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EDITORIAL • Cambio de la denominación de las Escuelas Universitarias de Enfermería a Facultades de Enfermería FENOMENOLOGÍA • Alta Tensión HISTORIA • ¿Exixtió realmente una titulación oficial con el nombre de ministrante? • Alunas orientais que vivenciaram o internato na Escola de Enfermagem da Universidade de São Paulo - Brasil (1953-1970) • Escolas e cursos de enfermagem na história da profissão no brasil (1890-1922) • Florence Nightingale: o impacto de suas contribuições no mundo contemporâneo da enfermagem • Perspectiva disciplinar de enfermería en la obra de San Pedro Claver ANTROPOLOGÍA • Competencia cultural en enfermería: población subsahariana • Enfermería y medicinas complementarias y alternativas. Justificación antropológica de su estudio TEORÍA Y MÉTODO • Análise da produção científica sobre crianças com insuficiência renal em hemodiálise • La interacción médico paciente y sus productos MISCELÁNEA • Biblioteca comentada • Las enfermeras, claves en la atención a los pacientes que han padecido un infarto Las enfermeras, claves en la atención a los pacientes que han padecido un infarto • III Simposio Iberoamericano. XII Congreso Nacional y VII Internacional de Historia de la Enfermería. VII Jornadas Internacionales de Cultura de los Cuidados 1 er . Semestre 2010 • Año XIV - N.º 27 ASOCIACIÓN NACIONAL DE HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA DE LOS CUIDADOS CONSEJO DE ENFERMERÍA DE LA COMUNIDAD VALENCIANA SEMINARIO DE HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA DE LOS CUIDADOS ENFERMEROS DEPARTAMENTO DE ENFERMERÍA UNIVERSIDAD DE ALICANTE

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EDITORIAL• Cambio de la denominación de las Escuelas Universitarias de Enfermería a Facultades de Enfermería

FENOMENOLOGÍA • Alta Tensión

HISTORIA • ¿Exixtió realmente una titulación oficial con el nombre de ministrante?• Alunas orientais que vivenciaram o internato na Escola de Enfermagem da Universidade de São Paulo -

Brasil (1953-1970)• Escolas e cursos de enfermagem na história da profissão no brasil (1890-1922)• Florence Nightingale: o impacto de suas contribuições no mundo contemporâneo da enfermagem• Perspectiva disciplinar de enfermería en la obra de San Pedro Claver

ANTROPOLOGÍA• Competencia cultural en enfermería: población subsahariana• Enfermería y medicinas complementarias y alternativas. Justificación antropológica de su estudio

TEORÍA Y MÉTODO• Análise da produção científica sobre crianças com insuficiência renal em hemodiálise• La interacción médico paciente y sus productos

MISCELÁNEA• Biblioteca comentada• Las enfermeras, claves en la atención a los pacientes que han padecido un infarto Las enfermeras, claves

en la atención a los pacientes que han padecido un infarto• III Simposio Iberoamericano. XII Congreso Nacional y VII Internacional de Historia de la Enfermería.

VII Jornadas Internacionales de Cultura de los Cuidados

1er. Semestre 2010 • Año XIV - N.º 27

ASOCIACIÓN NACIONAL DEHISTORIA Y ANTROPOLOGÍADE LOS CUIDADOS

CONSEJO DEENFERMERÍADE LA COMUNIDADVALENCIANA

SEMINARIO DE HISTORIA Y ANTROPOLOGÍADE LOS CUIDADOS ENFERMEROSDEPARTAMENTO DE ENFERMERÍA

UNIVERSIDAD DE ALICANTE

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Cultura de los Cuidados1er. Semestre 2010 • Año XIV - N.° 27

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Asunción Ors MontenegroMiguel Ángel Fernández MolinaEva Mª Gabaldón BravoFlores Vizcaya MorenoJosé Ramón Martínez RieraJuan Mario Domínguez SantamaríaMª Mercedes Rizo BaezaMercedes Nuñez del CastilloMiguel Castells MolinaRosa Pérez-CañaverasManuel Lillo CrespoIsabel Casabona MartínezDepartamento de Enfermería. Universidad deAlicante

DIRECCIÓN TÉCNICA Y FINANCIERAColegio Oficial de Enfermería de Alicante José Antonio Ávila Olivares. Presidente delConsejo de Enfermería de la ComunidadValenciana (CECOVA).Belén Paya Pérez. Presidenta del Colegio Oficialde Enfermería de Alicante.Antonio Verdú Rico. Vicepresidente del ColegioOficial de Enfermería de Alicante.Juan José Tirado Dauder. Enfermero. SecretarioGeneral del Consejo Valenciano de Enfermería.Francisco Mulet Falcó Enfermero. TesoreroGeneral del Consejo Valenciano de Enfermería.Francisco J. Pareja Lloréns. Enfermero.Vicepresidente del Consejo Valenciano deEnfermería.Belén Esteban Fernández. Enfermera. Tesorera delColegio Oficial de Enfermería de Alicante.

COMITÉ CIENTÍFICO O ASESOR

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Doctor en HistoriaProfesor Titular Universidad de Huelva (España)

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Amparo Nogales Espert Enfermera. Licenciada en HistoriaDoctora por la Universidad de ValenciaProfesora Titular. Facultad de Ciencias de laSaludUniversidad Rey Juan Carlos IMadrid (España)

Natividad Sánchez González EnfermeraProfesora Escuela de Enfermería y FisioterapiaUniversidad de Albacete (España)

Francisco Ventosa EsquinaldoEnfermero. Historiador de la Enfermería.Superior Gerente del Hospital San Juan de Dios“Juan Grande”Jerez/Cádiz (España)

Carmen de la Cuesta BenjumeaPh.D en EnfermeríaProfesora Visitante Universidad de Alicante (España)

Marilyn Douglas Doctora en EnfermeríaProfesora, School of Nursing University ofCalifornia,San Francisco (EEUU)

Ximena Isla Lund Magister en EnfermeríaDoctora por la Universidad de Alicante.Profesora Universidad del Bio-Bio(Chile)

Raquel Spector Doctora en EnfermeriaSchool of NursingBoston CollegeBoston (EEUU)

Rick ZouchaEnfermero Doctor en EnfermeríaProfesor Asociado Universidad DuquenesePittsburgh PA (EEUU)

Taka Oguiso Enfermera y licenciada en derecho.Doctora Universidad de São PauloProfesora Titular Emérita Universidad de São Paulo (Brasil)

Genival Fernandes de Freitas Enfermero y licenciado en Derecho.Doctor por la Universidad de São PauloProfesor TitularUniversidad de São Paulo (Brasil)

Cultura de los Cuidados. Revista Sociofundadoradel Consejo de Editores de Revistas de EnfermeríaIberoamericanas.

INDIZADA E INSCRITA EN:

Cultura de los Cuidados está incluida en las basesde datos:- CAPES/QUAL. Base de datos de revistas del

Ministerio de Educación de Brasil.- LATINDEX. Sistema Regional de Información en

Línea para Revistas Científicas de AméricaLatina, el Caribe, España y Portugal.

- “SCIENTIFIC COMMONS” Details at a Glance:Publications: 31,839,799 - Repositories: 1,157

- BDIE, ENFISPO, EBSCO, PUBLISHING, CUI-DATGE, CUIDEN CINHAL y hemerotecas digi-tales como: Cantárida y RUA (repositorioInstitucional Universidad de Alicante:http://rua.ua.es/dspace/handle/10045/831)Coordinadora RUA. Ana L. Noreña

SUSCRIPCIONES:

Consejo de Enfermería de la ComunidadValenciana (CECOVA) C/. Xàbia, 4 - 3º Pta. 10 -46010 Valencia Tarifas 2 números (1 año). España y Portugal:12,02 eurosAlumnos Enfermería: 7,21 eurosExtranjero: 18,03 euros

CORRESPONDENCIA:

Carmen Solano Ruiz. Departamento deEnfermeríaUniversidad de Alicante. Campus de Sant Vicentedel RaspeigAp 99. E-03080 AlacantAlicanteRevista «on line»:http://rua.ua.es/dspace/handle/10045/831ISSN:1138-1728-Dep.Legal: A-1309-1997Título clave: Cultura de los CuidadosTítulo abreviado: Cul. Cuid.Tirada/ Producción: 3.000 ejemplares

IMPRESIÓN Y ACABADO:Edita: Consejo de Enfermería ComunidadValenciana (CECOVA)Imprime: Gráficas Estilo. Alicante (España)

LA DIRECCIÓN DE LA REVISTA NO SE HACERESPONSABLE DE LOS CONTENIDOS DELOS ARTÍCULOS.

MARCA ESPAÑOLA Nº 2.816.560 DENOMINA-DO CULTURA DE LOS CUIDADOS BOE.16/04/2008.

2 • Cultura de los Cuidados

1er. Semestre 2010 • Año XIV - N.° 27

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Cultura de los Cuidados • 3

1er. Semestre 2010 • Año XIV - N.° 27

SUMARION O R M A S D E P U B L I C A C I Ó N . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4

C R I T E R I O S D E E VA L U A C I Ó N Y S E L E C C I Ó N D E A R T Í C U L O S . . . . 5

E D I T O R I A LCambio de la denominación de las Escuelas Universitarias de Enfermería a Facultades de Enfermería . . . . . 7CARMEN ISABEL GÓMEZ GARCÍA

F E N O M E N O L O G Í AAlta Tensión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10JUAN CÁNOVAS ORTEGA

H I S T O R I A¿Exixtió realmente una titulación oficial con el nombre de ministrante? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12JOSÉ ANTONIO ÁVILA OLIVARES

Alunas orientais que vivenciaram o internato na Escola de Enfermagem da Universidade de São Paulo - Brasil (1953-1970) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30BÁRBARA FELIX FRAGAZI DA SILVA, GENIVAL FERNANDES DE FREITAS, JANETE KOMESSU NAKAMURA

Escolas e cursos de enfermagem na história da profissão no brasil (1890-1922) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40FERNANDO PORTO, WELLINGTON DE MENDONÇA AMORIM

Florence Nightingale: o impacto de suas contribuições no mundo contemporâneo da enfermagem . . . . . . . . 46ANELISE MIRITZ BORGES, CRISTIELE BERTHOLD, KATIUSCIA MILANO ROSALES, DE RODRIGUES, SONIA MARIA KÖNZGEN MEINCKE, MARILU CORREA SOARES, ROXANA ISABEL CARDOZO GONZÁLES

Perspectiva disciplinar de enfermería en la obra de San Pedro Claver . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54JUAN GUILLERMO ROJAS, JOSÉ SILES GONZÁLEZ

A N T R O P O L O G Í ACompetencia cultural en enfermería: población subsahariana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61ISABEL GENTIL GARCÍA

Enfermería y medicinas complementarias y alternativas. Justificación antropológica de su estudio . . . . . . . . 68DANIEL GÓMEZ PÉREZ, DOMINGO PALACIOS CEÑA

T E O R Í A Y M É T O D OAnálise da produção científica sobre crianças com insuficiência renal em hemodiálise . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74 VANESSA CASTRO PINHEIRO GOMES, GRAZIELLE ROBERTA FREITAS DA SILVA, CRISTIANA BRASIL REBOUÇAS DE ALMEIDA, KÁTIA NÊYLA DE FREITAS MACEDO COSTA

La interacción médico paciente y sus productos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83 ALVARO BERNALTE BENAZET, PEDRO NOGUEROLES ALONSO DE LA SIERRA, JESÚS DÁVILA GUERRERO,MARÍA MERCEDES LUPIANI JIMÉNEZ, MARÍA TERESA MIRET GARCÍA, MANUEL COSTA ALONSO

M I S C E L Á N E ABiblioteca comentada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90

Las enfermeras, claves en la atención a los pacientes que han padecido un infarto Las enfermeras, claves en la atención a los pacientes que han padecido un infarto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92

III Simposio Iberoamericano. XII Congreso Nacional y VII Internacional de Historia de la Enfermería. VII Jornadas Internacionales de Cultura de los Cuidados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93

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4 • Cultura de los Cuidados

1er. Semestre 2010 • Año XIV - N.° 27

Aunque sujeta a variaciones, en aras de su filosofía con-textualizadora, la revista constará de secciones talescomo:

• Editorial.

• Fenomenología: sección destinada a la publicaciónde originales y/o revisiones sobre fenomenología clí-nica. Asimismo tendrán cabida en este apartado lasexperiencias clínicas de los profesionales sea cual seala forma de expresión: narrativa, ensayo, poética oplástica. Por último, también serán susceptibles depublicación los originales que, a juicio del comité deredacción, contribuyan al desarrollo humanístico dela enfermería (en cualquiera de sus vertientes).

• Historia: destinada a la publicación de originales y/orevisiones de historia de enfermería.

• Antropología: sección reservada para la inclusión deoriginales y/o revisiones de trabajos antropológicosen materia de cuidados enfermeros.

• Teoría y métodos enfermeros: apartado dedicado a lapublicación de originales y/o revisiones que contri-buyan tanto al desarrollo teórico-filosófico de laenfermería como a sus métodos y aplicaciones prác-ticas.

• Miscelánea: Sección dedicada a la divulgación deactividades, noticias, agenda etc, revisión de noveda-des editoriales.

• Cartas al Director

PRESENTACIÓN DE LOS TRABAJOS- Estructura del manuscrito: En la primera página figura-

rá el título del artículo seguido del nombre de losautores (no más de 6), su rango académico más eleva-do o profesional y la dirección de contacto del primerautor con su correo electrónico y teléfono. En lasegunda página, un resumen del trabajo no superior a200 palabras (en inglés, portugues y español) y laspalabras claves consultadas; las siguientes páginasincluirán el contenido del artículo evitando ponersubíndices y notas al pie de página, con una extensiónno superior a los doce folios; la última página estarádedicada a la bibliografía.

- El sistema de citas adoptado en la revista está deacuerdo a la normativa Harvard-APA: en el texto sóloaparecerá el apellido y la fecha del autor entre parén-tesis, ej: (López,1998). La bibliografía consultada alfinal del artículo no llevará numeración y quedaráordenada alfabéticamente por el apellido del autor ej:

Sánchez, J. (1997) Historia de la revista panacea.Paidós, Barcelona (Libro)

Sánchez, J. (1997) Historia de la revista panacea.Enfermería Científica 8, 22-27 (Artículo revista)

Sánchez, J. (1997) Historia de la revista panacea. EnLas revistas españolas de enfermería (Cibanal, L. ed.),Síntesis, Madrid pp. 88-102 (Capítulo de Libro).

United Kingdom Central Council for Nursing,Midwifery and Health Visiting (1990) Post-RegistrationEducation and practice Project. UKCC, London.

- Las ilustraciones, gráficas y fotografías se enviarán aparte indicando su número de orden y título a pie depágina o en su reverso en el caso de las fotografías. Lasgráficas, preferentemente, deberán presentarse enblanco y negro.

- Presentación: en soporte papel mecanografiado enhojas DIN A4, letra Times New Roman, tamaño letra12, a doble espacio, por triplicado y en disco 3 1/2(WORD 6-7 o equivalente).

- Los autores deberán remitir al editor una carta de pre-sentación en la que describa resumidamente tanto superfíl investigador como las carácterísticas del trabajoenviado, enfatizando la pertinencia del mismo en rela-ción con la disciplina enfermera.

- Los autores deberán remitir una carta al editor en laque dan fe, mediante su firma, del carácter original einédito de los trabajos enviados. Dejarán constanciaescrita, asimismo, de que dichos trabajos no han sidoenviados a ningún otro medio para su publicación.

ESTRUCTURA DE LA REVISTAY NORMAS DE PUBLICACIÓN

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La revista Cultura de los Cuidados publica artí-culos en español, portugués e inglés. La recepciónde los mismos pasa por un proceso de selección enuna primera revisión por el Consejo editorial verifi-cando el cumplimiento de los requisitos propios dela revista, descritos en las indicaciones a los autores,en caso de no cumplir estas condiciones se le notifi-ca al autor o autores para que realicen los cambiosoportunos.

Posteriormente tras la clasificación temática ypreservación del anonimato del manuscrito losdocumentos son enviados a dos especialistas dereconocido prestigio en el área de conocimiento,para que procedan a su evaluación. Una vez recibi-dos los conceptos de los pares académicos se tomauna decisión conjunta con el Consejo Editorial quepuede ser de aceptación con ajustes, de aceptacióndefinitiva o de rechazo comunicándolo al autor oautores a través de correo electrónico o postal.

En caso de que la decisión del Consejo Editorialsea la de rechazo se remitirá el informe de los eva-luadores junto con la decisión adoptada por el

Consejo Editorial que fundamente esta decisión.Los manuscritos que sean considerados para

publicación previa modificación, se notificarán conuna propuesta concreta de modificación o con elinforme de los evaluadores. Los autores dispondránde un máximo de 2 semanas para comunicar a lasecretaria de redacción su decisión en la modifica-ción del mismo y en el plazo máximo de dos mesesse comprometerán a entregar la versión revisada.

La revista se reserva el derecho de realizar revi-siones de estilo que faciliten la claridad y la com-prensión del texto.

Los factores donde se fundamenta la decisiónsobre la aceptación o rechazo de los trabajos porparte de la redacción de la revista son los siguientes:

- La originalidad, novedad y actualidad deltema.

- Relevancia y aplicabilidad de los resultados.- Calidad metodológica. Fiabilidad y validez- Presentación, buena redacción, organización y

coherencia lógica del texto.

Cultura de los Cuidados • 5

1er. Semestre 2010 • Año XIV - N.° 27

CRITERIOS DE EVALUACIÓN Y SELECCIÓN DE ARTÍCULOS

“Cultura de los Cuidados” (The Culture of Care)Journal publishes articles in Spanish, Portugueseand English. Admission will be subject to a selec-tion process in a first review by the Editorial Boardto verify compliance with the requirements of theJournal, as stated in the instructions for authors. Inthe case these conditions are not met, the author orauthors will be notified in order to make the neces-sary changes.

After accomplishment of topic classification andpreservation of the anonymity of the paper, docu-ments are submitted to two specialists of recognizedprestige in the corresponding area of knowledge forevaluation. Once peer academic report is produced,decision is reached together with the EditorialBoard to either accept with adjustments, finalacceptance o rejection that will be notified to theauthor or authors by email or post.

Should the decision of the Editorial Board be toreject, the evaluators' report will be sent togetherwith the decision of the Editorial Board that sub-stantiates this decision.

Manuscripts to be considered for publicationafter amendment shall be notified with a specificproposal for amendment or with the evaluators'report. Authors will have a maximum of 2 weeks toinform the Assistant Managing Editor of their deci-sion of amendment and the deadline for submittingthe revised version is two months maximum.

The Journal reserves the right to make revisionsin style to facilitate clarity and understanding of thetext.

The factors which ground the decision on accep-tance or rejection of papers by the Journal Editorare:

- Originality, novelty and contemporary issues.- Relevance and applicability of the results- Methodological quality, reliability and validi-

ty- Presentation, good writing, organization and

logical consistency of the text.

EVALUATION CRITERIA AND SELECTION OF ARTICLES

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6 • Cultura de los Cuidados

1er. Semestre 2010 • Año XIV - N.° 27

A Revista Cultura de los Cuidados publica arti-gos em Espanhol, Português e Inglês. O recebimen-to dos mesmos está sujeito a processo de seleção,em primeira revisão, pelo Conselho Editorial, noqual verifica-se o cumprimento dos requisitos pró-prios da Revista, descritos nas indicações aos auto-res. Em caso de cumprimento dessas condições,será notificado o autor ou autores para que realizemas mudanças oportunas.

Em seguida, depois da classificação temática epreservação do anonimato do manuscrito, os docu-mentos serão enviados a dois especialistas de recon-hecido prestígio na área de conhecimento, para queprocedam à avaliação. Uma vez recebidos os con-ceitos dos dois pares acadêmicos, toma-se decisãoconjunta com o Conselho Editorial, que pode ser deaceitação com ajustes, de aceitação definitiva ou derecusa, comunicando-se a decisão ao autor ou auto-res, por meio de correio eletrônico ou postal.

Se a decisão do Conselho Editorial for de recu-sa do artigo, será informado ao autor ou autoresacerca dessa decisão adotada pelo referidoConselho, apresentando-se os fundamentos que ajustificam.

Os manuscritos que forem aprovados para publi-cação, porém com prévia modificação, far-se-á noti-ficação ao autor ou autores com uma proposta con-creta de modificação e com informe dos avaliado-res. Os autores disporão de no máximo 2 semanaspara se comunicarem com a Secretaria de redaçãoacerca da modificação proposta e no prazo máximode dois meses se comprometerão a devolver aversão corrigida, caso tenham concordado com ascorreções.

A Revista reserva para si o direito de realizarrevisões de estilo que facilitem a clareza e compre-ensão do texto.

Os fatores que fundamentam a decisão sobre aaceitação ou recusa dos trabalhos, por parte daredação da Revista são os seguintes:

- A originalidade, novidade e atualidade dotema;

- Relevância e aplicabilidade dos resultados;- Qualidade metodológica, confiança e validade;- Apresentação, boa redação, organização e

coerência lógica do texto.

CRITÉRIOS DE AVALIAÇÃO E SELEÇÃO DE ARTIGOS

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Constituye para mí un honor y un gran motivode satisfacción el hecho de haber sido invitada porel Profesor Dr. José Siles a escribir esta editorial enun momento tan importante para las Escuelas deEnfermería por múltiples motivos entre los que seencuentran la consecución del cambio de la deno-minación de Escuelas Universitarias a Facultadesde Enfermería.

Los estudios de Enfermería, en nuestro país,podríamos decir que son privilegiados ya que hanconseguido a lo largo del tiempo y en su desarrollouna apreciación y reconocimiento social manifes-tado en la gran demanda de los mismos debido a lacalidad de sus enseñanzas y larga tradición. La pri-mera referencia legal que encontramos sobre laformación de personal sanitario, se encuentra en laLey de Instrucción Pública de 9 de septiembre de1857, que en sus artículos 40 y 41 hace mención alos títulos de practicante y matrona o partera. Laprimera Escuela de Enfermería de España (SantaIsabel de Hungría), se crea en el año 1896, pero noes hasta 1955 cuando se crea el título de AyudanteTécnico Sanitario que unifica, de una parte, el títu-lo de enfermera reconocido en la Real Orden del 7de mayo de 1915 y, de otro lado, los títulos depracticante y matrona establecidos por la Ley deInstrucción Pública (mencionada anteriormente)del 9 de Septiembre de 1857, más conocida comola Ley Moyano. Es en 1977 cuando los estudios deEnfermería se reconocen como universitariossiguiendo las directrices del Consejo de Europa(77/453/CEE).

La Escuela de Enfermería de la Universidad deMurcia se creó en el año 1991 en virtud de la sus-

cripción de los convenios de colaboración entre laUniversidad de Murcia, el Instituto Nacional de laSalud del que dependía la antigua Escuela deEnfermería “Virgen de la Arrixaca” y laUniversidad de Murcia con la ComunidadAutónoma de la que dependía la “Escuela de laComunidad Autónoma”, aprobados en Junta deGobierno (7 de Mayo de 1990) y ratificados por elConsejo Social de la misma, estas Escuelas veníanfuncionando desde los años 60 y como fruto de suunión se inician los estudios de enfermería dentrodel marco de una Escuela propia de la Universidadde Murcia a partir del curso académico 1991/1992y según las cláusulas de los respectivos convenios.B.O.E. 12 de octubre de 1991 (creación de cen-tros)1.

De modo paralelo a la integración y desarrollode los estudios conducentes a la obtención de laDiplomatura en Enfermería, el compromiso insti-tucional de la Universidad de Murcia con la titula-ción ha sido patente, ya que ha promovido los estu-dios de postgrado y las estructuras necesarias paraello. En el año 2001 se crearon tanto la UnidadDocente Obstétrico-Ginecológica (Matrona) comola Escuela de Práctica Enfermera, de modo que losegresados por esta Universidad pueden seguir cur-sando estudios de posgrado.

Asimismo el profesorado ha impartido docen-cia en distintos masteres y posgrados deEnfermería en universidades españolas tales comola de Alicante, Huelva, Almería o la Autónoma deMadrid, Granada, La Laguna, Jaén y Málaga, ennuestra propia Universidad, y universidadesextranjeras a través de programas internacionales.

EDITORIALCAMBIO DE LA DENOMINACIÓN DE LAS ESCUELAS

UNIVERSITARIAS DE ENFERMERÍA A FACULTADES DE ENFERMERÍA

Carmen Isabel Gómez García. Enfermera. Profesora Titular de Universidad.

Directora Escuela de Enfermería Universidad de Murcia

Cultura de los Cuidados • 7

1er. Semestre 2010 • Año XIV - N.° 27

1Tomado del Título de Grado de Enfermería por la Universidad de Murcia

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8 • Cultura de los Cuidados

1er. Semestre 2010 • Año XIV - N.° 27

Si cualitativamente la Escuela de Enfermeríaha realizado un esfuerzo meridiano en la mejoracontinua de su Plan Formativo y relaciones institu-cionales a nivel nacional e internacional, la capaci-dad formativa de este centro está avalada cuantita-tivamente por el alto número de egresados quefinalizan todos los años sus estudios.

Considerando que la situación académica actualde la Escuela de Enfermería de la Universidad deMurcia presenta unas características idóneas en latemporalidad debido a la aprobación del Título deGrado en Enfermería y su inicio en el curso acadé-mico 2009-2010, con un total de 238 alumnos, laaprobación del Máster oficial en Salud, Mujer yCuidados iniciado su impartición también en estecurso 2009-2010, la aprobación del Sistema deGarantía Interna de Calidad y la incorporación a lahomologación del Título a Graduados desdeDiplomados en Enfermería de 35 egresados.

Destacar también que la propuesta delPrograma de doctorado en Enfermería denomina-do: Investigación en Cuidados de Enfermeríapor la Universidad de Murcia, fue concebido yestructurado desde el rigor y la experiencia que ladisciplina enfermera viene demostrando desdefinales del siglo XX en que nos incorporamos a launiversidad española, ofertando líneas referidas a:Factores relacionados con el derecho a la salud dela mujer en el mundo, Estudio de los diagnósticosenfermeros desde la perspectiva de género,Cuidados enfermeros creativos, Epidemias comu-nitarias: promoción de la salud, Prevención y cui-dados, Clínica del cuidado enfermero a la infanciay adolescencia, Puericultura enfermera, Malos tra-tos en la infancia, Lactancia materna, Formaciónenfermera en Europa, Enfermería y discapacidaden los distintos grupos de edad, Historia de laEnfermería, Historia de las mujeres, Historia de lasparteras, filosofía y ciencia de la enfermería,Calidad de vida y envejecimiento, Redes de cuida-dos, Cuidado informal, Psicología forense, Saludlaboral, Administración y gestión de calidad de losservicios de salud, Factores psicológicos relaciona-dos con la salud laboral y la gestión de recursoshumanos, Humanización en la asistencia al emba-razo, parto y puerperio de la mujer, La carrera pro-fesional en Enfermería, Enfermería, actividad físi-ca y deportiva para la salud, Mujer, ciencia y cul-

tura, Mujer y cuidados en la edad media y renaci-miento, Mujeres y enfermería, Promoción y cuida-dos en salud de la mujer, Violencia de género,Salud mental y mujer, Calidad de vida relacionadacon la salud, Estudio de los problemas asociados alos resultados de salud mediante encuestas,Aplicación y evaluación de la práctica clínica basa-da en la evidencia, Epidemiología y tratamiento delos trastornos del sueño, Enfermería y partería enla Organización Mundial de la Salud y por últimoLa ética del cuidado en la asistencia sanitaria, sien-do todas estas líneas de investigación ofertadas porprofesores del Área de conocimiento deEnfermería, departamento de Enfermería.

La denominación del Centro ha dependido delos estudios oficiales que estamos autorizados aimpartir y existe una jerarquía entre Facultades yEscuelas Universitarias incluso desde la perspecti-va de la imagen que la sociedad puede tener de losdistintos Centros y que la vigente Ley Orgánica deUniversidades, en su artículo 7 señala que “Lasuniversidades públicas estarán integradas porEscuelas, Facultades, Departamentos, InstitutosUniversitarios de Investigación y por aquellosotros centros o estructuras necesarios para eldesempeño de sus funciones”. Y en el artículosiguiente indica que “Las escuelas y facultades sonlos centros encargados de la organización de lasenseñanzas y de los procesos académicos, admi-nistrativos y de gestión conducentes a la obtenciónde títulos de grado. Podrán impartir también ense-ñanzas conducentes a la obtención de otros títulos,así como llevar a cabo aquellas otras funciones quedetermine la universidad”.

Como se puede observar en este texto, desapa-recen las denominaciones de “Escuelas TécnicasSuperiores” y “Escuelas Universitarias” y se incor-pora como nombre de centro las “Escuelas”.

De este precepto se deduce de forma inmediataque los actuales centros deben adaptar su denomi-nación a las previsiones de la Ley, sólo pudiendoexistir “Facultades” o “Escuelas”. No cabe, bajo lavigencia de la actual ley, la persistencia de lasEscuelas Universitarias.

Una correcta interpretación de la norma, quepodía haber previsto expresamente la transforma-ción de las Escuelas Técnicas Superiores y de lasEscuelas Universitarias, y teniendo en cuenta los

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datos y argumentos hasta aquí expuestos, pasa porconsiderar que la Ingenierías y Arquitecturas seimparten en “Escuelas” y el resto de grados enFacultades.

Podríamos añadir como argumentos, por unlado, que estos centros ya pueden impartir posgra-dos oficiales y doctorado y, por otro, que ha desa-parecido la figura del Profesor Titular de EscuelaUniversitaria porque todos los profesores titularespueden impartir docencia en todos los grados yposgrados.

Por último, en el caso de las EscuelasUniversitarias de Enfermería, de las que son predi-cables todos los argumentos esgrimidos, cabe aña-dir que se homologarían a nuestros centros interna-cionales, dónde es común la denominación de“Facultades de Enfermería”.

Según el proverbio chino de que las grandescosas se explican con palabras sencillas, me gusta-ría dejar constancia que mis compañeros miembrosdel Consejo de Gobierno de la Universidad deMurcia, decidieron por unanimidad secundar lapropuesta del Consejo de Dirección (EquipoRectoral) presentada por el Sr. Secretario GeneralDr. José Fulgencio Angosto, apoyando el punto 4.del orden del día del Consejo de Gobierno de 22 deenero de 2010, que rezaba así: Aprobación, siprocede, de la adecuación de la denominaciónde los centros de la Universidad de Murcia a laLey 4/2007 Orgánica de Universidades. Por loque tras su aprobación, fue remitido al órganosuperior Consejo Social de la Universidad deMurcia y tratado el día 30 de abril de 2010, obte-niendo aquí esta misma propuesta presentada porel Rector Dr. José Antonio Cobacho, el apoyo uná-nime de los componentes de dicho órgano.Quedando pendiente el visto bueno de laComunidad Autónoma tras la aportación de ladocumentación requerida a dicha propuesta con lajustificación de la misma, datos académicos, datosdemográficos, demanda de las titulaciones, infor-mes de infraestructura, informes de satisfacción deegresados, perfiles profesionales, apoyos externosy datos referidos al Sistema de Garantía Interna deCalidad.

Esta editorial no puede contentarse con unanarración más o menos extensa de la situaciónvivida por mucho que en el desarrollo de la mismahaya sido considerado por los actores de sumo

interés y absolutamente imprescindibles. Debe sus-tentarse en una documentación escrita fruto delesfuerzo, la no pasividad y de ser conscientes deque en nuestro paso por la gestión se debe visuali-zar el compromiso de renovar y actualizar nuestrasobligaciones esenciales para con el sistema educa-tivo, en unas enseñanzas queridas y valoradas porla sociedad que respeta y reconoce las accionesproactivas de los Cuidados de Enfermería y porende de la profesión enfermera.

Para finalizar, como quiera que no se trata de lacreación de un nuevo centro, sino de la modifica-ción de su denominación para la adaptación a lasprescripciones que sobre esa materia establece laLOU, consideramos que esta modificación debeser automática, mediante acuerdo de los órganosuniversitarios y autonómicos competentes, consti-tuyendo una oportunidad única para Enfermería enel momento de hacer emerger los apoyosAcadémicos, Sociales y Políticos que nos ayudanen nuestro crecimiento como Disciplina.

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¡Tranquilo, corazón, tú tranquilo!, le digo yo ami corazón con arrumaco melifluo y doblementecordial para tranquilizarlo y para que deje de darbrincos taquicárdicos y palpite de modo menos pal-pitante y lata pero sin dar tanto la lata, y procedo atomarme la tensión en la muñeca con un tensióme-tro de bolsillo de esos que anuncia en el teletiendael doctor nosequién en el programa nosecuál.

Me ha aconsejado el médico de cabecera quesiga un protocolo de autocontrol doméstico duran-te un tiempo para saber si padezco el llamado sín-drome de la bata blanca, a ver si así, jugando encasa y en pantuflas, sin la presión ambiental sani-taria de por medio (y de por miedo), mi presiónarterial se normaliza y no arroja cifras tan escanda-losamente tensas.

Además del síndrome de la bata blanca, debode padecer también el síndrome del batín garrulo arayas (que es justamente el que llevo puesto enestos momentos) porque, sólo de pensar en enros-carme el velcro del susodicho adminículo en lamuñeca, me entran sudores fríos y se me pone elcorazón a cien (y en sien) y me da incluso un atis-

bo de jamacuco de pánico, y ya me imagino unaescena de alta tensión (y nunca mejor dicho) ytengo el pálpito y la corazonada (de tanto como mepalpita el corazón) de que el tensiómetro no va apoder con tanta tensión (ni arterial, ni nerviosa, nide ningún otro tipo) y acabará por escoñarse irre-mediablemente no sin antes mostrarme un postreromensaje digital de alarma que dice: ¡Llame inme-diatamente a una ambulancia, hombre de Dios, queestá usted fibrilando!.

Y luego resulta que no es para tanto, qué alivio(relativo, porque tampoco es que sea para poco),aunque eso sí, el ritmo cardiaco es de curso demecanografía avanzada: tropecientas pulsacionespor minuto. No sé si padeceré lo que suele llamar-se en el argot médico una hipertensión esencial o sila mía será más bien una hipertensión aparentedebida al miedo escénico que me produce la con-sulta ambulatoria, pero barrunto que mi problemano es el síndrome de la bata blanca ni el síndromede la bata de ningún otro color (ya podría tomarmela tensión el médico de cabecera ataviado con ber-mudas y playeras que, para el caso, el resultado ibaa ser el mismo), sino el síndrome de la hipocondríay del alarmismo y del cobarde gallina capitán delas sardinas y hasta del repelús por llevar dentro demí una bomba de relojería que no sabes cuándo lepuede dar por estallar y enviarte a criar malvas. Esla hipertensión provocada por el miedo a la propiahipertensión. El miedo al miedo, como si dijéra-mos. Es el corazón que no te cabe en el pecho y almismo tiempo se te encoge en un puño (¡qué cosastiene el corazón de los pusilánimes!) cada vez queel médico te enrosca el temido brazalete inflable enel bíceps y empieza a darle a la perilla insufladora

FENOMENOLOGÍAALTA TENSIÓNJuan Cánovas Ortega

Finalista X Premios Narrativa Vida y Salud2º premio en el XI Certamen Literario "Maestro Miguel"

Ayuntamiento de Villanueva del Pardillo (Madrid) en 2010

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como si fuera a hacerte un enema en el sobaco. Esel betabloqueante que no quieres empezar a tomarporque sabes que una vez ingerida la primeradosis, esa ingesta ya será para siempre hasta que lamuerte (la tuya, por supuesto) os separe.

Y por eso escondo la cabeza como el avestruzante el problema o finjo mirar para otro lado, y mesalto contumaz y oprobiosamente los controlestensionales prescritos (más bien proscritos) quetanto me tensionan. Y mi médico de cabecera (quepara eso es de cabecera) me la saca (la cabeza) yme da collejas verbales y lecciones aleccionadorasde medicina preventiva. Que si soy varón. Que sitengo más de cuarenta años. Que si tengo tambiénalgo elevados los índices de colesterol. Que sillevo una vida demasiado sedentaria. Que si soy detemperamento nervioso y eso no ayuda. Que siúltimamente he pasado las de Caín como yo biensé (vaya que si lo sé, como que fui yo quien laspasé y quien se las contó a él) y eso aún ayudamenos. Que si el corazón se me está poniendo cadavez más galopante y saltimbanqui. Y que me hagaa la idea de que, tarde o temprano (más tempranoque tarde) habré de empezar a medicarme.

Y yo que no me medico pero que cada vez memiedico más y me acobardo y me acoquino y meamilano y cada vez me da más miedo el miedo aser hipertenso, el miedo a llegar a ser hipermega-tenso, el miedo a que mis arterias cedan finalmen-te a la presión arterial o claudiquen embozadas porel colesterol u otras morrallas que circulan por lasangre como Pedro por su arteria y me dé uninfausto de mioincordio (sí, porque un infarto essiempre infausto y el incordio sería mío) o unaembolia alevosa y fulminante que me haga estirarla pata o, lo que aún sería peor, que me la deje tiesae inservible para el resto de mi cardiópata vida (lapata o el brazo o cualquier otro miembro o apéndi-ce del cuerpo), o hasta incluso que me deje en unestado balbuciente y alelado y medio ido (pero sinpoder irme del todo).

Y, mientras tanto, tal vez para ganar tiempo(¡qué estupidez, el tiempo jamás se gana, siemprese pierde: el tiempo pasa y ya nunca más regresa!)o como añagaza o placebo para autoengañarme, oquizás porque en el fondo espero que funcione y notener así que volverme adicto al atenolol o a cual-quier otro medicamento hipotensor y evitarme elfastidioso (y odioso) control de la presión arterial

de por vida, trasiego ingentes dosis de gotassupuestamente hipotensoras (aunque al principiobastante hipertensoras cuando, al ir a comprarlas, teenteras del precio) y perlas de ajo pretendidamentedesodorizadas (¡quia!: aún no ha nacido el perlaque sea capaz de desodorizar el ajo) y vasos y vasosde leche con omega tres y omega seis (y omega alcubo) y ácido oleico y embutidos y quesos y con-servas bajos en sal y bebidas y cereales con soja ycápsulas e infusiones de valeriana y pasiflora ycomprimidos de triptófano (¡qué tristófano estodo!) y hasta del diazepan nuestro de cada nochepara poder adormecer a duras penas la dura penadel insomnio. Y del estrés infame e inmisericordede estos nuestros tiempos. Y de la infelicidad. Y deldesamor. Y de los varapalos que nos asesta el deve-nir. Y de las tribulaciones de la vida que van mer-mando poco a poco la salud. Y de la salud poco apoco mermada que va mermando poco a poco a suvez la propia vida. Y de todos los enanos que noscrecen por doquier en el circo de la existencia. Ydel mal fario. Y de la frustración. Y de las goterasen el ánimo tras años de diluvios y penurias torren-ciales. Y de los sueños que acabamos por no reali-zar y acaban por convertirse en pesadilla.

Pero tú tranquilo, corazón, tú tranquilo, le digoyo a mi corazón con amansadora y redundante cor-dialidad para que se tranquilice y deje de darmepataditas (más bien chupinazos) en mi sufridacavidad torácica (que parece mi corazón un fetoinquieto que estuviera a punto de alumbrársemepor el pecho o por la boca). Tú tranquilo, corazón,tú tranquilo, aunque estés tan partío como cual-quier otro corazón de hijo de vecino y no hayanadie que te cure (como le pasaba al corazón deAlejandro Sanz en aquella canción). Tranquilo,corazón, aunque haya que acabar haciéndote de tri-pas. Aunque seas todo corazón y vayas siempreatravesado. Aunque sea todo últimamente tan des-corazonadoramente descorazonador.

¡Tranquilo, corazón, tú tranquilo!, le digo yo ami corazón mientras me dispongo a tomarme denuevo la tensión con ese tensiómetro de la señoritaPepis que se coloca en la muñeca y que parece unestrambótico reloj de pulsera diseñado por AgathaRuiz de la Prada, mientras pienso, entre apesadum-brado y divertido que, si mi vida dependiera detener que superar con éxito la prueba del polígrafo,aun siendo rematadamente inocente, iba apañado.

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DID AN OFFICIAL QUALIFICATIONKNOWN AS MINISTRANTE REALLYEXIST?

SUMMARY

It is accepted in Spanish nursing history theexistence of the figure of 'Ministrante' as a pro-fessional antecendent of current nurses. This

new professional arose with the enactment of theRoyal Order of 29th June 1846, which later lead upto The Public Instruction Act of 9th September1857, known as the Moyano Act by which the qua-lification of “practicante” was created. But, did anofficial qualification of “ministrante” really exist?The research carried out and the information gat-hered shows that it did not. The name of MinorSurgeon or 'Ministrante' was given to a professio-nal, social and even institutional category who wasthe previous Blood-letter but with a new educationsyllabus. However, we are sure this would be anew field for further research in nursing history.

Key-words: Ministrante, minor surgery, blood-let-ter, practicante, nursing

EXISTIU REALMENTE UMA TITULAÇÃOOFICIAL COM O NOME DEMINISTRANTE?

RESUMO

Éconsenso na história da EnfermagemEspanhola a existência de agentes que ante-cederam às atuais enfermeiras, que foram

denominados Ministrantes, tendo eles surgido noâmbito da saúde depois da promulgação da RealOrdem de 29 de junho de 1846, precedendo aosPraticantes da Ley Moyano de 1857, mas a questãoé se teria existido realmente a titulação oficial deMinistrante? A informação obtida nas investi-gações realizadas, possibilita-nos afirmar que nãoteria, e que esta denominação foi o nome profis-sional, social e, inclusive, institucional outorgadaaos indivíduos que exerciam a Cirurgia Menor ouMinistrante; entretanto que não eram outros que osSangradores aos que lhes havia conferido um novoPlano de estudos.

Palavras-chave: Ministrante, Cirurgia Menor,Cirurgia Ministrante, Sangrador, Praticante,Enfermagem.

RESUMEN

Está aceptado en la historia de la profesión dela Enfermería Española, la existencia deunos antecesores a las actuales enfermeras

que se denominaron Ministrantes, los cuales irrum-pieron en el escenario sanitario tras la promulga-

HISTORIA¿EXISTIÓ REALMENTE UNA TITULACIÓN OFICIAL

CON EL NOMBRE DE MINISTRANTE? José Antonio Ávila Olivares

Enfermero. Licenciado en Antropología Social y Cultural.

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ción de la Real Orden de 29 de junio de 1846, pre-cediendo a los Practicantes de la Ley Moyano de1857, pero, ¿existió realmente la titulación oficialde Ministrante? La información recopilada en lasinvestigaciones realizadas, nos lleva a afirmar queno, y que esta denominación fue el nombre profe-sional, social e incluso institucional otorgada a losindividuos que ejercían la Cirugía Menor oMinistrante, pero que no eran otros que losSangradores a los que se les había conferido unnuevo Plan de estudios.

Palabras Clave: Ministrante, Cirugía Menor,Cirugía Ministrante, Sangrador, Practicante,Enfermería

INTRODUCCIÓNTras la lectura de diversos artículos sobre ante-

cesores de la enfermería y su normativa legalcorrespondiente, surgen dudas, más que razona-bles, acerca de la existencia o no de la titulación deMinistrante. Unos profesionales considerados porel colectivo de historiadores de la profesión, comoantecesores técnico-quirúrgicos de las actualesenfermeras.

Las investigaciones realizadas en diversas ins-tituciones depositarias de material histórico sobreesta temática, no han arrojado datos concluyentesque avalen la existencia oficial del Ministranterefrendada mediante una titulación universitariadel mismo nombre. Ello, a pesar del uso tan fre-cuente que se hace del termino Ministrante en ladocumentación revisada, es lo que ha llevado haplantearnos que mas bien fueron producto de unproceso de socialización colectiva de este nombreque los convirtieron, por necesidades o interesesprofesionales del momento, en el <Alter-Ego>,social, institucional y profesional de losSangradores, a los que consideramos como los ver-daderos Ministrantes oficiales. El haber encontra-do documentación suficiente que respalde estahipótesis, así como la localización de un título ofi-cial de Sangrador, con información concluyente, anuestro entender cierra esta cuestión, abriendonuevas líneas de investigación.

Completa el articulo un breve análisis lingüísti-co del termino Ministrante y los posibles motivosde su empleo como sinónimo de Sangrador, acom-

pañado, como refuerzo, de una recopilación de laevolución del significado de las palabras“Sangrador” y “Ministrante” en diversas edicionesdel Diccionario de la Lengua Española. Una reca-pitulación de manuales o libros publicados durantelos años 40, 50, y 60 del siglo XIX para las ense-ñanzas de los auxiliares sanitarios de la época, yuna revisión de la revista “La Voz de losMinistrantes”, considerada la primera revista pro-fesional de los sanitarios auxiliares, completan lasfuentes de donde manan nuestros argumentos.

ObjetivoEl objetivo general del presente estudio es

aclarar el alcance académico, profesional, institu-cional y social del término Ministrante en la socie-dad de mediados del siglo XIX.

Hipótesis- Los Ministrantes como profesionales sanita-

rios provistos de una titulación oficial delmismo nombre, no han existido.

- Los Ministrantes, como eslabón de la cadenade antecesores de la enfermería, no eran otrosque los Sangradores.

- El término Ministrante estaba comúnmenteaceptado en todos los ámbitos sociales, sien-do usado por quienes realizaban operacionesmenores o secundarias, también llamadas deCirugía menor, que no solía practicar elCirujano.

JustificaciónAveriguar la existencia real de una titulación

oficial con la denominación de Ministrante y cono-cer el alcance exacto de la Real Orden de 29 dejunio de 1846.

Estado de la cuestiónEstá comúnmente aceptado entre la comunidad

de historiadores de la profesión de Enfermería(Ventosa 1984; Siles 1999; Herrera 2000), y tam-bién de la Medicina (Albarracín 1973; Sanz 1998;Sanz 2004), la existencia en el siglo XIX de unosprofesionales denominados <Ministrantes>, y queson considerados como antecesores de las actualesenfermeras. Existen también artículos publicadosen donde se estudian las circunstancias que moti-

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varon su aparición, sus atribuciones profesionalesy sus interrelaciones con otras profesiones sanita-rias, profundizando en la corta vida de estosMinistrantes, apenas once años, desde su naci-miento en 1846, hasta su desaparición en 1857, afavor de una nueva clase de auxiliares técnico-qui-rúrgicos llamados Practicantes (Jiménez 2006;Expósito 2009).

Sin embargo, en toda la bibliografía revisada,no se ha encontrado ninguna prueba irrefutablesobre la existencia de los Ministrantes, mas allá dela denominación social, institucional y profesional-mente aceptada del término, que sobrepase lonominal y alcance su pleno reconocimientomediante una titulación expedida por el organismoo institución correspondiente.

Un contexto que genera justificadas dudassobre la oficialidad de los Ministrantes, no sobre lasocialización de este término y su ubicación profe-sional, máxime cuando estén ciertas disposicionesnormativas1 que generan confusión, amen de otrascuestiones que iremos viendo en la investigación.

MATERIAL Y MÉTODOSe ha llevado a cabo una lectura reflexiva de la

diferente bibliografía, citada en el presente trabajo,en referencia a la figura profesional delMinistrante, completando los conocimientos acer-ca de estos profesionales sanitarios con una revi-sión sistemática de las diferentes normativas lega-les que iban apareciendo en esos textos. Las refe-rencias legislativas se completaban con otras indu-cidas por las primeras.

El examen de las Memorias y Anuarios de laUniversidad Central desde 1855 a 1900, localiza-das en la Biblioteca Histórica de la UniversidadComplutense de Madrid2, la revisión de los regis-tros de expedientes y libros de asientos deRevalidas, conservados en el Archivo General dela Facultad de Derecho3, así como de expedientesacadémicos conservados en el Archivo HistóricoNacional4, junto a la documentación existentesobre este asunto en el archivo Histórico de laUniversidad de Valencia5, durante el periodo 1846-1875, ha ido ayudando a despejar las incógnitas ydudas que surgieron durante la fase de lecturaseñalada al principio, permitiendo elaborar unasrespuestas a las mismas.

Se ha estudiado la etimología de la palabra<Ministrante>, y empleado Internet para la bús-queda de la evolución de su significado, junto al de<Sangrador>. Para ello, a través del sitio Web6 dela Real Academia Española, se puede consultar elNuevo tesoro lexicográfico de la lengua española,cuyas siglas son: (NTLLE)7. Se ha completado estabúsqueda con la consulta de la vigésimo segundaedición del Diccionario de la Lengua Española quevio la luz en octubre de 2001.

El repertorio legislativo desde los años cuaren-ta hasta finales de los setenta, del siglo XIX, loslibros de instrucción que se publicaron en esteperiodo, así como la primera revista profesional dela época, “La Voz de los Ministrantes”, completanel principal material empleado para el presenteestudio.

RESULTADOSComenzando el Siglo XIX, se promulgaron las

Ordenanzas Generales para el RégimenEscolástico y Económico de los Reales Colegiosde Cirugía8, que el rey Carlos IV había creado paraabastecer de Cirujanos, no solo el ejército y laarmada, sino también los pueblos de su reino. Enlas mismas, se establecen los estudios y condicio-nes de examen que debían observar los aspirantesa cirujanos latinos y romancistas. También se reco-gen las de los Sangradores y Parteras, concretandolas facultades de los primeros en las de: sangrar,sacar dientes y muelas, aplicar sanguijuelas yvexigatorios, poner ventosas y sajarlas.

En tiempos de Fernando VII, se produce elprimer intento de reunir en una sola enseñanza losestudios de medicina y cirugía. Con tal motivo sepromulgó el Reglamento para el RégimenCientífico, Económico e Interior de los RealesColegios de Medicina y Cirugía, y para el gobier-no de los profesores que ejerzan estas partes de laciencia de curar9. Para conseguir que los peque-ños pueblos y aldeas de su reino tuviesen algunaasistencia sanitaria, pues era consciente el monar-ca de la imposibilidad de estos de mantener a unMedico, y mucho menos a un Medico-Cirujano,se crea la figura del Cirujano-Sangrador, quienactuaría en las enfermedades más comunes, y enlas de mayor complejidad en caso de urgencia enausencia de un Facultativo superior, teniendo la

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obligación de avisarle rápidamente e informarlede lo sucedido.

La Real Orden de 20 de agosto de 1831, posi-bilitó a los Sangradores poder optar a la revalida deCirujano-Sangrador:

“…, se ha servido S.M. resolver que á todoSangrador aprobado que quiera tomar la revalidade Cirujano-Sangrador, teniendo los requisitosque previene el Reglamento, solo se le exija parael deposito la cuarta parte de dichos dos mil rea-les, si esta cantidad la pagó por el titulo deSangrador; y que el que hubiese consignadomenos de los dos mil reales, los complete sobre loque tuviere satisfecho.”

En 1836, a instancias de los alumnos cirujanos-sangradores del colegio de Medicina y Cirugía deSan Carlos y Barcelona, los Cirujanos-Sangradorescambiaron su nombre por el de Cirujanos de terce-ra clase10. La propuesta inicial fue denominarseCirujano de Colegio.

No seria la primera vez que estos antecesoresde la enfermería quisieron apartar de su denomina-ción profesional la referencia a “Sangrador”, yaque anteriormente, algunos Cirujanos-Sangradores, al tener entre sus competencias lastareas odontológicas, gustaban llamarse Cirujanosdentistas, (Sanz, 1999).

En 1843, se unificó de forma definitiva lamedicina y la cirugía11, al tiempo que se creó unanueva profesión sanitaria denominada <Practica enel arte de curar>.

Los profesionales de estos nuevos estudios, lla-mados “Prácticos en el arte de curar”, estabanautorizados para el ejercicio de la Cirugía Menor12,la atención a los partos y la Medicina elemental. Elescenario social donde debían desarrollar su labor,y para lo cual se habían creado, era las numerosaszonas rurales y pueblos pequeños que no podíanser atendidos por un medico-cirujano.

Los Prácticos en el arte de curar, que venían asustituir a los Cirujanos de Tercera Clase, tuvieronuna vida muy corta. En 1845, se aprueba en Españaun nuevo Plan General de Estudios13, el cual, porun lado suprimió los Colegios de Prácticos en elarte de curar, y por otro, en el Capitulo III, dedica-do a la organización de los estudios de Medicina14,señala que un Reglamento fijaría las “condicionesbajo las cuales se podrá autorizar para ejercer la

sangría y demás operaciones de la cirugía menoro ministrante a los que desempeñaren o hubierendesempeñado el cargo de practicantes15 en los hos-pitales.” (Art.27)

El legislador no dio relevo profesional a los“Prácticos”, los cuales habían sustituido a losCirujanos de Tercera Clase en 1843 como se hadicho, siendo necesario, por tanto, reglamentar elejercicio de la sangría y demás operaciones de lacirugía menor o ministrante, pues eran prácticasmuy habituales en la época, siendo los alumnos decirugía del último año, los llamados practicantesmayores, en quienes posiblemente se pensó parallevar a cabo estas funciones dada su experiencia.

“…: mas por lo que se hace a la aplicación delos tópicos, curacion de los enfermos, y execucionde las sangrías, estarán obligados todos losColegiales; siendo responsable de lo que ocurraen la sala el Practicante mayor de ella16.”

En el Reglamento de 22 de octubre de 1845,para la ejecución del Plan de estudios de septiem-bre de 1845, nada se dice al respecto, como tam-poco, aporta novedad el Plan de estudios del 8 dejulio de 1847, ya que se limita a reproducir lo seña-lado en el Plan anterior:

“El Reglamento señalara las condiciones bajolas cuales se podrá autorizar para ejercer la san-gría y demás operaciones de la cirugía menor oministrante a los que desempeñaren o hubierendesempeñado el cargo de practicante en los hospi-tales”. (Art.17)

Sin embargo se considera importante llamar laatención sobre el tiempo futuro del verbo “poder”,ya que la referencia a “se podrá”, significa que enjulio de 1847, todavía no se había ejecutado elmandato del articulo 27 del Plan de estudios deseptiembre de 1845, que, recordemos, pretendíaautorizar a los que desempeñaren o hubierendesempeñado el cargo de practicante en los hospi-tales, para el ejercicio de la Cirugía menor o minis-trante, y para la realización de sangrías.

Mientras tanto, este campo profesional tandemandado no se podía quedar huérfano de profe-sional que lo ejerciera, y por eso en 1846 se dictael reglamento para ejercer la cirugía menor oministrante, una Norma en la que la mayoría de loshistoriadores de enfermería anclan el nacimiento

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de un nuevo profesional llamado Ministrante, unomas en la lisa de antecesores de las actuales enfer-meras.

El señalado Reglamento, se publicó el 29 dejunio de 1846, y venia a establecer las condicionesque debían reunir quienes aspirasen a que se lesconcediera la autorización necesaria para ejercer lasangría y demás operaciones de la cirugía menor oministrante.

Una vez presentadas las acreditaciones de reu-nir los requisitos teórico-práctico exigidos en elcitado Reglamento, y depositar las cantidades esta-blecidas, eran admitidos a examen. Pero, ¿Quétítulo obtenían: el de Cirujano Menor o el deMinistrante? A tenor de lo señalado en el articula-do del Reglamento, se obtenía el título deSangrador que le otorgaba licencia para realizarunos determinados cometidos profesionales:

“Concluido el examen, cada uno de los exami-nadores dará su voto, y si fuese aprobado por lamayoría el examinando, extenderá el secretario…,la licencia de sangrador a favor del individuoaprobado”. (Art. 6)

“Para ser admitido a examen de sangrador, sehará previamente el depósito de 700 reales vellón,pagando además 100 reales por los derechos deexamen”. (Art. 8º)

“Cuando saliere reprobado un individuo en elexamen para sangrador,…”. (Art. 9º)

Además, cuando en el Reglamento se habla delos cometidos profesionales que otorgaba estaLicencia, ejercer la sangría y demás operacionesde la cirugía menor o ministrante”, se especificaque en la misma deben constar sus limitaciones, yen este sentido se dice:

“Se expresara en la licencia que los sangrado-res están completamente inhabilitados para hacersangrías generales o tópicas, así como tambiénpara aplicar medicamentos al exterior, poner todaespecie de cáusticos o cauterios y hacer escarifi-caciones, sin mandato expreso de profesor médicoo cirujanos en sus respectivos casos,…” (Art.7)

La Limpieza de la dentadura, extraer dientes ymuelas, y ejercer el arte de callista, completaban elalcance de las atribuciones de los nuevos sangra-dores.

Por último señalar que este Reglamento de1846, también contemplaba un sistema de conva-

lidación de los títulos anteriores de Sangrador porel nuevo que regulaba la citada norma, y así porejemplo se señala que “Se concederá a los indivi-duos que existan en la antigua clase de sangrado-res, …, así como también a los que tengan el titu-lo de la misma clase expedido por el extinguidoProtomedicato de Navarra17, el que puedan cam-biar sus títulos de sangrador…, y sin mas gastosque el de 100 reales vellón por el despacho delnuevo titulo”. (Art. 11)

La Real Orden de 1 de marzo de 1847, en supreámbulo, viene a arrojar más luz sobre la cues-tión que nos ocupa, ya que difícilmente una normasuele regular dos titulaciones diferentes al mismotiempo, en nuestro caso la de Sangrador y la deCirujano Menor o Ministrante:

“Habiendo llamado la atención de S.M. eldiverso modo con que ha sido entendido lo dis-puesto en la Real Orden de 29 de junio del añoultimo acerca de los estudios privados que debenhacer cuantos aspiren al titulo de sangrador,…”

Esta norma de 1847, por una lado establecía lascondiciones que debían reunir y observar los pro-fesores que se dedicaban a la enseñanza privada dela Flebotomía, principal ocupación de losSangradores, por lo que eran también llamadosFlebotomianos. Por otro lado, organizaba las ense-ñanzas prácticas en los hospitales que debían acre-ditar quienes aspiraban al titulo de Sangrador. Eneste afán de organizar estas enseñanzas, se dice:

“Podrán seguirse los estudios teóricos en losmismos dos años que el aspirante al titulo deSangrador sirva el destino de practicante de ciru-gía en los hospitales,…; pero si no hiciese aquellosestudios en los dos años mismos que sirva el desti-no de practicante, será preciso, para que seanvalidas las certificaciones de haber servido dosaños este destino, que sea al menos uno de ellosposterior a los otros dos de lecciones practicas.”(Art.4º)

Los siguientes planes de estudios, con sus res-pectivos Reglamentos, que se publicaron (1850,1851, 1852) nada dicen respecto a la creación de latitulación de Ministrante. La Ley de Instrucciónpública de 1857, en su artículo 40 manda suprimirla enseñanza de la Cirugía Menor o Ministrante,

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estableciendo a continuación que un Reglamentodebía determinar los conocimientos exigibles a losaspirantes a un nuevo titulo: el de Practicante18.

Los libros de instrucción de la época (1846-1862)El Catalogo Bibliográfico de Publicaciones

Enfermeras (1541-1978), escrito por Carlos Álva-rez Nebreda, nos ha facilitado, en gran medida,elaborar el cuadro donde se recogen por orden cro-nológico, los libros publicados en España duranteel segundo y tercer tercio del Siglo XIX que estándedicados a la formación de los sanitarios que nosinteresan en este trabajo (Álvarez, 2008).

Los primeros libros publicados, nada masreglamentarse la cirugía menor o ministrante, fue-ron, por un lado el escrito por Antonio Rotondo, en1846, titulado “Tratado completo de la extracciónde los dientes, muelas y raigones y modo de lim-piar la dentadura, precedido de algunas observa-ciones sobre la odontología y otras no menos inte-resantes, para el uso de los que se dediquen a lacirugía menor ó ministrante”.

Por otro lado, en el mismo año, ve la luz la pri-mera edición19 del “Manual practico para el estu-dio de los Sangradores”, añadiendo en la portada,a continuación del título <creados por Real Ordende 10 de julio de 1846>. Sorprende poderosamen-te que en la portada figure esta fecha, ya que revi-sada la “Colección de Órdenes Generales yEspeciales” relativas a los diferentes ramos de lainstrucción Pública secundaria y superior desde eluno de enero de 1834 hasta fin de junio de 1847,(Tomo I), no aparece en la fecha referenciada en ellibro, (10-julio-1846), ninguna Norma relativa alos Sangradores20. También llama la atención queen la reseña profesional del autor que figura en laportada del libro, entre otros méritos consta el de“Examinador de los nuevos Sangradores”.Revisado un ejemplar del mismo en la BibliotecaNacional de Madrid, encontramos la siguiente“ADVERTENCIA PRELIMINAR”:

“Cuando leí la Real orden de 10 de julio pró-ximo anterior, creando una clase de Sangradoresdestinados a auxiliar a los profesores de la cien-cia de curar en la práctica de la Cirujía minis-trante…”

…/…

“…no me recordaba siquiera de la citada realOrden, cuando tuve el honor de recibir un oficio, enel que el Sr. Rector de la Universidad se servía nom-brarme examinador de los nuevos Sangradores.”

El Tercer libro editado en España, dentro delterreno en que nos estamos moviendo, podemosdecir que es el escrito por Juan Chomón, bajo eltítulo de “Manual del Sangrador”, publicándoseuna segunda edición en 1854.

En 1848 se publica en Madrid la “Guía teórica-práctica del Sangrador, Dentista y Callista, o tra-tado completo de Cirugía Menor o Ministrante”.

En 1849, aparece en Barcelona el “NuevoManual del Sangrador”, con la inserción en la por-tada de la siguiente inscripción <obra que sirve detexto para las lecciones que da en la clase el Dr. D.Lorenzo Vidal y Auté>, y sigue diciendo<Destinada para los alumnos sangradores y suma-mente útil a los principiantes de Medicina yCirugía>.

En 1851, Rafael Ameller Romero, para funda-mentar la enseñanza de estos profesionales, publi-ca el “Compendio de flebotomía y operacionespropias de la cirugía menor o ministrante”, obraque será reeditada en 1855 y en 1862. En los pree-liminares del libro se dice. “Esta obrita la dedicoexclusivamente a los alumnos de Cirugía minis-trante, a los flebotomistas o sangradores que nece-sitan, según les esta mandado por la superioridad,cursar por espacio de dos años los estudios teóri-cos que corresponden a la Cirugía menor”.(Herrea, 2000:21)

En 1862 ve la luz el “Tratado de CirugíaMenor”, Tomo I, escrito por Cayetano ÁlvarezOsorio, libro redactado según el espíritu del nuevoReglamento de 21 de Noviembre de 1861, para eluso de los que se dedican a la carrera dePracticantes., así reza en la portada del libro. Alescribir el Tomo II, un año después, al referirse alarte de Dentista, en el Articulo I, primera parte,dice: “Cuando nos hicimos cargo de esta enseñan-za en el año de 1950, en que estaba unida a la fle-botomía, según lo disponía el Reglamento de1846…”

Por último, en 1866, Nicolás Ferrer y Julve,escribe el “Compendio de Cirujia Menor”, y a con-tinuación señala en la portada “libro escrito paralos Sangradores”.

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Los Ministrantes y Sangradores en elDiccionario de la Lengua Española. Argumentolingüístico

Al igual que la carencia de fuentes o vestigiossolventes obliga muchas veces a los historiadores aacudir a los topónimos como último recurso, ennuestro caso, no nos queda otro remedio que auxi-liarnos de la lengua y de su evolución históricamediante el apoyo de la semántica y de la lingüís-tica para buscar indicios de autoridad en los quereforzar nuestra teoría.

En una primera etapa, el vocablo ministrantelo hallamos en la lengua española utilizado comoadjetivo para calificar a la rama de la cirugía que,por ocuparse de las pequeñas intervenciones, reci-bía el nombre de Cirugía Menor, por oposición a laque ejercían los maestros cirujanos denominadamayor y referida a intervenciones de capital impor-tancia. En numerosas ocasiones, al hacer referen-cia a aquélla, posiblemente para evitar restarlevalor (minus-valolarla), se ofrece la alternativa denombrarla también como ministrante, acompa-ñando esta disyuntiva con este adjetivo, más eufó-nico y más críptico, como todo cultismo usado enla terminología científica médica.

El adjetivo ministrante (con el significado demenor o ayudante) aplicado a la cirugía, muta en

sustantivo para denominar al profesional que ejer-ce (ministra) dicha ciencia. Evolución seguramen-te generada por mimetismo con otras palabras delmismo origen, como es el caso de los ejemplos queseñalamos: Comandante, comerciante, regente,tratante, pasante… Y tantas otras, cuyo origen esun adjetivo procedente del participio de presentelatino del verbo correspondiente21.

El actual Diccionario de RAE, incluye todavíaen nuestra lengua la voz ministrar, definiéndolacomo (Del lat. ministrare).1. tr. p. us. Servir o ejer-cer un oficio, empleo o ministerio. U. t. c. intr. 2. tr.p. us. Dar, suministrar a alguien algo. Ministrardinero, especies. 3. tr. ant. administrar. (Hay quehacer notar que estas accesiones vienen precedidasdel indicativo de “poco usado” o “antiguo”, lo queaugura su desaparición).

Ministrante, en el español actual, figura en elDicc. De la RAE con las acepciones siguientes:(Del ant. part. act. de ministrar). 1. adj. p. us. Queministra. U. t. c. s. 2. m. p. us. Practicante de unhospital. V. cirugía ministrante. (Al igual que elverbo, en vías de desaparecer). Buscamos, pues,cirugía ministrante y esta es la definición de laAcademia de la Lengua: 1. f. La que comprendeciertas operaciones secundarias que no suelepracticar el médico.

Evolución de las diferentes definiciones realizadas por la Real Academia Española

Tabla. Elaboración propia

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Revistas Profesionales. La Voz de losMinistrantes

El 15 de enero de 1864, aparece el numero unode “La voz de los Ministrantes”, periódico dedica-do a la instrucción y defensa de esta Clase y la dePracticantes, según reza en la cabecera de estapublicación. Con la lectura de sus cinco primerosnúmeros se considera suficiente para las hipótesisde este trabajo. En este sentido, a continuaciónreseñamos las referencias encontradas:

* La Voz de los Ministrantes, nº I, pag.3En un artículo firmado por Marcelino Seco

Marcos, quien aparece en el número dos de larevista como miembro del equipo de redactores dela misma, donde se lamenta de la situación delcolectivo, se indica lo siguiente:

“…, atendido a la reprensible tolerancia que seejerce por parte de innumerables familias a favorde los muchos que se dedican a la practica de

cuantas operaciones que solo incuben a nuestroejercicio de sangradores, para lo cual se nos auto-riza por medio de un titulo concedido por S.M., elque hemos llegado a obtener después de adquiri-dos los conocimientos teóricos y prácticos que laley determina;…”

Termina su artículo diciendo: “Así es, que despojados nosotros de móviles

tan necesarios, defraudadas nuestras esperanzasen el orden individual y faltos de protección comoclase, tratamos, si nos es posible, de poner reme-dio a tanto mal, ayudados principalmente de lajusticia de nuestra causa, pues con sólo decir queposeemos un título que acredita nuestra profesión,el que nada nos vale, porque tal documento pare-ce no ser necesario para que cualquiera se con-vierta en sangrador, creemos sería mas que sufi-ciente, para que estas quejas fuesen atendidas porquien pueda y deba hacer valer nuestros ya adqui-ridos derechos.”

* La Voz de los Ministrantes, nº I, pag.5En el apartado CRONICA, un espacio en la

revista dedicado a noticias breves, se puede leer lasiguiente: Somos o no somos? (á quien correspon-da.)

“Si somos sangradores, nos hará el favor deexplicarnos por qué no se admiten las solicitudesde estos, cuando hay una vacante puramente de talen la cas Real, y si no lo somos, de que nos sirve eltitulo adquirido después de hechos los estudiosque exigen las leyes, y sufrido ante un tribunal demedicina u cirugía el examen correspondiente?”

* La Voz de los Ministrantes, nº III, pag.22En un artículo de opinión, firmado por Sabas

Muñoz y Castillo, de Santistevan del Puerto, enfebrero de 1864, nos dice el autor:

“Con este objeto, en el año de 1855, me ví enla necesidad de marchar á la córte para obtener eltitulo de Sangrador o Ministrante,…”

* La Voz de los Ministrantes, nº IV, pag. 29En un artículo firmado por Felix Hernan, refle-

xionando sobre sí los Ministrantes pertenecen alarte de curar o no, se dice:

“…pues bien, los periódicos de medicina ycirugía, órganos mas autorizados, por estar dirigi-

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Álvarez Nebreda, 2010, pag 31

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dos por personas mas ilustradas que nosotros, ypor lo tanto con mas obligación de saberlo, lesrogamos nos digan por medio de sus ilustradosperiódicos, si los ministrantes o sangradores per-tenecemos a al arte de curar o no.”

* La Voz de los Ministrantes, nº V, pag.35En un artículo opinión firmado por Pedro

Brovia, acerca de la conveniencia de reformartanto la Ley de Instrucción Publica del momento,como su carrera, el autor comenta:

“Que la ley de Instrucción Publica necesitareformarse para esta clase, no ofrece duda de nin-gún genero, pues cuando una ley contiene defectosdebe modificarse. Que la clase de Sangradores oMinistrantes esta descuidada y debe atenderse áella lo conoce todo el mundo”.

A más abundamiento, Salvador Villanueva, alhablar en la “editorial” del número IV del periódi-co que estamos estudiando22, sobre las reformasnecesarias en los estudios de su titulación, señalaque:

“(…). Y siendo esto así, ¿no es una obligaciónsagrada del Gobierno, prepararlos mejor dándo-les otro género de instrucción, y ensanchando laesfera de sus conocimientos? Que diferenciahabría si en vez de hacerles gastar el tiempo comose les hace ocupándoles veinte y cuatro y treintameses para sólo enseñarles la flebotomía y pocomás,..”

Los estudios de Flebotomía eran los exigidospara obtener el título de Sangrador, según elReglamento de 29 de junio de 1846, y más aun, ellibro escrito en 1865, por Ambrosio González delValle, titulado <Manual de Flebo-Tomianos óSangradores y Dentista>, relaciona directamente laflebotomía con los sangradores, como tratándosede lo mismo.

En esta línea, el mismo Salvador Villanueva, alesgrimir razones a favor de una mejora para su pro-fesión, en su alegato hace referencia a los años enque fueron creados los Ministrantes y losPracticantes. Dice el director del periódico en sunúmero cinco23:

“Pero avancemos y digamos las cosas de unamanera clara para que nos entienda mejor; crea-ron primero los Ministrantes el año 1846 se lesexigieron por de pronto treinta meses de estu-

dio,…”. “Pasaron algunos años desde el 46 al 61y en este intermedio no hubo mas creaciones peroya á los hombres de las reformas medica les pare-cía mucho tiempo trascurrido sin hacer nada einventaron en el citado año 1861 los Practicantesy Parteras.”

Al establecer Villanueva la creación de losMinistrantes en el año 1846, seguro que se estárefiriendo al Reglamento para ejercer la cirugíamenor o ministrante de 29 de junio de 1846, ya queen ese año no existe otra normativa posible, pero lasusodicha habla en todo momento y de formaexplicita de sangradores, tal y como se ha comen-tado.

Por último señalar que <La Voz de losMinistrantes>, fue el núcleo sobre el que gravita-ron todas las reivindicaciones de “la clase” duran-te el periodo de tiempo que existió, convirtiéndoseademás, en el órgano de expresión del Colegio deSangradores de Sevilla24 y, más adelante, en elórgano de expresión del Colegio de Dentistas deSevilla25.

Por otro lado señalar que, en el Boletín deMedicina, Cirugía y Farmacia26, de 1847, (pag.93),hay un apartado dedicado a los Sangradores oMinistrantes, el cual comienza diciendo lo siguien-te:

“Con alguna razón han producido quejas repe-tidas los cirujanos, contra la clase de Ministranteso sea Sangradores, creada en virtud de la RealOrden de 29 de junio del año anterior”, refirién-dose al año 1846.

Búsqueda en ArchivosA) La Biblioteca Histórica Marques de

Valdecilla27, es la biblioteca histórica de laUniversidad Complutense de Madrid. Entre susfondos se encuentran las Memorias y Anuarios dela Universidad Central28, En este sentido, los datosencontrados se han agrupado en las tres tablas dife-rentes que se presentan.

La primera refleja las denominaciones que apa-recen en los cuadros o tablas de las estadísticas delas enseñanzas en la Universidad Central, relativasa la Facultad de Medicina, (Ejercicios, Revalidas,Títulos y Grados), desde el curso 1855-1856, hastael curso 1863-1864. En el curso 1864-1865, y enlos sucesivos, para el objeto del presente trabajo,

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señalar que aparece siempre el termino<Practicante>.

La segunda Tabla recoge la denominación queaparece en los datos que se ofrecen en estasMemorias y Anuarios en referencia a los Arancelesque debían abonar los alumnos en concepto deRevalida, Examen y Expedición de Títulos29. Apartir del curso 1863-1864, al objeto de este estu-dio, solo aparecen Practicantes.

Por otro lado, en dichas Memorias y Anuariosde la Universidad Central que se han revisados,desde el Curso 1855-1856, se recoge cada año unarelación por orden alfabético de apellidos, de lostítulos y grados conferidos, de forma que en elapartado de la Facultad de Medicina aparecenhasta el Curso 1860-186130, (al curso siguiente dejade publicarse), una relación de nombres de alum-nos bajo los epígrafes que se recogen en la Tablatercera.

TABLA 1. Elaboración propia

TABLA 2. Elaboración propia

TABLA 3. Elaboración propia

B) En el Archivo General de la Facultad deDerecho, es donde se encuentra el Archivo Generalde la Universidad Complutense de Madrid. En elmismo se han localizado varias cajas conteniendolas Actas de los exámenes ordinarios de la Facultadde Medicina (Universidad Literaria de Madrid,después Universidad Central), así como los librosde registro de expedientes de varias titulacionescorrespondientes a los años 1846-1857, periodo detiempo donde se han ubicado tradicionalmente laexistencia oficial de los Ministrantes.

Para el presente trabajo nos interesa señalar queexiste un libro de Registro31 de los expedientes parael grado de Licenciado en Cirugía, Cirujanos de 2ªy 3ª clase, Sangradores, Herbolarios yComadronas. En este libro, en lo concerniente aSangradores se dice: Cuaderno de registro de losexpedientes para la revalida de Sangrador, queinstruidos en dicha secretaria se remiten a la de laFacultad para las diligencias de los ejercicios yque la facultad luego que se concluyen devuelvecon las atas originales.

Seguidamente se relacionan el año del curso,número de expediente y el nombre de los alumnos,apareciendo en el Curso 1845-1846, diez alumnos;en el Curso 1846-1847, veinticinco alumnos: y enel Curso 1847-1848, dieciséis alumnos.

Al empezar los asientos en el libro señalado delCurso siguiente, 1848-1849, se deja claro que es deSangradores), y se indica:

Tramites de los expedientes de dicha clasedesde su remisión a la secretaria de la facultadpara la práctica de los ejercicios hasta la entregadel titulo al interesado en la secretaria general dela universidad.

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En este curso se recogen una relación de 6alumnos, siendo de treinta y tres en el curso 1849-1850. En el curso 1850-1851 aparecen 29 alumnos;en el Curso 1851-1852, son 49 los alumnos quefiguran; y en el último Curso que se recoge, elcorrespondiente a 1852-1853, figura una relaciónde cincuenta y tres alumnos.

Por otro lado se ha encontrado, un libro deasientos de las revalidas de Cirujano, Sangrador yMatronas, correspondiente a la UniversidadCentral, Facultad de Medicina. Nada más comen-zar este libro, existe unas anotaciones delSecretario General de la Universidad, siendo unade ellas la siguiente:

Este asiento es continuación de los que hastael expresado curso, desde el de 1845 a 1846, lle-vaba y conserva el referido oficial, de todos losgrados y revalidas de la Facultad de Medicina.

El libro comienza con el Curso 1851-1852,continuado, en el caso de los Sangradores, hasta elcurso 1855-1856. En cada curso se recogen losnombres y apellidos del alumno, naturaleza y pro-vincia, fecha del último examen para obtener larevalida de sangrador, votos de aprobación y elnúmero del expediente.

Buscados los expedientes de estos alumnos, senos indica que los mismos se conservan en elArchivo Histórico Nacional.

C) La información encontrada en el ArchivoHistórico Nacional32, es una prueba inequívoca delgrado de socialización del término Ministrante. Enlos expedientes revisados33, es notable el uso alter-nativo, indistinto y entremezclado que se hace de

este término y el de Sangrador, además de utilizar-se expresiones como Cirujano Ministrante, CirugíaMinistrante, Sangrador Ministrante, CirujanoMenor, y Cirugía Menor.

Sin embargo, algunos documentos resultan cla-ves para la presente investigación. Así por ejemplohay expedientes34 donde toda la documentaciónque lo conforman, esta abrazada por un folio queen su parte superior pone la palabra “Sangrador”.En otros encontramos el justificante de laSecretaría General de la Universidad Central,Negociado de Medicina, de haber consignado elalumno el papel de reintegro correspondiente alpago de los derechos de sello y expedición delTitulo de Sangrador, siendo la fecha de 25 de juniode 185735.

Por el contrario encontramos en el Expedientede Miguel Aldarraga y Argote un documentodonde hace referencia al examen que realizó paraobtener su título donde consta:

En este día sufrió el examen para Ministrante yfue aprobado por mayoría de votos.

El documento lleva fecha de 4 de mayo de1859, sin embargo, en el mismo expediente constaun documento fechado el 20 de junio de ese mismoaño, firmado por el interesado donde hace constarhaber recibido el Titulo de Sangrador36.

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Y para más curiosidad, en el expediente deManuel Alcaide Franco37, encontramos en elmismo documento, a su parte derecha el acta delexamen de Ministrante, mientras que en su parteizquierda se recoge una certificación del SecretarioGeneral de la Universidad, dando fe que obra en supoder el expediente presentado por el susodichopara ser admitido al examen de Sangrador38.

Con respecto a Manuel Alcaide señalar que laGaceta de Madrid de fecha 17 de mayo de 1859recoge un anuncio donde se informa del extravíode su título de “Ministrante”.

Sin embargo en su expediente hemos encontra-do una carta manuscrita por el, dirigida al rector de

la Universidad Central, donde informa del extravíode su título a fin de que se le expida uno nuevo. Elseñor Alcaide en su escrito hace referencia al títu-lo de ministrante o sangrador.

D) En el Archivo Histórico de la Universidadde Valencia, hay registrados 606 expedientes aca-démicos de Sangradores, ninguno de Ministrante.Corresponden a años comprendidos entre 1846 y1875, y habiendo revisados cincuenta de ellos alazar, encontramos una documentación que se repi-te en todos:

* Instancia del interesado dirigida al rector dela Universidad Literaria de Valencia solici-tando sea admitido a examen, y en donde sehace constan haber satisfecho los depósitoscorrespondientes.

* Una partida de bautismo firmada por elpárroco o vicario de la localidad de naci-miento del aspirante.

* Un certificado de un profesor habilitado paraimpartir las enseñanzas teórico-practicas quedebían observar los aspirantes al titulo. En loscertificados se hace constar, básicamente, losiguiente: Que había ejercido el destino depracticantes de cirugía en un determinadohospital, el tiempo realizado, y la conductaobservada, que siempre era buena y a satis-facción de los tutores. También se hacia cons-tar el tiempo (dos años) que había estudiado el

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arte de dentista y la realización de estudiosprivados de flebotomía de forma satisfactoria.

“Asi mismo que durante los mismos dos años áestudiado y practicado el arte de dentista y priva-damente la flebotomía en la academia que he diri-gido, y cuyas lecciones han abrazado todas lasmaterias que marca la condición 2ª del artículo 1ºde la R.O. de 29 de junio de 1846, manifestandoaplicación y aprovechamiento”.39

Señalar que en todos los expedientes académi-cos revisados se hace referencia a la R.O. de 29 dejunio de 1846 reconociéndola como la organizado-ra de las condiciones exigibles para acceder al títu-lo de Sangrador. No obstante, al igual que ocurreen los expedientes del Archivo Histórico Nacional,

en algunas certificaciones se hace notar el grado desocialización del término Ministrante, pues algu-nos profesores lo utilizan en la expedición de lasmismas.

* Certificado del Secretario General de laUniversidad acerca de la veracidad de loscertificados de prácticas y estudios presenta-dos.

* Escrito del Vicerrector donde, en vista ladocumentación recogida en el expediente,autorizaba su admisión a la revalida de san-grador.

* El Acta de revalidad de Sangrador, firmadapor el presidente del tribunal haciendo cons-tar la calificación obtenida por el aspirante.

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“...después de haber acreditado las circunstancias necesarias para ser admitido a examen de sangrador, señaladas en la Real Orden de 29 de junio de 1846...”

Dado en Madrid a 15 de enero de 1863. Título de sangrador a favor de Manuel Ángel Pérez y Torán.

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La búsqueda en los expedientes de quienesoptaron a la revalida de Sangrador, finalizó con eldescubrimiento de un Titulo de Sangrador40, expe-dido por el Ministro de Fomento el 15 de enero de1863. En el título constan las atribuciones profe-sionales de los sangradores, así como sus limita-ciones. No esta firmado por el interesado, lo quepuede significar que por circunstancias desconoci-das no fue recogido, motivo por el cual ha perma-necido en su expediente académico. Es muyimportante señalar, para la cuestión que nos ocupa,que en el Título se deja claro que el mismo, seexpide tras haber acreditado las circunstancias exi-gibles señaladas en la R.O. de 29 de junio de 1846,para ser admitido a examen de Sangrador.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONESEl plan general de estudios de 1845, al suprimir

las enseñanzas de quienes el Plan Mata de 1843,había otorgado la capacidad para realizar las ope-raciones comprendidas en la cirugía menor, los<Prácticos en el arte de curar>, indica la necesidadde regular el ejercicio de estas funciones, propo-niendo para su realización a los estudiantes de ciru-gía que hubieran desempeñado el cargo de practi-cante, (Practicante Mayor). Pero de este “deseo”legislativo no se entiende se desprenda la preten-sión de reglamentar una nueva titulación. Por otrolado, era necesario esta regulación ya que quieneslas realizaban anteriormente, sus enseñanzas habí-an sido suprimidas: Cirujanos de Tercera Clase en1843, y los Prácticos en el arte de curar en 1845.Como sanitarios auxiliares “titulados” solo queda-ban, en teoría41, los Sangradores con la regulaciónde 1804, y a los cuales, mediante Real Orden de 20de agosto de 1830, se les dio la opción de revali-darse de Cirujano-Sangrador. No obstante, comoes lógico pensar, no todos los Sangradores optarí-an al señalado título, sino que continuaron ejer-ciendo como tales. Al no llevarse a cabo lo pre-ceptuado en el Plan de estudios de 1845 en relacióna los practicantes de cirugía, se actualizaron lasenseñanzas de los Sangradores en 1846, dándolesun nuevo contenido por medio de la Orden de 26de junio, donde se habla de un “nuevo título desangrador”.

La Real Orden de 29 de junio de 1846, estable-ce la regulación de las enseñanzas de la Cirugía

menor o ministrante, pero la titulación que otorgaa los profesionales sanitarios que habilita para suejercicio es la de Sangrador. Sin embargo elempleo del termino “Ministrante” para referirse aquienes ejercían operaciones propias de la Cirugíamenor está muy generalizado tanto en el propioámbito profesional, como en la sociedad y en lasinstituciones, siendo pues normal pensar que estaaceptación popular generalizada del término sevinculase con el de una titulación oficial otorgadapor el Ministerio correspondiente tras la supera-ción de las oportunas pruebas, tal y como ha veni-do siendo aceptada de forma generalizada en elcampo de la historia de la Enfermería.

De la lectura detenida y reflexiva delReglamento de 29 de junio de 1846, se puede con-cluir que venia a regular una parte de la Cirugía, lacual abarcaba una serie de actuaciones profesiona-les que por su poca complejidad y escasa dificultada la hora de ejecutarlas, se denominó < cirugíamenor>, encomendando o autorizando la ejecuciónde las mismas a través de una Licencia consustan-cial al titulo de Sangrador, pero nunca al título decirujano menor o ministrante, ya que esta titula-ción, a tenor de este estudio, nos atrevemos a decirque no existió como tal, y al hablarse de estos tér-minos, se esta refiriendo a un campo de actuaciónprofesional que comprende unas determinadas téc-nicas, y no a una titulación.

Por otro lado, la variedad de libros que veníana dar respuesta a las exigencias formativas que seestablecen en el Reglamento de 29 de junio de1846 para quienes aspirasen a obtener el título quese regula en el mismo, se deja claro el concepto deCirugía Menor como campo de actuación, no comotitulación, y por ende sinónimo de CirugíaMinistrante, además hay claras referencias hacialos Sangradores como los profesionales a quienvan dirigidos y no a los Ministrantes.

Al hacer la revisión de la voz “Sangrador”, entodos los Diccionarios de la Lengua Española,desde 1739, hasta la última edición de 2001, nosdamos cuenta que durante más de 260 años, se haasociado a este antecesor de la Enfermería, con undeterminado oficio, el de sangrar, esto es, con lasangría y por tanto con todo lo relacionado con estatécnica. Cuestión que no ocurre con “Ministrante”,

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pues desde que en 1803 se incluye entre las vocesde la Academia, siempre se la recoge como El queministra, participio activo de Ministrar (Servir oejecutar algún oficio, empleo o ministerio). Es apartir de la decimotercera edición del Diccionario,1899, cuando, en su definición, se recogePracticante como su masculino. En la vigésimoprimera edición del Diccionario de la LenguaEspañola, de 1992, se recoge un segundo significa-do: Practicante de un hospital, manteniéndose enla edición de 2001.

El que con el paso del tiempo persista en losdiccionarios el termino Sangrador referido al ofi-cio que tenia como misión la de sangrar y sinembargo Ministrante continúe apareciendo comoEl que ministra... y Practicante aparezca referen-ciado a un título, creemos que es una señal más quepotencia nuestra creencia acerca de la no existen-cia jamás de la titulación de Ministrante.

Abundando en la cuestión semántica, pensa-mos que en un determinado momento histórico, elvocablo castellano ministrante comienza a serusado como sustantivo y preferido a otros modospara designar a los que ejercen la cirugía menor oauxilian al médico cirujano en sus intervenciones.Ello se puede explicar, por un lado, merced al prin-cipio de economía que siguen invariablemente laslenguas vivas, lo que puede ser expresado con unasola palabra se prefiere a tener que utilizar dos. Aldenominar cirujano al profesor que practicaba lacirugía (en vez de Cirujano Mayor), no querién-dose designar como Cirujano Menor (dos pala-bras) a su ayudante y, dándose el caso claro demimetismo con otros nombres de profesionalescon idéntica evolución lingüística y la anfibologíaa que hemos hecho mención (igual forma para eladj. y el sust.y también para el masc.y el fem.), seeligió ministrante para nombrar a éste.

Por otro lado, históricamente el nombre conque venía designándose a este gremio era el debarberos y/o sangradores, ambos semánticamen-te poco nobles, menos eufónicos y escasamenteevocativos de ciencia o estudios facultativos.

Es por ello que el empleo de Ministrante enlugar de Sangrador, puede deberse a que se consi-derase más apropiada para acuñar una denomina-ción diferente que evitara confusión con los anti-guos sangradores, cuyo campo de actuación selimitaba solamente a lo relacionado con la fleboto-

mía, máxime cuando cabía la posibilidad de la coe-xistencia con aquellos sangradores que no convali-dasen por el nuevo titulo.

En cuanto a la revista “La Voz de losMinistrantes”, con tan solo la lectura de los cincoprimeros números de la misma, se obtienen variasreferencias a la cuestión que nos ocupa que vienena apoyar las Tesis que mantenemos, a saber: la noexistencia de una formación que otorgara el Títuloo Licencia de Ministrante, y por tanto la no exis-tencia de esta titulación como tal, sino más bienusada socialmente como sinónimo de la deSangrador.

No obstante lo dicho, hay que resaltar que en laseñalada publicación, predomina el uso del térmi-no Ministrante en lugar del de Sangrador.

La Voz de los Ministrantes>, fue el núcleosobre el que gravitaron todas las reivindicacionesde “la clase” durante el periodo de tiempo queexistió, convirtiéndose además, en el órgano deexpresión del Colegio de Sangradores de Sevilla45

y, más adelante, en el órgano de expresión delColegio de Dentistas de Sevilla.43

¿Tiene sentido crear un Colegio de Sangradoresen vez de uno de Ministrante?, ¿no sería que al seruna constitución oficial debía hacerse con el nom-bre de la titulación oficial y no con la denominaciónpopular?. Estamos convencidos que en el argot delos propios sangradores se asumió como propia ladenominación de <Ministrante>, la cual fue promo-vida desde el seno del colectivo de sangradores ypor tanto aceptada por todos.

La búsqueda en los diferentes Archivos, noshemos encontrado con que en los expedientes delos alumnos es generalizado el empleo en docu-mentos de ambos términos, siendo quizás mayor eluso del de Ministrante. A pesar ello la utilizacióndel término <Sangrador> en determinados docu-mentos, hace que nos inclinemos a pensar que losexpedientes revisados, a pesar del uso alternativode ambos términos que induce a confusión, contie-nen la documentación de quienes optaron a un“nuevo titulo de Sangrador” regulado por la RealOrden de 29 de junio de 1846, y no el deMinistrante. El Hallazgo en el Archivo Históricode Valencia de un título de Sangrador con base enla citada Norma, confirma de manera contundentenuestros planteamientos.

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Por todo lo expuesto, en síntesis nos permiti-mos sugerir la siguiente secuencia:

1.- La R.O de 29 de junio de 1846 regula el<ejercicio de la cirugía menor o ministrante>

2.- Ministrante, para la Academia Española, es“El que ministra”

3.- Ministrar es “Servir o ejecutar algún oficio,empleo o ministerio”

4.- El único Título del que habla la R.O de1846, es el de Sangrador

5.- El Sangrador es el Ministrante que ejerce suoficio en el campo de la cirugía menor

6.- Los libros de instrucción de la época dejanconstancia de ello.

Con los resultados obtenidos consideramos seda respuesta a las hipótesis planteadas. LosSangradores fueron los sanitarios que han monopo-lizado el oficio de sangrar durante mucho tiempo,siendo a partir de la promulgación de la Real Ordende 29 de junio de 1846, cuando adquieren unascompetencias mayores, quedando autorizados paraejercer todas las actividades, y no solo la sangría,incluidas en el campo de la Cirugía Menor, tambiénllamada Ministrante o cirugía ministrante, por sucarácter de cirugía auxiliar o poca importanciadelegada por el médico. Un tipo de cirugía que apartir de 1861, pasa a ser desempeñada por losPracticantes, una nueva titulación creada al amparode la Ley de Instrucción Pública de 9 de septiembrede 1857, mas conocida como Ley Moyano.

Es por tanto erróneo la consideración de la RealOrden de 29 de junio de 1846, como punto de par-tida de la titulación oficial de Ministrante, y comotal, respaldo legal de estas enseñanzas, ya que estatitulación nunca existió.

Los únicos estudios y titulación que reguló lacitada Real Orden fue la de Sangrador, siendo portanto, de forma oficial, esta denominación y nootra, el eslabón profesional previo al delPracticante, dentro de la cadena de antecesores dela actual enfermera.

Sin embargo, al amparo de esa Norma, se gene-ralizó el término Ministrante el cual tuvo una granpenetración en todos los estamentos de la sociedadde la época, de forma que en muchas ocasiones,eclipsaba, social, profesional e institucionalmenteal de Sangrador, a pesar de que fuera frecuente eluso indistinto de ambos términos. Por ello, en el

terreno sanitario, los auxiliares de los cirujanos quetenían encomendadas la realización de las opera-ciones comprendidas dentro de la Cirugía Menor oMinistrante, eran denominados con el termino<Ministrante>, en lugar, o con mas frecuencia, queel termino <Sangrador>

Con todo lo expuesto, se llega a las siguientesconclusiones:

• La titulación, como tal, de Ministrante no haexistido nunca, como tampoco ha existido lade Cirujano Menor.

• La Real Orden de 29 de junio de 1846, regu-ló la titulación de Sangrador, organizando lascompetencias profesionales que debían tenerlos nuevos sangradores, y dando la opción deconvalidar a quines tuvieran el título anterior.

• Se denominaban de forma popularMinistrantes a quienes realizaban operacionesquirúrgicas y actuaciones clínicas comprendi-das dentro del campo de la cirugía menor.

• El empleo de la denominación Ministrante,evitaba confusión con aquellos sangradoresque no hubiesen convalidado el título, y portanto su campo competencial era menor.

• En la cadena de los antecesores de la actualEnfermería, oficialmente se deben incluir alos sangradores en lugar de los ministrantes.

• El grado de socialización del término“Ministrante” en la España de mediados delsiglo XIX es muy alto, llegándose a normali-zar su empleo como sinómimo de sangrador eincluso como sustituto del mismo.

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Archivo General de la Universidad Complutense de Madrid.

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BIBLIOGRAFÍAFuentes primariasGaceta de MadridColecciones legislativasPlanes de estudiosExpedientes académicosDiccionarios de la Lengua EspañolaRevistas profesionalesLibros de instrucción

Repertorio legislativoReal Cedula de 6 de mayo de 1804Real Cedula de 30 de junio de 1827Real Orden de 31 de marzo de 1836Real Decreto de 10 de octubre de 1843Real Decreto de 17 de septiembre de 1845Real Decreto de 22 de octubre de 1845Real Orden de 29 de junio de 1846Real Orden de 1 de marzo de 1847Real Orden de 24 de junio de 1847Real Decreto de 8 de julio de 1847Real Decreto de 28 de agosto de 1850Real Decreto de10 de septiembre de 1851Real Orden de 13 de diciembre de 1851Real Decreto de 10 de septiembre de 1852Real Orden de 24 de enero de 1853Ley de Instrucción Pública de 9 de septiembre de 1857Real Orden de 21 de noviembre de 1861Real Orden de 20 de febrero de 1867

Fuentes secundarias- Albarracín, A. (1973) “La titulación medica en España duran-

te el siglo XIX”. Cuadernos de historia de la medicina espa-ñola, Servicio de publicaciones de la Universidad deSalamanca. (libro)

- Álvarez, C. (2008) “Catalogo bibliográfico de publicacionesenfermeras (1541-1978)”. Colegio de Enfermería de Madrid.Madrid. (libro)

- Álvarez C. (2010) “Catálogo publicaciones periódicas enfer-meras 1864-1977” Colegio de Enfermería de Madrid. Madrid(libro)

- Ambrosio A. (1865) “Manual de Flebo-Tomianos óSangradores y Dentista”; cuarta edición. Librería de Rosa yBouret. Paris (libro)

- Expósito R. (2009) “Historia de la prensa profesional de losMinistrantes y Practicantes en España en el Siglo XIX”.Cultura de los Cuidados, 26:12-21; 2º semestre 2009. CECO-VA, Valencia (revista)

- Herrera F. (2000) “Un capítulo de la Enfermería: La CirugíaMenor en la España del siglo XIX”. Cultura de los Cuidados;(7-8) : 18-26. CECOVA, Valencia (revista)

- Jiménez I. (2006) “Las titulaciones quirúrgico-médicas amediados del siglo XIX: Los Ministrantes”. Cultura de losCuidados 19: 16-36. CECOVA, Valencia (revista)

- Iborra P (1987) ”Historia del Protomedicato en España (1477-1822)”. Universidad de Valladolid, secretariado de publica-ciones. (libro)

- Indalecio J. (1859) “Guía legislativa: Índice general de lasLeyes, Decretos, Ordenes y Circulares, contenidas en losnoventa tomos de la colección legislativa oficial de Españaque comprende desde 1810 hasta el día”. Madrid. (libro)

- Martínez M. (1987) “Diccionario de la AdministraciónEspañola”; cuarta edición. Madrid. (libro)

- Saavedra J. (2009) “De la historia intrahospitalaria lucense:Precursores de la Enfermería”. Enfermeir@s. Revista delColegio Oficial de Enfermería de Lugo; abril (13): 67-72.(revista)

- Sanz, J. (1999) “Historia General de la OdontologíaEspañola”. Ed. Masson. (libro)

- Sanz R. (2004) “Los Practicantes y el ejercicio de laOdontología Española”. Universidad Complutense de Madrid.Facultad de Medicina. Departamento de Medicina Preventivay Salud Pública (Historia de la Ciencia). Madrid. (libro)

- Siles J. (1999) “Historia de la Enfermería”; Ed. Aguaclara.(libro)

- Ventosa F. (1984) “Historia de la Enfermería Española”; Ed.Ciencia 3. (libro)

NOTAS COMPLEMENTARIAS1 R.O. de 13 de diciembre de 1851; R.D. 20 de febrero de 1867.2 Calle Noviciado, 3. Madrid3 Facultad de Derecho, 2º sótano. Ciudad Universitaria. Madrid4 Calle Serrano, 115. Madrid5 Avenida Blasco Ibáñez, 30. Edificio: Facultad de Filosofía y

Ciencias de la Educación. Valencia6 http://www.rae.es/rae/gestores/gespub000020.nsf/voTodosporId/2CDF85BBF055C349C1257168003A3E51?OpenDocument

7 El NTLLE es un diccionario de diccionarios, un diccionariototal que, dentro de un entorno informático de consulta, con-tiene desde la primera edición del Diccionario de la RealAcademia Española hasta la 21ª edición, entre otros dicciona-rios y obras en donde figura el patrimonio léxico de nuestroidioma.

8 Real Cedula de seis de mayo de 18049 Real Decreto de 16 de junio de 182710 Real Orden de 31 de marzo de 183611 Plan de estudios del 10 de octubre12 Se llama la atención, al objeto del presente trabajo, la con-

cepción de la Cirugía Menor, como campo de actuación pro-fesional, pero no como titulación.

13 Real Decreto de 17 de septiembre de 1845, (gaceta del 25).14 El articulo 25, del Capitulo III señala: “El que apruebe los

cinco años primeros se graduara de Bachiller en Medicina; yel que después de recibir este grado, curse y apruebe los otrosdos años, podrá tomar el de licenciado en la misma facultadcon cuyo titulo quedara autorizado para ejercer la profesiónde medico y cirujano en toda la monarquía”.

15 Al hablar de Practicantes, se esta refiriendo a los alumnos enprácticas de Cirugía. Los alumnos del último año podían ocu-par el cargo de practicante mayor, con sus correspondientesatribuciones.

16 Ordenanzas Generales para el Régimen Escolástico yEconómico de los Reales Colegios de Cirugía ; Capitulo VIII,articulo 15. Real Cedula de 6 de mayo de 1804

17 La Real Orden de 24 de junio de 1847, volvía a establecer quequienes hubiesen obtenido el titulo de sangrador expedido porel Protomedicato de Navarra, con posterioridad al 14 denoviembre de 1842 (fecha en que se crea la Academia de ciru-gía y medicina de Pamplona, anulando al Protomedicato),pudieran sin necesidad de justificar mas estudios ni requisitos,presentarse a examen de sangrador en cualquiera de las

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Universidades del reino, debiendo depositar 100 reales vellónpara la expedición del titulo y para los derechos de los exa-minadores.El Tribunal del Protomedicato se institucionaliza en Españamediante la pragmática de los Reyes Católicos de 30 demarzo de 1477, con la finalidad de ejercer un control sobre lasprofesiones y oficios sanitarios de la época. Esta instituciónse extendió a otras zonas de España, como en el caso deNavarra, donde se estableció en 1525 con absoluta indepen-dencia del de Castilla.(Iborra, 1987)

18 El citado Reglamento se promulga el 21 de noviembre de1861

19 Dionisio Hidalgo. Diccionario general de la bibliografía espa-ñola; Tomo IV, pag.93. Madrid, 1868

20 La Guía Legislativa de José Indalecio Caso, fiscal de impren-ta y abogado del Colegio de Madrid, editada en 1859, y que esun índice general de las leyes, Decretos, Ordenes y Circularescontenidas en los noventa tomos de la colección legislativaoficial de España desde 1810 hasta 1859, no recoge ningunanorma en relación con Ministrantes, pero sí varias respecto delos Sangradores, y en todas ellas se habla del titulo deSangrador.

21 Nos dice la lingüística que se denomina participio activo alderivado verbal que en español acaba en –nte y denota capa-cidad de realizar la acción que expresan el verbo del que deri-va. Muchos de ellos proceden de participios de presente lati-nos y hoy se integran, en su mayor parte, en la clase de losadjetivos (alarmante, permanente, balbuciente) o de los sus-tantivos (estudiante, cantante, presidente) o algunos se hanconvertido en proposiciones (durante, mediante) o en adver-bios (bastante, no obstante).

22 La Voz de los Ministrantes, nº IV, pag.2623 La Voz de los Ministrantes, nº V, pag. 3424 El número 29 de la Voz de los Ministrantes, de fecha 20 de

febrero de 1865 recoge en su cabecera y por primera vezdesde su publicación “Órgano oficial del Colegio deSangradores de Sevilla”

25 El número 63 de la Voz de los Ministrantes, de fecha 31 deenero de 1866 recoge en su cabecera y por primera vez desdesu publicación “Órgano oficial del Colegio de Dentistas de laProvincia de Sevilla”

26 Boletín de Medicina, Cirugía y Farmacia, Tomo II, Terceraserie, desde el numero 53 al 104, ambos inclusive, pertene-cientes al año 1847.

27 Ubicada en la calle Noviciado, número 3, Madrid.28 Universidad de Madrid o Universidad Central fueron los

nombres que tomó la Universidad de Madrid cuando se cerróla Universidad de Alcalá, y sus estudios fueron trasladados ala ciudad de Madrid, a mediados del siglo XIX. MedianteReal Orden de la Reina Regente de 29 de octubre de 1836, sedecretó el comienzo del traslado a Madrid de los estudios. Launiversidad de Madrid se denominó en un principioUniversidad Literaria y en 1851, Universidad Central.http://es.wikipedia.org/wiki/Universidad_de_Madrid) En 1970 el Gobierno acomete planes de reforma de laEnseñanza Superior, y la Universidad Central pasa a denomi-narse Complutense. http://www.ucm.es/pags.php?tp=Historia de la UniversidadComplutense&a=&d=0000624.php

29 Los Aranceles eran de dos clases: Primer Arancel y SegundoArancel. El Primer Arancel se satisfacía en <papel de reinte-

gro>, mientras que el pago del Segundo Arancel era en metá-lico. El primer Anuario que recoge estos Aranceles es elcorrespondiente al curso 1855-1856. En este Anuario, figuraque los Sangradores pagan por el derecho de examen, 700reales de Primer Arancel, y 100 reales por el SegundoArancel.

30 Memoria de la Universidad Central para el Curso 1860-1861.Ref. (ARC 3- 7)

31 El libro esta guardado en la caja referenciada ce la siguienteforma: AH-328

32Situado en la calle serrano 115 de Madrid

33 Legajo 1263-Exp.47; Legajo 1331-Exp.10; Legajo 1293-Exp.16; Legajo 1262-Exp.47; Legajo 1279- Exp.35; Legajo1270-Exp.5; Legajo 1270-Exp.5; Legajo 1223-Exp.105;Legajo 1692-Exp.51, son algunos de los expedientes revisa-dos, todos ellos corresponden a alumnos de la UniversidadCentral y se localizan en la sección <universidades> delArchivo.

34 Legajo 1331-Exp.10; Legajo 1279- Exp.3535 Legajo 1293-Exp.1636 Legajo 1263-Exp.4737 En la Gaceta de Madrid de fecha 17 de mayo de 1859, se

publica un anuncio donde se recoge lo siguiente: “D. ManuelAlcaide y Franco, pretende se le expida muevo titulo deMinistrante, tras haber sufrido extravío el que obtuvo en laUniversidad de Madrid”. Es el único anuncio que se haencontrado haciendo referencia al titulo de Ministrante, elresto de anuncios de estas características encontrados hacetodos referencia al título de Sangrador.

38 Legajo 1270-Exp.539 Archivo de la Universidad de Valencia. Expediente

Académico nº 172/12.40 Archivo de la Universidad de Valencia. Expediente

Académico nº 215/2241 Tanto las enseñanzas de Cirujano de Tercera Clase, como las

de Prácticos, a pesar de haber sido suprimidas, se estuvieronimpartiendo durante un tiempo después, al margen de las ense-ñanzas del nuevo Sangrador. Un motivo pudiera ser la necesi-dad de atender las necesidades sanitarias de las zonas rurales,ante la escasez de titulados superiores (médicos-cirujanos)

42 El número 29 de la Voz de los Ministrantes, de fecha 20 defebrero de 1865 recoge en su cabecera y por primera vezdesde su publicación “Órgano oficial del Colegio deSangradores de Sevilla”

43 El número 63 de la Voz de los Ministrantes, de fecha 31 deenero de 1866 recoge en su cabecera y por primera vez desdesu publicación “Órgano oficial del Colegio de Dentistas de laProvincia de Sevilla”

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EASTERN STUDENTS FORMED WHOEXPERIENCED THE BOARDING SYSTEMAT THE SCHOOL OF NURSING OF THEUNIVERSITY OF SÃO PAULO - BRAZIL(1953-1970)

SUMMARYIntroduction: The Nursing School of Universityde São Paulo SP (EEUSP) was established in 1942and for 17 years it offered the internship for theirstudents. This study aimed to identify the socio-

demographic profile of eastern students formedwho experienced the boarding system in theEEUSP, in that period of 1953 to 1970, and analy-ze the findings based on the literature on the his-tory of nursing.

Material and method: the data was collected afterobtaining the successful evaluation of the Ethics inResearch of the EEUSP, being used an instrumentto collect data, previously developed, to identifythe socio-economic status of subjects of investiga-tion. Thus, data were obtained through the docu-ments of entry of the former students at the Serviceof the Graduate of EEUSP.

Results: The findings have enabled us to contex-tualize events and relevant social aspects of easternculture, revealing the interface of these aspectswith the professional choice and the story of thesewomen.

Discussions: The pedagogical project, the theore-tical and practical preparation, the fields of trainingand the facilities of this system of the boardingschool system possible to say that the schoolattracted the interest of many candidates for thenursing program at the time. This study helped torescue the history of EEUSP, from the look of thedocuments that portrayed a little history of theseformer students, highlighting the effort of this ins-titution for training nurses to work in different sce-narios of professional practice.

Key words: History of nursing, Women, History.

ALUNAS ORIENTAIS QUE VIVENCIARAM O INTERNATO NAESCOLA DE ENFERMAGEM DA UNIVERSIDADE DE SÃO

PAULO - BRASIL (1953-1970)Bárbara Felix Fragazi da Silva1, Genival Fernandes de Freitas2,

Janete Komessu Nakamura3

1 Estudante do 5o semestre. Escola de Enfermagem da Universidade de São Paulo. 2 Professor Doutor da Escola de Enfermagem da Universidade de São Paulo.

3 Professora da Escola de Enfermagem São José, da Santa Casa de Misericórdia daCidade de São Paulo.

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ALUMNAS ORIENTALES QUE PASARONPOR EL SISTEMA DE INTERNADO EN LAESCUELA DE ENFERMERÍA DE LAUNIVERSIDAD DE SÃO PAULO - BRASIL(1953-1970)

RESUMENIntroducción: La Escuela de Enfermería de laUniversidad de São Paulo (EEUSP) se creó en1942 y durante 17 años ofreció para sus estudian-tes el sistema de internado. Este estudio tuvo comoobjetivos identificar el perfil socio-demográficode alumnas orientales que estuvieran en esaEscuela, como internas, en el período 1953-1970, yanalizar las hallazgos basados en la literatura sobrela historia de la enfermería.

Material y método: Los datos fueron recogidosdespués del informe favorable del Comité deInvestigación de la EEUSP, a través de un instru-mento de recolección de datos, previamente prepa-rado, para identificar el perfil socio-económico delos sujetos de investigación. Los datos fueron reco-gidos a través de los documentos de ingreso de lasalumnas EEUSP, junto la Sección de Estudiantesde Grado de la misma institución.

Resultados: Los resultados nos han permitidocontextualizar los acontecimientos y aspectossociales relevantes de la cultura oriental, revelandola articulación de estos aspectos con la elecciónprofesional y la historia de estas mujeres.

Discusiones: El proyecto pedagógico, la prepara-ción teórica y práctica, los campos de prácticas ylas facilidades ofrecidas por el sistema de interna-do posibilitan decir que la escuela atrajo el interésde muchas candidatas para el programa de enfer-mería en el momento. Este estudio ayudó a resca-tar la historia de la EEUSP, desde la mirada de losdocumentos que retratan un poco la historia deestos antiguos alumnos, destacando el esfuerzo deesta institución para la formación de enfermerospara trabajar en diferentes escenarios de la prácticaprofesional.

Palabras clave: Historia de la Enfermería,Mujeres, Historia.

RESUMOIntrodução: A Escola de Enfermagem daUniversidade de São Paulo (EEUSP) foi criada em1942 e durante 17 anos ofereceu o internato parasuas alunas. Este estudo teve como objetivos iden-tificar o perfil sócio-demográfico de alunas quevivenciaram o internato na EEUSP, no período de1953-1970, e analisar os achados com base na lite-ratura sobre a história da enfermagem.

Material e método: a coleta de dados ocorreuapós a obtenção do parecer favorável do Comitê deÉtica em Pesquisa da EEUSP, sendo utilizado uminstrumento de coleta, previamente elaborado, paraidentificar o perfil sócio-econômico dos sujeitos dainvestigação. Assim, as informações foram obtidaspor intermédio das fichas de ingresso das ex-alu-nas junto ao Serviço de Graduação da referidaEscola.

Resultados: Os achados possibilitaram-nos con-textualizar fatos e aspectos sociais relevantes dacultura oriental, desvelando a interface dessesaspectos com a escolha profissional e a históriadessas mulheres.

Discussões: O projeto pedagógico, a preparaçãoteórico-prática, os campos de estágio e as facilida-des do sistema de internato possibilitam afirmarque a Escola atraía o interesse de muitas candida-tas ao curso de enfermagem na época. Este estudocontribuiu para resgatar a história da EEUSP, apartir do olhar sobre os documentos que retrataramum pouco a história dessas ex-alunas, destacando-se o esforço dessa instituição para a formação deenfermeiras para atuarem em diferentes cenáriosda prática profissional.

Descritores: História da enfermagem, Mulheres,História.

INTRODUÇÃO, JUSTIFICATIVA E OBJETI-VOS DO ESTUDO

No Brasil, assim como em muitos países latino-americanos, os longos anos em que a escravidãovigorou remeteram a problemas de educação esaúde, uma vez que não era de interesse monárqui-co desenvolver essas áreas. Os primeiros hospitais

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criados foram as Santas Casas e no século XIXestabeleceram-se aqui as primeiras Escolas deMedicina, já que eram raros os brasileiros que tin-ham condições de estudar tal prática na Europa.

Historicamente, sabe-se, quanto à criação deescolas oficiais na área de Saúde no Brasil, que oscursos foram instalados pelo idealismo de gruposque visavam o desenvolvimento desse setor. Já noinício do século XX, a necessidade da existênciade profissionais capazes de prestar assistência àsaúde da comunidade em geral, que coordenassemconsultas e demais controles era vigente.Especificamente em São Paulo, a sociedade neces-sitava de enfermeiras de saúde pública, mas ogoverno do Estado alegava não ter condições paracriar instituições de ensino que formassem taisprofissionais.

O pioneirismo, no Estado de São Paulo, ficoupor conta do Hospital Samaritano, berço da enfer-magem profissional. Em 1896 foi o primeiro a ado-tar o sistema Nightingaleano, acolhendo alunasque sabiam falar inglês para morarem no hospital,ingressando como praticantes na instituição, fican-do sob supervisão da Matron, uma espécie degerente de enfermagem.

Nomes como Oswaldo Cruz e Carlos Chagassão essenciais para entender a implementação daEnfermagem no país. Chagas liderou a ReformaSanitária e iniciou projetos que visavam acordosbilaterais entre Brasil e Estados Unidos, especifi-camente com a Fundação Rockefeller junto aoDepartamento Nacional de Saúde Pública. Surgiu,por meio de um desses acordos, em 1923, o pri-meiro curso de Enfermagem do DepartamentoNacional de Saúde Pública: 14 alunas sob regimede internato estudavam na Escola Ana Néri, próxi-ma ao Hospital São Francisco de Assis, no Rio deJaneiro.

Desde a construção da Faculdade de Medicinada USP, foi criado um vínculo do governo de SãoPaulo com a Fundação Rockefeller. Um dos acor-dos feitos entre as instituições preconizava a poste-rior construção da Faculdade de Enfermagem,segundo os moldes da Escola Ana Néri do Rio deJaneiro, fato que foi “esquecido” pelo Governo.Somente com a vinda ao Brasil de Mary ElizabethTennant, chefe da Seção de Enfermagem daFundação Rockfeller, este acordo foi “relembrado”

e em 1942, durante o Estado Novo, foi assinado odecreto 13.040/42 que criava a Escola deEnfermagem da Universidade de São Paulo. Asatividades foram iniciadas em 02 de janeiro de1943, utilizando o regime de internato, sob adireção de Edith de Magalhães Fraenkel, que ocu-pava na ocasião o cargo de Chefe do Serviço deEnfermagem do Hospital das Clínicas. Dentre ospontos fundamentais discutidos pela administraçãoda Fundação e por Miss Tennant, estavam os prin-cípios que orientavam o funcionamento da novaentidade: colaboração monetária da Fundação,doando livros e equipando laboratórios, organi-zação, orçamento, finanças, administração emgeral e residências adequadas para as estudantes(Carvalho,1980).

A profissionalização oferecida pela Escola deEnfermagem da Universidade se São Paulo, ousomente Escola de São Paulo, como era chamada,refletia modernidade quanto ao ensino aplicado,pois oferecia além de formação teórica, campos deestágio que qualificavam “a nova profissional”.

O edifício da Escola foi construído durante a IIGuerra Mundial e é considerado um dos primeirosconjuntos arquitetônicos modernistas de SãoPaulo. O projeto inicial contava com oito andares,previa uma ala residencial que incluiria refeitório elavanderia, e outra de ensino que comportariasalas, laboratórios e biblioteca. Estava sendo insti-tuído o regime de internato na EEUSP, obrigatóriopara todas as alunas, mesmo as que residiam emSão Paulo, já que a manutenção de pelo menosdois terços das alunas em residências na instituiçãoera uma questão legal. A arquitetura moderna doHospital das Clínicas (HC) contrastava com aFaculdade de Medicina, cuja arquitetura neoclássi-ca imprimia outras representações, voltadas para atradição e nobreza do ofício. A modernidade doprédio e a qualificação dos serviços de saúde que afundação da Escola de São Paulo suplantaria refle-tia os avanços no âmbito do exercício profissional.Entre 1942 e 1947 o novo e maior hospital daAmérica Latina abrigou as primeiras alunas, asresidências estavam localizadas nos 6º e 10º anda-res e somente quando o prédio da EEUSP ficouefetivamente pronto, elas foram transferidas.

Os acordos entre a Fundação Rockefeller e ogoverno preconizavam a excelência da Escola,

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tendo em vista a possibilidade de ingresso de estu-dantes de toda a parte do país, proporcionando,assim, uma possibilidade concreta para essas mul-heres estudarem, pois poderiam se alojar na pró-pria instituição. Serviria como uma motivação paraformar enfermeiras profissionais para atuarem nãosomente no Brasil, mas em todo mundo. O prédiodeveria provir de facilidades para educação,residência, administração e atividades sociais erecreativas e suas instalações visavam, sempre, obem estar das alunas.

Do cenário da EEUSP emergiram mulheres quemuito acrescentaram à enfermagem brasileira. Oelevado número de descendentes de orientais apre-sentou-se como fato de primordial interesse doestudo, que pretendeu analisar o porquê deste fato,bem como a presença de muitas dessas mulheresno exercício de cargos de extrema importânciadentro ou fora da Escola.

O levantamento feito junto ao Serviço deGraduação da EEUSP destacou o número de 132alunas de origem oriental formadas na EEUSP, noperíodo estudado de 1953 a 1970. Assim, os dadoscoletados junto àquele Serviço comprovou que, em1953: haviam 39 alunas, sendo 2 alunas orientais;em 1962: haviam 14 alunas, sendo 5 orientais; em1966: haviam 25 alunas, sendo 11 orientais e em1970, haviam 30 alunas, sendo 15 orientais. Essesachados revelaram, também, a crescente presençade alunas descendentes de orientas a partir de 1953(as primeiras alunas orientais foram formadasneste ano). Pode-se destacar o ano de 1970 quan-do elas representavam metade das estudantes.

O estudo das histórias dessas mulheres preten-deu recuperar a memória de uma época, contri-buindo para o olhar de quem vivenciou o período,

quem o sucedeu e quem está por chegar. É, ainda,uma forma de propiciar o auto-conhecimento demuitos enfermeiros, principalmente os que estu-dam ou estudaram na Escola, evidenciando suaidentidade enquanto discentes. Não se constituiapenas em uma ação voltada para a preservação damemória da EEUSP, mas também, uma forma decontribuir para um melhor entendimento de umperíodo importante da história da enfermagem noBrasil.

MATERIAL E MÉTODOA abordagem quantitativa possibilitou a men-

suração de dados complementares sobre os sujeitospara posterior avaliação e inter-relação com os dis-cursos. Segundo Burke (1989), o estudo da históriaquantitativa foi sentido primeiramente no campoeconômico e espraiou-se para a história social, emespecial para a história populacional. Assim, essatendência da utilização da metodologia quantitati-va nos estudos históricos, invocando temas econô-micos, invadiu a história cultural, da religião e dasmentalidades.

Para levantamento e análise dos dados quanti-tativos acerca das alunas orientais que se formaramna EEUSP, foram utilizadas as fichas de inscriçãode estudantes de enfermagem no período estudado,as quais se encontram disponíveis no setor deGraduação da referida Escola.

A coleta ocorreu a partir do mês de agosto de2009 e no procedimento de análise dos dadosforam utilizados os recursos de computação pormeio do processamento no sistema Microsoft RExcel. Posteriormente, foram construídos os gráfi-cos representativos dos achados e o tratamento dosmesmos realizou-se por meio da estatística descri-tiva simples, sem inferências ou análises maiscomplexas. Os conteúdos dos gráficos foram sele-cionados de maneira que possibilitassem a con-sonância com a temática do presente estudo.

Os nomes das ex-alunas descendentes de orien-tais foram levantados a partir das listas das turmasde acordo com o ano de conclusão do curso, asquais se encontram, em sua maioria, disponíveisno setor de Graduação da EEUSP. Porém, algumasfichas não foram localizadas, devido a extravios oupor razões desconhecidas. Sendo assim, do total de132 estudantes orientais identificadas, no mencio-

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nado período, foram consultadas 122 fichas e osresultados estão a seguir expostos.

RESULTADOS E DISCUSSÃOOs achados nos possibilitaram conhecer o per-

fil sócio-demográfico da população estudada. É possível observar as mais variadas cidades

em que as futuras enfermeiras nasceram. Cabe res-saltar que três delas nasceram fora do Brasil, naChina (Indochina) eno Japão (Fukuaka eWakayama-ken).

Outras alunas nasceram em comunidadesrurais, destinadas ao cultivo agrícola, como afazenda Primeira Aliança e em Mirandópolis, masa grande maioria era de São Paulo (32 delas,26,2%).

A média de idade das ingressantes orientais naEEUSP era de 19 anos. A aluna mais nova entrouna EE aos 19 anos e a mais velha, aos 30.Comumente, esta é a média etária de ingresso nocurso de enfermagem nesta Escola.

Na época estudada, a sociedade ainda mantinhacertos idealismos em relação à mulher. A enferma-gem era uma das únicas profissões que tinha a pre-sença feminina bem vista e aceita, pois ainda esta-va vinculada àquela imagem de sacrifício, dedevoção ou caridade. Era bastante comum que asmulheres jovens e recém casadas se ocupassem deatividades no âmbito do lar, deixando muitas vezesas ocupações acadêmicas ou laborais para umsegundo plano.

Quanto ao estado civil, o gráfico mostrou que120 (98,3%) das alunas orientais eram solteiras eapenas uma aluna não respondeu a tal indagação.O fato de viver no internato da EEUSP, talvezpudesse ser um elemento importante neste item,considerando que as solteiras teriam mais disponi-bilidade de participar deste regime.

A maioria das famílias das colaboradoras vie-ram do Japão em busca de melhores condições devida e atraídas por uma publicidade, muitas vezes,enganosa, tendo que trabalhar principalmente emlavouras de café no interior do país.

Vários pais daquelas alunas trabalhavam nalavoura (23 homens, 18,8%), ou tinham algumaocupação ligada à atividade agrícola (como agri-cultor, avicultor, hortaliceiro e engenheiro agrôno-mo).

A grande maioria dos patriarcas, aproximada-mente 31% (38 homens) estava envolvida em ati-vidades comerciais, trabalhavam como emprega-dos ou tinham seu próprio negócio nas mais varia-das áreas de consumo (mercados, mercearias, hor-taliças e frutas, rouparia, dentre outros).

Tal fato mostra a transição dos primeiros imi-grantes orientais que trabalhavam na lavoura,como trabalhador assalariado, para a condição depequenos proprietários autônomos, que adentra-riam na nova classe media de profissionais liberais(Handa, 1987).

Apenas 1,6% (2) destes homens eram analfabe-tos, conforme ilustra a figura acima. Os que eramfalecidos, não tiveram seu grau de instrução defi-nido pelas filhas (aproximadamente 4%) e 9%(11)não responderam à indagação.

Os demais tinham alguma instrução, seja con-cluída no Brasil ou no Japão. Destes, a maioriatinha ensino secundário.

Em relação às mães, poucas eram as mulheresque tinham uma ocupação que exigisse um nível deinstrução elevado. A marioria (104 mulheres,85,2%) trabalhava cuidando da casa e dos filhosenquando o marido trabalhava fora.

Comparando com o grau de instrução dos mari-dos, o dobro das mulheres era de analfabetas (4,3,2%). A maioria estudou até o primário (66 mul-heres, 54%) e 4 (3,2%) não tiveram o grau de esco-laridade declarado.

Segundo dados do IBGE do ano de 2000,28,9% dos integrantes da raça amarela, onde seinsere o Nikkei concluíram o ensino superior, con-tra os 10% dos brancos, 2,4% dos pardos, 2,2% dos

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índios e 2,1% dos negros. O IDH (Índice deDesenvolvimento Humano baseado em quatrofatores: variação do PIB per capita, alfabetizaçãode adultos, matriculas escolares e expectativa devida) dos Nikkeis é o maior entre as etnias citadasanteriormente. Tais dados demonstram que o nívelde escolaridade na população oriental estudada erarelativamente alto, já que raros eram os casos deprogenitores analfabetos, possivelmente devido àcultura oriental, que preconizava e incentivava oestudo.

Aproximadamente, 72% (88 meninas) mora-vam com os pais antes de ingressar na Escola ouviviam com parentes (7,3%, 9 meninas), principal-mente tios e tias, ou em pensões (9%, 11 meninas),pois, provavelmente, seus genitores moravam forade São Paulo e elas já tinham alguma intenção dese instalar na capital para estudar.

Em relação à manutenção dos estudos durantea graduação em enfermagem, o gráfico acima mos-trou que mesmo com todas as facilidades que oregime de internato proporcionava às internas (tipoalimentação, lavanderia), era necessária uma fontede renda para se manterem.

Considerando-se a natureza jurídica de insti-tuição pública de ensino superior, a Universidadede São Paulo, e particularmente, na Escola deEnfermagem não havia a obrigatoriedade de paga-mento de mensalidades pelos estudos. Percebe-se,outrossim, que a maioria das entrevistadas reveloudependência econômica em relação aos pais ouparentes próximos (como irmãos) ou outros (comobolsas de estudos).

A maioria contava com o auxílio dos pais (72alunas, 59%); duas estudantes tinham bolsas deestudos doadas pela prefeitura de suas cidades deorigem; 23 delas (18,8%) não responderam e 9(7,3%) declararam não ter nenhuma fonte de rendaque possa auxiliá-las neste período.

Nas primeiras fichas coletadas, encontrava-se apergunta sobre o número de irmãos da candidata aocurso de enfermagem. Após uma reestruturação daficha, tal questão foi retirada. Contudo, este dadotem relevância para o estudo, pois pode caracteri-zar o perfil das famílias das estudantes, podendoaté funcionar como indício de situação socioe-conômica, tipo controle de natalidade e planeja-mento familiar, grau de instrução etc.

Nestas famílias, as alunas que tinham irmãosapresentavam uma média de 4,3 (no mínimo 1, nomáximo 8).

A partir de 1958, a EEUSP preconizava que asalunas ingressantes tivessem o nível secundáriocompleto, o que já era uma exigência do Decreto nº20.109, de 1931. Antes disso, bastava o curso pri-mário. Contudo, nenhuma das alunas estudousomente até o primário; todas informaram quehaviam concluído o secundário, porém 85,5% seformaram somente neste nível de ensino.

Muitas terminaram o secundário junto a outroscursos, como de secretaria executiva, contabilida-de, costura, datilografia e língua japonesa. Trêsalunas referiram ter o ensino técnico, mas nãoespecificaram em qual área.

Grande parte das alunas não tinha experiênciade trabalho até o momento de ingresso no curso deenfermagem (110, 90%); 11 pessoas informaram,entretanto, que já tinham alguma experiência labo-ral (9%) e somente uma não respondeu a tal inda-gação.

Das 11 alunas que informaram que já possuíamexperiência laboral,, nove trabalharam nas maisdiversas ocupações, ressaltando-se duas que foramauxiliares de escritório e três que trabalharam emcooperativas agrícolas.

Somente duas das ingressas afirmaram que játinham trabalhado na área da saúde, nos seguinteslocais: Hospital das Clínicas, Hospital AntônioLenário e Hospital São José do Brás/Hospital eMaternidade São Luiz.

A última questão da ficha de inscrição pergun-tava sobre o que as motivou à escolha da enferma-gem como profissão e pela EEUSP. Foram obtidasas mais variadas respostas: a maioria afirmou queoptou pela enfermagem por ser a melhor escola naárea (23,7%) e por vocação (21,3%). Há quemconsidera, também, a facilidade do internato comoum fator importante na decisão de estudar naEEUSP. Aproximadamente, 19,6% não responde-ram.

CONCLUSÕES E CONSIDERAÇÕES FINAISOs estudos históricos podem corroborar para a

compreensão da trajetória profissional, além damemória e da identidade da profissão da enferma-gem, bem como as representações e significados

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que têm sido, socialmente, atribuídos ao enfermei-ro e ao que ele faz. Assim, a história da enferma-gem permite-nos desvelar transformações da pro-fissão e compreender movimentos da construção /desconstrução e reconstrução do passado, na pers-pectiva do resgate e da preservação da memóriacoletiva.

Os resultados dessa investigação contribuírampara o resgate da memória da história da EEUSP,identificando o perfil sócio-demográfico dessasmulheres na instituição. Os achados possibilita-ram-nos, ainda, contextualizar fatos e aspectos cul-turais relevantes da cultura oriental, desvelando ainterface desses aspectos com a escolha profissio-nal e parte da história dessas mulheres.

Com isso, novas fontes documentais relativas àhistória da enfermagem têm sido produzidas e oestudo contribuiu para resgatar a história daEEUSP, a partir do olhar dessas ex-alunas, desta-cando-se o esforço dessa instituição para a for-mação de enfermeiras para atuarem em diferentescenários da prática profissional.

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GRÁFICOS

Figura 1: Cidade onde as alunas orientais nasceram,São Paulo, 2009.

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Figura 2 - Estado civil das alunas no ano de ingresso na EEUSP, São Paulo, 2009.

Figura 4 - Grau de escolaridade dos pais das alunas, São Paulo, 2009.

Figura 3 - Profissão dos pais das alunas, São Paulo, 2009.

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Figura 5- Profissão das mães das alunas, São Paulo, 2009.

Figura 7 - Com quem as alunas moravam antes de ingressar na EEUSP, São Paulo, 2009.

Figura 6 - Grau escolaridade das mães das alunas, São Paulo, 2009.

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Figura 5- Profissão das mães das alunas, São Paulo, 2009.

Figura 7 - Com quem as alunas moravam antes de ingressar na EEUSP, São Paulo, 2009.

Figura 6 - Grau escolaridade das mães das alunas, São Paulo, 2009.

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NURSING SCHOOLS AND COURSES INHISTORY THE PROFESSION IN BRAZIL(1890-1922)

SUMMARY

Central approach study, analysis and discus-sion about the initiatives and embodimentsof nursing schools and courses, whose tem-

porary delimitation and geographical 1890-1922 isthe axis Rio de Janeiro and Sao Paulo (Brazil). Thetheoretical concept was that of professionalism,according to Norbert Elias. Methodologically, thewritten documents used were originally from themedical press and institutional reports, detailed onthe knowledge production of articles, dissertationsand theses. The results pointed to a total of seven-teen initiatives and embodiments of schools andnursing courses before the introduction of modernnursing in Brazil, through the School of Nursing,Department of Public Health at the beginning ofhealth reform, led by Carlos Chagas.

Key words: Nursing, Nursing History andEducation

ESCUELAS DE ENFERMERÍA Y CURSOSEN LA HISTORIA DE LA PROFESIÓN ENBRASIL (1890-1922)

RESUMEN

Estudio de enfoque central, de análisis y dis-cusión en las iniciativas y materializacionesde escuelas y cursos de enfermería, cuya

delimitación temporal es 1890-1922 y geográfica,el eje Río de Janeiro y San Paulo (Brasil). La con-cepción teórica fue la de la profesionalización,según Nobert Elias. Medotológicamente, los docu-mentos escritos utilizados fueron oriundos de laprensa médica e informes institucionales, circuns-tanciados por la producción del conocimiento deartículos, disertaciones y tesis. Los resultadosapuntaron para un total de diecisiete iniciativas ymaterializaciones de escuelas y cursos de enferme-ría antes de la implantación de la enfermeríamoderna en Brasil, por medio de la Escuela deEnfermeras del Departamento Nacional de SaludPública, a comienzos de la Reforma Sanitaria, lide-rada por Carlos Chagas.

Palabras-clave: Enfermería, Historia de laEnfermería y Enseñanza

RESUMO

Estudo de enfoque central de análise e dis-cussão nas iniciativas e materializações deescolas e cursos de enfermagem, na delimi-

tação temporal de 1890-1922 e geográfica no eixoRio de Janeiro e São Paulo (Brasil). A concepçãoteórica foi a de profissionalização, segundo NobertElias. Medotologicamente, os documentos escritosutilizados foram oriundos da imprensa médica erelatórios institucionais, circunstanciados pela pro-dução do conhecimento de artigos, dissertações eteses. Os resultados apontaram para o total de

ESCOLAS E CURSOS DE ENFERMAGEM NA HISTÓRIA DA PROFISSÃO NO BRASIL (1890-1922)

Fernando Porto1, Wellington de Mendonça Amorim2

1Pós-doutor pela Escola de Enfermagem da Universidade de São Paulo.2 Dr. em Enfermagem pela Escola de Enfermagem Anna Nery da UFRJ.

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dezessete iniciativas e materializações de escolas ecursos de enfermagem antes da implantação daenfermagem moderna no Brasil, por meio daEscola de Enfermeiras do Departamento Nacionalde Saúde Pública, no início da Reforma Sanitária,liderada por Carlos Chagas.

Palavras-chave: Enfermagem, História daEnfermagem e Ensino..

Em 2010, a enfermagem brasileira comemora-rá 120 anos de profissionalização no Brasil. Essatrajetória, por mais que os pesquisadores se debru-cem sobre a massa documental, muito, ainda, setem a perscrutar. Neste sentido, os resultados daspesquisas apontam para a criação de escolas e cur-sos de enfermagem, alguns pouco estudados, parti-ram de iniciativas de profissionalização que otempo se deu conta de apagar ou se reconfiguraramem virtude do contexto histórico do país.

Há muitos anos a história da enfermagem bra-sileira foi ensinada aos enfermeiros por meio dasobras “Páginas da História da Enfermagem”(1951), a qual com o passar dos anos passou a serintitulada “História da Enfermagem” (1968), e lidaem livro institucional denominado “Séculos deCulturas” no capítulo “A Enfermagem no Rio”publicada pela Universidade do Brasil (1964),atual Universidade Federal do Rio de Janeiro(UFRJ), de autoria da Enfermeira Waleska Paixão,à época, diretora da Escola de Enfermagem AnnaNery, da UFRJ.

O livro "História da Enfermagem" numa pers-pectiva tradicional da "grande história", remonta àsfronteiras da pré-história, onde a Enfermagem eraassociada ao sentimento de preservação da espécieou aos instintos maternos para cuidar dos filhos,sendo, possivelmente, o que instiga a novos produ-tos empreendidos pelos grupos de pesquisa deHistória da Enfermagem Brasileira, com produçãode monografias, dissertações, teses, livros e arti-gos. Estes estudos caracterizam-se, de modo geral,pelo recorte em linhas temáticas e de objetos histó-ricos, em vez da construção da "Grande História daEnfermagem", em uma perspectiva totalizante emgrandes espaços temporais e geográficos comunsàs abordagens tradicionais (SILVA JÚNIOR eALVES, 2006).

Para tanto, o que se apresentará no presentetexto é com base na concepção de profissionali-zação, por meio dos elementos de associação pro-fissional, instrução e conhecimento, e diploma,assim considerado por Nobert Elias (Silva, 1987),sendo, aliás, uma linha de pesquisa, no Laboratóriode Pesquisa de História da Enfermagem (LAPHE),da Escola de Enfermagem Alfredo Pinto (EEAP),da Universidade Federal do estado do Rio deJaneiro (UNIRIO), inscrito no Conselho Nacionalde Desenvolvimento Científico e Tecnológico(CNPq).

Cabe ressaltar, porém, que a prática dos cuida-dos de enfermagem, no Brasil, foi realizada porescravos e religiosas, objeto de estudo, pelomenos, por duas teses de doutorado, a saber: “Amística do silêncio - a enfermagem na Santa Casade Misericórdia do Rio de Janeiro no século XIX”de autoria da pesquisadora Maria Itayra Coelho deSouza Padilha (1998) e “A ordem no hospício: pri-mórdios da enfermagem psiquiátrica no Brasil(1852-1890)“ de Maria Angélica de Almeida Peres(2008) ambos desenvolvidos no âmbito do Núcleode Pesquisa em História da Enfermagem Brasileira(NUPHEBRAS), da Escola de Enfermagem AnnaNery, da UFRJ.

Mediante o exposto e a abrangência da temá-tica sobre a História da Enfermagem no Brasil, émister a delimitação temporal inicialmente enun-ciada nos estudos históricos brasileiros no ano de1890, com a criação da Escola Profissional deEnfermeiros e Enfermeiras da Assistência aAlienados, atual Escola de Enfermagem AlfredoPinto da UNIRIO, por meio do Decreto 791, quan-do era anexada ao Hospício Nacional deAlienados, localizado no Rio de Janeiro, como aprimeira instituição de ensino na enfermagem. Omarco final, em 1922, com a criação da Escola deEnfermeiras do Departamento Nacional de SaúdePública, também reconhecida, por meio do mode-lo norte-americano, com a instituição de ensinoque implantou a enfermagem moderna, atualEscola de Enfermagem Anna Nery daUniversidade Federal do Rio de Janeiro.

Ademais, a delimitação espacial se dá no Riode Janeiro, como capital do Brasil à época, e acidade de São Paulo, por ter atraído na virada doséculo XIX para o XX capitalistas e fazendeiros no

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sentido do crescimento econômico do país no perí-odo republicano.

REPÚBLICA E ENFERMAGEM O Brasil passa do Regime Monárquico para o

Regime Republicano, em 1889. Nessa transição ahistoriadora e antropóloga, Angela Marques daCosta e Lilia Mortiz Schwarcz (2000), supõe que aRepública representou a modernidade que se insta-lava no país, tirando o país da letargia ou barbárieda escravidão - período monárquico -, sendo enten-dida como uma batalha simbólica, quando nomes,hinos, bandeiras, heróis e modelos foram substituí-dos ou alterados com o intuito de marcar a dife-rença entre os dois regimes.

Nesse contexto, ocorreu a laicização da enfer-magem no Brasil, quando as Irmãs da Caridade daSanta Casa de Misericórdia do Rio de Janeiro saemdo Hospício Nacional de Alienados e, em síntese,pelo contexto histórico e necessidade de recursoshumanos institucional, dão assistência aos aliena-dos da instituição, quando se deu a criação daEscola Profissional de Enfermeiros e Enfermeiras.

Os estudos de Almerinda Moreira e TiagoBraga do Espírito Santo (2010, 2007) evidencia-ram que o ensino da enfermagem, naquela insti-tuição, se deu sob a influência do modelo francêsde Bourniville, lembrando que a França, comFelipe Phinel, modernizava a assistência psiquiá-trica.

Entre os anos de 1890 a 1922, iniciativas ematerializações de escolas e cursos de enfermeirasno Rio de Janeiro e São Paulo ocorreram no con-

texto sócio histórico e sanitário, em síntese, abar-caram a Febre Amarela (1903), I Guerra Mundial(1914-1918), Gripe Espanhola (1918-1919) e o iní-cio da Reforma Sanitária (1920), liderada porCarlos Chagas como circunstancias para o desen-volvimento da enfermagem no Brasil.

A historiadora Maria Lúcia Mott, no estudointitulado “Revendo a história da enfermagem emSão Paulo (1890-1920)” (1999), relata que, em1894, o Curso de Enfermeiras do HospitalSamaritano, em São Paulo, foi criado com a pre-sença de Enfermeiras Inglesas, tendo apenasaprendizes do sexo feminino, quando formou pro-fissionais à época. Dois anos depois (1896), noHospital de Isolamento outra iniciativa, por meiodo Decreto n. 412, previa o funcionamento deCurso para Enfermeiras e em meados dos anos de1906 foi proposto pela Congregação de Farmácia,pelo dr. Valeriano de Souza, a criação de umaEscola de Enfermeiros, porém, ambas não saíramdo papel. Ainda, em 1906, a Santa Casa deMisericórdia identificou a necessidade da criaçãode uma Escola de Enfermeiras, que funcionou de1912 até 1917. Outro Curso de Enfermeiras, criadoem São Paulo, foi o da Maternidade de São Paulo,em 1908, voltado para os cuidados obstétricos,tendo funcionado até 1913, de acordo com os rela-tórios da diretoria institucional (Mott, 1999).

Em 1908, foi criada a Cruz Vermelha Brasileirano Rio de Janeiro e, em 1912 em São Paulo, aMédica Maria Rennotte criou o Curso deEnfermeiras da Cruz Vermelha. No Rio de Janeiro,em 1912, tem-se o Curso de Damas da CruzVermelha Brasileira; em 1914, o Curso deEnfermeiras Voluntárias e, em 1916, o Curso deEnfermeiras Profissionais e a criação da EscolaPrática de Enfermeiras da Cruz VermelhaBrasileira tendo como Diretor o Médico Getúliodos Santos (Histórico da Cruz Vermelha Brasileira,1923; Mott, 1999 e Porto e Santos, 2008).

No ano de 1917, a Policlínica de Botafogo, noRio de Janeiro, criou o Curso de Enfermeiras, oqual, até 1920, formou duas turmas de enfermei-ros, segundo o estudo da historiadora Maria LúciaMott. Ademais, no discurso de inauguração destecurso o Dr. Ernani Lopes - Diretor do HospícioNacional de Alienados - citou a materialização daEscola Profissional de Enfermeiros e Enfermeiras

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e da Escola Prática de Enfermeiras da CruzVermelha Brasileira e destacou que, caberia naque-le momento registrar que:

“no Rio varias instituições hospitalares queinstruem e formam os seus enfermeiros. Taes são:a Maternidade das Laranjeiras, O Posto Centralda Assistência , o Hospital de Marinha (Dr Porto-Carrero) e, particularmente, a Santa Casa deMisericórdia.” (Curso de Enfermeiras daPoliclínica de Botafogo, 1919, 49).

O Curso de Enfermeiras da AssistênciaParticular de Nossa Senhora da Gloria, foi veicula-do na imprensa médica, em 1920, com citação emseu Estatuto do artigo terceiro, sobre a criação deuma Escola de Enfermeiras “Anexo aos serviçoshospitalares creará um curso de enfermeiras,ampliando e creando tantos estabelecimentos edepartamentos quantos lhe permitam os recursos.”Ainda, segundo o mesmo registro, a justificativade sua criação era “(...) falta dessas profissionais,competentes, constitue inegavelmente a maior difi-culdade com que lutam os diretores dos nossoshospitais e casas de saúde.” (Revista Brazil-Medico, 1920, 26).

Em 1920, alguns dias após a posse do novoPrefeito do Rio de Janeiro, o Sr Carlos CésarOliveira Sampaio, se vê na imprensa médica adivulgação do Curso de Enfermeiros do PostoCentral de Assistência, o qual foi organizado atra-vés de uma comissão nomeada pelo Diretor deHigiene Dr Luiz Pedro Barbosa - Diretor-geral doDepartamento Municipal de Assistência Pública(1920) e Diretor da Policlínica de Botafogo desde1901.

O curso era composto pelos médicos: GastãoGuimarães, Girondino Esteves e Marques Canário,que estabeleceram as disposições gerais de cincoartigos sob os títulos de “Do Curso” “Da matricu-la”, “Da freqüência”, “Do pessoal” e “Provas”,cada qual com os seus respectivos artigos e ao finala apresentação das matérias a serem abordadas nocurso, como: Noções de Anatomia e Fisiologia,Noções de Higiene, Cuidados médicos de higiene,Cuidados cirúrgicos aos doentes e cuidados aosferidos, que destacamos aqui o primeiro artigo:

“Do Curso - 10 O curso de enfermeiros anexoao Posto Central de Assistência tem por fim o ensi-no permanente dos enfermeiros de ambos os sexosque trabalham nas repartições subordinadas àDiretoria de Assistência Municipal.” (RevistaBrazil-Medico, 1920, 560)

Dias depois, outra iniciativa de profissionali-zação é anunciada pela imprensa médica, a Escolade Enfermeiras Municipais:

“Estava marcada para quarta-feira última, 29de setembro a inauguração da Escola deEnfermeiras, organizada pela Diretoria deAssistencia. O corpo docente ficou constituídopelos Srs Drs Lafayette de Souza, Diretor docurso, Pedro Paulo de Carvalho, cadeira de higie-ne e cuidados de assistência aos doentes; MarquesCanario, clinica médica; e J. Belesa anatomia efisiologia.” (Revista Brazil-Medico, 1920, 661)

Mesmo diante das iniciativas de profissionali-zação da enfermagem, a imprensa médica divulga-va que:

“(...) não nos capacitamos no Brazil de que omister de enfermeiros exige uma certa cultura deespirito, indispensável para acquisição do preparoprofissional. O enfermeiro preciza ser um auxiliardo medico, capaz de comprehender-lhe as pres-cripções e executa-las conscientemente e complena responsabilidade. Entre nós, sobretudo nosgrandes hospitaes, além de desprovidos de prepa-ro propriamente profissional, são os enfermeirosindivíduos bisonhos, incultos, na maioria doscasos quasi analphabetos.” (Revista Brazil-Medico, 1920, 312).

A partir de 1920, muitos são os estudos sobre aReforma Sanitária e a implantação da enfermagemmoderna, por meio da criação da Escola deEnfermeiras do Departamento Nacional de SaúdePública, mas as iniciativas e materializações àsvezes careceram de serem consideradas.

A assertiva se pauta nas palavras da responsá-vel pela implantação da enfermagem moderna noBrasil, a Enfermeira Norte-americana EthelParsons ao ter afirmado em seu relatório que “Não

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havendo, no Brasil, escolas de enfermagem com opreparo adequado para esse trabalho ...” veiculadoem fac-simile pela Revista de Enfermagem EscolaAnna Nery (1997).

Por outro lado, pode-se entender a assertiva deParsons no sentido que, ela teria se referido, pro-vavelmente, a abordagem do atendimento da enfer-magem direcionada à saúde pública, na visão domodelo norte-americano, que à época desejava serealinhar aos moldes propostos no RelatórioGoldmark, conforme destacou o estudo intitulado“A Enfermagem de Saúde Pública no DistritoFederal: a influência do Relatório Goldmark (1923a 1927)” de autoria de Mary Ann Menezes Freire eWellington Mendonça de Amorim.

Destarte, ela não estaria equivocada, apesar deem seu relatório omitir a ausência das iniciativas ematerializações existentes, exemplo disso, aEscola Profissional de Enfermeiros e Enfermeirase da Escola Prática da Cruz Vermelha Brasileira.Mas isto para se entender é necessário se aprofun-dar mais na história da enfermagem brasileira.

O contexto sócio-histórico e sanitário nas déca-das de 1900, 1910 e início de 1920 exigiu medidasque impulsionaram muitas iniciativas e materiali-zações de escolas e cursos de enfermagem, quehoje, reconfiguradas, pode-se citar que a Escola deEnfermagem Alfredo Pinto tenha vencido períodosdifíceis, mas a persistência no ensino em prol daenfermagem tenha-se chegado até onde chegamos.

Mediante ao exposto, em 2010, o Brasil com-pletará 120 anos de profissionalização de enferma-gem, por meio da Escola de Enfermagem AlfredoPinto da Universidade Federal do Estado do Rio deJaneiro, isto significa comemorar a luta da enfer-magem brasileira como profissão.

CONSIDERAÇÕES FINAIS Atualmente no Brasil tem-se, aproximadamen-

te, 550 Cursos de Enfermagem inseridos nasUniversidades como indicador do resultado da tra-jetória da profissionalização da enfermagem nopaís.

Neste sentido, as entidades de classes tiveram asua importância no processo de profissionalizaçãoda enfermagem. A primeira é denominadaAssociação Brasileira de Enfermagem (ABEn),criada em 1926; anos mais tarde a criação do siste-

ma Conselho Regional de Enfermagem (COREn) eConselho Federal de Enfermagem (COFEn), em1973, para a fiscalização do exercício profissional;depois, o Sindicato de Enfermeiros por unidade dafederação, criados a partir da década de 1970,repercutindo na criação da Federação Nacional dosEnfermeiros e a pulverização das Associações deEspecialistas.

Por outro lado, remontar a história da enferma-gem, pelos eixos temáticos apresentados no ISimpósio Ibero-americano da História emEnfermagem, realizado em São Paulo em 2007,como a História das Instituições, entende-se comouma das maneiras de manutenção para se produzirconhecimento, mas, também, que seja o momentoda enfermagem brasileira avançar nos eixos deHistoria de Vida e Antropologia dos Cuidados, pormeio dos Programas de Pós-graduação (Mestradoe Doutorado), instituídos, inicialmente no eixoRio-São Paulo, nas décadas de 1970 e 1980, queconta com 35 Programas stricto senso distribuídospelo Brasil, reconhecidos pela Coordenação deAperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior(CAPEs) e de aproximadamente 373 Grupos dePesquisa, totalizando, em torno de 32 com o des-critor “História da Enfermagem” inscritos noCNPq.

Estes dados podem contribuir para se averiguaro desenvolvimento da enfermagem no país, inclu-sive, como foi possível de observar, com a pre-sença, minoritária, mas presente do gênero mascu-lino na profissão.

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FLORENCE NIGHTINGALE: THE IMPACTOF HER CONTRIBUTIONS IN THE CON-TEMPORARY WORLD OF NURSING

SUMMARY

The role of caring is part of human existenceand is related to the woman´s image that hassought, through this practice, a form of sur-

vival that has evolved into broader areas such as

promotion and health maintenance.

Objective: To reflect on the contributions ofFlorence Nightingale for the care exercise in thecurrent days.

Methodology: It is a reflective study with histori-cal perspective, structured by themes, whose sour-ces of data collection were journal articles, books,and critical works approached in the NursingAcademic Master.

Results: Florence Nightingale became the charac-ter that retracts the nursing profession throughtheir worldview, becoming a benchmark of life andprofessional practice in this area of health.

Conclusions: We found that her theoretical visioncontributed to the demystification of disparitiesrelated to gender, favoring the exercise of the inte-llectual capacity of women in society. She hasreceived this merit through her scientific knowled-ge, giving an organized profile to the class. Hercare was recommended to the human being anddirectly associated to his environment, expressions

FLORENCE NIGHTINGALE: O IMPACTO DE SUAS CONTRIBUIÇÕES NO MUNDO CONTEMPORÂNEO

DA ENFERMAGEM Anelise Miritz Borges1, Cristiele Berthold2, Katiuscia Milano Rosales de

Rodrigues3, Sonia Maria Könzgen Meincke4, Marilu Correa Soares5, Roxana Isabel Cardozo Gonzáles6

1Mestranda do Programa de Pós-graduação de Enfermagem da UniversidadeFederal de Pelotas (UFPel).

2 Aluna Especial do Programa de Pós-graduação de Enfermagem da UniversidadeFederal de Pelotas (UFPel).

3Mestranda do Programa de Pós-graduação de Enfermagem da UniversidadeFederal de Pelotas (UFPel).

4 Doutora. Docente da Faculdade de Enfermagem da Universidade Federal dePelotas (UFPel).

5Doutora. Docente da Faculdade de Enfermagem da Universidade Federal dePelotas (UFPel).

6 Doutora. Docente da Universidade Federal de Pelotas (UFPel).

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of a holistic work, pre-announcing the definitionthat includes the individual totality in the field ofnursing.

Key words: nursing; history; health promotion.

FLORENCE NIGHTINGALE: EL IMPACTODE SUS CONTRIBUCIONES EN EL MUNDOCONTEMPORÁNEO DE LA ENFERMERÍA

RESUMEN

El papel de la atención es parte de la existen-cia humana y se relaciona con la imagen dela mujer, que buscó, a través de esta prácti-

ca, una forma de supervivencia que se ha desarro-llado en ámbitos más amplios, como la promocióny el mantenimiento de la salud.

Objetivo: Reflexionar sobre las contribuciones deFlorence Nightingale para el ejercicio del cuidadoen la actualidad.

Metodología: Se trata de un estudio reflexivo conperspectiva histórica, estructurada por temas,cuyas fuentes de recolección de datos fueron artí-culos de periodicos publicados, libros y obras decrítica presentados en la Maestria Académica enEnfermería.

Resultados: Florence Nightingale se convirtió enel personaje que representa a la profesión de enfer-mería a través de su visión del mundo, convirtién-dose en un punto de referencia de la vida y la prác-tica profesional en esta área de la salud.

Conclusiones: Se encontró que su visión teóricacontribuyó para la desmitificación de las disparida-des relacionadas con el género, favoreciendo elejercicio de la capacidad intelectual de las mujeresen la sociedad. Ella ha recibido esta distinción através de sus conocimientos científicos, dando uncarácter organizado a la clase de la Enfermería. Suatención se recomendó a los seres humanos direc-tamente vinculados a su entorno, las expresionesde una obra integral, pre-anunciando una defini-ción que incluye la totalidad de los individuos enel ámbito de la enfermería.

Palabras claves: enfermería; historia; promociónde la salud.

RESUMO

Opapel de cuidar faz parte da existênciahumana e está relacionado à imagem damulher, que buscava, através dessa práxis,

uma forma de sobrevivência que evoluiu paraâmbitos mais abrangentes, como a promoção emanutenção da saúde.

Objetivo: Refletir sobre as contribuições deFlorence Nightingale para o exercício do cuidadona atualidade.

Metodologia: É um estudo reflexivo com perspec-tiva histórica, estruturado por temáticas, cujas fon-tes de obtenção dos dados foram artigos de perió-dicos publicados, livros, e trabalhos críticos abor-dados no Mestrado Acadêmico de Enfermagem.

Resultados: Florence Nightingale passou a ser apersonagem que retrata a profissão de enfermagematravés da sua visão de mundo, tornando-se umreferencial de vida e de prática profissional paraesta área da saúde.

Conclusões: Constatou-se que a sua visão teóricacontribuiu para a desmistificação de disparidadesrelacionadas ao gênero, favorecendo o exercício dacapacidade intelectual da mulher na sociedade. Elarecebeu esse mérito por meio de seu conhecimentocientífico, conferindo um caráter organizado àcategoria. Seu cuidado era preconizado ao serhumano e associado diretamente ao seu meioambiente, expressões de um trabalho holístico,pré-anunciando a definição que contempla a totali-dade do indivíduo no campo da enfermagem.

Descritores: enfermagem; história; promoção dasaúde.

INTRODUÇÃOA evolução histórica da enfermagem de acordo

com Terra et al. (2006), evidencia um percurso degrandes conquistas para a classe. Trata-se dequestões associadas, durante o surgimento das pri-

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meiras civilizações no mundo, às causas sobrena-turais e à crença de que as pessoas que possuíam opoder de curar enfermidades eram responsáveispelo cuidado em saúde. Nesse processo, a religiãopassou a ser alvo provedor do bem-estar das popu-lações da época, fortalecendo concepções de que adoença era causada por pecados e desprazeres aosdeuses. Muitas ações contribuíram, lentamente,para a constituição da profissão de enfermagem,formalizada no período da era cristã, com a pre-sença das mulheres diaconisas.

O amor, o carinho e a preocupação com o bem-estar do outro passaram a conduzir um trabalho emsaúde mais organizado, aproximando as ações daenfermagem, em meados do século XIX, à lide-rança e à definição de objetivos em sua prática,fato que oportunizou a ascensão das mulheres nasociedade, dado o exercício do seu trabalho honra-do e de impacto social (TERRA et al., 2006).Nessa perspectiva, no século XX, sob forteinfluência de Florence Nightingale, a enfermagempassou a refletir sobre a sua atuação, idealizandoprincípios técnicos e educacionais à categoria, queconstituíram a enfermagem moderna (OLIVEIRA,PAULA e FREITAS, 2007). Assim, Florence cons-truiu seu legado científico a partir do contato quemanteve com os mendigos, andarilhos e aquelesenfermos oriundos das guerras pertinentes à época.Os cuidados de enfermagem passaram então, aospoucos, a valorizar o indivíduo e o adequadoambiente para a prestação dos cuidados em saúde,integrando as práticas de cunho experiencial, lógi-co e moral, à edificação da profissão de enferma-gem (LEOPARDI, 2006).

Assim, transformações econômicas, sociais epolíticas ocorridas na sociedade brasileira torna-ram-se fatores determinantes para a importação detecnologias na construção e organização deespaços assistenciais, como os hospitais, conside-rando para tal, a abordagem dos problemas desaúde, adequando-os gradativamente à sustentaçãodos novos programas governamentais de saúde,notadamente na saúde pública (BARREIRA,2005).

Convém destacar que o cuidado enquanto açãosocial é arte, no momento em que se utiliza os con-hecimentos de forma coerente e em prol da quali-dade de vida de um indivíduo. Posto isso, torna-senecessário compreender que a palavra “enfermei-

ro”, no latim, está intimamente conectada ao lega-do repassado por Florence, pois significa nutrix, ouseja, aquele que nutre, encoraja e protege os quenecessitam de atenção para com a sua saúde(TERRA et al., 2006).

A partir dessa constatação, afirma-se queFlorence é a precursora da enfermagem, pois ele-vou o status dessa carreira, qualificando a assistên-cia através de seus ensinamentos históricos e uni-versais. Eles se baseavam no cuidado do outro e napotencialização das forças subjetivas de cada pes-soa, tornando-a uma teórica e uma referência cien-tífica atual para a ação integral do trabalho emsaúde. Contudo, além de Florence, destacam-se asiniciativas da enfermeira Anna Nery, que partici-pou ativamente da Guerra do Paraguai, no séculoXIX e em 1923, edificou a Escola de Enfermeirasdo Departamento Nacional de Saúde, no Brasil.Assim como o trabalho de Wanda de Aguiar Horta,na década de 1970, direcionado ao emprego da sis-tematização das ações de enfermagem permeadopelo método científico, colaborando para o aper-feiçoamento da classe (KLETEMBERG et al.,2010).

Por conseguinte, objetiva-se, a partir desteestudo, refletir sobre as contribuições de FlorenceNightingale para o exercício do cuidado na atuali-dade.

CAMINHO METODOLÓGICOTrata-se de um estudo reflexivo com perspecti-

va histórica cuja ideia surgiu mediante as aulas ins-tigantes propostas pela Disciplina de Práticas deAtenção, Ensino e Pesquisa em Enfermagem eSaúde desenvolvida no Programa de Pós-Graduação da Faculdade de Enfermagem daUniversidade Federal de Pelotas/UFPel/ RS.

A construção do artigo foi realizada a partir depesquisa bibliográfica Gil (2007) em periódicospublicados nas fontes de dados da Scielo(Scientific Electronic Library Online), PubMed(Publicações Médicas) e Lilacs (Literatura Latino-Americana e do Caribe em Ciências da Saúde), noperíodo de 2002 a 2010 através dos descritores“Florence”, “Nightingale” e “Enfermagem”. Oscritérios de seleção foram conter os descritores,estar escrito em língua portuguesa, espanhola ouinglesa e ter resumo disponível. A seleção dos arti-gos foi realizada a partir da leitura prévia dos resu-

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mos, selecionando aqueles trabalhos que corres-pondiam ao tema, os quais constam nas referênciasdo presente estudo. Também foram utilizadosalguns livros direcionados a proposta do estudo eartigos trabalhados no decorrer da disciplina.

Posteriormente, foi conduzida a análise de con-teúdo delineada por Minayo (2007), seguida daordenação e classificação dos dados em três temá-ticas incorporadas no decorrer do texto, as quaisforam: A construção histórica da enfermagem,Florence Nightingale: determinação em prol daenfermagem e A contemporaneidade do cuidado eo legado de Florence Nightingale.

RESULTADOS E DISCUSSÃOA CONSTRUÇÃO HISTÓRICA DA ENFER-MAGEM

Os primeiros achados que fazem referência àenfermagem foram encontrados na Bíblia, noAntigo Testamento, instituindo o cuidado comouma prática significativa da enfermagem, a qualbusca promover a saúde, o conforto e a prevençãode doenças à população, desde os primórdios desua existência (NAUDERER e LIMA, 2005).

Nesse processo histórico, o cuidar passou a serdesenvolvido como forma de sobrevivência, a fimde manter a alimentação, a reprodução e a defesada espécie humana, ações estas vinculadas à ima-gem da mulher, envolvida nos laços da maternida-de, no cuidar dos recém-nascidos, dos idosos e dosenfermos, de modo a garantir a manutenção davida (ZEFERINO et al., 2008).

Com o surgimento do Cristianismo, a enferma-gem foi fortemente influenciada pela supremaciareligiosa. O cuidar continuava como uma dasfunções femininas, sendo, nesse período, realizadopelas mulheres consagradas ou irmãs de caridade,que eram mulheres solteiras (diaconisas), as vir-gens e as viúvas, que prestavam cuidados semremuneração, em nível espiritual e protegiam aintegridade corporal, por meio de castidade e pure-za (ALVES et al., 2005; ZEFERINO et al., 2008).Neste enfoque, o cuidado passou então a evoluir noplano assistencial, detendo-se aos corpos sofredo-res e atingidos por enfermidades, dissociandoassim, o corpo do espírito (ZEFERINO et al.,2008; KLETEMBERG et al., 2010).

Contudo, a falta de controle das doenças e ascondições de moradia em conglomerados incenti-

varam a Igreja Católica a criar e expandir as insti-tuições de caridade onde era dispensado o cuidadoaos doentes (ALVES et al., 2005). Esses estabele-cimentos são considerados os primeiros registrosdo que, na contemporaneidade, viria a ser o hospi-tal. Essas instituições não tinham como finalidadea cura, eram apenas de assistência aos pobres e, decerta forma, serviam como local de separação eexclusão, uma vez que o enfermo era um potencialdisseminador de doenças e, como tal, precisava serisolado (MUSSI, 2005).

O período do Renascimento provocou umarevolta contra a preeminência da Igreja Católica,quando foram dissolvidas ordens religiosas e o tra-balho das mulheres consagradas e irmãs de carida-de. O advento do Capitalismo e da RevoluçãoIndustrial demarcou o início de uma fase dedecadência à enfermagem que perdurou do final doséculo XVII até a metade do século XIX.Sobrevém uma mudança no papel das mulheres nasociedade, onde uma parcela vai trabalhar naindústria e outra se resigna aos seus lares e à obe-diência aos seus maridos. O cuidado aos doentes,nos hospitais, é então deixado a cargo de mulheresimorais, analfabetas, prostitutas, já que estas nãoserviam para a indústria, o que se tornara ummomento difícil para a ascensão da enfermagem,conhecido como "Anos Negros da Enfermagem"trazido por Nauderer e Lima (2005, p.75), pois aclasse continuava a prestar serviços aos pobres, aosdoentes, sendo considerado um ofício servil, poucodesejável, em virtude da excessiva carga horária,da baixa remuneração e do estressante trabalho.

As descobertas no campo da física e química,no final do século XIX, vieram apurar os conheci-mentos na medicina, auxiliando no diagnóstico etratamento de doenças (BACKES, 2000). A práti-ca da enfermagem começa então a distanciar-sedos valores morais e religiosos herdados do passa-do e adota o modelo biomédico, valorizando o tec-nicismo (TERRA et al., 2006).

O cuidado, que era prestado como forma depromoção e conservação da vida, fica em segundoplano, e as práticas de enfermagem sintetizam aalocação de técnicas que almejavam apenas o tra-tamento da doença e a cura. Em contrapartida, aenfermagem começa a distanciar-se de sua origem,e o cuidado passa paulatinamente a restringir-se,havendo um desaparecimento da vinculação entre

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o ser humano e o universo, o ambiente e o gruposocial (TERRA et al., 2006). A progressão do capi-talismo necessitava do corpo como força de trabal-ho, o novo hospital surge como uma instituiçãodisciplinadora desse ambiente desordenado, comoresposta às demandas de uma nova ordem social(MUSSI, 2005). Atrelado a este processo, surge naModernidade, com a decadência da hegemoniapositivista como concepção científica, o avanço doconhecimento na área da saúde, com conceitosimportantes vinculados a ação da enfermagem,como, doença, saúde, ser humano e a própriaenfermagem, delineados também por FlorenceNightingale em sua caminhada, os quais são utili-zados nos dias atuais (KLETEMBERG et al.,2010).

FLORENCE NIGHTINGALE: DETERMINAÇÃO EM PROL DA ENFER-MAGEM

A enfermagem, ao longo dos tempos, foisofrendo influências significativas na sua consti-tuição. Uma das personagens que se destacou epermaneceu atuante nesse processo foi FlorenceNightingale, mulher determinada, que nasceu naItália, em Florença, no dia 12 de maio de 1820, tor-nando-se precursora da enfermagem atual, pois sepreocupava com o bem-estar dos indivíduos, espe-cialmente aqueles mais desprovidos de atenção àsaúde. Sua capacidade perspicaz se destacava, naépoca, dada a influência intelectual de sua família,que a estimulava ao pensamento crítico e à edu-cação, como requisitos para a ascensão social(LEOPARDI, 2006).

Florence colaborou para a consolidação detransformações sociais, na segunda metade doséculo XIX, na Inglaterra, com sua presença emcampanhas de promoção à saúde e em conflitos,como a guerra da Criméia em 1854, ações estasque ressaltaram o valor ambientalista de sua teoria,incorporando atitudes sanitaristas, administrativase epidemiológicas, que evidenciaram seu carátermoderno de operacionalizar as práticas da pro-fissão de enfermagem (LEOPARDI, 2006). Dentreseus objetivos, Florence estava determinada apotencializar as forças restauradoras que existiamno ambiente onde o paciente estava inserido. Amanutenção da saúde estava associada ao equilí-brio entre o ser humano e o ambiente que o circun-dava, tornando o enfermeiro um sujeito que cola-borava para promover a relação harmoniosa entreo ser e o estar na sociedade (MACEDO et al.,2008).

Na época, Florence já se preocupava com asdimensões físicas, psicológicas e sociais do serhumano, conferindo uma atenção humanitária eholística, tão emergente nos dias atuais, assimcomo atentava para o autocuidado, que era incenti-vado pelas enfermeiras, sob um enfoque educativono processo de cuidar de si (LEOPARDI, 2006;MACEDO et al., 2008).

Convém destacar que, sob influência do caráterambientalista, Florence detinha-se aos elementosfísicos, como forma de obtenção de cura paradoenças e restauração das forças e energias dopaciente; dentre estes, a ventilação, a iluminação, alimpeza do ambiente, o controle de calor, do odor,dos ruídos e a alimentação eram especialmenteanalisados, conferindo perspectivas preventivas ecurativas no cuidar em saúde (MACEDO et al.,2008).

Nesse plano de ideias, expõe-se ainda o camin-ho imperativo de Florence, no que tange à históriaintelectual da enfermagem. Em meados de 1859,ela escreveu o seu primeiro livro, denominadoNotas Sobre Enfermagem, seguido de várias outraspublicações, que expuseram suas percepções acer-ca da saúde/doença e o ambiente. Em 1860,Florence auxiliou na construção da Escola deEnfermagem Nightingale, no Hospital SaintThomas, na Inglaterra, o que passou a valorizar acategoria como profissão e concorreu para recon-hecê-la mundialmente (LEOPARDI, 2006).

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Desse modo, a constituição da enfermagem foisendo aprimorada, edificando saberes com essên-cia no cuidado, como práxis em saúde; distinguin-do, a cada dia, o trabalho da enfermeira das demaisprofissões existentes. E esta evolução social daenfermagem direcionou a organização das açõescentradas na atenção ao indivíduo, na sua relaçãocom o meio, bem como na adesão de instrumentosque conferem maior responsabilidade e autonomiaà profissão (TAYLOR, LILLIS e LEMONE,2007).

A CONTEMPORANEIDADE DO CUIDADO EO LEGADO DE FLORENCE NIGHTINGALE

O cuidado visa à construção e à conservação daidentidade humana. Ele não se resume simples-mente a uma manifestação, mas é um conjuntoharmônico e interdependente, é uma expressão sig-nificativa da essência humana, que contempla apessoa em sua unidade e totalidadebio/psico/sócio/espiritual. Por essa razão, as pesso-as, desde seu nascimento, necessitam do cuidadopara crescer, desenvolver-se, viver e morrer digna-mente. Dessa forma, a enfermagem sempre se des-tacou, e fundamentou os seus princípios, assimcomo as suas crenças e valores, de forma empírica,porém a evolução da ciência fez com que o enfer-meiro refletisse acerca disso e questionasse suaprática, desenvolvendo um corpo de conhecimen-tos específico, passando a guiar suas ações cuidati-vas nos processos de formação dos profissionais,na pesquisa e no exercício da profissão (SOUZA,2001). Florence Nightingale, em sua época, jávalorizava o conhecimento científico, bem comoconceitos acerca do meio ambiente, ventilação econdições sanitárias, ressaltando a comunicaçãoverbal e não verbal como valiosos instrumentos decuidado (STAMM, 2002).

Entretanto, se olharmos o cuidado do ponto devista do usuário do sistema de saúde, podemosconstatar que este não reclama da falta de conheci-mento tecnológico no seu atendimento, mas sim dafalta de interesse e compromisso em torno de si edo seu problema (MERHY, 1998). O trabalho emsaúde acaba perdendo seu significado de ajuda erestauração do bem-estar, para tornar-se apenasuma prestação de serviço mecânica e massificada,esvaziada de valores humanos. Isto porque o pro-fissional de saúde não empenha paixão naquilo que

faz, pois o tempo para o prazer de escutar umpaciente é substituído pelo aumento do número depessoas atendidas, acarretando o prejuízo da quali-dade comprometida no seu trabalho (OLINISKI eLACERDA, 2004).

Que tipo de crise tecnológica e assistencial éesta? Ao olharmos com atenção os processos detrabalho, no conjunto das intervenções assisten-ciais, identificamos que qualquer abordagem deum profissional de saúde junto a um paciente pro-duz-se através de um trabalho vivo em ato, noencontro entre duas pessoas, no diálogo, sendocriada uma responsabilização em torno do proble-ma que vai ser enfrentado. Pois os pacientes bus-cam nos trabalhadores de saúde o acolhimento,responsabilização e vínculo (MERHY, 1998).

Podemos retroceder na história e, traçando umparalelo entre a era pós-Nightingale e o momentorecente, o cuidado deixa de ter seu valor central ea ênfase está no saber tecnicista, qual seja: o diag-nóstico (STAMM, 2002). A lógica capitalista pri-vilegia esse padrão, estimulando as pessoas a pro-duzirem cada vez mais, consagrando a maior partedo seu tempo ao trabalho, à produtividade, à com-petitividade, não favorecendo sentimentos de reali-zação e prazer no trabalho (OLINISKI e LACER-DA, 2004).

Após essa fase tecnicista, recentemente se fazum resgate da essência da enfermagem, em que opaciente passa a ser ouvido e respeitado no seutodo. Um paradigma emergente na realidade brasi-leira, que tem como base filosófica o cuidado aoser humano e sua inter-relação com o meioambiente, no contexto das próprias experiências devida, com foco na morte/renascimento, processosde ser e viver de forma mais saudável possível queestão presentes na construção do cuidado transdi-mensional (STAMM, 2002).

Dentro da prestação de serviços em saúde, noque diz respeito à enfermagem, o que produzimosnão se pode quantificar, é um ato que se desfaz namesma hora em que é ofertado. Podemos medi-lode acordo com a satisfação de quem o recebe.Porém o conceito de caridade e benevolênciarepassado a esse tipo de serviço, e que lhe conferiauma conotação de doação, vem tomando novosrumos (MERHY, 1998).

Outrossim, o cuidado deve ser compreendidocomo produto e serviço nas suas múltiplas

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dimensões, relações e interações, ou seja, como umsistema de produção de serviços personificado esingular, na sua maneira de ser e existir na socie-dade. O que exige um posicionamento diferencia-do por parte do enfermeiro que, ao interagir e dia-logar no seu campo de atuação, experimentaevidências da complexidade do cuidado: seja nasvariadas expressões sociais, profissionais, familia-res e individuais (BACKES et al., 2006).

Em 2010, se completam 100 anos da morte deFlorence Nightingale, uma mulher que viveu àfrente de seu tempo, atuando tanto no contextohospitalar, quanto no político, social e ecológico.Seus pressupostos se mantêm atuais e norteiamenfermeiros por todo o mundo. Com ela, a enfer-magem iniciou sua caminhada científica, conferin-do caráter organizado à categoria, viabilizando aconstrução da Sistematização da Assistência deEnfermagem (SAE), além de preconizar o cuidadoao ser humano e sua relação com o meio ambiente,como focos da enfermagem. Expressões de um tra-balho holístico, de certo modo, pré-anunciando adefinição que atualmente contempla a totalidadedo indivíduo, o Cuidado Transdisciplinar.

CONSIDERAÇÕES FINAISAo refletirmos sobre o impacto desencadeado

pelo cuidado no seu processo evolutivo, percebe-mos que o mesmo sofreu mudanças na sua cono-tação, sendo desenvolvido nos primórdios, degeração a geração, de modo empírico e comoforma de doação. Florence Nightingale, por suavez, incorporou valores essenciais para a pro-moção da saúde, sob um olhar holístico, resgatan-do o cuidado como uma ciência. Finalmente,temos no cuidado muito mais que uma ação bene-volente. Ele é uma ferramenta de trabalho que con-fere autonomia ao enfermeiro e o difere como pro-fissional de saúde, no momento em que percebe oser na sua heterogeneidade.

Nessa perspectiva, Florence Nightingale, comsua teoria ambientalista, focou o sujeito na suaintegralidade, preocupando-se com o ambiente queo circundava, além de valorizar hábitos de higiene,registrando, assim, as primeiras notas epidemioló-gicas de enfermagem. Ela reorganizou as ações daprofissão, de modo a elaborar a sua sistematização,abordando conceitos, tais como ambiente, ilumi-nação, aeração e alimentação, pressupostos signifi-

cativos para a história da enfermagem. Contribuiu,assim, para a formação do conceito global que con-templa o ser humano como um serbio/psico/social/espiritual.

Portanto, o enfermeiro contemporâneo podefazer uma releitura do que é o cuidar, fundamentá-lo no antigo e no novo contexto, alavancando oempreendedorismo da profissão, com vistas a con-quistar e explorar os espaços intercessores parapromover a mudança de paradigmas na enferma-gem.

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NURSING DISCIPLINE PERSPECTIVE ONST. PETER CLAVER´S WORK

SUMMARY

Nursing historical development has beenclosely linked to human history, becausecare of life and health have been essential

activities in necessities supply process. Nursinghistorical count, refers to facts, events and impor-tant figures that in different contexts have markedpatterns for professional development.

Nowadays, nursing history teaching and lear-ning became very important as a strategy to advan-ce towards future with acknowledge of social andpolitical background which have brought aboutnursing survival, development and advance as pro-fession and discipline.

In this paper, a description about Father Pedro

Claver actions during his stay at ColonialCartagena and an analysis are carried out, bymeans of epistemologic framework with the pur-pose to determine his philosophical perspective oncare given to black slaves, and that have influencedthroughout the time Colombian nursing develop-ment.

Key words: Nursing, Nursing Research, Historyof Nursing.

PERSPECTIVA DISCIPLINAR DA ENFER-MAGEM NA OBRA DE SAO PEDRO CLA-VER

RESUMO

Odesenvolvimento histórico da enfermagentem estado intimamente unido à história dahumanidade, porquanto o cuidado da vida

e a saúde, foram actividades fundamentais no pro-cesso de satisfação de necessidades. O recuentohistórico em enfermagem, dá conta dos factos ouacontecimentos e personagens que em diferentescontextos marcaram pautas para o desenvolvimen-to da profissão.

Na actualidade, o estudo e ensino deste tópico,cobra especial importância como estratégia paraavançar para o futuro com o reconhecimento dosantecedentes sociopolíticos e culturais que deter-minaram a sobrevivência, desenvolvimento eavanço da enfermagem como profissão e discipli-na.

No presente texto, faz-se a descrição dasactuações do Pai Pedro Claver durante seu estadíana Cartagena colonial, e analisa-se mediante ummarco epistemológico a perspectiva filosófica docuidado desenvolvida por ele durante sua missãode serviço aos negros escravos, e que ao longo do

PERSPECTIVA DISCIPLINAR DE ENFERMERÍA EN LA OBRADE SAN PEDRO CLAVER

Juan Guillermo Rojas1, José Siles González2

1Profesor Facultad de Enfermería, U. de A., Medellín-Colombia.

2 Catedrático Departamento de Enfermería, U. de Alicante.

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tempo influenciaram o desenvolvimento da enfer-magem colombiana.

Descritores: Enfermagem, Pesquisa emEnfermagem, História da Enfermagem.

RESUMEN

El desarrollo histórico de la enfermería haestado íntimamente ligado a la historia de lahumanidad, por cuanto el cuidado de la vida

y la salud, han sido actividades fundamentales enel proceso de satisfacción de necesidades. Elrecuento histórico en enfermería da cuenta de loshechos o acontecimientos y personajes que en dife-rentes contextos han marcado pautas para el desa-rrollo de la profesión.

En la actualidad, el estudio y enseñanza de lahistoria, cobra especial importancia como estrate-gia para avanzar hacia el futuro con el reconoci-miento de los antecedentes sociopolíticos y cultu-rales que han determinado la supervivencia, desa-rrollo y avance de la enfermería como profesión ydisciplina.

En el presente texto, se hace la descripción delas actuaciones del Padre Pedro Claver durante suestadía en la Cartagena colonial y se analizamediante un marco epistemológico la perspectivafilosófica del cuidado desarrollada por él durantesu misión de servicio a los esclavos de raza negraque a lo largo del tiempo han influenciado el desa-rrollo de la enfermería colombiana.

Palabras clave: Enfermería, Investigación enEnfermería, Historia de la Enfermería.

INTRODUCCIÓNCollière (1993), ha definido el cuidado como

un acto humano que busca promover la vida y con-servar la especie, en tanto que Castrillón (1997),se refiere a él como una práctica social que haidentificado y favorecido el desarrollo de la disci-plina de enfermería. Es precisamente la respuestasocial al encargo de cuidar, la que le ha permitidoa esta disciplina reconstruir su historia como unelemento clave para entender el estado actual delcuidado profesional en las dimensiones científico-

técnica, cultural y política y su proyección hacia elfuturo en una sociedad globalizada y con una com-pleja problemática que incide sobre el desarrollo ypor ende sobre la salud y la vida de las personas.

En este trabajo, se hace la revisión y análisis dealgunas obras biográficas de San Pedro Claver conun marco epistemológico de enfermería determina-do por las características de perspectiva disciplinardefinidos por Afaf Meleis (1987), los patrones deconocimiento propuestos por Barbara Carper(1978) y las visiones del mundo de la enfermeríaformuladas por Newman (1991) y Fawcett (1995),con la pretensión contribuir al reconocimiento dela historia como el soporte fundamental para laidentidad y proyección profesional hacia el futuro.

OBJETIVOSIdentificar los rasgos esenciales de perspectiva

disciplinar, patrones de conocimiento y visionesdel mundo de la enfermería que conforman elmarco epistemológico en algunos relatos biográfi-cos de San Pedro Claver, como uno de los perso-najes claves en el desarrollo histórico de la enfer-mería en Colombia.

MATERIALES Y MÉTODOSEste trabajo se realizó mediante la revisión de

fuentes secundarias sobre la vida de San PedroClaver. Para ello se hizo lectura e interpretación detextos e identificación de conceptos que concorda-ran con las características de perspectiva discipli-nar, los patrones de conocimiento y las visiones delmundo de la enfermería, que se estructuraroncomo categorías principales para el análisis de lainformación.

La búsqueda documental se llevó a cabo en laBiblioteca Nacional de España de la ciudad deMadrid, utilizando como herramienta el catálogopúblico institucional y empleando como palabraclave: San Pedro Claver; se obtuvieron 38 archivosentre libros de texto y retratos en las dos sedes dela Biblioteca ubicadas en Recoletos y Alcalá deHenares; posteriormente, se hizo una depuraciónde escritos tomando como criterios: que fuera untexto en Español con más de 30 años de haber sidopublicado y disponible en el momento. Finalmentese hizo la revisión y lectura de 12 libros que corres-pondían a los criterios mencionados.

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Posteriormente, se llevó a cabo una lectura analíti-ca y transcripción de algunos textos que permitie-ron identificar las características de la perspectivadisciplinar de enfermería. En cumplimiento de losasuntos éticos, se ha tratado de respetar la propie-dad intelectual haciendo las respectivas referenciasde los autores.

RESULTADOSLos datos derivados de las lecturas fueron agru-

pados en las categorías: marco epistemológico deenfermería, historia de enfermería, biografía deSan Pedro Claver y perspectiva disciplinar en lasactuaciones del Santo. A continuación se hacereferencia a cada una de ellas:

MARCO ESPISTEMOLÓGICO DEENFERMERÍA

El marco epistemológico de enfermería preten-de mostrar la evolución del conocimiento y el sig-nificado de la disciplina en cuanto a la perspectiva,el dominio, los conceptos y los patrones de cono-cimiento (Durán, 2002). A su vez, la perspectivadisciplinar está definida por la naturaleza de laenfermería como una ciencia humana, los asuntosde la práctica, las relaciones establecidas entre losactores del cuidado y las perspectivas que los mis-mos tienen sobre la salud y el bienestar (Carper,1978) (Durán, 2002).

Por otro lado, las visiones del mundo de laenfermería, como componentes del marco episte-mológico, orientan la forma cómo deben compor-tarse los miembros de la disciplina en relación conla naturaleza humana de las personas y el propósi-to de la enfermería como ciencia humanística,comprendiendo los puntos de vista ontológico yepistemológico de la disciplina, y que han sidoagrupadas por Fawcett (1995) y Newman (1991),en: las visiones particular-determinística o de reac-ción, integrativa-interactiva o de reciprocidad yvisión humanitaria-transformativa o de simultanei-dad (Durán, 2002).

Como soporte del desarrollo disciplinar, lospatrones de conocimiento, han sido definidoscomo las formas propias de lograr y aprehender elconocimiento implícito en los fenómenos del cui-dado de enfermería, que se han agrupado en elpatrón empírico, referido al componente científico

para la explicación y predicción de los fenómenos;el ético, que reúne los asuntos de la moral en lapráctica; el patrón estético que evoca el compo-nente artístico de la enfermería y el patrón de cono-cimiento personal que se relaciona con el ser decada persona y que es la base fundamental para lapuesta en marcha de todos los demás patronesenunciados (Carper, 1978) (Durán, 2002).

HISTORIA DE ENFERMERÍA Y RELEVAN-CIA PARA EL DESARROLLO DISCIPLI-NAR

Siles (1999) plantea que la historia de la enfer-mería se refiere a los hechos, sucesos, eventos oacontecimientos que tienen lugar en un tiempodado y que constituyen el estudio historiográficoconformado por los escritos, estudios, análisis,resultados, explicaciones y conclusiones que cons-tituyen la producción historiográfica en enferme-ría.

Desde esta perspectiva, el mismo autor (Siles,1999), ha enfatizado en el carácter histórico de lapráctica de los cuidados como componentes de lacompleja realidad humana en el proceso de satis-facción de necesidades. El estudio de la historia deenfermería es un componente disciplinar relativa-mente joven, que ha significado un arduo trabajode académicos e investigadores inquietos en eltema, con el propósito de aportar para la construc-ción de la identidad de la enfermería como prácti-ca social en un contexto histórico y socio políticodado. La consolidación del corpus de conocimien-tos y el reconocimiento de la historia como ele-mento disciplinar profesional son elementos fun-damentales para los desarrollos teóricos a los pro-blemas de la actualidad y contribuyan al mejora-miento de las prácticas de cuidado en el futuro.

De acuerdo con Velandia (1995), en el contex-to colombiano, es escasa la producción historio-gráfica en enfermería, y los primeros ensayos his-tóricos fueron hechos por médicos, situación queha incidido desfavorablemente en la construcciónde la historia en relación con el proceso históricosocial del país; a su vez, esta situación ha hechomella en el asunto de la identidad profesional y eldesarrollo disciplinar. En consecuencia, la plata-forma histórica se ha construido sobre los aconte-cimientos que han constituido la enfermería

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moderna a partir de la segunda mitad del sigloXIX, bajo la influencia de las órdenes religiosas deEspaña, los trabajos de F. Nigthingale y los desa-rrollos investigativos y teóricos de las enfermerasnorteamericanas.

Al analizar los antecedes históricos de la enfer-mería en Colombia, Velandia (1995), ha hechoreferencia a cuatro elementos residuales o heren-cias recibidas por tradición: femenina, militar, reli-giosa y etnográfica. En cuanto a la herencia reli-giosa, ubica a San Pedro Claver como el “padre dela enfermería en Colombia” a raíz de su labor conlos negros esclavos por haber ejercido una prácticade medicina y enfermería empíricas junto a suapostolado en el Hospital de San Lázaro al lado delCerro de la Popa en Cartagena de Indias. Al ladode las actuaciones del Padre Claver, el trabajodesarrollado por órdenes religiosas como la de losHermanos de San Juan de Dios, dieron inicio aldesarrollo de la enfermería en el contexto nacionalque a pesar de ser una disciplina social laica, con-serva aún algunos rasgos de ésa herencia.

BIOGRAFÍA DE SAN PEDRO CLAVERLa Cartagena de Indias de la colonia, ciudad

mercantil y punto clave para la estrategia militarfue el contexto en el que se desarrolló gran parte dela obra misional de San Pedro Claver en América,sin embargo, no ofreció el ambiente propicio para

la conservación de archivos que documentarantales hechos. De los archivos de la Compañía deJesús existentes en España y América, se puedeconocer lo que el Padre Astraín relata y que dacuenta de la lucha social que suscitó el apostoladodel Santo, en medio de la adversidad impuesta porvisitadores y examinadores del clero y la inquisi-ción (Picón, 1969).

Con el objeto de entender los alcances de laobra de San Pedro Claver, es importante miraralgunos aspectos de su vida, el entorno en el quetranscurrió y las influencias recibidas que lo moti-varon a llevar a cabo su misión de apostolado en elcuidado de las personas más desvalidas que teníanla condición de ser inmigrantes, negros y esclavosen la Cartagena de Indias del siglo XV.

Por esta razón, resulta importante mencionarque San Pedro Claver vivió en una época brillan-te (1580 -1654), momento sociopolítico crucial enEspaña, tiempo en el que sucedió la restauracióncatólica; además el hecho de haber crecido en elseno de una familia de agricultores con marcadoarraigo a la tradición religiosa católica, que se vioabocada a enfrentar dos acontecimientos dolorososque influyeron para decidir su orientación religio-sa y que le dejaron en su rostro una impresión detristeza que lo acompañó durante toda su vida(Valtierra, 1954).

Nació en Verdú (España) el 26 de Junio de1580, en el seno de una familia integrada por suspadres, un hermano y dos hermanas. De su infan-cia se tienen pocos datos. Inició sus estudios bajola tutoría inicial de su tío paterno Juan Claver yluego se dirigió a Barcelona en 1596. A los 16 añosdemostró su vocación por la vida religiosa, razónpor la cual luego de sus estudios de retórica ingre-só al Colegio de los Jesuitas para estudiar Filosofíaen 1601; sobresalía entre sus compañeros por suingenio y aplicación de igual manera, según testi-monio del Obispo de Barcelona, Don AlonsoColoma “se hallaba más aventajado que los demás,no solo en Ciencias, sino también en piedad y reli-gión (Valtierra, 1954).

Existen relatos de que pasaba largas horas en laIglesia del Colegio y que cada domingo iba conalgunos de sus compañeros al Hospital de SantaCruz a cuidar los enfermos más miserables. Sonestos los rasgos iniciales de su interés por prestar

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un servicio a las personas en sufrimiento y dolor,como lo hacen los enfermeros hoy en día para cui-dar a sus pacientes, para lo que es necesario inge-nio y creatividad, formación científica entrega a sulabor (Valtierra, 1954).

Como rasgos fundamentales de su carácter ypersonalidad se destacaban su afabilidad, amabi-lidad, humildad y obediencia; era descrito comoun ser calmado y retraído que tenía por normageneral de vida la observancia fiel y total de lasreglas (Valtierra, 1954).

Entró en la Compañía de Jesús en 1602, hizosus votos como miembro el 8 de Agosto de 1604;a partir de esa fecha inició un largo recorrido en suruta misionera, que incluyó Barcelona, Gerona,Mallorca, Tarragona y finalmente Cartagena deIndias, en el Nuevo Reino de Granada (Fernández,1666) (Valtierra, 1954).

Se embarcó en 1610 desde el puerto de Sevillaen el galeón San Pedro rumbo al Nuevo Mundo.Terminó sus estudios en Bogotá, luego se dirigió aTunja y finalmente fue llamado a Cartagena deIndias, a suplir al Padre Sandoval en el ministeriocon los esclavos negros. En esta ciudad pudoconocer de cerca la realidad vivida en los barraco-nes con cuerpos enfermos hacinados y que le sirvióde motivo para iniciar su labor de apostolado alservicio de estos esclavos (Fernández, 1666)(Valtierra, 1954).

Su ordenación ocurrió el 19 de Marzo de 1616,como el primer sacerdote jesuita investido enCartagena de Indias. Murió el 8 de Septiembre de1654, en la ciudad de Cartagena. Hacia 1747, susvirtudes fueron declaradas como heróicas, recibióla beatificación el 20 de Julio de 1850 y fue cano-nizado el 15 de Enero de 1888 (Fernández, 1666)(Valtierra, 1954).

Fueron diversas las acciones emprendidas porel Santo en favor de los esclavos y que han sidodocumentadas en las obras biográficas. Por suparte, comenta Valtierra (1954), que para cumplirsu voto, asistía las necesidades espirituales y cor-porales de los negros sin miramientos de las dis-tancias, las temperaturas o las dolencias; para talefecto los instruía, los bautizaba, los confesaba yles asistía en el bien morir con tanto amor y cari-dad como si cada uno fuese su preferido. Les asis-tía en necesidades básicas como la nutrición, la

comodidad y el vestido, todas ellas interferidas acausa de la larga y penosa travesía transatlántica.

Iba por todos los enfermos de uno en uno ofre-ciendo el Santo Cristo y preguntándoles si queríanconfesarse, para lo cual adoptaba posiciones queno fueran incómodas para ellos y no tanto para él.Como lo señala Valtierra (1954), “Todo el día elPadre Claver en un continuo movimiento, en unexcesivo trabajo, en la congoja de un Hospital,entre vapores de enfermedades, sudando siemprede calor, y sobre todo eso ayunó todo el día”(p.54,57).

Amó el venerable Padre San Pedro Claver a losreligiosos de la orden de San Juan de Dios por lasobras que hacían con los enfermos y les manifesta-ba su interés en visitar sus instalaciones para apor-tar con su capacidad para cuidar a los enfermos, loque significaba descanso para los religiosos. ElSanto acudía varias veces por semana a los hospi-tales de San Lázaro, destinado para la atención alos leprosos, y al hospital de San Sebastián (deno-minado también San Juan de Dios), especialmentecuando estaban llenos para prestar su servicio enjornadas de trabajo que iban desde la mañana hastala noche, bajo la subordinación del P. Prior oEnfermero hospitalario (Fernández, 1666) (Ortega,1974).

De su servicio en el Hospital San Sebastián, sehan documentado una serie de casos denominados“raros”, que han servido para reconocer en el Padresu vocación y poder de sanación por medio de losmilagros obrados en los pacientes con base en la fey devoción. Un relato señalaba la participación deSan Pedro Claver en el cuidado de unos marinerosque habían ingresado luego de sufrir quemadurasgraves, las cuales a causa de la exudación despren-dían un fuerte olor, para lo que el Padre les brinda-ba comodidad ahuyentando las moscas y tábanosque les molestaban (Fernández, 1666 ) (Ortega,1974 ).

Otro narración aludía a que en la sala de calen-turas del mismo Hospital, el ciego Juan Ramírezadolecía de fuertes dolores de cabeza, ante lo cualel Santo brindaba consuelo dándole a entender quesu ceguera podría ser un medio para salvar su almay le cubría con su manta para aliviarle el dolor;además le daba un par de besos de paz en las meji-llas, intervenciones que fueron efectivas para

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curarle la dolencia. Han sido muchas otras histo-rias, entre ellas la que se menciona al señor AlvaroBarbosa Salazar, quien aislado por las lesiones lué-ticas dio cuenta de su sanación corporal y espiri-tual, al igual que otros pacientes en la sala deunciones mercuriales del Hospital San Sebastiánpor cuenta de la labor apostólica del Padre(Fernández, 1666) (Ortega, 1974).

En muchas ocasiones, antes de que las embar-caciones tocaran puerto, buscaba la manera deabordarlas y al llegar se ponía en medio de losnegros manifestándoles su afecto. Por medio delos intérpretes les decía que venía para ser compa-ñero de todos y les daba la bienvenida a la tierra delos blancos. Esta idea era necesaria, pues los escla-vos creían que les traían para matarlos y de sus pie-les hacer aceite para los navíos. Preguntaba por losenfermos y los niños, especialmente, por los quehabían nacido durante el viaje transatlántico, estocon el fin de bautizarlos. Luego venía la reparti-ción de regalos y el suministro de agua fresca; a losmás decaídos, según relato de un testigo, les dabaun remedio que les sacaba de su letargo, un buenvaso de agua fuerte o aguardiente (Valtierra, 1954).

A los enfermos atendía de modo delicado y asi-duo. Como los desgraciados esclavos habían dequedar almacenados (como mercancías) en depósi-tos instalados a tal efecto (que no tenían muchasveces las condiciones requeridas de salubridad), elPadre Claver vigilaba a los más castigados paraevitar infecciones y contagios (Fernández, 1666)(Valtierra, 1954).

A pesar de que su corazón temblaba ante laherejía, San Pedro Claver, tuvo un corazón llenode benevolencia para los hombres herejes y lessuministraba los cuidados que fueran necesarios,porque ante todo, primaba la dignidad humanacomo elemento fundamental de la doctrina católica(Valtierra, 1954).

PERSPECTIVA DISCIPLINAR EN LASACTUACIONES DE SAN PEDRO CLAVER.

Tomando como referencia los elementos deperspectiva disciplinar descritos antes: patrones deconocimiento (Carper, 1978), visión de la realidad(Newman, 1991) y perspectiva disciplinar(Fawcett, 1995), en las actuaciones de San PedroClaver se distinguen los siguientes:

PATRONES DE CONOCIMIENTO• Empírico: al utilizar de manera lógica sus

conocimientos sobre higiene corporal, los princi-pios básicos de terapéutica y de satisfacción denecesidades corporales (alimento, líquidos, mante-nimiento de la temperatura, afecto) en la restitu-ción de la salud.

• Estético: al tratar de representar, interpretar eimaginar la realidad y las situaciones vividas porlos negros en su condición de esclavos, arrancadosde su territorio, llevados en contra de su voluntad aotros lugares y mercantilizados como objetos parael trabajo. Esta forma de conocimiento, le permi-tió al santo acercarse de manera hermenéutica a larealidad de los esclavos.

• Ético: en razón de su condición y sustentadoen los valores morales de la religión, el profundosentido del respeto, la justicia y la beneficiencia.

• Personal: al darse cuenta y tratar de experi-mentar las situaciones vividas por los esclavos, elsanto, ideó los mecanismos para aproximarse a larealidad y llevar a cabo las intervenciones que hoyle hacen merecedor de reconocimiento.

VISIÓN DE LA REALIDAD DEENFERMERÍA

Las acciones llevadas a cabo por el santo y suforma de interacción con los esclavos, permitenidentificar que San Pedro Claver tenía una visiónintegrativa-interactiva o de reciprocidad delmundo de la enfermería, en razón de que prestabaespecial atención a la condición humana de losesclavos, interactuaba con ellos y reconocía algu-nos aspectos de las respuestas culturales en rela-ción con los asuntos de la salud.

PERSPECTIVA DISCIPLINARSi bien San Pedro Claver dedicó su vida al

ministerio religioso y su labor al apostolado conlos negros esclavos, al analizar su biografía puedeindicarse que su labor tenía algunos rasgos de laperspectiva disciplinar de enfermería, en virtud deque reconocía el carácter humano de su labor apos-tólica, llevaba a cabo acciones para promover ladignidad humana, la vida y restituir la salud y elbienestar de los esclavos y establecía con ellosunas relaciones más profundas que el acto terapéu-tico en sí.

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DISCUSIÓN - CONCLUSIONESSan Pedro Claver ha sido reconocido por su

labor apostólica a favor de los negros esclavos lle-vados de Africa a América en el siglo XV; su laborevangelizadora se extendió más allá del campo dela religión y ante el sufrimiento y dolor que pudoevidenciar, llevó a cabo acciones de cuidado enca-minadas a la restitución de la salud y la comodidadde los esclavos. Estas labores de cuidado, inspira-ron de igual manera, el trabajo de diversas comu-nidades religiosas de origen español que por variossiglos ejercieron las labores de enfermería en todoel territorio colombiano, elevándolo a la categoríade “Padre de la Enfermería Colombiana”.

La revisión de la obra de San Pedro Claver,bajo la perspectiva disciplinar de enfermería ytomando como referente el marco epistemológicoactual, permite entender que la influencia del santova más allá del carácter religioso que hasta ahorase le ha reconocido, por cuanto su labor de cuida-do estaba estructurada en las formas o patrones deconocimiento empírico, personal, ético y estético yla visión de los esclavos como seres humanos conquienes se podía interactuar; además porque con sulabor proyectaba el cuidado como una prácticasocial que requería soporte científico y con un ele-vado sentido humanístico.

Esta revisión y reflexiones iniciales, constitu-yen por tanto un punto de partida para la realiza-ción a futuro de indagaciones mejor estructuradasque permitan reconstruir la historia de la enferme-ría colombiana para fortalecer la identidad profe-sional y proyectar la enfermería como una prácticasocial enfocada al cuidado de la vida y a la promo-ción del desarrollo humano con justicia social.

Es un reto prioritario en el contexto colombia-no la creación de líneas de investigación que pro-muevan la reconstrucción histórica, como estrate-gia para definir el rol de los profesionales de enfer-mería como agentes sociales de cambio.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS- Carper, B. (1978). Fundamental patterns of knowing in nur-

sing. Advances in Nursing Science,1(1): 13-24.- Castrillón, M. (1997). La dimensión social de la práctica de

la enfermería. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia. - Collière, M. (1993). Promover la vida. De la práctica de las

mujeres cuidadoras a los cuidados de enfermería. Madrid:Interamericana McGraw-Hill.

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- Durán, M. (2002). Marco Epistemológico de la enfermería.Aquichán, 2(2): 7-18.

- Fawcett, J. (1987). Analysis and evaluation of conceptualmodels. Philadelphia: F A Davis Company.

- Fernández, J. (1666). Trabajos gloriosos y casos raros en elHospital de San Sebastián. En: Fernández, J. Apostólica ypenitente vida del venerable Padre Pedro Claver de laCompañía de Jesús. Zaragoza.

- Meleis, A. (1987). Theorethical Nursing Development andprogress. Philadelphia: J. B. Lippincott.

- Newman, M., Sime, A., Corcoran-Perry, S. (1991) Thefocus of the discipline of nursing. Advances in NursingScience, 14(1): 1-6.

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- Picón, M. (1969). Pedro Claver: el Santo de los Esclavos.Madrid: Editorial Revista de Occidente.

- Siles, J. (1999). Historia de la Enfermería. Alicante:Editorial Aguaclara.

- Valtierra, A. (1954). San Pedro Claver S.J. El esclavo de losesclavos 1580-1654. Biografía ilustrada. Bogotá: Antares.

- Velandia, A. (1995). Historia de la enfermería en Colombia.Bogotá: Editorial Universidad Nacional de Colombia.

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THE CULTURAL COMPETENCE IN THENURSING PROFESSIONAL: SUB-SAHA-RAN POPULATION

SUMMARY

Departing from the widespread idea of theneed of intercultural mediators in the sani-tary world as the solution to the derivative

difficulties of working with persons of other cultu-res, this work has as aim demonstrate that thenecessary thing is that the professionals of nursingwe form ourselves to realize taken care culturallycompetent. There are analyzed certain premiseswithout which they cannot be realized taken carecompetent. The fundamental thing is to have aconstructive attitude towards the cultural differen-ces and sensibility towards the persons of othercultures. Also it is necessary increase the knowled-ge on other cultures. By it values and beliefs aredescribed in relation to health and disease in sub-Saharan population. Coming to the conclusion thatthe human beings though diverse culturally weshare many common features in relation to thedisease.

Key words: Cultural competence. Nursing.Health. Immigration. Population Subsahariana.

COMPETÊNCIA CULTURAL NA ENFER-MAGEM: POPULAÇÃO SUBSAHARIANA

RESUMO

Partindo da ampla ideia da necessidade demediadores interculturais no mundo dasaúde como a solução para as dificuldades

derivadas do trabalho com pessoas de outras cultu-ras, este estudo teve como objetivo demonstrar queé necessário que os profissionais de enfermagemsejam formados para realizar cuidados cultural-mente competentes. O fundamental é ter uma ati-tude construtiva em direção às diferenças culturaise a sensibilidade em relação às pessoas de outrasculturais. Também se faz necessário aumentar osconhecimentos sobre outras culturas. Por essarazão se descrevem valores e crenças em relação àsaúde e à doença na população subsahariana.Chegamos à conclusão de que os seres humanos,ainda que diversos culturalmente, compartilhamosmuitos aspectos em relação ao adoecimento.

Palavras chave: Competência cultural.Enfermagem. Saúde. Imigração. PopulaçãoSubsahariana.

RESUMEN

Partiendo de la extendida idea de la necesidadde mediadores interculturales en el mundosanitario como la solución a las dificultades

derivadas de trabajar con personas de otras cultu-ras, este trabajo tiene como objetivo demostrar quelo necesario es que los profesionales de enfermeríanos formemos para realizar cuidados culturalmen-te competentes. Se analizan ciertas premisas sin las

ANTROPOLOGÍACOMPETENCIA CULTURAL EN ENFERMERÍA:

POBLACIÓN SUBSAHARIANA Isabel Gentil García

Doctora. Profesora E. U. Enfermería, Fisioterapia y Podología. UniversidadComplutense de Madrid

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cuales no se pueden realizar cuidados competentes.Lo fundamental es tener una actitud constructivahacia las diferencias culturales y sensibilidad hacialas personas de otras culturas. También se necesitaaumentar los conocimientos sobre otras culturas.Por ello se describen valores y creencias en rela-ción a salud y enfermedad en población subsaha-riana. Llegando a la conclusión que los humanosaunque diversos culturalmente compartimosmuchos rasgos comunes en relación a la enferme-dad.

Palabras clave: Competencia cultural.Enfermería. Salud. Inmigración. PoblaciónSubsahariana.

INTRODUCCIÓNLos dinámicos profesionales de Enfermería

conscientes de que el porcentaje de poblaciónextranjera en nuestra sociedad es de 12% (MTI,2009) y que sus lugares de procedencia son loscinco continentes han realizado y publicado nume-rosos estudios sobre cómo mejorar los cuidados deacuerdo a esta nueva situación social multicultural.La mayoría de los estudios llegan a la conclusiónde la necesidad de mediadores interculturales en elmundo sanitario. Creo que es un error. Se hacereferencia a ellos como la panacea universal a lasdificultades derivadas de trabajar con personas deotras culturas.

Este artículo tiene como objetivo demostrarque lo realmente necesario es que los profesionalesde enfermería nos formemos para realizar cuidadosculturalmente competentes. Está estructurado entres partes: Definición de conceptos y reflexiónsobre competencia cultural, trabajo de campo conpoblación subsahariana y conclusiones.

¿ES NECESARIO EL MEDIADOR INTER-CULTURAL EN ENFERMERÍA?

Solicitar mediadores interculturales implica undelegar, una pasividad, un desprenderse de respon-sabilidades profesionales. Distinto es el problemade la barrera lingüística, aquí sí puede ser necesa-ria la presencia de un traductor.

La solución ante nuevas situaciones y nuevosretos en el ámbito profesional es formarse. En

estos momentos hemos incorporado la informáticacomo una herramienta más de nuestro trabajo. Siunos años atrás cuando ello se inició hubiéramosoptado por proclamar la necesidad de “mediadoresinformáticos”, hoy seríamos incompetentes paranuestro trabajo. Lo que hay que reclamar es for-mación para ser “competentes culturalmente”,como un elemento más de nuestra competenciaprofesional.

Todavía más importante: mientras reclamemosla presencia de mediadores interculturales manten-dremos, sin pretenderlo, en situación de exclusiónal colectivo cultural diferente.

Conocer otros conceptos de salud y enferme-dad, hábitos dietéticos, creencias religiosas, mitos,costumbres, conductas… es adaptarnos a nuevasnecesidades, centrándonos en la persona enfermamás que en la enfermedad. Somos los profesiona-les de enfermería los que más entendemos que nohay cuerpo-máquina enfermo, sino personas conenfermedad, por esto debemos orientarnos hacia elcuidado cultural competente.

CUIDADO CULTURAL COMPETENTENumerosos profesionales de Enfermería que

nos han precedido en tiempos históricos lo hanpracticado, aunque no le dieran este nombre.

En los años 50 del siglo pasado, MadeleineLeininger, enfermera y antropóloga, se anticipó aOrganismos Internacionales para elaborar el con-cepto (Siles, 2001). Leininger considera que lacompetencia cultural es un imperativo para lasenfermeras si queremos realizar nuestra funcióncon efectividad. Entendió que sumar cuidados ysociedad multicultural daba como resultadoEnfermería Transcultural (ETC), definiéndolacomo el área formal de estudio y trabajo centradoen el cuidado basado en la cultura, creencias desalud o enfermedad, valores y prácticas de las per-sonas, para ayudarlas a mantener o recuperar susalud, hacer frente a sus discapacidades o a sumuerte. El objetivo de ETC es proporcionar cuida-dos culturalmente competentes, (Leininger, 1999)

En los años 80, la OMS reconoce la importan-cia de la cultura y de la diversidad cultural en elproceso salud-enfermedad y se plantea cómomejor atender sanitariamente a las minorías étnicascon diferentes culturas y lenguas, (Herman, 2007)

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En 2007, el Panel de Expertos en CompetenciaCultural de la Academia Americana de Enfermeríadefine Competencia Cultural como: “Tener cono-cimiento, actitudes y habilidades sobre grupos cul-turales diversos que permite al profesional de lasalud proporcionar cuidado cultural de acuerdo alas necesidades manifestadas por el paciente. Es unproceso continuo que involucra la aceptación y elrespeto de las diferencias y no permite que las cre-encias personales propias tengan una excesivainfluencia en aquellos que tienen una visión delmundo diferente de la propia”, (Giger, 2007).

¿QUÉ NECESITO SABER PARA SER CUL-TURALMENTE COMPETENTE?

Es necesario tener conocimientos sobre otrasculturas, pero no es necesario conocer todas las tra-diciones culturales de todas las personas sanas yenfermas con que interactúo. También en nuestrasociedad de procedencia existe la diversidad.

Debo saber que la percepción de enfermedad,las causas de la misma, las actitudes hacia ella, losmétodos para tratarla y los cuidados están influidosculturalmente, pero siempre están íntimamenteintegrados en un marco mayor: el contexto social ycultural que determinada una cosmovisión, unaforma de percibir el mundo.

Debo saber que las formas de entender los rolesfamiliares y de parentesco en relación a la personaenferma están influenciadas culturalmente.

Debo saber que para dar cuidados culturalmen-te competentes es más importante tener una actitudconstructiva hacia las diferencias culturales y sen-sibilidad hacia las personas de otras culturas.

Debo saber que sin estas premisas no consegui-ré realizar cuidados competentes:

- Respeto. Las personas esperan de los profe-sionales de enfermería que entiendan y respeten lascreencias y valores culturales que son fundamenta-les en su construcción como persona. No caer en eldesprecio. Percibir el respeto es sentirse valorado.Sentirse valorado y respetado es la llave que abrela puerta a la confianza.

- Confianza. Generar confianza para facilitarla colaboración. La confianza no es lo mismo queuna excesiva familiaridad. La confianza se generamostrando interés por su problema de salud perodesde el rol profesional. Además escuchando, para

comprender, no para juzgar. Alcanzada la confianza no será raro que nos

confíen los remedios tradicionales que están utili-zando, generalmente infusiones u otros. Si es posi-ble mantenerlos. Si no es posible y para que siganlos consejos de cuidados que les transmitamos, elmensaje pedagógico será, con argumentos razona-dos, enfatizando la mejora de su salud, no transmi-tirlo como prohibiciones y negaciones de su capi-tal cultural. Se rechazará.

- Saber dialogar. El diálogo es la herramientapara alcanzar acuerdos. Dialogar es escuchar losargumentos del otro para tratar de comprender superspectiva, contestar con la explicación desdenuestra perspectiva, reconociendo las similitudes ylas diferencias y buscar-negociar la mejor soluciónpara la persona enferma. Asumiendo que en amboslados existen puntos e intereses que son comunes.Dialogando desde la igualdad de posiciones, nodesde la superioridad.

- Valorar la diversidad cultural como unbien. La diversidad siempre es fructífera, producti-va, generativa. Aprender a apreciar los valores ysignificados que encierran otras creencias que nosresultan extrañas. Todo el saber tradicional de otrasculturas que ha ayudado a sobrevivir a los miem-bros de otras sociedades tiene algo importante quecomunicarnos. Ver esa diversidad como la ocasiónpara el diálogo. No ver las diferencias culturalescomo enfrentamientos, porque entonces, lógica-mente, tiene que haber ganadores y perdedores. Nopretendamos ganar.

- Desarrollar actitudes que nos permitancomprender otros modelos explicativos de laenfermedad. La enfermedad no es sólo los signos,además es un conjunto de síntomas subjetivos,vivencia individual de esa enfermedad, que seconstruye con las experiencias y narraciones colec-tivas de una sociedad determinada. Puede sucederque las sensaciones corporales se interpreten comosíntomas si así se ha aprendido en el contextosociocultural o al contrario, lo que reconocemoscomo síntomas se desprecien como sensacionescorporales normales. El “síntoma” no es neutro, esetiquetado como enfermedad según el saber médi-co-cultural de cada sociedad.

- Huir de los estereotipos. Podemos creernosque somos objetivos y que vemos la “realidad” tal

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y como es, pero puede suceder que sean nuestrosestereotipos mentales los que dibujan una realidadque sólo existe en nuestra mente. Por eso es impor-tante sinceridad para reconocerlos y que no tiñan lapercepción. (Gentil, 2006)

- Contribuir a disminuir la angustia de lapersona derivada de estar enferma. Para ello nomostrar prisa, aunque el tiempo en nuestro sistemade salud es limitado. Saber que el concepto tiempoen sociedades más tradicionales es muy diferenteal de las sociedades industrializadas donde el relojimpone los ritmos de trabajo, de ocio etc. Paraellos el tiempo está para el servicio de las personas,no las personas al servicio del tiempo. Saber queno siempre contestarán rápidamente a nuestras pre-guntas. El interrogatorio clínico de pregunta-breverespuesta-breve, no se entiende muy bien fuera denuestra cultura occidental.

- Desarrollar el aprecio por los demás, elafecto, la compasión, la empatía. Empatía como laentiende Edith Stein “aprensión de las vivenciasajenas, apercibimiento del vivenciar de otro”(Nogales, 2008)

DESCENDER DE LA TEORÍA A LOSCASOS: EVIDENCIAS EN POBLACIÓNSUBSAHARIANA

(Es parte de un trabajo de investigación que está enproceso titulado: “Estudio en población inmigranteafricana atendida en el sistema sanitario español.Necesidades de salud autopercibidas” que tiene comoobjetivo: Identificar valores, creencias, dificultades,necesidades, percepción sobre salud y enfermedad, enpoblación inmigrante, a través de los relatos de su expe-riencia vivida al ser atendidos de alguna enfermedadpara diseñar y practicar cuidados culturalmente adap-tados. Metodología cualitativa con entrevistas en pro-fundidad. Aprobado por el Departamento de Enfermeríade la UCM. Investigadora principal, Isabel Gentil)

La población subsahariana no es la poblacióninmigrante más numerosa (MTI, 4’12%) peroquizá con la que sentimos mayor distancia cultural.Cuando nos referimos a población subsaharianaincluimos población de varios países y con nume-rosas etnias en cada país, aun así, hay rasgos cultu-rales que son compartidos.

La cosmovisión en la que se inscriben creen-cias y valores en África es sobre todo la tradiciónanimista. Esta cosmovisión se transmite de formaoral, no escrita, a través de la repetición de los rela-

tos de los más ancianos. Se interioriza en el proce-so de enculturación y se refuerza durante toda lavida, pues en la escucha de los relatos tradiciona-les participan todos como oyentes. Es un conoci-miento ancestral y compartido. “DesengáñateIsabel, en África hay musulmanes, pero son ani-mistas, hay cristianos, pero son animistas, haycuras cristianos, pero son animistas, hay obisposcristianos, pero son animistas” (InformanteCamerún)

En África las religiones de libro fueron intro-ducidas e impuestas a la población siempre por loscolonizadores, muchas veces por la fuerza, y fue-ron aceptadas en un sincretismo con el animismo.Aunque a algunos esta denominación les molesta.“No me gusta llamarla animismo, me gusta decirla religión tradicional africana” (InformanteBenín). En estos momentos hay una reivindicaciónde las religiones y cultos tradicionales africanos.Más que reivindicación es un destapar lo que siem-pre permaneció presente y arraigado en sus cora-zones pero por la dominación colonial hubo quemantener oculto.

Medicina tradicional africanaLos saberes ancestrales sobre enfermedades y

sus tratamientos forman un corpus de conocimien-tos muy valorado entre las personas de África, loperciben como auténtica medicina. “Yo la llamomedicina tradicional africana. Utiliza mucho lasplantas y la naturaleza, porque en la naturalezaestá el remedio para todas las enfermedades.”(Informante Benín). “El que conoce la naturalezaconoce sus misterios y los misterios de las enfer-medades y el poder de la naturaleza para vencerlas enfermedades. Aquí nadie tiene tiempo paraescuchar a la naturaleza, ella habla y los sanado-res africanos saben escucharla” (InformanteGuinea Bissau)

Desde su cosmovisión hay una comunicaciónentre todo lo vivo (humanos, animales, plantas ynaturaleza) porque todos comparten un mismoprincipio vital que lo integra todo. La salud es larelación armónica de todo ello. La enfermedadafecta no sólo a la persona que la padece sino atodo ese conjunto armónico de lo vivo, pero sobretodo a la comunidad de personas. De tal forma quela enfermedad en una persona es síntoma de desar-

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monía del grupo, Por ello el sanador pregunta alenfermo “¿piensa si hay algo o alguien detrás de tuenfermedad?”

Conocer la “causa verdadera” de la enferme-dad

Toda persona subsahariana enferma, indepen-dientemente de su etnia, necesita saber la “causaverdadera” de su enfermedad. El diagnóstico de labiomedicina occidental se respeta y se acepta, peroes totalmente insuficiente para su tranquilidadespiritual. Necesitan saber ¿quién o qué hizo quetenga esta enfermedad? “Sí, se tiene confianza enlos profesionales sanitarios europeos, nos lo hantrasmitido culturalmente: ellos te van a ayudar,pero… en cuanto puedes vas a recurrir a un sana-dor para que te diga la causa verdadera de laenfermedad. Nuestra mentalidad es que la enfer-medad la provocan terceros. Siempre hay alguieno algo detrás: brujería, mal de ojo… Siempre, aun-que sea una herida porque te has caído. Y necesi-tas saber la causa verdadera, es por tu tranquili-dad”. (Informante Guinea Bissau).

El concepto de salud es un concepto holístico ydan mucha importancia al aspecto espiritual. Elbienestar psíquico es fundamental para sentirsecon salud. “Es una necesidad básica consultar alsanador. Necesitas tranquilizarte. Necesitas segu-ridad. Siempre te pregunta ¿tienes problemas conalguien que te pudo hacer eso? Si dices que noluego se buscan otros caminos, pero sales sabien-do la causa verdadera de la enfermedad y eso tetranquiliza mucho” (Informante Ghana)

Esa búsqueda de la causa detrás de la causa noimplica fatalismo e inacción, como pudiera dedu-cirse de una interpretación apresurada, sino todo lo

contrario implica capacidad de intervención paraevitarlo y reflexión sobre la importancia de lasbuenas relaciones interpersonales en el grupo ysociedad.

El curandero africanoLos curanderos africanos son maestros en cono-

cer el psiquismo de las personas. Han escuchado,conocido y meditado sobre tantos problemas yangustias de los humanos que se han convertido enauténticos sabios de la aflicción humana. Han sidotestigos de tantas soluciones a problemas semejan-tes que pueden aconsejar con conocimiento. “Elcurandero africano te pregunta por tus problemas yquiere conocerlos y tu le cuentas todos tus malesta-res y qué te pasa y qué problemas tienes y qué noestás bien. El quiere saberlo todo de ti y luego no teda consejos directos: <haz esto>, sino que te hablacon metáforas y tú mismo descubres qué tienes quehacer” (Informante Benín)

El curandero africano ha aprendido las ense-ñanzas de otro maestro. Se suele escoger para ini-ciar a un descendiente, observando primero el queparece tener más cualidades. Otras veces esalguien que se siente llamado por un antepasadopara ser curandero. El sanador que hará de maestrole somete a unas pruebas antes de aceptarle.Siempre debe ser persona honesta. Poco a poco leirá trasmitiendo los secretos de la naturaleza. Estaenseñanza dura años. “En África hay muy buenosherboristas que preparan ungüentos, jarabes, infu-siones con plantas y curan muchas enfermedades,el problema es que las plantas al traerlas aquípierden su poder” (Informante Ghana).

La comunicaciónLa comunicación con el sanador africano es

una conversación donde el enfermo no sólo infor-ma escuetamente del síntoma sino que ademásmanifiesta sus sentimientos de ansiedad, malestar,inquietud, desasosiegos etc. Habla de su padeci-miento. Y refieren sus sensaciones emocionalesentrelazadas con los síntomas somáticos porque noseparan soma de psique. “Aquí tienes muchoestrés, en África no hay estrés. Si lo tienes vas a uncurandero y él te cuenta mediante parábolas expe-riencias de vida (aunque sea analfabeto), te varelatando historias semejantes a la tuya y con ello

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te va trasmitiendo las posibles soluciones y salestranquilo y contento y con solución a tu problema”(Informante Guinea Bissau)

La sabiduría ancestral africana está repleta defábulas y alegorías que encierran enseñanzas prác-ticas, realzan valores de solidaridad y rechazan lamaldad de comportamiento como el egoísmo. Sonrelatos orales que enseñan a vivir y a solucionarproblemas.

Aquí, la demanda de comunicación con losprofesionales de la salud es muy alta, la necesidadde comunicar queda frustrada en la medicina occi-dental. “Cuando voy a la consulta del médicotengo sed de diálogo y cuando salgo de la consul-ta aún tengo más sed” (Informante Benín)

El tratamiento“Hay problemas que la medicina occidental no

sabe curar” (Informante Ghana). El tipo de problemas a que se refiere son tras-

tornos psicosomáticos que se producen especial-mente en personas que viven en situaciones deincertidumbre duraderas. Y que Atxtegui(Atxtegui, 2002) describe bien pero que muchasveces nuestra medicina de la “falta de tiempo” des-pacha con un antiansiolítico que pretende tratar elefecto obviando las causas.

Para la sanación del malestar deben enfrentarsedos polos contradictorios. En uno, la incertidumbrederivada de la enfermedad y el padecimiento. En elotro, la seguridad en la sabiduría del sanador. Laplena confianza en la sabiduría del sanador y susconsejos es fundamental en el proceso de curación.

El tratamiento de la biomedicina occidental sesigue con confianza, se reconocen sus altos gradosde conocimiento. “Por suerte gozo de buena saludy tengo médico de salud en España. La asistenciamédica aquí no se puede comparar con mi país, esmejor incluso que en Estados Unidos. Aquí no ten-dría miedo de ingresar en un hospital, sí en mi paísporque hay escasez de todo” (Informante Uganda).

Pero manifiestan que esta medicina occidentalno cura el espíritu. Los sentimientos de inseguri-dad y desasosiego se suavizan con el sanador tra-dicional capaz de escuchar y orientar, con quien sepuede hablar largamente de lo que inquieta. Aquíles falta ese tipo de sanador. “El problema es queaquí no han venido los curanderos más sabios,

siguen viviendo en África. Aquí han venido los“buscavidas” les llamo yo. Han venido lo peor.Sólo lo hacen por dinero. Quieren aprovecharse,sin conocimiento. En África no pasa porque hay uncolectivo de sabios que tienen un riguroso controly al farsante se le castiga fuerte.” (InformanteGuinea Bisau).

El rol familiar con el enfermoLa enfermedad es el elemento extraño que

rompe la coherencia de un mundo armónico. Laenfermedad no solo es ruptura de armonía con lanaturaleza, también de la armonía en la comunidadde personas, pues las relaciones sociales son parteintegrante del todo armónico, por ello en el trata-miento entra en juego las relaciones con el grupo,para reforzarlas. “Cuando estás enfermo el papelde la familia es fundamental. Hay una enorme colade visitas. Aunque estés trabajando coges permisoy además te lo dan. Y si algún familiar no va esmotivo de distanciamiento”. (Informante Benín)“La cantidad de gente que viene a verte cuandoestás enfermo es enorme, viene toda tu familia ytus amigos. Vienen para decirte que te aprecian yque debes curarte porque ellos también sufren contu enfermedad”. (Informante Uganda)

En estas sociedades cuando alguien está enfer-mo los miembros de esa sociedad se movilizanpriorizando las necesidades de acompañamiento alenfermo sobre los intereses individuales. Algo asísucede con las personas españolas de etnia gitana.Cuando una persona ingresa en un hospital implicaque la persona está en un momento especialmentelábil de su existencia, por ello todos los miembrosdel colectivo se movilizarán paralizando su activi-dad para acompañar al enfermo. La vida individualentra en pausa y el movimiento sólo está alrededordel enfermo y de la familia más próxima.

El concepto de familia africana no es el defamilia nuclear, demasiado reducido para ellos. Elconcepto de familia es familia extensa con lazosmuy fuertes con familiares que según nuestranomenclatura de familia serían de segundo o tercergrado y que ellos utilizan para esos familiares elvocablo hermano y con el mismo significado derelación de afecto que le damos nosotros. Ademásen varios lugares existe el matrimonio poligínicopor tradición.

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Cada sociedad ordena jerárquicamente susvalores. Hay sociedades que dan más importanciaal individualismo (cultura occidental) y otras alcolectivismo (culturas tradicionales). Las socieda-des más tradicionales suelen ser más colectivistas,emocionalmente están más ligados al grupo y sucomportamiento tiende a priorizar el interés por elgrupo. La solidaridad es un valor importante en lasociedad africana. “Es cuando caes enfermo cuan-do sabes lo que te aprecian tus compañeros de tra-bajo”. (Informante Guinea Bissau).

CONCLUSIÓN. LOS HUMANOS NO TANDIFERENTES AUNQUE CON DIFERENTESCULTURAS

La enfermedad es un universal en la humani-dad. Todas las culturas buscan explicar el por quéde la enfermedad. La búsqueda de las causas natu-rales que originan las enfermedades es el motor denuestro modelo científico. En culturas más tradi-cionales las personas buscan las causas en algo quele es cercano a su cosmovisión: fuerzas mágicas,brujería. Pero también en nuestra cultura hablamosde “mala suerte” (concepto mágico) de tal personapor haber cogido tal enfermedad.

Todas las sociedades tienen un lazo que liga lacausa de la enfermedad con la sociedad y los com-portamientos. Desde la biomedicina para las enfer-medades cardiovasculares, el cáncer, la gripe ydesde el animismo para “el mal de ojo”, el “susto”,la brujería. Es iluso pretender desligar la enferme-dad del contexto social.

La enfermedad es uno de los problemas funda-mentales para todas las sociedades, por ello todaslas sociedades tienen una larga historia de búsque-da de remedios para tratar la enfermedad y el sufri-miento. Todos realizamos un sincretismo entre labiomedicina científica y las creencias popularestradiciones populares buscando paliar el sufrimien-to y la curación (Pascual Martínez R., 2001). Y esque son en los momentos críticos, frágiles, vulne-rables de nuestra vida, como pasar por una enfer-medad, cuando más necesitamos aferrarnos a loconocido, a aquello que más nos incrusta con aque-llas creencias y valores más antiguos, aquellas quenos ayudaron en la infancia a constituirnos comopersonas.

Todas las sociedades tienen sanadores. En unassociedades actúan desde el conocimiento científi-

co, cuyos logros son indiscutibles, y en otras desdeel conocimiento derivado de la observación y laexperiencia, es decir desde el intelecto, no desde lairracionalidad.

Las personas subsaharianas perciben la medici-na occidental con respeto y admiración para tratarlas enfermedades pero la encuentran deficitaria enrelación a la atención a la persona en su totalidad.No difiere mucho de la percepción de la poblaciónautóctona.

Aunque los médicos de nuestra biomedicinason respetados y admirados, son los profesionalesde Enfermería a los que se les percibe como máshumanos, más cercanos a sus necesidades. Losmédicos aquí son muy profesionales, pero la gentemás cercana, más humana con el enfermo es laenfermera, más que el médico. Lo contrario de loque yo conozco de África” (Informante Ghana)

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pectiva transcultural. Ediciones Mayo, Barcelona.- Gentil I (2006) Enfermería y personas de otras culturas.

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ANTHROPOLOGICAL JUSTIFICATIONFOR THE STUDY OF NURSING AND COM-PLEMENTARY AND ALTERNATIVE MEDI-CINES

SUMMARY

The attention and action in the process ofhealth / disease care is a key that characteri-zes his role as nurse and health worker. In

particular the study of health seeking behavior andobservation of the strategies of patients (actors) onhealth and disease and its action as they or theirfamily sick. This article is a reflection through areview of authors in other anthropological work onthe articulation of cultural care in biomedical prac-tice. Biomedicine holistic limited compression ofthe disease conception of the person as a wholethan the sum of the component parts. Often thenurse plays in their practice a moral world ofvalues of the society to which he belongs which is

materialized in practice. To discuss the influenceof culture in the health / disease / care, we mustdefine what is meant by culture. It must take intoaccount the relationship between subject and cultu-re particularly in relation to the socialization of thesubject. Hence the importance of the existence of ashared belief system.

Key words : Alternative therapies, cultural anthro-pology, traditional medicine, complementary the-rapies, transcultural nursing and holistic nursing.

ENFERMAGEM, TERAPIAS COMPLEMEN-TARES E ALTERNATIVAS. JUSTIFICAÇÃOANTROPOLÓGICA DO ESTUDO.

RESUMOA atenção e a ação diante do processo saúde-doença é uma das chaves que caracteriza a enfer-magem e o papel dos seus agentes na saúde.Concretamente, neste estudo procurou-se compre-ender o comportamento e estratégias dos pacientese dos seus familiares (atores) face ao adoecimento.Este é um artigo de reflexão através de uma revisãodos autores sobre outros trabalhos antropológicosacerca da articulação do cuidado cultural na práti-ca biomédica. A biomedicina limita a compreensãoholística da enfermidade, a concepção da pessoacomo um todo, o que difere da percepção limitadada pessoa como uma soma das partes. A propósito,a enfermeira reproduz em sua prática um mundomoral de valores próprios da sociedade à qual per-tence e que se concretiza na prática. Para discorrersobre a influência da cultura no processo saúde-doença, há que se definir o que se compreende porcultura. Há que se ter em consideração a relaçãoentre sujeito e cultura, em especial no que tange à

ENFERMERÍA Y MEDICINAS COMPLEMENTARIAS Y ALTERNATIVAS. JUSTIFICACIÓN ANTROPOLÓGICA

DE SU ESTUDIODaniel Gómez Pérez *, Domingo Palacios Ceña **

*Licenciado en Antropología Social y Cultural. **Licenciado en Humanidades.

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socialização do indivíduo. Assim, mostra-se aimportância da existência de um sistema decrenças compartilhado.

Palavras chave: Terapias alternativas eComplementares, antropologia cultural, medicinatradicional, enfermagem transcultural e enferma-gem holística.

RESUMEN

La atención y la acción ante el proceso desalud/enfermedad/atención es una de lasclaves que, caracteriza a la enfermera y a su

papel como agente de salud. En concreto en elestudio del comportamiento de búsqueda de saludy la observación de las estrategias de los pacientes(actores) sobre la salud y la enfermedad y suacción cuando ellos o sus familiares enferman.Este es un artículo de reflexión a través de unarevisión de los autores sobre otros trabajos antro-pológicos sobre la articulación del cuidado culturalen la práctica biomédica. La biomedicina limita lacompresión holística de la enfermedad, concepciónde la persona como un todo, distinto de la suma delas partes que lo componen. A menudo la enferme-ra reproduce en su práctica un mundo moral devalores propios de la sociedad a la que pertenece locual se materializa en la práctica. Para hablar de lainfluencia de la cultura en el proceso salud/enfer-medad/atención, hay que definir que se entiendepor cultura. Se ha de tener en cuenta la relaciónentre sujeto y cultura en relación sobre todo a lasocialización del sujeto. De aquí la importancia dela existencia de un sistema de creencias comparti-do.

Palabras clave: Terapias alternativas y comple-mentarias, antropología cultural, medicina tradi-cional, enfermería transcultural y enfermería holís-tica.

INTRODUCCIÓNEl proceso de salud/enfermedad/atención

(s/e/a) es una de las claves que caracteriza a laenfermera y a su papel como agente de salud. Enmúltiples ocasiones las personas enfermas y sus

familiares adoptan o realizan comportamientos,basados en creencias sobre la s/e/a destinadas acubrir sus necesidades y problemas de salud.Necesidades y problemas que la medicina occiden-tal puede no haber cubierto, solucionado o simple-mente detectado como reales o potenciales de aten-der. El papel de las medicinas complementarias yalternativas surge ante esta falta o vacío en la aten-ción. En estos casos ¿Cual es el papel de la enfer-mera? ¿Desde que perspectiva puede y debe acer-carse la enfermera? La antropología puede y debeser una de las claves para poder estudiar estosfenómenos. En concreto en el estudio del compor-tamiento de búsqueda de salud y la observación delas estrategias de los pacientes (actores) sobre lasalud y la enfermedad y su acción cuando ellos osus familiares enferman.

El propósito de este artículo fue reflexionarsobre la importancia de la articulación de losaspectos socioculturales en la relación entre enfer-mería y otras medicinas complementarias y alter-nativas. Este es un trabajo de reflexión a través deuna revisión de los autores sobre otros textos decarácter socioantropológico. Los textos obtenidosde los documentos analizados fueron interpretadosusando la lógica de análisis de datos de la investi-gación cualitativa. Fueron divididos en unidadesde significados similares, agrupados y resumidos,pasa posteriormente desarrollar el presente docu-mento.

Con este trabajo se pretende: • Mostrar como la medicina occidental no es

capaz de cubrir todos los aspectos del proce-so salud/enfermedad / y atención (s/e/a).

• Explicar desde un punto de vista antropoló-gico los factores culturales y sociales quecaracterizan la adopción de unas estrategiasespecíficas frente a la enfermedad.

• Describir los conceptos básicos a partir delos cuales se adoptan unos comportamientode salud complementarios y alternativos.

DESARROLLOEl proceso de s/e/a debe ser estudiado a partir

de las prácticas de los agentes, ya que cualquierexperiencia con la enfermedad forma y construyeunas estrategias determinadas, basadas en las cre-

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encias de esos actores sobre el proceso s/e/a einfluidas por la presencia o no de un sistema deatención médico previo.

Al curar, la medicina o biomedicina, comocualquier otro tipo de medicina genera ideología, yrelaciones de poder ya que en muchos casos quizásse trata de crear un problema donde el paciente nolo percibe como problema, fruto de un proceso demedicalización (Menéndez, 2003):“...proceso queimplica convertir en enfermedad toda una serie deprocesos vitales que son parte de comportamientosde la vida cotidiana de los sujetos, y que pasan aser explicados y tratados como enfermedadescuando previamente sólo eran aconteceres ciuda-danos. Este proceso implica no sólo que los sujetosy grupos vayan asumiendo dichos acontecimientosciudadanos en términos de enfermedad y no de loque tradicionalmente han sido, es decir conflictos ypadeceres, sino que pasen a explicarlos y atender-los, en gran medida a través de técnicas y concep-ciones biomédicas”.

Elementos de análisis de las estrategias de lasmedicinas complementarias y alternativas(MCA).

¿Cuáles serían los conceptos más adecuadospara la realización de este análisis? Es en estepunto donde, la eficacia simbólica y su acerca-miento a la subjetividad del agente/persona enfer-ma surge como un elemento clave. Pues se tomaríacomo base la existencia y pertenencia entre losindividuos de un mismo sistema compartido decreencias (Scheper-Hughes, 1997):“...En los viejostiempos el pueblo no sabía lo que era la enferme-dad. Ellos se metían en la cama y morían. Es sóloen nuestros días que estamos aprendiendo palabrascomo hígado, pulmón, ...intestinos, estómago... yno sé qué más... Y ahora todo el mundo está enfer-mo, todo el mundo se queja de algo. ¿Quién estáenfermo en nuestros días?, ¿Quién está bien? Todoel mundo se queja, todos corren al médico. Ahoratodo el mundo sabe qué es lo que es tiene mal... ¿losaben?”.

Pero ¿Qué es lo normal?, ¿Qué es lo patológico?...Según la Organización Mundial de la Salud

(OMS) no es una mera ausencia de enfermedad,sino un completo estado de bienestar Físico,

Psíquico y Social del individuo. Una definiciónrespaldada y formada a su vez por la cultura occi-dental a través de la medicina oficial, llamada bio-medicina, ya que todo lo que recubre su accionar ysu influencia remite a: su legitimación social ofi-cialmente establecida, a un conocimiento institu-cionalizado, codificado o escrito, con formalidadesvarias pero con vigencia “universal”.

Se definirá el concepto de biomedicina, tam-bién llamada medicina occidental o científica,como un concepto que designa a un sistema médi-co desarrollado en Occidente desde la Ilustración yque se caracteriza por asumir la distinción cartesia-na entre cuerpo y mente y por su comprensión delas enfermedades en tanto que entidades definidasproducidas por causas únicas y de índole biológica(Comelles y Martínez, 1993). Además la biomedi-cina limita la compresión holística de la enferme-dad, concepción de la persona como un todo, dis-tinto de la suma de las partes que lo componen.Como señala Ivan Illich en su Némesis Médica(Illich, 1984): “En todas partes la medicina es unaempresa moral y por ello da inevitablemente con-tenido al bien y al mal. En cada sociedad, la medi-cina, como la Ley y la religión, define lo que esnormal, propio o deseable. Sin embargo, la medi-cina occidental es la única que encubre esta reali-dad, basándose en fundamentos científicos queestarían exentos de evaluación moral”.

En el mundo occidental se ha desarrollado a lolargo del tiempo un sistema sanitario biomédico,cosmopolita basado principalmente en una eficaciabiológica y donde aparece como valor más carac-terístico la separación entre cuerpo y mente. Unmodelo en el cual toda disfunción del individuo,sea cual sea, tiene una relación orgánica, todo tiene

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una explicación y está correctamente tipificado.Existe una relación directa entre los signos y sínto-mas del paciente y un origen patológico concreto.Desde este punto de vista del “modelo explicati-vo”, se excluye del análisis o no se da importanciaa determinados signos o síntomas que se conside-ran externos, no objetivos y sin ninguna relacióncon el proceso patológico. Si se pudiera resumir enuna frase “Para los sanitarios occidentales, lo quepara ellos no tiene nombre, es como si no existie-ra”. Pero es un modo de intervención legitimadopor la cultura dominante, donde se excluye cual-quier otra posibilidad terapéutica.

La explicación de la enfermedad y su etiologíano pueden ser reducidas únicamente a un problemabiológico o de disfunción o alteración orgánica delindividuo. La enfermedad posee también un signi-ficado y un sentido dentro del contexto social ycultural del propio individuo y del grupo que lerodea. El modelo biomédico minimiza o incluso aveces niega la parte de la causalidad social y cultu-ral en el origen de la enfermedad, y la práctica clí-nica actúa en este sentido en los agentes socialescomo medida de control social como señalan dife-rentes autores (Menéndez, Illich o Foucault, entreotros). Según Menéndez (Menéndez, 1986):“…laPráctica Médica viene definida como el conjuntode características que conforman en el profesionalde la salud, una estructura técnico ideológica que asu vez configura toda una amplia gama de estereo-tipos en los diferentes trabajadores de la salud,según su respectivo proceso socializador”.

Lo que se puede observar desde esta aproxima-ción antropológica es que ese modelo basado en laeficacia biológica y evidentemente bien arraigadoy estructurado dentro de nuestra cultura occidental,tiene como resultado ciertas cuestiones en el desa-rrollo del trabajo asistencial de la enfermera que enun trabajo de estas características podríamos seña-lar. Primera, que a menudo la enfermera reproduceen su práctica (y por ello se ve influida esta) unmundo moral de valores propios de la sociedad a laque pertenece lo cual se materializa en la prácticao en la relación terapéutica en un trato diferencialde unos pacientes a otros. Y en segundo lugar, enla relación enfermera-paciente la interacción secaracteriza por ser unidimensional analíticamentehablando ya que todo se mira desde el punto de

vista organicista, es unidireccional en el desarrollocomunicacional, porque se prima la postura delprofesional frente a la negociación y la implicacióndel paciente en su propio proceso patológico y esunilineal desde la perspectiva terapéutica, puestoque se siguen únicamente líneas de tratamientobasadas en la eficacia biológica.

¿Tiene cabida en un sistema sanitario otramanera de ver esta asistencia sanitaria? Sí, otromodelo basado en la eficacia simbólica. Un mode-lo donde se tiene en cuenta aspectos como la bio-grafía individual, la red de relaciones familiares ylaborales, así como el conjunto de categorías cul-turales, valores, sistemas de creencias y costum-bres del individuo. Un modelo donde no se hacedistinción entre cuerpo y mente, donde se diferen-cian tres niveles: Disease-Biológico, Illness-Psicológico y Sickness-Social pero entre los cualesexiste una interrelación que se podría expresar dela siguiente manera(Martínez, 1992): “En el indi-viduo toda disfunción perceptible (disease) es traí-da a la conciencia individual (illness), la cual,mediante las herramientas (sistema simbólico) conlos que ha sido dotado por su cultura, organiza esteacontecimiento en un sistema de significación máso menos asequible para su reconocimiento y suresolución en un contexto social (sicknes)”.

Este nuevo modelo defendería que “todo tomacierto sentido dentro de un contexto específico”(Un sistema de creencias compartido o sistemasimbólico). Caracterizado principalmente por serpluridimensional, en el sentido del análisis de laenfermedad, el proceso de comunicación es bidi-reccional, sobre la base de la negociación entre elprofesional sanitario y el paciente y por último esun modelo que queda abierto a otras posibilidadesterapéuticas.

Pero aunque se planteen como dos universosdiferenciados en su análisis por un lado el univer-so cultural del paciente, y por otro el sentido deluniverso de la cultura biomédica, estos dos siste-mas no son taxativamente diferentes ambos estánimbricados, pero hay que tener en cuenta para elacercamiento que se parte de una premisa previa yes la posición de la enfermera como agente de lamedicina convencional/oficial, el otro modelo seentiende sólo a través de la cultura occidental,

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sometiendo así a la subalternidad a cualquier otraMCA, pero que de algún modo u otro todos esossentidos están también medicalizados, por más quese acepte que puede haber y de hecho hay, comomuestran los estudios realizados hasta ahora por laantropología médica crítica (y de sus máximosexponentes: Perdiguero y Menéndez entre otros)dimensiones del proceso s/e/a que no son tenidasen cuenta por la atención sanitaria oficial, por esoson y se definen como “alternativos”.

Para hablar de la influencia de la cultura en elproceso s/e/a, hay que definir que se entiende porcultura.

Menéndez (Menéndez, 2000) dice que:“…laantropología parece reconocer más la cultura enunos factores y procesos que en otros, y así mien-tras lo religioso y lo mágico aparecen aceptadosunánimemente como fenómenos culturales, nopasa lo mismo con una parte de los factores referi-dos a los campos educativo, jurídico o de la salud”.

Además propone que: “La definición y uso delos factores/procesos culturales en investigación yen investigación/acción deben construirse a partirde la especificidad de los problemas y no desde lageneralidad de la “cultura”... lo cultural debe sur-gir de los procesos puntuales que nos interesa com-prender y que pueden referir al cáncer, sida, alco-holismo o susto, o a la muerte y la mortalidad orespecto de las acciones terapéuticas de un chamáno de un especialista que opera en el tercer nivel deatención biomédica...”.

“El significado de lo cultural debe observarseen los procesos específicos -en nuestro caso a tra-vés del proceso de salud/enfermedad /atención-, yen los usos de lo cultural. Lo que prevalece en lasituación actual es la negación de lo cultural porparte de la biomedicina, más allá de que la refle-xión teórica proponga reiteradamente su recupera-ción. En la actualidad, la tendencia real de los ser-vicios de salud es limitar la palabra subjetiva/cul-tural del paciente, y la de las escuelas de medicinaa imponer una formación casi exclusivamente bio-logicista de los profesionales de atención de laenfermedad”.

Se ha de tener en cuenta que la relación entresujeto y cultura en relación sobre todo a la sociali-zación del sujeto. Ya que como vuelve a exponer

Menéndez (Menéndez, 2000): “El sujeto se consti-tuye en gran medida, a través de su cultura y lo cul-tural formaría parte de la estructura profunda einconsciente de su subjetividad”. De aquí la impor-tancia de la existencia de un sistema de creenciascompartido:“Actualmente asumimos que los facto-res culturales están presentes no sólo en las repre-sentaciones y prácticas de los colectivos socialesrespecto del proceso de salud/enfermedad/aten-ción, sino que están presentes en las formas dediagnóstico y tratamiento de los curadores, inclui-dos los biomédicos, y que una de las tareas de ladenominada antropología clínica no sólo es reco-nocer esto, sino contribuir a la descodificación delos factores culturales que operan en la relaciónmédico/paciente”.

La base fundamental de esta relación médicopaciente es un sistema de creencias compartido,porque como dice Claude Levi Strauss en su textosobre El hechicero y su magia, La eficacia de lossímbolos mágicos (Levi Strauss, 1987): “… dealguna manera la enferma cree, porque es miembrode una sociedad que cree”.

CONCLUSIONESLa sociedad occidental esta influenciada por un

marco ideológico que se ha ido creando y desarro-llando a lo largo de la historia y que sobre la basede esta legitimidad cultural se ven influenciadosmuchos factores de la vida, incluido nuestro mode-lo asistencial sanitario. Aparecen dos modelos,(biológico/simbólico), ninguno de los dos es exclu-yente. El modelo biomédico sirve para llevar unorden lógico y tener una manera estructurada detrabajar, pero a este sistema de trabajo se debeincorporar el modelo simbólico. La dimensiónsimbólica no es una dimensión cerrada, si no comootra forma de ver las cosas desde más puntos devista y teniendo en cuenta muchos más factoresque rodean al individuo y que pueden mejorar ydar otra luz a la articulación biológica. No se tratade elegir un modelo u otro a la hora de trabajar,pero sí de interrelacionar los dos modelos en lapráctica asistencial. Acoplar al modo explicativode trabajar, otra forma de ver al individuo y su pro-blema desde el punto de vista antropológico,entender que cada individuo es un “yo y sus cir-cunstancias” como dijo Ortega (Ortega y Gasset,

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1984):“…recuerden ustedes que mi circunstanciase compone sólo de lo que existe para mí, sólo esoforma parte de mi vida y sólo lo que forma parte demi vida existe”, y ver a la persona en su contexto.

Entender al otro y a su proceso lleva asociadosaber escuchar y percibir como la persona enfermaes más que un conjunto de signos y síntomas, quetiene un papel, un entorno y que a su vez es unagente que influye y se deja influir por diferentesestrategias en el proceso de salud enfermedad.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS- Comelles, JM; Martínez, A. (1993) Enfermedad, Cultura y

Sociedad. 1ª ed. Madrid: Eudema.- Illich, I. (1984) Némesis médica: la expropiación de la salud.

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- Menéndez, E. 1986. Modelo Hegemónico, modelo alternativosubordinado, modelo de autoatención. Carácteres estructura-les. En Campos, R., Antropología Médica en México. México:Instituto Mora/UAM.

- Ortega y Gasset, J. (1984) ¿Qué es el conocimiento?. Madrid:Alianza Editorial.

- Scheper-Hughes, N. (1997) La muerte sin llanto. Barcelona:Ariel.

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ANALISYS OF RESEARCH IN CHILDRENWITH CHRONIC RENAL INSUFFICIENCYSUBMITTED TO HEMODIALYSIS

SUMMARY

It consists in a descriptive and document studythrough a bibliographic research carried out inthe Virtual Health Library - BIREME site, about

children with renal failure on hemodialysis. The first

step of this study consisted in the literature resear-ches of articles about the subject described, writtenin the times of 2008 to catch the most recent issuespublished on this topic. Using the following criteriato search the site above - descriptor: "hemodialysis";age group: "children", language: Portuguese andEnglish - were found 54 articles. From these ones,after accomplishing an exploratory reading of the inthis study, remained 18 articles. Based on these lastones, we proceeded to the selection of informationthat resulted in the developing of this text, which wasplanned according to the identification of key healthareas of working, listing the main journals studied,specification of the main topics discussed and a des-cription of the main types of studies carried out.

Key words: Children. Renal failure. RenalDialysis.Nursing.

ANÁLISIS DE LA PRODUCCIÓN CIENTÍFI-CA SOBRE LOS NIÑOS CON INSUFICIEN-CIA RENAL EN HEMODIÁLISIS

RESUMEN

El objetivo fue analizar la producción cientí-fica sobre los niños con insuficiencia renalen hemodiálisis en 2008 y 2009. Estudio

descriptivo, documental, llevado a cabo medianteinvestigación en la Biblioteca Virtual en Salud -

TEORÍA Y MÉTODOANÁLISE DA PRODUÇÃO CIENTÍFICA SOBRE CRIANÇAS

COM INSUFICIÊNCIA RENAL EM HEMODIÁLISEVanessa Castro Pinheiro Gomes1, Grazielle Roberta Freitas da Silva2, Cristiana

Brasil Rebouças de Almeida3, Kátia Nêyla de Freitas Macêdo Costa4

1Enfermeira. 2Doutora. Docente da Universidade Federal do Piauí campus Senador Petrônio

Portela-Teresina, Piauí, Brasil. 3Doutora. Docente da Faculdade Católica Rainha do Sertão, Quixadá, Ceará, Brasil.

4Doutora. Docente da Universidade Federal do Paraíba, Brasil.

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BIREME. Se utilizaron los siguientes criterios:descriptor “hemodiálisis"; grupo de edad: niños;idiomas: portugués e inglés. Se han encontrado 54artículos en la base de datos MEDLINE. Despuésde la lectura exploratoria del tema propuesto, fue-ron seleccionados 18 artículos. Se ha realizado unanálisis, que fue planeado de acuerdo con el gradode relevancia del estudio, año de publicación; listade las principales revistas; identificación de lasesferas de la salud actuantes; especificación de lostemas centrales y descripción de los tipos de estu-dios. Se concluye que existen pocos estudios sobreel tema. Existe la necesidad de estimular a los pro-fesionales de la salud a participar mientras al trata-miento de hemodiálisis en niños, especialmente laenfermería que poco se ha detenido al tema.

Palabras clave: Niño. Insuficiencia renal. DiálisisRenal. Enfermería.

RESUMO

Objetivou-se analisar a produção científicaacerca de crianças com insuficiência renalem hemodiálise em 2008 e 2009. Estudo

descritivo, documental, realizado por meio de umapesquisa bibliográfica na Biblioteca Virtual emSaúde- BIREME. Foram utilizados os seguintescritérios: descritor “hemodiálise”; faixa etária:“crianças”, idiomas: português e inglês. Foramencontrados 54 artigos na base de dados da MED-LINE. Após leitura exploradora do tema propostoforam selecionados 18 artigos. Procedeu-se a ana-lise, a qual foi planejada segundo o grau derelevância do estudo; ano de publicação; listagemdos principais periódicos; identificação das áreasde saúde atuantes; especificação dos temas centraise descrição dos tipos de estudos realizados.Concluiu-se que são poucos os estudos envolven-do a temática. Há necessidade de estimular os pro-fissionais da saúde a envolverem-se a respeito dotratamento da hemodiálise em crianças, especial-mente a enfermagem que pouco se ateve na temá-tica.

Palavras chave: Criança. Insuficiência renal.Diálise Renal. Enfermagem.

INTRODUÇÃOQuando os rins deixam de realizar sua função

vital, a principal conseqüência é a insuficiênciarenal. Isto ocorre quando substâncias geralmenteeliminadas na urina acumulam-se nos líquidos cor-porais, em conseqüência da excreção renal com-prometida e geram alterações nas funções endócri-nas e metabólicas, bem como distúrbios hidroele-trolíticos e ácido-básico, classificando a insuficiên-cia renal em aguda ou crônica (Smeltzer & Bare,2005).

A insuficiência Renal Aguda (IRA) é causadapor uma perda súbita e quase completa da funçãorenal por um período de horas a dias, geralmentereversível, porém gerando desequilíbrio hidroele-trolítico e acúmulo de toxinas (Cotran, Kumar &Collins, 2000). Já a Insuficiência Renal Crônica(IRC) é uma deteriorização progressiva e irreversí-vel da função renal, na qual gera um desequilíbriohidroeletrolítico e metabólico, resultando em ure-mia ou azotemia (retenção de uréia e outros produ-tos de degradação nitrogenados sangüíneo no san-gue) (Smeltzer & Bare, 2005).

Com a insuficiência renal instalada, buscam-setratamentos para minimizar suas alterações, asaber: transplante renal, que é considerado defini-tivo; diálise peritoneal intermitente (DPI), diáliseperitoneal automatizada (APD), diálise peritonealambulatorial contínua (CAPD) e hemodiálise(HD), que são tratamentos paliativos (Smeltzer &Bare, 2005).

Portanto, a HD é um processo de remoção desolutos que ocorre predominantemente pordifusão, e se refere ao movimento dos solutos docompartimento sanguíneo para o compartimentodo dialisato, por meio da membrana semipermeá-vel (Goldman & Ausiello, 2005). O segundo meca-nismo de transporte de soluto, também importantena hemodiálise, que ocorre através da membranasemipermeável é a ultrafiltração. Nesse processo,solutos de micro moléculas são carreados junta-mente com a água pela membrana celular impul-sionada pela pressão hidrostática, exercida pelomovimento da água do sangue para o dialisato, epela força osmótica (Daugirdas & Blake, 2003).

A hemodiálise acontece por meio de umamáquina constituída basicamente de uma bombaque promove a circulação sanguínea extracorpóreae de um sistema paralelo responsável pelo fluxo da

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solução de troca que banha as membranas do diali-sador (Riela, 2003). O dialisador é uma caixa outubo com quatro entradas, no qual duas se comuni-cam com o compartimento sanguíneo e duas com ocompartimento do dialisato. Sendo que a membra-na semipermeável separa os dois compartimentospermitindo a difusão e ultrafiltração do sangue(Daugirdas & Blake, 2003).

Ao retomar a insuficiência renal percebe-se queessa patologia também atinge crianças. E o diag-nóstico precoce, em alguns casos, pode evitar tra-tamentos prolongados como diálise e posteriortransplante renal (Brasil & Schwartz, 2005). Acausa mais freqüente na infância de insuficiênciarenal são as malformações congênitas, principal-mente as uropatias obstrutivas, dentre elas as prin-cipais são: bexiga neurogênica, refluxo vesico-ure-teral e a válvula da uretra posterior (Soares et al.,2005).

A primeira opção para o tratamento dialíticoem crianças com insuficiência renal aguda ou crô-nica é a diálise peritoneal, pois os cateteres deTenkoff, de silicone e com pequeno anel de dacron,têm permitido a manutenção dessa clientela emdiálise peritoneal por períodos de até seis anos,com um único cateter. No entanto, por vezes, a uti-lização do peritônio torna-se impossível, particu-larmente naquelas com uropatias obstrutivas sub-metidas a cirurgias prévias. Nesses casos, a opçãoseguinte é a hemodiálise. Porém, o maior entravepara a realização deste método terapêutico emcrianças é, sem dúvida, um acesso vascular pérvioque permita fluxo de sangue adequado para passa-gem na máquina de diálise (Soares et al., 2005).

Se o diagnóstico for tardio, poderá haver com-plicações como perda progressiva da função renalem graus variados. Em caso de perda funcional eglobal dos dois rins, torna-se necessário o trata-mento dialítico e posterior transplante renal (Brasil& Schwartz, 2005).

Portanto, a assistência a crianças com doençascrônicas, especialmente na hemodiálise, exige dosprofissionais de saúde conhecimento amplo e apro-fundado para o desempenho de habilidades técni-cas e científicas, com a finalidade de compreendera criança em sua subjetividade, ambiente e família,especialmente na hemodiálise (Rocha & Santos,2009). A preocupação com o contexto no qual a

criança está inserida se faz importante especial-mente na HD, pois este modifica sua rotina paraum ambiente hospitalar. A execução da hemodiáli-se requer da equipe de enfermagem uma constanteobservação dos sinais e sintomas apresentados, doerecursos tecnológicos e humanos, competênciapara fazer julgamentos clínicos e tomar precisapara a resolução de ocorrências e/ou minimizaçãode suas conseqüências (Paula, Nascimento &Rocha, 2009).

Apesar de existir várias divulgações científicas,a mais comumente aceita, formalizada e atualizadasão as revistas científicas. Com isso, percebe-senos últimos anos aumento crescente nas publi-cações, parecendo existir relação com aumento deincentivos à pesquisa, aumento no número de cur-sos de pós-graduações no país, e criação de siste-mas eletrônicos de comunicação, advindos com aevolução vertiginosa da informática, como osbanco de dados on-line e revistas eletrônicas.

Trabalhos dessa natureza, com busca ativa deartigos científicos, podem apontar possíveis lacu-nas nas pesquisas, bem como direcionar a assistên-cia de enfermagem para um cuidar cada vez maiscientífico no âmbito da nefrologia, apontandotendências e evidências clínicas. Assim objetivou-se: analisar a produção científica a respeito decrianças com insuficiência renal em hemodiáliseno ano de 2008 e 2009.

METODOLOGIAEstudo descritivo e documental realizado por

meio de uma pesquisa bibliográfica. O estudo des-critivo refere-se à descrição de características deuma determinada população, por meio de técnicaspadronizadas de coleta de dados, tais como: oquestionário e a observação sistemática (Gil,2002).

Para uma análise mais atualizada, foi adotadocomo fontes artigos publicados e disponibilizadosna íntegra e indexados a Biblioteca Virtual emSaúde (BVS/BIREME) em todos os seus bancosde dados no ano de 2008 e 2009. Esses anos foramselecionados para contemplar os artigos maisrecentes. A busca se deu no site da BIREME assimdefinido, pois é um centro especializado daOrganização Pan-Americana de Saúde (OPAS) quetem a colaboração do Ministério de Saúde e da

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Educação, Secretaria da Saúde do Estado de SãoPaulo e Universidade Federal de São Paulo (UNI-FESP). Com a consolidação da internet, a BIRE-ME passou a ser o meio principal de produção dasfontes e fluxos de informação científica e técnica,cuja missão é contribuir para o desenvolvimentoda saúde fortalecendo e ampliando o fluxo deinformação em ciências da saúde.

Foi realizado no período de novembro/2008 amarço/2009, usando a internet, em consulta diretaao site da BVS-BIREME. Porém, para discussãodos dados foi realizado também levantamento daliteratura complementar pelo acervo on-line doMinistério da Saúde e Organização Mundial deSaúde, bem como livros em acervo pessoal e embibliotecas de universidades públicas e privadas.

Adotaram-se os seguintes critérios para abusca: descritor “hemodiálise”; faixa etária“crianças”; idioma “língua portuguesa e inglesa” erecorte temporal acima descrito. Após essaseleção, obteve-se um total de 54 artigos, todosconcentrados na base de dados da MEDLINE, noqual seus resumos foram impressos.Posteriormente iniciou-se a análise de cada artigo,por meio de duas leituras consecutivas realizadaspela pesquisadora. A primeira constou de uma lei-tura flutuante referente ao título e resumo.

Como critério de exclusão foi desconsideradotemas que se referiram a outros tipos de tratamen-to como transplante renal ou diálise peritoneal,faixa etária acima de 12 anos e inferior a 6 anos deidade infantil, artigos que não se enquadraram norecorte temporal pré-determinado ou aqueles emoutro idioma que não o português e o inglês.

Em seguida, procedeu-se a segunda leitura dosartigos que ocorreu de forma mais acurada, com oartigo na íntegra. Cada artigo nesse instante foicodificado com um número arábico, à medida queforem sendo lidos, ou seja, o primeiro foi codifica-do pelo número um (1) e assim sucessivamente.

Somente foi iniciada a leitura do próximo arti-go quando o anterior fosse lido no mínimo duasvezes e analisados segundo o instrumento de cole-ta. Esse instrumento foi adaptado a partir de ummodelo de avaliação de Bezerra (2007), compostodos seguintes itens: nome do periódico; ano depublicação; título do artigo/resumo; autor (es);tema de estudo; objetivo; tipo de pesquisa e princi-

pais resultados. Os dados encontrados foramdemonstrados em tabelas e analisados por meio daestatística descritiva.

RESULTADOS E DISCUSSÃOPara análise dos dados, encontrou-se inicial-

mente 54 artigos correlacionados ao tema propos-to. Destes, todos se enquadraram na base de dadosda MEDLINE, não havendo publicações em outrasbases. Após criterioso inquérito realizado entre osartigos encontrados, tomando por base no que foiestabelecido anteriormente, foram excluídos 36artigos (Tabela 1), restando 18 artigos para seremanalisados.

Tabela 1 Artigos científicos segundo grau de relevância ao estudo.

São Luís-MA, 2009.

O estudo buscou a relação de crianças cominsuficiência renal que realizavam hemodiálise,pois em pacientes pediátricos a freqüência é maiorpara a realização da diálise peritoneal, devido à efi-ciência do clearence. No entanto, é relevante que aescolha do tratamento para crianças dependa deuma avaliação criteriosa, pois assim como no adul-to, o clearence, o modelo cinético e a adequação dadiálise devem ser individualizados.

No entanto, como se vê são poucos os estudosrealizados para essa população no tratamento dehemodiálise (33,3%), pois as crianças têm indi-cações e complicações únicas, cujo tratamento setorna complexo e cuidadoso. Devido a isso, a pri-meira opção para o tratamento dialítico emcrianças com insuficiência renal aguda ou crônicaé, constantemente, a diálise peritoneal (Daugirdas& Blake, 2003).

Nessa perspectiva, a grande limitação parahemodiálise em pacientes pediátricos é o acessovascular, pois os mesmos possuem pequenosvasos. Porém, literaturas demonstram que emcrianças acima de 7 anos essa realidade vemmudando tendo apenas 9% das crianças em diáliseperitoneal (Riyuzo et al., 2000).

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Tabela 2 Características das publicações quanto seu ano de publicação

e o país de origem. São Luís-MA, 2009.

Durante a pesquisa, dos artigos encontrados,percebeu-se não haver recentes publicações comesse tema em língua portuguesa, logo só foramencontradas publicações no idioma inglês.Observando a Tabela 2, a maior produção cientifi-ca sobre a temática (94,5%) se concentrou no anode 2008. Acredita-se que o ano de 2009 esse núme-ro ainda se apresenta ínfimo (5,5%) devido omesmo ainda não ter finalizado e visto que umaprodução de relatório de pesquisa requerer tempo.

A insuficiência renal mantém mais de ummilhão de pessoas vivas devido à terapia renalsubstitutiva. As estatísticas revelam que 500milhões de pessoas sofrem de problemas renais e1,5 milhão delas estão em diálise. E ainda que umaem cada dez pessoas no mundo sofre de doençarenal crônica. Portanto, a hemodiálise é umamodalidade terapêutica que proporciona certa qua-lidade de vida, mesmo com sua incapacidade renal.E por isso, ser tão importante seus estudos e pes-quisas, bem como tais estudos estarem prioritaria-mente na língua inglesa, que é um idioma univer-sal (Riela, 2003).

Dessa forma, países de todo o mundo realizampesquisas nesse âmbito, tentando aprimorar seusconhecimentos, métodos e técnicas, além dos cui-dados e das complicações a criança renal. Paramelhor caracterização dos artigos selecionados,conforme a Tabela 3, pode-se observar a distri-buição das publicações dos artigos segundo operiódico.

Tabela 3 Distribuição das publicações segundo o periódico no período

de 2008 e 2009. São Luis-MA, 2009.

O tema abordado ainda é pouco discutido emperiódicos no Brasil, tendo em vista a carência depublicações atualizadas acerca da temática nosperiódicos nacionais. Por outro lado, a matériavem sendo amplamente discutida em outros países,em especial nos Estados Unidos, onde se concen-trou 34% das publicações referentes ao tema narevista Pediatric Nephrology. Esta revista é umperiódico publicado pelo International PediatricNephrology Association, que divulga as maisrecentes pesquisas clínicas e/ou laboratoriais,assim como importantes observações clínicasadvindas da variedade de doenças agudas e crôni-cas que afetam as funções renais em crianças.Trata-se de uma revista conceituada na área comeditoração na Inglaterra, classificada como B1segundo classificação QUALIS/CAPES, sistemade avaliação das revistas científicas aqui no Brasil.

Todos os artigos deste estudo foram disponí-veis na íntegra, sendo avaliados por predomínio daárea de saúde de cada estudo. Nesse contexto,encontrou-se o predomínio da Medicina com 74,5%, como se pode observar na Tabela 4.

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Tabela 4 Distribuição das publicações segundo área de estudo.

São Luís-MA, 2009.

Os cuidados com paciente renal, inclusive comcrianças, na área da hemodiálise, recebem atençãode uma equipe multiprofissional que deve ser,segundo a Agência Nacional de VigilânciaSanitária (ANVISA), formada por no mínimo doismédicos nefrologistas, dois enfermeiros nefrolo-gistas, um assistente social, um psicólogo e umnutricionista (Brasil, 2000). Nos procedimentos dediálise pediátrica são permitidos o acompanha-mento de um membro da família ou de responsáveldurante o atendimento dialítico devido sua faixaetária (0 a 12 anos completos). E os mesmos,ainda, devem ser acompanhados por médico nefro-logista pediátrico, especialidade necessária paraesse público (Brasil, 2000).

Já a enfermagem em nefrologia é baseada nocuidado holístico, no qual o diagnóstico e o trata-mento são aplicados de acordo com as necessida-des individuais de saúde. E, na consulta de enfer-magem, é possível identificar tais necessidades,para então implementar medidas adequadas paracada criança (Lima, 2004).

Por meio das ações de enfermagem, o enfer-meiro encontra relações entre o homem e oambiente, a fim de incorpora novos conhecimentosno processo instrucional. Portanto, no setor dahemodiálise a enfermagem tenta identificar possí-veis complicações decorrentes da doença, desen-volvendo ações educativas de promoção, pre-venção e tratamento (Oliveira et al., 2007).

Quanto ao tipo de estudo, os artigos se concen-traram principalmente em pesquisas qualitativas,mais da metade dos artigos publicados, restando 7artigos (39%) descritos por estudo quantitativo eum de revisão bibliográfica. A pesquisa tem porobjetivo fundamental descobrir respostas para pro-blemas, por meio de procedimentos científicos. E ométodo qualitativo originou-se no âmbito desta

ciência, para atender às suas peculiaridades, vistoque nem sempre os fenômenos do mundo social epsicológico podem ser adequadamente quantifica-dos (Gil, 2002).

Logo, acredita-se que a temática leva a muitasreflexões e afeta direta e indiretamente o subjetivoda criança e de seus familiares, sendo que paraestudar essas questões o estudo qualitativo, em suavasta tipologia é a metodologia mais adequadapara tal.

Deste total, três foram estudos de casos, quatroutilizaram questionários, uma revisão de literaturae três abordaram dados em prontuário. Os demaisrealizaram acompanhamento junto aos pacientes,com autorização de seus responsáveis, para exporperspectivas de saúde da vida do paciente pediátri-co renal.

Já na Tabela 5, encontram-se estudos nas temá-ticas encontradas: Crescimento e desenvolvimentodas crianças renais e o envolvimento dos pais efamília; Avaliação de volume sanguíneo, água,pressão arterial, freqüência cardíaca e função ven-tricular esquerda; Cateter vascular; Sistema dehemodiálise; Fistula átrio-ventricular; Manobraspara o Liquido Cefalorraquidiano; Gasto energéti-co baseado na função tireoidiana; Fluxo Oral sali-var e; Presença de Helicobacter pylori.

Tabela 5Relação sobre os principais temas abordados.

São Luís-MA, 2009.

Uma das principais temáticas abordadas foi arespeito do crescimento e desenvolvimento da

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criança (16%), no qual se constatou como principalresultado o retardo no crescimento. A participaçãodos pais na adesão das crianças à rotina e restriçõesda doença e do tratamento impõe incertezas sobrea vida de seus filhos, bem como as necessidadesbásicas afetadas pelo tratamento, especialmentepelas condições de ambiência que realizam suasterapias. Na Turquia, as crianças preferiam sercuidadas em hospitais com unidades diferentes dasunidades de adultos, como mostrado no estudo deEnsari (2008).

A insuficiência renal é uma condição grave quepode afetar o desenvolvimento infantil, a escolari-dade, o bem estar social e emocional. No Brasil, osdados estatísticos são escassos, não se conhecendoa extensão da população afetada. Estima-se que1,5% da população na faixa etária entre 0 e 19 anostenham doença renal crônica dialítica, segundo aSociedade Brasileira de Nefrologia.

Segundo Ribeiro e Rocha (2007), uma doençacrônica na infância, como a insuficiência renal,afeta o funcionamento do corpo da criança emlongo prazo. Portanto, requer uma assistência maisespecializada dos profissionais, pois esta condiçãolimita atividades diárias, causando repercussão noprocesso de crescimento e desenvolvimento afe-tando o cotidiano familiar. Os enfermeiros, emespecial, são os profissionais que mais se preocu-pam com a assistência a família de criança comdoenças crônicas.

Quando a doença crônica é a insuficiênciarenal, entre outros tratamentos, a hemodiálise(HD) é uma modalidade apropriada para crianças efamílias incapazes de fornecer tratamento domici-liar confiável. Logo, crianças em HD convivemcom cateteres entrando e saindo da pele, assistem oseu sangue circulando fora do corpo e aprendemque é necessária a presença de uma máquina,suporte de vida externo, para o bom funcionamen-to orgânico. Nesse aspecto, dialisar significa por aprópria vida nas mãos de uma equipe de saúde e,mais ainda, depender de uma máquina que, apesarde salvar e promover qualidade de vida limita erestringe o tipo de vida que se pode ter, retirando-as, muitas vezes, de suas atividades cotidianas(Bellodi, Romão & Jacquemin, 1997).

O corpo humano é composto por substânciasorgânicas e inorgânicas, balanceadas por difusão e

osmose nos rins. Quando realizado pela hemodiá-lise, ocorre também a ultrafiltração, bem comotodo o controle e avaliação de volume sanguíneo,hídrico, pressórico, da freqüência cardíaca efunção ventricular (Riela, 2003). Devido sua gran-de importância, possivelmente compreender aocorrência de 16% da produção científica encon-trada.

Estão abordados também na Tabela 6, no pata-mar dos mais comentados, os artigos que discutemmais diretamente sobre a hemodiálise, que são:cateteres vasculares (16%), sistema de hemodiálise(16%) e fístula átrio-ventricular (12%).

Como se pode observar, a hemodiálise é umprocedimento muito delicado, que implica na puri-ficação do sangue com uso de tecnologia mecâni-ca, no qual a saída ocorre por acesso vascular.

No caso das crianças, esse tratamento é aindamais delicado e perigoso, pois o acesso vascular deuma criança é a grande limitação e o maior entra-ve para a realização da hemodiálise bem-sucedida,pois ela possui pequenos vasos, exigindo dos cirur-giões habilidade e experiência (Daugirdas &Blake, 2003). Além disso, é necessário uma via deacesso pérvia que permita fluxo de sangue adequa-do para passagem na máquina de diálise (Soares etal., 2005).

O acesso inicial ao sistema vascular é habitual-mente obtido com a colocação de cateteres intra-atriais, com duplo lúmen, introduzido através daveia subclávia ou das veias jugulares. E como últi-ma opção resta à fístula arteriovenosa. Emboraesse recurso seja universalmente utilizado emadultos, na criança, o reduzido calibre dos vasosdificulta a obtenção de fístulas viáveis. Acredita-seque isso tenha influenciado a variedade de estudosdessa natureza (Riela, 2003).

Na área da nefrologia, há vários temas relacio-nados com a doença renal em si, porém, umacriança não é isoladamente uma portadora de insu-ficiência renal, ela pode ter também outras doençascorrelacionadas, e os demais estudos abordam jus-tamente temas de caráter mais específico e isoladoque somados concentraram um total de 40% dosassuntos.

Segundo Grillo e Silva (2003), crianças comdefeito no tubo neural podem apresentar, entreoutros, insuficiência renal e hidrocefalia. No estu-

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do de Manning et al (2008) foi abordado a diálisee o diagnóstico de hidrocefalia. Elas, portanto,desenvolvem a necessidade de drenagem do liqui-do cefalorraquidiano das válvulas cerebrais e para-lelamente a depuração sanguínea na hemodiálise.

O tratamento mais comum para a hidrocefalia éa chamada derivação, no qual um tubo de plásticoinserido inteiramente dentro da pele cria uma novavia para o líquor a outra parte do corpo. A deri-vação mais comum é a ventrículoperitoneal, naqual a válvula retira o excesso de líquido cefalo-rraquidiano do compartimento cerebral e direcionaao peritônio. Com isso, torna-se difícil realizar pormeio do peritônio a depuração do líquor e do san-gue simultaneamente, sendo, provavelmente poressa circunstância a indicação da hemodiálise(Martins et al., 2009).

Outro estudo, que foi analisado, intitulado“Fluxo Oral salivar e características de um grupode crianças e adolescentes brasileiros com insufi-ciência renal crônica” (Martins, Siqueira & Primo,2008), abordou-se o estado bucal e salivar de 30crianças e adolescentes que sofrem de insuficiên-cia renal crônica (IRC) em hemodiálise, compa-rando os parâmetros associados com as de 30 cli-nicamente saudáveis, sem histórico de doençascrônicas. Os autores encontraram crianças queapresentava IRC em hemodiálise e manifestaçõesorais associadas a doença, bem como um fluxosalivar alterado antes das hemodiálises (Martins,Siqueira & Primo, 2008).

E ainda o estudo “Achados endoscópicos eHelicobacter pylori em crianças com longo tempoem hemodiálise” (Mortazavi & Rafeey, 2008),

envolvendo a prevalência de sintomas gastrointes-tinais, anormalidades endoscópicas, histologia dagastrite e infecção de Helicobacter pylori emcrianças com doença renal em longa manutençãode hemodiálise.

É importante a avaliação gástrica, especialmen-te ao que se refere a essa bactéria H. pilory, pois elaé um dos critérios de exclusão no caso de trans-plante renal, e todo paciente hemodialítico é umpossível receptor (Silva Neto, 2006).

Por último teve-se o estudo sobre gasto energé-tico (Aquino et al., 2008), no qual houve a compa-ração de crianças renais e crianças saudáveis, con-cluindo que as crianças e adolescentes em hemo-diálise são caracterizadas por uma redução damassa corporal magra e diminuição na massa cor-poral gorda em meninas. O gasto energético nor-mal foi encontrado nestas crianças, na medida emque a gasto energético de pacientes em hemodiáli-se eram semelhantes à de indivíduos de controlessaudáveis. Portanto, a atual recomendação para ogasto de energia é adequada clinicamente parapacientes pediátricos estáveis em hemodiálise.

E na hemodiálise tem-se uma equipe especiali-zada, no qual o profissional enfermeiro se enqua-dra. Ele possui um papel importante dentro daequipe de saúde na área da Nefrologia, pois é res-ponsável pela avaliação, planejamento, organi-zação, supervisão e execução das atividades diáriasda equipe de enfermagem durante o tratamentodialítico, considerado de alta complexidade. Outraatribuição deste profissional é o atendimento geralaos pacientes e seus familiares tendo como base ocódigo de ética da profissão e a legislação e nor-mas vigentes. Supervisiona o reuso do capilar (rimartificial) para o tratamento hemodialítico, espe-cialmente o pediátrico, descarte de material usado,dentre várias outras atribuições. Além disso, é oenfermeiro nefrologista, pode realizar os primeirosatendimentos em caso de emergência ou paradacardiorrespiratória (Silva & Thomé, 2009).

Com tantas atribuições relevantes e de altacomplexidade, é válido que este profissional seaperfeiçoe e aprimore cada vez mais seus conheci-mentos na área atuante. Logo, essa temática se fazcarente de pesquisadores enfermeiros, principal-mente sabendo que ele tem uma atuação clínicaaltamente especializada e essencial (Silva &Thomé, 2009).

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CONCLUSÃOO estudo apresentou 18 artigos correlacionados

a problemática, abordando: a importância do laçoafetivo da criança com os pais ou responsáveis noseu desenvolvimento e crescimento; processo dahemodiálise no que concerne ao volume de sangue,água, pressão arterial e freqüência cardíaca, bemcomo, o procedimento, envolvendo desde o regimede hemodiálise, até seu acesso por cateter ou fístu-la. Além disso, perceberam-se temas relacionadosa outras alterações, como o acúmulo de líquidocefalorraquidiano, aumento de fluxo oral salivar eo gasto energético de crianças em tratamentohemodialítico.

Esta pesquisa veio mostrar que é amplo oassunto abordado sobre o tema, porém ainda é res-trito o número de pesquisas realizadas a esse res-peito, especialmente devido ao fato de que nomundo encontra-se mais de 500 milhões de pesso-as com problemas renais. No entanto, 18 artigosem um ano é aparentemente insuficiente paratraçar parâmetros de uma realidade. Desse modo, énotória a carência de pesquisas sobre o assunto,especialmente pelos enfermeiros, atuentes diretosno cuidado da criança renal em hemodiálise.

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THE INTERACTION BETWEEN DOCTORAND SICK PEOPLE AND YOUR PRODUCTS

SUMMARY

This research tries to approach the interactionbetween doctor and sick people, the speech ofboth actors and it's products, in an environ-

ment that is constituted by the Healthcare Center, thebiocenosis that occupies it, trained by doctors, auxi-liary, nurses, pediatricians, social worker of nursingand administrative officers, watchmen - drivers, andpatients. This research is basically an ethnographyof a Healthcare Center of Andalusia, where we havestudied the interaction doctor - patient, all thatsurrounds that interaction, and the product calledPrimary Care Histories (PCH), giving a specialattention to the speeches of doctor and patient; wor-king with participant observation, interviews and theemptying and review of the PCH. Between theresults, we must emphasize that the PCH lightly gat-

hers the speech of the patient and that the doctors donot follow the procedures of medical records pro-duction.

Key words: Interaction medical - sick; History ofPrimary care; speech of the patient.

A INTERAÇÃO MÉDICO PACIENTE ESEUS PRODUTOS

RESUMO

Este estudo objetiva discorrer sobre o fenô-meno da relação médico paciente, no tocan-te ao discurso de ambos os atores e aos

resultados dessa interação, considerando-se oentorno que está constituído pelo Centro de Saúdee a biocenose que o ocupa, formada por médicos,enfermeiros, pediatras, trabalhador social, auxilia-res de enfermagem e pessoal administrativo, alémde pessoal de limpeza, motoristas e pacientes. Esteestudo é, basicamente, uma etnografia no Centrode Saúde da Comunidade Autônoma de Andaluzia,local em que temos estudado a interação médicopaciente, bem como o contorno dessa interação e oproduto chamado História de Atenção Primária(HAP), prestando uma especial atenção aos discur-sos de médico e paciente; trabalhando com obser-vação participante, entrevistas e esvaziamento e arevisão das HAP. Entre os resultados, devemosdestacar que as HAP apenas recolheram o discursodo paciente e que os médicos não seguem os pro-cedimentos de elaboração das histórias.

Palavras chave: Interação médico paciente;História de Atenção Primária; Discurso doPaciente

LA INTERACCIÓN MÉDICO PACIENTE Y SUS PRODUCTOSAlvaro Bernalte Benazet*, Pedro Nogueroles Alonso de la Sierra**, Jesús DávilaGuerrero**, María Mercedes Lupiani Jiménez***, María Teresa Miret García****,

Manuel Costa Alonso**

*Antropólogo, Doctor en Medicina. Universidad de Cádiz (UCA)**Médico, Doctor en Medicina (UCA)

***Lda. Humanidades, Doctora en Medicina (UCA)****Antropóloga Social (Grupo PAI CTS-386)

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RESUMEN

Ésta investigación pretende acercarse a lainteracción médico/enfermo, al discurso deambos actores y a los productos resultantes

de la misma, en un entorno que está constituido porel Centro de Salud y la biocenosis que lo ocupa,formada por médicos, enfermeros, pediatras, traba-jador social, auxiliares de enfermería y adminis-trativos, celadores - conductores, y pacientes. Estainvestigación es, básicamente, una etnografía enun Centro de Salud de la Comunidad Autónoma deAndalucía, donde hemos estudiado la interacciónmédico-paciente, todo aquello que rodea a la inte-racción, y el producto llamado Historia deAtención Primaria (HAP), prestando una especialatención a los discursos de médico y paciente; tra-bajando con observación participante, entrevistasy el vaciado y revisión de las HAP. Entre los resul-tados, debemos destacar que las HAP apenas reco-gen el discurso del paciente y que los médicos nosiguen los procedimientos de elaboración de lashistorias.

Palabras clave: Interacción médico-enfermo;Historia de Atención Primaria; discurso delpaciente.

INTRODUCCIÓNLas consultas son un choque que supera lo

comunicativo, que sucede entre dos actores, médi-co y paciente, produciéndose el encuentro entredos “modelos explicativos”, es decir, entre lasnociones que tienen acerca de un episodio deenfermedad tanto el médico como el enfermo yque involucra consideraciones acerca de la etiolo-gía, sintomatología, fisiopatología, curso y trata-miento (Martínez, 1984). En la Atención Primariade Salud (APS), la continuidad de la atención esta-blece dos momentos relacionales: el sincrónico oactual, y el diacrónico o memoria histórica de loanteriormente sucedido en estas relaciones(Borrell, Cebriá, 1999). Para la existencia del cho-que comunicativo, deben hacerse presentes los dis-cursos de ambos actores; y por lo tanto considera-ríamos ésta relación como de persona a persona, talcomo indica Laín (1964) defendiendo una posición

de igualdad que - curiosamente - el mismo niega,porque según expresa ésta igualdad bloquearía laacción del sanador (médico).

En la presente investigación, hemos estableci-do la presencia del discurso del paciente mediantela observación de la interacción, y por la revisióndel producto documental que se crea en ella, la“historia clínica” (Martínez, 1984), entendiendoésta “como un instrumento de información sanita-ria, para registrar, organizar, almacenar, recuperary transmitir la información generada, al contactarcon el individuo que solicita atención…”(Rodríguez, Sagristá, y cols., 1986). El contexto enque hemos estudiado éstas interacciones es unCentro de APS (Martín, Cano, 1996) de laComunidad Autónoma Andaluza, denominadosgenéricamente Centros de Salud (CS), resultado delas recomendaciones de la Conferencia de laOMS/FAO celebrada en Alma-Ata (URSS) en1978, cambios que se concretaron en Andalucíabajo el epígrafe de “Reforma Sanitaria”. En estosCS, las interacciones o consultas, abordan, comodiría De Heusch (1973), la enfermedad como una“experiencia de alienación (parcial o total), dondela muerte es la amenaza constante de todo ordenhumano” y donde “para responder a ella eficaz-mente, para transformar la desesperanza en espe-ranza, no dispone el hombre más que de la farma-copea y del lenguaje de los ritos.", en ellas surgeun producto social –tal como defiendenHammersley y Atkinson– llamado Historia deAtención Primaria (HAP).

La HAP es el resultado de un proceso evolutivo(Aragó; 1991) cuyos orígenes podíamos datar en el420 (a.C.) con Hipócrates y la Escuela de Cos, yaque fue este quien originó el primer concepto dehistoria clínica, al describir con precisión natura-lista lo que sus ojos podían observar (Comelles;Martínez; 1993), intentando relacionar la enferme-dad descrita con el clima, la geografía y la astrolo-gía del momento. Como menciona Oliver Sacks,fue también Hipócrates el que introdujo el concep-to histórico de enfermedad así “... la idea de que lasenfermedades siguen un curso, desde sus primerosindicios a su clímax o crisis, y después a su desen-lace fatal o feliz. Hipócrates introdujo así el histo-rial clínico, una descripción o bosquejo de la histo-ria natural de la enfermedad, que expresa con toda

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precisión el viejo término de “patología”. Tales his-toriales son una forma de historia natural... peronada nos cuentan del individuo y de su vida; nadatransmiten de la persona y de la experiencia de lapersona, mientras afronta su enfermedad y luchapor sobrevivir a ella” (Sacks, 1997: 13).Realizando un salto histórico, dejando atrás aGaleno, las Escuelas Bizantinas y Arábigas, los“Consilia” medievales y los “Observatio” renacen-tistas,…etc.; ya en el siglo XX, los hermanos Mayo(1907) al diseñar una historia clínica única por cadapaciente en el Hospital Saint Mary´s, con la preten-sión de dar continuidad a la asistencia, engendraronel embrión de la HAP, y como manifiestan Gené yotros (1999) , y debido a su utilización se producí-an algunos problemas impensables hasta la fecha"En contrapartida precisaba de un archivo centrali-zado, lo que comportaba grandes inversiones eninfraestructura y enlentecía el acceso a la informa-ción". En la década de los veinte, comienza a apa-recer un concepto en la literatura, ”record linkage”,que singulariza el intento de dar un soporte físico,estandarizado y universal a toda la serie de aconte-cimientos clínico-biológicos que van ocurriendo enla vida de un individuo, como explican los autoresantes mencionados “el énfasis en esta evolución lopone Lawrence Weed en la década de los sesenta,propugnando un modelo de historia clínica orienta-da por problemas” (Ortega, 1995). Sobre las ideasde Weed, se ha articulado la estructura formal de lasHAP, en base a cuatro aspectos: los datos básicos;la lista de problemas, el plan inicial; y las notas deevolución clínico-social, donde el seguimiento delos problemas se articula en base a cuatro apartadosque responden a las siglas anglosajonas S.O.A.P., asaber: S abreviación de “SUBJETIVE”, y que refie-re a los datos aportados por el paciente; O remite aOBJETIVE, es decir la impresión del profesional através de la entrevista, la exploración “objetiva” ylas pruebas complementarias; A, es la abreviaturade ASSESMENT, y se relaciona con el pronósticodel problema o problemas valorados; en cuanto a laP de PLAN, es la sistematización de los planesdiagnósticos, terapéuticos o de educación para lasalud.

METODOLOGÍAHemos realizado el estudio desde nuestra pers-

pectiva constructivista, nuestro método ha sido el

etnográfico, que se caracteriza por convivir en elambiente (medio) de los “otros” a los que estudia-mos, en este caso, durante dieciséis meses. Aunquedada nuestra posición no eliminamos técnicascuantitativas por su categorización como tales,sino que realizamos la elección en base a sus posi-bilidades para ayudar a penetrar en la realidadobjeto de estudio, tal como afirma Beltrán entreotros “… los métodos empíricos cuantitativo ycualitativo son, cada uno de ellos, necesarios in suaesfera, in suo ordine, para dar razón de aspectos,componentes o planos específicos del objeto deconocimiento. No solo no se excluyen mutuamen-te, sino que se requieren y se complementan, tantomás cuanto el propósito de abarcar la totalidad delobjeto sea más decidido.” (Beltrán; 1989). Comoetnógrafos, dedicamos gran parte de nuestro tiem-po a la observación participante en las consultasmédicas y en el centro, entrevistamos individual-mente a los médicos sobre la forma de historiar yel circuito de las HAP, también entrevistamos alpersonal que da información al usuario sobre quienhistoria y el circuito de las HAP y paralelamenterealizamos un vaciado de las historias del centro.

Nuestros objetivos los podemos exponer así:uno, revisar los documentos resultantes de las inte-racciones, es decir las HAP, al objeto de compro-bar si quedan reflejados el discurso del médico y eldel paciente, y este de que manera, textual o “tra-ducido”; dos, estudiar el conocimiento de losmédicos, de la HAP y de su objetivo, así como suopinión de cuando la HAP debe cumplimentarse ycomo debe hacerse; tres, comprobar si los elemen-tos básicos de la HAP son utilizados (cuando,cuanto y como); y cuarto, establecer si el producto

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social llamado HAP, es una herramienta para mejo-rar la atención o se está convirtiendo en un fin ensi misma, debido a unos objetivos empresariales.

Las primeras consultas son aquellas en las quese produce una mayor tiempo de interacción médi-co - paciente, lo que determina una mayor posibi-lidad de que el médico refleje lo acontecido en laHAP; aunque en Andalucía, con carácter general,se crea en las consultas de “programas”. Másimportante nos parece el hecho de que debido a lapresión de los objetivos empresariales del ServicioAndaluz de Salud y por la minusvaloración delpotencial de la HAP, se esté utilizando la presenciadel cliente en la consulta, por cualquier demanda,para ir historiándolo mínima y secuencialmente.

La HAP está formada por los siguientes docu-mentos: la Ficha piloto; la Carpeta familiar, quecontiene a las Carpetas personales de un núcleo deconvivencia y donde se registran los datos delentorno; la Carpeta personal, contiene los datos deuna persona, y sus antecedentes personales y fami-liares; la Lista de problemas, que incluye unapequeña descripción de los problemas detectados;la Hoja de exploración, a modo de guía para lamisma; y la Hoja de seguimiento de consultas,donde se reflejan los aspectos de la evolución de larelación terapéutica (SOAP).

Realizamos un vaciado de las historias del CS,para conocer ¿Qué impresos se utilizaban de losexistentes? ¿Qué items se cumplimentaban y cuá-les no? ¿Si se recogía el discurso del paciente? y¿De qué forma? Sobre un universo existente de7000 historias, dado su número, optamos por reali-zar la revisión de una muestra estadísticamentesignificativa de las mismas; para ello basándonosen la muestra utilizada en otro CS donde habíamosrealizado el pre-test, calculamos el número deHAP necesarias para conseguir un nivel de con-fianza del 99,9% mediante el programa de mues-tras de Epi info, la cantidad obtenida fue de 276HAP. Pero para evitar problemas, seleccionamos350 historias, que debían cumplir dos requisitos:correcta apertura y pertenecer a un adulto (15 omás años). La selección la hicimos de forma alea-toria y sistemática, elegimos al azar un númeroinicial, mediante la tabla de números aleatorios,siendo el elegido el 0017, y sistemáticamente que-daron definidos el resto, cada 20 HAP, de ellas fue-ron eliminadas las historias que no cumplían los

criterios antes mencionados, quedando reducida lamisma a 305 HAP válidas, lo cual superaba nues-tra previsión de 276. A continuación aplicamos a lainformación de las HAP, un cuestionario de reco-gida de información ya utilizado en forma de pre-test en otro centro, con el fin de codificar la infor-mación para su uso como una base de datos delPrograma Epi-Info. Una vez analizada “la formade hacer las HAP” de los médicos en ese CS, estu-diamos los aspectos funcionales y de contenido dela HAP, según la importancia que se establecía enel Manual de Normas para la utilización de la HAPde la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía(Rodriguez, Sagristá,1986), para a continuaciónvalorar las diferencias entre la forma de cumpli-mentar las historias realmente en el CS, y lo quesería el patrón de normalidad e importancia defini-do por el manual, cuyos elementos fundamentaleseran las hojas de exploración y de problemas. Estasinformaciones las triangularíamos con la obtenidade las entrevistas realizadas a los médicos.Observamos en el curso de los meses de estudio: elacceso, que se realiza mediante cita; el medio enque se realiza, que es el centro de salud; el escena-rio, que generalmente es la consulta de su médicode cabecera; y el tiempo que se le dedica.

RESULTADOSSobre los médicos: los médicos del centro de

salud, tienen una media de edad de 45,2 años, y elgrupo quinquenal de edad que más elementos con-tiene es el de 40 a 44 (moda), las mujeres repre-sentan el 77,7% del total, y los médicos especia-listas en Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC)vía Médicos Internos y Residentes son sólo el23,3%. De la estructura y contenidos de la HAP:descubrimos algunos tesoros auténticos de unaespecie rara de escritura, algo que parecía serSiríaco; también, una desorganización interna enlas HAP; y por último, el hecho de que pocas HAPtenían recogido el discurso del paciente (illness),que era lo que a nosotros nos interesaba. El pro-medio de antigüedad de las HAP era de 6,3 años, ypertenecían las tres cuartas partes a mujeres, y lasrestantes a varones; la “matriz normalizada” de laHAP, en el centro de salud, estaba caracterizadapor la presencia de : la Ficha piloto (99%), laCarpeta familiar (99%), la Carpeta personal(94,1%), y la Hoja de seguimiento de consultas

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(81,6%); y apenas era utilizada la Lista de proble-mas (5,9%), y la Hoja de exploración (19,4%), queen algunos casos esporádicos estaba siendo utiliza-da para concretar aspectos de los antecedentes; lasHojas de programa (2%), se realizaban sistemáti-camente en dos de los mismos: Control deEmbarazo y Planificación Familiar. El motivo deapertura de la HAP reflejaba que: un 64% se debíaa dolencias agudas y por tanto a una necesidad, queen forma de paciente se instaló en una silla frenteal facultativo, no a una decisión del mismo; un33% eran provenientes de las necesidades fijadaspor la Dirección de la empresa, y curiosamentesólo existían un 3% de programadas, donde elmédico añadía un criterio más personal en la deci-sión de abrir la HAP. La aportación de la informa-ción en el 92,5% era exclusivamente el propiocliente; en el 2,3% solamente los familiares; en el2,3% de las HAP participaban el cliente y algúnfamiliar, y por último existían un 2,9% de las HAP,donde -a pesar de su total relectura - fuimos inca-paces de establecer quien era el informante. En el23% de las HAP se recogía el discurso del pacien-te, de este el 7,0 % era recogido textualmente, el7,0 % “traducido” por el médico, y el 86% mixto(textual y traducido). De la elaboración de las his-torias: pudimos realizar siete de las nueve entrevis-tas previstas; en cuanto a la apertura de la HAP,todos los médicos entrevistados la realizaban en suconsulta en horario de consulta programada, aun-que cuatro de ellos también lo hacían en la consul-ta a demanda; la elección de las personas era unadecisión personal del médico aunque forzada, aveces, por los objetivos empresariales. Así lapoblación a historiar, eran las personas: suscepti-bles de entrar en un programa (11,1%); con patolo-gías especiales o complejas (55,6%) o con proble-mas sociales (11,1%). El informante era el pacien-te, pero tres médicos manifestaban que a veces erael cuidador o familiar que le acompañaba, así enlas patologías psiquiátricas, neoplasias, etc.; seismédicos reconocían que existían las diferencias enlas historias por sexo, en algún item y en el color,sólo un médico - varón - no veía diferencias; lasnormas de cumplimentación solo un médico lasdesconocía; en cuanto a las normas de archivo, tresno contestaron, y de los otros cuatro: dos sí y dosno, ante nuestro asombro. De la observación de lasconsultas: la asistencia inicial a las consultas a

demanda y posteriormente a las primeras visitas,no fue baladí, consiguió que los pacientes nos vie-ran como un especialista más (residente) y que nosfuéramos adaptando a estar en la consulta. Delcontexto empresarial: con respecto a los objetivosempresariales y las actuaciones organizativas de laempresa respecto a la filosofía y objetivos de laAPS, hay que decir que en cuanto a las primerasvisitas (rituales de tránsito), los objetivos empresa-riales no se corresponden con la posibilidad de rea-lizar una interacción médico paciente de calidad,debido a la frecuencia de la citación (5´), amén deun 20 a 30% de pacientes que acuden sin cita.Sobre la informatización diremos que su objetivoprincipal no es la mejora de la consulta, sino prio-ritariamente el control del gasto.

De la praxis del grupo médico: observamos dosactitudes que eran los polos de un continuum, uno,que procede de la cultura empresarial del SAS,donde las primeras visitas suponen un gasto derecursos, y el otro, que mantienen, en general, lasnuevas generaciones de médicos de Medicinafamiliar y Comunitaria, y es que la HAP es unaherramienta y cuanto mejor se utiliza, mejor es lacalidad de atención se puede dar a los pacientes.Los escenarios o despachos, en los que se desarro-llaban las interacciones tenían las siguientes carac-terísticas: divididos todos ellos, a excepción deuno, por un biombo, en una zona de consulta y unazona de exploración; en la primera ocupaba unlugar privilegiado la mesa y encima de ella unordenador, que ocupaba, al menos, un 30% de lasuperficie de la misma, y que sobresalía confor-mando una muralla entre médico y cliente (dosmédicos habían tenido la precaución de que la uni-dad central (CPU) del microprocesador estuvieraen una mesa auxiliar); la zona de exploración, eraun espacio al que no se accedía por el simple hechode estar en la consulta del médico, debía haber unainvitación expresa del facultativo. En las interac-ciones se producía la reivindicación del “espaciopersonal”, que suele ser definido como aquel espa-cio en torno a la persona, donde la entrada dealguien dentro de cualquier punto del mismo, haceque la persona se considere víctima de una intru-sión, y que puede provocar una respuesta de desa-grado o retirada, curiosamente todos los médicosparecían estar legitimados para introducirse en elde sus clientes, sin que estos pudieran poner repa-

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ros, como ejemplos de ello teníamos la intrusiónque suponía dentro de la exploración, la palpaciónentre otras; ningún médico pide perdón por aque-llas “pruebas” a las que se sometía al cliente, esdecir, no se preguntaba “le importa que le explore,o que le golpeé el riñón, o en definitiva que mesitué dentro de su territorio personal,...”, etc.; .siempre que esa distancia era amenazada -por elcliente- se producía un cambio en el discurso delmédico, que se volvía cortante y frío con el infrac-tor, intentando “alejar” al cliente; el saludo y tam-bién la despedida, eran dos claves para establecerlas condiciones de acceso en la interacción: se ini-ciaba franqueando el cliente una puerta a la queaccede después de ser autorizado o invitado a pasarpor el cliente anterior, que a la vez que salía de laconsulta ... conminaba a la voz de... “le toca aPepito Pérez” o bien por el grito del médico... “elsiguiente”, que surgía del interior del despacho.Los médicos no se levantaban nunca, no ofrecíanla mano tampoco, pero ellos esperaban a que elpaciente saludara, aunque no siempre le contesta-ban y algunas veces lo hicieran sin mirar a quienentraba; sistemáticamente por lo visto, el saludoparte del cliente que es quien rompe el hielo; ladespedida o finalización del acceso, siempre eramás formal por parte del médico, quizás por quetenía una finalidad para él, como podía ser el acor-tar los tiempos perdidos entre clientes, y en eseintento había que conminar o hacer uso del clien-te "saliente", para que llamara o voceara al siguien-te cliente de la lista de visitas. La proporción deltiempo que hablaba el médico con respecto al tiem-po que lo hacía el paciente, era de un 86 a un 24%respectivamente; en el discurso del médico el len-guaje utilizado, casi siempre, se movía entre locoloquial (que podía incluir expresiones o térmi-nos populares) y un lenguaje más correcto; aunqueencontramos algún médico que utilizaba un len-guaje bastante vulgar (con expresiones de dudosacorrección). El médico utilizaba los silencios para"distanciarse y controlar" la conversación, en estoscasos forzaba al cliente a romper el hielo de nuevo,habitualmente en estas ocasiones se oían una seriede expresiones de éste tipo: "pues ya ve...", "ya meparecía a mi ...", etc., utilizados a modo de “ recur-sos seguros”; los cuales eran muy utilizados cuan-do el informante era adulto e iba acompañado,

sobre todo los hombres y mujeres mayores de 65años, que ante preguntas sobre el estilo de vidarecomendado por el médico (alimentación, ejerci-cio físico,...) y pillados en "falta", arremetían con-tra el acompañante con expresiones como... "ya tedecía yo", le "tengo dicho que me ponga verdurapero", "como tengo que ayudar a ésta, no tengotiempo", y algunas otras, en estos casos la expre-sión no verbal del acompañante, apoyaba la insin-ceridad de las manifestaciones del enfermo.Referente a las miradas, un aspecto interesante esque la mirada del médico acostumbra a ser másenérgica, la del cliente vagaba muchas veces,intentando no corresponder a la del médico. El uni-forme utilizado era una bata, a veces, con pijama,las diferencias en la utilización de una u otro de lle-varla abierta o cerrada recordaban ciertas reglas: dela empresa o de higiene, en ciertos casos una pizcade coquetería, y otros atributos personales. A lahora de utilizar un elemento de gran valor simbóli-co como es el uniforme de la institución: la bataabierta era más utilizada por el género femeninoprobablemente por que llevaban vestido debajo dela misma y el pijama más utilizado por los varo-nes. En cuanto al discurso, observamos algunasinfracciones, por ejemplo la utilización de una“jerga” médica para distanciar al cliente o paraacabar una entrevista, a veces porque el paciente leestaba tratando sin la cortesía que merecía un espe-cialista, o bien le discutía una observación, unaactuación o un diagnóstico realizado.

CONCLUSIONES1. Las consultas son rituales cotidianos en los que

el cliente acepta esa pequeña dosis de sacrali-dad que resta en las interaccionesmédico/paciente.

2. Los médicos participan de creencias y valoresdiferentes, en parte, de los de sus pacientes, yexiste una falta de coincidencia en los universossimbólicos de médicos y pacientes que afecta alplano de la comprensión de la enfermedad.

3. La interacción es vista por los actores, como elchoque entre dos sujetos que culturalmenteestán situados en dos estatus bien diferenciados,el especialista superior y el cliente inferior.

4. Aunque los CS no son instituciones totales en“estrictu sensum” si poseen algunas de suscaracterísticas.

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5. En este CS hemos observado que saludar es lohabitual, y que se produce un control del accesoal médico y una cierta despersonalización alconvertir al cliente en un número.

6. Los médicos, no aceptan las normas empresaria-les, y se resisten a aceptar una imagen del médi-co como trabajador por cuenta ajena.

7. Existe una resistencia de los médicos de APS aque se “controle” su actividad, pues así viven-cian la presencia de cualquier investigador uobservador en “su” consulta.

8. La HAP actual se abre como una obligaciónempresarial, que permite, un mejor control de laactividad y el gasto farmacéutico, así su aporta-ción primigenia a una mejor atención se ha per-dido en parte al no dedicarse, en general, eltiempo necesario para: empatizar, entrevistar,observar, explorar y describir.

9. Algunos médicos, no conocen ni cumplimentanlos documentos que componen HAP como lahoja de problemas, base de la estrategia de his-toriar en APS.

10. No se presta atención a lo que dice el paciente,lo que responde a una reacción (cultural) anteuna posible “contaminación” procedente dellenguaje del lego, que puede afectar al especia-lista, el cual se protege de dicha contamina-ción.

11. Apenas se recoge el discurso del paciente. 12. El diálogo en su mayor parte es una sucesión

de preguntas y respuestas, y el cliente no puedearticular un discurso, como lo haría en cual-quier otra circunstancia.

BIBLIOGRAFÍA- Aragó, I. (1991) “Historia Clínica”. Revista Jano; Nº 947; pp.

1839-1946.- Beltrán, M. (1991). “La realidad social”. Madrid: Ed. Tecnos.- Borrell, F.; Cebriá, J. (1999). "Relación asistencial y modelo

biosicosocial", en Martin, A.; - Cano, J. F. (1999). “Atención Primaria. Conceptos, organiza-

ción y práctica clínica”. Madrid: Ed. Harcourt Brace.- Comelles, J. M.; Martinez, A. (1993). “Enfermedad, Cultura

y Sociedad”. Madrid: Ed. Eudema.- De Heusch, L. (1973). “Estructura y praxis”. Madrid. Ed.

Siglo XXI.- Gené, J.; Jiménez, J. et al. (1999). "Historia clínica y sistemas

de información". En Martin, - Ortega, M. (1995). “La Historia clínica como elemento de tra-

bajo fundamental en Atención Primaria”. Rev. Centro deSalud. Noviembre, pp. 821-824.

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- Martin, A.; Cano, J. F. (1986). “Atención Primaria.Conceptos, organización y práctica clínica”. Barcelona. Ed.Mosby-Doyma Muchnik Editores S.A.

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El autor, Juan Ignacio Rico Becerra, es profesorde la Universidad Católica de Murcia y en estelibro resume un estudio de campo que le sirviópara doctorarse en el año 2007. De forma generalel estudio es una aproximación al encuentro entreel grupo de origen ecuatoriano residentes en laComunidad de Murcia y los dispositivos públicossanitarios y más concretamente de AtenciónPrimaria de Salud (APS) de la citada comunidad,analizando los desajustes que se producen y tratan-do de encontrar explicaciones a los mismos.

Partiendo de una mirada antropológica, el autoranaliza los itinerarios migratorios y de salud desdeuna doble perspectiva: el migratorio desde el paísde origen al país de acogida y el de salud desde larelación profesional/paciente. Para ello acude a lanarrativa de los actores dándoles la palabra, yhaciéndoles así protagonistas de su estudio.

El libro tiene una estructura en tres partes. Laprimera parte del texto desarrolla un rico marcoreferencial, partiendo de un análisis de los concep-tos relativos a inmigración, sociedad, diversidadcultural, biomedicina, etc.

En la segunda parte se describen y analizan lossistemas médicos de salud de Ecuador donde con-viven las prácticas médicas tradicionales y las bio-médicas prevaleciendo muchas veces un cierto sin-cretismo como pone de relieve uno de su infor-mantes: “normalmente el esquema es el siguiente:primero en casa te ve tu mamá, la abuelita, por logeneral una mujer. En rara ocasión es un varón,también hay los casos en que los varones son losque curan en la casa. Entonces en primer lugar teven las personas de acá, de la casa, cuando estásenferma. Si no funcionan los remedios de la casa,van a la farmacia o al curandero. A la farmacia,qué me puedo tomar para esto y en la farmacia lesrecetan. No funciona eso, sigue la persona enfer-ma, recién acude al servicio de salud. Lo mismocon la medicina tradicional, si no funciona lo de lacasa, ven a la tienda de productos naturales. Si nofunciona eso va al yerbatero, donde el Chamán, odonde el limpiador, o donde el huesero o dondesea”. Es decir, que primero se produce la autoa-tención o autoayuda y posteriormente se acude a lafarmacia o tienda de productos naturales para pos-teriormente recurrir a los sanadores o a los disposi-

EL INMIGRANTE “ENFERMO”APUNTES Y REFLEXIONES DESDE UN TRABAJO ANTROPOLÓGICO

Juan Ignacio Rico BecerraEdiciones Isabor, Murcia, 2009. 337 páginas

BIBLIOTECA COMENTADAMISCELÁNEA

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tivos sanitarios biomédicos. Como el autor señala,no es fácil conocer las causas de este itinerario,dónde obedece a las tradiciones de cuidados ydónde a razones exclusivamente de tipo económi-co.

En la tercera parte se analizan lo que el autordenomina “encuentros y desencuentros de la medi-cina occidental con los inmigrantes”. Se mencionade forma bastante acertada las limitaciones que tie-nen los folletos informativos a los pacientes yusuarios que han proliferado como hongos en losdispositivos sanitarios, como señala uno de susinformantes: “los folletos explicativos no me pare-cen nada útiles porque cuando una persona vienepor primera vez al sistema, lo que necesita es quele mires a la cara y que le expliques lo que estápasando…”. Los soportes documentales, así comolos traductores son, sin duda necesarios, pero nopueden sustituir, como a veces se piensa, laimprescindible y directa implicación del profesio-nal sanitario.

El autor llama la atención sobre las contradic-ciones y carencias del sistema de AtenciónPrimaria de Salud que desde sus inicios desnatura-lizó su objetivo fundacional de atención holística alas personas convirtiéndose de facto en un apéndi-ce más de la medicina reparadora y que en el casode la atención a la población inmigrada esta con-tradicción se agrava con el desajuste que produceun sistema pensado principalmente para atender alos problemas de salud característicos de unapoblación envejecida (cronicidad, dependencia,etc.) con los problemas propios de una poblaciónjoven y activa (problemas relativos al mundo deltrabajo y a la precariedad social).

Entiendo que el mérito principal de esteexcelente trabajo consiste en evidenciar que la bio-medicina no entiende de diversidad y de ahí lasdificultades que encuentran los inmigrantes porta-dores de prácticas sanitarias no biomédicas. Comoconsecuencia de la metodología utilizada, es decir,dar la palabra a los informantes, el texto no sólo sehace ameno, sino que su discurso refuerza lo quelos datos de recientes e importantes estudios hanevidenciado, a saber: que los inmigrantes no abu-san del sistema sanitario, ni son generadores degasto sanitario adicional, que las enfermedades deimportación existen, pero no son relevantes y que

el inmigrante “enfermo” lo está, en gran medida,debido a su propia condición de inmigrado. Hasabido también evidenciar las contradicciones delpersonal sanitario que a pesar de los datos anterio-res mantiene una mirada estereotipada sobre elinmigrante, ajena a su propia experiencia: “loscasos de achacar al inmigrante la voluntariedad dela separación familiar al migrar, como si de éldependiera esta decisión; lo relatado de ´oídas´ alrespecto de la vivienda del inmigrante, continuan-do con la tónica de la suposición, o cuando más,con una escasa experiencia directa de la realidad;la tentación de asociar determinados estilos de vidaa una cultura… Es por eso que sin pretenderlo, nopocas veces, lo objetivable respecto de sus pacien-tes inmigrantes generó la contradicción del estere-otipo inicial”.

En sus conclusiones el estudio hace hincapié enla necesaria adecuación de los dispositivos sanita-rios a las nuevas demandas de salud de la pobla-ción inmigrada. Modelo biomédico, políticas eco-nomicistas, globalización, etc. son factores quegeneran barreras en la atención al paciente inmi-grante. Me habría gustado que Juan Ignacio Rico,en base a este análisis, hubiera hecho mayor énfa-sis en la necesidad de cambio de los profesionales,en la superación de las contradicciones señaladas,pues los profesionales no son ajenos al sistema,sino que son su parte más esencial.

En definitiva, El inmigrante “enfermo” es unlibro muy saludable para avanzar hacía un dialogocultural entre profesionales y pacientes inmigran-tes.

Autor de la reseña: Manuel Moreno Preciado

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SALUD

Las enfermeras, claves en la atención a los pacientes quehan padecido un infarto "El verse rodeados de dispositivos y aparatos automáticos y con mucho personalsanitario atendiéndoles estrechamente les aporta una sensación de seguridad"11.05.10 - 17:41 - EFE| ALICANTE

Un estudio de la Universidad de Alicante (UA)ha puesto de manifiesto que la labor de las enfer-meras resulta "indispensable" en la recuperaciónfísica y emocional de las personas que han padeci-do un infarto agudo.

La investigación, realizada por la profesora deEnfermería de la UA Carmen Solano, analiza laevolución que presentaron treintena personas –fun-damentalmente varones– que ingresaron por estadolencia en la unidad de cuidados intensivos (UCI)del Hospital de Elche.

A juicio de la profesora, el infarto agudo, unade las primeras causas de muerte natural en los paí-ses occidentales, desemboca en un periodo en elque "el papel de las enfermeras es muy importan-te" al estar cerca del enfermo.

Solano ha analizado "qué piensa el enfermo" enlos primeros días de recuperación, con quienes hamantenido diversas entrevistas, y cuál es su evolu-ción durante el año siguiente al infarto.

La investigadora ha destacado que este estudioresulta novedoso, ya que "se han hecho pocos estu-dios en España que den voz a las personas afecta-das" frente a los numerosos estudios donde se haanalizado el diagnóstico, la prevención y la rehabi-litación".

Igualmente, la experta ha detectado, de entre elabanico de pacientes que se han sometido al citadoestudio, que existen dos grupos de enfermos, segúncómo sea su vivencia de la dolencia.

Para los pacientes con edades entre los 50 y los60 años, el infarto de miocardio representa un epi-sodio "muy negativo", a partir del cual se sienten"débiles y minusválidos", lo que puede desembo-car en un posterior estado de "desánimo y depre-sión".

Por otro lado, "hay un grupo minoritario depersonas", de entre los 45 y los 50 años, que viveneste episodio como una segunda oportunidad.

"Estos se convencen de que le han visto las ore-jas al lobo, desean romper con una vida desorde-nada y valoran más estar con los suyos", ha expli-cado la profesora.

En cualquier caso, la enfermera ha reconocidoque, tras el momento del infarto y su posterioringreso en las unidades sanitarias, "el mundo se lesviene abajo porque piensan que tiene la muertecerca".

Es por esta razón, ha declarado, que "el verserodeados de dispositivos y aparatos automáticos ycon mucho personal sanitario atendiéndoles estre-chamente les aporta una sensación de seguridad" yde que la situación "está bajo control".

Ahora bien, "una vez superada la fase crítica" ycuando el paciente está estabilizado, las enferme-ras tiene un proceso "largo y lento" para que éstosreconozcan aquellos hábitos o factores que les hanllevado a padecer la dolencia y que actúen en con-secuencia.

Igualmente, ha reconocido Solano, el infartoagudo es una dolencia "típicamente masculina"que ha registrado un incremento en personas cadavez más jóvenes y en un número cada vez mayorde mujeres.

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OBJETIVOSCon la celebración de este evento científico, noshemos propuesto:

1. Servir de plataforma de interacción y comunica-ción entre los historiadores de la enfermería delámbito Iberoamericano.

2. Identificar el potencial de la historia como faci-litadora de la integración de culturas y saberesen enfermería.

3. Desarrollar una metodología cualitativa para ladialéctica salud-enfermedad, y establecer surelación con la dimensión holística de los cui-dados enfermeros, desde el punto de vista de lashistoria, a través de la investigación fenomeno-lógica, teórica, histórica y antropológica de loscuidados enfermeros. Así como servir de plata-forma para el intercambio de estudios, y para-digmas en enfermería.

4. Analizar el aspecto humanista de la enfermeríamediante el estudio histórico y cultural de loscuidados.

5. Promover la reflexión y el debate entre las dife-rentes concepciones de cuidado a través deltiempo, y sobre todo, poner en marcha una inte-racción pragmática entre pasado y presente,capaz de situar la enfermería en el espaciosocial y profesional mediante la reflexión histo-riográfica enfermera.

6. Contribuir a la organización periódica de even-tos (jornadas, congresos) en donde se exponganlos trabajos relativos a los campos anteriormen-te expresados.

7. Reflexionar sobre la dimensión histórica de lasvivencias que transcurren durante los procesosde salud-enfermedad

8. Clarificar las raíces culturales históricas quedeterminan los estilos de vida.

PROGRAMA CIENTÍFICO PRELIMINAR

JUEVES 24 NOVIEMBRE8:30 h. Entrega de documentación

9:00 h. Colocación de póster Hall Edificio deEnfermería

9:30 h. Acto de apertura.

10:00-11:00 h. Conferencia inaugural

11:00 h. Pausa - Café

11:30 - 12:30 h. Mesa Redonda 1: La historiacomo integradora de culturas y saberes

12:30 h. Presentación de comunicaciones

14.00 h. Almuerzo de trabajo

16.00 h. Mesa Redonda 2 "Historia yFenomenología: la vivencia de los cuidados a tra-vés del tiempo”

17.30 h. Presentación de comunicaciones

18.00-20.00 h. Taller Investigación cualitativa: Eltrabajo con narrativas (Fundación Index)

20.00 h. Actos lúdicos

VIERNES 25 NOVIEMBRE9:00-10:00 h. Mesa redonda Nº 3: Historia yAntropología: historia cultural de los cuidados

10.20 h. Debate

III SIMPOSIO IBEROAMERICANOXII CONGRESO NACIONAL Y VII INTERNACIONAL

DE HISTORIA DE LA ENFERMERÍA VII JORNADAS INTERNACIONALES DE CULTURA

DE LOS CUIDADOS

ALICANTE, 24, 25 Y 26 NOVIEMBRE DE 2011

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10.45 h. Pausa Café.

11.15 h. Comunicaciones. Debate

14.00 h. Almuerzo de trabajo

16:30- 18:00 h. Mesa redonda Nº 4: La teoría de lahistoria de los cuidados

18:00-20:00 h. Comunicaciones

SABADO 26 NOVIEMBRE10:00 h. Conferencia de Clausura

11:00 h. Comunicaciones libres

13:00 h. Conclusiones y clausura

Se podrán enviar comunicaciones digitales através de paraninfo digital organizado por laFundación Index.

Colabora:- Federación Iberomericana de Historia de

Enfermería- Asociación Nacional de Historia de la

Enfermería- Asociación de Historia y Antropología de los

Cuidados- CECOVA- Colegio de Enfermería de Alicante- Departamento y Escuela de Enfermería

(Universidad de Alicante)- Universidad de Alicante

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