Apreciado amigo(a) de FUNFEH

Gracias por vuestro reconocimiento, nos impulsa a seguir divulgando el innovador pensa-miento sistémico del macro modelo llamado Inteligencia Espiritual – IEs.

En la última entrega señalamos la importancia de mejorar quince importantes paradigmas actuales, ´paralizados´, obsoletos para el progreso del conocimiento humano y para mejorar nues-tra calidad de vida. Lo hicimos basados en las tres anteriores entregas que presentan un nuevo enfoque sobre la mente, más completo, más profundo, más integral, más espiritual.

En la presente entrega nos atrevemos a presentar una propuesta holística para redireccio-nar lo que será bajo un enfoque integral el camino para solucionar lo que Bryan Greene llama el problema más grande que confronta la ciencia de hoy. Cómo hacer que los principios de la física cuántica (del orden micro) sean lógicos y comprensibles para que armonicen con la lógica de to-das las demás ciencias relativas al orden natural a escalas no cuánticas que convencionalmente son del ´orden macro´. IEs propone el nacimiento de un enfoque holístico para la ciencia, que abandone su tradicional enfoque reduccionistamente materialista o físico, para integrar indivisi-blemente lo espiritual (mental, de la conciencia no física) para verdaderamente estudiar nuestra realidad holística (física y metafísica, material e inmaterial, tangible e intangible).

Cuando la humanidad conozca escolarizadamente el nuevo enfoque holístico en todas las disciplinas científicas, no nos conformaremos con tan sólo intelectualizarla; la sociedad entera de-be de llegar a interiorizarla en forma permanente y en lo más profundo de su conciencia. Así, la espiritualidad como parte de todas las ciencias será fuente para nuevas planeaciones globalizantes de política, desarrollo y gobierno, se harán profundas reformas estructurales que la sociedad ne-cesita, para mejorar su forma de vivir, pero más importante aún, canalizar en forma integral un verdadero camino evolutivo hacia su trascendente destino espiritual de acuerdo a las Leyes Uni-versales Espirituales deducidas en coherencia con las Leyes Universales Físicas.

No olviden que donamos nuestra obra para que las bibliotecas de colegios y universidades, continúen informándonos de instituciones interesadas en recibirlas electrónicamente.

Estamos obsequiando el Glosario a quienes deseen ser miembros del Club de Amigos de FUNFEH. Seguimos invitándoles a preguntar o consultarnos por e-mail a petroniotam@gmail.com.

SIGAN COMPARTIENDO las lecturas entre vuestro círculo personal y profesional. GRACIAS!

Adelina Álvarez Villa Directora de Operaciones - FUNFEH

Julio 2014

Para quienes no reconocen las siglas de FUNFEH - Colombia

Les ayudará saber que estas lecturas son obra de Petronio Tam

MBA de Stanford University, MA de la Universidad ESAN Ingeniero de la UNI de Lima y ´Ricardo Palmino´ Promo ´58

2

Muy apreciado(a) lector(a)

En Marzo y Abril del 2014 demostramos racionalmente la existencia de cuatro niveles de la mente (cuántica, biológica, psicológica del ego y evolutiva del simbre), cada una con tres dimensiones mentales (cognitiva, emocional y volitiva), todas operando bajo cuatro principios mentales (simbiotismo, sinergismo, fractalidad y holodinámica). La lectura de Mayo explicó que la mente es la capacidad no física de la entidad inmaterial llamada espíritu que anima a todo cuerpo físico. Que el Periespíritu es la interfase que comunica a todo cuerpo físico con su respectiva la mente espiritual, sea que ésta contenga la combinación de los niveles mentales cuántico-molecular, psicológica del ego y evolutiva del simbre cuando se trata de seres no biológicos del reino mineral, y la combinación de las tres anteriores con el nivel biológico-celular para la cabal comprensión de la mente espiritual en todo ser biológico que a través de su periespíritu se comunica con su respectivo cuerpo físico. El Periespíritu cuántico, propuesto por IEs, llena el profundo vacío concep-tual que tiene la ciencia para comprender cómo funciona la Mente cuántica, más allá de la física y la química convencional y cuántica, adentrándose en la mente del espíritu cuántico y su forma de comunicarse con el cuerpo físico de cada partícula cuántica, átomo, molécula, radical libre, proteína, enzima, ARN, ADN y célula.

En este Siglo, la ciencia debe reformar su pensamiento sistémico, como lo hizo después de Giordano Bruno, Copérnico, Kepler, Galileo Galilei; que, la libere de su propia cárcel, antes era el geocentrismo, ahora es el reduccionismo materialista. En la lectura de Noviembre de 2013, en su propuesta para la educación del futuro, el sabio francés Edgar Morin a la UNESCO, dijo: “El pensamiento simplificante es incapaz de concebir la conjunción de lo uno y lo múltiple; o, unifica abstractamente anulando la diversidad, o, por el contrario, yuxtapone la diversidad sin concebir la unidad (del holismo de la creación y sus criaturas).”… “Así llegamos a la inteligencia ciega…Las realidades claves son desintegradas (lo material para la ciencia y lo espiritual para las religiones)… Mientras los medios producen la cretinización vulgar, la Universidad la produce a alto nivel. La metodología dominante produce oscurantismo. … Estamos siempre en la prehistoria del espíritu humano.”( Los paréntesis son míos).

Todas las disciplinas de la ciencia actual ignoran al espíritu humano. La mente es pragmática y ´convenientemente´ concebida como un epifenómeno del cerebro, ignorando que hay inteligencia en seres biológicos no cerebrados, moléculas y hasta en partículas cuánticas. En términos de T. S. Kühn la actual ciencia oficial sufre de ´parálisis paradigmática´; y nadie hace nada...! IEs ensaya reformar las propias raíces de la física cuántica: sus principios decoherentes ―coherentes matemáticamente para que sus aproximacio-nes sean un éxito tecnológico dentro de las actuales expectativas, pero incoherentes lógica, filosófica y en un futuro también tecnológicamente, cuando se compruebe que no podemos clonar, ni trasplantar, ni ´archivar´ la mente, ni artificial, digital o robóticamente―. Los lectores de los meses pasado y presente, que no estén iniciados en la física cuántica, deben saber que: científico que se respete debe de coincidir con el nobel Richard Feymann quién sostuvo que nadie entiende a la física cuántica, por sus principios decoherentes.

Para éste mes, continuamos con los apartes del Libro II titulado “La Verdad - Parámetros de discerni-miento”, de la Colección “Cabalgando en hombros de Gigantes del Pensamiento”. Para sugerir una apertura que supere la obsolescencia del principal paradigma de la ciencia actual, Introduciendo el concepto de la Mente Cuántica de IEs, e integrar la espiritualidad científica dentro de los principios de la física cuántica. Así, se iniciaría la solución de lo que el PhD Bryan Greene, de la Universidad de Columbia en EEUU, llama el problema más grande de la Física: Conciliar la lógica coherente de la ciencia de lo ´macro´ con la ilógica e incoherente ciencia de lo ´micro´. Recomiendo adquirir el Glosario de términos para su mejor comprensión.

Su amigo y servidor,

Petronio Tam

3

HACIA UNA CIENCIA HOLÍSTICA (Segunda parte) Con mente espiritual que dirige las propiedades de toda materia

Frase que se aplica a las raíces cuánticas, fundamentales de la ciencia actual:

"Tal como Meinard Kuhlmann señala en “Que es Real”, partículas y campos no son reales, tan solo

analogías desarrolladas para describir otra área de la realidad, una que no es accesible a nuestros

sentidos pero que interfieren en la observación, la medida, la matemática y la teoría.

La onda electromagnética no es realmente como una onda en el océano, pero es en muchas maneras

análoga a tal onda, y a través de tal representación esta parece más comprensible (como así se ha

sostenido como parte fundamental del principio de incertidumbre cuántica). Debemos recordar que tal

representación no describe la verdad, extraña realidad del mundo de la mecánica cuántica.

Somos como peces estudiando las estrellas”

(John Ball en carta a Scientific American Diciembre 2013)

El conocimiento actual de lo físico es dado por las disciplinas científicas que se han desarrollado a par-tir de la física y de la química. Éstas han servido de base para el desarrollo de las demás disciplinas de la ciencia fáctica. Nuestra área de interés es lo concerniente al origen, naturaleza y destino del ser humano y del universo. Para ella necesitamos conocer los aportes filosóficos extraíbles de la permanente actualiza-ción, de las disciplinas científicas de más rápido crecimiento, entre otras, en cosmología, geología, paleon-tología, antropología, psicología, neurología, biología, genética y medicina en sus diversas especialidades. En todas ellas no se habla de espiritualidad y la conciencia mental es un epifenómeno del cerebro. Por lo que, siendo la física, la fuente primaria de todas las demás disciplinas fácticas, es reduccionistamente materialista, todas las demás lo son y nunca han dado cabida a la espiritualidad. Es decir, no se ha dado cabida al estudio de lo que no es físico en nuestra indivisible realidad holística, empezando por la concien-cia y las diferentes formas de pensamientos, que incluyen conocimientos, sentimientos y decisiones, no solamente en los seres biológicos, principalmente de la inteligencia humana; pues, hay un comportamien-to inteligente en el metabolismo de las células, en las transacciones químicas de moléculas orgánicas e inorgánicas, en la química de los átomos y sus propiedades físicas y en las transacciones cuánticas de las partículas subatómicas que tanto aprovecha la tecnología digital.

La física como disciplina integral, se compone de la física clásica newtoniana para el orden del planeta, de la física relativista einsteniana para la astronomía y la cosmología; y, la física cuántica para el orden micro de las partículas cuánticas que integran los átomos y las moléculas. De allí que, dada la situación causada por la decoherencia de los principios de la mecánica cuántica, que origina el problema denuncia-do por Bryan Greene, entre lo ilógico del orden micro y lo lógico del orden macro, la solución al problema requiere un replanteamiento del orden micro desde sus raíces más profundas, como lo son los principios de la física cuántica.

Los principios de la física cuántica contienen decoherencia

Los supuestos decoherentes fueron establecidos desde el primer tercio del siglo XX, por La Escuela de Copenhagüe, que forma parte de la ciencia que ´oficializa´ la actual academia. Con excepción del principio de Complementariedad propuesto por Niels Böhr, que aún contiene las limitaciones reduc-

4

cionistas del materialismo físico, la Decoherencia de La Mecánica Cuántica se expresa por 7 supuestos principios que, como se explicó:

a) Tienen coherencia matemática; y b) Tienen incoherencia lógica. Ya que en el límite de su paradigma físico, no puede haber ex-

plicación lógica mientras se limite a una mecanicidad materialista.

Estos principios son:

1. El principio de la Incertidumbre cuántica (formulado por Werner Heisenberg de La Escuela de Co-penhagüe), establece la dualidad onda-partícula, que da origen a “la madre” de las explicaciones re-duccionistas y demás explicaciones “decoherentes”, y dice que: “Nunca se pueden observar al mismo tiempo los fenómenos existenciales de una onda ―frecuencia, amplitud, longitud de onda, etc.―, y los fenómenos de su partícula ―tamaño, masa, carga, momento, etc.―” Es decir que, cuando se observa un fenómeno físico, la materia se puede comportar como una onda física, cuya observación es mutua-mente excluyente con su observación como partícula y viceversa; pero no se puede observar a la onda y a la partícula al mismo tiempo.

Sobre este principio, en su libro “El Gran Diseño”, Hawking y Mlodinow reconocen la incoherencia implícita de la dualidad onda-partícula: “Para algunos propósitos es más útil interpretar las partícu-las como ondas y en otros es mejor interpretar las ondas como partículas, pero estas maneras de pensar son puras conveniencias”. El Principio de Incertidumbre establece que el estudio de onda y partícula es mutuamente excluyente y Niels Böhr justifica esta explicación diciendo que las consi-deraciones ontológicas no tienen lugar ―quiere decir que no hay lugar a la lógica filosófica, es de-cir que aprueba la decoherencia, bajo la base racionalizante que “en términos de una realidad in-dependiente” es válido decir que “la base de la ciencia es la intersubjetividad y no la objetividad”―.

Es más, para Böhr tiene lugar el principio epistemológico de la Complementariedad aplicado uni-versalmente entre disciplinas ―por ejemplo (dijo él) para comprender: instinto y razón, sociología y psicología, mente y cuerpo―. Así, Böhr declara que onda y partícula son complementarias ―quiere decir que, más que crear incertidumbre, crean complementariedad― que concentran “una realidad intersubjetiva para lo cual no hay una descripción única, sino descripciones adapta-das a contextos que son mutuamente excluyentes pero todos necesarios para agotar la realidad. … donde la onda no tiene sentido físico y no es más que un elemento auxiliar para los cálculos.”

En su libro “La Complementariedad una Filosofía para el Siglo XXI”, J. Roldán, Y. Ben-Dov y G. Gue-rrero, académicos de La Universidad del Valle, Colombia, agregan: “Böhr propone la complemen-tariedad como una nueva relación lógica entre los conceptos del lenguaje clásico, la cual permite dar cuenta de experiencias que no se pueden explicar en el modo normal de uso de ese lenguaje” Böhr admite no poderlo explicar en un lenguaje ontológico, o sea lógico y coherente y propone: “un nuevo uso del lenguaje clásico: el modo complementario de descripción.” Frase que podría complementarse holísticamente con la propuesta EPR de Einstein y la de David Böhm; que, los académicos de esta Universidad aportan, cuando dicen: “…y su escuela (la de Böhm)… propone in-cluir dentro de la ciencia a “la onda de naturaleza metafísica”, cuya existencia como expresión de inteligencia cuántica es demostrada experimentalmente por éste… El nuevo contexto se expresar-ía en términos de las nuevas entidades y las ya conocidas…. Es indudable que se trata de una po-sibilidad lógica ―o sea no decoherente―. El problema es que esas nuevas entidades tienen que ser no locales ―Yo pregunto: ¿quién dijo que ´tienen que ser locales´?, es decir que si para acer-carnos al conocimiento verdadero, como lo propone IEs, hay que hacer ciencia holística ¿Por qué

5

no considerar las variables que tienen naturaleza metafísica y no física, como la mente cuántica y el espacio-tiempo metafísico y más rápido que la luz?, no importa que éstos académicos digan: lo cual implica que la labor de construcción del nuevo contexto teórico es sumamente ardua (más adelante me refiero a no temerle a lo ´arduo´). ... Por otra parte, aun aceptando que la realidad físi-ca sólo es una realidad empírica, todavía es posible aceptar la existencia de una realidad indepen-diente no física, como es el caso con d´Espagnat.”

Al respecto, Bernard d´Espagnat, profesor emérito de La Universidad de París, pese a haber sido compañero de estudios de Böhr, Fermi y De Broglie, fue uno de los especialistas en la no-localidad (en lo metafísico dentro de la física) y en las implicaciones filosóficas de la Física Fundamental.

Los académicos de Univalle agregan: “En conclusión: la aceptación de la epistemología de Böhr y del carácter empírico de la realidad física, no nos compromete entonces necesariamente a un re-chazo total de la noción de realidad independiente (realidad no-física o metafísica, que no es tan ´independiente´ sino holísticamente integrada a la realidad física).”

Estos académicos se declaran a favor del modelo decoherente y cerrado de la Escuela Böhriana de Copenhagüe, que contiene el paradigma del reduccionismo a solo lo físico. Rechazan la inclusión dentro de la ciencia a una realidad independiente no física, simplemente, por ser una labor de construcción sumamente ardua, aunque admiten la noción de la existencia de lo no-físico.

Cabe preguntarse, si por temerle a lo arduo de un trabajo, debemos aceptar que la ciencia siga es-tudiando sólo lo físico, pese a la aceptada noción de que la realidad es holística y que incluye irre-misible e innegablemente lo metafísico. Que flaco favor le hace entonces la academia y la ciencia al conocimiento de la Verdad, es decir al omitir el estudio de la parte metafísica de la verdadera realidad. La actitud real de los mencionados académicos, es un buen ejemplo de un tímido intento insuficiente para flexibilizar el paradigma reduccionistamente materialista de la física cuántica.

Por lo que sobrada razón tiene al respecto el gigante del pensamiento Edgar Morin ―autor de, en-tre otros libros, “Introducción al pensamiento complejo” y “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro”, este último realizado a pedido de la UNESCO―, por lo que es conveniente reproducir volviendo a enfatizar su siguiente cita: “El pensamiento simplificante es incapaz de con-cebir la conjunción de lo uno y lo múltiple (aplicable a lo ´material´ y lo ´inmaterial´); o, unifica abs-tractamente anulando la diversidad (aplicable al reduccionismo materialista), o, por el contrario, yuxtapone la diversidad sin concebir la unidad (aplicable a superponer la unidad holística de nues-tra realidad física y no-física).”… “Así llegamos a la inteligencia ciega… Las realidades claves son desintegradas… Mientras los medios producen la cretinización vulgar, la Universidad la produce a alto nivel. La metodología dominante (como la decoherencia en la física cuántica) produce oscu-rantismo (como la incomprensibilidad de las ilógicas explicaciones dadas en la física cuántica). … Estamos siempre en la prehistoria del espíritu humano (cuya conciencia siendo de naturaleza no física permanece ´desconocida´ convirtiéndose en el problema ´duro´ de resolver por parte de la neurociencia y de la genética cuántica).”

Nota - Los comentarios entre paréntesis y sin letras itálicas no son de los textos originales citados.

2. El principio de Interferencia cuántica explica que la materia, hecha de partículas cuánticas concebidas como ondas, interaccionan en un patrón múltiple de anulación/ampliación de la energía al pasar si-multáneamente por dos o más rendijas a la vez, por el principio de superposición cuántica, ¡la misma partícula pasa por dos o más rendijas a la vez!

6

Hawking y Mlodinow comentan en su mencionado libro: “Una consecuencia importante… en mecá-nica cuántica es la posibilidad de observar lo que se denomina interferencia entre dos conjuntos de partículas. Normalmente, se cree que la interferencia es un fenómeno de ondas”.

Este fenómeno es formado cuando cada electrón pasa gracias al principio de superposición cuánti-ca ―descrito en el siguiente punto 4.― por las dos rendijas a la vez; pero para minimizar la pro-blemática decoherente, el propio Böhr declaró: “la onda no tiene sentido físico, y no es más que un elemento auxiliar para los cálculos”.

Pero la decoherencia obviamente persiste en este principio, al aseverar ilógicamente que una partícula puede pasar por dos rendijas al mismo tiempo; igual crítica se aplica para las “explicacio-nes” en los siguientes 5 puntos.

3. El principio del Salto cuántico explica con decoherencia, la discontinuidad existencial de una partícula que cambia de lugar en el espacio físico de ¡un brinco sin hacer trayectoria alguna, brinco que no tie-ne duración alguna en unidades de tiempo!, o sea instantáneamente, de una posición espacial a otra, sin solución de continuidad. La nociva influencia de esta insólita concepción ha servido incluso fuera de la física cuántica, no solo lo utiliza Deepak Chopra en sus libros, también como base de un nuevo y ra-cionalizante concepto presentado en la red con propósitos comerciales, que predice mágicamente ´el bienestar cuántico´ gracias a terapias que producen ´saltos cuánticos´, como un sesgo que elude toda necesidad de explicación racional.

4. El principio de la Superposición cuántica explica ¡la coexistencia no separada de pares de partículas en espacios físicos diferentes pero en el mismo instante de tiempo!, que ¡por saltos cuánticos (bilo-cación instantánea)!, están permanentemente comunicados ―sin admitir la existencia de la mente cuántica, que IEs propone como la solución coherente―, p. e. para mantener su simetría de giro vorti-ciano conocido como “spin”.

La Escuela de Copenhagüe, cuyos principios básicos son parte de la ciencia oficial que se imparte académicamente en todas las universidades e instituciones educativas, indica que la superposición cuántica es un fenómeno ´invisible´ cuando se da la interacción decoherente de una onda con su entorno, es el estado natural de la materia cuántica, no-visible en el mundo de la física clásica new-toniana del orden de ´lo macro´. Pero que al observarlas, bajo los efectos del principio presentado en el siguiente punto 5., colapsan y desaparecen, todas las ondas menos una!

De la decoherencia de este principio fundamental basa su existencia la Teoría de Mundos Paralelos, de nuevos universos por superposiciones ramificadas y hasta para revivir, en decenas de videos di-vulgados en la televisión satelital, de ficciones que racionalizan ´los agujeros de gusanos´ que pre-tenden hacer posible experimentar el retroceso del tiempo ―Teoría descalificada por Hawking en el 2004, bajo el calificativo que pertenece más a la ciencia ficción, pero revalidada por él mismo en el 2010, para negar la necesidad de la existencia de Dios.

Roger Penrose y Stuart Hameroff se acercan, sin dar una explicación totalmente lógica, a una posi-ción de menos decoherencia cuando afirman: “Las superposiciones crecen hasta encontrarse en el umbral físico-metafísico.”

5. El principio del Colapso de la función de onda cuántica, explica ¡la desaparición de la función de la onda, cuando se realiza la observación de la misma!, cada vez que se hace una medición.

7

El Ph.D. Stuart Hameroff propone que la conciencia surgiría, del colapso de la función de onda so-bre sí misma! Posición semejante a la de Rodolfo Llinás para explicar cómo surge el mito del “yo”, por efecto del cese de actividad neuronal.

Se evidencia lo nocivo de esta decoherente explicación cuando se pretende usarla para explicar ra-cionalizantemente una solución al problema ´duro´ de la naturaleza de la conciencia. Nuevamente se intenta sin mucho éxito explicar fenómenos de naturaleza metafísica como la conciencia, con explicaciones para lo físico, lo ´local´, provenientes del reduccionismo de la mecánica cuántica.

6. El principio del ´Entanglement´, traducida por los físicos como ´Enredo´ o ´Enmarañamiento´, es un fenómeno observable de ´intercomunicación´ entre las partículas cuánticas, que la mecánica cuántica explica apoyada en las explicaciones dadas en el punto 4. anterior, diciendo que resulta de la superpo-sición cuántica de todas las posibles funciones de estado del sistema total!

La evidente intercomunicación entre las partículas, si se corrigieran las ilógicas explicaciones deco-herentes, requerirá que la mecánica cuántica admita que esta intercomunicación no es de natura-leza física. Es decir que se tendría que usar variables ´no-locales´ (o de naturaleza inmaterial o me-tafísica), que estudien la implicancia que las partículas tienen una conciencia cuánticamente inteli-gente producida por una mente cuántica no-física. Esto es holísticamente re-interpretada por IEs como la permanente Interconexión de las mentes cuánticas de todas las partículas.

Así, podría el holismo de la mente cuántica impulsada por el simbiotismo sinérgico de la mente evolutiva del simbre, hacer que la evolución de la mente biológica y psicológica, ayude a explicar también lo observado en fenómenos, que aunque evidentes aún carecen de explicación racional, como el ´sincronismo de Carl Jung, el de los campos mórficos´ de Rupert Sheldrake y el ´sincrodestino´ de Deepak Chopra.

7. El principio de la Función de onda unificada explica lo que sucede en condiciones físicas extremas cercanas al umbral de lo físico-metafísico, ―como en el caso del condensado Bose-Einstein, cerca al ce-ro absoluto; y el colapso de la materia por concentración masiva de la gravedad en agujeros negros masivos―, donde sólo se puede asignar una función de estado al sistema total, las partes no tienen individualmente características propias, dadas por las leyes universales de la naturaleza física, sino ca-racterísticas comunes, ¡como si cada individuo desapareciera para formar un todo!

Una visión coherente, sin la racionalizante decoherencia, sería el admitir que, bajo estas condicio-nes extremas, las partículas se prepararían para desmaterializarse e integrarse al escenario de la singularidad, que ya no es física y que aún permanece como parte de la teoría del Todo, en el mo-delo estándar de la ciencia unificada. Para IEs, las partículas se prepararían para “todificarse”, para integrarse al escenario de lo tódico.

La racionalización que defiende la validez de la decoherencia

Por lo anterior, esta problemática no impide el logro de exitosos diseños de mecanismos, instru-mentos y máquinas que, para su mejor funcionamiento, reproducen fenómenos cuánticos. Lo cual ha permitido a los físicos preservar la decoherencia dentro de sus principios, ya que poco importa su inco-herencia lógica, si lo que interesa son las aplicaciones técnicas.

Así, mediante suficientes aproximaciones de formulaciones matemáticas, la mecánica cuántica y sus principios son materia de la enseñanza profesional de la físicos e ingenieros ―como un ejemplo, véase la forma como nuevamente se define la decoherencia mediante ´avanzadas´ fórmulas matemáticas utili-

8

zadas en las versiones en español e Inglés de Wikipedia, que representa la forma convencional como académicamente se enseña, y que causa la problemática de no poder entender a la mecánica cuántica y sus consecuentes efectos nocivos que se extienden para contaminar nuestra cultura en otros campos del conocimiento―.

Son los cálculos los que contienen la suficiente aproximación para ser exitosos, pero su fenomeno-logía no es lógicamente explicada, en detrimento de conocer mejor la verdad, solamente se ha compro-bado la efectividad aplicativa de la física cuántica en el notable progreso para el reciente desarrollo tec-nológico, habido en diversas aplicaciones científicas, a nivel, atómico, subatómico, en las telecomunica-ciones, la medicina, la informática digital y virtual, la nanorobótica, etc.

Las limitaciones de la decoherencia para un desarrollo válido del conocimiento cuántico

Con base a estos principios y su matemática, se continúa la investigación y el desarrollo de nuevas teorías de la física que intentan explicar lo observado empíricamente en la cosmología, especialmente en la unificación de las grandes fuerzas de la naturaleza para consolidar la Teoría del Todo, que forma parte del modelo estándar de ciencia unificada propuesta por el Nobel Steven Weinberg; y que, una vez que se encuentre totalmente explicada, se convertirá, según Hawking y Mlodinow, en “el Santo Grial” de la ciencia. La teoría del Todo predica que las cuatro grandes fuerzas de la naturaleza física a que corresponden sus respectivas leyes se van uniendo de a dos en dos a medida que se eleva el nivel de energía en que éstas actúan, así:

a) Se ha comprobado que la fuerza nuclear débil se unifica con la fuerza electromagnética a un nivel de energía equivalente a 1011 electrones voltios, para formar una nueva fuerza que las reemplaza lla-mada fuerza electrodébil; b) Se calcula que a 1024 electrones voltios la fuerza nuclear fuerte se unifica con la fuerza electrodébil para formar una nueva fuerza llamada de la Gran Unificación cuántica, cuya partícula llamada bosón Higgs daría origen a la masa de la materia, recientemente publicitada por su posible detección, llamada también ´la partícula de Dios´; c) Y se calcula, de lo observado en el fenómeno de desintegración de la materia, que la fuerza de la Gran Unificación se unifica con la fuerza de la gravedad para formar una sola y única fuerza cuya na-turaleza ya no es física, llamada la fuerza del Todo, esto ocurriría a un nivel de energía mayor de 1028 electrones voltios y el punto donde esta fuerza se origina se le ha dado el nombre de singularidad, cu-yos valores según la teoría de la relatividad general llegaría a niveles infinitos de energía, tomando el nombre de singularidad Tódica.

La singularidad se conceptúa así como el ´borde´ del extremo macro de la cosmología del universo, sus órdenes de magnitud, están en el otro extremo de lo micro que corresponde a lo cuántico. Y la singu-laridad Tódica estaría más allá de los confines del universo físico, todo lo cual permite establecer explica-ciones coherentes, en línea con la lógica de lo macro, tales como:

1. Las condiciones existentes antes del Big-Bang ya no serían físicas, 2. Como el Big-Bang es reconocido hasta por Hawking y Mlodinow como la creación del universo, no

puede haber creación sin reconocer que debe haber un creador universal,

9

3. Los valores infinitos de energía para la singularidad Tódica corresponderían al poder de este crea-dor, quién debe de tener una mente de capacidades igualmente infinitas, llamada por Bohm ´mente genitiva´ para crear con perfección las leyes que gobiernan su creación,

4. Como su creación es de naturaleza holística, pues contiene ´lo físico´ y ´lo no-físico´, las leyes uni-versales deben también ser holísticas, y

5. El estudio del conocimiento de un universo holístico requiere incluir variables no-físicas o sea ´no-locales´.

Sin embargo, el reduccionismo materialista de la mecánica cuántica de no permitir la existencia de variables ´no-locales´, ni dentro ni más allá de la singularidad establecida por la teoría del Todo, traslada la necesidad de recurrir nuevamente a la decoherencia para ´renormalizar´ y obtener valores finitos y continuar dando explicaciones dentro de lo físico, para el escenario de la fuerza tódica ―el término ´renormalizar´ es utilizado por Hawking y Mlodinow y el proceso de renormalización es explicado en las páginas 123 y 124 de su mencionado libro, donde textualmente tienen la honestidad de reconocer al refe-rirse a este proceso: “Esas manipulaciones pueden parecer el tipo de cosas que nos hacen obtener mala nota en los exámenes de matemáticas en la escuela. Y la renormalización, en efecto, es matemáticamente discutible.”

Para ello, Hawking lidera, entre los físicos, la necesidad de lograr una teoría cuántica de La Grave-dad, mediante matemáticas de teoría de cuerdas, de supercuerdas y de ´membranas´, que conducen, según él, a la teoría ´M´ construida por el físico Edward Witten, PhD del Instituto Tecnológico de Massa-chussetts; para así, reemplazar a la noción holística de la singularidad en la Teoría del Todo.

Ya que la singularidad, contiene por deducción matemática de la ecuación transformada de Einstein-Lorentz de la teoría de la Relatividad General, valores de cero para las variables de espacio, masa y tiempo y de infinito para la energía, ―llamada ecuación ´transformada´ para reflejar la contribución hecha por Hendrik Antoon Lorentz, físico holandés y co-ganador del Nobel de la física en 1902.

Al representar el umbral de lo físico para acceder al escenario no-físico, los físicos teóricos como Hawking no consideran a la singularidad una solución satisfactoria, para explicar lo que había antes del Big Bang. Así, la búsqueda actual de los cientificistas es persistir en la condición de conservar únicamente variables ´locales´; ya que así pretenden llegar a invalidar la singularidad y la validez de la Teoría de La Relatividad, en todo lo concerniente a lo que existía antes del Big-Bang.

Para ello, en el mencionado libro “El Gran Diseño”, Hawking y Mlodinow se declaran a favor de expli-caciones implícitamente decoherentes, tales como la posible existencia de multi-historias para el universo y la existencia de un Multiverso, soportable por una posible teoría cuántica de la gravedad, que aún no existe.

Es decir, volver a formular teorías decoherentes para dar explicaciones de lo que está en el borde de ´lo macro´, tal como decoherentes han sido y continúan siendo las explicaciones dadas en los principios cuánticos para ´lo micro´. Así, Hawking y Mlodinow pretenden, en su mencionado libro, invalidar del todo la existencia de un Creador universal, asumiendo que las leyes universales físicas son autosuficientes para mantener el universo reducido científicamente a lo-físico de un conjunto material auto-reciclante como parte de un supuesto Multiverso, del cual no existe la mínima evidencia fáctica que haga presumir su exis-tencia. Hawking pretende ignorar que incluso las leyes deben de tener un creador, lo hace en un reciente video transmitido por Discovery Channel, analizado críticamente en el libro I de esta colección, y reprodu-

10

cido en nuestra entrega de Mayo de 2013, sostiene, con racionalización, que no puede haber creador porque para que exista debe haberse creado el tiempo, sin dar lugar a que el tiempo mismo es parte de la creación universal.

La propuesta IEs de nuevos Paradigmas, inicia la solución al problema originado por la decoheren-

cia de usar sólo variables ´locales´, o sea sólo variables de naturaleza física. Para los científicos orto-doxos y profesionales formados en la academia convencional de ingeniería, medicina, biología y cual-quier otra ciencia aplicada, esta propuesta de IEs debe generar un rechazo a priori (semejante a las que tuvo las nuevas teorías de Copérnico, Bruno y Galileo).

Como ya se ha visto, las explicaciones decoherentes causan problemas de comprensión del proceso mecanicista para la forma en que se realiza la computación cuántica. Es un hecho que las partículas cuán-ticas emiten información polarizada binariamente a nivel cuántico llamadas en inglés “q-bits” y que este comportamiento cuántico es objetivamente programable en los ´software´ para la computación a nivel de la nanotecnología. Sin embargo, este proceso no se logra entender bajo las explicaciones que resultan del principio del ´Entanglement´ o Enmarañamiento cuántico. Este principio reconoce que los sistemas físicos no residen aislados sino que interactúan con otros y esta interacción es la que provoca una indefinida superposición de estados, lo que es decoherente, ya que no admite la necesaria presencia entre las partí-culas cuánticas de una mente con conciencia cuántica dentro del proceso donde se requiere y se reconoce el intercambio de información cuántica, ―la mente cuántica (de naturaleza no-física, que debe usar va-riables ´no-locales´) es un elemento necesario para la lógica comprensión de la emisión, captura o proce-samiento de los ´q-bits´ y así realizar la interacción entre ellos. El no tomar en cuenta la existencia de esta mente, hace que los físicos acepten una explicación que reclama una indefinida superposición de estados, predicada en este principio de enmarañamiento cuántico que por no tener lógica es incomprensible.

En otras palabras, la decoherencia, o sea la parte ilógica es que cada bit de información cuántica emi-tido (´q-bit´), pese a no tener una naturaleza física tangible su existencia es tratada con solo variables lo-cales, es decir que se asume que siendo una información que no es de naturaleza física sea presuntamen-te emitida por arte de la magia de una ´onda´ física que a veces es una ´partícula´, según convenga, pero que en todo caso sea una fuente cuántica tangiblemente física ―Un caso similar, pero en el nivel psicoló-gico (no cuántico), es el actual paradigma reduccionistamente materialista de asumir que algo entera-mente físico como las ´enmarañadas´ redes neurológicas cerebrales sean capaces de emitir ideas cogniti-vas, sentimientos afectivos y pensamientos volitivos de decisión, con todos los matices de significado con o sin lenguaje, los cuales son todas de naturaleza no-física; a raíz de este reduccionismo, continúa insoluto el problema ´duro´ de la conciencia, de su verdadera naturaleza, no sólo de su ´conducta´.

Ninguna fuente respetable de la física (basadas en ondas y partículas cuánticas), usando lógicamente las leyes físicas (y químicas) puede explicar, con lógica coherente (no decoherente), la emisión y recep-ción de bits de información de naturaleza intangible. O dicho de otro modo no se conoce, ni se puede conocer científica y racionalmente, ningún mecanismo lógico para que esto suceda, ya que el bit cuántico o bit de información cuántica es por naturaleza, implícitamente, una variable no-local, lo cual es inamisi-ble dentro del reduccionismo materialista de la mecánica cuántica, de allí la necesidad de usar por ´conveniencia´ (casi como un sofisma de distracción para evitar el uso de variables ´no-locales´), la deco-herencia, implícita en las explicaciones dadas en los principios de la mecánica cuántica.

11

La decoherencia cuántica se corregirá cuando se modifiquen las explicaciones de la mecánica cuántica para que sean lógicas. Ello necesariamente exige reconocer como fuente de creación y de emisión de los bits de información cuántica, a entidades intangibles que generen variables no-locales. Lo que a su vez hace imprescindible la presencia de la partícula física integrada indivisiblemente con una entidad no-física, cuya mente es la que emite bits de información cuántica, que tampoco es física.

Es decir que la ciencia necesita volverse holística, para que la emisión de los bits de información cuántica, y todos los demás fenómenos a nivel micro o cuántico, se expliquen mediante un principio co-herente. En el caso de los bits, IEs propone que se llame ´interconexión cuántica´; la cual, reemplazará al principio decoherente del ´enmarañamiento cuántico´. Así, reconocerá y explicará, con lógica coherente, una constante comunicación programable entre las partículas, a través de sus ´pensamientos cuánticos´ que podremos llamar ´ondas´ verdaderas, cuya naturaleza es metafísica o no-física, o espiritual, cuyos efectos son reflejables físicamente, captados en aparatos especializados.

Esta comunicación de cambiantes vibraciones de bits de información cuántica a mayor velocidad de la luz, como lo propone William Tiller, es hecha por resonancia armónica, para así originar los cambios vibra-torios de velocidades menores que la luz en las partículas físicas. Lo que es físicamente observable y pre-decible dentro de la fenomenología de las partículas cuánticas.

Así, con las explicaciones precedentes, presento a continuación la propuesta de IEs para reemplazar el paradigma actual de explicaciones “decoherentes” en los principios de la mecánica cuántica, con nue-vos paradigmas, a través de su modelo llamado “Superfísica holística”:

La Superfísica Holística como parte de un nuevo enfoque de la ciencia, para incluir variables ´no-locales´ servirá para re-direccionar, en el mismo orden de la presentación anterior, a los principios de la física cuántica. La Superfísica holística propuesta por IEs implica conceptuar dos espacio-tiempo´s, el físico con-vencional y coherentemente con éste un espacio-tiempo metafísico que permite explicar efectivamente la verdadera realidad que es holística. Así, con la Superfísica holística se armoniza el orden de lo micro, para hacerlo coherente con el ordenamiento macro. La Superfísica holística, expande holísticamente el con-cepto de complementariedad, propuesto por Böhr, para darle el alcance de un nuevo paradigma, el prin-cipio de Complementariedad Holística, que hace que lo físico y lo metafísico sean fenómenos necesaria-mente complementarios. Se elimina así la decoherencia del ordenamiento micro, volviéndola en sí, total-mente coherente. Para lo anterior, IEs propone los siguientes siete principios de Superfísica holística:

1. El Principio de Certidumbre holística, IEs explica que toda partícula está hecha de materia física, cuya mente cuántica emite ondas compuestas de vibraciones metafísicas, que transportan energía informá-tica a nivel cuántico para intercomunicarse con otras partículas, de acuerdo a las leyes universales.

Como pensamientos de una mente cuántica, las vibraciones metafísicas de ´la onda´, por su natu-raleza, son más rápidas que la frecuencia vibratoria de la luz. La onda metafísica es tridimensional ―tiene conocimiento, sensitividad y voluntad― y es de morfología holográmica-superluminal (es decir que sus vibraciones son más rápidas que la luz y por lo tanto son metafísicas, no-físicas). Así los hologramas de la onda dirigen las propiedades de la partícula, obviamente bajo el ordenamien-to de las respectivas leyes universales.

Estas propiedades se expresan en el orden físico a través de parámetros como: tamaño, masa, car-ga, momento, etcétera.

12

La onda física se advierte, cuando la partícula, dirigida por la onda metafísica, perturba un medio físico. La onda física representa la expresión físicamente medible, de la verdadera onda metafísica holográmica y superluminal; y se mide en, parámetros de frecuencia, amplitud, longitud de onda, etcétera. Lo que implica que el Principio de Incertidumbre es reemplazado por el de Certidumbre.

La onda metafísica es producida por las estructuras básicas de conciencia (EBC´s), de la mente cuántica del espíritu de la partícula correspondiente. La onda metafísica, bajo el Principio Holográmico ―cuya expresión literaria (no matemática) dice que el conocimiento del todo integra-do está contenida en cada parte, ejemplo: el ADN contiene el conocimiento de todo el ser, por ello es posible la clonación―, contiene fractalmente la sabiduría informática del todo que la origina. Ésta sería producida por sus EBC´s, que conforman toda mente cuántica.

Con este principio de Certidumbre holística, como punto de partida, se pueden reemplazar sin re-duccionismo todas las explicaciones decoherentes. No requiere invocar la versión reduccionista original del “Principio de Complementariedad” como lo hizo Böhr para justificar la incertidumbre cuántica de Werner Heinsenberg que encierra en un contexto físico a la partícula y a la onda, sien-do metafísica la naturaleza de ésta última, pero que tiene manifestaciones que se pueden captar físicamente (y por ello se cree decoherentemente que la onda es física).

Este principio propuesto no afecta en nada el uso de aproximaciones cercanas a cero de la exitosa matemática cuántica, cuyos logros han sido tan importantes para la tecnología. Solamente que las limitaciones de observación de una onda y de su partícula, se reconceptúan filosóficamente de ma-nera holística, mientras por validez de aproximación matemática se mantiene la ecuación de Hei-senberg (incposc.p x incvp x mp ≥ hplank) y sus demás expresiones cuánticas derivadas, reemplazando el concepto de “incertidumbre” por “aproximación”, pero manteniendo sus valores dados para efec-tos matemáticos.

2. El principio de la Super-comunicación de ondas supercuánticas, que IEs propone toma como base el principio coherente de interconexión cuántica, que explicaremos más adelante en el principio pro-puesto bajo el siguiente punto 6 (el cual sigue el orden dado para los principios decoherentes ya pre-sentados). Así, la mente cuántica de cada partícula está en permanente estado de interconexión con todos sus pares del sistema.

Se establece una comunicación super-luminal con sus pares más próximos en el clásico ejemplo del paso de las partículas cargadas de sus ondas, ahora conceptuadas como de naturaleza metafísica, por una o dos rendijas. o Al incursionar por una de ellas una partícula cualquiera, se genera una masiva comunicación

entre todas las partículas a través de sus ondas metafísicas. Comunicación de orden metafísico que es cuasi-instantánea, por trasmitirse en forma superconductiva y superluminal, ―sin nin-guna resistencia física y a velocidad mucho más rápida que la luz―.

o Generándose por inducción de la información, correspondientes efectos electromagnéticos, lo que moviliza los fotones en patrones de ondas físicas que interfieren entre sí, entrecru-zando sus crestas y valles, causando las imágenes de interferencia.

o No es cierto que, gracias a la “superposición”, cada partícula, o una misma onda, pase al mis-mo tiempo por las dos rendijas, como lo afirma, con decoherencia, Hawking, sino solo por una rendija a la vez. Integrando estos nuevos conceptos, se puede seguir utilizando, sólo para propósitos representativos, las trayectorias descritas por Feynman, conservando así la co-herencia con el orden macro.

13

3. El principio del Super-movimiento supercuántico (este principio debe reemplazar al salto cuántico que es decoherente), IEs explica que el cambio en los efectos físicos de una partícula, para cambiar de una posición, a múltiples otras opciones en el espacio, es cuasi-instantánea ―es decir que contie-ne valores de espacio-tiempo físico muchísimo más pequeños que los dados a la escala de Planck a los cuales ya nos hemos referido.

Dadas las explicaciones en los puntos anteriores y las contenidas en el siguiente punto 6., la co-municación de las respectivas mentes cuánticas de las diferentes partículas dentro del sistema total, están permanentemente comunicadas superconductiva y super-luminalmente.

Así, la velocidad con que se transmite metafísicamente, la decisión es a velocidades supercuánticas (cuasi instantáneas y por aproximación matemática para efectos tecnológicos es equivalente a ce-ro). Esta comunicación superluminal, no viola ninguna de las leyes físicas que rigen para las partí-culas cuánticas, mas sí las complementa coherentemente.

Permitiendo a la mente cuántica de todas las partículas, “avanzar en el tiempo metafísico”, “imaginándose” la acción potencial a seguir, por parte del holograma mental de la onda metafí-sica, que constituye el pensamiento cuántico dado. Esta onda se emite como unidad de comuni-cación del pensamiento cuántico.

Y luego cuasi-instantáneamente, permite a la mente cuántica de las partículas “recordar cuánti-camente” las condiciones del pasado, lo que equivale, mentalmente, a “retroceder en el tiempo metafísico” ―bajo la premisa lógica de que, en la mente cuántica, al igual que en el caso de la mente psicológica, la mente puede recordar e imaginar las ´vivencias´ cuánticas.

Todo lo anterior se realizaría en las partículas, independientemente de ser o no observadas, y permanecer aún en el presente. La capacidad de las partículas de “ver” si son observadas, lo evi-dencia “los efectos túnel y anti-túnel” que tienen las partículas cuánticas, efectos que han sido empíricamente comprobados, por la propia física cuántica, mas nunca explicado por ésta de ma-nera efectiva y coherente.

Así se obtiene, una explicación coherente, racional y lógica, que pueda eliminar la decoherente explicación dada por el principio de Superposición cuántica, de que: para llegar a este “tiempo ce-ro, la partícula físicamente “adelanta en el tiempo físico”; y luego, “retrocede en el tiempo físico” en la misma cantidad que adelantó, lo que evidencia la decoherencia del ficticio salto cuántico a niveles físicos. Dado que por lógica coherente, una partícula física no puede retroceder en el tiempo físico, el equivalente al retroceso del tiempo puede ser aceptable en caso metafísico, cuando esa partícula “recuerda”, pues, por definición “supercuántica” propuesta por IEs, el tiem-po metafísico es reversible.

La reversibilidad está dada en la capacidad mental en el tiempo presente, de recordar una situa-ción pasada y prever una situación futura. Lo que origina los cambios y sus respectivos efectos en el sistema físico donde se encuentra la partícula, de una manera cuasi-instantánea.

Lo que las matemáticas miden con ese tiempo no es la movilización física de la partícula, sino la cuasi-instantaneidad con que se transmite la información cuántica desde la mente cuántica, para la nueva posición que está por ocupar la partícula; y, la respuesta vibracional que obtiene tal partí-cula desde su nueva posición, para trasmitir sus correspondientes efectos cuánticos a otras partí-culas.

Nuevamente recordemos que, en la práctica todo ocurre dentro de un contexto supercuántico o superluminal, el cambio es tan rápido, que el tiempo total del proceso resulta tan pequeño que,

14

es matemáticamente despreciable, para efecto de los cálculos que requiere la tecnología cuánti-ca. Equivale a usar para propósitos prácticos un tiempo de cero, que sería el equivalente a los va-lores despreciables resultantes de la supercuántica, muchísimo más pequeños que los de la escala de Planck.

Por eso la decoherencia reduccionistamente materialista coincide en resultados matemáticos, haciendo creer a los cientificistas que es correcta la falaz asunción de que el tiempo cero resulta de la suma algebraica de avanzar y retroceder el tiempo dentro del espacio-tiempo físico, lo cual no es lógico sino decoherente, ya que nunca se ha observado empíricamente que haya ocurrido que, en el espacio-tiempo físico, el tiempo retroceda.

4. El principio del Superposicionamiento potencial de las partículas, como las partículas y antipartículas existen en pares en espacio-tiempo-físico diferentes, este principio explica el hecho de que existen comunicaciones superluminales (cuasi-instantánea, matemáticamente de tiempo cero), bajo el estado de permanente conexión propuesto en el principio bajo el punto 6. siguiente.

Así, por la fenomenología explicada en el anterior principio propuesto bajo el punto 3., para el movimiento supercuántico ―que reemplaza al decoherente fenómeno del salto cuántico― la permanente comunicación de una partícula a su correspondiente antipartícula, se produce para que ocurra un cambio opuesto en el momento de giro o en la carga de una partícula, lo que en la física cuántica se denomina la conservación de ´la paridad´ de la simetría de giro vorticiano o “spin” de cada partícula, que se mantiene con su correspondiente antipartícula, comunicación metafísica y superluminal de efectos instantáneos no importa a cuántos años luz de distancia se encuentren entre sí.

Se modificaría así, lo expuesto por la Escuela de Copenhagüe, la interconexión es por efecto de la comunicación supercuántica ―que matemáticamente es tan rápida que el valor de la medición del tiempo que toma, es despreciable o casi cero, razón por la cual, pese a la ilógica explicación dada en la falaz asunción cientificista decoherente, funciona para los cálculos matemáticos. La verdad es que la explicación mecanicista no es puramente física, sino holística pues intervienen las mentes cuánticas metafísica que se comunican superluminalmente―. Obviamente, la naturaleza metafísi-ca de la onda, como comunicación, es invisible en el mundo físico, clásico newtoniano.

La intercomunicación supercuántica entre todas las partículas, a través de las ondas de pensa-miento metafísicas que ellas emiten ―ver el principio propuesto bajo en el siguiente punto 6., la explicación de la propuesta de este principio coherente― hace posible, lo que la propuesta llama el Superposicionamiento de la información entre todas las partículas. Ya que estas partículas, ubicadas en todo sistema dado, están todas interconectadas entre sí y reciben, mediante ondas metafísicas (pensamientos cuánticos), instrucciones de un ilimitado número de posibilidades po-tenciales de comportamiento, por efecto del principio coherente del movimiento supercuántico descrito anteriormente, sin violar las leyes aplicables ―con esta explicación holística se descarta la probabilidad decoherente de saltos cuánticos.

La propuesta abre un sinnúmero de posibilidades para las ondas metafísicas que, como pensa-mientos cuánticos metafísicos, se dirigen a todas las partículas del sistema, para que la acción de las leyes universales sobre las mentes cuánticas, haga que las partículas físicas tengan el mismo potencial de comportamiento observable.

Así, por acción de las leyes holísticas, cuando en cualquier momento dado, se observe alguna de las partículas, la partícula muestra propiedades, comportamiento y ubicación ya definidas en

15

observaciones previas; y, desaparecen de la mente de las partículas las demás posibilidades po-tenciales de comportamiento, no compatibles con las leyes. Lo que permite hacer predicciones válidas, incluso para su uso tecnológico

Así pues, se elimina la necesidad de recurrir a la falaz decoherencia, que desde comienzos del si-glo XX ha pretendido explicar la mecánica cuántica, el ´colapso de la onda´, que presuntamente sucede al observar la partícula´, porque no hay tampoco la decoherente superposición de partí-culas con bilocación espacial.

Habiéndose desmentido los fenómenos de saltos cuánticos, de interferencia cuántica y de colap-sos de la función de onda, no hay cabida a la teoría de mundos paralelos, ni de Multiverso basa-dos, supuestamente, en la superposición ramificada de las partículas cuánticas; que el cientificis-mo utiliza para basar el supuesto paralelismo o un supuesto multi-origen de probabilidades para una creación espontánea del universo.

Así es como se derivaría de la teoría ´M´ lo que, en el 2010, Hawking destaca esperanzado que con base en ella, se obtenga la teoría de gravedad cuántica que ´lo explique todo´ sin recurrir a la exis-tencia de Dios ―Tómese nota que, ya se explicó previamente que en el 2010, con la teoría ´M´ (que también es reduccionistamente materialista), Hawking cambió su pensamiento, ya que en el 2004 descalificó los universos paralelos, diciendo que pertenecían más a la ciencia ficción, debido a la irreversibilidad de la pérdida de la información cuántica para toda materia que atraviese el umbral de lo físico y pase a formar parte de una singularidad tódica, dentro de un agujero negro superma-sivo.

Si la ciencia oficial aceptara el cambio del reduccionismo físico al holismo en la ciencia, a Roger Penrose y Stuart Hameroff les podría parecer un buen punto de partida la propuesta que aquí se presenta: El Superposicionamiento potencial de las partículas, como el resultado de la coexistencia metafísica-física, o sea de aceptar la realidad holística, donde lo metafísico mental dirige las pro-piedades físicas a velocidades muchísimo más rápidas que la luz.

5. El principio de la Incolapsabilidad de la función de onda. La función de hologramas de toda onda ―de naturaleza metafísica, demostrada por Böhm en la década de los 50´s― se complementa con la explicación del concepto metafísico de ´simbre´ de la mente cuántica de la partícula, desarrollado por IEs ―ver más sobre la mente cuántica y sobre el simbre en el libro III de esta colección.

Como todo producto del simbre, la onda metafísica es indestructible como lo es su función, es decir la onda y su función son incolapsibles. Así que no existe colapso alguno de ondas super-puestas al observarlas a través de una medición; además ya se dijo que el reduccionista fenómeno de la superposición cuántica es lógicamente incoherente.

Solo desaparecen por observación, las probabilidades de Superposicionamiento potencial, como ya se explicó anteriormente en el principio propuesto bajo el anterior punto 4.

Las ondas metafísicas, producidas por las mentes cuánticas, se perciben como ondas físicas, a través de sus efectos físicos de ´vibración oscilante´ de las partículas físicas. Estas ondas de la mente cuántica de las diferentes partículas, al interactuar con las propiedades atractivas y repulsi-vas de las leyes nuclear débil, nuclear fuerte, electromagnética y de gravedad cuántica, de la física, ha hecho posible el decaimiento de los isótopos moleculares a lo largo del tiempo, también ha po-sibilitado la fisión nuclear. Con lo cual se evidencian las funciones entrópicas de la materia física; como así lo ha comprobado empíricamente la física nuclear y molecular.

16

Es decir que la Incolapsabilidad de la función de onda metafísica de la mente cuántica de las partículas ha permitido el proceso entrópico en la materia física.

6. El principio de la complementariedad holística puesta al servicio de la causalidad evolutiva se explica en el bloque teórico III de IEs, del libro III de esta colección. Esta causalidad forma parte de la propues-ta de IEs, al señalar que la entropía del entorno vivencial físico, ha venido sirviendo en todo el uni-verso, para el desarrollo perfeccionante de la metaentropía de la mente espiritual, indivisiblemente ´encarnada´ en la materia.

Este desarrollo a través de la historia del universo, ha puesto cada vez más en evidencia la evolu-ción perfeccionante de la conciencia desde los niveles cuánticos a los niveles biológicos y de éstos a los niveles psicológicos del ego y los evolutivos del simbre. El proceso evolutivo perfeccionante demuestra el acierto de la estrategia del caos vibratorio cuántico, utilizando como medio la meca-nicidad del ensayo y error.

Es decir que la Incolapsabilidad de la función de onda cuántica, equivale a decir que la existencia de los ´pensamientos´ cuánticos es inagotable y que ha permitido a las partículas recibir las ins-trucciones cuánticas precisas, que han servido para que la materia cuántica evolucione en molé-culas.

Lo que ha posibilitado que las moléculas evolucionen, hasta adquirir el conocimiento para la du-plicación biológica dentro de las células; y, dentro de los genes, la producción metabólica de pro-teínas y enzimas.

Así, la conciencia cuántica evolucionó para dar origen a la vida biológica y hace posible la recons-trucción molecular de los cuerpos en cada nuevo ciclo biológico.

Coherente con lo anterior Hameroff ha dicho: “La conciencia cuántica siempre ha existido con la función holográmica de ondas reflejadas en ondas físicas.” Conciencia que evoluciona al nivel humano y adquiere las actuales características de conciencia psicológica, que se traduce en el enigmático “gran efector” propuesto por el Dr. Rodolfo Llinás, que IEs desmitifica al identificarlo como la mente del espíritu humano.

7. El principio de la Super-función de onda unificada, IEs explica que bajo condiciones físicas extremas cercanas al umbral del límite entre lo físico-metafísico, ―como en el caso del condensado Bose-Einstein, cerca al cero absoluto; y también, para temperaturas extremadamente altas, bajo las condi-ciones de colapso gravitatorio en los agujeros negros supermasivos―, la comunicación cuántica entre las partículas, ―en observancia a la ley de la entropía―, prepara las partículas hacia la desorganiza-ción total.

En condiciones normales, las partículas son dirigidas por sus respectivas mentes cuánticas, mediante instrucciones que reciben en forma de funciones de ondas metafísicas. Pero, bajo condiciones terminales, la materia se manifiesta, como una onda que expresa una sola fun-ción de estado para un determinado sistema total de las mentes cuánticas en resonancia en-tre todas las partículas.

Allí, éstas no tienen individualmente características propias, sino comunes; pierden su ego cuántico, hacia una forma extrema de ´altruismo cuántico´ en acción. La unificación de fun-ciones de onda, por analogía simétrica se asemeja a la unificación de las fuerzas de la naturale-za hacia la singularidad.

17

Cuantitativamente, si los cálculos de estas fenomenologías no se pudieran mejorar, se seguirá conser-vando como válida aproximación matemática las respectivas funciones matemáticas de todos los princi-pios cuánticos que contienen las señaladas decoherencias. Pero filosóficamente, en la propuesta de la Supercuántica holística, se podría extender al concepto ´no-local´ (es decir de variables metafísicas o espi-rituales), para incluir integral o holísticamente, variables no-físicas para el caso de la física de moléculas.

IEs como propuesta ´marco´ para iniciar teorías holísticas de carácter científico

La teoría de cuerdas emergió en el último tercio del siglo pasado como una solución aritmética a las transacciones inteligentes de las partículas cuánticas. Ideada como una forma práctica de seguir aceptan-do los decoherentes principios de la mecánica cuántica y de obtener formulaciones matemáticas para explicar lo observado en los primeros colisionadores de partículas. A medida que se estabilizaron las teor-ías de la cromodinámica cuántica en tres familias de partículas fundamentales; y se estableció el modelo estándar de la ciencia, que unificaba a las fuerzas de la naturaleza hasta llegar a una sóla gran fuerza de valores infinitos, se tuvo que formular una teoría de partículas supersimétricas y de cuerdas supersimétri-cas. Éstas llegaron a manejar desde once hasta veintisiete dimensiones matemáticas, reemplazando las cuerdas por membranas o ´branas´, para llegar a ser, en los finales del siglo pasado, parte de la teoría “M” propuesta por Edward Witten de la Universidad de Princeton.

El artículo de la edición de Mayo de 2014 de la revista Scientific American, titulado “La Supersimetría y la crisis en la Física” escrita por Joseph Lykken y María Spiropulu, dos experimentados físicos de los acele-radores de partículas: el Tevatron del Fermilab y el Gran Colisionador de Hadrones (LHC en siglas en inglés) del CERN de Ginebra, Suiza, indican que tras 45 años de haberse concebido la teoría de cuerdas supersimétrica ―sin que nadie haya visto o comprobado la existencia de cuerdas cuánticas, ni obtenido pruebas de supersimetría para las partículas cuánticas―, y haber buscado durante 40 años señales fácti-cas que comprueben la existencia de partículas supersimétricas que hasta la fecha no ha sido posible. Ad-vierten que si para comienzos del 2015, cuando en el LHC lleguen a hacerse colisiones a su máxima capa-cidad de diseño (cuyo costo alcanzó diez mil millones de dólares), no se ha logrado detectar pruebas de la existencia de estas partículas, la física entraría en una profunda crisis. No obstante haber encontrado re-cientemente pruebas fácticas de la existencia del Quark Top y del bosón Higgs (exageradamente llamada ´la partícula de Dios´ por atribuírsele la capacidad de dar masa a las partículas cuánticas), la física cuántica entraría en la necesidad de buscar nuevos direccionamientos para las bases profundas de toda la física y de la cosmología.

Esta denuncia es paralela a la búsqueda, alentada por el famoso físico-cosmólogo Stephen Hawking, hasta ahora infructuosa por más de dos décadas de encontrar una teoría cuántica de la gravedad, que anule la naturaleza de dimensiones infinitas a la ´singularidad´ de la fuerza tódica, que es la fuerza máxi-ma resultante de la unificación de todas las fuerza físicas descubiertas para el Universo. Ya que la singula-ridad concebida actualmente es el umbral hacia lo que deja de ser físico, y es contraria a la posición re-duccionista del materialismo de los físicos que tienen como razón de ser defender a la ciencia física tal como es, sin admitir variables no físicas para su estudio. Y así, pretenden absurdamente encontrar las base filosóficas para negar la existencia de un Creador Universal (véase nuestra lectura de Mayo 2013).

La supersimetría es una magnífica solución teórica comúnmente aceptada para los problemas más profundos que han confrontado los físicos en las últimas décadas. ¿Por qué las partículas tienen la masa que tienen? ¿Por qué las fuerzas tienen la resistencia que tienen?, en esencia, ¿Por qué el Universo es

18

cómo es?. Predice que cada partícula tiene una contraparte oculta de partícula de cargas y giros opuestos y hasta resolvería el misterio de la materia oscura. Llega a concebir conceptos extraordinarios, en el senti-do que las partículas supersimétricas ocupan un ´superespacio´ de dimensiones extraordinarias sin res-tricciones en el tamaño o número de pasos en cualquier dirección y distancia; y, conciben que las partícu-las supersimétricas ´se hablan´ entre sí.

Recordemos que la propuesta de IEs, concibe un espacio-tiempo metafísico de dimensiones diferentes a las físicas para las estructuras de conciencia (de naturaleza no física) que conforman la mente espiritual. Éstas, a nivel cuántico serían las que dirigen las propiedades y acciones de la materia física. Y que las men-tes cuánticas de las partículas se comunican entre sí ―inteligentemente bajo los límites impuestos por las leyes universales― a velocidades más rápidas que la luz (superluminales) ―como también lo hacen los otros tres niveles mentales, biológicas, psicológicas y evolutivas (o simbre), a través de sus respectivas es-tructuras de conciencia, también de naturaleza no física o metafísica―.

Es de destacar, que las teorías de la física cuántica, se iniciaron como propuestas teóricas para explicar lo observado, de forma reduccionistamente materialista, y muchas de ellas no se han validado fáctica-mente. En el pasado las teorías de Kepler y Copérnico, para el sistema solar, eran teorías hasta que pudie-ron ser validadas por Galileo y confirmadas por la Astronomía moderna. A la luz de lo anterior, y aunque parezca insólito y hasta absurdo para quienes se sujetan a los límites de los actuales paradigmas de la ciencia física, las propuesta teóricas de IEs, que incluyen a la Mente Cuántica, explican lo observado, con mejor lógica que los principios decoherentes de la mecánica cuántica, Por lo tanto, deben ser considera-das como propuestas efectivas, pendientes de ser confirmadas bajo protocolos a determinarse como váli-dos para una ciencia holística, diferentes a las del protocolo de la ciencia física. IEs ha tomado como pro-tocolo inicial, los dados por Carlos Bunge: que cada elemento de sus propuestas cumplan con cinco requi-sitos: que sean racionales, lógicos, analíticos, exactos y verificables en su proceso lógico y/o matemático.

Así, en justa cuenta de la realidad holística, se integrará científicamente la evolución de cada fenóme-no del universo y del planeta, a un nivel holístico. Tomando por primera vez en consideración, a la materia física con su mente inmaterial. Químicamente, la evolución de cada molécula tiene su respectiva ´mente cuántica molecular´, producto de la integración a nivel no-físico de las mentes de las partículas cuánticas que conforman cada molécula y sus respectivos cuerpos, sean orgánicos o, inorgánicos; para que, por evolución de la mente cuántica se desarrolle la mente biológica en células y organismos multicelulares.

De esta manera, la mente de cada individuo, sea multimolecular o multi celular, habría evolutiva-mente alcanzado una creciente capacidad mental que contenga un valor agregado, por sinergia, de las capacidades mentales de las partículas cuánticas que la integran.

El reduccionismo materialista de la ciencia nos mantiene lejos de la verdad, para comprender como se ha logrado llegar de lo cuántico a lo molecular inorgánico, de éste a lo molecular orgánico; y, de allí al de-sarrollo evolutivo de la autoréplica molecular para molécula de la vida biológica, el ADN. Si se lograra esta comprensión tomando holísticamente en consideración el desarrollo del estudio de la mente cuántica, de la mente molecular y de la mente biológica, acabaríamos por descifrar el mecanismo evolutivo del ´milagro de la vida´. Este nuevo enfoque holístico para una nueva ciencia integral transdisciplinaria daría solución al problema filosófico de establecer explicaciones lógicas y entendibles de nuestra verdadera realidad que contiene materia física y conciencia no-física, es decir una realidad holística que nuestra ciencia reduccionistamente materialista, no puede explicar coherentemente.

19

El resultado de décadas de investigación del Nobel Francis Crick y de otros, que han tratado de hallar físicamente la explicación mecanicista dentro de lo físico de un gen que sea el responsable de la inteligen-cia animal y humana, ha dado un estéril resultado. Pese a que no existe, en ninguna ciencia fáctica, nada que explique cómo algo físico pueda producir algo no-físico, no se concibe científicamente la posibilidad de que la inteligencia provenga de una conciencia mental que no es física. Un acercamiento a lo anterior es el aporte de científicos de la talla de Sir Roger Penrose de la Universidad de Oxford, el mentor de la tesis doctoral de Stephen Hawking y de su asociado Stuart Hameroff, PhD de la Universidad de Arizona, pero, las limitaciones del uso extensivo de la concepción decoherente de la física cuántica parecen impe-dir la consolidación de una teoría aceptable, que resuelva lo que los filósofos contemporáneos, como Da-vid Chalmers entre otros, han llamado, filosóficamente, ´el problema duro´ de la conciencia. Otras pro-puestas que se acercan a la solución de la Supercuántica holística, están contenidas en el libro “El Yo Cuántico” de Danah Zohar, y “El cerebro Cuántico” de Jeffrey Satinover.

Es también parte de nuestro real estado de desarrollo del conocimiento, el hecho de que las demás disciplinas fácticas, tales como la cosmología, la astronomía, la geología, la paleontología, las ciencias de la naturaleza (botánica, zoología, antropología, medicina, neurología, psiquiatría, etc.), la biología y la genética, se basan, todas, en disciplinas que son reduccionistamente materialistas, como la química y la física. Y como ésta última es ´decoherente´ al explicar los componentes más fundamentales de lo micro, contamina en su nocivo efecto las explicaciones ilógicas dadas al tratar la naturaleza y el origen de la con-ciencia en la neurociencia, la psiquiatría, la psicología, la medicina, la biología, la genética, la paleontolog-ía, la antropología; y en general, todo el conocimiento a fondo del proceso de la evolución habida en el universo y en el planeta.

Con la solución de ciencia holística, propuesta por IEs para este problema, se dará un fundamental paso para encontrar las explicaciones de fondo para la naturaleza de la conciencia y para las manifesta-ciones prenatales puestas en evidencia por el inconsciente colectivo de Carl Jung y por la psicología trans-personal, liderados entre otros por Ken Wilber, Michael Washburn, Stan Grof, Manuel Almendro y Claudio Naranjo. O en el campo de la Meditación, donde autores serios como Daniel Goleman escriben libros co-mo “Los siete caminos de la Meditación”.

También para consolidar explicaciones, bajo la nueva ciencia holística, a las observaciones en el cam-po de lo parapsicológico: como el hipnotismo, la sugestión, el Sincronismo de episodios entre humanos evidenciado por Carl Jung y Deepak Chopra en su libro “Sincrodestino”, la canalización seriamente invest i-gada por Klimo, profesor de la Universidad de Rutgers, Nueva Jersey en su libro “Mensajes del Más allá”, los fenómenos de recuerdos de otras vidas seriamente investigadas por el autor de varios libros sobre el tema, las experiencias al borde de la muerte estudiadas seriamente por décadas de investigación de Ray-mond Moody psicólogo de la Universidad de West Virginia y autor del libro “Vida después de la muerte”; y muchos otros trabajos, como el difundido video documental de Discovery Channel y resumido en You Tube sobre el primer caso completamente planificado, controlado y documentado por un equipo médico competente, de la experiencia extracorpórea de Pam Reynolds durante casi una hora de total inactividad cerebral, la experiencia extracorpórea del Dr. Eban Alexander de la Universidad de Harvard, los casos de suspensión animada que se realizan cada vez con mayor frecuencia, los casos de diferentes grados de muerte cerebral; y, muchos otros que la neurociencia actual no puede explicar pero que evidencia que mente y cerebro son dos cosas distintas, y que la mente ni está ni se produce en el cerebro.

20

Un abismo separa la ciencia actual de las evidencias válidas de trabajos e investigaciones serias reali-zadas por hombres de ciencia que la misma ciencia oficial se niega a reconocer, como evidencias de cien-tos de casos de reencarnación en niños y en algunos adultos investigados y documentados por el Dr. Ian Stevenson, profesor de psiquiatría de la Universidad de Virginia,; y, evidencias de comprobados casos de precognición y clarividencia como los de la Fundación Edgar Cayce seriamente estudiados en la Universi-dad de Virginia en EEUU. Que la ciencia oficial rechaza más por ignorancia de lo espiritual, que por argu-mentos sólidos y válidos que no existen dentro de lo material. También se debe estudiar lo espiritual, bajo nuevas herramientas y propuestas serias como IEs, para hacer claridad y rescatar entre dogmas y mitos religiosos y también del pozo del fanatismo de fantásticas y/o oscuras creencias no religiosas, todo lo relativo a fenómenos que guardan relación con Mente, Cere-bro, Conciencia, Espíritu, Alma, Ego y Conciencia Superior que IEs llama Simbre. Debemos construir mejo-res explicaciones en este desarrollo científico. Explicaciones armónicas y coherentes con las nuevas herramientas conceptuales presentadas por IEs como la Mente Cuántica, Biológica y Evolutiva que se adi-ciona a la convencional mente psicológica, nuevos principios y niveles mentales, el integrador concepto del periespíritu como interfaz de la mente con el cuerpo, incluso de cuerpos no biológicos. Todo, a través de la nueva ciencia holística, para entender y rescatar lo rescatable; y, descartar lo no rescatable, que existe en nuestra cultura y sus diferentes subculturas.

De aquí la gran importancia de resolver la problemática de la decoherencia, que está limitando a las diversas disciplinas de la ciencia. En el presente se está ignorando que esta problemática se extiende al hecho de que toda la ciencia actual es reduccionistamente materialista. Cifro esperanzas de solución, en que la propuesta de IEs para la física cuántica conduzca a una solución efectiva para lo observado y permi-ta hacer predicciones válidas, para la verdadera realidad holística, en todas las disciplinas científicas.

Frase que se aplica a casi toda nueva propuesta científica:

"El público (de la comunidad científica) escucha

con paciencia y aplaude con cortesía, cuando el

científico acaba su informe, todos se retiran sin

mostrar ninguna curiosidad"... "Ninguno de ellos

sospechaba haber asistido a uno de los más importantes acontecimientos científicos del siglo"

(Francois Jacob y Desiderio Papp)

Los cuatro Libros de la Colección “Cabalgando en hombros de Gigantes del Pensamiento”

Libro I DIOS Sin contexto Religioso

- SU RESCATE CIENTÍFICO Y LAS FALACIAS RELIGIOSAS

Libro II LA VERDAD y los parámetros para su discernimiento - UNA LEY ESPIRITUAL, SU BÚSQUEDA, PARÁMETROS DE DISCERNIMIENTO

21

Libro III ESPÍRITU, ALMA, MENTE, CONCIENCIA, EGO y SIMBRE - UNA BÚSQUEDA HACIA LA EXCELENCIA.

Libro IV 1. EL AMOR - UNA LEY ESPIRITUAL, SU NATURALEZA, SU INTEGRACIÓN PARA LA

PRÁCTICA DEL ALTRUISMO

Libro IV 2. LA MEDITACIÓN

- UNA VISIÓN INNOVADORA PARA APROVECHAR EL POTENCIAL ESPIRITUAL

Libro IV 3. LA MUERTE Y EL MÁS ALLÁ - SU SIGNIFICADO Y EL PROCESO SUBSIGUIENTE PARA INICIAR UN NUEVO CICLO, PROBABLEMENTE ENCARNATORIO

En la segunda parte de cada libro se analiza críticamente el pensamiento sistémico de ´Gigantes del Pen-samiento´ como: OSHO, KRISHNAMURTI, DEEPAK CHOPRA, STEPHEN HAWKING, KEN WILBER, CARDENAL CARLO MARÍA MARTINI Y UMBERTO ECO, con el de nuestro macro modelo de Inteligencia Espiritual.

Este análisis se ha hecho extrayendo apartes de nueve libros seleccionados de los mencionados Gigantes del Pensamiento, cuya formación cubre un amplio espectro de enfoques respecto a la espiritualidad a todo lo largo de la historia de nuestra civilización.

Cada aparte se cita textualmente tratando de conservar las ideas centrales. Seguido de cada cita, se desa-rrolla el respectivo comentario del autor de Inteligencia Espiritual – IEs, que de manera lógica y racional establece las coincidencias, los complementos y las divergencias, según lo que piensa cada ´Gigante´.

La Colección sirve de guía y de referencia para quienes buscan hallar la Verdad, que hasta antes de esta obra, se ha venido ofreciendo a los lectores en forma pragmática y mayormente dogmática. Llena los grandes vacíos de nuevos paradigmas que satisfagan la necesidad de llegar a consensos universalmente aceptables, para la nueva filosofía que la sociedad globalizante necesita.

El desarrollo científico y tecnológico prácticamente ha ignorado a la espiritualidad, al permanecer bajo un enfoque netamente materialista sólo reconoce la realidad física. Así, la ciencia actual es insuficiente como fuente de discernimiento para lo filosófico y lo ético, como base para la moral de la presente y de la futu-ra generación.

Los nuevos conocimientos antropológicos, psicológicos, biológicos, genéticos, cuánticos, robóticos y cos-mológicos, sólo han servido para establecer profundos abismos de incongruentes contradicciones con los fundamentos de los dogmas religiosos, relacionados con la existencia de Dios, la Creación Universal, el origen de la Vida y del Hombre; lo que verdaderamente debemos de hacer frente a los valores y virtudes a adoptar, frente a lo que verdaderamente es el Bien y el Mal; y cuál es el verdadero destino, como realidad holística, para la humanidad y para el cosmos.

Para resolver la problemática anterior, IEs aporta nuevas soluciones racionales a través de la Colección “Cabalgando en Hombros de Gigantes del Pensamiento”.

22