Cinco 02 - Otra Aventura de Los Cinco, Los - Enid Blyton

8/13/2019 Cinco 02 - Otra Aventura de Los Cinco, Los - Enid Blyton

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Enid Blyton

Otra aventura de losCinco


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Ttulo original: Five go adventuring again

Traduccin de Juan Ros de la R


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Esperamos que os gusten tanto cos de dems.

Cariosamente,


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CAPTULO I

VACACIONES DE NAVIDAD

Faltaba slo una semana paraavidad y las alumnas del col

Gaylands estaban sentadas alrededa mesa del desayuno, charlandhaciendo planes para las prxivacaciones. Ana se sent a la me

abri el sobre de una carta que acade recibir.- Mira esto! -dijo a su pr

Jorgina, que estaba sentada a su ladouna carta de pap, y eso que ayer m


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l y mam me escribieron otra.- Espero que no traiga malas not

dijo Jorge . La primita no admita ninguna manera que la llamasen Jorhasta tal punto, que la misma profesolamaba Jorge . En realidad, pareca

chico, con sus cortos y rizados cabelsus ademanes algo masculinos. Mansiosamente a Ana mientras staeyendo la carta.

- Oh, Jorge , no podremos pasar vacaciones en mi casa! -dijo Ana,grimas en los ojos-. Mam est enf

de escarlatina y pap tiene miedo de

pueda contagiarnos. Qu noticia desagradable!- Oh, cunto lo lamento! -dijo Jorge

Se senta tan defraudada como A

porque la madre de sta la haba inv


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a ella y a su perroTimoteo a pasar lavidades en su casa, y le h

prometido llevarla a sitios donde nhaba estado, como el circo y el teatpolichinelas y, adems, haba organiuna velada magnfica alrededor destupendo rbol navideo. Todas lusiones se haban desvanecido de g

- Cualquiera se lo dice a los chicdijo Ana pensando en Julin y Dickdos hermanos-. Con lo ilusionadosestaban con estas vacaciones.

- Bueno qu pensis haentonces? -pregunt Jorge -. No podra

venir a mi casa? Estoy segura de quemadre le gustar volver a veros. Gumuy buen recuerdo de las vacacionepasasteis all el ltimo verano.

- Espera un momento: deja que a


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de leer la carta, a ver qu dice pap Ana volviendo a coger el papel-. Pmam! Ojal no est muy grave!

Ley un poco ms, y de pronto luna exclamacin de alegra. Las chicas de su alrededor esperampacientes a que les contara lo que a carta.

- Jorge ! Pasaremos las Navidaen tu casa! Pero, caramba!, fjate. pondrn un preceptor! En parte, parano molestemos demasiado a tu madrpor otro lado, porque Julin y Dickestado enfermos los dos esta tempor

andan retrasados en sus estudios.- Un preceptor! Qu raApuesto a que nos har estudiar lo m

que en el colegio! -dijo Jorge , abatida

Claro que cuando mis padres lean


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notas que me han dado pensarn que muy atrasada. Al fin y al cabo, sta primera vez que voy a un colegio faltan muchas cosas que aprender tod- Qu vacaciones ms horrivamos a pasar teniendo con nosotropreceptor todo el tiempo -dijo gubremente-. Yo espero que mis n

sean buenas, porque los exmenes lohecho bien. Pero no me va a resultar agradable tener que estar sin hacer mientras vosotros dais vuestras lecciAunque, por supuesto, podr distraugando conTimoteo . Supongo que

querrn que l tambin d clases!- Pues a l le gustara! -reporge rpidamente.

No poda hacerse a la idea de qu

adorado perro se pasara las vacaci


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divirtindose con Ana mientras Julin y Dick se dedicaban a estuddar clases.

- Timoteo no puede dar clasorge . No seas tonta.- Por lo menos podr sentarse a

pies mientras yo las doy -dijo Jorge -Ser para m un gran consuelo tenconmigo. Por Dios, Ana, acaba yacomerte las salchichas. Todas heerminado ya el desayuno y la cam

est a punto de sonar. Te vas a quedaayunas.

- Menos mal que lo de mam n

grave -dijo Ana leyendo rpidamenfinal de la carta-. Dice pap queescrito tambin a Julin y a Dick, ysupuesto, a tu padre, para encargarle

nos busque un preceptor. Oh, verdad


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es desagradable? No quiero decir qume guste volver a Villa Kirrin y vnuevo la isla, pero, al fin y al cabo, ahay teatros, ni circos, ni verbenas.El tiempo pas muy aprisa. Anorge se dedicaron a preparar sus ma

y etiquetarlas, disfrutando del tumulos ltimos das de colegio. Por fi

enorme autocar escolar par ante la py las chicas montaron en l.

- Otra vez a Kirrin! -exclam ASube,Timoteo , precioso. Sintate enorge y yo.

En el colegio Gaylands perm

a los alumnos tener consigo durancurso sus animales favoritos.Tim, el graperro de Jorge , de raza mixta, haenido muy buena acogida. Salvo un

que, en un descuido del basurero, cog


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cubo de la basura y lo arrastr por tocolegio hasta meterse en plena clasorge , su comportamiento haba

ejemplar.- Estoy segura de que te habrn muy buenas notas,Tim -dijo Jorgeabrazando a su adorado can-. Ahoravamos otra vez a casa. Ests content

- Guau! -ladrTim con voprofunda. Empez a mover la colaaquel momento se oy una exclamque provena del asiento de atrs.

- Jorge ! Dile aTim que se siente una vez. Me est despeinando co

rabo! No mucho despus, las dos chestaban ya en Londres, dispuestas a tel tren que haba de llevarlas a Kirrin

- Cmo me gustara que a


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hermanos les hubiesen dado vacaciones hoy tambin -suspir AQu bien estara que llegsemos a Kodos juntos.Pero los dos chicos no estuviibres hasta el da siguiente. Ana es

ansiosa de volverlos a ver. La tempode colegio la haba tenido apartadellos demasiado tiempo. Menos malpor lo menos no se haba separadorge . Ella y sus hermanos haban pa

el ltimo verano en casa de la porge y juntos haban disfrutado de

aventura verdaderamente extraordi

en la pequea isla que haba cerca costa. En esta isla haba un antcastillo, en cuyos stanos los chhaban hecho maravillo

descubrimientos.


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- Cmo me gustar volver a la icoment Ana cuando el tren estaba yas cercanas de Kirrin.

- No creo que podamos ir -orge -. El mar est muy movidonvierno por la parte que rodea la

Sera muy peligroso intentar la traves- Oh, qu lstima! -exclam A

defraudada-. Me haba hecho la ilusique nos ocurrieran nuevas aventuras

- En invierno no pueden ocuaventuras, al menos en Kirrin -dijo Jorge

Hace mucho fro, y a veces la nbloquea la casa y no podemos ni siq

r al pueblo. El viento y la nieve mpiden el paso.- Oh, eso debe de ser m

nteresante! -dijo Ana.

- No lo creas: no es nada diver


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realmente -repuso Jorge -. Resulta la mde aburrido. Todo lo ms que se phacer es pasarse el da en casa sentade vez en cuando coger una pala y apalgo la nieve de la puerta.

Todava pas algn tiempo anteque el tren llegara a la estacin denan que bajar. Pero, al fin, empe

aminorar la marcha la locomovomitando vapor mientras alcanzabpequeo andn. Las dos chicasevantaron rpidamente de sus asien

empezaron a escudriar a ver si habalguien a esperarlas. Efectivamente

estaba la madre de Jorge .- Hola, Jorge querida! Hola, Anadijo la seora Kirrin, mientras abrazas dos-. Ana, siento mucho el perc

de tu madre, pero algrate: est ya m


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mejor, me acabo de enterar.- Oh, qu bien! -dijo Ana-.

Fanny: vers cmo te gustar que pasaqu las vacaciones. Nos portaremos mejor. Y to Quintn? Cmo seomado eso de que pasemos los cu

otra vez las vacaciones en su casa?vers cmo no le daremos la lata tmenudo como en el verano.

El padre de Jorge era un hombre ciencia, muy inteligente, pero decarcter terrible. Tena muy ppaciencia con los nios y los cuhaban recibido de l ms de una f

reprimenda el ltimo verano.- Oh, tu to sigue trabajando de fcontest ta Fanny-. Es que

descubierto una nueva frmula,

secreto, y la quiere explicar en su l


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Dice que en cuanto haya terminadrabajo lo llevar a que lo examin

experto en la materia y, si tiaceptacin, ser de gran utilidad papas.

- Oh, ta Fanny, eso suena a cnteresante -dijo Ana-. Cul es

secreto?- No puedo decrtelo de ning

manera, tontina- dijo ta Fanny-. misma no tengo la menor idea de enconsiste. Vmonos ya, que aqu demasiado fro para estarnos quietapie.Tim tiene muy buen aspecto, Jorge

querida.- Oh, mam, lo ha pasado muy en el colegio -dijo Jorge -. Realmente ha pasado muy bien. Una vez se q

comer las zapatillas del cocinero


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- Y tambin se ha dedicadoperseguir al gato que vive en el estab

- Y una vez se meti en la despde la cocina y se trag un pastel de cadijo Jorge -. Y adems

- Por Dios bendito, Jorge ! Seguque no lo volvern a admitir encolegio! -exclam su madre, horrorizNo lo han castigado? Espero que as

- No, no lo castigaron -dijo Jorge -Como t sabes, nosotras soresponsables del comportamiento danimales que tenemos. Y cada vez Tim hizo algo malo me castigaron a

por no tenerlo bien domesticado o parecida.- Supongo que te habrn castigad

montn de veces, entonces -dijo su m

mientras azuzaba con las rienda


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caballito que llevaba la tartana a lo del camino-. En realidad, acabo de una buena idea.

Mientras iba hablando, sus empezaron a brillar de modo inusitad- Creo que har contigo lo mi

que han hecho en el colegio: casticuandoTim haga una de las suyas.

Las chicas se echaron a rEstaban, en verdad, muy contentas.vacaciones iban a resultar estupendasalgo magnfico ir a Kirrin. Al siguiente llegaran los chicos y entos que iban a pasar bien las Navidad

- Viva Villa Kirrin! -exclam cuando la pequea y vieja manapareci ante su vista-. Oh, fjate, laKirrin otra vez!

Las dos chicas dirigieron su vis


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mar, donde se destacaba la isla ycastillo, recordando la formidaventura que haban corrido all el verano.Por fin llegaron a la casa.

- Quintn! -llam la madre de JorgeQuintn! Las chicas ya estn aqu!

To Quintn sali de su despachodirigi al vestbulo. A Ana le parodava ms alto y sombro que

costumbre.Est ms ceudo que nunca!

dijo a s misma.To Quintn poda ser m

nteligente; pero ella prefera a homalegres y festivos como su propio pLe dio cortsmente la mano a su to como Jorge le daba un beso.

- Bueno -dijo to Quin


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dirigindose a Ana-. Como sabisvamos a traer un preceptor para vacaciones. Supongo que estadispuestas a comportaros con l comdebido.

Lo haba dicho en tono ms ocoso, pero Ana y Jorge no estab

contentas. Las personas con las cuhaba que comportarse con correccin y respeto solan ser seseveras y fastidiosas. Las chicasalegraron cuando el padre de Jorgevolvi a su despacho.

- Tu padre ha estado trabaja

ltimamente una enormidad -dijo a Jorgesu madre-. Est un poco agotado. Mmal que ya est a punto de terminibro. l tena la idea de acabarlo ant

as Navidades y pasar las fiestas


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nosotros para descansar, pero ahora que no podr ser.

- Qu lstima! -dijo Ana pquedar bien, pero en su fuero internhaba llevado una gran alegra.

No hubiera sido muy distrado ella pasar las Navidades oyendo hde cosas cientficas, a las que era aficionado su to.

- Oh, ta Fanny, estoy deseavolver a ver a Julin y a Dick! Esegura de que ellos tambin eansiosos por ver a Jorge y aTim! TFanny: en el colegio nadie llam

Jorgina a Jorge , ni siquiera la profesoYo tena ganas de que alguien la llamJorgina: me hubiera gustado ver creaccionaba. Jorge : verdad que lo h

pasado bien en el colegio?


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- S -contesto Jorge -. Es cierto. Yhaba credo que lo iba a pasar molesto entre tantas chicas, pero, a pde todo, me ha gustado. Mam: easustada pensando en lo que vas a cuando leas mis notas. Ten en cuentame faltan todava muchas cosas aprender.

- S, ya s que es la primera vezvas a un colegio -dijo su madre-. Sexplicar as a tu padre para que nenfade. En fin, ser mejor que vayamos ya a tomar el t. Es tarde. Dde estar hambrientas.

Un rato despus, las chicas supor la escalera que conduca al donde estaba su dormitorio.

- Qu contenta estoy de no p

sola las vacaciones! -exclam Jorge -


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Desde que vinisteis este verano maficionado a tener compaa. Eh,TimDnde te has metido?

- Seguro que se ha ido a olfaodos los rincones para convencersque sta es su casa -dijo Ana rienQuerr comprobar que la cocina soliendo igual, lo mismo que el cuarbao y su perrera. La emocin de volcasa le ha afectado tanto como a noso

Ana tena razn.Timoteo estabembargado por la emocin del regEmpez a dar vueltas en torno de la md e Jorge , olisquendole las pier

amistosamente, encantado de volvever. Luego corri a la cocina, peroard en volver, abatido. Haba

alguien nuevo: Juana, la cocinera,

obesa y jadeante seora, que le h


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anzado una mirada llena de desconfi- Podrs entrar en la cocina slo

vez al da, para comer -dijo Juana-. nada ms. No estoy dispuesta a empiecen a desaparecerme ante narices la carne, los pollos o salchichas. Te conozco: s qu clasperro eres.

Timoteo , en vista del inadecurecibimiento, ech a correr haciafregadero y, una vez en l, empezolfatearlo al detalle. Luego se dirigcomedor y despus al gabinete, quedmuy satisfecho al comprobar que todo

gual que antes de su partida. Aplicnarices a la puerta del despacho destaba trabajando el padre de Jorge , peresta vez olisque con cierta cautela

ena la menor intencin de introdu


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all. Timoteo adoptaba con el padreorge las mismas precauciones que

chicos. Estaba tan escarmentado cellos.Despus corri escaleras arhasta el dormitorio de las chicas. Destaba su cesta? Ah, all bajo la venEstupendo! Eso quera decir qu

dormira, como siempre, en el dormide las muchachas.

Se meti en la cesta, enroscncon toda comodidad, mientras mexpresivamente el rabo.

Qu magnfico estar de vuelta!

estupendo!


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CAPTULO II

TODOS JUNTOS OTRA VEZ

Los chicos llegaron al da siguiAna, Jorge yTim fueron a esperarlos a

estacin. Jorge conduca la tartana Timoteo sentado tras ella. Cuando llegren, Ana no tuvo paciencia para espe

que se parase del todo. Ech a corre

el andn, buscando a Julin y a Dickodos los vagones que pasaban antvista.

Por fin los vio. Estaban asomaduna ventanilla del ltimo vagn, grit


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y gesticulando.- Ana, Ana! Estamos aqu! H

orge ! Oh, fjate, all estTim!- Julin! Dick! -grit Ana.Timoteo empez a ladrar y a

saltos. Estaba muy emocionado.- Oh, Julin, qu alegra volver

ver a los dos! -dijo Ana dando un aba cada uno.

Timoteo , de un salto, se abalasobre los chicos y empez a lameEstaba enormemente satisfecho. Ahora disfrutar de la compaa de todos y esto era lo que ms le gustaba. Los

chicos hablaban alborozadammientras un empleado iba sacandequipaje. Ana se acord de prontoorge . No la vea por ningn sitio,

cuando la haba acompaado hast


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andn.- Dnde est Jorge ? -pregun

Julin-. Cuando el tren iba parando aqu desde la ventanilla.- Habr vuelto a la tartana -dijo A

Dile al empleado que se apresursacar el equipaje, Julin. VmonosQuiero ir a ver qu est naciendo Jorge .

Jorge estaba quieta, de pie, concodo apoyado en el caballito de la tay la mano en la frente. Tena cierto aimelancola, segn pens Ana. Los chse le acercaron.

- Hola, Jorge , vieja amiga! -gr

Julin dndole un abrazo. Dick hizmismo.- Qu es lo que te pasa? -preg

Ana, al ver que Jorge no pronuncia

palabra.


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- Parece que est muy enfadaddijo Julin haciendo una mueca burlAnimo, Jorgina!

- No me llames Jorgina! -dijmuchachita fieramente. Los chicoecharon a rer.

- Ah, estupendo, est hecha la mfierecilla de siempre -dijo Dick dansu prima un amistoso palmetazo ehombro-. Oh, Jorge , qu alegra volvea ver. Te acuerdas de las maravillaventuras de este verano?

Jorge empez a pensar que se hportado un poco ariscamente. Cierto

se haba enfadado un poquitn al vmagnfica bienvenida que Julin y haban dispensado a su hermanita, os enfados no podan durar mucho

sus simpticos primos. Con ellos n


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poda nunca sentirse ofendido o resenLos cuatro chicos montaron e

artana. El empleado de la estacin hmetido all las dos maletas. Apquedaba sitio para ellos.Timoteo se senencima del equipaje, moviendo el ragran velocidad y con la lengua fuera,estaba jadeando de felicidad.

- Chicas, s que tenis suertepoder llevaros aTimoteo al colegio -dDick dndole al enorme can ucariosas palmaditas-. En el nuestrnos dejaran hacerlo. Hay que ver loque lo pasan mis compaeros cuand

levan al colegio animalitos de los ququieren separarse.- El hijo del seor Thompson t

una rata blanca -dijo Julin-. Y una v

e escap y ech a correr por el pa


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hasta topar con una profesora. Ella huyendo dando enormes gritos.

Las chicas se echaron a rer. chicos tenan siempre cosas diverque contar cuando volvan a casa.

- Y Kennedy se llev caracolecolegio -dijo Dick-. Ya sabis quecaracoles duermen durante todonvierno, porque hace mucho fro.

Kennedy les procur una caja calentita, y, una vez, empezaron a spor los bordes y se escaparon cuantos. No os podis imaginar cmoreamos cuando Thompson, el profes

Geografa, nos indic con el pundnde estaba la Ciudad del Cabo, emapa, y vimos que en el mismo sithaba instalado uno de los caracole

Kennedy.


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Todos volvieron a rer. Edelicioso estar juntos otra vez. Tenanedad parecida: Julin, doce aos; Jorge Dick, once, y Ana, diez. La perspectivpasar juntos las vacaciones navideamaravillosa. No era extrao que se rpor cualquier cosa, aun por el chistebroma ms simple!

- Qu bien que mam est ya curada, verdad? -dijo Dick mientrcaballito que tiraba de la taremprenda un alegre trote por el camMe disgust mucho cuando me enteque no podamos ir a casa, quiero d

de que no podra ver a Aladino ympara, ni ir al circo y otros sitios, de todos modos, estoy muy contentvolver a Villa Kirrin. No sabis

ganas que tengo de que nos ocu


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nuevas aventuras. Pero supongo quevez no ser como el verano. No creopase nada de particular.

- Estas vacaciones tendremosmolesto obstculo para pasarlo bien Julin-. Me refiero al preceptor. Poque he odo, nos lo pondrn a causque Dick y yo hemos faltado bastancolegio durante lo que va de curenemos que estar hechos unos perf

sabihondos cuando nos examinemosverano.

- S -dijo Ana-. Me pregunto cser el preceptor. Tengo la esperanz

que resulte simptico. To Quintn hhoy a contratarlo.Dick y Julin se miraron el un

otro. Ambos estaban convencidos de

ningn preceptor escogido por to Qu


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habra de tener nada de simptico. Laque tena to Quintn de los precepera que stos deban ser severos, cey antipticos.Pero por qu preocuparse? Todardara en venir un da o dos. Y siem

caba la posibilidad de que resusimptico y agradable. Los chicoreanimaron en seguida y empezarofrotar animosamente el espeso pelo piel deTim. ste aparentaba estar menfadado ante la perspectiva preceptor y pareca prometer que le morder en cuanto lo viera. Pero dic

Tim! El can nunca haba padecido hentonces las furias de un profesor.Por fin llegaron a Villa Kirrin

chicos se pusieron muy contentos

volver a ver a su ta y se sinti


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bastante aliviados cuando ella dijo qo no haba regresado todava.

- Ha ido a hablar con dos o seores que han contestado a nuanuncio de que precisbamos un precdijo-. No creo que tarde en volver.

- Mam, supongo que no tendreque estudiar ni dar clases durante vacaciones, verdad? -pregunt JorgeHasta entonces nadie le haba dichoseguridad que esto iba a ocurrir, y esansiosa de enterarse.

- Oh, s, Jorge -dijo su madre-. padre ha visto las notas que te han

en el colegio, y, aunque no son del malas (no esperbamos de ningn mque fueran excelentes), demuestranembargo, que a tu edad ests todav

poco retrasada. Unos estudios extr


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pondrn pronto al corriente.A Jorge se le ensombreci el ros

Claro que haba esperado que le diuna cosa parecida, pero, de todos mera fastidioso.

- Ana es la nica que no tendrdar clases -dijo.

- Algunas s que dar -prometi AQuiz no todas, Jorge , sobre tod

cuando haga buen tiempo, pero a mes, aunque no sea ms que para hacompaa.

- Gracias -dijo Jorge -. Pero no preocupes, no te necesitar. E

conmigoTim.La madre de Jorge no pareca mconvencida de esto ltimo.

- Primero tendremos que saber

es lo que opina el preceptor sobre e


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dijo.- Mam! Si el preceptor no

queTim me acompae durante las clano dar una sola estas vacaciones! orge , hecha una fiera.

Su madre se ech a rer.- Caramba, caramba, la mi

fierecilla de siempre! -dijo-. Buchicos -aadi-. Id a lavaros las mana peinaros un poco. Dais la impresique toda la tizne del tren se os ha peg

Los chicos yTimoteo empezaronsubir la escalera. Era maravilloso os cinco reunidos. Ellos, por supu

consideraban aTimoteo como uno ms a pandilla. Siempre los acompaabodas las aventuras y pareca enteodas las cosas que entre ellos se dec

- Me gustara saber qu especi


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- Y lo contrataste a l? -pregDick.

- S, efectivamente -contest su Pareca muy inteligente. Hasta sdetalles de mi vida y de mi trabajoadems, tena muy buenas cartasrecomendacin.

- No creo que los nios necessaber todos esos detalles -dijo ta FaEn resumen: le dijiste que viniese al final?

- Oh, s -dijo to Quintn-. bastante mayor que los otros, que, parecer, eran demasiado jvenes

parece muy sensato e inteligente. Eseguro de que te agradar, Fanny. Eque ms nos conviene. Creo quegustar charlar con l algunos ratos p

noche.


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Los chicos no pudieron impedsentirse algo alarmados con lo que hodo sobre el preceptor. Su to obsesonriendo, sus cariacontecidos rostro- Os gustar el seor Roland -dSabe cmo hay que entrar a los joveny piensa emplear todas sus fuerzas que cuando terminen las vacacisepis muchas ms cosas que cuempezaron.

Los chicos, al or esto, se alarmms todava. Cunto mejor hubieraque, en vez de to Quintn, hubiese sidFanny la que escogiera al preceptor!

- Cundo llegar? -pregunt Jorge .- Maana -contest su padre-. Por todos a esperarlo a la estacin. E

gustar mucho.

- Nosotros habamos pensado


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maana al pueblo a ver los escaparacomprar cosas de Navidad -dijo Jviendo la cara de disgusto que hpuesto Ana.- No, no. Iris a la estacin, comhe dicho -dijo su to-. Yo le dije rais. Y tened presente los cuatro:

de portarse mal con l! Seris buchicos y estudiaris a fondo: tenecuenta que vuestro padre darpreceptor un fuerte estipendio. contribuir con la tercera parte poquiero que Jorge tambin d clases. Yasabes, Jorge : a portarte bien y a estudi

- Lo intentar -dijo Jorge -. Si mresulta simptico, lo har lo mposible.

- Te portars bien tanto si te

simptico como si no! -dijo su p


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frunciendo el ceo-. Llegar en el trenmero trece. Procurad estar a tiempa estacin.

- Espero que no sea muy severonosotros -dijo Dick, por la noaprovechando unos minutos en estaban solos-. Nos va a hacer polvvacaciones si se pasa el tiemvigilndonos y reprendindonos. Y esambin que le resulte agradableTim.

Jorge levant rpidamente la vismir a su primo.

- Claro que le gustarTimoteo ! exclam-. Por qu no iba a ser as?

- Pues tu padre no simpatizdemasiado conTimoteo este ltimverano -dijo Dick-. Yo, desde luegopuedo comprender cmo puede h

alguien a quien no le gusteTimoteo . Per


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orge , sabes muy bien que hay mugente que no ama a los perros.

- Si al seor Roland no le gTimoteo , no pienso hacerle el ms mncaso! -dijo Jorge -. Ni el ms mnicaso!

- Ya est aqu otra vez la fierecidijo Dick, echndose a rer-. A fe habr tormenta si resulta que al sRoland no le agrada nuestro simpTim.


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CAPTULO III

L NUEVO PRECEPTOR

A la maana siguiente haca unesplndido. La niebla marina de los

ltimos das haba desaparecido y laKirrin, que estaba situada a la entrada baha, poda verse con toda limp

Los chicos se dedicaron a contem

admirativamente el castillo que habsu parte ms alta.- Qu ganas tengo de volver a

castillo! -dijo Dick-. No podrantentarlo? El mar parece que est


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calma, Jorge .- Por aqu, s. Pero en

proximidades de la isla est basalborotado -dijo Jorge -. Siempre ocuo mismo en esta poca del ao. Esegura de que mam no nos dejarhasta all.

- Es una isla maravillosa y pertenece a todos nosotros! -dijo AT dijiste, Jorge , que la repartiras c

nosotros y que todos seramos los dupara siempre!

- S, es cierto -asinti Jorge -. Y nslo la isla, sino el castillo, con

stanos y todo lo dems. VmonosMontemos en la tartana. Acabarelegando tarde a la estacin si

pasamos aqu todo el da contemplan

sla.


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muy bien conmigo. Adems, duraniempo de vacaciones, buscan siem

algn husped, porque ellos no qucobrar nada por cuidar la granja.- Od! El tren est a punto de del tnel! Oigo el silbato! Por Dorge , date prisa! No vamos a llegiempo!

Los cuatro chicos yTimoteo vierocomo el tren sala del tnel, aminorpoco a poco la velocidad hasta llegaestacin. El caballito empez a trotaraprisa. El tiempo apremiaba.

- Quin ir al andn a recibirl

pregunt Jorge cuando la tartana halegado ya a la estacin-. Yo no, duego. Tengo que quedarme al cuidad

Tim y del caballito.

- Yo tampoco quiero ir -dijo A


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Prefiero quedarme con Jorge .- Est bien, iremos nosotros -

Julin.Dick y l saltaron de la tartanecharon a correr en direccin al and

donde llegaron cuando el tren estapunto de arrancar.

Muy pocas personas se haapeado: una mujer que llevaba una cun muchacho (el hijo del panaderopueblo) y un anciano, que andaba condificultad. Ninguno de ellos poda spreceptor!

De pronto, de la parte delantera

ren sali un individuo de extrao aspEra de corta estatura y ms bien gruena una barba de marinero. Sus ojospenetrantes y azulados y su es

cabellera tena tonalidades grises. E


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una ojeada arriba y abajo del anduego hizo seas a un empleado.

- se debe de ser el seor Roladijo Julin a Dick-. Voy a preguntrSlo se puede ser el preceptor.

Los muchachos se acercaronhombre barbudo. Julin se quit la gcortsmente.

- Es usted el seor Roland, sepregunt.

- S, yo soy -dijo el hombSupongo que vosotros sois Julin y D

- S, seor -contestaron a la vezdos chicos-. Hemos trado una ta

para que usted pueda llevar cmodamel equipaje.- Oh, muy bien -dijo el seor RoSus azules y brillantes o

recorrieron con la mirada a los


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muchachos. Luego empez a sonreJulin y a Dick les produjo una bmpresin.

- Y las dems? No estn por apregunt el seor Roland miencaminaba a lo largo del andn, segdel empleado, que llevaba su equipaj

- S, Jorge y Ana estn fueesperando en la tartana -dijo Julin.

- Jorge y Ana -dijo el seor Rolcon voz perpleja-. Yo tena entendidoas otras dos eran chicas. No saba

adems de ellas, haba un chico.- Oh, Jorge es una chica -dijo D

riendo-. Su verdadero nombre es Jorg- Un bonito nombre -dijo el sRoland.

- Jorge no opina lo mismo -d

Julin-. Nunca contesta cuando la ll


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- No -dijo el seor Rolescuetamente-. Pero me atrevera a que vuestro perro no me molestar cosa. Hola, hola! Aqu estn muchachitas! Qu tal? Cmo estis?

A Jorge no le gust que la llamamuchachita. Por un lado, no quera quvieran por una persona pequea, y

otro, ella quera siempre parecer un cLe dio la mano al seor Rolandpronunciar palabra. Ana, sin embdedic una sonrisa al preceptor, y pens en seguida que ella era la simptica de las dos.

- Tim! Dale la pata al seRoland! -dijo Julin aTimoteo . Esta euna de las gracias del can. Siempre qo pedan, levantaba la pata derecha

aire muy corts. El seor Roland ba


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vista para mirar al perro y ste la spara mirar al seor Roland.

Entonces, muy despaciodeliberadamente,Timoteo volvi espalda al seor Roland y mont eartana. Esta vez no haba querido of

su pata. Los chicos lo miraextraados.

- Tim! Qu te ocurre? -grit DEl can baj las orejas y no se movi.

- No le resulta usted simptico orge mirando al seor Roland -. Es

cosa muy rara. A l le gusta todmundo. Pero tal vez a usted no le g

os perros.- En realidad, no -dijo el seRoland-. Una vez, cuando yo era oven, me mordi un perro, y, d

entonces, por una causa o por


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siempre me han resultado antipticoperros. Sin embargo, me atrevera a que tuTim y yo acabaremos sienamigos.Todos montaron en la tartaApenas caban en ella. Iban apretujen gran manera.Tim empez a contempcodiciosamente los tobillos del sRoland, con aire de disponersemorderlos. Ana se ech a rer.

- Tim se est comportando demodo muy extrao! -dijo-. Es una sque no tenga usted que darle clasesambin, seor Roland!

Contempl sonriente al preceptste la mir con una sonrisa que mossus dientes blancos y relucientes. Tos ojos de un azul brillante, como l

orge .


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A Ana le result agradaBromeaba con los chicos todo el tiey stos empezaron a pensar que, a pde todo, el to Quintn haba tenido acen escogerle a l.

nicamente Jorge permaneccallada. Ella notaba que al preceptor agradabaTimoteo , y Jorge no tenfuerzas para simpatizar con alguien quadmirase aTimoteo a primera visTambin reflexionaba sobre el extcomportamiento del perro, que no hquerido levantar la pata para drsepreceptor.

Es un perro muy inteligente -peSe ha dado cuenta en seguida de que resulta simptico al seor Roland, yeso no ha querido levantar la pata. N

preocupes,Tim, querido. Yo no le da


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nunca la mano a nadie que me tuvantipata.

Al llegar a casa mostraron al sRoland dnde estaba su habitacin yse dirigi a ella. Ta Fanny, despuacompaarlo, volvi a donde estabachicos.

- Bien! Parece una persona agradable. Resulta gracioso ver ahombre joven con esa barba.

- Un hombre joven! -exclam JuPero si es muy mayor! Lo menos

cuarenta aos!Ta Fanny se ech a rer.

- Es que lo encuentras demasmayor para ti? -dijo-. Bien. Joven o vestoy segura de que os resulsimptico.

- Ta Fanny, nosotros no quisira


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dar clases hasta despus de Navidad Julin ansiosamente.

- Naturalmente que tendris darlas -dijo su ta-. Falta todava cassemana para la Navidad, y supongono creers que hemos contratado al sRoland para que se est todo ese tiesin hacer nada.

Los cinco suspiraron, descontent- Nos hubiera gustado mucho i

iendas y ver los escaparates navidedijo Ana.

- Podis ir por las tardes -dijo suSlo daris clases por las ma

durante tres horas. Eso no os privadistraeros luego!En aquel momento el nu

preceptor bajaba por la escalera,

Fanny se lo llev para que fuera a h


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con to Quintn. Al cabo de poco vcon la sonrisa en los labios.

- El seor Roland acabar sieamigo ntimo de tu to -dijo a JulEstoy segura de que lo han de pasarbien juntos. El seor Roland, al parentiende algo de la materia en querabajando tu to.

- Ojal se pasen la mayor parteiempo juntos -dijo Jorge en voz baja.

- Vamos a dar un paseo -dijo DiHace un da magnfico. Supongo quemaana no tendremos clases, verdaFanny?

- Oh, no -dijo su ta-. Empezamaana. Ahora ser mejor que os vaypasear por ah. Pocas veces hace uan esplndido como hoy.

- Podemos ir a visitar la gr


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Kirrin -dijo Julin-. Parece un sitio bonito. T, Jorge , indcanos el camino

- Est bien -dijo Jorge .Lanz un silbido aTimoteo y ste e acerc dando saltos. Los c

emprendieron la marcha, primero pcarretera principal y luego por escarpada senda que remontaba la cen cuya cima se encontraba la casita granja.

Era muy agradable pasear bajo edecembrino. El suelo estaba casi helaTimoteo produca singulares ruidos sus zarpas mientras iba de un lado

otro alegremente, muy contento de estnuevo con sus cuatro amiguitos.Despus de caminar bastante rato

el sendero llegaron los cuatro a la gr

La casa estaba construida con pie


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blancas y ofreca un slido y agradaspecto, bien asentada en la parte mde la colina. Jorge abri la pueexterior y se introdujo en el cocogiendo por el collar aTimoteo , puesaba que en la granja haba dos pguardianes sueltos.

Se oy un ruido cercano. Eragranjero que sala del granero y cerrapuerta. Jorge lo salud con fuerte voz.

- Buenos das, seor SandCmo est usted?

- Caramba, si es el seoorge ! -dijo el viejo amigo, con am

sonrisa. Jorge sonri tambin. Le gustmucho que la llamasen seorito ende seorita.

- stos son mis primos -excl

alegremente. Se volvi a ellos-: Es s


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Si queris que os entienda tendrishablarle a gritos.

- Yo soy Julin -dijo Julin fuerte voz. Los otros se presentambin.

El granjero los mir con una rady simptica sonrisa.

- Venid, que os presentar a mi mdijo-. Le gustar mucho conocosotros conocemos al seorito Jorge

desde que naci, y a su madre desdeera una chiquilla. Tambin conocimsu abuela.

- Usted debe de ser muy mayor

Ana.El granjero la mir, sonriente.- Tan viejo como mi lengua y

mayor que mis dientes! -dijo con

risotada-. Venid, muchachos. Entremo


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a casa.Todos entraron en la espacios

caldeada cocina de la casa. Haba allmujer menuda y anciana, pero bullicigil como un pjaro, que iba de un para otro desplegando energasraudales. Qued tan contenta commarido de conocer a los chicos.

- Bien, otra vez aqu! -dijo-. Hmucho tiempo que no te veamseorito Jorge . Segn he odo, creo vas ahora al colegio.

- S -dijo Jorge -. Pero nos han davacaciones estos das. Le importara

dejara suelto aTimoteo , seora SandeEs tan bueno y amigable como los pque tiene usted aqu.

- S, puedes dejarlo suelto -dij

anciana seora-. Estoy segura de qu


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pasar muy bien en el corral con Ben ikky. Y ahora qu os gustara que

diera para beber? Leche calieChocolate? Caf? Precisamente raje unos panecillos riqusimos. Tamos dar de ellos.

- Ah, mi mujer est muy atareadasemana -dijo el viejo granjero mieella buscaba algo bulliciosamente dde la despensa-. Estas Navidendremos compaa!

- Tendrn ustedes compaapregunt Jorge , sorprendida, puesto saba que el matrimonio no tena hij

familiares cercanos-. Quin ha de vAlguien que yo conozca?- Dos artistas de Londres! -dij

granjero-. Nos escribie

preguntndonos si les podramos hosp


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estas Navidades, durante tres semanofrecindonos buenos precios. Por esvieja est trabajando como endemoniada.- Y pintan cuadros? -preguJulin, que ms de una vez haba socon ser un artista pintor-. Me encanpoder hablar un da con ellos. Aambin me gusta mucho pintar. Tal

ellos puedan darme algunos consejos- Puedes hacer lo que gustes -di

anciana seora Sanders mientras lenando de chocolate una jarra enonmediatamente ofreci a todos en

bandeja una buena cantidad de paneccalientes, que los chicos empezaroconsumir con avidez.

- Estoy pensando que esos artist

encontrarn muy solos, aqu en el ca


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durante las Navidades -dijo Jorge -Conocen, acaso, a alguien de por aq

- Segn me han dicho, no conocnadie -dijo la seora Sanders-. Peroartistas son gente muy rara. Los conalgo. No es la primera vez que he tehuspedes de ese estilo. Les gustsoledad. Estoy segura de que estoshan de venir lo pasarn bien aqu.

- Claro que lo pasarn bien, conbuenos platos que les hars -dijomarido-. Bueno, ahora tengo marcharme a vigilar el rebao. Qupasis bien, jovencitos. A ver si ve

vernos con frecuencia.Se march. La seora Sancontinu hablando animadamente cochicos mientras se remova por la co

Timoteo apareci de pronto, corrien


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Entr en la cocina y se acomod junfuego.

De pronto vio un gato de atracpiel moteada, que se deslizaba pegaa pared, con los pelos erizados pomiedo que le produca aquel extperro. ste lanz un violento ladriacto seguido empez a perseguir al pgato, el cual ech a correr y sali dcocina, dirigindose al vestbulo, segpor el can, que no haca el menor caos gritos que le daba Jorge .

El gato consigui a duras perepar hasta la parte alta de un viejo

de pared que haba en el vestbLadrando animadamente,Timoteoemprendi a su vez la escalada. Eesfuerzo roz violentamente el entre

de madera que haba en la pared.


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Entonces ocurri algo extraordinUn recuadro del entrep

desapareci, dejando al descubiertocavidad. Jorge , que haba seguidoTimoteo todo el tiempo para reprendanz un grito de sorpresa.

- Mirad! Venga, seora Sandervea esto!


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CAPITULO IV

UN INTERESANTE ESCUBRIMIENTO

La vieja seora Sanders y los ch

fueron corriendo al vestbulo.- Qu ocurre? -grit Julin-. ha pasado?

- Timoteo empez a perseguir

gato. El gato se subi en el reloj, quererse subir en l tambin, se apoyun recuadro de la pared. El recuaddesliz y ha dejado al descubiertocavidad, fijaos!


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- Es una cavidad secreta! -gDick, lleno de excitacin, metiendcabeza por la abertura-. Caramba! Susted que exista aqu esta caviseora Sanders?

- Oh, s -dijo la seora-. Esta est llena de cosas extraas como Siempre que limpio la pared prohacerlo con mucha suavidad para quse mueva el recuadro.

- Y qu habr dentro? -preguJulin.

La boca de la cavidad era de anchura aproximada a la de su cabez

asom al interior, pero slo pudooscuridad.- Traed una vela! Traed una ve

dijo Ana, excitadsima-. No tiene u

una linterna, seora Sanders?


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Estaba acostumbrada al recumovible y no le daba importancia cosa!

- Ella dijo que esta casa est llencosas extraas como sa -dijo Ana-. otras cosas habr? Podrampreguntrselo.

Hicieron deslizarse el recuadrosentido inverso, cerrando la abertura pared, y se dirigieron a la cocina.

- Seora Sanders: qu otras craras hay en esta casa? -pregunt Juli

- Hay arriba un armario que tdoble fondo -dijo la seora Sanders-

os excitis tanto, que no es nadaparticular! Y una de las piedras dchimenea es movible y detrs hay cuna cavidad oculta. Yo creo que an

os habitantes de esta casa lo usaran


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esconder cosas.Los chicos al momento estuvi

ante la piedra de la chimenea. Tenaargolla. Tiraron de ella y pudieron vcavidad a que se haba referido la seSanders. Era de reducidas dimensipero no dejaba de ser adesacostumbrado y excitante.

- Dnde est el armario? -pregJulin.

- Mis piernas estn esta maana cansadas para subir escaleras -dijgranjera-. Pero podis ir vosotros sCuando lleguis arriba torced a la der

y entrad por la segunda puerta que vEl armario est al final de todo. Abrpuerta y palpad el fondo hasta que nun pequeo saliente. Cuando

encontris, apretad fuerte y veris c


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aquello se abre.Los cuatro yTimoteo echaron

correr escaleras arriba lo ms aprisapodan, mientras engullan rpidamenque les quedaba de los panecillos quhaba dado la granjera. Realmenteuna maana muy interesante aqulla!

Por fin encontraron el armario abrieron. Todos a la vez se pusieropalpar el fondo. Ana encontr, por fsaliente.

- Lo he encontrado! -grit.Apret con todas sus fuerzas,

sus deditos no eran lo suficientem

vigorosos como para vencer la resistdel mecanismo que abra la pared fJulin tuvo que ayudarla.

Se oy un crujido y los ch

pudieron ver en seguida


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efectivamente, la pared falsa se aDetrs se poda ver una especiecuartucho diminuto, en el que, a lo spodra caber una persona no muy gru- Es un escondite estupendo -Julin-. Cualquiera encuentra a algque se esconda aqu.

- Voy a meterme dentro. Quprobar. Podis encerrarme -dijo DTiene que ser muy divertido.

Se introdujo en el cuartucho haba tras la pared falsa. Julin cuego sta hermticamente y dej

hermano sumido en las tinieblas.

- Esto s que es una buencerrona! -grit Dick-. Qu oscums terrible! Abrid, que quiero salir y

Dick sali y los otros chicos,

urno, se metieron a su vez en el cuart


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y fueron sucesivamente encerrados. no lo pas muy bien.

Cuando todos hubieron probadencerrona volvieron a la cocina.- Es un armario muy curioso, seSanders -dijo Julin-. Cmo me guvivir en una casa que estuviera llencosas misteriosas y secretas como st

- Podremos volver otro dexaminar el armario? -pregunt Jorge .

- No, creo que no podr seorito Jorge -dijo la seora Sande

Esa habitacin donde est el armarengo destinada a uno de mis fut

huspedes.- Oh! -dijo Julin, defraudadoles dir usted que el armario tienepared falsa, seora Sanders?

- No, no lo har -dijo la ancia


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acompaarle, pues saban de sobra qa cavidad no haba nada digno de v

salvo la ptrea pared.Dick cogi la vela y se dirigivestbulo. Empuj el recuadro h

conseguir que se deslizara. Acerc lay ech una nueva ojeada al interiohueco. Dentro no se vea nadaparticular. Dick sac la cabeza y metbrazo, extendindolo lo ms que pEstaba a punto de retirarlo cuandodedos toparon con un agujero que habel muro.

- Caramba! -dijo Dick-. Por

habr un agujero en este sitio del murTante cuidadosamente el agujesus alrededores con el ndice. A pnot que haba tocado algo que pa

una palanca pequea. La movi con


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dedos, pero nada ocurri. Luego, cona mano, se puso a tirar fuertemente.

La piedra se apart. Dick nsorprendido cmo caa al suelo doscura cavidad produciendo un festrpito.

Al or el ruido, los otros fucorriendo al vestbulo.

- Qu ests haciendo, Dick? -Julin-. Has roto algo?

- No -dijo Dick, con la cara rojexcitacin-. Lo que ha ocurrido es qumetido el brazo en la cavidad yencontrado una palanquita. Luego, al

de ella, la piedra donde estaba incruse ha cado al suelo. Ese es el ruidohabis odo!

- Caramba! -dijo Julin intenta

apartar a Dick de la boca de la cavi


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Djame que mire.- No, Julin -dijo Di

contenindolo-. Esto lo he descubiertEsprate a ver si yo puedo encontraren el hueco que ha dejado la piedra.es tan fcil hacerlo!

Los otros esperaron pacientemJulin a duras penas poda contenerssu deseo de apartar a Dick y tomar niciativa. Dick meti el brazo en toongitud y luego dobl la mano

meterla en el hueco que la piedra hdejado al descubierto. Rebusc condedos y al final top con algo qu

acto, pareca un libro. Con gran cautcuidado sac el objeto de su escondri- Un libro antiguo! -exclam.- De qu trata? -dijo Ana.

Empezaron a pasar las hojas


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gran cuidado. Estaban tan resecaquebradizas que poco faltaba a algunellas para convertirse en polvo.

- Creo que es un libro de recetdijo Ana, con sus perspicaces ojos en la vieja y complicada escrituramano-. Vamos a llevrselo a la seSanders.

Los chicos llevaron el libro anciana seora. Esta se ech a rer asus maravillados y excitados rosCogi el libro y le ech una ojeadadar muestra alguna de excitacin.

- S -dijo-. Se trata de un libro

recetas, eso es todo. Fijaos en el noque hay en la portada: Alicia MSanders. Debi de haber pertenecidoatarabuela. Era muy famosa c

curandera, lo s. Tena fama de curar


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clase de enfermedades a personaanimales.

- Qu lstima que apenas se entia escritura -dijo Julin, defraudaAdems, el libro parece que v

pulverizarse de un momento a otroviejo que est. Debe de ser muy antig

- A lo mejor hay an ms cosaaquel agujero -dijo Ana-. Julin: debprobar a meter t el brazo, que lo tms largo que Dick.

- No creo que haya all ningunacosa -dijo Dick-. Es un hueco pequeo: no ms grande que la piedr

cay al suelo.- Bueno, de todos modos, metebrazo para ver -dijo Julin.

Todos fueron otra vez al vestb

Julin meti la mano en el hueco del


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que haba dejado la piedra al descubiTante por todos sitios con

argos dedos para comprobar si habescondida alguna otra cosa.S: all dentro haba algo. Ablando y liso que pareca como de cRpidamente asi el objeto con los dy despus lo sac cuidadosamenteescondrijo, temeroso de que pudestropearse, pues deba de ser una muy antigua.

- He encontrado algo! -dijo, conojos brillantes de emocin-. Fijaos! ser esto?

Los otros se apiaron a su alrede- Parece la petaca de pap -Ana-. Tiene la misma forma. Hay dentro?

Era, efectivamente, una tabaq


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blanda de cuero, de color oscurdeteriorada por los aos. Julin la acon gran cuidado, ensanchando la abedel cuero.Haba en su interior un pocopolvo de tabaco negro, pero noslo eso lo que haba dentro!

Al fondo de todo, fuertemenrollada, haba una pieza de tela. Ja cogi y la desenroll, extendin

sobre la mesa del vestbulo.Los chicos la contemplaron u

nstantes. En el lienzo haba sigmarcas y letras hechos con tinta negra

a duras penas se conservaban a pesaos estragos del tiempo. Pero todoresultaba ininteligible.

- No es un plano -dijo Juli

Parece una especie de clave, o algo p


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estilo. Me gustara entender el signifde estos signos y letras. Podra trataralgn secreto.

Los chicos continuacontemplando el trozo de lieembargados por la emocin. Era un lmuy antiguo y lo que en l haba tenfuerza que ser la indicacin de asecreto. Cul sera ste?

Fueron corriendo a enserseloseora Sanders. Esta estaba ojeandviejo recetario y sus ojos brillabasatisfaccin cuando los levant para ma los excitados chicos.

- Este libro es una maravillexclam-. Me cuesta mucho traentender la escritura, pero acabo deuna receta muy buena contra los dol

La pienso probar. Me duele la ca


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muchas noches. Ahora, fijaosPero los chicos no esta

dispuestos a escuchar recetas contrdolor. Lo que hicieron inmediatamentponer el trozo de lienzo sobre la falda seora Sanders.

- Fjese, qu es esto, seSanders? Lo haba visto antes de ahEstaba metido en una petaca que haba cavidad aquella del vestbulo.

La seora Sanders se quit las gas limpi con el pauelo y volv

ponrselas. Luego examin el liatentamente. Movi la cabeza.

- No. No entiendo lo que esto psignificar. No tiene sentido para m. Yotro qu es? Parece una petaca viejaestoy segura de que le gustara a mi

Precisamente acaba de comprarse


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pero le cuesta mucho trabajo sacaabaco. sta parece vieja, pero en

uso todava.- Seora Sanders, se va a quambin con este trozo de tela? -preg

Julin ansiosamente.Estaba deseoso de llevrselo a

y estudiarlo al detalle. Estaba segurque en l se esconda un importsecreto y no poda soportar la idedejarlo en la granja.

- Puedes quedarte con l si es qugusta, seorito Julin -dijo la seSanders echndose a rer-. Yo ya teng

recetario y Juan tendr la petaca.puedes quedarte con ese trapo viejo que tanto te gusta, aunque me pregpara qu lo querrs, porque trapos v

podrs encontrar siempre por cual


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sitio. Ah, aqu llega Juan.Levant la voz y le habl al v

sordo:- Eh, Juan, aqu tengo una pepara ti. Los chicos la han encont

dentro de la cavidad que hay en la pdel vestbulo.

Juan cogi la petaca y la palp.- Es una petaca muy rara -dijo-.

mejor que la ma. Bien, chicos, no equiera echaros de aqu, pero ya ha dauna, y lo mejor que podis hacer es ea correr para casa a ver si llegis hora de comer.

- Tiene usted razn! -dijo JuliVamos a llegar tarde a la comida! Aseora Sanders, y muchas gracias popanecillos y tambin por el trapo

osotros haremos lo posible por desc


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o que hay escrito en l y contrselseguida. Eh, muchachos! VmonoDnde estTimoteo ? Ven aqu,Tim, quenemos prisa!Los cinco emprendieron el regreoda velocidad. Realmente se ha

retrasado mucho. Andaban tan rpque apenas se dirigan la palabra unotros. Jadeando, dijo Julin:

- Estoy deseando saber qu es losignifican los signos que hay en el li

o parar hasta averiguarlo. Estoy sede que se trata de algn misterio.

- Y si se lo preguntamos a algu

pregunt Dick.- No! -neg Jorge -. Se trata de secreto!

- Si a Ana se le ocurre meter la

y hablar del asunto cuando este


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comiendo, ya lo sabis: tendremosdarle puntapis por debajo de la mcomo hacamos el ltimo verano Julin, de buen humor-. Pobre Ancuesta la mar de trabajo guardarsecreto y siempre acaba recibiecodazos y puntapis.

- No pienso decir ni una palabdijo Ana, indignada-. Y no se os ocdarme puntapis por debajo de la mEn cuanto noten que grito, los mayempezarn a sospechar y acabaverigundolo todo.

- Tenemos planteado un g

problema para resolver despus dcomida, con este trozo de lienzo Julin-. Apuesto a que descifraremosignos y las palabras s ponemos en

oda nuestra inteligencia!


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CAPTULO V

UN PASEO POCO FELIZ

Despus de comer, los cuatro fucorriendo escaleras arriba al dormi

de los chicos y desplegaron el lisobre una mesilla. En varios sitios ela haba palabras escritas toscam

Haba tambin una seal marcada

comps, con una letra E, que a las cndicaba la direccin Este. Tambin hdibujados ocho cuadrados y en la mmitad de uno de ellos, una cruz. Erarealmente misterioso.


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- Casi dira que estas palabras eescritas en latn -dijo Julin mientraesforzaba en hallar su significado-. no s qu quieren decir. Y me pareceaunque pudiera traducirlas no podescifrar el sentido de la frase. Oconociera a alguien que pudiera trafrases latinas.

- No podra traducirlas tu paorge ? -pregunt Ana.

- Supongo que s -dijo Jorge .Pero ninguno de ellos era partid

de contar nada al padre de Jorge . Hubieechado el lienzo a la basura, o hub

mandado quemarlo: desde luprohibira que se volviera a hablarasunto. Los hombres de ciencia son araros.

- Y si se lo preguntsemos al s


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Roland? -dijo Dick-. l es profesor. fuerza tiene que saber latn.

- Me parece que ser mejor que npreguntemos nada hasta que noconozcamos mejor -dijo Jucautelosamente-. Desde luego, parecseor simptico y alegre, pero nuncpuede saber. Caramba. Por qupodramos nosotros descifrar epalabras sin ayuda de nadie?

- Hay dos palabras al principio Dick empezando a deletrearlas-. OCCULTA. Qu crees que pusignificar eso, Julin?

- Yo creo que eso quiere decamino secreto o algo parecido ste arrugando la frente.

- Camino secreto! -dijo Ana, co

ojos brillantes-. Oh, seguro que sign


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eso! Un camino secreto! Qu interesY qu clase de camino secretoJulin?

- No seas tonta, qu voy a sabedijo Julin-. Ni siquiera estoy del seguro que esas palabras quieran camino secreto. Es slo una suposma.

- Bueno, pero suponiendo que terazn, o sea, que esas palabras signifcamino secreto, esas lneas rectashay dibujadas en la tela significarexplicacin de por dnde se va al casecreto o dnde est -dijo Dick-.

Julin, verdad que es desesperantpoderlo saber seguro? Estdialo biesabes ms latn que yo.

- Es muy difcil entender estas l

antiguas -dijo Julin mientras inten


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otra vez descifrar su significado-.puede ser. No comprendo nada.

Se oyeron unos pasos que provede la escalera. La puerta se abripronto. El seor Roland apareciobserv a los chicos.

- Vaya, vaya -dijo-. Me estpreguntando dnde os habrais metQu os parece si fusemos a dapaseo por entre las rocas?

- Muy bien. Vamos -dijo Juenrollando el lienzo precipitadamente

- Qu es eso? Algo importantpregunt el seor Roland, observndo

- Es una -empez a decir Apero de pronto todos los deempezaron a hablar alborotadamemerosos de que Ana fuese a revel

secreto.


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- Hace una tarde esplndida pasear.

- Vmonos ya! Cojamos nuecosas!- Tim, Tim! Dnde ests?

Jorge lanz un fuerte silbiTimoteo estaba debajo de la cama y aa llamada de su amita apareci d

saltos enormes. Ana estaba rojavergenza, considerando con qu ros otros la haban tenido que interruan alborotadamente.

- Pareces idiota -le dijo Julinvoz baja-. No eres ms que una criatu

Afortunadamente, el seor Rolanvolvi a hacer mencin del trozoienzo que Julin haba arrollado

rpidamente. Estaba dedicado a obs

a Timoteo .


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- Supongo que no molestar si vcon nosotros -dijo. Jorge mir preceptor, indignada.

- Claro que no molestar! -contNosotros nunca, nunca, vamos a nisitio sinTimoteo .

El seor Roland empez a bajaescalera. Los chicos estuvieron prpreparados para el paseo. Jorge seguenfurruada. El solo pensamiento deno la dejaran pasear con el perrlenaba de ira.

- Has estado a punto de revnuestro secreto, tonta -dijo Dick a An

- Ha sido sin querer -dijomuchachita, avergonzada-. De tformas, el seor Roland parece simpEstoy segura de que no pasar nada

preguntamos el significado de


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extraas palabras.- Deja ese asunto en mis manos

Julin firmemente-. Y no se te ocvolver a hablar de ello.Todos, conTimoteo , salieron de casa. El can no molestaba por el momal seor Roland, porque haba decicaminar lo ms lejos posible de l.algo muy extrao, ciertamente. Ignopresencia del preceptor con sudesprecio, incluso en las contocasiones en que ste le dirigipalabra.

- Normalmente no se porta as

Dick-. Es, en realidad, un perro carioso.- Bueno, si yo viviera con l e

misma casa durante mucho tiempo, se

que acabara tomndome cario. Eh,Tim


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Ven aqu! Tengo una galleta enbolsillo para drtela!

Al or la palabra galleta,Timoteono pudo evitar el empinar las orejas,en vez de acercarse al seor Rolanfue junto a Jorge . Esta le dio unpalmaditas.

- Si no le es simptica una persno se le acerca aunque le ofrezca galo huesos -dijo Jorge .

El seor Roland se dio por vencVolvi a meter la galleta en el bolsill

- Es un perro muy extrao, verdijo-. Es un mestizo horrible. Me g

ms los perros de pura raza.A Jorge se le puso la cara prpur- No es ningn perro raro

balbuci-. No es ni la mitad de raro

usted! No es ningn mestizo horrible


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el mejor perro que hay en el mundo!- Creo que eres algo arisca -dij

seor Roland secamente-. Yo no toque mis alumnos sean insolentes, JorgEl que la llamara Jorgina pusorge mucho ms enfurecida. Se rez

con su perro, mostrando un rostropresagiaba tormenta. Los otros chicsintieron molestos. Claro que conocdedillo el temperamento de Jorge , y lmuy difcil que se pona muchas vecpartir del verano ltimo, pareca hsosegado su carcter, entusiasmada ccompaa de sus primos. Y stos

enan la esperanza de que no volvias andadas, porque si empezabponerse furiosa por cualquier acabara estropeando las vacacion

odos.


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El seor Roland no se preocupde Jorge . No volvi a dirigirle la palaSigui delante con los dems charlamigablemente y haciendo todo lo popara resultar simptico. En realidaera, y los chicos acabaron riendobuena gana sus ocurrencias. Cogi ade la mano. La muchachita brinalegremente a su lado, entusiasmadael paseo.

Julin se sinti apenado por JorgeTena que ser muy desagradableseparado de los dems y l saba corge odiaba estas situaciones. Pens

hacer algo por ella: algo que, al mesuavizara la tirantez.- Seor Roland -dijo-. Usted

hara un gran favor si llamase a nu

prima con el nombre que a ella le gu


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s e a Jorge . No puede soportar quelamen Jorgina. Adems, quiere muc

Timoteo . Tampoco le gusta que diganl cosas desagradables.El seor Roland paresorprenderse.

- Muchacho, quiz tengas razn secamente-. Pero yo no necesito quden consejos sobre el modo como tque tratar a mis alumnos. Ese asunengo que decidir yo, no vosotros. Duego, quiero que todos seamos am

Pero Jorgina todava tiene que aprenportarse juiciosamente.

Julin se sinti apabullado. Cocara enrojecida, mir a Dick. stapret el brazo cordialmente. Tosaban que Jorge era huraa

malhumorada, sobre todo con los qu


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apreciaban a su adorado perro, peroodos modos, pensaban que el s

Roland poda ser un poco comprensivo. Dick se fue atrs con Jorge- No tengo ninguna necesidad deme acompaes -dijo sta con relampagueantes-. Puedes volverte camigo el seor Roland.

- No seas as -dijo Dick-. El sRoland no es amigo mo.

- Yo no soy de ninguna manera -orge con voz tensa-. He v

perfectamente cmo os reais ydivertais con l. Ms vale que te ma

y vuelvas a su compaa: te segudivirtiendo y riendo. Yo no necesinadie: tengo suficiente conTimoteo .

- Jorge , estamos en Navid

Estamos de vacaciones. Por favor, n


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enfades con nosotros, no nos estropeefiestas.

- A m no me gusta tratar personas que no quieren aTimoteo -dijorge , obstinada.

- Pues, al fin y al cabo, el seRoland le quiso dar una galleta, e hiposible para hacerse amigo de l.

Jorge no dijo nada. Su menrostro mostraba a las claras que eshecha una fiera. Dick todava intapaciguarla.

- Jorge ! Por lo menos, prometeenfadarte hasta que haya pasado el d

avidad. Por favor, no nos estropeevacaciones. Vmonos con los dems.- Est bien -dijo Jorge despus

dudar unos instantes-. Lo intentar.

Jorge se reuni con los dem


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haciendo esfuerzos por no parenfadada. El seor Roland supuso Dick haba conseguido apaciguarlhablando con todos, se dirigi a ambin. Jorge no ri ninguno de chistes, pero, sin embargo, contestoda cortesa a las preguntas que le hipreceptor.

- Es aqulla la granja Kirrinpregunt el seor Roland cuando pascerca de la casita de la colina.

- S. Es que usted la conocpregunt Julin, sorprendido.

- No, no -dijo el seor Roland

rapidez-. Solamente haba odo hablella, y me estaba preguntando si podaquella casita.

- Esta maana hemos estado a

dijo Ana-. Es un sitio muy interesan


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Entonces empez a mirar a los oemerosa de que no quisieran que co

nada de lo que haban visto en la gaquella maana.Julin dud unos instantes. Perfin y al cabo, no tena ninguna importhablar de la piedra movible dechimenea y del armario de doble foLa seora Sanders habra contadoseguridad a otras personas la existede tales rarezas en la granja. Podranbien contarle al seor Rolanddescubrimiento que haban hecho recuadro deslizable del vestbulo y l

antiguo recetario que haban enconen la cavidad. Claro que no dira unapalabra sobre el viejo lienzo demisteriosos signos y letras.

En consecuencia, le cont


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preceptor los interesandescubrimientos que haban hecho casita de la granja. El seor Roescuch con el mayor inters.- Es algo muy interesante -dVerdaderamente interesante. Dices qmatrimonio vive solo all arriba?

- S, aunque ahora, en Navidad, vener dos huspedes -dijo Dick-.

artistas. A Julin le gustara muconocerlos y hablar con ellos. A gusta mucho pintar cuadros.

- Sabe pintar realmente? -dijseor Roland-. Pues que me en

algunas de sus pinturas. Pero quiz nadecuado que moleste a los artistas Tal vez no les agrade su amistad.

Esta observacin hizo que Juli

sintiera ms obstinado en sus desig


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Decidi que, pasara lo que pasararabara amistad con los dos artista

cuanto encontrara la primera oportuniEl paseo discurra agradable,general, aunque la actitud de Jorge n

contribua a ello. Iba muy callada, ysu parte,Timoteo no se acercaba ningn momento al seor Rolandlegar a un estanque helado Dick empirar piedras para queTimoteo las fuese

buscar. Resultaba muy divertido vecan resbalar a cada momento, enntento de correr como si estuvierierra firme.

Todos tiraron piedras yTimoteo larecogi todas, salvo la del seor RoCuando ste lanz una, el perro le diuna mirada inefable y se qued com

al cosa.


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CAPTULO VI

CLASES CON EL SEOR ROLAND

A la maana siguiente los chestaban algo desanimados. Clases!

horrible sonaba esa palabra en tiempavidad! Desde luego, el seor Ropareca una persona agradable. La nanterior no lo haban visto porque

haba pasado hablando con el padrorge . Los chicos aprovecharon oportunidad para descifrar, o, al mententarlo, el significado de las r

palabras que estaban escritas en el lie


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Pero no consiguieron nada. Ninde ellos pudo resolver el enigma.

Un camino secreto! Qu qudecir eso? Por dnde haba que ir supuesto camino secreto? Y destaba? Y por qu tena que ser secEra desesperante no poder contestninguna de estas preguntas.

- En realidad, lo mejor que podehacer es preguntarle a alguien que pentender este galimatas -dijo Julin-no puedo descifrar esta escritura.

Se haba pasado la noche pensaen el asunto. No haba conseg

averiguar nada; y haba llegado la made un nuevo da, en la que tendradedicarse a los estudios y clases. Se a pensar qu asignatura elegira el s

Roland. A lo mejor les dara clase


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atn, y entonces tendran la oportunde preguntarle qu significaba la VIA OCCULTA.

El seor Roland haba visto yanotas que haba obtenido cada uno colegio y se haba hecho cargo en segde cules eran los puntos flacos dechicos en sus estudios. Estaban flojoatn y tambin en francs. Jorge y Dic

estaban flojsimos en matemtecesitaban un impulso. Y a Julin n

haba entrado an la geometra. Ana enica que no necesitaba tomar leccion

- Pero si quieres estar con noso

durante las clases puedes ponerte a pe dar algunos modelos -dijo el sRoland con sus brillantes ojos fijoAna. La muchachita resultaba simpt

preceptor. No era tan molesta c


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orge .- Oh, s -dijo Ana, muy contenta

m me gusta mucho pintar. Puedo pflores, seor Roland. Pintar flores usted, y, sobre todo, amapolas rojas: que eso lo hago bien.

- Empezaremos a las nueve y medijo el seor Roland-. Daremos las cen el cuarto de estar. Llevaos allibros y procurad ser puntuales.

A las nueve y media estaban toos chicos en el cuarto de estar, sent

alrededor de la mesa y con sus liescolares delante. Ana haba llevad

caja de pintura y un tarrito con aguaotros la miraban envidiosameDichosa Ana, que poda dedicar

pintar, mientras ellos tenan que fati

estudiando cosas tan arduas como el


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y las matemticas!- Dnde estTimoteo ? -pregun

Julin en voz baja, mientras esperablegada del preceptor.- Est debajo de la mesa -dijo Jorge

desafiante-. Estoy completamente sede que no molestar. Que nadie habl durante la clase. Quiero que est de m. No pienso dar ninguna clasTimoteo conmigo.

- No comprendo por qu razn na poder estar contigo -dijo Dick-. Eperro muy bueno. Chitn! Ya vienseor Roland.

El preceptor lleg. Su negra bpareca ms espesa que nunca. Sus ojdestacaban a la plida luz del sol invque penetraba en la habitacin. Orde

os chicos que se sentaran.


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- Primero quiero echar una ojeavuestros cuadernos de deberes, y vednde vais -dijo-. T primero, Julin

Pronto estuvieron todos sumidoel trabajo. Ana dedicaba toda su atena la pintura de amapolas. El seor Romiraba el cuadro con admiracimedida que lo iba completando. pens una vez ms que el preceptomuy simptico.

De pronto se oy un tremesuspiro que, al parecer, sala de debaa mesa. EraTimoteo , que estaba

cansado de estarse quieto. El s

Roland levant la vista, sorprendorge , al momento, lanz por su cuensuspiro desgarrado, con la esperanzque el seor Roland creyese que era

a que haba suspirado la primera vez


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- Pareces cansada, Jorgina -dijseor Roland-. A las once suspendereas clases un rato.

Jorge frunci el ceo. Odiaba qulamasen Jorgina. Con gran cautela, suavemente con el pie aTimoteoadvirtindole que no volviera a susni a hacer ruido de ninguna clase.Timoteoempez a lamerle los pies.

Al cabo de un rato, cuando estabel ms profundo silencio,Timoteo empeza sentir enormes deseos de rascviolentamente la barriga. Se puso enLuego volvi a sentarse con gran alb

y empez a rascarse con gran furia.chicos todos empezaron a hacer ruraros para que no se oyeran los del pe

Jorge golpe repetidamente el su

con el pie. Julin se puso a toser y


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caer al suelo un libro. Dick se dedizarandear la mesa y a hablar con el sRoland.

- Oh, seor, este problema es difcil. Realmente es muy difcil! hago ms que pensar y pensar, yconsigo entenderlo!

- Por qu habis empezado todopronto a hacer ruido? -dijo el sRoland, altamente sorprendido-. Dejde patear el suelo, Jorgina.

Timoteo , al fin, se recosquedndose otra vez quieto. Los chsuspiraron todos de alivio. Cesaron

ruidos y el seor Roland pidi a Dicke dejara el libro de matemticas.El preceptor cogi el libro y e

as piernas por debajo de la m

apoyndose en ellas para inclinarse h


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Dick y explicarle lo que ste dessaber. Con gran pasmo, not que sushaban topado con algo blando y llenvida que se aferraba vidamente aobillos. Encogi las piernas, miedaba un grito, lleno de pnico.

Los chicos lo miraron. El precese inclin y mir debajo de la mesa.

- Ah, es el perro -dijo contrariaEl muy bestia me ha mordido los tobMe ha agujereado los calcetiLlvatelo de aqu, Jorgina.

Jorgina no dijo nada. Miraba otro sitio, como si no hubiera odo lo

haba dicho el preceptor.- Nunca contesta cuando la llaJorgina -dijo Julin.

- Pues me ha de contestar la ll

como la llame -dijo el seor Roland


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voz profunda y agria-. No estoy dispa aguantar aqu a este perro. Jorgcomo no lo saques de aqu en seguida hablar con tu padre. Jorge lo mir. Ella sabperfectamente que si no sacaba al pde all y el seor Roland iba a hablasu padre, ste hubiera mandado Timoteo no volviera a entrar en la caque se pasara las horas del da eardn, cosa que sera horrible, con e

que haca. Lo nico que poda haceobedecer. Con la cara enrojecida ceo fruncido que casi le ocultaba

ojos, le orden aTimoteo :- Sal de ah,Tim! No me extraque lo hayas mordido. Yo tambihubiera hecho si fuese un perro!

- No es necesario que di


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o haba de pagar, pues le prohibvolver a entrar en la casa. Por obedeci. Pero en el fondo de su empez a odiar con todas sus fuerzseor Roland.

Los dems chicos estaapesadumbrados por lo que le hocurrido a su prima. Pero no compacon ella el odio que senta hacipreceptor. ste era un hombre simpque a menudo les haca rer y, ademspaciente y comprensivo con equivocaciones que cometan a menuos ejercicios. A veces les ense

ncluso a hacer figuritas de papel, sodo barcos, y tomaba a broma pequeas travesuras. Julin y Dicpasaban en grande y acumulaban e

memoria ancdotas de las vacaci


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para contrselas a sus compaeros cuvolvieran al colegio.

Despus de terminada la clase,chicos salieron al jardn para tomaibio sol invernal durante media horge llam aTimoteo .

- Pobrecito mo! -exclam-. afrenta para ti haberte echado dhabitacin! Por qu se te ocurri mal seor Roland? Desde luego, fuegran idea; pero realmente no conlegar hasta el fondo de tus pensamien

- Jorge , no deberas comportarteesa manera con el seor Roland

Julin-. T eres la nica que le enfadar. l es muy orgulloso. Acadejndonos. Estoy seguro de que sfuera por las cosas que has hecho, su

con nosotros hubiera sido de lo


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agradable.- Pues no os portis con l com

hago yo, si es que os gusta -dijo Jorgecon cierto tono de mofa en la voz-. Ypienso cambiar mi comportamiCuando a m no me gusta una perpues no me gusta y ya est.

- Por qu no te es simpticoseor Roland? Tal vez porque congenia conTimoteo ? -pregunt Dick.

- En gran parte, s. Pero tamporque me da mala espina. No me nada su repugnante boca.

- Por qu dices eso si nunca la

podido ver? Est completamente tacon el bigote y la barba -dijo Julin.- S, pero a veces le he visto

abios a travs del pelo -dijo Jorge

obstinada-. Son finos y crueles. Si


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fijaos cuando podis. A m no me guas personas que tienen los labios f

Son malvadas y de duro coraznampoco me gustan sus ojos, conmirada fra que tienen. Vosotros pontimar con l todo lo que queris, pe

no pienso hacerlo, desde luego.Julin no quiso enfadarse con

erca primita; en vez de eso se ech a- Nosotros no pensamos intimar

l -dijo-. Se trata sencillamente dequeremos comportarnos como es deeso es todo. Y t, vieja amiga, debhacer lo mismo.

Julin habl, desde luego, en vCuando a Jorge se le meta algo encabeza era imposible hacerla cambiopinin. Slo se sinti contenta cuan

enter de que aquella tarde iba a ir,


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autobs, al pueblo con sus primos, os escaparates navideos y h

compras sin el seor Roland! haba preferido quedarse en la casa que su padre le hablase de su invento

- Os llevar al pueblo para quhartis de ver escaparates -dijo ta Fa los chicos-. Tomaremos el tcualquier establecimiento. Regresaren el autobs de las seis.

Era una idea muy agradaTomaron el primer autobs de la taque los llev velozmente al pueblravs de los campos, donde empeza

asomar la oscuridad vespertina. escaparates eran preciosos y estabanbien iluminados. Los chicos halevado consigo todo su dinero y

gastaron con largueza comprando c


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bonitas. Haba que hacer muchos reg- No estara bien que comprse

algo al seor Roland? -pregunt Juli- Yo le pienso comprar un paqude cigarrillos -dijo Ana-. S la marca

a l le gusta.- Slo faltaba que le llevsemo

regalo al seor Roland! -exclam Jorgecon voz desdeosa.

- Y por qu no, Jorge ? -dijo madre, sorprendida-. Oh, queridaengo la esperanza de que seas agrad

con l y de que no le tomes mantipata, pobre hombre. Y tam

espero que no tenga que quejarse de tpadre.- Qu le vas a comprar aTimoteo

orge ? -dijo Julin cambian

rpidamente de conversacin.


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- Voy a ir a una carniceracomprarle el hueso ms grande que hdijo Jorge -. Y t, qu le vas a compr

- Yo estoy segura de que siTimoteouviera dinero nos hara un regalo a uno -dijo Ana, cogiendo al can pocollar y alzndolo cariosamente-. perro ms bueno del mundo!

Jorge perdon inmediatamente a su deseo de comprarle algo al sRoland en cuanto oy lo que acababdecir sobreTimoteo . Se anim en seguy empez a conjeturar con los otrosregalos querra hacerlesTimoteo a cad

uno de ellos.Tomaron el t en un establecimiy, poco despus, estaban ya dentroautobs de las seis, que los llev

rpidamente a Kirrin.


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En cuanto llegaron, lo primero hizo ta Fanny fue averiguar si la cochaba servido al seor Roland y marido el t tal como le haba encarque lo hiciera.

Volvi del despacho con los obrillantes de alegra.

- Realmente nunca haba vistvuestro to tan contento -dijo a JuliDick-. Cmo se compenetra con el sRoland! Le est explicando todosdescubrimientos. A l le gusta mupoder hablar con alguien que entiendsus cosas.

Aquella noche el seor Rolanddedic a ensear juegos y pasatiempos chicos.Timoteo estaba con ellos en

habitacin, y el preceptor todava in

hacer buenas amigas con l, pero el c


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neg a todo entendimiento amistoso.- Tan arisco como su amita! -di

preceptor lanzando una mirada burloorge , la cual haba estado observacon gran satisfaccin cmo su perr

negaba a trabar amistad con el preceo le contest nada, limitndose a fr

el ceo.- Te parece que le pregunte

maana qu significa VIA OCCULTdijo Julin a Dick cuando al

estuvieron solos-. Yo estoy deseahacerlo. Qu opinas del seor RoDick?

- En realidad, todava no lo conbien -dijo Dick-. Tiene muchos detque me agradan, pero, a veces, sin spor qu, pierdo toda la simpata qu

engo. No me gustan sus ojos. Y Jorge


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iene razn en lo que dice de los laLos tiene demasiado finos. Eso qdecir que algo malo hay en l.

- Pues yo no lo pienso as -Julin-. Lo nico que le pasa es que gustan las estupideces, eso es todo. Epensando en ensearle la telapreguntarle qu significan aqupalabras y signos.

- Tengo entendido que se tratabun secreto -dijo Dick.

- S, ya lo s, pero qu vamosacar en limpio de tener un secreto qes para nosotros mismos? -dijo Jul

Quiz lo mejor que podemos hacerpreguntarle al seor Roland qu signodo aquello, pero sin ensearle la te

- Eso no nos servira gran c

Algunas de las palabras ni siquiera


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podemos leer, de tan estropeada cest. Si es que ests decidido a conscon el preceptor, lo mejor que puhacer es ensearle la tela.- Bien, ya lo pensar -dijo Jumientras se meta en la cama.

Al da siguiente los chicos tuviciase desde las nueve y media hastdoce y media. Jorge acudi sinTimoteoEstaba muy molesta, pero no hubierabueno ponerse en actitud desafiannegarse a ir a clase sin el perro. Aque el can le haba negado definitivama amistad al preceptor, la cosa ya

ena gran importancia. El animalito hdemostrado a las claras que nonteresaba verlo y, por la misma raz

seor Roland haca bien en no adm

en su presencia; sin embargo, Jorge


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estaba muy irritada.Durante la clase de latn, Ju

encontr la oportunidad de preguaquello que deseaba saber.- Por favor, seor Roland -dPodra decirme qu significan palabras VIA OCCULTA?

- VIA OCCULTA? -dijo el seRoland contrayendo la frente-. significa camino secreto o secreta. Un camino oculto, o algo pestilo. Por qu lo quieres saber?

Todos los chicos estaban oatento. Sus corazones la

apresuradamente. Julin tena raAquello significaba que haba un casecreto en algn sitio.

Pero dnde? Y dnde empez

Y dnde terminaba?


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- Oh, slo era una curiosidad -Julin-. Gracias, seor.

Les hizo un guio a los demEstaba tan excitado como ellos. Conque pudieran descifrar el resto deextraos signos, acabaran resolvienmisterio. Bien, lo mejor sera volvepreguntar al seor Roland dentro de das. El misterio acabara resolvinde una manera o de otra.

El ''camino secreto''! -se Julin a s mismo, mientras intenresolver un problema de geometra'camino secreto''. Seguro que acabar

descubriendo dnde est.


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CAPTULO VII

NSTRUCCIONES PARA NCONTRAR EL CAMINO

ECRETO

En los das que siguieron, los chapenas tuvieron tiempo de preocuppor el camino secreto, porque el d

avidad se acercaba y haba mu

cosas que hacer.Haba que escribir mucfelicitaciones y pintarlas, para envira sus padres y amigos. Haba ademengalanar la casa. Fueron con el s


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Roland a coger ramas de acebvolvieron cargados a casa.

- Parecis postales navideas -a Fanny al verlos atravesar la puertardn con los brazos repletos de ram

coloreadas frutas. El seor Roland hencontrado un grupo de rboles que parte ms alta de las ramas tenan gracantidades de murdago, y los chhaban aprovechado la ocasin para cuna buena parte. Los frutos pareperlas verdes.

- El seor Roland ha trepadvarios rboles para cogerlos -dijo A

Es un magnfico trepador. Lo hace mque un mono.Todos rieron menos Jorge . Ella n

rea con nada que se refiriese

preceptor. Depositaron su carga e


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prtico del jardn y fueron a lavAquella tarde tenan que engalanacasa.

- Querrs, to, que te adornemodespacho tambin? -pregunt Ana.To Quintn tena su despacho l

de extraos instrumentos y tubos de cy los chicos casi nunca se atrevameterse all.

- No. No quiero que me revueas cosas del despacho -dijo rpidamo Quintn-. No se hable ms del asun

- To, por qu tienes esas cosararas en el despacho? -pregunt

mientras echaba un vistazo por todrededor.To Quintn se ech a rer.- Estoy trabajando en una frm

secreta -dijo.


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- Qu frmula es esa? -dijo Ana- Aunque te lo dijera, no

entenderas -dijo su to-. Todas esas cque t llamas extraas me ayudanenormidad en mis investigaciones, yo que averiguo gracias a ellas lo p

en mi libro; y de todo lo que aprendiendo y estudiando sacar frmula secreta que ser un inventgran utilidad cuando haya terminadrabajo.

- T quieres encontrar una frmsecreta y nosotros, por nuestra pqueremos averiguar dnde est un ca

secreto -dijo Ana olvidndcompletamente de que no deba habnadie del tema.

Julin estaba parado en la puerta

despacho. Mir ceudamente a Ana


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fortuna, to Quintn no pareci prninguna atencin a lo que su hermacababa de decir. Julin la cogi pobrazo y la sac de la habitacin.- Ana, estoy pensando que el mmtodo para que no reveles nuesecretos es coserte la boca, como aconejito quiso hacer con el perro -dij

Juana, la cocinera, estaba matareada preparando pasteles navidEn la despensa estaba colgado un enpavo que haban trado de la grKirrin. ATimoteo empez a parecerle se trataba de un manjar exquisito y a

de entonces Juana tena a cada momque echarlo de la cocina.En el gabinete haba muchas caja

galletas y paquetes misteriosos repar

por todos sitios. Se presentaba


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avidad magnfica! Los chicos se seenormemente excitados y felices.

El seor Roland haba tradoelegante abeto que haba cortadomismo.

- Tendremos tambin nuestro de Navidad! -exclam-. Muchactenis con qu adornarlo?

- No, seor -dijo Julin viendoorge sacuda la cabe

significativamente.- Esta tarde ir al pueblo a com

cosas para el rbol -

Cinco 02 - Otra Aventura de Los Cinco, Los - Enid Blyton

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