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ROBERT FOSSIER
LA EDAD MEDIA, EL DESPERTAR DE EUROPA 950-1250
NACIMIENTO DE UNA CRISTIANDAD (MEDIADOS DE SIGLO X – FINALES
DEL XI)
EL PODER DE LA FE
Durante la EM, la zona de influencia del cristianismo latino no había cesado de
extenderse hacia el norte y hacia el este. En la época de Carlomagno, se suponía que
todos los habitantes del imperio habían recibido en bautismo y los que todavía se
rehusaban fueron obligados por la fuerza a adoptar la fe del soberano. Tras la segunda
ola de invasiones del siglo IX y principios del X, el esfuerzo por incorporar nvos
pueblos externos al bloque religioso que se extendía desde Irlanda a Italia y de los
Pirineos a Alemania, prosiguió cada vez más.
EN LOS MÁRGENES DE LA CRISTIANDAD
Los nvos invasores adoptaron rápida// las creencias de sus nvos súbditos, este era el
precio que había que pagar por entrar al mismo nivel en la comunidad de los pueblos
“civilizados” cuyo modo de vida y formas de organización política ejercían una
verdadera fascinación sobre quienes habían vivido hasta entonces fuera de lo
“civilizado”.
El cristianismo se impuso en estas sociedades, al mismo tiempo que las formas de
organización estatal. Los escandinavos, fundaron Estados nacionales independientes e
iglesias locales, con la ayuda de misioneros enviados por el emperador o por el papado,
pero al ordenar a todos los súbditos que se bautizaran y defendieran la nva fe contra las
reacciones paganas, aceptaron que su pueblo se integrara en una comunidad mas
amplia: la de los cristianos.
De este modo aparecieron en torno al año mil nvas metrópolis eclesiásticas que fueron
centros de evangelización a partir de los que el catolicismo alcanzo los confines más
remotos a lo largo del siglo XI.
Las querellas sobre ritos y fronteras sustentaron entre las dos jerarquías eclesiásticas, la
de Roma y la de Constantinopla, una creciente animosidad que no fue ajena a la gran
ruptura que constituyó el cisma de 1054, tratando cada una de ellas atraer a su esfera de
influencias a los pueblos reciente// convertidos.
LAS PARROQUIAS ADULTAS
EN LOS PAÍSES MAS ANTIGUA// cristianizados, la influencia de la Iglesia sobre los
fieles se reforzó con la puesta en marcha de una red parroquial muy densa. Desde
finales de la antigüedad, la iglesia estaba organizada sobre la base de las diócesis, estas
instituciones, amenazadas de disolución al final de la época merovingia, habían
recuperado toda su solidez y estaban incluso reforzadas con los carolingios, que había
incrementado el poder de los obispos y transformando a los metropolitanos en
arzobispos poseedores de autoridad sobre sus sufráganos.
Entre el siglo VIII y XII en Occidente hay una multiplicación de las iglesias rurales que
gozan de dchos parroquiales. Esta difusión corre pareja con la afirmación del régimen
señorial y del feudalismo. Los amos del suelo, fundaron en sus dominios lugares de
culto. No contentos con elegir ellos mismo a los curas párrocos, acabaron por considerar
estas iglesias y los patrimonios de los que les habían dotado, como de su propiedad
plena y absoluta. Esta situación presentaba muchos inconvenientes para la jerarquía
eclesiástica, ya que el vinculo entra las parroquias y el obispo se encontraba debilitado,
sino roto y sus bienes eran dilapidados, repartidos o enfeudados por los patrones laicos.
Todo el esfuerzo de los reformadores de los siglos XI y XII tendera a sustraer los
lugares de culto del poder de los laicos para situarlos bajo la autoridad de las jerarquías
eclesiásticas. Los señores laicos a menudo preferían donar sus iglesias a las
comunidades monásticas, más que restituirlas al obispo como había deseado el papado.
DIOS EN EL MUNDO
La iglesia era un lugar privilegiado, revestido de un prestigio sagrado. Este se
caracterizo en primer lugar por la posesión de reliquias de uno o varios santos que
perseguían con su venganza al eventual profanador, pero a su vez, era el centro de
reunión de los hombres y mujeres de la aldea o del barrio.
A excepción de una minoría de judíos, los habitantes de Occidente, en el siglo X, están
sin dudad bautizados y tiene derechos al nombre cristiano.
Los laicos tratan de redimir sus faltas multiplicando las donaciones a la iglesia y a los
pobres.
Los espíritus de esta época estaban unánime// persuadidos de la realidad de los milagros
o al menos de sus posibilidades, la frontera entre los sobrenatural y el orden natural no
estaba clara// definida y en las situaciones sin salida solo el recurso de fuerzas de otro
mundo podían permitir a los individuos y a los grupos salir adelante.
Los hombres preferían dirigirse a intermediarios más accesibles, los santos a cuyas
reliquias se les atribuía un poder benéfico. El clero por su parte fomentaba esta
devoción. A partir del siglo XI, la iglesia se esforzó por canalizar la piedad popular y
orientarla hacia objetos mas dignos a sus ojos, desarrollando el culto de las grandes
figuras de la historia del cristianismo, San Juan Bautista, los apóstoles y sobre todo, la
Virgen Maria, lo que trataban era de concentrar la figura de la persona de cristo y de sus
primeros discípulos.
LOS SIGNOS Y LOS RITOS
El incremento del eremitismo, particular// sensible en la segunda mitad del siglo XI en
nros regiones de la cristiandad. Hombres de orígenes muy diversos acudieron a
refugiarse al interior de los bosques y de los “desiertos”, hombres que creían que la
salvación no estaba en las cuidades que cada vez mas se enriquecían, pronto estos
hombres se rodearon de discípulos.
No obstante, la religión para la mayoría seguía siendo un asunto de prácticas y gestos.
La distinción entre los sacramentos, cuya lista no había sido establecido definitiva// por
la iglesia, y las restantes ceremonias sagradas no era clara// percibida. Los efectos
benéficos del bautismo y de la penitencia, los de la confirmación o la comunión no
parece que fueran evidentes a los ojos de los fieles.
La iglesia contribuyo a mantener esta ambigüedad tratando de sacralizar las realidades
de la vida profana, como la Ceremonias coronación real o la recepción de las armas por
el joven caballero. Los fieles tenían la tendencia por privilegiar las conductas religiosas,
en el plano de los esfuerzos físicos y a conceder menos importancia a los oficios o a la
oración.
ASPIRACIONES DEL AÑO MIL
En reacción contra la religión de la mayoría, que mediatizaba lo sagrado y concretaba lo
sobrenatural, a parir del final de S X, se desarrollaron en Occidente toda una serie de
focos de agitación religiosa no coordinados. Estas tendencias se expresaron en las
primeras herejías que florecían en Francia e Italia en torno al año mil.
Estas disidencias puntuales fueron pronto sofocadas por la iglesia y por los poderes
laicos. Los herejes fueron Conducidos al suicidio o condenados a la hoguera.
En el seno del monaquismo e incluso entre algunos obispos, se ve nacer la preocupación
por proteger la fe cristiana y la iglesia de la influencia de la sociedad. Pero estos
hombres de acción no aceptaron vivir en una espera inútil o en la ilusión de una
divinización mítica. Animados por una profunda fe cristiana y en la iglesia, prefirieron
trabajar en la construcción del Reino de Dios, instituyendo fervientes monasterios,
anticipaciones y testigos de un nvo orden. La indispensable relación entre dios y los
hombres seria restablecida, a través del perfecto culto que se rendiría a través del
sacrificio eucarístico no profanado que se le habría de ofrecer.
LA IGLESIA GUÍA LA SOCIEDAD
Durante la EM, la iglesia ejerció una profunda influencia en la sociedad cristiana, pero
no intento ponerse a la cabeza de ella. Tras el restablecimiento del imperio en el 800, la
simbiosis entre la iglesia y el estado se hizo cada vez mas intima. Carlomagno reúne y
preside los concilios y promulga los capitulares que reforman el clero o los usos
litúrgicos. Se le pide al papa y a los obispos que apoyen los esfuerzos del soberano y
que recen por el éxito de sus empresas.
LAS IDEOLOGÍAS Y LAS UTOPÍAS
Desde finales del siglo XI, se hizo evidente que el poder central sobre todo en Francia y
en Italia, no contaban ya con los medios para hacer reinar el orden en el seno de la
sociedad cristiana. Su incapacidad para asegurar la defensa frente a la segunda ola de
invasiones, la de los normandos, los húngaros y los sarracenos, provoco una
fragmentación del imperio en principados territoriales cuyos jefes se consideraron
rápida// como soberanos autónomos. En los S X y XI el proceso de feudalización de la
sociedad condujo, a una transmisión de la autoridad publica a manos de los señores de
los castillos, que pronto estuvieron en condiciones de transmitir hereditaria// a sus
descendientes las tierras y los honores.
En Francia el advenimiento de la dinastía Capeta 987 no modifico el curso de los
acontecimientos, los clérigos se encontraban enfrentados alrededor del año mil a una
situación nva.
Adalbéron de Laon en 1015 presenta a la sociedad terrestre como un reflejo
degradado del reino de los cielos.
Los que rezan (los clérigos) cada categoría desempeña un papel indispensable
Los que hacen la guerra (aristocracia laica) y ninguna puede subsistir sin las demás.
Los que trabajan (campesinos y artesanos)
Entre estos tres grupos existían relaciones de subordinación y lazos solidarios. Los
clérigos están a la cabeza ya que interceden a dios por los hombres.
EL MONAQUISMO, SOCIEDAD PERFECTA
Bajo la influencia de Clunny y de algunas abadias reformadoreas, el monaquismo
experimento entonces una efloscencia particular// brillante y estas cuidades de la
oración no tardaron en convertirse en importantes centros espirituales de la cristiandad.
Su influencia esta en relación con la intensidad de la oracion y la calidad de la liturgia.
En el siglo XI, el monaquismo en plena expansión ofrece una alternativa a la sociedad
temporal.
DE LA PAZ DE DIOS A LA GUERRA DE DIOS
En algunas regiones donde el poder central se había debilitado precozmente, prelados y
monjes que se esfuerzan por restablecer en la sociedad que les rodea un mínimo de
orden y seguridad.
En las regiones situadas entre el Loira y los Pirineos, ningún conseguía contener la
anarquía y la violencia, algunos clérigos no dudaron en tomar iniciativas concretas de
cara al restablecimiento de un mínimo orden, con este objetivo se reunieron a partir de
989, en asambleas de paz en las que los señores de las regiones como liza, Cataluña a
borgoña, fueron conminados a prometer que no atacarían mas a los clérigos y los laicos
desarmados. Al colocar bajo su protección a las masas rurales sin defensa, los niños,
mujeres, comerciantes, los religiosos confirmaban la distinción entre campesinos y la
nueva aristocracia de milites, de caballero; sin duda la iglesia se declaraba a favor de los
pobres, pero al poner el acento en el carácter sagrado de las personas y de los bienes
eclesiásticos, se protegían al mismo tiempo y se aseguraban un privilegiado status
dentro de la sociedad feudal.
El éxito alcanzado con el movimiento de paz entre el 990 y 1020 en la parte occidental
de la cristiandad animo a los clérigos a ir más lejos. En un primer momento, tendieron a
“limitar” la violencia de los hombres que llevaban espada y escudo e iban a caballo.
Al acercarse al milenio de la muerte de Jesucristo, los clérigos comenzaron a ampliar
mas sus exigencias, sobre todo hacia los laicos, a los caballeros, la Iglesia les pide de
abstenerse de los que les produce mayor placer: LA GUERRA, a partir de entonces, el
objeto de la paz, pasa a ser un pacto no con la sociedad, sino con Dios, destinado a
alejar el pecado del mundo gracias al fortalecimiento de las practicas penitentes. Este es
el sentido de la tregua de dios, en lo sucesivos, los señores no podrán guerrear del
miércoles por la tarde al lunes por la mañana, a su vez se prohíbe a los clérigos comprar
dignidades eclesiásticas con dinero y tener relaciones sexuales.
Estas nvas prohibiciones no fueron respetadas completa//.
Cluny y el papado, desde mediados del siglo X, invitaron a los caballeros cristianos a
reforzar los ejércitos de los pequeños reinos del norte de Hispania amenazados por el
empuje del Islam, Alejandro II, no contento con la Tregua de Dios, pidió a los
caballeros no derramar mas sangre cristiana, sino combatir a los enemigos de la fe en el
frente mas avanzado de la cristiandad. Su mensaje fue tomado y ampliado por Urbano II
en el concilio de Clermont 1095. Con la predicación de las cruzadas, a liberar el
sepulcro de cristo, la sociedad occidental se libraría de sus elementos más turbulentos.
La iglesia, se puso a la cabeza de este movimiento.
LOS NVOS CAMINOS DE PERFECCIÓN
La Iglesia establecida desea que la fe penetre también en las almas y busca las vías por
las que pasara, por ejemplo: el monje debe “testimoniar”, estar en penitencia y en la
pobreza.
Entre 1039 y 1100, comienzan a aparecer ensayos de clérigos, donde daban paso al
rechazo del mundo y a la meditación.
El final del siglo XI es el gran momento de la aparición de cabildos de canónigos
regulares; “canónigos” xq conservan una cierta libertad de acción, una cierta
vinculación con los bienes de este mundo, xq enseñan, hablan y aconsejan; regulares xq
viven en “colegiatas” o en “abadias” y están sujetos a la obediencia, a los oficios
monásticos, a la vida común. Muchos nobles fundaron colegiatas para ilustrar su
nombre.
EL CENTELLEO CISTERCIENSE
San Roberto no llega a sentirse satisfecho del régimen clunanciense, y es por ello que en
1071 se retira y medita sobre diversos proyectos, en 1075 crea en Molesme, con algunos
discípulos, un nvo monasterio: pero es un hombre débil que deja que la comunidad se
deslice hacia el laxismo; en 1090 la abandona y tentado por la ascesis, vuelve en 1098,
pero sus monjes le expulsan y se retira con un puñado de ellos a un desierto cedido por
el duque de Borgoña, CITEAUX.
Su fundación cisterciense parecía condenada y en 1118 establece una especie de
reglamento interior, la “carte de caridad” extrema pobreza, simplicidad del ambiente,
intenso trabajo rural.
Se trata de abolir la propia voluntad, de renunciar a todo contacto pernicioso con los
hombres, de practicar penitencia en el desierto.
San Bernardo, a el se debió la explosión de fervor de la que la orden saco provecho a lo
largo de una generación, y la orden se multiplico muy deprisa.
A mediados del siglo XII, los cistercienses contaban con cerca de 400 conventos en toda
la cristiandad. Rechazaron los diezmos, los derechos sobre los hombres y las maquinas.
Desde 1160, las compras, los intercambios y el trabajo asalariado sustentados por el
notable incremento de las limosnas abran la brecha del beneficio, apartando a la orden
de su misión y entregándola a al “recuperación”.
LO ESPIRITUAL EN PRIMER LUGAR.
UN CLERO POR REFORMAR
Los detentores del poder, comenzando por el emperador germano, eran opresores que se
habían apropiado indebida// de los bines de la Iglesia y vendían al mejor postor las
dignidades eclesiásticas.
Algunos fieles se sublevaron contra este estado.
A través de agitaciones sociales que condenaban a los clérigos indignos, se perfila una
nva concepción del sacerdocio. Los laicos no trataban de suplantar a los sacerdotes que
apartaban de los altares.
Para los partidarios de la reforma, el estatuto de los clérigos se definía por sus funciones
morales y espirituales.
En este contexto mental y religioso se sitúa la acción y el éxito de los predicadores
itinerantes que se multiplicaron al final del siglo XI, como los ermitaños e incluso los
monjes que salen de sus retiros para ir a arengar a las muchedumbres y dirigirles
ardientes discursos.
El despertar espiritual de los laicos desemboco en manifestaciones de virulento
anticlericalismo que llego hasta el cuestionamiento de las propias estructuras
eclesiásticas poco después del 1100.
LA EXALTACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
Una vez recuperado su prestigio a partir del pontificado de León IX (1049-1054) y
conseguida si libertad a partir del 1059, se instituyo la libre elección del papa por los
cardenales, la Iglesia romana se consideraba como “la cabeza y eje de todas las iglesias”
y trataba de hacer prevalecer su propia visión de las relaciones de lo espiritual con lo
temporal.
Para Gregorio VII (1073-1085) y sus partidarios, el poder espiritual, es decir la Iglesia y
su jefe, el papa, debían dirigir la sociedad cristiana, ya que el pecado se había
introducido en el seno mismo de la iglesia, esta es la condena de Gregorio VII en 1075
respecto a la investidura laica, que permitía al emperador y a los reyes nombrar obispos
y abades. Pero, no satisfecha con rechazar la tradicional influencia de las autoridades
civiles, la Iglesia romana pretendió invertir a su favor la relación de fuerzas.
Los papas se arrogaron el dcho de condenar a los soberanos e incluso de destituirlos.
En un principio estas pretensiones suscitaron vivas reacciones. En nros regiones, los
obispo, se sentían mas solidarios del príncipe que de una papa cuyo autoritarismo
temían siempre. En cuanto a los reyes, la mayoría se negaban a reconocerse vasallos del
obispo de Roma.
La interminable querella de las investiduras (1075-1122) puso frente a frente al
sacerdocio y al imperio.
El emperador Enrique IV le propuso en 1111 al papa Pascual II una solución gral que
tuvo el merito de la simplicidad: dado que el objeto del litigio era la investidura de los
obispo y de los abades, bastaba con que los prelados renunciaran a los dchos y poderes
que el soberano les confería para que se resolviera el problema. Si ya no tenia bienes, el
obispo podía ser elegido libre// por los clérigos y consagrado por sus iguales.
Pascual II acepto en principio el compromiso. Pero pronto debió retractarse ante las
indignadas protestas de la mayoría de los obispos alemanes e italianos. Para estos
últimos, la iglesia debía poseer recursos importantes, sobre todo en una época en que la
autoridad se fundaba cda vez más en bases económicas y en que el señorío hacendado
permitía acceder al gobierno de los hombres.
Los acuerdos concertados con los reyes de Francia y de Inglaterra a principios del siglo
XII y más tarde con el emperador Enrique V en 1122, se fundaba la distinción entre lo
espiritual y lo temporal. La iglesia romana ve reconocida su libertad y la independencia
del papa respecto al emperador, siendo que este renuncia a la práctica de la investidura.
A ambos les convenía restablecer esta relación de ayuda reciproca y de colaboración,
pero el concordato de Worms marca solo una tregua en un conflicto de nros
repercusiones.
Gregorio VII había admitido que los laicos pudieran erigirse en jueces de los sacerdotes
indignos y obligarles por la fuerza a dimitir sus sucesores, se esforzaron por librar al
clero de las críticas de sus fieles. La iglesia afirmo a partir de los últimos años del siglo
XI que los sacramentos administrados por los clérigos de costumbres dudosas o
escandalosas no perdían nada de su validez.
EL “RENACIMIENTO” DEL SIGLO XI
DE LA HERENCIA ANTIGUA A LA CULTURA ECLESIÁSTICA
Carlomagno y su consejero Alcuino decidieron promover la lengua de los padres de la
iglesia. A si mismo, la simplificación y la “normalización” de las escrituras implicaron
una difusión de la minúscula carolina puesta apunto al final del S VIII.
Se comenzaron a crear escuelas destinadas a formar clérigos instruidos, pero, de todas
formas el esfuerzo por elevar el nivel cultural de occidente se paro en seco tras la caída
de las dinastías carolingias y la disgregación del imperio. Por lo que los monjes
seguirían siendo hasta principios del siglo XII los principales depositadores de la cultura
intelectual. La escritura es un instrumento de salvación.
Se interpreta a los autores de la Antigüedad a la luz de la revelación cristiana. Sin
embargo, la cultura monástica estuvo profunda// marcada por la aportación externa que
se esforzaba por asimilar el cultivo de la lengua culta y de la elegancia formal.
LA ÉPOCA DE LOA MAESTROS DE ESCUELA
La organización escolar carolingia se había venido abajo con la crisis y las invasiones
de final del S IX principios del X.
El latín no estaba contaminado por la lengua vulgar y su expansión se vio favorecida
por la política religiosa de los soberanos otomanos.
Pero aun no se trata más que de una cultura escolar. Su papel fue esencial en la medida
en que aseguro la transmisión de la herencia carolingia y, a través de esta ultima, de la
romano-bizantina, que se había conservado en otros lugares.
Desde finales del S X y principios del XI, las corrientes intelectuales se orientan hacia
Francia, donde el monaquismo estaba en auge.
LA REFLEXIÓN PROGRESA
LAS REGIONES cuyas condiciones económicas y políticas eran favorables, como el
norte de Francia o Italia, se asistió a un desarrollo de las instituciones escolares, que se
acompaño de un esfuerzo por reconstruir archivos y bibliotecas.
Algunos maestros comienzan a asegurar una enseñanza regular de nivel elemental en los
claustros y edificios lindantes con la catedral.
En el S XI son aun los monasterios los que constituyen los centros de la vida cultural
más florecientes.
Con San Anselmo y el obispo de Yves de Chartres, la cultura escolar del S XI da un
salto cualitativo hay pensadores originales que aplicaran su inteligencia a la solución
de los problemas esenciales de su época. San Anselmo introduce el uso de la dialéctica.
Este nvo enfoque de relaciones entra la filosofía y la teología tuvo su desenlace en el
argumento ontológico, siendo el primer intento de demostración racional de la
existencia de dios. Yves de Chartres, inicio el estudio de la relación entre la Iglesia y el
Estado. A el se le debe la distinción fundamental de la querella de las investiduras, entre
lo temporal y lo espiritual.
En esta época la cultura es estimulada por los grandes debates que sacuden a la
cristiandad, pero cutas repercusiones se dejan sentir en la base de la sociedad.
INCULTURA DE LOS LAICOS?
La opción tomada por los carolingios a favor del latín como lengua religiosa y de
occidente, había creado una zanja entre los clérigos y los laicos, a quienes se los tomaba
como analfabetos.
A lo largo del siglo XI, la situación comienza a evolucionar y un cierto nro de hijos de
nobles tienen acceso al conocimiento del latín, a un nivel elemental, por intermedio de
un preceptor.
La ignorancia del latín o el rechazo a aprenderlo no constituía un obstáculo para el
desarrollo de una cultura profana, que se expresa en los textos.
El documento escrito, fue inútil en su mayoría, ya que era incomprensible su redacción,
incluso hubo una cierta reacción contra la escritura en latín.
El debilitamiento de la autoridad real o imperial así como la multiplicación de los
centros de poder con la instauración de las estructuras feudales implica la desaparición
de leyes e incluso de esos decretos de aplicación que eran los capitulares carolingios. A
partir de ahora, es la “costumbre” la que determina las relaciones jurídicas entre los
hombres.
En Francia, una vez desaparecidas las asambleas condales, los juicios dependen de los
señores y el pequeño grupo de amigos o consejeros que les rodean.
Los hombres de la época poseían su propia cultura, distintas de la de los clérigos, ya que
el ritual de las relaciones se instaura de hombre a hombre por un rito simbólico pura//
profano el homenaje y la investidura.
El documento escrito se realizaba si se hallaba presente un clérigo para hacerlo, no era
más que un apoyo que servia para fijar la memoria de ese instante.
LA PRIMERA EXPRESIÓN DE UNA SENSIBILIDAD OCCIDENTAL
La aparición de un nvo espíritu en el seno de la cristiandad occidental se manifiesta en
las obras de arte y en las construcciones.
Para explicar este fenómeno, los historiadores han invocado diversos factores: la
necesidad de la reconstrucción tras las oleadas de invasiones de los siglos IX, X y el
desarrollo demográfico y la expansión del monaquismo que implico una multiplicación
de los santuarios.
Pero la principal iniciativa vino de la fragmentación del poder en el seno de la sociedad
feudal. Los nuevos jefes regionales y locales rivalizaron por elevar a la gloria de dios
edificios religiosos destinados a dar testimonios de su poder. La fragmentación del
poder favoreció a la construcción de iglesias y de panteones.
Tanto en el plano del arte como en el de la cultura, se produce un retorno a lo antiguo,
pero al generalizarse en la arquitectura religiosa de occidente, un cierto nro de cambios
esenciales en lo concerniente a la concepción de conjunto, la estructura y la decoración
de los edificios. Así la planta de la basílica clásica se enriquece con un crucero saliente,
mientras que en torno al ábside se multiplican las capillas radiales.
El arte romántico nace después de 1070, el cual en su plena expansión irradio a partir de
grandes santuarios monásticos, iglesias de peregrinaje y catedrales urbanas.
Bajo la influencia de los cluniacenses, el nvo arte se difundió y expandió por regiones
que habían permanecido hasta entonces al margen de la cristiandad occidental como el
sudoeste aquitano y languedociano o la España del norte.
En Italia del sur la creación artística es estimulada por influencias exteriores cuya
circulación facilita la reanulación de intercambios y la creciente movilidad de hombres
que no vacila en dirigirse a Oriente como peregrinos, comerciantes o cruzados. Se
constituyen así estilos regionales que se difunden en el seno de los principados
territoriales.
Los elementos vividos de las culturas locales, no es el resultado de una suma de
esfuerzos aislados que a la larga llegarían a sobrepasar un cierto umbral cualitativo a
través de un proceso de creación espontánea.
LA JERARQUÍA RESTAURADA
La iglesia a principios del S XII con objeto de poner termino a los conflictos que la
enfrentaban con el estado desde hacia varios decenios. Los clérigos mas vinculados a
los principios gregorianos y a los ideales reformadores no eran menos hostiles a todo lo
que podía turbar el orden establecido.
En ellos predominaba el sentimiento muy intenso de que existía un orden fijado por la
Providencia divina, tanto en la sociedad como en el universo físico y que cada individuo
pertenecía a un grupo estable, que tenia sus derechos y sus deberes, los cuales no debía
de cuestionar.
El único progreso posible a los ojos de los clérigos de este tiempo, consistía en restaura
en la Iglesia y la sociedad cristiana la perfección primitiva.
EL ORDEN Y LA LEY DE DIOS
Pero una vez solucionado el origen de la querella de las investiduras, la iglesia no podía
más que unirse a los poderes contra los que acababa de rebelarse.
Con el imperio, las relaciones continuaron siendo durante mucho tiempo bastante
difíciles y tuvieron lugar nvos enfrentamientos durante los reinados de Federico
Barbarroja y Federico II. Sin embargo, las relaciones con las monarquías nacionales, e
algunos lugares, como Francia, se siguieron manteniendo. La tendencia que triunfa es la
de una asociación cada vez mas estrecha del trono y del altar, las causas de este
acercamiento fue el temor de ver a la masa cuestionar su situación de dependencia y de
subordinación frente a las clases dirigentes.
Desde el S XII, la Iglesia prohibió a los laicos erigirse como jueces de sus pastores, ya
que es a los obispos a quienes les corresponde castigarlos.
Se afirma, que la validez de los sacramentos no esta vinculada a la integridad moral de
quines los celebran, a apartir del momento en que estos han sido ordenados y
consagrados legitima//. El clero cierra sus filas y se une a la aristocracia señorial.
Tanto en las cuidades como en los campos se desarrolla una aspiración a la libertad q a
menudo va acompañada de una hostilidad muy marcada respecto a un clero dominador
y poco edificante.
En Roma, el papa Eugenio II es expulsado en 1146 por una revuelta que trataba de
asegurar la autonomía de la cuidad en relación a la Santa Sede. Arnaldo de Brescia, se
pone a la cabeza del movimiento y logra que la Iglesia renuncie en todas partes al poder
temporal y a la riqueza. El papado recurre contra el nvo emperador Federico Barbarroja,
que reprime el movimiento comunal romano y provoca la huida y muerte del tribuno
reformador.
Sin embargo, la Iglesia, no rompe con el espíritu de la reforma gregoriana. En el S XII y
XIII puso el acento en la preponderancia de lo espiritual en relación a lo temporal y
trato de reforzar su influencia en la sociedad.
El monaquismo no es el único modelo de la vida religiosa. La orden cisterciense se
propago por todo el Occidente bajo el impulso de san Bernardo. Volviendo a sus
orígenes, este último se va distanciado cada vez mas, en sus formas renovadas de la
sociedad. Los cenobitas instalados en el “desierto”, en el corazón de bosques y ciénagas,
le dan mayor importancia a la ascesis personal y a la huida del mundo que a la acción
pastoral.
Entre el concilio de Letrán I (1123) y el Letrán II 1215, la iglesia latina cambia de
rostro. Tras la muerte de san Bernardo en 1153, los monjes dejan de desempeñar un
papel protagonista y se concentran y refuerzan las prorrogativas de los obispos.
A partir de 1150, se establecen estructuras ambientales mas solidad que permiten al
clero controlar mejor la vida religiosa de los fieles.
La reforma gregoriana había conducido a la exaltación de las funciones y prerrogativas
del papa. Provisto de las insignias de poder, el papa actúa cada vez mas como un
soberano a la vez temporal y espiritual el papado se convierte en la cabeza y el eje de la
iglesia universal.
Entre 1125 y 1140, un monje de Bologna elabora una colección canónica del dcho de la
iglesia que impondrá su autoridad, donde los clérigos son seres separados de la masa de
los fieles y superiores a ellos a causa de su misión sobrenatural. Esta colección hace
hincapié en la autonomía de la justicia de la iglesia y su poder.
Esta evolución se intensifica bajo el pontificado de Alejandro III. La iglesia se dota de
un dcho unificador, ya que no habrá en su seno más que una única autoridad. En la
practica, las pretensiones de los papas a la autoridad universal se enfrenta con serias
resistencias como las de Federico Barbarroja 1153-1190 y sobre todo de Federico II
1208-1250, quienes trataron de reforzar sus fundamentos ideológicos de su autoridad
tomando las concepciones universalistas del dcho romano que exaltaba el papel del
príncipe como fuente de toda legislación.
UNA CULTURA COMÚN A LOS DOMINANTES
La aristocracia laica, reacciono dotándose de un sistema de valores y de
representaciones homogéneo que se vio a parecer en las últimas décadas del S XI entre
1100 y 1250.
Las iniciativas innovadoras proceden de la base, es decir, del mundo de los milites y de
los vasallos.
A lo largo del S XII se establece una nva nobleza a la que no se puede pertenecer más
que si se practica un género de vida caracterizado por un cierto nro de ritos y signos
distintivos que son el fundamento de la ideología caballeresca.
Esta cultura común de la clase señorial esta constituida por un doble proceso, el primero
es la extensión al conjunto de la clase señorial de costumbres y concepciones que era al
principio las de una reducida minoría.
Hacia mediados del S XII casi no hay hijo de principe o de rey que no se haga armar,
esta ceremonia se habia convertido en un atributo de nobleza y en un codiciado honor.
La nva cultura aristocratica se constituye en torno a los valores guerreros particular// s
preciados por os caballeros. Esta cultura se pone de manifiesto con motivo de las
grandes concentraciones huamnas a que dan lugar las fiestas y torneos.
A medida que la paz de Dios limita las posibilidades de las guerras privadas, estos
encuentros sangrientos fueron cada vez más apreciados.