Autor: Behoteguy Chavez, Gabriela.
Título: “Rostros de la Virgen del Altiplano”
Año: 2013
Libro: Proyecto: Iglesias y Capillas del Altiplano La Paz- Oruro. MUSEF
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Museo de Etnografía y Folklore- La Paz
Proyecto: Iglesias y Capillas del Altiplano La Paz- Oruro
Rostros de la Virgen del Altiplano
Por: Gabriela Behoteguy -Asistente de
Investigación equipo La Paz
La Paz, 7 de junio 2013
Índice
1
1. Introducción…………………………………………………………………….. 2
2. Las Vírgenes Tejedoras del Altiplano …………………………………………. 4
3. Atributos y dominios de las Vírgenes hermanas……………………………….17
4. Conclusiones……………………………………………………………………
5. Bibliografía……………………………………………………………………. 28
2
1. Introducción
“(…) La Virgen María. Su vocación es lo que se hace pedazos y se
vuelve incomprensible. Pienso especialmente en las expresiones: la
Virgen Asunta, la Virgen Patrocinio, la Virgen Natividad, la Mamita
Concepción, etcétera. En primer lugar se divide a la persona misma de
la Madre de Jesús. Pues todas estas Vírgenes se han vuelto seres
distintos, divinidades diferentes”.
(P. Monast 1972: 71)
El culto mariano del altiplano se caracteriza por las Vírgenes que son veneradas bajo el
título de patronas, estás imágenes son consideradas dueñas simbólicas de los pueblos, se
encargan de velar por el territorio y de cuidar a las personas que sienten devoción. La
pertenencia de cada imagen a su ambiente hace que cada culto sea distinto y que cada
imagen sea única.
Cada una de estas patronas articula un conjunto de significados a través del tiempo, en
este ensayo me ocuparé de los atributos de mujer andina que adquiere la Virgen María,
para ello compartiré antiguos relatos que se guardan en la memoria de la población del
altiplano.
El estudio se divide en dos partes: la primera presenta los milagros de aparición de las
Vírgenes tejedoras y la segunda describe otros atributos de las Vírgenes que son
pensadas como hermanas de la Virgen de Copacabana –imagen que tiene el culto más
extendido del altiplano.
El concepto clave de este análisis es la memoria, me interesa comprender cómo las
personas se identifican con el pasado, específicamente, la tradición oral sobre la
introducción de la Virgen María al altiplano. Abercrombie (2006) plantea que la
memoria social es construida por cada pueblo desde su contexto y que los relatos
expresan maneras a partir de las cuales la gente se constituye. Ambos sentidos hacen del
recuerdo y de la conmemoración del pasado construcciones que responden a contextos
contingentes donde siempre está en juego el poder, que establece las jerarquías y
posiciones sociales (2006: 61).
La memoria del culto mariano se expresa mediante ritos festivos y creencias milagrosas,
los devotos crean un sentimiento de pertenencia, no sólo hacía la fiesta patronal sino
también hacia su pueblo. Entonces, cuando las personas compartieron sus relatos,
3
asombrosamente, enlazaron historias del pasado para renovarlas en el presente. Este tipo
de estrategias –narrar tradición oral o festejar a las patronas– permite que las sociedades
forjen y renueven su cultura.
La metodología de investigación es etnográfica, ésta me permitió llegar a los
significados locales a través del “estar ahí” (Geertz 2005), la información principal se
obtuvo compartiendo y conversando con las personas durante fiestas patronales y
también en días cotidianos. Todos los relatos utilizados fueron autorizados para ser
usados en esta publicación. El trabajo de campo se realizó entre julio del 2012 y febrero
del 2013 en los pueblos de Copacabana, Nazacara y Puerto Acosta. La ciudad de Viacha
y el valle de Chuchulaya fueron investigados desde el 2009.
Realicé esta investigación gracias al proyecto “Iglesias y Capillas del altiplano La Paz y
Oruro”, donde participé como asistente de investigación con el equipo de La Paz
realizando trabajo de campo en varias fiestas patronales. De ahí, proviene mi interés por
investigar memorias sobre la Virgen María. Definitivamente, lo que más llamó mi
atención es el hecho de que la Virgen de Copacabana tiene varias hermanas, a partir de
esta noción me propuse interpretar la pluralidad de la Virgen María del Altiplano.
4
2. Las Vírgenes Tejedoras del Altiplano
El milagro más antiguo sobre la Virgen tejedora del altiplano se remonta al siglo XVI
durante la llegada de la Virgen de la Candelaria al pueblo de Copacabana. Al respecto,
la señora Vicenta Rocha de la ciudad de La Paz, quien trabaja en el pueblo de
Copacabana vendiendo y elaborando estampitas religiosas, me comentó:
Vicenta: Bueno, a mí, según mi abuela me contó, lo que su abuelo también
le contaba, que ese inca (Francisco Tito Yupanqui) lo talló a la Virgen en
madera y lo llevó a San Francisco a la ciudad para que se lo bendiga y,
siendo bien rústico la imagen, no le han hecho caso en esta iglesia. Entonces,
el inca parece que se ha ido ha Potosí cargado de la Virgencita y de allá ha
vuelto a regresar a San Francisco insistiendo que se lo venere, que se lo eche
una bendición. Entonces, el cura le había dicho: ‘No es para que estés
manejando así a la Virgen’, ‘déjala aquí, en un rincón de la iglesia va estar’.
Lo había arrinconado a un rincón a la Virgen y el día menos pensado, de un
tiempo atrás, se había desaparecido la Virgen, se paró y se vino con sus pies
a Copacabana, cargado con su bebito. La Virgencita era, según que mi
abuela me decía, vestida netamente de awayu con abarcas y su niñito
también tenía abarquitas, así pequeñitas. Ha venido dice a pie, esas veces se
andaba a mula, puede ser de un siglo atrás, muchos años. (…) Dice que vino
a pie y pasó Tiquina y en Huacullo se había comprado una vaca (…)1 y había
llegado a este pueblo bien pequeño, dice, y a una señora le ha dicho: ‘te lo
pasteare ovejita’ y a las ovejitas decía que llevaba al lago a pastear la Virgen
con su Niño, entonces, la Virgen dice que estaba hilando, lindo dice que
sabía hilar y se había puesto a hilar y el niño se había aburrido y como las
ovejas correteaban tanto había agarrado y con su poder lo había amontonado
cabeza por aquí, patas por aquí, entonces, dice la Virgen ‘¿qué has hecho
con las ovejas?’ ‘¿porqué no están andando?’ “están durmiendo” le había
contestado el niño y cuando tenían que a entregar las ovejas. Entonces, el
niño había agarrado y colocado la cabeza blanca a la oveja negra, a la oveja
1 “(…) y antes, cuando yo era niña de esa población venían cada 5 de agosto, vestido con bayeta a bailar
los toritos y las mujeres con pollera de bayeta, cada cinco de agosto venían. Mi abuela aquicitos vendía
golosinas y decía que venían muchos bailarines, venían de Llipe, venían de Achocalla, pero (antes), del
campo venían, nada de, como ahora lo hacen, los bordadores. Yo tenía un miedo terrible porque con sus
astas bailaban, era muy pequeña, y en ese lugar mi abuela me decía por qué vienen esos bailarines, porque
vienen a vender sus toritos desde Huacullu, incluso venían a vender así de barrito unos tachitos, unas
vaquitas que traían para vender como recuerdos, así”. Entrevista realizada en Copacabana el 22 de
noviembre del 2012.
5
negra una pata blanca, todo había cambiado el niño. Por eso, ahora existen
ovejas con patas negras, con cabezas blancas y todo combinado en las ovejas
porque había jugado este niño travieso2”. Copacabana el 22 de noviembre
del 2012.
1. Memoria sobre el camino de la Virgen de Copacabana (1584)
Este relato representa al milagro que permitió el traslado de las imágenes de bulto –la
Virgen y el Niño– desde el templo de San Francisco de La Paz hasta el templo de
Copacabana de Omasuyus. La primera parte del relato coincide con la “Historia de
Nuestra Señora de Copacabana” de Ramos Gavilán 1631 [1976] que describe a Don
Alonso Viracocha Inca y don Pablo su hermano que fueron hasta Potosí para ver a
Francisco Tito Yupanqui: “(…) y como estaba (la imagen) se resolvió en sacarla de
Potosí y venir con ella a Chuquiabo (…) donde supo que estaba a la sazón un español
2“(…) por eso, antes decían que sus labios (del niño) sabían aparecer con arena porque dice que en las
orillas del lago siempre jugaba”. Entrevista realizada en Copacabana el 22 de noviembre del 2012.
6
dorando un retablo del Convento del Seráfico Padre San Francisco”([1631]1976: 117
y 118). Las historias concuerdan con que la imagen no era tomada en serio por la
iglesia: “(…)Logo fui a Choquisaca a pedir licencia de il Señor Obespo para cofradía de
nuestra Señora, e ser pentor y hazaer boltos, e lo leve un Imagen del Vergen pentada en tabla
para presentarla a la Señora que lo presenté con un petición que lo dezia que quiero ser pintor,
e hazer los hechores dil Vergen, e melo respondió que no lo quiero dar la licencia para que
seays pintor, ne que lo hayays las hechoras del Vergen, ni vultos, y si lo quereys ser pentor
pintaldo a la mona con so mico(…) (Ramos Gavilán[1631]1976: 125). Al respecto, Salles-
Reese 2008 sostiene que los españoles objetaban la imagen por razones estéticas
“pasando por alto cualquier mérito técnico que pudiese tener” (2008:33).
Ahora veamos la segunda parte del relato, ésta no mantiene similitudes con la crónica
colonial del padre agustino Ramos Gavilán3. Concretamente describe que las imágenes
cobraron apariencia humana y recorrieron veinticuatro leguas hasta el pueblo de
Copacabana4, en este trayecto participaron de la vida cotidiana del altiplano: hilando,
pasteando ovejas y comprando una mula.
La imagen cobró la apariencia de una mujer indígena, específicamente una mujer de
Copacabana, que caminaba hacia su pueblo. El relato trata sobre el origen de la Virgen,
su configuración puede resumirse así: una imagen de bulto que se transforma en mujer
para asentarse en Copacabana. La memoria sobre la Virgen entendida a partir de estos
tres ejes es la fuente de esta interpretación.
Recordemos que la memoria social es un mecanismo dinámico por el cual las
sociedades y las personas nos identificamos con el pasado. Siendo así, el relato expresa
un profundo sentimiento de pertenencia entre la imagen de bulto, la mujer y el territorio
de Copacabana.
La narración de doña Vicenta Rocha describe que la imagen de la Virgen decidió
asentarse en Copacabana casi repentinamente (“la imagen se paró y vino caminando”) y
si bien no describe cómo fue que eligió este lugar, asumimos que el relato hace
3 “Salieron los indios una mañana de la ciudad de La Paz (…). Caminaron pues los Indios, con este
precioso racimo, y tesoro divino, hasta que llegaron al estrecho de Tiquina (…) vieron al fin una Imagen,
en quien como un depósito de las maravillas de Dios, venía cifrada su grandeza, y allí sin pasar adelante
le descubrieron el rostro, que no le muestra tan hermoso el sol (…).” (Ramos Gavilán [1631]1976:122) 4 Dato sobre la distancia entre La Paz y Copacabana de: Ramos Gavilán [1631]1976: 117.
7
referencia a la predestinación que tenía la imagen a ser la Patrona de Copacabana,
espacio sagrado desde tiempos prehispánicos.
En la temprana colonia, la crónica del P. Ramos Gavilán describe que hacia 1580 hubo
un conflicto en Copacabana entre la parcialidad de arriba Anansaya, poblada por los
incas o quechuas que llegaron desde el Cuzco, y la parcialidad de abajo Urinsaya,
poblada los originarios aymaras y urus (yunguyos) quienes intentaban recuperar el
control del pueblo. Mientras la parcialidad de Urinsaya quería empatronar a San
Sebastián Apóstol, el cacique de Anansaya, Alonso Viracocha Inca, mandó a tallar la
imagen de la Virgen Candelaria por su sobrino Francisco Tito Yupanqui Inca (Salles-
Reese 2008: 29).
Si bien la imagen de la Virgen fue tallada en Potosí y dorada en el templo de San
Francisco de La Paz, ésta se había hecho para Copacabana, pues tuvo como principal
benefactor al cacique Alonso inca de la parcialidad Anansaya de Copacabana y como
creador a su sobrino Francisco Tito Yupanqui quien: “tenía hecha cierta promesa de dar
a su pueblo una Imagen de la Virgen que fuese de su mano” (Ramos Gavilán
[1631]1976: 116). Entonces, no es sorprendente que en la tradición oral la imagen de
bulto decida trasladarse y establecerse en Copacabana.
Ocupémonos ahora de la relación que se establece entre la Virgen de Copacabana y la
mujer de Copacabana que como describe doña Vicenta Rocha “sabe hilar finamente,
viste awayu y camina con abarcas”. Pero antes, para complementar la idea citaré otro
relato, sobre la llegada de la Virgen al pueblo de Copacabana, narrado por el profesor
Javier Suxo, vecino del pueblo, quien se dedica a investigar las tradiciones de su tierra:
(…) Entonces, al llegar cargado con la imagen, Francisco Tito
Yupanqui, en la altura del pueblo de Tiquina, en la lomita, dice que
ahí se quedó a descansar, resultado de que con el cansancio se durmió
y dice que la Virgen extendió su awayu y colocó su telar; dice que los
comunarios, viendo a una mujer, le preguntaron: ‘¿Tan lindo tejes?’
muy fino dice que era la obra, claro ellos pensaban que era otra
persona, ‘debes estar de hambre’ y dice que le dejaron su comidita,
todo. Después cuando se despertó Francisco Tito Yupanqui para
seguir el viaje dice que ha visto la comida: ‘¿pero quién habrá traído?’
Entonces, dice que él se encontraba con su hermano y se llegaron a
servir, a compartir esta comida que la Virgen les consiguió (…) La
8
Virgen entró por Charapura y ahí les
recibieron con algarabía, fiesta, vinieron
bailarines todo eso y de ahí nomás
caminaron hasta Copacabana y se quedó
hasta este momento. Entrevista realizada en
Copacabana el 22 de noviembre del 2012.
El relato del profesor Suxo difiere del de doña Vicenta, en este
caso la Virgen no llegó sola a Copacabana sino que fue trasladada por Tito Yupanqui
quien se encontraba con su hermano. Este punto permite destacar cómo la memoria
social del pueblo sólo mantiene el recuerdo de Yupanqui, mientras que el cacique
Alonso parece haber sido olvidado. Posiblemente, la referencia del hermano trate del
cacique pero queda claro que no es un personaje relevante para la memoria social.
En ambos relatos la Virgen se presentó con la apariencia de una mujer nacida en el
altiplano que tejía en los atardeceres del Lago. Nos preguntamos
entonces: ¿cuál es el papel de la mujer en la memoria sobre el
origen de la Virgen entre los pobladores de Copacabana?
Por las características expuestas asumimos que se trata de una
mujer de Copacabana, específicamente de la parcialidad Anansaya
donde habitaban los incas. Por la época en que aconteció la llegada
de la Virgen al pueblo de Copacabana, durante la primera mitad del
siglo XVI, nos remontamos al tiempo de las acllas o mujeres de
élite en Copacabana.
2 Fotografía del Museo Tito Yupanqui
Copacabana, fotografía. En caso de publicación solicitaré autorización para fotografiarla, publicarla y acceder a su ficha técnica.
9
Gisbert et.al (2006) describe la importancia del acllahuasi o recogimiento de mujeres en
Copacabana, ubicado en la isla de Coati, también conocida como “isla de la luna”.
Coincidentemente, las mujeres allí encerradas debían ser vírgenes5: “hilaban y tejían
ropa de lana, algodón y de vicuñas, muy fina y delicada, con labores muy primas y de
colores finos, para vestir a sus ídolos y ofrecer en los sacrificios y también para los
vestidos del inca” (Cobo 1653, citado en Gisbert et.al 2006: 25).
En la sociedad incaica, el textil tuvo valor social, económico y religioso significativo,
los centros manufactureros se llamaban acllahuasi o recogimiento de mujeres y éstas
eran de dos tipos: las mujeres sacralizadas dedicadas al culto y las mujeres comunes
dedicadas a fabricar la vestimenta del Inca y otras autoridades (Gisbert et.al 2006: 26).
Lo que me interesa resaltar es que tanto las acllas como la imagen de la Virgen fueron
patrimonio del Inca. Entonces, la configuración de la mujer en el relato sobre el origen
de la imagen no sólo atribuye a la Virgen la creatividad que tuvieron estas mujeres
tejedoras, sino que reafirma el poder que ejercía el inca sobre el territorio de
Copacabana.
La Virgen de Copacabana tiene fama de ser buena tejedora incluso fuera de su territorio.
Cuando me encontraba investigando en el valle de Chuchulaya6, don Reynaldo Aliaga,
vecino del pueblo, me comentó que las primeras apariciones de la Virgen de
Chuchulaya fueron en lugar donde se encontraba la antigua iglesia, donde la Virgen se
apareció tejiendo y que: “la Virgen de Copacabana había sido su hermana (de la
Virgen de Chuchulaya), sabe decir mi papá que hilaban sus camas, awayus. La Virgen
de Copacabana sabe tejer awayus bien lindos colores de awayu”7.
5
En la calle de la quinta son mosas casaderas que llaman allín zumac cipascona [muchachas buenas y
hermosas]: Eran doncellas uírgenes, purum tasque, tenían edad de treinta y tres años. Dauí sacauan para
vírgenes peroetuuas para el sol y tenplos y luna y luzero y para el Ynga y para los dioses uaca uilaconas y
para los capac apoconas [señores poderosos] (…). (Guamán Poma [hallado en 1908]1980:199) 6El pueblo de Chuchulaya se encuentra en la provincia Larecaja del departamento de La Paz.
7 Chuchulaya, 11 de septiembre del 2009.
10
5 Título: Virgen Hilandera. Autor: Anónimo. Técnica:
Óleo sobre lienzo. Colección del Convento Santa Clara
(Potosí). Fotografía tomada por Verónica Auza
Aramayo, Enero de 2011.
Los relatos describen a las Vírgenes con atributos que distinguían a las mujeres
indígenas de élite, sobre todo a las acllas que: “eran las tejedoras y preparadoras de
chicha por excelencia” (Medinacelli y Mendieta 1997: 32). De la misma manera, la
Virgen de Copacabana se destaca por los colores que obtiene en sus tejidos y la Virgen
de Chuchulaya reproduce la chicha para sus devotos cual Cristo en las “Bodas de
Canaán”:
“Dice que venían antes (las fraternidades) los “cebollitas”, los
“choclitos”, esos dicen que eran los más queridos de la Virgen, en
realidad, por su humildad, por su pobreza. Dice que esperaba en la
Cumbre (La Virgen), con su tachito de chicha y su tutumita -¿Les han
visto a mis hijos? -¿Quiénes son pues? -“los cebollitas”, “los
choclitos”. Esperaba, dice pues, a nadie más dice que invitaba (…)
dice que servía y servía, pero nunca se acababa eso. Era chiquito su
cantarito de chicha, pero servía y servía y nunca se acababa. Entonces,
se han dado cuenta, -¿cómo de tan pequeñito? Puede servir a tanta
gente –y nunca se acababa– ¡Entonces es la Virgen! -y se da la vuelta
para quererla agarrar y verla, como cualquiera quisiera ver la Virgen
¿no ve? Pero, desaparecía. Eso cuenta mi mamá8”.
8 Fuente: Entrevista realizada a doña Susana Medina, en el pueblo de Chuchulaya, el 17 de julio
2009 (citada en Behoteguy 2011:35).
4 Título: Virgen Hilandera. Autor: Anónimo.
Época: Siglo XVIII. Técnica: Óleo sobre lienzo. Dimensiones: 112 x 73 cm. Colección Museo Nacional de Arte- La Paz.
11
Los relatos sobre Vírgenes Tejedoras responden a significados relacionados al poder
femenino, al tratarse de milagros de aparición retrocedemos al pasado colonial, estás
Vírgenes tienen el rostro de india pues responden al recuerdo del poder indígena en
estos pueblos, al menos en la época en que se entronizaron sus Patronas.
Ahora veamos la función del tejido. Las representaciones de Vírgenes Tejedoras no sólo
se remiten al pueblo de Copacabana, otro ejemplo es la escuela de pintura cusqueña que
posee pinturas de Vírgenes hilanderas representadas como la Virgen niña con
vestimenta indígena femenina (aqsu) y rueca para hilar entre las manos.
Las Vírgenes hilanderas expresan la asimilación del culto mariano en la cultura inca, sin
duda los benefactores de estas obras fueron caciques indígenas quienes decidieron
representar a la Virgen vestida de Inca para dominar el lenguaje simbólico de los
lienzos. Recordemos que durante la época precolombina el principal acllahuasi Inca se
encontraba en Cusco (Gisbert et.al 2006: 26).
Sin embargo, las acllas o mujeres del Inca no fueron las únicas tejedoras en los Andes
precolombinos. El tejido siempre ha caracterizado a las mujeres de esta región, quienes
se encargan de fabricar la vestimenta que distingue a cada comunidad o ayllu. Entre los
colores de la pampa y los significados culturales de sus pallays o diseños, las tejedoras
van urdiendo los paisajes de sus tierras y corporalizando la identidad de sus pueblos. En
palabras de Auza (2010): “Los tejidos aportan a la historia un lenguaje visual, táctil,
un lenguaje de la piel” (2010: 131).
El milagro de la Virgen Tejedora también se extiende en la memoria del altiplano
paceño, por ejemplo, Lorenzo Inda, investigador de la comunidad Uru Iruito, en la
provincia Pacajes, me contó sobre la Virgen de la Merced que es patrona de
Chiar’amaya, cerca del pueblo de Taraco:
“Hay otra Virgen de Chiaramaya, de Taraco más a este lado, entonces
esta Virgen dice que visitaba las casas donde las mujeres tejen en su
awayu: el poncho para el hombre, su manta, pollera, así, entonces,
dice que nadie sabía que es la Virgen, después nomás ya han sabido:
“hermana”, habrán dicho, “Kullaka” “¿cómo estás, te ayudaré para
tejer?”, “-sí pues, me cansa pues” “ya” “-¡ya!”. Entonces, la dueña de
la casa entra porque hay que invitar alguna comidita a la mujer, ya
entra a la casa la dueña de la casa y como era la Virgen Mercedes,
12
cuando sale, el tejido ya está terminado. Y habrá dicho: “¿qué cosa es
éste?” “¿Es verídico?” “¿Está engañando?”. Entonces, dice que ese
tejido era finísimo, bien finito y eso han contado varios, varios me han
contado”9.
El milagro de aparición de la Virgen de la Merced de Chiara Amaya trata sobre la
elaboración de un textil, específicamente un awayu. Arnold et.al (2008) plantea que la
naturaleza del textil va más allá de una simple “piel social” para abarcar muchos otros
elementos del ser. En el caso del awayu destaca que las mujeres del ayllu Qaqachaka
(departamento de Oruro) lo significan desde una corporalidad femenina, caracterizada
por el poder de dar vida humana, animal y agrícola (2008:56).
A partir de la memoria de los miembros mayores del ayllu Qaqachaka10
, la autora
sostiene “que el papel creativo de la mujer tejedora juega una parte complementaria
(…) a la que hacen los hombres en la guerra. En tanto que los varones manejan la
destrucción de la vida, las tejedoras están encargadas con el renacer del muerto en un
nuevo ser” (Arnold 2008: 58). Si entendemos el milagro de aparición de la Virgen de
Chiara Amaya desde esta perspectiva, el papel de las Vírgenes Tejedoras del altiplano
va más allá de un papel maternal, la función del tejido les permite transformar la muerte
en la vida.
Los milagros sobre Vírgenes Tejedoras transmiten la memoria de la introducción de la
Virgen María en el altiplano, en este contexto colonial, proponemos que mediante la
acción de tejer la Virgen transformó a los muertos (víctimas del genocidio español) en
nuevos seres, los seres cristianos del pueblo de Chiara Amaya. Entonces, los relatos
sobre Vírgenes tejedoras utilizan el lenguaje simbólico del awayu para revitalizar la
cultura católica del altiplano y, al transformar muerte en vida, mantienen la presencia de
los ancestros, aunque de manera colonizada, en la identidad católica.
Finalmente, para terminar este bosquejo sobre milagros de Vírgenes Tejedoras del
Altiplano, mencionaré el sorprendente caso de la Virgen de Letanías en la ciudad de
Viacha, una diminuta imagen de piedra (17 milímetros) que tiene una capilla en el
calvario de Letanías. Al respecto, el párroco de Viacha P. Guechi Revellín Pucho, quien
9 Lorenzo Inda, entrevista realizada en la ciudad de El Alto, zona Chacaltaya. 9 de noviembre 2012.
10 “Dentro de la memoria de los miembros mayores del ayllu, se recuerda que una meta de las guerras
interétnicas fue la captura, de parte del hombre casado de una cabeza trofeo del enemigo. Luego el varón
entregaba la cabeza capturada a su esposa, quien la envolvía en una capa de tela negra finísima, con el
objetivo de renacer el espíritu de la cabeza ya domada, en una wawa de la propia familia” (Arnold
2008:57).
13
es estudiante de sociología en la Universidad Mayor de San Andrés, me relató el
milagro de su aparición:
El cerrito donde es, era un cerrito muy temido, le tenían miedo subir
porque habían diferentes animales: lagartos, reptiles de toda especie y
no se atrevían a subir por el miedo. También los ancestros les habrían
prohibido a sus hijos subir, porque si subían adquirían un espíritu
malo, después se volvían locos, así ¿no? Entonces llegaban a tener una
posesión del mal. Luego siempre veían ¿no? una mujercita que
tejía ¿no? Dice que era así campesina y que en algún momento se
trenzaba su larga cabellera y también hacía lindos tejidos,
inclusive algunos cuentan que enseñaba a tejer a las campesinas
en sus telares. Y, a veces en algún momento los jóvenes como eran
pastores por curiosidad se acercaban y de repente aparecían con
alguna picadura de serpiente, venía la mujer a su encuentro y después
los sanaba.
Uno de los detalles (en) que todos coinciden es que un día tanta fue la
curiosidad de los pastores y las pastorcitas que observaron por varios
días, y había unos arrieros ¿no? que traían una especie de
encomiendas de la hacienda a la ciudad de La Paz, trayendo productos
¿no? Y utilizaban como medio de transporte los caballos, las mulas y
también los burritos y la llama ¿no? entonces, uno de esos arrieros,
descansó justamente en las faldas de este cerro que es de las Letanías,
ahora, antes desconocido por supuesto. Entonces, resulta que aseguró
sus animales, descargo sus cargas y como era ya tarde, entonces,
empezó a descansar, pero el frío que era crudo de invierno ¿no? la
helada, todo, no pudo descansar, y es de esta manera, que llega ya
medianoche, y pasada medianoche, y alrededor de las tres de la
mañana empieza escuchar la música, empieza a escuchar la música
auténtica que sería los sikuris, estas danzas ¿no? Entonces, resulta
que sonaba del cerro ¿no? de la punta del cerro, entonces, tanta fue la
curiosidad de este arriero que empezó a subir ¿no? escaló el cerro
asegurando sus animales, su carga, todo, entonces, llegó a la cima,
pero antes de llegar a la cima, entonces, también al momento había
escuchado el sonido de la campana y después los petardos, y así no,
entonces, subió al cerro y a medida que iba acercándose escuchó
también rezar, un rezo del Rosario ¿no? La oración de plegaria del
Rosario, también las plegarias de Letanías que son: -Señor ten piedad,
Cristo ten piedad; Santa María Madre de Dios ruega por nosotros,
etcétera, etcétera.
Entonces, ahí es donde exactamente se da cuenta que había algo raro y
llega a la cima y resulta que no encuentra nada ¿no? Y de repente de a
poquito llegó a sentarse, pensó: “algo malo está ocurriendo”. Y luego
este arriero de repente vio una pequeña chiquilla ¿no? imillita decimos
en aymara, corrió y después empezó a disminuir de tamaño, y después
se oculto detrás de una piedra, y lo atrapó, y resulta que se convirtió
en una piedra ¿no? Sólo encontró una piedrecita tan pequeñita y
después la llevó ¿no? Y la bajo corriendo, y después como llegaba a la
14
hacienda de La Paz, entonces, le muestra la piedrita y eso ¿no? “¡Pero
mira es la Virgen!” dice ¿no? “¿Y cómo?” dice él, porque la piedrita
tenía una coronita y ojitos, y su hijito entre sus brazos.
(…) Ya se festeja desde esa vez cada 13 de julio, porque justamente lo
dicen que apareció en esa fecha ¿no? como era el invierno, todo
pareciera coincidente. Entonces, nosotros llamamos a la Virgen
Natividad y dice que tiene una bendición esta Virgencita, la gente
cuando apenas tenía que cumplir los 15 años, entonces, las señoras
mayores enseñaban a tejer awayu, tari y la chuspa, también el
poncho, el pullu dicen ¿no? El pantalón de bayeta. Entonces, en
esta fiesta, las mujeres, más que todo, tenían que aprender con la
bendición de la Virgencita y eran capísimas tejedoras las mujeres
que llegaban y asimilaban (la habilidad para tejer) en esa fiesta,
en el cerro, entonces, eran realmente muy buenas tejedoras. Ahora
poco se han ido perdiendo estas costumbres y la fiesta un poco ha
cambiado11
.
6 Virgen de Letanías. Fotografía tomada, gracias a la colaboración de Héctor Calle, por Norman Izurieta, 5 de mayo 2013.
11
Entrevista realizada al P. Guechi Revellín Pucho, en el pueblo de Viacha, el 18 de octubre 2009.
15
7 Textil de Viacha utilizado para velorio. Fotografía tomada, gracias a la colaboración de Héctor Calle,
por Norman Izurieta, 5 de mayo 2013.
La Virgen de Letanías es la protectora de los famosos textiles de Viacha, “dice que
tiene una bendición” especialmente relacionada al tejido, las mujeres que aprenden a
tejer en el calvario de la Virgen se convierten en buenas tejedoras. En los andes se
acostumbra a tejer bajo la dirección de la madre o la abuela, entonces no resulta
sorprendente que la Virgen Madre haga el milagro de “enseñar a tejer a las campesinas
en sus telares”. Analicemos el relato por partes:
Primero, la Virgen se apareció al arriero quién transportaba productos y se encontraba
descansando al pie de la montaña; la presencia de este personaje nos lleva a la memoria
del tambo de Viacha que perteneció al camino real que conducía a Potosí (Vásquez de
Espinoza 1626, citado en Feyles 1965: 346). Segundo, la narración describe que el
origen precristiano de la montaña era un lugar temible donde habitaban seres del
inframundo (lagartos y serpientes), representación que evoca un imaginario de
extirpación de idolatrías, donde mediante un sistema de represión católica se satanizaron
los cultos a la naturaleza. Fue gracias a la aparición de la Virgen que la “montaña
encantada” se transformó en el Calvario de Letanías. Por último, la Virgen se presentó,
al igual que en las pinturas de Vírgenes hilanderas, como una niña. Esta coincidencia
parece hacer referencia al hecho de que la mujer comienza a tejer durante la
adolescencia.
Las Vírgenes de Piedra también se encuentran presentes en la provincia Yampara del
departamento de Chuquisaca, en el Museo de Arte Indígena de Antropólogos del Sur
(Asur) se pueden observar tres de ellas, la explicación museológica señala:
16
“En Chuquisaca las Vírgenes que adoran las capillas en el campo,
como las que se guardan en las casas, no son un “bulto” hecho de
yeso. Si es de yeso se dice que no es verdadero, si no una piedra que
anuncia su presencia de modo sobrenatural: se escucha a alguien llorar
y es la piedra o paraliza al que pasa o le habla. Estas piedras especiales
pequeñas o grandes, en las cuales se siente la presencia de la divinidad
son recogidas por los caminantes (…). ‘La Virgen les hacía soñar y en
el sueño veían a una señora que les enseñaba’. Colocaban sus
pequeños telares junto al santo y ch’allaban”12
.
La presencia de la Virgen y el textil en los Andes debe entenderse desde la relación
entre culto católico e identidad femenina. En la memoria social de los pueblos que
mencioné, la Virgen María, al igual que una mujer del altiplano, habitó el espacio desde
la creación de sus tejidos. La Virgen, para introducirse en la cultura, tuvo que participar
en la vida cotidiana y destacarse por sus milagros.
A través de los relatos, vimos que se recuerdan dos tipos de Vírgenes Tejedoras: las
Vírgenes que son niñas como las pinturas Vírgenes Hilanderas o la Virgen del Calvario
de Letanías, y las Vírgenes que son madres como el caso de Chuchulaya o Copacabana.
Las primeras representan el aprendizaje del textil en la adolescencia y las segundas el
papel de la madre que guía a sus hijas en la práctica del tejido.
El análisis da cuenta de la dinámica religiosa que acompaña al textil andino: primero la
experiencia precolombina del acllahuasi inca o los rituales descritos por Arnold (2006)
en el Norte de Potosí donde prevalece la importancia social, política y religiosa del
textil para estas culturas andinas. Segundo, la experiencia del arte barroco mestizo
donde la importancia del textil se observa en algunas pinturas religiosas donde se
destacan caciques con vestimentas indígenas o las mismas Vírgenes Hilanderas. Por
último, las historias que actualmente se tejen sobre la Virgen dejan comprender que ella
es el ancestro o divinidad que se encarga de proteger al arte textil. En los Andes, como
veremos adelante, la Virgen María no sólo se representa como una madre, sino que
también adquiere otras características de la mujer andina.
12
Museo de Arte Indígena (Asur), recopilado el 27 de abril del 2013.
17
3. Atributos y dominios de las Vírgenes hermanas
En el altiplano paceño las imágenes de la Virgen María adquieren el nombre y los
atributos del lugar donde se las venera. A partir del culto se desarrollan memorias y
dinámicas culturales propias de cada lugar. Este ensayo aborda diferentes narraciones
donde las Vírgenes patronas –Nazacara, Puerto Acosta, Letanías en Viacha y el valle de
Chuchulaya– son asumidas como hermanas de la Virgen de Copacabana, parentesco que
varias veces me fue repetido al visitar estas fiestas patronales. Se trata, entonces, de
interpretar la pluralidad del culto mariano a través de esta curiosa relación. Nos
preguntamos: ¿Por qué estás Vírgenes han llegado a representarse como hermanas de la
Virgen de Copacabana?
El término hermanas trata de relaciones consanguíneas. Sin embargo, para captar las
relaciones que unen a estas Vírgenes, el análisis debe ir más allá: “La familia reconoce
la filiación en línea materna tanto como en línea paterna, mientras que el clan, sólo tiene
en cuenta el parentesco en una sola línea (Leví-Strauss 1985:146). Un clan de Vírgenes
implica una filiación matrilineal que desciende de un antepasado común. Según el
diccionario de antropología Barfield, los clanes pueden funcionar como unidades
políticas territoriales donde se pueden rastrear vínculos genealógicos y jerarquía de
linaje (Barfield 2000: 113).
En procura de encontrar alguna respuesta a la pregunta, comenzaré compartiendo las
narraciones que me fueron transmitidas durante las fiestas. Fue en el valle de
Chuchulaya13
, el año2009, cuando conocí a Rosario Peñaranda14
, ella me comentó que
el yatiri a quien acude con su familia le relató la siguiente historia:
Eran tres “Vírgenes” que son hermanas y que llegaron volando a sus
pueblos en forma de palomas blancas. Dice que habían salido de un
hueco de la tierra, en el calvario de “Las Letanías”15
. Una se había ido
a Copacabana, la otra a Chuchulaya y la otra se había quedado ahí en
“Las Letanías”.
13
Chuchulaya se encuentra en la provincia Larecaja del departamento de La Paz. 14
Doña Rosario Peñaranda nació en la ciudad de La Paz, pero es descendiente de una familia
Chuchulaya. La categoría social con que se reconoce en el pueblo es “residente”. 15
El Calvario de la Virgen de la Natividad de Letanías se encuentra cerca a la ciudad de Viacha,
provincia Ingavi del departamento de La Paz.
18
En el relato no sólo sorprende que las Vírgenes sean consideradas hermanas, sino que
también evoca claramente que la dimensión sagrada se relaciona con el elemento tierra
y sus poderes andinos. El Padre Bernabé Cobo (1653) describe la importancia de estos
orificios que reciben el nombre de paqarinas, lugares sagrados por donde salieron los
antepasados precolombinos16
. Al igual que los antepasados precolombinos, las Vírgenes
salieron volando de una paqarina para asentarse en cada uno de sus territorios,
analógicamente la memoria da significación a las Vírgenes como antepasados
coloniales.
8 Calvario de Letanías, fotografía tomada en octubre 2009
Reforzando este relato, el mismo año, el entonces párroco de Viacha P. Guechi Revellín
Pucho me permitió fotocopiar un texto breve (sin fecha y no publicado) titulado: “El
Milagro de la Aparición de la Santísima Virgen de Letanías”, donde escribió: “Algunos
devotos conocen a la Virgen como hermana de la Virgen de Copacabana y
Chuchulaya”. Al preguntarle sobre esta creencia, el Padre Guechi me contestó: “Parece
que los evangelizadores, agustinos o dominicos, habían llegado primero a Viacha, de
ahí habían ido hacia estas regiones… de aquí, habían salido primero”17
.
Al respecto, López Menéndez (1949) describe que los agustinos administraron la
16
“El Criador (Viracocha) formó de barro en Tihuanaco las naciones todas que hay en esta tierra,
PINTANDO CADA UNA EL TRAJE Y VESTIDO QUE HABIA DE TENER…les mando se sumiesen
debajo de la tierra, cada nación por sí para que de allí fuesen a salir a las partes y lugares que él mandase;
y unos salieron de suelos, otros de cerros, otros de fuentes, de troncos de árboles (…) Y ASI CADA
NACIÓN VESTIA CON EL TRAJE QUE A SU GUACA PINTABA” (Cobo citado en Gisbert et
al.1987: 11). 17
Viacha, el 18 de octubre 2009.
19
parroquia de Viacha hasta 1566 y el templo de Copacabana les fue entregado hacia
1588. Respecto a Chuchulaya sólo específica que era viceparroquia del pueblo de
Combaya hasta el año 1765. El libro de Villarejo (1965) sobre los agustinos en el Perú
(1548-1965) tampoco hace referencia a la presencia agustina en Chuchulaya. A mi
parecer, el relato sobre las Vírgenes que son hermanas no trata sobre el camino de los
agustinos, sino de una estrategia de la memoria para articular religiosidad y territorio a
través de la filiación matrilineal.
La articulación Virgen/territorio deviene de las significaciones de las personas creyentes
del altiplano. Se trata específicamente del “cargo político” que adquieren las imágenes
bajo el título de “patrona”. Las imágenes de Vírgenes patronas son consideradas dueñas
de los pueblos, tal es la importancia de éstas que las fiestas patronales constituyen a su
vez “el día del pueblo”. Es conocida la tradición que los peregrinos tenemos al llegar a
las fiestas patronales, lo primero que hacemos es entrar a la iglesia para saludar al
“dueño o dueña de casa”.
Las Vírgenes de Copacabana y Chuchulaya son patronas de sus pueblos, en el caso de
Viacha es distinto, ya que al tratarse de una diminuta imagen de piedra pintada, la
Virgen de Letanías no pudo ser aceptada como patrona de esta ciudad. Al respecto,
Héctor Calle, quien organizó algunos programas transmitidos en la “Radio Virgen de
Letanías” de Viacha, me explicó:
Mire, le cuento que en el contexto de Viacha necesitaban pasar una
fiesta como en todos los lugares ¿no? Pero la principal que está en
Viacha debería ser la Virgen de Letanías que es la patrona de Viacha
por ser más antiguo; pero en Viacha la patrona es la Virgen del
Rosario. Y como los agustinos han llegado con todo su costumbre, la
Virgen del Rosario, si tú no sabes muy bien, ha hecho milagros
fundamentales en Europa y que inclusive cuenta Santo Domingo que
la Virgen del Rosario se le había aparecido y le había enseñado a rezar
el rosario y por esa razón la Virgen del Rosario siempre lleva un
rosario. Por ellos (los agustinos) es que la celebran a esta Virgen (en la
ciudad de Viacha) y no daban importancia a la Virgen de Letanías.
Más allá de la antigüedad que pueda tener el culto a la Virgen de Letanías, el relato de
Héctor Calle deja en claro que los agustinos no aceptaron venerar una piedra bajo el
título de patrona de Viacha.
20
Las tres Vírgenes al ser hermanas articulan sus territorios mediante el parentesco y el
culto patronal. Se trata de un extenso territorio tutelado por la Virgen del lago de
Copacabana, Virgen del altiplano de Viacha y Virgen del valle de Chuchulaya.
En el pueblo de Copacabana, en noviembre del 2012, conocí a doña Vicenta Vega,
forastera, que se encarga de elaborar y vender estampitas con la imagen de la Virgen;
esta profesión, lo mismo que el relato que voy a compartir, le fue heredado por su
abuela quien tenía un puesto frente a la basílica hace más de sesenta años. Antes de este
viaje a Copacabana, ya había escuchado en otros pueblos (Nazacara, Puerto Acosta, el
valle de Chuchulaya y la ciudad de Viacha) que la Virgen de Copacabana tiene sus
hermanas, así que decidí lanzar una pregunta directa: ¿Alguna vez escuchó si la Virgen
de Copacabana tiene hermanas? doña Vicenta me respondió:
Sí, dice que su hermana había sido de Chuchulaya, tiene una estrella
grande pues la de Chuchulaya, es muy milagrosa también y está por
Sorata adentro (...) Y mi abuela también me decía que su hermana está
en Chuchulaya, a veces, en la fiesta, la Virgen se va a Chuchulaya en
las fiestas, porque muchas fiesta hay y lo hacen renegar (a la
Virgen)18
.
Realmente me sorprendió que en Copacabana me dijeran que la Virgen sólo tiene una
hermana y que ésta es la Virgen de la Natividad de Chuchulaya; pues coincidentemente
he investigado este pueblo durante tres años (2009 al 2011) e incluso la misma historia
sobre la Virgen que prefiere viajar donde su hermana para no soportar los excesos de la
fiesta me fue relatada en Chuchulaya, en septiembre 2010, por doña Máxima Ramírez,
vecina:
“Sé que según comentan que a la Virgen no le gusta esta fiesta: ‘Ay
yo no quiero saber de esta fiesta’, porque le duele la cabeza dice que
se escapa a Copacabana y deja a su reemplazo (imagen de bulto que
sale en procesión), una señora antigua me ha contado que se va la
Virgen donde su hermana”.
En cuanto a la relación existente entre Copacabana y Chuchulaya, Gisbert et al. (1987:
135) describe que hacia 1573, los caciques de Omasuyo llegaron a poseer las tierras de
Cumbayá (Combaya) en la provincia Larecaja. Recordemos que Chuchulaya era
18
Copacabana, noviembre 2012.
21
Viceparroquia de Combaya aún durante el siglo diecinueve, como señala un manuscrito
del Archivo Capitular de La Paz: “Soverana Ymagen de Nuestra Señora de Chuchulaia
Vice Parroquia del Pueblo de Combaia Partido de Larecaxa” (Tomo 119, 1801: 219).
Sin duda, hacia 1573, el pueblo de Chuchulaya pertenecía a los caciques de Omasuyo;
los relatos sobre la Virgen de Copacabana en Chuchulaya, o viceversa, hacen referencia
a esta relación entre el territorio de la puna y del valle, probablemente la memoria de
este parentesco se remonta a esta época.
9 Fotografía comparativa: Virgen de Copacabana y Virgen de Chuchulaya. Imagen Virgen de
Copacabana, fotografía de Carlos Rúa (PONER FECHA); imagen Virgen de Chuchulaya fotografía noviembre 2011.
Para redondear la idea del parentesco mariano y su relación con el territorio, debemos
comprender que entre todas, la Virgen de Copacabana es la que articula el conjunto de
Vírgenes-hermanas, erigiendo un parentesco entre pueblos y cultos del altiplano paceño.
Así se explica que esta imagen esté presente no sólo en el mito de origen mencionado de
Viacha, sino en los imaginarios locales, en los cuales, se establece que es hermana de la
Virgen de la Estrella de Chuchulaya, de la Virgen de la Merced de Nazacara y de la
Virgen de la Asunción de Puerto Acosta.
22
La patrona de Puerto Acosta es la Virgen de la Asunción19
, al conversar con algunas
personas del pueblo, supe que esta Virgen tiene la particularidad de representarse como
soltera, entonces pregunté: ¿Por qué dicen que la Mamita de la Asunta es Soltera? y la
señora Burgoa, vecina del pueblo, me respondió: “Decían porque soltera siempre es,
porque dice que su hermana era incluso la Virgen de Copacabana… soltera siempre ha
sido, soltera siempre ha estado20
”. El hecho de que esta Virgen sea representada como
soltera me hizo pensar en la iconografía de la Virgen de la Asunción ya que justamente
esta imagen no carga al niño entre los brazos; pues como el nombre de la advocación
indica, se trata de la ascensión de la Virgen al cielo, donde fue coronada como reina,
obviamente dicha asunción sucedió tiempo después de la muerte y resurrección de su
hijo.
Probablemente esta ausencia del Niño sea una de las razones por las que la Virgen de
Puerto Acosta esté pensada como soltera, sin embargo, en las palabras de la señora
Burgoa, la Virgen es soltera pues es hermana de la Virgen de Copacabana. Así, de
alguna manera, esta Virgen que llega a articular el eje de vírgenes-hermanas tiene
relación con las solteras, de hecho, existe una creencia que indica que nunca debes
entrar con tu enamorado donde esta Virgen, pues suele causar separaciones definitivas.
Desde esta perspectiva, entiendo que en el altiplano las Vírgenes se distinguen por sus
atributos, por ejemplo, algunas se representan como madres y otras como solteras,
además existe una distinción entre los cultos que profesan las mujeres casadas y los que
ejercen las mujeres solteras en estas fiestas marianas.
Los rostros de la Virgen del altiplano no sólo representan a la Madre de los católicos,
sino que también articulan la memoria de la mujer andina, por eso es posible que
existan Vírgenes quienes a pesar de ser solteras también tienen el poder de ser patronas.
19
Antiguamente, la fiesta de la Virgen de la Asunción era celebrada únicamente por las
comunidades que pertenecían a la antigua Marka Waychu, actualmente conocida como Puerto
Acosta. Los vecinos del pueblo rendían culto a la Virgen de la Natividad de la comunidad de
Pasuja. Cada 14 de septiembre se desplazaban bailando hacia este lugar, donde justamente
funcionaba el puerto que permitía la entrada de productos embarcados desde el Perú, cuentan
que la Virgen de Pasuja era una pequeña talla de mármol, que había aparecido milagrosamente
en una fuente de agua, donde se encuentra la capilla. Esta imagen dejó de celebrarse hace
aproximadamente cuarenta años, se dice que la congregación de evangelistas se la robó y la
lanzó al Lago, pero que la Virgen emergió y actualmente es festejada en una comunidad del
Perú. Relato en base a relatos de: Damiana Graciela Delgado Ortiz (vecina), Natividad Aquise
Monqara (vecina) y Djalmar Peñaloza Arteaga (vecino). Puerto Acosta, agosto 2012 y mayo
2013. 20
Puerto Acosta, 15 de agosto 2012.
23
10 Virgen de la Asunción de Puerto Acosta, copia que sale en procesión durante la fiesta. Agosto
2013.
Otra de las hermanas de la Virgen de Copacabana es la Virgen de la Merced de
Nazacara21
. Al pasar por ahí, en octubre del 2012, conocí a doña Máxima Zabala,
comunaria, quien me relató que durante la fiesta de esta Virgen se organiza una gran
feria donde muchos peregrinos de Copacabana llegan para vender sus productos: cestas
de totora, pasanq’alla, haba tostada y dulce de melcocha. Cuando le pregunté: ¿Por qué
justamente vienen desde Copacabana? Me respondió: “De Copacabana dicen porque
esta Virgen tiene su hermana en Copacabana, así es importante esta Virgen”, entonces,
volví a preguntar: ¿Cómo su hermana? Y me contestó: “O sea, dicen ¿no?, saben decir
que es su hermana de la Virgen de Copacabana, esta Virgen de las Mercedes”. La
explicación de doña Máxima, nos permite comprender la importancia del parentesco
que la Virgen de Copacabana establece en el altiplano paceño, llegando incluso a
marcar una devoción por el solo hecho de que la Virgen de la Merced es asumida como
su hermana. Durante su celebración, cada 24 de septiembre, la población de Nazacara
recibe peregrinos de Copacabana quienes participan en la feria, dando cuenta de este
espacio de intercambio que se encuentra ligado al calendario religioso. En el altiplano es
común que se armen grandes ferias durante las fiestas Patronales.
21
Nazacara se encuentra en la provincia Pacajes del departamento de La Paz.
24
11 Virgen de la Merced de Nazacara, Fotografía tomada por Norman Izurieta, 7 de octubre 2013.
Desde esta perspectiva, no resulta sorprendente que las Vírgenes sean hermanas; pues el
culto mariano del altiplano no se trata de una sola Virgen María, sino que son varias y
cada una tiene culto propio. Al representarse como hermanas, las Vírgenes descienden
de un ancestro común. A partir de lo expuesto, sostengo que dentro de esta filiación
matrilineal, la Virgen de Copacabana equivale al ancestro por ser la única hermana en
común.
El pueblo de Copacabana, situado a orillas del Lago Titicaca, fue y es un importante
espacio sagrado desde la época precolombina. Gisbert (2003) plantea que el ídolo de
Copacabana era una divinidad puquina adorada por los urus, y por tanto anterior a las
culturas aymaras e incas, quienes la asimilaron como un ser poderoso del agua, creador
de peces y dueño de cuanto ser existía en el Lago Titicaca: “Para sustituir a este ídolo
se entroniza a la “Virgen de la Candelaria” que desde entonces recibe el nombre de
Virgen de Copacabana; esta Virgen vence al demonio representado en forma de sirena.
La devoción de esta Virgen fue inmensa y, sin duda es la más importante de
Sudamérica (2003:3).
Así como sucedía en épocas prehispánicas, actualmente, el poder que ejerce la Virgen
de Copacabana y las prácticas rituales realizadas para ella continúan evocando el
dominio de las aguas. Al respecto, don Fermín Pucho Mamani de la comunidad Tito
Yupanqui, quien durante la fiesta de la Candelaria el 2 y 3 de febrero del 2013 se
encontraba tocando moseñada en la fraternidad de catequesis que pertenece a la
parroquia de Copacabana, me explicó: “Nosotros festejamos a la Virgen en dos fechas,
correctamente la Virgen de la Candelaria pertenece a Jallu Pacha (estación de lluvias)
25
Húmedo ¡eh! ¿Por qué tocamos moseñada nosotros? Porque el moseñada siempre
maneja a la lluvia porque la Pacha es la naturaleza que hace un contacto con el
moseño. Cuando tocamos la melodía de moseñada, entonces hay un contacto y se cae la
lluvia, es como un fenómeno natural también (…)22
hay otra fiesta también en 6 de
agosto ¿no? es ya awti pacha (estación de escasez), en esa época nos protege de la
escasez también, con zampoña ese tiempo le festejamos, dos épocas le festejamos
nosotros a la Virgen de Copacabana” (Copacabana, 3 de febrero 2013).
12 Moseñada de Copacabana, Fraternidad de Catequistas de la Parroquia. Fotografía tomada por
Norman Izurieta, 3 de febrero 2013.
Otro ejemplo notable me fue relatado en el pueblo de San Andrés de Machaqa,
provincia Pacajes, cuando pregunté acerca de los poderes de este santo, don Freddy
Álvarez Butrón (residente), me relató:
Y también antes, por ejemplo, dice los grandes jilacatas o mallkus
(autoridades originarias) para que llueva, dice que iban a traer con una misa
de Copacabana un huevo del lago, y a un lugar que se llama, el lugar más
alto, Llisa, ahí lo dejaban el 29 de noviembre23
, para el 30 de noviembre bien
llovía, del lago de Copacabana traían el huevo, traer a este lado es sinónimo
de lluvia… Ahí arriba con unos ritos especiales, ahí en el cerro, allá en el
cerro. Así nomás es.
22
“Esta fraternidad tiene 25 años con los catequistas, pero la historia de moseño es con 1900, cuando
había una guerra en la Mosa, en el departamento de La Paz que es que se une con el departamento de
Cochabamba, hay una pelea entre españoles, ahí apareció la historia del moseño, del pueblo de la Mosa
viene, ese moseño es llamativo para la lluvia ¿no? cuando tocamos moseños siempre llueve.”
Copacabana, 3 de febrero 2013. 23
29 de noviembre es día de San Andrés.
26
Nuevamente el poder de las aguas que evoca la Virgen de Copacabana atraviesa
espacios de la puna hacia las áridas tierras del pueblo de San Andrés de Machaqa, donde
son las autoridades, quienes, mediante ritual, solicitan que la lluvia llegue desde las
aguas sagradas del Titicaca. Es interesante que ambos patrones –Tata San Andrés y la
Virgen de Copacabana– se celebren en la estación húmeda o Jallu Pacha. Cuando el
padre Monast (1972) describe a este santo de la zona de Carangas del departamento de
Oruro, dice: “el apóstol san Andrés, que no es un santo, sino un demonio de la lluvia”
(1972:64).
13 Vista del pueblo de Copacabana. Fotografía tomada por Norman Izurieta, 3 de febrero 2013.
En consecuencia, propongo que la vitalidad del culto a la Virgen de Copacabana se debe
a que en el altiplano se sufre escasez de agua; por eso, no es casualidad que a través de
ella se yergue un inusual sistema de parentesco entre Vírgenes que mantienen
complicidad con dominios y poderes femeninos y, por tanto, se trata del culto más
extendido del altiplano paceño.
El culto a la Virgen de Copacabana se caracteriza por sus dinámicas culturales, la
Virgen no sólo significa la dimensión sagrada del lago, sino que mantiene una
pluralidad de significados que las personas devotas le han ido atribuyendo a través de
los años. Se sabe que cuando la parcialidad Anansaya escogió la advocación mariana de
la Candelaria hacia 1584, impuso una imagen que iconográficamente se relaciona con el
fuego24
. Posteriormente, los agustinos se apropiaron del culto y construyeron la basílica
y entronizaron a la Virgen en el altar mayor hacia 1614 (Villarejo 1965: 353, citado en
Salles- Reese 2008: 48). Hacia 1858, el P. Sans describe que la imagen portaba la
espada y el bastón del Tata Belzu, Presidente de Bolivia entre 1848 y 1855 (López
24
Ziólkowski (1994) identifica entre las crónicas de Polo de Ondegardo y Ramos Gavilán la descripción
de una fiesta de la Virgen de la Candelaria (2 de febrero) en el Cusco, donde las personas armaban
inmensas bolas de fuego (1994:327). El autor plantea que los incas quisieron dominar al ídolo creador de
peces y sensualidades imponiendo una fiesta solar en Copacabana.
27
Menéndez 2011:57). El año 1925, en honor al primer centenario de la República, la
Virgen de Copacabana fue coronada Reina de Bolivia y las señoras de Arequipa del
Perú le obsequiaron una corona de oro macizo. En 1954 fue nombrada Patrona y
Generala de Carabineros y Policías, desde entonces comenzó a ser ver vestida de verde
olivo (López Menéndez 2011:72-75).
La imagen de la Virgen de la Candelaria de Copacabana ostenta joyas de reina, viste
como policía y carga su candela entre las manos. En la memoria, no sólo del altiplano,
sino de todo el departamento de La Paz, se la recuerda como una Virgen india que
pertenece al Lago de Copacabana. Además, existen creencias donde se la perpetúa como
la mejor Virgen Tejedora de los Andes y, sin duda, la hermana mayor de otras Vírgenes.
28
4. Conclusiones.
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worlds. Warsaw University. Varsovia.
29
Fuentes Orales:
Reynaldo Aliaga (83 años)
Ocupación: Agricultor y artista tallador de madera.
Lugar y fecha: casa del entrevistado, Chuchulaya 11 de septiembre 2009.
Forma de registro: Libreta de Campo.
Susana Medina (67 años)
Ocupación: Costurera en una fábrica de textiles, actualmente jubilada.
Lugar y Fecha: Casa de la Familia Iturre, Chuchulaya, 17 de julio 2009.
Forma de registro: grabadora.
Héctor Calle (27 años)
Ocupación: Licenciado en Administración de Empresa (UCB), Egresado de Ingeniería
Ambiental (UMSA), Profesor de filosofía y religión del colegio Ballivián de Viacha,
dirigente de las zonas en Viacha y cantante del coro en la Iglesia de Viacha y San
Francisco de La Paz.
Lugar: Biblioteca de la Facultad de Agronomía (UMSA), barrio de San Pedro. La Paz,
19 de septiembre 2012.
Registro: Grabadora.
P. Guechi Revellín Pucho (26 años)
Ocupación: Sacerdote y estudiante de sociología (UMSA).
Lugar y fecha: Casa Parroquial de Viacha, 15 de octubre 2009.
Forma de registro: Grabadora.
Lorenzo Inda de la comunidad Uru Iruito (67 años)
Ocupación: Investigador y guía turístico.
Lugar y fecha: Una pollería de la zona Chacaltaya. El Alto, 9 de noviembre del 2012.
Forma de registro: Grabadora.
Vicenta Rocha Vega (62 años)
Ocupación: Artesana y comerciante de estampitas y medallas religiosas.
Lugar y fecha: Puerta de la Iglesia de Copacabana, 22 de noviembre del 2012.
Forma de registro: Grabadora.
Javier Suxo Olmos
Ocupación: Profesor jubilado y propietario del “Alojamiento Andino”.
Lugar y fecha: “Alojamiento Andino”. Copacabana, 22 de noviembre 2012.
Forma de registro: Grabadora.
Fermín Quispe (comunidad Tito Yupanqui)
Ocupación: Historiador, egresado de la carrera de historia UMSA.
Lugar: Atrio de la iglesia de Copacabana, 3 de febrero 2013.
30
Forma de registro: Grabadora.
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