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    T C N I C O SC U A D E R N O S

    Montaas con historia Moncayo, faro de Castilla y Aragn Tcnica y Prctica Raids de aventura: la Patagonia ExpeditionRace desde dentro A Fondo Softshell Welded Omega Jacket. Powerball (I) Resea Trekking al Kilimanjaro y al Monte Meru

    Material Novedades Editoriales ltima Hora Agenda

    Reportaje

    Trekking a las entraasdel Can del Colorado

    Grandes ClsicasPrimeras femeninas

    a la Pea Sola y al Puro de Siglos

    EntrevistaCarlos Buhler: El riesgo es justificable si

    hay mucho que aprender

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    SUMARIO

    Los contenidos de esta publicacin no pueden ser reproducidos, almacenados o transmitidos en manera alguna ni por ningn medio, ni parcialni totalmente sin el consentimiento del editor. Las opiniones vertidas por los autores de los artculos que conforman esta publicacin no tienenque ser necesariamente compartidas por el director ni por el equipo de Barrabes Internet

    Impresin realizada en papelreciclado.

    EQUIPO

    La publicidad incluida en esta publicacin no debe ser considerada una recomendacin de Cuadernos Tcnicos a sus suscriptores.Cuadernos Tcnicos es ajeno al contenido de los anuncios; su exactitud y/o veracidad es responsabilidad exclusiva de anunciantes y empresas

    publicitarias.

    N 27 Julio - Agosto 2006

    Agenda 6

    Reportaje 8

    Entrevista 18

    Garandes clsicas 24

    Montaas con Historia 33

    Tcnica y Prctica 42

    A fondo

    Resea 60

    Material 70Novedades Editoriales 72ltima hora 74

    Tirada de 15.000 ejemplares.

    Distribucin Gratuita

    Redaccin y coordinacin:Equipo Cuadernos Tcnicos

    Diseo y maquetacin:Jos Ricarte Fillola

    Ilustraciones:Jos Ricarte Fillola

    Producto y asesora tcnica:Jorge Chueca BlascoAlberto Lafarga Ayerbe

    Asesora legal:Carmen Cavero Espaol

    Publicidad:Arancha Sainz Montaner

    [email protected]. 974 - 21 54 94Fax. 974 - 21 44 57

    Suscripciones y distribucin

    Alberto AlluJess [email protected]

    MarketingAna Marn Moreno

    Editorial Barrabs:Felipe Guinda [email protected]

    Han colaborado en este nmero:Xavi Fan, Jose Carlos Iglesias,Ander Izagirre, Elisabeth Vergs,Pablo San Julin, ChemariBustillo, Daniel Fuertes, FernandoCaballero.

    Atencin al cliente:Tfno. 902 14 [email protected]

    Imprime:Roto Print S.ADep. Legal: Z-553-2002ISSN 1696-7917

    La escalada y el alpinismo son potencial-mente peligrosos y dainos. Cualquierpersona que escala habitualmente espersonalmente responsable de aprenderlas tcnicas adecuadas y asume todos losriesgos y la responsabilidad completapor cualquier dao o herida, incluidala muerte, que pueda resultar de la acti-

    vidad.

    Barrabs Internet S.L.U.Parque Tecnolgico WalqaN-330 a Km 566Cuarte 22.197Huesca

    Foto portada: Indian Creek, Pedro Salaverra Calahorra 2004, Moab (Estados Unidos)

    VIAJE AL CENTRO DE LA TIERRA: UN TREKKING ALAS ENTRAAS DEL CAN DEL COLORADO

    SOFTSHELL WELDED OMEGA JACKETPOWERBALL (I)

    50

    A AMBOS LADOS DEL GLLEGO: PRIMERAS

    FEMENINAS A LA PEA SOLA Y AL PURO DESIGLOS

    CARLOS BUHLER: EL RIESGO ES JUSTIFICABLE SIHAY MUCHO QUE APRENDER

    MONCAYO, FARO DE CASTILLA Y ARAGN

    56

    TREKKING AL KILIMANJARO Y AL MONTE MERU

    LA PATAGONIA EXPEDITION RACE DESDE DENTRO

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    C U A D E R N O S T C N I C O S

    EDITORIAL

    En una poca en la que las leyendas locales hablaban de espritus ydemonios, de tesoros escondidos en sus profundidades, ya haba quiense haba empeado en descubrir qu haba en la cima de ese enormevolcn situado justo al sur del ecuador de la Tierra.Corra el ao 1848 cuando el misionero alemn Johann Rebmannvio por primera vez el Kilimanjaro. Su gua le habl entonces de lcomo baridi (fro), y le cont historias de porteadores que haban

    ido a la montaa en busca de oro y plata y que haban regresado slocon agua En el mundo occidental, aunque las noticias que traa elmisionero debieron suscitar inters, no fue hasta trece aos despusque se organiz la primera expedicin de la mano del oficial alemnKarl Klaus von der Decken y el gelogo britnico Richard Thornton.No llegaron a la cumbre pero s certificaron la existencia de nieve enesas latitudes, algo difcil de creer en la poca.Tuvo que ser increble cuando, all por el 1.889, un pequeo e intrpidogrupo de personas pisaba por primera vez la blanca cumbre delgigante de frica. El 6 de octubre el alemn Hans Meyer y el austriacoLudwig Purtscheller, acompaados por el gua chagga Yohana Laudo,alcanzaron la cima, tras una dursima ascensin a travs del glaciarRatzel, para descubrir el secreto que durante siglos haba guardadocelosamente la montaa

    Un viajero llamado Ehlers que alegaba haber alcanzado la cumbre porla vertiente noroeste del Kilimanjaro inform de que no haba vistoni rastro de ningn crter. Aunque Meyer albergara dudas acerca deesta afirmacin, no tuvo la certeza hasta que, una vez hubo llegado alborde cimero, contempl atnito el suelo congelado del enorme crterque se extenda a sus pies, doscientos metros ms abajo.

    Hoy Kibo -como la llaman los locales- sigue albergando leyendas ymisterios, y sobre todo recuerdos de lo que un da los glaciares quecubran su cima y sus laderas llegaron a ser. Principal ejemplo de lagran recesin que estn sufriendo, esta imagen del glaciar Furtwnglerque encontramos camino de la cima da buena muestra de ello.Al ritmo actual, en el 2.020 no quedar traza alguna de estos hielos enla montaa.Quiz sea este un buen momento para ir a conocerla y, de paso,despedirse Porque con ellos se ir no slo un valiossimo retazogeolgico, sino gran parte de la historia de una de las Siete Cumbresde la Tierra.

    Equipo de Cuadernos Tcnicos

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    10 agosto:Maratn del FraileLugar:PalenciaDistancia a recorrer: 42 km

    El 8 de Octubre de 2006Lugar:HuescaCopa de EspaaPuyada a Oturia - 38 km.

    Ms informacin: www.fedme.es

    COPA DEL MUNDO (BUFF SKYRUNNER WORLD SERIES)

    Dolomites SkyRaceLugar:Italia23 de Julio de 2006

    SkyRace AndorraLugar:Andorra3 de septiembreMs informacin:www.buff.es

    Sentiero delle GrigneLugar: Italia17 de Septiembre de 2006

    Kinabalu ClimbathonLugar: Malasia

    Escalada

    CALENDARIO NACIONAL

    COPA DE ESPAA DE DIFICULTAD9 de septiembre Terrassa (Barcelona)14 de octubre Las Palmas de Gran Canaria4 de noviembre Madrid

    CAMPEONATO DE ESPAA DE DIFICULTAD

    23 de septiembre Tomares (Sevilla)

    CAMPEONATO DE ESPAA DE BLOQUE15 de julio Motril (Granada)

    COPA DE ESPAA JUVENIL10 de septiembre Terrassa (Barcelona)15 de octubre Las Palmas de Gran Canaria5 de noviembre Madrid

    CAMPEONATO DE ESPAA DE DIFICULTAD JUVENIL24 de septiembre, Tomares (Sevilla)Ms informacin: www.fedme.es

    CALENDARIO INTERNACIONAL ICC 2006

    PRUEBAS DE LA COPA DEL MUNDO DE DIFICULTAD

    12 y 13 de Julio en Chamonix (Francia)29 y 30 de Julio en Qinghai (China)5 y 6 de agosto en Singapur12 y 13 de agosto en Kuala Lumpur (Malasia)16 y 17 de septiembre Marbella (Mlaga)11 y 12 de noviembre Penne (Italia)18 y 19 noviembre Kranj (Eslovenia)

    Ms informacin:www.uiaa.ch

    Carreras de montaa

    COPA DE ESPAA16 Julio:V Cursa dAlta Muntanya del BergadDistancia: 24 Km./1.600 m. Desnivel positivoZona: Serrat de la Figuerassa y Serra de Queralt, Berga (Barcelona)http://www.tandemesports.com ; http://www.ocisport.net/buffsalo-mon/ Telf. 639 383 261

    AGENDA

    Foto:TNF

    Ultratrail

    Foto:Equipo

    Buff

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    30 de septiembre al 1 de octubre

    Ms informacin: www.buff.es

    WIAR CATALUA8 de Julio de 2006 en Catalua - CamprodonMs informacin:www.raidwiar.com

    WIAR FRANCIALugar:Francia - La Drme23 de Septiembre de 2006Ms informacin: www.raidwiar.com

    TRIRAID BANYOLESLugar:Banyoles10 de Septiembre de 2006Ms informacin:www.raidwiar.com

    THE NORTH FACE ULTRA-TRAIL DEL TOUR DEL MONT-BLANC

    Fechas:25 al 27 agosto

    -Courmayeur-Champex-Chamonix : 86 km-4500m de desnivel-24h mximo-The North Face Ultra-Trail du Tour du Mont-Blanc : 158 km- 8500 m de desnivel 45 h mximo

    Web:www.ultratrailmb.com

    Festivales de cine de montaa

    24 FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE MONTAA YAVENTURA.Las bases para participar en la prxima edicin del Festival yaestn publicadas en la web: www.torellomountainfilm.cat.El Festival se celebrar entre los das 10 y 19 de noviembre del

    2006.El lmite para presentar cintas y trabajos periodsticos termina el20 de septiembre del 2006. Las pelculas deben estar realizadasentre el ao 2004 y la fecha de presentacin al Festival.El Festival repartir en la presente edicin diez premios entrelas pelculas que compitan en el certamen, valorados en unos9.000 euros.Las bases completas, los formularios de inscripcin y las direc-ciones donde se deben enviar les trabajos se encuentran en laweb.

    Ms informacin: www.torellomountainfilm.cat

    XXXI BANFF MOUNTAIN FILM FESTIVALAbierto el plazo de presentacin de films para el XXXI Festival

    de Cine de Banff.Fecha lmite de envo de trabajos: 4 agosto.El Festival tendr lugar del 29 de octubre al 6 de noviembre del2006.

    Lugar:Banff, Alberta, Canada

    Ms informacin:Mountain Culture at The Banff Centre, Box 1020, 107 TunnelMountain DriveBanff, Alberta, T1L 1H5 CanadaPhone 403-762-6441Fax 403-762-6277banffmountainfilms@banffcentre.cawww.banffmountainfestivals.ca

    U A D E R N O S T C N I C O S 7

    Agenda

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    REPORTAJE

    Viaje al centro

    de la TierraUn trekking a las entraas del Gran Can del Colorado.El suroeste de losEstados Unidoses un austero ydesnudo pedazode tierra cuya

    escala escapa ala comprensin.

    Profundoscaones y

    enormes murallas,polvorientasmesetas y

    remotos macizosmontaosos

    convergen paracrear un paisaje

    laberntico yenigmtico querezuma misterio

    e infunderespeto. Es ah,en el epicentrode todo este

    caos geolgico,que se halla

    el Gran Candel Colorado,

    un abismoque a modo

    de insondablecicatriz se hundeen las entraas

    de nuestrocurtido planeta.

    despus de muchos aos de explorar los rincones menos conocidos de estas tierras encantadas, no fue hasta estepasado otoo, que por primera vez mis periplos me llevaron hasta lo ms profundo del Gran Can, hasta estas tierrascuyo encanto no es sbito y rotundo como el de las altivas cordilleras glaciadas o el de las idlicas islas tropicales, sinoque es algo ms sutil que crece y se desarrolla con tiempo y paciencia.

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    Can de Colorado

    Fue en las montaas pirenaicas donde Xavi Fan desa-rroll su pasin por el mundo natural, por el alpinismo y elesqu, deportes ambos en los que inici una larga carreraprofesional como gua y guarda de refugio en los veranosy como profesor de esqu en los Pirineos y en los Alpessuizos durante el invierno. Nuevos retos le llevaran hasta

    Crested Butte, un pequeo pueblo de las Montaas Rocosas de Colorado, quedesde 1984 es su hogar y base desde la que ha efectuado viajes de aventura aSudamrica y Centroamrica, Canad, Alaska, Hawaii, Polinesia, Nepal, Austra-lia y Nueva Zelanda. Fue en Crested Butte, una de las mecas indiscutibles delmountain biking y reputado centro de esqu, que inici su larga carrera en estedeporte. Carrera que le llevara a vivir mil aventuras por todo el globo y a compe-tir en innumerables eventos deportivos.

    Texto y fotos:Xavi Fan

    Alimentado por incontables afluentes procedentes de las Montaas Ro-cosas y de muchas otras subcordilleras menos conocidas, las turbulen-tas aguas del gran ro Colorado han excavado a base de eones su pasoa travs de estratos y ms estratos de roca sedimentaria, exponiendo enel proceso miles de pginas de la tumultuosa historia del planeta, hastaalcanzar su profundidad actual. Si bien aguas arriba, en los estados deColorado y Utah, el Colorado ya discurre entre formidables angostos ycaones, el Gran Caon propiamente dicho se extiende desde la granpresa de Lake Powell hasta el embalse de Lake Mead, dentro del estadode Arizona, cubriendo una distancia de 477km (de curso de agua) yalcanzando en su punto ms profundo 1.600 m de desnivel.

    Un mundo perdidoEl encanto que ostentan las tierras del desierto americano no es sbitoy rotundo como el de las altivas cordilleras glaciadas o el de las idlicasislas tropicales, sino que es algo ms sutil que crece y se desarrolla contiempo y paciencia. Tras la coraza reseca y agrietada de su superficie seesconde todo un mundo de insospechada belleza y ricos contrastes quese abre slo a los ojos de aquellos dispuestos a buscar, explorar y tragarpolvo. Su rocambolesca complejidad la convierten en un paraso parael caminante o el ciclista de montaa. A cada recodo espera una nuevasorpresa, un nuevo impacto para los sentidos. Oasis verdeantes crecen aorillas de recnditos manantiales y a la sombra perpetua de los caonesms profundos. En inverosmil abundancia, colosales arcos de piedray formaciones rocosas que parecen haber sido modeladas por la manode gigantes con gran sentido artstico. Ciervos y antilocapras recorren

    sus espacios abiertos mientras cabras monteses y pumas habitan sus an-gostos. Y aqu y all, desperdigadas por su resquebrajada inmensidad amodo de piezas de un puzzle ancestral e irresoluble, yacen abandonadasruinas adosadas a acantilados, esotricas pinturas rupestres, fragmentosde cermica y puntas de flecha que chispean bajo el ardiente sol. Restosmudos de civilizaciones perdidas en las arenas del tiempo.

    Sin embargo, y despus de muchos aos de explorar los rincones menosconocidos de estas tierras encantadas, no fue hasta este pasado otoo,que por primera vez mis periplos me llevaron hasta lo ms profundo delGran Can.

    En el South Kaibab TrailEl bullicio disneylandesco del Grand Canyon Village es un preludio, unumbral a una dimensin mucho ms profunda y significativa. O por lo

    menos eso me deca a mi mismo mientras me paseaba por sus avenidasentre una marejada humana de japoneses armados con cmaras digi-tales y familias oversize chupando helados grandes como glaciares.Ubicado al mismo borde del Gran Can por su lado sur y sirviendode centro de operaciones del Grand Canyon National Park, el GrandCanyon Village es una mayscula trampa turstica y a la vez el punto deinicio de algunos de los recorridos ms representativos de la zona.

    A rasgos generales nuestro plan era descender hasta el fondo del canva el South Kaibab Trail, una clsica y majestuosa ruta que en 11kmse desploma 1.400 metros hasta las turbulentas aguas del ro Colorado.Una vez all abajo pasaramos un par de noches en el Phantom Ranch,un grupo de cabaas que sirven de refugio guardado en medio de unbuclico oasis ribereo. Despus de pasar un da explorando esa zona,subiramos de vuelta al Grand Canyon Village por el Bright Angel Trail

    Fue en las montaas pirenaicas donde Xavi Fan desa-rroll su pasin por el mundo natural, por el alpinismoy el esqu, deportes ambos en los que inici una largacarrera profesional como gua y guarda de refugio en losveranos y como profesor de esqu en los Pirineos y enlos Alpes suizos durante el invierno. Nuevos retos le lle-

    varan hasta Crested Butte, un pequeo pueblo de las Montaas Rocosas deColorado, que desde 1984 es su hogar y base desde la que ha efectuado viajesde aventura a Sudamrica y Centroamrica, Canad, Alaska, Hawaii, Polinesia,Nepal, Australia y Nueva Zelanda. Fue en Crested Butte, una de las mecasindiscutibles del mountain biking y reputado centro de esqu, que inici su largacarrera en este deporte. Carrera que le llevara a vivir mil aventuras por todo elglobo y a competir en innumerables eventos deportivos.

    Texto y fotos: Xavi Fan

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    Can de ColoradoREPORTAJE

    una ruta no tan empinada pero un poco ms larga (15.2km) e igualmen-te bella que el South Kaibab.La maana del inicio de nuestra excursin amaneci con una fina capade nieve y una flagelante temperatura de -15C. Algo que no es deltodo anormal a estas alturas de noviembre. Cuando el autobs gratuitodel Parque Nacional nos dej a la entrada del South Kaibab Trail, no

    perdimos un solo momento (hacia demasiado fro) y en menos de cincominutos ya habamos dejado atrs toda seal de civilizacin.

    El sendero de South Kaibab es una verdadera maravilla de ingenierade caminos. Construido por el Parque Nacional a principios de sigloXX para acceder al fondo del can, su recorrido serpentea en conti-nuos zigzags descendentes siguiendo un escabroso lomo de magnficasvistas. A cosa de unos 200 metros por debajo de la meseta superior losltimos vestigios de nieve desaparecieron y estrato a estrato penetramosen el reino mineral del Gran Can, viajando millones de aos en el pa-sado del planeta (el estrato de esquistos de Vishnu, al fondo del can,se calcula que tiene unos 2.000 millones de aos de edad).

    A pesar del sol radiante y de nuestra rpida prdida de altura, la tem-peratura se mantiene fresca, debe de estar cerca de los 0, pero no nos

    quejamos para nada. El trrido calor que se apodera del Gran Candurante gran parte del ao es legendario y cada ao son numerosas lasmuertes que se registran en la zona por insolacin y deshidratacin.Uno podra pensar que las vctimas son en su mayora gente fsicamen-te poco capacitada, pero un letrero al inicio del camino nos informde lo contrario: La tpica vctima de deshidratacin tiene esta pinta:,

    haciendo referencia al dibujo de un tipo ms bien joven, atltico, enpantalones cortos, sin mochila y un mero botelln de agua colgndolede la cintura. Incitados por su buena forma fsica, son muchos los at-letas que se embarcan en recorridos demasiado largos con temperaturasdemasiado elevadas e insuficiente agua, me dira ms tarde uno de losrangers en Phantom Ranch.

    De indios y oasisMientras te adentras en las verticalidades ocres y desnudas del GranCan, descendiendo entre los abruptos paredones y las desnudas pla-taformas que marcan las transiciones entre estratos, la ltima cosa quese te ocurre es que este aparentemente hostil territorio pudiese ser unhogar. Sin embargo, toda una serie de civilizaciones indias habitaronestos abismos durante por lo menos 10.000 aos, cazando, cultivando,comerciando, amando y celebrando la belleza de su salvaje tierra. Y

    Mapa de la zona con las principales rutas, la de South Kaibab, y Bright Angel.

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    Can de ColoradoREPORTAJE

    entonces, cien aos atrs, el recin llegado hombre blanco decidi con-vertir su territorio ancestral en un Parque Nacional en el que no cabaningn asentamiento humano (a menos que fuesen los suyos propios).Slo en la remota Reserva India de Havasupai, un precario reducto dela gente Hopi situado en el extremo suroeste del parque, la vida siguesiendo similar a la de los viejos tiempos y un puado de familias con-tinan existiendo con sus viejos mtodos de cultivo, cazando, criandocaballos, en armona con su entorno.An as, la estela de sus antepasados y la de los Anasazis, Zuni, Paiute,Hualapai y Navajo, todava sobrevive esparcida por toda la inmensidadde este Can que fue su dominio. Tenues senderos construidos siglos

    atrs por sus adeptas manos zigzaguean en los rincones ms apartados,muescas talladas en la roca viva para escalar resaltes rocosos aparecenaqu y all, extraos dibujos adornan rocas y contrafuertes, ancianas ydecrpitas estructuras de piedra y adobe puntan algunas de las frtilesplayas que hay a lo largo del ro Colorado. Uno de estos asentamientos,habitado alrededor del ao 1.050 despus de cristo, se hallaba justo enel paraje donde hoy en da el sendero de South Kaibab topa con lasaguas del Colorado, a apenas un kilmetro del Phantom Ranch, el rin-cn que sera nuestro campamento durante un par de noches.Despus de pasar largas horas andando en la tierra calcinada del SouthKaibab, el Phantom Ranch se antoja como un oasis salido de Las mil yuna noches. A poco de cruzar las oscuras aguas del Colorado medianteun largo puente de suspensin, el sendero remonta las juguetonas aguasde Bright Angel Creek, y llega a Phantom Ranch, un conjunto de caba-as y una zona de camping encajonadas entre fantsticos contrafuertes

    de piedra y bajo la fresca sombra de enormes lamos de Virginia, queentonces lucan el brillante amarillo otoal. El lugar era encantador, ygracias a las reservas que hicimos meses atrs pasaramos un par de no-ches en una de las varias cabaas que sirven de dormitorio comunitario.Tambin hay una cantina que ofrece servicio de comidas y bebidas yuno puede alojarse en rgimen de pensin completa. Todos los vveresllegan hasta aqu trajinados sobre la espalda de todo un ejrcito de mu-los que siguen el mismo recorrido que hemos hecho. Resulta un tantoextrao hallarse en un rincn tan remoto durmiendo en sbanas limpias,comiendo salmn a la plancha y bebiendo cervezas bien fras, pero novoy a quejarme.

    De piedra y muflonesEl lugar en que Phantom Ranch se erige hoy en da, ya fue utilizadopor el mismo John Wesley Powell en su primer descenso del ro en

    barcazas en 1869 y posteriormente, en 1913, tambin acamp all elentonces presidente de los Estados Unidos Theodore Roosevelt duran-te una cacera de pumas. Pero no fue hasta 1.923 que los responsablesdel Parque Nacional decidieron construir los edificios que todava hoysiguen en pie. Tambin entonces se plantaron los lamos y otros rbolesfrutales para proveer sombra y que ahora son parte del aura idlica deeste paraje.

    Despus de una buena noche de sueo, al da siguiente, mientras miscompaeros descansaban, yo agarr agua y un poco de comida y melargu de excursin siguiendo un sendero apenas perceptible en los ma-

    pas de la zona llamado Clear Creek. El camino, que parta a poco delPhantom Ranch empez subiendo abruptamente entre bloques de rocay cactus hasta que 400 m de desnivel ms arriba alcanz una repisaentre precipicios que dominaban el ro Colorado. Me pareca increbleque hubiese un sendero en estos parajes tan extremos y mientras andabapasmado por el arco iris de ocres del paisaje roto y arcaico, un sonidode piedras en movimiento me llam la atencin. Investigu por debajode la repisa que segua y para mi sorpresa vi a un enorme bighorn (Oviscanadensis) -una variedad de mufln- encaramado en un precario pro-montorio rocoso que inconsciente de mi presencia pareca contemplarel paisaje con la misma enajenacin que yo.

    A pesar de la dureza marciana que caracteriza esta tierra, la vida palpitaen ella. Muflones, venados, castores, coyotes, gatos salvajes y el majes-tuoso puma, son algunas de las especies que han escogido este sorpren-

    dente hbitat. Mientras sus cielos son surcados por guilas reales, hal-cones y el recientemente reintroducido cndor californiano, un ave dedimensiones pterodactilescas. Varias especies de colibres provenientesde Centroamrica se alimentan de las numerosas flores del desierto queaqu echan races.

    En la jornada de retorno desayunamos a las 5:30 de la madrugada y par-timos con las primeras luces del da. Haca un fro considerable (unos-7C) y llevbamos puestas encima todas nuestras prendas de abrigo.Durante los primeros kilmetros nuestro camino de vuelta, el BrightAngel Trail, sigui la orilla sur del ro Colorado, lo que nos permitiadmirar su caudal y podero, pero cuando se meti en un can lateral,lo perdimos de vista para siempre. El camino, de buen andar, ascendiempinadamente, a base de zigzags, cortando entre paredones impresio-nantes hasta alcanzar la gran plataforma del Tonto Plateau, una vasta

    A pesar de la dureza marciana que caracteriza esta tierra, la vida palpita

    en ella. Muflones, venados, castores, coyotes, gatos salvajes y el majes-

    tuoso puma, son algunas de las especies que han escogido este sorpren-

    dente hbitat.

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    Can de ColoradoREPORTAJE

    El suroeste de los Estados Unidos es un austero y desnudo pedazo de tierra cuya escala escapa a la comprensin. Profundos caones y enormes murallas, pol-vorientas mesetas y remotos macizos montaosos convergen para crear un paisaje laberntico y enigmtico que rezuma misterio e infunde respeto.

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    Can de ColoradoREPORTAJE

    repisa que yace a medio camino entre el ro y la meseta superior. Lasparedes superiores refulgan en el sol temprano, pero nosotros, todavaen las sombras apenas nos mantenamos en calor a pesar de la duraascensin.A unos 9 km de marcha, pasamos por el famoso Indian Garden. Antaohabitado por tribus indias, este oasis alimentado por manantiales subte-

    rrneos es otra bienvenida incongruencia en esta tierra de maravillas.Una vez ms, enormes rboles vestidos de oro alegraron nuestros senti-dos y marcan un agudo contraste con el desgarrado paisaje ptreo.A partir de ah el sendero se empina de nuevo, encontrando paso entre

    precipicios que de lejos parecen imposibles de superar.

    A medida que nos acercamos a nuestro objetivo vemos ms y ms gen-te, turistas que toman un corto paseo y excursionistas que bajan a pasarel da en el Indian Garden y cuando por fin el camino emerge en la cima

    del can lo hace en medio del Grand Canyon Village, a un paso dehoteles y cafeteras y del ajetreo urbano de sus calles. El contraste fueun tanto difcil de digerir, pues nuestra cultura moderna no encaja muybien que digamos con la naturaleza prehistrica del Gran Can, perolas memorias que en l vivimos, su indomable salvajismo, su grandiososilencio e impenetrable misterio siempre permanecern con nosotros.

    Ms informacin:

    Dnde est el trekking perfecto? Qu pas recorre, cunto desnivel, qu

    grandes montaas rodea? Es un paisaje de rocas afiladas y glaciares in-

    mensos, una selva profunda, un altiplano infinito, un fiordo de aguas verdes

    y colas de ballenas? Cmo elegir, teniendo en cuenta que las ofertas son

    limitadas, pero nuestros deseos no?

    Eligiendo nuestro trekking viajes que dejan huella, Entrevista, Cua-derno Tcnico n 4www.barrabes.com/cuadernos/indicen04.asp

    Construido por el Parque Nacional a principios de siglo XX para acceder al fondo del can, su recorrido serpentea en continuos zigzags descendentes siguiendo

    un escabroso lomo de magnficas vistas.

    El sendero de South Kaibab es una verdadera maravilla de ingeniera de caminos.

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    ENTREVIST@

    CARLOS BUHLER

    Carlos, me gustara saber una cosa: para ti, dnde residela esencia del alpinismo? Qu es lo que tiene que, cuandoengancha a alguien, no puede ms que dedicarse a ello elresto de su vida?

    La idea de lo desconocido con la posibilidad de descubrir una

    aventura profunda y verdadera. Lo que engancha a la gente es

    la necesidad de encontrar algo que la escalada y el alpinismo te

    proporcione de manera positiva, incorporando la escalada como

    algo necesario que te permita realizarte como persona. Algunaspersonas precisan de medicinas para poder sobrepasar los re-

    tos de la vida. Otros echan mano de la msica y del arte como

    medios de autorrealizacin. Otras personas se obsesionan de

    manera extrema con el alpinismo y ponen sta por encima de

    todo, incluso familia o amigos, pues ella (el alpinismo) cubre to-

    das sus necesidades.

    Para mi el alpinismo es la esencia que me ayuda a cubrir mis

    necesidades con el fin de asegurar que soy una buena persona

    y permitirme ese grado de confianza en mi mismo. Creo que es

    la clave o la herramienta que me ayuda a asegurar tal confian-

    za. Otras personas prefieren echar mano de otras necesidades,

    como pueden ser posturas egostas o bien de liderazgo, para

    poder reafirmar tal grado personal de confianza.

    Cmo recuerdas aquella increble ascensin a travs dela Kangshung Face al Everest? Qu otra actividad realiza-da posteriormente en los ochomiles crees que se le puedecomparar?

    La expedicin de 1983 a la cara Este del Everest la recuerdo

    con mucho cario, quizs mas que ninguna otra en mi historia

    alpinstica. Si bien en un principio el equipo expedicionario in-

    tentaba ser individualista con el tiempo aprendimos a trabajar en

    equipo. Con lo aprendido durante tal expedicin hoy en da nos

    llevamos mucho mejor que antes. En la montaa cada uno de

    nosotros tena su ego y cada cual intentaba buscar esa esencia

    de la cual antes hemos hablado. No obstante, aprendimos atrabajar en equipo y plantearnos la pregunta de podemos po-

    ner a alguien en la cumbre?, en lugar de puedo yo llegar a la

    cumbre? Trabajando juntos y en equipo era mejor que marchan-

    do cada uno por su cuenta. En lugar de plantearnos un trabajo

    individualista nos planteamos un trabajo en equipo.

    Es posible que la expedicin por tercera vez al K2 en 1996 se

    pueda comparar a la de 1983 al Everest. Emocionalmente y fsi-

    camente el K2 fue mucho ms difcil. Form parte de un equipo

    de 20 escaladores rusos, cuyo planteamiento original se pareca

    mucho al establecido en el Everest. No habra manera de alcan-

    zar la cumbre a no ser que se estableciera un equipo funcional

    y efectivo, de trabajo en equipo y dejando los individualismos

    de lado. Tuve la oportunidad de observar a un equipo de esca-

    ladores polacos y los cuales carecan de mentalidad de trabajo

    en equipo, y me dije: la nica manera de que esta gente pueda

    alcanzar la cumbre es si forman parte del equipo ruso. La ex-

    En las montaas hay mucho riesgo, y slo es justificable si

    hay mucho que aprender

    En esta ocasin nuestra entrevista no ha sido va mail. Aunque ha nacido en el seno de nuestra redaccin, ha sidogracias a un interlocutor de lujo y asiduo colaborador de los Cuadernos, Jose Carlos Iglesias, que hoy podemos

    publicar las sinceras respuestas de uno de los mejores alpinistas del mundo.

    Carlos Buhler fotografiado por Crista-Lee Mitchell en marzo del 2.003,mientras escalaba en el helado valle de Rjukan, Noruega.

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    Entrevista

    Carlos Buhler lleva ms de treintaaos escalando y, desde el principiode su carrera, haciendo gala de pu-reza tanto en la eleccin de monta-as como en el estilo de ascensin.

    A pesar de haber alcanzado la cum-bre de seis de ellos, nunca se dejconquistar por la fama de los ocho-miles, y s por las grandes caras

    vrgenes de hermosas montaasescondidas en los rincones ms re-motos del Planeta. Alegre y desen-fadado, se tom en serio aquello deaprender viajando y compartiendootras culturas: ha participado en casicuarenta expediciones por todos loscontinentes, a menudo haciendoequipo con alpinistas de otras na-cionalidades, y no solo sus amigosespaoles.

    En el 78, cuando todava el mundo

    se divida en dos bloques, fue se-leccionado por el American AlpineClub para unirse a una expedicinsovitica y escalar en el Parir, unacordillera cerrada a los occidenta-les. Entonces tena 23 aos. Conlos aragoneses conseguira, en1980, la primera ascensin a la im-presionante arista este del Barunt-se. En el 83 emprendi la ascensina su primer ochomil: el Everest, porla Kangsung Face, completando laprimera ascensin a esta tremendacara. Al ao siguiente, escalara el

    mtico Pilar Oeste del Makalu y, unao despus, la arista Noreste delAma Dablam. En el 88 lega la pri-mera americana al Kanchenjunga, yen el 89 el Cho Oyu. Tambin seriael primer estadounidense en hacercima en el Dhaulagiri, guiando aotros alpinistas. En el 92, cuando sucompaero se puso enfer4mo, es-cal en solitario el Dorje lakpa. Pocodespus intenta por primera vez elK2, tomando la difcil decisin de darse la vuelta a slo 300metros de la cumbre.

    Sin embargo, la gran montaa del Karakorum no le dejaba des-cansar, y regres por la vertiente china dos aos ms tarde,junto a dos compaeros rusos para quienes fue casi impensa-ble obtener permiso para salir de la Unin Sovitica-, para esavez s, hacer cima. Tambin formando cordada con los rusosconsigue la cumbre del Nanga Parbat y, en el 98, la impresio-nante pared Norte del Changabang, que consiguen tras 16 dasen pared; slo con esa ascensin habra entrado en la historia

    del himalayismo. En el 99 cambia de continente: abre ruta en laOeste del Siula Grande la montaa maldita de Joe Simpson- ,pero en otoo vuelve al Himalaya y escala por primera vez el Mi-larepa Peak, en el remoto Rolwaling, por su vertiente tibetana.

    En agosto del 2000, explora el Ishkoman Valley, en el HinduKush, donde escala por primera vez el Dhiang Peak. Como decostumbre, y fiel a su filosofa, escala en cordadas pequeas yen estilo alpino. En 2002 explora el Tbet y escala el Sepu Kan-gri. En el 2005 volvi a intentar el Melungtse (primer intento enel 2000) junto a Yuri Koshelenko y Nikolay Totmyanin.

    Carlos en julio del 2005, durante la Expedicin Italiana de Alberto Pe-ruffo (www.intraisass.it) al Rakaposhi, saliendo del campo base en elintento de negociar el Glaciar Masot hasta la base del espoln virgenNO de Rakaposhi. Foto: Crista-Lee Mitchell

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    EntrevistaENTREVIST@

    Thaddeus Josephson fotografiado por Carlos Buhler en la cima de Nevado Pucahirca Norte, en la Cordillera Blanca (Per) despus de la primeraascensin por su cara Oeste (ver www.intraisass.it/pucahirca.htm)

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    Entrevista

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    EntrevistaENTREVIST@

    pedicin al K2 precis de un trabajo mucho mas profundo que la

    del Everest. Internamente tambin tuve que pelear mucho ms

    conmigo mismo, intentando alimentar esa motivacin que me

    ayudara a alcanzar mis objetivos. En el K2 permanecimos mu-

    cho ms tiempo que en el Everest, con el consiguiente desgaste

    fsico y mental que ello produce.

    Aparte de la expedicin a la este del Everest, qu expedi-cin recuerdas con mayor cario?

    Antes de poder contestar tal pregunta he de plantearme el con-cepto de cario. Si cario lo identifico con satisfaccin, amistad

    y buenos momentos con mis compaeros de escalada e implica-

    cin en el mundo de la cultura que rodea a la montaa a escalar,

    el resultado es simple: compartir el esfuerzo con los amigos.

    En 1979 en Per, en el Ansangate con Don Anderson, quizs

    fu una de las rutas alpinas ms largas y en la cual lo pasamos

    muy bien. En 1986 en el Kangchenjunga, con Peter Habeler y

    Martn Zabaleta. Trabajamos en equipo hasta el ltimo momen-

    to. Fantstico fue el viaje a Alaska en 1997 realizando la prime-

    ra ascensin del espoln Este del University Peak. Estos sean

    quizs algunos de mis mejores recuerdos, sobre todo por los

    compaeros que tuve, consiguiendo lograr nuestros objetivos y

    poder regresar a casa como buenos amigos.

    Y, cul ha sido la ms importante de tu carrera?

    Cual ha sido la expedicin ms importante de mi carrera pro-

    fesional es muy diferente de aquella que ha influido ms en m

    como realizacin personal. No cabe duda que la primera ascen-

    sin invernal a la cara norte del Mont Temple en las Rocosas

    Canadienses en 1977 fue una escalada increble en ambos sen-

    tidos. Fue una de las primeras invernales realizadas por esca-

    ladores americanos en Canad, y por ello me cre muy buena

    reputacin.

    Esta escalada me abri las puertas para poder ir a escalar alPamir, gracias a un programa de intercambio con escalado-

    res rusos. El comit organizador me eligi de entre otros es-

    caladores gracias a la reputacin ganada en tal escalada al

    Mount Temple. En 1978, el Pamir fue mi primer viaje a las mon-

    taas asiticas as como el primer contacto con los escalado-

    res rusos. La escalada no fue muy satisfactoria a nivel personal,

    pero el acercamiento a los escaladores rusos cre muy buenos

    lazos de amistad. Gracias a tal amistad con los escaladores ru-

    sos tuve la oportunidad de escalar el Dhaulagiri en 1990 y el K2

    en 1996.

    As como otras seis expediciones ms. Algo parecido tambin

    ocurri con los escaladores espaoles en 1977, cuando fui in-

    vitado por los montaeros de Pea Guara a la Cordillera de Vil-canota. Con Lorenzo Ortas escalamos una ruta muy bonita en

    el macizo del Ausangate creando una buena amistad que nos

    llevara a escalar juntos una va nueva en el Baruntse, en 1980.

    Yo era el nico extranjero en aquella expedicin de poner una

    nueva ruta a un monte de 7000 metros. Gracias a esta escala-

    da tuve la oportunidad de ser invitado esta vez a la expedicin

    americana a la cara este del Everest en 1983. Como ves, una

    reaccin en cadena, y que fue abriendo puertas a oportunida-

    des de nuevas expediciones. Las relaciones que he mantenido

    con escaladores espaoles han sido mucho ms intensas y me

    han ayudado ms en mi carrera que aquellas mantenidas con

    escaladores americanos. Creo que estas dos escaladas son las

    que me lanzaron a realizar actividades con escaladores rusos y

    espaoles.

    Dnde crees que se encuentran ahora los autnticos retosdel alpinismo: en la escalada de big walls en altura, en laapertura de vas de la manera ms ligera y rpida posible

    Creo que el futuro del alpinismo descansa en lo desconocido.

    Aquellas montaas o paredes en las cuales la llamada de lo des-

    conocido es palpable es donde el futuro no espera. Por un lado

    la escalada en grandes paredes es ms predecible que aquella

    desarrollada en un terreno ms alpino o de grandes montaas.

    La roca es una sustancia mucho ms predecible. Con una buena

    tcnica y material adecuado podemos prcticamente completar

    nuestro objetivo. Por otro lado, ante un accidente o mal tiem-

    po siempre es ms posible una retirada de una pared rocosa

    que en una gran montaa o pared alpina. El reto de escalar una

    montaa como el Nanga Parbat es mucho mayor que aquel de-

    sarrollado durante la escalada de una ruta en una de las Torres

    del Trango. Pienso que el futuro est en adoptar esas tcnicas

    y virtudes experimentadas durante la escalada en hielo, mixto,roca y grandes paredes y llevarla a esas grandes montaas de

    envergadura y en las cuales ponemos todos nuestros conoci-

    mientos en juego.

    El Changabang fue una escalada muy bonita en una pared enor-

    me en cuanto a envergadura pero sabamos que en cualquier

    momento nos podamos bajar de la pared. Sin embargo, cuan-

    do escalamos la cara noreste del Ama Dablam en estilo alpino

    alcanzamos el punto de no poder darse la vuelta, con las con-

    secuencias que ello conllevaba ante la aparicin de cualquier

    imprevisto.

    Carlos, has escalado mucho con alpinistas rusos, polacos

    qu tienen de especial? qu les hace ser tan duros, y tanbuenos en la montaa? Su concepcin del alpinismo y dela manera de atacar una montaa, crees que se asemejamucho a la tuya?

    El alpinista norteamericano en la pasada edicin del Festival de hielode Ouray, en Colorado. Foto: Jose Carlos Iglesias

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    Entrevista

    En cualquier cultura existen escaladores mas motivados que

    otros. Tipos diferentes. En cada pas la cultura del alpinismo es

    diferente, como por ejemplo en Italia, Espaa, Rusia, etc. En

    cualquier pas encuentras individuos tanto con buenas como con

    malas motivaciones o habilidades a la hora de escalar. No creo

    que los escaladores polacos sean mucho ms diferentes que por

    ejemplo los franceses. Creo que todo se define a partir de cunta

    carne tienes que poner en el asador, es decir, la calidad del pre-

    mio al alcanzar tu objetivo. En algunas culturas, como la rusa por

    ejemplo, si consigues buenos retos alpinsticos, dispondrs de

    una buena reputacin y estatus social. En Espaa o los EstadosUnidos por ejemplo, tal beneficio no es tan notable. De ah la

    motivacin de muchos de esos escaladores rusos por alcanzar

    buenos objetivos. Los escaladores eslovenos, por ejemplo, no

    quiere decir que ellos sean ms fuertes o duros que nosotros,

    pero s quizs mucho ms motivados a la hora de enfrentarse

    a un fuerte objetivo alpinstico. Creo que motivacin es la mejor

    palabra a la hora de definir tales diferencias.

    Mirando tu currculum, parece que slo te tientan los retos,las paredes inescaladas, o la ascensin de montaas porlas vas ms difciles qu tiene que tener una actividad enmontaa, un proyecto, para que te atraiga?

    Pienso que ha disponer de esa esencia del montaismo. Pe-queos grupos de escaladores en lugar de grandes equipos y

    tambin grandes logsticas. Hoy en da el proyecto que ms me

    atrae son las caras norte de algunas paredes del Himalaya, pero

    ahora con mi nuevo beb es un poco ms difcil realizar planes.

    Quin o qu inspira a Carlos Buhler?

    Aprender algo nuevo. Hay mucho riesgo y tal riesgo es justifica-

    ble si hay mucho que aprender. La inspiracin viene de aquellas

    escaladas en las que se aprende algo nuevo.

    Por cierto, tienes muchos amigos en Espaacundo volvers?

    Ahora estoy trabajando con el equipo de E-CLIMB, lo que espe-

    ro que me permita visitar Espaa pronto. Pienso que E-climb es

    un buen equipo, innovador y de buena calidad.

    Entrevista realizada por Jos Carlos Iglesias enGrand Junction, Colorado.

    Ms informacin:

    Los rusos no se salieron con la suya en esta ocasin. Serguey Bo-gomolov tuvo que retirarse junto a sus compaeros espaoles en elManaslu a consecuencia de las psimas condiciones, mientras queJury Koshelenko, Nikolay Totmyanin y el estadounidense Carlos Bu-hler hicieron lo propio en el Melungtse por enfermedad.Retirada rusa en Manaslu y Melungtsewww.barrabes.com/noticias/articulos.asp?id_articulo=4219A la vista de su trayectoria, se intuye lo que la conversacin luego

    confirma: que este escalador estadounidense -y socio del club os-cense Pea Guara- es un ejemplo de tolerancia; slo el poda hacertan buenas migas con los escaladores rusos en plena guerra fra,embarcarse en expediciones a macizos aislados que implican ungrado mximo de convivencia y logstica, y trabajar en equipo comopara completar, por nica vez, la temible cara Este del EverestEntrevista Carlos Buhlerwww.barrabes.com/entrevistas/articulos.asp?id_articulo=3275

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    CLSICAS

    A AMBOS LADOS

    DEL GLLEGOUn cursillo de tcnicaalpina y uno de

    escalada, ascensiones

    en Montserrat todos

    los fines de semana

    y el feliz encuentro

    de un compaero

    de cordada convocacin de hacer

    primeras me llevaron,

    en menos de dos

    aos, a realizar una

    serie de ascensiones

    que eran hechas por

    primera vez por una

    mujer.

    Anglada enseguida mepropuso dar el salto deMontserrat, nuestra es-cuela de escalada, a lasbellas zonas de conglo-merado de la provinciade Huesca, los Mallosde Riglos y los Mallosde Agero, donde ha-ba dos famosas agu-jas que no haban sidoescaladas an por unamujer.

    Texto y fotos: Elisabeth VergsAlpinista, esposa y compaera de escalada y viajes de Jose Manuel Angla-da, cuenta en su curriculum deportivo con numerosas primeras femeninas enMontserrat (Cavall Bernat, y en Riglos, realizadas en una poca en la queapenas haba mujeres en los clubs de montaa, y menos aun realizando aper-turas y primeras ascensiones. En 1.962 abre junto a Anglada y Guillamon LaMitra, en la Sierra de Vadiello (Huesca) y El Camell dels Ecos, La Monja,La Talaia Gran en Montserrat ya slo con su marido. En 1.967 se convierteen la primera mujer que integra una expedicion, cuando parte hacia el Hoggarargelino y realiza, junto a su marido, Abella, Alegre, Plana y Pons las primerasal Eteri-Ouan-Djedoul, Ouessuk, y la cara norte del Tezoulaig Sur.

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    A ambos lados del Gllego

    Durante estos dos primeros aos, escalaba con amigos del Grupo deAlta Montaa del Club Muntanyenc Barcelons y con dos amigas quese apuntaron conmigo al club. Mi primera primera femenina la hicecon una de ellas, Lali Masriera. Escalamos el Cavall Bernat por la vaGAM, y tanto la va como el Cavall, el monolito ms emblemtico deMontserrat, era la primera vez que se ascendan en cordada femenina.Cuando empec a escalar con Josep Manuel Anglada, era el comienzode la apertura de las grandes paredes y de las vas difciles a las agujas.Hicimos las primeras femeninas de la va GAM del Bisbe y la Anglada-Cerd de la Paret de lAeri de Sant Jeroni. Enseguida me propuso darel salto del conglomerado de Montserrat, nuestra escuela de escalada, a

    las bellas zonas de conglomerado de la provincia de Huesca, los Mallosde Riglos y los Mallos de Agero, donde haba dos famosas agujas queno haban sido escaladas an por una mujer.

    Yo conoca la fama de Riglos, la verticalidad de sus paredes y la dificul-tad de sus vas, pero no haba odo nunca hablar de Agero ni de la PeaSola. Lo primero que me contaron fue que la gente de Agero, cuandoqueran dejar sentado con contundencia que una cosa no era posible,decan: Eso ser cuando una mujer se suba a la Pea Sola.

    Con la secreta ilusin de enmendar este imposible salimos de Barcelona,en moto, despus de nuestra media jornada laboral, un sbado de mayode 1962. La aguja, literalmente sola en un extremo de los Mallos, meimpresion. Tan esbelta, tan sola y tan integrada, al mismo tiempo, a lamuralla de roca y al pequeo pueblo que se organiza a sus pies. La va

    haba sido abierta, en 1947, por ngel Sern, Jos Lagns y FernandoMilln. Fue la primera escalada de importancia de la joven Escuela Ara-gonesa de Escalada. Hicimos la onceava ascensin y la primera feme-nina. Una ascensin muy bonita,vertical y atltica, con las mismaspresas redondeadas y clidas deMontserrat. Una gran experienciala de sentirme en la soledad de lavertical y sobre un pueblo habita-do, tan cerca y tan lejos a la vez dela comunidad humana.

    No pudimos saber de primera mano la reaccin de la gente de Agerodespus de haber escalado su pea Sola imposible para una mujer, nosmarchamos corriendo, porque trescientos cincuenta kilmetros de las

    carreteras difciles de la poca, unas horas de descanso y una escaladalarga, ocupaban al completo un fin de semana de un da y medio.Unas semanas ms tarde, el diecisiete de junio de 1962, estbamos alotro lado del Gllego, en Riglos, al pie del Mallo Pisn.

    Esta vez en el pueblo se saba que bamos a intentar la primera femeninaal Puro, porque la tarde anterior habamos pasado por el bar del clebredon Justo para hacrselo saber, y para recibir las recomendaciones quesola hacer a los escaladores.Tres largos de cuerda hasta la cueva, otros dos peleando por desplomesy chimeneas hasta el pequeo collado, el punto donde la aguja se separasesenta metros del Mallo Pisn y se eleva otros ochenta en busca delcielo. Ciertamente, un pequeo puro en una mano gigante. Le damosla vuelta para seguir la va, que discurre por la arista sur y volvemos atener a la vista el pueblo de Riglos. Otra vez la experiencia de la soledadde la pared y el hilo sutil de imgenes y sonidos que nos une a la genteque va y viene a nuestros pies. Toque de campanas: los vecinos acudenal lado de la iglesia, asisten a misa y vuelven a salir al sol radiante deesta calurosa maana de primavera. Se forman corros, se deshacen, ylas diminutas figuras se pierden por las callejuelas que se adivinan entrelas paredes encaladas y los tejados pardos.Nos elevamos poco a poco por la arista del Puro. Escogemos con pre-caucin las presas, unas son lisas y fcilmente resbalosas y quebradizas;otras -las escogidas-, tienen el apreciado tacto spero que retiene confuerza los dedos y el calzado de escalada. Son cantos rodados que llega-ron hasta aqu arrastrados por los torrentes que bajaban de los Pirineoshace treinta millones de aos. Agradecemos el soplo divino que dioinicio al recorrido de estos guijarros, que se amontonaron en este lugary formaron la pudinga que ms tarde model la lluvia y el viento y se

    convirti en las bellas esculturas por las que nos encaramamos.

    la gente de Age-ro, cuando querandejar sentado con

    contundencia que unacosa no era posi-

    ble, decan: Eso sercuando una mujer se

    suba a la Pea Sola. Encordamiento al pie de la pared cuando empec a escalar an faltaban bas-tantes aos para que se desarrollase el arns confortable y seguro que cono-cemos ahora.

    Rpel Puro. Los cuarenta metros desplomados del ltimo rpel del Puro eranun espectculo muy apreciado por los nios de Riglos.

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    A ambos lados del GllegoCLSICAS

    Desde la pequea cumbre participamos del privilegio de los buitres quenos sobrevuelan: contemplamos la tierra desde lo alto, vemos el puebloy el valle, el Gllego y la va del tren y los campos de cultivos orde-nados y frtiles, y el Fir y el Mallo Pisn que se eleva, enorme, porencima de nosotros.Al pie de la va nos esperan un grupo de nios que contemplan asom-brados el espectculo del ltimo rpel, un vuelo de cuarenta metros muylejos de la pared. Cuando llegamos abajo se ponen los arneses y loscascos, y nos ayudan a acarrear las cuerdas hasta la moto.Hicimos la ascensin nmero veintisis y la primera femenina de la vaque Ernesto Rabad, Manuel Bescs y ngel Lpez abrieron en 1953.

    Los nueve aos transcurridos sin que una mujer escalase el Puro, la agu-ja estrella de los Mallos de Riglos, y los quince aos que se considerimposible la escalada femenina a la pea Sola de Agero, nos cuentan elprofundo vaco de nombres de mujer en la escalada de la poca. Todaslas que escalbamos nos conocamos, o sabamos quienes ramos. Apartir de una cierta dificultad, todas las ascensiones que hacamos eranprimeras femeninas.

    Yo empec a escalar con el impulso y la ilusin del que se inicia enel aprendizaje de una actividad creativa y fascinante, que implica laaceptacin de un riesgo que hay que aprender a controlar, que exigevoluntad y esfuerzo continuado para estar en forma, y tambin sacrifi-cio, porque es dura y est sujeta a los elementos, y cuando las cosas setuercen hay que aguantar hasta llegar al suelo.Con las primeras femeninas, al cctel impulsor se agregaron unas gotas

    de ambicin -haba que llegar a tiempo y no perder de vista las primerasque se iban abriendo-, y a medida que iba realizando las primeras seaadi una mezcla contradictoriade satisfaccin y discrecin, por-que para algunos sectores de mientorno, fuera de la montaa, miactividad desafiaba las normas, ydentro de ella, para los expertos

    que me rodeaban, una primera fe-menina no era mucho ms que undetalle simptico. Pero tambinfui viendo que me conferan uncierto prestigio y que me ganabanel reconocimiento del grupo.Comparta con los escaladores laalegra de vivir en espacios abiertos, en un ambiente de salud y cama-radera. Con Anglada me mova entre los mejores, y en el roce con losgrandes aprend a conocer el abismo entre ser y parecer. Adquira laconciencia de la libertad del cuerpo en la danza vertical y de ella dedu-

    ca la necesidad de la libertad interior: situaciones que hasta el momen-to me haban preocupado dejaron de tener importancia; el estudio delriesgo para actuar con seguridad relativizaba otros aspectos de la vida yme permita ver las cosas desde una distancia para incorporar una nuevavisin del mundo.

    El juego se convirti en mucho ms que una aficin, era una manerade vivir que abrazaba todos los aspectos de la vida. Obtener agua deun grifo despus de pasar das cubierta de polvo, apreciar el regalo delconfort despus de las incomodidades, prestar atencin a los pequeosdetalles de seguridad, ampliaba la atencin a todos los detalles y a todoslos proyectos, y me haca ver que todo proyecto era importante, fuesegrande o pequeo. De no ser as, slo estara justificado un escalador, elmejor, el de ms arriba en la pirmide del virtuosismo.

    Recordar estas primeras femeninas despus de tantos aos, me ha lle-vado a pensar que lo ms importante que se puede sacar de ellas es lareflexin sobre su valor. Entre los dos polos de lo que di y lo que recibal efectuarlas, debe estar lo que tiene algn significado para el intersgeneral: porqu se empezaron a registrar las primeras femeninas, dequ sirven, qu aportan a la mujer que las realiza, a las dems mujeres,a la escalada, a la sociedad. Qu representan a nivel humano, deportivo,social.

    Comparta con los es-caladores la alegra devivir en espacios abier-tos, en un ambiente de

    salud y camaradera.

    Con Anglada me mo-va entre los mejores,y en el roce con los

    grandes aprend a co-nocer el abismo entre

    ser y parecer.

    Con Anglada y Guillamn en la primera ascensin a la Mitra de Vadiello. A los dos aos de escalar, Anglada me propusodos primeras femeninas en el conglomerado de Huesca, la pea Sola y el Puro, una a cada lado del Gllego.

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    A ambos lados del Gllego

    Riglos desde el Puro. Una experiencia poco comn en escalada: la soledad de la vertical y un hilo de imgenes y sonidosque mantienen la unin con la comunidad humana, tan cerca y tan lejos al mismo tiempo.

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    A ambos lados del GllegoCLSICAS

    Guillamn y Pons, delante de nosotros, hicieron la ascensin veinticinco, Anglada y yo la veintisis. Un grupo de niosnos esperaban al pie del rpel, y nos ayudaron a cargar las cuerdas hasta las motos.

    En el reino de los Mallos encontr las mismas presas clidas y redondeadas de Montserrat.

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    A ambos lados del GllegoCLSICAS

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    La reflexin y las notas para este artculo me han acompaado a unafiesta en el Himalaya, a la celebracin de los diez aos de vida de la em-presa de turismo y trekking de un amigo indio. Un bello campamentode treinta tiendas en Bijli Mahadev, en el Himalchal Pradesh, con unaorganizacin perfecta y un tiempo magnfico que nos ha permitido con-templar, todos los das y a todas horas, la barrera de cumbres nevadasque nos separan del Zanskar y del Laddak, que hacia el este y el oestese prolonga en los dos mil quinientos kilmetros de la cordillera delHimalaya, el macizo que ha sido escenario de tantos esfuerzos y am-biciones, de tantas bajas dolorosas y de los xitos clamorosos que hanllegado a todos los rincones del mundo. Aqu cada uno quiere alcanzarsu sueo: cada nacin ha querido obtener su ochomil y cada alpinistasu primera; cada repetidor ha anunciado pblicamente su primera na-cional, o regional, o de su pueblo; cada mujer su primera femenina,

    mundial o nacional.En el camino de vuelta a Manali, tres mujeres jvenes, independientes,profesionales del turismo, invitadas a la fiesta de la familia Makhija,aceptan reflexionar conmigo y recorremos la historia de las mujeres enel alpinismo, al que llegaron con los primeros y despus fueron apar-tadas en nombre de su feminidad y de su salud y para la proteccinde la moral; y recordamos el testimonio de Junko Tabei, que cuenta lainfluencia que tuvo en la autoestima y el respeto hacia las mujeres delJapn que fuese una japonesa la primera en pisar el techo del mundo; ycon estos datos, en algn lugar entre Chandigarh y Delhi, coincidimosen ver que la presencia de la mujer en la escalada trasciende lo depor-tivo y tiene implicaciones en lo humano y lo social, si, porque dar aconocer unas primeras hace visible un punto de referencia y hace quese convierta en normal esta presencia, ayuda a romper barreras sicol-gicas que estuvieron anidadas durante aos en la mentalidad colectiva

    de hombres y mujeres, abre un camino que puede ser seguido por otrasmujeres y florece la libertad de decidir, para todas, sean de carcterfuerte o jvenes inseguras, que pueden as realizarse en una actividadque les gusta sin tenerse que imponer y sin que se lo prohban, y no hayduda que ste es un paso hacia una convivencia armnica, un paso mshacia la igualdad y el compartir en el largo camino hacia la humaniza-cin completa.

    Gracias Eva, Sonia y Mara Jos.

    Ms informacin:

    Bellefon, Guillamn y Sarthou haciendo vivac en la plataformaque bautizaron como Plaza Catalua, durante su primer intentode apertura de una nueva va al Tozal del Mallo, en Ordesa, a

    mediados de abril de 1960.Cuadernos Tcnicos n 22 Grandes Clsicas: Tozal del Mallo:Una escalada internacionalwww.barrabes.com/cuadernos/indicen22.asp

    La primera ascensin el 17 de julio de 1958 por F. Guillamn yJ.M. Anglada.Esta ascensin ostenta la primaca de longitud de los Mallos. Ele-vndose por la parte ms dilatada del Mallo y jalonada por unagran travesa, totaliza ms de 400 metros de escalada.

    Cuadernos Tcnicos n 16 Grandes Clsicas: Va Anglada-Guillamn al Mallo Pisnwww.barrabes.com/cuadernos/indicen16.asp

    Las primeras femeninas representaban una aventura: una cierta exploracinde la escalada de dificultad y de mis posibilidades.

    Eli Vergs en Riglos, en el cincuenta aniversario de la primera ascensin alPuro junto a ngel Sern, uno de los escaladores que hicieron la primera as-censin a la Pea Sola.

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    temaaamamam

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    MONTAAS CON HISTORIA

    Moncayofaro de Castilla y Aragn

    La Sierra del Moncayo, ubicada en el sector central de la Cordillera Ibrica, a caballo entre las cuencas del Duero y el Ebro, hace de frontera natural entre las Co-munidades Autnomas de Aragn y Castilla-Len, alcanzando su mxima cota en la cumbre del Moncayo o Pico San Miguel, de 2.315 metros de altura.

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    Sierra de Guadarrama

    San Sebastin, 1976. Es periodista y ha publicadodiversos libros de viaje: Los stanos del mundo(editorial Elea, un recorrido por las depresiones msprofundas del planeta), El testamento del chacal(editorial Laertes, crnica de un viaje por Yibuti), y Pa-lestina, ombligo del mundo (editorial Saur). Tambin

    ha ganado el premio Marca de literatura deportiva con Plomo en los bolsillos(editorial Pearson, una recopilacin de historias del Tour de Francia).

    Texto: Ander Izagirre

    Fotos: Ignacio Ferrando

    Resulta

    imposible

    confundir el

    Moncayo con

    otros montes: es

    una gran mole

    solitaria que

    se alza sobre

    las planicies

    de Soria y

    Zaragoza, un

    hito que se

    divisa tambindesde las tierras

    riojanas y

    desde la Ribera

    navarra, incluso

    desde los

    Pirineos en los

    das ms claros.

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    MoncayoMONTAAS CON HISTORIA

    Es tierra de barran-

    cos, pozos, cuevas

    y simas, de manan-

    tiales y rincones

    frescos

    La cumbre principal del Moncayo, llamada San Mi-guel, alcanza los 2.316 metros y est flanqueada porotras cimas inferiores como las Peas de Herrera(unos preciosos torreones de piedra sobrevolados porbuitres) o La Muela y El Morrn (dos cumbres que seunen para formar una meseta, mirador espectacularsobre el macizo del Moncayo y las tierras sorianas).A pesar de su aislamiento, forma parte del conjuntode sierras y depresiones del Sistema Ibrico, y ade-ms constituye su punto ms alto.

    El Moncayo, barrera entre Castilla y Aragn, tam-bin divide aguas: unas caen a la cuenca del Dueroy otras a la del Ebro. El ro Araviana nace cerca delpueblo soriano de Beratn y fluye manso hacia elDuero, por la llanura abierta de lvega. En el mismopunto de la sierra brota el Isuela, pero ste cae ha-cia la otra vertiente, se encaja en surcos profundos ydesemboca en el Jaln, tributario del Ebro. Tambinaportan sus aguas al Ebro los ros Queiles y Huecha,hijos del Moncayo, despus de trazar dos pinceladasverdes en las tierras secas de Tarazona y Borja.

    Ya se ve que el Moncayo tambin divide dos paisa-jes distintos. Por un lado, la meseta soriana (a unos1.400 metros de altitud), las llanuras desnudas degreda y lvega, tierras de cereales y horizontes de360 grados. Por otro, el piedemonte aragons (a unos1.000 metros), un terreno ms accidentado que caehacia la depresin del Ebro. Es tierra de barrancos,pozos, cuevas y simas, de manantiales y rinconesfrescos, de relieves tabulares como la Muela de Bor-ja, de pinares y encinares montanos, de almendros yolivos, de huertas, praderas y cultivos, que luego sevan rindiendo a las llanuras de cereal y a las planiciessemiridas cercanas al Ebro. Si queremos explorar

    la sierra, un buen punto de partida es el Santuariode la Virgen del Moncayo, situado a 1.620 metrosde altitud, al final de una carretera que trepa por lasfaldas de la montaa. La ascensin hasta esa iglesiase saborea mejor a pie, en un paseo de hora y cuartoque arranca en el Campamento Dehesa del Moncayo,accesible por carretera desde Veruela: la caminatapor el Parque Natural recorre primero un sotobosquede jaras, zarzamoras, acebos y espinos, luego prados,pinares y zonas de robles, pasa por el refugio delCentro Excursionista Moncayo, atraviesa hayedos,ms pinares, las ruinas de la ermita de Santa Luca,y acaba en el Santuario. Desde all se contempla unapanormica excelente del valle del Ebro, y a veces alfondo se asoman las cumbres pirenaicas.

    No se conoce la fecha en la que se levant el Santua-rio, pero hay noticias de l ya en el ao 1260. Todoslos aos acoge las peregrinaciones de la comarca: elltimo sbado de junio (cuando se abre el Santuario)y el ltimo de agosto (cuando se cierra), y especial-mente el primer domingo de julio (cuando se celebrala romera del Quililay, en la que los vecinos y las

    autoridades de Tarazona y alrededores suben parahonrar a la Virgen del Moncayo). La ermita tena unbello retablo renacentista, que se traslad al museoArrese de Corella (Navarra).

    En los alrededores del Santuario comienza el caminopara escalar hasta los 2.316 metros de la cumbre deSan Miguel. A partir de la fuente de San Gaudioso,el sendero recorre los paisajes variados y espectacu-lares del Moncayo: primero atraviesa zonas de ma-torrales y arbustos, luego asciende en lazadas por unbosque de pinos, y por fin se asoma a las laderas msaltas y descarnadas, de pizarras y areniscas.

    La gran riqueza faunstica, botnica y paisajstica de la vertiente norte del Moncayo hizo que en 1978 fueran protegidas

    1.300 hectreas de territorio con la declaracin de Parque Natural, que fueron ampliadas posteriormente a casi 10.000.

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    Sierra de Guadarrama

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    MoncayoMONTAAS CON HISTORIA

    A partir de la fuente

    de San Gaudioso, el

    sendero recorre los

    paisajes variados y

    espectaculares del

    Moncayo, desde ma-

    torrales y arbustos

    hasta las laderasms altas y descar-

    nadas, de pizarras y

    areniscas. .

    La ruta pasa por circos glaciares como el Pozo deSan Miguel (o Circo de Cucharn) y el de San Gau-dioso, que junto con un tercer circo que se halla al piedel pico de Lobera (2.226 metros) dejan testimoniode cmo el hielo model las formas de este macizohace miles de aos.

    En invierno, cuando la nieve cubre la montaa du-rante meses, es posible subir por las zonas ms es-carpadas de los circos, pero hay que extremar lasprecauciones: a pesar de que el Moncayo parezcauna ascensin sencilla, algunas laderas se convier-ten en peligrosos toboganes de hielo, y tambin hayque tener en cuenta (incluso en verano) la aparicinrepentina de nieblas, vendavales y tormentas que handado ms de un susto a muchos montaeros.

    Desde la cima, a la que tambin se puede llegar des-de el vecino Collado de Castilla (a 1.970 metros,situado entre la cima del Moncayo y la Pea Negri-lla), se disfruta de una vista asombrosa sobre una re-

    gin inmensa: las sierras riojanas, la depresin delEbro y los brillos de este ro en Tudela, las nievesdel Pirineo... Ms cerca se aprecian las gargantas delQueiles, los mallos en los que abundan los buitres,los pueblos arrimados a la ladera (Litago, Litunigo,San Martn) con sus huertas y cultivos, los barran-cos de Morana y Horcajuelo (donde nace el Huecha,que riega las vegas de An, Alcal y Vera, y dondelos acebos de frutos rojos componen unas estampaspreciosas cuando estn nevados), el monasterio deVeruela, las torres de Tarazona, la Muela de Borjay el campo vincola que se extiende a sus pies, lasllanuras sorianas...El Moncayo modela el carcter de la regin. Da ri-quezas y enciende temores: reparte aguas para regarhortalizas y cereales, pero tambin sopla vientos g-lidos que en invierno azotan el valle. Cobija devo-ciones, ofrece paseos y paisajes, y se yergue comoun gran faro en mitad de la llanura, cuando arde conla luz de los atardeceres o cuando brillan las nievesduraderas.

    Desde la cumbre del Moncayo podremos disfrutar de un horizonte infinito. Su ubicacin permite que podamos contemplar,

    en primer trmino, las tierras del valle de Somontano y las sierras ibricas zaragozanas, para despus mirar hacia las

    altas tierras sorianas y la ribera de Navarra y, ya lejos, los lejanos macizos pirenaicos

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    MoncayoMONTAAS CON HISTORIA

    El monte San Milln se levanta airoso sobre los de-ms picos de la sierra de la Demanda, con sus 2.131metros que marcan la cumbre ms elevada de Bur-gos. Se halla situada en el bloque noroccidental delsistema Ibrico que, entre las provincias de Burgos yLa Rioja, divide las cuencas del Duero y del Ebro.Acompaan a San Milln los otros dos ncleos mon-taosos ms elevados de la sierra de la Demanda:Mencilla y Neila. Todos forjados de pizarras, esquis-tos y cuarcitas que se remontan al Paleozoico: de losms antiguos de la Pennsula. Pero no slo la rocahabla de la antigedad de San Milln. Lo que la mi-rada cubre desde su cima es una autntica rareza bio-lgica: un mundo eurosiberiano incrustado en tierrapredominantemente seca y mediterrnea.La excepcin que San Milln es comienza por susrboles nrdicos: extensiones de rebollares, umbroshayedos, selvas de pino albar, flexibles abedules,acebos, tejos perennes y dehesas de robles. Lobos,corzos, ciervos, gatos monteses, lirones grises, tejo-nes, nutrias y el desmn del Pirineo son los habitan-tes de estos bosques. Y en los cielos, guilas reales,calzadas y culebreras, azores, gavilanes, halconesabejeros, bhos reales, perdices pardillas, carbonerosy agateadores norteos. Aves y mamferos que sabenvivir en las duras condiciones climticas de esta sie-rra, donde la nieve apenas abandona la cumbre.El fro que casi quema no logra ocultar el parque ju-rsico que los alrededores de San Milln fueron hace160 millones de aos: un delta cubierto por un bos-que tropical de helechos gigantes, en el que rondabanlos dinosaurios. Sus huellas han quedado fosilizadasen los cercanos yacimientos de Regumiel de la Sie-rra, Revenga, Salas de los Infantes y los Mambrillas

    de Lara. Junto a ellos y con fecha de 130 millonesde aos ha, los restos fsiles de varios rboles: an-giospermas, quercus y palmoxiylon, que componenel conjunto mayor descubierto en Europa.Si San Milln tiene un esplendor aparte del paisajsti-co es el de la memoria. Desde un tiempo que se hun-de en la oscuridad de la Alta Edad Media, tres fueronlos pilares de la riqueza de la zona: la trashumancia

    de las ovejas merinas, protegida por la poderossimainstitucin de la Mesta; los carreteros que recorranlas rutas; y el trabajo forestal. Esto, unido al influjodel vecino monasterio de Santo Domingo de Silos yel cercano Camino de Santiago dio lugar a un acervocultural popular difcilmente igualable.En Quintanar de la Sierra, horadadas como agujerosde gusanos en piedra, se encuentran las tumbas quecomponen el ms importante conjunto de necrpo-lis y eremitorios altomedievales de Europa. Son 166tumbas, 13 nichos y una iglesia del siglo X excava-dos en la roca y entre los pinos albares. Un verdaderotesoro arqueolgico. Una visin sobrecogedora: al-gunos nichos poseen una clara forma humana.Los vestigios medievales no se reducen a unas tum-bas vacas. Se levantan en forma de prticos labradospor la mano, probablemente, de los maestros silentes.Son los prticos de Jaramilla de la Fuente, Pineda dela Sierra y las galeras de Vizcanos. Y muy cerca,las iglesias romnicas de Neila y San Milln de Lara,un templo que posee elementos del siglo VI, del artehispanovisigodo.Otra seal que los aos no han podido borrar en estatierra de tempo pausado es la ascendencia vasca delos cristianos que, en el siglo XI, se trasladaron aqupara repoblar las tierras arrebatadas a los moros. Lostopnimos cercanos a San Milln -Urrez, Uzquiza,Ezquerra, Alarcia o Vizcanos- o el de la propia sierrade Urbin dos aguas- lo delatan.As, los elegantes arcos de piedra, la trashumanciay los caminos abiertos para que los serranos trans-portaran con carretas la ferrera y la produccin demadera de pino han marcado un paisaje trabajado porel tiempo y por la mano terca del hombre.

    El paisaje, sin embargo, es el que gana en vrtigogracias a los caones y pendientes verticales que, porla erosin glacial, recortan todos los montes de la sie-rra, llegando a alcanzar los 900 metros. El del pico deSan Milln no es una excepcin. Ms arriba de suslagos glaciares, justo antes de llegar a la cumbre, seeleva un paredn que parece enfatizar su altura y sutiempo.

    San Milln, un monte de excepciones

    La ascensin de este solitario gigante representa una excelente oportunidad para conocer el que es, con toda probabi-

    lidad, el enclave ms espectacular del Sistema Ibrico aragons: su punto ms alto, elevado majestuosamente sobre

    tierras de leyenda y misticismo.

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    Acrcate.Cueste lo que cueste.

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    Mark Synnott, Greg Child, Kevin Thaw, Jimmy ChiPitcairn Island. Fotos: Jimmy Ch

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    TCNICA Y PRCTICA

    PATAGONIA EXPEDITION RACE 2006TRUCOS, Y RECOMENDACIONES PARA SALIR BIEN PARADO

    (o ganar!) EN EL RAID MS DURO DEL MUNDO

    Haban pasado 9 das y llegbamos al amanecer al punto decontrol- cambio donde nos esperaban las bicis despus decaminar toda la noche por la costa entre playas y acantilados.La alegra era compartida con la gente de la organizacin. To-mamos t caliente, comimos algo y despus de calentarnos unpoco en una hoguera empezamos a pedalear. El viento sopla-ba a favor y luca el sol. La sensacin de pedalear despus detanto trekking era maravillosa. Empezamos a disfrutar de todo,de la carrera, del entorno, hacamos balance, sensaciones dif-ciles de explicar, tienes un nudo en el estmago, recuerdas loque has pasado, las situaciones difciles, te viene a la memoriatu familia, la gente cercana, los que confan en nosotros, losaficionados, la gente que desde cualquier parte del mundo teha enviado su energa y que gracias a ellos, a todos los queda a da nos han seguido, este final ha sido posible, sin suapoyo nada hubiera sido posible, gracias en nombre de todoel Team Buff Espaa.

    En 1997 comenz a interesarse enserio por los raids y ahora, tras cincoaos disputando pruebas del circuitomundial (Salomon X-Adventure,Raid Gauloises) y del nacional (tresRaiverd, dos aos en la Transguada-rrama, Alpujarra, Copa de Espaa,Maestrazgo, Limite Rural, etc), yde alzarse con numerosos podiums,y primeras posiciones en todos losrankings, su actividad no ha hechoms que intensificarse. Miembro delEquipo Buff, acaban de disputar losraids de Calamocha y Gredos en losque han terminado, respectivamen-te, en el primer y segundo puesto.Entre sus objetivos para esta prximatemporada de raids son las compe-ticiones de la Liga nacional, la Copade Espaa y el Corsica Raid, paralas que se prepara, adems de conel entrenamiento especfico para ello,acudiendo a carreras de orientacin,de btt, de montaa...

    Asesor: Chemari Bustillo

    El equipo espaolse apunt el triunfo en la Patagonia Expedition Race, tras800 kilmetros de carrera y nueve das non-stop.

    Desde dentro

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    Patagonia Expedition Race 2006

    El raid ms austral del planeta puso a prueba durante 800 km de reco-rrido la resistencia y experiencia de Javier Rodrguez, Juanjo Alonso,Chemari Bustillo y Ann Meidinger. Tuvieron que emplearse a fondoen las 8 secciones que combinaban, al ms puro estilo non-stop bicide montaa, trekking y kayak. Desde la Baha Posesin hacia el oeste,cruzando el seno Skyring, la isla Riesco y el seno Otway llegaron a ladesembocadura del ro San Pedro en el estrecho de Magallanes. Peda-leando, cubrieron el ltimo tramo hacia la meta en la ciudad de PuntaArenas, que recibi con los brazos abiertos en honor de multitudes al

    equipo espaol. La lluvia y los fuertes vientos fueron protagonistas, yendurecieron an ms la prueba.

    Sensaciones en la lnea de metHa sido la carrera ms salvaje y extrema que hemos corrido nunca. Es-tamos muy emocionados, hemos hecho una buena carrera, hemos con-seguido el mejor resultado y tenemos satisfaccin plena entre nosotros.El da a da ha sido muy duro por el tiempo.

    Las heridas en los pies, las tendinitis, los precarios descansos y la ali-mentacin en carrera nos recordaban constantemente los placeres co-tidianos que al final ansibamos. Es maravilloso, llegar a meta en pri-mera posicin y dejar atrs en el recuerdo tantas y tantas ancdotas,momentos vividos juntos que jams se borrarn de nuestro archivo

    Ganar el Patagonia Expedition Race 2006 ha sido muy especial, el me-jor resultado que podamos soar. Hemos llegado a casa con la satis-faccin fruto del rendimiento en equipo, de la convivencia perfecta, delbuen feeling entre nosotros y con la gente de all.

    El raid nos ha sorprendido, slo terminarlo es un xito. Es una pruebaespecial, distinta, como las de antes, donde no slo prima lo deportivo.Con esencia de aventura y un toque de expedicin, trazados salvajes yzonas vrgenes, completamente aisladas.

    Los preparativosDespus de haber sido seleccionados empezamos a pensar en el raid dosmeses antes. Recogimos toda la informacin posible acerca de la geo-

    grafa, el clima, la fauna y flora de la zona. El contacto con la organi-zacin para planificar la carrera es fundamental. Nos advirtieron que seencargaran de la asistencia, nos dieron informacin sobre la dinmicadel raid, disciplinas y distancias aproximadas.

    Adems de todo lo obligatorio tambin nos aconsejaron llevar deter-minadas cosas de material. Como casi todas las organizaciones, sonreacios a dar muchos detalles, siempre piensan que pueden estar favo-recindote.

    Todas las fuentes de informacin coincidan en el carcter de expedi-cin del raid. Hablaban que encontraramos sitios recnditos, espaciosnaturales aislados, muy poco poblados. Nos dijeron que los trekkingdefiniran la clasificacin y que pasaramos hambre. Tendramos queprestar atencin a los cambios de tiempo en las secciones de kayak.

    Nos recomendaron usar los cursos de los ros no slo como referenciapara orientarnos sino para avanzar por ellos porque el bosque es muyespeso. Nos comentaron tambin aspectos relacionados con la dinmicapropia del da a da en la carrera.

    La ruta que sigue la carrera tiene caractersticas de travesa: no se repiteningn Punto de Control y no hay vuelta atrs.

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    Patagonia Expedition Race 2006TCNICA Y PRCTICA

    El materialLlevaramos el material imprescindible, lo ms til, ligero y resistenteposible. Hay parte que es obligatorio por persona y otro por equipo.Encontramos la forma de conseguir all muchas cosas.

    Hicimos un listado detallado del material que necesitaramos por acti-vidades. La ropa era polivalente, la usaramos en la mayora de las sec-ciones. Sin ningn lujo, dos mallas largas, dos camisetas cortas, otrasdos largas trmicas, una chaqueta windstopper y una impermeable y

    transpirable, durante el da usaramos siempre lo mismo, excepto en loskayak que nos pondramos el neopreno, y por la noche la ropa seca. Conuna prenda de cada sera suficiente, slo duplicamos lo imprescindiblepara ponernos cuando parramos a dormir.

    Preparacin fsicaDedicamos unas 10 semanas a preparar el cuerpo trabajando la fuerza-resistencia en el gimnasio. No hay muchos secretos, se trata de acumu-lar desnivel y kilmetros en bici y a pie por terreno variado. Hicimosalguna salida larga de fin de semana sin parar para ir haciendo un pocoel cuerpo y el coco. El remo era lo que peor llevbamos.

    Las primeras impresiones.

    Contacto con la zona, la organizacin y con los otros equipos.El primer contacto fue impactante, del fro invernal propio del mes defebrero a temperaturas agradables en la otra esquina del mundo. Desde

    el aeropuerto la organizacin nos traslad al hotel en Punta Arenas, nosacogieron con los brazos abiertos. En la presentacin oficial conecta-mos con el resto de equipos y empezamos con las quinielas.

    Las verificaciones tcnicasPor un lado hay que pasar el chequeo del material obligatorio, y con-firmar que cumple los requisitos. Despus cada equipo debe mostrar alos controladores tcnicos que todos conocen y se desenvuelven consoltura en las maniobras con cuerdas y en los autorescates en kayak sinayuda externa en caso de vuelco.

    El breafingDesvelaron todos los secretos y nos entregaron la documentacin tc-nica, mapas y road book. Nos dimos cuenta que nos esperaba un raiddiferente. Era llamativo que slo haba ocho secciones y que en ellasno haba puntos de paso obligatorios, slo recomendaciones en el roadbook. Los tiempos estimados en los trekking para los primeros equiposeran muy amplios. Luego descubriramos el porqu, y es que pasara-mos por bosques muy cerrados de vegetacin y sin caminos, en los queel avance sera muy lento.

    Anlisis de documentacin tcnica.Los mapas eran fotos de satlite a escala 1:100000 con curvas de nivel

    y equidistancia 100 metros. Esto es otro sntoma ms del carcter aven-turero y salvaje del raid. Lo nico claro eran los valles, las cumbres,algunos collados y los lagos. El road-book marcaba con coordenadas

    Los equipos han de avanzar durante da y noche a travs de una amplia

    variedad de climas y paisajes.

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    Patagonia Expedition Race 2006TCNICA Y PRCTICA

    determinados puntos que eran claves para un avance correcto. El GPSestaba prohibido. Marcamos la ruta y acordamos que sera importante irleyendo el road-book, prestando atencin y confirmando el avance conlas grandes referencias del terreno. Los cauces de los ros seran buenoscompaeros de viaje, no sabamos si directamente o no, pero tenamosclaro que nos sacaran del bosque.

    Planteamiento y estrategia de carrera.Definimos una estrategia arriesgada al principio para intentar tomar po-

    siciones delanteras, y conservadora al final porque la comida sera esca-sa, las fuerzas estaran muy justas y podamos perder la concentracin ycometer errores de orientacin. Los primeros das habra que emplearsea fondo para intentar distanciarnos todo lo posible.Decidimos empalmar las dos primeras secciones, al final del trekkingdescansaramos, calculamos emplear unas 35 horas. Saldramos en loskayaks antes del cierre y remaramos hasta que anocheciera. Al da si-guiente, por la noche, llegaramos al cambio. All descansaramos denuevo, llenaramos el estmago y al amanecer saldramos al trekking.A partir de aqu decidimos tomar decisiones sobre la marcha. La clavedel raid la marcamos en el ltimo trekking, haba que llegar bien posi-cionados y con fuerzas.

    El apartado fsico

    Para no tener problemas, habra que cuidar las cadas, los tropiezos ton-tos y las torceduras de tobillo por ir despistado. Las sobrecargas muscu-lares afectaran a los tendones que seguro se inflamaran, pero cundo,cunto y dnde era una incgnita. Con antiinflamatorios soportaramosen lo posible los dolores.

    No haramos ni un slo esfuerzo de ms. Las apariciones repentinas debuenas sensaciones las derivaramos en forma de positivismo mental.Todo el material comn lo repartiramos entre los chicos, y las ayudasde unos a otros en el momento preciso sin alardes, sin galones.

    La logsticaLa organizacin transportara bolsas de comida y de material por sepa-rado. En total fueron 6 bolsas de comida, 1 para el material de bici yotra para el de remo. Los calcetines de recambio y alguna camiseta tr-mica o malla de emergencia lo dejaramos en las bolsas de comida. Nohaba que olvidar meter algunos medicamentos como antiinflamatorios,antidiarreicos, aspirinas, apsitos Compeed-, desinfectantes, yodo yesparadrapo.

    Haba que hacer una buena distribucin de la comida, mezclando encada bolsa comida tradicional, barritas, geles y polvos energticos,liofilizados y carne seca de caballo y vaca. Para cocinar usaramos elpequeo hornillo que llevamos en carrera. Haba que tener en cuentaque al final de cada seccin no slo tendramos que repostar sino que,adems, en las bolsas debera haber suficiente alimento para llevarnosa la siguiente seccin.

    La carreraSecciones:

    1.Baha Posesin Ro Rubens / Bicicleta de montaa / 233 km

    2.Ro Rubens Seno Obstruccin / Trekking / 63 km

    3.Seno Obstruccin Seno Skyring / Kayak de mar / 144 km

    4.Seno Skyring Seno Otway / Trekking / 66 km

    5.Seno Otway Fiordo Silva Palma / Kayak de mar / 50 km

    6.Fiordo Silva Palma Rio San Pedro / Trekking / 112 km

    7.Rio San Pedro Punta Arenas / Bicicleta de montaa / 65 km

    Siete secciones sin puntos de control intermedios, siete pruebas durasy exigentes con unas caractersticas muy particulares que permitan acada equipo decidir la ruta a su criterio; eso s, prestando atencin a losrumbos, referencias de paso y distancias que marcaba el road book.

    En la Patagonia Expedition Race se cruzan extensas planicies esteparias, los bosques ms australes del planeta, lagos, ros, canales y el extremo meridional dela Cordillera de los Andes, en la singular Cordillera de Darwin.

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    Desde la Baha Posesin hasta la desembocadura del ro San Pedro, en el estrecho de Magallanes, Javier Rodrguez, Juanjo Alonso, Chemari Bustillo y AnnMeidinger combinaron la bicicleta, el trekking y el kayak para lograr su primer triunfo del ao en la meta de la ciudad chilena de Punta Arenas.

    Es muy importante la planificacin en este tipo de competiciones, en los que la resistencia aerbica es la base fundamental. La sucesin de diferentes sectores,adems, hace de este deporte un mosaico de especialidades para las que hay que prepararse de forma adecuada.

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    Una borrasca hizo suspender el primer tramo de kayak. Salimos peda-leando desde la Baha Posesin hacia el oeste con fuertes vientos encontra que llegaron a los 120 km/h y nos situamos en primera posicincon una leve diferencia sobre los americanos que aumentamos en eltrekking hasta el seno Skyring. Superamos con los kayaks sin dificulta-des los pasos legendarios de indios y fuimos rescatados por la ArmadaChilena que nos llev hasta la isla Riesco. Cruzamos a pie la isla en dosdas, bordeando por la orilla el interminable lago del mismo nombre.Seguamos en cabeza con una renta de ms de 7 horas sobre el equipocanadiense. Al llegar al seno Otway remamos y mantuvimos diferen-cias, comenzamos el ltimo trekking con nervios, no haba margen deerror, pero llegamos en cabeza a la desembocadura del ro San Pedroen el estrecho de Magallanes. Pedaleando, cubrimos el ltimo tramohacia la meta en la ciudad de Punta Arenas, donde fuimos recibidos concalurosos aplausos y un ambiente muy emotivo. La lluvia y los fuertesvientos fueron protagonistas, pusieron a prueba nuestra paciencia y en-durecieron, si cabe, an ms la carrera.

    El mejor momento:Cuando en el ltimo trekking, la ltima noche, salimos del bosque ycaminando por la playa la organizacin nos comunic que el equipo ca-nadiense an no haba pasado. En ese momento nos vimos ganadores.

    El peor momento:La cada de Juanjo en un trekking nos puso los pelos de punta, resbalen una zona con fuerte desnivel y no pudo parar hasta el final, rodabacomo un mueco de trapo, suerte que no se golpe con los rboles yslo sufri algunas magulladuras.

    Recuadros. Detalles, curiosidades.Todos tuvimos problemas con los pies. Las ampollas se transforma-

    ban en dolorosas heridas. Juanjo fue el peor parado, cada maana pa-saba un autntico suplicio al emprender la marcha. Curbamos los piescon apsitos y desinfectantes.

    Tomamos precauciones para que no entrara nada en las zapatillasusando pequeos y ligeros guetres.

    Nos equivocamos en la eleccin de la tienda, era demasiado pequea.

    Valoramos ms el peso que la comodidad.Los sacos eran demasiado ligeros. Pasamos mucho fro todas las no-

    ches.

    La previsin de buen tiempo no se cumpli.

    Para llevar la mochila en la bici decidimos usar unos transportinesmuy ligeros que instalamos en el tubo del silln. Sin duda, una de lasmejores decisiones.

    No utilizamos portamapas. En un centro de fotocopias hicimos re-ducciones del road book a un 50% y plastificamos todo, incluido losmapas.

    Dedicbamos unos 30 minutos al da, tres veces, para comer caliente.Desayuno, comida y cena. Mezclbamos comida liofilizada, pur depatata, caldos, chocolate e infusiones. Durante el da bamos comiendo

    alimento energtico y frutos secos. Rellenbamos las botellas en losros, y pantanos.

    Dentro de las mochilas usamos bolsas estancas para evitar que semojara la malla y camiseta trmicas y el saco. Era muy desagradableponerte cada da la ropa mojada pero haba que hacer un esfuerzo y nocaer en la tentacin de usar la seca, porque sino dejara de estarlo hastael final.

    Todo el material menudo personal y la comida la llevbamos en bol-sas Ciclop de autocierre.

    Las bridas y la cinta americana son imprescindibles en la mochila,pueden sacarte de mil y un apuros.

    Clasificacin:

    1 - Team Buff Espaa - Espaa - 09 das 07h 162 - Team Alberta Adventure Racing - Canada - 09 das 10h 203 - Team Feed The Machine-Ibex - USA - 11 das 10h 50

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