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Psiq Biol. 2014;21(1):33–34 Psiquiatría Biológica w w w.elsevier.es/psiquiatriabiologica Resumen de artículo seleccionado ¿Existe un fenotipo suicida determinado por los antecedentes familiares de conducta suicida y el maltrato en la infancia? Lopez-Castroman J, Jaussent I, Beziat S, Genty C, Olié E, de Leon- Martinez V,Baca-Garcia E, Malafosse A, Courtet P, Guillaume S. Suicidal phenotypes associated with family history of suicidal behavior and early traumatic experiences. J Affect Disord. 2012;142:193–9. Los antecedentes de maltrato en la infancia y de conducta sui- cida en la familia son muy frecuentes en muestras de suicidas. Ambos factores se transmiten además de una generación a otra independientemente de las enfermedades mentales 1 , y su presen- cia simultánea podría tener un efecto aditivo sobre el riesgo de suicidio 2 . En nuestro estudio investigamos 2 cuestiones: 1) ¿Padecer ambas circunstancias predice conductas suicidas más severas? 2) ¿Constituyen estos pacientes un subtipo o «fenotipo» clínico identificable? Para averiguarlo, analizamos una muestra de 1.563 adultos hos- pitalizados tras sobrevivir a un intento de suicidio en una unidad de psiquiatría del Centro Hospitalario de Montpellier. Todos ellos reco- nocían un nivel mínimo de intencionalidad suicida en su intento y presentaban una remisión de los síntomas depresivos (Hamil- ton Depression Rating Scale < 15). Tras excluir a los pacientes que no habían completado toda la evaluación se examinó a un grupo de 878 sujetos. Para confirmar el diagnóstico a lo largo de la vida de acuerdo al DSM-IV se utilizó una entrevista clínica estructu- rada, registros médicos e información de otras fuentes. Dentro de la evaluación se recogieron también datos sociodemográficos, antecedentes de conducta suicida (de acuerdo con el protocolo de la Universidad de Columbia), evaluaciones de personalidad y un cuestionario sobre situaciones traumáticas en la infancia (CTQ, Bernstein y Fink, 1998). Solo consideramos puntuaciones de maltrato infantil moderadas o severas e incluimos antecedentes familiares de conducta suicida (AFCS) hasta tercer grado. Para verificar nuestras hipótesis dividimos la muestra en 3 grupos: 287 pacientes que habían sufrido maltrato infan- til y tenían antecedentes de conducta suicida en la familia, 434 pacientes que únicamente presentaban uno de los 2 factores, y 157 pacientes que no presentaban ninguno de los 2. Para ase- gurarnos de que podíamos juntar a los pacientes que referían maltrato infantil o AFCS en un único grupo, comparamos estas poblaciones y encontramos que diferían significativamente solo en la subescala de letalidad esperada y la puntuación total de la escala de intencionalidad suicida (SIS). A continuación realizamos comparaciones univariantes entre los grupos utilizando modelos de regresión logística multinomial. Se estimaron las asociaciones mediante el cálculo de odds ratios con intervalos de confianza del 95%. Por último, construimos un modelo multivariante de regresión logísitca multinomial para investigar el valor clínico de los resultados. En este modelo se incluyeron todas las variables que habían mostrado una asociación significativa con los grupos (p < 0,1) en los análisis univariantes. La mayoría de la muestra estaba formada por mujeres de entre 30 y 40 nos con diagnósticos de depresión o ansiedad, intentos de suicidio no violentos y al menos uno de los 2 factores de riesgo que estudiamos. De hecho, casi 3 de cada 4 mujeres habían sufrido maltrato en su infancia y casi la mitad referían AFCS. En cuanto a los tipos de maltrato infantil, el más frecuente fue la negligencia emocional o física, seguida del abuso emocional, el abuso sexual y el abuso físico. Sin embargo, la coexistencia de varios tipos de maltrato resultó ser muy frecuente. Los pacientes con AFCS pade- cían cualquier tipo de maltrato de forma significativamente más frecuente que los pacientes sin AFCS. Los pacientes con maltrato infantil y AFCS se asociaron sig- nificativamente a numerosas variables al compararlos con los pacientes sin AFCS ni maltrato infantil y con los pacientes con solo uno de estos 2 factores. En primer lugar, a una edad más joven y al sexo femenino, por lo que todos los análisis fueron ajustados por edad y sexo. A nivel clínico, presentaban mayor riesgo de depen- dencia al alcohol o a las drogas, un primer intento de suicidio más precoz, un mayor número de intentos, uso de métodos violentos, una mayor expectativa de letalidad y una mayor intencionalidad suicida en relación con los otros 2 grupos, y mayor severidad y planificación de los intentos en relación con el grupo con un único factor de riesgo. Finalmente, las puntuaciones de impulsividad, búsqueda de sensaciones, desesperanza, agresividad y labilidad afectiva (tendencia estadística) eran también más elevadas que en los otros 2 grupos. En el análisis multivariante confirmamos que la presencia conjunta de AFCS y maltrato infantil se asociaba con los diagnósticos de trastorno de ansiedad, un mayor número de intentos de suicidio y una mayor precocidad de los mismos, independientemente del resto de variables. Nuestros resultados confirmaron las altas tasas de conducta sui- cida en la familia y maltrato infantil entre los pacientes que han realizado un intento de suicidio. Pero además nos indicaron que la presencia conjunta de estos 2 factores se asocia con una mayor severidad de la conducta suicida, siendo esta más precoz y más fre- cuente. Por otro lado, observamos un aumento progresivo (efecto aditivo) de las diferencias entre el grupo sin maltrato infantil ni AFCS, el grupo con uno solo de los 2 factores, y el grupo con ambos. Muchos rasgos de personalidad que resultaron diferentes entre los grupos están asociados al constructo de la agresividad impulsiva, que podría subyacer y explicar las características específicas de los sujetos con ambos factores de riesgo 3 . Por ejemplo, la impulsividad y la labilidad afectiva se asocian con el maltrato infantil y podrían conferir una vulnerabilidad a la conducta suicida en la edad adulta. La amplitud y la buena caracterización de la muestra nos han permitido describir las características asociadas al maltrato infantil y los AFCS, pero es conveniente recordar que la recogida de informa- ción se realizó de forma retrospectiva. El posible sesgo de memoria a la hora de recordar acontecimientos traumáticos en la infancia 1134-5934/$ see front matter http://dx.doi.org/10.1016/j.psiq.2014.01.004 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 15/10/2015. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.

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Existe un fenotipo suicida determinado por los antecedentesamiliares de conducta suicida y el maltrato en la infancia?

Lopez-Castroman J, Jaussent I, Beziat S, Genty C, Olié E, de Leon-artinez V,Baca-Garcia E, Malafosse A, Courtet P, Guillaume S. Suicidal

henotypes associated with family history of suicidal behavior andarly traumatic experiences. J Affect Disord. 2012;142:193–9.

Los antecedentes de maltrato en la infancia y de conducta sui-ida en la familia son muy frecuentes en muestras de suicidas.mbos factores se transmiten además de una generación a otra

ndependientemente de las enfermedades mentales1, y su presen-ia simultánea podría tener un efecto aditivo sobre el riesgo deuicidio2. En nuestro estudio investigamos 2 cuestiones:

) ¿Padecer ambas circunstancias predice conductas suicidas másseveras?

) ¿Constituyen estos pacientes un subtipo o «fenotipo» clínicoidentificable?

Para averiguarlo, analizamos una muestra de 1.563 adultos hos-italizados tras sobrevivir a un intento de suicidio en una unidad desiquiatría del Centro Hospitalario de Montpellier. Todos ellos reco-ocían un nivel mínimo de intencionalidad suicida en su intento

presentaban una remisión de los síntomas depresivos (Hamil-on Depression Rating Scale < 15). Tras excluir a los pacientes queo habían completado toda la evaluación se examinó a un grupoe 878 sujetos. Para confirmar el diagnóstico a lo largo de la vidae acuerdo al DSM-IV se utilizó una entrevista clínica estructu-ada, registros médicos e información de otras fuentes. Dentroe la evaluación se recogieron también datos sociodemográficos,ntecedentes de conducta suicida (de acuerdo con el protocoloe la Universidad de Columbia), evaluaciones de personalidad

un cuestionario sobre situaciones traumáticas en la infanciaCTQ, Bernstein y Fink, 1998). Solo consideramos puntuaciones de

altrato infantil moderadas o severas e incluimos antecedentesamiliares de conducta suicida (AFCS) hasta tercer grado.

Para verificar nuestras hipótesis dividimos la muestra en grupos: 287 pacientes que habían sufrido maltrato infan-il y tenían antecedentes de conducta suicida en la familia,34 pacientes que únicamente presentaban uno de los 2 factores,

157 pacientes que no presentaban ninguno de los 2. Para ase-urarnos de que podíamos juntar a los pacientes que referíanaltrato infantil o AFCS en un único grupo, comparamos estas

oblaciones y encontramos que diferían significativamente solon la subescala de letalidad esperada y la puntuación total de lascala de intencionalidad suicida (SIS). A continuación realizamosomparaciones univariantes entre los grupos utilizando modelos

e regresión logística multinomial. Se estimaron las asociacionesediante el cálculo de odds ratios con intervalos de confianza

el 95%. Por último, construimos un modelo multivariante deegresión logísitca multinomial para investigar el valor clínico de

134-5934/$ – see front matterttp://dx.doi.org/10.1016/j.psiq.2014.01.004

los resultados. En este modelo se incluyeron todas las variablesque habían mostrado una asociación significativa con los grupos(p < 0,1) en los análisis univariantes.

La mayoría de la muestra estaba formada por mujeres de entre30 y 40 anos con diagnósticos de depresión o ansiedad, intentosde suicidio no violentos y al menos uno de los 2 factores de riesgoque estudiamos. De hecho, casi 3 de cada 4 mujeres habían sufridomaltrato en su infancia y casi la mitad referían AFCS. En cuanto alos tipos de maltrato infantil, el más frecuente fue la negligenciaemocional o física, seguida del abuso emocional, el abuso sexualy el abuso físico. Sin embargo, la coexistencia de varios tipos demaltrato resultó ser muy frecuente. Los pacientes con AFCS pade-cían cualquier tipo de maltrato de forma significativamente másfrecuente que los pacientes sin AFCS.

Los pacientes con maltrato infantil y AFCS se asociaron sig-nificativamente a numerosas variables al compararlos con lospacientes sin AFCS ni maltrato infantil y con los pacientes con solouno de estos 2 factores. En primer lugar, a una edad más joven y alsexo femenino, por lo que todos los análisis fueron ajustados poredad y sexo. A nivel clínico, presentaban mayor riesgo de depen-dencia al alcohol o a las drogas, un primer intento de suicidio másprecoz, un mayor número de intentos, uso de métodos violentos,una mayor expectativa de letalidad y una mayor intencionalidadsuicida en relación con los otros 2 grupos, y mayor severidad yplanificación de los intentos en relación con el grupo con un únicofactor de riesgo. Finalmente, las puntuaciones de impulsividad,búsqueda de sensaciones, desesperanza, agresividad y labilidadafectiva (tendencia estadística) eran también más elevadas queen los otros 2 grupos. En el análisis multivariante confirmamosque la presencia conjunta de AFCS y maltrato infantil se asociabacon los diagnósticos de trastorno de ansiedad, un mayor númerode intentos de suicidio y una mayor precocidad de los mismos,independientemente del resto de variables.

Nuestros resultados confirmaron las altas tasas de conducta sui-cida en la familia y maltrato infantil entre los pacientes que hanrealizado un intento de suicidio. Pero además nos indicaron quela presencia conjunta de estos 2 factores se asocia con una mayorseveridad de la conducta suicida, siendo esta más precoz y más fre-cuente. Por otro lado, observamos un aumento progresivo (efectoaditivo) de las diferencias entre el grupo sin maltrato infantil niAFCS, el grupo con uno solo de los 2 factores, y el grupo con ambos.Muchos rasgos de personalidad que resultaron diferentes entre losgrupos están asociados al constructo de la agresividad impulsiva,que podría subyacer y explicar las características específicas de lossujetos con ambos factores de riesgo3. Por ejemplo, la impulsividady la labilidad afectiva se asocian con el maltrato infantil y podríanconferir una vulnerabilidad a la conducta suicida en la edad adulta.

La amplitud y la buena caracterización de la muestra nos han

permitido describir las características asociadas al maltrato infantily los AFCS, pero es conveniente recordar que la recogida de informa-ción se realizó de forma retrospectiva. El posible sesgo de memoriaa la hora de recordar acontecimientos traumáticos en la infancia
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205–8.3. Brodsky BS, Mann JJ, Stanley B, Tin A, Oquendo M, Birmaher B, et al. Fami-

lial transmission of suicidal behavior: Factors mediating the relationship

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4 Resumen de a

s sin embargo habitual en este tipo de estudios. Por último, estea sido un estudio exploratorio, por lo que no ajustamos por com-araciones múltiples para evitar un aumento de error tipo ii.

En resumen, los antecedentes familiares de conducta suicida el maltrato infantil están asociados entre sí y parecen formararte de un círculo vicioso que se retroalimenta a través de laulnerabilidad a la conducta suicida. La frecuencia de este tipo de

pisodios y su influencia aditiva sobre la severidad de los intentose suicidio resalta la importancia de investigar su coexistencia enualquier paciente con riesgo suicida para una adecuada valoraciónel mismo.

seleccionado

Bibliografía

. Brent DA, Melhem N. Familial transmission of suicidal behavior. Psychiatr ClinNorth Am. 2008;31:157–77.

. Roy A. Combination of family history of suicidal behavior and childhood traumamay represent correlate of increased suicide risk. J Affect Disord. 2011;130:

between childhood abuse and offspring suicide attempts. J Clin Psychiatry.2008;69:584–96.