Tribus y Casicazgos Arqueologicos

15
tribus y cacicazgos arqueológicos: una discusión acerca del origen de la estratificación social Author(s): griselda sarmiento fradera Source: Boletín de Antropología Americana, No. 27 (julio 1993), pp. 95-108 Published by: Pan American Institute of Geography and History Stable URL: http://www.jstor.org/stable/40978017 . Accessed: 13/12/2013 00:31 Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at . http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp . JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected]. . Pan American Institute of Geography and History is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Boletín de Antropología Americana. http://www.jstor.org This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2013 00:31:31 AM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

description

articulo antropologico

Transcript of Tribus y Casicazgos Arqueologicos

Page 1: Tribus y Casicazgos Arqueologicos

tribus y cacicazgos arqueológicos: una discusión acerca del origen de la estratificación socialAuthor(s): griselda sarmiento fraderaSource: Boletín de Antropología Americana, No. 27 (julio 1993), pp. 95-108Published by: Pan American Institute of Geography and HistoryStable URL: http://www.jstor.org/stable/40978017 .

Accessed: 13/12/2013 00:31

Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at .http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp

.JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range ofcontent in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new formsof scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected].

.

Pan American Institute of Geography and History is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extendaccess to Boletín de Antropología Americana.

http://www.jstor.org

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2013 00:31:31 AMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

Page 2: Tribus y Casicazgos Arqueologicos

griselda sarmiento fradera*

tribus y cacicazgos arqueologicos: una discusion acerca del origen de la

estratificacion social**

Introduccion

Desde finales de la decada de los sesenta, en laarqueologia sehace mucho enfasis en el ana- lisis de los procesos sociales. Las aportaciones de la llamada "Nueva Arqueologia" estado- unidense han sido de gran importancia, por lo menos en la arqueologia americana, para que en nuestra disciplina haya una discusion no solo acerca de los materiales sino acerca de las teorias, metodologias y la manera de hacer inferencias.

El enfasis procesual ha enriquecido y ha transformado muchos de los aspectos del que- hacer arqueologico, a tal grado quc las es- pecializaciones que antes se daban en torno a ciertas areas geograficas, o tipos de material - por ejemplo, los especial istas en la arqueo-

* Profesora de la Escuela Nacional de Antropologia e His- toria, Mexico.

** El presente trabajo se presento originalmcntc en la mesa redonda "Temas actuates de la Arqueologia Social Ibero- americana" en la Universidad Intcmacional de Andalucia, Sede Iberoamericana Santa Maria de la Rabida, Huelva, Ksparia en febrero de 1995. Por razones de cspacio sc su- primieron las tablas de datos y se rcali/6 una sinlcsis de la infonnacion en la seccion de indicadorcs arqueologi- cos.

logia olmeca o en ceramica - ahora se empie- zan a definir a partir de algun problema teori- co relevante, por ejemplo: los especialistas en cazadores recolectores, los que hablan sobre el origen del Estado, etc.

La arqueologia se convierte en una discipli- na cada vez mas compleja en el sentido de que el arqueologo, ademas "del oficio" tiene que elaborar y reelaborar teorica y metodolo- gicamentc su trabajo.

En esta presentacion abordaremos un pro- blema teorico-metodologico relacionado con los procesos sociales: el de los Uamados caci- cazgos, mismos que se han establecido como un estadio social que antecede al Estado. La discusion se hara bajo la perspectiva de la ar- queologia social, con un mayor enfasis en el proceso de jerarquizacion social que es pro- pio de este supuesto estadio, aspecto queinclu- so nos permite cuestionar la definicion de dicho estadio cacical.

Los cacicazgos: algunos antecedentes

La definicion de cacicazgo, como un estadio social, fue incorporado en la arqueologia a partir de la antropologia. En la antropologia se

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2013 00:31:31 AMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

Page 3: Tribus y Casicazgos Arqueologicos

96 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 27 JULIO 1993

propone el termino cacicazgo (chiefdom) para caracterizar un tipo de sociedad empiricamente reconocido, bajo los criterios teoricos de la position que lo formula.

Los antropologos funcionalistas de la es- cuela inglesa, en la primera mitad del siglo XX establecen una primera distincion que sirve para proponer dos tipos de sociedades: las que tienen Estado y las que no lo tienen - tambien defmidas corno acefalas (cfr. Fortes y Evans- Pritchard, 1979:8).

Esta primera division, en la que el criterio fundamental para hacer la distincion es la ma- nera como se organiza y estructura "lo politi- co", se amplio con la definition de nuevos tipos sociales intermedios, quedando una clasifica- cion de cuatro tipos sociales: bandas, tribus, cacicazgos y estados (cfr. Cohen y Middleton, 1967 yLlobera 1979).

Los cacicazgos, segun dicha clasificacion:

Son sociedades con tendencia a la centrali- zation. Aparece una figura politica definida que, sin embargo, no cuenta con una fuerza y apoyo institucionales comparables a los del Estado, sino que mantiene su posici6n con ayuda del grupo de parentesco y del presti- gio politico y religioso.

Los criterios fundamentales son la insti- tucionalizacion politica y las formas de inte- gration socio-politica.

Durante la segunda mitad del siglo XX, los antropologos neoevolucionistas retoman la tipologia mencionada y la proponen como se- cuencia de desarrollo social, en la que cada ti- po es un estadio. Las caracteristicas de las sociedades principalmente africanas y asia- ticas que se habian identificado como caci- cazgos, se establecen como definitorias de la secuencia de desarrollo que culmina con la aparicion del Estado. Como el Estado es una institution cuyos origenes se remontan a va- rios miles de anos, no es de extrafiar que la secuencia neoevolucionista fuera aceptada y adaptada por los arqueologos, principalmen- te por aquellos que comparten los principios generales de dicha position.

E. Service es quien retoma la propuesta y la establece como secuencia universal. En una primera version, el cacicazgo es, segun Service:

una sociedad redistributiva con un centro permanente de coordinaci6n de funciones econ6micas, politicas, sociales y religiosas (Service 1964).

y en una segunda version:

es una organizaci6n con direcci6n central, hereditaria, con posiciones jerarquicas pero sin un apartado legal o formal de fuerza re- presiva (Service 1975).

En el primer caso, se habla de la redis- tribution - concepto propuesto por Polanyi para explicar las economias que no tienen co- mercio - como un elemento fundamental (Polanyi 1976), mismo que sirvio a muchos arqueologos para describir la economia de las sociedades pre-estatales. Ver, por ejemplo Jawad 1965, Flannery y Coe, 1968; Sanders y Price, 1968; Renfrew 1973.

En el segundo caso, el aspecto politico- institucional vuelve a ser fundamental y en esta orientation se han apoyado tambien otros arqueologos, sobre todo aquellos que a partir de la vertiente procesual de la Nueva Arqueo- logia han criticado las posiciones anteriores, en concreto las que proponian que la redistri- bution era lo fundamental para definir a un cacicazgo. Ver Peebles y Kus, 1977; Earle 1978, Creamery Haas, 1985.

Desde que se integro la secuencia de desa- rrollo de las Bandas al Estado, muchos ar- queologos la han aceptado y han definido al cacicazgo como un estadio previo al Estado. Pero dicha aceptacion implica, en muchos ca- sos, que los autores han aceptado de manera mas o menos implicita los supuestos teoricos bajo los cuales se formula el concepto original, ya sea a traves de la aplicacion de una defini- tion antropologica o del uso de la analogia etnografica.

Algunos otros han preferido "construir" sus definiciones a partir de generalizaciones em-

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2013 00:31:31 AMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

Page 4: Tribus y Casicazgos Arqueologicos

GRISELDASARMIENTOFRADERA TRIBUS Y CACICAZGOS ARQUEOLOGICOS... 97

piricas, hecho que ha servido para darle nom- bre a algunas regularidades man i fiestas en el registro arqueologico mas que para explicar teoricamente algun proceso social.

El quehacer de la arqueologia, en cualquiera de los sentidos mencionados, hace que se haya aceptado la existencia de un estadio social je- rarquico, antecedente del Estado, al cual se ha denominado de muchas maneras: cacicazgo, chiefdom, jefatura, seflorio, sociedad de rango, sociedad jerarquica, teocracia, centro ceremo- nial.

Bajo la perspectiva de la arqueologia social creemos que no basta con adoptar y adaptar ciertos conceptos al trabajo arqueologico, sino que es necesario desarrollar una labor teorica mas cuidadosa en la que se formulen hipotesis en el marco de teorias sustantivas concretas que formen parte de una determinada posici6n te6- rica - en la cual se incluyen no solo consi- deraciones te6ricas, propiamente dichas, sino tambidn ontologicas, epistemol6gicas, metodo- logicasy tecnicas- (cfr. Gandara 1980:29). La

labor de definir un proceso social y su desarro- llo en el tiempo de acuerdo a los supuestos de alguna teoria sustantiva es un hecho que in- cluso nos permite cuestionar las defmiciones existentes y del cacicazgo como estadio de de- sarrollo en particular.

Las sociedades tribales y su fase jerarquica

Los criterios que hasta ahora nan servido para definir al cacicazgo como un estadio social son: la central izaci6n politica sin Estado (no existe la institucionalizacion del poder), la redistribuci6n (aunque no es aceptado por to- dos), el parentesco (tipo clan c6nico para ex- plicar la jerarquizaci6n) y la religion o ritual como un medio de cohesi6n social. Pero dichos criterios no son suficientes si tenemos en cuen- ta que un estadio social se define por las prin- cipales caracteristicas estructurales de una determinada formaci6n econ6mico social y que su demarcaci6n y cambios se establecen a par- tir de las transformaciones cualitativas que presenta dicha formaci6n con respecto a la que lo antecede.

Una formation economico social se define como la unidad organica de los medios esen- ciales entre el ser social (modo de producci6n y modo de vida) y la superestructura (concien- cia social e institucionalidad) (Bate 1978, 1984a).

Las sociedades no son un listado de rasgos y no se definen por la presencia de alguna ins- titution o aspecto "dominante", como el paren- tesco o el ritual; son entidades complejas resultado de la articulaci6n y organ izac ion de diferentes aspectos sociales, que interactuan constantemente y que conforman una estructu- ra (definida como una formation econdmico social) que se expresa, a nivel cotidiano, en un modo de vida y cultura especificos.

La calidad de dicha estructura esta dada por el modo de producci6n, es decir, por aquel conjunto de procesos econ6micos y relaciones sociales a travel de los cuales se satisfacen y reproducen las condiciones de vida material de cualquier sociedad. De forma mas rigurosa,

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2013 00:31:31 AMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

Page 5: Tribus y Casicazgos Arqueologicos

98 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 27 JULIO 1993

modo de production es la unidad de los proce- sos economicos de production, distribution, cambio y consumo, siendo determinante de ello el grado de desarrollo de lasfuerzas pro- ductivas y la forma del sistema de relaciones de production que se establece en torno al pro- ceso fundamental de la production (Ibidem).

Las fuerzas productivas son el conjunto de elementos necesarios para que exista la pro- duction, es decir, fuerza de trabajo (el hom- bre como fuerza de trabajo incluyendo las condiciones fisicas de su existencia) y los me- dios de production (entre los que tenemos ins- truments de trabajo, incluyendo la tecnologia y conocimientos que implican, y los objetos de trabajo o recursos naturales y materia prima.

Los elementos que conforman la estructura de una sociedad y los conceptos que los defi- nen deben analizarse de acuerdo con el movi- miento o actividades concretas que intentan explicar. Bajo esta idea, lo que las teorias ha- cen es explicar los diferentes procesos que conforman la estructura de las socidades.

Si los elementos antes mencionados para definir al cacicazgo (centralizaci6n sin insti- tutional izaci6n, redistibuci6n, parentesco, re- ligion y prestigio) no son suficientes, en t&minos estructurales, para definirlo como un estadio social ̂ que* representa entonces el lla- mado cacicazgo?

Se trata del proceso de jerarquizacion so- cial que se da en las sociedades tribales, como una fase superior de las mismas, que genera las condiciones estructurales que transformaran cualitativamente dicho estadio, pero no es un estadio por si mismo.

Para entender este proceso resulta funda- mental establecer bajo que* condiciones se ge- nera y se sostiene dicha jerarquizacion.

Una jerarquia es un orden que distingue grados de individuos o grupos en una escala que va de un nivel superior a uno inferior, pero dependiendo del criterio que se tome para es- tablecer dicho orden, la jerarquia mas que un rasgo distintivo puede llegar a ser un elemen- to comun. Por ejemplo, si el criterio es el de prestigio social y e*ste se deriva de la fuerza flsica o de la habilidad para mediar entre cier-

tos conflictos personales, en todas las socieda- des hay jerarquias ya que el prestigio es, en este caso, un atributo individual y subjetivo reco- nocido socialmente. En este sentido, la jerar- quia marca diferencias sociales pero no una desigualdad social estructural.

La clave para entender la jerarquizaci6n social como el proceso y para definir que* que- remos decir con jerarquizaci6n - entendi6n- dola como una forma de desigualdad que se origina en la estructura de las sociedades, no como una serie de diferencias - , esta en el analisis de las relaciones sociales de produc- tion que, como su nombre lo indica, son aque- llas que el ser humano establece con sus semejantes en la production. Dichas relacio- nes sociales se estructuran sobre la base de las relaciones materiales de propiedad o propie- dad objetiva.

Para que un grupo produzca es necesario que controle los elementos que requiere tal proceso, es decir: instrumentos de trabajo, ob- jetos de trabajo y fuerza de trabajo. A la capa- cidad de controlar o de disponer, usar y gozar de un bien se la ha definido como propiedad

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2013 00:31:31 AMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

Page 6: Tribus y Casicazgos Arqueologicos

GRISELDA SARMIENTO FRADERA TRIBUS Y CACICAZGOS ARQUEOLOGICOS... 99

(Bate 1984b), que se distingue de 'a posesion, o transferencia del derecho de uso de un bien por parte de quien dispone de el (Ibidem:60).

A la propiedad se le da contenido en rela- tion con los elementos que permiten la pro- duction y es asi como podemos tener varias formas:

a) Propiedad colectiva. Todos los miembros de una sociedad (individual o en grupo) son propietarios de los elementos del proce- so productivo. No hay un grupo o indivi- duo que tenga el control exclusivo dealguno de tales elementos.

b) Propiedad privada. Cuando un grupo o in- dividuo tiene el control exclusivo de algu- no de los elementos del proceso productivo.

c) Propiedad particular. Varios grupos son copropietarios de los elementos del proce- so productivo; la propiedad es compartida por un grupo social.

En una sociedad que tiene una forma de propiedad colectiva, las relaciones stfciales entre los individuos que intervienen en la pro- duccion son igualitarias; en una sociedad con propiedad particular y/o privada, las relaciones entre los individuos seran desiguales.

El proceso de jerarquizaci6n social es aque*l en el cual ocurre una transformaci6n de las relaciones sociales de una sociedad cuya pro- piedad social es colectiva a otro tipo de rela- ciones sociales desiguales en virtud de que existe un tipo de posesion, primero, y propie- dad, despue"s, particular y /o privada. A las dis- tintas formas de posesion y propiedad y a la forma de las relaciones sociales que se deriva, le corresponden ciertas formas de institutio- nal izaci on politica, de parentesco e ideologia.

La jerarquizaci6n en las sociedades tribales agrfcolas

Para entender el papel que juegan las relacio- nes sociales de produccidn en la jerarqui- zaci6n social de la fase superior de las sociedades tribales, nos referiremos a las so- ciedades agricolas, haciendo enfasis en la

interrelation de los aspectos estructurales que las integran.

Las sociedades tribales agricolas tienen por objetivo primario la satisfacci6n de necesida- des subsistenciales, por lo que las principales ramas productivas son aquellas destinadas a la production de alimentos.

La agricultura es una actividad caracteriza- da por tener un ciclo que varia durante el afto: hay un periodo productivo (cosecha) y un pe- riodo no productivo que permite la organiza- tion de diversas actividades sociales, tanto alrededor mismo de la agricultura (como la preparaci6n del terreno, limpieza del campo, siembra, etc.) como en torno a otras activida- des productivas tanto alimenticias como no alimenticias (trabajo en textiles, ceramica, metalurgia, etc.).

Los requisitos para la organization del tra- bajo en torno a la production agricola como rama econ6mica principal, definen formas con- cretas de relaci6n social. El proceso de domes- ticacidn y selection de las mejores especies vegetales en las aldeas agricolas sedentarias tuvo como consecuencia un aumento de pro- ductividad mismo que, segun las caracteristi- cas y necesidades medioambientales, pudo estar acompafiado por la innovation de medios de trabajo (terrazas, fertilizantes organicos, riego sencillo) y del desarrollo de medios de almacenamiento (que resultan cruciales para garantizar, afto con afto, la reproduction del ciclo agricola).

El aumento de la productividad y el hecho de contar con medios de almacenamiento son la base para que estas sociedades generen plusproducto, entendido como la "cantidad de productos que se generan por encima del con- sumo subsistencial, cuyo productor tiene la capacidad de disponer de el los" (Bate op. cit.).

A medida que la agricultura es fundamen- tal para la sociedad, se acentua el caracter co- operativo y colectivo del trabajo. En te"rminos de relaciones sociales hay tres consecuencias ligadas a lo anterior:

1) Se requieren mas individuos para trabajar colectivamente las tierras y cuantos mas su-

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2013 00:31:31 AMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

Page 7: Tribus y Casicazgos Arqueologicos

100 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 27 JULIO 1993

jetos existan mayor sera la posibilidad de extenderse y trabajar mas tierras.

2) En el momento en que una sociedad invierte trabajo en un territorio y necesita cuidarlo hasta obtener sus frutos y tiene necesidad de defenderlo, lo que plantea explicitamen- te el problema de precisar fronteras (terri- torial idad) y mecanismos de defensa.

3) Si como parte del ciclo agricola hay un pe- riodo de espera y ademas existe la posibi- lidad de almacenar bienes, puede haber grupos que se dediquen a la production de otro tipo de bienes alimenticios, no alimen- ticios, e incluso a realizar actividades "inte- lectuales" (desligadas del trabajo manual).

Si en una sociedad tribal agricola la propie- dad de los elementos que se necesitan para el desarrollo de actividades productivas, sean o no alimenticias es colectiva, es decir, que to- dos los grupos que conforman la sociedad tie- nen el mismo control o acceso a objetos de trabajo (materia prima y/o recursos naturales), instrumentos y/o fuerza de trabajo, la sociedad tiene un caracter igualitario, a pesar de que existan diferencias entre los individuos ya sea por habilidad, destreza o prestigio.

<,C6mo en una sociedad tribal surgen dife- rencias jerarquicas? £Bajo que condiciones existe un control diferencial de los elementos del proceso productivo que nos hagan suponer un cambio en la forma de posesi6n y/o propie- dad? ̂Sobre que elemento del proceso produc- tivo se empieza a establecer control?

En terminos socioeconomicos, la unidad productiva, de consumo y de reproducci6n so- cial mas importante, en las sociedades tribales, es la unidad domestica. Sin embargo, dichas unidades no son totalmente autosuficientes, sino que dependen de otras unidades similares para su desarrollo. En primer lugar, no tienen el mismo numero y genero de individuos siem- pre, su composition varia con el tiempo, y tal variation hace que la proportion de individuos dependientes y productivos tambien sea distin- ta y por lo tanto sus necesidades. Aunque tie- nen la posibilidad de almacenar, la generation de plusproducto no es constante y necesitan de otras unidades.

El vinculo que existe entre las unidades domesticas responde a necesidades de coope- ration y complementaci6n econ6mica, de ahi la importancia del intercambio.

Las relaciones de parentesco son un prin- cipio de organ izac ion social que tienden a regularizar una funci6n comun a todas las so- ciedades: la reproducci6n de los individuos en tanto agentes productores y reproductores. En una sociedad tribal es el parentesco, el vinculo que garantiza la cooperation de los individuos dentro del marco de las relaciones igualitarias y reciprocas (ayudando a satisfacer las nece- sidades de las unidades domesticas) y el que precisa el alcance del intercambio (como me- dio para garantizar tales relaciones).

Dado este sistema de cooperacion e inter- cambio en las sociedades tribales, proponemos que la principal unidad de produccion- consumo e intercambio que alcanza una rela- tiva autosuficiencia, es el linaje (conjunto de unidades domesticas emparentadas).

El parentesco refuerza los vinculos de co- operacion que deben existir en la sociedad para asegurar su subsistencia, pero por si mismo no genera una desigualdad social. En una socie- dad donde la propiedad es colectiva, las rela- ciones sociales entre individuos, unidades domesticas y linajes seran igualitarias y por lo tanto las formas de intercambio seran recipro- cas. El parentesco y la forma de intercambio corresponden y representan a este tipo de re- lation social.

Es en el momento que cambia la forma de propiedad o posesion cuando cambia tambien la forma de parentesco, no a la inversa.

El proceso de jerarqu izac ion de las socie- dades tribales no se dio entre linajes; empezo a generarse al interior del linaje, como resul- tado de la posesion de la fuerza de trabajo. Al interior del linaje surge un sector privilegiado dedicado a actividades no subsistenciales, que tienen la posesion de la fuerza de trabajo de otros individuos del mismo linaje que trabajan directamente para la obtencion de alimentos.

Es el linaje la unidad donde pueden diferen- ciarse estos grupos debido a que como unidad de produccion-consumo tiene las siguientes capacidades:

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2013 00:31:31 AMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

Page 8: Tribus y Casicazgos Arqueologicos

GRISELDASARMIENTOFRADERA TRIBUS Y CACICAZGOS ARQUEOLOGICOS... 101

a) De generar una mayor divisi6n del trabajo b) De generar mayor plusproducto c) De crecimiento poblacional, en la medida

que se genera mayor plusproducto d) De obtener otros bienes no producidos, a

trave*s del intercambio del plusproducto.

Cuando menos podemos distinguir, al inte- rior del linaje, dos grupos:

G 1 = Que dispone del trabajo del G2 (produc- tor directo) para desarrollar actividades manuales.

G2 = Mantiene a Gl para diversificar las ac- tividades del linaje y lograr una mayor reproducci6n y complementaci6n eco- n6mica.

El Gl posee el trabajo del G2; G2 le cede la capacidad de usar su fuerza de trabajo.

Para que el control de Gl adquiera un ca- racter permanente (es decir, necesario para la reproducci6n estructural de la sociedad) y se extienda al resto de la misma, debe apoyar- se en el desarrollo de actividades exclusivas que generen una dependencia, la cual puede aparecer bajo la forma del intercambio reci- proco ya que los procesos de trabajo siguen siendo colectivos y cooperatives. Tales acti- vidades pueden ser:

1) Procesos de trabajo de bienes no alimenti- cios, que utilicen materiales al6ctonos cuyo acceso no este* al alcance de todos los lina- jes y se establezca una forma de control exclusivo por parte de algun linaje (hecho que puede darse incluso al margen de las formas de intercambio comunal). Se tiene el acceso exclusivo a los objetos de trabajo o materia prima y la posesi6n de la fuerza de trabajo que desarrolla determinados pro- ductos con esa materia prima.

2) Actividades que permitan el control de otros por la fuerza fisica: que el linaje cuen- te con un pequefto grupo que se imponga a los otros; que actuen como guardianes de determinado recurso o que vayan como in- termediarios a obtener recursos a otras re- giones.

3) Uso de conocimientos especializados, ge- nerados al interior del linaje (de tipo medi- cinal, astronomico, calendarico) quetengan un efecto sobre el resto de la sociedad y que sirvan, a la vez, para justificar la dife- renciaci6n social y para organizar el traba- jo colectivo.

Cuando tales actividades adquieren un ca- racter necesario para la reproducci6n estruc- tural del grupo, el proceso de jerarquizaci6n es irreversible.

En una sociedad tribal jerarquica existe un fuerte estimulo para la produccion y almace- namiento de plusproducto, debido a la divisi6n del trabajo y como medio para mantener una relaci6n de cooperaci6n entre diferentes unida- des dome*sticas. Como ya mencionamos, hay un intercambio de bienes al interior de la co- munidad, pero es necesario analizar tambie'n las relaciones entre comunidades a nivel re- gional.

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2013 00:31:31 AMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

Page 9: Tribus y Casicazgos Arqueologicos

102 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 27 JULIO 1993

Cada comunidad explota los recursos na- turales de su entorno, y dado que tales recur- sos no se distribuyen de manera homoge'nea se forma un patr6n de especializaci6n regional en lo que se refiere a la producci6n-extracci6n de ciertos bienes (sin que eso afecte el carac- ter de autosuficiencia de cada una).

Las comunidades, a pesar de que satisfa- cen sus necesidades minimas alimenticias, no permanecen aisladas, mantienen relaciones de intercambio como una estrategia de defensa de sus territorios y de alianza intercomunal, hecho que permite la diversificaci6n de los productos locales.

Pero, asi como a nivel interno el caracter equilibrado del intercambio reciproco no de- pende del intercambio en si, sino del caracter de la relaci6n social que lo lleva a cabo, a ni- vel intercomunal sucede lo mismo. S61o que, a dicho nivel, proponemos tomar en cuenta al linaje como agente de intercambio, no a la comunidad en general.

Una parte del plusproducto generado en las unidades dome'sticas esta destinado al inter- cambio regional, posibilitando el acceso de la comunidad a bienes y materias primas no dis- ponibles en la regi6n. El encargado de mante- ner el vinculo con otras comunidades es un individuo o grupo representante que es mante- nido por su linaje y que debido a sus funcio- nes politicas cada vez mas especializadas, tiende a no ser productor directo y a formar parte de los sectores privilegiados de los lina- jcs(Gl).

Este grupo o sujeto, denominado "jefe", desempefia no solamente funciones diploma- ticas sino tambien de mediation al interior de la comunidad, hecho que refuerza su prestigio. Pero, a medida que su funcion es mas diferen- ciada del resto de la comunidad, su necesidad de Iegitimaci6n es tambien mayor.

En las sociedades tribales jerarquicas el grupo dominante que empieza a formarse ne- cesita legitimar su posici6n y sus acciones pa- ra lo cual utiliza a las creencias religiosas que son reconocidas y compartidas socialmente, y aquellos conocimientos especializados que tiene capacidad de generar y de proyectar al resto de la sociedad.

A nivel ideol6gico es necesario precisar que no es lo mismo legitimar que sustentar una situaci6n jerarquica. Indudablemente el pres- tigio politico, la religi6n y el intercambio de bienes al6ctonos (incluso en forma de redis- tribuci6n), son rasgos importantes de estas so- ciedades, pero estos deben ser entendidos como parte de la expresion y legitimation de una situation jerarquica que se explica por la exis- tencia de un tipo de posesion o control especi- fico sobre la fuerza de trabajo, no como los elementos que la sustentan estructural u obje- tivamente.

La diferenciacion social no se deriva del prestigio o de las funciones de representation que tiene el grupo dominante, sino a partir de la posibilidad que tiene dicho grupo de con- trolar la fuerza de trabajo que le posibilita el desarrollo de procesos de trabajo, conocimien- tos o grupos de individuos que repercuten en el resto de la comunidad creando nuevas ne-

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2013 00:31:31 AMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

Page 10: Tribus y Casicazgos Arqueologicos

GRISELDASARMIENTOFRADERA TRIBUS Y CACICAZGOS ARQUEOLOGICOS... 103

cesidades y generando nuevos vinculos de de- pendencia.

Con el tiempo, si en cada linaje de una co- munidad existe una diferenciaci6n de grupos, los sectores o Gl tenderan a establecer alian- zas entre si, marcando mas aun las diferencias entre los demas sectores, aunque con la pro- yeccion de una ideologia ritualizada de ca- racter colectivo. Tales alianzas pueden ir mas alia del caracter local.

El hecho de que la ideologia tenga un ca- racter ritual izado se basa en el supuesto de que lo que es ritualizado no puede ser cuestionado; el ritual provee un fuerte marco para la legiti- mation de la jerarquia y el poder politico de ese mismo grupo.

Una posibilidad de producir bienes exclu- sivos esta dada por el acceso a materias pri- mas no locales que el grupo de elite intercambia por bienes o recursos locales de su mismo li- naje, independientemente de los bienes que intercambia como estrategia diplomatica co- munal. En un principio tal vez no pueda uti- lizar bienes comunales, solo aquellos que intercambie gracias al plusproducto que gene- ra su linaje, pero a medida que sus acciones sean legitimadas y ritualizadas llegara a dis- poner del plusproducto comunal (apropiaci6n del plusproducto para satisfacer las necesi- dades imaginarias de los dioses).

Una vez producidos ciertos bienes o cono- cimientos exclusivos, su distribuci6n queda en manos del grupo dominante que puede estimu- lar la creacion de nuevas necesidades, incluso ideologicas utilizando elementos religiosos, lo que establece una nueva relaci6n de depen- dencia que puede llegar a ser respaldada has- ta por la fuerza.

El grupo de 61ite justifica la adquisici6n y elaboraci6n de bienes exclusivos con el pretex- to de que todos pueden tener acceso al pro- ducto terminado, o a los favores de alguna divinidad representada a travel de ciertos ob- jetos de prestigio, a cambio de donaciones de otros bienes, como alimentos, distintos del plusproducto comunal. Este hecho tiende a reforzar la divisi6n del trabajo y la especiali- zacion de las unidades domesticas en la ela-

boraci6n de ciertos productos, diferenciandose cada vez mas las actividades de la dite o Gl (de tipo intelectual, religioso y politico) de las actividades del grupo dependiente G2 (pro- ductivas de alimentos y otras manufacturas). En caso que el grupo dominante disponga de un pequefio ej£rcito, no tendrian que aparen- tar donaciones, seria ya una forma de tributo.

Otro aspecto ideol6gico importante es el refuerzo de la posici6n del grupo dominante a partir del momento en que se vincula, por parentesco imaginario, con aquellos seres su- periores que son objeto de culto. Con ello se amplia la posibilidad de tener nuevas alianzas politicas y matrimoniales entre los sectores pri- vilegiados de otras comunidades, lo que da pie a la creacion de un sistema regional de circu- Iaci6n de bienes y materia prima en el cual es posible que destaque un sitio central.

La extensi6n de este sistema ideol6gico en toda la poblaci6n juega un papel muy impor- tante para reforzar una estructura social jerar- quica que no tiene todavia, el apoyo de una fuerza represiva institucional, como el Estado.

<i,Qu6 problemas existen en este proceso de jerarquizaci6n?

1 ) A pesar de que la reproducci6n del sistema llega a un punto en el cual necesariamente requiere de la estructura jerarquica, el pro- ceso de producci6n sigue siendo colectivo y cooperativo. La ideologia religiosa tien- de a superar este aspecto contradictorio, pero no garantiza su eliminaci6n.

2) Inestabilidad del sistema mientras los gru- pos productores dependientes no sean pro- piedad exclusiva de individuos de Gl. Al tener solo la posesi6n, sin un medio objeti- vo real de dominio, si se da una exigencia exagerada de tributo o de acumulaci6n de plusproducto, puede haber conflicto y rebe- Ii6n.

3) Amenaza de otras comunidades de compo- sici6n similar que puede generar conflictos por el control de territorios de cultivo o por recursos al6ctonos que resulten estrat6gicos para la comunidad.

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2013 00:31:31 AMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

Page 11: Tribus y Casicazgos Arqueologicos

104 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 27 JULIO 1993

Indicadores arqueoldgicos

<,Se tiene evidencia arqueologica de tales transformaciones? Hasta ahora, la evidencia arqueologica nos da cuenta de ciertas regulari- dades. Como ejemplo arqueol6gico de este pro- ceso pueden citarse tres casos en MesoamSrica: Costa del Golfo de Mexico (olmecas) entre 1500 y 300 aC, Valle de Oaxaca entre 1400 y 450 aC y Cuenca de Mexico entre 1500 aC y 200 dC, a partir de la information de los au- tores que han trabajado dichas areas: Bernal 1974 y 1975, Pifla 1981, Coe 1981, Coe y Diehl, 1980 para los olmecas; Flannery 1969, 1976, Flannery et al., 1981, Flannery y Marcus, 1983 para el Valle de Oaxaca; Blanton 1972, Parsons 1971, Parsons et al., 1982 y 1983, Sanders 1979, Wolf 1976, para la Cuenca de Mexico.

En las tres zonas existe evidencia que se- fiala la existencia de un proceso de domestica- tion agricola, en la que destacan especies como el maiz, frijol, calabaza y chile. En la Costa del Golfo es hacia 1350 cuando la agricultura empieza a ser la rama econ6mica determinan- te, hecho que ocurre hacia 1250 en el Valle de Oaxaca y hacia 1 150 en la Cuenca de Mexico. Con base en el analisis de evidencia botanica se puede inferir un proceso de intensification productiva, y en el caso del Valle de Oaxaca se llega a mencionar el desarrollo de tecnicas de irrigation simple por gravedad.

En las tres zonas se habla de un crecimien- to poblacional importante, inferido a partir de la cantidad y tamafio de los asentamientos re- gistrados.

En la Costa del Golfo se tiene evidencia de arquitectura monumental hacia el 1 100 aC. y tanto en la Cuenca de Mexico como en el Va- lle de Oaxaca, el patron de desarrollo po- blacional inicia con la existencia de aldeas dispersas que crecen y se multiplican en el tiempo hasta llegar a conformar un patron de asentamiento con varios "niveles" de sitios (hasta tres).

En los sitios mas grandes la variedad arqui- tectonica es mayor que en otros sitios, desta- cando las construcciones rituales (San Jose

Mogote en Oaxaca y Cuicuilco en la Cuenca de M6xico). En San Jos6 Mogote la continui- dad de este sitio la tenemos en Monte Alban, pero en la Cuenca de Mexico, hacia el 150 dC, la poblacion disminuye, los sitios son cada vez mas dispersos y Teotihuacan, al norte, empie- za a surgir como gran centro poblacional.

<?,Que hay sobre los procesos de trabajo? Existe evidencia de la producci6n de artefac- tos que se va haciendo mas especializada con el tiempo. Hacia el 1 100 aC se habla de talle- res especializados en la producci6n de objetos de obsidiana, pedernal, esquisto y serpentina (inferidos tanto por la presencia de objetos como por la diversidad del utillaje para produ- cirlos: punzones, taladros, cinceles, mazos y pulidores). En el Valle de Oaxaca hay un au- mento en la cantidad y calidad de productos producidos: desde objetos de ceramica, concha y magnetita, hasta objetos de obsidiana y ba- salto (proceso desde 1 150 aC). En la Cuenca de Mexico, la especilizaci6n parece ser que no se ubica al interior de un solo sitio sino que pro- liferan distintos sitios dedicados a la produc- tion o extraction de un tipo de producto o recurso: cesteria, obsidiana, extracci6n de sal (claramente a partir de 1200 aC).

Con respecto al acceso a materiales aloc- tonos tambien hay evidencia; en la Costa del Golfo desde 1200 aC se tiene presencia de ma- teriales no locales como la obsidiana, la il- menita, magnetita, concha y jadeita. En el Valle de Oaxaca y en la Cuenca de Mexico la situation es igual: hacia el 1300 aC en el primer caso y hacia el 1200 aC en el segundo existe la presencia de materiales al6ctonos, ce- ramica y jade en el primer caso y jade, concha y ceramica en la Cuenca de Mexico. Dicha evi- dencia ha servido para inferir la existencia de intercambio de bienes entre las tres zonas.

^Son todas las unidades domesticas las que tienen acceso a los bienes? ̂Existe un proceso centralizado de distribution de los mismos? ^Como es la relaci6n entre quien produce y quien consume?

Para responder a estas preguntas es necesa- rio analizar la evidencia en las unidades do- mesticas, hecho que esta mas claramente

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2013 00:31:31 AMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

Page 12: Tribus y Casicazgos Arqueologicos

GRISELDASARMIENTOFRADERA TRIBUS Y CACICAZGOS ARQUEOLOGICOS... 105

definido en el caso del Valle de Oaxaca. Ha- cia 1300 aC se tiene evidencia de que en todas las unidades dome*sticas se llevaba a cabo "tra- bajo artesanal", patr6n que cambia hacia el 1000 aC: la producci6n se especializa por uni- dad dome"stica. La distribuci6n de bienes es tambidn desigual y existen estudios especifi- cos acerca de la producci6n de artefactos de obsidiana que nos permiten concluir la existen- cia de un cambio en la distribution: las fuen- tes de distribuci6n son cada vez menos variadas y se podria inferir la presencia de un agente central de distribuci6n (redistribuci6n). Ver especificamente los trabajos de Flannery y Pires-Ferreira.

En cuanto a Iegitimaci6n ritual, desde fe- chas tan tempranas como el 1400 aC hay sim- bolos y motivos rituales en la Costa del Golfo (Jaguar serpiente, lagarto). Posteriormente, viene el auge de la arquitectura monumental ritual y publica. Hacia el 1050 aC destaca el sitio de la Venta y otros con la presencia de cabezas colosales y altares monumentales.

En el Valle de Oaxaca, desde 1300 aC hay presencia de espacios ceremoniales con sen- cillos altares. Para el 1 100 aC aumenta el nu- mero de edificios dedicados a actividades rituales hasta tener la clara presencia de San Jos6 Mogote, definido como "centro ceremo- nial" (800 aC). Incluso se ha mencionado la presencia del calendario ritual zapoteco.

En la Cuenca de Mexico desde 1400 aC hay figurillas ceramicas que se asocian a un culto a la fertilidad. Hacia el 1200 aC existen construcciones civico-ceremoniales modestas en algunos sitios asociados con elementos ol- mecas, y en el 650 aC ya destacan sitios mayo- res comoCuicuilco congrandes construcciones civico-ceremoniales. En Cuicuilco se habla del antecedente del dios viejo del fuego y de Tlaloc.

^Existe evidencia de conflicto? Se ha se- ftalado como tal el hecho de que las cabezas colosales olmecas se hayan enterrado delibe- radamente y presentan huellas de daflo inten- tional (en la Costa del Golfo). En el caso del Valle de Oaxaca, a partir del 800 aC se han identificado estelate de las que se infiere la exis-

tencia de cautivos o prisioneros de guerra. En la Cuenca de Mexico no existe evidencia di- recta. Se han seflalado solamente posibilidades de conflicto entre la zona sur y la ciudad de Teotihuacan.

«?,Es realmente suficiente esta evidencia para contrastar la hip6tesis de la jerarquizaci6n so- cial? Si bien las regularidades mencionadas son importantes, no son concluyentes para contras- tar la hip6tesis, es necesario un analisis mas detail ado de los datos, que empieza desde el mismo trabajo de campo.

Por un lado, seria necesario que el material arqueologico fuera analizado no como una entidad individual sino de acuerdo al contexto en que se encuentra para inferir, en primera instancia, areas de actividad.

Por otro lado, la contrastaci6n de hip6tesis requiere que se infieran los procesos de produc- tion y consumo de la sociedad en cuesti6n, para determinar qu6 medios de producci6n existen, quten dispone de ellos, si los objetos

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2013 00:31:31 AMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

Page 13: Tribus y Casicazgos Arqueologicos

106 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 27 JULIO 1993

de trabajo son locales o no y si los producto- res finales tienen o no un consumo restringido u homoge'neo, etc.

En cuanto a los procesos de producci6n sera importante reconstruir todas sus fases, desde la obtenci6n de materia prima hasta el producto terminado, estfn o no todas las fases incluidas en un sitio, hecho que, mas bien nos obligara a adoptar una perspectiva de anal i sis regional. Esta reconstrucci6n de fases nos daria elemen- tos para hablar, con certeza, de la especializa- ci6n en la produccion de un determinado producto; y su distribucion, confrontada con las formas de consumo de ciertos bienes, nos per- mitira inferir la disposici6n y uso social de los elementos que la integran.

El material arqueologico tiene que ser tra- bajado de acuerdo a las llamadas areas de ac- tividad, definidas como la "unidad minima de observaci6n con contenido social (en tdrminos de actividades) dentro del registro arqueo- 16gico", producto de acciones particulares re- petidas de caracter social con un trasfondo funcional especifico (Manzanilla 1986).

En t^rminos de la teoria sustantiva de nues- tra hip6tesis tendriamos que inferir, primera- mente, areas de actividad de produccion, de consumo, de desecho y de almacenamiento (para una definition mas extensa ver Sarmiento 1992). Dichas areas de actividad tendrian que ser analizadas en funcion de las tres unidades de analisis planteadas: unidades dome'sticas, linaje y comunidad.

Si bien la unidad domestica y la comunidad pueden ser facilmente identificables en ter- minos empiricos, la unidad que ofrece mayor problema es el linaje. Sin embargo, al definir- lo como unidad de produccion-consumo, no tanto como unidad de parentesco, creemos que el analisis de las areas de actividad al interior de las unidades domesticas y la inferencia de las relaciones entre las unidades domesticas, puede darnos elementos para determinar, de forma indirecta, los vinculos entre dichas uni- dades y los limites de cooperation y comple- mentation economica que se han mencionado.

Las areas de actividad son un primer nivel de inferencia observable que nos indica ciertas

caracteristicas y actividades de lasociedad que estamos analizando, y representan el primer paso para la contrastaci6n de una hipdtesis social. Pero no debemos quedarnos solamen- te ahi, es necesario analizar la distribuci6n y asociacion de dichas areas de actividad en otras unidades (como unidades domesticas, sectores de la comunidad, la comunidad y la regi6n) para inferir aquellos aspectos sociales estructurales que nos interesan y que no se pueden determinar de antemano, sin un traba- jo empirico concreto.

En general, para identificar empiricamen- te al llamado cacicazgo diversos autores han propuesto una serie de rasgos:

- Vegetales domesticados, terrazas, canales de riego, calendarios.

- Mayor variabilidad, cantidad y calidad de artefactos, debido a nuevos procesos de tra- bajo especializados.

- Sitios pequeflos rodeando a uno mas gran- de con mayor numero de construcciones ar- quitectonicas religiosas, este ultimo como centro principal de una amplia regi6n. Hay algunos que hablan de dos niveles de sitios.

- Una mayor frecuencia de objetos muebles e inmuebles con representaciones divinas.

- Magnitudes y calidades diferenciales en las construcciones mortuorias y en las ofren- das.

- Presencia de materiales y artefactos consi- derados suntuarios, muchos de los cuales estan elaborados con materiales aloctonos.

Dichos "indicadores" son elementos gene- rales que nos pemiten reconocer si un caso concreto es o no el "tipo" social que se esta analizando, pero es necesario un manejo me- todologico mas detallado, en tdrminos de las areas de actividad y su distribucion espacio temporal, para poder contrastar los procesos sociales que implica la sociedad que se estu- dia: la jerarquizacion social en nuestro caso.

En Sintesis

En sintesis, los aspectos que se han discutido en torno a los llamados cacicazgos son los si- guientes:

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2013 00:31:31 AMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

Page 14: Tribus y Casicazgos Arqueologicos

GRISELDASARMIENTOFRADERA TRIBUS Y CACICAZGOS ARQUEOLOGICOS... 107

1 ) En primer lugar cuestionar, analizar y rede- finir el concepto mismo de cacicazgo, no como un estadio de desarrollo, sino como el proceso de jerarquizaci6n social que se da como fase de desarrollo de las socieda- des tribales.

2) Plantear la explicaci6n del proceso en las sociedades tribales agricolas de acuerdo a sus caracteristicas estructurales.

3) La definici6n de un proceso social es una elaboraci6n te6rica en la cual existe una je- rarquia de conceptos. No todos los elemen- tos y nociones tienen el mismo nivel. En este caso, para definir la jerarquia, las no- ciones de propiedad y posesi6n son mas importantes que la de ideologia o la de pa- rentesco. Sin embargo, la visi6n integrado- ra de la estructura social permite ubicar y vincular al parentesco o a cualquier aspec- to social con los elementos fundamentales de la estructura.

4) Al elaborar una definici6n estructural, con una jerarquia de conceptos articulados, po- demos establecer una jerarquia en los in- dicadores arqueol6gicos. En este sentido, sera crucial la observaci6n de los indica- dores fundamentales para inferir los proce- sos que nos interesan. Con una adecuada jerarquizacion de indicadores, la identifica- tion arqueologica puede transformarse de ser una cuestion cuantitativa (cuantos indi- cadores encuentro) a una cualitativa (^que" indicadores definen estructuralmente al fe- nomeno que quiero estudiar? ^qu£ indica- dores permiten inferir el modo de vida especifico de la sociedad? ̂a trav6s de qu6 indicadores puedo analizar la trayectoria especifica de la sociedad?).

Bibliografia

Bate, Luis Felipe 1 978 Sociedad, formacion social y cultura,

Ediciones de Cultura Popular, Mexico. 1 984a Cultura, closes y cuestion etnico- national,

Juan Pablos Editor, Mexico. 1984b "Hipotesis sobre la sociedad clasista

initial", en Boletin de Antropologia Americana 9, julio, pp. 47-87.

Bernal, Ignacio 1 974 "Los olmecas", Historia de Mexico, Ed.

Salvat, tomo 1, Mexico, pp. 181 221. 1975 "Los olmecas" Del nomadismo a los

centros ceremoniales, INAH, Mexico, pp. 183-235.

Carneiro, Robert 1 98 1 "The Chiefdom: Precursor of the State",

en Jones y Kautz (editores), The Tran- sition to the Statehood in the New World, Cambridge University Press, London, pp. 37-80.

Coe, Michael 1981 "San Lorenzo Tenochtitlan" en Sabloff

(ed.) Supplement to the Handbook of Middle American Indians, vol. 1, no. 1 Univ. of Texas Press.

Coe, M. y R. Diehl 1 980 In the Land of the olmec, Univ. of Texas

Press. Cohen, R. y J. Middleton 1967 "Introduction", en Comparative Politi-

cal Sistems, University of Texas Press, Austin, dd. X-XV.

Creamer W. y J. Haas 1985 "Tribe versus chiefdom in Lower Cen-

tral America", en American Antiquity, vol. 5, no. 5, pp. 738-755.

Earle, Timothy 1 987 Economic and Social Organization of a

complex chiefdom: The Hale lea District Kaua 1, Hawaii, Ann Arbor, Michigan.

1 99 1 Chiefdoms: power, economy and ideol- ogy, Cambridge, University Press, New York.

Flannery, Kent 1976 The Early Mesoamerican Village, Aca-

demic Press, New York. Flannery, K. y M. Coe 1968 "Social and Economic Systems in For-

mative Mesoamerica", en Binford y Binford (eds), New Perspectives in Ar- chaeology, Chicago, pp. 267-283.

Flannery, K., J. Marcus y S.A. Kowalewsky 1981 "The Preceramic and Formative of the

Valley of Oaxaca", en Sabloff (ed.) Supplement to the Handbook of Middle American Indians, vol. 1, no. 1, Univ. of Texas Press.

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2013 00:31:31 AMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

Page 15: Tribus y Casicazgos Arqueologicos

108 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 27 JULIO 1993

Flannery, K. y J. Marcus 1983 The Cloud People, Academic Press,

New York. Fortres, M. y E. Evans-Pritchard 1979 "Sistemas politicos africanos", Llobera

(comp. ) Antropologia Politica, ed. Ana- grama, Barcelona, pp. 85-107.

Gandara, Manuel 1980 "La vieja nueva arqueologia 1", en Bo-

letin de Antropologia Americana, no. 2, pp. 1-47.

Jawad, Abdul Jalil 1965 The advent of the era of Township in

North Mesopotamia, Brill, Leiden. Kirchhoff, Paul 1977 "El sistema clanico en la familia huma-

na", en Nueva Antropologia, no. 7, afio II, Mexico, diciembre, pp. 47-63.

Kristiansen, Kristian 1987 "Center and Periphery in Bronze Age

Scandinavia", en Rowlands, Larsen y Kristiansen (editores), Centre and pe- riphery in ancient world systems, Cam- bridge University Press, pp. 74-85.

1991 "Chiefdoms, states and systems of so- cial evolution", en Earle (editor) op. cit., pp. 16-43.

Manzanilla, Linda 1 986 "Introduction", en Unidades habitacio-

nales mesoamericanas y sus areas de actividad, Instituto de Investigaciones Antropologicas, UNAM, Mexico.

Peebles, D. y B. Kus 1977 "Some archaeological correlates of

ranked societies", American Antiquity, no. 42, vol.3, pp. 421-448.

Pifia Chan, Roman 1976 Un modelo de evolucion sociocultural,

IN AH. 1981 Los olmecas antiguos, Consejo Edito-

rial del Estado de Tabasco, Mexico.

Polanyi, Karl 1976 "El sistema econ6mico como proceso

institucionalizado", en M. Godelier (compilador), Antropologia y econo- mia, Ed. Anagrama, Barcelona, pp. 155- 179.

Renfrew, Colin 1973 Before Civilization, Penguin Books,

Harmonds Worth. Sanders, W. J. Parsons y R. Santley 1979 The Basin of Mexico: Ecological Pro-

cesses in the Evolution of a Civilization, Academic Press, New York.

Sarmiento, Griselda 1 986 "La sociedad cacical agricola, hip6tesis

y uso de indicadores arqueol6gicos", Bole tin de Antropologia Americana, no. 13, julio, pp. 33-64.

1 992 Las primer as sociedades jerdrquicas, Ed. INAH-Conaculta, Mexico (Colec- cion cientifica 246).

Service, Elman 1 964 Primitive Social Organization, Random

House, New York. 1975 Origins of the State and Civilization,

Norton, New York. Vargas, Iraida 1985 "Modo de vida: categoria de las me-

diaciones entre la formaci6n social y cultural", en Boletin de Antropologia Americana, no. 12, diciembre, pp. 5-16.

1988 "The Tribal Mode of Production: Conditions for the Implantation of the Classist Formation in Venezuela", Cen- tro de Investigaciones de Humanidades, Dinamarca.

Wolf, Eric 1976 The Valley of Mexico, Univ. of Nuevo

Mexico Press, Albuquerque.

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2013 00:31:31 AMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions