Alonso Quijano:Era hidalgo, perteneciente a la nobleza rural, tenia casi 50 años y llevaba una vida solitaria y rutinaria.

Tenia un particular interés por la literatura caballeresca.

“..de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso (que eran los más del año), se daba a leer libros de caballerías con tanta afición y gusto…” (Capítulo I- 1605)

Lo rutinario y lo aburrido lo llevaron a desear cambiar su estilo de vida.

Por eso no se sabe con claridad, si se hace el loco para poder justificar su manera de actuar o si es verdad…

Don Quijote:Se transforma en un caballero andante, el cual ve cosas que no existen, y todas sus “realidades” son asociadas con los libros de caballerías. Esto lo hace vivir en una “realidad transformada”.

También es aventurero, utópico y sigue sus sueños, valores y creencias sin miedo a perder nada. Ya que en realidad no tiene nada.

Era un hombre de bien, porque todo el tiempo intentaba ayudar a Don Quijote. Además era un hombre muy pobre y poco inteligente, lo que lo lleva a ser inocente y creer todo lo que le decían.

Por otra parte, tenía rasgos materialistas.

Esperando conseguir algo de valor, salió de viaje con Don Quijote.

En ella, se reúnen todas las características de las princesas de los libros, todas estas ideas nacen en la imaginación de Don Quijote y de su capacidad de asociar la realidad con los libros, ya que ella es una simple labradora.

Dulcinea, en la realidad era una labradora pobre, aldeana, aborrecible a los ojos, baja y fea, asimismo de olor feo, su cabello parecido a cerdas de cola de buey y sobre el labio una especie de bigote.

En cambio, Don Quijote, en su realidad la veía como una doncella hermosa, con mucho dinero, que usaba perlas y tenia un cabello rubio como el oro, además del buen olor se le destacaba un lunar sobre el labio derecho.

5º Humanístico

Florencia Verri

Victoria Drandich