Apuntes lacanianos

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Apuntes lacanianos Benveniste dice: más que como un lenguaje el inconsciente se estructura como una estilística. Pensar la estilística como punto artuculador de los rasgos inconscientes y la estética macedoniana. El inconsciente es lo no-realizado (10): estatuto pre-ontologico (12) El inconsciente se presenta de manera discontinua, como un tropiezo, como algo que sorprende al sujeto en la metonimia del significante (11) Se trata siempre del sujeto en tanto que indeterminado (11) Tiempo lógico: 1) ver 2) oir (15) La repetición exige lo nuevo (24) El accidente, el tropiezo de la tyche anima el desarrollo entero, y ello porque la tyche nos lleva al mismo punto en el cual la filosofía presocrática buscaba motivar el mundo (24). ¿Cómo negar que no me aparece nada del mundo más que en mis representaciones? -esa es la postura irreductible del obispo Berkeley, de la que, en cuanto a su posición subjetiva, habría mucho que decir -referente a lo que, sin duda, se les ha escapado en ese paso, ese me pertenecen de las representaciones, que evoca la propiedad. En el límite, el proceso de esta meditación, de esta reflexión reflexionante, llega h asta reducir al sujeto que capta la meditación cartesiana a un poder de nadificación (30).

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Apuntes lacanianos

Benveniste dice: más que como un lenguaje el inconsciente se estructura como una estilística. Pensar la estilística como punto artuculador de los rasgos inconscientes y la estética macedoniana.

El inconsciente es lo no-realizado (10): estatuto pre-ontologico (12)

El inconsciente se presenta de manera discontinua, como un tropiezo, como algo que sorprende al sujeto en la metonimia del significante (11)

Se trata siempre del sujeto en tanto que indeterminado (11)

Tiempo lógico: 1) ver 2) oir (15)

La repetición exige lo nuevo (24)

El accidente, el tropiezo de la tyche anima el desarrollo entero, y ello porque la tyche nos lleva al mismo punto en el cual la filosofía presocrática buscaba motivar el mundo (24).

¿Cómo negar que no me aparece nada del mundo más que en mis representaciones? -esa es la postura irreductible del obispo Berkeley, de la que, en cuanto a su posición subjetiva, habría mucho que decir -referente a lo que, sin duda, se les ha escapado en ese paso, ese me pertenecen de las representaciones, que evoca la propiedad. En el límite, el proceso de esta meditación, de esta reflexión reflexionante, llega h asta reducir al sujeto que capta la meditación cartesiana a un poder de nadificación (30).