pública, tanto la afín

como la desfavorable, credibilidad en su figura y en su capacidad para llevar adelante la

gestión de gobierno. Cristina Fernández debía mostrarse como una persona capacitada para

gobernar: con un conocimiento profundo del estado de situación del país y de los temas

que se debían abordar y solucionar. Como ya hemos advertido, el eslogan electoral

“Sabemos lo que falta, sabemos cómo hacerlo” sintetiza esa necesidad advertida, quizá, a

partir de la necesidad de expresar una diferencia con Kirchner. Una estrategia a la que

apela Cristina Fernández para producir esta idea en el auditorio es mostrar saber, lo que la

haría idónea para ocupar el cargo de Presidente de la Nación168

. En diversos tramos

168

Hay consenso entre distintos investigadores en identificar como una de las características

predominantes de Cristina Fernández durante este periodo en su carácter de experta (cfr. Pérez 2013;

Bitonte 2010 y 2011). En efecto, Sara Pérez (2013) sostiene que una de las estrategias de para “hacer

liderazgo” de Fernández es la construcción de una imagen de “experta” o ethos de la competencia,

Page 163: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

162

discursivos expone saberes y conocimientos que proyectan la imagen de una “experta”. En

relación con ello recordemos que Charaudeau (2008) sostiene que en los imaginarios

sociales, que es donde se funda la legitimación política, la competencia y la experiencia

darían al sujeto un poder de obrar con discernimiento y es por eso que los políticos tratan

de parecer “bien formados”. Esta imagen se construye principalmente a través de dos

estrategias propias de los discursos de Fernández. Por un lado, una relación particular que

la locutora entabla con el conocimiento. Primero, la locutora se muestra como productora

de saberes en el ámbito político; además desplaza su lugar enunciativo y expone otros

saberes, particularmente aquellos medulares para la conducción de un país (el Derecho, la

Historia, la Economía). Por otro lado, la utilización de medios probatorios, recurso típico

del discurso experto asociados a la construcción de “escenas de trabajo”.

4.1 La producción de sentido y el desplazamiento del lugar de enunciación

La imagen Fernández como productora de conocimientos se verifica en los

numerosos actos de habla que la locutora realiza vinculados con la producción de saber,

tales como “definir”, “denominar”, “comparar” en los que asume uso de la primera persona

del singular tanto a través del verbo realizativo explícito como del pronombre personal

(“yo”)169

y escenifican la imagen de un experto:

La reconstitución del Estado democrático constitucional no es una cuestión menor. Leyes

que habían sido arrancadas a un poder legislativo por presión, indultos que,

lamentablemente ni siquiera por presión, sino lo que es mas lastimoso, por decisión, habían

sido firmadas convalidando ese círculo de impunidad que nos colocaba a la Argentina en

los que yo he denominado en numerosos foros internacionales “la etapa predemocrática de

la República Argentina”. (19/07/2007)

Y este modelo de construcción económica y social que defino como un modelo de

acumulación y de inclusión social, es la contracara de la economía y modelo de

transferencia de recursos y riquezas que operó durante el modelo neoliberal de los años 90:

acumulación contra transferencia. (19/07/2007)

No me canso de comparar el desarrollo de Brasil con nosotros, cuando veo a la industria

aeronáutica brasilera, con su EMBRAER, entrar al mercado de los Estados Unidos. Ellos

particularmente en su discurso de asunción y de apertura de sesiones en el congreso de la nación en 2008,

discursos caracterizados por su complejidad estructural y conceptual, una fuerte monoglosia y un registro

formal más típico del discurso presidencial (más protocolar) (2013: 159) que articula el discurso político

con estrategias típicas del discurso técnico- académico.

169

En español el uso del pronombre de primera persona no es obligatorio y, por lo tanto, su uso puede ser

interpretado como enfático, un intento de la locutora por subrayarse como fuente del conocimiento.

Page 164: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

163

entraron en esta investigación tecnológica después de lo que lo hizo el peronismo, en las

décadas de los años 40 y 50, y miren dónde están ellos. (19/07/2007)

Creo que, tal vez, la verificación más importante que hemos logrado, no el Gobierno, no un

espacio político, sino nosotros, todos, los argentinos y también los que no lo son y que han

decidido radicar inversiones aquí, es que hemos podido lograr un modelo, que yo

denomino, de acumulación y de matriz diversificada, (…). (07/08/2007)

Mire, contamos con una ventaja incomparable en la historia reciente. Yo he definido

muchas veces que este va a ser el siglo de los alimentos, la energía y el conocimiento.

(01/03/2008)

Además, del uso de la primera persona del singular a partir de la cual la locutora

asume la responsabilidad enunciativa de las afirmaciones, la experticia es puesta de relieve

en comentarios tales como (“he denominado en numerosos foros internacionales”, “no me

canso de comparar”) que la enmarcan en actividades y situaciones propias de un experto,

tal como la participación en foros internacionales, disertando ante otros expertos o

recibiendo distinciones en el ámbito académico:

Hace poco, cuando estuve en la OIT me tocó hablar después del empresario Juan José

Cuevas, que fuera jefe, por así decirlo, de la central empresaria española protagonista del

milagro de crecimiento que hoy tiene España (…).(19/07/2007)

Yo no quiero dejar de contarles una anécdota que me pasó en Israel porque creo que revela

cuál es el modelo al que uno aspira a llegar. Estando en la Universidad Hebrea de

Jerusalén, a la cual fui a recibir una distinción en materia de derechos humanos y a hacer

una disertación, cuando estaba en la disertación y me entregan la distinción (...).

(7/08/2007)

En estos casos la locutora despliega ciertas características propias de un orador

experimentado. Es frecuente que empiece sus alocuciones más formales con una partitio

propia de los ámbitos de enunciación profesional “quisiera dividir esta charla en dos

partes” (07/08/07); “tres son las construcciones basales…” (19/07/07); “cuatro son los

condiciones que hacen a la condición humana” (27/03/08) que organizan su exposición, y

junto con otras características propias de estas exposiciones (por ejemplo, la utilización de

pruebas extratécnicas para sostener sus posiciones) crean una escenografía que torna su

discurso aceptable, en tanto produce un “efecto de genericidad”170

que identifica un

170

Adam y Heidman (2004) proponen el concepto de genericidad, que es la puesta en relación de un texto

con categorías genéricas abiertas. Los “efectos de genericidad” dan cuenta de la inscripción de una serie

de enunciados en una clase de discurso. Al respecto, los autores sostienen: “Desde que hay texto- es decir,

el reconocimiento de que un conjunto de enunciados que forman un todo comunicativo- hay efecto de

genericidad, es decir, inscripción de este conjunto de enunciados en una clase de discurso. La genericidad

es una necesidad socio-cognitiva que conecta todo texto al interdiscurso de una formación social. Un

Page 165: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

164

discurso experto a partir del desplazamiento del lugar de enunciación hacia uno

profesional.

En otras ocasiones, lo vemos ratificado a partir de comentarios metadiscursivos que

ponen en evidencia- por el uso de la negación- el desplazamiento de la locutora, tal como

sucede en la siguiente consideración acerca de la “convertibilidad”:

Yo no soy economista pero conozco a los Estados Unidos de Norteamérica y si el valor de

la moneda expresa el tamaño de un país, era evidente que la unidad económica de esa

economía, la de Estados Unidos, no podría ser equivalente a la unidad monetaria de la

economía argentina. (07/08/2007)

Esta imagen de sí “experta” se expresa también en tramos discursivos en los que la

oradora transmite al auditorio verdades doctrinales vinculadas a sus propuestas económicas

y políticas. Estas definiciones argumentativas171

que expresan una toma de posición

respecto al objeto definido (Plantin, 1998) buscan influir en el uso de una noción y en la

relación de la noción con el conjunto del sistema de pensamiento (Perelman y Olbrechts-

Tyteca, 1989), lo que se manifiesta con claridad en los siguientes ejemplos: “Trabajar es

dignificar la condición de cada uno de los argentinos” (19/07/07); “gestionar es articular

los esfuerzos de todos los argentinos para lograr mejorar su calidad de vida” (19/07/07);

“Un mundo unilateral es un mundo más inseguro, más injusto” (12/10/07);”Este es el

capitalismo y esta es la rentabilidad.”(27/03/08); “(…) el problema de la energía, lo he

dicho sustancialmente en muchas oportunidades, es un problema del mundo y de la región

y nosotros estamos en el mundo y en la región” (01/03/08); “La democracia es,

esencialmente, el pueblo y los intereses del país, en conjunto, unidos, sin posibilidad de ser

separados” (31/03/08).

Además de esta presentación como un locutor que además de político es experto, en

el ámbito de lo mostrado el discurso político de Fernández está atravesado por otros

discursos tales como el discurso económico, y el discurso jurídico que colaboran en la

construcción de una imagen de competencia: muestran un sujeto que posee y expone

texto no pertenece, en sí mismo, a un género, sino que es puesto en relación (tanto desde la producción

como desde la recepción -interpretación) con uno o más géneros.” (2004:62)

171

Plantin (1990) advierte que cuando una definición es puesta en movimiento intencional de una

argumentación retórica debe ser comprendida en función de la conclusión apuntada, de la cual no puede

estar aislada. En este sentido, las palabras no reciben su definición antes de entrar en el discurso sino que

son puestas en diálogo y su sentido es plástico. En este sentido, las palabras pueden sufrir cambios

semánticos bajo la presión de una valoración positiva o negativa por parte del locutor. para Plantin

(1998) la definición argumentativa consiste en definir un término de tal manera que la definición exprese

una toma de posición, favorable o desfavorable, respecto al objeto definido. (1998:88)

Page 166: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

165

saberes medulares para la conducción de un país. En relación con ello, podemos advertir

que el discurso de Fernández no escapa al fenómeno de la “tecnologización”172

propuesto

por Fairclough (2003, 2008), concepto que remite a una hibridación u homogeneización

de los discursos públicos cuyas características en el discurso político es, entre otras, una

circulación lexical intensa de lexemas o de palabras que suenan “técnicas” (Cussó y Gobin,

2008:5).

Por otro lado, despliega conocimientos sobre la Economía y el Derecho. En sus

alocuciones, el discurso económico irrumpe con fuerza173

:

Y este Modelo de Construcción Económica y Social que defino como un Modelo de

Acumulación y de Inclusión Social, es la contracara de la Economía y Modelo de

Transferencia de Recursos y Riquezas que operó durante el Modelo Neoliberal de los años

90: Acumulación contra Transferencia. Por eso millones de Argentinos se caían del

aparato productivo y permítanme detenerme en esto de un Modelo de Acumulación.

(19/07/2007)

Significa, entonces, que ese modelo de perfil industrialista, pero con matiz de acumulación

diversificada porque también tenemos que aprender de la historia vieja y reciente, la

primera, la que les contaba, cuando una clase dirigente nacional había elegido un único

instrumento de acumulación: la producción agrícola ganadera y un cambio en el ciclo

económico internacional nos quebró. Y la otra cuestión que tenemos que aprender de la

historia reciente es que hasta hace muy poco tiempo la teoría de la dependencia establecía

que quienes producíamos comodities íbamos a estar siempre dependiendo de los que

producían valor agregado (…). (19/07/2007)

172

Para Fairclough “Las prácticas discursivas mismas son un dominio de experticia y reflexividad: la

tecnologización del discurso puede comprenderse, en términos de Giddens, como la constitución de

sistemas de expertos cuyo dominio son las prácticas discursivas, particularmente, las de las instituciones

públicas.” (2008:11). Pascal Durand citado por Cussó y Gobin (2007) asimila este fenómeno a “una

regresión consentida de la política a una tecnología de la corporación de gobierno y a la aplicación

generalizada de la lógica de la economía de mercado (convertidas en leyes de la economía)”. 173

En el marco del Análisis Crítico del Discurso (ACD) Norman Faiclough (2003) trabaja la idea de la

colonización del discurso político a manos del discurso económico. El autor propone la existencia de

“una reestructuración de las relaciones entre los campos económicos y no económicos, lo cual implica

una extensa colonización de lo segundo por lo primero”. Expresiones como ´mercado libre´,

´transparencia´, ´flexibilidad´, ´calidad´, que se difunden internacionalmente y que son impuestas por

organizaciones como el Fondo Monetario Internacional o la Organización Mundial del Comercio, y

ciertas características lingüísticas predecibles tales como el hecho de que los procesos de la nueva

economía aparezcan representados sin agentes sociales responsables, en un presente atemporal y a-

histórico, enunciadas como verdades desmodalizadas (universales, independiente de los lugares) que se

expresan con gran autoridad, permiten observar un movimiento que va de este ´ser´ de la economía al

´deber ser´ de lo político-o de lo que ´es´ de forma categórica, a lo que ´nosotros´ debemos hacer para

darle respuesta ya que a la ausencia de agentes sociales responsables del cambio económico, se opone

astutamente un vocabulario que incluye palabras que resaltan la voluntad y la energía que habrán de

poner los agentes en las acciones proyectadas (´construir, crear, promover, forjar, fomentar, aprovechar),

y lo mismo hacen las palabras que representan estados afectivos (preparados para, comprometidos con).

(cfr. Fairclough, 2003: 179-203).

Page 167: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

166

Por varios motivos: en principio porque somos una zona de gran producción de alimentos y

no tan densamente poblada como otras zonas del mundo, nos coloca en una pole position,

que se ve más calificada aún por la ausencia de conflictos étnicos, religiosos o de

enfrentamientos entre países. (03/10/2007)

No por nada, por primera vez en más de una década hemos logrado nuevamente un rasgo

distintivo en la historia de la sociedad argentina y que ha sido la movilidad social

ascendente, que se traduce al impacto del Índice de Gini. (07/08/2007)

Esto, que luego paga royaltie de investigación porque es propiedad intelectual, etcétera, y

tecnología incorporada a una industria, es precisamente uno de los roles –no el único- en

que nosotros pensamos que la educación debe complementar este círculo, ni qué hablar de

la parte estrictamente científica. (07/08/2007)

También, hemos estado charlando con el señor presidente del Banco Central y vamos a

tratar de establecer el sistema de SWAPS, pero no como algunos querían para el sector

privado, como un seguro de cambio, sino fundamentalmente también para sostener a la

banca pública para que pueda intervenir también en el mercado de las medianas empresas

para también otorgarle financiamiento. (01/03/2008)

Yo he definido muchas veces que este va a ser el siglo de los alimentos, la energía y el

conocimiento. Somos un país que estamos en condiciones de producir alimentos para más

de 500 millones de personas, pero al mismo tiempo, por el alto grado de competitividad

que hemos adquirido y tecnología en la producción de esos alimentos y una población que

no alcanza a los 40 millones, podemos sostener precios internos que permitan calidad de

vida a nuestra sociedad, a nuestro pueblo y, al mismo tiempo, con fuertes saldos

exportables que deben ser incrementados en el valor agregado, porque si el valor de la

soja, del trigo tiene un valor hoy muy calificado adentro de un pollo o de un cerdo triplica y

quintuplica el valor. (01/03/2008)

Como vemos en los fragmentos tanto del discurso electoral como del discurso

presidencial, el discurso económico se hace presente tanto desde lo temático, como a través

de la incorporación del “tecnolecto” propio de este campo de conocimientos (interferencias

diafásicas para Maingueneau, 1987), como “commodites”, “valor agregado”, “Modelo de

Transferencia de Recursos y Riquezas”, “Matriz de acumulación diversificada” y

“Superávit Fiscal Primario” (19/07/07), “Índice de Gini”, (07/08/07), pole position

(03/10/07), royalite de investigación (07/08/07), “valor agregado”, “saldos exportables”;

“financiamiento” “sistema de SWAPS” (01/03/08), entre otros. El uso de léxico

característico de ciertas teorías económicas y de conceptos teóricos, como los ejemplos

citados, contribuyen a la proyección de la imagen de un sujeto competente y experto.

La locutora crea también una imagen de sí competente en el ámbito jurídico y del

Derecho. Muestra el dominio del estos campos en los cuales el sujeto ha ejercido su

práctica y que provienen de su formación profesional y de la experiencia adquirida en

Page 168: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

167

virtud de los cargos que ha ocupado en la política (cfr. capítulo 2). Esta exposición de

saberes permitiría activar en el auditorio y capitalizar un ethos previo integrado por su

conocimiento de que Cristina Fernández es abogada y que se ha desempeñado como

diputada y senadora.174

En lo temático, en el siguiente fragmento, desde un lugar de

enunciación de senadora y candidata expone sobre el rol constitucional de los legisladores

oficialistas y opositores. El empleo por parte de la candidata de la primera persona del

plural (“cuando ocupamos nuestras bancas”), que tiene como referencia “nosotros, los

legisladores” y que la inscribe en dicho colectivo tiende a subrayar ese ethos previo:

Hoy, hemos reconstituido el sistema de decisión del Estado Democrático Constitucional. El

Poder Ejecutivo, quien Preside la República Argentina, toma las decisiones de acuerdo con

sus convicciones y a lo que le prometió a la Sociedad cuando se sometió al Voto Popular.

Hoy, los Legisladores votan de acuerdo con el rol Constitucional de Oficialistas u

Opositores. Porque hace dos años aquí, quienes vinimos a pedir el voto como

representantes de la Provincia de Buenos Aires, lo hicimos para apoyar las políticas de un

gobierno que considerábamos estaba mejorándole la calidad de vida a millones de

argentinos. Entonces, cuando ocupamos nuestras Bancas, estamos cumpliendo ese Mandato

Popular y ese rol Constitucional, del mismo modo que los Opositores lo cumplen votando

en contra. (19/07/2007)

La exposición de los conocimientos sobre el “buen funcionamiento” del sistema

representativo republicano, aquel que es garante de la calidad institucional, valor

estructurante de la propuesta electoral de Cristina Fernández la posiciona, además, desde

una distancia moral con respecto a parte del auditorio al que se dirige en tanto sugiere que

el rol que los legisladores ocupan no ha sido el desempeñado en años anteriores

(particularmente, antes de la llegada del kirchnerismo al poder). En el ámbito de lo dicho,

también apelará a esos esos saberes en relación con su práctica política futura175

:

Sé que hay impedimentos de carácter legal y muchas veces cuestiones técnicas, pero

espero que mi carácter de abogada me pueda ayudar con un buen Código Aduanero de

modo tal que podamos eliminar definitivamente el doble arancel que realmente

perjudica y no nos permita consagrarnos como una verdadera Unión Aduanera.

(18/12/2007)

174

Aquí se evidencia también la legitimidad “por formación” (Charaudeau, 2008) a la que apela Cristina

Fernández como estrategia de legitimación (Cfr.Capítulo 2).

175 Estos saberes, aunque en menor medida, se verifican también en el ámbito de lo mostrado, a partir de

la utilización de terminología específica, como en el siguiente caso, al que ya hemos hecho referencia en

el capítulo anterior: “si tienen que criticarte y sos mujer lo hacen por el género, no por si sos buena

Presidenta, mala Presidenta, buena jardinera o mala jardinera, es casi una capitis diminutio el género”

(27/03/08) en el que utiliza un latinismo, concepto propio del Derecho Romano.

Page 169: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

168

Finalmente, la locutora se muestra experta en Historia. Numerosos son los pasajes

en los que Fernández refiere a la historia nacional, algunos de los cuales hemos abordado a

los fines de ver cómo esta enlaza con su historia personal (cfr. Capítulo 2). Todos los

discursos políticos se vinculan de alguna manera con el pasado. Toda lectura del pasado

supone una interpretación desde la mirada retrospectiva del presente desde el cual se lo

evoca y resignifica. Esta resulta particularmente interesante cuando se hace desde el lugar

de enunciación de un primer mandatario, en tanto supone un intento de proponer una

“historia oficial” que disputará con otras historias posibles en la lucha por hegemonizar los

sentidos. Las referencias al pasado se enmarcan en argumentaciones más amplias que

permiten delimitar adversarios y justificar posiciones en el presente. En general, los

distintos momentos evocados delimitan una experiencia que debe servir de “aprendizaje

histórico” para no ser repetido. Quisiéramos aquí referirnos a dos casos que manifiestan

claramente la construcción de un sujeto “experto” que produce sentidos y debate acerca de

los sentidos de la historia nacional.

El siguiente fragmento propone un somero recorrido histórico que expone y

sintetiza puntos de una historia nacional que Fernández concibe como un “pasado de

fracasos”, a la vez que rechaza concepciones instaladas en el imaginario nacional como,

por ejemplo, la caracterización de la Argentina del Centenario como potencia mundial y

“granero del mundo”176

:

Hemos probado de todo los argentinos, hemos probado desde 1900 para adelante muchas

fórmulas. La fórmula de "la Argentina del Centenario", agroexportadora únicamente la

riqueza concentrada en unos pocos y el resto la "ñata contra el vidrio". Duró poco. Con el

voto popular, sube al gobierno de Hipólito Yrigoyen. Luego, probaron, a partir de 1930,

con los golpes militares. Luego, vinieron los gobiernos de signo popular que traicionaron el

176

En un trabajo sobre notas de opinión publicadas en medios gráficos de la Capital Federal durante mayo

y junio de 2010 Giudice, Rolando y Zamudio (2011) identifican, desde la perspectiva de Angenot, la

emergencia de dos lógicas en conflicto en torno al tema “Argentina del Centenario - Argentina del

Bicentenario”. Por un lado, una lógica que se sostiene en una doxa liberal/conservadora según la cual la

“pujanza”, riqueza, unidad republicana y cívica de la Argentina del Centenario se opone a la decadencia ,

discordia y autoritarismo de la Argentina del Bicentenario; y, por otro lado, una lógica no

conservadora/popular que niega e invierte esa oposición. Según esta última, el Centenario significó la

Argentina de la exclusión, la pobreza, el fraude, las grandes represiones sociales; en cambio la Argentina

del Bicentenario es la que lucha contra la desigualdad y ese modelo de exclusión. Para estas autoras la

lógica liberal/conservadora utiliza argumentos consolidados que podrían rastrearse incluso en el siglo

XIX (“civilización o barbarie”); por otro lado, la lógica no liberal/popular utilizaría argumentos

consolidados en la mitad del siglo XX. Estas “doxas discordantes” manifiestan lo que Angenot denomina

un “diálogo de sordos” entre las que se produce el fenómeno de la interincomprensión (Maingueneau,

1983). Dos años antes de esos festejos, podemos ver que esta dicotomía está presente en los discursos de

Cristina Fernández. La locutora se identifica de manera clara con lo que las autoras denominaron la lógica

no conservadora/popular, que básicamente actúa por refutación e inversión de la tópica

liberal/conservadora.

Page 170: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

169

mandato y se convirtieron en los gobiernos más liberales y seguidores del Consenso de

Washington. Luego, probaron con un partido popular, centenario y democrático, con un

sector del progresismo, casi nos vamos todos al tacho. Han probado de todo, pero

solamente ahora llevamos en 100 años, 5 años de crecimiento sostenido y este año, si

crecemos, argentinos y argentinas, va a ser el crecimiento más importante de los últimos

200 años, toda nuestra vida. (27/03/2008)

El centenario de la Independencia nacional, las interrupciones institucionales y la

década neoliberal (los 90 del siglo XX) que se extiende hasta la crisis de 2001 configuran,

de acuerdo con la propuesta de Fernández, una línea histórica que tiene en común el

fracaso de las fórmulas aplicadas (y que, además, le permitirá, a partir de la comparación,

destacar la excepcionalidad de los logros del período kirchnerista). Nótese en esta

interpretación de la historia nacional la ausencia de referencia explícita a los gobiernos de

Juan Domingo Perón como integrantes de esa historia de fracasos. Este borramiento los

asimila al extenso período configurado en el sintagma (“Luego, probaron, a partir de 1930,

con los golpes militares”).

En el siguiente caso, en un discurso dirigido a los Cadetes de las Fuerzas Armadas

en ocasión de su egreso, Fernández sostiene:

Quiero decirles que tengo muchas esperanzas puestas en ustedes. Creo que debemos y nos

debemos todos los argentinos escribir una historia diferente. Muchas veces nos han

presentado la historia fragmentada, como desconectados los hechos, tal vez, para que no

podamos entender y entonces al no entender, al no comprender, se provoquen historias que

han sido trágicas para todos los argentinos. Yo concibo a nuestras Fuerzas Armadas, en dos

etapas históricas. La primera, la fundacional, la de la emancipación nacional donde había

que derribar el muro colonial y allí, hombres que no eran militares se hicieron militares,

porque eran patriotas y la hora exigía entonces del valor, de la heroicidad para liberar y

construir la Patria. Tal vez, la figura más emblemática de aquella etapa de la emancipación

nacional sea la figura de don Manuel Belgrano, abogado, civil, político que tomó las armas

para construir la Patria. Lugo vino la otra etapa; habíamos constituido el país en 1853, lo

habíamos organizado y luego del primer centenario viene lo que yo concibo como la etapa

de la decadencia institucional de nuestro rol como Fuerzas Armadas de la Nación, en

defensa del pueblo y de la Patria. La ruptura institucional, la violación de la Constitución

trajo paradojalmente otra figura, casi antagónica con la de don Manuel Belgrano, la de los

militares que se hacían políticos utilizando las armas de la nación y violando la

Constitución. (20/12/2007)

Aquí, se debate con la historia “oficial” (“Muchas veces nos han presentado la historia

fragmentada, como desconectados los hechos, tal vez, para que no podamos entender”) y

se expresa en relación con la historia de las Fuerzas Armadas nacionales e interpreta su

actuación en la historia nacional (“Yo concibo a nuestras Fuerzas Armadas, en dos etapas

históricas”; “luego del primer centenario viene lo que yo concibo como la etapa de la

Page 171: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

170

decadencia institucional de nuestro rol como Fuerzas Armadas de la Nación, en defensa del

pueblo y de la Patria”.)

Este despliegue de conocimientos propios diversos ámbitos disciplinares, construyen

un sujeto, “conocedor”, “formado”, características de un sujeto competente e idóneo. Es la

construcción del locutor dotado de esta cualidad la que actúa como estrategia de

credibilidad. Sin embargo, los posicionamientos enunciativos como experta en derecho, en

economía y en historia se complementan también con posicionamientos como “ciudadana

común”, como hemos visto en el capítulo 2.

4.2 Los medios probatorios

Otra de las estrategias vinculada a la postulación de una imagen experta que propicie la

credibilidad del locutor es la utilización de una argumentación que descansa en la fuerza

persuasiva que tiene “la realidad” que expone a través de diversos medios probatorios. Esta

estrategia, junto con otras que hemos visto en el capítulo 2, le permite también remitir a un

posicionamiento político que la vincula con el Peronismo, un fuerte “verismo” que se

sintetiza en la célebre frase atribuida a Perón “la única verdad es la realidad”. Los medios

probatorios utilizados por Fernández son de diversa índole. En algunos de sus discursos, la

locutora lee fragmentos de la prensa escrita (contemporánea o pasada), cartas o

agradecimientos con el fin de sustentar sus exposiciones con documentos que certifiquen

su veracidad. En otros, refiere a palabras ajenas, en muchos casos de personajes presentes

en el público, que “no la dejan mentir” o “pueden dar fe”, como ya hemos visto. Pero,

quizá, la estrategia más utilizada por Fernández sea la apelación a una “retórica de las

cifras” que es la garantía de que la descripción del presente y de la transformación

kirchnerista que hemos visto en el capítulo 2, son ciertas. Esta estrategia se puede resumir

en las siguientes frases que la locutora profiere, desafiante, en su discurso electoral: “Los

indicadores sociales así lo demuestran y al que no le gusten los indicadores sociales, los

invito a que vean cómo la gente ha vuelto a consumir”; “No es concepción dogmática, no

es idea extravagante, es dato empírico de la realidad, experiencia trágica de todos los

argentinos.” (19/07/07) En el marco del uso de datos, abundan también las referencias a la

actividad de informarse a través de la lectura de diversas fuentes: informes, documentos de

trabajo, diarios, etc. que crean la imagen de un político en contacto con la realidad, por un

lado, y, por otro, configuran “escenas de trabajo” que apuntan a generar la imagen de un

“político trabajador”.

Page 172: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

171

4.2.1 La retórica de las cifras. “Los números son los números, como digo yo”

La locutora apela a datos puntuales, cifras, porcentajes, es decir, elementos

extradiscursivos como medios de prueba de la veracidad de sus exposiciones y como forma

de legitimación de las mismas. Estas pruebas extratécnicas177

acercan el discurso de

Cristina Fernández a un discurso tecnocrático y contribuyen a la construcción de su imagen

como la de una experta. Cussó y Gobin (2008) reconocen que la utilización de indicadores

estadísticos como elementos de prueba y como objetivos políticos es una de las estrategias

del discurso experto. Su funcionamiento y eficacia en el discurso argumentativo radica en

que revisten una aparente neutralidad política a través de la combinación de códigos de

tipo técnico. En este sentido, la fuerza del discurso experto proviene del hecho que le da la

apariencia de una simple correspondencia que tiene con el estado de cosas, en tanto los

datos tienen el estatuto de hechos. En relación con la construcción de la imagen de sí, para

Monière (1995), la retórica de la cifra permite resumir un argumento o un objetivo al

mismo tiempo que prueba el conocimiento que un dirigente político tiene de sus dossiers.

Para Fernández, la retórica de los guarismos recorre desde los discursos institucionales más

formales (asamblea legislativa, asunción) hasta los discursos “de gestión” y se construye,

además, un ethos de la eficacia:

Creo que, tal vez, la verificación más importante que hemos logrado, no el Gobierno, no un

espacio político, sino nosotros, todos, los argentinos y también los que no lo son y que han

decidido radicar inversiones aquí, es que hemos podido lograr un modelo, que yo

denomino, de acumulación y de matriz diversificada donde hemos podido lograr que el

campo produzca divisas, donde hemos podido lograr un proceso de reindustrialización, que

ha permitido precisamente que aquel número indigno de dos dígitos, del veintipico por

ciento de desocupación, hoy esté reducido a un dígito, en un 8,2 o un 8,6 aproximadamente

para los dos últimos trimestres, donde hemos permitido que se produzca una reducción

drástica en los términos de la indigencia y la pobreza. (07/08/2007)

…que sumado a estos números que durante todo el año se empeñaron en decir que iban a

ser diferentes y ahí están con su contundencia, los números son los números como digo yo.

Uno siempre frente a otras cuestiones puede tener una valoración o visión desde su punto

de vista. Pero allí está el récord de exportaciones que me anunciaba ayer el señor Ministro

de Economía, de diciembre a diciembre un crecimiento del 34 por ciento. Y la cifra de año

a año, de los 46.000 millones de dólares que exportamos y que también en su momento fue

una cifra récord en el 2006, más de 55.000 millones en el 2007, lo que significa un

aumento de año a año también del 22 por ciento y del 20 por ciento el superávit de

177

Danblon (2012) indica que “entre las pruebas extratécnicas encontramos los testimonios, los

documentos y de manera general todo aquello que puede constituir un indicio. En este sentido, las

pruebas extratécnicas deben ser consideradas como hechos brutos, en el sentido que les da Searle: están

´ya ahí´ y el orador sólo tiene que utilizarlos. Corresponden entonces a la evidencia sensible” (2012:69)

Page 173: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

172

diciembre del 2006 al 2007, que podría haber sido más aun la diferencia del superávit.

(18/01/2008)

Los números también en materia de exportaciones de diciembre y enero: un 34 por ciento

de diciembre a diciembre y un 67 por ciento de crecimiento de las exportaciones de enero a

enero, con un crecimiento del superávit fiscal primario del 107 por ciento de enero a enero

y de casi el 200 por ciento en el superávit comercial de enero a enero, revelan que

seguimos en el camino que debemos tener. (01/03/2008)

Estaba leyendo cifras y vi que se calcula que podríamos incrementar en la región la

ganadería en unas 35 mil toneladas de carne por año, por ejemplo; significa también

asegurar a más de 100 mil habitantes, a más de 100 mil argentinos y argentinas, 250 litros

de agua potable por día promedio; significa también para la agricultura, unido a la obra que

nos comentaba recién el señor Gobernador y que se está emprendiendo conjuntamente con

la hermana República de Chile, asegurar además la colocación de estos productos

precisamente en las economías asiáticas que, como todos ustedes saben, son hoy -y parece

ser que van a seguir siéndolo por un largo tiempo- los motores fundamentales de la

economía mundial. (28/01/2008)

Miraba los números antes de venir aquí de las inversiones que la República Argentina-

todos los Argentinos hemos hecho- en tantísimas provincias argentinas, en la provincia de

Santa Fé en todas las actividades de todos los ministerios, de todos los departamentos de

Estado que llegan entre lo ejecutado y en ejecución a 21.000 millones de pesos, colegios,

rutas, etcétera, a iniciarse 15.000 millones más, con lo cual estaríamos totalizando cuando

se culmine todo, una inversión de 35.000 millones de pesos del orden nacional en la

Provincia de Santa Fe. (31/01/2008)

Yo seguía mirando los números ayer con el Ministro y cuándo veíamos como había

crecido la generación de empleo respecto del mismo cuatrimestre del año anterior

en 5, 6, también un crecimiento muy importante respecto del trimestre anterior en 1, 6

estábamos realmente además mirando cifras tales como que la mayoría hoy de las

desvinculaciones son por decisión de los trabajadores no ya por despidos. (31/01/2007)

Los números permiten dimensionar el gobierno kirchnerista apelando al imaginario

de la eficacia178

. Su autoridad proviene no sólo de una cualidad y dominio de la locutora

sino de la autoridad del saber que se asienta en los datos, indiscutibles en su precisión, tal

como sostiene la locutora: “ahí están con su contundencia, los números son los números

178

En “Variabilidad léxica y estrategias de persuasión en el discurso oral y público de la presidenta

Cristina Fernández de Kirchner en su primer mandato (2007-2011)” Pedrazzini et al. hacen un análisis

lexicométrico del primer período presidencial de Fernández e identifican áreas temáticas y estrategias de

persuasión. Para lo que denominan el “polo económico – productivo y financiero” indican:“(L)a

mandataria busca resaltar la eficacia de su gestión, los resultados obtenidos (crecimiento, superávit,

desarrollo) al mismo tiempo que apunta a atraer nuevas inversiones (inversión), apoyándose en cifras

(por ciento, millones, dólares) y precisando el sector económico en cuestión (“en materia de desempleo”,

“en materia de comportamiento fiscal”, “en materia de industria agroalimentaria y en materia de

industria energética”, alimentos, comercio, comercial”). En los discursos que figuran como característicos

de estos elementos extremos, la mandataria se dirige fundamentalmente a empresarios extranjeros y

autoridades de otros países: países, mundo, global. (2012:145)

Page 174: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

173

como digo yo. Uno siempre frente a otras cuestiones puede tener una valoración o visión

desde su punto de vista. Pero allí está…” (18/01/08): (en relación con la desocupación:

“Hemos medido el 8,6 y para junio estamos en un 7,8”; “hoy está reducido en un 8,2 o en

un 8,6 aproximadamente; en relación con las exportaciones: “de los 46.000 millones de

dólares que exportamos y que también en su momento fue una cifra récord en el 2006, más

de 55.000 millones en el 2007, lo que significa un aumento de año a año también del 22

por ciento y del 20 por ciento el superávit de diciembre del 2006 al 2007”; en relación con

las inversiones: “llegan entre lo ejecutado y en ejecución a 21.000 millones de pesos,

colegios, rutas, etcétera, a iniciarse 15.000 millones más, con lo cual estaríamos

totalizando cuando se culmine todo, una inversión de 35.000 millones”; en relación con la

generación de empleo: “respecto del mismo cuatrimestre del año anterior en 5, 6, también

un crecimiento muy importante respecto del trimestre anterior en 1, 6”; en relación con el

crecimiento interno: “significa también asegurar a más de 100 mil habitantes, a más de 100

mil argentinos y argentinas, 250 litros de agua potable por día promedio”). El uso de cifras

produce un “efecto de realidad” y de “objetividad”, y de este modo, apunta a construir la

excepcionalidad del gobierno kirchnerista que se complementa con la recurrente

argumentación por los resultados, como hemos visto en el capítulo 2. Por otro lado, son

ratificados a través de los comentarios acerca de la contundencia de esos números, y

también, en muchos casos, de la comparación con el período anterior: (“la verificación más

importante que hemos logrado”, “ahí están en su contundencia”, “reducción drástica de la

indigencia y la pobreza”, “aquel número indigno de dos dígitos”, “récord”).

5. A modo de cierre

En este capítulo hemos abordado las diferentes estrategias que despliega Cristina

Fernández con la finalidad de construir credibilidad como enunciador y sujeto político y,

de esta manera, propiciar la adhesión del auditorio. La generación de una imagen creíble

está en la base de toda construcción de una identidad política; sin embargo, aquello que

resulte creíble dependerá de las expectativas de los heterogéneos grupos que conforman

una sociedad y de los imaginarios sociales presentes en ellos.

Hemos visto los mecanismos discursivos tendientes a la configuración de un sujeto

sincero, “digno de crédito”, por un lado, y dotado de atributos y saberes necesarios para la

conducción de un país, por el otro.

Page 175: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

174

Dentro del primer aspecto, analizamos características de su “lengua política” que

configuran un sujeto preocupado por establecer ciertas pautas de aceptabilidad del discurso

político. Los comentarios metadiscursivos de la locutora tanto en relación con la sinceridad

de su decir como acerca de la coherencia que como locutora y sujeto político tiene, que

apuntalan la construcción de un sujeto honesto y fiel -en sus dichos y en sus actos-

proyectando un ethos de la virtud. Sin embargo, la autorreferencia, también característica

de estas glosas, puede inducir el rechazo de ciertos sectores sociales a partir de la

proyección de una imagen de autosuficiencia. Por otro lado, Fernández presenta un control

sobre el lenguaje propio y ajeno que expone una actitud prescriptiva frente al

comportamiento lingüístico desde un lugar de enunciación legitimado mostrando una

sobrevaloración del “decir”; la utilización de un registro popular, por otro lado, tiende a

acortar las distancias con el auditorio y a proyectar su imagen pedagógica.

Además de la lengua política, Fernández crea una imagen de sí pedagógica, por un

lado, y experta, por el otro. En cuanto a la primera, se vincula a una escenografía

profesoral que se despliega en largos tramos expositivo-explicativos que le permiten a la

locutora trasmitir una interpretación de la realidad, hacer aceptables sus posiciones (de

manera particular en momentos de conflicto) así como interpretar y polemizar con la

palabra –y las acciones- de sus adversarios. La asunción de una posición enunciativa

pedagógica y los diferentes recursos explicativos así como la regulación de la palabra ajena

tienden también a la naturalización de una lectura de la “realidad” -por sobre otras

posibles-. Podemos decir que su discurso enfatiza el componente pedagógico propio de

todo discurso político y, como contrapartida, los destinatarios se configuran

discursivamente como “alumnos” a quienes se transmite un saber. Esta asimetría, a su vez,

se ve mitigada por diferentes recursos lingüísticos.

La segunda construcción tiende a mostrar la competencia e idoneidad de la

locutora, quien detenta saberes que abarcan distintos ámbitos de conocimiento. Está

caracterizada por una figura enunciativa construida como poseedora de saber y productora

de conocimiento. Esta imagen se construye principalmente a través de dos estrategias, por

un lado, una relación particular que la locutora entabla con el conocimiento: la locutora

desplaza su lugar de enunciación hacia otros campos de saber, particularmente aquellos

medulares para la conducción de un país (el Derecho, la Historia, la Economía) y se

muestra produciendo y polemizando con el saber establecido.

Page 176: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

175

Por otro lado, la utilización de medios probatorios, recurso típico del “discurso

experto” asociados a “escenas de trabajo”. Estos medios exponen una “retórica de las

cifras” que tiende a generar un efecto de objetividad que vuelve incuestionable la

performance del periodo kirchnerista y genera un ethos de la eficacia.

Page 177: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

176

Conclusiones

En esta tesis hemos analizado la construcción del ethos o imagen de sí de

Cristina Fernández durante su primera campaña presidencial y los primeros meses de su

primer mandato constitucional. El periodo abordado en este trabajo ha sido de suma

importancia en el devenir de la política nacional así como también en la configuración

de la imagen pública de Cristina Fernández. En primer lugar, por las particularidades

vinculadas a la decisión de su candidatura presidencial (la elección de Néstor Kirchner

de no ser candidato, la ausencia de internas partidarias, la demora en el anuncio de la

candidatura de Fernández, las suspicacias vertidas en los medios masivos acerca de la

estrategia de traspaso ilimitado del mando y acerca de dónde recaería el “poder real”

para la toma de decisiones, entre otras). En segundo lugar, porque durante este tiempo

se desarrolló el conflicto con el sector agropecuario que durante tres meses marcó el

rumbo en la agenda política argentina y tuvo profunda incidencia en la política posterior

debido a que realineó las alianzas políticas existentes, definió de manera clara la

oposición al gobierno kirchnerista (y especialmente el rol de ciertos medios de

comunicación) y socavó parte de la base de apoyo social con la que contaba el

kirchnersimo (particularmente de las clases medias urbanas).

Teniendo en cuenta las imposiciones de esta coyuntura histórica y como

resultante de la interacción entre los rasgos de las características personales, los

comportamientos, las declaraciones verbales de Fernández y las expectativas de los

auditorios que atribuyen valores positivos o negativos a esas maneras de ser, hemos

propuesto que la imagen de sí de Fernández se construye a partir de tres grandes pilares:

el énfasis en su legitimidad y autoridad política; su condición de mujer política y la

credibilidad e idoneidad de su persona, lo que configura un ethos compuesto.

En primer lugar, en relación con la legitimidad, hemos visto que la imposibilidad

de confrontar con la gestión anterior -la de Néstor Kirchner-, permite enfatizar la idea

de que los dos mandatos representan una continuidad, la continuidad de un mismo

proyecto político. Sin embargo para la locutora era necesario equilibrar las insistentes

referencias a las transformaciones realizadas por Néstor Kirchner con la idea de que ese

proyecto estaba incompleto y que era ella quien estaba capacitada para continuarlo y

profundizarlo. Esta propuesta se vio cristalizada en los sintagmas “el cambio en la

continuidad” y “la profundización del modelo” que fueron los eslóganes de la campaña

Page 178: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

177

electoral. De esta manera, los logros de la gestión de Néstor Kirchner son el argumento

tanto para proponer la continuidad del proyecto como para la evaluación de su

efectividad y el rol de Fernández, entonces, es trabajar sobre las deudas pendientes.

Si bien la legitimidad de Fernández se construye principalmente a partir de los

logros obtenidos, la locutora apela también a las referencias a su trayectoria política:

expone su capacidad para ejercer el poder a partir de una larga trayectoria política que

abarca tanto su pasado de militancia como el ejercicio de múltiples cargos legislativos

provinciales y nacionales. Esto permite, además, contrarrestar críticas acerca del manejo

del poder en la pareja política. Asimismo, apela también al mandato popular al que ha

sido sometida como fundamento de esa legitimidad, lo que le permite diferenciarse de

sus adversarios en momentos de disputa.

Por otro lado, Fernández se enfrentó a una compleja situación ya que tuvo que

equilibrar su vínculo con Néstor Kirchner que se dirimió entre la vida pública y la vida

privada. Al respecto de esta particularidad, el vínculo con Néstor Kirchner es puesto en

primer plano aun cuando los efectos de sentido de la omnipresencia de la figura del

exmandatario para la imagen discursiva de Fernández pueden ser diversos. Por un lado,

la asociación entre las dos figuras que comparten un proyecto político y una vida común

permite la identificación entre el ethos de ambos, es decir, la incorporación de las

características positivas que conformaban la imagen pública del exmandatario, como

sugiere a partir de la evocación a las experiencias y convicciones compartidas por

ambos. Pero, por otro lado, la construcción magnificada de su figura -que lo acerca a la

de un prócer de la patria- hace difícil una comparación de las gestiones en términos

políticos y, en este sentido, la figura de Fernández quedaría en inferioridad de

condiciones para sucederlo.

Asimismo, también en relación con este aspecto, estaba presente la memoria

discursiva del peronismo especialmente la del vínculo discursivo establecido entre Eva

Perón y Juan Domingo Perón. Esta memoria pudo orientar la interpretación del vínculo

Kirchner-Fernández asimilándolo al de la pareja peronista configurada como la relación

entre un líder poderoso (como sugiere la magnificación de la figura de Kirchner que

evocaría la de Perón) y una mujer en posición de sumisión al líder (ocupada por

Fernández quién evocaría la figura de Eva).

Page 179: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

178

En segundo lugar, en relación con el ethos femenino, hemos visto que, si bien la

condición de género es identificada en muchas oportunidades por Fernández como un

obstáculo, esta es también considerada un atributo diferencial que funcionará como

reaseguro de su propia capacidad de gobernar el país.

La imagen de mujer que construye Fernández es ambivalente ya que, por un

lado, su figura encarna un nuevo rol de las mujeres en el ámbito público –aspira y luego

detenta el cargo político de más alta responsabilidad en un país, la presidencia-,

mientras que por otro lado, refuerza una imagen femenina tradicional –su figura política

se asocia a la de su marido, apela a la noción de la mujer compañera del varón y esto

evoca la idea del poder “delegado”- ya que se construye como una mujer que viene a

continuar un proyecto político que se gestó entre dos (en el marco de un hogar y una

carrera política compartidas). En este sentido, dos modelos de mujeres políticas, Eva e

Isabel,- ambas peronistas- circulaban en el imaginario nacional e inciden en la

construcción de la imagen discursiva de Fernández. Con respecto a Eva, su evocación

destaca los valores asignados a este personaje durante de los años ´70, especialmente

por los movimientos de jóvenes, que la asocian a la entrega, la lucha y el compromiso.

Respecto de Isabel, en cambio, se distancia ya que encarna el estereotipo de la mujer

débil y manejable que ocupa un lugar “usurpado”. En oposición a esta idea hemos visto

que Fernández construye una imagen de sí que, si bien recupera la trayectoria

compartida con Néstor Kirchner, enfatiza la suya lo que la legitima para ocupar la

primera magistratura y le permite construir una identidad política independiente de la de

su marido.

Asimismo, desde su campaña electoral, al enunciarse como parte del colectivo

de identificación “nosotras, las mujeres” y hablar desde una perspectiva de género,

Cristina Fernández propone lazos con el auditorio femenino como una estrategia de

identificación que volverá a emerger en momentos de conflicto. Las imágenes de mujer

a las que apela buscan que un auditorio amplio de mujeres identificadas con discursos y

posicionamientos diferentes se incorporen al proyecto kirchnerista. Es por esto que esas

imágenes remiten a diversos espacios de la doxa y vehiculizan diversos estereotipos

sobre la mujer. Por ejemplo, para definir el colectivo del que forma parte, la locutora

apela a un esencialismo de lo femenino, es decir, su definición a partir de características

que son propias de la mujer que celebran -y enfatizan- su diferencia, en este sentido su

discurso es reproductor de ideas tradicionales sobre la mujer. La fuerza de lo femenino

Page 180: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

179

se construye sobre la debilidad ya que, si bien retoma la idea de desigualdad entre los

géneros, la victimización de la mujer y su fragilidad, se relaciona también a la mujer

con la perseverancia y la superación de adversidades vinculada con un tipo de actuación

política: la lucha pacífica y la defensa de los derechos humanos a partir de su

identificación con otras mujeres en lucha, como las Madres y Abuelas de Plaza de

Mayo y la madre de Ingrid Betancourt.

Fernández reconfigura, entonces, la idea de sexo débil pero sin romper con el

discurso de la desigualdad ya que es por su condición de mujer que su actuación política

tiene más valor. La mujer superadora de obstáculos que hace frente a los conflictos y las

dificultades no relega, sin embargo, la familia, su lugar de madre y su hogar. En este

sentido, no hay una ruptura con el discurso patriarcal ni con el biologicista en relación

con la mujer ni una problematización de las características de lo femenino y lo

masculino y, así, no se aleja de la representación tradicional de la mujer del discurso

peronista.

Esta presentación de la locutora como mujer, trabajadora y perseverante,

superadora de obstáculos y con la capacidad de articular mundos diferentes, delinea la

figura de un garante de lo dicho ya que remite a su propio lugar de enunciación, y al

argumento de que por ser mujer podrá llevar a la práctica la continuación del proyecto

político kirchnerista.

Otro aspecto relevante de la construcción de Fernández ha sido la construcción

de credibilidad como enunciador y sujeto político aunque este no ha estado exento

cuestionamientos en tanto aquello que los sujetos consideran “creíble” se vincula a

imaginarios sociodicursivos relacionados a la figura del político y a otros fenómenos

que exceden lo discursivo. En primer lugar, Fernández se configura como un sujeto

preocupado por el establecimiento de pautas de aceptabilidad del discurso político. El

énfasis, tanto en relación con la sinceridad de su decir como acerca de la coherencia que

como locutora y sujeto político tiene, apuntalan la construcción de un sujeto “honesto”

junto con la puesta en escena de un “decir verdadero” valorado incluso sobre las

consecuencias que esta honestidad pueda traer en la imagen discursiva de la locutora.

Pero, a la vez, pueden inducir al rechazo a partir de la proyección de una imagen de

autosuficiencia. Además, la regulación sobre el lenguaje propio y ajeno expone una

Page 181: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

180

actitud prescriptiva frente al comportamiento lingüístico apropiado desde un lugar de

enunciación legitimado.

Por otro lado, la credibilidad de Fernández se construye a partir de dos

imágenes; tanto la imagen pedagógica como la imagen experta. La imagen pedagógica

se configura a través de lo que denominamos una escenografía profesoral. Esta instaura

una posición enunciativa asimétrica desarrollada en extensos tramos del componente

didáctico del discurso político. Los diferentes recursos explicativos tienden a la

naturalización de una lectura de la “realidad” por sobre otras posibles a la vez que la

configuran como un sujeto competente lo que le permite hacer aceptables sus posiciones

así como interpretar y polemizar con la palabra –y las acciones- de sus adversarios. La

segunda construcción pone en escena la competencia e idoneidad de la locutora. Esta

está caracterizada por una figura enunciativa construida como poseedora de saber y

productora de conocimiento a través del desplazamiento de su lugar enunciativo hacia

diversos ámbitos del conocimiento, particularmente aquellos medulares para la

conducción de un país (el Derecho, la Historia, la Economía). Por otro lado, este

desplazamiento se acompaña con la utilización de recursos típicos del discurso experto

y está asociado a la construcción de “escenas de trabajo”.

Estas configuraciones tienden a generar distancia entre la construcción

enunciativa de la locutora y sus auditorios; sin embargo, la utilización de un registro

popular y otros recursos mitigadores acortan esa distancia instaurada por la posición

enunciativa asimétrica característica de estas imágenes.

Las características expuestas conforman los componentes que caracterizan la

presentación de sí de Fernández durante el período estudiado. Cada uno de estos

componentes, a su vez, se configura a través de un conjunto de rasgos lingüístico-

discursivos que lo caracterizan. Los rasgos que componen el primer componente, la

legitimidad, autoridad y liderazgo, son el dispositivo enunciativo que propone el

colectivo de identificación “Nosotros gobierno” (y asume la primera persona del plural)

y las diversas formas lingüísticas que asume ese colectivo, como la de “Proyecto”; la

descripción de un tiempo presente extendido altamente valorado (una cronotopía)

asociado a la noción de “transformación” expresada a través del preconstruído

(nominalizaciones, pretérito perfecto compuesto) y otras construcciones lingüísticas

(verbo estar + gerundio) y la argumentación pragmática que se vincula a la construcción

Page 182: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

181

de legitimidad; la narrativa de vida relatada a través del ejercicio del recuerdo que

enlaza la vida personal con la nacional y que enfatiza la legitimidad que le brinda su

trayectoria política y la elección popular y, finalmente, la magnificación de la figura de

Néstor Kirchner.

Para el segundo, el ethos femenino, la apelación a un colectivo de identificación

“nosotras, las mujeres” configurado de manera amplia y asociado a representaciones

genéricas estereotipadas (la diferencia, el doble mundo, la debilidad y fragilidad, la

mujer-madre, entre otros) que caracterizan a las mujeres y la invisten en tanto mujer de

ciertas características, con el que Fernández se vincula tanto como par como de manera

asimétrica (como maestra); y la construcción de un linaje femenino de mujeres

modélicas vinculadas a la tragedia, la perseverancia y la lucha pacífica por los Derechos

Humanos.

Para el tercer aspecto, la credibilidad, la enunciación política asociada a

comentarios metadiscursivos acerca de su sinceridad “dicha” y “mostrada” (a través de

glosas, metáforas, modalizadores), el verismo que expone la figura de un parresiasta, y

las glosas que muestran una “coherencia intradiscursiva”; el control sobre el lenguaje

(propio y ajeno) y el uso de un registro popular; la construcción de una escenografía

pedagógica, configurada en amplios tramos expositivo-explicativos esquemáticamente

organizados que posicionan al auditorio en el papel de “alumno” donde se despliegan

recursos tales como: marcadores metadiscursivos de la explicación , la reformulación,

los vínculos de causalidad, el ejemplo, la puesta en escena de voces ajenas a través del

recurso al diálogo ficticio o la negación y la introducción de situaciones hipotéticas con

el fin de imaginar escenario adversos. Finalmente, el desplazamiento de su lugar de

enunciación hacia diversos campos de saber y la producción de sentido (a través de

verbos realizativos explícitos, la utilización de terminología técnica y medios

probatorios de diversa índole, especialmente el despliegue de una retórica de las cifras)

que escenifican un sujeto idóneo y experto.

Consideramos que el haz de rasgos lingüístico- discursivos identificados en la

presentación de sí de Fernández puede ser considerado como una parte importante de

una matriz de discursividad (cfr. Beacco, 1988; Arnoux, 2004, 2008) en tanto constituye

un conjunto de regularidades, es decir, rasgos comunes o ampliamente compartidos, y

su presencia más o menos marcada es constante en el conjunto de textos que conforman

Page 183: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

182

nuestro corpus. Su presencia o ausencia, su énfasis o mitigación, se vincula con los fines

argumentativos de los discursos, a su contexto situacional de enunciación, a los

auditorios ante los cuales se toma la palabra y a los hechos que determinan las

coyunturas específicas de cada uno.

Finalmente, creemos que a partir de un análisis de este tipo que se ha detenido

en los aspectos del ethos se podrán abrir nuevas líneas de investigación. En primer

lugar, una línea de trabajo que se abre a partir de este trabajo es la indagación en la

permanencia de los diversos componentes (y de los rasgos propuestos) a lo largo de los

dos mandatos constitucionales de Fernández. Especialmente interesante será identificar

los cambios que se han operado a partir de la incidencia de hechos relevantes de la

coyuntura histórica, tales como la muerte del expresidente Néstor Kirchner, por

ejemplo. Como algunos investigadores han advertido (cfr. Bitonte, 2010, 2011; Quiroga

y Bosch, 2013; Pérez, 2013) a partir de este hecho surge con fuerza el aspecto

pathémico que no tiene una presencia relevante en el periodo estudiado. Sería

interesante relevar los distintos rasgos a partir de los cuáles este se manifiesta y si

constituye un nuevo componente.

Otra perspectiva investigativa es, por ejemplo, la configuración de su ethos en la

discursividad que despliega en diversas redes sociales, tales como Twitter o Facebook

de las que es partícipe activa.

Page 184: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

183

Anexo

Listado de discursos citados

A continuación presentamos la lista de discursos citados ordenada por fecha de

alocución. En el trabajo, las referencias se indican entre paréntesis al final de cada cita.

19 de julio de 2007- ANUNCIO OFICIAL DE LA CANDIDATURA A PRESIDENTA

DE LA NACIÓN DE CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER EN EL TEATRO

ARGENTINO DE LA PLATA.

24 de julio de 2007-DISCURSO DE LA CANDIDATA A PRESIDENTA CRISTINA

FERNÁNDEZ DE KRICHNER EN EL FORO DE LA NUEVA ECONOMÍA EN

MADRID.

14 de agosto de 2008- DISCURSO DE LA CANDIDATA A PRESIDENTA

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER EN EL ACTO DE LANZAMIENTO DE

LA FÓRMULA OFICIALISTA JUNTO AL INGENIERO JULIO COBOS.

7 de agosto de 2007- DISCURSO DE LA CANDIDATA A PRESIDENTA CRISTINA

FERNÁNDEZ DE KIRCHNER EN EL CIERRE DEL CONSEJO DE LAS

AMÉRICAS.

23 de agosto de 2007- DISCURSO DE LA CANDIDATA A PRESIDENTA

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER EN ALMUERZO CON EMPRESARIOS

EN RECONQUISTA, SANTA FE.

4 de septiembre de 2007- DISCURSO DE LA CANDIDATA A PRESIDENTA

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER EN EL PRECOLOQUIO DE IDEA EN

BUENOS AIRES.

17 de septiembre de 2007- DISCURSO DE LA CANDIDATA A PRESIDENTA

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER EN SU VISITA A CENTRO DE

JUBILADOS EL ZORZAL DE GENERAL PACHECO, BUENOS AIRES.

18 de septiembre de 2007- DISCURSO DE LA CANDIDATA CRISTINA

FERNÁNDEZ DE KIRCHNER EN LA VISITA AL CENTRO INTEGRADOR

COMUNITARIO DE MORENO.

Page 185: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

184

3 de octubre de 2007- DISCURSO DE LA CANDIDATA A PRESIDENTA

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER CON EMPRESARIOS BRASILEÑOS EN

BRASILIA.

25 de octubre de 2007- DISCURSO DE CIERRE DE CAMPAÑA DE LA

CANDIDATA A PRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER EN

MERCADO CENTRAL.

28 de octubre de 2007- DISCURSO DE LA PRESIDENTA ELECTA CRISTINA

FERNÁNDEZ LUEGO DE LA VICTORIA ELECTORAL.

10 de diciembre de 2007- DISCURSO DE LA PRESIDENTA DE LA NACION,

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE ASUNCIÓN DEL

MANDO EN EL CONGRESO DE LA NACION ANTE LA ASAMBLEA

LEGISLATIVA

13 de diciembre de 2007-PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA.

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER DURANTE LA CEREMONIA DE

EGRESO DE LAS PROMOCIONES 38, 39 Y 40, DEL INSTITUTO DE SERVICIO

EXTERIOR DE LA NACIÓN, EN EL SALÓN BLANCO, DE LA CASA ROSADA.

-PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE

KIRCHNER, EN EL ACTO DE PRESENTACIÓN DEL PROGRAMA

ERRADICACIÓN, LIMPIEZA Y CIERRE DE BASURALES EN LA CUENCA

MATANZA-RIACHUELO

14 de diciembre de 2007- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA.

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE FIRMA DE

CONTRATO PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA USINA TERMOELÉCTRICA

EN RIO TURBIO, PROVINCIA DE SANTA CRUZ.

17 de diciembre de 2007- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA.

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER DURANTE LA INAUGURACIÓN DEL

HOTEL DE LA UOCRA, EN MAR DEL PLATA.

18 de diciembre de 2007-PALABRAS DE LA PRESIDENTA CRISTINA

FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE ASUNCIÓN COMO

PRESIDENTA PRO TEMPORE DEL MERCOSUR

Page 186: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

185

-PALABRAS DE LA PRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN

REUNIÓN DEL MERCOSUR REALIZADA EN MONTEVIDEO, REPÚBLICA

ORIENTAL DEL URUGUAY

19 de diciembre de 2007- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA.

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER EN LA INAUGURACIÓN DEL

CAMPUS DE LA UNIVERSIDAD SAN MARTÍN, DE LA PROVINCIA DE

BUENOS AIRES.

20 de diciembre de 2007- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN,

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN LA CEREMONIA DE EGRESO

CONJUNTO DE LOS CADETES DE LAS FUERZAS ARMADAS, REALIZADO EN

EL COLEGIO MILITAR DE LA NACION

26 de diciembre de 2007- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA.

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER EN EL ACTO DE ANUNCIO DE OBRAS

PARA MUNICIPIOS DE PUERTO DESEADO.

11 de enero de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN,

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE FIRMA DE

CONVENIO CON LA MUNICIPALIDAD DE TIGRE, EN EL MARCO DEL

PROGRAMA DE USO EFICIENTE Y RACIONAL DE ENERGIA

18 de enero de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN,

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE LANZAMIENTO DE

LA LICITACIÓN DE LA OBRA DE INTERCONEXIÓN ENERGÉTICA

COMAHUE-CUYO

24 de enero de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA.

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER EN LA INAUGURACIÓN DE UNA

PLANTA DE TRATAMIENTO DE LÍQUIDOS CLOACALES, EN VILLA CARLOS

PAZ, EN CÓRDOBA.

28 de enero de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN,

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE APERTURA DE LA

LICITACIÓN PRESA DE EMBALSE "EL BOLSÓN”

Page 187: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

186

30 de enero de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN,

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE FIRMA DEL

CONTRATO DE ADJUDICACIÓN DE LOS NUEVOS ACCESOS FERROVIARIOS

AL PUERTO DE BUENOS AIRES

31 de enero de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACION,

DOCTORA CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE

ADJUDICACIÓN DE OBRAS PARA LA EJECUCIÓN DEL PROYECTO

CIRCUNVALAR ROSARIO, PROVINCIA DE SANTA FE

-PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE

KIRCHNER, EN EL ACTO DE LLAMADO A LICITACIÓN PARA LA

CONSTRUCCIÓN DE LA PLANTA POTABILIZADORA PARANÁ DE LAS

PALMAS

1 de febrero de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ

DE KIRCHNER EN SU VISITA A UNA GRANJA AVÍCOLA EN CONCEPCIÓN

DEL URUGUAY, PROVINCIA DE ENTRE RÍOS

4 de febrero de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ

DE KIRCHNER EN SU VISITA A LA CIUDAD DE NECOCHEA.

12 de febrero de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN,

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN INCORPORACIÓN DE

MUNICIPIOS BONAERENSES AL PROGRAMA DE USO RACIONAL Y

EFICIENTE DE LA ENERGÍA

-PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DOCTORA CRISTINA

FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL MARCO DE SU VISITA A LA CIUDAD DE

CÓRDOBA

15 de febrero de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ

DE KIRCHNER EN EL 131º ANIVERSARIO DEL LAGO ARGENTINO

1 de marzo de 2008- MENSAJE DE LA SEÑORA PRESIDENTA DE LA NACIÓN,

DOCTORA CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, ANTE LA ASAMBLEA

LEGISLATIVA

Page 188: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

187

5 de marzo de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA.

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER EN EL ACTO DE LANZAMIENTO DE

LÍNEA DE FINANCIACIÓN PARA LAS PYMES, DEL BANCO DE LA NACIÓN

ARGENTINA.

7 de marzo de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA.

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER DURANTE LA XX CUMBRE DE JEFES

DE ESTADO Y GOBIERNO DEL GRUPO DE RíO, EN SANTO DOMINGO.

17 de marzo de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA, CRISTINA FERNÁNDEZ

DE KIRCHNER, DURANTE EL ACTO DE PRESENTACIÓN DEL PLAN

ESTRATÈGICO DE DESARROLLO TERRITORIAL "ARGENTINA DEL

BICENTENARIO".

19 de marzo de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ

EN LA MINA MARTHA DE GOBERNADOR GREGORES, SANTA CRUZ

-PALABRAS DE LA PRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER EN

EL ACTO DE CONMEMORACIÓN DEL 86º ANIVERSARIO DE LA CIUDAD DE

GOBERNADOR GREGORES, SANTA CRUZ

25 de marzo de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN,

DOCTORA CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE FIRMA

DEL CONVENIO ENTRE AySA Y MUNICIPIOS DEL CONURBANO

BONAERENSE, EN EL SALÓN SUR DE LA CASA DE GOBIERNO.

27 de marzo de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA.

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER DURANTE EL ENCUENTRO, EN

PARQUE NORTE.

28 de marzo de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ

EN LA INAUGURACIÓN DE LA NUEVA SEDE CASEROS II DE LA

UNIVERSIDAD DE TRES DE FEBRERO

1 de abril de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA.

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER EN EL ACTO POR LA CONVIVENCIA

Y EL DIÁLOGO, EN LA PLAZA DE MAYO.

Page 189: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

188

2 de abril de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA

FERNÁRNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO EN MEMORIA DE LOS CAÍDOS

EN MALVINAS

7 de abril de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA

FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN LA SEDE DE LA UNESCO

-PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE

KIRCHNER, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DE LA PLAZA "EL JARDÍN DE

LAS ABUELAS Y MADRES DE PLAZA DE MAYO EN PARIS"

17 de abril de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN,

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DE

LA PLANTA INDUSTRIAL SIGDOPACK, EN LA LOCALIDAD DE CAMPANA,

PROVINCIA DE BUENOS AIRES

21 de abril de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN,

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE FIRMA DE

CONVENIOS BILATERALES, EN LA CIUDAD DE QUITO, DURANTE SU

VISITA A LA REPÚBLICA DE ECUADOR.

-PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA. CRISTINA

FERNÁNDEZ DE KIRCHNER DURANTE LA INAUGURACIÓN DEL CENTRO

ARGENTINO DE ESTUDIOS POLÍTICOS, SOCIALES Y EL FONDO

BIBLIOGRÁFICO "ARTURO JAURECHE", EN LA SEDE DE FLACSO, EN

ECUADOR.

24 de abril de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN,

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE LANZAMIENTO DEL

PLAN FEDERAL PARA LA FINALIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN PRIMARIA Y

SECUNDARIA

28 de abril de 2008-PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA.

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER EN ACTO EN AÑATUYA, PROVINCIA

SANTIAGO DEL ESTERO.

Page 190: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

189

6 de mayo de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA

FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE ENTREGA DE PREMIOS

EDUCACIÓN 2008

-PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACION, CRISTINA FERNÁNDEZ DE

KIRCHNER, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DEL HOSPITAL "FEDERICO

ABETE", EN MALVINAS ARGENTINAS, PROVINCIA DE BUENOS AIRES

16 de mayo de 2008- DISERTACIÓN DE LA PRESIDENTA CRISTINA

FERNANDEZ DE KIRCHNER EN LA V CUMBRE ALC-UE EN EL PANEL SOBRE

POBREZA, DESIGUALDAD E INCLUSIÓN

22 de mayo de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN,

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN

DEL POLICLÍNICO "SAN ANTONIO DE ANCHORENA" CON DIRIGENTES DE

UPCN

-PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA. CRISTINA

FERNÁNDEZ DE KIRCHNER EN EL ACTO DE FIRMA DE INICIO DE OBRAS

PARA SOLUCIONES HABITACIONALES PARA LA REGIÓN PATAGÓNICA, EN

CASA DE GOBIERNO.

25 de mayo de 2008-PALABRAS DE LA SEÑORA PRESIDENTA DE LA NACIÓN,

DOCTORA CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE

CONMEMORACIÓN DEL 198º ANIVERSARIO DE LA REVOLUCIÓN DE MAYO,

EN LA PROVINCIA DE SALTA

9 de junio de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA.

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER PARA EL LANZAMIENTO DE UN

FONDO DE REDISTRIBUCIÓN SOCIAL PARA HOSPITALES; VIVIENDAS

POPULARES URBANAS Y RURALES Y CAMINOS RURALES, EN LA

REPÙBLICA ARGENTINA, DESDE EL SALÓN BLANCO, DE LA CASA DE

GOBIERNO.

17 de junio de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACION,

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN CONMEMORACIÓN DEL 53º

ANIVERSARIO DEL BOMBARDEO A LA PLAZA DE MAYO.

Page 191: El ethos en los discursos políticos de Cristina Fernández ...

190

18 de junio de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN,

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE PLAZA DE MAYO.

02 de julio de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACION, DRA.

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN LA INAUGURACIÓN DE UNA

PLANTA LÁCTEA Y OTRA DE AUTOPARTES, EN EL PARQUE INDUSTRIAL

DE LA CIUDAD DE CHIVILCOY.

14 de julio de 2008-PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA.

CRISTINA FERNÀNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE PRESENTACIÒN DE

NUEVA LÌNEA DE FINANCIAMIENTO PARA LA PRODUCCIÒN NACIONAL

DE LA VACUNA TRIPLE BACTERIANA.

17 de julio de 2008- PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA.

CRISTINA FERNÀNDEZ DE KIRCHNER, DURANTE EL ACTO DE

INAUGURACIÓN DEL AEROPUERTO INTERNACIONAL DE RESISTENCIA,

CHACO.

25 de julio de 2008-PALABRAS DE LA PRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ

EN EL ACTO REALIZADO EN JOSÉ C. PAZ, PROVINCIA DE BUENOS AIRES

-PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACION, CRISTINA FERNANDEZ DE

KIRCHNER, EN EL ACTO EN CONMEMORACIÓN DE LOS 56 AÑOS DE LA

MUERTE DE EVA PERON

28 de julio de 2008-PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE ANUNCIO DE

OBRAS EN EL MARCO DEL PLAN DE ASISTENCIA FINANCIERA PARA LA

PAVIMENTACIÒN DE ÁREAS PERIURBANAS DE GRANDES CIUDADES, EN

EL MUNICIPIO DE EZEIZA.

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