El discipulado en el Evangelio de Marcos

X X I I I S E M A N A B B L I C A N A C I O N A L

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Pescadoresde Hombres

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XXIII SemanaBblica

Nacional

El discipulado en el Evangelio de Marcos

Pescadoresde Hombres

Septiembre, 2017

Elaboracin de textosP. Jos Manuel DelgadoComisin de Magisterio de la Iglesiambito Pastoral de Biblia

EditaConferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE)Av. Amrica N24-59 y La GascaTelf. 222 3139 al 3144Quito - Ecuador

Diseo y diagramacin | Meitzner Surez, Diseo y Comunicacininfo@meitznersuarez.comwww.behance.net/meitznersuarez

ImprimeImprenta Don BoscoTelf. 241 6122 / 240 5657Quito - Ecuador

DistribuyeLibrera de la CEEE-mail: libreria@iglesiacatolica.ecTelf. 223 6042Quito - Ecuador

PESCADORES DE HOMBRES

XXIII SemanaBblica

Nacional

Presentacin

Antes de comenzar

Lectio Divina - paso a paso

La inauguracindel Reino

La llamada

De pecador a discpulo

El envo

Denles ustedes de comer

No teman, soy yo

T eres el Cristo

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9-12

13

14-21

22-29

30-37

38-45

46-53

54-61

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ndice

Cada da estamos bajo una continua avalancha de palabras y men-sajes que difcilmente alcanzan nuestro corazn! Estas pginas nos ayudan a ponernos en escucha de la Palabra esencial: la Biblia.

Jess nos espera para hablarnos del Padre! Solo l, bajado desde el cielo como buen samaritano para hacerse cargo de la humanidad herida de muerte, tiene palabras de vida eterna.

Y sus palabras florecidas sobre sus labios siempre estn vivas, siem-pre son nuevas, para comprometernos en una historia en la cual cada uno de nosotros se descubre protagonista.

En estas palabras finalmente encontramos realidades que nos inte-resan, que penetran el corazn de cada existencia humana con su aliento insuprimible de amor, de verdad y de paz.

Es dulce, entonces, reconocernos amados por aquel Padre miseri-cordioso que tiene una infinita confianza en el hombre y nunca se resigna a pensarlo alejado o perdido!

Como buen Pastor, de hecho, camina por montes y valles para en-contrar aquella nica oveja que se ha perdido y que somos cada uno de nosotros.

Reflexionando estas pginas de meditacin de la Lectio Divina en este librito de la XXIII Semana Bblica Nacional, podemos gustar el sabor de Cristo y de su Padre, y el nuestro tambin; para poder sa-car una fuerza nueva que nos permita mirarnos a nosotros mismos y a los dems con ojos transfigurados.

Nadie puede permanecer indiferente frente a esta propuesta! El amor por el cual nos sentimos afianzados nos convierte a nosotros mismos, en prjimos de cada hermano, buenos pastores los unos de los otros, para conducirnos a la casa del Padre y vivir juntos una fiesta inolvidable, hermanos atrados por el nico amor fontal que sabe tener paciencia hasta que cada uno de nosotros pueda gustar el gozo de ser perdonado y de poder perdonar.

Presentacin

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Este amor que busca al hombre para restaurarlo en su verdadera dignidad, es el amor reflejado profundamente en las relaciones de la familia, en su belleza y en su fecundidad. Este amor nos acerca al amor misericordioso de Cristo, ya que l lo ha fortalecido y adorna-do de valores habiendo vivido l mismo en una familia.

La temtica seguida, bajo el ttulo La alegra del amor de la ex-hortacin del Santo Padre Francisco, tiene presentes las diferentes partes consideradas en la misma: La primera pareja, imagen de Dios; Dios crea el matrimonio y la familia; El matrimonio: lo que Dios ha unido, son temas que tocan el fundamento de la familia cristiana, reflejo del Dios Trinitario, que sita al hombre en apertura al otro y El don de los hijos como fruto de esta apertura y prolongacin del amor fontal. Los siguientes temas: El matrimonio: sacramento del amor de Jess; La familia: comunidad de amor; La familia Igle-sia domstica, buscan presentarnos la realidad de la familia como proyecto de salvacin en el cual Cristo es el centro.

Las pginas de la lectio divina presentes en este librito, referentes a Amoris Laetitia, no son tanto un estudio exegtico, ms bien quie-ren sencillamente comunicar reflexiones, sentimientos, emociones suscitadas en el corazn de quien las medit profundamente. En un cierto sentido, son una respuesta a la palabra de Jess, casi un continuar con l una conversacin llena de reconocimiento y agradecimiento, animada por el deseo de aprender a vivir el gozoso mensaje que las palabras bblicas nos ofrecen.

Dejamos en sus manos este material que esperamos sea de ayu-da para acoger con corazn abierto el caudal de gracias que Dios nos regala. Confiemonos al cuidado maternal de Mara que supo construir con su sencillez este proyecto de amor en la familia de Nazaret.

Con fraternal abrazo reciban mi bendicin en Cristo.

+ Giovanni Battista PiccioliObispo Auxiliar de Guayaquil

Responsable del mbito Pastoral de BibliaConferencia Episcopal Ecuatoriana

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Queremos conocer a Cristo

Ser cristiano no consiste principalmente en el cumplimien-to de una serie de normas y obligaciones. Se trata de un en-cuentro vivo, con una persona viva: Jesucristo. Y no cabe duda que una de las formas ms eficaces para conocer a Nuestro Seor consiste en leer, meditar y sobre todo vivir los Santos Evangelios, ya que, como nos recuerda el Conci-lio Vaticano II: Nadie ignora que entre todas las Escrituras, incluso del Nuevo Testamento, los Evangelios ocupan, con razn, el lugar preeminente, puesto que son el testimonio principal de la vida y doctrina del Verbo Encarnado, nues-tro Salvador (Dei Verbum 18). Por esta razn, desde el m-bito de Biblia de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, nos hemos trazado el objetivo de promover el encuentro con Jess a partir del Evangelio.

Marcos, el Evangelio del discipulado

Para cumplir con esta meta, hemos preparado la XXIII Se-mana Bblica Nacional a partir de la lectura de varios frag-mentos del Evangelio de San Marcos. Hemos escogido a este libro, no solo por ser el primero de los cuatro Evange-lios en ser escrito, sino sobre todo por el gran nfasis que hace en el tema del discipulado. Para Marcos, ser cristiano es ser discpulo y ser discpulo es caminar detrs de Jess: desde Galilea hasta la Cruz.

Pescadores de hombres

Al llamar a Simn y Andrs, Jess los invit a seguirlo para ser Pescadores de hombres. Precisamente ese es el nombre

Antes de comenzar

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de nuestra Semana Bblica en la cual meditaremos acerca de lo que significa ser discpulo mediante siete textos, to-mados de la primera mitad del Evangelio de Marcos:

1. La inauguracin del Reino Mc 1,14-152. La llamada Mc 1,16-203. De pecador a discpulo Mc 2,14-174. El envo Mc 6,6-135. Denles ustedes de comer Mc 6,30-426. No teman, Soy Yo Mc 6,45-527. T eres el Cristo Mc 8,27-33

Encuentro orante

Para que nuestros encuentros con Jess a partir del Evange-lio sean una experiencia de dilogo y oracin con l, utiliza-remos el ya conocido mtodo de la lectio divina. Recordemos que la lectio divina es una lectura, individual o comunita-ria, de un pasaje ms o menos largo de la Escritura, acogida como palabra de Dios, y que se desarrolla bajo la mocin del Espritu en meditacin, oracin y contemplacin (Pontificia Comisin Bblica, La interpretacin de la Biblia en la Iglesia).

La lectio divina es por lo tanto una lectura orante de la Pa-labra que lleva al encuentro con Cristo. El Papa Francisco lo explica de la siguiente manera: Hay una forma concreta de escuchar lo que el Seor nos quiere decir en su Palabra y de dejarnos transformar por el Espritu. Es lo que llamamos lectio divina. Consiste en la lectura de la Palabra de Dios en un momento de oracin para permitirle que nos ilumine y nos renueve (Evangelii Gaudium, n. 152).

Este encuentro que constituye la lectio divina, est formado por distintos pasos o escalones, que nos permiten irnos acer-cando progresivamente, a travs del texto bblico a la intimi-dad de Dios para poder conocer su voluntad sobre nosotros.

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Podemos resumir los pasos de la lectio divina de la siguiente manera:

1. Lectura: Leemos con profundidad un pasaje de la Biblia, fijndonos en el texto y en el contexto, comprendiendo el sentido de las palabras y el mensaje principal del fragmento ledo. Una gran ayuda consiste en fijarse en los verbos, re-peticin de las palabras, personajes, situacin inicial y final del relato. La pregunta fundamental es: Qu dice el texto?

2. Meditacin: Se trata de aplicar la Palabra a nuestra vida. Tomando uno o ms aspectos de la lectio, los me-ditamos ms en profundidad, aplicndolos al presente, a nuestra propia vida. La pregunta fundamental es: Qu me dice este texto a m, a mi vida?

3. Oracin: Aqu la pregunta fundamental es: Qu le de-cimos al Seor como respuesta a su Palabra? Hablamos con el Seor Jess con nuestras propias palabras para alabarlo, pedirle perdn, para agradecerle.

4. Contemplacin: Es el momento de la oracin ms n-tima en el cual saboreamos y gustamos lo que la Palabra nos ha enseado. Puedes fijarte en un personaje, en una frase o incluso en una Palabra y meditarla, gustarla frente a Jess. En este momento dejamos que los afectos hacia el Seor fluyan.

5. Accin: Se trata de concretizar nuestro compromiso con el Seor a partir de la Palabra,