09 lecturas seleccionadas noviembre 2013

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Apreciado amigo de FUNFEH Agradecemos al creciente número de lectores satisfechos que están interesados en recibir nues- tras lecturas mensuales. Damos la más cordial bienvenida a nuestro Club de FUNFEH a quienes, diligenciando las casillas en las dos páginas, nos han devuelto el formulario que recientemente les hemos enviado. Ya les estamos enviando el primer obsequio intelectual que consta del glosario de términos de nuestro modelo postconvencional y omni disciplinario ´Inteligencia Espiritual´ - IEs. Creemos que este faci- litará grandemente la comprensión de las futuras lecturas seleccionadas. Hemos tomado debida nota de la dificultad en llenar los formularios en formato Word, al no poder ´agregar´ los elementos de diseño, su recepción contiene elementos ´desagregados´ que han causado dificultades en la segunda página. Por ello, a todos quienes nos soliciten re- cibirlos volveremos a enviarlos en formato .pdf, con la ventaja que ya no se ´desagregan´ los elementos. Le pedimos el inmenso favor de imprimir las dos páginas, diligenciar los espacios en blanco y reenviárnoslo escaneados. Así podrán recibir el glosario y también los próximos regalos intelectuales que periódicamente les haremos llegar, que incluirán materiales de lec- tura, de audio y de video. Volvemos a recordar que para seguir disfrutando de nuestros ensayos, necesitamos nos envíen tan solo un correo diciéndonos que están interesados en seguir recibiéndolas. Si las lecturas les parecen de su agrado, esperamos sus comentarios y/o inquietudes. Sólo tomará menos de un minuto. A partir del próximo año sólo continuaremos enviando nuestras lecturas seleccionadas a quienes nos han escrito confirmando su agrado en seguir recibiéndolas. Recuerden que éstas son el destilado de investigación, creatividad y experiencia en el conocimiento de decenas de miles de personas que están verdaderamente interesados en conocer nuevos paradigmas éticos, que por su lógica racional y coherencia científica son de universal aceptación. En nuestra labor de difundir nuestros trabajos, conscientes de su necesidad, es muy importante contar con su valiosa ayuda en compartirlas, reenviándolas entre su círculo personal y profesio- nal. MUCHÍSIMAS GRACIAS por hacerlo! Muy cordialmente, Adelina Álvarez Villa Directora de Operaciones FUNFEH Noviembre 2013 Para quienes no reconocen las siglas de FUNFEH - Colombia Les ayudará saber que estas lecturas son obra de Petronio Tam MBA de Stanford University, MA de la Universidad ESAN Ingeniero de la UNI de Lima y ´Ricardo Palmino´ Promo ´58

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Apreciado amigo de FUNFEH

Agradecemos al creciente número de lectores satisfechos que están interesados en recibir nues-tras lecturas mensuales.

Damos la más cordial bienvenida a nuestro Club de FUNFEH a quienes, diligenciando las casillas en las dos páginas, nos han devuelto el formulario que recientemente les hemos enviado. Ya les estamos enviando el primer obsequio intelectual que consta del glosario de términos de nuestro modelo postconvencional y omni disciplinario ´Inteligencia Espiritual´ - IEs. Creemos que este faci-litará grandemente la comprensión de las futuras lecturas seleccionadas.

Hemos tomado debida nota de la dificultad en llenar los formularios en formato Word, al no poder ´agregar´ los elementos de diseño, su recepción contiene elementos ´desagregados´ que han causado dificultades en la segunda página. Por ello, a todos quienes nos soliciten re-cibirlos volveremos a enviarlos en formato .pdf, con la ventaja que ya no se ´desagregan´ los elementos. Le pedimos el inmenso favor de imprimir las dos páginas, diligenciar los espacios en blanco y reenviárnoslo escaneados. Así podrán recibir el glosario y también los próximos regalos intelectuales que periódicamente les haremos llegar, que incluirán materiales de lec-tura, de audio y de video.

Volvemos a recordar que para seguir disfrutando de nuestros ensayos, necesitamos nos envíen tan solo un correo diciéndonos que están interesados en seguir recibiéndolas. Si las lecturas les parecen de su agrado, esperamos sus comentarios y/o inquietudes. Sólo tomará menos de un minuto. A partir del próximo año sólo continuaremos enviando nuestras lecturas seleccionadas a quienes nos han escrito confirmando su agrado en seguir recibiéndolas. Recuerden que éstas son el destilado de investigación, creatividad y experiencia en el conocimiento de decenas de miles de personas que están verdaderamente interesados en conocer nuevos paradigmas éticos, que por su lógica racional y coherencia científica son de universal aceptación.

En nuestra labor de difundir nuestros trabajos, conscientes de su necesidad, es muy importante contar con su valiosa ayuda en compartirlas, reenviándolas entre su círculo personal y profesio-nal. MUCHÍSIMAS GRACIAS por hacerlo!

Muy cordialmente, Adelina Álvarez Villa Directora de Operaciones FUNFEH

Noviembre 2013

Para quienes no reconocen las siglas de FUNFEH - Colombia Les ayudará saber que estas lecturas son obra de Petronio Tam

MBA de Stanford University, MA de la Universidad ESAN Ingeniero de la UNI de Lima y ´Ricardo Palmino´ Promo ´58

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Muy apreciado lector(a)

La lectura para este mes de Noviembre versa sobre el Referente Ético Universal, no muy bien reconocido, porque está atrapado convencionalmen-te bajo el falso paradigma de ser un referente ético relativo, sacrificado en aras del ´pluralismo tolerante para la presente convivencia social´. Nos refe-rimos al valor fundamental y seminal del conocimiento humano que desde hace más de veinticinco siglos fue teóricamente la Ley ética más emblemáti-ca del mundo occidental. El lento progreso del conocimiento humano, habi-do en el pasado, propició el relativismo de la verdad. Pero, gracias al vertigi-noso progreso de la ciencia multidisciplinaria, hoy en día ya es posible poder rescatar paradigmas de universal aceptación que generen valores funda-mentales gobernantes para la conducta presente y futura de la humanidad globalizante. Así acercarnos mejor a LA VERDAD.

Así, la ´verdad´ ética de cada quién, hoy en día en pro del pluralismo de creencias, es falazmente considerada buena para el ego de otros, así ésta sea muy diferente a la ´verdad´ que uno tiene para su propio ego. Su verda-dero concepto ha sido tergiversado, diversificado y hasta vulgarizado, al punto tal que no existe para el adulto de hoy, ni se ofrece a las generaciones del futuro, una clara idea de con qué parámetros buscar y encontrar la Ver-dad ética, ni cómo realmente practicarlo en propiedad.

A continuación iniciamos la reproducción el bloque teórico II de IEs, sobre LA VERDAD, que es parte del Libro II, de la Colección “Cabalgando en hombros de Gigantes del Pensamiento”, cuyo autor es el suscrito y seguro servidor.

Debo advertir que siendo nuestro enfoque de naturaleza post-convencional, su cabal comprensión requiere el dominio de nuevos concep-tos cuyas explicaciones exceden el propósito de estas lecturas.

Por lo que, aspiro a que el lector no iniciado en nuestro macro-modelo de Inteligencia Espiritual (IEs), comprenda esta limitación.

Aunque pueda parecer inusual, se ha hecho uso de referencias ´in si-tu´ y no de pié de página, para que el lector que quiera saber más sobre de-terminado término o concepto pueda consultarlo, si llega a adquirir los cua-tro Libros de nuestra Colección, o por lo menos dispone del Glosario de tér-minos que podrá recibir con tan solo inscribirse como amigo de FUNFEH.

No obstante, invito a quienes deseen hacer sus preguntas o consultas por e-mail a [email protected].

Pese a las limitaciones anotadas, espero que la comprensión general de esta lectura sea lo suficientemente útil para el lector: y tenga a bien, con-siderarlo conveniente distribuirlo entre su apreciado círculo.

Muy cordialmente, Petronio Tam

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LA VERDAD UNA LEY ESPIRITUAL, SU BÚSQUEDA, PARÁMETROS DE DISCERNIMIENTO

"Vivimos, casi continuamente inmersos en nuestros sentidos exteriores

…nos perdemos en nuestras impresiones y sentimientos,

…en todo aquello que nos atrae o se opone a nosotros;

…incluso, si queremos vivir a un nivel más profundo de nuestra propia persona,

…habitualmente nos desviamos hacia lo abstracto:

…sopesamos, componemos, sacamos conclusiones lógicas.

Somos peregrinos en busca de un conocimiento todavía desconocido". André Louf

Bloque teórico II de IEs - La Verdad

1 El aporte del modelo Inteligencia Espiritual – IEs para el tema de La Verdad

A continuación, presentamos cómo los aspectos del modelo IEs que contribuyen a aclarar, complemen-tar y, en algunos casos, presentar una visión alternativa y correctiva del pensamiento sistémico de Osho, Krishna-murti, Stephen Hawking/Leonard Mlodinow, Deepak Chopra, Ken Wilber, Cardenal Carlo María Martini y Umberto Eco, sobre La Verdad:

1.1 La Filosofía

La filosofía es el conjunto de doctrinas sobre leyes universales subordinadas al ser, su entorno y su so-ciedad, al pensamiento del hombre, al proceso del conocimiento; doctrinas sobre los problemas de relación entre el pensar y el ser, entre la conciencia y la materia. La filosofía es el amor a la sabiduría, considerada la ciencia de las ciencias. Destacamos de lo anterior “el proceso del conocimiento” y “la relación entre la conciencia y la materia”.

Centraremos la búsqueda de La verdad en lo que acabamos de destacar: todo conocimiento debe ser verda-dero. En el presente trabajo el énfasis está en la relación entre conciencia y la materia. Esta última fue tomada por la psicología como ciencia auxiliar de la filosofía y se ha convertido en su “problema duro”, aún sin resolver. Prime-ro, porque la ciencia actual, especialmente la física cuántica y la neurociencia, no han podido darle suficientes he-rramientas para hacerlo. Segundo, porque siendo la conciencia de naturaleza no física o metafísica, en mi concepto, la ciencia erróneamente pretende estudiarla bajo el estricto enfoque materialista presente en todas sus actuales disciplinas fácticas. Como se sabe, la psicología se concentró en el “problema blando”―no en el “problema duro”― haciendo un notable desarrollo del conocimiento para la conducta humana, mas no para la conciencia.

Considero de suma urgencia, corregir este enfoque erróneo del materialismo reduccionista y ampliar el espec-tro de la ciencia ―hasta ahora sólo limitado a lo físico o material― hacia la fenomenología espiritual o metafísica. Algunos grandes pensadores contemporáneos han incursionado en esta temática, en los aspectos de su competen-cia, pero falta integrarlos. Pienso que al integrarlos ―como ya lo está haciendo IEs― nace una nueva ciencia, que debe oficialmente ser reconocida como la ciencia de la espiritualidad. Una vez aceptada como tal, debe ser absor-bida en sus partes pertinentes por todas las demás ciencias, completando su enfoque actual para convertirla en un enfoque que abarque la verdadera realidad holística. Así, la ciencia será verdaderamente holística, en cada una de sus disciplinas ―lo holístico integra realidad física con la realidad no-física.

El primer paso, sería integrar la física cuántica con una física “supercuántica” propuesta por William Tiller. Si-guiendo a Tiller, IEs ha elaborado teorías efectivas aplicadas a las energías del pensamiento cuántico, biológico, psicológico y evolutivo. Esta integración resulta en una “física” holística, por mantener el término “física” conocido como una ciencia, aunque ya no sea sólo de lo físico. Sería mejor, pero inicialmente difícil de retener, hablar de ciencia holística para nuestra realidad holística, que integre dentro de las disciplinas físico-químicas, a todas las que

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de ellas se derivan como: la cosmología, astronomía, geología, biología, paleontología, antropología, genética, me-dicina y las ingenierías, entre otras. La palabra holística(o), se convertiría en el “apellido” de todas las disciplinas convencionales, así hablaríamos de cosmología holística, química holística, biología holística, genética holística, antropología holística, medicina holística. La psicología holística, sería el resultado de integrar la psicología trans-personal con la espiritualidad humana.

1.2 La Ética

La ética derivada de la filosofía, se podría definir como la concepción total −holística− del individuo, de la sociedad y del universo, para la moral, el bien supremo, el deber y la conducta humana. De la ética deriva la palabra “valor”, como un término que significa una verdad ética expresada en una palabra. El antónimo del valor es el “an-tivalor”. El valor, cuando se convierte en un hábito y se practica incondicionalmente, adquiere la cualidad espiritual de convertirse en “virtud”. De otro lado, el antivalor, cuando se practica habitualmente, se convierte en “vicio”. Cada valor puede servir también para erradicar un antivalor. Pero sólo las correspondientes virtudes pueden erradi-car vicios. Al adoptar cada virtud como gobernante en nuestras vidas, surgen los principios éticos para la moral y la conducta ética.

Pero hay que aclarar que se han construido, formal o informalmente, diferentes “éticas”, que pretenden cada una ser “la verdadera”, abarcando una parte o todo el campo del conocimiento filosófico, religioso, político o profesional. Así por ejemplo, se habla de ética cristiana, budista, comunista, capitalista, médica, biológica, ecológi-ca, etc.; y de cada tipo de ética se deriva su respectiva moral. IEs se enfoca en el constante perfeccionamiento de una “cosmovisión ética”, es decir de una ética integral, fundamental y universalmente aceptable. Donde sólo po-demos acercarnos cada vez más a la verdad, que es una sola; la misma que constituye los fundamentos de cualquier campo del conocimiento o tipo derivado de ética.

Lamentablemente, cuando el “ego” de los mentores y seguidores, entra en juego para defender “modelos éti-cos cerrados”, se perpetúan paradigmas que con el tiempo se han convertido en incompletos o parcialmente obso-letos. Cada modelo es considerado por sus seguidores como lo único “verdadero”. Así por ejemplo, en lo religioso o lo político, por tomar dos de los campos más importantes, todo modelo cerrado contiene el filtro egoico institucio-nal y colectivizado de los seguidores, que se puede asemejar a un color del arco iris. Sus seguidores sostendrán que “su verdad” es “la verdad” y que es mutuamente excluyente de las otras “supuestas verdades”.

El resultado es que se proponen, se sostienen, se controvierten y hasta se mata por verdades que se creen que son: ´roja, o naranja, o amarilla, o verde, o aguamarina, o azul, o violeta´. Pero el filtro del “ego” de sus seguidores impide en cada quién comprender que la verdad es una sola; y es ´blanca´. La verdad debe ser entendida con el “simbre”, o el yo superior de la conciencia, ―ver el capítulo 7 dedicado a explicar el simbre, en el libro III de esta colección―, debe ser la integración de todos los verdaderos componentes del ´color blanco´, es decir de un solo color, no más que uno solo que integre axialmente todos los conocimientos y conecte el conocimiento de todas sus derivaciones, como debe ser, ¡una sola verdad! En suma, que reúna todas las diferentes partes que componen la verdad hacia la cual, el perfectible conocimiento humano, se debe de acercar cada vez más y más. El “simbre” de cada quién debe lograr trascender su respectivo ego y corregir los “puntos ciegos egoicos que se colectivizan” que filtran y sesgan la verdadera realidad del conocimiento.

Se ha llegado incluso, a la proliferación de éticas informales para justificar el estilo de vida de cada quién, a modo de mecanismo de defensa; yo los llamo “éticas vivenciales” acomodaticias mayormente “a posterio-ri” y egoicas, que van desde las éticas de un “revolucionario” con o sin ideología, con o sin violencia, pasando por los seguidores de las tendencias de una vida frívola y material ―con o sin lujos, con o sin alcohol, sexo o drogas―, de las enajenantes modas, de vestidos, peinados, grotescos bailes de moda, tatuajes y piercings, que armonizan con el matoneo escolar, las pandillas juveniles, las “barras bravas” de los fanáticos de un deporte de masas; y, hasta las falsas verdades contenidas en las “leyes” entre pandillas, narcotraficantes, sicarios y organizaciones terroristas.

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Hablemos de las grandes interrogantes éticas, que se han reunido en cuatro preguntas fundamentales que la humanidad ha tenido desde que tuvo uso de razón. Sus respuestas siguen en progreso, no han terminado de construirse. Estas preguntas necesariamente se extienden hacia el campo espiritual, es decir, su planteamiento abarca el sentido holístico para integrar el conocimiento físico y metafísico o espiritual; y son: ¿Quién soy? , ¿De dónde vengo?, ¿A dónde voy? y ¿Qué debo hacer? Cuyas respuestas nos deben conducir hacia La Verdad y si son positivas, es porque implican una causalidad implícita que le dé sabiduría al uso del libre albedrío. Dos fenómenos han obstaculizado su avance, el agnosticismo y el reduccionismo materialista de la ciencia, bajo el imperio de ´el egoísmo humano´ que fundamenta las instituciones, lo legaliza. La orientación de las grandes inversiones de capital humano y económico, hacia las ciencias fácticas y la tecnología, han demorado la construcción de estas respuestas fundamentales, ya que evidencia la jerarquía del progreso material para la comodidad y el placer por sobre la equidad social y la erradicación de la pobreza material y espiritual. Lo cual causa el malestar que alimenta las lu-chas de clases.

Hoy en día, la sociedad entera está pagando su falta de formación ética integral y escolarizada, con círculos viciosos sociales de: innecesario y cruel sufrimiento, conflictos familiares, de pareja, laborales, comunitarios; y, antivalores delictivos de crecientes dimensiones en todo el mundo, como: la violencia, inseguridad, crimen organi-zado, corrupción, codicia y ambición de exceso de poder y/o dinero, injusta concentración del capital, graves y/o crónicas injusticias sociales, bandas criminales, explotación infantil, trata de blancas, narcotráfico, guerrillas y gue-rras, la mayoría de las veces bajo perversas prácticas de lucro ilegal e inhumanas formas de crímenes.

Hemos reducido la ética a una ´pseudoética´, cuyos valores no se practican, regular, permanente e incondicio-nalmente, sino intermitentemente, según el interés o el temor, egoicos; y hasta con apreciable ausencia de escrú-pulos y censurable grado de manipulación egoísta, demagógica y/o maquiavélica. En un estado de revoltura de valores con antivalores, muchos de ellos adquiridos desde la niñez. Nunca erradicados por sobre-permisividad de la actual cultura social que, como vano intento para erradicarlos, penaliza algunos y critica, muchas veces calladamen-te, a otros. Podemos mencionar que están más entre los últimos que entre los primeros: el irrespeto, la mentira, el chisme, el “amiguismo” facilista, la parcialidad injusta, la envidia, el incumplimiento de palabra y hasta de promesas escritas, el insulto, la calumnia, el interés obsesivo por ganar, la codicia, el ansia de poder, de dominar, de avasallar, el desgreño, la irresponsabilidad, la pereza, la libidinosidad, el alcohol y la droga; y, en general, hacer cosas injustas o ilícitas cuando la ley humana es incapaz de hacer verdadera justicia, ya que la justicia queda mutilada al ´estado de derecho´, que muchas veces se presta a la impunidad al limitarse absurdamente al ´debido proceso´.

No se conocen referentes éticos universalmente aceptables de origen supra-humano, que nadie pueda objetar, controvertir, rechazar, ni mucho menos eludir. Pero existen, IEs los descubre bajo la prueba, entre otros, de; la exis-tencia de Dios sin contexto religioso, de sus designios comprobables para la práctica del altruismo, de la necesidad de trascender el ego por acción del simbre, de la Ley de la Evolución perfeccionante de la mente, de la Ley de la Justicia Restitutiva Divina y de sus consecuencias vivenciales de amor y de dolor; de los cuales nos ocuparemos más adelante al tratar las leyes espirituales en el Capítulo I, del Bloque teórico III de IEs, en el Libro III de nuestra Colec-ción “Cabalgando en hombros de Gigantes del Pensamiento”.

No se enseña, formalmente, que los antivalores y vicios son causados por tendencias naturales y excesos del ego en el ser humano. No se conoce ni porqué ni cómo se debe trascender el ego. Tampoco de cómo despertar la espi-ritualidad dormida para que domine al ego. Ni cómo aprehender cuál es nuestra causalidad evolutiva, ni el conven-cimiento de seguir el altruismo como el vector evolutivo supra-humano por excelencia. Ni cómo re-direccionar la usual programación egoica del pensamiento por acción del simbre como la verdadera identidad del ser, hacia el verdadero sentido que la vida tiene y que la gran mayoría ignora. Sugiero extender nuestra visión ética más allá de: hallar, mantener y aumentar la felicidad placentera, la prosperidad para conseguirla o comprarla y la egoica obse-sión de prolongar la vida y su salud para disfrutarla. Incluso, se ignora el planeamiento que debemos hacer para lo que, espiritualmente, debemos llegar a ser más allá de la muerte biológica. Nos ocuparemos de estos importantes aspectos, en futuras lecturas de apartes de los Libros III y IV de nuestra mencionada Colección.

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1.3 La Verdad y su evolución holística

La verdad es considerada una ley divina de universal aplicación evolucionante en el crecimiento perfeccionante de la capacidad de conciencia de la mente espiritual, integrada a la Ley del amor. La verdad y el amor, juntos, se convierten en sabiduría. Así la verdad se impone al error y desplaza a la ignorancia en la mente espiritual ―para mayores conocimientos, ver sobre las leyes espirituales de la verdad y el amor en el Bloque teórico III de IEs, Libro III de nuestra mencionada Colección.

Una expresión, que pertenece a un fenómeno del orden metafísico, es la verdad de que la evolución del univer-so debe de empezar causalmente. Y es puesta al descubierto físicamente por la cosmología cuántica, a través de la nucleosíntesis desde los primeros ciento ochenta segundos de la creación del universo, hace 13.780 millones de años. Así, IEs descubre que, en el “corazón” de los núcleos de todos los átomos, existe la fuerza de la verdad como una expresión fenomenológica en el nivel cuántico ―Aunque se insertan dentro del texto, frases explicativas entre guiones y en letras itálicas o kursivas; en caso que, el lector no esté familiarizado con algunos términos básicos de la física cuántica, recomendamos el uso del glosario de términos al final del libro, o en todo caso remitirse a consultar con un buscador por internet el significado de alguna palabra en particular.

Esta verdad, que, como se explica en el libro I de esta colección, se debe haber llevado a cabo debido a una evo-lución causal, se convierte en el conocimiento que maneja la ´mente cuántica´ de la “fuerza nuclear fuerte”, para “convencer” a los quarks ―en un diálogo permanente entre quarks y gluones de esta fuerza― para que orbiten ―permanentemente dentro de un nucleón hasta el fin del universo material― “hermanados” de a tres en tres, den-tro de un neutrón; y después, cargándose electromagnéticamente del amor por los electrones, cuando parte de los neutrones se convierten en protones ―la frecuente colisión de neutrones entre sí, los subdivide en protones, elec-trones y neutrinos, liberando la fuerza electromagnética que atrae entre sí a protones y electrones.

La verdad cuántica también está presente cuando los gluones, de la fuerza nuclear fuerte, convencen al “ego” de los protones para que no se separen ―porque electromagnéticamente los polos iguales de los protones tienden a separarse. Así, la nucleosíntesis es el primer paso para que se forme el núcleo de los diferentes átomos, luego se podrán formar diferentes moléculas que, mucho después, se convertirán en células que llegarán a ser parte de nuestros cuerpos.

También, la verdad evolutiva, a nivel cuántico, se expresa en una fuerza llamada la “fuerza nuclear débil”, cuya misión es corregir los errores de la naturaleza. Debido al caos cuántico como estrategia causal de la evolución, la fuerza nuclear fuerte puede reunir más neutrones que los que necesita para mantener la paridad de número con los protones, dentro de un núcleo atómico dado.

Para mantener “la paridad” entre el número de neutrones y protones en cada núcleo, la naturaleza corrige los excesos de neutrones en un núcleo, lo que se logra con la radioactividad. Ésta consiste en que, durante un período muy largo de tiempo, la fuerza nuclear débil interactuando entre las vibraciones caóticas de las partículas de proto-nes y de neutrones, atraídos por la fuerza nuclear fuerte y los protones repelidos entre sí por la fuerza electromag-nética logra, lenta y progresivamente, la expulsión fuera del núcleo atómico de los neutrones en exceso que se lla-man isótopos radioactivos. Lo hace la fuerza nuclear débil cuando su presencia rompe el equilibrio entre la atrac-ción de los gluones que emite la fuerza nuclear fuerte y la repulsión de los fotones que emiten los protones.

Aquí, la naturaleza de la ´mente cuántica´ con su “verdad cuántica” nos enseña a conservar la simetría de pari-dad, como un principio inherente a sus leyes; que utilizaremos al establecer las leyes universales para el espacio-tiempo metafísico o espiritual en el bloque teórico IEs III, donde se explica la existencia de la mente cuántica.

Así, los “weakones” ―partículas energéticas actuantes con fuerza física― de la fuerza nuclear débil, irremisi-blemente a través del tiempo, corrigen los errores de la materia expulsando los isótopos de más. Análogamente, por simetría en el orden metafísico o espiritual, los “purones-v” que constituyen la fuerza del conocimiento de la

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verdad, irremisiblemente a través del tiempo, corrigen los errores de la ignorancia, expulsando las mentiras que se adoptaron como ciertas. Así, romper los bloqueos de conciencia, que impiden el crecimiento perfeccionante de la capacidad de la conciencia espiritual en sus diferentes niveles y códigos que veremos más adelante ―Los purones son partículas mentales actuantes con fuerza metafísica, correspondientes al espacio-tiempo metafísico, propuestas por IEs, explicadas en el capítulo de la Mente en el Bloque teórico III de IEs, en Libro III de nuestra Colección.

En el nivel más básico, la verdad cuántica contenida en lo anterior, es de las primeras manifestaciones físicas de una ley inexorable, que acompaña la evolución del conocimiento que tienen la mente cuántica de las moléculas, para desarrollar el conocimiento de ´la verdad biológica´ que tiene la mente biológica de las células –que están hechas de moléculas−, como parte de la mente tetra-nivel que tienen los seres multicelulares, incluidos los huma-nos. Lo que se aprecia en la inteligencia del “saber verdaderamente cómo” que tiene ´la mente cuántica´ de cada gen, en cada genoma, en cada tejido y en cada órgano de cada sistema biológico, que contiene el saber de su res-pectiva ´mente biológica´. La verdad se expresa en vida, en salud, en vivencias, en cuatro formas de verdades cuán-tica, biológica, psicológica y evolutiva después de la muerte. ―Los cuatro niveles mentales se explican en el capítulo de la mente del Bloque teórico III de IEs, en el Libro III de nuestra mencionada Colección.

La verdad a nivel biológico, sirve para ofrecer a la inteligencia psicológica un escenario vivencial, donde el ego se encuentra a sí mismo evolucionando en el sentido perfeccionante, cada vez menos insensible, menos salvaje, menos egoísta. “Aprehendiendo” por continuos reciclajes reencarnatorios, a hacer sus cosas con menos depreda-ción, desde el virus –que técnicamente pertenece a una forma de vida llamada “procariota”− que “cruelmente” ingresa a la célula huésped y despedaza su ADN, para apoderarse de sus componentes para reproducirse y mutar. Menos cruel es la bacteria ―que técnicamente pertenece a una forma de vida llamada “eucariota” producto de la evolución del procariota durante más de dos mil millones de años en el planeta― que ya no invade ni despedaza las células, sino que penetra dentro del organismo huésped, para quitarle nutrientes a las células y en su acelerada reproducción ´infecta´ al organismo.

Durante dos mil millones de años, por ingestión simbiótica de diversos procariotas más pequeños, la célula procariota convirtió su estructura elemental y simple en una célula compleja, llena de funcionales organelas, llama-da eucariota –ingestión (no digestión). Así, la evolución mejora sinérgicamente la inteligencia de su mente biológi-ca, con el aporte simbiótico de la mente de cada ex procariota; y al no morir por deglución dentro de la gran célula eucariota, aquellos se convirtieron en organelas de ésta, con funciones inteligentes definidas, para contribuir a la supervivencia de todo el complejo sistema de vida inteligente del eucariota, gracias a su mente biológica.

Con el tiempo, el ego de los individuos unicelulares descubre las verdaderas ventajas de vivir en colonias de millones de eucariotas ―desarrollaron la verdad del conocimiento de saber por qué, para qué y cómo mantenerse dentro de rangos de temperatura convenientes y rotar para alimentarse― Luego, cuando se agotan los nutrientes en su entorno, colectivamente tienen la inteligencia de fraccionar la colonia, reagrupándose en forma de esporas aerodinámicas, para viajar como naves dentro del sustrato líquido que los contiene, llámense mares, ríos, lagos o estanques; practican así una forma de altruismo: la unión hace la fuerza, para sobrevivir y multiplicarse, haciendo de cada espora una nueva colonia.

Más tarde, las colonias se convierten en animales multicelulares. Su ego continuó desarrollándose para adap-tarse mejor a cada nuevo entorno y a sus cambios posteriores. Su mente, inteligentemente ha buscado como su verdadera estrategia causal, las mutaciones acertadas, usando el azar por “ensayo y error”, una estrategia que refleja todavía su inteligencia primitiva, irracionalmente torpe, pero exitosa a lo largo del tiempo. Así fue como las especies marinas lograron sobrevivir en los cambios de mareas, convirtiéndose en anfibias, para luego volverse parte de la vida terrestre bajo el periodo carbonífero, cuando las capas de ozono permitieron las condiciones be-nignas para la vida en la superficie de los continentes ―en una causal misión altruista que expresa su verdadero amor, aún irracional, por preservar la vida.

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Sigue desarrollándose la verdad existencial, el oxígeno liberado en el período carbonífero, hizo equipo con la “tradicional” fraternidad de la molécula de carbono ―que se auto-enlaza en larguísimas cadenas polipéptidas de proteínas, genes, ARN´s y ADN´s― para que, con el conocimiento “verdadero” de la fotosíntesis, hiciera posible que la vida vegetal floreciera para servir como nueva fuente de alimentos a los reptiles. El ego inteligente de los vegeta-les hizo posible el hidrotropismo de sus raíces y el heliotropismo de sus hojas. Su inteligencia tuvo otro acierto, la ludicidad del ego vegetal florecería en colores y fragancias para atraer a quienes los polenizarán. Luego atraerían a los depredadores de frutos, con una inteligencia expresada en aromas y exquisitos sabores, que permitieran a sus semillas desplazarse en el vientre del predador que los “siembra” –con abono incluido−, en otros lugares que las plantas sin locomoción nunca llegarían. Así, la diversidad y la multiplicación de la especie han estado muy bien con-cebidas para su verdadera supervivencia como especie, progresivamente, en diferentes entornos climáticos.

La verdad existencial sigue su curso, se cierra la cadena alimenticia desarrollándose animales carnívoros a cos-ta de los vegetarianos. Para corregir la depredación egoísta entre los ovíparos, las especies más inteligentes, que sobrevivieron a los cataclismos que extinguieron a los dinosaurios, inventaron las mamas para alimentar con amor a sus crías ―como los monotremas― y luego retener sus huevos en su vientre. Vientre que primero fue de marsu-pial y luego para mayor efectividad protectora el vientre evolucionó en un vientre placentario. La inteligencia del ego de los mamíferos requería cada vez mayor masa encefálica para más complejas actividades sensoriales y mo-trices. La corteza cerebral hizo posible el ingenio para encontrar la verdad de saber amamantar en los períodos de indefensión de sus hijos y cómo sobrevivir, con un ego más inteligente y menos salvaje, a drásticos o extremos cambios de clima, incluidas las glaciaciones.

Finalmente, un primate –cuadrumano− con ego irracional, logra convertirse con la ayuda de las transiciones climáticas de muy larga duración, producidas por la acción de tectónica de placas en el África, en homínido ―un bípedo de mayor capacidad encefálica― cuya inteligencia adaptativa le permite subsistir a cada nueva travesía mi-gratoria, saliendo del África hasta poblar todos los continentes. El ego, en su transición evolutiva lo volvió homo sapiens, es decir que dejó de ser irracional para convertirse en una especie racional, capaz de formular raciocinios acerca de la verdad. Así, el ego racional alcanza su desarrollo neurológico como Homo sapiens-sapiens apenas hace unos ocho o diez milenios; y, desde hace menos de dos y medio milenios, ese mismo ego empieza a dejar vestigios escritos en el antiguo oriente, de los secretos de su simbre, cuya conciencia espiritual está más allá de la de su ego. IEs llama ´simbre´ al Yo superior de la conciencia que es la esencia del espíritu –Recordemos que en el Bloque teórico del Libro III de nuestra mencionada Colección, se explica con detenimiento lo que IEs define como ego en el Capítulo 6 y como simbre en el Capítulo 7.

La verdad evolutiva de la mente del simbre está presente, impulsando los cambios evolutivos en los demás niveles de la mente cuántica, biológica y egoica. Empezó con el conocimiento correcto para el funcionamiento de las subpartículas atómicas y de las moléculas a nivel cuántico. También para el funcionamiento saludable de las células en el nivel biológico. Pero la verdad más importante, para quienes alcanzamos un ego racional, es desarro-llar perfectiblemente la verdad ética, para el correcto manejo del ego durante la vida de cada individuo, trascen-diendo el nivel psicológico del ego para alcanzar cada día un mayor grado de perfección en el nivel evolutivo del simbre.

Para IEs, La verdad es la validez lógica del conocimiento ético universal y fundamental, que produce certeza mental y sinergiza otras verdades vectorizando la inteligencia cognitiva. Sus fuentes son el conocimiento humano omni-disciplinario, ideado por su propia investigación y por su creatividad y complementado por el conocimiento revelado por canalización, cuya fuente es el internet espiritual del bien.

Sin embargo, la verdad egoica, convencionalmente tomada como la única fuente de la verdad, puede conte-ner limitaciones y vicios, toda vez que el procesador de conciencia que más usamos, cognitiva, emocional y voliti-vamente, es el ego. Y, cuando el simbre está afectado por los bloqueos de conciencia creados por los mecanismos de defensa del ego, la verdad no se conoce como debiera ser, pues el ego no percibe la verdadera realidad, sino la

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parte que quiere, le conviene o la que espera percibir. Como lo establece Daniel Goleman, todo ego contiene un filtro para su percepción y otro para su procesamiento inteligente.

Estos filtros sólo procesan lo que el ego cree que le favorece, principalmente para evitar la ansiedad y el con-secuente sufrimiento. El ego difícilmente es imparcial y no está en condiciones de captar la realidad tal cual es, sino que hace los sesgos que cree conveniente de acuerdo a sus creencias básicas o paradigmas. Si a esto le agre-gamos la dinámica que deteriora muchas creencias, modelos o paradigmas, haciéndolos obsoletos y perecederos en el tiempo durante el cual, se consideraron como verdaderos; esta inexorable dinámica del progreso del conoci-miento humano, hace que muchos de los actuales paradigmas hayan llegado a su obsolescencia parcial o total, sin que los que lo practican estén conscientes de ello.

La historia ha evidenciado que, muchas de estas creencias o paradigmas se cierran al ser institucionalizados y no se les permite su progresivo cambio para mejor, como sucede entre las culturas subdesarrolladas, religiones, doctrinas políticas y hasta en la ciencia que limita su campo de acción a sólo lo material. Así nuestra subjetividad individual o colectiva se carga de prejuicios subjetivos que impiden ver la verdad objetivamente. Afectando la ob-servación de la realidad tal cual es, y la vemos como creemos que es, o que debe ser o como queremos que sea.

En la verdad ética convencional, formalmente, se construyen las propuestas del conocimiento aceptable como verdadero a partir de una fuente. A esa fuente se le llama ´el Sujeto´ de la propuesta ética. Y todos los que recibi-mos una determinada propuesta ética, nos convertimos en ´los objetos´ de la misma. El problema del relativismo de la verdad ética empieza cuando cualquier humano objeto de tal propuesta, la desafía por considerar que ‘el Sujeto’ es humano como lo es él y puede estar equivocado. Le encuentra reparos a la propuesta, por ser aplicable bajo determinadas condiciones pero no aplicable bajo otras.

Necesitamos propuestas éticas de universal aceptación. Solo las hay para los fines de la convivencia humana y los conocemos como los derechos humanos. Aún, no las hay en el campo del conocimiento ético de la verdadera naturaleza de la conciencia espiritual, de sus orígenes, de su destino, ni de qué o cómo debemos actuar conse-cuentemente. Pues, ni el concepto religioso de la conciencia de Dios, como verdad religiosa, con características egoicas, es universalmente aceptable.

El resultado de la anterior situación, es que vivimos bajo verdades relativas de un relativismo ético dominado por los egos, y permanecemos aún en “la prehistoria” en lo que respecta al campo del conocimiento de la concien-cia espiritual y de la existencia del Yo superior o simbre con el cual se puede y se debe trascender el ego. Lo cual tiene deplorables consecuencias, ´por´ y ´para´ el materialismo, frivolidad, intrascendencia, contaminación de anti-valores, degeneración de valores y ausencia de virtudes, que arrastran a la sociedad a una cíclica decadencia, co-mo sistema social carente de una efectiva infraestructura espiritual.

Según este falaz relativismo de la verdad ética, todo el mundo tiene su propia verdad, según su personalizada formación y acceso al conocimiento que dio lugar a sus creencias, modelos y paradigmas. Y parece que todos ―como ignorando la bomba de tiempo que esta situación conlleva― en ánimo de la paz y de la convivencia, respe-tamos la verdad de cada quién, y volteamos la página en medio de la diversidad y del pluralismo intelectual del ego. No nos preocupamos después por hallar la “verdadera” verdad ética, ―supra egoica, la verdad que debe encontrar el simbre― la que más se acerque a la verdad absoluta, completa y total.

Otros intereses egoicos en la vida ordinaria se imponen como más urgentes por atender. Esto acolita, el cre-ciente culto a los “ídolos de barro” del materialismo y al imperio social de los sentidos, de las emociones y de los deseos. Un culto hacia la búsqueda del bienestar material y/o del placer egoico. Para la mayoría dominante del planeta, no hay, después de lo anterior, nada más que valga la pena.

Urge como indispensable, que todo conocimiento ético presuntamente verdadero pase la prueba de ser uni-versalmente aceptable ―un sistema institucionalizado que actúe como el ´filtro´ de falsabilidad ideado por Karl

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Popper―. Que Ésto esté reflejado en las leyes y normas humanas, y académicamente sea enseñado, como parte de la formación integral escolarizada. Solo así se garantiza el real compromiso de su práctica, después de una evalua-ción justa y efectiva que logre el compromiso integral de todos.

Para ello, sugerimos una cosmovisión ética bajo el protocolo que ha adoptado IEs, el de la metodología de la ciencia que, no necesariamente, desemboca en el conocimiento de la actual ciencia oficial, ya que ésta ignora la mitad de la realidad, la realidad metafísica o espiritual. Recordemos que Mario Bunge indica los requisitos para que todo conocimiento sea científicamente aceptable, y son siguientes: que sea un conocimiento racional; lógico en su metodología determinista y en su análisis y selección; exacto en su medición lógica y/o matemática, según el caso; y, verificable en su procedimiento ante “n” auditorios y que se llegue a la misma conclusión como verdadera. Y que Hawking dice que una teoría o modelo efectivo ―incluso en el campo de la ética― debe de dar explicaciones y predicciones lógicamente aceptables para lo observado en nuestra verdadera realidad.

Solo así, la humanidad contaría con propuestas éticas verdaderas y de universal reconocimiento. IEs los llama referentes éticos universales y deben servir como lineamientos básicos y fundamentales innegables para la hu-manidad entera, cuya aceptación debe generar en todos, el compromiso total de cumplimiento y de aplicación ineludible. Éstos deben de ser la estructura de una formación integral que se debe implantar escolarizadamente, en forma progresiva, capacitando a los padres de familia, desde la primera infancia de sus hijos, hasta su pulimiento en los niveles del postgrado.

La verdad absoluta no es accesible al todavía limitado grado evolutivo mental del humano, ni siquiera por consenso universal. Recordemos que el teorema de Gödel demuestra que en todo sistema humano formalizado hay, por lo menos, una proposición que es indemostrable; ésta puede ser demostrada en otro sistema de pensa-mientos de mayor y mejor razonamiento; y este cuestionamiento es escalable ad-infinitum. Pero ello no debe ser razón para desanimarnos a no buscar la verdad, tampoco debe ser razón para aceptar el relativismo de la verdad. La verdad es una sola y debemos acercarnos cada vez más a ella.

Si todas las propuestas filosóficas, éticas y sus respectivas doctrinas fueran verdaderas, debieran ser todas iguales, ya que son concebidas por y para el nivel mental del humano. Lamentablemente permitimos una diversidad de filosofías, de doctrinas y dogmas religiosos, de ideologías y doctrinas políticas, que por su inspiración egoica con-tienen falacias que preservan las injusticias y la ausencia de una ética que incluya la espiritualidad. Afectando los objetivos para la humanidad en pleno, en la concepción de sus sistemas, su política, planes y programas económi-cos, sociales que inciden en familias, parejas e individuos. Todo lo cual termina ratificando nuestra mediocridad, no nuestro digno afán por la excelencia.

1.4 Teorías para la problemática del conocimiento – la búsqueda ´Omni´

La verdad ha sido tratada de encontrar bajo distintos métodos epistemológicos:

a) El dogmatismo, que asume ningún problema para su aceptación;

b) El escepticismo, que asume que ningún sujeto es capaz de aprehender el conocimiento y que se subdivide en: b.1) Pragmatismo, que la verdad es impuesta por el sujeto, b.2) Subjetivismo, que dice que la verdad depende de cada sujeto, y b.3) Relativismo, que sostiene que no hay aprehensión absoluta;

c) El intelectualismo, que afirma que la inteligencia ―egoica que ignora lo espiritual o simbre― es la única capaci-dad cognitiva para encontrar la verdad a partir de lo real ―lo tangible, lo material― (Aristóteles, Santo Tomás);

d) El Empirismo, que usa para hallar la verdad, la experiencia de la fenomenología real que retroalimenta al escep-

ticismo (aplicable reduccionistamente a lo material, por Locke, Hume y toda la ciencia fáctica);

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e) El Criticismo, que afirma la posibilidad de aprehender la verdad, previo análisis exhaustivo (Buda, Kant): e.1) El Aposteriorismo, que llega a la verdad por reflexión de la experiencia inmediata (Hegel), e.2) El Apriorismo que afirma que la verdad se encuentra sintetizando la trascendentalidad del conocimiento

para la experiencia (Kant y Leibniz); y,

f) El racionalismo, que usa el pensamiento con su razón lógica para aprehender el conocimiento con validez univer-sal (Platón, Plotino, San Agustín, Descartes).

El método principal de las religiones ha sido el dogmatismo, el de los agnósticos el escepticismo con tres deri-vaciones. Las actuales disciplinas han utilizado una combinación de todas, tratando de evitar el dogmatismo y el escepticismo. Todas las ciencias hacen un mayor uso del racionalismo, debiendo mantener el protocolo dado por Bunge, pero limitado a un reduccionismo materialista. La filosofía y la ética utilizan el criticismo y el apriorismo, mientras que las ciencias sociales utilizan también el intelectualismo, el aposteriorismo y las ciencias fácticas utili-zan mayormente el racionalismo y el empirismo.

IEs ha buscado para la verdad, tomando el protocolo de la ciencia de Bunge y aplicando los métodos que las ciencias usan, haciendo del criticismo y el racionalismo sus metodologías prioritarias, pero aplicando una razonable integración con las otras metodologías cuando el caso lo requiera, teniendo siempre en cuenta que la realidad es holística y no solo materialista. Así, ha incluido nuevas fuentes para la filosofía y para la ética, a partir de los últi-mos conocimientos de la cosmología, de la física clásica, relativista y cuántica, de la astronomía, la geología, la pa-leontología, la antropología, la biología la genética, la psicología integral con énfasis en la transpersonal y la para-psicología.

Su selección para el conocimiento holístico, tiene como primer referente el cuadrante del conocimiento de la ciencia transdisciplinaria. Pero como ésta ha dado soluciones pobres al problema duro de la conciencia espiritual, IEs ha tenido que llenar, con su nuevo enfoque de la espiritualidad, los vacíos científicos, integrando propuestas lógicas de otros cuadrantes no-científico-fáctico del conocimiento, a condición de que se ajusten al protocolo de la ciencia y guarden armonía y coherencia en lo fundamental con el conocimiento científico actualizado, pero corriendo las incoherencias lógicas de éste, como las que contienen los principios de la física cuántica, que explica-remos más adelante.

Este rescate del conocimiento no-científico-fáctico, incluye principalmente las partes verdaderas de la sabidu-ría del antiguo oriente, encontrando algunas concordancias con lo tomado de ésta por parte de la psicología trans-personal; y, este conocimiento sirve de punto de partida, para ayudar a la ciencia a salir de su reduccionismo ma-terialista.

Así, gracias a lo “aprehendido” del maestro Ken Wilber, las fuentes del conocimiento para la verdad que IEs ha considerado, se resumen en un gráfico que comprende cuatro cuadrantes del conocimiento:

Del conocimiento para el crecimiento interior, psicoevolutivo, hermenéutico e interpretativo:

PRIMER CUADRANTE: del YO SUBJETIVO

SEGUNDO CUADRANTE: del NOSOTROS INTER-SUBJETIVO

Del conocimiento para el crecimiento colectivo, del fenómeno fáctico, empírico, cientificista, deductivo e in-ductivo

TERCER CUADRANTE: del ESTE(A, O) OBJETIVO

CUARTO CUADRANTE: del ELLOS(AS) INTER-OBJETIVO

También, en el desarrollo del conocimiento de la verdad, IEs encontró que la conciencia espiritual tiene:

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CUATRO NIVELES MENTALES: CUÁNTICO, BIOLÓGICO, PSICOLÓGICO Y EVOLUTIVO;

CADA NIVEL CON LOS 4 CUADRANTES: SUBJETIVO, INTERSUBJETIVO, OBJETIVO E INTEROBJETIVO

CADA CUADRANTE EN CADA NIVEL CON 3 DIMENSIONES: COGNOSCITIVO, SENSITIVO Y VOLITIVO

Y así IEs determinó para cada cuadrante del conocimiento, una nueva visión holística que se ilustra en el siguiente gráfico:

1.4.1 El modelo abierto para el conocimiento verdadero

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El maestro Edgar Morin, un gigante del conocimiento a quién hago eco y que merece el mejor de mis respe-tos, dice: “Todo modelo encierra una o varias creencias, uno o varios paradigmas. Para mantener el conocimiento progresivamente más cercano a la verdad total, el sujeto que propone el conocimiento debe permanecer abierto, desprovisto de un principio de decibilidad en sí mismo, es decir debe considerarse falible y perfectible y comprome-tido a una búsqueda evolutiva constante que lo acerque más y más a la verdad total; el objeto que recibe la pro-puesta del conocimiento debe permanecer abierto por una parte sobre el sujeto, debe evaluarlo con objetividad e imparcialidad; también debe permanecer abierto a la dinámica de su ambiente, el cual a su vez, se abre necesa-riamente y continúa abriéndose más allá de los límites de nuestro entendimiento.”

1.4.2 El modelo cerrado que dice contener el conocimiento verdadero

Un modelo cerrado no admite cambio alguno a la propuesta o concepción original. Las doctrinas, culturas y programaciones conductuales ―como la personalidad y el ego de los individuos que lo proponen, divulgan y preser-van― tienden a ser cerradas, así como sus aplicaciones derivadas: políticas, programas, actitudes e interacciones. La doctrina es la teoría cerrada, autosuficiente, por lo tanto insuficiente. Thomas Kühn dice: “Todo progreso impor-tante se opera necesariamente por la quiebra y ruptura de sistemas cerrados”. Así, las doctrinas religiosas y los pensamientos filosóficos de grandes maestros, pueden ser mejorados a la luz de que son falibles y perfectibles a través del tiempo. El conocimiento mejora y el medio ambiente del objeto en su dinámica exige cambios en la pro-fundidad, en la estructura y en la adecuación del modelo.

1.4.3 Los errores al buscar La Verdad

Morin establece en primer lugar las causas inmediatas de los errores, como: Falsa Percepción, Incoherencia o error lógico, Disfunción mental, Fallas de memoria y Desequilibrio emocional (ira, confusión). Pero lo más impor-tante es el tipo de causas que Morin llama las causas profundas como:

a) Los Paradigma(s) incorrecto(s) (incorrectas: doctrinas, ideologías, principios, valores); b) El pensamiento sistémico errado (erradas: teorías, sistemas, mapas mentales); c) Los desórdenes emocionales crónicos o agudos (alucinación por esquizofrenia, paranoia, pánico, shocks).

Estos errores de causas profundas que ocultan La Verdad en a) y b), se clasifican según su tipología en:

1.4.3.1 La Racionalización: es la falacia del pensamiento que es sólo coherente con lo parcial o unilateralmente egoico o sectario; o, que se funda en bases mutiladas o falsas. Es un pensamiento cerrado, que se niega a la discu-sión de sus argumentos y a la verificación empírica (erradas: creencias, prejuicios implícitos). Constituye una de las fuentes más poderosas de la idealización de errores y de ilusiones, que se colectivizan. Contenida en las doc-trinas encerradas en sí mismas y absolutamente convencidas de su verdad, creyéndose invulnerables a cualquier crítica que denuncie sus errores o posibles errores; pese a declararse no-dogmáticas, tal es el caso nada más ni nada menos de todas las ciencias contemporáneas que se cierran dentro de un reduccionismo materialista. O el caso de doctrinas dogmáticas que pretenden demostrar su veracidad con verdades a medias extraídas de la ciencia y organizadas para llegar a conclusiones pre-escogidas o pre-establecidas.

1.4.3.1.1 La Racionalización personal se colectiviza. Como un mal que la gran mayoría de líderes religiosos y políticos, directivos de empresas y de instituciones, profesionales y cientificistas padecen inconscientemente y que limita el progreso humano hacia nuevos y mejores paradigmas, a continuación presento al respecto, con algu-nas anotaciones mías entre paréntesis y sin kursivas, una síntesis del pensamiento del reconocido psicólogo de la Inteligencia Emocional Daniel Goleman:

“En un empeño en buscar pistas que permitan acceder, demostrar o confirmar significados ocultos o dogmáticos (contenidos en los paradigmas con que fueron formados, algunos ya obsoletos), esta búsqueda imprime una dis-torsión perceptiva hacia una investigación viciada, que su escrupulosa y minuciosa observación no le permite

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ver y su escucha escrupulosa no le permite oír (mayormente son puntos ciegos). Su deficiencia no radica en su brillante capacidad de atención sino en su desinterés por lo que la evidencia dice. Su búsqueda tiene un propósi-to definido de antemano, incluso por un grupo, de ciencia, religión, política o cultura; y su objetivo es el de confirmar una idea científicamente reduccionista o dogma preconcebido. Se centra en aquellos detalles que se ajustan a su esquema. Manipula los hechos para que se acomoden a una teoría (o creencia, doctrina, para-digma o cientificismo), en lugar de elaborar o perfeccionar teorías o paradigmas ajustada a los últimos desarro-llos del verdadero conocimiento de la realidad holística, a la lógica científica y/o a los hechos.” ―término cienti-ficismo deviene del francés ´scientisme´ acuñado en la mitad del siglo XIX, para designar la corriente de pensa-miento que sólo acepta las explicaciones de las ciencias comprobables empíricamente como fuente de conoci-miento de todo lo existente, es decir que el cientificismo es reduccionistamente materialista.

Un ejemplo de Racionalización es este extracto de “Encuentros con personas notables” de Osho:

“¿Porqué la verdad no puede ser dicha? ¿Cuál es el problema? La verdad no puede ser dicha por muchas razones. La primera y principal es que la verdad siempre se presenta en silencio, ¿cómo se va a poder explicar por medio de sonidos? Es una experiencia. No es un pensamiento… La cuestión es que no puede ser expresada”. … “Y donde encuentres misterio habrá Dios. Cuanto más sepas, menos consciente de Dios serás; cuanto menos sepas, más cerca de ti estará Dios. Si no sabes nada, si puedes decir con toda seguridad: ´Yo no sé´, si… sale de lo más pro-fundo de tu ser, entonces Dios estará en lo más profundo de ti, en el latido de tu corazón.”… “Y eso es lo que hizo la teosofía. Si tomas lo bonito del hinduismo, lo bonito del taoísmo, lo bonito del islamismo, lo bonito del judaís-mo, etc. lo juntas, y lo agitas en una coctelera, lo único que obtendrás será un cadáver”. … “Recuerda, si vas bus-cando alguna meta estarás malgastando tu vida, porque la vida no tiene metas. Se trata de un juego sin ningún propósito. No se dirige a ninguna parte, simplemente disfruta de sí misma.”

Otro ejemplo de Racionalización atribuida a Lao-Tsé, en el mismo libro de Osho: “… ríndete a la vida, Deja que la vida te guíe, no pretendas ser tú quién guíe a la vida. No intentes manipular y controlar la vida, deja que la vida te manipule y te controle a ti. Deja que la vida te posea. ¡Tú simplemente ríndete! Simplemente di: ´Yo no soy´. Dale el poder a la vida y sé con ella… sé un don nadie y en ti fluirá vida infinita. Ser alguien se convierte en un bloqueo para el fluir de la vida…. Ésa es la forma de ser religioso, Flota en el tao, ve con el tao, no crees metas y fines personales, el todo sabe lo que te conviene, tu simplemente ve con él. El todo te ha creado, el todo respira por ti, el todo vive en ti, ¿por qué te preocupas? Déjale la responsabilidad al todo. Tú simplemente ve a donde él te guíe. No intentes imponer y planear, y no busques ninguna meta determinada porque eso te causará frustra-ción, hará que te vuelvas duro y perderás una oportunidad de estar vivo.”

La Racionalización a su vez se subclasifica en: a) Reduccionista y b) Simplificante.

1.4.3.1.2 Racionalización Reduccionista: Es la desmembración del conocimiento por confundir la par-te con el todo: a) por disyunción del conocimiento complejo en sus partes componentes, desarticulándolos; sin tener en cuenta la interrelación entre ellos. Morin dice: “Tal disyunción, enrareciendo las comunicaciones entre el conocimiento científico y la reflexión filosófica, habría finalmente de privar a la ciencia de toda posibilidad de co-nocerse, de reflexionar sobre sí misma ―para salir de su reduccionismo materialista de desarticular la realidad holística y solo conocer lo físicamente material, ignorando lo metafísico o espiritual de la conciencia, o querien-do vanamente estudiarla como un epifenómeno de lo físico, que nace del cerebro o de algún gen―. … La única manera de remediar esta disyunción fue la reducción de lo complejo a lo simple (de lo biológico a lo físico, de lo humano a lo biológico).”

1.4.3.1.3 Racionalización simplificante: Falacia de confundir la compleja y cambiante relación causa-efecto a una relación permanente de causa-efecto simple (lineal); −en contraste con la simplificación, IEs concibe la realidad como lo holísticamente observable que contiene una relación causa-efecto circular que se retroalimen-

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ta cíclicamente convirtiéndose a través del tiempo en una espiral interactiva que es parte de una matriz multi-nodal−. Morin dice: “El pensamiento simplificante es incapaz de concebir la conjunción de lo uno y lo múltiple; o, unifica abstractamente anulando la diversidad, o, por el contrario, yuxtapone la diversidad sin concebir la uni-dad.”… “Así llegamos a la inteligencia ciega…Las realidades claves son desintegradas… Mientras los medios pro-ducen la cretinización vulgar, la Universidad la produce a alto nivel. La metodología dominante produce oscu-rantismo. … Estamos siempre en la prehistoria del espíritu humano.” Es de capital importancia este último seña-lamiento, pues se refiere nada más y nada menos que al “espíritu humano”.

1.4.3.2 El error y la Ilusión

Todo conocimiento reconstruye mentalmente las percepciones sensoriales, lingüísticas y crípticas del sujeto de la propuesta de cualquier conocimiento presuntamente verdadero. En su proceso debe traducir, interpretar, intuir y hermeneutizar el texto del mensaje. También se procesa el contexto y las condiciones predominantes no cognitivas, principalmente emocionales-afectivas. En las culturas y religiones del pasado el pensamiento paradig-mático estaba basado en creencias, mitos y dioses, que, aunque disminuidas, permanecen en el presente. En las culturas contemporáneas los paradigmas dominantes son egoicos y persiguen el poder (material, económico, social y político); y, el placer (lúdico, sexual y hasta predador). Hay que tener en cuenta que estos paradigmas pueden encerrar los siguientes tipos de falacias:

1.4.3.2.1 La falacia Prejuicio/Intuición: consiste en confundir la sabiduría interna y la intuición del simbre

con prejuicios implícitos egoicos, con pseudo-reconocimientos y con miedos irracionales no conscientes. Las experiencias y vivencias han formado en nosotros impresiones sobre personas, cosas, situaciones y valores, que influyen en nuestros juicios sobre lo que es bueno o lo que es malo ―por asociaciones que tardan un cuarto de segundo de duración―.

Estos estereotipos personalizados se activan para dirigir nuestra conducta cognitiva/emotiva por: 1) Miedos filogénicos o ancestrales; 2) Miedo a lo desconocido o a lo inmediato; 3) No poder tener el control o por miedo a perderlo; y 4) Amenazas cualitativas no cuantificadas. De ser posible, elimine el autoengaño de los puntos ciegos de su ego prejuiciado y use su verdadera intuición de simbre que fluye de lo pre-aprehendido de su simbre, ya que la percepción de todo simbre es ver la realidad tal cual es, muy diferente a como la ve el ego.

Ejemplos de la falacia prejuicio/intuición:

a) Nuestra falta de autonomía psico-espiritual, y/o nuestra limitada cosmovisión, afectará nuestras propias creencias en favor de lo que “se cree” o “se dice” o decimos o hacemos lo que egoicamente nos conviene o nos hace sentir bien, incluso por el temor al “qué dirán”;

b) Podemos inconsciente o conscientemente: practicar la discriminación racial o religiosa, el rechazo a lo ex-tranjero, estar a favor o en contra del machismo, creer en el estereotipo de que todo lo bello es necesa-riamente bueno, inocente y tierno o de tener una actitud de soberbia intelectual, etc.;

c) Preferencias que le damos a las personas por el sexo, por sus rostros, por su belleza, por su edad, por su apariencia, forma de hablar, de vestir, por su condición socio-económica o cultural;

d) Buscamos lo afín, rechazamos lo diferente; y

e) No le prestamos importancia a verdades que afectan colectivamente a las masas humanas que están leja-nas en tiempo o lugar ―por ejemplo: las amenazas del calentamiento global cuando está distante en el tiem-po, las tragedias humanas o masivas cuando son impersonales o están geográficamente distantes, la obesi-dad, los desarreglos de sueño o alimentación cuando se es joven, el tabaquismo cuando aún no se presentan los síntomas de cáncer pulmonar; el alcoholismo, la drogadicción, etc.―; pero, sí tendemos a magnificar los efectos inmediatos y/o a lo que nos afecta directamente o afecta a una persona conocida o querida.

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1.4.3.2.2 La falacia Físico/Metafísico: consiste en aplicar conceptos y leyes que sólo son aplicables a lo físico para aplicarlo a concepciones, preguntas y respuestas sobre el orden metafísico o espiritual. Muy fre-cuente en las versiones dogmáticas de religiones; en doctrinas y creencias pragmáticas del esoterismo de la nueva era que quiere físicamente “ver” y “oír” lo que no es físico; o saber la duración en “años” de los procesos espirituales; y hasta en el interés científico en la genética y en la física cuántica para estudiar, lo que respecta o concierne a la conciencia que es metafísica.

Al ignorar la existencia del espacio-tiempo metafísico y sus parámetros conjugados ―en el Comentario I.E.20) del Libro I de nuestra mencionada Colección explico sobre el espacio tiempo metafísico y en mi Comentario IV.3.F.19) del Libro IV, de la misma Colección, se explican los parámetros conjugados para el periespíritu― ha-cemos preguntas y creamos respuestas sobre lo espiritual en textos y contextos físicos.

Bajo esta falacia, los pensamientos sistémicos, han hecho tránsito en doctrinas y organizaciones usando mode-los cerrados (a la discusión de sus paradigmas y supuestos básicos) y en teorías de pseudo-ciencia “racionaliza-das”. Por ejemplo: “La mente está en el cerebro”, “¿En qué parte del cuerpo físico está la conciencia?”, “¿Cuánto tiempo demora uno en reencarnar?”.

1.4.3.2.3 La falacia Ego/Simbre: consiste en aplicar a un conocimiento atributos y conceptos que no co-rresponden (Ego y Simbre son ampliamente explicados en Capítulos 6 y 7 del Bloque teórico del Libro III, de nuestra mencionada Colección, también brevemente en el glosario de términos):

a) Porque tienen Ego irracional, por ejemplo: Juzgar las conductas de animales, incluso de otros elementos de la naturaleza, como se juzgan los actos humanos;

b) Porque no tienen Ego, por ejemplo: Atribuir a Dios o a otros seres divinos características egoicas de ira, enojo, castigos; y, necesidad de halagos a través de ritos de sumisión, adoración, sacrificios, etc.;

c) Porque no tienen cuerpo físico, por ejemplo: Atribuir a seres extracorpóreos (divinidades y demonios), formas humanas o de animales, incluso de adorar al sol o a la luna.

Bajo esta falacia se mantienen doctrinas y organizaciones (principalmente religiosas), que usan modelos cerra-dos.

1.4.3.2.4 La falacia Cualitativo/Cuantitativo: consiste en atribuir exageradamente efectos cualitativamente

positivos o negativos ignorando las cantidades cuantitativamente necesarias para que así sean, es decir, sin tomar en cuenta la real cantidad de energías para que tales efectos se hagan realidad. Por ejemplo:

a) Es muy frecuente encontrar esta falacia en las personas influenciables a versiones dogmáticas o pseudo-científicas y con insuficiente capacidad de discernimiento; usualmente respecto a doctrinas y creencias pragmáticas del esoterismo de la nueva era, para exagerar los efectos del vegetarianismo o de los ali-mentos orgánicos y no tolerar nada que no lo sea;

b) Al tener conceptos científicamente incompletos o recibir y aceptar dogmáticamente medias-verdades como verdades, como que la radiación emitida por las antenas base repetidoras de celulares van a pro-ducir cáncer u otro tipo de enfermedades degenerativas y/o mortales a quienes viven cerca de ellas; o, como creer que la cura en las terapias conocidas como alternativas son totales y/o permanentes; y,

c) Con esta falacia hay pensamientos sistémicos, que se fundamentan o se han fundamentado en muchas doctrinas y organizaciones que conforman modelos cerrados (a la discusión de sus paradigmas y supuestos básicos) y que se convierten en racionalizaciones que ignoran que el tiempo ha cambiado las circunstancias y no aceptan que han perdido vigencia.

1.4.3.2.5 La falacia Pre/Trans: consiste en aplicar creencias cuasi correctas volviéndolas principios. Parten del error de concepción que:

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a) Todo lo “Pre” tiene un origen perfecto, y que involucionan por ciclos anteriores o actuales del ser, sin tomar en cuenta la totalidad del contexto, para concluir en que sólo hemos venido decayendo como género humano, o que sólo hay salvación por acción divina, personalizada y milagrera;

c) Todo los “Trans” de una evolución es aplicable sólo a lo material (trans-bio-filogénico y tecnológico), ig-norando nuestro origen a partir de “la singularidad” no material ―la singularidad es un escenario no físi-co, determinado por la misma cosmología cuántica “oficial”, que los cientificistas creen posible eliminar desarrollando una teoría cuántica de la gravedad, para así persistir en su reduccionismo materialista―; o, asumiendo que nuestra racionalidad egoica es lo máximo y que no se requiere trascenderla.

Esta falacia es frecuente en algunas escuelas religiosas en lo concerniente a lo “pre” ―el ejemplo más representativo es que en contravía con la evolución comprobada por la antropología genética, persiste la falaz creencia involucionista del hinduismo (adoptada por la respetada organización humanista Brahma Kumaris, con oficina en Las Naciones Unidas) que sostiene que la humanidad nació perfecta “en un paraíso (paradisho en sánscrito)” y se ha venido deteriorando a través de las edades llamadas: de oro, de plata, de bronce o cobre y de hierro, siendo ésta última en la que nos encontramos―; y en las doctrinas y ciencias materialistas en lo concer-niente a lo “Trans”, denunciada por Ken Wilber de la psicología transpersonal.

Ignorando la evolución perfeccionante del ego psicológico, para la metaentropía de la conciencia demos-trado por IEs, por observación de la paleontología, la biología y la antropología.

O no valorando la necesidad que tiene la humanidad entera de trascender el ego, de despertar el simbre espiritual, y de crecer su capacidad de conciencia mediante la práctica trascendente del vector evolutivo del altruismo, para enriquecer su resimbre, para construir un mundo de mucho mejor calidad de vida, para mini-mizar los dolores kármicos, para reducir el sufrimiento humano; y para, encontrar y disfrutar de un mundo me-jor, en el siguiente reciclaje reencarnatorio de la capacidad de la conciencia espiritual o simbre.

1.5 La racionalización del Reduccionismo Materialista de la ciencia oficial

IEs hace a continuación un breve análisis del principal paradigma de la ciencia oficial ―el reduccionismo mate-rialista― cuyo último reducto materialista está en la física cuántica, con la cual se pretende proyectar conclusio-nes filosóficas sin holismo, al integrarla a otras disciplinas como la cosmología cuántica para descubrir su origen y su final ―pero, en su afán cientificista, cae en el vicio de la racionalización para querer buscar soluciones estricta-mente materialistas que reemplacen a la singularidad no física―; y también, pretender explicar cuánticamente ―o sea bajo estrictas explicaciones para lo físico― la naturaleza de la conciencia.

Para lo anterior, la física cuántica utiliza en la formulación de sus principios “la decoherencia”. Que usa una o más “explicaciones” ilógicas a nivel filosófico, racionalizando que son aceptables por el hecho de tener solo cohe-rencia matemática. Bajo la “patente de corso” de que, sus principios han probado producir matemáticamente cálculos de innegable éxito tecnológico.

IEs no contradice la coherencia matemática de la mecánica cuántica, reconoce como todos, que sus cálculos han posibilitado el gran desarrollo tecnológico habido y por haber. Pero, a nivel filosófico sus explicaciones son racionalizantes y disyuntivamente reduccionistas. Pues son totalmente incoherentes a la lógica racional, lo cual es inaceptable.

De eso se trata la decoherencia, tener lógica matemática para la tecnología, ignorando la importancia del error de caer en lo ilógico e irracional para efectos y consecuencias filosóficas. La decoherencia es un término “cómo-do” adoptado por los iniciadores de la mecánica cuántica al no poder encontrar explicaciones físicas para una realidad holística.

Al llegar al último reducto de la realidad físicamente observable, que es lo micro a la escala mínima propuesta por Plank. La física cuántica sigue ignorando a Einstein, quién llamó a la mecánica cuántica una ciencia incompleta, al haber escogido hasta hoy el camino del reduccionismo materialista. La física oficial, la que se enseña en todas las universidades y se ocupa para los premios nobeles no literarios ni de paz, no incluye variables metafísicas, lla-

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mándolas “variables no-locales” ―término que hábilmente ´disfraza´, tal vez para no hacerlo notorio en su ´discurso cientificista´ la negación de lo que no es físico, en su modo de hacer ´ciencia´, que ignora así que la realidad es holística― calificando a estas variables como inaceptables en su ciencia física.

El problema de la física cuántica es que ha usado repetitivamente el recurso de la racionalización “decoheren-te”. Como lo he anticipado en el libro I de esta colección, la física usa en el borde o límite de su paradigma reduc-cionistamente materialista de la verdadera realidad holística, en la escala de “lo micro”, donde ya no queda otro camino racional que reconocer la evidente existencia de lo metafísico; o sea, lo “no-local”.

En el otro extremo, la ciencia de “lo macro” al aceptar para la Cosmología, la relatividad de Einstein que da ori-gen a “la singularidad” como parte del Modelo Estándar de la ciencia unificada, sí puede explicar por medio de la lógica, que el universo tuvo una creación ―y por lo tanto IEs infiere que necesariamente hay un creador, por más que los cientificistas como Hawking pretendan desmentir la teoría de la relatividad de Eisntein para acabar con la necesidad de aceptar la evidencia de lo metafísico en el ´macro-extremo´ que representa la singularidad.

Le toca a la física cuántica aceptar la naturaleza holística de lo micro y empezar a abrir su ´paradigma cerrado´ en lo que respecta a los límites físicos de las vibraciones. Éstas son una manifestación física mediante la cual se conduce la información con que se comunican entre sí las ´mente cuánticas´ de las partículas.

Si la física cuántica progresara y se convirtiera en física holística, reconocería, las vibraciones de orden metafísico que son más rápidas que la luz. Esta revolucionaria característica fue propuesta sin mayor elaboración, intuitiva-mente, por Einstein, Podolsky y Rosen ―llamada el efecto EPR, o ´efecto fantasma´― en 1935. La existencia de comunicaciones más rápidas que la luz, fue ratificada matemáticamente por J.S. Bell en 1964 y comprobada empíri-camente en el laboratorio óptico de Orsay en Francia por Alain Aspect en 1980 ―bajo la orientación del afamado físico francés Bernard d´Spagnat. Más adelante volveremos a comentar sobre este punto, cuando los físicos de la Universidad de Valle, de Cali, Colombia: Jairo Roldán Ch., Yoav Ben-Dov y Germán Guerrero P., admiten la validez lógica de lo que es más rápido que la luz, pero aducen su dificultad de implementación (tal vez como una cómoda razón para no cambiar hacia una física holística), en su libro ´La Complementariedad una Filosofía para el Siglo XXI´.

Desde 1935 la física cuántica liderada por Niels Böhr decidió por iniciativa del principio de Incertidumbre cuántica de Werner Heinsenberg, incluir explicaciones ilógicas para la realidad holística de lo micro, ignorando su parte me-tafísica. Para hacerlo, solo le quedaba el recurso de construir sus principios rectores bajo la falaz “decoherencia”.

Así, para sus enunciados explicativos solo bastaba, para sus fines utilitaristas, que tuvieran coherencia matemática que les permitieran hacer sus desarrollos tecnológicos, aunque incurrieran en el dogma de misterio, al verse impe-didos de usar la lógica ante la realidad holística, implicando que la ontología ―es decir la lógica filosófica― no tenía importancia. Así, cada uno de sus principios ´padecen´ de incoherencia lógica, como parte de la decoherencia:

1) Los principios “madres” de “Incertidumbre” de Heinsenberg, y de “Complementariedad” de Böhr ―que re-frenda al primero, al insistir en sesgar a la ciencia para que sólo estudie reduccionistamente el conflicto entre lo ´macro´ de la física clásica o newtoniana y lo ´micro´ de la física cuántica, ambos limitados a sólo consideraciones materiales o físicos. Y en tal estudio justifica la ´necesidad´ de salirse de lo objetivo para incluir por ´cómoda con-veniencia´ lo ilógico de lo subjetivo de los principios de la física cuántica frente a lo lógico y objetivo con que en-tendemos y concebimos la física clásica. 2) El principio de “Interferencia”, 3) El principio del “Salto cuántico”, 4) El principio de “Superposición”, 5) El principio de “Colapso de La Función de Onda”, 6) El principio de “Enmarañamiento” o “Enredo”; y, 7) El principio de “Función de Onda Unificada”.

Connotados personajes académicos de la física cuántica en el mundo entero admiten “no entender” la física cuántica, pero la aceptan tal cual bajo la premisa “a priori” de que a la física cuántica no se le puede hacer pregun-tas que impliquen respuestas lógicas. Como lo presenta el PhD David Albert de la Universidad de Columbia que, en

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la física cuántica es ilógico hacer preguntas lógicas, ya que dentro del contexto decoherente se verían absurdas; tan absurdas como preguntar “¿Cuál es el estado civil del número 5, (casado, separado, soltero, viudo o divorcia-do)?”.

Bryan Greene, también PhD de la Universidad de Columbia, denuncia que la física cuántica ha creado el mayor problema científico que tiene la humanidad: ¿cómo conciliar la lógica de la ciencia de “lo macro” con lo ilógico de la ciencia de “lo micro”? Entre otros connotados académicos que ostentan el grado de PhD en física y que declaran “no entender” a la física cuántica podemos mencionar a John Hagelin autor del libro sobre “La Superunificación de Fuerzas por la teoría de cuerdas supersimétricas”, a Fred Allan Wolf promotor de la difundida película “What the bleep do we know”, y conocido autor de libros de sobre nuevas tendencias de la física; y a Jeffreys Satinover profe-sor de las Universidades de Harvard y Yale.

También Stephen Hawking y L. Mlodinow en su libro ´El gran diseño´ comentan: “De hecho Feynman escribió: “creo que puedo afirmar con seguridad que nadie comprende la física cuántica”. Pero la física cuántica concuerda con las observaciones. Nunca ha dejado de superar una prueba, y eso que ha sido puesta a prueba más veces que ninguna otra teoría en la historia de la ciencia.” Comentario donde se contrasta, que no es mutuamente excluyen-te la incoherencia lógica denunciada por Feynman y la coherencia matemática de los cálculos de la física cuántica para propósitos aplicativos en la tecnología cuántica, que Hawking/Mlodinow pretenden con racionalización (no racionalismo) validar su conclusión de la ´probada efectividad´ de que los cálculos matemáticos concuerdan con las observaciones ´materialistamente´ tangibles … “más veces que ninguna otra teoría en la historia de la ciencia” (ciencia reduccionistamente materialista).

El verdadero problema es que no se trata de explicar con matemáticas el proceso físico del comportamiento observado materialmente, sino de explicar las raíces profundas que subyacen para tal comportamiento. Pues estas explicaciones matemáticas para lo físicamente observado han sido las que llenan el contenido de todas las ciencias fácticas, teóricas y aplicadas, dentro del ´cómodo´ interior del paradigma reduccionistamente materialista, que históricamente ha cumplido con éxito su cometido en el desarrollo tecnológico con base a la física y la química clásicas, excluyendo las aplicaciones de la tecnología cuántica e incluso dentro del campo cuántico, donde se en-cuentra el borde y límite del paradigma materialista de la física. Más, cuando se trata de explicar las raíces profun-das de lo que está más allá de la periferia del paradigma y llegar, a partir de tales raíces, a explicar lo tangiblemente observado en el límite mismo de lo físico, la física cuántica es totalmente incapaz de explicarlo con lógica, por eso ha tenido que usar el artificio falaz de la decoherencia, con la miope limitación de sus ´variables locales´.

Por esto, hemos señalado sólo a algunos de los personajes que declaran no comprender las explicaciones de-coherentes de la física cuántica, incluyendo a Richard Feynman graduado del MIT y de la Universidad de Princeton, Nobel de la física en 1965 que, con autoridad, extiende este malestar a todos los físicos cuando dice: “con seguri-dad nadie comprende la física cuántica”. Es por lo anterior, que anotamos que Bryan Greene llama a este proble-ma “el más grande problema de la ciencia”, a la necesidad de conciliar la lógica de la ciencia de ´lo macro´ con lo ilógico de la ciencia de ´lo micro´. Por esto, IEs, pone a descubierto la necesidad de integrar la ciencia con las va-riables ´no-locales´, metafísicas, o espirituales, para hacer ciencia holística, donde la mente cuántica del espíritu de la partícula, sí permite encontrar explicaciones lógicas a lo observado ―ver sobre la mente cuántica en el capí-tulo de la Mente, en el bloque teórico III de IEs, libro III de esta colección.

La actual tendencia de la física requiere citar al connotado exponente del sistema oficial de la ciencia, a Stephen Hawking quien, pese a su reduccionismo materialista, hace esta excepcional afirmación: “Una teoría unificada, completa, coherente, es sólo el primer paso; nuestro objetivo es una comprensión (holística) completa de los acontecimientos que nos rodean y de nuestra propia existencia (holística).” La adición: (holística), es mía. Esta teoría unificada existe y es conocida como La Teoría del Todo, unifica todas las fuerzas físicas de la naturaleza, forma parte oficial del Modelo Estándar de la ciencia unificada. Ha sido construida matemáticamente mediante la teoría de supercuerdas supersimétricas, fácticamente tiene algunos vacíos de comprobación que se tratan de llenar en la Teoría M, pendientes de verificación fáctica en los grandes aceleradores de partículas cuánticas del mundo.

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Para que el deseo de Hawking se haga realidad, se requiere que la ciencia amplíe su alcance ingresando al es-cenario de lo metafísico; ya que dentro del estricto conocimiento de la fenomenología de lo físico-químico, no existe científicamente nada que pueda producir algo metafísico. Ya dije que, la humanidad necesita una ciencia holística, para una realidad holística. Sin embargo, la ciencia física no lo ha querido aún desarrollar, por estar aún bajo el compromiso del errado paradigma de la decoherencia. Lo establece Hawking así:

“Las únicas áreas de la física en que la mecánica cuántica no ha sido incorporada con propiedad son la gravedad y la estructura a gran escala del universo. La teoría general de la relatividad de Einstein no toma en considera-ción el (decoherente) principio de incertidumbre de la mecánica cuántica como debería hacerlo por coherencia con otras teorías.”.

Paradójica e irónicamente, Hawking reclama la necesidad de que la relatividad tenga “coherencia” con las otras teorías cuánticas basadas en principios decoherentes.

Otra evidencia que la mecánica cuántica, con la incoherencia lógica de sus principios de decoherencia, preten-de rechazar “las singularidades”, ineludibles resultados naturales en la teoría clásica de la relatividad y en la teoría del todo de la unificación de fuerzas físicas, es obtener una teoría cuántica de la gravedad. Así lo plantea Hawking:

“Al predecir puntos de densidad infinita ─llamadas “singularidades” por la misma ciencia oficial─, la relatividad general clásica (no cuántica) predice su propio fracaso (al continuar siendo reduccionistamente materialista)… esperamos poder eliminar estas singularidades (físicamente) inaceptables… si formulamos una teoría cuántica de la gravedad… “Entonces todos, filósofos, científicos y público en general, seríamos (falazmente, al ignorar la existencia de lo no físico) capaces de participar en la discusión de la pregunta de por qué existimos (holística-mente) nosotros y el universo.”… “Si la teoría (última del universo sin singularidades) fuera matemáticamente correcta y siempre proporcionara predicciones acordes con las observaciones podríamos estar razonablemente confiados en que es correcta (lo cual es un embeleco, si tenemos en cuenta que la verdadera realidad es holísti-ca)”… “Si halláramos la respuesta a esto, sería el triunfo último de la razón humana, ya que entonces com-prenderíamos la mente de Dios (hasta aquí, Hawking parece aceptar la existencia de Dios, lo que quedó des-mentido en el libro “El Gran Diseñó”)”.

Este último anhelo de Hawking tampoco parece muy lógico, porque la mente de Dios está mucho más allá del alcance de la ciencia física que reduce todo a una realidad material y pretende explicar lo no físico haciendo uso de los principios decoherentes. Vale anotar que, después de la cita anterior, en Agosto de 2010, Hawking anuncia el lanzamiento de su último libro “El Gran Diseño”, utilizando la sensacional declaración que, de las solas leyes de la física productos de un gran diseño, salidas de la nada, se crea el universo, haciendo por lo tanto redundante para la ciencia cientificista la presencia de Dios. Es decir que la grande y admirada mente de Hawking, no ha podido caer en cuenta que no puede haber “un gran diseño” sin un “gran diseñador”… al que bien podemos llamar Dios.

El pensamiento sistémico de notables científicos cuánticos, ha incursionado simultáneamente en campos com-plementarios de la medicina y la neurociencia, en el afán de resolver el problema “duro” de la conciencia. Todos advierten la barrera filosófica de la física cuántica de ser ilógica y con ello querer explicar desde lo micro, la ver-dadera naturaleza de la conciencia que rige el ordenamiento de lo macro, que apreciamos en este planeta y ob-servamos a grandes escalas para los astros y el cosmos.

Es una lástima que la naturaleza falaz de la decoherencia, pase desapercibida, por la mente de tantos genios de la física, a pesar de las propuestas pro-holísticas, entre otros, de Albert Einstein y David J. Böhm. Paradójicamente ´ayudado´ por la casi nula labor de las religiones monoteístas por trascender el ego humano del pensamiento sis-témico occidental, individual, colectivo, académico e institucional.

El holismo de IEs no recurre a incoherencias lógicas para lo micro-físico. Al hacerlo, IEs reúne los requisitos da-dos por el propio Stephen Hawking cuando éste establece: “Qué es una teoría científica… es buena si satisface dos requisitos: describir con precisión una amplia clase de observaciones sobre la base de un modelo que contenga tan sólo unos pocos elementos arbitrarios ―ojo que la decoherencia vicia de arbitrarios a los propios principios cuánticos―, y efectuar predicciones definidas ―que han tenido validez con el uso de aproximaciones matemáti-

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cas para sus cálculos tecnológicos, mas no así para lo filosófico― acerca de los resultados de futuras observacio-nes”. Mis comentarios sin letra cursiva intercalados en la cita, nos previene de la falacia de confundir buenos resul-tados matemáticos para futuras observaciones tecnológicas, con los resultados de establecer conclusiones de valor filosófico para futuras observaciones sobre el comienzo y el final de universo; o de comprender la verdadera natu-raleza de la conciencia. Las bases filosóficas de lo metafísico o espiritual de IEs, explican con lógica efectiva, ob-servaciones y predicciones, para la naturaleza holística de los ordenamientos macro y micro.

Por lo tanto, IEs logra explicar efectivamente, los fenómenos que la decoherencia ha tratado sin convencer. Al hacerlo, IEs armoniza nuestra forma de comprender el universo. Comprendiendo el origen y el final de lo “Macros-cópico”, al alcance de nuestro sentido común, haciendo ciencia holística y sin problemas decoherentes. Descu-briendo el paradigma de la mente cuántica para explicaciones holísticas a nivel “Microscópico”, para un comple-to entendimiento de lo cuántico, de partículas y ondas, átomos y moléculas. Al hacerlo así, IEs proporciona (como nadie aún), explicaciones holísticas sin necesariamente cambiar las matemáticas de probabilidades que ha desa-rrollado la mecánica cuántica. Probabilidades que matemáticamente se usan como aproximación, dada la incapa-cidad actual de la ciencia cuántica para observar o por lo menos comprender mejor lo holístico de “lo micro”.

Hoy en día se acrecienta la necesidad del cambio hacia una ciencia holística, para rescatar a la sociedad de su apego únicamente al imperio del poder y de la riqueza material, sin dar soluciones válidas a ´lo que debemos hacer´ frente a la realidad holística, al conocimiento de la espiritualidad y del desarrollo perfeccionante de su conciencia, para que el mundo cuente con una ética holística uniforme sin contexto religioso, que le sirva para la vida e incluso trascienda su visión más allá de la muerte física. Ojalá observadores no-científicos, que actualmente no le han con-cedido a este tema la suficiente reflexión, como el periodismo de los grandes medios de comunicación con su poder de opinión y de convocatoria, pudieran convertirse en reales protagonistas para hacer este gran cambio.

Así el espíritu del maestro Einstein, ´supergigante del pensamiento´, sonreirá con satisfacción, pues la mecánica cuántica habrá dejado de ser ´una ciencia incompleta´. Lo mismo sucede con la psicología que, históricamente, ha tenido éxito en estudiar la conducta humana, que es el problema ´blando de la conciencia´, pero hasta ahora ha probado ser incapaz de resolver el problema ´duro de la conciencia´, como lo evidencian los prestantes personajes de la ciencia en el documental globalmente conocido ´What the bleep do we know´ y las respectivas propuestas dadas en sus libros y también las propuestas de científicos de la talla de Roger Penrose y Stuart Hameroff. Ellos, se acercan pero aún ´no llegan a coronar´ la respuesta. Invito al lector al leer la propuesta de IEs, para solucionar el problema ´duro de la conciencia´ en el Bloque teórico III de IEs, del Libro III de nuestra mencionada Colección.

En conclusión, al incluir la conciencia metafísica de la mente cuántica como la directora de los fenómenos físi-cos, cuánticos y biológicos, IEs mantiene sin conflictos reduccionistas una solución para la anterior búsqueda. Su comprensión de la verdad, mira más allá de la miope decoherencia que los cientificistas dan a su ´inamovible´ interpretación de los principios cuánticos, con su enfoque reduccionistamente materialista. La teoría clásica de la gravedad seguirá sirviendo de fundamento para el conocimiento humano, más puede y tiene que crecer, unificán-dose a los escenarios de la singularidad tódica, no con una teoría cuántica de la gravedad, sino con una teoría holística de la gravedad.

1.6 El verdadero camino para encontrar La Verdad es La Racionalidad, no la racionalización

1.6.1 La Racionalidad para IEs, es la elaboración no egoica de teorías lógicamente coherentes, para explicar y predecir en la temática correspondiente. Requiere hacerla sin ego, con la conciencia del simbre ―es de-cir sin puntos ciegos del ego ni sus mecanismos de defensa―, verificando el carácter lógico de la organización teóri-ca, la compatibilidad entre ideas que componen la teoría, el acuerdo entre sus afirmaciones y los elementos empíri-cos relevantes. Es el fruto del debate argumentado de las ideas de nuestra capacidad racional, expresada en nuestro Yo Adulto Constructor descontaminado de las inmadureces del ego y autónomo de presiones egoicas externas. Además de lo cognitivo, debe reconocer el lado sensitivo, volitivo y evolutivo del texto y del contexto . Su pensamiento sistémico, falible y perfectible, debe permanecer abierto (abierta a la discusión, incluso para

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probar su no falsabilidad, propuesta por el filósofo contemporáneo Carl Popper) para evitar puntos ciegos, que lo encierre en una doctrina y lo convierta en racionalización. No sólo debe hacerse racionalidad crítica sino también auto-crítica, reconociendo lo perfectible.

A modo de ejemplo de racionalidad, se dan las siguientes síntesis éticas en lo concerniente a Dios y su relación con el ser humano.

1) Mientras que en el Libro I de nuestra mencionada Colección, rescata, en los apartes pertinentes del ma-cro-modelo racional, los argumentos lógicos y coherentes con el conocimiento transdisciplinario actual para explicar la prueba de la existencia de Dios como Creador y Receptor del Universo, cuya mente geni-tiva crea las leyes holísticas que lo rigen. IEs demuestra el propósito causal de éstas en su acción sobre la Tierra, que ha dado como resultado de su evolución, aún en progreso, a la presente humanidad. Así, dadas las leyes divinas explicadas con argumentos racionales que concuerdan con lo observado en nues-tra realidad holística, los Bloques teóricos III y IV.3, de los Libros III y IV, respectivamente, de nuestra men-cionada Colección, IEs explica con lógica y con razones coherentes con el conocimiento transdisciplinario de las disciplinas científicas que son pertinentes, que bajo el complejo concierto de la espiritualidad universal ha existido y continuará existiendo el reciclaje evolutivo del ser humano. También IEs demuestra que el libre albedrío humano, lenta y progresivamente, debe lograr comprender las lecciones kármicas de amor y de dolor, que lo desbloquearán de su ignorancia, de sus paradigmas errados, liberándolo de los puntos ciegos del ego y de sus prejuicios falaces resultantes de un uso erróneo de meca-nismos de defensa de su ego. Así, podrá continuar con el progreso de sus conocimientos hacia la verdad total, el crecimiento de sus capa-cidades de sentir cada vez mejor el amor de su simbre; y, de hacer sus obras bien hechas, cada vez con más verdad y mejor amor. Por lo anterior, cada hombre cada mujer debe continuar trascendiendo su ego y perfeccionando la capaci-dad de conciencia de su simbre, para llegar al final de la evolución a ser parte de la mente genitiva perfecta del Receptor Universal.

2) El libro “Encuentros con personas notables” de Osho, destaca con argumentos racionales los errores de las tres grandes doctrinas religiosas, que sus sagradas escrituras hacen para humanizar a Dios, en su viejo concepto. Atribuyéndole un ego con ira, colérico, castigador, exigente de sacrificios humanos, cómplice de las mentiras de Abraham al Faraón a través de su esposa Sara; y de antropomorfizarlo dándole imagen de anciano con barba blanca, ojos azules y báculo de poder. La siguiente cita, del mencionado libro de Osho, constituye una réplica racionalista –no racionalizante− al pensamiento ateísta de Nietzsche, sobre el viejo concepto de un Dios con ego, cuyo dogma predica que Dios nos salvará, con sólo profesar con fa-cilismo solamente la fe de creer en él, pedirle perdón y lograr así el ascenso eterno a su diestra: “Dios no ha muerto. ¡Dios no puede morir! Pero el viejo concepto sí ha muerto… El hombre ha de saber que tiene que depender de sus propios recursos, no de algún padre celestial… el potencial de crecimiento del hom-bre es infinito. Al permanecer dependiente de algún Dios ha olvidado por completo su potencial, su futu-ro, su crecimiento.”.

De modo que es deber espiritual de cada quién aprender a acercarnos a la verdad total a través de procesos racionales y no racionalizantes. Tener muy en claro la diferencia de estos parámetros de referencia ―hasta llegar a ´interiorizarlas´, es decir a ´aprehenderlas´―. Infortunadamente estos conceptos aún no hacen parte de la enseñanza escolarizada, en detrimento de muchos que aún no conocen lo que es racionalizar y la con-funden con razonar, al ignorar el verdadero significado de racionalización, adoptamos dentro de las estructu-rales de nuestro pensamiento sistémico algunas teorías, dogmas y paradigmas racionalizados, porque care-cemos de bases para distinguirlas de las que han sido hechas con racionalidad. Es la hora de hacer una rein-geniería de nuestros paradigmas básicos.