UN HUMILDE GENIO - educacienciastic.com · las que Jesús cura a enfermos, se acerca a personas...

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LUNES 10 UN HUMILDE GENIO En muchas ocasiones pensamos que los grandes artistas han vivido una vida de fama y reconocimiento, como los que vemos en la tele. Sin embargo no siempre es así. Muchos genios, aunque no vivieron la fama, fueron capaces de seguir trabajando y creando obras de arte. Fue tras su muerte cuando el mundo descubrió su genialidad. Es el caso de Van Gogh o de Juan Sebastián Bach, del que vamos a aprender hoy algo sorprendente: Uno de los grandes de la música es Juan Sebastian Bach. No se creía un gran genio. “Cualquiera que trabaje lo que yo trabajo, hará lo que yo hago” decía. Hacía ya casi ochenta años que Juan Sebastián Bach descansaba en la paz de una sencilla y anónima tumba. A nadie se le había ocurrido dar conciertos con las partituras que escribiera para los actos religiosos de cada día. De hecho, miles de partituras suyas descansaban en un viejo armario de la escuela parroquial. Es más, algunos niños y niñas utilizaban aquellos “papeles inservibles” para envolver bocadillos o para dibujar en sus márgenes. Sin embargo todo iba a cambiar a partir de aquel mes de enero de 1829: Un joven músico había descubierto las partituras de “La Pasión según San Mateo”, compuestas por un tal Juan Sebastián Bach. Aquella obra era de tal envergadura y grandiosidad que precisaba de dos orquestas y dos coros para poder ser interpretada. El concierto fue un éxito... y así comenzó el mundo a descubrir aquel pobre y humilde músico que componía para las funciones religiosas, firmando con una escueta frase en el margen: “A la gloria de Dios”. Su familia se había dedicado tradicionalmente a la música y él siguió los pasos de sus antepasados. Solicitó la humilde plaza de organista en la Iglesia de Santo Tomás en la ciudad alemana de Leipzig, lugar en el que pasó veintisiete años componiendo música religiosa. Interpretaba sus propias obras. Las creaba por la noche y las interpretaba al día siguiente. Pero de tanto trabajar por la noche, a la luz de una vela, quedó completamente ciego. De nada sirvieron dos operaciones hechas sobre sus maltrechos ojos. A pesar de esta dificultad siguió ejecutando música al órgano porque era lo que sabía hacer. Murió en el año 1750, sencillamente. La última obra que compuso y arregló la tituló: «Oh señor, ante tu presencia comparezco». Hoy en día Juan Sebastián Bach es considerado como uno de los mejores músicos de la historia. Es la humildad de un genio. ¿Crees que podrías ser genio a pesar de no tener fama?,¿cuáles son tus genialidades? Buenos días, comenzamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Rezamos todos juntos: Ave María

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LUNES 10

UN HUMILDE GENIO

En muchas ocasiones pensamos que los grandes artistas han vivido una vida de fama y reconocimiento, como los que vemos en la tele. Sin embargo no siempre es así. Muchos genios, aunque no vivieron la fama, fueron capaces de seguir trabajando y creando obras de arte. Fue tras su muerte cuando el mundo descubrió su genialidad. Es el caso de Van Gogh o de Juan Sebastián Bach, del que vamos a aprender hoy algo sorprendente:

Uno de los grandes de la música es Juan Sebastian Bach. No se creía un gran genio. “Cualquiera que trabaje lo que yo trabajo, hará lo que yo hago” decía.

Hacía ya casi ochenta años que Juan Sebastián Bach descansaba en la paz de una sencilla y anónima tumba. A nadie se le había ocurrido dar conciertos con las partituras que escribiera para los actos religiosos de cada día. De hecho, miles de partituras suyas descansaban en un viejo armario de la escuela parroquial. Es más, algunos niños y niñas utilizaban aquellos “papeles inservibles” para envolver bocadillos o para dibujar en sus márgenes. Sin embargo todo iba a cambiar a partir de aquel mes de enero de 1829: Un joven músico había descubierto las partituras de “La Pasión según San Mateo”, compuestas por un tal Juan Sebastián Bach. Aquella obra era de tal envergadura y grandiosidad que precisaba de dos orquestas y dos coros para poder ser interpretada.

El concierto fue un éxito... y así comenzó el mundo a descubrir aquel pobre y humilde músico que componía para las funciones religiosas, firmando con una escueta frase en el margen: “A la gloria de Dios”. Su familia se había dedicado tradicionalmente a la música y él siguió los pasos de sus antepasados. Solicitó la humilde plaza de organista en la Iglesia de Santo Tomás en la ciudad alemana de Leipzig, lugar en el que pasó veintisiete años componiendo música religiosa.

Interpretaba sus propias obras. Las creaba por la noche y las interpretaba al día siguiente. Pero de tanto trabajar por la noche, a la luz de una vela, quedó completamente ciego. De nada sirvieron dos operaciones hechas sobre sus maltrechos ojos.

A pesar de esta dificultad siguió ejecutando música al órgano porque era lo que sabía hacer. Murió en el año 1750, sencillamente. La última obra que compuso y arregló la tituló: «Oh señor, ante tu presencia comparezco». Hoy en día Juan Sebastián Bach es considerado como uno de los mejores músicos de la historia. Es la humildad de un genio.

¿Crees que podrías ser genio a pesar de no tener fama?,¿cuáles son tus genialidades?

Buenos días, comenzamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Rezamos todos juntos: Ave María

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MARTES 11

¿Dónde están los otros nueve?

En el evangelio del pasado Domingo, el evangelista Lucas, nos narra la curación de varios leprosos por parte de Jesús. Lucas es conocido como el evangelista de la misericordia, porque insiste en mostrarnos la cara más compasiva de Jesús. El tercer evangelista nos relata multitud de escenas en las que Jesús cura a enfermos, se acerca a personas marginadas o acoge a los que son despreciados. En esta escena Jesús cura a diez leprosos, pero sólo uno vuelve para darle las gracias. Escuchamos el texto con actitud de acogida.

De camino a Jerusalén, pasó por los confines entre Samaría y Galilea. Al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia y, levantando la voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!»

Al verlos, les dijo: «Id y presentaos a los sacerdotes.» Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios. Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz, y, postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano.

Tomó la palabra Jesús y dijo: «¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero?» Y le dijo: «Levántate y vete; tu fe te ha salvado.» Lc 17, 11-19

Cuántas veces nos quejamos, y con razón, de aquellos que no nos han dado las gracias cuando hemos hecho algo por ellos. Pero el Señor nos invita hoy a reflexionar: ¿Agradecemos lo suficiente lo que otros hacen por nosotros? Piensa en tus padres, en hermanos o amigos, en profesores o compañeros. ¿Te viene alguien a la memoria?, ¿alguien debería saber que le estamos agradecidos?

Si tienes a alguien en la cabeza no lo dudes, díselo lo antes posible. Porque lo que no se dice…no existe. Qué tengas un buen día y que mañana descanses que es fiesta.

Buenos días, comenzamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Rezamos todos juntos: Padre Nuestro

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JUEVES 13

Enseñanza de vida

Un hombre halló el capullo de una mariposa. Y, un día, surgió una pequeña apertura. Se sentó y observó cómo la mariposa luchaba durante varias horas para forzar el paso de su cuerpo a través de ese estrecho agujero.

Entonces le pareció que la situación se había estancado y ya no había progreso. Parecía como si hubiera llegado tanto como podía y no le era posible continuar.

Así que el hombre decidió ayudar a la mariposa. Cogió unas tijeras y cortó el resto del capullo.

La mariposa salió con facilidad. Tenía el cuerpo hinchado y unas alas pequeñas y arrugadas.

El hombre continuó observando a la mariposa porque esperaba que sus alas crecieran en cualquier momento y su cuerpo se contrajera al momento.

Nada de eso ocurrió.

De hecho, la mariposa pasó el resto de sus días arrastrándose con el cuerpo hinchado y unas alas pequeñas y arrugadas. Nunca pudo volar.

Lo que el hombre no había entendido, en su ayuda amable y precipitada, es que ese capullo tan sofocador y la fuerza que la mariposa tenía que hacer para poder pasar por tan estrecha apertura eran el modo divino de forzar la salida de fluidos desde el cuerpo a las alas para que ésta fuera capaz de volar una vez que se librara del capullo.

A veces lucha es exactamente lo que necesitamos en nuestra vida y con frecuencia no entendemos el sentido que tiene realizar cosas que nos cuesten trabajo: el estudio, la ayuda a los demás, etc. Si Dios permitiera que viviéramos sin obstáculos podría ser terrible para nosotros. No seríamos tan fuertes como debiéramos. Jamás podríamos volar.

Buenos días, comenzamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Rezamos todos juntos: Padre Nuestro

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VIERNES 14

Santa Teresa De Jesús

Mañana celebramos la festividad de Santa Teresa de Ávila, una de las grandes santas y místicas de la historia. No sé si sabes algo de su vida pero fue una gran mujer que se comprometió con reformar la Iglesia. Quería que los cristianos fuésemos de verdad auténticos y empezó cambiando ella misma, para dar ejemplo. A partir de ella, y junto con otros reformadores como San Ignacio de Loyola, lograron que la Iglesia creciese en verdad y en una vida más cercana al evengelio. Igual que nosotros a veces necesitamos reformarnos. Teresa de Jesús puede ser un buen ejemplo para animarnos a ello.

Santa Teresa nació en la ciudad de Ávila, no sé si alguno de vosotros la ha visitado alguna vez. Es una ciudad preciosa, y mantiene a la perfección toda la muralla medieval de la ciudad. Teresa de Cepeda y Ahumada, que así se llamaba, ingresó como monja en la orden de las Carmelitas. Una vez dentro se dio cuenta de que, no sólo en su convento, sino en toda la Iglesia, la gente no estaba siendo lo auténtica que debería ser. Sin embargo, en vez de quejarse y lamentarse, como muchas veces hacemos, se puso manos a la obra y decidió reformar su propia orden.

La llamaban la monja andariega, porque se dedicó a fundar conventos por toda España. Imaginaos en aquella época como era el trasporte. Todo se hacía por medio de mulos y caballos que tiraban de carretas. Tardaban días y días en hacer un recorrido que hoy, en coche, hacemos en apenas una hora. Pues a pesar de esto, Teresa inspiró en los demás las ganas de ser auténticos y verdaderos. Durante más de veinte años, fundó 17 monasterios de monjas y 16 de frailes. En Andalucía fundó tres: en Beas de Segura, en Granada y en Sevilla.

Uno de sus poemas más famosos, en el que podemos ver el alcance de su mística y de las ganas tan tremendas que tenía de estar con Dios, dice así:

Vivo sin vivir en mí, Y tan alta vida espero, Que muero porque no muero.

Qué el ejemplo de esta fuerte mujer nos sirva para no conformarnos con una vida mediocre y de cualquier manera. Y, por supuesto, felicidades a todas las teresas.

Buenos días, comenzamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Rezamos todos juntos: Ave María

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