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CAPÍTULO XI!.
Vista general sobielas provincia¡ de %'enczuela. —Di vcniilad
Je ius intereses. - Ciudad y vIIe de Caracas. -
China.
La i m portancia de liria capital no depende
únicamente de su po j )iil aciori , de su riqueza yde su situacion ; para apreciarla con alguna cac-
titud es necesario considerar la extension del
territorio que depende de rila , la iziasa de pro-duccicirtes i id igenas que forman el objeto de SU
comercio. s las relaciones en que se encuentra
con las provincias sumisas á su influencia poli-
tica. Estas diversas circunstancias se ntodiflcatti¡ir la ti ijion , mas I)EIO , de las co-
lonias con su metrópoli ; pero es tal el i iiijicno
de las costtiniibres '' tajes las combinaciones delititeres comercial , que es de preveer que estainfluencia de las capitales sobre el pais circurn-vecino 1 estas asociactonesde provincias fundidas
Libau IV.
bajo las dmtorninacioncs de Reinos, Capitai tías
generales, Presidencias y Gobiernos sobreviviran
á la cM 3stro fc de la cinanci pacion de las colonias.
La desmembracion no tendrá ckcto sitio en los
JnInLOS (IOUdt , Sili cojisicJeracion u los límites
naturales, se hayan reunido parles que se Ita] Ja u
trabadas cii sus eouhiiiiicncionesLa civilizacion cii América , cii los JIULSCS donde
no existia ya antes de la conquista (COMO enMéjico, Goatomala , Quito y e) Perú ) , se ha cli-
rijido desde las costas luida el interior, siguiendo
Bitas veces, el valle de un gran rio, y otras una
cadena (le montañas que nírecinu un chiita tem-
plad o ; )' concentrada ú un tiempo cii varios
puntos, se ha propagado como por radios di-ver-entes. La reuxiion cii provincias o en re nos
se ha ciectuaclo al primer con tacto iltinixtiato
entre las partes civilizadas ó sumisas 5 lo tileitos,it una cloininacion estable s' mcl dica. Tod;ivia
en el cha los paises conquistado.,, por. Ja civi ti-zacion europea estati rodeados de regiones de-
siertas 6 habitadas por puchios salva-es, cuyaconquista consideran aquellos eolito unos brazos
de mar difíciles de atravesar: regularmente
C.PI1 CLO XII. :99
los es Lacios vecinos solo se Con) U Ii ¡Cali por iiiias
lenguas de tierra desbrozadas de su niale-ti. Losconocimientos locales que lic J)O(l ido tul q ni dr por
mi in isrno sobre estos limites inc poueii en es-tado tic lijar con alguna certeza la extenston tic
las grandes divisiones Icrritoi'iales de compararlos terrenos habitados é incultos ,v de apreciarla ¡ nl! ucricia jiol it ¡ca que ejercen algunas ciu-dades de América como centros del poder y delcomercio.
Caracas es la capital de un pais, que es casi(los veces mas grande q tic ci Perú actual, y quecede por su exiension al reino de la Niicva-Gra-itad a i. Este ¡)a¡ , que el gobierno español de-sigi ta con ci ita tu lite de Ca pitan ¡a gran-al dr Ca-
racas o de Prtn:rncivs reunrcja de Pene:ucla
• La uupitduia general de Caracas tiene cerca de 0,000
leguas cuadradas, de 25 al radt) el Pcrtj unau So,oúci.' lesp•ies que tt Paz, Cliarc., Patos: y Santa Cruz de IiiSierra han sido separadas y reunid:n al vi-rei:iato de BuenosAyres; y la Nueva Granada tiene 6f,noo. eoniprendk.ndn la
P Iii •le Quilo.to.FI eapiizin npçjj l ¿le Caiaras ¡icite el título de (aj'iI.tfl
gen eral ¿le las i 0V Dci 15 ile Vn, iitc1.t . ¡u,' a 1 -le Caracas.
200 LFFP.O IV.
tiene cicrea de un ruillon de habitantes. cori-
tondo Gci.noo. esclavos. Siguiendo la costa con-tiene la neva Andalucía ¿P la provincia de Cu-rnari: con la isla (]C la Margarita, larcclona%ertentela ó Caracas , Coro y Maracaybo; vii elinterior las provincias de Varijias y de la Guyana,la primera siguiendo las riberas de los nos (le
Santo Doiiiiiigo y del Apure, la segunda á lo
largo del Orinoco, de¡ Casiquiarc, del Atabapo
y del Rio Negro. Extendiendo la vista sobre lassiete provincias de la Tierra- Firme, se v que
forman tres zonas distintas que se extienden deleste al oeste. A lo largo del litoral, Y cerca (leJa cordillera de montañas de la costa, se en-cuentran terrenos cultivados; (1C51)Ucs se hallan
S;ibaiias 6 Dehesas; y mas allú del Orinoco, unatercera zoxia (le selvas, en las cuales no se
peuctrar sino por inedia (le los nos que las atra-viesan.
Cuando se quiere lórniar una idea precisa deestas vastas provincias que han sido gobernadasdurante dos siglos, casi como estados separados,
por los Virreyes ú Capitanes g enerales , es oece-
samio l ijar la atuiiciqii sobre muchos puntos á un
CAPITCLI) XII. 203
mi5nio tiempo. Se deben distinguir las partes dela América espafiola que es(;'zt opuestas al Asia,
de las que son bañadas por el Océano A ti int ¡co
investigar en que parages se encuentra la mtiorparte de la priblacion si cerca lc las costas
bien cii lo ¡ nterior y en las alturas frias ó tein-
piadas de las Cordilleras; comprobar las rela-
ciones numéricas entre los indígenos Y las otras
castas, buscar el oríLeu de las familias europeas
y examinar á (pie niza pertenece el ma yor nú-
mero de blancos en cada parte de las colonias.Los Aiiclaluces-Canarios de Venezuela , los Mon-
tañeses y %izcainos (le Méjico, y los Catalanes
deflucnos-Aires varian csencialmente entre ellos,
en su aptitud para la agrieultizni, las artes me-
c5iiicas 7 e] comercio y los drinas objetos que
dependen de los progresos de la inteligencia.Cada una de estas razas ha conservado, tanto
en el N tievo Mundo cuino en ci antiguo, las formasque constituyen su fisonomía naciunal , la sua-
vidad ó aspereza de sil , su tuod erad (III
sil afan por la —amalicia Sil hospitalidadafable 6 su gusto por la soledad.
No e pod ria dudar de la variedad de muil 1-
202 Li lii(.) 1.
ficaciories qn ' : han Ill'C)(lliCi(lt) cii el caracici' bis-
pzttIo-ainericario la coristi Li tcion física del país
la soledad tic las capitales sobre las alturas ú Sil
proximidad ñ las costas , la vida agrícola, el tra-
bajo de lcs minas, . la costLimbre de las espe.
cii laciunes couwrc ja les pero siempre se reCo-
IIOCC CII los habitantes de' Ca racas; de Santa Vé,
tic Quito y de Buenos-Aires. alguna que perte-
nece a la raza y ñ la íiliacion de los pueblos.
Si se &txziiniini el estado de la cal l ilan ia general
de Caracas segun los principios que acabamos
(le manifestar. se vc que su industria ¿igricola
la grande II,:is;t de su 1 iold;ucion sus ciiuilades
populosas. Y todo lo que hall proI u cid o los
progresos de la civiliznciori, se encuentran prin-
cipalmente cerca del litoral de [as costas las
cuales tienen mas de 200 leguas de e,çtension.
Son bañadas por nl pequeño mar c1c las Antillas.
especie de mcd ¡turraiteo , Cii CU yOS COLI fleS
fundado col rin mS casi (odas las nacionesCS de Kit-
I'l)pa ; coin un icase este con el OC&IIII) A tl;uutico
por varios putos, y su existencia desde la con-
quista Ita ¡triunfo sensiblemente, en los progre.sos
oc los enliociunentos VII la parte del, este del
C.;t;1 Uro UI. 203
Aiii&zca equinoccial. Los reitiosdu la ?nieva Gra-nada y de Mejico no tienen relación cori las co-
lonias extrarigeras , y por consiguiente. coi¡ la
Europa no española , sino por solo los puertos
de Cartaceria (le Imitas de Santa Marta, (le vera
cru z y de. Cani ¡cclte. Este vasto jxus por ¡ti
naturaleza (le sus costas y la soledad (le su po-liad on de ras de la espalda de las Cordilleras,
ofrece pocos puntos de contacto con el exh'aii-gcro ; y aun el golfo tIc Mijieo es menos fre-
cuentado durante uIia r1r1e dci ¿tilo, causa
del peligro de ¡os golpes (le viento norte.Iieii al contrario ¡as costas de Vciittztiela que
su exteusion liñela el este, la utulti iiil de$us puertos y la seguridad d. sus aterrages liitoda estaciori , se aprosecliuti de todas las ven-tajas que ofrece ci fiar interior de las Antillas.En ninguna parte ¡iiiidcn ser irias Irectientes las
comunicaciones con las grandes islas y <aun corilas de barlovento, r1 iIc cii los puertos de Cu-inaná 5 Barcelona , la Guaira , Porto -Cabello
Coro y Maracaibo ; y en niiigina parte ha sit]umas difícil de coittiier ci comercio ilicito Coli
los cxtrangeros. ¿ Puede causar adiniraciori
204 L18P10 IV.
que esta facilidad de relaciones comerciales entre
los habitantes de ¡a América libre y los pueblos
de la Europa ai Lada lmaa a &I71)en tad o en lasprovincias reunidas bajo la capitania general deVenezuela, la opulencia, las luces y aquel ¡ti-quieto deseo de un gobierno local que se con-fui¡¡di-, con el amor (le la libertad y de las formas
republicanasLos iudigeaos bronceados ó indios, no cons-
tiluveti una masa mu y iinçrnrtaritc de Itt popu-lacion ai'icola sitio es en los paises donde los
Españoles, al tiempo (le la conquista, ltallñronva tilias zobiernos regulares, una sociedad civil,
y unas instituciones antiguas y veces muy com-
plicadas; corno sucedió en la Nueva Espacia, alsur de Durango, y en el Perú desde el Cuzcobasta el Potos i . En la capitania general de Ca-racas es poco considerable la poptilacion , al
menos fuera de las misiones de la zona cultivada;
y en los momentos de grandes discusiones no
inspiran temor los indigenos á los blancos y A
las castas mixtas. Calculando en u Soo la pobla-don total de las provincias reunidas. á 900.000.
almas, lic;it.gado que los itidios no componen
CAPITULO XII. 205
sitio " en vez que cii Méjico forman casi la mitad
de los habitantes.Entre las castas de que se compone la popit_
lacion de Venezuela, la de los negros que excita
ti un mismo tiempo el iriteres debido ti la des-
zraeia , y el temor de ulia reaccion violenta, no
es mu y considerable por su número, pero sí
por su acurnulaciun cii una exteusiori de terreno
poco considerable. Luego veréinos que en todaa capitana general no exceden los esclavos tic
de la poblacioji entera; en la isla de Cubaque es dojide los negros son menos cii númerocom l iara tivainelite it los blancos, esta i'azorr es-
taba co -18 i i , como de i it 3 las siete provin-
cias reunidas de Venezuela tienen Go,000 es-
clavos; Cuba cuvaextension es ocho veces menor;
tiene 212,000
A pesar tic la aislamiento en que la mayorparte de las nietropolis tratan de tener sus colo-tijas no Se cornil nican menos las agitaciones
los elementos de division son los mismos portodas partes. y CORlO POV un instinto SO esta-
blece una conformidad cutre los hombres de unmismo color, aunque separados por la diferencia
206 IdiflO LS'.
de leriguage, y habitando litorales opuestos. Este
Meditcrraiieo (le la América formado por el Ii-
tonil tic Venç,ucja de la Nueva Granada, de
Méjico, de los Estados Unidos y lic las islas An-tillas, cuenta CFI SUS limites Cerca de Inillon ymedio de negros libres y esclasos, tan desigii.il-
meute repartidos que hay muy pocos en el surcasi ninguno en )a region del oeste: hallándose
su i ande acuruulacjozi en las Costas s(11 l)tentrlo-nales y orientales, son, por decirlo as¡, laparte africana (le este estanque interior.
En la reJa cia u d(-1 viagu de Girolanio Be rizo ni ¡
lic hallado un pasage muy CUripSo que prueba
la larga fecha (le los temores que tiche producir
el aumento de la poblacion negra. • Los negros,
dice Benzoni , se han multiplicado de tal modo
vii Santo Domingo, que en i545 cuando yo es-
taba en la Tierra-Firme, en la costa de Caracas,he visto varios Españoles que no dudaban de que
dentro de poco seria aquella isla, propiedad de los
negros. '
Los Go,00 o esclavos que contienen las sieteprovincias (le Venezuela estan repartidos con taldeigualdad que solo Ja provincia de Caracas en-
CAL'IlULU XII.
cierra cuarenta ijili, de los cuales + mulatos; .%Ia-
ratiihti (licz ñ doce ¡ni! , Cumaná y Barcelonaapcitas seis mil. En I:i provincia de Venezuela
se ¡tallan los esclavos casi todos reunidos en unterreno de corta extension, entre la costa Y unatinca, su paralela, que pasa , 'i doce leguas de lamisma costa , por Pan iq ci re , Vare, Su bt ita deOcuinare , villa del Cura y Niiiiia. Los llanos
de Calabozo, San Carlos, Guanare ' Barqueci-
meto no contienen sino cuatro i cinco mil quese encuentran esparcidos en los cortijos y ocu-pados en cuidar ganado vacuno. El ,iúincrn de
horros es muy considerable, pites las leyes y las
costumbres españolas favorecen la ulanuluision.
Despues de los negros, es mu y interesante, enlas colonias, el conocer el número de los blan-
cos criollos que yo llamo ¡f,j:a,to-amrntano.s 1 y
e1 de los blancos nacidos en Europa. Es muy di-
-A ¡ir i' tadon fi e la voz augiu- u'j ierka iu', ten 1 ' ; da en todaslas ¡enguas de la E u ro pa. En in colonias espa aol as. i Jal 1) ah
los blancos nacidos en A,nrica, y á lo %erda-
dero españoles nacidos en la iiie trópoti les dleen duropeo.
o chiipc(oncs.
1 o LIBRO lv.
ficil procurarse nociones hastaiite exactas SOi)lt
un punto taj t delicado ci puelil u , ¡arito en elel
Nuevo M uitd u corno en e] aliti g uo, aborrece los
aiistai;iae:itos porque supone que se hacen para
a Un) en ¡ni' los impuestos. A UI) 912 e algunos ni¡-
lli-,tros Vn Madrid, conociendo los verdaderos
intereses de k patria han deseado de tiempo en
tiempo obtener iiiíorinaciones precisas sobre la
prosperidad creciente tIC las colonias, gen eral-lijen te las autoridadesori(lncIes locales no han contribuido• tau i]IIICS Tullas; y se han necesitado ordenes
muy repetidas de la corle de España para que
Se Jii'() 0tCt01 iaseci Ít 11)5 editores del ,lfercuriu
pt-ruizuiza las cxcelcii leS nociones de cC') 1010 iapoli tica que han publicad o.
Yo he nido en Méjico mismo, vituperar al
conde (le Revi! la gige lo v°' haber a a u nci ud o á
toda ti Nueva- hspa ña q ue la capital LIC tu it pus
je tiene cerca de seis nnlloiics tic habitantes no
encerraba Cli t 790, roas de 2300 Europeos,
mientras que se contaban 5o,000 hispano-Ame-ricanos. Las personas que proferian estas quejas,consideraban el hernioso establecimiento de cor-
reos por los cuales van ls cartas desde Buenos-
c.\P1T1:J.o xii. 209
Aires hasta la Nueva-California , como tiria delas mas dañosas coiiecpcioctes (let conde de Flo-rida IjIarica ; y aconsejaban aunque. CII Vano
que se atraticaseti las viñas en el Nuevo Méjicoy en Ci ¡ le para lavorceer ci comercio de la me-trópoli.
Coniparando las siete provincias reunidas de%e;iezuela con el reino (le Méjico y la isla (le Cuba,Se consigue Ita1 lar a jnoxizuativameu te el ri t'itnero
(le los blancos criollos y aun el de los Europeoslos primeros hacen cii Méjico cerca de una qn ¡ritaparte y en la isla (le Cuba , segun el eni pad ro-ttaniieiito muy exacto de iSi i un tercio de lapohlacton total. Cuando se reflexiona en los desriiil bites Y medio (le i un igelios de raza bronceada
que habitan el Méjico, cuando se considera elestado de las costas del Océano pacifico, y elcorto númeroicro tic blan cus que con t ki ten las ¡vi-
tendencias de Puebla y de Oajaca , comparativa-
mente it los i ml igenos , 110 se i" 11 e dudar que,
si no la Capitania general. al menos la lWoichi(le Venezuela ofrece una proporcioui mas fuerte
qu e la de i á S. La isla iii' Cuba cii la cual losblancos son tnda'ia mas núnierosos que en
II.
210 1,111?O IV.
(A¡ ¡le , . puede suministrarnos el inaxini vm su -poiiihk en la Capitania general de Caracas; y° pienso que es necesario detenerse 5 doscien-
tos 4 doscientos diez mil Hispano-Americanos.sobre IILIfl poblacitiii total de 900,000 almas. Elnúmero de Europeos en la raza blanca, no con-tando 1a9 tropas enviadas por la metrópoli , noparece exceder de doce a quince mil. En L\léjicóno exced' ¿le (j o, ooø, y halló 1)01' Varias compa-
raciones, que si se calculan en todas las coloniasespa ño las, catorce 6 Cl i ii ncc millones ¿le ha-bitantes. hay era número á lo tres masmillones (le criollos blancos, y doscientos milEuropeos.
Hemos visto que la poblacion india, en lasprovincias reunidas de Venezuela. es poeta
%, civilizada; asi estodas - las ciudades han sido fundadas por losconquistadores españoles. Estos no han podido
No hablo de! reino de ilueno.;-Áyres, ilonde 4 sobre un
u,illon de habitantes. Son muy OUU1CTO5O lo.¡ l,lncos en la
paire del iioi al, al pav que las alturas 6 las provincias de
!:a e La u enteranienue pobiradas de i ni(igennc.
CAPITULO X%!. 21 1
seguir como en ci Perú y im Mé3icó, lA huellas
tic la antigua cultura de los indi4erio : Caracas,
Maracaibo, Cumaná y Coro, ha tiench más que
ci nombre (le indios. Entre las tres capitalc' dela América equinoccial, situadas en las móhtaiias
'i que gozan de un clima tcrnpladó, es Caracas
la menos elevada.
De las siéte j*oviñcias reunidas en la Capi-
tanía general, cada una tiene un puerto I)arti
cular por el cual salen sus productos. Bastaconsiderar la situaciori de las provincias, susrelaciones mas 6 menos mutituas con laslas islas
de Barlovento- 6 lasraiides Antillas, la diree-
cian de las montañas , y el curso de los noscaudalosos, para couocer que Canicas no podrá
nunca ejercer una influencia politica muy ¡so-
derosa sobre los paises (le que es capital. El
kpurc, el Meta y el Orinoco que se dirigen del
ostc h;icia ci este rceiben todos los afluentes delos Llanos, ó la region de las dehesas. Santo
Tornas de la Guayana serñ précisamente algun dia
una plaza de comercio de la mayor iñiportan-
' Méjico, Santa £4 de Bogota y Quito.
21 2 t.rnno iv
cia. sobre todo cuando las harinas de la Nueva-Granada enibarcaclas in as arriba del con fin cnt edel Rio Nc-ro y del Umadea bajen por ci Metay el Orinoco, y que en Caracas s en CutnanÑ seprefieran á las de la Nueva Inglaterra.
Es una gran ventaja para las provincias de\'eJICZUCIa ci no ver todas sus riquezas territo-
riales dirigidasas h cia 111) Mismo punto, como5 (le Méjico s' de la -Nueva Gi'n nada que todas
refluyen sobre Veracruz y Cartagena, y el ofreceruna porci un de chi di des i gti al ni cute p obla lasque forman otros tantos centros cje comercio y(le civilizacioti.
Caracas es la residencia de una Audiencia y
de uno de los ocho Arzobispados en que e.st ü
dividida toda la A lilérica española s*icion en i Son, segun las investigaciones que hehecho sobre el ti mero de nacimientos,¡cotos era de
4o,000 almas poco mas o menos; y aun algunos
habitantes ilustradosla computaban hasta4 5,000,
de los cuales doce mil blancos y veinte y siete millibres de color. En 166, la popuiacion de Cara-cas y del hermoso valle en que la ciudad está si-tuada, h abia sufrido infinito de una cruel e pide-
CÁPI1IJÍ.O XII. 215
flltfl de viruelas la niortatidad lleqó hasta seis 1[t
ocho mil personas,- solo cii la ciudad ; desdeC
aquella ÚIj nc a memorable, se ha hecho tan ge-
neral la inoculacion que )'O la lic visto ejecutar
sin el auxilio de los médicos.
DCSpUCS de mi regreso Europa ha conti-
tiundo aumentado la poblacioxi de Caracas; y
se e1CvtIl)a á 5 o,00 al titas cuando el terremoto
dci 26 de marzo de 181 2, hizo perecer cerca de
(loco mil bajo las ruinas de las casas. Los acon-
teci mieti tos po1 iii cOs que han siiec(l ido fi aque-
¡la catástrofe han reducido el u (linero de habi-
tañtes á menos de veinte tuil 3 pero estas pérdidas
serán hico pronto reparadas si el pais en extre-
mo frtiI y comerciante, (!C que Caracas es el
centro , tiene la klicidad de gozar al g unos años
de reposo y de tiria sábia adniiiiistrheioii.
hay en Caracas ocho iglesias, cinco conventos
y u¡% teatro que puede con tener (le tui! y qui-
nientas fu tiiil ochocientas personas cii m¡
tiempo estaba de tal modo dispuesta Ja Sala de
especIñcnIo que el ¡):Iti() cii ci ciial•estaii Sepa-
rucios los hombres de las mugeres, estaba á des-
cubierto Y Se Yeianr 4 UI! fusilo tiempo lo
314 r.ijtnu IV.
actores y las estrellas Como el tiempo nebuloso
me hacia perder n,uehns observaciones do los
satúlites, desde un palco del teatro P°1' asegu-
rarme si Jupiter estaria visible durante la ¡melie.
Las calles de Caracas son anchas, bien alilleadAs
Y cortadas cii z5ii ., ulos rectos Como todas las ciu-
dades fundadas por los españoles cii América.
Las casas son espaciosas y mas elevadas de lo que
debieran ser en un pais sujeto Li terremotos. En
i800 , las des plazas (le Alta Gracia y (le Sara
Francisco ofreciaji uit espectáculo muy agrt
dable, mas los terribles temblores del 12 de
marzo de iS i z, bau destruido casi toda la cia,
dad, la cual remueve lentamente sus ruinas el
barrio de la 'trinidad que he habitado, ha sido
arruinado como si hubiera saltado tina mina
debajo de él.
La poca extension del valle y la proxiniiJad
dç las, montañas de Avila y de la Silla, dan ti la
si%Ilacion (le Caracas un aspecto triste y severo
sobre todo en quellzestçon del año en que
rekna la temperatura fresca en los meses do no,
viembre y diciembre; pero este aspecto mehn-
CSL'fl IJLO NR. 215
Cólico, Y el contraste que se observa en este
tiempo entre la serenidad de la mañana y el cielo
cubierto de la tarde, no se advierten cii mecho
del eio. Las noches de junio y julio son claras
y deliciosas la admnósfen conserva, casi sin iii-terru pn , aquella pureza y transparencia
P r(I lJiilS ñ las alturas y a los valles elevados ci'
un tieiiipo quieto, cii tituLo que los vientos no
iuczcluii en ella varias cubiertas de aire de tein-peratura desi g ual. Lii esta estacioui de çst jo sedisfruta (le toda la belleza de aquellos paisages
que no he vito bien iluminados sino iiiios chas
al fin del mes de Enero.El clima de Canicas ha sido d eskni ad u como
uu ma mn inavera perpetua; pues, se halla por Ledas
partes á iiieciia Ihida de las Cordilleras ci? la Ante*-
ricaequinoccial. entre 400 y 900 toeSas de ele-
vacion. lu efecto. ¿ Qué iiiayor delicia pucdç
pedirse que la (le una temperatura que se sos-tiene el dia cutre 2(f y 260 , y la noche cutre 60
y t6 1 y que favorece igualmente la vegetacion
del plátano, del naranjo, del úrbol dei café ¶del niamizatmo , del alhiaricoqiur y del trigo? Por
2)6 LIBRO IV.
esta razon un escritor nacional' compara la si-
tuacion de Caracas á la (Id Paraíso terrenal , y
reconoce en el Anauco y los torrentes que leavecinan, los cuatro rius del paraiso.
Es (le sentir que un clima tan [cm piado seageneralmente tan inconstante y variable los
habitantes de Caracas se quejan de que en un
mismo día tienen varias estaciones y que tos tras-pasos ¿le una it otra se verifican con la mayor
precipi tacion. Muchas veces, especialmente ciiel mes de Enero, la noche cuya Iempratiira
media es (le 16 9 , es seguida de un día, dura ole el
cual el termómetro se mantiene ú la sombra
sobre 22° ocho horas consecutivas; y en un
mismo din se experimentan temperaturas de m
y de 4°. A pesar de la altura del sitio, ordina-riamnente el ciclo de Canicas es menos azul que
el de Cumaná: el vapor aqiioso está menos biendisuelto, y así en aquellos climas como en losnuestros, la mayor difusion (le la luz, dismi-
nuye la intensidad del color aéreo, mezclandoci blanco con ci azul del aire.
El hi,toriador de Vemm.?iueIu ¡M ose de 0 viedo y Bato,
CÁt'iitLO XII.21) t
No conocemos la temperatura media de Ca-,
racas con tania exactitud Como lit c1t. Méjico y
Santa(a Pé de Ji o ola ; s ¡ u cii ll)a rgu pienso que tiro
se aleja suncho de 2 1 a 2-? grados. Piara-vez se
vé en verano elevarse la temperatura por algunas
lloras it asta 2t ; y se asegura haberla visto bajar
es) invierno despues (le kvaiitado el sol. ívt ¡0;
mas titiritite mi perni;ineticia cii Catracas, el
maxiniti za y ci iiiiiiiunitii obervaclos no hansido mas que 250 y i 2 0 5'. El frio de lit estanto mas sensible por ser ordinariamente acom-
pañado de un tiempo nebuloso i 3'0 he estado
semanas enteras sin poder to,iiaHiltijras tic¡ sol
y do las estrellas y lic hallulo tan rápidos los
cambios de la mas bella transj:'treitia ó la ohs-curid ad perfecta , que varias veces '' teniendo
yo el ojo fijo en el anteojo un minuto a¿ tes déla inniersion tic un satóliic , perdia erltro' laniebla ci planeta y. aun los ohjetosjiic ¡nc r0
deabun tic cerc yi- ---- Lii Caracas snii nuivdin Les las lluvias ea los ti es meses tIc abrO
mayo y jtini las tronadas vienbzt:siezzi pr del
lado de este y sudeste, de Petare y del valle.En las regiones bajas de los trópicos no cae gra-
218 LIBRO LV.
¡tizo, pero CII Caracas, se ve granizar todos los
cuatro 6 cinco años, y aun se ha visto en valles
tO(lavia mas bajos; cuyo fenómeno, cuando se
ofrece, hace una viva sensacion çri el P1LCH0. La
caidade los aÑ'olitcs es menos rara entre nosotros
que el granizo Cli la zona tórrida, ti trescientas
toesas sobre el nivel del titar, ti pesar de la ('re-
CUCIIC'l (le la$ tronadas.
El clima fresco y delicioso que acal)arnos de des-
cribir conviene tanibien ú la cultura de laslas P"°-ducciones equinocciales la caña de azuicar se
cultiva con, buen éxito aun cii alturas que exce-den A la dç Caracas, pero se prefiere el valle (ti
ctusa de la sequedad (leí sitio y del terreno pe-(1 r?igosu) para la del arbol del calk , cuyo fruto.
aunque poco, ahitndwtc, qs (le excelente calidad.
Cuando este Arbolito se, halla en (1w', toda la Ha-nora que cc,exticilile mas allá de Chacao, ofreceel aspe.ctQ,. mas risueño y .alegrc. El plátano (311C
Se, vé. en las plaut?cioRcs al rededor de la ciudad
Lic es el gran plátano lrartouu , sino el de C;tinluiriy Dominico, que exigen utenos calor. Los mas
sabrosos aluariás son los de Baicitia, de Empedrado
CAPITULO Xli. 239
y de las alturas de Buenavista en el camino (le, la
Victoria.
Cuando un viagero sube por la primera vez al
valle de Caracas, se vd agradahlauiciite sorpren-dido de encontrar M lado del árbol del eah y del
plátano, los hortalizas y lvguzith res de nuestros
países `
las freseras, las viñas y casi todos los árboles
fruttics do nuestra zona templada las manzanas
y los melocotones mas estimados vienen (le Ma.
carao ¿i de la extremidad occidental del valle,
donde el inenib tillo es tan coinuii que- se hahçcho c,ai salvage. Los confitados de, manzana
y sobre 10(1(3 el de zI,enlI)riJlo son mu y btisc,açlos
CIX (kit pais (IQude se cree que para beber aguaes necesario excitqr, la sed co.tmendo algunos
dulces. .A medida que las iitwediaciones çlc la çivad
han sn3o cultivadas en caíA, y tpto el
miento. dede las plantaciones, que solo feelta desde
ci año k79; haaunicntado el número do negroscultivadores 1, se han reemplazado en el valle los
' El consumo de; comestibles cts L1s ciudades ' te A inúrica
esp.ffioI a «;b tau co n idea iii e. es pci; atinente e Fi ca rile,. ij liC
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mauzanos y ineitibrillos esparcidos en las s-
lianas por el niaiz las lcgIiinl)rcs. El arroz re-
nado por medio de canales era mas cotnun pi e
a hora e.0 la llanura de C hacao ; yo he observado,
LIDIO en esta provincias, coiiio en M éjico y en
todos los terr€iios elevados de la zona tórrida
que cii donde se liallaji titas abundantes los titan-
zanos, se ofrecen mayores dificultades para la
citltuta del peral. Se, me Ita asegurado que las
excelentes manzanas que SC VCI,(ICn Cli Ci increado
d e Caracas Vi CuCFI de arbol es sin cflj CF lar. Su ca-
rece de cerezas y aunque y o lic visto en el patio
del convento de San Felipe de Neri, algunos oh-
VOS gratules y frondosos el niisino hijo (le su ve-
getacion las impide dar fruto.
Si la constitticion adrnosfirjca del valle es tan
favorable ú los olifereiitc:s géneros de cultura que
forman la liase ,de la md tistria colonial 1 no lo es
igualmente ú la salud de los hiabitantc y de los
extrangeros establecidos en la capitñl de Veui!-
cii i800 c mataban en Caraça 4o.000 bueyes al ano, micri-
Iras que ca Par¡,, con iiiia poblacion catorce veces mayor.
solo se coiisuiiiiuu o.000 cii tiempo de Al. Neckei.
CÁIírrio \rt. 2, 9 1
zuda. 1.a grande inconstancia del Clima y la su-presion frecuente de la transpiracion cutánea en-
n afecciones catarrales que toman despues1,endra
varias fo cinas.En i 6q6. un obispo de Venezuela, Don Diego
de Baños. dedico tina lierinita á Santa-Roalia de
Palermo por haber librado la capital ,
de diez)' seis tucses tic lo ,, estragos de la plaga del
vómito negro; y tina misa que se celebra Lodos
los años en la catedral cii los primeros dias de
setiembre, ha perpetuado la memoria de aquella
cpnleiiiia, 851 como en todas las colonias españo-las se anuncian con procesiones las fechas de IOS
qnitides temblores di: tierra. El año 11 9 6 lué con
ekcto, mu y señalado por la fiebre amarilla que
penetraba en todas las Antillas, donde no babia
comenzado á establecer su imperio hasta el año1688 ; peto ¿como creer en unaa epi(letI tia de vó-
mito neLru q'' (11110 tIICZ V SeIS WCSCS sin iiiter-
rupcion. y que subsistió durante toda la estacion
fresca, Cli la cual el tcrnl,tnctro baja en Caracas
A 1 2 ó 1 3 grados? Aunque ltl ignita desc rl picoridemuestra exactainemile que el tvph;isde Américahaya reinado en Caracas desde el tui del siglo diez
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y siete, es sin embargo demasiado cierto que
esta enfermedad, en la misma capital ha arreba-
tado un gran número de jóvenes militares euro-
peos en ¡8o2; no deja de concebirse cierto temor
al considerar que en el centro de la zona tórridatirias alturas de 450 tóesas, aunque algo ¡rime-diatas al mar, no pueden presenar los habi-
tantes de una epidemia qüó se creia no ser pro-
pia sino de las bajas regiones del litoral.