Bungee un salto de libertad

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Bungee un salto de libertad Paola Gordillo Rodriguez Comunicación social 1 semestre 312-1AN

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¿Cómo expresar en un texto el mejor día de mi vida?, creo que diría que como tal, no seria el mejor día de mi vida. Seria el mejor momento de mi vida. Creo firmemente que la vida es de momentos y felicidad momentánea.

Muy temprano decidí acompañar a un amigo a lanzarse por Bungee en un pueblo el cual el indico que era cerca al Bogotá. Me subió en su Harley y emprendimos el viaje. Duro 3 horas, lo cual desmentía su hipótesis que era cerca.

La carretera era horrible: lleno de piedras grandes y pequeñas. El iba como a 20 Km/h. En ese momento odie su moto, pero el paisaje era hermoso: nada mas que naturaleza rodeadnos. Grandes montañas verdes, arboles, vegetación y una hermosa represa donde el agua era tan clara como el mar azul de San Andres.

Por fin llegamos al lugar. Un puente vehicular que conectaba dos montañas cerca de un pueblo llamado Gama, el pueblo no eran mas de unas 30 casitas muy coloniales, muy hermoso y acogedor.

El puente tenia 70 metros de altura. La gente ya estaba saltando y a mi amigo *muerto* de miedo recibía de mi mas angustia, debido a mis comentarios sarcásticos acerca del salto que iba a realizar.

Y llego el turno de el. Colocaron el arnés y ¡a volar se dijo! Lo vi caer con sus brazos abierto mientras lo fotografiaba. Sentí vértigo por el y la emoción entro por mi estomago. Al momento de subir, sus palabras fueron «Pao, tienes que saltar»

Al momento en que me lo dijo, respondí: «No soy capaz». Sus frases desafiantes lograron que me decidiera. Me colocaron el arnés, yo temblaba y con una voz muy delgada, debido al pánico pregunte: «¿No hay otra forma de saltar que no sea tomar la decisión de brincar?».

Con gran sorpresa la respuesta del organizador fue: «Si, en «catapulta», ¿Te le apuntas?»; No tenia ni idea que era el termino, pero sin pensar respondí que si, tenían que alzarme. ¿Alzarme? Si, tenían que subirme. La «catapulta» era que cada uno me tomara de una extremidad, y me lanzara del puente.

Peor de asustada quede, pero decidida a vivir la experiencia, ya que desde niña lo había imaginado: ¿Qué seria saltar desde un puente?.

Me tomaron de cada brazo y pierna. Todo el mundo gritaba mi nombre y me daban frases motivadoras.

Era la única mujer que estaba y que iba a saltar de esa forma tan peculiar. Solo recuerdo ver el puente y después solo agua, agua azul cristalina: Vacío en el estomago y todo mi cuerpo totalmente suelto, disfrutando del aire, del paisaje y de sentir sumergirme en el agua, cuando de pronto sentí un jalón y nuevamente caía. Así fue, varias veces caía y nuevamente me halaba la cuerda que me mantenía unida a la tierra.

Cuando deje de balancearme en al cuerda, me recordaron que debía subir tirándome un arnés para que un carro lo jalara y yo pudiera ascender de nuevo a la tierra dejado de lado al vértigo. Cuando logre ponerme el arnés, subí y solo pude sentarme en el puente. Todo el mundo me felicitaba como si hubiera salvado la vida de alguien o hubiera logrado algo importante.

Este ha sido uno de los mejores momentos de mi vida, espero no solo quedarme con ese salta, sino poder experimentar otras formas de poder «volar»