Diarios de Viajes a Oporto

8/3/2019 Diarios de Viajes a Oporto

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1.- Aeropuerto Francisco Sá Carneiro

2.- Foz do Douro

3.- Castillo de San Juan

4.- Avenida Boavista

5.- Estadio Bessa

6.- Fundación Serralves

7.- Casa da Musica

8.- Palacio de Cristal

9.- Iglesia y torre de Los Clérigos

10.- Librería Lello

11.- Chocolatería Arcadia

12.- Calle de las Flores

13.- Ayuntamiento

14.- Estación de São Bento

15.- Bolsa de Oporto

16.- Calle Penaventosa

17.- Catedral de Oporto

18.- Puente Maria Pia

19.- Puente São João

20.- Puente Luis I

21.- Puente A Rábida

22.- Bodegas Sandeman

23.- Jardim do Morro

Nuestra primera etapa comienza con el vuelo a Porto desde Madrid con Ryanair.

Sábado 26 de febrero de 2011. El vuelo llega sobre las 19:00.

Para desplazarnos utilizamos el metro, que es muy limpio y puntual.

Lo primero a tener claro es lo que vamos a necesitar con respecto a la forma de moverse.

Porto puede verse perfectamente a pie, pero cuando llueve o hace calor es probable que nos

apetezca coger un bus para subir alguna cuestecita. El transporte del Aeropuerto al centro es

mejor hacerlo en metro. Y es probable que nos apetezca subir a algún tranvía de estos

antiguos que hay por la ciudad. Así que decidimos comprar un bono de transporte público para

el día. Son bonos que duran 24 horas, 48 horas o el tiempo que queramos y unipersonales.

Otro tema importante con respecto al metro es el tema de las zonas. Tu billete cuesta más

dependiendo de las zonas que saltes. Nosotros sacamos un Z4 y costaba unos 11 euros para

dos días por persona. El tema de las zonas se puede decidir al consultar un plano o en la misma

máquina expendedora.

En fin, que según íbamos de la terminal del aeropuerto al andén del metro, te cruzas unas

cuantas máquinas y puedes sacar tranquilamente el "andante".

Hay que validar el billete antes de subir al tren y hay que hacerlo siempre que subas al metro.

Nunca nos pidieron el billete, pero todo el trazado está lleno de seguratas de Prosegur.



En resumen, cada uno íbamos con nuestra tarjetita de 48 horas de andante de Z4 por 11 euros.

Y con eso subes todo lo que quieras al metro, bus y tranvías.

Nuestro hotel está en la plaza de la República, en el centro de Oporto, pero no es zona

superturista, eso sí, está en lo alto de una montañita, así que siempre que volvíamos al hotel

teníamos que subir cuestas.

Se llama Residencial Rex, es barato, un desayuno continental normal, limpio y con tarima

flotante, pero nada de lujos.

Con respecto al idioma no hay problema. Todo el mundo te intenta hablar en Portuñol y es

fácil entenderse.

Es de noche, no hay mucha gente en la calle, pero en ningún momento tienes sensación de

inseguridad, a pesar de que hay bastante gente durmiendo en soportales (se nota que el país

tiene un nivel económico menor).

Vamos directos a Ribeira, andando, en menos de 15 minutos estamos allí. Merece la pena. Las

vistas nocturnas son increíbles.

Todo lleno de bares y restaurantes. Eso sí, no hay que tardar en comer, que allí algunos sitiosvan chapando pronto.

Con respecto a la cerveza, los finos son las cañas de aquí, tiene los principes que son los tubos

(33cl) y dependiendo del sitio tienen jarras de pinta y de litro. Cuando te dicen si quieres

grande se refieren a estas dos últimas, así que cuidado con los posibles cervezones.

Para volver cogemos un autobús 200 y pico, que sube hacia la zona de Trindade. En la

marquesina de la parada, además de un plano con las líneas, te viene el horario al que pasa el

bus por la parada, fue bastante puntual y hay que hacerles un gestito con la mano para que

paren.

Domingo 27 de febrero.Temprano nos levantamos, desayunamos y a las 9 estábamos yendo hacia abajo.

Totalmente despejado el cielo, no hace mucho frío.

En Trindade cogemos la línea D del Metro hacia Vilanova de Gaia. Bajamos en Jardim do

Morro. Justo al pasar el puente Eiffel, las vistas de Ribeira son increíbles. Se ve todo el río

Douro.

Tras fotografiar desde distintos puntos, subimos al Metro en el sentido contrario al que

llegamos. En la parada siguiente bajamos, para ver la estación de Sao Bento. Allí hay una

oficina de turismo y la oficina de los buses turísticos, en ambos sitios podéis pillar mapas gratis.Hay que entrar dentro de la estación que los azulejos allí son increíbles y eso que estaban

restaurando y limpiando.

Subimos andando hacia Santa Caterina, calle peatonal, llena de tiendas. Allí está el café

Majestic (cerrado en domingo, pero se ve realmente bonito y, como buenos turistas, había que

echarse allí un café expresso).

Antes pasamos por la Catedral (no es que sea muy impresionante, pero las vistas son buenas) y

por Batalha, esta plaza es bonita, y con terracitas, bueno para un refrigerio. Iglesia con azulejos

por fuera azules.

También hay en Santa Caterina un centro comercial enorme que en la última planta tienemuchos locales de comida rápida decorados como edificios de "la decadencia".



No llegamos hasta el final de Santa Caterina, paramos justo al llegar a una iglesia que, como

tantas, tenía azulejos azules por fuera.

Pasamos junto al mercado de Bolhao, era domingo, cerrado, pero tampoco parecía muy

espectacular.

AVENIDA DOS ALIADOS. Zona con edificios modernistas y el ayuntamiento. Quizás lo más

"monumental" de Oporto. Digamos que es el auténtico centro administrativo.

Vamos hacia la Torre dos Clérigos. Subida dura. Aquí vemos nuestro primer aparcacoches. Hay

un mercadillo en la plaza junto a la torre, nos acercamos, es un mercado de animales. Palomas,

gallinas, patos, ratones, cobayas... y muchísimos tipos de jaulas y piensos animales.

En los alrededores hay alguna vieja pedigüeña que se te acerca y hombres trapicheando con

productos de segunda mano, es curioso, en estos grupos de "trapicheantes" sólo hay hombres,nunca mujeres.

Camino de nuevo de Ribeira, llegamos al Palacio de la Bolsa. Íbamos a entrar para ver esa sala

que recuerda a la Alhambra, pero hay un ejemplo de capitel en la entrada y nos parece tan

cutre que pasamos del tema. Imagino que a mucha gente le gustará, pero como granaínos de

pro no...

A comer nos vamos a Ribeira. Primero una parada en la terraza de la Rua de Sao Joao Novo,

típica foto de Ribeira. Luego damos alguna vuelta y entramos en un sitio bastante barato.

Comemos Tripas a la moda do Porto, altamente recomendables.

Para el café pasamos a la zona de Vilanova de Gaia, el vino do Porto no me gusta, demasiao

dulce. Las bodegas están cerradas, que es domingo, pero hay zonas de bares/restaurantes

nuevos de todo tipo.

Decidimos irnos a la playa.

Volvemos al Palacio de la Bolsa, cogemos un tranvía de esos antiguos que nos lleva a Foz.

La fortaleza de Foz no es impresionante, lo mismo que los jardines, pero algo nos impresionó y

fue los portugueses.Todo estaba lleno de portugueses y portuguesas dentro de su coche junto al mar. Él leyendo el

periódico, ella haciendo ganchillo, algunos con los niños, jugando a la nintendo o leyendo, pero

todos dentro del coche.

Es increíble. ¿Por qué no salen del coche?

En un garito de playa nos echamos un gin tonic y un "porto tónico" vino de Oporto con tónica

(asqueroso para mi gusto). 5 euros cada consumición.

Intentamos volver al centro. El tranvía ya no funciona y eso que son las 6 de la tarde. Vuelta en

bus, que son varios kilómetros.



Intentamos ir a cenar al Piolho, junto a la torre dos clérigos, grave error. Cierran los domingos.

Nos vamos retirando tranquilamente hacia el hotel. Paramos a echar una cerveza cerca de la

zona de los Aliados, nos comemos un cachorro (perrito caliente).

Y en un bar cerca de Trindade, de comida típica y casera, probamos el bacalao, son platos

enormes, con un único plato por persona es suficiente, pero el bacalao no nos sorprende, en

sabor, sí en tamaño.

Lunes 28 de febrero.

El vuelo sale por la tarde, así que tenemos toda la mañana.

Ya tenemos visto todo el centro, así que probamos a movernos por otras zonas.

Plaza República -> Avenida Boavista. Llegamos a la plaza de Alburquerque donde un león se

está comiendo a un águila. La casa de la música está ahí, no merece la pena ir.

Cogemos un bus hacia los jardines de Serralves. Lunes, cerrado. Cogemos otro bus hacia el

parque da cidade, es enorme. Esta zona no tiene decadencia, la avenida Boavista son todo

mansiones.

Llegamos al Atlántico, al Forte de Sao Francisco Javier. No es espectacular, pero el mar, el

fuerte, el viento, las olas, alguna foto buena sí que sale.

Volvemos hacia Ribeira, parando antes en los jardines del palacio de cristal. Atentos que sólo

tiene una entrada. Merece la pena visitar estos jardines.

Vamos hacia los clérigos, visitamos la universidad, la librería Lello e Irmao (se puede fotografíar

y pasear por esta preciosa librería). Entramos en la Rua Galería de Paris (en realidad entramos

el domingo noche también, pero estaba totalmente muerta, todo cerrado). Hay un bar en esta

calle al que entramos a beber un fino (aunque la gente también come allí). El bar tiene una

decoración extrañísima, tiene hasta un coche dentro, un WC en la pared, todo lleno de

cacharros viejos.

Nos vamos al Piolho a comer. Probamos las Francesinhas, están buenas, pero tampoco para

tanto. Eso sí, son contundentes.

Andando a los Aliados, metro a Trindade y ahí cogemos la línea hacia el Aeropuerto, en 30

minutos estamos allí.



Etapa: Fin de semana en Oporto ( Porto )

*Editado por universo18*

En el puente de San Vicente,

decidimos hacer una visita a nuestro país vecino que desde pequeño no había visitado.

El viaje ó mejor dicho escapada, consistía en tres días en Oporto, la segunda ciudad más

importante de nuestro país vecino.

Llegamos el 28 de Mayo, a Oporto, y directos al Hotel Bessa. Un magnifico hotel, un

poco caro, junto a la Avenida Boavista, una de las más importantes de Portugal.

El hotel no es céntrico pero es un hotel moderno y muy funcional con parada de metro,

bus y busturistic cerca. Además tiene una bonita terraza donde poder tomarte un vino ouna cerveza cuando vengas rendido de patear las calles adoquinadas de Oporto, porque

como dice Eva, Oporto es CANSADO!.

Decidimos por el poco tiempo que teníamos, coger la opción de por 19 euros visitar

Oporto en el City Sightseeing. Todo el mundo me recomendó esta empresa y no la de

los autobuses amarillos. Los 19 euros incluían 48 horas de autobús, minicrucero de 50

minutos por el Duero y visita a las bodegas con degustación de vinos.

El 29 sonaba la trompeta de buena mañana y directos al centro. Detalle importante,preguntad a qué hora puede pasar el primer Busturistic porque estuvimos casi una hora

esperando. La frecuencia no es demasiado buena en la periferia.

Una vez en el centro decidimos dar la vuelta entera para contemplar la panorámica de la

ciudad y una vez llegamos a la parte de Vilanova de Gaia nos quedamos perplejos. El

Duero separa Oporto (el casco viejo) de Vilanova de Gaia, donde están todas las

bodegas unidos por el puente de hierro diseñado por Eiffel. Esta postal hizo el viaje por

bueno. Espectacular.

Tomamos unos vinos en las terrazas de la bodegas bajo un sol espectacular en Marzo y

seguidamente continuamos la visita.

Cogimos el funicular para disfrutar la vista desde otro punto de vista y seguidamente

cambiamos de orilla para comernos en la parte de Oporto un magnifico bacalao. (algo

caro ya que incomprensiblemente por mi parte comimos en el paseo, es decir, lo más

caro). El funicular es recomendabla no sólo por las vistas desde el propio transporte sino

porque el mismo te deja en lo más alto del magestuoso puente, emblema de la ciudad. Si

os gustan los paisajes, esta vista no os defraudará. Desde aquí hay un agradable paseo

hasta bajar a la orilla de Oporto.

http://www.losviajeros.com/Blogs.php?e=17146






Tras una buena comida, dimos un paseo por el centro para visitar la Catedral, algún

edificio histórico más, la estación central y sobretodo pasear por esas arruinadas calles

del centro que no decían nada, pero tenían su encanto.

Las calles del centro, están llenas de comercios tradicionales típicos de las capitales

españolas hace veinte años. Si os perdeis callejeando, algo probable, no dudeis en

preguntar a los portugueses, son gente muy cercana y amable. Esa es la experiencia de

mis consultas.

Como Oporto es una ciudad CANSADA!! (cuesta arriba cuesta abajo y millones de

adoquines!!! muestra de ello la foto que podeis ver a la izquierda) nos fuimos a

descansar al hotel pasando habiendo tomado antes nuestro vino. Aquí llegó la sorpresa!

En Portugal se puede fumar en los restaurantes y los hoteles!!! Para el que es fumador,

en los tiempos que corren, UN LUJAZO!!

El segundo día decidimos continuar viendo toda la parte central de Porto. La calle de

Santa Catalina, el Mercado, el Palacio de la Bolsa. Tras un rato de lluvia nos refugiamos

en un centro comercial y aprovechamos para comer. En este caso fue, como indicaba la

guía, la hora de provar una FRANCESINHA. No está mal pero sin ser nada

espectacular. Una especie de sandwich con bacon, carne, huevo frito y una salsa que lo

cubría todo. Está bien sin ser espectacular. Un poco demasiado pesado. Seguidamente

fuimos a tomar un café al Café Majestic. Como teníamos el bus, decidimos volver a ver

la postal de Vilanova de Gaia que como os repito "VALE LA PENA".

Algo que no sabía y me llamó la atención en Portugal fue que vi mucha cerámica.

Incluso los edificios religiosos, la estación de ferrocarril (que la recomiendo ver), ymuchas fachadas, están cubiertas por cerámica. En su mayoría, cerámica blanca

formando grandes dibujos en tonos azules con motivos bélicos, tradicionales y

religiosos.

Tras un paseo nos dirigimos hacia la bodega Grahams. La verdad que me sorprendió lo

bien montado que tenían las bodegas, aunque como aficionadillo al vino, sabía que no

nos iba a gustar demasiado lo que íbamos a catar. Son vinos de postre, demasiado altos

en graduación. Podría que decir como el Pedro Jiménez español que conocemos pero

menos dulzón aunque, como todo, para gustos los colores. Igualmente, recomiendo

visitarlo. Como consejo destacar que los españoles no somos mayoría con lo que las

visitas guiadas en las bodegas las hacen en grupos. Recomiendo ir pronto para poder

entrar en un grupo de españoles y conocer los procesos de elaboración de estos caldos.

Son procesos similares a los que he escuchado en otras bodegas, pero las

particularidades son curiosas conocerlas.

El último día queríamos visitar alguna ciudad vecina pero la mala previsión del tiempo

nos hizo decidir profundizar algo más la ciudad. Tras visitar una bonita y famosa

librería, y algún detalle más, como tampoco disponíamos de demasiado tiempo, y soy

un poco friki del fútbol, fuimos a ver el estadio Do Dragao, el campo del Oporto.Espectacular. Además estuve en el mismo césped. Llamémosle suerte. (Si le das la



vuelta al estadio hay parking el cual tiene acceso direccto al cesped del estadio. No se

como lo hice pero lo encontré)

En resumen, una ciudad para visitar en un fin de semana. No es para destinar una gran

inversión a este viaje pero al fin y al cabo tiene un par de postales para no perderse antes

de morirse.

Además, el pueblo portugués aunque algo escandalosos como nosotros, muy simpáticos

y sobretodo muy hospitalarios.

Recomiendo esta escapada para ir un par de días. Es suficiente.

Hasta el próximo viaje.

Etapa: Día 1: Descubriendo Oporto

Sábado 9 de octubre de 2010 Sábado por la mañana, nos levantamos pronto mi novia y yo para encontrarnos en la

estación de Atocha (Madrid) donde cogemos el tren y después el metro para llegar al

aeropuerto. No llevamos equipaje para facturar por lo que pasamos el control de

seguridad sin problema y nos vamos hacia la zona de embarque que está un poco lejos

de donde nos encontramos.

El vuelo de Ryanair sale 10 minutos tarde de Barajas y llega a Oporto también con algo

de retraso tras un viaje con algunas turbulencias. Nuestro primer paso nada más llegar

es buscar el metro, el cual encontramos sin problema ya que está muy bien indicado. Seencuentra en la planta baja del aeropuerto, donde también hay una oficina de

información turística en la que se pueden comprar las tarjetas de transporte Andante

Tour y Andante 24,además de hacerse con un buen mapa. En nuestro caso no

compramos ninguna de estas tarjetas así que como había mucha cola decidimos no

esperarnos para coger tan solo el mapa.

Nos dirigimos hacia el metro y entre una chica y un vigilante (muy amables los dos) nos

ayudan a sacar el título de metro que acostumbrados a como funcionan las máquinas de

tickets en el metro de Madrid,nos resulta un poco complicado.

Os explico más o menos el funcionamiento. Las máquinas te dan unas tarjetitas, las

cuales valen 50 céntimos (cada persona tiene que tener una obligatoriamente, no se

puede utilizar la misma tarjeta por varias personas) Esta tarjeta la puedes elegir de lazona que desees. Existen varias zonas: la zona para ir desde al aeropuerto al centro de

Oporto y viceversa es la Z4, para moverse por el centro generalmente es la Z2 y para

otros lugares hay otras zonas,por ejemplo para ir a las playas de Póvoa de Varzim es la

zona Z6. Según la zona elegida el precio del billete es de un precio diferente. Por

ejemplo, los billetes de la Z4 valen 1,50 euros cada uno y los de la Z2 cuestan 1 euro.

Una vez tenemos la tarjeta,el funcionamiento es el siguiente: hay que meter la tarjeta en

la máquina de tickets y darle a recargar un viaje. Este viaje comprado te da derecho a

utilizar el metro y el funicular tantas veces como quieras durante 1 hora. Una vez

recargada la tarjeta y antes de dirigirnos hacia el andén hay unos aparatitos de color

amarillo por los que hay que pasar la tarjeta para validar el viaje (esto es muy

importante, si no se hace,a ojos de los revisores ,que hay unos cuantos por las líneas demetro de Oporto,es como no haber comprado billete por lo que pueden poner multa)







Bueno, pues tras esta explicación continúo con mi relato.

Cogemos el metro del aeropuerto hasta la estación de Bolhao.Tarda aproximadamente

30 minutos en llegar a Bolhao a lo que hay que sumarle que tuvimos que esperar a que

se llenara y tardó en salir unos 10 o 15 minutos. Llegamos por fin a nuestro destino y

nuestro primer percance: la dirección marcada por Google Maps para el mercado de

Bolhao no es correcta, así que tras preguntar un par de veces damos con su ubicación.Mercado de Bolhao

Por fuera apreciamos que está un poco viejo/desgastado aunque esto es un poco común

en Oporto. Hay puertas para entrar por los 4 costados del edificio, así que entramos por

una de ellas.

El Mercado de Bolhao cuenta con dos plantas al aire libre donde podemos ver muchospuestos, en su mayoría de frutas y verduras, aunque podemos encontrar otros puestos

con otro tipo de alimentos, flores, artículos de regalo,etc. Hay un puestecito en la planta

baja donde se pueden comprar postales por 30 céntimos (para quien le pueda interesar,

ya que en otros sitios como en Rua Santa Catarina no las vimos por menos de 50

céntimos)

Es un mercado curioso de ver,que te acerca a la vida diaria de la gente de Oporto, la

cual en su mayoría es muy agradable y te ayudan cuanto pueden.Creo que con dedicarle

unos 15 o 20 minutos es más que suficiente. Mi nota para este lugar es de 6,5/10

Iglesia de los clérigos

Continuamos nuestro camino decididos a encontrar la iglesia de los clérigos. Nuestro

mapa es un poco malo,por lo que nos resulta un poco complicado encontrarlo, sin

embargo tras pasar por la zona de Aliados, donde hay edificios preciosos, presididos por

el Ayuntamiento y donde también se encuentra el McDonalds imperial, un Mcdonalds

en el cual se mantiene la decoración de antaño,por lo que es curioso al menos echar un

vistazo.También aquí vemos por primera vez las cabinas de teléfono de color rojo,como

las de Londres.Tras bajar toda la calle de Aliados torcemos a la derecha y encontramos

la Iglesia de los Clérigos con su imponente torre. Entramos a ver la iglesia, la cual no

está mal,aunque claro,acostumbrado a haber visto muchas en Roma pues no resultan tan

espectaculares las de Oporto.

La torre la dejamos para otra ocasión ya que me temo que son muchas escaleras y yo

estoy con fiebre.

Mi nota para este lugar es de 7/10.

Librería Lello e Irmao

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Llegamos a la puerta de esta librería,la cual desde fuera no parece contener dentro nada

especial,pero nada más fuera de la realidad;se trata de la librería más bonita que he

visto.Nos quedamos un buen rato admirándola y haciendo fotos desde todos los ángulos

jajaja.Esta librería ha aparecido en algunas películas,entre las que destacan algunas de

Harry Potter.Cabe destacar que en la televisión,como todo,parece más grande de lo que

realmente es.Mi nota para este lugar es de 9/10

Iglesia del Carmo e Iglesia de las Carmelitas

En la calle que hay enfrente de la Librería Lello encontramos estas iglesias.Se trata de

dos iglesias que están juntas,pared con pared.Lo que me resulta más curioso es que en

todas las iglesias que estamos entrando hay una figura de cristo muerto,metido dentro

de una urna alargada de cristal. A mi juicio es más bonita la Iglesida del Carmo que lade las Carmelitas. Mi nota para la Iglesia de las Carmelitas es de 6/10 y para la Iglesia

del Carmo es de 6,5/10.

Hora de comer: Restaurante Piolho D'Ouro Recomendado en el foro por varias personas a los que me uno ya que nos gustó

mucho.Se encuentra justo en la plaza que hay frente a las Iglesias del Carmo y las

Carmelitas.Dispone de mesas dentro del local y fuera en la plaza,donde están cubiertas

para protegerte del frío y la lluvia.Pedimos una francesinha que estaba muy muy rica.Es

una especie de sandwich con queso fundido por encima y que lleva además bacon,un

filete de ternera,huevo,panceta y unas salchichas un poquito picantes.Además lleva una

salsa picante muy rica y viene acompañada con un platazo aparte lleno de patatas

fritas.El otro plato que pedimos fue una lasaña que también estaba muy rica y que traíatambién la misma salsa que la francesinha y el plato de patatas para acompañar. Para

beber,dos botellitas de agua.Todo nos costó poco más de 17 euros.Buen precio y todo

muy rico.

Hotel Grande Río

Terminamos de comer y me está subiendo la fiebre,así que nos vamos al hotel a hacer el

check in y ya aprovecho para echarme un ratito y darme una ducha con lo que me siento

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mucho mejor.El hotel es familiar y modesto,la mujer de la recepción cuando llegamos

era un poco borde.Lo bueno es que no volvimos a verla.Sin embargo el resto del

personal era muy agradable.Nos hicimos por fin con un mapa un poco

decente.Habitación muy limpia con el cuarto de baño bastante amplio y lo más

importante una cama con un colchón muy cómodo y unas almohadas muy blanditas,que

a mi por lo menos me encantaron.Además el precio nos incluía el desayuno para el díasiguiente y todo tan solo por 35 euros.Además otra ventaja es que el hotel está muy

cerca del metro,concretamente de la parada Faria Guimaraes.Recomiendo sin duda este

hotel

Estación San Bento

Cogemos el metro en Faria Guimaraes para ir hasta Sao Bento,donde vemos la estación

justo en frente.La zona de la estación da cierta sensación de inseguridad ya que hay

alguna gente con malas pintas.Esto no quiere decir que pase nada,tan solo es una

sensación personal.Aprovecho para decir que hay mucha gente viviendo en la calle en

Oporto y que a diferencia de Madrid por ejemplo,donde la gente que lo necesita pide sin

llegar a molestar,en Oporto te abordan y te persiguen durante algunos metros a ver si

logran convencerte.

Entramos en la estación y vemos que hay unos cuantos azulejos que representan partesde la historia de Portugal.Nada destacable.Además hay una parte que están

rehabilitando.Tardamos dos minutos en salir.Para mí no mereció nada la pena.Mi nota

sobre este lugar es de 4/10 y menos mal que nos pillaba de paso porque si no mehubiera molestado desviarme para ver lo que encontramos allí.

Palacio de la Bolsa

Tras callejear un poco llegamos al edificio de la Bolsa,el cual por fuera no parece nada

del otro mundo.Entramos y vamos a la recepción que están en una sala que hace las

veces de tienda de todo tipo de artículos y también se pueden contratar excursionescomo por ejemplo la de ir en barco por el Duero bajo los puentes que cruzan éste.La

entrada normal al Palacio de la Bolsa cuesta 6 euros,pero si tienes carné de estudiante o

en su defecto carné joven el precio se reduce a la mitad:3 euros.

La misma chica que nos vende los billetes,minutos más tarde se convierte en nuestra

guía,la cual va a hablar en español y portugués ya que la mayoría somos españoles salvo

una pareja portuguesa.Realmente es un sitio precioso y que recomiendo sin duda

visitar.La visita lleva algo más de media hora y la chica te va explicando las diferentes

salas que hay,entre las cuales destaca la sala árabe,con una decoración preciosa.Mi nota

para este lugar es de 9/10

Iglesia de San Francisco

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Girando la calle al salir del Palacio de la Bolsa se llega a esta iglesia.Cuando vamos a

entrar un guarda nos dice que tenemos que comprar la entrada en una oficina que hay en

frente.Nos dirijimos allí y mientras el señor encargado de vender los tickets discute con

un grupo no sé muy bien por qué pasamos a ver una salita que hay con algunas

cosas,tipo museo,pero que no merece la pena(al menos es gratis)Nos vamos a hablar

con el hombre y nos dice que van a cerrar la iglesia a las 18:55 y son las 18:40 así que

nos deja entrar en la iglesia sin pagar nada,eso sí las catacumbas no las podemos

ver.Creo que el precio que hay que pagar en condiciones normales es de 3 euros por

persona.

Entramos a la Iglesia,y recibimos el impacto del Rococó portugués llevado al

extremo.Para quien no tenga pequeñas nociones de arte,decir que el Rococó es el estilo

más sobrecargado.No existe un sólo milímetro en toda la iglesia que no esté decorado,lo

cual de lo excesivo que es resulta incluso bonito.Estamos 10 minutos y nos salimos ya

que van a cerrar y ya hemos visto lo suficiente.Mi nota para este lugar es de 8/10

aunque creo que si hubiera tenido que pagar le hubiera dado algo menos.

Cais da Ribeira Cruzamos la calle y ya podemos ver el Duero.Comenzamos a caminar,creyendo que

estamos yendo en la dirección correcta pero sin embargo no es así,así que nos tocadarnos la vuelta.No hay problema,ya no tenemos ninguna prisa.Tras pasar por una calle

muy antigua y estrecha,donde se encuentra el famoso restaurante Mal cocinhado,al cual

no fuimos ya que nuestro presupuesto de estudiantes no da para esos lujos jajaja,llegamos a Ribeira.Es un lugar precioso,con ambiente en las muchas terrazas que hay

para tomar algo o cenar.Las vistas del Duero y del Puente de Luis I,construido por

Gustavo Eiffel,así como las muchas bodegas que se encuentran en la otra parte del río

(Vilanova de Gaia) son espectaculares.Un sitio muy romántico cuando anochece y

donde recomiendo dedicar un rato a pasear y sentarse en un banco a contemplar las

vistas.Mi nota para Ribeira es de 10/10.

Cenamos en uno de los restaurantes que había allí,no recuerdo el nombre,peero era más

o menos de los del medio y tenía dos plantas dentro del local o bien podías cenar fuera

en la terraza.Como hacía ya un poco de frío decidimos que sería mejor cenar dentro.Nos

subieron a la planta de arriba y estuvimos esperando más de media hora a que nos

trajeran lo que habíamos pedido.Un detalle que me pareció feo fué que nos pusieron unplato de aceitunas y unos quesos pequeños pero no de aperitivo.El camarero nos indicó

que si nos lo comíamos lo tendríamos que pagar.Como pasaba de pagar 4 o 5 euros por

5 aceitunas y dos quesitos no nos lo comimos. Hay que decir que la comida cuando

llegó estaba muy rica y no era excesivamente caro.Yo me comí un buen plato de cabrito

con patatas por 9,75 euros y mi chica unas costeletas,que creíamos que eran costillas

pero no,eran chuletas de cerdo,acompañadas de patatas por unos 7 u 8 euros.Para beber

dos botellitas de agua y el pan que nos lo cobraron a 1 euro.en total pagué unos 22

euros.No está mal.Lo recomiendo para gente que no vaya con prisas porque la comida

está buena pero el problema es ese,que tardan en servir.

Funicular dos Guindais

Sin duda,recomendado el funicular,que cuesta igual que el metro y donde se utiliza lamisma tarjeta.Vas viendo las preciosas vistas del Duero según vas subiendo.Es un




trayecto cortito pero te quita tener que subir otra vez desde Ribeira hasta el metro más

cercano andando,que hay una tirada y no es lo mismo bajar como hicimos nosotros

antes,que subir,ya que algunas cuestas hacen honor a su nombre porque tiene que costar

subirlas bastante.Nos bajamos del funicular y el metro de San Bento está muy cerquita,a

dos calles.Además por el camino vemos donde se encuentra la catedral,la cual

visitaremos al día siguiente.Hasta aquí nuestro primer día en Oporto.Espero que os haya sido útil.La siguiente etapa:

Catedral de la Sé y Rua Santa Catarina.

Etapa: Segundo y último día en Oporto

Domingo 10 de octubre de 2010 Nos levantamos.Me encuentro un poco peor de mi resfriado pero consigo que la fiebre

no pueda conmigo.Tras una ducha bajamos a desayunar.Nos indican amablemente

donde está la sala de desayuno.Hay muy poquitas mesas para sentarse, 5 o 6 peroencontramos dos vacías así que sin problema.El buffet está muy bien,tiene todo lo

necesario para desayunar correctamente: pan con diferentes tipos de mantequilla y

mermeladas,leche fría y caliente,nesquick,café,zumo de

naranja,cereales,magdalenas,fruta y embutidos.Por 35 euros el resultado de la estancia

en el hotel es más que satisfactorio.Terminamos de desayunas y subimos por última vez

a la habitación,cogemos las cosas y en marcha.

Catedral de la Sé Decidimos bajar hasta la catedral por la larguísima Rua de Santa Catarina,donde se

encuentran cerradas la mayoría de tiendas ya que es domingo.Si que están abiertas

algunas tiendas de regalos donde se pueden comprar los típicos recuerdo como así

hicimos nosotros.Vemos el Café Majestic desde fuera ya que está cerrado,el cual esbonito pero los precios de su carta,que los tienen en la puerta,me parecen un poco

excesivos para lo que es el resto de Oporto.También entramos en Fnac,que es una de las

pocas tiendas que hay abiertas y pasamos por la puerta del Centro Comercial Via

Catarina,donde más tarde iremos a comer.La Rua Santa Catarina se acaba y llegamos la

plaza de Bathala,donde se encuentra el teatro real y hay mucha gente hablando y

paseando.Tras bajar un par de calle muy empinadas,llegamos a la Puerta de la

catedral,la Sé,la cual desde fuera es muy bonita,o al menos a mí me lo pareció.Las

vistas desde la zona de la catedral están muy bien por lo que antes y después de entrar

en ella hacemos unas cuantas fotos.

La catedral por dentro no tiene nada que ver con la iglesia estilo Rococó del día

anterior,esta es mucho más austera,con mucha menos decoración.Fué construida en el

siglo XII y el estilo al que pertenece es el Románico.Me gustó más el conjunto de la

iglesia por fuera con sus vistas que lo que es la catedral en sí misma,pero no obstante es

curiosa de ver.La nota que le doy a este lugar (vistas incluidas)es de 8,5/10

Centro comercial Via Catarina




http://img163.imageshack.us/i/viacatarinaporto.jpg/






Desandamos el camino hasta volver de nuevo a la Rua Santa Catarina,donde entramos

en el Centro comercial Via Catarina.A diferencia de las tiendas que están en las calles,el

centro comercial y sus tiendas están abiertas.El centro comercial cuenta con 4

plantas,las 3 primeras con diferentes tiendas de ropa,videojuegos,móviles,etc.La última

planta es donde se encuentran los restaurantes para comer.Está decorada con forma de

casitas de Oporto.Son todos tipo comida rápida.Hay varios locales de

sopas,crepes,pizza,pasta,hamburguesas,etc.Nosotros tras mirar un poco decidimos

comer en McDonalds,donde los menús son algo más baratos que en Madrid.Dos menús

Big Tasty,con patatas y Coca Cola light por 10,60 euros.Mi nota para el centro

comercial es de 7/10.

Volviendo al Aeropuerto Una vez terminamos de comer nos vamos a coger el metro a Bolhao rumbo al

aeropuerto.Para quien esté acostumbrado a metros como el de Madrid,decir que en

algunas estaciones como por ejemplo Bolhao,confluyen varias líneas de metro.A

diferencia del metro de Madrid,donde tienes que cambiarte de andén según la línea que

quieras coger,aquí solo hay un anden para todas las líneas por lo que hay que estar

atento al letrero para ver a qué línea pertenece el tren que viene.Nosotros esperamos a

que llegara el que va direccion aeropuerto.Una vez en el aeropuerto pasamos el control de seguridad y vamos a dar una vuelta por

las tiendas Duty Free(libres de impuestos)que hay donde nos hacemos con unas botellas

de vino(hay muchas para elegir de muy diferentes precios y no me pareció para nadacaro)Terminamos las compras y rumbo a Madrid.Esta vez Ryanair fué más puntual

Etapas 1 a 2, total: 2

Etapa: Entre vinos y Ribeiras, Oporto

El Duero guarda un respetuoso silencio al cruzar Oporto. Ni siquiera la simbiosis

perfecta cuando sus aguas dulce se mezclan con las del salado Atlántico, proporcionan

el más mínimo estruendo. Es el tributo a una ciudad, que permanece en silencio, en untriste y melancólico silencio, que tan sólo las barcas que cruzan sus aguas repletas de

turistas consiguen alterar.

El Duero en Oporto, se recorre en unos paseos de poco mas de 60 minutos, admirando

sus puentes, sus cinco o seis puentes, y descubrir una cara de la segunda ciudad de

Portugal, que sólo se puede admirar desde las aguas.

Siempre hay vendedores de tickets en ambas riberas dispuestos a ofrecerte un paseo por

el río y unas entradas a unas bodegas, que permanecen abiertas sin necesidad de

invitación previa. Acercarse al lugar donde las aguas se mezclan y no saber a ciencia




http://img100.imageshack.us/i/shoppingviacatarina1.jpg/







cierta si estas navegando sobre un rio o sobre un océano, observar las gaviotas

sobrevolarte, buscando cualquier rastro de comida, y sobre todo navegar en silencio,

contemplando los distintos e históricos puentes, es uno de los muchos placeres que

ofrece la melancólica Oporto.

La Ribeira, donde los restaurantes invaden aceras, carreteras, plazas y balcones, ofrece

una variedad culinaria, turística y de distintos precios, acompañada de unas vistas

increíbles sobre el rio, sobre la Vila Nova de Gaia, o sobre la luna llena emergiendo

imponente por detrás de los cercanos edificios. La vida más ruidosa, la vida más

turística, la Oporto más visitada se abre paso entre restaurantes, tabernas y tiendas de

recuerdos.

Si me entretengo a callejear por las calles paralelas a la Ribeira, conoceré una Oporto

totalmente distinta al ajetreo y al bullicio de las tabernas. Las empinadas y tortuosas

calles del barrio ribereño, muestra una ciudad distinta. Los edificios, están decorados de

un color triste, de un color de abandono, de un color de dejadez. Unas buenas manos de

pintura, y algunos albañiles que reparen algunas fachadas, sería el primer trabajo a

realizar si quisiéramos devolver a Oporto, todo el esplendor que antaño tuvo.

Los viejos tranvías de color marrón, te transportan físicamente por varios lugares de la

ciudad, y mentalmente te invitan a retroceder en el tiempo y dejarte imaginar que paseas

por la Oporto de principios de siglo. La línea de tranvía numero 1, realiza un precioso

recorrido, por toda la ribera del rio, desde las cercanías del Fuerte de San Juan Bautista,

inicio de la desembocadura, hasta los pies del edificio de la bolsa, en pleno centrourbano.

Una manera tranquila, sosegada y original, de recorrer toda la orilla del Duero, desde el

mismo momento que se mezcla con el Atlántico, hasta las cercanías del majestuoso y

fotografiado puente de Luis I.

Y si el paseo por la ribera se nos ha hecho corto, se puede seguir por toda la Avenida de

Brasil, contemplando como las olas embravecidas, chocan estrepitosamente contra las

rocas, y a poco que nos descuidemos, nos terminaremos empapando del mar salado.

Caminando por la preciosa avenida, podemos llegar hasta el Fuerte de San Francisco

Javier, y por el módico precio de 0.50 céntimos, acceder a él, y tener unas vistas

preciosas de la ciudad y su mar.

A través de la Avenida Marechal Gomes da Costa, llegamos al edificio más modernista

de toda la ciudad. El museo de Arte Contemporáneo. En su interior colecciones

temporales y otras permanentes de piezas de inclasificable orden, pero todas dentro de

una etiqueta de modernidad. No nos debe sorprender, encontrar una barra de pan,

envuelta en un periódico extremeño, a modo de pieza de arte. Si los objetos expuestos,

nos son difíciles de digerir, siempre podremos dar un paseo por los jardines colindantes,

los jardines de Serralves, repletos de rosales.



Si Oporto presume de algo, es de su Casa de la Música, un edifico en forma no

uniforme que se ha convertido en un icono de la ciudad. Merece la pena entrar y

recorrer sus salas, pasillos y bares, y también pasear por el exterior y tratar de captar con

una fotografía toda la originalidad del edificio. En la planta superior, hay un restaurante

con una buena comida y un precio muy razonable.

Volviendo al centro de Oporto, me acerco al Palacio de la Bolsa, símbolo de todo el

poder comercial que tuvo la ciudad. La visita a sus salones y al espectacular salón árabe,

es una delicia, que no hay que perderse. Al lado mismo de la bolsa, están las Iglesias de

San Nicolás y también la de San Francisco, con un recargado interior y unas

catacumbas, donde se enterraban los hermanos franciscanos que fallecían.

Pero Oporto tiene más rincones, más lugares escondidos y sorprendentemente bellos,

donde parece que el tiempo, sencillamente se ha olvidado de seguir avanzando, y como

en una mezcla imposible, se rodea de la modernidad más vanguardista, con tiendas de

última moda, al lado de iglesias con fachadas de azulejos.

La Catedral, al lado del gran Palacio Episcopal, ofrece desde su plaza, unas vistas

inmejorables de la ciudad y de la omnipresente Ribeira. La Catedral, tiene un magnifico

retablo y unas figuras escultóricas de madera en los laterales, que son dignos de ver. La

visita a la Catedral, se puede complementar con la visita, pagando 3 euros, de su

claustro y su museo. Desde las cercanías de la Catedral, se puede acceder a lo alto del

puente Luis I, el puente de Oporto, pasear desde las alturas y observar las vistas más

espectaculares de toda la ciudad, del Duero, de los barcos navegando por sus aguas, dela ciudad ribereña colindante…y del metro que pasa por encima del puente. Es un

observatorio, un nido de águila excepcional, donde las cámaras fotográficas echaran

humo, y nuestra memoria no tendrá capacidad suficiente para poder guardar todos los

matices desde lo alto de un puente….

Una vez cruzado, un teleférico, nos puede descender hacia la ribera de Vila Nova de

Gaia, a cambio de 6 euros, y desde allí, emprender un apasionado descubrimiento de

bodegas, vinos, matices y sabores.

Infinidad de marcas, de bodegas, inundan Vila Nova de Gaia, y tan sólo nuestra

intuición, o nuestra economía nos harán decidir por cual bodega elegir. La mayoría

hacen visitas guiadas en varios idiomas, y donde al final se obtiene una degustación de

varias variedades del vino. Otras tan solo se decantan por la degustación sin más. Cada

bodega tiene su historia, su aroma, su particularidad, y hay que aprender cómo se

elaboran estos caldos, y poder después probarlos.

Si el vino no nos ha subido demasiado, y tenemos ganas de caminar, podemos cruzar de

nuevo el puente Luis I, por el paso inferior, rivalizando el espacio con los coches y los

peatones, y tomar el Funicular dos Guindais, que sale de los pies del puente, para

dejarnos cerca de la Plaza de la Catedral.



De nuevo en el casco viejo, debemos acercarnos al lugar más mágico de toda la ciudad,

a la librería de Harry Potter, la Livraria Lello. Cruzar su puerta es entrar de golpe en una

película del aprendiz de mago, con una espléndida decoración modernista, y esperar que

en un momento u otro, los libros salgan de sus estantes y se pongan a volar por el local.

La escalera de caracol, es impresionante, y toda la librería respira un ambiente

imaginario, de magos y brujos….lo único que desearía, es que esa ficticia magia, fuera

suficiente para hacer desaparecer a todos los turistas que llenan la librería y que impiden

disfrutar de ella, como se merece. Si quiero volver a pasear por sus pasillos llenos de

libros, mirare alguna de las películas del Potter, donde la librería cobraba vida en una

película.

Cerca de la librería, la Iglesia y torre de los Clérigos. Si se tiene fuerza para subir los

más de 200 escalones, se disfrutará de unas vistas circulares de toda la ciudad, a más de

75 metros de altura. Merece la pena. Y al bajar sentarse en alguna de las terrazas y

tomar un café, observando el paso de los tranvías, o escuchando los sonidos fiesteros de

alguna banda de tunos.

Oporto tiene más lugares con encanto, como la Iglesia de San Ildefonso, con su fachada

llena de azulejos, o el mercado de Bolhao, lugar idóneo para tomar el pulso a la

autentica ciudad, con puestos llenos de flores, al lado de otros de jaulas de gallinas… o

la avenida Aliados, con su imponente ayuntamiento blanco al final de la avenida; o la

iglesia de San Lorenzo, que hace esquina con alguna de las calles más comerciales de la

ciudad…o el café Majestic, donde el reloj se paro hace mas de 80 años, aunque los

precios sean actuales…

Inevitablemente, mis pasos me llevan de nuevo al rincón más admirado de la ciudad. La

Ribeira. Busco una mesa vacía y me pido un vino del lugar. Frente a mí, tengo un

caudaloso rio silencioso y de fondo, una música de fado me proporciona la melancolía

que me faltaba. No cabe duda. Estoy en Oporto.

Etapa: Primera y única etapa

Voy a comenzar este diario dando una serie de datos que considero de interés:

En primer lugar, las fechas: el viaje lo realizamos del 26 al 29 de diciembre de 2010,

llovió los 3 dias (quizás pudimos pasear 2 o 3 horas sin tener el paraguas abierto), hizo

MUCHO frio el primer dia (concidió con la ola de frio polar que llegó a la península),

pero los otros días fue bastante llevable la temperatura.

Alojamiento: Oporto City Apartments, en todo el centro, mejor ubicados imposible.

Para fanáticos de las compras y de internet, decir que el apartamento no dispone de wifi

pero enfrente de los apartamentos hay un centro comercial enorme con wifi gratis (lo

que decía, compras e internet para comunicarse con el extranjero :D).







Viaje: fuimos en coche. Solo decir que los portugueses son algo…. Maliciosos. Los

peajes los avisan con 500 metros de antelación, en curvas, y cuando estás en un trozo de

carretera con seis carriles, de los cuales 4 están marcados con una V de color verde y

dos (los de la izquierda) con un dibujo rojo. Los de la V son para portugueses, los

extranjeros DEBEMOS ir por los rojos para pagar en metálico. Si por casualidad vas

por el carril de la izquierda y no te da tiempo (o te da tiempo pero prefieres no comerte

a los veinte coches que vienen por tu derecha) a pagar, te pondrán una multa que te

mandarán a casa (a España). No te hacen ningún tipo de rebaja por pagar antes de 48h ni

nada. Por favor, todo el que lea este diario, que rece conmigo para que se pierda la

multa…

Transporte en Oporto: hay buses, metro y tranvía. Hay dos tranvías (el 22 y el 1, si no

me confundo), que son los que te hacen un recorrido turístico. No los cogimos asi que

no puedo opinar. Sí cogimos el metro, muy nuevo y cuidado. También cogimos el

funicular para subir del puente de Luis XVI hasta un poco más arriba (de donde sale el

tranvía 22), para no subir muchas cuestas. Cuesta euro y medio (tarjeta incluida) y te da

para coger cualquier tranvía, metro o autobús gratis en la siguiente hora (tantos como

quieras).

Comer: comimos en un restaurante que está en la Rua de Passos Manuel, pasando el

coliseo de oporto hacia arriba. Se llamaba Don Grilo y se come bien, mucho y barato.

Recomendable al máximo. Además al lado hay un super por si quereis comprar algo

para el apartamento.

Parking: al lado del hotel Ibis de la rua de Alegría. 10 euros el dia entero.

Y bien, empezamos el recorrido:

LUNES 26 DE DICIEMBRE:

Después de llegar, instalarnos y comer, nos pusimos las botas de agua y empezamos a

caminar. Bueno, realmente la primera parada fue una pequeña sobremesa en el café

Majestic, que, sí, es bonito, pero tampoco imprescindible. Despues fuimos dando un

paseo por la rua de santa Catarina hasta la Capela das Almas, bien bonita, sobretodo por

fuera, después por Fernandes Tomas viendo el Mercado da Bolhao hasta la Igreja da

Trinidades. Despues bajamos por la Avenida dos Aliados (hay un información y turismo

a la izquierda del Pasos do Concelho) y cuando llegamos a la Rua dos Clérigos

seguimos en dirección a la librería Lello e Irmao. Muy bonita, abarrotada de gente, pero

merece la pena. Despues caminamos un poco más hasta la Igreja dos Carmelitas (aquí

es donde termina el tranvía 22) y dimos una pequeña vuelta pasando por la Torre dos

Clérigos y la estación de San Bento camino al apartamento.

Tardaríamos unas 2 horas y media en hacer este recorrido, sin pararnos mucho en lossitios… Para que os hagáis una idea de que el centro de Oporto no es tan grande como



parece.

MARTES 27 DE DICIEMBRE:

Suena el despertador y decidimos dormir una hora más porque afuera no llueve, sino

que están tirando el agua con cubos. Desayunamos y nos preparamos, la primera parada

es la Igreja de Sto Ildefonso, cerrada, asi que solo podemos hacer fotos por fuera.

Empezamos a bajar por calles (madre mia, ya verás para subirlas después…) hasta la

catedral. Muy bonita, muy grande. Seguimos bajando (escaleras y escaleras, y además

callejeando, lo cual recomiendo porque se encuentran casas muy bonitas), para ver el

Museu de Arte Sacra e Arqueología, situado en la Igreja dos Grilos. En este no

entramos, solo lo vemos por fuera y hacemos alguna foto al rio, que ya se ve desde aquí.

Seguimos caminando para ver el Palacio da Bolsa. Aquí si que pagamos la entrada (6

euros y medio por cabeza), y la verdad es que es bonito, pero no para tanto precio.

Visita en portugués y en español a la vez, entretenido. Justo al lado se encuentra la

Igreja de San Francisco (y cuando digo al lado digo pegando, porque el palacio de la

bolsa se encuentra construido sobre el antiguo claustro de la iglesia…). El ticket de

acceso a la iglesia da también entrada a un pequeño museo (una habitación con 4

figuras) y a las catacumbas. Muy bonito todo.

Llegados a este punto, y dado que había parado de llover un poco, empezamos a

callejear por la Ribeira, a hacer fotos, en dirección al puente de Luis I. Nos planteamos

cruzar al otro lado del rio para visitar alguna bodega, pero dado que el tiempo noacompañaba, decidimos dejarlo para otra ocasión. Cogimos el funicular con intención

de tomar después el tranvía 22, pero dado que quedaban todavía 25 minutos para que

llegara (pasa cada media hora), y como llovía a mares, fuimos en busca del metro para

acercarnos a nuestro “restaurante de confianza”, el mismo sitio donde comimos el dia

anterior.

Por la tarde no hicimos mucho más. Salimos a pasear pero sin prisas, simplemente a

disfrutar de la ciudad dado que había dejado de llover (aunque las nubes persistían).

Pongo alguna fotito, aunque no hay mucho más que contar.

MIERCOLES 28 DE DICIEMBRE:

Incluyo este dia aunque ya no hicimos nada… Desayunar tranquilamente (para eso son

vacaciones), recoger, hacer las maletas, y para casa poco a poco, intentando esta vez

pasar por los peajes correctos .



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de Serralves es una instituición de ámbito europeo,donde se encuentra la Casa de Serralves,

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Punto de encuentro: Tienda Bluedragon (cerca de la Estación de Funicular de los

Guindais)

Itinerario:

Ribeira--Museo de Vino de Porto--Faro de S. Miguel--Desembocadura del Río Duero

Incluye:

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accidentes personales;

-Visitas guiadas en Inglés;

-Las visitas en portugués, español, francés e italiano, sólo bajo petición y sujeto a

disponibilidad.

Mínimo participantes: 2

Máximo participantes: 20

Precios para grupos privados:

- De 1 a 5 participantes: 60€



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