TSyL Contenido Doctrinal de Textos Liturgicos de StoT de Aquino

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CONTENIDO DOCTRINAL DE TEXTOS LITÚRGICOS DE SANTO TOMÁS DE AQUINO SOBRE LA EUCARISTÍA Conferencia dictada en el Congreso eucarístico Nacional de Salta (7.10.1974) en honor de Sto. Tomás de Aquino, en el 7º centenario de su muerte. Publicada por la Revista “Liturgia”, Año V, Nº 22 (Sept-Oct) 1974. Sabemos que Sto. Tomás de Aquino escribió sobre la Eucaristía en diversos tratados. El del Comentario a las Sentencias del Maestro Pedro Lombardo (1254-1256); Las cuestiones que dedica al tema en la Suma contra los gentiles (1259); las once cuestiones de la IIIª parte de la Suma Teológica (1273). He aquí una sistematización completa sobre la Eucaristía. También encontramos algunos resúmenes en comentarios a la sagrada Escritura. En el Comentario a San Mateo (cc. 26,26-28) (1258- 1259); Comentario a san Juan (c. 6) (1270-1272); Comentario a la 1ª Carta a los Corintios (c. 10) (1272) (El Capítulo 11 lo había escrito con el resto del comentario a dicha Carta, entre 1259 y 1265). Vemos además -en lo que hace a los Sinópticos- la recopilación de textos patrísticos de la Catena Aurea. También se pueden encontrar algunos opúsculos doctrinales y pastorales, además de escritos piadosos. A nosotros nos interesa, hoy, su obra litúrgica sobre la Eucaristía, contenida principalmente en el oficio para la fiesta del Corpus Christi. Nos ubicaremos, brevemente, en la historia de esta festividad, para analizar después sus elementos más importantes a la luz de la doctrina eucarística que Santo Tomás nos ofrece en su Summa. Creemos que así, partiendo de textos litúrgicos y de la realidad peculiar de su género poético, podremos llegar a descubrir el fundamento teológico de los mismos y la riqueza que Tomás legó a la Iglesia y a nuestra piedad litúrgica, con los textos de la Misa y de la Liturgia de las Horas, con ocasión del Corpus Christi. 1

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CONTENIDO DOCTRINAL DE TEXTOS LITRGICOS DE SANTO TOMS DE AQUINO SOBRE LA EUCARISTA

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CONTENIDO DOCTRINAL DE TEXTOS LITRGICOS DE SANTO TOMS DE AQUINO SOBRE LA EUCARISTAConferencia dictada en el Congreso eucarstico Nacional de Salta (7.10.1974) en honor de Sto. Toms de Aquino, en el 7 centenario de su muerte.

Publicada por la Revista Liturgia, Ao V, N 22 (Sept-Oct) 1974.Sabemos que Sto. Toms de Aquino escribi sobre la Eucarista en diversos tratados.

El del Comentario a las Sentencias del Maestro Pedro Lombardo (1254-1256); Las cuestiones que dedica al tema en la Suma contra los gentiles (1259); las once cuestiones de la III parte de la Suma Teolgica (1273). He aqu una sistematizacin completa sobre la Eucarista.

Tambin encontramos algunos resmenes en comentarios a la sagrada Escritura. En el Comentario a San Mateo (cc. 26,26-28) (1258-1259); Comentario a san Juan (c. 6) (1270-1272); Comentario a la 1 Carta a los Corintios (c. 10) (1272) (El Captulo 11 lo haba escrito con el resto del comentario a dicha Carta, entre 1259 y 1265).

Vemos adems -en lo que hace a los Sinpticos- la recopilacin de textos patrsticos de la Catena Aurea.

Tambin se pueden encontrar algunos opsculos doctrinales y pastorales, adems de escritos piadosos.

A nosotros nos interesa, hoy, su obra litrgica sobre la Eucarista, contenida principalmente en el oficio para la fiesta del Corpus Christi.Nos ubicaremos, brevemente, en la historia de esta festividad, para analizar despus sus elementos ms importantes a la luz de la doctrina eucarstica que Santo Toms nos ofrece en su Summa.

Creemos que as, partiendo de textos litrgicos y de la realidad peculiar de su gnero potico, podremos llegar a descubrir el fundamento teolgico de los mismos y la riqueza que Toms leg a la Iglesia y a nuestra piedad litrgica, con los textos de la Misa y de la Liturgia de las Horas, con ocasin del Corpus Christi.

1. Historia de la fiesta del Corpus Christi

La celebracin del Corpus fue instituida en el ao 1264. No era infrecuente ver, a nivel local y especialmente en Blgica, fiestas del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Hay un movimiento eucarstico que -desde el siglo XI- entra en vigor en Occidente. Las procesiones con el Santsimo sacramento y otras manifestaciones eucarsticas fuera de la misa, se daban en la Iglesia latina.

La fiesta que ahora tratamos surgi por iniciativa de una monja belga, Juliana de Lieja, Priora del monasterio de Monte Carmelo, de dicha ciudad. Se nos cuenta de una revelacin privada en la que el Seor le expresa el deseo de ver en la vida cultual de la Iglesia, una fiesta especialmente dedicada a la Eucarista de su Cuerpo y de su Sangre.

La investigacin fue llevada con suma discrecin y seriedad, nombrndose una comisin para que llegara a conclusiones. Finalmente, dicha comisin, en la que adems del Obispo estaba Hugo de san Caro, Superior general de los Dominicos, recomienda tal festividad.En el ao 1252 se ordena celebrarla en los Pases Bajos, confirmndose tal ordenacin en 1254.

El Papa Urbano IV (1264) dispone una fiesta en honor del Ssmo. Sacramento del altar, designndola como Festun Sacratissimi Corpus Domini nostri Iesu Chrsti, y en la Bula Transiturus de hoc mundo, se cita la visin de la monja Juliana, aprobando la veracidad de la misma.

Varios Papas que lo sucedieron, confirman lo antedicho, y esta fiesta adquiere popularidad. As lo quiso la Iglesia a su ms alto nivel: Las piadosas muchedumbres del pueblo han de acudir a las iglesias, y clero y pueblo, se entreguen a entonar alegres himnos.A pesar del apoyo pontificio, la fiesta no tuvo mucho xito en los ambientes eclesisticos, aunque s -y de modo amplio- en los populares. Decan que era tonto festejar a la Eucarista y que esto se realizaba en toda Misa. Pocos obedecieron el mandato del Obispo Roberto de Torote, quien en su dicesis de Lieja, ya en 1246 haba ordenado celebrar esta fiesta.

De cualquier modo, la insistencia continu, y el Papa Urbano IV decide confeccionar un Oficio para la Iglesia universal, que reemplazara a los varios oficios celebrados localmente. Encarga dicho trabajo a Toms de Aquino.Tolomeo de Luca, alumno y confesor del santo, nos dice:

Tanto en lo que atae a las lecturas como a todo el Oficio que se canta por el da y por la noche, y en la Misa y a todo lo dems de este da, (el Oficio es ntegro de Toms).

Juan Colonna, entonces Arzobispo de Messina, nos testimonia algo similar:

Este bienaventurado y santo doctor compuso el Oficio del Cuerpo de Cristo. Nada tan piadoso se canta en la Iglesia.

La aseveracin mencionada es confirmada por Guillermo de Tocco, historiador de Santo Toms:

Por orden del Papa Urbano, (Toms) escribi el Oficio del Cuerpo de Cristo, en el que reuni todas las figuras antiguas de este sacramento y las realidades de la gracia nueva.

Durante largos aos hubo discusiones sobre la autenticidad de esta obra respecto a su autor, Toms de Aquino. Actualmente no se discute su autora. Uno de los grandes investigadores de la obra del Aquinate, Martn Grabmann, nos dice que podemos mirar al Oficio del Corpus Christi, en cuanto a su contenido y partes constitutivas, como la genuina composicin de Santo Toms de Aquino, y producto de su genio e intelecto.En poco ms de cincuenta aos, la fiesta se haba impuesto y el Concilio de Verona, en 1311, bajo el Papa Clemente V, orden por segunda vez esta solemnidad para toda la Iglesia universal, introducindose esta ordenacin en las Constituciones clementinas del Corpus Iuris.

2. Elementos de la liturgia del Corpus ChristiEntre los textos litrgicos compuestos por Santo Toms para esta festividad, consideramos como los ms importantes:

a. En la Misa

+ Secuencia: Lauda Sion

+ Oracin Colecta

+ Oracin sobre las ofrendas

+ Oracin despus de la comunin.

b. En la Liturgia de las Horas

:: Primeras Vsperas: Himno Punge lingua Antif. del Magnificat: O quam suavis est

:: Maitines: Himno Sacris solemniis

Las nueve antfonas de los nueve salmos

:: Laudes: Himno Verbum Supernum prodiens

Antfonas de los cinco salmos

:: Segundas Vsperas: Himno Pange lengua (Como en las I Vsperas)

Antif. del Magnificat: O sacrum Convivium.

3. Consideracin de dichos elementos y expresin doctrinal de los mismos

a. En la Misa :: Secuencia Lauda SionEn primer lugar, y para tener a mano los textos cuando hagamos un anlisis de los mismos, daremos la versin bilinge, poniendo al margen una numeracin de los versos. As canta Santo Toms:

1 Lauda, Sion, Salvatorem, Alaba a tu salvador, lauda ducem et pastorem a tu gua y tu pastor,

in hymnis et canticis. Sin en dulce cantar.

Quantum potes, tantum aude: Cuanto puedes, tanto avanza

5 quia mayor omni laude, porque nunca tu alabanza

nec laudare sufficis. su grandeza igualar.

Laudis theme specialis, De alabanza tema especial

panis vivus et vitalis el pan viviente y vital

hodie proponitur. se propone hoy a tu amor.

10 Quem iu sacram mensa cenae El pan que en la sacra cena turbae fratrum duodenae se dio a la turba docena

datum non ambigitur. por manos del Salvador.

Sit laus plena, sit sonora Sea pleno y sonoroso,

sit iucunda, sit decora sea dulce y decoroso

15 laus et iubilatio. De la mente el jbilo.

Dies enim solemnes agitar Pues recordamos el solemne da,

in qua mensae prima recolitur que la solemne eucarista

huius institutio. El Seor instituy.

In hac mensa novi Regis La mesa del nuevo rey,

20 novum Pascha novae legis nueva pascua y nueva ley,

Phase vetus terminat. A la antigua desterr.

Vetustamen novitas, Lo nuevo a lo viejo ahuyenta,

Umbram fugat veritas, la verdad a la sombra afrenta.

Noctem lux eliminat. La noche a la luz ech.

25 Quod in cena Christi gessit, Lo que Cristo hizo en la cena,

faciendum hoc expressit hacerlo por siempre ordena,

in sui memoriam. para eterno memorial.

Docti sacris institutis, Y pues l nos lo enseara,

panem, vinum in salutem consagramos sobre el ara

30 consecramus hostiam. hostia pura, vino y pan.

Dogma datar christianis Para el cristiano es un dogma

Quod in carnem transit panis que el pan y el vino se tornan

Et vinum in sanguinem. carne y sangre del Seor.

Quod non capis, quod non vides, Lo que el ojo no adivina

35 animosa firmat fides, la fe firme lo ilumina

praeter rerum ordinem. con divino resplandor.

Sub diversis speciebus Bajo especies prodigiosas,

signis tantum et non rebus que son signos, y no cosas,

latent res eximiae. se oculta en persona Dios.40 Caro cibus, sanguis potus: Carne el pan y sangre el vino:

manet tamen Christus totus Cristo entero en cendal fino,

sub utraque specie. Se esconde bajo las dos.

A sumente non concisus, No lo parte el que lo toma,

non confractus, non divisus: no lo rompe, aunque lo coma;

45 integer accipitur. ntegro a todos se da.

Sumit unus, sumunt mille, Lo come uno, mil lo comen,

quantum isti tantum ille: infinitos que lo tomen:

nec sumptus consumitur. jams se consumir. Sumunt boni, sumunt mali, Como el bueno y el perverso,

50 sorte tamen inaequali: mas el fruto es bien diverso:

vitae vel interitus. de vida o de perdicin.

Mors est malis, vita bonis: Vida al bueno, al malo muerte:

vide, paris sumptionis mira cun distinta suerte

quam sit dispar exitus. da una misma comunin.

55 Fracto demum sacramento, Al romper el sacramento

ne vacilles sed memento no vaciles un momento,

tantum esse sub fragmento que tanto hay bajo un fragmento

quantum toto tegitur. Cuanto hubo en el todo ya.

Nulla rei fit scissura, De la cosa no hay rotura,

60 signi tantum fit fractura: slo el signo se fractura, qua nec status nec statura mas estado y estatura

signati minuitur. Del signado entera est.

Ecce panis Angelorum Este es el pan de los ngeles

factus cibus viatorum: hecho pan de caminantes,65 vere panis filiorum pan de hijos, pan de amantes,

non mittendus canibus. que a los perros no hay que echar.

In figuris praesignatur, En figura presignado,

cum Isaac immolatur, con Isaac fue inmolado,

agnus paschae deputatur, fue pascual cordero asado,

70 datur manna patribus. fue en el desierto man.

Bone Pastor, panis vere, Buen Pastor, pan verdadero,

Iesu nostri, miserere, Jess, pastor y cordero, Tu nos pasce, nos tuere, t nos pazcas y defiendas

Tu nos bona f ac videre y en la nuestra, un da enciendas

75 in terra viventium. la clara luz de tu faz.

Tu qui cuncta scis et vales T que mil tesoros vales qui nos pascis hic mortalis y aqu nos paces mortales,

tuos tibi comensales, haznos all comensales

coheredes et sodales de tus santos y leales

80 fac sanctorum civium. en tu eterna gloria y paz (*)

(*) Esta traduccin espaola pertenece a Daniel Ruiz Bueno, y est

sacada de la obra El Ao litrgico, de J. Pascher, BAC.

Describiremos las caractersticas literarias tcnicas de este himno.

Tiene veinticuatro estrofas y, cada una, dos versos de un dmetro trocaico acatalctico y un verso final dmetro trocaico catalctico. Es una copia mtrica exacta del himno Laudes crucis attollamus, de Adn de San Vctor, compuesto para una fiesta del Hallazgo de la Cruz.

Los primeros tres versos de esta Secuencia nos dan el motivo y carcter de nuestra alabanza: se nos invita a exaltar a Jess-Salvador como el conductor del rebao. La vieja tierra de Sin y su Pueblo, son la figura del nuevo pueblo que tendr su Patria en la consumacin del Reino. La gran alabanza que la Iglesia hace a Dios, se particulariza en Cristo, especialmente por su don eucarstico que merece laudis specialis. As como se dieron para el pueblo los antiguos panes de la proposicin, hoy se nos proponen -hodie proponitur- a nuestro amor el pan vivo bajado del cielo, Jess el Cristo, carne para la vida del mundo y sangre para su redencin.Tambin hoy en nuestro himno, Jess est con el grupo de los hermanos (turbae fratrum), como lo expresa tambin en el Punge lingua (recumbens cum fratribus).

De los veros 13 al 15, surge el carcter de la alabanza que debemos dar al Seor: tienen que ser unos laudes abiertos, expresivos y plenos, musicales -sit laus plena, sit sonora- ; la alegra de nuestras almas tiene que estar llena de delicia y de belleza: sit iucunda, sois decora.Tambin Adn de San Vctor, en una Secuencia compuesta para la fiesta de San Miguel Arcngel, en su lnea 4 nos habla de laus jucunda, laus sonora.

Vamos captando el tono festivo y vibrante de este himno, tan lleno de vigor en la descripcin de las maravillas que Dios obra en la Cena del Seor y con ocasin de su Pan.

Las lneas correspondientes a los versos 16 al 18, dan razn de por qu nuestra alabanza tiene que gozar de dichas cualidades: recordamos la fiesta del Corpus que se celebra -Dies solemnis- en el da -in qua- en que Cristo Seor instituy la Eucarista. La relacin entre esta mesa y la antigua Ley est establecida en la lnea 19 -in hac mensa-, y la relacin con la nueva Ley, en el verso 25: in coena.La vieja Pascua ha llegado a su fin y lo que ahora nos ocurre, es nuevo, total novedad correspondiente a Cristo: phase vetus terminat.

Lo que Cristo cumple en la ltima Cena, tiene una dimensin escatolgica que mira al cliz que ser bebido en el Reino. Cada Eucarista celebrada por la Iglesia en el transcurso de la Historia, es re-presentada in sui memoriam, en memorial de su cena sacrificial.

Los versos 28-30 muestran a la Iglesia cumpliendo con fidelidad ese mandato del Seor, y constituyen el lazo entre la primera parte del himno y las siguientes. El verso 31 nos muestra que lo que la Iglesia vive en la celebracin de la Eucarista del Seor, est de tal modo enraizado en su fe, que ha sido elevado al nivel de dogma: dogma datus christianis. La presencia plena de Cristo en las especies eucarsticas por la transubstanciacin, es una enseanza implcita aqu.

Las diversas especies del pan y del vino, difieren en su significacin, pero no en su realidad intrnseca: sub diversis speciebus, signis tantum et non rebus, latent res eximiae, y esta rex eximiae no es otra sino el Christus totus del v. 41. l es quien est realmente presente en las dos especies sacramentales: ambas son comida y bebida pero -frecuentemente y de modo especial en los himnos- las dos ideas son divididas y se las une a sus especies apropiadas, puesto que la comida fortalece nuestra debilidad -dedit fragilibus corporis ferculum-, nos dir el himno Sacris solemniis que comentaremos ms adelante, mientras que el vino nos alegra en la tristeza -dedit et tristibus sanguinis poculum- (Ibid). La idea bblica de la necesidad de un Dios que nos da de comer y de beber para que podamos seguir nuestro camino (Cf 1 Re 19,8), est plasmada en el Seor-Alimento en su Eucarista. Jesucristo, entregado por todos los hombre para la remisin de los pecados, tambin se ofrece a todos los hombres e su realidad eucarstica. Pero, diverso es el resultado para quienes se unen a l en verdadera comunin, y para los que no disciernen el Cuerpo y la Sangre de Cristo con una vida inadecuada a su vocacin y al don de la caridad que reciben: los vv. 52-54 muestran la distinta suerte causada por la misma realidad: mors est malis, vita bonis, ya que cualquier hombre puede acceder al Seor que se nos ofrece: sumunt boni, sumunt mali, nos recuerda en v. 49 del himno (Cf 1 Cor 11,27). En la medida de nuestra honra, vendr su visita (Cf himno Sacris solemniis, v. 26).Este himno es una maravillosa exhortacin a la alabanza:

vv. 1-15 : Invitacin a alabar a Aqul que est por sobre toda alabanza

vv. 16-24 : La nueva realidad sustituye a las sombras del pasado. La figura es

reemplazada por la realidad cumplida.

vv. 25-30 : En la Iglesia, Cristo nos manda re-presentar y re-producir lo que l

vivi en la ltima Cena

vv. 31-45 : Nos muestra toda la realidad contenida en el dogma de la Transubs-

tanciacin

vv. 46-66 : Vemos en estos versculos los efectos de vida o muerte, segn quin y

cmo reciban el don eucarstico

vv. 67-70 : El pan de los ngeles y comida de los caminantes, es el cumplimiento

de viejas figuras del antiguo Pueblo

vv. 71-80 : Es una bella y tierna oracin a Jess-Buen Pastor para que, nuestro

peregrinar nos lleva al Banquete eterno, a la Patria de los verdaderos

conciudadanos.

:: Oracin de la asamblea (Colecta)

Deus, qui nobis sub Sacramento Oh Dios, que nos dejaste el memorial de tu Pasin en mirabili Passionis tuae memoriam tan admirable Sacramento, te pedimos nos concedas

reliquisti, tribue, quaesumus, ita venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo

nos Corporis et Sanguinis tui sacra y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en

mysteria venerari, ut redemptionis nosotros el fruto de tu redencin. tuae fructum in nobis iugiter sentia-

mus.

En esta oracin se conmemora un hecho del pasado de la vida de Cristo, un hecho histrico: su Pasin. La celebracin de la Eucarista rememora sacramentalmente ese acontecimiento. Ms adelante, cuando veamos la antfona O sacrum convivium, de las segundas Vsperas, captaremos esta triple dimensin de pasado, presente y futuro que tiene la Eucarista, tan bien expresada en las tres oraciones de la misa. En esta ocasin resalta el pasado de su Pasin histrica, causa de redencin para todos los hombres.Para poder experimentar en nosotros los frutos de la salvacin, tenemos que considerarla como verdadero sacrificio, un sacrificio cumplido en el pasado y conmemorado en nuestro presente (Cf Summa Theologica III,73,4.c3).

:: Oracin sobre los dones (Secreta)

Ecclesiae tuae, quaesumus, Domine, Te rogamos, Seor, que concedas a tu Iglesia

unitatis et pacis propitius dona con- los dones de la paz y la unidad, msticamente

cede, quae sub oblatis muneribus significados en las ofrendas que te presentamos.

mystice designantur.

Aqu miramos al presente. La Eucarista es tambin comunin-hoy, porque por ella comulgamos con Cristo, participando de su carne y de su divinidad, y porque comulgamos y nos unimos mutuamente (Idem, citando al Damasceno). La Eucarista es el don de la unidad y de la paz, totalmente gratuitos, dado que el hombre lleva en s, como consecuencia del pecado, grmenes de dispersin, y slo Dios puede obsequiarle la unidad y la paz, una paz distinta de la que el mundo nos da (Cf Jn 14,27). :: Oracin despus de la comunin (Postcommunio) Fac, nos quaesumus, Domine, divini- Te rogamos, Seor, que nos sacies con el gozo

tatis tuae sempiterna fruitione reple- eterno de tu divinidad, prefigurada por la comu-

ri, quam pretiosi Corporis et Sangui- nin temporal de tu precioso Cuerpo y Sangre. nis tui temporales perceptio praefigu-

rat.Por la Eucarista, asumimos la divinidad que est en Dios y slo a l compete.

La dimensin escatolgica de cada celebracin y de la realidad permanente, fruto de la accin cultual de la Eucarista, es profticamente vivida en el hoy de la Historia. Mientras esperamos la plenitud -el fruto de la vid que beberemos en el Reino (Cf Mt 26,29)-, tenemos ya un anticipo que es figura de lo definitivo y del acabamiento de la vida sacramental, ante la realidad de la visin y del gozo de Dios. La Eucarista, como sacramento del peregrino y como su alimento en el camino hacia la Patria, mira al futuro, pero con la certeza de que ese futuro ha sido anticipado y nos permite pregustarlo en cada misa celebrada, y en el Cuerpo y Sangre que el Seor nos da como comida y bebida.

b. En la Liturgia de las Horas.

+ Primeras Vsperas

-Himno Pange lingua Pange, lingua, gloriosi Canta, lengua, del glorioso

Corporis mysterium, Cuerpo del misterio sagrado

Sanguinisque pretiosi, y de la Sangre el precioso

quem in mundi pretium, precio por Dios demandado, Fructus ventris generosi fruto del seno amoroso

Rex effudit gentium. Que nos salv del pecado.

Nobis datus, nobis natus Para nosotros fue dado, para nosotros nacido,

ex intacta Virgine, de tal seno inmaculado,

et in mundo conversatus, y habiendo permanecido

sparso verbi semine, en el mundo y predicado,

sui moras incolatus termin su cometido

miro clausit ordine. Con un portento extremado.

In supremae nocte coenae Porque en la ltima cena

recumbens cum fratribus, con sus doce reclinado

observata lege plene, y cumplido en forma plena

cibis in legalibus, todo el rito legislado,

cibum turbae duodenae a s mismo, como cena,

se dat sui manibus. Se da para ser cenado. Verbum caro, panem verum, Dcelo el Verbo encarnado

verbo carnem efficit; y en su Carne y Sangre muda

fitque sanguis Christi merum: el pan y el vino ofrendado: et si sensus deficit, que si tu sentido duda ad firmandum cor sincerum para ver lo revelado sola fides sufficit. La fe te presta su ayuda.

Tantum ergo sacramentum A tan alto Sacramento

veneremur cernui, venere el pueblo postrado,

et antiquum documentum pues del nuevo testamento

novo cedat ritui: nuevo rito consagrado,

praestet fides supplementum en l hayan cumplimiento

sensuum defectui las figuras del pasado.

Genitori genitoque Gloria al Padre ingenerado

Laus et iubilatio, y gloria al Hijo tambin.

Salud, honor, virtus quoque Al por ambos espirado

Sit et benedictio: gloria, honor y todo bien.

Procedente ab utroque Por siempre sea alabado

Comprar sit laudatio. Amen. El Dios uno y trino. Amn. (2)

(2) Este himno, as como el Sacris solemniis y el Verbum supernum

prodiens, que transcribiremos ms adelante, ha sido traducido por

el Dr. Carlos A. Senz. Fueron publicados en la revista Mikael, ao

2, N 5, 1974.

Este himno de Vsperas est fundamentado en el Pange, lengua, gloriosi lauream certaminis, de Venancio Fortunato, nacido en el 520 cerca de Ravena. Su tema es festivo y, despus de indicar brevemente esta realidad de fiesta que vivimos, Santo Toms nos invita a dar homenaje al gran Sacramento de la Eucarista. El santo tiene como preocupacin-tema del himno, la venida sacramental del Seor, que nos prepara para recibirlo en plenitud como premio, en la Patria del cielo. La vida del Seor, la Cena y la Pasin de Cristo, surgen claros en las diversas estrofas del Pange lingua.Un anlisis de sus componentes nos lleva a las siguientes conclusiones:

El tema del himno es el Misterio del Cuerpo y la Sangre de Cristo, pero -principalmente- del Cuerpo. La Oracin de la asamblea, en la misa, trata esta realidad sacramental.

Vemos la nocin de rescate (pretium) que dimensiona la redencin de Cristo y su sacrifico: En l (en Cristo) hemos sido redimidos por su sangre, nos dir san Pablo (Ef 1,7)

Nos muestra la dignidad de Mara, de sangre real -de la casa de David- al designar a Cristo como fruto del seno amoroso.

Cristo es el Rey de las Naciones que derrama su sangre por nosotros. Ser bueno comparar este verso Rex effudit gentium con las lneas que Santo Toms cita en III,81,1 ad 1m: Rex sedet in coena, turba cinctus duodena. Se tenet in manibus, se cibat ipse cibus (El Rey se sienta a la cena, rodeado por el grupo de los Doce. l se tiene en sus manos y se nutre l mismo con el alimento). Y tambin con la antfona al Salmo Invitatorio de los Maitines: Christum regem, adoremos (Adoremos a Cristo Rey). Fortunato en su Pange, lingua, Santo Toms nos va llevando hacia su tema principal, y slo brevemente indica el nacimiento y la vida del Seor. El primer verso de la segunda estrofa se debe, en parte, a una Secuencia de Adn de San Vctor: Nobis natus, nobis datur, et nobiscum conversatur, Laus et Salus Gentium Pero Santo Toms est ms interesado en el aspecto del Cuerpo de Cristo entregado, dado a los hombres. Esto se har evidente en el Himno Verbum supernum prodiens, de las Laudes, inspirado en Jn 3,16, donde el Seor explica a Nicodemo que l era el regalo o don del Padre al mundo.

En este himno se usa mucho el trmino verbum. Cristo es la Palabra predicada al mundo (Cf Mt 4,14: Palabra sembrada para ser cosechada en el futuro. El Seor no cena con desconocidos, sino con sus hermanos -recumbens cum fratribus-, mostrndonos lo ntimo de su relacin con ellos. Este es el nombre que el Seor us con los suyos y el nombre con que quiere que nos definamos en la Iglesia (Cf Mt 28,10; Jn 20,17).

Este es el sacramento de nuestra fe. Por lo tanto -ergo- expresamos dicha fe con reverencia -veneremur- y con humildad -cernui-. La vieja Ley -antiquum documentum- llega a su fin, y los viejos corderos no tienen ya ms sentido (Cf Jn 4,21-24), pues en la Cena del Seor se consagra un nuevo rito, el de la nueva y eterna Alianza. La Eucarista es el sello definitivo de este pacto que Dios hace con los hombres, en Cristo. Todo lo figurado en el pasado -el man, el agua de la roca en el desierto, la sangre del cordero- encuentra su cumplimiento en el Cuerpo y la Sangre del Seor, bajo las especies del pan y del vino, en la Eucarista, su Pan de vida. La bella estrofa-doxologa engloba el tema en la realidad trinitaria de Dios, cuyo don eucarstico celebramos. Tambin aqu, el Aquinate encuentra inspiracin en Adn de San Vctor. Este autor, en una Secuencia de Pentecosts, comienza as: Qui procedit ab utroque, genitori genitoque. Igual alabanza merecen el Padre que genera, el Hijo generado y el Espritu que procede de ambos: procedente ab utroque. -Antfona del Magnificat.

O quam suavis est, Domine, spiritus tuus! Qu dulce es, Seor tu espritu! qui ut dulcedinem team in filios demos- Para demostrar tu dulzura para con tus trares, pane suavsimo de caelo praestito, hijos, con pan dulcsimo bajado del cielo,

esurientes reples bonis, fastidiosos divites llenas de bienes a los hambrientos y dejas

dimittens inanes. vacos a los ricos desdeosos.

Es una hermosa antfona llena de reminiscencias bblicas. Todo el Cap. VI de san Juan -el discurso sobre el Pan de Vida-, nos muestra al Seor como el pan bajado del cielo (Cf Jn 6,31.38.41.50.51.58). Adems, se inspira en el salmo 107,9 y en los versos del Magnficat de Mara, para mostrar que la Eucarista es el pan de los pobres, de los pequeos que tienen hambre de ese pan, mientras que a los repletos los deja vacos, pues tienen hambre de otras cosas, pero no de l.

+

+ En los Maitines

-Himno Sacris solemniis

Sacris solemniismiuncta sint gaudia, Del santo rito surja el renuevo

et ex praecordiis sonent praeconia, al hombre viejo reemplace el nuevo,

recedans vetera, nova sint omnia, todo se apreste para el relevo,

corda, voces et opera. mentes, obras y voces.

Noctis recolitur coena novsima, Cristo celebra su ltima Cena,

qua Christus creditur agnus et azyma cordero y zimos, la pascua plena,

dedisse fratribus iuxta legitima antigua cifra de nueva vena,

priscis indulta patribus. la pascua de su muerte.

Post agnum typicum expletis epulis, Tras el cordero de la figura,

Corpus dominicum datus discipulis por sus discpulos Cristo se apura

sic totum omnibus quod totum singulis, a dar su Carne, su Sangre pura, eius fatemur manibus. all preinmolado.

Dedit fragilibus corporis feculum, Se da los flacos hecho comida,

dedit et tristibus sanguinis poculum, se da a los tristes como bebida:

dicens: Accipite quod trado vesculum, Este es mi cliz, cliz de vida,

omnes ex eo bibite. para que todos beban.

Sic sacrificum istud instituens As instituido fue el Sacrificio,

cuius officium committi voluit que a los presbteros toca en oficio

solis presbyteris, quipus se congruit, a fin de que obren en beneficio ut sumant, et dent ceteris. de ellos y sus hermanos. Panis angelicus fit panis hominum, El pan anglico ya es pan del hombre,

dat panis caelicus figuris terminum, y no en figura slo de nombre:

O res mirabilis! Manducat Dominum al Seor mismo, bien que te asombre

pauper, servs et humilis. es a quien come el siervo.

Te trina Deitas unaque poscimus, A Ti, Uno y Trino, te suplicamos

sic nos tu visita, sicut te colimus, que nos visites mientras te honramos,

per tuas semitas duc nos quo tendimos que nos conduzcan tus santas manos

ad lucem quam inhabitas. a la luz en que habitas.El himno irrumpoe, majestuoso, en sus solemnes tetrmetros dactlicos, tres en cada estrofa, con su glicnico final.

Santo Toms, aqu como en otros himnos, sigue jugando con las imgenes y figuras del A.T., que son cumplidas y sobrepasadas por la realidad del Nuevo. Lo antiguo lleg a su fin: sta es una fuerte idea paulina y jonica, ante el Cristo presente como Dios-entre-nosotros.

El recedant vetera de la primera estrofa, significando que todo lo viejo retroceda, que todo se apreste para el relevo, no slo nos quiere mostrar que el ritual e la antigua Ley ha sido reemplazado, sino que tambin quedan atrs los hbitos del pecado y los restos de malicia y perversidad que son propiedad del viejo Adn (Cf 1 Cor 5,7-8). Somos hijos de la nueva levadura que, en la Eucarista, tendr un signo claro de verdad. Nosotros gritamos nova sint omnia, que todo sea nuevo o renovado: ahora regir la nueva Ley, los nuevos hbitos reformados por la accin de la gracia y de la coena novissima, que no slo es la ltima cena, sino tambin la nueva cena, total novedad que deja atrs a la vieja Pascua, pues la nueva Bendicin es ahora nuestro pan y comida.

La cuarta estrofa nos muestra a la Eucarista como Cuerpo que es plato y comida: feculum, y como Sangre que es vaso, tasa y bebida: poculum. Ya la Secuencia de la Misa nos mostraba a Cristo todo bajo ambas especies: Christus totua sub utraque specie (vv. 41 y 42) y, por lo tanto, cualquier especie es igualmente comida y bebida, aunque bajo la razn de signo, cada una signifique los distintos aspectos de comida y bebida.Los trminos angelicus y caelicus de la penltima estrofa, nos traen reminiscencias del man, llamado pan del cielo. Se aplica a la Eucarista (Cf Jn 6,51) y el pan de los ngeles es la participacin en Cristo por la visin beatfica (Cf III,80,2).

La Eucarista es el anticipo ms noble de esta visin, al ser la presencia ms plena que Jess deja a la Iglesia.

Este pan del cielo pone fin a todas las figuras que el A.T. nos brind acerca de la Eucarista. El man, el pan zimo, el cordero pascual, dejan paso a la novedad de la Cena.

Esta presencia de Cristo en la Eucarista no ser vana en nosotros, mientras en verdad lo honremos: el Cristo glorioso de la Eucarista nos visitar, en la medida en que le demos culto: sic nos tu visita, sicut te colimus.La vida sacramental de la Iglesia se ordena a la plenitud de la visin. Pues bien: del mismo modo la Eucarista se ordena a esa visin, a la luz de Dios: ad lucem quam inhabitas, nos dice el ltimo verso del himno.

Santo Toms afirma que tomar a Cristo en el sacramento se ordena como fin al goce de la patria. Y, puesto que lo que se ordena a un fin depende de l, habr que decir que la comunin de Cristo en el sacramento depende de algn modo de la comunin con la que los ngeles gozan de l en la patria (III,80,2 ad 1m).

Creemos que esto es importante para la accin pastoral y la catequesis de este sacramento: tener en cuenta que la gloria de Dios es el trmino de la vida del hombre y de la vida sacramental de la Iglesia. Dicha gloria se ha manifestado en Cristo, en su Iglesia y en las acciones sacramentales de Cristo en la Iglesia: de modo excelso, en la Eucarista, en la que se da el mximo grado de participacin de la gloria que reside en Jesucristo, a la derecha del Padre.-Nueve antfonas de los nueve salmos (Este tema est muy bien explicado en J. Pascher,

El Ao litrgico, BAC, pp. 298-300).

Corresponden a los nueve salmos que se celebraban en el antiguo oficio de Maitines. Tienen Hondo fundamento bblico en orden a mostrar las figuras eucarsticas del AT y su cumplimiento en Cristo. Los salmos correspondientes se relacionan con la Eucarista a partir de los datos que la antfona le proporciona.

Ant. 1 Fructum salutiferum gustandum dedit Dominus mortis suae tempore (El Seor, en elk momento de su muerte, dio a gustar un fruto saludable).

Sabemos que la muerte de Cristo nos merece el don de la Iglesia, don que ser ratificado y confirmado en Pentecosts. Del costado abierto del Seor, nace la Iglesia.

El Salmo correspondiente es el 1, donde Jess se nos propone como el varn justo por cuya senda debemos transitar. l es quien nos da su fruto en el momento oportuno: en el momento de su entrega en la muerte de cruz.

Ant. 2: A fructu frumenti et vini multiplicati fideles in pace Christi requiescunt (Los fieles de Cristo descansan en la paz, multiplicados por el fruto del trigo y del vino).Uno de los efectos de la Eucarista es el crecimiento de la Iglesia en unidad, as como un cuerpo crece cuando se lo alimenta bien. La paz definitiva ser el gran fruto de la Eucarista de Cristo, pero tambin la paz de hoy, don de la entrega de Jess, que tiene su expresin ms alta en su Presencia en dicha Eucarista. El nacimiento bautismal se vigoriza, en orden a la obtencin de la gloria, por la comida y bebida del Cuerpo y la Sangre del Seor. El Salmo 4 nos habla del trigo y del vino, materia de este sacramento, sustento de la Presencia real de Cristo.

Ant. 3: Communione Calicis, quo Deus ipse sumitur, non vitulorum sanguine, congregavit nos Dominus (El Seor nos ha reunido por la comunin del cliz, en el que se recibe a Dios mismo, y no por la sangre de novillos).

Santo Toms interpreta el v. 4 del Salmo 15, mirando el cumplimiento futuro de lo significado literalmente por dicho texto. Ante el Sacrificio, toan a su fin todos los sacrificios.

El Salmo 15 muestra, precisamente, la excelencia del nuevo sacrificio por sobre toda antigua ofrenda. El cliz de la nueva Alianza designa la dimensin sacrificial de la oblacin de Cristo, significada eminentemente en la Eucarista-Sacrificio.

Ant. 4: Memor sit Dominus sacrificii nostri, et holocaustum nostrum pinge fiat (Que el Seor recuerde nuestros sacrificios y sea abundante nuestro holocausto).

El sacrificio es -al mismo tiempo- un acto interior y la expresin externa de dicha realidad que la anima. Hay sacrificio cuando sometemos las cosas ofrecidas a una accin (matar, partir el pan, consumir lo sacrificado). Todo sacrificio es una oblacin y tiene una dimensin consecratoria (Cf II-II, 85, 3 ad 3m).Todos nuestros sacrificios, todas las ofrendas del antiguo Pueblo de Dios, tienen sentido en relacin a la ofrenda de Cristo. La Eucarista es el signo por excelencia de Cristo consagrado al Padre en sacrificio. El salmo correspondiente, el 19, pide que la verdadera ofrenda y el verdadero sacrificio sean aceptados por Dios, como remedio contra el mal, pues sabemos que el Seor salvar de la muerte a su elegido. La Eucarista rene todas las condiciones para ser llamada signo de Vida.

Ant. 5: Paratur nobis mensa Domini adversus omnes qui tribulant nos (La mesa del Seor nos ha sido preparada contra quienes nos persiguen).

No hay duda de que la mesa del Seor se relaciona con la Eucarista. Ms de un santo Padre hace esta interpretacin:

El Creador de todas las cosas, Padre de la gloria, prepar una gran cena ordenada en

Cristo. Y en los tiempos modernos brill para nosotros el Hijo de Dios; y sufriendo la muerte por nosotros, nos dio a comer su propio cuerpo () Con razn, por tanto, se ha

llamado cena al convite preparado en Jesucristo (San Cirilo).

El Salmo 22 confirma esta interpretacin: el buen Pastor prepara la mesa de abundancia, llena la copa y nos fortalece para llegar al trmino del camino, comiendo los buenos pastos y bebiendo el agua fresca que calmar definitivamente toda sed, pues Cristo es el verdadero pozo de Jacob (Cf Jn 4,13-15).Ant. 6: In voce exultationis resonent epulantes in mensa Domini (Den gritos de alegra los comensales de la mesa del Seor).

No hay duda de que las fiestas del Seor producen gozo. El alimento apetecible de la Eucarista rememora, hoy y aqu, la alegra de una despedida del Seor que, sin embargo, no fue una despedida definitiva ni total: nos dej y se qued

El Salmo 41 nos da a entender que as como el ciervo con sed busca los manantiales de agua, as nosotros debemos buscar al Seor y a sus dones. Entre stos, cul ser mayor que el sacramento de su Cuerpo y de su Sangre?

Ant. 7: Introito ad altare Dei, sumam Christum, qui renovat iuventutem meam (Llegar al altar de Dios y recibir a Cristo, renuevo de mi juventud).El altar nos recibe para que de esa piedra-ara de sacrificio, y de esa mesa, obtengamos lo que nuestra vida necesita para mantenerse joven.

La Eucarista -como Pan de vida- es alimento de juventud, a imagen del nuevo Adn, signo pleno de lo que sali de las manos de Dios como obra maestra. Ella renueva en nosotros al Cristo que recibimos, pues nos asimilamos a l, al comer la Cena del Seor.

El Salmo 42 es la splica del desterrado, del que no tiene ni patria ni pan y que, en la esperanza, encuentra en Dios el verdadero altar, la alegra de su vida. La Eucarista es fuente de paz y gozo, ambos frutos de la cariad que nos une a Dios.

Ant. 8: Cibavit nos Dominus ex adipe frumenti, et de petra melle saturavit nos (El Seor nos ha alimentado con la flor de la harina y nos ha saciado con miel de la roca).El pan cotidiano ser para nosotros -una vez consagrado al Seor- Pan de Vida, flor de la harina. No podemos olvidar -en el ltimo verso del salmo 80 que se une a esta antfona- la correspondencia con Deuteronomio 32,13-14, donde Moiss en su cntico, narra las maravillas que Dios obr en tiempos antiguos, cuando aliment a su pueblo con la miel de una pea que sale como aceite de la roca (), con la flor de los granos de trigo. Por bebida les dio el rojo jugo de la uva.

Cristo nos da la pacfica alegra fundada en la fe de que l es el Pan esperado, la roca de donde mana la dulzura de la vida, la Vid donde entroncan los sarmientos.

Ant. 9: Ex altari tuo, Domine, Christum sumimus, in quem cor et caro nostra exsultant (Seor: de tu altar recibimos a Cristo, en quien nuestro corazn y nuestro cuerpo se alegran).

La celebracin eucarstica es el marco en el que el Cuerpo y la Sangre del Seor se hacen presentes para ser sacramento-Vida del mundo.

Frutos de esa recepcin sacramental: la alegra total de nuestra inteligencia, de nuestro corazn, de nuestra realidad corporal.

El salmo 83 es un canto al Templo del Seo, al lugar de su Presencia.

Tambin nosotros -en el canto de la Iglesia- recibimos las bendiciones de las lluvias con que Dios nos empapa. Amamos la Casa del Seor por lo que ella contiene. Amamos al templo por la Eucarista que en l se come.

-en las Laudes:

:: Himno Verbum supernum prodiens

Verbum supernum prodiens Por nosotros (dejando nec Patris linquens dexteram la gloria, mas no al Padre),

ad opus suum exiens para cumplir su encargo,

venit ad vital vesperam. vino el Verbo a la tarde.

In mortem a discipulo Pactada ya por Judas

suis tradendus aemulis, su entrega a los inicuos,

prius in vital ferculo l mismo se apresura

se tradidit discipulis. a darse a sus discpulos.

Quibus sub bina specie Bajo sendas especies

Carnem dedit et sanguinem, les da su Carne y su Sangre,

ut duplicis substantiae en doblado presente

totum cibaret hominem. que al hombre entero salve.

Se nascens dedit socium, Naciendo, se hizo hermano;

convescens in edulium; en la cena, alimento;

se mortes in Premium muriendo,se dio en pago;

se regnans dat in praemium. reinando, se da en premio. O salutaris hostia, Oh Vctima propicia quae calis pandis ostium, que abres el cielo,

bella premunt hostilia, la guerra no declina,

da robur, fer auxilium. danos fuerza y consuelo.

Uni trinoque Domino Al unitrino Dueo

sit sempiterna gloria, la gloria sacrosanta,

qui vitam sine termino que una vida sin trmino

nobis donet in patria. nos reserve en la patria.

Los versos de este himno son simtricos ymbicos, rimados alternativamente en sus estrofas.

Sin duda alguna, Santo Toms tuvo presente el bello comienzo de un himno de Adviento de autor desconocido, compuesto entre los siglos V y VIII:

Verbum supernum prodiens

e Patris aeterni sinu,

qui natus orbi subvenis,

labente cursu temporis.

El Aquinate muestra aqu la relacin existente entre la Eucarista y la Encarnacin del Verbo.

Esta pieza potica es usada en las Laudes de la solemnidad del Corpus Christi y, en muchos lugares, en la procesin de ese da.

As como en la estrofa del autor desconocido que hemos citado, supernum es predicativo despus de prodiens, Santo Toms lo convierte en un atributo de Verbum, y da a prodiens un diverso significado del que tiene en el himno citado.El himno de Adviento comienza por la eterna generacin y de all procede a la temporal. La mente de Toms est totalmente puesta en el Dios-hombre. En cuatro cortos versos abarca la encarnacin y toda la vida de Cristo, hasta la noche de la entrega.

El Verbo llega a nosotros sin dejar la derecha del Padre. Esta idea est ampliamente desarrollada en muchos textos de san Juan (Cf 4,9-11), donde se trata de la unidad entre el Padre y el Hijo, y de la presencia de uno en el otro.El verbo sale del Padre para cumplir su encargo, para hacer su voluntad: ad opus suum exiens. Toda la misin salvfica del Verbo est implcita en este verso.

Si bien un discpulo lo entrega a la muerte: in mortem, es Cristo mismo el que debe hacer llegar a plenitud toda Escritura, para que la misin llegue a su trmino: prius in vital ferculo se tradit discipulis: Cristo se entrega a los discpulos como alimento de vida, antes de que Judas lo entregue: priusOtra hermosa idea que muestra la iniciativa de Cristo en los hechos histricos que vivi: nadie le quita la vida, sino que l la entrega (Cf Jc 10,18). Estos versos reposan en los diversos significados del verbo tradere (entregar), que pueden encontrarse en la narracin de la Institucin que Pablo nos da en 1 Cor 11,23-24, dos de los cuales estn en los textos particulares del Communicantes y del Hanc igitur e la Plegaria eucarstica I del Misal romano, para el Jueves santo.

Nuestro himno se preocupa con la idea de dar.

La 4 estrofa es un perfecto modelo y apretada sntesis de los diversos modos como el Seor se entreg a los hombres: naciendo, cenando, muriendo y reinando; as se hace hermano, alimento, pago y premio. Sus distintos momentos cronolgicos nos dan pie para vivir as nuestros momentos, dada la ejemplaridad de la vida de Cristo para el mundo.El fin inmediato de la Eucarista es mantener en la tierra nuestra vida espiritual. Es el vital ferculo. Pero la consumacin es vitam sine termino, para que el que lo coma no muera jams (Cf Jc 6,50).

En la ltima frase, el himno concluye con el fin pleno que da sentido a la Eucarista: la Patria celestial. Es el lugar del Padre que el Hijo jams dej (v. 2): le compete por derecho. Y, por gracia, es tambin nuestro lugar (vv. 7 y 23). Adems, la Eucarista -si bien es el Pan bajado del cielo, el Pan de Dios- es tambin el Pan de los hijos, como lo vimos en el v. 45 de la Secuencia Lauda Sion, de la Misa.

Vemos en este himno la realidad del Verbo en el seno de Dios, y la del Verbo-entre-nosotros, para llevarnos al seno de Dios. Hermoso trayecto circular que nos muestra los caminos de Dios para el hombre. Y en un caminar, no puede faltar el pan.

-Antfonas de los cinco salmos y del Benedictus Un fuerte tinte bblico colorea estas antfonas: vemoslo.

Ant. 1: Sapientia aedificavit sibi domum, miscuit vinum et posuit mensam (La Sabidura edific para s una casa, templ el vino y dispuso la mesa).

Est inspirada en dos versos del Libro de los Proverbios: La Sabidura ha construido su casa, ha levantado sus siete columnas y Sacrific sus animales, prepar sus vinos y dispuso la mesa.

Pues bien, la Sabidura del Verbo de Dios, en la novedad del templo de la nueva Alianza, otra vez prepara la mesa y nos da su vino.

Ant. 2: Angelorum esca nutrivisti populum tuum, et panem de caelo praestitisti eis (Nutriste a tu pueblo con la comida de los ngeles, y les procuraste pan del cielo).

En el libro de la Sabidura, Dios nos muestra el trato deferente que tiene con su pueblo: Pusiste en boca de tu pueblo el alimento de los ngeles; le enviaste del cielo pan apropiado por el que no trabajaron, pan que reuna los sabores y satisfaca todos los gustos (16,20).Si bien esta antfona y el texto bblico citado nos recuerdan el man en el desierto, en la Liturgia de la nueva Alianza se trata del Pan de Vida, y no del pan que no impide que los hombres -aun los justos- mueran (Cf Jn 6).

Ant. 3: Pinguis est panis Christi, et praebebit delicias regibus (El pan de Cristo es abundante y ser las delicias de los reyes).

Esta antfona encuentra su inspiracin en un corto verso del Gnesis, parte de las bendiciones de Jacob a sus hijos: Aser tiene pan rico, da golosinas de rey (49,6).Si de Aser viene el buen pan que aliment a reyes, qu no decir del Pan del Rey de reyes que alimenta a un pueblo real. Santo Toms contina -como es habitual en l- valindose de viejas y cumplidas figuras, para mostrar una realidad nueva.

Ant. 4: Sacerdotes santi incensum et panes offerunt Deo (Los santos sacerdotes ofrecen a Dios, incienso y pan).

Entre las recomendaciones que Yahv dio a Moiss y que tendran por destinatarios a los sacerdotes, se nos dice:

(Los sacerdotes hijos de Aarn) sern santos para su Dios y no profanarn su nombre,

porque son ellos los que ofrecen los sacrificios por el fuego, alimento de su Dios. Por eso

han de ser santos.

Si esta advertencia fue hecha, en la antigua Ley, a quienes ofrecan holocaustos a Dios, podemos imaginar lo que la nueva realidad de la alabanza eucarstica de Cristo impondr a sus ministros, por honor y amor. La santidad personal tendr sentido mirando a la santidad absoluta de Dios y a lo santo de sus acciones sacramentales en la Iglesia.

Ant. 5: Vincenti dabo manna absconditum et nomen novum (Al que venciere, le dar el man escondido y un nombre nuevo).

El Apocalipsis se hace presente aqu: El que tenga odos escuche este mensaje del Espritu a las Iglesias: Al vencedor le dar man misterioso. Le dar tambin una piedra blanca que lleva grabado un Nombre nuevo que nadie conoce, sino el que lo recibe (2,17).

Hay aqu una promesa, promesa de victoria y de vida, promesa de nombre nuevo. Promesa de eucarista al que sea fiel, al vencedor. Aqu est patente la faceta de premio y la realidad de un camino de lucha, del cual podemos salir perdedores o vencedores.

-Antfona del Benedictus.

Ego sum panis vivus qui de calo descendi: si quis manducaverit ex hoc pane, vivit

in aeternum (Yo soy en pan vivo bajado del cielo. Si alguien come de este pan, vivir eternamente).

El evangelista Juan, en sus bellos textos sobre el Pan de vida (6,51-52), da la base casi textual a esta antfona.

Santo Toms quiere relacionar al nuevo Pan con la nueva Vida.

Viejo pan: pan de la tierra. Nuevo pan: Pan del cielo, realidad que no viene de los hombres sino de lo alto, enteramente de Dios.

-En las segundas Vsperas:

.. Himno (Punge lingua: ya fue comentado en las I Vsperas)

.. Antfona del Magnificat: O sacrum convivium

O sacrum convivium in quo Christus sumitur: Oh sagrado Convite en que se toma a Cristo,

recolitur memoria Passionis eius, mens imple- se celebra la memoria de su Pasin, el alma se

tur gratia, et futurae gloriae nobis pignus da- llena de gracia y se nos da un anticipo de la

tur. gloria futura.

Al tratar en la misa la Oracin de la asamblea, vimos las diversas dimensiones de la Eucarista. stas surgen con claridad en esta antfona.

El pasado histrico: memoria de su Pasin.

El presente de quien celebra la eucarista: el alma se llena de gracia.

El futuro, ya vivido en cierto modo hoy: se nos da un anticipo de la gloria futura.

En la Suma Teolgica, se nos explica este aspecto (III,73,4,c). Pastoralmente, creo que es necesario recordar esta enseanza de Santo Toms, para evitar convertir nuestro culto en arqueologa. No vivimos hoy la ltima Cena como si repitiramos materialmente lo que Jess hizo. Volvemos a representar lo que el Seor quiso, cuando hizo lo que hizo. l se dio como alimento para todos los hoy de todos los hombres en todos los tiempos. Por lo tanto, es un sacramento de vivos para el presente.Pero no debemos jams perder de vista que, si bien la Encarnacin del Verbo es la venida de la segunda Persona de la Trinidad al hombre, no finaliza ah el proceso. Concluye con el retorno del hombre a Dios. La vida sacramental de la Iglesia debe significar con fuerza el hecho del retorno. La gloria de Dios nos es anticipada -a cuenta de mayor cantidad- en cada accin sacramental vivida por la Iglesia. La gloria -en lo que tiene de pleno y definitivo- ser siempre futuro. Pero ya algo de ese futuro late en nuestro presente.

+ Sntesis y conclusiones

Para tener una idea exacta de la teologa de Santo Toms sobre la Eucarista, les recomendamos una atenta lectura a la Introduccin que fr Emilio Sauras op hace a esta Tratado (Cf Sto. Toms de Aquino, Suma Teologica, BAC, tomo XIII, pgs. 399-429). Adems, por el mismo telogo, introducciones particulares a cada cuestin, en el mismo libro. Son tambin excelentes las notas y apndices que fr A.M. Roguet op tiene en la traduccin francesa de esta obra (Dos tomos, Ed. Du Cerf y Decle et Cie., Pars, 1967).

Aqu, dado que el volumen de la Suma Teolgica en espaol est al alcance de quienes lo necesiten, he considerado ms til poner los temas y el lugar en que Santo Toms los trata. Creo que ser prctico y facilitar a los lectores -a partir del anlisis que hemos hecho de varios textos litrgicos de la fiesta del Corpus Christi- ubicarlos en el contexto del Tratado, con la Suma Teolgica. La Eucarista es, inseparablemente, sacramento y sacrificio (I-II,101,4,2m;

III,52,8,2m; III,73,1,4m; III,795)

La Eucarista merece nuestra adoracin, pues es un sacramento permanente:

Cristo est all realmente presente (III,74,8; 75,2)

El cordero pascual es la figura principal de la Eucarista (III,73,5 y 6)

* El Sacrificio eucarstico que celebramos todos los das, es el mismo que el Seor

cumpli, conmemorado hoy (III,22,3,2m; 73,4; 83,1)

La Eucarista supera a todo otro sacramento, tanto de la antigua como de la

Nueva Ley (III,65,3)

La Eucarista es el sacramento de la caridad (III,73,3,3m) y esta caridad exige

su presencia real (III,75,1,2m)

La Eucarista es el sacramento por excelencia (III,73,1,3m)

La presencia de Cristo en la Eucarista es espiritual, pero real (III,75,1)

La unidad de la Iglesia es significada por la Eucarista (III,75,3 y 4,1,4m), y est

representada por el agua mezclada al vino (III,746,3m)

La Eucarista es la verdadera Cena del Seor (III,80,8,1m y 3m; 81, 1, 2 y 3;

82.1,c; 2,c; 3,c; 82,2,3m)

El efecto de la Eucarista es la dulzura espiritual (III,79,c), puesto que la E. fortifica la gracia (III,79,6,c) y produce en el alma los mismos efectos que el ali-

mento produce en el cuerpo (III,79,1,3m)

Todos los sacramentos se ordenan a la E. como a su fin (III,63,6,c; 65,3,c; 72,12,

3m; 73,1,c) y su consumacin (III,63,6,c; 73,3,c), y sta comprende todo el miste-

rio de nuestra salvacin (III,83,4,c)

La E. es el memorial de la Pasin de Cristo (III,66,9,5m; 73,4 y 5; 74,1,c; 76,2,2m;

79)

Con lo antedicho, creemos haberles brindado elementos en orden a penetrar un poco ms en el pensamiento de Toms de Aquino sobre el sacramento de la Eucarista.