Diccionario teológico J-LL

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Letras J a LL del diccionario teológico de Rahner y Vorgrimler.

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  • JJansenimo. Corrionte religiosa Ydoctrinal quo etr los s- xvt Y xvllrss extendi Por gran Parte dE Fran-cia, Blgica, Holanda, Italia Y Ale-mania. Su nombre le viene del obis-po de Yprs, C. Jansen (t 1638)' Vir* .uugot fundamentales, que slopueden resumise cercenndolos nopocor son los que exponemos a con-iinuacin: avesin a la losofa,validez exclusiva de la Escritura ypadres de la Iglesia Y de una msti-ia del corazn, severidad rnoral (en-conada lucha contra el laxismo) Yacontuacin de los dere'chos de losobispos en el sentido dcl galicanismofrancs. Fuo condenado por la Igle-sia. I-a doctrina del jansenismo esen teologa evidentemente laisa, encuanto que sostena estas ideas:Adn iue acreedor de la gracia; lasvirtudes de los Paganos no son sinovicios; la humanidad esta sometidaa la concupiscencia viciosa, a la quesigue sometido incluso el hombre engracia. por 1o menos internamenteles posible el pecado sin libertad in-terna de eleccin; Iesus muri slopor los elegidos Y la masa Permane-ce reprr:bada (-)predestinacin). Estarloctrina de Ia gracia fue condenadacr 1653, resumida en cinco ProPo-siciones tomadas del libro Augus-tiruts, tla C. Jansen (Dz 1092-10%)'Los jansenistas concedieron el carc-ter hertico de dichas proposiciones,pero negaron que estuvieran conte-nidas en el Augustittu* Contra esto,so Ieclar en 1656 que las proposi-ciones estaban all contenidas (Dz1098: cf. 1099). La condenacin dellansenismo se renov solemnemente

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    en el ao 1715 (bula lJngenittrs)- Eljansenismo oigui viviendo hasta co-mienzos del s. xrx; a{rn hoy persisteen la Iglesia jansenista de Utrecht(Ilolanda), seParada de Roma en ela,o 1723.

    Jesucristo. I. Yida de less. Tan'to la oxistencia histrica, la vida,muerte y resurreccin de fess, comoel contenido de las afirmaciones quehizo oobre si mismo, son histri-camente ciertas y seguras gracias alos cuatro evangelios, epstolas do losa1stoles, testimonios no cristianos(Flavio, Josefo, Tcito, Sre.tonio, Pli-nio el Joven, Talmud), Y tambingracias al cristianismo primitivo.

    less (: Yehoshua, Yoshua, Yo-sus : Yahveh es salvacin; con res-pecto a la palabra 6516, 6f. -+Me-sas) naci por lo menos cuatro aosantes de1 comienzo de nuestra eraen Beln de Jud, Palestina, de fa-milia iudia; as Pues, naci de -)Ma-ra en la poca en la que Herodesel edomita gobernaba Palestina bajola dominacin romana, cuando Ya elpueblo judio, escindido religiosamen-te, habia perdido su autonomia eindependencia nacronal, Y cuandocon la cultura greco-latina pona elimperio romano la Primera Piedrade la unidad histrica de EuroPa(como comienzo de la unidad delmundo). DesPus de una juventudoculta en Nazaret' Jess aparece enPalestina hacia el a,o 2'l como unmaestro religioso viaiero. Anr'rnciaquo en 1, Hijo del Padre, ha co-menzado a llegar el reino definitivode Dios (">bosileiu), que redime a

    Ios lrolnhru:s pecadores y perdidossi cccn on El y a El se convierten( tttt'ltttuia).

    Asl pues, la institucin divina na-cionll-religiosa del *)Antiguo Tes-l;rnrcnto tendria que llegar a su ple-nilrrd y superacin en la comunidaddr Cristo abierta a todos los hom-trres. Dentro del marco de su lla-nrrda a la conversin radical de la->fe, anuncia y exige, como prendadc la gracia de Dios, una moralidadque

    -

    con todo su realismo encuanto a la aportacin moral con-creta (ilimitado arlor al prjimo, sin-ceridad, p.ureza,, humildad, abnega-cin)

    -

    rompe con todo lo que esinstitucionalmento estril en la ticay en la religin y pone al hombreen contacto personal con el Diosvivo (->sermn de la montaa). Se-gn Jess, se puede amax a Dios apesar de su innita sublimidad, ytoda moral slo es Io que (supern-dose a s misma) tieno que ser si elhombre que ha recibido el mensajedel amor que Dios le tiene, ama aDios con todo su coraz6n. Jesfrs daal hombre esta posibilidad por me-dio de su humillacin, al tomar la

  • Jesucristo

    Santo. Reconocindolo as, quedanreunidos, bajo la direccin autorita-tiva del colegio apostlico unido enPedro, por la fe en su verdad queanuncian los ap'stoles por encargosuyo; por la unidad del bautismo, envirtud de la cual, como sacramentode la fe, se entra a formar Parte dela comunidad al Profesar el miste-rio de la Trinidad; Por la celebra-cin comfrn del banquete eucarsti-co, en el que Por -)atatnnesis se re-ciben su cuefpo Y su sangre Y eactualiza su muerte de cruz; Por laexpectacin de su

    ->segunda venida(-+parusia), en la que tendr queupri"c"r con toda claridad la maje+tad de Dios, que con su vida, muertey resurreccin se ha hecho Ya rea-iidud inco..uptible en el mundo.

    III. Lo que Cristo teYel de smsmo. El contenido ms Profundode la vida de Jess reside en la na-turaleza de su Protagonista Y en loque Jess fue revelando con cla-ridad creciente acerca de ella. Sereconoce verdaderamente como hom-bre, adorando a Dios. a cuYa incom-prensible voluntad se somete, ex-puesto a todo lo que encierra en sel destino del hombre. Pero tambinsabe, y lo dice, que es el Hijo Porantonomasi del Padre, Y que seencuentra con rePecto a su Padreen una relacin que slo a El le co-rresponde con absoluta irrepetibili-dad, a diferencia de todos los demshombres. Se conoce como aquel enel que se decide el destino eterno detods los hombres, Ya que todo loque se hace es algo que est en Proo en contra de El. Tiene el Poderde perdonar los Pecados, Poder que

    ". ibie.t"m"tte un derecho de Dios'

    Se conoce como seor de la legis'lacin divina y como cabeza Y seorde Ia Iglesi,a de Dios, como juez dela historia del mundo, seor de loongeles, unignito del Padre, con la

    -j59

    prerr()gativa exclusiva de ser el ni-co que lo conoce, cuYa ProPia esen-cia cs el misterio cxclusivo del Pa-dre y cuyo sitio cst a la derechadel Padre. Cicllamcnte, las afirma-ciones de Jes(ts acerca de s mismoen el evangelio de srn Juan Y Iacristologa de san Pablo estn [or-muladas de una manera disti[ta,ms metaiisica quo cn los sinpticos(cf. +Hijo del hombre, ->Mesas).Afirmaciones tales como la preexis-tencia de la persona quo da testimo-nio de s misma con anterioridad asu existencia terrenal, unidad con elPadre. posesin del espiritu personalde Dios que opera libremente, Po-sesin particular de la -)doxa di'vina y de la vida deigual manera que el Padre, afirma-ciones inmediatas del nombre de Diospredicadas de Jess. Pero estas afir-maciones, en cuanto a contenido, novan ms lejos que las Pronunciadaspor Jests en los sinpticos. La cre-dibilidad de este autotestimonio laIunda Jess en la incomparable dig-nidad y santidad de su vida, en los->milagros que realiza y en el hechode su resurreccin. Este testimonio des mismo queda ratificado Por Iaft.rerza misteriosa una Y otra vezvivencialmente actuada que Jessviene ejerciendo en la concienciade los hombres desde hace 1900 aos.

    III. Forntulacione:s dogmticos delo quc Cristo revel de s mismo'Para preserva a las afirmacionesde Jeshs sobre s mismo de todadeformacin y simplificacin, sobretodo en orden a una nera unidadreligiosa de opiniones entre Cristoy el Padro (as -+nestorianismo. Yms tarde la teologa liberal dc Je-sls), la Iglesia (concilles ds -)Cal-cedonia y -+Efeso) ha desarrolladoesta doctria (teniendo presente elmisterio de la -)Trinidad de Dios)y la ha formulado asf: la segunda

    l,cr\r)nr rlo lr Santisima Tinidad, elllio rlcl l)adre, su divina PalabraI ,l ogos'), quo desde toda la eter-nrrl:rtl cst en posesin de una natu-r:rlcr tliviua comunicada por el Pa-rlrc lsimbolos do fe: Dz 148 224,."t. ctc.), ha tomado en el tiemporrn:r ntturaleza humana de Mara;l:r hr tomado como realidad suyalr)tulnrento propia (simbolos de latc: Dz 148 216 255 e.p.). As pues,('risto posoo en la unidad de la mis-nra -+persona divina (-+unin hi-rosttica) una naturaleza dina yrtra humana de manera inseparablee inconfusa, e; realmente Dios ylrombre a la vez (Dz 148)l misteriotlo fe en el ms estricto de los sen-tidos. Por eso, su realidad no tienenrda en comn con la idea mitol-gica de un Dios que aparece en latierra disfrazado o revestido de hom-lrre (a no ser el anhelo del hombrepor Lrn acercmiento a Dios, ques'lo a un ateo puede parecer sos-rechoso y quo se satisface en el casotle Cristo, mientras que en la mito-loga queda en un vago fantasear).Lo que distingue a las dos concep-ciones es la historicidad de Jess yla imposibilidad de que haya con-lusionos acerca del Dios infinitocuya palabra, siendo verdaderamen-te divina, asumi una re.alidacl autn-ticamente humana oin destruirla, adiferencia de esa multitud de diosesconcebidos como principios perso-nificados do los distintos poderes in-tramundanos que se oponen entresi y care.cen de un lugar delimitadocn el que hagan su monofisismo, -->arrianis-n)o). tampoco la doctriila de Iacrrcarnacin necesita una --+desmi-tologizacin, mientras se croa que

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    Jesucrsfo

    tambin hoy existe el Dios vivo y elverdadero hombre, dueo de un sig-nificado eterno; mientras se crea queDios y el hombre tienen algo (omejor dicho, todo) que ver entres. Las expresiones susceptibles deentenderse errneamente de un modomitolgico (

  • Jesucristo

    a 1, en su humanidad, sin el mun-do como su mundo-en-torno, en larealidad efectiva de esta

  • .Iudasmo y mistianimrotudaismo y crirtianimo. Podra

    definise el judasmo como la partedo la humanidad que on la pocahistrico-salvica del

    -)Antiguo Tes-tamento qued constifuida como pue-blo por medio de la intervencinhistorica de Dios, la -+eleccin yla -)alianza. En conjunto, a pesarde todao las apariencias de secularizaci6n, sigui siendo un pueblo porla conciencia de su eleccin, de la es-peraruza en la salvacin y de lapromesa concrete de Dios. Con res-pecto a la teologa de este puebloqueda ya algo indicado en los artcu-los -+Antiguo Testamento,

    -)elec-cin, -)alianza,'-+sioagoga,

    -)ley.Jes{rs, judo, naci de este pueblo,naci de una virgen juda llamadaMara, fue circuncidado segn Iacostumbre de este pueblo (-+cir-cuncisin), or en el templo nacio-nal de Jerusaln. Quiso tambinllevar a plenitud la ley de dichopueblo, cuya Sagrada Escritura eratambin la suya. A ese pue,blo perte-necioron sus discpulos, los doce aquienee El llam para dar carcteroficial a sus reivindicciones sobresu pueblo, sobre las doce tribus co-mo pueblo de su propiedad. A di-cho pueblo amenazb con amor sol-cito y a este pueblo perdon tam-bin al morir en Ia cruz, porqueno saben lo que haceo> (Lc 23" 34).

    De esto pueblo se amrt la Iglesiaprimitiva y fue tambin por l recha-zada, porque confesaba a Jesfis co-mo Hijo de Dios (cf., con respecto aesta nueva situacin teolgica, -+Igle-sia, -.)Nuevo Testamento). Esta se-paracin fuo algo inetable en la his-toria de la salvacin, algo que no hu-biera debido>> suceder, pero que eranecesario quo sucediera. Era el cami-no humano o histrico necesario parahacer saltar las fronteras del puebloelegido en direccin a la humanidadtotal. Sin embargo. tal separacinnunca debia haber dado ocasin a

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    que los cristianos cayeran sobre losjudos y como cristianos cometieraninjusticias indescriptibles con los ase-sinos de Dios>> (con motivacionespseudoteolgicas y pseudorreligioeas).

    Hoy comienza a brotar una teolo-gia cristiana y catlica quo elimina deraz la actitud hostil frente al judais-mo, de acuerdo con la teologa de lahistoria de Ia salvacin. Tal teologatiene que partir de la

  • Juicio final

    separados entre s por una lejanatemporal sin conexin recproca al-guna, Y esto porque la consumacindel hombre en cuanto entidad cs-mica (-+resurrecin de la carne)es tambin un momento de la consu-macin de su individualidad corres-pondiente, do tal rranera que inclusocomo espritu slo queda consumadodel todo en ese acontecimiento. Y,al contrario, la consumacin delhombre singular, tal como l es encada caso partlcular (-)visin deDios), es un momento de la historiacsmica del mundo. Esta relacinfundamental entre lo diverso, aun-que no adecuadamente separable,dentro de las aflrmaciones propiasde la escatologia universal e indi-vidual, se da tambn entro el juiciouniversal y el particular.

    IlI. Proposiciones neotestomenta-rios acerca del jnlcio. Entro stas,y teniendo en cuenta las considera-ciones teolgicas precedentes, p{ededecirse quo no tienen carcter meta-frico las siguientes: es del todo im-posible calcular por anticipado eljuicio (Mt 24, 43-51; Lc 17, 20s).El patrn quo so utilizar en el jui-cio ser la actitud tomada frente a-+Jesucristo y la -+caridad efectua-da en da (Mt 25, 3l-46 18, 23-35).El cristiano puede mirar al juicio conconfianza (l Thes 5, 3; Gal 5, 5;Col 3, 4; I Cor 6, 1-5; Rom 8, l.3l-39; I Petr 1', 8 s; Ioh 5, 24). Losquo ocupan cargos eclesisticos tienenque contar con un juicio riguroso(Iac 3, l).

    Julianilag secta monofisita, dehacia la primora mitad del . vI, fun-dada por Julin de Halicarnaso. Elnombro de aphthartodoketas (o af-tardocetas) les vieno do la palabragriega aphthartos : imperecedero;puesto qu sostenlan quo el cuerpodo Cristo desde el primer momento

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    de str concopcin era incapaz de pa-decer, inmortal, o imperecedero. Pa-ra una mayor aclaracin de la doc-trina. cf. -rmonofisismo.

    Justicia es (Sto. Toms de Aquino). Con-lorme a la doarina clsica de lasrtudes (+virtud), es Ia segundavirtud cardinal, que tradicionalmentese subdivide err tres clases distintasdeducidas de las relaciones de la vi-da en sociedad. o) Justicia conmu-tativa, que afea a las relacionesde los particulares ente s. ) Jus-ticia distributiva, que rigo las rela-ciones de la sociedad, familia, Esta-do, Iglesia, con sus miembros sin-gulares, do manera que se d a stosuna participacin en la sociedad.c) Justicia legal, que regula las rela-ciones de los particulares con la so-ciedad, de manera quc el particularquede subordinado al bien comfin.Incluso conforme a su rango, la jus-ticia es la virtud moral ms elevada.

    As, en su realizacin cristiana, nopuede separase del amor, puesto queCristo ha exigido algo ms que el res-peto a los derechos objetivos intrans-feriblcs (siempre se es deudor en loque se refiere al amorl Rom 13, 8).El concepto blblico de iusticia vienedeterminado por la ->ley. Tanto enel AT como en el NT se admite sinms que hay justos que cumplen lavoluntad divina, temiendo a Dios yamando al prjimo. En el AT, el tr-mino justos>> designa tambin a lospobres, oprimidos y perseguidoa. Detodos modos, el NT contiene el men-saje de la justicia que hace al hombreverdaderamente grato a los ojos deDos, y quo Dios comunica al hombrepor razn de la fo de la gracia:-+itstificacin.

    Jueticia ile Dioa. En teologia, pro-piedad moral de la voluntad de Dios

    que no es sino el aprestamiento aestablecer la relacin correcta conlu criatura; es decir, la relacin co-rresponde a ambas esencias. La hni-ca nona de la justicia de Dios esla propia voluntad santa do Dios,quo se identifica con su misma esen-cia. Dios, en su --)creacin y en su-->gracia, hace al hombre objeto ver-dadero de su trato, dejando a salvola +libertad de la criatura, ya quel mismo la produce. Por lo tanto,la voluntad divina frente a la criatu-ra puede ser o justicia de Dios otambin -+misericordia. La jusciade Dios no le

  • Justificacin

    bre ante el amor divino (Dz 808 837).En cuanto que la justificacin acon-tece como suceso en el hombre, en-tidad histrica, Ia justificacin es ver-daderamente trnsito radical del es-tado de pecado al de justicia, y nocoexistencia dialctica de pecado yjusticia; y esto por ms que el hom-bre siga afectado por el pecado (Dz792; -+concupiscencia), no sea qrpazde una reflexin cierta sobre su esta-do ante Dios (Dz 802), peque todava(Dz 833) y en estos tres aspectossiga siendo el que huye de su pro-pia perdicin en direccin a la gra-cia de Dios. Por razn de la his-toricidad do ese hallar la salvacin,pueden preceder a la justificacin ac-tos preparatorios posibilitados porDios (fe, -+contricin imperfecta [Dz7981) y puede tambin reclamar y mstotalmente para los hombres la con-servacin y aumento do la justifica-cr'n (Dz 834;

    ->mrito, -robrasbuenas).

    Justificacin por la imputacin dela iusticia, es el nombre que algu-nos reformadores (Lutero, Melanch-thon) dan a su manera de entender la->justiflcacin. Segfin ella, Dios noimputa ya al pecador sus pecados.porque en la justificacin se le impu-

    1a la justicia de Cristo. Esta impu-tacin forense es meramente oxterna;el pecador sigue siendo -)simul ias-tus et peccotor y la justicia no se haconvetido en algo propio del peca-dor. Frentc a ella, el concilio deTrento, apoyndoso en la Escritura,declara que el pecador es justificadoincluso intrinsecamentc (Rom 8, Ie.p.; Dz 821). Con todo, aquella doc-trina tiene tambin un sentido cat-lico, puesto que, de acuerdo con laEscritura, hay quo sostener que esen virtud de la gracia de Cristo por1o que no s nos tienen en cuentrnuestros pecados (Rom 4; Gal 3, 6;2 Cor 5, 19) y por lo que nada hayen e1 pecador que sea fundamentode la justificacin. S esta teora seconsidera conjuntamente con la doc-trina catlica de la pecabilidad per-manente del justificado (Dz 106 ss802 805 810 833 e.p.), y tambincon la teora hoy defendida a me-nudo en el campo protestante, de quedicha doctrina recalca la gratuidad ysobrenaturalidad de la justificacin.sin negar que el pecador se haga realy verdaderamente justo, la justica-cin por imputacin de la justicia noaparece hoy da como un punto quediferencie realmente a los cristianoscatlicos de los no catlicos.

    Kaire Designa en la filosofagriega una crisis dentro de una ex-periencia temporal, en la que elhombro interpelado tiene quo deci-dirso histricamente. En la Escritura,kaios a el tiempo de salvacin do-cidido y dispuesto por Dios (Mc 1,l5), la plenitud del empo (Gal 4, 4),Ia ltima oferta de la gracia de Dioson -gJesucristo a Israel (Lc 19, 44)y a todos los hombres (2 Cor 6, 2).Por consiguiente, es a la vez una 1-tima advertencia del comienzo deljuicio (l Petr 4, 17; Col 4, 5). Lomismo que el -+ahora bblico, eskairos una expresin o signo do lasoberana de Dios, que dispono libre-mente incluso sobro el -+tiempo.

    Kenosis (griego : vaciamiento).Palabra biblico-teolgica que quie-re expresar la autoenajenacin deCristo en la encarnacin, en la aceptacin de la obediencia al Padre, enla aceptacin consciente de la muer-ie (Phil 2, 6-ll). Consiste en la re-nuncia a la manifestacin de la -)do-.\, que Ie corresponde por natura-leza (-)preexistencia de Cristo), ensu existencia terrena, que fue exis-tencia de esclavo en beneficio nues-tro (cf. 2 Cor 8, 9).

    Kerygma (giego : anuncio, loanunciado o predicado), en una nue-va aplicacin del trmino neotesta-mentario, es la palabra que, por ra-zfn do una delegacin de Dios yde la Iglesia, se dirige a la comuni-dad creyente (-+predicacin) o al in-dividuo (conduciendo o teo-loga). Sin embargo, es norma, Iun-damento originario para el dogma yla teologa; tiene su ms intensarealizacin esencial en la palabra dela fe, que se dirige al indiduo enel -)sacramento, como mani,festacinde la salvacin de Dios, que se dacuando se realiza su aparicin, su.

    Kerygmtica (teologia). Puede re-cibir este nombre toda teologia quepone especialmente su atencin (co-mo debe hacer toda teologa) enservir al kerygma de la lglesia,en hacer que el anuncio del mensajede salvacin de Dios sea ms fruc-tuoso y eficaz. Histricamente, seIlama as a la tesis, defendida cntre

    K

    37s 376

  • Kcrygm:itica (teologia)

    los aos 30 y 40 del s. xx, segnla cual, junto a la teologia cientfica(escolstica) con su objeto formal(Dios con respecto a su divinidad),podria y debera darse una segundateologla con su objeto formai propio,Ctisto, la cual no slo reclamara suservicio a la pastoral, sirro que soraesencialmente distinta de Ia teologacientlfica.

    Con razn, esta teologa no tuvoresonancia alguna. Toda teologfa tie-ne que ser teologa de la salvacin.Una teologla que en principio seaslo terica, avital, no debe ni prredeeristir. Con todo, esta teologa viobien un problema fundamental: quela teologa especulativa est dema-siado poco al servicio de una predi-cacin puesta al dia, capaz de llegaral hombre de hoy y a su crisis defe. Deficiencia que lleva a funestosresultados y que procede de la teolo-

    ga escolar que se practica en uni'versidades y escuelas sufleriores.

    Kyrios (griego : seor, dueo) es,en primer lugar. dentro de la traduc-cin griega del AT, el concepto co-rrespondiente a -)Yahveh, pueetoque no era licito pronunciar estenombre. En el NT y en boca de laIglesia primitiva es el nombre pon-derativo y expresivo de adoracincon el que se denominaba por anto-nomasia a -)Jesucristo; este nom-bre est ya atestiguado en arameo(1 Cor 16, 22). Con Kyrrbs la Iglesiaatribua a Jes{rs el nombre de Dios,confesin que slo es posible en elEspritu Santo>> (1 Cor 12, 3). Deesta confesin de la divinidad deJesucristo surgi la oposicin quehabra de oxperimentar la Igleiatanto por parte de la sinagoga comopor parte de los soberanos gentiles.

    l,rlcranenss (cpncilioe). De lost,rncilios celebrados en el palacio ro-rni.no de Letrn (I: ll23; l: 1139; r : ll79; w: l2l5' v: l5l2-17),ticnen importancia teolgica el tvy cl v. El iv concilio Lateranense,xrr de los ecumnicos, s reunidurante el pontiflcado de Inocen-cio tIr, del 1l al 30 de noviembrede 1215. Defini, contra los albigen-ses, Joaqun de Fioro, etc., la doc-trina ortodoxa acerca de la -+Trini-dad. -+Jesucristo y de los sacramen-tos de la eucaristla (-+transubstancia-cin), bautismo y penitencia (Dz428-433). Promulg el precepto ecle-sistico de la confesin y comuninpascual (z 437). El v concilio La-teranense, xvIII de los ecumnicos,tuvo lugar on tiempos de Julio rr yLen x, del 10 de mayo de l5l2 al 16de marzo de 1517. Defini la indivi-tlualidad e inmortalidad de las -ral-mas particulares, contra las tesisdcl neoaristotelismo (Dz 738). Delos sinodos no universales reuni-dos en Letrn, tienen importancia eldel 313, contra el -donatismo, yei del 649 contra el -+monoteletismo(Dz 254-274).

    Lex orandi, lex credendi es Ia for-mulacin abreviada de una propo-sicin contenida en el lndiculus dtsrata De (Dz 139). Traducida lite-ralmente, dice: La ley de la oracines la ley de la fe. De ahl se sacposteriormente el principio teolgi-co de que la -)liturgia es una norrnatle Ie, testimonio de Ia fe infali-ble de la Iglesia (orante). Este princi-pio teolgico hay que interpretarlo

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    corectamente. Cuando la liturgia noquiore hacer oxplcitamente una afir-macin dogmtica o no la suponeo ejercita claramente, no es lcitodeducir do ella proposicin dogmti-ca alguna, Asimismo, la liturgia noquiere proponer como objeto de lafe cosas que no han sido reveladaspor Dios. P.ej., en vktud do la fles-ta de san Joaqun, que se celebra el16 de agosto, no queda dictaminadoque el padre de Maria es el Joaquinque aparece sn los ->ap,crifos.

    Hay que observar, adems, quela citada frase del Indiculus rro tie-ne nada qre ver con el principio teo-lgico fundamental, deducido poste-riormente de ella, de que la liturgiaes una noflna de la fe. La fraso deiIndculus afrma ms bien que de lanecesidad do la oracin de peticinfluye la obligacin de ceer en la ne-cesidad de la gracia.

    Ley, Ordenacin dirigida a losmiembros de una comunidad e im-puesta por la autoridad que la ri-ge. Como entidad teolgica, desem-pefla un papel especial en la historiade la salvacin del pueblo de Israel.Loe libros del AT, y especial y casiexclusivamente Gen, Ex, Lev, Num,Deut, forman un complejo de leyesque tienen por trasfondo el pensa-miento jurldico del antiguo oriente.Esas leyes se proponen como ins-trucciones humanas slo en unos po-cos puntos particulares, pero en con-junto se las considera como revela-cin do las condiciones do la alianzadivina con el pueblo de Israel. Loscinco libros enumetados (en griego

    L

    179 380 382

  • Ley

    Pentateuco) eciben por esa razn,ya en el AT, el nombre de (2 Reg 22, 8. ll; 2Par 'A, 14; Neh 8, 3). Ms tarde selos llama simplemente lep> (en habreo, torah). Su n{tcleo lo constituyeel ordenamiento vigente entre Diose lsrael, asi como tambin el de Is-rael con cada uno de sus miembros(+declogo, -+mandamietos de Dios,->alianza,). Siendo ests ordenamien-to, tal como lo entiende el AT, unorden salvfico, la 1ey en ellos impli-cada es un don de la gracia de Yah-veh que es celebrado en los himnos dealabanz.a (Ps 119). A partir de cier-to momento, lo ms tarde despus delregreso de los judios de la cautividaden Babilonia, permitido por el rey Ci-ro (55!529), se prohibi toda adicin(o supresin) alaley conservada fiel-mente en el exilio. De todo lo dichoso desprendo claramente que, entrelos libros santos de Israel, la ley (sinimo de >.()rro ha de existi un derecho ca-rr'rrrico y unos mandamientos de lalgh:sia, y que el Estado tiene dere-t'ho a promulgar leyes para mante.nr:r o conseguir el orden de la so-eicdad, es algo que se desprende derrn anlisis de la -li:bertad humanarrtlccuadamente ejercitada. Esa liber-t:rd, en su acto libre ineludible, afir-rrrtr implcitamente las condicionesrlo posibilidad de s misma como al-g() que hay que querer, es decir, co-nlo debidas o necesarias. Sin em-h:rrgo, slo conoco tales condiciones(:n una mediacin aposteriorstica y,ror consiguiente, dada la historicidadrk:l hombre, en su actuacin concre.tr debe someterse a una norma quesc le impone de y que, porsr parte, ha de tomar cuerpo histri-camente, ha de hacerse visible. Slolrcdo hablarse de

  • Libertad

    Libertad. La libertad del hombees necesariamente objeto de la -)an-tropologa, tanto de la filosfica co-mo de la teolgica. El hombre sedistinguo fundamentalmente de todaslas dems cosas en que no uncido a una conexin universal dela naturaleza, en una determinacingeneral y total de su realizacin esen-cial, sino que est implantado en Ia, en lo abierto. Por 1o tan-to, so deja a su mano el realizar iasdiversas posibilidades histicas des mismo, para encontrar ahi la acu-acin de su esencia, Renunciar aesta libertad sera renunciar a eseconstitutivo esencial del hombre y,en rlltimo trmino, renunciar a smismo. El hombre tiene que acep-tar dicho imperativo de libertad per-sonal; la libertad

  • Limbo

    cado en suerte ni la beatitud ni lacondenacin. Se distingue entre limbode los padres y limbo de los nios. Enel limbo de los padres, todos los jus-tos del AT y los gentiles piadosos tu-vieron que esperar la apertura del-+cielo por Cristo (puntos de apoyoen Lc tr6, 22) I Petr 3, 18 ss; -+in-flernos [descenso de Cristo a los]).El limbo de los nios, en el que es-taran los nios que murieron sin elbautismo y que, por razn del -+Pe-cado original en ellos pelsistente almorir sin ese sacramento, se veranprivadoc de la -+visin de Dios,aunque gozarian de una especie defelicidad natural. La doctrina dellimbo, sin duda procedente en Pri-mer lugar de las ideas del judasmotardio acerca del -->eol, se extendisobre todo en la e.scolstica. Actual-monto se discute en teologa la exis-tencia del limbo de Ios nios, tantoms cuanto que no hay ninguna de-claracin doctrinal de la Iglesia acer-ca do ese tema. Los pasajes en losque se alude al tema, no pretendendecir nada en concreto sobre 1.

    La investigacin cientfica, todavano terminada, aport la seguridad deque no se puede hablar de vn -)con-sensus de los telogos acerca de dichoproblema en pocas anteriores. Elproblema bsico hay que afrontarloa partir de las afirmaciones sobre lavoluntad salvflca universal de Dios(-+salvfica [voluntad de Dios]), so-bre el

    -)bautismo de deseo y a par-tir tambin de una teologa adecua-da cle 'la -+muerte. Cf. -rCartago.

    Liturgia (grrego leitourgeia: loque hace el pueblo; en la traduccingriega del AT, el -+culto veterotesta-mentario) dasigna todo el culto ofi-cial del cuerpo mistico de Cristo, esdecir, de la cabeza y de los miembros(asi en la encclica Iitrgica de Po xIlMedator Dei, publicada en 1947;,cf. tambin -)Lex orandi, lex cre-391

    dcnd). Se4ln Hebr, Jesucristo es elsumc sacerdote de la liturgia; segrlnel Apoc, se tributa adoracin a Diosy al Cordero con un ceremonial so-lemne. Las partes apostlicas del NTcontienen hirnnos, que tal vez se can-taron en las funciones clticas, perono ordenaciones lithrgicas. Tanto lasceremonias de culto divino como lasoraciones se improvisaron en los pri-meros siglos en forma de banqueteconmemorativo de la muerte de Cris-to, de funciones religiosas consisten-tes en lecturas u oraciones, con ser-mn y profesin de la fe. Las prime-ras frmulas no quedan prescritasobligatoriamente hasta 600 d.C., enRoma.

    Fue el progreso de la teologia loque hizo fijar el texto oficial, parano olvidar ninguno de los mfrltiplesaspectos que hay que tener en cuen-ta: funcin mediadora de Cristo,sirnbolismo damtico (o de la dade Cristo o do la liturgia cdestial),vinculacin de la anamness de lamuerte del Seor con la memoria delos santos, etc. El filtimo paso a esterespecto fue Ia fidelidad a lenguas me-ramento eclesisticas, es decir, (>. Una verdadera renovacin lithr-gica no debera conformarse con trareinstauracin de una forma funda-mental y primitiva, sino que, como enlos primeros siglos, debera encontrarla forma hoy requerida en Ia celeba-cin de la -+eucarista y en la audi-cin de la -+palabra de Dios. En estesentido, es imprescindiblo un conoci-miento y anlisis teolgico exacto deltiempo presento (-+pastoral [teo-Iogal).

    Loci theologici. En la teologa pro-testante, donde este concepto apareceen el s. xvr, significa las piezas capita-les de la fe, ordenadas desde un puntode vista objetivo. En la teologa cat-lica significa las fuentes de conoci-mionto de la teologa: -+magistea'io

    t.lcsihslico, quo custodia e interpretal;r

    'r'cvclacin en la -)Sagrada Es-tritrrra y cn la

    -)tradicin, los -+pa-rlrcs tL: la Iglesia y los -+teiogos;t;rrrbin la

    ->liturgia y el -+derechor':urnico. Para completar la idealrrrdamental de loci theologici, ade-rrriis de los artculos ya citados, con-vcrdra consultar tambin -)dogm-t ic, -tteologa, -)epistemologa teo-Irigica.

    L

  • Llaves (roder de las). Segrin Mt16, 19 a Pedro le fueron dadas IasConstantinopla, dondela defendieron 36 obispos.

    Magisterio, o potestad docentq de-signa la capacidad ---+oncebida ju-lidicamente, inherente a la -+Iglesiacon toda necesidad,, activa y exigien-tlo obediencia- de seguir testificandol:r autorrovelacin de Dos en Cristo,tue comunica a Dios mismo. Estactpacidad de testificacin correspon-tlo a la Iglesia en cuanto comunidadr:scatolgicamente definitiva de los(luc creen en Cristo, constituida jerr-tuicamente y con la misin de darlcstimonio de Cristo. Siendo la Iglesial:r l'orma tangible de la autorrevela-ein delinitiva de Dios que acontecerrccisamente en el Dios-hombre, norrrcdc, como totalidad. caer fuera del:r grlcia escatolgica. es decir, de laverrtucl cn ctranto gracia. Pero esta

    {')7

    verdad se comunica al hombre noslo en Ia gracia siempre nueva (enla tradicin histrica,postulando absolutamento la fe. Porlo tanto, la verdad de este mensajede fe histricamente transmitido tie-ne que quedar incluida en la graciade Dios escatolgcamente ctoriosa(cf. 1 Tim 3, 15).

    Esto quiere decir que, siempre ycuando la Iglesia como totalidadtestica su fe postulando la fe ab-solutamente, no puede menos de tes-tiflcar la verdad de Cristo. Pero laIglesia como totalidad, segfin su cons-titucin, puede dar testimonio dela verdad de Cristo postulando cate-gricamente la fe de doble manera.Primero, en la unidad de su testifica-cin docente, en el episcopado todo.que como totalidad tiene inherente ensu unidad la sucesin legtima del co-Iegio apostlico (-+obispo). Segundo.y de acuerdo con lo precedente,tambin en la cabeza personal y ca-paz de accin de dicho colegio, enel obisro de Roma, el -+papa. Se-gn esto, Ios plenos poderes de do-cencia son propios del episcopado enconjunto (Dz 1800 1821 1828; d. 54212 349 657-661 767-774 192a 178117V2 e.p.), en cuanto que es uno en-tro si y con el romano pontfice (DzI 839), en tanto que es cabeza suyainvestida de autoridad (es decir, queno es un rgano simplemente repre-sentati\.o de un colegio, del que re-

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