TP. El Perjurio de La Nieve

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Cine, Universidad, FUC

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Trabajo Prctico El perjurio de la nieve, de Adolfo Bioy Casares.

Alumno: Uriel RomanoFecha de entrega: 29/05/2014Ctedra Cobas CarralUniversidad del Cine

Para analizar la construccin narrativa de El perjurio de la nieve, hay que separar en el tejido del texto numerosas capas de relato que se funden casi sin dejar marcas de su presencia. El resultado es un cuento heterogneo, el relato de una realidad que se expande muy por fuera de la ficcin (o de lo ficcionado, para darle mrgenes al trmino) o una gran fbula en la que la realidad est contrada y representa una mnima parte de la historia.Tzevatan Todorov planteaba que un relato fantstico poda resolver su problema de gnero volcndose a un marco maravilloso o a uno extrao, o concluyendo como algo en suspensin, indefinido. En este cuento, de la misma forma, encontramos que lo indiscernible de la relacin realidad/ficcin se mantiene desde el inicio hasta su culminacin. Es ms, por el terreno que simula abarcar en su anclaje verdico y verificable, parece como si el texto superara su extensin en hojas. Como una crnica periodstica o un informe documental, El perjurio de la nieve juega a pretender que habla del mundo al que pertenecemos.Como bases para la elaboracin de este mecanismo, podemos nombrar los siguientes elementos: la superposicin de narradores, la idea de manuscrito, la inclusin de la figura del autor en la obra, la cita de lugares, eventos y persona(je)s reales, el uso de notas al pie, y la cita de supuestos textos publicados. Por ms que podamos nombrarlos como procedimientos individualizados, su uso est tan camuflado que resulta imperceptible ante una lectura inocente.El primer elemento para analizar es la superposicin de narradores. El texto est dividido en tres partes: un prlogo que presenta y anticipa la inclusin del manuscrito de Juan Luis Villafae, el manuscrito propiamente dicho, y un cierre que lo procede. El tramo inicial est firmado por A.B.C, en l se determina un marco donde estar situada la historia y se establece una relacin entre este primer narrador y Villafae: son colegas, A.B.C. ya ha publicado una recopilacin de sus artculos. Por ms evidente que sea, no podemos aseverar que A.B.C. se corresponde con la figura de Adolfo Bioy Casares. Su intromisin en el marco ficcional hace pensar que tal vez las siglas se correspondan con otro personaje. Ms tarde, el narrador cede su palabra para incluir el manuscrito de Juan Luis Villafae. En esta parte Villafae cuenta sus andanzas, dejando deliberadamente afuera la focalizacin de Carlos Oribe. La arbitrariedad con la que el manuscrito cuenta la historia es la herramienta que usa el tercer narrador para ms tarde rebatir todos los argumentos y dar un nuevo sentido a lo de dicho en el manuscrito. Sin embargo, es necesario aclarar que no queda invalidada la historia central como si se tratara de una total mentira, sino que este ltimo narrador propone una reinterpretacin de los hechos, de la misma manera en que Sherlock Holmes lo hace para develar los misterios irresolubles. Sin embargo, este ltimo narrador no reemplaza una historia irresuelta por otra ms creble, sino que da por tierra con una narracin que funciona perfectamente de manera autnoma: Carlos Oribe es un poeta loco, se obsesiona y profana el hechizo de La Adela cuando sale a pasear de noche, en el velatorio queda expuesto por conocer la casa siendo la primera vez que la visita, Vermehren lo persigue y le da muerte. Con la aparicin del tercer narrador, se sustituye la verdad parcial que vio Villafae por una verdad omnisciente que este narrador conoce: nos habla de qu dijeron cuando miraron por la ventana del hotel, cmo es que Villafae entr a la casa, porqu Oribe escribi ese poema a Luca Vermehren, etctera. Es difcil atribuir el relato a un nico narrador y, mucho ms, separar la verdad del relato de sus mentiras. Por ltimo, quisiera tratar de definir la figura de este tercer narrador. Con su abrupta aparicin, despus del corte marcado por Aqu se interrumpe el manuscrito de Juan Luis Villafae, automticamente asumimos que se trata de la misma voz que apareci en el prlogo, la de A.B.C. Sin embargo, no queda clara que sea su figura la que relate este tramo final. En la nota al pie 263, por ejemplo, dice La referencia aparece en otros textos de Bioy, haciendo mencin de un personaje fabricaba rayos en Villa Luro. Mientras tanto, en la 288, se define Embolismo como 1. Aadidura de ciertos das para igualar al ao, como el lunar con el solar. 2. Confusin, enredo, embarazo y dificultad para un negocio. 3. Mezcla y confusin de muchas cosas. 4. Embuste. Todas son acepciones que podran aplicarse a lo que hace A.B.C. respecto del ms. de Villafae directa o figuradamente. Adems del chiste interno, de que Bioy Casares abiertamente nos dice que nos est confundiendo respecto de la historia de Villafae, tambin quedan separadas las entidades de A.B.C. y Bioy Casares. O se definen como una sola con la que es indistinto referirse. De cualquier manera, no queda claro.Esta ltima nota al pie, viene a aclarar un pasaje del relato de Villafae donde Bioy (o A.B.C) se entromete a si mismo en la historia. La frase es la siguiente: Yo haba hojeado un libro de A.B.C. Parece ser que, al igual que A.B.C. declara haber publicado textos de Villafae, este ltimo haga referencia al autor del prlogo. La confusin entre la figura del autor dentro y fuera de la ficcin es tal, que es imposible determinar hasta dnde abarca la realidad del relato. Est claro que, aunque atribuyamos la voz al Bioy Casares de carne y hueso, no es ms que una figura con su nombre, de la misma manera que podra ser cualquier otro personaje inventado.El segundo elemento que podemos analizar es la figura del manuscrito. Su aparicin quiebra la supuesta ficcin con que se nos introduce al relato y propone un texto que pretende ser documental. Su redaccin y escritura, por ms endulzada que est por trminos literarios, funciona dentro de la lgica de la narracin como la declaracin de Juan Luis Villafae para probar su inocencia. Est redactado de una forma heterognea, incluyendo montones de notas al pie e informacin que excede a la historia. Un buen ejemplo de esto es el momento en que se nos cuenta sobre Luis Vermehren: comienza con era el hijo menor de Niels Matthias Vermehren y, a partir de all, de una pila de datos que no tienen relacin alguna con el relato en que venimos avanzando. Habla sobre la vida de sus hermanos en Dinamarca, las disputas familiares, el viaje migratorio a la Argentina, etctera. Inclusive se encarga de citar un libro claramente falso, bajo el ttulo de Anales de la Real Marina Danesa, de H. J. Molbech. Otra instancia en que se evidencia la intromisin de datos duros, que respaldan el carcter informativo de lo escrito por Villafae es la introduccin de citas textuales de los poemas de Oribe. La primera aparicin sucede cuando, adelantndonos dos das al crimen de Luca, el poeta loco grita desde el piso del mnibus en el que viajan hacia Bariloche. Se cita un texto lrico de tres frases, donde Oribe llora la muerte de Luca. La segunda vez que se marca esta cita explcita es en el momento en que Berger Crdenas le da a Villafae el texto escrito por Oribe en memoria de Luca. Con este artificio, nuevamente se nos quiere hacer creer que el manuscrito es en realidad un texto informativo y que no se condice con una lgica de narracin ficticia.Otro elemento que trabaja en la construccin de este texto difcil de catalogar: las citas de lugares, personas y eventos de la vida real como parte de la ficcin. Este mecanismo, de uso clsico en el realismo de la segunda mitad del siglo XIX, busca impulsar el contenido narrativo ficcional a travs de la inclusin de elementos de la vida cotidiana reconocibles por el lector. Sobre todo se hace hincapi en aquellos espacios propios de la modernidad y el marco urbano. Algunos ejemplos de esto en el cuento son la inclusin de eventos como La Semana Trgica, objetos de masas como el diario La Nacin, la cita de Jorge Luis Borges, espacios como el Teatro Coln (al menos nombrados), etctera.Por ltimo, podemos marcar la herramienta de las notas al pie casi como una voz ms de la narracin. Durante largos apndices, suelen encargarse de completar obsesivamente la informacin que est dada en el texto, como en el siguiente caso: 272. General Paz es un pueblo de la actual provincia de Chubut antiguamente gobernacin, territorio comprendido entre los de Ro Negro y Santa Cruz, en la Patagonia, Repblica Argentina.. Esta informacin resulta completamente prescindible al objeto de la narracin, que funcionara igual o mejor (por no resultar interrumpida) con su omisin. Su utilizacin, en este sentido, resulta acorde a la propuesta de que se trata de un relato con fuertes anclajes verdicos. En muchos otros casos, las notas al pie vienen a sealar nfimos cambios del relato respecto de una supuesta versin anterior, lo que contribuye a crear la idea de que se trata de un texto revisado y pone en duda la autoridad con que la voz narradora cuenta.De esta manera podemos explicar los elementos que estn en funcionamiento en el texto, intercalndose y funcionando a la vez. El texto, a pesar de su corta duracin, presenta una serie de mecanismos que complejizan su definicin, sobre todo en cuanto a las categoras de ficcin y realidad, y de atribucin de lo narrado a una voz determinada.5