Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando: "Señor, no puedo seguir....

12
Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando: "Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada". EL PESO DE TU CRUZ

Transcript of Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando: "Señor, no puedo seguir....

Page 1: Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando: "Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada". EL PESO DE TU CRUZ.

Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando:

"Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada".

EL PESO DE TU CRUZ

Page 2: Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando: "Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada". EL PESO DE TU CRUZ.

El señor, como siempre, acudió y le contestó, "Hijo mío, si no puedes llevar el peso de tu cruz, guárdala dentro de esa habitación. Después, abre esa otra puerta y escoge la cruz que tú quieras".

Page 3: Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando: "Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada". EL PESO DE TU CRUZ.

El joven suspiró aliviado. "Gracias, Señor" dijo, e hizo lo que le había dicho.

Page 4: Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando: "Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada". EL PESO DE TU CRUZ.

Al entrar, vio muchas cruces, algunas tan grandes que

no les podía ver la parte de arriba.

Después, vio una pequeña cruz apoyada en un extremo

de la pared.

Page 5: Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando: "Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada". EL PESO DE TU CRUZ.

"Señor", susurró, "quisiera esa que está allá".

Y el Señor contestó,

"Hijo mío, esa es la cruz que acabas de dejar".

Page 6: Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando: "Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada". EL PESO DE TU CRUZ.

Cuando los problemas de la vida nos parecen abrumadores, siempre es útil

mirar a nuestro alrededor y ver las cosas con las que se enfrentan los

demás.

Page 7: Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando: "Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada". EL PESO DE TU CRUZ.

Verás que debes considerarte más afortunado

de lo que te imaginas.

Page 8: Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando: "Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada". EL PESO DE TU CRUZ.

Es curioso cómo puedes enviar miles de chistes por el correo electrónico y cómo se difunden al igual que fuego en el pasto seco...

Page 9: Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando: "Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada". EL PESO DE TU CRUZ.

Sin embargo,

cuando empiezas a enviar mensajes acerca de Dios,

la gente lo piensa dos veces antes de

compartir.

Page 10: Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando: "Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada". EL PESO DE TU CRUZ.

Cuando reenvies este mensaje...

¿cuántos de tu lista no lo recibirán, porque no tienes la seguridad de que crean en algo?

Page 11: Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando: "Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada". EL PESO DE TU CRUZ.

Ahora tienes, una vez más, la oportunidad de enviar un mensaje de

reflexión, inclusive a

esas personas.

Page 12: Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando: "Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada". EL PESO DE TU CRUZ.

Qué el Señor bendiga tus pasos por esta

tierra...

Autor: Gaby [email protected] Modificaciones: Webmaster IDCSEVILLA

Publicado en la WEB DE RECURSOS CRISTIANOS – http://www.idcsevilla.org/recursos